diff options
| author | nfenwick <nfenwick@pglaf.org> | 2025-02-08 01:48:49 -0800 |
|---|---|---|
| committer | nfenwick <nfenwick@pglaf.org> | 2025-02-08 01:48:49 -0800 |
| commit | c68fdf11d59b6cdf77e16ea2020b454d73a5ac58 (patch) | |
| tree | caf50796e06fb6062c2887703eb1a5ab3fadbe6a | |
| parent | 31f2d2d052cde539c2410fbc71a2f621f4925dd1 (diff) | |
| -rw-r--r-- | 56770-0.txt | 4725 | ||||
| -rw-r--r-- | 56770-8.txt | 5115 | ||||
| -rw-r--r-- | 56770-h/56770-h.htm | 418 |
3 files changed, 4727 insertions, 5531 deletions
diff --git a/56770-0.txt b/56770-0.txt new file mode 100644 index 0000000..e3b9946 --- /dev/null +++ b/56770-0.txt @@ -0,0 +1,4725 @@ +*** START OF THE PROJECT GUTENBERG EBOOK 56770 *** + + + + + + + + + + + + + Nota del Transcriptor: + + + Se ha respetado la ortografía y la acentuación del original. + + Errores obvios de imprenta han sido corregidos. + + Páginas en blanco han sido eliminadas. + + Letras itálicas son denotadas con _líneas_. + + Las versalitas (letras mayúsculas de tamaño igual a las minúsculas) + han sido sustituidas por letras mayúsculas de tamaño normal. + + + + + De sobremesa + + CRÓNICAS + + Tercera Serie + + + + + Jacinto Benavente + + + De sobremesa + + + CRÓNICAS + + + TERCERA SERIE + + + MADRID + PERLADO, PÁEZ Y COMPAÑÍA + SUCESORES DE HERNANDO + Arenal, 11 y Quintana, 31 y 33 + 1912 + + + + + ES PROPIEDAD.--DERECHOS RESERVADOS + + Artes Gráficas MATEU.--Paseo del Prado, 30.--Madrid. + + + + +[Ilustración] + + + + +De sobremesa + + + + +I + + +Si la propaganda cunde, pueden regocijarse los padres, los maridos y +todos los paganos de lujos femeninos, cualquiera que sea su grado de +aproximación masculina. Las damas de los Estados Unidos patrocinan, +protegen y alientan una huelga de modistas. Tendría que ver, ¡ya +lo creo!, que un exceso de civilización volviera á las refinadas +norteamericanas al primitivo atavío de la hoja de parra, y que, por +evitar la desnudez de las obreras, llegasen sus distinguidas clientes +á la suya propia. No podía perdirse mayor altruísmo. Pero si contra +toda moda, con procurar siempre el mejor parecer de la mayoría, hay +siempre resistencias y rebeldías por parte de las no agraciadas con +ella, ¡figúrense ustedes si vestidura tan difícil para las feas y las +mal formadas, como el natural físico, no ha de encontrar protestas! + +De temer es que la huelga, alentada en público por las damas, sea +contrarrestada en privado por ellas mismas, como aquella famosa huelga +de _Lysistrata_, tan graciosamente dramatizada por Aristófanes. Es +también un peligro que esta huelga modistil traiga otras muchas +huelgas de mayor transcendencia. Huelga de señoras: porque ¿en qué +han de ocuparse muchas de ellas si no se ocupan en andar de modista +en modista y de tienda en tienda, eligiendo, revolviendo y comprando +trapos y moños? Huelga de maridos y de amantes: porque ¿parecerán lo +mismo muchas mujeres sin los encantos artificiales de la _toilette_? +Huelga de autores dramáticos: porque si las actrices dan en vestir con +sencillez, ¿qué defensa tendrán muchas comedias? Sabido es que cuando +en el teatro se llega á la desnudez, sobra toda literatura, con un +poco de baile basta. Cuando hay mucho que ver, el oído no está para +nada y el entendimiento mucho menos. Huelga general, en fin, con cierre +y quiebra de balnearios, hoteles, playas á la moda, teatros, iglesias, +etc., etc.: porque si las señoras no podían lucir trajes en todos estos +sitios, sostenidos por ellas, ¿para qué habían de asistir á ninguno de +ellos? + +Véase cómo una sencilla huelga de modistas, que en su origen puede +parecer cosa de broma, podría ser el principio de una revolución social. + + * * * * * + +El comienzo de año nos llena siempre de melancolía. ¿Un año más? ¿Un +año menos? Depende del estado de ánimo. De cualquier modo, es otro año; +y lo que nos entristece es que, con ser otro, será lo mismo. Los días +nacen unos de otros, y el nuevo día no amanece nunca. Los que no se +resignan á vivir sin esperanza la ponen más allá del sol, más allá de +la vida. Su año nuevo, no es vida nueva; es otra vida. + +¡No pensemos en qué nos traerás, año nuevo; ya nos contentaremos con +que no te lleves algo! + +El año pasado nos trajo algunas glorias, ¡bien pagadas con muchas +inquietudes y tristezas! Se despidió con inundaciones, lo mismo que el +partido conservador. Bien puede ser generosidad, para que luzca más el +sol del año nuevo. Hay calamidades fertilizadoras. + + * * * * * + +Los autores noveles protestan contra la precipitación, reserva y +sorpresa con que se ha declarado cerrado el concurso de sainetes +para el teatro Español. Prueba de ello es el escaso número de obras +presentadas, cuando en cualquier otro concurso, anunciado con la +necesaria publicidad, se cuentan por millares. ¡Díganmelo á mí, que +llegué á leerme, en algunos de ellos, «noventa y cuatro comedias»! + +Lo mejor que puede hacerse es ampliar el plazo y no dar ocasión, de +ningún modo, á que nadie pueda sospechar que hubo mala fe en lo que +sólo pudo haber ligereza. Considérese que estos concursos, con todas +sus deficiencias, son la esperanza de muchos autores inéditos y la +mayor probabilidad de verse atendidos y juzgados imparcialmente. Si +la atención y la justicia de los que han de juzgar se bambolean ó se +tuercen en ocasiones, culpa es de los propios concursantes, que suelen +mover una de recomendaciones, influencias y hasta intriguillas á las +que sólo con gran energía, y á riesgo de enemistarse con muchos, puede +uno sustraerse. Esto de la recomendación para todo es achaque muy +nacional. El donoso escritor que en peligro de muerte, al ir uno de sus +allegados á pedir los últimos Sacramentos, le recomendaba: «Di que son +para mí; que los traigan buenos», satirizaba esta arraigada costumbre +española de creer que la recomendación alcanza para todo, hasta en lo +divino. ¿No es este el país en que más se reza y se pide á una multitud +de vírgenes, santos, abogados y abogadas celestiales, que á Dios, uno +y trino; en que se cree necesario pedir por favor lo que es más de +justicia; en que hasta para comprar en una tienda, por su dinero, se +cree uno en el caso de decir: «Vengo aquí recomendado por don Fulano, +que le compra á usted mucho»; en que hasta para morirse le confortan +á uno con lo que se llama «recomendación del alma»?... Y no digamos, +después de muertos, la de recomendaciones que son precisas para que le +entierren á uno en buen sitio y lo más arreglado posible. + +Por todo esto, yo me permito recomendar que se atienda la justa queja +de los autores. En cambio, me comprometo á no recomendar á ninguno en +particular. + + + + +II + + +Parece ser que ahora va de veras: Madrid será agrandado y... +¿embellecido? Como en las casas cursis, tendremos sala y gabinete +decentemente amueblados, y lo demás ¿qué importa? Lo demás es para +vivir. Gran tocado y chico recado. Si la nueva Gran Vía y cuanto se +mejore y ensanche ha de verse tan mal barrido, tan mal pavimentado, tan +puerco como lo que ahora tenemos, más valiera dejarlo todo como está. +¿Pasan ustedes alguna vez por la calle del Barquillo? ¿Y por la de...? +¿Para qué enumerar? ¿Andan ustedes por esas calles? En las aceras no +hay losa en su sitio; el arroyo lo es de polvo y papeles y todo género +de suciedades; ir en coche es ir botando como pelota; ir á pie es ir +votando como ciudadano. El sistema de barrer las calles es para optar á +un premio en cualquier Exposición de higiene. ¡Y qué admirable orden +en la circulación! Carromatos con siete mulas de reata interceptan el +tránsito á cada paso. ¡Pobres traficantes, no es cosa de molestarles +con ordenanzas que fijen horas á propósito para sus acarreos! La +molestia libre en el Estado libre. + +Bien está que aplaudamos todas las grandes iniciativas del alcalde y +del Municipio, pero entretanto tuvieran algunas pequeñas iniciativas... +Verdad es que la mayor parte de la gente vive tan á gusto. Las malas +casas les han acostumbrado á las malas calles. ¡Digo! Si las calles +fueran agradables... Como son, hay quien se pasa la vida trotando por +ellas, sólo por no estar en su casa. + + * * * * * + +No puede creerse en la indignación de Rostand al ver destripado su +gallo por las indiscreciones del _Secolo_, cuando, por indiscreciones +parciales, muchos sabíamos ya el argumento y aun los chistes y +cantables que tiene la obra. Aparte de esto, poco tiene que perder una +obra que todo lo ha perdido con la publicación de su asunto. ¡Pobre de +nuestro _Don Juan Tenorio_ entonces! ¿Quién iría á verlo, si la novedad +de su trama fuera su único atractivo? En el mismo París, tan novelero +en apariencia, sostienen mejor su cartel muchas obras clásicas de +Corneille, Racine y Molière, que algunas flamantes comedias, más viejas +al nacer que las otras antiguas. _Chantecler_ ha logrado ya categoría +de obra clásica, en que el asunto es lo de menos. Muchos que ahora +asistirán al estreno, tal vez como críticos, no habían nacido cuando +empezó á hablarse de _Chantecler_. + +De las actrices y actores que estrenaron anteriores obras de Rostand, +sólo por Sarah inmortal, no han pasado los años. ¡Hagan las Musas que +tan esperada obra interese por tanto tiempo á la posteridad, como á +la anterioridad ha interesado! Después de todo, la gloria anticipada +es la más segura, y la cera que va delante es la que alumbra. Y en +este particular de la luz, parece ser que para el gallo de Rostand +amaneció hace mucho tiempo. Tal vez ya no quedaba más resquicio por +donde percibirla que esas indemnizaciones exigidas á los periódicos +indiscretos. De este modo sí que el gallo no puede ser nunca un albur. +Todo va copado. ¡Que al estrenarse no le cambien una letra! ¡Pobre +gallo entonces! + + * * * * * + +No hay nada más peligroso que un incensario en manos indiscretas. +Representación de algo divino ó humano, los golpes más peligrosos para +los ídolos son los de sus fervorosos adoradores. Cuando todo el mundo +dice: «Está bien», ¿para qué empeñarse en que todos digan: «Está mejor +que bien». El deber cumplido tiene en sí mismo la mejor recompensa, y +cuando el deber es tan propio del cargo y por lo elevado de la posición +trae consigo el conocimiento y la admiración de todos, ¿qué se le añade +con una recompensa que, por estar tan al alcance de la mano de quien +ha de obtenerla, pierde todo su valor en este caso? El reconocimiento +oficial nada añade al reconocimiento nacional. Sería, como dijo +Shakespeare: «Pintar al lirio, dorar el oro, endulzar lo dulce.» + + + + +III + + +El periódico de Buenos Aires _Caras y Caretas_, en circular dirigida +á personas significadas, solicita un pensamiento con motivo del +centenario de la Independencia argentina. La circular viene en francés. +Ya sabemos que por ser el idioma usual en relaciones diplomáticas +universales, puede serlo también en las literarias. Pero en este caso, +y tratándose de una República en que nuestro idioma es y será por mucho +tiempo el oficial, el literario y el vulgar, ¿no hubiera estado mejor +en castellano la circular dirigida á España? Yo, por mí, sé decir que +nunca entendí peor un idioma extranjero, y no sabré contestar á lo que +se me pregunta. + +No ya consolarnos, enorgullecernos debemos de la independencia de todas +las Repúblicas americanas que fueron colonias españolas, mientras en +ellas impere nuestra lengua, y con ella mucho de nuestro espíritu. +Comunicarnos en lenguaje extraño, más que independencia nos dice +desvío. Nuestras relaciones deben ser más que diplomáticas; y esa +circular en francés tiene toda la frialdad de una nota de Estado. ¿Le +agradaría al simpático semanario porteño que saludáramos en francés la +conmemoración de la Independencia argentina? + + * * * * * + +Los sucesos culminantes de estos días entran en la clasificación de +podencos, tan respetados por el escarmentado loco de que nos habla +Cervantes. ¡Guarda, que es podenco! No entremos ni salgamos en pláticas +de familia, aunque la familia nos sea muy allegada, que siempre +llevaremos la de perder, mientras no caigamos en la cuenta de que, +civiles ó militares, todos llevamos el mismo uniforme: el de ciudadanos +españoles, y á todos nos interesa por igual el respectivo prestigio de +unos y otros. Malo es dividirse en castas. Todos hemos de ser paisanos, +en el amplio sentido de compatriotas; todos hemos de ser soldados, +en paz y en guerra, cada uno en su puesto, para responder siempre al +¿quién vive? de todo ¡alerta!: ¡España! + + * * * * * + +¡Oh, admirable público nuestro! Se acostumbra á lo malo; tolera +indefinidamente lo mediano, y sólo ante lo bueno se cansa su admiración +y hasta se irrita si alguien se obstina en pretender sostenerla. Este +es el caso de Titta Ruffo en la actual temporada. Nada en la voz ni +en el arte del gran barítono justifica un cambio de actitud en el +público. El artista es el mismo, y eso es lo que parece sentir el +público, obligado á seguir admirándole todavía. ¡Oh, niño caprichoso, á +quien hay que retirarle las golosinas antes del enfado y los juguetes +antes del destrozo! ¡Pocos poseen, como el Guerra, el difícil arte de +retirarse á tiempo, único recurso del artista que no quiera sentir tus +rigores! + +En ningún público, como en el nuestro, se advierte esa actitud +defensiva contra la admiración; esos gestos malhumorados al +soportarla. En cualquier espectáculo parece como si el público fuera +violentado, por fuerza mayor y no por gusto, á distraerse un rato. +El autor es como un enemigo personal; el artista, como un acreedor +molesto. En ninguna parte puede hablarse con tanta razón de «batallas» +al tratarse de arte. + + * * * * * + +Por mucho que moralistas y sociólogos prediquen contra el suicidio, +mientras el ridículo no se atreva con él, por respetos que siempre +impone la muerte, seguirá siendo poético final de muchas historias +vulgares. El solo basta para dar grandeza trágica en un momento al más +chocarrero sainete. ¿Cuántos no habrán reído al ver pasar en vida el +idilio amoroso del viejo cojo y la niña lozana? Y aquella unión, que +en vida acaso sólo en el interés tenía explicación para las gentes, +con la muerte es algo inexplicable, con todos los prestigios del amor +y de la muerte; deidades poderosas á inmortalizar á sus elegidos, +como los dioses paganos á sus amadas mortales. Los vulgares amantes, +que en vida tal vez dieron que reir á las gentes, hoy van en la divina +poética teoría inmortal de Hero y Leandro, Píramo y Tisbe, Romeo y +Julieta, Francesca y Paolo, Isabel y Marsilla; sin olvidar á aquellos +otros amantes madrileños que inmortalizaron la frase suprema: ¡Que los +entierren juntos! ¡Hallen todos un Ovidio, un Dante, un Shakespeare! Y +á no poder ser otra cosa, un buen romance de plazuela. Hay que poetizar +la muerte por amor todo lo posible. Es el mejor medio de evitar muchos +matrimonios desgraciados. + + * * * * * + +Los empresarios de _music-halls_ están consternados. Ante la amenaza de +la subida de la carne, algunas artistas han pedido aumento de sueldo. +Lo que dirían ellas, si conocieran la célebre canción de _La camisa_, +de Hood--pero ¿cómo han de conocerla, si las pobres hasta habrán +olvidado que hay camisas?:--¡Que la carne de vaca sea tan cara y la +carne humana tan barata! + +Por fortuna para los empresarios y traficantes en carne humana, la +carestía de la primera trae por la mano la baratura de la segunda. + +A poca costa podríamos traer buena carne de América cuando aquí nos +faltara. Preferimos enviar allá carne humana. Dentro de poco sólo +quedarán aquí los que puedan pagar el solomillo. ¡Qué agradable será +no ver más que gente bien alimentada por esas calles! ¡Cómo van á +dulcificarse las relaciones sociales, y sobre todo las políticas! + + + + +IV + + +Para los espíritus abatidos, propensos al decaimiento, como nuestro +espíritu nacional, no importa tanto saber si hay causa para tanta +alegría como saber que el efecto fué el de una alegría verdadera. +Cuando hay tales tristezas sin motivo, ¿por qué no entregarnos sin +discusión á una alegría, que, desde hace mucho tiempo, con ningún +pretexto hubiéramos podido justificar? En otros tiempos, tan ricos +éramos en glorias, que, acaso éstas de ahora nos hubieran parecido +mezquinas. Hoy... bien venidas sean, y mejor si sabemos apreciarlas +con serenidad y más que de envanecimiento nos sirven de estímulo para +glorias mayores. De tremenda crisis triunfó el espíritu nacional +en los principios de la campaña. Por el mundo no faltó quien se +apresurara á cantar nuestros funerales. El Ejército español ha sabido +extendernos nueva fe de vida ante el mundo. Tal vez pocas veces fué +tan depositario del honor y la vida de España como en esta ocasión. No +quede todo en aclamaciones de entusiasmo. No olvidemos nuestro deber +en la paz, si queremos tener el derecho de exigirle todo su deber en +la guerra. Es triste cosa resignarse á tener mártires cuando se puede +tener héroes. Hoy sustituyamos el grito de ¡Viva España!, que puede +parecer un deseo, con este otro más afirmativo: ¡Vive España! + + * * * * * + +Por dichosa casualidad, al mismo tiempo que nuestras armas victoriosas, +llega de la República Argentina, en la persona de Belisario Roldán, +mucho de nuestro espíritu triunfante á decirnos cuánto queda en América +todavía de nuestro Verbo glorioso. Siempre leal amigo de España, no +puede considerarse ni ser considerado en ella como extranjero. La +fogosa elocuencia de nuestros grandes oradores, la que fué admiración +de todo el mundo español, alienta vigorosa en el joven orador +argentino. + +En los oradores de casa, tal vez nos pareciera demasiado vehemente. +¡Hemos bajado tanto el diapasón para todo! El grito, el rugido, el +apóstrofe nos asustan. Amamos la discreción sobre todas las cosas en +política, en arte, en el trato social, ¡La discreción! Triste cosa es +un pueblo que no tiene mayores glorias que las de sus locuras. + + * * * * * + +Amable lectora, la que en discretísima carta me consulta sobre el +mejor sistema de educar á los hijos; sin duda sabe que nadie los +educa mejor que los que nunca los hemos tenido. ¿Severidad? ¿Dulzura? +¿Proporcionarles toda la alegría posible ó prepararles con privaciones +á soportar las tristezas futuras? Hoy... son los padres; pero los +padres no viven siempre. Mañana... son los extraños sin cariño, ó con +otro cariño que nada se parece al de los padres... Pero, ¿no será, por +lo mismo, crueldad en los padres anticipar tristeza á la tristeza? +¿Y si el hijo muriera antes? Mañana es la vida, pero también es la +muerte. Los juguetes comprados serán entonces recuerdo triste; pero +los juguetes que el niño deseó y que le negamos serán un remordimiento +constante... ¡Oh, sí; dulzura, dulzura para vuestros hijos, que la +vida es madrastra terrible, como las de los cuentos de hadas; esas +madrastras que encierran en torres á las princesas delicadas ó las +envían al bosque á guardar gansos. Peor la vida, que suele traerlas, +no á guardarlos, sino á casarse con alguno de ellos. Pero, ¿y si +acostumbrados al mucho mimo no hay fuerza en ellos después para +conllevar las contrariedades? + +La vida es la mejor educadora, y ella sola se basta para enmendar +errores de educación en los padres... Todos, menos la falta de besos, +de caricias, de juguetes en los primeros años... La vida puede ser +madrastra, puede ser maestra, pero no es madre... + +En los primeros años del mundo, cuando Adán y Eva, arrojados del +Paraíso, luchaban contra los rigores de la naturaleza primitiva, Eva +lloraba por sus hijos, al verlos muchas veces heridos por las fieras, +desgarradas sus carnes por las asperezas de los troncos y de las +piedras... ¡Mis hijos! ¡Qué horrible vida! Para ellos no ha habido un +Paraíso terrenal, como para nosotros... Ellos no sabrán nunca de sus +delicias... ¡Nosotros hemos sido más felices! + +--Sí--dijo el primer hombre.--Ellos no han tenido, como yo, un Paraíso; +pero, ¡yo no he tenido una madre, como ellos! Y al verlos acariciados +por la madre, en su amor paternal había algo de envidia. ¡Y era el +hombre que había sido formado por Dios mismo! + + + + +V + + +El mes de Enero suele ser fecundo en calamidades. Para que sepamos á +qué atenernos durante todo el año. Es un modo de anunciarse. Queda +la duda, en estas primeras calamidades del año, de si pertenecen al +año entrante ó serán saldo del anterior, que no quiso marcharse sin +soltarlas. Lo cierto es que la Naturaleza, como una gata cualquiera, +anda fuera de sí y desatinada en este primer mes del año. Tempestades, +inundaciones, lluvias torrenciales de gracias, condecoraciones y +entorchados, y el cometa apocalíptico, y _Chantecler_ en puerta. ¡Vaya +un añito! + +La inundación de París retrasa una vez más el acontecimiento que sólo +pudiera consolarnos: el estreno de _Chantecler_, antes retrasado por la +discusión que pudiéramos llamar del huevo de Mme. Simone. Se comprende +en una actriz recién divorciada y recién vuelta á casarse el escrúpulo +en poner un huevo, sobre cuya pertenencia pudiera haber dudas. + +Por fortuna, el poeta no peleó por el huevo ni por el fuero, y la +postura se supondrá entre bastidores, lugar más conveniente para +posturas difíciles, en la vida como en el teatro. + + * * * * * + +Luego diremos que aquí no hay libertades y que el clericalismo nos +domina. En Inglaterra, la nación traída siempre á cuento, cuando de +libertades se trata, no pudo representarse, hasta ahora, la ópera de +Saint-Saens _Sansón y Dalila_ porque su asunto bíblico escandalizaba +los sentimientos religiosos. Sobre la _Salomé_, de Strauss y de Wilde, +creo que todavía pesa la prohibición. Los ingleses sólo han consentido +en ver la danza de _Salomé_ separada del texto y de la partitura. +¡Parecen tontos! ¿Verdad? + +Aquí, donde nos quejamos á todas horas de la presión clerical, triunfa +_La corte de Faraón_, opereta del todo bíblica, sin protestas de +nadie. Yo he visto en primera fila á muchos graves señores de los que +suelen ser ornato de cofradías y procesiones. En Inglaterra se enseña +ahora á los niños la Historia por medio de representaciones teatrales. +¿Por qué no ha de enseñarse la Biblia por el mismo sistema? No hay en +_La corte de Faraón_ mayores atrevimientos que en el Sagrado libro. +Los autores han estado muy hábiles en quitar crudezas. A las artistas +nadie les agradecería que ocultaran las suyas. ¡Admiremos al Señor en +sus obras! No será tan difícil hallar un sentido místico á la canción +babilónica, que pronto oiremos en labios de muchos senadores; como al +_Cantar de los cantares_ y á otros pasajes no menos escabrosos. + +Lo malo es que la Iglesia católica haya perdido aquel buen humor y +aquel sentido artístico que fueron todo el espíritu del Renacimiento. +¡Ah, el bribón de Lutero, que la obligó á volver á tomar en serio su +divino papel, que ya empezaba á ser humano! + +Ahora llueven imprecaciones y anatemas sobre el Arte y sobre los +artistas. Los tiempos son difíciles. La competencia comercial es muy +dura. No hay bastante público para todos. ¡Y el Teatro y la Iglesia son +espectáculos tan caros! Por fuerza tienen que perjudicarse mutuamente. + + * * * * * + +Pérez Galdós, el maestro glorioso, consagrado por el monumento inmortal +de toda su obra, y Ricardo León, escritor joven, con razón estimado +entre los buenos, coinciden, no en lo exterior, sí en lo interno, en +sus dos últimas novelas: _El caballero encantado_ y _Alcalá de los +Zegríes_. Novelas de símbolo, de alegorías, que nos hablan de España, +de sus glorias pasadas y de su futura gloria posible. Quizás ¡señales +de los tiempos! con mayor fe en la del viejo maestro que en la del +poeta joven. + +Son los dos libros precioso documento para el estudio de nuestra +psicología nacional. + +Limítome al acuse de recibo y á mi particular aplauso, sin invadir +la sección «Revista literaria», en la que escritor de toda mi +consideración y respeto sabe, con admirable acierto y con respeto á +las personas, que cada vez va siendo más raro, distribuir elogios y +censuras. + + * * * * * + +De la excelente acogida al Teatro para los niños y del interés con que +un público, si no tan numeroso como fuera de desear, todo lo selecto +que puede pedirse, sigue sus representaciones, nada me satisface tanto +como el buen éxito obtenido por las lecturas de poesías. ¡Versos, +poesía! Eran una especie de coco para las empresas teatrales. Hoy +ya empieza á creerse en ellos, y todo hace presumir un glorioso +renacimiento de la poesía en el teatro. + +¿Por qué en el teatro Español, en el de la Princesa, que cuentan con +admirables intérpretes de los poetas, no inaugurar una serie de veladas +poéticas, que seguramente tendrían su público? + +Oímos muchas veces quejarse á unos y á otros de que el público no está +educado; esto sirve de pretexto para rechazar muchas obras de indudable +mérito. Corriente, el público no está educado; pero ¡si nadie se toma +el trabajo de educarle! Es mucho más cómodo y provechoso llevarle el +humor y no luchar con él. Pero los que pueden permitirse ese lujo con +menos riesgo están más obligado á ello. A todos nos toca un pedacito +del mundo en que podemos hacer algo útil y provechoso, y no es desde un +escenario donde menos puede hacerse por la cultura y la educación, que +es hacer por la Patria. + + + + +VI + + +Mariano de Cávia me propone un Teatro para los viejos, que vendría á +ser, no contraposición, sino complemento del Teatro para los niños. Los +extremos se tocan, y acaso viniera á suceder, por el humano y natural +prurito de aniñarse en los ancianos y de hombrear en los infantes, que +el Teatro dedicado á los primeros fuera el favorito de los segundos, +y viceversa. Pero ¡ay! ¿es tan necesario el teatro para los viejos? +¿Llenaríamos con él algún vacío, ni siquiera el del teatro mismo? Si el +teatro pretendía ser educativo, ya en el más amplio sentido moral ó en +el puramente artístico, ¿qué provechosa enmienda podría esperarse en +nuestros venerables? Ninguna. Ya dice la vulgar sabiduría que el árbol +ha de enderezarse desde pequeñito, y ¿quién es capaz de enderezar, en +todo ó en parte, á los que ya se rinden al peso de los años? Ni _La +corte de Faraón_ ni el «Royal Kursaal», con esas admirables artistas, +cuyo mejor anuncio es el de la pérdida de su equipaje, podrían realizar +el milagro. + +¿Teatro de puro entretenimiento? Basta asistir á los antes citados +y á otros del mismo género para comprender que nuestros viejos no +necesitan de un teatro especial en donde solazarse. No de los viejos, +de los decrépitos, pudieran llamarse esos teatros en que reverdece el +chiste de Instituto y de café estudiantil, para regocijo de viejos +más verdes que los chistes. Y no os engañen algunas caras juveniles +de los espectadores; no está en la cara la edad, sino en el espíritu, +y por esos teatros, como por los meetings clericales de estos días, +no busquéis jóvenes de espíritu; el de aspecto más infantil lleva por +dentro la vetustez de diez siglos. + +Grave error es clasificar por edades en jóvenes y viejos. Niños seremos +tú y yo, querido Mariano, aunque muchos niños viejos ya nos echen del +corro; porque siempre será para nosotros la vida un buen campo de +recreo en que saltar, brincar y jugar á todo, por pura expansión de +nuestro espíritu, sin ninguna utilidad práctica. Jugando y saltando no +se llega á parte alguna; si bien puede servirnos de consuelo que hay +partes á las que más conviene no llegar nunca. Para llegar á muchas +de ellas, suprema ambición de todo hombre serio, ya sabemos que, +en España, no hay medio mejor que ser viejo ó aparentar serlo. Con +nuestros doctores Faustos, aquí, Mefistófeles obraría la transformación +contraria. Hay quien le vendería el alma por transformarse en viejo, +no en joven. Y en vez de cantar: ¡A mí la juventud, á mí los delirios +del primer amor!, cantaría: ¡A mí las prebendas y á mí los cargos +oficiales; á mí las Academias y la respetabilidad, y... llévese el +demonio mi alma y mi alegría! + +Dejemos, pues, á los viejos, que para nada necesitan teatros, cuando +todo el mundo es teatro, de moda y lucimiento para ellos. Pensemos en +los niños, en los verdaderos niños, hijos de padres verdaderos jóvenes, +que sólo de ellos puede esperarse la nueva vida por la nueva escuela. +¿Religiosa? ¿Laica? Allá unos y otros. El Arte es religión neutral. +¿No es en el Vaticano donde se guardan las más bellas reliquias del +Paganismo? ¡Quién sabe si no será en un templo pagano de Arte donde se +guardará lo más bello del Arte cristiano! Nunca fueron las ideas viejas +tan respetuosas con las nuevas, como las nuevas lo serán siempre de las +viejas. Y ¡vive Dios! que hay entre nosotros vejestorios, en todos los +órdenes de la vida, que no son dignos de ningún respeto. + + * * * * * + +Fué Balbina Valverde una actriz de la más pura cepa española, y si la +vanidad regional no temiera empequeñecer su castizo arte, diríamos +mejor de la más pura cepa madrileña. A la falsa luz de las candilejas, +en el falseado ambiente de muchas comedias mediocres, nadie supo dar +tan artística realidad, tan humano aire al tipo de la mujer española +de nuestra clase media, que viene á ser el tipo medio de la mujer +española, con su sentido práctico, sanchopancesco, sus vanidades, sus +ambiciones, su vulgar sentimentalismo... Llegó á tanto la verdad en +su arte, que llegamos á verlo copiado en la vida. ¡Cuántas veces no +habremos dicho: Esta señora es una Balbina Valverde! Para los yernos, +este nombre era como una amenaza joco-seria. + +Su dicción era del más puro castellano; inimitable su arte de subrayar; +única en producir efecto cómico con la sola enunciación de una palabra +insignificante, que en su boca adquiría el valor de un chiste. ¿Quién +no recuerda cualquier ¡Mi yerno!, pronunciado por ella? Era el presagio +de una tormenta familiar. + +Fué con todo esto de un amor por su arte, de un celo en el cumplimiento +de sus deberes artísticos, que ha de recordársela siempre, no sólo como +ejemplo para las de su profesión, sino como gloria del sexo femenino, +al que muchos suponen incapacitado para toda profesión seria. ¡Si en +otras esferas de actividad hubieran cumplido muchos hombres con sus +deberes como Balbina Valverde cumplió siempre los de su profesión! + +Gravemente enferma, durante una temporada en Bilbao, se hizo llevar una +cama al teatro, y en el cuarto del teatro vivía, levantándose de la +cama para salir á representar las comedias. + +Casi á la fuerza tuvo que obligarla la empresa á regresar á Madrid. + +¡Descanse en paz la inolvidable artista! Madrid pierde con ella una de +las más sanas y castizas notas de su risa. + +A este público, que tanto la quiso y al que ella amaba tanto, le ha +hecho llorar por vez primera. ¿No es esto una envidiable gloria? + + + + +VII + + +La carambola no ha sido mala. Esperemos, sin desconfiar de la +intención, que, por los efectos, no venga á ser de retroceso. + +Malo es no salir de nuestro paso, pero... ¡tomar carrerilla tan de +pronto! No es que dudemos de las energías y buena voluntad de los +corredores, sino de la firmeza y seguridad del camino. Aun no hace +mucho tiempo hubo que desandarlo, y no sabemos que se haya trabajado en +él después lo bastante para conseguir ahora lo que entonces apenas pudo +intentarse. + +El mal camino andarlo pronto, pensará acaso alguien interesado en +echar por el atajo, para volver pronto al verdadero camino real. Miren +bien, los que por el atajo andan, de no levantar un pie sin haber +afirmado antes el otro; no avancen un solo paso sin haberle desbrozado +cuidadosa, cautelosamente. ¡Cuidado con los tropezones! Considerad +que tal vez se espera el primero para gritar: ¡Veis cómo ese camino es +imposible! ¡Nada de prisas, nada de impaciencias! Estábamos dispuestos +á esperar un quinquenio en el estanque. ¿No podremos esperar otro tanto +en el agua corriente, por suave que sea su curso? + + * * * * * + +Sí; _Chantecler_ es todo un símbolo. Es el gallo francés, el mismísimo +gallo de las Galias que, como el protagonista del poema de Rostand, +cree orgulloso al lanzar su ¡quiquiriquí! á cada aurora que el Sol +sale á iluminar al mundo entero, obediente á su evocación. Y no es lo +malo que él lo cree; son muchos los pobres animales que aun juzgan los +_quiquiriquíes_ del gallo francés prestigioso encanto, sin el cual el +Sol no alumbraría la Tierra. + +Bien cantó el gallo francés, no hay duda, y si no llega á su poder +á que el Sol le obedezca, sí llegó muchas veces á despertar á la +Humanidad con sus gloriosos cantos de libertad, de justicia, de arte... +No nos trajo el Sol, pero nos avisó siempre de su salida. Por todo +ello le debemos gratitud y cariño; pero sin olvidar al Sol, que es +antes que el gallo... y sin despreciar á los humildes gallitos de +nuestros corrales, que, á su modo, también saben anunciar la aurora. + + * * * * * + +¡Qué brutos somos, ¿verdad?, podrán decir, como el personaje del +_Patinillo_, los millonarios _yankis_, acostumbrados á que por +bárbaros los tenga la culta y refinada Europa! Es verdad que alguna +vez _apedrean_ con su dinerazo y otras veces insultan; pero... ¡ay! +ya quisiéramos por aquí, en justas proporciones, millonarios de esos +que fundan Universidades y Escuelas y Museos, y como éstos que ahora +acaban de construir un magnífico teatro en Nueva York. ¡Un teatro! +¡Habrá empecatados! ¡Si hubiera sido una iglesia ó un convento? Pues, +sí, señores; un teatro modelo, un verdadero templo, inaugurado con la +representación de una obra de Shakespeare: _Antonio y Cleopatra_. ¡Qué +brutos son! ¿Verdad? + +Aquí, alguna vez, se ha reunido gente de dinero para empresas +teatrales, y el resultado ha sido... un baile de máscaras, un +espectáculo de _varietés_ indecentes; algo por el estilo en fantasía +y en Arte. ¿Se figuran ustedes á nuestros millonarios edificando el +Teatro Nacional ó un teatro para la música española? ¿Cómo han de +comprender que el Arte puede ser una religión los que han hecho de la +religión un arte? + + * * * * * + +La empresa del teatro Real está tratando á Wágner, en esta temporada, +poco más ó menos, como por la vecindad están tratando al partido +liberal: así como si quisieran quitársele de delante lo más pronto +posible. Todos los cuidados son para el repertorio antiguo; para él +Titta Ruffo, Anselmi... A Wágner que lo parta un gallo. + +Todo se relaciona: naturalmente, la resurrección de _Lucía_ había +de traer por consecuencia una crisis del mismo tiempo y á la misma +usanza. A viejas óperas, _divos_ jóvenes. Todo el arte de Anselmi no ha +bastado á dar apariencias de vida á la momia de Lammermoor. Veremos si +el otro joven _divo_ tiene mejor fortuna en la vieja ópera de nuestra +política, tan necesitada de nuevo repertorio como de nuevos cantantes. +España Brunilda espera á su Sigfredo. Los admiradores de Wágner también +le esperan. No se dé pretexto á que nadie dude de la buena fe de las +respectivas empresas. Puede que no haya para el repertorio moderno; +pero el público no quiere _Lucias_ ni con Anselmi... ¡Qué disparate! +¿No iba á decir ni con Maura?... + + + + +VIII + + +Es la ópera de Strauss, _Salomé_, portentosa obra de arte musical. +Ahora, pensemos en todo lo que ha sido necesario para que pueda serlo. +Primeramente, el gran talento de Strauss, no hay duda; después, un +público que, extrañado ó aburrido, tal vez, en las primeras audiciones, +prefiere desconfiar de su propia impresión á echar por el camino +fácil de la chacota y el desprecio y enterrar la obra entre flores de +ingenio, sin posible apelación. Después, empresas decididas á imponer +la obra; después, una crítica capaz de hacer también obra creadora, +inventando... lo que acaso el autor no puso en ella; formando de este +modo una conciencia de lo inconsciente, que siempre anima en toda obra +de arte. Después... el Ejército alemán con su formidable poderío. + +Ya dijo D. Juan Valera, con su inteligente, supremo humorismo, cómo +las flotas de la Gran Bretaña habían podido contribuir á la gloria +de Shakespeare. No hay idea de lo que puede influir el Ejército y la +Marina, lo mismo para vender agua de Colonia en el Paraguay, que para +imponer á la admiración de las más recónditas tierras el nombre de un +poeta. + +He aquí por qué vuestra hija es muda, como dice el falso doctor de _El +médico á palos_ al afligido padre. He aquí por qué nuestros músicos no +cantan por el mundo. ¿Se figura nadie á _Salomé_ nacida entre nosotros? +¿Cuál hubiera sido su vida? ¿Quién la hubiera impuesto al respeto? +¿Quién la hubiera salvado de morir á chistes? + +Pero nos la envían dos grandes potencias: el genio de su autor... y +Alemania. Los que menos la entienden procuran irse enterando; los que +más se aburren, se aburren con respeto. ¡Ah! ¡Si fuera de alguien de +casa! + +Nuestro indisciplinado individualismo no comprenderá nunca que la obra +de arte es obra de todos, y que su inmortalidad más depende de todos +que de la obra misma. + +En España, cada uno quisiéramos ser el único grande hombre de un país +de imbéciles; el único honrado entre una caterva de pillos. ¿Qué buena +planta puede arraigar en terreno donde las moléculas de la tierra se +disgregan al recibirla? Ya dice el Evangelio: «¡Ay de la casa desunida!» + + * * * * * + +Nunca mejor ocasión de mostrarnos unidos, con solidaridad de la grande, +que en el próximo Centenario de Cervantes. Acabamos de dar lucida fe +de vida en guerra. Nada valen las funciones bélicas, por gloriosas que +sean, si no las consolidan inmediatamente fiestas de paz. En recientes +cuchipandas hispanoamericanas hemos traído y llevado el Verbo y... +¡ay, también el adjetivo de la raza y de la lengua! ¡Vamos á verlo!, +como dicen los taurófilos, mejor dicho, los _torerófilos_, sobre todo +al llegar la hora llamada de la _verdad_. ¿Podrá ser esa hora la del +Centenario de Cervantes? + +¡Oh, mi gran D. Mariano, tenéis razón!, inútil es dirigirse á los +políticos, porque en tal solicitud, empezada á redactar en lunes, +habrá que raspar cinco nombres antes de llegar á entregarla el +sábado. Pero si los Gobiernos pasan, otras cosas quedan. El Ejército +y los artistas españoles deben bastarse, y por derecho propio, á +monopolizar para sí toda la gloria de unas fiestas nunca igualadas. Es +preciso borrar el recuerdo de aquellas lastimosas del Centenario del +_Quijote_; es preciso... resignarnos á que nos llamen _lateros_, hasta +conseguir levantar los espíritus. Contad, D. Mariano, con mi humilde +cooperación para organizar funciones teatrales, para lo que de mi +negociado dependa. Tiempo hay sobrado; pero el tiempo español vuela. +Naturalmente: el tiempo nos gobierna y pasa... como nuestros Gobiernos. + + * * * * * + +El maestro D. José Serrano solicita opiniones en el pleito entablado +por la Sociedad de Autores sobre el libre aprovechamiento de obras +extranjeras no garantizadas por tratados internacionales. Voto con +el maestro Serrano. Por lo mismo que la ley no las ampara, razón de +más para respetarlas. ¿Con qué razón podremos quejarnos de algunos +empresarios y editores americanos, si nosotros justificamos su conducta +con nuestro ejemplo? + +Bien está preocuparse por los intereses materiales y saber de sumar +y multiplicar, y que letras y números no anden divorciados; pero la +Sociedad de Autores, por honor de su nombre, debe comprender que +hay también intereses morales que también tienen su valor en una +suma total. Verdad es que una Sociedad de Autores en donde el dinero +decide de las votaciones... Claro es que el dinero representa trabajo. +¿Representa siempre arte? Pero hay quien prefiere ser considerado como +artista á la hora de estrenar y como negociante á la hora de cobrar... +¡Véase, cómo en estos tiempos del sufragio universal y del voto +obligatorio, adónde demonios ha ido á refugiarse el voto restringido y +el triunfo de la plutocracia! + + * * * * * + +El buen gusto del público de París no se avenía con la presentación +escénica de _Chantecler_, ridícula y poco artística, digan lo que +quieran los reclamos. El afán de realidad en la presentación de una +obra poética y fantástica ha llevado, como suele suceder, á falsedades +que una fantasía de artista hubiera evitado. ¡Qué diferencia de esta +_mise en scene_ á la de _El pájaro azul_, de Maeterlink, representado +en Londres! Pero la amable crítica francesa para todo tiene remedio, +hasta para los fracasos menos disimulables. Alguien ha encontrado +el medio de idealizar, mejor dicho, de _realizar_ las falsedades de +presentación en _Chantecler_ y las desproporciones evidentes entre lo +representado y su representación. Mirar al escenario por el revés de +los gemelos. De este modo, empequeñecidos personajes y decoraciones, +todo parece la verdad misma. El gran Guitry parece todo lo más un +gallo cochinchino; Simone, una faisana al natural, y Coquelin hijo, un +perrillo de buen tamaño. + +Achicándolo todo por este procedimiento, la obra quizás se agrande. + +Lo contrario de lo que nos sucede aquí con nuestros políticos: ellos +nos parecen muy grandes, y la obra cada vez más pequeña. + + + + +IX + + +Siempre es peligroso ir contra las corrientes populares. En el programa +del nuevo Gobierno figura, para ser ley muy pronto, el servicio +obligatorio. Indiscutible en teoría, dentro de esa igualdad que las +leyes nos reconocen á todos como ciudadanos, aunque la Naturaleza la +desmienta á cada paso; más atenta que á la igualdad, á la armonía, +que no es lo mismo; pues á ella contribuyen, como en música bien +compuesta, tanto como los acordes, las discordancias; ¿es tan +indiscutible en la práctica? Por acercamos al ideal bruscamente, ¿no +tropezaremos con duras realidades, cuyo choque, no sólo destruye el +ideal, sino realidades positivas que debemos alejar de todo peligro +cuidadosamente? No basta mejorar los cuarteles; no son cuerpos mortales +solamente los que han de alojarse en ellos y han de acomodarse á +su disciplina; son espíritus también, que no se disponen tan pronto +ni tan fielmente como los materiales: alojamientos y provisiones. +La Religión y la Milicia: «Religión de hombres honrados», que dijo +Calderón de la Barca, no pueden existir sin una fe ciega, cuyo más +sólido fundamento sólo puede hallarse en una humilde ignorancia ó en +una superior filosofía, aparte los casos de predestinada vocación. +Pero entre las humildes inteligencias y los entendimientos superiores +capaces de crear objetividades de su propia subjetividad, existen en +gran mayoría esas inteligencias medias que han dejado de ignorar y no +han llegado á saber. Estas serían las dominantes en el Ejército con el +servicio obligatorio; éstas las que llevarían á él todos los fermentos +de una cultura mal reforzada. En ella abunda la moderna generación +intelectual, y de ello se resiente todo el organismo social. ¿Tendría +virtud el servicio obligatorio para disciplinar á esa masa, ó no sería +ella la que llegaría á contaminar el sano organismo del Ejército? + +La ejemplar conducta de distinguidos voluntarios en la última guerra +de Melilla ha influído, sin duda, en la opinión y en los gobernantes +para confiar en la virtud del servicio obligatorio. ¡Hermosa es la +fraternidad de todas las clases sociales en defensa de la Patria y +en los peligros de una guerra! Pero no son los tiempos de guerra +norma para presumir las ventajas ó los inconvenientes del servicio +obligatorio. Lleva la guerra en sus peligros y en sus actividades, +virtud moralizadora con la que no puede contarse en tiempos de paz. + +No olvidemos tampoco, en el país de las recomendaciones y las +influencias, que la desigualdad, más sensible que palpable de hoy, +sería la desigualdad que salta á la vista á todas horas, y es más +irritante. + +¿El ejemplo de otras naciones? ¡Ay, si la voz de algunos sabios +sociólogos lograra sobreponerse á la voz, más clamorosa, de los +halagadores de muchedumbres! + +Preguntadles á los primeros, preguntad á las estadísticas las ventajas +comerciales, industriales, sociales, en fin, que ha conseguido +Francia con el servicio obligatorio. Enteraos, ¡oh bien intencionados +legisladores!, cómo leyes tan democráticas, tan generosas, tan +animadas de nobles propósitos, como la del servicio obligatorio y la de +reglamentación del trabajo de los menores, han desatado sobre París y +otras ciudades de Francia esas bandas de _apaches_, que no son signo, +ciertamente, de civilización ni de progreso. + +No hay nada más peligroso en la realidad que el noble juego de los +ideales. + +Bueno es atender á la opinión popular, para satisfacerla en lo +justo; pero sobresalga sobre ella la opinión de los contempladores +desinteresados. Cuando todos crean llegada la hora, ellos sólo sabrán +decir: «Aun no es tiempo». + + * * * * * + +Admiremos la dificultad vencida por la señora Bellincioni en su danza +de Salomé. Es todo lo que puede danzarse ante nuestro público, cuando +ese público asiste á nuestro Teatro Real. Admirado el arte de la señora +Bellincioni, convengamos en que si Salomé no danzó de otro modo ante el +Tetrarca, ó éste era hombre de buen contentar, ó tenía más ganas de +perder de vista la cabeza del Precursor que Salomé de conseguir la del +uno y trastornar la del otro. + +Me figuro á Pastora Imperio bailando por instinto lo que la señora +Bellincioni baila por arte. ¿No son nuestro vulgarizado tango y nuestro +popular garrotín, más propia evocación de lo que debió ser la danza de +Salomé? ¡Lástima que haya perdido toda nobleza con el roce plebeyo! +Hay que confesar, ¡oh amplitud de los escenarios populares!, que _La +Corte de Faraón_, con su garrotín, está más cerca de la verdad bíblica +que la _Salomé_, de Strauss, con su danza de los siete velos. Y ¡los +«entradones» que se ha perdido la empresa! _Salomé_, con su buen +garrotín hubiera llevado á todo el público de Eslava, sin perder el del +Teatro Real por eso. El pudor de nuestro público está siempre dispuesto +á dejarse violar. Pero, ¡vale la pena tan pocas veces! Y luego, que uno +también tiene su pudor y no tan violable. + + + + +X + + +Francisco de Curel, uno de los pocos autores dramáticos franceses sin +ribetes de negociante, aseguraba, en reciente indagatoria sobre la +llamada «crisis» del teatro, que el teatro, en fuerza de tanto querer +ser negocio, va dejando de serlo, y acabará por arruinar á cuantos +empresarios sean ó fueren. + +Ya no basta para satisfacer las exigencias del negocio teatral con +la obra razonable, la obra razonablemente aplaudida y celebrada; es +preciso la «gran atracción», como en número de circo; la obra que +avive todas las curiosidades, como crimen misterioso; la obra de «gran +público», público que pueda llenar durante cien representaciones un +teatro. + +¿Fueron así las tragedias de Esquilo y de Sófloques? ¿Las obras de +Shakespeare? ¿Las de Lope y Calderón, obligados á una fecundidad sólo +disculpable por la efímera vida de cada obra en su tiempo? ¿Es posible +hacer obra de arte sincera, sentida, «nueva», con esa preocupación +comercial del gran número de representaciones, consecuencia de no +reparar en los medios de llamar la atención? Mujer y obra de arte que +andan por el mundo á llamar la atención, ¿no merecen el mismo nombre? + +¡Cuánta noble idea de comedia malograda por la consideración: «No +será obra de público, no dará dinero... No será obra simpática!... +¿Adónde voy yo con esta obra?» ¡Oh, autores noveles! ¡Envidiáis á +los que vosotros llamáis consagrados! Vosotros, por lo mismo que las +empresas no confían en vosotros, podéis atreveros á todo. Si alguna +obra os admiten, tened por seguro que la empresa ensayará otra al mismo +tiempo, para sustituir á la vuestra en el caso probable de un fracaso. +No gastará en ponerla, ni las actrices encargarán á París trajes y +sombreros, ni los actores esperarán revelarse en la creación de sus +papeles... Para los autores consagrados, ¡qué enorme responsabilidad +la suya! ¡La obra de las esperanzas, de las ilusiones, la clave +fundamental de una temporada, ó por lo menos de gran parte de la +temporada!... La equivocación de un autor consagrado es la ruina para +una empresa, la desilusión de actrices y actores, el descrédito de +un modisto, la zozobra en muchos humildes hogares de tramoyistas, +acomodadores, etcétera. ¡Legión pavorosa de espectros, presente al +concebir la obra, al planearla, al escribirla!... ¿Esa frase?... no; es +peligrosa. ¿Ese chiste?... ¡tremendo! ¿Ese final?... ¡de poco efecto! +¡Eso es atrevido! ¡Eso no está garantizado por el aplauso! ¡Oh, la +gloriosa inconsciencia de las primeras obras, las que un empresario +recibía con displicente desconfianza!...--Tenemos ahí una obra de +un chico que empieza... Una cosita; no está mal... Allá veremos... +Mientras llega la obra de...--aquí un gran nombre.--¡La obra de la +temporada! + +¿Comprendéis el lucido papel que podía hacerse cuando, por azares de +la fortuna, la «cosita» sin importancia pasaba á ser la obra de la +temporada? ¿Comprendéis la grave responsabilidad cuando la obra de la +temporada es... una cosa de mucha importancia, que no le importa al +público? ¿Sabéis de la tristeza de las cumbres, cuando se mira á un +lado ó al otro y todo es cuesta abajo? + +¡Juventud, divino tesoro!, más divino porque puede ser derrochado +pródigamente, porque es sólo nuestro... En la vejez, nuestro dinero, +nuestro arte, nuestra vida, todo, ya no es sólo nuestro; hay quien +puede pedirnos cuenta de todo ello... ¿Es posible un artista con +consejo de administración? ¿Comprendéis que, por no soportarlo, pueda +romperse la pluma á lo mejor de la vida, como dirán muchos de los que, +unos por admirar, por envidiar otros, no supieron nunca compadecer al +que vieron en alto? + + * * * * * + +¡Oh, maestro! Leí vuestra carta, en la que adivino toda vuestra +tristeza. Es la tristeza de Jesús, cuando al aconsejar al joven +neófito que repartiera toda su hacienda entre los pobres, si pretendía +seguirle, vió cómo el joven le volvía la espalda, incapaz del +sacrificio. Así visteis llegar á muchos presuntos discípulos; grandes +admiradores, á los que abrísteis el raudal de vuestro corazón y de +vuestra inteligencia... Y los visteis después alejarse desdeñosos, +malcontentos, murmuradores, porque en vuestra bondad, ellos sólo +buscaban un elogio, un «bombito» en forma de prólogo ó juicio crítico; +de vuestro entendimiento, que se hiciera traición para celebrar +sus errores y sus tonterías, y le ayudáseis al «buen parecer», que +basta para andar entre las gentes... Ellos, como Esaú, vendieron su +primogenitura por un plato de lentejas... + +¡Cada vez más solo, maestro¡ ¡Es verdad! ¿Quién no ha sentido esa gran +tristeza de ofrecer lo que mucho valía, y ver cómo ellos preferían lo +de ningún valor? + +Ofrece uno toda la vida, y ellos sólo piden una recomendación, un +elogio--algo del momento--. Ofrece uno la verdad de su corazón: ellos +sólo querían una mentira. + + * * * * * + +Próximo el primer aniversario de la muerte del maestro Chapí, no es +de temer que empresarios, artistas, la Sociedad de Autores, España +entera, en fin, necesiten de mejor estímulo que la proximidad de +esa fecha para conmemorarla de un modo digno. La deuda es grande. +Suspendida quedó, por la muerte, la función proyectada en honor del +maestro; contratiempos de todo género impidieron las representaciones +en esta temporada de _Margarita la Tornera_... Es empeño de honra +vencer á tanta fatalidad, á la misma inexorable de la muerte, que sólo +el amor vence... cuando el olvido no es segunda muerte. Pero ¿habremos +olvidado tan pronto? O ¿será la envidia la única que recuerde? Cosa +sería entonces de admirarla como una virtud, si ella sola logra vencer +á la admiración y al cariño de cuantos decían admirar y querer al gran +artista, al hombre honrado, al que, en tierra de bien nacidos, no es +posible que hubiera dejado una sombra de odio ni de envidia. + + + + +XI + + +Pasó Marta Regnier con su compañía y su ligero repertorio, por el +escenario de la Comedia, sin dejarnos honda emoción de arte ni de +belleza. Nos sentimos un poco orgullosos, porque ni actores ni autores +españoles podíamos temer la comparación. Sólo envidiamos lo selecto +de la concurrencia y sus manifestaciones de agrado, no tan fáciles de +obtener para los de casa. + +Marta Regnier es... un bonito artículo de París; de esos que entre +directores de teatro, autores y críticos suelen fabricar allí para +admiración de provincianos y de extranjeros. Además, en París les +parece joven, y lo es, comparada con Sarah, la Bartet, la Rèjane, la +Hayding y demás grandes estrellas del Teatro francés, admirable museo +de antigüedades. + +Los actores franceses tienen el defecto general de ser demasiado +actores. Todo es estudio y composición en ellos. No os sorprenderán +nunca con una incorrección, con un desentono. En las actrices es +también defecto empachoso que siempre han de parecer _cocottes_. Sólo +Mme. Bartet y Mlle. Reichenberg han tenido aires de gran señora y de +señorita en la escena. Algo también la Brandés, y en la extraordinaria +Sarah, el arte supremo lo idealiza todo, dándonos la sensación, como +dijo Lemaitre, de una mujer extranjera en todas partes, una mujer +de raro exotismo, que viene nadie sabe de dónde y vuelve á otra +región que ignoramos. Las demás, la _cocotte_, la eterna _cocotte_, +creación artificial de una literatura dramática que necesita para sus +combinaciones, figuras femeninas convencionales, como lo fueron la +cortesana del teatro latino y la dama de nuestras comedias del teatro +antiguo. + +Al mismo género pertenecen la _jeune fille_ de los ingenuos descocos, +la casadita de los peligrosos _flirts_, la divorciada andariega y la +viudita joven y experimentada de casi todas las comedias francesas +modernas. Triste idea darían de una sociedad, si no supiéramos que el +teatro fué siempre, en arte, la última y más irreductible trinchera de +lo falso y lo convencional. Ni Francia, ni París mismo, ni su sociedad, +ni sus mujeres, ni sus maridos, son eso ni pudieran serlo. + +Consolémonos, con la imagen falseada que sus escritores nos ofrecen, de +la que suelen presentar de nosotros. No es extraño que se equivoquen al +hablar de lo ajeno, los que se equivocan al hablar de lo propio. + + * * * * * + +Más que nuestros actores y nuestros autores de los extranjeros, +tendría que aprender nuestro público en cuanto á consideración y +respeto al espectáculo y á los espectadores. En una de las últimas +representaciones de _El oro del Rhin_ era materialmente imposible +enterarse de la obra, salvo en la parte visible. ¡Y habrá quien diga +que la música de Wágner es estruendosa! Sí, sí: ¡ya pueden echar los +compositores trompas, timbales, bombos y platillos á competir con la +graciosa cháchara de los abonados! ¡Y se tendrán por muy distinguidos! +No saben que lo más distinguido es... tener educación y que si entre +todo el numeroso público hubiera un solo espectador, uno sólo, que +hubiera pagado por oir la ópera y no por contribuir á la general +algazara, ese solo espectador merece el silencio de todo el público; +no hablo ya de los artistas y de la obra. Pero ¡sí!, este es el país +de: «Para eso hemos pagado, para estar como nos convenga.» Váyase +la poca educación de los que charlan, por la exagerada de los que, +habiendo pagado para oir la ópera, no protestan ruidosamente y en +cualquier forma de la mala educación de los charladores. A descortesía, +descortesía y media. Nunca estaría más justificada. En ningún teatro +del mundo se toleraría cosa semejante. ¡Y esa es la gente que viaja +por el extranjero! Verdad es que cuando viaja va á los circos, á los +_music-halls_. ¡Lástima de dinero, que estaría tan bien empleado en los +que no se atreven ni á respirar, allá en el paraíso! + + * * * * * + +En _Juventud de príncipe_, traducción de la comedia alemana _Alte +Heidelberg_, hay algo que desconcierta al espectador y, sobre todo, á +la espectadora, en nuestro público: las relaciones del príncipe y de +Catalina, camarera de una cervecería. + +Cuestión de latitud y de razas. Un público latino ¡el latino es pillín! +no comprende ese buen amor que tiene tanto de buena amistad. Aquella +muchacha sencilla quiere y se deja querer sin hablar de matrimonio, ni +de honra... ni siquiera de dinero. ¿Qué especie de mujer es ésta?--se +diría más de una espectadora.--¿Es buena? ¿Es mala? Es tonta, por de +contado. Grave defecto en una mujer. Nuestras mujeres no temen nada +tanto como pasar por tontas. ¡Así es tan raro que las engañe nadie! +A buen seguro que un príncipe latino, ¡qué un príncipe!, cualquier +muchacho de regular posición, no encontraría una ganga como la moza de +Heidelberg. Una muchacha joven, bonita, que ni ama demasiado hasta el +punto de destrozar el corazón al príncipe, ni de estorbarle siquiera +en sus estudios, ni le explota hábilmente, haciéndose señalar una +pensión vitalicia. ¡Un buen camarada de bromas y de excursiones! +Mujer... cuando es preciso y nada más... ¡Lo ideal para todo hombre de +ocupaciones! Con mujeres así, no es extraño que los alemanes progresen +tanto. Los pobres latinos, en cuanto tropiezan con una mujer en su +camino ¡hombres perdidos! Por eso _Juventud de príncipe_ fué más +celebrada en su estreno por los espectadores que por las espectadoras. + +Por nuestra vida y por nuestras comedias sólo se comprende el amor +causando estragos. Y sólo así convence á nuestras mujeres. + + + + +XII + + +Un distinguido escritor, al patrocinar también el debido homenaje al +maestro Chapí, lleva su escepticismo hasta dudar de la sinceridad de +mi admiración por el insigne músico; todo porque olvidé que en esta +temporada se había representado, por fin, _Margarita la Tornera_ en el +Teatro Real. Cuatro representaciones, después de tantos aplazamientos +y suspensiones, no son muchas, y nada tiene de particular que puedan +pasar inadvertidas para cualquiera, á poco preocupado ó distraído que +ande uno con sus particulares asuntos. + +No soy yo tampoco muy amigo de asistir á representaciones de las +obras que admiro. Las representaciones son siempre peligrosas para la +admiración, y si esas representaciones son de óperas españolas y en +nuestro teatro Real, doblemente. Claro es que una obra musical no puede +ser admirada en su integridad, como una obra literaria, sin pasar +por la interpretación, más ó menos edificante. Pero, en este caso, es +preferible admirar y creer... por fe, ó, si la fe nos falta, aceptando +como buena la autoridad de los competentes. Después de todo, por fe ó +por autoridad, creemos en muchas cosas de más importancia: en materias +de Religión, de Ciencia, etc., etc. + +Yo no me permitiría jamás dudar de la ciencia de un Ramón y Cajal, +aunque nunca haya asistido á sus experimentos. Me basta con que +personas de gran autoridad científica los den por buenos. ¿Estimaríamos +muchas cosas en el mundo si á cada una hubiéramos de aplicar la propia, +casi siempre ignorante, y muchas veces impertinente, investigación? El +propio juicio ¡es tan falible! y ¡tan variable! Cualquier alteración en +los humores, en la temperatura, en el bolsillo, basta á trastornarle. +¿De qué viven las grandes instituciones sociales más que de este +abandono del criterio individual al criterio social, única suma que +nunca es resultado de los sumandos? + +Si la admiración nacional fuera la suma de admiraciones individuales, +¿habría español que fuera admirado? Si el catolicismo dependiera del +número de verdaderos católicos, ¿sería España el país católico por +excelencia? Aunque sea el país en que haya más _excelencias_ por +católicos. + + * * * * * + +Del criterio y de los gustos artísticos de nuestros empresarios puede +dar idea el que, obras como _Aguila de blasón_ y _Romance de lobos_, +las admirables tragedias bárbaras de Valle-Inclán, no hayan encontrado +todavía escenario en que puedan ser, no más admiradas, pero sí +admiradas por más, como debieran serlo. + +Ahora, á fines de temporada--de lo bueno poco,--se nos ofrece _Cuento +de Abril_. Gentil ofrecimiento de la gentil actriz Matilde Moreno, que +nunca empleó mejor su estudio y su talento como en esta buena obra de +purificar el ambiente teatral con aires de poesía. + +Es _Cuento de Abril_ todo poesía y arte verdaderos, no de esas +sobredoradas imitaciones que andan por ahí desacreditando el género. + +Me aseguran que _Cuento de Abril_ pasó por otros teatros, en donde sólo +halló indiferencia ó extrañeza. Extrañeza lo comprendo, por lo raro +del caso. La indiferencia, ya es menos explicable. No hay razón para +lamentarse de la falta de obras y de autores, cuando se deja marchar +una obra como _Cuento de Abril_ y _Aguila de blasón_ y _Romance de +lobos_, ésta sin representarse. + + * * * * * + +¡Eterno vaivén de las cosas del mundo! El rompecabezas, el arrinconado +juguete de los tiempos de nuestra infancia, es ahora el juguete á la +moda, y no para niños, sino para mayores, y muy mayores, y en tertulias +de gran señorío y respetabilidad. Verdad es que el juguete viene ahora +de Inglaterra con el nombre de _Puzzles_. + +Yo no sé si será muy divertido, ni de qué otra diversión podrá ser +pretexto; porque yo no me fío de estos juegos de sociedad, casi +siempre de carambola y por tabla. Parece que se divierten con una cosa +y es con otra. + +Lo que sí sabré decir es que, este juego del rompecabezas, es de un +gran simbolismo. ¿Es otra la tarea de nuestra vida, que ésta de ir +juntando, para componer algo, los pedazos de nuestro corazón, de +nuestra inteligencia? + +Los antiguos rompecabezas llevaban el modelo para facilitar la +composición; estos de ahora son imprevistos. Y hasta en eso se ve +cómo procuran simbolizar la vida moderna. Va uno juntando pedazos y +pedazos, sin saber si será una marina ó un paisaje, un apacible cuadro +de familia ó una terrible batalla, lo que al fin resulte. La sorpresa +es el mayor encanto. Así vivimos: juntando pedacitos de nuestra vida, +sin saber lo que será el cuadro de nuestra vida; sin modelo que pueda +orientarnos. Rompecabezas es el juguete: si ponemos en él toda nuestra +ilusión, bien pudiera llamarse ¡rompecorazones! + + + + +XIII + + +Somos los españoles como nuestros vinos: ganamos transportados. +El que aquí malgasta lo mejor de sus energías en luchar contra el +medio ambiente, fuera de aquí, aun contra las dificultades que á +todo extranjero se oponen en todas partes, logra vencer y afirmar su +personalidad. Por eso fuimos pueblo de conquistadores, y si perdimos +todas nuestras conquistas, no fué por no haber sabido hacer nuestras +las tierras conquistadas, sino tal vez por haberlas hecho demasiado +nuestras. Parece paradoja, pero es lo cierto que América dejó de +pertenecer á España por haberla hecho demasiado española. Somos gente +poco de casa. Cuando no aspiramos á conquistar el mundo, aspiramos +á ganar el cielo. De nosotros pude decirse, como en aquella antigua +canción tan nuestra: + + «Fuí al mar, + vine del mar... + Mis telitas sin hilar.» + +Buen ejemplo de este nuestro espíritu conquistador y buena compensación +de otras conquistas materiales, hoy más difíciles de emprender, +tenemos en Pepe Lasalle, quien salió de España, hará unos diez años, +diciendo: «Seré director de orquesta», y ha realizado su propósito +tan cumplidamente que, al saludarle de nuevo por esta su tierra, á su +nombre y su cargo añadimos, por aclamación, todos los adjetivos que su +modestia callaba al despedirse, pero á los que, sin duda, pretendía en +su noble ambición de artista. Gran director de una gran orquesta. No +puede cumplirse mejor el propio vaticinio. Desde los tiempos del Gran +Emperador, no se unieron Alemania y España en más gloriosa empresa. + +Ahora bien, ó, ahora mal, mejor dicho: con el mismo talento, con la +misma energía, con todo lo personal, en fin; si entre nosotros se +hubiera propuesto Pepe Lasalle realizar su propósito, ¿hubiera llegado +á conseguirlo? Contesten tantos verdaderos artistas músicos como andan +por ahí desperdigados por cafés y orquestas de teatrillo; responda +nuestro público aristocrático, llenando los palcos del Circo en los +días de moda y dejando poner en la taquilla de billetes para los +conciertos: «Sólo quedan palcos y butacas»; hablen el Cuarteto Francés +y el Cuarteto Vela, luchando contra la indiferencia del público, +sólo sostenidos por el aplauso de algunos inteligentes que ¡ay! son +justamente los que van de gorra, y aun hay que agradecérselo. Por +eso, bien esta que aplaudamos con el mayor entusiasmo á los de fuera, +y mucho más cuando los dirige uno tan nuestro y que tan alto pone el +nombre de España en el mundo del Arte; pero estimemos en cuanto merecen +á los de casa, que, sobre las dificultades de su arte, han de vencer +las del medio, hostil ó indiferente. El Arte, que es todo simpatía, +sólo en ambiente de simpatía florece. + + * * * * * + +¿Quién se atreverá á poner en duda el desinterés de nuestros +escritores? Cada dos ó tres años, el ministerio de Instrucción pública, +cuidadoso tutor y curador de los menores y pródigos, que son nuestros +literatos, ha de conceder graciosamente ampliación del plazo para +inscribir obras en el Registro de la Propiedad. ¿Es desinterés, +ignorancia de estas formalidades legales ó triste convencimiento de +que, para lo poco que ha de producir, no vale la pena de tomarse +molestia alguna? En los dos últimos casos sería muy triste; en el +primero sería muy laudable, si ese desprendimiento no redundara +siempre en beneficio de algún editor _vivo_, siempre dispuesto á +levantar muertos al amparo de una ley que, por fortuna, no se cumple +con inexorable rigor. Para todos los efectos de responsabilidad, la +condición de escritor debiera equipararse en nuestros Códigos á la de +los menores ó incapacitados. ¿Por qué han de estar tan reñidos números +y letras que, hasta cuando la realidad de los números se impone al +escritor, ha de venir en letras... de cambio, aceptadas por él con la +más divina inconsciencia de números y de fechas? + + * * * * * + +El descubrimiento del doctor Doyen, prometiéndonos más larga vida, +no dejará de regocijar á cuantos van á gusto en el machito; para +ellos lujoso carruaje ó automóvil. A los de á pie nos es indiferente. +¡Alargar la vida! + +¡Como no sea por la ilusioncilla de ver terminadas las obras de la Gran +Vía; ó por ver si los aeroplanos llegan á establecerse con servicio +regular, como los transatlánticos; ó por saber del estreno de una obra +nueva de Rostand; ó por ver las calles de Madrid sin pordioseros!... +Aunque es de temer que la virtud del descubrimiento del doctor Doyen +no alcance á la realización de todas estas esperanzas. Entonces, para +seguir con la misma historia de la vida, «Este cuento de la vida, dos +veces contado», como dijo Shakespeare, ó «contado por un idiota», que +dijo el mismo... El descubrimiento del buen doctor no vale lo que una +botella de buen vino, un poco de morfina, un buen cigarro, una buena +música ó una buena mentira; de esas mentiras dulces, que parecen amor ó +gloria... Todo lo que es olvido de esa implacable verdad, cuyo nombre +más cierto es muerte. + + + + +XIV + + +Son las próximas elecciones la mayor preocupación en estos días. +No--esto es lo triste--por el gran interés que inspiren, en cuanto +pudieran influir en los destinos futuros de España, sino por los muchos +pequeños intereses que en ellas se fundan y contra el interés general +conspiran. + +Líbrenos la diosa Democracia de hablar mal del sufragio universal, ni +del voto obligatorio, preciadas conquistas suyas. Antes era posible que +un Gobierno regalara, lo que se dice regalar, un distrito á cualquiera +de sus patrocinados; pero, por lo mismo que se trataba de un regalo, +los Gobiernos cuidaban, para no dar que murmurar demasiado, que el +candidato fuera persona de merecimiento. Ahora, como todo el apoyo y la +protección oficiales no bastan á librar al protegido de ciertos gastos +indispensables, es preciso buscar ante todo gente de dinero ó que sepa +sacarlo de donde lo haya. Antes solía decirse: «A Fulano le apoya el +Gobierno», ó «Cuenta con la protección de éste ó del otro, mayores ó +menores caciques.» Ahora, las protecciones no significan nada. La única +probabilidad de triunfo es decir: «Fulano piensa gastarse tanto en la +elección; Menganito se gastará cuanto.» + +Las gentes sencillas, tan incapaces de grandes abnegaciones patrióticas +como de ambiciosas vanidades, no hayan compensación en el cargo de +diputado á tan crecidos sacrificios pecuniarios, y con la natural +desconfianza que despiertan siempre las acciones heroicas, cuando +su móvil no tiene equivalente, por lo menos «potencial», en nuestro +espíritu, dan á recelar, con esa suspicacia propia de las gentes +sencillas, que en lo de ser diputado ha de haber algunas ventajillas +más que la de sacrificarse por la patria, la de chupar caramelos, la +franquicia postal y la misma inmunidad parlamentaria. + +Esa desconfianza hace que, obligadas al voto, las gentes sencillas +vayan á la votación con la misma indiferencia con que antes se +quedaban en casa. Al «qué más da votar que no votar» ha sustituido +el «qué más da votar á unos que á otros». La consecuencia en uno y +otro caso es la misma: no triunfa el que triunfa por importarle á +muchos, sino por no importarle á nadie. Así podemos vanagloriarnos de +constituir unas Cámaras que no representan la opinión del país, como en +otros países, sino su falta de opinión. + + * * * * * + +A consecuencia de una polémica entre autores y críticos, se ha +discutido en París, entre autores, críticos y actores, sobre la +eficacia de la crítica, sobre sus derechos y deberes y hasta sobre la +conveniencia de su desaparición. Los autores y los actores artistas han +opinado, como era natural, que la supresión de la crítica literaria +sería tanto como relegar el teatro al terreno puramente industrial de +especulación. Pero ¿es otra cosa el teatro moderno? ¿No es fantasear +á costa de la realidad--fantasía muy cara--considerarle de otro +modo? A no ser en teatros subvencionados con esplendidez, donde los +directores puedan permitirse el lujo de ofrecer verdaderas obras de +arte, ¿qué empresario ni qué autor pueden aceptar la responsabilidad +de comprometer intereses respetables por entregarse á nobles juegos de +arte? + +Hoy se le da al teatro una importancia comercial que nunca tuvo. +Exigencias del público, de la crítica, de autores y actores--no +hablemos de los propietarios,--han convertido en negocio +arriesgadísimo, más propio de capitalistas que de verdaderos +aficionados al arte, la explotación de un teatro. En estas condiciones, +¿puede depender del criterio artístico, de la crítica, el éxito de una +obra? Dejémonos de vanidades. El teatro moderno tiene muy poco que ver +con el arte. No se interponga ninguna consideración artística entre el +público y la taquilla, como no se interpone entre el comprador y el +comerciante una crítica del escaparate. ¿Que esto será el fin de la +literatura dramática? No, al contrario; quedarán mejor deslindados los +campos. A un lado el arte y la literatura; al otro lado el teatro. Un +teatro que sólo aspira al dinero no debe tener más sanción penal que la +falta de dinero. La crítica literaria es demasiado honor para él. La +mejor crítica de muchas obras es haber llenado el teatro durante 200 +noches, y que el autor, para curarse de toda vanidad, llegara á conocer +personalmente á los 200.000 espectadores que le han aplaudido, ¡Ay del +artista que, cuando más clamoroso oye el aplauso de todos, no sabe +percibir la voz de la propia censura! + + * * * * * + +En Berlín se ha fundado una Sociedad, llamada de Calderón, con el +objeto de representar obras de nuestro autor y algunas de otros +autores, no menos admirables, nunca representadas en los teatros +ordinarios. En dicha Sociedad figuran ilustres personajes, y en la +primera función, con el concurso de los mejores actores de los teatros +berlineses, se representará _La devoción de la Cruz_. + +Esto en Berlín, donde todos los años se representa mayor número de +obras de Calderón y de Lope de Vega que en nuestros teatros. En cambio, +nosotros no dejaremos de representar opereta alemana, ni austriaca, en +justa correspondencia. Schiller y Goethe y el moderno Hauptman bien +están en su casa. Y que se lleven á Calderón y á Lope. ¡Para lo que +van á divertirse con ellos! Mejor sería proponerles, ya que en tan +buena disposición se hallan, que se encargaran de celebrar en Berlín el +centenario de Cervantes. ¡Fuera cuidados! De aquí les mandaríamos una +lucida Comisión y todos los toreros que hicieran falta para una buena +corrida de toros. + + + + +XV + + +¡A cualquier hora nos la dan á nosotros de primos! Nos hemos dislocado +de risa con una porción de _vaudevilles_ sin gracia y sin fantasía; nos +hemos extasiado ante unos cuantos melodramas policíacos sin novedad y +sin interés; hemos acogido como armonías celestiales la organillesca +musiquilla de cuantas operetas vienesas han querido ofrecernos... +Todo ello por venir de fuera y venir consagrado. Pero esto no podía +continuar. ¿Qué se diría? ¿Qué éramos público para contentarnos con +cualquier cosa? Nada, nada de dejarse sugestionar... A la primera +ocasión... Y la primera ocasión ha sido _Chantecler_. Diríase que, +á falta de mayores solemnidades, habíamos querido conmemorar en él +la fecha próxima del Dos de Mayo. Lo que no consiguieron bombos y +reclamos previos, acabará por conseguirlo la desconsideración de +algunos públicos con una obra de noble y elevado arte: imponerla, por +fin, á la admiración de todos. ¡Ya quisiéramos que gallos como ese nos +cantaran todos los días en nuestros corrales! ¡Para una vez que nos +hemos sentido carabineros del arte... de las pocas veces que no venía +contrabando! + + * * * * * + +La palabra de Dios es el silencio, y, si alguna vez comprendemos en +toda su grandeza esa divina palabra del silencio, es cuando una mujer +linda y graciosa nos dice ó nos canta tonterías desde un escenario. +Para admirar una linda hechura de Dios, ¿qué necesidad hay de +molestarnos con idioteces? ¿No bastaría con una bien compuesta danza +para mostrarnos la gracia de las actitudes? ¿No bastaría con pasar y +sonreir? ¿Es preciso más para que una mujer bella enamore? Y, si algo +ha de decirnos, sea en una lengua extraña, sólo comprensible como +una música... No quiebre el ritmo de una bella armonía el desentono +de las palabras chabacanas. No es la belleza la que ha de acercarse +á nosotros; somos nosotros los que hemos de acercarnos á ella, +alejándonos de la realidad... Y no es el mejor puente la letra de algún +_couplet_ que, sólo se salva de lo canallesco, para caer en lo insulso. + + * * * * * + +Hasta ahora estuvo considerado el grajo como una de las aves +beneméritas de la agricultura, por la gran cantidad de insectos y +de alimañas, perjudiciales á los campos, de que se alimentaba. Pero +¡no somos nadie! Ni los estómagos, ni las conciencias, ni ¡ay! los +bolsillos--gran estómago de los racionales civilizados--resisten á +un minucioso examen. Después de registrado el buche de unos cuantos +grajos--los bastantes para dar autoridad á la estadística,--el +implacable análisis viene en exonerar á toda la casta de sus +preeminencias y consideración sociales como protectora de la +agricultura. La cantidad de animalitos dañosos engullidos por el grajo +no guarda proporción con la gran cantidad de semillas y de granos +que devora. Por lo tanto, no hay para qué respetarle, y, en adelante, +pasará á la triste categoría de los perseguidos y cazados sin tregua. + +Aplicado este mismo análisis estomacal á muchos grandes personajes +y respetables Corporaciones, hasta ahora considerados y respetadas +como de utilidad social, ¿no tendríamos el mismo resultado? Lo que +protegen por una parte, ¿estará compensado por lo que dañan de otra? +¿No tragarán más grano provechoso que animalillos perjudiciales? +¡Cuánto grajo no estará viviendo por esos campos, de un respeto mal +fundamentado! Se impone la autopsia de unos cuantos, á la hora plácida +de la digestión, para saber á qué atenernos. + + * * * * * + +Como siempre que se proyectan grandes festejos, de lo proyectado á lo +realizado va... la distancia que hay de las necesidades de Madrid á los +cuidados de su Ayuntamiento. No; aquí ni comemos ni nos reímos. Como +festejo extraordinario, ya nos contentaríamos con que nos lavaran un +poco. + +El problema de la mendicidad--grandes problemas son siempre aquellos +para cuya resolución hace falta mucho dinero: el problema de la +vida, el problema de las subsistencias, el problema de la enseñanza, +etc...--sigue en estudio. Textos en que estudiarle no faltan. Dentro de +poco, para poder andar tranquilamente por Madrid, habrá que vestirse +de harapos. Será el único modo de que le dejen á uno tranquilo. Añadan +ustedes en estos días, á los mendigos de siempre, los electorales: +¡El voto, por amor de Dios! ¡Esta candidatura, que no he comido en +todo el año! Ya no sabe uno á quién dice: ¡Perdón, hermano, ó: Estoy +comprometido con los socialistas. + +¡Grandes días estos para disponer de un aeroplano! ¡Feliz el conde +de Romanones, único español á quien no le preocupan los asuntos +electorales! + + + + +XVI + + +Salvo el género de tropelías, mudanza que los siglos van trayendo, pudo +compararse al difunto rey Eduardo VII con aquel otro rey de Inglaterra, +Enrique V, héroe de la batalla de Argincourt, protagonista en varios +dramas historiales de Shakespeare. Como el alegre y despreocupado amigo +de Falstaf y Pistol, supo ser, como rey en su día, muy otro que como +príncipe de Gales. + +No podría decirse de él que fué el príncipe que todo lo aprendió en +los libros. Mucho aprendió en la vida, y no fué desaprovechada la +enseñanza. Una buena Prensa le prodiga elogios, que no le regateará +la Historia. Estímanse las virtudes de los grandes, y es justo que +así sea, por comparación con sus iguales; así no es de extrañar que, +con las cualidades que apenas librarían á un señor particular, en la +hora de su muerte, del piadoso comentario de alguna buena amiga: ¡Qué +descansada se habrá quedado la familia!, la Historia se dé por contenta +para proclamar: ¡Era un gran rey! + + * * * * * + +Si en la satisfacción del triunfo cabe siempre una gota de amargura, +¿habrá dejado de saborear su provechosa medicina el gran D. Benito +Pérez Galdós? ¿Cómo puede escapar á su observación lo fácil de una +carrera política y lo difícil de una carrera literaria? La primera +serie de sus _Episodios Nacionales_ y muchas de sus admirables novelas +llevaba publicadas don Benito y no podía contar con el número de +lectores con que, sólo en dos años de republicano, ha podido contar de +electores. + +De lectores á electores hay una sola letra de diferencia; pero ¡qué +gran diferencia en números! + +Y ¿cómo comparar el mérito de la labor literaria de toda una vida con +los merecimientos de dos años de republicano, aunque contemos como +literatura y como republicanismo el sinnúmero de cartas de adhesión á +todas las paellas tricolores, en torno á las cuales se haya reunido +siquiera media docena de republicanos? + +¡Cuarenta mil votos! Una duda: de la primera novela que publique, +¿venderá tan fácilmente D. Benito 40.000 ejemplares? + + * * * * * + +Siempre que un Gobierno sale malparado de unas elecciones, le queda +el consuelo que á las mujeres feas y pobres: atribuir á su honradez +toda su desgracia. ¡Si yo hubiera sido como otras! ¡Esto me pasa á mí +por ser honrada! Ninguna dice: ¡Esto me pasa á mí por ser fea! Que +era el caso de la candidatura monárquica en Madrid. Claro es que ser +diputado por Madrid significa poco; aquí no hay mangoneo ni caciqueo. +Las grandes figuras de la política prefieren sus feudos provincianos. +Para Madrid quedan unos cuantos señores de buena voluntad y mejor fe, +dispuestos á gastarse muy buenos cuartos. Pero ¡ay! Madrid tiene otras +teclas que tocar que los distritos rurales. Aquí se fuma y se bebe todo +el año y no se le asusta á nadie con un apremio, ni con un recibo... +¿Será verdad que los electores monárquicos hayan andado despegadillos? +Como entre ellos hay gente de dinero y muchos tienen automóvil y el día +estaba bueno... Por eso, no será malo, para otra vez, confiar menos en +los electores y algo más en los elegibles. + + * * * * * + +Muchas personas de viso, de esas que se abstendrían, por comodidad ó +por abandono, de votar la candidatura monárquica, han andado en estos +días poco menos que á media asta con motivo del fallecimiento del rey +de Inglaterra. Bueno está vestir á la inglesa y vivir á la inglesa y +pagar á la inglesa, pero ¡entristecerse á la inglesa también! Mucho se +había divertido el noble difunto, pero no hasta el extremo de que tanta +y tan buena gente le llore como á un padre. + +Los actores franceses son los que han tenido una ocasión más de +exhibirse. No hay uno que no haya sido gran amigo del rey Eduardo y no +tenga que contarnos alguna chispeante anécdota. A Febvre, ex socio de +la Comedia Francesa, le regaló un bastón; á Réjane, una sortija; Sarah +¡oh, Sarah! le reprendió una vez severamente porque se acercó á ella +sin quitarse el sombrero. Siempre fué el teatro la mejor escuela de +buena crianza. Pero todos están inconsolables. Le querían mucho. + +Menos mal. Ya dijo Hamlet, príncipe muy aficionado al teatro, que más +nos valiera tener un mal epitafio que una mala reputación entre los +comediantes. + + + + +XVII + + +Ya nos ha salido el susto del cuerpo. Es posible que á muchos, sobre +todo á muchas, de las que más se regocijaran en la noche de la temida +fin del mundo, no les haya salido todavía ó les salga de aquí á unos +meses, á mayor gloria y perpetuidad de este pícaro mundo. + +Si es cierto lo que asegura Renán en su _Abadesa de Juarre_, que, ante +la muerte próxima, el amor se envalentona y se deja de miramientos +hasta decir ¡Fuera cuidados!, esperemos que el cometa Halley, en vez de +acabar con el mundo y sus habitantes, nos habrá dado cuerda para mucho +tiempo. + +La verdad es que, para lo atrasadillos que andamos, según dicen, +no hemos sido de los que más se han puesto en ridículo por esos +mundos. ¡Estamos tan hechos á pronósticos de nuestro fin! Y siempre +es preferible que el mundo se acabe para todos á acabarse uno para +el mundo. Mundo tenemos en general, y ojalá tuviéramos vida en +particular hasta la llegada de otro cometa, y aun es posible que +hasta la terminación de la Gran Vía, y, exagerando un poco, hasta +el advenimiento de la República. Las revoluciones, lo mismo en las +celestiales que en las terrenales esferas, nunca las traen cometas +andariegos y revoltosos, por mucha cola que aparenten. Es preciso algún +astro de primera magnitud, y por ahora... todo es vía láctea en las +celestiales y en las terrenales esferas. + + * * * * * + +Para los que se pagan de nombres--República, Monarquía,--ahí tienen á +la República Argentina y á su Gobierno viéndose obligados, en plena +apoteosis de su engrandecimiento y prosperidad, á declarar el estado +de guerra; medida que, con el interés de los más, acaso baste á +conseguir una tregua de fiestas patrióticas. Pero el problema queda +en pie. Y el problema allí es del mundo entero. Digan unos: Patria; +otros: Humanidad, siempre sientan bien estos nombres sonoros y nobles. +En realidad, riqueza de un lado, miseria de otro. Más peligroso es +el conflicto en esos pueblos jóvenes, adonde llegan todos los días +miles de conquistadores de todas las razas y de todos los pueblos. Y +conquistadores sin bandera, desarraigados de su patria, á luchar por +sí, á enriquecerse, si es posible, en provecho propio... ¿Cómo exigir +á tanto egoísmo humano el sacrificio por una idea nacional? No bastan +los intereses materiales, opuestos de clase á clase, cuando no de +individuo á individuo, á unir voluntades y sentimientos en ese algo +inexplicable que se llama ideal nacional. Es ley fatal humana que, en +las causas de nuestra grandeza, esté el mayor peligro de nuestra ruina. +El talento, el valor, la riqueza, la hermosura tienen en sí mismos su +mayor enemigo. La República Argentina es inmensamente rica y generosa. +Pero si todos quieren ser inmensamente ricos en ella, ¿bastará toda +su generosidad? ¿No tendrá á cada paso un conflicto entro su interés +nacional y tantos intereses de tantos, por desligados de su patria, +más desligados de una patria extranjera? He aquí el peligro y he aquí +el problema de la República Argentina. ¿Lo que hoy es un gran pueblo, +llegará á ser una gran nación? ¿Llegarán á sumarse tantos intereses +egoístas en un solo egoísmo ideal? Gran cosa es que en un pueblo todos +procuren ser ricos, á condición de que todos también estén dispuestos á +morirse de hambre en un día. Con la primera cualidad, dominante en la +República Argentina, y la segunda, dominante en España... ¡gran nación! + + * * * * * + +Millones de flores, que representan millones de pesetas, cubrirán la +tumba del rey Eduardo de Inglaterra. Los economistas republicanos, que +hallan sus mejores argumentos contra la Monarquía en publicar lo que +cuesta el sostenimiento diario de unas caballerizas reales, no dejarán +de filosofar ante ese derroche de flores. No pensarán lo mismo las +floristas ni los floricultores. Y siempre que un señor de esos que, +por alardear de modestia, deja dispuesto en su última voluntad que no +se deposite coronas ni flores sobre su cadáver y que se le entierre con +la mayor sencillez, pienso en la oración fúnebre que han de dedicarle +los empresarios de pompas fúnebres y los fabricantes de coronas: ¡Vaya +con el hombre, á qué hora ha ido á acordarse de ser modesto! Yo creo +que la mayor modestia es no disponer nada y dejar á los ricos que +hagan su gusto y su voluntad y á los funerarios su negocio. El que uno +se muera no es razón para que no vivan los demás. A mí me parece muy +bien todas esas flores y ese dinero que se gastan los ingleses. Las +flores nunca son caras. Además, los vivos son lo bastante vivos para no +dedicar flores al muerto; las flores son á los que quedan. + +Recuerdo que á un gran personaje se le murió un sobrinito, y la casa +se llenó de coronas y de flores y el entierro llevó el más lucido y +numeroso acompañamiento, y decían los familiares de la casa: Si esto +es por el sobrino, ¡cuando el señor muera! Pero el señor, al morir, +no dejaba familia de importancia, ni, de ella, nadie que pudiera +dar destinos ni dispensar favores, y al entierro... dos peseteros y +los precisos operarios. Señores muertos: nada de consideración con +los vivos; admitan ustedes coronas y flores, y á la familia dejarle +encargado el entierro de primera y con mucho clero: que vivan todos. +Siempre hace bien ver caras alegres en un entierro. + + + + +XVIII + + +Todo Gobierno, al emitir su respectivo discurso de la Corona, bien +puede disculparse, como el aldeano de Molière:--Si digo siempre lo +mismo, es porque siempre es lo mismo; que si no fuera siempre lo mismo, +no diría siempre lo mismo. + +Si los anteriores Gobiernos hubieran realizado todas las bellas y +grandes cosas prometidas en sus sendos discursos, nada quedaría por +realizar, ni siquiera por prometer, y holgaría un nuevo discurso de +discursos (revista de revistas). + +Si de la vida dijo Shakespeare que era fastidiosa como un cuento oído +dos veces, ¿qué serán estos discursos tantas veces oídos? Así nos hemos +acostumbrado á oírlos con el más consecuente escepticismo, reflejo tal +vez del escepticismo que suele dictarlos. + +En fin, como el escepticismo es puerta entornada, ¿por qué no hemos +de conceder á estos discursos siquiera la confianza que ponemos en la +lotería? Alguna vez puede tocar. No aspiremos al premio gordo.--El +programa ideal. ¿No es eso?--¡Si tocara una aproximación! + +En lo que no cabe por esta vez escepticismo es en lo del «vigoroso +llamamiento al crédito». Esa es la eterna subida del vino: que nunca +mejora de calidad, aunque suba de precio. + +Por si no bastaba con un discurso, hemos tenido dos: el de la Corona +y el de la coronilla, á cargo del jefe del partido conservador, muy +empeñado en llevar vela en este entierro, que bien puede serlo si no +hay á tiempo un capirotazo enérgico que apague esas velas y cirios que +ya han «deslucido» bastante. + +Entre los dos discursos nos quedamos... con el Mensaje de la Asamblea +agrícola; de menor resonancia, pero de más sólida y aplicable doctrina. + + * * * * * + +Próximas á terminar las representaciones de Novelli en Lara, cerrados +muchos teatros de invierno--algunos más propios de verano por la +frescura de obras y artistas,--no queda en Madrid más espectáculo +atractivo que las sesiones del Congreso y alguna cómica, especial, +del Senado, que cuenta para el género con eminentes y acreditados +característicos. + +Las distinguidas aficionadas al Parlamento, en todas sus +manifestaciones, particulares y públicas, ya tienen dónde pasar la +tarde y en dónde distraerse hasta el veraneo, retrasado, como siempre +por los deberes políticos de los maridos, padres, etc. + +El elemento femenino ha de interesarse mucho en la actual legislatura. +Hay que evitar la condenación de más de cuatro amigos arriesgados en +alguna votación peligrosa. ¡Sería una lástima no poder encontrarse con +ellos en celestiales moradas, como ahora en las más elegantes casas, +por culpa de un proyecto de ley! Hay liberales muy simpáticos, y hasta +con dinero; el partido conservador no tiene monopolizadas estas dos +bellas cualidades para brillar en sociedad. + +Yo sé que á estas horas hay quien eleva plegarias y hace ofrecimientos +por la salvación de algunos ministeriales. No teman las distinguidas +intercesoras; llegado el caso, todos han de salvarse, más que por +vuestra intercesión, por propia iniciativa, al grito dispersador de: +«¡Sálvese el que pueda!» No roguéis por ellos; rogad por vosotras y +por vuestros hijos, diremos parafraseando palabras de Jesús. Porque +si pudierais ver, como El, en lo venidero, veríais lo que mejor os +estaba y les estaba á todos para evitar mayores males. Verdad es que si +vosotras tuvierais inteligencia y cultura para comprender estas cosas, +hace mucho tiempo que estarían resueltos muchos problemas por sí solos. + + * * * * * + +El orgullo nacional de los franceses, irreductible, sobre todo +tratándose de su arte, se halla muy resignado con ver su París invadido +por toda clase de espectáculos extranjeros. Opera italiana, comedia +belga, baile ruso; sin contar innumerables artistas, autores y músicos +de diferentes nacionalidades repartidos por diferentes teatros. + +A mal tiempo amable sonrisa, y ellos venden por generosa hospitalidad +lo que á regañadientes soportan. Claro es que los comediantes belgas +son una pobre gente sin pizca de _chic_, aunque sean más espontáneos +y naturales que los amaneradísimos actores franceses, apestantes á +Conservatorio y á Comedie Française; que Caruso no puede compararse +con los admirables tenores de la Gran Opera, con sus voces de gato +pisado... Sólo ante los bailarines rusos humillan su superioridad, +y eso porque, según ellos, todo su arte es de la más pura tradición +francesa. + +Como espectáculo propio no han ofrecido, autores y actores franceses, +en estos últimos tiempos, nada más interesante que la pelotera entre +Bataille--el nombre obliga, y él se encarga de justificarlo--y la gran +Sarah, sólo comparable á la guardia napoleónica en lo de dar que hablar +hasta sucumbir. + +En París, como en todas partes, se perecen por estos chismes teatrales. +Hasta que los Tribunales dieron la razón á Bataille, todo el mundo +estaba de su parte; en cuanto tuvo á la justicia por suya, consideraron +que ya tenía bastante, y todo el mundo se puso de parte de Sarah. +Cuando se atrevió á embargarla sus muebles y los ingresos de su +teatro... ¡no se diga! Los mayores enemigos de la actriz se aprestaron +á defenderla contra el autor. Se llegó á decir que Bataille había +insultado á Francia en la persona de Sarah. + +Aquí, por fortuna, no se llevan á punta de embargo estas cosas de +teatro, que no valen la pena. Sólo sabemos de un empresario capaz de +embargar á sus autores; pero con el mayor cariño y sin dejar por eso +de representarles sus obras, para mejor garantía del embargo... Los +demás, todos buenas personas. Nos peleamos, hacemos las paces, nos +odiamos, volvemos á querernos; pero todo con la mayor modestia, sin +indemnizaciones y sin reclamos. + + + + +XIX + + +Las mujeres son, por lo general, conservadoras, muy respetuosas +con lo tradicional y establecido; pero cuando una mujer da en +revolucionaria... Nada menos que todo el sistema planetario nos ha +trastornado una distinguida dama, miss Craig, en interesantísima +conferencia dada en el Ateneo. + +No era la flor que más se había presentado hasta ahora, en el ramo +de la sabiduría femenina, ésta de la astronomía. Bueno es que la +mujer se vaya poniendo en comunicación con el cielo de mejor modo que +con importunas plegarias petitorias. La aparición, mejor dicho, la +desaparición, y para nosotros ¡ay! despedida, sin beneficio, del cometa +de Halley, á más de su cola natural, se ha traído otra muy larga de +discusiones entre los astrónomos. A consecuencia de todas ellas, se +inicia el descrédito de algunas verdades, que ya habían durado lo +bastante, para obtener, sin que nadie pueda molestarse, su jubilación y +pase á la escala de reserva. Todo nuestro respeto para estas mentiras +de hoy, que fueron las verdades de ayer, y aprendamos por ellas á +respetar las mentiras de hoy, que tal vez sean las verdades de mañana. + +Los estudios de miss Craig son muy serios y no deben tomarse á broma. +Sin llegar á las atrevidas afirmaciones de la conferenciante, otros +astrónomos de gran renombre han coincidido recientemente en negar +las teorías de Newton sobre las leyes de gravitación y de atracción +universales. + +Por mi parte, celebraría mucho que se salieran con la suya; porque, con +todo el respeto á Newton, eso de que cuando uno cae, cae por atracción, +me pareció siempre una tontería. Es para escamarse el que á Newton se +le ocurriera viendo caer una manzana; desde los primeros días del mundo +la manzana fué siempre fruta ocasionada á funestas equivocaciones. + +En este caso nada se ha perdido; todo es que los pobres muchachos +estudiantes del bachillerato tengan que aprenderse una nueva teoría... +hasta otra. Los licenciados y doctores pueden seguir sirviéndose de la +que estudiaron en sus libros. Más se ha adelantado en otras materias, +de aplicación más inmediata, y hay quien se anda en el Fuero Juzgo y +sus equivalentes. + +Entre las afirmaciones de miss Craig, la más alarmante es la de que el +sol nos ha estado engañando miserablemente. La luz que nos alumbra no +es cosa suya. Yo no se cómo no habíamos caído antes en ello, cuando +en el Génesis se habla de la creación del sol y de las estrellas, +por una parte, y por otra se dice que la luz fué hecha. Con la nueva +explicación no hay, pues, que temer un nuevo conflicto entre la +Religión y la Ciencia. Más vale así; que bastantes hemos tenido, sin +contar con los que esperan al Gobierno con la Nunciatura. Quedan, en +cambio, inservibles todos los embustes y ponderaciones:--¡Tan verdad +como el sol que nos alumbra!--Inservibles también una porción de odas y +de comparaciones. Pero ya verán ustedes cómo el sol continúa viviendo +del crédito durante mucho tiempo. Hasta en eso va á parecernos más +español: en vivir de las apariencias. + + * * * * * + +Ríanse ustedes de imperiales cortejos en Roma, triunfos carnavalescos +de los Médicis en Florencia, tramoyas del Buen Retiro y pastorales de +Versalles. Todo es pobretería en parangón con la admirable _carrozada_ +que nos han presentado. Menos mal que sólo estábamos la familia y los +amigos, como en función casera, y apenas había entre los espectadores +quien no tuviera en la cabalgata un pedazo de su corazón ó una prenda +de su guardatrapos. + +¿Qué mal aficionado á representar comedias no habrá saludado con +emoción aquellas trusas y aquellas pelucas? La intención era buena; +pero ya sabemos que de buenas intenciones está pavimentado el infierno +y de peores debe estarlo Madrid, según el aspecto de sus calles. + +Organizar una cabalgata, presentable á plena luz del día, es cosa +que requiere mucho dinero y mucho arte. Otro hubiera sido el efecto +amparándose de las sombras protectoras de la noche y al favorable +engaño de antorchas y bengalas. Sin contar con que las fiestas +nocturnas son más agradecidas; como que en ellas sí que puede +decirse que el espectáculo está en el espectador, mejor dicho, en la +espectadora, y lo que se ve es lo de menos. Hay función de fuegos +artificiales que no se olvida nunca, y bien sabe Dios que no es por +los cohetes. En todo festejo popular hay que atender á estas emociones +reconcentradas, por si fallan las exteriorizables. + + * * * * * + +Con excepciones muy contadas, es tan general como deplorable la afición +de los buenos actores á representar malas comedias. ¡Lo que ellos gozan +entregándose en cuerpo y alma á la ingrata tarea de levantar muertos! +¡La de esperpentos dramáticos que gozan honores de obras inmortales +gracias á la interpretación de algún gran comediante! + +Buena prueba es el repertorio que se ha traído Novelli, como para +examinar de paciencia á sus muchos admiradores. No hay idea de lo +satisfechos que se quedan algunos actores cuando el público sale del +teatro diciendo:--Todo muy malo, todo; pero ¡él! ¡El solo! ¡Sólo él! +El peligro de este inmoderado afán solitario está en que el público +se canse de decir:--¡El solo! ¡El solo!, y se decida á ponerlo en +práctica, dejándole solo en efecto. No merece otra cosa la vanidad de +algunos comediantes que llegan á creerse que ellos solos son una obra y +un teatro. + + * * * * * + +Para tranquilizar á los cortadores de cupones, los más alarmados al +menor síntoma republicano--¡si habrá confianza en la cuadrilla!,--se +apresta D. Jaime á estrenar un caprichoso uniforme, regalo de sus +esperanzados creyentes. Es de suponer que al regalito acompañe su buen +paquete de alcanfor ó su naftalina. De airearse el uniforme habría +que convenir en que se habían apolillado otras muchas cosas. Que +hay polvareda es indudable. Confiemos en que el Sr. Canalejas sabrá +servirse del plumero propio y en ningún modo de los zorros que alguien +pueda ofrecerle; considere que la opinión está con la escoba levantada +y en alguna parte tal vez la tengan pajas arriba y detrás de la puerta, +como se usa entre supersticiosos para despedir visitas molestas. + + + + +XX + + +Me preguntan algunos amigos si no diré nada del discurso de D. +Alejandro Pidal, en contestación al discurso de D. Leopoldo Cano, de +todas mis simpatías, como autor y como persona. ¿Para qué decir nada? +Toda la elocuente diatriba contra el teatro moderno, sin demostrar otra +cosa que no haberse tomado el trabajo de conocerlo, ¿no es la misma con +que ilustres correligionarios de D. Alejandro Pidal, y quizás él mismo, +anatematizaron el teatro de Echegaray, el de Sellés y el de Cano? El +de este último con mayor ensañamiento. ¿Quién no recuerda la crítica +de _La Pasionaria_, escrita por el buen D. Manuel Cañete, cabeza +parlante del grupo ultramontano de la Academia Española? ¿Cómo habían +de perdonarle aquello: + + «Y muertos en la trinchera, + resucitan en Madrid?» + +Y aquello otro (cito de memoria; pero no es muy mala, á Dios gracias): + + «... Son rezadores maestros + que, devotos y contritos, + andan comprando delitos + á cuenta de Padresnuestros.» + +Así como así, D. Leopoldo Cano, cuando otros méritos no tuviera, y +téngole en muy alto concepto, fué, y esperamos que siga siéndolo, de +los autores más valientes y más sinceros de la escena española. + +Así lo ha reconocido D. Alejandro Pidal, con todas las cualidades +que en otro tiempo parecieran graves defectos. ¡Oh! La Academia no +es rencorosa. Basta con dejar de escribir por algún tiempo para que +los atrevimientos parezcan moralidades, el «verismo», idealidad y la +cáscara amarga hueso dulce. ¿No sabemos todos que á la Academia no +llevan las obras que se han escrito, sino las que se han dejado de +escribir? + + * * * * * + +Con tantas graves y grandes preocupaciones, no es de extrañar que á lo +mejor pase inadvertida alguna pequeña enormidad, como la de declarar +contrabando un encendedor automático, sin más razón ni fundamento que +el perjuicio á un monopolio del Estado. Ya sabíamos que todo monopolio, +los hay de muchas formas y clases, era siempre un obstáculo á todo +progreso; pero nunca se había declarado tan descaradamente. Según eso, +cada vez que encienda usted su cigarro á una llama que no sea la legal +de la cerilla monopolizada es usted más contrabandista que los de +_Carmen_. Los encendedores eléctricos de los Casinos y otros Círculos, +los mismos aparatos denunciados que, en otra forma, se usan para +encender los cigarros de sobremesa, contrabando también; cuando pide +usted lumbre á un transeunte, aparte la impertinencia, incurre usted en +delito... Con la misma razón pudo declararse contrabando el gas cuando +vino á sustituir al aceite y al petróleo, y la luz eléctrica después... +Y las empresas de ferrocarriles debieran declarar contrabando el +automóvil, porque mucha gente lo prefiere al tren para viajar, con +perjuicio de las Compañías... Y, por este sistema, también pueden tener +razón los protestantes, aunque les moleste el nombre, contra la ley +de los signos exteriores, que también ellos venían disfrutando de un +monopolio tan respetable como el de las cerillas. + +No sabemos si habrán protestado los fabricantes y expendedores del +aparatito en cuestión; pero no sólo ellos, todo el mundo debiera +protestar contra esa pequeña enormidad, expresiva muestra de otras +enormidades cometidas en nombre de _trusts y_ monopolios... + + * * * * * + +Nuestro Ayuntamiento, con miras más altas que las aceras y arroyos, +se propone limpiar los rótulos anunciadores de toda incorrección +gramatical. Por lo pronto, ha ido á fijarse en lo de «carnecería», +que les parece anticuado. ¿Anticuado? ¿Por qué? El movimiento se +demuestra andando, y el mismo uso constante demuestra que no hay tal +antigüedad. Ya sé yo que suena más fino carnicería, sólo que es otra +cosa. Ya basta, para los que venden la carne en malas condiciones, +hacer carnicería en nuestro estómago, sin anunciarlo por adelantado. +Bien está lo de carnecería cuando de vender carne se trata, y déjese +la carnicería para luchas de fieras, campos de batalla, operaciones +quirúrgicas y otros destrozos en carne viva ó muerta. ¿Qué opina el +_Chico del Instituto_, á cuya autoridad me someto por adelantado? + +En cuanto al uso del infinitivo por el imperativo, sí es cosa fea; +pero yo, que siempre prefiero lo ordinario á lo cursi y creo que el +vulgo tiene siempre razón al hablar, estoy por decir que hasta cuando +dice «haiga», hallo el imperativo tan redicho y con un sabor á mandato +de rey de teatro: «¡Salid! ¡Llegad! ¡Teneos!», que estoy por preferir +el infinitivo, incorrecto y todo. Lo de «Llevar la izquierda», ya +sabemos todos que es un modo abreviado de decir: «Hay que llevar la +izquierda». No es tan grave falta que no llegue á entenderse lo que +se quiere decir. Escritores de muchas letras, y académico alguno, ha +escrito: «No reírse, no asustarse». Y, en efecto, nadie se ha reído y +nadie se ha asustado. Bien están la corrección y limpieza del idioma +por esas calles, mientras llega la limpieza de las calles mismas; pero +no vayamos á ponernos tan finos como aquella damisela que, por no usar +términos vulgares, solía decir: «Mamá, haga usted la vista gruesa». + + + + +XXI + + +Saludemos á dos autores noveles, no desconocidos: los Sres. Godoy y +Alberti, triunfadores en el concurso de obras dramáticas abierto, con +excelente acuerdo, por el Ayuntamiento y por la empresa del teatro +Español. El nombre de los autores, vigoroso poeta el uno, literato de +gran cultura el otro, tanto como el nombre de los jurados, garantiza +el acierto. Razón hay para esperar la más favorable confirmación por +parte del público; aunque un público del que han de formar parte +muchos de los concursantes no favorecidos, no es para deseársele á +nadie. El teatro Español, por su carácter oficial, por disfrutar de +una subvención, es el que menos puede excusarse de admitir obras de +autores noveles. Quédese para los empresarios industriales el creer que +sólo conviene á su negocio representar obras de autores consagrados, +que, á veces, en una sola equivocación perjudican más que favorecieron +con diez aciertos. Hay que convenir en que el público, rutinario +siempre, es cómplice de las empresas en esto de no interesarse más +que por las obras de un limitado número de autores. Si el público +mostrara mayor interés por conocer obras nuevas de nuevos autores, +yo creo que las empresas procurarían complacerle. Tanto, pues, como +vencer la resistencia de las empresas y de los autores monopolizadores, +importa vencer la desconfianza del público. Esto sólo ha de lograrse +en fuerza de grandes aciertos. Pero es preciso dar facilidades para +que sean posibles. Según las mejores referencias, á la obra premiada +hay que añadir otras muy estimables entre las presentadas al concurso. +Las empresas de los diferentes teatros, en justa proporción, deben +admitirlas para su representación en la temporada próxima. Conveniente +sería establecer por costumbre, ya que sobre ello fuera algo tiránico +legislar, que un mismo autor no pudiera estrenar más de una obra +por temporada en el mismo teatro. Nadie iría perdiendo. El público +hallaría mayor novedad, los actores evitarían el amaneramiento que +trae, sin darse cuenta, el representar obras del mismo corte, y los +autores más admirados el peligro de fatigar la admiración, lo más +fatigable que existe. + + * * * * * + +Siempre que asisto que á un banquete, sea de homenaje, sea de +confraternidad, aparte la lubina á la mayonesa, que, por lo inmutable, +representa el elemento filosófico, la figura más interesante para mi +atención es la del camarero. El camarero también es filosófico. ¡Han +pasado tantas lubinas patrióticas, políticas y artísticas por sus +manos! El camarero y la lubina no tienen convicciones. Saben que hay +un mismo _menu_ de homenaje para todos. ¡Qué indiferencia la suya ante +las lubinas oratorias, á la hora del Champagne, que tampoco tiene +secretos para él! La cocina y las atenciones del servicio, como los +bastidores del escenario á los tramoyistas, le han quitado toda ilusión +sobre lo que se come y lo que se representa. Suenan magníficas las +grandes frases de los discursos, y el camarero, mientras pregunta con +voz discreta por su jurisdicción: ¿Cognac ó Chartreuse?, percibe el +comentario malicioso de los comensales, que es como el _pizzicato_ +burlón que acompaña en sordina la frase apasionada en la serenata del +_Don Juan_, de Mozart.--¡Qué gran batata!--oye el camarero.--¿Decía +usted?--¡Ah! Nada... No es á ti... Chartreuse. Y suena un ¡bravo! +y no suenan las risitas, ahogadas en un sorbo del licor estomacal. +Pero el camarero piensa:--¿A quién se engaña aquí?--No; no es á él, +ciertamente, simbólico y significativo en aquel momento; representación +de todos los que no tienen puesto en esos banquetes, en donde la +más brillante representación de las llamadas clases directoras, sin +engañarse ellos mismos, creen haber convencido á los demás. + + * * * * * + +No hace muchos días indicaba que el ídolo de oro acaso tenía los pies +de barro. + +El viajero superficial suele deslumbrarse con las brillantes +apariencias. Dura y tenaz ha de ser la lucha de los Gobiernos en +la República Argentina para vencer al anarquismo; acaso más de una +vez peligren en ella sus instituciones democráticas y su generoso +humanitarismo. Días de prueba aguardan al ilustre hombre que marcha +á presidir los destinos de un pueblo joven, por transfusión de tanta +vieja sangre, acaso envejecido antes de tiempo. Salaverría, en su +admirable libro _Tierra argentina_--tan justo de observación y tan +artísticamente desapasionado,--celebra y admira la fuerte dignidad +del trabajador de allá en los más humildes oficios, tan opuestos á su +servilismo, rastrero en ocasiones, de nuestras viejas tierras. Bien +estaría esa dignidad si no tocara en desabrimiento. Yo no he conocido +nada más desagradable que la gente--mal puede llamarse humilde--de +Buenos Aires. Muy impuestos en sus derechos, eso sí; ni toleran una +reprensión destemplada ni agradecen tampoco una atención cariñosa. Con +lo que se les debe les basta. Pero, como dice Bernardo Shaw, ¿qué +sería del mundo si todos nos diéramos á hacer lo justo? + +Con esa violenta disposición de espíritu en los de abajo, causa ó +efecto de violenta disposición en los de arriba, las ideas anarquistas +prenden con facilidad y se propagan con rapidez. ¡Cómo andará ello, que +muchas familias distinguidas de Buenos Aires habían decidido quitar +casa y hacer vida de hotel por serles imposible tolerar las exigencias +de los criados! Durante los treinta ó cuarenta días que permanecí en +un hotel conocí veinte criados distintos sólo en en el servicio de mi +habitación. En el comedor todos los días veíamos caras nuevas. Un día +hubo huelga general; no quedó un solo criado en el hotel; en todos +sucedía lo mismo. En uno de ellos no se contentaron con abandonar el +servicio, sino que, para causar mayor trastorno, antes de despedirse +deshicieron las camas, desarreglaron las habitaciones y estropearon la +comida preparada. Todo en uso de su perfecto derecho. Las huelgas de +los diferentes gremios no pueden contarse. Ahora empiezan las bombas. A +la violencia responderá la violencia... Ya verán los que murmuran de +las Monarquías lo que hace una República cuando llega el caso. Creo que +el espectáculo y la lección han de ser interesantes, aunque tal vez no +sean provechosos ni aprovechables. + + * * * * * + +--¿Ha visto usted el sombrero de las mil pesetas?--Aquí no puede +decirse del ala, suponemos que entrará todo en el precio. + +--¿Mil pesetas un sombrero? Será una tiara. + +Aquí sólo algunas señoras de esas que andan ahora tan ajetreadas y todo +el año tan trajeadas, puede gastarlos parecidos. Los célebres sombreros +de la Maison Virot--hoy dividida en dos razones sociales,--una monada +de sombreros, se han cotizado siempre entre los 300 y 500 francos. De +esto sé yo una barbaridad; si supiera tanto de otras cosas, hubiera +llegado á ser algo. Con el tamaño sobrenatural de los de ahora, no es +extraño que suban el precio. Sólo de plumas hay sombrero que se lleva +en el adorno un avestruz entero. De modo que, para pagarlo, hay que +desplumar por lo menos otro ó poner á contribución toda una manada: á +este una pluma, al de más allá otra... Pero ¡si estaremos desquiciados! +El otro día, mientras dos señoras iban hablando por la calle, muy +acaloradas, de las cuestiones políticas y religiosas de actualidad, +pasaron dos curas, y ¿de qué creen ustedes que iban tratando? Del +sombrero de Ursula López. ¿Se convencen ustedes, señoras mías, de que +no peligra nada fundamental? + + + + +XXII + + +No es cualidad española el proselitismo. Nos damos tan mala maña al +sostener nuestras ideas y doctrinas, que sólo sabemos exponer lo +esquinado con toda su hiriente dureza, en vez de suavizar las aristas +con blandas redondeces. Más prontos al brusco ataque que á la serena +defensa, aún no hemos llamado con nuestra voz cuando ya hemos espantado +con nuestros gritos. Hablamos para los nuestros, que son los que menos +necesitan oírnos. No es á los que piensan como nosotros á los que +importa convencer, sino á los que piensan del modo contrario. + +Tuvo su mayor enemigo el socialismo en la vulgar opinión obstinada en +confundirle con el anarquismo. Empezaba á desvanecerse la confusión; +los más temerosos iban perdiendo el miedo; se presentaba la ocasión +para no dejar sombra de esos infundados temores. Al socialismo podrá +faltarle en mucho tiempo, para ser realidad posible, la base de bondad +humana que presupone su soñada organización social. Esta es su mayor +equivocación: suponer que una nueva organización social pueda ser causa +de una nueva condición humana, cuando sin duda es todo lo contrario. +Sin mejorar al hombre, ¿cómo es posible mejorar la sociedad? Ni las +instituciones ni las leyes son varas mágicas de virtudes. Pero, en +fin, cuando los hombres sean mejores, por selección natural ó por +cultura artificial y científica, el socialismo se impondrá por sí +solo, que es el modo mejor de imponerse sin imposición. Entretanto, +y hay tiempo para ello, más conviene que crean en nuestra bondad que +en la bondad de la idea. El guía de los socialistas en España, al +sentarse por primera vez en el Congreso, debió procurar ante todo que +el enemigo, el contrario, esto es, el buen burgués, acabara de perder +el miedo, tranquilizándose, en comunicación directa con el fantasma, +que no es cosa del otro mundo, aunque puede serlo de otro mundo... +Porque, si el buen burgués no se convence, ¿qué piensan hacer con +él los socialistas en el día del triunfo? ¿Aniquilarle? ¿Someterle +como á siervo ó esclavo? Siempre vendríamos á parar entonces en que +media humanidad seguiría fastidiada por la otra media; y el ideal +socialista es la felicidad para todos, que lo de ser unos felices y +otros desgraciados, y cada uno á ratos, es ya cosa resuelta desde que +se organizó la primera tribu. Al socialismo hemos de ir todos sin +violencia, por inclinación natural; su doctrina ha de ser de amor, y +no de odio; atrayente, y no repulsiva. Bien está descubrir nuestras +humanas debilidades ante los amigos y los convencidos. Para algo son +amigos y están convencidos. Pero ante los contrarios hay que mostrarse +en la más divina apariencia; de otro modo, más vale seguir oculto entre +nubes. El socialismo iba ya pareciendo al medroso burgués cosa distinta +del anarquismo. ¿No ha sido una imprudencia volver á la confusión y +al equívoco? Mal predicador el que sólo consigue hacerse oir de los +creyentes; á los descreídos, á los descreídos es á los que hay que +llamar y convencer. Pero ¡ay!, ya lo dije, el proselitismo no es +cualidad española. + + * * * * * + +Un nuevo libro del doctor Gustavo Le Bon--_La Psicología política y +la Defensa social_--es libro que todos los políticos debieran leer +con detenimiento. De muy provechosa enseñanza y de más provechosa +meditación. + +«La psicología política--dice Le Bon--enseña á resolver los problemas +planteados diariamente, á discernir cuándo se debe ceder y cuándo +oponerse á las exigencias populares. Los hombres de estado, por lo +general, ceden ó resisten según su temperamento.» Detestable proceder. +Es preciso resistir ó ceder según las circunstancias. No hay nada más +difícil ni de más graves consecuencias en la psicología política. + +Y más adelante: «¿Es más fácil transformar una sociedad que cualquier +otro organismo viviente?» La respuesta afirmativa á esta pregunta +ha dirigido toda nuestra política desde hace un siglo y continúa +dirigiéndola. La posibilidad de rehacer las sociedades por medio de +nuevas instituciones fué siempre evidente para los revolucionarios de +todos los tiempos, para los de nuestra gran revolución sobre todo; +lo es también para los socialistas. Todos aspiran á reconstruir +la sociedad según planos trazados por la razón pura. Cuanto más +progresa la ciencia, más contradice esta doctrina. Apoyándose en la +biología, en la psicología y en la historia, nos dice «que nuestros +límites de acción sobre la sociedad son muy restringidos; que ninguna +transformación profunda se realiza jamás sin la acción del tiempo; +que las instituciones son la envoltura exterior de un alma interior, +y toda institución, lejos de ser el punto de partida de una evolución +política, es solamente el término. La debilidad de los pueblos latinos +consiste en creer, como dogma, que basta con cambiar las instituciones +para modificar el espíritu de un pueblo». + +Todo ello, y mucho más que trae el libro, no será de gran novedad, y +de puro sabido, lo tendrán olvidado nuestros políticos y gobernantes; +pero no vendrá mal un repasillo; el buen doctor Le Bon tiene para +todos, porque la Ciencia no se casa con nadie, y la Verdad nunca fué +de una sola pieza: hoy es monárquica, mañana republicana, puede ser +socialista, puede ser individualista... Por eso los hombres de ciencia, +son siempre de cuidado en un partido político. Ya se convencerá el +doctor Salillas, digo, ya le convencerán sus correligionarios, si no +procura ir olvidando en sus futuros discursos que es hombre de ciencia +antes que republicano. + + * * * * * + +Hay crímenes que, en su misma monstruosidad inexplicable, llevan quizás +la única posible atenuación... No obstante, todos han querido arrojar +su piedra sobre la madre enloquecida que arrojó á su hijo recién nacido +por el balcón. ¡Horrible! ¡horrible! Pero todas esas buenas vecinas +que, llenas de noble indignación, hubieran llegado á arrastrarla al +salir, después de haber matado á su hijo, ¿están seguras de no haberla +atormentado con burlas y rechiflas si, unos días después, la hubieran +visto salir con él en brazos? ¿Saben ellas lo que pudo pesar en la +infeliz deshonrada, á la hora del delito, la imagen de esas buenas +vecinas, pequeño mundo, pero ¡un mundo en fin! murmurador y maldiciente. + +¡La honra de las mujeres! ¡Pobre honra, que puede olvidarse en el beso +de un amante y no puede olvidarse con el beso de un hijo! + + + + +XXIII + + +Han surgido algunas dificultades para la reedificación del teatro de +la Zarzuela. Por una vez--una vez no hace costumbre--quiere llevarse á +punta de lanza lo ordenado sobre construcción de teatros. Aparte de que +en este caso sólo se trata de reconstruir, reciente está la edificación +del teatro Lírico, hoy Gran Teatro, sin ajustarse á las rigurosas +Ordenanzas. No hablemos del sin fin de teatrillos que, á sombra y entre +sombras, de estar destinados á exhibiciones cinematográficas, donde, +entre paréntesis, son mayores los riesgos de incendio, han venido á +parar, por exigencias del negocio, en verdaderos teatros, sin más +condiciones de seguridad que falta de concurrencia. + +Como decía un empresario de un teatro provinciano al gobernador, +que le ordenaba toda clase de reformas en el teatro, según +oficio, «para evitar todo peligro ocasionado por las grandes +aglomeraciones...»:--¡Ay, señor gobernador; deme vuecencia primero esas +grandes aglomeraciones, y yo haré las reformas!--En efecto, la marcha +de los negocios teatrales no da para pedir muchas gollerías. Exigir que +un teatro presente sus cuatro fachadas libres de toda vecindad es tanto +como prohibir que se edifique ningún nuevo teatro en sitio céntrico de +las grandes poblaciones. Al precio que están los terrenos, sólo más +allá de la Ciudad Lineal puede levantarse un teatro con ese requisito. + +No son los teatros los únicos locales peligrosos, para que con ellos +se extremen las precauciones. Su mayor peligro está en la aglomeración +de que antes hablábamos; peligro, para desgracia de los empresarios, +tan poco frecuente. Y, dados la aglomeración y el peligro, sin la +serenidad y cordura del público todas las seguridades y precauciones +son inútiles. Alocado por un peligro, real ó imaginario, el público, +tanto vale una puerta como dos docenas, si todos quieren escapar por la +misma. + +Un teatro como la Zarzuela, reedificado con materiales modernos, +puede ofrecer la suficiente seguridad, en lo humano, sin la condición +dificultosa de las cuatro fachadas. Con una buena, y con vistas al +verdadero Arte nacional, podemos contentarnos. Cuatro tiene el teatro +Real, propiedad del Estado, y de ellas, tres dan á Italia, una á +Alemania... y la ópera española en el sotabanco. + + * * * * * + +Si los _trompis_ entre el boxeador negro y el blanco, con el triunfo +del colosal negrazo por remate, no tuvieran su significación simbólica, +sería para reir ó para indignarse, según temperamentos ó estado de +fondos, la agitación promovida en los Estados Unidos á consecuencia de +la interesante lucha. Pero ¡ay! que esa lucha entre dos campeones de +las distintas razas puede ser mañana sangrienta lucha general de las +dos razas. Es natural que el anticipo triunfal del negrazo les haya +sentado tan mal á los blancos. Malo, si los negros dan en civilizarse; +peor, si dan en dedicarse á brutos. Cultivando la inteligencia, aun +podían tardar algunos años en igualarse con los blancos; pero si +sólo cultivan los puños, pueden adelantarse en muy poco tiempo. Y si +continúan pagándoles tan bien los puñetazos, reunirán muy pronto dos +grandes fuerzas: los puños y el dinero. Confiemos en que algún gran +banquero ó negociante de los Estados Unidos se dé buena maña para +estafar al negro vencedor el dineral premio de su hazaña, y podremos +afirmar todavía orgullosos la superioridad de la raza blanca. + + * * * * * + +En esto de las barbaridades nacionales sucede como con los vicios y +las ridiculeces: las peores son las de los otros. Para el aficionado +á toros no hay nada tan estúpidamente cruel como una riña de gallos, +y viceversa; nosotros nos escandalizamos ante los boxeadores, y por +ahí se espantan de nuestras corridas de toros. De esa diferencia de +apreciaciones viven los moralistas, mientras el mundo vive de la +precisa moral que le basta para no concluirse, que es á lo que se +tira, y vamos viviendo. Los artistas han convenido en que lo más +pintoresco y característico de cada pueblo es la roña, sea material ó +espiritual. Extasis ante unas piedras viejas, transporte místico ante +una capa parda, deliquio supremo ante una salvajada con mucho carácter. +Que tienen mucho carácter suele decirse de los que lo tienen malo. +En los pueblos es lo mismo que en las personas. ¿Un pueblo de mucho +carácter? Ya saben ustedes lo que les espera: comer mal, dormir peor y +alguna pedrada. ¡Oh! ¡Pero cómo perdería carácter si la civilización +descolorida y niveladora llegara hasta allí!... + +Por fortuna, hay carácter para mucho tiempo en todas partes, y no somos +nosotros de los menos favorecidos. + + * * * * * + +Esta eterna lucha entre un Arte que prefiere para su inspiración lo +característico tradicional, como si quisiera perpetuarlo, á despecho +de la misma vida, con un Arte, por más atento á nueva luz quizás mas +desorientado, sostiene y sostendrá por mucho tiempo en interesante +actualidad la llamada «cuestión Zuloaga». Sobre ella, como toda +gran obra de Arte, camino de esa eterna actualidad que se llama +inmortalidad, está la obra del pintor insigne, cuya gloria nada puede +temer de las discusiones. Pero entre el Arte que nos dice: «Esto ha +sido», y aun el que nos dice: «Esto es», y el Arte que nos dice, +visionario y profético: «Esto será», si los dos pueden ser igualmente +admirables como Arte, como obra social, ¿cuál será preferible? Sí; aun +hay otro más admirable y fecundo: el Arte todo voluntad, todo acción, +de la voz creadora, como voz de Dios, la que sabe y puede decir: +«¡Sea!» + + + + +XXIV + + +Ha sido un brillante torneo oratorio, más cañas que lanzas, la +contestación al Mensaje de la Corona. Como sucede tantas veces en estas +discusiones, los árboles no han dejado ver el bosque y las frondas y +floreos oratorios no han dejado oir la contestación al Mensaje, que, +siendo de lo que debía tratarse, es de lo que menos se ha tratado. + +El Gobierno ha podido decir en esta ocasión: «A salvo está el que +repica». Los tiros más certeros han pasado sobre su cabeza para ir á +caer sobre los conservadores. Sólo algún ligero achuchón ha menoscabado +su flor de azahar. Si los obispos, los rifeños y los huelguistas no se +alborotan demasiado durante las vacaciones, tenemos virginidad hasta la +reapertura del Parlamento. + + * * * * * + +Un corresponsal en Madrid del periódico parisiense _Comedia_, á +propósito de una velada musical celebrada en el Ateneo, en que, +según parece, se aplaudió mucho la música española y no tanto la +francesa, se lamenta de la creciente _galofobia_ de los españoles. Una +distinguida dama francesa me escribe quejándose de lo mismo; dice que +ha ido coleccionando en estos últimos tiempos infinidad de textos de +escritores españoles, patente muestra de nuestra animadversión hacia +los franceses. Tal vez sea muy voluminosa esa colección de recortes +_galófobos_; pero; ¡vamos! que si algún español se hubiera entretenido +en anotar y recortar textos franceses en que se nos ridiculiza, zahiere +y calumnia... sí que hubiera levantado un buen proceso. + +La imaginación de los franceses ve enemigos y espías por todas partes. + +No es para tanto nuestra supuesta _galofobia_. De esos mismos +escritores, citados por mi quejosa dama, podría yo recordar grandes +elogios y ditirambos de admiración por Francia y por los franceses. +Yo mismo he defendido el _Chantecler_, como verdadera obra de arte, +del injusto desprecio con que fué tratado por el público madrileño. Y +hay que convenir en que las más violentas y despreciativas críticas +vinieron de París. En más de una ocasión he defendido también á la +mujer francesa en general, y á la parisiense en particular, de las +calumnias de sus mismos novelistas y autores dramáticos. ¿Son también +_galófobos_? Sabido es que el batallador Brieux escribió _La francesa_ +para protestar contra esa falsa atmósfera creada á la mujer por una +literatura más literaria que verdadera. + +Cierto es que las censuras del extraño molestan más que las del +compatriota, pero no se dirá que aquí hemos llegado nunca á la +intervención enojosa ni á la invención sin fundamento. + +Por mucho que digamos, cronistas y escritores de costumbres, de los +extranjeros, más decimos de nosotros mismos. No podrá acusársenos +de parcialidad ni apasionamiento. Tal vez pequemos de exagerar +nuestros defectos y debilidades, y acaso demos con ello lugar á que +el extranjero los agrande y divulgue, por aquello de: «¡Cuando +ellos lo dicen!...» Por lo demás, censuremos á propios ó á extraños, +loca vanidad sería la del escritor que creyera en la eficacia de sus +censuras. Como dice Regnard--ya ve usted cómo conozco y admiro á sus +clásicos: + + En vain contre les moeurs la raison vous irrite; + Par quatre mechants vers, peut-etre déja dits, + Croyer vous changer l'homme et redresser Paris? + +Y quien dice París, dice el mundo entero. + + * * * * * + +Todos los años, al terminar el concurso para adjudicación de premios +en el Conservatorio de París, vuelve á plantearse la discusión sobre +las reformas necesarias, tanto en el sistema de enseñanza como en el +de concursos. Y de nuestro Conservatorio, ¿no podía decirse algo? +Nada entiendo de música y no seré tan atrevido para despeñarme por el +disparate libre, en cuanto á la enseñanza musical se refiere. Doctores, +licenciados, y aun bachilleres, tiene la Iglesia que sabrán solfear y +armonizar donde hiciere falta. + +Pero la enseñanza de la mal llamada--es decir, por desgracia, bien +llamada--declamación, no puede ser más deficiente. A gritos, más ó +menos declamatorios, está pidiendo una reforma. Cualquiera es buena; +desde la radical de la supresión, por inútil, hasta una nueva y +completa organización, con vistas á la utilidad y mejor aprovechamiento +del dinero; supongo que poco, pero hasta ahora mucho, por mal empleado. + +Bien sabemos que un Conservatorio, como ningún Centro docente, por +sabia que sea su organización, no es incubadora de genios, si falta +la primera materia en la calidad del huevo. Pero como el genio es ave +rara y él solo se basta para «levantarse, crecer, tocar las nubes», +hay que pensar--aparte de que al genio tampoco le sienta mal un poco +de disciplina y artificial cultura--en los talentos modestos, en las +medianías discretas, que de ser bien dirigidas á no serlo ó á serlo +viciosamente, puede ir la diferencia de la absoluta nulidad á una +perfecta imitación del mismo genio, con la ventaja de ser su talento +más reposado y consciente; condiciones de gran importancia en un arte +de interpretación como el arte escénico. + +¡El genio es tan peligroso en el teatro que yo me atrevería decir que +es temible! De los genios me libre Dios, que de los malos cómicos me +libraré yo. + +Ante todo, se impone la selección física. Por espiritualistas que +seamos, hay que atender á la belleza corporal. Nada de piernas cortas +y cabezas gordas, por mucha luz intelectual que las ilumine. Nada de +voces chillonas y gangosas, por mucho que prometan «hacernos de reir» +en grotescas farsas. Después, cultura general; más que cátedras, +conferencias variadas de literatura nacional y extranjera, de pintura, +escultura, elegancia social, etc. Después, práctica, práctica y +práctica. Nada de maestros actores, que sólo enseñan sus defectos y +amaneramientos; un buen director de escena, persona competente, de +buen gusto, y á estudiar y á representar obras. El teatro Español +como teatro de ensayo, donde los alumnos, en funciones populares, de +convite ó con rebaja de precios, representen obras del teatro antiguo y +moderno. + +Al estudio de nuestro teatro antiguo debe concedérsele la mayor +importancia. Nunca se estudiará bastante. Da grima ver que la mayor +parte de nuestros modernos actores no saben decir un verso con sentido +del ritmo; y como el ritmo es todo, en arte, en verso, en prosa, en +lo espiritual y en lo físico, sólo son capaces de decir chuladas y +vulgaridades. + +Ya sé que el ministro de Instrucción pública tiene asuntos más +importantes á que atender; pero yo sé que el Arte tiene en él un +enamorado. Si la política le permite algún descanso en este verano... +acuérdese de sus amores. + + + + +XXV + + +De plañideras y de Casandras de pan llevar han motejado conspicuos +conservadores á los espíritus compasivos que se permitieron llorar por +los muertos de la última campaña. Y no habían terminado de fulminar su +indignación contra los compasivos, cuando, á propósito del atentado de +que ha sido víctima su ilustre jefe, ¡ríanse ustedes de Casandra, de +Jeremías y de cuantos lloraron calamidades y profetizaron desdichas! +Esto demuestra que todos somos plañideros á nuestra hora y cuando +nos duele, y nada más fácil que hacer de héroe impasible cuando los +almendrazos no son en nuestro barrio. + + * * * * * + +El Estado sólo tiene un nombre terrible y amenazador para estos +pueblos: el Fisco. Faltan carreteras y caminos vecinales, faltan +escuelas, falta higiene, falta policía; pero el Estado exige siempre: +es la quinta, es la contribución con sus apremios y sus embargos y la +miseria y la ruina... + +Llega el Fisco implacable á coronar el trabajo de la penosa +recolección. El que nada dejó, se lo lleva todo. ¿Llamaremos también +á estas madres, llorosas por el pan de sus hijos, Casandras de pan +llevar? Por fortuna, aquí no amenazan... todavía. Pagan, como trabajan +y como viven, resignados. Hasta la fuerza necesaria para cobrar lo +debido le es barata al Estado. + + * * * * * + +Nos asustamos una vez al año de lo que sucede siempre sin que nadie se +asuste ni lo advierta. Los buenos burgueses disfrutan de su veraneo +protegidos por los mausers. Los fusiles protectores y la protesta +amenazadora están ahora á la vista y frente á frente. Pero ¿es nunca +otra cosa? Ese el estado natural y permanente de esta sociedad humana. +Por suerte de los buenos burgueses, la carlanca basta para que unos +cuantos lobos desconozcan á sus semejantes y se crean perros al +servicio del amo. ¿Qué piden los huelguistas? Gollerías, de seguro; +puede que hasta quieran veranear. + +El Estado permanece neutral, no cruzado de brazos, sino armas al brazo, +que es una neutralidad especial. Su papel no es muy airoso. Me recuerda +á un filosófico sereno que, presenciando á altas horas de la noche una +acalorada disputa entre una Venus y un Marte, por no sé qué tratos y +contratos amorosos, sólo les aconsejaba paternalmente á la luz del +farol colgante de su chuzo: «¡Arreglarsus, chicos, arreglarsus!» + + * * * * * + +Emilio del Villar, desde las columnas de _Nuevo Mundo_ clama una vez +más--esperemos que no siempre sea en vano--contra lo que pudiéramos +llamar obstáculos tradicionales de nuestra Biblioteca Nacional. +Defendida como fortaleza contra los naturales ataques del ansia de +cultura y el deseo de ilustración, el denodado asaltante es tratado +como enemigo, sin consideración alguna. Hay que terminar de una vez con +tanta rutina y tanta corruptela. ¿Qué significa eso, en pleno siglo +XX, de dividir las obras en obras de estudio y en obras literarias? ¿Y +el ocultar los índices, como nefando secreto, y las malas caras y los +peores modales?... + +Ahí tiene ancho y fácil campo donde laborar el ministro de Instrucción +pública, con aplauso de todos y sin gravar el presupuesto. Las buenas +maneras van baratas. Y ahora que una Sociedad bienhechora nos abarata +la luz, ¿no será hora de que la Biblioteca esté abierta por la noche? +Más se conseguiría con esto, en bien de la cultura y de las costumbres, +que con la creación del Teatro Nacional, por ejemplo. Pero modernícese +esa Biblioteca; sea un verdadero salón de lectura á la moderna: con +periódicos, revistas; todo asequible, todo fácil... + +¿Falta personal y al existente sería injusto pedirle más horas de +trabajo? Yo sé de muchos señoritos, tan intelectuales como desocupados +y aburridos, que con mucho gusto prestarían servicio voluntario, con +el mayor gusto y no menor inteligencia. No es menos glorioso ser +soldado de un ejército de paz y de cultura, que serlo en el campo de +batalla. + +Son tantos los jóvenes de todas las clases sociales á los que oigo +lamentarse de continuo: «¡Si la Biblioteca estuviera abierta por las +noches!» ¿Será más difícil que abrir un nuevo _cine_? + + * * * * * + +Estamos de una castidad escandalosa. ¡Si todo fuera virtud y no falta +de dinero! Nada menos que ola hay quien llama á la docena de novelas, +algo subidas de tono, que se publica por término medio un año con otro. +No es para tanto, y hay que confesar que, hasta ahora, la ciénaga +es muy vadeable. Como sucede siempre, los mejores propagandistas +del género son los escandalizados, que vienen á ser los verdaderos +escandalizadores. Lo malo es que hay quien no distingue y confunde las +obras esencialmente pornográficas con otras muy estimables en que la +pornografía es sólo un accidente artístico y necesario. + +Con la reputación de las novelas modernas es imposible acompañarse de +ellas para lectura de viaje, de playa ó balneario. Y es lástima; porque +no hay nada como un libro para iniciar una conversación, y con una de +estas novelas siempre hay tema indicado. + +Las preferencias literarias, cuando son sinceras, y cuando no lo +son, doblemente, nos abren de par en par á nuestro interlocutor ó +interlocutora. Con una viajera que haya leído ciertos libros, se puede +hablar de todo. Si ha leído los de Felipe Trigo... pues no hay más que +hablar. Si ha leído á Gabriel D'Annunzio... más vale callarse; ella se +lo dirá todo. Desconfiad de las señoritas que leen la «Biblioteca Rosa» +en público; son las mismas que tienen empezada una labor desde hace +cinco años y sólo dan puntada cuando hay visita de novio probable. + +¡Ah! Cuando regaléis un libro á una joven, que sea un libro que pueda +interesar á su mamá ó á su institutriz. + + + + +XXVI + + +El espíritu público es infantilmente novelero; agradece cuanto le +divierte, le conmueve, le apasiona y hasta le atemoriza por unos días; +pero no conviene pretender usufructuar su atención durante mucho +tiempo. Hay que evitar la frase desdeñosa, muestra inequívoca de su +desvío: «¡Ya es una lata!» Todo esfuerzo para reconquistar después la +atención es en vano. Aun los espíritus que se juzgan más inquietos +tienden á la quietud y, más que los accidentes que alteran la monotonía +de su vida, agradecen esa misma monotonía, que justifica mejor sus +lamentaciones, por verse obligados á soportar una vida sin accidentes y +sin inquietudes. + +Los huelguistas de Bilbao no han tenido en cuenta, al ejercitar su +propia resistencia, la escasa resistencia de la atención pública. +¿Es que no se iba á hablar de otra cosa durante el verano? Es mucha +pretensión. Por el pudor de los contrastes, teníamos olvidada á la +mejor sociedad que veranea y luce por esas playas sin otra esperanza de +mejor recompensa que nuestra envidiosa admiración. Dejen, dejen ya los +huelguistas su triste papel de aguafiestas ó acabarán por perder hasta +la simpatía de los más sentimentales. Las bellas y elegantes damas +ya no dirán: «¡Pobre gente!», los gobernantes empezarán á juzgaros +como perturbadores, el honrado comercio os culpará de sus pérdidas, +molestaréis á los buenos aficionados á toros. Recordad la frase de +Shakespeare: «¡Qué hermoso es tener las fuerzas de un coloso y no usar +de ellas!» Vosotros diréis que, por ahora, son los patronos los que +tienen esa fuerza y ellos son los que mejor pueden aplicarse la frase. + + * * * * * + +El verano es la estación de los milagros financieros más sorprendentes, +por venir después de los milagros del invierno, ya bastante +incomprensibles. No es extraño que viaje mucha gente; pero ¡alguna!, +¡tanta! ¿No podrían hacer el favor de comunicarnos el secreto, como +esos filántropos que ofrecen un remedio maravilloso con sólo enviar un +sello para la contestación? ¿De dónde saca el dinero mucha gente? El +viajar cuesta cada día más caro; los multimillonarios americanos, al +desperdigarse por este viejo mundo, han vuelto locos á los hosteleros, +alquiladores de coches, sastres, modistas, joyeros y toda clase de +comerciantes en frivolidades. Regiones tranquilas, como la pastoral +Suiza, famosa antes por sus razonables precios, se han puesto, con +la invasión de los _dollars_, por las cumbres de sus montañas. De +Francia, de Inglaterra, de Bélgica, no hablemos. En los hoteles todo +es extraordinario; en los trenes, lo mismo; en los espectáculos, no se +diga; en cualquier barraca más ó menos decorada con los sonoros títulos +de _Kursaal_, _Music-Hall_, _Luna-Park_, etcétera, cuesta la entrada +tanto como costaba en otros tiempos oir á la Patti ó la Lind; eso la +entrada, que, después, entre guardarropa, programa, propina por aquí +y socaliñas por todas partes, con sacar dinero durante el espectáculo +no hay tiempo ni manos para aplaudir, por mucho que nos complazca. Y +donde no han llegado los americanos, los presienten. Han llegado los +automovilistas, que es lo mismo para los efectos de ir soltando dinero +con bocina. ¿Dónde están ya aquellas Arcadias veraniegas que hicieron +las delicias de nuestros abuelos y adonde llegaban los aldeanos, +como los pastorcillos de Belén, á ofrecer al forastero toda clase de +caza y pesca, huevos y laticinios, frutas y hortalizas, por lo que +tuvieran voluntad ó algo menos? Verdad es que entonces sólo veraneaban +las gentes en mediana posición. Los ricos se recogían en sus fincas +de campo ó casas solariegas... Pero ahora los que viajan y corretean +por el mundo son los que no tienen mucho dinero y los que no tienen +dos pesetas, que, naturalmente, son los que dan menos importancia al +dinero. Así lo han puesto todo imposible para las personas modestas. +Ya es triste vivir; pero viajar sólo con lo preciso, es verdaderamente +vergonzoso. ¡Eche usted lujo! Menos mal que, si por cada dos familias +hay una que se arruina, por cada tres hay algún miembro dedicado á la +usura, que, después, por combinaciones de herencias ó de matrimonios, +vuelve á hacer la felicidad de dos familias. En el mundo no se pierde +nada. Donde se hunde una casa suele levantarse una manzana. Es toda la +amable filosofía de muchos veraneos incomprensibles. + + + + +XXVII + + +Nunca ha justificado una Exposición su nombre como la de Bruselas. +¡Vaya si ha sido exposición! Era lo único que necesitaban las +Exposiciones para acabar de desacreditarse. Los que de cualquier suceso +casual deducen rotundas afirmaciones, no dejarán de categorizar toda +Exposición entre los grandes peligros. ¡No más Exposiciones! Siempre +nos sucede lo mismo, ahora que andamos en Madrid preparando una, al +cabo de los años. Los mayores progresos son atrasos cuando llegan á +nosotros. ¡Es mucho sino! Implantamos instituciones, leyes y reformas +cuando están desacreditadas por esos mundos. Venimos á ser las Américas +de Europa--en el mal sentido de la palabra Américas.--Verán ustedes; +ahora que hemos dado en irreligiosos, es cuando la religión está más á +la moda en todas partes. En los Estados Unidos se hace gran consumo; +en algo se ha de conocer el dinero. Con eso y con que el mejor día +empiecen á encargar Comunidades desde el Japón como antes encargaban +acorazados... Y es que no debe desecharse nada; todo debe conservarse, +como los sombreros de copa; las modas vuelven cuando menos se piensa. +¿Creen ustedes que no volveremos á ver miriñaques? + +Algo significativo es que el incendio de Bruselas haya respetado la +instalación de España. El fuego no es rencoroso. ¡Buena ocasión para +haberse vengado de las muchas hogueras por nosotros encendidas en +Flandes! Hogueras con las que pretendimos prolongar el ocaso del sol, +que se ocultaba ya para España en aquellos dominios... En Flandes se ha +puesto el sol. ¿No es verdad, amigo Marquina? Pero antes ¡cómo pusimos +nosotros á Flandes! + +Ahora ha sido la electricidad el Felipe II. La civilización es también +un gran tirano. Ello es que los buenos flamencos, por no perderlo todo, +se aprestan á reedificar lo destruído; y, si no les fuera posible, ya +ponderan como gran atractivo la contemplación de las ruinas. Acaso +tengan razón. ¡De tantas cosas, lo mejor es las ruinas! Sólo que las +ruinas de los edificios modernos suelen llamarse escombros. Para ser +admirado como ruina hay que haber tenido vida durante mucho tiempo. +Esta consideración es de mucho consuelo para algunas naciones y para +muchas señoras. + + * * * * * + +Entre los chismes teatrales, precursores de toda temporada cómica, +el más sabroso es, sin duda alguna, el referente á la rescisión del +contrato del teatro Español, solicitada por varios concejales y fundada +en supuesto incumplimiento de algunas bases. Muy loable es el celo del +Municipio en esta ocasión, y no me atrevo á calificarlo de excepcional +porque supongo le aplicará con el mismo rigor á todos sus contratistas. +Pero en este asunto del teatro Español no parece que las raspaduras +al contrato hayan sido de tanta monta en la temporada última como en +otras de mangas y capirotes, con mensaje final de gracias y todo, de +parte del Ayuntamiento complacido. ¿Qué puede decirse? ¿Que las obras +del teatro antiguo no fueron presentadas tal y como se escribieron? +¿Tanta prisa corre desacreditarlas? ¿Que no todas las obras clásicas +representadas fueron precedidas de una conferencia, como se había +ofrecido? Y ¿para qué vamos á engañarnos? Eso de las conferencias es +molestar á los vivos sin honrar gran cosa á los muertos. Lo cierto es +que la temporada, contra los pronósticos de muchos, fué provechosa +y brillante. Téngase en cuenta que el teatro fué adjudicado con +sólo un mes de anticipación á su apertura; cualquier falta sería +muy disculpable en esas condiciones. Fueron estrenadas obras muy +estimables, decorosamente presentadas; entre ellas, _Casandra_, con +la que no se hubiera atrevido ninguna otra empresa de las de abono +aristocrático. Bueno fuera que, después del gran servicio prestado á la +causa democrática con las representaciones de dicha obra, pudiera decir +la empresa, con un Ayuntamiento tan republicano y tan socialista, que +así paga el diablo á quien bien le sirve. Fueron también representadas +obras de autores jóvenes, como López Pinillos y los hermanos Cuevas; +Borras obtuvo grandes triunfos en obras de muy distintos géneros. ¿Qué +más puede pedirse? Mi opinión no puede ser más apasionada. Ni allí +estrené obras, ni he de estrenarlas en esta temporada, ni la compañía +cuenta con muchas obras mías en su repertorio. Pero bien está San +Pedro en Roma--con Merry y todo,--y bien están la Cobeña y Oliver en +el Español mientras más desapasionada. Ni allí estrené obras, ni he +de estrenarlas esta temporada, ni la empresario dispuesto á realizar +maravillas de arte, dígase con franqueza y rómpase el contrato, sin +buscar más pretexto ni fundamento que la municipalísima gana. Pero si +no es así, y cuando apenas falta un mes para comenzar la temporada, +deben moderarse los impacientes y templarse los rigurosos. + +Y aunque en algo se hubiera faltado al contrato, recuerde el Municipio, +al tratar con sus contratistas, las sentidas palabras que pronuncian +los reyes en el indulto del Viernes Santo, y digan parafraseándolos: +«¡Los perdono para que Madrid me perdone!» + + * * * * * + +El correo nuestro de cada día nos trae ruegos y peticiones--diríase el +conde de Casa Valencia en el Senado.--Diga usted esto, hable usted lo +otro, proponga usted lo de más allá... No, mis amables sugeridores; +es muy desagradable el papel de soplón y «acusica», y no es cosa +tampoco de que el cronista ande hecho siempre un guardia de policía +urbana. En España todo se espera y para todo se confía en el Gobierno +y en la Prensa, sin perjuicio de achacar á uno y otra, según sopla +el viento, la culpa de todos los males. Con el sufragio universal +y el voto obligatorio, todos tenemos nuestros diputados y nuestros +ediles á quien dirigir peticiones y quejas. Sin contar con que todos +tenemos en la lengua un rotativo de tirada ilimitada. Esto de servir de +libro de reclamaciones sólo ocasiona disgustos y antipatías. Además, +cuando cree uno haber complacido á la generalidad, haciéndose eco +de sus pretensiones, como estamos en época de espíritus originales y +hay que distinguirse á todo trance, saltan en seguida los ofendidos +en su originalidad. Quéjanse unos vecinos de que en su calle hay un +charco, foco de infecciones; y cuando se consigue llamar la atención á +quien corresponde para que desaparezca el charco, no falta un vecino +que salga protestando; porque, miren ustedes por dónde, aquel charco +era todo su encanto y, como dice la copla, el espejito en que él se +miraba. Y en todo, por este orden. Ya ven ustedes: ahora resulta que +la Biblioteca Nacional era un modelo de organización y es gana de +chinchorrear el proponer mejoras. Por mi parte todo está bien. Así como +así, entre personas, animales y cosas, harán docena y media las que +me interesan particularmente. ¡Y comparándome con la mayoría de las +gentes, me tengo por altruísta! + + + + +XXVIII + + +Es peligroso entregar juguetes á los hombres. Los chicos se contentan +con destrozar el juguete, manifestándose como grandes protectores de +la industria y del comercio. Pero los hombres sólo gozan pensando en +lo que podrán destrozar con el nuevo juguete.--Ahí tenéis un nuevo +explosivo--se les dice--para que voléis montañas que separan á unos +pueblos de otros y podáis comunicaros y relacionaros con ellos más +fácilmente... Y para volar edificios y pueblos enteros--responden y +piensan.--Ahí tenéis el automóvil: utilidad, ilustración, higiene +y recreo. Y emocionante peligro y satisfacción de la vanidad y +atropellos, y caiga el que caiga.--Ahí tenéis el aeroplano, el más +glorioso triunfo del hombre sobre la materia. ¡Qué servicios puede +prestar á la civilización y al progreso! ¡Y sobre todo en la guerra! +¡Podremos aniquilar ejércitos enteros; seremos invencibles! + +Si, ante la armoniosa serenidad de la Naturaleza, pensaba el poeta +Wordsworth tristemente en lo que el hombre ha hecho del hombre, con +más razón puede pensarse ante cada una de estas conquistas de su +inteligencia, que debieran significar amor y significan odio. Las +aclamaciones de Francia á la gloria de sus aeronautas no son un saludo +á la Humanidad, ofrecimiento de la buena nueva; son un reto á Alemania. +Para satisfacción del orgullo de raza no les basta con la revancha +espiritual; es preciso la material revancha. Nada vale el aeroplano +si no es símbolo del águila imperial, invencible y amenazadora, sobre +los aires. Los alemanes pondrán toda su inteligencia en lograr nuevas +perfecciones en los aeroplanos. El odio también es fecundo. Y, por el +afán de conquistar la tierra, llegaremos á la conquista definitiva del +cielo. ¿No es esta toda la historia de la Humanidad? + + * * * * * + +Cristóbal de Castro se lamenta y nos culpa porque entre tantos +escritores españoles como hemos visitado la República Argentina +no hallamos logrado obtener lo que monsieur Clemenceau en una sola +visita: un tratado de propiedad literaria con aquella República. Supone +Cristóbal de Castro que hemos sido unos egoístas, más atentos al +lucimiento y al provecho propios que á la general conveniencia. Conste +que sólo me creo aludido por haber estado en Buenos Aires, no por +alturas de dramaturgo que el Sr. Castro compara con las del Himalaya. +No; por mi parte, Cerrillo de los Angeles, y gracias. Nuestra pobre +tierra no consiente mayores alturas; y si alguien pretendiera locamente +levantarse hasta ellas, no tardarían en hacerle polvo; y como, al fin, +en eso hemos de parar todos--_Pulvis eris_, etcétera,--¿qué más da un +poco antes que un poco después? + +No tiene en cuenta Cristóbal de Castro que nuestra misma condición +de interesados nos obliga á no parecerlo. Monsieur Clemenceau, que +podrá ser escritor insignificante, pero que tiene gran significación +política--y no todo ha de ser literatura en el mundo,--podía con mayor +desinterés particular entablar esas negociaciones. Además, todos +sabemos, aunque nos pese, que un político goza de mayor prestigio +entre los políticos que un escritor, por grande que sea. Yo de mí +sé decir que ni saludé al presidente de la República, ni traté con +ministros, ni lo procuré tampoco. Fuí de viajero, no todo lo ignorado +que yo hubiera querido para volver ignorando menos. Así y todo, vi lo +bastante para no quedar muy ilusionado con las ventajas de un tratado +de propiedad literaria. No es aquello la mina inexplotada que muchos +creen. Poco se lee en España, pero allí se lee menos. Existe, como en +todas partes, el núcleo intelectual al corriente de lo más «nuevo», no +siempre lo más interesante, que se publica. Hay afán--no es lo mismo +que amor--por la cultura. Una cultura sin agrado, por aquello de «hay +que saber»; no porque gocemos con saber. Pero público, lo que se llama +público de lectores... En primer lugar, hay poca gente desocupada, +desde las señoras y señoritas que leen novelas francesas, inglesas: +las inglesas para imponerse en el idioma; las francesas porque... +¡cómo ha de ser! son más entretenidas para el que lee por distraerse +que ningunas otras. De lo español se lee... lo que debe leerse, ni +más ni menos. Hay que convenir en que libros muy interesantes para +nosotros, á pesar de su mérito no pueden interesar allí en absoluto. No +es culpa de los autores; es culpa del ambiente. En cuanto á ediciones +de libros españoles publicados allí, se ha exagerado mucho. Saldrían +más caros. Con decir que la mayor parte de los autores argentinos +edita sus libros en París ó en Madrid... Algo más podía venderse, +desde luego, con una activa propaganda por parte de nuestros editores; +pero con tratados ó sin ellos, sería lo mismo. Por lo que al teatro +se refiere... ¡ay! tampoco es la tierra de promisión. Alguna obra de +género chico llega á un crecido número de representaciones--nunca +tanto como en Madrid.--En cuanto á las obras grandes, con excepción +de alguna de autor nacional, como las de Laferrere, con su media +docena de representaciones van muy bien servidas. El Odeón, en donde +representan María Guerrero y Fernando Díaz de Mendoza, vive del abono +aristocrático en los días de moda. En los días quebrados hay sus +medias entradas y sus vacíos, como en cualquier teatro de por acá. +Los demás teatros están á precios reducidos: tres pesos, dos pesos la +butaca. Y como el peso, aunque suene á duro, representa allí lo que +nuestra peseta, resulta que el teatro es allí más barato que en España. +Todos conocemos á los empresarios y actores que se han hecho ricos +por aquellas tierras. La compañía de Serrador representa todas las +obras extranjeras, sobre todo francesas, estrenadas. Es la compañía de +más extenso repertorio. Las traducciones se pagan á tanto alzado, y, +naturalmente, no se pagan derechos de traducción. Con el tratado con +Francia... no se representarán tantas obras francesas, y eso iremos +ganando... espiritualmente. Bien estaría el tratado... por decoro suyo, +más que para provecho nuestro. A los políticos corresponde negociarlo. +A los escritores nos sienta muy bien el desprendimiento de los bienes +terrenales. + + * * * * * + +Del veraneo.--En el Casino: + +--Oye: ¿tú sabes quien es esa rubia que va todas las noches con ese +extranjero? + +--No sé; pero me la encuentro en todas partes. El año pasado, en Niza, +con un ruso; después, en París, con un americano; luego, en Ostende, +con un turco. En Biarritz con un inglés, y aquí con este que parece +alemán... Debe ser mujer de historia. + +--Y de Geografía, por lo visto. + + * * * * * + +En la sala de recreo.--Entre dos amigos: + +--Toda la noche estoy perdiendo. No acierto una. (Galante.) Voy á hacer +el juego de esta señorita, que tiene mucha suerte. + +El amigo (aparte).--Se va á enfadar el señor de enfrente. + +--¿Por qué? + +--Porque el verdadero juego de esta señorita es... «timarse» con él +toda la noche. + + + + +XXIX + + +Si en la mesa y en el juego es donde mejor se conoce, según dicen, la +educación de las personas, en las calamidades es donde mejor se revela +la cultura de un pueblo. Los aldeanos de Rusia y de Italia que, ante la +invasión del cólera, renuevan episodios de las más terribles pestes de +la Edad Media, con sus terrores, sus supersticiones, su desconfianza en +la ciencia y su fe en cualquier brujería, nos dicen claramente que hay +en las naciones modernas, aunque los salven trenes y automóviles, menos +kilómetros de distancia de la civilización á la barbarie que siglos +en la historia de la humanidad. Unas horas de camino valen por muchos +libros de historia. Sin andar mucho, no es difícil encontrarse todavía +con el hombre de las cavernas. Cuando el cantor de la civilización +está más ilusionado, creyendo que ya sólo es cuestión de expulsar á +los frailes y, dos ó tres pasitos más por este orden, para llegar á +la reconquista del Paraíso terrenal... ¡cataplum! por donde menos se +piensa, un retroceso al salvajismo, que si no destruye de golpe, deja +por lo menos tambaleándose lo mejor de nuestras ilusiones. + +Y es que estas epidemias, como tienen su origen en regiones +incivilizadas, no sólo se traen para acá el microbio de la enfermedad, +sino el de la barbarie, que aun prende más pronto. Aquí bien puede +decirse: «Bien vengas mal si vienes solo.» Mejor será que no venga ni +solo ni acompañado; pero, si como es de temer, aunque no sea más que +por molestar al Gobierno, como epidemia reaccionaria, nos desfavorece +con su visita, ¿qué se traerá esta vez por lo de asiático, á más de lo +que se traiga por lo de morbo? + +¿Cómo saldremos del examen? Porque algo de examinador tiene el señor +cólera. El llega á un punto, se asoma con cierta respetuosa timidez +primero; pregunta: «¿Cómo están ustedes de higiene, cultura, valor +cívico y doméstico, etc., etc?... ¿Medianamente? ¡Vaya! Como en mi +última visita; no han adelantado ustedes nada. Habrá que darles otro +repasito. La letra con sangre entra...» La verdad es que lo mejor +que tenemos en material de sanidad á él hay que agradecérselo y á la +solicitud de sus visitas. El día en que, al asomarse por Europa y al +enunciar su preguntita, le respondan de todas partes la cultura, la +higiene, la confianza de todos con un: «Vea usted, amigo, si hemos +aprovechado sus lecciones», habrán terminado sus visitas. + + * * * * * + +Al Emperador de Alemania le ha aprovechado por poco tiempo la última y +sonada reprimenda de su canciller, por irse de la lengua con deplorable +facilidad. Otra vez ha vuelto á ponerse la imperial corona por montera, +y terciadita á lo jaque, para decir á sus asombrados súbditos que á +nadie tiene que agradecerle nada, más que á Dios, que, en sus altos +designios, le ciñó la corona. De suerte que no le vengan con leyes +constitucionales, discusiones parlamentarias, ni oposición á sus +proyectos; que él ha de seguir impertérrito la senda trazada por la +Providencia, toda de cañones y fusiles. Bien está ¡oh, sir!; pero el +último de nuestros súbditos tiene también su montera que ponerse por +corona y las mismas razones para creer en su misión providencial. + +¿Es que sólo los emperadores traen misión á este mundo? Como le decía +el labriego del Toboso á Don Quijote, cuando éste le preguntaba por la +princesa de aquel lugar: «Yo no sé de ninguna princesa; señoras sí hay, +y muy principales, que cada una puede ser princesa en su casa». ¿Quién +no puede ser emperador en la suya? Y si cada uno diera en sentirse +inspirado por la Providencia para obrar como le conviniere, ¡malo iba +á ser el gobernar con tantas misiones providenciales! Además, como los +teólogos están conformes en admitir que hay voces del diablo que pueden +tomarse por voz de Dios, en la duda bueno es atenerse á las leyes +humanas; que, por mucho que el demonio quiera enredar en ellas, nunca +enredará tanto como en la voluntad soberana de un emperador, por muy +providencial que sea. ¡Dios sobre todo, pero la Constitución al quite! + + * * * * * + +Mauricio Maeterlink, en el prólogo de unos _Cuentos y leyendas_ de su +amigo Jorge Maurevert, asegura la bondad del libro por haberlo sometido +á la «prueba del jardín». Esta prueba consiste en leer á pleno sol y en +pleno aire; «á la implacable luz de una espléndida primavera», dice M. +Maeterlink. Y añade: «Esta prueba es siempre decisiva para un libro, y +muchas veces más dolorosa y desconcertadora que las pruebas del agua +y del fuego de los antiguos torturadores. Pocos libros la resisten, +y yo no me atrevo á someter á ella más que los versos ó la prosa que +desde las primeras líneas me han inspirado confianza. ¿Para qué hacer +padecer á un pobre libro que, aun con no ser muy bueno, es siempre una +obra de buena voluntad?» ¡Ay, y qué bien dice M. Maeterlink! La prueba +del jardín es terrible. ¿Ha probado M. Maeterlink con sus obras? +Yo sí: con su _Aglavanne y Selysette_. Y el jardín no era un jardín +urbanamente cultivado; era un jardín rústico, rodeado de un campo de +trabajo y de pena. La prueba se agravaba. Como en una Exposición de +pinturas basta la proximidad de una planta cualquiera para destruir el +efecto del paisaje mejor pintado, pocas obras literarias resisten el +contacto directo con la Naturaleza. Son obras cerebrales y necesitan +ir de cerebro á cerebro, sin airearse al pasar, como plantas delicadas +de invernadero. Libros que en la ciudad, en aquella vida artificiosa, +parecen la misma vida, en el campo no son más que flores de trapo. ¡La +vida es tan sencilla! Lo que ella pone es lo que no envejece nunca en +la obra de arte... Lo demás... es literatura, como dijo Verlaine. Yo +no aconsejaría á M. Maeterlink que sometiera sus obras á la prueba del +jardín, excelente para las obras de los amigos. + + * * * * * + +Estamos á primeros de Septiembre y nada se sabe del arrendamiento del +teatro Español. Y siempre lo mismo. La temporada debe dar comienzo +en Octubre. En tan poco tiempo, ¿cómo puede formarse una compañía +aceptable, ni cómo preparar obras ni organizar un plan de trabajo? +¿Qué razón tendrá después para quejarse el Ayuntamiento si el contrato +no se cumple como es debido? ¿No habrá llegado la hora ó de cedérselo +al Estado para ensayar el Teatro Nacional, ó de arrendarlo buenamente +como un teatro cualquiera, donde la empresa, con pagar puntualmente +su arrendamiento, puede hacer lo que mejor le acomode? Por muchas +vueltas que quieran darle, por lo menos hasta la fundación de un Teatro +Nacional, el verdadero teatro Español será, por ahora, el teatro de +la Princesa, y donde estén María Guerrero y Fernando Díaz de Mendoza +estará la cabecera. Del teatro Español podía hacerse un teatro popular, +con una compañía modesta y bien dirigida, que permitiera baratura en +los precios; un teatro de ensayo para autores y actores jóvenes. Lo que +no puede ser es adjudicarle de prisa y corriendo quince días antes de +la apertura y pedir que sea una Comedia Francesa. En esas condiciones +en la temporada pasada se hicieron milagros, y ya hemos visto cómo han +sido agradecidos. Tan agradecidos por parte del Ayuntamiento como ésta +y otras defensas por parte de la empresa. ¡Son tan interesadas, que no +hay para qué agradecerlas! + + + + +XXX + + +No sería malo que en los dramas de la vida, como en los del teatro, +pudiera alguno de los actores dirigirse al público, como era uso y +costumbre, para suplicarle que reservara su juicio hasta el final de la +obra. Con la diferencia de que la vida, en sus dramas y en sus novelas, +lo primero que nos ofrece es el desenlace, y, al contrario que en el +teatro y en los folletines, el interés no está en saber cómo acabará +aquello, sino en cómo habrá empezado. La solución es el principio del +problema. Los antecedentes es lo que importa. Pero si el que más y +el que menos, uno por uno, somos todo curvas, en cuanto nos reunimos +como espectadores no entendemos más que de rectas. Para bueno ó para +malo, el público sólo comprende los caracteres de una pieza, como suele +decirse, que respondan á una lógica teatral y novelesca. Pero ¡ay! +que la lógica de la vida, en su aparente complicación, es mucho más +sencilla. Los locos y los héroes saben solamente de líneas rectas. +Los demás vamos serpenteando por caminos de luz unas veces, de sombra +otras; el que parecía más obscurecido, resplandece de pronto; el que +iba como vestido de sol, se pierde en la sombra. Y todo sin pizca de +lógica. Esa lógica que necesitamos para explicarnos satisfactoriamente +las acciones... de los demás. Pero ¡ay tantas lógicas! Los maridos +calderonianos matan, celosos de su honor. Seguros de la virtud de su +esposa, les basta con que alguien pueda poner sospecha en ella, para +condenarla á muerte. A Otelo, más humano, nada le importaría que todos +sus soldados hubieran compartido el lecho de Desdémona, con tal de no +saberlo. Es celoso por amor, y por amor mata. Hoy comprendemos mejor al +moro de Venecia que al médico de su honra. La solidaridad del honor en +el matrimonio y en la familia ha pasado á la historia, si es que alguna +vez pasó de la poesía. + +En aquella misma época, los escritores satíricos, más inspirados +siempre en la realidad, nos muestran claramente que no todos los +maridos eran médicos de su honra. Hoy nadie pone en duda que se pueda +ser un perfecto caballero aunque se haya tenido la desgracia de casarse +con una loca. Queda sólo la pasión de los celos como justificante +de cualquier arrebato sanguinario. Y en esto el buen público es +intransigente: pide unos celos... de _una vez_, sin blanduras, sin +desfallecimientos, sin vacilaciones. No sabe comprender que el corazón +se subleva en una hora contra lo que toleró muchos años; que se mata, +se perdona, que se insulta y se besa... ¡Pobre corazón humano, sometido +á esa lógica de espectador de teatro! + +Ya se sabe que el público sólo juzga por sentimiento. Ni sería el más +noble el de la ociosa curiosidad, si no llevara envuelto, aunque en +menor grado, el de la justicia. Pero á éste, único respetable, sólo +la justicia puede dar satisfacción cumplida. ¿Será mucho pedir al +respetable público que suspenda su fallo hasta que la justicia dé el +suyo? + +Los supersticiosos no dejarán de apuntarse un tanto á su favor. Tres +lidiadores del mismo nombre han sucumbido en las plazas; dos de ellos +en circunstancias muy parecidas. Extraño es que la gente de coleta, +que por más insignificantes agüeros suele preocuparse, no haya temido +la fatalidad de ese nombre: Pepete. Verdad es que por si solo ya es +un cartel. El torero que quiera llenar las plazas, no tiene más que +atreverse nuevamente con el nombre fatídico. Un Pepete y seis Miuras, +y á robar el dinero. Piénsenlo bien los postergados. Aunque más de uno +ya lo habrá pensado á estas horas, recordando la filosófica sentencia: +«Más cornadas da el hambre». Añádase á esto la emoción de quebrar +juego, tan saboreada por los jugadores. Si es verdad que á la tercera +va la vencida, ese nombre puede ser una seguridad. ¡A él, valientes! +Ya veis lo que dicen los buenos aficionados. La corrida de Murcia se +recordará siempre como un acontecimiento. Corridas así son las que +sostienen el fuego sagrado de la afición durante muchos años. Harán +bien las señoras católicas en no protestar contra ese espectáculo, +como contra la política del actual Gobierno. El clericalismo, los +toros, tienen intereses comunes. Vienen de lo mismo. + + * * * * * + +Escritores distinguidos lamentan, con sentidas razones, la decadencia +de la literatura en el periodismo. ¿En el periodismo? Y en todas +partes. La literatura está llamada á desaparecer, si Apolo (no el +teatro) no lo remedia. El público tiene sus buenos dientes, y hasta +sus colmillos bien retorcidos, y no necesita para nada de masticadores +artificiales, que es lo que venimos á ser los literatos en resumidas +cuentas. Ni siquiera nos consiente como cocineros, para aliñarle la +realidad con un poco de fantasía. El se lo guisa y él se lo come, como +Juan Palomo. Ha aprendido, se lo figura, por lo menos, á pensar por +sí mismo, y no tolera que nadie se le imponga. Así, en el periódico, +sólo quiere hechos, hechos como aquel maestro de Dickens. Informaciones +escuetas, sin comentarios; noticias, telegramas... Ya lo comentará +todo en el café ó en casa. Aceptemos la realidad, seamos modestos y +agradezcamos todavía que nos consientan ir viviendo. Por mí sé decir +que me avergüenza el dinero que cobro de la literatura. Quisiera ser +muy rico algún día, para descargar mi conciencia devolviéndolo todo +religiosamente. Sólo vale dinero lo que produce, á su vez, algún +dinero. Y ¿qué produce la literatura? El periódico no se vende más +por ella. El periódico... es él, es su nombre, sus informaciones, sus +noticias, sus anuncios. ¿Qué supone para su venta y su ganancia una +firma más ó menos? Es la firma la que goza del prestigio del periódico, +no al contrario. Pruebe el escritor que se juzgue más leído á cambiar +de sitio. + +Lo mismo en el teatro: el teatro es la noche, el abono, las actrices +bellas y bien vestidas, los actores favoritos del público. ¿Qué +significa la obra? Un poco más ó un poco menos de literatura. Pruebe +también el autor que se crea más estimado por sí propio á cambiar de +teatro. En la Princesa, por ejemplo, todas las obras son lo mismo. +¿Qué más da una que otra? Hay que salir un poco de los Círculos +literarios, en donde á fuerza de despellejarnos parece que tenemos +alguna importancia, para comprender lo poco que significamos. No hay +vanidad que resista á una de estas enérgicas curaciones al aire libre. +La vida moderna funciona por una poderosa maquinaria para la que +cualquier obrero es bueno. Vamos al socialismo más de prisa de lo que +parece. El mundo será una gran máquina productora de felicidad social. +¡Hermosa máquina! + +Andará sola. Los hombres se habrán muerto todos de hambre ó de +fastidio. + + + + +XXXI + + +Cuando el doctor Lombroso, en los buenos tiempos de su escuela +antropológica, se propuso demostrar que todo hombre de talento--de +genio decía él--tenía sus buenas puntas y collar de loco, no había +detalle insignificante en la vida de un hombre célebre que no fuera +para el buen doctor señal evidente de chifladura. Yo creo que, aplicado +el mismo sistema á cualquier individuo, tan locos parecerían los tontos +como los hombres de talento, salvo el talento. + +Del mismo modo es peligroso investigar en preocupaciones de escuela, +cuando de averiguar culpabilidades se trata. ¿Qué vida de santo +resistiría la implacable investigación de algunos infatigables +averiguadores, obstinados en que han de ser tijeretas? Que si los +padres, que si su abuelo, que si allá por el año 58... Y es que á +lo mejor, nos creemos asomados á nuestro buen balcón con vistas á +Europa, y resulta que es al corredor de un patio de vecindad. ¡Tenemos +tan pocas cosas serias en qué ocuparnos! Pero ¿quién podrá decir que +tiene una vida privada? Como en danza de la muerte, no hay quien +escape de hacer su mudanza al son de la moderna publicidad, que cual +la muerte á todas partes llega y á nadie olvida. ¡Desgraciados de +los primos segundos de nuestros cuñados si algún día tenemos nuestra +hora de notoriedad! Desnudados se verán en público para regocijo de +las gentes. Y no hay que culpar demasiado á los que, en apariencia, +pudieran parecer los únicos culpables. No puede una enfermedad tan +fácilmente con un organismo sano. La publicidad tal vez abusa; pero hay +que confesar con cuánta complacencia nos prestamos al abuso...--Por +Dios, no diga usted nada de esto... Y lo decimos todo...--No quiero +que me retraten ustedes. Y llevamos estudiada la postura en que ha de +sorprendernos el objetivo. Padecemos todos de «exhibicionismo», y quizá +no andamos descaminados. No hay nada que desarme tanto la indignación +como la curiosidad satisfecha. Conviene, además, cultivar la amable +flor de la tolerancia mutua, sin la cual no habría vida de relación +posible. Hoy me escandalizas tú, mañana te escandalizaré yo; bueno será +que no nos escandalicemos demasiado. + +Por todo esto, no opinaré como los graves señores que ahora una vez +más van clamando: «¡Qué indignidad! ¿Han visto ustedes á lo que +hemos llegado?» Sí, señores míos; y la lástima será no ver adónde +llegarán los que nos sigan, porque no todos son malos. Nunca hubo +tiempos mejores que los presentes, y es de presumir que aún han de +aventajarlos los futuros. Siempre habrá más seguridades en estos +procesos de plaza pública, á la luz y al aire, que en las tenebrosas +actuaciones inquisitoriales entre negras paredes y bajo obscuras +bóvedas. No haya miedo, aunque entre el clamoreo de las gentes parezca +zozobrar la verdad, que pueda anegarse la justicia. Hay una rectitud +en la conciencia de las multitudes que no le impide rectificar sus +juicios. No tiene que velar por los prestigios de Cuerpo, como otros +Tribunales, que alguna vez también se equivocan, pero no pueden +confesar nunca que se han equivocado. + + * * * * * + +La lógica de los tablajeros es admirable. Como son muchos y tocan +á poco, han decidido subir el precio de la carne. Es una lógica +carnicera. No vamos á devorarnos unos á otros: es preferible devorar al +consumidor. + +«¡Quién pudiera también subir los precios!» Así decía una expendedora +del mismo enemigo del alma, aunque en otro ramo, donde también es mucha +la competencia. + +Para resolver el conflicto, el Ayuntamiento debe ponerse al habla con +los patronos de Bilbao, y aun con los de otras partes, por si puede +aplicarse á la carne animal el sistema por ellos empleado para abaratar +la carne humana. «¡Oh Dios!--decía Tomás Hood en su Canción de la +camisa.--¡Que la carne de vaca valga tanto y la de hombre tan poco!» + +Sólo nos queda el consuelo de los tontos: lo universal del malestar. +¿Quién podrá vivir al precio á que se va poniendo la vida? ¡Admirable +modo! donde, como en la isla encantada de Próspero, con todo lo +necesario para la vida no hay modo de vivir. + + * * * * * + +De la pintoresca galería de veraneantes, el más digno de nuestra +gratitud es el veraneante Robinsón, el descubridor de rincones +ignorados que tendrán en él propagandista infatigable. ¡Un Paraíso! ¡La +Suiza de España! + +La última ilusión que perderemos será esta de los paisajes. Es +incalculable el número de Suizas que tenemos en España. Con unos +peñascos, dos docenas de pinos y un chorro de agua, ya está una +Suiza. Lo malo es que aquí no sabemos explotarlas. Nuestra tierra es +un Paraíso. Pero ¡somos tan adanes! Desengáñense los admiradores de +nuestras bellezas naturales: no hay paisaje posible sin una buena +fonda. + +El viajar no es un apostolado. Bellezas naturales y bellezas artísticas +son un buen pretexto para pasarlo bien en confortables hoteles, entre +gentes adineradas y con toda clase de diversiones, por si los paisajes +y las catedrales fallan. Y no fallan nunca cuando los contemplamos +después de bien comidos y bien dormidos. En cambio, échese usted por +malos caminos; llegue usted á una posada, donde toda incomodidad tiene +su asiento y todo asiento su incomodidad, y tírese usted después su +buen repechito para ver salir el sol por donde acostumbra ó suba +usted y baje del coro al campanario, y viceversa, para extasiarse +ante los santos desnarigados de la gótica catedral, y regresará usted +para que no vuelvan á mentarle paisajes ni catedrales, como no sea en +cinematógrafo ó en postales, único modo de admirar bellezas sin fatigas +y sin desilusiones. + +El Robinsón dirá que somos criaturas artificiales, que tenemos +atrofiado el sentido de la Naturaleza... No tome usted muy en serio á +los robinsones, que, á lo mejor van á descubrir bellezas naturales muy +bien acompañados de alguna belleza urbana, y..., naturalmente, ¿qué les +importa el duro lecho, ni la mala comida, ni las bellezas naturales +tampoco? Pero el que de buena fe cae en el lazo de la propaganda, +volverá renegando y creyendo para toda su vida que las mejores +creaciones de la Naturaleza y del Arte son obra de los fondistas y +hosteleros, y que en España no tendremos paisajes y catedrales mientras +no tengamos buenos hoteles y lujosos casinos y... amables bellezas, en +que se armonicen la Naturaleza y el Arte. + +Preguntad á los habituales y acaudalados concurrentes á Niza, Ostende, +Biarritz, San Sebastián mismo, por las bellezas naturales de los +respectivos puntos. «Se pasa muy bien», es lo que sabrán deciros. + + + + +XXXII + + +Para justificar el actual estado de las calles de Madrid, el alcalde +ha exhibido unas fotografías de las principales vías de París para +que en nada tengamos que envidiarles. En efecto; allí, con motivo +de las obras del metropolitano, han padecido, como nosotros, las +inevitables molestias que la civilización trae consigo, y allí, como +aquí, levantamientos y excavaciones en calles y plazas han sido tema +inagotable de chistes, caricaturas, escenas de revistas, coplillas +de café-concierto y demás desahogos inofensivos. No tiene por qué +preocuparse el señor alcalde. A todo lo que podemos aspirar en este +bajo mundo es á hacer algo bueno; pero á que parezca bien, es loca +aspiración. Como aquí, por cada uno que hace algo, aunque no sea más +que jugar al billar ó al tresillo, hay cien mirones, en algo han de +entretenerse. + +Quisiéramos tener una Gran Vía por arte de magia y que la baratura de +la luz eléctrica no costara la más pequeña molestia. Queremos que todo +nos lo den hecho; tan hecho... que no haya que hacerlo antes. Pero, +amigo, como no hay medio de hacer tortillas sin romper huevos, como +dicen en Francia, y tampoco nos gustan los huevos pasados por agua, +hay que resignarse con nuestra triste suerte y dejar que los mismos +que en París habrán admirado los trabajos del metropolitano, como +obra de progreso, al regresar ahora de su excursión otoñal renieguen +aquí de todo y por todo. En casa somos de un sibaritismo oriental: no +toleramos ninguna incomodidad. Verdad es que la mayor parte de las +viviendas son inhabitables, unas por culpa de los caseros y otras por +culpa de los mismos vecinos y de sus apreciables familias. ¡Si tampoco +podemos vivir en la calle! Individuos hay para quien levantarles las +losas de una acera equivale á un desahucio del propio domicilio. ¿En +dónde despacharán ahora sus asuntos y recibirán sus visitas? Pueden +consolarse admirando los planos de la futura gran plaza de España. +Ellos se encargarán de justificar su nombre, paseando por ella sus +desocupaciones, perturbadas ahora por una falta de consideración +imperdonable. En cambio, un respetable jefe de familia, que por +obsequiar á los suyos con las delicias de un veraneo aristocrático tuvo +que acudir á la bondad de esa noble institución de los prestamistas, +decía con gran filosofía, contemplando el estado de nuestras +calles:--Así como así, yo tendré ahora que andar por los tejados. + + * * * * * + +Su Santidad ha recomendado encarecidamente á los prelados y sacerdotes +la más activa predicación contra las actuales modas femeninas, por +deshonestas y provocativas á deshonestidad, que es lo peor de todo. No +confiamos mucho en la eficacia de esas predicaciones; que no es tan +fácil hallar docilidad y obediencia en la grey femenil cuando se trata +de cosas que le importan particular y directamente, como cuando se +trata de cosas que en realidad le tienen sin cuidado. No es tan fácil +derribar una moda como un Gobierno liberal. Sin contar con que, en +esto de manifestarse contra los Gobiernos liberales, entra por mucho +también la moda. ¿No son las más á la última trabadas las que más se +destraban de pies y de lengua cuando hay que bullir y danzar en juntas, +protestas y manifestaciones? Pero ¡ay! en cuestión de modas, como ellas +se encuentren á su gusto... + +Poco conoce á las mujeres el que se las figure dominadas por las +predicaciones del clero. ¡Buenas son ellas para dejarse dominar por +nadie! ¡Pobre clero! El sí que, en la mayoría de los casos, es el +dominado, el zarandeado y el molestado por el indiscreto fervor de las +devotas. Cuando á ellas les conviene, lo mismo se entran por el ritual, +que por los cánones, que por la Suma Teológica, atropellándolo todo. +¡Hay cada papisa Juana y cada antipapa Luna entre ellas! + +Yo sé de cierta junta de señoras, reunida en cierto palacio episcopal, +bajo la presidencia del señor obispo; y como el buen prelado, con muy +buenas razones, procuraba convencerlas de la imposibilidad de algo que +ellas pretendían, en la ordenación de una festividad religiosa, una de +las más voceadoras no sabía más que repetir: «Pues perdone S. I., pero +siempre se ha hecho así, siempre se ha hecho así.» A lo que el prelado, +bondadoso, replicó todavía: «En efecto, era un abuso tolerado; pero +ahora Su Santidad ha dispuesto que no se permita.» «Pues que me perdone +Su Santidad, pero á mí me parece un disparate»--fué la contestación. El +buen obispo se quedó haciéndose cruces; por fortuna, las cruces de los +obispos son de oro y piedras finas y suelen ser regalo de las mismas +señoras que tanto les desazonan. Claro es que ellas lo pagan, pero como +se abonan al teatro, para que las comedias no las molesten. Sí, ¡qué +van ellas á pagar para oir cosas desagradables! + +Por todo esto y otras cosas, verán ustedes cómo por muchos anatemas que +caigan sobre la moda, como ellas se encuentren á su gusto, sobre sus +monumentales sombreros se pondrán todavía la cúpula de San Pedro en +Roma, por montera. + + * * * * * + +¡El 606! Parece el número del premio gordo en la Lotería de Navidad. +No se habla de otra cosa. Hasta los niños han dejado sus charlas sobre +el adulterio y otros sucesos de actualidad, para hacer toda clase de +preguntas indiscretas sobre el numerito. Ahora nos enteramos de que hay +más gente interesada en el descubrimiento de la que podía suponerse. +El reuma que don Fulano, los dolorcillos de don Zutano y hasta el +fueguecillo de doña Perengana, todas personas muy respetables. ¡Que el +606 ó el 909, según se lea por arriba ó por abajo, os sea propicio! Los +médicos son el demonio: un castigo menos para contener á la Humanidad +en sus depravaciones. Con el 606 y cualquier otro numerito por el +estilo, esto va á ser el desate. + +Admiremos á la clase médica, única en el mundo que trabaja en contra +de sus intereses, suprimiendo padecimientos. ¡Si muchas otras +clases sociales encontraran su 606, que nos hiciera innecesarios, ó +simplificara, por lo menos, sus servicios! + + + + +XXXIII + + +Esto de las embajadas de moros parece la procesión del niño perdido; +llegan unas detrás de otras, y ni el niño parece ni la madre del +cordero, que este es el toque de la diplomacia morisca: que no parezca +nunca nada de lo que se ha perdido. De modo que es muy posible que +haya que ir á buscarlo, y allá iremos con nuestro duro á recuperar la +peseta. Ante el peligro de posibles y desagradables discrepancias, +llegado el caso, se invoca, para «hacer opinión», como suele decirse, +el patriotismo de cuantos pueden influir sobre ella. Bien está si +ello no puede ser por menos y se quiere que en su día sean muchos +á repartirse las glorias ó las responsabilidades. No es como hacer +propaganda de una Exposición ó de un viaje de recreo, cosa en que á +todos se favorece y á nadie se perjudica. + +Pero... pero en esta ocasión el que sinceramente y honradamente no +crea en la necesidad ó en la conveniencia de nuevas demostraciones +bélicas, mal haría en pactar con su conciencia por consideraciones +dudosas. ¡Cualquiera sabe dónde está el verdadero patriotismo en estos +tiempos! Eso sí; tampoco vale guardarse la malilla para salir después, +si el asunto se tuerce, con aquello de: «¡Ya lo sabía yo! ¡A mí siempre +me pareció mal; pero cualquiera va contra la opinión general!» Sobre +que nunca hay opinión general y sobre que muchas veces la opinión y los +que influyen en ella se engañan mutuamente por mutuo desconocimiento, y +luego tenemos aquello de: «Yo hablé así porque creí que era la opinión +de ustedes» y «Yo creí deber opinar así porque ustedes lo decían». + +Sólo hablando cada uno con arreglo á su conciencia puede formarse la +verdadera conciencia nacional; nacional, sin vistas á humanitarismos +«inter» ó supernacionales. Nosotros no podemos permitirnos aún esos +lujos. Eso, como los dramas de Ibsen, según Ramiro de Maeztu, es para +los que ya tienen resuelto el problema de la mantenencia. Nosotros +estamos en el caso de ir á buscarlo donde lo haya. + + * * * * * + +El chiste, la humorada, la ironía, la paradoja, la amenidad, todo +lo que indigna á muchos graves varones al encontrarlo en artículos +periodísticos, pueden hallarlo ahora nada menos que en un documento +oficial; que como documento oficial puede considerarse la medalla +acuñada para conmemorar el centenario de las Cortes de Cádiz. + +Ustedes verán si no es humorismo el de la medallita. Por una cara +ostenta las consabidas figuras alegóricas en toda su clásica desnudez, +un par de mundos, que de entonces acá han venido á quedar en uno, y +alguna otra friolera decorativa. Por esta cara nada de particular. +Pero por la otra... ¿á quién sino á un gran humorista pudo ocurrírsele +esculpir y grabar la dulce efigie de Fernando VII en un recuerdo +de aquellas Cortes y de aquella Constitución que tuvieron en él su +más encarnizado enemigo? ¿Qué puede hacer en esta galería aquel +tan deseado antes como después aborrecido, sino dar que reir al +discreto contemplador? Al que ni supo antes defender su trono ni +después agradecerlo; al que volvió á llamar á los franceses para +sacudirse de Constituciones y libertades; á uno de los más siniestros +mamarrachos que han visto los siglos coronado, y abundan en la serie, +¿qué Shakespeare de la ironía ha sabido clavarle en la picota de +esta medalla conmemorativa? No queremos sospechar en ello la menor +sombra de adulación monárquica. Hay adulaciones ofensivas para la +discreción de los que están demasiado altos, para no estar sobre tan +burdas adulaciones. Preferimos atenernos al humorismo, tan desusado +en gubernamentales esferas, donde toda seriedad y todo empaque tienen +asiento. Pero el espíritu de aquel gran socarrón no habrá dejado +de apreciar la ironía de este «trágala» póstumo. «Al que no quiere +caldo, la taza llena». Al que que odió la Constitución, medallitas +conmemorativas. La idea ha sido genial y merece el más sincero aplauso. + +Terminó el preciso veraneo de los que no disponen de tiempo ni de +fondos para mayores ausencias. Quede la otoñada para los que de todo +disponen en abundancia y todo es veranear para ellos. + +Vuelven tonificados por los baños de mar, de luz... y de ilusiones. +El veraneo nos eleva siempre unos grados sobre nuestra ordinaria +condición social. Las playas, los Casinos, los vestidillos claros y de +telas ligeras son niveladores. Las amistades y los amores son fáciles, +aunque ligeros como los vestidos. No suelen llegar al invierno. En +Madrid vuelve cada uno á estar en su sitio. Ofrecimientos de amistad y +juramentos de amor se olvidan apenas llegamos. ¡Felices los que logran +conservar á la marquesa entre sus relaciones y la que no suelta al +empleado con 3.000 pesetas de sueldo, que en San Sebastián parecían +20.000 de renta! Verdad es que allí también papá parecía un accionista +del Banco. ¡Oh, sueños de una temporada de verano! Nunca muy costosos, +que nunca se paga bastante un poco de ilusión y el hallar á la vuelta +más sabroso el familiar cocido. + +El Teatro Nacional va camino adelante. Ya sólo falta teatro, compañía +y suponemos que no faltará dinero en el momento oportuno. Ahora, con +toda seriedad. Dadas las condiciones del teatro en España, ¿conviene +hacer del Teatro Nacional un teatro museo, sólo para la representación +de obras consagradas, ó un teatro de ensayo, un teatro juvenil, para +estrenar obras de autores noveles ó desconocidos? ¿Conviene formar una +compañía de eminentes, ó una modesta, estudiosa compañía de conjunto? +¿Conviene que el teatro sea aristocrático, literario ó popular? Yo +creo que todo es compatible y para todo hay días y para todo debe +haber autores y actores. Ni debe prescindirse de la aristocracia, ni +de la intelectualidad, ni del pueblo. Pongan unos el dinero, otros la +orientación, otros el entusiasmo. Condición primordial: la baratura. No +es solo cuestión de arte, es cuestión de higiene. No es en el terreno +artístico, es en el terreno económico en el que hay que combatir contra +la chabacanería y la suciedad de un teatro que mancha las bocas y las +almas de los niños y de las mujeres. Es preciso que «la órdiga» y +«el pálpala» no sean ingeniosidades de salón y bailar el garrotín una +gracia infantil. Y es preciso que las mismas señoras que en el Español, +en la Princesa ó en la Comedia se asustan por muy poco, no vayan +después con sus hijos á la sección vespertina de cualquier teatrillo +con el pretexto de que los niños se divierten viendo las decoraciones +y lo demás... Ellos no lo entienden, los pobrecitos. ¡Ni á ustedes +tampoco hay quien las entienda, señoras mías! + + + + +XXXIV + + +Ante el triunfo de la República en Portugal, yo no pienso en si será +el camino más corto para apresurar la vuelta del dictador Juan Franco, +ni en la suerte del rey joven, víctima del sino fatal de una familia +condenada á ser eterno Tántalo de tronos y coronas. ¡Triste rey! Con +las mejores intenciones y deseos, sin duda; pero al que nunca llegó +la luz ni el aire de la calle, como á tantos reyes, sino al través de +aduladores, de ambiciosos y de intrigantes. A los reyes modernos no +les faltan bufones á su alrededor; pero entre sus cascabeles no suena +el cascabel de oro de la verdad, como solía en los antiguos hombres de +placer sonar atrevido sobre los donaires y las chocarrerías. Pero, ya +digo, en nada de esto pienso: sólo pienso en la alegría de un poeta. +¡Qué feliz será á estas horas Guerra Junqueiro! Altísimo poeta, que has +logrado lo que pocos poetas logran: ver realizado en la vida alguno +de sus sueños; ¡que la realidad de esa República se inspire en tu +poesía, oración á la luz, al pan, á los humildes de la tierra, al amor +y á la Humanidad! Pero ¡ay, poeta! ¿No será la realidad el principio +de la desilusión? Los hombres no se juntan para obras de belleza tan +dócilmente como las rimas. Verdad es que cuando las rimas son bellas, +es porque obedecen á un gran poeta, que es un dictador de genio. + + * * * * * + +Enrique Becque, el autor de _La parisienne_ y de _Los cuervos_ y +de esos _Polichinelas_ tan traídos y tan llevados en estos días, +como _Chantecler_ en los suyos, pasa por ser uno de los autores más +desgraciados en su vida y sus obras. No lo creo yo así; antes me parece +que ha habido pocos tan bien afortunados. Después de algunas obras +insignificantes--un _Miguel Pauper_, que es un mal melodrama,--estrena +_La parisienne_, que fué, en su estreno, lo que allí llaman un _four_ +y por acá un fracaso. Pero había que molestar á Sardou, á Dumas hijo, +á los autores por entonces señores del teatro, y _La parisienne_ fué +obra de lucha, alrededor de la cual se agruparon todos los autores +fracasados y todos los que ni fracasar habían conseguido. No había +autor silbado que no se condoliera diciendo: «¡También fracasó _La +parisienne_!» No había aspirante á autor que, al serle rechazada +una obra, no pensara: «¡Es claro: como fracasó _La parisienne_, las +empresas no se atreven con una verdadera obra de arte!» Llegó á +imponerse una reaparición de _La parisienne_. Los actores que habían +estrenado la obra no habían acertado con el carácter del personaje; +ahora es cuando se iba á ver la obra. En efecto; la representaron la +Réjane, después la Després, después ¡qué sé yo! _La parisienne_ llegó +á ser obra de concurso. La crítica ya no la discutía; daba por sentado +que se trataba de una obra maestra, una obra clásica; el público se +aburría siempre y las entradas no eran cosa mayor. En efecto; _La +parisienne_, cuyo título ya es una calumnia que debiera ofender á las +mujeres de París, no pasa de ser un buñuelo inflado; un asunto y unos +personajes de comedianta, tratados con una prosopopeya y un empaque +como quien dice: «Esto es ahondar en el corazón». Y toda la hondura es +que una señora tiene tranquilamente un marido y dos amantes; para lo +cual no hace falta ser _la parisienne_. En cualquier villorrio las hay +más frescas y todavía dan menos importancia á esas alternativas. + +Con _Los cuervos_, dos cuartos de lo mismo. Otra obra maestra para +los juramentados y otra tabarra para el público. Los intérpretes +siempre de víctimas, porque siempre consiste en ellos que las pícaras +obras no acaben de entrar y de imponerse á la admiración. ¡Digo, á la +admiración! ¡Obras más admiradas! Dígase ahora si autor que con ese +bagaje consigue ser indiscutible, tener estatua, que todos los años +le representen las dos joyas--y ¿qué será el día en que, hartos los +empresarios de probaturas, renuncien á representarlas y sólo por fe se +le admire? ¡Qué Molière, ni que Racine!--puede llamarse desgraciado. +Yo no conozco suerte literaria como la suya. Para que nada le falte, +es casi seguro que, por fin, no se representa _Los polichinelass_. Con +lo que todos irán ganando: los empresarios, el público y la gloria del +autor. + + * * * * * + +Apuntando, apuntando, como los de Lumbiaque templaban, á unas +Asociaciones, el Gobierno ha disparado sobre otras. Mientras de una +parte todo son mitins, _aplechs_, procesiones y rogativas--no sabemos +por qué motivos, pues los más impacientes por determinadas medidas +bien pueden decir, como el personaje de la comedia: «¿Dónde me han +besado, que no lo he sentido?»,--sin ruidos y sin amenazas previas, +todo el rigor ha venido á caer sobre las Asociaciones que pudiéramos +llamar pecaminosas. Quedan disueltas las comunidades femeninas. Desde +ahora cada mochuelo á su olivo y un solo mochuelo en cada olivo. Pero +¿habrá en Madrid bastantes cuartos desalquilados? Si agrupándose, para +mayor facilidad de la existencia, ya no eran palacios las ordinarias +viviendas de esas cofradías, ¿dónde irán á refugiarse ahora por +sus pecados? Mal está el vicio en planta baja; pero mucho peor en +guardillas y sotabancos. ¡Pobres mujeres! Se pretende librarlas de un +mal y se las entrega, indefensas, á otros peligros. + +El matonismo, el robo, hasta el asesinato, hallarán ahora más +facilidades para hacer sus víctimas entre esas desventuradas. Se invoca +el ejemplo de otras grandes capitales. Pero en otras grandes capitales +esas mujeres gozan de cierta consideración social. Aquí, gracias que +muchas juntas pudieran defenderse. Aquí, donde no se respeta á las +mujeres honradas, ¿qué será con esas infelices? El chulo, lo mismo que +el señorito, tienen por gracia maltratarlas, burlarse de ellas; la +autoridad siempre está en contra suya. ¡Valor necesita aquí la mujer +para ser mala! La asociación era para ellas necesaria. Sin contar con +que la virtud, como la inteligencia, á sí mismas se bastan; pero los +malos y los tontos son los que necesitan agruparse. ¡Consuela tanto ver +otros peores y otros más tontos! + + + + +XXXV + + +Todas las huelgas mayores ó menores, tan menudeadas en estos últimos +tiempos por todo el mundo, no son más que ensayos parciales de la +huelga general que tendremos más tarde ó más temprano y quizás cuando +menos se piense. Es difícil saberse poseedores de una fuerza y resistir +al deseo de ejercitarla y de probar hasta dónde alcanza. Unase á esto +la infantil curiosidad, poderoso móvil de tantas acciones humanas; el +«¿A ver qué pasa?», capaz por sí solo á desafiar y arrostrar todos +los peligros que puedan amenazarnos y todos los males que puedan +sobrevenirnos. + +Los síntomas son de que, tanto los amenazadores como los amenazados, +unos por hacer alarde de su fuerza y otros de su resistencia, están +deseando saber lo que pasa si la huelga general se declara. Tanto harán +unos y otros que por fin se saldrán con la suya, y no tardaremos en +enterarnos. ¡Triste tarea la de los gobernantes modernos, edificando +sobre terreno movedizo, haciendo cuentas sin contar con lo imprevisto, +previsores de guerras exteriores y sorprendidos por la guerra íntima! +Y no hay duda: las huelgas son las guerras modernas, y de ellas deben +preocuparse los Gobiernos más que de las dudosas conflagraciones +internacionales. Las luchas futuras serán de clase, no de naciones. +Un obrero chino será más compatriota de un obrero alemán que de un +capitalista ó de un letrado de su nación. Un hombre de ciencia francés +estará más cerca de un sabio japonés que de cualquier espíritu grosero +entre sus compatriotas. Los espíritus se saludan por afinidades +espirituales, no por la proximidad material. Como el beso de la dolora +de Campoamor, injusticias y males repercuten muy lejos y unen en el +mismo sentimiento de agravio y de dolor á los más distantes. Por eso +los que aun crean que hay algo que defender, contra los que creen que +todo hay que destruirlo, deben unirse espiritual y materialmente sobre +naciones y fronteras; porque el enemigo está en todas partes. La idea +de patria es valor que caduca, y pronto será tan anacrónico como el +valor de las ideas religiosas. Razones sentimentales los sostendrán +todavía sin virtud y sin eficacia. ¡Ay de los que no comprendan á +tiempo la necesidad de sustituir esos valores por otros más eficaces +para la defensa social! Suponiendo que la defensa social tenga valor +alguno. + + * * * * * + +De las discusiones, protestas, querellas y disgustos promovidos +por la distribución de premios en la Exposición de Bellas Artes, +sólo puede deducirse una consecuencia: que las obras de arte no +son para calificadas y premiadas como niños de colegio.--Por de +contado que los niños tampoco debieran serlo como los cuadros en las +Exposiciones.--¿Hay nada más ridículo? Fulanito, el primero; Menganito, +el segundo de los primeros; después el segundo, el segundo de los +segundos... ¿Hay quien crea que las obras de arte pueden calificarse +tan rotundamente? ¿Se figuran ustedes el Museo del Prado sometido á una +distribución de premios por el estilo? Y no vale argumentar con que +el mérito extraordinario de casi todos los cuadros haría difícil la +calificación; porque si es difícil calificar entre iguales por alto, +tan difícil es calificar entre iguales por bajo. ¡Y no digamos entre +medianos! + +Se dirá que sin esa formalidad de los premios sería difícil conseguir +el objeto principal de las Exposiciones, que es el de señalar al Estado +los cuadros que debe adquirir, si la protección á los artistas ha de +ser efectiva. Yo creo que con las manifestaciones del público y de la +crítica bastarían para una razonable orientación. En todo caso, sería +preferible el sorteo; todo menos eso de los primeros, los segundos de +los primeros y el primero de los segundos. Ya sé que es muy humano y +satisface mucho á los entendimientos mediocres eso de que nos lo den +todo numerado por orden de mérito. Hay quien pregunta: «¿Qué obra de +Shakespeare es la mejor? ¿Cuál es el mejor cuadro de Velázquez?» Y +¿qué pensarían ustedes del que se atreviera á señalar una sola obra de +Shakespeare, un solo cuadro de Velázquez como superior en absoluto? + +De cualquier modo, y aun aceptando como mal menor ó necesario la +calificación y numeración por un Jurado inteligente, probo y sincero, +como lo son todos los Jurados hasta el día, de la adjudicación de +premios, bueno sería que los jueces se atuvieran al mérito de las +obras, dejando fuera de juicio las tendencias, el procedimiento y los +medios de ejecución de las mismas. ¡Bueno fuera que en un concurso +de obras dramáticas, por ejemplo, entre una mala obra realista y una +excelentísima obra romántica ó imitación de nuestro teatro clásico, se +premiara la mala obra por parecer más de nuestro tiempo ó por antipatía +de escuela! Si la emoción y el sentimiento que inspiran al artista +son sinceros, ¿ha de censurársele porque aun pretenda espiritualizar +su obra, desligándola del tiempo y del espacio? ¿Es tan pronto para +renegar de una tendencia artística que es la mitad del arte moderno? +Mæterlink, Ibsen mismo, en la dramática; D'Annunzio y Anatole France, +en la novela; Puvis de Chavannes y los prerrafaelistas ingleses, en la +pintura... ¿Y en música? Debussy va á inspirarse en la música griega, y +ya no hay música bastante antigua que pueda servir de refugio á los que +reniegan de la música moderna. + + * * * * * + +El Ayuntamiento, como el corazón, según los franceses, tiene razones +que la razón no explica. Entre tres proposiciones para la concesión del +teatro Español, ha votado por la que menos esperaba todo el mundo. El +espectáculo ha sido edificante; solicitado el teatro por el Estado, el +Ayuntamiento desestima su pretensión, le trata de tramposo y declara +que no se fía de él para nada. «Dijo la sartén al cazo...» ¡Qué buen +efecto producirán en el país pagano esta armonía de relaciones y esta +confianza mutua entre el Estado y el Ayuntamiento! Si el Ayuntamiento +desconfía del Estado, ¿qué haremos los demás mortales? El que quiere +honra, que la gane. ¿No es eso? Aparte esta pequeña desconsideración al +Estado y á las buenas intenciones del ministro de Instrucción pública, +sabemos que el teatro Español está en buenas manos. Se trata de una +empresa artística con orientaciones modernas, abierta á la juventud; +como debe estarlo el teatro Español, de donde debemos alejarnos los +autores viejos y cansados para dejar paso franco á los que llegan. + + + + +XXXVI + + +Quede á salvo la buena intención del Congreso contra la trata de +blancas. Pero ¿qué podrá una sola institución social para reprimir lo +que tantas otras instituciones sociales son á fomentar? Medicinaremos +lo sintomático y la enfermedad esencial continuará consumiendo el +organismo. + +Para combatir la llamada trata de blancas hay que afrontar cara á cara +la trata de negras, que es la trata de la mujer en general, por todas +las leyes, instituciones y costumbres sociales. Quizás la trata de +blancas sea la más dulce y favorable de todas ellas. ¿Qué ofrecemos +á la mujer que mejor sea? ¿Trabajo? Que emancipe á la mujer de toda +esclavitud económica, único medio de lograr su emancipación moral, sólo +hay uno: el trabajo artístico, y para esto es preciso ¡ahí es nada! un +gran talento y una gran voluntad. Aun así, ¿estamos seguros de que +nuestro respeto y nuestra admiración acompañen siempre al triunfo del +talento femenino? Sólo las grandes artistas del teatro consiguen ser +admiradas por completo; y ¡cuántas veces la admiración á la belleza nos +hace ser injustos con el talento! ¿No suelen estar mejor pagadas una +cara bonita y unas lindas piernas que una clara inteligencia y un gran +corazón? + +En las demás profesiones, en la misma profesión artística, cuando +un poderoso talento no basta á imponerse por sí mismo, ¿qué llega +á conseguir la mujer por sí sola, sin el favor y la protección del +hombre, no siempre generoso, más bien tacaño, al remunerar con una +colocación, á costa ajena, lo que hubiera debido pagar á su propia +costa? ¿Cuántas serán las mujeres que hayan llegado á la independencia +de una profesión lucrativa sin haber tenido que pagar servidumbre al +antojo de un hombre? + +¿El matrimonio? Pero ¿quién dirá que se trata de un Sacramento de +la Iglesia, instituído por Dios, cuando en sociedades que se dicen +cristianas le vemos perseguido por todos los medios, como un vicio ó +como un delito? + +A él se oponen leyes militares, prohibiendo el matrimonio de millares +de hombres en lo mejor de su vida, en nombre de conveniencias sociales; +á él se oponen leyes económicas, que mantienen en pobreza ó en escasez +á los jóvenes en la edad más conveniente para el matrimonio; á él se +oponen todos los egoísmos individuales engendrados por el gran egoísmo +colectivo. Y salvadas estas dificultades, ¿qué es la mujer, con raras +excepciones para cuentos y comedias morales, en el matrimonio? Animal +de lujo en las clases altas; animal de cría en la clase media; animal +de cría, de trabajo y de carga en la clase baja. + +¿Y quieren ustedes oponerse á la trata de blancas? + +¿En nombre de qué? ¿Qué ofrecen ustedes en cambio? La máquina de coser, +la aguja y la plancha. + +--Gracias--dirán las favorecidas. + +¿El matrimonio con el empleado con 1.500 pesetas ó el jornalero con +tres pesetas? + +--Muchísimas gracias--volverán á decir. + +Lo mejor que pueden ustedes ofrecerlas es un convento, como Hamlet á +Ofelia. + +Y estos pícaros Gobiernos democráticos, con eso del «candado», no se +preocupan más que de cerrar puertas sin abrir otras para dar salida á +las pobres mujeres. Lo que dirá alguna, parodiando la altiva divisa de +las Rohan: «Casada no puedo; trabajar no quiero... «blanca» me quedo.» +Pero se están poniendo las cosas de un modo, que ni ese recurso les va +á quedar á las pobrecillas. + + * * * * * + +El Ayuntamiento de Valencia ha desairado á los poetas, oponiéndose +á la celebración del Congreso de la Poesía. ¡Gran injusticia! Pues +no sabemos que ese Congreso reuniera menos condiciones de inutilidad +que cualquiera otro de tantos Congresos como se reunen, á todas horas +por esos mundos. Y ¿no es la inutilidad la primera y más estimable +condición de estas juntas? + +¡Quién sabe si de éste hubiera salido algo práctico, por andar todo +al revés en estos tiempos! ¡Tantos Congresos, de los que se esperaban +grandes resultados prácticos, han venido á diluirse en la más vaporosa +poesía! + +Pero bien empleado os está ¡oh, poetas! ¿Quién os manda poneros al +habla con Corporaciones oficiales de ninguna clase? Y ¿qué íbais á +hacer en Valencia, después de los cortesanos? ¿No sabéis que por donde +ellos pasan ya no quedan flores, ni halagos, ni atenciones para los +poetas? ¿Sabéis guiar un automóvil? No; porque ni habéis tenido nunca +dinero para comprar uno, ni tenéis amigos que los posean. La gente +adinerada no se trata con los poetas. Entonces... ¿qué íbais á pintar +en Valencia? Ya iréis cuando tengáis más dinero. Para eso, dejaros por +algún tiempo de hacer versos; haced algo más, como los poetas de... +otras partes. + + + + +XXXVII + + +A la mayor parte de nuestras Juntas benéficas, ya sean de damas ó de +caballeros, les sucede lo que al devoto del cuento en sus méritos +para con Dios: lo que ganan por delante lo pierden por detrás. ¿Por +qué reglamento rigorista ha de ser la Inclusa barrera infranqueable +entre las madres y los hijos? ¿No debiera ser más bien lazo de unión, +apartado de las miradas del mundo? No el alejamiento, la proximidad de +las madres debiera solicitarse. El abandono del hijo es alguna vez, +por monstruosa sequedad del corazón, cerrado á un instinto que hasta +en los animales parece con delicadezas de sentimiento espiritual. +Pero ¡cuántas veces es miseria, vergüenza, miedo!... Y ¿no debe ser +la sociedad entonces, y las Juntas de damas benéficas sobre todo, las +que, en vez de apartar á la madre como indigna, porque cedió á esas +consideraciones sociales, procuren ser piadosos intermediarios, no +como secuestradores, sino como guardianes de los pobres niños, que no +serían entonces abandonados del todo y para siempre por sus madres? +En vez de decirles: «Aquí dejas á tu hijo; no vuelvas á acordarte de +él», decid: «Aquí tienes á tu hijo; acuérdate siempre; ven cuando +quieras; defiende tu vida como puedas, nosotras defendemos la de tu +hijo.» Sea la caridad nodriza, educadora; pero no pretenda ser madre +mientras la verdadera madre no haya renunciado á serlo por monstruosa +perversidad. No digáis á los pobres niños: «Vuestras madres fueron +tan malas mujeres, que no supieron ser madres.» Decidles: «Vuestras +madres eran tan pobres, que no podían teneros á su lado; compadecedlas +mucho, como nosotras las compadecimos.» ¿Creéis que no sería mayor su +gratitud y que no podrán fundarse mayores virtudes si ellos ven que, +no sólo los guardasteis la vida, sino el amor de la madre? Reformad +esos reglamentos, nobles señoras; un reglamento de un asilo benéfico +no debe ser como un Código penal, en que siempre se mira al hombre +como un presunto delincuente. No todas las madres que dejan sus hijos +en la Inclusa son malas madres; muchas son madres pobres, y, en la +duda, todas son ¡pobres madres! Tan difícil como hacer leyes desde +los salones de un ministerio es difícil hacer reglamentos desde +gabinetes perfumados. Sobre todo, leyes y reglamentos para los pobres y +miserables de la tierra, por los que nunca supieron de pobrezas ni de +miserias. + + * * * * * + +Las obras de la Gran Vía adelantan hasta el punto de permitirnos á +los que nacimos á mediados del siglo pasado la esperanza de verlas +terminadas. Pero he aquí que, al comienzo, surge el primer obstáculo. +Entre los derribos yérguese altiva, desafiadora y elocuente como un +símbolo nacional, una pequeña iglesia: la conocida vulgarmente por +el nombre de Niñas de Leganés. No hay quien pueda con esas niñas. La +piqueta derriba casas y casas, y el campanario de la iglesia cada vez +más insolente y fanfarrón. Parece ser que no hay persona apta para +tomar el dinero precio de la expropiación. ¡Por vida del inconveniente! +Que se tratara de alguna manda ó donación, y veríamos si había personas +aptas para embolsarse los cuartos. ¿Para qué están los señores jueces, +más que para ser depositarios de los dineros dudosos? ¿Van á detenerse +las obras por ese monumento nacional? A bien que se queda Madrid sin +iglesias. Nuestros ricachones, por no imitar á los norteamericanos, +que suelen dejar cuantiosas herencias á Universidades y escuelas, no +saben cosa mejor que legarnos iglesias. A ninguno se le ocurre dejar +unos cuantos millones para fundar un buen periódico de la buena Prensa, +atendiendo las exhortaciones del señor obispo de Jaca, que sabe muy +bien dónde le aprieta la mitra y que á Dios rogando y con el rotativo +dando. Además, el mayor número de iglesias no contribuye en nada á la +conversión de incrédulos; mientras que un buen periódico que diera +buenos sueldos á los redactores, contribuiría grandemente. Ya sabemos +que aquí nadie tiene sueldo por tener estas ideas ó las otras; pero +¡ideas por tener un sueldo!... + + * * * * * + +El arte moderno se desvive por la originalidad; la acusación más +ofensiva para un artista es la de plagiario: _Il nous faut du nouveau +n'en fut il plus au monde_. Y, sin embargo, las novedades apenas llaman +un día la atención y las obras que se perpetúan son menos que plagios: +plagios de plagios, imitación de imitaciones. La humanidad, como los +niños, prefiere el cuento cien veces oído. Las obras inmortales son +aquellas en que sus autores acertaron á contar del mejor modo las dos +docenas de cuentos que interesan á todos. ¿Es otro secreto de la gloria +de Shakespeare? Cuentos sabidos, de una sencillez de asunto y de una +psicología primitivas. Obras que pueden representarse ante el auditorio +más ignorante como ante el más docto. + +Y nuestro _Don Juan Tenorio_, el de Zorrilla, que acertó á contar +el cuento al gusto español y popular, ¿no es el mejor ejemplo y la +mejor lección para los originales y noveleros? Hoy tememos demasiado +á tocar esos asuntos universales vulgarizados, y renunciamos tal vez +á escribir las mejores obras. ¿Quién se atreve á escribir otro _Don +Juan_, otro _Fausto_, otro _Romeo y Julieta_? Verdad es que la crítica, +interponiéndose á cada paso del arte entre el artista y el público, +opone la terrible acusación de plagio ó de osadía. Pero hay que tener +todas las osadías, la del plagio en primer lugar, y la de pasar por +encima de la crítica, para llegar directamente al alma del público. +Esta fué la mayor hazaña de _Don Juan Tenorio_; por ella le vemos todos +los años en escena triunfar de muchas novedades originales, y, cuando +todas ellas hayan caído en el olvido, _Don Juan Tenorio_, plagio de +plagios, imitación de imitaciones, sobrevivirá como uno de los pocos +cuentos interesantes que un gran poeta se atrevió á contar nuevamente +sin el temor de parecer plagiario. + + + + +XXXVIII + + +Es sabido que, á la entrada de todos los inviernos, las señoras hablan +de los vestidos que han de encargarse; los empresarios de teatros, +de las obras con que cuentan, y los gobernadores de Madrid, de la +extinción de la mendicidad. De todos estos programas, el único que +suele cumplirse, y con creces, es el de la indumentaria femenina, dicho +sea en honor de la mayor constancia del sexo débil en sus propósitos +y determinaciones. Los empresarios estrenan lo que pueden, que no es +siempre lo que quisieran; en cuanto á la extinción de la mendicidad... +no pasa de conversación en que luce el ingenio de unos cuantos +arbitristas, verdaderos ángeles de la caridad... con el dinero ajeno. +Y he aquí la primera dificultad en estas andanzas benéficas: que todos +piensan el mejor modo de sacar los cuartos á los demás y nadie quiere +sacar un céntimo de su bolsillo. Por lo pronto, el señor gobernador +había pensado en añadir un nuevo impuesto sobre las localidades de los +teatros, por ser cosa de lujo y nada necesaria, en opinión de dicha +autoridad. En efecto, así como indispensables para la vida... Pero +si argumentamos en lo necesario, ¿son tantas las cosas, en verdad, +necesarias? Tal vez no lleguen á la media docena, y tal vez no estén +entre ellas los gobernadores civiles. Considerando el teatro por la +parte del público, sí que es un lujo bien innecesario, como tantas +otras industrias, si sólo atendemos á los que se gastan el dinero en +disfrutar de los productos y no á los que se ganan la vida trabajando +para producirlos. De un lado está el lujo; de otro la necesidad... +¡Habría que ver los apuros del señor gobernador si en un día todos los +empresarios de Madrid acordaran suprimir ese lujo, cerrando todos los +teatros! No serían las damas elegantes ni los caballeros distinguidos, +ciertamente, los que irían en manifestación lujosa á pedirle solución +al conflicto; la gente adinerada es la que mejor puede pasarse sin +teatros. La sorpresa del señor gobernador sería muy grande al ver +miles de hombres y mujeres humildes clamando por el pan de sus hijos. +Es achaque de los grandes hacendistas que nos gobiernan creer que los +impuestos sobre los artículos de lujo los pagan los ricos. «Aquí, que +no peco», se dicen... Los impuestos los paga siempre el que trabaja y +produce. No es al que gasta y emplea su dinero en lujos ó en caprichos +al que habéis de castigar con nuevas contribuciones; que esos, al fin, +dan de comer á mucha gente y hacen circular el dinero, sino á los que +guardan y atesoran dinero, improductivo y cobarde; dinero antisocial y +antipatriótico; dinero de vagos, que deben ser tan perseguidos como los +otros vagos de la mendicidad callejera. + + * * * * * + +La familia y los admiradores de Tolstoi no ganan para sustos. ¡La +guerra que dan estos apóstoles! Tantos disgustos trae á las familias +la extremada virtud de uno de sus miembros, como el vicio más +desordenado. Cierto que es de mucho gusto para los descendientes +contar con un santo de la familia en el calendario; pero los infelices +parientes contemporáneos pasan el sino. Vean ustedes este venerable +conde de Tolstoi, que acaba su vida como la empezó aquel perdulario de +Verlaine, escapándose con un amigo. Claro es que los motivos son muy +diferentes; pero el disgusto para la familia es el mismo. ¡La pobre +condesa! Ya le decía ella á cierto escritor inglés que fué á visitar +al conde con intención de escribir un estudio sobre su persona y sus +obras: «¿Quiere usted saber lo que piensa mi marido? Pues ya tiene +usted trabajo, porque cada día piensa una cosa.» Y la posteridad será +tan injusta que acaso cuente en el número de los santos al conde y se +olvide de la pobre condesa. + + * * * * * + +Ni el triunfo de una obra de cierto género supone el triunfo de todas +las obras del mismo género, ni mucho menos el fracaso de todas las +obras de un género contrario. El Arte es furiosamente individualista, +y en él sí cada palo aguanta su vela. Hoy ríe el público con una +obra cómica y mañana llorará con un drama. Lo de «El público lo que +quiere es reir ó lo que quiere es llorar, ó quiere obras de tesis, +ó quiere obras ligeras, ó que no quiere el verso, etc., etc.», son +otras tantas vulgaridades. El público quiere obras de todas clases, +cuando le divierten ó le emocionan. Ni es una novedad que alternen +obras serias con obras regocijadas en los carteles. El teatro de la +Comedia fué siempre de los más eclécticos. Allí se estrenaron los más +caricaturescos _vaudevilles_ franceses y las obras de Dumas y Sardou, +última palabra, en sus tiempos, del teatro «serio». Después hemos +alternado en la mejor armonía autores de las más opuestas tendencias, +y el público nunca tuvo preferencia por géneros ni por autores, sino +por obras. Es de esperar que todo seguirá lo mismo. El público aplaude +y ríe con _Genio y figura_ porque la obra lo merece, y volverá á +aplaudir y á reírse cuantas veces acierten los autores cómicos, como +bostezará ó se estará en casa cuando no acierten á interesarle los +autores serios. Los fracasados son los que creen que cuando su obra +ha fracasado ha fracasado todo un género... Nada de eso; en Arte no +hay solidaridad que valga. Cada uno es cada uno. El público no sabe +de nombres genéricos; sólo sabe de nombres propios. No hay, pues, por +qué gritar: «¡Al arma, al arma!», y dejen los bien intencionados de +meter cizaña entre los autores; haga cada cual lo que sepa y pueda, sin +preocuparse de lo que hace el vecino. El verdadero vecino de enfrente +es el público. En la Comedia francesa, el teatro más serio del mundo, +después de una grave tragedia de Corneille, se representa el _Monsieur +de Pourcegnag_, de Molière, la más grotesca farsa que puede darse, con +sus boticarios jeringa en ristre corriendo por el patio de las butacas, +y nadie se alarma y todo está bien, y ni Corneille ni Molière ni la +seriedad de la Comedia francesa desmerecen por ello. + + + + +XXXIX + + +Discusión digna de los mejores tiempos de Bizancio ha sido la originada +por el aumento del impuesto sobre legados á favor del propio testador; +sobre todo, si son en provecho de su alma; que si algo deja para +vanidades corporales, como embalsamamiento, entierro de lujo, mausoleo +ó erección de cuanto cabe erigírsele á un difunto, allá el demonio ó la +Hacienda con ello, que eso importa poco; al fin, todo será economizar +un poco en estas materialidades póstumas. Pero si se trata de misas, +oraciones y preces, ¡qué terrible responsabilidad la del señor ministro +de Hacienda si, por disminuir con el impuesto la cantidad que debió +aplicarse á los sufragios, el alma de algún difunto se ve privada del +descanso eterno! Nadie mejor que el interesado puede saber el número +de misas y de responsos que necesita, y es gran maldad entrometerse +en esta administración que sólo corresponde á lo eclesiástico; que +por algo cuando se deja á un moribundo bien dispuesto para el último +trance, suele decirse que le han administrado. Y ahora cuántas almas, +como la de Garibay famosa, vagarán sin reposo á falta de ese dinerillo +interceptado por el Fisco. ¡Ay del señor ministro de Hacienda si dan en +aparecérsele y en atormentarle tantas almas en pena! Ya, por lo pronto, +anticipándose á los muertos, claman los vivos, precisos intermediarios +en estas operaciones de salvamento de almas. Es triste cosa que todo +negociado espiritual haya de traducirse en algo material y palpable. +Por eso el señor ministro de Hacienda debe tranquilizar su conciencia, +pensando que todo es cosa de almas, y que el alma de España, ese alma +tan cantada en discursos y poesías, también tiene sus necesidades y +que su espiritualidad sólo puede mostrarse por medio de organismos +materiales que cuesta mucho dinero sostener. Y ¿de dónde sacarlo que +menos duela que de las almas pecadoras? ¿Qué son unos años más de +purgatorio ante la eternidad? Sobre que en muchos casos, al cobrar la +Hacienda el impuesto de estos muertos piadosos, acaso no hará más que +reparar un olvido de restitución y todo será para bien de las almas. En +cuanto á los intermediarios, si tanto se preocupan por la salvación del +difunto, no tienen más que rebajar los precios; después de todo, las +oraciones no cuestan tanto trabajo. Todo menos que los muertos anden +por el ministerio de Hacienda; porque los hay que, muertos y todo, +harían inútiles las habilidades financieras del señor ministro para +sacarles los cuartos. + + * * * * * + +Una frase poco meditada, de una obra teatral, ha indignado á los +estudiantes de Medicina. La frase mortificante era injusta sobremanera, +y los autores han sido los primeros en declararlo lealmente, +apresurándose á retirarla de la obra en cuestión. Es de esas frases que +sólo tienen disculpa en el natural deseo en todo autor de halagar al +auditorio á quien se dirige. Cierto que más debían meditarse cuando es +menos ilustrado y menos puede pesar el pro y el contra. Justamente la +clase médica es la más altruísta y desinteresada. En ninguna profesión +se prodiga tanto la asistencia gratuita, y no hay médico, alto ni +bajo, que al cabo del año no haya asistido á mayor número de enfermos, +por amor á la humanidad, sin estipendio alguno, que á ricos clientes, +buenos pagadores. Esto sin contar á los médicos de partido, verdadero +apostolado de la Ciencia, indignamente retribuído. De modo que esos +cadáveres destrozados no aprovechan solamente á los ricos, ni ¡qué +mejor empleo puede tener un cuerpo muerto que servir al estudio y á los +progresos de la Ciencia! Poco tiempo hace que un ilustre profesor de la +Facultad, con admiración de todos, legó su cuerpo para tan altos fines. + +Ahora, que los estudiantes, una vez retirada la frase, no debieron +extremar su protesta. La frase era poco razonada; bastaba protestar +contra ella con razones. No es conveniente sentar precedentes para +otras protestas, que harían imposible toda crítica social en el teatro, +en el libro y en el periódico. Ello ha sido que el incidente ha venido +á parar en recordarnos uno de los más graciosos lances de Don Quijote: +los autores arremetían contra los estudiantes, los estudiantes contra +la Policía, y el señor Méndez Alanís contra el Gobierno. Por fortuna, +no hemos llegado á la conflagración europea. + + * * * * * + +En estos tiempos de mal entendida democracia, en que á duras penas +se tolera que nadie se distinga, ni sobresalga, ni tenga iniciativa +propia, y todos pedimos esa modestia que es el uniforme gris de los +que no pueden ir mejor vestidos, nadie sabe el valor que supone la +decisión de los hermanos Quintero al proponerse por su cuenta, á costa +de su trabajo y sin otra cooperación que la del público, levantar un +monumento al poeta de la Juventud y del Amor; que, por ser el poeta de +una edad que es de todas las vidas, ha de ser un poeta de todas las +edades del mundo. + +Los que alguna vez hemos proyectado alguna idea generosa y pronto +nos arrepentimos de ella como de una falta, desalentados ante la +hostilidad de los unos, la indiferencia de los otros, el comentario +burlón ó malicioso, que no dejan de suponer miras interesadas ó, por +lo menos, afán de notoriedad--¡gran pecado para los que no pueden +significarse á no ser en clase de mosquitos ó cualquier otro insecto +molesto!,--sabemos lo que supone la ilusión, la valentía de los +hermanos Quintero en su noble empresa. + +El público ha respondido y responderá generosamente en todas partes. +Alguna lamentable abstención pudiera notarse; esperemos que se +enmendará á tiempo. + +Sólo deseo á los aplaudidos autores que esa fe y esas ilusiones de su +juventud no les falten nunca y no lleguen á sentir jamás, ante las +ruindades de tantos tristes del bien ajeno, la tristeza incurable, por +ser más noble, que produce en los espíritus generosos el mal ajeno. + + + + +XL + + +La conferencia de Ramiro de Maeztu, en el Ateneo, ha sido, y será por +muchos días, tema preferente de discusiones. Inequívoca señal de su +mérito y de su importancia. Vibrante síntesis de nuestra vida nacional +fué la conferencia; tal vez con más apasionamiento que serenidad; pero +¡dice tan bien un noble apasionamiento cuando de algo que mucho nos +importa se trata! Quede la plena serenidad intelectual para cuando +hayamos de ser árbitros ó jueces en extraños asuntos; pero ¿cómo no +poner calor del corazón en asunto tan propio? + +Fueron las palabras de Maeztu el mejor espoleo para los espíritus +dormidos, tardos ó cobardes: el mejor lazo para unir á los que, +despiertos y fuertes, malogran, no obstante, sus alientos en el +soberbio individualismo solitario. A los españoles, más que á nadie, +conviene tener presente aquel apólogo oriental en que un padre muestra +á sus hijos cómo un haz de mimbres apretado no puede romperse y qué +fácilmente se quiebra cada mimbre, separado del haz, uno por uno. + +Aunque á ratos pudiera dolernos y aunque algo en el fondo de nuestra +conciencia protestara, bien hizo Ramiro de Maeztu en cargar la mano +sobre los intelectuales, ya que á ellos se dirigía desde la tribuna del +Ateneo. Hubiera sido flaqueza impropia de su espíritu independiente y +concesión que no hubiera admitido su auditorio, incurrir en la fácil +complacencia de esos predicadores que truenan contra los vicios del +siglo; pero tienen la dulce oportunidad de tronar contra los pobres en +iglesia de ricos, y al contrario. Ellos no faltan á la verdad en ningún +sitio; pero les falta la verdad del sitio, que es un modo de faltar á +la verdad como si se mintiera. + +Los intelectuales oyeron sus verdades, y muy duras verdades. Algo puede +decirse, y alguien lo dirá, en descargo suyo. Ahora, justo es también +que los obreros oigan las suyas, y las mujeres, y la aristocracia, y +que las palabras de verdad no sean perdidas; porque palabras nos vienen +de todas partes, pero ¿de dónde vendrá el ejemplo? ¿Qué serían los +Evangelios sin Pasión y sin Muerte? Oratoria, poesía... bellas palabras. + + * * * * * + +El Manzanares es digno río de la capital de España. Como la vida +española, no tiene término medio: ó no se le siente vivir, ó da fe de +vida turbulenta. Los Gobiernos pueden aprender en los ríos el mejor +modo de gobernar á los pueblos. Canalizar es la mejor política. En lo +espiritual y en lo material, tan dañosa es la sequía, por infecunda, +como la inundación, por destructora. La inundación siquiera, como las +revoluciones, si destruye al pronto, tal vez fecundiza para más tarde. +Pero ¡pobres tierras las que todo lo esperan de la inundación ó de las +revoluciones! ¡Dichosas las que ven regar sus campos regularmente por +encauzadas y tranquilas aguas! + + * * * * * + +Me parece muy bien que algunos críticos, fervientes devotos de la +amable bagatela, dediquen columnas de encomiástica prosa á la tiple de +sus simpatías y al garrotín de sus aspiraciones. Pero no me parecería +mal, porque no creyéramos tan pronto que el instinto del pudor había +desaparecido aunque haya venido muy á menos, que á la representación de +_La vida es sueño_, en el teatro Español, se le concediera un poco de +atención entretanto. + +Se protesta, con la boca chica, contra la invasión de la ola verde y la +ola que pasa de castaño oscuro, y de si aquí no se hace arte como se +debe, y de si acá se debe porque se hizo arte; y, para una vez que se +presenta ocasión de celebrar una noble tentativa artística, silencio ó +discreción con sordina parecida al silencio. + +_La vida es sueño_, no representada en el teatro Español con frecuencia +desde los tiempos de Rafael Calvo, ha sido ahora muy decorosamente +presentada, revelando una cuidadosa dirección escénica. Ricardo Calvo +es el mejor Segismundo que hemos visto, después del inolvidable Rafael +Calvo, el actor de nuestra juventud y de nuestros entusiasmos. Los +demás actores componen un excelente y armónico conjunto. La obra... no +es para morirse de risa; pero puede oirse todavía. Algunas de antes +de ayer están más viejas. En fin, que por mucho menos, pero muchísimo +menos, hemos leído sartas de elogios que siempre quisiéramos ver más +justificados que la parquedad de ellos en esta ocasión. + + * * * * * + +Nos extrañaba que las calles de Madrid estuvieran tan sucias. Ahora +nos extrañará verlas alguna vez medio limpias. Nos hemos enterado de +que, para poner remedio á la suciedad, cuenta el Ayuntamiento con 80 +barrenderos... para todo Madrid. ¡Eso es lujo! ¡Vaya, que si no se +puede comer sopas en esas calles!... ¿Para cuándo esa subvención á la +capital? ¿Cuándo se convencerán los Gobiernos de que con calles limpias +y carreteras bien cuidadas y bonitos paseos, estaríamos tan á gusto, +aunque nos suprimieran las garantías constitucionales, que no son de +uso tan constante y necesario? + +¡Estas calles de Madrid!... Créalo el Gobierno: hoy por hoy, es la +única oposición seria con que cuenta. Una vez arregladas y limpias +¡ríase el Sr. Canalejas de los quinquenios conservadores! + + + + +XLI + + +Cuenta Gracián en su _Criticón_--perdone _Azorín_ que me entre por sus +dominios--que, cuando españoles, portugueses, ingleses y holandeses +descubrían y se posesionaban de vastos territorios en el Nuevo Mundo, +acudió Francia en queja al supremo tribunal de la justicia divina, +lamentándose de haber sido olvidada en el reparto. Y el alto tribunal +contestó á la querella: «¿Y qué necesidad tienes, ¡oh, Francia! de unas +Indias? ¿No tienes ya bastantes Indias con España? Toda su riqueza y +la de sus Indias viene, al fin, á ser tuya; que los españoles te la +ofrecen gustosos, á cambio de tus baratijas.» + +Aparte de que Francia no se halla hoy tan desprovista de territorios +coloniales, nuestra situación tributaria no ha cambiado mucho, y aun +somos unas ricas Indias para nuestra buena vecina y no tan buena +aliada. Hasta el premio «gordo» de Navidad aprendió el camino, y este +año se pasó á los franceses. ¡Hay para armar otro Dos de Mayo! Tal vez +más justificado que el otro, que, al fin, entre unos buenos millones +y unos infantes simples no hay comparación posible. ¡De salud sirvan! +_¡Bon profit, messieurs!_ Y á ver si alguna de nuestras Oteros de +exportación es la alcaldesa de Mostóles de esos milloncejos, y algún +_maquereau_ de casa, que también los exportamos excelentes, se encarga +de reintegrarnos, en todo ó en parte, de ese renegado premio. Pero ya +verán ustedes como lo único que nos llega, en compensación, es algún +artículo de costumbres españolas poniéndonos de vuelta y media por la +inmoralidad de nuestra lotería. + + * * * * * + +Nadie más obligado que los tradicionalistas á celebrar las fiestas +tradicionales, y así la minoría parlamentaria, representante de las +viejas ideas, no ha querido que se suspendieran las sesiones de Cortes +sin hacer la Pascua y sin dar su inocentada. La sesión permanente ha +tenido de una cosa y de otra. Por fortuna, los señores diputados son +gente de buen humor y se han divertido en la sesión nocturna más que +un hortera en baile de máscaras. Chirigotas, cuchipanda, amiguitas +en la tribuna; no han faltado más que las serpentinas. Y los de la +obstrucción, ¡Jesús, qué graciosos! De público, muy bien: todo el +de las últimas secciones de los _cines_. Con sesiones nocturnas +tan divertidas se acababa con la inmoralidad de esos espectáculos, +corruptores de la ancianidad y que tantas falsas alarmas pueden +producir en algunos apacibles tálamos. Los de fuera, que en este caso +es el público que paga, pensando, aunque la ley del «candado» sea muy +conveniente, que tal vez no fuera malo una ampliación aplicable á +ciertas agrupaciones y á algunos oradores. + + * * * * * + +A propósito de inmoralidad y de candados. Distinguidas señoras +pretenden que los Poderes públicos intervengan en la moralización +del teatro. ¡Ay, señoras mías! Y ¿quién tiene la culpa de eso que +ustedes llaman licencia y escándalo? Pues la educación que dan ustedes +á sus hijos. ¡Cómo!--exclamarán ustedes, indignadas.--¡Una educación +cristiana, en colegio de Padres religiosos! ¿A eso llama usted mala +educación? ¿Esa puede ser la causa de que una señora decente no pueda +siquiera leer los anuncios de la sección de espectáculos? Sí, señoras +mías, nobles y honestas damas: la Iglesia, que en otro tiempo tuvo +manga muy ancha con el Arte y era maestra y depositaria de buena +literatura, hoy más que nunca, asustadiza de la funesta manía de +pensar, no educa el gusto ni el sentimiento artístico de los jóvenes +encomendados á sus enseñanzas; anatematiza todo arte, toda literatura +que no sea de propaganda en favor de sus ideas, cada vez menos amplias, +más intransigentes. En sus clases de literatura se habla más del Padre +Coloma que de Cervantes; no se inspira afición y respeto, sino horror +y desconfianza á los nombres más ilustres y gloriosos. Mientras la +sujeción y la tutela de los maestros dura... menos mal: no leen á +Pérez Galdós; pero tampoco van á recrearse con una de esas empecatadas +obrillas de título equívoco y de inequívoco mal gusto. Pero al verse +libres, ¿qué tendrá mayor atracción para ellos? ¿Una obra de verdadero +arte, que no sabrán apreciar porque no les educaron el gusto para ello, +ó el espectáculo grosero, el de los chistes á su alcance, del que nadie +les apartó con energía porque una blanda absolución les tranquilizó +antes por este pecadillo que por la lectura de una obra enemiga? +¿Qué importa que la carne se turbe si no se turba el pensamiento? Lo +que los buenos Padres quieren son almas y pensamientos... lo demás +¿qué importa? Lo demás se lava y se plancha y queda como nuevo para +un matrimonio ventajoso, para un alto cargo y, sobre todo, para un +ejemplar testamento con especiales mandas y legados piadosos. + +Hay una juventud incapaz de sentir emociones de arte, porque no la +educaron en el sentimiento de sus delicadezas. No os quejéis á los +Poderes públicos, señoras mías: tenéis los hijos que os merecéis, +y vuestros hijos tienen los espectáculos que se merecen. El Arte en +general, el teatro en particular, no son causa de nada; son el efecto +natural de muchas causas. + +¡Ah! El año pasado tuve, con el concurso de otros autores, el costoso +capricho de iniciar un teatro para niños. No solicitamos licencia del +ordinario, ni pedimos el visto bueno de ninguna cofradía, porque no hay +conciencia, por enlodada que estuviera al roce de las miserias humanas, +que no sepa por sí misma, bien claramente, el respeto que se debe al +alma de un niño. Acudieron madres y niños de la clase media y de las +clases populares... A la sociedad elegante no tuve el gusto de verla +por allí. Sus automóviles y sus coches lujosos estaban á la puerta de +otros teatros de garrotín y desvergüenza. Se comprende que acudan á que +la autoridad les moralice el teatro los que no saben contenerse en su +curiosidad por las inmoralidades. + + + + +XLII + + +Si por bohemia se entiende independencia de nuestro espíritu, amplitud +de nuestra vida, nunca subordinada á un solo medio social; personalidad +tan enérgica que pueda comprender mil distintas personalidades, sin +que nuestra propia personalidad se pierda hasta desaparecer entre +todas ellas; simpatía por cuanto existe, sin resignación á que todo +siga existiendo lo mismo, si la bohemia es lucha y rebeldía y fuerza +y vida... cierto es su encanto. Pero si la bohemia es sólo necesidad +hecha vicio, que nunca de la necesidad se pudo hacer virtud; si es +limitación de nuestra vida á un solo medio miserable, desordenadamente +ordenado en la monotonía de vagar por los mismos lugares, entre las +mismas gentes; si es flojedad y desmayo y sumisión y abdicaciones y +miseria, en fin, espiritual y física, no habrá quien nos persuada de +sus encantos, ni en prosa, ni en verso, ni con música. + +Si la realidad es pobreza y fealdad, no es de alma artista someterse +á ella. Los artistas están obligados á la lucha, á influir sobre la +realidad hasta transformarla, infundiendo en ella el espíritu de sus +ideales. Deber es del artista conquistar la riqueza. La vida sólo +será lo que debe ser cuando la riqueza sea de los poetas. La poesía +será entonces acción y vida y entonará sus estrofas en ciudades de +arte, limpias, sanas, alegres, risueñas; en jardines de encanto, en +monumentos de gloria, con bellas criaturas de selección espiritual y +física. No despreciéis la riqueza ¡oh, artistas!, que harto tiempo ha +sido de los bárbaros, muy satisfechos con que vosotros ponderéis los +encantos de la bohemia mientras ellos gozan de todo, sin compartir sus +goces más que con unos cuantos artistas domesticados, que se complacen +en enseñar á sus amigos para darse tono de protectores del Arte. Y +mientras vosotros no tengáis palacios, ni deis fiestas en ellos, ¿cómo +vais á convencer á nadie de que no son ellos los que no quieren +recibiros á vosotros, sino vosotros los que no os dignáis recibirlos á +ellos? + + * * * * * + +No recuerdo si lo soñé ó me lo contaron. Fué un escritor, muy discutido +en sus comienzos, que, por lo mismo, tuvo muchos admiradores: unos, +jóvenes animosos como él; otros... esos que hallan en lo infructuoso +de una labor combatida el mejor pretexto para no hacer ellos nada; +otros, los muchos fracasados, que pretenden justificar con el fracaso +de una obra ajena el fracaso de toda su obra. Todos estos admiradores +admiraban más al escritor cuanto más combatido era. Cuando, por +su trabajo y su constancia, llegó á tener verdadero público, los +admiradores se desilusionaron: ¡Cómo! ¿Es posible? ¿Le gusta al +público? ¡Qué indignidad! Es que ha caído en la bajeza de hacerle +concesiones; ya no es el mismo. Y los admiradores le increparon por +haberles hecho traición. Si era para todos, ya no podían ellos presumir +de superiores al admirarlo. Ya no tuvo admiradores fieles más que +en sus fracasos; cuando no hacía concesiones al público. Si alguna +vez, por descanso ó por capricho ó por necesidad, escribía una obra, +sin más pretensiones que la de ganar algún dinero, aunque en ella no +ofendiera gravemente su sentimiento del arte, los fieles admiradores +no podían consentirlo y eran los primeros en protestar iracundos: ¡Qué +indignidad! ¡Viene á buscar dinero! Y ellos, con sus protestas, eran +los primeros en impedir que tan natural propósito, y por tan inocente +medio, se lograra. Así, tuvo que resignarse á no tener dinero en su +vida, para satisfacción de sus admiradores. ¿Buscarlo por otros medios? +Menos aún; sus admiradores no lo consentirían: su deber era hacer +Arte, Arte puro... Cuando murió... los admiradores acordaron costearle +un monumento; se reunió poco dinero, y los admiradores acordaron que +aquello era una indignidad. Para hacer mal las cosas, más valía no +hacerlas. El monumento había de ser magnífico, ó no sería... Y no fué, +en efecto. Los admiradores velaban fielmente su gloria póstuma como la +velaron en vida. + +No sé si lo soñé ó me lo contaron; pero siempre que recibo alguna carta +firmada por «Un admirador», me echo á temblar recordando la historia de +aquella víctima de sus admiradores. Todas las cartas así firmadas son +de alguien que pretende administrarnos la hacienda, la moral, el buen +humor, lo que ellos llaman nuestros prestigios, nuestra vida pública +y nuestra vida privada... No ¡por Dios!, señores; yo no quiero ser +admirado á todas horas ni en todos los actos de mi vida; que descanse +vuestra admiración y que me deje descansar. No me escriban ustedes +cartas; porque desde ahora no leeré ninguna que traiga por firma el +consabido «Un admirador» como no incluya un billete de 1.000 pesetas; +única prueba de verdadera admiración que me ofrece alguna garantía y +justa compensación del dinero que me habrán ustedes impedido ganar por +admirarme demasiado. + + * * * * * + +Cuando creemos haber hecho todo lo posible por remediar las mayores +miserias, siempre nos queda el desconsuelo de no haber remediado una: +la ingratitud. Los bienhechores deben contar con ella y compadecer +doblemente al ingrato. ¡Qué horrible debe ser la pobreza, cuando así +llega á entumecer el corazón! + + + + +XLIII + + +La regia munificencia ha dado una oportuna lección á la Real Academia +Española. Arbitro, administradora y dispensadora de premios, padece la +ilustre Corporación, como vieja tacaña, la manía de hacer comiditas +con las cantidades confiadas por gentes respetuosas de los prestigios +oficiales, á los buenos oficios y mejor voluntad, de la sabia y la +docta del esplendor, el brillo y la fijeza. + +¡Dos mil pesetas para un solo escritor!--habrá pensado la vieja +rica.--¿Para qué necesita tanto dinero un hombre solo? Y ¡literato y +poeta! Para que se acostumbre mal ó lo eche en vicios, como adquisición +de libros, viajes ó cualquier otra perturbación de la inteligencia. +Nada, nada; con 1.000 pesetitas á cada uno, podemos hacer á dos +felices. Y mucho es que no han repartido la cantidad en bonos de +á peseta para dar un día feliz á toda la bohemia literaria. Bien +está que, entre los académicos, haya quien disfrute, por diferentes +conceptos y prebendas, pingües beneficios, sin pensar en repartir de +ellos; pero esos otros escritores de la calle... ¿para qué quieren +el dinero? El dinero embota el entendimiento; lo saben bien muchos +académicos. La necesidad sirve de espuela al ingenio; el dinero, tal +vez sólo de albarda. + +Recuerda _Parmeno_ en el _Heraldo_ que los académicos están encargados +también de conceder algunos premios á las mejores obras dramáticas +escritas ó publicadas cada año, y que este premio no se ha concedido +desde muy larga fecha. ¿Por qué? La suspicacia de _Parmeno_ señala los +motivos probables. Fuera ridículo no recoger la alusión á mi persona, +por la modestia de no aceptar un adjetivo laudatorio. Pero yo creo +que _Parmeno_ está equivocado. Para optar á esos premios es condición +precisa que el autor, por sí mismo ó por otra persona, la presente y +someta al juicio de la Academia. Ni por mí, ni por persona autorizada +por mí, he presentado yo nunca una obra mía á ese concurso. Primero, +porque no tuve nunca la presunción de que una obra mía fuera la mejor +de las representadas en temporada alguna. Después, porque al día +siguiente de obtener el premio, la obra valdría lo mismo. Ya sabemos +que los premios oficiales, con muy buen acuerdo, han de atender sobre +todo á la ortodoxia de la obra. Esos premios han de ser siempre para +los poetas--como dijo Heine,--que no tienen de poetas más que el ser +virtuosos. Claro es que se puede ser virtuoso y ser buen poeta; pero +también se puede lo contrario; porque yo creo que la virtud del poeta +es... ser poeta. De otro modo, borraríamos de la lista á Cervantes, +á Lope, á Shakespeare, á Byron, á Shelley--dejo á otros, y no de los +peores,--todos gente poco disciplinada en su vida y en sus opiniones, +difíciles de encasillar en partidos políticos, que pueden hacer gloria +de su fama. + +El artista que campa por sus respetos no espera nunca protección +oficial. Con ese no pueden atarse dos cuartos de cominos--piensa el +dispensador de mercedes.--Los cintajos y las distinciones son para el +sometido. ¿Fulano?--dicen.--Sí, gran talento. ¡Si sentara la cabeza! +Fulano tal vez sienta la cabeza, y aquel día quizás deja de tener +talento, que el talento no es para sentado. + +Cuenta Plutarco, de no sé qué general griego ó romano, quien, viendo +combatir con furioso denuedo á uno de sus soldados, acercósele al +terminar de la batalla y, admirado de su valor, quiso informarse +de quién era. Supo entonces que aquel valiente era el hombre más +desgraciado del mundo, por carecer de todo, y, que tan desesperada era +su vida, que sólo buscaba la muerte. Concedióle el general riqueza y +galardones, dióle mando y honores; y en otra batalla, á pocos días, +vió cómo, en cobarde fuga, arrojaba las armas y corría á esconderse +en lugar seguro. Acudió el general á reprenderle por su cobardía, y +él entonces: ¿Qué te admira?--le dijo.--Ayer estaba desesperado; nada +tenía que perder, nada me importaba la vida... Hoy soy feliz, soy +rico... La muerte me asusta. + +Y es que todo combatiente, soldado ó poeta, bien está sin premio. El +valor y la inteligencia han de ser indomables, y las golosinas son +grandes domesticadoras. + + * * * * * + +A despecho de los verdaderos aficionados á la buena música, el +intérprete se sobrepondrá siempre á la obra, y S. M. el Divo se alzará +sobre Wagner en alas de Pussini. Mejor dicho, Puccini se alzará sobre +Wagner en alas del divo. Ni estos falsos dioses tendrán nunca su +ocaso, mientras vayan unidos, ni el Ocaso hallará nunca sus dioses +mientras divas y divos prefieran la gloria personal á la pura gloria de +someterse á no brillar como astros teatrales. + +¿Por qué esa afición de los grandes actores y de los grandes cantantes +á las malas comedias y á las malas óperas? ¿Es que su vanidad queda más +satisfecha no consintiendo que la obra se sobreponga al intérprete? +¿No será posible hallar un gran artista que se resigne á interpretar +verdadero arte? Mientras Wagner padece su ocaso, el tenor Anselmi +impone á la admiración la _Tosca_ y _Romeo y Julieta_. Las abonadas +sueñan con Mario Cavaradossi, con Romeo, con Des Grieux. Algunas sueñan +con que Anselmi cante el dúo de los besos de _El conde de Luxemburgo_. +Pueden pedirle que lo cante en la noche de su beneficio. El beneficio +del tenor, naturalmente. + + * * * * * + +Una historieta que refiere un periódico francés. Un padre acaudalado +satisfacía con esplendidez todos los gastos de su primogénito; pero +sorprendíale que, sobre la cantidad entregada mensualmente, el mozo le +pidiera siempre un importante suplemento. + +--¿No lo tienes todo pagado? ¿Qué significa esto? + +--Esto significa, papá, que hay gastos... gastos, en fin, cuya +justificación no debo detallarte, aunque tú debes comprenderla. + +--Sí, lo comprendo; pero mira, para saber á qué atenerme, me pides lo +que necesitas y, para justificarlo, me dices: «Gastos de caza, tanto», +y no hay más que hablar. + +--Convenido. + +La partida quedó desde luego asentada en esta forma mensualmente. El +respeto quedaba á salvo. + +Con gran sorpresa observó el padre que la partida dejó de figurar en +cuenta durante dos ó tres meses. + +--Vaya--pensó.--¿Dónde cazará ahora mi hijo, que no me cuesta nada? + +Pero cuál no sería su desencanto al leer, al cabo de cierto tiempo, +esta nota de gastos suplementarios: «Al armero, 2.000 pesetas». + + + + +XLIV + + +Un niño, por travesura ó por desgracia, cae en la fuente de una +plaza pública y muere ahogado, bajo muy poca agua, en presencia de +numerosos curiosos y de dos agentes de la autoridad, representación, +no por modesta menos respetable, del Estado tutelar y protector. Sobre +los dos infelices guardas han caído todo el rigor de los superiores +y todas las recriminaciones de la opinión. El señor presidente +del Consejo dijo muy bien que no debieran ser sólo los guardias +los castigados. Pero aunque para el Código penal sean delitos las +omisiones tanto como las acciones, ¿qué medio hay en la ley para +hacer efectiva la responsabilidad de una multitud indiferente? Y si +miramos á nuestra conciencia, ¿no hallaremos en la impune omisión de +los curiosos, lo mismo que en la punible de los guardias, síntomas +de un estado de conciencia social del que todos participamos? ¡Era +tan poca el agua! El niño, sin duda, podría levantarse y salir por +sí solo. Tal vez si alguien se hubiera precipitado á socorrerle los +curiosos se hubieran reído al verle chapotear en el agua; el regocijo +hubiera subido de punto si era uno de los guardias. ¡Qué escena de +película cinematográfica! ¡Estamos tan hechos á reímos de los agentes +de la autoridad en sainetes y revistas llenas de gracia! Como el +salvamento se hubiera logrado á poca costa, ¡cuánto nos hubiéramos +burlado del salvador, si hubiera pretendido hacer valer su pobre +hazaña! ¡Salvamento de náufragos en el pilón de una fuente! Chistes, +caricaturas, ingenio... Las tragedias son así: necesitan un final +trágico para que parezcan tragedias. Cuando se empieza á morir, hay +que morirse; de otro modo, ¿quién cree que era tanto el peligro? No +culpemos demasiado á los espectadores y á los guardias, más temerosos +del ridículo que de un remojón insignificante, ¡Los pantalones de +la autoridad enfangados! ¡El uniforme prestigioso chorreando! ¿No +tendremos todos en nuestra vida alguna culpable omisión de que +acusarnos? ¿No habremos dejado también que alguna criatura, tal vez +indiferente, tal vez querida, se haya ahogado ante nosotros, en muy +poca agua, sin que nuestra mano se tendiera protectora, sin que +diéramos el paso que corre á sostener, sin que de nuestros labios +saliera la palabra precisa de compasión ó de esperanza? Agua ó llanto +¡parecían tan poco! Cuando el agua ó el llanto ahogaron, ya era tarde. +El heroísmo pide grandes empresas: mares embravecidos, batallas, +dolores trágicos. Ante el peligro de la fuente, ¿no es ridículo el +gesto heroico? ¡El agua era tan poca! ¡Las fuerzas del niño eran menos! +¿Cuántas almas de niño no habremos dejado así ahogar, en muy poca agua, +por no afrontar el heroísmo del ridículo? ¡Si diéramos siempre el paso +que debemos dar! ¡Si dijéramos siempre la palabra que debemos decir! + + * * * * * + +La Academia de la Poesía se dispone á festejar el centenario de +Cervantes, sin olvidar el de Shakespeare; pues tampoco los ingleses, +según noticias, se olvidarán de nuestro manco, que no lo era para poder +muy bien andar de mano con su contemporáneo glorioso. Aquí no puede +decirse que baza mayor quita menor, y nunca estuvo tan en su punto lo +de «región de los iguales». + +Si atendemos al calendario parecerá que se toma con tiempo y que, del +1911 al 16, hay días sobrados. Pero el tiempo español, entre lo perdido +y lo matado, y lo que se echa á perder y á morir, entre discusiones y +discurseos, pasa sin enterarnos. La Academia cuenta con el apoyo de +los Gobiernos. Digo de los Gobiernos, porque de aquí al 1916--perdone +el Sr. Canalejas la desconfianza, que no es por él precisamente--¡sabe +Dios cuántos Gobiernos se habrán sucedido! Es de esperar, no obstante, +que todos se muestren por igual bien dispuestos á celebrar con todo +esplendor y esplendidez tan señalada fecha. No es cosa de que se haga +cuestión política, ni de que unos pretendan ensalzar á Cervantes por +reaccionario y otros por liberal, y unos miren á Shakespeare como +católico romano y otros le consideren como protestante. Nos gobiernen +para entonces el Sr. Maura ó el Sr. Canalejas, creemos que, honras +fúnebres más ó menos, con sermón del Padre Calpena ó del obispo de Sión +ó del Padre Maestre ó del doctor Zacarías, lo demás todo será como +esté proyectado, sin que haya un Sr. Rodríguez Sampedro que procure +escatimar gasto alguno. + +Desde luego ha de procurarse que el festejo sea de todos y para todos. +Bien están los actos académicos, las ceremonias oficiales; pero sol, +aire y plaza pública, sobre todo. Cabalgatas espléndidas, en que tomen +parte nobleza, Ejército, artistas, sin temor al pícaro ridículo del +disfraz ni de la exhibición. Representaciones callejeras de algunos +entremeses de Cervantes, representación entre las frondas de la +Moncloa ó de Aranjuez de alguna comedia de Shakespeare: _El sueño de +una noche de verano_ ó _Como gustéis_. ¡Tanto puede hacerse con buen +gusto y con arte! Debe pensarse que, cuanto mejor sea todo ello, será +más productivo. En estas cosas la tacañería es lo más ruinoso. ¡A +fantasear, poetas! Y sea la primera fantasía ver cómo se saca el dinero +á los que lo tienen. No os detengáis ante ningún ditirambo adulador. +Cervantes y Shakespeare eran los que eran y, ¡ay!, también adularon á +los poderosos. + + + + +XLV + + +Los primeros pantalones femeninos, en su aspecto callejero y visible, +han tenido un ruidoso fracaso; pero los modistos y modistas franceses, +como si obedecieran á un alto mandato de la Divinidad, insisten en +que nada podrá oponerse al triunfo definitivo de los calzones. Peores +principios tuvieron otras modas, al fin universalmente aceptadas. +Los primeros miriñaques, los primeros sombreros de copa, no lograron +mejor éxito en sus comienzos. No podrá decirse que esta moda es señal +de los tiempos modernos, ni uso impuesto por la vida en los pueblos +civilizados; pues más que un avance hacia lo porvenir, trae á nuestra +imaginación el recuerdo de Turquía y de Marruecos, y, ya más cerca +de nosotros, la evocación teatral de _La conquista de Madrid_ y +_El tributo de las cien doncellas_, memorias de los buenos tiempos +zarzueleros, que no son ¡ay! para rejuvenecer á nadie. + +Todo será que la vista se acostumbre. La caricatura y el teatro, +pretendiendo ridiculizar la nueva moda, serán sus mejores +propagandistas. Después las pastorales de algunos obispos y las +predicaciones anatematizadoras, acabarán por decidir el éxito. En +cuanto las mujeres crean que la moda es invención del demonio, no +dudarán en aceptarla, seguras de que el demonio es muy inteligente en +tentaciones. + +En realidad, la moda nada tiene de impúdica. El aire y la lluvia +pierden su imperio sobre ella; acabaron los graciosos efectos de falda +recogida. Es una moda que, por su nombre, pantalones, promete más +que cumple. Es más; que ha de dejar muchas promesas incumplidas, por +dificultades de tiempo y de ocasión. A no ser, por lo que tiene de +ley la moda, que pueda también decirse de ella: «Hecha la ley, hecha +la trampa». Pero, hasta ahora, la trampa no parece por ninguna parte. +Los modelos lucidos hasta hoy son de tanta seguridad como una caja +de caudales. Quizás sea ésta la más clara señal de su modernidad. O +acaso estén próximos los días, pronosticados por San Pablo, en que +los hombres se subirán á los árboles por huir de las mujeres; y si +ellas dan en trepar para perseguirlos, claro está que el pantalón es +necesario. + +Los sastres también pretenden, por su parte, dar algún golpe de +efecto en la indumentaria masculina. Unos vuelven los ojos al año 30, +otros reniegan de toda tradición y abren concursos entre dibujantes +para hallar algo nuevo. Pero lo nuevo no parece; es casi seguro que +volveremos á las modas del año 30; por lo menos, en los trajes de +sociedad. Para los trajines de la vida diaria, el automóvil, la caza, +el aeroplano, impondrán la moda con sus necesidades. Seremos de un +siglo por el día y de otro por la noche. ¿No es así toda la vida +moderna? ¿En quién de nosotros no vive, no piensa, no se agita la vida +de cien generaciones futuras, que nos dice sin cesar: «¡Adelante, +adelante!»? ¿Sobre quién no pesa la muerte de otras tantas generaciones +pasadas, que nos dicen: «¿Por qué luchar, por qué inquietarse?» Por +fortuna, la acción contradice á cada paso á nuestro pensamiento y +nuestro pensamiento es constante contradicción de nuestras acciones. + + * * * * * + +El doctor Decref ha informado, con gran conocimiento de causa, en +la Sociedad de Higiene, sobre la higiene en el teatro. Si grandes +deficiencias puede advertirse en los teatros mejor acondicionados, en +la parte destinada al público, que, al fin, es el que paga y puede +gritar, aunque no grite lo que debiera, ¿qué no será en la parte +destinada á los artistas y dependencias, que nada pagan y si gritaran +no cobrarían? De éstos principalmente se ha cuidado el doctor Decref en +su información, y bien pueden estarle agradecidos los interesados. + +Ahora que, si la intención es buena, nunca la mala práctica puede +oponerse con mayor razón á la generosa teoría. Los teatros por dentro +son lugares en que toda infección debe tener su natural microbio; pero +sin duda los que, por necesidad ó por gusto, pasamos lo mejor de +nuestra vida en ellos, hemos logrado, por el mismo procedimiento, la +inmunidad que logró Mitridates contra los venenos. + +Casos de longevidad extraordinaria, muy frecuentes entre los actores +dramáticos, son un verdadero escarnio contra todos los preceptos +higiénicos. Y en cuanto á conservación y buen parecer, ¿en qué +otra profesión puede llegarse á nada parecido? No ya entre mujeres +del pueblo, envejecidas á los treinta años, aun entre damas de la +aristocracia, muy cuidadas y muy bien prendidas, no se observa lo que +es natural y corriente entre las actrices: una apariencia de juventud +que llega á confundirse con la juventud misma. Hay actrices que le +hacen á uno dudar de su fe de bautismo. Y ¡cómo se complacen y se +recrean en humillarnos, con su invencible naturaleza y un poco de +colorete por cómplices! Cuantos más años vienen sobre ellas, más los +desafían invulnerables. Con un vestido blanco de lo más vaporoso y una +pamelita de paja ornada de capullos de rosa, triscando por la escena, +con la boquita fruncida y los ojos entornados, ¡cómo saben conmovernos +llorando sus amores contrariados! ¡Papá! ¡Mamá! ¡Primito! ¡Tiíta! + +¿Y los galanes? ¿No es también admirable su estado de conservación? + +Sólo en el teatro y en la política se es joven á los cincuenta años. +Lo que prueba que nada significa el aire que se respira y el ambiente +en que se vive. Acaso unos teatros muy higienizados y una atmósfera +política muy purificada no permitieran esas perpetuas juventudes que +son gala de tantos escenarios y de tantos Gobiernos. + + +FIN + + + + + +End of the Project Gutenberg EBook of De Sobremesa; crónicas, Tercera Parte +(de 5), by Jacinto Benavente + +*** END OF THE PROJECT GUTENBERG EBOOK 56770 *** diff --git a/56770-8.txt b/56770-8.txt deleted file mode 100644 index b66ac51..0000000 --- a/56770-8.txt +++ /dev/null @@ -1,5115 +0,0 @@ -The Project Gutenberg EBook of De Sobremesa; crnicas, Tercera Parte (de 5), by -Jacinto Benavente - -This eBook is for the use of anyone anywhere in the United States and most -other parts of the world at no cost and with almost no restrictions -whatsoever. You may copy it, give it away or re-use it under the terms of -the Project Gutenberg License included with this eBook or online at -www.gutenberg.org. If you are not located in the United States, you'll have -to check the laws of the country where you are located before using this ebook. - -Title: De Sobremesa; crnicas, Tercera Parte (de 5) - -Author: Jacinto Benavente - -Release Date: March 18, 2018 [EBook #56770] - -Language: Spanish - -Character set encoding: ISO-8859-1 - -*** START OF THIS PROJECT GUTENBERG EBOOK DE SOBREMESA; TERCERA PARTE *** - - - - -Produced by Josep Cols Canals, Carlos Coln, the University -of Toronto and the Online Distributed Proofreading Team -at http://www.pgdp.net (This file was produced from images -generously made available by The Internet Archive/Canadian -Libraries) - - - - - - - - - - Nota del Transcriptor: - - - Se ha respetado la ortografa y la acentuacin del original. - - Errores obvios de imprenta han sido corregidos. - - Pginas en blanco han sido eliminadas. - - Letras itlicas son denotadas con _lneas_. - - Las versalitas (letras maysculas de tamao igual a las minsculas) - han sido sustituidas por letras maysculas de tamao normal. - - - - - De sobremesa - - CRNICAS - - Tercera Serie - - - - - Jacinto Benavente - - - De sobremesa - - - CRNICAS - - - TERCERA SERIE - - - MADRID - PERLADO, PEZ Y COMPAA - SUCESORES DE HERNANDO - Arenal, 11 y Quintana, 31 y 33 - 1912 - - - - - ES PROPIEDAD.--DERECHOS RESERVADOS - - Artes Grficas MATEU.--Paseo del Prado, 30.--Madrid. - - - - -[Ilustracin] - - - - -De sobremesa - - - - -I - - -Si la propaganda cunde, pueden regocijarse los padres, los maridos y -todos los paganos de lujos femeninos, cualquiera que sea su grado de -aproximacin masculina. Las damas de los Estados Unidos patrocinan, -protegen y alientan una huelga de modistas. Tendra que ver, ya -lo creo!, que un exceso de civilizacin volviera las refinadas -norteamericanas al primitivo atavo de la hoja de parra, y que, por -evitar la desnudez de las obreras, llegasen sus distinguidas clientes - la suya propia. No poda perdirse mayor altrusmo. Pero si contra -toda moda, con procurar siempre el mejor parecer de la mayora, hay -siempre resistencias y rebeldas por parte de las no agraciadas con -ella, figrense ustedes si vestidura tan difcil para las feas y las -mal formadas, como el natural fsico, no ha de encontrar protestas! - -De temer es que la huelga, alentada en pblico por las damas, sea -contrarrestada en privado por ellas mismas, como aquella famosa huelga -de _Lysistrata_, tan graciosamente dramatizada por Aristfanes. Es -tambin un peligro que esta huelga modistil traiga otras muchas -huelgas de mayor transcendencia. Huelga de seoras: porque en qu -han de ocuparse muchas de ellas si no se ocupan en andar de modista -en modista y de tienda en tienda, eligiendo, revolviendo y comprando -trapos y moos? Huelga de maridos y de amantes: porque parecern lo -mismo muchas mujeres sin los encantos artificiales de la _toilette_? -Huelga de autores dramticos: porque si las actrices dan en vestir con -sencillez, qu defensa tendrn muchas comedias? Sabido es que cuando -en el teatro se llega la desnudez, sobra toda literatura, con un -poco de baile basta. Cuando hay mucho que ver, el odo no est para -nada y el entendimiento mucho menos. Huelga general, en fin, con cierre -y quiebra de balnearios, hoteles, playas la moda, teatros, iglesias, -etc., etc.: porque si las seoras no podan lucir trajes en todos estos -sitios, sostenidos por ellas, para qu haban de asistir ninguno de -ellos? - -Vase cmo una sencilla huelga de modistas, que en su origen puede -parecer cosa de broma, podra ser el principio de una revolucin social. - - * * * * * - -El comienzo de ao nos llena siempre de melancola. Un ao ms? Un -ao menos? Depende del estado de nimo. De cualquier modo, es otro ao; -y lo que nos entristece es que, con ser otro, ser lo mismo. Los das -nacen unos de otros, y el nuevo da no amanece nunca. Los que no se -resignan vivir sin esperanza la ponen ms all del sol, ms all de -la vida. Su ao nuevo, no es vida nueva; es otra vida. - -No pensemos en qu nos traers, ao nuevo; ya nos contentaremos con -que no te lleves algo! - -El ao pasado nos trajo algunas glorias, bien pagadas con muchas -inquietudes y tristezas! Se despidi con inundaciones, lo mismo que el -partido conservador. Bien puede ser generosidad, para que luzca ms el -sol del ao nuevo. Hay calamidades fertilizadoras. - - * * * * * - -Los autores noveles protestan contra la precipitacin, reserva y -sorpresa con que se ha declarado cerrado el concurso de sainetes -para el teatro Espaol. Prueba de ello es el escaso nmero de obras -presentadas, cuando en cualquier otro concurso, anunciado con la -necesaria publicidad, se cuentan por millares. Dganmelo m, que -llegu leerme, en algunos de ellos, noventa y cuatro comedias! - -Lo mejor que puede hacerse es ampliar el plazo y no dar ocasin, de -ningn modo, que nadie pueda sospechar que hubo mala fe en lo que -slo pudo haber ligereza. Considrese que estos concursos, con todas -sus deficiencias, son la esperanza de muchos autores inditos y la -mayor probabilidad de verse atendidos y juzgados imparcialmente. Si -la atencin y la justicia de los que han de juzgar se bambolean se -tuercen en ocasiones, culpa es de los propios concursantes, que suelen -mover una de recomendaciones, influencias y hasta intriguillas las -que slo con gran energa, y riesgo de enemistarse con muchos, puede -uno sustraerse. Esto de la recomendacin para todo es achaque muy -nacional. El donoso escritor que en peligro de muerte, al ir uno de sus -allegados pedir los ltimos Sacramentos, le recomendaba: Di que son -para m; que los traigan buenos, satirizaba esta arraigada costumbre -espaola de creer que la recomendacin alcanza para todo, hasta en lo -divino. No es este el pas en que ms se reza y se pide una multitud -de vrgenes, santos, abogados y abogadas celestiales, que Dios, uno -y trino; en que se cree necesario pedir por favor lo que es ms de -justicia; en que hasta para comprar en una tienda, por su dinero, se -cree uno en el caso de decir: Vengo aqu recomendado por don Fulano, -que le compra usted mucho; en que hasta para morirse le confortan - uno con lo que se llama recomendacin del alma?... Y no digamos, -despus de muertos, la de recomendaciones que son precisas para que le -entierren uno en buen sitio y lo ms arreglado posible. - -Por todo esto, yo me permito recomendar que se atienda la justa queja -de los autores. En cambio, me comprometo no recomendar ninguno en -particular. - - - - -II - - -Parece ser que ahora va de veras: Madrid ser agrandado y... -embellecido? Como en las casas cursis, tendremos sala y gabinete -decentemente amueblados, y lo dems qu importa? Lo dems es para -vivir. Gran tocado y chico recado. Si la nueva Gran Va y cuanto se -mejore y ensanche ha de verse tan mal barrido, tan mal pavimentado, tan -puerco como lo que ahora tenemos, ms valiera dejarlo todo como est. -Pasan ustedes alguna vez por la calle del Barquillo? Y por la de...? -Para qu enumerar? Andan ustedes por esas calles? En las aceras no -hay losa en su sitio; el arroyo lo es de polvo y papeles y todo gnero -de suciedades; ir en coche es ir botando como pelota; ir pie es ir -votando como ciudadano. El sistema de barrer las calles es para optar -un premio en cualquier Exposicin de higiene. Y qu admirable orden -en la circulacin! Carromatos con siete mulas de reata interceptan el -trnsito cada paso. Pobres traficantes, no es cosa de molestarles -con ordenanzas que fijen horas propsito para sus acarreos! La -molestia libre en el Estado libre. - -Bien est que aplaudamos todas las grandes iniciativas del alcalde y -del Municipio, pero entretanto tuvieran algunas pequeas iniciativas... -Verdad es que la mayor parte de la gente vive tan gusto. Las malas -casas les han acostumbrado las malas calles. Digo! Si las calles -fueran agradables... Como son, hay quien se pasa la vida trotando por -ellas, slo por no estar en su casa. - - * * * * * - -No puede creerse en la indignacin de Rostand al ver destripado su -gallo por las indiscreciones del _Secolo_, cuando, por indiscreciones -parciales, muchos sabamos ya el argumento y aun los chistes y -cantables que tiene la obra. Aparte de esto, poco tiene que perder una -obra que todo lo ha perdido con la publicacin de su asunto. Pobre de -nuestro _Don Juan Tenorio_ entonces! Quin ira verlo, si la novedad -de su trama fuera su nico atractivo? En el mismo Pars, tan novelero -en apariencia, sostienen mejor su cartel muchas obras clsicas de -Corneille, Racine y Molire, que algunas flamantes comedias, ms viejas -al nacer que las otras antiguas. _Chantecler_ ha logrado ya categora -de obra clsica, en que el asunto es lo de menos. Muchos que ahora -asistirn al estreno, tal vez como crticos, no haban nacido cuando -empez hablarse de _Chantecler_. - -De las actrices y actores que estrenaron anteriores obras de Rostand, -slo por Sarah inmortal, no han pasado los aos. Hagan las Musas que -tan esperada obra interese por tanto tiempo la posteridad, como -la anterioridad ha interesado! Despus de todo, la gloria anticipada -es la ms segura, y la cera que va delante es la que alumbra. Y en -este particular de la luz, parece ser que para el gallo de Rostand -amaneci hace mucho tiempo. Tal vez ya no quedaba ms resquicio por -donde percibirla que esas indemnizaciones exigidas los peridicos -indiscretos. De este modo s que el gallo no puede ser nunca un albur. -Todo va copado. Que al estrenarse no le cambien una letra! Pobre -gallo entonces! - - * * * * * - -No hay nada ms peligroso que un incensario en manos indiscretas. -Representacin de algo divino humano, los golpes ms peligrosos para -los dolos son los de sus fervorosos adoradores. Cuando todo el mundo -dice: Est bien, para qu empearse en que todos digan: Est mejor -que bien. El deber cumplido tiene en s mismo la mejor recompensa, y -cuando el deber es tan propio del cargo y por lo elevado de la posicin -trae consigo el conocimiento y la admiracin de todos, qu se le aade -con una recompensa que, por estar tan al alcance de la mano de quien -ha de obtenerla, pierde todo su valor en este caso? El reconocimiento -oficial nada aade al reconocimiento nacional. Sera, como dijo -Shakespeare: Pintar al lirio, dorar el oro, endulzar lo dulce. - - - - -III - - -El peridico de Buenos Aires _Caras y Caretas_, en circular dirigida - personas significadas, solicita un pensamiento con motivo del -centenario de la Independencia argentina. La circular viene en francs. -Ya sabemos que por ser el idioma usual en relaciones diplomticas -universales, puede serlo tambin en las literarias. Pero en este caso, -y tratndose de una Repblica en que nuestro idioma es y ser por mucho -tiempo el oficial, el literario y el vulgar, no hubiera estado mejor -en castellano la circular dirigida Espaa? Yo, por m, s decir que -nunca entend peor un idioma extranjero, y no sabr contestar lo que -se me pregunta. - -No ya consolarnos, enorgullecernos debemos de la independencia de todas -las Repblicas americanas que fueron colonias espaolas, mientras en -ellas impere nuestra lengua, y con ella mucho de nuestro espritu. -Comunicarnos en lenguaje extrao, ms que independencia nos dice -desvo. Nuestras relaciones deben ser ms que diplomticas; y esa -circular en francs tiene toda la frialdad de una nota de Estado. Le -agradara al simptico semanario porteo que saludramos en francs la -conmemoracin de la Independencia argentina? - - * * * * * - -Los sucesos culminantes de estos das entran en la clasificacin de -podencos, tan respetados por el escarmentado loco de que nos habla -Cervantes. Guarda, que es podenco! No entremos ni salgamos en plticas -de familia, aunque la familia nos sea muy allegada, que siempre -llevaremos la de perder, mientras no caigamos en la cuenta de que, -civiles militares, todos llevamos el mismo uniforme: el de ciudadanos -espaoles, y todos nos interesa por igual el respectivo prestigio de -unos y otros. Malo es dividirse en castas. Todos hemos de ser paisanos, -en el amplio sentido de compatriotas; todos hemos de ser soldados, -en paz y en guerra, cada uno en su puesto, para responder siempre al -quin vive? de todo alerta!: Espaa! - - * * * * * - -Oh, admirable pblico nuestro! Se acostumbra lo malo; tolera -indefinidamente lo mediano, y slo ante lo bueno se cansa su admiracin -y hasta se irrita si alguien se obstina en pretender sostenerla. Este -es el caso de Titta Ruffo en la actual temporada. Nada en la voz ni -en el arte del gran bartono justifica un cambio de actitud en el -pblico. El artista es el mismo, y eso es lo que parece sentir el -pblico, obligado seguir admirndole todava. Oh, nio caprichoso, -quien hay que retirarle las golosinas antes del enfado y los juguetes -antes del destrozo! Pocos poseen, como el Guerra, el difcil arte de -retirarse tiempo, nico recurso del artista que no quiera sentir tus -rigores! - -En ningn pblico, como en el nuestro, se advierte esa actitud -defensiva contra la admiracin; esos gestos malhumorados al -soportarla. En cualquier espectculo parece como si el pblico fuera -violentado, por fuerza mayor y no por gusto, distraerse un rato. -El autor es como un enemigo personal; el artista, como un acreedor -molesto. En ninguna parte puede hablarse con tanta razn de batallas -al tratarse de arte. - - * * * * * - -Por mucho que moralistas y socilogos prediquen contra el suicidio, -mientras el ridculo no se atreva con l, por respetos que siempre -impone la muerte, seguir siendo potico final de muchas historias -vulgares. El solo basta para dar grandeza trgica en un momento al ms -chocarrero sainete. Cuntos no habrn redo al ver pasar en vida el -idilio amoroso del viejo cojo y la nia lozana? Y aquella unin, que -en vida acaso slo en el inters tena explicacin para las gentes, -con la muerte es algo inexplicable, con todos los prestigios del amor -y de la muerte; deidades poderosas inmortalizar sus elegidos, -como los dioses paganos sus amadas mortales. Los vulgares amantes, -que en vida tal vez dieron que reir las gentes, hoy van en la divina -potica teora inmortal de Hero y Leandro, Pramo y Tisbe, Romeo y -Julieta, Francesca y Paolo, Isabel y Marsilla; sin olvidar aquellos -otros amantes madrileos que inmortalizaron la frase suprema: Que los -entierren juntos! Hallen todos un Ovidio, un Dante, un Shakespeare! Y - no poder ser otra cosa, un buen romance de plazuela. Hay que poetizar -la muerte por amor todo lo posible. Es el mejor medio de evitar muchos -matrimonios desgraciados. - - * * * * * - -Los empresarios de _music-halls_ estn consternados. Ante la amenaza de -la subida de la carne, algunas artistas han pedido aumento de sueldo. -Lo que diran ellas, si conocieran la clebre cancin de _La camisa_, -de Hood--pero cmo han de conocerla, si las pobres hasta habrn -olvidado que hay camisas?:--Que la carne de vaca sea tan cara y la -carne humana tan barata! - -Por fortuna para los empresarios y traficantes en carne humana, la -caresta de la primera trae por la mano la baratura de la segunda. - -A poca costa podramos traer buena carne de Amrica cuando aqu nos -faltara. Preferimos enviar all carne humana. Dentro de poco slo -quedarn aqu los que puedan pagar el solomillo. Qu agradable ser -no ver ms que gente bien alimentada por esas calles! Cmo van -dulcificarse las relaciones sociales, y sobre todo las polticas! - - - - -IV - - -Para los espritus abatidos, propensos al decaimiento, como nuestro -espritu nacional, no importa tanto saber si hay causa para tanta -alegra como saber que el efecto fu el de una alegra verdadera. -Cuando hay tales tristezas sin motivo, por qu no entregarnos sin -discusin una alegra, que, desde hace mucho tiempo, con ningn -pretexto hubiramos podido justificar? En otros tiempos, tan ricos -ramos en glorias, que, acaso stas de ahora nos hubieran parecido -mezquinas. Hoy... bien venidas sean, y mejor si sabemos apreciarlas -con serenidad y ms que de envanecimiento nos sirven de estmulo para -glorias mayores. De tremenda crisis triunf el espritu nacional -en los principios de la campaa. Por el mundo no falt quien se -apresurara cantar nuestros funerales. El Ejrcito espaol ha sabido -extendernos nueva fe de vida ante el mundo. Tal vez pocas veces fu -tan depositario del honor y la vida de Espaa como en esta ocasin. No -quede todo en aclamaciones de entusiasmo. No olvidemos nuestro deber -en la paz, si queremos tener el derecho de exigirle todo su deber en -la guerra. Es triste cosa resignarse tener mrtires cuando se puede -tener hroes. Hoy sustituyamos el grito de Viva Espaa!, que puede -parecer un deseo, con este otro ms afirmativo: Vive Espaa! - - * * * * * - -Por dichosa casualidad, al mismo tiempo que nuestras armas victoriosas, -llega de la Repblica Argentina, en la persona de Belisario Roldn, -mucho de nuestro espritu triunfante decirnos cunto queda en Amrica -todava de nuestro Verbo glorioso. Siempre leal amigo de Espaa, no -puede considerarse ni ser considerado en ella como extranjero. La -fogosa elocuencia de nuestros grandes oradores, la que fu admiracin -de todo el mundo espaol, alienta vigorosa en el joven orador -argentino. - -En los oradores de casa, tal vez nos pareciera demasiado vehemente. -Hemos bajado tanto el diapasn para todo! El grito, el rugido, el -apstrofe nos asustan. Amamos la discrecin sobre todas las cosas en -poltica, en arte, en el trato social, La discrecin! Triste cosa es -un pueblo que no tiene mayores glorias que las de sus locuras. - - * * * * * - -Amable lectora, la que en discretsima carta me consulta sobre el -mejor sistema de educar los hijos; sin duda sabe que nadie los -educa mejor que los que nunca los hemos tenido. Severidad? Dulzura? -Proporcionarles toda la alegra posible prepararles con privaciones - soportar las tristezas futuras? Hoy... son los padres; pero los -padres no viven siempre. Maana... son los extraos sin cario, con -otro cario que nada se parece al de los padres... Pero, no ser, por -lo mismo, crueldad en los padres anticipar tristeza la tristeza? -Y si el hijo muriera antes? Maana es la vida, pero tambin es la -muerte. Los juguetes comprados sern entonces recuerdo triste; pero -los juguetes que el nio dese y que le negamos sern un remordimiento -constante... Oh, s; dulzura, dulzura para vuestros hijos, que la -vida es madrastra terrible, como las de los cuentos de hadas; esas -madrastras que encierran en torres las princesas delicadas las -envan al bosque guardar gansos. Peor la vida, que suele traerlas, -no guardarlos, sino casarse con alguno de ellos. Pero, y si -acostumbrados al mucho mimo no hay fuerza en ellos despus para -conllevar las contrariedades? - -La vida es la mejor educadora, y ella sola se basta para enmendar -errores de educacin en los padres... Todos, menos la falta de besos, -de caricias, de juguetes en los primeros aos... La vida puede ser -madrastra, puede ser maestra, pero no es madre... - -En los primeros aos del mundo, cuando Adn y Eva, arrojados del -Paraso, luchaban contra los rigores de la naturaleza primitiva, Eva -lloraba por sus hijos, al verlos muchas veces heridos por las fieras, -desgarradas sus carnes por las asperezas de los troncos y de las -piedras... Mis hijos! Qu horrible vida! Para ellos no ha habido un -Paraso terrenal, como para nosotros... Ellos no sabrn nunca de sus -delicias... Nosotros hemos sido ms felices! - ---S--dijo el primer hombre.--Ellos no han tenido, como yo, un Paraso; -pero, yo no he tenido una madre, como ellos! Y al verlos acariciados -por la madre, en su amor paternal haba algo de envidia. Y era el -hombre que haba sido formado por Dios mismo! - - - - -V - - -El mes de Enero suele ser fecundo en calamidades. Para que sepamos -qu atenernos durante todo el ao. Es un modo de anunciarse. Queda -la duda, en estas primeras calamidades del ao, de si pertenecen al -ao entrante sern saldo del anterior, que no quiso marcharse sin -soltarlas. Lo cierto es que la Naturaleza, como una gata cualquiera, -anda fuera de s y desatinada en este primer mes del ao. Tempestades, -inundaciones, lluvias torrenciales de gracias, condecoraciones y -entorchados, y el cometa apocalptico, y _Chantecler_ en puerta. Vaya -un aito! - -La inundacin de Pars retrasa una vez ms el acontecimiento que slo -pudiera consolarnos: el estreno de _Chantecler_, antes retrasado por la -discusin que pudiramos llamar del huevo de Mme. Simone. Se comprende -en una actriz recin divorciada y recin vuelta casarse el escrpulo -en poner un huevo, sobre cuya pertenencia pudiera haber dudas. - -Por fortuna, el poeta no pele por el huevo ni por el fuero, y la -postura se supondr entre bastidores, lugar ms conveniente para -posturas difciles, en la vida como en el teatro. - - * * * * * - -Luego diremos que aqu no hay libertades y que el clericalismo nos -domina. En Inglaterra, la nacin trada siempre cuento, cuando de -libertades se trata, no pudo representarse, hasta ahora, la pera de -Saint-Saens _Sansn y Dalila_ porque su asunto bblico escandalizaba -los sentimientos religiosos. Sobre la _Salom_, de Strauss y de Wilde, -creo que todava pesa la prohibicin. Los ingleses slo han consentido -en ver la danza de _Salom_ separada del texto y de la partitura. -Parecen tontos! Verdad? - -Aqu, donde nos quejamos todas horas de la presin clerical, triunfa -_La corte de Faran_, opereta del todo bblica, sin protestas de -nadie. Yo he visto en primera fila muchos graves seores de los que -suelen ser ornato de cofradas y procesiones. En Inglaterra se ensea -ahora los nios la Historia por medio de representaciones teatrales. -Por qu no ha de ensearse la Biblia por el mismo sistema? No hay en -_La corte de Faran_ mayores atrevimientos que en el Sagrado libro. -Los autores han estado muy hbiles en quitar crudezas. A las artistas -nadie les agradecera que ocultaran las suyas. Admiremos al Seor en -sus obras! No ser tan difcil hallar un sentido mstico la cancin -babilnica, que pronto oiremos en labios de muchos senadores; como al -_Cantar de los cantares_ y otros pasajes no menos escabrosos. - -Lo malo es que la Iglesia catlica haya perdido aquel buen humor y -aquel sentido artstico que fueron todo el espritu del Renacimiento. -Ah, el bribn de Lutero, que la oblig volver tomar en serio su -divino papel, que ya empezaba ser humano! - -Ahora llueven imprecaciones y anatemas sobre el Arte y sobre los -artistas. Los tiempos son difciles. La competencia comercial es muy -dura. No hay bastante pblico para todos. Y el Teatro y la Iglesia son -espectculos tan caros! Por fuerza tienen que perjudicarse mutuamente. - - * * * * * - -Prez Galds, el maestro glorioso, consagrado por el monumento inmortal -de toda su obra, y Ricardo Len, escritor joven, con razn estimado -entre los buenos, coinciden, no en lo exterior, s en lo interno, en -sus dos ltimas novelas: _El caballero encantado_ y _Alcal de los -Zegres_. Novelas de smbolo, de alegoras, que nos hablan de Espaa, -de sus glorias pasadas y de su futura gloria posible. Quizs seales -de los tiempos! con mayor fe en la del viejo maestro que en la del -poeta joven. - -Son los dos libros precioso documento para el estudio de nuestra -psicologa nacional. - -Limtome al acuse de recibo y mi particular aplauso, sin invadir -la seccin Revista literaria, en la que escritor de toda mi -consideracin y respeto sabe, con admirable acierto y con respeto -las personas, que cada vez va siendo ms raro, distribuir elogios y -censuras. - - * * * * * - -De la excelente acogida al Teatro para los nios y del inters con que -un pblico, si no tan numeroso como fuera de desear, todo lo selecto -que puede pedirse, sigue sus representaciones, nada me satisface tanto -como el buen xito obtenido por las lecturas de poesas. Versos, -poesa! Eran una especie de coco para las empresas teatrales. Hoy -ya empieza creerse en ellos, y todo hace presumir un glorioso -renacimiento de la poesa en el teatro. - -Por qu en el teatro Espaol, en el de la Princesa, que cuentan con -admirables intrpretes de los poetas, no inaugurar una serie de veladas -poticas, que seguramente tendran su pblico? - -Omos muchas veces quejarse unos y otros de que el pblico no est -educado; esto sirve de pretexto para rechazar muchas obras de indudable -mrito. Corriente, el pblico no est educado; pero si nadie se toma -el trabajo de educarle! Es mucho ms cmodo y provechoso llevarle el -humor y no luchar con l. Pero los que pueden permitirse ese lujo con -menos riesgo estn ms obligado ello. A todos nos toca un pedacito -del mundo en que podemos hacer algo til y provechoso, y no es desde un -escenario donde menos puede hacerse por la cultura y la educacin, que -es hacer por la Patria. - - - - -VI - - -Mariano de Cvia me propone un Teatro para los viejos, que vendra -ser, no contraposicin, sino complemento del Teatro para los nios. Los -extremos se tocan, y acaso viniera suceder, por el humano y natural -prurito de aniarse en los ancianos y de hombrear en los infantes, que -el Teatro dedicado los primeros fuera el favorito de los segundos, -y viceversa. Pero ay! es tan necesario el teatro para los viejos? -Llenaramos con l algn vaco, ni siquiera el del teatro mismo? Si el -teatro pretenda ser educativo, ya en el ms amplio sentido moral en -el puramente artstico, qu provechosa enmienda podra esperarse en -nuestros venerables? Ninguna. Ya dice la vulgar sabidura que el rbol -ha de enderezarse desde pequeito, y quin es capaz de enderezar, en -todo en parte, los que ya se rinden al peso de los aos? Ni _La -corte de Faran_ ni el Royal Kursaal, con esas admirables artistas, -cuyo mejor anuncio es el de la prdida de su equipaje, podran realizar -el milagro. - -Teatro de puro entretenimiento? Basta asistir los antes citados -y otros del mismo gnero para comprender que nuestros viejos no -necesitan de un teatro especial en donde solazarse. No de los viejos, -de los decrpitos, pudieran llamarse esos teatros en que reverdece el -chiste de Instituto y de caf estudiantil, para regocijo de viejos -ms verdes que los chistes. Y no os engaen algunas caras juveniles -de los espectadores; no est en la cara la edad, sino en el espritu, -y por esos teatros, como por los meetings clericales de estos das, -no busquis jvenes de espritu; el de aspecto ms infantil lleva por -dentro la vetustez de diez siglos. - -Grave error es clasificar por edades en jvenes y viejos. Nios seremos -t y yo, querido Mariano, aunque muchos nios viejos ya nos echen del -corro; porque siempre ser para nosotros la vida un buen campo de -recreo en que saltar, brincar y jugar todo, por pura expansin de -nuestro espritu, sin ninguna utilidad prctica. Jugando y saltando no -se llega parte alguna; si bien puede servirnos de consuelo que hay -partes las que ms conviene no llegar nunca. Para llegar muchas -de ellas, suprema ambicin de todo hombre serio, ya sabemos que, -en Espaa, no hay medio mejor que ser viejo aparentar serlo. Con -nuestros doctores Faustos, aqu, Mefistfeles obrara la transformacin -contraria. Hay quien le vendera el alma por transformarse en viejo, -no en joven. Y en vez de cantar: A m la juventud, m los delirios -del primer amor!, cantara: A m las prebendas y m los cargos -oficiales; m las Academias y la respetabilidad, y... llvese el -demonio mi alma y mi alegra! - -Dejemos, pues, los viejos, que para nada necesitan teatros, cuando -todo el mundo es teatro, de moda y lucimiento para ellos. Pensemos en -los nios, en los verdaderos nios, hijos de padres verdaderos jvenes, -que slo de ellos puede esperarse la nueva vida por la nueva escuela. -Religiosa? Laica? All unos y otros. El Arte es religin neutral. -No es en el Vaticano donde se guardan las ms bellas reliquias del -Paganismo? Quin sabe si no ser en un templo pagano de Arte donde se -guardar lo ms bello del Arte cristiano! Nunca fueron las ideas viejas -tan respetuosas con las nuevas, como las nuevas lo sern siempre de las -viejas. Y vive Dios! que hay entre nosotros vejestorios, en todos los -rdenes de la vida, que no son dignos de ningn respeto. - - * * * * * - -Fu Balbina Valverde una actriz de la ms pura cepa espaola, y si la -vanidad regional no temiera empequeecer su castizo arte, diramos -mejor de la ms pura cepa madrilea. A la falsa luz de las candilejas, -en el falseado ambiente de muchas comedias mediocres, nadie supo dar -tan artstica realidad, tan humano aire al tipo de la mujer espaola -de nuestra clase media, que viene ser el tipo medio de la mujer -espaola, con su sentido prctico, sanchopancesco, sus vanidades, sus -ambiciones, su vulgar sentimentalismo... Lleg tanto la verdad en -su arte, que llegamos verlo copiado en la vida. Cuntas veces no -habremos dicho: Esta seora es una Balbina Valverde! Para los yernos, -este nombre era como una amenaza joco-seria. - -Su diccin era del ms puro castellano; inimitable su arte de subrayar; -nica en producir efecto cmico con la sola enunciacin de una palabra -insignificante, que en su boca adquira el valor de un chiste. Quin -no recuerda cualquier Mi yerno!, pronunciado por ella? Era el presagio -de una tormenta familiar. - -Fu con todo esto de un amor por su arte, de un celo en el cumplimiento -de sus deberes artsticos, que ha de recordrsela siempre, no slo como -ejemplo para las de su profesin, sino como gloria del sexo femenino, -al que muchos suponen incapacitado para toda profesin seria. Si en -otras esferas de actividad hubieran cumplido muchos hombres con sus -deberes como Balbina Valverde cumpli siempre los de su profesin! - -Gravemente enferma, durante una temporada en Bilbao, se hizo llevar una -cama al teatro, y en el cuarto del teatro viva, levantndose de la -cama para salir representar las comedias. - -Casi la fuerza tuvo que obligarla la empresa regresar Madrid. - -Descanse en paz la inolvidable artista! Madrid pierde con ella una de -las ms sanas y castizas notas de su risa. - -A este pblico, que tanto la quiso y al que ella amaba tanto, le ha -hecho llorar por vez primera. No es esto una envidiable gloria? - - - - -VII - - -La carambola no ha sido mala. Esperemos, sin desconfiar de la -intencin, que, por los efectos, no venga ser de retroceso. - -Malo es no salir de nuestro paso, pero... tomar carrerilla tan de -pronto! No es que dudemos de las energas y buena voluntad de los -corredores, sino de la firmeza y seguridad del camino. Aun no hace -mucho tiempo hubo que desandarlo, y no sabemos que se haya trabajado en -l despus lo bastante para conseguir ahora lo que entonces apenas pudo -intentarse. - -El mal camino andarlo pronto, pensar acaso alguien interesado en -echar por el atajo, para volver pronto al verdadero camino real. Miren -bien, los que por el atajo andan, de no levantar un pie sin haber -afirmado antes el otro; no avancen un solo paso sin haberle desbrozado -cuidadosa, cautelosamente. Cuidado con los tropezones! Considerad -que tal vez se espera el primero para gritar: Veis cmo ese camino es -imposible! Nada de prisas, nada de impaciencias! Estbamos dispuestos - esperar un quinquenio en el estanque. No podremos esperar otro tanto -en el agua corriente, por suave que sea su curso? - - * * * * * - -S; _Chantecler_ es todo un smbolo. Es el gallo francs, el mismsimo -gallo de las Galias que, como el protagonista del poema de Rostand, -cree orgulloso al lanzar su quiquiriqu! cada aurora que el Sol -sale iluminar al mundo entero, obediente su evocacin. Y no es lo -malo que l lo cree; son muchos los pobres animales que aun juzgan los -_quiquiriques_ del gallo francs prestigioso encanto, sin el cual el -Sol no alumbrara la Tierra. - -Bien cant el gallo francs, no hay duda, y si no llega su poder - que el Sol le obedezca, s lleg muchas veces despertar la -Humanidad con sus gloriosos cantos de libertad, de justicia, de arte... -No nos trajo el Sol, pero nos avis siempre de su salida. Por todo -ello le debemos gratitud y cario; pero sin olvidar al Sol, que es -antes que el gallo... y sin despreciar los humildes gallitos de -nuestros corrales, que, su modo, tambin saben anunciar la aurora. - - * * * * * - -Qu brutos somos, verdad?, podrn decir, como el personaje del -_Patinillo_, los millonarios _yankis_, acostumbrados que por -brbaros los tenga la culta y refinada Europa! Es verdad que alguna -vez _apedrean_ con su dinerazo y otras veces insultan; pero... ay! -ya quisiramos por aqu, en justas proporciones, millonarios de esos -que fundan Universidades y Escuelas y Museos, y como stos que ahora -acaban de construir un magnfico teatro en Nueva York. Un teatro! -Habr empecatados! Si hubiera sido una iglesia un convento? Pues, -s, seores; un teatro modelo, un verdadero templo, inaugurado con la -representacin de una obra de Shakespeare: _Antonio y Cleopatra_. Qu -brutos son! Verdad? - -Aqu, alguna vez, se ha reunido gente de dinero para empresas -teatrales, y el resultado ha sido... un baile de mscaras, un -espectculo de _variets_ indecentes; algo por el estilo en fantasa -y en Arte. Se figuran ustedes nuestros millonarios edificando el -Teatro Nacional un teatro para la msica espaola? Cmo han de -comprender que el Arte puede ser una religin los que han hecho de la -religin un arte? - - * * * * * - -La empresa del teatro Real est tratando Wgner, en esta temporada, -poco ms menos, como por la vecindad estn tratando al partido -liberal: as como si quisieran quitrsele de delante lo ms pronto -posible. Todos los cuidados son para el repertorio antiguo; para l -Titta Ruffo, Anselmi... A Wgner que lo parta un gallo. - -Todo se relaciona: naturalmente, la resurreccin de _Luca_ haba -de traer por consecuencia una crisis del mismo tiempo y la misma -usanza. A viejas peras, _divos_ jvenes. Todo el arte de Anselmi no ha -bastado dar apariencias de vida la momia de Lammermoor. Veremos si -el otro joven _divo_ tiene mejor fortuna en la vieja pera de nuestra -poltica, tan necesitada de nuevo repertorio como de nuevos cantantes. -Espaa Brunilda espera su Sigfredo. Los admiradores de Wgner tambin -le esperan. No se d pretexto que nadie dude de la buena fe de las -respectivas empresas. Puede que no haya para el repertorio moderno; -pero el pblico no quiere _Lucias_ ni con Anselmi... Qu disparate! -No iba decir ni con Maura?... - - - - -VIII - - -Es la pera de Strauss, _Salom_, portentosa obra de arte musical. -Ahora, pensemos en todo lo que ha sido necesario para que pueda serlo. -Primeramente, el gran talento de Strauss, no hay duda; despus, un -pblico que, extraado aburrido, tal vez, en las primeras audiciones, -prefiere desconfiar de su propia impresin echar por el camino -fcil de la chacota y el desprecio y enterrar la obra entre flores de -ingenio, sin posible apelacin. Despus, empresas decididas imponer -la obra; despus, una crtica capaz de hacer tambin obra creadora, -inventando... lo que acaso el autor no puso en ella; formando de este -modo una conciencia de lo inconsciente, que siempre anima en toda obra -de arte. Despus... el Ejrcito alemn con su formidable podero. - -Ya dijo D. Juan Valera, con su inteligente, supremo humorismo, cmo -las flotas de la Gran Bretaa haban podido contribuir la gloria -de Shakespeare. No hay idea de lo que puede influir el Ejrcito y la -Marina, lo mismo para vender agua de Colonia en el Paraguay, que para -imponer la admiracin de las ms recnditas tierras el nombre de un -poeta. - -He aqu por qu vuestra hija es muda, como dice el falso doctor de _El -mdico palos_ al afligido padre. He aqu por qu nuestros msicos no -cantan por el mundo. Se figura nadie _Salom_ nacida entre nosotros? -Cul hubiera sido su vida? Quin la hubiera impuesto al respeto? -Quin la hubiera salvado de morir chistes? - -Pero nos la envan dos grandes potencias: el genio de su autor... y -Alemania. Los que menos la entienden procuran irse enterando; los que -ms se aburren, se aburren con respeto. Ah! Si fuera de alguien de -casa! - -Nuestro indisciplinado individualismo no comprender nunca que la obra -de arte es obra de todos, y que su inmortalidad ms depende de todos -que de la obra misma. - -En Espaa, cada uno quisiramos ser el nico grande hombre de un pas -de imbciles; el nico honrado entre una caterva de pillos. Qu buena -planta puede arraigar en terreno donde las molculas de la tierra se -disgregan al recibirla? Ya dice el Evangelio: Ay de la casa desunida! - - * * * * * - -Nunca mejor ocasin de mostrarnos unidos, con solidaridad de la grande, -que en el prximo Centenario de Cervantes. Acabamos de dar lucida fe -de vida en guerra. Nada valen las funciones blicas, por gloriosas que -sean, si no las consolidan inmediatamente fiestas de paz. En recientes -cuchipandas hispanoamericanas hemos trado y llevado el Verbo y... -ay, tambin el adjetivo de la raza y de la lengua! Vamos verlo!, -como dicen los taurfilos, mejor dicho, los _torerfilos_, sobre todo -al llegar la hora llamada de la _verdad_. Podr ser esa hora la del -Centenario de Cervantes? - -Oh, mi gran D. Mariano, tenis razn!, intil es dirigirse los -polticos, porque en tal solicitud, empezada redactar en lunes, -habr que raspar cinco nombres antes de llegar entregarla el -sbado. Pero si los Gobiernos pasan, otras cosas quedan. El Ejrcito -y los artistas espaoles deben bastarse, y por derecho propio, -monopolizar para s toda la gloria de unas fiestas nunca igualadas. Es -preciso borrar el recuerdo de aquellas lastimosas del Centenario del -_Quijote_; es preciso... resignarnos que nos llamen _lateros_, hasta -conseguir levantar los espritus. Contad, D. Mariano, con mi humilde -cooperacin para organizar funciones teatrales, para lo que de mi -negociado dependa. Tiempo hay sobrado; pero el tiempo espaol vuela. -Naturalmente: el tiempo nos gobierna y pasa... como nuestros Gobiernos. - - * * * * * - -El maestro D. Jos Serrano solicita opiniones en el pleito entablado -por la Sociedad de Autores sobre el libre aprovechamiento de obras -extranjeras no garantizadas por tratados internacionales. Voto con -el maestro Serrano. Por lo mismo que la ley no las ampara, razn de -ms para respetarlas. Con qu razn podremos quejarnos de algunos -empresarios y editores americanos, si nosotros justificamos su conducta -con nuestro ejemplo? - -Bien est preocuparse por los intereses materiales y saber de sumar -y multiplicar, y que letras y nmeros no anden divorciados; pero la -Sociedad de Autores, por honor de su nombre, debe comprender que -hay tambin intereses morales que tambin tienen su valor en una -suma total. Verdad es que una Sociedad de Autores en donde el dinero -decide de las votaciones... Claro es que el dinero representa trabajo. -Representa siempre arte? Pero hay quien prefiere ser considerado como -artista la hora de estrenar y como negociante la hora de cobrar... -Vase, cmo en estos tiempos del sufragio universal y del voto -obligatorio, adnde demonios ha ido refugiarse el voto restringido y -el triunfo de la plutocracia! - - * * * * * - -El buen gusto del pblico de Pars no se avena con la presentacin -escnica de _Chantecler_, ridcula y poco artstica, digan lo que -quieran los reclamos. El afn de realidad en la presentacin de una -obra potica y fantstica ha llevado, como suele suceder, falsedades -que una fantasa de artista hubiera evitado. Qu diferencia de esta -_mise en scene_ la de _El pjaro azul_, de Maeterlink, representado -en Londres! Pero la amable crtica francesa para todo tiene remedio, -hasta para los fracasos menos disimulables. Alguien ha encontrado -el medio de idealizar, mejor dicho, de _realizar_ las falsedades de -presentacin en _Chantecler_ y las desproporciones evidentes entre lo -representado y su representacin. Mirar al escenario por el revs de -los gemelos. De este modo, empequeecidos personajes y decoraciones, -todo parece la verdad misma. El gran Guitry parece todo lo ms un -gallo cochinchino; Simone, una faisana al natural, y Coquelin hijo, un -perrillo de buen tamao. - -Achicndolo todo por este procedimiento, la obra quizs se agrande. - -Lo contrario de lo que nos sucede aqu con nuestros polticos: ellos -nos parecen muy grandes, y la obra cada vez ms pequea. - - - - -IX - - -Siempre es peligroso ir contra las corrientes populares. En el programa -del nuevo Gobierno figura, para ser ley muy pronto, el servicio -obligatorio. Indiscutible en teora, dentro de esa igualdad que las -leyes nos reconocen todos como ciudadanos, aunque la Naturaleza la -desmienta cada paso; ms atenta que la igualdad, la armona, -que no es lo mismo; pues ella contribuyen, como en msica bien -compuesta, tanto como los acordes, las discordancias; es tan -indiscutible en la prctica? Por acercamos al ideal bruscamente, no -tropezaremos con duras realidades, cuyo choque, no slo destruye el -ideal, sino realidades positivas que debemos alejar de todo peligro -cuidadosamente? No basta mejorar los cuarteles; no son cuerpos mortales -solamente los que han de alojarse en ellos y han de acomodarse -su disciplina; son espritus tambin, que no se disponen tan pronto -ni tan fielmente como los materiales: alojamientos y provisiones. -La Religin y la Milicia: Religin de hombres honrados, que dijo -Caldern de la Barca, no pueden existir sin una fe ciega, cuyo ms -slido fundamento slo puede hallarse en una humilde ignorancia en -una superior filosofa, aparte los casos de predestinada vocacin. -Pero entre las humildes inteligencias y los entendimientos superiores -capaces de crear objetividades de su propia subjetividad, existen en -gran mayora esas inteligencias medias que han dejado de ignorar y no -han llegado saber. Estas seran las dominantes en el Ejrcito con el -servicio obligatorio; stas las que llevaran l todos los fermentos -de una cultura mal reforzada. En ella abunda la moderna generacin -intelectual, y de ello se resiente todo el organismo social. Tendra -virtud el servicio obligatorio para disciplinar esa masa, no sera -ella la que llegara contaminar el sano organismo del Ejrcito? - -La ejemplar conducta de distinguidos voluntarios en la ltima guerra -de Melilla ha infludo, sin duda, en la opinin y en los gobernantes -para confiar en la virtud del servicio obligatorio. Hermosa es la -fraternidad de todas las clases sociales en defensa de la Patria y -en los peligros de una guerra! Pero no son los tiempos de guerra -norma para presumir las ventajas los inconvenientes del servicio -obligatorio. Lleva la guerra en sus peligros y en sus actividades, -virtud moralizadora con la que no puede contarse en tiempos de paz. - -No olvidemos tampoco, en el pas de las recomendaciones y las -influencias, que la desigualdad, ms sensible que palpable de hoy, -sera la desigualdad que salta la vista todas horas, y es ms -irritante. - -El ejemplo de otras naciones? Ay, si la voz de algunos sabios -socilogos lograra sobreponerse la voz, ms clamorosa, de los -halagadores de muchedumbres! - -Preguntadles los primeros, preguntad las estadsticas las ventajas -comerciales, industriales, sociales, en fin, que ha conseguido -Francia con el servicio obligatorio. Enteraos, oh bien intencionados -legisladores!, cmo leyes tan democrticas, tan generosas, tan -animadas de nobles propsitos, como la del servicio obligatorio y la de -reglamentacin del trabajo de los menores, han desatado sobre Pars y -otras ciudades de Francia esas bandas de _apaches_, que no son signo, -ciertamente, de civilizacin ni de progreso. - -No hay nada ms peligroso en la realidad que el noble juego de los -ideales. - -Bueno es atender la opinin popular, para satisfacerla en lo -justo; pero sobresalga sobre ella la opinin de los contempladores -desinteresados. Cuando todos crean llegada la hora, ellos slo sabrn -decir: Aun no es tiempo. - - * * * * * - -Admiremos la dificultad vencida por la seora Bellincioni en su danza -de Salom. Es todo lo que puede danzarse ante nuestro pblico, cuando -ese pblico asiste nuestro Teatro Real. Admirado el arte de la seora -Bellincioni, convengamos en que si Salom no danz de otro modo ante el -Tetrarca, ste era hombre de buen contentar, tena ms ganas de -perder de vista la cabeza del Precursor que Salom de conseguir la del -uno y trastornar la del otro. - -Me figuro Pastora Imperio bailando por instinto lo que la seora -Bellincioni baila por arte. No son nuestro vulgarizado tango y nuestro -popular garrotn, ms propia evocacin de lo que debi ser la danza de -Salom? Lstima que haya perdido toda nobleza con el roce plebeyo! -Hay que confesar, oh amplitud de los escenarios populares!, que _La -Corte de Faran_, con su garrotn, est ms cerca de la verdad bblica -que la _Salom_, de Strauss, con su danza de los siete velos. Y los -entradones que se ha perdido la empresa! _Salom_, con su buen -garrotn hubiera llevado todo el pblico de Eslava, sin perder el del -Teatro Real por eso. El pudor de nuestro pblico est siempre dispuesto - dejarse violar. Pero, vale la pena tan pocas veces! Y luego, que uno -tambin tiene su pudor y no tan violable. - - - - -X - - -Francisco de Curel, uno de los pocos autores dramticos franceses sin -ribetes de negociante, aseguraba, en reciente indagatoria sobre la -llamada crisis del teatro, que el teatro, en fuerza de tanto querer -ser negocio, va dejando de serlo, y acabar por arruinar cuantos -empresarios sean fueren. - -Ya no basta para satisfacer las exigencias del negocio teatral con -la obra razonable, la obra razonablemente aplaudida y celebrada; es -preciso la gran atraccin, como en nmero de circo; la obra que -avive todas las curiosidades, como crimen misterioso; la obra de gran -pblico, pblico que pueda llenar durante cien representaciones un -teatro. - -Fueron as las tragedias de Esquilo y de Sfloques? Las obras de -Shakespeare? Las de Lope y Caldern, obligados una fecundidad slo -disculpable por la efmera vida de cada obra en su tiempo? Es posible -hacer obra de arte sincera, sentida, nueva, con esa preocupacin -comercial del gran nmero de representaciones, consecuencia de no -reparar en los medios de llamar la atencin? Mujer y obra de arte que -andan por el mundo llamar la atencin, no merecen el mismo nombre? - -Cunta noble idea de comedia malograda por la consideracin: No -ser obra de pblico, no dar dinero... No ser obra simptica!... -Adnde voy yo con esta obra? Oh, autores noveles! Envidiis -los que vosotros llamis consagrados! Vosotros, por lo mismo que las -empresas no confan en vosotros, podis atreveros todo. Si alguna -obra os admiten, tened por seguro que la empresa ensayar otra al mismo -tiempo, para sustituir la vuestra en el caso probable de un fracaso. -No gastar en ponerla, ni las actrices encargarn Pars trajes y -sombreros, ni los actores esperarn revelarse en la creacin de sus -papeles... Para los autores consagrados, qu enorme responsabilidad -la suya! La obra de las esperanzas, de las ilusiones, la clave -fundamental de una temporada, por lo menos de gran parte de la -temporada!... La equivocacin de un autor consagrado es la ruina para -una empresa, la desilusin de actrices y actores, el descrdito de -un modisto, la zozobra en muchos humildes hogares de tramoyistas, -acomodadores, etctera. Legin pavorosa de espectros, presente al -concebir la obra, al planearla, al escribirla!... Esa frase?... no; es -peligrosa. Ese chiste?... tremendo! Ese final?... de poco efecto! -Eso es atrevido! Eso no est garantizado por el aplauso! Oh, la -gloriosa inconsciencia de las primeras obras, las que un empresario -reciba con displicente desconfianza!...--Tenemos ah una obra de -un chico que empieza... Una cosita; no est mal... All veremos... -Mientras llega la obra de...--aqu un gran nombre.--La obra de la -temporada! - -Comprendis el lucido papel que poda hacerse cuando, por azares de -la fortuna, la cosita sin importancia pasaba ser la obra de la -temporada? Comprendis la grave responsabilidad cuando la obra de la -temporada es... una cosa de mucha importancia, que no le importa al -pblico? Sabis de la tristeza de las cumbres, cuando se mira un -lado al otro y todo es cuesta abajo? - -Juventud, divino tesoro!, ms divino porque puede ser derrochado -prdigamente, porque es slo nuestro... En la vejez, nuestro dinero, -nuestro arte, nuestra vida, todo, ya no es slo nuestro; hay quien -puede pedirnos cuenta de todo ello... Es posible un artista con -consejo de administracin? Comprendis que, por no soportarlo, pueda -romperse la pluma lo mejor de la vida, como dirn muchos de los que, -unos por admirar, por envidiar otros, no supieron nunca compadecer al -que vieron en alto? - - * * * * * - -Oh, maestro! Le vuestra carta, en la que adivino toda vuestra -tristeza. Es la tristeza de Jess, cuando al aconsejar al joven -nefito que repartiera toda su hacienda entre los pobres, si pretenda -seguirle, vi cmo el joven le volva la espalda, incapaz del -sacrificio. As visteis llegar muchos presuntos discpulos; grandes -admiradores, los que abrsteis el raudal de vuestro corazn y de -vuestra inteligencia... Y los visteis despus alejarse desdeosos, -malcontentos, murmuradores, porque en vuestra bondad, ellos slo -buscaban un elogio, un bombito en forma de prlogo juicio crtico; -de vuestro entendimiento, que se hiciera traicin para celebrar -sus errores y sus tonteras, y le ayudseis al buen parecer, que -basta para andar entre las gentes... Ellos, como Esa, vendieron su -primogenitura por un plato de lentejas... - -Cada vez ms solo, maestro Es verdad! Quin no ha sentido esa gran -tristeza de ofrecer lo que mucho vala, y ver cmo ellos preferan lo -de ningn valor? - -Ofrece uno toda la vida, y ellos slo piden una recomendacin, un -elogio--algo del momento--. Ofrece uno la verdad de su corazn: ellos -slo queran una mentira. - - * * * * * - -Prximo el primer aniversario de la muerte del maestro Chap, no es -de temer que empresarios, artistas, la Sociedad de Autores, Espaa -entera, en fin, necesiten de mejor estmulo que la proximidad de -esa fecha para conmemorarla de un modo digno. La deuda es grande. -Suspendida qued, por la muerte, la funcin proyectada en honor del -maestro; contratiempos de todo gnero impidieron las representaciones -en esta temporada de _Margarita la Tornera_... Es empeo de honra -vencer tanta fatalidad, la misma inexorable de la muerte, que slo -el amor vence... cuando el olvido no es segunda muerte. Pero habremos -olvidado tan pronto? O ser la envidia la nica que recuerde? Cosa -sera entonces de admirarla como una virtud, si ella sola logra vencer - la admiracin y al cario de cuantos decan admirar y querer al gran -artista, al hombre honrado, al que, en tierra de bien nacidos, no es -posible que hubiera dejado una sombra de odio ni de envidia. - - - - -XI - - -Pas Marta Regnier con su compaa y su ligero repertorio, por el -escenario de la Comedia, sin dejarnos honda emocin de arte ni de -belleza. Nos sentimos un poco orgullosos, porque ni actores ni autores -espaoles podamos temer la comparacin. Slo envidiamos lo selecto -de la concurrencia y sus manifestaciones de agrado, no tan fciles de -obtener para los de casa. - -Marta Regnier es... un bonito artculo de Pars; de esos que entre -directores de teatro, autores y crticos suelen fabricar all para -admiracin de provincianos y de extranjeros. Adems, en Pars les -parece joven, y lo es, comparada con Sarah, la Bartet, la Rjane, la -Hayding y dems grandes estrellas del Teatro francs, admirable museo -de antigedades. - -Los actores franceses tienen el defecto general de ser demasiado -actores. Todo es estudio y composicin en ellos. No os sorprendern -nunca con una incorreccin, con un desentono. En las actrices es -tambin defecto empachoso que siempre han de parecer _cocottes_. Slo -Mme. Bartet y Mlle. Reichenberg han tenido aires de gran seora y de -seorita en la escena. Algo tambin la Brands, y en la extraordinaria -Sarah, el arte supremo lo idealiza todo, dndonos la sensacin, como -dijo Lemaitre, de una mujer extranjera en todas partes, una mujer -de raro exotismo, que viene nadie sabe de dnde y vuelve otra -regin que ignoramos. Las dems, la _cocotte_, la eterna _cocotte_, -creacin artificial de una literatura dramtica que necesita para sus -combinaciones, figuras femeninas convencionales, como lo fueron la -cortesana del teatro latino y la dama de nuestras comedias del teatro -antiguo. - -Al mismo gnero pertenecen la _jeune fille_ de los ingenuos descocos, -la casadita de los peligrosos _flirts_, la divorciada andariega y la -viudita joven y experimentada de casi todas las comedias francesas -modernas. Triste idea daran de una sociedad, si no supiramos que el -teatro fu siempre, en arte, la ltima y ms irreductible trinchera de -lo falso y lo convencional. Ni Francia, ni Pars mismo, ni su sociedad, -ni sus mujeres, ni sus maridos, son eso ni pudieran serlo. - -Consolmonos, con la imagen falseada que sus escritores nos ofrecen, de -la que suelen presentar de nosotros. No es extrao que se equivoquen al -hablar de lo ajeno, los que se equivocan al hablar de lo propio. - - * * * * * - -Ms que nuestros actores y nuestros autores de los extranjeros, -tendra que aprender nuestro pblico en cuanto consideracin y -respeto al espectculo y los espectadores. En una de las ltimas -representaciones de _El oro del Rhin_ era materialmente imposible -enterarse de la obra, salvo en la parte visible. Y habr quien diga -que la msica de Wgner es estruendosa! S, s: ya pueden echar los -compositores trompas, timbales, bombos y platillos competir con la -graciosa chchara de los abonados! Y se tendrn por muy distinguidos! -No saben que lo ms distinguido es... tener educacin y que si entre -todo el numeroso pblico hubiera un solo espectador, uno slo, que -hubiera pagado por oir la pera y no por contribuir la general -algazara, ese solo espectador merece el silencio de todo el pblico; -no hablo ya de los artistas y de la obra. Pero s!, este es el pas -de: Para eso hemos pagado, para estar como nos convenga. Vyase -la poca educacin de los que charlan, por la exagerada de los que, -habiendo pagado para oir la pera, no protestan ruidosamente y en -cualquier forma de la mala educacin de los charladores. A descortesa, -descortesa y media. Nunca estara ms justificada. En ningn teatro -del mundo se tolerara cosa semejante. Y esa es la gente que viaja -por el extranjero! Verdad es que cuando viaja va los circos, los -_music-halls_. Lstima de dinero, que estara tan bien empleado en los -que no se atreven ni respirar, all en el paraso! - - * * * * * - -En _Juventud de prncipe_, traduccin de la comedia alemana _Alte -Heidelberg_, hay algo que desconcierta al espectador y, sobre todo, -la espectadora, en nuestro pblico: las relaciones del prncipe y de -Catalina, camarera de una cervecera. - -Cuestin de latitud y de razas. Un pblico latino el latino es pilln! -no comprende ese buen amor que tiene tanto de buena amistad. Aquella -muchacha sencilla quiere y se deja querer sin hablar de matrimonio, ni -de honra... ni siquiera de dinero. Qu especie de mujer es sta?--se -dira ms de una espectadora.--Es buena? Es mala? Es tonta, por de -contado. Grave defecto en una mujer. Nuestras mujeres no temen nada -tanto como pasar por tontas. As es tan raro que las engae nadie! -A buen seguro que un prncipe latino, qu un prncipe!, cualquier -muchacho de regular posicin, no encontrara una ganga como la moza de -Heidelberg. Una muchacha joven, bonita, que ni ama demasiado hasta el -punto de destrozar el corazn al prncipe, ni de estorbarle siquiera -en sus estudios, ni le explota hbilmente, hacindose sealar una -pensin vitalicia. Un buen camarada de bromas y de excursiones! -Mujer... cuando es preciso y nada ms... Lo ideal para todo hombre de -ocupaciones! Con mujeres as, no es extrao que los alemanes progresen -tanto. Los pobres latinos, en cuanto tropiezan con una mujer en su -camino hombres perdidos! Por eso _Juventud de prncipe_ fu ms -celebrada en su estreno por los espectadores que por las espectadoras. - -Por nuestra vida y por nuestras comedias slo se comprende el amor -causando estragos. Y slo as convence nuestras mujeres. - - - - -XII - - -Un distinguido escritor, al patrocinar tambin el debido homenaje al -maestro Chap, lleva su escepticismo hasta dudar de la sinceridad de -mi admiracin por el insigne msico; todo porque olvid que en esta -temporada se haba representado, por fin, _Margarita la Tornera_ en el -Teatro Real. Cuatro representaciones, despus de tantos aplazamientos -y suspensiones, no son muchas, y nada tiene de particular que puedan -pasar inadvertidas para cualquiera, poco preocupado distrado que -ande uno con sus particulares asuntos. - -No soy yo tampoco muy amigo de asistir representaciones de las -obras que admiro. Las representaciones son siempre peligrosas para la -admiracin, y si esas representaciones son de peras espaolas y en -nuestro teatro Real, doblemente. Claro es que una obra musical no puede -ser admirada en su integridad, como una obra literaria, sin pasar -por la interpretacin, ms menos edificante. Pero, en este caso, es -preferible admirar y creer... por fe, , si la fe nos falta, aceptando -como buena la autoridad de los competentes. Despus de todo, por fe -por autoridad, creemos en muchas cosas de ms importancia: en materias -de Religin, de Ciencia, etc., etc. - -Yo no me permitira jams dudar de la ciencia de un Ramn y Cajal, -aunque nunca haya asistido sus experimentos. Me basta con que -personas de gran autoridad cientfica los den por buenos. Estimaramos -muchas cosas en el mundo si cada una hubiramos de aplicar la propia, -casi siempre ignorante, y muchas veces impertinente, investigacin? El -propio juicio es tan falible! y tan variable! Cualquier alteracin en -los humores, en la temperatura, en el bolsillo, basta trastornarle. -De qu viven las grandes instituciones sociales ms que de este -abandono del criterio individual al criterio social, nica suma que -nunca es resultado de los sumandos? - -Si la admiracin nacional fuera la suma de admiraciones individuales, -habra espaol que fuera admirado? Si el catolicismo dependiera del -nmero de verdaderos catlicos, sera Espaa el pas catlico por -excelencia? Aunque sea el pas en que haya ms _excelencias_ por -catlicos. - - * * * * * - -Del criterio y de los gustos artsticos de nuestros empresarios puede -dar idea el que, obras como _Aguila de blasn_ y _Romance de lobos_, -las admirables tragedias brbaras de Valle-Incln, no hayan encontrado -todava escenario en que puedan ser, no ms admiradas, pero s -admiradas por ms, como debieran serlo. - -Ahora, fines de temporada--de lo bueno poco,--se nos ofrece _Cuento -de Abril_. Gentil ofrecimiento de la gentil actriz Matilde Moreno, que -nunca emple mejor su estudio y su talento como en esta buena obra de -purificar el ambiente teatral con aires de poesa. - -Es _Cuento de Abril_ todo poesa y arte verdaderos, no de esas -sobredoradas imitaciones que andan por ah desacreditando el gnero. - -Me aseguran que _Cuento de Abril_ pas por otros teatros, en donde slo -hall indiferencia extraeza. Extraeza lo comprendo, por lo raro -del caso. La indiferencia, ya es menos explicable. No hay razn para -lamentarse de la falta de obras y de autores, cuando se deja marchar -una obra como _Cuento de Abril_ y _Aguila de blasn_ y _Romance de -lobos_, sta sin representarse. - - * * * * * - -Eterno vaivn de las cosas del mundo! El rompecabezas, el arrinconado -juguete de los tiempos de nuestra infancia, es ahora el juguete la -moda, y no para nios, sino para mayores, y muy mayores, y en tertulias -de gran seoro y respetabilidad. Verdad es que el juguete viene ahora -de Inglaterra con el nombre de _Puzzles_. - -Yo no s si ser muy divertido, ni de qu otra diversin podr ser -pretexto; porque yo no me fo de estos juegos de sociedad, casi -siempre de carambola y por tabla. Parece que se divierten con una cosa -y es con otra. - -Lo que s sabr decir es que, este juego del rompecabezas, es de un -gran simbolismo. Es otra la tarea de nuestra vida, que sta de ir -juntando, para componer algo, los pedazos de nuestro corazn, de -nuestra inteligencia? - -Los antiguos rompecabezas llevaban el modelo para facilitar la -composicin; estos de ahora son imprevistos. Y hasta en eso se ve -cmo procuran simbolizar la vida moderna. Va uno juntando pedazos y -pedazos, sin saber si ser una marina un paisaje, un apacible cuadro -de familia una terrible batalla, lo que al fin resulte. La sorpresa -es el mayor encanto. As vivimos: juntando pedacitos de nuestra vida, -sin saber lo que ser el cuadro de nuestra vida; sin modelo que pueda -orientarnos. Rompecabezas es el juguete: si ponemos en l toda nuestra -ilusin, bien pudiera llamarse rompecorazones! - - - - -XIII - - -Somos los espaoles como nuestros vinos: ganamos transportados. -El que aqu malgasta lo mejor de sus energas en luchar contra el -medio ambiente, fuera de aqu, aun contra las dificultades que -todo extranjero se oponen en todas partes, logra vencer y afirmar su -personalidad. Por eso fuimos pueblo de conquistadores, y si perdimos -todas nuestras conquistas, no fu por no haber sabido hacer nuestras -las tierras conquistadas, sino tal vez por haberlas hecho demasiado -nuestras. Parece paradoja, pero es lo cierto que Amrica dej de -pertenecer Espaa por haberla hecho demasiado espaola. Somos gente -poco de casa. Cuando no aspiramos conquistar el mundo, aspiramos - ganar el cielo. De nosotros pude decirse, como en aquella antigua -cancin tan nuestra: - - Fu al mar, - vine del mar... - Mis telitas sin hilar. - -Buen ejemplo de este nuestro espritu conquistador y buena compensacin -de otras conquistas materiales, hoy ms difciles de emprender, -tenemos en Pepe Lasalle, quien sali de Espaa, har unos diez aos, -diciendo: Ser director de orquesta, y ha realizado su propsito -tan cumplidamente que, al saludarle de nuevo por esta su tierra, su -nombre y su cargo aadimos, por aclamacin, todos los adjetivos que su -modestia callaba al despedirse, pero los que, sin duda, pretenda en -su noble ambicin de artista. Gran director de una gran orquesta. No -puede cumplirse mejor el propio vaticinio. Desde los tiempos del Gran -Emperador, no se unieron Alemania y Espaa en ms gloriosa empresa. - -Ahora bien, , ahora mal, mejor dicho: con el mismo talento, con la -misma energa, con todo lo personal, en fin; si entre nosotros se -hubiera propuesto Pepe Lasalle realizar su propsito, hubiera llegado - conseguirlo? Contesten tantos verdaderos artistas msicos como andan -por ah desperdigados por cafs y orquestas de teatrillo; responda -nuestro pblico aristocrtico, llenando los palcos del Circo en los -das de moda y dejando poner en la taquilla de billetes para los -conciertos: Slo quedan palcos y butacas; hablen el Cuarteto Francs -y el Cuarteto Vela, luchando contra la indiferencia del pblico, -slo sostenidos por el aplauso de algunos inteligentes que ay! son -justamente los que van de gorra, y aun hay que agradecrselo. Por -eso, bien esta que aplaudamos con el mayor entusiasmo los de fuera, -y mucho ms cuando los dirige uno tan nuestro y que tan alto pone el -nombre de Espaa en el mundo del Arte; pero estimemos en cuanto merecen - los de casa, que, sobre las dificultades de su arte, han de vencer -las del medio, hostil indiferente. El Arte, que es todo simpata, -slo en ambiente de simpata florece. - - * * * * * - -Quin se atrever poner en duda el desinters de nuestros -escritores? Cada dos tres aos, el ministerio de Instruccin pblica, -cuidadoso tutor y curador de los menores y prdigos, que son nuestros -literatos, ha de conceder graciosamente ampliacin del plazo para -inscribir obras en el Registro de la Propiedad. Es desinters, -ignorancia de estas formalidades legales triste convencimiento de -que, para lo poco que ha de producir, no vale la pena de tomarse -molestia alguna? En los dos ltimos casos sera muy triste; en el -primero sera muy laudable, si ese desprendimiento no redundara -siempre en beneficio de algn editor _vivo_, siempre dispuesto -levantar muertos al amparo de una ley que, por fortuna, no se cumple -con inexorable rigor. Para todos los efectos de responsabilidad, la -condicin de escritor debiera equipararse en nuestros Cdigos la de -los menores incapacitados. Por qu han de estar tan reidos nmeros -y letras que, hasta cuando la realidad de los nmeros se impone al -escritor, ha de venir en letras... de cambio, aceptadas por l con la -ms divina inconsciencia de nmeros y de fechas? - - * * * * * - -El descubrimiento del doctor Doyen, prometindonos ms larga vida, -no dejar de regocijar cuantos van gusto en el machito; para -ellos lujoso carruaje automvil. A los de pie nos es indiferente. -Alargar la vida! - -Como no sea por la ilusioncilla de ver terminadas las obras de la Gran -Va; por ver si los aeroplanos llegan establecerse con servicio -regular, como los transatlnticos; por saber del estreno de una obra -nueva de Rostand; por ver las calles de Madrid sin pordioseros!... -Aunque es de temer que la virtud del descubrimiento del doctor Doyen -no alcance la realizacin de todas estas esperanzas. Entonces, para -seguir con la misma historia de la vida, Este cuento de la vida, dos -veces contado, como dijo Shakespeare, contado por un idiota, que -dijo el mismo... El descubrimiento del buen doctor no vale lo que una -botella de buen vino, un poco de morfina, un buen cigarro, una buena -msica una buena mentira; de esas mentiras dulces, que parecen amor -gloria... Todo lo que es olvido de esa implacable verdad, cuyo nombre -ms cierto es muerte. - - - - -XIV - - -Son las prximas elecciones la mayor preocupacin en estos das. -No--esto es lo triste--por el gran inters que inspiren, en cuanto -pudieran influir en los destinos futuros de Espaa, sino por los muchos -pequeos intereses que en ellas se fundan y contra el inters general -conspiran. - -Lbrenos la diosa Democracia de hablar mal del sufragio universal, ni -del voto obligatorio, preciadas conquistas suyas. Antes era posible que -un Gobierno regalara, lo que se dice regalar, un distrito cualquiera -de sus patrocinados; pero, por lo mismo que se trataba de un regalo, -los Gobiernos cuidaban, para no dar que murmurar demasiado, que el -candidato fuera persona de merecimiento. Ahora, como todo el apoyo y la -proteccin oficiales no bastan librar al protegido de ciertos gastos -indispensables, es preciso buscar ante todo gente de dinero que sepa -sacarlo de donde lo haya. Antes sola decirse: A Fulano le apoya el -Gobierno, Cuenta con la proteccin de ste del otro, mayores -menores caciques. Ahora, las protecciones no significan nada. La nica -probabilidad de triunfo es decir: Fulano piensa gastarse tanto en la -eleccin; Menganito se gastar cuanto. - -Las gentes sencillas, tan incapaces de grandes abnegaciones patriticas -como de ambiciosas vanidades, no hayan compensacin en el cargo de -diputado tan crecidos sacrificios pecuniarios, y con la natural -desconfianza que despiertan siempre las acciones heroicas, cuando -su mvil no tiene equivalente, por lo menos potencial, en nuestro -espritu, dan recelar, con esa suspicacia propia de las gentes -sencillas, que en lo de ser diputado ha de haber algunas ventajillas -ms que la de sacrificarse por la patria, la de chupar caramelos, la -franquicia postal y la misma inmunidad parlamentaria. - -Esa desconfianza hace que, obligadas al voto, las gentes sencillas -vayan la votacin con la misma indiferencia con que antes se -quedaban en casa. Al qu ms da votar que no votar ha sustituido -el qu ms da votar unos que otros. La consecuencia en uno y -otro caso es la misma: no triunfa el que triunfa por importarle -muchos, sino por no importarle nadie. As podemos vanagloriarnos de -constituir unas Cmaras que no representan la opinin del pas, como en -otros pases, sino su falta de opinin. - - * * * * * - -A consecuencia de una polmica entre autores y crticos, se ha -discutido en Pars, entre autores, crticos y actores, sobre la -eficacia de la crtica, sobre sus derechos y deberes y hasta sobre la -conveniencia de su desaparicin. Los autores y los actores artistas han -opinado, como era natural, que la supresin de la crtica literaria -sera tanto como relegar el teatro al terreno puramente industrial de -especulacin. Pero es otra cosa el teatro moderno? No es fantasear - costa de la realidad--fantasa muy cara--considerarle de otro -modo? A no ser en teatros subvencionados con esplendidez, donde los -directores puedan permitirse el lujo de ofrecer verdaderas obras de -arte, qu empresario ni qu autor pueden aceptar la responsabilidad -de comprometer intereses respetables por entregarse nobles juegos de -arte? - -Hoy se le da al teatro una importancia comercial que nunca tuvo. -Exigencias del pblico, de la crtica, de autores y actores--no -hablemos de los propietarios,--han convertido en negocio -arriesgadsimo, ms propio de capitalistas que de verdaderos -aficionados al arte, la explotacin de un teatro. En estas condiciones, -puede depender del criterio artstico, de la crtica, el xito de una -obra? Dejmonos de vanidades. El teatro moderno tiene muy poco que ver -con el arte. No se interponga ninguna consideracin artstica entre el -pblico y la taquilla, como no se interpone entre el comprador y el -comerciante una crtica del escaparate. Que esto ser el fin de la -literatura dramtica? No, al contrario; quedarn mejor deslindados los -campos. A un lado el arte y la literatura; al otro lado el teatro. Un -teatro que slo aspira al dinero no debe tener ms sancin penal que la -falta de dinero. La crtica literaria es demasiado honor para l. La -mejor crtica de muchas obras es haber llenado el teatro durante 200 -noches, y que el autor, para curarse de toda vanidad, llegara conocer -personalmente los 200.000 espectadores que le han aplaudido, Ay del -artista que, cuando ms clamoroso oye el aplauso de todos, no sabe -percibir la voz de la propia censura! - - * * * * * - -En Berln se ha fundado una Sociedad, llamada de Caldern, con el -objeto de representar obras de nuestro autor y algunas de otros -autores, no menos admirables, nunca representadas en los teatros -ordinarios. En dicha Sociedad figuran ilustres personajes, y en la -primera funcin, con el concurso de los mejores actores de los teatros -berlineses, se representar _La devocin de la Cruz_. - -Esto en Berln, donde todos los aos se representa mayor nmero de -obras de Caldern y de Lope de Vega que en nuestros teatros. En cambio, -nosotros no dejaremos de representar opereta alemana, ni austriaca, en -justa correspondencia. Schiller y Goethe y el moderno Hauptman bien -estn en su casa. Y que se lleven Caldern y Lope. Para lo que -van divertirse con ellos! Mejor sera proponerles, ya que en tan -buena disposicin se hallan, que se encargaran de celebrar en Berln el -centenario de Cervantes. Fuera cuidados! De aqu les mandaramos una -lucida Comisin y todos los toreros que hicieran falta para una buena -corrida de toros. - - - - -XV - - -A cualquier hora nos la dan nosotros de primos! Nos hemos dislocado -de risa con una porcin de _vaudevilles_ sin gracia y sin fantasa; nos -hemos extasiado ante unos cuantos melodramas policacos sin novedad y -sin inters; hemos acogido como armonas celestiales la organillesca -musiquilla de cuantas operetas vienesas han querido ofrecernos... -Todo ello por venir de fuera y venir consagrado. Pero esto no poda -continuar. Qu se dira? Qu ramos pblico para contentarnos con -cualquier cosa? Nada, nada de dejarse sugestionar... A la primera -ocasin... Y la primera ocasin ha sido _Chantecler_. Dirase que, - falta de mayores solemnidades, habamos querido conmemorar en l -la fecha prxima del Dos de Mayo. Lo que no consiguieron bombos y -reclamos previos, acabar por conseguirlo la desconsideracin de -algunos pblicos con una obra de noble y elevado arte: imponerla, por -fin, la admiracin de todos. Ya quisiramos que gallos como ese nos -cantaran todos los das en nuestros corrales! Para una vez que nos -hemos sentido carabineros del arte... de las pocas veces que no vena -contrabando! - - * * * * * - -La palabra de Dios es el silencio, y, si alguna vez comprendemos en -toda su grandeza esa divina palabra del silencio, es cuando una mujer -linda y graciosa nos dice nos canta tonteras desde un escenario. -Para admirar una linda hechura de Dios, qu necesidad hay de -molestarnos con idioteces? No bastara con una bien compuesta danza -para mostrarnos la gracia de las actitudes? No bastara con pasar y -sonreir? Es preciso ms para que una mujer bella enamore? Y, si algo -ha de decirnos, sea en una lengua extraa, slo comprensible como -una msica... No quiebre el ritmo de una bella armona el desentono -de las palabras chabacanas. No es la belleza la que ha de acercarse - nosotros; somos nosotros los que hemos de acercarnos ella, -alejndonos de la realidad... Y no es el mejor puente la letra de algn -_couplet_ que, slo se salva de lo canallesco, para caer en lo insulso. - - * * * * * - -Hasta ahora estuvo considerado el grajo como una de las aves -benemritas de la agricultura, por la gran cantidad de insectos y -de alimaas, perjudiciales los campos, de que se alimentaba. Pero -no somos nadie! Ni los estmagos, ni las conciencias, ni ay! los -bolsillos--gran estmago de los racionales civilizados--resisten -un minucioso examen. Despus de registrado el buche de unos cuantos -grajos--los bastantes para dar autoridad la estadstica,--el -implacable anlisis viene en exonerar toda la casta de sus -preeminencias y consideracin sociales como protectora de la -agricultura. La cantidad de animalitos daosos engullidos por el grajo -no guarda proporcin con la gran cantidad de semillas y de granos -que devora. Por lo tanto, no hay para qu respetarle, y, en adelante, -pasar la triste categora de los perseguidos y cazados sin tregua. - -Aplicado este mismo anlisis estomacal muchos grandes personajes -y respetables Corporaciones, hasta ahora considerados y respetadas -como de utilidad social, no tendramos el mismo resultado? Lo que -protegen por una parte, estar compensado por lo que daan de otra? -No tragarn ms grano provechoso que animalillos perjudiciales? -Cunto grajo no estar viviendo por esos campos, de un respeto mal -fundamentado! Se impone la autopsia de unos cuantos, la hora plcida -de la digestin, para saber qu atenernos. - - * * * * * - -Como siempre que se proyectan grandes festejos, de lo proyectado lo -realizado va... la distancia que hay de las necesidades de Madrid los -cuidados de su Ayuntamiento. No; aqu ni comemos ni nos remos. Como -festejo extraordinario, ya nos contentaramos con que nos lavaran un -poco. - -El problema de la mendicidad--grandes problemas son siempre aquellos -para cuya resolucin hace falta mucho dinero: el problema de la -vida, el problema de las subsistencias, el problema de la enseanza, -etc...--sigue en estudio. Textos en que estudiarle no faltan. Dentro de -poco, para poder andar tranquilamente por Madrid, habr que vestirse -de harapos. Ser el nico modo de que le dejen uno tranquilo. Aadan -ustedes en estos das, los mendigos de siempre, los electorales: -El voto, por amor de Dios! Esta candidatura, que no he comido en -todo el ao! Ya no sabe uno quin dice: Perdn, hermano, : Estoy -comprometido con los socialistas. - -Grandes das estos para disponer de un aeroplano! Feliz el conde -de Romanones, nico espaol quien no le preocupan los asuntos -electorales! - - - - -XVI - - -Salvo el gnero de tropelas, mudanza que los siglos van trayendo, pudo -compararse al difunto rey Eduardo VII con aquel otro rey de Inglaterra, -Enrique V, hroe de la batalla de Argincourt, protagonista en varios -dramas historiales de Shakespeare. Como el alegre y despreocupado amigo -de Falstaf y Pistol, supo ser, como rey en su da, muy otro que como -prncipe de Gales. - -No podra decirse de l que fu el prncipe que todo lo aprendi en -los libros. Mucho aprendi en la vida, y no fu desaprovechada la -enseanza. Una buena Prensa le prodiga elogios, que no le regatear -la Historia. Estmanse las virtudes de los grandes, y es justo que -as sea, por comparacin con sus iguales; as no es de extraar que, -con las cualidades que apenas libraran un seor particular, en la -hora de su muerte, del piadoso comentario de alguna buena amiga: Qu -descansada se habr quedado la familia!, la Historia se d por contenta -para proclamar: Era un gran rey! - - * * * * * - -Si en la satisfaccin del triunfo cabe siempre una gota de amargura, -habr dejado de saborear su provechosa medicina el gran D. Benito -Prez Galds? Cmo puede escapar su observacin lo fcil de una -carrera poltica y lo difcil de una carrera literaria? La primera -serie de sus _Episodios Nacionales_ y muchas de sus admirables novelas -llevaba publicadas don Benito y no poda contar con el nmero de -lectores con que, slo en dos aos de republicano, ha podido contar de -electores. - -De lectores electores hay una sola letra de diferencia; pero qu -gran diferencia en nmeros! - -Y cmo comparar el mrito de la labor literaria de toda una vida con -los merecimientos de dos aos de republicano, aunque contemos como -literatura y como republicanismo el sinnmero de cartas de adhesin -todas las paellas tricolores, en torno las cuales se haya reunido -siquiera media docena de republicanos? - -Cuarenta mil votos! Una duda: de la primera novela que publique, -vender tan fcilmente D. Benito 40.000 ejemplares? - - * * * * * - -Siempre que un Gobierno sale malparado de unas elecciones, le queda -el consuelo que las mujeres feas y pobres: atribuir su honradez -toda su desgracia. Si yo hubiera sido como otras! Esto me pasa m -por ser honrada! Ninguna dice: Esto me pasa m por ser fea! Que -era el caso de la candidatura monrquica en Madrid. Claro es que ser -diputado por Madrid significa poco; aqu no hay mangoneo ni caciqueo. -Las grandes figuras de la poltica prefieren sus feudos provincianos. -Para Madrid quedan unos cuantos seores de buena voluntad y mejor fe, -dispuestos gastarse muy buenos cuartos. Pero ay! Madrid tiene otras -teclas que tocar que los distritos rurales. Aqu se fuma y se bebe todo -el ao y no se le asusta nadie con un apremio, ni con un recibo... -Ser verdad que los electores monrquicos hayan andado despegadillos? -Como entre ellos hay gente de dinero y muchos tienen automvil y el da -estaba bueno... Por eso, no ser malo, para otra vez, confiar menos en -los electores y algo ms en los elegibles. - - * * * * * - -Muchas personas de viso, de esas que se abstendran, por comodidad -por abandono, de votar la candidatura monrquica, han andado en estos -das poco menos que media asta con motivo del fallecimiento del rey -de Inglaterra. Bueno est vestir la inglesa y vivir la inglesa y -pagar la inglesa, pero entristecerse la inglesa tambin! Mucho se -haba divertido el noble difunto, pero no hasta el extremo de que tanta -y tan buena gente le llore como un padre. - -Los actores franceses son los que han tenido una ocasin ms de -exhibirse. No hay uno que no haya sido gran amigo del rey Eduardo y no -tenga que contarnos alguna chispeante ancdota. A Febvre, ex socio de -la Comedia Francesa, le regal un bastn; Rjane, una sortija; Sarah -oh, Sarah! le reprendi una vez severamente porque se acerc ella -sin quitarse el sombrero. Siempre fu el teatro la mejor escuela de -buena crianza. Pero todos estn inconsolables. Le queran mucho. - -Menos mal. Ya dijo Hamlet, prncipe muy aficionado al teatro, que ms -nos valiera tener un mal epitafio que una mala reputacin entre los -comediantes. - - - - -XVII - - -Ya nos ha salido el susto del cuerpo. Es posible que muchos, sobre -todo muchas, de las que ms se regocijaran en la noche de la temida -fin del mundo, no les haya salido todava les salga de aqu unos -meses, mayor gloria y perpetuidad de este pcaro mundo. - -Si es cierto lo que asegura Renn en su _Abadesa de Juarre_, que, ante -la muerte prxima, el amor se envalentona y se deja de miramientos -hasta decir Fuera cuidados!, esperemos que el cometa Halley, en vez de -acabar con el mundo y sus habitantes, nos habr dado cuerda para mucho -tiempo. - -La verdad es que, para lo atrasadillos que andamos, segn dicen, -no hemos sido de los que ms se han puesto en ridculo por esos -mundos. Estamos tan hechos pronsticos de nuestro fin! Y siempre -es preferible que el mundo se acabe para todos acabarse uno para -el mundo. Mundo tenemos en general, y ojal tuviramos vida en -particular hasta la llegada de otro cometa, y aun es posible que -hasta la terminacin de la Gran Va, y, exagerando un poco, hasta -el advenimiento de la Repblica. Las revoluciones, lo mismo en las -celestiales que en las terrenales esferas, nunca las traen cometas -andariegos y revoltosos, por mucha cola que aparenten. Es preciso algn -astro de primera magnitud, y por ahora... todo es va lctea en las -celestiales y en las terrenales esferas. - - * * * * * - -Para los que se pagan de nombres--Repblica, Monarqua,--ah tienen -la Repblica Argentina y su Gobierno vindose obligados, en plena -apoteosis de su engrandecimiento y prosperidad, declarar el estado -de guerra; medida que, con el inters de los ms, acaso baste -conseguir una tregua de fiestas patriticas. Pero el problema queda -en pie. Y el problema all es del mundo entero. Digan unos: Patria; -otros: Humanidad, siempre sientan bien estos nombres sonoros y nobles. -En realidad, riqueza de un lado, miseria de otro. Ms peligroso es -el conflicto en esos pueblos jvenes, adonde llegan todos los das -miles de conquistadores de todas las razas y de todos los pueblos. Y -conquistadores sin bandera, desarraigados de su patria, luchar por -s, enriquecerse, si es posible, en provecho propio... Cmo exigir - tanto egosmo humano el sacrificio por una idea nacional? No bastan -los intereses materiales, opuestos de clase clase, cuando no de -individuo individuo, unir voluntades y sentimientos en ese algo -inexplicable que se llama ideal nacional. Es ley fatal humana que, en -las causas de nuestra grandeza, est el mayor peligro de nuestra ruina. -El talento, el valor, la riqueza, la hermosura tienen en s mismos su -mayor enemigo. La Repblica Argentina es inmensamente rica y generosa. -Pero si todos quieren ser inmensamente ricos en ella, bastar toda -su generosidad? No tendr cada paso un conflicto entro su inters -nacional y tantos intereses de tantos, por desligados de su patria, -ms desligados de una patria extranjera? He aqu el peligro y he aqu -el problema de la Repblica Argentina. Lo que hoy es un gran pueblo, -llegar ser una gran nacin? Llegarn sumarse tantos intereses -egostas en un solo egosmo ideal? Gran cosa es que en un pueblo todos -procuren ser ricos, condicin de que todos tambin estn dispuestos -morirse de hambre en un da. Con la primera cualidad, dominante en la -Repblica Argentina, y la segunda, dominante en Espaa... gran nacin! - - * * * * * - -Millones de flores, que representan millones de pesetas, cubrirn la -tumba del rey Eduardo de Inglaterra. Los economistas republicanos, que -hallan sus mejores argumentos contra la Monarqua en publicar lo que -cuesta el sostenimiento diario de unas caballerizas reales, no dejarn -de filosofar ante ese derroche de flores. No pensarn lo mismo las -floristas ni los floricultores. Y siempre que un seor de esos que, -por alardear de modestia, deja dispuesto en su ltima voluntad que no -se deposite coronas ni flores sobre su cadver y que se le entierre con -la mayor sencillez, pienso en la oracin fnebre que han de dedicarle -los empresarios de pompas fnebres y los fabricantes de coronas: Vaya -con el hombre, qu hora ha ido acordarse de ser modesto! Yo creo -que la mayor modestia es no disponer nada y dejar los ricos que -hagan su gusto y su voluntad y los funerarios su negocio. El que uno -se muera no es razn para que no vivan los dems. A m me parece muy -bien todas esas flores y ese dinero que se gastan los ingleses. Las -flores nunca son caras. Adems, los vivos son lo bastante vivos para no -dedicar flores al muerto; las flores son los que quedan. - -Recuerdo que un gran personaje se le muri un sobrinito, y la casa -se llen de coronas y de flores y el entierro llev el ms lucido y -numeroso acompaamiento, y decan los familiares de la casa: Si esto -es por el sobrino, cuando el seor muera! Pero el seor, al morir, -no dejaba familia de importancia, ni, de ella, nadie que pudiera -dar destinos ni dispensar favores, y al entierro... dos peseteros y -los precisos operarios. Seores muertos: nada de consideracin con -los vivos; admitan ustedes coronas y flores, y la familia dejarle -encargado el entierro de primera y con mucho clero: que vivan todos. -Siempre hace bien ver caras alegres en un entierro. - - - - -XVIII - - -Todo Gobierno, al emitir su respectivo discurso de la Corona, bien -puede disculparse, como el aldeano de Molire:--Si digo siempre lo -mismo, es porque siempre es lo mismo; que si no fuera siempre lo mismo, -no dira siempre lo mismo. - -Si los anteriores Gobiernos hubieran realizado todas las bellas y -grandes cosas prometidas en sus sendos discursos, nada quedara por -realizar, ni siquiera por prometer, y holgara un nuevo discurso de -discursos (revista de revistas). - -Si de la vida dijo Shakespeare que era fastidiosa como un cuento odo -dos veces, qu sern estos discursos tantas veces odos? As nos hemos -acostumbrado orlos con el ms consecuente escepticismo, reflejo tal -vez del escepticismo que suele dictarlos. - -En fin, como el escepticismo es puerta entornada, por qu no hemos -de conceder estos discursos siquiera la confianza que ponemos en la -lotera? Alguna vez puede tocar. No aspiremos al premio gordo.--El -programa ideal. No es eso?--Si tocara una aproximacin! - -En lo que no cabe por esta vez escepticismo es en lo del vigoroso -llamamiento al crdito. Esa es la eterna subida del vino: que nunca -mejora de calidad, aunque suba de precio. - -Por si no bastaba con un discurso, hemos tenido dos: el de la Corona -y el de la coronilla, cargo del jefe del partido conservador, muy -empeado en llevar vela en este entierro, que bien puede serlo si no -hay tiempo un capirotazo enrgico que apague esas velas y cirios que -ya han deslucido bastante. - -Entre los dos discursos nos quedamos... con el Mensaje de la Asamblea -agrcola; de menor resonancia, pero de ms slida y aplicable doctrina. - - * * * * * - -Prximas terminar las representaciones de Novelli en Lara, cerrados -muchos teatros de invierno--algunos ms propios de verano por la -frescura de obras y artistas,--no queda en Madrid ms espectculo -atractivo que las sesiones del Congreso y alguna cmica, especial, -del Senado, que cuenta para el gnero con eminentes y acreditados -caractersticos. - -Las distinguidas aficionadas al Parlamento, en todas sus -manifestaciones, particulares y pblicas, ya tienen dnde pasar la -tarde y en dnde distraerse hasta el veraneo, retrasado, como siempre -por los deberes polticos de los maridos, padres, etc. - -El elemento femenino ha de interesarse mucho en la actual legislatura. -Hay que evitar la condenacin de ms de cuatro amigos arriesgados en -alguna votacin peligrosa. Sera una lstima no poder encontrarse con -ellos en celestiales moradas, como ahora en las ms elegantes casas, -por culpa de un proyecto de ley! Hay liberales muy simpticos, y hasta -con dinero; el partido conservador no tiene monopolizadas estas dos -bellas cualidades para brillar en sociedad. - -Yo s que estas horas hay quien eleva plegarias y hace ofrecimientos -por la salvacin de algunos ministeriales. No teman las distinguidas -intercesoras; llegado el caso, todos han de salvarse, ms que por -vuestra intercesin, por propia iniciativa, al grito dispersador de: -Slvese el que pueda! No roguis por ellos; rogad por vosotras y -por vuestros hijos, diremos parafraseando palabras de Jess. Porque -si pudierais ver, como El, en lo venidero, verais lo que mejor os -estaba y les estaba todos para evitar mayores males. Verdad es que si -vosotras tuvierais inteligencia y cultura para comprender estas cosas, -hace mucho tiempo que estaran resueltos muchos problemas por s solos. - - * * * * * - -El orgullo nacional de los franceses, irreductible, sobre todo -tratndose de su arte, se halla muy resignado con ver su Pars invadido -por toda clase de espectculos extranjeros. Opera italiana, comedia -belga, baile ruso; sin contar innumerables artistas, autores y msicos -de diferentes nacionalidades repartidos por diferentes teatros. - -A mal tiempo amable sonrisa, y ellos venden por generosa hospitalidad -lo que regaadientes soportan. Claro es que los comediantes belgas -son una pobre gente sin pizca de _chic_, aunque sean ms espontneos -y naturales que los amaneradsimos actores franceses, apestantes -Conservatorio y Comedie Franaise; que Caruso no puede compararse -con los admirables tenores de la Gran Opera, con sus voces de gato -pisado... Slo ante los bailarines rusos humillan su superioridad, -y eso porque, segn ellos, todo su arte es de la ms pura tradicin -francesa. - -Como espectculo propio no han ofrecido, autores y actores franceses, -en estos ltimos tiempos, nada ms interesante que la pelotera entre -Bataille--el nombre obliga, y l se encarga de justificarlo--y la gran -Sarah, slo comparable la guardia napolenica en lo de dar que hablar -hasta sucumbir. - -En Pars, como en todas partes, se perecen por estos chismes teatrales. -Hasta que los Tribunales dieron la razn Bataille, todo el mundo -estaba de su parte; en cuanto tuvo la justicia por suya, consideraron -que ya tena bastante, y todo el mundo se puso de parte de Sarah. -Cuando se atrevi embargarla sus muebles y los ingresos de su -teatro... no se diga! Los mayores enemigos de la actriz se aprestaron - defenderla contra el autor. Se lleg decir que Bataille haba -insultado Francia en la persona de Sarah. - -Aqu, por fortuna, no se llevan punta de embargo estas cosas de -teatro, que no valen la pena. Slo sabemos de un empresario capaz de -embargar sus autores; pero con el mayor cario y sin dejar por eso -de representarles sus obras, para mejor garanta del embargo... Los -dems, todos buenas personas. Nos peleamos, hacemos las paces, nos -odiamos, volvemos querernos; pero todo con la mayor modestia, sin -indemnizaciones y sin reclamos. - - - - -XIX - - -Las mujeres son, por lo general, conservadoras, muy respetuosas -con lo tradicional y establecido; pero cuando una mujer da en -revolucionaria... Nada menos que todo el sistema planetario nos ha -trastornado una distinguida dama, miss Craig, en interesantsima -conferencia dada en el Ateneo. - -No era la flor que ms se haba presentado hasta ahora, en el ramo -de la sabidura femenina, sta de la astronoma. Bueno es que la -mujer se vaya poniendo en comunicacin con el cielo de mejor modo que -con importunas plegarias petitorias. La aparicin, mejor dicho, la -desaparicin, y para nosotros ay! despedida, sin beneficio, del cometa -de Halley, ms de su cola natural, se ha trado otra muy larga de -discusiones entre los astrnomos. A consecuencia de todas ellas, se -inicia el descrdito de algunas verdades, que ya haban durado lo -bastante, para obtener, sin que nadie pueda molestarse, su jubilacin y -pase la escala de reserva. Todo nuestro respeto para estas mentiras -de hoy, que fueron las verdades de ayer, y aprendamos por ellas -respetar las mentiras de hoy, que tal vez sean las verdades de maana. - -Los estudios de miss Craig son muy serios y no deben tomarse broma. -Sin llegar las atrevidas afirmaciones de la conferenciante, otros -astrnomos de gran renombre han coincidido recientemente en negar -las teoras de Newton sobre las leyes de gravitacin y de atraccin -universales. - -Por mi parte, celebrara mucho que se salieran con la suya; porque, con -todo el respeto Newton, eso de que cuando uno cae, cae por atraccin, -me pareci siempre una tontera. Es para escamarse el que Newton se -le ocurriera viendo caer una manzana; desde los primeros das del mundo -la manzana fu siempre fruta ocasionada funestas equivocaciones. - -En este caso nada se ha perdido; todo es que los pobres muchachos -estudiantes del bachillerato tengan que aprenderse una nueva teora... -hasta otra. Los licenciados y doctores pueden seguir sirvindose de la -que estudiaron en sus libros. Ms se ha adelantado en otras materias, -de aplicacin ms inmediata, y hay quien se anda en el Fuero Juzgo y -sus equivalentes. - -Entre las afirmaciones de miss Craig, la ms alarmante es la de que el -sol nos ha estado engaando miserablemente. La luz que nos alumbra no -es cosa suya. Yo no se cmo no habamos cado antes en ello, cuando -en el Gnesis se habla de la creacin del sol y de las estrellas, -por una parte, y por otra se dice que la luz fu hecha. Con la nueva -explicacin no hay, pues, que temer un nuevo conflicto entre la -Religin y la Ciencia. Ms vale as; que bastantes hemos tenido, sin -contar con los que esperan al Gobierno con la Nunciatura. Quedan, en -cambio, inservibles todos los embustes y ponderaciones:--Tan verdad -como el sol que nos alumbra!--Inservibles tambin una porcin de odas y -de comparaciones. Pero ya vern ustedes cmo el sol contina viviendo -del crdito durante mucho tiempo. Hasta en eso va parecernos ms -espaol: en vivir de las apariencias. - - * * * * * - -Ranse ustedes de imperiales cortejos en Roma, triunfos carnavalescos -de los Mdicis en Florencia, tramoyas del Buen Retiro y pastorales de -Versalles. Todo es pobretera en parangn con la admirable _carrozada_ -que nos han presentado. Menos mal que slo estbamos la familia y los -amigos, como en funcin casera, y apenas haba entre los espectadores -quien no tuviera en la cabalgata un pedazo de su corazn una prenda -de su guardatrapos. - -Qu mal aficionado representar comedias no habr saludado con -emocin aquellas trusas y aquellas pelucas? La intencin era buena; -pero ya sabemos que de buenas intenciones est pavimentado el infierno -y de peores debe estarlo Madrid, segn el aspecto de sus calles. - -Organizar una cabalgata, presentable plena luz del da, es cosa -que requiere mucho dinero y mucho arte. Otro hubiera sido el efecto -amparndose de las sombras protectoras de la noche y al favorable -engao de antorchas y bengalas. Sin contar con que las fiestas -nocturnas son ms agradecidas; como que en ellas s que puede -decirse que el espectculo est en el espectador, mejor dicho, en la -espectadora, y lo que se ve es lo de menos. Hay funcin de fuegos -artificiales que no se olvida nunca, y bien sabe Dios que no es por -los cohetes. En todo festejo popular hay que atender estas emociones -reconcentradas, por si fallan las exteriorizables. - - * * * * * - -Con excepciones muy contadas, es tan general como deplorable la aficin -de los buenos actores representar malas comedias. Lo que ellos gozan -entregndose en cuerpo y alma la ingrata tarea de levantar muertos! -La de esperpentos dramticos que gozan honores de obras inmortales -gracias la interpretacin de algn gran comediante! - -Buena prueba es el repertorio que se ha trado Novelli, como para -examinar de paciencia sus muchos admiradores. No hay idea de lo -satisfechos que se quedan algunos actores cuando el pblico sale del -teatro diciendo:--Todo muy malo, todo; pero l! El solo! Slo l! -El peligro de este inmoderado afn solitario est en que el pblico -se canse de decir:--El solo! El solo!, y se decida ponerlo en -prctica, dejndole solo en efecto. No merece otra cosa la vanidad de -algunos comediantes que llegan creerse que ellos solos son una obra y -un teatro. - - * * * * * - -Para tranquilizar los cortadores de cupones, los ms alarmados al -menor sntoma republicano--si habr confianza en la cuadrilla!,--se -apresta D. Jaime estrenar un caprichoso uniforme, regalo de sus -esperanzados creyentes. Es de suponer que al regalito acompae su buen -paquete de alcanfor su naftalina. De airearse el uniforme habra -que convenir en que se haban apolillado otras muchas cosas. Que -hay polvareda es indudable. Confiemos en que el Sr. Canalejas sabr -servirse del plumero propio y en ningn modo de los zorros que alguien -pueda ofrecerle; considere que la opinin est con la escoba levantada -y en alguna parte tal vez la tengan pajas arriba y detrs de la puerta, -como se usa entre supersticiosos para despedir visitas molestas. - - - - -XX - - -Me preguntan algunos amigos si no dir nada del discurso de D. -Alejandro Pidal, en contestacin al discurso de D. Leopoldo Cano, de -todas mis simpatas, como autor y como persona. Para qu decir nada? -Toda la elocuente diatriba contra el teatro moderno, sin demostrar otra -cosa que no haberse tomado el trabajo de conocerlo, no es la misma con -que ilustres correligionarios de D. Alejandro Pidal, y quizs l mismo, -anatematizaron el teatro de Echegaray, el de Sells y el de Cano? El -de este ltimo con mayor ensaamiento. Quin no recuerda la crtica -de _La Pasionaria_, escrita por el buen D. Manuel Caete, cabeza -parlante del grupo ultramontano de la Academia Espaola? Cmo haban -de perdonarle aquello: - - Y muertos en la trinchera, - resucitan en Madrid? - -Y aquello otro (cito de memoria; pero no es muy mala, Dios gracias): - - ... Son rezadores maestros - que, devotos y contritos, - andan comprando delitos - cuenta de Padresnuestros. - -As como as, D. Leopoldo Cano, cuando otros mritos no tuviera, y -tngole en muy alto concepto, fu, y esperamos que siga sindolo, de -los autores ms valientes y ms sinceros de la escena espaola. - -As lo ha reconocido D. Alejandro Pidal, con todas las cualidades -que en otro tiempo parecieran graves defectos. Oh! La Academia no -es rencorosa. Basta con dejar de escribir por algn tiempo para que -los atrevimientos parezcan moralidades, el verismo, idealidad y la -cscara amarga hueso dulce. No sabemos todos que la Academia no -llevan las obras que se han escrito, sino las que se han dejado de -escribir? - - * * * * * - -Con tantas graves y grandes preocupaciones, no es de extraar que lo -mejor pase inadvertida alguna pequea enormidad, como la de declarar -contrabando un encendedor automtico, sin ms razn ni fundamento que -el perjuicio un monopolio del Estado. Ya sabamos que todo monopolio, -los hay de muchas formas y clases, era siempre un obstculo todo -progreso; pero nunca se haba declarado tan descaradamente. Segn eso, -cada vez que encienda usted su cigarro una llama que no sea la legal -de la cerilla monopolizada es usted ms contrabandista que los de -_Carmen_. Los encendedores elctricos de los Casinos y otros Crculos, -los mismos aparatos denunciados que, en otra forma, se usan para -encender los cigarros de sobremesa, contrabando tambin; cuando pide -usted lumbre un transeunte, aparte la impertinencia, incurre usted en -delito... Con la misma razn pudo declararse contrabando el gas cuando -vino sustituir al aceite y al petrleo, y la luz elctrica despus... -Y las empresas de ferrocarriles debieran declarar contrabando el -automvil, porque mucha gente lo prefiere al tren para viajar, con -perjuicio de las Compaas... Y, por este sistema, tambin pueden tener -razn los protestantes, aunque les moleste el nombre, contra la ley -de los signos exteriores, que tambin ellos venan disfrutando de un -monopolio tan respetable como el de las cerillas. - -No sabemos si habrn protestado los fabricantes y expendedores del -aparatito en cuestin; pero no slo ellos, todo el mundo debiera -protestar contra esa pequea enormidad, expresiva muestra de otras -enormidades cometidas en nombre de _trusts y_ monopolios... - - * * * * * - -Nuestro Ayuntamiento, con miras ms altas que las aceras y arroyos, -se propone limpiar los rtulos anunciadores de toda incorreccin -gramatical. Por lo pronto, ha ido fijarse en lo de carnecera, -que les parece anticuado. Anticuado? Por qu? El movimiento se -demuestra andando, y el mismo uso constante demuestra que no hay tal -antigedad. Ya s yo que suena ms fino carnicera, slo que es otra -cosa. Ya basta, para los que venden la carne en malas condiciones, -hacer carnicera en nuestro estmago, sin anunciarlo por adelantado. -Bien est lo de carnecera cuando de vender carne se trata, y djese -la carnicera para luchas de fieras, campos de batalla, operaciones -quirrgicas y otros destrozos en carne viva muerta. Qu opina el -_Chico del Instituto_, cuya autoridad me someto por adelantado? - -En cuanto al uso del infinitivo por el imperativo, s es cosa fea; -pero yo, que siempre prefiero lo ordinario lo cursi y creo que el -vulgo tiene siempre razn al hablar, estoy por decir que hasta cuando -dice haiga, hallo el imperativo tan redicho y con un sabor mandato -de rey de teatro: Salid! Llegad! Teneos!, que estoy por preferir -el infinitivo, incorrecto y todo. Lo de Llevar la izquierda, ya -sabemos todos que es un modo abreviado de decir: Hay que llevar la -izquierda. No es tan grave falta que no llegue entenderse lo que -se quiere decir. Escritores de muchas letras, y acadmico alguno, ha -escrito: No rerse, no asustarse. Y, en efecto, nadie se ha redo y -nadie se ha asustado. Bien estn la correccin y limpieza del idioma -por esas calles, mientras llega la limpieza de las calles mismas; pero -no vayamos ponernos tan finos como aquella damisela que, por no usar -trminos vulgares, sola decir: Mam, haga usted la vista gruesa. - - - - -XXI - - -Saludemos dos autores noveles, no desconocidos: los Sres. Godoy y -Alberti, triunfadores en el concurso de obras dramticas abierto, con -excelente acuerdo, por el Ayuntamiento y por la empresa del teatro -Espaol. El nombre de los autores, vigoroso poeta el uno, literato de -gran cultura el otro, tanto como el nombre de los jurados, garantiza -el acierto. Razn hay para esperar la ms favorable confirmacin por -parte del pblico; aunque un pblico del que han de formar parte -muchos de los concursantes no favorecidos, no es para desersele -nadie. El teatro Espaol, por su carcter oficial, por disfrutar de -una subvencin, es el que menos puede excusarse de admitir obras de -autores noveles. Qudese para los empresarios industriales el creer que -slo conviene su negocio representar obras de autores consagrados, -que, veces, en una sola equivocacin perjudican ms que favorecieron -con diez aciertos. Hay que convenir en que el pblico, rutinario -siempre, es cmplice de las empresas en esto de no interesarse ms -que por las obras de un limitado nmero de autores. Si el pblico -mostrara mayor inters por conocer obras nuevas de nuevos autores, -yo creo que las empresas procuraran complacerle. Tanto, pues, como -vencer la resistencia de las empresas y de los autores monopolizadores, -importa vencer la desconfianza del pblico. Esto slo ha de lograrse -en fuerza de grandes aciertos. Pero es preciso dar facilidades para -que sean posibles. Segn las mejores referencias, la obra premiada -hay que aadir otras muy estimables entre las presentadas al concurso. -Las empresas de los diferentes teatros, en justa proporcin, deben -admitirlas para su representacin en la temporada prxima. Conveniente -sera establecer por costumbre, ya que sobre ello fuera algo tirnico -legislar, que un mismo autor no pudiera estrenar ms de una obra -por temporada en el mismo teatro. Nadie ira perdiendo. El pblico -hallara mayor novedad, los actores evitaran el amaneramiento que -trae, sin darse cuenta, el representar obras del mismo corte, y los -autores ms admirados el peligro de fatigar la admiracin, lo ms -fatigable que existe. - - * * * * * - -Siempre que asisto que un banquete, sea de homenaje, sea de -confraternidad, aparte la lubina la mayonesa, que, por lo inmutable, -representa el elemento filosfico, la figura ms interesante para mi -atencin es la del camarero. El camarero tambin es filosfico. Han -pasado tantas lubinas patriticas, polticas y artsticas por sus -manos! El camarero y la lubina no tienen convicciones. Saben que hay -un mismo _menu_ de homenaje para todos. Qu indiferencia la suya ante -las lubinas oratorias, la hora del Champagne, que tampoco tiene -secretos para l! La cocina y las atenciones del servicio, como los -bastidores del escenario los tramoyistas, le han quitado toda ilusin -sobre lo que se come y lo que se representa. Suenan magnficas las -grandes frases de los discursos, y el camarero, mientras pregunta con -voz discreta por su jurisdiccin: Cognac Chartreuse?, percibe el -comentario malicioso de los comensales, que es como el _pizzicato_ -burln que acompaa en sordina la frase apasionada en la serenata del -_Don Juan_, de Mozart.--Qu gran batata!--oye el camarero.--Deca -usted?--Ah! Nada... No es ti... Chartreuse. Y suena un bravo! -y no suenan las risitas, ahogadas en un sorbo del licor estomacal. -Pero el camarero piensa:--A quin se engaa aqu?--No; no es l, -ciertamente, simblico y significativo en aquel momento; representacin -de todos los que no tienen puesto en esos banquetes, en donde la -ms brillante representacin de las llamadas clases directoras, sin -engaarse ellos mismos, creen haber convencido los dems. - - * * * * * - -No hace muchos das indicaba que el dolo de oro acaso tena los pies -de barro. - -El viajero superficial suele deslumbrarse con las brillantes -apariencias. Dura y tenaz ha de ser la lucha de los Gobiernos en -la Repblica Argentina para vencer al anarquismo; acaso ms de una -vez peligren en ella sus instituciones democrticas y su generoso -humanitarismo. Das de prueba aguardan al ilustre hombre que marcha - presidir los destinos de un pueblo joven, por transfusin de tanta -vieja sangre, acaso envejecido antes de tiempo. Salaverra, en su -admirable libro _Tierra argentina_--tan justo de observacin y tan -artsticamente desapasionado,--celebra y admira la fuerte dignidad -del trabajador de all en los ms humildes oficios, tan opuestos su -servilismo, rastrero en ocasiones, de nuestras viejas tierras. Bien -estara esa dignidad si no tocara en desabrimiento. Yo no he conocido -nada ms desagradable que la gente--mal puede llamarse humilde--de -Buenos Aires. Muy impuestos en sus derechos, eso s; ni toleran una -reprensin destemplada ni agradecen tampoco una atencin cariosa. Con -lo que se les debe les basta. Pero, como dice Bernardo Shaw, qu -sera del mundo si todos nos diramos hacer lo justo? - -Con esa violenta disposicin de espritu en los de abajo, causa -efecto de violenta disposicin en los de arriba, las ideas anarquistas -prenden con facilidad y se propagan con rapidez. Cmo andar ello, que -muchas familias distinguidas de Buenos Aires haban decidido quitar -casa y hacer vida de hotel por serles imposible tolerar las exigencias -de los criados! Durante los treinta cuarenta das que permanec en -un hotel conoc veinte criados distintos slo en en el servicio de mi -habitacin. En el comedor todos los das veamos caras nuevas. Un da -hubo huelga general; no qued un solo criado en el hotel; en todos -suceda lo mismo. En uno de ellos no se contentaron con abandonar el -servicio, sino que, para causar mayor trastorno, antes de despedirse -deshicieron las camas, desarreglaron las habitaciones y estropearon la -comida preparada. Todo en uso de su perfecto derecho. Las huelgas de -los diferentes gremios no pueden contarse. Ahora empiezan las bombas. A -la violencia responder la violencia... Ya vern los que murmuran de -las Monarquas lo que hace una Repblica cuando llega el caso. Creo que -el espectculo y la leccin han de ser interesantes, aunque tal vez no -sean provechosos ni aprovechables. - - * * * * * - ---Ha visto usted el sombrero de las mil pesetas?--Aqu no puede -decirse del ala, suponemos que entrar todo en el precio. - ---Mil pesetas un sombrero? Ser una tiara. - -Aqu slo algunas seoras de esas que andan ahora tan ajetreadas y todo -el ao tan trajeadas, puede gastarlos parecidos. Los clebres sombreros -de la Maison Virot--hoy dividida en dos razones sociales,--una monada -de sombreros, se han cotizado siempre entre los 300 y 500 francos. De -esto s yo una barbaridad; si supiera tanto de otras cosas, hubiera -llegado ser algo. Con el tamao sobrenatural de los de ahora, no es -extrao que suban el precio. Slo de plumas hay sombrero que se lleva -en el adorno un avestruz entero. De modo que, para pagarlo, hay que -desplumar por lo menos otro poner contribucin toda una manada: -este una pluma, al de ms all otra... Pero si estaremos desquiciados! -El otro da, mientras dos seoras iban hablando por la calle, muy -acaloradas, de las cuestiones polticas y religiosas de actualidad, -pasaron dos curas, y de qu creen ustedes que iban tratando? Del -sombrero de Ursula Lpez. Se convencen ustedes, seoras mas, de que -no peligra nada fundamental? - - - - -XXII - - -No es cualidad espaola el proselitismo. Nos damos tan mala maa al -sostener nuestras ideas y doctrinas, que slo sabemos exponer lo -esquinado con toda su hiriente dureza, en vez de suavizar las aristas -con blandas redondeces. Ms prontos al brusco ataque que la serena -defensa, an no hemos llamado con nuestra voz cuando ya hemos espantado -con nuestros gritos. Hablamos para los nuestros, que son los que menos -necesitan ornos. No es los que piensan como nosotros los que -importa convencer, sino los que piensan del modo contrario. - -Tuvo su mayor enemigo el socialismo en la vulgar opinin obstinada en -confundirle con el anarquismo. Empezaba desvanecerse la confusin; -los ms temerosos iban perdiendo el miedo; se presentaba la ocasin -para no dejar sombra de esos infundados temores. Al socialismo podr -faltarle en mucho tiempo, para ser realidad posible, la base de bondad -humana que presupone su soada organizacin social. Esta es su mayor -equivocacin: suponer que una nueva organizacin social pueda ser causa -de una nueva condicin humana, cuando sin duda es todo lo contrario. -Sin mejorar al hombre, cmo es posible mejorar la sociedad? Ni las -instituciones ni las leyes son varas mgicas de virtudes. Pero, en -fin, cuando los hombres sean mejores, por seleccin natural por -cultura artificial y cientfica, el socialismo se impondr por s -solo, que es el modo mejor de imponerse sin imposicin. Entretanto, -y hay tiempo para ello, ms conviene que crean en nuestra bondad que -en la bondad de la idea. El gua de los socialistas en Espaa, al -sentarse por primera vez en el Congreso, debi procurar ante todo que -el enemigo, el contrario, esto es, el buen burgus, acabara de perder -el miedo, tranquilizndose, en comunicacin directa con el fantasma, -que no es cosa del otro mundo, aunque puede serlo de otro mundo... -Porque, si el buen burgus no se convence, qu piensan hacer con -l los socialistas en el da del triunfo? Aniquilarle? Someterle -como siervo esclavo? Siempre vendramos parar entonces en que -media humanidad seguira fastidiada por la otra media; y el ideal -socialista es la felicidad para todos, que lo de ser unos felices y -otros desgraciados, y cada uno ratos, es ya cosa resuelta desde que -se organiz la primera tribu. Al socialismo hemos de ir todos sin -violencia, por inclinacin natural; su doctrina ha de ser de amor, y -no de odio; atrayente, y no repulsiva. Bien est descubrir nuestras -humanas debilidades ante los amigos y los convencidos. Para algo son -amigos y estn convencidos. Pero ante los contrarios hay que mostrarse -en la ms divina apariencia; de otro modo, ms vale seguir oculto entre -nubes. El socialismo iba ya pareciendo al medroso burgus cosa distinta -del anarquismo. No ha sido una imprudencia volver la confusin y -al equvoco? Mal predicador el que slo consigue hacerse oir de los -creyentes; los descredos, los descredos es los que hay que -llamar y convencer. Pero ay!, ya lo dije, el proselitismo no es -cualidad espaola. - - * * * * * - -Un nuevo libro del doctor Gustavo Le Bon--_La Psicologa poltica y -la Defensa social_--es libro que todos los polticos debieran leer -con detenimiento. De muy provechosa enseanza y de ms provechosa -meditacin. - -La psicologa poltica--dice Le Bon--ensea resolver los problemas -planteados diariamente, discernir cundo se debe ceder y cundo -oponerse las exigencias populares. Los hombres de estado, por lo -general, ceden resisten segn su temperamento. Detestable proceder. -Es preciso resistir ceder segn las circunstancias. No hay nada ms -difcil ni de ms graves consecuencias en la psicologa poltica. - -Y ms adelante: Es ms fcil transformar una sociedad que cualquier -otro organismo viviente? La respuesta afirmativa esta pregunta -ha dirigido toda nuestra poltica desde hace un siglo y contina -dirigindola. La posibilidad de rehacer las sociedades por medio de -nuevas instituciones fu siempre evidente para los revolucionarios de -todos los tiempos, para los de nuestra gran revolucin sobre todo; -lo es tambin para los socialistas. Todos aspiran reconstruir -la sociedad segn planos trazados por la razn pura. Cuanto ms -progresa la ciencia, ms contradice esta doctrina. Apoyndose en la -biologa, en la psicologa y en la historia, nos dice que nuestros -lmites de accin sobre la sociedad son muy restringidos; que ninguna -transformacin profunda se realiza jams sin la accin del tiempo; -que las instituciones son la envoltura exterior de un alma interior, -y toda institucin, lejos de ser el punto de partida de una evolucin -poltica, es solamente el trmino. La debilidad de los pueblos latinos -consiste en creer, como dogma, que basta con cambiar las instituciones -para modificar el espritu de un pueblo. - -Todo ello, y mucho ms que trae el libro, no ser de gran novedad, y -de puro sabido, lo tendrn olvidado nuestros polticos y gobernantes; -pero no vendr mal un repasillo; el buen doctor Le Bon tiene para -todos, porque la Ciencia no se casa con nadie, y la Verdad nunca fu -de una sola pieza: hoy es monrquica, maana republicana, puede ser -socialista, puede ser individualista... Por eso los hombres de ciencia, -son siempre de cuidado en un partido poltico. Ya se convencer el -doctor Salillas, digo, ya le convencern sus correligionarios, si no -procura ir olvidando en sus futuros discursos que es hombre de ciencia -antes que republicano. - - * * * * * - -Hay crmenes que, en su misma monstruosidad inexplicable, llevan quizs -la nica posible atenuacin... No obstante, todos han querido arrojar -su piedra sobre la madre enloquecida que arroj su hijo recin nacido -por el balcn. Horrible! horrible! Pero todas esas buenas vecinas -que, llenas de noble indignacin, hubieran llegado arrastrarla al -salir, despus de haber matado su hijo, estn seguras de no haberla -atormentado con burlas y rechiflas si, unos das despus, la hubieran -visto salir con l en brazos? Saben ellas lo que pudo pesar en la -infeliz deshonrada, la hora del delito, la imagen de esas buenas -vecinas, pequeo mundo, pero un mundo en fin! murmurador y maldiciente. - -La honra de las mujeres! Pobre honra, que puede olvidarse en el beso -de un amante y no puede olvidarse con el beso de un hijo! - - - - -XXIII - - -Han surgido algunas dificultades para la reedificacin del teatro de -la Zarzuela. Por una vez--una vez no hace costumbre--quiere llevarse -punta de lanza lo ordenado sobre construccin de teatros. Aparte de que -en este caso slo se trata de reconstruir, reciente est la edificacin -del teatro Lrico, hoy Gran Teatro, sin ajustarse las rigurosas -Ordenanzas. No hablemos del sin fin de teatrillos que, sombra y entre -sombras, de estar destinados exhibiciones cinematogrficas, donde, -entre parntesis, son mayores los riesgos de incendio, han venido -parar, por exigencias del negocio, en verdaderos teatros, sin ms -condiciones de seguridad que falta de concurrencia. - -Como deca un empresario de un teatro provinciano al gobernador, -que le ordenaba toda clase de reformas en el teatro, segn -oficio, para evitar todo peligro ocasionado por las grandes -aglomeraciones...:--Ay, seor gobernador; deme vuecencia primero esas -grandes aglomeraciones, y yo har las reformas!--En efecto, la marcha -de los negocios teatrales no da para pedir muchas golleras. Exigir que -un teatro presente sus cuatro fachadas libres de toda vecindad es tanto -como prohibir que se edifique ningn nuevo teatro en sitio cntrico de -las grandes poblaciones. Al precio que estn los terrenos, slo ms -all de la Ciudad Lineal puede levantarse un teatro con ese requisito. - -No son los teatros los nicos locales peligrosos, para que con ellos -se extremen las precauciones. Su mayor peligro est en la aglomeracin -de que antes hablbamos; peligro, para desgracia de los empresarios, -tan poco frecuente. Y, dados la aglomeracin y el peligro, sin la -serenidad y cordura del pblico todas las seguridades y precauciones -son intiles. Alocado por un peligro, real imaginario, el pblico, -tanto vale una puerta como dos docenas, si todos quieren escapar por la -misma. - -Un teatro como la Zarzuela, reedificado con materiales modernos, -puede ofrecer la suficiente seguridad, en lo humano, sin la condicin -dificultosa de las cuatro fachadas. Con una buena, y con vistas al -verdadero Arte nacional, podemos contentarnos. Cuatro tiene el teatro -Real, propiedad del Estado, y de ellas, tres dan Italia, una -Alemania... y la pera espaola en el sotabanco. - - * * * * * - -Si los _trompis_ entre el boxeador negro y el blanco, con el triunfo -del colosal negrazo por remate, no tuvieran su significacin simblica, -sera para reir para indignarse, segn temperamentos estado de -fondos, la agitacin promovida en los Estados Unidos consecuencia de -la interesante lucha. Pero ay! que esa lucha entre dos campeones de -las distintas razas puede ser maana sangrienta lucha general de las -dos razas. Es natural que el anticipo triunfal del negrazo les haya -sentado tan mal los blancos. Malo, si los negros dan en civilizarse; -peor, si dan en dedicarse brutos. Cultivando la inteligencia, aun -podan tardar algunos aos en igualarse con los blancos; pero si -slo cultivan los puos, pueden adelantarse en muy poco tiempo. Y si -continan pagndoles tan bien los puetazos, reunirn muy pronto dos -grandes fuerzas: los puos y el dinero. Confiemos en que algn gran -banquero negociante de los Estados Unidos se d buena maa para -estafar al negro vencedor el dineral premio de su hazaa, y podremos -afirmar todava orgullosos la superioridad de la raza blanca. - - * * * * * - -En esto de las barbaridades nacionales sucede como con los vicios y -las ridiculeces: las peores son las de los otros. Para el aficionado - toros no hay nada tan estpidamente cruel como una ria de gallos, -y viceversa; nosotros nos escandalizamos ante los boxeadores, y por -ah se espantan de nuestras corridas de toros. De esa diferencia de -apreciaciones viven los moralistas, mientras el mundo vive de la -precisa moral que le basta para no concluirse, que es lo que se -tira, y vamos viviendo. Los artistas han convenido en que lo ms -pintoresco y caracterstico de cada pueblo es la roa, sea material -espiritual. Extasis ante unas piedras viejas, transporte mstico ante -una capa parda, deliquio supremo ante una salvajada con mucho carcter. -Que tienen mucho carcter suele decirse de los que lo tienen malo. -En los pueblos es lo mismo que en las personas. Un pueblo de mucho -carcter? Ya saben ustedes lo que les espera: comer mal, dormir peor y -alguna pedrada. Oh! Pero cmo perdera carcter si la civilizacin -descolorida y niveladora llegara hasta all!... - -Por fortuna, hay carcter para mucho tiempo en todas partes, y no somos -nosotros de los menos favorecidos. - - * * * * * - -Esta eterna lucha entre un Arte que prefiere para su inspiracin lo -caracterstico tradicional, como si quisiera perpetuarlo, despecho -de la misma vida, con un Arte, por ms atento nueva luz quizs mas -desorientado, sostiene y sostendr por mucho tiempo en interesante -actualidad la llamada cuestin Zuloaga. Sobre ella, como toda -gran obra de Arte, camino de esa eterna actualidad que se llama -inmortalidad, est la obra del pintor insigne, cuya gloria nada puede -temer de las discusiones. Pero entre el Arte que nos dice: Esto ha -sido, y aun el que nos dice: Esto es, y el Arte que nos dice, -visionario y proftico: Esto ser, si los dos pueden ser igualmente -admirables como Arte, como obra social, cul ser preferible? S; aun -hay otro ms admirable y fecundo: el Arte todo voluntad, todo accin, -de la voz creadora, como voz de Dios, la que sabe y puede decir: -Sea! - - - - -XXIV - - -Ha sido un brillante torneo oratorio, ms caas que lanzas, la -contestacin al Mensaje de la Corona. Como sucede tantas veces en estas -discusiones, los rboles no han dejado ver el bosque y las frondas y -floreos oratorios no han dejado oir la contestacin al Mensaje, que, -siendo de lo que deba tratarse, es de lo que menos se ha tratado. - -El Gobierno ha podido decir en esta ocasin: A salvo est el que -repica. Los tiros ms certeros han pasado sobre su cabeza para ir -caer sobre los conservadores. Slo algn ligero achuchn ha menoscabado -su flor de azahar. Si los obispos, los rifeos y los huelguistas no se -alborotan demasiado durante las vacaciones, tenemos virginidad hasta la -reapertura del Parlamento. - - * * * * * - -Un corresponsal en Madrid del peridico parisiense _Comedia_, -propsito de una velada musical celebrada en el Ateneo, en que, -segn parece, se aplaudi mucho la msica espaola y no tanto la -francesa, se lamenta de la creciente _galofobia_ de los espaoles. Una -distinguida dama francesa me escribe quejndose de lo mismo; dice que -ha ido coleccionando en estos ltimos tiempos infinidad de textos de -escritores espaoles, patente muestra de nuestra animadversin hacia -los franceses. Tal vez sea muy voluminosa esa coleccin de recortes -_galfobos_; pero; vamos! que si algn espaol se hubiera entretenido -en anotar y recortar textos franceses en que se nos ridiculiza, zahiere -y calumnia... s que hubiera levantado un buen proceso. - -La imaginacin de los franceses ve enemigos y espas por todas partes. - -No es para tanto nuestra supuesta _galofobia_. De esos mismos -escritores, citados por mi quejosa dama, podra yo recordar grandes -elogios y ditirambos de admiracin por Francia y por los franceses. -Yo mismo he defendido el _Chantecler_, como verdadera obra de arte, -del injusto desprecio con que fu tratado por el pblico madrileo. Y -hay que convenir en que las ms violentas y despreciativas crticas -vinieron de Pars. En ms de una ocasin he defendido tambin la -mujer francesa en general, y la parisiense en particular, de las -calumnias de sus mismos novelistas y autores dramticos. Son tambin -_galfobos_? Sabido es que el batallador Brieux escribi _La francesa_ -para protestar contra esa falsa atmsfera creada la mujer por una -literatura ms literaria que verdadera. - -Cierto es que las censuras del extrao molestan ms que las del -compatriota, pero no se dir que aqu hemos llegado nunca la -intervencin enojosa ni la invencin sin fundamento. - -Por mucho que digamos, cronistas y escritores de costumbres, de los -extranjeros, ms decimos de nosotros mismos. No podr acusrsenos -de parcialidad ni apasionamiento. Tal vez pequemos de exagerar -nuestros defectos y debilidades, y acaso demos con ello lugar que -el extranjero los agrande y divulgue, por aquello de: Cuando -ellos lo dicen!... Por lo dems, censuremos propios extraos, -loca vanidad sera la del escritor que creyera en la eficacia de sus -censuras. Como dice Regnard--ya ve usted cmo conozco y admiro sus -clsicos: - - En vain contre les moeurs la raison vous irrite; - Par quatre mechants vers, peut-etre dja dits, - Croyer vous changer l'homme et redresser Paris? - -Y quien dice Pars, dice el mundo entero. - - * * * * * - -Todos los aos, al terminar el concurso para adjudicacin de premios -en el Conservatorio de Pars, vuelve plantearse la discusin sobre -las reformas necesarias, tanto en el sistema de enseanza como en el -de concursos. Y de nuestro Conservatorio, no poda decirse algo? -Nada entiendo de msica y no ser tan atrevido para despearme por el -disparate libre, en cuanto la enseanza musical se refiere. Doctores, -licenciados, y aun bachilleres, tiene la Iglesia que sabrn solfear y -armonizar donde hiciere falta. - -Pero la enseanza de la mal llamada--es decir, por desgracia, bien -llamada--declamacin, no puede ser ms deficiente. A gritos, ms -menos declamatorios, est pidiendo una reforma. Cualquiera es buena; -desde la radical de la supresin, por intil, hasta una nueva y -completa organizacin, con vistas la utilidad y mejor aprovechamiento -del dinero; supongo que poco, pero hasta ahora mucho, por mal empleado. - -Bien sabemos que un Conservatorio, como ningn Centro docente, por -sabia que sea su organizacin, no es incubadora de genios, si falta -la primera materia en la calidad del huevo. Pero como el genio es ave -rara y l solo se basta para levantarse, crecer, tocar las nubes, -hay que pensar--aparte de que al genio tampoco le sienta mal un poco -de disciplina y artificial cultura--en los talentos modestos, en las -medianas discretas, que de ser bien dirigidas no serlo serlo -viciosamente, puede ir la diferencia de la absoluta nulidad una -perfecta imitacin del mismo genio, con la ventaja de ser su talento -ms reposado y consciente; condiciones de gran importancia en un arte -de interpretacin como el arte escnico. - -El genio es tan peligroso en el teatro que yo me atrevera decir que -es temible! De los genios me libre Dios, que de los malos cmicos me -librar yo. - -Ante todo, se impone la seleccin fsica. Por espiritualistas que -seamos, hay que atender la belleza corporal. Nada de piernas cortas -y cabezas gordas, por mucha luz intelectual que las ilumine. Nada de -voces chillonas y gangosas, por mucho que prometan hacernos de reir -en grotescas farsas. Despus, cultura general; ms que ctedras, -conferencias variadas de literatura nacional y extranjera, de pintura, -escultura, elegancia social, etc. Despus, prctica, prctica y -prctica. Nada de maestros actores, que slo ensean sus defectos y -amaneramientos; un buen director de escena, persona competente, de -buen gusto, y estudiar y representar obras. El teatro Espaol -como teatro de ensayo, donde los alumnos, en funciones populares, de -convite con rebaja de precios, representen obras del teatro antiguo y -moderno. - -Al estudio de nuestro teatro antiguo debe concedrsele la mayor -importancia. Nunca se estudiar bastante. Da grima ver que la mayor -parte de nuestros modernos actores no saben decir un verso con sentido -del ritmo; y como el ritmo es todo, en arte, en verso, en prosa, en -lo espiritual y en lo fsico, slo son capaces de decir chuladas y -vulgaridades. - -Ya s que el ministro de Instruccin pblica tiene asuntos ms -importantes que atender; pero yo s que el Arte tiene en l un -enamorado. Si la poltica le permite algn descanso en este verano... -acurdese de sus amores. - - - - -XXV - - -De plaideras y de Casandras de pan llevar han motejado conspicuos -conservadores los espritus compasivos que se permitieron llorar por -los muertos de la ltima campaa. Y no haban terminado de fulminar su -indignacin contra los compasivos, cuando, propsito del atentado de -que ha sido vctima su ilustre jefe, ranse ustedes de Casandra, de -Jeremas y de cuantos lloraron calamidades y profetizaron desdichas! -Esto demuestra que todos somos plaideros nuestra hora y cuando -nos duele, y nada ms fcil que hacer de hroe impasible cuando los -almendrazos no son en nuestro barrio. - - * * * * * - -El Estado slo tiene un nombre terrible y amenazador para estos -pueblos: el Fisco. Faltan carreteras y caminos vecinales, faltan -escuelas, falta higiene, falta polica; pero el Estado exige siempre: -es la quinta, es la contribucin con sus apremios y sus embargos y la -miseria y la ruina... - -Llega el Fisco implacable coronar el trabajo de la penosa -recoleccin. El que nada dej, se lo lleva todo. Llamaremos tambin - estas madres, llorosas por el pan de sus hijos, Casandras de pan -llevar? Por fortuna, aqu no amenazan... todava. Pagan, como trabajan -y como viven, resignados. Hasta la fuerza necesaria para cobrar lo -debido le es barata al Estado. - - * * * * * - -Nos asustamos una vez al ao de lo que sucede siempre sin que nadie se -asuste ni lo advierta. Los buenos burgueses disfrutan de su veraneo -protegidos por los mausers. Los fusiles protectores y la protesta -amenazadora estn ahora la vista y frente frente. Pero es nunca -otra cosa? Ese el estado natural y permanente de esta sociedad humana. -Por suerte de los buenos burgueses, la carlanca basta para que unos -cuantos lobos desconozcan sus semejantes y se crean perros al -servicio del amo. Qu piden los huelguistas? Golleras, de seguro; -puede que hasta quieran veranear. - -El Estado permanece neutral, no cruzado de brazos, sino armas al brazo, -que es una neutralidad especial. Su papel no es muy airoso. Me recuerda - un filosfico sereno que, presenciando altas horas de la noche una -acalorada disputa entre una Venus y un Marte, por no s qu tratos y -contratos amorosos, slo les aconsejaba paternalmente la luz del -farol colgante de su chuzo: Arreglarsus, chicos, arreglarsus! - - * * * * * - -Emilio del Villar, desde las columnas de _Nuevo Mundo_ clama una vez -ms--esperemos que no siempre sea en vano--contra lo que pudiramos -llamar obstculos tradicionales de nuestra Biblioteca Nacional. -Defendida como fortaleza contra los naturales ataques del ansia de -cultura y el deseo de ilustracin, el denodado asaltante es tratado -como enemigo, sin consideracin alguna. Hay que terminar de una vez con -tanta rutina y tanta corruptela. Qu significa eso, en pleno siglo -XX, de dividir las obras en obras de estudio y en obras literarias? Y -el ocultar los ndices, como nefando secreto, y las malas caras y los -peores modales?... - -Ah tiene ancho y fcil campo donde laborar el ministro de Instruccin -pblica, con aplauso de todos y sin gravar el presupuesto. Las buenas -maneras van baratas. Y ahora que una Sociedad bienhechora nos abarata -la luz, no ser hora de que la Biblioteca est abierta por la noche? -Ms se conseguira con esto, en bien de la cultura y de las costumbres, -que con la creacin del Teatro Nacional, por ejemplo. Pero moderncese -esa Biblioteca; sea un verdadero saln de lectura la moderna: con -peridicos, revistas; todo asequible, todo fcil... - -Falta personal y al existente sera injusto pedirle ms horas de -trabajo? Yo s de muchos seoritos, tan intelectuales como desocupados -y aburridos, que con mucho gusto prestaran servicio voluntario, con -el mayor gusto y no menor inteligencia. No es menos glorioso ser -soldado de un ejrcito de paz y de cultura, que serlo en el campo de -batalla. - -Son tantos los jvenes de todas las clases sociales los que oigo -lamentarse de continuo: Si la Biblioteca estuviera abierta por las -noches! Ser ms difcil que abrir un nuevo _cine_? - - * * * * * - -Estamos de una castidad escandalosa. Si todo fuera virtud y no falta -de dinero! Nada menos que ola hay quien llama la docena de novelas, -algo subidas de tono, que se publica por trmino medio un ao con otro. -No es para tanto, y hay que confesar que, hasta ahora, la cinaga -es muy vadeable. Como sucede siempre, los mejores propagandistas -del gnero son los escandalizados, que vienen ser los verdaderos -escandalizadores. Lo malo es que hay quien no distingue y confunde las -obras esencialmente pornogrficas con otras muy estimables en que la -pornografa es slo un accidente artstico y necesario. - -Con la reputacin de las novelas modernas es imposible acompaarse de -ellas para lectura de viaje, de playa balneario. Y es lstima; porque -no hay nada como un libro para iniciar una conversacin, y con una de -estas novelas siempre hay tema indicado. - -Las preferencias literarias, cuando son sinceras, y cuando no lo -son, doblemente, nos abren de par en par nuestro interlocutor -interlocutora. Con una viajera que haya ledo ciertos libros, se puede -hablar de todo. Si ha ledo los de Felipe Trigo... pues no hay ms que -hablar. Si ha ledo Gabriel D'Annunzio... ms vale callarse; ella se -lo dir todo. Desconfiad de las seoritas que leen la Biblioteca Rosa -en pblico; son las mismas que tienen empezada una labor desde hace -cinco aos y slo dan puntada cuando hay visita de novio probable. - -Ah! Cuando regalis un libro una joven, que sea un libro que pueda -interesar su mam su institutriz. - - - - -XXVI - - -El espritu pblico es infantilmente novelero; agradece cuanto le -divierte, le conmueve, le apasiona y hasta le atemoriza por unos das; -pero no conviene pretender usufructuar su atencin durante mucho -tiempo. Hay que evitar la frase desdeosa, muestra inequvoca de su -desvo: Ya es una lata! Todo esfuerzo para reconquistar despus la -atencin es en vano. Aun los espritus que se juzgan ms inquietos -tienden la quietud y, ms que los accidentes que alteran la monotona -de su vida, agradecen esa misma monotona, que justifica mejor sus -lamentaciones, por verse obligados soportar una vida sin accidentes y -sin inquietudes. - -Los huelguistas de Bilbao no han tenido en cuenta, al ejercitar su -propia resistencia, la escasa resistencia de la atencin pblica. -Es que no se iba hablar de otra cosa durante el verano? Es mucha -pretensin. Por el pudor de los contrastes, tenamos olvidada la -mejor sociedad que veranea y luce por esas playas sin otra esperanza de -mejor recompensa que nuestra envidiosa admiracin. Dejen, dejen ya los -huelguistas su triste papel de aguafiestas acabarn por perder hasta -la simpata de los ms sentimentales. Las bellas y elegantes damas -ya no dirn: Pobre gente!, los gobernantes empezarn juzgaros -como perturbadores, el honrado comercio os culpar de sus prdidas, -molestaris los buenos aficionados toros. Recordad la frase de -Shakespeare: Qu hermoso es tener las fuerzas de un coloso y no usar -de ellas! Vosotros diris que, por ahora, son los patronos los que -tienen esa fuerza y ellos son los que mejor pueden aplicarse la frase. - - * * * * * - -El verano es la estacin de los milagros financieros ms sorprendentes, -por venir despus de los milagros del invierno, ya bastante -incomprensibles. No es extrao que viaje mucha gente; pero alguna!, -tanta! No podran hacer el favor de comunicarnos el secreto, como -esos filntropos que ofrecen un remedio maravilloso con slo enviar un -sello para la contestacin? De dnde saca el dinero mucha gente? El -viajar cuesta cada da ms caro; los multimillonarios americanos, al -desperdigarse por este viejo mundo, han vuelto locos los hosteleros, -alquiladores de coches, sastres, modistas, joyeros y toda clase de -comerciantes en frivolidades. Regiones tranquilas, como la pastoral -Suiza, famosa antes por sus razonables precios, se han puesto, con -la invasin de los _dollars_, por las cumbres de sus montaas. De -Francia, de Inglaterra, de Blgica, no hablemos. En los hoteles todo -es extraordinario; en los trenes, lo mismo; en los espectculos, no se -diga; en cualquier barraca ms menos decorada con los sonoros ttulos -de _Kursaal_, _Music-Hall_, _Luna-Park_, etctera, cuesta la entrada -tanto como costaba en otros tiempos oir la Patti la Lind; eso la -entrada, que, despus, entre guardarropa, programa, propina por aqu -y socalias por todas partes, con sacar dinero durante el espectculo -no hay tiempo ni manos para aplaudir, por mucho que nos complazca. Y -donde no han llegado los americanos, los presienten. Han llegado los -automovilistas, que es lo mismo para los efectos de ir soltando dinero -con bocina. Dnde estn ya aquellas Arcadias veraniegas que hicieron -las delicias de nuestros abuelos y adonde llegaban los aldeanos, -como los pastorcillos de Beln, ofrecer al forastero toda clase de -caza y pesca, huevos y laticinios, frutas y hortalizas, por lo que -tuvieran voluntad algo menos? Verdad es que entonces slo veraneaban -las gentes en mediana posicin. Los ricos se recogan en sus fincas -de campo casas solariegas... Pero ahora los que viajan y corretean -por el mundo son los que no tienen mucho dinero y los que no tienen -dos pesetas, que, naturalmente, son los que dan menos importancia al -dinero. As lo han puesto todo imposible para las personas modestas. -Ya es triste vivir; pero viajar slo con lo preciso, es verdaderamente -vergonzoso. Eche usted lujo! Menos mal que, si por cada dos familias -hay una que se arruina, por cada tres hay algn miembro dedicado la -usura, que, despus, por combinaciones de herencias de matrimonios, -vuelve hacer la felicidad de dos familias. En el mundo no se pierde -nada. Donde se hunde una casa suele levantarse una manzana. Es toda la -amable filosofa de muchos veraneos incomprensibles. - - - - -XXVII - - -Nunca ha justificado una Exposicin su nombre como la de Bruselas. -Vaya si ha sido exposicin! Era lo nico que necesitaban las -Exposiciones para acabar de desacreditarse. Los que de cualquier suceso -casual deducen rotundas afirmaciones, no dejarn de categorizar toda -Exposicin entre los grandes peligros. No ms Exposiciones! Siempre -nos sucede lo mismo, ahora que andamos en Madrid preparando una, al -cabo de los aos. Los mayores progresos son atrasos cuando llegan -nosotros. Es mucho sino! Implantamos instituciones, leyes y reformas -cuando estn desacreditadas por esos mundos. Venimos ser las Amricas -de Europa--en el mal sentido de la palabra Amricas.--Vern ustedes; -ahora que hemos dado en irreligiosos, es cuando la religin est ms -la moda en todas partes. En los Estados Unidos se hace gran consumo; -en algo se ha de conocer el dinero. Con eso y con que el mejor da -empiecen encargar Comunidades desde el Japn como antes encargaban -acorazados... Y es que no debe desecharse nada; todo debe conservarse, -como los sombreros de copa; las modas vuelven cuando menos se piensa. -Creen ustedes que no volveremos ver miriaques? - -Algo significativo es que el incendio de Bruselas haya respetado la -instalacin de Espaa. El fuego no es rencoroso. Buena ocasin para -haberse vengado de las muchas hogueras por nosotros encendidas en -Flandes! Hogueras con las que pretendimos prolongar el ocaso del sol, -que se ocultaba ya para Espaa en aquellos dominios... En Flandes se ha -puesto el sol. No es verdad, amigo Marquina? Pero antes cmo pusimos -nosotros Flandes! - -Ahora ha sido la electricidad el Felipe II. La civilizacin es tambin -un gran tirano. Ello es que los buenos flamencos, por no perderlo todo, -se aprestan reedificar lo destrudo; y, si no les fuera posible, ya -ponderan como gran atractivo la contemplacin de las ruinas. Acaso -tengan razn. De tantas cosas, lo mejor es las ruinas! Slo que las -ruinas de los edificios modernos suelen llamarse escombros. Para ser -admirado como ruina hay que haber tenido vida durante mucho tiempo. -Esta consideracin es de mucho consuelo para algunas naciones y para -muchas seoras. - - * * * * * - -Entre los chismes teatrales, precursores de toda temporada cmica, -el ms sabroso es, sin duda alguna, el referente la rescisin del -contrato del teatro Espaol, solicitada por varios concejales y fundada -en supuesto incumplimiento de algunas bases. Muy loable es el celo del -Municipio en esta ocasin, y no me atrevo calificarlo de excepcional -porque supongo le aplicar con el mismo rigor todos sus contratistas. -Pero en este asunto del teatro Espaol no parece que las raspaduras -al contrato hayan sido de tanta monta en la temporada ltima como en -otras de mangas y capirotes, con mensaje final de gracias y todo, de -parte del Ayuntamiento complacido. Qu puede decirse? Que las obras -del teatro antiguo no fueron presentadas tal y como se escribieron? -Tanta prisa corre desacreditarlas? Que no todas las obras clsicas -representadas fueron precedidas de una conferencia, como se haba -ofrecido? Y para qu vamos engaarnos? Eso de las conferencias es -molestar los vivos sin honrar gran cosa los muertos. Lo cierto es -que la temporada, contra los pronsticos de muchos, fu provechosa -y brillante. Tngase en cuenta que el teatro fu adjudicado con -slo un mes de anticipacin su apertura; cualquier falta sera -muy disculpable en esas condiciones. Fueron estrenadas obras muy -estimables, decorosamente presentadas; entre ellas, _Casandra_, con -la que no se hubiera atrevido ninguna otra empresa de las de abono -aristocrtico. Bueno fuera que, despus del gran servicio prestado la -causa democrtica con las representaciones de dicha obra, pudiera decir -la empresa, con un Ayuntamiento tan republicano y tan socialista, que -as paga el diablo quien bien le sirve. Fueron tambin representadas -obras de autores jvenes, como Lpez Pinillos y los hermanos Cuevas; -Borras obtuvo grandes triunfos en obras de muy distintos gneros. Qu -ms puede pedirse? Mi opinin no puede ser ms apasionada. Ni all -estren obras, ni he de estrenarlas en esta temporada, ni la compaa -cuenta con muchas obras mas en su repertorio. Pero bien est San -Pedro en Roma--con Merry y todo,--y bien estn la Cobea y Oliver en -el Espaol mientras ms desapasionada. Ni all estren obras, ni he -de estrenarlas esta temporada, ni la empresario dispuesto realizar -maravillas de arte, dgase con franqueza y rmpase el contrato, sin -buscar ms pretexto ni fundamento que la municipalsima gana. Pero si -no es as, y cuando apenas falta un mes para comenzar la temporada, -deben moderarse los impacientes y templarse los rigurosos. - -Y aunque en algo se hubiera faltado al contrato, recuerde el Municipio, -al tratar con sus contratistas, las sentidas palabras que pronuncian -los reyes en el indulto del Viernes Santo, y digan parafrasendolos: -Los perdono para que Madrid me perdone! - - * * * * * - -El correo nuestro de cada da nos trae ruegos y peticiones--dirase el -conde de Casa Valencia en el Senado.--Diga usted esto, hable usted lo -otro, proponga usted lo de ms all... No, mis amables sugeridores; -es muy desagradable el papel de sopln y acusica, y no es cosa -tampoco de que el cronista ande hecho siempre un guardia de polica -urbana. En Espaa todo se espera y para todo se confa en el Gobierno -y en la Prensa, sin perjuicio de achacar uno y otra, segn sopla -el viento, la culpa de todos los males. Con el sufragio universal -y el voto obligatorio, todos tenemos nuestros diputados y nuestros -ediles quien dirigir peticiones y quejas. Sin contar con que todos -tenemos en la lengua un rotativo de tirada ilimitada. Esto de servir de -libro de reclamaciones slo ocasiona disgustos y antipatas. Adems, -cuando cree uno haber complacido la generalidad, hacindose eco -de sus pretensiones, como estamos en poca de espritus originales y -hay que distinguirse todo trance, saltan en seguida los ofendidos -en su originalidad. Qujanse unos vecinos de que en su calle hay un -charco, foco de infecciones; y cuando se consigue llamar la atencin -quien corresponde para que desaparezca el charco, no falta un vecino -que salga protestando; porque, miren ustedes por dnde, aquel charco -era todo su encanto y, como dice la copla, el espejito en que l se -miraba. Y en todo, por este orden. Ya ven ustedes: ahora resulta que -la Biblioteca Nacional era un modelo de organizacin y es gana de -chinchorrear el proponer mejoras. Por mi parte todo est bien. As como -as, entre personas, animales y cosas, harn docena y media las que -me interesan particularmente. Y comparndome con la mayora de las -gentes, me tengo por altrusta! - - - - -XXVIII - - -Es peligroso entregar juguetes los hombres. Los chicos se contentan -con destrozar el juguete, manifestndose como grandes protectores de -la industria y del comercio. Pero los hombres slo gozan pensando en -lo que podrn destrozar con el nuevo juguete.--Ah tenis un nuevo -explosivo--se les dice--para que volis montaas que separan unos -pueblos de otros y podis comunicaros y relacionaros con ellos ms -fcilmente... Y para volar edificios y pueblos enteros--responden y -piensan.--Ah tenis el automvil: utilidad, ilustracin, higiene -y recreo. Y emocionante peligro y satisfaccin de la vanidad y -atropellos, y caiga el que caiga.--Ah tenis el aeroplano, el ms -glorioso triunfo del hombre sobre la materia. Qu servicios puede -prestar la civilizacin y al progreso! Y sobre todo en la guerra! -Podremos aniquilar ejrcitos enteros; seremos invencibles! - -Si, ante la armoniosa serenidad de la Naturaleza, pensaba el poeta -Wordsworth tristemente en lo que el hombre ha hecho del hombre, con -ms razn puede pensarse ante cada una de estas conquistas de su -inteligencia, que debieran significar amor y significan odio. Las -aclamaciones de Francia la gloria de sus aeronautas no son un saludo - la Humanidad, ofrecimiento de la buena nueva; son un reto Alemania. -Para satisfaccin del orgullo de raza no les basta con la revancha -espiritual; es preciso la material revancha. Nada vale el aeroplano -si no es smbolo del guila imperial, invencible y amenazadora, sobre -los aires. Los alemanes pondrn toda su inteligencia en lograr nuevas -perfecciones en los aeroplanos. El odio tambin es fecundo. Y, por el -afn de conquistar la tierra, llegaremos la conquista definitiva del -cielo. No es esta toda la historia de la Humanidad? - - * * * * * - -Cristbal de Castro se lamenta y nos culpa porque entre tantos -escritores espaoles como hemos visitado la Repblica Argentina -no hallamos logrado obtener lo que monsieur Clemenceau en una sola -visita: un tratado de propiedad literaria con aquella Repblica. Supone -Cristbal de Castro que hemos sido unos egostas, ms atentos al -lucimiento y al provecho propios que la general conveniencia. Conste -que slo me creo aludido por haber estado en Buenos Aires, no por -alturas de dramaturgo que el Sr. Castro compara con las del Himalaya. -No; por mi parte, Cerrillo de los Angeles, y gracias. Nuestra pobre -tierra no consiente mayores alturas; y si alguien pretendiera locamente -levantarse hasta ellas, no tardaran en hacerle polvo; y como, al fin, -en eso hemos de parar todos--_Pulvis eris_, etctera,--qu ms da un -poco antes que un poco despus? - -No tiene en cuenta Cristbal de Castro que nuestra misma condicin -de interesados nos obliga no parecerlo. Monsieur Clemenceau, que -podr ser escritor insignificante, pero que tiene gran significacin -poltica--y no todo ha de ser literatura en el mundo,--poda con mayor -desinters particular entablar esas negociaciones. Adems, todos -sabemos, aunque nos pese, que un poltico goza de mayor prestigio -entre los polticos que un escritor, por grande que sea. Yo de m -s decir que ni salud al presidente de la Repblica, ni trat con -ministros, ni lo procur tampoco. Fu de viajero, no todo lo ignorado -que yo hubiera querido para volver ignorando menos. As y todo, vi lo -bastante para no quedar muy ilusionado con las ventajas de un tratado -de propiedad literaria. No es aquello la mina inexplotada que muchos -creen. Poco se lee en Espaa, pero all se lee menos. Existe, como en -todas partes, el ncleo intelectual al corriente de lo ms nuevo, no -siempre lo ms interesante, que se publica. Hay afn--no es lo mismo -que amor--por la cultura. Una cultura sin agrado, por aquello de hay -que saber; no porque gocemos con saber. Pero pblico, lo que se llama -pblico de lectores... En primer lugar, hay poca gente desocupada, -desde las seoras y seoritas que leen novelas francesas, inglesas: -las inglesas para imponerse en el idioma; las francesas porque... -cmo ha de ser! son ms entretenidas para el que lee por distraerse -que ningunas otras. De lo espaol se lee... lo que debe leerse, ni -ms ni menos. Hay que convenir en que libros muy interesantes para -nosotros, pesar de su mrito no pueden interesar all en absoluto. No -es culpa de los autores; es culpa del ambiente. En cuanto ediciones -de libros espaoles publicados all, se ha exagerado mucho. Saldran -ms caros. Con decir que la mayor parte de los autores argentinos -edita sus libros en Pars en Madrid... Algo ms poda venderse, -desde luego, con una activa propaganda por parte de nuestros editores; -pero con tratados sin ellos, sera lo mismo. Por lo que al teatro -se refiere... ay! tampoco es la tierra de promisin. Alguna obra de -gnero chico llega un crecido nmero de representaciones--nunca -tanto como en Madrid.--En cuanto las obras grandes, con excepcin -de alguna de autor nacional, como las de Laferrere, con su media -docena de representaciones van muy bien servidas. El Oden, en donde -representan Mara Guerrero y Fernando Daz de Mendoza, vive del abono -aristocrtico en los das de moda. En los das quebrados hay sus -medias entradas y sus vacos, como en cualquier teatro de por ac. -Los dems teatros estn precios reducidos: tres pesos, dos pesos la -butaca. Y como el peso, aunque suene duro, representa all lo que -nuestra peseta, resulta que el teatro es all ms barato que en Espaa. -Todos conocemos los empresarios y actores que se han hecho ricos -por aquellas tierras. La compaa de Serrador representa todas las -obras extranjeras, sobre todo francesas, estrenadas. Es la compaa de -ms extenso repertorio. Las traducciones se pagan tanto alzado, y, -naturalmente, no se pagan derechos de traduccin. Con el tratado con -Francia... no se representarn tantas obras francesas, y eso iremos -ganando... espiritualmente. Bien estara el tratado... por decoro suyo, -ms que para provecho nuestro. A los polticos corresponde negociarlo. -A los escritores nos sienta muy bien el desprendimiento de los bienes -terrenales. - - * * * * * - -Del veraneo.--En el Casino: - ---Oye: t sabes quien es esa rubia que va todas las noches con ese -extranjero? - ---No s; pero me la encuentro en todas partes. El ao pasado, en Niza, -con un ruso; despus, en Pars, con un americano; luego, en Ostende, -con un turco. En Biarritz con un ingls, y aqu con este que parece -alemn... Debe ser mujer de historia. - ---Y de Geografa, por lo visto. - - * * * * * - -En la sala de recreo.--Entre dos amigos: - ---Toda la noche estoy perdiendo. No acierto una. (Galante.) Voy hacer -el juego de esta seorita, que tiene mucha suerte. - -El amigo (aparte).--Se va enfadar el seor de enfrente. - ---Por qu? - ---Porque el verdadero juego de esta seorita es... timarse con l -toda la noche. - - - - -XXIX - - -Si en la mesa y en el juego es donde mejor se conoce, segn dicen, la -educacin de las personas, en las calamidades es donde mejor se revela -la cultura de un pueblo. Los aldeanos de Rusia y de Italia que, ante la -invasin del clera, renuevan episodios de las ms terribles pestes de -la Edad Media, con sus terrores, sus supersticiones, su desconfianza en -la ciencia y su fe en cualquier brujera, nos dicen claramente que hay -en las naciones modernas, aunque los salven trenes y automviles, menos -kilmetros de distancia de la civilizacin la barbarie que siglos -en la historia de la humanidad. Unas horas de camino valen por muchos -libros de historia. Sin andar mucho, no es difcil encontrarse todava -con el hombre de las cavernas. Cuando el cantor de la civilizacin -est ms ilusionado, creyendo que ya slo es cuestin de expulsar -los frailes y, dos tres pasitos ms por este orden, para llegar -la reconquista del Paraso terrenal... cataplum! por donde menos se -piensa, un retroceso al salvajismo, que si no destruye de golpe, deja -por lo menos tambalendose lo mejor de nuestras ilusiones. - -Y es que estas epidemias, como tienen su origen en regiones -incivilizadas, no slo se traen para ac el microbio de la enfermedad, -sino el de la barbarie, que aun prende ms pronto. Aqu bien puede -decirse: Bien vengas mal si vienes solo. Mejor ser que no venga ni -solo ni acompaado; pero, si como es de temer, aunque no sea ms que -por molestar al Gobierno, como epidemia reaccionaria, nos desfavorece -con su visita, qu se traer esta vez por lo de asitico, ms de lo -que se traiga por lo de morbo? - -Cmo saldremos del examen? Porque algo de examinador tiene el seor -clera. El llega un punto, se asoma con cierta respetuosa timidez -primero; pregunta: Cmo estn ustedes de higiene, cultura, valor -cvico y domstico, etc., etc?... Medianamente? Vaya! Como en mi -ltima visita; no han adelantado ustedes nada. Habr que darles otro -repasito. La letra con sangre entra... La verdad es que lo mejor -que tenemos en material de sanidad l hay que agradecrselo y la -solicitud de sus visitas. El da en que, al asomarse por Europa y al -enunciar su preguntita, le respondan de todas partes la cultura, la -higiene, la confianza de todos con un: Vea usted, amigo, si hemos -aprovechado sus lecciones, habrn terminado sus visitas. - - * * * * * - -Al Emperador de Alemania le ha aprovechado por poco tiempo la ltima y -sonada reprimenda de su canciller, por irse de la lengua con deplorable -facilidad. Otra vez ha vuelto ponerse la imperial corona por montera, -y terciadita lo jaque, para decir sus asombrados sbditos que -nadie tiene que agradecerle nada, ms que Dios, que, en sus altos -designios, le ci la corona. De suerte que no le vengan con leyes -constitucionales, discusiones parlamentarias, ni oposicin sus -proyectos; que l ha de seguir impertrrito la senda trazada por la -Providencia, toda de caones y fusiles. Bien est oh, sir!; pero el -ltimo de nuestros sbditos tiene tambin su montera que ponerse por -corona y las mismas razones para creer en su misin providencial. - -Es que slo los emperadores traen misin este mundo? Como le deca -el labriego del Toboso Don Quijote, cuando ste le preguntaba por la -princesa de aquel lugar: Yo no s de ninguna princesa; seoras s hay, -y muy principales, que cada una puede ser princesa en su casa. Quin -no puede ser emperador en la suya? Y si cada uno diera en sentirse -inspirado por la Providencia para obrar como le conviniere, malo iba - ser el gobernar con tantas misiones providenciales! Adems, como los -telogos estn conformes en admitir que hay voces del diablo que pueden -tomarse por voz de Dios, en la duda bueno es atenerse las leyes -humanas; que, por mucho que el demonio quiera enredar en ellas, nunca -enredar tanto como en la voluntad soberana de un emperador, por muy -providencial que sea. Dios sobre todo, pero la Constitucin al quite! - - * * * * * - -Mauricio Maeterlink, en el prlogo de unos _Cuentos y leyendas_ de su -amigo Jorge Maurevert, asegura la bondad del libro por haberlo sometido - la prueba del jardn. Esta prueba consiste en leer pleno sol y en -pleno aire; la implacable luz de una esplndida primavera, dice M. -Maeterlink. Y aade: Esta prueba es siempre decisiva para un libro, y -muchas veces ms dolorosa y desconcertadora que las pruebas del agua -y del fuego de los antiguos torturadores. Pocos libros la resisten, -y yo no me atrevo someter ella ms que los versos la prosa que -desde las primeras lneas me han inspirado confianza. Para qu hacer -padecer un pobre libro que, aun con no ser muy bueno, es siempre una -obra de buena voluntad? Ay, y qu bien dice M. Maeterlink! La prueba -del jardn es terrible. Ha probado M. Maeterlink con sus obras? -Yo s: con su _Aglavanne y Selysette_. Y el jardn no era un jardn -urbanamente cultivado; era un jardn rstico, rodeado de un campo de -trabajo y de pena. La prueba se agravaba. Como en una Exposicin de -pinturas basta la proximidad de una planta cualquiera para destruir el -efecto del paisaje mejor pintado, pocas obras literarias resisten el -contacto directo con la Naturaleza. Son obras cerebrales y necesitan -ir de cerebro cerebro, sin airearse al pasar, como plantas delicadas -de invernadero. Libros que en la ciudad, en aquella vida artificiosa, -parecen la misma vida, en el campo no son ms que flores de trapo. La -vida es tan sencilla! Lo que ella pone es lo que no envejece nunca en -la obra de arte... Lo dems... es literatura, como dijo Verlaine. Yo -no aconsejara M. Maeterlink que sometiera sus obras la prueba del -jardn, excelente para las obras de los amigos. - - * * * * * - -Estamos primeros de Septiembre y nada se sabe del arrendamiento del -teatro Espaol. Y siempre lo mismo. La temporada debe dar comienzo -en Octubre. En tan poco tiempo, cmo puede formarse una compaa -aceptable, ni cmo preparar obras ni organizar un plan de trabajo? -Qu razn tendr despus para quejarse el Ayuntamiento si el contrato -no se cumple como es debido? No habr llegado la hora de cedrselo -al Estado para ensayar el Teatro Nacional, de arrendarlo buenamente -como un teatro cualquiera, donde la empresa, con pagar puntualmente -su arrendamiento, puede hacer lo que mejor le acomode? Por muchas -vueltas que quieran darle, por lo menos hasta la fundacin de un Teatro -Nacional, el verdadero teatro Espaol ser, por ahora, el teatro de -la Princesa, y donde estn Mara Guerrero y Fernando Daz de Mendoza -estar la cabecera. Del teatro Espaol poda hacerse un teatro popular, -con una compaa modesta y bien dirigida, que permitiera baratura en -los precios; un teatro de ensayo para autores y actores jvenes. Lo que -no puede ser es adjudicarle de prisa y corriendo quince das antes de -la apertura y pedir que sea una Comedia Francesa. En esas condiciones -en la temporada pasada se hicieron milagros, y ya hemos visto cmo han -sido agradecidos. Tan agradecidos por parte del Ayuntamiento como sta -y otras defensas por parte de la empresa. Son tan interesadas, que no -hay para qu agradecerlas! - - - - -XXX - - -No sera malo que en los dramas de la vida, como en los del teatro, -pudiera alguno de los actores dirigirse al pblico, como era uso y -costumbre, para suplicarle que reservara su juicio hasta el final de la -obra. Con la diferencia de que la vida, en sus dramas y en sus novelas, -lo primero que nos ofrece es el desenlace, y, al contrario que en el -teatro y en los folletines, el inters no est en saber cmo acabar -aquello, sino en cmo habr empezado. La solucin es el principio del -problema. Los antecedentes es lo que importa. Pero si el que ms y -el que menos, uno por uno, somos todo curvas, en cuanto nos reunimos -como espectadores no entendemos ms que de rectas. Para bueno para -malo, el pblico slo comprende los caracteres de una pieza, como suele -decirse, que respondan una lgica teatral y novelesca. Pero ay! -que la lgica de la vida, en su aparente complicacin, es mucho ms -sencilla. Los locos y los hroes saben solamente de lneas rectas. -Los dems vamos serpenteando por caminos de luz unas veces, de sombra -otras; el que pareca ms obscurecido, resplandece de pronto; el que -iba como vestido de sol, se pierde en la sombra. Y todo sin pizca de -lgica. Esa lgica que necesitamos para explicarnos satisfactoriamente -las acciones... de los dems. Pero ay tantas lgicas! Los maridos -calderonianos matan, celosos de su honor. Seguros de la virtud de su -esposa, les basta con que alguien pueda poner sospecha en ella, para -condenarla muerte. A Otelo, ms humano, nada le importara que todos -sus soldados hubieran compartido el lecho de Desdmona, con tal de no -saberlo. Es celoso por amor, y por amor mata. Hoy comprendemos mejor al -moro de Venecia que al mdico de su honra. La solidaridad del honor en -el matrimonio y en la familia ha pasado la historia, si es que alguna -vez pas de la poesa. - -En aquella misma poca, los escritores satricos, ms inspirados -siempre en la realidad, nos muestran claramente que no todos los -maridos eran mdicos de su honra. Hoy nadie pone en duda que se pueda -ser un perfecto caballero aunque se haya tenido la desgracia de casarse -con una loca. Queda slo la pasin de los celos como justificante -de cualquier arrebato sanguinario. Y en esto el buen pblico es -intransigente: pide unos celos... de _una vez_, sin blanduras, sin -desfallecimientos, sin vacilaciones. No sabe comprender que el corazn -se subleva en una hora contra lo que toler muchos aos; que se mata, -se perdona, que se insulta y se besa... Pobre corazn humano, sometido - esa lgica de espectador de teatro! - -Ya se sabe que el pblico slo juzga por sentimiento. Ni sera el ms -noble el de la ociosa curiosidad, si no llevara envuelto, aunque en -menor grado, el de la justicia. Pero ste, nico respetable, slo -la justicia puede dar satisfaccin cumplida. Ser mucho pedir al -respetable pblico que suspenda su fallo hasta que la justicia d el -suyo? - -Los supersticiosos no dejarn de apuntarse un tanto su favor. Tres -lidiadores del mismo nombre han sucumbido en las plazas; dos de ellos -en circunstancias muy parecidas. Extrao es que la gente de coleta, -que por ms insignificantes ageros suele preocuparse, no haya temido -la fatalidad de ese nombre: Pepete. Verdad es que por si solo ya es -un cartel. El torero que quiera llenar las plazas, no tiene ms que -atreverse nuevamente con el nombre fatdico. Un Pepete y seis Miuras, -y robar el dinero. Pinsenlo bien los postergados. Aunque ms de uno -ya lo habr pensado estas horas, recordando la filosfica sentencia: -Ms cornadas da el hambre. Adase esto la emocin de quebrar -juego, tan saboreada por los jugadores. Si es verdad que la tercera -va la vencida, ese nombre puede ser una seguridad. A l, valientes! -Ya veis lo que dicen los buenos aficionados. La corrida de Murcia se -recordar siempre como un acontecimiento. Corridas as son las que -sostienen el fuego sagrado de la aficin durante muchos aos. Harn -bien las seoras catlicas en no protestar contra ese espectculo, -como contra la poltica del actual Gobierno. El clericalismo, los -toros, tienen intereses comunes. Vienen de lo mismo. - - * * * * * - -Escritores distinguidos lamentan, con sentidas razones, la decadencia -de la literatura en el periodismo. En el periodismo? Y en todas -partes. La literatura est llamada desaparecer, si Apolo (no el -teatro) no lo remedia. El pblico tiene sus buenos dientes, y hasta -sus colmillos bien retorcidos, y no necesita para nada de masticadores -artificiales, que es lo que venimos ser los literatos en resumidas -cuentas. Ni siquiera nos consiente como cocineros, para aliarle la -realidad con un poco de fantasa. El se lo guisa y l se lo come, como -Juan Palomo. Ha aprendido, se lo figura, por lo menos, pensar por -s mismo, y no tolera que nadie se le imponga. As, en el peridico, -slo quiere hechos, hechos como aquel maestro de Dickens. Informaciones -escuetas, sin comentarios; noticias, telegramas... Ya lo comentar -todo en el caf en casa. Aceptemos la realidad, seamos modestos y -agradezcamos todava que nos consientan ir viviendo. Por m s decir -que me avergenza el dinero que cobro de la literatura. Quisiera ser -muy rico algn da, para descargar mi conciencia devolvindolo todo -religiosamente. Slo vale dinero lo que produce, su vez, algn -dinero. Y qu produce la literatura? El peridico no se vende ms -por ella. El peridico... es l, es su nombre, sus informaciones, sus -noticias, sus anuncios. Qu supone para su venta y su ganancia una -firma ms menos? Es la firma la que goza del prestigio del peridico, -no al contrario. Pruebe el escritor que se juzgue ms ledo cambiar -de sitio. - -Lo mismo en el teatro: el teatro es la noche, el abono, las actrices -bellas y bien vestidas, los actores favoritos del pblico. Qu -significa la obra? Un poco ms un poco menos de literatura. Pruebe -tambin el autor que se crea ms estimado por s propio cambiar de -teatro. En la Princesa, por ejemplo, todas las obras son lo mismo. -Qu ms da una que otra? Hay que salir un poco de los Crculos -literarios, en donde fuerza de despellejarnos parece que tenemos -alguna importancia, para comprender lo poco que significamos. No hay -vanidad que resista una de estas enrgicas curaciones al aire libre. -La vida moderna funciona por una poderosa maquinaria para la que -cualquier obrero es bueno. Vamos al socialismo ms de prisa de lo que -parece. El mundo ser una gran mquina productora de felicidad social. -Hermosa mquina! - -Andar sola. Los hombres se habrn muerto todos de hambre de -fastidio. - - - - -XXXI - - -Cuando el doctor Lombroso, en los buenos tiempos de su escuela -antropolgica, se propuso demostrar que todo hombre de talento--de -genio deca l--tena sus buenas puntas y collar de loco, no haba -detalle insignificante en la vida de un hombre clebre que no fuera -para el buen doctor seal evidente de chifladura. Yo creo que, aplicado -el mismo sistema cualquier individuo, tan locos pareceran los tontos -como los hombres de talento, salvo el talento. - -Del mismo modo es peligroso investigar en preocupaciones de escuela, -cuando de averiguar culpabilidades se trata. Qu vida de santo -resistira la implacable investigacin de algunos infatigables -averiguadores, obstinados en que han de ser tijeretas? Que si los -padres, que si su abuelo, que si all por el ao 58... Y es que -lo mejor, nos creemos asomados nuestro buen balcn con vistas -Europa, y resulta que es al corredor de un patio de vecindad. Tenemos -tan pocas cosas serias en qu ocuparnos! Pero quin podr decir que -tiene una vida privada? Como en danza de la muerte, no hay quien -escape de hacer su mudanza al son de la moderna publicidad, que cual -la muerte todas partes llega y nadie olvida. Desgraciados de -los primos segundos de nuestros cuados si algn da tenemos nuestra -hora de notoriedad! Desnudados se vern en pblico para regocijo de -las gentes. Y no hay que culpar demasiado los que, en apariencia, -pudieran parecer los nicos culpables. No puede una enfermedad tan -fcilmente con un organismo sano. La publicidad tal vez abusa; pero hay -que confesar con cunta complacencia nos prestamos al abuso...--Por -Dios, no diga usted nada de esto... Y lo decimos todo...--No quiero -que me retraten ustedes. Y llevamos estudiada la postura en que ha de -sorprendernos el objetivo. Padecemos todos de exhibicionismo, y quiz -no andamos descaminados. No hay nada que desarme tanto la indignacin -como la curiosidad satisfecha. Conviene, adems, cultivar la amable -flor de la tolerancia mutua, sin la cual no habra vida de relacin -posible. Hoy me escandalizas t, maana te escandalizar yo; bueno ser -que no nos escandalicemos demasiado. - -Por todo esto, no opinar como los graves seores que ahora una vez -ms van clamando: Qu indignidad! Han visto ustedes lo que -hemos llegado? S, seores mos; y la lstima ser no ver adnde -llegarn los que nos sigan, porque no todos son malos. Nunca hubo -tiempos mejores que los presentes, y es de presumir que an han de -aventajarlos los futuros. Siempre habr ms seguridades en estos -procesos de plaza pblica, la luz y al aire, que en las tenebrosas -actuaciones inquisitoriales entre negras paredes y bajo obscuras -bvedas. No haya miedo, aunque entre el clamoreo de las gentes parezca -zozobrar la verdad, que pueda anegarse la justicia. Hay una rectitud -en la conciencia de las multitudes que no le impide rectificar sus -juicios. No tiene que velar por los prestigios de Cuerpo, como otros -Tribunales, que alguna vez tambin se equivocan, pero no pueden -confesar nunca que se han equivocado. - - * * * * * - -La lgica de los tablajeros es admirable. Como son muchos y tocan - poco, han decidido subir el precio de la carne. Es una lgica -carnicera. No vamos devorarnos unos otros: es preferible devorar al -consumidor. - -Quin pudiera tambin subir los precios! As deca una expendedora -del mismo enemigo del alma, aunque en otro ramo, donde tambin es mucha -la competencia. - -Para resolver el conflicto, el Ayuntamiento debe ponerse al habla con -los patronos de Bilbao, y aun con los de otras partes, por si puede -aplicarse la carne animal el sistema por ellos empleado para abaratar -la carne humana. Oh Dios!--deca Toms Hood en su Cancin de la -camisa.--Que la carne de vaca valga tanto y la de hombre tan poco! - -Slo nos queda el consuelo de los tontos: lo universal del malestar. -Quin podr vivir al precio que se va poniendo la vida? Admirable -modo! donde, como en la isla encantada de Prspero, con todo lo -necesario para la vida no hay modo de vivir. - - * * * * * - -De la pintoresca galera de veraneantes, el ms digno de nuestra -gratitud es el veraneante Robinsn, el descubridor de rincones -ignorados que tendrn en l propagandista infatigable. Un Paraso! La -Suiza de Espaa! - -La ltima ilusin que perderemos ser esta de los paisajes. Es -incalculable el nmero de Suizas que tenemos en Espaa. Con unos -peascos, dos docenas de pinos y un chorro de agua, ya est una -Suiza. Lo malo es que aqu no sabemos explotarlas. Nuestra tierra es -un Paraso. Pero somos tan adanes! Desengense los admiradores de -nuestras bellezas naturales: no hay paisaje posible sin una buena -fonda. - -El viajar no es un apostolado. Bellezas naturales y bellezas artsticas -son un buen pretexto para pasarlo bien en confortables hoteles, entre -gentes adineradas y con toda clase de diversiones, por si los paisajes -y las catedrales fallan. Y no fallan nunca cuando los contemplamos -despus de bien comidos y bien dormidos. En cambio, chese usted por -malos caminos; llegue usted una posada, donde toda incomodidad tiene -su asiento y todo asiento su incomodidad, y trese usted despus su -buen repechito para ver salir el sol por donde acostumbra suba -usted y baje del coro al campanario, y viceversa, para extasiarse -ante los santos desnarigados de la gtica catedral, y regresar usted -para que no vuelvan mentarle paisajes ni catedrales, como no sea en -cinematgrafo en postales, nico modo de admirar bellezas sin fatigas -y sin desilusiones. - -El Robinsn dir que somos criaturas artificiales, que tenemos -atrofiado el sentido de la Naturaleza... No tome usted muy en serio -los robinsones, que, lo mejor van descubrir bellezas naturales muy -bien acompaados de alguna belleza urbana, y..., naturalmente, qu les -importa el duro lecho, ni la mala comida, ni las bellezas naturales -tampoco? Pero el que de buena fe cae en el lazo de la propaganda, -volver renegando y creyendo para toda su vida que las mejores -creaciones de la Naturaleza y del Arte son obra de los fondistas y -hosteleros, y que en Espaa no tendremos paisajes y catedrales mientras -no tengamos buenos hoteles y lujosos casinos y... amables bellezas, en -que se armonicen la Naturaleza y el Arte. - -Preguntad los habituales y acaudalados concurrentes Niza, Ostende, -Biarritz, San Sebastin mismo, por las bellezas naturales de los -respectivos puntos. Se pasa muy bien, es lo que sabrn deciros. - - - - -XXXII - - -Para justificar el actual estado de las calles de Madrid, el alcalde -ha exhibido unas fotografas de las principales vas de Pars para -que en nada tengamos que envidiarles. En efecto; all, con motivo -de las obras del metropolitano, han padecido, como nosotros, las -inevitables molestias que la civilizacin trae consigo, y all, como -aqu, levantamientos y excavaciones en calles y plazas han sido tema -inagotable de chistes, caricaturas, escenas de revistas, coplillas -de caf-concierto y dems desahogos inofensivos. No tiene por qu -preocuparse el seor alcalde. A todo lo que podemos aspirar en este -bajo mundo es hacer algo bueno; pero que parezca bien, es loca -aspiracin. Como aqu, por cada uno que hace algo, aunque no sea ms -que jugar al billar al tresillo, hay cien mirones, en algo han de -entretenerse. - -Quisiramos tener una Gran Va por arte de magia y que la baratura de -la luz elctrica no costara la ms pequea molestia. Queremos que todo -nos lo den hecho; tan hecho... que no haya que hacerlo antes. Pero, -amigo, como no hay medio de hacer tortillas sin romper huevos, como -dicen en Francia, y tampoco nos gustan los huevos pasados por agua, -hay que resignarse con nuestra triste suerte y dejar que los mismos -que en Pars habrn admirado los trabajos del metropolitano, como -obra de progreso, al regresar ahora de su excursin otoal renieguen -aqu de todo y por todo. En casa somos de un sibaritismo oriental: no -toleramos ninguna incomodidad. Verdad es que la mayor parte de las -viviendas son inhabitables, unas por culpa de los caseros y otras por -culpa de los mismos vecinos y de sus apreciables familias. Si tampoco -podemos vivir en la calle! Individuos hay para quien levantarles las -losas de una acera equivale un desahucio del propio domicilio. En -dnde despacharn ahora sus asuntos y recibirn sus visitas? Pueden -consolarse admirando los planos de la futura gran plaza de Espaa. -Ellos se encargarn de justificar su nombre, paseando por ella sus -desocupaciones, perturbadas ahora por una falta de consideracin -imperdonable. En cambio, un respetable jefe de familia, que por -obsequiar los suyos con las delicias de un veraneo aristocrtico tuvo -que acudir la bondad de esa noble institucin de los prestamistas, -deca con gran filosofa, contemplando el estado de nuestras -calles:--As como as, yo tendr ahora que andar por los tejados. - - * * * * * - -Su Santidad ha recomendado encarecidamente los prelados y sacerdotes -la ms activa predicacin contra las actuales modas femeninas, por -deshonestas y provocativas deshonestidad, que es lo peor de todo. No -confiamos mucho en la eficacia de esas predicaciones; que no es tan -fcil hallar docilidad y obediencia en la grey femenil cuando se trata -de cosas que le importan particular y directamente, como cuando se -trata de cosas que en realidad le tienen sin cuidado. No es tan fcil -derribar una moda como un Gobierno liberal. Sin contar con que, en -esto de manifestarse contra los Gobiernos liberales, entra por mucho -tambin la moda. No son las ms la ltima trabadas las que ms se -destraban de pies y de lengua cuando hay que bullir y danzar en juntas, -protestas y manifestaciones? Pero ay! en cuestin de modas, como ellas -se encuentren su gusto... - -Poco conoce las mujeres el que se las figure dominadas por las -predicaciones del clero. Buenas son ellas para dejarse dominar por -nadie! Pobre clero! El s que, en la mayora de los casos, es el -dominado, el zarandeado y el molestado por el indiscreto fervor de las -devotas. Cuando ellas les conviene, lo mismo se entran por el ritual, -que por los cnones, que por la Suma Teolgica, atropellndolo todo. -Hay cada papisa Juana y cada antipapa Luna entre ellas! - -Yo s de cierta junta de seoras, reunida en cierto palacio episcopal, -bajo la presidencia del seor obispo; y como el buen prelado, con muy -buenas razones, procuraba convencerlas de la imposibilidad de algo que -ellas pretendan, en la ordenacin de una festividad religiosa, una de -las ms voceadoras no saba ms que repetir: Pues perdone S. I., pero -siempre se ha hecho as, siempre se ha hecho as. A lo que el prelado, -bondadoso, replic todava: En efecto, era un abuso tolerado; pero -ahora Su Santidad ha dispuesto que no se permita. Pues que me perdone -Su Santidad, pero m me parece un disparate--fu la contestacin. El -buen obispo se qued hacindose cruces; por fortuna, las cruces de los -obispos son de oro y piedras finas y suelen ser regalo de las mismas -seoras que tanto les desazonan. Claro es que ellas lo pagan, pero como -se abonan al teatro, para que las comedias no las molesten. S, qu -van ellas pagar para oir cosas desagradables! - -Por todo esto y otras cosas, vern ustedes cmo por muchos anatemas que -caigan sobre la moda, como ellas se encuentren su gusto, sobre sus -monumentales sombreros se pondrn todava la cpula de San Pedro en -Roma, por montera. - - * * * * * - -El 606! Parece el nmero del premio gordo en la Lotera de Navidad. -No se habla de otra cosa. Hasta los nios han dejado sus charlas sobre -el adulterio y otros sucesos de actualidad, para hacer toda clase de -preguntas indiscretas sobre el numerito. Ahora nos enteramos de que hay -ms gente interesada en el descubrimiento de la que poda suponerse. -El reuma que don Fulano, los dolorcillos de don Zutano y hasta el -fueguecillo de doa Perengana, todas personas muy respetables. Que el -606 el 909, segn se lea por arriba por abajo, os sea propicio! Los -mdicos son el demonio: un castigo menos para contener la Humanidad -en sus depravaciones. Con el 606 y cualquier otro numerito por el -estilo, esto va ser el desate. - -Admiremos la clase mdica, nica en el mundo que trabaja en contra -de sus intereses, suprimiendo padecimientos. Si muchas otras -clases sociales encontraran su 606, que nos hiciera innecesarios, -simplificara, por lo menos, sus servicios! - - - - -XXXIII - - -Esto de las embajadas de moros parece la procesin del nio perdido; -llegan unas detrs de otras, y ni el nio parece ni la madre del -cordero, que este es el toque de la diplomacia morisca: que no parezca -nunca nada de lo que se ha perdido. De modo que es muy posible que -haya que ir buscarlo, y all iremos con nuestro duro recuperar la -peseta. Ante el peligro de posibles y desagradables discrepancias, -llegado el caso, se invoca, para hacer opinin, como suele decirse, -el patriotismo de cuantos pueden influir sobre ella. Bien est si -ello no puede ser por menos y se quiere que en su da sean muchos - repartirse las glorias las responsabilidades. No es como hacer -propaganda de una Exposicin de un viaje de recreo, cosa en que -todos se favorece y nadie se perjudica. - -Pero... pero en esta ocasin el que sinceramente y honradamente no -crea en la necesidad en la conveniencia de nuevas demostraciones -blicas, mal hara en pactar con su conciencia por consideraciones -dudosas. Cualquiera sabe dnde est el verdadero patriotismo en estos -tiempos! Eso s; tampoco vale guardarse la malilla para salir despus, -si el asunto se tuerce, con aquello de: Ya lo saba yo! A m siempre -me pareci mal; pero cualquiera va contra la opinin general! Sobre -que nunca hay opinin general y sobre que muchas veces la opinin y los -que influyen en ella se engaan mutuamente por mutuo desconocimiento, y -luego tenemos aquello de: Yo habl as porque cre que era la opinin -de ustedes y Yo cre deber opinar as porque ustedes lo decan. - -Slo hablando cada uno con arreglo su conciencia puede formarse la -verdadera conciencia nacional; nacional, sin vistas humanitarismos -inter supernacionales. Nosotros no podemos permitirnos an esos -lujos. Eso, como los dramas de Ibsen, segn Ramiro de Maeztu, es para -los que ya tienen resuelto el problema de la mantenencia. Nosotros -estamos en el caso de ir buscarlo donde lo haya. - - * * * * * - -El chiste, la humorada, la irona, la paradoja, la amenidad, todo -lo que indigna muchos graves varones al encontrarlo en artculos -periodsticos, pueden hallarlo ahora nada menos que en un documento -oficial; que como documento oficial puede considerarse la medalla -acuada para conmemorar el centenario de las Cortes de Cdiz. - -Ustedes vern si no es humorismo el de la medallita. Por una cara -ostenta las consabidas figuras alegricas en toda su clsica desnudez, -un par de mundos, que de entonces ac han venido quedar en uno, y -alguna otra friolera decorativa. Por esta cara nada de particular. -Pero por la otra... quin sino un gran humorista pudo ocurrrsele -esculpir y grabar la dulce efigie de Fernando VII en un recuerdo -de aquellas Cortes y de aquella Constitucin que tuvieron en l su -ms encarnizado enemigo? Qu puede hacer en esta galera aquel -tan deseado antes como despus aborrecido, sino dar que reir al -discreto contemplador? Al que ni supo antes defender su trono ni -despus agradecerlo; al que volvi llamar los franceses para -sacudirse de Constituciones y libertades; uno de los ms siniestros -mamarrachos que han visto los siglos coronado, y abundan en la serie, -qu Shakespeare de la irona ha sabido clavarle en la picota de -esta medalla conmemorativa? No queremos sospechar en ello la menor -sombra de adulacin monrquica. Hay adulaciones ofensivas para la -discrecin de los que estn demasiado altos, para no estar sobre tan -burdas adulaciones. Preferimos atenernos al humorismo, tan desusado -en gubernamentales esferas, donde toda seriedad y todo empaque tienen -asiento. Pero el espritu de aquel gran socarrn no habr dejado -de apreciar la irona de este trgala pstumo. Al que no quiere -caldo, la taza llena. Al que que odi la Constitucin, medallitas -conmemorativas. La idea ha sido genial y merece el ms sincero aplauso. - -Termin el preciso veraneo de los que no disponen de tiempo ni de -fondos para mayores ausencias. Quede la otoada para los que de todo -disponen en abundancia y todo es veranear para ellos. - -Vuelven tonificados por los baos de mar, de luz... y de ilusiones. -El veraneo nos eleva siempre unos grados sobre nuestra ordinaria -condicin social. Las playas, los Casinos, los vestidillos claros y de -telas ligeras son niveladores. Las amistades y los amores son fciles, -aunque ligeros como los vestidos. No suelen llegar al invierno. En -Madrid vuelve cada uno estar en su sitio. Ofrecimientos de amistad y -juramentos de amor se olvidan apenas llegamos. Felices los que logran -conservar la marquesa entre sus relaciones y la que no suelta al -empleado con 3.000 pesetas de sueldo, que en San Sebastin parecan -20.000 de renta! Verdad es que all tambin pap pareca un accionista -del Banco. Oh, sueos de una temporada de verano! Nunca muy costosos, -que nunca se paga bastante un poco de ilusin y el hallar la vuelta -ms sabroso el familiar cocido. - -El Teatro Nacional va camino adelante. Ya slo falta teatro, compaa -y suponemos que no faltar dinero en el momento oportuno. Ahora, con -toda seriedad. Dadas las condiciones del teatro en Espaa, conviene -hacer del Teatro Nacional un teatro museo, slo para la representacin -de obras consagradas, un teatro de ensayo, un teatro juvenil, para -estrenar obras de autores noveles desconocidos? Conviene formar una -compaa de eminentes, una modesta, estudiosa compaa de conjunto? -Conviene que el teatro sea aristocrtico, literario popular? Yo -creo que todo es compatible y para todo hay das y para todo debe -haber autores y actores. Ni debe prescindirse de la aristocracia, ni -de la intelectualidad, ni del pueblo. Pongan unos el dinero, otros la -orientacin, otros el entusiasmo. Condicin primordial: la baratura. No -es solo cuestin de arte, es cuestin de higiene. No es en el terreno -artstico, es en el terreno econmico en el que hay que combatir contra -la chabacanera y la suciedad de un teatro que mancha las bocas y las -almas de los nios y de las mujeres. Es preciso que la rdiga y -el plpala no sean ingeniosidades de saln y bailar el garrotn una -gracia infantil. Y es preciso que las mismas seoras que en el Espaol, -en la Princesa en la Comedia se asustan por muy poco, no vayan -despus con sus hijos la seccin vespertina de cualquier teatrillo -con el pretexto de que los nios se divierten viendo las decoraciones -y lo dems... Ellos no lo entienden, los pobrecitos. Ni ustedes -tampoco hay quien las entienda, seoras mas! - - - - -XXXIV - - -Ante el triunfo de la Repblica en Portugal, yo no pienso en si ser -el camino ms corto para apresurar la vuelta del dictador Juan Franco, -ni en la suerte del rey joven, vctima del sino fatal de una familia -condenada ser eterno Tntalo de tronos y coronas. Triste rey! Con -las mejores intenciones y deseos, sin duda; pero al que nunca lleg -la luz ni el aire de la calle, como tantos reyes, sino al travs de -aduladores, de ambiciosos y de intrigantes. A los reyes modernos no -les faltan bufones su alrededor; pero entre sus cascabeles no suena -el cascabel de oro de la verdad, como sola en los antiguos hombres de -placer sonar atrevido sobre los donaires y las chocarreras. Pero, ya -digo, en nada de esto pienso: slo pienso en la alegra de un poeta. -Qu feliz ser estas horas Guerra Junqueiro! Altsimo poeta, que has -logrado lo que pocos poetas logran: ver realizado en la vida alguno -de sus sueos; que la realidad de esa Repblica se inspire en tu -poesa, oracin la luz, al pan, los humildes de la tierra, al amor -y la Humanidad! Pero ay, poeta! No ser la realidad el principio -de la desilusin? Los hombres no se juntan para obras de belleza tan -dcilmente como las rimas. Verdad es que cuando las rimas son bellas, -es porque obedecen un gran poeta, que es un dictador de genio. - - * * * * * - -Enrique Becque, el autor de _La parisienne_ y de _Los cuervos_ y -de esos _Polichinelas_ tan trados y tan llevados en estos das, -como _Chantecler_ en los suyos, pasa por ser uno de los autores ms -desgraciados en su vida y sus obras. No lo creo yo as; antes me parece -que ha habido pocos tan bien afortunados. Despus de algunas obras -insignificantes--un _Miguel Pauper_, que es un mal melodrama,--estrena -_La parisienne_, que fu, en su estreno, lo que all llaman un _four_ -y por ac un fracaso. Pero haba que molestar Sardou, Dumas hijo, - los autores por entonces seores del teatro, y _La parisienne_ fu -obra de lucha, alrededor de la cual se agruparon todos los autores -fracasados y todos los que ni fracasar haban conseguido. No haba -autor silbado que no se condoliera diciendo: Tambin fracas _La -parisienne_! No haba aspirante autor que, al serle rechazada -una obra, no pensara: Es claro: como fracas _La parisienne_, las -empresas no se atreven con una verdadera obra de arte! Lleg -imponerse una reaparicin de _La parisienne_. Los actores que haban -estrenado la obra no haban acertado con el carcter del personaje; -ahora es cuando se iba ver la obra. En efecto; la representaron la -Rjane, despus la Desprs, despus qu s yo! _La parisienne_ lleg - ser obra de concurso. La crtica ya no la discuta; daba por sentado -que se trataba de una obra maestra, una obra clsica; el pblico se -aburra siempre y las entradas no eran cosa mayor. En efecto; _La -parisienne_, cuyo ttulo ya es una calumnia que debiera ofender las -mujeres de Pars, no pasa de ser un buuelo inflado; un asunto y unos -personajes de comedianta, tratados con una prosopopeya y un empaque -como quien dice: Esto es ahondar en el corazn. Y toda la hondura es -que una seora tiene tranquilamente un marido y dos amantes; para lo -cual no hace falta ser _la parisienne_. En cualquier villorrio las hay -ms frescas y todava dan menos importancia esas alternativas. - -Con _Los cuervos_, dos cuartos de lo mismo. Otra obra maestra para -los juramentados y otra tabarra para el pblico. Los intrpretes -siempre de vctimas, porque siempre consiste en ellos que las pcaras -obras no acaben de entrar y de imponerse la admiracin. Digo, la -admiracin! Obras ms admiradas! Dgase ahora si autor que con ese -bagaje consigue ser indiscutible, tener estatua, que todos los aos -le representen las dos joyas--y qu ser el da en que, hartos los -empresarios de probaturas, renuncien representarlas y slo por fe se -le admire? Qu Molire, ni que Racine!--puede llamarse desgraciado. -Yo no conozco suerte literaria como la suya. Para que nada le falte, -es casi seguro que, por fin, no se representa _Los polichinelass_. Con -lo que todos irn ganando: los empresarios, el pblico y la gloria del -autor. - - * * * * * - -Apuntando, apuntando, como los de Lumbiaque templaban, unas -Asociaciones, el Gobierno ha disparado sobre otras. Mientras de una -parte todo son mitins, _aplechs_, procesiones y rogativas--no sabemos -por qu motivos, pues los ms impacientes por determinadas medidas -bien pueden decir, como el personaje de la comedia: Dnde me han -besado, que no lo he sentido?,--sin ruidos y sin amenazas previas, -todo el rigor ha venido caer sobre las Asociaciones que pudiramos -llamar pecaminosas. Quedan disueltas las comunidades femeninas. Desde -ahora cada mochuelo su olivo y un solo mochuelo en cada olivo. Pero -habr en Madrid bastantes cuartos desalquilados? Si agrupndose, para -mayor facilidad de la existencia, ya no eran palacios las ordinarias -viviendas de esas cofradas, dnde irn refugiarse ahora por -sus pecados? Mal est el vicio en planta baja; pero mucho peor en -guardillas y sotabancos. Pobres mujeres! Se pretende librarlas de un -mal y se las entrega, indefensas, otros peligros. - -El matonismo, el robo, hasta el asesinato, hallarn ahora ms -facilidades para hacer sus vctimas entre esas desventuradas. Se invoca -el ejemplo de otras grandes capitales. Pero en otras grandes capitales -esas mujeres gozan de cierta consideracin social. Aqu, gracias que -muchas juntas pudieran defenderse. Aqu, donde no se respeta las -mujeres honradas, qu ser con esas infelices? El chulo, lo mismo que -el seorito, tienen por gracia maltratarlas, burlarse de ellas; la -autoridad siempre est en contra suya. Valor necesita aqu la mujer -para ser mala! La asociacin era para ellas necesaria. Sin contar con -que la virtud, como la inteligencia, s mismas se bastan; pero los -malos y los tontos son los que necesitan agruparse. Consuela tanto ver -otros peores y otros ms tontos! - - - - -XXXV - - -Todas las huelgas mayores menores, tan menudeadas en estos ltimos -tiempos por todo el mundo, no son ms que ensayos parciales de la -huelga general que tendremos ms tarde ms temprano y quizs cuando -menos se piense. Es difcil saberse poseedores de una fuerza y resistir -al deseo de ejercitarla y de probar hasta dnde alcanza. Unase esto -la infantil curiosidad, poderoso mvil de tantas acciones humanas; el -A ver qu pasa?, capaz por s solo desafiar y arrostrar todos -los peligros que puedan amenazarnos y todos los males que puedan -sobrevenirnos. - -Los sntomas son de que, tanto los amenazadores como los amenazados, -unos por hacer alarde de su fuerza y otros de su resistencia, estn -deseando saber lo que pasa si la huelga general se declara. Tanto harn -unos y otros que por fin se saldrn con la suya, y no tardaremos en -enterarnos. Triste tarea la de los gobernantes modernos, edificando -sobre terreno movedizo, haciendo cuentas sin contar con lo imprevisto, -previsores de guerras exteriores y sorprendidos por la guerra ntima! -Y no hay duda: las huelgas son las guerras modernas, y de ellas deben -preocuparse los Gobiernos ms que de las dudosas conflagraciones -internacionales. Las luchas futuras sern de clase, no de naciones. -Un obrero chino ser ms compatriota de un obrero alemn que de un -capitalista de un letrado de su nacin. Un hombre de ciencia francs -estar ms cerca de un sabio japons que de cualquier espritu grosero -entre sus compatriotas. Los espritus se saludan por afinidades -espirituales, no por la proximidad material. Como el beso de la dolora -de Campoamor, injusticias y males repercuten muy lejos y unen en el -mismo sentimiento de agravio y de dolor los ms distantes. Por eso -los que aun crean que hay algo que defender, contra los que creen que -todo hay que destruirlo, deben unirse espiritual y materialmente sobre -naciones y fronteras; porque el enemigo est en todas partes. La idea -de patria es valor que caduca, y pronto ser tan anacrnico como el -valor de las ideas religiosas. Razones sentimentales los sostendrn -todava sin virtud y sin eficacia. Ay de los que no comprendan -tiempo la necesidad de sustituir esos valores por otros ms eficaces -para la defensa social! Suponiendo que la defensa social tenga valor -alguno. - - * * * * * - -De las discusiones, protestas, querellas y disgustos promovidos -por la distribucin de premios en la Exposicin de Bellas Artes, -slo puede deducirse una consecuencia: que las obras de arte no -son para calificadas y premiadas como nios de colegio.--Por de -contado que los nios tampoco debieran serlo como los cuadros en las -Exposiciones.--Hay nada ms ridculo? Fulanito, el primero; Menganito, -el segundo de los primeros; despus el segundo, el segundo de los -segundos... Hay quien crea que las obras de arte pueden calificarse -tan rotundamente? Se figuran ustedes el Museo del Prado sometido una -distribucin de premios por el estilo? Y no vale argumentar con que -el mrito extraordinario de casi todos los cuadros hara difcil la -calificacin; porque si es difcil calificar entre iguales por alto, -tan difcil es calificar entre iguales por bajo. Y no digamos entre -medianos! - -Se dir que sin esa formalidad de los premios sera difcil conseguir -el objeto principal de las Exposiciones, que es el de sealar al Estado -los cuadros que debe adquirir, si la proteccin los artistas ha de -ser efectiva. Yo creo que con las manifestaciones del pblico y de la -crtica bastaran para una razonable orientacin. En todo caso, sera -preferible el sorteo; todo menos eso de los primeros, los segundos de -los primeros y el primero de los segundos. Ya s que es muy humano y -satisface mucho los entendimientos mediocres eso de que nos lo den -todo numerado por orden de mrito. Hay quien pregunta: Qu obra de -Shakespeare es la mejor? Cul es el mejor cuadro de Velzquez? Y -qu pensaran ustedes del que se atreviera sealar una sola obra de -Shakespeare, un solo cuadro de Velzquez como superior en absoluto? - -De cualquier modo, y aun aceptando como mal menor necesario la -calificacin y numeracin por un Jurado inteligente, probo y sincero, -como lo son todos los Jurados hasta el da, de la adjudicacin de -premios, bueno sera que los jueces se atuvieran al mrito de las -obras, dejando fuera de juicio las tendencias, el procedimiento y los -medios de ejecucin de las mismas. Bueno fuera que en un concurso -de obras dramticas, por ejemplo, entre una mala obra realista y una -excelentsima obra romntica imitacin de nuestro teatro clsico, se -premiara la mala obra por parecer ms de nuestro tiempo por antipata -de escuela! Si la emocin y el sentimiento que inspiran al artista -son sinceros, ha de censurrsele porque aun pretenda espiritualizar -su obra, desligndola del tiempo y del espacio? Es tan pronto para -renegar de una tendencia artstica que es la mitad del arte moderno? -Mterlink, Ibsen mismo, en la dramtica; D'Annunzio y Anatole France, -en la novela; Puvis de Chavannes y los prerrafaelistas ingleses, en la -pintura... Y en msica? Debussy va inspirarse en la msica griega, y -ya no hay msica bastante antigua que pueda servir de refugio los que -reniegan de la msica moderna. - - * * * * * - -El Ayuntamiento, como el corazn, segn los franceses, tiene razones -que la razn no explica. Entre tres proposiciones para la concesin del -teatro Espaol, ha votado por la que menos esperaba todo el mundo. El -espectculo ha sido edificante; solicitado el teatro por el Estado, el -Ayuntamiento desestima su pretensin, le trata de tramposo y declara -que no se fa de l para nada. Dijo la sartn al cazo... Qu buen -efecto producirn en el pas pagano esta armona de relaciones y esta -confianza mutua entre el Estado y el Ayuntamiento! Si el Ayuntamiento -desconfa del Estado, qu haremos los dems mortales? El que quiere -honra, que la gane. No es eso? Aparte esta pequea desconsideracin al -Estado y las buenas intenciones del ministro de Instruccin pblica, -sabemos que el teatro Espaol est en buenas manos. Se trata de una -empresa artstica con orientaciones modernas, abierta la juventud; -como debe estarlo el teatro Espaol, de donde debemos alejarnos los -autores viejos y cansados para dejar paso franco los que llegan. - - - - -XXXVI - - -Quede salvo la buena intencin del Congreso contra la trata de -blancas. Pero qu podr una sola institucin social para reprimir lo -que tantas otras instituciones sociales son fomentar? Medicinaremos -lo sintomtico y la enfermedad esencial continuar consumiendo el -organismo. - -Para combatir la llamada trata de blancas hay que afrontar cara cara -la trata de negras, que es la trata de la mujer en general, por todas -las leyes, instituciones y costumbres sociales. Quizs la trata de -blancas sea la ms dulce y favorable de todas ellas. Qu ofrecemos - la mujer que mejor sea? Trabajo? Que emancipe la mujer de toda -esclavitud econmica, nico medio de lograr su emancipacin moral, slo -hay uno: el trabajo artstico, y para esto es preciso ah es nada! un -gran talento y una gran voluntad. Aun as, estamos seguros de que -nuestro respeto y nuestra admiracin acompaen siempre al triunfo del -talento femenino? Slo las grandes artistas del teatro consiguen ser -admiradas por completo; y cuntas veces la admiracin la belleza nos -hace ser injustos con el talento! No suelen estar mejor pagadas una -cara bonita y unas lindas piernas que una clara inteligencia y un gran -corazn? - -En las dems profesiones, en la misma profesin artstica, cuando -un poderoso talento no basta imponerse por s mismo, qu llega - conseguir la mujer por s sola, sin el favor y la proteccin del -hombre, no siempre generoso, ms bien tacao, al remunerar con una -colocacin, costa ajena, lo que hubiera debido pagar su propia -costa? Cuntas sern las mujeres que hayan llegado la independencia -de una profesin lucrativa sin haber tenido que pagar servidumbre al -antojo de un hombre? - -El matrimonio? Pero quin dir que se trata de un Sacramento de -la Iglesia, institudo por Dios, cuando en sociedades que se dicen -cristianas le vemos perseguido por todos los medios, como un vicio -como un delito? - -A l se oponen leyes militares, prohibiendo el matrimonio de millares -de hombres en lo mejor de su vida, en nombre de conveniencias sociales; - l se oponen leyes econmicas, que mantienen en pobreza en escasez - los jvenes en la edad ms conveniente para el matrimonio; l se -oponen todos los egosmos individuales engendrados por el gran egosmo -colectivo. Y salvadas estas dificultades, qu es la mujer, con raras -excepciones para cuentos y comedias morales, en el matrimonio? Animal -de lujo en las clases altas; animal de cra en la clase media; animal -de cra, de trabajo y de carga en la clase baja. - -Y quieren ustedes oponerse la trata de blancas? - -En nombre de qu? Qu ofrecen ustedes en cambio? La mquina de coser, -la aguja y la plancha. - ---Gracias--dirn las favorecidas. - -El matrimonio con el empleado con 1.500 pesetas el jornalero con -tres pesetas? - ---Muchsimas gracias--volvern decir. - -Lo mejor que pueden ustedes ofrecerlas es un convento, como Hamlet -Ofelia. - -Y estos pcaros Gobiernos democrticos, con eso del candado, no se -preocupan ms que de cerrar puertas sin abrir otras para dar salida -las pobres mujeres. Lo que dir alguna, parodiando la altiva divisa de -las Rohan: Casada no puedo; trabajar no quiero... blanca me quedo. -Pero se estn poniendo las cosas de un modo, que ni ese recurso les va - quedar las pobrecillas. - - * * * * * - -El Ayuntamiento de Valencia ha desairado los poetas, oponindose - la celebracin del Congreso de la Poesa. Gran injusticia! Pues -no sabemos que ese Congreso reuniera menos condiciones de inutilidad -que cualquiera otro de tantos Congresos como se reunen, todas horas -por esos mundos. Y no es la inutilidad la primera y ms estimable -condicin de estas juntas? - -Quin sabe si de ste hubiera salido algo prctico, por andar todo -al revs en estos tiempos! Tantos Congresos, de los que se esperaban -grandes resultados prcticos, han venido diluirse en la ms vaporosa -poesa! - -Pero bien empleado os est oh, poetas! Quin os manda poneros al -habla con Corporaciones oficiales de ninguna clase? Y qu bais -hacer en Valencia, despus de los cortesanos? No sabis que por donde -ellos pasan ya no quedan flores, ni halagos, ni atenciones para los -poetas? Sabis guiar un automvil? No; porque ni habis tenido nunca -dinero para comprar uno, ni tenis amigos que los posean. La gente -adinerada no se trata con los poetas. Entonces... qu bais pintar -en Valencia? Ya iris cuando tengis ms dinero. Para eso, dejaros por -algn tiempo de hacer versos; haced algo ms, como los poetas de... -otras partes. - - - - -XXXVII - - -A la mayor parte de nuestras Juntas benficas, ya sean de damas de -caballeros, les sucede lo que al devoto del cuento en sus mritos -para con Dios: lo que ganan por delante lo pierden por detrs. Por -qu reglamento rigorista ha de ser la Inclusa barrera infranqueable -entre las madres y los hijos? No debiera ser ms bien lazo de unin, -apartado de las miradas del mundo? No el alejamiento, la proximidad de -las madres debiera solicitarse. El abandono del hijo es alguna vez, -por monstruosa sequedad del corazn, cerrado un instinto que hasta -en los animales parece con delicadezas de sentimiento espiritual. -Pero cuntas veces es miseria, vergenza, miedo!... Y no debe ser -la sociedad entonces, y las Juntas de damas benficas sobre todo, las -que, en vez de apartar la madre como indigna, porque cedi esas -consideraciones sociales, procuren ser piadosos intermediarios, no -como secuestradores, sino como guardianes de los pobres nios, que no -seran entonces abandonados del todo y para siempre por sus madres? -En vez de decirles: Aqu dejas tu hijo; no vuelvas acordarte de -l, decid: Aqu tienes tu hijo; acurdate siempre; ven cuando -quieras; defiende tu vida como puedas, nosotras defendemos la de tu -hijo. Sea la caridad nodriza, educadora; pero no pretenda ser madre -mientras la verdadera madre no haya renunciado serlo por monstruosa -perversidad. No digis los pobres nios: Vuestras madres fueron -tan malas mujeres, que no supieron ser madres. Decidles: Vuestras -madres eran tan pobres, que no podan teneros su lado; compadecedlas -mucho, como nosotras las compadecimos. Creis que no sera mayor su -gratitud y que no podrn fundarse mayores virtudes si ellos ven que, -no slo los guardasteis la vida, sino el amor de la madre? Reformad -esos reglamentos, nobles seoras; un reglamento de un asilo benfico -no debe ser como un Cdigo penal, en que siempre se mira al hombre -como un presunto delincuente. No todas las madres que dejan sus hijos -en la Inclusa son malas madres; muchas son madres pobres, y, en la -duda, todas son pobres madres! Tan difcil como hacer leyes desde -los salones de un ministerio es difcil hacer reglamentos desde -gabinetes perfumados. Sobre todo, leyes y reglamentos para los pobres y -miserables de la tierra, por los que nunca supieron de pobrezas ni de -miserias. - - * * * * * - -Las obras de la Gran Va adelantan hasta el punto de permitirnos -los que nacimos mediados del siglo pasado la esperanza de verlas -terminadas. Pero he aqu que, al comienzo, surge el primer obstculo. -Entre los derribos yrguese altiva, desafiadora y elocuente como un -smbolo nacional, una pequea iglesia: la conocida vulgarmente por -el nombre de Nias de Legans. No hay quien pueda con esas nias. La -piqueta derriba casas y casas, y el campanario de la iglesia cada vez -ms insolente y fanfarrn. Parece ser que no hay persona apta para -tomar el dinero precio de la expropiacin. Por vida del inconveniente! -Que se tratara de alguna manda donacin, y veramos si haba personas -aptas para embolsarse los cuartos. Para qu estn los seores jueces, -ms que para ser depositarios de los dineros dudosos? Van detenerse -las obras por ese monumento nacional? A bien que se queda Madrid sin -iglesias. Nuestros ricachones, por no imitar los norteamericanos, -que suelen dejar cuantiosas herencias Universidades y escuelas, no -saben cosa mejor que legarnos iglesias. A ninguno se le ocurre dejar -unos cuantos millones para fundar un buen peridico de la buena Prensa, -atendiendo las exhortaciones del seor obispo de Jaca, que sabe muy -bien dnde le aprieta la mitra y que Dios rogando y con el rotativo -dando. Adems, el mayor nmero de iglesias no contribuye en nada la -conversin de incrdulos; mientras que un buen peridico que diera -buenos sueldos los redactores, contribuira grandemente. Ya sabemos -que aqu nadie tiene sueldo por tener estas ideas las otras; pero -ideas por tener un sueldo!... - - * * * * * - -El arte moderno se desvive por la originalidad; la acusacin ms -ofensiva para un artista es la de plagiario: _Il nous faut du nouveau -n'en fut il plus au monde_. Y, sin embargo, las novedades apenas llaman -un da la atencin y las obras que se perpetan son menos que plagios: -plagios de plagios, imitacin de imitaciones. La humanidad, como los -nios, prefiere el cuento cien veces odo. Las obras inmortales son -aquellas en que sus autores acertaron contar del mejor modo las dos -docenas de cuentos que interesan todos. Es otro secreto de la gloria -de Shakespeare? Cuentos sabidos, de una sencillez de asunto y de una -psicologa primitivas. Obras que pueden representarse ante el auditorio -ms ignorante como ante el ms docto. - -Y nuestro _Don Juan Tenorio_, el de Zorrilla, que acert contar -el cuento al gusto espaol y popular, no es el mejor ejemplo y la -mejor leccin para los originales y noveleros? Hoy tememos demasiado - tocar esos asuntos universales vulgarizados, y renunciamos tal vez - escribir las mejores obras. Quin se atreve escribir otro _Don -Juan_, otro _Fausto_, otro _Romeo y Julieta_? Verdad es que la crtica, -interponindose cada paso del arte entre el artista y el pblico, -opone la terrible acusacin de plagio de osada. Pero hay que tener -todas las osadas, la del plagio en primer lugar, y la de pasar por -encima de la crtica, para llegar directamente al alma del pblico. -Esta fu la mayor hazaa de _Don Juan Tenorio_; por ella le vemos todos -los aos en escena triunfar de muchas novedades originales, y, cuando -todas ellas hayan cado en el olvido, _Don Juan Tenorio_, plagio de -plagios, imitacin de imitaciones, sobrevivir como uno de los pocos -cuentos interesantes que un gran poeta se atrevi contar nuevamente -sin el temor de parecer plagiario. - - - - -XXXVIII - - -Es sabido que, la entrada de todos los inviernos, las seoras hablan -de los vestidos que han de encargarse; los empresarios de teatros, -de las obras con que cuentan, y los gobernadores de Madrid, de la -extincin de la mendicidad. De todos estos programas, el nico que -suele cumplirse, y con creces, es el de la indumentaria femenina, dicho -sea en honor de la mayor constancia del sexo dbil en sus propsitos -y determinaciones. Los empresarios estrenan lo que pueden, que no es -siempre lo que quisieran; en cuanto la extincin de la mendicidad... -no pasa de conversacin en que luce el ingenio de unos cuantos -arbitristas, verdaderos ngeles de la caridad... con el dinero ajeno. -Y he aqu la primera dificultad en estas andanzas benficas: que todos -piensan el mejor modo de sacar los cuartos los dems y nadie quiere -sacar un cntimo de su bolsillo. Por lo pronto, el seor gobernador -haba pensado en aadir un nuevo impuesto sobre las localidades de los -teatros, por ser cosa de lujo y nada necesaria, en opinin de dicha -autoridad. En efecto, as como indispensables para la vida... Pero -si argumentamos en lo necesario, son tantas las cosas, en verdad, -necesarias? Tal vez no lleguen la media docena, y tal vez no estn -entre ellas los gobernadores civiles. Considerando el teatro por la -parte del pblico, s que es un lujo bien innecesario, como tantas -otras industrias, si slo atendemos los que se gastan el dinero en -disfrutar de los productos y no los que se ganan la vida trabajando -para producirlos. De un lado est el lujo; de otro la necesidad... -Habra que ver los apuros del seor gobernador si en un da todos los -empresarios de Madrid acordaran suprimir ese lujo, cerrando todos los -teatros! No seran las damas elegantes ni los caballeros distinguidos, -ciertamente, los que iran en manifestacin lujosa pedirle solucin -al conflicto; la gente adinerada es la que mejor puede pasarse sin -teatros. La sorpresa del seor gobernador sera muy grande al ver -miles de hombres y mujeres humildes clamando por el pan de sus hijos. -Es achaque de los grandes hacendistas que nos gobiernan creer que los -impuestos sobre los artculos de lujo los pagan los ricos. Aqu, que -no peco, se dicen... Los impuestos los paga siempre el que trabaja y -produce. No es al que gasta y emplea su dinero en lujos en caprichos -al que habis de castigar con nuevas contribuciones; que esos, al fin, -dan de comer mucha gente y hacen circular el dinero, sino los que -guardan y atesoran dinero, improductivo y cobarde; dinero antisocial y -antipatritico; dinero de vagos, que deben ser tan perseguidos como los -otros vagos de la mendicidad callejera. - - * * * * * - -La familia y los admiradores de Tolstoi no ganan para sustos. La -guerra que dan estos apstoles! Tantos disgustos trae las familias -la extremada virtud de uno de sus miembros, como el vicio ms -desordenado. Cierto que es de mucho gusto para los descendientes -contar con un santo de la familia en el calendario; pero los infelices -parientes contemporneos pasan el sino. Vean ustedes este venerable -conde de Tolstoi, que acaba su vida como la empez aquel perdulario de -Verlaine, escapndose con un amigo. Claro es que los motivos son muy -diferentes; pero el disgusto para la familia es el mismo. La pobre -condesa! Ya le deca ella cierto escritor ingls que fu visitar -al conde con intencin de escribir un estudio sobre su persona y sus -obras: Quiere usted saber lo que piensa mi marido? Pues ya tiene -usted trabajo, porque cada da piensa una cosa. Y la posteridad ser -tan injusta que acaso cuente en el nmero de los santos al conde y se -olvide de la pobre condesa. - - * * * * * - -Ni el triunfo de una obra de cierto gnero supone el triunfo de todas -las obras del mismo gnero, ni mucho menos el fracaso de todas las -obras de un gnero contrario. El Arte es furiosamente individualista, -y en l s cada palo aguanta su vela. Hoy re el pblico con una -obra cmica y maana llorar con un drama. Lo de El pblico lo que -quiere es reir lo que quiere es llorar, quiere obras de tesis, - quiere obras ligeras, que no quiere el verso, etc., etc., son -otras tantas vulgaridades. El pblico quiere obras de todas clases, -cuando le divierten le emocionan. Ni es una novedad que alternen -obras serias con obras regocijadas en los carteles. El teatro de la -Comedia fu siempre de los ms eclcticos. All se estrenaron los ms -caricaturescos _vaudevilles_ franceses y las obras de Dumas y Sardou, -ltima palabra, en sus tiempos, del teatro serio. Despus hemos -alternado en la mejor armona autores de las ms opuestas tendencias, -y el pblico nunca tuvo preferencia por gneros ni por autores, sino -por obras. Es de esperar que todo seguir lo mismo. El pblico aplaude -y re con _Genio y figura_ porque la obra lo merece, y volver -aplaudir y rerse cuantas veces acierten los autores cmicos, como -bostezar se estar en casa cuando no acierten interesarle los -autores serios. Los fracasados son los que creen que cuando su obra -ha fracasado ha fracasado todo un gnero... Nada de eso; en Arte no -hay solidaridad que valga. Cada uno es cada uno. El pblico no sabe -de nombres genricos; slo sabe de nombres propios. No hay, pues, por -qu gritar: Al arma, al arma!, y dejen los bien intencionados de -meter cizaa entre los autores; haga cada cual lo que sepa y pueda, sin -preocuparse de lo que hace el vecino. El verdadero vecino de enfrente -es el pblico. En la Comedia francesa, el teatro ms serio del mundo, -despus de una grave tragedia de Corneille, se representa el _Monsieur -de Pourcegnag_, de Molire, la ms grotesca farsa que puede darse, con -sus boticarios jeringa en ristre corriendo por el patio de las butacas, -y nadie se alarma y todo est bien, y ni Corneille ni Molire ni la -seriedad de la Comedia francesa desmerecen por ello. - - - - -XXXIX - - -Discusin digna de los mejores tiempos de Bizancio ha sido la originada -por el aumento del impuesto sobre legados favor del propio testador; -sobre todo, si son en provecho de su alma; que si algo deja para -vanidades corporales, como embalsamamiento, entierro de lujo, mausoleo - ereccin de cuanto cabe erigrsele un difunto, all el demonio la -Hacienda con ello, que eso importa poco; al fin, todo ser economizar -un poco en estas materialidades pstumas. Pero si se trata de misas, -oraciones y preces, qu terrible responsabilidad la del seor ministro -de Hacienda si, por disminuir con el impuesto la cantidad que debi -aplicarse los sufragios, el alma de algn difunto se ve privada del -descanso eterno! Nadie mejor que el interesado puede saber el nmero -de misas y de responsos que necesita, y es gran maldad entrometerse -en esta administracin que slo corresponde lo eclesistico; que -por algo cuando se deja un moribundo bien dispuesto para el ltimo -trance, suele decirse que le han administrado. Y ahora cuntas almas, -como la de Garibay famosa, vagarn sin reposo falta de ese dinerillo -interceptado por el Fisco. Ay del seor ministro de Hacienda si dan en -aparecrsele y en atormentarle tantas almas en pena! Ya, por lo pronto, -anticipndose los muertos, claman los vivos, precisos intermediarios -en estas operaciones de salvamento de almas. Es triste cosa que todo -negociado espiritual haya de traducirse en algo material y palpable. -Por eso el seor ministro de Hacienda debe tranquilizar su conciencia, -pensando que todo es cosa de almas, y que el alma de Espaa, ese alma -tan cantada en discursos y poesas, tambin tiene sus necesidades y -que su espiritualidad slo puede mostrarse por medio de organismos -materiales que cuesta mucho dinero sostener. Y de dnde sacarlo que -menos duela que de las almas pecadoras? Qu son unos aos ms de -purgatorio ante la eternidad? Sobre que en muchos casos, al cobrar la -Hacienda el impuesto de estos muertos piadosos, acaso no har ms que -reparar un olvido de restitucin y todo ser para bien de las almas. En -cuanto los intermediarios, si tanto se preocupan por la salvacin del -difunto, no tienen ms que rebajar los precios; despus de todo, las -oraciones no cuestan tanto trabajo. Todo menos que los muertos anden -por el ministerio de Hacienda; porque los hay que, muertos y todo, -haran intiles las habilidades financieras del seor ministro para -sacarles los cuartos. - - * * * * * - -Una frase poco meditada, de una obra teatral, ha indignado los -estudiantes de Medicina. La frase mortificante era injusta sobremanera, -y los autores han sido los primeros en declararlo lealmente, -apresurndose retirarla de la obra en cuestin. Es de esas frases que -slo tienen disculpa en el natural deseo en todo autor de halagar al -auditorio quien se dirige. Cierto que ms deban meditarse cuando es -menos ilustrado y menos puede pesar el pro y el contra. Justamente la -clase mdica es la ms altrusta y desinteresada. En ninguna profesin -se prodiga tanto la asistencia gratuita, y no hay mdico, alto ni -bajo, que al cabo del ao no haya asistido mayor nmero de enfermos, -por amor la humanidad, sin estipendio alguno, que ricos clientes, -buenos pagadores. Esto sin contar los mdicos de partido, verdadero -apostolado de la Ciencia, indignamente retribudo. De modo que esos -cadveres destrozados no aprovechan solamente los ricos, ni qu -mejor empleo puede tener un cuerpo muerto que servir al estudio y los -progresos de la Ciencia! Poco tiempo hace que un ilustre profesor de la -Facultad, con admiracin de todos, leg su cuerpo para tan altos fines. - -Ahora, que los estudiantes, una vez retirada la frase, no debieron -extremar su protesta. La frase era poco razonada; bastaba protestar -contra ella con razones. No es conveniente sentar precedentes para -otras protestas, que haran imposible toda crtica social en el teatro, -en el libro y en el peridico. Ello ha sido que el incidente ha venido - parar en recordarnos uno de los ms graciosos lances de Don Quijote: -los autores arremetan contra los estudiantes, los estudiantes contra -la Polica, y el seor Mndez Alans contra el Gobierno. Por fortuna, -no hemos llegado la conflagracin europea. - - * * * * * - -En estos tiempos de mal entendida democracia, en que duras penas -se tolera que nadie se distinga, ni sobresalga, ni tenga iniciativa -propia, y todos pedimos esa modestia que es el uniforme gris de los -que no pueden ir mejor vestidos, nadie sabe el valor que supone la -decisin de los hermanos Quintero al proponerse por su cuenta, costa -de su trabajo y sin otra cooperacin que la del pblico, levantar un -monumento al poeta de la Juventud y del Amor; que, por ser el poeta de -una edad que es de todas las vidas, ha de ser un poeta de todas las -edades del mundo. - -Los que alguna vez hemos proyectado alguna idea generosa y pronto -nos arrepentimos de ella como de una falta, desalentados ante la -hostilidad de los unos, la indiferencia de los otros, el comentario -burln malicioso, que no dejan de suponer miras interesadas , por -lo menos, afn de notoriedad--gran pecado para los que no pueden -significarse no ser en clase de mosquitos cualquier otro insecto -molesto!,--sabemos lo que supone la ilusin, la valenta de los -hermanos Quintero en su noble empresa. - -El pblico ha respondido y responder generosamente en todas partes. -Alguna lamentable abstencin pudiera notarse; esperemos que se -enmendar tiempo. - -Slo deseo los aplaudidos autores que esa fe y esas ilusiones de su -juventud no les falten nunca y no lleguen sentir jams, ante las -ruindades de tantos tristes del bien ajeno, la tristeza incurable, por -ser ms noble, que produce en los espritus generosos el mal ajeno. - - - - -XL - - -La conferencia de Ramiro de Maeztu, en el Ateneo, ha sido, y ser por -muchos das, tema preferente de discusiones. Inequvoca seal de su -mrito y de su importancia. Vibrante sntesis de nuestra vida nacional -fu la conferencia; tal vez con ms apasionamiento que serenidad; pero -dice tan bien un noble apasionamiento cuando de algo que mucho nos -importa se trata! Quede la plena serenidad intelectual para cuando -hayamos de ser rbitros jueces en extraos asuntos; pero cmo no -poner calor del corazn en asunto tan propio? - -Fueron las palabras de Maeztu el mejor espoleo para los espritus -dormidos, tardos cobardes: el mejor lazo para unir los que, -despiertos y fuertes, malogran, no obstante, sus alientos en el -soberbio individualismo solitario. A los espaoles, ms que nadie, -conviene tener presente aquel aplogo oriental en que un padre muestra - sus hijos cmo un haz de mimbres apretado no puede romperse y qu -fcilmente se quiebra cada mimbre, separado del haz, uno por uno. - -Aunque ratos pudiera dolernos y aunque algo en el fondo de nuestra -conciencia protestara, bien hizo Ramiro de Maeztu en cargar la mano -sobre los intelectuales, ya que ellos se diriga desde la tribuna del -Ateneo. Hubiera sido flaqueza impropia de su espritu independiente y -concesin que no hubiera admitido su auditorio, incurrir en la fcil -complacencia de esos predicadores que truenan contra los vicios del -siglo; pero tienen la dulce oportunidad de tronar contra los pobres en -iglesia de ricos, y al contrario. Ellos no faltan la verdad en ningn -sitio; pero les falta la verdad del sitio, que es un modo de faltar -la verdad como si se mintiera. - -Los intelectuales oyeron sus verdades, y muy duras verdades. Algo puede -decirse, y alguien lo dir, en descargo suyo. Ahora, justo es tambin -que los obreros oigan las suyas, y las mujeres, y la aristocracia, y -que las palabras de verdad no sean perdidas; porque palabras nos vienen -de todas partes, pero de dnde vendr el ejemplo? Qu seran los -Evangelios sin Pasin y sin Muerte? Oratoria, poesa... bellas palabras. - - * * * * * - -El Manzanares es digno ro de la capital de Espaa. Como la vida -espaola, no tiene trmino medio: no se le siente vivir, da fe de -vida turbulenta. Los Gobiernos pueden aprender en los ros el mejor -modo de gobernar los pueblos. Canalizar es la mejor poltica. En lo -espiritual y en lo material, tan daosa es la sequa, por infecunda, -como la inundacin, por destructora. La inundacin siquiera, como las -revoluciones, si destruye al pronto, tal vez fecundiza para ms tarde. -Pero pobres tierras las que todo lo esperan de la inundacin de las -revoluciones! Dichosas las que ven regar sus campos regularmente por -encauzadas y tranquilas aguas! - - * * * * * - -Me parece muy bien que algunos crticos, fervientes devotos de la -amable bagatela, dediquen columnas de encomistica prosa la tiple de -sus simpatas y al garrotn de sus aspiraciones. Pero no me parecera -mal, porque no creyramos tan pronto que el instinto del pudor haba -desaparecido aunque haya venido muy menos, que la representacin de -_La vida es sueo_, en el teatro Espaol, se le concediera un poco de -atencin entretanto. - -Se protesta, con la boca chica, contra la invasin de la ola verde y la -ola que pasa de castao oscuro, y de si aqu no se hace arte como se -debe, y de si ac se debe porque se hizo arte; y, para una vez que se -presenta ocasin de celebrar una noble tentativa artstica, silencio -discrecin con sordina parecida al silencio. - -_La vida es sueo_, no representada en el teatro Espaol con frecuencia -desde los tiempos de Rafael Calvo, ha sido ahora muy decorosamente -presentada, revelando una cuidadosa direccin escnica. Ricardo Calvo -es el mejor Segismundo que hemos visto, despus del inolvidable Rafael -Calvo, el actor de nuestra juventud y de nuestros entusiasmos. Los -dems actores componen un excelente y armnico conjunto. La obra... no -es para morirse de risa; pero puede oirse todava. Algunas de antes -de ayer estn ms viejas. En fin, que por mucho menos, pero muchsimo -menos, hemos ledo sartas de elogios que siempre quisiramos ver ms -justificados que la parquedad de ellos en esta ocasin. - - * * * * * - -Nos extraaba que las calles de Madrid estuvieran tan sucias. Ahora -nos extraar verlas alguna vez medio limpias. Nos hemos enterado de -que, para poner remedio la suciedad, cuenta el Ayuntamiento con 80 -barrenderos... para todo Madrid. Eso es lujo! Vaya, que si no se -puede comer sopas en esas calles!... Para cundo esa subvencin la -capital? Cundo se convencern los Gobiernos de que con calles limpias -y carreteras bien cuidadas y bonitos paseos, estaramos tan gusto, -aunque nos suprimieran las garantas constitucionales, que no son de -uso tan constante y necesario? - -Estas calles de Madrid!... Cralo el Gobierno: hoy por hoy, es la -nica oposicin seria con que cuenta. Una vez arregladas y limpias -rase el Sr. Canalejas de los quinquenios conservadores! - - - - -XLI - - -Cuenta Gracin en su _Criticn_--perdone _Azorn_ que me entre por sus -dominios--que, cuando espaoles, portugueses, ingleses y holandeses -descubran y se posesionaban de vastos territorios en el Nuevo Mundo, -acudi Francia en queja al supremo tribunal de la justicia divina, -lamentndose de haber sido olvidada en el reparto. Y el alto tribunal -contest la querella: Y qu necesidad tienes, oh, Francia! de unas -Indias? No tienes ya bastantes Indias con Espaa? Toda su riqueza y -la de sus Indias viene, al fin, ser tuya; que los espaoles te la -ofrecen gustosos, cambio de tus baratijas. - -Aparte de que Francia no se halla hoy tan desprovista de territorios -coloniales, nuestra situacin tributaria no ha cambiado mucho, y aun -somos unas ricas Indias para nuestra buena vecina y no tan buena -aliada. Hasta el premio gordo de Navidad aprendi el camino, y este -ao se pas los franceses. Hay para armar otro Dos de Mayo! Tal vez -ms justificado que el otro, que, al fin, entre unos buenos millones -y unos infantes simples no hay comparacin posible. De salud sirvan! -_Bon profit, messieurs!_ Y ver si alguna de nuestras Oteros de -exportacin es la alcaldesa de Mostles de esos milloncejos, y algn -_maquereau_ de casa, que tambin los exportamos excelentes, se encarga -de reintegrarnos, en todo en parte, de ese renegado premio. Pero ya -vern ustedes como lo nico que nos llega, en compensacin, es algn -artculo de costumbres espaolas ponindonos de vuelta y media por la -inmoralidad de nuestra lotera. - - * * * * * - -Nadie ms obligado que los tradicionalistas celebrar las fiestas -tradicionales, y as la minora parlamentaria, representante de las -viejas ideas, no ha querido que se suspendieran las sesiones de Cortes -sin hacer la Pascua y sin dar su inocentada. La sesin permanente ha -tenido de una cosa y de otra. Por fortuna, los seores diputados son -gente de buen humor y se han divertido en la sesin nocturna ms que -un hortera en baile de mscaras. Chirigotas, cuchipanda, amiguitas -en la tribuna; no han faltado ms que las serpentinas. Y los de la -obstruccin, Jess, qu graciosos! De pblico, muy bien: todo el -de las ltimas secciones de los _cines_. Con sesiones nocturnas -tan divertidas se acababa con la inmoralidad de esos espectculos, -corruptores de la ancianidad y que tantas falsas alarmas pueden -producir en algunos apacibles tlamos. Los de fuera, que en este caso -es el pblico que paga, pensando, aunque la ley del candado sea muy -conveniente, que tal vez no fuera malo una ampliacin aplicable -ciertas agrupaciones y algunos oradores. - - * * * * * - -A propsito de inmoralidad y de candados. Distinguidas seoras -pretenden que los Poderes pblicos intervengan en la moralizacin -del teatro. Ay, seoras mas! Y quin tiene la culpa de eso que -ustedes llaman licencia y escndalo? Pues la educacin que dan ustedes - sus hijos. Cmo!--exclamarn ustedes, indignadas.--Una educacin -cristiana, en colegio de Padres religiosos! A eso llama usted mala -educacin? Esa puede ser la causa de que una seora decente no pueda -siquiera leer los anuncios de la seccin de espectculos? S, seoras -mas, nobles y honestas damas: la Iglesia, que en otro tiempo tuvo -manga muy ancha con el Arte y era maestra y depositaria de buena -literatura, hoy ms que nunca, asustadiza de la funesta mana de -pensar, no educa el gusto ni el sentimiento artstico de los jvenes -encomendados sus enseanzas; anatematiza todo arte, toda literatura -que no sea de propaganda en favor de sus ideas, cada vez menos amplias, -ms intransigentes. En sus clases de literatura se habla ms del Padre -Coloma que de Cervantes; no se inspira aficin y respeto, sino horror -y desconfianza los nombres ms ilustres y gloriosos. Mientras la -sujecin y la tutela de los maestros dura... menos mal: no leen -Prez Galds; pero tampoco van recrearse con una de esas empecatadas -obrillas de ttulo equvoco y de inequvoco mal gusto. Pero al verse -libres, qu tendr mayor atraccin para ellos? Una obra de verdadero -arte, que no sabrn apreciar porque no les educaron el gusto para ello, - el espectculo grosero, el de los chistes su alcance, del que nadie -les apart con energa porque una blanda absolucin les tranquiliz -antes por este pecadillo que por la lectura de una obra enemiga? -Qu importa que la carne se turbe si no se turba el pensamiento? Lo -que los buenos Padres quieren son almas y pensamientos... lo dems -qu importa? Lo dems se lava y se plancha y queda como nuevo para -un matrimonio ventajoso, para un alto cargo y, sobre todo, para un -ejemplar testamento con especiales mandas y legados piadosos. - -Hay una juventud incapaz de sentir emociones de arte, porque no la -educaron en el sentimiento de sus delicadezas. No os quejis los -Poderes pblicos, seoras mas: tenis los hijos que os merecis, -y vuestros hijos tienen los espectculos que se merecen. El Arte en -general, el teatro en particular, no son causa de nada; son el efecto -natural de muchas causas. - -Ah! El ao pasado tuve, con el concurso de otros autores, el costoso -capricho de iniciar un teatro para nios. No solicitamos licencia del -ordinario, ni pedimos el visto bueno de ninguna cofrada, porque no hay -conciencia, por enlodada que estuviera al roce de las miserias humanas, -que no sepa por s misma, bien claramente, el respeto que se debe al -alma de un nio. Acudieron madres y nios de la clase media y de las -clases populares... A la sociedad elegante no tuve el gusto de verla -por all. Sus automviles y sus coches lujosos estaban la puerta de -otros teatros de garrotn y desvergenza. Se comprende que acudan que -la autoridad les moralice el teatro los que no saben contenerse en su -curiosidad por las inmoralidades. - - - - -XLII - - -Si por bohemia se entiende independencia de nuestro espritu, amplitud -de nuestra vida, nunca subordinada un solo medio social; personalidad -tan enrgica que pueda comprender mil distintas personalidades, sin -que nuestra propia personalidad se pierda hasta desaparecer entre -todas ellas; simpata por cuanto existe, sin resignacin que todo -siga existiendo lo mismo, si la bohemia es lucha y rebelda y fuerza -y vida... cierto es su encanto. Pero si la bohemia es slo necesidad -hecha vicio, que nunca de la necesidad se pudo hacer virtud; si es -limitacin de nuestra vida un solo medio miserable, desordenadamente -ordenado en la monotona de vagar por los mismos lugares, entre las -mismas gentes; si es flojedad y desmayo y sumisin y abdicaciones y -miseria, en fin, espiritual y fsica, no habr quien nos persuada de -sus encantos, ni en prosa, ni en verso, ni con msica. - -Si la realidad es pobreza y fealdad, no es de alma artista someterse - ella. Los artistas estn obligados la lucha, influir sobre la -realidad hasta transformarla, infundiendo en ella el espritu de sus -ideales. Deber es del artista conquistar la riqueza. La vida slo -ser lo que debe ser cuando la riqueza sea de los poetas. La poesa -ser entonces accin y vida y entonar sus estrofas en ciudades de -arte, limpias, sanas, alegres, risueas; en jardines de encanto, en -monumentos de gloria, con bellas criaturas de seleccin espiritual y -fsica. No despreciis la riqueza oh, artistas!, que harto tiempo ha -sido de los brbaros, muy satisfechos con que vosotros ponderis los -encantos de la bohemia mientras ellos gozan de todo, sin compartir sus -goces ms que con unos cuantos artistas domesticados, que se complacen -en ensear sus amigos para darse tono de protectores del Arte. Y -mientras vosotros no tengis palacios, ni deis fiestas en ellos, cmo -vais convencer nadie de que no son ellos los que no quieren -recibiros vosotros, sino vosotros los que no os dignis recibirlos -ellos? - - * * * * * - -No recuerdo si lo so me lo contaron. Fu un escritor, muy discutido -en sus comienzos, que, por lo mismo, tuvo muchos admiradores: unos, -jvenes animosos como l; otros... esos que hallan en lo infructuoso -de una labor combatida el mejor pretexto para no hacer ellos nada; -otros, los muchos fracasados, que pretenden justificar con el fracaso -de una obra ajena el fracaso de toda su obra. Todos estos admiradores -admiraban ms al escritor cuanto ms combatido era. Cuando, por -su trabajo y su constancia, lleg tener verdadero pblico, los -admiradores se desilusionaron: Cmo! Es posible? Le gusta al -pblico? Qu indignidad! Es que ha cado en la bajeza de hacerle -concesiones; ya no es el mismo. Y los admiradores le increparon por -haberles hecho traicin. Si era para todos, ya no podan ellos presumir -de superiores al admirarlo. Ya no tuvo admiradores fieles ms que -en sus fracasos; cuando no haca concesiones al pblico. Si alguna -vez, por descanso por capricho por necesidad, escriba una obra, -sin ms pretensiones que la de ganar algn dinero, aunque en ella no -ofendiera gravemente su sentimiento del arte, los fieles admiradores -no podan consentirlo y eran los primeros en protestar iracundos: Qu -indignidad! Viene buscar dinero! Y ellos, con sus protestas, eran -los primeros en impedir que tan natural propsito, y por tan inocente -medio, se lograra. As, tuvo que resignarse no tener dinero en su -vida, para satisfaccin de sus admiradores. Buscarlo por otros medios? -Menos an; sus admiradores no lo consentiran: su deber era hacer -Arte, Arte puro... Cuando muri... los admiradores acordaron costearle -un monumento; se reuni poco dinero, y los admiradores acordaron que -aquello era una indignidad. Para hacer mal las cosas, ms vala no -hacerlas. El monumento haba de ser magnfico, no sera... Y no fu, -en efecto. Los admiradores velaban fielmente su gloria pstuma como la -velaron en vida. - -No s si lo so me lo contaron; pero siempre que recibo alguna carta -firmada por Un admirador, me echo temblar recordando la historia de -aquella vctima de sus admiradores. Todas las cartas as firmadas son -de alguien que pretende administrarnos la hacienda, la moral, el buen -humor, lo que ellos llaman nuestros prestigios, nuestra vida pblica -y nuestra vida privada... No por Dios!, seores; yo no quiero ser -admirado todas horas ni en todos los actos de mi vida; que descanse -vuestra admiracin y que me deje descansar. No me escriban ustedes -cartas; porque desde ahora no leer ninguna que traiga por firma el -consabido Un admirador como no incluya un billete de 1.000 pesetas; -nica prueba de verdadera admiracin que me ofrece alguna garanta y -justa compensacin del dinero que me habrn ustedes impedido ganar por -admirarme demasiado. - - * * * * * - -Cuando creemos haber hecho todo lo posible por remediar las mayores -miserias, siempre nos queda el desconsuelo de no haber remediado una: -la ingratitud. Los bienhechores deben contar con ella y compadecer -doblemente al ingrato. Qu horrible debe ser la pobreza, cuando as -llega entumecer el corazn! - - - - -XLIII - - -La regia munificencia ha dado una oportuna leccin la Real Academia -Espaola. Arbitro, administradora y dispensadora de premios, padece la -ilustre Corporacin, como vieja tacaa, la mana de hacer comiditas -con las cantidades confiadas por gentes respetuosas de los prestigios -oficiales, los buenos oficios y mejor voluntad, de la sabia y la -docta del esplendor, el brillo y la fijeza. - -Dos mil pesetas para un solo escritor!--habr pensado la vieja -rica.--Para qu necesita tanto dinero un hombre solo? Y literato y -poeta! Para que se acostumbre mal lo eche en vicios, como adquisicin -de libros, viajes cualquier otra perturbacin de la inteligencia. -Nada, nada; con 1.000 pesetitas cada uno, podemos hacer dos -felices. Y mucho es que no han repartido la cantidad en bonos de - peseta para dar un da feliz toda la bohemia literaria. Bien -est que, entre los acadmicos, haya quien disfrute, por diferentes -conceptos y prebendas, pinges beneficios, sin pensar en repartir de -ellos; pero esos otros escritores de la calle... para qu quieren -el dinero? El dinero embota el entendimiento; lo saben bien muchos -acadmicos. La necesidad sirve de espuela al ingenio; el dinero, tal -vez slo de albarda. - -Recuerda _Parmeno_ en el _Heraldo_ que los acadmicos estn encargados -tambin de conceder algunos premios las mejores obras dramticas -escritas publicadas cada ao, y que este premio no se ha concedido -desde muy larga fecha. Por qu? La suspicacia de _Parmeno_ seala los -motivos probables. Fuera ridculo no recoger la alusin mi persona, -por la modestia de no aceptar un adjetivo laudatorio. Pero yo creo -que _Parmeno_ est equivocado. Para optar esos premios es condicin -precisa que el autor, por s mismo por otra persona, la presente y -someta al juicio de la Academia. Ni por m, ni por persona autorizada -por m, he presentado yo nunca una obra ma ese concurso. Primero, -porque no tuve nunca la presuncin de que una obra ma fuera la mejor -de las representadas en temporada alguna. Despus, porque al da -siguiente de obtener el premio, la obra valdra lo mismo. Ya sabemos -que los premios oficiales, con muy buen acuerdo, han de atender sobre -todo la ortodoxia de la obra. Esos premios han de ser siempre para -los poetas--como dijo Heine,--que no tienen de poetas ms que el ser -virtuosos. Claro es que se puede ser virtuoso y ser buen poeta; pero -tambin se puede lo contrario; porque yo creo que la virtud del poeta -es... ser poeta. De otro modo, borraramos de la lista Cervantes, - Lope, Shakespeare, Byron, Shelley--dejo otros, y no de los -peores,--todos gente poco disciplinada en su vida y en sus opiniones, -difciles de encasillar en partidos polticos, que pueden hacer gloria -de su fama. - -El artista que campa por sus respetos no espera nunca proteccin -oficial. Con ese no pueden atarse dos cuartos de cominos--piensa el -dispensador de mercedes.--Los cintajos y las distinciones son para el -sometido. Fulano?--dicen.--S, gran talento. Si sentara la cabeza! -Fulano tal vez sienta la cabeza, y aquel da quizs deja de tener -talento, que el talento no es para sentado. - -Cuenta Plutarco, de no s qu general griego romano, quien, viendo -combatir con furioso denuedo uno de sus soldados, acercsele al -terminar de la batalla y, admirado de su valor, quiso informarse -de quin era. Supo entonces que aquel valiente era el hombre ms -desgraciado del mundo, por carecer de todo, y, que tan desesperada era -su vida, que slo buscaba la muerte. Concedile el general riqueza y -galardones, dile mando y honores; y en otra batalla, pocos das, -vi cmo, en cobarde fuga, arrojaba las armas y corra esconderse -en lugar seguro. Acudi el general reprenderle por su cobarda, y -l entonces: Qu te admira?--le dijo.--Ayer estaba desesperado; nada -tena que perder, nada me importaba la vida... Hoy soy feliz, soy -rico... La muerte me asusta. - -Y es que todo combatiente, soldado poeta, bien est sin premio. El -valor y la inteligencia han de ser indomables, y las golosinas son -grandes domesticadoras. - - * * * * * - -A despecho de los verdaderos aficionados la buena msica, el -intrprete se sobrepondr siempre la obra, y S. M. el Divo se alzar -sobre Wagner en alas de Pussini. Mejor dicho, Puccini se alzar sobre -Wagner en alas del divo. Ni estos falsos dioses tendrn nunca su -ocaso, mientras vayan unidos, ni el Ocaso hallar nunca sus dioses -mientras divas y divos prefieran la gloria personal la pura gloria de -someterse no brillar como astros teatrales. - -Por qu esa aficin de los grandes actores y de los grandes cantantes - las malas comedias y las malas peras? Es que su vanidad queda ms -satisfecha no consintiendo que la obra se sobreponga al intrprete? -No ser posible hallar un gran artista que se resigne interpretar -verdadero arte? Mientras Wagner padece su ocaso, el tenor Anselmi -impone la admiracin la _Tosca_ y _Romeo y Julieta_. Las abonadas -suean con Mario Cavaradossi, con Romeo, con Des Grieux. Algunas suean -con que Anselmi cante el do de los besos de _El conde de Luxemburgo_. -Pueden pedirle que lo cante en la noche de su beneficio. El beneficio -del tenor, naturalmente. - - * * * * * - -Una historieta que refiere un peridico francs. Un padre acaudalado -satisfaca con esplendidez todos los gastos de su primognito; pero -sorprendale que, sobre la cantidad entregada mensualmente, el mozo le -pidiera siempre un importante suplemento. - ---No lo tienes todo pagado? Qu significa esto? - ---Esto significa, pap, que hay gastos... gastos, en fin, cuya -justificacin no debo detallarte, aunque t debes comprenderla. - ---S, lo comprendo; pero mira, para saber qu atenerme, me pides lo -que necesitas y, para justificarlo, me dices: Gastos de caza, tanto, -y no hay ms que hablar. - ---Convenido. - -La partida qued desde luego asentada en esta forma mensualmente. El -respeto quedaba salvo. - -Con gran sorpresa observ el padre que la partida dej de figurar en -cuenta durante dos tres meses. - ---Vaya--pens.--Dnde cazar ahora mi hijo, que no me cuesta nada? - -Pero cul no sera su desencanto al leer, al cabo de cierto tiempo, -esta nota de gastos suplementarios: Al armero, 2.000 pesetas. - - - - -XLIV - - -Un nio, por travesura por desgracia, cae en la fuente de una -plaza pblica y muere ahogado, bajo muy poca agua, en presencia de -numerosos curiosos y de dos agentes de la autoridad, representacin, -no por modesta menos respetable, del Estado tutelar y protector. Sobre -los dos infelices guardas han cado todo el rigor de los superiores -y todas las recriminaciones de la opinin. El seor presidente -del Consejo dijo muy bien que no debieran ser slo los guardias -los castigados. Pero aunque para el Cdigo penal sean delitos las -omisiones tanto como las acciones, qu medio hay en la ley para -hacer efectiva la responsabilidad de una multitud indiferente? Y si -miramos nuestra conciencia, no hallaremos en la impune omisin de -los curiosos, lo mismo que en la punible de los guardias, sntomas -de un estado de conciencia social del que todos participamos? Era -tan poca el agua! El nio, sin duda, podra levantarse y salir por -s solo. Tal vez si alguien se hubiera precipitado socorrerle los -curiosos se hubieran redo al verle chapotear en el agua; el regocijo -hubiera subido de punto si era uno de los guardias. Qu escena de -pelcula cinematogrfica! Estamos tan hechos remos de los agentes -de la autoridad en sainetes y revistas llenas de gracia! Como el -salvamento se hubiera logrado poca costa, cunto nos hubiramos -burlado del salvador, si hubiera pretendido hacer valer su pobre -hazaa! Salvamento de nufragos en el piln de una fuente! Chistes, -caricaturas, ingenio... Las tragedias son as: necesitan un final -trgico para que parezcan tragedias. Cuando se empieza morir, hay -que morirse; de otro modo, quin cree que era tanto el peligro? No -culpemos demasiado los espectadores y los guardias, ms temerosos -del ridculo que de un remojn insignificante, Los pantalones de -la autoridad enfangados! El uniforme prestigioso chorreando! No -tendremos todos en nuestra vida alguna culpable omisin de que -acusarnos? No habremos dejado tambin que alguna criatura, tal vez -indiferente, tal vez querida, se haya ahogado ante nosotros, en muy -poca agua, sin que nuestra mano se tendiera protectora, sin que -diramos el paso que corre sostener, sin que de nuestros labios -saliera la palabra precisa de compasin de esperanza? Agua llanto -parecan tan poco! Cuando el agua el llanto ahogaron, ya era tarde. -El herosmo pide grandes empresas: mares embravecidos, batallas, -dolores trgicos. Ante el peligro de la fuente, no es ridculo el -gesto heroico? El agua era tan poca! Las fuerzas del nio eran menos! -Cuntas almas de nio no habremos dejado as ahogar, en muy poca agua, -por no afrontar el herosmo del ridculo? Si diramos siempre el paso -que debemos dar! Si dijramos siempre la palabra que debemos decir! - - * * * * * - -La Academia de la Poesa se dispone festejar el centenario de -Cervantes, sin olvidar el de Shakespeare; pues tampoco los ingleses, -segn noticias, se olvidarn de nuestro manco, que no lo era para poder -muy bien andar de mano con su contemporneo glorioso. Aqu no puede -decirse que baza mayor quita menor, y nunca estuvo tan en su punto lo -de regin de los iguales. - -Si atendemos al calendario parecer que se toma con tiempo y que, del -1911 al 16, hay das sobrados. Pero el tiempo espaol, entre lo perdido -y lo matado, y lo que se echa perder y morir, entre discusiones y -discurseos, pasa sin enterarnos. La Academia cuenta con el apoyo de -los Gobiernos. Digo de los Gobiernos, porque de aqu al 1916--perdone -el Sr. Canalejas la desconfianza, que no es por l precisamente--sabe -Dios cuntos Gobiernos se habrn sucedido! Es de esperar, no obstante, -que todos se muestren por igual bien dispuestos celebrar con todo -esplendor y esplendidez tan sealada fecha. No es cosa de que se haga -cuestin poltica, ni de que unos pretendan ensalzar Cervantes por -reaccionario y otros por liberal, y unos miren Shakespeare como -catlico romano y otros le consideren como protestante. Nos gobiernen -para entonces el Sr. Maura el Sr. Canalejas, creemos que, honras -fnebres ms menos, con sermn del Padre Calpena del obispo de Sin - del Padre Maestre del doctor Zacaras, lo dems todo ser como -est proyectado, sin que haya un Sr. Rodrguez Sampedro que procure -escatimar gasto alguno. - -Desde luego ha de procurarse que el festejo sea de todos y para todos. -Bien estn los actos acadmicos, las ceremonias oficiales; pero sol, -aire y plaza pblica, sobre todo. Cabalgatas esplndidas, en que tomen -parte nobleza, Ejrcito, artistas, sin temor al pcaro ridculo del -disfraz ni de la exhibicin. Representaciones callejeras de algunos -entremeses de Cervantes, representacin entre las frondas de la -Moncloa de Aranjuez de alguna comedia de Shakespeare: _El sueo de -una noche de verano_ _Como gustis_. Tanto puede hacerse con buen -gusto y con arte! Debe pensarse que, cuanto mejor sea todo ello, ser -ms productivo. En estas cosas la tacaera es lo ms ruinoso. A -fantasear, poetas! Y sea la primera fantasa ver cmo se saca el dinero - los que lo tienen. No os detengis ante ningn ditirambo adulador. -Cervantes y Shakespeare eran los que eran y, ay!, tambin adularon -los poderosos. - - - - -XLV - - -Los primeros pantalones femeninos, en su aspecto callejero y visible, -han tenido un ruidoso fracaso; pero los modistos y modistas franceses, -como si obedecieran un alto mandato de la Divinidad, insisten en -que nada podr oponerse al triunfo definitivo de los calzones. Peores -principios tuvieron otras modas, al fin universalmente aceptadas. -Los primeros miriaques, los primeros sombreros de copa, no lograron -mejor xito en sus comienzos. No podr decirse que esta moda es seal -de los tiempos modernos, ni uso impuesto por la vida en los pueblos -civilizados; pues ms que un avance hacia lo porvenir, trae nuestra -imaginacin el recuerdo de Turqua y de Marruecos, y, ya ms cerca -de nosotros, la evocacin teatral de _La conquista de Madrid_ y -_El tributo de las cien doncellas_, memorias de los buenos tiempos -zarzueleros, que no son ay! para rejuvenecer nadie. - -Todo ser que la vista se acostumbre. La caricatura y el teatro, -pretendiendo ridiculizar la nueva moda, sern sus mejores -propagandistas. Despus las pastorales de algunos obispos y las -predicaciones anatematizadoras, acabarn por decidir el xito. En -cuanto las mujeres crean que la moda es invencin del demonio, no -dudarn en aceptarla, seguras de que el demonio es muy inteligente en -tentaciones. - -En realidad, la moda nada tiene de impdica. El aire y la lluvia -pierden su imperio sobre ella; acabaron los graciosos efectos de falda -recogida. Es una moda que, por su nombre, pantalones, promete ms -que cumple. Es ms; que ha de dejar muchas promesas incumplidas, por -dificultades de tiempo y de ocasin. A no ser, por lo que tiene de -ley la moda, que pueda tambin decirse de ella: Hecha la ley, hecha -la trampa. Pero, hasta ahora, la trampa no parece por ninguna parte. -Los modelos lucidos hasta hoy son de tanta seguridad como una caja -de caudales. Quizs sea sta la ms clara seal de su modernidad. O -acaso estn prximos los das, pronosticados por San Pablo, en que -los hombres se subirn los rboles por huir de las mujeres; y si -ellas dan en trepar para perseguirlos, claro est que el pantaln es -necesario. - -Los sastres tambin pretenden, por su parte, dar algn golpe de -efecto en la indumentaria masculina. Unos vuelven los ojos al ao 30, -otros reniegan de toda tradicin y abren concursos entre dibujantes -para hallar algo nuevo. Pero lo nuevo no parece; es casi seguro que -volveremos las modas del ao 30; por lo menos, en los trajes de -sociedad. Para los trajines de la vida diaria, el automvil, la caza, -el aeroplano, impondrn la moda con sus necesidades. Seremos de un -siglo por el da y de otro por la noche. No es as toda la vida -moderna? En quin de nosotros no vive, no piensa, no se agita la vida -de cien generaciones futuras, que nos dice sin cesar: Adelante, -adelante!? Sobre quin no pesa la muerte de otras tantas generaciones -pasadas, que nos dicen: Por qu luchar, por qu inquietarse? Por -fortuna, la accin contradice cada paso nuestro pensamiento y -nuestro pensamiento es constante contradiccin de nuestras acciones. - - * * * * * - -El doctor Decref ha informado, con gran conocimiento de causa, en -la Sociedad de Higiene, sobre la higiene en el teatro. Si grandes -deficiencias puede advertirse en los teatros mejor acondicionados, en -la parte destinada al pblico, que, al fin, es el que paga y puede -gritar, aunque no grite lo que debiera, qu no ser en la parte -destinada los artistas y dependencias, que nada pagan y si gritaran -no cobraran? De stos principalmente se ha cuidado el doctor Decref en -su informacin, y bien pueden estarle agradecidos los interesados. - -Ahora que, si la intencin es buena, nunca la mala prctica puede -oponerse con mayor razn la generosa teora. Los teatros por dentro -son lugares en que toda infeccin debe tener su natural microbio; pero -sin duda los que, por necesidad por gusto, pasamos lo mejor de -nuestra vida en ellos, hemos logrado, por el mismo procedimiento, la -inmunidad que logr Mitridates contra los venenos. - -Casos de longevidad extraordinaria, muy frecuentes entre los actores -dramticos, son un verdadero escarnio contra todos los preceptos -higinicos. Y en cuanto conservacin y buen parecer, en qu -otra profesin puede llegarse nada parecido? No ya entre mujeres -del pueblo, envejecidas los treinta aos, aun entre damas de la -aristocracia, muy cuidadas y muy bien prendidas, no se observa lo que -es natural y corriente entre las actrices: una apariencia de juventud -que llega confundirse con la juventud misma. Hay actrices que le -hacen uno dudar de su fe de bautismo. Y cmo se complacen y se -recrean en humillarnos, con su invencible naturaleza y un poco de -colorete por cmplices! Cuantos ms aos vienen sobre ellas, ms los -desafan invulnerables. Con un vestido blanco de lo ms vaporoso y una -pamelita de paja ornada de capullos de rosa, triscando por la escena, -con la boquita fruncida y los ojos entornados, cmo saben conmovernos -llorando sus amores contrariados! Pap! Mam! Primito! Tita! - -Y los galanes? No es tambin admirable su estado de conservacin? - -Slo en el teatro y en la poltica se es joven los cincuenta aos. -Lo que prueba que nada significa el aire que se respira y el ambiente -en que se vive. Acaso unos teatros muy higienizados y una atmsfera -poltica muy purificada no permitieran esas perpetuas juventudes que -son gala de tantos escenarios y de tantos Gobiernos. - - -FIN - - - - - -End of the Project Gutenberg EBook of De Sobremesa; crnicas, Tercera Parte -(de 5), by Jacinto Benavente - -*** END OF THIS PROJECT GUTENBERG EBOOK DE SOBREMESA; TERCERA PARTE *** - -***** This file should be named 56770-8.txt or 56770-8.zip ***** -This and all associated files of various formats will be found in: - http://www.gutenberg.org/5/6/7/7/56770/ - -Produced by Josep Cols Canals, Carlos Coln, the University -of Toronto and the Online Distributed Proofreading Team -at http://www.pgdp.net (This file was produced from images -generously made available by The Internet Archive/Canadian -Libraries) - -Updated editions will replace the previous one--the old editions will -be renamed. - -Creating the works from print editions not protected by U.S. copyright -law means that no one owns a United States copyright in these works, -so the Foundation (and you!) can copy and distribute it in the United -States without permission and without paying copyright -royalties. Special rules, set forth in the General Terms of Use part -of this license, apply to copying and distributing Project -Gutenberg-tm electronic works to protect the PROJECT GUTENBERG-tm -concept and trademark. Project Gutenberg is a registered trademark, -and may not be used if you charge for the eBooks, unless you receive -specific permission. If you do not charge anything for copies of this -eBook, complying with the rules is very easy. You may use this eBook -for nearly any purpose such as creation of derivative works, reports, -performances and research. They may be modified and printed and given -away--you may do practically ANYTHING in the United States with eBooks -not protected by U.S. copyright law. Redistribution is subject to the -trademark license, especially commercial redistribution. - -START: FULL LICENSE - -THE FULL PROJECT GUTENBERG LICENSE -PLEASE READ THIS BEFORE YOU DISTRIBUTE OR USE THIS WORK - -To protect the Project Gutenberg-tm mission of promoting the free -distribution of electronic works, by using or distributing this work -(or any other work associated in any way with the phrase "Project -Gutenberg"), you agree to comply with all the terms of the Full -Project Gutenberg-tm License available with this file or online at -www.gutenberg.org/license. - -Section 1. General Terms of Use and Redistributing Project -Gutenberg-tm electronic works - -1.A. By reading or using any part of this Project Gutenberg-tm -electronic work, you indicate that you have read, understand, agree to -and accept all the terms of this license and intellectual property -(trademark/copyright) agreement. If you do not agree to abide by all -the terms of this agreement, you must cease using and return or -destroy all copies of Project Gutenberg-tm electronic works in your -possession. If you paid a fee for obtaining a copy of or access to a -Project Gutenberg-tm electronic work and you do not agree to be bound -by the terms of this agreement, you may obtain a refund from the -person or entity to whom you paid the fee as set forth in paragraph -1.E.8. - -1.B. "Project Gutenberg" is a registered trademark. It may only be -used on or associated in any way with an electronic work by people who -agree to be bound by the terms of this agreement. There are a few -things that you can do with most Project Gutenberg-tm electronic works -even without complying with the full terms of this agreement. See -paragraph 1.C below. There are a lot of things you can do with Project -Gutenberg-tm electronic works if you follow the terms of this -agreement and help preserve free future access to Project Gutenberg-tm -electronic works. See paragraph 1.E below. - -1.C. The Project Gutenberg Literary Archive Foundation ("the -Foundation" or PGLAF), owns a compilation copyright in the collection -of Project Gutenberg-tm electronic works. Nearly all the individual -works in the collection are in the public domain in the United -States. If an individual work is unprotected by copyright law in the -United States and you are located in the United States, we do not -claim a right to prevent you from copying, distributing, performing, -displaying or creating derivative works based on the work as long as -all references to Project Gutenberg are removed. Of course, we hope -that you will support the Project Gutenberg-tm mission of promoting -free access to electronic works by freely sharing Project Gutenberg-tm -works in compliance with the terms of this agreement for keeping the -Project Gutenberg-tm name associated with the work. You can easily -comply with the terms of this agreement by keeping this work in the -same format with its attached full Project Gutenberg-tm License when -you share it without charge with others. - -1.D. The copyright laws of the place where you are located also govern -what you can do with this work. Copyright laws in most countries are -in a constant state of change. If you are outside the United States, -check the laws of your country in addition to the terms of this -agreement before downloading, copying, displaying, performing, -distributing or creating derivative works based on this work or any -other Project Gutenberg-tm work. The Foundation makes no -representations concerning the copyright status of any work in any -country outside the United States. - -1.E. Unless you have removed all references to Project Gutenberg: - -1.E.1. The following sentence, with active links to, or other -immediate access to, the full Project Gutenberg-tm License must appear -prominently whenever any copy of a Project Gutenberg-tm work (any work -on which the phrase "Project Gutenberg" appears, or with which the -phrase "Project Gutenberg" is associated) is accessed, displayed, -performed, viewed, copied or distributed: - - This eBook is for the use of anyone anywhere in the United States and - most other parts of the world at no cost and with almost no - restrictions whatsoever. You may copy it, give it away or re-use it - under the terms of the Project Gutenberg License included with this - eBook or online at www.gutenberg.org. If you are not located in the - United States, you'll have to check the laws of the country where you - are located before using this ebook. - -1.E.2. If an individual Project Gutenberg-tm electronic work is -derived from texts not protected by U.S. copyright law (does not -contain a notice indicating that it is posted with permission of the -copyright holder), the work can be copied and distributed to anyone in -the United States without paying any fees or charges. If you are -redistributing or providing access to a work with the phrase "Project -Gutenberg" associated with or appearing on the work, you must comply -either with the requirements of paragraphs 1.E.1 through 1.E.7 or -obtain permission for the use of the work and the Project Gutenberg-tm -trademark as set forth in paragraphs 1.E.8 or 1.E.9. - -1.E.3. If an individual Project Gutenberg-tm electronic work is posted -with the permission of the copyright holder, your use and distribution -must comply with both paragraphs 1.E.1 through 1.E.7 and any -additional terms imposed by the copyright holder. Additional terms -will be linked to the Project Gutenberg-tm License for all works -posted with the permission of the copyright holder found at the -beginning of this work. - -1.E.4. Do not unlink or detach or remove the full Project Gutenberg-tm -License terms from this work, or any files containing a part of this -work or any other work associated with Project Gutenberg-tm. - -1.E.5. Do not copy, display, perform, distribute or redistribute this -electronic work, or any part of this electronic work, without -prominently displaying the sentence set forth in paragraph 1.E.1 with -active links or immediate access to the full terms of the Project -Gutenberg-tm License. - -1.E.6. You may convert to and distribute this work in any binary, -compressed, marked up, nonproprietary or proprietary form, including -any word processing or hypertext form. However, if you provide access -to or distribute copies of a Project Gutenberg-tm work in a format -other than "Plain Vanilla ASCII" or other format used in the official -version posted on the official Project Gutenberg-tm web site -(www.gutenberg.org), you must, at no additional cost, fee or expense -to the user, provide a copy, a means of exporting a copy, or a means -of obtaining a copy upon request, of the work in its original "Plain -Vanilla ASCII" or other form. Any alternate format must include the -full Project Gutenberg-tm License as specified in paragraph 1.E.1. - -1.E.7. Do not charge a fee for access to, viewing, displaying, -performing, copying or distributing any Project Gutenberg-tm works -unless you comply with paragraph 1.E.8 or 1.E.9. - -1.E.8. You may charge a reasonable fee for copies of or providing -access to or distributing Project Gutenberg-tm electronic works -provided that - -* You pay a royalty fee of 20% of the gross profits you derive from - the use of Project Gutenberg-tm works calculated using the method - you already use to calculate your applicable taxes. The fee is owed - to the owner of the Project Gutenberg-tm trademark, but he has - agreed to donate royalties under this paragraph to the Project - Gutenberg Literary Archive Foundation. Royalty payments must be paid - within 60 days following each date on which you prepare (or are - legally required to prepare) your periodic tax returns. Royalty - payments should be clearly marked as such and sent to the Project - Gutenberg Literary Archive Foundation at the address specified in - Section 4, "Information about donations to the Project Gutenberg - Literary Archive Foundation." - -* You provide a full refund of any money paid by a user who notifies - you in writing (or by e-mail) within 30 days of receipt that s/he - does not agree to the terms of the full Project Gutenberg-tm - License. You must require such a user to return or destroy all - copies of the works possessed in a physical medium and discontinue - all use of and all access to other copies of Project Gutenberg-tm - works. - -* You provide, in accordance with paragraph 1.F.3, a full refund of - any money paid for a work or a replacement copy, if a defect in the - electronic work is discovered and reported to you within 90 days of - receipt of the work. - -* You comply with all other terms of this agreement for free - distribution of Project Gutenberg-tm works. - -1.E.9. If you wish to charge a fee or distribute a Project -Gutenberg-tm electronic work or group of works on different terms than -are set forth in this agreement, you must obtain permission in writing -from both the Project Gutenberg Literary Archive Foundation and The -Project Gutenberg Trademark LLC, the owner of the Project Gutenberg-tm -trademark. Contact the Foundation as set forth in Section 3 below. - -1.F. - -1.F.1. Project Gutenberg volunteers and employees expend considerable -effort to identify, do copyright research on, transcribe and proofread -works not protected by U.S. copyright law in creating the Project -Gutenberg-tm collection. Despite these efforts, Project Gutenberg-tm -electronic works, and the medium on which they may be stored, may -contain "Defects," such as, but not limited to, incomplete, inaccurate -or corrupt data, transcription errors, a copyright or other -intellectual property infringement, a defective or damaged disk or -other medium, a computer virus, or computer codes that damage or -cannot be read by your equipment. - -1.F.2. LIMITED WARRANTY, DISCLAIMER OF DAMAGES - Except for the "Right -of Replacement or Refund" described in paragraph 1.F.3, the Project -Gutenberg Literary Archive Foundation, the owner of the Project -Gutenberg-tm trademark, and any other party distributing a Project -Gutenberg-tm electronic work under this agreement, disclaim all -liability to you for damages, costs and expenses, including legal -fees. YOU AGREE THAT YOU HAVE NO REMEDIES FOR NEGLIGENCE, STRICT -LIABILITY, BREACH OF WARRANTY OR BREACH OF CONTRACT EXCEPT THOSE -PROVIDED IN PARAGRAPH 1.F.3. YOU AGREE THAT THE FOUNDATION, THE -TRADEMARK OWNER, AND ANY DISTRIBUTOR UNDER THIS AGREEMENT WILL NOT BE -LIABLE TO YOU FOR ACTUAL, DIRECT, INDIRECT, CONSEQUENTIAL, PUNITIVE OR -INCIDENTAL DAMAGES EVEN IF YOU GIVE NOTICE OF THE POSSIBILITY OF SUCH -DAMAGE. - -1.F.3. LIMITED RIGHT OF REPLACEMENT OR REFUND - If you discover a -defect in this electronic work within 90 days of receiving it, you can -receive a refund of the money (if any) you paid for it by sending a -written explanation to the person you received the work from. If you -received the work on a physical medium, you must return the medium -with your written explanation. The person or entity that provided you -with the defective work may elect to provide a replacement copy in -lieu of a refund. If you received the work electronically, the person -or entity providing it to you may choose to give you a second -opportunity to receive the work electronically in lieu of a refund. If -the second copy is also defective, you may demand a refund in writing -without further opportunities to fix the problem. - -1.F.4. Except for the limited right of replacement or refund set forth -in paragraph 1.F.3, this work is provided to you 'AS-IS', WITH NO -OTHER WARRANTIES OF ANY KIND, EXPRESS OR IMPLIED, INCLUDING BUT NOT -LIMITED TO WARRANTIES OF MERCHANTABILITY OR FITNESS FOR ANY PURPOSE. - -1.F.5. Some states do not allow disclaimers of certain implied -warranties or the exclusion or limitation of certain types of -damages. If any disclaimer or limitation set forth in this agreement -violates the law of the state applicable to this agreement, the -agreement shall be interpreted to make the maximum disclaimer or -limitation permitted by the applicable state law. The invalidity or -unenforceability of any provision of this agreement shall not void the -remaining provisions. - -1.F.6. INDEMNITY - You agree to indemnify and hold the Foundation, the -trademark owner, any agent or employee of the Foundation, anyone -providing copies of Project Gutenberg-tm electronic works in -accordance with this agreement, and any volunteers associated with the -production, promotion and distribution of Project Gutenberg-tm -electronic works, harmless from all liability, costs and expenses, -including legal fees, that arise directly or indirectly from any of -the following which you do or cause to occur: (a) distribution of this -or any Project Gutenberg-tm work, (b) alteration, modification, or -additions or deletions to any Project Gutenberg-tm work, and (c) any -Defect you cause. - -Section 2. Information about the Mission of Project Gutenberg-tm - -Project Gutenberg-tm is synonymous with the free distribution of -electronic works in formats readable by the widest variety of -computers including obsolete, old, middle-aged and new computers. It -exists because of the efforts of hundreds of volunteers and donations -from people in all walks of life. - -Volunteers and financial support to provide volunteers with the -assistance they need are critical to reaching Project Gutenberg-tm's -goals and ensuring that the Project Gutenberg-tm collection will -remain freely available for generations to come. In 2001, the Project -Gutenberg Literary Archive Foundation was created to provide a secure -and permanent future for Project Gutenberg-tm and future -generations. To learn more about the Project Gutenberg Literary -Archive Foundation and how your efforts and donations can help, see -Sections 3 and 4 and the Foundation information page at -www.gutenberg.org - - - -Section 3. Information about the Project Gutenberg Literary Archive Foundation - -The Project Gutenberg Literary Archive Foundation is a non profit -501(c)(3) educational corporation organized under the laws of the -state of Mississippi and granted tax exempt status by the Internal -Revenue Service. The Foundation's EIN or federal tax identification -number is 64-6221541. Contributions to the Project Gutenberg Literary -Archive Foundation are tax deductible to the full extent permitted by -U.S. federal laws and your state's laws. - -The Foundation's principal office is in Fairbanks, Alaska, with the -mailing address: PO Box 750175, Fairbanks, AK 99775, but its -volunteers and employees are scattered throughout numerous -locations. Its business office is located at 809 North 1500 West, Salt -Lake City, UT 84116, (801) 596-1887. Email contact links and up to -date contact information can be found at the Foundation's web site and -official page at www.gutenberg.org/contact - -For additional contact information: - - Dr. Gregory B. Newby - Chief Executive and Director - gbnewby@pglaf.org - -Section 4. Information about Donations to the Project Gutenberg -Literary Archive Foundation - -Project Gutenberg-tm depends upon and cannot survive without wide -spread public support and donations to carry out its mission of -increasing the number of public domain and licensed works that can be -freely distributed in machine readable form accessible by the widest -array of equipment including outdated equipment. Many small donations -($1 to $5,000) are particularly important to maintaining tax exempt -status with the IRS. - -The Foundation is committed to complying with the laws regulating -charities and charitable donations in all 50 states of the United -States. Compliance requirements are not uniform and it takes a -considerable effort, much paperwork and many fees to meet and keep up -with these requirements. We do not solicit donations in locations -where we have not received written confirmation of compliance. To SEND -DONATIONS or determine the status of compliance for any particular -state visit www.gutenberg.org/donate - -While we cannot and do not solicit contributions from states where we -have not met the solicitation requirements, we know of no prohibition -against accepting unsolicited donations from donors in such states who -approach us with offers to donate. - -International donations are gratefully accepted, but we cannot make -any statements concerning tax treatment of donations received from -outside the United States. U.S. laws alone swamp our small staff. - -Please check the Project Gutenberg Web pages for current donation -methods and addresses. Donations are accepted in a number of other -ways including checks, online payments and credit card donations. To -donate, please visit: www.gutenberg.org/donate - -Section 5. General Information About Project Gutenberg-tm electronic works. - -Professor Michael S. Hart was the originator of the Project -Gutenberg-tm concept of a library of electronic works that could be -freely shared with anyone. For forty years, he produced and -distributed Project Gutenberg-tm eBooks with only a loose network of -volunteer support. - -Project Gutenberg-tm eBooks are often created from several printed -editions, all of which are confirmed as not protected by copyright in -the U.S. unless a copyright notice is included. Thus, we do not -necessarily keep eBooks in compliance with any particular paper -edition. - -Most people start at our Web site which has the main PG search -facility: www.gutenberg.org - -This Web site includes information about Project Gutenberg-tm, -including how to make donations to the Project Gutenberg Literary -Archive Foundation, how to help produce our new eBooks, and how to -subscribe to our email newsletter to hear about new eBooks. - diff --git a/56770-h/56770-h.htm b/56770-h/56770-h.htm index c476660..01c8b67 100644 --- a/56770-h/56770-h.htm +++ b/56770-h/56770-h.htm @@ -154,45 +154,7 @@ hr.chap {width: 25%; margin-top: 2em; margin-bottom: 2em;} <body> -<pre> - -The Project Gutenberg EBook of De Sobremesa; crnicas, Tercera Parte (de 5), by -Jacinto Benavente - -This eBook is for the use of anyone anywhere in the United States and most -other parts of the world at no cost and with almost no restrictions -whatsoever. You may copy it, give it away or re-use it under the terms of -the Project Gutenberg License included with this eBook or online at -www.gutenberg.org. If you are not located in the United States, you'll have -to check the laws of the country where you are located before using this ebook. - -Title: De Sobremesa; crnicas, Tercera Parte (de 5) - -Author: Jacinto Benavente - -Release Date: March 18, 2018 [EBook #56770] - -Language: Spanish - -Character set encoding: ISO-8859-1 - -*** START OF THIS PROJECT GUTENBERG EBOOK DE SOBREMESA; TERCERA PARTE *** - - - - -Produced by Josep Cols Canals, Carlos Coln, the University -of Toronto and the Online Distributed Proofreading Team -at http://www.pgdp.net (This file was produced from images -generously made available by The Internet Archive/Canadian -Libraries) - - - - - - -</pre> +<div>*** START OF THE PROJECT GUTENBERG EBOOK 56770 ***</div> <p class="box">Nota del Transcriptor:<br/><br/> @@ -7441,383 +7403,7 @@ tantos escenarios y de tantos Gobiernos.</p> -<pre> - - - - - -End of the Project Gutenberg EBook of De Sobremesa; crnicas, Tercera Parte -(de 5), by Jacinto Benavente - -*** END OF THIS PROJECT GUTENBERG EBOOK DE SOBREMESA; TERCERA PARTE *** - -***** This file should be named 56770-h.htm or 56770-h.zip ***** -This and all associated files of various formats will be found in: - http://www.gutenberg.org/5/6/7/7/56770/ - -Produced by Josep Cols Canals, Carlos Coln, the University -of Toronto and the Online Distributed Proofreading Team -at http://www.pgdp.net (This file was produced from images -generously made available by The Internet Archive/Canadian -Libraries) - -Updated editions will replace the previous one--the old editions will -be renamed. - -Creating the works from print editions not protected by U.S. copyright -law means that no one owns a United States copyright in these works, -so the Foundation (and you!) can copy and distribute it in the United -States without permission and without paying copyright -royalties. Special rules, set forth in the General Terms of Use part -of this license, apply to copying and distributing Project -Gutenberg-tm electronic works to protect the PROJECT GUTENBERG-tm -concept and trademark. Project Gutenberg is a registered trademark, -and may not be used if you charge for the eBooks, unless you receive -specific permission. If you do not charge anything for copies of this -eBook, complying with the rules is very easy. You may use this eBook -for nearly any purpose such as creation of derivative works, reports, -performances and research. They may be modified and printed and given -away--you may do practically ANYTHING in the United States with eBooks -not protected by U.S. copyright law. Redistribution is subject to the -trademark license, especially commercial redistribution. - -START: FULL LICENSE - -THE FULL PROJECT GUTENBERG LICENSE -PLEASE READ THIS BEFORE YOU DISTRIBUTE OR USE THIS WORK - -To protect the Project Gutenberg-tm mission of promoting the free -distribution of electronic works, by using or distributing this work -(or any other work associated in any way with the phrase "Project -Gutenberg"), you agree to comply with all the terms of the Full -Project Gutenberg-tm License available with this file or online at -www.gutenberg.org/license. - -Section 1. General Terms of Use and Redistributing Project -Gutenberg-tm electronic works - -1.A. By reading or using any part of this Project Gutenberg-tm -electronic work, you indicate that you have read, understand, agree to -and accept all the terms of this license and intellectual property -(trademark/copyright) agreement. If you do not agree to abide by all -the terms of this agreement, you must cease using and return or -destroy all copies of Project Gutenberg-tm electronic works in your -possession. If you paid a fee for obtaining a copy of or access to a -Project Gutenberg-tm electronic work and you do not agree to be bound -by the terms of this agreement, you may obtain a refund from the -person or entity to whom you paid the fee as set forth in paragraph -1.E.8. - -1.B. "Project Gutenberg" is a registered trademark. It may only be -used on or associated in any way with an electronic work by people who -agree to be bound by the terms of this agreement. There are a few -things that you can do with most Project Gutenberg-tm electronic works -even without complying with the full terms of this agreement. See -paragraph 1.C below. There are a lot of things you can do with Project -Gutenberg-tm electronic works if you follow the terms of this -agreement and help preserve free future access to Project Gutenberg-tm -electronic works. See paragraph 1.E below. - -1.C. The Project Gutenberg Literary Archive Foundation ("the -Foundation" or PGLAF), owns a compilation copyright in the collection -of Project Gutenberg-tm electronic works. Nearly all the individual -works in the collection are in the public domain in the United -States. If an individual work is unprotected by copyright law in the -United States and you are located in the United States, we do not -claim a right to prevent you from copying, distributing, performing, -displaying or creating derivative works based on the work as long as -all references to Project Gutenberg are removed. Of course, we hope -that you will support the Project Gutenberg-tm mission of promoting -free access to electronic works by freely sharing Project Gutenberg-tm -works in compliance with the terms of this agreement for keeping the -Project Gutenberg-tm name associated with the work. You can easily -comply with the terms of this agreement by keeping this work in the -same format with its attached full Project Gutenberg-tm License when -you share it without charge with others. - -1.D. The copyright laws of the place where you are located also govern -what you can do with this work. Copyright laws in most countries are -in a constant state of change. If you are outside the United States, -check the laws of your country in addition to the terms of this -agreement before downloading, copying, displaying, performing, -distributing or creating derivative works based on this work or any -other Project Gutenberg-tm work. The Foundation makes no -representations concerning the copyright status of any work in any -country outside the United States. - -1.E. Unless you have removed all references to Project Gutenberg: - -1.E.1. The following sentence, with active links to, or other -immediate access to, the full Project Gutenberg-tm License must appear -prominently whenever any copy of a Project Gutenberg-tm work (any work -on which the phrase "Project Gutenberg" appears, or with which the -phrase "Project Gutenberg" is associated) is accessed, displayed, -performed, viewed, copied or distributed: - - This eBook is for the use of anyone anywhere in the United States and - most other parts of the world at no cost and with almost no - restrictions whatsoever. You may copy it, give it away or re-use it - under the terms of the Project Gutenberg License included with this - eBook or online at www.gutenberg.org. If you are not located in the - United States, you'll have to check the laws of the country where you - are located before using this ebook. - -1.E.2. If an individual Project Gutenberg-tm electronic work is -derived from texts not protected by U.S. copyright law (does not -contain a notice indicating that it is posted with permission of the -copyright holder), the work can be copied and distributed to anyone in -the United States without paying any fees or charges. If you are -redistributing or providing access to a work with the phrase "Project -Gutenberg" associated with or appearing on the work, you must comply -either with the requirements of paragraphs 1.E.1 through 1.E.7 or -obtain permission for the use of the work and the Project Gutenberg-tm -trademark as set forth in paragraphs 1.E.8 or 1.E.9. - -1.E.3. If an individual Project Gutenberg-tm electronic work is posted -with the permission of the copyright holder, your use and distribution -must comply with both paragraphs 1.E.1 through 1.E.7 and any -additional terms imposed by the copyright holder. Additional terms -will be linked to the Project Gutenberg-tm License for all works -posted with the permission of the copyright holder found at the -beginning of this work. - -1.E.4. Do not unlink or detach or remove the full Project Gutenberg-tm -License terms from this work, or any files containing a part of this -work or any other work associated with Project Gutenberg-tm. - -1.E.5. Do not copy, display, perform, distribute or redistribute this -electronic work, or any part of this electronic work, without -prominently displaying the sentence set forth in paragraph 1.E.1 with -active links or immediate access to the full terms of the Project -Gutenberg-tm License. - -1.E.6. You may convert to and distribute this work in any binary, -compressed, marked up, nonproprietary or proprietary form, including -any word processing or hypertext form. However, if you provide access -to or distribute copies of a Project Gutenberg-tm work in a format -other than "Plain Vanilla ASCII" or other format used in the official -version posted on the official Project Gutenberg-tm web site -(www.gutenberg.org), you must, at no additional cost, fee or expense -to the user, provide a copy, a means of exporting a copy, or a means -of obtaining a copy upon request, of the work in its original "Plain -Vanilla ASCII" or other form. Any alternate format must include the -full Project Gutenberg-tm License as specified in paragraph 1.E.1. - -1.E.7. Do not charge a fee for access to, viewing, displaying, -performing, copying or distributing any Project Gutenberg-tm works -unless you comply with paragraph 1.E.8 or 1.E.9. - -1.E.8. You may charge a reasonable fee for copies of or providing -access to or distributing Project Gutenberg-tm electronic works -provided that - -* You pay a royalty fee of 20% of the gross profits you derive from - the use of Project Gutenberg-tm works calculated using the method - you already use to calculate your applicable taxes. The fee is owed - to the owner of the Project Gutenberg-tm trademark, but he has - agreed to donate royalties under this paragraph to the Project - Gutenberg Literary Archive Foundation. Royalty payments must be paid - within 60 days following each date on which you prepare (or are - legally required to prepare) your periodic tax returns. Royalty - payments should be clearly marked as such and sent to the Project - Gutenberg Literary Archive Foundation at the address specified in - Section 4, "Information about donations to the Project Gutenberg - Literary Archive Foundation." - -* You provide a full refund of any money paid by a user who notifies - you in writing (or by e-mail) within 30 days of receipt that s/he - does not agree to the terms of the full Project Gutenberg-tm - License. You must require such a user to return or destroy all - copies of the works possessed in a physical medium and discontinue - all use of and all access to other copies of Project Gutenberg-tm - works. - -* You provide, in accordance with paragraph 1.F.3, a full refund of - any money paid for a work or a replacement copy, if a defect in the - electronic work is discovered and reported to you within 90 days of - receipt of the work. - -* You comply with all other terms of this agreement for free - distribution of Project Gutenberg-tm works. - -1.E.9. If you wish to charge a fee or distribute a Project -Gutenberg-tm electronic work or group of works on different terms than -are set forth in this agreement, you must obtain permission in writing -from both the Project Gutenberg Literary Archive Foundation and The -Project Gutenberg Trademark LLC, the owner of the Project Gutenberg-tm -trademark. Contact the Foundation as set forth in Section 3 below. - -1.F. - -1.F.1. Project Gutenberg volunteers and employees expend considerable -effort to identify, do copyright research on, transcribe and proofread -works not protected by U.S. copyright law in creating the Project -Gutenberg-tm collection. Despite these efforts, Project Gutenberg-tm -electronic works, and the medium on which they may be stored, may -contain "Defects," such as, but not limited to, incomplete, inaccurate -or corrupt data, transcription errors, a copyright or other -intellectual property infringement, a defective or damaged disk or -other medium, a computer virus, or computer codes that damage or -cannot be read by your equipment. - -1.F.2. LIMITED WARRANTY, DISCLAIMER OF DAMAGES - Except for the "Right -of Replacement or Refund" described in paragraph 1.F.3, the Project -Gutenberg Literary Archive Foundation, the owner of the Project -Gutenberg-tm trademark, and any other party distributing a Project -Gutenberg-tm electronic work under this agreement, disclaim all -liability to you for damages, costs and expenses, including legal -fees. YOU AGREE THAT YOU HAVE NO REMEDIES FOR NEGLIGENCE, STRICT -LIABILITY, BREACH OF WARRANTY OR BREACH OF CONTRACT EXCEPT THOSE -PROVIDED IN PARAGRAPH 1.F.3. YOU AGREE THAT THE FOUNDATION, THE -TRADEMARK OWNER, AND ANY DISTRIBUTOR UNDER THIS AGREEMENT WILL NOT BE -LIABLE TO YOU FOR ACTUAL, DIRECT, INDIRECT, CONSEQUENTIAL, PUNITIVE OR -INCIDENTAL DAMAGES EVEN IF YOU GIVE NOTICE OF THE POSSIBILITY OF SUCH -DAMAGE. - -1.F.3. LIMITED RIGHT OF REPLACEMENT OR REFUND - If you discover a -defect in this electronic work within 90 days of receiving it, you can -receive a refund of the money (if any) you paid for it by sending a -written explanation to the person you received the work from. If you -received the work on a physical medium, you must return the medium -with your written explanation. The person or entity that provided you -with the defective work may elect to provide a replacement copy in -lieu of a refund. If you received the work electronically, the person -or entity providing it to you may choose to give you a second -opportunity to receive the work electronically in lieu of a refund. If -the second copy is also defective, you may demand a refund in writing -without further opportunities to fix the problem. - -1.F.4. Except for the limited right of replacement or refund set forth -in paragraph 1.F.3, this work is provided to you 'AS-IS', WITH NO -OTHER WARRANTIES OF ANY KIND, EXPRESS OR IMPLIED, INCLUDING BUT NOT -LIMITED TO WARRANTIES OF MERCHANTABILITY OR FITNESS FOR ANY PURPOSE. - -1.F.5. Some states do not allow disclaimers of certain implied -warranties or the exclusion or limitation of certain types of -damages. If any disclaimer or limitation set forth in this agreement -violates the law of the state applicable to this agreement, the -agreement shall be interpreted to make the maximum disclaimer or -limitation permitted by the applicable state law. The invalidity or -unenforceability of any provision of this agreement shall not void the -remaining provisions. - -1.F.6. INDEMNITY - You agree to indemnify and hold the Foundation, the -trademark owner, any agent or employee of the Foundation, anyone -providing copies of Project Gutenberg-tm electronic works in -accordance with this agreement, and any volunteers associated with the -production, promotion and distribution of Project Gutenberg-tm -electronic works, harmless from all liability, costs and expenses, -including legal fees, that arise directly or indirectly from any of -the following which you do or cause to occur: (a) distribution of this -or any Project Gutenberg-tm work, (b) alteration, modification, or -additions or deletions to any Project Gutenberg-tm work, and (c) any -Defect you cause. - -Section 2. Information about the Mission of Project Gutenberg-tm - -Project Gutenberg-tm is synonymous with the free distribution of -electronic works in formats readable by the widest variety of -computers including obsolete, old, middle-aged and new computers. It -exists because of the efforts of hundreds of volunteers and donations -from people in all walks of life. - -Volunteers and financial support to provide volunteers with the -assistance they need are critical to reaching Project Gutenberg-tm's -goals and ensuring that the Project Gutenberg-tm collection will -remain freely available for generations to come. In 2001, the Project -Gutenberg Literary Archive Foundation was created to provide a secure -and permanent future for Project Gutenberg-tm and future -generations. To learn more about the Project Gutenberg Literary -Archive Foundation and how your efforts and donations can help, see -Sections 3 and 4 and the Foundation information page at -www.gutenberg.org - - - -Section 3. Information about the Project Gutenberg Literary Archive Foundation - -The Project Gutenberg Literary Archive Foundation is a non profit -501(c)(3) educational corporation organized under the laws of the -state of Mississippi and granted tax exempt status by the Internal -Revenue Service. The Foundation's EIN or federal tax identification -number is 64-6221541. Contributions to the Project Gutenberg Literary -Archive Foundation are tax deductible to the full extent permitted by -U.S. federal laws and your state's laws. - -The Foundation's principal office is in Fairbanks, Alaska, with the -mailing address: PO Box 750175, Fairbanks, AK 99775, but its -volunteers and employees are scattered throughout numerous -locations. Its business office is located at 809 North 1500 West, Salt -Lake City, UT 84116, (801) 596-1887. Email contact links and up to -date contact information can be found at the Foundation's web site and -official page at www.gutenberg.org/contact - -For additional contact information: - - Dr. Gregory B. Newby - Chief Executive and Director - gbnewby@pglaf.org - -Section 4. Information about Donations to the Project Gutenberg -Literary Archive Foundation - -Project Gutenberg-tm depends upon and cannot survive without wide -spread public support and donations to carry out its mission of -increasing the number of public domain and licensed works that can be -freely distributed in machine readable form accessible by the widest -array of equipment including outdated equipment. Many small donations -($1 to $5,000) are particularly important to maintaining tax exempt -status with the IRS. - -The Foundation is committed to complying with the laws regulating -charities and charitable donations in all 50 states of the United -States. Compliance requirements are not uniform and it takes a -considerable effort, much paperwork and many fees to meet and keep up -with these requirements. We do not solicit donations in locations -where we have not received written confirmation of compliance. To SEND -DONATIONS or determine the status of compliance for any particular -state visit www.gutenberg.org/donate - -While we cannot and do not solicit contributions from states where we -have not met the solicitation requirements, we know of no prohibition -against accepting unsolicited donations from donors in such states who -approach us with offers to donate. - -International donations are gratefully accepted, but we cannot make -any statements concerning tax treatment of donations received from -outside the United States. U.S. laws alone swamp our small staff. - -Please check the Project Gutenberg Web pages for current donation -methods and addresses. Donations are accepted in a number of other -ways including checks, online payments and credit card donations. To -donate, please visit: www.gutenberg.org/donate - -Section 5. General Information About Project Gutenberg-tm electronic works. - -Professor Michael S. Hart was the originator of the Project -Gutenberg-tm concept of a library of electronic works that could be -freely shared with anyone. For forty years, he produced and -distributed Project Gutenberg-tm eBooks with only a loose network of -volunteer support. - -Project Gutenberg-tm eBooks are often created from several printed -editions, all of which are confirmed as not protected by copyright in -the U.S. unless a copyright notice is included. Thus, we do not -necessarily keep eBooks in compliance with any particular paper -edition. - -Most people start at our Web site which has the main PG search -facility: www.gutenberg.org - -This Web site includes information about Project Gutenberg-tm, -including how to make donations to the Project Gutenberg Literary -Archive Foundation, how to help produce our new eBooks, and how to -subscribe to our email newsletter to hear about new eBooks. - - - -</pre> +<div>*** END OF THE PROJECT GUTENBERG EBOOK 56770 ***</div> </body> </html> |
