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authorRoger Frank <rfrank@pglaf.org>2025-10-14 20:08:22 -0700
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+The Project Gutenberg EBook of Recuerdos y bellezas de España; Córdoba, by
+Pedro D. Madrazo
+
+This eBook is for the use of anyone anywhere at no cost and with
+almost no restrictions whatsoever. You may copy it, give it away or
+re-use it under the terms of the Project Gutenberg License included
+with this eBook or online at www.gutenberg.org
+
+
+Title: Recuerdos y bellezas de España; Córdoba
+
+Author: Pedro D. Madrazo
+
+Illustrator: Francisco Javier Parcerisa
+
+Release Date: October 1, 2011 [EBook #37590]
+
+Language: Spanish
+
+Character set encoding: ISO-8859-1
+
+*** START OF THIS PROJECT GUTENBERG EBOOK RECUERDOS Y BELLEZAS DE ESPA¤A ***
+
+
+
+
+Produced by Chuck Greif and the Online Distributed
+Proofreading Team at http://www.pgdp.net (This book was
+produced from scanned images of public domain material
+from the Google Print project.)
+
+
+
+
+
+
+
+
+RECUERDOS Y BELLEZAS
+DE
+ESPAÑA.
+
+CÓRDOBA.
+
+_Es propiedad de F. J. Parcerisa._
+
+MADRID.--IMPRENTA DE REPULLÉS.--1855.
+
+
+
+
+RECUERDOS Y BELLEZAS DE ESPAÑA
+
+BAJO
+LA
+
+REAL PROTECCION DE
+
+S.S.M.M. LA REINA Y EL REY.
+
+_obra destinada a dar a conocer sus monumentos y
+antiguedades, en laminas dibujadas del natural_
+
+POR
+
+F.J. Parcerisa
+
+_escrita y documentada por_
+
+P. de MADRAZO.
+
+CORDOBA.
+
+
+
+
+RECUERDOS Y BELLEZAS DE ESPAÑA.
+
+SEVILLA, CÓRDOBA, CÁDIZ.
+
+INTRODUCCION.
+
+
+Doraban los primeros rayos del sol las cumbres de Sierra Nevada cuando,
+próximos á empezar á escribir este viaje, quisimos gozar por última vez
+de la frescura que respiran las alamedas del Generalife y de la
+Alhambra. Apoderóse de nosotros una dulce melancolía, y no tardamos en
+dejar por veredas ocultas y solitarias los caminos deliciosos en que se
+confunden con el murmullo de las aguas los suspiros del viento entre los
+árboles. Llegamos involuntariamente al pié de la torre del Agua: nos
+detuvimos, contemplamos de nuevo aquel sombrío paisage donde no se
+destacan sobre el azul del cielo mas que torres silenciosas coronadas de
+almenas, y sentimos por instantes latir precipitadamente el corazon y
+concentrarse el alma en la tristeza. Un viajero no menos entusiasta, á
+quien servimos de guia en todas nuestras escursiones, estaba sentado á
+poca distancia de nosotros entre las ruinas de la torre: levantó la
+cabeza, pronunció algunas palabras que solo vimos errar entre sus
+labios, y volvió á caer en una meditacion profunda. Nos acercamos á él,
+y entonces dijo:
+
+«¿Os conmueve mi dolor? ¡Ah! veo que brotan tambien lágrimas de vuestros
+ojos: teneis corazon y me comprendereis. He recorrido muchos paises, y
+no he visto una ciudad como Granada. Los rios que se enlazan á sus
+puertas corriendo entre orillas cubiertas de álamos y flores, la Vega
+que se estiende á sus piés como una alfombra de verdura, la pintoresca
+sierra sobre cuyas blancas vertientes se destacan sus arboledas y sus
+muros, los cerros en cuyas cumbres estan sentados su Albaicin y su
+Alhambra ceñidos de torreones, sus angosturas del Darro donde canta el
+agua en el fondo del follage, su cielo oriental en que he llegado á
+descubrir con los ojos de la imaginacion el fantástico paraiso del
+Profeta, el gorgear de las aves en el seno de sus deliciosas enramadas,
+la dulce armonía de sus brisas perfumadas por el aliento que despiden
+sus cármenes floridos, los caprichosos reflejos del sol en las verdes
+faldas de sus colinas, la melancólica luz de la luna que cruza su
+horizonte entre coros de estrellas como una reina de hadas entre las
+vaporosas ninfas de sus lagunas y corrientes, hasta esas mismas noches
+tenebrosas en que apenas cabe distinguir la silhueta de sus viejos
+monumentos, han escitado en mí sensaciones que nunca habia tenido,
+sentimientos que no habian hecho palpitar nunca mi corazon gastado,
+ideas que no me hubiera atrevido á concebir ni aun al desbordarse á
+torrentes mi loca fantasía. A todas horas, en todas ocasiones he
+contemplado con indefinible placer esa ciudad que brota de las orillas
+de dos rios como una hija del agua del fondo de su lago, esa cadena de
+montes que á la vaga luz del crepúsculo parecen colosos sentados en el
+espacio para guardar la Vega, ese cielo diáfano y trasparente prendido
+en las cumbres de esos cerros como una estrellada colgadura de seda en
+las cúspides de las palmeras que constituyen la tienda de un califa. Ora
+ligeramente recostado en uno de esos árboles sobre cuyos ramages han
+sacudido su manto de nieblas mas de cuatro siglos, ora entre los
+escombros de ese viejo alcázar que va desmoronando el tiempo, he
+recordado con la cabeza sobre el pecho la historia y las tradiciones de
+Granada; y al levantar la frente he mirado aun con mayor interes esa
+naturaleza que desplegaba á mi alrededor tanta riqueza y hermosura. En
+esa sierra coronada de nieves eternas no he visto mas que el sepulcro de
+un rey moro; en ese valle cubierto de flores, olas de garzotas y
+penachos flotando sobre relucientes armaduras; en esos rios que se
+deslizan mansamente bajo la sombra de los álamos, aguas destinadas á
+bañar las adelfas y cipreses que embellecen la tumba de los héroes
+muertos en ese vasto campo de batalla; en esos montes apartados,
+circuidos de precipicios, tiendas de reyes que vinieron á estender sus
+pendones de guerra sobre los muros de esta fortaleza; en esa ciudad que
+está aqui, á la estremidad del valle, reclinada sobre colinas
+pintorescas, una reina de torneo dispuesta á ceñir las sienes del
+vencedor con la corona de sus palacios y baluartes. He vuelto á inclinar
+la cabeza á meditar: ¡ay! y he sentido una amargura inmensa al observar
+que no eran los sentidos sino la imaginacion lo que habia puesto entre
+mi cuerpo y la naturaleza ese velo de la historia y la poesía. He
+recogido mi alma y escuchado en silencio. No he oido mas que el rumor
+del insecto sobre la yerba, el del tiempo entre las grietas de los
+torreones medio caidos, el de la brisa entre los escombros, el del agua
+sobre las guijas que cubren el fondo de su cauce. Deseaba oir acentos de
+vida, y no he oido sino voces salidas del seno de las ruinas, no he oido
+sino la voz de la muerte. Granada me ha parecido entonces un panteon, y
+he derramado sobre ella lágrimas que han abrasado mis megillas.
+
+»¿Qué has hecho de tu gloria, le he dicho lleno de dolor? ¿de qué muro
+cuelgan las espadas de tus héroes? ¿dónde estan el trono de tus reyes y
+la silla de tus cadíes? ¿ninguno de tus libros pudo salvarse de la
+hoguera? ¡Ay! cada siglo va arrancando una hoja de la corona de tu
+gloria; y permaneces muda é impasible como un cadáver. Húndense las
+últimas casas de tus moriscos; desaparecen bajo la mano del embadurnador
+los bien labrados estucos de tus monumentos árabes; las columnas de
+marmol de tus alcázares rechazan ya los arcos festonados de tus
+misteriosas galerías; ¿cómo no corres á detener con tu mano la
+artesonada techumbre de tus antiguos salones, las fuentes que decoraban
+tus jardines, las murallas que sirvieron de escudo á tus guerreros, los
+voluptuosos patios en que soñaron tus sultanas, los encantados miradores
+en que distrajeron su melancolía las cautivas de tus reyes? Esa ciudad
+que miro cercada de viejos muros y torreones ¿será tal vez solo el
+sepulcro en que dormirá Granada? ¿será quizás solo una sombra de la
+espléndida corte de los árabes?
+
+»He creido oir entonces á la ciudad diciendo: Sí, soy solo una sombra de
+lo que fuí algun dia: los que me levantaron estan para siempre
+proscritos, las joyas con que me engalanaron han sido entregadas al
+hierro y al fuego de mis enemigos, los vestidos que me dieron han sido
+desgarrados por el acero de los que ofendí con mis miradas. Me han
+dejado pobre y desnuda al margen de dos rios, han arrebatado de mis
+sienes la diadema que podia recordar los dias de mi grandeza, y han
+dicho al mundo: héla aqui á la orgullosa reina musulmana: héla aqui
+reducida á contemplar en sus aguas cristalinas su marchita hermosura.
+Manaba en oro y hoy está condenada á recoger el que contienen las arenas
+de sus rios; armábanse á su voz millares de soldados, y hoy se pierden
+en la cavidad de su boca sus palabras; mirábanla los reyes con envidia
+desde lo alto de sus cerros, y hoy pasa junto á ella el viajero
+preguntando con indiferencia por la mendiga que reflejan el Genil y el
+Darro. Sí, soy ya una sombra; pero, yo sombra, me rio aun de los que
+para afrentarme pusieron sobre mi cabeza la ceniza de mis monumentos y
+la de los hijos que perdí en la hoguera. ¿Quién podrá quitarme ese
+horizonte azul, mi cielo de oro? ¿quién mis colinas cubiertas de
+naranjos, mis paseos ocultos bajo las copas de los álamos? Esta esclava
+es aun reina á pesar de sus contrarios. Tiene aun lechos de flores en
+que descansar de sus fatigas, rios de aguas puras y trasparentes en que
+templar sus fuerzas, montes poblados de arboledas en que divertir sus
+ojos, cármenes que embalsamen el aire que respira, laureles que coronen
+su frente y le recuerden sus dias de ventura, estrellas que la rodeen de
+una esplendente aureola, auras apacibles que agiten su flotante
+cabellera. Levantaos sobre la mas alta de vuestras torres, ciudades
+españolas: miradme por encima de las cumbres que de mí os separan,
+miradme y ved si no trocariais la mejor de vuestras joyas por mis cerros
+de nacar y mis pintados valles, por la margen de mis arroyos y las
+orillas de mis rios, por el sol que tiñe de fuego mi horizonte y la
+luna que cubre mis bosques de misterio. Soy ya una sombra; pero el genio
+de la belleza y la armonía velan aun mi sueño como en los dias de mis
+reyes. La naturaleza no me ha sido nunca infiel: ciñó de flores mi cuna
+y está ciñendo de flores mi sepulcro; á cada paso que doy hácia la tumba
+hace brotar bajo mis pies una vegetacion mas caprichosa. No hay en mí
+desnudez que ella no compense con sus brillantes galas, no derramo una
+lágrima que ella no recoja con amor para fecundar mi vega, no exhalo un
+acento de dolor á que ella no conteste con la dulce voz de las brisas,
+el murmullo de las aguas y los melodiosos trinos del ave que canta en la
+enramada. ¡Gracias mil te sean dadas, naturaleza bienhechora! tú, tú
+eres mi reina y mi consuelo. Mis palabras mueren ya en mis labios; pero
+tú oyes la voz de mi corazon y sabes cuanto te amo: hasta el pie de mi
+ataud entonaré por tí cánticos de gloria y de alabanza. La hermosura y
+riqueza que nos dan los hombres perece bajo la espada de los hombres:
+solo tus inagotables tesoros sobreviven al furor de las armas, al
+tremendo empuje de los siglos, á la devastadora fuerza de las
+revoluciones que pasan como el huracan sobre la frente de los pueblos.
+Me siento morir, pero no temo: las ramas de mis árboles se mecerán aun
+sobre la losa de mi tumba, y tú dirás al viajero con la voz del aura que
+suspira entre sus hojas: dobla la rodilla sobre estas tristes ruinas,
+viajero; son las ruinas de Granada.
+
+»Adoraba la naturaleza y gozaba en medio de los escombros; pero nunca
+como despues de haber creido oir en boca de esa ciudad estas palabras.
+La naturaleza es ahora mi único espectáculo, mi templo. Las mas sublimes
+armonías inspiradas por el arte me parecen frias ante el susurro del
+viento entre las hojas, el canto del arroyo entre las peñas, el eco del
+torrente en el fondo de los bosques, el rugido del viento sobre las
+cumbres de los cerros y el estallido del rayo entre las nubes. Las
+sombrías iglesias bizantinas, las misteriosas catedrales góticas, los
+risueños templos de la Grecia, las aterradoras profundidades de la India
+me parecen mezquinas ante ese inmenso santuario que lleva sobre haces de
+montes la estrellada bóveda del cielo. El sol es su lámpara de oro; los
+demas astros, sus lámparas de plata; prados cubiertos de flores, su
+pavimento; selvas frondosas, sus ricas colgaduras; colinas tapizadas de
+musgo, sus altares; todos los seres que existen son sus dioses. No, no
+hay otro templo como ese globo que rueda eternamente en el espacio
+envuelto en el torbellino de los mundos: la vida se transforma sin
+cesar, y hallan cada dia en él los sentidos un nuevo espectáculo, la
+razon nuevas alas para remontarse al origen de los seres, la reflexion
+nuevos motivos para las meditaciones mas severas. No solo siento amor
+por la naturaleza; siento entusiasmo y hasta delirio. ¿Cómo he de
+separarme sin dolor de estos lugares en que estan encerradas tantas y
+tan grandes bellezas? ¿Dónde he de volver á encontrar el horizonte de
+Granada? ¿dónde esas torres doradas que surgen del seno de las alamedas,
+esos cerros de nieve en que el sol refleja sus colores, esos arroyos que
+bullen entre el musgo de las ruinas? Amo tambien los monumentos en que
+está condensada la historia de los siglos: ¿dónde encontraré este
+alcázar cuya riqueza deslumbra aun al través del polvo que la cubre?
+¿esas misteriosas galerías en que á la luz de la tarde se cree ver
+diseñadas las sombras de gallardas moras? ¿esos salones pintados de oro
+en que la imaginacion evoca la brillante corte de los antiguos reyes y
+los sangrientos espectros de los abencerrages muertos á traicion por la
+mano del verdugo? ¿esos patios encantados cuyos arrayanes plantados á
+las orillas de sus estanques salpica el agua de una que otra fuente? Os
+he seguido paso á paso en todos vuestros viajes; mas no me siento ya con
+fuerzas para seguiros en el de Córdoba y Sevilla. He dado con mi bello
+ideal: ¿cómo quereis que descienda de ese cielo donde los sentidos, el
+corazon, la fantasía se espacian sin encontrar límite alguno? Idos en
+paz y dejadme respirar aun el aire de Granada. Este suelo es ya el suelo
+de mi patria: dejadme contemplar en él desde los escombros de lo pasado
+el espectáculo de esa naturaleza siempre bella que rejuvenecen
+incesantemente el soplo de la eternidad y la mano de los hombres. Deseo
+vivir y espirar en medio de este vasto panorama: ¡ay! ¡ojalá que al
+cerrar mis párpados el dedo de la muerte haya quien me sepulte al margen
+de esos rios bajo la copa de esos álamos frondosos!»
+
+Estuvimos por unos instantes en silencio. El entusiasmo con que este
+viajero habia hablado de la naturaleza acababa de herir una de las mas
+delicadas fibras de nuestra alma; y buscábamos en vano palabras con que
+pudiésemos dominar su exaltada fantasía. No las encontramos hasta que
+algo recobrados de la primera impresion, ¿amais le dijimos, la
+naturaleza y os encerrais en uno de sus cuadros? ¿Qué es todo este vasto
+espectáculo de Granada para el de ese inmenso Océano cuyas olas azotan
+sin cesar las murallas de Cádiz como legiones de combatientes que han
+jurado su ruina? ¿qué son estos rios de Genil y Darro para ese imponente
+Guadalquivir que despues de haber cubierto de flores las fecundas
+praderas de Córdoba y Sevilla baja precipitadamente á sepultarse en el
+fondo de los mares? ¿qué las alamedas de la Alhambra para los encantados
+jardines del Alcázar de Sevilla y los bosques de naranjos que circundan
+el palacio de S. Telmo? ¿Es acaso comparable esta vega con las dilatadas
+llanuras á que dan sombra los mas decantados olivos de la Andalucía?
+¿con los pintorescos valles de Carmona, cuyos oteros y altozanos
+vestidos de mil colores sorprenden aun al que los contempla desde las
+desmoronadas torres de su antigua fortaleza? ¿con los feraces campos de
+Sevilla, donde se oculta el hombre entre las mieses? La naturaleza es
+aqui mas bella que grandiosa. Ni el bramido del mar, ni el eco del
+torrente llegan hasta la cumbre de estas alturas solitarias. Crecen en
+esas faldas el laurel y el álamo; pero no el castaño, el haya, el pino
+abeto, entre cuyas ramas ahulla el viento de una manera salvage y
+misteriosa. El agua no salta aqui en cascadas á lo profundo de los
+abismos. El fuego de la tempestad alumbra raras veces esos montes; la
+tierra no se estremece sino instantáneamente al impulso de horribles
+terremotos. No, no es Granada donde cabe admirar mas el poder de Dios y
+la grandeza del mundo. Hemos visto en Cádiz al sol sumergiéndose en las
+aguas del Océano con una aureola de tinieblas; hemos visto á ese mismo
+Océano invadiendo silenciosamente la playa y retirando despues con una
+calma aterradora sus hinchadas olas; hemos visto esas olas, altas como
+montes, arrojándose heridas por la luz del rayo sobre los muros de la
+ciudad sumida en duelo: alli es donde la naturaleza se ostenta con toda
+la sublimidad de que pudo revestirla su autor al hacerla brotar llena de
+vida de entre la confusion y el caos, alli es donde se ensancha el
+corazon, alli es donde la imaginacion cruza el espacio y rasga el velo
+que oculta á nuestros ojos lo infinito.
+
+Bella, bellísima es Granada; mas ¿faltan acaso pueblos que rivalicen con
+ella en hermosura? Refléjase en las aguas del Guadalquivir una ciudad
+aun árabe que fue en otro tiempo corte de los califas. No es ya la
+rival de Bagdad ni el segundo santuario del Profeta; no cuenta ya en su
+recinto los palacios llenos de grandeza y de poesía que dejaron atrás la
+magnificencia del Oriente; no tiene ya los encantados vergeles ni los
+bosques de palmeras que perfumaron sus brisas y la defendieron de los
+ardores del verano; pero os cautivará aun, cuando la veais medio dormida
+al pie del rio, sobre una de las mas pintorescas faldas de Sierra
+Morena, á la sombra de frondosas arboledas cuyos ramages mece el viento
+sobre sus viejos muros. Circúndanla aun huertas deleitosas salpicadas de
+flores; báñanla arroyos cristalinos cuya sonora corriente se desliza
+entre campos de verdura; cércanla á distancia montes escarpados en cuyas
+cimas se destacan sobre el azul del cielo ruinas imponentes de antiguas
+fortalezas. Vastos olivares cuyas ramas sucumben al peso de los frutos
+cubren el suelo de su feraz campiña; álamos, naranjos, una que otra
+palmera solitaria verdean entre sus monumentos abrasados por los siglos.
+Tiene junto al rio un edificio grande, inmenso, coronado de almenas,
+circuido de ricas ventanas de herradura, adornado de hermosas celosías,
+dominado por una torre que arroja hoy á lo lejos la voz de sus campanas,
+edificio medio musulman, medio cristiano que ni bien presenta el aspecto
+de un templo, ni bien el de un castillo, construccion rara, heterogénea,
+híbrida, donde cada pueblo ha puesto su piedra y cada estilo ha
+pretendido imprimir su forma y su carácter: no cabe ya mas en
+arquitectura para subyugar la fantasía y turbar nuestros sentidos.
+Penetramos en él y nos creemos de repente trasportados á la region de
+los sueños. Centenares de columnas de marmol sostienen los arcos de sus
+bóvedas. Aquellas son todas de diferente color, estos de distinta curva.
+Vése al través del ultra-semicircular el de herradura, sobre el de
+herradura el de segmento, entre unos y otros la cimbra romana, la ojiva,
+el arco rebajado. Enlázanse entre sí los de segmento cruzándose,
+sobreponiéndose, formando varios y vistosos juegos; presentan en todas
+partes rasgos de originalidad y de hermosura. Capiteles que apenas
+parece haber tocado el cincel árabe, puertas de mosáico donde aparecen
+pintados de colores y oro los mas caprichosos adornos bizantinos,
+cúpulas levantadas sobre ligeras columnas, bóvedas de alabastro,
+ajimeces de elegante calado donde la naturaleza hace oir aun voces
+misteriosas, muros cubiertos de relieves de estuco, preciosos alicatados
+en que de las mismas leyes geométricas se ve brotar á raudales la
+armonía, objetos á cual mas bellos detienen por momentos los pasos del
+viajero, que apenas acierta á contemplarlos sin que en medio de la
+soledad y el silencio que le rodea crea percibir aun el dulce aliento de
+los genios que crearon tan vasto monumento. Está encerrada en medio de
+la mezquita árabe una catedral cristiana; y se pierde de vista entre
+aquellos inmensos grupos de columnas como una cabaña entre las hayas del
+bosque ó una pequeña nave entre las embravecidas olas del Océano.
+
+[Illustration: CURVAS EMPLEADAS EN DIVERSOS ESTILOS ARQUITECTÓNICOS.
+
+_Ojival lancetal._ _Angrelado ó de ondas._ _Trebolado apuntado._
+
+_Ojival lúmido._ _Conopial._ _Apuntado ú ojival equilátero._
+
+_Apainelado ó de vuelta de cordel ó carpanel._
+
+_Ultrasemicircular ó de herradura._ _De medio punto ó plena cimbra._
+
+_Florenzado._
+
+_Apainelado apuntado._
+
+_Trebolado de herradura._
+
+_De segmento ó rebajado ó escarzano._ _Quinquefoliado._ _Remontado ó
+peraltado._]
+
+Lo que habeis visto en este alcázar árabe es bello, voluptuoso, rico;
+refleja perfectamente el sensualismo oriental, la suntuosidad de los
+reyes nazaritas, la imaginacion poética del musulman que siente latir su
+corazon por el amor ó por la gloria; mas no es siquiera comparable con
+lo de aquel templo, donde todo es magestuoso, donde todo respira
+ascetismo, donde en medio de la variedad se ve campear esa misma unidad
+que estableció el Profeta por base de su sistema religioso. La Alhambra
+fue empezada á construir en el siglo XIII, cuando acababan de humillar
+la frente bajo los estandartes cristianos las ciudades de Córdoba y
+Sevilla, cuando á no ser por la audacia y el talento de un jóven
+guerrero, descendiente de una de las antiguas dinastías[1], hubieran
+pasado los ejércitos de S. Fernando sobre el reino de Granada como las
+aguas del Mar Rojo sobre las tropas de Egipto; fue construida en una
+mala época, en una época en que todo estaba ya dividido, relajado,
+oscurecido por las tinieblas de la filosofía, medio destruido por el
+orgullo de las sectas y los hábitos de desorden que engendra la guerra
+civil y hasta las mismas luchas nacionales. El arte, que sigue la misma
+marcha que los pueblos, habia ido degradándose en medio de tan graves
+trastornos, y al encargarse de edificar este palacio, no supo hacer mas
+que cubrirse de brillantes velos para ocultar su decadencia. Las curvas
+de la Alhambra son ya vagas, exageradas, sin carácter: pasan del
+semicírculo y no son ultrasemicirculares; presentan mayor profundidad en
+los arranques, y no son, sin embargo, de herradura; han perdido la
+sencillez que debia constituir principalmente su hermosura, y han pasado
+de complicacion en complicacion hasta el arco festonado, el arco de
+onda, el arco estalactítico[A]. Enjutas irregulares y sin objeto han
+venido á sentarse sobre los arcos, y no constan aquellas sino de tablas
+de yeso labrado separadas y sostenidas por una armazon de madera que el
+tiempo va descubriendo á los ojos del artista. Las lineas geométricas
+van dominando, las tradicionales perdiéndose en un confuso mar de
+adornos, faltos absolutamente de sentido. Multiplícanse unos sobre otros
+los relieves, distribúyense caprichosamente acá y acullá las leyendas
+religiosas, repítese mil veces en las paredes de los salones y los
+patios un mismo verso del Coran, un mismo mote. Reina en muchas partes
+un gusto frívolo: hay en todo belleza, pero belleza de ejecucion, no esa
+belleza que el sentimiento inspira. La Alhambra es hija de la fantasía,
+es si se quiere un palacio encantado concebido en una noche de insomnio;
+mas está lejos de ser una de esas obras en que está retratada la vida
+interior no ya de una época, sino de todo un pueblo.
+
+La mezquita de Córdoba fue empezada por Abd-el-rhaman, por aquel ilustre
+vástago de la familia de los Ommyadas á quien pareció haber salvado la
+Providencia del furor de los Abassydas para que viniera á cortar las
+discordias que ensangrentaban el suelo de la patria. El fanatismo
+religioso estaba á la sazon en todo su vigor entre los árabes: acababan
+de arrastrar consigo al grito de _no hay mas Dios que Dios_ las naciones
+de Asia y Africa, y se sentian con entusiasmo para ir á clavar el
+estandarte del Profeta en los mas apartados límites de Europa. Eran
+antes que todo creyentes: invadian los imperios con el objeto de hacer
+preponderar su ley, y aun despues de mil derrotas persistian con
+tenacidad en sus empresas, seguros de que habian de encontrar en el
+campo de batalla el camino del Paraiso. Emancipados ya de la silla de
+Oriente los que aqui vivian, sentian mas que nunca la necesidad de
+recordar los templos y lugares en que estaban vinculados los recuerdos
+de Mahoma; suspiraban por no poder visitar Zahara, Meca, Medina, todos
+esos pueblos en que empezó á constituirse su nacionalidad y su
+independencia; no deseaban mas que ver reproducida de algun modo en
+Occidente la memoria de los hechos consignados alli en el pavimento de
+sus mezquitas, en las piedras de sus muros y en las praderas de sus
+fecundos valles. Abd-el-rhaman se propuso satisfacer esta necesidad; no
+levantó ya un templo para su corte, levantó un segundo santuario para el
+islamismo, levantó una mezquita que rivalizara con la de la Meca y fuese
+otro lugar de peregrinacion para todo el que creyese en el nuevo
+enviado de Alá sobre la tierra. Nada perdonó para que saliese su obra
+llena de magestad y de grandeza: derramó sobre ella á raudales mármoles,
+alabastro, cristal, oro; recogió con avidez de entre las ruinas del
+antiguo imperio las columnas que adornaron algun dia los templos de los
+ídolos; aprovechó todos los elementos que le ofrecia lo pasado; convocó
+á los artistas árabes, á los europeos, á los bizantinos; y logró que
+contribuyeran á la construccion de tan gran monumento las religiones
+vencidas, las que sostenian aun la lucha con la del Profeta, los
+imponentes restos de la antigüedad, la ciencia de su época. No pudo
+hacer prevalecer en ella la igualdad de ornamentacion ni la de formas;
+no pudo imprimir en todos sus detalles el sello de la originalidad; no
+pudo arrojarla á los ojos del mundo como una construccion puramente
+árabe; mas ¿quién duda que presentó en ella el mas fantástico y el mas
+acabado conjunto que cabia esperar de un siglo en que dominaba sobre
+vencedores y vencidos la barbarie?
+
+Es preciso conocer á fondo la arquitectura árabe. La arquitectura árabe
+no es primitiva, es derivada; pero no es tampoco posible convenir en que
+sea una simple restauracion del arte antiguo. Desarrolló sobre las
+líneas romanas formas caprichosas, y logró hacer desaparecer sus plagios
+bajo la oriental armonía del conjunto. Adoptó, ademas de las líneas
+romanas, el capitel bizantino, el abaco de los egipcios, la ojiva de los
+cruzados, el ornato de los arquitectos del bajo imperio; mas combinó con
+tanto acierto y novedad estos confusos elementos, que identificada con
+ellos se presentó original como la mejor de las arquitecturas á que dió
+origen la edad media. La arquitectura árabe es indudablemente una
+paradoja: está compuesta de miembros heterogéneos y forma sin embargo un
+cuerpo del todo compacto y homogéneo; apenas tiene un detalle suyo, y es
+sin embargo suyo el conjunto. Es generalmente sensualista y caprichosa:
+se apodera hoy de un arco, de un adorno, de una forma cualquiera, y
+mañana hace ya con ella mil combinaciones; busca para mejor deslumbrar
+los mármoles mas preciados, dora los capiteles, pinta el fondo de los
+relieves, engasta ópalos y cornalinas en las celosías, forma con menuda
+piedra los mosáicos, distribuye con profusion y de la manera mas vistosa
+todos los elementos de que dispone, columnas, arcos, cúpulas y
+cupulinos, almocárabes, cintas, hojas, entrelazos, flores; procura que
+cada monumento tenga su perspectiva, estudia con detencion cómo ha de
+sorprender los sentidos, y apela para alcanzarlo no solo al arte, sino á
+la vegetacion, á la naturaleza. Llevó en su último período al estremo
+este sensualismo; mas no en el primero, en que procuró conservar siempre
+un carácter esencialmente religioso. Las columnas de sus mezquitas
+aparecen casi entre tinieblas; los ajimeces no derraman sobre ella mas
+que una luz dudosa. Sus techos de cedro son bajos y de sencillos
+artesones; sus ricas capillas de mosáico y oro estan cubiertas de
+misterio. Sus ostentosos mihrabs respiran la mayor magnificencia y
+hermosura; pero yacen tambien en la oscuridad y no es posible distinguir
+sus detalles sino á la luz de la lámpara que baja del centro de la
+bóveda. La mayor parte de los capiteles no estan mas que bosquejados; la
+ornamentacion es severa; las inscripciones escritas en las portadas
+encierran casi siempre un sentido muy profundo. Las paredes son muros
+almenados, ceñidos de torreones; los patios, vastos cuadros en que crece
+cuando mas el arrayan á las orillas de un estanque. Llevan las fachadas
+bellísimos relieves; pero está muy lejos de respirar la suntuosidad del
+interior, donde el arte desarrolla el inagotable tesoro de sus variadas
+y caprichosas formas.
+
+El primer período de esta arquitectura corresponde á la época religiosa
+de la historia de los árabes: ¿cómo podia el artista, que vive de la
+vida de su siglo, dejar de inspirarse en los libros sagrados, ni dejar
+de obedecer á la irresistible fuerza de las creencias nacionales? Toda
+religion es en sus principios misteriosa y sombría: señala con la mano
+el cielo y hace olvidar la tierra; preocupa con la idea de una vida
+futura el entendimiento y arroja al hombre en el mas ascético
+estoicismo. Personifica en Dios mas el poder que el amor, mas la
+justicia que la misericordia; le presenta colérico y dispuesto á
+precipitar al fondo de los abismos á cuantos no hayan concentrado en él
+su corazon y su inteligencia; impone los ánimos por medio del terror, y
+convierte á los pueblos mas bien que en creyentes, en esclavos de la
+creencia. El mahometismo procedió del mismo modo; y el arte, aun
+disponiendo de elementos llenos de gracia y de belleza, no pudo menos de
+comunicar severidad á la mayor parte de sus obras. Relajóse algo despues
+el esclusivismo; mas la arquitectura lejos de sentir esta relajacion,
+fue aun mejorando y armonizando mas y mas sus formas, fue dulcificando
+su carácter, fue embelleciéndose y procurando con mayor ahinco cautivar
+los ojos y la fantasía. No decayó sino mucho mas tarde, cuando ya
+quebrantada la unidad política quedó minado por su base el sistema del
+Profeta, cuando no era ya la religion mas que un vano simulacro, cuando
+cada valí aspiraba á la corona y cada árabe se creía con derecho para
+levantar un rey sobre su escudo. Siguió aun entonces ataviándose; pero
+con adornos frívolos, con esos adornos de la Alhambra, bellos y
+brillantes, sí, pero falsos, poco artísticos, destituidos los mas, si no
+de gusto, de sentido. No es solamente en la Alhambra donde debe ser
+estudiado el estilo de los árabes; merece ser estudiado en Sevilla, y,
+mas aun que en Sevilla, en Córdoba, en esa Córdoba medio musulmana aun
+despues de haber pasado sobre ella la tea de las discordias civiles, la
+espada de los reyes cristianos, el hacha de las revoluciones y el pico
+de la ignorancia y la barbarie. El Alcázar de Sevilla es casi una
+reproduccion del de Granada; mas la mezquita de Córdoba, ademas de ser
+un monumento del todo original en su género, es el álbum en que está
+consignada toda la historia del arte árabe, es la obra en que cabe
+seguir paso por paso la infancia, la virilidad, hasta la decadencia de
+ese estilo oriental que tanto os habrá hecho gozar y soñar en medio de
+estos encantados salones que perfuma aun el aliento de las flores, anima
+el murmullo de las fuentes, poetiza el recuerdo de los hechos en ellos
+ocurrídos y cubre de interes la tradicion y la leyenda.
+
+Ameis la naturaleza ó ameis el arte, conviene que dejeis ya estos
+lugares donde tanto habeis sentido el placer y la melancolía. En Granada
+apenas habeis admirado mas que el genio de los árabes: no habeis
+penetrado en el seno de ninguna de esas catedrales góticas en cuyas
+altas y oscuras bóvedas se pierden las miradas del hombre, ni atravesado
+el umbral de ninguna de esas capillas bizantinas creadas por la sombría
+imaginacion del sacerdote; no habeis recorrido en silencio ruinas de
+pueblos sepultados bajo sus escombros, no habeis encontrado monumentos
+donde os fuese licito evocar el espectro de esos temidos héroes del
+Imperio, cuyas figuras se destacan brillantemente sobre las nieblas de
+tan remotos siglos. Sevilla os mostrará una catedral gótica y templos
+bizantinos; Itálica ruinas de que estan brotando aun torrentes de
+poesía, ruinas medio cubiertas de musgo en que la fantasía cree
+distinguir aun la sombra de los emperadores cuyas _cunas de marfil y
+oro rodaron_ dentro los muros de aquella ciudad famosa. Jerez os
+manifestará al través de una puerta del renacimiento sus ricas naves en
+ojiva, cuajadas de molduras desde el pavimento hasta la bóveda;
+Sanlucar, su castillo y los restos de un palacio donde murieron los
+últimos rayos del sol de la edad media. Marchena y Utrera no os hablarán
+ya de esas épocas lejanas sino en sus muros y en una que otra iglesia;
+pero os asombrarán con sus gigantescas fachadas del siglo XVI, páginas
+en que se presenta unido el misticismo del arte cristiano con la
+magestad y la grandeza del que floreció en tiempo de los Césares.
+Castillos, alcazabas, torres llenas de recuerdos se os ofrecerán á cada
+paso: á cada paso podreis volver los ojos á ese pasado por que sentís
+tanto entusiasmo. Veredas abiertas bajo las copas de árboles frondosos,
+dilatadas llanuras en que vereis ondear las mieses al soplo de las
+brisas, yermos en que podreis contemplar el mar por entre bosques de
+sombríos pinos, rios en cuyas orillas pacen innumerables rebaños y estan
+sentados pueblos risueños y pintorescos á la sombra de los naranjos,
+mares cuyas playas estan ocupadas por puertos y arsenales de antigua
+nombradía os conducirán á estas ciudades notables por sus monumentos; y
+admirareis alternativamente aqui la mano del hombre amontonando piedra
+sobre piedra, cortándola, cincelándola, dándole significacion,
+pensamiento, vida; alli la mano de Dios dirigiendo el curso de los rios
+y deteniendo las olas del Océano, cubriendo de vegetacion campos y
+colinas, haciendo brotar bosques hasta en el fondo de los arenales,
+prestando al viajero árboles que le defienden contra los ardores del
+verano y al marino puertos que le salven del furor de las borrascas. La
+industria está casi muerta en Granada: los árabes que la cultivaban
+estan para siempre proscritos y han llegado á perder hasta el recuerdo
+de ella en medio de su postracion y su miseria; en Cádiz, en Sevilla, en
+la Carraca la vereis como en Cataluña armada de sus cien brazos, aqui
+arrojando al mar buques que mas tarde han de imponerle silencio con la
+boca de sus cañones, alli fundiendo el hierro y haciéndolo bajar como
+una corriente de fuego desde lo alto de la fragua, acullá sujetando cien
+telares á la accion del vapor, agente universal de nuestro siglo. La
+industria es una lucha eterna entre el hombre y la naturaleza, es la
+aplicacion y la multiplicacion de las fuerzas ocultas en el seno del
+mundo, es la continuacion del mundo mismo, el complemento de la obra de
+Dios: si os sentís inspirado á la vista de un templo ó de un palacio,
+¿cómo no ha de enardecerse vuestra fantasía y latir vuestro corazon al
+presenciar esos espectáculos sublimes en que la inteligencia humana
+subyuga y hace servir en su provecho todos los elementos que le rodean?
+Dejad estos silenciosos lugares en que el hombre yace en un triste
+abatimiento; seguid como habeis seguido hasta ahora nuestras huellas. El
+hombre, la naturaleza, Dios son el triple objeto de vuestra alma: romped
+el encanto que os detiene en esta bellísima comarca: quedan aun
+ciudades, paisages, talleres, monumentos donde podais ver la divinidad
+creando, la naturaleza obedeciendo á leyes inviolables, la humanidad
+arrancando el secreto de estas mismas leyes y utilizándolas hoy para
+surcar los mares, mañana para cruzar el espacio en alas de los vientos,
+al otro dia para disipar con una sola luz las sombras de la noche.
+
+Oyónos al principio nuestro viajero como absorvido en una meditacion
+profunda; mas fue animándose poco á poco al eco de nuestras últimas
+palabras. Ya que hubimos concluido guardó aun algunos momentos de
+silencio: parecia que mil ideas contrapuestas luchaban en su frente y
+que no sabia por dónde empezar á desarrollarlas. «He visto tambien, dijo
+al fin, bajar el metal fundido en torrentes de viva lumbre; he visto
+inmensas máquinas de hierro moviéndose á la accion del vapor como á
+impulsos de una voluntad secreta y misteriosa; he contemplado de noche
+esas fantásticas locomotoras que atraviesan el espacio con la rapidez
+del rayo; he visto con asombro la electricidad disipando las tinieblas y
+trasmitiendo á largas distancias nuestros pensamientos; he visto la
+naturaleza reproduciéndose á sí misma en el oscuro fondo de una
+_cámara_; he seguido con los ojos al audaz viajero que se atreve á
+rasgar en un fragil globo el seno de las nubes; he sido espectador de
+todas las maravillas del siglo. He sentido en aquellos instantes
+entusiasmo, he concebido ideas de orgullo, he elevado el hombre á la
+altura de ese ser infinito que gobierna el mundo; mas no bien he vuelto
+á fijar las miradas en la creacion, cuando he conocido mi error y he
+adorado de nuevo la armonía de esos astros que ruedan eternamente dentro
+de sus órbitas, la de esta tierra que rueda, gira y oscila sordamente
+bajo mis plantas, la de ese mar prendido en ella como un manto, la de
+ese sol al rededor del cual siguen centenares de mundos su veloz
+carrera. Las obras del hombre me conmueven; las de Dios me imponen, me
+turban, me confunden. He subido con vosotros á los montes que levantan
+sus cúspides mas allá de las nubes; no he podido menos de doblar la
+rodilla sobre aquellas altas cumbres. El silencio que ha reinado en
+torno mio, los pueblos que he visto en la llanura parecidos á pequeños
+rebaños que estan paciendo entre la yerba de los prados, las lejanas
+nieblas, las sierras coronadas de nieve que han terminado mi horizonte,
+el mar, el cielo, todo ha anonadado mi espíritu y me ha hecho reconocer
+el dedo de un Ser superior ante el cual debia prosternarme y sentir la
+frivolidad de mi existencia. Me visteis ya al borde de los precipicios,
+junto á las cascadas, al pie de los torrentes: he pasado horas enteras
+sobre el musgo de una roca oyendo el murmullo de las aguas y
+contemplando el tenebroso fondo del abismo. Me he detenido
+involuntariamente al cruzar un bosque de abetos; me he estremecido sin
+querer al pasar por un bosque de pinos. El silbido del viento entre las
+ramas de esos árboles salvages ha tenido siempre para mi algo de
+siniestro y de profundamente religioso, que ha arrojado mi ser en la
+inquietud y la zozobra. He tenido ocasion de ver las copas de las hayas
+flotando sobre un mar de nieblas, he visitado las solitarias orillas de
+los sumideros, he recorrido cuevas donde jamas entró la luz del dia, he
+contemplado desde lo alto de los cerros las aguas silenciosas de las
+lagunas; y he creido distinguir aun en todos estos lugares los seres
+fantásticos de que los cubrió la poética imaginacion de la edad media.
+La tempestad me ha hecho reconocer á Dios cabalgando en la nube que
+lanza el rayo, en la ola que se encrespa y sube al cielo, en el huracan
+que troncha los árboles del bosque, en el témpano que rueda hácia el
+abismo arrastrando consigo cuanto encuentra al paso. Hasta la soledad,
+el páramo, el desierto me impresionan vivamente: la naturaleza es alli
+menos bella pero mas sublime. He cruzado en una de las mas claras noches
+de verano una llanura yerma y erizada de peñascos: he creido encontrarme
+en el imperio de la muerte. Cada peñasco me ha parecido una fantasma, y
+me he estremecido hasta al ver mi sombra apareciendo y desapareciendo
+sobre cada una de las rocas. No hay espectáculos como los de la
+naturaleza para que el hombre sienta: al revolver de cada encrucijada,
+al trasponer de cada monte esperimentan una revolucion el alma y los
+sentidos. En las verdes y risueñas colinas cuyo pie bañan las aguas de
+un arroyo, en esos dulces y apacibles valles á que dan sombra esbeltos
+álamos y ligeros chopos, al pie de esas fuentes que murmuran bajo los
+caidos ramajes de los sauces, en medio de la pradera y la enramada late
+el corazon de amor, el pensamiento vuela hácia los seres mas queridos,
+suspiramos por tenerlos á nuestro lado y gozar con ellos de aquellos
+paisages deliciosos. Vemos largas y dilatadas llanuras; y recordamos al
+punto hechos de guerra, batallas sangrientas, ejércitos que se estrellan
+contra otros ejércitos como las olas del mar contra la playa. Trepamos á
+la cumbre de los cerros, ensanchamos ilimitadamente el horizonte,
+dominamos aldeas, pueblos, ciudades; y si la idea de la grandeza de Dios
+no nos abruma, sentimos crecer por instantes la ambicion, lamentándonos
+quizás de no poder subyugar tan vasto espacio. Todo habla al hombre en
+la naturaleza: todo dispierta en él ideas que no se borrarán jamas de su
+memoria. Los monumentos hablan tambien y reflejan en sus piedras lo
+pasado; mas las obras de cada estilo tienen un mismo lenguaje y he oido
+ya la voz de todos los estilos. Dejaré esta encantada comarca de
+Granada; mas no ya para recorrer alcázares y templos, sino para ver ese
+Guadalquivir que fecunda los campos de Córdoba y Sevilla, ese Océano sin
+fondo que azota las murallas de la ciudad de Cádiz, ese sol que baja
+alli al fondo del mar ceñido de una corona de tinieblas. ¿Qué puedo ver
+ya en los monumentos de aquellas tres ciudades? He visitado en Ripoll el
+monasterio de los monasterios bizantinos, en Toledo la catedral de las
+catedrales góticas, en Granada el alcázar de los alcázares construidos
+por el moro: ¿qué significacion pueden tener al lado de esos colosos la
+catedral y el alcázar de Sevilla? Habeis hablado de castillos, de muros
+y torreones llenos de recuerdos: ¿dónde he de encontrar ya ni la sombra
+de los de Almería? Ve uno condensados alli los siglos sobre cada torre,
+escrita la historia de toda la edad media sobre cada almena. Hablásteis
+tambien de ruinas: ¿mas qué ruinas podrán compararse con las de
+Iliturgis, grandioso sepulcro de todo un pueblo de héroes, con las de
+Tarragona, en cuyos restos imponentes se descubre aun la que fue corte
+de la mitad de España?»
+
+Cada monumento, le contestamos, tiene su vida propia; cada ciudad, su
+historia. Las obras de cada estilo tienen un mismo lenguaje; mas no hay
+una obra que en ese lenguaje no anuncie distintas ideas, no hay en ella
+elementos en que no esten consignados nuevos hechos. El arte está en un
+perpetuo movimiento: hoy no es lo que ayer, por mas que ayer y hoy
+obedezca á las mismas causas y no pueda apelar á otros recursos. No hay
+dos monumentos iguales sobre la faz de la tierra: aun los que ha
+concebido una misma imaginacion y producido un mismo sentimiento, tienen
+en sí algo que los caracteriza y los distingue. El alcázar de Sevilla es
+hijo de la misma época que la Alhambra, es una imitacion, es hasta
+cierto punto una reproduccion de la Alhambra misma; mas tiene un
+carácter peculiar, distinto, muy distinto del de su modelo. Hay algo en
+él de misterioso y sombrío que nos hace olvidar pronto el alegre y
+voluptuoso palacio de Granada, que nos preocupa, que se apodera de
+nuestra alma, que fija y absorve nuestra atencion en una historia
+lúgubre y sangrienta escrita por las tradiciones de cuatro siglos en las
+galerías, en los salones, en los patios, hasta en los jardines. El
+espectro de un rey que en medio de la exageracion de sus sentimientos
+llegó á confundir la crueldad con la justicia, las sombras de víctimas
+sacrificadas de una manera aterradora flotan aun á nuestros ojos en lo
+alto de las bóvedas; y no parece sino que lo vemos todo al través de un
+velo fúnebre. Hay en él mas variedad de arcos, mas perspectiva, mas
+efectos de luz, mas contrastes de claro-oscuro: hechos todos que
+contribuyen á aumentar la ilusion que al principio se concibe, á escitar
+mas y mas la fantasía, á dar un aire mas vago y misterioso á aquel
+palacio. Brillan entre los adornos árabes algunas líneas del arte
+cristiano: vése aqui un capitel medio corintio, alli una ojiva, mas acá
+una serie de retratos de reyes que corre como una orla al rededor de una
+techumbre ricamente artesonada, mas allá una figura de relieve que
+levanta sus miradas hácia un cráneo, simbolo al parecer de un suceso que
+ocultó la historia; y hasta esa mezcla de estilos sirve para darle mas
+originalidad y comunicarle un interes que buscariamos inútilmente en los
+mas tristes y mas apartados salones de la Alhambra. Al través de sus
+ajimeces se descubren por un lado jardines solitarios, por otro las
+caladas agujas y la torre de una catedral sombría: nada, absolutamente
+nada hay en él que pueda distraer la imaginacion del fantasma que ya al
+entrar se ha concebido.
+
+La catedral no tendrá quizás el vistoso conjunto de otras catedrales;
+mas apenas la distingue desde las aguas del Guadalquivir el artista que
+va de Cádiz á Sevilla, cuando la contempla ya como una obra original en
+su estilo, y suspira por abarcar de cerca su misterioso y tétrico
+conjunto. Está adosada á una de las mas imponentes torres árabes,
+erizada de pirámides y agujas, perforada, calada, ataraceada, cubierta
+de fachadas y coronada de gárgolas, embellecida por un patio de naranjos
+que refleja aun el islamismo. Es en su interior grande y sencilla,
+sobria de adornos, mas llena de magestad que de delicadeza, homogénea,
+compacta, bella. No abunda en detalles; pero reune en sus capillas las
+mejores obras de pintura, en su presbiterio las mejores obras de
+escultura. Es toda ella un poema, un libro de piedra en que estan
+escritas con los mas brillantes caractéres la ley de Moisés y la de
+Cristo, las escenas de la vida de los patriarcas, los profetas, los
+apóstoles, la Vírgen, el Redentor del mundo. Los últimos rayos del sol
+mueren en otoño al pie del Crucifijo que corona su inmenso tabernáculo:
+no hay conjunto como el que entonces se ofrece al que está situado en
+una estremidad de su crucero. Los cristales de las ventanas son todos de
+colores; la luz que pasa por ellos ilumina de la manera mas fantástica
+aquel lúgubre madero. Uno que otro reflejo hiere desigualmente las
+bóvedas, los haces de columnas, el pavimento, el coro; aparece el
+tabernáculo en la oscuridad, lo demas del templo envuelto en vagas y
+confusas sombras. No es ya posible detener la imaginacion: vuela al
+Calvario y ve en todo su horror el final de aquel sangriento drama en
+que un hijo de Dios muere por la humanidad como un esclavo. En la parte
+posterior del presbiterio, allá en lo alto hay una doble línea de
+estátuas ennegrecidas por los siglos: se conmueve, se estremece el
+cristiano al verlas á la luz del crepúsculo suspendidas en el muro.
+Vuelve los ojos, y bajo una bóveda, cuajada tambien de figuras, ve un
+sepulcro, un cetro y una corona sobre la losa, una que otra bandera;
+comprende que está alli enterrado un héroe y dobla involuntariamente la
+rodilla. Yace dentro de aquel sepulcro S. Fernando.
+
+No, no se ha cerrado aun para nosotros la historia del arte: no estan
+agotadas aun las impresiones que podemos recibir en el seno de los
+monumentos. Sentireis en la mezquita de Córdoba como no habeis sentido
+nunca. Andareis errante y lleno de entusiasmo por aquel bosque de
+columnas, os turbareis ante la espléndida magnificencia del santuario,
+dejareis el mihrab como un creyente del Profeta; y vos, sectario de la
+doctrina de Jesucristo, llegareis á maldecir al que se atrevió á
+derribar sus techos y á interrumpir la armonía de sus naves para
+levantar en ellas altares á vuestro Dios, altares á los que por él
+arrostraron el martirio. El puente que tiene la misma ciudad sobre el
+Guadalquivir, el castillo gótico que lo defiende, el humilde molino
+árabe sentado en la orilla del rio cautivaran vuestro corazon hasta el
+estremo de haceros pasar horas enteras al pie de aquellas aguas
+cristalinas. Las iglesias de Utrera os sorprenderán con sus portadas,
+altas, gigantescas, asombrosas para el que no haya visitado los
+monumentos que dejó en Italia el genio colosal de Miguel Angel. No
+constan estas fachadas mas que de un solo cuerpo cuya continuacion es la
+torre de las campanas, y se presentan á los ojos del que las observa á
+alguna distancia como pirámides inmensas. Una de ellas es gótica, otra
+greco-romana; mas producen ambas la misma impresion, admiran todas por
+la magestad de sus líneas y la grandiosidad de sus formas. Los reinos de
+Córdoba y Sevilla no son tan fecundos en obras monumentales como otras
+provincias; mas hasta en pueblos de segundo orden ofrecen páginas
+notables. Los castillos de Carmona y Moron son ruinas que seguireis con
+placer y terminarán por sumergiros dulcemente en la melancolía; la
+fachada de las antiguas casas consistoriales de Jerez es una de las
+flores mas delicadas del Renacimiento; la iglesia de S. Miguel en la
+misma ciudad, uno de los mas ingeniosos rasgos del goticismo en los
+primeros tiempos de su decadencia. ¿Deberé hablaros ahora de Cádiz? ¡Ah!
+la primera ciudad de España mentada por la historia apenas tiene una
+piedra que recuerde su pasado. De sus murallas fenicias, de su templo de
+Hércules, de los monumentos que le dejaron las repúblicas de Cartago y
+Roma quedan solo una tradicion vaga y oscura y uno que otro fragmento.
+Hubo un siglo en que fue la reina de los mares, hubo un tiempo en que
+manaba en oro, en que miraba cubierta su bahía de buques de cien
+naciones que codiciaban su riqueza: engalanóse entonces, levantó en sus
+plazas templos y palacios; y, sin embargo, nada, casi nada le queda ya
+tampoco de aquellos dias felices, de aquella época brillante. Su pasada
+grandeza solo está ya reflejada en una que otra iglesia y en el infinito
+número de mármoles que adornan hasta los umbrales de sus mas humildes
+edificios. ¡Cosa singular! tiene un solo templo verdaderamente notable;
+y este rico y suntuoso templo ha sido levantado hoy, en este mismo
+siglo, cuando han pasado ya sus dias de esplendor y gloria, cuando la
+ciencia ha empezado á estender las sombras de la duda sobre las
+creencias religiosas. Es greco-romano y está aun incompleto; mas
+gozareis en él cuando veais el tabernáculo solo y aislado en medio de
+tres anchas naves cuyo pavimento, cuyas columnas, cuyas capillas
+ostentan los mas ricos y bruñidos mármoles. Construido segun el orden
+corintio, presenta unidas la mayor opulencia y la hermosura. No, no
+parece de nuestra época aquella catedral soberbia; es en nuestra época
+un fenómeno, un verdadero anacronismo. Se presenta fria, tiene defectos
+ademas de los que son propios de su estilo; mas hasta en ella
+sentireis... sí, ¿quién no siente ni se inspira ante el monumento que ha
+ido creciendo piedra sobre piedra mientras no lejos de él iba
+desmoronando el huracan las casas levantadas al Señor por hombres de
+otros siglos, ya medio derribadas por la revolucion que llevan inoculada
+en sí las generaciones que viven hoy sobre el ensangrentado suelo de
+todas las naciones? No hay un solo monumento que no encierre interes
+para el que desee leer en la piedra los secretos de la historia y sepa
+enlazar con ellos la vida de los pueblos. Sois hombre de corazon, de
+sentimiento: nos lo revela vuestro mismo estado, vuestras mismas
+palabras, hijas del mas puro entusiasmo por todo lo que es grande y
+bello: habeis empezado con nosotros vuestros viajes, y estamos seguros
+de que con nosotros los concluireis: ¿á qué arredraros ni desmayar
+cuando solo estamos á la mitad de la jornada?
+
+«Flaqueza de ánimo habrá parecido en mí, repuso entonces el viajero, la
+irresolucion que he manifestado para seguir como hasta ahora vuestras
+huellas; mas les debo tanto á estos lugares solitarios... dejé un dia el
+arte por la ciencia y ¡ay! no encontré mas que veneno en el fondo de
+esta engañosa copa. Desfallecieron mis creencias, entronizóse en mi
+espíritu la duda, y vagó por mis labios la blasfemia. Cuanto mas
+pretendí sondar el origen de las cosas, tanto mas se entenebreció mi
+alma, tanto mas fui impío. Cobré tedio á la sociedad, cobré tedio al
+mundo; me encerré en un egoismo fatal de que hoy mas que nunca me
+avergüenzo. Parecióme todo un juego de azar, y miré con indiferencia mi
+propio destino y el destino de los pueblos. En un estado tal, quise
+arrojarme desenfrenadamente á los placeres, quise ahogar el grito de mi
+dolor en el estrépito de la bacanal y de la orgía; mas en vano: mi
+corazon era ya la hoja que se desprende del árbol al soplo de las auras
+del otoño, mi actividad estaba muerta, muerta como mi alma. Supe que
+íbais á salir para el reino de Granada, y resolví seguiros. ¿Quién sabe,
+dije, si la vista de nuevos paises me restituirá la calma, si los
+grandes espectáculos de la naturaleza volverán á alumbrar mi fé
+estinguida, si las ruinas de los monumentos que nos legaron otros siglos
+encenderán de nuevo la llama de mi amor al arte? Atravése Sierra Morena,
+y al ver sus bosques, sus coronas de peñascos, sus abismos, sentí ya
+dentro de mí otro ser, otra personalidad, otro sentimiento. La idea de
+Dios hirió otra vez mi espíritu, levanté al cielo los ojos, y reconocí
+en la naturaleza el orden, en el orden á Dios. Cayó de repente el velo
+que habia entre mí y el mundo; mas solo por un breve plazo, solo por
+momentos. La sombra de la duda se alzó en mí como un espectro; y creí
+oirla echándome en cara la facilidad con que sucumbia al recuerdo de mis
+antiguas creencias. Continué el viaje siendo presa de la misma
+inquietud, sumergido por completo en la melancolía. Llegué á Iliturgis;
+y no me referísteis en aquellas tristes ruinas sino hechos sangrientos
+que hicieron estremecer aun mi corazon gastado: bajé á Arjonilla, á
+Arjona, á Martos; y solo oí de vuestra boca en aquellas pequeñas y
+silenciosas villas infidelidades de príncipes y de caballeros, raptos,
+asesinatos, injusticias de reyes: recorrí Jaen, Baeza, Úbeda; y vi en
+todas partes junto al suntuoso palacio la mísera cabaña, el brillo de
+los pasados encubriendo los vicios de los presentes, el sepulcro de los
+que ya murieron sirviendo de escudo á los que de ellos descienden para
+defender contra los demas hombres el fruto de su crímen. Vi en Guadix el
+tercio de la poblacion condenado á vivir y morir en el fondo de una
+cueva; crucé leguas de campos incultos y desiertos á poco de haber
+dejado pueblos sumidos en el abatimiento y la miseria; llegué en una de
+las horas de mas animacion á la ciudad de Almería, y entré en ella en
+medio del silencio mas profundo. Visité Motril, Velecillos, la
+Alpujarra; hallé donde quiera la quietud del sepulcro, la calma de la
+muerte. En vano me hicísteis observar perspectivas tan grandiosas como
+pintorescas: en vano llamásteis mi atencion sobre los templos que erigió
+la fé de otras generaciones: preocupado por los grandes problemas de la
+ciencia, no atendia mas que al estudio de los hombres con el objeto de
+reconocer por ellos la existencia y la naturaleza de esa causa de las
+causas, de esa incógnita que será tal vez un misterio eterno para la
+inteligencia humana. No encontré vestigios de bienestar sino en la
+ciudad de Málaga, que hoy animan á la vez la industria y el comercio; y
+aun alli ¡qué de funestas rivalidades! ¡qué de almas que lloran en
+secreto las calamidades que las afligen! ¡qué de crímenes cometidos á la
+sombra de la noche! Vine á Granada, al fin, desesperando de los hombres,
+desesperando de Dios. ¡Ah! decia yo para mí, ¿quién curará mi alma
+lastimada? ¿quién podrá levantar ya mi espíritu caido? ¿quién devolverme
+la paz de que gocé en mejores dias?
+
+»Granada fue la que operó en mí esta revolucion benéfica. Su bella
+situacion, la grandiosidad de sus paisages, los recuerdos de su historia
+empezaron por subyugar mi razon y encender mi fantasía: revivió en mí el
+amor al arte: pensé, soñé de nuevo, y logré por de pronto olvidar, si no
+curar, mis males. La vista de esos valles y esos montes serenó mi
+espíritu; el espectáculo sublime que ofrecen aqui el cielo y la tierra
+me reconcilió con la idea de una divinidad coexistente con el mundo; el
+orden que observé en todos los fenómenos me hizo reconocer la
+Providencia; y al volver la vista á mis semejantes, me vi obligado á
+sospechar que aun en medio del desorden que reina en las sociedades
+obedecemos sin sentirlo á una ley por la que tarde ó temprano se ha de
+cumplir nuestro destino. Volvieron á aparecer entonces en mí la creencia
+y la esperanza; y me sumergí todos los dias mas y mas en esa naturaleza
+seductora y evidentemente poética, único medio por el cual puedo llegar
+á unirme con lo eterno y lo infinito.
+
+»¿Cómo quereis que no deje con sentimiento esta comarca? Mas os ofreceis
+á dirigirme por los reinos de Córdoba y Sevilla, decís que vais á
+ponerme frente á frente con una naturaleza, si no mas bella, mas rica
+aun y mas grandiosa, con mezquitas árabes que respiran mas el arte, con
+monumentos que tienen un carácter mas severo y sombrío, con templos cuya
+grandeza ha de imponerme: mis ojos estan sedientos de nuevas
+impresiones, de nuevas sensaciones mi alma: partamos, suspiro ya por
+hallarme en la corriente del Guadalquivir, en las olas del Océano. La
+plateada serpentina de los rios caudalosos, la inmensidad de los mares
+han cautivado siempre mi imaginacion y mis sentidos: partamos: quiero
+bañarme en las aguas de ese rio en que cayó roto y ensangrentado el
+manto de los califas, quiero surcar ese Océano sin fondo, bajo cuyas
+olas supusieron los poetas de la antigüedad el lóbrego reino de Pluton,
+las vastas profundidades del infierno. ¡Córdoba, Sevilla, Cádiz! ¡qué de
+recuerdos han agrupado alli los siglos! partamos: llevadme á estas
+ciudades llenas, como decís, de arte, de historia, de poesía. Llevadme
+donde quiera que pueda ver, donde quiera que pueda sentir, donde quiera
+que pueda soñar con lo pasado: necesito aun estar ébrio de arte para
+olvidar el dolor de mis heridas. Hablad, pero olvidando siempre las
+miserias de lo presente y la incertidumbre de lo futuro: ocupad por
+completo mi imaginacion con la memoria de lo que fue, exaltad mi corazon
+en amor á todo lo bello: la realidad, el porvenir estan ya por desgracia
+ante mis ojos.»
+
+No dirigimos ni una palabra mas á nuestro viajero: reconocimos en él á
+la mayor parte de nuestros lectores; y no pudimos menos de convencernos
+de cuán necesarias son en nuestra sociedad las obras destinadas á ocupar
+principalmente el corazon y la fantasía de los que no pueden menos de
+vivir atormentados por las calamidades presentes y el deseo de preparar
+un porvenir mas halagüeño.
+
+[Illustration]
+
+
+
+
+RECUERDOS Y BELLEZAS DE ESPAÑA.
+
+SEVILLA, CÓRDOBA, CÁDIZ.
+
+
+
+
+Capitulo primero.
+
+_Primeras impresiones recibidas en Córdoba.--Ojeada general sobre su
+historia._
+
+
+[Illustration: M] Mediaba[B] ya la noche, cuando entramos por primera
+vez en esa ciudad de Córdoba, á que han comunicado tanto interes la
+historia y la poesía. Yacía la ciudad sepultada en silencio: apenas se
+percibia mas que el dulce susurro del viento entre sus frescas
+arboledas. La luna resplandecia en lo alto del horizonte; pero no
+alumbraba sino los techos de sus viejos monumentos: sus estrechas y
+tortuosas calles estaban casi todas cercadas de tinieblas.
+
+Sentiamos una viva inquietud. Éramos aun niños cuando la leyenda nos
+habia hecho ver ya con los ojos de la fantasía esa segunda Damasco,
+sentada bajo la sombra de sus palmeras á orillas de un caudaloso rio.
+Agolpábanse á la sazon en nuestra frente las ilusiones de la infancia; y
+temiamos verlas deshojadas por el soplo de la realidad, soplo helado y
+funesto que pasa sobre nuestra imaginacion como el del cierzo sobre el
+caliz de las flores.
+
+No distinguimos por de pronto nada que revelase la mano de los árabes;
+pero debimos reconocer á poco la antigua ciudad musulmana en lo desigual
+de sus calles y sus casas, en lo mezquino de sus portales, en la
+sencillez de sus fachadas. Vimos á trechos asomar por encima de estos,
+árboles frondosos que subian al parecer desde el fondo de los patios:
+recordamos que los orientales guardan para el interior la belleza que
+otros pueblos se complacen en desarrollar en el esterior de sus
+edificios; y no pudimos menos de concebir la esperanza de descubrir
+todavía, aunque desfigurada y rota, una ciudad morisca.
+
+Esperábamos con impaciencia que rayase el alba: no veíamos llegada la
+hora de penetrar en esos templos donde tantos emires y califas adoraron
+al Profeta, en esos ricos alcázares donde fueron recibidas tan
+brillantes embajadas y perpetrados los mas negros crímenes, en esos
+ensangrentados muros de que colgaron los reyes moros las cabezas de sus
+enemigos, en esos encantados jardines donde languidecieron de amor
+tantas sultanas, en esos profundos acueductos, abiertos en las peñas,
+donde gimió sin ser oida tanta muchedumbre de cautivos.
+
+Contemplamos en tanto gran parte de la ciudad desde un ajimez de la casa
+en que viviamos. El espectáculo que á nuestros ojos se presentaba no
+podia ser mas bello. Alzábanse acá y acullá de entre techos desiguales
+torres mas ó menos imponentes cuya negra silhueta se destacaba sobre los
+montes inmediatos ó sobre el azul del cielo. Brillaban á un lado las
+aguas del Guadalquivir; estendíanse al otro las faldas de Sierra Morena,
+sobre cuyas cumbres centelleaba una que otra estrella, como el ojo de un
+cíclope que está para conciliar el sueño. Ligeras nubes, blancas cual la
+nieve, recorrian el espacio en alas de suaves brisas embalsamadas por
+las flores: sutiles, transparentes, dejaban ver al través de sí la
+bóveda del firmamento, y no parecian sino aéreas gasas destinadas á
+realzar la hermosura de ese estrellado manto de los cielos. Murmullaba
+debajo de nosotros el follage de los naranjos y los álamos; allá á lo
+lejos, en el fondo, se distinguia una palmera; mas allá aun, ya fuera de
+las murallas, masas oscuras que parecian otras tantas arboledas.
+Ostentaba alli sus ricos dones la naturaleza; aqui sus ricas galas, el
+arte; y brotaba de todas partes una armonía indefinible que hablaba al
+corazon, dejaba cautiva el alma y suspensos los sentidos.
+
+Apoderóse en breve de nosotros una dulce melancolía. Arrojó la historia
+sobre la ciudad un velo fúnebre; asaltaron nuestra imaginacion tristes
+recuerdos. Esta ciudad, ahora dormida, nos dijimos, ¡qué de veces no ha
+dispertado llena de sobresalto al grito de la rebelion y al rumor de los
+combates! Estalló un dia una guerra encarnizada entre César y Pompeyo.
+Vino César sobre Córdoba y la ganó: aqui fue donde recibió el homenage
+de casi todos los pueblos de la Bética, aqui donde vió rendido á sus
+plantas á su enemigo Varron, aqui donde terminó en medio de los aplausos
+de todo un reino la primera y la mas gloriosa de todas sus campañas.
+Retoñaron algun tiempo despues las discordias civiles. Ocupó Sexto
+Pompeyo la ciudad y César se vió obligado á cercarla. Era de un carácter
+benigno y generoso este soldado; mas, creyendo ver en este hecho una
+defeccion, cegó de cólera. Levantó el sitio apenas supo que Pompeyo
+habia salido de la ciudad, le derrotó en Munda, bajó de nuevo á Córdoba,
+y pasó á cuantos le opusieron la menor resistencia por el filo de la
+espada. ¡Qué dias aquellos tan aciagos! Estaban divididos los cordobeses
+en cesarianos y pompeyanos: los pompeyanos querian morir bajo las ruinas
+de la ciudad antes que entregarse á César; los cesarianos conspiraban
+sin tregua contra los pompeyanos; rompieron en un momento dado los dos
+bandos; y perecieron no solo los principales cesarianos, sino hasta sus
+hogares y sus hijos. Subian aun al cielo los vapores de la sangre y las
+llamaradas del incendio, cuando entró César para consumar la obra. La
+ley del talion fue aplicada en todo su rigor; el espíritu de venganza
+quedó completamente satisfecho. Murieron bajo el hierro del vencedor mas
+de veinte mil partidarios de Pompeyo; fueron echados los demas de sus
+albergues; condenados muchos á andar errantes por la tierra llevando en
+su frente el sello del proscrito. ¡César! ¡César! no era esta la mision
+que te habia confiado tu destino. ¿Cómo pudiste en un instante de ira
+venir á cubrir de luto una ciudad á que antes y despues consagraste tus
+recuerdos? ¿cómo no supiste acallar aqui tus pasiones, tú que
+acostumbrabas á levantar entre tus brazos al vencido, tú que no tuviste
+corazon para ver la cabeza de Pompeyo y dejar de verter sobre ella una
+lágrima de compasion y de ternura? ¡César! ¡César! hemos creido ver aun
+tu sombra airada pasando sobre esta ciudad de Córdoba: perdónanos si
+llevados por la fuerza del sentimiento hemos recordado con placer que
+fuiste á espirar bajo el puñal de Bruto.
+
+¡Ah! fuiste indudablemente bien desgraciada, ó Córdoba. No habia caido
+aun la república en manos de los emperadores, cuando eras ya colonia y
+viste cubierto de monumentos tu recinto; de quintas, tu campiña. Viriato
+pasó junto á tus muros y no tuviste que sentir el peso de sus armas.
+Metelo dió en tu seno sus espléndidos banquetes: César, el mismo César,
+te coronó de gloria. Mas ¡cuán pasagera fue tu dicha para el dolor y la
+amargura que hubiste de devorar en medio de las tinieblas y el silencio!
+Casto Longino, gobernador en nombre de César, te arrancó tu libertad y
+tus tesoros: sufriste, lloraste; y cuando no pudiste ya con tus pesares,
+no encontraste otro medio para salvarte de su codicia que lanzarte al
+campo de batalla. Vino á poco el mismo César á herirte de muerte; cuatro
+siglos despues, los vándalos, ese terrible azote enviado por la mano de
+Dios para regenerar la embrutecida Europa. Te mostraste poderosa contra
+Agila, cuyo hijo anegaste en la sangre de sus tropas: fiera, romana
+siempre, llegaste entonces á reconquistar tus leyes municipales, á
+hacerte libre, á emanciparte, sola y sin mas que tus propias fuerzas,
+del imperio godo. Mas ¡cuán en breve tuviste tambien pendiente sobre tí
+el cetro asolador de Leovigildo! Destruyeron el hierro y el fuego tus
+soberbios monumentos: fueron tus mejores hijos sepultados en el fondo de
+tus ruinas. Cayó sobre tí la mas horrible tiranía; y ni libertad tuviste
+para quejarte de tus infortunios. Fuiste el sepulcro de tu pueblo, el
+monte en que sentaron sus trofeos tus implacables enemigos.
+
+Cayó Córdoba en poder de los árabes poco despues de la batalla del
+Guadalete. Anocheció libre y amaneció cautiva. Fue asaltada de noche por
+las tropas de Mugueith; y cuando al dispertar se vió por todas partes
+cercada de invasores, no pudo hacer mas que doblar humildemente la
+cabeza y sufrir la ley de los vencidos. Corte á poco de los emires que
+gobernaban la España en nombre de los califas de Damasco, no tardó en
+recibir animacion y vida de las gloriosas espediciones militares
+dirigidas contra las fronteras de las Galias; mas no tardó tampoco en
+estar amenazada por esas funestas guerras de tribu á tribu que socavaron
+desde un principio los cimientos de este nuevo imperio sujeto á las
+banderas del Profeta. Vivió pronto no ya en medio de la animacion, sino
+en una agitacion febril alimentada sin cesar por odios y ambiciones
+personales: hoy vió entronizar á un emir, mañana le vió deponer por una
+muchedumbre insensata ó por una soldadesca ébria; precipitóse todos los
+dias mas á la anarquía y estuvo próxima á una completa ruina. Recobró
+aliento al entrar por sus puertas el jóven Abd-el-rhaman, último resto
+de la familia ommyada; mas hasta bajo esos mismos ommyadas tuvo dias de
+luto y de amargura. Encendióse sobre el sepulcro de Abd-el-rhaman una
+guerra fratricida que retoñó por mucho tiempo al fin de cada reinado y
+engendró los mas horrendos crímenes; subió pocos años despues al trono
+el vengativo el Hakem que tomó el terror por sistema de gobierno, y
+sumergió de nuevo esta ciudad en la sangre de sus hijos. El Hakem, sobre
+todo, fue para ella fatal: creó con objeto de oprimir á sus súbditos una
+milicia permanente, recargó de una manera escesiva los tributos, y
+sublevó contra sí los ánimos del pueblo. Irritado este, se arrojó á la
+calle y desahogó su ira contra los recaudadores. Súpolo el Hakem, rugió
+de cólera, y mandó empalar públicamente en una de las orillas del rio á
+diez de los rebeldes. Exaltado el pueblo á la vista de tan bárbaro
+espectáculo, no pudo ya contener sus ímpetus: lanzóse como un tigre
+sobre los soldados de la nueva guardia, descuartizó á cuantos
+pretendieron oponerle resistencia, se dirigió al alcázar, prorumpió en
+alaridos y amenazas, protestó enérgica y fieramente contra la tiranía de
+sus reyes. El hijo del emir, los altos funcionarios de palacio, cuantos
+rodeaban á el Hakem le suplicaban con instancia que les permitiese salir
+para aplacar el tumulto con palabras de paz y de concordia; pero el
+Hakem, sediento ya de sangre, no quiso escuchar mas que la voz de sus
+pasiones. Acometió de improviso la desarmada muchedumbre, alanceó, mató,
+desgarró las mal heridas victimas bajo los pies de sus caballos, mandó
+clavar vivos en las orillas del rio á trescientos prisioneros.
+
+No estuvo contento aun: los fugitivos se habian retirado al arrabal:
+entregó por tres dias el arrabal á merced de sus soldados. No haya
+perdón, dijo, ni aun para las casas que han servido de asilo al
+delincuente; casas, hombres, mugeres, ancianos, niños, todo pereció por
+el fuego ó por la espada. Cansado ya de destruir, pregonó al cuarto dia
+un indulto: ¡oh! la sangre hierve en las venas al considerar tan grande
+ultraje. ¡Un indulto despues de cuatro dias de saqueo y de esterminio!
+¡y qué indulto! Desterróse en él para siempre á centenares de familias,
+condenóse á mas de quince mil hombres á andar errantes y desnudos por
+las costas de Africa. ¡Pobres proscritos! Los hubo que tuvieron que ir á
+buscar un albergue en el Egipto, conquistando á fuerza de armas la
+ciudad de Alejandría. ¡Cuántos entre estos no perecieron en el camino de
+hambre y de fatiga! Las tribus que se internaron por España no hallaron
+descanso ni tregua á sus dolores hasta que, compadecida Toledo de tan
+amargas desventuras, les abrió sus puertas y les dió un lugar en su
+recinto. ¡Pobres proscritos! La muerte de sus hijos, la usurpacion de
+cuanto habian poseido, el incendio de las casas en que habian abierto
+por primera vez sus ojos á la luz del mundo, no eran aun bastantes para
+acibarar su vida: faltaba la emigracion, el desconsuelo de deber
+abandonar para siempre el suelo de su patria. Faltaba aun mas: faltaba
+que anduviesen de pueblo en pueblo mendigando un asilo y no encontrasen
+por mucho tiempo un corazon sensible; faltaba que debiesen los mas regar
+con nueva sangre el pais en que pretendian fijar su residencia; faltaba
+que echados de este por un gobernador de Egipto, tuviesen que armarse en
+corso y piratear por los mares de la Grecia hasta haber dado con una
+isla poco menos que desierta, donde pudiesen levantar sin necesidad de
+lucha sus míseras tiendas de campaña; faltaba que perseguidos hasta en
+aquella isla por la mano del destino, se viesen obligados á rechazar por
+dos veces las fuerzas del imperio griego y á sucumbir por fin á una dura
+servidumbre. Terrible, terrible fue su suerte: ¡ay! ¡y no hubo quien la
+vengara! Tú, Córdoba, te anonadaste y no hiciste mas que verter un
+llanto inútil. ¿Cómo no te alzaste y heriste la frente del malvado?
+¿cómo no hallaste en medio de tu furor armas con que reducir á polvo á
+los impíos que abrieron con mano airada tu palpitante seno? Esperaste en
+Dios y venciste: confiaste tu venganza en la Providencia y la
+Providencia te la dió cumplida. Veo aun á el Hakem cruzando á pasos
+descompuestos los salones de su alcázar, lleno el corazon de pesares y
+de remordimientos. Las sombras de sus víctimas le siguen sin cesar y le
+precipitan á los mas violentos arrebatos de demencia. ¡Sangre! ¡sangre!
+grita á cada momento: sacadme de ese mar de sangre, esclama. Toda mi
+generacion está manchada con la que yo he vertido. Huid, huid de mí;
+dejadme solo con mis espectros y mi sangre hasta que esta sangre me
+ahogue. Desesperado, abatido, cae despues en una profunda melancolía: no
+puede ya con sus recuerdos, no puede ya con su dolor: vedle exhalando su
+último suspiro. Ha muerto, y no suena en todo el palacio ni un gemido;
+no hay quien derrame una lágrima siquiera. Todo es silencio en torno del
+cadáver: apenas hay quien se atreva á mirarle, y hasta sus mismos hijos
+se cubren el rostro por no verle. Solo el pueblo llora; pero llora de
+gozo, de gratitud al cielo por verse libre ya del monstruo que acuchilló
+á sus hijos. ¡Regocijaos, vosotros tambien, pobres proscritos!
+
+Dias de tanto horror no se borrarán jamas de la memoria de los hombres.
+Buscamos en vano el lugar en que estuvo situado el arrabal; no quedan ya
+ni escombros. Brota aun sangre de tu profunda herida, desventurada
+Córdoba: ¿cómo en siglos mas felices no encontraste quien la
+cicatrizase? Recuerdo tiempos para tí dichosos, dias llenos para tí de
+magestad y gloria. Cien años despues ¿no tuviste aun en el trono de los
+califas á ese magnánimo Abd-el-rhaman III, que despues de haber llevado
+sus armas vencedoras al interior de Castilla, al Africa, al Egipto,
+construyó junto á tus muros los palacios de Medina Azarah y te arrulló
+al melodioso son de los sublimes cantos que inspiró á tus poetas? ¿No
+viste á poco brillar de nuevo la estrella de Augusto en la frente del
+generoso el Hakem, de ese el Hakem II de quien dijeron los árabes que
+habia logrado convertir en rejas de arar tus armas, en pacíficos
+labradores tus guerreros? ¿No viste entonces cubrirse de flores tu
+campiña; de numerosos rebaños, las cumbres de tus cerros; de una rica
+vegetacion, las faldas de tus colinas pintorescas; de sabios, tus
+alcázares dorados; de peregrinos, tu mezquita djehma; de oro, tus
+robustas arcas? Sucedió á Hakem el débil Hescham II; mas ¿no fue bajo el
+reinado de este que salió de entre la muchedumbre de tus soldados ese
+intrépido Almanzor, terror de los ejércitos cristianos, héroe que hizo
+morder el polvo de la tierra á cuantos se atrevieron á medir con él su
+lanza, varon tan celoso de su dignidad, que al sentirse herido en
+Calatañazor y al creer segura su derrota, rasgó los vendajes que
+detenian su sangre para morir sobre el campo de batalla? ¿Cuándo arrojó
+mas vivos resplandores el astro de tu fortuna y de tu gloria? Las
+ciudades del norte y del oriente de España te enviaron sus mas hermosas
+cautivas y espléndidos tesoros; Santiago de Compostela te mandó enormes
+campanas que sirvieron de lámparas para tus mezquitas; el Africa coronó
+tus sienes con las mejores palmas del Desierto. Fuiste la reina de las
+naciones, fuiste la luz del mundo. La ciencia tuvo en tí su templo; el
+arte, su logia; la industria, su taller; la poesía, su palenque. No solo
+los pueblos que adoraban al Profeta, la Italia, hasta la Grecia te
+cedieron en tributo sus mas grandes sabios. Los mas bellos monumentos de
+Europa estaban dentro de tu recinto; las mejores calzadas conducian á
+tus soberbios muros; los mas vistosos campos se estendian á tus pies
+como una alfombra. Huertas deleitosas, jardines encantadores matizaban
+la sierra donde estás sentada; bullian donde quiera entre los pomposos
+ramajes de tus árboles aguas cristalinas bajadas de lo alto de los
+cerros, estraidas de las mas hondas concavidades de la tierra. El
+Guadalquivir te traía aun en alas de sus ligeros buques los frutos de la
+feraz Sevilla; las opulentas regiones del Tarteso te regalaban aun el
+oro de sus fecundas minas. Una nacion entera estaba humillada á tus
+plantas y obedecia al menor de tus caprichos. Oía tu grito de guerra, y
+se lanzaba como un leon á la pelea; ordenabas la paz, y volvia al cinto
+su formidable espada. Ese mismo Almanzor, cuya imaginacion embargaban
+sin cesar sus espediciones militares, apenas sabia guardar para otra que
+para tí los laureles que recogia entre la polvareda del combate: te
+acariciaba al volver de sus audaces correrías como un cazador á su perro
+de caza, como un soldado á su corcel de guerra. Córdoba, Córdoba, ¿cómo
+no se cerraron entonces tus heridas?
+
+¡Ah! con razon, con sobrada razon guardas silencio, desdichada Córdoba.
+No ignoramos quién era ese Almanzor. Sabemos bien que si te elevó á la
+cumbre de tu grandeza, fue tambien el primero en motivar tu caida.
+Almanzor no era tu califa; no era mas que un hadjib, un valido de tu
+soberano. ¿Qué hacia Hescham en tanto que él tenia aterrada la Península
+con el ronco fragor de sus batallas? Tu infortunado rey vivia en una
+eterna infancia ageno de los negocios del gobierno: no ejercia su
+imperio sino sobre las flores de su jardin, sobre el corazon de sus
+esclavas. Muerto Almanzor, tuvo que entregarse en brazos de otro hadjib;
+murió este segundo hadjib, y tuvo que entregarse en brazos de un
+tercero. Pertenecieron los tres á una familia; pero no todos le fueron
+igualmente fieles. Almanzor, celoso de la autoridad omnímoda que ejercia
+sobre la España Arabe, le distrajo de los negocios del gobierno, aunque
+no intentó nunca usurparle el trono á que hubiera podido subir llevado
+sobre el escudo de los ejércitos que habia conducido á la victoria;
+Abd-el-melek, hijo primogénito de Almanzor, siguió guardándole la
+lealtad jurada; Abd-el-rhaman Anasir, hermano de Abd-el-melek, le movió
+á impulso de su propia ambicion á que le declarara sucesor al trono.
+¡Declaracion fatal, terriblemente fatal para tí, ciudad desventurada,
+sobre cuya cabeza fue desde entonces amontonando el Señor todo género de
+males: la guerra, el crímen, el hambre, la anarquía!
+
+Duerme, duerme, ciudad: duerme tranquila tu tranquilo sueño. No quieras
+oir otra vez tus espantosos infortunios: no quieras recordar de nuevo
+tan sangrienta historia. Se estremecen de horror hasta los que la leen
+en el silencio de sus corazones: ¿qué no sufrirías tú que tienes aun
+impresa en tu cuerpo la roja huella de los que á la sazon le
+precipitaron al fondo de un abismo? La declaracion de Hescham armó á
+Mohammad su primo; y Mohammad y Abd-el-rhaman se batieron bajo tus
+murallas. Vencedor Mohammad, hizo morir en una cruz á su enemigo,
+encerró secretamente á Hescham, le dió por muerto á los ojos de tus
+hijos, y empuñó al fin teñidas en sangre sus manos el cetro de tus
+califas. Quiso desarmar á los berberiscos; y estalló una rebelion en que
+tu pueblo tuvo ya que tomar parte contra tan odiosos africanos. Salieron
+estos vencidos, abandonaron tus hogares; mas para volver pronto á
+desgarrar tu seno con sus armas y las armas de Castilla. Te ocuparon por
+segunda vez despues de haber derrotado á Mohammad en la batalla de
+Jabalquinto; y no te dejaron ya sin haber antes devastado y saqueado tus
+palacios de Medina Azarah. Mohammad, acompañado de un ejército cristiano
+que le enviaron los condes de Barcelona, invadió de nuevo el trono de
+tus antiguos reyes; mas para corto, para muy corto tiempo. Vencido á
+poco en un combate que tuvo con los berberiscos, falto del apoyo de sus
+aliados, enemistado con tus hijos, te puso al borde de un precipicio,
+del que solo pudo arrancarte la mano de su hadjib sacando del ignorado
+encierro á Hescham, tu legítimo califa. Mohammad vió alzarse ante sí á
+su primo Hescham como una sombra: quiso conjurar su enojo con humildes
+súplicas, pero inútilmente. Fue decapitado, entregado su cuerpo á la
+muchedumbre, llevada su cabeza sobre la punta de una lanza al audaz
+Soleyman, á quien Hescham trató de dar con esto ejemplo. Tuviste
+entonces restablecida la legitimidad sobre tu trono; mas ¿qué podias
+esperar de ese cobarde Hescham, que nunca aspiró mas aliento que el de
+sus jardines, ni conoció mas placeres que los de su serrallo? Estás
+condenada á languidecer y á morir; de tu suelo no brotan ya sino la
+ambicion y el odio para prolongar el horrible dolor de tu agonía.
+Duerme, duerme, ciudad: duerme tranquila tu tranquilo sueño.
+
+Hescham no supo hacer mas que acelerar tu ruina. Tenía en todo el reino
+un solo hombre capaz de sostener su vacilante trono; y le entregó por
+meras sospechas de traicion al hacha del verdugo. Cercado por todas
+partes de berberiscos que devastaban sin cesar la Andalucía, se anonadó,
+y no pudo dar nunca un paso mas allá de tus murallas. Te vió con dolor
+abatida, devorada por el hambre, consumida por la peste; pero no fue
+capaz ni aun de procurarte pan teñido con la sangre de tus hijos. No se
+sintió con fuerzas ni aun para salvarte del poder de Soleyman, que cayó
+al fin sobre tí y vengó en tí las afrentas recibidas por sus feroces
+africanos. Afeminado, débil, dejó que su enemigo te tomara por asalto;
+desapareció á la hora del peligro tras los soldados que habian de velar
+por tu defensa; y te abandonó medio moribunda al furor de los que venian
+dispuestos á acabar contigo. No pereciste aun; mas ¿quién podia creer
+que no hubiese llegado ya tu última hora? Dueño de tí Soleyman, «robad,
+saquead, dijo á sus tropas: ahogad la voz en la garganta de los que os
+ultrajaron.» Por tres dias tuviste hundida en tu seno la lanza de los
+bereberes; por tres dias te viste condenada á asordar el aire con
+inútiles gemidos. Desencadenado contra tí el odio profundo de una raza
+que fue en todos tiempos el azote de tu pueblo, sola, aislada, no
+encontraste por eco de tus lamentos sino un contínuo grito de venganza,
+y llegaste hasta á perder la voz para quejarte de tus acerbos males.
+
+Soleyman no se contentó ya con ser el general de tus ejercitos: levantó
+de las oscuras gradas del trono la espada de tus reyes. Orgulloso,
+intolerante, destituyó de sus destinos á los árabes y te sujetó por
+completo al dominio de sus soldados. Ejerció sobre tí una tiranía
+insoportable: te injurió, te oprimió, arrojó con desden sobre tu frente
+los restos de tu antiguo imperio. No contaba con simpatías, no contaba
+con mas apoyo que el de sus propias armas; mas estas armas eran fuertes
+en la pelea, él bravo y fiero como uno de esos leones del Desierto. Se
+hacia dificil quebrantar su poder, romper su lanza. En otro tiempo tú
+misma hubieras bastado á quebrantarlo; mas ¿cómo podias entonces tener
+fuerzas ni aun para levantar al cielo tus suplicantes brazos?
+
+Hayran, hadjib que fue de Hescham, fue entonces el único que concibió la
+esperanza de salvarte. Habia sido herido en el asalto del Alcázar y
+recogido por un desgraciado que se compadeció de él y le ocultó en su
+casa. Cicatrizado apenas su cuerpo, no pudo mirar con indiferencia la
+suerte de su patria: salió de España, pasó al Africa, conjuró al valí de
+Ceuta Aly ben Hamud á que viniera con su ejército á rasgar las ataduras
+que te unian ya al sepulcro. El interes que tenia por tu pueblo le
+inspiró elocuencia para traer consigo al esforzado Aly. Entró; dirigióse
+al punto contra Soleyman que, temiendo esperar al enemigo en tu recinto,
+abandonó tus muros; le halló, luchó con él, y no paró hasta presentarle
+herido y maniatado al valí, que no pudo verle sin afearle sus hechos y
+cortarle la cabeza con su cimitarra. No pudo ser mas rápido ni mas
+eficaz el ausilio del hadjib; mas ¿qué podia sobrevenir que no fuese
+para tí un nuevo motivo de dolor y de amargura? Saludaste gozosa á
+Hayran y á ben Hamud, los aclamaste como tus libertadores: ¡ay! y no
+pasaron tres años sin que debieses ver á Hayran muerto por la mano de
+Aly, á Aly ahogado en un baño por los servidores del último califa.
+¡Pobre Hayran! habia sido él quien habia entronizado principalmente al
+valí, él quien mas habia procurado arrancarte del borde de la tumba; y
+obtuvo en premio la muerte. Temeroso ben Hamud de su influencia, le
+alejó de sí apenas hubo tomado posesion del trono, le incitó á la
+rebelion, salió contra él, y no sintió temblar su espada al ir á
+sumergirla en el pecho de su antiguo aliado.
+
+Hayran, al sublevarse contra Aly, habia hecho proclamar califa en la
+ciudad de Jaen al ommyada Abd-el-rhaman IV, biznieto del magnánimo
+Abd-el-rhaman III. Muerto Aly, vió ya el nuevo príncipe franqueado el
+paso para subir al trono; mas no tardó en deber luchar con otros dos
+rivales poderosos que hubiera quizás vencido á no haberse conjurado
+contra él su desdichada suerte y el rigor de tu destino. El-Khassem,
+hermano de Aly, vino á apoderarse de tu alcázar, al parecer solo para
+dictar decretos de proscripcion y de muerte contra tus mejores hijos;
+Yahhyay, primogénito del mismo Aly, reunió al momento cuantas fuerzas
+pudo para reclamarte como una herencia, como el patrimonio de su padre.
+Tres reyes se disputaron á la sazon en el campo de batalla los girones
+de tu solio. Volvió á recorrer la muerte tus ciudades y tus campos:
+volvió á estender de nuevo su fúnebre crespon sobre tu reino. Trémulo
+el-Khassem ante Yahhyay, se ofreció á compartir con él su imperio y
+entregarle por de pronto el gobierno de tu pueblo. Yahhyay aceptó y
+prometió guardar el pacto, mas ébrio á poco con tus homenages y sinceros
+aplausos, no pasó ni dias sin aspirar al dominio absoluto y violar la fé
+jurada. Irritóse el-Khassem, ya algo repuesto de su primer cuidado;
+regresó, cayó sobre tí con la celeridad del rayo, y le obligó á la fuga.
+Te alzaste entonces y le venciste: no mas tiranos, dijiste, no mas
+abatimiento; pero fue inútil tu cólera; vano, enteramente vano, tu
+generoso ardor contra tus rudos opresores. No pudiste ni aun muerto
+el-Khassem gozar de la vista de ese Yahhyay á quien amabas.
+Precipitáronse los sucesos de una manera espantosa, y en menos de dos
+años tuviste que obedecer á la voz de cuatro reyes. El que no murió bajo
+el puñal de los conjurados ni bajo la espada de sus enemigos, murió
+infamemente atosigado; y tú, huérfana de contínuo, de contínuo colocada
+entre el despotismo y la anarquía, rodaste con mas y mas velocidad á lo
+profundo del abismo sin encontrar otro apoyo en tu fatal caida que
+débiles arbustos, rocas apenas sumergidas en la tierra que se quedaban
+en tus manos ó se desplomaban al peso de tu cuerpo para apresurar tu
+ruina.
+
+Habia sido ya destronado el-Khassem, cuando su ejército, que habia
+salido poco antes contra Abd-el-rhaman, entraba en batalla con el de
+este ommyada, en quien cifraban tantos la esperanza de su patria. Venció
+Abd-el-rhaman; pero murió de un flechazo al acabarse ya el combate.
+Arrojó este hecho en la consternacion todos los ánimos. Desesperaron los
+mas de la salud del reino, y tú fuiste la primera: dicen que lloraste al
+saberlo lágrimas de sangre. Hiciste, sin embargo, un esfuerzo que no
+era ya de esperar de un ente moribundo: soy yo quien me he de dar mis
+reyes, esclamaste; y levantaste sobre tu escudo á otro ommyada, á otro
+Abd-el-rhaman, hermano de aquel Mohammad que Hescham hizo decapitar al
+ascender por la segunda vez al trono. Era tu nuevo Abd-el-rhaman jóven
+de grandes dotes, de un porvenir brillante; mas ¿qué habia de poder ya
+ni aun el hombre de mayor genio con las bastardas pasiones que se
+agitaban en tu seno? Quiso enfrenar la licencia de tus soldados,
+arrebatar la dictadura á los guardias de tu alcázar, proteger á tus
+ciudadanos contra los escesos de la fuerza armada, reprimir el
+desorden... ¡ah! el desorden pudo mas que él y le denunció como su
+víctima. Morian un dia los últimos rayos del sol en tus montes de
+Occidente cuando tu palacio estaba cernido en todas partes por una horda
+de asesinos. Dáse el grito de alarma, é invaden tumultuosamente los
+salones del alcázar. Los esclavos del califa son los primeros en caer
+bajo la punta de los puñales. Se adelantan luego los agresores hasta el
+mismo Abd-el-rhaman; pelean con él unos instantes, le derriban al
+pavimento, le cosen á estocadas hasta oirle exhalar su último suspiro.
+Veo aun la luz del crepúsculo iluminando fantásticamente el
+ensangrentado cadáver: el silencio que reina en torno suyo me turba y me
+confunde. ¡Bandidos miserables! ¡raza inicua de hombres corrompidos á
+quienes no espanta verter la sangre humana para satisfacer vuestros
+deseos! ¿cómo no temblais ante vuestra propia obra?
+
+Mohammad, primo del califa, habia sido el gefe de estos conjurados:
+muerto Abd-el-rhaman, fue proclamado rey. Encumbrado á tan alta dignidad
+solo por el favor de esos criminales llamados guardias del alcázar, ya
+tan codiciosos y perjuros como los que se atrevieron á poner un dia en
+almoneda la corona del Antiguo Imperio, no pensó ni pudo pensar durante
+su reinado sino en ir asegurando con inmensas dádivas la alianza que
+habia sido establecida entre él y ellos por tan infame alevosía.
+Consumió el tesoro del divan, disipó el tesoro público, agotó hasta las
+últimas rentas del Estado; mas nunca, en ningun tiempo pudo satisfacer
+la sed de oro que les devoraba. Vióse al fin privado de todo género de
+recursos. Empezó á temblar, pero no á retroceder, porque conoció que era
+imposible. Los puñales que hirieron á Abd-el-rhaman, dijo, estan
+asestados contra mí: las manos que los empuñan no los sueltan ya sino
+para recoger los escudos que les arroje desde lo alto de mi trono.
+Entregóse á la mas desenfrenada arbitrariedad, creó nuevos tributos,
+vejó todos los dias mas y mas á los hijos de tu pueblo. ¡Inútiles
+esfuerzos! las exigencias de esa turba de sicarios crecieron á
+proporcion de la generosidad que con ellos ejercia: no pudo ni aun con
+ese sistema de opresion encontrar medios para cumplirlas. Sintióse
+aislado, perdido; y no vió otro camino para escapar de la muerte que le
+amenazaba que el de abandonar secretamente los palacios de Medina Azarah
+en medio de las tinieblas de la noche. Alcanzó asi prolongar algunos
+dias mas su vida; mas ¡ay! ¿en tanto, qué fue de tí, ó desgraciada
+Córdoba, en poder de esas insolentes guardias pretorianas? Robáronte,
+saqueáronte, complaciéronse en ir agravando mas y mas tu bárbara agonía.
+Oyeron tus gemidos y los apagaron con el hierro de su lanza: «sufre y
+obedece, dijeron, á los que son hoy tus reyes. ¿No eres acaso tú la que
+contemplaste impasible la muerte de trescientos de tus hijos y la
+proscripcion de una gran parte de tu pueblo? La primera vez que salimos
+armados del alcázar de tus califas salimos ya para abrir y desgarrar tu
+seno: ¿callaste entonces, y te atreves á quejarte ahora de que ejerzamos
+en tí nuestros instintos? Sufre y muere no ya bajo el hierro, sino bajo
+el cuento de nuestras alabardas.»
+
+¡Pobre ciudad! no bastaba que hubiese sufrido los horrores del hambre y
+la anarquía: faltaba aun que la insultasen sus verdugos. ¿Quién vendrá
+ya á salvarla? ¿quién podrá ya venir siquiera á dulcificar sus postreros
+instantes de amargura? Yahhyay reina aun en Ceuta y en Algeciras: ¿cómo
+no ha tomado las armas para reconquistar su codiciado imperio? ¿tan
+pronto se ha estinguido en él la llama de esa noble ambicion que le
+indujo en otro tiempo á venir á arrancar esta ciudad de la orilla misma
+del sepulcro? ¿tan pronto han dejado de resonar en sus oidos los vítores
+con que le acogió la muchedumbre, las afectuosas palabras con que le
+rindieron homenage los valíes? No le mueve ya á Yahhyay el deseo de
+alcanzar un reino; pero le mueve en cambio el amor á su Dios y á su
+patria. Córdoba, Córdoba, abre tus puertas á tu libertador: no hay ya en
+todo tu reino otro hombre capaz de contener las lágrimas que brotan á
+torrentes de tus ojos. Su prudencia y su desinteres corren al par con su
+bravura: su sola mirada basta para imponer á tus viles opresores.
+Aclámale por tu rey, aclámale por tu califa, aclámale por tu Dios sobre
+la tierra: nadie como él puede vengar ahora tus ultrajes; nadie sino él
+levantarse como la sombra de los Abd-el-rhamanes á la vista de tus
+enemigos.
+
+Entró Yahhyay en esta ciudad sin la menor resistencia y entre los mismos
+aplausos que la vez primera. Su principal cuidado fue restablecer el
+orden. Tan cuerdo como severo, logró restaurarlo en breves dias. Sus
+palabras, dulces para unos, para otros amargas, producian todas el mismo
+efecto: no parecian sino hálitos de esas templadas brisas que vienen á
+serenar el cielo despues de las tempestades de verano. Asegurada ya la
+tranquilidad, trató de reconstituir la unidad de la monarquía, rota á
+pedazos por esa larga serie de revoluciones que habian removido este
+agitado suelo. Llamó á los valíes de las provincias para que fueran á
+jurarle obediencia según las prácticas del reino: escribió á todos sus
+funcionarios para que no retardasen un solo instante el cumplimiento de
+sus leyes. Lleno de fé en sus propias fuerzas, y sobre todo convencido
+de la necesidad de llevar á cabo su proyecto, se mostró no solo
+dispuesto á realizarlo echando mano de los medios que su autoridad le
+sugería, sino tambien decidido á ir á sujetar por sí mismo á los
+rebeldes. Esto fue lo que le perdió. Habia entonces en Sevilla un valí
+orgulloso y fiero que no reconocia otra autoridad que la de Dios y su
+Profeta, que no se arredraba ante ninguno de sus enemigos, que como los
+reyes escandinavos gustaba de beber en el cráneo de los que habia
+vencido en el campo de batalla. Yahhyay le escribió como á los demas
+valíes; pero no tuvo de él mas que un silencio, equivalente en un hombre
+de su carácter al desprecio. ¿Cómo podía dejar de irritarse Yahhyay?
+Tomó de improviso las armas y salió para Sevilla deseoso de castigar
+tamaño ultraje: dió en el camino con el valí, le acometió, luchó como
+una fiera con él, le puso en retirada, le obligó al parecer á llevar
+consigo la ignominia y el pesar de una derrota. Arrebatado por su brio,
+no se contentó con haber condenado á su contrario á volverle las
+espaldas; se precipitó tras él seguido de su escasa comitiva, corrió,
+voló, cayó en una celada, donde murieron bajo el hierro de los soldados
+del valí él y sus valientes caballeros. Llora, Córdoba, llora si es que
+lágrimas pueden brotar aun de estos tus ojos: ya no existe el que ha
+sido tu última esperanza; ya no podrá volver á desnudar por tí la
+espada. Llora, desdichada ciudad, llora porque no es ya solo el califa
+quien ha muerto, ha muerto tambien el califato. Acabas de perder tu
+corona de reina en esa fatal jornada: levanta como en otro tiempo la
+voz... nadie te escucha.
+
+Sabida la desgracia de Yahhyay, reunióse el divan y eligió por sucesor á
+un ommyada llamado Hescham, que desde la decapitacion de su padre
+Mohammad vivia casi del todo ignorado en una fortaleza de Castilla.
+Libre de ambicion, y sobre todo severamente aleccionado por el trágico
+fin de su hermano y de su padre, rehusó por mucho tiempo la peligrosa
+dignidad que le ofrecian, sin llegar á ceder nunca sino ante la
+consideracion de que asi lo exigia la causa de su patria. Al fin aceptó
+y tomó la direccion de los negocios del gobierno. Propúsose en un
+principio conciliar todos los ánimos por medio de la persuasion y la
+dulzura: manifestó á los valíes la necesidad de restablecer la unidad
+del Imperio para detener la marcha de los ejércitos cristianos
+internados ya hasta el corazon de la Península; les puso por delante los
+intereses del Islam, el bienestar de los pueblos fatigados de tan largas
+y sangrientas guerras; apeló á los generosos sentimientos que debia
+abrigar todo buen muzlim, al recuerdo de las antiguas glorias, á lo que
+exigia por fin el cumplimiento de las leyes del Profeta. Todo en vano.
+Quiso despues recurrir á las armas: organizó ejércitos, nombró
+generales, les dió órdenes terminantes para que no perdonaran medio
+alguno á fin de reducir á su obediencia á los rebeldes... Todo en vano
+tambien. Confuso y desconfiado ya, apenas sabia adonde volverse:
+insistió en su antiguo sistema de moderacion, no porque lo creyese mas
+eficaz, sino porque le repugnaba derramar en luchas estériles mas
+sangre. Sufria en tanto el pueblo é ignoraba la causa de su sufrimiento.
+Cansado de padecer, la atribuyó como de ordinario á su califa y le
+depuso. Le depuso sin ira, y Hescham bajó del trono sin disgusto: todo
+estaba ya muerto en esta ciudad, todo era ya para ella un hecho
+indiferente.
+
+Bajó por fin del trono de tus reyes el último de los Ommyadas, ciudad
+infortunada: ¿qué te quedó luego de tu grandeza de otro tiempo? Agesilao
+suponia las fronteras de su patria alli donde alcanzaba la punta de sus
+lanzas: ¿adónde alcanzan ya las tuyas, desdichada corte de los califas?
+Levántate y vuelve los ojos á tu alrededor: Sevilla obedece á Mohammad
+Abu-el-Khassem, el que perdió á Yahhyay en una pérfida emboscada;
+Carmona y Écija, á uno de tus mas intrépidos valíes; Málaga y
+Algeciras, á Edrys; Granada, al berberisco Hhabus; Almería, Murcia, las
+Baleares, al guerrero Zohayr, valí de Denia. Reina en Valencia A'mery;
+en Zaragoza, Almondhar; en Toledo, Ismail; Abdallah-Ben Moslemah en las
+dos Estremaduras y el Algarbe. Cataluña, Aragon, Navarra, los reinos de
+Castilla y de Leon estan contemplando tu ruina desde los montes en que
+tienen establecidas sus tiendas de campaña. Cada uno de tus antiguos
+valíes es un emir, un emir que dispone de ejércitos, acuña moneda, exige
+tributos, impone leyes á todo un pueblo con el hierro de su espada: cada
+uno de esos emires es uno de tus implacables enemigos. Háblales, y
+acogerán tus palabras con desprecio; recuérdales que eres su reina, y
+despues de llenarte de oprobio se dispondrán á la venganza. Eres aun
+reina; pero tus dominios no se estienden ya fuera de tus murallas;
+vendrá dia, y no está lejos, en que pierdas hasta esa independencia y
+llegues á ser la cautiva de otro pueblo.
+
+Depuesto Hescham, fue elegido califa su wazir Gehwar-ben-Mohammad,
+hombre de talento, de severas costumbres, de tanta resolucion como
+prudencia, de mucho menos celo por su gloria que por la causa de su
+patria. Gehwar-ben-Mohammad conocia perfectamente la situacion de
+Córdoba: sabia que su papel de reina habia concluido, y que podia
+aspirar cuando mas á salvarse del furor de la anarquía. Procuró antes
+que todo asegurar su paz interior, tranquilizarla. Llamó al divan á los
+principales ciudadanos, abjuró en favor de este senado el poder absoluto
+de que gozaba como gefe supremo del Imperio, redújose de califa que era
+á ser el presidente de una aristocracia. Proscribió de sí el lujo,
+disminuyó el ejército, rebajó cuanto pudo los enormes gastos del Tesoro.
+Declaró gratuita la administracion de justicia, puso puertas á las
+calles para impedir los robos y asesinatos que se cometian con
+frecuencia á la sombra de la noche, distribuyó armas entre los vecinos
+para que pudiesen por sí mismos velar por la seguridad y mantener el
+orden. Facilitó la entrada de víveres y proveyó abundantemente los
+graneros públicos. Colocó inspectores en todos los mercados para evitar
+la mala fé en los contratos; no consintió por mas tiempo la tiranía que
+ejercian sobre los contribuyentes los recaudadores. Se obligó á
+presentar todos los años al divan una cuenta detallada de sus ingresos y
+sus gastos. Deseaba inspirar confianza y la inspiró; deseaba robustecer
+el poder y lo robusteció; deseaba cerrar el paso á todo género de
+turbulencias y lo cerró; pero no pudo hacer mas que mejorar el gobierno
+de la ciudad, como ciudad, no como corte del antiguo Califato.
+
+Se acordó una que otra vez Ben-Mohammad de cuán necesaria era la
+sumision de los valíes que se habian proclamado independientes; mas ni
+siquiera para intentarla se sintió con fuerzas. Trató de conciliarlos, y
+encendió sin querer el fuego de la guerra. Quiso sujetar á fuerza de
+armas á los que coartaban mas de cerca la accion de los poderes
+públicos; y escitó contra sí á Ismail, el mas audaz de los rebeldes.
+Perdió en la lucha su reputacion, su ejército, su vida.
+
+Murió Gehwar y volviste á caer en un abismo. Su hijo Mohammad, temeroso
+de Ismail, solicitó la alianza de los emires de Badajoz y de Sevilla. La
+obtuvo, y escitó con esto la cólera de tus enemigos. Vió en breve contra
+tí las tropas de Al-Mamun, mas belicoso que el mismo Ismail su padre;
+quiso hacerle frente, y salió vencido en la primer jornada. Lleno de
+sobresalto, imploró entonces por medio de su hijo Abd-el-Melyk el favor
+de Aben-Abed. Logró salvarte del furor de Al-Mamun; mas acabando para
+siempre con tu independencia.
+
+Aben-Abed, emir de Sevilla, era á la sazon uno de los reyes mas temidos
+de la Andalucía. Llevado de una ambicion sin límites, no perdonaba medio
+para ir dilatando sus vastas posesiones: donde creía infructuoso el
+valor, empleaba la astucia y la perfidia. Entretuvo al jóven
+Abd-el-Melyk divirtiéndole con fiestas que afectaba darle como un
+homenage debido al heredero de un califa; dejó que se adelantara sobre
+tí Al-Mamun y esperó verte cercada. Ya que consideró inminente el
+peligro en que te hallabas, salió de Sevilla como un leon; mas no con el
+deseo de libertarte, sino con el de hacerte esclava. Favorecido por una
+salida que hicieron tus tropas se arrojó con ímpetu sobre Al-Mamun y le
+derrotó al primer encuentro. Logró escitar con su brillante victoria tu
+entusiasmo. Entró en tí primero que Abd-el-Melyk, cerró de improviso tus
+puertas, ocupó tus muros, se apoderó de tu alcázar, donde estaba medio
+moribundo tu califa, te impuso su voluntad desde el mismo solio de tus
+antiguos reyes. Encontró alguna resistencia en Abd-el-Melyk, que á las
+pocas horas vino del campamento enemigo cargado de despojos y trofeos;
+mas la venció sin dificultad dejando al desgraciado príncipe muerto á
+estocadas en la misma puerta por donde procuraba abrirse paso. Te habló
+luego de tu porvenir y tu pasado; dispertó en tí ilusiones y
+esperanzas; te embriagó con fiestas y espectáculos que recordaban tu
+grandeza de otros dias; y alcanzó que, degenerada por tus infortunios,
+tú misma llegases á aplaudir su infame alevosía. La sangre de
+Abd-el-Melyk estaba aun caliente, cuando, henchida de gozo, levantabas á
+Aben-Abed sobre tu escudo: ¿qué se habian hecho ya tus sentimientos? ¿ni
+una lágrima tenias siquiera para el nieto de Gehwar, de ese califa que
+habia sabido inmolar en tus aras todas sus pasiones? ¿qué creías poder
+aguardar de esos emires de Sevilla? no hicieron mas que cubrirte de
+vergüenza y de ignominia: no respetaron ni tu trono. El título de califa
+de Córdoba habia sido hasta entonces el sueño de oro de cuantos sentian
+en su pecho sed de gloria: Aben-Abed lo despreció, tal vez para hacer
+mas evidente tu miseria y acabar de sepultarte en el olvido. Hasta el
+nombre de reina has ya perdido: no es ya Sevilla tu rival, es tu señora.
+
+Conservaste tu orgullo, te acordaste alguna vez de que habias sido la
+capital de una vasta monarquía; pero en vano: tus enemigos pasaron sobre
+tí, como pasa el hombre sobre todo miserable reptil que se atraviesa en
+su camino. Al-Mamun te sujetó sin perder un soldado de su ejército:
+Aben-Abed te recobró sin desnudar la espada. Vinieron los almoravides y
+te vencieron: te rebelaste contra ellos y no pudiste escitar ni su
+venganza. Aly, su gefe, se contentó con que restituyeras lo que en los
+dias de tu rebelion hubieses usurpado. Secundado tu movimiento por otras
+cien ciudades, intentaste por segunda vez sacudir el yugo de esos
+feroces africanos: lo sacudiste y volviste á caer en él apenas se
+presentaron frente tus muros las tropas aliadas de Ben-Ganya y el
+emperador Alfonso. Saliste del poder de los almoravides para entrar en
+el de los almohades: desplomóse el imperio de los almohades, y tampoco
+supiste reconquistar tu independencia. Formáronse en España varios
+reinos como á la caida de tus Ommyadas: ni voz tuviste para recordar tus
+derechos. Tú, cuyas órdenes habian sido obedecidas desde las orillas del
+Ródano al Desierto, te humillaste á recibir las de una ciudad hasta
+entonces desconocida, las de la ciudad de Baeza. Decapitaste á poco á
+Mohammad, tu nuevo rey; pero cuando habia entregado ya á Fernando III de
+Castilla la vecina Andújar y esa misma Baeza de que se habia hecho
+soberano, ¡Ay! ¡que se va acercando la hora de tu completa ruina! Ciudad
+de las ciudades musulmanas, Damasco del Occidente, segundo templo del
+Islam, vas á morir: el espíritu del Profeta va á abandonar para siempre
+tus mezquitas. Alza tu frente y observa: legiones de nazarenos estan
+ordenándose en batalla á la sombra de sus grandiosos estandartes, de
+esos estandartes con que vencieron en las Navas de Tolosa. El que las
+acaudilla es un rey que goza del favor del cielo: ángeles enviados por
+Cristo sostienen su bandera; palabras de bendicion estan escritas por la
+misma mano de Dios sobre la hoja de su espada. Hélas ya alli sobre la
+cumbre de tus montes: ¡ay del dia en que cierres al sueño tus cansados
+ojos! ¿Oyes? tus templos se estremecen; en tus alcázares no resuenan mas
+que hondos gemidos. Voces misteriosas conmueven de noche el aire que
+respiras; gritos de desolacion turban de contínuo la paz de tus hogares.
+¿Qué remedio has de hallar para conjurar la tempestad que te amenaza?
+Tus armas estan melladas; tus reyes, dispersos y ocupados en luchas
+intestinas; tus intrépidos guerreros de otro tiempo, en el sepulcro.
+¡Córdoba! ¡Córdoba! vas á luchar inútilmente contra ese ejército de
+infieles: sucumbirás, y no al hierro, sino al hambre y al desorden.
+
+Acababa de salir S. Fernando de la villa de Andújar, cuando un hombre
+oscuro á quien habia conferido el gobierno de la plaza, sabiendo por
+algunos prisioneros que Córdoba dormia confiada en la inaccion de los
+cristianos, concibió el atrevido proyecto de ir á tomarla por sorpresa.
+Solia haber por aquellos tiempos en las fronteras de las dos Españas
+turbas de hombres medio salvages cuyo único placer era la guerra, cuyos
+únicos medios de subsistencia eran las sangrientas algaradas que hacian
+á cada paso en pueblos enemigos. Este hombre oscuro los llamó y les
+comunicó su intento. No tuvo que hablar mucho para decidirlos: los
+exaltó, organizó en secreto la espedicion, y vino á la primera
+oportunidad sobre estos muros. Era de noche: el cielo estaba cerrado; la
+lluvia azotaba los techos de la ciudad dormida. Lleno de fé en su
+empresa, se adelanta el audaz cristiano hácia el barrio de Oriente,
+escala en silencio los adarves, degüella las guardias, se estiende por
+las calles, se atrinchera, se prepara para resistir los ataques que le
+darán probablemente al asomar el alba. Seguro ya de su conquista, envía
+en tanto mensageros á Alvaro Perez, al rey, á cuantos podian hacer que
+no quedase ineficaz su temerario empeño.
+
+Rayaba apenas el dia, cuando, sorprendidos los habitantes de la ciudad,
+tomaron las armas y acometieron á los invasores. Larga y reiterada fue
+la lucha, pero inútil. Las fuerzas cristianas lejos de menguar
+crecieron: crecieron por de pronto con el socorro de Alvar Perez, poco
+despues con el del rey, que, no bien tuvo noticia del suceso, dió la
+vuelta para esta ciudad sin aguardar á que se reuniese su ejército bajo
+sus banderas. ¿Cómo no habia de empezar á desfallecer una ciudad
+estenuada por tantos sacrificios? Disputábanse á la sazon el imperio de
+la España Arabe Abu Zeyan, Aben-Hud, Mohammad Al-hamar el fundador del
+reino de Granada: reconociéndose débil para luchar sola contra sus
+enemigos, dirigió los ojos á Aben-Hud, le escribió, le suplicó que no la
+dejase abandonada en medio de tan gran peligro.
+
+Aben-Hud, aunque ambicioso, era de noble corazon: no se hizo ni pudo
+hacerse sordo al llamamiento de una de las primeras ciudades de su
+patria. Pospuesto todo interes personal, se dejó caer sobre la ciudad
+con el grueso de su ejército. La encontró medio cercada; mas no por esto
+cejó; antes se mostró dispuesto á combatir hasta que S. Fernando
+levantase el sitio. Iba á trabar el primer asalto contra los reales
+enemigos, cuando le ocurrió, sin embargo, un pensamiento que detuvo sus
+ímpetus guerreros. «Ciudades como Córdoba, dijo, no se sitian con
+escasas tropas ni sin esperanzas de buen éxito: ¿de qué servirá empeñar
+una lucha en que he de salir vencido? La ruina de la ciudad producirá la
+mia; Murcia caerá; el poder del Islam llegará al borde del abismo.
+Millares de creyentes confian en mi espada: ¿me espondré á perderla en
+defensa de una ciudad que salvaré hoy y morirá mañana? ¿en defensa de
+una ciudad sobre la cual pesa hace siglos la mano de un fatal destino?»
+Quiso cerciorarse de las fuerzas de que disponia S. Fernando, y
+aumentaron sus temores. Un caballero cristiano que militaba en sus filas
+y á quien confió esta mision, deseoso de reconciliarse con su rey,
+exageró el número de los enemigos, y pintó no solo peligroso, sino hasta
+quimérico el proyecto de atacarlos. «Vais á morir, le dijo á Aben-Hud:
+vais á sacrificaros en vano por una ciudad que está condenada desde
+mucho tiempo á los horrores de la servidumbre. Murcia os proclama emir;
+Valencia os ofrece una corona; si venceis á Al-hamar, es vuestro todo el
+pais de Andalucía: ¿qué puede importaros, atendido vuestro brillante
+porvenir, una ciudad que ya no es mas que un nombre? Id y recoged los
+restos del imperio de los Abd-el-rhamanes; restableced la unidad,
+agrupad en torno vuestro á cuantos se sienten aun decididos á sostener
+la causa del Profeta: no tardareis en derribar de un soplo la obra de
+Fernando ni en enarbolar vuestros estandartes vencedores hasta en el
+mismo alcázar de Toledo.» Aben-Hud, aunque con gran pesadumbre suya,
+cedió á las falsas palabras del cristiano. «¡Cuán triste es tu suerte!
+esclamó: ¡no te queda mas recurso que sucumbir, desdichada ciudad! pero
+confio en que han de brillar para ti mejores dias. No querrá Dios que
+yazga por mucho tiempo esclava la que ha sido el segundo templo del
+Profeta.»
+
+S. Fernando, apenas se vió libre de Aben-Hud, no dudó un instante mas de
+la victoria. Multiplicadas de dia en dia sus fuerzas con las huestes que
+afluían á su campamento, comprendió cuán facil era triunfar de la ciudad
+sin verter sangre: estrechó el sitio, imposibilitó toda salida, y esperó
+con calma que los mismos cercados fuesen á sus pies á deponer las armas.
+Desmayó el pueblo cordobés; mas no perdió aun del todo la esperanza.
+Recordó sus antiguas glorias, su poder, el respeto que su nombre
+infundia á todas las naciones, y se resistia á creer que no hubiese
+siquiera quien por el interes general de los árabes pasase á socorrerle.
+Olvidaba el infeliz que ya no habia en toda la España musulmana ni un
+solo estado que pudiese aventurarse á luchar con las tropas de Castilla,
+ni un solo cadí que supiese acallar su ambicion en beneficio de su
+patria. Confió, pero sin fruto: vió que todos los dias se aumentaban sus
+enemigos, nunca sus soldados. Falto de víveres y sobre todo de un gefe,
+fue pasando de la abundancia á la escasez, de la escasez al hambre, del
+hambre á la anarquía. No pudo, al fin, sufrir mas: tuvo que apelar á la
+piedad del vencedor, y hasta en ese momento fue el mas desdichado de los
+pueblos. No obtuvo de él sino la vida, no obtuvo siquiera el derecho de
+permanecer en sus hogares, de conservar su hacienda. No quedó ni un solo
+musulman en Córdoba despues que hubo entrado en ella S. Fernando: todos,
+absolutamente todos fueron condenados á la proscripcion y á la miseria.
+El rey llevó el rigor hasta el estremo de no consentir que saliesen sino
+con lo que pudiese cada cual llevar consigo. ¿Qué hubiera hecho mas si
+hubiese debido conquistar la ciudad á fuerza de armas?
+
+Estoy oyendo tus gemidos, Córdoba; estoy viendo las lágrimas que brotan
+de tus ojos, ¡Qué dia de desolacion para tí aquel terrible dia! Mientras
+tus árabes te dejaban en silencio, tus enemigos te ocupaban entonando
+cánticos de triunfo. Tus alcázares fueron saqueados; tus templos
+profanados; violados los hogares de tus hijos. Tu mezquita fue
+consagrada á otro Dios, invadida por soldados y sacerdotes de Cristo. La
+voz del muezin dejó de animar tus minaretes; la del rudo africano, tus
+torreones. Hablaste y no te comprendieron; te hablaron y no
+comprendiste. Tus escuelas quedaron para siempre cerradas; tus baños,
+secos; tus palacios, desiertos. Estabas aun radiante de hermosura; mas
+tu hermosura no bastó para conmover á tus vencedores. ¿Qué se hicieron
+tus encantados palacios de Medina Azarah ¿qué tus embalsamados jardines
+de la Rusafa, donde plantó su palma Abd-el-rhaman I[2]? ¿qué tu
+biblioteca de Merwan, tesoro de la ciencia y la poesía de tus ilustres
+hijos? Nada respetaron en tí los invasores: no satisfechos con haber
+despoblado y talado tu campiña[3], con haber desterrado á todos tus
+creyentes, con haber llevado la espada hasta el interior de tus
+santuarios, destruyeron uno á uno tus monumentos complaciéndose en hacer
+saltar á hachazos tus ricas techumbres de cedro y tus paredes de oro.
+Salvaste de la destruccion comun tus viejos muros[4]; mas para tu
+castigo: ¿quién entre los árabes se ha de atrever ya á venir sobre
+ellos para restituirte al seno del Profeta? Desciñe tu bello turbante,
+sultana del Guadalquivir: ni derecho tienes ya para llamarte mora. Te
+han hecho cristiana; y cristiana serás mientras dure en la tierra el
+poder de la cruz. Es inútil que alientes en tu pecho la esperanza:
+inútil que en el silencio de la noche cuentes tus pesares á las aguas
+del rio para que las refieran á tus hijos: inútil que pretendas leer en
+tu pasado un porvenir menos sombrío é infeliz que tu presente: verás
+construir en tu seno sinagogas para judíos, basílicas para cristianos,
+jamas una mezquita. No encontrarás eco ni en la ola que pasa ni en el
+corazon de tus proscritos: sufrirás hoy mas que ayer; sufrirás mas que
+hoy mañana. Has sido víctima de cuantos pueblos cayeron sobre tí: lo
+serás en adelante, de las sangrientas parcialidades que nacerán entre
+cristianos. No está cerrada aun la página de tus infortunios, desdichada
+Córdoba.
+
+Apoderado S. Fernando de esta ciudad, no fijó ni pudo fijar su
+pensamiento sino en buscar medios para repoblarla. Redactó una carta de
+fuero mas ámplia que las que se habian hasta entonces concedido[5], la
+comunicó á todas las ciudades de Castilla, prometió y otorgó singulares
+mercedes á cuantos se resolvieron á pasar á vivir en Córdoba con su
+esposa y con sus hijos. Distribuyó tierras entre los principales
+caballeros que le habian acompañado en la conquista, dió al concejo los
+pueblos, aldeas y castillos que fueron sucumbiendo en la comarca[6].
+Para mas animarla y asegurarla, convirtió la ciudad en centro de
+operaciones militares; restauró la silla de Osio, de aquel famoso
+prelado á quien cupo la gloria de haber presidido el primer concilio de
+Nicea. Comprendia S. Fernando la gran dificultad que habia en conservar
+una ciudad rodeada de enemigos; y estaba dispuesto á no perdonar
+sacrificio alguno para traer á ella cristianos que tuviesen un interes
+personal en defenderla. Logró irla poblando; pero lentamente, tan
+lentamente que tres siglos despues habian los reyes de conceder
+privilegios á los que prometiesen habitar en ella por espacio de veinte
+años[7]. Dícese que en tiempo de Abd-el-rhaman III contenia esta ciudad
+doscientos mil vecinos[8]: ni siquiera una décima parte ha llegado á
+contener despues á pesar de los esfuerzos hechos por los monarcas de
+Castilla.
+
+La favorecieron muy poco los sucesos para que pudiese volver al estado
+en que la dejaron los Abd-el-rhamanes. D. Alfonso el Sabio vino con el
+rey de Marruecos á cercarla contra el infante D. Sancho, que había
+entrado pocos dias antes en ella con su esposa D.ª María de Molina: tuvo
+al fin que levantar el sitio, pero despues de haber talado sus
+alrededores[9]. Talólos años despues el rey D. Pedro, al ver que ni con
+el ausilio de Mohammad de Granada habia podido arrancarla á D.
+Enrique[10]. La peste diezmó horrorosamente á sus hijos al empezar el
+siglo XV: acabó con mas de veinte mil en el espacio de tres meses.
+Sobrevinieron graves disturbios en los reinados de Enrique III y Juan
+II; y fue sacrificada ya por el uno ya por el otro bando[11]. Siguieron
+tras aquellos tristes acontecimientos las escandalosas guerras civiles
+entre Enrique IV y sus hermanos; y se vió destruida y ensangrentada por
+los mismos habitantes. Los Reyes Católicos le arrebataron sus mejores
+soldados para la conquista de Granada; el tribunal del Santo Oficio
+consumió parte de la poblacion en los tormentos y la hoguera[12]. Los
+judíos, que ya en el siglo XIV habian sido inhumanamente acuchillados
+por el pueblo, la abandonaron á poco en virtud de una orden que solo
+pueden cohonestar las circunstancias especiales en que se encontraba á
+la sazon una nacionalidad, apenas constituida por otro principio que por
+el de la unidad de sentimientos religiosos. No sufrió poco bajo los
+reinados de Carlos y Felipe: el peso de los tributos llegó á hacerse
+insoportable; y hubo familias enteras que atravesaron para no volverlo á
+pisar el umbral de sus hogares. La emigracion voluntaria fue tan grande,
+que los reyes se creyeron obligados á otorgar nuevas mercedes á los que
+viniesen á poblarla. No podemos menos de recordar con dolor la terrible
+carestía que la afligió á mediados del siglo XVII: como si tantas
+calamidades políticas no bastasen aun para abatirla, castigóla Dios con
+este nuevo azote. El hambre llegó á tal estremo, que armados los
+ciudadanos en número de diez mil, se arrojaron á la calle y forzaron los
+graneros de los particulares. Cuentan que se encontraron casas donde
+habia hasta cuatro mil arrobas de harina corrompida: ¿con qué razon se
+hubiera podido castigar á un pueblo hambriento que á la vista de tan
+lamentable espectáculo hubiese desplegado todo el furor de su venganza?
+
+Desangróla en el siglo XVIII la guerra de sucesion: en el XIX, la guerra
+con la Francia. En la última sobre todo padeció mucho esta ciudad de
+Córdoba. Supo apenas los sucesos del 2 de mayo en Madrid, cuando
+pretendió ya sublevarse. El 10 secundó abiertamente la insurreccion de
+Sevilla; el 11 estaba armándose; el 7 de junio batiéndose en el puente
+de Alcolea. Desdichada como siempre, tuvo que volver la espalda al
+enemigo. Cerró apresuradamente sus puertas; mas para capitular, no para
+defenderse. No bien vió á Dupont frente sus muros, le envió á uno de sus
+principales hijos para negociar su entrega. Temia ver pasar sobre sí la
+espada de un vencedor que debia sentir naturalmente el deseo de imponer
+con los horrores de un asalto á una nacion rebelde; y estaba en
+transigir bajo cualesquiera condiciones antes que esponerse á ser
+entregada al saqueo y la matanza. Fue tal su desventura, que ni aun asi
+pudo evitar lo que temia. Habia empezado á entrar en pláticas con los
+franceses, cuando, bajo pretesto de algunos tiros disparados desde la
+muralla, apuntaron aquellos sus cañones contra la Puerta Nueva, y
+entraron de repente en la ciudad hiriendo y matando sin compasion hasta
+á los indefensos que acertaban á cruzar las calles. Un cordobés, que no
+pudo mirar con sangre fria la entrada de los enemigos, hirió á Dupont
+desde uno de los balcones de su casa; encendiéronse mas y mas en ira los
+franceses; y saquearon templos, palacios, edificios privados, oficinas
+públicas, cuanto podia satisfacer su sed de oro y de pillage. Ha sufrido
+Córdoba en todos tiempos; pero raras, rarísimas veces como en esos tres
+dias de horror en que estuvo á merced de una soldadesca cuyo corazon
+estaba endurecido por las sangrientas escenas de cien campos de batalla.
+¡Pobre ciudad! ¿cuándo será que concluyan para ella tan amargas
+desventuras? Idólatra, cristiana, mora, ¿siempre habrá de gemir abrumada
+por los infortunios? Los dioses del Olimpo no pudieron salvarla del
+furor de César: el Profeta la ha visto morir sin tenderle una mano desde
+su sepulcro: Cristo la ha entregado al hambre y á la peste cuando no la
+ha envuelto en los horrores de la guerra. Su destino ha sido el mismo
+bajo todas las religiones; y ella sin embargo ha sido bajo todas
+creyente.
+
+No acabaron aun aqui sus tristes vicisitudes: las guerras civiles que
+han desgarrado posteriormente el seno de nuestra patria han sacudido
+sobre ella sus funestas alas; y la han cubierto tambien de luto, de
+dolor, de ruinas. Quisiéramos recordarlas; mas brota aun sangre de tus
+heridas, desventurada Córdoba, y tememos acibarar con negros recuerdos
+tus inmensos males. ¡Paz, Córdoba, paz! perdona si hemos venido quizás á
+interrumpir tu sueño con tan lúgubre historia.
+
+Tenia ya tanto interes para nosotros lo pasado de esta ciudad de
+Córdoba, que sentíamos ir apurando los grandiosos hechos que lo
+constituían. Asomaba la aurora, y teníamos aun embargada la imaginacion
+por los recuerdos. Nuestra curiosidad artística habia llegado á
+desvanecerse: no buscábamos ya con los ojos esos monumentos en que ha de
+estar encerrado el genio de otros siglos; buscábamos los objetos en que
+podia estar vinculada una serie de acontecimientos; buscábamos la
+biblioteca de Merwan, la palma del primer ommyada, el plátano de César.
+La biblioteca, la palma, el plátano no existen: ¿cómo al convencernos de
+que habian desaparecido podiamos dejar de caer en el abatimiento y en la
+melancolía? Tantas calamidades, nos dijimos, habrán minado esta ciudad
+hasta por sus cimientos: ¡ay! ¿quién sabe si habrá siquiera vestigios de
+los pueblos que han venido á chocar y á destruirse en ella? Empezamos á
+distinguir las formas de las torres: en ninguna vimos ni el magestuoso
+sillar de los romanos, ni el ajimez esbelto de los árabes, ni la
+entallada cimbra bizantina, ni la aguja gótica. Teníamos á la espalda la
+mezquita de los Abd-el-rhamanes, y no nos era dado descubrirla: perdimos
+la esperanza. Entre los techos de la ciudad apenas aparecia mas que el
+estremo de algun roseton, uno que otro muro ennegrecido por los siglos y
+los árboles que dan frescura y sombra á algunos patios: ¡ah! repetimos
+con dolor: ¿nada de lo pasado guardará al fin esa Córdoba tan decantada
+por la historia y la poesía?
+
+La inquietud se apoderó nuevamente de nuestra alma; y recorrimos con
+afan la ciudad. Nos hallamos por mucho tiempo en un laberinto de calles
+á cual mas estrechas y tortuosas que van, vienen y se cruzan en todas
+direcciones. La desigualdad del piso, el humilde aspecto de las casas,
+la escasa animacion que reinaba en todas partes llamaron por de pronto
+nuestra atencion: nos parecia que estábamos en una de esas villas
+puramente agrícolas en que los habitantes dejan la poblacion por la
+campiña al primer crepúsculo del alba. Levantábamos á cada paso nuestras
+miradas esperando siempre que en alguna de aquellas modestas fachadas
+habiamos de dar con líneas propias de otra civilizacion, hijas de otro
+pueblo; mas inútilmente, ni el color siquiera permitia apreciar en
+muchas la huella de los siglos. Hay en Córdoba, como en casi toda la
+Andalucía, la costumbre de blanquearlas: costumbre detestable para el
+que pretende leer en las piedras la historia del arte y el carácter
+general de las naciones.
+
+Existen en apartadas y silenciosas calles palacios en cuyas paredes
+estan escritos grandes recuerdos y sangrientas tradiciones; mas estan
+lejos de respirar la severa grandeza de los que vimos en algunas
+ciudades del reino de Granada. Son casi todos frios, monótonos, sin
+colorido local, sin arte, sin poesía. Abandonados desde hace muchos años
+por las familias que los fundaron, unos estan ya medio caidos, otros
+amenazando ruina, los mas invadidos por la tristeza y el silencio. Del
+que suponen haber pertenecido al Gran Capitan no queda ya mas que una
+portada; de otros no menos notables han desaparecido hasta los restos.
+Los hay entre los que permanecen en pie que presentan aun brillantes
+líneas del Renacimiento; mas ni uno siquiera que refleje la mano de los
+siglos medios. Hemos buscado en vano los que fueron elegidos por los
+caballeros de la corte de S. Fernando: no hemos encontrado ni los
+sepulcros de tan ilustres héroes. Hablan poco á los ojos y menos aun á
+la imaginacion estos palacios: no llevan escritos en el esterior de sus
+paredes ni los hechos de su época. Una leyenda antigua nos hizo
+preguntar con interes por el de los condes de Cabra: esperábamos hallar
+en él algo de sombrío, de misterioso, de siniestro; mas nada,
+absolutamente nada vimos que pudiera traer á la memoria el horror de
+aquella noche en que ciego de cólera uno de los condes por la
+infidelidad de su esposa, pasó de una sola estocada á los adúlteros,
+mató á criados, pages, escuderos, doncellas, amas, y al fin hasta el
+negro que le acompañaba[13]. No solo no es ya posible distinguir en él
+la pálida y desencajada sombra del marido; no solo no es ya posible
+percibir el lastimoso eco de las víctimas; su fachada, sus patios, sus
+salones parecen estar encargados de desmentir á los que le han hecho
+teatro de tan espantosa escena. Es grande su soledad y aislamiento; pero
+¿difiere acaso en esto de los demas palacios?
+
+Hay pocas ciudades cuyo conjunto revele menos su pasada gloria que el de
+la ciudad de Córdoba. En otros pueblos, ya que no se conserven los
+palacios de los conquistadores, descubre á cada paso el viajero aun en
+las casas mas humildes, acá una hermosa ventana gótica por cuya
+entallada ojiva trepan las hojas de la enredadera y de la yedra, allá un
+lindo ajimez árabe tras cuya transparente celosía se cree distinguir
+aun el animado rostro de una gallarda mora, acullá un sillar romano
+donde estan entalladas en caractéres ya medio borrados las hazañas de
+los que mas engrandecieron el antiguo Imperio; en Córdoba se observa
+cuando mas á lo largo de sus calles una que otra galería construida en
+nuestros tiempos, uno que otro ventanage historiado, bello solo por su
+aspecto pintoresco. La arquitectura ojival no desarrolla algunos de sus
+encantos sino en las fachadas y rosetones de templos medio bizantinos
+edificados al parecer sobre un mismo prototipo; la arquitectura oriental
+no ostenta la belleza de sus formas sino en la mezquita, en parte de los
+muros, en el interior de un escaso número de edificios, en el fondo de
+costosos acueductos abiertos en la peña por manos de cautivos; la
+arquitectura romana no guarda sino algunas de sus piedras en los
+cimientos de la fortificacion y en el interior de algunos monumentos.
+Asoman en el esterior de una que otra torre algunas líneas árabes; pero
+no son mas que una imitacion no son mas que reminiscencias de otras
+épocas.
+
+El viajero que recorra por primera vez la ciudad de Córdoba y desee
+apreciarla en conjunto apenas puede hacer mas que ir siguiendo sus
+murallas, cercadas aun de gigantescos torreones almenados entre los
+cuales se ocultan estrechas puertas defendidas por recias barbacanas.
+Álzase junto á ellas, en el interior, la vasta mezquita de
+Abd-el-rhaman, á cuya espalda abre un S. Rafael sus alas de oro sobre un
+monumento de bruñidos y esquisitos jaspes: corren, en el esterior, las
+aguas del Guadalquivir bajo el famoso puente reedificado por Hescham, á
+que sirven de apoyo el castillo de la Calahorra y la puerta de Sevilla;
+descuellan no lejos de aqui sobre el mismo adarve las macizas torres del
+alcázar de Alonso XI, edificado en 1328 al pie de las ruinas de otro
+palacio de que no existen sino tristes restos y fúnebres memorias[14].
+Las frondosas y estensas alamedas del campo de la Victoria estienden
+algo mas allá las sombras de sus ramajes sobre gran parte de sus negros
+y elevados cubos; la torre de la Malmuerta[15], construida á fines del
+siglo XV, cubre otras mas allá con el misterioso velo de la tradicion y
+la poesía.
+
+[Illustration: PUERTA DE SEVILLA.
+
+(_Córdoba._)]
+
+Crecen á espaldas de esta torre vastas y deleitosas huertas cuyos
+cuadros matizados de flores verdean agradablemente bajo la sombra de
+árboles frutales; estiéndese tras estas huertas la Arrizafa, el ameno
+vergel en que suponen lloró Abd-el-rhaman I recordando á la vista de una
+palma el suelo de su patria. Conserva ya este lugar escasos vestigios de
+lo que ha sido un dia; mas no deja de tener aun interes, ora se atienda
+á su pintoresca posicion en una de las vertientes de la Sierra, ora al
+realce que le dan las frondosas arboledas de los cerros de cuyo fondo se
+destaca, ora al espectáculo que desde alli presenta la ciudad cuando el
+sol no ha logrado disipar aun la neblina en que está ligeramente
+envuelta, ora á las ideas que inspira la memoria de haber sido
+enterramiento[16], ora por fin á que corren debajo de ella entre paredes
+de estaláctitas aguas puras y cristalinas que brotan gota á gota del
+seno de las peñas[17]. Detras de la Arrizafa corren á lo largo las
+faldas de la Sierra, coronada de pinos: allá en las faldas mismas
+blanquea entre los bosques una que otra ermita: ¡ah! el corazon se
+ensancha al ver tanta belleza, al contemplar tan deliciosa soledad, tan
+dulce calma. El arroyo de las piedras que corre por un áspero cauce
+entre orillas cubiertas de lozanos y fecundísimos olivos, la tranquila
+Fuen-Santa, pequeña capilla que alza sus modestos muros en medio del mas
+seductor paisage, la vista del imponente Guadalquivir que se desliza
+magestuosamente al pie de la ciudad besando sus murallas, una que otra
+escena campestre acaban de embellecer sus alrededores, donde pueden á
+cada paso espaciarse los sentidos descubriendo entre lejanos
+montes pueblos y castillos en cuyas coronas de almenas estan incrustados
+los recuerdos de diez siglos. Desde cada altillo puede uno considerar en
+conjunto la ciudad, puede verla levantando al cielo las torres de sus
+baluartes y sus templos, los álamos de sus paseos y sus patios, los
+desiguales techos de sus casas, sobre los cuales cree uno aun distinguir
+en pie las sombras de sus antiguos héroes. Descúbrese principalmente la
+ciudad desde algo mas allá del castillo de la Calahorra[18], á la otra
+parte del Guadalquivir, á corta distancia de su árida ribera. ¡Qué bello
+conjunto el que desde alli se ofrece! Figura en primer término la parte
+posterior del castillo: mas allá el puente[19]: al fin del puente la
+severa puerta de Sevilla, atribuida á Juan de Herrera[20]: á la derecha
+de la puerta el ábside de la gran mezquita, á la izquierda el palacio
+episcopal y el triunfo[21], en el fondo la Sierra, á nuestros pies el
+rio rugiendo entre las ruedas de un molino árabe: no puede darse ya en
+Córdoba un grupo que mas imponga, ni una vista que mas cautive.
+
+[Illustration: CÓRDOBA DESDE EL CASTILLO DE LA CARRAHOLA]
+
+Mas basta ya de generalidades: empecemos á describir los monumentos.
+
+
+
+
+Capítulo segundo.
+
+_Catedral de Córdoba._
+
+
+Es ya sabido que Abd-el-rhaman, último resto de la familia de los
+Ommyadas, fué quien declaró la España independiente de los califas de
+Damasco. Deseoso de robustecer su nuevo imperio, no solo trató de romper
+las relaciones civiles y políticas que habian enlazado hasta entonces el
+oriente con el occidente, sino que hasta se propuso cortar las que los
+preceptos del Coran hacian hasta cierto punto indispensables. «La
+peregrinacion al templo de la Meca, dijo, es fácil que recordando
+constantemente á mis árabes su orígen, les haga suspirar un dia por
+volver á vivir bajo la sombra de los que se llaman descendientes del
+Profeta: urge que detenga esta peligrosa emigracion, concentrando sobre
+otra mezquita el ardor de mis creyentes. Los ya despedazados monumentos
+de Mérida acaban de llenarme de asombro: levantaré una djama con las
+ruinas de los antiguos templos, y dejaré atrás en grandeza y en
+magnificencia la de Jerusalen, la de Bagdad, la de la misma capital de
+los califas. Convertiré mi mezquita en una segunda Meca, y haré que el
+árabe devoto venga desde las mas apartadas regiones del Asia á adorar el
+libro santo que encerraré bajo la rica techumbre del santuario. Mi djama
+reclamará pronto un califa; tomarán mis hijos este título; y la cuestion
+entre oriente y occidente quedará para siempre terminada. Nuestra
+constitucion está basada toda sobre el principio religioso: mis pueblos
+se acostumbrarán á no ver mas allá de mis hijos sino el ojo de Alá y la
+espada del Profeta.»
+
+Cuentan que Abd-el-rhaman concibió y estendió por sí mismo el plan de
+esta mezquita; que despues de haber mandado derribar un templo godo
+construido sobre las ruinas de otro gentílico consagrado á Jano, puso él
+mismo la primera piedra de la nueva fábrica y dedicó una hora diaria á
+levantarla con sus propias manos; que derramó el oro á manos llenas; que
+no perdonó sacrificio para que se la edificara con rapidez, con
+suntuosidad, con toda la riqueza con que se la habian hecho trazar su
+fervor religioso y su poética y brillante fantasía: todo revela la
+importancia que tenia á sus ojos una construccion que, á no ser creada
+como instrumento político, hubiera debido revelar las circunstancias de
+una época en que la nueva monarquía estaba aun vacilante, el poder de
+los emires era débil, la poblacion de Córdoba, recien convertida en
+capital, escasa é incoherente.
+
+Empezóse la obra en 786. En 787, año del fallecimiento de su fundador,
+estaba ya muy adelantada. Hescham, hijo y sucesor de Abd-el-rhaman, la
+continuó: comprendió al parecer el pensamiento de su padre, y no alzó la
+mano hasta que la dejó concluida. Lo estaba ya en 796, diez años despues
+de haber echado sus cimientos. Ignórase cuáles fueron á punto fijo las
+cantidades invertidas; mas se sabe que Abd-el-rhaman llevaba ya gastadas
+á su muerte cien mil doblas de oro, que Hescham destinó á solo el
+embellecimiento del templo cuarenta y cinco mil que le tocaron del botin
+de una batalla, que la ciudad de Córdoba mantuvo á sus espensas los
+obreros, que otras ciudades contribuyeron con subsidios: no es difícil
+calcular á qué enorme total ascenderia la suma de sus gastos. Puede ser
+considerada con razon como la obra de todo un pueblo esta mezquita: es
+la primera que los árabes conciben y crean en España, es la en que por
+primera vez revelan su poder, su saber, sus sentimientos.
+
+Constaba entonces el templo de solas once naves, diez menores y una
+mayor terminada al norte por una capilla llamada Mihrab donde entraba el
+creyente á la escasa luz de las lámparas para adorar el libro santo de
+Otman y dar siete vueltas al rededor, hincado de rodillas. No tenia aun
+ni bellos minaretes ni soberbios patios; no ostentaba aun en su interior
+esa magnífica capilla de Villaviciosa donde es fama que se reunian los
+imanes para interpretar las leyes del Profeta[22]; no deslumbraba ni
+imponia aun al fervoroso musulman con los mármoles, los mosáicos, los
+colores, la rica y caprichosa pedrería del santuario. Grave, severo como
+todo lo que lleva sobre sí el sello teocrático, no presentaba aun mas
+que calles de columnas con capiteles medio bosquejados, sobre cuyos
+arcos de herradura descansaban techumbres de madera. Ofrecia ya en el
+esterior el aspecto de una fortaleza: estaba circuido de muros y
+torreones almenados, tenia entre cubo y cubo puertas que abrian paso
+hácia otras tantas naves; mas no habia ocultado aun el adusto semblante
+de sus paredes bajo esa caprichosa decoracion que corre hoy en torno de
+sus ajimeces, y se estiende como una red sobre el area de sus arcos
+ultrasemicirculares, sobre los dinteles de sus puertas, sobre los
+suntuosos recuadros en que se desarrollan todas sus hermosas y elegantes
+curvas.
+
+Abd-el-rhaman III fue el que levantó su mas gallardo minarete y
+embelleció su patio[23]: El-Hakem II, el que revistió el Mihrab de esos
+innumerables y riquísimos detalles que le constituyen hoy uno de los mas
+acabados y seductores conjuntos que puede presentar la arquitectura del
+oriente. Cuando el reinado de El-Hakem, habia ya tenido lugar en Córdoba
+la recepcion de aquellas brillantes embajadas enviadas por los
+emperadores de Bizancio: las huestes árabe-españolas habian hecho
+estremecer el Africa al sangriento choque de sus armas vencedoras; la
+Europa entera fijaba aqui los ojos conociendo que habia de partir de
+aqui la civilizacion de pueblos sumidos aun en la ignorancia y la
+barbarie. Las relaciones con todos los estados y sobre todo con el
+imperio de Constantinopla, el cambio recíproco de conocimientos á que
+habian dado orígen estas mismas relaciones, el lujo creado y fomentado
+por las incesantes victorias alcanzadas en dos vastos continentes, la
+inteligencia y el delicado gusto del monarca cuya mano estaba siempre
+abierta para coronar de favores á todos los que se acercaban á los
+umbrales de su palacio con los inmarcesibles laureles del arte ó de la
+ciencia, todo contribuyó entonces á que se fuese cubriendo de oro, de
+magnificencia, de hermosura, un monumento que por su naturaleza y por la
+del pueblo que lo habia construido estaba destinado á ser la espresion
+mas fiel y mas legítima de todos los adelantos de los árabes. Decoróse
+entonces no solo su Mihrab, sino sus puertas principales: el arte
+bizantino se apoderó de él como de un campo conquistado; y esplayó asi
+sobre el interior como sobre el esterior sus kaleidoscópicas y
+complicadas formas.
+
+Era ya esta mezquita en el reinado de El-Hakem bella, arrogante,
+grandiosa como ningun otro monumento; mas no tardó, á pesar del vasto
+espacio que ocupaba, en ser incapaz de satisfacer las necesidades
+religiosas de aquel pueblo. Voló su fama por las naciones sujetas al
+poder del islamismo; y se llenó de peregrinos que vinieron á visitarla
+desde los mas apartados límites del mundo. Córdoba creció todos los dias
+mas y mas ya con la afluencia de árabes asiáticos, enemigos de los
+Abassydas, que deseaban acogerse bajo la sombra de sus antiguos reyes,
+ya con la de árabes españoles rechazados por la temible espada de los
+príncipes cristianos, ya con la de africanos enemigos de la paz que
+traspasaban el Estrecho aterrados por las luchas que ensangrentaban sin
+tregua el suelo de su patria, ya con la de hombres á quienes el amor al
+arte y á las letras traía á respirar el aire de esta universidad y este
+palacio, impregnado todo de ciencia y de poesía: no bastó la mezquita
+para tanta poblacion, y se hizo una necesidad absoluta el ensancharla.
+
+Almanzor, hadjib de Hescham II, se propuso llenar este vacío. Mandó que
+se construyeran otras ocho naves: dispuso que junto á la mayor, á corta
+distancia del Mihrab se levantase una capilla en que pudiesen reunirse
+los imanes.--Es ya sabido quién era este Almanzor: casi todas las
+ciudades del norte y oriente de España conservan aun tristes recuerdos
+de su lanza irresistible: casi todos los campos de Castilla fueron
+removidos con furor por sus batallas. Llevaba encadenada á sus banderas
+la victoria: no regresaba á la corte sino cargado de botin, lleno de
+despojos, de tesoros.--Aumentaba asi en Córdoba la riqueza al mismo paso
+que el vecindario; y se hacia fácil la construccion de toda obra
+pública, por mas que exigiese grandes sacrificios.
+
+Aconsejaba la euritmia del conjunto que se repartiesen por igual las
+ocho naves al uno y otro lado de las que ya existian; mas no lo permitió
+desgraciadamente la proximidad del alcázar de los califas, cuya inmensa
+mole se estendia tambien al pie del Guadalquivir, al occidente de esta
+gran mezquita. Tuvo que hacerse el ensanche solo por la parte de
+oriente; y esta circunstancia es fácil comprender cuánto no habia de
+quebrantar la unidad y la armonía. El Mihrab dejó de estar en el centro;
+la puerta principal dejó de ser el estremo del eje mayor del edificio;
+las ocho naves, por necesarias que entonces fuesen, no pudieron menos de
+parecer una añadidura, y, mas que añadidura, una superfluidad, una
+escrescencia. No ganó la mezquita en el ensanche: perdió: perdió en
+hermosura, en gracia, en buen efecto.
+
+Perdió aun mucho mas en la construccion de lo que es hoy capilla de
+Villaviciosa. La falta de simetría, la interrupcion de la agradable
+perspectiva que presentarian desde cualquier punto de vista las
+columnas, la pérdida de la grave y religiosa sencillez que constituía
+antes el encanto de tan vasta fábrica, estan apenas compensados por las
+gallardas curvas y las acertadas combinaciones de líneas de la nueva
+obra. Templos tan inmensos y de tanta significacion para la historia de
+las artes desea el espectador abarcarlos en conjunto, verlos en toda su
+estension, admirar de una ojeada toda su grandeza. Cuanto perjudica la
+impresion total es una verdadera fatalidad para estos monumentos, lo es
+aunque reuna en sí las mas brillantes cualidades.
+
+Dudan algunos de que esta capilla pueda ser atribuida ni aun al siglo de
+Almanzor, por quien la suponemos fundada; mas estamos íntimamente
+convencidos de que no cabe siquiera lugar á tales dudas. Júzgase
+generalmente de su época por las molduras interiores; y esto es á
+nuestro modo de ver una falta censurable. Las molduras interiores, del
+mismo modo que los alicatados, pertenecen cuando mas á la época en que
+fué edificado el alcázar de Granada[24]: las paredes, los grandes arcos
+de segmento abiertos en ellas, los ajimeces inferiores pertenecen
+evidentemente á la primera época de esta arquitectura. Un simple cotejo
+entre estas líneas y las del Mihrab bastarán mas tarde para demostrar
+hasta la evidencia esta idea, que es para nosotros una verdad
+incontestable.
+
+Empezaron ya los mismos árabes á falsear el aspecto artístico de esta
+gran mezquita; mas ¿qué fueron estas ligeras innovaciones para las que
+hicieron algunos siglos despues, si no los conquistadores de Córdoba,
+sus infaustos sucesores?--S. Fernando se contentó con purificarla y
+levantar un altar provisional donde pudiese celebrar el triunfo de sus
+armas; el obispo Mesa con apoyar respetuosamente en las columnas de las
+naves occidentales una capilla cuyos restos han desaparecido sin dejar
+huella ni haber lastimado en nada el monumento. Dicen si el mimbar ó
+capilla de Villaviciosa sirvió en los primeros tiempos de sala de
+consejos y despues de sacristía; pero nada tuvo que sufrir tampoco ni de
+la mano de los concejales ni de los del cabildo. Tardó siglos en sufrir
+mutilaciones este singularísimo edificio; mas ¡ay! ¡fueron bien crueles
+los que ya por primera vez hizo en él la escuadra y el compás de los
+cristianos! Corria el año 1521 cuando el obispo D. Alonso Manrique,
+llevado esclusivamente de su celo religioso, concibió el fatal proyecto
+de levantar en medio de la mezquita una capilla que pudiese rivalizar
+con las mejores de aquel siglo. Comunicólo al cabildo, halló
+desgraciadamente en él no solo proteccion, sino entusiasmo, y puso dos
+años despues, en 7 de setiembre, la primera piedra de la nueva obra.
+Quiso oponerse la ciudad; pero inútilmente. El emperador, que no habia
+visto nunca la mezquita, tuvo que fallar la contienda; y falló... en
+favor de D. Alonso. Tres años despues que pasó el emperador á Andalucía,
+cuentan que al ver lo que se habia destruido dobló tristemente la cabeza
+y manifestó un profundo sentimiento por haber otorgado su permiso; mas
+¿de qué podian servir entonces sus estériles é infundadas quejas? ¡era
+ya tarde![25]
+
+Merece sin disputa alguna ser considerada esta capilla como una de las
+mas acabadas creaciones del estilo plateresco: es bella, suntuosa,
+abundante en riquísimos detalles, magestuosa, grande, obra llena de
+verdad y de poesía; mas ¿cómo han de bastar todas sus dotes para atenuar
+el dolor que producen en el ánimo del artista los recuerdos de lo ya
+destruido? Llega uno á perderla de vista en el seno de aquel estenso
+bosque de columnas: recorre el monumento, da con ella y siente palpitar
+de ira el corazon al ver tal sacrilegio. ¿Qué? ¿no habia otro local en
+Córdoba donde levantar esta capilla? ¿Cómo no fueron á sentarla sobre
+las ya dispersas ruinas de otros monumentos? ¿no advirtió Alonso
+Manrique que iba á profanar una mezquita respetada por las armas del
+mismo S. Fernando? ¿una mezquita, única en su género, sin igual no solo
+en España, sino en las opulentísimas ciudades del oriente? ¿una mezquita
+que encierra en sí sola toda la historia del arte árabe, una mezquita
+que es el mas bello álbum que nos legó un gran pueblo? ¡Ah! diria él:
+¡es preciso que la cruz brille radiante de magestad y gloria en el
+último templo del Profeta! ¡es preciso que desaparezca el carácter
+marcadamente sensual del monumento! ¡es preciso que el viajero respire
+en él solo el aire de la religion cristiana! No fué todo esto mas que
+una ilusion; pero una ilusion funesta. No era posible, no lo es, no lo
+será nunca cambiar el aspecto eminentemente oriental de esta mezquita.
+La cruz del Redentor brillará siempre alli medio amortiguada por los
+vivos reflejos del mahometismo; el viajero oirá con asombro bajo
+aquellas bóvedas los cantos de la Iglesia. Acompañad á ese templo al mas
+fervoroso creyente en Jesucristo sin decirle que aquella es la catedral
+cristiana: entrará con la cabeza erguida y cubierta, levantará la voz,
+no doblará nunca la rodilla. Admirará la obra del arte; y embebido en la
+contemplacion de tantas maravillas, lo olvidará todo para pensar tan
+solo en el Profeta. Estrañará ver apoyados en aquellas columnas altares
+levantados á la memoria de los mártires: oirá con sorpresa los sonidos
+del órgano, si por acaso hieren sus oidos antes que haya llegado á
+descubrir la capilla de Manrique. Llegará á la capilla y maldecirá
+instintivamente la mano del que se atrevió á destrozar asi la unidad del
+templo. ¿Cómo podrá dejar de ver en ella un espantoso anacronismo, una
+planta exótica, un delirio artístico? ¡Que los que hayan tenido la
+suerte de visitar esta mezquita recuerden la primera impresion que
+recibieron! ¿Quién despues de haber visto las naves árabes, el mimbar,
+el santuario del Coran, ha podido fijar jamás los ojos en las
+innumerables bellezas que cuenta la capilla? Cuando ha querido hacerse
+cargo de ellas y estudiar uno á uno los detalles, ¿no ha debido acaso
+hacer abstraccion de la mezquita, y concentrar toda su fuerza de
+atencion en la obra de D. Alonso?
+
+La mezquita de los Abd-el-rhamanes no era susceptible de modificacion: ó
+debia ser destruida ó conservada por el sacerdote cristiano en toda su
+pureza. Comenzó, empero, á inutilizarla un prelado tan lleno de celo
+religioso como de ignorancia artística; y desde entonces ¡qué de
+profanaciones! ¡qué de absurdos! ¡Ay! ¿quién sabe si la exagerada fé de
+otro prelado llegará un dia á querer destruir las paredes del santuario
+musulman para erigir un altar bajo su concha de alabastro? ¡Quién sabe
+si para acabar de hacer triunfar el cristianismo sobre el islamismo hará
+saltar los ricos mosáicos que cubren los brillantes muros del vestíbulo!
+
+¡Mezquita para siempre célebre! ¡mezquita levantada y frecuentada por
+emires y califas! ¡mezquita por cuya pérdida lloran aun bajo su cielo
+oriental los que creen en Alá y en su Profeta! ¡mezquita á que han
+venido á inspirarse ya tantos poetas y á estudiar tantos artistas!
+¡Salud! Un viajero desconocido va á atravesar con respeto tus umbrales y
+á revelar tus encantos á las generaciones presentes y futuras. Eleva su
+lenguaje al par de tu belleza, evoca ante él todas tus glorias y
+recuerdos, enardece hasta donde puedas su corazon, exalta hasta donde
+quepa su humilde fantasía. La pluma se estremece en su mano al
+contemplarte en toda tu grandeza, y necesita de todo tu favor para no
+sucumbir en tan árdua y aventurada empresa. ¡Que el genio de creacion y
+de armonía que te construyó dirija mis acentos! ¡que sea yo quien
+escriba! ¡que seas tú quien dictes![C]
+
+Huyen á mi extasiada vista de repente todas las importunas
+construcciones, reformas y mutilaciones consumadas por el fervoroso celo
+de los cristianos triunfadores para convertir en templo del Crucificado
+la suntuosa aljama; renueva mi enardecida mente las deslumbradoras
+escenas de la dominacion del Islam en la mas florida region de España, y
+llegan á mi embelesado oido los mágicos acentos que Azazil[26] dirigió
+sin duda al hijo de los califas[27] Abde-r-rahman ben Moavia, cuando á
+los treinta y un años de haber derrotado al rebelde Jusuf el Jehri en la
+famosa batalla de Musara, robustecido ya su poder con otras insignes
+victorias, hechos tributarios los cristianos de Castilla[28], desarmados
+los sediciosos walís de las provincias, y dilatada la fama de su
+fortaleza, de su clemencia y de su justicia desde la aterrada
+Cairvan[29] hasta la amedrentada corte de Carlomagno[30], resolvió
+poner un espléndido sello á las obras aceptas al Todopoderoso, que hasta
+entonces habia llevado á cabo, erigiendo en su deliciosa Córdoba una
+casa de oracion que le asegurase un puesto en el Paraiso. Recorro aquel
+encantado bosque de columnas, silencioso y sombrío como las poéticas
+florestas del Eufrates; respiro la fragancia del ámbar y del aloe
+quemado bajo sus incorruptibles techumbres de alerce, suave al
+embriagado olfato como el aroma que exhala de sus verjeles la gran
+ciudad edificada sobre las ruinas de Seleucia y Ctesifon reunidas;
+báñome todo en la templada luz que por las naves difunden multitud de
+lámparas reflejando en el terso pavimento, en los bruñidos jaspes de las
+columnas y en las portentosas labores del santuario; no diviso ya ni
+aquella catedral, obra de nazarenos, que un momento há se alzaba en
+medio de la gran mezquita, interceptando mi vista ansiosa de abarcar su
+primitivo conjunto; ni aquella multitud de capillas y altares, obra
+indiscreta y confusa de todas las épocas y gustos reunidos, capillas y
+altares odiosos al fiel muslim que ve erigidos en ellos otros tantos
+ídolos; ni los infinitos sepulcros que profanaban la santa casa donde no
+osó mandarse enterrar ningun Califa: veo la gran rival de las mezquitas
+de Damasco, Bagdad y Jerusalen, restituida por ensalmo á su primitivo
+destino, y dando al olvido mi orígen, mi siglo y mi fé, me encuentro
+trocado en fervoroso y entusiasta islamita.
+
+Por una rápida sucesion de recuerdos y sensaciones vive mi mente en
+pocos instantes un período de dos siglos, y desde el reinado del ilustre
+Omeya proscripto hasta el gobierno del altivo Al-Mansúr, todos los
+timbres de gloria y grandeza de los hijos de Moavia que tienen relacion
+con la célebre aljama pasan por ante mis ojos como fantásticos cuadros
+de un largo delirio de sensualismo que quizá no volverá á reproducirse
+en el mundo.
+
+Oye, pues, amado lector, la historia probable de la gran mezquita, y
+acoge con tu benevolencia acostumbrada la restauracion descriptiva que
+te ofrezco de tan inestimable monumento, segun las tradiciones de los
+que lo conocieron, ó intacto, ó menos desfigurado que está hoy.
+
+Hallábase Abde-r-rahman en su predilecto palacio de Ruzafa. Aunque veía
+por fin cumplidos los deseos de paz que siempre habia abrigado su
+magnánimo corazon, la tristeza hacia inclinar su gloriosa frente, porque
+en medio de uno de sus jardines se alzaba esbelta y gallarda una
+solitaria palma que, como nacida en el Occidente, lejos de la region de
+las palmeras, le traía á la memoria su propio destino.
+
+Recordaba que él tambien vivia en un suelo estraño separado de sus mas
+queridos Coraixis, desterrado del dulce clima de la Siria donde tan
+alegremente habia trascurrido su primera juventud; deploraba el hado
+fatal que le hacia enemigos los parientes y deudos á quienes habia
+sacado de la proscripcion colmándolos en su reino de beneficios, hado
+sangriento que le habia obligado á quitar la vida á dos de sus sobrinos
+y á desterrar á Africa á su propio hermano Al-walíd, con cuyo auxilio,
+si no hubieran sido ingratos y rebeldes, habria podido tal vez invadir
+la Siria y lavar con la sangre de los aborrecidos Abbassides el polvo de
+la proscripcion que afrentaba á los hijos de Moavia; pensaba en suma que
+con la defeccion de los caudillos y tribus árabes no podria arribar en
+la colosal empresa de fundar en Andalucía un Califato para los Omeyas, á
+pesar de la lealtad y pujanza de sus asalariados Berberiscos, y aquel
+mismo Azazil, que fingiendo la voz del ángel Gabriel habia dictado el
+Koran á Mahoma, tomando ahora el acostumbrado disfraz, murmuró
+suavemente al oido de Abde-r-rahman El-Dakhel estas palabras:
+
+--¿Es posible, descendiente de Merwan, que tan facilmente hayas perdido
+de vista el objeto con que el omnipotente Allah te salvó por mi mano del
+sangriento banquete en que fueron traidoramente inmolados tus
+parientes[31]? Ya has olvidado sin duda aquel beneficio: yo te le
+recordaré. Cuando despues de la usurpacion de As-Seffáh acudías
+diligente al llamamiento del pérfido Addullah Ibn Alí, gobernador de
+Palestina, fiado en la falsa promesa de paz y de perdon con que fueron
+engañados tantos Omeyas, un ángel, revistiendo la forma de un amigo
+tuyo, te salió al camino y te dijo:--«Obedéceme hoy, y en el dia del
+juicio hazme el cargo que quieras. Huye, huye de aquí: marcha al
+Occidente, donde te espera un reino: el convite de As-Seffáh es una
+traicion para aniquilar de un solo golpe á toda tu familia.» Ese ángel
+era yo. «¿Qué será de mí siguiendo tu consejo? me dijiste.»--Entonces te
+hice descubrir la espalda buscando en ella la señal que para reconocerte
+me habia dado tu tio Moslemah, el sabio versado en el _libro de los
+sucesos futuros_; mal podia yo engañarme, vi en efecto el gran lunar
+negro que matiza tu cuerpo, y te repetí: «¡huye, huye! vete al
+Occidente, donde te aguarda el reino de Andalucía: yo te acompañaré
+parte del camino: veinte mil dineros traigo para tí de orden de
+Moslemah: tómalos, y sígueme pronto.» La profecía del _Kitábu-l-hodthán_
+se ha cumplido; pero no te condujo Allah al Occidente para darte de por
+vida estériles conquistas. ¿Qué has hecho para asegurar á tu posteridad
+este nuevo imperio? ¿Qué podrán prometerse tus sucesores si decae la fé
+de los muslimes? ¿Te imaginas por ventura cumplido tu destino dejándote
+morir sepultado en el harém de tu Ruzafa sin haber dado á los andaluces
+una aljama digna en la corte de tu reino? No en vano, hijo de Moavia,
+mecían las feris tu cuna en los verjeles del Forat aquel año en que otro
+caudillo islamita de tu mismo nombre era derrotado en tierra de
+Afranc[32] por un rey de nazarenos. Medio siglo no ha transcurrido desde
+aquel ultraje, y has visto al nieto de ese mismo rey, al emperador mas
+grande de las gélidas regiones de algufia[33], amedrentarse al rumor de
+tus victorias, perder la color al asomar allende el Ebro tus
+campeadores, y solicitar tu amistad ofreciéndose á emparentar contigo.
+Pero entre el Islam y la Cruz la alianza es imposible, porque es preciso
+que el Occidente se prosterne bajo la ley del Profeta. Mira como por
+todas partes erigen templos á sus ídolos los sectarios de Jesus: sus
+reyes desafian tu poder fundando en sus estados basílicas y monasterios.
+Con ellos dan pábulo á su falsa religion y aumentan el número de los
+ilusos cenobitas que huyen los placeres y se imaginan hallar la
+felicidad en el propio sacrificio. No les bastan ya á los infieles los
+templos de ricos mármoles y vistosas pinturas de los vencidos godos,
+cuya mentida santidad ha seducido á los incultos bárbaros: á las
+fundaciones de Sisebuto, Chindasvinto, Wamba, y de los activos pastores
+del descarriado rebaño de Cristo, agregan hoy nuevas fundaciones los
+tenaces hijos de Pelayo[34]: el mismo impulso da la Iglesia en Afranc,
+en Italia, en Alemania, á los sucesores de Carlos Martel, y el
+infatigable Carlomagno, que ya se presume emperador de Occidente con
+afrenta tuya y de tu raza predestinada, presume levantar en la sombría
+Aquisgram un gigantesco domo revestido de pinturas y mosáicos[35] que
+rivalice con el que erigió Justiniano sobre el azulado espejo del
+Bósforo. Los infieles, que trabajan afanosos por cubrir la tierra de
+cruces, van estendiendo la colmena de la Iglesia, y como las abejas á la
+floresta acuden en tropel á Bizancio en busca de nuevas artes y
+fascinadoras invenciones. Antes que los domos de mosáico y las
+refulgentes manzanas de oro que intentan erigir los del Rhin cautiven el
+corazon de los pobladores de España, apresúrate á desplegar ante sus
+ojos el lujo seductor del Oriente; erige un santuario en que reunas á la
+disposicion perfecta que prescribe la Sunnah toda la belleza que la
+exaltada imaginacion de tus árabes sea capaz de concebir, auxiliada de
+las mas esquisitas formas del arte asiático, y una riqueza tal que cause
+maravilla á los infieles españoles, no familiarizados aun con las galas
+del imperio griego[36]. Carlomagno echará mano para su construccion de
+las columnas y esculturas de los edificios de Roma y de Ravena[37]: tú
+tienes para la tuya los suntuosos monumentos antiguos de Mérida,
+Itálica, Tarragona, Narbona y otras ciudades grandes. Dedica al santo
+libro de Othman una maravilla que haga acudir los cristianos convertidos
+á su recinto como las bandadas de palomas á los alminares, y que desde
+sus mimbares se reparta á esos incultos sectarios del Evangelio,
+obstinados en la mortificacion de los sentidos, el grano fecundo de la
+_Sunnah_[38], abriendo sus almas de hierro á las inefables delicias que
+promete á los fieles la única religion verdadera. Este obsequio debes á
+la mision civilizadora que te trajo á Andalucía, porque no fué tu
+destino el de conquistador solamente, sino tambien el de propagador del
+Islamismo: la Meka gime cautiva bajo el yugo de hierro de los
+usurpadores, y el alhige[39] á la Caaba es peligroso para tu autoridad:
+Allah consiente en favor tuyo la relajacion de aquel precepto, y el
+Profeta verá gozoso desde su etéreo trono que para preservar á tus
+súbditos del contagio de los pérfidos _Schiitas_ sustituyes á la
+trabajosa peregrinacion impuesta á los de Oriente la visita á un nuevo
+santuario, á la casa cuadrada de Abraham una suntuosa aljama, y á la
+piedra negra de Gabriel[40] una copia del libro santo que le fué enviado
+del cielo en la mística noche del Al-Kadar[41]. ¡Animo, pues, hijo de
+Moavia! Acompañe al descanso de las espadas la obra de la predicacion;
+suceda al tráfago de la guerra y al clamor de los combates la agitacion
+pacífica de los ingenios; enmudezcan en buen hora los atabales, pero
+óigase por do quiera el rumor de la gente consagrada al trabajo de la
+palanca, de la fragua, del cincel y del martillo: para el grandioso
+objeto á que eres llamado Allah te permite tambien esplorar y remover
+las secretas entrañas de los montes: haz abrir las canteras de la vecina
+sierra, haz amasar la tierra regada con la sangre de los infieles y
+rebeldes, haz cortar los árboles de los bosques en que fueron clavados
+los caudillos traidores; yo te inspiraré la forma que has de ordenar
+para la Caaba del Occidente, y cuando ya la tengas erigida, la poderosa
+voz de los lectores y alkhatibes[42] arrullará el sueño de los leones
+africanos, y el armonioso concierto de los almuedanes[43] lanzado á los
+cuatro vientos desde el enhiesto alminar, hará enmudecer cinco veces
+cada dia el importuno clamor de las campanas de Cristo[44]. «Dios es
+grande. No hay mas Dios que Dios. Mahoma es su Profeta. Venid á orar;
+venid á adorarle. ¡Dios es grande, Dios es único!» entonarán con
+acordadas voces, y yo encomendaré á las auras la propagacion del sagrado
+llamamiento. Tú quizás no llegarás á ver la santa obra terminada, pero
+la verá tu amado Hixem, en quien sobrevivirán tu esfuerzo y tus
+virtudes; y cuando Allah fuere servido llamarte á juicio, pondré yo en
+la balanza de tus buenas obras tu piadosa fundacion, por sus méritos
+pasarás el Sirath como relámpago apenas visto[45], y llegarás feliz y
+triunfante al jardin de los eternos placeres, donde te saldrán á recibir
+los setenta almalekes encargados por Allah de darte la posesion de sus
+ansiadas promesas[46].
+
+Estas palabras de Azazil avivan en el pecho del Coreixí la amortiguada
+llama del entusiasmo: hierve de nuevo en sus turgentes venas la sangre
+del impetuoso Merwan, y al pensar en las delicias del _Genna_[47], en la
+deleitosa sombra del granado inmortal plantado cabe el trono invisible
+del Eterno, en los cuatro místicos rios que brotan de su pié, y en las
+hurís etéreas nacidas de sus incomparables frutos[48]; al recordar que
+su muerte está tal vez próxima y que solo le falta emprender aquella
+grande obra para asegurarse la posesion del Paraiso y el don de la
+perpetua juventud en brazos de aquellas encantadoras vírgenes, sacude el
+letargo y la tristeza, y resuelve inmediatamente seguir la inspiracion
+del ángel que ha hablado á su oido.
+
+Era la hora de _adohar_[49], y Abde-r-rahman, que á pesar de su edad
+avanzada solia dejar el blando lecho al alba para recrearse con sus
+favoritos en la caza de aves, no habia aun salido de su apartamiento.
+Cinco horas hacia que sus halconeros le esperaban con los caballos y los
+perros en el límite de la Ruzafa, cuando les despachó por uno de sus
+esclavos la orden de retirarse. Mandó á su eunuco Mansur, hagib á la
+sazon por muerte de Abde-r-rahman Ibn Mugheyth, que convocase á los
+jeques de su consejo[50] y á los secretarios de su mayor confianza, y
+despues de referirles la sugestion que aquella mañana le habia ocupado,
+les habló así en tono inspirado y solemne:
+
+«Dos gigantes aspiran á dominar el mundo; el tercero que rivalizaba con
+ellos no lleva en sus entrañas corazon ni culto[51]. El dragon imperial
+que habia trabado alianza con la Cruz[52] está herido de muerte. ¿Quién
+dudará de la victoria del leon del desierto?
+
+»El cristiano idólatra dice: Europa es la reina, Asia su sirviente. El
+fiel musulman esclama: del Oriente sale la luz, Algufia duerme en las
+tinieblas.
+
+»La Iglesia y el Islam se miran frente á frente como el leon y el tigre
+despues de la primera embestida: dos barreras que antes los separaban
+ceden ya al poder de Allah clemente y misericordioso: en las montañas de
+Afranc deja el tigre cauteloso la presa por la vuelta[53]: en la ciudad
+de Constantino devoran las hogueras los monasterios, los monges y los
+ídolos, y á los golpes del martillo Isáurico se va desmoronando Santa
+Sofía[54].
+
+»Los bárbaros de las regiones del hielo se estremecen de placer en sus
+pellizas esperando que un pontífice romano ponga en la diestra de
+Károloh[55] el globo de Constantino; pero las hermosas hijas del Yemen
+celebran con las zambras y cantares de sus alméas las victorias de los
+hijos de Ismael, que por la virtud del Koran se abren las puertas del
+Oriente y del Occidente.
+
+»La perla de la Propóntide no pasará á ornar la sien del Franco, aunque
+la amedrentada Irene le brinde con su mano y su diadema[56]. Bizancio
+aborrece los ídolos y se entregará en brazos de los Emires.
+
+»Los hijos de Odino se han cubierto de ignominia doblando las cervices
+bajo la maza Carlovingia: Witikindo se ha sostenido solo contra el
+bárbaro de Austrasia, los demas caudillos germanos han palidecido como
+mugeres y revestido en Paderborn las blancas túnicas de los Catecúmenos
+incircuncisos[57].
+
+»Pero los hijos del Yemen han sombreado con el velo del Islam la parte
+mejor de la tierra, desde el Thibet hasta el Pirineo, y á impulso de la
+cimitarra de los fieles espiran el dragon imperial en los páramos de
+Sem[58], la escuela de Cristo en los verjeles de Japhet.
+
+»Los Salvages, cubiertos de pieles, aullaron como lobos hambrientos con
+la esperanza del botin durante las disensiones de los hijos de Ismaël:
+vieron que sobre las orillas del Eufrates se cernia el fatídico cuervo,
+y que la blanca paloma habia desamparado su antiguo nido, y se
+imaginaron cebarse en las riquezas y placeres; mas estaba escrito que no
+sería para ellos la hermosa tierra del azahar y de la oliva, y el pastor
+del rebaño del Profeta los hizo rodar perniquebrados por las vertientes
+de sus ásperas montañas[59].
+
+»Entonces cantaron las vírgenes y los ancianos del Hedjaz: no hay mas
+Dios que Dios, ¡Mahoma es su Profeta! Poderosa es la raza Coreixí: Dios
+clemente ha vinculado en ella el precioso collar de Cosroës y las veinte
+y cinco coronas de los reyes de Iberia[60].
+
+»Se imagina el gigante idólatra ser el sucesor de César: no advierte que
+sobre el plátano se ha levantado la palma en el Andalús[61], y que á su
+gallardo columpio acuden hoy de Africa y Asia las aves vocingleras.
+
+»Nuestro es en verdad lo mas aventajado de la tierra: en nuestro
+dominio se crian las aves de mas vistoso plumage, las piedras preciosas
+de mas valor, y las plantas de mas fragancia. Es el predilecto del sol
+que le da fuego fecundo, del mar que siempre le arrulla enriqueciéndole
+con el coral y la perla.
+
+»El idólatra de algufia no ha abierto aun los ojos: la Iglesia le educa
+y ya le enseña á deletrear con su dedo[62]; pero el sucesor del Profeta
+ha gozado las delicias del saber y mojado el labio en las límpidas aguas
+de la elocuencia y de la poesía. No tiene, pues, que temer que el
+bárbaro rey de Afranc rivalice con él en virtud, magnificencia y
+cultura.
+
+»No entregará Dios el mundo á los que se embriagan predicando
+penitencia, y se enriquecen ensalzando la pobreza, y se dan al
+libertinage recomendando la castidad[63]; mas nosotros, que buscamos la
+dicha en la tierra y la felicidad en el cielo, bendeciremos á Allah
+porque nos ha dado la miel dulce, la rosa balsámica, el rubí encarnado,
+la seda joyante y la muger hermosa.
+
+»Para ellos los monasterios pobres y sombríos; para nosotros los
+verjeles, el harem, los baños y las aljamas: aljamas revestidas en lo
+interior de bruñidos jaspes y esplendorosos estucos, que con su luz y su
+fragancia transportan al fiel muslim á la casa celeste de la
+Adoracion[64] construida de jacintos rojos y cercada de lámparas
+inextinguibles.
+
+»Para ellos claustros lóbregos y silenciosos, para nosotros las
+cristalinas fuentes y verdes arrayanes de los jardines; para ellos la
+vida triste y recelosa del castillo, llena de privaciones; para nosotros
+la existencia risueña y tranquila de la academia; para ellos la
+intolerante y suspicaz tiranía; para nosotros la monarquía clemente y
+paternal; para ellos la ignorancia popular; para nosotros la
+instruccion, pública y gratuita; para ellos los yermos, el celibato, el
+sacrificio, el martirio voluntario; para nosotros los campos fértiles,
+el amor, la fraternidad, la bienandanza, las comodidades y deleites;
+para ellos los penosos preceptos de la Iglesia, las enconadas disputas
+de los concilios; para nosotros los fáciles mandatos de la Sunnah y los
+entretenidos certámenes de los sabios y poetas.
+
+»¡Gran contienda se inaugura entre la barbarie y la cultura, entre las
+sombras y la luz, entre Cristianos y Muslimes! Preparado está el mundo y
+dispuesto para grandes cosas, como el hierro que sale de la fragua
+enrojecido y solo espera la nueva forma que van á darle sobre el yunque.
+
+»El Franco y el Arabe son la tenaza que le tiene asido, y cada cual
+levanta sobre él su martillo.
+
+»Pero el Franco habrá de volver la maza á menudo contra otros bárbaros
+procedentes de los vastos páramos de hielo[65], y al Arabe le bastará
+sacudir con el ruido de sus corceles el indolente sueño del Ganges y del
+Indo que se mueren sobre las flores.
+
+»No resta mas que vigorizar el brazo del forjador donde mas tenaz es la
+resistencia: un esfuerzo mas, y la vida del Oriente trasmigra al
+magestuoso Guadalquivir; un acto más de fé, y la magestad de Bagdad se
+humilla ante la reina del Andalús, y el Godo casto y salvage que hoy
+proclama rey la enriscada Asturias[66], hunde entre sus pobres templos
+de cal y piedra tosca[67] la férrea corona de puntas heredada de
+Pelayo.
+
+»Alcemos, pues, á Allah que ha protegido nuestras armas; alcémosle sobre
+el gran rio del Andalús una aljama que supere en magnificencia á las de
+Bagdad y Damasco, solo comparable á la santa Alaksa de Jerusalem; y los
+legítimos sucesores en la herencia de Othman impíamente sacrificados,
+exultarán aunque insepultos.
+
+»Levantemos la Caaba del Occidente[68] en el solar mismo de un templo
+cristiano que tengamos que derruir, para que caiga la Cruz entre
+escombros y sobre su polvo descuelle el Islam radiante.
+
+»Ostentará la gran mezquita todas las galas del mediodia y del Oriente:
+su arquitectura será un espléndido compuesto de todos los estilos, para
+que en ella puedan leer los venideros todas nuestras conquistas.
+
+»Sea su planta parecida á la de las basílicas del Crucificado, para que
+la casa de Dios oprima la casa de los ídolos: atrio, pórtico, naves y
+santuario; todo en un recinto de cuatro ángulos y cuatro lados, como la
+santa casa de la Meka[69].
+
+»Sea el atrio vasto, espacioso, desahogado: con abundantes y puras aguas
+para tas abluciones: tal que despues de edificado no haya lengua que
+ensalce el atrio de Santa Sofía. Descanse todo él sobre una anchurosa
+cisterna de bóveda subterránea, de modo que el peregrino de tierras de
+Asur, al refrescarse á la sombra de sus naranjos se crea transportado á
+los pensiles de Babilonia.
+
+»Ábrase paso el gentío de los creyentes al cuerpo de la mezquita por
+once puertas circulares que correspondan á otras tantas naves, tendidas
+del algufia á la quibla[70], y la nave central sea mas espaciosa que las
+laterales, descubriendo en su fondo á los extasiados ojos de los
+muslimes la maravilla nunca vista.
+
+»El cuerpo de la aljama aventajará por lo sorprendente de su perspectiva
+á la famosa mezquita de Amrú y á la santa casa de Jerusalem[71], porque
+sus once naves estarán cruzadas en ángulo recto por treinta y tres mas
+angostas: todas sostenidas en ricas columnas de mármoles variados, que
+al que las mire le representarán la imágen de una lucida hueste en
+simétrica formacion y belicosa apostura.
+
+»Verdaderamente se asemejarán esas mil columnas al bosque de lanzas que
+presentaban en el inolvidable dia de las Víctimas mis leales
+Zenetes[72], fundamento de mi poderío. Sobre esas columnas voltearemos
+arcos que imiten sutiles banderas henchidas por el viento de la fortuna,
+y sobre el conjunto descansará una rica techumbre de alerce
+incorruptible, así como en mis soldados descansa en España la
+incontaminada Sunnah, que á todos nos ampara.
+
+»¿Qué espectáculo será semejante al de esos mil arcos ligeros descritos
+en el espacio, apenas sostenidos en sus arranques y dejando pasar la
+luz, como un bosque ornado de guirnaldas que sacude y levanta la brisa?
+No sabrán las gentes á qué compararlo, porque no habrá monumento antiguo
+ni moderno que ofrezca tan original combinacion.
+
+»No profanarán nuestro templo simulacros groseros, no tendrán en él
+cabida los ídolos de los adoradores de los astros y del fuego, ni los
+emblemas impuros de la India y del Egipto, ni los perecederos dioses de
+Grecia y Roma. Ormuz y Siva, Venus y Rea, Jesus y María, no recibirán de
+los Muslimes idolátrico culto; el único símbolo que en nuestra aljama
+pondremos será esa gallarda curva sostenida en el aire, que recordará á
+los verdaderos creyentes la afortunada huida del Profeta á Medina.
+
+«Esa es la mística forma que en aquella memorable noche dibujaron en el
+cielo la luna nueva que le iluminó el camino, y en la tierra el poderoso
+casco de su caballo[73].
+
+»Como en la marea creciente dibuja la ola en la arena de la playa su
+círculo, pasando sobre la huella de la oleada anterior, así el dichoso
+flujo de nuestras conquistas fué pasando triunfante sobre los pueblos
+sojuzgados. Quiero, pues, que nuestro rápido crecimiento marque sus
+grados en esas suntuosas columnatas, y que los arcos que lleven la
+incorruptible techumbre se levanten sobre otros arcos inferiores.
+
+»Espanto y lágrimas producirá en los Cristianos la amenaza de esa
+creciente marejada; pero los que se conviertan verán en esos arcos el
+iris de la paz y de la bonanza.
+
+»Coronarán los pulidos fustes de mármol y jaspe elegantes capiteles en
+que alternen el gracioso canastillo corintio y el magnífico compuesto
+romano; los arcos de la nave central aparecerán ricamente ataviados, y
+en el vestíbulo del mihrab prodigará la exuberante imaginacion del Arabe
+las encantadoras y lujosas combinaciones de la ornamentacion asiria y
+griega. En él se elevará la magestuosa cúpula bizantina, que protegerá
+la tranquilidad del hijo de los Califas durante sus oraciones[74].
+Cerrarán esta incomparable aljama cuatro altos y gruesos muros
+fortalecidos con torreones, cuya solidez desafiará á la de las insignes
+obras romanas de Africa y España, y cuyas endentadas almenas traerán á
+la memoria nuestras lejanas conquistas[75].
+
+»Despues de terminada nuestra obra, vengan en buen hora á disputarnos
+los adoradores del hijo de María el predominio sobre el Occidente. El
+libro santo que tengo reservado[76] para el inimitable mihrab que ha de
+ser la maravilla del Andalús, conservará la unidad de nuestra fé:
+inalterable é inflexible nuestra creencia, crecerá el islamismo pujante
+en Europa arrollando esa multitud de leyes, sectas é instituciones que
+traen divididos á los incultos Godos y Germanos, y la Ley del Profeta,
+que es hoy el vínculo áureo de su pueblo predestinado, será con el
+tiempo la férrea argolla que fuerce á los rebeldes imperios idólatras á
+prosternarse ante la _Quiblah_ de la grande aljama.»
+
+Así habla Abde-r-rahman, y los jeques de su consejo, que con respetuoso
+silencio le han escuchado, aplauden su piadoso propósito, añadiendo que
+verdaderamente ha espuesto con elocuencia la situacion actual del mundo
+y predicho con tono de adivinacion el futuro engrandecimiento del nuevo
+Califato. Alguno de ellos, contagiado tal vez de las doctrinas que
+públicamente se enseñan en las iglesias y monasterios cristianos de
+Córdoba, baja la vista al suelo y guarda silencio, dudando del triunfo
+que el hijo de Moavia cuenta por seguro, y juzgando que este no ha
+comprendido la moral de los que siguen al Crucificado.
+
+Umeya Ibn Yezid, secretario favorito de Abde-r-rahman, y que por su
+oficio de Katib era el encargado de estender las órdenes del
+soberano[77], y de la proteccion y seguridad de los Cristianos y Judíos
+de Córdoba, fué inmediatamente comisionado para tratar con el Obispo y
+con el Conde[78] de los Cristianos la compra formal del templo sobre
+cuyo solar habia de erigirse la nueva mezquita. Mandóle que llamase á
+sus arquitectos para comunicarles su plan y darles sus instrucciones, y
+añadiendo algunas órdenes para su tesorero y para el colector de los
+impuestos relativamente á las sumas que se proponia destinar á dicho
+objeto, despachó á sus consejeros. La hacienda de Abde-r-rahman se
+hallaba en estado floreciente á pesar de los cuantiosos gastos que habia
+tenido que hacer para dar esplendor al naciente Califato: sus
+prodigalidades con los hombres dedicados á la ciencia y la literatura,
+el numeroso ejército que habia constantemente mantenido en pié para
+sofocar en todas partes los gérmenes de la rebelion, las costosas obras
+que habia emprendido para que rivalizase Córdoba en lujo, magnificencia,
+palacios, jardines, alamedas, casas de recreo y de placer, con las
+ciudades de Bagdad y Damasco, habian agotado á veces sus arcas; pero
+estas se habian vuelto á colmar cuantas veces habia sido menester merced
+á la habilidad con que el descendiente de Merwan sabia hacer fecunda la
+estéril roca de la _Sunnah_. El impuesto legal prescrito por esta,
+denominado de _la limosna_ (_sadakah_)[79], el que satisfacian los
+Judíos, el tributo del _azaque_, y el que pagaban los Cristianos por
+razon de sus personas, iglesias, monasterios y catedrales, no habian
+podido cubrir tan exorbitantes gastos; y habia sido necesario que el
+Sultan gravase á sus súbditos con contribuciones no autorizadas por su
+código religioso. Habíanse establecido nuevos impuestos despreciando las
+reverentes reclamaciones de algunos meticulosos Cadís contra la
+manifiesta violacion del texto de la ley, y habia recursos mas que
+suficientes para atender á la obra proyectada por dispendiosa que fuera.
+La sola compra del solar habia de costarle una gran suma.
+
+Pero las primeras negociaciones encomendadas al katib Umeya fueron
+infructuosas. Los Cristianos, firmes en los artículos de la capitulacion
+que se les habia otorgado por los Sarracenos conquistadores de Córdoba,
+no querian vender á Abde-r-rahman el templo en que este habia fijado sus
+miras, y que era una espaciosa basílica cuya posesion compartian con los
+sectarios del Profeta[80]: pues los Musulmanes, en efecto, fieles á la
+práctica entre ellos establecida por consejo del Califa Omar, de dividir
+con los Cristianos las iglesias de las ciudades conquistadas, al tomar á
+Córdoba habian partido en dos la principal de sus basílicas, dejando una
+mitad á los naturales y apropiándose la otra, que habian al punto
+convertido en mezquita. Los Cristianos satisfacian religiosamente el
+tributo que se les habia impuesto para poder permanecer con sus
+iglesias, obispos y sacerdotes[81]: y si bien habian sufrido despojos y
+exacciones injustas de parte de los gobernadores nombrados por los
+Califas de Oriente en los años pasados, la justificacion y buen nombre
+del hijo de Moavia estaban interesados en que la deseada cesion ó venta
+se hiciese sin asomo de violencia. Conocia Abde-r-rahman con su natural
+talento, que el celo de los naturales estaba notablemente entibiado, que
+el fervor religioso era mayor en los conquistadores que en los
+conquistados; creía que el cautiverio y la afliccion habian domado la
+pasada entereza de los Cordobeses; que la Córdoba de su tiempo no era ya
+aquella heróica colonia patricia convertida, tan dispuesta al martirio y
+pródiga de su propia sangre, cuando guiaba el rebaño de Cristo el grande
+Osio bajo la persecucion de Diocleciano y Maximiano, ni la Córdoba
+ortodoxa que habia padecido guerras, hambres y peste, por no
+contaminarse con el arrianismo; sabia, por último, que á pesar de la
+enseñanza católica dada á la juventud cristiana en las escuelas y
+colegios de los monasterios, donde tanto se distinguian ya algunos
+abades y jóvenes seglares, formidables quizá á los Mahometanos para lo
+venidero[82], la iglesia de Córdoba ahora padecia dolorosas excisiones
+por las nuevas doctrinas de Migencio y de Elipando[83], y se imaginaba
+que sus pastores no seguian ya las huellas de aquellos primeros obispos
+tan ominosos á los Donatistas, á los Luciferianos, á los Gnósticos y á
+los Priscilianistas, y cuya vida habia sido una lucha continuada contra
+los enemigos de la Iglesia[84]. Sorprendióle, pues, sobremanera la
+repulsa de los Cristianos, pero la idea entre verdadera y falsa que se
+habia formado del pueblo sojuzgado y de los encargados de su gobierno,
+le hacia esperar que venceria su resistencia con solo insistir y
+encomendar al tiempo el resultado de las proposiciones entabladas en su
+nombre. Así realmente sucedió, pero quizás no por la causa en que él
+confiaba.
+
+¿Cómo fué el conseguir Abde-r-rahman tan grande sacrificio de los
+Cristianos? ¿Cómo el resolverse estos á abandonar su basílica principal
+á los Mahometanos? ¿No habian sido aquellos santos muros testigos de sus
+promesas y juramentos en las épocas solemnes de la vida? ¿No habian
+ellos escuchado sus votos, los votos de sus hijos y los de sus esposas
+al recibir los divinos Sacramentos? ¿Por ventura les era ya indiferente
+ver profanada aquella tierra que santificaban las preciosas reliquias de
+sus mártires; removida la pila bautismal que les habia abierto la
+entrada al gremio de los fieles; derribado el santo tabernáculo que
+constante y amoroso habia habitado el mismo Jesucristo trasustanciado en
+pan de vida eterna; despojada, desnuda y despedazada, por fin, el ara
+santa donde diariamente desde pequeñuelos, ellos, sus padres y sus
+abuelos, habian presenciado el Santo Sacrificio de la Ley? ¿Era posible
+que no tuviesen apego y cariño al baptisterio donde al nacer habian
+recibido la blanca vestidura de la inocencia y las armas de soldados de
+Cristo, al altar ante el cual se habian desposado, á todo aquel recinto,
+en fin, centro de su vida moral, donde habian aprendido á orar y á
+merecer, donde habian temido y esperado, entonado himnos y vertido
+lágrimas de amor y de penitencia? «Solo Dios omnipotente lo sabe,»
+diremos nosotros segun la costumbre de los historiadores árabes cuando
+no aciertan á darse razon cabal de alguna cosa.
+
+Es cierto que bajo Abde-r-rahman I los Cristianos de Córdoba no fueron
+jamás molestados por causa de su religion: pagaban, sí, como pueblo
+conquistado crecidos tributos, pero eran respetados en sus creencias,
+tenian sus iglesias y monasterios, donde celebraban públicamente su
+culto, y no se cuenta que sus ministros, simples sacerdotes ó prelados,
+sufriesen vejaciones de parte del primer rey Umeya del Occidente. Al
+contrario, si comparaban su estado presente con el pasado, podian
+considerarse ahora como muy dichosos, porque la tiranía que á sus padres
+habia afligido desde el cruel Alahor hasta el codicioso Toaba, no la
+habian conocido ellos[85]. Cierto que se alzaba en Córdoba, ominoso á
+la ley de Cristo, un nuevo imperio cuyo formidable crecimiento se
+palpaba, cuya dominacion se temia: no empezaba amenazando, por lo mismo
+era mas imponente; no revelaba todos sus instintos, pero estos se
+presentian. Los mas doctos y perspicaces veían aunque lejana cernerse ya
+sobre la iglesia de la Bética la hosca nube de una persecucion
+sangrienta; mas la generalidad gozaba de la presente tolerancia; no era
+pues el miedo por entonces motivo para ceder al capricho del intruso
+soberano, el cual, si bien significaria su deseo con el tono propio del
+dominador cuando se dirige al dominado, habia resuelto por lo visto no
+hacer uso de la fuerza en esta ocasion. ¡Y sin embargo el templo fué
+vendido![86]
+
+A pesar de las sensibles reticencias de la historia respecto de este
+suceso, cuyos pormenores no pueden determinarse mas que los vagos
+contornos de una escena que se sueña, discurramos, lector amado, segun
+las probabilidades, y hagámoslo de manera que no resulte injurioso el
+relato de la venta de la basílica cristiana, ni calumniosa la semblanza
+del prelado que la consintió, si algun dia llegan á descubrirse
+documentos que aclaren el hecho. No imitemos la peligrosa práctica de
+muchos modernos novelistas y dramaturgos, que apoderándose de los
+personages históricos para entretener con sus hechos los ocios de los
+aficionados á aventuras prodigiosas, y fundando en la mera posibilidad
+sus invenciones, suplen el silencio de las crónicas acumulando sobre
+ellos á placer _interesantes monstruosidades_, esponiéndose al riesgo de
+que un ignorado y empolvado documento producido á nueva luz los deje
+como infamadores convictos. Sea diversa nuestra regla: creamos que donde
+hubo maestros para hombres tan insignes en letras y en virtudes como S.
+Eulogio y Paulo Alvaro, no pudieron faltar virtudes para proceder con
+conciencia pura, ni letras para obrar con pleno conocimiento de lo que
+permitia y vedaba la disciplina de la iglesia goda; tengamos por seguro
+que el clero de Córdoba fué siempre digno de la alta reputacion que supo
+granjearse en todas las épocas conocidas de nuestra historia sagrada,
+pues no haremos escesiva gracia al que en todos sus actos notorios
+procedió como santo, si en alguno de sus hechos ignorados le suponemos
+consecuente. Y si con este espíritu de justicia procedes, facilmente
+comprenderás si pudieron mediar causas que hiciesen la enagenacion de la
+basílica catedral de Córdoba no solo legítima y válida segun el derecho
+canónico de aquellos tiempos[87], sino tambien oportuna y beneficiosa.
+
+Ocurriría quizás lo siguiente: recibido que fuese por el obispo de
+Córdoba el mensage del rey árabe, el prelado reuniria su cabildo, y al
+esponerle la voluntad y proposicion del mahometano, al punto, como en
+toda reunion numerosa acontece, se pronunciarian divididos los
+pareceres: no porque la oferta de Abde-r-rahman tentase la codicia de
+los que desde luego se hubiesen declarado por la cesion de la basílica,
+sino porque su propio celo les hiciese mirar como ventajosa su
+traslacion á otro punto. Acaso el mismo obispo sustentaria esta opinion
+y la esforzaria ante el cónclave ó cabildo canonical con las sólidas
+razones que hoy mismo podemos colegir de aquellas circunstancias; y
+aquellos piadosos presbíteros se convencerian de la necesidad de admitir
+el ofrecimiento del monarca infiel. Tal vez los mismos que al principio
+lo repugnaban, acabarian por reconocer que lo que ahora se les pedia en
+tono amistoso, mañana otro se lo podia exigir en son de amenaza, y que
+lo que ahora rehusaban entregar con ventaja, tal vez se lo quitarian
+mañana violentamente con gran profanacion y daño. ¿Qué podian prometerse
+de la resistencia? Que ese pagano poderoso que los toleraba, se
+convirtiese en tirano que los acosase y destruyese. ¿Quién les aseguraba
+que á la muerte de ese rey, ya anciano, habian de disfrutar la paz y
+libertad que ahora se les concedia? Los sucesores serian quizá de
+condicion menos apacible, y entonces caerian en poder suyo todos los
+edificios sagrados sin resistencia. Considerarian por otra parte la
+mancilla que llevaban desde que la secta de Mahoma habia ido á
+albergarse bajo la santa techumbre de su propia basílica; los males que
+de esta nefanda promiscuidad se seguian á su grey, en desdoro del pastor
+que toleraba permaneciese el rebaño de Cristo en el redil de que se
+habian apoderado los lobos; los grandes inconvenientes que esta odiosa
+cohabitacion llevaba consigo; la imposibilidad de celebrar dignamente
+sus santos ritos y adorables misterios en el angosto recinto á que se
+veían reducidos; lo mucho que retraía al pueblo de la asistencia á los
+divinos oficios de la catedral el temor del contacto con los impuros
+prosélitos del falso Profeta; finalmente, las ventajas que podian
+prometerse de trasladar á lugar mas decoroso las santas reliquias allí
+depositadas, erigiendo al propio tiempo á los tres gloriosos mártires
+Fausto, Januario y Marcial, cuyo templo veían lastimosamente
+derruido[88], una nueva iglesia que fuese su principal basílica; y
+tributando acciones de gracias y loores al Omnipotente que así mitigaba
+las tribulaciones de su Iglesia permitiéndoles edificarle nuevos templos
+durante su mismo cautiverio, abrazarian con resolucion el partido que su
+Divina Magestad les sugería tomando al rey infiel por instrumento de sus
+altos designios. ¡Solo, en efecto, el Dios todopoderoso é infinito sabia
+entonces si algun dia habian de exultar las venideras generaciones
+libertadas de la triste servidumbre en que vivian, plantando de nuevo la
+gloriosa enseña de la redencion sobre la soberbia mezquita que ahora
+consentía se erigiese en castigo de sus pecados!
+
+Ya una vez habia descollado la cruz triunfadora sobre el magnífico
+cornisamento del templo de Jano cuadrifronte; ahora parecia eclipsarse
+el resplandor del santo Lábaro, derribado de la famosa basa antigua; y
+era que efectivamente le tenia reservado el Eterno como pedestal el
+monumento incomparable producido por el último esfuerzo de todos los
+genios del Oriente conjurados contra el cristianismo.
+
+Resuelve el cabildo entregar el templo con la condicion de que se le
+permita reedificar la basílica de los tres mártires en los pasados años
+destruida, y admitido por el Sultan el pacto, autoriza el obispo la
+enagenacion. El árabe jactancioso manda al punto que se dé á los
+Cristianos el precio convenido, que reciben en dinares de oro, y les
+insta para que desocupen prontamente el local, porque Abde-r-rahman es
+ya de edad avanzada, y urge que los suntuosos despojos de Itálica,
+Mérida y otras ciudades monumentales de los orgullosos Romanos, reciban
+su providencial colocacion en el soberbio edificio que levanta á Mahoma
+junto al gran rio de la Bética la raza predestinada que avasalló á los
+antiguos dominadores del orbe en cuantas provincias reconocian la
+autoridad de Heráclio. Llenas todas las formalidades consiguientes al
+convenio celebrado, verifícase la traslacion de las reliquias, vasos
+sagrados, imágenes y demas objetos religiosos al lugar provisional en
+que debia celebrarse el culto mientras se hacia la nueva iglesia: los
+Cristianos mas fervorosos acuden á presenciar la remocion de aquellos
+amados objetos, á regar con lágrimas aquella tierra santificada con
+despojos de mártires, á dirigir una mirada de tierna despedida á aquel
+magnífico templo, bajo cuyos dorados artesones habia un tiempo
+circulado, como trueno de nube fecunda, la voz del santo confesor Osio
+repitiendo los artículos del Símbolo que su inspirado labio habia
+dictado en presencia de Constantino en la asombrada Nicea[89]. Despojado
+por fin el templo, desocupados los claustros de los eclesiásticos y de
+los niños ofrecidos al servicio del culto[90], hecha tambien la
+traslacion de la escuela y biblioteca[91], reúnense á hora desusada de
+la noche bajo las silenciosas y desnudas columnatas romanas,
+sentenciadas á inmediata demolicion, el prelado, los presbíteros con su
+arcipreste, los diáconos con su arcediano, los subdiáconos y todos los
+clérigos menores con su primicerio, el instructor de los clérigos, el
+presidente de la sacristía, el archiscrinario, por último el seminario
+de los oblatos con el docto y piadoso anciano que los educa y rige, los
+ostiarios, y todos los seglares consagrados al servicio subalterno de la
+basílica, con no pocos feligreses devotos; y en solemne y lúgubre
+cortejo, despues de dichas las preces oportunas, entonando á media voz
+con sigiloso modo el breve y elocuente salmo _Usque quo, Domine,
+oblivisceris me in finem_, tan adecuado á los sentimientos del alma
+atribulada que recurre á Dios con firme esperanza, en el cual sobresalen
+las argentinas voces de los descuidados é inocentes niños y algunos mal
+reprimidos sollozos de los apesarados feligreses, salen del profanado
+templo por su orden, sin iluminacion ni aparato, y van desfilando
+magestuosamente á favor de las nocturnas tinieblas hácia una de las
+parroquias de la Ajarquía, en cuyas angostas y tortuosas calles se
+pierde en breve la piadosa comitiva.
+
+¡Con cuánta ansia aguardaba el hijo de Moavia este momento! No bien
+llega á su noticia la entrega de la basílica, manda cerrar la mezquita
+provisional á ella contigua, deja su quinta de la Ruzafa, trasládase al
+alcázar de la ciudad para dirigir mas de cerca la obra que proyecta,
+traza por su propia mano diversos planos segun las grandiosas ideas que
+habia comunicado á sus hijos y consejeros, y dispone que empiece al
+punto el derribo del antiguo edificio. Con prodigiosa actividad llévanse
+á efecto sus órdenes. Las adiciones que habian tenido que hacer los
+Sarracenos en su primitiva mezquita mayor habian sido tantas hasta
+entonces, y tantos los techados que sucesivamente habian tenido que ir
+añadiendo con la necesaria degradacion para facilitar los desagües, que
+apenas podia ya el pueblo musulman estar en pié bajo las últimas
+cubiertas del edificio, cuya capacidad obstruía por otra parte el gran
+número de pilares de madera en que aquellas se habian ido sosteniendo.
+En esta incómoda mezquita, como en terreno prestado, se habia celebrado
+el culto público de Mahoma en los años mas gloriosos, si no los mas
+felices, del reinado de Abde-r-rahman I; pero ahora en su venerada vejez
+anhelaba dilatar sus arrogantes miradas en nueva, espaciosa y magnífica
+aljama, haciendo una sola casa de adoracion de la mezquita y la basílica
+reunidas, sustituyendo al tabernáculo el libro del Profeta, al ara
+sagrada el lujoso mimbar, al ambon el púlpito de los khatibes, y á las
+nubes de incienso los fragantes pebeteros de aloe y ambar-gris. Ansioso
+de ver la obra terminada, constitúyese en ella diariamente el
+infatigable anciano, mira con placer rodar sobre el marmóreo pavimento
+romano los fustes y capiteles que habian sustentado la enseña de Cristo
+confundidos con los pilares en que se habia sostenido la glorificacion
+del sensualismo; píntase en su atezado y enjuto rostro la alegría cuando
+ve enteras las magníficas columnas corintias tendidas á sus piés;
+confundido con la turba de los obreros, entre cuyos variados trages,
+indicio inequívoco de diversidad de naciones, se divisa con frecuencia
+la blancura de su ámplia vestidura habitual y de su turbante de finísimo
+lino, dispone solícito la conservacion de aquellos preciosos fragmentos,
+los hace clasificar cuidadosamente, manda que se unan á los que sus
+walíes le van enviando de Itálica y Mérida, y al mismo tiempo que avanza
+la obra de demolicion, promuévense sin levantar mano los trabajos para
+la construccion nueva. ¡Qué actividad, qué movimiento en toda la ciudad
+y sus cercanías! Diríase que la ereccion de la aljama principal es el
+único negocio que ocupa á la corte del naciente Califato. No hay en el
+alcázar dependencia que no intervenga en la gran novedad que se
+inaugura, ni en la poblacion industria que no reciba impulso. Mientras
+en las fábricas y talleres, en los bosques y canteras de la sierra, en
+los caminos de la montaña á la ciudad, en las caleras y hornos de
+ladrillo, todos se agitan afanosos; mientras el arquitecto sirio medita
+sobre sus planos y los que ha trazado la mano misma del rey, y el Katib
+escribe pidiendo artistas útiles al Africa y al Asia, y los maulís y
+poetas protegidos por Abde-r-rahman se esfuerzan en merecer los agasajos
+del monarca colmándole de elogios por su grandioso pensamiento, el
+pueblo desocupado y curioso hormiguea á todas horas en torno de los
+espaciosos fundamentos, y todo presenta una animacion y un interés
+difícil de describir.
+
+Presiente Abde-r-rahman que no verá concluida la grandiosa aljama, y
+anhela que con toda presteza queden cubiertas al menos las peregrinas
+arquerías que forman sus naves, para tener antes de morir el consuelo de
+inaugurar en la Caaba de Occidente el culto del Islam con una de
+aquellas sentidas y elocuentes arengas que tenia por costumbre dirigir á
+su pueblo en la mezquita antigua los dias de juma[92]. La rapidez con
+que avanza la obra solo es comparable á la que se observa en la
+ejecucion de todas las empresas que acomete el soberano, el cual, si
+bien procede con pausa y reflexion en sus determinaciones, cuando
+resuelve llevarlas á cabo no consiente demora. Alzanse como por encanto
+los gruesos muros, las torres que les sirven de estribos, los espaciosos
+machones de la gran cisterna: tiéndese sobre estos la espaciosa bóveda
+subterránea destinada á sostener el ameno pensil de las abluciones:
+elévase ya sobre cimientos de asombrosas dimensiones el cuerpo primero
+del alminar, de donde ha de partir cinco veces cada dia el sonoro
+clamoreo del aliden[93]: no parece, en fin, sino que los genios gigantes
+de las montañas de Kaf[94] hacen rodar hácia el Guadalquivir desde las
+canteras de la selvosa sierra de Córdoba los poderosos sillares
+cortados, y que las encantadas péris del Eufrates, jugueteando en las
+túmidas ondas del gran rio y sus cañaverales, dirigen en las nocturnas
+horas al son de las inefables armonías asirias la obra de los _jines_
+propicios que Azazil envía como invisibles auxiliares al creyente
+fundador. ¿Quién, en efecto, sino ellas puede inspirar á los ingeniosos
+artífices levantinos empleados en la decoracion de ese monumento, los
+inimitables y bellísimos adornos que traza su mano sin fatiga, y como
+trasladando á los planos de estuco y de mosáico los contornos de las
+flores y vástagos del jardin del Paraiso?
+
+Apenas han transcurrido dos años desde que se empezaron á echar sus
+cimientos, y ya se levanta la cuadriforme ciudadela del Islam por encima
+de las alamedas del rio, emparejando en altura con el severo alcázar de
+Rodrigo[95], y descollando entre las construcciones de la antigua ciudad
+romano-visigoda, recientemente decorada con sutiles alminares en que
+tremola la bandera blanca de los Umeyas, á la manera que descuella el
+casco de un magestuoso navío aun no aparejado entre las empavesadas
+góndolas de un puerto de mar. Pocas lunas mas, y los muros interiores,
+las soberbias columnatas de gallarda é inusitada forma[96], las
+elegantes hileras de dobles arcos sostenidos en corintios capiteles, los
+anchurosos pórticos, la hermosa fachada de once atrevidas puertas, las
+riquísimas portadas laterales flanqueadas de recamados ajimeces, la
+incomparable techumbre, en fin, de madera incorruptible labrada y
+pintada, quedarán terminados; pocas lunas mas, y la hotba[97] por la
+salud de Abde-r-rahman leida al pueblo desde el mas lujoso mimbar[98]
+del Occidente, se repetirá por mas de doce mil creyentes á una voz,
+ahogando con las vibrantes oleadas de la inmensa y atronadora
+deprecacion los vergonzantes himnos de los vencidos Nazarenos. Pasan en
+efecto esas pocas lunas, y no solo aparece la mezquita en disposicion de
+poderse habilitar para que se celebren en ella las públicas ceremonias
+el primer dia de juma, sino que hasta se descubre ya en la estremidad de
+su nave principal dirigida al austro el umbral del santuario, revestido
+de rica y deslumbradora ornamentacion bizantina: el venerado trasunto de
+la santa casa de la Meca, centro y norte de la adoracion de todo fiel
+muslim, cuyo acceso solo es permitido á la augusta persona del Amir. La
+grande aljama no está concluida, pero supliendo con ricos tapices de
+Siria y de Persia la decoracion de las paredes y la labor de las
+columnas, apenas comenzada, los obsequiosos arquitectos del Sultan han
+hallado medio de satisfacer la impaciencia de su señor. Prodíganse en
+las naves principales los esbeltos capiteles corintios, los gallardos
+fustes marmóreos de los monumentos romanos, destrozados por los walíes
+de las provincias para agasajar con sus despojos al monarca; colócanse
+en las naves secundarias los capiteles aun no cincelados y las columnas
+mas comunes: cúbrese el pavimento de flores y yerbas aromáticas;
+inúndase el sagrado recinto de luz y de aromas, aquella difundida por
+centenares de candelabros provisionales, estos exhalándose de cien
+pebeteros improvisados... ¿Podrá ya al menos el dichoso Umeya dirigir en
+la aljama de sus ensueños una vez antes de morir, como Imam[99] de la
+Ley, los ritos de un culto á cuya propagacion ha consagrado tantos
+sacrificios, tantos afanes, tantas esperanzas?... No podrá, no, que el
+almaleke encargado de cumplir el decreto de Dios le ataja el paso en
+medio de su rápida carrera. Ayer el glorioso invasor[100], recorriendo
+tal vez segun su costumbre las obras, rodeado de sus consejeros y
+favoritos, se entregaba á la vanagloria de un éxito venturoso; ¡y hoy
+cunde por toda la ciudad la siniestra noticia de que el hijo de los
+Califas tiene sentado á su cabecera al ángel de la muerte! A las dulces
+armonías de bien acordados instrumentos que resonaban dentro del harem y
+en los apartamientos de las esposas, han sucedido desgarradores ayes y
+lamentos; los eunucos y los esclavos mesan sus cabellos á las puertas de
+la augusta morada; los médicos hebreos mas afamados han agotado los
+recursos de la ciencia esterilmente, y entregan cabizbajos el ilustre
+moribundo á los últimos y piadosos obsequios de la sultana favorita, la
+hermosa Holal, madre de Hixem, _la de los ojos negros_. Ella es la que
+recibe su postrer suspiro, ella la que con solícita ternura baña y lava
+su cuerpo, ella la que le amortaja en siete blancos y finísimos
+lienzos, ungiéndole con preciosos aromas la frente, las manos, los piés
+y las rodillas, ella, en fin, la que, asistida de sus esclavas, le
+deposita en su lecho mortuorio[101]. Allí yace, en una de las estancias
+de su alcázar, cubierto con las mismas blancas vestiduras que son el
+distintivo de su preclaro linage, el sabio, el virtuoso, el victorioso,
+el afamado Abde-r-rahman, llorado por sus mugeres, sus hijos, sus
+consejeros, sus oficiales, sus protegidos, sus soldados, sus servidores
+y esclavos, por todos los que ayer le cercaban respetuosos mostrándole
+en sus labios la sonrisa del afecto ó de la lisonja. El juez superior de
+la aljama de Córdoba, Ab-du-r-rahman Ibn Tarif, anuncia al pueblo el
+doloroso acaecimiento desde el mismo mimbar que estaba dispuesto para el
+glorioso príncipe, y salen las turbas de la mezquita esclamando: ¡Duerme
+el Amir en la sombra de la paz! Allah le sonreirá en la hora de las
+cuentas porque guerreó en su camino. Ha muerto Abde-r-rahman, hijo de
+Moavia, hijo de Hixem Ibn Abd-el-Malek. El halcon Coreixí[102] que vino
+de Damasco ahuyentado por la negra bandera de los Beni Abbas, plegó sus
+alas en la perfumada orilla del Guadalquivir; descansa de su largo y
+rápido vuelo en la bendecida tierra del Andalús, donde es el mejor
+rebato, y donde hay promesas del Annabí de que un dia de pelea en ella
+es mas ensalzado y meritorio que dos años en cualquier otra
+frontera[103]. Ábransele de par en par las puertas del Eden, pues
+verdaderamente edificó en la Genna al fundar esta gran mezquita en el
+pais donde contarán de él y de su posteridad los convertidos rumíes:
+mandóseles que nos combatiesen hasta que dijéramos «no hay mas Dios que
+Allah,» y cuando esto dijimos ganamos por su medio esperanza y hacienda.
+Estas y otras semejantes esclamaciones hacen, acordes en su sentimiento
+por tan dolorosa pérdida, todos los que acuden á visitar al Sultan
+difunto, y entre ellos se señalan por sus estremadas demostraciones los
+jeques de las tribus Modharitas[104], los caudillos de los Eslavos, los
+adalides Bereberes y Zenetes, todos los walíes, capitanes, alcaides,
+cadíes y alfaquís de las circunvecinas provincias, que sin distincion de
+partidos, y depuesta toda rivalidad de razas, acudieron á la Sede del
+naciente Califato atraidos por la fama de la nueva fundacion. Todos,
+despues de hecha en sus personas la purificacion que prescriben la Ley y
+la Sunnah, se acercan en respetuoso silencio á la regia cámara, y entre
+el numeroso tropel que rodea el lecho mortuorio distinguimos
+primeramente á un hombre de rostro lampiño y macilento, abultado de
+cuerpo y lujosamente ataviado: es el eunuco Mansur, primero entre los
+de su especie que alcanzó en la España árabe el honor de ser encumbrado
+al cargo de hagib, y en quien el mérito personal justifica lo que á los
+ojos de los varoniles Yemenitas solo la tradicion asiática puede hacer
+tolerable. Ceden á este el puesto de preferencia otros siete personages,
+jeques del consejo privado del Sultan difunto, que son los siguientes:
+Abú Othman, el impetuoso caudillo árabe que habia sido el primero en
+levantar el estandarte de Abde-r-rahman en Andalucía; Abdullah Ibn
+Khaled, yerno del rey; Abú Abdah, gobernador de Sevilla; Shoheyd, hijo
+de Isa, hijo de Shoheyd, descendiente de un bereber, segun algunos de un
+griego, que habiendo caido prisionero en las primeras guerras del Islam,
+fué esclavo de Moavia hijo de Merwan; Abdu-s-sellám Ibn Basil, griego
+tambien, y liberto de Abdullah Ibn Moavia; Thálebab Ibn Obeyd Ibn
+Annadhdhám Al-jodhamí, gobernador de Zaragoza; y por último, A'ssen Ibn
+Moslem Ath-Thakefí, que era uno de los mas celosos partidarios de
+Abde-r-rahman, y el que en la famosa batalla de Músarah dió á sus tropas
+el ejemplo de cruzar á nado el rio. Vemos luego presentarse en la
+fúnebre estancia, con rozagantes aunque enlutadas vestiduras, y
+haciéndole cortejo una lucida guardia de honor, al príncipe Abdullah,
+grave y taciturno, que viene á sustituir á su hermano Hixem, sucesor en
+el trono, y ausente en Mérida, en el oficio de Imam, y á quien el Cadí
+de los Cadíes deja respetuosamente el puesto junto al féretro. Después
+de algunos momentos de absoluto silencio, y pasada la hora de la primera
+azala, procédese á la conduccion del augusto cadáver al cementerio del
+alcázar: concédese entrada franca al pueblo que recibió de su rey en
+vida tantas pruebas de amor y de justicia, y entre los que corren
+presurosos á presenciar el solemne entierro formando apiñadas turbas, se
+mezclan y confunden el Egipcio de piel tostada, procedente de Beja ó de
+Lisboa, el Emeseno que olvida la tierra del Líbano por la de Sevilla ó
+Niebla, el Palestino, descendiente de Filisteos, que habita en Medina
+Sidonia ó en Algeciras, el Persa de voluminoso turbante arraigado en la
+antigua _Julia_[105], el Asirio morador de la montuosa Elvira, el
+Kinserita que disfruta las minas y los pastos de Jaen, y el Damasceno
+que goza las preeminencias de Cortesano; sobresalen por sus ricos trages
+y por el privilegio de llevar el cabello largo recogido á un lado, los
+Cadíes de la capital y sus aledaños, distínguense los turbantes
+amarillos de muchos Judíos, y llaman la atencion por los lineamientos de
+sus bermejos semblantes no pocos Españoles de orígen godo, que habiendo
+nacido en la grey de Cristo, renegaron ¡oh mengua! de su religion, y
+seducidos por el interés sirven como _mulados_ en el ejército musulman.
+Todas las clases de la poblacion hallan cabida en los espaciosos patios
+del alcázar, donde junto al capuchon del jeque, se despliega el taylasan
+de la gente comun, luce la vistosa sobrevesta ó la limpia cota del
+soldado, y hace pardusco fondo el raido darwazah del mendigo. Abre calle
+el gentío á la prolongada hilera del acompañamiento fúnebre, y llegado
+el cadáver al lugar de su sepultura, comienza Abdullah con lentitud y
+magestad la oracion ritual que repiten á media voz los asistentes:
+"_Allah ua aqbar_, loores á Allah que mata y resucita: suyas son las
+gracias y las grandezas y los imperios, él es sobre toda cosa poderoso!
+Señor, haz gracia y merced á Mohammad y á los de Mohammad, apiádate de
+Mohammad y de los de Mohammad! Señor, este es tu siervo Adde-r-rahman,
+hijo de tu siervo Moavia: tú lo criaste y mantuviste y lo revivificarás;
+tú sabes lo que hay en él secreto y paladino; venímoste á rogar por él.
+Señor, á tí nos acercamos, que tú eres cumplido de homenage. Señor,
+defiéndele de la tentacion de la huesa y de las penas de la Jehenna.
+Señor, perdónale y hónrale su morada, y ensánchale su huesa, y límpiale
+de sus yerros y pecados, y dale compañía mejor que la que tiene. Señor,
+si es bueno, crécele en descanso, y si es que faltó en tu servicio,
+pásale sus pecados, que tú eres sobre toda cosa poderoso. Señor,
+afírmale la lengua al tiempo de la pregunta de la huesa, y no lo
+repruebes, ni le escandalices con que no tiene poder para defenderse de
+ello. _Allah ua aqbar, Allah ua aqbar, Allah ua aqbar._» Y despues de
+breve pausa añade en tono de oracion, sin que repita sus palabras la
+comitiva: «Señor Allah! perdona á nuestros vivos y á nuestros muertos, á
+los presentes y á los ausentes, á los grandes y á los pequeños, hombres
+y mugeres, que tú sabes nuestros fines: y pues tenemos esperanza en tu
+piedad, perdona nuestros yerros y pecados. Señor, defiéndele del
+escándalo de la huesa y de las penas de la Jehenna, y danos buen fin en
+nuestros dias: amen." Abdullah da salam[106] á la concurrencia, en
+seguida es entregado el cadáver á los sepultureros, y al hundirle en la
+huesa, donde es cuidadosamente depositado de cara á la quibla, dice por
+última vez el príncipe: «Señor Allah! nuestro hermano dejó el mundo y va
+hácia tí. Señor, afírmale la lengua en la demanda de la huesa, que tú
+eres sobre toda cosa poderoso!»
+
+¿Para quién reserva Dios la tremenda gloria de acabar la gran mezquita?
+Para Hixem, hijo predilecto de Abde-r-rahman, jurado ya por todos los
+walíes como sucesor en el imperio, á quien aclama hoy solemnemente la
+ciudad de Mérida, cuyas calles recorre con gran pompa y numeroso séquito
+de caballería. Por él se hace ya la hotba y se pregona desde todos los
+alminares de las principales mezquitas de España, y en todas partes
+repite el pueblo: ¡Dios ensalce y guarde á nuestro rey Hixem, hijo de
+Abde-r-rahman!--¿Sabeis por qué la mezquita mayor de Córdoba fué tambien
+objeto de particular solicitud del nuevo monarca? Os lo voy á referir.
+
+Residia en Algeciras un astrólogo afamado, cuyo nombre era Adh-dhobí. No
+bien subió Hixem al trono, le mandó llamar para que le predijese su
+destino, lo que el astrólogo rehusó hacer al pronto temiendo desagradar
+al nuevo rey. Cediendo por fin á sus insistencias, le dijo Adh-dhobí:
+«Tu reinado, oh amir, será glorioso y feliz, y señalado con grandes
+victorias; pero, si mis cálculos no salen fallidos, su duracion será de
+unos ocho años solamente.» Hixem permaneció largo rato silencioso y
+meditabundo, mas luego alzó sereno la frente y esclamó: Oh Adh-dhobí, tu
+prediccion no me amedrenta, aun cuando sea sugerida á tu boca por el
+mismo Omnipotente, porque si el tiempo de vida que me concede logro
+pasarlo en su adoracion, cuando llegue mi hora diré resignado: ¡hágase
+su voluntad! Despidió el rey al astrólogo despues de remunerarle
+fastuosamente, y cuenta la tradicion que desde aquel dia se abstuvo de
+los placeres mundanales, siendo la piedad, la justicia y la benevolencia
+la única guia de sus acciones. Con esta elevada mira fué su breve
+reinado fecundo en grandes empresas, reprimió la rebelion de sus dos
+hermanos Suleyman y Abdullah, llevó la guerra santa hasta la Cerdaña,
+entró y saqueó á Narbona, imponiendo á los infelices cristianos la dura
+obligacion de llevar en sus hombros hasta Córdoba la tierra de sus
+demolidas murallas, para hacer en sus alcázares una mezquita[107],
+hízose ominoso á la España y á los Francos, y por último contribuyó
+poderosamente á cimentar el imperio del Islam en Andalucía
+engrandeciendo su capital, reparando su magnífico puente, creando
+institutos de pública utilidad, y terminando la grande aljama fundada
+por su padre, donde estableció y dotó escuelas y madrisas: todo con los
+recursos del azaque y de su legítima parte en las conquistas, sin exigir
+de sus muslimes tributo alguno estraordinario. Tanto fructificó en el
+corazon de este grande y temido rey el germen de seria meditacion que en
+él depositó el agorero.
+
+La grande aljama quedó concluida el año 177 de la Egira (año 793 de J.
+C.), contribuyendo á sus obras, lo mismo que bajo el reinado de
+Abde-r-rahman, el Amir con su asídua proteccion y personal asistencia,
+los walíes de las provincias con ricos despojos de antiguos monumentos,
+los artífices con su ingenio, las victorias con su pingüe botin, la
+ciudad con ceder los operarios, las sierras de Córdoba y Cabra con
+suministrar los tesoros de sus canteras, Africa con prestar sus
+incorruptibles troncos de pino-alerce, Asia con inocular en el naciente
+arte árabe-hispano el genio de la ornamentacion, sus inspiraciones, su
+poesía, y Dios en fin con permitir, en castigo de las culpas de nuestros
+padres, que la moral bastarda de los hijos del Yemen impregnada de letal
+materialismo se entronizase en la Bética como regla suprema de una
+sociedad rebelde al luminoso y casto yugo del Evangelio.
+
+[Illustration: CATEDRAL DE CÓRDOBA.
+
+_Puerta de las Palmas desde el patio._]
+
+Sí, la grande aljama está concluida: ¡tambien Hixem cree haber asegurado
+su puesto en el jardin eterno de las delicias! Ved esa nueva casa de
+adoracion magestuosamente asentada al confin meridional de la gran
+ciudad, junto á la verde orilla del mas ancho rio del Andalús, ocupando
+una estensa area regular de 460 piés del septentrion al mediodia, y de
+280 de oriente á occidente, cercada de altos y gruesos muros almenados y
+bien guarnecidos, flanqueada en su recinto por robustos estribos de
+torres albarranas y un enhiesto alminar, abierta á los muslimes por
+nueve espaciosas y riquísimas puertas esteriores y once interiores,
+cuatro á cada lado de oriente y occidente, una principal al norte, y las
+once en la fachada interior, dentro del pensil de las abluciones,
+comunicando á otras tantas naves del templo. Contemplad la hermosa
+disposicion interna de ese insigne monumento, el gran patio que le sirve
+de atrio, con anchos pórticos en las tres bandas de norte, oriente y
+poniente, fuentes para el alguado[108] y las purificaciones, y frescas
+alamedas de naranjos y palmeras enlazados al pié por bien dispuestas
+plantaciones de flores; luego el magestuoso buque de la inmensa casa de
+oracion, sencillamente compartido en once largas naves, que dirigiéndose
+de norte á sur, se cruzan en ángulo recto con veinte y una naves menores
+que van de oriente á occidente; luego la elegante é ideal combinacion de
+esas arquerías en que las pilastras se sobreponen á las columnas, y unos
+arcos á otros arcos, dejando paso á la luz entre la columnata superior y
+la inferior, como remedando la arquitectura los atrevidos juegos
+gimnásticos de las ágiles caravanas del desierto; luego la sabia y
+ligera forma de esas once riquísimas techumbres de alerce, labradas,
+pintadas y doradas, que recuerdan al que las mira las sutiles armaduras
+de las voladoras naves sirias con que conquistó otro Moavia á las
+Cícladas, á Rodas y á Sicilia; luego, finalmente, el misterioso y
+recóndito santuario donde se guarda el Koran, en cuyo recinto ha agotado
+el arte oriental toda la riqueza de sus recursos fascinadores. Figuraos
+ahora realzada la imponente magestad de esa gran mezquita con las galas
+de que pueden revestirla el mas esquisito gusto y la riqueza, de consuno
+con las exigencias de una religion inventada para cautivar los sentidos,
+y se deslumbrarán vuestros ojos con la masa de luz de los candelabros,
+se embriagará vuestro olfato con las preciosas esencias quemadas bajo
+aquellos taraceados artesones, halagarán todo vuestro cuerpo las tibias
+auras primaverales impregnadas de azahar, que se deslizarán por vuestra
+sien trayéndoos deshechos en ráfagas los trinos de los ruiseñores con
+los brillantes globulillos del agua que se estrella en el duro mármol de
+las fuentes. Las once grandes puertas que conducen del patio á la
+mezquita estan abiertas: son once soberbios arcos ultra-semicirculares y
+dobles, todos en fila, sostenidos en esbeltas columnas de mármol que de
+cuatro en cuatro rodean á los recios machos de piedra en que se afirman,
+como lindas esclavas gemelas que dando la espalda al magestuoso diseño,
+se enlazan entre sí volteando dobles guirnaldas[109]. Estas once puertas
+muestran á los que cruzan el atrio el interior del templo como en
+combustion, y á los que ocupan el templo les descubren los jardines del
+suspirado Eden, donde bullen las aguas y los rayos del sol por entre las
+verdes ramas cuajadas de pomas de oro. Hé aquí la santa casa de
+adoracion que sobrepuja en suntuosidad, belleza y gallardía á las mas
+afamadas mezquitas de Arabia, Siria y Africa: oid lo que de ella canta
+el poeta Mohammed Ibn Mohammed Al-baluní[110]:
+
+«Ha gastado Abde-r-rahman por amor á su Dios y en honor de su religion
+ochenta mil dinares de plata y oro.
+
+»Los ha invertido en construir un templo para uso de su piadosa nacion,
+y para la mejor observancia de la religion del profeta Mohammed.
+
+»En él vereis relucir el oro prodigado en sus artesones con la misma
+brillantez que el relámpago que atraviesa las nubes.»
+
+No exageraba el poeta, porque realmente á la luz de las lámparas y
+candelabros, velada por la neblina de los aromas, debia parecer aquella
+rica techumbre lo que en enérgico lenguaje vulgar llamamos una _ascua de
+oro_.
+
+¿Pues qué impresion no causaria el espléndido interior que contemplamos
+al ver algunos años despues el oro prodigado en los mismos capiteles de
+las columnas y en las pilastras de las arquerías? A medida que se va
+cimentando el Califato, va este soberbio templo creciendo en riqueza.
+Así como el famoso milímetro de Rhaudhá marca en Egipto las crecientes
+del desbordado rio que le hace fecundo, así la gran mezquita de Córdoba
+señala en Andalucía los progresos del arte arábigo invasor. Bien
+necesitan en verdad los descendientes de Moavia dar á la corte de su
+imperio esplendor y lustre; forzosamente han de ser grandes y magníficas
+las huellas de su dominacion, norma y estímulo para sus sucesores;
+porque sus émulos los Abassides estan resucitando en las bíblicas
+llanuras fertilizadas por el Eufrates y el Tigris las fantásticas
+creaciones de Belo y de Semíramis, reproduciendo las pasadas glorias de
+los Ninivitas y Babilonios, sobrepujando en fastosidad á los Persas,
+oscureciendo la cultura de los Griegos Seléucidas, y afrentando la
+artística voluptuosidad de los Sassanidas. El año mismo en que el
+ilustre vástago proscrito de los Umeyas abrió los fundamentos de la
+aljama de Córdoba, subia al trono del imperio musulman de Oriente el
+famoso Harun-al-Raschid, el Pericles de los Arabes, dirigido por su
+sabio wazir Yahia, de la preclara familia de los Barmácidas, á quien
+debe su reinado sus principales títulos de gloria. ¡Cuenta que este gran
+Califa, al fijar la planta en el trono de los Abassides, ostenta ya
+ceñida la sien con el lauro de la victoria; que las huestes de la
+emperatriz Irene han huido ante él despavoridas en los campos del Asia
+menor; que la Providencia le tiene reservado para hacer inmensas
+conquistas en el Asia y escarmentar el orgullo de Nicéforo; que no en
+vano parece haberle dotado la naturaleza de un corazon de hierro y de la
+mas esquisita sensualidad, puesto que para levantar la tiranía del
+Islamismo á la altura de sistema político capaz de contrabalancear la
+vigorosa accion del Occidente, es preciso que Harun pueda ver sereno
+espirar en horribles suplicios á muchos individuos de su propia sangre
+desde el asilo y templo de los placeres![111] El hijo de Harun se jacta
+de que sabrá mover el Oriente y el Occidente con la misma facilidad que
+si fueran piezas de ajedrez: bravata verdaderamente asiática, pero que
+compromete á los emancipados sultanes de Andalucía á sobrepujar,
+siquiera sea por arte satánica, en fasto, en gloria, en prestigio y
+poderío, á los que así presumen ser árbitros del mundo. Grande y hermosa
+es Córdoba, pero bella y grande es tambien la nueva _ciudad de la paz_,
+la rica y voluptuosa Bagdad, que Abu-Giaffar Al-mansur confió á las
+zalamas del Tigris en el asiento mismo de una poética quinta regalada
+por Cosroes Anuschirevan á su querida. Grande y próspero ha sido el
+reinado de Abde-r-rahman I: su hijo Hixem, continuador de su sabia
+política, ha logrado ruidosos triunfos que contribuyen á consolidar la
+mas preciosa conquista sarracena: Al-hakem asciende ahora á la suprema
+dignidad en Córdoba, y se anuncia como príncipe de incomparables
+cualidades para la obra que está llamado á secundar, porque ama el
+bélico tráfago y le devora el deseo de la ciencia y de los deleites;
+pero tal vez mas próspero y grande, mas victorioso, mas sabio, mas
+ilustrado y mas fecundo en goces de toda especie, va á ser el reinado de
+Harun, de ese genio singular en quien brillan reunidas las dotes de
+todos los sultanes de España juntos. ¡Qué terrible competencia, qué
+triste rivalidad la de los dos imperios musulmanes, la de las dos
+providenciales familias de los Beni Abbas y de los Beni Umeyas, para las
+infelices provincias ya medio amortajadas en los girones de púrpura y
+oro de los Isaurios, ó aun medio envueltas en los cendales de la
+barbarie godo-germánica! Como esos briosos caballos que en el circo de
+Bizancio se disputan el premio de la carrera, único espectáculo que hace
+latir el mezquino corazon de los degenerados Imperiales, así se lanzan á
+la conquista de la grande unidad islamita en el estadio del antiguo
+mundo romano esos dos gigantes enemigos de la civilizacion del
+Cristianismo, que para mejor cautivar á los amantes del progreso de la
+humana inteligencia, hacen resonar con acentos de armoniosa poesía las
+florestas de los dos rios históricos, Tigris y Betis, honran con
+magníficas fundaciones el tranquilo culto grato á Academo, ponen sobre
+su cabeza los libros de Aristóteles y Platon, y levantando en alto el
+gracioso canastillo corintio, tributan al arte de la Grecia el homenage
+de su admiracion y respeto.
+
+Pero dirigiendo alternativamente nuestras miradas del Guadalquivir al
+Tigris, de la magestuosa Córdoba á la risueña Bagdad, advertimos en los
+dos colosos genio idéntico y temperamentos diversos. El de Oriente,
+ávido de lujo y de sensaciones, prodiga sus riquezas con frenética
+magnificencia: Al-Mamún el dia de su boda siembra mil gruesas perlas en
+el sedoso cabello de su amada, y pide setecientos porteros para su
+palacio, y árboles de oro y plata para sus jardines[112]. El de
+Occidente, igualmente pródigo de sus tesoros, asombra con sus rasgos de
+generosidad á los avaros hijos del Norte: Abde-r-rahman II para aplacar
+el justo enojo de su querida Tarúb hace tabicar la puerta de su aposento
+con sacos llenos de dinares, á fin de que al hacer la hermosa concubina
+las paces con su señor, sea una lluvia de oro la recompensa de su
+perdon[113]. Codicia el de Oriente la posesion de la ciencia y se
+esfuerza por alcanzarla, porque Mahoma habia dicho en su Koran: «Un
+entendimiento sin erudicion es como un cuerpo sin alma.» Harun llama á
+su corte á los médicos, á los filósofos, á los literatos, á los
+artistas, sin distincion de patria y de religion[114], los colma de
+agasajos y de honores, forma con su auxilio el vínculo moral único capaz
+de contener la disolucion de su imperio, y á su benéfico influjo las
+nociones antiguas, momentáneamente proscritas por la inexorable
+cimitarra de los Arabes conquistadores, renacen y reaparecen del mismo
+modo que vuelven á levantar sus vívidas corolas á los rayos del sol las
+tiernas flores envilecidas en el lodo durante la tormenta. Imposible es
+abarcar de una sola ojeada todos los timbres de gloria de los Califas
+Abassides: animados de la mas generosa tolerancia, encomiendan á los
+Cristianos de Bagdad la version de las obras de los filósofos griegos,
+fomentan entre los Sarracenos el estudio de la _ciencia de la razon_,
+protegen las escuelas judáicas fundadas en Sora y Pundebita para la
+propagacion de la filosofía alejandrina, no contentos con favorecer la
+investigacion de todos los manuscritos que se habian salvado de los
+desastres de la invasion, piden á los emperadores de Bizancio que les
+envien sus libros y sus sabios[115], enriquecen sus bibliotecas con los
+tesoros de la literatura persa, nombran comisiones que traduzcan las
+obras preciosas de la antigüedad, á Homero, á Tolomeo, á Aristóteles,
+crean academias é institutos científicos en Bagdad, en Ispahan, en
+Firuzabad, en Samarkanda, en Damasco, en Kuffah y Bassorah, con escuelas
+gratuitas y públicas, en una de las cuales[116] llegan á juntar hasta
+seis mil alumnos, y consiguen que sean la lengua árabe el idioma de la
+ciencia, y el Islamismo la religion general del Asia entera, que adopta
+gustosa la lengua de su Profeta. Y esa lengua que en sonoros versos de
+cantos antiguos habia cautivado á los apasionados Arabes cuando hijos
+del desierto, ¿de qué bellezas no será susceptible ahora que el círculo
+de las impresiones se ha dilatado tanto para los que viven entre las
+riquezas de la naturaleza domada por el arte, y á la benéfica sombra de
+un soberano que retribuye con cincuenta mil doblas un sencillo
+poema[117], y que premia al bardo vencedor en los certámenes de Ocadh
+con cien dinares de oro, un caftan bordado, un arrogante caballo, una
+linda esclava, y el título de príncipe durante un año? Figúrasenos estar
+viendo los caminos de la Meka á Bagdad, a Balk, a Samarkanda y á
+Nisapur, frecuentados á todas horas del dia y de la noche por tranquilas
+caravanas: ¿son por ventura los esclavos africanos, las sederías de la
+India, los perfumes del Cabúl el único comercio que alimentan esos
+ambulantes bazares conducidos en interminables y pulverulentas filas de
+camellos? No: sobre aquellas gibosas y pacientes acémilas se transporta
+tambien la riqueza intelectual, la ciencia, el arte, la poesía: ved esas
+blancas construcciones que de trecho en trecho asoman sus dilatadas
+terrazas por entre los grupos de palmeras tan gratos á la sedienta
+caravana; esas son las hospederías de los poetas y de los sabios, los
+depósitos de las letras, los paradores de la inteligencia, espresamente
+erigidos en obsequio de los sabios peregrinantes por los magnates que
+como Saïfed'dullah se disputan el honor de albergarlos y de recoger sus
+historias, sus dogmas, sus improvisaciones. ¿Por qué los Califas de
+Occidente no marchan con la misma rapidez que los afortunados Abassides
+hácia el fin glorioso que estos ya tocan con sus manos, de construir el
+mundo islamita sobre la poderosa base de la unidad de lenguaje y de
+creencias, convertido el Koran á pesar de sus errores en piedra angular
+del edificio social, intelectual y político? ¡Ah! porque los hijos de
+Beni Abbas gobiernan pueblos sosegados que pasaron ya del período de las
+conquistas, pueblos ademas criados en las tradiciones asiáticas, en
+quienes es índole peculiar el amor á la vida regalada, ociosa y
+contemplativa; y los Umeyas por el contrario rigen un pueblo conmovido y
+agitado aun por la fiebre de las invasiones, que aunque ansioso tambien
+de ciencias y de placeres, se ve contrastado por las rebeldes razas del
+Norte, tenaces en sus ideas de independencia y aleccionadas en una
+religion que hace de las fatigas y privaciones el ejercicio normal de la
+vida. Lo que en el Oriente es ingénito y espontáneo, es en el Occidente
+artificial é ingerto. Lo que allí es una improvisacion, tiene que ser
+aquí una formacion trabajosa, lenta y paulatina. Dia vendrá en que el
+Califato andaluz oscurezca con su brillantez las glorias de los Califas
+negros[118], y en que asombrados y llenos de maravilla los altivos reyes
+godos y francos, y hasta los mismos pontífices del Cristianismo[119],
+claven fascinados sus miradas en la sabia y magnífica Córdoba. Como
+águilas que beben la luz del sol, mirarán inciertos ya á los horizontes
+de la feliz Mesopotamia, ya á las cumbres de la rica Andalucía, sin
+saber cuál sea el verdadero astro del Oriente. Pero esto no será hasta
+que la perseverante lima de la cultura atenúe las punzantes antipatías
+de las razas, y la seductora vida asiática contamine y enerve los
+corazones de los discípulos de Cristo.
+
+Por ahora la misma capital del Califato es tierra de rebato: los Umeyas
+no viven seguros ni en su propia corte. ¿Cómo ha de pensar Al-hakem en
+las glorias de las artes cuando la consolidacion de su Estado es una
+obra comenzada apenas? Harta ocupacion le darán los Francos que avanzan
+hasta Tarazona, los rebeldes de Toledo y Calatrava, los Cristianos de
+Galicia, y hasta los sediciosos de su misma sangre, que introduciendo la
+division en los súbditos musulmanes, abren las puertas á los enemigos
+esteriores. Energía en la guerra, economía en la administracion,
+imparcialidad en la justicia, sagacidad y cautela en el modo de vivir,
+son las dotes que distinguen á este Sultan. Veréisle aumentar su hueste
+de renegados hasta reunir mil mamelucos de infantería y cinco mil de á
+caballo, y la guarda de su persona hasta dos mil eunucos; oirá y juzgará
+por sí mismo las causas de los pobres, perseguirá severamente á los
+malhechores, será liberal con los necesitados, estrenuo y sabio en sus
+determinaciones. Tendrá constantemente á las puertas de su alcázar un
+numeroso cuerpo de caballería, y en ambas orillas del rio, junto al
+alcázar mismo, una guardia permanente de mil renegados. No invertirá
+sumas de consideracion en la mezquita mayor, pero construirá para sus
+tropas cómodos cuarteles y espaciosos establos. Mantendrá numerosos
+espías que le enteren del estado de la opinion pública: estallará mañana
+una insurreccion en el suburbio occidental, y al dia siguiente al rayar
+el alba aparecerán colgados en las alamedas del Guadalquivir
+trescientos cadáveres desfigurados!...[120] Al-haken enriquece la aljama
+de Córdoba con una joya de mucho mayor prez que el oro y el mosáico:
+confiere el cargo de su Justicia mayor ó Cadí de los Cadíes al sabio y
+virtuoso Mohammad Ibn Bashír, y con este solo acto ha hecho lo
+suficiente para que su nombre resuene siempre venerado en las aulas del
+templo. Ibn Bashír, teólogo profundo, despreciador filósofo de las
+mundanas pompas, justo y recto juzgador de las humanas intenciones,
+¡cuánto vale el prestigio de tu ciencia y de tus virtudes para la
+tranquilidad de ese mismo pueblo orgulloso que te moteja escandalizado
+porque el primer Viernes despues de tu nombramiento entras en la aljama
+con el cabello suelto y tendido, un amarillento ridá[121] sobre tus
+hombros, y abarcas en los piés! Un dia, despues de orar y predicar al
+pueblo, siéntase Ibn Bashír en el tribunal anejo al templo, y llégase á
+él un forastero, que al verle tan singularmente vestido, despeinado y
+con la cara mal enjugada[122]: enséñame, le dice, dónde está el Cadí.
+Héle aquí, le responde señalando á Bashír uno de los que se hallan allí
+presentes.--No te diviertas conmigo, replica el forastero; te pregunto
+por el Cadí, y me diriges á un soplaflautas.--Convencido sin embargo de
+que no le han engañado, encamínase al Cadí, ruégale le disimule su
+desatencion, espónele luego el caso que le trae al tribunal, y obtiene
+el consejo mas justo é imparcial que podia jamás haberse prometido.
+Creereis tal vez que ese filósofo original es como muchos cortesanos, en
+la apariencia desinteresados é independientes, y en realidad tan
+flexibles al poder como solícitos en su propio negocio: todo al
+contrario, arrostrará por la verdad y la justicia la cólera de su rey.
+Cuando uno de sus leales amigos, receloso de los peligros á que le
+espone su escesiva rectitud, le escriba: «Si sigues como hasta aquí,
+mucho me temo que te cueste tu destino,» le contestará impávido: «¡Dios
+haga que cuanto antes me vea con mi mulita Ashshakrá en el camino de
+Beja!» y si ocurre alguna vez que un ciudadano cualquiera tenga que
+sostener un pleito contra el Amir, como le sucedió á un oscuro molinero,
+á quien quisieron arrebatar su propiedad para incorporarla al palacio
+los oficiosos cortesanos, ciertamente no se retirará del tribunal del
+Cadí desconsolado si la razon está de su parte. ¿Por ventura no se
+lisonjeaba ayer uno de los hijos de Adde-r-rahman I de que ganaria
+cierto ruidoso pleito por tener en favor de su accion el testimonio de
+su sobrino Al-hakem cuando príncipe heredero, y el íntegro Bashír
+sentencia contra él por no haber comparecido en su tribunal el Amir en
+persona á ratificarse en el testimonio dado antes de subir al trono?
+Pues notad otro insigne ejemplo de la justificacion de este notable
+funcionario, y meditad si avanzará camino en cualquiera pais del mundo
+una monarquía que se ostenta sostenida en principios tan seguros como la
+igualdad ante la ley y el amor á la justicia. Un oficial palatino de
+Al-hakem, gefe de sus caballerizas, llamado Musa Ibn Semáh, acude en una
+ocasion al Sultan en queja del Cadí, esponiendo que este se ha escedido
+de su autoridad y sentenciado contra él injustamente.--Pronto veré yo,
+dícele Al-hakem, si lo que me refieres es cierto. Vé inmediatamente al
+Cadí, y di que quieres hablarle: si te lo concede, te creeré, y él será
+castigado y destituido de su cargo; pero si te lo niega á pesar de tus
+instancias, mi estimacion hácia él será mayor, porque tengo por seguro
+que no es un tirano, sino un hombre probo y amante de la verdad.--Va
+Musa segun se le ordena á casa de Ibn Bashír, y manda al propio tiempo
+Al-hakem á uno de los eslavos de su guardia que sin ser visto espíe á
+Musa, y le dé cuenta de lo que ocurra entre su caballerizo y el Cadí. De
+allí á poco vuelve el eslavo y refiere al Amir, cómo al llegar Musa á la
+habitacion del Cadí le habia recibido un portero, el cual, despues de
+avisar á su amo, salió con este recado: «me manda el Cadí que te diga,
+que si algun asunto legal se te ocurre, mejor harás en dirigirte al
+tribunal en las horas en que administra justicia.» Al oir esto Al-hakem,
+se sonríe y esclama: bien sabia yo que Ibn Bashír era un juez recto sin
+parcialidad para ninguno. Un rey que tiene magistrados como Ibn Bashír
+no importa que no tenga en el Guadalquivir, como el hijo de Harun en el
+Tigris, cinco naves cubiertas de plata y oro, una en forma de dragon,
+otra en forma de caballo, otra en forma de leon, otra en forma de águila
+y otra en forma de elefante.
+
+Puede decirse que si Abde-r-rahman II logra el descanso y gusto
+suficientes para consagrarse al mayor engrandecimiento de la mezquita y
+cubrir de oro sus labradas pilastras y capiteles, lo debe esclusivamente
+á la prudencia y sabiduría de su padre Al-hakem. Imitando sus cualidades
+bélicas, hace temido su nombre entre los enemigos del Islam, y siguiendo
+su acertada administracion prepara para los postreros años de su vida un
+reinado de paz y de esplendor. De paz y de esplendor, sí, porque los
+ayes de agonía de los humildes mártires cristianos no turbarán su
+sosiego, ni su inocente sangre copiosamente derramada mancillará á los
+ojos de la divertida corte mahometana los timbres y blasones del
+monarca. ¿No le proporciona este paz y riquezas para disfrutar las
+comodidades y placeres de la vida? Para Abde-r-rahman II tenia reservada
+el cielo la triste gloria de inaugurar en la España árabe la tiranía en
+nombre de la fé religiosa, y de establecer por medio de la fuerza la
+unidad islamita en sus dominios, lanzando en un dia de enojo á los
+cuatro ángulos de la escarnecida Iberia, en plena paz, aquella terrible
+intimacion que los sanguinarios Abu-Obei-dah y Khaled habian dirigido á
+los malhadados habitantes de Bosra: «¡Haceos Musulmanes, ó tended la
+cerviz bajo la cimitarra!» Es muy de notar, en efecto, que empiecen la
+persecucion de la intolerancia bajo el imperio de la justicia, los
+escesos de la inhumanidad con la afinacion de las costumbres, y que
+vayan desarrollándose paralelamente la prosperidad del Estado y el
+envilecimiento del individuo. ¡Ah! ¡por qué la crueldad y la sensualidad
+han de reemplazar tan facilmente con hipócrita disfraz á los dos ángeles
+tutelares de los tronos, la Justicia y el Amor! ¡por qué esos dos
+maléficos instintos han de ser los compañeros inseparables de la mundana
+felicidad y como las cariátides del lecho en que duerme la civilizacion
+prevaricadora y descuidada! ¿Qué ley fatal determina esa chocante
+contradiccion que hace al hombre rústico é incivil capaz de altos y
+nobles afectos, y al hombre culto insensible y desnaturalizado? La
+cultura que halaga y afemina es la misma que endurece el corazon, del
+propio modo que el martillo que bate y limpia de escorias el hierro es
+el que lo convierte en duro y liso acero.
+
+Todos los grandes tiranos han tenido sus panegiristas, unos por el temor
+que inspiran, otros por la seduccion que ejercen. Abde-r-rahman II es un
+tirano fastuoso, galante, lleno de dotes y de ingenio para rendir
+voluntades. ¿Cómo no perdonarle las crueldades que contra los infieles
+cristianos comete, si posee el arte de representarlas como actos de
+estricta justicia? Ademas, á un rey valiente y enamorado, que en el
+campo de batalla triunfa como un héroe y en las florestas suspira como
+un afeminado doncel; á un rey que lisonjea el gusto de un pueblo amante
+del lujo, de la ostentacion y de la cultura, dándole escuelas y madrisas
+que le instruyan, jardines y casas de placer que le recreen, embajadores
+como Al-ghazal que le acrediten de grande y culto á los ojos de la corte
+de Constantinopla[123], maestros de música y de modas que le entretengan
+como Zaryáb[124], capitanes que le defiendan como Obeydallah[125],
+aliados como el emperador griego y el rey franco[126], y una
+consideracion superior á la que logran los Beni Abbás; á un rey, por
+último, que emplea un reinado de treinta años en labrar la prosperidad
+de sus vasallos haciéndolos cultos, vencedores, ricos, y á su manera
+felices, no es mucho que estos le celebren y le ensalcen aunque los
+míseros cautivos giman y lloren. Compréndese que su pueblo, fautor de
+sus placeres, le perdone, y no solo le perdone, sino que aplauda su
+severidad con los Cristianos, á quienes esa misma prosperidad agovia y
+aniquila. Lo que no se concibe si no se tiene muy en cuenta la natural
+perfidia del hombre, es que el Califa encontrase en vida panegiristas,
+aun entre los mismos alumnos de Cristo, y los mártires hallasen verdugos
+entre los que con ellos debian compartir las cadenas y el oprobio[127].
+
+Almas afectuosas que amais la memoria de esas otras almas sublimes, y
+fuertes á la par que delicadas, que en vida fueron valerosos soldados
+de la fé, y alcanzaron muriendo la opinion de mártires santos entre la
+grey que con su fecunda sangre ilustraron[128], no os imagineis al
+repasar las páginas en que la piedad y la devocion consignaron sus
+gloriosos triunfos, que todos los perseguidores del nombre de Cristo son
+como furiosos y bárbaros asesinos sedientos de sangre y de tormentos.
+Leeis que en el año 824, cuando puede decirse que Abde-r-rahman II
+acababa de subir al trono, y en lo mas florido de su juventud puesto que
+solo tenia 34 años de edad, dos interesantes mancebos cristianos,
+llamados Adulfo y Juan, fueron martirizados solo por no querer abrazar
+la secta mahometana; y creeis quizá que el que esto autorizó tenia un
+corazon de tigre, inaccesible á todo humano afecto; os le figurais tal
+vez como un bárbaro fanático esclusivamente preocupado de la propagacion
+del Islamismo, encarnizado en el placer de los tormentos, y ciego de
+furor al solo anuncio de cualquier enemigo de su sanguinario error.
+¡Cómo os engañais! Acercaos á ver á esa supuesta fiera en su caverna: no
+solo no hallareis en el semblante de Abde-r-rahman el ceño torvo y la
+pupila sangrienta, sino que su persona, su gesto, sus ademanes, sus
+palabras, su vivir y todo lo suyo, os cautivarán el corazon. Vereis á un
+ser nacido para cosas grandes y privado de alcanzar la verdadera
+grandeza, un corazon capaz de un amor casto y puro, esclavizado á un
+amor indigno, un entendimiento susceptible del mas alto vuelo sojuzgado
+por el error y la impostura; y seguramente al dar el tributo de vuestras
+generosas lágrimas á los egregios mártires que bajo su imperio fueron
+inmolados, no negareis un suspiro de compasion á ese príncipe que por
+los inescrutables designios de Dios alcanzó dotes de ángel y al
+desplegar sus alas las halló sujetas con una cadena.
+
+Vedle, en efecto, á ese hombre inhumano, á ese implacable perseguidor
+que en los últimos años de su vida presumió anegar en sangre ortodoxa la
+valiente hueste evangélica; oidle mas bien, describiendo por su propio
+labio su existencia de guerrero enamorado y las penas de la
+ausencia[129]:
+
+ Tus brazos dejé, alma mia,
+ y al campo acudí veloz
+ como flecha despedida
+ por el arco zumbador.
+ Los horizontes que miro
+ desnudos páramos son;
+ venzo un obstáculo, y hallo
+ otro obstáculo mayor.
+
+ El veneno de la ausencia
+ me devora el corazon;
+ las mismas piedras al verme
+ se apiadan de mi dolor.
+ Del Islamismo el triunfo
+ por mi brazo quiere Dios:
+ cubre valles y montañas
+ mi ejército vencedor.
+
+Así escribe desde el campo de batalla á su amada Tarúb, y en estos
+sentidos, concisos y brillantes pensamientos, muestra bien claro el
+privilegiado temple de su alma. Como poeta y como enamorado, es ya
+conocido[130]; como político y como guerrero, harto le dan á conocer sus
+conquistas y las paces ajustadas con Teófilo y Cárlos el Calvo; como
+administrador, basta decir que utilizó sus victorias en proporcionar á
+su pueblo paz, ilustracion, riquezas y goces[131]. Dice Ibnu Said que
+antes de su reinado el producto de los impuestos no habia jamás escedido
+de seiscientos mil dinares, y durante él llegó á producir mas de un
+millon. Gastó sumas inmensas en construir palacios y quintas de
+recreacion, puentes y mezquitas en las principales poblaciones, y en
+ennoblecer su capital de nuevas maneras, empedrando sus calles y plazas
+con losas, y llevando á ella desde la vecina sierra abundantes y
+cristalinas aguas por medio de un largo y fuertísimo acueducto que como
+gigantesca serpiente ondulaba por aquellas hermosas llanuras atravesando
+repetidas veces las mismas entrañas de los montes[132]. A tal opulencia
+y gloria llegó la capital de Andalucía bajo este rey, que escribió de él
+S. Eulogio: «Córdoba, llamada antes la patricia, y hoy la ciudad real
+por tener en ella su asiento, le debe el hallarse en la cumbre de la
+grandeza, de los honores y de la gloria, colmada de riquezas, y
+convertida en emporio de las delicias del mundo entero hasta un punto
+inesplicable é increible.» ¿Creereis ahora que el sultan Abde-r-rahman
+II es una intratable y sanguinaria fiera? El que tanto ama el lujo, la
+magnificencia, las artes, los placeres, bien podeis asegurarlo, no tiene
+corazon de bronce. ¡Pobre sultan, mas desgraciado en medio de su
+aparente felicidad que esos inocentes mártires cristianos entre el
+horror de sus aparentes tormentos! La conciencia de su deber le arranca
+de los brazos de su amada Tarúb para volar al campo de batalla; esa
+misma conciencia le sugirió como actos agradables al Omnipotente dos
+leyes que fueron orígen de su suplicio y de nuestra gloria, con las
+cuales no se imaginó seguramente que dirigia el pié al ensangrentado
+camino donde en sus postreros años se encenagó. Pertenecen estas dos
+leyes al órden político, aunque el carácter de la una mas parece á
+primera vista religioso, y el de la otra de mera policía y buen
+gobierno; y cumple recordarlas aquí porque, aunque ominosas á nuestra fé
+cristiana, ellas contribuyeron poderosamente á cimentar el poder
+islamita en España, á fomentar el espíritu de proselitismo sin el cual
+la nacionalidad mahometana no puede existir, á hacer la monarquía
+musulmana una y compacta, y prepararon finalmente las vias al tremendo
+aluvion de conquistas con que cubrió despues los aniquilados restos de
+la España cristiana el impetuoso Almanzor. «Todo hijo de padre ó madre
+mahometano, será mahometano tambien, so pena de muerte,» decia la
+una[133]; la otra venia á ser una mera confirmacion de un artículo del
+fuero otorgado por Alboacem: «El que dijere mal de Mahoma ó de su Ley,
+sea muerto[134].» Con esta draconiana sencillez consignaba Abde-r-rahman
+el victorioso[135] su celo por el completo triunfo del Islamismo y su
+obsequio á la alta _razon de Estado_. Con este tristísimo preludio, sin
+mas de lo que estrictamente exigian de consuno la conservacion del órden
+social y las necesidades de la política musulmana, sin lujo alguno de
+tormentos accesorios[136], y como una cosa muy natural dentro del
+círculo del derecho penal mas escrupuloso, comenzó la sangrienta
+persecucion sarracénica como una verdadera lucha instestina entre el
+Estado que pugna por consolidarse y la conciencia que forcejea por la
+conservacion de su libertad, y en la cual, si bien los instrumentos del
+poder se encruelecieron al compás de la exaltacion en la santa protesta,
+el principio que guió al Estado al castigar inflexible el delito de
+subversion no dejó de ser por eso legítimo en la esfera de las ideas
+islamitas. Acabó para siempre la antigua tolerancia: si cristianos y
+muslimes procedieron en alguna época de concierto, cuando todavía no se
+hallaban bien penetrados del antagonismo de sus orígenes[137], ahora ya
+ambas religiones han avanzado mucho camino y se han separado para no
+volverse mas á encontrar. Ni el mahometismo de Bagdad y de Córdoba es el
+mahometismo del Yemen, ni el cristianismo de los Paulos, Eulogios y
+Perfectos, es aquel cristianismo desfigurado de los Nestorianos de
+Oriente[138]. Dos principios que aun no han producido resultados pueden
+parecer idénticos, así como en su orígen nadie diferenciará el manantial
+destinado á ser magestuoso rio del manantial que corre á perderse en
+inmundos lodazales; pero cuando esos dos principios han arrojado ya de
+sí todas sus consecuencias, cuando cada uno de ellos ha apurado por
+decirlo así el sueño de la crisálida para estender libremente sus alas á
+la luz, no es posible que se amalgamen y confundan. El mahometismo
+desarrollado ha ofrecido al mundo como legítimo producto la mas refinada
+voluptuosidad; el cristianismo, vuelto á sus genuinas aspiraciones
+despues de la breve escursion que sus malos intérpretes han hecho por el
+dominio gentílico, proclama por la voz de los penitentes y contritos que
+la perfeccion de la vida solo se encuentra en la ley del sacrificio, de
+la caridad y de la propia abnegacion. ¡Guerra implacable, pues, á los
+que condenan la cómoda religion del Profeta! ¿Qué mayor honor, qué mayor
+obsequio puede tributarse á la Ley escrita en las portadas y columnatas
+de la gran mezquita, que inmolar á su ciego acatamiento á todo el que la
+desobedezca, ridiculice ó contradiga? ¡Compareced á nuestra vista,
+sombras augustas y queridas de tantos mártires incontaminados: desfilad,
+santos y puros sacerdotes, nobles mancebos, vírgenes bellas y pudorosas
+que componeis la sagrada hueste de víctimas á quienes hoy la Iglesia de
+España tributa agradecido culto; deslizaos como leve legion de espíritus
+por entre esas crepusculares naves que fueron un tiempo teatro de
+vuestra generosa y heróica confesion, y podamos al menos con el dolor y
+la compasion de ver correr vuestra inmaculada sangre bajo el hierro de
+los verdugos, fortalecernos contra la seduccion que hizo sucumbir á los
+que fueron indignos hermanos vuestros en la fastuosa corte de ese
+sultan! ¡Ah! mientras vosotros recibís en el tribunal del Cadí la
+terrible sentencia; mientras entregais á los sayones ya vuestros piés y
+manos para que os sean cortados, ya vuestras cervices para morir de un
+solo golpe, ya vuestras espaldas para que con crueles azotes os las
+destrocen; mientras gemís en tenebrosas cárceles y derramais lágrimas
+más sobre la apostasía de vuestros hermanos que sobre vuestros propios
+hierros, la gran corte de los Umeyas se entrega placentera al flujo de
+las mundanas prosperidades, y viento en popa navega la nave del Estado
+cordobés hácia el ansiado puerto de la paz, de la bienandanza y de los
+placeres. Vosotros sucumbís como flores modestas é ignoradas que caen
+bajo la hoz del segador; pero el próspero sultan que causa vuestro
+martirio no percibe siquiera el eco de vuestras desinteresadas
+esclamaciones. Allá en la orilla del rio, al pié de su mismo altivo
+alcázar, y junto á sus deleitosos baños, donde tan sabrosas trascurren
+para él las soñolientas horas del estío, es donde se ejecutan como
+comunes y saludables escarmientos de una recta justicia esos sangrientos
+castigos; vuestros opresores en tanto se solazan en las frescas
+alamedas, en las huertas y jardines que abre á su querido pueblo la
+magnificencia del Amir, á costa tal vez del despojo y de la
+desesperacion de vuestras familias[139], agoviadas por los tributos;
+alguno de vosotros alcanzará quizás el triste privilegio de verse
+inmolar sirviendo de espectáculo á las despiadadas turbas[140], mas no
+lograreis todos que vuestra constancia y resignacion sirva de fecunda
+enseñanza á los poderosos estraviados. ¿Por ventura no tiene mas en que
+pensar el prepotente sultan que en recibir caritativas amonestaciones de
+las pobres víctimas que mueren perdonando? Sabed que á sus ojos no sois
+sino despreciables reos de sedicion, y que no hay en vuestro martirio
+lances estraordinarios que merezcan interrumpir las ocupaciones ni los
+ocios favoritos de los magnates. ¿Es acaso mas interesante vuestro
+suplicio que una batida en la sierra, ó una partida de ajedrez en
+palacio, ó que la recepcion de una embajada importante y lujosa como la
+de los legados de Teófilo, ó que la discusion de un caso de
+conciencia[141] en plena reunion palatina, ó que la consulta sobre una
+innovacion en la etiqueta real[142], ó que el grato entretenimiento de
+escuchar los cantos, las historias, los versos y lisonjas de un Zaryab?
+
+Hartas calamidades han llovido sobre la trabajada Andalucía para que
+vengais ahora vosotros con vuestras siniestras predicciones á conturbar
+el reposo que empieza apenas á disfrutar la España islamita. Pocos años
+há vísteis repentinamente invadidas las hermosas orillas del
+Guadalquivir por las formidables hordas de los Normandos, que sedientos
+de sangre y de botin, de incendio y destruccion, asestaron contra la
+opulenta Sevilla las proas de sus terribles _dragones_[143], asolaron la
+tierra de Sidonia y maltrataron la costa de Niebla. ¡Aquella sí que fué
+tribulacion grande! Los bárbaros se burlaban de los elementos: lo mismo
+se deslizaban en sus voladoras naves por los mas caudalosos rios,
+corriente arriba, que se burlaban de la furia de las tempestades en el
+Océano, donde con razon eran denominados _los reyes del mar_; dejábanse
+caer como nube de langostas sobre las ciudades y los campos, á su
+contacto ardian de súbito las mieses, las casas quedaban reducidas á
+humeantes escombros, los moradores á dura servidumbre, y los ganados y
+riquezas pasaban á sus naves! ¡Grande turbacion padecia la cristiandad
+durante aquella invasion sangrienta, pagana, encarnizada! Sin embargo
+vosotros, cristianos de Córdoba y Sevilla, ¿no debísteis entonces á este
+mismo rey Abde-r-rahman la seguridad y defensa de vuestras haciendas, de
+vuestras hijas y esposas, de vuestros hogares y de vuestra fé? Poco há
+tambien que afligida esta tierra, que os obstinais en fecundar con
+vuestra sangre, por la gran sequía con que á Dios plugo castigarla,
+perecian vuestros ganados de sed, se abrasaban vuestros árboles y viñas,
+y se frustraban vuestras cosechas sin que quedase en vuestras heredades
+planta verde; en lo cual no se manifestaba el Omnipotente mas
+misericordioso con vosotros que con los muslimes; y merced á la
+liberalidad y á la generosa proteccion de este mismo rey que os dió
+abrevaderos, y aguas cristalinas, y otros bienes de los cuales
+disfrutais lo mismo que los mahometanos, no siguió la mortandad en
+vuestros ganados, ni la esterilidad en vuestros campos. A Abde-r-rahman
+se lo debeis todo. No ofendais pues sus ocios con vuestra desobediencia,
+ni sus oidos con las injurias que contra el profeta sumo proferís:
+tributadle el honor y alabanza debidos, y reverenciad en él á uno de los
+reyes mas justos y grandes de la tierra. ¿Qué exige de vosotros? ¿Os
+pide por ventura que abjureis vuestras creencias y que le ofrezcais el
+sacrificio de vuestras íntimas convicciones? No en verdad. Solo quiere
+que públicamente vivais como vasallos obedientes y sumisos, que no
+hableis mal de Mahoma y de su Ley, y que no hostigueis con vuestras
+temerarias confesiones á los jueces para que os entreguen á los
+verdugos. Seguid el ejemplo de vuestro metropolitano Recafredo, el cual
+condena ya ese falso celo que os lleva desalados al suplicio, y obedeced
+tambien los decretos que este justo prelado acaba de dictar para
+desengañaros de vuestras falsas doctrinas[144]. No busqueis la muerte,
+no corrais con ciego afan al suicidio, pues no sereis mártires, sino
+malhechores y temerarios, si en ello os obstinais: sabed que
+presentándoos á los jueces sin ser violentados, estais excomulgados, y
+que como infames sereis quemados despues de muertos, dejando á vuestros
+hermanos y descendientes el baldon del castigo, y no la aureola de la
+glorificacion. ¡Oh mezquinas consideraciones humanas!
+
+Vosotras, empero, almas sublimes que formais esa gloriosa legion de
+mártires, rechazais con santa indignacion los cobardes pensamientos que
+sugieren á los corazones tibios el egoismo ó la seduccion, firmes en
+vuestro propósito evangélico os lanzais á predicar públicamente la
+verdad, y devoradas por la santa sed de la salvacion de las pobres almas
+ignorantes y obcecadas, llevais vuestro amor hasta el inconcebible
+estremo de sellar con la propia sangre, para que se convenzan y
+conviertan, el testimonio que ya les habíais dado con vuestra
+irreprensible vida y luminosa predicacion.
+
+Y ¿cómo paga el divertido monarca los esfuerzos de vuestra heróica
+caridad? ¡Ah! Mejor que nosotros lo dirá la piadosa leyenda. Óyese rumor
+de turbas hácia la plaza del alcázar, y va creciendo por grados en
+direccion á la gran mezquita. Los artesanos dejan sus obradores, salen
+los vecinos á las puertas de las casas, los devotos que estaban en el
+nuevo templo haciendo sus annefilas[145] acuden á las puertas esteriores
+del atrio: asoma por la parte de occidente una apiñada muchedumbre, y
+distínguese á intérvalos una voz aguda á la que sigue una algazara
+estraña de aplausos, silba y descompasados ahullidos. Aproxímase el
+gentío, y percíbese con claridad un pregon que va diciendo: «Así será
+castigado quien se burlare de nuestro profeta y de su religion.» El
+objeto del triste anuncio es un hombre á quien conducen en medio de
+aquella frenética multitud, desnudo, montado en un asno con el rostro
+vuelto á la cola del animal, cargado de cadenas, y tan estropeado á
+fuerza de azotes, que mas parece muerto que vivo. Llévanle por las
+calles principales hácia el barrio de los cristianos, en cuyas iglesias
+le presentarán para escarmiento á la conturbada y casi dispersa grey de
+Jesus, despues de lo cual será encarcelado hasta que le llegue la hora
+de volver á la plaza del alcázar á recibir la muerte.
+
+Mientras el confesor Juan, que tal es el nombre del azotado, sufre este
+inícuo trato por amor de Cristo, y mientras á este santo mártir siguen
+otros quince, entre los cuales descubren nuestros ojos horrorizados y
+atónitos la mas varonil fortaleza en las mas delicadas criaturas, en el
+lindo page[146] y la tierna doncella[147]; el rey Cordobés vive
+entregado á los placeres de la poesía, de la música y del amor, y no
+consiente siquiera que los Cadíes molesten á sus consejeros sometiendo á
+su conocimiento las causas de los infelices cristianos.
+
+Quiero, oh tú que revuelves conmigo los anales de estos lejanos tiempos,
+que conozcas al hombre privilegiado que embellece los dias pacíficos del
+reinado de Abde-r-rahman II, al genio incomparable que preside á todas
+las grandes innovaciones de la corte de Córdoba, á todas sus nuevas
+instituciones y á su progreso, para que juzgues si en un corazon
+entregado á semejante valido y al vértigo que él produce, pueden hallar
+acogida las doctrinas de abnegacion y sacrificio que los valerosos
+mártires cristianos estan llamados á mantener y propagar.
+
+La España árabe se iba, como decimos hoy[148], _civilizando_: es decir,
+iba progresando en la via del desarrollo material; íbase puliendo,
+aumentando su riqueza, sus goces, su esplendor, y perdiendo su primitiva
+rusticidad, su sobriedad y sencillez de costumbres. Ali Ibn Nafí, por
+otro nombre Zaryab, era en este tiempo el mas celoso promovedor de la
+cultura de los árabes andaluces. Versado en la astronomía y en la
+geografía, sabía la _division de la tierra en siete climas_, las varias
+producciones peculiares de cada uno de ellos, su temperatura, sus mares,
+y el órden y poblacion de cada pais; poseía ademas todos los ramos del
+arte que tienen relacion con la música, y era tan prodigiosa su memoria,
+que podia ejecutar mil canciones distintas con sus correspondientes
+palabras y tonadas, y repetir otras tantas historias de reyes y califas
+amenizadas con sentencias de los sabios de todo el Oriente. A este
+candoroso retrato, añaden los historiadores árabes que era Zaryab como
+un manantial inagotable de tradiciones, leyendas y aventuras, y que su
+elegante, entretenida y sabrosa verbosidad solo podia compararse á un
+golfo sin fondo. Sobresalia principalmente en la música y el canto, y
+desde su llegada á Córdoba en el año primero del reinado de
+Abde-r-rahman, pues él era natural de la Iraca, habia fundado una
+escuela de música vocal con la que estaba haciendo una total revolucion
+en este arte. Si como artista y hombre científico le habia cobrado
+afecto el Sultan, que se pasaba las horas muertas oyéndole referir
+anécdotas é historias, no era menos agasajado y querido entre los nobles
+y potentados de la corte por la elegancia de sus costumbres y la amena
+novedad de sus traeres. El Amir le honró con su intimidad; los grandes
+adoptaron sus usos y estilos; su privanza llegó hasta el estremo de
+vivir y comer con el rey, y disfrutar una crecida pension él y sus
+hijos, y ser el confidente de todos los secretos del monarca, y tener en
+el aposento de este una puerta secreta para entrar á verle siempre que
+se le antojára; su popularidad subió hasta el punto de imponer á toda la
+corte sus modas y caprichos, en tales términos, que no era posible en
+ella ser hombre de gusto delicado no imitando en todo las invenciones de
+Zaryab. Era este en suma el Antinoo de Abde-r-rahman, y este sultan era
+el Adriano de Zaryab.
+
+Conocido el personage con sus dotes intelectuales, vas á verle con sus
+atavíos esteriores y en el pleno ejercicio de sus hábitos y costumbres.
+Si te conduce la piedad en pós de alguno de esos olvidados y pobres
+mártires, al abrigo de las nocturnas sombras, á la temerosa orilla donde
+los sayones de los Cadíes acaban de suspender como bárbaro trofeo los
+cadáveres de sus víctimas, tal vez herirán tus oidos los melodiosos
+acentos de mágicos laudes, que de uno de los macizos muros del alcázar
+se elevan á deshora como ténue vapor mezclándose al murmullo del agua en
+las azudas. No pasarán muchos años sin que los mismos coros celestiales
+desciendan con sus inefables armonías sobre el mutilado cadáver de un
+gran santo, que hallará en las melancólicas ondas del profanado Bétis la
+piedad que no alcanzó de los hombres; mas por ahora son esos acentos
+puramente humanos, y los produce el célebre cantor de Iraca que ahuyenta
+la melancolía de la noche con sus dos esclavas favoritas Gazzalán é
+Hindah, á quienes concede el privilegio de alternar con él en el
+ejercicio de su instrumento predilecto por la gracia y destreza con que
+sus lindos dedos recorren las cinco sonoras cuerdas combinando sus
+diversos tonos[149]. Dícese que los _jines_[150] le enseñan en las
+horas del misterio y del silencio ese arte encantador con que tiene
+embelesada á la corte, y que suele pasar la noche entera con esas dos
+hermosas esclavas ejecutando las inspiraciones que de ellos recibe,
+refiriendo cuentos y escribiendo versos hasta dibujarse en el oriente la
+primera hebra de plata y rosa de la aurora. Entonces las dos esclavas
+vuelven á sus aposentos si él se recoge en su harem, ó permanecen con él
+si se lo manda, y Zaryab se entrega á la deliciosa vision de las
+fantásticas imágenes que la poesía, la música, el amor y las libaciones
+de vino de palma y aromático Sahbá[151] van produciendo en su exaltado
+cerebro hasta hundirse completamente en la nada del sueño. A la hora en
+que el respetado señor reposa en su blando lecho de bien preparado
+cuero, del cual está proscrita la manta de algodon de la antigua usanza,
+los eunucos y esclavos se emplean en su servicio. Su vestir, su mesa, su
+método de vida son enteramente escepcionales: todo en su morada respira
+comodidad, voluptuosidad y molicie; todo es allí peregrino é inusitado.
+Zaryab muda de vestidos en las cuatro estaciones del año, cosa antes
+nunca vista, porque los andaluces, hasta que se introdujo esta novedad,
+llevaban ropa de invierno ó de color hasta el dia 24 de junio (dia de
+_mahraján_), en que empezaban á usar el trage blanco ó de verano, y con
+este continuaban hasta el dia primero del mes solar de octubre, en que
+volvian á vestirse de invierno. En la estacion media entre el aterido
+invierno y el abrasado estío, lleva aljuba de joyante seda ó de vistoso
+_mulham_, y jubon ceñido, de estofa ligera sin forro; en la otra
+estacion intermedia en que cede el calor y encalvecen las florestas, usa
+el _mihshah_ persa[152], trage de un solo color, y otras prendas de
+varias formas y tintas, acolchadas para preservarse del viento frio de
+la mañana. En invierno abandona el trage de otoño, y se reviste de ropas
+de abrigo de varios colores, forradas de pieles si el tiempo lo
+requiere. Sus trages blancos de lino no se lavan segun la antigua
+costumbre con agua de rosas y otras flores que las manchan con sus
+jugos: lávanse en agua de rosas con sal, que pone el lino como el ampo
+de la nieve. La vagilla en que come no es de plata ni de oro, es de
+trasparente, fino y brillante cristal, materia que no se afea ni se
+desforma, y que imita los objetos etéreos en que los almalekes sirven
+los banquetes del Paraiso. Su comida no se sirve en mesas de madera,
+sino en elegantes bandejas de terso cuero; en su cocina, finalmente,
+nunca se aprestan manjares comunes, sino platos esquisitos, el
+_at-tafayá_[153], la _takalliyah_, y otros que escitan el apetito con su
+sabor peregrino halagando el olfato con las especias de la India y el
+aromático cilantro.
+
+Este profundo maestro de la vida muelle y regalona ejerce en la corte y
+palacio una seduccion irresistible: desde que él, sus hijos y mugeres se
+presentaron peinados como los eunucos y concubinas, ya todos han
+proscrito la pristina usanza del cabello crecido sobre la frente;
+pártenlo ahora por el medio, sin cubrirla, y recógenlo detrás de las
+orejas con afeminacion y estudio[154]. El Sultan que se deleita en
+tenerle de contínuo á su lado, va insensiblemente contagiándose de su
+refinado sensualismo, y por lisonjear los gustos del Sultan se contagia
+toda su corte. Las bellas artes, las nobles hijas de la inspiracion,
+ceden el puesto á las artes del deleite: la gran mezquita no nos
+descubre mejora alguna de importancia debida á este reinado; lo único
+que le debe son dos pórticos[155] y el oro con que se cubren unos
+cuantos capiteles. Casi diríamos que al influjo de la refinacion de las
+costumbres se va amortiguando la llama del genio...
+
+Así es en efecto. Los pueblos son como los niños: la aspereza y la
+contradiccion los aviva y estimula, y acariciándolos se los duerme. Las
+artes del pensamiento, noble ejercicio del humano anhelar combatido
+entre las esperanzas y dolores de la vida, desarrollan y enaltecen los
+sentimientos morales; las artes de los sentidos, ministros solícitos de
+la voluptuosidad, los enervan y degradan. Parece á primera vista que hay
+contradiccion entre la decadencia del espíritu religioso[156] y el
+encono en la persecucion del cristianismo; no la hay sin embargo, porque
+el móvil de esta persecucion no es la fé, sino la razon de Estado. Con
+ser el celo religioso de Abde-r-rahman II menor que el de sus
+progenitores, es mayor su intolerancia, porque es el Estado mas
+exigente, y mas despiadado el corazon del que le rige. Un gemido de
+dolor, una lágrima sola, traspasan una coraza de hierro cuando el
+corazon que late debajo de ella es varonil y generoso; pero no hay
+coraza mas impenetrable á las saetas de la caridad que un pecho
+embriagado de perfumes, avezado á femeniles afeites y cubierto de
+lustrosa seda. El pecho del hombre estragado en los deleites es la losa
+de un sepulcro vacío.
+
+Cuando en el campo de la moral luchan la verdad y el error, si el Estado
+destruye la posibilidad del equilibrio prestando al error su apoyo, el
+antagonismo necesariamente ha de formularse en _persecucion_; y cuando
+la verdad perseguida renuncia al derecho natural de la resistencia, el
+vencimiento se ha de formular necesariamente en _martirio_. Ahora bien,
+¿podia el Estado no prestar su brazo al mahometismo, siendo este el que
+le habia formado? ¿Y podia por otra parte el cristianismo no protestar
+de contínuo contra la ley funesta del Koran, sancionando con su
+aquiescencia el retroceso del estado normal al estado de imperfeccion?
+¿Habia de contemplar la España cristiana con rostro sereno y ojo enjuto
+la ruina de todas las grandes conquistas del evangelio; destruida la
+familia con la vergonzosa concesion de la poligamia y del divorcio;
+desmentida la divina regeneracion del hombre por la asquerosa lepra de
+la servidumbre, que el Redentor habia lavado con su propia sangre;
+desfigurada la santa nocion de la justicia por transigir con la
+venganza, y restablecida la monstruosa pena del talion por deferencia al
+espíritu material y grosero del pueblo sarraceno? Efectivamente, la
+poligamia con todos sus tristes adherentes, la deslealtad, la seduccion,
+el concubinato, el adulterio; la esclavitud con sus legítimas
+consecuencias, el envilecimiento del ser racional y las sediciones; el
+justiprecio de la sangre derramada por el homicida; y el talion por
+último con su horrible desigualdad retributiva, son las facciones
+características de ese Estado musulman que con un barnizado antifaz de
+prosperidades y placeres materiales se anuncia al mundo como émulo de la
+civilizacion de la cristiandad y su superior en el cultivo de la humana
+inteligencia.
+
+No al acaso he tocado el delicado punto de la poligamia, cáncer
+destructor de la familia musulmana, porque siendo la familia la norma
+del Estado, pueda comprenderse por aquí hasta qué punto es ruinosa la
+basa en que estriba esa vanagloriosa sociedad. Acompañadme en una breve
+escursion por fuera de la gran mezquita. Grato es de vez en cuando
+esplayar el pensamiento, como es grato al ave nacida bajo la magnífica
+cornisa de piedra de su espacioso atrio, pasar volando sobre las casas
+circunvecinas para volver á posar despues entre las grandiosas ménsulas
+donde fabricó su nido. Abarcaremos con una rápida mirada toda la vida
+doméstica del pueblo mahometano, y luego regresaremos al interior de su
+templo, donde fortalecidos con el convencimiento de que el progreso y
+esplendor de las artes es por desgracia compatible con el deshonor de
+las leyes y de las costumbres, no nos dejaremos alucinar como muchos
+fanáticos partidarios de la cultura arábiga por las deslumbradoras
+maravillas que su arquitectura tiene que realizar todavía en un
+monumento que es el prototipo mas acabado de su genio. No me acuseis de
+parcialidad: voy desapasionadamente á poneros ante los ojos la vida
+doméstica segun el Koran. Apartaremos la vista de los escesos y
+desórdenes que la ley condena y castiga. Sabemos que todos los pueblos
+los cometen, y que hay una edad en la vida de las naciones en que las
+costumbres presentan la corteza de la barbarie. Pero vamos á observar
+cómo vive la familia mahometana dentro de la permision de la Ley, para
+deducir cómo vivirá con la trasgresion, inevitable en toda humana
+sociedad.
+
+Recorramos el interior del hogar doméstico en cualesquiera gerarquías,
+desde el tugurio hasta el palacio. Estudiemos la condicion verdadera de
+la muger, ya bajo el dorado arteson, donde para endulzar su cautiverio
+se la embriaga de placeres, haciéndola pasar del tocador al divan, del
+divan á la danza, de la danza á la música y á los cuentos, de la música
+al perfumado baño, del baño á la mesa, de la mesa al palanquin y del
+palanquin al lecho; ya bajo las tejas del pobre zaquizamí, donde á la
+dura servidumbre de su sexo se reune la brutal inconsideracion de su
+marido. Veamos, é interroguemos, y recojamos con atencion las
+respuestas.--Dime, hermosa africana, ¿por qué estás triste? ¿por qué
+palidece el ébano en tus lánguidas megillas y se estingue el fuego en tu
+mirada? ¿No se deslizaban felices tus dias en este encantado y magnífico
+recinto, descuidados como esas cuentas de coral que por el roto hilo de
+tu gargantilla caen á ese tapiz de flores? El sol abrasador de Tunez
+marchitaba tu juventud en los aduares: caiste en poder de los enemigos
+de tu tribu, fuiste vendida como esclava, y ahora disfrutas las delicias
+del harem y el cariño de tu dueño.--¡Ay mi sol de Africa! ¡Ay mi
+libertad! ¿Te imaginas por ventura que una esclava no es una muger? Fuí
+vendida, es cierto; pero amé con toda mi alma al dueño que me compró, y
+el ingrato ahora me abandona por una muger de linage, porque el profeta
+le autoriza á tener á un tiempo mugeres y esclavas[157]; y no contento
+con arrancarme un corazon que la ley natural habia ya hecho todo mio, me
+vende á un hombre que aborrezco pudiéndome tener consigo[158]!
+
+Vuélvome á otro lado, y pregunto:--Linda damascena, tú pareces
+completamente feliz: huérfana en Siria, hallaste en Andalucía un jóven
+esposo que te sirve de padre, cuya opulencia te proporciona cuantos
+goces puedes apetecer. La ventajosa posicion de tu marido debe llenarte
+de orgullo, y cuando la edad te permita aparecer en público con el
+rostro descubierto, brillará en tus ojos la satisfaccion de ver honrados
+y aventajados á tus hijos.--¡Cuánto te engañas! Ahora que soy jóven nada
+me halaga, porque la riqueza de mi esposo solo sirve para dorar las
+prisiones en que vivo. Su desconfianza me humilla, y la vida de esposa
+me es mucho mas insoportable que la horfandad. No gozo un solo instante
+de libertad: mis siervas espían mis mas inocentes acciones; los eunucos
+que de noche velan mi sueño, las almeas que tú crees destinadas tan solo
+á divertirme con sus bailes, las _tellaks_[159] que te imaginas
+consagradas esclusivamente á mi servicio en el baño, son, sin
+sospecharlo tal vez, los ciegos instrumentos de la tiranía marital.
+Oyes susurrar el aura entre las flores, no sabes si gime ó si rie; así
+son mis suspiros. Oyes cantar al pájaro entre sus dorados alambres, no
+sabes si está alegre ó si llora; así es mi canto.--Tu esposo es fiel sin
+embargo al mandamiento del profeta, y no te niega su cariñoso homenage,
+¿para qué quieres la libertad?--Di mas bien para qué quiero ese homenage
+forzado si hay otras esposas que lo obtienen igualmente, y no soy yo la
+que impera en su corazon. Ese obsequio legal me repugna: el profeta le
+consiente darme hasta tres rivales, de modo que su obligacion se limita
+á envilecerme una vez cada cuatro dias[160] renovando en mi corazon la
+herida de los celos. Mira lo que dice nuestro libro sagrado al hombre:
+«No contraigas matrimonio sino con dos, tres, ó cuatro mugeres. Elige
+las que mas te agraden. Si no puedes mantenerlas, cásate con una sola ó
+conténtate con tus esclavas[161].» Tambien te engañas si te figuras que
+el renombre y la gloria del marido pueden ennoblecer á la esposa
+sepultada en vida, y que el velo que ahora cubre mi semblante[162] caerá
+con los años para otra cosa que para hacer manifiesto el rubor de mis
+megillas cuando mis hijos sean postergados á los de una advenediza
+preferida.
+
+¿Cómo suceden tan repentinamente en esa otra vivienda al son de los
+laudes, inhumanos latigazos, y agudos lamentos á las dulces modulaciones
+de los cantares? ¡Ah! Una jóven yemenita acaba de ser azotada por su
+marido de resultas de una infame delacion.--Pobre muger: ¿es posible que
+el hombre que parte contigo el pan y el lecho te trate tan bárbaramente?
+¿Qué ley puede autorizarle á ser juez de su propio agravio si eres
+culpada, y á ser el ejecutor de tu castigo?--¡Ay de mí! el profeta se lo
+concede. He sido acusada de desobediencia: mi culpa era bien leve por
+cierto; pero no hay quien me defienda contra el brazo de mi irritado
+esposo, porque la ley declara que «los maridos agraviados por la
+desobediencia de sus esposas pueden castigarlas, dejarlas solas en el
+lecho, y _aun golpearlas_[163].»
+
+Veo á la puerta de la vivienda de un jeque poderoso un crecido
+acompañamiento de caballos y camellos. Pasó la hora de alatema[164], y
+entran y salen los esclavos con gran recato y silencio sacando de
+aquella casa fardos y lios que colocan sobre las acémilas. Parece de
+pronto que se dispone algun largo viaje. A poco sale al zaguan, apoyada
+en dos mugeres, con la frente inclinada al suelo y sollozando
+amargamente, precedida de dos jóvenes de semblante ceñudo, hermanos
+suyos, una esbelta Kinserita, toda velada de la cabeza al pié: al
+colocarla en un camello vuelve los ojos llenos de lágrimas á los
+arrayanes y cipreses que se descubren por entre los arcos del patio que
+acaba de atravesar, y esclama:--¡Adios para siempre, objetos queridos
+que me acompañásteis en un breve sueño de felicidad ya disipado!--¿Adónde
+vas, jóven hermosa, ayer tan feliz y hoy tan afligida?--¡Me han
+repudiado!--¡Te han repudiado, y no hace un año se cubria de rosas y de
+mirto el suelo de esa morada para recibirte, y resonaban los adufes
+alzando las mugeres tu nombre en gritos de alegría[165] hasta las
+nubes!--¡Ah! bien lo recuerdo: encendidas mas que aquellas rosas estaban
+mis megillas cuando al pedirme para ese gallardo jeque, á quien yo
+secretamente amaba, me dijeron mis testigos: el noble walí de Jaen te ha
+pedido para esposa y te dá de acidaque[166] presente una gran riqueza.
+Si estás contenta, calla y no respondas, y tu callar es señal cierta
+que consientes. Mi padre acababa de morir en guerra de frontera, y mis
+dos hermanos se holgaban de mi buena estrella... ¡Todo acabó para mí! El
+cielo no ha querido dar hijos á mi esposo en su Kinserita antes tan
+querida, y me repudia por estéril. ¡El profeta permite romper por
+esterilidad un vínculo que la naturaleza hace indisoluble! «Esperad tres
+meses antes de repudiar á las mugeres que han perdido las esperanzas de
+concebir[167].»
+
+--Tú al menos, digo á otra bella mora á quien veo salir de su elegante
+retiro llevando de la mano dos niñas, no serás repudiada por estéril; y
+sin embargo tus ojos hinchados, el velo que tambien te cubre, el atavío
+de tus hijas, indican que te dispones á dejar la casa conyugal.--No soy
+estéril, no, pero tambien me veo repudiada. La causa apenas yo misma la
+sé: sé tan solo que perdí el corazon de mi marido, y que el ingrato juró
+que me repudiaba. Cuatro meses hace que pronunciando él su juramento, me
+cubrí con este velo y me retiré á ese aposento. Sostúvome la esperanza
+de la reconciliacion, mas esperé en vano; nuestro vínculo está disuelto,
+y yo recobro mi libertad[168]. ¿Qué digo mi libertad? ¡La muger lo deja
+todo donde tuvo el primer tálamo, y solo el hombre recobra despues del
+divorcio su primer estado! Llévome mis hijas, único bien del alma de que
+no se me despoja; mis hijos quedan aquí, y es fuerza separar á los
+hermanos unos de otros como se separan las ramas que crecieron
+entretegidas, cuando el hacha despiadada hiende á muerte el tronco.
+Pasarán los años, y si llegan á encontrarse se desconocerán, lo mismo
+que se desconocen la viga de una dorada techumbre y su hermana la viga
+que se pisa enterrada en un pavimento.
+
+Sorprendo en otra casa á una muger meditando con el Koran en la mano el
+modo de cometer un delito para obtener la _atalca_[169] de su
+marido.--¿Qué estás pensando en este recóndito y solitario paráge,
+atrevida cordobesa? El libro del profeta está abierto en tus manos, y la
+espresion de tu semblante denota sin embargo que tu espíritu vaga
+incierto sobre el _araf_[170] entre el cielo y el infierno.--El crímen
+que medito me brinda con la suprema felicidad en la tierra. Estoy
+estudiando si puedo volver á los brazos de un marido que me amaba y á
+quien yo entregué toda mi alma.--Pues ¿y el marido que hoy tienes?--No
+le amo: prendado de mi hermosura me pidió en casamiento, y yo solo
+consentí con la esperanza de ser repudiada.--No comprendo á qué fin te
+has envilecido pasando por el tálamo de un hombre á quien no dabas tu
+fé.--Toma este libro, y lée: «El que repudie tres veces á una muger, no
+podrá volverla á hacer suya sino despues de pasar por los brazos de otro
+hombre que tambien la haya repudiado[171].»--¿Y prefieres al marido que
+tienes ahora el que por tres veces te repudió?--Le prefiero sin duda
+puesto que solo á él amo; él tambien me prefiere á sus demas esposas, y
+la tristeza le devora desde que me perdió. Ambos somos infelices por esa
+ley que hace la tercera _atalca_ irredimible con la reconciliacion; pero
+afortunadamente ella misma nos ofrece el remedio en un cuarto repudio, á
+costa de un sacrificio que consentido por el primer esposo pierde su
+vileza. Mi actual marido es de genio apacible, y sin embargo le detesto;
+mi primer marido era irascible y arrebatado, y sin embargo le adoro:
+misterios del corazon que no ha comprendido el que al tercer repudio
+verbal hace la separacion forzosa.
+
+La triste condicion de la muger mahometana me conduce á examinar la
+condicion de los hijos y de los siervos. Veo declarado impune al padre
+que prostituye á la sierva de su hijo[172]; impune tambien al que
+prostituye á la muger de su siervo[173]; veo que el amo casa á sus
+esclavos sin consultar su voluntad[174] como se unen los animales para
+que encasten; veo que la condicion de mercancía, sujeta á las
+alternativas de la estimacion y del desprez, empieza para la muger en la
+misma infancia, porque el padre casa á la hija desde niña sin contar con
+su parecer[175], y el tutor casa á su pupila si entiende que así le
+conviene, prescindiendo de que ella entienda lo contrario[176].
+
+Tal es la constitucion de la familia bajo esa secta dominadora. La
+poligamia, destructora de todo órden doméstico y público, que produce la
+opresion de un sexo y la mutilacion del otro[177], que hace que el
+matrimonio no sea un vínculo, ni la familia una sociedad, introduce
+costumbres totalmente contrarias á la naturaleza del hombre social;
+estas á su vez originan hábitos opuestos á la naturaleza del hombre
+físico; y de este modo se verifica que una religion que prohija como
+inocentes las inclinaciones naturales corrompidas, condena á perpetua
+barbarie al pueblo que la observa. No hay progreso donde no se señala á
+las humanas acciones un tipo ideal y sublime á que aspirar, donde el
+hombre llega sin esfuerzo, sin lucha, sin sacrificios, al que se supone
+estado normal de la ley religiosa y civil.
+
+¡Cuán de otro modo comprende la humana perfeccion la religion del pueblo
+dominado! ¡Cuán diversa es bajo sus santas leyes la familia! «Nuestro
+matrimonio, pudieran haber esclamado los perseguidos cristianos, no es
+la promiscuidad de los irracionales, sino un consorcio indisoluble
+elevado por Jesucristo al carácter augusto de Sacramento. No juzgueis
+nuestra ley por nuestras acciones: sabemos que somos débiles y
+prevaricadores, pero se nos manda que seamos perfectos. Dios que conoce
+al hombre y sus inclinaciones, porque conoce su obra y la obra del
+hombre, no nos dió leyes débiles, cómplices de nuestras pasiones como
+las vuestras y testigos impotentes de nuestros desórdenes, sino que nos
+puso un freno, y este freno escluye de nuestra familia la poligamia y el
+divorcio, restableciendo entre nosotros el matrimonio edénico, de dos
+espíritus en una sola carne, inviolable en su pacto, legítimo en su fin,
+vivificador por su pudicicia. Nuestro matrimonio no reconoce por fin
+legítimo el placer: su objeto es la formacion de una sociedad eventual,
+blanco de las bendiciones de la religion como Sacramento. Lejos estamos
+de la perfeccion que como un deber se nos inculca, porque la perfeccion
+se halla en el complemento natural de las cosas, y nosotros empezamos á
+vivir. La perfeccion de la simiente es la planta, la perfeccion del feto
+es el hombre, la perfeccion del pueblo bárbaro es el pueblo civilizado;
+pero ¿cómo habeis de civilizaros vosotros mas de lo que exige vuestra
+ley? Tolerad, pues, que os enseñemos lo que no sabeis, y si no lo
+tolerais matadnos en buen hora; pero nosotros no podemos en conciencia
+menos de advertiros que vais descarriados, porque es tambien deber
+nuestro indeclinable amaros como á nosotros mismos aunque nos
+aborrezcais. Podia el imperfecto paganismo, vanaglorioso con la virtud
+privada de Arístides y Caton, satisfacerse con que estos se abstuvieran
+de los infames juegos de Olimpia y de la diosa Flora; pero el
+cristianismo no se contenta con la tolerancia del pagano, ni con el
+olvido del levita, sino que exige la caridad solícita del
+samaritano[178].» No era otro en verdad el móvil que impulsaba á los
+mártires españoles, porque cuanto mas se acercaba el estado musulman á
+su pleno desenvolvimiento, mayor tenia que resultar el contraste entre
+las dos religiones tan opuestas en sus principios. De este contraste
+resultaba el escándalo, del escándalo el celo, del celo la pugna, de la
+pugna la persecucion y la muerte. Como serenas estrellas que en una
+noche de bulliciosa y espléndida orgía mandan á la tierra su vívido
+resplandor por entre las negras nubes de un cielo de tormenta, así
+vosotros, mártires purísimos, brillais con hermosa claridad en los
+sangrientos anales de la perseguida Iglesia de España, contrastando la
+divinidad de vuestra doctrina y testimonio con la falsa brillantez de
+esa corte corrompida que tan á costa vuestra estais evangelizando.
+
+¡Oh valor incomparable! Saben esos humildes y generosos confesores que
+la persecucion arrecia, que el desacato de la profesion de fé es ya
+mirado como asunto digno de ocupar al consejo del rey[179], que la
+estirpacion completa de la religion cristiana va á ser en breve el
+negocio capital de la gobernacion interior del Estado; ven aumentarse el
+número de los apóstatas, entibiarse el celo de sus afligidos hermanos,
+dilacerarse con nuevas heregías el seno de la Iglesia perseguida, ceder
+los débiles á la opresion y al oprobio, los tímidos á las amenazas, los
+codiciosos á la agravacion de los tributos, los ambiciosos á las
+liberalidades y promesas; dícenles que sus prelados mismos los obligan á
+jurar que no comparecerán ante los jueces á hacer pública confesion de
+su fé, que en el consejo del Amir se ha acordado conceder á todo
+musulman permiso para quitar la vida á cualquier cristiano que hable en
+desdoro de su profeta y secta; y sin embargo nada les arredra. ¡Allá va
+la gloriosa falange! En ella la dama de esclarecido linage que hasta
+ahora habia vivido ocultando su verdadera fé, y que, depuesto ya todo
+humano respeto, ha consumado el sacrificio para una madre mas costoso,
+cual es el abandono de sus cariñosos hijos[180]; en ella el rico
+hacendado, hijo de mahometanos, que tomando de su heróica esposa ejemplo
+de abnegacion y fortaleza, y aleccionado en la provechosa escuela de los
+justos perseguidos y encarcelados, reparte su riqueza entre los pobres y
+las iglesias, y confia su prole ¡ya en breve huérfana! al tranquilo
+amparo de un humilde claustro de religiosas[181]; en ella el mendicante
+peregrino de lejanas tierras enseñoreadas por los infieles, que nacido
+en la gloriosa Belen y profeso en el célebre monasterio de S. Sabas,
+termina su trabajosa cuestacion por Africa y España, pidiendo en
+Córdoba al consejo de Abde-r-rahman el eterno descanso á la sombra de la
+palma de los mártires[182]; en ella numerosos monges, unos nacidos de
+noble linage, otros nobles por sus hechos y virtudes; en ella finalmente
+ricos y pobres, sabios é ignorantes en las humanas letras; versados en
+los estudios y trato de los árabes, y extraños de todo punto á su lengua
+y comercio; aventajados en la corte, y oscuros mozárabes de la Ajerquía;
+casados, célibes, eunucos; los unos criados entre parientes mahometanos,
+y sin embargo cristianos desde la infancia; los otros hijos de
+cristianos, pero tenidos por musulmanes hasta el momento de recibir de
+Dios el don de caridad y fortaleza, que los convierte de repente de
+tibios y meticulosos en paladines declarados de la fé, sedientos de la
+salvacion de las almas y de las salutíferas aguas de la tribulacion. La
+edificacion de sus hermanos, la conversion de sus obcecados dominadores,
+la espiacion de la pasada prevaricacion de España[183], reclaman ese
+sacrificio. Allá van, pues, gozosos y tranquilos: los mancebos
+renunciando á sus doradas esperanzas, á su brillante porvenir, á la
+ciencia, á los honores, á la gloria, al amor, á todo lo mundano; las
+madres despidiéndose para siempre de sus inocentes hijuelos, en quienes
+se compendian para ellas todos los placeres de la tierra, y estampando
+en sus rosadas megillas el último beso, que reciben dormidos, ignorantes
+de su próxima horfandad. Allá van, animosos y decididos, á dar su sangre
+por su fé, por el cristianismo, por la verdadera civilizacion del mundo,
+por la gloria del Criador, y á dejarse sepultar cadáveres desangrados en
+ese hondo rio, momentáneamente agitado y luego otra vez magestuoso y
+sereno. No podrán decir sus enemigos que los impulsa la vanagloria,
+porque saben que sus nombres serán execrados prevaleciendo los apóstatas
+partidarios de Recafredo, y que el culto de los mártires es severamente
+castigado por los musulmanes y por los obispos prevaricadores[184]. Ese
+es el premio que esperan de los hombres, esa la recompensa que les
+tiene reservada el mundo, que los moteja de fanáticos y alucinados, en
+pago de lo que ellos se afanan y sufren por su emancipacion y progreso.
+¿Vivirán al menos sus nombres en la memoria de la España restaurada?
+Vivirán, sí, en los corazones de la gentecilla humilde y oscura, que es
+la que ama las tradiciones piadosas y los recuerdos de sus santos;
+perpetuaránse en las leyendas, en los martirologios y santorales, que,
+fuera de las iglesias y monasterios, solo manejarán el devoto madrugador
+que vive ignorado del mundo, y el solitario campesino que solo ve de la
+gran ciudad las azuladas torres; pero los poderosos, los cortesanos, el
+Estado, nada creerán deberles ni se cuidarán de ellos, porque la
+memoria, peso abrumador para la vida de los grandes, es como un mar de
+plomo en que se hunden todas las antiguas glorias y escarmientos. El
+calor de las nuevas impresiones le hace hervir un instante, y luego
+gradualmente recobra la inmobilidad de la masa inerte. En él las cosas
+de quilate se sepultan, y solo sobrenadan cañas huecas y espumajos.
+
+Pero si los hombres son ingratos con los mártires, el Omnipotente al
+menos se les declara propicio, y armado con todos sus horrores y
+prodigios, atestigua por ellos, conturbando á los jactanciosos
+dominadores. Corria el mes de setiembre, delicioso en la tierra de
+Córdoba, y en uno de sus mas claros y serenos dias, los consternados
+cristianos veían clavar en la ribera del Guadalquivir los cuerpos de dos
+mancebos, nobles por su sangre y afamados por su ciencia, que acababan
+de ser degollados, durando aun la ceniza de la hoguera encendida para
+quemar los cadáveres de otros dos mártires. Oscurecióse de repente el
+cielo; cubrióse de negras nubes sin que precediese anuncio de tempestad,
+rompió esta con grandes truenos y relámpagos y granizo, y mientras los
+hombres ofendian á la naturaleza con la muerte de aquellos dos justos,
+con tanta crueldad sacrificados, esta demostró hacer por ellos
+sentimiento enlutándose en medio de su mas esplendorosa gala[185].
+Insensible el orgulloso Amir á tan evidente testimonio, jura lleno de
+furor que raerá de sus vastos dominios la cizaña de la fé cristiana. Ya
+el valor de los mártires le conturba y le quita el sosiego, ya la
+poblacion mozárabe le ocupa y le causa insomnios; la poesía, la música,
+las artes, los cuentos y relaciones de Zaryab y de sus favoritos no le
+desenojan; conoce el valor de los buenos cristianos, el prestigio que
+entre ellos alcanzan los prelados como Saulo, los doctores como Eulogio,
+pero fia demasiado en la intimidacion que ejercen los malos obispos con
+sus decretos y él con sus edictos, y desconoce la fecundidad de la
+sangre derramada. El año 852 se halla en su tercio final: veintiocho
+cristianos han muerto á manos de los verdugos del Amir; su obispo y su
+mas caro maestro conocen ya el rigor de las prisiones. ¡Ay de los que se
+atrevan en lo sucesivo á desafiar su saña! Dos eunucos cristianos, sin
+embargo, uno natural de Granada y otro venido del Oriente, llamados el
+primero Rogelio y el segundo Serviodeo, aquel monge y anciano, este mozo
+y de estado á nosotros desconocido, penetran denodadamente en la
+mezquita mayor un viernes, en ocasion de hallarse el templo todo lleno
+de gente allí congregada para hacer su azala. Sabida es la escrupulosa y
+nímia atencion con que observan los musulmanes viviendo entre cristianos
+hasta las mas pequeñas prescripciones de su ritual, porque los sectarios
+de Mahoma son esclavos de su religion como de su gobierno: no hay
+creyente que antes de entrar en la mezquita á orar, ya sea en dia juma,
+ya en otro dia cualquiera, no haga en las fuentes del atrio sus
+purificaciones ó abluciones, con todos los requisitos prevenidos por la
+Ley y la Sunnah; ni hay quien se atreva á penetrar en el recinto sagrado
+sin dejar en el pórtico el calzado con que anduvo por las calles y
+plazas; ni quien una vez dentro de la casa de adoracion, no ocupe el
+parage asignado á su edad y sexo, no haga mirando á la kiblah las
+incurvaciones y postraciones á que estan obligados los fieles, y no siga
+en todas las oraciones y actos de su ceremonial al Imam con aquel órden,
+regularidad mímica y afectada compostura, propios de una religion de
+meras formas. Rogelio y Serviodeo, despreciándolo todo, se entraron en
+el templo con ímpetu extraño, sin ablucion, sin despojarse del calzado
+inmundo, sin hacer acto alguno de los que el culto musulman impone.
+Debieron los servidores de la mezquita mirarlos al pronto como dementes;
+al verlos atravesar con infraccion de todas las reglas establecidas, á
+paso precipitado, por las hileras y departamentos de hombres, niños,
+hermafroditas[186] y mugeres, fijarian en ellos los muslimes sus ojos
+atónitos sin esplicarse la causa de tan punible desacato. Pero antes de
+presenciar el gran delito que se prepara, cúmplenos observar, aunque sea
+de ligero, esas singulares ceremonias de que hemos hecho mérito, para
+comprender mejor el sangriento escándalo, la alarma y el enojo, que los
+dos osados cristianos debieron producir en los musulmanes cordobeses y
+su gobierno. Un poco de paciencia, buen lector: luego terminaremos el
+cuadro de los furores de los Amires, y de las justas venganzas del
+cielo.
+
+Los musulmanes dan una importancia suprema á todos los actos exteriores,
+porque las grandes promesas de Mahoma se libran en ellos. «Al que se
+lava el cuerpo segun manda la _Sunnah_, y va temprano al templo, y se
+pone cerca del Imam para oirle con atencion sin hablar palabra, le
+escribe Dios nuestro señor, dicen los doctores del Koran, por cada paso
+que dá, el premio correspondiente á un año de adoracion, y á un ayuno de
+todos los dias.» «El dia del juicio, añaden, se le aparece la Aljama en
+forma de hermosa figura ataviada con vistosos arreos: él pregunta:
+¿quién eres? y ella le responde: soy la Aljama, que vengo á atestiguar
+delante de Dios cómo acudiste al cumplimiento[187].» Ceremonias
+exteriores tan poderosas, que sirven de espiacion y justificacion, y que
+equivalen en mérito á la mas rigorosa penitencia, escusado es decir si
+se observarán escrupulosamente. Verdad es que estas fórmulas se
+consideran nulas sin la recta intencion, así que «la azala, dicen los
+teólogos árabes, es una estátua que figuró Dios lo mismo que figuró los
+animales, poniéndole por alma la intencion[188].» Pero como la mera
+intencion es fácil de formar, no por eso la religion mahometana resulta
+menos cómoda. La pureza del corazon se recomienda, pero no se dá
+medicina para lograrla: no importa: todo va bien mientras el cuerpo
+aparezca puro de inmundicia exterior, y mientras las azalas obligatorias
+se hagan en los tiempos y con las posturas, lecciones y jaculatorias
+requeridas, siguiendo al Imam con precision automática, y como si
+dijéramos á golpe y medida de resorte: exactamente de la misma manera
+que hacen la carga á once voces los héroes de oficio que entretienen las
+naciones para un caso de guerra, y sus habilidades los perros sabios
+que en teatrillos ambulantes los imitan en casos de paz. Hé aquí pues
+cómo se santifica el pueblo que rige el poderoso Abde-r-rahman II.
+Estamos en plena festividad, dia de viernes, dia juma: dia por cierto en
+que sufrió un solemne desaire el gran profeta Mahoma mientras estaba
+predicando en la mezquita de Medina. Hallábase en lo mas crítico de su
+peroracion, cuando sonaron de repente los tambores que anunciaban la
+entrada de la caravana de mercaderes en la ciudad; y todos entonces,
+escepto doce fieles de fé tenaz y aguerrida, abandonaron el templo
+dejando al predicador con la palabra en la boca. Esta falta de respeto
+le sugirió la feliz idea de hacer bajar del cielo la Sura ó capítulo
+LXII de su Koran, titulada _el viernes_, y cuya aleya undécima dice así:
+«Cuando el interés los estimula, corren los hombres al punto adonde su
+voz suena, y abandonan al ministro del Señor. Diles pues: los tesoros
+con que Dios os brinda son mas preciosos que todo bien perecedero. Dios
+es el mas generoso de los bienhechores[189].» Este pesado chasco no
+quita que sea el viernes el mas dichoso dia que alumbra el sol, y que en
+él (los muslimes al menos así lo suponen) criase Dios á nuestro padre
+Adan; que en él lo pusiese en la gloria, y luego lo bajase á la tierra,
+y que en él muriese; que en él deba ser el juicio, y que no haya en él
+animal que no esté en confusion desde que amanece hasta ponerse el sol
+esperando la hora de la comparecencia, esceptuadas las gentes y
+espíritus[190]. En este dia al que hace la azala le son perdonados todos
+los pecados que tenga sobre su alma.
+
+Siendo por consiguiente la azala del viernes tan eficaz, es claro que no
+se descuida el hacer con toda minuciosidad la purificacion que á ella
+precede, y que es como la raiz y fundamento de la Ley musulmana; porque
+está escrito que _no recibirá Dios la oracion sin la purificacion_[191],
+y Mahoma ha pronunciado que _la religion está cimentada sobre la
+limpieza_[192]. «_Oh vosotros los que creeis, antes de comenzar vuestra
+oracion lavaos el rostro, y las manos hasta los codos, y restregaos la
+cabeza, y los piés hasta los talones, y purificaos si hubiéseis tenido
+polucion. Si estuviéseis enfermos, ó hubiéseis tenido coito, tomad á
+falta de agua polvo limpio, y frotaos con él la cara y las manos. No
+quiere Dios angustiaros, sino haceros puros y derramar sobre vosotros
+sus gracias para que seais agradecidos._» Así se espresa el Profeta en
+la Sura quinta de su Koran, y sobre estas palabras arman los musulmanes
+toda la artificiosa y ridícula máquina de su purificacion y abluciones.
+
+Amanece, pues, el gran dia, y empieza en las casas de los fieles
+muslimes la faena de los lavatorios, que no concluye sino en el atrio de
+la mezquita; porque los viernes es obligatoria la asistencia á la azala
+del templo, y obligatoria tambien una ablucion general de todo el
+cuerpo, la cual no puede hacerse cómoda y decentemente sino en el propio
+hogar. Esta ablucion general, llamada _tahor_, ó _tahara_, es tambien de
+precepto en las dos principales festividades de pascua de Ramadan y
+pascua de Carneros, en la peregrinacion á la casa santa de la Meca, y en
+ciertos casos de natural impureza[193]. El que hace _tahara_ no solo
+tiene que lavar todo su cuerpo, enjuagarse, limpiarse la dentadura,
+espeler las mucosidades, y raerse el bello, sino que está obligado á
+observar el órden y la forma establecidos para estas diversas
+operaciones; de tal manera, que no le sirve la ablucion, si en vez de
+concluir lavándose los piés, segun está prescrito, acaba lavándose las
+manos ó la cabeza, y si en lugar de mojarse el cuerpo tres veces, como
+es tambien precepto tradicional, se lo moja dos ó cuatro. Los requisitos
+de la _tahara_ son varios: se empieza lavándose las manos, siguen los
+demas miembros por su órden, y se concluye por los piés. Ademas debe
+hacerse en lugar limpio, y empezarse el lavatorio del cuerpo desde la
+cintura abajo, invocando al Criador, echándose luego el agua por la
+cabeza, restregándose el casco con los dedos, sin necesidad de que
+deshagan sus trenzas las mugeres, y finalmente, mojándose primero el
+hombro derecho y despues el izquierdo; todo esto con agua limpia de rio
+ó de mar, de pozo ó fuente, ó llovediza, con tal que no haya caido en
+ella cosa muerta por pequeña que sea. Como sin embargo de la ablucion
+general se requiere para antes de orar la purificacion ceremonial ó
+sagrada, llamada _alguado_, que consiste solamente en lavar la cara, las
+manos hasta los codos, la cabeza, y los piés hasta los tobillos, con el
+aditamento de enjuagarse la boca, sonarse sorbiendo el agua y frotarse
+los oidos, que ha establecido la _Sunnah_, es claro que el que se
+propone cumplir religiosamente estas ceremonias tiene bastante en que
+entretenerse antes de principiar la oracion pública. Esta segunda
+ablucion, ó purificacion sagrada, cuya virtud se pierde segun los
+expositores de la ley y tradicion por veinte causas (que omitimos
+especificar por poco decentes)[194], y que por lo tanto es forzoso
+repetir con mucha frecuencia, tiene sus requisitos y prácticas que la
+hacen bastante curiosa á los ojos de los profanos. Llega el muslim al
+atrio de las abluciones, y antes de visitar la casa donde se custodia y
+venera su Koran, hace una visita oficial á la letrina: lava luego sus
+manos, vuélvese de cara á la quibla, se sienta, enjuaga su boca,
+descarga sus narices, y entre tanto pronuncia la fórmula: «En nombre de
+Dios.» Mientras se hace esta ablucion se suspende todo coloquio: cada
+cual va por su órden cumpliendo con las ceremonias establecidas sin
+curarse de lo que hacen los demas. A la locion de la cara, con la cual
+pide el creyente á Dios que la emblanquezca el dia del juicio, sigue la
+del brazo derecho, por la que pide que le dé su carta aquel dia en su
+diestra; luego la del brazo izquierdo, con lo que intenta significar que
+no se la dé en la siniestra; luego sigue la frotacion de la cabeza, para
+que Allah le cubra con su piedad y le conserve sus cinco sentidos; luego
+la de los oidos para que le haga oir Allah su divina palabra y el pregon
+de Bilel[195] en el Paraiso; luego la locion del pié derecho para que se
+le afirme en el puente del _Sirath_, y la del izquierdo finalmente para
+que no le sirva de embarazo al atravesarlo. Si reparas bien en los actos
+de los que van acudiendo al hermoso patio de los naranjos, llamados por
+el aliden[196] á la azala de adohar, observarás que los ritos para
+hombres y mugeres son los mismos, que unos y otros comienzan la ablucion
+con la mano derecha, que jamás ayudan con la izquierda á la absorcion
+del agua por la boca y narices, que la mano izquierda se destina á otros
+usos menos nobles, que todos repiten las abluciones hasta tres veces, ni
+mas, ni menos, que todos se abstienen de consumir en esta operacion
+demasiada agua, de frotarse los piés desnudos, de echarse el agua en la
+cara de golpe, y de ensuciarla con salivas y otras inmundicias. Habrás
+advertido tambien que á medida que van entrando en el patio los muslimes
+van dejando bajo los pórticos el calzado con que andan por la calle, y
+que para penetrar en la mezquita usan otro calzado limpio, sobre el cual
+hacen la locion de los piés. Verás á los hombres descubrirse la cabeza
+para la frotacion que impone la Ley, y á las mugeres no, porque la
+tradicion les consiente que cumplan esta ceremonia por debajo del velo ó
+manto que las cubre todas, con tal que puedan llevar las manos al
+colodrillo sin deshacer la mata de sus cabellos. Ultimamente, no verás
+hombres y mugeres juntos ni en el atrio ni dentro del templo: cada sexo
+tiene asignadas sus puertas para entrar en uno y otro, y sus
+departamentos ó secciones en el interior de la mezquita: la muger recoge
+el manto sobre su rostro dejando solo destapado un ojo[197], y hace sus
+abluciones separada de los hombres, porque en ella todo es pudendo,
+hasta los brazos y el cuello: todo, á escepcion de las manos, los piés y
+la cara. Entiéndase esto de la muger libre, porque en la esclava no se
+consideran pudendas mas partes que las que el hombre mismo está obligado
+á ocultar, á saber, desde la region umbilical hasta las rodillas. En
+cuanto á la costumbre de taparse la cara con el velo ó manto,
+propiamente llamado _almalafa_[198], ya dejamos apuntada la disposicion
+legal en que se funda esta que de pronto parece señal de esquisita
+pudicicia[199], y que en realidad es solo cebo artificioso y pretesto
+hipócrita del lenocinio, segun muy autorizados votos[200]. Mahoma la
+recomienda sin duda porque la halló establecida en el Oriente, donde era
+el manto considerado como ornamento para las casadas, y como adorno y
+velo para las doncellas. Las almalafas eran de lino por el estilo de las
+que se tejian en Galilea, ó de seda como las usaban las Fenicias, unas
+blancas, otras de diversos colores: muchas veces finísimas, sutiles y
+trasparentes como el _theristro_ griego, cuyo nombre, así como el de
+_palio_ y _caliptra_, le dan algunos historiadores del Bajo-Imperio y
+otros escritores de la Iglesia; y en esta forma la usaban las meretrices
+en el mundo antiguo, las cuales se envolvian en un theristro diáfano
+como el ambiente para poder presentarse en público desnudas[201].
+
+En el atrio de la mezquita, donde hay aguas abundantes, no puedes gozar
+el espectáculo de los que con mucha fé y entusiasmo se restregan los
+miembros con polvo, tierra, y aun barro, imaginándose quedar muy
+curiosos y aseados. La ley musulmana exige que á la hora de la azala se
+haga siempre la purificacion ceremonial, y que donde falte el agua, como
+puede muchas veces acontecerle al caminante, al encarcelado, al que esté
+escondido huyendo de fieras ó de enemigos, se eche mano de la tierra, de
+la arena, de la yerba, de las piedras, del césped, del barro, de todo lo
+que la naturaleza haya criado sin intervencion humana[202]. Esta
+singular purificacion se llama el _tayamun_; ya puedes figurarte si será
+edificante y hermosa la figura de un devoto muslim apeado de su caballo
+en medio del campo, haciendo sus incurvaciones con la cara tiznada de
+lodo, vuelto hácia la Meca[203]. No deliraron tanto jamás las naciones
+paganas que mas materializaron la razon de las purificaciones; no
+digamos los Romanos, que hacian sus decorosas y solemnes lustraciones,
+en manera alguna ridículas, antes bien interesantísimas por el
+sacrificio de las víctimas; pero ni los Baneanos del Mogol[204], ni los
+Bracmanes, de quienes se cuenta que todos los dias antes de salir el sol
+van al rio y en él se meten, unos hasta el pecho, otros hasta la
+garganta, creyendo quedar allí limpios de sus pecados; ni la gente india
+vulgar, que, persuadida de que las aguas limpian el alma, corre desalada
+á los grandes estanques de las Pagodas, y á los dos sagrados rios Ganges
+y Cason, en cuyas ondas purificadoras aman muchos dejar la vida[205].
+De estos al menos no se refiere que se hayan entretenido ó se
+entretengan en hacer objeto de ceremonias la inmundicia natural,
+cotidiana, y aun necesaria, del organismo animal, ni que sean tan
+materiales y nímios que se crean obligados á repetir la ablucion si
+omitieron en ella alguna pequeñez, ó si al lavarse los brazos empezaron
+v. g. por los codos, en vez de empezar por las puntas de los dedos[206].
+
+Cesaron las abluciones de los creyentes, óyese dentro de la mezquita la
+_alicama_ ó convocacion que los llama á orar. «Ya está levantada la
+azala, ya comienza la oracion[207];» es la hora de _adohar_, el sol está
+en la mitad exacta de su carrera, el Imam ocupa el mimbar, entra el
+pueblo con paso grave y mesurado por las espaciosas y elegantes puertas
+que conducen á las once naves mayores. Los hombres entran por unas
+puertas, las mugeres por otras, á fin de que cada sexo ocupe su
+respectivo compartimiento[208]. Todos al pisar el umbral sagrado
+levantan en señal de admiracion las manos, esclamando en voz baja:
+«¡Dios es el mas grande!» Este primer acto no creas que es espontáneo;
+es de ritual. «El que entre á orar magnifique á Dios, y levante sus
+manos de modo que sus pulgares se hallen á la línea de sus oidos:
+aplique luego la mano derecha sobre la izquierda, y ambas debajo del
+ombligo, y diga alabando á Dios: bendito sea, oh Dios, tu nombre,
+exaltada tu dignidad, glorificada tu alabanza; no hay mas Dios que
+tú[209].» Así lo verifican todos: á la _magnificacion_ sigue la
+_estacion_; durante la estacion, en la cual no le es permitido al muslim
+separar las manos de la postura referida, ni doblar las rodillas, ni
+cargar el peso del cuerpo sobre una pierna mas que sobre otra, se
+implora el auxilio del Altísimo contra Satanás apedreado, y luego se
+pronuncia la célebre invocacion _Besm ellah elrohman el rahim_ (en
+nombre de Dios clemente y misericordioso), que para los mahometanos es
+como para nosotros los cristianos la señal de la cruz, y con la cual
+principian todos los actos importantes de la vida. Las dos últimas
+palabras se dicen secretamente. Refiere uno de los mas famosos
+comentadores del Koran, que cuando esta invocacion bajó del cielo, las
+nubes huyeron al oriente, los vientos se calmaron, la mar se conmovió,
+los animales empinaron las orejas para oir, y los demonios cayeron
+precipitados de las esferas celestes[210]. Empieza el Imam en seguida, á
+la cabeza de todos los creyentes formados en hileras, la lectura del
+proemio ó Sura primera del Koran, y ellos en secreto le van siguiendo.
+Magnífica en verdad es esta primera oracion, despues de la cual puede
+decirse que en la azala no hay otra. Dice así:
+
+ ¡Gloria á Dios, Señor de los mundos!
+ La misericordia es su atributo:
+ Él es el rey del dia del juicio.
+ Adorámoste, Señor, é imploramos tu auxilio.
+ Dirígenos por los caminos de aquellos á quienes has colmado de beneficios,
+ De aquellos que no provocaron tu cólera y se preservaron del error.
+
+Al proferir el Imam estas últimas palabras, los asistentes dicen:
+_Amen_. Sigue inmediatamente otra magnificacion con la fórmula conocida
+«Dios es el mas grande» (_Allah ua aqbar_), y despues tienen lugar las
+incurvaciones y postraciones y asentaduras, interpoladas con
+jaculatorias, y dispuestas por la tradicion y los teólogos musulmanes
+con tantos requisitos, tanto subir y bajar, tanto encorvar la espalda y
+enderezarla, tanto sacar y remeter el vientre, tanto jugar de piernas y
+de cuello, y tanto agitar de piés encogiendo uno y estirando otro, y
+volviendo los dedos á la quiblah, que ni tengo yo paciencia para írtelo
+desmenuzando, ni tú la tendrias para seguir atendiéndome[211].
+Observemos, si te place, que desde el comienzo de la azala hasta el fin
+van siguiendo los asistentes toda la mímica del Imam que la rige,
+exactamente lo mismo que siguen en sus movimientos los reclutas al cabo
+instructor, ó como en ciertos juegos de los niños (¡oh recuerdo
+agridulce!) sigue todo el corro al que dirige la farsa repitiendo sus
+palabras é imitando sus gesticulaciones[212]. Mejor que pudiera yo
+hacerlo, te esplicará el dibujo que aquí te pongo lo que es
+_incurvacion_ y _postracion_[213]. Mira en él reproducidas estas dos
+posturas capitales: el que hace la incurvacion (_rucúz_) pone las manos
+sobre las rodillas, y las espaldas al nivel de la cabeza; en esta
+posicion pronuncia las esclamaciones de ritual, y ó bien vuelve á
+enderezarse, ó bien se postra en tierra, segun el estado y período de la
+oracion. Al postrarse para hacer su _adoracion_ (_çuchud_), procura con
+todo esmero que toquen en la tierra la frente, la nariz, los codos, las
+manos abiertas, las rodillas y los dedos de los piés. Al sentarse
+procura tambien no hacerlo sobre ninguno de los dos piés, sacándolos por
+el lado derecho, o juntando con el muslo derecho la planta del pié
+izquierdo.
+
+[Illustration: INTERIOR DE LA MEZQUITA DE CORDOBA.]
+
+Ocupados en este ejercicio mas propio de jimios que de seres racionales
+estaban los muslimes cordobeses, y la soberbia mezquita de bote en bote,
+cuando penetraron resueltamente en ella los dos cristianos Rogelio y
+Serviodeo. El pueblo suspende sus ritos, álzase un imponente murmullo,
+señal segura de un grave escándalo; el Imam enmudece asombrado; al
+murmullo sucede una amenazadora gritería, como siguen en la mar los
+bramidos de las olas á la susurrante brisa que anuncia las tempestades.
+¿Qué intentan esos dos hombres temerarios que abriéndose paso por las
+apiñadas hileras se adelantan forcejeando hasta cerca del Santuario?
+¿Qué palabras son las que vienen á proferir en este venerando recinto,
+interrumpiendo solemnes ceremonias, infringiendo leyes y tradiciones,
+desafiando las mas terribles prohibiciones[214] y esponiendo la vida al
+justo furor de la escandalizada muchedumbre? ¡Oh abominacion! ¡oh delito
+monstruoso y nefando! El magestuoso y sonoro idioma del Hedjaz
+consagrado por el profeta de Dios á la promulgacion del Koran, es
+prostituido y vilipendiado por sus atrevidas lenguas en obsequio del
+profeta nazareno[215]: nada menos intentan esos criminales
+alucinados que convertir con una insensata predicacion los corazones de
+tantos miles de creyentes, fieles y fervorosos, al culto del Hijo de
+María, escarneciendo la doctrina y nombre de Mahoma. ¡Pobres insensatos!
+Como si no supiéramos distinguir el bien del mal, vienen ellos á
+predicarnos que son males los bienes de la tierra, que miente y nos
+engaña el que nos prometió el placer en este mundo y la felicidad en el
+otro[216]. ¡Perezcan esos dementes, acabemos con todos ellos, estíngase
+en el Andalús la abominable peste de la Palestina! Así claman los mas
+celosos, y arremolinándose en torno de los dos indefensos cristianos,
+emprenden con ellos á golpes, los derriban á bofetadas y empellones, y
+de buena gana los habrian muerto dentro del mismo templo como en
+desagravio de su[217] profanacion; mas acudiendo el Cadí de la Aljama,
+se los entregan para que les aplique la pena de muerte y mutilacion de
+manos y piés, á que se hicieron acreedores por su delito, y excitan á
+sus regidores á concluir de una vez con el nombre de cristianos por
+medio de una persecucion sangrienta y sin tregua. El fuego de la ira
+popular prende en el corazon del sultan, y el monarca que en su juventud
+blasonaba de justo abandonando á los jueces las causas de los cristianos
+sediciosos, se jacta en la vejez de cruel, consagrándose personalmente á
+discurrir penas atroces y medios escepcionales de intimidacion. Pero
+conociendo que la crueldad le ahuyenta los vasallos, y que la misma
+razon de Estado que manda castigar la rebeldía le aconseja no trasformar
+en héroes á los rebeldes, imagina que es preferible poner á los
+confesores la mordaza de la obediencia, robusteciendo el decreto del
+desautorizado Recafredo con un solemne canon conciliar, al cual no
+puedan oponer los cristianos objecion alguna. Cosa fué pensada y hecha
+la reunion de metropolitanos y obispos llamados á secundar tan satánica
+invencion. Celebróse el concilio convocado por el tirano islamita[218]:
+el miedo y el rigor luchó en los pechos de los prelados con el amor á
+la justicia: querian no faltar á esta, ni exasperar mas al rey.
+Ofrecióseles conciliar lo uno con lo otro disponiendo el decreto
+artificiosamente, de suerte _que la corteza de la letra, á que habian de
+mirar los infieles, sonase á prohibicion de presentarse al martirio,
+pero que bien mirado el sentido, cual podian conocerle los prudentes
+cristianos, no incluyese ofensa de los mártires_[219]. Pero esta
+resolucion causó escándalo entre los cristianos ignorantes, desagradó á
+los mas ilustrados, y fué objeto de severas impugnaciones; causa tambien
+de reprobaciones y persecuciones nuevas. Saulo y Alvaro la censuraron:
+créese que S. Eulogio hizo lo mismo[220]. El obispo fué segunda vez
+encarcelado: el sabio doctor tuvo que ocultarse: los seglares nobles y
+conocidos temian por instantes la misma pena: todos andaban acobardados,
+atribulados, huidos. Abde-r-rahman al ver frustradas sus esperanzas se
+entrega de nuevo á su delirante saña. Una infernal complacencia le
+conduce á una alta galería de su alcázar, desde donde espera cebar la
+ansiosa mirada en un espectáculo horrible, pero adecuado á su sed de
+venganza. ¡Ah, que el infeliz no cuenta con que en favor de los
+desvalidos mártires está ya armado el cielo!... Penden de sendos árboles
+allá abajo, reflejándose siniestramente en las claras aguas del _gran
+rio_[221], dos objetos denegridos que se destacan sobre el verde
+pardusco de las alamedas: la brisa que mueve las hojas mueve tambien en
+ellos una especie de copo de leve crespon que á veces se desvanece como
+una bocanada de negro humo. Fija bien en ella tu vista, cruel anciano.
+¿Qué descubres entre las copas de la arboleda? ¡Oh intenso y bárbaro
+placer! Son los cadáveres de Emila y Jeremías, tostados y desecados por
+el sol de otoño, con sus cortadas cabezas clavadas en los troncos ó
+hincadas en las puntas de las ramas. Allí cerca se mueve alguna gente:
+óyense, soplando el viento de mediodia, algunos martillazos que dobla
+el eco de los vecinos collados, y á poco aparecen clavados tambien otros
+dos cuerpos horriblemente mutilados. Sin manos, sin piés, sin cabeza,
+bañados en su propia sangre, aun fresca, que brilla cuajada á gran
+distancia, presentan un cuadro espantoso que hiela el corazon y hace
+cerrar los ojos á los que por allí transitan descuidados. Solo
+Abde-r-rahman puede contemplarlo sin horror, y no solamente sin horror,
+sino con esa terrible sonrisa propia de los placeres que asesinan. Ha
+reconocido los cadáveres de los dos últimos mártires, y esclama como
+fuera de sí: ¡Aquí mis hijos, aquí mis consejeros y mis maulis! ¡Aquí
+todos los mios! Vedlos dónde asoman aquellos dos temerarios que
+profanaron nuestra Aljama con sus cuerpos impuros: parecióles buena la
+suerte de los otros dos insensatos cuyos despojos denegridos son hoy
+pasto de los cuervos, sin duda porque vieron que despues de degollados
+les hacian duelo las nubes y los vientos: id, y mandad en mi nombre que
+á los cuatro les pongan fuego, para que sus inmundos cadáveres no causen
+mas espanto á mis muslimes; y ahora verán los obstinados secuaces del
+Hijo de María, que así como su Dios no envió á esos un ángel que los
+librase de la cuchilla del verdugo, tampoco les envía ahora lluvias para
+apagar la hoguera que ha de reducirlos á ceniza. Comunícase velozmente
+el mandato; pero ¿qué acontecimiento inesperado ha turbado de súbito al
+glorioso Amir? Inclina mústio la frente sobre el pecho, y su semblante
+se cubre de una palidez mortal: su pié vacila, acuden los suyos á
+sostenerle, todos le preguntan, y á nadie responde. ¡Ah! el Dios de
+quien acaba de blasfemar ha anudado su lengua, y el ángel esterminador
+ha estendido sobre él sus alas invisibles[222]. El rey altivo que habia
+subido á los altos miradores á gozarse en la ejecucion de su bárbaro
+decreto desafiando la cólera del cielo, baja á su lecho de muerte
+convertido en insensible tronco en brazos de sus esclavos. Acudan presto
+los médicos y los astrólogos; lloren las hijas, mesen sus cabellos Tarúb
+y Kalam[223], Ashifá y las concubinas[224], las esclavas y los eunucos;
+enmudezcan Algazzal y Ben Xamrí[225] y todos los cortesanos y maulis
+lisonjeros; abandone Zaryab su laud enriquecido, y olvide por ahora sus
+entretenidas aventuras... ¡Paso al cadáver del Amir, conducido al
+sepulcro mientras consumen las hogueras los restos de sus cuatro últimos
+mártires[226]!
+
+Su hijo Mohammed ocupa el trono: para él y para todos sus consejeros son
+tambien meras coincidencias casuales las señales tremendas con que el
+Omnipotente ha hablado á los opresores. El sistema de Abde-r-rahman II
+continúa en pié, pero sus resultados van siendo cada vez de mas bulto:
+mas culto á la razon de Estado, alma de la política pagana, y mas
+víctimas en el hogar doméstico; mas bondad y complacencia con los
+sumisos, y mas tiranía con los que disienten; mas cobardía y
+envilecimiento en los malos cristianos, y mas entereza y heroismo en los
+confesores (si es posible que fuera de los límites de lo ordinario haya
+grados en lo maravilloso) Recafredo, Bodo, Samuel, Esteban Flaco,
+Hostigesio, Servando[227]: prelados sacrílegos, cristianos apóstatas,
+¡cuánto llanto costais vosotros á la dilacerada Iglesia de España!
+Vosotros, unidos á los perseguidores, atizais la hoguera en que se
+purifica la fé; mas ¡ay, que entre tanto fomentais la ruina y la
+despoblacion, contribuís á ahuyentar á los buenos, introducís el cisma
+entre los perseguidos, corrompeis á los sencillos, avergonzais á los
+doctos, escandalizais la cristiandad! Vosotros sois los únicos autores
+de muchas abominaciones que la posteridad no podrá ver escritas sin
+rubor y confusion. No los satisface ver á los pobres cristianos echados
+de palacio[228], privados de estipendio los que militan, y todos en
+general agoviados con los tributos; ni ver derribados por tierra los
+templos y monasterios[229] donde quizás vosotros mismos celebrásteis el
+sacrosanto sacrificio. Sacrílegos, blasfemos, apóstatas, hereges,
+réprobos ante Dios y ante los hombres, maldecís de vuestros propios
+hermanos, confesores y mártires, infamais y calumniais á sus mas dignos
+prelados, inventais satánicos ardides para esquilmar y desustanciar á
+los atribulados mozárabes, haciendo tributarias las iglesias y altares
+para enriquecer el erario del tirano con las sagradas oblaciones del
+templo, y consumais con inicua farsa la deposicion de los buenos
+obispos. ¡Oh qué tiempos! ¡qué angustia y turbacion! «Las cárceles están
+llenas de clérigos; las iglesias privadas del oficio de sus prelados y
+sacerdotes; los tabernáculos divinos en horrenda soledad; las arañas
+estienden sus telas por el templo; el aire calma en un total silencio;
+no se entonan ya en público los cánticos divinos; no resuena en el coro
+la voz del Salmista, ni en el púlpito la del Lector; el Levita no
+evangeliza en el pueblo; el sacerdote no quema incienso en los altares,
+porque herido el pastor, se desparramó el rebaño: esparcidas las piedras
+del santuario, faltó la armonía en sus ministros, en los ministerios, en
+el santo lugar. ¡Y en tanta confusion solo resuenan los Salmos en lo
+profundo de los calabozos[230]!» Y sin embargo, ¿qué preciosa no será la
+fé cuando se mantiene á toda costa? ¿Qué viva cuando no se apaga en tal
+tormenta? Es que la fé se asemeja mas al ascua que á la llama, y mas
+arde mientras mas la combaten los vientos de la tribulacion.
+
+Dios por otra parte sigue alentando á sus fieles y correspondiéndoles
+amoroso con recíprocos testimonios. ¡Pero cuán tremendo para sus
+enemigos es el modo de atestiguar del Señor de los mundos! El monarca
+que al estampar la huella en el solio causa una especie de frenesí de
+júbilo en su corte; que al año siguiente de su entrada en Córdoba en
+medio de entusiastas aclamaciones pudo decir con orgullo á sus enemigos
+«la gracia del sultan hace llover beneficios sobre las casas de los
+buenos vasallos, pero su cólera es capaz de coronar ochocientas almenas
+de sus murallas con ochocientas cabezas de rebeldes[231]; finalmente,
+ese rey tan halagado de la suerte en las batallas, que difundiendo el
+terror del nombre agareno por los estados de D. Ordoño lleva sus armas
+victoriosas hasta las orillas del Garona[232], no es mucho que
+embriagado por el incienso de las lisonjas, sea ciego como su padre á
+los patentes avisos del cielo. Un dia del año 871 estaba el Amir en su
+cámara entretenido con un esclavillo muy lindo y gracioso que tenia
+sobre sus rodillas. Era un dia cubierto de pardas nubes, con gran
+tempestad de truenos y relámpagos. El katib Abdallah ben Aasim entró
+para despachar, y el rey le pregunta: ¿á qué vienes en semejante dia?
+¿qué podemos hacer hoy?--Señor, responde Abdallah, dicen las gentes que
+es bueno estar con niños cuando truena, y yo digo lo mismo:
+
+ Bueno es estar con niños--cuando retumba el trueno,
+ de copas y convite --el estrépito oyendo:
+ que gira á la redonda --el escanciano bello
+ mientras nubes coronan --los árboles del huerto.
+ ¿Ves las ramas engadas --del dulce y grato peso,
+ que el viento las menea,--que brillan en el suelo?
+
+Tanto agradó al rey esta improvisacion, destello genuino del
+materialismo horaciano, que mandó traer dulces y colacion, copas y licor
+Sahbá, y que viniesen los músicos y cantores. Durante el convite hacia
+el rey que el esclavillo provocase la verbosidad de su katib: díjole al
+oido que le tirase una copa á la cabeza, y el niño lo ejecutó al punto:
+felizmente Abdallah acertó á evitar el golpe, y esclamó: Oh linda cara,
+no seas cruel, que no está bien la crueldad con la hermosura: el cielo
+hermoso cuando sereno es muy apacible, y ahora su saña nos horroriza y
+espanta[233]. Sus palabras parecian un agüero. Aquel mismo dia fué
+Mohammed á la mezquita á la hora de la azala, y hallándose en ella
+arreció la tormenta: ya el trueno y el relámpago se percibian juntos, y
+á poco con horrísono estruendo cayó un rayo en el soberbio edificio de
+Abde-r-rahman I, sobre la alfombra misma en que oraba el sultan, dejando
+instantáneamente sin vida á dos personas de su comitiva[234].--¡Justo
+castigo del cielo! pensarian espantados algunos de los cristianos
+ocultos, que por temor de la persecucion fingian seguir de grado la vida
+y costumbres de sus opresores[235].--¡Allah está por el sultan!
+prorumpirian los muslimes mas fervorosos al ver que el rayo habia
+dejado ileso á Mohammed matando á su mismo lado á dos hombres. ¿Dirán
+estos lo mismo cuando lleguen á la envanecida corte las tristes nuevas
+de calamidades mayores?
+
+El año 873 toca á su término: en Córdoba no se reciben mas que noticias
+de infortunios y desastres. Ha sido tan grande la sequía en todas las
+tierras dominadas por los islamitas, en Arabia, Siria, Egipto, África y
+España, que han fallado los manantiales y las fuentes, los campos no han
+producido frutos, y la esterilidad y carestía han sido como fabulosas.
+Ha muerto de hambre la gente pobre, el hambre y las aglomeraciones de
+cadáveres han producido una horrible pestilencia, causa á su vez de una
+gran despoblacion. En Arabia va quedando la madre de las ciudades
+desierta de sus vecinos; apenas se ve en ella mas que gente pasagera, y
+la Caaba está cerrada á naturales y peregrinos[236]. Viene el año 874, y
+con él nuevos escarmientos. El dia veintidos de la luna de Xawal,
+habiendo amanecido el sol claro como de costumbre, empieza hácia la hora
+de _almagréb_ á moverse la tierra, con espantoso ruido y
+estremecimiento. Acompañan al terremoto ráfagas violentas que desploman
+muchos edificios, torres y alminares; envuelven la ciudad rápidas y
+densas nubes oscureciéndola de repente; los estampidos del trueno suenan
+tan terríficos y repetidos, que el pueblo congregado en la mezquita
+mayor se siente sobrecogido de invencible espanto. Seis musulmanes caen
+en pocos instantes muertos; los demas, cediendo al terror, huyen en
+encontradas direcciones dejando la azala interrumpida. Solo el Imam y
+unos pocos devotos permanecen en sus puestos. Entre tanto el huracan
+arranca de cuajo las arboledas seculares, la tierra se abre,
+desmorónanse los peñascos, muchas fortalezas y palacios quedan nivelados
+con el polvo: las aves abandonan sus nidos, las fieras salen de sus
+madrigueras, y los habitantes, temiendo ser sepultados vivos entre sus
+desquiciados muros, buscan en el campo abierto un refugio donde implorar
+la clemencia del Eterno[237].
+
+Nunca los hombres han visto ni oido cosa semejante. Para colmo de
+infortunio, este mismo año sufre Mohammed una gran derrota en sus
+huestes toledanas y cordobesas que le obliga á solicitar la paz del rey
+leonés. Las armas cristianas empiezan á adquirir nuevo brillo: Alfonso
+III fortifica á Zamora y á Toro, funda á Porto y restaura á Chaves y
+Viseo; y Mohammad muere disertando como filósofo[238], mientras sus
+vasallos rebeldes desafian su poder como guerrero. A no ser por las
+enojosas disensiones ocurridas entre los cristianos, quizás el imperio
+islamita occidental se hubiera disuelto bajo los dos inmediatos
+sucesores de este Sultan.
+
+Es muy de observar cómo se refleja en la famosa mezquita cordobesa la
+suerte de cada reinado. Abde-r-rahman II y Mohammad, menos afortunados
+con los cristianos y con los muslimes sediciosos que sus antecesores,
+solo dejan en ella un leve recuerdo de su pasagera grandeza. No son
+monarcas que conquistan y fundan: esta gloria solo pertenece á
+Abde-r-rahman I é Hixem; pero son monarcas conservadores, obsequiosos
+con la razon de estado, celosos de su autoridad, amantes del fausto y de
+la magnificencia; y es sabido que los reyes llamados á conservar son mas
+espléndidos que creadores, mas propensos al lujo y á los placeres que á
+los goces de las grandes innovaciones. Todo el tributo que un personage
+rico de medios y sin mision innovadora puede ofrecer al genio de su
+siglo, se reduce á derramar sus tesoros sobre las obras de los artistas.
+Así literalmente lo ejecutan Abde-r-rahman II y Mohammad, á cuya
+oriental prodigalidad debe la gran mezquita el oro que aun hoy ostenta
+en muchos de sus capiteles. Sus sucesores Al-Mundhir y Abdullah alcanzan
+el mismo destino: enérgicos y resueltos cuando se trata de hacer la
+guerra y de administrar justicia, nada hacen por el progreso del arte.
+¿Ni cómo es posible que consagren al mundo de la belleza sus
+meditaciones un príncipe como Al-Mundhir, que apenas brilla cual fugaz
+metéoro pasando en dos años escasos de su proclamacion en Córdoba á su
+muerte en el campo de batalla, y un príncipe como Abdullah, su hermano,
+que aunque llamado á encanecer bajo el solio, vive siempre envuelto en
+una atmósfera de sangre y de esterminio? Ambos fueron justos, ambos
+valientes y generosos, piadosos y clementes, en ambos lucieron las dotes
+que distinguen á los grandes reyes, y sin embargo ni el uno ni el otro
+lograron hacer época en los anales de la civilizacion árabe-hispana. Tal
+vez por lo mismo que fueron mas humanos con los vencidos, mas tolerantes
+con los infelices cristianos mozárabes que sus jactanciosos
+predecesores; por lo mismo que mantuvieron con religiosidad las paces
+que con los reyes de Asturias y Leon ajustaron, y porque fué menos
+visible bajo su imperio el antagonismo de las dos civilizaciones; por
+eso mismo quizá palidece en cierto modo la arábiga cultura á su sombra,
+y á pesar del incremento que durante su administracion alcanza la
+riqueza pública, ningun monumento grande marca la huella de las bellas
+artes en sus dominios. Porque no es precisamente el oro el fomento de la
+noble arquitectura; no son las épocas de mayor riqueza ni los estados
+mas prósperos los que escogen las varoniles doncellas hijas predilectas
+del genio para hacer sus apariciones en la tierra: muchas veces por el
+contrario se complacen en visitar á las generaciones mas trabajadas por
+las públicas calamidades, mas menesterosas y mas faltas de sosiego, como
+para hacer ver á los mortales que los goces de la inteligencia no se
+compran, sino que solo se obtienen cuando á Dios place dispensarlos.
+
+No busquemos, pues, en la suntuosa Aljama recuerdos de la grandeza de
+los sultanes despues de los tiempos de persecucion y de escándalo, de
+lucha y de encono, que personifican Abde-r-rahman y Mohammad, hasta que
+llegue el dia en que el primer Califa cordobés ponga el complemento al
+proyecto gigantesco del primer Amir. Diríase que al desaparecer de la
+escena de horrores y protestas las colosales figuras de S. Eulogio,
+Alvaro, Saulo, Samson y Valencio, gloriosos maestros de mártires,
+desaparecen con ellos los esfuerzos del islamismo fascinador. Cristianos
+y muslimes parecen olvidados de sus respectivos destinos: malgastan
+aquellos en sus discordias intestinas el fecundo calor que solo debian
+emplear en la santa empresa de la reconquista, y embotan en luchas
+fratricidas el noble sentimiento de religion y patriotismo que inspiró
+á sus mayores la generosa protesta de Covadonga; los mahometanos por su
+parte desperdician tambien en interminables guerras de partidos la
+energía que comunicaba antes á sus corazones el precepto de la guerra
+santa, y ocupados en sofocar sediciones, celebran paces cuando á sus
+reyes conviene con los enemigos del Islam. Cristianos y musulmanes viven
+por espacio de medio siglo como vecinos tranquilos, con mas paz aun de
+la que entre sí se conceden los hijos de una misma religion y de una
+misma sangre. Pero el hombre no es dueño de alterar los decretos de la
+Providencia, y muslimes y cristianos tienen que terminar forzosamente la
+obra para que fueron conducidos á acampar frente á frente en las
+fértiles llanuras de España. Llegará la época en que recobrando los dos
+antagonistas sus instintos primitivos, y ambos interiormente impelidos á
+ventilar la secular contienda iniciada en el Oriente, se determinen á
+declararse implacable guerra, aspirando cada cual á quedar dueño
+esclusivo del campo; y entonces volverán nuevamente á pronunciarse las
+facciones genuinas de los dos opuestos principios. Y entonces tomarán de
+cada parte el templo y el palacio, en que se reflejan la vida civil y
+religiosa del magnate y del pueblo, su fisonomía especial y privativa,
+para no volverse á confundir[239] hasta que en uno ú otro campo la
+soberbia mole de la civilizacion se desplome y quede reducida á
+escombros.
+
+El arte musulman ha iniciado su carrera admirablemente al abrigo de las
+asiduas meditaciones de los dos primeros amires. ¿Cómo no habia de salir
+una cosa grande de un nido calentado por águilas caudales? Pero hé aquí
+reproducida la fábula de Leda[240], porque tambien el arte cristiano
+comienza á desplegar vistosas alas, cobijado por los Alfonsos y Ordoños,
+no menos respetables que los Abde-r-rahmanes y los Hixemes, y este, lo
+mismo que su émulo, aspira á la inmortalidad. Los dos fueron engendrados
+en la hermosa reina griega, porque en realidad es la misma musa que
+inspiró á los arquitectos de Pericles y de Alejandro la que revela ahora
+sus graciosos y nobles contornos bajo el tosco paludamento visigodo y
+bajo la abigarrada vestidura siria; los dos se jactan de haber sido
+producidos por un aliento divino, los dos se llaman hijos de Júpiter, y
+efectivamente tan egregias dotes ostentan á porfia cada cual por su
+lado, que muchos dudan cuál sea la verdadera obra inspirada por la
+Divinidad. Pero cuenta que el uno es Cástor, y el otro Pólux, es decir,
+que el uno es mortal y el otro no. El arte arábigo, formado por el
+consorcio de la belleza griega con la fantasía oriental, como Cástor
+engendrado en la union de Leda con Tíndaro, perecerá lo mismo que
+pereció el héroe griego, al paso que el arte cristiano, producto de la
+belleza antigua desarrollada en Atica y Corinto y del espíritu fecundo
+que la gracia de Dios comunicó á la humana mente por mediacion del
+Verbo, durará cuanto dure el mundo, así como es inmortal tambien el
+hermoso Pólux, hijo de Júpiter y Leda. Los dos artes gemelos, pues, son
+aventajados en belleza: los dos crecen y se desenvuelven paralelamente
+ricos de medios y de seduccion; y ha de llegar el dia en que á fuerza de
+trato y de comunicacion, se identifiquen tanto en sus gustos, que llore
+el uno con inestinguible llanto la prematura muerte del otro, así como
+Pólux lloró la muerte de su hermano y le amó hasta el estremo de cederle
+la mitad de su inmortalidad para que los dioses le restituyesen por
+intervalos á la vida.
+
+Es muy curioso ver cómo se dispone el Cástor musulman á disputar la
+palma de la inmortalidad, mientras el Pólux cristiano crece bajo su
+sombra. ¿A quién mejor que á los tres califas cuyas imágenes van ahora á
+deslizarse por ante nuestros ojos, pudiera estar encomendado el
+desarrollo de ese poderoso vástago oriental? Ved á Abde-r-rahman el
+Grande, á ese esclarecido príncipe que encadena con una mano el Africa á
+España y con la otra sofoca las añejas rebeliones, dando al cabo de dos
+siglos unidad é independencia al imperio mahometano de Occidente. Es el
+primer Califa andaluz, el primero que toma el nombre de Miramamolin
+(_Amiru-l-mumenin_) ó gefe de los cristianos, y de defensor de la
+religion (_An-nasir lidin-illah_), y que consigue dar á su corte una
+magnificencia y un esplendor que igualan, si no esceden, á la pompa y
+gala desplegadas por los soberanos de la estirpe de Abbás. Nada faltó á
+su educacion para hacer de él un príncipe modelo segun las ideas de su
+secta. A la edad de ocho años ya sabia las máximas del Koran y las
+tradiciones de la _Sunnah_, la gramática, la poética, los proverbios
+árabes, las biografías de los príncipes, la política y el arte de regir
+los imperios. Monta á caballo con gallardía, maneja con destreza el arco
+y el dardo, sabe hacer uso de toda clase de armas. La fama de su
+grandeza se dilata por el mundo, y solicitan su amistad los soberanos de
+Constantinopla, de Alemania, Francia, Esclavonia, Italia, Navarra y
+Barcelona; los embajadores estrangeros regresan á sus córtes admirados
+de la cortesía y suntuosidad con que fueron recibidos: un rey cristiano
+destronado[241] refiere como obtuvo de él agasajadora hospitalidad, y
+confiesa que por su mediacion recobró la perdida salud y el trono. Con
+razon esclama un inspirado poeta al contemplar su grandeza: _Empieza una
+nueva luna; ¡oh tú que por la gracia de Dios imperas, dime quién es
+capaz de sobrepujar tu gloria[242]!_ Verdaderamente se inaugura tambien
+para el arte una nueva era de progreso y esplendor bajo la proteccion de
+este Augusto de los califas: la arquitectura arábigo-bizantina llega por
+su impulso al cenit en su atrevida carrera: la elegante y rica
+ornamentacion neo-griega acaba de cubrir los garbosos lineamientos
+latino-pérsicos, á la razonada distribucion del ornato se agrega la
+magnificencia y gala de los colores y esmaltes, de los estucos y
+mosáicos, de los nuevos procedimientos introducidos en Córdoba por los
+artistas de Constantinopla, que con habilidad mágica convierten la dura
+pasta del vidrio y de los metales en deslumbrador brocado de oro y
+terciopelo[243]. Llegó ya la época de cultura y grandeza que habian
+soñado Abde-r-rahman II y Al-hakem I, y que ellos á pesar de su ardiente
+anhelo no habian podido disfrutar por no consentírselo las indómitas
+razas cristianas. Acabó la superioridad de Bagdad: la corte de
+Abde-r-rahman III brilla como brilló la corte de Al-Raschid, y la misma
+capital del imperio griego ha de envidiar á Córdoba sus maravillas
+despues de haberla ayudado á crearlas. ¡Oh siglo afortunado para los
+hijos del Islam! En pós de la colosal figura del Augusto cordobés vienen
+igualmente benéficos para su pueblo y formidables á los cristianos otros
+dos gigantes: Al-hakem III y Almanzor. Despues de ellos, rápida será la
+decadencia del Califato, porque á ningun Estado pagano le fué dado jamás
+clavar la estrella de su fortuna en el punto culminante de su órbita;
+pero en tanto que trascurren para los muslimes las bonancibles lunas de
+estos tres reinados, y para la España cristiana los dias de llanto y
+luto á que la condenan enconosas rivalidades y sangrientas escisiones;
+en tanto que el décimo siglo consuma su temida evolucion entre ruinas y
+siniestros presagios en que la cristiandad acobardada lée la sentencia
+de muerte de la humanidad y del mundo[244], ¡qué de prodigios, qué de
+fantásticas escenas va á realizar el arte sarraceno! Como un misterioso
+nigromante que por arte satánica evoca de la region de las sombras,
+contrastando con el general espanto, deliciosos cuadros que mienten los
+placeres del Paraiso, así la arquitectura sarracena, ese Cástor valiente
+é impostor de la España árabe, hace surgir antes de entonar el Califato
+su himno de muerte, creaciones incomparables, tales que despues de
+volverse á hundir en la sima de la nada, las han de tener por fabulosas
+las generaciones venideras.
+
+Al pié de la quebrada sierra, al abrigo de los helados vientos del
+norte, y sobre una alfombra de esmeralda, lecho regalado para una
+sultana viciosa y mimada, nace consagrada al amor y á los placeres del
+mas ostentoso Califa, la peregrina Medina Azzahra: poblacion mágica en
+que el caprichoso arte oriental parece agotar sus tesoros, como para
+demostrar que la arquitectura puede con sus fábricas igualar las mas
+fantásticas descripciones de la poesía. A su lado, y formando con ella
+como un broche de dos perlas gemelas con que adorna su cinto de torres
+la reina de Andalucía, descuella la encantada Medina Azzahírah,
+magestuosamente asentada en la ribera del Guadalquivir, rodeada de
+deleitosas quintas y vergeles, que gozan los wazires, katibes, generales
+y favoritos de Almanzor, como prenda y testimonio de su liberalidad.
+Azzahra y Azzahírah ocupan con la galana y soberbia Córdoba, cúpula del
+Islam, tienda de sus guerreros, trono de los sultanes, una extension de
+diez millas de tierra florida, en que brotan sin cultivo el azahar y la
+rosa, y esas diez millas de paraiso terrenal estan de noche iluminadas
+por una sola hilera de fanales, tan unidos entre sí, que forman una zona
+de deslumbradora luz. En estas dos poblaciones y en todos los veintiun
+suburbios de la gran ciudad, erígense como por encanto mezquitas,
+mercados, baños y bazares, en que acumula el arte sus bellezas.
+Prodíganse sus primores, y máquinas ingeniosas de juegos hidráulicos y
+otros entretenimientos, en las casas de campo propias del Sultan y de
+los ciudadanos poderosos, notables todas por la magnificencia de su
+estructura ó por su deliciosa situacion[245]. Para aumentar sus
+seducciones el arte islamita, prohija con infraccion de la ley religiosa
+los recursos de la escultura como medio de reproduccion de la naturaleza
+animada, y aunque este poderoso auxiliar no entra declaradamente con
+todas sus facultades sino como un mero accesorio de la ornamentacion
+monumental, sin embargo los muslimes timoratos ven con escándalo campear
+sobre la fachada del palacio de Azzahra una estátua de muger, figuras de
+animales en las fuentes de sus jardines[246], en la puerta principal del
+palacio de Córdoba una figura de hombre, y finalmente, en el acueducto
+que une la sierra con la parte occidental de la ciudad, un leon colosal
+revestido de láminas de oro puro con dos piedras de inestimable valor en
+los ojos, el cual vierte por la boca las aguas traidas de la montaña en
+el gran depósito de la poblacion.
+
+Observemos la accion del arte en la Aljama bajo los tres Califas, y
+veamos si se justifica el entusiasmo del que escribió esta jactanciosa
+sentencia: Córdoba sobrepuja á todas las ciudades de la tierra por
+cuatro cosas: por el puente que tiene sobre el Guadalquivir; por su gran
+mezquita; por su Azzahra, y por las ciencias que en ella se
+cultivan[247].
+
+Vemos primeramente á un sabio é intrépido arquitecto del califa
+An-nasír[248] demoler el antiguo alminar, y levantar en su lugar otro
+cuya mole de considerable altura no tiene igual en el mundo por su
+distribucion y proporciones. Empléanse en echar sus cimientos cuarenta y
+tres dias, profundizándolos hasta encontrar agua. Trece meses dura la
+construccion de la soberbia torre, toda de piedra franca y mortero, y de
+tan singular artificio por dentro, que conteniendo dos ramales de
+escaleras en una sola caja, pueden las gentes subir por uno y otro sin
+verse hasta llegar arriba. Ciento siete peldaños tiene cada ramal. Esta
+elegante almenara que el pueblo cordobés contempla absorto, mide
+cincuenta y cuatro codos desde su arranque hasta la parte superior del
+domo abierto, al cual vuelven la espalda los almuedanes que convocan á
+la oracion girando por el balcon saliente, cuya graciosa balaustrada
+ciñe en derredor los cuatro muros como un ligero anillo; y desde este
+balcon corrido hasta el remate, levanta otros diez y ocho codos[249],
+coronándose con tres hermosas manzanas, dos de oro y una de plata, de
+tres palmos y medio de diámetro cada una, de las cuales parten dos
+gallardos lirios de seis pétalos que sostienen una granada de purísimo
+oro. Presenta en sus cuatro frentes catorce ventanas, la mitad con dos
+claros y la otra mitad con tres, formados con columnas de jaspe blanco y
+encarnado, y sobre las ventanas un coronamiento de arquitos macizos
+sustentados en columnillas del mismo jaspe. Estas ventanas comparten
+admirablemente el macizo de los muros, todo cubierto interior y
+esteriormente de preciosa tracería relevada, cuyos lindos dibujos es
+imposible describir. Al recibir la noticia de que está terminada la
+obra, acude An-nasír presuroso desde su predilecta mansion de Medina
+Azzahra, sube á lo alto de la torre por una escalera bajando por la
+otra, y despues de examinar cuidadosamente el edificio, pasa al Maksuráh
+de la mezquita, hace dos arracas, y se retira complacido. Con razon
+puede estarlo, porque la mezquita Aljama de su Córdoba es ya un
+verdadero tesoro del arte arábigo-bizantino. El emperador Constantino
+porfirogénito, cuya corte dirige la marcha del arte en Oriente y
+Occidente, se esmera en proporcionar á la capital del Califato nuevas
+seducciones, sin creer desdorada su dignidad por convertirse en joyero
+de la Sultana del Bétis[250]. Todos los demas emperadores y reyes que
+directa ó indirectamente reciben de Constantinopla ideas de buen gusto y
+magnificencia, trasmiten tambien á la poderosa corte de Andalucía los
+frutos hermosos de aquellos trasplantados gérmenes[251]. Hoy es una de
+las primeras dignidades de la Iglesia Bética el encargado de trasladar
+desde el asiento de la reina del Bósforo al encantado palacio de
+Azzahra, las primorosas esculturas que admiran con mezcla de placer y de
+escándalo los rígidos observadores del Koran[252]; mañana es nada menos
+que un santo, procedente de uno de los mas austeros cenobios de
+Alemania, el comisionado para llevar al temido Califa los esquisitos
+productos del arte germánico[253]; un obispo Eliberitano, mandado
+consagrar por el mismo Abde-r-rahman, es luego el elegido para promover
+y fomentar ese comercio y correspondencia mútua de las dos
+civilizaciones cristiana é islamita[254]; finalmente, la Córdoba de
+An-nasír es el emporio de las artes, los ingenios de los paises mas
+adelantados acuden á ella poniendo á competencia sus creaciones, y todo
+lo grande, todo lo bello, todo lo primoroso del arte monumental en Asia,
+en Africa y en Europa, deja su sello, su ofrenda y su tributo en la
+soberbia Caaba de los Umeyas.
+
+[Illustration: PUERTA DE LAS PALMAS.
+
+_Catedral de Córdoba._]
+
+Y sin embargo el fervoroso entusiasmo de Al-hakem encuentra todavía
+nuevos medios de embellecimiento: resuelve prolongar las once naves
+ciento cincuenta piés más hácia el mediodia, construyendo un santuario
+que no tenga igual en el orbe. Dejemos á un historiador árabe[255], cuya
+autorizada voz suena hoy por primera vez en nuestro idioma vulgar,
+referir la meritoria reforma de este Sultan. «Lo primero que hizo
+Al-hakem, luego que sucedió en el Califato, fué ocuparse en aumentar y
+hermosear la mezquita Aljama de Córdoba. Fué este el primer acto de su
+gobierno, encargando la inspeccion de las obras á su hagib y espada de
+su estado Chaâfar ben Abde-r-rahman, el Eslavo, por decreto espedido á
+cuatro dias por andar de la luna de Ramadhan del año 350 (961 de J. C.)
+al dia siguiente de haber sido jurado Califa. En el decreto se prevenia
+al mencionado Chaâfar que comenzase por hacer los acopios de piedra
+necesarios para los cimientos; y así fué que el acarreo comenzó en la
+misma luna de Ramadhan. Habíase el alcázar de Córdoba llenado de
+gente[256], de manera que á las horas de la azala la mezquita no podia
+contenerla, y los asistentes se apretaban y atropellaban por falta de
+espacio. Al-mustanser[257], pues, se dió prisa á la construccion del
+nuevo edificio que se habia de añadir, y salió en persona de su alcázar
+para hacer las mediciones y trazar la construccion, llamando para que le
+asistiesen en dicha operacion á los maestros y geómetras, los cuales
+trazaron el nuevo edificio desde la quibla de la mezquita hasta lo
+último del atrio, cogiendo esta añadidura en su longitud las once naves.
+Tenia de largo lo añadido noventa y cinco codos de norte á mediodia, y
+de ancho de oriente á occidente otro tanto, como el ancho de toda la
+mezquita. De esto cortó el pasadizo del alcázar, destinado para la
+salida del Califa á la azala, al costado del mimbar, dentro de la
+Maksuráh, con lo cual el nuevo edificio llegó á ser la mas hermosa
+añadidura jamás hecha á mezquita alguna.»
+
+«En el año 354 se terminó la obra de la _cubba_[258] que coronaba el
+mihrab en la parte de la mezquita que añadió Al-hakem. Fué esto en la
+luna de chumada postrera.»
+
+«En el mismo año se comenzó á colocar el _sofeysafá_[259] en la mezquita
+Aljama de Córdoba. Habia el emperador de los griegos regalado á Al-hakem
+una porcion de aquella manufactura, y este le habia escrito rogándole le
+enviase tambien operarios, tomando ejemplo de lo hecho en una ocasion
+semejante por Al-walid ben Abde-l-malek, cuando estaba construyendo la
+mezquita de Damasco. Volvieron, pues, los embajadores que Al-hakem envió
+al emperador griego, trayendo consigo un artífice y ademas trescientos
+veinticinco quintales de _sofeysafá_ que aquel príncipe le mandaba de
+regalo. Al-hakem mandó luego hospedar convenientemente al artífice
+griego, y proveerle de todo lo necesario con la mayor abundancia; lo
+cual hecho, dispuso que varios de sus esclavos trabajasen con él á fin
+de instruirse en su arte. Hiciéronlo así, ayudándole en la colocacion
+del _sofeysafá_ traido del Oriente, y aprendiendo con aquel maestro
+hasta lograr perfeccionarse en dicha industria y trabajar por sí solos,
+como lo verificaron luego que el maestro se volvió á su tierra, pues
+Al-hakem le despidió por no necesitar mas de él, con muchos regalos de
+vestidos y otros objetos. Por lo demas, en la añadidura de Al-hakem
+compitieron y rivalizaron los maestros mas afamados de toda la tierra.»
+
+«Del 10 al 20 de Xagüel del citado año cabalgó Al-hakem de Azzahra á la
+mezquita de Córdoba, y entró en ella, y examinó detenidamente las obras,
+y lo que ya estaba concluido. Luego mandó recoger las cuatro columnas
+que estaban antes sirviendo de jambas á la puerta del antiguo _mihrab_,
+y que se custodiasen en lugar seguro para colocarlas en el nuevo, que
+por su mandato se construía á la sazon con la mayor perfeccion y
+solidez. Eran las cuatro columnas de incomparable hermosura en su
+género.»
+
+La historia de lo construido por órden de Al-hakem es en todo notable.
+Mientras se estaba haciendo la obra, se suscitó una acalorada disputa
+entre los arquitectos respecto del punto hácia el cual debia mirar la
+quibla, con objeto de colocar el nuevo mihrab ó santuario donde debiese
+estar realmente. Unos pretendian que debia estar al sur como habia
+estado siempre, y como la habia situado An-nasír en su mezquita de
+Azzahra; al paso que los mas entendidos en matemáticas y astronomía
+sustentaban que debia fijarse un tanto inclinada hácia el oriente[260].
+Divididos así los pareceres, el faquíh Abú Ibrahim se presentó á
+Al-hakem, y le dijo: ¡Oh príncipe de los creyentes! Todas las gentes de
+esta nacion han vuelto constantemente sus rostros al sur al hacer sus
+oraciones: los Imames que te precedieron, los doctores, los cadíes y
+todos los muslimes en general, dirigieron siempre sus miradas al sur
+desde los tiempos de la conquista hasta hoy: al sur inclinaron siempre
+todos los _tabíes_ como Musa Ibn Nosseyr y Haush As-san'aní (¡Dios los
+perdone!) las quiblas de cuantas mezquitas erigieron en esta region.
+Recuerda, oh príncipe, aquel proverbio que dice: mejor es seguir el
+ejemplo de los otros y salvarse, que perderse por no seguir la senda
+trillada. Oido lo cual, esclamó el Califa: ¡Por Allah, dices bien!
+Seguiré el ejemplo de los _tabíes_, cuya opinion en esta materia es de
+gran peso. Y mandó que la quibla se pusiese donde el faquíh proponia.
+
+Erigióse entonces el santuario al estremo de la prolongacion de las
+naves, en la central como habia estado siempre, mirando exactamente á
+mediodia. Entre el muro interior del sur y el muro esterior reforzado
+con torreones, se dejó un espacio de unos quince piés, que se dividió en
+once compartimientos correspondientes á las once naves de la mezquita;
+el del centro se destinó al santuario, y los de los lados se reservaron
+para habitaciones de los ministros del culto y otros usos. Quedaba de
+este modo el Mihrab en la mitad justa del lado del sur, con dos alas
+iguales una á cada lado. En el ala de occidente habia un pasadizo
+secreto, que conducia desde la mezquita al alcázar por medio de un arco
+que unia ambos edificios, pues el palacio que habitaban en Córdoba los
+califas se dilataba hasta muy cerca del templo por el lado de poniente.
+Este pasadizo, cuyas puertas estaban artificiosamente dispuestas[261],
+sin duda para la mas completa seguridad del alcázar y de la mezquita,
+abria paso á lo interior de la Maksurah, recinto suntuoso y reservado,
+que por los tres lados de oriente, norte y poniente, comunicaba con las
+naves cortando tres de estas en su longitud, y por el mediodia formaba
+cuerpo con el muro interior de la mezquita. Era la Maksurah un lugar
+privilegiado, cerrado en contorno por una especie de cerca ó verja de
+madera, primorosamente labrada por ambas haces interior y esterior[262]:
+estaba coronada esta preciosa cerradura de almenas, para que por su
+destino de cortar toda comunicacion entre el Califa y el pueblo imitase
+mas propiamente la forma de una muralla. Esta magnífica armazon, de
+veinte y dos codos de altura hasta su remate, daba su nombre á la parte
+de fábrica que ocupaba, mas magnífica aun que su contenido y que el
+nuevo trozo de la nave central que iba desde la antigua hasta la moderna
+quibla, que era rico en sumo grado por las labores y dorados de sus
+capiteles y pilastras[263]. La fábrica en que se armaba la Maksurah
+propiamente dicha formaba en su planta un gran rectángulo partido en
+tres, casi cuadrados, sobre los cuales se levantaban tres domos
+bizantinos de peregrina esbeltez. El domo de enmedio servia como de
+vestíbulo al santuario, y era de los tres el mas sorprendente por sus
+proporciones, perfiles y decoracion. ¿A qué deciros lo que era? Esta
+parte de la mezquita se conserva en lo principal; mejor pues os referiré
+lo que todavía es para asombro y mengua del arte moderno. Figuraos un
+recinto donde la solidez de la construccion, las dificultades mas
+grandes del arte y los cálculos de la ciencia, se hallan tan
+admirablemente disfrazados, que el conjunto que se ofrece á la vista
+aparece como una concepcion fantástica que no puede subsistir. Nueve
+siglos de existencia tiene ya, sin embargo, esta especie de creacion
+poética, que mas que una construccion de piedras, mármoles y mosáicos,
+columnas, arcos, impostas, zócalo y cúpula, se creeria una morada
+encantada, aérea é impalpable, labrada por las fadas del Oriente; y no
+hay el menor indicio de que tan maravillosa fábrica no pueda durar aun
+otros nueve siglos en igual estado. Estriba toda la mole en una especie
+de cámara claustreada con una tan sutil arquería, que las columnas
+parecen las varas del pabellon de una princesa tártara, y los arcos
+inferiores que de unas á otras voltean, festones de recamadas cintas,
+primero apretadamente arrolladas, y dispuestas luego en forma de aspa,
+entregadas á sus naturales ondulaciones, solo prendidas por las
+estremidades. Digna hubiera sido esta peregrina decoracion del vestíbulo
+del palacio de Malek Johanna en Susa aun para el dia de boda de una de
+sus hijas[264]. Sobre los arcos de festones, ó propiamente hablando
+_angrelados_, que se cortan como queda dicho formando un aspa dentro de
+cada intercolumnio, se elevan siete graciosos y leves arcos de
+herradura, que muriendo en el muro de mediodia, cierran el cuadro y
+terminan el cuerpo bajo del suntuoso vestíbulo que describo. Encima de
+esta doble arquería, en que las esbeltas columnillas superiores se
+representan como lindos y ágiles mancebos circasianos encaramados en
+hombros de esclavos indios con las ballestas levantadas, corre una
+imposta, labrada y ligera, que abraza y corona los cuatro frentes y
+divide la fábrica del domo en dos zonas, alta y baja, esta cuadrangular,
+aquella de distinta forma, segun vas á ver. Sobre esta imposta que acabo
+de mostrarte descansan gráciles columnillas emparejadas, volteando
+grandes y atrevidos arcos semicirculares, con tal arte dispuestos, que
+parecen imitar sus curvas guirnaldas entrelazadas de un corro de
+hermosas odaliscas, porque los arcos voltean, no desde cada columna á la
+correspondiente de la pareja inmediata, sino dejando la pareja inmediata
+en claro: de este modo, siendo dos las parejas de columnillas que
+estriban en la imposta en cada frente, se forman en el espacio ocho
+arcos torales, en dos grandes cuadriláteros contrapuestos, sus arranques
+se cruzan formando ocho puntas de estrellas (prosáicamente diriamos
+_pechinas_), y en el centro resulta un anillo octógono con ocho
+graciosas caidas como prendidas á los capiteles de las ocho parejas de
+columnas. Entre punta y punta, un elegante arco ultra-semicircular, al
+cual se adapta una tabla de alabastro calada, deja á la vista paso
+dudoso al azul del cielo; con esto, ostentando la cúpula que sobre el
+octógono y sus pechinas se levanta un verdadero prodigio del arte
+mosáica por los dibujos y vivos esmaltes con que en ella se fingen las
+mas preciadas estofas del Asia, el domo bizantino reproduce á la
+imaginacion del que absorto lo mira una ligera tienda de campaña de
+sedas, lino y oro, fija en tierra con ocho varas dobles colocadas en
+círculo, henchida por un recio viento, y como tirando para desprenderse
+y alzarse rápida á la region de las nubes. Parecida á esta concibe la
+mente enardecida con las maravillosas descripciones de las leyendas
+orientales, las tiendas de Baharam Gur y de los ostentosos reyes del
+Catay.
+
+[Illustration: CAPILLA DEL MIHRAB, desde un angulo (Catedral de
+Cordoba)]
+
+[Illustration: CAPILLA DEL MIHRAB.
+
+(Catedral de Cordoba.)]
+
+Por entre la elegante arquería que mas que sostener el domo parece
+pender de él, como penden de un chal de Persia sus entretejidos
+caireles, y que á los ojos esperimentados de un famoso viajero del siglo
+XII era superior por la delicadeza de su ornato á las mas esquisitas
+producciones del arte griego y musulman[265], aparece al fondo la
+sorprendente fachada del _Mihrab_[266], que cuando recibe los
+reflejos del sol poniente brilla como un paño de brocado cuajado
+de pedrería, y que debia deslumbrar como la vision de un palacio
+encantado de lapislázuli, oro, carbunclos, rubíes y diamantes, cuando en
+el mes de Ramadhan ardian bajo aquella esmaltada cúpula las mil
+cuatrocientas cincuenta y cuatro luces de la lámpara mayor y el gran
+cirio de sesenta libras que lucía al lado del Imám[267]. Esta fachada, á
+pesar de su imponderable riqueza, no presenta la menor confusion: todas
+sus líneas estan trazadas para servir de ornato y realce al arco que dá
+entrada al santuario, pues no tiene mas partes que estas: el arco con su
+espaciosa archivolta, sus jambas lisas con columnillas entregadas en su
+grueso, su arrabá[268] contornado de grecas, y una ligera arquería sin
+vanos en la parte superior, sobre cuyo macizo descansa la imposta que
+divide los dos cuerpos alto y bajo del domo[269]. Pero es tal la
+profusion y galanura del ornato de cada una de estas partes, que es
+preciso renunciar á pintarla con la pluma. ¡Qué dovelas, qué archivolta,
+qué enjutas, qué tableros, qué recuadros, qué arquería trebolada, qué
+tímpanos, qué entrepaños! Y despues, ¡qué deliciosa combinacion de las
+grecas con los follages persas y bizantinos, y con las figuras
+geométricas! No son estas últimas, sin embargo, las que mas campean,
+como sucede luego en la degenerada ornamentacion propiamente musulmana;
+lo principal ahora son las grecas, mas ó menos sencillas, unas de
+garbosos vástagos con sus hojas formando postas, otras de caprichosas
+ajaracas en que los troncos y las folias, la palmeta griega y el loto
+asirio, el lirio y el tulipan, las piñas, las flores de ojos y los
+contarios, se combinan de mil diversos modos, trazando siempre los
+tallos y las hojas las mas graciosas curvas, y el todo reunido las mas
+elegantes cenefas, la mas caprichosa tracería. Añádase que esta
+ornamentacion está toda ejecutada sobre mármol delicadamente esculpido,
+ya desnudo y blanco, ya revestido de menudísimo mosáico de diversos
+colores cuajado con vidrio y oro; que las inscripciones cúficas que se
+leen en ella alternando con el luciente _sofeysafá_ son tambien de oro
+sobre fondo encarnado ó azul ultramarino; finalmente, que las
+columnillas de los dos cuerpos alto y bajo son de mármol con los
+capiteles dorados; y si ademas teneis á la vista el dibujo de este
+bellísimo vestíbulo, os podreis formar una leve idea de la creacion mas
+maravillosa que existe del arte árabe-bizantino, y del arrobo que
+produce en el alma del que en su original la contempla. En el grueso de
+cada jamba del arco de entrada al santuario hay dos columnillas, una de
+mármol negro y otra de jaspe, con capiteles de mármol blanco
+prolijamente esculpidos. Si no le engañó á Al-Makkarí su ciego
+entusiasmo, estas cuatro columnillas fueron antiguamente dos de jaspe
+verde y dos de lapislázuli. Sobre ellas asienta á modo de cimacio una
+imposta de donde arranca el arco, y en ella se lée en caractéres cúficos
+de oro sobre fondo encarnado una inscripcion partida en tres cenefas ó
+listones. Unidos ambos lados, dice así: «En el nombre de Dios clemente y
+misericordioso: dése alabanza á Dios que nos dirigió á esto, á que no
+podríamos por nosotros ser dirigidos si no nos hubiera dirigido Dios, á
+cuyo fin vinieron á nosotros los legados de nuestro Señor con la verdad.
+Mandó el pontífice Al-mostanser Billah Abdallah Al-hakem, príncipe de
+los creyentes (favorézcale Dios), á su presidente y prefecto de su
+cámara Giafar ben Abde-r-rahman (complázcase Dios en él) añadir estas
+dos columnas, despues que lo fundamentó en el santo temor de Dios y su
+beneplácito. Concluyóse esta obra en el mes de Dhilhagia, año 354 (965
+de J. C.).» Esta inscripcion parece dar á entender que de las cuatro
+columnillas que hoy se ven entregadas en el grueso de las jambas que
+sostienen el arco de _sofeysafá_, dos fueron mandadas poner por
+Al-hakem, y las otras dos pertenecian al antiguo Mihrab que se habia
+demolido para prolongar la mezquita; pero ¿quién es capaz de decir hoy
+si fueron las de mármol negro ó las de jaspe las que se añadieron por
+órden de tan magnífico Califa, ó si realmente podrian ser de
+lapislázuli, juzgándose este inestimable congiario digno de
+perpetuarse en caractéres de oro? Solo Dios lo sabe.
+
+[Illustration: (_Córdoba._)
+
+ÁNGULO DE UNO DE LOS TABLEROS DEL ZÓCALO DEL MIRHAB.
+
+_Piezas de marmol de siete pies._]
+
+El santuario es un pequeño recinto heptágono con pavimento de mármol
+blanco, zócalo formado por siete grandes tableros de lo mismo, arquería
+ornamental, y bóveda tambien de mármol, labrada de una sola pieza en
+figura de concha, orillada de una elegante moldura. Los seis lados de
+fábrica del heptágono, pues el sétimo lo ocupa el vacío que sirve de
+ingreso, estan decorados con preciosos arcos trebolados sostenidos en
+columnillas de mármol con capiteles dorados de esquisito trabajo; y
+estas columnillas descansan en una cornisa bajo cuyos módulos corre una
+faja de caractéres dorados esculpidos en el mismo mármol de las tablas
+que componen el zócalo ó subasamento. Dentro de este santuario se
+custodiaba el famoso mimbar de Al-hakem II, que era una especie de
+púlpito ó reclinatorio, al cual aseguran los historiadores árabes que no
+habia otro en el mundo que se igualase, por la materia de que estaba
+construido y por su trabajo. Era de marfil y de las maderas mas
+preciosas, como ébano, zándalo rojo y amarillo, bakam, aloe de la India,
+limonero y otras; costó 35,705 dineros y 3 adirhames[270]. Tenia nueve
+escalones ó gradas. Asegúrase tambien que estaba compuesto de treinta y
+seis mil piececitas de madera, unidas entre sí y realzadas con clavos de
+plata y oro, y con incrustaciones de piedras preciosas. Su construccion
+duró siete años, empleándose en él diariamente ocho artífices. Este
+púlpito, que por lo visto era de mosáico de madera, pedrería y metales,
+de gran prez, estaba reservado al Califa, y en él se depositaba tambien
+el objeto principal de la veneracion de todos los muslimes de Andalucía
+y Almagreb[271], que era una copia del Koran que se suponia escrita por
+Othman, y aun manchada con su preciosa sangre. Guardábase este ejemplar
+en una caja de tisú de oro sembrada de perlas y rubíes, cubierta con una
+funda de riquísima seda encarnada, y se ponia en un atril ó facistol de
+aloe con clavos de oro. Su peso era estraordinario, tanto que apenas
+podian entre dos hombres sostenerlo; colocábase en el mencionado púlpito
+para que el Imám leyese en él el Koran á la hora de la azala, y
+concluida la ceremonia se sacaba de allí y se llevaba á otro parage,
+donde permanecia cuidadosamente guardado con los vasos de oro y plata
+destinados á la iluminacion del mes de Ramadhan[272]. El parage que
+segun las ligeras indicaciones de Edrisí servia de tesoro era una
+especie de capilla que hoy se levanta en sitio inmediato al antiguo
+Mihrab al norte de la actual Maksurah, parte de otro espacioso y
+magnífico recinto que interceptaba la nave central y las dos laterales
+adyacentes, y donde se armó sin duda la Maksurah antigua por disposicion
+de Al-hakem. De este modo puede suponerse que quedando el cuarto mas
+noble de la mezquita completamente cerrado al pueblo por ambos lados de
+norte y sur con las dos Maksuras, y ocupada esta seccion por los
+principales personages de la corte y oficiales palatinos, no sería fácil
+que se cometiese ninguna irreverencia en la persona del Imám ni en el
+venerado Mushaf[273] cuando este era sacado ó restituido al tesoro por
+dos ministros y un tercero delante llevando un cirio encendido[274].
+Quedaban las dos Maksuras una enfrente de otra, y ambas á dos
+comprendian el mismo espacio, al menos en su longitud de oriente á
+poniente, puesto que interceptaban las tres naves del medio de las once
+que la mezquita tenia. Ambas Maksuras ó canceles se han perdido: hoy ni
+siquiera podemos formarnos una idea cabal de su dibujo; lo que se
+conserva casi intacto de aquel tiempo es ese suntuoso recinto de tres
+capillas que ocupaba la Maksurah de Al-hakem; y del recinto que ocupaba
+la Maksurah antigua, que el propio Califa mandó armar, solo existen dos
+capillas desfiguradas, la de la nave mayor y la de la contigua á
+oriente[275]. Esta última se hallaba dividida en dos partes, alta y
+baja, por un piso de unos cuantos piés de elevacion sobre el suelo de la
+mezquita: en lo alto se hacia la alicama ó pregon interior para la
+oracion, y en la parte baja, que hoy aun se conserva en forma de covacha
+ó capilla subterránea, estaba el tesoro. En la capilla del centro, hoy
+capilla de Villaviciosa, tenia su sitio reservado el Califa cuando no
+hacia de Imám, y en la de Occidente, que ya no existe[276], se veía el
+puesto del Cadí de la Aljama. De la decoracion interior de estas tres
+capillas cerradas por la antigua Maksurah, nada puedo, benigno lector,
+referirte, porque ni la soberbia sacristía de Villaviciosa, ni mucho
+menos la capilla de nuestra Señora de este nombre, eran en tiempo de
+Al-hakem lo que son ahora: por la decoracion del Mihrab que ligeramente
+te he bosquejado, podrás forjarte á tu gusto ó dejar en tinieblas las
+bellezas que yo suprimo. De la decoracion esterior tan solo se conserva
+de aquella época la arquería que hace frente al Mihrab, semejante en un
+todo á la de la fachada de su vestíbulo, donde si te place volverás á
+representarte una atrevida suerte gimnástica de esclavos indios y
+saeteros circasianos, ó lo que mas te cuadre segun los recuerdos que se
+despierten en tu mente.
+
+Obras de este género en ninguna parte se construían mas que en Córdoba:
+nunca, cristianos ni muslimes, habian visto creaciones artísticas
+semejantes; así que, unos y otros contemplaban absortos el Mihrab y sus
+mosáicos cuajados de cinabrio, lapislázuli y oro, el vestíbulo y sus
+tres elegantes cúpulas lanzadas gallardamente al espacio, el domo
+principal reverberante y deslumbrador suspendido en el aire sobre un
+sutil anillo de puntas, la nueva Maksurah y su soberbia talla, las
+encintadas arquerías de los dos recintos coronados de cimborios, las
+puertas de oro, el pavimento de plata[277], la nave de tracería dorada,
+el mimbar de maderas aromáticas. Todos confesaban que ni en
+Constantinopla, ni en Damasco, ni en Aquisgran habia maravillas
+semejantes... Y sin embargo el poderoso Titan mahometano no se dá por
+satisfecho. Parécele á Al-hakem que las fuentes del patio de las
+abluciones no corresponden á la grandiosidad de la mezquita, y manda
+colocar en él cuatro magníficas pilas de una sola pieza, dos para las
+mugeres á la parte de oriente, y dos mayores para los hombres á
+occidente; pero quiere que estas pilas mayores asombren por su tamaño y
+vengan labradas de la misma cantera de la sierra. Empleáronse en esta
+obra digna de romanos mucho tiempo, mucha gente, muchísimo dinero; mas
+se ejecutó con felicidad, y la muchedumbre atónita vió llegar lentamente
+por un plano inclinado, espresamente construido, hasta el lugar
+destinado en el atrio de la mezquita, las dos enormes pilas, una tras
+otra, en fuertes carras de roble hechas al intento, y tiradas cada una
+por setenta robustos bueyes. Tomóse para los cuatro pilones el agua del
+acueducto erigido por Abde-r-rahman II, depositándola en un gran
+recipiente revestido de mármol: corria dia y noche, y lo que sobraba,
+despues de empleada en los menesteres de la mezquita, se distribuía por
+tres cañerías que iban á surtir otras tantas fuentes públicas en los
+tres muros de norte, oriente y poniente del edificio.
+
+Con estas grandiosas empresas se entretenia el arte musulman en España
+cuando espiraba el décimo siglo para la cristiandad y con él el
+entusiasmo artístico en los reyes y pueblos del Occidente. ¿Y qué mucho?
+La Europa cristiana se hallaba ceñida como por un anillo de hierro y
+fuego: por el norte los normandos, por mediodia y oriente los
+mahometanos, la estrechaban con nueva furia. Los monasterios se trocaban
+en fortalezas, y al divisar de lejos en el horizonte la polvareda de
+los escuadrones ó los dragones de los bárbaros, los pobladores se
+guarecian entre sus muros; cerrábanse las puertas, acudíase á las armas,
+y todos se aprestaban á la defensa ó á las salidas. Para elegir un abad
+se echaba mano del personage mas temido de la comarca; por otra parte
+los magnates ambicionaban los bienes de la iglesia, la mitra y el
+báculo, y los conseguian en cambio de su protectorado. De aquí
+desórdenes irremediables, violacion de reglas, desprecio de los cánones,
+olvido de los estudios, depravacion del clero, ignorancia universal.
+Abandono de las ciencias, de las letras, de las artes, de la oracion y
+del recogimiento, que son sus fuentes fecundas, todo se esplica
+perfectamente en el décimo siglo, y bien se comprende que en vista de la
+desorganizacion presente concibiese la humanidad temores de ruina
+general y muerte. Lo único que humanamente no se esplica es que el
+espíritu cristiano, el espíritu de regeneracion y vida, resistiese á
+tantos embates, y que en el momento de hacer lugar aquel caos al primer
+crepúsculo de luz, aun hubiese santos en la tierra.
+
+Va pues á cerrarse el primer milenario del cristianismo. La cristiandad,
+semejante á Israel al pié del Horeb y del Sinaí, espera la voz de Dios
+prosternándose con vagos terrores y estremecimientos. El mahometismo
+gárrulo y triunfante se arma de nuevo contra la cruz: al sabio y
+pacífico y sensual Al-hakem sucede el intrépido, osado y duro Almanzor;
+y con él nuevas desolaciones para los cristianos de España, nuevas
+derrotas, nuevas cadenas; y nuevas conquistas, nuevos trofeos para los
+sectarios del Islam. La monarquía asturiana y leonesa, tan llena de
+gloria antes, cubierta de oprobio ahora por el forzado reconocimiento de
+Castilla como condado independiente, y por haber trabado alianza con los
+infieles para domar á sus vasallos sediciosos, cree llegada su hora
+postrera: el victorioso Almanzor pasea por ella sus banderas
+triunfadoras y nunca humilladas, invade las marcas españolas, apodérase
+de Barcelona, conquista á Leon forzando sus montañas y obligando al
+enfermizo Bermudo á refugiarse en Oviedo con sus tesoros y reliquias,
+entra en Galicia asistido de caudillos cristianos traidores que reciben
+del pródigo hagib pingües remuneraciones[278], alarga la pujante mano á
+Santiago de Compostela, á la famosa Caaba de los bautizados de
+Occidente, y vuélvese á Córdoba á ocupar con magestad el usurpado trono,
+haciendo que los míseros vencidos acompañen á sus veloces ejércitos
+llevando en hombros las campanas bendecidas del gran templo profanado.
+Cataluña, Leon y Galicia, sufren alternativamente el tremendo azote: no
+hay año en que el Atila del décimo siglo no alcance contra los reyes de
+la trabajada España una ruidosa victoria. Todos los años al abrirse en
+los campos los rojos botones de las primaverales amapolas, tiene tambien
+que abrirse á impulso de las lanzas y saetas bereberes la ancha vena de
+la fecunda sangre cristiana; y hay años en que sobre la misma nieve dura
+el rojo matiz en el campo desde una á otra primavera, si por acaso al
+recogerse sus huestes á cuarteles de invierno, se encuentran con bandas
+enemigas asaz temerarias para cerrarles el paso de los montes[279].
+¿Quién creerá, sin embargo, que no es la monarquía cristiana la que
+sucumbe, sino el Califato cordobés? ¿Quién podrá imaginarse que no va á
+ser el Catolicismo sino el Islam el que salga herido de muerte en los
+campos de Calatañazor? Este resultado, no obstante, podia preverse: la
+molicie de la vida oriental iba enervando insensiblemente á los árabes
+andaluces. No es ese terrible Almanzor, no, la verdadera personificacion
+del Estado cordobés: advertid que no es él el Califa, sino un mero
+hagib; el Califa es el afeminado é impotente Hixem II. Vedle ahí, y no
+confundais al uno con el otro, que son hombres de temple muy diverso.
+Ese que por única vez en muchos años quizá se presenta hoy á vuestros
+ojos saliendo de Córdoba á una hora insólita, cabalgando en compañía de
+algunas mugeres, entre una numerosa escolta de guardianes mas que
+guardias de honor, que so pretesto de dejarle espedito el camino
+ahuyentan á todos los viandantes y gente curiosa para que no se acerquen
+á su persona, ese es el Califa reinante, último vástago de los
+degenerados Umeyas. Observad como él y sus mugeres van para no ser
+conocidos encubiertos con ámplios albornoces, con los capuchones calados
+sobre los ojos. La escolta entre la cual va como preso, aunque
+satisfecho el menguado, no obedece mas voluntad que la del déspota
+Almanzor, y cuando le haya dejado solazarse unas cuantas horas entre los
+arrayanes y cipreses de la quinta regia, adonde ahora le conduce,
+volverá á depositarlo en su alcázar, como se deposita en su joyero una
+rica insignia de que se ha hecho el uso oportuno en una pública
+ceremonia. De todos los atributos de la soberanía no conserva ya ese
+desdichado mas que el de estampar su nombre en la moneda y en la franja
+de su vestidura. Desentendiéndose del belicoso tráfago que repugna á sus
+instintos, y desconociendo la índole de la agitacion que causan en su
+Estado los numerosos ejércitos de berberiscos, egipcios, mamelucos,
+esclavos y renegados, que dirige el usurpador de su autoridad, pasa la
+indolente é inútil vida en los brazos de sus sultanas y concubinas,
+encerrado en sus palacios y jardines. ¡Cuán diverso su omnipotente
+ministro! Ceñido siempre el arnés de batalla, no dá punto de reposo á
+los enemigos del Islam, y mientras el Califa se hunde con la gloria de
+los Umeyas en su lecho de flores, hace él que sus soldados recojan
+cuidadosamente despues de cada refriega el polvo de sus arreos militares
+para que á su muerte no le sepulten en otra tierra que la recogida en
+sus innumerables victorias. Mas, ay, que la sangre africana, aunque
+enciende la pupila y ennegrece las manos[280], es impotente para
+regenerar lo que los vicios asiáticos han corrompido. Las victorias de
+Almanzor solo significan que el poder pertenece momentáneamente á las
+razas bereberes, pero que el astro del Islam, antes deslumbrador, se
+aproxima á un ocaso preñado de tempestades. Sus terribles invasiones y
+conquistas son los sacudimientos convulsivos de un moribundo que se cree
+lleno de juventud y vida porque rompió unas miserables ligaduras.
+Sujétenle como es debido, unan sus esfuerzos renunciando á mezquinos
+odios esos príncipes cristianos que separados son nada, y cuyos brazos
+juntos pueden encadenar á ese rabioso gigante, y se verá repetida en la
+última batalla que este les presente la lucha de Hércules con Anteo.
+
+Tambien el arte musulman tiene que espirar sofocado por el arte
+cristiano, como muere, cuando el grano de mostaza se convierte en árbol
+robusto, la débil planta que al brotar le daba sombra. Pero antes de que
+esto se verifique hará nuevos esfuerzos para asegurarse la vida: se
+trasformará, intentará seducir como fantástica decoracion, y para
+perpetuarse al amparo del engaño, fingirá que renuncia á la condicion de
+_monumental_ y que solo aspira, fiel compañero de los refugiados en
+Granada, á permanecer con ellos sirviéndoles de leve y lujosa tienda
+real el tiempo que tarden en verse repelidos allende el estrecho.
+
+Esfuerzos de un arte que declina, sacudimientos de un Estado moribundo,
+todo lo personifica Ben Abi Aamir Almanzor, cuyo anhelo es sellar una
+gloriosa protesta contra la inevitable decadencia del Califato, entre
+los cristianos con sus triunfos, entre los muslimes con sus grandes
+construcciones. Sus magníficos palacios y dorados pabellones igualan, si
+no sobrepujan en riqueza, á los construidos por los sultanes Umeyas.
+Azzahira se levanta en pocos años en la frondosa ribera del Guadalquivir
+emulando las portentosas construcciones de Azzahra; agrúpansele en torno
+las deliciosas quintas de los wazires, katibes, generales y cortesanos;
+puéblanse de torres, granjas y jardines, todos los terrenos hasta ahora
+no cultivados de la sierra y de la campiña, y la Aljama de la capital,
+notablemente engrandecida, va á ostentar como trofeos del mahometismo
+triunfante los despojos de la mas rica catedral cristiana clavados en su
+techumbre. En efecto, las campanas de la arruinada basílica de Santiago
+penden ya de sus poderosos trabes, mutiladas y mudas, sirviendo de
+lámparas al culto del Koran despues de haber proclamado con sus
+clamorosas lenguas el culto del santo apóstol: las chapadas puertas del
+mismo profanado templo yacen tendidas sobre las pintadas vigas de
+alerce[281]; la gran catedral de Compostela, abierta, saqueada, llena de
+escombros, solo habla de ruina y desolacion á los devotos peregrinos de
+lejanas tierras; y la mezquita de la orgullosa corte musulmana se
+ostenta ensanchada, enriquecida, pintada, embellecida con mármoles y
+mosáicos, y esmaltes, y doradas cúpulas, y maksuras, y alfombras y un
+cuento de luces, y embalsamada con el azahar, el ambar-gris y el aloe, y
+ceñida con su cinto de torres, y festonada con sus dentadas almenas, y
+guardada con sus ricas puertas de piedra, estucos, mosáicos y bronces, y
+finalmente, hecha oasis, no de un desierto, sino de un paraiso, con las
+murmuradoras fuentes y los olorosos naranjos y las esbeltas palmeras de
+su atrio pensil. ¿Quién no habia de temer, si no el fin del mundo, por
+lo menos el fin del cristianismo?
+
+Mientras el rey Bermudo, resuelto á no ver repetida en mengua propia la
+pérdida que afrenta la memoria de Rodrigo, vence el desaliento, olvida
+sus achaques, triunfa de vanos terrores, hace el noble sacrificio de sus
+enojos y resentimientos, y procura reducir los inquietos ánimos del
+castellano y del navarro á una poderosa liga contra el formidable
+enemigo de la cristiandad, Almanzor pone en Córdoba el complemento á su
+gloria terminando las obras de la mezquita. Hacia ya algunos años que la
+Aljama habia recibido el ensanche con que hoy se conserva, y por ser
+esta la última modificacion hecha por los califas en el gran templo
+sarraceno, referiremos su causa y modo segun de los historiadores árabes
+se colige.
+
+Habiéndose aumentado el vecindario de Córdoba con las cabilas enteras
+que á ella acudian de la costa de Berbería y otros puntos de Africa, y
+creciendo cada vez más en importancia y esplendor la corte de los
+califas, no bastaban ya los arrabales y las afueras de la capital para
+contener esta superabundancia de poblacion, ni tampoco la mezquita
+Aljama era suficientemente espaciosa para que cupiesen en ella los
+fieles que se agolpaban á la oracion los dias de juma. Ideó pues
+Almanzor ensancharla por la parte de oriente, no pudiendo verificarlo
+por la de poniente por la demasiada proximidad del alcázar, que convenia
+conservar separado de la mezquita, y lo primero que hizo fué ganarse las
+voluntades de los dueños de las casas y almacenes que habia que derribar
+por aquel lado, ofreciendo indemnizarles con toda liberalidad. Todos
+accedian, y todos eran ámplia y generosamente indemnizados, pues ademas
+de pagárseles sus casas en dinero contante, se les construían nuevas
+viviendas en otros puntos de la capital. Pero entre las personas
+expropiadas debia entrar tambien una anciana, que siendo dueña de una
+casita en que habia una hermosa palmera, se negaba rotundamente á
+cederla por ninguna suma mientras no se le diese otra casa que tuviera
+asímismo su palma. Mandó Almanzor que se buscase á toda costa, aunque
+hubiese que pagarla un millon de dinares; así se hizo, púsose á la
+exigente vieja en posesion de su nueva casa y de su nueva palmera, y
+vencidas todas las dificultades, empezaron los arquitectos del califa
+Hixem la obra. Los exigentes suelen ser afortunados: todos los edificios
+del terreno incorporado á la mezquita vinieron al suelo, y es probable
+que solo se conservase en pié la palma de la vieja, porque dice
+Al-Makkarí que este árbol venia á caer en el proyecto dentro del
+ensanche del patio, donde el afortunado vegetal tenia ya otros
+compañeros[282].
+
+¡En la nueva edificacion trabajaban arrastrando cadenas los infelices
+cristianos que Almanzor habia llevado á Córdoba cautivos, de vuelta de
+sus periódicas espediciones!
+
+[Illustration: PLANTA DE LA MEZQUITA DE CORDOBA SEGUN ESTABA EN TIEMPO
+DE LOS ARABES.
+
+1 _Vestíbulo del Mihrab._
+
+2 _Mihrab ó santuario._
+
+3 _Maksurah, recinto privilegiado y cercado, solo accesible al Ymám y á
+ los ulemas, alkhatibes, almocries y demas ministros del templo._
+
+4 _Habitaciones de los ministros del culto y sirvientes de la Mezquita;
+ sobre las de la derecha estaba el pasadizo que por medio de un puente
+ comunicaba con el Alcazar._
+
+5 _Recinto donde se armopor orden de Al-hakem la Maksurah antigua._
+
+6 _Tribuna desde donde se hacia la alicama ó pregon interior convocando
+ á la azala. Debajo de ella estaba el tesoro ó joyero._
+
+7 _Puesto del Califa._
+
+8 _Puesto del cadi de la Aljama._
+
+9 _Dar-as-sadaca ó cámara de la limosna._
+
+a _Atrio ó patio-jardin de la Mezquita._
+
+b _Pórticos._
+
+c _Entrada principal y Alminar._
+
+A _Mezquita primitiva de Abde-r-rahman é Hixem._
+
+B _Parte añadida por Al-hakem, luego cuarto noble; reservado á la
+ nobleza y personajes de la corte._
+
+C _Ensanche dado por Almanzor._
+]
+
+Derribóse el muro de oriente[283], y se abrieron los cimientos para el
+nuevo muro á distancia de ciento ochenta piés del antiguo en toda la
+línea de norte á mediodia. Añadiéronse á la mezquita propiamente dicha,
+esto es, al cuerpo cubierto del edificio, ocho naves grandes, todas
+iguales y del mismo número de arcos que las ya existentes, prolongándose
+de resultas ciento ochenta piés las treinta y tres naves menores que se
+cruzan en ángulo recto con las principales corriendo de oriente á ocaso.
+Formábanse sin embargo en el nuevo departamento treinta y cinco naves
+trasversales en vez de las treinta y tres del antiguo, porque no se
+prolongó el ala de habitaciones que caía á oriente del Mihrab y que
+ocupaba el espacio de dos naves. La prolongacion de las naves menores no
+se hizo con la servil y monótona uniformidad á que solemos esclavizarnos
+los modernos: los arquitectos árabes no entendian las reglas de la
+simetría como se profesan hoy, huían de lo que llamamos _euritmia_ y se
+satisfacian produciendo la unidad por medio de la variedad sin buscar
+correspondencia forzosa de partes semejantes[284]. En la parte añadida
+por Almanzor se creyó inútil dar á los machones de carga del muro del
+norte las mismas dimensiones, un tanto exageradas, que tenian los del
+muro primitivo reforzado por An-nasír[285], y se ganaba por consiguiente
+un espacio de seis piés en la longitud de las naves mayores por el lado
+del norte. Mas no pudiendo dar á la primera de las menores seis piés más
+de anchura de la que tenian, por no consentirlo la altura de las
+columnas, imaginaron sin duda los arquitectos, que en vez de repartir
+ese pequeño esceso por igual entre los treinta y tres arcos de la
+tirantez de norte á sur, era preferible para el buen efecto conservar en
+línea y perfecta correspondencia las tres ó cuatro primeras naves,
+añadiendo una nave más en el espacio ganado por la dimininucion del
+grueso de los machones, y ensanchando las naves sucesivas donde
+pareciese mas conveniente. De resultas de esto, la nave primera
+trasversal de la parte prolongada no pudo por la estrechez suma de sus
+intercolumnios conservar la plena cimbra de sus arcos; fué preciso
+aproximar los arranques de estos, y romper su elegante curva para que no
+bajase de la altura apetecida, y entonces por la primera vez quizá se
+vió en los edificios de la España árabe el arco apuntado, ú arco
+_ojivo_, llamado despues á cambiar totalmente la fisonomía del arte
+monumental en la edad media[286]. El arco de este modo roto en el punto
+culminante de su curva, adoptó desde luego en aquella pequeña nave
+todas las decoraciones de que es susceptible: adaptó á su intrados los
+lóbulos, prodigados como ligeros festones en las arquerías del _Mihrab_,
+lo adornó graciosamente con el sencillo trébol, y prolongó por la parte
+inferior sus dos arranques formando la ojiva túmida, tan repetida
+despues durante el segundo período del arte hispano-musulman. Allí en
+efecto, en aquel breve espacio de siete piés escasos de anchura y ciento
+ochenta y cinco de longitud, apuró la arquitectura de una sola vez, y al
+primer ensayo, aun no terminado el crítico y terrible milenario primero,
+todas las formas de arco que habian de emplearse en los cuatro siglos
+consecutivos: circunstancia puramente casual, y de la cual sin embargo
+no dejarán de sacar partido para sostener la primacía de España en el
+sistema ojival los que equivocadamente miran estos meros accidentes como
+generadores de las grandes innovaciones arquitectónicas, y no como su
+resultado. No se intentó disimular el ensanche de que vamos hablando; al
+contrario, parece que se trató deliberadamente de señalarlo de una
+manera inequívoca, para lo cual, donde estaba el antiguo muro de
+oriente, ahora línea divisoria entre la undécima y duodécima de las
+naves mayores, se levantó una fila de robustos machones,
+convenientemente espaciados, y entre sí unidos por grandes arcos
+angrelados, arrancando de esbeltas columnas pareadas, unidas al grueso
+de los referidos machos. Nunca el arte clásico antiguo hubiera fiado tan
+espaciosos vanos á tan sutiles apoyos, como son esas columnas que de dos
+en dos envían á las parejas opuestas los gallardos arcos festonados que
+sirven como de embocadura al edificio de Almanzor. Pero los arquitectos
+de Abde-r-rahman I y de Al-hakem II habian hecho ya con felicidad igual
+alarde en la grande arquería de la fachada interior que mira al patio, y
+en la de refuerzo que divide la mezquita primitiva de su prolongacion
+hácia el mediodia, y no habia por qué temer ahora su repeticion. Pasa
+hoy uno con cierto sobrecogimiento por debajo de esos atrevidos arcos de
+ocho metros de elevacion, y seis, siete, y aun ocho de vuelo, al
+considerar que descansan en columnas de unos tres metros de altura
+incluso su capitel, y solo la robustez de los machos á los cuales se
+arriman las gráciles parejas, puede inspirarle la confianza de que no
+vendrán al suelo cansadas de tan sobrenatural esfuerzo.
+
+Para mayor solidez del largo edificio agregado por Almanzor, se prolongó
+hasta su muro oriental, cruzando en ángulo recto con la mencionada
+arquería de refuerzo tendida de norte á sur, la línea de pilares y
+grandes arcos que señalaba el límite meridional de la mezquita
+primitiva: con lo cual quedó la actual Aljama dividida en cuatro partes
+desiguales, á que se dió el destino que diremos, completando tal vez la
+separacion entre una y otra, aunque esto no consta de una manera
+positiva, por medio de canceles ó tabiques de madera. La parte añadida
+por Al-hakem, en cuyas estremidades se alzaban las dos maksuras nueva y
+antigua, se denominó _cuarto noble_: estaba reservada, como queda dicho,
+á la nobleza y personages de la corte, ocupando los ulemas, alkhatibes,
+almocries y demas ministros del templo, con el Imam, el recinto
+inmediato al Mihrab. Los tres cuartos restantes eran para el pueblo, y
+probablemente estaban en ellos divididos los sexos, si es cierto, como
+asegura un historiador citado por Al-Makkarí, que dentro de las naves
+habia dos puertas que conducian al recinto de las mugeres.
+
+Con la parte añadida por Almanzor formaba la mezquita Aljama un gran
+cuadrilátero rectángulo de seiscientos cuarenta y dos piés de longitud
+de norte á sur, y cuatrocientos setenta y dos de anchura de oriente á
+poniente[287], encerrado en cuatro gruesos muros almenados,
+fortalecidos con torres albarranas cuadrangulares, en considerable
+número, y de distintos cuerpos, disminuyendo segun su elevacion. El muro
+del sur, que por el declive del terreno alcanzaba una altura formidable
+y prodigiosa, internándose sus cimientos hasta una profundidad
+descomedida, estaba guarnecido con diez y nueve torres, contando las que
+le flanqueaban en ambos esquinazos, que eran mas voluminosas, y comunes
+á los dos muros de oriente y occidente. El muro de occidente tenia
+catorce; el del norte tenia cinco, ademas del magestuoso alminar erigido
+sobre la puerta principal; por último, el de oriente estaba robustecido
+con diez torres, todas correspondientes á la parte que sufria el empuje
+de las naves, pues en el muro del patio no habia por aquel lado ninguna.
+La mayor parte de estas torres se conservan: subsisten tambien aquellos
+venerables y anchos muros: y si la casualidad, ó el deseo, te llevan, oh
+paciente lector, á esa antigua ciudad que fué un tiempo el emporio de la
+civilizacion musulmana de occidente, no dejes de subir á lo alto de la
+gran mezquita: cuando te halles entre aquellas denegridas y fuertes
+almenas, que forman un dilatado feston de puntas, ó mas bien dientes de
+sierra, hollando con tus piés aquellas altivas torres, te imaginarás
+hallarte recorriendo las terrazas solitarias de los magníficos palacios
+de los Persas Sassanidas; creerás oir los gritos de guerra del ejército
+de Khaled y el zumbido de sus voladoras flechas, y ver á la fugitiva
+dinastía de Cosroes abandonándote el silencioso recinto de sus
+endentadas construcciones. Entonces comprenderás á la primera impresion,
+de quiénes aprendieron los árabes vencedores á erigir sus monumentos.
+Verás tambien magestuosamente tendidas ocupando el inmenso cuadrilátero
+que bordan las sagradas almenas, y en perfecto paralelismo, las diez y
+nueve quillas de las naves con que parecia cubierto el gran templo antes
+de abrumarle con sus actuales bóvedas, y te figurarás que al despedirse
+los árabes de su amada Córdoba cuando surcaban su rio veloces carabelas,
+dejaron en carena esas diez y nueve naves para volver algun dia por
+ellas.
+
+Las puertas esteriores de la mezquita eran diez y seis: seis al patio ó
+atrio de las abluciones, dos á oriente, dos á poniente, dos al
+septentrion; diez al edificio cubierto, de esta manera, tres por
+occidente al cuarto noble, con otra puerta que daba ingreso á las
+dependencias de la mezquita, dos, tambien por occidente, y cuatro por
+oriente, al gran buque destinado al pueblo. Las puertas interiores eran
+veintiuna, sin contar las de las dependencias del templo y la del
+pasadizo secreto del Califa: diez y nueve en la estensa y magestuosa
+fachada del patio, y las dos arriba mencionadas que dentro del buque de
+la mezquita conducian al recinto ó departamento reservado á las mugeres.
+Todas las puertas esteriores eran por lo general rectangulares, formadas
+por arcos-dinteles inscritos en otros arcos ornamentales de herradura:
+sus dovelas blancas y de color alternadas: las blancas ricamente
+exornadas de follages relevados, de estuco; las de color de precioso
+mosáico de ladrillo rojo y amarillento cortado en menudas piececitas
+rectilíneas. Ceñía al arco de herradura un ancho y precioso arrabá de
+cenefas cuajadas de labores, y ostentaban igual riqueza de ornato los
+tímpanos entre el arco y el dintel, las enjutas, las fajas, y las
+ventanillas de tablas de alabastro perforado que, ya encerradas en
+arquitos sobre marmóreas columnillas, ya partidas en graciosos agimeces,
+flanqueaban en uno ó en dos órdenes las referidas puertas[288]. En
+algunas de estas veíanse cornisas voladizas sostenidas en ménsulas
+formando antepecho con sus almenillas dentadas y sus matacanes, dando al
+sagrado edificio aspecto de fortaleza y recordando los belicosos
+orígenes de la propaganda islamita.
+
+[Illustration: ORNAMENTACION DE UNA DE LAS PUERTAS DE LA CATEDRAL
+
+(_Córdoba._)]
+
+[Illustration: CAPILLA DE VILLAVICIOSA.
+
+(_Catedral de Córdoba._)]
+
+[Illustration: ESTERIOR DE LA MEZQUITA DE CÓRDOBA.]
+
+Supónese que no contento el altivo hagib de Hixem II, ó mas bien su
+tirano, con haber hecho lo que dejamos referido, fué él tambien el que
+reformó la capilla de la tribuna desde donde se pregonaba la alicama,
+bajo la cual estaba el tesoro[289]. Quiso sin duda rivalizar en
+magnificencia con Al-hakem y dejar al amparo del edificio religioso
+algun recuerdo duradero de la galana imaginacion de sus _amines_[290],
+presintiendo quizá la triste suerte que amagaba á su predilecta
+fundacion de Azzahira, muestra suntuosa de la cultura de su tiempo
+ilustrada con lágrimas de sus ojos[291]. Tal vez existian ya á manera de
+ventanas en los dos costados de norte y mediodia de la referida tribuna,
+los dos atrevidos arcos dobles de diez y siete piés de vano que hoy
+tiene, iguales en sus columnas y en su medida á los de la gran línea de
+pilares de Al-hakem que corre de oriente á ocaso; pero si realmente
+estaban ya construidos, si no era la decoracion esterior de esta capilla
+análoga á la de la central frontera al Mihrab, indudablemente su
+intrados era liso y los adornos de su archivolta, si los tenia, eran de
+un gusto que pasaba ya por anticuado. El plano de este recinto era un
+rectángulo de lados desiguales. Hizo el que dirigió la obra por Almanzor
+que en los costados de oriente y occidente, que eran los de mayor
+longitud, se abriesen otras ventanas menores, de distinta forma de las
+que habia, de arcos exornados tambien segun el nuevo estilo, y que en
+los paramentos de los cuatro muros y en la cúpula que los corona,
+estampase el arte sarraceno emancipado de la tradicion bizantina el
+sello indeleble de sus aspiraciones, ya mas voluptuosas si bien menos
+monumentales. Fueron sin duda africanos los _amines_ de Almanzor. Dieron
+á estos arcos, y á los de la pieza baja ó tesoro, los festones de
+lóbulos que tan gallarda y viciosamente disfrazan el verdadero objeto de
+estas curvas, convirtiéndolos en orlas de cintas y nexos de encaje, y
+solo respetaron las antiguas columnas y sus capiteles románicos.
+Adornaron las archivoltas con menudos pometados, inscribieron los arcos
+en vistosos y ámplios recuadros formados de muchas cenefas
+primorosamente labradas á cincel y punzon: pusieron en las enjutas
+grandes florones de nueva forma, en que campean y se enroscan sutiles
+vástagos prendidos á sus bayas, formando postas y ondulosas lazadas
+sobre fondo de espeso ataurique picado, á modo de culebras que se
+desnudan de sus escurridizas y pintadas pieles revolviéndose en un tapiz
+de flores. Coronaron los arrabás con lindas cornisillas de arquitos
+entrelazados y calados, y sobre ellos hicieron correr por todos los
+cuatro frentes una ancha faja de bovedillas apiñadas que fingiesen
+estalactitas de oro cristalizado, en la naturaleza imposibles, pero
+tambien de efecto sorprendente y hasta entonces desconocido. En las
+paredes de oriente y ocaso, que eran los lados mayores del rectángulo,
+figuraron de relieve los arcos de lóbulos que no podian estar abiertos,
+y descansando en la ligera cornisa de su arrabá, esculpieron, á plomo
+sobre las enjutas del grande arco figurado, dos ricas ménsulas con
+leones asomando por ellas la cabeza y el pecho. Eran cuatro los leones,
+dos en cada una de las fajas de levante y poniente, todos equidistantes,
+y desde cada leon al que tenia enfrente volteaba un grande arco, cuyo
+paramento avanzaba algunos piés sobre la zona inferior, y desde cada
+leon al que tenia á su lado volteaba otro grande arco figurado y que no
+avanzaba sobre el paramento del muro inferior. Estos cuatro grandes
+arcos superiores, cada uno de ellos de veintiun lóbulos de crestería
+trebolada y primorosamente adornados en las enjutas y en el fondo como
+los de la zona inferior, formaban un cuadrado perfecto por haber quedado
+á igual distancia sus cuatro apoyos, merced al ingenioso modo de acortar
+los lados mayores poniendo los leones á plomo sobre las enjutas de los
+grandes arcos de abajo. Vencida esta dificultad, y regularizado el
+espacio superior encerrado en cuatro arcos torales, era ya muy sencillo
+levantar sobre ellos la cúpula que habia de coronarlo. Sobre los arcos
+se tendió una cornisa general, y en esta se apoyaron, cruzándose en el
+espacio y deslumbrando con sus colores y dorados, como fuegos de
+artificio cuyas curvas se cruzan en el domo sombrío del estrellado
+firmamento, los arcos de segmentos que forman la elegante y estraña
+cúpula morisca. El primoroso alizar de alicatado que cubria el zócalo de
+este mágico aposento, su piso de ladrillo barnizado á la manera
+persiana, sus paredes cuajadas de estucos pintados de verde y rojo
+opaco, y á trechos dorados, haciendo un fondo de espeso y menudo
+ataurique cubierto con un enrejado de flores, sus arcos de lóbulos
+detenidamente calados y contornados con otros adornos, dan á esta
+capilla, perdida en el bosque de columnas de la inmensa mezquita, el
+aspecto de un cenador de apretado lúpulo y graciosas enredaderas,
+recortado por la mano de las péris en medio de una selva
+encantada[292].
+
+No terminaremos la restauracion ideal de la gran mezquita de Córdoba sin
+hacer mérito de otra obra preciosa, en la cual hoy nadie repara, que á
+nuestro entender se ejecutó tambien en tiempo de Almanzor. Hablamos de
+la decoracion de la _Cámara de la limosna_, toda de estuco, con arcos
+ornamentales afiligranados, por el estilo de la capilla ó tribuna que
+acabamos de describir. Habia hecho construir Al-hakem II á la parte
+occidental del templo un departamento para la distribucion de las
+limosnas, en el cual cualquier pobre viandante estraviado, que se
+encontrase en la ciudad sin amparo y sin medios de subsistir en ella,
+hallaba caritativa hospitalidad y recibia cuanto podia necesitar para
+continuar su viaje. Para este objeto habia el Califa dotado el
+establecimiento de una manera espléndida. El departamento que ahora nos
+ocupa no era propiamente hablando una hospedería, y aun nos inclinamos á
+creer que ni una noche siquiera podia pasar en él el caminante perdido;
+primero, porque su limitado recinto, de una sola cámara, igual en
+proporciones á la tribuna restaurada por Almanzor, no lo permitia; y
+ademas, porque para hospederías, donde pudiesen los pobres permanecer,
+tenia el mismo Al-hakem dispuestos otros edificios fuera de la mezquita,
+y tambien á la parte occidental, frente por frente á la cámara de la
+limosna (_Dar-as-sadaca_)[293]. Y no se crea que en estas hospederías
+se albergaba solo la gentecilla menuda y de poco valer: Ibnu Bashkuwal
+nos cuenta que el célebre poeta Ahmed Ibn Khaled estuvo largo tiempo
+alli mantenido, y segun él acudian á este establecimiento los teólogos
+pobres y los estudiantes necesitados que iban á Córdoba á cursar leyes,
+los cuales, mientras buscaban, ó fingian buscar, en la capital
+alojamiento acomodado á sus escasos recursos, vivian en el ameno trato
+de muchos hombres graves, literatos, historiadores, oradores y poetas,
+que eran en él agasajados. Los estudiantes, de mejor condicion que los
+modernos _sopistas_, recibian comida diaria, provisiones de todo género,
+y ademas una pequeña cantidad en metálico; los sabios formados tenian
+asignadas pensiones anuales sobre el tesoro, cada cual segun su mérito y
+circunstancias personales. La cámara _Dar-as-sadaca_ no estaba en rigor
+destinada mas que á repartir la limosna entre los pobres. Su riquísima
+puerta, hoy tapiada, se dibuja todavía en ambos lados interior y
+esterior del muro de la mezquita, y segun Al-Makkarí era la principal
+del costado de Occidente. Ya no es posible formarse una idea exacta del
+aspecto que presentaria esta cámara cuando acabó de decorarla al estilo
+africano el hagib Almanzor: una espesa capa de cal cubre y desfigura las
+labores de estuco pintado y dorado que convertian sus paredes en
+primorosa filigrana; su belleza, mejor apreciada en la edad de hierro de
+la reconquista, se oculta hoy olvidada y oscurecida despues de haber
+servido con brillantez á la primera catedral cristiana de Córdoba, que
+hizo de dicha cámara su rico vestíbulo; y la hermosa convertida, que
+halló gracia á los ojos del austero S. Fernando, no ha alcanzado piedad
+en nuestros dias de tolerancia y de indiferentismo, y ahí permanece
+arrinconada, vergonzante, cubierta de polvo, esperando el dia de su
+rehabilitacion, y dando gracias sin embargo á su nuevo dueño porque,
+aunque la tiene envuelta en una fria mortaja de yeso y cal, al menos no
+la ha mutilado y reducido á polvo para poner en su lugar una capilla
+churrigueresca ó greco-romana[294].
+
+Así se conserva la interesante estancia que en la mezquita árabe servia
+para repartir la limosna, y nadie se imagina que esa pieza desnuda y
+pobre, que pasado el postigo de S. Miguel se ve hoy separada del cuerpo
+del templo por un miserable tabique y una puerta de pino, y donde tiene
+el cabildo el archivo de la estinguida capilla de música y sus libros de
+coro, sea aquella suntuosa _Dar-as-sadaca_ donde la religion musulmana
+se mostró menos opuesta á la religion evangélica de caridad y amor,
+donde mas honrada fué la humanidad por el paganismo sarraceno, donde
+menos agravio recibió la divinidad de los profanadores de la antigua
+basílica cristiana, y por último, donde mas interesantes y patéticas
+escenas presenció quizás la corte de las califas.
+
+La tribuna de la _alicama_ y la _cámara de la limosna_ debieran ser
+fecundas en recuerdos; pero no nos los han trasmitido los historiadores
+árabes, tan minuciosos en otras cosas; y los únicos hechos gloriosos que
+á estas construcciones podemos hoy referir, estan tan identificados con
+la triste época del decaimiento del poderío árabe en España, como la
+misma mudanza de estilo que en ellas se advierte comparándolas con las
+obras arábigo-bizantinas de la época anterior. A la verdad el estilo de
+su ornamentacion se diferencia notablemente del empleado en el Mihrab y
+en todo el resto de la mezquita: pero ¿quién es capaz de calcular el
+tiempo que necesita el arte para variar de fisonomía, cuando concurren
+en una nacion trastornos tan radicales como los que acaecieron en el
+Estado cordobés bajo la administracion de Almanzor? Ya lo hemos
+indicado: el solo predominio de las razas africanas pudo bastar para
+trocar completamente las tendencias del arte musulman. Y es muy de
+advertir que el arte, menos significativo en sus formas para los mismos
+que lo practican, que para nosotros que de lejos estudiamos sus
+sucesivas trasformaciones, como el que desde una eminencia observa
+perfectamente las varias revueltas de un magestuoso rio, ha eludido
+siempre las prohibiciones que tienden á separar é incomunicar las ideas;
+por lo cual, del mismo modo que las prácticas de la arquitectura arábiga
+habian logrado carta de naturaleza en los pueblos cristianos de España,
+así las prácticas de los africanos habrian hallado acceso entre los
+arquitectos del Califato á despecho de la guerra sangrienta que se
+hicieron Almagreb y Andalucía, si ya antes la amistad y fusion de estos
+dos Estados no les hubiesen dado fácil y halagüeña acogida. Con solo
+saber que al espirar el décimo siglo andaban andaluces y africanos en
+comunicaciones tan frecuentes y amistosas como las que bajo los
+Abde-r-rahmanes habian tenido andaluces y bizantinos; con solo observar
+que el famoso caudillo de los Zenetes Zeyrí Ibn Atiyah envía á Almanzor
+embajadas y ricos presentes en que lucen á la par las grandes
+pretensiones del donador, las de la naturaleza y las del arte, y luego
+le visita personalmente en Córdoba admirándole con sus nuevos presentes
+y su brillante comitiva, podiamos desde luego haber adivinado una
+trasformacion esencial en la fisonomía del arte andaluz. Lo que era
+antes Bizancio para la sede de los califas, es ahora el Africa
+occidental: es posible que el gérmen africano ingerto en el robusto
+vástago hispano-oriental haya producido un arte mas bello que el
+africano-berberisco, acre por su naturaleza como la índole de las tribus
+auxiliares de Almanzor; pero de todos modos es africano el genio que
+preside á la trasmutacion del arte cordobés y á su emancipacion de la
+tutela bizantina; y es indudable que con solo atender á las fechas, y
+con saber que la intimidad entre Almanzor y Zeyrí fué anterior á su
+enemistad sangrienta, podiamos ya sospechar qué escena tendrian
+dispuesta los arquitectos del poderoso hagib para los dos actos
+capitales en que por última vez figura la gran mezquita, de anunciar á
+los creyentes congregados la conquista del Africa occidental, y de
+distribuir entre los pobres inmensas sumas en celebridad de la ruidosa
+victoria.
+
+Podia el Andalús celebrar con locas demostraciones de júbilo su triunfo;
+pero el Africa estaba ya vengada, porque todo era en Córdoba africano:
+el hagib, el ejército, las autoridades, la vida pública y privada, la
+arquitectura que es su fórmula material, todo en suma. La misma tribuna
+en que se leyó al pueblo de Córdoba la carta del hijo de Almanzor
+refiriendo la gran batalla y victoria de Wadamena, estaba decorada al
+estilo berberisco; la misma cámara ó estancia en que se dieron aquellas
+cuantiosas limosnas en accion de gracias al Todopoderoso que se habia
+dignado humillar y confundir al Africa rebelde, parecia en su ornato un
+lujoso aposento del harem de un Edrisita.
+
+Dejemos ya al gran monumento de la civilizacion arábigo-hispana, tal
+como acabamos de describirlo, dormir un sueño secular, mientras ruedan
+por encima de su espaciosa techumbre las tormentosas nubes de las
+revoluciones, que, preñadas de calamidades, descargan sobre la hermosa y
+desventurada reina del Guadalquivir. Las razas que alternativamente se
+apoderan del trono cordobés, no dejan en la mezquita la menor huella:
+pasan todas por delante de la gran fábrica silenciosa, como las
+espumantes olas de un rio desbordado que con imponente murmullo se
+empujan sin batir la dura peña de la orilla; y el incomparable edificio
+de los Abde-r-rahmanes y Al-hakemes se mantiene intacto, sin que al
+parecer introduzcan modificacion alguna en él los almoravides ni los
+almohades, esperando el término del castigo que sufre la grey de Cristo
+y el momento de volverse á enarbolar la triunfante enseña de la
+redencion sobre las columnas que habian sustentado el templo de
+Jano[295].
+
+Acabó el renacimiento griego[296] de mas de dos siglos fomentado por los
+Umeyas; desfalleció el genio árabe del Asia, y el astro de la cultura
+cordobesa llegó á su ocaso. ¡Cuán cierto era que el altivo Cástor
+musulman no estaba dotado del aliento divino que ahora mas que nunca
+empezaba á revelar el Pólux cristiano! En vano pugnaron las huestes del
+hagib por la integridad del Califato en los campos de Calatañazor; el
+Estado y el arte siempre mueren juntos. El Estado cordobés muere con
+Almanzor, y despues de la consternacion que con tan siniestra noticia se
+apodera de sus soldados, despues del llanto que todos derraman por el
+ilustre general que siempre los habia conducido á la victoria, y á quien
+miraban como su padre y defensor, no es ya posible que el genio del
+Oriente vuelva á sonreir en mucho tiempo sobre la tierra del
+Guadalquivir.
+
+Hemos recorrido, lector amigo, un período de doscientos diez y seis años
+desde el dia en que vimos al ilustre Umeya proscrito comenzar en Córdoba
+la edificacion de la mezquita Aljama, hasta la hora, para el Califato
+aciaga, en que cesan con la muerte de Almanzor los embellecimientos de
+este suntuoso templo, Caaba del Occidente. Durante este período hemos
+presenciado grandes cosas estudiando el soberbio monumento reflejado en
+el espejo mágico de la historia. Vimos primero los esfuerzos de un
+hombre lleno de genio, que, entronizándose en Córdoba con su gloriosa
+dinastía, y con una cultura llena de seducciones, sucesivamente rival y
+amigo de Carlomagno, disputa al gran organizador de la cristiandad el
+lauro de civilizador, saca de la rica mina de Bizancio los materiales
+para su grande obra, y envía la luz sobrante del faro que levantó sobre
+el Guadalquivir á iluminar la corte del nuevo César. Despues hemos visto
+al hijo de Abde-r-rahman I secundar admirablemente la obra de
+fascinacion comenzada por el famoso _intruso_; despues, dividirse su
+tarea sus descendientes, encargándose unos de todo lo relativo á la
+política y á la guerra, á fin de proporcionar á los otros el sosiego y
+los medios necesarios para hacer florecer las artes de la paz.
+Paralelamente á la cultura hispano-musulmana, se ha ido desarrollando la
+civilizacion hispano-cristiana, y despues que ambas han adquirido todo
+su natural crecimiento, ha sido preciso que la una fuese gradualmente
+cediendo el campo á la otra, como sucede con dos árboles corpulentos que
+no caben en el mismo terreno. Primero el genio del Occidente estuvo como
+adormecido desde que se eclipsó la estrella de Carlomagno: la Europa se
+creyó condenada á perpétua barbarie, á pesar de las escitativas promesas
+de la Iglesia; los encargados del regimiento de las naciones católicas
+perdieron de vista su divino norte, y en momentánea y triste oscuridad
+unos contra otros blandieron truculentos las fratricidas lanzas: período
+funesto de desórden y confusion que estimuló los brios y alentó las
+esperanzas de los sectarios del falso profeta. Pero la reconciliacion de
+los hijos de la Iglesia trajo al cabo el iris de paz á la cristiandad
+sobre un mar de sangre musulmana en Calatañazor; y mientras la _peña de
+las águilas_[297] estaba bañada de roja espuma, el sol del Califato
+doraba apenas las torres de la mezquita con sus crepusculares fulgores.
+¡Grande fué para la verdadera civilizacion del Occidente el triunfo de
+aquella jornada! El orgulloso tronco de los Umeyas fué tronchado por el
+rayo; el árbol cristiano, ya lozano y pujante, puede ahora dilatar
+libremente sus ramas hasta sombrear la misma tierra de donde procede su
+gérmen; y el arte occidental, en un principio menesteroso y mendicante
+cuando el Epulon musulman derramaba á manos llenas sobre la reina del
+Bétis las galas de Bizancio, se está disponiendo para ir á llamar con
+arrogancia á las puertas de Córdoba musulmana con la civilizacion de la
+cruz exaltada por los ejércitos del hijo de Berenguela.
+
+Descanse pues el gran templo por tantos califas reformado y
+engrandecido, y manténgase como mudo testigo de las rápidas invasiones,
+insurrecciones sangrientas, guerras civiles y traiciones que hormiguean
+y zumban á su pié[298], hasta que le llegue el dia de mostrarse como una
+aparicion fantástica á los ojos atónitos de los guerreros de S.
+Fernando. No se crea sin embargo que todo este tiempo han de contemplar
+pasivos los reyes de Castilla la integridad del símbolo islamita. Tres
+veces se pusieron sobre Córdoba las huestes cristianas. Dos veces
+penetraron en ella conducidos por el valiente emperador D. Alfonso
+VIII, y otras dos fué la mezquita ocupada, purificada luego y consagrada
+al verdadero culto. Estos hechos de armas merecen referirse.
+
+Vivian los mozárabes de Córdoba bajo los almoravides pacífica y
+cómodamente, aunque cautivos. Adormecidos bajo el suave yugo de sus
+dominadores, iban ya casi olvidando su religion y su lengua
+materna[299]: Alí, hijo de Juceph, que era á un mismo tiempo monarca en
+Africa y en Andalucía, los colmó de distinciones: les concedió armas, y
+les dió por capitan á otro cautivo, caballero catalan, que le habia
+fielmente servido en Africa ganándole muchas victorias contra los
+almohades. Pero esta paz era funesta á los desdichados mozárabes, y la
+Providencia habia decretado volverlos á purificar en el fuego de las
+tribulaciones. Entra el famoso D. Alfonso _el Batallador_ con grande
+ejército en Andalucía, pónese á vista de Córdoba, causando tanto terror
+en los mahometanos, que abandonan sus haciendas y se encierran en sus
+fortalezas; y entonces los cristianos cautivos, como súbitamente
+libertados de un lánguido y peligroso desmayo, armados de sobrenatural
+energía, corren en tropel en busca del rey D. Alfonso, y con súplicas y
+lágrimas le piden se les lleve á su reino, pues mas quieren perder sus
+casas y bienes que la religion de sus mayores. Condesciende el rey á su
+peticion, y al levantar el campo, aléjanse con él de Córdoba diez mil
+familias mozárabes, á las cuales dió luego _el Batallador_ en sus
+dominios tierras y privilegios[300]. Fué tal la exasperacion de los
+mahometanos de Córdoba por esta fuga de los cristianos, que de comun
+consejo determinaron estinguirlos. ¡Ay de los infelices que quedaban
+dentro de la ciudad! A muchos quitaron cruelmente la vida, á otros
+castigaron atrozmente poniéndolos en estrechas prisiones. A todos
+despojaron de sus bienes, y á los que quedaron con vida, despues de
+muchas injurias, los deportaron al Africa. Algunos tal vez podrian
+librarse huyendo al reino de Toledo, y estos dejarian despues las
+noticias de los parages donde habian quedado ocultas las reliquias y
+santas imágenes que veneraban. Tambien entonces destruirian los
+mahometanos muchas basílicas y profanarian otras convirtiéndolas en
+mezquitas[301].
+
+No tardó mucho el rey de Castilla y emperador D. Alfonso VIII en lavar
+esta afrenta. Las guerras contínuas entre los almoravides y los
+almohades en Africa ponian frecuentemente á los muslimes de Andalucía á
+merced de los cristianos. Alí habia muerto desastradamente: era rey de
+Africa y Andalucía su hijo Taxfin, el cual, no pudiendo guarnecer con
+tropas africanas sus dominios de España, los tenia entregados á la buena
+fé y lealtad de su virey y gobernador Ben Ganiyah. Pero este, que vivia
+mas como soberano que como gobernador, habia hecho numerosos
+descontentos. Al mismo tiempo un ambicioso vecino de Córdoba, muy rico y
+poderoso, llamado Ben Handí, que gozaba entre los mahometanos la opinion
+de santo, habia ido poco á poco insurreccionando la plebe, hasta ser por
+ella aclamado rey. Noticioso Ben Ganiyah del levantamiento, se presentó
+á las puertas de la ciudad con escogidas tropas y fué admitido sin
+resistencia, teniendo el usurpador que desampararla para salvar la vida.
+De Córdoba pasó Ben Ganiyah á sitiar á Andújar, persiguiendo á Ben Handí
+que se habia refugiado en ella con sus parciales; y estos para conjurar
+la venganza del ofendido virey y distraer su atencion, llamaron en su
+auxilio al emperador D. Alonso, que con gran celeridad asentó sus reales
+sobre la capital. Abandonó Ben Ganiyah la venganza y acudió al peligro;
+pero reconociendo la superioridad del castellano, le entregó la ciudad
+el dia 18 de mayo de 1146. Dia de grande abominacion fué este para los
+sectarios del Islam: los historiadores árabes lo recuerdan con dolorosa
+execracion, y refieren con escándalo que los cristianos penetraron en la
+mezquita Aljama, ataron sus corceles á las columnas del _Maksurah_ y
+profanaron con sus manos impías el sagrado Koran que se custodiaba en
+su _Mihrab_[302]. Purificó este suntuoso templo el arzobispo de Toledo
+D. Raimundo, y dedicándolo á Dios, celebró en él de pontifical.
+Desgraciadamente no podia el emperador conservar á Córdoba ni dejar
+gente para guarnecerla, y así habiéndole Ben Ganiyah prestado juramento
+sobre el Koran de ser su fiel vasallo, y de mantener la ciudad en su
+nombre, se la dejó confiada. No bien se alejaron de sus muros las
+huestes cristianas, quebrantó su juramento el infiel musulman, y no se
+contentó con esto, sino que ademas atrayendo á Andalucía con falaces
+promesas á varios caballeros castellanos que mandó el emperador á
+posesionarse de Jaen, los aprisionó luego que entraron en la
+ciudad[303]. Irritado Alfonso con tan infame traicion, dispuso ir sobre
+Córdoba con ejército muy poderoso. Cabalmente acababa de apoderarse de
+Almería, habiendo reunido para esta empresa tan numerosas huestes, suyas
+y de otros príncipes aliados, que la muchedumbre de los ginetes y peones
+cubria las montañas y la campiña, el agua de los rios y fuentes no era
+bastante á apagar la sed de todos sus caballos, ni las yerbas de aquella
+comarca suficientes para darles pasto[304]. El rey Rogerio de Sicilia,
+que era uno de los aliados, se habia en verdad despedido de él, despues
+de espugnada Almería, para ir á campear por su propia cuenta en Africa;
+tambien el conde de Barcelona y el duque de Montpellier, y los genoveses
+y pisanos, que le habian auxiliado por mar con sus numerosas y bien
+armadas naves, se habian ya dispersado. Nada por otra parte habrian
+podido favorecerle ahora estas fuerzas de mar por el Guadalquivir,
+siendo ya Sevilla conquista de los almohades. Pero sin contar los
+ejércitos del rey D. García de Navarra y del conde de Urgél, podia
+disponer D. Alfonso de las mesnadas de sus condes y ricos-hombres: allí
+tenia á D. Fernando Joanes con las tropas de Galicia, á D. Ramiro Florez
+Frolaz con las de Leon, á D. Pedro Alfonsez con las de Asturias, al
+conde Ponce y á D. Fernando Ibañez con las de Estremadura alta y baja, á
+D. Martin Fernandez con las de Ita y Guadalajara, á D. Gutier Fernandez
+de Castro y D. Manrique de Lara con las de Castilla la Vieja, y á D.
+Alvar Rodriguez con las de la Nueva y Toledo. No se descuidó Ben Ganyah
+en prevenirse: reconociendo que le faltaban fuerzas para contrarestar la
+acometida de Alfonso, trató solo de aumentarlas, é imitando el ejemplo
+del rey Al-Mu'tamed, que por esquivar el yugo de D. Alfonso el
+Conquistador de Toledo se habia entregado al de los almoravides,
+prefiriendo _apacentar camellos en el Desierto á guardar puercos en
+Castilla_[305], para librarse de las manos del emperador llamó en su
+socorro á los almohades. Atento solo á la necesidad de rechazar á los
+altivos cristianos que se disponian á sitiarle, envió un mensage á
+Berraz Ibn Mohammed, general de Abde-l-mumen, emperador de los
+almohades, que el año anterior habia vencido á Taxfin y estinguido el
+poder de los almoravides en Africa; y en este mensage solicitó de él una
+entrevista. Abocáronse los dos generales en Écija, y allí estipularon
+que Berraz asistiria a Ben Ganyah con tropas, con la condicion de que el
+almoravide le pondria en posesion de Córdoba y Carmona, reservándose el
+dominio de Jaen. Sin esperar á que este tratado fuese ratificado en
+Africa por Abde-l-mumen, tomó Berraz posesion de Córdoba y de Carmona, y
+Ben Ganyah se retiró á Jaen. Arrepentido sin duda de haberse entregado á
+los enemigos de su raza sin haber probado fortuna contra los enemigos de
+su fé, rompió pronto Ben Ganyah su alianza con los almohades: resuelto á
+contrastar en lo posible sus rápidos triunfos, quiso arriesgar contra
+ellos una batalla campal en la vega de Granada, que ya recorrian
+impetuosos llevándolo todo á sangre y fuego, y en el calor de la
+refriega, herido de muchas lanzadas, de que no bastó á defenderle su
+armadura, murió el día 21 de la luna de Xaban del año 543 (A. D. 1149).
+Los almohades se apoderaron de Jaen. Aprovechando esta oportunidad el
+emperador Alfonso, marchó con su ejército sobre Córdoba y la sitió. Así
+que esto se supo en Sevilla, trataron los almohades de enviar á los
+sitiados poderosos refuerzos. Dispusieron saliese de Sevilla con tropas
+escogidas Abu-l-ghamr Ibn Gharun, y que el gobernador de Niebla Yusuf
+Al-betruhí saliese con las suyas: incorporáronse estos dos ejércitos, y
+á marchas forzadas avanzaron á Córdoba. Envió ademas Abde-l-mumen un
+tercer ejército bajo el mando de Yahya Ibn Yaghmur; pero antes de que
+este llegase, ya habia el rey cristiano tomado parte de la ciudad
+haciendo una sangrienta incursion en ella, profanando de nuevo la
+mezquita mayor y llevándose un rico botin[306]. Al llegar á Córdoba el
+refuerzo de Ibn Yaghmur, el prudente emperador levantó el campo:
+arrolláronse las tiendas, emprendióse la retirada, y no entró el
+ejército auxiliar en la capital de Andalucía sino para ver desde sus
+almenas relumbrar á lo lejos en la sierra las lanzas y escudos de las
+mesnadas cristianas. En esta segunda entrada de las tropas de Alfonso en
+la mezquita Aljama no hubo al menos desacato contra el sagrado _Mushaf_:
+Berraz Ibn Mohammad se lo habia ya enviado á Africa á su rey
+Abde-l-mumen con otras preciosidades recogidas en la ciudad cuando la
+ocupó de resultas de su convenio con Ben Ganyah, y el Amir de los
+muslimes lo tenia cuidadosamente guardado en su tesoro. Cuéntase que
+este Mushaf acompañó luego á Abde-l-mumen en todas sus espediciones
+militares, llevado delante de él dentro de su preciosa caja sobre un
+camello, bajo un dosel, entre cuatro banderas, en las cuales se leían en
+caractéres de oro versículos adecuados del Koran[307].
+
+Grande era ya en esta época el poder de Castilla, creciendo
+considerablemente al par el de los demas reinos de la España cristiana.
+Grande tambien habia sido desde principios del undécimo siglo el
+desarrollo del arte occidental. Pero ¿se hallará este ya por ventura en
+estado de sustituir dignamente á su émulo el arte del Oriente? La
+tentativa del emperador Alfonso ha sido prematura: espláyese y domine en
+buen hora la forma románica en todas las grandes ciudades arrebatadas á
+los califas allende los montes, en Toledo conquistada por D. Alonso el
+VI, en Zaragoza y Tarragona rescatadas por D. Alfonso el Batallador. El
+imperio musulman que parecia exánime despues de la muerte de Almanzor ha
+recobrado nueva vida: una raza nueva le ha inoculado su sangre activa y
+poderosa, los almohades aspiran á regenerarlo en Andalucía, y todavía es
+la corte de los Abde-r-rahmanes reconocida por capital y centro del
+mahometismo en España. No ha llegado pues la época del vencimiento
+definitivo para Córdoba y su arte. Dejad que esa nueva sangre anime
+nuevas formas; dejad que los almohades terminen en Sevilla el gigantesco
+ensayo del arte que se proponen sustituir al arte de los Umeyas[308];
+dejad que entre tanto las dos grandes monarquías enemigas que ya no
+caben juntas en España desahoguen su plétora en las sangrientas batallas
+de Alarcos y Muradal; y entonces será tiempo de decidir cuál de estas
+dos nacionalidades tan llenas de vida, tan pródigas de su sabia, tan
+épicas en sus hechos, ha de quedar dueña esclusiva de las hermosas
+ciudades del Guadalquivir, con sus usos, sus artes, su lengua y su fé.
+
+Pronto llegará el dia de la decision. Ved cuán rápidamente se pulveriza
+el coloso hecho pedazos en los hondos valles de las Navas de
+Tolosa[309]. La anarquía ha vuelto á apoderarse de la España musulmana
+despues de la gran derrota, y los cristianos van cada dia ensanchando
+sus fronteras. El arte de Occidente avanza con ellos, y tanto sube de
+punto su jactancia, que ya en el primer tercio del siglo XIII (A. D.
+1229) presume implantarse en Africa á la sombra de un tratado de
+alianza, levantando en medio de la fastosa corte de los almohades una
+iglesia cristiana. Deseoso el amir El Mamun de escarmentar á los
+rebeldes almohades, solicitó del rey de Castilla tropas que pasasen con
+él á Mauritania, y el rey cristiano le respondió: «No te daré ejército
+si tú no me das diez plazas fronterizas que yo señale, y si Dios te
+concede entrar en Marruecos, habrás de construir para los cristianos que
+te acompañen una iglesia en el centro de la ciudad, en que puedan ellos
+celebrar públicamente su culto tocando las campanas todo el tiempo que
+duren las ceremonias. Si algun cristiano quisiese hacerse mahometano, no
+se lo consentirás, sino que le entregarás á los de su ley para que sea
+juzgado, y por el contrario, si algun musulman quisiese hacerse
+cristiano, no permitirás que nadie se lo estorbe[310].» Cuando la
+nacionalidad y la fé española podian imponer semejantes condiciones, y
+cuando la nacionalidad y la fé islamita las admitian, era prueba de que
+se estaba ya robusteciendo el brazo del predestinado que habia de
+desquiciar las puertas de bronce de la Caaba del Occidente.
+
+Muy urgente era por cierto la victoria, porque los terribles almohades,
+en su fervoroso celo por el triunfo del Islam, á nada menos habian
+aspirado que á la completa estincion de la fé de Cristo en Andalucía, y
+así en Córdoba, Sevilla, Jaen y Murcia, no habia ya cristianos mas que
+entre los cautivos[311].
+
+Pero ¿qué jubiloso clamor es ese que sale de las mazmorras donde há poco
+solo resonaban dolorosos alaridos y prolongados ayes de agonía? ¿Por qué
+sacuden sus vibradoras lenguas con tanto brío las antes sujetas y mudas
+campanas de las basílicas, ayer desiertas, abandonadas y amenazando
+ruina? ¿Qué significa ese imponente rumor con que despierta sobresaltada
+la poblacion entera? ¡Ah! ¡Es que ha amanecido el dia del gran desastre
+para el Islam! Nadie se lo esperaba: hace unas cuantas horas solamente,
+los cordobeses descansaban descuidados. Velaban solo los corazones
+rencorosos ó atormentados por la ambicion, enconados en las rivalidades
+de partidos; pero nadie pensaba que todo reino dividido tiene muy
+próxima su ruina. Caía la lluvia á torrentes, la ciudad parecia
+suficientemente defendida contra cualquiera tentativa: no habia sobre
+Córdoba ejército enemigo: decíase solo que los puertos de los Montes
+Marianos estaban ocupados por un puñado de almogávares[312]... ¿Cómo
+pues ha podido fraguarse tan grande calamidad en tan cortos instantes en
+el silencio de la noche?
+
+Los cristianos, favorecidos por los cordobeses descontentos, se han
+apoderado de la Aljarquía[313] escalando la muralla y matando á las
+centinelas dormidas. La puerta de Martos está abierta á los terribles
+almogávares y á la caballería de Tafor; Colodro[314] y Baños con sus
+compañeros dominan las torres de aquella parte; los cautivos levantan
+hácia ellos los brazos aun agoviados por las esposas; los moros muestran
+en sus semblantes el pavor que hiela sus corazones, refúgianse
+tumultuando en la Almedina, y obligando á tomar las armas á todos,
+ancianos, mozos y niños, se aprestan á la defensa. Los valerosos
+cristianos se fortalecen en el barrio de oriente mientras D. Ordoño
+Alvarez y D. Alvar Perez de Castro envían corredores á Fernando con la
+noticia de tan inopinado suceso, y pidiendo refuerzos. Los moros por su
+parte, trocado el primer espanto en rabioso corage, piden tambien
+auxilio á su Amir ausente para esterminar á los invasores. ¿Qué hace
+Aben Hud al recibir la triste nueva? Emprende su marcha para libertar á
+Córdoba; pero en el camino vacila, duda, reune sus alcaides, oye su
+consejo, y abandonando á sus propios vasallos, se dirige á socorrer á
+los agenos[315]. ¿Qué hace Fernando? Monta al punto á caballo[316],
+acompañado solo de unos cien caballeros, despachando órdenes á las
+ciudades, villas y concejos, para que le sigan los ricos-hombres é
+hijosdalgo con sus milicias, y recomendando á los maestres de las
+órdenes militares que le envíen la flor de su caballería. Así, mientras
+los musulmanes se defienden desesperadamente en la ciudad alta
+molestando á los cristianos con hondas, flechas, dardos y catapultas,
+mientras la corte de los califas lanza su postrer grito de agonía entre
+el clamoroso estruendo de los lelilís, tambores, bocinas y clarines, el
+amir Aben Hud, último vástago de una gloriosa dinastía[317], va á
+encontrar la muerte en manos de un correligionario traidor, y el hijo
+santo de Berenguela va á sentar sus reales en el campo de Alcolea como
+águila que se cierne sobre la presa. Júntansele aquí los obispos, los
+ricos-hombres, los caballeros, y las mesnadas de los concejos con los
+carros de guerra, las municiones y las interminables filas de reses que
+van acudiendo destinadas á la vitualla. Estréchase el asedio, y los
+sitiados exánimes, hambrientos, desesperanzados de todo socorro,
+agoviados por el calor y la fatiga, capitulan para salvar tan solo la
+vida; y el dia de los gloriosos apóstoles S. Pedro y S. Pablo (A. D.
+1236) entregan la ciudad. Entra en Córdoba triunfante S. Fernando, no
+coronado de laurel ni en carro tirado de tigres, leones y panteras, como
+acostumbraban los orgullosos emperadores romanos, sino en humilde y
+devota procesion, acompañado de los obispos D. Juan, de Osma; D.
+Gonzalo, de Cuenca; D. Fr. Domingo, de Baeza; D. Adan, de Plasencia; D.
+Sancho, de Coria; de los eclesiásticos y religiosos que han concurrido á
+la espugnacion, y de los principales de su ejército. De este modo llegan
+á la mezquita mayor, y al mismo tiempo que los tristes musulmanes
+abandonan sus hogares para refugiarse en otras ciudades de Andalucía,
+los cristianos enarbolan la enseña vivificadora de la redencion
+juntamente con el estandarte real sobre el enhiesto alminar de
+Abde-r-rahman An-nasír, donde se invocaba y encomendaba á los cuatro
+vientos el nombre del falso profeta; y el ejército vencedor entona
+espontáneamente en su fervoroso entusiasmo el solemne _Deus adjuva_ que
+acompañan electrizados, con lágrimas de júbilo en las megillas, los
+cautivos mozárabes redimidos.
+
+¡La grande Aljama de Abde-r-rahman el _Proscrito_; la Aljama suntuosa y
+deslumbradora de Al-hakem el _Sabio_ y de Almanzor el _Victorioso_; la
+Caaba del Occidente, dejó ya para siempre de ser templo del Islam! El
+obispo de Osma, D. Juan, que representa al arzobispo D. Rodrigo, primado
+de Toledo, ausente por hallarse cerca de la Santa Sede en tan fausto
+dia, la bendice con las ceremonias y preces acostumbradas, la purifica
+con agua y sal, cantando los asistentes el _Te Deum laudamus_, la dedica
+á la inmaculada Madre del Verbo en su glorioso misterio de la Asuncion,
+hace provisionalmente erigir un altar en honor de la excelsa Señora,
+celebra en él de pontifical, y dirige por último una breve y sentida
+plática á los circunstantes exhortándolos á tributar gracias sin fin al
+Dios de los ejércitos.
+
+ * * * * *
+
+Es ya tiempo, benigno lector, de que vayamos reponiendo por su órden
+histórico, los objetos heterogéneos que por arte de abstraccion
+eliminamos de golpe en un principio, para hacerte ver con toda claridad
+en la catedral cristiana de Córdoba la mas grande y bella mezquita
+musulmana. Has contemplado en su estado primitivo y en su genuina
+destinacion el mas precioso monumento que refleja en su largo curso el
+tranquilo y magestuoso Guadalquivir; vas á verlo ahora en las
+transformaciones que sucesivamente ha ido sufriendo desde la reconquista
+hasta venir al estado en que hoy se encuentra.
+
+No se dice con fijeza en qué dia empezó la mezquita purificada á tener
+destino de catedral. Sábese solamente que la Sede episcopal y cabildo de
+canónigos, que durante la ocupacion de la ciudad por los árabes habia
+estado en la basílica de los tres mártires[318], no se restituyó á ella
+sino cuando volvió de Roma el arzobispo D. Rodrigo, primado de España,
+que era quien por decreto del pontífice Inocencio III tenia desde el 4
+de marzo de 1210 el encargo de restituir las iglesias catedrales en
+todas las ciudades que se reconquistasen, y por otro de S. S. Gregorio
+IX de 26 de junio de 1234 estaba autorizado para poner y consagrar
+obispos en las ciudades que antes los habian tenido. Pero consta que en
+el año 1238 estaba ya electo obispo de Córdoba D. Lope de Fitero,
+consejero del rey, y constituido el cabildo de canónigos de la iglesia
+catedral de Sta. María[319]. La basílica de los tres mártires Fausto,
+Januario y Marcial, que habia servido de catedral á los mozárabes,
+recibió el título y advocacion de S. Pedro, en conmemoracion del dia en
+que habia sido recuperada la ciudad.
+
+Desde esta época ¡cuántos dias de júbilo para la nueva poblacion
+cristiana, señalados en su grandiosa catedral en páginas indelebles y
+sucesivas del arte nacional!
+
+No se crea que el arte cristiano prevalido del triunfo invadió la
+mezquita haciendo gala de un celo intolerante y mutilando sin necesidad
+el grandioso edificio. Al contrario, tributando una sincera admiracion á
+la belleza que en ella descubria, se propuso conservar cuanto fuese
+compatible con las necesidades mas absolutas del templo en que habia de
+darse culto á Dios crucificado. Era indispensable desde luego establecer
+una capilla mayor, orientándola como era costumbre desde los primeros
+siglos de la iglesia. No se conserva memoria del sitio en que fué
+colocada, pero lo cierto es que por no derribar nada de la fábrica
+arábiga subsistió la capilla mayor provisional por espacio de veintidos
+años, y que no se celebrarian en ella muy cómodamente los divinos
+oficios no teniendo presbiterio, ni sacristía, ni Sagrario adecuado. Si
+fué dispuesta en lugar exento y principal, en el centro de la mezquita,
+hoy al menos no se descubre rastro de ella; es posible que con la obra
+de la catedral hecha en tiempo de Cárlos V haya desaparecido; pero lo
+mas probable es que se arrimase al muro de oriente, ó bien que se
+situase en la cámara árabe, donde pocos años despues, como veremos, se
+erigió la cabecera de la primitiva catedral. Lo que sí se sabe es dónde
+estuvieron la pila bautismal y el Sagrario: aquella se situó arrimada al
+muro de poniente ocupando las dos naves trasversales undécima y
+duodécima[320]; el Sagrario se colocó en la rica cámara de la izquierda
+de las tres que forman el vestíbulo del Mihrab[321]. Decimos que
+subsistió la capilla mayor provisional veintidos años, suponiendo que
+permaneciese allí donde se habia colocado el altar en honor de la
+Asuncion de nuestra Señora el dia solemne de la purificacion del templo;
+pero en rigor no consta haya habido formal ereccion de catedral hasta
+fines del año 1238. En noviembre de este año concedió S. Fernando á la
+iglesia catedral de Sta. María de Córdoba y á su obispo electo D. Lope,
+para sí y sus sucesores, con todas las fórmulas y solemnidades de
+cancillería, las décimas de los almojarifazgos, salinas y rentas, que
+tenia en Córdoba, con quinientas aranzadas de viña, y la tercera parte
+de sus olivares, y cien aranzadas de huertas[322]. Ya D. Lope, antes de
+ser electo obispo, habia recibido pruebas de la munificencia y
+predileccion de su soberano[323]. En el año 1240 y siguientes hizo el
+santo rey nuevas donaciones al obispo y cabildo, y á 15 de febrero de
+1245 le hizo la última. A 13 de agosto de 1246, muerto ya el obispo D.
+Lope de Fitero, y habiéndole sucedido D. Gutierre Ruiz de Olea, hicieron
+el obispo y el cabildo un Estatuto, en que se estableció que todos los
+bienes muebles é inmuebles, rentas, villas ó fortalezas adquiridas, ó
+que se adquiriesen por uno ú otro, ó _intuítu_ de ambos, se dividiesen
+en dos partes iguales, la una para el obispo y la otra para el cabildo.
+La ciudad de Córdoba finalmente dió á este mismo obispo D. Gutierre por
+juro de heredad, en 8 de setiembre de 1246, quince yugadas de tierra por
+año y vez en el término de Carchena. Las prebendas á la sazon eran:
+decanato, arcedianato de la villa, maestrescolía, chantría, arcedianato
+de Castro, arcedianato de Belmez ó Pedroche, tesorería y priorato,
+canonicatos y raciones. Representó el cabildo á S. S. Inocencio IV que
+no eran bastantes las rentas para mantener el número de dignidades y
+canónigos que habia, pidiéndole los redujese al que resultase
+correspondiente á sus facultades, y habiendo el pontífice dado comision
+para que con asenso del cabildo determinase dicho número, se resolvió
+que el de dignidades quedase como estaba, que los canonicatos se
+redujesen á veinte, y á veinte tambien las raciones; lo que confirmó S.
+S. por rescripto de 26 de junio de 1247. Ocurrió la conquista de
+Sevilla, y el santo rey en reconocimiento al mismo obispo D. Gutierre,
+que le ayudó mucho con su cabildo para llevar á cabo aquella memorable
+empresa, les dió el castillo y villa de Bella con todos los términos que
+tenian bajo la dominacion sarracena. Al volver de la toma de Sevilla
+hizo D. Gutierre con su cabildo un nuevo Estatuto, á 1.º de abril de
+1249, dividiendo en dos partes iguales todos los derechos, tierras,
+castillos y heredamientos de dentro y fuera de Córdoba y su obispado. Al
+obispo tocaron Lucena y Bella con otras posesiones, y al cabildo otras
+con el castillo de Tiñosa, que volvió despues á la corona. Este
+instrumento es curioso, porque nos dá noticia cabal de las diversas
+rentas y bienes que á la sazon poseían el obispo y cabildo de Córdoba,
+entre las cuales vemos ya establecidos el tributo de treinta dineros que
+habian de pagar los judíos, el arrendamiento de las tiendas hechas y por
+hacer, el diezmo de la tienda de los alcaldes y el de la alhóndiga[324].
+Determináronse tambien en su virtud los préstamos ó beneficios que
+habian de gozar el decanato en S. Salvador, en S. Miguel la
+maestrescolía, en S. Andrés la chantría, y en Santiago la tesorería; que
+los arcedianatos tuviesen el _rediezmo totius pontificalis_ en sus
+territorios; en cuanto á los canónigos, que cada uno tuviese cincuenta
+maravedís, y veinticinco el racionero en las parroquias del obispado que
+el obispo señalase, y que el derecho del cabildo en las demas parroquias
+de la ciudad con las de Montoro, Castro, Ovejo y Belmez, quedase en la
+mesa comun para las distribuciones cotidianas. Ultimamente, existiendo
+desde el año 1246 alguna discordia entre el obispo y cabildo de una
+parte, y la ciudad con el clero de las parroquias de otra, sobre algunos
+artículos de concurrencias, diezmos y modo de dividirlos, inmunidad
+eclesiástica y otros puntos, el Papa Inocencio IV comisionó para
+ajustarlos al cardenal D. Egidio de Torres, y este por medio de un
+subdelegado consiguió la concordia, que aprobó S. S. á 11 de junio de
+1250. Este documento precioso nos instruye de quiénes fueron las
+personas, órdenes y casas pias heredadas en Córdoba por el repartimiento
+del santo rey, y de muchas de las posesiones que les fueron dadas, todas
+las cuales debian contribuir con el diezmo de sus productos á la
+iglesia[325].
+
+Con estas donaciones empezaban ya á ser pingües las prebendas al morir
+el rey D. Fernando y sucederle su hijo D. Alfonso X. El nuevo rey,
+animado del mismo espíritu religioso que su padre, dispensó mercedes al
+obispo y cabildo de Córdoba desde los primeros años de su advenimiento
+al trono, y no contento con haberles concedido en el año 1258 una renta
+anual de mil maravideses chicos en el almojarifazgo de Écija, en
+recompensa del agravio que la iglesia de Córdoba dijo habérsele inferido
+en el arreglo de términos entre su obispado y el arzobispado de Sevilla,
+les auxilió aquel mismo año en la ereccion de la capilla mayor de la
+catedral, concediendo muchos privilegios á la obra y fábrica.
+
+Ya por este tiempo se habia introducido entre los piadosos ganadores de
+Córdoba la práctica de fundar capillas junto á los desnudos muros de la
+gran mezquita. Desde el año siguiente al de la espugnacion de la ciudad
+habia dado el ejemplo el santo rey labrando para sí una, dedicada á S.
+Clemente[326], contra el muro de mediodia, en un espacio que abrazaba
+de oriente á poniente tres naves principales y de norte á sur cuatro
+trasversales. Habíase cerrado este ámbito con paredes, dejando dentro
+intactas dos arcadas árabes y arrimando á la pared de oriente el altar
+del Santo á quien estaba consagrada la capilla[327]. En la décima nave
+mayor contando desde el muro de poniente, pegada tambien al muro
+interior de mediodia, y ocupando solo dos naves trasversales, habia
+labrado Pedro Diaz de Haro en 1250 otra capilla á Sta. Inés[328]. Muy
+modestas eran en verdad estas construcciones, y vergonzoso en cierto
+modo para los nuevos pobladores, que los judíos que habian quedado en la
+ciudad, no contentos con tener una sinagoga, estuviesen fabricando por
+este mismo tiempo otra muy soberbia y elevada[329] con grande escándalo
+para la cristiandad. No sabemos hasta qué punto pudo esto contribuir á
+que se avivase el celo de los caballeros cristianos y del clero; pero lo
+cierto es que en el año 1258 se estaban simultáneamente construyendo la
+capilla de S. Bartolomé, por un famoso adalid llamado Domingo Muñoz, y
+por el cabildo y el monarca juntos una catedral cristiana, en que la
+gallarda arquitectura occidental, rompiendo el artesonado sarraceno para
+desarrollar su elegante bóveda ojival, mostraba ya por defuera en su
+gigantesca grupa[330] la emancipacion de un arte victorioso, al cual
+estaba reservado trocar la faz monumental de Europa. El adalid hacia su
+capilla en el ángulo que formaba con el muro interior de mediodia el
+costado occidental del vestíbulo ó maksurah de Al-hakem II, tomando de
+area dos naves principales y otras dos trasversales. No pudiendo esta
+capilla recibir luz directa del esterior por tener detrás el ala
+occidental del Mihrab, que ocupaban las habitaciones de los Ulemas y
+otros ministros del culto islamita, y el pasadizo secreto del Califa, se
+le dió por la pared del norte luz del templo, abriendo en ella, ademas
+de su puerta ojival, dos lindos ajimeces y dos pequeñas claraboyas. El
+cabildo labraba su catedral con mayor esplendidez. Eligió á este fin las
+tres primeras naves trasversales del cuarto noble, empezando desde el
+muro de refuerzo que marca la prolongacion de Al-hakem, y dando al buque
+de la nave única que abrió, cortadas las armaduras de cuatro naves
+mayores de la mezquita, una longitud de cien piés desde la puerta
+interior de la cámara de la limosna hasta la cámara del centro de las
+tres que cerraba la antigua maksurah. Hizo de la cámara de la limosna,
+respetando su rica ornamentacion berberisca, el vestíbulo ó narthex para
+entrar en la catedral: dejó el muro de refuerzo de Al-hakem tal como
+estaba, sin tocar á sus atrevidos arcos ultra-semicirculares de columnas
+emparejadas; pero derribó la cámara del Cadí de la Aljama[331] para
+dejar espedito el crucero, y ademas las arcadas de las tres naves
+trasversales que habia ocupado; derribó asímismo tres columnas fronteras
+á los tres robustos machones árabes que quedaban exentos en la longitud
+del buque de oriente á poniente; construyó en su lugar tres machos mas
+esbeltos fortalecidos en ángulo recto con muros á modo de estribos, que
+interceptaban en toda su anchura una nave trasversal; de macho á macho
+volteó grandes arcos ojivales, correspondientes á los tres de herradura
+de enfrente; tendió de un lado á otro una ligera y sencilla bóveda sin
+nervios enlazados, dividida en cuatro compartimentos por tres grandes
+arcos de baquetones, de los cuales el mas inmediato al presbiterio
+descansaba en delgadas y altas columnillas, y los otros dos en bien
+esculpidas repisas de cenefas caladas suspendidas á regular altura en
+los entrepaños; y finalmente, tomando de costado la cámara central de la
+antigua maksurah, donde presumimos tenia su asiento el Califa[332],
+colocó en ella la Capilla mayor. Costeó esta capilla el rey _sabio_, y
+aun contribuyó como hemos dicho á los gastos de la obra del templo, por
+la cual agradecido el cabildo resolvió celebrarle un aniversario que
+hasta hoy se ha venido religiosamente cumpliendo.
+
+La disposicion de esta cámara se acomodaba perfectamente al destino de
+capilla mayor, convirtiendo en sacristía la otra cámara que tenia
+contigua á oriente, y que hemos minuciosamente descrito como tribuna de
+la _alicama_. Existia sin duda tal como la habian dejado los amires de
+Al-hakem. En el lado del norte tenia un grande arco de herradura,
+correspondiente al muro de refuerzo de la prolongacion debida á aquel
+Califa; en el lado de oriente tenia una gran ventana de arco angrelado,
+y dos puertas pequeñas á los lados, que comunicaban á la tribuna
+embellecida por Almanzor; en el lado de mediodia ostentaba, haciendo
+gala del estilo bizantino del tiempo de Al-hakem, una combinacion de
+arcos de segmentos que se cruzaban en el espacio y formaban aspas de
+undosas cintas en los intercolumnios, en todo semejante á la decoracion
+que desplegaba enfrente el vestíbulo del Mihrab. En el lado de poniente,
+por donde esta cámara se unia con la del Cadí de la Aljama, que acababa
+de derribarse, no sabemos qué decoracion tenia. Para convertirla en
+capilla mayor no habia necesidad de desfigurarla completamente: bastaba
+cegar el grande arco del norte, en tiempo de los califas cerrado por la
+maksurah primitiva, cegar asímismo la gran ventana que comunicaba por
+levante con la tribuna de la _alicama_, poniendo en su lugar el altar
+mayor; dejar las dos puertecillas laterales abiertas para la
+comunicacion del presbiterio con la sacristía; dar al presbiterio el
+ensanche necesario y su correspondiente gradería; cerrar el lado de
+mediodia con vidrios, y últimamente hacer su portada ó embocadura con el
+cancel de costumbre. Así tal vez se haria; pero ¿quién es hoy capaz de
+adivinar el grado de respeto de los arquitectos del rey D. Alfonso hácia
+la obra arábigo-bizantina? Puede ser que la conservasen, como sin duda
+alguna conservaron la tribuna de Almanzor convertida en sacristía; mas
+habiendo sido despues dos veces reedificada, una bajo el imperio del
+gusto tudesco[333] y otra bajo el funesto influjo del estilo de
+Churriguera, no permite hoy este doble disfraz apreciar ninguno de los
+lineamientos de la obra del rey sabio.
+
+Al mismo tiempo que se terminaba la obra de la catedral (año de 1260),
+fundaba D. Gonzalo Yañez, primer señor de Aguilar, arrimada al muro de
+oriente, una capilla consagrada á S. Juan Bautista, donde dos años
+despues dió sepultura al cadáver de su esposa D.ª Juana. Cinco años
+despues fundó el obispo D. Fernando de Mesa en el ángulo S-E. de la
+mezquita, y contigua por el oriente con la capilla de S. Clemente que
+habia labrado el santo rey, la capilla de Santiago[334], cómoda y
+espaciosa como la adyacente, en la cual tambien dejó subsistir las
+arcadas árabes comprendidas en su area. De igual data es un rescripto
+pontifical memorable por el rápido incremento que revela en las rentas
+de la iglesia de Córdoba, mas próspera naturalmente á medida que iba
+perdiendo mas tierra en la provincia la morisma. Concedia por este
+rescripto el pontífice, á peticion del obispo y cabildo, que de las
+veinte raciones que habia, cada una de las cuales se juzgaba ya ser
+cóngrua competente para dos personas, se dividiesen diez en veinte
+medias: de modo que ya los prebendados empezaban á vivir en la
+abundancia, cuando solo veintiocho años antes (en 1237 á 27 de
+setiembre) habia tenido Gregorio IX que escitar con indulgencias el celo
+de los buenos cristianos en favor de la iglesia de Córdoba, que padecia
+gran penuria por tenerla en cierto modo los islamitas sitiada por
+hambre, reducidas sus rentas al casco de la ciudad[335]. No debia
+espirar el siglo XIII sin que la restaurada catedral se engrandeciese
+con nuevos privilegios y fundaciones. El mismo D. Alfonso X, que habia
+labrado su capilla mayor y ayudado á costear el resto de la fábrica,
+habia concedido al cabildo el dominio directo de todas las tiendas que
+tenia la corona en el corral de la alhóndiga y en la alcaicería ó
+mercado de la seda, que eran treinta y tres, sin otra condicion que la
+de celebrar cada año dos aniversarios, uno por el alma de su padre el
+rey D. Fernando, y otro por la de su madre la reina D.ª Beatriz, y hacer
+ademas todos los años la fiesta de S. Clemente _muy honradamente_ y con
+gran solemnidad[336]. Esta importante donacion tuvo efecto el año 1261;
+á los dos años (1263) ocúpase solícito el rey sabio en asegurar á la
+iglesia el disfrute del agua que en soberbios acueductos vimos traer á
+Córdoba los califas, estableciendo una contribucion para reparar los
+antiguos caños[337]; doce años despues (1275) el infante D. Fernando,
+que gobierna el reino por su padre, á la sazon ausente en persecucion
+del sueño dorado de su vida[338], dá carta al cabildo en Peñafiel á 7 de
+abril, autorizándole á tener en la obra y fábrica de la iglesia cuatro
+moros para que trabajen en ella, los cuales esten libres de pechos,
+segun lo habia ya concedido el rey D. Alfonso[339]; vuelve este á tomar
+las riendas del Estado (en 1280), y habiendo perdido el cabildo la carta
+de gracia en que por la primera vez se le concedia la de poder emplear
+en las obras de la iglesia cuatro moros exentos de todo tributo, le
+confirma este privilegio. Esta nueva carta nos esplica en qué clase de
+obras se empleaban los cuatro moros, pues dos de ellos eran carpinteros
+y los otros dos albañiles[340]: privilegio curioso en que descubrimos,
+nó la falta de artífices inteligentes entre los cristianos, sino un
+ilustrado celo por la conservacion del monumento árabe, y que nos sirve
+de clave para descifrar un misterio artístico hasta ahora inesplicado, á
+saber, cómo se ha perpetuado tan íntegro hasta la época de la nueva
+catedral ese monumento de los siglos octavo y noveno, y quiénes fueron
+los que trabajaron en las admirables restauraciones moriscas que mas
+adelante tendremos que notar en la Capilla Real ó sacristía de la
+antigua Capilla mayor. Bien se comprende por otra parte esa ilustrada
+tolerancia artística, tan impropia de un siglo inflexible en toda Europa
+con respecto á las formas de su fé, en el inmortal autor de las
+Partidas, cuya prematura tolerancia literaria fué escándalo de los
+mismos genios del gran siglo XV. Este privilegio recibió en los años
+siguientes varias confirmaciones, y habiendo usurpado en vida de su
+padre el gobierno del reino el impaciente y bravo D. Sancho, hallamos
+una carta firmada en Córdoba á 25 de octubre de la era 1320 (año 1282),
+por la cual vemos habia adquirido mayor estension, puesto que en ella se
+confirma que todos los moros que viven en la ciudad, sean ó nó maestros
+en los oficios de albañilería y carpintería, tengan obligacion de
+trabajar dos dias en el año en la obra de la iglesia. Este singular
+documento dice así: «El cavildo de la Eglesia de Sancta María me
+mostraron una carta del rey en que mandava que todos los moros forros et
+annaiares (_carpinteros_) et alvannís (_albañiles_) et serradores et
+todos los otros que labrassen en la labor de la Eglesia sobredicha dos
+dias en el anno. Et agora el cavildo de la Eglesia de Sancta María
+querellóseme que los moros que non son maestros que non quieren y
+labrar, porque dizen que lo non dizia en la otra carta que les el rey
+dió primeramient, et despues que ge lo mostraron et que les mando dar su
+carta con su sello colgado, et mando que tambien los moros maestros como
+todos los otros de la villa fuessen labrar dos dias en el anno en la
+lavor de la Eglesia, et que me pidiese merced que mandasse y lo que
+toviesse por bien. Onde vos mando vista esta mi carta que veades la
+carta que el cavildo tiene del rey con su sello colgado en esta razon,
+et conplídgela en todo segund que en ella dize, etc. Dada en Córdova XXV
+de octubre, era de mill et CCC et veinte annos. Yo Roi Diaz la fiz
+escrevir por mandado del Infante, etc. (A. D. 1282)[341]» Esta medida no
+parece ya dictada esclusivamente por un respeto ilustrado al monumento
+sarraceno, sino mas bien como contribucion de sangre en desagravio de
+las pasadas injurias hechas por los mahometanos á los cristianos en la
+misma mezquita. No eran en efecto todos los muzlimes que habian quedado
+en la villa útiles como artífices, cual podian serlo los albañiles,
+carpinteros y aserradores; pero, ¿cómo no disculpar en cierto modo
+pasiones por otra parte fecundas en gloriosas hazañas, en una época en
+que el celo religioso era tan activo, y en que aun vivia el recuerdo de
+los dias de llanto y luto, durante los cuales el mas altivo burlador de
+la humanidad y del cristianismo habia dado por cimiento al ensanche de
+la Aljama argamasa remojada con lágrimas, sudor y sangre, de cautivos
+gallegos y leoneses[342]? Cuéntase que el mismo S. Fernando, recien
+purificada la mezquita, hizo restituir á la catedral de Santiago, en
+hombros de infieles, las campanas que Almanzor habia hecho llevar á
+Córdoba en hombros de cristianos. Estas represalias eran entonces
+admitidas como justas, y no se consideraba en ellas mas que el
+desagravio de la religion ofendida. Pero conviene no olvidar que los
+enemigos del nombre de Cristo, así moros como judíos, daban con su
+conducta en Córdoba harto motivo para ser tratados con dureza. Con los
+judíos habia menos rigor, y sin embargo, ¿qué desmanes no cometian unos
+y otros? Favorecidos por la semejanza del trage, pues debe suponerse que
+todos, cristianos, muzlimes y judíos, vestían casi lo mismo, robaban los
+hijos á los cristianos que se ausentaban de sus casas para proseguir la
+guerra contra los infieles; los muzlimes para sí ó para mandarlos á sus
+correligionarios de la frontera, y los judíos para vendérselos á los
+muzlimes. Este nefando tráfico no era nuevo entre los pérfidos judíos;
+en el primer tercio del siglo IX los israelitas de Francia, codiciosos
+como todos los de su raza, alentados por los escesivos privilegios de
+que gozaban, lo habian introducido en España vendiendo en la corte de
+Al-hakem I muchos párvulos robados allende el Pirineo, despues de
+ejecutar en ellos todo género de maldades y torpezas[343]. Habiendo
+estos crímenes retoñado despues de la conquista, con ocasion de vivir
+juntas dentro de Córdoba gentes de tan opuestas religiones, tuvo que
+mandar severamente el pontífice Gregorio IX al obispo en el año 1239,
+que obligase á los judíos á traer siempre una señal pública para que en
+el trage se distinguiesen y fuesen conocidos de los cristianos, segun lo
+habia dispuesto el Concilio Lateranense. El Código de las Partidas, fiel
+espejo de las costumbres y de las ideas de aquella época, y mas útil
+para ser consultado bajo este concepto que como norma de la vida pública
+y privada de los hombres del décimotercio siglo, cuya aquiescencia no
+obtuvo, nos esplica por qué era tolerada la maligna gente judáica á
+pesar de estos atentados. «La razon porque la Eglesia, et los
+emperadores, et los reyes et los otros príncipes sufrieron á los judíos
+vivir entre los cristianos es esta: porque ellos viviesen como en
+cautiverio para siempre, et fuese remembranza á los homes que ellos
+vienen del linage de aquellos que crucificaron á nuestro Señor
+Jesucristo.» Solo para que se cumpliese la divina promesa de su
+dispersion y cautiverio se les consentia morar entre cristianos; pero
+para que de su trato y comunicacion no se originasen males semejantes á
+los que ahora se padecian, tenian asignado para sus viviendas un barrio
+separado, con el nombre de _judería_, y se les obligaba á llevar un
+distintivo especial. Eludian no obstante el precepto, y fué preciso que
+renovára el mismo mandato Inocencio IV, en 1250, de resultas sin duda de
+nuevas quejas de los cristianos[344]; y debieron los muzlimes ser
+acusados de iguales delitos, puesto que se hizo estensiva á ellos la
+obligacion de llevar en el vestido una señal para ser reconocidos y
+diferenciados de los cristianos y de los israelitas[345]. Ademas de
+estos robos y torpezas cometian otras infracciones, pues se negaban á
+cumplir los privilegios otorgados á la iglesia catedral de Córdoba por
+D. Fernando III y su hijo D. Alfonso, en los cuales se mandaba que los
+judíos y moros que comprasen heredades de cristianos en todo el
+obispado, pagasen cumplidamente el diezmo como si los cristianos las
+poseyeran, y lo mismo de las heredades que arrendasen[346]. Resistieron
+muzlimes y judíos esta prestacion forzosa; querian los vencidos ser de
+mejor condicion que los vencedores; y eran contínuas las quejas del
+obispo y del cabildo por la obstinacion de ambas sectas. No era solo el
+diezmo lo que repugnaban: negábanse tambien á pagar todos los demas
+tributos que satisfacian los cristianos. Consta de un privilegio que
+estos contribuían á la Iglesia con cierto derecho por razon de las
+fincas urbanas en que habitaban; y el mismo instrumento nos informa de
+que los judios y moros no querian pagarlo[347].
+
+Puesto que hemos hecho mencion de las cartas y privilegios relativos á
+los tributos y prestaciones especiales impuestos á los muzlimes que
+permanecian en Córdoba con los cristianos despues de la reconquista, no
+sería ahora fuera de propósito echar una rápida ojeada sobre el estado y
+condicion de las personas de la secta vencida, si tuviéramos los datos
+suficientes para hacerlo. Pero son tan escasos en esta materia las
+crónicas y los antiguos documentos legislativos por lo que respecta á
+Córdoba, que casi nos atrevemos á asegurar no hay para semejante tarea
+mas nociones que las que de sí arrojan los pocos instrumentos que hemos
+citado. ¿Hallábanse los mahometanos de las provincias reconquistadas en
+situacion análoga á la en que habian vivido los cristianos que por no
+poder desamparar sus casas quedaron cuando la invasion agarena sujetos á
+los muzlimes? En unas ciudades sí, en otras nó. Vasallos y tributarios
+de sus dominadores por regla general, habian los mozárabes disfrutado de
+cierta libertad profesando públicamente su religion, y gobernándose en
+todo lo relativo al régimen civil segun las estipulaciones concertadas
+al admitir el yugo sarraceno. Nunca habian quedado enteramente á merced
+de los invasores, ni aun en aquellas pocas poblaciones que habian hecho
+tenaz resistencia y que habian sido tomadas á viva fuerza, porque no
+eran asaz numerosas las huestes agarenas para poblar y conquistar á un
+tiempo, y no les convenia ahuyentar á los naturales con la servidumbre.
+Eran, sí, en las mismas ciudades ganadas por capitulacion frecuentes las
+persecuciones contra los mozárabes cuando la tiranía ó la razon de
+Estado arrollaban la barrera de los convenios, y entonces la suerte de
+los vencidos seguia todas las alternativas del capricho ó del temor, y
+los infelices sojuzgados no tenian mas arbitrios que la fuga, ó el
+martirio, ó la rebelion, ó la abjuracion de su fé. Pero estas eran
+épocas escepcionales, y ya hemos visto trascurrir largos reinados sin
+que los mozárabes se lamentasen de la tiranía de los califas,
+mostrándose por el contrario demasiado avenidos y contentos tal vez con
+el yugo de oro de los muzlimes. En muy semejante estado quedarian
+probablemente los mahometanos bajo el dominio de Leon y Castilla. En las
+ciudades como Toledo[348], Valencia[349], Sevilla[350] y otras, tomadas
+por capitulacion, se observarian con los muzlimes los tratos y convenios
+celebrados; cuando la poblacion habia sido entrada á viva fuerza, ó sin
+mas concesion, como en Córdoba, que la vida y la libertad de
+espatriarse[351], es evidente que los que no pudieron usar de este
+beneficio y permanecieron en sus casas, quedaron entregados á merced de
+los conquistadores. En ambos casos se hacian tributarios de los
+cristianos; pero con esta notable diferencia, que los entregados por
+capitulacion conservaban derechos de que no podian ser legalmente
+despojados, y los rendidos á la fuerza, no pudiendo alegar ningun pacto
+escrito, solo por humanidad y equidad no eran tratados como cautivos y
+no se veían reducidos á ese tristísimo estado que el sabio rey D.
+Alfonso reconocia como _la mayor malandancia que los homes pueden haber
+en este mundo_[352].
+
+Unos y otros sin embargo llevaban indistintamente el nombre de
+_mudéjares_[353], porque nunca los piadosos reyes cristianos
+permitieron que los muzlimes que se habian entregado á la clemencia
+fuesen tratados como siervos, y en rigor estos no eran cautivos. No
+habian sido hechos prisioneros con las armas en la mano y en la guerra
+misma, sino que se habian rendido y entregado á merced del vencedor en
+medio de su triunfo, y como acogiéndose á los sagrados derechos de la
+naturaleza. Pero ¿podremos afirmar que los mudéjares de Córdoba gozasen
+en la ciudad reconquistada del libre uso de su culto público, como los
+judíos que tenian su sinagoga? No porque esta tolerancia estuviese en
+contradiccion manifiesta con el motivo religioso que declaraba santa la
+guerra contra los infieles, y hacia aplicables á ella las gracias
+espirituales concedidas por la Iglesia á las cruzadas en Oriente, hemos
+de concluir que no la disfrutaron los mudéjares cordobeses, pues los de
+Toledo, Valencia y otras ciudades, la disfrutaron. Si así lo creemos, es
+solo por no haber mediado estipulacion espresa acerca de la conservacion
+del culto islamita en Córdoba, y porque no hallamos un solo documento
+que nos autorice á creer que á los muzlimes que permanecieron en esta
+ciudad y tierras circunvecinas con los cristianos conquistadores, se les
+hubiese reservado una sola mezquita en que congregarse para hacer sus
+azalas. Así pues, si estos mudéjares no vivian en la tristísima y dura
+condicion de los siervos, tampoco disfrutaban la libertad religiosa y
+demas derechos que en aquella misma época aseguraban el fuero de
+Valencia á los muzlimes vasallos de D. Jaime el Conquistador, y á otros
+vasallos mas felices de Fernando, Alfonso y Sancho, las capitulaciones
+de Toledo y Sevilla. Tal vez se observarian con ellos aquellos mismos
+principios de equidad natural ya consignados en el sabio Código de las
+_Partidas_, y á la sazon aun no observados como legislacion general del
+reino.[354] No podria obligárseles á que abrazáran el cristianismo, pero
+serían entre ellos frecuentes las conversiones, porque abjurando la fé
+de sus mayores, se habilitaban para gozar de todos los privilegios
+concedidos á los cristianos de sangre pura. Tendrian sus tribunales
+particulares donde todas sus contiendas se decidirian por el Koran y la
+Sunnah; pero en los litigios con los cristianos estarian sujetos á los
+tribunales ordinarios. Podrian santificar privadamente el dia _juma_
+(viernes) como santificaban los judíos el sábado; pero no podrian
+trabajar en público los domingos y demas festividades de la iglesia
+cristiana. En cuanto á tributos, vemos que los que se les imponian eran
+realmente arbitrarios. Ademas del diezmo que pagaban como los
+cristianos, contribuían á la iglesia catedral con su trabajo corporal en
+determinados dias, y en esto verdaderamente mas bien eran siervos que
+hombres de condicion libre.
+
+No sabemos á punto fijo cuándo caducó el privilegio de obligar á todos
+los mudéjares sin distincion á trabajar en las obras de la catedral;
+pero nos inclinamos á creer que duraria cuanto duró en Córdoba aquella
+clase de gente, es decir, hasta el tiempo de los reyes católicos D.
+Fernando y D.ª Isabel. Si el islamismo, como nacionalidad y Estado,
+quedaba al espirar el siglo XIII arrinconado en Granada como en su
+último refugio, acosado por las victorias de las tres grandes monarquías
+castellana, aragonesa y portuguesa; como reliquia y fermento duraba en
+todas las poblaciones reconquistadas. Aún habian de dar las funestas
+discordias de los príncipes cristianos de la Península dos siglos de
+aliento y de esperanzas á la morisma, antes que despuntasen para Granada
+auroras de fuego y sangre de la parte de Castilla y Aragon unidos. En
+tan largo período, los mudéjares cordobeses, privados de culto público,
+sin mezquitas, sin escuelas, sin academias, irian gradualmente olvidando
+la ley y la tradicion, se entibiaria su celo, muchos cederian á las
+amonestaciones y á la intimidacion y se harian cristianos, otros se
+convertirian al judaismo; otros finalmente acabarian por vivir sin
+religion alguna. La arquitectura, sin empleo, decaeria entre estos
+degenerados muzlimes como todos los otros ramos del saber. No hallamos
+en la mezquita rastro alguno del arte musulman en todo el tiempo
+trascurrido desde D. Sancho hasta Enrique II. Los artífices de la secta
+vencida se emplean solo en trabajos de mera conservacion, y si toman
+alguna parte en la construccion de las capillas que van paulatinamente
+cubriendo por el interior los cuatro muros de esta famosa ciudadela del
+Islam, debe creerse que lo hacen mas como obreros subordinados á los
+arquitectos cristianos, que como artistas dueños de su pensamiento.
+Convertida Córdoba por otra parte en plaza de armas permanente contra
+los infieles y trabajada ademas por las guerras de partidos, mal podia
+sobresalir en obras artísticas. Los ricos hombres y caballeros ocupados
+en funestas parcialidades ó en correrías por las fronteras de los
+enemigos de la fé, gastaban sus rentas en las cabalgadas, y solo cuando
+era preciso dar honrosa sepultura á los amados restos del padre, del
+hijo ó de la esposa, y asegurar á sus almas los sufragios de la iglesia
+y de los fieles, se acordaban de construir capillas y de fundar en ellas
+capellanías; lo que se verificaba casi siempre con la economía que
+reclamaba su capital ocupacion, la guerra. No merecen mencionarse por su
+arquitectura las obras de esta especie; solo los grandes recuerdos que
+despiertan en la mente por los héroes que en ellas estan ó estuvieron
+enterrados, hacen preciosa su antigüedad, y deplorables las
+trasformaciones que la mayor parte han sufrido. Si de ellas hacemos
+mérito es únicamente por esta circunstancia, y para que el lector, al
+desfilar por ante sus ojos las sombras de los ilustres varones
+cordobeses que mas adelante vamos á evocar, sepa en qué capillas oraron
+prosternados, y en cuáles se hicieron enterrar humildes tantos y tantos
+vástagos de los mas gloriosos linages de la Bética.
+
+Despues de la capilla que fundó al apóstol Santiago el obispo D.
+Fernando de Mesa, no hallamos en el período de quince años ninguna otra
+capilla anterior á la _segunda de S. Bartolomé_, costeada en 1280 por
+Martin Muñoz, sobrino del famoso adalid Domingo Muñoz, y contigua á la
+de su tio por la parte de poniente. No es esto decir que no se hiciese
+antes en la catedral cosa alguna notable. Sobre el enhiesto alminar del
+califa An-nasír[355] se colocó por los años de 1278 la primera imágen
+del Arcángel S. Rafael que la gigantesca torre de la catedral levanta
+hoy á la region de las nubes, y que el devoto pueblo cordobés empezó
+desde entonces á venerar en cien monumentos como su Paladion tutelar
+contra las públicas calamidades. La causa segun la piadosa tradicion fué
+esta. Padecia Córdoba una gran peste, de la cual moria innumerable
+gente: el obispo D. Pascual, fiel á su ministerio de pastor, previniendo
+con su vigilancia y celo todos los remedios corporales y espirituales
+para librar á su grey del tremendo contagio, habia mandado que se
+implorase la clemencia divina con contínuas rogativas, y no cesaba de
+clamar á María Santísima para que su pueblo esperimentase el saludable
+efecto de su maternal intercesion. Hallábase en esta ocasion de
+comendador del convento de nuestra Señora de la Merced Fr. Simon de
+Sousa, varon de singular virtud; y pidiendo á Dios el mismo remedio, se
+le apareció el Arcángel S. Rafael, y le habló así: «Dirás al obispo D.
+Pascual que está Dios muy satisfecho de su vigilancia y cuidado, y que
+por sus oraciones y las de otros fieles, y por la intercesion de su
+santa Madre, se ha compadecido de este pueblo. Que ponga mi imágen en lo
+alto de la torre de la iglesia catedral, y exhorte á todos sus
+feligreses á que me sean devotos y celebren mi fiesta todos los años:
+que si así se hace, este contagio cesará de todo punto.» Ejecutólo el
+venerable obispo, cesó la plaga, y de entonces mira la poblacion de
+Córdoba campear triunfante en lo mas alto de su catedral, á modo de
+gloriosa enseña, ó de eficaz para-rayo para los dias críticos en que
+fulmina sus formidables castigos el Eterno, la imágen de su santo
+patrono y abogado. La contempló primero sobre el elegante alminar árabe
+donde tremoló el pendon real de S. Fernando, y luego en la torre
+reedificada, desde fines del siglo XVI. Seguiria á la nueva capilla de
+S. Bartolomé la célebre de S. Pablo, propia de la familia de los Godois,
+si fuese cierta la aseveracion de un cronista que entre los caballeros y
+ricos-hombres que salieron de Córdoba con el infante D. Juan á recibir á
+D. Sancho en 1284 reconociéndole por su rey y señor, muerto D. Alfonso
+el sabio, nombra al maestre de Santiago D. Pedro Muñiz de Godoy,
+añadiendo que _poco despues murió y fué sepultado en su capilla del
+apóstol S. Pablo en la santa iglesia catedral_[356]. Con las capillas
+de S. Nicolás[357], de S. Benito[358], de S. Vicente[359], de nuestra
+Señora de las Nieves[360] y de S. Gil[361], fundacion la primera de un
+devoto arcediano de Córdoba que la situó á levante, en el décimoquinto
+tramo de la última nave principal, y erigida la de nuestra Señora de las
+Nieves por un chantre y dos particulares de quienes no hallamos mencion
+particular, los cuales eligieron el octavo tramo de la primera nave
+principal al poniente, termina el siglo XIII su casi insignificante
+tarea en la mezquita de Córdoba, donde por no innovar demasiado, ó por
+no considerarse seguro el arte occidental en una ciudad espuesta todavía
+á volver á caer bajo el yugo de los infieles, no realiza la arquitectura
+ojival ninguna de aquellas portentosas creaciones que lega en Francia S.
+Luis á la admiracion de las edades futuras, y que el mismo S. Fernando
+emprende en Burgos y Toledo.
+
+No se muestra realmente en la catedral de Córdoba con su verdadero
+carácter la arquitectura de ese gran siglo que de su sola fé sacó tantos
+tesoros de gracia, de sublimidad y de fuerza. Pero si su arte no dejó en
+ella una fiel estampa, dura al menos en sus tradiciones el sello de
+aquel espíritu ardiente y celoso en las cosas divinas, que tan
+noblemente supo triunfar de las costumbres é ideas semi-bárbaras y
+semi-gentílicas de la edad media. Y es por cierto admirable cómo la
+Providencia favorecia las piadosas estratagemas de los hombres de buena
+intencion y viva fé. Porque no siempre ocurria implorar proteccion de la
+autoridad y de la fuerza contra los escesos y desmanes: esto era á veces
+lo mas sencillo: padecian, por ejemplo, la Iglesia y el estado
+eclesiástico vejaciones y gravámenes de los ministros reales y hombres
+poderosos, porque tomaban violentamente las rentas de los obispados
+vacantes y quitaban á los cabildos la libertad en las elecciones de
+obispos y beneficiados, imponian tal vez pechos y nuevas cargas á los
+prelados, cabildos, abades y clero, contra la inmunidad que debian gozar
+por reales privilegios: y todo se remediaba quejándose al rey y
+pidiéndole la correccion de los escesos cometidos[362]. Pero ¿cómo
+corregir la aspereza de las costumbres? ¿cómo refrenar los fogosos
+arranques del puntilloso honor ofendido, en los mismos individuos del
+estado eclesiástico, que, avezados á esgrimir el acero en el campo de
+batalla, hacian como el Cid _campaña la Iglesia_ al mas ligero viso de
+desprecio ó de insulto? Un celoso obispo sin embargo[363] halló un medio
+ingenioso para corregir el desacato de las ofensas personales entre
+eclesiásticos. Conociendo la ineficacia de las penas puramente
+canónicas, imaginó celebrar con el cabildo un Estatuto en virtud del
+cual, todo individuo del clero catedral, fuese dignidad, canónigo,
+racionero ó medio-racionero, que injuriase á otro en la iglesia, ciudad
+ú obispado, tenia que pagar al obispo y al cabildo _un buen y cumplido
+yantar_. Este Estatuto, acordado en 5 de marzo de 1298, perseveró hasta
+el año de 1366, y aunque nada nos dicen los cronistas cordobeses de los
+efectos que produjo, debemos sospechar que no sería ineficaz considerada
+la cuantía de la pena pecuniaria que se echaba encima el que se
+deslizaba en la via de las ofensas personales, pues ademas de ser en
+todos tiempos el bolsillo el mejor fiador de la probidad legal de los
+hombres vulgares, era tal el lujo introducido en las mesas en aquella
+época, que para que un _yantar_ se reputase _bueno_ y _cumplido_, habia
+de costarle al prebendado incurso en semejante pena por lo menos la
+renta de medio año. Cuéntase un hecho que pinta muy bien la maravillosa
+asistencia que prestaba la divinidad al poder eclesiástico en aquella
+época en que la autoridad espiritual era la primera necesidad de las
+sociedades: y no queremos pasarlo en silencio. Corria el año 1286, y era
+obispo en Córdoba el mismo D. Pascual antes nombrado. «En este tiempo,
+refiere un timorato cronista, sucedió en la iglesia catedral el prodigio
+siguiente: Acudian muchedumbre de golondrinas á hacer sus nidos en la
+santa iglesia, y con sus molestos cantos perturbaban á los ministros de
+Jesucristo, al tiempo que se celebraban los oficios divinos. Con sus
+escrementos y cosas que traian para fabricar sus nidos, ensuciaban la
+iglesia y los altares. Ponian cuidado en quitárselos y derribárselos, y
+nada bastaba, porque como la iglesia es tan grande, cuantos remedios se
+hacian nada importaban. Para quitar este grande estorbo, no hallaron
+otro mas conveniente remedio que acudir á las armas espirituales. Hízose
+cabeza de proceso contra ellas, formóse pleito en forma, nombrando parte
+para que las defendiese; llegó el tiempo de sentenciarse, y la sentencia
+fué: que con censuras fuesen echadas de la iglesia. ¡Cosa rara! Desde el
+punto que se les leyó la sentencia, jamás han sido vistas en esta santa
+iglesia, siendo sus techos tan á propósito para sus nidos. ¡Oh dichosos
+tiempos en que se celaba el ruido que se hacia, porque no perturbase á
+los ministros de Dios en los divinos oficios[364]!» Este hecho en sí
+parecerá ridículo á los que solo miran la superficie de las cosas:
+¡emplear las armas espirituales contra las golondrinas! ¡qué disparate!
+Nosotros avanzaremos mas: negaremos el hecho. Pero, aun suponiendo que
+esta anécdota sea invencion de algun apasionado de esas inocentes
+avecillas, que el vulgo cristiano mira y casi reverencia como piadosos
+auxiliares de la compasion del hombre hácia su Redentor clavado en la
+cruz y coronado de espinas, de todos modos podrá entenderse como fórmula
+de una gran verdad, á saber, que nunca las armas espirituales fueron
+desairadas por Dios en la creyente edad media cuando se emplearon en su
+honra y acatamiento, y que él mismo inspiró á sus vicegerentes en la
+tierra una confianza ciega en la asistencia divina para llevar á cabo
+obras que parecian humanamente imposibles, dándoles imperio no ya sobre
+los seres racionales, sino tambien sobre los irracionales y sobre la
+misma naturaleza inerte. Las colosales obras que llevó á cabo el
+décimotercio siglo sin mas elementos que la fé y el amor, su portentosa
+cruzada contra los albigenses, su cruzada épica en la Tierra Santa, las
+universidades que fundó, los institutos religiosos que vió florecer, las
+gigantescas catedrales que vió erigir, los hombres eminentes que vió
+descollar, testigos son de esta verdad insigne: el amor divino hace
+fecunda la edad media, y un acto de fé de la humanidad concorde basta
+para que salga de ella completamente armada la nueva Minerva, asistida
+de genios adecuados para todas las artes y ciencias. Son _santos_ todos
+estos genios, y no hay mas que decir, porque cada uno de ellos es un
+prodigio de abnegacion, de pureza y de amor. Este sentimiento enérgico
+es el que los hace grandes; ¡cosa admirable! ¡El siglo en que viven es
+un siglo de guerras y de sangre, de licencia y desenfreno, y el culto
+puro y delicado de la casta Madre del Verbo se propaga con la doctrina y
+el ejemplo del tierno y afectuoso Sto. Domingo, del sublime Sto. Tomás,
+del profundo S. Alberto, del seráfico S. Buenaventura, y en pós de ellos
+los pueblos, los reyes, los magnates y los siervos caen prosternados
+tendiendo los brazos hácia la hermosa Reina del cielo, clara y pura
+estrella de la mañana, consuelo de los afligidos! ¡El siglo en que viven
+es pobre é ignorante en las cosas materiales, sin recuerdo de las reglas
+y teorías de la antigüedad, y el mismo esfuerzo que hace por emanciparse
+completamente de la tradicion pagana le conduce á un arte nuevo,
+imponente y gigantesco, en que bajo la direccion de genios tan
+privilegiados como humildes, tan amantes de la gloria del catolicismo
+como de su propia oscuridad, la escultura se convierte toda en espíritu,
+sentimiento, espresion, plegaria y dolor, y la arquitectura se eleva
+como un himno incesante, como una oracion perpetua, desapareciendo la
+piedra bajo la idea, la forma bajo el concepto, la materia ante el
+espíritu!
+
+Acercábase á la mitad de su curso el turbulento siglo décimocuarto, y
+casi nada se habia labrado de nuevo en la catedral[365]. Las disensiones
+civiles ocasionadas por las competencias sobre el gobierno del reino
+durante la menor edad de D. Alonso XI, las correrías de Ozmin por el
+reino de Córdoba, las talas hechas en el mismo por el rey de Granada,
+las pérdidas de varios pueblos y castillos, los crueles escarmientos
+ejecutados por el monarca adolescente en los parciales de D. Juan
+Manuel, eran causas harto poderosas para que muriesen de inanicion las
+artes en la antigua corte de los califas. La inmensa catedral recibia de
+vez en cuando en sus escasas capillas los inanimados despojos de los mas
+nobles y valerosos caballeros, muertos en deplorables lides intestinas ó
+en gloriosas algaradas y defensas contra la morisma; pero no
+interrumpian su solemne silencio las tareas de los bulliciosos y alegres
+artesanos. Ni resonaban bajo sus espaciosos artesonados los golpes del
+cantero, ni se oía ruido alguno de albañiles y carpinteros, á escepcion
+de la franca algarabía de los mudéjares rara vez ocupados en los
+reparos de la gran fábrica. Desde el año de la terrible muerte del rey
+emplazado (1312), seis capellanes venian cada noche á decir su vigilia á
+la capilla mayor cabe la regia huesa: como espíritus del otro mundo allí
+misteriosamente congregados, deslizábanse silenciosos por las largas y
+tenebrosas columnatas, murmuraban su rezo, y volvian á dispersarse.
+Todos los años cumplia el cabildo por el mes de setiembre el aniversario
+fundado por la aterrada D.ª Constanza; y por espacio de trescientos
+sesenta y cinco dias con sus noches, hasta cumplirse el año de la muerte
+de D. Fernando, habian constantemente ardido cuatro cirios sobre la
+misma sepultura, yendo diariamente el obispo y el cabildo á decir su
+responso por el alma del malhadado rey. Memorias fúnebres, ceremonias
+lúgubres, ocasiones repetidas de lágrimas y lamentos para los amigos y
+deudos, de exaltacion y mayor encono para los enemigos, son casi las
+únicas dedicaciones que ocurren en la iglesia mayor hasta el reinado de
+D. Enrique el Bastardo. Solo cuatro capillas se edifican en este
+desgraciado período, la de _S. Ildefonso_, al poniente, en 1347; la de
+_nuestra Señora de la Encarnacion_, al sur, en 1365; la de _S. Pedro_,
+tambien al sur, en 1368; y la de _Sancti Spiritus_, al poniente, en
+1369. Fundó la de S. Ildefonso el obispo D. Fernando Nuñez de Cabrera,
+que tres años despues falleció y fué enterrado en ella, cubriendo su
+humilde sepultura una pequeña lápida de mármol blanco que dice así:
+_Aquí yace el muy reverendo Sr. D. Fernando de Cabrera, obispo de
+Córdoba, que Dios haya_. D. Martin de Argote su sobrino, tambien obispo
+de Córdoba, fué enterrado en la misma capilla por los años de 1362, y
+yacen sus despojos bajo otra lápida no menos humilde, con inscripcion
+igualmente sencilla. Ultimamente, yace asímismo en ella el infeliz Pedro
+de Cabrera, á quien mandó degollar el rey D. Pedro el Cruel juntamente
+con D. Fernando Alonso Gahete, por haberse pronunciado partidario de la
+desgraciada reina D.ª Blanca[366]. La de nuestra Señora de la
+Encarnacion fué cedida por el cabildo á Vasco Alfonso de Sousa[367],
+caballero portugués de gran cuenta, segun se colige de la curiosa
+inscripcion que se conserva en dos arcos al lado de su altar, y que dice
+así: _Esta capilla dotó el muy honrado caballero Vasco Alfonso, el cual
+vino de Portugal mozo e trújolo D. Juan Alfonso, señor de Alburquerque,
+que era su tio, el cual trujo á los reyes, e fué alcalde mayor de
+Córdoba, e casó con D.ª María, fija de Gomez Fernandez, señor de
+Santofimia: e este Vasco Alfonso fué padre de D.ª Juana, madre del duque
+D. Enrique, fijo del rey D. Enrique el primero_ (entiéndase D. Enrique
+II el Bastardo), _y este duque está sepultado en una tumba dorada debajo
+del arco dorado que está en la capilla del altar mayor, e padre de Diego
+Alonso de Sosa, que está sepultado en esta capilla con sus padres, padre
+de Juan de Sosa, veinticuatro de Córdoba, el cual es patron y
+administrador desta capilla para él e para los que dél descendiesen, el
+cual mandó facer esta bóveda de enterramiento, el cual mandó escrebir
+aquí esta memoria año del Señor de mil e quatrocientos y ochenta y dos
+años, jueves 3 de enero_. La capilla de S. Pedro fué fundada por el
+valeroso caballero D. Alonso Fernandez de Montemayor, adelantado mayor
+de la frontera, en el magnífico vestíbulo del mihrab que le dió al
+efecto el cabildo en reconocimiento de la heróica defensa que hizo de
+Córdoba contra los ejércitos combinados de los reyes D. Pedro el Cruel y
+Mohamad de Granada. Felizmente al erigir esta capilla para nada se tocó
+á su decoracion peregrina: lo único que se hizo fué arrimar el altar á
+la fachada del mihrab ó santuario, y destinar sin duda este á sacristía,
+adornando los entrepaños de sus paredes con imágenes pintadas, que en
+cierto modo es doloroso no se conserven hoy siendo tan escasas en España
+las reliquias de la antigua pintura mural cristiana.
+
+El magnánimo fundador yace enterrado en medio de esta capilla, en una
+sencilla urna de mármol, en cuyo tablero superior se ve solamente la
+banda de Castilla atravesada, entre dos dragantes: armas que tomó su
+padre D. Martin Alonso de Córdoba venciendo al rey de Granada en el
+memorable sitio de Castro el Rio, en 1333. Cerca de su tumba en una
+pequeña lápida se lée un epitáfio que dice: _Aquí yace la noble señora
+D.ª Leonor Bocanegra, nieta del adelantado D. Alonso Fernandez, señor de
+la casa de Montemayor_.[368] Habia en esta capilla fundadas doce
+capellanías, y era su patrono el conde de Alcaudete, de cuyo estado fué
+tambien fundador el famoso adelantado. El cabildo concedió á las casas
+de los señores de Alcaudete, de Aguilar, de Lucena y de Guadalcázar, del
+apellido de Córdoba, y á los descendientes de este glorioso tronco, la
+honrosa distincion del _doble de la cepa_,[369] que consiste en hacer
+por ellos el doble ó toque de campanas con la principal de la torre, á
+la cual acompañan otras tres. Fuéles este privilegio concedido en
+conmemoracion de la famosa defensa de Córdoba: cúmpleseles
+religiosamente hoy dia; y el viajero advertido que recorre nuestras
+antiguas ciudades en busca de recuerdos consoladores, que la moderna
+civilizacion no le ofrece en las bulliciosas córtes, al oir el
+melancólico y grave tañido que por la desierta ciudad se difunde como
+voz que se dirige á las actuales generaciones desde la augusta mansion
+del eterno reposo, cree escuchar sentidos y varoniles acentos de
+reconvencion de los antiguos héroes de la monarquía castellana, y
+bendice la piadosa constancia que nos los conserva y perpetúa, en medio
+de un siglo incrédulo y disipado, solo atento á los goces materiales, y
+consagrado á pulverizar y entregar al olvido sus venerandos despojos,
+sus preciosas memorias, y los saludables documentos de su honor y de su
+fé. La capilla de Sancti Spiritus se fundó contigua al vestíbulo de la
+antigua catedral por el mediodia, por Diego Fernandez de Córdoba, á
+quien cedió ese sitio el cabildo. Luego el primer marqués de Comares,
+tercer nieto del Diego Fernandez, la dió á Luis de Angulo, su tio,
+veinticuatro de la ciudad, de quien la hubieron los marqueses de
+Guadalcázar, sus descendientes. A esta capilla de Sancti Spiritus se
+trasladó por los años de 1523 la que con el título de S. Lorenzo habia
+fundado en 1298 el arcediano de Castro D. Sebastian Ruiz para su
+entierro y el de los señores deanes, y entonces perdió su título
+primitivo por el de S. Lorenzo[370].
+
+El año mismo que se fundó esta capilla subió al trono de Castilla el
+fratricida D. Enrique, con cuyo advenimiento sosegados los partidos,
+recobraron algun aliento las artes. Deseoso este rey de cumplir la
+última voluntad de su padre el vencedor de Benamarin, que yacia
+depositado en la capilla real de Sevilla, y de darle un enterramiento
+digno de su esclarecido renombre, mandó fabricar á espalda de la capilla
+mayor, en la misma tribuna árabe que le servia de sacristía, una capilla
+real, y resolvió colocar en ella no solamente el cuerpo de su padre D.
+Alonso XI, sino tambien el de su abuelo D. Fernando el Emplazado, que
+yacía en la capilla mayor, donde lo habia hecho enterrar la reina D.ª
+Constanza. No debió ser de larga duracion esta obra, porque lo único que
+se hizo fué reformar el cuerpo inferior de la referida cámara,
+demoliendo su antigua decoracion de estuco y poniendo en su lugar la que
+ahora se observa, que, á pesar del cuidado con que se llevó á cabo esta
+restauracion siguiendo el estilo sarraceno, se distingue perfectamente
+de la obra morisca por las armas de Castilla y Leon esculpidas entre los
+florones de su tracería, y por la misma ejecucion de la labor, menos
+concluida y menos brillante que la de los artífices de Almanzor. Serían
+probablemente moros mudéjares los que la hicieron, y acaso de los mismos
+que tenia la catedral á su disposicion por el privilegio atrás
+mencionado. Obra de mero ornato, no tiene importancia sino para el
+estudio del gusto de la época, en que, como luego veremos, reinan dos
+estilos enteramente opuestos, el del sarraceno conquistado y el del
+cristiano conquistador, pero adoptado aquel con preferencia por los que
+rigen y gobiernan á la escandalizada gente castellana. Su distribucion
+es la siguiente. Hay hácia el medio del lado de levante un arco formado
+de bovedillas estalacticias, ligeramente apuntado, de bastante
+profundidad, encerrado en una especie de arrabá de estuco dorado
+formando ramos bellamente entretejidos. Termina el arrabá ó recuadro por
+la parte inferior en una ancha faja, que corre á ambos lados sobre un
+alto zócalo de menudo y vistoso alicatado, y entre sus complicados
+adornos de relieve se forman círculos que ocupan las armas de Castilla y
+Leon. Al lado derecho campea sobre esta misma faja un arco ornamental de
+once lóbulos, encerrado en otro arrabá cuajado todo de tracería
+relevada, sostenido por dos muy ligeras columnillas entregadas en el
+muro. Junto á este hay otro arquito, mucho mas bajo, de siete lóbulos,
+tambien ornamental, y sostenido en columnillas del mismo estilo que las
+anteriores, llevando encima un escudo con las armas referidas. El lado
+izquierdo ofrece igual decoracion, con la sola diferencia de ser dos los
+arquitos de siete lóbulos, por tener el lienzo de pared mayor estension
+á este lado, y de llevar el mas inmediato al ángulo N-O en vez de escudo
+un adorno de menudísimo calado. En la pared de enfrente hay una
+distribucion análoga, con un arco central profundo y arquitos figurados
+y angrelados á los lados, con columnillas á la manera gótica, en las
+cuales se deja ver desde luego que esta decoracion no es de estilo
+morisco franco y decidido, sino de un gusto bastardo en que se asocian
+elementos heterogéneos, propios de los dos artes oriental y occidental.
+En esto quizás, mas bien que la falta de pureza en el arte que
+tradicionalmente practicaban los artífices mudéjares, debemos considerar
+una concesion hecha por el estilo favorito de la corte al celo
+sacerdotal, resentido tal vez, y con razon sobrada, de que se erigiese
+una Capilla Real sin contar para nada con el magestuoso estilo del
+occidente.
+
+Ejecutada la obra que ligeramente hemos descrito, mandó D. Enrique el
+Bastardo trasladar á esta capilla con regia y solemne pompa los cuerpos
+de su padre D. Alfonso XI y de su abuelo D. Fernando el Emplazado, que
+descansaban, el primero en la capilla real de Sevilla, y el segundo en
+la capilla mayor de la misma catedral de Córdoba, donde lo habia hecho
+enterrar, segun queda dicho, la reina D.ª Constanza. No sabemos qué
+lugar ocuparon los dos regios cadáveres; posible parece que se
+destináran á cobijarlos los dos arcos rehundidos que vienen á ocupar el
+centro de los dos lienzos de oriente y poniente, donde vemos hoy dos
+altares. Ni hemos podido rastrear tampoco qué paradero tuvieron las
+arcas de madera en que yacían, y que algun autor supone de talla
+preciosa atendido el estado de la escultura en la época en que se
+labraron. Las que hoy se conservan dentro de los sepulcros de jaspe que
+pocos años há se les dieron en la Colegiata de S. Hipólito, no pueden
+ser las primitivas, porque son enteramente lisas y no corresponden ni á
+aquellos ilustres personages ni á la costumbre de aquellos tiempos.
+Volvamos al carácter de la obra de D. Enrique.
+
+Sorprende en verdad que teniendo España en el siglo XIV una arquitectura
+tan bella, tan gallarda, tan cristiana en su fisonomía como la gótica
+del segundo período, fuese ese rey á servirse de la sarracena para
+labrar la capilla real de Córdoba; pero si bien lo consideramos, este
+hecho nada tiene de estraño. La aficion á las ideas y costumbres
+islamitas no es como vulgarmente se cree carácter distintivo y peculiar
+de aquel otro rey tirano á quien motejó de renegado su pueblo porque le
+vió dado á la poligamia, inclinado á sangrientas venganzas, acompañado
+siempre de una escolta de moros granadinos, y viviendo en un alcázar de
+voluptuosa y oriental decoracion como la Alhambra. No es solo D. Pedro
+el que prefiere la cultura morisca á la cristiana. En la fisonomía
+particular del siglo XIV es una faccion muy principal la divergencia
+entre las ideas nacionales ó populares ó las ideas de la corte, y este
+antagonismo se observa mas marcado en España que en ningun otro pais. En
+el siglo que inaugura la era moderna es biforme entre nosotros la
+espresion de todas las grandes ideas sociales: la religion, la política,
+la literatura, el arte, se formulan de dos maneras enteramente opuestas
+en la corte y entre el pueblo: fórmula nacional y popular, católica,
+esclusista y celosa por un lado; fórmula de corte y gabinete,
+filosófica, reformista, incrédula, tolerante y sin celo, por el otro. La
+corte y el pueblo piensa en todo de distinto modo: la corte es escéptica
+y el pueblo es creyente; la corte transige con los dos implacables y
+constantes enemigos del cristianismo, los pueblos mahometano y judáico,
+y la nacion anhela su completo esterminio; la política de la corte
+ajusta paces con el rey de Granada para mover guerra al de Aragon, y la
+política nacional abandona al renegado á su descabellado empeño
+protestando de todas las maneras posibles contra la violencia que
+padece; la corte ama una literatura impregnada de sensualismo y un arte
+seductor y pagano, y la nacion prefiere la nervuda y varonil literatura
+de sus romances y el arte austero, místico y sombrío, florecido á la
+sombra de los claustros.
+
+Tampoco debemos sorprendernos de hallar en muchas construcciones de los
+siglos XIV y XV la amalgama de los dos artes gótico y sarraceno. Las
+artes, por lo que tienen de práctico y consuetudinario, se prestan á la
+fusion de los mas opuestos caractéres; no son como las teorías
+abstractas, entre las cuales puede haber antagonismo perpétuo sin
+tentativas de aproximacion y concordia; y dos estilos arquitectónicos,
+en su razon filosófica contrarios, apenas pueden coexistir sin una
+recíproca inoculacion de formas. Así como el famoso alcaide de
+Antequera[371] no dejaba de ser el terror de los agarenos por
+presentarse en las lides _tocado á la morisca_, del mismo modo podia ser
+cristiana la idea que motivaba la construccion de que vamos tratando, á
+pesar de ser pagano el estilo en que se realizaba. La clase sacerdotal
+sin embargo, mas unida en sus tendencias con la masa nacional que con la
+corte, repugnaba estos recuerdos de cultura profana. Era el monarca el
+que costeaba la obra y habia que aceptarla tal como se le daba; pero
+siempre que el clero podia obrar con independencia, imponia como cánon
+para las construcciones sagradas la severa y magestuosa forma ojival,
+verdadero emblema de sus pasados triunfos. La arquitectura oriental en
+la España reconquistada aparece pues dominadora y esclusiva en las
+principales construcciones palatinas; en las religiosas, menos exigente,
+tiende á combinarse con el estilo occidental, produciendo un estilo
+híbrida; solo las fábricas propiamente monásticas la escluyen
+completamente. Pero el estilo popular y el de la corte luchan en el
+terreno del arte como en el de la política, en el de la religion y en el
+de la literatura, hasta que en la gran contienda queda por fin el
+principio espiritualista vencido en el siglo del _renacimiento_. Esto
+hace que en las antiguas ciudades de Andalucía, donde la larga práctica
+del pais favorece la conservacion del estilo oriental, y donde por
+consiguiente es mas interesante y empeñada la lucha, sea mas dificil que
+en el resto de la monarquía distinguir y caracterizar las diversas
+épocas del arte monumental.
+
+Solo en los tiempos de fé incontaminada y pura toma el arte aquel
+carácter decidido y significativo que revela claramente á primera vista
+la idea que le ha dado el ser. Pero ¿cómo prometerse semejante carácter
+de pureza del arte de unos tiempos como aquellos en que manchaban el
+solio de S. Fernando el concubinato, la tiranía, el fratricidio, la
+disipacion, la impotencia, y desdoraban los timbres de los mas ilustres
+linages la venalidad, la adulacion, la traicion, el lenocinio? El siglo
+en que comienza para Europa la era de la division y del individualismo,
+en que al grandioso pensamiento que llevó á S. Luis á morir en las
+playas africanas, en defensa comun de la cristiandad, se sustituye la
+mezquina política de rivalidades que termina en el sistema moderno del
+equilibrio europeo; el siglo en que la humanidad, poseida de un vértigo
+de independencia, rompe el áureo lazo de la fraternidad y unidad
+católica y se entrega al inmoderado ejercicio de sus facultades
+aisladas, no es siglo en que puede aspirar á grandes creaciones un arte
+como la arquitectura, que há menester mas que otro alguno de esfuerzos
+colectivos y de unidad de pensamiento. En España, ya lo hemos dicho, la
+nacion y el gobierno siguen sistemas opuestos en política, en
+literatura, en artes: D. Juan I, D. Enrique III, D. Juan II, D. Enrique
+IV, que suceden á los dos hermanos enemigos D. Pedro y D. Enrique el
+Bastardo, en cuyos reinados se marca mas particularmente el apego de la
+corte á las costumbres y artes islamitas, erigen es cierto monumentos
+religiosos muy notables en que brilla el sistema occidental denominado
+_gótico_; pero para sus alcázares y construcciones palacianas prefieren
+la arquitectura oriental. El mismo estilo gótico de estos tiempos se
+muestra en visible decadencia, comparado con el sistema imponente,
+augusto, sacerdotal y solemne de la época de S. Luis y S. Fernando, y
+hasta la gala y riqueza de que aparece sobrecargado es seguro indicio de
+que el antes sencillo y grave hijo del claustro se ha vuelto jactancioso
+y presumido en el roce de la corte. El mundo europeo, insensible á las
+cuestiones de causa comun, mal puede interesarse en el progreso de un
+arte que nació y creció comun. La grande época de la arquitectura
+occidental es el siglo XIII: los dos siglos que le siguen se consumen en
+esfuerzos estériles, en agitaciones infecundas, en tentativas ilusorias,
+contradictorias entre sí, sin carácter, sin plan, sin forma, en que todo
+es indeciso é imprevisto. La época que media desde la última cruzada
+hasta el descubrimiento del nuevo mundo es época de confusion y caos, en
+cuyo fondo sin embargo duerme el sueño de la gestacion el mundo moderno.
+Es por consiguiente de transicion el período que el arte va recorriendo
+en todas las naciones europeas desde los tiempos del rey santo, y del
+mismo modo que en el orbe político se van lentamente formando las
+diversas nacionalidades, en el orbe artístico van pronunciándose
+gradualmente las diversas fisonomías monumentales de las córtes ó
+centros de gobierno, que sólidamente se constituyen y engrandecen á
+costa del sistema general, católico y popular.
+
+En una cosa convienen sin embargo todos los nuevos sistemas nacionales,
+y es en la ausencia del carácter religioso. El interés religioso es en
+este período de transicion el mas postergado por las naciones
+cristianas, y la católica España, si no pierde de vista completamente
+los deberes que su fé le impone, parece al menos no curarse de ellos
+sino de tarde en tarde, cuando puede utilizarlos como derechos en pró de
+su ambicion particular.
+
+Este período interesante y trabajoso de la formacion de las
+nacionalidades y su emancipacion del centro religioso, que abraza los
+dos siglos XIV y XV, merecia un estudio especial á que no presta campo
+la historia del monumento que estamos describiendo. Pero conviene no
+perder de vista el espíritu de esta época singular, tan dramática en sus
+diversas escenas, tan fatal por la uniformidad con que se cumplen los
+designios de la Providencia en todas las naciones europeas á un mismo
+tiempo, para saber apreciar los esfuerzos aislados de un arte que,
+estraño ya al poderoso resorte de la civilizacion religiosa, tiende á
+formularse de una manera local como los idiomas, como las costumbres,
+como las legislaciones, á medida que el sentimiento nacional se exalta y
+el individualismo político triunfa á costa de mil sangrientas batallas.
+A la unidad ha sucedido la diversidad en la Europa toda: al sentimiento
+religioso el sentimiento patriótico: decaen las enseñanzas de la escuela
+católica, y empieza á surgir el racionalismo en los nebulosos cerebros
+de Juan de Paris y Guillermo de Occam; ocupan los reformadores la brecha
+abierta por los racionalistas, y á los atrevidos vuelos de la teología
+se sustituyen las maravillas de la física, alternando con los delirios
+de la alquimia y de la astrología. Arnaldo de Villanueva, Raimundo
+Lulio, Rogerio Bacon, Pedro de Ailly, degradan su elevada inteligencia
+por penetrar los misterios de las ciencias ocultas; las universidades,
+obsequiosas con la ambicion de los príncipes, empiezan á combatir con
+los recuerdos de Roma antigua la supremacía de la Santa Sede, tomando
+parte en la deposicion de los pontífices, exagerando las regalías,
+dejando perder la escolástica y abandonando el cetro de la ciencia, que
+hasta entonces con tanta dignidad habian llevado, por mezclarse en las
+contiendas de los reyes con la Iglesia. Fórmanse las literaturas
+nacionales: la clásica pagana, infecta de libertinage y seductora por su
+belleza, se va restaurando á medida que el comercio del Bósforo reune
+sus dispersos fragmentos y que las galeras bizantinas depositan en
+Italia á los intérpretes prófugos de la antigua cultura. Las deleitosas
+formas de la poesía gentílica van cautivando los corazones, y todos en
+las córtes de los príncipes pugnan por desterrar el rústico y severo
+atavío de la inesperta musa cristiana. Mientras Juan de Mena, Juan de la
+Encina y Guevara continúan en España el impulso pedantesco y mitológico
+de D. Enrique de Villena y su discípulo el marqués de Santillana, la
+poesía cristiana y pura se refugia en las obras religiosas de Fernan
+Perez de Guzman. Así las literaturas nacionales, desfloradas en su cuna
+por innumerables legiones de poetas materialistas que invaden las
+regiones del mediodia de Europa, la Italia, la Provenza, el Condado de
+Barcelona, Aragon y Castilla, arrastrando como bagage la artificiosa
+insipiencia y los afectados suspiros del coro de Helicona, fomentan la
+general corrupcion de las costumbres. A este renacimiento de las ideas,
+de la enseñanza y de la literatura paganas, se agregan las heregías y el
+cisma para acabar con la supremacía espiritual de la Iglesia. El cisma,
+inaugurado por la ambicion de los príncipes y por la arrogancia de los
+pueblos, se perpetúa por la malhadada intervencion de las iglesias
+nacionales. La heregía, armada é impetuosa al abrigo de los magnates
+codiciosos, truena por boca de Wiklef, de Juan de Huss y de Gerónimo de
+Praga, y conquista cómplices en todos los Estados. Fuerza es confesarlo,
+aunque con dolor profundo: todo contribuía al progreso de las ideas
+reformadoras. La disciplina eclesiástica estaba relajada; los altos
+dignatarios daban muy funesto ejemplo; las cosas santas no eran ya
+respetadas; en las relaciones internacionales habia sucedido á la
+sinceridad y franqueza la diplomacia; desaparecian lentamente las
+gerarquías sociales; violábase la fé del juramento, grande y solemne
+garantía de la edad media; el interés personal, el egoismo, eran la
+norma de los pueblos y de los reyes; todos estos elementos de disolucion
+reunidos minaban el órden social, y anunciaban grandes catástrofes. Dios
+de vez en cuando amonestaba á la Europa prevaricadora con tremendos
+castigos. Solo en la segunda mitad del siglo XIV visitó cuatro veces la
+escuálida y mortífera peste la floreciente region de Andalucía: la
+primera vez hizo presa real matando sobre Gibraltar al orgulloso
+vencedor de Benamarin; las otras tres produjo tan grande mortandad, que
+para repoblar el reino yermo de gente, fué preciso revocar en el año
+1400 la ley antigua que prohibia á las mujeres contraer nuevas nupcias
+antes de cumplir el año de viudez. No crecía menos amenazante como
+castigo de la Europa pervertida la barbarie otomana. El imperio
+Tártaro-Mongol, perseguidor del islamismo, que por mano del formidable
+Genghiz-Khan habia desgarrado las páginas del libro de Mahoma, y que
+habia coadyuvado á la grande obra de los cruzados de Occidente,
+abandonaba los destinos del mundo oriental. En vano el horrible
+Tamorlan, semejante á un lúgubre metéoro, azotando al orbe incrédulo á
+diestro y siniestro, desde Samarcanda hasta Delhy, y desde Moscovia
+hasta la China, cubre los páramos del Asia de ruinas y de sangre; los
+batallones turcos bajan de la region de los _Lobos_ como los aludes que
+se desprenden de las montañas de nieve, y sojuzgan brevemente la Persia,
+el Asia menor, el Asia central. La raza invencible de los hijos de
+Othman se precipita sobre Constantinopla, y dispersa por toda la
+cristiandad sus ricos despojos. Los pueblos heróicos de la Hungría y de
+la Albania, aunque nuevos en el gremio del cristianismo, se aprestan á
+repeler á las impetuosas hordas turcas; y entre tanto ¡oh vergüenza!
+¡una de las naciones primogénitas de la Iglesia, muellemente adormecida
+al son de las zambras moriscas, no se cuida de cerrarles la via al
+corazon de Europa por el califato granadino! ¿Qué hubiera sido de la
+monarquía española, qué del catolicismo entero, si los sucesores de D.
+Pedro, de los Juanes y de los Enriques, hubiesen seguido la funesta
+política de aquellos, y no hubieran producido Castilla y Aragon primero,
+luego España y Alemania de consuno, reyes que hiciesen frente á las
+pujantes embestidas del otomano, triunfante en Belgrado y en Rodas,
+jactancioso en Viena, tremebundo en Lepanto?
+
+Hemos procurado abarcar con una rápida ojeada la vida pública de las
+sociedades europeas en un espacio de dos siglos. Bastan estos ligeros
+trazos para delinear el triste fondo sobre que figuran las obras
+artísticas del período indicado. Con este tracto del siglo XIV al primer
+tercio del XVI coincide próximamente la historia de la catedral de
+Córdoba desde la obra de la Capilla Real hasta la ereccion del nuevo y
+grandioso crucero.
+
+Conocida la época en general, la correspondencia entre las ideas y los
+hechos tiene que resultar forzosamente. Estos hechos, públicos y
+privados, constituyen la historia civil y religiosa, política, militar,
+legislativa, administrativa: historia de las creencias, de la ciencia,
+del arte, de la literatura, de todo lo que tiene vida y accion en el
+cuerpo social, su inteligencia y sus pasiones. Los hechos del arte son
+los que narramos, y solo para darles vida, color y voz, los colocamos
+sobre el campo de las ideas y costumbres. Últimamente, nuestra tarea
+ahora se circunscribe al arte en un monumento determinado, y por la
+misma razon le conviene al lector, si es posible, evocar todos los
+recuerdos notables de la historia de este monumento[372]:
+
+Podemos ya limitarnos á una rápida reseña cronológica de las obras
+ejecutadas en la catedral durante el período referido.
+
+En el año 1377 fué restaurada la puerta principal del recinto esterior
+de la mezquita, llamada _del Perdon_. De esta obra, hecha segun el
+estilo árabe-africano, tan grato á la corte en tiempo de los Enriques,
+hablaremos detenidamente al tratar de la decoracion mixta de otras
+puertas.
+
+Capilla de _S. Agustin_. La fundaron Ruy Gonzalez Mesia, comendador de
+Segura en la órden de Santiago, y su mujer D.ª Leonor Carrillo por los
+años de 1384, arrimada al muro de poniente, ocupando los dos tramos
+cuarto y quinto de la primera nave principal. En la pared que cierra
+esta capilla por el lado de mediodia se ve al esterior un arco árabe con
+inscripcion al rededor y muy delicadas labores, ya casi borradas con
+las repetidas enjalbegaduras á que son por desgracia tan aficionados los
+andaluces de nuestros tiempos. Creemos este arco resto de la primitiva
+fábrica de la capilla.
+
+Capilla de _S. Antonio Abad_. Fué fundada en 1385 por Ruy Fernandez de
+Córdoba, hermano de D. Gonzalo, primer señor de Aguilar, en la misma
+nave principal que la anterior y contra el mismo muro, ocupando los
+tramos catorce y quince. Yacen en ella el célebre veinticuatro Fernando
+Alonso de Córdoba, primer señor de Belmonte, y su segunda mujer D.ª
+Constanza de Baeza y Haro.
+
+Capilla de _la Cena_. Es la primera á levante de las tres cámaras que
+constituían en tiempo de los árabes el vestíbulo del _Mihrab_, y fué
+Sagrario desde la reconquista hasta el año de 1583 en que se acabó el
+que hay hoy. En 1393 á 7 de febrero dió el cabildo la propiedad de esta
+capilla á D. Diego Gutierrez de los Rios, señor de Fernan Nuñez.
+
+Capilla de _Sta. Úrsula_ ó de las _Once mil Vírgenes_. La fundó en 1398
+el Dr. D. Miguel Bermudez, racionero de la santa iglesia, por donacion
+del cabildo, arrimada al muro del norte, en el tramo primero de la
+décimosexta nave principal, pagando la fiesta á las Once mil Vírgenes el
+obispo Gonzalez Deza.
+
+[Illustration: _Dibº. del nat.l y litª. por F. J. Parcerisa Lit. de
+J. Donon, Madrid._
+
+PUERTA DEL PERDON.
+
+(_Catedral de Córdova._)]
+
+Capilla de _S. Acacio_. Fué fundada por el obispo D. Fernando Gonzalez
+Deza en el año 1400, junto al muro de poniente, mas abajo de la de S.
+Antonio Abad, ocupando otros dos tramos de la misma nave principal, y
+dejando entre ambas un espacio igual. El fundador fué enterrado en ella.
+Su sobrino el piadoso chantre D. Fernando Ruiz de Aguayo la mejoró, y
+trasladó á ella los cuerpos de su madre y hermanas que yacian en la
+capilla de las _Once mil Vírgenes_, dotando en febrero de 1460 doce
+memorias por las ánimas de su tio, de sus padres y hermanos, que se
+habian de cumplir sobre la sepultura de dicho señor obispo. En esta
+capilla se venera una devota imágen de _Ecce Homo_ que el fundador trajo
+de Roma. De aquí, segun algunos, el llamarse comunmente esta capilla _de
+la Sangre_; pero hay quien escribe que es debida esta advocacion á un
+triste caso de tremenda profanacion ocurrido por los años de 1482 con el
+tesorero de la catedral D. Pedro Fernandez de Alcaudete, que habiendo
+escondido en el Sacrificio la Hostia Sacramentada en un zapato, fué
+sorprendido en este abominable delito por el rastro de sangre que dejó
+su pié en dicha capilla.
+
+Capilla de _S. Antonio de Pádua_. Es fundacion de Alonso Fernandez de
+Córdoba, quien la labró en el año 1400, contra el muro de levante, en el
+cuarto tramo de la última nave principal, ocupando parte de los dos
+tramos adyacentes. En 1532 la dotó D.ª Beatriz de Sotomayor, su patrona.
+
+Terminan con esta capilla las obras ejecutadas durante el siglo XIV
+dentro del templo. Tambien al esterior dejó su huella el arte morisco
+bastardo, tan grato á los Enriques, con la reforma que el segundo de
+este nombre mandó ejecutar en la puerta llamada _del Perdon_, que es la
+entrada principal al _patio de los Naranjos_. Debió entonces variarse
+mucho de como habia estado desde el tiempo de los árabes. Dejando su
+forma al arco primitivo de herradura, se le adornó de menudas y
+delicadas labores de estuco, esculpiendo en los lados los escudos de
+Castilla y Leon; y sobre el grande arco labraron otros cinco pequeños,
+ornamentales y trebolados, sostenidos por seis columnas de seis piés de
+altura, formando cinco nichos en que se pintaron al fresco otras tantas
+imágenes. Esta galana y sencilla decoracion superior varió mucho en los
+tiempos posteriores. Eran las seis columnas referidas de finísima
+turquesa, segun testimonio del concienzudo Ambrosio de Morales;
+singularidad que merece notarse por la dificultad de hallar piezas de
+turquesa de tan grandes dimensiones, lo cual haria creer que estas
+columnas se trajeron de muy lejos, de Grecia tal vez, ó del Oriente,
+donde han solido hallarse masas voluminosas de dicha sustancia. Al
+rededor del arco principal se léen estas dos inscripciones en hermoso
+carácter gótico: «_Dias dos del mes de marzo de la era del César de mil
+et quatrocientos et quince años, reinante el muy alto et poderoso D.
+Enrique, rey de Castilla._» «_Visita quæsumus Domine habitationem istam
+et omnes insidias enemici ab ea longe repelle, et angeli tui habitantes
+in ea nos in pace custodiant et benedictio tua._» Las hojas de esta
+puerta, obra de la misma época, aunque posteriormente restauradas, estan
+chapadas de láminas de bronce primorosamente trabajado, formando
+artesoncillos relevados de figura exágona irregular que componen una
+ingeniosa labor. Sus aldabones figuran una cinta enlazada con florones
+enmedio, y en ella esta letra: _Benedictus Dominus Deus Israel_. Esta
+puerta, llamada _del Perdon_ por las indulgencias que en ella se
+ganaban, conduce á un vestíbulo magestuoso de bóveda esférica sostenida
+en arcos, y de este vestíbulo se baja al patio de los Naranjos por nueve
+espaciosas gradas de jaspe azul, modernamente labradas.
+
+Continuemos la reseña de las obras interiores en el siglo XV.
+
+Capilla de la _Santísima Trinidad_. Se formó entre las dos capillas de
+S. Antonio Abad y de S. Acacio, costeándola en 1401 Fernan Ruiz de
+Aguayo y María García, su mujer, señores de los Galapagares. En ella
+está enterrado un caballero de la familia de Aguayo y Manrique, que
+siendo marqués de Santaella y señor de Villaverde y los Galapagares,
+despreciando las vanidades y honores mundanos, se retiró al desierto y
+ermitas de la Sierra de Córdoba, donde vivió santamente con el nombre de
+Juan de Dios de S. Antonino, y murió en olor de santidad siendo allí
+hermano mayor, en febrero de 1788. Hubo en esta capilla un monumento
+curioso de la dominacion sarracena. Eran dos piedras que cubrian una
+sepultura, las cuales por la cara interior tenian grabada una larga
+inscripcion cúfica, denotando haber servido de losas en un sepulcro
+donde se habian mandado enterrar juntos dos jóvenes guerreros, que
+habian sucumbido peleando contra los cristianos en el año 345 de la
+Egira, bajo el califato de Abde-r-rahman An-nasír. El orientalista D.
+Miguel Casiri tradujo y anotó esta inscripcion, dando algunas noticias
+interesantes sobre la lengua africana mixta de árabe en que está
+concebida.
+
+Capilla de _S. Simon y S. Judas_. Fué labrada á espensas de Ruy Mendez
+de Sotomayor y su mujer D.ª Leonor Sanchez de Cárdenas, en el sitio que
+les dió al efecto el cabildo en 9 de diciembre de 1401, contiguo al
+primitivo bautisterio por el lado del norte, contra el muro de poniente
+de la iglesia, ocupando los dos tramos noveno y décimo de la primera
+nave principal.
+
+Capilla de _S. Matías_. Hoy bautisterio. La erigió en 19 de marzo de
+1411, contra el muro de levante y en los tramos doce y trece de la
+última nave principal, acupando parte de las adyacentes, el canónigo y
+arcediano D. Gonzalo Venegas. Dícese que esta capilla quedó desierta por
+_cierto acontecimiento que ocurrió en ella_, si bien no nos refiere qué
+acontecimiento fué el autor de quien tomamos esta noticia; y en 1679 la
+pidió al cabildo para trasladar á ella la pila bautismal, D. Fr. Alonso
+de Salizanes. Entonces las memorias de la capilla de S. Matías fueron
+trasladadas por el cabildo á la _del Punto_.
+
+Capilla de _Sta. Ana_. Se labró junto á la anterior por el lado del
+norte: fué su fundador y la dotó el racionero Gaspar de Ganza en 1470.
+Tiene dos lápidas de jaspe azul colocadas en 1.º de agosto de 1622 y
+dedicadas por el Dr. Cristóbal de Mesa Cortés, canónigo é inquisidor de
+Córdoba y el racionero Andrés de Mesa, su hermano, á la memoria del
+caballero D. Andrés de Mesa, del hábito de Santiago y gobernador de
+Puerto Hércules en Toscana, su tio, sepultado en esta capilla, y á la
+del pontífice Gregorio XIII, protector de los mismos.
+
+Capilla de _S. Antonino_. La reedificó el canónigo Diego Sanchez de
+Castro en el año 1497, y no se sabe quién la fundó. Su situacion es
+contigua á la de Sta. Inés, contra el muro de mediodia, en los dos
+tramos últimos de la undécima nave principal.
+
+Capilla de los _Stos. Acisclo y Victoria_. No se sabe con seguridad la
+época en que se fundó; pero debió ser ciertamente antes de espirar el
+décimoquinto siglo, porque en los primeros años del XVI estaba ya
+ruinosa. Se labró en los tramos treinta y treinta y uno de la última
+nave principal, arrimada al muro de oriente, entre el postigo del
+Sagrario y la puerta de Jerusalen hoy tapiada.
+
+Vemos que la brillante centuria que hizo florecer en todas las ciudades
+de España la última trasmutacion del estilo llamado gótico, nada notable
+dejó dentro de la catedral de Córdoba. Los estilos en las artes tienen
+como las plantas sus estaciones, sus épocas de crecimiento y
+florescencia; pero á ninguno se puede con mas propiedad aplicar esta
+similitud con las vicisitudes del desarrollo vegetal, que al estilo
+gótico arquitectónico, pues de tal manera se advierte la riqueza de
+hojas y flores de su forma terciaria apuntar en la ornamentacion de la
+forma secundaria, y esta insinuarse en la primaria, que no parece la
+decoracion gótica sino un compuesto de tallos, que durante la primera
+época contornan sencillamente la estructura ojival, durante la segunda
+se llenan de brotones y capullos, y en la tercera se cuajan de hojas y
+flores, torciendo con su peso la direccion de los vástagos, y hasta
+albergando en ellos caprichosos seres animados. Pues este rico y
+exuberante estilo, que cubrió de frondas de piedra los botareles y
+pináculos de nuestras antiguas ciudades, é hizo que, trasformadas las
+puertas y ventanas y cornisas y postes de los edificios en glorietas de
+florecidas enramadas, acudieran á alojarse en ellas ángeles y pájaros, y
+jimios, y animalillos de fantásticas formas; este estilo, repetimos, no
+visitó con su magnífica si bien decadente pompa el interior del gran
+templo cordobés; solo en su átrio dejó una ligera huella. En el siglo
+XV, en efecto, debieron construirse los machones que sirven de refuerzo
+en los dos pórticos de oriente y occidente, y que cortan ambas arquerías
+árabes en tres crujías de á tres arcos cada una; la mayor parte de la
+cornisa que sostiene el alero, en que solo se conservan á trechos
+algunos canes ó modillones de la fábrica primitiva, alternando con las
+molduras del estilo ojival; y por último las repisas del mismo estilo
+que sostienen las canales de desagüe de los estribos, entre las cuales
+se distinguen tres preciosas gárgolas de ingeniosa forma, y sobre todo,
+un ángel que sirve de ménsula, con las rodillas dobladas y las manos
+juntas, tan bello por su espresion y por el estilo de su ropage, que á
+no estar en aquel silencioso y místico paraiso del _patio de los
+Naranjos_, donde parece imposible se hagan sentir jamás las inclemencias
+del invierno, causaria lástima verlo espuesto á la accion destructora de
+las brumas y las nieves. Linda creacion de un genio ignorado, ó quizás
+de un mero artífice rutinero, ¡cuánta animacion dás tú á ese humilde
+rincon en que nadie repara, y cuánto hablas al alma del viajero
+creyente, que así como suele encontrar los destellos de la virtud en los
+mas pobres hogares, halla á veces las perlas del arte en los olvidados
+escondrijos, donde solo las acompañan las sencillas aves y los aromas de
+las silvestres flores!
+
+[Illustration: Dibdo del nat.al y lit.do por F X Parcerisa Lit
+de J J Martinez Madrid
+
+PATIO DE LA CATEDRAL.
+
+(Cordoba.)]
+
+Capilla de _S. Ambrosio_. Fué fundada y dotada por D. Juan Ruiz de
+Córdoba, maestrescuela de la catedral, el año 1501, contigua á la de S.
+Agustin en los tramos segundo y tercero de la primera nave principal.
+
+A esta capilla sigue en antigüedad la de Sta. Cruz de Jerusalen; pero
+antes debemos hacer mencion de otras obras ejecutadas por estos años. En
+1507 se abrieron en la catedral dos puertas nuevas, una en el muro de
+poniente para que el obispo pudiese mas cómodamente ir y volver á su
+palacio, y otra junto á la fuente que llaman del _Caño gordo_ en el muro
+septentrional del patio de los Naranjos. En 1510 el dean D. Fernando del
+Pozo pidió al cabildo la capilla de los Stos. patronos de Córdoba
+Acisclo y Victoria, que estaba arruinada, para reedificarla: el cabildo
+se la concedió, y despues de reparada fundó el espresado dean en ella
+dos capellanías y una sacristía, dejando al cabildo el patronato de
+ellas por testamento que otorgó el año 1517.--En 1512 reedificaron los
+descendientes de D. Pedro Muñiz de Godoy por intimacion del cabildo la
+capilla de S. Pablo, que tambien amenazaba ruina. Pero de estas obras es
+sin duda la mas notable la de las puertas. Ofrece en su ornamentacion la
+del muro de poniente, frontera al palacio obispal y última en el
+referido muro bajando de norte á mediodia, una preciosa combinacion de
+los dos estilos morisco y gótico florido. La archivolta del arco de
+herradura está adornada de arquitos de tracería trebolada que forman en
+la caidas graciosas flores de lis. El dintel es árabe, de dovelas rojas
+y blancas: las rojas de mosáico de ladrillo á manera de alicatado; las
+blancas con labores de estuco realzadas formando flores bizantinas. No
+es esta la única puerta que merece citarse por la galanura del estilo
+mixto gótico-sarraceno; otra hay en el mismo muro de poniente en que el
+arrabá, convertido en ligero recuadro de cañas, se entrelaza con las
+molduras que perfilan las archivolta ultra-semicircular produciendo
+bellísimo efecto. De esta manera, el ancho recuadro de orígen oriental
+en que está inscrito el arco, pierde la pesadez que ofrece faltando el
+afiligranado de su fondo, y esplica perfectamente la procedencia del
+elegante lambel que suele encerrar el arco del décimoquinto siglo, y que
+es uno de los mas característicos y graciosos ornamentos del gótico
+florido.
+
+Capilla de _Sta. Cruz de Jerusalen_. Se labró segun unos el año 1517 en
+el sitio de la antigua puerta de Jerusalen, que cerró el cabildo dicho
+año cuando hizo la estantería para colocar la numerosa librería que le
+habia legado el obispo D. Martin Fernandez de Angulo. Segun otros no se
+fundó hasta el año de 1578, en que se mudó la librería al lugar que hoy
+ocupa en los cuartos altos. De todas maneras la puerta de Jerusalen, que
+es la primera del muro de levante, subiendo de mediodia á norte, se
+tapió en el siglo XVI, bien para hacer esta capilla, bien para colocar
+la referida estantería, segun parece colegirse del acuerdo del cabildo
+de 7 de enero de 1517 en que se mandó: que _la librería que agora se
+hace en la capilla de Santiago, vaya continuando... hasta dar en el
+adarve de la iglesia, que es enmedio de la puerta que dicen de
+Hierusalem_.
+
+Capilla _antigua de la Concepcion_. Se hizo en 1521, siendo su fundador
+el canónigo Cristóbal de Mesa, en el tramo veintidos de la última nave
+principal.
+
+Así veinte y ocho capillas de fábrica modesta, en que alternaban los
+estilos gótico y sarraceno marcando las vicisitudes del arte desde el
+tiempo de S. Fernando hasta el de Cárlos I; todas ellas arrimadas á los
+muros maestros de la gran mezquita, una sola al norte, nueve al
+mediodia, nueve á levante, y nueve á poniente; unos cuantos altares en
+los postes; una humilde iglesia de arquitectura ojival primaria, de una
+sola nave, aunque elevada y gallarda, enclavada hácia una de las
+estremidades del inmenso bosque de columnas del templo islamita, cuya
+capilla mayor tenia á la espalda una Capilla Real de peregrina
+decoracion africana, seguida de otra capilla de pertenencia particular;
+una gran puerta de forma oriental; otras menores de estilo
+gótico-sarraceno, y finalmente un átrio con pórticos árabes ataviados en
+parte con la decoracion del sistema ojival terciario, completaban por
+los años de 1522 el conjunto del insigne y heterogéneo monumento
+cordobés, en el cual el arte occidental, tan magestuoso y soberbio en
+otras ciudades, figuraba aun como un huésped tímido y encogido de su
+émulo y predecesor, ya de toda Europa desterrado. ¿Por qué no habia de
+ocupar el templo cristiano su lugar correspondiente implantándose
+triunfante en el centro mismo de aquella gran selva silenciosa y muda y
+despoblada de altares? ¿Por qué no habia de descollar por encima de su
+estensa y rasa techumbre la emblemática mole de cuatro brazos, empinando
+hasta las nubes su cimborio la gloriosa enseña de la redencion del
+mundo? Este fué sin duda el pensamiento que animó al digno obispo D.
+Alonso Manrique al proponer al cabildo la construccion de un nuevo coro
+con su capilla mayor y crucero en el centro mismo de la mezquita. La
+idea fué buena, por mas que en nuestros dias sea moda censurarla
+afectando tal vez mas amor al arte del que se tiene: porque ni á un
+obispo le es permitido postergar el interés religioso al interés
+arqueológico, ni es probable que la suntuosa Aljama de los Umeyas
+hubiese subsistido contra los embates del tiempo, del fanatismo, y del
+esclusivismo artístico de algunas épocas pasadas, á no hallarse bajo la
+egida del culto católico, que, aun en los dias de mayor intolerancia y
+barbarie, solo ha consentido se alterase una parte mínima de sus
+bellezas. Lo que mas debemos deplorar á fuer de amantes de las artes, no
+es que la nueva catedral haya venido á interrumpir en el centro de la
+mezquita la monótona repeticion de sus interminables arquerías, sino que
+la idea de erigir el gran monumento cristiano no hubiese ocurrido un
+siglo ó siglo y medio antes que el arte ojival llegase á su decrepitud.
+«No pareció bien á nuestro prelado D. Alonso, dice un acreditado
+historiador cordobés, que estuviese el coro á un lado de la iglesia; y
+así propuso en cabildo el chantre y provisor D. Pedro Ponce á 22 de
+julio de 1521, que la voluntad del señor obispo era que el coro de esta
+iglesia se hiciese en el altar de Sta. Catalina, porque venia en compás
+en medio de la iglesia, y que estaria mejor que no donde agora estaba
+por ser al rincon de la iglesia, y que queria inviar por maestros de
+cantería, para lo facer con su consejo, y que el cabildo viese y
+diputase personas para que entendiesen en ello. Este gran intento se
+pensó y consideró muy despacio, y últimamente se resolvió emprender obra
+tan suntuosa y costosa como se ve; y así en setiembre del año de 23 tuvo
+principio el crucero, que en cien años no se pudo acabar. Viendo la
+ciudad la obra empezada, hizo un requerimiento al cabildo, sábado 2 de
+mayo, ante Antonio de Toro, escribano público, _sobre el edificio nuevo
+que en esta iglesia se face del altar mayor, y coro, y entre coro; con
+que se pretendió estorbar_. Siempre las obras grandes padecen varios y
+opuestos dictámenes para emprenderse. La ciudad pretendia conservar la
+antigüedad y fábrica particular que no habia en otra parte. El obispo y
+cabildo solicitaban hacer un crucero magestuoso aunque pereciese parte
+de lo antiguo. Subió esta contienda al emperador, y decidió que se
+hiciese la obra; pero habiendo venido á Córdoba, y visto la iglesia año
+de 1526, dijo: _Yo no sabia que era esto; pues no hubiera permitido que
+se llegase á lo antiguo; porque haceis lo que puede haber en otras
+partes, y habeis deshecho lo que era singular en el mundo._» Si el César
+hubiese podido prever la infeliz suerte que los siglos posteriores
+tenian reservada á tantos preciosos monumentos de la España musulmana y
+cristiana, hoy reducidos á polvo por no haberlos protegido una idea
+poderosa, cualquiera que fuese, de seguro no habria desconocido la
+conveniencia de la obra que estaba llevando á cabo el cabildo de
+Córdoba, conservador inadvertido é involuntario del arábigo edificio,
+puesto que el sacrificio de una pequeña parte iba á asegurar la duracion
+del todo.
+
+En 7 de setiembre de 1523 se comenzó pues la nueva fábrica, dirigida por
+Hernan Ruiz, maestro de arquitectura el mas afamado que habia por aquel
+tiempo en Andalucía. El obispo D. Alonso Manrique, promotor de la obra,
+habia sido ya presentado por el emperador para el arzobispado de
+Sevilla: tambien habia sido presentado para sucederle en el obispado de
+Córdoba D. Fr. Juan Alvarez de Toledo, hijo de los duques de Alba D.
+Fadrique Alvarez de Toledo y D.ª Isabel de Zúñiga. El nuevo obispo fué
+confirmado en Roma á 8 de setiembre, y á 26 de noviembre del mismo año
+1523 dió el cabildo la posesion del obispado á sus procuradores el
+canónigo D. Juan de Córdoba y el reverendo P. Fr. Gregorio, prior del
+convento de S. Pablo. Entró D. Fr. Juan de Toledo en su obispado en
+febrero de 1525: ya el año anterior, estando ausente, habia dado impulso
+á la obra comenzada, momentáneamente paralizada con la promocion de D.
+Alonso Manrique; prosiguieron los cimientos aquella primavera, y luego,
+habiéndose dedicado con empeño el obispo y cabildo á buscar caudales,
+con gran fervor continuó la obra sin interrupciones por espacio de trece
+años. Contribuyeron con sus rentas la Fábrica y el cabildo, y con
+pingües donativos la ciudad, el duque de Cardona y otros varios
+personages; el duque de Sesa, que se hallaba en Roma, pidió y obtuvo que
+aplicase el Papa por veinte años las vacantes de todos los beneficios de
+la ciudad y obispado, y que para el dia 8 de setiembre se publicase en
+la catedral un jubileo, á fin de que la limosna y producto de todo
+sirviese para continuar la nueva fábrica. Tambien se dispuso que se
+beneficiasen á favor de la obra todos los Misales y Breviarios con los
+demas libros sagrados que se habian impreso en Sevilla el año 1524, y
+que los vasos de plata que no eran necesarios en la iglesia se vendiesen
+para el mismo fin. Con este poderoso fomento avanzó rápidamente la obra
+hasta llegar á las cornisas que estan encima de los arcos de las naves,
+y mas todavía hubiera adelantado si hubiese confirmado S. S. un Estatuto
+que hicieron el obispo y cabildo en enero de 1529 aplicando á la Fábrica
+de la iglesia para siempre los frutos de seis meses de todos los
+beneficios y prestameras de la ciudad y obispado vacantes por muerte de
+los poseedores.
+
+[Illustration: PLANTA DE LA CATEDRAL DE CÓRDOBA.
+
+a _Oficinas del Cabildo._
+b _Puerta del perdon._
+c _Puerta de la grada redonda._
+d _Puerta del caño gordo._
+e _Postigo de la leche._
+f _Puerta de los deanes._
+g _Puerta de S.ta Catalina._
+h _Postigo de los juanes._
+i _Postigo._
+j _Postigo sin uso._
+k _Postigo del Sagrario._
+l _Postigo de S.n Esteban._
+m _Postigo de S.n Miguel._
+n _Postigo de palacio._
+o _Puerta de las bendiciones ó de las palmas._
+p _Puerta principal del sagrario._
+
+_CAPILLAS._
+
+1 _Altar mayor de la Catedral._
+2 _San Eulojio._
+3 _San Esteban._
+4 _La Magdalena._
+5 _N. S. de la Antigua._
+6 _San Miguel._
+7 _La Epifania._
+8 _Del Rosario._
+9 _De las animas._
+10 _Santa Ursula._
+11 _Descendimiento._
+12 _San Antonio de Padua._
+13 _Santa Ana._
+14 _La Concepcion._
+15 _S.n Juan Bautista._
+16 _Paptisterio._
+17 _S.n Nicolás obispo._
+18 _La Anunciacion._
+19 _De los obispos._
+20 _La Concepcion._
+21 _San José._
+22 _La Natividad._
+23 _La Asuncion._
+24 _La Resureccion._
+25 _San Acisclo y Victor._
+26 _S.ta Elena._
+27 _Del Sagrario._
+28 _S.n Clemente._
+29 _La Encarnacion._
+30 _San Antonio._
+31 _Santa Ynes._
+32 _Del cardenal salazár hoy sacristía mayor._
+33 _La Cena._
+34 _S.n Pedro vulgo el Zancarron._
+35 _S.n Felipe y Santiago._
+36 _S.n Bartolomé._
+37 _S.n Ildefonso._
+38 _S.n Lorenzo._
+39 _S.n Acacio._
+40 _La Trinidad._
+41 _S.n Antonio abad._
+42 _N. S. de la Concepcion._
+43 _S.n Simon y Judas._
+44 _N. S. de las Nieves._
+45 _S.n Agustin._
+46 _S.n Ambrosio._
+47 _El Cristo de las penas._
+48 _S.n Andres._
+49 _La Concepcion._
+50 _Capilla de villaviciosa._
+51 _S.n Pablo._
+52 _S.n Cristobal._
+53 _Sin uso._
+54 _Del Angel de la Guarda._
+55 _S.ta Barbara._
+56 _S.ta Cruz._
+57 _S.ta Maria._
+58 _S.n Felipe y Santiago._
+59 _S.ta Lucia._
+60 _S.to Cristo del punto._
+
+_Puntos de donde se han sacado las láminas que acompañan este tomo._]
+
+La obra que se hacia formaba en su planta una gran cruz latina por la
+interseccion de dos naves, tendida la mayor de oriente á poniente
+cortando perpendicularmente las nueve naves del centro de las diez y
+nueve principales de la mezquita, y tendido el crucero de norte á sur,
+en el ángulo mismo que forma el muro de refuerzo de Al-hakem con el muro
+de refuerzo de Almanzor. Enclavada la nueva catedral dentro de la
+mezquita, y en exacta correspondencia sus pilares con las arquerías
+existentes, no debia ser muy dificultoso desenlazar las naves antiguas
+para unirlas con los mencionados pilares, ni muy espuesto el levantar
+las bóvedas bajas, puesto que se podian dirigir todos los empujes en el
+mismo sentido longitudinal haciéndolos recaer en pilares que enfilasen
+con las largas arquerías árabes. Para mayor solidez existia ya á la
+parte del mediodia la fila de machones que marcaban una de las
+ampliaciones verificadas en la mezquita, los cuales podian servir de
+contraresto á la bóveda del trascero y trasaltar por este lado:
+construyendo á la parte del norte otra fila de pilares correspondiente,
+conformados á modo de estribos, se apeaban las bóvedas de aquel otro
+lado. La dificultad debia aparecer mas adelante, cuando se tratase de
+levantar las bóvedas de la capilla mayor, crucero y coro, á la altura
+proyectada.
+
+El obispo D. Leopoldo de Austria, hijo del emperador Maximiliano I, y
+tio por consiguiente de Cárlos I, prelado de grandes ánimos y no menos
+grande celo asociados con gustos y flaquezas de príncipe, así que tomó
+posesion de su obispado se propuso adelantar todo lo posible la obra
+comenzada; llevó á cabo las bóvedas de las naves inferiores que rodean
+la gran fábrica y aseguran su solidez, y para que sirviesen de
+contraresto por el poniente al empuje de la bóveda del coro, levantó dos
+gruesos pilares, de quince piés en cuadro en su planta, unidos por medio
+de sendos arcos con los dos recios machones angulares de la fachada del
+trascoro. Aunque este obispo tenia á la puerta de su palacio una
+numerosa guardia de soldados con alabardas y armas de fuego á imitacion
+de lo que en su época solo estilaban los reyes, no le bastó el augusto
+aliento para dar cima á la gran catedral comenzada. No hizo poco sin
+embargo, pues ademas de lo indicado, para que no se gravase la Fábrica y
+continuase la obra, ofreció dar cada año seis mil maravedís para los
+cantores que hasta entonces se habian pagado de los fondos de aquella;
+adelantó ademas la construccion del muro del coro, demoliendo la capilla
+del obispo D. Fernando de Mesa que la impedia, y fabricó en el mismo
+muro por la parte de afuera un gran mausoleo de alabastro con cinco
+nichos para los cuerpos de los cinco obispos enterrados en dicha
+capilla.
+
+Sucedióle el obispo D. Diego de Alava y Esquivel, bajo cuyo episcopado
+se acabó en 1562 la bóveda del crucero del lado del Evangelio.
+
+D. Cristóbal de Rojas y Sandoval atendió tambien muy particularmente á
+la continuacion de la obra; la catedral en su tiempo gozó para la
+Fábrica de cierto aumento en las rentas de pan y maravedís, llamadas
+_escusados_, que pagaban las parroquias desde el año 1487 á proporcion
+de los diezmos de cada una. La fábrica de la capilla mayor y crucero
+marchaba no obstante con gran lentitud por falta de caudales. El coro
+estaba descubierto hacia algunos años, y padecia gran daño con los
+temporales. En semejante situacion, representó el cabildo al rey para
+que permitiese volver á publicar el Jubileo antiguo, que estaba
+suspenso, para continuar la obra con las limosnas de los fieles; y
+acudió tambien al Pontífice para que concediese al obispo la facultad de
+absolver los casos reservados á los que contribuyesen con alguna limosna
+para la obra de la iglesia. Ambas gracias se obtuvieron, pero por breve
+tiempo; mas se recogió con ellas un buen socorro para adelantar la
+construccion, porque estaba suspensa la cruzada. Tambien solicitaron el
+obispo y cabildo que concediese el Papa las annatas de los beneficios á
+la Fábrica de la iglesia, en atencion á la cortedad de rentas y muchos
+gastos que tenia; pero no se consiguió que esta gracia fuese perpétua
+como se deseaba. El rey D. Felipe II presentó á D. Cristóbal de Rojas
+para el arzobispado de Sevilla, y habiendo sido confirmado declaró el
+cabildo la Sede vacante el 26 de junio de 1571. Antes de retirarse de
+Córdoba dejó techada la capilla mayor de la nueva catedral, y cerrados
+los grandes arcos que sirven de entivo y fuerza para el crucero, como
+hoy aparece por sus armas labradas en la clave del arco inmediato al
+altar de Sta. Lucía. Liquidada ademas la cuenta de las limosnas
+recogidas en virtud de la Bula de la absolucion de casos reservados,
+dejó al cabildo una libranza de un millon ciento veintisiete mil y
+ochenta y ocho maravedís en que resultaba alcanzado, para que los
+cobrase de sus rentas la Fábrica de la catedral.
+
+Aunque la capilla mayor se habia techado, no estaba concluida. Esta obra
+y la del crucero continuaban lentamente por falta de medios, y deseando
+el obispo D. Antonio de Pazos y Figueroa que se terminase, el dia 9 de
+enero de 1584 se presentó en el cabildo á tratar este asunto. Para ello
+se congregaron en la sala capitular el clero catedral y los enviados de
+la ciudad, que tambien deseaba ver finalizada la grande obra.
+Propusiéronse varios medios por ambos cabildos, y todo bien discutido,
+pareció lo mas prudente recurrir al rey; y á 27 de febrero nombraron el
+obispo y cabildo al Dr. Diego Muñoz, canónigo magistral, para que
+juntamente con los diputados que tenia la ciudad en la corte se hiciesen
+presentes á S. M. y sus ministros los arbitrios que podrian tomarse para
+llevar á cabo la empresa. Se trató de mudar los cuerpos reales de D.
+Fernando IV y D. Alfonso XI á la capilla mayor nueva, y de otras
+providencias útiles; pero nada tuvo el efecto que se deseaba, y fué muy
+corto el socorro que se logró para la obra.
+
+Poco adelantaria esta cuando nueve años despues (en 1593) estaba aun
+lejos de terminarse el crucero. El coro nuevo se hallaba tambien muy
+atrasado; sin embargo leemos que en este año fué preciso abandonar el
+coro viejo, y que el clero empezase á residir provisionalmente en las
+naves del altar de S. Sebastian, y no sospechamos la causa. La obra mas
+notable de este tiempo fué la de la torre. Ya dijimos atrás que esta
+fábrica era una elegante zoma ó alminar de setenta y dos codos de
+altura, obra del tiempo de Abde-r-rahman An-nasír, y que el siglo XVI la
+habia notablemente quebrantado por poner en ella su mano profana. Una
+gran tempestad acababa de completar en 1589 el acto del vandalismo
+artístico, que no merece otro nombre á pesar de llamarse su autor Hernan
+Ruiz; y el peregrino edificio ya disfrazado, mutilado, desfigurado y
+feamente cubierto con un chapitel ochavado de madera y hoja de lata, á
+guisa de caperuza, y despues descaperuzado por el referido temporal,
+estaba amenazando ruina. Reunido el cabildo en Sede vacante por muerte
+de su obispo D. Gerónimo Manrique y Aguayo, determinó en 4 de mayo de 93
+que se restaurase la torre conforme al modelo y traza que el maestro
+mayor de las obras, Hernan Ruiz, nieto del otro del mismo nombre, le
+habia presentado; para lo cual se libraron de pronto mil y quinientos
+ducados del caudal de las Fábricas de las iglesias. Figuraba la traza
+ciento veinte piés de altura sobre los ciento cinco que tenia la torre,
+aumentando el grueso de los muros desde los cimientos por la parte
+esterior hasta los sesenta piés, y cerrando como caja lo antiguo del
+alminar que podia conservarse. De este modo se empezó la obra, y para
+mayor seguridad fueron llamados Asensio de Maeda, maestro mayor de la
+iglesia de Sevilla, y otros oficiales con Juan de Ochoa y Juan Coronado,
+vecinos de Córdoba, quienes reconocida la construccion la aprobaron y
+dieron por firme y sólida, segun resulta del acuerdo capitular de 24 de
+julio del mismo año. No se acabó de una, sino que tambien esta fábrica
+sufrió interrupciones, y solo llegó á su término en 1664 bajo la
+direccion de Juan Francisco Hidalgo. No te describo, amigo lector, su
+pesadísima arquitectura: en la lámina que representa la _puerta de las
+Palmas_ puedes á tu sabor contemplarla, bien seguro de que yo no te
+envidio este deleite.
+
+Promovido al obispado de Córdoba D. Francisco Reinoso, en cuanto dijo la
+primera misa en su iglesia y recibió la visita del cabildo, pasó á ver
+la obra nueva del crucero y la fábrica toda, y admirado de la bella
+arquitectura del templo, se condolió de ver parada y espuesta á
+sensibles deterioros la nueva construccion. Aunque la capilla mayor,
+como queda dicho, estaba ya cubierta, el crucero y el coro iban
+sumamente atrasados, pues por falta de caudales y por diversas
+dificultades propuestas sobre la firmeza del edificio, no tenia cerrado
+de bóveda mas que el brazo del Evangelio, y lo demás no pasaba de las
+cornisas. Pero ni las dificultades ni la falta de medios pecuniarios
+arredraron á este animoso prelado, y así manifestó desde luego al
+cabildo su deseo de acabar la obra. Pidió que nombrase diputados para
+conferenciar con ellos, lo que ejecutó el cabildo en 23 de diciembre
+(del año 1597), y de la conferencia resultó que se celebrase una junta
+de los maestros mas afamados del arte para que reconociesen lo
+construido y trazasen el proyecto para la continuacion. En cuanto á
+medios, ofreció el obispo dos mil ducados en el acto, y otros dos mil
+cada año, con otros arbitrios que procuraria aplicar de otras fábricas.
+Tambien cedió tres mil ducados que debia dar su antecesor para las obras
+del palacio y posesiones propias de la dignidad. El cabildo en vista del
+fervor del prelado, y tocado de generosa emulacion, determinó en 12 de
+enero del siguiente año (1598) que por tres años se diese una prebenda
+entera para la obra, á pesar de que los años habian sido muy faltos y
+los prebendados se hallaban, dice Bravo, _muy gastados_. Lo peor era que
+todos tenian por defectuosa la obra, y que si esta general opinion se
+confirmaba, de nada iban á servir tan generosos sacrificios. Florecia á
+la sazon en Valladolid un maestro de obras de gran fama, llamado Diego
+de Praves: era reputado por el mejor arquitecto de su tierra. Mandóle á
+llamar el obispo secretamente: acudió, diligente, y habiendo considerado
+despacio la obra en presencia del venerable prelado, presentóse en la
+junta de alarifes y maestros del arte, ya congregados, y les dió á
+entender cómo se podia proseguir y llevar á término el grande edificio.
+No nos dicen en verdad los analistas cordobeses en qué se fundaba la
+vulgar opinion de no poderse continuar la fábrica tantos años atrás
+comenzada: veamos si el edificio mismo nos lo revela.
+
+La gran dificultad del arte moderno en las construcciones religiosas,
+admirablemente resuelta por la arquitectura ojival, vulgarmente llamada
+_gótica_, fué cubrir de bóveda de piedra las naves mayores de los
+templos, dando á estas luces altas y directas, y sosteniéndolas, no en
+gruesos pilares que ocupasen una grande area como en las construcciones
+romanas, sino en delgados y esbeltos apoyos, que obstruyesen lo menos
+posible el espacio destinado á los fieles. Espacio grande y
+desembarazado, luz abundante en todas partes, techado sólido y de buen
+aspecto, esto es, de dificil destruccion por el agua ó por el fuego, y
+de esa forma augusta tan magestuosamente adaptada por el antiguo
+pueblo-rey al cerramiento de los vanos en sus termas, en sus cloacas, en
+sus arcos de triunfo, en sus anfiteatros, en sus templos, en todos sus
+edificios públicos al parecer imperecederos; por último, puntos de apoyo
+de poco diámetro y grande altura: hé aquí los datos al primer aspecto
+contradictorios é inconciliables que tenia que reunir la arquitectura
+religiosa para satisfacer las necesidades del culto cristiano. Fueron
+menester nada menos que dos siglos de tentativas y de ensayos, con
+frecuencia infructuosos, para que el arte moderno llegara á resolver
+satisfactoriamente este problema. Era preciso que no fuese ya el macizo
+y voluminoso pilar romano el que contrarestase el empuje de la bóveda,
+sino que el contraresto viniese de otro empuje diametralmente opuesto y
+esterior, para que el pilar sobre que arrancaba el arco toral quedase
+simplemente reducido al oficio de apoyo y sosten de un peso obrando
+verticalmente. Las bóvedas hacen su empuje en sentido oblicuo, y se
+sostienen oponiendo resistencias oblicuas: este fué el luminoso
+principio en que fundó el arte ojival todo su sistema de equilibrio.
+Reconocióse al propio tiempo que el arco romano de medio punto hacia un
+empuje demasiado considerable para poderlo levantar á grande altura
+sobre muros delgados ó pilares aislados, especialmente en naves muy
+espaciosas, y se sustituyó al arco de plena cimbra el arco ojival ó
+apuntado: renuncióse por completo á la bóveda cilíndrica, cuyo empuje
+contínuo exigia un contraresto tambien contínuo, y colocando en los
+pilares todos los puntos de resistencia, se procuró que recayesen en
+ellos todo el peso y todo el empuje de las bóvedas: el peso en los
+pilares interiores, y los empujes al esterior del edificio en otros
+pilares mas sólidos, ligados con los puntos de arranque de la bóveda por
+medio de arbotantes. Para dar mas asiento y aplomo á estos pilares
+esteriores, propiamente hablando _botareles_, se les agregó un
+suplemento de peso que se convirtió en breve en motivo de elegante y
+rica decoracion. Descubierta la nueva ley de los empujes y resistencias
+oblicuos, y ensayado con facilidad el medio de llevar al esterior del
+edificio los empujes de las bóvedas y sus contrarestos, y de reducirlos
+á puntos determinados, estaba hecho todo: entre los puntos de arranque
+de cada bóveda podian abrirse grandes ventanas, las bóvedas ojivales
+podian elevarse á considerable altura, los pilares maestros del interior
+del templo podian adelgazarse cuanto se quisiera, no habia en rigor
+necesidad de muros, toda la construccion se reducia á una especie de
+armazon elástica sostenida por la ley del equilibrio, y los arquitectos
+de la edad media, en suma, habian descubierto el modo de trasformar los
+templos en bosques de piedra y sus pilares en árboles; pues no de otra
+manera que las poderosas ramas que sostienen una leve cortina, se juntan
+y entretejen los robustos nervios que sostienen los ligeros cascos de
+bóveda, ni parecen otra cosa las pintadas vidrieras que ocupan casi todo
+el vano entre pilar y pilar, que recamados y vistosos tapices colgados
+de árboles para una fiesta. Nada hay falso sin embargo en semejante
+sistema de construccion, porque el edificio manifiesta desde luego en su
+aspecto esterior toda su osificacion interna: el templo gótico es la
+basílica latina engrandecida, embovedada, y fortalecida con botareles y
+arbotantes.
+
+Pero sin arbotantes, la bóveda gótica espaciosa no es posible, porque
+los pilares sobre que arranca no tienen fortaleza bastante para
+contrarestar los empujes oblicuos; y sin embargo, el arquitecto que
+habia trazado la obra de la catedral nueva de Córdoba se habia propuesto
+en un temerario alarde de su ciencia, levantar sin arbotantes á mas de
+ochenta y ocho piés de altura bóvedas por arista de cincuenta piés de
+vuelo. La gran mole levantada sobre la techumbre de la mezquita con su
+inmensa cúpula en la interseccion de la nave mayor con el crucero, debia
+estribar toda en los diez y ocho pilares que dibujan la cruz latina de
+su planta: no habia medio de dirigir los empujes de las bóvedas sobre
+otros pilares esteriores mas sólidos que sirviesen de contrafuertes,
+porque en el sistema gótico la mayor fortaleza está en los cuerpos de
+fábrica de donde arrancan los arbotantes, como otros tantos brazos de
+piedra que sostienen la balumba de la bóveda que tiende á descuajar y
+separar los pilares en que apoya; y en el templo de Córdoba por el
+contrario, los postes de donde podian arrancar los arbotantes eran de
+menos volúmen y resistencia que los pilares de apoyo de las bóvedas.
+Aumentaba la dificultad la circunstancia de ser notablemente rebajados
+los cuatro arcos torales sobre que habia de erigirse el cimborio, porque
+estos arcos marcaban muy baja la clave de las bóvedas del crucero y de
+la capilla mayor, y es sabido que cuanto mas rebajadas son las bóvedas
+mayor es su empuje. Esta es sin duda la dificultad artística con que se
+habia tropezado al querer terminar el edificio en otras épocas
+anteriores, porque leemos que la construccion no habia pasado de las
+cornisas desde el tiempo del obispo D. Juan de Toledo, y esto nos induce
+á creer que el peligro de continuarla se veía única y esclusivamente en
+el embovedado. Triunfó de todos los obstáculos el genio del maestro
+llamado por el obispo Reinoso, el cual dió la traza para la terminacion
+de la obra: enfervorizóse el animoso prelado, y el cabildo obsequioso
+con su deseo tomó la determinacion que dejamos referida. Con esto
+volvieron á activarse los trabajos.
+
+Por fin, el sábado 29 de abril del año 1600 se acabó de cerrar el
+crucero que tanto deseaban todos ver finalizado. «Fué el obispo á la
+iglesia, dice Bravo, y con el fervor que tenia no pudo contenerse, hasta
+subir á ver sentar la última piedra y registrar toda la obra.» Acto de
+entusiasmo que nos trae á la memoria aquel otro de que habia sido objeto
+la Aljama mahometana seis siglos y medio antes, cuando el califa
+An-nasír, sabedor de la terminacion de la soberbia zoma que habia
+mandado construir, acudió presuroso en alas de su deseo, y no contento
+con admirar la arquitectura del gallardo edificio, lo registró todo
+subiendo y bajando por dentro de él como para gozar mas palpablemente de
+su obra. Repicaron las campanas y sonaron los instrumentos músicos en
+demostracion del general regocijo, y se tributaron á Dios las debidas
+gracias. Murió el celoso obispo con el consuelo de ver asegurada la
+conclusion de la grande obra, si bien no alcanzó á verla decorada y en
+disposicion de poderse celebrar en ella el culto. Dió su alma al Criador
+el 12 de agosto de 1601 dejando por heredera á la Fábrica de la catedral
+en la parte que quedase despues de pagadas las deudas: el cabildo
+dispuso darle sepultura en el nuevo crucero junto al obispo D. Leopoldo
+de Austria, al lado del Evangelio, pero estando este sitio ocupado con
+los materiales de la obra, se depositó su cuerpo en el hueco ó bóveda
+que ahora es capilla debajo del altar mayor. Fué trasladado al sepulcro
+que se le tenia destinado en julio del año 1607, y aunque debajo de las
+vestiduras se le habia puesto cal para que se resolviese pronto, por si
+le habia tocado algo del terrible contagio que habia padecido la ciudad
+en los dias de su enfermedad, se halló incorrupto sin habérsele
+consumido mas que la punta de la nariz, tratable, hermoso y fresco como
+estaba cuando fué enterrado. Duró pues hasta el año 1607 la obra de
+decoracion del crucero y coro: el obispo D. Pablo Laguna habia legado á
+la Fábrica hacia poco tiempo cinco mil ducados; antes habia remitido
+otros tres mil el venerable arzobispo de Santiago D. Juan de San
+Clemente Torquemada con destino espreso á la obra de la iglesia, por lo
+cual acordó el cabildo cumplirle perpetuamente un aniversario y poner
+sus armas en el arco del trascoro. A 27 de setiembre del año 1606
+estaban tan adelantados los trabajos, que determinó el cabildo se
+mudasen las sillas y órganos al coro nuevo, y se hiciese el altar mayor.
+Mientras se verificaba dicha mudanza continuó el coro en el sitio
+correspondiente al altar de S. Sebastian en verano, y en invierno en la
+capilla del Sagrario; y á 9 de setiembre de 1607 con la mayor solemnidad
+se llevó el Santísimo al altar nuevo, y se celebraron en él la Misa y
+Divinos Oficios.
+
+Quedaba vacante y sin uso la capilla mayor antigua, y pareciendo que
+convenia conservarla, se determinó á 27 de noviembre que en dicha
+capilla se pusiesen otros dos altares para que en ellos dijesen Misa los
+prebendados, dando la Fábrica los ornamentos necesarios. Verificóse esto
+siendo obispo de Córdoba D. Fr. Diego Mardones, anciano piadoso,
+caritativo y austero, infatigable en el trabajo á pesar de sus muchos
+años, y cuya avanzada edad significó el rey D. Felipe III en la carta
+que escribió al cabildo diciéndole: _ahí os envío los huesos del obispo
+Mardones_, muy ageno de pensar que aquel costal de huesos habia de
+sobrevivirle mas de tres años á él jóven y robusto. La memoria de este
+venerable y religiosísimo obispo, cuyo gobierno duró diez y siete años,
+permanecerá siempre en la iglesia de Córdoba llena de bendiciones, no
+solo por las donaciones y dotaciones grandes que hizo, sino tambien por
+sus incomparables virtudes. Vivió noventa y seis años, los ochenta y
+ocho con gran vigor para cumplir admirablemente los árduos deberes de su
+ministerio; despues fué todo trabajos y dolores, pues padeció mucho y
+estuvo baldado de piés y manos, y así le llama el autor del _Catálogo de
+los obispos cordubenses_ varon de dolores, añadiendo con justicia que
+deberian agregarse al epitáfio de su sepulcro aquellas palabras del
+paciente Job: _Expecto donec veniat immutatio mea: vocabis me, et ego
+respondebo tibi: operi manum tuarum porriges dexteram._ Siendo de
+ochenta y tres años, y á pesar de haber quedado tan débil con una
+enfermedad que padeció, que por órden de los médicos se alimentaba al
+pecho de dos amas y dormian con él dos niños robustos para calentarle,
+vivió lo suficiente para hacer su nombre digno de eterna memoria: bajo
+su episcopado se verificó la famosa expulsion de los moriscos, y á su
+ilustrada tolerancia debió el no ser echado de Córdoba un morisco
+insigne por su sabiduría en las ciencias físicas, llamado Felipe de
+Mendoza, hombre útil á la república. Empezó la obra del nuevo palacio
+episcopal, y gastó en ella mas de sesenta mil ducados: en cuya ocasion
+se demolió el pasadizo que habian fabricado los califas para ir desde su
+alcázar á la mezquita, y que dejamos descrito en su lugar
+correspondiente[373]. En su tiempo promovió el cabildo singularmente el
+culto de la Purísima Concepcion, dando su piadoso celo ocasion á que la
+iglesia de Córdoba fuese la primera en celebrar este misterio, aun no
+declarado de fé, como una de las mayores festividades del año, imitando
+su ejemplo las demas iglesias, ciudades y universidades de España[374].
+El obispo Mardones fué quien costeó la obra del retablo y ornato que
+faltaba á la capilla mayor, ofreciendo al cabildo para este objeto _una
+gruesa cantidad de dineros cada año_ al tiempo de enviarle las buenas
+Pascuas. Los felicitados nombraron cuatro diputados que le diesen las
+gracias y tratasen con su ilustrísima todo lo conducente á poner en
+ejecucion obra tan plausible. Hiciéronse diversos diseños por artífices
+afamados: el Hermano Alonso Matías, reputado insigne arquitecto, se
+hallaba en Córdoba en su colegio de la Compañía de Jesus, é hizo uno,
+que pareciendo bien á todos se escogió por universal aplauso; y para que
+su idea se ejecutase perfectamente, le nombró el cabildo á 16 de
+febrero de 1618 superintendente de la obra con facultad plena de
+escoger los jaspes y materiales necesarios y de traer maestros y
+operarios de su satisfaccion[375]. La Fábrica de la catedral recibió
+repetidas muestras de la gran liberalidad de este prelado. En 1616 le
+hizo una donacion pura de veinte mil ducados en que estaba gravada, para
+que redimiese sus censos. Por el mismo tiempo dotó la octava del
+Santísimo Sacramento con diez mil ducados. Asistió á la fiesta de
+Santiago, y en lugar del doblon que se daba de ofrenda, dió una cruz y
+dos candeleros de plata dorados con óvalos de oro y esmalte rojo: tres
+urnas y aguamaniles de plata dorados, y una casulla de raso bordada,
+_todo muy precioso y de mucho valor_, dice Bravo, mas tolerante que
+nosotros con el gusto artístico de aquel tiempo. Al año siguiente (1617)
+ofreció en la misma fiesta una fuente de plata dorada, estimada en mas
+de doscientos ducados. En 29 de mayo de 1620 donó al cabildo una cruz
+grande de plata sobredorada con muchos engastes de oro y piedras
+preciosas, de ciento nueve marcos de peso. En el mismo año, habiéndose
+acabado el nicho del lado del Evangelio en la capilla mayor, colocó en
+él una imágen del apóstol Santiago á caballo, y en una lápida de jaspe
+negro puso la siguiente inscripcion: _B. Jacobo Hispaniarum Dei dono
+singulari, unico certiss. antiquiss. que Patrono, triumph. hostium
+invictiss. D. Fr. Dieg. Mardones. Epis. Cord. D. D. anno MDCXX._ En 1623
+á 24 de julio, en agradecimiento al cabildo por las rogativas y fiesta
+de accion de gracias que habia celebrado durante su enfermedad y en su
+convalecencia, le envió por medio de su provisor una lámpara de plata
+para la capilla mayor, y un terno de raso blanco bordado. Finalmente,
+antes de morir dió muchas limosnas y dotes á pobres y huérfanas, y fundó
+una obra pia de sesenta mil ducados de principal y treinta mil de renta
+para casar doncellas pobres y socorrer necesidades en la ciudad y
+lugares del obispado. Noventa y tres años de edad contaba este
+virtuosísimo y respetabilísimo patriarca cuando murió el rey D. Felipe
+III, y aun parecia que el cielo le queria conservar muchos más al amor y
+agradecimiento de su clero y pueblo, que como verdadero padre dirigia y
+santificaba. El bendijo el pendon real en la capilla mayor cuando con
+las ceremonias y solemnidades acostumbradas fué aclamado en Córdoba el
+rey D. Felipe IV. El dió la bendicion solemne á la ciudad, y despues
+llevó á su palacio á todo el cabildo para que viese la aclamacion hecha
+en la Torre del Homenage y Campo Santo desde un tablado que para este
+fin tenia prevenido, contemplando toda la ceremonia sin fatiga hasta el
+acto de enarbolar el pendon real por el nuevo rey. ¡Con cuánta solicitud
+y cariño correspondia el cabildo á sus contínuas mercedes, fomentándose
+en la por tantos títulos ejemplar iglesia de Córdoba esa envidiable
+armonía entre los prebendados y el prelado, que tan noblemente la
+distingue, y en que la reverencia, el obsequio y el amor que se tributan
+por un lado, son correspondidos con igual estimacion y fineza por el
+otro! No de otra manera que un padre octogenario entre sus hijos, todos
+atentos á prolongar y dulcificar con esquisitos cuidados sus últimos
+dias, se nos representa en la imaginacion el digno anciano que regía la
+iglesia de Córdoba por los años de 1621, cuando para no privarle de
+asistir á las grandes solemnidades de la catedral, y no privarse ellos
+de su amada presencia, modificaban los prebendados en su obsequio las
+inflexibles prescripciones de ritual y de costumbre, y para que pudiese
+oir con mas facilidad la palabra divina le aderezaban en desusado
+lugar, en medio de las barandillas, un cómodo asiento junto al altar
+mayor provisional, y allí le asistian los dos presidentes del cabildo
+esmerándose en hacer fáciles y agradables los postreros actos pastorales
+de aquella vida próxima á estinguirse. ¡Con cuánto anhelo esperaba la
+terminacion de aquel suntuoso retablo junto al cual habia de ser
+sepultado! Parecia que se resistia á morir mientras no pudiera elegir
+por sí mismo el parage donde habia de descansar su cuerpo; y sin
+embargo, el nicho de jaspe reservado para su sepulcro y para su estátua
+estaba ya bruñido. Murió cuatro años antes de que se acabase la obra del
+retablo (en 1624), y en el referido nicho, al lado de la Epístola, se
+lée hoy este epitáfio:
+
+ DOM. FR. DIDACUS MARDONES, EPISCOP.
+ CORD. OB. L. AUREORUM. M. IN ARÆ
+ MAXIMÆ
+ CULTUM DONATA SENATUS ECCLES. CORDUB.
+ SEPULT.
+ HIC ET STATUAM CUM BASI GRATI ANIMI
+ ERGO
+ B. M. P. ANNO MDCXXIIII
+ VIXIT ANNOS XCVI.
+
+Y en el crucero, en uno de los arcos de medio punto del mismo lado de la
+Epístola, se grabó esta inscripcion: «_Acabóse esta capilla mayor con su
+crucero en 7 de setiembre de 1607 años, siendo obispo de Córdoba y
+confesor del rey nuestro señor Felipe III el Illmo. Sr. D. Fr. Diego de
+Mardones, á quien los señores dean y cabildo se la dieron para su
+entierro por haber dejado el suntuoso que en su vida tenia en S. Pablo
+de Burgos, cuyo convento, siendo prior dél, lo dispuso y dotó en mas de
+setenta mil ducados, y en agradecimiento de haberle dado la capilla
+mayor dió á esta santa iglesia cincuenta mil ducados para hacer
+retablo._»
+
+Ochenta y cuatro años duró por consiguiente la obra de la catedral
+nueva, puesto que se habia dado principio á ella en 1523 siendo obispo
+de Córdoba D. Alonso Manrique. Comenzó cuando la arquitectura gótica era
+todavía considerada como característica de los edificios religiosos, y
+para las demas construcciones estaba ya admitido en toda la Europa culta
+el nuevo estilo italiano conocido con el nombre de _Renacimiento_.
+Introducido este estilo en España con motivo de las guerras que la
+dinastía austriaca sostuvo en Italia y en Francia, contagiado el gusto
+de todos los personages de cuenta de los dos estados militar y
+eclesiástico con el ejemplo de la admiracion que en las citadas naciones
+alcanzaban las obras de Leonardo de Vinci, del Primaticio, de Benvenuto
+Cellini, de Serlio, y las de sus discípulos los franceses Jean Bullant,
+Philibert Delorme y Pierre Lescot, facilmente se esplica que la catedral
+nueva de Córdoba, trazada y costeada por hombres formados en la moda
+italiana y francesa, aparezca como una creacion bastarda del gusto
+ultramontano en transaccion con el antiguo estilo practicado por todo el
+Occidente.
+
+Indicaremos ligeramente las causas de donde procedió este nuevo estilo
+_renacido_, para bosquejar en seguida los caractéres principales que le
+determinan. La arquitectura ojival, que era á fines del siglo XII y
+principios del XIII la espresion mas acabada del nuevo estado social en
+el momento de emanciparse el estado llano en las naciones que
+antiguamente habia agrupado el brazo de hierro de Carlomagno, habia
+quedado exhausta. Prohijada por el feudalismo, aceptada por la Iglesia,
+admitida por la potestad real cuando acababa apenas de salir de los
+modestos focos de la plebe emancipada, sirvió admirablemente á los
+intereses y designios de cada una de estas clases en su desarrollo
+sucesivo: dió á los altivos señores feudales y á los reyes castillos y
+palacios, espaciosos por dentro para contener un numeroso séquito,
+sombríos y de dificil acceso por de fuera para imponer respeto y
+resistir los asedios; dió á las nacientes corporaciones municipales y á
+la clase popular, casi toda á la sazon de traficantes y mercaderes,
+casas de ayuntamiento, mercados, lonjas, bolsas, tribunales, y fuertes
+murallas para defender sus conquistados derechos; dió á la Iglesia un
+brillante simbolismo, templos desahogados y capaces, mas acomodados al
+grande incremento de las poblaciones que las pequeñas y sombrías
+iglesias erigidas en los siglos XI y XII segun las inflexibles reglas
+del arte monástico. Pero cuando llegó á inaugurarse en el siglo XV la
+época de la fusion y centralizacion de los poderes, de la supremacía
+real, y de la desaparicion del feudalismo, y cuando las antiguas
+libertades locales de los pueblos dejaron de ser una necesidad, entonces
+tambien fué insensiblemente decayendo el arte que habia sido la mas
+genuina espresion de sus nobles y osados pensamientos. Acabaron las
+libertades feudales y comunales como incompatibles con la nueva
+organizacion de la sociedad; tambien debia lógicamente acabar un sistema
+de arquitectura inadecuado ya para la vida pública y privada atendida la
+nueva direccion que habia tomado el entendimiento humano en todas las
+cosas. Y habia acabado en efecto por la impotencia de producir formas
+nuevas. No era ya posible dar un paso más en la arquitectura de la edad
+media: la materia, domada y sometida durante un penoso trabajo de tres
+siglos, nada inspiraba ya; la estraordinaria habilidad de los artífices
+habia llegado á su término racional; el ingenio y la razon, el arte y la
+ciencia de consuno, habian hecho de la piedra, de la madera, del hierro,
+del plomo, cuanto era dable hacer, traspasando no pocas veces los
+límites del buen gusto. Si se hubiera continuado apurando la docilidad
+de la naturaleza física en el mismo sentido, esta al fin se habria
+declarado rebelde, y las concepciones artísticas no habrian podido salir
+del cerebro ó de los planos de sus autores.
+
+Nuevas ideas, nuevos instintos, nuevos deseos atormentaban á la Europa
+moderna. La razon humana devorada por su sed de ciencia, llena de
+actividad y ansiosa de libertad, habia roto el vínculo de la autoridad
+religiosa, única que por entonces le era molesta. Reformar la Iglesia,
+reformar la religion y lanzarse en pós de un progreso indefinido y
+quimérico, repudiando como insuficiente la enseñanza católica y buscando
+nuevas vias de desahogo á la fermentacion del espíritu de innovacion,
+eran las aspiraciones de los hombres grandes de la época. Intenta la
+reforma eclesiástica el concilio de Constanza; aborta esta reforma en
+Basilea, y Cárlos VII de Francia se atreve á ponerla en planta por medio
+de una pragmática sancion; pero de nuevo la deja frustrada el concordato
+de Francisco I con Leon X. Intenta la reforma religiosa Juan de Hus en
+Bohemia, y en la misma ciudad de Constanza es quemado como herege. En
+ambas tentativas salió la autoridad triunfante; pero la del Papa no pudo
+impedir que las nuevas doctrinas del concilio de Basilea y de los
+príncipes acerca del gobierno de la Iglesia y de las reformas que en
+ella habian de hacerse, echáran hondas raices en Francia, se
+perpetuáran, pasáran á los parlamentos y se convirtieran en opinion
+poderosa; ni pudo estorbar el imperio que la reforma religiosa popular,
+sofocada con fuego en la hoguera de Juan de Hus y Gerónimo de Praga, y
+luego con sangre en los campos de Boehmischbrod, volviese á levantar
+la cabeza con mayor pujanza en Wittemberg. Finalmente, en medio de este
+movimiento religioso empieza en Europa una escuela política, filosófica
+y literaria, cuya influencia, no combatida por el poder espiritual ni
+por el temporal, antes al contrario favorecida por ambos, fué el orígen
+principal de la gran revolucion que en instituciones, opiniones,
+filosofía, literatura y artes esperimentó el mundo moderno. Lo que
+Cárlos VII y los Husitas no habian logrado, aquel con su pragmática y
+estos con sus largas y terribles campañas, se hubiera de seguro
+conseguido en el siglo XVI aun sin el auxilio de otros príncipes y de
+otros reformadores, solo por efecto del movimiento intelectual que con
+su idolatría hácia la clásica antigüedad habian inaugurado el Dante,
+Petrarca y Bocaccio. ¿Qué mayor golpe podia sufrir el antiguo y
+venerando edificio de la severa civilizacion cristiana en todas sus
+faces, que la admiracion tributada por los genios mas eminentes á todas
+las creaciones de la antigüedad pagana? ¿Y sabian por ventura qué brecha
+abrian en la fortaleza de la autoridad espiritual desechando las
+costumbres groseras, las ideas humildes, las formas semi-bárbaras de su
+tiempo, aquellos libres pensadores del siglo de Leon X, eclesiásticos,
+prelados, jurisconsultos y literatos, que como el licencioso Berni, el
+sibarita Bembo, el escéptico Sadoleto, y tantos otros, se entregaban con
+orgullo á los placeres de una vida materialista, elegante y licenciosa?
+Cuando Lorenzo de Médicis _el Magnífico_ se afanaba tanto por resucitar
+en la bella Italia la cultura y costumbres del siglo de Augusto con las
+artes del tiempo de Pericles y el _neoplatonicismo_ del Bajo Imperio,
+educando á su prole en el desprecio de todo lo que no era antigüedades
+griegas y romanas, y en la amistad íntima de un Marsilio Ficino y de un
+Pico de la Mirándola, estaba por cierto muy lejos de imaginarse que la
+autoridad pontifical de su hijo Juan habia de sufrir mayor descalabro
+por el influjo destructor de aquel renacimiento pagano que por los
+envenenados tiros del mismo Lutero. Tampoco se imaginaba Francisco I al
+anular la pragmática reformista de Cárlos VII, que él iba á ser el
+principal continuador de la obra intentada por el padre y por el hijo de
+Luis Onceno. Cárlos VII en efecto habia sido innovador secundando las
+ideas proclamadas por un concilio; Cárlos VIII lo habia sido tambien
+introduciendo en Francia el arte renacido de la Italia; pero ninguno mas
+apasionado por las nuevas ideas italianas que el galante y caballeresco
+émulo de Cárlos V, por cuya mediacion se consumaron en la monarquía de
+S. Luis el ostracismo definitivo de la civilizacion _gótica_
+espiritualista, y la exaltacion perpétua del principio materialista en
+todas sus formas. Los enemigos mas formidables del principio católico y
+de cuanto él habia creado no eran, no, Lutero y Calvino; estaban en el
+corazon de la misma Iglesia romana, eran los cardenales eruditos y
+sensuales, los filósofos epicúreos platónicos, los jurisconsultos
+regalistas, los poetas licenciosos que á su sombra florecian. Si el
+acalorado monge de Eisleben pretendia reducir el cristianismo á su
+primitiva pureza, los sabios, literatos y artistas que florecian en
+torno de los Médicis, conspiraban, sin propósito deliberado tal vez,
+nada menos que á anular el cristianismo y sus consecuencias. Eran pues
+sin pensarlo los genios de la Italia en el décimosexto siglo los mas
+poderosos auxiliares de la funesta emancipacion religiosa.
+
+Atraía la corte pontificia las miradas de la Europa entera por la
+espléndida aureola con que habian rodeado el solio de Leon X los poetas
+y los artistas; al propio tiempo la _reforma_ se habia granjeado
+poderosos valedores entre la nobleza católica, seducida con la esperanza
+de sustraerse á la preponderancia intelectual del clero, y de apoderarse
+de los bienes temporales del feudalismo monástico. Margarita de Navarra
+ofrecia un asilo á Calvino en su pequeña corte de Nérac, la duquesa de
+Etampes se declaraba mediadora entre el rey Francisco y los reformistas,
+las damas principales de la corte ridiculizaban la misa católica y se
+rebelaban contra el _incómodo_ sacramento de la penitencia; los antiguos
+estudios teológicos, las sérias y profundas meditaciones de los doctores
+de los siglos XII y XIII se miraban como rancias sutilezas del
+escolasticismo. Todo está ligado en el órden intelectual, y el arte es
+un ejercicio del pensamiento demasiado noble para que no participe de
+todas sus vicisitudes. Condenadas al descrédito y al olvido las
+ciencias, la filosofía y las letras de la edad media, es claro que el
+arte de los siglos XII y XIII tampoco podia sobrevivir á la condena
+general implícita en el grito de triunfo de _reforma_ y de
+_renacimiento_. Siguió en Francia la aristocracia el impulso dado por su
+rey, desplegando un lujo hasta entonces desconocido en la construccion
+de sus palacios y casas de placer. Daba la corona el ejemplo demoliendo
+el antiguo Louvre de Felipe Augusto y Cárlos V, cuya imponente torre
+feudal fué desde luego arrasada para dar lugar á las elegantes y
+risueñas construcciones de Pierre Lescot. La nobleza desmanteló sus
+antiguos torreones para erigir en su lugar viviendas accesibles,
+placenteras, decoradas con pórticos y columnatas, fuentes y estátuas de
+mármol. Cayeron las murallas almenadas, las torres de homenage y vela,
+los parapetos y matacanes, los puentes levadizos y toda clase de
+defensas: cegáronse los fosos, abriéronse las puertas, rasgáronse y
+ensancháronse las angostas lumbreras. El feudalismo derribaba sus
+fortalezas por sus propias manos prodigando sus tesoros á los artistas
+para que se las trasformasen en risueños y elegantes palacios.
+
+Así fué abandonado el antiguo estilo francés llamado _gótico_, que tan
+gloriosos monumentos habia producido en toda la Europa occidental.
+
+Los maestros del nuevo modo de construir no podian ser mas que los
+italianos, porque para los arquitectos formados en el antiguo sistema,
+la arquitectura del renacimiento era un lenguaje del cual ni siquiera el
+abecedario comprendian. Apegados al vetusto arte ojival, ya convertido
+en rutina, acostumbrados á renunciar á toda direccion ante la petulante
+práctica de las corporaciones de oficios, cada una de las cuales se
+apropiaba el derecho de decidir por sí del carácter é importancia de su
+obra particular sin consideracion al conjunto; despojados en cierto modo
+de la responsabilidad de sus trazas por la costumbre ya generalmente
+establecida por los prelados, cabildos y señores, de entenderse por
+separado con los gremios de oficios y ajustar con ellos la obra que
+apetecian; ni sentían los arquitectos la dignidad de su profesion, ni
+eran ya propiamente hablando tales arquitectos. Habia sí grandes
+escuelas ó gremios de francos-mazoneros, que conservando todos los
+secretos y tradiciones del arte gótico, erigian con admirable presteza,
+solidez y elegancia de proporciones, aquellos arcos ojivos y aquellas
+elevadas bóvedas de piedras ligerísimas y sabiamente cortadas, que
+tendian sobre los robustos nervios de las aristas como una lona sobre
+una armadura de hierro; habia canteros y carpinteros familiarizados con
+todas las dificultades del trazado geométrico, perfectamente entendidos
+en las mas complicadas secciones de planos; escultores que con gran
+primor recortaban la piedra y cubrian de hojas, enramadas, pájaros y
+figuras caprichosas las cenefas, las franjas, los doseletes y
+marquesinas, las repisas, los capiteles, las gárgolas; imagineros que
+esculpian bellamente figuras de santos para las andanas de las portadas,
+los frontoncillos y las hornacinas; plomeros y pizarreros expertos en el
+modo de cubrir las armaduras; pintores en vidrio que habian mejorado
+este precioso procedimiento; pero cada oficio obraba segun sus
+aspiraciones y su amor propio, y faltaba en las construcciones el agente
+principal de la idea artística en globo, el que habia de dar unidad y
+armonía al pensamiento arquitectónico. Sucedia en los últimos tiempos
+del arte ojival en las provincias mismas donde se habia formado, lo que
+no sucedió jamás en su buena época: los francos-constructores hacian v.
+gr. el buque de la iglesia, sus naves, sus pilares, sus bóvedas, segun
+un modelo y traza ya conocidos y uniformemente repetidos: luego venian
+todos los artífices encargados de los demas objetos accesorios y de
+decoracion. El que habia pintado las vidrieras no se curaba de lo que
+habia trabajado el escultor, ni este de lo que labraba el imaginero; ni
+el plomero se cuidaba de si el desagüe segun su proyecto corresponderia
+ó no con las vertientes que el carpintero habia dado á la armadura del
+comblo. Los monstruosos resultados de esta falta de conjunto y de
+armonía, mejor dicho aun de esta falta de subordinacion á la suprema
+idea del arquitecto, se advierten en las reedificaciones de las mas
+célebres catedrales de la cristiandad[376].
+
+El feudalismo espiraba, el protestantismo dejaba ociosos á muchos
+constructores y les hacia ir insensiblemente olvidando las prácticas
+tradicionales de su profesion; por otra parte el celo religioso
+ferviente y espansivo de los siglos XIII y XIV habia poblado la tierra
+de suntuosos y muy duraderos templos, y habian de transcurrir muchas
+generaciones antes de que fuese necesario construir más. Con tales
+condiciones, forzosamente tenia que decaer el arte ojival en el siglo
+XV; y si á esta decadencia se agregaba en el siglo XVI el abandono que
+de él hacian los pontífices y el fomento que daban al nuevo sistema
+arquitectónico los príncipes y magnates, y la misma Iglesia un tanto
+secularizada, claro es que del antiguo modo de edificar no podian quedar
+en breve mas que los mudos ejemplos en los monumentos y el indiferente
+recuerdo en los hombres.
+
+De consiguiente, si los mismos edificios de carácter gótico se hacian en
+Francia al finalizar el siglo XV casi sin intervencion de los
+arquitectos, ¿cómo era posible que hubiese allí artistas aptos para
+llevar á cabo sin tomar lecciones de los italianos la regeneracion de la
+arquitectura clásica antigua? Es evidente que ni siquiera estaban á su
+alcance sus reglas mas elementales. La revolucion verificada en las
+ideas y en las costumbres era demasiado exigente: querian palacios
+abiertos con elegantes y ligeras columnatas jónicas, con espaciosas
+escalinatas y anchos pórticos los que habian hasta entonces vivido en
+alcázares, castillos y calahorras, cercados de fosos y fuertes muros,
+entre macizas paredes con angostísimas lumbreras; apetecian elevadas
+cornisas y bruñidos subasamentos, y cimbras romanas en los vanos, y
+pilastras estriadas en los muros, y frisos ornados de bajo-relieves
+mitológicos, y galerías con estátuas, y _logias_ pintadas al fresco, y
+terrazas con balaustradas, y zócalos con grecas y molduras, y toda la
+riqueza en suma de los cinco órdenes del antiguo, los que en las torres
+y borges de sus mayores solo habian paseado parapetos y adarves, y
+asomado la vista por merlones, troneras y matacanes, y entretenido la
+curiosidad en las largas horas del ocio feudal con las alfardas y
+almizates de los artesonados de madera, ó con los alizares de las
+paredes. Así pues, la Francia que en tiempo de Cárlos VIII habia
+rechazado á los arquitectos ultramontanos que en su comitiva llevaba
+aquel rey de vuelta de sus descabelladas empresas bélicas, sin tomar de
+ellos mas que tal cual mascaron ó tal cual capitel antiguo, recibió con
+los brazos abiertos á los artistas que le dieron Luis XII y Francisco I,
+y bajo los reinados de los últimos Valois y de los primeros príncipes de
+la línea Robertina hasta Luis XIV, en que se inauguró una nueva era para
+la arquitectura francesa, no cesó de enviar á Italia sus mas
+privilegiados genios para que se educasen en los principios que con
+tanto éxito habian establecido en Nápoles, Florencia y Roma, los
+Masuccios, los Brunelleschis y los Bramantes.
+
+Así se verificó la revolucion arquitectónica en Francia. En España puede
+decirse que la hizo por sí sola la moda con su incontrastable poder.
+Porque el genio cristiano no habia entre nosotros abandonado de tal
+manera el campo al genio pagano del renacimiento, que se pudiese decir
+estinguida su influencia. El arte gótico, tal vez por haber comenzado en
+nuestro suelo mas tarde, no habia degenerado aun como en Francia, no se
+hallaba reducido á la rutina de los oficios, ni le faltaban profesores
+que le ejerciesen con dignidad é independencia. Cabalmente estaba en su
+mayor auge en los fines del siglo décimoquinto y principios del
+décimosexto en toda la Península, principalmente en Castilla, la célebre
+escuela de los Colonias, rama de fecunda sávia desgajada del poderoso
+tronco del norte por el ilustre prelado D. Alonso de Cartagena, y
+convertida en árbol lozano y pomposo cuando en las guerras por la
+posesion de Italia, por el dominio del Imperio de Alemania y por la
+preponderancia en Europa, se contagiaba del nuevo gusto estrangero el
+católico Cárlos V.
+
+No teníamos el luteranismo que dejaba desiertos en Francia los templos
+católicos y los talleres de los artífices criados á su sombra; tampoco
+abundancia escesiva de catedrales y otros edificios religiosos; al
+contrario, los cabildos, los prelados, los príncipes, rivalizaban en la
+ereccion de templos suntuosos. Del siglo XV y principios del XVI son las
+catedrales de Astorga, de Calahorra, de Coria, de Gerona, de Huesca, de
+Plasencia, de Sevilla, lo mejor y principal de las de Burgos, Toledo,
+Valencia y Salamanca, muchos notabilísimos conventos, iglesias,
+colegiatas, colegios y seminarios, y tambien gran número de lonjas,
+casas de diputacion y de ayuntamiento, audiencias y otros edificios de
+arquitectura civil. Los cabildos catedrales se disputaban la posesion de
+los Egas, de los Hontañones, de los Badajoz, de los Alavas, de los
+Comptes: cuando no podian lograr los servicios esclusivos de estos
+hombres privilegiados, se contentaban con que revisasen y reconociesen
+sus fábricas, diesen trazas para mejorarlas, y dejasen en ellas cuál una
+torre, cuál un retablo, cuál una portada. Y sin embargo fué preciso
+ceder al nuevo torrente y adoptar la arquitectura exótica.
+
+Verificóse esta trasmutacion casi sin intervencion de artistas
+estrangeros, modificando gradualmente los naturales primero la parte
+decorativa, luego la reparticion de sus construcciones; y á esta
+circunstancia, sea dicho de paso, debemos atribuir tal vez la fusion que
+en nuestros edificios civiles de la primera mitad del siglo XVI se
+advierte de los dos estilos italiano y gótico, á diferencia de lo que se
+observa en el renacimiento francés, obra esclusiva de italianos ó de
+franceses educados con ellos. Enrique Egas, el hijo del famoso Anequin
+Egas, maestro flamenco de la catedral de Toledo, y Pedro de Ibarra,
+arquitecto de un obispo de Salamanca, daban muestras evidentes de
+conocer la arquitectura greco-romana en insignes obras anteriores á la
+primer construccion francesa del nuevo estilo[377], en las cuales se
+advertia ya el principio de la escuela que estaban llamados á
+desarrollar con tanta gloria Pedro de Machuca, Alonso de Covarrubias,
+Diego Siloe y otros igualmente españoles: «un no sé qué, dice
+oportunamente Llaguno, parecido á las pequeñas nubes que en dia claro
+suelen anunciar la mutacion del tiempo.»
+
+Eran los principales caractéres de este nuevo estilo el arco de medio
+punto ó de plena cimbra, que acababa de reconquistar su absoluta
+preeminencia; los cinco órdenes antiguos, mas ó menos modificados en
+algunas molduras y en sus proporciones; los follages, los vástagos
+espirales, los grotescos con animales reales ó fantásticos, dispuestos á
+la manera de los arabescos antiguos, y aplicados á los entablamentos, á
+las pilastras, á los frisos, á los tableros; la mezcla de órdenes,
+sobrepuestos unos á otros, los revestidos de mármoles, los medallones,
+las columnas balaustradas, etc.[378] Y para que fuese mas evidente que
+el antiguo estilo gótico no habia sido completamente derrotado, sino
+que habia de grado cedido el campo al italiano, los arquitectos
+españoles del siglo XVI conservaron muchas veces en las portadas
+formadas con los órdenes antiguos las andanas de estatuitas con sus
+afiligranadas repisas y marquesinas, y en los macizos y entrepaños
+aquellos filetes perpendiculares y enlazados con circulitos trebolados y
+losanges, que cubrian en la decadencia del arte ojival los miembros de
+mayor resistencia imitando ajimeces ornamentales y caprichosos
+enrejados.
+
+Volviendo ahora á nuestra catedral de Córdoba, que vimos salir de
+cimientos en el año 1523, es decir, cuando ya Enrique Egas, Pedro de
+Ibarra y otros maestros habian iniciado en las construcciones civiles la
+manera ultramontana, y proseguir lenta y trabajosamente hasta los
+primeros años del siglo XVII, esto es, hasta la época de la decadencia
+de nuestra arquitectura, ya facilmente sospechará el lector que vamos á
+encontrar dentro de ella todos los caractéres buenos y malos, todas las
+huellas de las diferentes trasformaciones de nuestro gusto artístico,
+desde las elegantes proporciones dadas al estilo plateresco por
+Cristóbal de Andino, Juan de Badajoz, Machuca, Covarrubias, Siloe y
+Borgoña, hasta las frias, secas y pesadas invenciones de los imitadores
+de Juan de Toledo, Herrera, Vega, Becerra, Bustamante y Villalpando.
+Porque son dos los estilos que se dividen el siglo XVI en España: el
+primero es el _plateresco_, formado y cultivado casi esclusivamente por
+artistas españoles bajo el reinado de Cárlos V, el cual se perpetúa
+hasta dentro del reinado de Felipe II, y al que se deben, entre muchos
+edificios justamente célebres, el bellísimo claustro del monasterio de
+Sta. Engracia de Zaragoza, trazado por Tudelilla; el monasterio y templo
+de S. Miguel de los Reyes de Valencia, obra de Covarrubias y Vidaña; la
+preciosa fachada principal del alcázar de Toledo, del mismo Covarrubias
+y de Enrique Egas; la capilla del Salvador de Úbeda, y el palacio del
+comendador mayor Cobes, secretario de Cárlos V, obra de los Valdeviras
+de Sevilla; la casa de ayuntamiento de esta ciudad, de autor
+desconocido; el famoso claustro de S. Zoil de Carrion y la fachada del
+convento real de S. Marcos de Leon de la órden de Santiago, ideados por
+Juan de Badajoz, etc. Muchos de estos edificios compiten por la gracia,
+la originalidad y el esquisito gusto y conclusion de sus decoraciones,
+con los mas afamados que en sus respectivas naciones construyeron
+Serlio, Alberti, Bramante, el Rosso, el Primaticio, Filiberto Delorme,
+Pedro Lescot y Juan Bullant. El segundo estilo, de tal manera
+identificado con el espíritu de gravedad y de misticismo austero que
+caracteriza á la política y gobierno de Felipe II, que no parece sino
+que el arte quiso simbolizarlo, es el llamado _greco-romano_, debido á
+la revolucion que acababa de hacer en la arquitectura el genio altivo,
+osado y un tanto sombrío de Miguel Angel, sustituyendo á los órdenes
+acumulados y sobrepuestos del estilo del renacimiento un órden único y
+colosal en cada edificio, y proscribiendo como futilidades pueriles los
+follages, grotescos, estípites, candelabros y demas adornos prodigados
+por los adeptos de aquel. Comienza este severo y desnudo estilo á dar
+indicios de su existencia en España con las construcciones de Gaspar de
+Vega en Uclés y en Madrid, y las del P. Bustamante en Toledo, notables
+por su gran sencillez y pureza de líneas, mas no se desarrolla
+plenamente hasta la época en que para la construccion del Escorial, cuna
+y escuela futura de esclarecidos artistas, trae Felipe II de Italia á
+Juan de Toledo y suscita al renombrado Juan de Herrera, elevándole en su
+munífica proteccion á tanta altura, que se le miró como el grande astro
+del arte destinado á iluminar todos los ángulos de la Península,
+creyéndose de buena fé que antes de recibir su claridad habia dormido
+España en las tinieblas de la ignorancia. La ocasion que tuvieron
+nuestros vireyes y gobernadores en Nápoles y Milan de conocer á
+arquitectos italianos de mérito, contribuyó tambien poderosamente á que
+algunos de estos, como Benvenuto, Juan Bautista Castello, Francisco
+Sissoni, Felipe Trezzo y los Antonellis, viniesen á nuestras ciudades á
+reforzar, digámoslo así, la invasion de las ideas de Vignola y Miguel
+Angel. De ambos estilos, plateresco y greco-romano, participa pues en su
+construccion y decoracion la catedral que vamos describiendo, si bien su
+primer arquitecto, Hernan Ruiz el Viejo, ideó sin duda alguna erigirla
+con arreglo al sistema gótico, que en su tiempo se consideraba todavía
+como el mas adecuado para los templos del cristianismo. Reconócese desde
+luego esta intencion en la forma ojival de sus arcos torales, y si no
+presentan este mismo carácter su presbiterio, su cúpula elíptica y su
+coro, es porque, como dejamos indicado, estas partes y su ornamentacion
+no se obraron hasta mucho despues de haber muerto aquel eminente
+artista. La decoracion de la catedral en rigor pertenece casi
+esclusivamente á los tiempos del rey D. Felipe III, que, como nadie
+ignora, fueron de visible decadencia en todo respecto de los tiempos
+anteriores.
+
+El presbiterio está formado por cuatro grandes arcos de medio punto, dos
+á cada lado, decorados con follagería de estuco y otros adornos con
+filetes dorados, entre los cuales se ven dos grandes escudos de España
+con las insignias y timbres imperiales. Sobre estos arcos corre una
+pequeña columnata con su arquitrabe y con arquitos ornamentales en los
+intercolumnios formando una hilera de hornacinas, y luego un
+entablamento de gran trabajo, en cuya faja inferior hay una inscripcion
+que dice el tiempo en que se acabó la obra de la capilla mayor. A cierta
+distancia de la cornisa se levanta á cada lado un cuerpo compuesto de
+tres arcos, el del medio remontado, que sirve de ventana, y los otros
+dos adintelados, en los cuales se ven cuadros que al parecer representan
+hechos de la vida de S. Fernando. Todos tienen su correspondiente
+cornisamento sostenido de columnas jónicas estriadas, con los pedestales
+al aire cargando en sendas repisas. Encima de cada arco hay una
+lumbrera, con que se llena el lienzo del testero, y á cada lado un
+nicho. Esta misma decoracion ocupa la parte que media desde el
+cornisamento hasta la bóveda de los frentes de la nave del crucero. La
+bóveda de la capilla es cuadrangular rebajada. De sus cuatro ángulos
+parten manojos de baquetones interrumpidos á trechos por círculos ó
+medallones con bustos de varios santos: mezcla de estilos que produce
+una decoracion pesada y de mal efecto. Las bóvedas de la nave del
+crucero son semejantes á esta, y estan igualmente decoradas con
+baquetones góticos. Los dos testeros del crucero que cortan las naves
+principales de la mezquita ofrecen una ornamentacion mixta de plateresco
+y sarraceno: redúcese á dos robustos arcos cubiertos de follagería en
+las molduras de sus archivoltas, descansando en cornisas sostenidas por
+columnas, con otros dos encima ornamentales, sobre los cuales corre una
+ancha faja de arquitos entrelazados. Del medio de esta faja baja otra
+perpendicularmente hasta el suelo, dejando un arco á cada lado con su
+arco ciego encima, y encerrándolos á manera de arrabá. En la faja
+perpendicular se ve una imágen sostenida en una peana cuya base es una
+columna de jaspe, y debajo de una marquesina gótica muy labrada que
+descansa en dos columnitas espirales. Sobre la marquesina hay un
+recuadro con un escudo, y en los tímpanos de los arcos ciegos que hemos
+mencionado, adornos de arquitos angrelados entrelazados al gusto
+sarraceno. Los lados que abren paso á las naves trasversales de la
+mezquita presentan una combinacion muy feliz y graciosa de los estilos
+árabe y plateresco, pues subsisten en ellos tres antiguos arcos de
+herradura con sus arcos remontados encima, arrancando de las lindas
+pilastras que entre uno y otro estan como suspendidas en el aire; y
+sobre los tres arcos abiertos voltea un grande arco ornamental de medio
+punto, cuyo tímpano llena una greca de filetes perpendiculares con
+lacería angrelada en el centro[379].
+
+[Illustration: _Dibº del natl y litª por F. J. Parcerisa._
+
+_Lit de J Donon._
+
+INTERIOR DE LA CATEDRAL DE CÓRDOBA.]
+
+Dijimos que los arcos torales estaban labrados á la manera gótica; pero
+aun en su misma ornamentacion se advierte la mano bastarda del arte
+moderno, porque si bien sus baquetones lisos y de aristas, sus funículos
+y sus relevadas cenefas de hojas y animales, forman como un haz vistoso
+de cañas, cuerdas, y tallos cuajados de flores, las claves de los del
+presbiterio y coro estan enmascaradas con feas cartelas de forma
+elíptica recargadas de adornos de mal gusto. Sostienen estos arcos
+torales una cúpula oval con su cornisa de mútulos y friso adornado de
+festones pendientes. Tanto la cúpula como las pechinas estan cuajadas de
+recuadros, medallones, festones, cartelas, y hasta estátuas de todo
+bulto. Dan luz á aquella ocho espaciosas lumbreras.
+
+El coro está decorado en su parte superior de una manera muy poco
+adecuada para un templo. Su bóveda es de cañon, atravesada por cuatro
+grandes lunetos, entre los que se ven cariátides pareadas que la
+sostienen. Adornan su parte central en toda su longitud estátuas de
+santos colocadas en recuadros de estuco, con florones y otros adornos en
+los intermedios. Entre los ángulos que forman los lunetos hay estátuas,
+colocadas tambien en recuadros sostenidos de niños ó genios, de músculos
+hercúleos y carnes superabundantemente nutridas, con escudos del obispo
+Reinoso. Bajo cada luneto hay una gran ventana con jambaje y dintel
+correspondiente á lo demas de la fábrica, y sobre los dinteles campean
+escudos del prelado D. Leopoldo de Austria, tio del emperador. Por la
+parte inferior de las ventanas corre á alguna distancia un cornisamento
+cuyo friso está adornado de follagería con medallones de muy alto
+relieve á trechos; debajo hay en cada lado tres arcos ojivales
+figurados, y en su vano estan abiertos otros algo menores de medio
+punto, que dan salida á las tribunas. El tímpano entre ambos arcos está
+lleno de adornos formando cenefa. Entre los arcos hay en cada machon dos
+estátuas, una sobre otra al modo gótico, la superior bajo su
+afiligranada marquesina y descansando en su peana, que sirve á la
+inferior de doselete. La luz escesiva de aquellas anchas ventanas, la
+abundancia de los estucos y dorados, la presencia inoportuna de aquellas
+cariátides y genios, dan á esta parte del templo un aspecto profano, mas
+propio de una galería ó aula régia que de un coro de canónigos. Y aun
+prescindiendo de su destinacion, como obra artística es á nuestros ojos
+lo menos feliz de la gran catedral cordubense.
+
+[Illustration: INTERIOR DE LA CATEDRAL DE CÓRDOBA.]
+
+Pero donde resulta todavía mas disonante la reunion de estilos de
+diversas épocas y de opuestos sistemas, es fuera del buque de la nueva
+catedral, en la sexta nave principal de la antigua mezquita, cortada en
+una estension de trece naves trasversales para formar el trascoro. Abre
+paso á este un grande arco de herradura, primorosamente cuajado de labor
+gótica relevada, en su archivolta y en su intrados, y despues de
+atravesarle se halla uno debajo de una bien perfilada bóveda ojival del
+siglo XVI. Otro grande arco gótico, levemente apuntado, adornado de
+molduras, cenefas y funículos, sobre pilares ornados de treboles,
+cenefas y columnillas platerescas de estrías espirales en la parte baja
+de su fuste, conduce á la fachada posterior del coro. Esta fachada ya no
+es ni árabe, ni gótica, ni plateresca; como de la época en que se
+terminaba la gran fábrica del _Escorial_, es puramente de aquel estilo
+greco-romano desnudo y severo que estaba allí en boga, practicado por
+Francisco de Mora, el discípulo predilecto de Herrera, y que era tambien
+muy del gusto de Diego de Praves, quien pudiera quizá ser su autor[380].
+La obra es toda de piedra franca: compónese de dos cuerpos, el inferior
+de ocho columnas dóricas estriadas y pareadas. Las del centro, entre las
+cuales se ven algunos recuadros resaltados, sostienen el segundo
+cuerpo, formado por dos columnas jónicas, tambien estriadas, con su
+correspondiente cornisamento y fronton triangular, sirviendo de templete
+á una estátua del tamaño natural de S. Pedro sentado en actitud de
+bendecir. Entre las columnas del centro y laterales del cuerpo inferior
+estan los postigos del coro, de arco adintelado, con cornisa dórica
+arquitrabada, sobre la cual carga un óvalo de jaspe azul sostenido por
+genios, y un fronton triangular afianzado con mútulos. Del mismo estilo
+que esta fachada es la entrada principal al trascoro, que está enfrente,
+con un grande arco central de diez y seis piés de luz flanqueado de
+hermosas pilastras dóricas, las cuales sostienen un cornisamento del
+mismo órden, con un ático que sirve de base á un segundo cuerpo de arcos
+adintelados y columnas jónicas estriadas, rematando el conjunto en un
+tercer cuerpo de arcos y pilastras pareadas. No deja de producir efecto
+en el ánimo esta composicion en cierto modo grandiosa, sea que realmente
+exista en esta arquitectura el mérito que sus apasionados le atribuyen,
+ó sea que en sus no interrumpidas y desnudas líneas descanse con placer
+la vista despues de fatigada con la recargada decoracion de los estilos
+gótico-florido y plateresco. Continuando nuestro paseo por el trascoro,
+atravesaremos ahora por debajo de otro grande arco ojival, compañero al
+que nos sirvió de ingreso al tramo de las dos portadas greco-romanas,
+cubierto por la alta bóveda plateresca del coro, y volveremos á entrar
+en la nave baja que circuye el gran buque de aquel, cubierta como
+dejamos dicho de bóveda ojival del siglo XVI[381]. Nos hallamos en el
+ángulo S-O. de la catedral nueva, y tenemos enfrente la fachadita
+esterior del norte de la capilla de Villaviciosa, toda encerrada en un
+arco de herradura, en cuya archivolta labró el genio paciente y
+minucioso del renacimiento español veintidos compartimentos cuajados de
+lindas figuritas en sus correspondientes nichos. Los galanos arreos del
+renacimiento, empleados con sobriedad, hacen muy buena mezcla con las
+líneas de la primera arquitectura árabe: así tambien los tres arcos de
+herradura que presentan en ambos lados los brazos del crucero, llevan
+con bellísimo efecto en sus archivoltas una cenefita de hojas gótica,
+que no parece sino la marca de bautismo puesta al arte musulman por el
+arte cristiano al prohijar una de sus mas graciosas invenciones. La
+fresca y sencilla corona de azahar que ciñe la frente de la jóven
+desposada, no tiene mas encanto y mas poesía que esa angosta cenefa en
+aquellos garbosos arcos, limpios y desnudos de todo ornato, restos de un
+monumento que puede considerarse como la creacion mas gallarda y robusta
+del genio islamita en España.
+
+Las arquerías de la antigua Aljama que no alcanzaron el privilegio de
+entrar en el recinto de la gran cruz que forma la planta de la catedral,
+no por esto dejan de contribuir á una bellísima perspectiva desde el
+interior; el dicho vulgar de que la mezquita de Córdoba parece un bosque
+de piedra nunca es mas exacto que cuando registra la vista las largas
+calles en que estan dispuestas sus numerosas columnatas, mirando por los
+gigantescos arcos del presbiterio y del crucero[382]. Esta perspectiva
+sería infinitamente mas vistosa si se conservasen los preciosos alfarges
+árabes que cubrieron las naves hasta los primeros años del siglo pasado,
+en que por no hacer el debido aprecio del artesonado antiguo, se
+sustituyó el embovedado de mal gusto que hoy tienen[383].
+
+Pasamos por alto la descripcion de muchas cosas que como obras del arte
+no podemos elogiar, ni aisladamente, ni en su relacion con el edificio:
+tales son, el retablo de la capilla mayor, en que solo nos es dado
+encarecer el escelente trabajo manual de los jaspes en sus lechos y
+juntas, superficies planas y molduras; el tabernáculo, en que solo
+admiramos el perfecto ajuste y bruñido de los mármoles; los púlpitos de
+Verdiguier, _borrominescos_, y no obstante grandiosos; últimamente la
+sillería del coro, obra del escultor D. Pedro Duque Cornejo, recargada
+de adornos, estatuitas y medallones del estilo amanerado que privaba en
+la segunda mitad del siglo XVIII, con su elevada silla episcopal llena
+de figuras de gran tamaño, composicion en alto grado churrigueresca. Y
+sin embargo de merecer poco encomio como objetos artísticos, no puede
+negarse que la sillería del coro con su profusa talla, los púlpitos de
+caoba con sus grupos de pulido mármol al pié, el tabernáculo con sus dos
+cuerpos y cúpula de variados jaspes, y el retablo con su séria riqueza,
+forman un conjunto magestuoso, augusto, lleno de pompa, realzados con el
+oro prodigado en toda la arquitectura del templo, con la espaciosa
+escalinata del presbiterio, con las losas de Génova del pavimento, con
+las verjas, postigos y balaustradas de bronce, con la gran lámpara de
+plata que pende en la capilla mayor, y el altar calado de bronce y
+plata, cuando antes de analizar una por una las partes de la moderna
+catedral, se percibe de golpe la primera impresion producida, no por las
+formas, sino por la nobleza de la materia.
+
+Hemos querido presentar en un cuadro general la marcha del arte en todo
+el siglo XVI para que resultase mas fácil la clasificacion filosófica de
+los diferentes estilos que en la obra de la nueva catedral se advierten.
+Ahora, continuando la interrumpida historia cronológica de las capillas
+y demas obras, cada cual podrá formarse idea de su carácter
+arquitectónico con solo tener presente la época de su edificacion.
+
+El obispo D. Fr. Juan de Toledo, á quien hemos visto promover con ardor
+la obra del nuevo crucero desde el segundo año de su inauguracion, ya
+que no podia dejar un recuerdo de lo que alcanzaba la composicion
+arquitectónica de su época dentro del templo, por hallarse este apenas
+comenzado, quiso dejarlo en su portada principal mirando al átrio, y
+quizás con este intento mandó construir el cuerpo de piedra que hoy
+existe sobre el arco llamado _de las bendiciones en la Puerta de las
+Palmas_, que dá ingreso á la nave central y mayor de la mezquita
+primitiva[384]. Reconócese en esta obra á la primera ojeada la
+arquitectura del tiempo de Cárlos V, aun sin necesidad de leer la
+inscripcion dedicatoria del referido prelado á la salutacion angélica de
+nuestra Señora, que ocupa en ella un lugar muy preferente. Sobre el
+grande arco de herradura de la puerta árabe se labró á modo de tejaroz
+una cornisa saliente sostenida en modillones e molduras horizontales,
+muy juntos y con un escudito en su frente, y sobre esta cornisa se
+levantó á guisa de espadaña un paralelógramo rectángulo con dos
+pilastrones ó antas á los lados, decoradas en su grueso de floroncillos
+de relieve. En la parte alta de este cuerpo rectangular hay dos nichos,
+entre columnas balaustradas, sobre grandes repisas de follagería con
+ancho tablero, unidas entre sí por una imposta. Descansa sobre las
+columnas un arquitrabe con su cornisa, que sobresale de la cornisa
+general; ocupan los nichos las imágenes de nuestra Señora en el misterio
+de la Anunciacion, y el ángel Gabriel, y sobre el centro de la imposta
+que une las dos repisas descansa un jarron de azucenas. En la parte baja
+se ve un escudo con las armas del prelado, y á los lados dos cartelas de
+elegante forma con la inscripcion siguiente: «_Hoc Sacrum opus angelicæ
+salutationis divæ Mariæ Virgini dicatum, Frater Joannes á Toleto
+sculpendum curavit, episcopatus sui anno decimo, nativitatis vero domini
+nostri MDXXXIII._» Sirve de remate á este cuerpo una hilera de escudos y
+balaustres á modo de jarrones.
+
+Capilla de _S. José_ y _Sta. Úrsula_. La erigió á levante el canónigo D.
+Alonso Sanchez Dávila entre la antigua de nuestra Señora de la
+Concepcion y una puerta, en el año 1550, tomando el tramo veintitres de
+la última nave principal.
+
+Capilla de la _Resurreccion_. Fué fundada, no se sabe precisamente en
+qué año, por el prior y familiar del obispo D. Leopoldo de Austria, el
+aleman D. Matías Muitenhoamer, que murió en 1569 y yace enterrado en
+ella. Ocupa un pequeño espacio al levante entre el postigo del
+_Sagrario_ y la capilla de los _Stos. Acisclo_ y _Victoria_.
+
+Capilla de la _Asuncion de nuestra Señora_. Es fundacion del
+maestrescuela D. Pedro Fernandez de Valenzuela, quien la labró en 1554
+al otro lado del postigo del _Sagrario_.
+
+Capilla del _Espíritu Santo_, ó de los _Obispos_. El arcediano de
+Córdoba D. Francisco de Simancas, en nombre de su hermano D. Diego
+Simancas, obispo de Ciudad-Rodrigo y electo de Badajoz, acudió al
+cabildo representando que deseaba fundar y dotar una capilla para su
+entierro y el de sus padres, cuyos cuerpos habian estado depositados en
+otra debajo de la de los Reyes. Pedia al efecto que se le señalase sitio
+para labrarla, y el cabildo en 4 de setiembre de 1568 concedió la
+capilla y señaló para ella el espacio de una puerta del muro de levante
+que quedaba entre la _antigua de la Concepcion_ y otra titulada de la
+_Expectacion_, fundada á mediados del siglo XIII por el chantre D. Pedro
+Hoces. Hízosele esta concesion _con tanto_ (dice el acta capitular) _que
+se cierre la puerta en manera, que por fuera de la dicha iglesia se
+quede muy formada y señalada_. Así se cumplió; hoy sin embargo, por de
+fuera, no se ven de la puerta árabe que entonces se tapió mas que las
+jambas: el gallardo arco de herradura está sin duda sepultado, con los
+ajimeces que tendria probablemente á cada lado en la parte superior,
+bajo las gruesas capas de cal y ocre con que el moderno vandalismo ha
+presumido hermosear todos los antiguos monumentos de España. La capilla
+de que hablamos se llama tambien de los _Obispos_ por estar sepultados
+en ella el mencionado D. Diego Simancas, y su hermano D. Juan, obispo de
+Cartagena en Indias[385].
+
+Quizás no estaba acabada esta capilla cuando á fines de diciembre del
+año 1569 se aderezaba con toda premura para que sirviese de salon de
+córtes la Sala Capitular, que, como queda dicho en su lugar
+correspondiente, se hallaba establecida en la capilla de S. Clemente,
+fundada por el rey S. Fernando[386]. Diremos sumariamente por qué iban á
+reunirse aquí las córtes del reino.
+
+La parte meridional de la herencia de Cárlos V atravesaba uno de sus
+mas dificultosos períodos. Balanceábase magestuosa en un mar lleno de
+escollos la nave del Estado regida por la inflexible mano de Felipe II,
+cuya severidad escesiva embravecia los ánimos de los hereges flamencos y
+traía alterados y en declarada rebelion á los moriscos granadinos.
+Personificacion terrible de la autoridad y de la razon de estado, reunia
+este monarca, como condiciones para reconstituir con la fuerza la
+disuelta union de la cristiandad, al celo religioso el arte de
+sacrificar á la política todo humano instinto. Del pantano de sangre en
+que habia convertido los Paises-Bajos, revolvia ahora amenazante hácia
+la parte donde retoñaba bajo la influencia otomana el peligroso
+proselitismo islamita. Córdoba y Sevilla le preparaban arcos triunfales
+y emblemáticas adulaciones aunque le sospechaban parricida: temianle las
+mismas ciudades ortodoxas que defendia, y es de creer que al recibirle
+en su Puerta Real la reina del Guadalquivir, de mejor gana que el
+Parnaso y el coro de Helicona[387], le hubiera presentado alguna otra
+alegoría mas acomodada á sus empresas; por ejemplo, el carro triunfal de
+la España católica conducido hácia la gran fantasma de la monarquía
+universal, llevando por guiones la _Inquisicion_ y el _Consejo de
+justicia_[388], por un campo lleno de hogueras, destrozos, poblaciones
+asoladas, familias diezmadas y despavoridas; sobre el carro la Fé
+católica desfigurada y abatida, condenada por el rey á un triunfo
+forzado, y en torno por el aire, en vez de divinidades protectoras y
+genios, de una parte el espantable espectro del príncipe D. Cárlos, de
+otra los de los malhadados condes de Egmont y de Horn acaudillando una
+interminable legion de indignadas sombras. Como quiera que fuese, las
+dos principales ciudades de Andalucía rivalizaban en la manera de
+obsequiarle y de granjearse su sonrisa, porque aunque los hereges
+vencidos le llamasen el _demonio del mediodia_, el poderoso clero de
+España le llamaba el _piadoso_ y el _prudente_, y aunque la nacion se
+empobrecia, y se dejaba arrebatar los últimos restos de sus antiguos
+fueros y libertades, la aparente riqueza de las Américas la alucinaba, y
+las gloriosas hazañas de D. Juan de Austria, del duque de Alba, del de
+Parma y del de Saboya, entretenian su imaginacion aventurera. Que entre
+los moriscos de la Alpujarra y del Albaicin y el Imperio turco habian
+mediado tratos, era cosa indudable. Pudo Selim II dejar á los de Granada
+comprometidos, sin mas apoyo que el que les mandó el rey de Argel; pero
+de todos modos el rey católico obró con cordura y como agente
+providencial al dar una importancia máxima á aquella insurreccion,
+puesto que era un anuncio de la grande amenaza que al año siguiente le
+iba á arrastrar á un combate glorioso contra el turco, y porque contra
+ella iba á ensayar su militar pericia el glorioso jóven destinado á
+hundir la arrogancia de la media luna en las aguas de Lepanto. Además,
+entre las fuerzas del rebelde Aben Humeya habia considerable número de
+otomanos y socorros cuantiosos de Berbería, capitanes prácticos en su
+manera particular de hacer la guerra, armas y vituallas en abundancia.
+Veía por otra parte el rey que la reunion de gente y de provisiones se
+hacia muy despacio, y pareciéndole que con acercarse él mas al reino de
+Granada daria mas eficaz impulso á las ciudades y señores, y que con la
+fama y autoridad de su venida andarian mas retenidos los príncipes de
+Berbería en dar auxilios, resolvió pasar á Andalucía y llamar córtes en
+Córdoba para dia señalado, convocando á los procuradores de las ciudades
+y mandando disponer aposentos.
+
+Sabido es lo que eran las córtes en España bajo la casa de Austria. La
+guerra de los _comuneros_ habia sido la última llamarada deslumbradora
+de la antigua representacion nacional: despues de ella nada quedó del
+principio democrático, nada de la independencia nobiliaria, nada del
+predominio del alto clero. Lo que ahora se llamaba córtes era la reunion
+de diez y ocho ó veinte diputados para aprobar cuanto mandaba el rey. No
+debe por lo tanto estrañarse que una sala capitular de sesenta piés de
+longitud se considerase parage muy adecuado para celebrar sus córtes el
+reino con toda comodidad y decoro. Preparóse para aposento del rey el
+palacio del obispo, pasando este su habitacion al hospital de S.
+Sebastian, que pidió al cabildo, trasladando los enfermos al de Anton
+Cabrera; y para que S. M. pudiera ir desde el templo á su palacio sin
+que le importunase el gentío, se engalanó como era regular el pasadizo
+por donde los reyes árabes se trasladaban de uno á otro edificio. En la
+puerta del Perdon aderezó el cabildo un altar con una imágen de nuestra
+Señora y una reliquia. Tambien la ciudad se esmeró en disponer un
+recibimiento digno del augusto huésped y de su corte. Hizo blanquear la
+torre de la Puerta Nueva, por donde debia entrar el rey, y lo mismo
+todas las otras torres vecinas y parte de muralla que desde allí se
+descubren. Ensanchó considerablemente la puerta, renovó la imágen grande
+de nuestra Señora que estaba encima, y puso en lo alto de la torre un
+escudo con las armas reales y dos con las de la ciudad á los lados. En
+la _Corredera_, que es la plaza principal, por donde habia de pasar
+igualmente la regia comitiva, acababa de hacer construir el corregidor
+D. Francisco Zapata de Cisneros, conde de Barajas, una hermosa fuente de
+jaspes encarnados y negros, de tres cuerpos con pilon ochavado y dos
+tazones de elegante forma, que llamó despues la atencion del rey. Llegó
+el dia señalado para la entrada, lunes 20 de febrero: ya el viernes
+antes habia hecho la suya el cardenal Espinosa con muy solemne
+recibimiento. Ahora la Puerta Nueva estaba lujosamente revestida con los
+paños del cabildo concejil, de terciopelo carmesí y amarillo, bordadas
+en medio las armas de la ciudad; al lado derecho habia un dosel de
+brocado, muy espacioso para que debajo de él pudiera situarse el rey á
+caballo á prestar su juramento de guardar á la ciudad sus preeminencias
+y libertades; habia tambien muchos tablados, ricamente guarnecidos, para
+las damas ansiosas de presenciar tan solemne acto; todas las calles de
+la carrera estaban colgadas vistosamente, y por último tenia preparados
+la ciudad seis castillos con grandes luminarias para despues de
+anochecer, á mas de las caprichosas iluminaciones de las casas
+particulares, muchas de las cuales debieron malograrse con el aguacero
+que descargó aquella noche misma desde las nueve en adelante[389]. Salió
+la ciudad á recibir á Felipe II, vestidos los jurados de amarillo con
+ropones de terciopelo verde y vueltas de raso amarillo, los
+veinticuatros de blanco con ropas de terciopelo carmesí y vueltas como
+el vestido, sus maceros delante con ropas de damasco carmesí: todos
+cabalgando. Apeáronse en el campo del Marrubial, y cuando llegó el rey,
+uno á uno le fueron besando la mano. Lo mismo hicieron el obispo y el
+cabildo eclesiástico, con el entretenimiento consiguiente á la gran
+muchedumbre de gente de á pié y á caballo que allí habia acudido.
+Prosiguiendo luego el rey su entrada, al llegar á la puerta de la ciudad
+se situó bajo el dosel que le estaba preparado, prestó su juramento,
+entró despues bajo el palio de brocado que tenian enfrente el corregidor
+y otros veinticuatros, y tomando con su numeroso y lucido cortejo la
+calle derecha, llegó á S. Pedro, se enderezó á la Corredera, subió los
+Marmolejos arriba, bajó por la calle de la Feria, y salió por la
+platería al ángulo S-E. de la iglesia mayor[390]. Recorriendo toda su
+fachada oriental, se apeó en la puerta del Perdon, donde le esperaban ya
+á pié el obispo con asistentes y diáconos, la procesion de todo el clero
+y cruces de las parroquias, y los prebendados con sobrepellices y capas
+de brocado. Arrodillóse ante el altar que allí se habia colocado, el
+cardenal le dió el agua bendita, el obispo le dió á besar la reliquia, y
+entonando la música el responsorio _elegit Deus_, caminó la procesion al
+altar mayor antiguo, donde dijo el obispo las oraciones que previene el
+Pontifical y dió la bendicion solemne al rey, á la ciudad y á la corte.
+Era este obispo D. Cristóbal de Rojas y Sandoval, que estaba en esta
+misma época grandemente consagrado á dar impulso á la obra del nuevo
+crucero, como dijimos en su lugar oportuno.[391]
+
+Acudieron á Córdoba además de los procuradores de las ciudades, muchos
+señores y caballeros de toda Andalucía, con no pocos personages notables
+de la corte. El rey se detuvo dos meses tomando con sus córtes las
+providencias convenientes para la reduccion de los moriscos, y antes de
+pasar á Sevilla recibió un fastuoso homenage del duque de Medinasidonia,
+quien desde sus estados fué á Córdoba á besarle la mano, con tan lucido
+acompañamiento que ocupó las lenguas de la fama por mucho tiempo[392].
+
+Capilla de _Nuestra Señora de la Concepcion_. Fué esta capilla fundada
+por un racionero hácia el año de 1571, contra el muro de levante, entre
+la capilla de Sta. Ana y el postigo llamado _de los Juanes_, que es el
+mas próximo al patio de los Naranjos por aquel lado.
+
+Hemos hecho mérito de un acuerdo del cabildo, de enero de 1517[393], del
+que se colige que en este año se destinaba á la librería el local de la
+antigua y espaciosa capilla de Santiago. Posteriormente, en la sede
+vacante del obispo D. Fr. Bernardo de Fresneda (año de 1577), determinó
+el cabildo hacer de la librería un nuevo Sagrario, por ser pequeño el
+antiguo que estaba en la capilla de la _Cena_. Esta obra se continuó con
+ardor por el obispo D. Fr. Martin de Córdoba; mas con su muerte,
+acaecida en junio de 1581, quedó suspendida, hasta que en agosto de 1583
+la continuó y acabó el obispo Pazos y Figueroa. Hízose el _Sagrario_
+propiamente dicho al fondo de la nave central de las tres que contenia
+la mencionada capilla de Santiago, rozando el muro en todo su espesor
+para abrir en él una especie de camarin entre las dos torres árabes que
+sirven de contraresto á las dos arquerías tendidas de norte á sur. Estas
+dos torres quedaron por su haz esterior unidas con un fuerte muro, segun
+aparece hoy. Ciérrase este camarin con una puerta de talla dorada; á sus
+lados hay dos altares, en que se ven pinturas al fresco representando á
+dos profetas; en las naves laterales hay tambien altares; las paredes
+estan todas cubiertas de pinturas al fresco de los mártires de Córdoba,
+costeadas por el obispo Pazos y ejecutadas por el italiano César Arbasi,
+pintor de la escuela de Leonardo de Vinci[394]. La puerta principal de
+esta capilla es una verja de hierro muy bien trabajada por Fernando de
+Valencia: en su parte superior campean las armas del obispo D. Fr.
+Martin de Córdoba. Sobre las puertas laterales por la parte interior se
+léen los siguientes versos:
+
+ «_Consecrata solo coelo exaltata triunphat
+ Corduba tot tantis inclyta martyribus._»
+
+ «_Concives Sancti vos Corduba vestra precatur
+ Sit vestro semper salva patrocinio._»
+
+Yacen en ella sepultados varios obispos, pero solo D. Antonio de Pazos
+tiene delante del comulgatorio una lápida de jaspe rojo con inscripcion
+que él mismo dictó en vida.
+
+Capilla de _Nuestra Señora la Antigua_. En 1597 la labró el jurado
+Alonso Cazalla en el ángulo N-E. de la mezquita primitiva anterior al
+ensanche dado por Almanzor. Puso en ella una imágen de Nuestra Señora,
+pintada al parecer sobre fondo dorado y menudamente labrado que le dá
+ciertos visos de verdadera antigualla. Apenas hay ciudad importante
+donde no se venere alguna de estas imágenes, que la tradicion supone
+reliquias de la España visigoda, milagrosamente salvadas durante la
+dominacion sarracena y restituidas con la reconquista á la pública
+devocion. Ofrecen por lo general un carácter evidentemente bizantino;
+pero esto no obsta para que la piadosa tradicion prevalezca si se
+considera que los griegos de Constantinopla eran los únicos pintores en
+los primeros siglos de la Iglesia. Esta capilla es la postrera huella
+artística del siglo XVI en la catedral de Córdoba.
+
+Habiendo de mencionar ahora las obras ejecutadas en el siglo XVII y
+primera mitad del XVIII en que terminan las fundaciones hechas en
+nuestra catedral, diremos antes en pocas palabras el carácter de la
+arquitectura en este período. Aquella severa grandiosidad, aquel purismo
+clásico que distinguia las construcciones de los restauradores de la
+arquitectura greco-romana, y que tanto agradaron durante el reinado de
+Felipe II y la mayor parte del de Felipe III, empezaron á abandonarse
+desde los primeros años del siglo XVII. Comenzaba desgraciadamente para
+España la época de su gran decadencia en política, en armas, en letras:
+¿cómo no habia de languidecer un arte como la arquitectura que necesita
+mas que otro alguno para desarrollarse, la juventud, la energía y la
+vida de la inteligencia? Cuando declinan las ideas decaen necesariamente
+las formas: así el que quiera estudiar _à priori_ las vicisitudes del
+arte bajo los últimos monarcas de la casa de Austria, no tiene mas que
+hojear los libros de los prosadores y poetas contemporáneos.
+
+Los italianos, reñidos ya con la austera grandiosidad de Palladio,
+comenzaban á disgustarse de la desnudez de los miembros arquitectónicos:
+revestían de follages, festones, lazos y entallos los frisos y
+entrepaños, los frontones, los dados, si bien conservaban puras las
+líneas y los perfiles. Las relaciones de nuestra Península con Roma eran
+demasiado estrechas para que no se nos hiciese familiar el estravío que
+allí padecia el buen gusto; además, el estilo introducido por la escuela
+de Herrera habia en cierto modo agotado sus recursos, y se deseaba la
+novedad. Poco á poco aquella especie de manía de ornamentacion, que al
+principio respetó los distintivos característicos de cada órden
+arquitectónico, se fué comunicando á la esencia misma de los cuerpos, á
+la estructura y combinacion del conjunto. Hacer desaparecer los perfiles
+de un monumento bajo la balumba de los follages, como lo ejecutó en el
+Panteon del Escorial el italiano D. Juan Bautista Crescencio, era una
+verdadera profanacion segun las reglas de los Vignolas, Albertis y
+Sagredos; pero hasta los de juicio mas severo se fueron paulatinamente
+acostumbrando á la nueva manera, y ya en 1626 no tuvo escrúpulo el
+hermano Francisco Bautista en adornar con hojas de acanto los capiteles
+dóricos de la fachada de S. Isidro el Real de Madrid. Autorizada la
+peligrosa innovacion con tan insigne ejemplo, pronto se rompió el dique
+del respeto á la antigüedad, y Donoso, Barnuevo, Churriguera, Thomé,
+Ribera y sus prosélitos, inundaron en pocos años el pais con sus
+licenciosas y amaneradas invenciones. Era esta la época en que los
+ingenios españoles contagiados del culteranismo literario y artístico,
+construían gongorismos lo mismo con piedras y estuco que con palabras.
+Es tal la paridad entre los arquitectos y los poetas de aquel tiempo,
+que al leer uno la crítica que hacia el Milizia de Borromino, podria
+creer que estaba aquel severo escritor juzgando á nuestro célebre Luis
+de Góngora: «fué, dice, uno de los primeros hombres de su siglo por la
+elevacion de su ingenio, y uno de los últimos por el uso ridículo que de
+él hizo.» Juan Martinez, Crescencio, y el hermano Francisco Bautista,
+eran ya puristas comparados con estos últimos, cuya incontinencia de
+estilo rayaba en enagenacion mental y delirio.
+
+Conviene marcar las épocas. El estilo severo de los Herreras y de los
+Moras persevera sin contagio hasta la segunda década del siglo XVII, en
+que el Bernino y el Maderno hallan imitadores entre los españoles,
+estimulados quizá de la proteccion concedida á Crescencio por el
+poderoso duque de Olivares. Empieza pues á insinuarse el amaneramiento
+desde antes de florecer como arquitecto de S. Pedro de Roma el
+Borromino. Declárase más el divorcio con el clasicismo pasado cuando el
+Borromino logra secuaces entre nosotros, cuando Alonso Cano traza en
+1649 su arco para la entrada de la reina D.ª María Ana de Austria en
+Madrid, es decir en la segunda mitad del reinado de Felipe IV. Entonces
+el Rizi contribuía quizá mas que otro alguno á precipitar esta
+revolucion artística, con las decoraciones que como perspectivo
+ejecutaba para el teatro del Buen Retiro, y que la corte entusiasmada
+aplaudia. Secundábale Herrera Barnuevo con la pesadísima decoracion de
+la capilla de S. Isidro de Madrid. Todavía sin embargo se conservaban
+enteras las cornisas y se miraban con cierto respeto las líneas rectas;
+pero vino Donoso en el reinado infeliz de Cárlos II, con su claustro de
+Sto. Tomás, con su iglesia de la Victoria, con sus fachadas de la
+Panadería y de la iglesia de Sta. Cruz, con su portada é iglesia de S.
+Luis, obras todas ejecutadas en la corte; siguiéronle en Madrid, y aun
+extremaron su detestable escuela, D. José Churriguera con el túmulo que
+levantó para las exequias de la reina D.ª María Luisa de Orleans, D.
+Pedro Ribera con sus portadas del Hospicio y del Cuartel de Guardias de
+Corps; y en las provincias Herrera el mozo, autor del templo del Pilar
+de Zaragoza; Thomé, que trazó el intrincado y célebre Trasparente de la
+catedral de Toledo; Arroyo, que hizo la casa de moneda de Cuenca;
+Rodriguez, que ideó la portada del colegio de Santelmo de Sevilla;
+Moncalan y Portelo, que dirigieron la fábrica del hospital de S. Agustin
+de Osma; y rivalizando estos entre sí en el deseo de producir cosas
+nunca vistas y de separarse en todo de las reglas de la antigüedad,
+rompieron las líneas, hicieron cortes y resaltos revesados, retorcieron
+los entablamentos y los interrumpieron, alteraron todos los miembros
+arquitectónicos, y abandonándose al frenesí de su imaginacion
+desarreglada, llegaron á una completa dislocacion de las formas y de los
+miembros. El carácter de esta deplorable arquitectura consiste
+esencialmente en habérselo quitado á todos los órdenes antiguos. Un
+entendido y juicioso escritor de bellas artes hace la siguiente
+felicísima enumeracion de partes del monstruoso estilo arquitectónico
+practicado en tiempo de Cárlos II[395]. «Las columnas, ora espirales y
+cubiertas de emparrados, ora surcadas de singulares estrías y agallones,
+ora panzudas y rechonchas, ó larguiruchas y chupadas, alternaban con
+estípites y cariátides, balaustres y pilastras, aquí y allí esparcidas y
+estrañamente apolazadas con recortes, escocias, gargantillas, y hasta
+nuevos capiteles, encaramados unos sobre otros. Ni cupo mejor suerte á
+las cornisas. Cortadas y retorcidas de mil maneras, habrian parecido
+harto desabridas y monótonas á los innovadores si se hubiesen conservado
+en ellas la direccion recta y una sola moldura por picar. Diéronles
+tormento, é hicieron de sus diversas partes ondulaciones y resaltos:
+menudos frontones, arquillos, retozos y almenados, y hasta una especie
+de capacetes para cubrir las cornisas de las columnas, como si fuesen
+los remates truncados de un frontispicio, y sin otro objeto que servir
+de cabalgadura á un angelote rollizo, ó de arranque á un enlace
+fantástico de garambainas y chucherías. Convirtieron además en repisas ó
+enormes mascarones los pedestales, para sostener encima una fábrica
+pesada é informe; y cuando bien les pareció, no dudaron en colocar dos
+ó mas, unos sobre otros, hacer nichos de sus dados, y hacinar así los
+miembros arquitectónicos, sembrando el todo de hornacinas caprichosas,
+de figuras grandes y pequeñas, como si jugaran al escondite entre las
+columnas; mientras que la máquina entera aparecia cubierta de
+tarjetones, pellejos, lazos, manojos de flores, conchas, querubines,
+sartas de corales, y otros diges y baratijas revesadamente
+combinados[396].» Este pésimo estilo, tan arraigado en España mientras
+la Francia, por el benéfico influjo de Luis XIV, veía erigir en su suelo
+monumentos de carácter tan varonil, grandioso y severo como la columnata
+del Louvre, el palacio de Versalles, el Observatorio y el Hospital de
+Inválidos de París, se conservó hasta muy entrado el reinado de Felipe
+V; y solo en la tercera década del siglo décimoctavo consiguió el
+ilustrado vástago de la casa de Borbon empezar á introducir un nuevo
+órden de ideas en el arte, reduciendo á su cauce natural el desbordado y
+desperdiciado genio de los arquitectos españoles. Trájonos este príncipe
+distinguidos profesores formados en las grandiosas máximas de Perrault y
+de Fontana: Juvara, Sachetti, Raveglio, Bonavía, trasportándolas de las
+orillas del Tiber á las del Manzanares, desterrando de todo punto las
+licenciosas prácticas churriguerescas, inauguraron la segunda
+restauracion. No faltaron arquitectos españoles que rivalizasen con
+ellos; pero cuando empezaron á florecer nuestros Ascondos ya el siglo
+XVIII tocaba á la mitad de su carrera.
+
+Cuatro son pues los estilos que caracterizan á la arquitectura del siglo
+XVII y primera mitad del XVIII: primero, el _greco-romano_ de Herrera y
+Mora, mas ó menos puro hasta la época de Crescencio; segundo, el
+greco-romano desfigurado con follages, que podriamos denominar
+_crescentino_, y que dura hasta la mitad del reinado de Felipe IV, en
+que empiezan los ejemplos de la innovacion borrominesca; tercero, el
+_borrominesco_ propiamente dicho, que se desarrolla por obra de Cano,
+Rizi y otros, en la segunda mitad de aquel mismo reinado; cuarto y
+último, el _churrigueresco_ puro de la infelicísima época de Cárlos II,
+parto de los delirantes cerebros de Donoso, Ribera, Churriguerra, Thomé,
+etc., que se perpetúa hasta espirar el período que hemos abarcado,
+despues del cual comienza la restauracion promovida por Felipe V. Esta
+clasificacion no debe sin embargo entenderse de una manera empírica:
+sabido es que en todos tiempos hay hombres apegados á las ideas antiguas
+y en quienes no ejerce influjo la moda. Así no debemos estrañar, que del
+mismo modo que se decoraba á la manera plateresca el coro de la catedral
+de Córdoba cuando mas acreditados estaban los discípulos de Juan de
+Herrera, se decorase tambien con forzada sencillez escurialense el
+retablo de su capilla mayor cuando ya el famoso marqués de la Torre
+cautivaba el pervertido gusto del público con sus pesados follages. Las
+protestas contra la moda reinante son muy frecuentes, si bien siempre
+mancas y defectuosas por lo que tienen de violento[397]. Con escasas
+escepciones por lo tanto, resultará la indicada clasificacion en exacta
+correspondencia con los años en que respectivamente han sido ejecutadas
+las obras cuya enumeracion vamos á continuar[398].
+
+Capilla de _S. Pablo apóstol_. Segun queda dicho atrás, D. Gonzalo Yañez
+de Godoy, caballero de Santiago y comendador de Beas, fundó en el siglo
+XIV esta capilla á espaldas de la Capilla Real (hoy sacristía de
+Villaviciosa) para enterrar en ella á su padre el maestre D. Pedro
+Godoy. Por el abandono en que habia estado se hallaba ya sumamente
+deteriorada por los años de 1512: en esta época obligó el cabildo á la
+familia de Godoy á reedificarla; pero es probable que á los cien años
+escasos estuviese segunda vez arruinada, cuando un descendiente del
+maestre llamado D. Fernando Carrillo, presidente del Consejo de
+Hacienda, y despues de Indias, tuvo la idea de restaurarla. Comenzóse
+esta obra el año 1610, siguiendo en todo el gusto clásico de la escuela
+de Herrera, y se acabó en 1614. Adornan esta reedificacion varias
+esculturas de tamaño considerable y de mérito escaso, y grandes escudos
+de la familia de Godoy.
+
+Capilla de _S. Eulogio_. Es la sexta á la derecha en la banda del norte
+entrando por la puerta del Sagrario. La fundaron Gabriel y Francisco
+Chirino de Morales en 1612. Se la nombra vulgarmente de S. Miguel por
+tener en su retablo un cuadro que representa al santo arcángel.
+
+Capilla de los _Stos. Varones_. Es la segunda á la derecha entrando por
+la misma puerta del Sagrario, en la misma banda del norte. Fué fundada
+por el jurado Gonzalo Muñoz de Velasco en 1614.
+
+Capilla de las _Animas_. Se halla contigua á la anterior por el
+poniente: la fundó antes del año 1616 el Inca Garcilaso de la Vega,
+natural del Cuzco, hijo de D. Pedro Suarez de Figueroa, y se halla
+sepultado en ella: á los lados de su altar, en dos lápidas de jaspe
+negro, tiene la siguiente inscripcion con letras doradas: «_El Inca
+Garcilaso de la Vega, varon insigne digno de perpétua memoria, ilustre
+en sangre, perito en letras, valiente en armas, hijo de Garcilaso de la
+Vega, de las casas de los duques de Feria é Infantado y de Elisabet
+Pella, hermano de Huayna Capac, último emperador de las Indias, comentó
+la Florida, tradujo á Leon Hebreo y compuso los Comentarios reales.
+Vivió en Córdoba con mucha religion. Murió ejemplar. Dotó esta capilla:
+enterróse en ella. Vinculó sus bienes al sufragio de las Animas del
+Purgatorio. Son patronos perpétuos los señores dean y cabildo de esta
+santa iglesia. Falleció á 22 de abril de 1616. Rueguen á Dios por su
+ánima._»
+
+Capilla de la _Epifanía_. La erigió por los años de 1622, al levante de
+la de S. Eulogio, el licenciado Baltasar Nájera de la Rosa, racionero
+entero de la santa iglesia. Es su patrono el cabildo, y como tal cumple
+la memoria que instituyó el fundador de una misa rezada todas las veces
+que ajustician á algun reo de la ciudad de Córdoba, sea hombre ó mujer,
+en sufragio de su alma. Cumplia tambien la de dotar con cincuenta
+ducados á las mujeres de mal vivir que quisiesen tomar estado, y la de
+socorrer con cierta porcion ánua á todo el que, siendo pariente del
+fundador dentro del cuarto grado, viniese á pobreza, haciéndolo
+presente.
+
+Capilla de _S. Andrés_. Es la primera á la izquierda entrando por el
+arco de las Bendiciones, y fundacion del Dr. D. Andrés de Rueda Rico,
+provisor que fué de Córdoba y canónigo doctoral de su santa iglesia, del
+Consejo de la Inquisicion, quien la labró en el año 1628. La llaman
+comunmente de S. Eulogio por un buen cuadro de este santo que se ve en
+su altar, pintado por Vicente Carducho.
+
+Capilla de _S. Esteban_. Cae al levante de la de S. Andrés. La fundó en
+1648 un D. Fernando de Soto, de quien no queda mas memoria. El cuadro de
+su altar representa el martirio del Santo titular; es obra de Juan Luis
+Zambrano, y no carece de mérito.
+
+Capilla de _Nuestra Señora del Rosario_. Está situada entre la de la
+_Epifanía_ y la de las _Ánimas_; segun unos fué fundada por D. Juan
+Jimenez de Bonilla, familiar del Santo Oficio, en 1614; segun otros, y
+esto parece lo mas probable atendido el mal gusto arquitectónico de su
+retablo, la hizo labrar en 1669 D. Pedro Bojeda y Bonilla dejando por
+patronos á los racioneros y medio racioneros. Es lo cierto que á estos
+pertenece hoy en propiedad, y que en ella tienen su entierro.
+
+Entre esta capilla y la de la Epifanía hay una columna, de las de la
+antigua mezquita, en cuyo fuste está groseramente grabada una imágen de
+Jesus crucificado. En el muro donde está recibida esta columna, pusieron
+en el siglo XVII dentro de un recuadro, un bajo-relieve pintado que
+representa á un cautivo de rodillas. Cuenta la piadosa tradicion que
+fué un cautivo cristiano el que trazó en la columna aquella santa
+imágen, cuando la catedral era mezquita de los sarracenos, y que lo hizo
+solo con la uña, cediendo milagrosamente la dureza del mármol al poder
+de su fé. A este prodigio aluden los siguientes versos latinos
+esculpidos sobre el mencionado bajo-relieve:
+
+ «Hoc sua dum celebrat mahometicus orgia templo
+ Captivus Christianus numina vera vocat.
+ Et quem corde tenet rigido saxo ungue figurat
+ Aureolam pro quo fune peremptus habet.»
+
+cuya traduccion, mas que libre, puesta al lado, dice así:
+
+ «El cautivo con gran fé
+ en aqueste duro mármol,
+ con la uña señaló
+ á Cristo crucificado,
+ siendo esta iglesia mezquita
+ donde lo martirizaron.»
+
+Hay quien ve en esta tradicion un recuerdo desfigurado de la historia de
+los santos mártires Rogelio y Serviodeo, que atrás dejamos referida, y
+no se nos alcanza en verdad por qué no ha de ser la memoria fiel de
+algun hecho auténtico no registrado por la historia; porque mas
+dificultad hay en acomodar á la tradicion el suceso de aquellos
+mártires, que ni estuvieron como cautivos dentro de la mezquita, ni en
+ella fueron martirizados, como no podia nadie serlo sin una violenta
+infraccion de las leyes alcoránicas, que en suponer desde luego que
+aquella columna hubiese pertenecido á otro lugar, que el cautivo hubiese
+sido atado junto á ella en alguna cárcel ó mazmorra, y que al tiempo de
+la reconquista, despues de purificada la mezquita y convertida en templo
+cristiano, hubiese sido trasportada al puesto que hoy tiene para dar
+culto á la imágen milagrosamente esculpida en su fuste.
+
+Capilla de la _Natividad de Nuestra Señora_. Se halla situada en la
+banda de levante, al norte de la de la Asuncion: fué fundada en 1675 por
+el arcediano de Pedroche D. Andrés Perez de Bonrostro.
+
+Capilla de _Nuestra Señora de la Concepcion_. Ocupa el sitio donde se
+colocó la primitiva pila bautismal recien purificada la mezquita, y
+donde permaneció hasta que fué trasladada á la desierta capilla de S.
+Matías.
+
+El piadoso obispo D. Fr. Alonso de Salizanes, movido de la gran devocion
+que tenia al misterio de la Purísima Concepcion de María, deseaba
+ardientemente que en su tiempo se celebrasen en la catedral el dia y
+octava de este sagrado misterio, con el mismo aparato y grandeza con que
+se celebraban el dia y octava del Corpus. La abundancia con que
+favoreció Dios á Córdoba el año 1679 le determinó á escribir al cabildo
+manifestándole su ánimo resuelto de dotar la referida octava y de hacer
+nueva capilla á la Concepcion de Nuestra Señora. Habia ya con este mismo
+título otras dos capillas fundadas en el décimosexto siglo; pero sin
+duda no llenaban por su estructura el objeto del buen prelado, quien
+debió creer de buena fé que para glorificar á Nuestra Señora y darle
+pomposo culto, era arquitectura mas acomodada el pomposo y exuberante
+_churriguerismo_. En la nave del Sagrario estaba desierta de muchos años
+atrás y casi arruinada la capilla de S. Matías, llamada del Sol, y se
+habia adjudicado á la Fábrica con el intento de mudar á ella la pila
+bautismal por estar en sitio mas proporcionado para que los curas
+administrasen el Sacramento del bautismo; y valiéndose de este intento
+el obispo Salizanes mudó la pila, y empezó desde luego á labrar la nueva
+capilla de la Concepcion. Empleó en ella mucho jaspe rojo, mucha pintura
+al fresco, mucho bronce, mucho embutido de mármol blanco, muchos
+relicarios de plata y oro de entortijadas formas, lámparas, vasos, y
+otras alhajas del mismo estilo, y algunas estátuas en actitudes
+sumamente movidas; y logró un conjunto tan poco feliz, tan inarmónico y
+desarreglado, que no hay ojos familiarizados con las buenas obras del
+arte que lo puedan resistir.
+
+Capilla de _Sta. Teresa_ ó del _cardenal Salazar_: _sacristía mayor_. La
+sacristía de la catedral era muy estrecha para la cómoda custodia de los
+ornamentos y vasos sagrados, y así no correspondia á la grandeza y
+necesidad que tenia la Fábrica. El cardenal Salazar, sucesor de D. Fr.
+Alonso de Salizanes en el obispado de Córdoba, deseaba darle sacristía
+capaz; pero no hallaba sitio á propósito para hacerla. Habia una capilla
+de S. Martin, que estaba casi desierta, cuyo patronato pertenecia por el
+apellido de Cabrera al mayorazgo de las Escalonías. Esta capilla, y
+otras dos á ella contiguas dedicadas á S. Andrés y Sta. Bárbara, que
+habian servido de sacristía y antesacristía de la catedral antigua,
+ocupaban un espacio bastante considerable: llenaban entre las tres los
+últimos tramos de las dos naves principales octava y novena, con todo el
+fondo de la construccion árabe que servia de ala derecha al mihrab. La
+fundacion de S. Martin se trasladó al Sagrario; la de S. Andrés fué á
+parar á uno de los pilares de la iglesia; la de Sta. Bárbara se mudó á
+otro pilar. Admiraba por este tiempo con sus resaltos, retruécanos y
+enorme hojarasca, un arquitecto, maestro mayor de Madrid, llamado D.
+Francisco Hurtado Izquierdo, que habia construido la capilla del
+Sagrario de la Cartuja del Paular: profesor contemporáneo del famoso
+Churriguera, con quien rivalizaba en el desarreglo de la fantasía. De
+este, á quien el juicioso Llaguno cuenta entre el número de los
+principales _gerigoncistas_, se valió el escelente cardenal, poco
+versado por lo visto en las reglas del buen gusto, para que dirigiese la
+obra. Debió hacerlo muy á su satisfaccion, porque bajo el influjo de la
+prostitucion artística la ornamentacion mas licenciosa es la que mas
+agrada. El pródigo D. Francisco Hurtado llenó de bollos de estuco y
+escayola todo el cornisamento y toda la cúpula de la cámara principal,
+que es de planta ochavada, así como los arcos de cada uno de sus siete
+frentes, los medallones de los altares, las repisas de los entrepaños,
+todo en suma cuanto perfiló su lápiz en el papel al hacer la reparticion
+de miembros de su proyecto. Al lado derecho hay una puerta, que para el
+arte mas valiera estuviese tapiada, la cual conduce á otra capilla baja
+por una costosísima escalera de treinta y una gradas de jaspe rojo. Esta
+cámara tiene la misma forma ochavada que la superior, y es de piedra
+caliza dura, y su pavimento de losas blancas y azules. Al lado izquierdo
+hay otra puerta por donde se entra á la pieza en que se custodian las
+alhajas de la iglesia, las reliquias y otras preciosidades. Lo mejor de
+este tesoro para los que aman el arte de los buenos tiempos, es la
+custodia de Enrique de Arfe, que dejamos descrita mencionando las cosas
+notables del siglo XVI. Del mismo gusto, y tal vez de las mismas
+primorosas manos, es una cruz que llaman la _cruz antigua_, y que en las
+grandes festividades suele quedar encerrada y oscurecida, postergada á
+otra de insignificante estilo que regaló el año 1620 el obispo Mardones.
+Podríamos decir de aquella que está toda cuajada de primorosa crestería
+del gótico-florido, con preciosos arquitos conopiales de gran pureza y
+garbo (hoy por desgracia imperfectamente restaurados); pero de la nueva
+¿qué diremos? Lo que dicen los _cicerones_ á los ingleses que visitan
+estas alhajas, y que por lo general es todo cuanto necesitan saber: que
+es toda de plata sobredorada con esmaltes, engastes de oro y pedrería,
+que pesa ciento nueve marcos, y que es _obra de esquisito trabajo_.
+
+La capilla del cardenal Salazar, llamada tambien de Sta. Teresa por el
+altar dedicado en ella á esta santa famosa, fué acabada de construir el
+año 1705. Al año siguiente murió el prelado, y sus albaceas le erigieron
+en su capilla un gran mausoleo, suntuoso á la manera que esto se hacia
+en aquella época, es decir, con urna de forma estraordinaria sostenida
+de leones de raza imposible, con profusion de molduras y embutidos, y su
+estátua barroca encima cobijada por un abultado pabellon de jaspe. En la
+urna grabaron este epitáfio, en que oportunamente se recuerda uno de sus
+mas gloriosos hechos de caridad, el hospital general que fundó: H. S. E.
+_Emmus. D. D. frater Petrus de Salazar, Ordinis Beatæ Mariæ de Mercede
+Generalis, Episcopus Salmantinus, et Cordubensis; ab Innoc. XI Caroli II
+Hispaniar. regis nominatione tituli Sanctæ Crucis in Hierusalem,
+Presbyter S. R. E. Cardinalis creatus. Omnibus virtutum et litterarum
+ornamentis clarissimus, ecclesiasticæ disciplinæ vindex, pauperum
+parcus, quos, ut etiam mortuus sublevaret, insigne xenodochium erexit et
+dotavit. Obiit 14 augusti 1706. Vixit annos 76, menses 4, dies 3.
+Communi Parenti bene precare._
+
+Capilla de _Sta. María Magdalena_. Está situada contra el muro del
+norte, y es la tercera á la izquierda entrando por la _puerta de las
+Palmas_. Se ignora en qué época fué fundada[399].
+
+A esta humilde capilla se refugiaron en 1842, mediante la buena obra de
+un prebendado piadoso, las devotas imágenes que habian estado en las
+calles siglos enteros atestiguando como pública profesion de fé el
+antiguo catolicismo de Córdoba. Entonces fueron proscritos esos
+venerandos objetos, que otras naciones, verdaderamente tolerantes y
+liberales, creen muy compatibles con lo que se llama regeneracion social
+en nuestro siglo de gongorismos políticos.
+
+Capilla de _Nuestra Señora de Villaviciosa_. Era la capilla mayor de la
+catedral antigua, labrada como en su lugar oportuno se dijo á espensas
+del rey D. Alonso el Sabio[400]. Restaurada segun algunos creen por el
+obispo D. Íñigo Manrique en 1489[401], y renovada por tercera vez en
+1710 con arreglo al antipático gusto dominante en los primeros años del
+reinado de Felipe V, ni rastro queda en ella de la arquitectura del
+siglo XIII. Todo es hoy allí churrigueresco á escepcion del elegante
+arco árabe angrelado que tiene al lado derecho mirando al Santuario de
+la antigua mezquita, el cual subsiste, no sabemos por qué milagro, como
+náufrago libertado de una furiosa tempestad. No hay en la decoracion de
+esta capilla una línea recta en que pueda reposar la vista: todas
+aparecen ondulosas, disfrazadas, interrumpidas, como si las mirase uno
+por un vidrio lleno de visos. Su bóveda, sus paredes, su gran retablo,
+sus altares de Sto. Tomás y de S. Fernando, cuajados de cogollos y
+follages dorados, podrian en pequeña escala pasar por verdaderos
+primores si fueran obra de monjas.
+
+Guarda celosa Córdoba en esta capilla una santa imágen que es su númen
+tutelar, como lo era para la antigua Troya la famosa estátua de Palas.
+Es una imágen de Nuestra Señora, que tomó el nombre de una villa del
+reino de Portugal, de donde se supone que la trajo á la Sierra á
+principios del décimosexto siglo un pastor de vacas llamado Hernando.
+Manifiestas desde luego en su humilde ermita de la montaña las grandes
+maravillas obradas por su intercesion, cundió rápidamente su fama por
+toda la provincia: el obispo D. Fr. Juan de Toledo, que acababa de
+confirmar las constituciones de su cofradía, fué en 1529 el primero que
+dispuso se acudiese á la sagrada imágen para implorar la clemencia
+divina en las públicas calamidades, y desde entonces comparte la Vírgen
+de Villaviciosa la proteccion y defensa de Córdoba con el arcángel S.
+Rafael, con los santos patronos Acisclo y Victoria, y con los demas
+célebres mártires del arzobispado. A su benéfico influjo, ya se agolpan
+las nubes sobre los estensos campos descendiendo de su seno en copiosa
+lluvia la fecundidad á los sedientos surcos, ya huyen como derrotados
+escuadrones recogiendo las rotas cataratas del cielo cuando la tierra
+saturada parece anegarse. Por su influjo las olas devastadoras de los
+rios desbordados vuelven mansamente á su cáuce, como dispersas reses al
+rebaño, y cesan las inundaciones; por su influjo las legiones invisibles
+de ángeles esterminadores que ejecutan las iras divinas llevando á los
+pueblos las pestes, se replegan respetuosas sin descargar la tremenda
+plaga. En las sequías, en las anegaciones é inundaciones, en los
+contagios, en todas las grandes calamidades, recurre Córdoba á su
+milagrosa abogada con fiestas, novenarios, rogativas y procesiones. Pero
+es en las sequías principalmente, tan frecuentes en toda la Andalucía,
+cuando se implora su maravilloso poder. Antes del referido año 1529 se
+hacian en casos semejantes procesiones á los santuarios de la Fuen-Santa
+y de Nuestra Señora de las Huertas; desde entonces se introdujo la
+costumbre de traer la imágen de Villaviciosa á la iglesia de S. Salvador
+de Córdoba, y de aquí á la catedral, en cuya capilla mayor antigua
+permanecia depositada el tiempo que duraban las solemnes deprecaciones.
+Sin embargo desde un principio manifestó el cabildo su deseo de no
+desprenderse de ella: las limosnas que producia á la Fábrica fueron
+primero escelente pretesto para retenerla desde la primavera del año
+1529 hasta fines del año 31; la mala vigilancia que con ella se habia
+tenido en su santuario, dando lugar á que un rústico de Antequera, nuevo
+Diomedes, osase robar el paladion de la moderna Córdoba, fué despues
+motivo suficiente para que en 1536 se declarasen el cabildo y la ciudad
+con derecho de patronazgo á su custodia en su santa casa; en el año 1576
+el obispo D. Bernardo de Fresneda, con la gran devocion que cobró á esta
+santa imágen, la detuvo en Córdoba casi tres años, en cuyo tiempo mandó
+hacerle un vestido de plata y un precioso trono con peana de lo mismo,
+con la estátua de S. Bernardo y la suya de rodillas, y en los cuatro
+lados del trono grabada en grandes láminas, tambien de plata, la
+historia del pastor que trajo la milagrosa imágen de Portugal; el obispo
+Pazos intentó formalmente en 1586 que no volviera á salir de la
+catedral, donde quiso erigirle nueva capilla; el cabildo en 1596 probó
+con hechos que á fuer de patrono podia en caso necesario llevársela
+adonde mejor le pareciese, porque ofendido de la ilegal donacion que el
+obispo Portocarrero habia hecho de su santuario, la tuvo depositada en
+la capilla de S. Pedro hasta que aquel prelado fué trasladado á Cuenca;
+y finalmente la sequía del año 1699 fué la que dió ocasion á fijar
+definitivamente la permanencia perpétua de la milagrosa imágen en la
+catedral, para consuelo del pueblo cordobés y remedio en sus aflicciones
+y necesidades[402].
+
+Protectora de esperanzas casi nunca frustradas, objeto de súplicas
+fervorosas de los corazones atribulados, causa de inefables é inocentes
+alegrías, permanece desde entonces la santa Vírgen de Villaviciosa en la
+capilla que lleva su nombre, sin habérsela bajado de su altar mas que
+para las procesiones que en torno de la catedral se celebran cuando se
+implora su poderosa mediacion, y en el año 1710 para la costosa y poco
+acertada obra de renovacion que hizo el medio racionero D. Antonio Monge
+Maldonado. Describa otra pluma, esclusivamente consagrada á la nunca
+escesiva alabanza de esta santa patrona, las escenas patéticas y
+afectuosas de que ha sido constantemente teatro su capilla,
+particularmente aquella del año de hambre de 1750, en que mil párvulos
+de ambos sexos, abandonados por sus infelices padres á la pública
+caridad, vestidos y alimentados por los piadosos capitulares, acudieron
+á ponerse bajo el patrocinio de Nuestra Señora cantando sus letanías.
+
+Es hoy su sacristía la que para capilla real habia destinado D. Enrique
+II. Habiéndose unido esta en virtud de bula del papa Benedicto XIII á la
+real iglesia colegial de S. Hipólito, fundada por el rey D. Alonso XI y
+restaurada en 1727, los reales cadáveres que estaban en ella depositados
+fueron trasladados á su nuevo panteon el dia 8 de agosto de 1736, entre
+dos y tres de la madrugada, pobremente, sin luces ni acompañamiento.
+Lleváronse en las mismas arcas antiguas de madera en que estaban en la
+catedral, y en ellas se conservaron bajo sendos arcos á los lados del
+coro de la nueva colegiata hasta el año de 1846, en que se les hicieron
+sepulcros de jaspe rojo, de forma nada bella.
+
+Hemos estudiado juntos, lector pacientísimo, la interesante historia de
+mil años del monumento mas grande y memorable que descuella en el suelo
+andaluz. Faro glorioso del arte bizantino desde su ereccion hasta el
+siglo de Almanzor, difundió su luz hasta las gélidas márgenes del Rhin
+ayudando á alumbrar con ella el dilatado imperio de Carlomagno y de sus
+sucesores. Modelo despues del arte africano en la peregrina decoracion
+de algunas de sus cámaras[403], fué la escuela matriz donde aprendieron
+aquella elegante y voluptuosa ornamentacion morisca que finge arcos de
+cintas rizadas, paredes de encajes y flores, frisos de estalactitas y
+armaduras de caprichosos lazos, los discípulos de los mudéjares
+cordobeses, que mas tarde construyeron sobre columnas sutiles como el
+pensamiento alcázares para los reyes moros de Sevilla y Granada y para
+los reyes y magnates semi-renegados de Castilla. Convertido de mezquita
+en catedral, nada bastó á despojarle de su primitivo carácter, y cuantos
+elementos arquitectónicos le prestó el arte occidental cristiano en los
+tres siglos de su gran desarrollo, XIII, XIV y XV, todos se los
+subordinó, empleándolos en obras secundarias para que campease siempre
+como principal la hermosa creacion de los Umeyas. El siglo del
+_renacimiento_ no hizo mas que descuajar dentro de su gran bosque de
+columnas el espacio en que habia de implantarse una catedral nueva.
+Sufrió la arrogante sultana del Bétis que se derribase en torno del
+espacioso rectángulo su rico artesonado de alerce para poner en su lugar
+bóveda gótica; pero favorecida en cambio por multitud de circunstancias
+contrarias á la nueva edificacion, vió pasar los sistemas artísticos que
+representaban algo de bello ó de grande, el plateresco de Cárlos V y el
+greco-romano de Felipe II, sin que dejasen en su recinto concepciones
+que pudieran amenguar su prestigio. Cuando la nueva favorita que la
+obligaron á abrazar, y aun á sostener con sus columnatas, llegó á punto
+de exornarse, la vió impasible recurrir á un sistema mixto de todos los
+estilos anteriores, formándose una ostentosa vestidura llena de gala y
+riqueza, pero desprovista de verdadera belleza artística. Por último al
+comenzar la décimoctava centuria, todos los estilos buenos y malos, los
+buenos en obras de poca importancia, los malos en construcciones muy
+capitales y de gran coste, habian dejado en él su huella, ya en las
+cuatro bandas de capillas que ceñian por dentro su perímetro, ya en las
+edificaciones que interceptaban sus largas naves, ya en el misérrimo
+embovedado de estas, ya en su atrio y pórticos adyacentes, ya finalmente
+en sus fachadas esteriores, torre, puertas y postigos; y á pesar de
+tantas y tan radicales mutilaciones y transformaciones, todavía
+conservaba indeleble la gran fábrica sarracena el sello del arte
+religioso islamita. Y hoy mismo, para nosotros, viajeros del siglo XIX,
+todavía le conserva á pesar de las plagas que le han caido encima, á
+pesar de las innumerables manos de cal y ocre que le han envuelto por
+defuera, y de los cuajarones churriguerescos que le han brotado por
+dentro. Hoy, sí, mal que le pese á nuestra fervorosa fé, la catedral de
+Córdoba es todavía la mas elocuente defensa del genio que avasalló á la
+España visigoda; y como el poderoso arte cristiano del siglo XIII que
+tenia títulos respetables para haber trocado toda su fisonomía, quiso
+hacer alarde de tolerancia, y el ridículo arte _gerigoncista_ se limitó
+satisfecho á provocar competencia, poniendo dos muestras de su habilidad
+una en jaspes y escayola, otra en dorada talla, cerca de aquella
+preciosísima perla del arte arábigo-bizantino (el _Mihrab_) que formaron
+de consuno para maravilla del Occidente los genios del Bósforo y del
+Guadalquivir reunidos: de aquí resulta, que, una vez visitado este
+singular monumento, en cuanto descubrimos al fin de una tortuosa calleja
+de las que á él guian las almenas dentadas de sus muros y torres, aun
+sin entrar en su embalsamado _patio de los Naranjos_, aun sin asomar la
+vista á aquellas rectas y soberbias alamedas de columnas en cuyo fondo
+resplandece como un brocado de oro la fachada del _Mihrab_, al punto
+creemos oir el clamoroso pregon de los almuedanes que nos grita: «¡Venid
+á orar, venid á adorarle: Dios es grande, Dios es único!» olvidándonos
+completamente de que el esbelto alminar de donde partia á los cuatro
+vientos el aliden es hoy una pesada torre del siglo XVII.
+
+Al estudiar la historia de este monumento has visto desarrollarse la
+historia del arte en los siglos medios y en la edad moderna: te has
+hecho cargo de sus vicisitudes y transformaciones, de las causas que las
+han producido, de los agentes que las han consumado. Larga ha sido
+nuestra primera jornada, porque no era posible en ella hacer alto: ahora
+discurriremos á placer por un campo mas variado y ameno.
+
+
+
+
+Capítulo tercero.
+
+_Córdoba mozárabe._
+
+
+Producto singular de dos opuestas civilizaciones, donde si bien la una
+prepondera, la otra no se extingue, osténtase la antigua _Colonia
+patricia_ en la época mas floreciente que alcanzó la dinastía de Merwán,
+exaltada de consuno por el genio del placer y por la religion del
+sufrimiento. Engrandécenla, por una parte, la paz esterior que corona
+las bien aseguradas conquistas, la prosperidad de la industria y del
+comercio, las riquezas que á ella afluyen, las ciencias y letras que en
+ella se cultivan, las maravillas con que la engalana el arte
+arquitectónico, sus palacios, sus mezquitas, sus baños, sus mercados,
+sus jardines y casas de recreacion; por otra parte la engrandecen la
+vida ejemplar y evangélica de casi todos los desgraciados cristianos que
+viven en ella por el pacto de la conquista, las iglesias y monasterios
+en que se congregan para cultivar la ciencia divina, ejercitarse en la
+práctica de las virtudes y estimularse al adelantamiento en el camino de
+la perfeccion, las persecuciones sufridas, las celestes maravillas en su
+favor obradas, la sangre de los mártires fecunda en santos. Entre la
+muchedumbre de gentes que la pueblan, sobresalen dos aventajadas razas:
+la una procedente de las nobles tribus de Ma'd y del Yemen, mixta de
+sangre siria y árabe, brava, gárrula, valiente, conquistadora, sensual,
+fanática, cruel con los fuertes, generosa con los rendidos; la otra
+hispano-goda, de ánimo noble, pero abatida ahora, acobardada por causa
+de sus prolongados infortunios, dispuesta sin embargo á imitar el
+ejemplo de los que sacuden decorosamente el yugo de la tiranía. Encierra
+la magestuosa reina del Guadalquivir dos poblaciones en una: Córdoba
+musulmana, y Córdoba cristiana; aquella hace alarde de la deslumbradora
+cultura que alcanza manteniendo su fé en el Islam; esta solo anhela la
+exaltacion de la fé en Jesucristo, y resignada con la pobreza de sus
+basílicas y monasterios, acostumbrada ya á que los violentos dominadores
+no la permitan siquiera levantar en lo alto de sus torres una humilde
+cruz, tan solo aspira á que la sagrada señal de la redencion se perpetúe
+hondamente grabada en los corazones y en el entendimiento de la raza
+vencida hasta que llegue el dia de su vindicacion gloriosa. Diez millas
+de longitud mide la populosa ciudad unida con las dos mágicas
+poblaciones de Az-zahra y Az-zahirah, estension inaudita de la mas
+variada y deliciosa perspectiva, tan risueña de dia como animada de
+noche, durante la cual puede recorrerse toda entera á la claridad de
+miles de linternas; y dentro del vasto recinto solo ocupan los fieles
+mozárabes la porcion menos estimada, reducidos al barrio de la Ajarquía
+ó parte baja de la antigua ciudad, separados de la parte principal
+(_Al-Medina_) por una muralla, cuyo límite no traspasan sin esponerse á
+graves insultos y atropellos.
+
+El que solo consulte á los historiadores árabes, se imaginará que los
+cristianos que vivian en Córdoba bajo la dominacion sarracena, podian
+disfrutar de toda tranquilidad mientras cumpliesen religiosamente la
+obligacion de pagar su respectiva capitacion (_jiz'yah_) y la
+contribucion territorial (_kharaj_), que satisfacian todos, así
+cristianos como muslimes; pero podrá convencerse de que solo gozaba una
+proteccion de mero nombre ese pobre _pueblo patrocinado_[404], con solo
+echar una ojeada sobre las páginas veridicas de S. Eulogio, de Alvaro
+Cordobés y del abad Sanson, que con tanta elocuencia y energía retratan
+los desafueros y desmanes de que era víctima la poblacion cristiana. Es
+preciso tener presente que en los tiempos de persecucion no regian las
+leyes ordinarias, y los ministros de los califas rompian caprichosamente
+la valla de las estipulaciones. Los tributos eran entonces arbitrarios,
+la jurisdiccion del _Kitábatu-dh-dhimám_ ó magistrado instituido para
+decidir los negocios contenciosos de los cristianos y judíos, quedaba en
+suspenso; y aun hubo ocasiones en que los mozárabes no pudieron
+presentarse en público sin riesgo de ser asesinados, puesto que todos
+los musulmanes fueron autorizados para proceder con mano violenta contra
+cualquier cristiano por el mero hecho de serlo.
+
+A la persecucion que estos sufrian bajo los mas ilustres y poderosos
+califas, agregábanse para aumento de sus tribulaciones las escisiones
+funestas que á cada paso se declaraban dentro de su Iglesia y Estado,
+donde algunos personages ambiciosos y ciertos prelados sin fé, lobos en
+su propio rebaño, por granjearse el favor y las mercedes del rey y de la
+corte, promovian la celebracion de conciliábulos, mas bien que
+concilios, contra los mártires, la deposicion de los buenos obispos, la
+imposicion de gabelas y tributos estraordinarios que empobrecian las
+iglesias y las haciendas de los particulares mas acomodados, la
+destitucion de los mozárabes que el califa tenia á su servicio, la
+afliccion en suma, la miseria y la ruina, la diseminacion y destruccion
+de esa pobre grey que estaban llamados á regir y defender. Entre estos
+sobresalia Recafredo, metropolitano de la Bética, de triste celebridad
+por la violencia con que impugnó la santa causa de los martirios
+voluntarios, suscitando uno de los mas deplorables cismas que afligieron
+jamás á la iglesia de Córdoba; y por haber oprimido y encarcelado al
+venerable obispo Saulo y al santo y sabio maestro de mártires Eulogio.
+Tenia por auxiliar Recafredo á un publicano ó esceptor de tributos, cuyo
+nombre no se ha conservado. Era el único cristiano que habia consentido
+el rey Mohammed en este cargo, por la oficiosa diligencia con que habia
+cooperado á la publicacion de un célebre decreto del impío metropolitano
+anatematizando el martirio voluntario, y obligando á jurar á todos los
+mozárabes que no se presentarian á declarar su fé. Este esceptor fué sin
+embargo destituido á los pocos meses de haber prestado aquel servicio, y
+por recobrar su posicion, apostató de la religion de sus padres, primero
+en secreto, luego paladinamente, consolándole del desprecio y vilipendio
+con que se veía espulsado del gremio mozárabe y de las iglesias todas,
+que profanaba sacrílego, la privanza que halló en el indigno prelado y
+en el palacio.
+
+Además de este fautor, tenia otros muchos del estado secular la satánica
+empresa del falso metropolitano. Ni faltaba por desgracia quien hubiese
+allanado el camino para la maligna obra, acostumbrando á los califas á
+menospreciar los fueros de la gente dominada; porque un jóven francés
+renegado, diácono que habia sido del palacio de Ludovico Pio, y que
+usurpando el nombre de _Eleázaro_ profesaba ahora la religion judáica,
+casado con una hebrea, habia venido á Córdoba pocos años antes, tomando
+con astucia el cíngulo militar para introducirse mejor en la corte de
+los sarracenos, y habia logrado concitar de tal manera contra los
+cristianos el ánimo del califa y de sus wazires ó ministros, que á no
+acudir pronto al remedio los afligidos mozárabes, suplicando con
+lágrimas al rey Cárlos de Francia que reclamase la persona del
+apóstata[405], todos hubieran sido compelidos á hacerse judíos ó
+mahometanos bajo pena de la vida.
+
+Otro obispo, por nombre Samuel, depuesto por justas causas de la silla
+Eliberitana, se vino igualmente á Córdoba, y renegó, uniéndose á los
+muzlemitas. Autorizado con el poder que el favor de la corte daba al
+malvado gobernador de los cristianos Servando, su pariente, fué uno de
+los que mas atribularon á los fieles. Usurpó el obispado de Córdoba
+prevalido sin duda de la timidez y ausencia del legítimo prelado, que
+era Saulo, el cual por temor de la persecucion, aun no favorecido
+entonces por el cielo con la imperturbable fortaleza de ánimo que luego
+mostró, andaba escondido y separado del cuerpo del rebaño. Servando por
+su parte, no obstante la bajeza de su orígen, pues descendia de esclavos
+de la iglesia de Córdoba, habia escalado con sus maldades la dignidad de
+_conde de los cristianos_; honra que solo correspondia á los de linage
+ilustre; y baste saber que era avariento, soberbio, cruel, malvado
+finalmente en todo, para imaginarse hasta dónde llegaria lo opresivo de
+su conducta.
+
+Pero todavía, como si no bastasen estos dos para afligir á las iglesias
+de la España sojuzgada, permitió el Señor que se agravase la lamentable
+condicion de los mozárabes por el concurso y obra de otros prelados que
+favorecieron los errores ya introducidos en el dogma, y de otros
+auxiliares de las mas repugnantes heregías. El conde Servando habia
+emparentado con un obispo perjuro y de pésima condicion, cuyo nombre de
+Hostigesio ú _Hostigesis_ se divisa como un negro borron en la historia
+de la Iglesia mozárabe; y este era el mas ardiente promovedor de
+aquellas divisiones y cismas. El conde imponia tiránicamente á los
+cristianos que estaban debajo de su patrocinio las mas exorbitantes
+contribuciones, vendía los sacerdocios, causando con esto el escándalo
+de que el seglar metiese la hoz en lo sagrado, y de que la Iglesia
+recibiese ministros poco dignos. Hostigesio exigia con rigor las
+_tercias_ eclesiásticas, y las invertia, no en restaurar los templos, ni
+en socorrer á los pobres, segun estaba prescrito por los cánones
+conciliares, sino en regalarse y hacer agasajos á los ministros del
+palacio; reprendia severamente á los que predicaban la verdad contra
+los errores de ciertos hereges á quienes protegia; hacia que el rey moro
+convocase conciliábulos, en que los obispos, compelidos del terror,
+anatematizasen á los que se proponia perder. Otros dos hombres
+perversos, Romano y Sebastian, padre é hijo, cada uno de ellos peor que
+el otro, se declararon hereges _antropomorphitas_, de los que daban á
+Dios cuerpo negando la universalidad de su presencia; salió á la defensa
+de la verdad el intrépido y santo abad Sanson, y fué por Hostegesio
+perseguido. El legítimo obispo de Córdoba, Valencio, y el asidonense,
+Miro, pronunciaron en nombre de todos los prelados fieles la inocencia
+del abad: Servando y Hostegesio resentidos, maquinaron la deposicion de
+Valencio; sugirieron al rey que no podia haber paz mientras aquel no
+fuese depuesto, protestando que era la causa de todas las inquietudes y
+trastornos; decretóse lo que pedian, que era la celebracion de uno de
+aquellos conciliábulos[406] no raros en tan infelices tiempos, y
+juntando precipitadamente unos cuantos obispos y clérigos de la faccion
+de la corte, lograron que pronunciasen sentencia de deposicion contra
+Valencio, poniendo en su lugar, con infraccion de todos los requisitos
+canónicos, á Esteban Flacco, persona de su confianza, cuya residencia
+establecieron en la iglesia de S. Acisclo por no atreverse á consumar su
+obra echando á Valencio de la catedral.
+
+Iban los cristianos cordobeses que permanecian fieles á su fé corriendo
+el deshecho temporal de estas persecuciones, cuyos horrorosos truenos
+los hacian estrecharse mas y mas y tributarse mútuos consejos y
+consuelos: bogaban por aquel revuelto piélago como bajeles que el comun
+peligro agrupa y que el furioso vendabal dispersa. Mientras unos se
+aprestaban valerosos en las casas, en los monasterios, en las cárceles,
+á dar la vida por su creencia, otros huían del estado cordobés, y entre
+ellos retiráronse muchos monges y eclesiásticos á varias ciudades del
+norte de España, donde se vivia con menor peligro, ó se refugiaron en
+los nacientes dominios de los reyes cristianos. Pasó á Barcelona el
+presbítero Tyrso, que alcanzó gran favor entre el pueblo predicando y
+administrando los Sacramentos, aunque como intruso, en una iglesia de la
+ciudad. El rey Cárlos de Francia, cuyo vasallo era ahora, por queja del
+obispo Frodoino de que el Tyrso se llevaba las dos partes de los diezmos
+de la ciudad, y por otros escesos de indisciplina, tuvo que mandar al
+conde de la Marca que le refrenase é hiciese que en la percepcion de los
+diezmos se observaran estrictamente los Capitulares. A los dominios de
+D. Alfonso III, el Magno, acudieron un abad y varios monges, y dióles el
+rey una iglesia de S. Miguel, donde fundaron el monasterio de S. Miguel
+de Escalada, despues tan famoso. Tambien se fué allí el abad Alonso con
+sus monges, y el mismo rey les donó el monasterio de Sahagun con sus
+antiguas posesiones para que le reedificasen y viviesen en él, como lo
+hicieron hasta el horrible dia en que fueron martirizados aquellos
+infelices monges, y destruido el monasterio[407]. Mas adelante, bajo la
+persecucion suscitada por Abde-r-rahman III, el mas grande de los
+califas, se pasaron tambien al reino de Leon el abad Juan y sus monges,
+donde hallaron una ermita dedicada á S. Martin junto á Sanabria, y
+edificaron en ella un monasterio que tomó el título de S. Martin de
+Castañeda. De este modo se iban lentamente consumando la dispersion de
+los cristianos de Córdoba, y la despoblacion y ruina de muchos insignes
+cenobios que florecian con gran opinion en tiempo de S. Eulogio.
+
+Es evidente que en tiempos tan poco afortunados, no podian emplear los
+mozárabes cordobeses mucha magnificencia en la construccion y
+reparaciones de sus parroquias y monasterios. Habia basílicas de remota
+antigüedad, cuyos deterioros se reparaban con las tercias y las
+oblaciones de los fieles en los tiempos normales y tranquilos; pero
+algunas de las cuales habian de arruinarse forzosamente cuando aquellos
+recursos se distraían de su legítimo objeto y los cristianos acaudalados
+venian á empobrecerse. Sin embargo era tal la piedad de estos, que no
+tan solo se atendia en muchas á las restauraciones necesarias, como
+atestigua S. Eulogio, si bien añadiendo que esto se hacia económicamente
+y con cierta rudeza, sino que tambien se erigian de nueva planta
+basílicas en la ciudad y monasterios para ambos sexos fuera de ella.
+
+Objeto de alta curiosidad artística y arqueológica sería investigar qué
+lugares ocuparon dentro de la ciudad, y en aquella pintoresca sierra de
+Córdoba, de donde bajaron un tiempo á la orgullosa corte de los amires
+huestes enteras de mártires y confesores, todas las basílicas y
+monasterios de que vamos hablando; qué se conserva hoy de las primeras
+en las parroquias que la tradicion supone renovadas despues de la
+reconquista sobre los primitivos muros, ó construidas de nueva planta en
+los mismos solares de aquellas. Pero este estudio es hoy imposible: dia
+llegará, al menos lo esperamos, en que cundiendo el amor á las
+investigaciones relativas á la historia del arte nacional, la discreta y
+prudente mano del arqueólogo pueda hacerse cargo de las mutilaciones y
+renovaciones, sondear las gruesas capas de cal que ahora revisten por
+dentro y fuera esos antiguos templos, y descubrir la verdadera forma de
+los miembros arquitectónicos hoy dislocados, ó enmascarados con obras
+que no ofrecen carácter alguno apreciable. Debemos en la actualidad
+contentarnos con lo que buenamente puede deducirse de los escritos de
+los coetáneos: de ellos se deduce la casi seguridad de que algunas de
+las parroquias hoy existentes conservan los muros, la disposicion
+interior y tal vez las mismas columnatas de las basílicas erigidas
+durante la irrupcion sarracena. Con esta luz, y con la que nos
+suministra la historia del arte monumental respecto de las formas
+generales de la arquitectura religiosa y monástica del Occidente en los
+siglos á que nos referimos, podremos presentar un cuadro aproximado del
+aspecto interior y esterior de los templos y monasterios de los
+mozárabes de Córdoba. Y con este motivo pasemos de la historia al arte:
+de la razon filosófica á la forma.
+
+Habia en la ciudad antes de la conquista gran número de basílicas:
+despues de apoderados de ella los sarracenos, y reducidos los indígenas
+á su barrio separado, muchas de ellas quedarian como la antigua catedral
+convertidas en mezquitas[408]; las que subsistieron consagradas al culto
+cristiano eran sin embargo no pocas, puesto que solo en las obras de S.
+Eulogio y del abad Sanson se mencionan seis iglesias mozárabes; de otra,
+que era la de _Sta. María_, dan noticias conformes historiadores que
+probablemente no se han consultado, ni quizás oido nombrar[409]; y por
+último puede sostenerse con muy sólidos argumentos que lo eran asímismo,
+aunque quizás con otras advocaciones, las que hoy se denominan de _S.
+Andrés_, de _la Magdalena_, de _S. Lorenzo_ y de _Sta. Marina_, todas
+situadas en la Ajarquía ó parte baja de la ciudad[410], que era la que
+habitaban los mozárabes, segun queda referido.
+
+[Illustration: Dibº del natl y litº por F J Parcerisa _Lit de J Donon
+Madrid_
+
+PARROQUIA DE SANTA MARINA,
+
+_PUERTA LATERAL_.
+
+(Córdoba.)]
+
+Las iglesias de que nos dejaron memoria los antiguos y santos escritores
+nombrados, son: la de _los tres Stos. Mártires_ Fausto, Januario y
+Marcial, hoy S. Pedro, que como queda referido sirvió de basílica
+catedral desde que los cristianos, vendiendo á los muzlemitas la parte
+que de la catedral primitiva retenian segun las estipulaciones de la
+conquista, reedificaron con autorizacion del amir Abde-r-rahman I aquel
+templo para erigirlo en catedral. La de _S. Zoilo_, que algunos creen
+sea la de S. Miguel de ahora, aunque no nos parece probable por la razon
+de hallarse esta parroquia en la Almedina ó parte alta de la ciudad, y
+no en la Ajarquía. La de _S. Acisclo_, que ha debido en muchas épocas
+sufrir grandes modificaciones hasta llegar á ser un grande y magnífico
+monasterio: lo que hoy por desgracia escasamente se presume, atendido el
+bárbaro deterioro que en él se ha causado incluyéndolo en los
+inventarios de la desamortización. La de _S. Cipriano_, que no se sabe
+qué lugar ocupó; célebre por haberse educado en ella los mártires Emila
+y Jeremías; por haber tenido de presbítero al ilustre Leovigildo,
+escritor del tratado _de habitu clericorum_, compuesto por escitacion de
+sus compañeros los otros clérigos de la misma iglesia; célebre tambien
+por haber sido hospedage de los monges Usuardo y Odilardo del monasterio
+de S. German de Paris, cuando vinieron á Córdoba en demanda de las
+santas reliquias de los mártires Jorge y Aurelio enterradas en el
+monasterio de Peñamelaria. La de _S. Ginés mártir_, que supone el P. Roa
+se hallaba situada donde está ahora el hospital llamado _de la lámpara_,
+y que S. Eulogio pone en el arrabal de _Tercios_, del cual hoy nadie dá
+razon. En esta iglesia estuvo sepultada la célebre Sta. Leocricia,
+discípula de S. Eulogio y su compañera en el martirio, hasta que sus
+reliquias fueron llevadas con las de su insigne maestro á la Cámara
+Santa de Oviedo por el presbítero Dulcidio, enviado espresamente por el
+rey D. Alonso al califa Mohammed para este objeto. Ultimamente la de
+_Sta. Olalla_, ó _Eulalia_, que refiere S. Eulogio estaba situada en el
+arrabal _Fragelas_, estramuros de la ciudad, del cual hoy nadie conserva
+memoria. Dícese sin embargo[411] que el antiguo templo y monasterio de
+Sta. Olalla fué dado á S. Pedro Nolasco en 1252 por S. Fernando para que
+fundase en él el convento de padres mercenarios, los cuales fueron
+vulgarmente llamados por mucho tiempo _los frailes de Sta. Olalla_.
+Segun esto, ya es fácil señalar hácia qué parte caía el arrabal
+_Fragelas_.
+
+Otras iglesias habia en Córdoba durante la ocupacion sarracénica, pero
+por lo visto no merecieron la celebridad que estas, ni se conservó la
+memoria de sus respectivas dedicaciones. Cuando S. Fernando conquistó la
+ciudad, puede decirse que la poblacion cristiana habia ya faltado de
+allí por ciento y doce años, y así por sola la tradicion tomada de los
+cautivos, ó por conjeturas razonables, podian deducirse algunas
+advocaciones. Sabríanse las de muy pocos templos; las de la mayor parte
+no; _S. Acisclo_, los _tres Stos. Mártires_, y _Sta. Olalla_,
+conservaron sus antiguas denominaciones; los demas recibieron
+dedicaciones nuevas. Esto debió suceder con mucha mas razon en las
+iglesias de la Almedina ó parte alta de la ciudad que habian conservado
+los sarracenos convirtiéndolas en mezquitas[412].
+
+No se crea que los templos de los visigodos anteriores á la invasion
+islamita eran pobres y de tosca arquitectura. En toda la cristiandad se
+habian erigido iglesias cristianas antes del siglo de Constantino[413];
+de consiguiente el arte religioso podia hallarse en un alto grado de
+esplendor en la Europa meridional, que era sin disputa la mas culta,
+cuando todavía el arte musulman no habia sacudido el envoltorio de la
+barbarie. Ahora bien, ¿cuál era la forma de las basílicas de Córdoba
+antes de la ocupacion sarracena? Probablemente la misma que la de todas
+las iglesias del Occidente. Los primeros fieles se congregaban, segun se
+nos refiere en los _Hechos de los apóstoles_, en las casas de los
+últimos convertidos. Un acreditado historiador de la Iglesia nos dice
+que los lugares donde se reunian los primeros cristianos parecian mas
+escuelas públicas que templos. Adriano, tolerante con la ley de Cristo
+desde que leyó la apología de S. Cuadrato, permitió á sus adeptos la
+construccion de ciertos templos, que llevaban el nombre de _Adrianéos_,
+y cuya forma era próximamente la de las basílicas paganas. Pero hasta la
+época feliz en que, proclamado el cristianismo religion del Estado por
+Constantino, pudo el culto de la ley de gracia y de amor desplegarse
+libremente saliendo de sus lóbregas criptas y catacumbas, no hubo en
+realidad plan fijo y uniformidad en la construccion de los edificios
+religiosos. Al glorioso vencedor de Magencio, alistado bisoño de
+Jesucristo, fué á quien principalmente se debió que los templos del
+Crucificado adquiriesen en lo sucesivo la planta sencilla y simbólica
+que se ha venido despues perpetuando hasta nuestros dias. Así es en
+efecto: autorizados por él los obispos de Roma á elegir entre los
+edificios públicos los mas adecuados al ejercicio del nuevo culto; las
+basílicas claras y espaciosas, destinadas hasta entonces á las
+transacciones comerciales y á la decision de las contiendas jurídicas,
+fueron instantáneamente convertidas en iglesias. Allí mejor que en los
+lujosos templos del paganismo, manchados con los mas vergonzosos é
+impuros misterios, hallaba cómoda acogida la muchedumbre cristiana; no
+en los lóbregos aunque magníficos receptáculos de los antiguos dioses,
+donde, segun la feliz espresion de un escritor moderno, podia
+desaparecer el ídolo con el humo de un solo grano de incienso.[414] Eran
+las basílicas por lo comun de planta cuadrangular y oblonga, terminada
+en un hemiciclo, con dos hileras de columnas que dividian
+longitudinalmente su espacio en tres secciones ó naves, la central mas
+elevada que las laterales. Estas construcciones, severas y sencillas al
+esterior, é interiormente decoradas con magestuoso y no profuso ornato,
+eran muy aplicables al nuevo culto: en el centro del hemiciclo, donde
+estaba antes el tribunal, se colocaba el ara consagrada, en la que
+celebraba el obispo, ocupando los lados la clerecía; las tres naves del
+edificio se destinaban al pueblo, el cual, como es sabido, nunca habia
+penetrado en los templos del paganismo; y ocupaban, los hombres la nave
+de la derecha, las mujeres la de la izquierda, y los catecúmenos que aun
+no tomaban parte en la celebracion de los divinos misterios, la seccion
+inferior de la nave central en las horas dedicadas á su instruccion.
+Esta nave, dividida por lo comun en su altura en dos cuerpos, formaba
+una especie de galería alta ó tribuna, que se reservaba para las viudas
+y las vírgenes particularmente consagradas á la oracion. Entre el ábside
+donde residia el tribunal, y las naves, ocupadas por el pueblo que
+acudia á sus diferentes negocios, habia en las basílicas romanas un
+espacio privilegiado, separado del cuerpo de las naves por una
+balaustrada ó cancel, y reservado á los abogados y gente de la curia:
+este espacio, al convertirse la basílica en iglesia, se destinó á los
+cantores, y tomó el nombre de _coro_. A su entrada se colocaron como dos
+pulpitillos á modo de cátedras, con gradería para subir á ellos á leer
+al pueblo reunido la Epístola y el Evangelio; y estos púlpitos se
+llamaron _ambones_. Adaptábase pues la basílica antigua á las
+principales necesidades del culto cristiano; pero es claro que cuando la
+iglesia se alzaba de nueva fábrica, al reproducir en su planta general
+la forma de aquellos edificios tan cómodos y apropiados, habia de
+procurar el arte satisfacer además otras exigencias. Entonces la
+basílica (que este nombre pagano, equivalente á _morada_ ó _casa real_,
+adoptó el templo cristiano como agradecido á la acogida que en ella
+habia encontrado al salir de los subterráneos de Roma) se erigia con el
+ábside al oriente, y marcando bien en su planta la forma simbólica de la
+cruz del Redentor. Las arquerías que la dividian en tres naves nunca
+invadian el espacio destinado al coro, sino que la central y el
+presbiterio formaban con este una verdadera cruz latina. Cubríase el
+edificio con techumbre de madera y tejas planas, adaptando interiormente
+á los pares un entablado pintado, ó dejando descubierta la armadura. El
+coro, que se llamó despues _crucero_ en su interseccion con la nave
+central, solia revestirse de mármoles: separábale del presbiterio un
+segundo cancel, cuyas puertas custodiaban los acólitos. Una escalinata
+conducia al santuario ó presbiterio. Alzábase en este el altar, con su
+tabernáculo encima (_ciborium_), y debajo de él abríase una especie de
+cripta (_confessio_) donde se custodiaban las reliquias amadas de los
+mártires. Detrás del altar, á modo de corona, se sentaban en coro los
+presbíteros, con los obispos á la derecha, y la silla pontifical en el
+lugar preeminente. Esta silla era por lo comun de preciosos mármoles,
+tenia sus cojines, y estaba mas alta que las otras sillas del coro de
+sacerdotes, y cubierta con su correspondiente paño (_thronum... linteo
+ornatum_). Al pié del cancel del presbiterio tenian puesto separado á un
+lado los príncipes y magnates (se llamaba _senatorium_), y las matronas
+al lado opuesto. Exornábase el ábside con profusion de mármoles, estucos
+y mosáicos, y de su semi-bóveda ó cascaron pendian para mayor adorno
+lámparas circulares, vasos (_coronæ et calices pendentiles_) y otros
+objetos preciosos. El tabernáculo que se alzaba sobre el altar estaba
+sostenido por cuatro columnas (_umbraculum_, _propiciatorium_), y sus
+lados cubiertos con cuatro cortinas (_tetravela cuadruplicia_). Tambien
+tenian grandes cortinas las puertas de la basílica. La sacristía
+(_secretarium_) tenia su lugar en la parte inferior de la nave del
+mediodia, y en ella ó en el presbiterio solian celebrarse los concilios.
+Aunque las paredes de las naves solian estar desnudas de todo ornato
+artístico, sin embargo no es probable que esta desnudez fuese regla
+invariable en todas las iglesias de la España goda, erigidas por un
+pueblo tan sensible al halago de lo bello. La monarquía de Rodrigo era
+al comenzar el VIII siglo una de las mas cultas y florecientes del orbe:
+quien lo dude no tiene mas que recordar el testimonio de los mas
+respetables historiadores coetáneos. _Obras maravillosas y elegantes_
+llama S. Isidoro á las construcciones de Wamba en Toledo. Iguales
+encomios hace S. Eulogio de la basílica de Sta. Leocadia de la misma
+ciudad, y de la de S. Félix de Córdoba, renovada y embellecida por el
+obispo Agapio II antes del año 618 para que sirviese de sepultura al
+cuerpo del mártir S. Zoil. Por S. Gregorio Turonense sabemos que la
+iglesia erigida por Carrarico á S. Martin en la ciudad de Orense era una
+construccion _admirable_ (_miro opere expedita etc._). Paulo Diácono nos
+habla de un baptisterio en la iglesia de S. Juan de Mérida, todo
+cubierto de pinturas... ¿ A qué amontonar citas? Todos los que han
+escrito de nuestras antiguas cosas sagradas se han deshecho en alabanzas
+de la hermosura y riqueza, de la magnificencia y fasto de muchos templos
+erigidos durante los siglos VII y VIII por nuestros reyes, prelados y
+magnates. Ellos nos pintan á la imaginacion espaciosos atrios sostenidos
+de columnas, encumbradas torres, muros cubiertos de bruñidos mármoles;
+¿qué mucho, pues, que se decorasen alguna vez con frescos ó mosáicos
+simbólicos las naves de aquellas basílicas españolas compañeras de las
+que á S. Eulogio le merecieron tantos encomios?[415] La regla general,
+no obstante, era que solo se adornasen con obras artísticas la
+semi-cúpula del ábside, el presbiterio con los objetos que incluía, como
+el altar y el tabernáculo, y el coro ó escuela de los cantores. Tambien
+la pila bautismal solia decorarse con bajo-relieves y pinturas.
+
+Pero en la desemejanza de las iglesias cristianas con las basílicas
+antiguas, el fenómeno artístico de mas interés y trascendencia es la
+sustitucion del arco descansando sobre los capiteles, al arquitrave
+horizontal, para las columnatas que dividen á lo largo el edificio:
+innovacion que puede atribuirse, ya á la falta de materiales para hacer
+una construccion romana regular, ya á la prisa con que á la sazon se
+edificaba, que no permitia reunir muchas columnas de proporciones
+iguales, ya por fin á la necesidad misma de variar y presentar cosas
+nuevas, que tan natural es en el hombre en las épocas de grandes
+revoluciones sociales. Todas las nuevas basílicas en efecto aparecieron
+con sus ligeras arquerías volteando de capitel en capitel, sin
+arquitrave que les sirviese de nivel comun, y este sistema inventado por
+los cristianos, sea ó no preferible al de la antigua arquitectura
+clásica, es el que desde entonces ha prevalecido en las edades media y
+moderna: en la arquitectura bizantina; en la musulmana que la reconoce
+por madre, ó cuando menos por nodriza; en la románica del Occidente; en
+la ojival llamada gótica, y por último en la del renacimiento, con la
+cual parecen agotarse todas las combinaciones de las formas
+monumentales.
+
+Es de suponer, pues, que siendo en aquellos siglos homogénea la
+arquitectura cristiana en el Occidente, las basílicas de Córdoba
+anteriores á la irrupcion sarracena y las erigidas luego por los
+mozárabes, presentasen todas con cortísimas diferencias la disposicion
+interior que acabamos de describir. Su conjunto esterior tenia tambien
+que ser próximamente el mismo en todas partes: en el imafronte ó
+fachada, remate angular, marcando la declinacion de los pares de la
+armadura ó techumbre de la nave principal; luego las verticales de los
+muros de esta en su parte superior, por donde recibe las luces; luego
+las otras dos vertientes de la armadura de las naves colaterales,
+descansando sobre los muros de estas; últimamente, portada mas ó menos
+rica de ornamentacion, compuesta de un arco de plena cimbra, bajo un
+tejaroz sostenido en mútulos de formas caprichosas, y en lo alto un
+_oculus_ ó claraboya, de sencilla forma, destinado a dar mayor luz al
+cuerpo de la iglesia. En los costados, muros lisos, sin estribo ni
+refuerzo alguno, por considerarse suficientes á contrarestar el leve
+empuje de aquellas pequeñas armaduras; descollando sobre el tejado de
+cada nave colateral el cuerpo de luces de la nave del centro; y las
+ventanas, todas de medio punto, con mas ó menos ornato en las
+archivoltas. En la parte posterior, que mira á oriente, una especie de
+media torre de planta semicircular ó poligonal, con ventanas de la forma
+misma que en los costados, revelando la presencia del ábside ó
+presbiterio. Al edificio de la basílica propiamente dicha, se agregaban
+otras construcciones indispensables. La forma de estas no sabemos que
+estuviese sujeta á plan determinado; segun el número de personas que
+hubiesen de vivir en ellas, y segun la mayor ó menor liberalidad con que
+se hubiese la iglesia fundado[416], serian mas ó menos cómodas y
+espaciosas, mas ó menos suntuosas, y si se quiere mas ó menos humildes,
+las dependencias de cada parroquia mozárabe. Considerábanse estas como
+esencialmente sujetas á la catedral, y reconocíase la Iglesia Mayor como
+madre aun de aquellas mismas que gozaban de alguna independencia por
+derechos ó privilegios de patronato[417]. Así el clero parroquial hacia
+una vida análoga á la del cabildo de canónigos; esto es, los
+beneficiados y clérigos que le componian, vivian como regulares bajo la
+autoridad del rector ó abad de la parroquia[418], el cual, con la parte
+que le tocaba de las rentas de la misma, tenia que vestirlos y
+mantenerlos con la debida decencia, estando al propio tiempo autorizado
+para castigarlos si no cumplian con su obligacion en el servicio del
+coro y de la iglesia. Además del edificio que para este objeto se
+necesitaba, con sus aposentos separados, su refectorio comun, sus aulas
+para la enseñanza, y lugar á propósito para la pequeña biblioteca[419]
+que en aquellos tiempos y aquellas ciudades era dado reunir, debia tener
+la iglesia mozárabe alojamiento aparte para los niños _oblatos_[420],
+para los esclavos que constituían parte de su riqueza, para los pobres y
+peregrinos á quienes debia dar hospedage. Estas construcciones
+adicionales, por grande que fuese la munificencia de los fundadores, se
+hacian todas con la mayor sencillez: paredes lisas, con lucientes
+alizares á lo sumo, despues que el gusto oriental se fué infiltrando en
+el arte cristiano; pavimentos de piedra comun, techos de madera,
+descubriendo la armadura del comblo, ó de bóveda latina; ventanas poco
+rasgadas con arco de medio punto; puertas cuadradas ó de plena cimbra,
+con escasísimo ornato, reducido por lo comun á un simple cordon de
+piedra ó de ladrillo marcando la curva de la archivolta.
+
+Esta era la forma general de las basílicas latinas, godas y mozárabes:
+esta la que próximamente debian presentar aquellas antiguas iglesias de
+S. Acisclo, de S. Zoil, de S. Ciprian, etc., que tanto ilustraron con su
+virtud y su ciencia, ya mártires hoy gloriosos, como el presbítero S.
+Perfecto, el levita S. Sisenando, el diácono S. Pablo, los Stos. Emila y
+Jeremías y otros; ya doctores insignes en todas las disciplinas
+eclesiásticas, y hasta en las artes liberales. Entre estos últimos
+¿quién no recuerda al famoso abad _Esperaindeo, doctor ilustrísimo, de
+feliz recordacion, luz brillante de la iglesia_ en aquellos tiempos
+borrascosos, varon elocuente, maestro de los mas grandes genios que
+florecieron en la España mozárabe, y de quien se escribió que entre las
+amarguras que por entonces inundaban toda la Bética, prevalecian los
+raudales de su prudencia con los cuales endulzaba lo mas salobre? ¿Quién
+no descubre al punto á Eulogio, cuya figura colosal nos sale siempre al
+paso en nuestras indagaciones sobre aquellos oscuros tiempos, como nos
+atrae la mirada un hermoso planeta cuando nuestra vista se sumerge en
+los insondables piélagos del firmamento: luminar de la iglesia española
+durante su persecucion, restaurador de las ciencias eclesiásticas y de
+las humanidades, maestro de mártires y mártir gloriosísimo? ¿Quién
+finalmente se olvidará del caballero cordobés Alvaro Paulo, tambien
+discípulo sobresaliente de Esperaindeo; del doctor Vicente, á quien este
+mismo caballero nombra, y en cuyo elogio basta decir que el título de
+_doctor_ era á la sazon de mucha dignidad en la Iglesia, y que por lo
+mismo se daba muy raras veces; de aquel eximio abad Sanson, rector de la
+iglesia de S. Zoil, de quien poco há hemos hablado; del sabio
+Leovigildo, presbítero de la iglesia de S. Ciprian, que tan elocuentes
+páginas escribió sobre la observancia del trage clerical? Ved, lectores,
+á cualquiera de esos santos sacerdotes ¡qué bien le cuadra la
+descripcion que del buen eclesiástico hacia S. Isidoro! «Vive enagenado
+del mundo y de sus placeres; abomina de espectáculos, banquetes y
+diversiones; no comercia, ni trata negocios seculares; habla con
+moderacion, camina con sosiego, mira con modestia, no frecuenta casas de
+mujeres, ocúpase en la leccion y en los divinos oficios, cultiva su
+espíritu en el estudio, instruye al pueblo en la doctrina, y le dá
+ejemplo con las buenas obras[421].» ¿Quereis asomar ahora rápidamente la
+vista dentro de la basílica é informaros de sus ocupaciones
+relativamente al culto? Pues desde el amanecer estad alertos. Apenas
+quiebra sus rayos el sol en las alabastrinas ventanas del ábside, ya
+estan ocupando el coro en torno del altar los presbíteros en una hilera,
+y los diáconos detrás en otra. Los cantores y demas clérigos ocupan su
+lugar, y comienzan el grave canto de los maitines. Siguen las misas y
+las horas canónicas: eran estas _tercia, sexta y nona_, y se decian
+tambien en coro á media mañana, á medio dia, y á media tarde, cantando
+siempre al fin de los salmos y responsorios el _Gloria et honor_ que era
+costumbre de la Iglesia española. La misa se dividia en dos partes, la
+_de los catecúmenos_ y la _del Sacrificio_: leíase primero una profecía
+del Antiguo Testamento, una Epístola de S. Pablo y una parte de los
+Evangelios; añadíanse algunos responsorios y unos versículos con
+_Alleluya_, que era lo que entonces llamaban _Laudes_; seguia el
+_Ofertorio_, y luego un diácono en voz alta mandaba á los catecúmenos
+retirarse. Queda desembarazado el tramo inferior de la nave central: la
+segunda parte va á empezar. El celebrante, vuelto al occidente, dirige
+una amonestacion al pueblo para que se recoja y disponga á orar: cada
+cual ocupa el sitio que le corresponde, los nobles y patronos el
+_senatorium_, sus mujeres y las otras damas de gerarquía et _matroneum_,
+la gente comun se divide por sexos en las dos naves colaterales de
+derecha é izquierda: las vírgenes, veladas á la usanza oriental, con las
+viudas en su tribuna ó galería alta; los hombres y mujeres casados con
+sus trages de diferentes colores y estofas, en que se advierte una fácil
+promiscuidad con las modas sarracenas, y el temor de algunas matronas
+poco fuertes, que por no parecer en público cristianas cubren su rostro
+con el velo de las mahometanas[422]. En el pintoresco y variado conjunto
+contrastan las galas de los magnates con el humilde estambre de los
+religiosos;[423] la cabeza del intonso y barbudo seglar, con la del
+clérigo que ostenta su corona en forma de cerquillo y su barba
+raida[424], (y con la del infeliz _decalvado_, que por sus pasadas
+culpas mereció una corona de ignominia hecha á repelones). Pide á Dios
+el celebrante que oiga las oraciones de los fieles: hace la
+conmemoracion de los muertos, nombrando particularmente á los fundadores
+y bienhechores de la iglesia; siguen los abrazos de paz en señal de
+union y caridad; luego la _Ilacion_, que ahora llamamos el _Prefacio_;
+luego la _Consagracion_; rézase despues el _Padre nuestro_, distribúyese
+la comunion, y últimamente se dá la bendicion al pueblo, como se
+acostumbra al fin de los maitines y vísperas. Sábese que tanto las
+catedrales como las parroquias en la misa mayor debian rogar cada dia
+por la salud del rey, segun el consejo de S. Pablo, y mientras hubiese
+guerra, ofrecer á Dios el Sacrificio por la prosperidad de las armas
+cristianas. Concebimos que este último precepto se cumpliese; ¿pero no
+nos será lícito dudar que rogasen las iglesias de la afligida Córdoba
+mozárabe por la salud de los califas? La consagracion se hacia en pan
+entero (azimo) blanco y pequeño, hecho de propósito para el Sacrificio,
+y sobre corporales de lino, á diferencia de la Iglesia griega que
+consagraba en pan fermentado sobre corporales de seda. En los dias de
+Domingo no doblaba el pueblo las rodillas para orar: se oraba asímismo
+en pié todos los cincuenta dias pascuales, desde Resurreccion hasta
+Pentecostés, en cuyo tiempo tampoco habia ayunos públicos ó de precepto.
+Despues de la caida del sol volvia á reunirse en coro el clero
+parroquial para cantar vísperas; y durante la noche se decian los
+_nocturnos_, en tres tiempos, lo mismo que las _horas_. Cada dia el
+rector con su clero celebraba en la parroquia los divinos oficios con
+esta distribucion de horas y nocturnos, y con diferencia de himnos y
+oraciones segun se rezaba de santo mártir, ó confesor, ó vírgen. A este
+asíduo culto, lo mismo que al Santo Sacrificio, era convocado el pueblo
+cristiano con toque de campanas; cuyo débil tañido, que por cierto no
+sería muy atronador atendidas las dimensiones y forma del
+instrumento[425] en aquellos tiempos, se nos refiere escitaba de tal
+modo el enojo de los mahometanos en los dias de intolerancia y
+persecucion, que por no oirlo se tapaban los oidos prorumpiendo en
+maldiciones[426]. Con tanto rigor observaban los sacerdotes mozárabes en
+general su liturgia, que en las referidas épocas de persecucion, sin
+aparato alguno celebraban cada dia su misa, y cantaban los salmos dentro
+de las mismas cárceles en que estaban presos[427]. En los tiempos
+normales siempre era grande el aseo en el servicio de las basílicas. Sus
+aras, pues solia en cada una haber varios altares desde que se introdujo
+la costumbre de abrir nuevos ábsides en el muro de levante del crucero,
+eran de piedra, y estaban cubiertas con telas blancas de lienzo, y por
+delante con frontales de variedad de colores y tejidos. Ardía en ellas
+la cera no solo durante los divinos oficios, sino tambien de noche y á
+puertas cerradas. El sacerdote para el Sacrificio vestía amito, alba,
+cíngulo, manípulo, estola y casulla, y el diácono en lugar de esta se
+cubría con dalmática. Las casullas, capas, frontales y otras ropas
+semejantes eran de lana ó seda, y muchas veces con guarniciones de plata
+y oro. Es dificil formarse idea de la bella forma de aquellas vestiduras
+sacerdotales, tan ámplias y magestuosas, no habiéndolas visto
+reproducidas segun los antiguos monumentos del arte.
+
+No menos que estas iglesias florecian por entonces los monasterios de
+toda la provincia, en especial los de la Sierra de Córdoba, que así como
+rinde en tributo á la campiña las aguas de sus veneros y los aromas de
+sus plantas, le tributaba á la sazon con estos y aquellas sangre copiosa
+y fecunda de mártires, y purísima fragancia de virtudes evangélicas.
+Cerca de la ciudad, y á su vista por la parte del mediodia, reflejaba
+sus muros en la corriente del Bétis la iglesia y monasterio de _S.
+Cristóbal_, donde se educó S. Habencio, y donde fueron sepultados varios
+otros mártires. En Froniano, lugar de la montaña por la parte de
+occidente, á tres leguas ó doce millas de la ciudad, tenia iglesia y
+monasterio _S. Félix_ mártir. Presidia este monasterio un piadoso
+sacerdote llamado Salvador, y debia ser de los dúplices ó mixtos, tan
+comunes entonces, por cuanto leemos en S. Eulogio que se fué á vivir á
+él con su mujer y sus hijos el padre del santo mártir Walabonso. En el
+lugar llamado _Rojana_, tambien de la montaña, sin que nos sea dado
+señalar hácia qué parte de ella, habia otro monasterio dedicado á _S.
+Martin_. Distaba unas dos millas de la ciudad, segun se colige de la
+vida de S. Juan Gorziense[428], y á su iglesia acudia el santo mientras
+permaneció con el carácter de legado del rey Oton, en los domingos y
+grandes festividades, únicos dias que le permitia el gobierno de
+Abde-r-rahman III salir del palacio donde le retenia mas como preso que
+como huésped. En este santuario floreció el mártir S. Cristóbal,
+discípulo del grande Eulogio. En lo interior de la Sierra, en un sitio
+llamado Fraga, entre agrios montes y enmarañadas selvas, junto al
+lugarcillo _Leiulense_, distante de Córdoba poco mas de seis leguas,
+habia un monasterio consagrado á los mártires _S. Justo y Pastor_, del
+cual bajó el jóven Leovigildo, natural de Granada, á padecer martirio.
+El famoso monasterio dúplice de la _Peñamelaria_, titulado de _S.
+Salvador_[429], fundado por los padres de Sta. Pomposa, y memorable por
+haber vivido en él esta santa mártir y el monge S. Fandila, estaba
+edificado en la sierra que sirve de anfiteatro á la campiña al norte de
+Córdoba, á unas cuatro millas largas de la ciudad, á la falda de una
+peña donde desde los tiempos mas antiguos formaban las abejas sus
+panales: circunstancia á que debieron su nombre vulgar la peña y el
+monasterio. Aun se ven de él escasos vestigios en alguno de los claros
+de la selvosa y sombría montaña que se levanta al norte del castillo de
+la Albayda. Los cuerpos de los mártires S. Jorge y S. Aurelio fueron
+sepultados en este santuario.
+
+Mas internado en la Sierra, pero en la misma direccion norte de la
+ciudad, y á dos leguas escasas de esta, alzábase antes de la cruel
+persecucion de Mohammed, entre quebrados montes y bosques seculares,
+otro monasterio, tambien _mixto_, celebérrimo en toda la cristiandad
+como glorioso gimnasio de mártires, del cual se escribe que era tal su
+fama, que de fuera de España acudian gentes á visitarlo. Era este el
+monasterio _Tabanense_, fundado con toda magnificencia en tiempo de S.
+Eulogio por los piadosos cónyuges seglares Jeremías é Isabel, personages
+de gran cuenta y de bienes de fortuna considerables, los cuales
+emplearon en él todo su ingente patrimonio y se retiraron con su familia
+á vivir en aquella aspereza huyendo el contagio de la fascinadora
+cultura musulmana. Allí florecieron, y de aquellas paredes salieron para
+recibir el martirio, los dos citados esposos; el venerable abad Martin,
+hermano de Isabel, abadesa del monasterio de mujeres; la vírgen Columba,
+hermana de ambos, que con su dote habia contribuido á la fábrica del
+convento, y que luego recibió tambien la corona del martirio; allí fué
+monge el mártir Isaac, sobrino del fundador Jeremías; allí vivió Fandila
+bajo la disciplina del abad mencionado; allí vivió retirada y
+alentándose para el martirio la matrona Sabigoto, que hizo por
+Jesucristo dos sacrificios heróicos: separarse de dos hijas,
+entregándolas al cuidado de Isabel y demas santas religiosas, y volar
+despues al martirio[430]; de allí finalmente salió á confesar su fé en
+Cristo la fervorosa Digna, discípula de Isabel, y allí Aurelio, el
+esposo de la varonil Sabigoto, fué á estampar el beso de despedida en
+las puras y sonrosadas megillas de sus inocentes hijas antes de entregar
+su cuello á los verdugos del _Mexuar_[431]. Corta fué la duracion de
+este monasterio tan fecundo en prodigios de virtud, puesto que la misma
+Columba que habia contribuido á su edificacion, lo vió destruido, con
+otras iglesias y lugares sagrados en que se cebó la furia de los
+sarracenos durante la persecucion decretada por el califa Mohammed, de
+que hemos hecho mencion en otras ocasiones. Sin duda por ser tan famoso
+se encarnizaron mas contra él los enemigos de la fé cristiana, los
+cuales completamente lo arrasaron. Las religiosas que en él moraban
+huyeron á la ciudad, y allí se recogieron en una casa que tenian, pared
+por medio con la iglesia de S. Cipriano.
+
+Otro célebre monasterio de aquellos tiempos, y del cual aun existen
+algunos vestigios, era el _Armilatense_, intitulado de S. Zoil, que
+tenia su situacion á unas siete leguas ó mas al norte de Córdoba, en
+una espantable soledad y aspereza de montes[432], sin mas comodidad
+temporal que la del rio Armilata (hoy _Guadamellato_), del que tomaba el
+nombre. Iba la corriente por la márgen de la montaña en cuya falda se
+habia fundado el monasterio, y siendo muy abundante en pesca, contribuía
+á los monges con su producto. En esta clausura se educó el mártir
+Wistremundo.
+
+Cerca de Córdoba por la parte occidental habia un lugarcillo denominado
+Cuteclara, donde desde tiempos muy remotos existia un monasterio de
+monjas con advocacion de la Santísima Vírgen María. Hízose este
+monasterio cuteclarense muy famoso por la santa matrona Artemia, madre
+de los mártires Adulfo, Juan y Aurea, y maestra de la mártir María. En
+él florecieron Pedro Astigitano y Walabonso Eleplense, el primero en
+grado de presbítero, y como diácono el segundo, dando ambos á dos su
+sangre por Jesucristo[433].
+
+Estos son los monasterios de que se conservan mas circunstanciadas
+noticias. De algunos otros que se supone existian tambien en la Sierra y
+en la parte occidental de la campiña, no hay para qué hacer mencion
+espresa, puesto que ni sus nombres son claramente conocidos. Todos
+estaban sujetos á la regla de S. Benito, introducida en España desde el
+sexto ó séptimo siglo de la Iglesia (que de cierto no se sabe), y
+advertíase en ellos, comparados entre sí, la variedad de construcciones
+en la uniformidad del vivir, que era resultado natural de la mayor ó
+menor holgura con que habian sido erigidos; sin que á esto se opusieran
+las constituciones del santo fundador de la órden, el cual permitia una
+racional libertad para acomodarse en todo lo esterno á las condiciones
+de los diversos paises en que se establecia su piadosa hueste. Los mas
+afamados eran _dúplices_ ó _mixtos_; cada uno de ellos formaba como dos
+monasterios contiguos, uno de hombres, otro de mujeres, sin mas
+dependencia entre sí que la que los antiguos cánones habian establecido
+mandando que todo monasterio de religiosas estuviese sujeto en lo
+económico y administrativo á un abad nombrado por el obispo, á fin de
+que las monjas y su abadesa pudiesen libremente consagrarse á la vida
+ascética lejos de toda relacion y trato con la gente mundana. Monges y
+monjas vivian en sus respectivos edificios en celdas separadas: entre el
+monasterio de los hombres y el de las mujeres habia altas y fuertes
+paredes que los mantenian en completa incomunicacion, de manera que no
+podian verse unos á otros. Solo cuando la concurrencia de hermanos ó
+huéspedes les obligaba á prestarse mútuo auxilio, era lícito entablar
+correspondencia entre la clausura de religiosas y el edificio de los
+monges; pero aun entonces se limitaba la plática á lo puramente preciso,
+saliendo la abadesa á la ventana. El Concilio Hispalense II en su cánon
+onceno habia mandado que en toda la Bética los monasterios de monjas
+fuesen gobernados por monges; pero cercenando de tal manera las pláticas
+de los religiosos de ambos sexos entre sí, que solo á los abades y
+vicarios permitia hablar con las abadesas, y esto estando presentes
+otras dos ó tres monjas y versando la conversacion sobre cosas
+espirituales y doctrina. Los demas monges, ni siquiera al vestíbulo del
+monasterio de mujeres podian acercarse. Para cuidar de la administracion
+é incremento de las fincas rústicas y urbanas del convento de
+religiosas, atender á la conservacion y reparacion de sus edificios, y
+ocurrir á todas las demas cosas precisas, nombraba el abad un monge de
+capacidad y virtud esperimentada, y este nombramiento habia de ser
+confirmado por el obispo. En España, lo mismo que en Francia y en
+Inglaterra[434], siempre que se fundaba una clausura de religiosas, se
+construía con arreglo á las necesidades de un monasterio mixto, por la
+indicada condicion de que habian de ser precisamente monges los que la
+gobernasen. No es esto decir que fuesen dúplices todos los monasterios
+de la provincia de Córdoba que dejamos mencionados; éranlo los mas
+principales, pero podia haber, y habia en efecto, otros que eran solo de
+hombres. El aspecto general de unos y otros debia ser próximamente el de
+los demas monasterios benedictinos de la cristiandad, sobre todo despues
+de la famosa congregacion de Aquisgran, celebrada el año 817 por
+disposicion de Ludovico Pio, cuyos capítulos ó cánones se hicieron
+obligatorios á cuantos vivian bajo aquella regla en el Occidente. La
+lucha contínua que los mozárabes consagrados á la vida religiosa tenian
+que sostener contra los infieles y los hereges, el peligro que sin cesar
+les amagaba de ser perseguidos y martirizados, hacia que no perdiesen
+nunca de vista los santos y eternos objetos de su mision y vocacion, y
+las duras pruebas á que diariamente se les sometia los afirmaban en la
+fiel observancia de la doctrina y profesion que habian abrazado. Por
+esto la vida monástica en general, y en particular la regla de S.
+Benito, produjeron en Andalucía, y en toda España, tantos y tan insignes
+santos; por esto se conservó entre los mozárabes intacto el oficio
+divino de la primitiva Iglesia goda, que era el mismo que habian
+introducido en España los siete Apostólicos[435]; y por esto finalmente
+la disciplina monástica española brillaba con incontaminada gloria,
+mantenida en toda su pureza por los concilios nacionales y los grandes
+genios, como S. Leandro, S. Isidoro, y otros muchos que llenaron con sus
+obras las bibliotecas y con sus imágenes los altares en todos los siglos
+hasta el undécimo, antes que el prurito de imitar á los franceses, hecho
+moda en la corte de D. Alfonso VI, viniese á reformar lo que no
+necesitaba ser reformado, dándole la disciplina cluniacense por modelo.
+Por esta misma escrupulosa observancia de las constituciones escritas,
+observamos que la referida congregacion de Aquisgran inculca en muchos
+de sus cánones ó capítulos preceptos que desde los tiempos mas remotos
+vienen puestos en práctica en los monasterios españoles[436], y que los
+monges de otros paises de todo punto abandonaron. Así pues, no te
+parecerá temeridad, mi buen lector, el suponer que los monasterios de
+que vamos tratando, los principales al menos, como el Tabanense, tan
+encomiado por la esplendidez con que habia sido fundado, fuesen en su
+fisonomía arquitectónica general semejantes á los que fuera de España
+alcanzaban por aquellos tiempos mas fama de observantes, edificados
+tambien en la aspereza de las montañas. Puede decirse de los monasterios
+benedictinos de Europa en los siglos medios lo que de sus monges: todos
+eran iguales, sin mas diferencias que las dimanadas de los respectivos
+usos y necesidades de los paises en que se establecian. Lo mismo que
+podia variar en cada nacion el color del hábito, porque S. Benito no
+habia determinado color ninguno, podia tambien y debia forzosamente
+variar la arquitectura de los edificios, ya por su mayor ó menor número
+de oficinas, ya por los materiales con que fueran construidos, ya
+finalmente por el estilo artístico peculiar de cada pais. Pero en lo
+sustancial habia completa uniformidad: todos los monges benedictinos
+llevaban escapulario y cogulla: que en esto consiste lo esencial del
+hábito; del mismo modo todos los monasterios, fuesen grandes ó pequeños,
+tenian su distribucion interior, sus oficinas y departamentos, adecuados
+á las prescripciones inviolables de la regla[437]. A falta de
+intérpretes de esta regla que nos hayan legado un recuerdo gráfico de
+los monasterios de la Bética en el noveno siglo, citaremos las palabras
+con que el capítulo general del Cister, que redactó la constitucion
+definitiva de la órden en 1119, formuló lo relativo á la disposicion
+material de los monasterios restituidos á la fiel observancia de la
+regla primitiva. «El monasterio se construirá (dice esta obra maestra de
+organizacion monástica) de modo que reuna si es posible en su recinto
+todas las cosas necesarias: agua, molino, huerta, talleres para los
+diferentes oficios, á fin de que los profesos no tengan que salir
+fuera... Habrá alquerías y cortijos en las tierras de la abadía, y el
+cultivo de estas estará á cargo de los hermanos _conversos_ (ó
+novicios)...» Esta constitucion se observa escrupulosamente cumplida en
+la edificacion del convento de Claraval, cuyo entendido arquitecto supo
+reunir, á una comunicacion fácil con el esterior del monasterio, para el
+buen servicio de sus oficinas, una clausura completa para los religiosos
+profesos. Al mismo tiempo destinó un lugar muy principal al pasto
+espiritual y literario de la comunidad, rodeando uno de sus claustros
+con la biblioteca, las celdas de los copistas, el salon donde se
+discutian las tésis teológicas, etc.; y para recordar á los monges que
+no debian vanagloriarse por tener dotes y talentos que les hicieran
+sobresalir entre sus hermanos, situó la enfermería y el departamento de
+los ancianos, en quienes la edad y los trabajos enervan todas las
+facultades del alma y del cuerpo, inmediatos al centro intelectual de la
+comunidad. Las necesidades materiales de la vida estaban representadas
+en los graneros, cillerezía, molinos, cocinas, etc.; estas oficinas se
+hallaban próximas al claustro, pero fuera de clausura. Junto á la
+iglesia estaba el claustro, con todas las dependencias necesarias para
+los profesos. Las máquinas, hornos, alquerías, establos, talleres para
+los artesanos, y demas objetos de la industria y de la agricultura,
+ocupaban un primer recinto fuera de la clausura monacal, sin simetría, y
+segun la disposicion particular de la localidad. Este vendria á ser sin
+duda alguna el repartimiento interior de los monasterios de religiosos
+en la tierra de Córdoba, sin mas diferencia en los dúplices, ó de ambos
+sexos, que la que se colige de la necesidad de mantener á las religiosas
+en una incomunicacion completa respecto de los monges, sin estorbar sin
+embargo el acceso del templo á estas, y el del monasterio de mujeres á
+los que estaban autorizados para acercarse á ellas. Y que era así en
+efecto lo persuade la perfecta similitud que se advierte entre los
+monasterios de todos tiempos mas afamados por la escrupulosa observancia
+de la regla del santo fundador. Tómese el plano de cualquier abadía
+reformada, cluniacense ó cisterciense, trácense en su iglesia dos coros,
+uno á un lado y otro á otro, y en comunicacion con los mismos dos
+claustros, uno para hombres y otro para mujeres, con sus
+correspondientes dormitorios, refectorios, capítulos, enfermerías,
+hospederías, cocinas y lo demas necesario para el servicio corporal y
+espiritual de cada clausura; establézcase una division de altas y
+gruesas paredes entre ambas casas, poniendo los puntos de comunicacion
+entre una y otra bajo la vigilancia y custodia del abad y de sus
+delegados; agréguense al recinto general aquellas oficinas en que se
+emplean monges solos, sin acceso para las religiosas, que son todas las
+que requiere la administracion y gobierno económico de ambas
+comunidades, los graneros, los depósitos de las prestaciones decimales,
+las huertas, molinos, establos, habitaciones de criados, etc.; y se
+tendrá aproximadamente la planta de uno de los principales monasterios
+de Córdoba del tiempo de S. Eulogio, como el Tabanense ó el de
+Peñamelaria. Diferirán uno de otro en la arquitectura de su alzado, en
+su aspecto esterior y parte decorativa: y esta diferencia dependerá del
+estilo dominante en cada region, en cada siglo. El monasterio
+cluniacense ostentará la riqueza del gusto occidental generalmente
+denominado _bizantino_; el cisterciense ofrecerá una gran sobriedad de
+ornato, «_una iglesia sumamente sencilla, con esclusion de todo género
+de pintura ó escultura, sin vidrieras de color, sin cruces ni adornos en
+ellas, sin torres de grande elevacion ni cosa alguna que forme contraste
+con la simplicidad y humildad de la regla_»;[438] el monasterio
+cordubense, como fundado por descendientes de visigodos apegados á las
+prácticas y tradiciones de la arquitectura latina que usaron sus
+mayores, y dóciles sin embargo al contagio del modo neo-griego y
+arábigo-bizantino, y poblado por monges cuya fidelidad á la santa regla
+primitiva se citaba como modelo y provechoso ejemplo en los dominios de
+los reyes cristianos, presentará ese mismo estilo mixto cuyos caractéres
+generales hemos señalado tratando de las basílicas mozárabes de la
+ciudad. Veránse en él arcadas sin arquitrabes, puertas cuadrangulares y
+ventanas de plena cimbra, portaditas sencillas y galanas con su dintel
+recto, su arco de medio punto encima y su tímpano ligeramente decorado;
+alguna que otra imitacion del arte oriental; como el arco de herradura,
+la pequeña cúpula sobre pechinas, los ajimeces, los ladrillos
+barnizados, las molduras y cenefitas de pometados, puntas de diamantes y
+flores de loto, los capiteles de forma cúbica, etc. Aquella puerta que
+nos dice S. Eulogio se dejó abierta por descuido despues de los
+maitines el monge que cuidaba de la clausura de las religiosas en el
+monasterio de Peñamelaria, y por la cual se evadió Sta. Pomposa para
+volar al martirio, sería sencillamente una puerta con arco de ladrillo,
+y si era, como parece regular, la que conducia del convento de mujeres
+al coro de la iglesia, tendria á lo sumo algun adorno sencillo esculpido
+en su dintel, realzado tal vez con vivos colores. Aquella ventana donde
+se asomaba segun nos refiere el mismo santo la venerable abadesa Isabel
+en el monasterio Tabanense para avisar la llegada de nuevos huéspedes ó
+peregrinos, podria ser quizás un ajimez con su esbelta columnilla de
+jaspe y sus dos arcos á la manera sarracena, puesto que consta por las
+muchas reminiscencias arábigas con que los religiosos prófugos de
+Córdoba matizaron y embellecieron la severa arquitectura de Asturias y
+Leon, que no repugnaban los ejemplares monges mozárabes, racionales en
+todo, las novedades que con ventaja para el arte y sin significacion
+alguna moral habian introducido sus dominadores.
+
+Para completar este bosquejo será bien dar una ligera idea de la devota
+gente que poblaba estas santas casas, de su modo de vivir, de sus usos y
+sus trages, ciñéndonos, como la índole de nuestro trabajo lo requiere, á
+la parte gráfica y pintoresca de la veneranda regla, y dejando sérias
+investigaciones sobre la disciplina religiosa para los escritores de
+historia eclesiástica: que por cierto, y sea dicho de paso, tienen mas
+ámplios y abundantes fundamentos que nosotros los amantes de las
+antigüedades artísticas, para desenvolver sus elucubraciones. No vamos
+por lo tanto á sacar á luz una nueva edicion de la regla de S. Benito y
+de los capítulos del concilio de Aquisgran; vamos solamente á trazar con
+rasgos caracteriscos una breve filiacion de los valientes soldados de la
+hueste benedictina, y solo por lo que interesa el saber qué especie de
+vida interior hacian bajo su santa bandera, aquella animosa monja que
+burlando la vigilancia del convento fué por entre las nocturnas
+tinieblas atravesando montañas, bosques, peligrosos barrancos, hasta
+llegar con el alba á la corte sarracena; aquella otra venerable abadesa,
+que salia á la ventana del muro divisorio entre las dos clausuras del
+monasterio Tabanense, para ver de agasajar á Jesucristo en la persona de
+sus pobres despues de haber gastado su gran patrimonio en fundar aquella
+casa; toda aquella legion de mártires en suma, arriba mencionada, que en
+los períodos de persecucion, y como por secciones, iba bajando de la
+Sierra á la orgullosa corte de los Amires á fortificar con su sangre los
+retoños de la cruz que presumian estirpar los infieles. Aquellos santos
+varones, pues, aquellas respetables matronas, devotas vírgenes y niños
+ofrecidos, descendientes la mayor parte de nobles familias godas, como
+de sus meros nombres se colige, vivian todos, sin distincion de sexos ni
+de cuna, entregados á la oracion y meditacion, á las obras de caridad,
+al cultivo de la inteligencia, á los trabajos manuales que la regla
+prescribe, en los cuales no habia para los profesos de mas ciencia,
+virtud y nobleza, exencion de trabajos serviles[439] dentro de la
+clausura. Habitaban en celdas desnudas de todo aparato, vestian los
+monges de negro[440], con túnica, escapulario y cogulla[441], las monjas
+con túnica tambien negra, y velo del mismo color, ó encarnado,
+simbolizando, bien la tristeza del destierro en que el alma consagrada á
+Dios vive en este mundo, bien su continua disposicion á dar la sangre
+por Jesucristo. Los monges profesos llevaban coronas de cerquillo lo
+mismo que los presbíteros, y la barba crecida como los demas cenobitas y
+ermitaños; pero los novicios ó confesos no llevaban corona hasta que
+pasaban á profesos[442], ni tampoco capilla; así como no usaban velo
+las vírgenes hasta que en alguno de los dias solemnes marcados al efecto
+se lo daba el obispo pronunciando ellas sus votos. Levantábanse á las
+dos de la noche á rezar maitines y laudes, y despues no se volvian á
+acostar, sino que se empleaban en la oracion, la meditacion y el
+estudio; dormian vestidos, y solo se les permitia al acostarse mudar de
+calzado: en el refectorio se les servian únicamente dos viandas, que
+eran frutas ó verduras, y pescado, para que el que no pudiese comer de
+la una comiese de la otra; prohibíaseles absolutamente el uso de las
+carnes[443], y en cuanto á la bebida, que era el agua pura, regia una
+costumbre muy digna de ser observada: solo cuando habia obras ó ayunos
+estraordinarios, se les consentía beber entre comidas, y entonces,
+reunida toda la comunidad antes de entrar al rezo de las _completas_,
+daba el abad su bendicion, y el que tenia sed, bebia. Ayunaban todos los
+miércoles y viernes del año, además de hacerlo en las épocas señaladas
+por la Iglesia á todos los fieles, y el ayuno no les eximia del trabajo
+corporal y obras de manos, ni de la lectura acostumbrada. No era el abad
+preferido á ninguno de sus súbditos ni en la comida, ni en la bebida, ni
+en la cama, ni en el vestido. Solo cuando sobrevenian huéspedes de mucho
+respeto y calidad, le era permitido comer con ellos fuera del
+refectorio; pero las pequeñas distinciones de esta especie estaban mas
+que compensadas en beneficio de la humildad cristiana, porque ese mismo
+abad que gobernaba la comunidad y podia castigar á los monges rebeldes é
+viciosos, y ante el cual se prosternaba el castigado hasta tocar con su
+frente el suelo, cubriéndose con la cogulla en señal de confusion, ese
+superior respetado y temido lavaba y besaba imitando á Jesucristo los
+piés á sus subordinados en el dia solemne que consagra la Iglesia á esta
+conmemoracion conmovedora. Tampoco para envanecerlos y exaltarlos, sino
+para que se les denotase amor y reverencia, queria S. Benito que los
+monges al llamarse unos á otros hiciesen preceder sus nombres de
+apelativos afectuosos y respetuosos: los mayores debian llamar á los
+menores _hermanos_ (_fratres_), los menores á los mayores _padres_
+(_nonnos_); todos ellos al abad _señor y maestro_ (_dominus et
+magister_). Los pobres tenian como declarado en la regla de S. Benito un
+derecho que por su singularidad merece mencionarse: para que no les
+faltase alimento, estaba terminantemente prohibido que ningun monge
+cediese á otro parte de su comida ó cena; de esta suerte, las sobras que
+dejaban los desganados ó de estómago pequeño llegaban intactas á los
+mendigos que socorria el monasterio. La regla del silencio se observaba
+con toda escrupulosidad: cada religioso se ocupaba en su celda en la
+oracion y meditacion, ó en el estudio; los no profesos se dedicaban á
+las faenas de la labranza y del cultivo; la comunidad solo se reunia en
+el coro, en el refectorio, en el capítulo y en las aulas. Durante las
+refacciones de comida y cena se leía; en ninguna parte del monasterio y
+á ninguna hora habia bullicio, y para desterrarlo completamente, las
+escuelas en que enseñaban los monges doctos estaban fuera de los
+edificios claustrales, y las aulas que habia dentro de ellos eran solo
+para los educandos del convento.
+
+Exaltada nuestra imaginacion con estos recuerdos, cuando recorriamos
+aquella fragosa y pintoresca Sierra de Córdoba, que hoy siguen
+santificando con su vida ejemplar los humildes _hijos del Yermo_; al
+señalarnos con el dedo nuestro complaciente guia alguno de los lugares
+matizados de ruinas donde la piadosa tradicion ve los devastados solares
+de los antiguos monasterios benedictinos, creimos muchas veces percibir
+el ténue tañido de una modesta campanita entre el blando susurro de las
+auras y de los arroyuelos, con que lloran hoy su soledad aquellas
+montañas que casi nos atreveríamos á llamar _sagradas_. Figurábasenos
+que aun hallaríamos en pié alguna de aquellas santas casas: que en ella
+íbamos á sorprender, usando del derecho de hospitalidad, á fuer de
+fatigados peregrinos, á la pequeña comunidad rezando sus horas; ó á ser
+agasajados como lo habian sido allí muchos en otros tiempos, viniéndonos
+á la memoria de contínuo aquella preciosa pintura que hace S. Eulogio de
+la vida de los monges de S. Zacarías de Navarra[445]: «_resplandecen
+como estrellas del cielo con méritos de diferentes virtudes, unos de una
+manera, otros de otra. Florece en unos la caridad perfecta que desecha
+todo temor; á otros engrandece la humildad; otros con cuidado se
+ejercitan en recibir á los peregrinos y huéspedes, y condescienden con
+la voluntad de los que llegan de nuevo, como si Cristo se inclinára á
+ser recibido en su hospedería._» ¡Oh vida dulce y tranquila!
+esclamábamos: ¡oh deliciosa soledad silvestre, morada única en que
+descansa con placer el ocupado pensamiento del viajero de lejanas
+tierras, mientras encomienda á tus vagarosas auras, embalsamadas al
+contacto del azahar y de la madreselva, los suspiros que le arranca su
+amada familia ausente! Y ahora que restituidos al hogar doméstico
+escribimos aquellas impresiones, trayendo á la memoria aquellas punzadas
+de melancolía por la ausencia de la esposa y de los hijos, que tenemos
+ya á nuestro lado, volvemos á esperimentar una suave tristeza de no ver
+más lo que entonces vimos. ¡Oh mezquina condicion de la humana criatura,
+nunca del todo satisfecha! Como si aquellos monasterios durasen todavía;
+como si pudiéramos aun ver por allí la figura de aquel santo sacerdote
+que los visitaba y edificaba á todos; espiarla trepando hácia ellos por
+las mismas trochas y senderos que nosotros recorrimos, y perderse como
+una mota negra[446] entre aquellos carrascales y encinares, enseñándonos
+el camino á todas las santas casas de la Sierra; duélenos no haber
+fijado nuestro albergue entre aquellas montañas de tan magníficos
+horizontes; é internándonos con la mente hasta la horrible soledad y
+montuosa aspereza donde estuvo edificado el famoso monasterio
+Armilatense, cuyas ruinas retrata todavía en su impetuoso nacimiento el
+Guadamellato, dirigimos á los gloriosos santos formados en sus claustros
+aquella misma salutacion afectuosa de Carlomagno á Paulo Diácono, monge
+de Monte Casino.
+
+ Hic celer egrediens, facili mea charta volatu,
+ Per sylvas, colles, valles quoque proepete cursu:
+ Alma Deo cari Benedicti tecta require.
+ Est nam certa quies fessis venientibus illuc.
+ Hic solus hospitibus, piscis, hic panis abundat.
+ Lætus amor, et cultus Christi, simul omnibus horis.
+ Pax pia, mens humilis, pulchra, et concordia fratrum.
+ Dic patri el sociis cunctis, salvete: valete: etc.[447]
+
+Mas, ¡ay! que esta grata vision retrospectiva va á concluir con un
+espectáculo terrible y sangriento; porque la vida del monge del siglo IX
+no era, como vulgarmente nos figuramos, una série bonancible de gozos
+espirituales y prosperidades terrenas. Muy halagüeño es sin duda,
+despues de domado el ímpetu de las pasiones, vivir lejos del bullicio de
+la capital, conversar con Dios en medio de esa agreste soledad,
+solazarse inocentemente á la orilla de ese rio, sorprendiendo entre las
+espumosas ondas que se quiebran en los peñascales á los incautos
+pececillos... Pero ¿y si llega un dia en que un rey poderoso decrete la
+persecucion y el esterminio de todos los cenobitas?... Pues ese temido
+instante llega en efecto. Porque la cristiandad está en dias de prueba,
+y como férrea tenaza la estrechan por el norte y mediodia los bárbaros
+normandos y los sarracenos. La Europa entera está humeando con
+monasterios incendiados y sangre de mártires: ¡Gante, Amiens, Arras,
+Corveya, Cambray, Tarvana, y cuanta tierra riega el Escalda, forman ya
+una inmensa hoguera! Los mismos estragos manchan con sangre y calcinados
+escombros la corriente del Rhin: los soberbios claustros erigidos por el
+emperador Lotario quedan en el espacio de tres dias convertidos en
+inútiles ruinas. La Francia ve aterrada cundir la devastacion por toda
+la Neustria: Suesion, Noviomago, Lauduno, Reims, son envueltas en la
+sentencia de esterminio que provocan los templos y monasterios. Caen
+desplomados los fuertes muros de S. Salvador de Prumia, de S. Martin de
+Turs, de las mas insignes abadías francesas... Si esto hacen los
+bárbaros inciviles del norte, ¿cómo esperar mas clemencia de los
+bárbaros cultos de oriente y mediodia, que asuelan ya el reino de
+Nápoles y Sicilia, que incendian á Monte Casino, á S. Plácido de Mesina,
+á S. Vicente de Vulturno, pasando á cuchillo á sus indefensos moradores?
+¡Ah! Tambien en la trabajada España suena de un confín á otro la
+tremenda voz esterminadora: ¡las tropas del altivo Muhammed entran con
+espada en mano en el suntuoso monasterio de Cardeña, y al salir de él
+dejan en sus pavimentos doscientos cadáveres de mártires!... ¿Qué
+repentino rumor sube á la montaña desde la llanura, turbando la paz de
+los santos claustros confusos gritos de destruccion y muerte? Son
+tambien soldados y verdugos de Mohammed los que trepan hácia ellos
+armados de fuego y hierro. La Sierra de Córdoba, un momento há
+silencioso teatro de santos y ordenados ejercicios, se estremece toda
+con los clamores de los monges que huyen despavoridos, de las vírgenes y
+matronas que se apiñan desaladas en los coros, de las turbas de
+mozárabes que, precediendo á los implacables muzlimes, buscan asilo en
+lo enmarañado de los bosques y en las cavernosas breñas. Vuelvo la vista
+á la ciudad, magestuosamente asentada en medio de la campiña, y cuyos
+edificios claramente distingo; y no veo ya descollar en ella las
+modestas torres de las parroquias nuevamente erigidas. Veo por el
+contrario alzarse nubes de denso polvo en algunos parages de la
+Ajarquía. ¡La satánica obra de destruccion ha comenzado; publícase ya en
+la montaña con furibundas amenazas el feroz decreto llevado á cabo en
+las parroquias; y dentro de pocos dias los mas afamados cenobios, el
+Armilatense, el Tabanense y otros, no ofrecerán á nuestra vista mas que
+humeantes ruinas, y sangrientos despojos de mártires inmolados en ellos!
+
+Segun el edicto del tirano debieron derribarse todas las iglesias
+edificadas en tiempo de los árabes, y en las basílicas de la ciudad
+erigidas mas de trescientos años atrás, demolerse todas las adiciones
+modernas[448]; pero Dios no consintió que esto se cumpliese á la letra.
+El monasterio de la Peñamelaria subsistió á pesar de la furiosa
+destruccion de que fué teatro la Sierra[449], y con él permanecerian
+tambien en pié otros de menos importancia. Sin embargo, la grande
+afliccion y tubracion de los mozárabes empezaba realmente por este
+tiempo. Porque á la ruina de los templos y monasterios acompañaron ahora
+aquellas enconadas persecuciones de los mismos cristianos apóstatas de
+que dejamos hecho mérito; aquellos conciliábulos prohibiendo declarar la
+fé; los padecimientos de Sanson y de Eulogio, de todos los mártires
+mencionados por ellos en estos años, y de otros infinitos de quienes no
+hicieron memoria: puesto que el mismo santo doctor dice que eran tantos
+los que se ofrecian al martirio, que los infieles pedian á los
+cristianos los contuviesen, y que era tan universal el fervor de padecer
+por Cristo, que hasta los párvulos se ofrecian al cuchillo de los
+verdugos.
+
+Muchos que escaparon de Córdoba con vida fueron á darla por Jesucristo
+algunos años despues en los dominios de los reyes cristianos, á manos de
+los mismos muzlimes cordobeses. Este fin alcanzaron en 883 en el
+monasterio de Sahagun todos los religiosos prófugos que allí vivian
+refugiados bajo el abad Walabonso, de resultas de una entrada á sangre y
+fuego que hizo Almundhyr en los dominios cristianos[450]. Hasta diez
+años despues[451], en que padece martirio Sta. Eugenia[452], no volvemos
+á ver sangre de mozárabes derramada en Córdoba. De allí á poco (en 925)
+murió por no mancillar la flor de su pureza el santo niño Pelayo, que el
+obispo Hermoigio, con mas amor de sí mismo que buen consejo, habia
+dejado á Abde-r-rahman III en rehenes para rescatarse del cautiverio
+despues de la rota de la Junquera. Por las actas referentes á este
+inocente mártir sabemos que las basílicas de S. Ginés y S. Cipriano
+subsistian en su tiempo, puesto que en el cementerio de la una fué
+sepultado su cuerpo, y en el de la otra su cabeza.
+
+Como por un vergel encantado que se representa en sueños, donde se hunde
+el pié de trecho en trecho, así discurre la imaginacion por la
+maravillosa y singular historia de estos tiempos. An-nasir, Al-hakem,
+Almanzor, poseen para los míseros mozárabes la magia de Circe:
+alucínanlos con el esplendor de su cultura, y cuando mas desprevenidos
+estan los aterran con sentencias de muerte. Bajo sus reinados acontecen
+la solemne embajada del Gorziense, aquellas legacías y comisiones de
+prelados, como las de los obispos Ermenhardo, Juan, Recemundo, Dudo,
+etc., entre los califas y los emperadores de Alemania y Constantinopla,
+en que el arte y sus bellezas figuran tanto; aquellos agasajos contínuos
+entre infieles y cristianos, en que se comercia por una parte con las
+santas reliquias de los mártires, haciendo alarde de civilidad y
+tolerancia; aquel incesante acudir de los cristianos á la corte de los
+califas, á la nueva Atenas, buscando la salud[453], buscando alianzas y
+proteccion[454], buscando la luz de las ciencias y de las artes[455];
+aquel interminable despuntar de genios en todos los ramos del humano
+saber, á quienes aun hoy el mundo venera: hechos todos de que hemos dado
+ligera noticia al lector en el discurso del capítulo precedente. Pero á
+vueltas de tan sorprendentes espectáculos, los dejan helados de espanto
+haciéndoles ver que el odio al nombre de Cristo es en ellos
+inextinguible. A los seis años de la decolacion del niño Pelayo, padecen
+martirio Vulfura y Argentea[456]; luego Almanzor, que como violento
+torbellino penetra cincuenta y dos veces por los dominios de la España
+católica, llena las mazmorras de cautivos cargándolos de pesadas
+cadenas[457]; por último, á impulso de su desprecio altanero y cruel
+perecen en tenebrosas cárceles el ejemplar Domingo Sarracino y sus
+compañeros.
+
+A la historia de Córdoba mozárabe pertenece aquella famosa prision de D.
+Gonzalo Gustios, padre de los malhadados Infantes de Lara, que, aunque
+omitida por los principales historiadores, se confirma por la Crónica
+General, los romances populares y la tradicion. En uno de los mas
+suntuosos edificios de la Almedina, no lejos de los reales alcázares,
+gime encarcelado el buen señor de Salas, víctima de una infame traicion
+urdida por su cuñado Rodrigo ó Ruy Velazquez, el cual con una falsa
+carta de albricias le mandó á la corte de Hixem para que fuese
+degollado, mientras sus siete hijos perecian en la celada que tambien
+les tenia dispuesta. Los Infantes de Lara, generosos y confiados como su
+padre, se dejan conducir á la frontera enemiga por el traidor que los
+entrega, y allí abandonados por él á un numeroso ejército de infieles,
+pelean varonilmente en el campo de Albacar[458], vendiendo caras sus
+vidas. El desdichado D. Gonzalo Gustios recibe en tanto lisonjeros
+agasajos de Almanzor y de sus allegados: la hermana del prepotente
+hagib, vencida de sus atractivos, le visita en su prision con frecuencia
+haciéndose recatadamente acompañar de sus esclavas; y de este amoroso
+comercio, cuyas dulzuras ilícitas va á castigar inexorable el cielo,
+nacerá un famoso bastardo[459], cuya historia no entra en nuestro
+cuadro. Está el ilustre prisionero sentado á un banquete á que le
+convida el magnate sarraceno... Dígalo mejor el romance.
+
+ «Y despues de haber servido
+ mil manjares á su usanza,
+ dice el rey:[460]--Gonzalo amigo,
+ un costoso plato falta.
+
+ * * * * *
+
+ En esto vino una fuente
+ que cubria una toalla,
+ y en ella siete cabezas,
+ de aquel tronco muertas ramas.
+ Mira la fuente Gonzalo,
+ y dice:--¡Ay, fruta temprana!
+
+ * * * * *
+
+ Mas, ay mis hijos, que son
+ mis preguntas escusadas,
+ que con sangre viene escrito
+ que es Rodrigo y Doña Lambra.»
+
+Aun existen en Córdoba la calle y casa donde pasó este tremendo drama;
+llámanlas _de las Cabezas_, y dicen tomaron este nombre por dos
+arquillos que allí se ven todavía, en los cuales pusieron las cabezas de
+los desgraciados Infantes, _mal trofeo de tan infame victoria_[461].
+
+Muerto Almanzor palidece para los muzlimes el astro de la fortuna, y la
+suerte de los mozárabes pasa alternativamente de la cumbre de la
+esperanza al abismo del desconsuelo. El conde de Castilla D. Sancho, D.
+Ramon, conde de Barcelona, el rey cristiano que conquistó á Toledo,
+plantan sucesivamente sus reales sobre Córdoba: lo mismo hacen los
+régulos sarracenos rebeldes al legítimo califa; con lo cual los
+estenuados cristianos cobran aliento. Ya el conde D. Fernando Gomez saca
+de la ciudad, que todo el orbe católico mira como el mas glorioso
+panteon de mártires despues de Roma, las preciadas reliquias de dos
+insignes santos[462], sin que osen estorbarlo los islamitas; ya D.
+Alfonso VI en 1108, por vengar la muerte de su hijo D. Sancho en Uclés,
+hace quemar á las puertas mismas de la orgullosa corte á su gobernador
+Abdalla con otros veintidos capitanes, á quienes logra envolver en una
+batalla, y obliga á los pobladores á que le entreguen mil y setecientos
+cautivos cristianos, con todo lo que pertenecia á los almoravides sus
+auxiliares. Ya entra D. Alonso de Aragon en Andalucía (año 1125), con
+tan poderoso ejército, que la mayor parte de las familias mozárabes de
+Córdoba se pasan á su campo juzgándose en él seguras. ¡Ahora sí que es
+lamentable la condicion de los cristianos que no abandonan sus hogares!
+Despojados de sus bienes, perseguidos, azotados, encarcelados,
+martirizados de mil modos, desterrados al Africa, ven consumarse la
+dolorosa estincion de la ley evangélica en Andalucía si el soplo
+vivificador de Dios no la reanima. Ocultan presurosos sus sagradas
+reliquias, las santas imágenes que veneran[463]. ¡Cuántos en esta
+sangrienta tragedia alcanzaron la palma del martirio! Sus sañudos
+enemigos empiezan á destruirles los templos que las anteriores
+persecuciones habian respetado: algunos convierten en mezquitas ó en
+sinagogas. Un mahometano poderoso y sus parciales llaman á D. Alfonso el
+emperador contra Ben-Ganyah, ofreciéndole vasallaje; así queda en
+suspenso (año 1146) la ruina de la iglesia mozárabe cordobesa.
+Ben-Ganyah es vencido: el emperador castellano entra triunfante en la
+ciudad de tantos amires: dá un gobernador ó alcalde á los cristianos
+para que sean regidos con justicia segun sus propias leyes[464]. ¡Mas
+ay, que los jactanciosos nazarenos han violado el gran templo del Islam
+atando á sus columnas sus fatigados caballos y poniendo sus atrevidas
+manos en el sagrado _Mushaf_! ¡Así que el castellano vuelva la espalda
+pagarán aquella insolente profanacion los cristianos cautivos[465]; y
+los caballeros de ese altivo emperador que puedan ser atraidos bajo un
+falso seguro, serán cargados de cadenas! Pero el castellano irritado se
+apresta brioso á castigar el infame perjurio de Ben-Ganyah; muchos
+príncipes de la cristiandad, muchos condes y señores se le agrupan en
+torno: sus huestes cubren la campiña; el fragor de sus armas atruena la
+vecina sierra. El musulman por su parte llama en su auxilio á los
+fanáticos y furibundos Almohades.
+
+Antes que los formidables ejércitos de africanos se lancen al Estrecho,
+habrá el perjuro reconocido segunda vez por su rey y señor al de
+Castilla (año 1150); mas al retirarse este nuevamente cargado de botin
+ante la siniestra nube que cierra por el mediodia, los infelices
+cristianos de Córdoba, abandonados á la barbarie de sus últimos
+opresores, se irán paulatinamente dispersando como leves yerbecillas que
+marchita y arrebata la asoladora tempestad.
+
+[Illustration]
+
+
+
+
+Capítulo cuarto.
+
+_Panorama de Córdoba en su estado actual._
+
+
+Voy ahora, lector amigo, á desarrollar á tu vista los varios cuadros del
+panorama que hoy la ilustre Córdoba presenta.
+
+La antigua reina del Guadalquivir, que ya solo cobra de este gran rio el
+tributo de sus aguas sin cansarle con sus bajeles, se ofrecerá á tus
+ojos como un mayorazgo arruinado que pasa la vida en magestuosa holganza
+instalado en su espaciosa casa solariega, de cuyas paredes penden
+empolvadas, desgarradas y descoloridas tapicerías, en otro tiempo
+magníficas, y entretenido con los ahumados retratos de sus abuelos
+mientras las goteras acaban de arruinar sus artesones, y en tanto que
+sus tierras yacen abandonadas á la cizaña, á la oruga y á la langosta.
+Sube conmigo á esa enhiesta torre[466] y mira á tu alrededor: á tus piés
+un gigantesco templo; á tu frente un caudaloso rio, ya despojado de las
+frondosas alamedas de sus orillas; á tu derecha tristes reliquias de
+suntuosos alcázares derruidos; á tu izquierda una dilatada y heterogénea
+aglomeracion de edificios de todas las épocas, partidos en dos grandes
+secciones por una larga y anchurosa via que marca las sinuosidades de
+una antigua muralla divisoria, en la que descuellan á trechos algunos
+torreones mutilados, últimos centinelas heridos de una hueste
+esterminada. Esa espaciosa via es la calle de la Feria, arteria
+principal de la industria y comercio de la antigua Córdoba, hoy sin
+sangre apenas. Entre ese singular compuesto de todas las edades,
+divisarás en miserables callejas y en plazoletas de forma irregular,
+casas no pocas que por sus soberbias fachadas merecian, á no estar hoy
+la mayor parte desiertas, el envidiado nombre de _palacios_; portadas
+elegantes del estilo del _Renacimiento_ con esbeltas columnas estriadas
+y medallones de gran relieve; graciosos ajimeces en paredones
+carcomidos; altas galerías de aéreas arcadas moriscas sobre edificios
+restaurados con bárbara simplicidad, sin una imposta, sin una faja, sin
+una moldura, con agujeros cuadrangulares por ventanas, y de arriba
+abajo enjalbegados; casuchas miserables con magníficos fragmentos de
+jaspe y mármol embutidos en sus sarrosos tapiales:--allí un soberbio
+capitel corintio sirviendo de piedra angular,--allá un hermoso fuste de
+granito haciendo de escalon en un umbral,--acullá una basa de estátua
+romana puesta como sillar á pesar de la borrosa inscripcion denunciadora
+de su antiguo y noble empleo:--y esto á cada paso, en cada esquina, en
+cada calle. Verás tambien como en posicion alegórica dos grandes
+edificios, S. Francisco y S. Pablo, situados en línea en frente de la
+Ajarquía, á guisa de paladines del cristianismo en avanzada contra los
+errores que simboliza la Almedina. Eran conventos poderosos: hoy se
+alberga en el uno como vergonzante la suprema autoridad política y
+gubernativa de la provincia; el otro, medio arruinado, no tiene mas
+morador que un pobre sillero, al cual le viene tan grande la regia
+clausura, que como corrido de su pequeñez dentro de ella, se ha bajado á
+un rincon de su inmenso patio á teñir sus palos y tejer sus eneas. Si
+paras la atencion en las humildes fábricas que de trecho en trecho
+despuntan, unas con torres, otras sin ellas, asomando sobre las
+techumbres circunvecinas sus denegridas fachaditas angulares, cuál con
+un santo en su vértice, cuál con una simple cornisilla de canes, cuál
+entre dos robustos estribos, pero todas con su gran claraboya como el
+ojo único de los cíclopes, facilmente reconocerás, aunque algo
+disfrazadas, algunas de las basílicas mozárabes de que te he hablado en
+el anterior capítulo. El clero parroquial ha carecido de medios para
+enmascararlas con fachadas greco-romanas ó churriguerescas. ¡Feliz
+pobreza, que nos las ha conservado libres de columnas panzudas y
+guirnaldas de piedra! A tu espalda se dilata formando cien tortuosas
+calles y otros tantos callejones la parte mas alta de la ciudad: en ella
+habia repartido la arábiga dominacion setecientas mezquitas con sus
+alminares, novecientas casas de baños, muchísimos mercados, bazares,
+zocos, talleres, fábricas, posadas; pero de tan portentosa grandeza no
+existe hoy ni la huella. Do quiera que vuelvas los ojos hallarás en suma
+fachadas sin viviendas, entre cuyos sillares brotan el musgo y la malva,
+por cuyas ventanas pasan revolando los pájaros amantes de las grandes
+ruinas; monasterios inhabitados, templos desiertos, plazas donde crece
+la grama, calles á todas horas silenciosas, mercados donde no se
+trafica, talleres donde no se trabaja, tiendas donde no se vende; una
+poblacion en fin inactiva, dormida, mermada, pobre, privada de las
+delicias de la cultura islamita, divorciada con las dulzuras de la
+progresiva civilizacion cristiana, y marcada con el estigma de una
+dolorosa decadencia material y moral[467].
+
+Tiene un no sé qué la holgazanería que á primera vista se confunde con
+la dignidad; pero, sea ó no holgazana, es indudable que la moderna
+Córdoba arrastra con decoro los girones de la toga pretexta romana, del
+tiráz musulman, y de la cota española. Contenta con los timbres
+heredados, los deja subsistir hasta que se le caen á pedazos: no aspira
+presuntuosa á sustituir al arte monumental de los tiempos que fueron
+otro arte nuevo; y sin embargo no vive sin arte como otros pueblos.
+Conserva hoy cuidadosa sus lápidas latinas, sus reliquias arábigas, sus
+edificios ojivales: bien quisiera ella tener medios para realizar
+empresas mayores; pero como caballero pobre se pasa con digna
+resignacion sus hambres sin pedir á nadie prestado. Cuando necesita un
+edificio lo labra á la antigua usanza, haciendo en sus patios graciosas
+y esbeltas arcadas sobre bien torneadas columnillas decoradas con
+capiteles moriscos; y no incurre en plágios insípidos y de mal gusto, ni
+comete el crímen de copiar la irracional arquitectura de la coronada
+villa de Madrid[468].
+
+¡Salve, pues, noble y magestuosa cuna de Lucano, de los Sénecas, de
+Osio, de Averroes, de S. Eulogio, de Juan de Mena, del Gran Capitan, de
+Morales, de Góngora, de Céspedes, de tantos insignes varones! Inspírame
+con las memorias de tu pasada grandeza para descubrir á mis lectores en
+cuadros verídicos, aunque fugaces, el sumo interés histórico que en sí
+llevan algunas de las reliquias que cubren tu suelo.
+
+_La muralla y sus puertas._ Esos muros que cercan la ciudad,
+fortalecidos á trechos con gallardas torres, cilíndricas unas, cuadradas
+otras, y algunas ochavadas, fueron obra de muchos siglos, pero toda de
+sarracenos y cristianos; de los romanos quedarán quizá cimientos. Lo mas
+notable en ellos son las puertas, y algunas torres desviadas de la
+cerca, y unidas á ella con pasadizos, que los árabes solian construir en
+vez de baluartes para señorear mejor la muralla, y que luego
+construyeron tambien los cristianos[469]. Son principalmente dignas de
+observarse, la puerta _de Sevilla_ por la elegancia de su labor
+almohadillada; la _de Almodovar_ por lo bien que se marca en ella la
+diferencia entre la obra morisca y la renovacion hecha despues en la
+parte alta del muro; la puerta _del Osario_, obra de la reconquista,
+edificada segun la manera comun de la edad media con dos robustas torres
+que la flanquean; la puerta _de Colodro_, célebre no como obra del arte,
+sino por haberle dado su nombre el valiente almogavar que con Benito
+Baños escaló el muro de la Ajarquía dando ocasion á que ganaran esta
+parte de la ciudad las huestes de S. Fernando; la _de la Misericordia_,
+llamada antes _puerta Escusada_ por cierto dicho oportuno del rey moro
+que perdió á Córdoba, conservado por la tradicion[470]; la _del Sol_,
+antes _puerta de Martos_, y en tiempo de romanos puerta _Piscatoria_,
+famosa por haber sido la primera que se abrió al adalid Domingo Muñoz y
+á los capitanes Argote y Tafur, en aquella noche oscura y lluviosa en
+que los dos terribles almogavares nombrados, y otros bravos, precedidos
+de sus guias, iban recorriendo en silencio como indignadas sombras toda
+la muralla oriental, sus torres y puertas, degollando á los centinelas y
+guardias muzlemitas[471]. Finalmente la puerta _del Puente_, que se cree
+diseñada por el célebre Juan de Herrera, y que indudablemente lleva el
+sello de su escuela[472] en la severidad y buenas proporciones de sus
+cuatro columnas dóricas y de su cornisamento. Dos bajo-relieves de
+mérito sobresaliente, atribuidos al Torrigiano, ocupan la parte superior
+de sus intercolumnios. Donde se halla esta puerta habia en tiempo de los
+árabes otra, llamada del mismo modo (_babu-l-kantarah_): la de Sevilla
+se denominaba vulgarmente _puerta de los Drogueros_ (_babu-l'-attarin_):
+la del Sol llevaba el nombre de _puerta de Algeciras_
+(_babu-l-jezirati-l-khadrá_). Habia además otras puertas: la _de los
+Judíos_ (_babu-l-yahud_); la _de Talavera_ (llamada asímismo _de Leon_);
+la _del amir Koreixí_; y la _de los Nogales_ (por otro nombre _puerta de
+Badajoz_). ¿Qué puertas eran estas? No es fácil ya averiguarlo. La de
+Almodovar quizás podrá haberse llamado puerta de los Judíos, por caer
+hácia aquella estremidad el barrio de estos, como lo indica la calle que
+aun conserva su nombre. Allí continuaron morando despues de la
+reconquista, y allí erigieron recien ganada la ciudad la suntuosa
+sinagoga[473] que mandó demoler el papa Inocencio IV[474]. Allí tambien
+sufririan la gran matanza del año 1392.
+
+Al estremo septentrional de la Ajarquía, entre las puertas del Rincon y
+de Colodro, se eleva una gran torre de planta octógona, unida á la
+muralla por un arco de medio punto, bajo el cual se ve una lápida
+borrosa, en que se dice habia una inscripcion por donde constaba haberse
+hecho la obra desde el año 1406 al 1408, de órden del rey D. Enrique
+III. Acerca de esta torre circulan diversas tradiciones; pero la mas
+válida cuenta que se labró á costa de un caballero, que, habiendo
+asesinado á su esposa, obtuvo del monarca, necesitado á la sazon de
+hombres y dinero, la gracia de poder rescatar con ella la pena de muerte
+merecida por su crímen.
+
+_El alcázar._ El antiguo alcázar de Córdoba debia ser un edificio
+inmenso, ó mas bien un conjunto de varios y magníficos edificios, porque
+en su irregular recinto se comprendia todo lo que es hoy palacio
+episcopal, alcázar viejo y nuevo, caballerizas, y huertas del alcázar.
+Cae á la parte occidental de la ciudad, teniendo por límites á levante
+la catedral, al mediodia el rio y su ribera, á occidente y norte el
+_arroyo del Moro_; y en este sitio estuvo erigida desde la dominacion
+romana la principal fortaleza de la ciudad, permaneciendo en los
+tiempos sucesivos como baluarte y defensa de la poblacion. Los godos
+tuvieron allí el palacio de Teodofredo, padre del rey D. Rodrigo; los
+árabes se encontraron el palacio construido, y los califas de la casa de
+Merwan se instalaron en él. Propensos á poetizarlo todo con misteriosos
+orígenes, sus escritores en la edad media le supusieron obra de los mas
+remotos tiempos, descubierta casualmente por un antiguo rey, de esos que
+como los de los cuentos de las nodrizas no tienen nombre ni época en la
+historia[475]. Pero el diligente y verídico Ibnu Bashkuwal, que le vió
+en la época mas brillante del califado, nos dá á entender que se
+juntaban en él reliquias arquitectónicas de cuantas gentes habian
+dominado la Andalucía desde los persas y griegos. Este historiador, sin
+describirlo minuciosamente, habla en general de muchas bellezas
+atesoradas en sus salones y jardines por los amires de la dinastía de
+los Umeyas, y dando luego razon de sus magníficas entradas, dice así:
+«Entre las puertas de este palacio, que Dios omnipotente abrió para
+reparacion de las injurias, auxilio de los oprimidos y declaracion de
+justas sentencias, es la principal una sobre la cual campea un terrado
+saliente sin igual en el mundo. Esta puerta abre paso al alcázar, y
+tiene sus hojas revestidas de hierro, con un anillo de bronce de labor
+esquisita, en figura de hombre con la boca abierta: obra de mérito
+estraordinario que trajo de una de las puertas de Narbona un califa. En
+la misma línea de esta hay otra puerta, llamada _de los Jardines_
+(_babu-l-jennan_), y al lado opuesto, en un terrado que domina al
+Guadalquivir, dos mezquitas, famosas por los muchos milagros obrados en
+ellas, y en las cuales el sultan Mohammed, hijo de Abde-r-rahman II, se
+sentaba á administrar justicia á sus súbditos. Las puertas tercera y
+cuarta, llamadas _del Rio_ (_babu-l-wadi_) y _de Coria_
+(_babu-l-koriah_), daban salida al norte. La quinta y última, denominada
+_de la Mezquita mayor_ (_babu-l-jamí_), era la que se abria á los
+califas cuando iban los viernes á la azala de la Aljama; cuyo tránsito
+se cubria todo de alhombras[476].» Nada mas sabemos del soberbio alcázar
+árabe. ¿Qué queda hoy de él? Poco mas que una especie de fortaleza
+cuadrada que el rey D. Alfonso XI reformó á su manera (denominada hoy
+_el alcázar nuevo_), y algunos torreones desmochados y ruinosos que se
+divisan como perdidos en la grande area desierta que se estiende detrás,
+donde ya no es posible conjeturar lo que allí existió. Créese que el
+palacio episcopal conserva algunos muros de aquel gran palacio: debe
+serlo forzosamente el que mira á levante y sirve de fachada, pues hasta
+el siglo XVI estuvo unido á la mezquita por medio del pasadizo ó
+tránsito mencionado[477].
+
+Tenian los alcázares unos deliciosos baños, que se surtían del agua del
+Guadalquivir por medio de una grande azuda. Esta máquina, sostenida en
+un elegante edificio de ladrillo, cuyos restos aun subsisten con el
+nombre de Albolafia, en la orilla del rio al pié del muro que limita por
+el sur la Huerta del alcázar, subia el agua á un recipiente ó depósito,
+del cual pasaba sobre un arco al cauce abierto en dicho muro, y por
+encima de este corría hasta verter en el baño, del cual tambien se ven
+las ruinas allí cerca. En el baño habia una torre, memorable por
+haberse parado en ella despues que la ahuyentaron, segun cuenta la
+piadosa leyenda, la paloma blanca que se dejó ver sobre el cadáver del
+mártir S. Eulogio arrojado al rio. En el ángulo S-E. del alcázar había
+otra torre, llamada _de la Vela_, tambien célebre por la misma
+leyenda[478]. Ambas sin embargo han sido demolidas sin escrúpulo despues
+que la reina D.ª Isabel la Católica, estando en Córdoba ocupada en
+proveer lo necesario para la guerra de Granada, dió el mal ejemplo de
+hacer desbaratar el galano artificio de la Albolafia porque su ruido le
+quitaba el sueño.
+
+Pero ¿cómo es que ni el _alcázar nuevo_, hoy cárcel, que sirvió de
+residencia al terrible Tribunal del Santo Oficio, ni el _campillo del
+rey_ saturado de sangre de mártires mozárabes, han hallado á los ojos de
+los cordobeses gracia suficiente para eximirse de la dura ley del
+abandono? Siquiera por el singular contraste que en aquel parage
+ofrecian la ominosa fortaleza, donde el falso celo religioso habia
+perpetrado por obra del malvado Luzero tantos crímenes horrendos[479], y
+aquella sagrada palestra, donde el verdadero amor de Jesucristo habia
+recogido tantas celestiales palmas; por esto solo parece que debieran
+los hijos de Córdoba haber mantenido con esmero aquel edificio
+libre de la devoradora carcoma de las cárceles, conservando en él hasta
+los muebles del tiempo del pérfido inquisidor: é intacto el sencillo
+monumento que la piedad discreta, generosa y tierna de Ambrosio de
+Morales, consagró á la legion de mártires que desde aquella esplanada se
+habia elevado triunfante al Empíreo[480].
+
+[Illustration: ALAMEDAS DEL GUADALQUIVIR.
+
+(_Córdoba._)]
+
+_El puente y la Calahorra._ Algunos historiadores árabes atribuyen á
+Octaviano Augusto la construccion del antiguo puente de piedra.
+Destruida la obra romana, los sarracenos la reedificaron sobre sus
+mismos cimientos[481], y todos los califas de la dinastía de Merwan se
+esmeraron en su conservacion. Consta de diez y seis arcos, volteados
+sobre pilares que fortalecen robustos estribos cilíndricos coronados de
+chapiteles semicónicos. A modo de cabeza de puente se eleva en su
+estremo opuesto á la ciudad una fortaleza con su barbacana, una
+verdadera Calahorra, que el vulgo, aficionado á estropearlo todo, llama
+la _Carraola_. Forma la planta de este castillo una especie de cruz,
+cuyos brazos y cabeza son en el alzado tres severos torreones
+cuadrangulares almenados, que llevan en su interseccion otros dos
+cuerpos cilíndricos de igual altura[482]. La barbacana es poligonal, con
+estribos cilíndricos, en dos ángulos. En la defensa de la ciudad contra
+el rey D. Pedro de Castilla, el puente y su Calahorra fueron teatro de
+heróicas lides.
+
+Habia brindado aquel malvado rey con el saco de Córdoba al rey moro de
+Granada si le ayudaba á conquistarla. Accediendo Mohammed, juntáronse
+los ejércitos de ambos, y el castellano puso cerco á la ciudad con
+ochenta mil moros de á pié y siete mil de á caballo, y unos siete mil
+cristianos. Combatiéronla los moros con corage, y al primer asalto
+entraron por fuerza el castillo de la Calahorra. Pasaron el puente,
+abrieron seis portillos en la muralla del alcázar viejo, y por ellos
+penetraron en la ciudad una porcion de compañías ganando rápidamente las
+calles con banderas desplegadas y estruendo de lelilíes. El Adelantado
+D. Alonso Fernandez de Córdoba, los maestres de Santiago y Calatrava D.
+Gonzalo Mesía y D. Pedro Muñiz de Godoy, y otros caballeros, Córdobas y
+Guzmanes, estaban dentro indignados de ver que los soldados cristianos
+se dejaban arrollar por la morisma; y mientras se esforzaban inútilmente
+en contenerlos, las matronas y doncellas mas principales salieron sin
+tocas por las calles, dando animosos y dolientes gemidos, escitando con
+varonil ademan á sus hijos y esposos á la pelea. Produjo esto tanto
+entusiasmo, que los soldados cristianos, convertidos repentinamente en
+leones, cerraron con tanto brío con aquel enjambre de moros que los
+tenia acosados, que los obligaron á huir, arrojándose muchos por la
+muralla al rio para salvar la vida, y abandonando el ejército sitiador
+el puente y su fortaleza. Los dos coligados repitieron la embestida por
+separado al siguiente dia, pero en vano; y al cabo volvieron unidos
+sobre la ciudad, que asediaron con nuevo ardimiento. Los sitiados
+resolvieron salir á darles batalla, y eligieron por su general al
+Adelantado, á quien de derecho tocaba serlo. Juntóse un lucido escuadron
+de caballeros y gente ciudadana, decididos todos á morir ó vencer; pero
+divulgóse entre el pueblo crédulo la calumnia de que el Adelantado
+tramaba la entrega de la ciudad al rey de Castilla, y al salir la hueste
+cordobesa al puente se presentó al caudillo su madre D.ª Aldonza de
+Haro, y le dijo: _mirad, hijo, que me dicen salís á entregar la ciudad á
+nuestros enemigos; recordad que en vuestro linage no ha habido
+traidores: no hagais menos que vuestros pasados_. Y D. Alonso respondió:
+SEÑORA, EN EL CAMPO SE VERÁ LA VERDAD[483]. Pasó el escuadron el puente,
+hizo el Adelantado cortar dos de sus arcos, y dijo á los suyos: _¡pensad
+que salimos á vencer ó morir!_ Trabóse la batalla, y puso Dios tal brío
+en los corazones cordobeses, que sin reparar en la muchedumbre de los
+contrarios los embistieron de tropel, con tanto denuedo, tanta furia y
+vocería, tan recio herir y golpear, que al punto se cubrió la llanura de
+cadáveres de infieles y castellanos mezclados; visto lo cual, las
+haces enemigas aterradas volvieron las espaldas, y á mas correr se
+encaminaron á Castro el Rio, dejando ricos de despojos á los cordobeses.
+Estos regresaron á la ciudad por el vado que hoy llaman _del
+Adelantado_.
+
+[Illustration: _Dib.º del nat.l y lit.ª por F. J. Parcerisa._
+
+_Lit. de J. Donen, Madrid._
+
+IGLESIA DE S.ta MARINA.
+
+(_Córdoba._)]
+
+_Iglesias, conventos y capillas._ Cuando S. Fernando conquistó á
+Córdoba, los cristianos habian ya casi perdido la memoria de las
+advocaciones de sus basílicas; algunas sin embargo subsistian aunque
+deterioradas por el largo abandono, y solo de dos ó tres de estas se
+sabian por tradicion las primitivas dedicaciones[484]. A las otras que
+hallaron en pié aplicaron advocaciones nuevas[485]. Reparáronse las que
+amenazaban ruina, las ya asoladas se volvieron á levantar; las torres
+que los sarracenos habian desmochado quedaron truncadas como glorioso
+testimonio de las persecuciones sufridas. Catorce parroquias resultaron
+de esta obra de restauracion tan meritoria: siete en la Ajarquía, siete
+en la Almedina, uniformes en las líneas generales de sus sencillas y
+humildes fachaditas, en un todo acomodadas á la forma comun de las
+primitivas basílicas cristianas del Occidente, en que se dibujan las
+tres naves, central y laterales, y sus vertientes. En la parte
+decorativa conservaron las parroquias de la Almedina algunos rasgos muy
+marcados de su profana destinacion mientras sirvieron de mezquitas; en
+algunas de la Ajarquía quedó también sellada con reminiscencias del
+estilo árabe la larga dominacion padecida. Ved esa adusta mole que se
+levanta en la plazoleta del conde de Priego, de fachada desnuda de
+ornato y sombría, pero bien razonada y de carácter profundamente
+cristiano: esa es Sta. Marina, tipo de los primitivos templos ojivales
+de nuestra nacion. Alienta en ella cierto espíritu de magestad, de
+fortaleza, de santa sobriedad cristiana que cautiva[486]. Falta en las
+zonas que dividen sus estribos la simetría, de la cual somos hoy
+esclavos; pero, ¿qué importa? Este defecto, dado que lo sea, no se
+advierte siquiera; y en cambio su deliciosa portada de molduras lisas,
+su claraboya de anillos concéntricos, su puerta del norte con las dos
+severas agujas que la flanquean, los chapiteles piramidales de su
+imafronte, constituyen un precioso modelo de arquitectura religiosa,
+económica en su coste, y popular como adaptable á toda clase de
+poblaciones desde la poderosa ciudad hasta la humilde aldea. Una
+fisonomía menos adusta presentaria la fachada de S. Lorenzo antes que
+levantase en 1555 su rector y obrero Alonso Ruiz la torre que tanto
+desdice del carácter primitivo de esta basílica[487]. Tenia entonces un
+gracioso pórtico cuyas arcadas se ven cegadas hoy: era la pared de su
+imafronte enteramente lisa, y en ella un grande roseton calado, al cual
+no hay otro comparable en Córdoba, inundaba de luz la nave central.
+Aumentaban su claridad las ventanas de los muros laterales de la misma
+nave, de forma estraña y caprichosa, á manera de ajimeces sin parteluz,
+en que el rosetoncillo del vértice está como sujeto por un cordon
+ondulante. Casi todas las parroquias de Córdoba presentan en sus
+portadas antiguas gran semejanza: unas sin embargo son mozárabes, otras
+son obra posterior á la reconquista. Esto consiste sin duda en que el
+arte mozárabe que desaparece, coincide con el arte cristiano del norte
+que viene á ocupar su puesto, en muchos elementos que uno y otro
+conservan del bizantino; pero por regla general creemos poder
+establecer, que cuando las archivoltas de muchas molduras ó toros van
+exornadas de puntas de diamante, de zigzags y dientes de sierra, de
+pometados y otros objetos de procedencia oriental, descansando además en
+columnillas de capiteles cúbicos y orlados de funículos, debe
+sospecharse sea esta decoracion anterior á la época de S. Fernando[488].
+Lo que indudablemente pertenece á su tiempo es el embovedado ojival de
+todas ellas. Pero la deplorable comezon de greco-romanizarlo todo que
+empezó en el siglo XVII, tiene á estas interesantísimas parroquias
+completamente estropeadas por dentro. En la mayor parte han desaparecido
+los nervios de las bóvedas, los capiteles y repisas de donde partian,
+los nudos y florones en que remataban; las arcadas de las naves llevan
+encima ridículos cornisamentos, los esbeltos pilares de piedra estan
+sepultados en la pesada masa de cal y canto que sostiene los modernos
+arcos de medio punto, y estos arcos suelen estar flanqueados de
+pilastras romanas de risibles proporciones. Las hermosas claraboyas del
+siglo XIII, tan primorosamente trabajadas y á tanta costa, se han
+reputado inútiles, y estan la mayor parte tapiadas por el interior[489].
+El siglo XV, aunque menos tolerante de lo que se cree, demostraba mas
+genio en sus restauraciones. Dígalo la graciosa torre de _S. Nicolás de
+la villa_[490], que pareceria un elegante alminar árabe á no haberle
+añadido el rústico campanario que la afea.
+
+[Illustration: _Dib.º del nat.l y lit.ª por F. J. Parcerisa_
+
+_Lit. Donen, Madrid._
+
+TORRE DE S.n NICOLAS.
+
+(_Córdoba._)]
+
+[Illustration: _P. P. del._
+
+ROSETON DE LA IGLESIA DE S.n MIGUEL.]
+
+[Illustration: _J. S. del._
+
+Lab. de G.D.Marimes, Madrid
+
+CAPITEL ÁRABE BIZANTINO.]
+
+[Illustration: _G. D. P. del._
+
+ID. AFRICANO.]
+
+[Illustration: _Dib.º del nat.l y por F. J. Parcerisa. Lit. de J.
+Donen._
+
+IGLESIA DE S.^N LORENZO.
+
+(_Córdoba._)]
+
+La misma dolorosa observacion puede hacerse respecto de la arquitectura
+de los conventos y capillas. Aquellos soberbios edificios de S. Pablo y
+S. Francisco, Stos. Acisclo y Victoria, Trinitarios Calzados, S.
+Agustin, etc.[491], nada apenas conservan ya de su original belleza: la
+cual se deduce de algunas escasas reliquias que ni el tiempo ni la
+ignorancia con su accion corrosiva han logrado destruir. Con algun
+trabajo sin embargo puede el pensamiento entresacar y reunir muy
+preciosos fragmentos del interesante período del siglo XIII al XVI, y
+formar con ellos un pequeño museo fantástico de la arquitectura
+religiosa y monástica en Córdoba. Veamos, lector amigo, de agruparlos
+brevemente haciendo abstraccion de las edificaciones insignificantes en
+que estan perdidos. Mira desde la plaza de S. Salvador aquella fachada
+angular que sobre los modernos tapiales de S. Pablo descuella: las
+atrevidas restauraciones que desfiguraron el templo por dentro, han
+respetado ese sencillo paredon del siglo XIII; en su vértice hallarás
+metida aún en su nicho una linda estatuita de Sto. Domingo, que sin duda
+por estar muy alta se ha librado de la injuriosa brocha de los
+embadurnadores. Igual suerte ha tenido la portada del norte de este
+mismo templo, y lo debe quizás á estar oscurecida en un patinillo del
+convento. Desde este se registra cómodamente la obra antigua con su
+alero de canes carcomidos, y el ábside octógono que forma la capilla de
+Nuestra Señora del Rosario, del siglo XV. Nada mas gracioso que la
+combinacion de nervios de la bóveda de esta capilla, cuya forma de
+estrella cuadra tan perfectamente á una de las advocaciones mas ideales
+que dá á Nuestra Señora su santa letanía. Los padres de Sto. Domingo han
+sido los principales propagadores de una devocion muy acepta á la Madre
+virginal de Jesucristo; y la huerta de su casa en Córdoba es todavía
+célebre por la planta que allí sembraban, de la cual recogian la
+frutilla redonda llamada _lágrimas de Moisés_, escelente para cuentas de
+rosario: hacíanlos en tan gran cantidad, que cargando con ellos un
+jumentillo, los iban repartiendo por los pueblos. En esta capilla de
+Nuestra Señora del Rosario está sepultado el maestre de Calatrava y
+Alcántara D. Martin Lopez de Córdova, criado del rey D. Pedro, que
+habiéndose hecho fuerte en Carmona contra los parciales de D. Enrique,
+fué por este mandado decapitar en Sevilla (A-D. 1370). Observando
+cuidadosamente esta iglesia de S. Pablo, es fácil reconocer que sus tres
+naves primitivas arrancaban desde el mismo muro del imafronte y formaban
+cinco grandes arcos ojivos á cada lado. Al fin de la nave de la Epístola
+hay una puerta con espaciosa escalinata, por donde se baja á la sala de
+capítulos: contiguo á esta un recinto, que cubre un domo árabe octógono
+decorado con ocho fajas, paralelas de dos en dos enlazándose bellamente,
+y al cual se llega por debajo de dos arcos robustos y severos, apuntado
+el uno, de herradura el otro. ¿Es este edificio anterior á la fundación
+del convento? Parécelo en efecto; pero ¿cómo comprobarlo no
+conservándose ninguno de los papeles antiguos de la órden anteriores á
+la espulsion de los claustrales en el siglo XVI? Sábese por tradicion
+inmemorial que en este sitio hubo cárcel romana, donde imperando
+Diocleciano estuvieron encerrados los santos patronos de Córdoba
+Acisclo y Victoria, primeros mártires de esta ciudad; y en el lugar
+mismo donde se cree gemian aherrojados, hay en la actualidad una pequeña
+capilla que mantenian los condes de Oropesa, alguno de los cuales dijo:
+_la estimo mas que todos mis estados juntos_. ¿No pudo la cárcel romana
+ser despues basílica, y esta con la irrupcion sarracena reedificarse
+para mezquita siglos antes de recuperar la ciudad el santo rey?
+
+Acompáñame ahora, la calle abajo, al destrozado convento de S.
+Francisco, digno rival un tiempo del de S. Pablo, y como él poderoso
+antemural del catolicismo por la religiosa órden fecunda en santos que
+allí se albergaba. Hay en un ángulo de su espacioso claustro bajo, una
+fuente, cubierta con pequeña cúpula pintada por dentro, que denota
+grande antigüedad. Los robustos arcos que la sostienen descansan en
+columnas de fustes y capiteles desiguales, romanos unos, árabes otros.
+La pintura de la bóveda, casi del todo destruida, representaba la bajada
+del Espíritu Santo en lenguas de fuego. La pila ochavada de la fuente, y
+su tazon de forma tosca, sostenido en cuatro fustes cilíndricos sin
+ninguna moldura, que son evidentemente trozos de columnas antiguas,
+parecen reliquias de un bautisterio mozárabe.
+
+Pues vamos ahora á contemplar el arte cristiano del siglo XV con toda la
+gala de sus cenefas caladas, conopios, agujas y frondarios. Al norte de
+un patio silencioso y tranquilo que por un gracioso vestíbulo de estilo
+latino abre paso á un claustro de religiosas, hay una pequeña joya de
+ese tiempo, que es una portada de iglesia, adornada con todos los
+caprichos que distinguen la decoracion gótica del estilo terciario, y
+flanqueada de dos elegantes estribos que rematan en agujas prismáticas y
+pináculos. Lleva sobre el dintel de su puerta un arco apuntado de varias
+molduras con una ancha y hermosa cenefa de hojas y animales. Sobre el
+arco apuntado un conopio, y bajo el tope de este encaramados dos gimios,
+como en actitud de ir á saltar sobre el que los mira. Es la iglesia del
+convento de Sta. Marta.
+
+Junto al palacio episcopal, frente á una de las puertas de la catedral,
+hay otra perla de este mismo género arquitectónico. Es la fachada del
+Hospital de Niños Espósitos. No te la describo porque te la doy
+dibujada[492], y sales ganancioso. Observa las estátuas que coronan su
+dintel, su noble actitud, el grandioso estilo de sus ropages; las
+repisas en que estriban, las caladas umbelas que las cobijan; las
+cenefas de hojas y animales que contornan sus arcos, que tapizan las
+agujas de sus estribos.
+
+[Illustration: _Dib.ª. del nat.l y lit.ª por F. J. Parcerisa Lit. de.
+J. Donen, Madrid._
+
+CLAUSTRO DEL CONVENTO DE FRANCISCANOS.
+
+(_Córdoba._)]
+
+[Illustration: _Dib.º del nat.l y lit.ª por F. J. Parcerisa Lit. de
+Donen, Madrid._
+
+HOSPITAL DE ESPÓSITOS.
+
+(_Córdoba._)]
+
+[Illustration: _Dib.º del nat.l y lit.ª por F. J. Parcerisa._
+
+_Lit. de J. Donen, Madrid_
+
+DETALLES DE LA FACHADA DEL HOSPITAL DE ESPÓSITOS.
+
+(_Córdoba._)]
+
+[Illustration: Sacado del natural y lit.ª por F. J. Parcerisa. Lit. de
+J. J. Martinez. Madrid.
+
+DETALLES DEL HOSPITAL DE ESPOSITOS Nº 2.
+
+(Córdoba.)]
+
+Mira una feliz combinacion de este estilo con el árabe en la casa
+llamada de D. Juan Conde, que perteneció á la Hermandad del Sagrario; en
+cuyo frente verás tres lindos balcones, el del centro en forma de ajimez
+con garbosos calados de crestería y lambel que le contorna.
+
+Y por último observa otra combinacion no menos pintoresca de estos dos
+estilos con el greco-romano en los patios interiores del convento de los
+santos mártires Acisclo y Victoria, reedificado en tiempo de Felipe II.
+El patio principal que hoy subsiste, aunque ya muy arruinado, se
+presenta rodeado de ligera arquería latina de dos cuerpos: el inferior
+con capiteles dóricos, el superior con capiteles árabes y un antepecho
+corrido y perforado que conserva restos de azulejos de relieve. A la
+parte del rio hay un pequeño recinto con la bóveda desplomada y el
+pavimento cubierto de espesa yerba; y en él una preciosa portadita de
+ladrillo agramilado, obra de albañilería limpia y hermosa en que se ven
+mezclados con gracia los tres estilos: es un arco de angrelado menudo,
+corre sobre él una cornisa romana, y está flanqueado de dos delgadas
+columnillas góticas. Bien conocemos la falsedad de este estilo mixto y
+los inconvenientes del sistema de decoracion por hiladas horizontales
+cuando se usa en grande escala en los templos ojivales; pero tiene un no
+sé qué indefinible que seduce aquella especie de juguete arquitectónico,
+en aquel solitario recinto arruinado, donde el solemne murmullo del rio
+quebrado en la presa de Martós parece arrullar el eterno y feliz sueño
+de los dos hermanos mártires. ¿Será quizá porque el santo espíritu de
+paz y concordia del cristianismo se halla como simbolizado en la union
+de todos los estilos pasados? La iglesia de este monasterio debió ser
+notable por mas de un concepto; hoy solo para angustiar el corazon del
+que la visita conserva los soberbios escudos de armas de sus patronos en
+el muro de su presbiterio, y una riquísima techumbre de madera pintada y
+dorada, de peregrina labor morisca, que tal vez al trazar yo estas
+líneas será en vano objeto de tu curiosidad ansiosa. Hoy cerrado al
+culto, profanado, despojado, convertido en almacen de maderas, ofrece
+dificil paso á la célebre capilla de los mártires patronos de Córdoba
+este templo, cuyo pavimento cruzaba de rodillas desde la entrada un
+monarca tan prepotente como Felipe II cuando iba á venerar las santas
+reliquias de aquellos.
+
+_Edificios árabes y moriscos._ Cuando el hagib Almanzor usurpando al
+menguado Hixem II su autoridad gobernaba la monarquía cordobesa, tenia
+su palacio al norte del alcázar real, y sus jardines se estendian á todo
+lo que es hoy _huerta del rey_, entre el _arroyo del moro_ y las _heras
+de la salud_. Ese palacio tenia su correspondiente mezquita, y esta
+mezquita subsiste hoy casi intacta por dentro, aunque convertida en
+capilla cristiana por el santo rey con la advocacion de S. Bartolomé. Su
+fachada indica claramente el cambio de destino que en ella se verificó
+entonces[493]. El interior es una _cella_ ó cámara con bóveda ojival de
+nervios que arrancan de sendas repisas bizantinas. Su decoracion forma
+dos zonas: la primera de alicatado dibujando entrelazados florones; la
+segunda de delicada labor morisca en la disposicion siguiente. Primero
+tres fajas de inscripciones de caractéres africanos sobre fondo de
+ataurique; luego otra de recuadros con escudos de armas, sin mas blason
+que la banda diagonal usada por algunos reyes islamitas; despues un
+entrepaño menudamente trabajado de laceria formando estrellas y
+rosetones, en que alternan escudos y estrellas en escaques; encima una
+hermosa faja de lazo-laberinto, y por remate almenitas dentadas
+ornamentales. Es capilla de hospital desde que fundó el que lleva su
+nombre el cardenal D. Fr. Pedro de Salazar, obispo de Córdoba.
+
+[Illustration: VISTA DE CORDOBA.
+
+(desde _los Mártires_.)]
+
+[Illustration: _Dib.º del nat.l y lit.ª por F. J. Parcerisa. Lit. de
+J. Donen, Madrid._
+
+CAPILLA DEL HOSPITAL DEL CARDENAL.
+
+(_Córdoba._)]
+
+Del estilo musulman africano existen, además de esta mezquita, otros
+restos de bellísimo carácter. Frente á la parroquia de Santiago hay una
+casa de humilde apariencia: por encima de sus paredes asoma una gallarda
+palma; dentro resuenan veinte ó treinta voces argentinas que con unísono
+tonillo recitan oraciones. En todas partes tiene Córdoba reservadas para
+el amante del arte gratas sensaciones: ahora las encontramos en una
+escuela de niñas. Abre ese portal y entra: te hallarás desde luego en un
+espacioso zaguan morisco, al pié de una galana arquería á cuyos tres
+vanos hace alegre fondo un fresco jardinillo. El arco del centro es de
+medio punto: su intrados forma un calado primoroso sobre ataurique
+picado; los laterales son ojivales angrelados, de finísimo ladrillo:
+todos estan encerrados en recuadros, cuyas fajas perpendiculares
+descansan en lindas repisas de cuatro cañas horizontales; y sus enjutas
+descubren, á pesar de las repetidas manos de cal con que han procurado
+obstruir sus labores, la mas delicada filigrana de vástagos y postas. En
+el piso superior se conservan otros arcos mas pequeños y una puertecilla
+de dintel trebolado en muro macizo y denegrido. Lleva este edificio el
+nombre de _casa de las Campanas_. Las niñas que allí aprenden la costura
+y la doctrina cristiana, familiarizadas con la belleza de aquellos arcos
+y columnas, no comprenderán tu ansiosa curiosidad, y clavarán en tí como
+admiradas sus negros ojos. No las compadezcas: la rosa silvestre que
+nace á orilla de un fragante naranjal no sabe tampoco por qué agrada su
+sencillez y por qué aquellos árboles son tan hermosos; pero esto no
+impide que ella sea flor, y que otro terreno menos privilegiado solo
+produzca espinos.
+
+Semejante á la arquería que dejamos descrita es otra que se ve dentro de
+la casa del _conde del Aguila_ (_plaza de Anton Cabrera_), con la
+diferencia de ser cuatro los arcos que la componen, y todos
+ultra-semicirculares. Descansan en columnas de mármol con capiteles
+moriscos de selectas formas, todos entre sí diversos. La entrada á este
+resto de patio islamita es un magnífico arco con un arrabá de florones
+de tracería rectilínea de estilo africano.
+
+De los novecientos baños públicos que es fama habia en Córdoba en los
+tiempos de su mayor esplendor, solo dos han quedado, y estos soterrados
+bajo otros edificios modernos[494]. No creais que vais á poder templar
+en ellos el ardor que comunica á vuestra sangre el sol de Andalucía. Los
+baños árabes de Córdoba no tienen pilas, ni albercas, ni agua: figuráos
+un sótano de bóveda sumamente baja, sostenida en macizas arcadas de
+herradura, lisas, sin adorno alguno en su paramento, y sobre robustas
+columnas de jaspe, que contornan un espacio rectangular, cuyo centro
+ocupaba en otro tiempo un estanque. Lo único que revela su antiguo
+destino son las lumbreras ó respiraderos que de trecho en trecho
+atraviesan la bóveda de piedra. Por allí se exhalaban los vapores y los
+perfumes.
+
+_Edificios del Renacimiento._ Eran muchos los que dejaron en Córdoba
+aquellos ilustres caballeros en ella nacidos que militaron bajo los dos
+primeros monarcas de la casa de Austria en Alemania, en Flandes y en
+Italia: de quienes se propagó el gusto italiano á otros hombres
+poderosos. Hoy la mayor parte de estos edificios estan reducidos á sus
+simples fachadas: el empeño de sus dueños de residir en la corte los ha
+tenido abandonados, y por otra parte la mala calidad de la piedra franca
+empleada en su construccion ha contribuido mucho á su pronta ruina. Pero
+las reliquias de las casas de renacimiento italiano é ítalo-hispano[495]
+son en Córdoba tan frecuentes como los fragmentos arábigos y moriscos,
+como los capiteles, fustes y lápidas romanos. En la plazuela llamada de
+_D. Gerónimo Paez_ está la mas notable de estas grandes casas[496]. Esta
+tambien la de _Villaseca_ en la calle de _Sta. Clara_, en cuya portada,
+de piedra arenisca deleznable, parece ya irónico el sentido del lema
+_non nobis sed saltem posteris_ que lleva al frente. En su patio hay
+otra fachada de gusto italiano muy selecto, y en ella una galería en
+cuya base se lée esta otra sentencia que el tiempo ha hecho igualmente
+inadecuada en su segunda parte: _vivimus sicut altera die morituri,
+ædificamus quasi semper in hoc sæculo visuri_.
+
+En la calle _del Sol_, entre la parroquia de Santiago y la romántica
+puerta de Baeza, se conserva el segundo cuerpo de otra bella portada de
+escuela bramantesca. Es de graciosas proporciones, tiene columnillas
+estriadas de órden compuesto sobre pedestales adornados con bustos de
+gran relieve de buena escultura, y lleva en su cornisamento la fecha del
+1520, que es la mejor época del arte plateresco.
+
+En la cuesta del Bailío hay una buena muestra de aquella feliz
+combinacion de estilos gótico é italiano que usaron algunos arquitectos
+españoles del siglo XVI.--Dos columnas de estrias espirales flanquean
+una puerta cuadrangular. De sus capiteles arrancan un arco conopial con
+frondario y tope, y el lambel que le cobija: entre el dintel y el
+conopio resulta un témpano adornado de grutescos realzados, y entre el
+conopio y el lambel resultan como dos enjutas que llevan círculos
+tambien reelevados, destinados al parecer á trabajos de escultura, como
+bustos ó escudos. De este gracioso estilo del renacimiento hay otros
+muchos ejemplares en ajimeces esquinados, en galerías, ventanas,
+aldabones y otros resíduos de construcciones palacianas[497], que
+vió erigir Córdoba en aquellos dias, para ella mas afortunados, en que
+los nobles de su tierra no se desdeñaban de habitar una ciudad de
+provincia despues de haber adquirido fama, riquezas y nuevos blasones en
+sangrientas campañas de mar y tierra lejos de su patria.
+
+[Illustration: _Dib.º del nat.l y lit.ª por F. J. Parcerisa._
+
+_Lit. de J. Donen, Madrid._
+
+CASA DE GERÓNIMO PAEZ.
+
+(Córdoba.)]
+
+
+
+
+Capítulo quinto.
+
+_Medina-Azzahra._
+
+
+El grande y generoso Abde-r-rahman An-nasír tenia una concubina que dejó
+al morir una ingente riqueza, y el califa dispuso que se emplease toda
+en redimir muzlimes cautivos. Cuentan los escritores árabes que en
+cumplimiento de este mandato se enviaron pesquisidores á los dominios
+cristianos, y regresaron á Córdoba sin haber encontrado en las cárceles
+de _Afranc_[498] un solo islamita. Despues de haber dado gracias
+An-nasír al Todopoderoso por la señalada merced que esta grata noticia
+le habia revelado, estaba un dia pensando qué uso haria de aquel tesoro,
+cuando se le presentó la hermosa Azzahra, á quien amaba con pasion, y le
+dijo: ¿Por qué no edificas con ese dinero una ciudad para mí, y que
+lleve mi nombre? Y An-nasír, que aventajaba á sus ilustres predecesores
+en magnanimidad y gusto artístico, empezó á edificar desde luego á la
+falda del _Monte de la novia_ (_giebal-al-arús_), á unas tres millas de
+distancia al N-O. de Córdoba, el soberbio palacio que, unido luego á la
+ciudad paulatinamente formada á su alrededor, tomó el nombre de la
+esclava predilecta y se llamó _Medina-Azzahra_. Redujéronse al principio
+las obras á una elegante casa de recreo para la amada del califa, pero
+este se prendó tanto del nuevo edificio y su deliciosa situacion, que
+pronto se convirtió en vasto alcázar, donde empezó á residir con su
+familia y mujeres, colocando en desahogadas dependencias toda su
+servidumbre y guardia. Era este alcázar de piedra, mármoles y jaspes, de
+hermosa traza, y por dentro espléndidamente decorado: y la imágen de la
+esclava lucia esculpida de relieve sobre su puerta principal[499].
+
+Cuentan tambien las historias arábigas que cuando Azzahra se vió por
+primera vez sentada junto á su glorioso dueño en uno de los salones de
+aquella especie de palacio encantado, estuvo largo tiempo recostada en
+un ajimez contemplando embebecida la bella perspectiva que desde allí se
+ofrecia á su vista; é hiriendo de repente su imaginacion el contraste
+que presentaba la blancura y alegría de las nuevas construcciones con el
+sombrío cerro que les servia de fondo, esclamó: ¡Mira, y cuán linda
+parece esta doncella en brazos de ese etíope! Oido lo cual, mandó al
+instante An-nasír que se allanase aquella montaña; si bien, convencido
+luego de que esta empresa era superior á todo humano poder, revocó sus
+órdenes y dispuso que se talasen sus pinares y encinas y se plantasen en
+su lugar almendros, higueras y otros árboles de mas grata sombra y mas
+risueño aspecto.
+
+Encomendó An-nasír los planos del palacio de Azzahra al arquitecto mas
+afamado que habia á la sazon en Constantinopla, emporio de las artes en
+aquel tiempo. Distribuyóse la obra en tres partes ó secciones. La que
+apoyaba en la misma montaña para los alcázares del califa: en los cuales
+se alojaban además del dueño 6300 mujeres entre concubinas de mayor ó
+menor categoría, criadas y sirvientes; y donde habia para ellas 300
+baños. La inmediata al mediodia para las viviendas de su servidumbre,
+eunucos y guardias: comprendia 400 casas: los pages y eslavos que
+mantenia el sultan en ellas eran 3750, los eunucos y guardias 12000,
+magníficamente vestidos, con espadas y cinturones dorados; á los pages
+se pasaban diariamente 13000 libras de carne, sin contar las gallinas,
+perdices y otra volatería, además de muchas especies de pescados. La
+tercera y mas desviada de la montaña para jardines y huertas que
+dominaban los alcázares. Ocupáronse en estas grandes obras desde el año
+325 de la Egira (A-D. 936-7), por espacio de muchos años, el mismo
+Abde-r-rahman en persona, su hijo Al-hakem, varios arquitectos, y doce
+artífices cristianos de grande habilidad; y habia además tres hombres
+entendidos comisionados para traer mármoles de Africa, que eran
+Abdullah, el inspector principal de las obras, Hasan Ibn Mohammad, y Alí
+ben Ja'far, á quienes pagaba An-nasír 10 dinares de oro por cada trozo ó
+fuste de mármol, grande ó pequeño, puesto en Córdoba. Era tan grande el
+placer que el califa esperimentaba en dirigir por sí mismo las
+construcciones, que entregado á su pasion de lleno, llegó en una ocasion
+á faltar tres viernes consecutivos á la azala de la Aljama, y al
+presentarse el cuarto viernes, el austero teólogo Mundhir ben Sa'id que
+predicaba aquel dia, aludió á él en su plática, y delante de todo el
+gentío le amenazó con el fuego del infierno. Gastábanse en la
+edificacion diariamente 6000 sillares de todos tamaños y formas,
+labrados y sin labrar, sin contar el ladrillo y la piedra tosca
+empleados en los cimientos: conducian los materiales 1400 acémilas, y
+400 camellos del sultan, y 1000 mulas de alquiler. Cada tres dias se
+consumian 10,000 cargas de cal y yeso. Columnas, grandes y pequeñas, de
+sosten y de peso, entraron mas de 4300, traidas algunas de Roma, 19 de
+tierra de cristianos, probablemente de Narbona, 140 regaladas por el
+emperador griego, 1013 de mármol verde y rosa de Cartagena de Africa,
+Tunez y otras plazas de allende el Estrecho; las demas sacadas de las
+canteras del Andalús, como las de mármol negro y blanco de Tarragona y
+Almería, y las de _mármol de aguas_ de Raya. Los operarios y eslavos
+empleados diariamente eran 10,000; tenian de jornal, unos un adiram y
+medio, otros dos adirames y un tercio. El gasto hecho en las obras de
+Azzahra ascendió anualmente á 300,000 dinares durante el reinado de
+An-nasír, y habiéndose formado el cómputo de su costo total en los
+veinticinco años trascurridos desde el 325 al 350 en que murió el
+califa, resultó haber gastado en aquellos palacios siete millones y
+medio de dinares ó pesantes de oro. Asegúrase que las hojas de sus
+puertas, de todas dimensiones, eran 15,000, revestidas de hierro bruñido
+ó cobre dorado y plateado. Sufragóse este inmenso gasto con el tercio de
+las rentas del imperio destinado á las construcciones y obras
+públicas[500].
+
+Sería cosa interminable el referir una por una todas las bellezas que el
+arte y la naturaleza de consuno habian aglomerado en el delicioso
+recinto de Azzahra: bellezas realzadas con el esplendor de la corte, la
+muchedumbre de soldados, pages, eunucos y eslavos, de todos paises y
+religiones, costosamente vestidos de seda y brocado, que circulaban por
+sus anchas calles, y los grupos de jueces, katibes, teólogos y poetas
+que gravemente paseaban aquellos suntuosos salones, aquellos espaciosos
+vestíbulos y antecámaras. Habia allí, además del régio alcázar,
+viviendas magníficas para hospedar á los altos funcionarios del Estado;
+allí acueductos que mantenian con el agua de la sierra en perpétuo
+verdor las huertas y vergeles; allí jardines con toda clase de flores y
+boscages de azahar, de mirto y de laurel; allí sorprendentes juegos de
+aguas, y fuentes, estanques y lagunas de todas formas; allí cenadores y
+deliciosas umbrías en que guarecerse de los ardores del estío. Los
+historiadores de aquel tiempo, los oradores y poetas, agotaron los
+raudales de su elocuencia describiendo aquellas maravillas. Cuantos
+forasteros las visitaban en los dias de Al-hakem, cuando ya la nueva
+ciudad habia llegado á su apogeo, confesaban no haber otras semejantes
+en los vastos dominios del Islam. Los viajeros de lejanas tierras, los
+príncipes, los embajadores, los traficantes, peregrinos, teólogos y
+poetas mas familiarizados con las construcciones de aquella especie,
+todos reconocian no haber visto nada comparable en el mundo. Y en verdad
+que solo el terrado de mármol pulido que se elevaba en su alcázar al
+mediodia dominando sus jardines, los pabellones de oriente y occidente
+que sobre él descollaban, el salon dorado del pabellon circular que
+ocupaba el centro; solo las incomparables labores de su arquitectura, la
+belleza de sus líneas y proporciones, la riqueza de su ornamentacion
+interior, ya de mármol luciente, ya de oro deslumbrador con columnas de
+caprichosos jaspes, con pinturas émulas de los mas floridos vergeles;
+solo su lago de líquida plata, sus cisternas perpétuamente llenas de
+purísimas aguas, sus preciosas fuentes ornadas de bajo-relieves; cada
+uno de estos objetos de por sí hubiera sido suficiente para hacer los
+palacios de Azzahra superiores á los de Bagdad, Damasco y
+Constantinopla.
+
+Entre sus maravillas se distinguian el pabellon central, las fuentes y
+la mezquita. Estaba el mencionado pabellon sostenido en columnas de
+mármol _de aguas_, taraceadas de rubíes y perlas, con capiteles de oro:
+llevaba el nombre de Salon de los Califas (_Kasru-l-kholafá_), porque en
+el advenimiento de estos al trono debia hacerse allí su jura y
+proclamacion. Sus paredes estaban cubiertas de oro y mármoles
+trasparentes de diversos colores: su techo de lo mismo, y pendia de su
+centro una perla de incomparable tamaño y valor que entre otros
+preciosos dones habia regalado á An-nasír el emperador Constantino
+Porfirogénito. Las tejas de este pabellon eran de plata y oro
+alternadas. Ocupaba el centro del mágico recinto un estanque de pórfido,
+lleno de purísimo azogue, que limitaba una arquería poligonal de ocho
+arcos de herradura de ébano y marfil, incrustados de oro y piedras
+preciosas, sobre columnas de mármol pulido y cristal. Cuando penetraba
+el sol por ellos, solo el reflejo que producian sus rayos en el techo y
+las paredes bastaba para cegar á cualquiera; así, cuando An-nasír queria
+intimidar á algun personage de cuya lealtad no estaba seguro, con una
+seña que hiciese á uno de sus eslavos, al punto la masa de azogue
+empezaba á moverse, y sus vívidos reflejos producian en todo el salon
+unas luces como relámpagos deslumbradores.
+
+Nada mas imponente y magestuoso que la jura de un califa ó la recepcion
+de un personage estrangero en el palacio de Azzahra. En ambos actos se
+retrata fielmente la tradicion oriental derivada desde los prepotentes
+reyes asirios y babilonios, y considerada por todas las gentes que
+sucesivamente dominaron en el Asia menor como el tipo y la norma de la
+humana grandeza. En ambas ceremonias el objeto principal es imponer,
+ofuscar, amedrentar con el espectáculo de un poder formidable y de una
+riqueza superior á toda fantasía. Por eso estas solemnidades no se
+celebraban nunca de improviso. Llégale á un califa la noticia de que un
+emperador griego, por ejemplo, le manda una embajada[501], y ya empieza
+á disponer su recibimiento. Al tomar tierra el legado en los dominios de
+Andalucía, ya los comisionados del califa se apoderan de su persona só
+pretesto de cuidarle para que nada le falte en su viaje; y le conducen,
+con poderosa escolta de ginetes armados, á un palacio designado de
+antemano en las cercanías de la capital, donde dos eunucos cubicularios
+del rey (funcionarios de elevada categoría en Córdoba lo mismo que en la
+antigua corte de Assur) encargados del servicio inmediato del sultan y
+de su harem, se emplean en agasajar al enviado y á su comitiva,
+vigilando al propio tiempo que nadie, sea noble ó plebeyo, tenga con
+ellos roce alguno. Para este fin se agregan á los eunucos otros
+oficiales palatinos y _maulís_ del califa, que con mucha habilidad hacen
+despejar el campo á los intrusos. Entre tanto el califa se ocupa en el
+ceremonial de la recepcion, va y viene del palacio antiguo al palacio
+nuevo, dicta órdenes, y señala por último el dia de la admision del
+estrangero á su presencia. Ya es el pabellon central[502], ya el
+pabellon de oriente ó el de occidente, el destinado á la augusta
+ceremonia. Aparece el salon nueva y lujosamente decorado, y en él un
+trono, joya resplandeciente de oro y pedrería, que ocupa el sultan. A su
+derecha é izquierda sus hijos: luego los wazires; luego los
+gentiles-hombres, los hijos de los wazires, los libertos del califa, y
+los wakiles ú oficiales de su servidumbre. El patio del alcázar está
+cubierto de ricas alfombras y vistosos guadamecíes; velas, doseles y
+cortinages de lustrosa seda sombrean las puertas y arcadas reflejando en
+ellas los vivos colores de sus pájaros y ramajes. Figuráos la recepcion
+del enviado de Constantino al califa An-nasír. Al verse introducido el
+griego en el magnífico salon, no acierta á disimular su asombro: los de
+su comitiva le siguen deslumbrados y confusos al acercarse al poderoso
+sultan que llena con su noble magestad el trono. Pone en manos de este
+el enviado sus credenciales[503], y en seguida el faquíh Mohammed ben
+Abdi-l-barr, elegido por Al-hakem al efecto como orador eminente por su
+ingenio y elocuencia, empieza una pomposa arenga que tiene preparada
+sobre el poderío y esplendor del imperio de An-nasír y la consolidacion
+del califado cordobés bajo su reinado. Pero la imponente ceremonia, el
+silencio de la ilustre asamblea, la deslumbradora luz que rodea al
+sultan, le turban en medio de su discurso; desfallece su voz, anúdase su
+lengua, y cae en tierra sin sentido. Un forastero consumado en la
+retórica y reputado en Iraca como príncipe de la oratoria, Abú Alí
+Alkalí, huésped á la sazon del califa, se encarga de sustituir á
+Mohammed: dirige á los circustantes varias frases elocuentes; pero
+faltándole luego las palabras, enmudece, y se retira. Mundhir Ibn Saíd
+que advierte la inoportuna y brusca conclusion, toma el discurso donde
+lo ha dejado Abú Alí, é improvisa una peroracion brillante en prosa y
+verso con que deja á todos atónitos y complacidos, y el califa con
+agradable gesto le demuestra su satisfaccion, reservándose premiarle
+despues... Esta ceremonia, cuyo final dejan indeterminado los escritores
+árabes, quedará tambien para nosotros entre nubes; y ahora haremos
+presenciar al lector en este mismo pabellon, trasformado para la
+ceremonia de la jura de Al-hakem, otra escena que podria figurar
+dignamente entre los mágicos cuadros de las _mil y una noches_. Los ocho
+hermanos del nuevo califa, conducidos á Azzahra entre destacamentos de
+tropa armada, medio de grado y medio por fuerza, ocupan los dos
+pabellones de oriente y occidente; otros salones del palacio estan
+llenos de nobles, empleados, y cortesanos que esperan con impaciencia el
+momento de dar el parabien al digno soberano. Al-hakem está sentado en
+el trono del pabellon dorado: empieza la ceremonia, y entran los
+primeros sus hermanos, los cuales se acercan á él, leen la fórmula de la
+inauguracion, y prestan el juramento de costumbre con todas sus
+sanciones y restricciones. Siguen por su turno los wazires, sus hijos y
+hermanos, los guardias del rey y la servidumbre de palacio. Hecho esto,
+los hermanos del califa, los wazires y los nobles, toman asiento á ambos
+lados del trono, escepto Isa ben Foteys que queda en pié á un lado para
+juramentar á todos los que van entrando. En el salón dorado estan además
+los eunucos del sultan en filas á derecha é izquierda de su señor, todos
+vestidos de túnicas blancas y armados con espadas; inmediatos á ellos, y
+formando dos filas sobre el terrado, los eunucos sirvientes, cubiertos
+de malla y empuñando lucientes espadas. Los eunucos de guardia, con
+espadas también, y los eunucos esclavones, vestidos de blanco é
+igualmente armados, se estienden á lo largo del parapeto. A estos siguen
+otros esclavones de inferior categoría, y vienen luego los arqueros de
+la guardia con sus arcos y aljabas. Próximos á los eunucos esclavones
+estan los esclavos negros, lujosamente uniformados y cubiertos de armas
+resplandecientes: llevan túnicas blancas, yelmos sicilianos, y al brazo
+escudos de varios colores, y armas cuajadas de oro. En la puerta de
+_As-suddah_ estan los alcaides del alcázar, y junto á ella la guardia de
+á caballo de eslavos negros, que se estiende hasta la puerta _de las
+cúpulas_ (_babu-l-akabá_). Continúa la formacion la guardia de _maulís_
+ó libertos del califa, tambien de caballería, y el resto del ejército y
+de los eslavos y arqueros la prolongan sin interrupcion hasta la puerta
+de la ciudad que sale al campo. Terminada la ceremonia, el pueblo se
+retira, y los hermanos del califa, los wazires y los otros dignatarios
+permanecen en el palacio, para conducir á Córdoba el cadáver de An-nasír
+y darle sepultura en el cementerio de los califas[504].
+
+Pues ya que insensiblemente nos hemos convertido en narradores de las
+ostentosas ceremonias de la corte de los Umeyas en Azzahra, justo será
+antes de pasar á describir las demas bellezas artísticas de este
+palacio, evocar aquella magestuosa escena de la recepcion del rey D.
+Ordoño IV de Galicia, cuando fué á solicitar del mismo califa Al-hakem
+auxilio y proteccion para recuperar el trono de que le habia despojado
+su primo D. Sancho con la poderosa intervencion de Abde-r-rahman
+An-nasír. Despues de alojado espléndidamente el augusto huésped en el
+palacio llamado _de la Noria_ (_An-ná'urah_) en Córdoba, y fijado el dia
+del recibimiento, previas las órdenes competentes para que todas las
+tropas estuviesen armadas, la guardia real de esclavones lujosamente
+uniformada, y los Ulemas, teólogos, katibes y poetas, invitados para
+asistir á la regia audiencia y amenizar la solemnidad con sus arengas é
+improvisaciones, apareció Al-hakem sentado en su trono en el pabellon
+oriental del terrado, con sus hermanos y parientes á uno y otro lado, y
+con los wazires, cadíes, magistrados, teólogos y principales
+funcionarios, todos sentados por su órden segun su respectiva gerarquía.
+Ordoño, á quien acompañaban los principales personages cristianos de
+Córdoba, entre ellos el juez de los mozárabes Walid Ben Khayrun y
+Obeydullah, hijo de Kasím _Al-matrán_ (obispo) de Toledo[505], iba
+vestido con túnica de brocado blanco y albornoz de la misma estofa, y
+cubria su cabeza un birrete á la usanza cristiana ornado de costosos
+joyeles. Llegó á caballo con su comitiva hasta la puerta esterior del
+palacio de Azzahra, llamada _de las cúpulas_, donde se apearon los que
+habian salido á recibirle; luego en otra puerta interior
+(_babu-s-suddah_) y su introductor Ibn Talmis recibieron órden de echar
+pié á tierra. Desmontó á la puerta del pabellon meridional en el
+edificio llamado _daru-l-jandal_, sobre una plataforma, donde tomó
+asiento con su séquito esperando se le mandase entrar. Salió un
+palaciego con el deseado aviso, y Ordoño subió al terrado de los
+pabellones, y al llegar al de oriente donde el califa le aguardaba, dejó
+su albornoz, se descubrió la cabeza, y en actitud de admiracion y
+respeto permaneció un rato como absorto contemplando la magestad y
+grandeza que tenia delante. Acercóse á la entrada con paso mesurado por
+entre las hileras de soldados formados en el terrado, y al cruzar el
+umbral se postró en el pavimento con humildad profunda; luego dió
+algunos pasos más, volvió á postrarse, y llegando por último al trono
+alargó su mano con timidez, y Al-hakem le dió la suya. Retrocediendo
+despues sin volver al califa la espalda, ocupó un asiento cubierto con
+paño de oro que le estaba preparado, y en seguida fueron admitidos á
+besar la mano al soberano islamita los condes y demas caballeros de su
+cortejo, los cuales se acercaron al trono repitiendo sus mismas
+postraciones, y luego se sentaron en fila dejando en el centro á su rey.
+El juez de los mozárabes que servia de intérprete á Ordoño, cuando
+Al-hakem rompió el silencio dando al destronado la bien venida, espuso
+en términos comedidos y con reiteradas protestas de sumision y
+obediencia, el objeto de la venida del príncipe cristiano: solicitó para
+él y su pueblo la poderosa proteccion del califa, obligándose á
+reconocerle siempre como su señor feudal si le ayudaba á recuperar el
+trono, y finalmente para encarecer lo mucho que confiaba en su poder y
+justicia, rogóle que constituido en árbitro de las diferencias de
+entrambos primos, decidiese á cuál de los dos correspondia en buena ley
+la corona. Oyó el califa la peticion con agrado, ya porque conviniese á
+su política favorecer á Ordoño, ya porque hubiese este acertado á
+defender su causa con habilidad, y accedió á ella esponiendo como máxima
+incontrovertible de derecho internacional, que el haber sido bien
+recibido D. Sancho por su padre An-nasír no era una razon para que él
+desairase á D. Ordoño. El desposeido príncipe reiteró lleno de
+agradecimiento sus humildes postraciones, ensalzando con esclamaciones
+de entusiasmo la generosidad y gloria de su protector. Retiróse en
+seguida, y los eunucos le condujeron al pabellon occidental, ante cuyo
+trono desierto volvió á prosternarse con gran respeto, no acertando á
+espresar su lengua el deleite que en su semblante atónito se pintaba
+cada vez que fijaba los ojos en aquella riqueza sin igual, en aquellas
+incomparables obras del arte y de la naturaleza. Del pabellon occidental
+le llevaron á otra pieza que caía al norte del mismo, donde le hicieron
+sentar en un almohadon de brocado de oro. Presentósele allí el
+hagib[506] _Ja'far Al-mus'-hafí_, y despues de conversar con él algunos
+instantes confirmándole en la gracia y buena amistad de su señor, hizo
+le trajesen una vestidura de honor que el califa le regalaba. Consistia
+en una túnica de tisú de oro y un albornoz de lo mismo, con un cinturon
+de oro purísimo sembrado de perlas y rubíes, tan gruesos y bellos que no
+sabia el rústico cristiano quitar de él los ojos mientras el oficioso
+hagib le endosaba la rica vestidura. Los condes y caballeros de su
+comitiva recibieron tambien trages proporcionados á su calidad, y todos
+juntos salieron despues del alcázar con grande humildad y
+reconocimiento. Al pié del pabellon central donde se habia apeado le
+esperaba una nueva sorpresa: habia mandado el sultan que le dispusieran
+un caballo de regalo lujosamente enjaezado con silla y brida cuajadas de
+oro bruñido. Montó en él bendiciendo su buena estrella, y se alejó con
+los suyos del encantado recinto de Azzahra para ir á descansar de
+aquellas fuertes emociones en el palacio donde estaba hospedado.
+
+Hemos dicho que las fuentes eran uno de los principales ornatos de
+aquellos alcázares. Ben Hayyán asegura que nada habia comparable á las
+dos que trajo de Asia para An-nasír Ahmed el griego, tanto por su
+esquisito trabajo como por el valor intrínseco de su materia. Eran
+desiguales en forma y tamaño: la mayor, de bronce dorado, con
+bajo-relieves de figuras humanas bellamente esculpidas, y la condujeron
+desde Constantinopla á Córdoba el referido Ahmed y el obispo Rabí. La
+menor era de mármol verde, y fué adquirida en Siria, y se consideró por
+todos los inteligentes como un verdadero prodigio del arte. En cuanto
+llegó á poder del califa, dispuso éste que fuese colocada en la alcoba ó
+dormitorio del pabellon oriental, conocido por _el salon de la
+familiaridad y del solaz_, y mandó agregar á su ornato doce figuras de
+oro bermejo incrustadas de perlas y esquisita pedrería, labradas en los
+talleres reales de Córdoba, representando diversos animales. Pusieron en
+ella un leon entre un antélope y un cocodrilo; al lado opuesto un águila
+y un dragon, y entre ambos grupos una paloma, un halcon, un pavo real,
+una gallina, un gallo, un milano y un buitre. Todos estos animales eran
+huecos y vertian en el tazon de la fuente chorros de agua cristalina.
+
+La mezquita de Azzahra, templo de estupenda estructura, preciosamente
+labrado en todas sus partes, de noventa y siete codos de largo de la
+_algufia_ á la _quiblah_ sin contar el Mihrab, y de sesenta y uno de
+ancho, fué obra de cuarenta y ocho dias, habiendo An-nasír empleado en
+ella diariamente mil obreros entendidos, de los cuales trescientos eran
+albañiles, doscientos carpinteros, y los demas canteros, escultores,
+doradores, esmaltadores, mosaicistas, pintores, estucadores, tallistas,
+herreros, broncistas, etc. Contenia cinco naves, la central de trece
+codos de anchura, las demas de doce, y un patio de cuarenta y tres codos
+de la algufia á la quiblah, enlosado de mármol rojo, en cuyo centro
+habia una fuente que vertia sin cesar un agua purísima. Tenia esta
+mezquita una zoma ó alminar cuadrado de cincuenta codos de altura. En la
+Maksurah, de construccion y ornamentacion maravillosas, habia un púlpito
+ó mimbar de sorprendente riqueza.
+
+Poco duraron los palacios de Azzahra. Desde el año 961 de J. C., en que
+murió su glorioso fundador dejándolos terminados[507], hasta la triste
+época en que comenzó con la estincion de los Amiritas la guerra civil en
+el Califado cordobés entre los bereberes y andaluces, entre Suleyman y
+Almuhdi, no trascurrió medio siglo. Los dos rivales, alternativamente
+favorecidos por el conde de Castilla Sancho Garcés, talaron uno tras
+otro el campo y la sierra cuando se vieron vencidos y precisados á dejar
+la ciudad; pero los bereberes de Suleyman fueron mas feroces que sus
+contrarios, redujeron á cenizas la mágica poblacion de Azzahira, pocos
+años antes delicia del hagib Almanzor, y entrando en Azzahra (año 1010)
+la saquearon despues de haber pasado á cuchillo á sus moradores.
+Permanecieron en ella algunos meses, y luego la evacuaron para estender
+sus terribles correrías por toda la tierra circunvecina, donde talaron
+las mieses, incendiaron las granjas, y no quedó un solo caserío en que
+no estampasen su destructora huella. En aquella gran devastacion los
+habitantes de la campiña se refugiaron en Córdoba con lo que pudieron
+salvar de sus haciendas, huyendo la furia de aquel animado torbellino, y
+hubo de resultas hambre en la ciudad. Y cuentan las historias árabes que
+habiendo cundido la asoladora plaga por todo el norte del Andalús, solo
+Toledo y Medinaceli se libraron de la ruina, quedando tan despoblada la
+provincia, que podia un viajero andar por ella á caballo dos meses
+seguidos sin encontrar alma viviente. Aunque maltratada por tan deshecha
+tormenta, debió quedar en pié al abrigo de la Sierra la preciosa
+flor[508] plantada por An-nasír para otra flor la mas querida de su
+harem.
+
+Un rey cristiano[509] prendado de ella, confiado en el prestigio de sus
+victorias y en el abatimiento del Islam, la pidió para su esposa á su
+nuevo dueño el régulo de Sevilla. Dos cosas demandó el conquistador
+castellano á Almu'tamed: que le diese á Medina-Azzahra para residencia
+de D.ª Constanza que iba en su compañía, y que le dejase libre una parte
+de la mezquita mayor para trasladarse á ella la reina diariamente y dar
+allí á luz el fruto que llevaba en sus entrañas[510]. Indignado el
+sarraceno dió la muerte por su propia mano al judío portador de tan
+insolente mensaje, y no contribuyó poco este atentado á que D. Alfonso,
+ardiendo en sed de venganza, estrechase á Almu'tamed con tan poderosos
+medios, que le hiciese preferir el entregarse con el ruinoso Estado
+andaluz en brazos de los almoravides.
+
+¿Quién cuidaba entre tanto de aquella perla del arte arábigo?
+Probablemente estarian desiertos y abandonados aquellos hermosos
+palacios, y sus antes deliciosos jardines yermos y convertidos en
+madriguera de alimañas. ¡Los bereberes habrian despojado sus lujosos
+pabellones, robado todas sus riquezas, destrozado aquel artificioso
+estanque de líquido mineral, aquellos tronos de oro y pedrería, aquellas
+fuentes de bronces y mármoles, aquellos baños voluptuosos, aquellos
+artesonados de oro, mármoles trasparentes y maderas incorruptibles,
+aquellas arcadas de ébano y marfil, aquellas costosas alfombras,
+aquellos doseles de brocado!... Muchos cercos sufrió la antigua sede del
+Califado andaluz desde D. Alfonso VI hasta S. Fernando en poco mas de
+cien años, y en este tiempo no hallamos que hicieran aprecio alguno de
+la desolada y desierta Medina-Azzahra ni los almoravides, ni los
+almohades sus impetuosos sucesores. Cuando el santo rey tomó á Córdoba
+no quedaban ya en pié mas que los muros de un alcázar que tantos tesoros
+habia contenido, teatro de los mas gloriosos acontecimientos del
+Califado de Occidente y testigo de una prosperidad que habia de parecer
+fabulosa narrada por la historia. El tiempo habia hecho su oficio: todas
+las construcciones poco sólidas se habian reducido á polvo: la tierra,
+tan afanosa por tragar los monumentos de los hombres que le arrancan los
+tesoros de sus entrañas, habia recobrado lo suyo, y con su incesante é
+imperceptible crecimiento cubierto ya las marmóreas escalinatas rotas,
+los pavimentos de piedra desnivelados, los acueductos, algibes,
+estanques, fuentes, baños: todo lo somero y profundo, sobre lo cual
+tendió largos años su capa de nieves y barrizales el aterido invierno,
+su verde manto de grama la alegre primavera, sus tejidos de cardos,
+espinos y punzante maleza el abrasado verano, y el otoño su seca y
+amarilla vestidura de despojos. Lo alto y fuerte perdió paulatinamente
+su delicado y deleznable revestido de estucos pintados y dorados, sus
+armaduras de alerce: y quedó desnudo. Los reyes moros de Sevilla se
+llevarian á la nueva corte algunas hermosas columnas y otros objetos
+útiles para sus construcciones; pero muchos materiales preciosos
+quedaban todavía en aquello que solo parecia un castillo arruinado en
+los dias de la reconquista.
+
+Ya en este tiempo habia perdido el vulgo la memoria del orígen de
+Azzahra, y sus diseminados vestigios habian hecho nacer entre los
+cristianos vencedores una falsa tradicion respecto del antiguo asiento
+de Córdoba, de que luego participaron los historiadores de mejor
+criterio. Y al hacer el santo rey el repartimiento de Córdoba y su
+tierra entre los ricos-hombres, caballeros y órdenes religiosas que
+habian asistido á la conquista, ya la ciudad de la esclava querida de
+An-nasír habia perdido su nombre por el impropio de _Córdoba la
+vieja_[511].
+
+Con este perseveró desde entonces, y el nuevo nombre contribuyó á que se
+desvaneciese del todo en los siglos sucesivos el recuerdo de una
+poblacion tan novelesca por su orígen, tan interesante por las escenas
+en ella ocurridas, tan maravillosa en todo: que habia rivalizado con las
+mas famosas ciudades orientales y sostenido dignamente el paralelo con
+los soberbios palacios de los reyes Ninivitas, Achemenios, Sassanidas y
+Abassidas.
+
+De _Córdoba la vieja_ se hace mencion en algunos documentos de la edad
+media: ¡de Medina-Azzahra nunca! Aquel asolado campo con su ruinoso
+castillo pasa, no sabemos cuándo, del patrimonio real al patrimonio
+municipal: llega el año 1405, viene á Córdoba un venerable religioso
+gerónimo[512] á solicitar la fundacion de un convento de ermitaños en la
+sierra, y la noble viuda de D. Diego Fernandez de Córdoba, alcaide de
+los donceles, le cede para este piadoso objeto una huerta que poseía
+contigua á _Córdoba la vieja_: la ciudad le dá para el mismo fin en 1408
+las _ruinas del castillo de Córdoba la vieja_, ya propiedad suya. El
+arruinado castillo viene entonces al suelo: los sillares de sus muros
+son acarreados al cerro inmediato donde los padres gerónimos edifican su
+convento; los tableros esculpidos de barro y piedra que los revestían
+caen despezados entre la yerba, donde permanecerán acompañando al sueño
+secular de las otras ruinas anteriores ya sepultadas en aquel _campo de
+soledad_, hasta que un anticuario los remueva y los desdeñe
+desconociendo su procedencia[513], y venga luego otro[514] y los admire
+como lo que realmente son, aunque sin saber tampoco el nombre que
+llevaron. De los despojos aparentes apenas queda alguno útil que los
+buenos frailes no se lleven á su monasterio: cargan con cuantos
+capiteles y fustes de mármol yacen sobre aquella vasta sepultura de
+grandezas; llévanse cuanta piedra les parece acomodada á la construccion
+de su templo, de su claustro, de su capítulo, trazados segun el florido
+sistema ojival terciario; llévanse por fin hasta un cervatillo y una
+cierva de bronce[515] hueco hallados entre los escombros, que quizás en
+otro tiempo habian deleitado en alguna fuente del palacio de Azzahra los
+ojos de su mimosa dueña, y acomodan uno de ellos á un pilon del claustro
+del santo cenobio. A todo esto, nadie sabia ya que hubiese existido
+Medina-Azzahra. Las ruinas de _Córdoba la vieja_ pasaban por reliquias
+anteriores á la dominacion agarena, y deshecho el castillo, no quedó al
+parecer piedra sobre piedra en aquella vasta, ondulosa y verde planicie,
+ya convertida en dehesa.
+
+El erudito cronista de Felipe II que vivió algunos años en el monasterio
+de S. Gerónimo de la Sierra, obcecado con el error vulgar no vió lo que
+saltaba á la vista, esto es, que los fragmentos de arquitectura
+decorativa de mármol, piedra y barro, que se hallaban diseminados por la
+dehesa de _Córdoba la vieja_, eran de la misma casta que la
+ornamentacion del Mihrab de la mezquita mayor[516]. Otro anticuario mas
+perspicaz en estas materias trató de corregir la falsa opinion, y este
+convenció á otros de que aquellos despojos pertenecian á alguna suntuosa
+fábrica de sarracenos[517]. Nada se adelantó sin embargo; las
+antigüedades árabes tenian poco que esperar de la tendencia que tomaban
+á la sazon los estudios arqueológicos.
+
+Fué preciso que pasaran otros dos siglos y que un orientalista dotado
+de ingenio y gracia para cautivar contando las cosas de la España
+árabe[518] en una época en que la ilustracion se ceñia casi
+esclusivamente á lo latino y griego, volviese á pronunciar el nombre de
+_Medina-Azzahra_ para que se despertase entre los literatos y
+anticuarios, con la aficion perdida á las historias de nuestros antiguos
+dominadores, el deseo vehemente de investigar el asiento de aquella
+célebre poblacion. Pero como aquel mismo arabista daba acerca de su
+situacion noticias equivocadas[519], se buscó en vano por muchos años lo
+que tanto se deseaba hallar.
+
+¿Quién habia de imaginarse que las reliquias de los palacios mas
+sorprendentes que vió la España musulmana estaban sepultadas en una
+dehesa de un mayorazgo[520], de la cual ya nadie se acordaba ni aun para
+esclarecer la duda que habian dejado en pié los anticuarios de los
+siglos XVI y XVII? Y sin embargo, la compilacion de historias de la
+España árabe hecha por Ahmed Al-Makkarí, vulgarizada en Europa desde el
+año 1840 por la laboriosidad de otro arabista distinguido[521], nos
+estaba revelando lo que en aquel abandonado campo debiamos prometernos.
+
+[Illustration: Dib. del nat.l y lit.ª por F. Parcerisa
+
+Lit. de J.J. Martinez, Madrid.
+
+FRAGMENTOS DE LOS PALACIOS DE MEDINA-AZZAHRA.]
+
+No está, no, la triste y dolorosa ruina de la mas bella creacion
+monumental arábigo-bizantina donde la buscan todavía muchos apasionados
+de aquel arte. No busqueis el grandioso rastro de Azzahra ni en las
+orillas del Guadalquivir, ni en lo recóndito de la Sierra. Hélo ahí, á
+tres millas de Córdoba entre norte y poniente, donde todos los
+escritores árabes de mas autoridad situaron siempre la hermosa joya. Su
+dicho concorde es mi testimonio, y en prueba de que el arte lo confirma,
+ahí teneis esos fragmentos por mi propia mano recogidos entre la maleza
+y cardizales que cubren la llamada _suerte de S. Gerónimo_ en la dehesa
+de _Córdoba la vieja_. Contempladlos, y os convencereis de que los
+edificios de que formaron parte solo han podido pertenecer á la época
+mas floreciente y á la poblacion mas famosa del Califado andaluz. Ahí
+teneis todos los elementos de la ornamentacion mas bella y graciosa
+que creó el Oriente y regularizó el genio estético de los pobladores del
+Archipiélago: las _postas_ que figuran las olas de la mar; los
+_meandros_ ó _grecas_ de listones que se interrumpen y cortan en ángulos
+rectos; los _enlaces_ ó _entrelazos_, combinacion preciosa de líneas
+rectas y curvas que imita las trenzas del cabello; las _palmetas_, en
+que con la mayor donosura alternan hojas agudas y hojas obtusas, unas
+replegadas hácia dentro, otras hácia fuera, imitacion feliz del _loto_
+asirio y de las palmas fenicia y tebana; el _acanto silvestre_ tan
+parecido á la hoja del punzante cardo; el _tulipan_ y la _flor de loto_,
+graciosa importacion del arte de Persépolis, al cual fué comunicada por
+la arquitectura de Nínive y Babilonia, etc.[522]. Y advertid que además
+de estos pedazos de piedra y barro tan lindamente trabajados, quedan en
+_Córdoba la vieja_ otros de mármol labrados con el mismo esquisito
+gusto, algunos de fondo de color, sobre el cual destacan esos tan
+relevados y bien recortados adornos; y en la huerta de S. Gerónimo no
+pocos capiteles que de allí se sacaron, los cuales podrian sostener la
+competencia con los capiteles corintios del famoso monumento de
+Lisícrates de Atenas[523].
+
+La dehesa de _Córdoba la vieja_, que á los ojos del vulgo no es mas que
+un llano descampado con leves sinuosidades hácia la parte de la Sierra
+en cuya falda apoya, y donde sobre la viciosa vegetacion espontánea
+propia de aquel delicioso clima descuellan de trecho en trecho algunas
+encinas é higueras silvestres, se descubre inmediatamente á los ojos del
+observador atento como vasta ruina de alguna construccion importante, y
+á los del arqueólogo como precioso depósito de una de las páginas mas
+interesantes del libro monumental: página lastimosamente despedazada,
+mas no del todo perdida. Merced á nuestra natural incuria, por regla
+general deplorable, ahora por escepcion benéfica, consérvanse hoy estas
+ruinas próximamente en el estado mismo en que se hallaban á fines del
+siglo XVI y principios del XVII, cuando nos las describian Ambrosio de
+Morales y el licenciado Diaz de Rivas sin saber de cuán noble cadáver
+hacian la filiacion[524]. Algunos preciosos vestigios que ellos vieron
+han desaparecido: quizás han sido cubiertos por la lenta crecida del
+terreno. Lo que hoy allí principalmente se advierte es una elevacion de
+forma cuadrangular y superficie llana de unos ciento setenta pasos de
+longitud, con declives por los tres lados de oriente, poniente y
+mediodia, y por el norte unida á la Sierra con varios montículos de
+figura irregular, no de formacion natural, sino de escombros en que
+facilmente se hallan trozos de piedras bellamente labradas, lastras de
+mármol rotas y otros objetos, con solo remover la masa pulverulenta que
+cubre la yerba. En el centro mismo del límite meridional de la alta
+planicie que domina la llanura, hay un hueco cubierto de espesa maleza,
+como indicio de haber existido allí alguna puerta, y desde este punto de
+la esplanada parte recta al mediodia por lo bajo de la campiña una
+especie de calzada que finaliza en un objeto informe de fábrica de
+argamasa y mampostería, pié tal vez de algun robusto torreon de entrada.
+¿Sería este por ventura vestigio de aquella segunda puerta de entrada
+al alcázar árabe, por donde pasaron á caballo D. Ordoño y su
+introductor Ibn Talmís? ¿Sería aquella otra brecha que hemos visto en el
+declive meridional de la plaza rectangular la subida á la plataforma
+donde se apeó el rey destronado? ¿Ó sería mas bien esta misma plaza
+aquel famoso terrado de los tres pabellones donde tantas cosas
+memorables acaecieron?... Ultimamente, aquella singular planicie, obra
+evidente de los hombres y no de la naturaleza, ¿es un mero terraplen, ó
+es el resultado de un hundimiento que conserve quizá intacta la planta
+baja de alguna construccion palaciana? ¿Quién podrá hoy saberlo? No
+faltan allí en verdad reliquias de grandes construcciones, y cuando otra
+cosa no hubiera, bastaria un soberbio ramal de acueducto que sale del
+costado de oriente de la indicada plaza en direccion S-E., todo
+revestido interiormente de durísima costra de betun liso y bruñido como
+escayola, para persuadirse de la gran probabilidad de poder exhumar en
+este parage muchos tesoros del arte.
+
+Con mala estrella por cierto hemos comenzado nosotros esta obra[525].
+Esperemos sin embargo proseguirla con mejor fortuna; y entonces, si la
+elegante y erudita pluma que hasta ahora con plausible modestia no hizo
+mas que ensayarse en el bosquejo de la historia de la arquitectura en
+España, emprende la árdua tarea que al parecer le está reservada de
+analizar detenidamente todos sus períodos y desentrañar sus
+singularísimos é interesantes sincronismos, quizás donde hoy deja
+lastimada un deplorable vacío[526], tendrá ocasion de trazar con su
+acostumbrada animacion y elocuencia la descripcion fiel de muchas
+bellezas artísticas que creía perdidas.
+
+
+
+
+Capítulo sesto y último.
+
+_La Sierra y la Campiña._
+
+
+Si hubiéramos de detenernos en describir todo lo bueno que la provincia
+de Córdoba debe á la naturaleza, sería interminable nuestra tarea, pues
+siendo la Andalucía el vergel de España, Córdoba es, ó debiera ser al
+menos, el vergel de Andalucía. Quede reservado á los naturalistas el
+encarecer la fertilidad de su suelo[527], la abundancia de sus
+minerales, la hermosura de sus ganados, rivalizando en encomios con
+Plinio y Estrabon acerca de la escelencia de sus frutos; y salven ellos
+como puedan el compromiso de dejar airoso al poeta Estacio[528] que
+tanto elogia la bondad de sus aceites. Nosotros somos los panegiristas
+del arte en primer lugar, y secundariamente de la naturaleza en sus
+bellas manifestaciones.
+
+Los campos de Córdoba y su tierra estan repartidos en _Sierra_ y
+_Campiña_, teniendo por término divisorio entre unos y otros el rio
+Guadalquivir, que atraviesa diagonalmente la provincia de N-E. á S-O.,
+bajando por cerca de Aldea del Rio hácia Palma, donde se le incorpora el
+Genil. La Sierra y sus poblaciones quedan á la derecha de su corriente,
+á la izquierda los pueblos de la Campiña. Parte á esta por mitad el rio
+Guadajoz, llamado de los antiguos rio Salado (_flumen salsum_), que
+atravesando en su nacimiento por la antigua encomienda del castillo de
+_Víboras_ de la órden de Calatrava, sale á lo llano poco mas adelante,
+recibe otras aguas al pié del castillo de Locubin, baña en su curso á
+Castro el Rio fertilizando su deliciosa ribera de huertas por medio de
+azudas que mueve su misma corriente, acércase á las villas de Espejo y
+Santa Cruz, y sigue por Torres-Cabrera su direccion al Guadalquivir, con
+el cual junta murmullos una legua mas abajo de Córdoba. Fertilizaba
+antiguamente este rio cerca de Castro los términos de _Ategua_, pueblo
+famoso por el largo cerco que sostuvo en la guerra de César con los
+hijos de Pompeyo. El Guadajoz es muy celebrado en aquellas guerras
+civiles por los autores que de ellas escribieron.
+
+La parte de la Sierra está naturalmente contornada con una doble línea
+de aguas corrientes y cordilleras, que forman una especie de pentágono
+sobre la márgen derecha del Guadalquivir. Un largo estribo de
+Sierra-Morena que de los confines de la provincia de Ciudad Real baja
+hasta este rio, llevando como tributo al mismo por un lado las aguas del
+arroyo de las Yeguas, por otro las del revuelto y precipitado Jándula,
+es su límite oriental. Forma el septentrional el Guadalmez, que baja
+desde los cerros de Fuencaliente hasta entrar en el rio Zuja faldeando
+uno de los principales ramales de la gran cordillera; y el occidental el
+mismo Zuja y el Rembezar, que naciendo en las dos vertientes opuestas de
+una montaña, corren el uno al norte y el otro al mediodia, aquel al
+Guadiana, este al Guadalquivir. Dentro de este vasto territorio, todo
+ceñido de altas cumbres sin mas salida que la llanura por donde el
+Guadalmez y el Zuja pasan juntos á regar campos de Estremadura, se
+dibujan otras largas cadenas de montañas: una de las cuales lo atraviesa
+todo de levante á poniente, de Fuencaliente á Fuenteovejuna, y es la
+cordillera principal de los _Montes Marianos_, que va vertiendo á uno y
+otro lado las aguas de sus veneros, unas al Guadalquivir, otras al
+Guadalmez y al Zuja, contornando elevadas barreras. De aquellos montes
+se originan el Guadamellato al pié del alto cerro de Nuestra Señora de
+Luna, el Guadalbarbo que recibe las que nacen debajo del castillo de
+Cuzna, el Guadiato que vuelca límpidas ondas de varios arroyuelos del
+término de Belmez; de estas barreras secundarias resultan otros
+riachuelos de menos caudal. Por último, de la gran cadena con que
+Sierra-Morena divide por medio el pentágono de la parte montuosa de
+Córdoba, se desprenden y caen al mediodia como hileras de gigantes
+curiosos de mirarse en la corriente del sacro Bétis, tres principales
+ramales; dos de ellos mueren en la ribera, y el tercero en las altas
+llanuras donde descuellan las ruinas del castillo de Albacar.
+
+¡Cuántos recuerdos encierran estas ásperas cordilleras! Una de ellas, la
+mas oriental, lleva en su mas avanzado estribo el famoso convento de _S.
+Francisco del Monte_, que el caballero cordobés D. Martin Fernandez de
+Andújar fundó á peticion de D. Enrique III y de la reina D.ª Catalina
+cabe las ruinas del antiguo cenobio Armilatense. En él se veneraba la
+piadosa imágen de Nuestra Señora de la Esperanza, hallada segun
+tradicion entre aquellos vestigios; y en sus claustros vivió retirado el
+rey D. Felipe IV durante las carnestolendas del año 1624. Otra, que es
+la mas próxima á Córdoba, ostenta en sus alcores el grandioso y severo
+monasterio de _S. Gerónimo_, construido con los despojos de la preciosa
+Medina-Azzahra; en su cerro de _Nuestra Señora de Belen_ una
+congregacion de rígidos anacoretas, cuyas humildes ermitas son para
+Andalucía lo que Monserrat para Cataluña, lo que la Tebaida para el
+Egipto, lo que el monte Athos para la Rumelia; y al pié de ese cerro la
+famosa _Ruzafa_, que despues de haber sido una de las mas deleitosas
+quintas de los amires, fué patrimonio de la célebre D.ª Leonor de
+Guzman, y despues convento de padres Franciscanos; y hoy... ¡hoy
+desierta y miserable fonda! Otra, que espira dentro de una hoz formada
+en el llano de Hernan-Paez donde traza el Guadiato su última revuelta
+antes de salir brioso á la Campiña, se ilustra con el célebre santuario
+de _Nuestra Señora de Villaviciosa_ y con el valle donde fueron
+bárbaramente inmolados los siete infantes de Lara. Todas estas cadenas
+de montañas y las corrientes que las van acompañando en sus diversas
+ondulaciones, llevan en sus faldas y en sus orillas reliquias de
+poblaciones antiguas, de arruinados monasterios, de castillos derruidos.
+Fuenteovejuna, Azuaga, Belmez, Espiel, Cuzna, Trassierra, son todos
+lugares interesantísimos para la historia de la edad media cordobesa,
+situados á la parte meridional de Sierra-Morena. Lo mismo puede decirse
+de los que ocupan á la otra parte los estribos de la gigantesca
+cordillera y las márgenes del Guadamora, del Guadarramilla, del
+Guadamatilla y del Zuja, como Belalcázar, Santofimia, Hinojosa,
+Torremilano, Villapedroche, Pozoblanco, etc. Muchos de estos lugares
+eran de poblacion considerable siendo España provincia romana; de otros
+que entonces habia en esta parte de la Beturia de los Túrdulos apenas
+queda memoria. Bajo la dominacion de los godos y sarracenos unos
+conservaron su importancia, otros la aumentaron, otros se formaron que
+antes no existian: muy pocos de los antiguos decayeron, porque la
+prosperidad del pais iba siempre en aumento. En los siglos anteriores á
+la reconquista no ofrecia de seguro la Sierra el espectáculo de
+desolacion y pobreza que hoy presenta. Orlaban las faldas de sus
+montañas blancos caseríos; en sus espaciosos valles asentaban risueñas
+poblaciones que se mantenian de la industria, del cultivo y del
+pastoreo; en sus pingües dehesas y cañadas se apacentaban ganados de
+toda especie; tendíanse por sus anchas lomas los viñedos con sus
+lagares, los olivares con sus vigas: por sus frescas vegas los edificios
+conventuales rodeados de granjas y cortijos; y coronaban sus empinados
+cerros fuertes castillos y atalayas, centro aquellos del poderío feudal,
+centinelas avanzadas estas de un Estado robusto y floreciente enclavado
+en tierra enemiga, único medio entonces conocido de comunicar con
+rapidez los sucesos prósperos ó adversos de la guerra. Los arroyos y
+rios que vierte por uno y otro lado la Sierra no llegaban como ahora sin
+merma á la llanura: recogíase su precioso caudal en acequias para regar
+las huertas y vergeles, ó en presas para mover molinos y batanes, ó en
+balsas para otras industrias. Con el producto de estas y del fácil
+cultivo de tan agradecida tierra, sosteníanse muy granadas las rentas de
+las villas, de los señores y de las iglesias. Pero aquella prosperidad
+acabó, y hubo muchas causas para que así sucediese: primero la
+devastadora furia con que pusieron fin al Califado cordobés las guerras
+intestinas de las razas musulmanas agolpadas en Andalucía; luego el
+crecimiento del poder castellano, que despues de la conquista de Toledo
+hizo de la tierra septentrional de Córdoba pais de frontera, y por
+consiguiente de molesto y peligroso vivir; luego causas generales que
+paulatinamente fueron predisponiendo la opinion nacional contra las
+poblaciones de origen islamita; por último la pésima administracion de
+la casa de Austria, que esquilmando á los pueblos para sostener
+descabelladas empresas militares y cegándoles al propio tiempo todas las
+fuentes de la pública riqueza, que era lo mismo que ordeñar la vaca sin
+darle pasto, abrumó á los montañeses de Córdoba con alcabalas y tributos
+que no bastaban á satisfacer sus ya escasos provechos. Todavía aquella
+privilegiada tierra está brindando á sus naturales con su fertilidad
+prodigiosa: fuera de los olivares, naranjales, higuerales, granados,
+cidras damasquinas y moreras de que se cubren sus laderas aun
+negligentemente labradas, produce la montaña sin que intervenga la mano
+del hombre, arrayanes, lentiscos, algarrobos, almezos de dulcísimo
+fruto, pinos, avellanos, castaños y acebuches. Fórmanse naturalmente
+muchos colmenares en las concavidades de sus peñas; el áspero jabalí, el
+tímido gamo, el ciervo corredor, el conejo cauteloso, la pintada perdiz,
+el zorzal viajero, el tordo y el estornino amigos de los cañaverales,
+estimulan al cazador á sus gratas fatigas; y los criaderos de plata,
+oro, cobre, azogue y carbon de piedra que recelan las entrañas de sus
+montes, sirven de incentivo á la actividad del minero codicioso. ¿Y qué
+alicientes no ofrece ella al amante de la bella naturaleza? El valle
+donde está situado el insigne monasterio de S. Gerónimo, con harta
+justicia lleva el nombre de _Valparaiso_, pues nada menos que un Eden
+representa á los ojos su frescura; cerca de este hay otro llamado
+_Vallehermoso_, y tiene tan merecido su nombre, que quien penetra en él
+sin saberlo se lo dá de nuevo. Subiendo por él algun trecho se aparece
+como jardin de amor en un campo de esmeralda _la senda del rosal_,
+llamada así por la estraordinaria abundancia de rosas con que allí plugo
+á la madre naturaleza engalanarse el seno y embalsamarse el aliento:
+delicioso lecho de flores para la enamorada Diana, que solo los vergeles
+de la Ruzafa impregnados de azahar hubieran podido con igual derecho
+disputar al Monte Latmos. ¿Pues qué diremos del _pago de Miraflores_, y
+qué de otros muchos cuyos nombres no conforman menos con sus lindezas?
+
+En esta amenísima Sierra vamos á comenzar, lector amigo, un viaje aéreo
+por toda la provincia de Córdoba, con que pondremos fin á nuestra tarea.
+Y en esta jornada postrera tú y yo, como dos nigromantes de esos que el
+vulgo llama _brujos_, vamos á dar tres grandes vuelos: el primero á modo
+de águilas cerniéndonos sobre las cumbres de las montañas; el segundo
+como ánades por las orillas del Guadalquivir abajo; el tercero como
+alondras que con inciertos giros revolotean en la campiña de aquí para
+allá, atraidas por los destellos de los objetos lucientes, y se
+remontan gorjeando cuando no hallan atractivo en el suelo.
+
+VUELO POR LAS MONTAÑAS. Mira al occidente, cerca del nudo que forman
+Sierra-Morena y la Sierra de los Santos, sobre una colina que domina una
+estensa y pintoresca llanura, entre cerros coronados de torres y
+atalayas arruinadas, la villa de _Fuenteovejuna_, que debe á un acto de
+sangrienta y heróica venganza la inmortalidad á que en vano hubiera
+aspirado como municipio romano[529], como poblacion sarracena guarnecida
+con un cinto de muros y un fuerte castillo, y como recompensa digna de
+los servicios de un gran maestre de Calatrava. Aplica el oido, que su
+nombre suena muy alto y llena toda la comarca, porque es á un mismo
+tiempo grito de gloria y melancólico gemido varonil. Prepárate
+recordando la época en que á la sombra de la autoridad real fuertemente
+constituida, cuajaba en el árbol de la sociedad española la preciosa
+yema del derecho comun, á despecho de las injurias de los ricos-hombres
+que como sañudos vendabales la combatian. Corre el año 1476: un
+orgulloso comendador de Calatrava encastillado en esa villa, sujeta á la
+jurisdiccion de la órden por permuta hecha con el gran maestre D. Pedro
+Tellez Giron, comete contra sus moradores toda suerte de desmanes y
+atropellos: tolera que sus soldados les devoren las haciendas y
+deshonren sus casas; él mismo con violencia les quita sus hijas y
+mujeres. El pueblo cansado de sufrir se conjura contra el insolente
+tirano; ruge el motin á sus puertas apellidando _Fuenteovejuna, vivan
+los reyes D. Fernando y D.ª Isabel y mueran los traidores_. Precipítase
+dentro la turba enfurecida, hombres, mujeres, niños, armados todos de
+espadas, picas, palos y piedras. Trábase en la mas fuerte pieza del
+castillo una encarnizada refriega: catorce criados del comendador mueren
+á sus piés por defenderle: muere luego el magnate, y su cadáver,
+arrojado por una de las ventanas á la calle, es recogido en puntas de
+lanzas y espadas. Acuden las mujeres con adufes y sonajas á celebrar la
+libertad de la villa, y despues los vecinos ancianos quitan las varas y
+cargos de justicia á los que estaban puestos por la órden, y acuden á
+Córdoba sujetándose á su jurisdiccion y pidiendo amparo. Quéjanse del
+agravio los caballeros de Calatrava al rey y al pontífice: ya los reyes
+mandan á la villa jueces pesquisidores. Hélos cabalgando en mulas
+regalonas por la márgen del Guadiato arriba; hé ahí rondando el temido
+tribunal algunos bárbaros sayones dispuestos á manejar contra el
+aterrado vecindario máquinas horribles de tormento de que nunca se hizo
+merecedor. Entran en la tremenda prueba hombres, mujeres, niños, y todos
+la sufren con heróica constancia: medio lugar padece tormento sin
+declarar quiénes dieron la muerte al comendador: _Fuenteovejuna le
+mató_, esclaman todos concordes, significando haber armado Dios contra
+él el brazo del pueblo entero.--¿Quién mató al comendador? vuelve á
+preguntar el obcecado ministro que no comprende tan sublime
+respuesta.--Fuenteovejuna, contestan todos.--¿Quién es Fuenteovejuna?
+pregunta de nuevo aquel.--Todos los vecinos de la villa.--¿Quiénes son
+los vecinos de la villa?--Y vuelve á resonar entre dolorosos gemidos de
+muerte la misma heróica respuesta: _Fuenteovejuna_. Sabedora Córdoba del
+caso, representa inmediatamente á los reyes: los pesquisidores suspenden
+los tormentos: la ciudad prueba los desafueros y tiranías del comendador
+asesinado, y los reyes, convencidos de que su muerte fué castigo del
+cielo, mandan sobreseer en la causa formada al lugar.
+
+Atravesamos ahora la gran cordillera y nos suspendemos, no lejos de la
+confluencia del Guadamatilla con el Zuja, sobre un llano donde descuella
+una poblacion que tiene al norte un cerro ceñido por un arroyo, y en él
+los restos de uno de los mas soberbios alcázares de la España del siglo
+XV. Es _Belalcázar_, nombre dado por el fundador de aquella insigne
+fortaleza D. Gutierre de Sotomayor, maestre de la órden de Alcántara, á
+quien hizo merced de la poblacion el rey D. Juan II. No habia en toda la
+tierra aledaña alcázar de mas estupenda estructura: mil varas de
+estension ocupa todavía su muro de cantería, el cual formaba un gran
+cuadrilátero fortalecido con veinticuatro cubos y defendida por un
+castillo con ocho torres y un foso de treinta piés de anchura. Erigida
+la villa en condado, el nieto del maestre lo gozaba espléndidamente
+establecido en su magnífico alcázar. Su madre D.ª Elvira de Zúñiga,
+temerosa de los estragos que suele causar en los jóvenes de alma mas
+generosa la vida de soldado, le retenia con frecuencia en Belalcázar,
+aunque servia á los Reyes Católicos en su corte y en las guerras contra
+los moros, y el valeroso caballero se daba á la montería, ejercicio muy
+propio de la gente moza y noble en aquellos tiempos. Volviendo un dia de
+una de sus cacerías, y habiéndose separado gran trecho de él sus criados
+persiguiendo á una res herida, advirtió que le seguia muy de cerca un
+hombre alto y amulatado.--Pasad adelante, ó quedaos atrás, díjole el
+conde, viéndole ya muy junto á su caballo.--Deseo tratar en secreto con
+su señoría, respondió el desconocido, cierto negocio de grande
+importancia.--Quedaos atrás, replicó el conde, y en llegando al castillo
+os oiré despacio. Picó al caballo, entró en su alcázar, y de allí á poco
+llegó al puente levadizo el hombre alto y moreno, á quien se permitió la
+entrada por haberlo ya prevenido el dueño. Pidió á este el misterioso
+aparecido hablarle sin testigos: el jóven caballero despidió á sus
+criados presentes, y quedaron los dos solos. Habia sobre una mesa dos
+velas encendidas, porque ya iba cerrando la noche: tendió el brazo el
+huésped y las apagó, y bastaron su rostro de ascua y sus ojos de
+azuladas llamas para dar luz al aposento. Lo que entre los dos pasó allí
+no se sabe: el efecto sí, y fué que el conde de Belalcázar D. Juan de
+Sotomayor, siendo mozo soltero y de aventajadas prendas, renunció su
+estado en su hermano D. Gutierre, y dejando el mundo se hizo religioso.
+Fué muy estremado en todas las virtudes, señaladamente en la humildad,
+pues la misma tierra que habia sido teatro de su alegre mocedad, le vió,
+siendo Fr. Juan de la Puebla, con el hábito de S. Francisco ejercitarse
+en los oficios mas bajos y penosos en servicio de los pobres y de los
+religiosos descalzos que estableció en la comarca. Fué el fundador de
+una provincia de las mas insignes de la órden, la cual teniendo por
+núcleo la ermita de Nuestra Señora de los Angeles, creció antes de la
+muerte del conde santo tan rápidamente, que la Sierra por aquella parte
+se trasformó en un nuevo Carmelo[530].
+
+El condado de Belalcázar con sus lugares, el marquesado de _Santofimia_
+(ó Sta. Eufemia) y las villas de _Hinojosa_ y _Torremilano_, componen lo
+que en la España romana denominaban los escritores latinos regiones de
+los _ossintigisis_. Rasis llama á esta parte de la Sierra _el llano de
+las bellotas_, por estar muy poblada de encinares.
+
+No lo está menos esa otra gran llanura elevada que se estiende á oriente
+entre el tronco principal de la Sierra y el ramal que limita por el
+norte la provincia. Ese dilatado valle formado por las montañas á una
+elevacion de mas de mil quinientos piés sobre el nivel del mar, es el de
+_los Pedroches_, que comprende siete villas habitadas por pastores.
+Verás toda esa tierra, cuya riqueza mineral se esconde en muy profundos
+criaderos de diferentes metales y carbon de piedra, cubierta de dehesas,
+de encinares, chaparros, charnecas, brezos y mata prieta, poblada de
+rebaños y piaras, sin mas industria que el tejido de bayetas y la
+alfarería. Vista la atrevida torre de la iglesia parroquial de
+_Pedroche_, que forma un gracioso obelisco de doscientos piés de altura
+con su segundo cuerpo circular, invencion caprichosa del célebre Hernan
+Ruiz el viejo, autor del insigne crucero de la catedral de Córdoba,
+pasemos adelante: y cruzando el puerto Calatraveño vamos por Espiel y
+Belmez al castillo de Cuzna describiendo una espiral en nuestro vuelo.
+Es rara la poblacion de la Sierra que no tiene su castillo: el de
+_Espiel_, en lo alto del cerro á cuya falda está la villa del mismo
+nombre, se muestra ya tan arruinado que no se reconoce lo que fué: solo
+se divisa á su pié la boca de una gran cisterna; el de _Belmez_ era muy
+principal, está situado en la cumbre de otro cerro: su posicion es tan
+ventajosa, y tan escarpada por todas partes la peña que le sirve de
+base, que parece como que brindaba á construir en ella una fortaleza. Es
+una torre cuadrada con habitaciones de bóveda, de fábrica sarracena,
+tiene un muro guarnecido de cubos cilíndricos y otras obras ya muy
+deterioradas. Fué adjudicado en el siglo XV al gran maestre de Calatrava
+D. Pedro Tellez Giron, el cual lo cedió con Fuenteovejuna á su órden en
+el cambio que hizo por Cazalla y Osuna. Desde su torre se divisaba el
+castillo de Fuenteovejuna por una parte, por otra el de Névalo en
+término de Villaviciosa, el cual le ponia en comunicacion con el de
+Almodovar del Rio: por otra finalmente el castillo de Espiel, desde el
+cual se verian tambien torres de otra línea. El castillo de _Cuzna_
+levantado en lo mas áspero de la Sierra comunicaria al propio tiempo con
+las alturas de Hinojosa, los Pedroches, Santofimia y la Alcudia; así
+toda Andalucía estaba ramificada bajo la dominacion islamita, y aun
+muchos siglos despues, por líneas de atalayas que formaban el
+imperfecto sistema telegráfico de aquellos tiempos.
+
+Vamos ahora por entre los dos rios Guadiato y Guadalbarbo bajando al
+Guadalquivir, y al pasar por encima de _Trassierra_ consagremos una
+mirada de interés á las misteriosas ruinas que al pié de sus escabrosas
+laderas nos hablan de una antigua poblacion cuyo nombre se sepultó ya en
+el mar de hielo del olvido.
+
+VUELO POR LA RIBERA. Lo empezaremos en _Aldea del Rio_, que solo
+nombramos por respeto á la autoridad de Plinio, que con el nombre de
+_Sicia_ la menciona entre los lugares de la jurisdiccion de Córdoba,
+orillas del Bétis. Este en efecto la fecunda por el poniente. Una legua
+mas abajo tenemos un gran pueblo, república _Eporense_ para los romanos,
+para nosotros _Montoro_; villa cercada por el Guadalquivir, fundada
+sobre tres cerros de peña viva y otros tantos valles, toda de casas de
+piedra, con un puente soberbio costeado por sus vecinos antes del año
+1500, para cuya obra, cuentan ellos con entusiasmo, se desprendieron las
+señoras de sus alhajas de oro, plata y piedras preciosas. No acertaré á
+decir si debe su nombre á sus famosos olivares, que hacen de ella un
+verdadero _monte de oro_, ó al toro que sobre un monte campea en sus
+armas simbolizando sin duda la fortaleza de su sitio. Los musulmanes la
+convirtieron en castillo ciñendo sus riberas con altos muros y
+torreones, y cerrando su única salida á la campiña con el fuerte de la
+_Cava_, llamado despues de _Julia_, del que es reliquia ese grueso
+baluarte que ahí ves. Antes que la ganase S. Fernando por las pujantes
+embestidas del capitan D. Domingo de Lara, de quien conserva aun el
+nombre un barrio de la villa, habian otros dos reyes de Castilla,
+Alfonsos ambos, arrojado de ella á los agarenos en 1155 y 1190, poniendo
+el último de ellos por alcaide y adelantado de su frontera á D. Nuño de
+Lara[531].
+
+Vamos al _Carpio_ (antiguo _Martialum_), villa que como un ginete
+siempre dispuesto á romper lanzas cabalga sobre un cerro, en cuya
+cúspide bizarrea como enhiesto airon un fuerte y hermoso castillo.
+Construyóle para los célebres varones Sotomayores, señores de esta
+villa y de Jodar, gloriosos en Gibraltar y Algeciras, en Antequera y en
+Huéscar, un maestro moro llamado Mohammad por los años de 1325[532]. Su
+forma revela desde luego ser obra sarracena. No olvidará este castillo
+los alegres dias que estuvo hospedado en él el rey D. Felipe IV (en
+febrero del año 1624), durante los cuales su dueño el marqués del Carpio
+agasajó y festejó al monarca con una gran cacería en los montes de su
+estado. Yendo del Carpio á Almodóvar del Rio dejamos á la derecha del
+Guadalquivir la antigua _Onova_, hoy _Villafranca_; luego, á una y otra
+márgen, á _Casablanca_ y _Alcolea_; mira en las _Ventas_, donde pastan
+las célebres yeguadas de _la Regalada_, el suntuoso y moderno puente de
+mármol negrizco que escitaba la admiracion del viajero Ponz, y del cual
+dicen los andaluces para ponderar su lindeza, que cuando los soldados de
+Napoleon lo vieron preguntaron _si estaba hecho en Francia_. Queda
+despues sobre la márgen derecha la ciudad de CÓRDOBA. No nos detengamos
+ya en ella; pasemos adelante dejando un suspiro de dolor en las
+solitarias y empobrecidas alamedas del gran rio histórico que la baña.
+
+Dejamos atrás tambien la confluencia de este con el Guadajoz, y despues
+de algunas revueltas llegamos á la villa de _Almodóvar_, en cuyo
+formidable castillo sufrieron rigores de injusta saña D.ª Juana de Lara
+y Haro, señora de Vizcaya, por órden de su cuñado el rey D. Pedro el
+Cruel, y el esforzado señor de Luque D. Egas Venegas, con sus hijos y un
+hermano, por disposicion del prepotente D. Alvaro de Luna, como pago de
+sus heróicas correrías en tierras de moros. Atravesando el rio tenemos
+ahora en frente á _Guadalcázar_, antigua _Carbulo_, donde hoy no
+advertimos mas objeto digno de atencion que un palacio medio arruinado.
+Sus señores los marqueses de Guadalcázar perpetúan en Córdoba la
+descendencia de aquel famoso condestable de Castilla Ruy Lopez Dávalos,
+cuya estrepitosa caida á impulsos de la ambicion de D. Alvaro de Luna
+cuenta la crónica de D. Juan II. Por redundar en gloria de otro
+esclarecido linage de Córdoba, será bien recordemos que quien hizo
+restituir al desgraciado condestable la honra y la hacienda perdidas,
+fué su criado Alvar Nuñez de Herrera, dechado de lealtad y fidelidad
+acrisoladas, el cual se dió tan escelente traza en la buena obra que se
+propuso desde que el condestable se refugió en Aragon, que descubrió y
+probó haber sido falsificados por el secretario del de Luna todos los
+documentos en cuya virtud habia sido condenado su señor como traidor á
+la corona.
+
+Otras dos veces vamos á cruzar el Guadalquivir para hacernos cargo de
+_Peñaflor_ y de _Palma del Rio_. Es la antigua _Ilipa_ (hoy Peñaflor)
+mas nombrada y famosa entre los antiguos que todos los otros pueblos de
+la Campiña. Allí se veían en tiempo de Ambrosio de Morales las ruinas de
+la antigua ciudad y su famoso puerto. Hasta él, dice Estrabon, llegaban
+las naves cargadas de mercaderías. Desde Obulco (hoy _Porcuna_) hasta
+Cádiz, por Córdoba, Peñaflor y Sevilla, se hacia en la Bética un activo
+comercio, porque acudian de naciones estrangeras á contratar á Cádiz,
+subian hasta Córdoba navegando[533], y se llevaban la plata y demas
+metales preciosos de la Sierra dejando en cambio sus manufacturas. Desde
+allí, añade el geógrafo griego, comienzan á levantarse los Montes
+Marianos cargados de plata, y á mano izquierda se tiende la Campiña. A
+poca distancia de Peñaflor, en la márgen opuesta, se descubre la villa
+de _Palma del Rio_, que hicieron famosa en la edad media los grandes
+hechos de armas de sus señores los Bocanegras y los Portocarreros. Fué,
+si bien lo recuerdo, rico-hombre y señor de Palma el famoso almirante D.
+Gil Bocanegra, hermano del duque de Génova, que sirvió á D. Alonso XI en
+Gibraltar y Algeciras sosteniendo con muy pocos bajeles contra un
+emjambre de galeras moriscas uno de los combates navales mas tremendos
+que ensangrentaron las ondas del Mediterráneo. Fuélo tambien el alcaide
+de Alhama Luis Fernandez Portocarrero, que murió en Nápoles, adonde le
+enviaba el Rey Católico á compartir con el Gran Capitan el cargo de
+general en gefe.
+
+VUELO POR LA CAMPIÑA. Dividida esta en dos por la corriente del
+Guadajoz, caen á la derecha _Castro el Rio_, _Bujanlance_, _Cañete_, y
+otras poblaciones de escasa importancia histórica.
+
+En el año 1333 el rey moro de Granada, aprovechando la coyuntura de
+hallarse D. Alfonso XI con los pendones y caballeros de casi toda
+Andalucía entretenido en Gibraltar contra los ejércitos invasores de
+Marruecos, puso cerco á Castro el Río con muy poderosa hueste. Receloso
+Payo Arias de Castro que estaba en Córdoba, de que le quitase de rechazo
+su villa de Espejo, allí cercana, partió con Martin Alonso de Montemayor
+y otros caballeros á socorrer á los sitiados, los cuales, perdida la
+villa y dejando el vestíbulo de su iglesia cubierto de cadáveres, se
+habian refugiado en el castillo tapiando la puerta á piedra y lodo. Payo
+Arias y otros, á quienes pareció temeridad querer en tal estado recobrar
+el lugar, se quedaron en Espejo; el señor de Montemayor siguió adelante
+solo con treinta caballeros: llegó á Castro con gran secreto, halló á
+los moros descansando con los portillos abiertos, y pidiendo favor á
+Dios y á su Santa Madre, se arrojó como un leon sobre ellos y penetró en
+la poblacion. No habia dentro mas que sesenta soldados útiles, los demas
+habian muerto ó estaban mal heridos; juntos con los de Córdoba
+repartiéronse todos con buen órden en los puestos mas peligrosos y
+reparáronlos con maderaje lo mejor que pudieron. Pero ¿cómo defender un
+lugar tan mal guarnecido contra un ejército tan formidable como el del
+rey de Granada, que le combatia con mas de cien mil lanceros,
+ballesteros y honderos, multitud de picos y azadones y toda clase de
+máquinas de guerra? El ingenio y el valor unidos triunfaron de todo: mal
+disfrazado á propósito y con poca cautela, despachó Martin Alonso á
+Córdoba un hombre avisando que viniesen sobre los moros la noche
+siguiente, y brindando á sus caballeros con una grande y fácil
+carnicería: salió bien la traza, porque el correo fué hecho prisionero,
+y temiendo por su declaracion el rey de Granada verse envuelto al otro
+dia por un ejército auxiliar, que en realidad no existia, resolvió
+apresuradamente aprovechar el tiempo que le quedaba para dar al lugar
+una embestida decisiva. Otro aviso bien dirigido llegaba entre tanto á
+los de Espejo. Pujante fué la acometida: valerosa, heróica la
+resistencia. La presencia del señor de Montemayor engrandecia los
+corazones y comunicaba á los sitiados sobrenatural aliento. No ganaron
+los infieles un palmo de terreno: acabábase el dia y los últimos rayos
+del sol poniente arrancaban rojizos destellos á los yelmos de una
+pequeña hueste procedente de Espejo, que iluminada de espaldas aparecia
+en el horizonte como un enlutado escuadron de gigantes. Por seguro tenia
+el granadino que se hubiese alzado contra él toda la tierra: abandonó el
+cerco, levantó el campo dejando en él muchos muertos, y á marchas
+forzadas se volvió á su tierra. Agradeció el rey D. Alonso el gran
+servicio que le habia prestado el señor de Montemayor, y le autorizó
+para que añadiese á sus armas la divisa de la banda entre bocas de
+dragantes, que es la misma que has visto esculpida en el sepulcro de su
+hijo el señor de Alcaudete en la famosa capilla antigua de S. Pedro de
+la catedral. _Castro el Rio_, _Castra Postumia_ en los escritos de
+Hircio y en los comentarios de Julio César, solo conserva de sus
+reliquias romanas una lápida de jaspe encarnado que se cree pertenecia á
+un templo consagrado á Augusto[534]; hoy su aspecto es en todo
+sarraceno. Su parte antigua, cercada de murallas ya medio arruinadas,
+con una sola puerta, ocupa un pequeño cerro. Defendia aquella única
+entrada el castillo de que hemos hecho mencion, unido entonces á la
+muralla por medio de un arco que ya no existe. Durante las turbulencias
+del reinado de Enrique IV por los años de 1466 lo reparó el conde de
+Castro.
+
+En _Bujalance_, que no es en nuestra humilde opinion la _Betis_ de
+Estrabon, ni la ciudad de los _Bursavolenses_ de Hircio, ni la _Vogia_
+de Ptolomeo, sino la _Sacili_ del itinerario de Antonino, solo es bella
+y artística para nosotros la gran fortaleza árabe que la domina,
+edificada por mandado de Abde-r-rahman An-nasír. Forma una plaza de
+armas cercada con un muro fortalecido á trechos con siete torres, en que
+se advierten lastimosas ruinas, y reparaciones del tiempo de la reina
+D.ª Juana.
+
+En _Cañete de las Torres_, señorío de los duques de Medinaceli, hallamos
+descollando en medio de la plaza de la villa otro soberbio castillo con
+sus torres derruidas, en que se marcan todos los modos de construccion,
+el romano, el godo, el sarraceno, el cristiano de la edad media. Tres
+veces la ocuparon los muzlimes: primero en la invasion general que
+arrancó de sus cimientos el trono de Rodrigo, luego en el siglo XIV,
+últimamente á fines del siglo XV cuando los moros llevaron á Granada
+todo su vecindario en cautiverio. Otras tres veces la recobraron y
+repoblaron los cristianos: en 1330 bajo D. Alonso XI, en 1407 durante la
+menor edad de D. Juan II, y en tiempo de los Reyes Católicos D. Fernando
+y D.ª Isabel.
+
+A la izquierda del Guadajoz, entre este rio y el Genil, tenemos el gran
+teatro de muchas proezas consumadas en la secular contienda de España
+contra el islamismo y en sus deplorables guerras civiles, y los señoríos
+de los mas ilustres guerreros cordobeses. _Luque_, rodeada de cerros
+entre el Marbella y el Salado, con su castillo árabe de dos torreones y
+el antiguo palacio de sus señores, nos habla todavía de los Venegas y
+Mendozas, ilustres en Antequera, en Huescar, en las márgenes del Darro y
+del Gareilano. _Zuheros_ y _Doña Mencía_, esta con su castillo, aquella
+al pié de una elevada cordillera de rocas y montañas, conservan celosas
+la memoria de un alcaide, Diego de Cabrera, y de un señor, Alonso de
+Córdoba, que se coronaron de gloria en la prision del rey chico de
+Granada. La villa antigua de _Baena_, en un cerro que lame tímido el
+Marbella, sobre el cual parece haberse empinado para señorear gran parte
+de la campiña hasta divisar las crestas de Sierra-Morena, lleva escritas
+en sus edificios, ya magníficas, ya sangrientas páginas históricas. Allí
+la _Baniana_ romana descubre la veneranda toga de sus ediles y duunviros
+en un panteon subterráneo donde se hallaron en nuestros dias urnas
+cinerarias pertenecientes á la familia Pompeya. Allí ostenta la
+arquitectura cristiana de los siglos medios sus esbeltas curvas ojivales
+en las iglesias de Sta. María y S. Bartolomé; allí el castillo y palacio
+de los condes de Altamira nos trae á la memoria la magnánima defensa
+que contra la acometida del rey moro Mohammad hicieron los caballeros
+Alonso Perez de Saavedra su alcaide, el señor de Cañete Fernando Alonso
+de Córdoba, Payo Arias de Castro, señor de Espejo, y Juan Martinez de
+Argote, señor de Lucena. Háblanos este castillo, mas bien alcázar, de la
+traicion horrenda cometida por D. Pedro el Cruel con el rey Bermejo de
+Granada y los caballeros moros de su séquito, á todos los cuales hizo
+matar en un festin nocturno; háblanos de la prision que entre sus muros
+padeció en 1483 otro rey de Granada, Muley-Baha-dalí; háblanos por fin
+del famoso mariscal de Castilla Diego Fernandez de Córdoba, que con sus
+valerosos hechos dió principio á la ilustre casa de los condes de Cabra
+y duques de Baena. La villa por su parte nos recuerda además de sus
+gloriosas defensas y arrancadas contra los moros granadinos, uno de los
+accidentes mas dramáticos de la menor edad del rey D. Alonso XI (año
+1319). Los infantes D. Pedro y D. Juan gobiernan juntos el reino: el
+infante D. Juan, envidioso de los lauros que ciñe D. Pedro, le propone
+hagan juntos una algarada por tierra de moros para que la gloria de
+ambos sea igual. Admite D. Pedro, pero lo que los hombres disponen suele
+desbaratarlo el cielo. Sale D. Juan de Baena con muy lucida hueste
+formando la vanguardia; D. Pedro sale de Córdoba cubriendo la
+retaguardia con sus caballeros y pendones. Afortunados en sus correrías
+y talas, recogen gran botin, y al cabo de tres dias resuelven regresar á
+su tierra, D. Juan de retaguardia, y delante con los suyos D. Pedro. Lo
+que D. Juan se propone con esta inversion del órden de marcha, Dios lo
+sabe. Noticiosos los granadinos de que la sed acosa á la hueste
+cristiana, salen á picarles la retirada, y sin propósito deliberado de
+trabar batalla la comienzan, con tan buena suerte, que el infante D.
+Juan se ve en el mayor aprieto. Acude á socorrerle el leal D. Pedro: con
+la espada desnuda procura detener á su gente que se desbanda y huye, y
+no pudiendo conseguirlo, tal pasion de ánimo le sobrecoge que se le
+tulle el cuerpo, pierde el habla, y cae muerto del caballo. Avisado D.
+Juan de tan repentina desgracia, desvanécese con el sobresalto, y cae
+tambien muerto en tierra. Cubre la noche el campo, cesa el combate: el
+cadáver de D. Pedro, colocado en una mula enlutada, pasa por Baena con
+direccion á Córdoba en medio de su escuadron que le tributa lágrimas y
+lamentos. El cadáver de D. Juan quedó en poder de los infieles; pero el
+rey de Granada lo envió á su hijo con acompañamiento de luces y lutos, y
+fué llevado á enterrar á Burgos.
+
+_Espejo_, _Fernan-Nuñez_ y _Montemayor_ eran como tres guerrilleros
+avanzados puestos en emboscada por Córdoba detrás de una sierra que les
+servia de barrera contra las acometidas del granadino; así como tenia
+destacadas delante de esa misma sierra, con el Genil por foso, otras
+muchas villas. _Espejo_ debe a su señor Payo Arias un castillo adornado
+de vistosos torreones, hoy propiedad de los duques de Medinaceli;
+_Fernan-Nuñez_ ostenta dos grandes timbres: haber prestado asilo en su
+antiguo castillo á los mozárabes fugitivos en los dias de persecucion y
+martirio, y ser el primitivo solar de la gran casa de CÓRDOBA por la
+donacion que hizo el santo rey á su primer señor Fernan-Nuñez de Temez.
+Un vasto palacio, adornado de pinturas y esculturas, que en el siglo
+pasado edificó el conde D. Cárlos José Gutierrez de los Rios siendo
+embajador de España en Lisboa, sirve como de engaste al único torreon
+que queda de aquella preciosa antigualla. _Montemayor_ desde la cima de
+un cerro árido, donde tiene otro castillo con tres preciosas torres
+góticas, está clamando á las presentes generaciones contra el olvido que
+la injuria. A la orilla del arroyo Carchena que le baña el pié por
+levante, yacen las ruinas del castillo antiguo de _Dos Hermanas_, que
+dió el rey al famoso D. Martin Alonso de Córdoba, fundador del estado de
+Montemayor[535]. El renombre de sus esforzados condes[536] vuela desde
+esas poéticas llanuras hasta las enriscadas cumbres de Alcaudete y de
+Antequera, ilustradas con la generosa sangre de sus guerreros.
+
+Siguen al sur de la mencionada sierra _Montilla_, _Aguilar_, _Cabra_ y
+_Lucena_, que con la Rambla, Montalvan, Santaella, Monturque, Puente Don
+Gonzalo, Castillo-anzur, Benamejí, Priego y Carcabuey, completan el
+cuadro de los grandes recuerdos históricos de la provincia. Si
+_Montilla_ es la antigua _Ulia_, ó bien el _Monte de Ulia_ (_Mons
+Uliæ_), ó como otros pretenden aquella _Munda_ (_Munda illa_) tan famosa
+por haber ganado en su campo Julio César contra los hijos de Pompeyo el
+imperio del mundo, es cuestion que dejaremos ventilar á los mas peritos
+en corografía romana. De todas maneras la orla de la toga pretexta le
+asoma por debajo de su paludamento cristiano en los notables vestigios
+de baños romanos que ofrecen al arqueólogo las fuentes del _Álamo_ y de
+la _Higuera de Belen_, y la llamada _Canteruela de Sta. María_. Tiéndese
+esta ciudad como perezosa bajo la influencia del sol de Andalucía, sobre
+dos elevadas colinas, desde donde registra un vistosísimo horizonte todo
+ceñido de sierras, pues del norte al sur por la parte de levante la
+contemplan Sierra-Morena, las sierras de Jaen, de Martos, de Alcaudete,
+de Doña Mencía, de Priego, de Rute, de Loja, de Lucena, de Cabra y de
+Archidona; y del sur al norte por el lado de poniente la recrean con sus
+azulados festones la peña _de los enamorados_, las alturas de Colmenar,
+de Antequera, Teba, Estepa, Osuna, Medina-sidonia, Écija, Carmona,
+Constantina y Cazalla. Tuvo en su parte mas alta un hermoso castillo,
+edificado por D. Pedro Fernandez de Córdoba, padre del Gran Capitan, y
+en el cual nació este invicto héroe; pero el rey D. Fernando el Católico
+lo mandó demoler para castigar al marqués de Priego por haber tenido
+preso en él á Fernan Gomez de Herrera. Dícese que tenia treinta torres y
+que era una de las fortalezas mas insignes de Andalucía. Fué Montilla
+señorío de los marqueses de Priego, de la casa de Aguilar, que produjo
+varones tan distinguidos en las campañas contra los moros de Antequera y
+de Granada.
+
+Baja ahora recto al sur, y en cuanto cruces el rio Cabra verás alzarse á
+tu frente, formidable todavía aunque desmantelado, el castillo árabe de
+_Aguilar_ sobre el cimiento de la antigua fortaleza romana de _Ipagro_,
+y en la cumbre de una de las cuatro colinas por las cuales se dilataba
+la villa sarracena de _Poley_. Cuando los Aguilares[537], los
+Coroneles[538] y los Fernandez de Córdoba[539] habitaban este castillo,
+resonaban en su torre de homenage ¡cuántos juramentos de fidelidad
+noblemente cumplidos; en sus altos salones cuántos clamores de júbilo
+los dias de cacería, de fiestas, de bodas; cuántas bendiciones en su
+soportal embovedado, adonde acudian los pobres de la comarca; cuántos
+gritos de victoria y sinceros parabienes por todo su ámbito, desde los
+baluartes esteriores hasta los elevados chapiteles de las torres, cuando
+sus dueños volvian triunfantes de las sangrientas lides con los
+infieles! ¡y cuántos ayes lastimeros no se habrán exhalado de sus
+fuertes muros cuando murieron uno tras otro en Algeciras aquellos dos
+hermanos, los ricos-hombres D. Gonzalo y D. Fernando Ibañez de Aguilar,
+sus bizarros señores! No hacia menos interesante este castillo la
+malhadada suerte de su dueño D. Alonso Fernandez Coronel, sitiado en él
+por el rey D. Pedro en persona y por el maestre de Alcántara D. Juan
+Nuñez de Prado, vencido tras una obstinada defensa y en sus propios
+estados degollado. Pero los vandálicos agentes del positivismo moderno,
+para quienes estos monumentos de nuestra antigua historia feudal solo
+son tolerables en las novelas, han desbaratado por muchas partes esta
+insigne fortaleza teatro de sucesos tan importantes, cuna de tantos
+esclarecidos varones. ¡Sus sillares ¡profanacion inaudita! han venido á
+tierra derrumbados para mejorar el piso de las aceras de la
+poblacion!... ¿Qué juzgarian de las autoridades _ilustradas_ que tales
+cosas mandan los hombres de aquellos siglos que llamamos de ignorancia y
+oscurantismo, si pudieran en sus empolvados sepulcros interrumpir su
+sueño de muerte? Pero las autoridades _ilustradas_ se rien de los
+difuntos. Bajando de Aguilar hácia el Genil se encuentra á cosa de una
+legua el maravilloso _Lago de Zoñar_ en un valle abierto que forman unos
+cerros de poca altura, ocupando de septentrion á mediodia mas de un
+cuarto de legua. Su agua es salobre y su hondura muy grande, sin que se
+comprenda de dónde le viene aquel caudal. Dícese que un año de copiosas
+lluvias creció mucho y anegó las tierras circunvecinas, y los
+labradores, temiendo otro daño semejante, lo sangraron haciéndole canal
+hasta el rio de Aguilar que pasa harto mas bajo. Por ese canal empezaron
+á subir peces, y holgándose en aquella anchura, hicieron en breve
+considerable cria, que fomentó luego el marqués de Priego D. Alonso de
+Aguilar, señor del estado. Edificó este tambien una linda casa sobre el
+lago, adornándola con jardin, huerta y bosque, y otros deliciosos
+atractivos. Dirijamos el vuelo derecho á levante hácia el nacimiento del
+Monturque.
+
+Llegamos á _Cabra_, tan famosa por su sierra[540], por su nava[541], por
+su sima[542], por su origen griego[543], por su antigüedad romana, por
+sus obispos, por sus condes, por las sangrientas contiendas de su
+detentador D. Juan Ponce de Cabrera con la órden de Calatrava, por la
+dura esclavitud que un rey de Granada impuso á todos sus moradores, por
+la reconquista y cesion á D.ª Leonor de Guzman que de ella hizo el rey
+D. Alonso XI; y me preguntas asombrado dónde está su poderoso castillo.
+Disfrazado de palacio, en una de las montañas que circundan el fértil y
+pintoresco valle en que se estiende la moderna villa, muestra de su
+antigua estructura una sola torre y varios torreones desmochados
+pertenecientes á su circunvalacion esterior; pero si registras diligente
+sus ruinas, hallarás su primitivo y vasto recinto en lo que se llama hoy
+_Plaza de armas_, donde los siglos han ido acumulando edificios. Esa
+torre que ves no perteneció al primer castillo de Cabra, que el rey de
+Granada lo devastó completamente en 1333 cuando á la manera de los reyes
+de Oriente se llevó toda su poblacion cautiva: es obra de los
+repobladores cristianos del décimocuarto siglo. El mariscal de Castilla
+D. Diego Fernandez de Córdoba, señor de Baena, lo obtuvo, con la villa
+erigida en condado, del rey D. Enrique IV, y de su casa pasó á la de
+Sesa, y despues á la de Altamira, cuyo primogénito lleva el título de
+conde de Cabra.
+
+Hemos dicho que fué esta villa cedida á la célebre favorita de D. Alonso
+XI: tambien lo fué la entonces villa de _Lucena_, con su castillo, no
+muy distante de Cabra al mediodia, por permuta hecha con el obispado de
+Córdoba al cual se habia adjudicado en el repartimiento del año 1249.
+Sus alcaides y señores los Argotes aumentan con su merecido renombre el
+lustre que le dan las bellezas del arte y de la naturaleza, su iglesia
+ojival de S. Mateo, el palacio de los duques de Medinaceli, sus hermosos
+paseos sombreados y embalsamados con naranjos y cinamomos, su deliciosa
+campiña resguardada de los ateridos vientos del norte por la magnífica
+sierra de Araceli.
+
+_Priego_, que reconoce por señores á los de Aguilar y Montilla;
+_Benamejí_, ganada á los moros por el vencedor de Benamarin y
+embellecida con un soberbio puente por su señor el mariscal Diego de
+Bernuí Orense[544]; _Rute_, arrebatada al rey moro de Málaga por aquel
+desgraciado infante D. Pedro á quien vimos poco há salir triunfante
+contra los granadinos y regresar á Córdoba cadáver sobre una enlutada
+mula; _Santaella_, cuya antigua fortaleza está pregonando hazañas de su
+alcaide Luis de Godoy: son lugares en que la historia de la arquitectura
+militar tiene datos abundantes que recoger y consignar antes que se
+reduzcan á polvo sus ya destrozados castillos.
+
+Todos los que en la provincia fueron magnífica muestra de su antiguo
+poderío van siguiendo paulatinamente la suerte de sus señores. Aquellos
+esclarecidos linages que dieron á España vireyes, embajadores,
+adelantados, ricos-hombres, duques, condes, marqueses, señores de
+vasallos, prelados, pages y damas de reyes, maestres, comendadores y
+caballeros de órdenes militares, de la Banda y del Toison, de S. Juan y
+de S. Jorge; aquellas ilustres y grandes casas que ganaron estados y
+blasones en las guerras de Andalucía, de Castilla, de Aragon, de
+Portugal, de Oran y Mazalquivir, de Italia, de Flandes, de las Indias
+Occidentales, perdieron su influencia en el Estado, dejaron de ser los
+pilotos de la gran nave de la monarquía española. ¿Qué mucho que los
+asientos de su antiguo poderío se vayan desmoronando abandonados, si ya
+los grandes no son los fuertes; si constituida la sociedad sobre la base
+de que toda ley y toda justicia emanan del trono y de la representacion
+nacional, queda abolido el ministerio público de la aristocracia; si en
+aquellos baluartes, en aquellos salones, en aquellas torres de homenage
+no hay ya asaltos que rechazar, agravios que reparar, cuestiones que
+decidir, juramentos que prestar? Cada época tiene sus necesidades.
+
+Es llegado el momento de abandonar la hermosa provincia en que hemos
+tenido tantas cosas que admirar en la naturaleza, en el arte, en las
+acciones de los hombres. Descansemos de nuestras correrías y vuelos, y
+preparémonos á cruzar el Genil para emprender por la bendecida tierra de
+Sevilla nuevas y no menos interesantes peregrinaciones[545].
+
+ FIN.
+
+
+
+
+Indice de las materias contenidas en este tomo.
+
+
+ PÁGINAS.
+
+INTRODUCCION.--Despedida de Granada: paralelo
+entre la Alhambra y la Mezquita de
+Córdoba: pág. 7.--Escitacion al viaje
+por la tierra de Sevilla y Cádiz: 13.
+
+CAPÍTULO I. _Primeras impresiones recibidas
+en Córdoba. Ojeada general sobre su historia._ 25
+
+CAPÍTULO II. _Catedral de Córdoba._ PARTE
+PRIMERA: _la Mezquita_. 57
+
+Preparacion general al estudio de la Mezquita
+y de la Catedral: pág. 58.--Restauracion
+ideal de la Mezquita ó Aljama:
+conjetura fantástica con datos históricos
+acerca de su fundacion: 65.--Idea de
+Abde-r-rahman I al erigirla: estado del
+mundo en su tiempo: 74.--Compra de
+la antigua basílica catedral de los cristianos
+y noticia general de la condicion de
+estos bajo los sarracenos: 84.--Demolicion
+de la basílica y ereccion de la Aljama
+de Abde-r-rahman I: 96.--Muerte de
+este amir: ceremonias fúnebres y entierro
+que se le hace: 100.--Continúa Hixem I
+la obra y la termina: descripcion
+de la Aljama primitiva: 105.--Rivalizan
+los Umeyas de Córdoba con los Abassidas:
+obras suyas en la Mezquita: 109.--Seduccion
+que la cultura mahometana ejerce
+en la grey cristiana sometida, y fortaleza
+de los que perseveran en la fé de
+Cristo: 117.--Sensualismo asiático: _razon
+de Estado_ á falta de celo religioso:
+persecucion y martirios: 132.--Vicios
+en la constitucion de la familia musulmana:
+condicion de la mujer: la poligamia,
+el divorcio, etc.--Lucha de la verdad
+con el error: 134.--Abnegacion y caridad
+de los mártires: 142.--Crítica de
+los ritos y ceremonias muzlemitas: 146.--Apostasías
+entre los mozárabes: 160.--Por
+qué los cuatro sultanes que suceden
+á Hixem I no dejan en la mezquita obras
+grandes: 164.--Paralelo entre el arte
+musulman y el arte cristiano: aplicacion
+de la fábula de Cástor y Pólux: 167.--Obras
+de Abde-r-rahman An-nasír: carácter
+bizantino de la arquitectura bajo
+su reinado: 172.--Obras de Al-hakem II:
+prolongacion de la mezquita y artistas de
+Constantinopla que trabajan en ella: las
+dos maksurahs: el Mihrab y su vestíbulo:
+174.--Estado de la Europa Cristiana
+y su arte al terminar el siglo X: 186.--Decadencia
+del arte arábigo en tiempo
+de Almanzor: ensanche dado por éste á
+la Mezquita: la tribuna de la Alicama: la
+cámara de la limosna: 190.--Crecimiento
+progresivo del Estado y del arte en la
+España cristiana: hechos que preludian
+la caida del Califado cordobés: 207.--Conquista
+de Córdoba por S. Fernando: 214.
+
+PARTE SEGUNDA. _Ereccion de la Mezquita en Catedral._ 218
+
+Empiezan en ella á fundarse capillas: carácter
+general de estas construcciones: 222.--Fundacion
+de la primera Catedral cristiana:
+implantacion del arte ojival de Occidente
+en la Mezquita árabe: 224.--Tolerancia
+artística: perpetuacion del estilo
+musulman: restauraciones moriscas: de
+quiénes fueron obra: 228.--Estado y
+condicion de las personas de la secta
+vencida: moros _mudéjares_: 232.--Continúan
+las fundaciones de capillas: principio
+del culto al arcángel S. Rafael declarado
+patrono de Córdoba: 237.--Poder
+de la fé en el décimotercio siglo: hechos
+y reflexiones: 239.--Período de
+turbulencias, desfavorable al arte: transaccion
+con la cultura islamita: asociacion
+de elementos opuestos: sincronismo en
+el arte, en la literatura, en las costumbres,
+en la política: fundacion de la capilla
+real por D. Enrique II: 242.--Amalgama
+de los estilos gótico y sarraceno:
+su razon histórica y filosófica: 248.--Tracto
+del siglo XIV al primer tercio del XVI:
+fundaciones de este período y memorias
+referentes á la historia de la Catedral hasta
+la ereccion del nuevo crucero: 255.--Historia
+de la edificacion de la Catedral
+nueva: 276.--Marcha del arte durante
+su construccion: el _renacimiento_ y sus
+causas: razon de las diferencias entre el
+renacimiento italiano y el _plateresco_ español:
+291.--Descripcion de la Catedral:
+hállanse en ella obras de todos los
+estilos desde el plateresco hasta el _churrigueresco_:
+301.--Siguen las fundaciones
+de capillas: viaje de Felipe II á Córdoba:
+309.--Fisonomía de la arquitectura
+en el siglo XVII y primera mitad del
+XVIII: memorias de la Catedral en este
+período: 317.--Resúmen del estudio hecho
+en este templo: 339.
+
+CAPÍTULO III. _Córdoba mozárabe._ 341
+
+Triste condicion de los mozárabes cordobeses:
+cisma introducido entre ellos:
+retrato ligero de algunos apóstatas: 342.--Iglesias
+y monasterios de los mozárabes:
+forma general de las basílicas: 347.--Santos
+y doctores insignes que florecieron
+en ellas: 357.--Culto y ritual
+mozárabe: 359.--Los monasterios de la
+ciudad y de la sierra, y mártires que
+produjeron: 361.--Aspecto general de estas
+construcciones, y de la vida monástica
+en los siglos IX y X: 367.--Cuadro
+de la gran persecucion que sufren las
+iglesias y monasterios en Europa de parte
+de los bárbaros del norte y de los sarracenos:
+destruccion de los templos y monasterios
+de Córdoba: 379.--Renuévanse
+las persecuciones al acercarse la hora
+postrera del Califado: dispersion y cautiverio:
+384.
+
+CAPÍTULO IV. _Panorama de Córdoba en su estado actual._ 387
+
+La muralla y sus puertas: 389.--El alcázar:
+391.--El puente y la Calahorra:
+395.--Iglesias, conventos y capillas:
+397.--Edificios árabes y moriscos:
+404.--Edificios del renacimiento: 405.
+
+CAPÍTULO V. _Medina-Azzahra._ 407
+
+Construccion de sus alcázares: 408.--Descripcion
+de sus bellezas, y escenas
+memorables en ellos ocurridas: 410.--Su
+Mezquita: 417.--Abandono y ruina
+lenta de estos palacios: 418.--Cómo se
+fué paulatinamente olvidando la memoria
+de esta maravillosa poblacion: 419.--Sus
+ruinas existen en la dehesa de _Córdoba
+la vieja_: carácter de los fragmentos
+que hemos recogido en ellas: 422.
+
+CAPÍTULO VI Y ÚLTIMO. _La Sierra y la Campiña._ 426
+
+Vuelo por las montañas: Fuenteovejuna,
+Belalcázar, Pedroche, Espiel, Belmez,
+Cuzna, Trasierra: 431.--Vuelo por la
+ribera: Aldea del Rio, Montoro, el Carpio,
+Villafranca, Alcolea, Almodóvar,
+Guadalcázar, Peñaflor, Palma del Rio:
+435.--Vuelo por la campiña: Castro el
+Rio, Bujalance, Cañete, Luque, Zuheros
+Doña Mencía, Baena, Espejo, Fernan-Nuñez,
+Montemayor, Montilla, Aguilar
+y el Lago de Zoñar, Cabra y su Sima,
+Lucena, Priego, Benamejí, Rute, Santaella:
+conclusion: 438.
+
+
+
+
+Guia para la colocacion de las láminas.
+
+
+ PÁGINAS.
+
+Portada.
+
+Curvas de los arcos empleados en los diversos
+estilos arquitectónicos. 9
+
+Córdoba desde el castillo de la Calahorra. 57
+
+Puerta del Puente, llamada por equivocacion _puerta de Sevilla_. id.
+
+Puerta de las Palmas, desde el patio. 107
+
+Interior de la Mezquita. 156
+
+Puerta de las Palmas. 172
+
+Capilla del Mihrab. 180
+
+Idem por ángulo ó interior de la capilla del Mihrab. 181
+
+Ángulo de un tablero del Mihrab. 182
+
+Plano de la Mezquita. 192
+
+Esterior de la Mezquita. 198
+
+Ornamentacion de una de sus puertas. id.
+
+Capilla de Villaviciosa. id.
+
+Puerta del Perdon. 271
+
+Patio de la Catedral. 274
+
+Plano de la Catedral. 279
+
+Interior de la Catedral. 304
+
+Puerta lateral de Sta. Marina. 349
+
+Alamedas del Guadalquivir, con el puente y la Calahorra. 395
+
+Iglesia de Sta. Marina. 397
+
+Iglesia de S. Lorenzo. 398
+
+Detalles: roseton de S. Miguel. 399
+
+Torre de S. Nicolás de la villa. id.
+
+Claustro del convento de franciscanos. 402
+
+Hospital de Espósitos. id.
+
+Detalles de la fachada del mismo. id.
+
+Vista de Córdoba desde los Mártires. 404
+
+Capilla del hospital del Cardenal. id.
+
+Casa de Gerónimo Paez. 406
+
+Fragmentos de los palacios de Medina-Azzahra. 423
+
+ * * * * *
+
+
+NOTAS:
+
+[1] Véase la página 220 del tomo de Granada.
+
+[A] Véase la lámina de detalles que acompañamos con el objeto de dar á
+conocer las clases de curvas citadas en esta y en otras páginas de este
+tomo.
+
+[B] Esta M y la D que antecede son copia de un libro manuscrito de la
+Biblioteca Colombiana de Sevilla.
+
+[2] Esta palmera era entonces la única que habia en España. A ella
+dedicó el mismo Abd-el-rhaman los tan famosos versos:
+
+ Tú tambien, insigne palma,-- eres aqui forastera;
+ De Algarbe las dulces auras-- tu pompa halagan y besan:
+ En fecundo suelo arraigas-- y al cielo tu cima elevas:
+ Tristes lágrimas lloráras,-- si cual yo sentir pudieras:
+ Tú no sientes contratiempos,-- como yo de suerte aviesa;
+ A mí de pena y dolor-- contínuas lluvias me anegan;
+ Con mis lágrimas regué-- las palmas que el Forat riega;
+ Pero las palmas y el rio-- se olvidaron de mis penas.
+ Cuando mis infaustos hados-- y de Alabás la fiereza
+ Me forzaron á dejar-- del alma las dulces prendas:
+ A tí de mi patria amada-- ningun recuerdo te queda;
+ Pero yo triste no puedo-- dejar de llorar por ella.
+
+
+[3] Es preciso, dice Viardot, que los estragos cometidos por los
+vencedores en los hermosos campos inmediatos al Guadalquivir fuesen de
+todo punto escesivos y que su poblacion hubiese sido desterrada como la
+de la ciudad; porque cuando Fernando despues de su partida dejó algunas
+tropas para guardar la frontera y proteger á los nuevos habitantes, á
+quienes habia llamado de todos los puntos de la España cristiana, fue
+forzoso durante muchos años enviar de Castilla á Córdoba víveres de toda
+especie para disminuir la horrible escasez que en ella se sufria. (Hist.
+de los árabes y los moros de España.)
+
+[4] Sobre la conservacion y reparacion de estos muros hemos encontrado
+las disposiciones siguientes: Item, mando y concedo que la fábrica del
+muro conste siempre de los frutos y provechos y rentas reales. (Fuero de
+Córdoba.)--Conocida cosa sea á todos los omes que esta carta vieren
+cuerno yo D. Alfonso por la gracia de Dios, rey de Castiella, etc., do é
+otorgo al Conceio de Córdova á los que agora son é serán daqui adelante
+para siempre jamas quinientos maravedises cadaño para labrar los muros
+de la villa de Córdova et póngolos que los ayan cadaño en el mio pecho
+que me an adar los moros del Alhama de Córdova. Et mando á los moros de
+la sobredicha Alhama que gelos den cadaño por la Sant Miguel assi como
+los davan á mi... (Carta dada en Toledo á 18 de mayo, era de 1292.
+Archivo municipal de Córdoba, legajo A. número 25.)--Dámosles é
+otorgámosles para siempre jamas el montadgo de Córdova et de so término
+para la lavor de los muros de la villa é de los castiellos que en so
+término son... (Carta del rey D. Sancho dada en Burgos el sábado 20 de
+noviembre, era de 1326. Arch. mun. de Córdoba. Cajón A. núm. 79.)
+
+[5] Las disposiciones mas ámplias de este fuero son las siguientes: Y
+mando, que no sean prendados asi los caballeros como los ciudadanos de
+Córdova en todo mi reyno.--Item, ellos y sus hijos y sus herederos
+tengan todas sus heredades firmes y estables perpetuamente, y vendan y
+compren unos de otros hasta lo que ellos quisieren, y qualquier de ellos
+haga de su heredad segun su voluntad: y si yo quitare á alguno de ellos
+heredad alguna por ira ó por injusticia sin culpa manifiesta, que en
+virtud de este privilegio le sea vuelta.--Item, mando que en las
+heredades que tuvieren en qualquier tierra de mis reynos y de mi señorío
+no entren Sayones en ellas ni Mayorinos, pero sean catadas y exentas.
+Esto hago por amor del pueblo de la ciudad de Córdova.--De aqui adelante
+si algun hombre cayere en homicidio ó en algun livor sin su voluntad, y
+se provare por testigos verdaderos, si diere fiador, no sea metido en la
+cárcel, y si no tuviere fiador, no sea llevado á ninguna parte fuera de
+Córdova; pero solamente sea preso en la cárcel de Córdova, y no pague
+sino la quinta parte de la calumnia.--Item, quiero y mando estatuyendo,
+que la ciudad de Córdova nunca sea prestimonio de alguno, ni haya en
+ella otro señoreador sino yo y mis succesores, ni hombre ni
+muger.--Item, concedo y estatuyo, que todo hombre que fuere justiciado,
+sus herederos hayan sus bienes, si no fuere por haber muerto algun
+hombre sobresalvo, ó muerto algun hombre en tiempo de tregua ó si no
+fuere justiciado por moneda falsa, ó por haver muerto algun hombre
+estando seguro, ó si no fuere falsario, ó herege; y de qualquiera que
+fuere justiciado por estas causas sobredichas, el rey haya sus bienes,
+etc., etc. (Fuero de la ciudad de Córdoba concedido por el Santo rey
+Fernando III. En el Arch. mun. de la misma ciudad existe una carta, en
+latin fecha en Toledo á 18 de abril, era de 1279, y otra en castellano
+fecha en Córdoba á 3 de marzo del mismo año.)
+
+[6]...dono itaque vobis et concedo castellum de Almodovar el castellum
+de Durio, et castellum de Chilon el castellum de Sancta Eufemia et
+castellum el villam de Gahet et villam que vocatur Petroche et castellum
+de Mochuelos. (Privilegio del rey D. Fernando el Santo dado en Toledo á
+24 de julio, era de 1281. Arch. mun. de Córdoba, legajo V, núm.
+34.)--Fueron concedidas posteriormente á Córdoba algunas otras villas,
+entre ellas las de Cabra y Santaella por D. Alfonso, la de Constantina
+con todas sus pertenencias por D. Sancho. (Arch. mun.)
+
+[7] Hemos encontrado en el Archivo municipal de Córdoba dos cartas de D.
+Carlos y la reina D.ª Juana declarando francos de todo tributo por
+espacio de diez años á los que pasasen á morar en Córdoba con promesa de
+residir en ella cuando menos veinte. (Estas dos cartas no están
+numeradas.)
+
+[8] Córdoba sola contenia, segun los geógrafos árabes, doscientas mil
+casas, seiscientas mezquitas, cincuenta hospitales, ochocientas escuelas
+públicas y novecientos baños. Este detalle parece á primera vista
+increible y fabuloso; mas yo ni aun lo supongo exagerado. Si se da el
+nombre de casa, no a los edificios de nuestras ciudades modernas, sino á
+la habitacion de cada familia; el de mezquita á cada lugar consagrado, á
+cada pequeña capilla; si se recuerda que una mezquita no podia existir
+sin escuela, y que las abluciones eran indispensables como el rezo, se
+reconocerá que la ciudad y los arrabales de la capital del Imperio
+podian muy bien contener ese prodigioso número de edificios diversos.
+(Viardot, hist. de los árabes y los moros.)
+
+[9] En premio de estos servicios el infante D. Sancho, ya rey, donó al
+concejo de Córdoba las villas de Baena, Luque y Zuheros. Consta de la
+siguiente carta: Sepan cuantos esta carta vieren: Como nos D. Sancho por
+la gracia de Dios rey de Castiella, de Toledo, de León, de Galicia, de
+Sevilla, de Córdoba, de Murcia, de Jahen, é del Algarbe, por muchos
+servicios que vos el Conceio de la noble cibdad de Córdoba fiziestes al
+rey D. Fernando nuestro abuelo é al rey D. Alfonso nuestro padre é á nos
+antes que regnássemos é despues que regnamos: et porque el infant D.
+Johan nuestro hermano se levantó contra nos et nuestro señorio muy
+falsamente et como non devie por deseredar á nos et á la reina nuestra
+mugier et á nuestros fijos: non conosciendo muchas mercedes que nos le
+fiziemos et señaladamiente quel sacáramos de la prision onde non deviera
+salir por los sus merecimientos é desconociéndose contra nos: damos vos
+et otorgamos vos las villas de Baena, et de Luque, et de Zuheros con sus
+castiellos et con todos sus términos et con montes é con fuentes, con
+rios, con exidos, con entradas et con salidas et con todas sus
+pertenencias cuantas an et deueh aver, que las ayades é que sean vuestro
+término para siempre jamas. Salvo ende que los alcaides que estos
+castiellos touieren que sean nuestros vasallos, et vuestros vecinos é
+que los tengan por nos et vos que les paguedes las tenencias segunt que
+lo nos ordenaremos et que pongades vos y alcaldes é alguaciles por nos
+et por vos asi como en los otros logares de vuestro término, et que se
+judgue por aquel mismo fuero que vos auedes. Et pugnat en las cobrar et
+en las aver, et nos otorgamos vos de vos las nunca toller et de non las
+dar al infant D. Johan nin á otro ninguno. Et desto vos mandamos dar
+esta nuestra carta seellada con nuestro seello de cera colgado en que
+escriviemos nuestro nombre con nuestra mano. Dada en Palencia ocho dias
+de marzo, era de mill é trezientos é treinta é un año.--Nos el rey D.
+Sancho.
+
+[10] En este sitio de Córdoba por Mohammad y el rey D. Pedro fue
+aportillado el muro por varias partes y tomado el Alcázar. Cuentan que
+en tan grave apuro salieron las mugeres á la calle logrando infundir tal
+valor en el ánimo de los sitiados, que arrojándose estos de improviso
+sobre el enemigo, le rechazaron con muerte de muchos y le obligaron á
+levantar el campo. (Crónica del rey D. Pedro.)
+
+[11] En estas guerras declaróse por el rey el conde de Cabra D. Pedro
+Fernandez de Córdoba, por los enemigos del rey D. Alonso de Aguilar, uno
+de los personages mas influyentes en toda la Provincia. Este hecho
+produjo en Córdoba dos bandos que la tuvieron en continua alarma con sus
+sangrientas escisiones. Sabedor de ellas Enrique IV, se trasladó á la
+ciudad para tranquilizarla; pero no logró sino enconar mas y mas los
+ánimos por haber tratado con igual dureza á los que hicieron armas
+contra él y á los que le fueron leales. El desacierto de Enrique IV era
+igual en todo.
+
+[12] Llamábase el inquisidor Diego Rodriguez Lucero: era tal el rigor
+con que trataba á los reos, que el pueblo se amotinó al fin contra él, y
+le obligó á escaparse en una mula. El cardenal Jimenez no pudo menos de
+mandarle prender y castigarle para dar á la institucion algun viso de
+legalidad y de justicia.
+
+[13] Supone la tradicion que el conde estaba en Madrid cuando recibió la
+noticia de su deshonra. Partió inmediatamente para Córdoba, dicen los
+que refieren el hecho, y aguardó que anocheciera para entrar en su casa
+por las tapias de una huerta. Colocóse secretamente en parte desde donde
+pudiera acechar á los supuestos cómplices, los vió en el acto de cometer
+el adulterio, y tiró al punto de la espada. No dió un solo grito, no
+profirió siquiera una palabra: recorrió el palacio y mató no solo á los
+adúlteros, sino á toda su numerosa servidumbre. Sentóse al fin y
+preguntó á un negro que le acompañaba: ¿qué le parece mi venganza? No
+bien hubo oido de él _bien lo hemos hecho, señor_, le pasó de una
+estocada. No pudo resistir á la idea de que sobreviviese su cómplice á
+tan bárbara matanza.
+
+[14] Este palacio, llamado Alcázar Viejo, habia ya dejado de existir á
+fines del siglo XIV. Leemos en una carta dada por D. Enrique á 12 de
+marzo de 1399: vi vuestras peticiones selladas de vuestro sello que me
+enbiastes con Ruy Mendez de Soto Mayor, mi vasallo, veinte y quatro
+desta cibdad, entre las quales decides quel mi alcázar viejo que es de
+tras del alcázar nuevo de esa dicha cibdad que es _un corral
+despoblado_, etc. En virtud de estas peticiones lo cede el rey á sus
+vasallos de Valesta para que lo pueblen y labren en él sus casas. (Arch.
+mun. de Córdoba, leg. G, núm. 10.)
+
+[15] En esta torre se lee: En nombre de Dios. Porque los buenos fechos
+de los reyes no se olviden, esta torre mandó facer el muy poderoso rey
+D. Enrique, é comenzó el cimiento el doctor Pedro Sanchez, corregidor de
+esta ciudad, é comenzóse á sentar en el año de nuestro Señor Jesucristo
+de 1406 años, é seyendo obispo D. Fernando Deza, é oficiales por el rey
+Diego Fernandez Mariscal, alguacil mayor, el doctor Luis Sanchez,
+corregidor é regidores Fernando Diaz de Cabrera é Rui Gutierrez... é Rui
+Fernandez de Castillejo é Alfonso... de Albolafla é Fernan Gomez, é
+acabóse en el año 1408 años. Créese que el rey la hizo á costa de un
+caballero que habia asesinado á su muger.
+
+[16] Descubriéronse cerca de este sitio varias lápidas con turbantes,
+que son las que han dado lugar á creer que fue panteon árabe. Consérvase
+aun un subterráneo lleno de humo, que ha tomado nombre del convento
+próximo y es llamado _las Catacumbas de S. Diego_.
+
+[17] Hablaremos mas adelante de esta mina de filtracion, hecha por
+cautivos cristianos en los mejores tiempos del imperio árabe.
+
+[18] Ignoramos la época en que fué fundado este castillo: solo sabemos
+que pasó el camino por medio de él hasta que Enrique II lo mandó reparar
+y ampliar en el año 1369.
+
+[19] Este magnífico puente, construido por los romanos y reedificado por
+Hescham I, consta de diez y seis arcos: tiene de largo ochocientos
+ochenta y ocho pies, veinte y tres de ancho.
+
+[20] Esta puerta, que pertenece al orden dórico, lleva en el centro del
+friso un tarjeton en que se lee: _Reinando la sacra católica y real
+magestad del rey D. Felipe nuestro señor, segundo de este nombre, año
+1571_.
+
+[21] El triunfo es un monumento erigido en honor de S. Rafael por el
+obispo D. Baltasar de Yusta y Navarro.
+
+[22] Hay en favor de esta opinion, en esta misma pieza, una inscripcion
+árabe que tradujo el embajador de Marruecos cidi Hamet Elgacel cuando
+pasó el año 1766 por Córdoba. No nos decidimos á pesar de este dato á
+seguirla resueltamente, por asegurar Kassiri que ese cidi Hamet tenia
+muy escasos conocimientos para traducir esta clase de leyendas.
+
+[23] Para construir este minarete derribó un antiguo alminar que tenia
+240 pies de altura. Entre los embellecimientos del patio debe contarse
+la construccion de las fuentes. La memoria de estas nuevas obras se ha
+conservado en una inscripcion árabe que se halla á un lado del Arco de
+las Bendiciones, en su parte superior, inscripcion que, segun la version
+hecha por el orientalista D. José Antonio Conde, dice asi: En el nombre
+de Dios clemente y misericordioso mandó Abdalá Abderramen, príncipe de
+los fieles, amparador de la ley de Dios (prolongue Dios su permanencia),
+edificar este atrio proveyendo á su conservacion y engrandeciendo el
+lugar consagrado á la divinidad, esmerándose en el decoro, y
+reverenciando su casa conforme á la voluntad de Dios, pues en ella se
+alcanza y celebra su nombre, confiando recibir por esto grandes premios
+é indulgencia con perenne acrecentamiento de prosperidad y buena fama.
+Acabóse esto con la ayuda de Dios en la luna dylhagia (j), año 346, por
+mano de su siervo Wazir y Hagib (k) de su palacio Abdala-Ben Batu y del
+arquitecto Said-ben-Ayud (l).
+
+[24] Estas molduras interiores no significan para nosotros mas que el
+respeto guardado á este monumento árabe por los conquistadores
+cristianos. Es, si no cierto, muy probable que estos fueron quienes
+restauraron la capilla: nos da lugar á creerlo: 1.º la identidad de
+líneas que se observa entre el interior de esta pieza y los interiores
+mas modernos de la Alhambra: 2.º la consideracion de que estos adornos,
+á haber sido obra de los mismos árabes, debiéramos suponerlos del mismo
+siglo de la conquista, siglo en que, como hemos visto, Córdoba gimió sin
+cesar bajo el yugo de la guerra civil y la anarquía.
+
+[25] _Si yo tuviera noticia de lo que hacíades no lo hiciéredes_, dijo
+el emperador; _porque lo que quereis labrar hallarase en muchas partes;
+pero lo que aqui teníades no lo hay en el mundo_.
+
+[C] Comienza desde aqui su tarea D. Pedro de Madrazo, encargado de
+sustituir al Sr. Pi y Margall en la narracion histórica y descriptiva
+correspondiente á este tomo.
+
+[26] _Azazil_, segun la fé musulmana, es un ángel que no habiendo
+querido tributar homenage á Adam, primero de los Profetas, fué
+precipitado del cielo al infierno, donde con el nombre de _Eblis_ es el
+gefe de los demonios. Suponemos, pues, que el ángel del orgullo, el
+Luzbel de los mahometanos, es quien sugiere á Abde-r-rahman el
+pensamiento de erigir la gran mezquita.
+
+[27] Sabido es que los primeros sultanes ó soberanos de la dinastia de
+los Omeyas se contentaron al principio con el modesto título de _Emires,
+hijos de los Califas_ (Omará-bnú-l-kolafá).--Despues que afirmaron su
+poder con las conquistas de Africa, ya se denominaron _Califas,
+príncipes de los creyentes_ (Omará-l-mumenin).
+
+[28] En el año 759, dice Conde (tomo 1, cap. XI de su Hist.), el dia 3
+de la luna Safar, dió Abde-r-rahman á los cristianos de Castilla la
+carta de proteccion y seguridad en virtud del tributo que debian
+pagarle, y que consistia en lo siguiente: 10 mil onzas de oro, 10 mil
+libras de plata, 10 mil cabezas de buenos caballos y otros tantos mulos,
+mil lorigas y mil espadas, y otras tantas lanzas cada año por espacio de
+cinco años. Escribióse este pacto en Córdoba.
+
+[29] El walí de Cairvan Alí ben Mogueith invadió con numerosa hueste las
+costas de España para restablecer en ella la autoridad del Califa de
+Oriente. Fué batido el año 763 con sus siete mil africanos en los campos
+de Algarbe, por los cordobeses, sevillanos y jerezanos reunidos, y su
+cabeza, desmeollada y canforada, fué enviada á Cairvan, y puesta de
+noche por orden de Abde-r-rahman en el rollo ó columna de la plaza de
+aquella ciudad con un letrero que decia: _Así castiga Abde-r-rahman ben
+Moavia ben Omeya á los temerarios como Alí ben Mogueith walí de Cairvan_
+(Conde, hist. cit., cap. XV.--Petit Baroncourt, Histoire resumée du
+moyen-âge, t. 1.).
+
+[30] Los historiadores árabes suponen que la rota sufrida por Carlomagno
+en Roncesvalles fué obra de los walíes de Zaragoza, Huesca, Lérida y
+otras fronteras. Nuestros historiadores y romanceros hacen vencedores á
+los vascones. Lo cierto es que habiendo entrado en España Carlomagno,
+llamado por los cristianos, tuvo que retroceder ante la resistencia de
+Zaragoza y desistir de su empresa. Suponen tambien los franceses que las
+paces ajustadas entre Abde-r-rahman y Carlomagno fueron buscadas y
+promovidas por el árabe; Al-Makkari, al contrario, asegura que Karoloh
+(asi llama al gran rey franco) solicitó al Emir brindándole con un
+enlace de familia, que este no admitió por causa de una enfermedad que
+padecia. (Véase _Ahmed Ibn Mohammed Al-Makkarí_, historia de las
+dinastias mahometanas en España, traducida al inglés y diligentemente
+anotada por el Sr. D. Pascual de Gayangos, Londres, 1843.)
+
+[31] Conocido es de todos el trágico fin de los Omeyas en Oriente: los
+vengativos Abassides con un falso seguro reunieron en un banquete á
+noventa de aquellos, los mandaron azotar hasta que cayeron desfallecidos
+en el suelo, hicieron estender los estrados sobre ellos, y comieron
+sobre aquellas alfombras oyendo los gemidos de sus víctimas hasta que
+espiraron. El citado Al-Makkarí, copiando á otros historiadores árabes,
+hace un curiosísimo relato del modo maravilloso como esquivó la muerte
+el fundador del Califato de Occidente, burlando las pesquisas de los
+emisarios de As-Seffáh, atravesando á nado el Eufrates con su hijo, y
+llegando á la costa de Africa, donde la profecía de un astrólogo judío,
+que determinó su nombre y sus señas personales, fué causa á un mismo
+tiempo de que el gobernador Ibn Habib intentare matarle, y de que el
+descendiente de Merwan se salvase. El Sr. Gayangos en sus apéndices al
+tomo 2.º extracta de otra obra histórica una tradicion novelesca y
+entretenida sobre el motivo que movió á Abde-r-rahman á desconfiar de
+las falsas promesas de paz de los de la bandera negra, y de esta hemos
+tomado pié para escribir lo que sigue, si bien suponiendo que el amigo
+que le sale al camino al futuro rey de Andalucía es el mismo ángel
+Azazil.
+
+[32] Tierra de Afranc, Francia. Es el nombre que se le da en la historia
+de Conde.
+
+[33] Algufia, la parte del norte. Idem.
+
+[34] Las fundaciones de templos y monasterios cuya memoria nos han
+legado tantos respetables y diligentísimos escritores de nuestras
+antigüedades y de las cosas de la Iglesia desde los primeros
+historiadores de la monarquía restaurada como el monge de Albelda y el
+obispo D. Sebastian, justifican sobradamente nuestra suposicion. El
+erudito D. José Caveda enumera en su _Ensayo histórico sobre los
+diversos géneros de arquitectura empleados en España_ una multitud de
+piadosas fundaciones de estos tiempos, algunas de las cuales ostentaban
+«muy ricos mármoles y jaspes de diversos colores. como los godos
+usaban.»
+
+[35] Véase en Batissier _Histoire de l'art monumental_ la descripcion de
+la suntuosa basílica de Aquisgram erigida en el siglo VIII por
+Carlomagno.
+
+[36] Aunque los imperiales habian dominado bajo Justiniano en las costas
+meridionales de España, cedidas por Atanagildo en recompensa de los
+auxilios recibidos de Constantinopla durante su contienda con Agila, la
+influencia de sus prácticas en la arquitectura visigoda debió ser muy
+escasa, porque ademas de que sus establecimientos fueron principalmente
+marítimos, y se estendieron solo desde Alicante á Gibraltar, no duraron
+mas que 63 años, desde el 552 en que tuvo que hacer la entrega
+Atanagildo, hasta el 615 en que recobró la tierra Sisebuto, segun se
+colige de S. Isidoro, _Hist. Gothorum_. No existen los comprobantes de
+la introduccion del gusto bizantino en la monarquía de Asturias y Leon
+antes de la época en que se fundó el Califato de Córdoba; es sin embargo
+posible que el trato y comunicacion de nuestros monarcas con los
+franceses de las dos dinastías Merovingia y Carlovingia favoreciese
+algun tanto la inoculacion de ciertos rasgos de la ornamentacion
+neogriega en la severa arquitectura asturiana. Pero las descripciones de
+nuestros antiguos historiadores confirman la opinion de que la
+disposicion de las fábricas y sus lineamientos dominantes eran puramente
+latinos, y asi hay fundamento bastante para creer que el reflejo
+oriental que tomaron nuestras construcciones desde el siglo IX (y no
+antes) vino á España por el mediodia con los ostentosos Califas de
+Occidente. La restauracion de Carlomagno no habia tenido aun lugar en el
+siglo VIII, que es el siglo de Abde-r-rahman, puesto que para fabricar
+su basílica de Aquisgram tuvo que valerse de arquitectos y artífices de
+Bizancio. Véase Meibomius, Script. Rer. Germ., t. 1, pág. 257.
+
+[37] _Ad cujus sculpturam, quum columnas et marmora aliunde habere non
+posset, e Roma et Ravenna descendere curavit._ (Script. Rer. Franc., t.
+5.)
+
+[38] _Sunnah_ equivale á tradicion. Habia entre los musulmanes dos
+famosas sectas, los _Sunnitas_ y los _Schiitas_. Los primeros reconocian
+como sucesores legítimos de Mahoma á los tres Califas Abu-Beckr, Omar y
+Othman, al paso que los segundos sostenian que habian sido usurpadores
+de una soberanía que solo pertenecia de derecho á Ali, primo del
+Profeta, y á quien este llamaba su hermano. Los Schiitas, pues, son los
+sectarios de Ali, y ambas sectas se trataban con inaudito encono, los de
+Ali fulminando imprecaciones contra los usurpadores de la sagrada
+herencia, y los Sunnitas escribiendo en el libro de la tradicion: «es
+mas grata á Dios la muerte de un Schiita que la de 36 Cristianos.»
+
+[39] Asi llaman los árabes á la peregrinacion santa, viaje forzoso á la
+Caaba de la Meka, que es uno de los cuatro preceptos impuestos por el
+_dim_, ó práctica de la ley del Koran, y que todo muslin tiene que
+cumplir una vez al menos en su vida. «Esta peregrinacion, dice Mahoma, y
+el sacrificio de las víctimas, son un testimonio de sumision á la
+voluntad de Dios que los ha prescrito y de fidelidad al Profeta que los
+ha consumado para ejemplo de todos, ademas una expiacion de los pecados
+y el camino para conseguir el cielo.»
+
+[40] Refiere la tradicion que cuando reconciliados Abraham y su hijo
+Ismael construían la Caaba de la Meka, faltándoles los andamios para
+levantar las paredes, el ángel Gabriel les trajo una larga piedra que se
+sostenia en el aire sin apoyo alguno, subiendo ó bajando á voluntad de
+los arquitectos. Esta piedra era un jacinto blanco, mas habiéndola
+tocado despues una muger en estado impuro, se volvió negra. Siendo
+Mahoma mancebo, el prestigio de su santidad hizo que los Coreixies
+reservasen para él el honor de colocar esta famosa piedra negra cuando
+quisieron construir de nuevo la Caaba ó casa de Dios con mayor
+magnificencia. A la piedra negra de la Caaba se refieren desde los
+postreros días de la vida del Profeta una porcion de ritos y ceremonias
+que pueden verse prolijamente detalladas en las eruditas notas de
+Gagnier, edicion de Abulfedá, pág. 130, copiando la interesante relacion
+de Gjaher, hijo de Abdallah, testigo presencial de la última visita de
+Mahoma á la _casa de Dios_.
+
+[41] La noche de _Al-Kadar_, ó noche del _Decreto de Dios_, es aquella
+en que Mahoma supuso haber recibido el Koran. Tomando consigo unos
+cuantos de sus fieles adeptos, se retiró una noche el Profeta al monte
+Hera: no bien llegó al medio de la montaña, apareciósele Gabriel. Tenia
+en la mano el Koran, libro guardado en el sétimo cielo en la mesa del
+Altísimo, y que al descender á la tierra habia sido recogido por el
+arcángel. «Lée aqui, dijo Gabriel á Mahoma.--No sé leer, respondió el
+Coreixi.» Entonces el ángel le asió del cabello y le derribó tres veces
+de cara contra el suelo: á la tercera ya Mahoma sabia leer, y oyó una
+voz celestial que repitia: «Mahoma, tú eres el apóstol de Dios, ¡y yo
+soy Gabriel!» Quedó el Profeta abismado en su contemplacion y
+desapareció el ángel. (Véase Abulfedá, edicion de Gagnier.)
+
+[42] _Alkhatib_ equivale á predicador.
+
+[43] Sabido es que las mezquitas no tienen campanas: los _Almuedanes_
+llaman á la oracion á los fieles desde los terrados ó galerías de los
+alminares, y esto se repite cinco veces cada dia. Las oraciones ó azalas
+son: _Azohbí_, la del alba; _Adohar_, la del mediodia; _Alasar_, la de
+la larde; _Almagrib_, la del sol poniente; y _Alatema_, la del
+anochecer.
+
+[44] Las campananas empezaron á usarse en las basílicas cristianas desde
+el siglo V, aunque los primeros campanarios aislados no datan sino desde
+el siglo VIII ó IX. Véase Peyré, _Manuel d'architecture religieuse au
+moyen-âge_. Paris, 1848.
+
+[45] «Pasarán las almas, dice el Koran, por un puente llamado el
+_Sirath_, mas sutil que un cabello, mas cortante que el filo de una
+espada: los justos lo atravesarán con la rapidez del relámpago; los
+malos titubearán y caerán en el infierno abierto bajo sus piés.»
+
+[46] Este nombre de _almalekes_ se conserva en los escritos de mística
+árabe-hispanos ó _aljamiados_ para designar á los ángeles encargados por
+Dios de recibir á su entrada en el cielo á las almas de los justos.
+Segun las promesas del falso Profeta el Paraiso es el jardin de los
+placeres (_gennat al naïm_), y en él concede á sus elegidos cuantos
+deleites materiales y carnales puede concebir la voluptuosa imaginacion
+del pobre Beduino del desierto, exaltada por las privaciones de su vida
+nómade. En el Paraiso corren rios de leche, de miel, y de un vino que se
+puede beber sin embriagarse; en él crecen árboles cuyos ramages brindan
+á placer con dátiles, uvas y granadas de sabor esquisito. En aquella
+encantada morada el suelo es de azafran, el empedrado de perlas y
+jacintos. Al presentarse en ella el fiel creyente, ofrécense á su
+servicio diligentes mancebos de sorprendente hermosura, y uno de ellos
+le conduce las _hijas del Paraiso_, criaturas etéreas á cuyo solo nombre
+se extasia el férvido muslim. Estas vírgenes incomparables no fueron
+formadas de barro como las criaturas mortales, sino del mas puro
+almizcle, y estan exentas de todas las imperfecciones propias de su
+sexo: su modestia es sin igual, y en palanquines de una sola perla se
+recatan de las miradas profanas. Cada elegido tendrá 72 de estas divinas
+criaturas, las cuales se disputarán sus caricias y le darán largos dias
+de amorosa embriaguez al son de los acordes del ángel Israfil y de las
+campanas del Paraiso. Alli hay placeres para todos los sentidos:
+trescientos platos diversos para cada comida, con trescientas especies
+distintas de licores en trescientas copas de oro y pedrería; rozagantes
+vestiduras de seda y de brocado, perfumes de suavidad desconocida en la
+tierra, y por último una perpetua juventud.
+
+Hemos tenido ocasion de copiar en la Biblioteca real de Paris un curioso
+M. S. aljamiado señalado con el núm. 290, que prescribe cierta oracion
+de mucha virtud contra el demonio en la hora de la muerte, la manera de
+leerla y la colocacion que ha de dársele cuando uno muere. Este
+documento, en que se retratan las supersticiosas prácticas de una
+religion gastada y sin vida, cual era la de los Mahometanos andaluces en
+el siglo XVI, hace mencion de los Almalekes ó ángeles mancebos que
+reciben en el Genna las almas de los justos. «Quien leyrá esta carta,
+dice, arredrarlo há Allah del fuego, e cuando entrará en la fuesa
+apercurarle há Allah setenta Almalekes que le escusarán su razon: e non
+será guerreado de Munkar Uanakir en la fuesa, nin será avergonzado
+cuando le demandarán cuenta. Sea escripta esta rogaria en papel ó
+pergamino limpio, e séale puesta debajo de su cabeza en su fuesa, e será
+dicho: duerme como duerme el novio cuando se casa, que no hay sobre tí
+miedo ni tristeza: e no salirá su _arrúh_ (su alma) de su cuerpo fasta
+que vea su lugar en la _Genna_. E vestirlo han setenta Almalekes
+apercuradores con él, y vernan con atabales de la _Genna_ y presentes, y
+albriciarlo han. E cuando salirá el dia del juicio, salirá con su carta
+á su man derecha, y su cara como luna de catorce noches, y su claridad
+andará entre sus manos,» etc.
+
+[47] _Genna_, Paraiso. Véase la nota precedente.
+
+[48] La descripcion mística de los siete cielos, cuyas maravillas fueron
+reveladas al Profeta en su viaje nocturno sobre el Borak, puede leerse
+en la _Exposicion de la fé musulmana_ de Mohammed Ben Pir Alí, traducida
+últimamente al francés por M. Garcin de Tassy.
+
+[49] Véase la nota 2.ª de la página 72.
+
+[50] Abde-r-rahman I no tenia propiamente hablando wizires que
+administrasen el Estado en su nombre: solo tenia cierto número de jeques
+que tomaban asiento en su consejo y le auxiliaban con su esperiencia y
+sabiduría. Tambien concedió asiento en el consejo á algunos de sus
+secretarios ó _Catibes_, como sucedió con Umeyyah Ibn Yazíd, _mauli_ ó
+favorito de Moavia Ibn Merwan, su próximo pariente. Véase Al-Makkarí,
+libro VI, cap. II, traduccion inglesa de Gayanges arriba citada.
+
+[51] Este gigante sin corazon ni culto es la China: sabido es que en
+ella no ha prevalecido jamás de una manera constante religion alguna. La
+dinastía de los _Thang_ que habia puesto la China á la cabeza del Asia
+degenerada, tocaba en la época de que vamos hablando al término de su
+poderío. La escesiva tolerancia, ó por mejor decir, la esclusion de toda
+religion dominante en el Estado, producia su fruto, y el Asia central
+volvia al indiferentismo filosófico que desde Confucio la venia
+incapacitando para todo progreso moral y político.
+
+[52] Alúdese a la famosa reforma de Tai-Tsoung, emperador chino, que
+hizo los mayores esfuerzos por desterrar de su nacion la filosofía atea,
+á que se mostraba tan apegada, y vivificarla con la doctrina evangélica.
+La famosa inscripcion de _Sin-guan-fou_ descubierta en 1625 en unas
+escavaciones por los misioneros jesuítas, prueba de una manera
+irrecusable la introduccion del cristianismo en China el año 635 y su
+duracion hasta el 781. Véase el P. Kircher, _China ilustrada_; el P.
+Visdelou, _Suplem. á la bibliot. orient. de d'Herbelet_; Abel de
+Remusat, _Miscelánea asiática: Anales de filosofía cristiana_, t. IV y
+XII.
+
+[53] Proverbio árabe que alude á la rota de Roncesvalles. Véase Conde,
+t. 1, p. 201.
+
+[54] Alude á la secta de los Iconoclastas ó _destructores de imágenes_,
+principalmente poderosa en el octavo siglo bajo Leon el Isáurico,
+emperador de Constantinopla, y que subsistia en la época en que se
+supone habla Abde-r-rahman, puesto que solo fué condenada desde un
+concilio celebrado en 787.
+
+[55] Así escriben los árabes el nombre de Carlomagno.
+
+[56] Irene, emperatriz de Constantinopla, célebre por su belleza y por
+sus nobles esfuerzos en favor de la Iglesia maltratada por los
+iconoclastas, ó _destructores de imágenes_, era viuda de Constantino
+Copronimo desde el año 780, y decíase que habia brindado con su mano á
+Carlomagno con el objeto de unir los dos imperios de Oriente y
+Occidente, y salvar de este modo á la cristiandad, amenazada por el
+creciente poderío de los Mahometanos. En el año en que habla
+Abde-r-rahman (786) aun no se habia reunido en Nicea por excitacion de
+esta emperatriz el concilio que restableció el culto de las imágenes; de
+modo que los iconoclastas seguian aun desahogando en los templos del
+imperio griego su asoladora manía, aunque no ya con la delirante furia
+que habian desplegado bajo su protector Leon el Isáuro.
+
+[57] Pocos ignorarán sin duda las grandes victorias de Carlomagno contra
+los pueblos indómitos de la Germania. Antes de dirigir el célebre rey
+franco sus fuerzas hácia España, habia alcanzado en Paderborn un ruidoso
+triunfo, que mencionamos aqui por lo mucho que redundó en gloria y
+propagacion del cristianismo. Distinguíase entre los pueblos germanos
+por su valor y ferocidad la belicosa tribu de los Sajones. Estos eran
+idólatras, habian martirizado al pié de la estátua de su divinidad
+Hirmensul á los misioneros que les habia enviado Pipino, entregado á las
+llamas la iglesia de Deventer, y lanzado su salvage grito de guerra
+desde el advenimiento de Carlomagno al trono. Pero los Francos juraron
+esterminarlos si no abandonaban sus ídolos, y cumplieron su juramento.
+No referiremos las sangrientas batallas y costosas conquistas con que
+los Francos desempeñaron aquel memorable compromiso: diremos tan solo
+que lo llevaron á cabo, y que en el año 777, reuniendo Carlomagno una
+asamblea de Sajones sojuzgados en medio de una espaciosa llanura regada
+por cristalinos manantiales, dentro de la propia tierra de los vencidos,
+los caudillos Germanos recibieron el bautismo para revestir la blanca
+túnica de los Catecúmenos. Casi todos juraron fidelidad: solo se declaró
+independiente el intrépido y desleal Witikindo. Véase _Eginhart, Annal.
+Carol. mag. vitæ_.
+
+[58] Temeroso el emperador de la China Te-Tsoung del rápido crecimiento
+de las hordas del Thibet, que ya una vez le habian salteado y saqueado
+su capital, pidió auxilio contra ellas á los Califas de Oriente, y Aroun
+al Raschid mandó sus diputados á la corte del celeste imperio. Las
+tribus del Thibet fueron batidas por los ejércitos del Califa, de los
+Tártaros y de los Chinos reunidos, y despues los Mahometanos aspiraron á
+la conquista del Asia Central. Véase _el P. Gaubil. Histoire de la
+grande dynastie Thang_.
+
+[59] Alude á la derrota de Roncesvalles, cuya gloria se atribuyen los
+Arabes.
+
+[60] Los Arabes mahometanos desde sus primeras conquistas sojuzgaron la
+Síria, el Egipto y la Persia. El antiguo imperio de Ciro, regido á la
+sazon por la degenerada dinastía de los Sassanidas, de cuya raza habia
+nacido mas de medio siglo antes el gran Cosroës, cayó bajo la cimitarra
+de Khaled, á quien denominaban: «Espada de las espadas de Dios.» Mahoma
+habia dicho á uno de sus compañeros: «Tu altivez y gloria serán
+completas cuando ostente tu cuello el collar de Cosroës,» y esta promesa
+habia estimulado de tal manera los brios de aquel terrible caudillo del
+ejército de Omar, que obligó á sus Arabes á fiar la victoria á una sola
+funcion contra todas las fuerzas de la monarquía persa reunidas.
+Decidióse la gran contienda en la sangrienta batalla de Cadesiah, que
+duró dos dias y una noche, y durante la cual los Arabes _rugieron como
+el leon del desierto_. Fueron derrotados los Asirios, y en testimonio de
+su triunfo levantaron los Musulmanes junto á las ciudades de Madain y
+Clesifon saqueadas las dos poblaciones célebres de _Bassorah_ y
+_Kuffah_.
+
+Las 25 coronas de los reyes de Iberia son las que dicen los
+historiadores árabes que encontró Tarik en el alcázar de Rodrigo,
+guarnecidas de jacintos y otras piedras preciosas, y pertenecientes á
+los 25 reyes godos que habia tenido España hasta el tiempo de la
+conquista.
+
+[61] Créese que en el solar que ocupaba el alcázar viejo, y que es hoy
+Campo-Santo en Córdoba, estuvo el plátano que plantó Julio César despues
+de la batalla de Munda, y al cual hizo Marcial su elegante epigrama
+(62--lib. IX), que principia:
+
+ In Tartessiacis domus est notissima terris,
+ Qua dives placidum Corduba Baetin amat;
+ Vellera nativo pallent ubi flava metallo.
+ Et tinit Hesperium bractea viva pecus;
+ Ædibus in mediis totas amplexa Penates
+ Stat platanus densis Cæsariana comis;
+ Hospitis invicti posuit quam dextera felix,
+ Coepit et ex illa crescere virga manu.
+
+En vez del plátano de César ostentaba ahora Córdoba la palma de
+Abde-r-rahman, objeto de los sentidos versos reproducidos en una de las
+notas anteriores. Por la palabra _Andalús_ se significa entre los Arabes
+toda la España Sarracena.
+
+[62] Carlomagno, genio organizador que tanto civilizó á los Francos, que
+sojuzgando á los Aquitanos, á los Germanos y á los Longobardos sacó del
+caos de la barbarie la gigantesca unidad del Imperio de Occidente, no
+sabia ni aun leer cuando consumó sus mas ruidosas conquistas. Quizás
+estaba aprendiendo á deletrear bajo la direccion del diácono Alcuino
+cuando ideaba la restauracion de las artes y de las ciencias en Europa,
+y fundaba por inspiracion de aquel sabio eclesiástico, denominado en su
+siglo el _Santuario de todas las artes liberales_, las primeras
+academias y escuelas que conoció la Francia de la edad media.
+
+[63] En la Iglesia gótica hubo desgraciadamente sacerdotes indignos,
+contra cuyos escesos clamaron siempre los santos padres, dignos prelados
+y sabios cenobitas, lumbreras de la afligida grey de Jesucristo en la
+tormentosa noche de las guerras é invasiones de aquellos siglos. La
+lucha contínua, inteligente, trabajosa y perseverante, contra las
+costumbres depravadas y la barbarie de todos los estados y condiciones,
+es cabalmente el timbre mas glorioso de la Iglesia en España, y el
+testimonio mas inerrable de su divina institucion. Pero los Sarracenos,
+obcecados como los Judíos, palpaban la miseria de los malos Cristianos y
+no veian las resplandecientes virtudes de los buenos.
+
+[64] Mahoma en su vision beatífica, ó viaje á los siete cielos, describe
+la _casa de la Adoracion_ como construida de jacintos rojos y cercada de
+lámparas que alumbran eternamente. Ocupa esta casa un parage alto y
+determinado en el sétimo cielo: alli se reunen cada dia en peregrinacion
+setenta mil ángeles de la mas alta gerarquía, y cada dia diferentes: en
+su forma se parece exactamente al templo ó Caaba de la Meka, y si desde
+el lugar donde se halla cayera perpendicularmente sobre la tierra, lo
+que puede muy bien acontecer algun dia, caeria necesariamente sobre
+dicho templo.
+
+[65] La lucha de Carlomagno con las tribus bárbaras del norte se
+prolongó efectivamente hasta despues de entrado el siglo IX, estando ya
+empeñada, como hemos dicho en la nota 1 de la página 75, en la época en
+que habla Abde-r-rahman (año 786).
+
+[66] En este mismo año de 786 recuperó el trono de Asturias D. Alonso el
+Casto.
+
+[67] Aunque la arquitectura goda no pereció en España con la irrupcion
+sarracena, sin embargo, las construcciones de los primeros reyes de
+Asturias y Leon no podian menos de ser pobres y menesterosas, como lo
+era la misma monarquía; así que en los historiadores de aquellos
+tiempos, que nos han dejado noticia de nuestros templos y monasterios
+del siglo VIII, nada es mas comun que estas modestas descripciones: «_de
+luto et latere_» «_de petra et luto opere parvo_,» y otras semejantes.
+La basílica de S. Salvador de Oviedo, restaurada por D. Alonso el Casto,
+y construida de piedra y cal, excita sin embargo la admiracion del monge
+de Albelda y del obispo D. Sebastian, y Ambrosio de Morales nos asegura
+que aun duraban en su tiempo _algunos pequeños trechos del suelo, que
+eran labrados de un mosáico de piedras diversas encajadas en la
+argamasa, y algo basto, mas muy firme y vistoso_. Pero los historiadores
+árabes, muy ignorantes por lo comun de nuestros usos y artes, aunque tan
+en contacto con la civilizacion romano-gótica que hacia de la España la
+nacion mas adelantada del Occidente, por no haber encontrado entre
+nosotros las muelles y corruptoras costumbres del Asia, nos suelen
+pintar como salvages cubiertos de pieles, y á nuestros edificios como
+verdaderos antros de fieras. Los de los primeros tiempos de la invasion,
+no obstante, reconocian la cultura de los Godos, como quizá tendremos
+ocasion de hacerlo notar en lo sucesivo hablando del antiguo alcázar de
+Córdoba, que Ibnu Bashkuwal dice llamaban de antiguo _Palacio de
+Rodrigo_ (_Balátt Iludherik_).
+
+[68] Se asegura que la gran mezquita de Córdoba era objeto entre los
+Arabes de Occidente y de la costa de Africa de una veneracion igual á la
+que profesaban los Orientales á su Meka, y los historiadores afirman que
+aun despues de haber caído en manos de los Castellanos y de quedar
+convertida en templo católico, siguieron aquellos dirigiendo á ella sus
+peregrinaciones.
+
+[69] La Caaba (ó casa cuadrada) de la Meka, construida segun unos
+primero por Adan, luego por Abraham é Ismaël, y por último reedificada
+con mas ostentacion por los árabes Coreixis antes de la predicacion de
+Mahoma, y fabricada segun otros por los ángeles, fué encerrada en la
+célebre mezquita de El-Haram, no se sabe en qué época. Edrisi, geógrafo
+árabe del XII siglo, la describe como ocupando el centro de una especie
+de recinto circular á cielo abierto, y revestida en la parte esterior de
+magníficos tapices de seda de Irac que la ocultan á la vista. Pero desde
+el siglo XII acá, la Caaba ha debido sufrir grandes alteraciones, porque
+leemos en la obra de Batissier, ya anteriormente citada, que su actual
+figura es la de un cubo trapezoide; que la cubre un velo negro sujeto
+con anillos de bronce fijos en el subasamento; que su techumbre está
+interiormente sostenida en dos columnas y oculta con un velo de seda
+color de rosa; que la alumbran infinitas lámparas de oro, y que cubre su
+puerta una cortina bordada de oro y plata. La Caaba se halla hoy
+encerrada en un espacioso patio de tres pórticos: tiene ademas el
+edificio que le sirve de recinto otros dos patios menores con arquerías,
+siete alminares, y varias dependencias. En el M. S. aljamiado, núm. 290
+de la Biblioteca nacional de París, ya en otra ocasion citado, hay una
+especie de anécdota en que se refiere, que habiendo una _compaña_ de
+Judios preguntado al Profeta, entre otras varias cosas, por qué habia
+hecho Dios la casa de la Meka cuadrada, Mahoma les respondió: «Cuando
+Allah mandó á Ibrehim Halaibí Issalám que fraguase la casa de Meka, y
+con él su fijo Asmehíl ayudándole á faser la dicha casa, empezó á faser
+la cuadra primera con estas palabras, tanto cuanto duró la primera
+cuadra: «Subhana Allah, Subhana Allah» (Alabado sea Dios, alabado sea
+Dios): y cuando empezaron á faser la otra cuadra, decian siempre:
+«Lalillahá Illa Allah, Lalillahá Illa Allah» (No hay mas Dios que Allah,
+no hay mas Dios que Allah): y cuando empezaron á faser la otra cuadra,
+decian: Allahu Akbar, Allahu Akbar» (Dios es grande, Dios es grande): y
+cuando empezaron la otra cuadra, fisiéronla diciendo: «Alhamdú lillahi,
+Alhamdú lillahi» (Demos loores á Dios, demos loores á Dios). Y por esto
+fué cuadrada; que si otra hubiera en las escribturas que Allah envió que
+fuera tal como estas, tambien Allah mi señor habria mandado poner otra
+cuadra mas; por cuanto no hay ni hubo en las aleyes (versículos) que
+Allah envió ninguna que igualare con estas, fué causa que quedó
+cuadrada.» Se ve, pues, que el cuadrado es la forma canónica y
+tradicional de las mezquitas, aun cuando nada haya prescrito Mahoma
+acerca de esto.
+
+[70] _Quibla_, que los Árabes escriben _Kiblah_, es el punto que mira á
+la Meka: en las mezquitas de Siria y Palestina miraba la Quibla al
+mediodia próximamente, mas en las de Occidente debia mirar hacia el
+sudeste. Los Arabes andaluces, sin embargo, siguiendo de rutina la
+práctica establecida en Damasco y Bagdad, edificaron sus mezquitas con
+la Quibla ó lado del santuario vuelto al mediodia, de modo que en rigor
+su santuario no miraba á la Meka, aunque asi lo suponian. Mahoma en el
+Koran llama á la Meka _Quibla del mundo_.
+
+[71] Amrú, caudillo famoso del ejército de Omar, que llevó á cabo con
+asombrosa rapidez la conquista del Egipto, edificó la gran mezquita del
+Cairo, que aun lleva su nombre. Esta mezquita, erigida en los primeros
+años de la Egira, es una de las mas antiguas y notables que se conocen:
+su disposicion y planta sería parecida á la de la mezquita de Córdoba si
+no tuviese en medio del cuerpo principal un segundo patio espacioso que
+interrumpe la serie de las 23 naves que de norte á sur y de oriente á
+poniente se cruzan en ángulo recto. En la mezquita de Amrú hay tres
+_mihrab_ ó santuarios en vez de uno. La santa casa ó Alaksa de Jerusalem
+fué obra del Califa Omar, levantada sobre el mismo solar del templo de
+Salomon. Es regular que estos grandes edificios y otros igualmente
+célebres de aquellos tiempos, como las mezquitas de Medina y de Damasco,
+fuesen obra de artistas bizantinos, puesto que refiere Ebn-Khaldoun que
+el Califa Walid, hijo de Abd el Malek, tuvo que pedir arquitectos al
+emperador griego Justiniano II para poder erigir sus hoy famosas
+aljamas. (Véase _Rev. gén. de l'Arch._, 1840, p. 68, nota 1.)
+
+[72] Dia memorable para Abde-r-rahman, porque fué el de la famosa
+batalla de Musara, en que derrotó á Jusuf el Fehrí, y que consideró como
+un feliz agüero de sus triunfos ulteriores. Debió aquella señalada
+victoria á sus caballeros Zenetes, base y núcleo de su poderoso ejército
+en España.
+
+[73] El origen del arco llamado de _herradura_ que usaron con
+predileccion los Arabes en España durante el Califato de Córdoba, ha
+sido objeto de muchas investigaciones arqueológicas. Batissier hace
+mérito en una de sus notas de la opinion de algunos que consideran este
+arco como una especie de símbolo de la huida del falso Profeta á Medina,
+que ocurrió en un novilunio. Añade, sin embargo, que los Persas y los
+Bizantinos lo usaban ya desde antes de la Egira, y cita á Texier, que en
+su _Descripcion de la_ _Armenia_ lo manifiesta perfectamente dibujado en
+la catedral de Dighour, anterior á la conquista arábiga. A mayor
+abundamiento, atribuyen tambien la introduccion del arco de herradura á
+los Bizantinos los anticuarios Hope, Alb. Lenoir y Girault de Prangey; y
+M. Couchard la refiere á los arquitectos persas llamados á
+Constantinopla por los emperadores griegos. Pero lo cierto es que ni de
+la iglesia de Seleucia en Persia, ni de la de los Incorporales de
+Atenas, monumentos bizantinos en que se descubre dicho arco, se sabe
+positivamente á qué época pertenecen. Véase _Gailhabaud: monumentos
+antiguos y modernos; mezquita de Córdoba: texto_.
+
+[74] La cúpula adaptada á un plano circular por el estilo de la
+_rotonda_, forma favorita para los mausoleos de los personages ilustres,
+es construccion romana antigua, si bien pueden citarse varios ejemplos
+de haberla usado los pueblos de Asia y Grecia en los tiempos mas remotos
+(véase la obra de _Layard_ sobre los descubrimientos hechos en la
+antigua _Nínive_: véase tambien Batissier: Grecia: _Tesoro de Atreo_);
+no así la cúpula bizantina, que descansa sobre un plano cuadrangular y
+que fué introducida por los arquitectos del Bajo Imperio para
+diferenciar sin duda de las construcciones circulares paganas, las
+construcciones religiosas propias del cristianismo, que se seguian
+coronando con las techumbres hemisféricas, tan magestuosas y simbólicas.
+En efecto, la disposicion neo-griega era la única posible para adaptar á
+la interseccion de los dos rectángulos que forman los brazos y el árbol
+de la cruz, la cúpula que representa la bóveda del firmamento en que
+descansa el trono de Dios. Esta fué la cúpula con que coronó Justiniano
+su famosa basílica de Santa Sofía de Constantinopla, y de aqui es
+probable que se difundiese á las naciones que se hallaban mas en
+contacto con Bizancio, una de las cuales era la Persia. La cúpula
+neo-griega, ó bizantina, se usó sin embargo antes de Justiniano, aunque
+no en tan grande escala como en Santa Sofía, que fué la que, por decirlo
+así, canonizó esta práctica del arte de construir: de manera que los
+Persas, poco inventivos de suyo en todos tiempos, pudieron desde dos
+siglos antes de la conquista arábiga haberse educado en los usos y
+prácticas de los arquitectos bizantinos. Los estudios arqueológicos
+confirman plenamente esta induccion histórica: la dinastía de los
+Sasanidas, que comienza con Artajerjes en el año 226 antes de Cristo y
+se perpetúa hasta los primeros años de la Egira de Mahoma, hace alarde
+de la doble inoculacion romana que el arte persa esperimenta, bajo Sapor
+por sus guerras con Valeriano, y bajo Cosroës por sus relaciones con
+Justiniano, erigiendo en la llanura de Nakschi-Rustan y en la ribera del
+Eufrates (palacio de Tak Kesra) los monumentos que hoy nos la revelan.
+Los Arabes al conquistar la Persia salian en cierto modo de la vida
+nómade del pastoreo, no tenian por consiguiente artistas esperimentados,
+y al hacerse dueños de la suntuosa corte de Ctesifon, al apoderarse de
+los magníficos palacios de Sarbistan y Firouzabad, aprendieron sin duda
+como por encanto el arte soberbio de levantar sin largo y trabajoso
+aprendizage las elegantes construcciones de Kuffah y Bassorah. Lo que en
+estas dos ciudades improvisadas del Tigris y del Eufrates hicieron,
+basta para indicarnos lo que podian hacer en los demas paises. De todas
+maneras, es indudable que por lo que en Persia vieron y practicaron, por
+lo que aprendieron tambien con la conquista de la Siria y del Egipto, su
+arquitectura no podia menos de ser en sus principios generadores
+_bizantina_. Pero de esto hablaremos mas adelante con la necesaria
+estension.
+
+[75] En efecto, las almenas endentadas de los muros que forman el
+recinto esterior de la mezquita de Córdoba, parecen un recuerdo de las
+que se ven en un monumento persa del siglo VI, atribuido á Sapor, y
+llamado el _Taki Bostan_, en una montaña del Bagistan. Esta clase de
+almenas, comunes en muchos edificios árabes, no tienen modelo conocido
+en ninguna de las antiguas construcciones de Italia y de Grecia. Véase
+Batissier, p. 406.
+
+[76] La copia del Koran, dice Al-Makkari, que se supone escrita por el
+Califa Othman y que se conservaba depositada en el mimbar ó púlpito de
+la gran mezquita de Córdoba, estaba cuidadosamente guardada en una caja
+de oro guarnecida de perlas y rubies, forrada de rica seda, y encerrada
+en una pequeña arca de madera de aloe con clavos de oro. Citando al
+historiador Ibn Marzúk, predicador de gran fama, añade que la copia del
+Koran llamada Othmaní en Africa y Andalucía, es una de las cuatro copias
+que el Califa Othman envió á la Meka, á Bassorah, á Kuffah y á Damasco,
+y que se conservó en la referida mezquita cordobesa hasta un sábado 11
+del mes de Xawal del año 556 de la Egira, en que fué robada segun era
+fama por orden de Abdulmumen Ibn Alí, que se la llevó á Africa,
+acompañándole en todas sus espediciones militares. Niega Ibn Marzúk que
+esta copia estuviese manchada con la sangre de Othman, segun era voz
+popular en Andalucía; pero el Sr. Gayangos observa en una de sus
+eruditas notas que tanto Ibnu-l-abbar como el geógrafo Ibn Iyás, que
+afirman hallarse en su tiempo este Koran en Córdoba, declaran
+positivamente que se veían en él de una manera inequívoca señales de la
+preciosa sangre del Califa. El mismo Sr. Gayangos esplica en la propia
+nota, alegando la autoridad de Idrisi, que la copia de Córdoba se
+denominaba Othmaní, no porque Othman la hubiese escrito, sino porque en
+ella se contenian cuatro hojas del Koran con que el Califa habia
+intentado escudar su pecho contra el puñal de sus asesinos.
+
+[77] El oficio de Katib ó secretario era de dos especies: su cargo mas
+importante era el de la correspondencia del Sultan con sus aliados ó
+enemigos, y la redaccion de las órdenes del soberano. El segundo cargo
+era de proteccion y seguridad de los Cristianos y Judíos. Véase
+Al-Makkarí, lib. I, cap. 8.
+
+[78] Para el gobierno civil de los Cristianos habia destinados
+ministros, cuyo principal empleo era el de _Conde_, que equivalia á
+intendente ó gobernador. Era esta dignidad una reliquia, digámoslo así,
+de la pasada administracion goda, bajo la cual el título de _Conde_,
+ademas de cargo palatino, que suponia en el que lo llevaba tener debajo
+de sí en el palacio del rey alguna clase ó dependencia, significaba
+mando superior en alguna ciudad ó provincia. En la monarquía asturiana,
+el Conde en la capital de su gobierno ó señorío tenia corte como los
+reyes, ponia jueces y magistrados en las ciudades y villas subalternas,
+y en tiempo de guerra iba al frente de su ejército como general. Mas el
+cargo de Conde de los Cristianos en las ciudades sujetas á los
+Sarracenos era un vano simulacro de la antigua dignidad. «Tengan los
+Cristianos, decia el privilegio de Coimbra otorgado en 734 por el moro
+Alboacen, un Conde de su propia gente, que los mantenga en buena ley,
+conforme á la costumbre de los Cristianos: y este compondrá las
+discordias que se movieren entre ellos, y no matará hombre alguno sin
+orden del Cadí (alcalde) ó Wazir (alguacil) moro; mas traerlo han
+delante del Cadí y mostrarán sus leyes, y él dirá, bien está, y darle
+han por decir «bien está» cien pesos de plata, y matarán al culpado.» De
+donde se infiere que el Conde que daba á los Cristianos de Coimbra
+Alboacen era en cuanto al imperio un mero delegado del justicia
+mahometano, que por sí propio no tenia potestad ejecutiva en los
+negocios criminales. Agréguese á esto, que aunque por la oscuridad y
+escasez de las antigüedades no consta positivamente quién nombraba al
+Conde, lo probable es que fuese hechura del rey mahometano. Que el Conde
+de los Cristianos bajo el Califato era en todo dependiente de la
+voluntad del Sultan, se deduce claramente de lo que ocurrió en tiempo de
+S. Eulogio con el Conde Servando, famoso por su perfidia, el cual, segun
+afirman Alvaro Cordobés y el abad Sanson, llegó á aquella dignidad _á
+fuerza de obsequios y regalos que hizo á los Palatinos_, y logró _orden
+del rey para exigir nuevos y exorbitantes tributos_ de los Cristianos, á
+quienes debía amparar.
+
+No consta en verdad que el Conde cristiano en tiempo de Abde-r-rahman I
+fuese ningun malvado; es de suponer por el contrario, atendida la paz de
+que entonces disfrutaba aquella Iglesia, que fuese un verdadero
+protector de sus connaturales en los asuntos cuyo conocimiento le estaba
+cometido. Por lo demas, no habiendo llegado á nosotros memoria alguna
+del prelado que á la sazon regia aquella cautiva grey, ¿habremos de
+estrañar que no se diga quién fuese en aquellos años el Conde? Sin
+embargo, persuadidos de que esta autoridad subsistió siempre, y de que
+su intervencion en la venta de la basílica debió ser necesaria por el
+protectorado que suponia, hemos hecho mencion de ella. Al Conde ademas
+correspondia comunicar las órdenes consiguientes al censor y al esceptor
+(_alcalde, y tesorero de los caudales_; véase Florez, trat. 33, cap. 7:
+gobierno civil de los Cristianos), pues aunque tambien estos eran
+nombrados por el rey muslim, estaban bajo la dependencia del Conde.
+
+[79] La riqueza del Estado cordobés procedia principalmente del producto
+de los impuestos, de los despojos de los vencidos, y de las limosnas que
+á los Muslimes imponia la _Sunnah_. Los impuestos eran de tres especies:
+el _azaque_, que se pagaba en frutos, y que era un diezmo recaudado
+sobre todas las producciones de la agricultura y de la industria, y
+sobre los productos de los ganados; el _charage_ (_xarach_), que era
+pecuniario, y se pagaba por la importacion y esportacion de las
+mercaderías, y del que estaban exentos los objetos de plata, oro y
+piedras preciosas, si se destinaban á armas, arneses, libros, ó joyeles
+para las mugeres; finalmente, el _taadil_ ó capitacion sobre Cristianos
+y Judíos.
+
+Del botín de guerra se separaba un quinto, que se llamaba _la parte del
+Califa_: lo demas se repartia entre los gefes y soldados. El tesoro
+privado del Califa se aumentaba ademas con frecuentes donativos que le
+hacian propios y estraños, como se verá en lo sucesivo.
+
+La _limosna_ (_sadakah_) era el único impuesto legal á que estaba sujeto
+todo Musulman por la _Sunnah_.
+
+[80] Sobre esta singular costumbre de dividir los Musulmanes con los
+Cristianos las basílicas de las ciudades conquistadas, y de que no se
+encuentra memoria en nuestros antiguos cronistas, pueden verse las
+autoridades citadas en la nota 1.ª del Sr. Gayangos al cap. II, lib. III
+de Makkarí.
+
+[81] Abdalla, hermano de Walid, que construyó la grande aljama de
+Damasco, fué el primero que impuso tributos á los monges cristianos.
+Hallándose de gobernador en Egipto mandó que todos los que hacian vida
+monacal pagasen un dinar al año. Los Cristianos de Córdoba pagaban,
+segun refiere Bravo (Obispos de Córdoba, t. I), á medida del capricho de
+los gobernadores sarracenos. La moneda de los Musulmanes en tiempo de
+Mahoma y sus primeros sucesores fué la griega ó persiana. Despues los
+Califas de Oriente acuñaron moneda con caractéres cúficos en Kuffah y
+Bassorah, y con esta moneda asiática entraron los Arabes en Espada, y
+con ella se mantuvieron hasta que Abde-r-rahman I estableció casa de
+moneda en Córdoba, conservando al parecer los mismos valores usados
+hasta entonces. Habia, pues, entre los Arabes: el dinar, que era de oro,
+el _adirham_, que era de plata, y el _mitcal_, que era de plata ó de
+oro. Valia el _dinar_ 20 _adirhames_ ó dragmas, y el _adirham_ valia 14
+_karats_: el _mitcal de plata_, dice Cantos Benitez, equivalia á 5
+reales de vellon actuales, y el _mitcal de oro_ diez veces mas, ó 50
+reales de vellon. El Califa Omar mandó que el _mitcal de oro_ valiese 20
+karats, y el _adirham_ 14 karats. Segun esto, si el _mitcal de oro_
+valia 50 reales vellon, el _adirham_ valia 35, y el _dinar_, que
+contenia 20 adirhames, valdia 700 reales.
+
+[82] Segun ha evidenciado Masdeu en su Historia crítica. t. 13, lib. II,
+«nuestra Península no solo era la nacion mas culta de toda Europa, sino
+la única provincia que conservaba todavia la cultura romana; la única
+que sabia las tres lenguas doctas, hebrea, griega y latina; la única que
+podia gloriarse de hombres verdaderamente sabios; la única que tenia
+seminarios, academias y bibliotecas... Aun con las bárbaras y
+sangrientas irrupciones de los Mahometanos, no se cerraron del todo
+nuestras escuelas y colegios, no se desampararon los estudios, no se
+abandonó el cuidado de recoger libros y formar bibliotecas, no se dió
+lugar á la supersticion y barbarie de los demas europeos... No sabian
+los Italianos medir un verso ni hablar bien en la lengua de sus padres,
+cuando resonaban las prosas y las poesías de nuestros Eulogios y
+Alvaros... Nuestras catedrales y monasterios renovaban los archivos y
+librerías quemados por los moros; nuestros obispos y abades mantenian
+seminarios de instruccion para clérigos y niños; nuestros eclesiásticos
+y doctores ejercitaban la pluma en tratados científicos y eruditos.»
+Cabalmente son Cordobeses los dos sabios Alvaro y Eulogio citados por el
+crítico Masdeu, y ambos se formaron en la escuela de un ilustre abad,
+llamado Esperaindeo, que probablemente cursaba siendo adolescente las
+aulas de la iglesia cordobesa en los años últimos del reinado de
+Abde-r-rahman I. Decimos que probablemente estudiaria Esperaindeo en
+Córdoba, porqué de seguro no se sabe, si bien tampoco se contradice. Que
+en la época de que tratamos podia ya haber dado en flores alguna promesa
+de los hermosos frutos que luego produjo, no hay la menor duda, puesto
+que consta por su discípulo S. Eulogio que antes del año 856 murió _muy
+anciano_. El abad Esperaindeo escribió contra las supersticiones de
+Mahoma una obra hoy lastimosamente perdida, pero que, á juzgar por el
+único capítulo que de ella nos conserva S. Eulogio, debia ser digna de
+la fama que en aquellos tiempos logró su autor. Las escuelas de Córdoba
+fueron en los siglos VIII y IX verdaderos planteles de acérrimos y
+doctos enemigos del islamismo. En vida de Esperaindeo escribió el
+ilustre y noble Paulo Alvaro su _Indículo luminoso_, y otros piadosos y
+eruditos varones se ejercitaron en el género epistolar, combatiendo
+tambien la doctrina del Koran; que tal era entonces la necesidad mas
+imperiosa y aflictiva que aquejaba al Occidente comprometiendo su futura
+civilizacion. Reinando en Córdoba Abde-r-rahman brillaban en otras
+iglesias doctores muy insignes, como Eterio en Osma, Beato en Liébana,
+Félix en Urgél, Elipando en Toledo, etc., etc.; y en el oscuro horizonte
+de la afligida iglesia de Sevilla empezaba á amanecer la estrella de
+Juan Hispalense.
+
+[83] Entre los Cristianos de Andalucía se habian fomentado algunos
+errores: Migencio habia querido introducir novedades en la celebracion
+de la Pascua; Elipando enseñaba que J. C. en cuanto Dios era hijo
+natural y propio del Padre Eterno, pero adoptivo en cuanto Hombre. ó
+segun la humanidad, que decia adoptada por la union al Divino Verbo,
+segunda Persona de la Santísima Trinidad. Esta heregía cundió mucho en
+la Bética, y aunque su autor reconoció despues el error y se retractó
+públicamente, los Cristianos de Córdoba padecieron mucho por su causa,
+pues como asegura Gomez Bravo (obra cit.), sus fautores, valiéndose del
+brazo bárbaro de los Sarracenos, persiguieron cruelmente á los que
+defendian la verdadera doctrina de la Iglesia católica.
+
+[84] La historia de los trabajos evangélicos de los obispos de Córdoba
+bajo las dominaciones romana y goda se halla minuciosamente relatada en
+los primeros capítulos de la interesante obra de Gomez Bravo: _Catálogo
+de los obispos de Córdoba, etc._ El incansable celo, las
+peregrinaciones, los escritos, las discusiones sostenidas por estos en
+los concilios desde los tiempos del grande Osio, son las pruebas mas
+concluyentes y luminosas del espíritu eminentemente civilizador de la
+Iglesia de Jesucristo.
+
+[85] El primero que oprimió á los Cristianos de Córdoba con exacciones
+fué _Alahor_, tercero que gobernó á España en nombre del Califa de
+Oriente desde 715 hasta 719. De este afirma el arzobispo D. Rodrigo en
+su _Historia de los Arabes_, _que los desustanció_. El Pacense dá á
+entender que los Moros habian quitado algunos bienes á los Cristianos en
+tiempo de paz, y que Alahor se los volvió para sacar de ellos tributos.
+A los mismos Sarracenos que habian entrado en España con la primera
+conquista los encarcelaba y atormentaba para que declarasen los tesoros
+que habian escondido. Su sucesor _Zama_ formó padron de todo lo que se
+debia tributar, haciendo partes de los bienes que poseían los Moros sin
+division ni señalamiento: en cuya conformidad distribuyó por suerte las
+posesiones, aplicando unas á los soldados y otras al fisco. A los
+Cristianos de las ciudades conquistadas por fuerza los gravó en la
+quinta parte, y á los que no opusieron resistencia les señaló la décima,
+segun refiere D. Rodrigo. _Ambisa_ duplicó los tributos de los
+Cristianos, aumentando tambien el fisco con los bienes de los Judíos,
+como espresa el Pacense en el número 53 de la edicion del P. Florez.
+_Yahia_ siguió los pasos de _Alahor_, pues segun el mismo autor (núm.
+54), precisó á los Moros á que restituyesen á los Cristianos muchos
+bienes que les habian quitado en tiempo de paz. Los sucesores vivieron
+en casi continua guerra hasta que eligieron á Jusuf, el cual mandó hacer
+nuevo padron, borrando de la lista de los tributos á los Cristianos ya
+difuntos, pues en el tributo personal que bajo su antecesor Toaba
+satisfacian estaban tan oprimidos, que, como de Diocleciano y Maximiano
+escribe Lactancio, obligaban á los vivos á que le pagasen por los
+muertos.
+
+Por estas noticias, que sumariamente estractamos de los historiadores
+Florez y Bravo, podrá formarse el lector una ligera idea de la
+esclavitud en que vivian antes de Abde-r-rahman I los miserables
+Cristianos de Córdoba bajo el solo concepto de las capitaciones y
+tributos. Pero nos resta añadir algo acerca del medio practicado para la
+cobranza de los tributos ordinarios bajo los Califas, que era
+probablemente el que se seguia en la época á que se refiere nuestra
+narracion. «El modo de las contribuciones, dice el citado Florez (Esp.
+Sagr., trat. 33, cap. 7), no era repartiendo el tributo por familias,
+sino exigiéndole á las mismas personas cuando los ministros las
+encontraban en público: de suerte que uno no pagaba por otro, sino cada
+uno por sí, y esto en caso de manifestarse, pues mientras se mantuviese
+recogido en casa, no le hacian estorsion, segun prueba el libro _de
+Habitu Clericorum_, escrito por el presbítero Leovigildo, para instruir
+á los clérigos que no salian al público por enfermedad, ó por el tributo
+que en cada mes pagaban los Cristianos: _Ut qui ex nobis ad remanentes
+Doctores imbecillitate corporis præpediente dirigere gressus nequiverit,
+aut quem inquisitio vel census, vel vectigalis, quod omni lunari mense
+pro Christi nomine solvere cogimur, retinuerit; saltim nocturno tempore
+qui necessarium duxerit legat, etc._ Esta reclusion por librarse de los
+tributos prueba que solo los pagaban cuando salian al público libres de
+toda estorsion si la enfermedad ó la pobreza los obligaba á mantenerse
+ocultos.»
+
+De los tributos estraordinarios impuestos á los infelices Cristianos en
+tiempo de la persecucion sarracena se hablará mas adelante.
+
+[86] Es muy de notar que ninguno de los historiados cristianos, entre
+los cuales descuellan Ambrosio de Morales, el P. Roa, Diaz de Ribas,
+Florez, Masdeu, y otros no menos diligentes en la investigacion de las
+memorias y documentos de España bajo el dominio de los árabes, haga
+mencion, ni leve alusion siquiera, á este hecho de la venta de la
+basílica cristiana á los Mahometanos que refiere Ar-razi. Los
+historiadores árabes, sin embargo, pueden ayudarnos en muchas cosas á
+suplir el silencio de los nuestros: silencio que nada tiene de
+particular atendida la natural turbacion y desconcierto de aquellos
+primeros tiempos de la España muzárabe, durante los cuales, la misma
+tolerancia de los dominadores pudo en cierto modo contribuir á que no
+surgiesen al pronto del seno de la Iglesia española de la Bética esos
+hombres notables, dechados de ciencia y santidad, que luego la
+ilustraron en las épocas de persecucion. Así como estos pueden servir de
+guias al historiador desde la mitad del noveno siglo; para el
+conocimiento de la edad anterior, que comprende desde la conquista de
+los Sarracenos hasta S. Eulogio, no hay mas luz que la que dan el
+Pacense, el moro Rasis y el arzobispo D. Rodrigo: el Pacense, porque
+acabó de escribir su crónica en el año 754 de Cristo, es decir, poco
+antes de apoderarse del trono de Córdoba Abde-r-rahman I; el moro Rasis,
+porque aunque contemporáneo de S. Eulogio, tomó lo anterior á su tiempo
+de tres autores que escribieron lo que veían, y principalmente del
+_Al-Bucar_, escritor que Morales califica como _de mucha estima y
+autoridad entre los Moros_; el arzobispo D. Rodrigo, finalmente, porque
+segun espresa el mismo Morales, de su gravedad se puede tener por cierto
+que usó buena diligencia en lo que escribia. Ninguno de estos tres
+historiadores nos dice cuál fuese la basílica catedral de los Cristianos
+de Córdoba cuando la ciudad fué ganada por los árabes; y sin embargo,
+por una serie de inducciones que en los angostos limites de esta nota no
+cabe apuntar, muchos autorizados anticuarios convienen en que la
+principal iglesia cristiana ocupaba el mismo sitio que hoy ocupa la
+famosa mezquita, y que dicha iglesia fué construida por los godos sobre
+las ruinas de un suntuoso templo romano, consagrado á Jano. Varios de
+nuestros mas graves historiadores por otra parte, convienen con Ambrosio
+de Morales en que la basílica de los tres mártires Fausto, Januario y
+Marcial, hoy iglesia de S. Pedro, fué la catedral donde residió el
+obispo bajo los Califas; y sin embargo, no hay oposicion entre ambas
+conjeturas, porque pudo muy bien haber sido catedral la basílica de los
+tres mártires desde los años de Abde-r-rahman I, y catedral de los
+Cristianos godos cuando la conquista arábiga la otra iglesia, de
+advocacion desconocida, edificada en el solar del antiguo templo pagano,
+puesto que los historiadores mencionados no dicen desde qué año fué
+catedral la basílica citada. Es claro que para fijar este dato eran
+menester otros mucho mas principales, y que ignorándose hasta el número
+y nombres de los prelados que gobernaron la iglesia de Córdoba desde el
+año de la pérdida de España hasta el de 850 en que comienza la
+persecucion sarracénica, no debe estrañarse que se ignoren otras
+particularidades de menos monta; pero á veces sucede colmarse
+impensadamente un gran vacio con un simple dato de poca importancia al
+parecer, como se ilumina un espacioso é ignorado antro con el resplandor
+de una pequeña llamita.
+
+Leemos, pues, en la obra tantas veces citada de Al-Makkari, copiando al
+historiador Ar-razi, que los conquistadores de Andalucía imitaron la
+conducta de los generales musulmanes que habian tomado á Damasco, y que
+lo mismo que estos habian dividido con los Cristianos de Siria el templo
+principal de dicha ciudad, dividieron ellos con los Cordobeses el
+_templo principal de Córdoba_, sobre el cual andando el tiempo construyó
+Abde-r-rahman la gran mezquita. (Véase la pág. 86 de este tomo.) Otro
+escritor árabe (que cita el erudito Sr. Gayangos en la nota 2, cap. II,
+lib. III de la citada obra), llamado Ibu Habib, dice que la principal
+iglesia cristiana de Córdoba, en la época de su espugnacion por los
+Sarracenos, estaba situada en el barrio denominado _Kudyat Abi'abdah_:
+ahora bien, este barrio es el parage mismo que designa Al-Makkari como
+asiento del antiguo _Palacio de Rodrigo_, y siendo este palacio de
+Rodrigo el mismo alcázar que los godos y árabes habitaron en Córdoba, y
+que hoy designados con el nombre de Alcázar viejo, cerca de la mezquita,
+parece que debe quedar muy poca duda acerca de la conformidad absoluta
+entre los dos historiadores Ar-razi é Ibn Habib. El testimonio de estos
+se conforma también con las observaciones de los anticuarios, que por la
+grande abundancia de fragmentos romanos que en la Aljama arábiga se
+advierte, asignan á estos un origen pagano y suntuoso, solo propio de un
+gran templo, ó de muchos monumentos antiguos á la vez; y al propio
+tiempo no se opone á las deducciones de nuestros respetables
+historiadores. Asi, pues, admitiendo la veracidad de los historiadores
+árabes citados, y por consiguiente la probabilidad de que los Sarracenos
+conquistadores de Córdoba siguiesen el precepto recomendado por el
+célebre conquistador de la Siria Omar el Farruck y dividiesen con los
+Cristianos el principal de sus templos, sin contradecir en lo mínimo el
+relato mas fidedigno de nuestros escritores, antes bien completándolo en
+la parte que ellos dejan intacta por falta de documentos, podemos
+establecer: que la basílica catedral de Córdoba, fundada por los Godos
+sobre la planta de un templo pagano, sirvió, dividida en dos mitades,
+por espacio de unos setenta años á los dos cultos cristiano y
+mahometano; que Abde-r-rahman I compró á los Cristianos su parte, como
+afirma Ar-razi; y que la nueva iglesia que ellos entonces obtuvieron
+permiso de erigir para el culto cristiano esclusivamente, segun el mismo
+historiador árabe refiere, no fué otra que esa misma basílica de los
+tres mártires Fausto, Januario y Marcial, de fundacion hasta ahora nunca
+determinada, y que sirvió de catedral á los Cristianos Cordobeses todo
+el tiempo que duró el Califato y aun despues hasta el dia de la
+reconquista.
+
+Acerca de la advocacion de la primitiva basílica catedral no resulta
+cosa cierta: algunos creen (y lo rebate el licenciado D. Pedro Diaz de
+Rivas en sus antigüedades de Córdoba, _Discurso IV, templo de Jano
+Augusto_) que la iglesia mayor se denominase de S. Jorge. Toman su
+fundamento en la narracion del moro Rasis, que dice: que el rey godo
+nombrado por los Cordobeses despues de muerto Rodrigo, sabedor de que la
+ciudad habia sido entrada por sorpresa por la hueste de Mugeith que
+andaba ya quebrantando las puertas, se acogió á un templo fuerte
+dedicado á S. Jorge, en el cual se defendió con los suyos por espacio de
+tres meses. Suponiendo que solo la iglesia principal podía calificarse
+de _fuerte presidio_, discurrieron estos que la defensa debia haberse
+hecho en el edificio de la catedral. Ambrosio de Morales queria que el
+templo de S. Jorge fuese la actual iglesia de S. Salvador. Pero el
+citado Diaz de Rivas con muy sólidos argumentos induce á creer que la
+resistencia del caudillo godo con su gente tuviese lugar en la iglesia
+del convento de Sta. Clara, que en tiempos antiguos llevó sucesivamente
+los nombres de S. Jorge y Sta. Catalina. Ar-razi asienta que la iglesia
+principal de los Cristianos de Córdoba estaba dedicada á S. Vicente, y
+verdaderamente no hallamos dificultad para que asi fuese, á menos que se
+quisiera suponer que la primitiva catedral estuviese bajo la advocacion
+de los tres mártires. Pero en este caso, ¿qué nombre habia llevado hasta
+el año 786 la basílica derruida que los Cristianos restauraron para
+catedral despues de vender la antigua al rey árabe?
+
+[87] Segun los cánones de los concilios y decretos de los Santos Padres
+no podian venderse las cosas sagradas mas que en ciertos y determinados
+casos, y esta es la doctrina usual y corriente de la Iglesia. El obispo
+era el principal administrador de todas las rentas eclesiásticas, no
+podia enagenar los bienes, ni venderlos sin aprobacion de todo el clero,
+ni disponer de ellos en ninguna manera. «Si algun obispo ó algun clérigo
+vendiere ó diere sin conseio de los otros clérigos alguna cosa de la
+eglesia (decia la ley visigoda (III, tít. I, lib. V)), mandamos que non
+vala, si non fuere fecho cuemo mandan los decretos de los Santos
+Padres.» Los casos en que es permitido al obispo enagenar las cosas
+sagradas con consentimiento de su clero pueden verse latamente en los
+autores de derecho canónico, principalmente en Devoti, Berardi,
+Ferraris, etc. En la enagenacion de la basílica de Córdoba concurrian
+varias de estas causas, pues no solamente se trataba de evitar los males
+de la promiscuidad de dos cultos tan opuestos como el cristiano y el
+mahometano, sino que ademas era de necesidad casi absoluta el constituir
+la catedral cristiana cómoda, decorosa y separadamente.
+
+[88] Refiriendo Ahmed Al-Makkarí los tratos que entre los Cristianos y
+el rey árabe mediaron para la cesion de la antigua basílica, dice que
+despues de nuevas insistencias cedieron los Cristianos, con la condicion
+de que se les habia de permitir reedificar otra iglesia que habia sido
+destruida, cerca de los muros, y para el culto de su Dios solamente. No
+declara en verdad con palabras terminantes el historiador citado que
+esta iglesia derruida fuese la de los tres mártires Fausto, Januario y
+Marcial; pero probando abundantemente Ambrosio de Morales y los demas
+escritores cordobeses, Rea Rivas y Gomez Bravo, que la basílica de los
+tres mártires fué la antigua catedral donde residió el obispo todo el
+tiempo de la dominacion sarracénica, resulta evidenciado del cotejo de
+nuestros historiadores con el mencionado Al-Makkarí, que la iglesia que
+los Cristianos levantaron en sustitucion de su antigua basílica
+catedral, vendida á los Musulmanes, fué esa misma de los tres mártires,
+situada en efecto cerca de los muros de la ciudad á la parte del
+mediodia, y en la _Axarquía_ ó _parte baja_ que ocupaban los Cristianos.
+
+[89] El Símbolo ó fórmula de fé que aprobó el Concilio de Nicea fué la
+que concibió Osio, como dice S. Atanasio, que se halló presente; y la
+hizo saber ó publicó en el mismo Concilio Hermógenes, segun refiere S.
+Basilio, para que oida y considerada la aprobasen y confirmasen los
+Padres.
+
+[90] En las catedrales de la España mozárabe, lo mismo que en las de la
+Espada goda, habia dos casas de comunidad, la una de eclesiásticos segun
+costumbre antigua, y la otra de niños educandos como se estila aun en
+los seminarios. El seminario ó _cónclave de niños_ era para los hijos y
+descendientes de los libertos de la catedral, y para todos los demas
+niños _oblatos_ ú ofrecidos por sus padres al servicio de la iglesia.
+Alli los criaba un anciano docto y piadoso, dándoles la instruccion
+necesaria en lo espiritual y literario, y cumplidos los 18 años se les
+preguntaba delante de todo el clero si querian casarse ó vivir solteros;
+y de alli á otros dos años, segun la respuesta que habian dado, ó los
+promovian al subdiaconado, ó les permitian el matrimonio dejándoles ir á
+sus casas.
+
+[91] Habia escuelas en las basílicas y monasterios, y tambien
+bibliotecas, aunque estas no eran siempre lo que hoy entendemos bajo ese
+nombre. Muchas veces en los documentos de la España árabe se hace
+mencion de _bibliotecas_, que no eran sino una coleccion completa de los
+libros sagrados del viejo y nuevo Testamento, ó propiamente hablando
+_biblias_: y de esta especie eran la _biblioteca_ que el conde Adulfo
+costeó para la iglesia de S. Acisclo, segun se colige del epigrama
+primero de Cipriano, arcipreste de Córdoba, y la famosa del presbítero
+Leovigildo que celebró en una larga é ingeniosa composicion poética
+Alvaro Cordobés.
+
+[92] _Juma_, _aljuma_ ó _alchuma_ es el dia festivo, ó viernes, de
+descanso y reunion para los Mahometanos, asi como entre nosotros lo es
+el domingo.
+
+[93] _Aliden_ y _Alidzán_: pregon, convocatoria que se hace en la parte
+esterior de las mezquitas para que el pueblo acuda á la azala ú oracion.
+
+[94] El Koran enseña á los Mahometanos que ademas de los ángeles y de
+los demonios hay otros seres de especie intermedia, llamados _jines_ ó
+_chines_ (genios), formados del fuego, y capaces de salvacion ó
+condenacion eterna como las criaturas mortales. Los Orientales creen que
+estos genios, entre los cuales los hay buenos y malos, propicios y
+maléficos, habitaron la tierra muchos siglos antes de la creacion de
+Adan, y que los que sobrevivieron á la destruccion con que fueron
+castigados por sus maldades, combatidos por un antiguo rey persa llamado
+Tahmurath, tuvieron que retraerse á las famosas montañas de Kaf. Entre
+estos _jines_, unos son _Péris_ ó _Fadas_, otros _Dives_ ó _gigantes_,
+otros por último _Tacoines_ ó _destinos_.
+
+[95] Los historiadores árabes designan con el nombre de Palacio de
+Rodrigo (_Balátt Rudherik_) al que hoy designamos con el nombre de
+Alcázar, al Occidente de la mezquita, orilla del rio; no, como dice
+Al-Makkarí, porque se creyese que lo habia fundado el rey Rodrigo, sino
+porque este monarca lo habitaba siempre que iba á Córdoba. Nuestros
+historiadores suponen que este palacio fué construido por Teodofredo,
+padre de D. Rodrigo, cuando le desterró á dicha ciudad Egica, y en
+verdad que no alcanzamos por qué se separa Ambrosio de Morales del comun
+sentir, estableciendo que Teodofredo pudo haber fundado su palacio en la
+Albayda ó Casa blanca, media legua al norte de Córdoba. Menos todavía se
+esplica esta conjetura del sabio cronista si el paso en que la establece
+(lib. 12, cap. 63) se coteja con otro mas adelante (lib. cit., cap. 67),
+en que dice hablando del rey Rodrigo: «fortificó mucho los palacios de
+su padre en Córdoba, así que les quedó despues su nombre, y los Moros
+los llaman _Palacios del rey Rodrigo_.»
+
+[96] La mezquita de Córdoba es acaso el primer monumento en que se
+empleó el arco ultra-semicircular ó de herradura en España, y el único
+que presenta esa estraña, ligera y elegantísima combinacion de arcos
+sobrepuestos, que hará de él uno de los ejemplares mas preciosos é
+inestimables del arte monumental mientras se dé culto al genio y á la
+poesía en el mundo.
+
+[97] _Hotba_ ó _Kotba_ equivale á sermon, plática, arenga. En ella se
+contiene una especie de rogativa por la salud del soberano reinante, que
+concluye en estos términos: «Oh mi Dios, sé misericordioso con los
+Califas ortodoxos, distinguidos por la doctrina, la virtud y los
+celestiales dones de que los has colmado, que han juzgado y obrado segun
+la verdad y la justicia. ¡Oh mi Dios! Sosten, asiste y defiende á tu
+servidor el Califa (ó el Sultan) N..., perpetúa su imperio y su poder.»
+Abolió Abde-r-rahman la supremacía espiritual de los Beni Abbas ó
+Abassides en España, prohibiendo que se mentase el nombre del Califa en
+los púlpitos ó mimbares de las mezquitas, y aunque él no se atrevió á
+tomar declaradamente el título de Califa de Occidente, como empezó sin
+embargo á usar el de _Amiru-l-moslemin_ (Amir ó cabeza de los muslimes
+andaluces), y el de _Omará-bnu-l-kholafá_ (Amir, hijo de los Califas),
+es indudable que fué considerado como soberano reinante, y que desde
+este momento en la rogativa de la _hotba_ se hacia espresion de su
+nombre. En las aljamas ó mezquitas principales debia haber sermon y
+lecturas piadosas todos los viernes ó jumas, y todo fiel musulman debia
+oirlas pudiendo salir de su casa al nacer el sol para volver á la
+puesta. Por eso la Ley y Sunnah les recomendaba que viviesen lo mas
+cerca posible de las aljamas.
+
+[98] _Mimbar_ quiere decir lo mismo que púlpito, en el cual se colocaba
+para ser bien visto y oido de todos el Imam ó el Alfaquí que dirigia las
+oraciones, y el Khatib que hacia el sermon.
+
+[99] Aunque propiamente hablando solo era Imam el Califa, por ser el
+único verdadero gefe y cabeza en lo civil y religioso, no obstante por
+similitud se daba el mismo nombre al Alfaquí que dirigia ó presidia en
+la mezquita los ritos y ceremonias. El Alfaquí, pues, era Imam ó cabeza
+dentro del templo para lo relativo al culto. Abde-r-rahman no obstante,
+como acostumbraba á hacer oficios sacerdotales muchos viernes predicando
+al pueblo desde el mimbar, ó presidiendo los entierros y recitando las
+oraciones de ritual sobre los difuntos, merece bajo ambos conceptos el
+título de Imam que le dá uno de los historiadores citados por
+Al-Makkarí.
+
+[100] Llamaban á Abde-r-rahman el _invasor_, el _conquistador_, por
+antonomasia (_Addákhel_ en arábigo); no el _intruso_ como traduce Conde,
+á quien corrige oportunamente el Sr. Gayangos en la nota 36, pág. II,
+lib. VI de la citada Historia de las dinastías mahometanas.
+
+[101] El erudito y laborioso orientalista arriba citado acaba de ordenar
+é imprimir, para ayudar á la inteligencia de la Coleccion de fueros y
+cartas pueblas que prepara la Real Academia de la Historia, dos
+interesantísimos _tratados de legislacion musulmana_, civil y religiosa;
+de la segunda parte de este curioso libro, en que se contiene la Suma de
+los principales mandamientos y prohibiciones de la Ley y de la Sunnah,
+sacamos el siguiente extracto, que quizás no desagrará al lector por la
+minuciosidad con que en él se dá cuenta de las ceremonias usadas entre
+los Mahometanos con los muertos. «Sea acordado al que está á la muerte
+el nombramiento de Allah, y no se le debe acercar ninguna persona que no
+tenga _takor_ (que no se haya purificado) despues que sea fallecido: y
+dióse por los sabios licencia para que se lea á su cabecera, y no fué
+amado por Melique (ó por Malik ben Ans, fundador de la famosa doctrina
+teológica que sustituyó en Andalucía á la antigua del Auzei) que den
+boces ni gritos, sino que lloren pacientemente quanto mas puedan. El
+bañar al muerto no ay tasa cierta en ello, mas báñelo quien mejor
+supiere, de manera que quede limpio... Bien passa que bañe el marido á
+la muger, y la muger al marido, y la muger al muchacho, quando es de
+poca edad. No le quiten al muerto cabellos, ni uñas, ni lo _hatenen_ (ó
+circunciden), ni le quiten cosa de su cuerpo, sino alímpienlo quanto
+puedan. No bañen al que muere en _fi çabil_ y _llahi_ (por la causa de
+Dios en la guerra santa) en la gueste ó batalla, ni le amortajen ni
+hagan _açala_ sobre él, y entiérrenle en su fuessa con sus mesmos
+bestidos como estubiere. Sea amortajado el difunto en tres lienzos, ó
+cinco, ó siete, blancos, hechos tiras, ó camisas una sobre otra de grado
+en grado... pónganle olores buenos en los lugares del _çuchud_ (por los
+cuales entendemos las partes del cuerpo con que se hace la postracion ó
+acto de humillacion en tierra, que es una de las posturas de la
+_azala_), y llébenle á enterrar quando aya pasado la ora del _açala_
+sobre él, etc.» El autor de esta Suma es D. Içe de Gebir, Alfaquí mayor
+y Muftí de la Aljama de Segovia en el siglo XV, y la escribió en
+lenguaje aljamiado para el uso de los que habian ya perdido el
+conocimiento de la lengua árabe, declarando ser su intencion sacar la
+mas pura doctrina de los antiguos _maestros de la Santa Ley y Açunna_.
+
+[102] Llamaban tambien á Abde-r-rahman _el halcon Coreixí_ (_Sakr
+Koraysh_) aludiendo á la velocidad de sus conquistas.
+
+[103] Tradiciones recogidas por Hozail sobre los merecimientos de la
+guerra santa en el Andalús. «Dijo Aixa, la muger del Profeta: llegará
+tiempo en que se pondrá fin á la guerra santa, si no es en cierta
+península que tiene por nombre Andalús en Maghreb l'Aksá, y el morabito,
+hombre de frontera en ella, ganará mas méritos que el mártir cuando
+viene bañado en su propia sangre.» Tambien decia: «el mejor rebato sobre
+la haz de la tierra es el del Andalús: su oriente es enemigo, su ocaso
+es enemigo, su septentrion enemigo, y su mediodia enemigo tambien.» Otra
+tradicion decia: «Alzóse el Profeta de Dios en la mezquita cierto dia y
+estendió su mano hácia occidente como bendiciendo: dijéronle: ¿á quién
+bendices, oh Profeta de Allah?--A cierta porcion de mi pueblo, dijo, que
+mora mas allá de Maghreb l'Aksá, region que tiene por nombre Andalús...
+Los vivos son alli morabitos, y los muertos mártires, á quienes
+recogerán las nubes allende el mar infiel para llevarlos el dia del
+juicio al sitio de la resurreccion cual gotas de agua.» (_De la milicia
+de los Arabes en España._==Opúsculo por D. Serafin Estevanez Calderon.)
+
+[104] Las tribus árabes, que dejando las tiendas de sus mayores se
+establecieron en Andalucía, mantuvieron hasta la caida del Califato de
+Córdoba constantemente viva la animosidad que desde un principio separó
+á los descendientes de los dos principales troncos ADNÁN y KHATTÁN.
+Entre las varias tribus de la estirpe de Adnán era la de los Beni Modhar
+la predominante por su número en Andalucía, y con el apoyo que le
+prestaron los Beni Umeyas, procedentes del mismo tronco, los
+descendientes de Khattán, llamados _Arabes del Yemen_ ó _Yemenitas_, no
+pudieron hasta el reinado del usurpador Al-Mansúr equilibrar su poder
+con el de sus irreconciliables enemigos.
+
+[105] Huete.
+
+[106] Todas las oraciones y ceremonias de los Mahometanos acaban con el
+_Salam_ ó Salutacion; la cual se hace tambien á los seres invisibles,
+como por ejemplo, á los dos ángeles que segun el Koran estan á derecha é
+izquierda de todo el que ora ó hace su azala.
+
+[107] Hízola, segun refiere Al-Makkarí, al lado opuesto de la _Puerta de
+los jardines_ del palacio de Córdoba.
+
+[108] _Alguado_: lavatorio, ablucion.
+
+[109] Véase la lámina que representa la _Puerta de las Palmas desde el
+patio_.
+
+[110] _The History of the Mohammedan Dynasties in Spain, etc._ Tomo I,
+pág. 219.
+
+[111] Bagdad.
+
+[112] No hay en esto la menor exageracion de nuestra parte. El que
+quiera formarse una idea aproximada del desenfrenado lujo introducido en
+el imperio árabe de Oriente por los Califas Abassides, rivales en
+esplendor y magnificencia de los antiguos Asirios y Persas y de sus
+contemporáneos los emperadores griegos, puede consultar las obras de
+Hammer, _Hist. de l'Empire Ottoman_; Malcolm, _Hist. de Perse_;
+Gaillardin, _Hist. du moyen âge_; OElsner, _Des effets de la religion de
+Mohammed_; Mills, _Hist. du Mahométisme_; etc., etc.
+
+[113] Al-Makkarí: Hist. de las dinastías mahometanas, tomo 2, pág. 126.
+
+[114] Los Cristianos y Judíos fueron colmados de agasajos y de honores
+en la corte de Harun al Raschid, los primeros por sus conocimientos en
+la filosofía y en la medicina, y los segundos por la sutileza é ingenio
+con que manejaban las místicas teorías de la escuela alejandrina y de la
+antigua filosofía hermética, tan conformes á la imaginacion exaltada de
+los Arabes. Los Cristianos lograron ser poderosos é influyentes, y los
+Judíos obtuvieron que fuesen protegidas sus escuelas fundadas en Sora y
+Pundebita.
+
+[115] El ciego entusiasmo del Califa Al-Mamún por las ciencias le llevó
+hasta el ridículo estremo de declarar la guerra al emperador de
+Constantinopla solo por haberse opuesto á que Leon, arzobispo de
+Tesalónica, se trasladase á Bagdad.
+
+[116] El colegio de Bagdad.
+
+[117] _Abu-Thaman_ es el nombre del afortunado poeta que lo compuso.
+
+[118] Los Abassides adoptaron el negro como su color privativo para el
+trage de guerra y de corte, y aun para sus pendones y banderas, y de
+aquí viene el distinguirlos con el apelativo de _Califas negros_. Sus
+rivales los Umeyas, por el contrario, usaban como color de ceremonia el
+blanco.
+
+[119] Es sabido que el papa Silvestre II antes de entrar en la regla de
+S. Benito perfeccionó sus estudios en las escuelas de la España árabe.
+
+[120] «Y habiendo ejecutado lo mismo (esto es, habiéndose rebelado) el
+suburbio ó ciudad baja de Córdoba, entró por la puerta nueva Abdelcarin,
+su general, y prendió mas de trescientos Arabes amotinados, que luego
+mandó colgar á la orilla del rio junto á la puerta del Puente.» Así
+Bravo, _Obisp. de Córd._ Al-Makkarí (cap. III, lib. VI), bajo el
+epígrafe _Sedicion en Córdoba_, dice que el arrabal ó suburbio amotinado
+fué el de Poniente; y el Sr. Gayangos en una de las notas que ilustran
+este pasage dice que segun otros autores ocurrió el levantamiento en el
+suburbio de Sbakandah ó Secunda, que caía al Sur de la capital.
+
+[121] El _ridá_ era una especie de manto ó capa que llevaban los
+dervíses y faquires, fanáticos mendicantes que andando el tiempo
+abundaron mucho en todos los paises musulmanes.
+
+[122] Con la cara tiznada de _kohol_ y _siwak_, dice Al-Makkarí,
+palabras que el traductor y comentador interpreta _polvos dentríficos_,
+añadiendo en una nota que el _siwak_ puede significar así un específico
+cualquiera para limpiar la dentadura, como el palo que usaban los Arabes
+al efecto en vez de cepillo. Damos razon de estos y otros pormenores
+porque son rasgos gráficos que hacen mas interesante la historia antigua
+del pueblo musulman, cuyas costumbres y usos domésticos son poco
+conocidos.
+
+[123] Habiendo el emperador griego Teófilo solicitado alianza de
+Abde-r-rahman II y enviádole ricos presentes para grangeársela, con
+objeto de reunirse ambos contra los ejércitos amenazantes de los
+Abassides, el sultan andaluz concibió cierto deseo de reconquistar en el
+Oriente el imperio de los proscritos Umeyas, sus antecesores, y
+entabláronse desde luego relaciones de amistad entre los dos soberanos.
+Abde-r-rahman correspondió á los presentes del griego con un magnífico
+regalo, encomendado á uno de los caballeros mas cumplidos de su corte
+para que se le entregase en persona. Fué el elegido para este encargo un
+tal Yahia Al-ghazal, muy celebrado por su sabiduría y talento poético,
+con quien gustaba despues el rey, dice Conde, conversar informándose de
+las costumbres de los reyes infieles, y de los pueblos y ciudades que
+habia visto, pues tambien habia viajado por tierra de Afranc. Al-ghazal
+fué muy afortunado en su legacion de Constantinopla, porque no solo
+concluyó la alianza requerida, sino que consiguió ademas (refiere
+Al-Makkarí) que el nombre de Abde-r-rahman fuese allí mas respetado que
+el del Califa Abassida. Este último historiador cuenta varias anécdotas
+curiosas de la galanteria de Al-ghazal en las cortes que recorrió.
+Llamábanle _la gacela_ (_Al-ghazal_) por su hermosura, pertenecia á la
+tribu de Bekr Ibn Wáyil, era natural de Jaen, sobresalía en las ciencias
+naturales y en la poesía, y el escritor Ibnu Hayyán le llamaba el
+_sabio_ (_A'lim_) de Andalucía.
+
+[124] Mas adelante se hablará de este singular personage, insigne músico
+de la Iraca, á quien tuvo el rey hospedado en su propio alcázar,
+colmándole de agasajos y liberalidades.
+
+[125] Obeydullah Ibnu-l-balensí (es decir, Obeydullah, _hijo del
+valenciano_), nieto de Abde-r-rahman I, se distinguió principalmente
+contra los Cristianos de Alava y las Castillas. «En el año 224 (A. D.
+838), dice An-nuwayrí, Abde-r-rahman envió un ejército contra el enemigo
+bajo el mando de Obeydullah, hijo de Abdullah el valenciano; llegó este
+ejército á Alava y á la tierra de los castillos, y tuvo con los infieles
+un encuentro en que, despues de un rudo pelear y de una gran matanza,
+fueron derrotados los Cristianos. Fueron tantos sus muertos, que cuando
+estaban ya apiladas sus cabezas en el campo de batalla, no podia un
+ginete ver á su compañero.»
+
+Nuestros historiadores no hacen mencion de esta derrota; al contrario,
+pintan bajo el reinado de D. Alfonso el Casto muy crudamente
+escarmentados á los capitanes de Abde-r-rahman II en los acontecimientos
+de Galicia. Solo Dios sabe la verdad, repetiremos á usanza de los
+Arabes.
+
+[126] Las paces ajustadas entre Abde-r-rahman II y Cárlos el Calvo
+constan por los Anales Berlinianos, donde, bajo el año 847, se refiere
+con este motivo la peticion que los afligidos cristianos de España
+dirigieron al rey franco á fin de que reclamara de Abde-r-rahman que le
+entregase cierto diácono aleman, apóstata, que andaba concitando en
+Córdoba contra ellos los ánimos del rey y de los principales sarracenos.
+«_Legati Abdirhaman Regis Sarracenorum á Corduba Hispaniæ ad Carolum
+pacis petendæ fæderisque firmandi gratia veniunt... Bodo, qui ante annos
+aliquat Christiana veritate derelicta ad Judæorum perfidiam concesserat,
+in tantum mali profecit, ut in omnes Christianos Hispaniæ degentes, tam
+Regis quam gentis Sarracenorum animos concitare statuerit... Super quo
+omnium illius Regni Christianorum petitio ad Carolum Regem... missa est,
+ut memoratus Apostata reposceretur, ne diutius, etc._»
+
+[127] El metropolitano de Sevilla, Recafredo, cediendo á las
+intimaciones de Abde-r-rahman, prohibió á los cristianos presentarse
+voluntariamente ante los Cadíes para confesar á Cristo, y persuadido de
+un esceptor de tributos que despues apostató de la religion cristiana,
+mandó que no se tuviesen por mártires, sino por malhechores temerarios,
+los que espontáneamente se ofreciesen á los referidos jueces. Tambien
+decretó que se tuviesen por escomulgados los que sin ser violentados á
+comparecer fuesen condenados á muerte, y como á tales se quemaron los
+cuerpos de algunos que permanecian todavía pendientes en el lugar del
+suplicio. Este decreto suscitó de parte del obispo Saulo, S. Eulogio y
+otros muchos sacerdotes, enérgicas impugnaciones que avivaron la fé de
+los cristianos. Menudearon desde entonces las confesiones, y arreció la
+cólera de los perseguidores. Determinó el rey árabe, oido su consejo,
+que tuviese cualquiera musulman facultad para quitar la vida al que
+hablase mal de su profeta y secta. Con esta resolucion «los buenos y
+celosos huyeron y se ocultaron, dice Gomez Bravo; los malos apostataron
+de la religion cristiana; otros publicaban que los mártires habian sido
+indiscretos y temerarios, aunque antes los habian venerado por
+felicísimos; otros, que desde el principio los habian anatematizado, los
+maldecian y llenaban de oprobios.» Oigamos mas bien las sentidas quejas
+de Alvaro en su Indículo luminoso: _¿Nonne ipsi, qui videbantur columnæ,
+qui putabantur Ecclesiæ Petræ, qui credebantur electi, nullo cogente,
+nemine provocante, judicem adierunt, et in præsentia cinicorum, imo
+Epicurorum Dei Martyres infamarunt? ¿Nonne Pastores Christi, Doctores
+Ecclesiæ, Episcopi, Abbates, Presbyteri, Proceres et Magnati hæreticos
+eos esse publice clamarunt? ¿Et quos in Catholica fide natos, et matris
+Ecclesiæ uberibus nutritos noverunt, meretricio concubitu, et
+adulterorum cibo pastos esse firmarunt? ¿Et est ne aliquis de flagello
+qui adhuc conquirat digne, cum causam ipsius videt flagelli?_
+
+[128] Es de advertir que en la primitiva iglesia no se tenian en público
+por santos ni se hacia fiesta como á tales sino á solos los mártires, y
+que en la iglesia mozárabe de Córdoba perseveraba esta costumbre. «En
+padeciendo un mártir, dice Ambrosio de Morales, luego le celebraban la
+fiesta en todos los años, le decian sus horas y le daban su leyenda.»
+Proclamábanse, pues, los santos en la España árabe por voz pública en
+cuanto morian, sin esperar canonizacion de Roma. La canonizacion, ó por
+lo menos su principio, parece sin embargo de origen mas antiguo, puesto
+que segun los martirologios, el Papa Leon III mandó tener por santos y
+rezar de ellos á algunos que allí se nombran, y este Papa ascendió al
+pontificado el año de J. C. 796.
+
+[129] Siguiendo el ejemplo de Conde traducimos en romance octosílabo los
+versos de Abde-r-rahman, cuyo original puede verse en la nota 32 del Sr.
+Gayangos al cap. IV, lib. VI de Al-Makkarí.
+
+[130] Copiando al historiador Ibrabim el Katib refiere Conde, que un dia
+regaló el sultan á una esclava suya, muy linda y preciosa, un collar ó
+gargantilla de oro, perlas y pedrería, de valor de 10,000 dinares ó
+doblas de oro, y que contando despues el rey á su poeta Abdala ben Xamri
+que á sus wazires, presentes á la dádiva, les habia parecido escesiva,
+el poeta por adular el gusto de su señor habia improvisado un concepto
+en verso encareciendo las gracias de la esclava querida, al cual
+contestó el rey con esta otra improvisacion:
+
+ Es don tuyo Aben Xamri --la elegante poesía,
+ los oscuros pensamientos --tu claridad ilumina
+ cual las sombras de la noche--la luz del alba disipa:
+ su encanto por el oido --en el corazon destila,
+ como la gracia y beldad --de una criatura linda
+ nuestros ojos arrebata --nuestro corazon hechiza,
+ mas que la rosa y jazmin --mas que las eras floridas.
+ Mi corazon y mis ojos --á ser mios todavía,
+ rendido los ensartara --en la hermosa gargantilla.
+
+
+[131] Mandó Abde-r-rahman construir hermosas mezquitas en Córdoba, y en
+ellas puso fuentes de mármol y jaspes varios, y trajo á la ciudad las
+aguas dulces desde los montes con encañados de plomo, y la llenó de
+fuentes y edificó baños públicos de mucha comodidad, y abrevaderos y
+grandes pilas para las caballerías. Enlosó las calles de su corte,
+edificó alcázares en las ciudades principales de España, reparó los
+caminos y construyó las rusafas ó jardines á orillas del Guadalquivir,
+dotó las madrisas ó escuelas de muchas poblaciones, y mantenia en la
+madrisa de la aljama de Córdoba trescientos niños huérfanos. (Conde,
+tomo I, cap. 40.)
+
+A pesar de esto, no es creible que fuese este sultan el que llevára á la
+mezquita mayor las aguas de la sierra para el atrio de las abluciones,
+porque al hablar Al-Makkarí de las mejoras hechas en el gran edificio
+por Al-hakem II muchos años despues, dá á entender su traductor que
+hasta el tiempo en que este Califa construyó los cuatro nuevos pilares
+para el alguado y las purificaciones surtiéndolos con agua de la sierra,
+no habia habido para estos usos mas fuente en el patio mencionado que la
+de un gran depósito que se llenaba con agua de una noria vecina,
+probablemente movida por un camello.
+
+[132] Este soberbio acueducto, que todavía subsiste (aunque inutilizado
+en algunos de sus ramales, pues tenia varios), y en cuya descripcion tan
+prolijamente se ejercitó la escudriñadora pluma de Ambrosio de Morales,
+teniendo presentes las memorias del arzobispo D. Rodrigo, y añadiendo de
+su propio caudal muy curiosas noticias, tenia su principio á dos leguas
+y media de la ciudad, arrancaba en la misma sierra é iba recogiendo
+otros golpes de agua en el camino. Venia esta encauzada en conductos de
+fortísima argamasa, embovedados, de tres piés de anchura, y revestidos
+por dentro de un betun fino y duro como escayola dado de bermellon.
+Morales que lo reconoció dice que esta costra de betun conservaba el
+color del bermellon tan vivo como el dia que allí se puso. Atravesaba el
+referido conducto grandes montañas, trabajosamente horadadas; y para que
+el enorme peso de estas no hundiese la obra, levantaron por todo aquel
+espacio muchas lumbreras á manera de torres muy juntas, que suben hasta
+lo alto y sustentan la montaña aliviando el peso con repartirlo en
+aquellos pequeños trechos. Atravesaba tambien el conducto los valles,
+los arroyos y los barrancos, sobre sólidos y hermosos puentes, que el
+mismo cronista vió antes de que se deshiciesen para los edificios del
+monasterio de S. Gerónimo de la Sierra. Ultimamente al llegar á la
+ciudad, en vez de ir el acueducto derecho al alcázar y á la mezquita,
+daba un gran rodeo para entrar por lo mas alto de la poblacion á fin de
+que el agua se distribuyera facilmente por todos sus barrios, es decir,
+que cruzaba por la dehesa de Cantarranas (al norte de la actual plaza de
+toros), y tocaba en la puerta del Osario, desde donde iba el agua á
+todas partes por gruesos atanores ó caños de plomo. A la mezquita, sin
+embargo, no llegó probablemente el agua hasta el reinado de Al-hakem II.
+
+[133] Véase á Ambrosio de Morales, lib. XIII, cap. XLIV, refiriendo la
+ocasion del martirio de las dos santas vírgenes Nunilo y Alodia, y al P.
+Roa en su _Flos Sanctorum_ de Córdoba, copiando de S. Eulogio la breve
+memoria de los protomártires Adulfo y Juan.
+
+[134] «Si algun cristiano entrare en la mezquita, ó dijere mal de Dios ó
+de Mahoma, tórnese moro, ó sea muerto,» decia el fuero de Coimbra. Una
+nueva ley de Abde-r-rahman II prescribia que al cristiano que entrase en
+una mezquita se le cortasen los piés y las manos, y por otra se mandaba
+que el que injuriase á algun mahometano fuese azotado, y el que le
+hiriese fuese muerto. _Ecce enim lex publica pendet, et legalis jussa
+per omne regnum eorum discurrit, ut qui blasphemaverit flagelletur, et
+qui percuserit occidatur._ (Alvaro. Indículo luminoso, núm. 6, pág. 228
+de la edicion de Florez.)
+
+[135] Llamábanle en efecto sus súbditos _el victorioso_ (_Abú-l-motref_)
+y tambien _padre de los vencedores_ (_Abú-l-modhaffer_).
+
+[136] Los árabes en efecto no daban tormento corporal á los cristianos
+infractores de las citadas leyes: cuando cualquier cristiano, movido de
+su celo y fervorosa fé, hablaba en público contra Mahoma ó su secta, era
+acusado y preso, y si perseveraba en su propósito lo degollaban, sin
+azotarle ni darle otra pena, porque la legislacion musulmana prohibia
+que al que habia de sufrir pena de muerte se le diese ningun otro
+castigo. Nadie obligaba, pues, á los cristianos á apostatar: podian
+permanecer en su religion sin ser molestados siempre que ellos no se
+propasasen á desobedecer las citadas leyes penales, y es claro que la
+generalidad de los mozárabes, que no se sentian animados de un
+estraordinario valor, cumplian con sus deberes religiosos y se
+justificaban á los ojos de Dios obedeciendo sumisos aquellas
+prohibiciones. ¿Mas habráse de deducir por esto que no era loable y muy
+de envidiar el santo celo de los mártires, que burlándose de las humanas
+leyes y de sus opresores se presentaban espontáneamente á declarar su fé
+y á vituperar los errores del mahometismo? De ninguna manera: ¿quién
+podrá disputarle á Dios, que inflamaba sus corazones y movia sus
+lenguas, el derecho de suscitar esos testigos heróicos de la verdad en
+los tiempos lastimosos en que reina y prevalece el error? Téngase por
+seguro que cuando la causa es de justicia y en favor de la verdad, la
+obra es de Dios, parezca lo que quiera. De buena gana entraríamos en
+algunas esplanaciones sobre este punto, porque son muchos los que
+todavía consideran á los gloriosos mártires de la persecucion
+sarracénica como víctimas mas de su deplorable fanatismo que de la saña
+de los musulmanes; pero habiendo sido este error victoriosamente
+confutado por el P. Florez (trat. 33, cap. 10, §. II de la _España
+Sagrada_), el cual discute ampliamente todos los argumentos alegados
+contra los referidos mártires desde su mismo tiempo por los mahometanos
+y por los cristianos tibios ó apóstatas, parece inútil y hasta
+presuntuoso acometer con poca erudicion sagrada una cuestion de tamaña
+importancia en una simple nota, escena indigna de personages tales como
+S. Cipriano y S. Isidoro que en ella figuran.
+
+[137] Hija de un cristianismo adulterado, la iglesia nestoriana de
+Oriente, arraigada desde el VI siglo en las mas florecientes regiones
+del Asia, en la India, en la Arabia feliz, en Socotra y en la Bactriana,
+entre los Hunos, los Persarmenios, los Medos y los Elamitas, con sus
+obispos, sus pseudo-mártires y sus sacerdotes, ejerció una accion tan
+poderosa en las tendencias del mahometismo naciente por medio de sus
+misioneros, que se asegura que Mahoma debió al trato y escuela del monge
+nestoriano Sergio casi toda la instruccion bíblica de que se auxilió
+para tejer las rapsodias de su Koran. Así los cristianos caldeos y los
+sarracenos procedieron desde los años primeros de la Egira como aliados
+y amigos. El falso profeta celebró con aquella secta un famoso tratado,
+que bajo el título de _Testamentum Mahometi_ dió á luz en árabe y latin
+en París Gabriel Sionita el año de 1630, y cuya sustancia se contiene
+tambien en tres escritores sirios, Bar Hebræus, Maris y Amrus, que
+incluye Assemani en el tomo IV, pág. 59 de su _Biblioteca oriental_. Por
+este tratado de paz concedia Mahoma á la comunidad nestoriana muy
+importantes exenciones y privilegios. Ultimamente, compruébase la gran
+tolerancia de los Arabes para con los cristianos de la Iglesia Caldea
+por la carta del patriarca Jesujabus á Simon, metropolitano de una
+ciudad persa, que contiene esta notable manifestacion: «Hasta los
+Arabes, á quienes el Omnipotente ha concedido en estos dias la
+dominacion de la tierra, son de los nuestros, como no ignoras. No son
+perseguidores de la religion de Cristo; por el contrario, recomiendan
+nuestra fé, y honran á los santos y ministros del Señor haciendo
+beneficios á sus iglesias y monasterios. (Véase Assemani, obr. cit., t.
+3, pág. 131.)
+
+[138] La iglesia caldea ó nestoriana profesa dogmas que tienen muchos
+puntos de contacto con los de la iglesia protestante. Como ella despoja
+á la Santísima Madre de Dios de sus mas gloriosos títulos y atributos;
+como ella niega la doctrina del Purgatorio y rechaza el culto de las
+imágenes; como ella contradice la doctrina de la Transubstanciacion y de
+la presencia actual de Jesucristo en el Sacramento; como ella hace
+compatible el matrimonio con los grados mayores y menores de la
+gerarquía eclesiástica. El fundamento de la doctrina nestoriana es en
+suma el mismo que el de la iglesia reformada: la divisibilidad y
+separacion de dos personas y dos naturalezas en Cristo, ó lo que es lo
+mismo, la distincion de dos personas en Cristo, el Verbo de Dios y el
+hombre Jesus; distincion que los católicos reconocemos como errónea por
+la union del Verbo con la naturaleza humana, que los teólogos llaman
+_hipostática_. (Véase Assemani, t. IV.)
+
+[139] Sábese por S. Eulogio y Alvaro Cordobés que en los tiempos de
+persecucion se añadian á los tributos ordinarios que pagaban los
+cristianos otros estraordinarios, sin duda como castigo y medio de
+intimidacion. Tenemos un ejemplo de la apurada situacion á que muchos se
+veian reducidos en estas estraordinarias circunstancias, en el viaje que
+los hermanos de S. Eulogio, Isidoro y Alvaro, tuvieron que emprender á
+Alemania con mercaderías de Córdoba, en busca de recursos con que vivir
+y satisfacer aquellos desmedidos impuestos.
+
+[140] Véase la vida de S. Perfecto, presbítero. Los mártires cristianos
+eran inmolados en la esplanada que caia al pié del alcázar y sobre el
+rio, en el parage que hoy llamamos el Campillo: situacion que determina
+perfectamente Ambrosio de Morales. A la orilla opuesta del Guadalquivir
+se estiende frontero á la ciudad por el mediodia el Campo de la Verdad,
+lugar muy concurrido á la sazon, no sabemos por qué motivo, aunque el
+mismo Morales, traduciendo á S. Eulogio, supone que los mahometanos le
+tenian destinado _á sus malvadas oraciones_. Diciendo el mismo santo que
+el martirio de S. Perfecto tuvo lugar el dia primero de la Pascua de los
+mahometanos despues de su ayuno, es posible que aquel dia se hubiese
+reunido en el Campo de la Verdad mucha gente á distraerse y espaciarse,
+y que, como las cinco azalas obligatorias para todo muslim podian
+cumplirse en el campo y al raso lo mismo que en la mezquita, fuese el
+mencionado parage preferido por los Cordobeses á los otros paseos y
+ejidos de la ciudad por la circunstancia de tener al lado el rio en
+donde hacer sus abluciones y purificaciones. Como quiera que esto deba
+entenderse, ocurrió, pues, hallarse el Campo de la Verdad lleno de
+turbas cuando fué conducido al suplicio S. Perfecto, y que, oyendo decir
+como el santo mártir acababa de ser degollado, volvieron tumultuosamente
+á la ciudad para verlo, «_y muy contentas y alegres por haberle visto
+empapado en su sangre, como se habia revolcado en ella con el ímpetu de
+la muerte, se tornaron al campo para hacer su azala_.»
+
+[141] Tambien los musulmanes eran muy delicados en ciertas cosas de
+conciencia, y muy sutiles los casuistas que los resolvian. El que desee
+formarse idea del _candoroso cinismo_ de uno de los Amires mas cultos é
+ilustrados, lea en Al-Makkarí el estraño caso que propuso Abde-r-rahman
+en plena asamblea de los principales teólogos de su corte relativamente
+al precepto del ayuno de Ramadhán.
+
+[142] Por ejemplo la que Abde-r-rahman II introdujo de presentarse en
+público siempre velado; la de usar en las vestiduras reales su propio
+nombre bordado en la orla; la de hacer grabar en su sello esta piadosa
+leyenda: «El siervo del misericordioso descansa contento en los decretos
+de Dios.»
+
+[143] Este nombre (_dracknar_) daban los Normandos á sus naves. Véase
+Michelet, _Historia de Francia_. Conde y Al-Makkarí refieren concordes
+la invasion de los Normandos el año 844.
+
+[144] Véase la nota 2, pág. 118.
+
+[145] Las _annefilas_ eran las oraciones voluntarias que hacian los
+muslimes devotos, fuera de las cinco azalas ú oraciones obligatorias.
+
+[146] El mancebo Sancho, martirizado en junio del año 851, habia sido
+page en el palacio de Abde-r-rahman.
+
+[147] Véase el martirio de la virgen Flora, acaecido en noviembre del
+mismo año.
+
+[148] Aunque muy mal dicho. Esta proposicion no se demuestra facilmente
+en una sencilla nota. Quien dude de ella lea los escritos de M. de
+Bonald, y especialmente el del 28 de octubre de 1810 (_Mélanges
+littéraires_, etc., tomo 2, pág. 497), donde verá la gran diferencia que
+hay entre _cultura_ y _civilizacion_.
+
+[149] Zaryab mejoró el antiguo laud aumentándole una cuerda. Los árabes,
+aficionados á simbolizarlo todo, decian que las cuerdas del laud
+representaban, la primera, que era _amarilla_, la bilis; la segunda, que
+era _encarnada_, la sangre; la tercera, _blanca_, la linfa; la cuarta,
+_negra_, los malos humores. Zaryab añadió una quinta cuerda entre la
+segunda y la tercera, que correspondia al alma. Véase Al-Makkarí, cap.
+IV, lib. VI.
+
+[150] Véase la nota 2, pág. 98.
+
+[151] El Sahbá era un licor, especie de vino claro, que habian inventado
+los mahometanos para eludir la espresa prohibicion alcoránica del
+_ghamar_ ó vino rojo. Véase Conde, t. 1, pág. 307.
+
+[152] El _mihshah_ era una especie de capa, por el estilo de la que
+llevaba la gente comun. No nos esplica el traductor de Al-Makkarí qué
+clase de estofas eran las llamadas _mulham_ y _muharr_.
+
+[153] El plato llamado _at-tafayá_, que por lo visto era un bocado
+esquisito para los árabes-andaluces, no parece segun la descripcion del
+historiador á quien seguimos muy digno de figurar hoy en el catálogo del
+_Cordon-bleu_. Reducíase á un mixto de albóndigas y pasta frito en
+aceite de semilla de cilantro. Cuando esto se cita como una memorable
+innovacion, ¡qué tal sería la cocina de los sultanes!
+
+[154] Véase Al-Makkarí, loc. cit.
+
+[155] Por falta de noticias históricas no podemos hoy determinar si
+estos dos pórticos, de que habla solo Al-Makkarí, eran enteramente
+nuevos, ó meras modificaciones de la obra de Hixem que dejamos descrita:
+pág. 107.
+
+[156] Entiéndase bien que esta decadencia solo puede llamarse tal
+comparada con el fervoroso celo de los sultanes predecesores.
+Abde-r-rahman II erigió mezquitas en las principales ciudades de
+Andalucía; pero ninguna de ellas con el sello de grandeza y esplendidez
+que imprimieron los primeros sultanes en la Aljama fundada por
+Abde-r-rahman I.
+
+[157] Leyes morales religiosas y civiles de Mahoma, tomo 2, parte 3.ª
+Del matrimonio, artículo I. Esta interesante obra pertenece á la
+_Collection des Moralistes anciens_ de M. Lefèvre.
+
+[158] El que compraba una sierva tenia sobre su cuerpo derechos
+ilimitados. Véase el tít. XVII, _Leyes de moros_, publicadas por la real
+academia de la Historia.
+
+[159] Todavía llevan este nombre en Turquía las bañadoras de la Sultana.
+
+[160] _Leyes de moros_, tít. LXII.
+
+[161] Véase el art. I del capítulo _Del matrimonio_ citado en la nota 1.
+
+[162] «¡Oh profeta! Manda á las esposas, á las hijas y á las mugeres de
+los creyentes, que cubran con un velo su semblante. Será demostracion de
+su virtud y preservativo contra los rumores del público. Dios es
+indulgente y misericordioso.
+
+»Vuestras esposas pueden andar descubiertas en presencia de sus padres,
+de sus hijos, sobrinos, mugeres y esclavos. Temed al Señor, que es
+testigo de todas vuestras acciones.
+
+»Las mugeres de edad avanzada pueden quitarse su velo, con tal que no
+pongan estudio en hacerse ver.»
+
+(Art.º 17 y 18, cap. _Del matrimonio_.--_Leyes morales etc. de Mahoma_,
+Coleccion cit. de Lefèvre.)
+
+[163] Véase art. 11, cap. cit., obra cit. de Lefèvre.
+
+[164] Véase nota 2, pág. 72.
+
+[165] «Cumplen en los casamientos alegría et _alhuelulas_ (gritos de
+alegría ó de dolor que acostumbran á dar las moras), et panderos, et
+testimonios.» Título VIII. _Leyes de moros._ «Y permítese en las bodas
+el adufe, y este es de dos maneras: el uno un arco redondo y por la una
+parte pergamino que esté sin cuerdas... Y el otro es de la misma suerte,
+sino que está por las dos partes con pergamino... y si tiene cuerdas, ó
+son sonajas ó gayta no se permite, y los demas instrumentos, como laud,
+rabel y semejantes, como mas fuerça, es _haram_ (prohibicion) usarlos en
+las bodas.» Anon. Valenc. cit. por el Sr. Gayangos en su nota 3 al tít.
+VIII arriba mencionado.
+
+Aunque estas leyes fueron recopiladas en época muy posterior á los
+Califas, merecen considerarse como primitivas, puesto que el ilustrado
+orientalista que las ha anotado advierte en el prólogo que las precede
+no haber nada en ellas _que no esté enteramente conforme con los
+principios consignados en el Coran, con la tradicion y la_ Zunna, _con
+las doctrinas del rito Malequí que se siguió en Africa y en España, y
+con la letra de otras compilaciones legales del mismo género_.
+
+[166] El _acidaque_ es la dote ó la carta dotal. Entre los musulmanes el
+marido es el que dota á la muger. «El _guaquil_ (procurador casamentero,
+tutor ó curador) dará la novia con palabras conocidas, como decir: _ya
+fulano, yo te caso con fulana_; y el novio dirá: _yo estoy contento ó la
+recibo por esposa_, y deste dar y recibir, y cantidad del _çitaq_
+(_acidaque_ ó dote) presente y dilatado, es la que an de testiguar los
+testigos, de suerte que estos an de hablar con ella antes. Si es
+doncella y no tiene padre, llamarla y que responda al llamado, y le
+dirán: fulano te a pedido para su esposa y te a nombrado de _çitaq_
+presente tanto, y de _muajar_ (lo que se da despues) tanto. Si estás
+contenta, calla y no respondas, y tu callar es señal cierta que concedes
+y estás contenta; y si no lo estás, habla y di lo que te parece y está
+bien. Si á todo esto calla, su callar es otorgar, y si despues de tiempo
+habla y dice que no sabia que el callar era otorgar, no le es de
+provecho, ni será creida. Y si al tiempo de llamarla se rie ó llora, se
+casará, y no importa, porque el reirse puede ser de contento, y el
+llorar por faltalle en aquella ocasion su padre, con que le escusaba á
+ella de hablar; pero si no quiere hablar ó se levanta de su lugar, y se
+va y se echa de ver en su cara que aborrece el casarse ó no querer al
+novio, se dejará por casar.» Anon. Valenc. citado en la nota 1 al tít.
+X, _Leyes de moros_.
+
+[167] Art. 3, cap. _Del repudio_, _Leyes morales etc. de Mahoma_, Colec.
+cit. de Lefèvre.
+
+[168] Cuando un mahometano jura repudiar á su esposa, rompe todo
+comercio con ella. La esposa, así que llega á su noticia el juramento,
+se cubre con un velo y se retira á su aposento sin volver á presentarse
+á su marido. Para la reconciliacion hay un término improrogable de
+cuatro meses, llamado la _alheda_, pasado el cual todo vínculo queda
+disuelto y la muger recobra su libertad. Al salir de la casa marital
+recibe su _acidaque_ y se lleva consigo sus hijas, dejando los hijos
+varones en poder del padre. Véase el cap. cit. _Del repudio_.
+
+[169] La _atalca_ es el acto de repudio ó divorcio.
+
+[170] Gran muro divisorio que segun el Koran separa el paraiso del
+infierno.
+
+[171] Párrafo 3.º, art. 5, cap. _Del repudio_, _Leyes morales etc._
+
+El que repudiaba á su muger y se arrepentia de haberla repudiado, en los
+cuatro meses de _alheda_ ó plazo para la reconciliacion no podia tener
+comercio con ella si antes no daba libertad á un cautivo. Si no
+encontraba cautivo ninguno que redimir, debia ayunar por espacio de dos
+meses; pero esta penitencia podia conmutarse con alimentar á 60 pobres.
+(Art. 13, cap. _Del matrimonio_.)
+
+[172] «El que feziere forniçio con syerva de su fijo, non aya
+_alhudud_...» «Et el que feziere forniçio con muger de su syervo, non le
+den _alhudud_...» El _alhudud_ era pena de 80 azotes que segun la ley
+castigaba el pecado carnal en ciertos y determinados casos. Véanse los
+títulos CLXX y CLXXI, _Leyes de moros_.
+
+[173] Véase la nota antecedente.
+
+[174] Véase la nota 1 al tít. II, _Leyes de moros_.
+
+[175] Véase el tít. I de la misma obra.
+
+[176] «Sy la huérfana toviere _alhací_ ó tutor, et la casare... Sy ella
+lo oviere menester, et fuere su pro, el casamiento sea firme, et non la
+metan en consejo despues que fuere de edat.» Ibíd.
+
+[177] Los _eunucos_ antiguamente eran los camareros que servian en lo
+interior de los palacios. Aumentada despues la corrupcion, los celos de
+los príncipes introdujeron la bárbara costumbre de que fuesen hombres
+_mutilados_ los que guardasen el aposento de sus esposas, pues de este
+modo, alejados de toda idea de seduccion, se creía que servian con mas
+amor y fidelidad á su dueño.
+
+[178] Jesucristo nos presenta la distincion entre las obras
+_imperfectas_ de la ley y las obras _perfectas_ de la caridad en aquella
+parábola sublime en que vemos á un hombre maltratado por los ladrones,
+_olvidado_ por el levita y _socorrido_ por el samaritano. El levita
+representa la probidad legal humana, que absteniéndose de hacer el mal,
+omite hacer el bien.
+
+[179] Los primeros mártires que aparecen sentenciados á muerte por el
+consejo ó mexuar del rey sarraceno son Jorge, Felix, Liliosa, Aurelio y
+Sabigoto, los cuales fueron decapitados en el mes de julio del año 852.
+Hasta entonces las causas de los cristianos que se ofrecian al martirio
+no habian salido de la jurisdiccion de los Cadíes.
+
+[180] Véase la vida y martirio de Sta. Sabigoto.
+
+[181] Véase la noticia sobre S. Aurelio.
+
+[182] Véase el martirio de S. Jorge, ó Georgio.
+
+[183] En la ocupacion de la Bética por los vándalos veía el piadoso
+Salviano (libro 7, _De Gubernatione Dei_) el castigo del cielo por la
+corrupcion de sus costumbres. La misma observacion, y las mismas
+palabras con que la espresa, pueden aplicarse á la calamidad, aun mayor,
+del yugo sarraceno: _In illa Hispanorum captivitate ostendere Deus
+voluit, quantum, et odisset caruis libidinem, et diligeret castitatem,
+etc._; pues en castigo de su impenitencia despues de aquel primer
+escarmiento, se vió entregada á la barbarie y escesos del mismo vicio
+que tanto amaba.
+
+[184] _Corpora martyrum_, escribia Alvaro, _à gentilibus arsa oculis
+nostris conspeximus. Et quod abundantiori est fletu plorandum, plerosque
+Patres Anathematizantes talia patientes miravimus._
+
+[185] Véase lo que refiere S. Eulogio, testigo presencial, del martirio
+y declavacion de los Santos Emila y Jeremías.
+
+[186] _Per ordinem disponantur viri: deinde pueri: deinde hermaphroditi:
+deinde mulieres._ (Probabile est apud Mahumetanos esse multos
+hermaphroditos, ob assiduum usum veneris præposteræ.) etc.
+_Marrac.=Prodrom. ad refut. Alcor. part. IV, cap. V._
+
+[187] Extractos de un curioso M. S. propio del Sr. D. Pascual Gayangos.
+
+[188] M. S. citado en la nota antecedente.
+
+[189] Refiere esta anécdota Gelaleddin, citado por Savary en la nota 2
+al cap. LXII del Koran.
+
+[190] M. S. citado del Sr. Gayangos.
+
+[191] Ebnol-Athir, citado por Marrac. Refut. al Kor. Prodrom. part. IV,
+cap. IV.
+
+[192] Algazel, cit. por el mismo, _ibíd._
+
+[193] La ablucion general (tahara) se requiere cuando ocurre alguna de
+estas cosas: _emissio spermatis per modum effusionis; carnalis cupido
+viri et feminæ, et occursus duorum sponsorum sine emissione seminis; et
+menstruum; et puerperium. Et sancivit Legatus Dei ablutionem pro die
+Veneris, et duabus Festivitatibus; et pro præparatione ad sacram
+peregrinationem_. Véase Marrac. op. cit., loc. cit. Tambien pueden verse
+los casos en que se pierde y debe renovarse el _tahor_ (ó tahara) en el
+cap. IV de la obra _Suma de los principales mandamientos y devedamientos
+de la Ley y Çunna_ publicada por la Real Academia de la Historia.
+
+[194] Los muy curiosos pueden verlas en las dos obras citadas en la nota
+antecedente, así como tambien la comprobacion de todas las demas
+ceremonias que vamos detallando, por ridiculas que parezcan. Aquí
+diremos solo que la ablucion menor, ó purificacion sagrada, requisito
+indispensable antes de toda oracion, se pierde por cualquiera especie de
+secrecion, por el vómito, por el sueño, por la risa desmedida, por el
+deliquio, etc.: de modo que un muslim escrupuloso debe estar casi todo
+el dia remojándose y maniobrando con aquello que hasta los mismos
+hebreos, pueblo reconocido como carnal, prohibian mirar como si
+ofendiese y manchase la vista.
+
+[195] Bilel era un criado de Mahoma. Cuando murió su amo, dió muestras
+de gran sentimiento, se retiró á los montes, y comenzó á dar grandes
+gritos: tenia una voz muy sonora, y segun el dicho de su amo, estaba
+destinado á ser almuedan del Paraiso. Nota 2 del Sr. Gayangos á la pág.
+264 de la cit. obra _Suma de los principales mandamientos, etc._
+
+[196] El _aliden_ es la llamada á la oracion desde la torre ó alminar de
+la mezquita, segun se dijo en la pág. 98, nota 1.
+
+[197] Esta antigua costumbre de las mugeres árabes se observó ya por
+Tertuliano (_lib. de Velandis virginibus, cap. 17_): _judicabunt vos
+Arabiæ feminæ Ethnicæ, quæ non caput tantùm, sed faciem totam tegunt,
+ut, uno oculo librato, contentæ sunt dimidiâ frui luce, quam totam
+faciem prostituere_.
+
+[198] El erudito comentador de Luitprando D. Lorenzo Ramirez de Prado,
+alegando la autoridad de nuestro cronista Juliano, supone que el manto ó
+almalafa de las hembras árabes de España era comun á hombres y mugeres.
+Dá la razon en el párrafo siguiente copiado de aquel cronista (núm.
+620): _Eisdem vestibus utuntur nunc Saraceni, quas ex Africâ secum
+deduxerunt quæ mentitis vestibus venerant huc cum viris. Nam Miramolinus
+feminas vetuerat, ne transirent ad Hispanias. Et amatores Saraceni
+adduxerunt nonnullas virgines in habitu virili, quali nunc utuntur
+feminæ Bæticæ, et olim utebantur etiam Christianæ degentes inter Mauros;
+vocant_ MANTOS ET ALMALAFAS. Si los hombres con sus mantos cubrian la
+cabeza, como usan hoy los árabes y africanos, facilmente se comprende
+que una muger envuelta en su almalafa pudiese confundirse con un varon
+mancebo, sobre todo si era la almalafa un manto tupido y fuerte, y no un
+velo fino y trasparente como el _theristro_, que usaban las mugeres en
+los paises cálidos de Oriente segun el testimonio de varios SS. PP.
+comentando los pasages del Génesis en que se hace mencion del velo de
+Thamar y de Rebeca. Entre los griegos del Bajo-Imperio hasta los mismos
+hombres afeminados lo usaron, puesto que se refiere que habiendo enviado
+el rey Hugo á Romano II, entre varios presentes, dos hermosos perros del
+norte, al ver los animales al emperador griego cubierto con su
+_theristro_ á la usanza de su pais, le creyeron un monstruo en vez de un
+hombre, y se lanzaron sobre él furiosos. En la forma general, muy poco
+debia diferenciarse el trage de los dos sexos: camisa, túnica, faja y
+manto, eran comunes á hombres y mugeres. Hasta el tocado era parecido,
+porque si ellos llevaban turbantes, mas ó menos voluminosos segun los
+paises de donde procedian, ellas usaban las llamadas por los cronistas
+latinos _mitriolas_, que no eran otra cosa que una pequeña faja rodeada
+á la cabeza, llevada en todos tiempos por los lidios, frigios, sirios,
+árabes, persas y egipcios, y entre los romanos como adorno de las
+mugeres estrangeras, de las rameras, y de los hombres afeminados que
+afectaban un trage exótico. Una cosa que no llevaban los hombres en la
+España-árabe era el _thorax sericus_ ó paño de seda que cubria el pecho,
+que nuestras mozárabes cristianas tomaron de las mugeres árabes, y de
+que no se olvida el minucioso expositor Aly ben Mohammed, á quien sigue
+Marracio, al enumerar las prendas con que se debe revestir á los
+difuntos, hombres y mugeres. (_Caput de oratione in exequiis mortuorum_,
+obra cit.)
+
+[199] Véase nota 3, pág. 136.
+
+[200] Véase la eruditísima nota de D. Lorenzo Ramirez de Prado al núm.
+352 del _Cronicon_ de Luitprando, llena de curiosas investigaciones
+sobre el uso de los palios, mantos y velos de los orientales.
+
+[201] Femineum lucet sic per bombycina corpus. Marcial, lib. 8, epíg.
+68.
+
+[202] _Suma de los principales mandamientos_, etc. Cap. VII, Del
+atayamun y sus defectos.
+
+[203] Las cinco azalas del dia son de obligacion inescusable, pero como
+queda indicado no es obligatorio hacerlas todas en público. En público,
+esto es, en la mezquita, solo es de riguroso precepto la del viernes ó
+dia festivo, á la hora de _adohar_; las demas se pueden hacer
+privadamente, y cada cual de hecho las hace en el lugar ó sitio en que
+le coge la hora de cumplir este deber. Es claro que cuando se hace la
+azala en medio de un campo, ó viajando, no hay Imam que la dirija, ni
+hay lectura del Koran, ni sermon, ni Kotba (véase la nota 2, pág. 99); y
+muchas veces ni siquiera puede precederle la ablucion general (_tahara_)
+y la purificacion ceremonial (_alguado_) por no haber agua corriente á
+mano. En este caso hace el muslim el _tayamun_ con polvo, ó tierra, ó
+yerba, ó césped, ó nieve, ó barro, etc. Ahora bien, el _tayamun_ es solo
+un medio supletorio, y no dispensa de hacer tahara si se ha perdido, y
+_alguado_ cuando en el término de una hora sea posible hallar agua clara
+y sitio á propósito para ello. El modo de hacer _tayamun_ consta en el
+cap. VII de la obra _Suma de los principales mandamientos_, etc., ya
+citada. «La manera como se ha de hacer es, que ponga las manos sobre la
+tierra, llanas, ó en la cosa con que quiera hacer _tayamun_, y
+lebántelas sumariamente y maçhará (restregará) su cara una bez,
+nonbrando ad Allah el alto, y buélbalas á poner sobre la tal cosa que el
+tomare y hagan al braço derecho principiando de la punta de los dedos de
+la mano hasta encima del codo, y buélbalas á poner las manos sobre la
+tal cosa, y hará de aquella mesma manera al braço yzquierdo, sin
+lebantar la mano hasta que buelba á salir por los mesmos dedos por donde
+principia: de manera que de subida y baxada comprenda bien todo el
+braço.»
+
+[204] Véase Clemente Tosius, abad de la Congregacion Sylvestrina, en su
+obra _India oriental_, tomo I.
+
+[205] Véase Marraccio, obra cit., y la interesante obra titulada
+_Viaggio all'Indie Orientali_, etc., del P. Vicente María de Sta.
+Catalina de Sena, carmelita descalzo.
+
+[206] Los sectarios de Alí pretenden que las abluciones deben empezarse
+por el codo, y los de Omar sostienen que por las puntas de los dedos.
+_Les Mahométans disputent entre eux des pratiques_ (dice Mr. de Bonald),
+_les chrétiens du dogme_. Législation primitive, tomo 3, pág. 345, nota.
+
+[207] _Alicama._ Convocacion interior que se hace en las mezquitas con
+el fin de llamar á los fieles á la oracion. Diferénciase de la otra
+convocacion llamada _aliden_, en que esta se hace á la parte esterior,
+desde los alminares ó torres, en las que se construyen unas terrazas ó
+balcones que las ciñen en contorno, para que los almuedanes puedan dar
+el pregon á los cuatro vientos, girando hácia la derecha.
+
+[208] «_Si steterit mulier ad latus viri, ita ut ambo conjungantur in
+oratione, vitiabitur oratio viri. Non decet mulieres interesse coelui
+(virorum)._» Marrac. op. cit., cap. V _De eo quod convenit orationi._ Y
+no solo han de estar separados los sexos, sino que entre los de un sexo
+mismo hay preferencias reconocidas: así v. g. «_Qui mundus est non
+orabit post eum qui patitur frecuentem fluxum urinæ: neque, quæ munda
+est, post eam cui menstruorum reliquiæ perseverent_, etc. A tal punto se
+lleva la distincion de gerarquías, que se manda que en el templo el que
+sabe leer no esté detrás del ignorante, ni el vestido detrás del
+desnudo. _Ibid._
+
+[209] Marrac. _Ibid._
+
+[210] Giaab, citado por Savary en su traduccion del Koran. Cap. I. ó
+Introduccion.
+
+[211] Suprimimos estas minucias y vaciedades por demasiado prolijas y
+fastidiosas; quien quiera enterarse de todas ellas las hallará
+detalladas con la suficiente claridad en la citada obra de Marrac.
+_Refutacion del Koran_, y en el cap. XI de la _Suma de los principales
+mandamientos y devedamientos_, tambien citada. En este capítulo hallará
+el siguiente curioso trozo: «Asiéntese en tierra las pulpas de los
+pulgares de los piés, y diga tres beces _çubhana rabbi lealé_ como se
+dice, y asiéntese sobre la pierna izquierda, de manera que no se asiente
+sobre ninguno de sus piés, sacándolos al lado drecho y el bientre del
+pulgar del pied drecho, y se asiente en la tierra; ó si quiere ponga la
+planta del pied izquierdo con el muslo del drecho, y ponga las manos
+sobre las rodillas y buélbase á _açaxdar_ (postrar en tierra) como de
+primero con _Allah ua aqbar_, y dispues lebántese con _Allah ua aqbar_,
+y hará otra _arraca_ (incurvacion) con aquella, y asiéntese y diga:
+etc.» ¡Que así se haga consistir en la mímica el mérito de las preces
+del Altísimo!
+
+[212] El curioso M. S. del Sr. Gayangos citado en otra nota contiene el
+siguiente párrafo sobre la necesidad de seguir escrupulosamente al Imam
+en la azala pública, que corrobora la exactitud de la comparacion que
+acabamos de hacer. «Y se advierta que la intencion de seguir al Imam es
+_fard_ (precepto forzoso) sobre el que le sigue, y que el seguirle ha de
+ser que despues que el Imam vaya á los actos della de bajar ó subir,
+vaya en su seguimiento, porque de hacellos igual con él es _macuh_ (acto
+laudable no obligatorio), y si antes que él es _muharam_ (cosa
+prohibida). Y si es en _taqbirat alyhram_ y el _çalam_ (salutacion que
+se hace al fin de la oracion) decirlo junto con él ó antes que él, es
+perdida su çala; y esto se advierte porque muchos no salen della sino
+con un _haram_ (condena) acuestas, demas que hay opinion de que es
+perdida si lo hace adred el anticiparse en los actos. Y todo esto por la
+poca consideracion que se tiene de no hacer la obra como se debe ó
+porque piensan que han de acabar primero que el Imam y estan engañados,
+por cuanto no pueden salir de la çala hasta que el Imam abra la puerta
+con dar el _çalam_. Y se echa de ver en actos tales la poca debocion que
+tienen en esta escelente obra, pues no ben la ora de salir della, etc.»
+
+Redúcense realmente las oraciones de los mahometanos á verdaderas
+gesticulaciones con el cuerpo, las manos y los piés: incurvaciones de la
+cabeza y de la espalda, postraciones ó humillaciones de toda la persona
+en tierra, y otros actos propios de histriones. Su oracion apenas puede
+llamarse tal: el mismo favor que se les dispensa diciendo que tienen una
+religion (puesto que no hay rigorosamente hablando _religion_ donde no
+hay ademas del templo una ara y un sacrificio, y ellos no tienen
+sacrificio ni ara), se les concede suponiendo que en sus azalas hacen
+_oracion_, dado que la oracion supone deprecaciones y plegarias. Solo de
+vez en cuando entre la multitud de sus gestos corporales van mezcladas
+las esclamaciones: _¡Solo Dios es grande! ¡A Dios las alabanzas! ¡No hay
+mas Dios que Dios!_ y otras por este estilo, con algunos versículos del
+Koran, especialmente los siete de la primera Sura, que es mas bien un
+himno que una deprecacion, á la manera de muchos Salmos de David. La
+devocion y atencion suma que los mahometanos afectan en sus azalas nace,
+observa Marraccio, en parte de la mera costumbre, en parte tambien de
+verdadera hipocresía. En suma, estos actos puramente exteriores nada de
+por sí influyen en la santificacion del hombre, y nada significan no
+animándolos las virtudes interiores, la caridad, la fé, la piedad, y
+otras que solo el cristianismo inculca y hace de rigoroso precepto. Los
+desmedidos elogios que hoy es moda prodigar á todo lo de los árabes, nos
+obliga á entrar en esta clase de consideraciones.
+
+[213] Véase la lámina _Vista interior de la mezquita_.
+
+[214] Véase la nota 2, pág. 122.
+
+[215] Debió ser en idioma arábigo esta predicacion de los dos cristianos
+dentro de la mezquita mayor, porque de lo contrario no hubieran sido
+comprendidos. Por lo tocante á Serviodeo, como natural de Siria, no hay
+la menor duda; y en cuanto á Rogelio es de creer que hablase aquella
+lengua, como casi todos los mozárabes españoles, cuando se arrojó á
+evangelizar á los mahometanos. Consta que era cosa comun entre los
+naturales hablar y hasta manejar con elegancia la lengua de los
+dominadores, por lo cual algunos de ellos, aunque cristianos, obtenian
+cargos y empleos en la corte de los Umeyas, escribanías y otros oficios
+del gobierno. Sábese por S. Eulogio (_Memorial de los Santos_) que los
+dos jóvenes Emila y Jeremías, que hemos nombrado poco há, eran
+doctísimos en la lengua árabe. Del abad Sanson, que en el tiempo á que
+nos referimos tenia 42 años, consta, que se valian de él los reyes de
+Córdoba para traducir del arábigo al latin las cartas que dirigian al
+rey de Francia. (S. Eulogio, _Memoriale Sanctorum_, lib. 2, c.
+2:--Florez, _Vida del abad Sanson_, t. 11, España Sagrada:--Masdeu,
+Hist. crit., t. XIII, España Arabe, p. 176: etc.)
+
+[216] «Concluida la oracion, id libremente. Proporcionaos los bienes que
+el cielo ha dispensado á los humanos.» Sura LXII. _El viernes_, vers.
+10.
+
+[217] «Los moros (dice Ambrosio de Morales copiando á S. Eulogio)
+cargaron con tanto ímpetu sobre los dos cristianos, derribándolos en el
+suelo y hiriéndolos, que los uvieran allí muerto, si no acudiera el
+juez, para librarlos de aquella furia, mandándolos llevar á la cárcel.»
+
+[218] «A este fin hizo (el rey moro) venir á la corte á los
+metropolitanos de diversas provincias, para que juntos los obispos
+decretasen lo que deseaba.» Florez, trat. 33, cap. 10, §. III. _Del
+Concilio tenido en Córdoba acerca de los que se presentaban al
+martirio._
+
+[219] Florez, loc. cit.
+
+[220] «Esta simulacion, dice Gomez Bravo, t. 1, p. 132, desagradó á S.
+Eulogio por el escándalo y error que causaba en los ignorantes, que no
+penetraban lo alegórico del conciliar decreto, y creerian prohibido el
+martirio.» El P. Florez es de contrario sentir, y de aquellas palabras
+_eademque schæda minimè decedentium agonem impugnans, quod futuros
+laudabiliter extolleret milites, percipitur_, deduce que el santo
+declaró ser buenos y favorables á los mártires, no solo la intencion,
+sino tambien el sentido formal de la sentencia. Lo cierto sin embargo es
+que S. Eulogio fué perseguido y se vió en la precision de ocultarse.
+
+[221] Guadalquivir (_wada-l-kebir_) significa en árabe _el rio grande_.
+
+[222] Los historiadores árabes refieren la muerte de Abde-r-rahman II
+como natural y tranquila. Nosotros hemos preferido sin embargo la
+relacion de S. Eulogio, porque ademas de ser contemporáneo, podia estar
+muy enterado de la verdad de los hechos por tener un hermano empleado en
+el palacio del sultan. Nuestros mas juiciosos historiadores, Morales,
+Roa, Gomez Bravo, Florez, etc., han seguido esta version.
+
+[223] Kalam era muy querida de Abde-r-rahman por lo bien que escribia,
+recitaba versos, referia cosas históricas, y sabia tocar y cantar. Véase
+Al-Makkarí, l. VI, c. IV.
+
+[224] Amaba tambien tiernamente á sus concubinas Mudathirah y Ashifá,
+que de esclavas habia convertido en esposas. _Ibid._
+
+[225] Distinguia al célebre poeta Abdallah ben Xamri, y á Yahye ben
+Hakem. Véase Conde, t. 1.º, cap. XL.
+
+[226] «Bajándole á su lecho, murió aquella misma noche, antes que
+acabase de consumir el fuego los cuerpos de los sagrados mártires.»
+Bravo, t. 1, p. 133.
+
+[227] De estos pseudo-cristianos, cooperadores de la tiranía
+sarracénica, haremos mencion especial mas adelante, en el capitulo
+_Córdoba mozárabe_.
+
+[228] El mismo dia que le proclamaron rey echó del palacio y casa real á
+todos los cristianos que en ella servian, quitándoles las raciones y
+sueldo que tenian; y entre ellos fué tambien echado Joseph, hermano de
+S. Eulogio, como el santo refiere.
+
+[229] De esta destruccion de los templos de los cristianos en tiempo de
+Mohammed nos ocuparemos tambien en el capítulo _Córdoba mozárabe_.
+
+[230] S. Eulogio: _Docum. Mart._, cap. 7, núm. 6.
+
+[231] Véase Conde, Cap. XLVIII. t. 1.º Victoria del principe Almondhir
+contra los rebeldes de Toledo. «El principe... envió 700 ú 800 cabezas
+de rebeldes á Córdoba... y el rey las mandó poner en las almenas, etc.»
+
+[232] Véase Ambrosio de Morales, con la autoridad de Luis de Mármol.
+Crón. gen., lib. XIV, cap. 32.
+
+[233] Refiere esta anécdota Conde, t. 1.º, cap. LIV.
+
+[234] Véase arzob. D. Rodrigo, Hist. de los árabes.
+
+[235] De los cristianos vergonzantes confundidos con los árabes por la
+lengua, por el trage y por el modo de vivir, se hace mencion frecuente
+en la Esp. Sagr. del P. Florez, trat. 33.
+
+[236] Véase Conde, t. 1, cap. LV.
+
+[237] Conde, _ibid._, y Al-Makkarí convienen en este suceso. Véase la
+obra del último, lib. VI, cap. IV.
+
+[238] «Asi fué que el rey Mohammad estando sin dolencia alguna, y
+recreándose en los huertos de su alcázar con sus wazires y familiares,
+le dijo Haxem ben Abdelasis ben Chalid, Walí de Jaen, ¡cuán feliz
+condicion la de los reyes! para ellos solos es deliciosa la vida, para
+los demas hombres no tiene el mundo tantos atractivos: ¡qué jardines tan
+amenos, qué magníficos alcázares, y en ellos cuántas delicias y
+recreaciones! Pero la muerte tira la cuerda limitada por la mano del
+hado, y todo lo turba, y acaba el poderoso príncipe como el rústico
+labriego. Mohammad le respondió: en apariencia la senda de la vida de
+los reyes parece llena de flores aromáticas; pero en verdad son rosas
+con agudas espinas: la muerte de las criaturas es obra de Dios, y
+principio de bienes inefables para los buenos; y sin ella yo no seria
+ahora rey de España. Retiróse el rey á su estancia, y se reclinó á
+descansar, y le salteó el eterno sueño de la muerte, que roba las
+delicias del mundo, y ataja y corta los cuidados y vanas esperanzas
+humanas.» Conde. Hist. cit., tomo I, cap. LVII.
+
+[239] La comprobacion de esta verdad se halla en la historia de nuestro
+arte nacional. Asimiladas en cierta manera las dos arquitecturas árabe y
+goda en el siglo de Carlomagno por la visible inoculacion del gusto
+bizantino en ambas, empiezan á seguir una marcha divergente desde que
+acaba en Europa el influjo de la restauracion Carlovingia. Entregado
+entonces el genio occidental á sus propias fuerzas, el gusto bizantino ó
+neo-griego solo entra en sus concepciones como auxiliar para la
+ornamentacion, al paso que el genio arábigo le adopta como fundamento.
+Esta diferencia se manifiesta ya muy marcada en el décimo siglo, y desde
+el undécimo en adelante se señala aun mas, para formar luego dos
+sistemas enteramente opuestos en el siglo XIII y siguientes. Los
+caractéres mas aparentes de estos dos sistemas occidental y oriental son
+la tendencia del primero á la vertical, y la propension al desarrollo
+horizontal en el segundo. Aquel aspira á la elevacion, estrecha los
+vanos, aguza las armaduras, acaba por romper el arco para reunir sus
+apoyos sin disminuir su altura; el oriental por el contrario se dilata á
+placer sobre la tierra, aplana sus techumbres convirtiéndolas en
+terrazas, ensancha sus vanos, se corona de cúpulas.
+
+En España sin embargo la escuela neo-griega ejerce su influjo desde mas
+temprano y de una manera mas marcada que en el resto del Occidente, lo
+cual se debe quizás al dominio que sobre nuestras costas meridionales
+mantuvo el imperio griego en el sexto siglo, y al trato y comercio en
+que desde el siglo VIII vivió el pueblo conquistado con el sarraceno
+conquistador, que propiamente hablando fué para nosotros el vehiculo de
+las prácticas y tradiciones orientales. Para citar un ejemplo de esta
+singularidad que nuestra arquitectura nacional ofrece, entre muchos que
+pudiéramos citar y que suprimimos por no estraviarnos demasiado de
+nuestro propósito, mencionaremos la iglesia de S. Miguel de Lino, en
+Asturias, que siendo construccion del noveno siglo, ofrecia, segun de su
+actual estado pudo colegir Ambrosio de Morales, la singularidad de
+ostentar un cimborio bizantino en su crucero. Este precioso ejemplo de
+nuestra temprana aficion al gusto oriental, merece tenerse muy en cuenta
+hoy que parece probado de una manera inconcusa que los templos mas
+antiguos de Francia coronados de cúpulas bizantinas son en un siglo
+posteriores á nuestro modesto templo asturiano. (Véase la reciente obra
+de M. Felix Verneilh _L'architecture Byzantine en France_.) El punto que
+en esta nota hemos tocado merece estudiarse detenidamente: el _Ensayo
+histórico sobre la arquitectura española_ del Sr. D. José Caveda puede
+facilitar mucho el estudio analítico que conviene hacer antes de deducir
+conclusiones demasiado generales.
+
+[240] ¿Quién ignora el orígen de la fábula de Leda? Era tal la belleza
+de los dos jóvenes Cástor y Pólux, y de su hermana Helena, la del cuello
+de cisne, segun la pintan los poetas, que los griegos, propensos á
+materializarlo todo con su risueña mitología, los supusieron hijos del
+mismo Júpiter. Cástor sin embargo no era inmortal, porque en realidad el
+huevo de donde salió juntamente con Clitemnestra, habia sido fecundado
+por Tindaro y no por Júpiter. Pólux y Helena lo eran: ambos habian
+salido del huevo fecundado por el padre de los dioses. Cástor y Pólux
+eran reputados como inmortales, pero cesó el error cuando murió el
+primero.
+
+Permitaseme simbolizar con esta fábula la historia de los dos artes
+musulman y cristiano: los dos derivan en su orígen del arte clásico
+griego; pero el uno manifiesta en su desarrollo, degeneracion y muerte,
+el gérmen puramente materialista, mientras el otro revela en su
+crecimiento, siempre progresivo, que lleva por decirlo asi el aliento de
+la Divinidad. El arte cristiano es en efecto producto espontáneo del
+consorcio de la belleza antigua con el espiritu fecundo de la nueva ley
+moral con que Dios dirige á la humanidad.
+
+Tambien simboliza el llanto de Pólux por la muerte de su hermano la
+degeneracion del arte cristiano en ciertas épocas, el cual por ceder á
+una ciega y fanática admiracion hácia las creaciones del arte
+materialista, abjura de su inmortalidad, es decir, de sus altas y
+genuinas aspiraciones, y consiente que usurpe su puesto un arte
+alucinador é impotente, cuyos medios no corresponden al objeto final del
+arte en la sociedad cristiana.
+
+[241] Fué este el rey D. Sancho I, hijo de D. Ordoño III.
+
+[242] Ibn' Abdi-r-rabbihi, cit. por Al-Makkarí en el cap. V, lib. VI de
+su Hist.
+
+[243] Mas adelante hablaremos de este procedimiento llamado por los
+árabes el _Sofeysafá_, empleado con profusion y admirable efecto en el
+mihrab de la mezquita que vamos describiendo.
+
+[244] La cristiandad veía con espanto acercarse el año mil: una especie
+de terror vago que se cernia como una negra nube sobre todas las
+naciones de Europa, hacia presentir al Occidente una gran mudanza en el
+órden de cosas general, que era nada menos que la disolucion del mundo
+de Carlomagno en el caos para engendrar el feudalismo. Presentian las
+naciones la gran trasformacion, y formulaban sus terrores prediciendo la
+venida del Ante-Cristo y el fin del mundo.
+
+[245] Las casas de recreacion que por los alrededores de Córdoba y su
+fértil campiña tenian diseminadas los califas y magnates eran muchas, y
+se designaban todas con poéticas denominaciones análogas á sus
+peculiares distintivos, á los fines á que estaban consagradas, ó al
+objeto ideal que habian querido realizar sus dueños. Era la mas notable
+la Ruzafa, de que hemos hablado en el curso de esta descripcion, fundada
+por Abde-r-rahman I como recuerdo de la deliciosa casa de campo que su
+abuelo Hixem habia construido en Damasco. Propios de los califas eran
+tambien, y dispuestos á la manera de las deliciosas _villas_ de Italia,
+el _palacio hajirí_, el _palacio del jardin_, el _palacio de las
+flores_, el _palacio de los amantes_, el _palacio del afortunado_, el
+_palacio de Rustak_, el _palacio del contento_, el _palacio de la
+diadema_ y el _palacio de las novedades_. Mas célebre que todos estos
+era el palacio llamado de Dimashk, cuya techumbre sustentaban hermosas
+columnas de mármol, siendo su pavimento de mosáico de vívidos matices; y
+mas todavía el _Al-mushafiyyah_, propiedad del Wazir de Hixem II Jafar
+Al-mushafí, que describe Ibnu-l-Abbar como una de las mas encantadoras
+moradas de aquellos tiempos y de aquella tierra. Habia ademas muchos
+jardines (_Munyat_) deliciosos por sus baños, grutas, alamedas y puntos
+de vista; y entre varias granjas se distinguian la _pradera de oro_, el
+_prado del agua murmuradora_, el _campo de los hurtos_, el _campo de la
+presa_, el _campo de los molinos_, etc.
+
+[246] Haremos á su tiempo la descripcion del famoso y poético palacio de
+Medina Azzahra, cuyas maravillas se tienen por fabulosas.
+
+[247] Pone Al-Makkarí este dicho en boca de un doctor andaluz anónimo.
+
+[248] Así es denominado generalmente Abde-r-rahman III para
+diferenciarle de los otros reyes de su mismo nombre.
+
+[249] Para las torres que se construían en el décimo siglo en la Europa
+cristiana, no dejaba de ser estraordinaria la altura de 72 codos dada al
+alminar ó zoma de Córdoba. Esta torre existia aun en tiempo de Ambrosio
+de Morales, que ligeramente la describe. Quebrantada, primero por la
+osadía de un arquitecto del siglo XVI, á quien se consintió reformarla á
+su manera, y despues por el terrible huracan y terremoto del año 1589,
+acordó el cabildo de Córdoba repararla con arreglo á nueva traza, y se
+empezó á demoler el dia de S. Andrés del año 1593. Acabóse de construir
+segun hoy se ve ya muy entrado el siglo XVII, y hoy se la designa con el
+nombre de Torre de las Campanas. Su actual estructura es la que aparece
+en la lámina _Puerta de las Palmas_.
+
+[250] Aunque sabíamos ya por el geógrafo Edrisi (nueva traduccion de M.
+Jaubert) que el mosáico esmaltado _sofeysafá_ que cubre las paredes del
+_mihrab_ de Córdoba habia sido en la mayor parte traido de
+Constantinopla, y á pesar de que teníamos ya noticia de los varios y
+preciosos objetos artísticos regalados por el emperador Leon, padre de
+Constantino porfirogénito, á Abde-r-rahman An-nasír para su palacio de
+Medina Azzahra; sin embargo deseábamos ver corroborada con documentos
+mas detallados la filiacion bizantina del arte bajo los grandes califas
+del décimo siglo. Afortunadamente el erudito orientalista D. Pascual de
+Gayangos, cuya traduccion inglesa de Al-Makkarí nos ha sido hasta ahora
+tan útil para nuestra tarea, acaba de proporcionarnos lo que tanto
+deseábamos, tomándose con la bondad que en él encuentran todos los que
+le consultan, el trabajo de traducir para nuestra obra muchos pasages de
+una historia árabe, ahora por primera vez dada á luz en Leyden en su
+idioma original por el Dr. Dozy, en la cual se refieren minuciosidades
+interesantísimas sobre las construcciones de la grande Aljama de Córdoba
+y de Medina Azzahra. Titúlase el libro publicado por Dozy _Historia de
+Almagreb, de Ebn Adzarí el de Marruecos_, y en su página 253 se cuenta
+como vino el mosáico esmaltado ó _sofeysafá_ de Constantinopla á
+Córdoba, y de qué escuela fueron los artífices que lo fijaron en el
+mihrab de la mezquita: pasage curioso que verá el lector reproducido á
+continuacion.
+
+[251] Por regla general no habia en aquellos tiempos embajada de
+soberano á soberano sin costosos y esquisitos presentes, y estos solian
+principalmente consistir en manufacturas preciosas, por medio de las
+cuales adquirian las naciones el conocimiento mútuo del estado de sus
+artes. No sabemos de una manera auténtica que fuesen de procedencia
+bizantina en su forma artística los objetos enviados á An-nasír por el
+emperador Oton y demas reyes del norte que con el Califa tuvieron
+comunicaciones amistosas; pero siendo sin disputa bizantino el estilo
+ornamental de todas las construcciones que hoy subsisten en Alemania,
+Francia y España, del tiempo de los Enriques, Conrados y demas monarcas
+de la casa de Sajonia, parece justo deducir que fuesen tambien
+neo-griegas las ideas en todos los ramos industriales de ostentacion y
+lujo. El gusto bizantino reinaba ya á fines del siglo X en casi todo el
+Occidente; por lo tocante á Francia y á los paises que componian el
+dilatado imperio germánico, puede el que guste cerciorarse de esta
+verdad con solo hojear rápidamente las obras que acerca de la historia
+del arte se han publicado en estos años últimos, y principalmente _Le
+moyen âge, etc._, de M. Ferdinand Seré, y la concienzuda serie titulada
+_Die Ornamentik des Mittelalters_ del arquitecto Heideloff. Por lo que
+hace á España, si no fueran prueba concluyente de nuestro aserto las
+construcciones que en los reinos de Asturias, Leon y Navarra, y en los
+condados de Castilla y Barcelona erigieron nuestros piadosos y
+magníficos Alfonsos, Ordoños, Ramiros y Wilfridos, todavía podríamos
+citar numerosos documentos de la época á que nos referimos que ponen en
+evidencia la casta bizantina de la ornamentacion nacional; pero este nos
+alejaria demasiado de nuestro objeto presente.
+
+[252] Es muy de notar este hecho. Los historiadores árabes designan con
+el nombre de Rabí á un obispo de quien se valió en diferentes ocasiones
+Abde-r-rahman el Grande para sus tratos con las córtes estrangeras. Rabí
+fué el que trajo de Constantinopla á Córdoba las hermosas fuentes
+adornadas de bajo-relieves que puso An-nasír en Azzahra: Rabí fué el
+enviado á la corte del emperador Oton con grandes regalos para este
+monarca. El autor de las actas de S. Juan de Gorzia nos pinta á los
+prelados de Andalucía enteramente sumisos á la voluntad del Califa; un
+obispo, á quien no nombra, y que podria ser tal vez ese obispo Rabí de
+las historias árabes, es el comisionado para ir á felicitar á Oton por
+su victoria sobre los húngaros; otro obispo, llamado Juan, sirve á
+An-nasír de instrumento para tratar de vencer el teson del Gorziano que
+causa enojos al sarraceno; otro finalmente, llamado Recemundo, y mandado
+consagrar por An-nasír obispo de Granada, va de legado de este al
+emperador de Alemania para obtener diplomáticamente que retire una carta
+escrita en desdoro del falso profeta. Todo en suma manifiesta la
+preponderancia de la corte de los califas en el décimo siglo.
+
+[253] Este santo fué Juan de Gorzia, cuya legacía, documento precioso
+para la historia diplomática de la edad media, refiere Mabillon (_Acta
+Sanctorum ordinis Sancti Benedicti_, tomo V).
+
+[254] Fué este Recemundo, de quien hemos hablado en la nota 3, pág. 173,
+y cuya consagracion es otro hecho singular y precioso para la historia
+de la iglesia mozárabe.
+
+[255] Ebn Adzarí el de Marruecos, _Historia de Almagreb_, pág.ª 249 y
+253, cuya traduccion, nunca hasta hoy publicada, debemos, como queda
+arriba dicho, á la bondadosa amistad del Sr. Gayangos.
+
+[256] Ha de entenderse de la servidumbre de palacio, que tenia
+obligacion de asistir á la azala de mediodia en la Aljama por ser el
+templo mas próximo. Y no debe estrañar que solo la gente del alcázar
+ocupase una gran parte de la mezquita, si se considera que las
+concubinas, esclavos de ambos sexos, pages y eunucos de Abde-r-rahman el
+Grande se contaban por millares.
+
+[257] _Al-mustanser billah_, nombre dado á Al-hakem II, que quiere decir
+_el que implora el auxilio de Dios_.
+
+[258] Cubierta ó cúpula.
+
+[259] Mosáico esmaltado. Véase la nota 1, pág. 173.
+
+[260] Véase la nota 1, pág. 80.
+
+[261] «A la derecha del _Mihrab_, dice Edrisí, hay una puerta que sirve
+de comunicacion entre la mezquita y el alcázar, la cual dá á un corredor
+practicado entre dos muros, con ocho puertas, que cierran cuatro hácia
+el palacio, y cuatro hácia la mezquita.» Sin duda por equivocacion ha
+escrito el traductor francés _un corridor pratiqué entre deux murailles
+percées de huit portes_, pues de los dos muros del corredor ó pasadizo,
+solo uno, que es el esterior del mediodia de la mezquita, y que mira al
+rio, tiene vanos, no de puertas, lo cual era imposible, sino de
+ventanas. Las ocho puertas estaban en los otros muros que cortaban en
+ocho piezas la longitud del pasadizo: Ambrosio de Morales, que lo
+reconoció y describió detenidamente, dice hablando de la estraña
+combinacion de estas puertas: «las cuatro primeras de hácia el alcázar
+se cierran hácia él, y el portero, á lo que parece, venia delante de
+todo el acompañamiento del rey, abriéndolas y echándolas hácia el
+oriente. Las otras cuatro se cierran diversamente, dos hácia oriente, y
+otras dos hácia poniente. Y así era menester estuvieran dos otros
+porteros allí encerrados para abrir. Y no se puede imaginar para qué
+fuese tanta fortaleza y encerramiento.»--Esta estraña combinacion tenia
+sin duda por objeto el imposibilitar toda comunicacion entre el alcázar
+y la mezquita, aun en el momento de atravesar el corredor el Califa para
+trasladarse al templo; pues al abrirse las puertas que se mandaban en un
+sentido, se cerraban las que se mandaban en sentido opuesto. Se
+dificultaba tambien de este modo cualquier traicion de los porteros,
+pues siendo varios, y estando entre sí incomunicados, con uno solo que
+fuese fiel se defendia el tránsito de uno á otro edificio. Es raro que
+el juicioso Morales no haya aquí descubierto la razon de lo mismo que
+describe.
+
+[262] Ebn Adzarí, obra citada: traduccion inédita del Sr. Gayangos. En
+la pág. 253 dice así: «En el año 155, en la luna de Moharram, mandó
+Al-hakem colocar el antiguo mimbar á un costado del Mihrab; asimismo
+mandó armar la antigua Maksurah y dispuso que en la quibla del nuevo
+edificio añadido por él se pusiese otra Maksurah de madera, labrada por
+dentro y por fuera, y coronada de almenas, la cual tenia setenta y cinco
+codos de largo y veintidos de ancho, y su altura hasta las almenas ó
+remate era de veintidos codos. Concluyóse la obra toda y la colocacion
+de la Maksurah en la luna de Recheb de este año.»
+
+[263] Los pilares que cargan á plomo sobre las columnas de la mezquita
+son por lo general sencillos y lisos en su paramento; pero los de la
+nave central son verdaderamente preciosos: tienen medias pilastras
+octogonales con capiteles de órden compuesto, de volutas prolijamente
+afiligranadas. Sus fustes estan cubiertos en las tres faces que
+presentan de tracería rectilínea muy relevada, y sus basas descansan
+sobre ménsulas de medias cañas horizontales con una graciosa folia en el
+centro.
+
+[264] Malek Johanna llamaban los árabes al famoso preste Juan de las
+Indias, rey mongol nestoriano, llamado por los de su nacion Ung khan ó
+Avenk khan, cuya carta, verdadera ó apócrifa, al emperador griego Alejo
+Comneno, patentiza por lo menos la creencia de los orientales en el
+poder y supremacía de la raza tártara. Esta célebre carta concluye con
+una sucinta descripcion de su palacio de Susa en estos términos:
+«Nuestro palacio es de ébano y madera incombustible. Hay en su techumbre
+á cada estremidad dos manzanas de oro, y en cada manzana dos carbunclos,
+para que el oro brille de dia y los carbunclos luzcan de noche. Las
+puertas principales son de sardónica y asta mezclados para que nadie
+pueda introducir por ellas veneno, y las menores son de ébano. Las
+ventanas son de cristal, las mesas de oro y amatista, y las columnas que
+las sostienen de márfil. El apartamiento en que dormimos es una obra
+maravillosa de plata y oro y piedras preciosas de todas especies. En su
+interior está humeando siempre el incienso. Nuestro lecho es de záfiro.
+Tenemos las mas hermosas mugeres (_porque aunque preste, podia como
+nestoriano ser casado, y aun polígamo_). Sustentamos diariamente á
+treinta mil personas, ademas de muchos huéspedes forasteros, y todos
+reciben cotidianamente pensiones de nuestra cámara para mantener sus
+caballos y para otros menesteres. Nos sirven durante cada mes siete
+reyes (cada cual por su turno), sesenta y cinco duques y trescientos
+sesenta y cinco condes. Comen diariamente á nuestra mano derecha doce
+arzobispos, á nuestra izquierda veinte obispos, ademas del patriarca de
+Sto. Tomás, del protopapa de Salmas y del archiprotopapa de Susa, en
+cuya ciudad reside el trono de nuestra gloria y nuestro palacio
+imperial. Tenemos abades tantos como dias hay en el año para el servicio
+de nuestra capilla. Nuestro despensero es un primado y rey; nuestro
+mayordomo es un arzobispo y rey; nuestro gentil-hombre es un obispo y
+rey; y nuestro cocinero mayor es un rey abad; pero Nos adoptamos una
+gerarquía inferior y un nombre mas modesto para probar nuestra grande
+humildad.» A tanta gala y magnificencia quedan oscurecidas las
+estupendas maravillas que nos refieren D. Juan de Persia, el veneciano
+Marco Polo, Sir John Mendeville y otros viajeros; pero en los límites de
+lo real y verdadero, ¿cuántos edificios podrán citarse que sostengan el
+parangon con el magnífico Mihrab de Córdoba? Véase la lámina _Vista de
+la capilla del Mihrab tomada por ángulo_.
+
+[265] Edrisí, traduc. cit. de Jaubert, pág. 60.
+
+[266] _Mihrab_ y _Santuario_ es todo uno: es el lugar preferente en la
+mezquita, que se coloca siempre en la _quibla_ ó punto que se supone
+señalar la direccion en que se halla la Meca. Véase la lámina _Fachada
+de la capilla del Mihrab_.
+
+[267] Habia cuatro lámparas mayores que las demas suspendidas en la nave
+central: una pendia del domo en la parte de la mezquita donde se ponia
+el Koran, y era de mil cuatrocientas cincuenta y cuatro tazas ó
+mecheros. Al lado del Imám ardia un cirio que pesaba de cincuenta á
+sesenta libras: lucía noche y dia en el mes de Ramadhan, y estaban en él
+tan perfectamente combinadas las cantidades de cera y pábilo, que se
+consumia por completo en la última noche del citado mes.
+
+Llegó á haber en la mezquita en tiempo de Almanzor doscientos ochenta
+candelabros de bronce, sin contar los que pendian en las puertas,
+ascendiendo segun unos á siete mil cuatrocientos veinticinco, y segun
+otros á diez mil ochocientos cinco el número total de mecheros que
+ardian en el templo. Todos los candelabros eran de bronce, de distintas
+hechuras, á escepcion de tres que eran de plata. Las cuatro lámparas
+mayores, cada una de las cuales consumia todas las noches siete arrobas
+de aceite, solo se encendian en los últimos diez dias del mes de
+Ramadhan. Calculábase que solamente en este mes se consumian en la
+mezquita setecientas cincuenta arrobas de aceite. (Véase Al-Makkarí, t.
+1, lib. III, cap. 2.)
+
+[268] Para el significado de esta y otras voces propias de la
+ornamentacion arquitectónica, que seria muy prolijo definir, pueden
+consultar los lectores el curioso glosario que ha publicado al fin de su
+_Album artístico de Toledo_ el laborioso anticuario D. Manuel de Assas.
+
+[269] Véase la lámina _Interior de la Capilla del Mihrab_.
+
+[270] Véase el valor de estas monedas en la pág. 86, nota 2.
+
+[271] El _mimbar_, que Ambrosio de Morales llama _Silla del rey
+Almanzor_, se conservó en la catedral de Córdoba despues de la
+reconquista muchos siglos; cuando aquel cronista escribia sus
+_Antigüedades_, hacia pocos años que habia sido destruido sin saberse
+por qué. Así han ido pereciendo una a una nuestras mas preciosas
+antiguallas; mas ¡qué mucho que en nuestro siglo eminentemente prosáico
+se hayan igualmente deshecho muchos inestimables objetos del arte de la
+edad media, si el siglo del _renacimiento_ le dió el ejemplo!
+
+Segun el citado cronista era el mimbar una especie de carro con cuatro
+ruedas, y solo tenia siete gradas.
+
+[272] Al-Makkarí, loc. cit.--Edrisí, traduc. cit., pág. 61.
+
+[273] El libro del Koran copiado por Othman, de que acaba de hablarse.
+
+[274] Edrisí, loc. cit.
+
+[275] Fundamentos que tenemos para creer que estuviese en la actual
+capilla de Villaviciosa y sus adyacentes la antigua Maksurah que mandó
+armar Al-hakem. 1.º Que Edrisí dice espresamente que al norte del
+_Mihrab_ estaba el tesoro, y este no podia estar mas que en lo que es
+hoy sacristía de la capilla de Villaviciosa, en la cual realmente se
+advierte una especie de aposento subterráneo, cuyo destino no se esplica
+de otra manera. 2.º Que Ebn Adzarí dice que Al-hakem mandó armar la
+antigua Maksurah, y poner otra nueva en la quibla del nuevo edificio. No
+dice que se quitase la antigua al poner la nueva, antes bien parece dar
+á entender que las dos se colocaron en un mismo año y subsistieron
+simultáneamente. Por lo mismo que espresa que la nueva se armó en la
+quibla del edificio añadido, induce á creer que la antigua Maksurah
+coexistía con ella, porque de lo contrario no necesitaba haber dicho
+donde la mandó poner, siendo sabido que la Maksurah es para cercar y
+aislar el recinto del Mihrab. 3.º Que el autor del _mojmu'-l-muftarik_,
+copiado por Al-Makkarí, incurre en el error de suponer que el que mandó
+construir la Maksurah (esto es, la de Al-hakem) fué Almanzor, y la causa
+de este error se esplica satisfactoriamente con el dato que nos
+suministra Ebn Adzarí de haber hecho Al-hakem reponer en su sitio la
+antigua Maksurah. En efecto, habiendo una Maksurah ó cercado en las
+capillas que caían al norte del Mihrab, donde hemos dicho que estaba el
+tesoro, y habiéndose bajo la gobernacion de Almanzor restaurado y
+exornado tan notablemente dichas capillas, como aun hoy aparece por la
+que sirve de sacristía de Villaviciosa, nada tiene de particular que
+quedase memoria muy especial de esta Maksurah de Almanzor,
+confundiéndola mediante el transcurso de los años con la Maksurah
+principal, fábrica de Al-hakem.
+
+Agrégase á estas razones la circunstancia notabilísima de distinguirse
+dos épocas distintas en la fábrica de la capilla de Villaviciosa y su
+sacristía, pues siendo la rica ornamentacion de esta última pieza propia
+del estilo árabe de transicion practicado desde principios del siglo XI,
+la fachada esterior de la que es hoy capilla presenta la misma arquería,
+el mismo gusto, los mismos ornatos que la fachada del vestíbulo del
+Mihrab, que se hizo en tiempo de Al-hakem: indicio poderoso de que antes
+de Almanzor existia ese otro recinto coronado de cúpulas frontero á las
+tres capillas del Mihrab.
+
+[276] Esta tercera capilla, frontera á la de occidente del vestíbulo del
+Mihrab, pudo ser demolida despues de la reconquista para la obra de la
+catedral que se hizo provisionalmente poniendo el altar mayor en la
+capilla que es ahora de Villaviciosa. Que ella existia es indudable: el
+inglés Swinburne, cuyo viaje por España es digno de recomendacion,
+coloca en ella el puesto del Cadí.
+
+[277] Que se suponia haber sido de plata el pavimento de la Maksurah, lo
+dice Al-Makkarí, loc. cit.
+
+[278] Dice Al-Makkarí (t. 2, lib. VI, cap. VII) que se le presentaron á
+Almanzor al invadir el reino de Galicia muchos condes cristianos armados
+y equipados para hacer la guerra bajo sus órdenes; y añade que despues
+de la toma de Santiago acompañaron al ejército moro hasta sus tierras, y
+allí se despidieron del vencedor, recibiendo de él como pago de sus
+servicios los objetos siguientes: «2285 piezas de tela de seda _tirazí_,
+de varios colores y tejidos; 21 vestidos de lana marina; 2 trages de
+ambar; 11 de paño escarlata; 15 _magishat_ (voz cuyo significado se
+ignora); 7 caparazones de brocado para sus caballos; 2 vestiduras de lo
+mismo trabajadas en Grecia; y finalmente, otras 2 forradas de piel de
+comadreja:» hecho sumamente curioso que hemos creido no deber omitir.
+
+[279] Las incursiones de Almanzor en las tierras de los cristianos se
+repetian todas las primaveras, regresando á Córdoba para el invierno.
+Acompañábale á estas periódicas espediciones un numeroso cortejo de
+poetas y escritores, encargados de inmortalizar sus hazañas. Es posible
+que estos apologistas pagados hayan exagerado mucho sus hechos de armas,
+y es posible tambien que se haya perpetuado por la pluma de alguno de
+los cuarenta parásitos que le siguieron á la guerra de Cataluña, y cuyos
+nombres nos conserva Al-Makkarí, la accion siguiente, que tiene en
+verdad demasiado de épica, y que no recordamos haber leido en ninguno de
+nuestros historiadores.
+
+Al retirarse de una de sus campañas, en que habia cogido un inmenso
+botin, tenia que pasar Almanzor con su ejército por un angosto
+desfiladero, entre dos montañas que encontró defendidas por numerosas
+bandas cristianas. Viendo el africano que no era posible forzar el paso
+de aquella garganta, volvió con su hueste á la poblacion mas inmediata,
+y despues de elegir un buen campamento, mandó á sus gentes construir
+habitaciones y cuarteles y juntar vitualla para pasar allí el invierno.
+Hecho esto, dispuso que se proveyesen de arados y otros instrumentos
+agrícolas para cultivar los campos, haciendo al propio tiempo algaras y
+correrías por los pueblos aledaños, saqueando, devastando, y llevando
+prisioneros al campamento á cuantos cristianos cayesen en sus manos. Los
+que sufrian esta suerte eran inmediatamente decapitados, y sus cadáveres
+arrojados á la entrada del desfiladero. Tan grande fué el número de
+cristianos muertos, que á los pocos meses quedó colmada de cadáveres la
+angostura, siendo tal el horror y la pestilencia que difundian los
+esqueletos y sangrientos despojos amontonados, que se convirtió aquella
+tierra en un espantoso desierto de muchas millas á la redonda.
+Consternados los cristianos, ofrecieron á Almanzor que le dejarian el
+paso franco si se avenia á abandonarles sus tesoros y sus cautivos;
+proposicion que el africano rechazó indignado. Los cristianos entonces
+le enviaron segundo mensage, diciéndole que le dejarian pasar con su
+botin y sus prisioneros; pero Almanzor les contestó: «Mi ejército no
+tiene ya gana de pasar esas montañas y está contento aquí. Si ahora
+regresase á Córdoba, pronto tendria que volverlas á pasar para la
+campaña de la próxima primavera; por lo tanto aquí nos quedamos hasta el
+año venidero, y cuando acabemos la campaña entrante nos retiraremos.»
+Llenos de admiracion y de terror los cristianos, volvieron á pedirle paz
+con nuevas instancias, y hasta le propusieron condiciones humillantes
+para que la admitiera: fueron estas, que ellos mismos habian de
+facilitarle acémilas para conducir su botin, y provisiones para los dias
+de marcha hasta llegar á su frontera, y que por sus propias manos
+separarian los cadáveres de sus compañeros que obstruían el paso entre
+las dos montañas. Así religiosamente lo cumplieron, y Almanzor
+triunfante se volvió con su ejército á Córdoba (Al-Makkarí, loc. cit.).
+
+[280] Almanzor era de raza africana, nacido en Toresh, cerca de
+Algeciras. Dícese que Al-hakem, que era aficionado á la astrología y á
+la adivinacion, reconoció en Almanzor á su sucesor en el poder por el
+color moreno de sus manos; con lo cual el inventor de esta anécdota
+quiso sin duda dar á entender que el último Umeya de talento habia
+presentido con solo ver á Almanzor la estincion de la dinastía asiática
+y el futuro predominio de las razas africanas en Andalucía.
+
+[281] Las puertas de la catedral de Santiago se veían todavía clavadas
+en las vigas de la mezquita en tiempo de Ambrosio de Morales. Véase su
+_Crónica general_, lib. XVII, cap. 23.
+
+[282] Ebn Adzarí, traduccion del Sr. Gayangos; Al-Makkarí, t. 1, lib.
+III, cap. 2.
+
+[283] Téngase presente para esta esplicacion la lámina que representa el
+_Plano de la mezquita_.
+
+[284] La simetría, que en nuestra humilde opinion debe cifrarse más que
+en la uniforme repeticion de las partes, en la buena proporcion de unas
+con otras y de ellas con el todo, nunca se entendió por los arquitectos
+de la edad media, orientales y occidentales, del modo servil que lo
+hicieron los de la clásica antigüedad. La monótona regularidad de los
+edificios, sus líneas y su ornato, destruye muchas veces el efecto; al
+paso que cierta irregularidad y amena variedad en las partes les dá
+mayor interés y atractivo. Entre los árabes jamás se sacrificaba la
+cómoda reparticion de un edificio á la simetría de su decoracion, y no
+importaba que esta resultase irregular con tal de que la fábrica llenase
+plenamente su objeto. Acostumbrados á no echar de menos la uniformidad
+clásica, introdujeron la misma libertad en el ornato, así que, rara vez
+se encuentran en una arquería árabe dos capiteles iguales, ni dos arcos
+del mismo vuelo, ni dos archivoltas exornadas con las mismas ajaracas.
+La regularidad servil por otra parte tampoco fué precepto indeclinable
+en los buenos tiempos antiguos; la han exagerado los adocenados artistas
+modernos para suplir la falta de genio inventivo y salir del paso con
+cómodas imitaciones á regla y compás. El interés y el efecto ganan mucho
+con cierta juiciosa irregularidad, y merced á ella los grandes
+monumentos árabes y góticos ofrecen cada vez que se los contempla nuevas
+bellezas.
+
+[285] Aunque de esta obra de refuerzo ejecutada en tiempo de
+Abde-r-rahman An-nasír no hicimos mérito al hablar de este Califa y sus
+construcciones, no será inoportuno espresar aquí que posteriormente
+hemos tenido noticia de ella por otro fragmento traducido de la historia
+de Ebn Adzarí que debemos a la amistad del Sr. Gayangos. El testimonio
+de Ebn Adzarí resulta plenamente comprobado por la inscripcion de una
+lápida de mármol negro que hoy se ve al costado derecho de la Puerta de
+las Palmas en el patio, y cuya traduccion, hecha tambien por el Sr.
+Gayangos, dice así: «En el nombre de Dios piadoso, de piedad: mandó el
+siervo de Alá, Abde-r-rahman Amir-al-momenin _An-nasír lidini-llah_,
+alargue Dios su permanencia (en la tierra), edificar esta pared
+esterior, y afirmar sus cimientos; (y esto lo hizo) en honra de Allah y
+de su santa religion para conservacion de las señales de su profecía, la
+cual permitió fuese ensalzada y mencionada juntamente con su nombre;
+esperando que (la obra) sea aceptable (á Dios) y alcanzar por ella las
+grandes mercedes y cuantiosos tesoros (de su munificencia) juntamente
+con gloria permanente y alto renombre. Y se acabó (la obra) con ayuda de
+Allah en la luna de Dzi-l-lacha del año 346 (enero ú febrero de 958),
+por mano de su liberto y guacir... Abdallah ben Batu. Lo hizo Said ben
+Ayyub.»
+
+[286] Así un mero capricho suele ser orígen de las mas trascendentales
+innovaciones, podríamos añadir aquí en tono doctoral. Buena ocasion era
+esta en efecto para lanzar al estudio de las discusiones arqueológicas
+una especie nueva sobre el orígen de la _ojiva_ en el occidente, si
+quisiéramos seguir el erróneo sistema de los que creen que toda forma
+arquitectónica ha de tener una procedencia única, como la especie humana
+á la cual damos los ortodoxos una sola cuna. Cítesenos, diríamos en son
+de triunfo, una arquería ojival en cualquier otro monumento anterior á
+la parte añadida por Almanzor en la mezquita de Córdoba, es decir,
+anterior al undécimo siglo: y si no se nos presenta ninguna, fuerza será
+reconocer en el espresado monumento el modelo ó prototipo mas probable
+de la arquitectura ojival española.
+
+Por fortuna no razonamos así: creemos, sí, que podrá ser quizá la
+arquería citada el primer edificio de arcos ojivos hecho en España; más
+aun, nos figuramos que no se hallarán facilmente en la arquitectura
+occidental de la edad media ejemplos anteriores de este género de
+construccion (escluyendo el palacio de Ziza cerca de Palermo, que es
+anterior al noveno siglo); pero sabemos que un accidente aislado como un
+arco no constituye sistema, y que el arco ojivo mas bien que generador
+del estilo de arquitectura llamado _gótico_, es meramente uno de sus
+resultados.
+
+Decimos esto porque ha sido este arco objeto de reñidas contiendas entre
+muchos anticuarios, que dándole la importancia que por sí solo no tiene,
+han gastado tiempo y tesoros de erudicion queriendo buscar el primer
+arco apuntado hecho en el mundo, y mostrando el precioso hallazgo, quién
+en oriente, quién en occidente, este en Egipto, aquel en Grecia, unos en
+las orillas del Soma y del Rhin, otros en las del Guadalquivir, otros
+finalmente en Inglaterra, en Normandía, etc., segun su particular
+simpatía por esta ó aquella tierra. Señalar un arco ojivo como orígen de
+la arquitectura de los siglos medios, prescindiendo de su estructura,
+del corte de sus dovelas, de su modo de ejercer la presion, de las
+bóvedas por arista en que realmente se engendra, de los nervios y demas
+caractéres esenciales del arte ojival, es como desenterrar al pié del
+monte OEta una flecha y pretender que sea reliquia de la famosa batalla
+de las Termópilas. El que se deja alucinar por el hallazgo de algunas
+formas aisladas, vendrá á parar á la absurda consecuencia de que no hay
+sistema arquitectónico que no se haya practicado en la antigüedad.
+Porque en efecto, así como los egipcios y los griegos conocieron el arco
+apuntado, los ninivitas labraron puertas de medio punto, bóvedas de
+cañon y ojivales, capiteles de volutas, grecas, alizares, almenas
+endentadas; y los persas sassanidas usaron las bóvedas peraltadas, las
+cúpulas bizantinas, los arquitos ornamentales largos y angostos, unidos
+dentro de un recuadro en forma de agimez, que constituyen uno de los mas
+graciosos caractéres de la decoracion bizantina y sarracénica, y hasta
+el mismo dintel conopial de líneas mixtas, de que tan frecuente empleo
+hicieron los arquitectos un tanto amanerados de los siglos XV y XVI.
+
+Al estender esta nota hemos tenido á la vista las obras siguientes, que
+puede consultar el que guste comprobar los hechos que apuntamos: Hope,
+_Historia de la arquitectura_; Batissier, _Historia del arte
+monumental_; Caveda, _Ensayo histórico, etc._; Flandin, Coste, etc.,
+_Viaje de Persia_, Botta, _Monumentos de Khorsabad_; Layard, _Monumentos
+de la antigua Nínive_.
+
+[287] Las dimensiones de la mezquita de Córdoba son diversas en cuantos
+escritores han hablado de este edificio. Segun Morales y otros tiene 620
+piés de largo y 440 de ancho. Mr. Gailhabaud y otros autores que le han
+copiado le dan 162 metros de longitud (581 piés, 4 pulgadas) y 123 de
+anchura (441 piés, 5 pulgadas). D. Ramirez de las Casas Deza en su
+_Indicador cordobés_, dice haber obtenido en su medicion 647-1/2 piés de
+largo y 480-1/2 de ancho. Al-Makkarí trae, citando á otros historiadores
+árabes, diversas medidas; pero reconoce que hay entre ellos disparidades
+por no ser fija la dimension del codo adoptado por los mismos como
+unidad. Por último, creemos la menos sujeta á error, y adoptamos por
+consiguiente, la medicion practicada en 1811 por el ingeniero de minas
+baron de Karwinski y el de puentes y calzadas D. Joaquin Rillo, segun la
+cual tiene la mezquita 642 piés de longitud y 462 de anchura.
+
+[288] Véase la lámina _Esterior de la mezquita de Córdoba_.
+
+[289] Véase la lámina _Capilla de Villaviciosa_.
+
+[290] Lo mismo que _arquitectos_.
+
+[291] Al-khaulaní, citado por Al-Makkarí (lib. III, cap. IV), refiere
+que hallándose un dia Almanzor embebecido en la contemplacion de las
+bellezas de su palacio de Azzahira, se le angustió de repente el corazon
+presintiendo la próxima ruina del Califato, y llorando amargamente
+esclamó: «¡Pronto el fuego de las civiles discordias prenderá en los
+muros de este palacio, y las bellezas de Azzahira desaparecerán con
+ellos de la faz de la tierra. Esta mansion espléndida será asolada y
+convertida en escombros; sus jardines se trasformarán en mústio páramo,
+mis tesoros rodarán entre el polvo, y lo que es hoy teatro de placer y
+de alegría se trocará en escena de desolacion y ruina!»
+
+[292] El estilo de esta capilla indica perfectamente la transicion del
+bizantino al africano. Su situacion corresponde al de las tribunas que
+se hallan en las antiguas mezquitas de Amrú, de Tulúm, de El-azhar,
+etc.; pero la gran riqueza de su ornamentacion hace presumir que no
+estuviese esclusivamente destinada al pregon interior ó alicama que
+hacian los almuedanes anunciando la oracion. Los turcos en sus mezquitas
+tienen aposentos separados, semejantes á este, para las esplicaciones
+del Koran: así se verifica en Santa Sofía de Constantinopla. En la
+Alaksa de Jerusalem existe igualmente una tribuna en situacion análoga á
+la de esta pieza; pero la ocupan ordinariamente los cantores, y no
+sabemos por los historiadores árabes que en las mezquitas de la España
+árabe se hiciese uso de la música. El embajador de Marruecos Sidí Hamet
+Elgazel, que estuvo en Córdoba por los años de 1766, tradujo una
+inscripcion de esta capilla, cuyo texto dá á entender que servia para
+que los doctores de la ley alcoránica celebrasen sus discusiones.
+
+Esta capilla cae segun dejamos dicho á oriente de la nave central ó del
+Mihrab. A occidente habia otra, sobre cuyo destino hemos conjeturado,
+con el inglés Swimburne, que podia tener en ella su puesto el Cadí
+superior ó Cadí de la Aljama. De que realmente haya existido no hay la
+menor duda, puesto que en el informe sobre construccion de una nueva
+capilla real escrito en 1644 para ser presentado al rey D. Felipe III,
+se dice hablando de este sitio: «_No se pretende mudar de lo que
+labraron los árabes, pues ya se hizo la mudanza en tiempo de D. Iñigo
+Manrique, demoliendo una de las tres capillas que tenian en este sitio
+los árabes._» Los árabes pues tenian tres capillas, interceptando la del
+medio la nave central: hoy en las mezquitas de Africa y Asia solo se ve
+una, á un lado de esta misma nave, y en la posicion que ocupa la que
+acabamos de describir tan prolijamente. Dásele ahora el nombre de
+_mastaché_, sirve solo para la _alicama_; y por el plano de la mezquita
+de Amrú que publica Batissier en su _Historia del arte monumental_,
+pueden ver los que tengan esta obra su colocacion análoga á la de la
+tribuna de Almanzor.
+
+[293] «Edificó Al-hakem (dice el citado Ebn Adzarí de Marruecos, pág.
+256 de la edicion de Dozy) al occidente de la mezquita la cámara llamada
+_Dar-as-sadaca_ ó casa de la limosna, porque su destino era para
+socorrer con dinero á los pobres. ¡Dios excelso le haya perdonado!»
+
+«Erigió tambien Al-hakem, dice Al-Makkarí (lib. III, cap. 2), varios
+edificios para hospedar á los pobres enfrente de la puerta principal de
+la mezquita del lado de occidente.» ¿Cuál era esta puerta principal? Las
+puertas árabes de la mezquita son todas iguales en sus dimensiones por
+la parte esterior, esceptuada la puerta grande que estaba debajo de la
+torre ó almenara. Pero hay efectivamente en el muro occidental una
+puerta hoy tapiada, al lado del postigo de S. Miguel, que corresponde á
+una cámara ó estancia árabe, cuajada de primorosa tracería, aunque
+lastimosamente toda encalada, donde se custodian el archivo de la
+estinguida capilla de música y los libros de canto para el coro. Esta
+estancia debió ser forzosamente la cámara de la limosna, y la puerta que
+á ella conducia seria en realidad la principal entre las de aquel
+costado por servir de ingreso á tan preeminente departamento. Frente á
+esta puerta cegada, en el lado opuesto de la calle, donde estaban las
+hospederías para los pobres, está hoy el hospital de niños espósitos.
+¡Feliz terreno, consagrado siempre á las buenas obras!
+
+[294] La cámara de la limosna, hoy archivo de música, ocupa en su
+longitud las tres primeras naves trasversales de la parte añadida por
+Al-hakem, y tiene frente por frente la capilla de Villaviciosa. Median
+entre ambas cuatro naves mayores, y este fué luego el buque de la
+primera catedral cristiana de Córdoba despues de la reconquista, como
+mas adelante se dirá. Así, pues, la pieza de la limosna vino á ser como
+el vestíbulo ó narthex de la catedral, el recinto hoy capilla de
+Villaviciosa su presbiterio, y la tribuna de la _Alicama_ su sacristía
+mayor.
+
+[295] Recuerda sin duda el lector que la mezquita antes de ser basílica
+cristiana habia sido templo romano en honor de Jano Bifronte, y que
+Abde-r-rahman I habia hecho cuidadosamente conservar para su grande
+Aljama todas las columnas de la construccion primitiva.
+
+[296] Nos atrevemos á calificar con este nombre el arte árabe del primer
+período porque su ornamentacion nos parece de casta todavía mas pura que
+la vulgarmente llamada _bizantina_. Hay en Córdoba capiteles del tiempo
+de Abde-r-rahman III y de Al-hakem II, en que se ve mas que el mero
+reflejo la verdadera resurreccion del gusto helénico. Pero trataremos
+mas adelante esta cuestion reproduciendo algunos fragmentos de Medina
+Azzahra.
+
+[297] Esto significa en árabe _Kalat-an-nosor_, de donde hemos formado
+_Calatañazor_.
+
+[298] La dinastía de los Umeyas dió al trono de Córdoba diez y seis
+príncipes: hemos hecho mencion de los diez primeros, únicos con quienes
+tiene relacion la historia de la fundacion y engrandecimiento de la
+mezquita Aljama. Los siguientes, que pertenecen á la época de las
+guerras civiles del Califato, y reyes solo en el nombre, nada al parecer
+hicieron en este templo. Puede sin embargo interesar al lector su
+sucesion. Despues de Hixem II, destronado en marzo de 1009, subió al
+trono Mohammed II, que reinó hasta noviembre del mismo año. Era este
+nieto de un hermano de Al-hakem II. A Mohammed II sucedió Suleyman, tío
+de Hixem II, y reinó hasta mayo ó junio de 1010. Subió despues por
+segunda vez al trono Mohammed II, y en agosto del mismo año 1010 le
+sucedió el destronado Hixem II, tambien por segunda vez promovido al
+Califato. A Hixem II sucedió Suleyman, por segunda vez; reinó desde el
+mes de abril de 1013 hasta el mes de julio de 1016. En este se
+interrumpió la dinastía de los Beni-Umeyas. Ingirióse en la sucesion
+Alí, hijo de Hamud, de diversa estirpe, y reinó hasta marzo ó abril de
+1018. Despues de este sigue otro Umeya, denominado Abde-r-rahman IV,
+nieto de otro hermano de Al-hakem II, aunque nunca llegó á enseñorearse
+de la capital. Siguen á Abde-r-rahman IV, que deja de reinar en enero de
+1019, otros dos de la dinastía de Hamud, Al-Kasim, hermano de Alí, y
+Yahya, hijo de Alí, los cuales ocupan alternando el trono hasta
+noviembre del año 1023. Viene luego Abde-r-rahman V, de los Umeyas,
+hermano de Mohammed II, hasta mayo del año 1024; luego Mohammed III,
+nieto de otro hermano de Al-hakem II, hasta el mes de mayo de 1025;
+despues otra vez Yahya, hijo de Alí ben Hamud, hasta febrero de 1027; y
+últimamente Hixem III, hijo de Abde-r-rahman IV, desde mayo de 1027
+hasta el año 1031.
+
+El reino de Córdoba dependió luego de los amires de Sevilla, y á fines
+del siglo XI pasó bajo el imperio de los amires de Africa, almoravides y
+almohades. Poseianle estos últimos cuando en el primer tercio del siglo
+XIII se rindió á las armas de D. Fernando el Santo.
+
+[299] Por este tiempo fué cuando Juan, arzobispo de Sevilla, tuvo que
+traducir la Biblia del latin al arábigo para que pudiesen entenderla los
+cristianos de Andalucía, así lo refieren el P. Florez, Bravo, Masdeu y
+otros.
+
+[300] _Tunc Museranij_, dice Orderico Vital, _fere decem milia
+congregati sunt, ac Regem Ildephonsum humiliter adierunt. Nos inquiunt
+et Patres nostri hactenus inter Gentiles educati sumus, et baptisati
+Christianam legem libenter tenemus: sed perfectum divæ religionis dogma
+nunquam ediscere potuimus: nunc neque nos pro subjectione infidelium, à
+quibus jam diu oppressi sumus, Romanos, seu Gallus expetere doctores
+ausi fuimus, neque ipsi ad nos venerunt propter barbariem paganorum,
+quibus olim paruimus. Nunc autem adventu vestro admodum gaudemus, et
+natali solo relicto vobiscum migrare cum uxoribus, et rebus nostris
+optamus. Mucerianis itaque rex, quod petebent, annuit, etc._ De las
+concesiones de tierras y privilegios que el rey les hizo habla Garibay
+(lib. 23, cap. 8).
+
+[301] Bajo esta persecucion, no menos encarnizada que la de Mohamad, de
+que hicimos mencion en su lugar correspondiente, debieron quedar
+destruídas la mayor parte de las basílicas cristianas de Córdoba, pues
+solamente hay noticia de haberse conservado una por los cautivos
+cristianos, que fué la de Sta. Maria, de que habla Salviato (copiado por
+Bolando y Tamayo) en la vida de S. Martin de Soure. Véase el cap.
+_Córdoba mozárabe_.
+
+[302] Así lo refieren Ibn Sahibi-a-saláten su _Historia de los
+almohades_, Ibnu-l-khattib, y Conde.
+
+[303] «El emperador, dice Gomez Bravo (t. 1.º, pág. 240), como
+nimiamente crédulo... imbió al conde D. Manrique de Lara con otros
+caballeros, y fueron todos arrestados por órden de Abengamia luego que
+entraron en la ciudad.» El diligente historiador árabe Ibn Khaldun, de
+quien copia un largo fragmento el Sr. Gayangos en su apéndice D al tomo
+II de Al-Makkarí, refiere que estando Ben Ganyah en Jaen sitiado por el
+rey cristiano, aprisionó traidoramente á uno de sus condes encerrándolo
+en el castillo de Alcalá de Ben Zaid.
+
+[304] Hipérbole usada con frecuencia por los historiadores árabes para
+pintar la muchedumbre de un ejército.
+
+[305] Esta espresion, de que se valió Al-Mu'tamed para significar que
+mas queria ser prisionero de Yusuf Ibn Taxfin el almoravide, que cautivo
+de Alfonso, se hizo luego proverbial en Andalucía.
+
+[306] Esta segunda entrada de las tropas del emperador D. Alfonso en
+Córdoba consta de dos privilegios que menciona Gomez Bravo, dado el uno
+á Pelayo, cautivo, á 23 de junio, era de 1188, y el otro á Martin Diaz,
+á 19 de agosto de la misma era. Hácese en el primero mencion del cerco
+de Córdoba con estas palabras: _Quando Imperator tenebat Cordubam
+circundatam, et pugnavit super eam cum triginta milia Muzmidis, et cum
+alijs Indalucijs, et devicit eos._ Y dícese en el segundo: _Post reditum
+fossati, quo prænominatus Imperator Principem Maurorum... sibi vassallum
+fecit; et quandam partem Cordubæ deprædavit cum mesquita majori._
+
+Concuerda con esto lo que refiere en su _Historia de España_ Mr. Romey
+(t. 6.º, página 90) del discurso que dirigió á Abde-l-mumen en Salé el
+Cadí de la Aljama de Córdoba Abu-l-Kasem ben El Had, con motivo del
+solemne recibimiento hecho por el Amir almohade á los diputados de las
+ciudades de Andalucía sometidas á la nueva dinastía. «La capital de
+España, dijo Abu-l-Kasem, centro de los musulmanes, sufre los asedios y
+asaltos del tirano Aladfuns (¡Dios le confunda!); sus campos estan
+talados y yermos, sus caseríos destruidos é incendiados, etc... Los
+musulmanes que la defienden esperan que acudas á su defensa y ahuyentes
+á los enemigos del Islam. Todos ponen los ojos en tí como en una alta
+montaña esperando auxilio seguro, etc.»
+
+[307] Véase Homey, _Hist. cit._, t. 6.º, cap. II, y Al-Makkarí en su
+descripcion de la mezquita, epígrafe _Copia del Koran, etc._
+
+[308] La mezquita Aljama de Sevilla, de que hoy solo se conserva el
+altísimo alminar, llamado _la Giralda_, fué construida por los
+almohades.
+
+[309] Nadie ignora que la derrota que sufrieron los almohades en la
+sangrienta batalla de las Navas de Tolosa ó Muradal, y con la cual lavó
+D. Alfonso IX la afrenta recibida en Alarcos, fué la que dió el golpe de
+muerte al imperio agareno en España. Espanta el pensar cuál habria sido
+la suerte de la cristiandad si la tremenda oleada venida del Africa no
+se hubiese estrellado contra las heróicas huestes de Castilla, Aragon y
+Navarra. Nunca se habia visto un ejército tan numeroso como el que juntó
+El Nassr allegando para la guerra santa toda la gente disponible de
+aquende y allende el Estrecho. Los historiadores árabes afirman que
+entre escuadrones y batallones, entre ginetes y peones, contaba el Amir
+mas de 400,000 hombres, repartidos del modo siguiente: 60,000
+voluntarios, 300,000 reclutas, 30,000 negros con alabardas para la mas
+inmediata defensa de su persona, 10,000 ballesteros renegados, y
+últimamente muchos flecheros de las tribus zenetes, árabes y
+arábigo-berberiscas de Almagreb.
+
+[310] Este pacto se cumplió, pero el templo cristiano erigido en medio
+de la capital del imperio agareno de Africa duró poco, porque el
+usurpador Yahya, aprovechando una diversion de El Mamun, cayó con sus
+partidarios sobre la ciudad y lo destruyó. Véase Romey, _Historia de
+España_, citando al historiador árabe Ebn Abd el Halim, t. VI, cap. 6.
+
+[311] Refiere Gomez Bravo haber visto en el claustro de la parroquia
+mozárabe de S. Sebastian de Toledo un epitáfio de un cristiano de
+Córdoba que huyó á dicha ciudad por estos tiempos, concebido de la
+manera siguiente:
+
+ _In nomine Domini Jesu-Christi
+ Vir bonus, et gratus, Vicinus, merigeratus
+ Dominicus Joannes à Corduba ad astra
+ Beatus._
+ Obijt 25 Julij, era 1219.
+
+
+[312] «Estos hombres que llevan el nombre de almugávares (_almogavars_),
+dice Bernardo Desclot, son gentes que no viven sino de hechos de armas,
+ni habitan en villas ó ciudades, sino en bosques y montañas; y estan en
+guerra diaria con los sarracenos. Entran en sus tierras una ó dos
+jornadas, prenden á los sarracenos, llévanse sus bienes, y así viven.
+Sufren malandanzas que otros hombres no podrian sufrir, pues si es
+menester pasan dos dias enteros sin probar bocado, ó manteniéndose de la
+yerba del campo. Los adalides que los guian saben todos los caminos de
+las tierras que recorren; no llevan mas que una camisa muy corta, sea
+verano ó invierno, en las piernas unas calzas de cuero, abarcas en los
+piés, en la cintura una correa con un buen cuchillo, casco en la cabeza,
+lanza y dardo en mano, y una bolsa de piel á la espalda con pan para dos
+ó tres dias... Son todos catalanes y aragoneses.» Véase la nota 162 á la
+Crónica de Fr. Pedro Marsilio, traducida por D. José Maria Cuadrado. Mr.
+Romey en su Historia completa del modo siguiente esta pintura de aquella
+célebre milicia catalana y aragonesa. «Hay tambien otros llamados
+Golfines, que en su modo de vivir se diferencian poco de los
+almugávares, y son castellanos y salagones, gentes de lo profundo de
+España... Los cuales, por no tener hacienda y haberlo gastado ó jugado
+todo, ó bien por delitos que cometieron, huyen de su tierra con sus
+armas, y como hombres que no saben hacer cosa de provecho, se establecen
+en la frontera de los puertos de Muradal, que son unas grandes montañas
+llenas de bosques y peñas inaccesibles que confinan con tierras de
+sarracenos y cristianos, y por donde pasa el camino que va de Castilla á
+Córdoba y Sevilla, y allí roban á las gentes de toda ley.»
+
+_Almogavar_ se deriva del verbo árabe _ghar_ ó _ghara_, que significa
+guerrear, acometer, etc.; de donde procede tambien el sustantivo
+_algara_ ó _algarada_ (_alghawra_ en árabe), equivalente á incursion,
+acometida súbita, correría por el pais enemigo.
+
+[313] Barrio al oriente, en la parte baja de la ciudad, en que vivian
+los mozárabes, separado de la Almedina ó parte alta, llamada tambien la
+_villa_ despues de la reconquista, por una fuerte muralla, que,
+corriendo de N-E. á S-O., dividia á Córdoba en dos porciones desiguales.
+Créese que habia ademas en la Almedina otros muros interiores que la
+dividian en cuatro ó cinco barrios diversos. Sábese de cierto que habia
+en la ciudad puertas interiores, con sus guardas ó serenos
+(_Ad-darabún_) encargados de cerrarlas todas las tardes despues del
+_alatemah_ ú oracion del anochecer, de modo que los barrios no
+comunicasen unos con otros. Estos guardas andaban bien armados, llevaban
+una linterna sorda, y un perro para que les avisase de cualquier ruido.
+De las puertas interiores existen todavía algunas en la ciudad con el
+nombre de _portillos_.
+
+[314] Alvaro Colodro y Benito de Baños fueron los primeros soldados
+cristianos que escalaron la muralla por el punto mismo que hoy ocupa la
+_Puerta de Colodro_.
+
+[315] Llególe en el camino la noticia del aprieto en que tenia puestos á
+los valencianos D. Jaime de Aragon, y olvidándose de sus cordobeses, se
+dirigió á auxiliar al rey Aben Zeyan. Con este objeto llegó á Almería,
+donde pensaba embarcarse para Valencia; el caïd ó alcaide Abde-r-rahman
+le dió alojamiento en la Alcazaba festejándole con un espléndido
+banquete, y aquella misma noche (15 de enero de 1238) le ahogó
+pérfidamente en su propio lecho. Romey, _Hist. cit._: t. VI, cap. 6.
+
+[316] Estando en Benavente sentado para comer, le llegó el correo con la
+noticia de la sorpresa de Córdoba por unos cuantos soldados, y el rey,
+sin darse tiempo de tomar un bocado, montó á caballo, dejando órdenes á
+los lugares de Leon y Castilla para que le siguiese la gente de armas
+que la diligencia de los cabos y corregidores pudiese juntar. Véase la
+Crónica general de España del rey D. Alfonso, parte 4.ª, fol. 409:
+Crónica del santo rey, cap. 21: el arzobispo D. Rodrigo, lib. 9, cap.
+16.
+
+[317] De los _Beni Hud_ de Zaragoza.
+
+[318] Véase la nota de la pág. 93.
+
+[319] En el archivo de la iglesia catedral existe la prueba de esto en
+un privilegio del rey S. Fernando fechado en Valladolid á 12 de
+noviembre de la era 1276 (A. D. 1238), en el cual se leen las siguientes
+frases: _Notorio e manifiesto sea... que yo Ferrando por la gracia de
+Dios rey de Castiella, de Toledo, etc., por consentimiento e beneplácito
+de la reina D.ª Berenguela, mi madre, juntamente con mi mujer la reina
+D.ª Juana e con mis hijos Alfonso, Frederico e Ferrando, fago carta de
+donacion, concesion, confirmacion e firmeza a Dios e a la eglesia
+catedral de Sta. María de Córdoba e a vos el maestro Lope, mi amado
+electo obispo de la misma, desde agora e a vuestros sucesores, e a todo
+el cavildo de canónigos, etc._
+
+[320] Donde está hoy la capilla _de la Concepcion_.
+
+[321] En la que es hoy capilla _de la Cena_.
+
+[322] «... _Vos doy e conçedo los diezmos de mi almoxarefadgo,
+alguacilado de las quintas salinas e mi tienda, e de todos los réditos
+que tengo en Córdoba, a vos fago donacion de dos fornos e aquellas dos
+aceñas que fueron de Ordoño Alvaro, e vos doy quinientas aranzadas de
+viña e cien aranzadas de huerto e la tercera parte de todo mi olivar_,
+etc.» Privilegio citado.
+
+Por el memorial de un pleito sobre el terreno de la _alcaicería_ entre
+el cabildo y el duque de Medinaceli, fallado por la Real Chancillería de
+Granada, nos consta que al diezmo del almojarifazgo concedido á la
+catedral, y confirmado por varios reyes en lo sucesivo, estaban anejas y
+juntas estas otras rentas: el pontazgo, los tres pesos, la renta de las
+libras de la carne, la media fanega de la alhóndiga, y la antigua
+alcabala de las bestias. Percibió el cabildo estas rentas hasta el año
+1411, recibiendo el importe del diezmo del almojarifazgo en el arca de
+la aduana de la ciudad. Cuando algun año no habia arrendadores del
+almojarifazgo, ó no daban fianzas bastantes, ó no pagaban el diezmo como
+debian al cabildo, ponian sus fieles así á la renta como á cada una de
+las rentas anejas. Arch. de la catedral, caj. Z, leg. 2, núm. 38.
+
+[323] Fué D. Lope muy amado del rey S. Fernando, y le habia ya dado este
+casas, un horno, una rueda de aceña, quince aranzadas de viña y tres de
+huerta cuando entró en Córdoba. Véase á Gomez Bravo.
+
+[324] Es tambien interesante este instrumento, porque no existiendo el
+repartimiento de Córdoba, por él se tiene noticia de muchas posesiones y
+derechos, cuyo conocimiento es útil para el estudio de la corografía y
+de nuestro antiguo sistema tributario. Copiamos de él lo siguiente:
+«Luzena y Bella con todos sus términos, al señor obispo, como las dió el
+rey á la Eglesia. Cayó en parte al cabildo Tiñosa con todos sus términos
+e todo el almoxarefadgo de Córdoba e todas las tiendas fechas e por
+façer assi como el rey lo dió a la Eglesia. De las viñas e huertas cayó
+la mitad al obispo e la otra al cabildo. Sacada la huerta de las veinte
+e dos aranzadas que dicen Aliatar que recebió el obispo en cambio e
+entrega por la ofrenda e por el mortuorio que habia el obispo en la
+capilla, e fincó en el cabildo la dicha ofrenda. Cayó al cabildo por
+entrega de las huertas el horno de S. Laurencio e al obispo la heredat
+de Carchena, al cabildo el cortijo de Diezmariza e el cortijo de Miguel
+Zorita, los que fueron de Alfon Tellez. Del heredamiento de Jaen, del
+del Tejedor, del heredamiento de Palma e del heredamiento de la Torre de
+Avenhance (que es cerca la Torre Albaen) tocó la mitad al obispo e la
+otra mitad al cabildo. Tocó al obispo la mitad de todas las aceñas que
+há la Eglesia en esta cibdat e la otra mitad al cabildo e dicho señor
+obispo D. Gutier asignó al comunal de las raciones en la parada que cayó
+al cabildo todos los heredamientos e que los haya en esta forma. En
+Tiñosa con todos sus términos así como la dió el rey á la Eglesia, los
+cortijos sobredichos e todo lo que há el cabildo en Córdoba, viñas e
+heredades, huertas, aceñas, hornos, el almoxarefadgo, todas las tiendas
+fechas e por façer, el diezmo todo de la tienda de los alcalles, e la
+alfóndiga que es cerca de Sancta María, e cerca de los baños, e la parte
+que há el cabildo de las caloñas de los alcalles, e la parte del diezmo
+de los ganados que vienen a estremo, e del montadgo e de los treinta
+dineros de los judíos, e toda la parte que cayere al cabildo en los
+almoxarefadgos de todas las villas que tenian los moros en este obispado
+cuando los oviese la Eglesia, e toda la partida del cabildo de las
+Eglesias que son en esta cibdat ó serán, etc.» Arch. Caj. V, núm. 98.
+
+[325] Son varios los autores impresos y manuscritos que lo traen.
+Hállase en la Historia del linage y _Casa de Córdoba_, del abad de Rute,
+m. s. de la Real Academia de la Historia; en otro curioso m. s. de la
+misma Academia titulado _Antigüedad y grandezas del suntuosísimo y
+máximo templo de la sancta catedral iglesia antiguamente metropolitana
+de Córdoba, etc., compuesto para despues reducirlo á mejor forma por
+Joseph Antonio Moreno, Martin, Velazquez de los Reyes, capellan de la
+veintena, etc., año 1686_; y hállase asímismo en cuanto á lo sustancial
+en Gomez Bravo, _Obispos de Córdoba_, lib. III, cap. 4.º, pág. 264.
+
+[326] Esta capilla es hoy sala capitular, aunque abandonada. El
+laborioso anticuario D. Luis Ramirez y de las Casas-Deza en su
+_Indicador cordobés_ asegura que fué la primera que se labró en la
+iglesia restaurada escogiéndola para sí el santo rey, y añade que en
+ella se conservaron por mucho tiempo escudos y banderas de los que se
+llevaron en la toma de la ciudad por S. Fernando. La misma antigüedad le
+dá el presbítero D. Francisco Sanchez de Feria, hijo del conocido autor
+de la _Palestra Sagrada_, en su _Descripcion moderna y antigua de la
+ciudad de Córdoba_ que posee m. s. é inédita nuestro erudito y bondadoso
+amigo el Sr. D. Valentin Carderera. Sin embargo el autor del m. s.
+citado _Antigüedad y grandezas etc._, propio de la Real Academia de la
+Historia, afirma que la primera capilla que se fundó fué la de S.
+Lorenzo, por el arcediano de Córdoba D. Sebastian en tiempo del rey S.
+Fernando, siendo sus capellanías las mas antiguas de aquella santa
+iglesia despues de las de la veintena. ¿Cuál era esta capilla de S.
+Lorenzo? D. Francisco Sanchez de Feria (m. s. cit.) dice que con este
+título fundó el arcediano de Castro D. Sebastian Ruiz, en 1298, una
+capilla que en el siglo XVI hubo que demoler para la fábrica de la
+capilla mayor, crucero y coro, y que en esta época fué trasladada á la
+de _Sancti Spiritus_, cuya advocacion cesó desde entonces. El Sr.
+Casas-Deza, sin tomar en cuenta la existencia de la capilla _Sancti
+Spiritus_, supone la advocacion de S. Lorenzo establecida en 1288 por el
+arcediano de Córdoba D. Sebastian. Como se ve, no hay contradiccion
+entre estos dos últimos escritores: lo único que hay es llamar el Sr.
+Casas-Deza equivocadamente fundacion á lo que fué mera traslacion; pero
+ambos convienen en asignar á la capilla de S. Lorenzo, hoy unida á la de
+S. Pedro por obra del dean D. Pedro de Salazar en el pasado siglo, un
+origen posterior no solamente á la fecha que le atribuye el autor del m.
+s. _Antigüedad y grandezas etc._, sino al reinado mismo del hijo de S.
+Fernando.
+
+[327] «Fué destinada para sala capitular en 1347, y por los años de 1805
+se principió la obra que determinó hacer el cabildo para darle otra
+forma, destruyendo arcos y quitando columnas iguales á lo demas de la
+mezquita; pero se suspendió por desaprobacion de la Real Academia de S.
+Fernando.» _Indicador cordobés_, p. 261.
+
+[328] D. Francisco Sanchez de Feria, m. s. citado.
+
+[329] Acerca de la suntuosa sinagoga que los judíos comenzaron á
+construir en Córdoba en tiempo del papa Inocencio IV, existe una bula
+espedida en Leon de Francia, año sétimo de su pontificado, en el famoso
+_Libro de las tablas_ del Archivo de la catedral, del cual nos ha
+permitido el ilustrado cabildo sacar algunas copias y extractos,
+auxiliándonos con extremada bondad en nuestra tarea su archivero el Sr.
+Trevilla. Este documento no existe ya original, pero su copia, al folio
+1.º vuelto de dicho _Libro_, con sus abreviaturas originales, dice así:
+«Innocentius {=eps} Serv. Serv. Dei. Venerabili fratri {=epo}
+Cordube{=n} salutem et a{=pli}cam be{=n}. C{=otr}a inhibicion{=e}
+dilect{=or}. fili{=or}. Archidiaconi et c{=apl}i Cordube{=n} si{=c}
+accepi{=m}. judei Cordube{=n}. civitatis qu{=ad}am sinagog{=a}
+s{up=}flue altitudinis te{=me} ibi{=de} c{=os}truere de novo p{=su}munt
+et grave X{=p}i fidelium scandalum et Cordube{=n}. eccl{=ie}
+detrimentum. Quare humili{=t}. petebatur a nobis ut {pv=}ide su{p=} hoc
+misericorditer curare{m=}. Quo cura fraternitate tue {p=} ap{=lic}a
+scriptura manda{=m}. q{=tin}. c{=on}t. judeos eosdem s{up=} hoc officij
+tui debitum cessante appellacionis obstaculo exequaris. Dat. lugd{=un}.
+Idus aprilis pontifi{cat=}. n{=ri}. anno septimo.
+
+Esta sinagoga, sin embargo de lo mandado por S. S., no fué derribada,
+porque dice D. Francisco Sanchez de Feria (m. s. cit., fol. 107 vuelto)
+que quedó desierta por marzo de 1492, cuando los reyes católicos D.
+Fernando y D.ª Isabel expulsaron de España á los judíos; en cuya época
+se fundó en ella el Hospital de Sta. Quiteria para curacion del mal de
+rabia. La causa de no haber tenido cumplimiento la bula de S. S. pudo
+ser quizás el haberse recibido en Córdoba cuando ya el obispo D.
+Gutierre habia fallecido, y antes del nombramiento de su sucesor.
+
+[330] En la lámina que representa la vista de Córdoba y su catedral
+desde el castillo llamado de la _Carrahola_, se muestra perfectamente
+dibujada, aunque en pequeño, la elevacion de la catedral antigua, que
+asoma su armadura por encima de las terrazas de la mezquita, formando
+una ala tendida de oriente á poniente partiendo de la nave del _Mihrab_.
+
+[331] Véase la pág. 185 y su nota 1.
+
+[332] Ibid.
+
+[333] El Sr. Casas-Deza en su _Indicador cordobés_ atribuye al obispo D.
+Íñigo Manrique en 1489 una reedificacion de esta capilla segun el gusto
+tudesco. Si esta en efecto tuvo lugar, luego indudablemente se verificó
+otra en época muy posterior, porque su bóveda actual está pregonando el
+mas lastimoso churriguerismo.
+
+[334] Parece ser que esta capilla, hoy Sagrario desde el año 1577, fué
+fundada por el obispo de Córdoba D. Fernando de Mesa en 1265, y nó por
+D. Juan Ponce de Cabrera en 1390, como dice el Sr. Casas-Deza. A Ponce
+de Cabrera se la dió el cabildo en 1320, y su mujer D.ª Inés Henriquez
+la tenia ya dotada antes de finalizar el año 1350. Así lo refiere Feria,
+m. s. citado.
+
+[335] «... _tenuis et exilis tanquam nihil obtinens extra muros; immo
+inter ipsos Sarracenos undique constituta_», decia la bula de Gregorio
+IX.
+
+[336] Este privilegio se copia en el Memorial del pleito citado entre el
+duque de Medinaceli y el cabildo de la iglesia catedral sobre el terreno
+de la alcaicería. Dice así: «Sepan cuantos esta carta vieren... etc.
+como Nos D. Alfonso por la gracia de Dios... etc. Por grant sabor que
+habemos de facer bien e merced al obispo D. Ferrando e al cabildo de la
+Eglesia catedral de la N. C. de Córdoba la que ganó el muy noble rey D.
+Ferrando nuestro padre de moros e la pobló de cristianos á servicio de
+Dios e de Sancta María, e por las almas del muy noble rey D. Ferrando
+nuestro padre et de la muy noble reina D.ª Beatriz nuestra madre, e por
+remision de nuestros pecados, dámosles e otorgámosles carta, bien á los
+que agora y son como á los que serán de aquí adelante, para siempre
+jamás, las nuestras treinta y tres tiendas que son cerca de la misma
+Eglesia. Entra en esta donacion una tienda que y ha, en que venden el
+pescado, e esto les damos porque fagan cada anno dos aniversarios etc.»
+De estas tiendas dadas al cabildo, unas estaban en la alhóndiga, otras
+en la alcaicería. Así consta de un albalá del rey D. Enrique III, por el
+cual, en perjuicio del cabildo, cuyo derecho era tan antiguo, se daban
+las mismas tiendas á dos caballeros llamados Ruy Mendez y Alfon Mendez
+de Sotomayor.
+
+[337] Libro de las tablas, caj. N, núm. 271, fol. 17.
+
+[338] El imperio de Alemania.
+
+[339] Esta carta es curiosa y merece citarse: «Sepades, dice á los
+alcaldes y alguacil de Córdoba, que el cavildo de la Eglesia de Sancta
+María de Córdoba me embiaron decir que tienen carta del rey mio padre
+abierta en como quita de todo pecho a quatro moros que labren en su
+Eglesia, e porque diçen quel uno destos moros es muerto et el otro ciego
+en guisa que non puede labrar pidiéronle merced que pusiessen otros dos
+moros en logar destos et que fuessen quitos de todo pecho assi como lo
+eran los otros, et él tóvolo por bien. Et diçen que son estos los dos
+moros que ellos y quieren poner, Famet et Zahec. Et pidiéronme merced
+que me ploguiesse, et yo téngolo por bien. Onde mando et defiendo que
+estos quatro moros que el cavildo tomare para su Eglesia que non pechen
+et que los muden cada que quisieren, et tomen quales quisieren. Et
+nenguno non sea osado de les demandar pecho nenguno. Et non fagades ende
+al. Dada en Peñafiel. VII dias de abril, era de mill et CCC et treze
+annos. Yo Johan Ma{=th} ó bien Math., maestrescuela de Córdoba la fiz
+escrevir por mandado del infante.» _Libro de las tablas_, fol. 17.
+
+[340] Dice así: «Et yo tengo por bien que quatro moros, dos _albañís_ et
+dos _añaiares_ que les ellos tomaren para obra desta Eglesia sobredicha
+que sean quitos de todo pecho.» Ibid.
+
+[341] Libro de las tablas, fol. 18.
+
+[342] Véase la pág. 192.
+
+[343] El arzobispo de Leon Agobargo se habia visto precisado á
+representar contra ellos al emperador Ludovico Pio, pidiendo les
+cercenase los privilegios de que gozaban, y el monarca procuró poner
+remedio á sus escesos.
+
+[344] En el _Archivo_ de la catedral, caj. N, núm. 271, al fol. 3,
+existe copia antigua de este documento, que empieza así: Innocentius
+{=eps} Serv. Ser{=v}. Dei. Venerabili fratri episcopo Cordobe{=ns}
+salutem et apostolicam benediction. Licet in Sacro generali Concilio...
+fuerit deliberatione statutum ut judei a christianis habitu distingantur
+ne illorum isti ut istæ illi mulieribas po{=ssi}t d{=ap}nabil{=it}
+co{=m}isceri. judei ta{=m} {=i} Cordube{=n} civitate et dio{=c}
+co{=m}orantes statutum hujusmodi si{=c} accepimos n{=o} obsv{=an}t,
+quapropter etc. Está fechado en Leon de Francia, idus de abril, año 7.º
+de su pontificado, que corresponde al año 1250.
+
+[345] Existe el documento en el mismo Archivo, caj. P.
+
+[346] Acerca del diezmo de las posesiones que los judíos y sarracenos
+compraban y labraban, hay en el mismo caj. P (núm.º 75, 76 y siguientes)
+muchos instrumentos y privilegios rodados, reales provisiones, cartas y
+bulas. Bajo el núm. 79 hay una carta de D. Alonso X, con señal de haber
+tenido sello pediente, espedida en Córdoba á 3 de junio de 1260, de la
+que se deduce que era general en todas las tierras de la provincia
+habitadas por moros la resistencia al pago del diezmo, puesto que se
+hace espresion de la queja del obispo y cabildo contra los moros que
+labran las heredades de los cristianos en _Palma, Castro, Almodovar et
+otros logares_.
+
+[347] Ibid., núm. 79 (instrumento reproducido en el Libro de las tablas.
+fol. 18):... Otrosí se querellaron que habia judíos e moros que albergan
+casas de los xp{=n}os et moran en ellas et non dan el derecho que daban
+los xp{=n}os si viviessen en ellas, por ende el rey mandó que los judíos
+e moros que moraran en las casas de los xp{=n}os alogradas que paguen
+sus derechos como lo fazien los dichos xp{=n}os... etc.
+
+[348] «Otorgó el vencedor que aseguraba las vidas y haciendas á los
+moradores en pacífica y quieta posesion, que no arruinaria las
+mezquitas, ni estorbaria el uso y ejercicio público de la religion, que
+tendrian sus cadíes que juzgasen sus pleitos y causas, etc.» Conde, año
+1085.
+
+[349] «Y concertaron con el rey Gacum (Jaime) que la ciudad le seria
+entregada ofreciendo seguridad á todos sus moradores, y libertad para
+irse á otra parte donde quisiesen con todos sus haberes, y que los que
+quisiesen permanecer en ella fuesen tributarios como los otros vasallos
+del rey Gacum, permitiéndoles el libre uso de su religion, leyes y
+costumbres.» Conde, año 1238.
+
+[350] «Las condiciones de la entrega fueron: que los muzlimes pudieran
+quedar en la ciudad y vivir en ella con toda libertad, gozando de sus
+casas y posesiones seguramente, sujetos solo al moderado tributo que
+solian pagar á sus reyes por Sunna y Xara.» Conde, año 1248. Al
+estipular que podrian vivir _con toda libertad_, es claro que no se
+escluía la libertad de conciencia y el culto público.
+
+[351] ¡Cuán diferente la capitulacion de Córdoba, si es que tal nombre
+merece! «Perdida la esperanza que los animaba, dice Conde (año 1236),
+acordaron de rendirse con buenas condiciones; pero los cristianos, que
+estaban seguros de su triunfo, solo concedieron á los moradores _la vida
+y libertad de ir adonde bien les pareciese_.»
+
+[352] Partida 2.ª, tit. XXIX. I. 1.
+
+[353] «Los setarios secuaces de Mahoma, dice Marmol Carvajal,
+propiamente deben ser llamados con dos solos nombres _alárabes_ ó
+_agemes_: los alárabes son los originarios, y los agemes los advenedizos
+que de otras naciones y provincias abrazaron su opinion»...«Los mauros,
+fenicios ó cartagineses, como los quisiéremos llamar, que escaparon de
+la ira de los romanos, derramándose por Africa entre los penos,
+constituyeron señorío en algunas partes, especialmente en las
+Mauritanias, y dellos vienen los que agora llaman azuagos; y porque así
+estos como los otros mauros de Fenicia abrazaron la seta de Mahoma en el
+número de los agemes, el vulgo cristiano los llama comunmente á todos
+moros; y así los que lo son se honran mucho de aquel nombre, entendiendo
+por mucelemines, que es el nombre que ellos tienen por epíteto de
+santimonia, interpretado hijos de salvacion. Los _mudéjares_ vienen de
+los alárabes y de los agemes africanos y de otras naciones, y son los
+que se quedaron en España en los lugares rendidos por vasallos de los
+reyes cristianos, á los cuales, porque servian y hacian guerra contra
+los otros moros, los llamaron por oprobio _mudegelim_»... _Rebelion y
+castigo de los moriscos_, lib. II, cap. I.
+
+Réstanos solo añadir, para mayor claridad, que en nuestros antiguos
+documentos legislativos se sigue el uso vulgar de llamar _moros_
+indistintamente á todos los muzlimes sujetos á la dominacion cristiana,
+sean árabes ó berberiscos. Estos moros estaban divididos en cuatro
+clases: los _conversos_, los _siervos_, los _libertos_ y los
+_mudéjares_. Los conversos llevaban tambien el nombre de _moriscos_.
+Eran siervos los que nacian tales, ó eran vendidos para serlo por
+persona capaz, ó los infieles cautivos en la guerra. Eran libertos los
+que en virtud de la emancipacion ó por beneficio de la ley pasaban del
+estado de servidumbre al de libertad; sin embargo, así los esclavos como
+los libertos formaban parte de la propiedad mueble, la mas estimada en
+España, donde siempre fué descuidada la agricultura. Los _mudéjares_
+eran los únicos muzlimes libres que vivian con su religion y sus
+propiedades bajo el vasallage de los conquistadores cristianos, segun
+los pactos especiales concertados al entregarse á ellos.
+
+Así pues, rigurosamente hablando, los mudéjares cordobeses que no
+gozaban mas que de una libertad á medias por no habérseles otorgado
+derecho alguno para permanecer en la cuidad, se hallaban en una
+situacion extralegal y anómala.
+
+[354] Mr. Circourt en su _Historia de los moros mudéjares y moriscos_
+elude completamente la cuestion relativa al estado y condicion de los
+muzlimes entregados á discrecion del vencedor en las ciudades tomadas
+sin capitulacion, como Córdoba. Entiende (t. 1, cap. XV) que las únicas
+fuentes para venir en conocimiento de la legislacion propia de los
+mudéjares, sin la distincion que nosotros acabamos de establecer, son
+las Siete Partidas y el Fuero de Valencia. No ignora el historiador
+francés que hasta que el Ordenamiento de Alcalá le dió fuerza legal en
+1348, no se observó como ley general del reino el Código del rey sabio;
+pero cree (y en esto no va descaminado si se refiere á la curia de la
+corte) que las leyes de Partida se estudiaron y tuvieron secuaces desde
+que fueron ultimadas en 1258. Nosotros creemos, por lo que hace á los
+moros mudéjares, que puesto que no habia estipulacion escrita que
+debiese regir como ley para el régimen y gobierno de los de Córdoba, lo
+regular y lógico es que los reyes D. Fernando y D. Alfonso los sujetasen
+próximamente á la misma condicion que en su Código (puesto que su
+pensamiento pertenece á ambos) habian imaginado y dispuesto como normal
+para las gentes de su clase. Por consiguiente venimos á parar á una
+conclusion semejante á la de Mr. Circourt, aunque por una razon
+diferente, pues él cree que los mudéjares de Castilla y Andalucía
+tuvieron por cuerpo de leyes el Código de las Partidas por estar ya este
+en observancia, oficiosa aunque no oficial, y nosotros suponemos, tan
+solo por una razon de consecuencia en las ideas de gobierno de dichos
+reyes, que vivirían sometidos á los mismos principios de equidad que los
+monarcas mencionados fijaban en su cuerpo de legislacion general.
+
+[355] Véase la pág. 172.
+
+[356] D. José Antonio Moreno, capellan de la veintena, en su citada obra
+m. s. _Antigüedad y grandezas de la catedral de Córdoba_, al año 1284,
+en nota marginal. Para que la mencionada capilla de S. Pablo existiese
+cuando murió el maestre de Santiago D. Pedro Muñiz de Godoy, forzoso era
+que hubiese sido labrada antes del año 1285. D. Francisco Sanchez de
+Feria en su _Decripcion_ inédita de la ciudad de Córdoba, dice que la
+capilla de S. Pablo se labró en 1365 por el comendador D. Pedro Muñiz de
+Godoy. De estas dos noticias ninguna es cierta, si bien es disculpable
+la equivocacion en que sus autores han incurrido por la identidad de los
+nombres. El primer maestre de Santiago que llevó el nombre de D. Pedro
+Muñiz de Godoy, electo en 1280, no consta hubiese fundado capilla
+alguna. Sábese, sí, que antes de ser elegido maestre fué comendador
+mayor de Castilla, y esta circunstancia ha podido tal vez inducir en
+error á Sanchez Feria al llamar _comendador_ á otro D. Pedro Muñiz de
+Godoy, que en efecto vivia en el año de 1365. Este segundo maestre D.
+Pedro del ilustre linage de Godoy (que lo fué tambien de Calatrava, como
+asegura Rades Andrade), privado del rey D. Enrique II, casó dos veces:
+fué su segunda mujer D.ª Elfa de Latorre, señora principal, y tuvo en
+ella cuatro hijos, al primero de los cuales, D. Gonzalo Yañez de Godoy,
+caballero de Santiago y comendador de Beas, cedió el cabildo de la
+iglesia mayor de Córdoba el año 1387 sitio para fundar la espresada
+capilla, segun consta del instrumento de donacion que cita el Dr. D.
+Andrés Morales en el cap. 272, part. 1.ª de su _Hist._ m. s. é inédita
+_de Córdoba_. «Esta gracia y merced hacemos, dice el instrumento citado,
+por muchos y muy señalados servicios que el maestre vuestro padre hizo á
+nuestro señor el rey. etc.» Y en efecto, el maestre D. Pedro murió en
+batalla al servicio del rey D. Juan el I hallándose en Badajoz con el
+conde de Niebla contra el Portugal. No pudiendo ponerse en duda la
+autenticidad de este instrumento, es preciso creer que la inscripcion
+que hoy se lée en la capilla de S. Pablo en dos lápidas modernas de
+jaspe azul á los lados del altar, y en que se dice que el maestre D.
+Pedro la edificó, está equivocada. Reedificada esta capilla en el siglo
+XVII por un descendiente del maestre, llamado D. Fernando Carrillo (de
+cuyos empleos y títulos nos informa una de las dos lápidas citadas), no
+seria estraño que la inscripcion se hubiese grabado consultando
+solamente la tradicion, que denominaba la capilla de S. Pablo _Capilla
+del maestre D. Pedro Godoy_ por haberla labrado para él su hijo D.
+Gonzalo.
+
+[357] Del año 1290.
+
+[358] Fundada por D. Perez de Retes en el mismo año 1290. Sanchez Feria,
+m. s. citado. Hoy no existe.
+
+[359] Fundada, segun el mismo autor y segun Gomez Bravo, por el dean D.
+Pedro de Ayllon, en 1294. Tampoco existe ya.
+
+[360] Del último tercio del siglo XIII, pero de año incierto.
+
+[361] De esta capilla de S. Gil, que tampoco existe hoy, tenemos noticia
+por el citado m. s. de Sanchez Feria. Parece ser que la fundó en 1300 el
+arcediano de Castro D. Gonzalo Perez, quien la renunció en el cabildo
+por los años de 1376.
+
+[362] Esta queja en efecto elevaron al rey D. Fernando IV en las córtes
+de Valladolid la mayor parte de los obispos y cabildos de todos los
+reinos, y en vista de tan justa y debida representacion, mandó el rey
+librarles la carta que trae Gomez Bravo en su _Catálogo de los obispos
+de Córdoba_, cap. VI, lib. 3.º
+
+[363] El obispo D. Gil.
+
+[364] Moreno, _Antigüedad y grandezas etc._, m. s. cit. de la Real
+Academia de la Hist.
+
+[365] Solo en el año 1320 habia fundado una capilla á S. Pedro Mártir el
+alcaide de los Donceles Martin Fernandez de Córdoba. Esta capilla no se
+conserva, ni sabemos dónde fué labrada; pero la menciona Sanchez Feria
+en su citada _Descripcion_ inédita.
+
+[366] Esta capilla fué en un principio llamada de los obispos, pero mas
+se la conoce hoy como del dean D. Lope, por estar enterrado en ella el
+dean D. Lope de Sandoval, que fué el que le hizo la reja que tiene en
+los primeros años del siglo XVI. Está hoy sin culto, y es la última del
+lado de poniente.
+
+[367] Consta esta cesion, ó mas bien permuta, verificada á 13 de
+octubre, era 1403 (A. D. 1365). Véase Gomez Bravo, cap. X, lib. 3.º La
+capilla de nuestra Señora de la Encarnacion lleva hoy el nombre de
+_Capilla de los Sousas_, y está abandonada. Es contigua á la de S.
+Clemente por el lado de levante.
+
+[368] El mismo D. Martin Alonso de Córdoba fué el primero que tomó el
+apellido _Montemayor_, de resultas de haber demolido el castillo de _dos
+Hermanas_ y edificado en su lugar otro en un monte mas alto y mas á
+propósito para la defensa, dando nombre á la villa que allí se formó.
+
+[369] Desígnase entre los genealogistas cordobeses con el nombre de la
+_cepa_, que significa lo mismo que tronco ú origen, al noble linage de
+los Fernandez de Córdoba, que procediendo del entronque de las dos
+familias de Muñoz (el adalid) y Fernan Nuñez de Temez, es el principio
+de las distinguidas casas de Alcaudete y Montemayor, Aguilar, Lucena y
+Chillon, Guadalcázar y otros.
+
+[370] Así lo refiere D. Francisco Sanchez Feria en su citada
+_Descripcion_ m. s.
+
+[371] Ruy Diaz de Rojas, personage del tiempo de Enrique III, de quien
+cantó una gran proeza aquel conocido romance:
+
+ _Vente á mí, el perro moro,_
+ _Que no á los niños muchachos._
+
+Este es un ejemplo entre mil que pudieran citarse. Los caballeros del
+tiempo de D. Juan II tenian los mismos usos; y mas marcados aún los del
+reinado de D. Enrique IV, quien, segun se refiere en la curiosa relacion
+del viaje á España del conde bohemo Leon de Rosmital, que acaba de dar á
+luz la Sociedad literaria de Stuttgart (_Des bohmischen Herrn Leo's von
+Rosmital Ritter-Hof-Und Pilger-Reise_), recibia á los enviados de los
+demas reyes sentado sobre una alfombra á la usanza oriental, entre los
+principales señores del reino, que vestian á la morisca, montaban á la
+gineta, y afectaban seguir en todo los usos y costumbres de los moros.
+El historiador y político Felipe de Commines, que vino á Castilla con
+embajada de Luis XI al mismo D. Enrique, cuenta en sus _Memorias_ que
+este tenia una guardia compuesta de 300 ginetes africanos.
+
+[372] Memorias referentes á la historia de la catedral desde el reinado
+de D. Enrique II hasta el de Cárlos I: desde la construccion de la
+Capilla Real hasta la ereccion del crucero nuevo.
+
+ * * * * *
+
+_Año_ 1371. Construccion de la Capilla Real (hoy sacristía de la capilla
+de nuestra Señora de Villaviciosa).
+
+1373. El obispo D. Alonso de Vargas á 7 de octubre hace aplicacion de
+los Trezuelos de las iglesias despobladas, que se distribuian antes en
+obras pias, para distribuciones cotidianas de las horas canónicas; y
+aplica asimismo para estas distribuciones las prestameras de la ciudad.
+Para que las prestameras quedasen siempre anejas á la mesa capitular,
+solicitó el cabildo que confirmase el pontífice Clemente VII este
+Estatuto del obispo D. Alonso, como lo hizo S. S. por su legado el
+cardenal D. Pedro de Luna, despues Benedicto XIII. En cuanto á los
+Trezuelos hubo variacion en los tiempos posteriores, pues algunos
+obispos repugnaron la aplicacion hecha.
+
+1374. El arcediano de Córdoba D. Alfon fué muerto violentamente, y el
+dean D. Anton Martin publicó que esta muerte se habia hecho por órden
+del rey. Sintió mucho D. Enrique que se le designase como autor de este
+atentado, y en venganza mandó quitar la vida al dean. Quejáronse al papa
+Gregorio XI el obispo y cabildo, y aunque el rey procuró disculparse,
+mandó el Pontífice que fundase en la catedral una capellanía para que
+todos los dias se dijese una misa de requien por las almas de aquellas
+víctimas. Erigióse y situóse la capellanía en el altar del Pilar el dia
+23 de setiembre de 1375. Ocupa este altar uno de los postes del templo.
+
+De 1378 á 1381. Todo este tiempo estuvo sin obispo la iglesia de Córdoba
+de resultas del _gran cisma de Occidente_. El arzobispo de Bari,
+Bartolomé de Prignano, elegido irregular y violentamente para suceder en
+la silla pontifical á Gregorio XI, con el nombre de Urbano VI, á 9 de
+abril de 1378, sabiendo que la iglesia cordubense se hallaba vacante, se
+reservó la eleccion de prelado, prohibiendo que el cabildo lo eligiese.
+Otro tanto hizo el legítimo papa Clemente VII. Urbano eligió por obispo
+á Menendo de Cordula, y le envió por legado suyo al rey D. Enrique para
+que este le reconociese por legítimo Pontífice, autorizándole para
+ofrecer en su nombre al monarca de Castilla, á fin de granjearse su
+voluntad, tres piezas de escarlata para que se vistiera con la reina y
+sus hijos del mismo color que se vestía el Papa. D. Enrique sin embargo
+suspendió dar la obediencia, y la corte de Castilla se mantuvo neutral
+en el cisma hasta que, reinando ya D. Juan I, se determinó en Salamanca
+reconocer por Papa á Clemente VII. en 19 de mayo de 1381. Clemente VII
+no habia elegido obispo para Córdoba; entre tanto lo habia hecho el
+cabildo, y aunque esta eleccion fué declarada nula por el legado D.
+Pedro de Luna, sin embargo, atendiendo á los grandes méritos del sugeto
+elegido por el cabildo, que era el canónigo y maestrescuela D. Juan
+Fernandez Pantoja, dicho cardenal legado le eligió de nuevo y le
+confirmó en uso de las facultades que tenia.
+
+1379. En el _Archivo_ (Caj. U, núm. 73) hay un Instrumento en pergamino
+por el que consta que en 15 de octubre de este año, ante ciertos
+escribanos del número de Córdoba y dos alcaldes, comparecieron en una de
+las cámaras de la santa iglesia de una parte el cabildo, y de otra unos
+judios en representacion de la Aljama de ellos, y el cabildo manifestó á
+los referidos alcaldes «como ya les constaba la carta que habia envíado
+el rey en que se mandaba que en las villas y lugares donde no se pagaban
+por dichos judios los 30 dineros, que no se pagasen, pero en las que se
+habian satisfecho en tiempo de los señores reyes, los pagasen los judios
+que tuviesen 19 años cumplidos y desde esta edad arriba; y en los
+lugares donde se habia pagado en tiempo pasado por los 30 dineros 1
+maravedí, se pagase solo el maravedi. Y porque por dicha carta se
+mandaba á dichos alcaldes que defendiesen á los judios de Córdoba y de
+todo su obispado en dicha merced, el cabildo espresaba que en
+obedecimiento de dicha carta habia mandado cesar en el cobro de los
+referidos 30 dineros hasta suplicar á S. M. sobre algunas condiciones
+contenidas en ella, á que no habia lugar en este obispado. Y que por
+cuanto antecedentemente por los judios se habia declarado que en esta
+ciudad y obispado se habia cobrado por los 30 dineros 3 maravedis y 4
+dineros por el alvalá, lo que nuevamente negaban dichos judios, pidió el
+cabildo que interin acudia al rey se le dejase cobrar á razon de dichos
+3 maravedis; en cuya consecuencia se consintió por los alcaldes se
+cobrasen, y prometieron no se molestaria á las personas que los
+recojan:» lo cual está firmado por Pedro Gonzalez y Alfon Martinez,
+escribanos públicos.
+
+1387. El día 14 de agosto de 1385 ganaron los portugueses la célebre
+batalla de Aljubarrota, tan funesta para Castilla, cuyo rey D. Juan I
+salvó la vida en la gran derrota por la proeza del señor de Hita que
+canta aquel conocido romance:
+
+ «_Si el caballo vos han muerto,
+ Subid, rey, en mi caballo._»
+
+Aprovechando los portugueses la victoria entraron talando y saqueando el
+pais por la frontera de Badajoz, que defendia como adelantado el maestre
+D. Pedro Muñiz de Godoy. Opúsose este al enemigo, y habiendo perdido el
+caballo, cayó en tierra y fué muerto. Fué su cadáver conducido á
+Córdoba, y su hijo D. Gonzalo Yañez de Godoy obtuvo del cabildo de la
+iglesia mayor sitio para enterrarle en ella, fundando la capilla de que
+se hizo mencion en la nota de la pág. 238.
+
+1391. El mencionado obispo D. Juan Fernandez Pantoja hizo á su iglesia
+catedral una donacion de ornamentos bordados y vasos de oro y plata para
+el divino Sacrificio.
+
+1393. El mismo prelado confirmó con el cabildo en junio de este año un
+Estatuto de su antecesor sobre los maravedises que el obispo y
+beneficiados debian pagar para las capas de seda. En él se determina que
+se paguen 1000 mrs. por el obispo; 600 por las dignidades y canónigos;
+200 por los racioneros; 100 por las medias raciones; y que esto se
+satisfaga por el obispo en su primer año y por los beneficiados en los
+dos años primeros, cada año la mitad.
+
+1397. El mismo obispo hizo donacion al cabildo de diferentes posesiones
+que habia comprado, y agradecido éste, le ofreció cumplir las fiestas de
+Sta. Ana y de las Nieves con la misma solemnidad que hasta entonces se
+habian celebrado, y un aniversario por su alma, que se cumple en abril.
+En este mes murió, y fué enterrado en el sepulcro de los cinco obispos,
+en tercer lugar.
+
+1398. En noviembre de este año el obispo D. Fernando Gonzalez Deza se
+obligó á dar 100 mrs. de moneda vieja cada año _porque faga el cabillo
+la fiesta de las once mil Vírgenes de todas capas, y órganos, hasta
+hallar posesiones para dotarla_.
+
+1404. Murió el duque de Medinasidonia D. Enrique de Castilla, hijo
+natural de D. Enrique II y de D.ª Juana de Sousa, y el rey D. Enrique
+III escribió al cabildo que le diese sepultura en la capilla mayor al
+lado del Evangelio. En este sitio estuvo, en un sepulcro de madera
+primorosamente esculpido, hasta mediados del siglo XVI, en que fué el
+arca sacada de allí. Su madre D.ª Juana de Sousa fundó doce aniversarios
+por su alma, y llevada del grande amor que le tenia, se retiró del mundo
+á vivir dentro de la misma iglesia, pidiendo para esto al cabildo los
+cuartos que llaman de _cabeza de rentas_, donde dispuso su habitacion
+para el resto de sus dias. Este singular retraimiento de la noble dama,
+tomó sin duda en boca del pueblo andando el tiempo color de mas
+novelesca aventura. Supúsose que el personage enterrado en la antigua
+capilla mayor era aquel infeliz duque de Arjona D. Fadrique de Castro,
+esforzado caballero y protector de trovadores, nieto del maestre D.
+Fadrique hermano del rey D. Pedro, y cuya desgracia se refiere en aquel
+romance antiguo que empieza:
+
+ «De vos el duque de Arjona
+ Grandes querellas me dan.»
+
+Acreditóse en Córdoba la especie de que su madre se habia refugiado en
+la catedral huyendo del encono del rey que habia hecho morir al duque.
+Ambrosio de Morales, concorde con Argote de Molina, pretendió ser errada
+esta opinion y haber confundido el vulgo en uno solo á dos duques de
+Arjona, uno nieto del maestre D. Fadrique, como queda dicho, y otro hijo
+natural del rey D. Martin de Sicilia y de una doncella de noble linage.
+Ambos llevaron el mismo nombre y título, pero el primero fué D. Fadrique
+de Castro, duque de Arjona, y está enterrado en el monasterio de
+Benevivere, y el segundo fué D. Fadrique de Luna, duque de Arjona, y
+segun Morales está enterrado en Córdoba. El primero murió en el castillo
+de Peñafiel; el segundo falleció en la fortaleza de Brazuelos. Hay como
+se ve causa sobrada para la confusion de los dos duques de Arjona en uno
+solo; y la hay tambien para que los mismos historiadores graves y
+críticos como Morales y Argote, no ya el vulgo, hayan tomado á la
+misteriosa dama encerrada en la catedral de Córdoba por D.ª Tarsia, la
+amiga del rey D. Martin de Sicilia: Mejor informados en este punto el
+autor inédito del m. s. _Antigüedad y grandezas etc. de la santa
+catedral iglesia_, ya otras veces citado, y el Dr. Gomez Bravo, lo
+esclarecieron manifestando el error en que los mencionados historiadores
+y el vulgo habian incurrido, y haciendo ver que el personage sepultado
+en la antigua capilla mayor no era otro que el duque de Medinasidonia D.
+Enrique de Castilla, hijo natural del rey D. Enrique II, y cuya madre,
+por el grande amor que le tenia, no quiso apartarse de su cuerpo aun
+despues de muerto. El duque de Arjona que supone Morales enterrado en
+Córdoba no murió hasta el año 1438, y el duque de Medinasidonia, de
+quien aqui se trata, fué mandado enterrar en la capilla mayor antigua en
+1404. Falta solo saber qué se hizo del arca ó caja de madera en que
+yacia sepultado. En tiempo del citado Ambrosio de Morales se conservaba
+todavia, pues dice: «en el cabildo de la iglesia está agora el cuerpo
+del duque de Arjona dentro de una riquísima tumba de madera, muy grande,
+y toda labrada de talla y muy dorada. Solia estar esta tumba con el
+cuerpo dentro de la capilla mayor, al lado del Evangelio, y passáronle
+de alli no ha muchos años porque parecia tener tanto ó mas honrado
+enterramiento que los reyes: estando su capilla dellos á espaldas del
+altar mayor, y este enterramiento muy junto á él.» Añade el citado
+cronista que no debia este cuerpo estar muy bien guardado, porque se
+contaba que habian hurtado algunas sortijas que tenia en los dedos.
+Siendo esto asi, no debe estrañarse que el arca haya sido objeto de
+mayores profanaciones, y que este precioso objeto de escultura, tan
+interesante para la historia del arte nacional, haya completamente
+desaparecido. Del sepulcro del duque de Medinasidonia solo existe hoy la
+memoria en una lápida que hay en la pared al lado del Evangelio, con un
+epitafio que dice: «_Aqui yace D. Enrique de Castilla, duque de
+Medinasidonia, conde de Cabra, señor de Alcalá y de Mora, hijo del muy
+alto rey D. Enrique II el Magnífico_;» y en la inscripcion de la capilla
+de la Encarnacion, ó de los Sousas, que dejamos ya reproducida.
+
+1412. El diezmo del almojarifazgo concedido á la catedral habia sido
+confirmado por varios reyes, y á este diezmo estaban anejas y juntas las
+rentas del pontazgo, de los tres pesos, de las libras de la carne, de la
+media fanega de la alhóndiga, y de la alcabala antigua de las bestias.
+Hasta el año 1411 habia cobrado el cabildo el diezmo de estas rentas
+percibiendo su importe en el arca de la Aduana de la ciudad. Teniasele
+tambien por señor de la renta de la almotaglasia y de las alcaicerías y
+tiendas del corral de la alhóndiga, por considerarse todas anejas al
+almojarifazgo. Pero el rey D. Enrique III sin curarse de ello, queriendo
+hacer merced á Ruy Mendez y á Alfon Mendez de Sotomayor, sus vasallos,
+les habia dado las tiendas que tenia la corona en Córdoba, algunas de
+las cuales, decia la donacion, _son en la alcaicería de la dicha cibdat
+e otras son en el corral de la alfondiga_. Entonces el cabildo presentó
+su querella contra los referidos vasallos del rey á fin de que fuesen
+respetados sus antiguos privilegios, y sustanciado el pleito por todos
+sus trámites, se dió sentencia declarando haber probado el cabildo su
+intencion y pertenecerle por virtud del dicho su privilegio y escrituras
+que habia presentado, los diezmos del almojarifazgo, de la almotaglasia
+de dicha ciudad, de las tiendas de las alcaicerías y del corral de la
+alhóndiga, y de las dos tiendas que los Mendez habian sacado de la
+alcaicería. (Memorial del pleito del terreno solar de la alcaicería de
+Córdoba entre el Excmo. Sr. duque de Medinaceli y el venerable dean y
+cabildo de ella en el Juicio de propiedad intentado por su excelencia
+por caso de corte en la Real Chancillería de Granada.--_Archivo_, Caj.
+Z, leg. 2, núm. 38.)
+
+1424. Murió el obispo D. Fernando Gonzalez Deza y fué enterrado con sus
+padres en la capilla que habia erigido á S. Acacio. Su sobrino D.
+Fernando Ruiz de Aguayo dotó en ella dos sacristías y seis capellanías
+muy cuantiosas, y tambien fué sepultado allí.
+
+1427. Habia por este tiempo gran facilidad de impetrar en la corte
+romana los beneficios y prebendas, por lo cual se suscitaban frecuentes
+litigios y se veían precisados muchos á componerse con los impetrantes
+por cierta cantidad de dinero que les daban, ó recibian dejándoles los
+beneficios. Para evitar estos daños y molestias, el dean D. Fernando y
+el cabildo hicieron un Estatuto, determinando que el beneficiado que
+hubiese gozado pacíficamente su prebenda por un año, pudiese ir á Roma ó
+á cualquiera otra parte á seguir su derecho, teniéndole por presente
+mientras durase el litigio; pero que si constase que alguno habia
+cooperado maliciosamente en la impetra por gozar de este indulto, le
+perdiese con el duplo de lo que habia de percibir, y fuese multado á
+juicio del cabildo.
+
+1431. Se instituyó en la catedral una fiesta muy solemne en accion de
+gracias por la gran victoria de la _Higueruela_, en cuya jornada derrotó
+el rey D. Juan á los moros granadinos matándoles treinta mil hombres.
+
+1432. Habiendo el obispo D. Fernando Gonzalez Deza dejado en testamento
+su librería al cabildo, su sucesor D. Gonzalo y el cabildo mandaron que
+todos los años se hiciesen por su alma doce memorias y un aniversario.
+Segun el _Indicador cordobés_ (página 240 y siguientes) la biblioteca
+del cabildo empezó á formarse con los libros que en el año 1274 le donó
+el obispo D. Fernando de Mesa, cuyo ejemplo imitaron despues el dean y
+canónigo D. Pedro Ayllon en 1303; el citado obispo Gonzalez Deza en
+1424; el obispo D. Martin Fernandez de Angulo en 1516; el chantre Anton
+Ruiz de Morales, y el célebre Juan Ginés de Sepúlveda en 1564. La
+biblioteca estuvo en un principio situada en la capilla de Santiago. En
+1480 se decretó su traslacion á otro lugar. En 1578, siendo obispo D.
+fray Martin de Córdoba y Mendoza, se mudó á las piezas que hoy ocupa,
+comunicando con la iglesia por una puerta que hay entre las dos capillas
+_antigua y nueva, ó primera y segunda de S. Bartolomé_.
+
+1442. Hizo el cabildo diferentes rogativas y procesiones á las ermitas
+de Sta. María de las Huertas, Sta. Ana y S. Benito, y dentro de la
+iglesia, para aplacar la cólera divina manifiesta en la terrible peste
+que padecia la ciudad.
+
+1443 y siguientes. El infante D. Enrique de Aragon, que era uno de los
+que acaudillaban al partido opuesto al condestable D. Alvaro de Luna,
+pretendia conciliarse la benevolencia del pueblo cordobés asistiendo con
+mucha frecuencia en la catedral á los divinos oficios y ofreciendo
+preciosos dones en misas nuevas y otras fiestas principales. Muchos
+prebendados y caballeros sin embargo, conociendo que el infante atendia
+mas á sus intereses que al bien del reino, y que solo habia separado á
+los que ejercian oficios municipales para poner en su lugar á otros que
+le eran devotos, no queriendo ceder á su tiranía, ni pudiendo
+contrastarla, se salieron de la ciudad, y el cabildo determinó que los
+tales prebendados se tuviesen por presentes. El obispo D. Sancho de
+Rojas, que era de la parcialidad del infante, vino enojado al cabildo y
+contradijo esta determinacion, y la declaró por nula prohibiendo
+practicarla so pena de excomunion mayor. Obedeció el cabildo y la mandó
+borrar del libro de las constituciones. Despues, cuando triunfó el
+partido del condestable alejándose de Andalucía el infante, el obispo
+quiso poner entredicho en la ciudad y su obispado; mas apeló el cabildo
+al arzobispo de Toledo, y como este era hermano de D. Alvaro de Luna,
+tuvo que suspender el obispo su determinacion. Retiróse entonces el
+prelado á Baena, y allí celebró órdenes generales. Para ordenar al dean
+D. Juan de Contreras fué menester que el cabildo le mandase entregar _el
+báculo de plata dorado, e la mitra mayor, con lo que necesario es del
+Pontifical mayor, para levar á nuestro Sr. el obispo D. Sancho de Roxas
+á Baena_. El rey, irritado contra el obispo D. Sancho, hizo secuestrar
+por el cabildo todas las rentas: hízose así á 5 de febrero de 1445,
+dándose su administracion al arcediano de Castro D. Pedro de Córdoba y
+Solier. Este secuestro duró bastante tiempo, y algunas veces se vió
+precisado el obispo á pedir al cabildo le socorriese con dinero para
+atender á sus necesidades mas urgentes.
+
+1455. El rey D. Enrique IV fué á Córdoba, adonde llegó á 20 de mayo la
+reina D.ª Juana, y allí ratificaron el matrimonio que habian contraido
+por poderes. Recibieron las bendiciones en la catedral el dia 25, Pascua
+del Espíritu Santo, y por no estar consagrado el obispo D. Gonzalo de
+Illescas, hizo el oficio el arzobispo de Tours, embajador del rey de
+Francia.
+
+1456. El obispo D. fray Gonzalo de Illescas, dice Bravo, dió en el año
+de cincuenta y seis una singular muestra de su ánimo verdaderamente
+religioso y pacífico; pues teniendo algunas diferencias con el cabildo
+sobre el derecho de elegir pertiguero, y sobre algunos bienes de D.
+Sancho de Rojas, y reparo del palacio episcopal, que se habia quemado,
+vino á cabildo viernes 23 de julio, y dijo: que para evitar los pleitos,
+debates é contiendas, nombraba su compromisario al arcediano de Castro y
+al Dr. fray Alonso Alvarez, prior de S. Gerónimo. El cabildo admitió
+gustoso el compromiso, y para el caso de discordia nombró á otros tres
+individuos; con lo que todo se fué componiendo amigablemente.
+
+1458. El papa Calixto III habia pedido al estado eclesiástico de
+Castilla y Leon un caritativo subsidio para la guerra contra el turco.
+Congregáronse las iglesias en Medina del Campo y se obligaron á
+contribuir con 35000 florines. Pero como en este mismo año habia
+padecido Córdoba esterilidad y peste, y el cabildo y el obispo habian
+tenido que hacer cuantiosas limosnas, la iglesia de Córdoba resistió la
+referida contribucion. Obligóse sin embargo á contribuir con algo, mas
+en el año de 1474 todavía no habia acabado de satisfacer su contingente.
+
+1465 y siguientes. Las memorias de estos años son del mayor interés, no
+solo por lo tocante á la iglesia de Córdoba, su clero y obispo, sino
+tambien por la viva pintura que con ellas se hace del infeliz estado de
+Castilla en tiempo de D. Enrique el Impotente, bajo cuyo infausto
+reinado, y mediante el escandaloso suceso de Avila, se encendió tanto
+fuego en la monarquía, que no hubo ciudad que no ardiese en guerras
+civiles, muertes, robos y sacrilegios. Procuraremos delinear lo mas
+brevemente posible el cuadro general de estos sucesos, intercalando en
+la compendiada narracion de los historiadores de mas crédito, las
+noticias no publicadas que hemos podido proporcionarnos merced á la
+obsequiosa venia obtenida del ilustrado cabildo de Córdoba. Depuesto en
+Avila el rey D. Enrique IV y elevado al trono en su lugar su hermano el
+infante D. Alonso, declaráronse en Córdoba por el intruso el inquieto D.
+Alonso de Aguilar y otros grandes caballeros con D. Martin Fernandez,
+alcaide de los Donceles; y por el rey legítimo el obispo, el conde de
+Cabra y otros caballeros principales: con lo que quedó la ciudad
+dividida en dos poderosos bandos que se hicieron sangrienta guerra. D.
+Alonso de Aguilar se habia hecho tan dueño de Córdoba, que echó fuera al
+corregidor y ministros del rey, y usurpando la jurisdiccion antigua de
+alcalde mayor, prendia y desterraba, cargaba pechos á eclesiásticos y
+seculares, y no habia quien pudiese contenerle. El obispo D. Pedro de
+Córdoba y Solier, hasta entonces amigo suyo, habia procurado en vano
+refrenar sus arrebatados ímpetus hasta que viendo que nada obtenia, y no
+teniendo fuerzas para contrastarle, se salió de la ciudad y se refugió
+en su castillo de Toledillo, donde publicó entredicho y anatema contra
+D. Alonso de Aguilar por haberle quemado y saqueado su palacio
+episcopal, cometiendo otras injurias y violencias contra sus familiares.
+Murió en 1468 el infante D. Alonso, causa principal de la division del
+reino; sus partidarios se acobardaron, y los fieles al rey se llenaron
+de júbilo. La repulsa de la prudente D.ª Isabel (despues reina
+católica), á quien quisieron los primeros declarar por reina, acabó de
+desarmarlos, y así todos por necesidad volvieron á la obediencia del rey
+jurando á la infanta por sucesora en el reino. Entregado ciegamente D.
+Enrique al marqués de Villena, que solo atendia al logro de sus
+intereses con la discordia de los demas, al pasar á Córdoba con objeto
+de acabar la pacificacion de los ánimos, solo consiguió enconarlos de
+nuevo, porque con las providencias que dictó aconsejándole su valido,
+dejó á todos descontentos. D. Alonso de Aguilar, resentido de que le
+hubiesen hecho entregar á su enemigo el conde de Cabra los alcázares y
+fortalezas de la ciudad, y al conde de Alcaudete la Carrahola, sin cuyas
+defensas era poco seguro su predominio en Córdoba, ideó el modo de
+recuperarlas, y le salió bien, porque habiéndose apoderado traidoramente
+de la persona del mariscal D. Diego Fernandez de Córdoba, el conde de
+Cabra y sus parciales, amigos de este, se vieron precisados á
+abandonárselas como precio de su rescate. La preponderancia de Aguilar
+en la ciudad alejaba de ella al obispo; sin embargo contribuía cuando
+era necesario con su presencia á remediar los males de su Iglesia,
+porque á la general turbacion introducida por los desmanes de los
+grandes, se agregaba una gran relajacion en la disciplina eclesiástica,
+y hubo casos en que, arrostrando la tirania ejercida por el de Aguilar,
+tuvo el prelado que acudir como buen pastor, ya á reprimir la insolencia
+de algunos malos canónigos á quienes aquel favorecia, ya á contener al
+prepotente magnate en sus injustos procedimientos con otros prebendados.
+En una ocasion el chantre D. Lope de Sandoval, que por lo visto era
+mejor para campeador ó bandolero que para sacerdote, se atrevió á tomar
+posesion de una canongía contra la voluntad del obispo y cabildo de
+canónigos, á quienes tocaba darla, asaltando la iglesia con gente armada
+reunida por su propia autoridad. Otro dia, por haber defendido con calor
+en el cabildo á varios prebendados atropellados y desterrados por D.
+Alonso, y contribuido á que se tomase un acuerdo en cuya virtud debian
+los desterrados tenerse por presentes todo el tiempo que durase su
+ausencia, el poderoso árbitro de Córdoba fraguó su ruina: tan buena
+traza se dió, que logró del mismo rey enviase carta firmada al obispo
+rogándole saliese de la ciudad y se retirase á un lugar del obispado; no
+quiso obedecer D. Pedro Solier, y D. Alonso sorprendiéndole con gente
+armada se apoderó de él, le montó en una mula, y tomando las riendas, le
+sacó violentamente de la ciudad, mandando se le cerrasen las puertas. D.
+Pedro se fué al convento de S. Gerónimo, y de allí á Montemayor, donde a
+1.º de julio de 1472 mandó publicar por excomulgado á D. Alonso y poner
+entredicho en la ciudad. Las causas espresadas en la carta de anatema
+fueron once, y merecen publicarse literalmente (Gomez Bravo solo lo hace
+en estracto muy diminuto) por la luz que derraman sobre esta época de
+turbulencias tan digna de estudio. Hace saber el obispo en su
+carta-excomunion, á los Sres. dean y cabildo, capellanes mayores de la
+capilla de S. Pedro, y á los demas rectores y clérigos de todas las
+iglesias de la ciudad de Córdoba y su obispado, que habia seguido
+algunos procesos contra D. Alfon, señor de la casa de Aguilar, así de
+oficio como á peticion fiscal y del cabildo, sobre la quema de las casas
+obispales y fraccion de la santa iglesia, como tambien por haberse
+apoderado de las rentas de los diezmos de Cañete por su propia autoridad
+muchos años, por lo cual habia incurrido en excomunion mayor; y
+debiéndose guardar entredicho, lo declaraba y mandaba se tuviese por tal
+por las causas siguientes:==«1.ª Porque habia D. Alfon dado muchas armas
+y caballos á los moros; 2.ª porque prendió seis canónigos de esta santa
+iglesia porque obedecieron los mandamientos apostólicos, y los tuvo
+presos mas de seis meses siendo presbíteros, diáconos y subdiáconos; 3.ª
+por haber tenido como tenia la torre de la iglesia y obra de ella
+encastillada; 4.ª por el quebrantamiento de las casas obispales y quema
+de ellas, y por la fraccion de la iglesia; 5.ª porque habia muchos años
+que tenian impuesta imposicion en esta ciudad llevando de dicho Sr. y de
+su clerecía y religiosos y conventos de ella la dicha imposicion,
+debiendo ser por lo mismo excomulgados con el referido D. Alfon los
+siguientes: García Mendez de Sotomayor, comendador de la órden de
+Santiago, Alfon del Castillo, Ferran Cabrera, Pedro Mendez el mozo,
+Alfon Mendez, Pedro de Cárdenas, Gonzalo de Mesa, Alfon de Angulo, Juan
+de Angulo, Juan de Sosa, Ferrando de las Infantas, Ferrando de Luna,
+Juan de Cárdenas, Pedro Gonzalez de Mesa, Pedro de Hoces, Pedro Cabrera,
+Pedro de Aguayo, Anton Cabrera, Pedro de Córdoba, Gonzalo de Cárdenas,
+el bachiller Gonzalo de Zea, Martin de la Cuerda, Pedro de Torreblanca,
+Diego de Ferrera, Sancho de Córdoba, Diego de Córdoba, su hijo, Juan de
+Valenzuela, el bachiller Alfon Rodriguez, Juan de Baeza y Ferrando de
+Baeza, veinticuatros de Córdoba, los cuales habian concurrido con D.
+Alfon, señor de Aguilar, en la referida imposicion. Gonzalo y Alfon de
+Baeza, escribanos; y se debia guardar entredicho hasta tanto que
+restituyesen todo lo quitado al obispo y su clerecía, y levantasen la
+referida imposicion; 6.ª (que comprendia juntamente con D. Alfon á
+Gonzalo de Godoy) porque cuando fueron declarados por públicos
+excomulgados el dicho D. Alfon y los que le ayudaron á quemar y robar
+las casas de su ilustrísima, y á quebrantar las puertas de la iglesia,
+el referido D. Alfon mandó á Gonzalo de Godoy, alguacil que entonces
+era, que prendiese, como prendió, á muchos escuderos del Sr. obispo, y
+les quitó mucho de lo que tenian y los puso en mazmorras así en Cañete
+como en Montilla y Bujalance; 7.ª porque estando su ilustrísima en S.
+Gerónimo, dicho D. Alfon y la ciudad de Córdoba enviaron á Juan de
+Angulo y á Pedro de Cárdenas para desterrar á su ilustrísima, lo que en
+efecto hicieron y pasó en 2 de mayo del año 69. Despues á 24 de marzo
+del presente año, el dicho D. Alfon desterró á su ilustrísima echándolo
+por fuerza de la ciudad, sacándolo por las riendas de su mula; 8.ª por
+haber sacado por fuerza á muchos de los retraidos en la iglesia; 9.ª
+porque viviendo Alfon de Jaen y Diego Rodriguez, racioneros de esta
+iglesia, cerca de Castro, los mandó prender, quitándoles dos acémilas de
+su ilustrísima con muchas cosas que llevaban, lo que no habia pagado
+todavia, teniendo presos á dichos racioneros; 10.ª porque siendo electo
+su ilustrísima de esta iglesia, D. Alfon y los suyos entraron de noche
+en las casas obispales y robaron mucho dinero en especie, en vino, pan,
+trigo, cebada y preseas de casa, y despues, siendo su ilustrísima ya
+obispo, excomulgó á los robadores y muy poco restituyeron; 11.ª por
+tener, como tiene, por fuerza tomadas las casas obispales y embargado
+cuanto en ellas habia.»
+
+Publicada esta carta, acudió D. Alonso de Aguilar, legalmente
+representado por el bachiller Diego Rodriguez de Jaen, apoderado tambien
+y procurador de los consortes en la causa de Aguilar, y apeló ante su
+ilustrísima pidiendo se declarase lo hecho nulo y de ningun valor y
+efecto por varias razones que alegó, entre las cuales figuran como
+principales: Que el D. Alonso no se habia apoderado de los diezmos como
+se suponia; que el obispo no podia ser juez de la causa por ser
+notoriamente sospechoso y capital enemigo del Sr. de Aguilar y de
+algunos de los otros excomulgados, y confederado, aliado y amigo del
+conde de Cabra y sus hijos, y de su valía y opinion, por lo que, como su
+contrario y enemigo declarado, habia sido echado de la ciudad por órden
+del rey; que mediante la referida sospecha no podia tener jurisdiccion,
+ni podia haber citado á D. Alfon y consortes á que compareciesen ante su
+ilustrísima en la villa de Montemayor, por cuanto esta era del Sr.
+Martin Alfon que estaba en la misma parcialidad, confederacion y
+adversidad que su ilustrísima contra el citado Aguilar y consortes; y
+aunque decia que habia seguido los dichos procesos á peticion del
+cabildo, no era así, ni pasó tal cosa. Que aunque la carta decia que D.
+Alfon estaba excomulgado por haber dado armas, caballos y otras cosas á
+los moros, la causa no era verdadera, y caso de haberlo hecho sería con
+justa razon para defensa y conservacion del reino de Castilla, en
+especial de Andalucía, por mandado y con poder del rey, en lo cual Dios
+no habia sido ofendido; que D. Alfon no prendió los canónigos, porque
+cuando esto ocurrió no se hallaba en Córdoba. Que tampoco habia
+incurrido en excomunion por lo que su ilustrisíma llamaba
+quebrantamiento y quema de las casas obispales y fraccion de la iglesia,
+porque esta no la habia habido ni se podia probar, y si en el palacio
+hubo alguna quema sería por culpa del señor obispo y de sus familiares,
+pues era notorio en la ciudad y sus comarcas que todo habia sucedido por
+autoridad de derecho y por justas y legítimas causas en defensa y amparo
+de la república. Que estando en Córdoba el dicho D. Alfon con la
+gobernacion de ella, como al presente la tenia, en paz y sosiego,
+ciertos caballeros y escuderos, todos familiares, criados y paniaguados
+del señor obispo, y por su mandado, entraron, se apoderaron y
+encastillaron en las casas obispales y torres de la ciudad juntas á
+ellas, y se fortalecieron dentro, haciendo muchos edificios de tapias y
+canterías (lo que hoy llamamos _barricadas_) con empalizadas, y
+fortalecieron las dichas torres por dentro y fuera con muchos
+almadraques, colchones, tapiales, puertas, mucha ropa y maderas,
+abasteciéndose asímismo de muchas viandas, pan, vino y pescado, de los
+propios bienes del señor obispo. Y asímismo se guarnecieron y
+abastecieron de muchas armas, lombardas, truenos, espingardas,
+culebrinas, serpentines y ballestas fuertes y comunes, así de palo como
+de acero, y otros muchos tiros de pólvora, con ánimo malévolo é
+intencion depravada, para desde allí tirar y ofender con sugestion
+diabólica á los alcázares del rey por tomarlos y ocuparlos, y por tirar
+contra los vecinos y moradores de Córdoba, turbándolos y damnificándolos
+y el pacífico sosiego en que estaban, levantándolos contra el D.
+Alfonso, para entregar la ciudad á sus adversarios. Que el plan de los
+parciales del obispo era traerle á la ciudad, entregársela, prender á D.
+Alfon y matarle, robando luego y destruyendo la poblacion en daño de la
+república. Que era notorio que su ilustrísima llevaba gente de armas de
+á caballo y de á pié apercibiéndose para llevar á cabo su propósito
+contra el juramento apostólico, homenage y fidelidad que habia prestado.
+Que el consejo de la ciudad, viendo los escandalosos movimientos, y no
+queriendo usar de rigor, llana y pacíficamente habia hecho requerir á
+los familiares y gente del obispo, intimándoles se desarmasen y
+desencastillasen, dejando libres las torres y castillos; á lo que no
+quisieron ellos condescender, antes por el contrario, obedeciendo á las
+sugestiones del obispo, siguieron haciéndose fuertes, esperando su
+socorro, invocando en las torres á su ilustrísima y á la demas gente que
+en su ayuda venia, á cuyas señales dicho señor y los de su concierto
+respondieron, con lo cual, creciendo el endurecimiento y obstinacion de
+sus familiares, empezaron á tirar contra la ciudad y contra los que
+estaban ocupando la fábrica y obra de la iglesia, donde mataron é
+hirieron muchos hombres. Que continuando en ello y viendo la ciudad el
+peligro y daño, por mandamiento de ciertos jueces hizo prender á dichos
+familiares, y si en tal acto hubo algun daño ó toma de bienes, seria
+culpa de dicho señor, fuera de que ya la ciudad le habia satisfecho y su
+ilustrísima se habia dado por contento. Que no era cierto se hubiesen
+impuesto contribuciones ó tributos á dicho señor obispo, clérigos y
+religiosos de Córdoba y su tierra, y si algunas se habian decretado, no
+habia sido señaladamente contra dichos clérigos y religiosos, ni esto se
+habia hecho sin mandado del rey, ni para objeto ageno al bien comun,
+redundando por consiguiente en beneficio del mismo estado eclesiástico.
+Que dichas imposiciones habian tenido por objeto la defensa contra los
+moros, que otras veces habian hecho entradas con ayuda de los parciales
+del obispo. Que tampoco eran reos de excomunion por haber prendido á los
+familiares de su ilustrísima, puesto que eran personas legas. Que cuando
+Pedro de Cárdenas y Juan de Angulo habian hecho salir al señor obispo de
+la ciudad y de S. Gerónimo, habian procedido por mandado del rey, por
+ser su ilustrísima escandaloso y parcial con el conde de Cabra y sus
+hijos, y porque procuraba con algunos grandes del reino adversarios del
+rey, entrar en Córdoba por fuerza y con escándalo en deservicio de S. M.
+para alzarse con la ciudad y su tierra.
+
+El escrito de apelacion que esto contenia fué presentado por el
+bachiller Diego Rodriguez de Jaen con su carta de poder en 8 de julio de
+1472, en la villa de Montemayor, por ante Juan Gonzalez y otros
+escribanos y notarios públicos, en las casas mismas donde tenia su
+habitacion el obispo D. Pedro, y hallándose presente su ilustrísima. Y
+en 1.º de agosto del propio año, compareció en Córdoba en presencia de
+otros escribanos el bachiller Ferran Romero, vicario del señor obispo,
+con una carta mensagera dirigida al bachiller Juan Vicario, y con ella
+respuesta de lo arriba espresado para que se la diera á los escribanos
+que habian hecho el requirimiento. Respondia y decia el obispo: Que por
+lo tocante á la incompetencia para conocer en la causa del Sr. de
+Aguilar, fundada en la parcialidad de su ilustrísima por el conde de
+Cabra y sus hijos, lo único cierto era, «que entrando en Córdoba el rey
+D. Enrique, D. Alfon de Velasco y D. Juan de Guzman, Luis de Paniagua y
+otros muchos caballeros, el dicho D. Alfon dió la fé á su ilustrísima y
+su ilustrísima al D. Alfon, que querian ser neutrales no favoreciendo á
+ninguna de las partes, y que uno á otro se guardarian la honra, y que
+despues de un año en presencia de Diego Gimenez de Góngora Prior y de
+Pedro de Foces, canónigos de esta santa iglesia, por parte del señor
+obispo, el dean de ella y otros por la parte del citado D. Alonso, y
+dentro de las casas de este se confirmaron las paces que tenian tratadas
+y en caso necesario las aprobaron con ciertas formalidades. Y el dia 4
+de marzo de dicho año, viniendo dicho señor obispo de confesarse del
+convento de S. Pablo, el dicho D. Alfonso juntó mucha gente armada, y
+antes que entrára dicho señor obispo en sus casas, le echó fuera de la
+ciudad y á todos los de su familia, de lo que resultaba la enemiga que
+tenia dicho D. Alfon, dando favor á muchos que vivian malamente contra
+Dios y su Iglesia, sabiendo bien el referido que la intencion de su
+ilustrísima seria querer enmendarlo.» Que en cuanto á la incompetencia
+por falta de jurisdiccion, «el lugar donde estaba dicho señor obispo era
+donde habian de comparecer las personas del dicho regimiento por sí ó
+por su procurador, mayormente sabiendo el dicho D. Alfon que entre el
+Sr. Martin Alfon y los vecinos de Córdoba y su tierra y las villas de
+dicho D. Alfon, cada y cuando les parece á todos ó cualesquiera de ellos
+entran seguros en la dicha villa de Montemayor y pasan seguros por ella,
+como sucedió el dia 25 de julio del presente año de 72 cuando el jurado
+Ahumada, vecino de Córdoba, entró en la referida villa de parte de dicha
+ciudad á requerir al alcaide que le entregase ciertos presos, pues que
+entre ellos habia paz, quien habia respondido que no los tenia ni sabia
+de ellos, y si los tuviera se los entregára: de lo que resultaba ser
+frívola la apelacion.» «Y siendo como era notorio que en el lugar de
+Cañete el dicho D. Alfon arrendó á los almojarifes y vecinos de Córdoba
+todas sus rentas de dicho lugar, incluyendo en ellas las rentas de los
+_diezmos de menudo, vino y aceite_, de lo que resultaba estar
+excomulgado el dicho D. Alfon por la Bula Paulina y Estatuto del
+antecesor de dicho señor obispo, que lo fué el Illmo. Sr. D. Fernando: y
+siendo cierto que el dicho D. Alfon habia dado armas á los moros; y en
+cuanto á la prision de los canónigos que hizo el referido, era notorio,
+y que los tuvo presos en su villa de Cañete mas de medio año, y siendo
+tambien cierto que se habia apoderado de la torre de la santa iglesia
+tomándole al rey lo que tenia en ella, y usurpando las rentas reales que
+S. M. tenia en la ciudad, y echándole varias imposiciones en ella y su
+tierra; y siendo tambien cierto y notorio que habia quemado las casas de
+dicho señor obispo, y que combatió y tomó por fuerza los alcázares
+reales; y careciendo de toda verdad lo alegado para justificar las
+imposiciones echadas sobre el estado eclesiástico, como tambien el que
+sobre este punto se habian comprometido con la ciudad, y que las
+imposiciones eran contra los moros, pues antes eran en favor de ellos; y
+siendo cierto que el dicho D. Alfon habia sacado violentamente mucha
+gente de la iglesia, como que prendió dos clérigos beneficiados de ella
+porque llevaban las acémilas del obispo, las que le quitaron; y siendo
+cierto que en el mismo dia que fué electo dicho señor obispo lo robaron
+y asaltaron los alcázares, como tambien que dicho D. Alfon y Pedro de
+Aguayo lo echaron de la ciudad; denegaba su ilustrísima la apelacion
+interpuesta.»
+
+Esta ruidosa causa duró muchos años: algunas personas principales y de
+autoridad procuraron interponerse entre el obispo, D. Alonso y la
+ciudad, para conciliar las diferencias que habia, y lograr se levantase
+el entredicho. Consiguieron esto último algunas veces, pero era tan
+díscola la condicion de los contendientes, que de todo sacaban pretesto
+para volver á la discordia. El señor de Sta. Eufemia habia logrado
+apoderarse de Pedroche, villa de la ciudad, y aunque se le requirió que
+la dejase, no quiso ejecutarlo. La ciudad salió con su pendon, y
+restauró á Pedroche: dió noticia al cabildo para que hiciera alguna
+demostracion, y á 14 de febrero de 72 se decretó que todos los
+prebendados salieran á caballo á recibir el pendon triunfante. Levantóse
+el entredicho despues del 15 de febrero de 73, y parecia reinar la
+concordia, pero duró poco tiempo, porque el conde de Cabra, que se
+acababa de apoderar de Almodovar, cometia en la ciudad y campiña grandes
+vejaciones: el de Aguilar exasperado volvió á sus pasados rigores, y el
+obispo volvió á poner entredicho á 19 de octubre. Empezó entonces la
+discordia entre el cabildo y el prelado: el cabildo apeló á Toledo;
+durante la apelacion interpuesta no se observaba el entredicho, y esto
+hizo temer á algunos prebendados que impetrándoles en Roma las
+prebendas, se movieran muchos y costosos pleitos, y así determinaron que
+si alguno fuese molestado por esta razon, todos le amparasen y
+defendiesen en los tribunales contribuyendo á las costas que se
+causáran. Declarada la division entre el prelado y el cabildo, siguió la
+discordia acerca de otros puntos, y con especialidad en el modo que se
+habia introducido en el arrendamiento y administracion de las rentas
+decimales, en que el obispo hacia remisiones y otras gracias sin la
+intervencion del cabildo ó sus diputados. Fué el resultado un Estatuto
+para que no se pudiesen en lo sucesivo arrendar las referidas rentas á
+prebendados, caballeros ni personas semejantes, y establecerse el
+tribunal llamado de _Cabeza de rentas_.
+
+Ocurrió en 1474 la muerte de D. Enrique IV, y de aquí nuevos motivos de
+contrariedad y encono entre D. Alonso de Aguilar y el obispo D. Pedro.
+La mayor parte de las ciudades y señores de vasallos se declararon por
+D. Fernando y D.ª Isabel, y con ellos el prelado de Córdoba y el conde
+de Cabra; y D. Alonso, siguiendo al marqués de Villena, abrazó la
+parcialidad de D.ª Juana, á quien valido de su preponderancia en Córdoba
+hizo aclamar por reina. A este acto de violencia pudo agregarse otro
+para hacerle impopular. Un año antes un herrero, fanático como toda la
+demas gente de baja condicion, habia movido un gran motin contra los
+conversos ó _cristianos nuevos_, cometiendo grandes robos, incendios y
+atropellos en las viviendas de aquellos presuntos apóstatas, y matando á
+muchos. D. Alonso de Aguilar dió muerte por su mano al herrero y tuvo
+que refugiarse con muchos conversos en el alcázar viejo, guareciéndose
+allí contra el furor de la plebe. No sabemos positivamente que el
+cabildo aprobase aquel bárbaro desahogo popular, que sin duda alguna
+tenia el carácter de tal, puesto que siguieron el ejemplo de Córdoba
+Montoro, Adamuz, Bujalance, Rambla, Santaella y otros lugares del
+obispado, dando fuertes indicios de querer hacer otro tanto Palma y
+Baena; pero sí creemos que la impolítica contemplacion de los magnates
+con los conversos de mala fé, que pululaban por desgracia, tenia
+justamente exasperado al pueblo, y que en un siglo en que las creencias
+religiosas del estado llano eran tan poco ilustradas, estas repugnantes
+matanzas eran el resultado lógico de la pugna entre las ideas nacionales
+y las de la corte. Ahora bien, podia no ser siempre mengua participar de
+las ideas é instintos nacionales contra el desgraciado sistema que
+seguia la corte de Enrique IV, y solo bajo este concepto aventuraremos
+la especie de que el cabildo de Córdoba no repugnaria quizás aquel
+popular escarmiento. Lo cierto es que por aquel tiempo se compuso
+decididamente con su obispo, y le siguió dócil y resuelto cuando este se
+declaró por D. Fernando y D.ª Isabel; en prueba de lo cual mandó dar mil
+maravedís de albricias al criado del rey que le trajo la nueva de su
+victoria contra el rey de Portugal.
+
+Del ruidoso pleito entre D. Pedro Solier y D. Alonso de Aguilar no
+hallamos rastro despues del año 75, en el cual consta que tuvo que
+intervenir el fiscal de la curia romana por S. S., habiéndose dado poder
+á varios procuradores para que compareciesen ante el Illmo. Sr. D.
+Rodrigo, obispo de Albano, cardenal y vice-cancelario, juez
+especialmente nombrado por el Papa en dicho pleito. Ignoramos si llegó á
+darse sentencia, ó si quedó paralizado por muerte del obispo D. Pedro,
+ocurrida en 1476. (En el Archivo de la Sta. iglesia, caj. P, desde el
+núm. 258 en adelante, existen todas las piezas pertenecientes á esta
+famosa causa.)
+
+El silencio de los cronistas del reinado de Enrique IV acerca de unos
+hechos de tanto bulto, no se estrañará si se atiende á que tampoco hacen
+mencion de otras violencias muy semejantes que por los mismos años
+exactamente padecia de parte de otro magnate otro prelado mas calificado
+todavía. El arzobispo de Santiago D. Alonso de Fonseca se hallaba en
+1466, con los canónigos y clérigos que le eran fieles, sitiado en su
+misma catedral por gente armada á las órdenes de un magnate, que se cree
+fuese el conde de Trastamara D. Per Alvarez Osorio, quien ya en otra
+ocasion habia hecho lo mismo con el arzobispo D. Rodrigo de Luna. (Véase
+el estracto del viaje del conde bohemo Leon de Rosmital publicado por D.
+Pascual de Gayangos en el tomo I de la _Revista española de ambos
+mundos_, pág. 739 y siguientes.)
+
+1467. Murió por estos años D. Fernando Ruiz de Aguayo, cuya memoria es
+muy venerada por su gran piedad y por las fundaciones magníficas que
+hizo. Dotó en la capilla de S. Acacio, fundacion de su tio el obispo D.
+Fernando Deza, seis capellanías, de mas de 600 ducados de renta cada
+una, y dos sacristías, cada una de mas de 100 ducados. En la capilla de
+S. Pedro dotó doce memorias por D.ª Leonor de Bocanegra, su prima, y
+tambien dejó dotacion para que en el Sagrario ardiese un cirio
+continuamente; y á fin de que en la procesion de las vísperas y fiesta
+de las Once mil Vírgenes se llevase la cabeza de Sta. Ursula, dejó para
+distribucion 50 maravedís de moneda blanca. Eran por este tiempo muy
+usadas las resignas y permutas aun en beneficios desiguales: así este
+prebendado fué primero canónigo, luego racionero, y por último
+beneficiado de Hornachuelos, conservando la chantría.
+
+1471. En agosto de este año se acabó el altar que hizo á S. Leandro y S.
+Isidoro el racionero Juan Garcia de Henares.
+
+1475. A 7 de agosto se dió posesion de la dignidad de maestrescuela al
+cardenal de Sto. Angelo, que ya era canónigo, y en 20 de setiembre tomó
+posesion de un canonicato, en nombre y como procurador de Pedro Martinez
+de Osma, maestro en artes y sagrada teología, el dean D. Lope de
+Sandoval. No hacia ocho años que D. Lope de Sandoval, siendo chantre,
+habia tomado posesion de su canonicato á mano armada, y ahora era ya
+dean. ¿Se tratará quizás de dos prebendados del mismo nombre?
+
+Pedro Martinez de Osma era catedrático muy afamado de la universidad de
+Salamanca, y el papa Sixto IV, movido de su gran sabiduría y virtud, le
+habia dado aquel canonicato. Tuvo insignes discípulos, pero enseñó
+algunos errores en el tratado de Penitencia. Por comision de S. S. el
+arzobispo de Toledo D. Alonso Carrillo juntó en Alcalá de Henares
+cincuenta y dos doctores para examinar las proposiciones que se le
+censuraban, y habiéndose condenado nueve por heréticas, el doctor Osma
+se retractó de ellas dócilmente, celebrando todos su humilde y modesto
+rendimiento, que le hizo mas glorioso que habia sido antes por su
+sabiduría.
+
+1477. Los Reyes Católicos habian dado comision al conde de Cabra para
+que ajustase treguas con el rey de Granada, nombrándole al mismo tiempo
+capitan general del reino de Córdoba. Fué esto muy sensible á D. Alonso
+de Aguilar, y estimulado de la emulacion, ó del enojo que al granadino
+tenia desde que en 1470 habia concedido al mariscal el seguro de Granada
+para el desafío pendiente entre ambos, le salteó el reino talándole los
+campos y haciéndole cuanto daño pudo. Volviendo de su incursion contra
+los moros, pasó por el estado del conde, y le hizo tambien gravísimos
+daños, con que enconadas mas las antiguas enemistades, se convirtió la
+tierra en teatro de robos y homicidios. Al saber estos daños y
+alborotos, mandó la reina á Córdoba por corregidor á Diego de Merlo para
+que apaciguase á aquellos señores y solicitase de D. Alonso la
+satisfaccion de sus agravios. Consiguió con su buen carácter y mejor
+maña que este le entregase á Montarque por prenda, hasta satisfacer al
+conde de Cabra, y luego empezó á castigar á los delincuentes. Llevaba un
+dia el alcalde mayor dos homicidas presos, y de acuerdo de D. Alonso y
+algunos caballeros salieron otros á quitárselos. El alcalde se defendió,
+y fué herido. Noticioso Merlo de lo que sucedia á su alcalde, clamando
+«favor al rey y á la justicia,» se metió con algunos ministros en el
+tumulto; pero concurrió tanta gente en defensa de los reos, que para
+salvar la vida tuvo que refugiarse en S. Lorenzo cerrando las puertas.
+Vino D. Alonso á los ecos del tumulto, y viendo que los refugiados no
+querian abrir las puertas de la iglesia, solicitó que la turba popular
+las quebrantase. Rehusaron los tumultuados cometer semejante sacrilegio,
+pero D. Alonso mandó llamar á setenta de sus esclavos que las hicieron
+pedazos, sacando á Merlo, á quien envió el magnate á su castillo de
+Aguilar. La reina noticiosa del caso, disimuló prudente, y se contentó
+con hacer que D. Alonso pusiese á Merlo en libertad; pero ya el altivo
+señor no volvió á predominar en Córdoba. Estos hechos, aunque estraños á
+la historia de la catedral, son interesantes como complemento de las
+memorias de los años 1465 y siguientes.
+
+1478. Tomó posesion del obispado D. fray Alonso de Burgos, confesor de
+la reina católica D.ª Isabel, electo á 12 de noviembre de 76. Pasó todo
+el año 77 acompañando á la reina en Estremadura para reducir á su
+servicio las ciudades y villas declaradas á favor de D.ª Juana.
+
+A fines de octubre de 1478 entraron en Córdoba los reyes D. Fernando y
+D.ª Isabel, con singular gozo y festivas aclamaciones de los ciudadanos.
+Con su venida cesó la tirania de D. Alonso de Aguilar, á quien mandaron
+entregase los alcázares, la Carrahola y demas fortalezas, y todos los
+propios que tenia usurpados. Hiciéronse pesquisas de malhechores y
+homicidas, hubo castigos merecidos, y se puso en quietud y seguridad la
+provincia. A D. Alonso se le mandó salir de la ciudad.
+
+1482. Habiéndose recibido en el año anterior la Bula del papa Sixto IV
+para establecer en España el Tribunal de la Inquisicion, el obispo D.
+fray Alonso que deseaba ardientemente verlo instituido en Córdoba, por
+el sumo cuidado en que le tenian los conversos, que á título de
+cristianos gozaban de dignidades, beneficios y empleos con el poder
+consiguiente á estas categorias, de importancia en aquellos tiempos,
+instó mucho á los reyes para conseguirlo, y en 1482 ya estaba
+establecido y formado. Fueron los primeros prebendados inquisidores el
+Dr. Pedro Martin del Barrio, canónigo y vicario del obispo, el bachiller
+Alvar Gonzalez de Capillas, canónigo, y el bachiller Anton Ruiz de
+Morales, canónigo y despues chantre; agregándose á estos el P. Fr.
+Martin Caro, guardian del convento de S. Francisco.
+
+En este mismo año, usando por la primera vez los reyes de España del
+derecho de nombrar obispos y presentarlos al Papa para su confirmacion,
+segun acababa de ajustarse con Roma con motivo de la repulsa que sufrió
+de parte del rey católico el cardenal Riario, sobrino del papa Sixto,
+nombrado por S. S. obispo de Cuenca (pues hasta entonces habian tenido y
+practicado las iglesias de España el derecho de elegir sus prelados),
+nombraron los reyes católicos á D. Fr. Alonso de Burgos para el obispado
+vacante de Cuenca, y para el obispado de Córdoba á D. Tello de Buendia,
+varon insigne en virtud y letras, que prestó grandes servicios á la
+Iglesia y al Estado, y reconcilió con los reyes al indómito arzobispo de
+Toledo D. Alonso Carrillo. Esta nominacion de los reyes se hacia por
+peticion ó súplica, hasta que Adriano VI concedió al emperador Carlos V
+la facultad de nombrar los obispos. _Ad regias preces dabat Papa
+Episcopos._
+
+1485. Al año de tomar posesion del obispado D. Tello de Buendia,
+falleció, y fué sepultado en el quinto nicho del sepulcro de los cinco
+obispos que fabricó D. Leopoldo de Austria.
+
+1486. En este año tomó posesion del obispado de Córdoba D. Iñigo
+Manrique, confirmado por Inocencio VIII despues de ciertas tentativas
+que hizo para recuperar la facultad de nombrar de que su antecesor habia
+hecho renuncia.
+
+1488. A 15 de julio entraron en Córdoba los reyes de vuelta de la
+campaña contra los moros, y D. Iñigo recibió al rey con su cabildo en la
+catedral, donde fué á dar gracias al Todopoderoso por la conquista de
+Loja, Illora, Moclin y otros lugares. Así que la reina, que se hallaba
+en Córdoba, recibió la noticia de la toma de Loja, fué al templo con el
+mismo piadoso objeto, y allí se formó una solemne procesion á la iglesia
+de Santiago, patron de España, asistiendo la reina con la infanta D.ª
+Isabel hasta volver á la catedral y finalizar la funcion.
+
+Este obispo D. Iñigo hizo imprimir en Venecia el año 89 el Breviario y
+Misal de la iglesia de Córdoba.
+
+1494. Se celebró concordia entre el cabildo y D. Alonso de Aguilar sobre
+las diferencias habidas por causa de los diezmos de Aguilar y Montilla
+con sus aldeas y términos.
+
+En este mismo año nombraron los reyes al obispo Manrique presidente de
+la chancillería establecida en Ciudad Real. Hallándose en Madrid,
+llamado para este fin, mandó publicar en su obispado una Constitucion
+sobre el hábito y tonsura de los ordenados de corona para gozar del
+privilegio clerical conforme á la Bula de Alejandro VI. Hizo igualmente
+recoger en un volúmen las Constituciones y Ordenanzas de sus
+antecesores.
+
+Tambien en este año concedió S. S. á peticion de los reyes católicos las
+facultades propias del inquisidor general á varios obispos, y entre
+ellos al de Córdoba, por estimar conveniente dar á Torquemada
+coadjutores.
+
+1496. Murió el obispo D. Iñigo Manrique á 1.º de marzo en Ciudad Real.
+Su cuerpo fué traido á Córdoba y sepultado en el coro viejo, donde tiene
+este epitafio: _Illmus. ac reverendissimus D. D. Enecus Manrique almæ
+hujus Ecclesiæ Cordubensis Pontifex hic jacet: hujus memoria in
+benedictione est. Obijt anno suæ statis XLII in civitate regia primus
+presidens Kal. Martij anno Domini CCCC nonagessimo VI supra mille...
+Lector dic ave._
+
+En 29 de diciembre tomó posesion del obispado su sucesor D. Francisco
+Sanchez de la Fuente, hombre docto y virtuoso, y hábil diplomático, á
+quien se debió la restitucion del Rosellon á la corona de España. Poco
+gozó la iglesia de Córdoba de este gran prelado, pues murió dos años
+despues; y se refiere que al recibir la reina católica la noticia de su
+muerte no pudo contener las lágrimas.
+
+1497. A 12 de octubre tomó posesion el nuevo obispo D. Juan Rodriguez
+Fonseca, muy empleado por los reyes católicos en servicio del Estado, y
+á quien el Dr. D. Fr. Antonio de Guevara escribia (carta 39): _dicen de
+vos, que sois muy macizo cristiano y muy desabrido obispo_. De sus
+empleos y embajadas hacen mencion todos los historiadores de este
+tiempo.
+
+1501. Murió desastradamente, aunque como héroe, en Sierra Bermeja, el
+animoso é inquieto D. Alonso de Aguilar el día mismo (18 de marzo) en
+que su hermano el gran capitan D. Gonzalo Fernandez de Córdoba triunfaba
+en Nápoles. Habiéndose rebelado los moros de Granada, y queriendo
+socorrer á unos cristianos, se metió en unas angosturas de aquella
+Sierra, donde le cogió la noche con muy escasa gente. Acometiéronle los
+enemigos por todas partes, y por no volver la espalda con desdoro de su
+gloria militar, murió batallando, recibiendo tantas heridas que quedó su
+cuerpo todo desfigurado. Asi pereció cual otro Judas Macabeo este
+antiguo émulo de ambos poderes eclesiástico y real, espiando noblemente
+en la guerra contra los infieles los pasados estravios de su ambicion.
+
+1504. En 20 de diciembre recibió el cabildo una carta firmada por los
+magníficos Sres. D. Pedro de Córdoba, marqués de Priego, D. Diego
+Fernandez de Córdoba, conde de Cabra, D. Diego Fernandez de Córdoba,
+alcaide de los Donceles, y D. Alonso Fernandez, señor de la casa de
+Alcaudete, pidiendo gozar de las prerogativas que gozaban todos los
+descendientes de la _Cepa de Córdoba_, asi en el tañer de las campanas
+como en lo demas. El cabildo determinó hacer la gracia, y que se diese
+fé y testimonio de esto á los referidos caballeros; y asi desde entonces
+empezaron á gozar las mismas prerogativas los que eran de la Cepa aunque
+no fuesen Córdobas por varonía.
+
+1505. A 27 de enero tomó posesion del obispado por medio de procurador
+D. Juan Daza.
+
+En la iglesia hacia tiempo se trataba de crear un arcedianato de Palma,
+y Julio II habia concedido Bula para establecerle; pero nombró S. S. por
+arcediano á un hijo del consejero Zapata, y el cabildo no quiso dar
+cumplimiento á las Bulas que presentó. El arcedianato no llegó á
+erigirse.
+
+El arcediano de Castro se hallaba en la Inquisicion como convicto del
+crimen de heregía. Esta infeccion, dice Gomez Bravo, se halla estendida
+á las iglesias mas ilustres de España, y así la padeció tambien la de
+Córdoba; pero en cambio tenia en su seno hombres sobresalientes que le
+daban superior lustre y honra. Tales eran el cardenal de S. Clemente, el
+cardenal de Sta. Sabina, y el de Sta. Cruz, D. Pedro Ponce de Leon, el
+arcediano de Pedroche, D. Francisco de Mendoza, obispo de Oviedo, y
+otros.
+
+Hacia cinco años que era inquisidor en Córdoba el licenciado Diego
+Rodriguez Lucero, maestrescuela de Almeria, el cual para acreditarse de
+celoso ministro de la fé, y mas principalmente aun para saciar su
+monstruosa sed de sangre y su desapoderada ambicion, de tal manera
+afligió con sus calumniosas imputaciones y tiránicas sentencias á la
+gente principal de la ciudad, sin distincion de clases, edades ni sexos,
+y sin respeto á dignidades eclesiásticas y seculares, que fué menester
+que el cabildo y la ciudad unidos clamasen contra sus bárbaros
+atropellos pidiendo justicia á S. S. y proteccion á los reyes,
+príncipes, grandes, iglesias y prelados.
+
+A su tiempo publicaremos el estracto de las curiosas piezas relativas á
+los atentados y ruidoso proceso de Lucero, felizmente terminado con la
+prision de este malvado y con la declaracion de la católica y general
+Congregacion que se juntó en Burgos para este objeto, formulada á 9 de
+julio de 1508.
+
+1507. El monasterio de los Mártires debia pagar al cabildo 200 mrs. por
+una casa de que se habia incorporado, y otros 200 por la procesion del
+dia 17 de noviembre. Ya venia de antiguo la costumbre de dar en prenda
+un cáliz ó casulla, y en este año á 13 de noviembre _el reverendo obispo
+abad de los Santos Mártires presentó el vestimento para la limosna de
+los 400 mrs. de la ida de la procesion_. Pero el cabildo perdonó los
+mrs. y mandó volver la prenda, como acostumbraba, por la pobreza del
+monasterio.
+
+1510. Murió á 21 de mayo el obispo D. Juan Daza, y fué enterrado en el
+coro viejo al lado de D. Iñigo Manrique. Sucedió á D. Juan Daza D.
+Martin Fernandez de Angulo, á cuyos procuradores dió posesion del
+obispado el cabildo con presencia de las Bulas en 4 de diciembre con la
+solemnidad acostumbrada. Era docto, virtuoso y laboriosísimo, y dice
+Cristóbal de Santisteban en el libro _Mar de historias_ que le dedicó,
+que los dias del obispo parecian mas largos que las noches de Noruega,
+segun las cosas que hacia y despachaba. En su tiempo se empezó la
+magnífica _Custodia vieja_ de la catedral, obra del ingenioso platero
+Enrique de Arfe, que merece describirse detalladamente por no constarnos
+se haya descrito jamás. Su planta es un duodecágono regular, de un pié
+cada lado, sostenido en ruedecillas interiores. Sobre el platillo de
+doce lados de la planta, en cuyas esquinas hay lindas cabecitas de
+serafines, se levanta un cuerpo de tres zonas: la primera, de ángulos
+entrantes y salientes, deja francos seis de los lados del duodecágono
+para la colocacion de las asas ó agarraderos por donde se sostiene la
+custodia. Esta primera zona viene á formar un zócalo de seis estribos,
+en cuyas caras estan representadas escenas alegóricas, alternando en
+andanas de graciosos relieves danzas grotescas y pastoriles con pasos de
+la Biblia relativos á la conduccion del tabernáculo. Remata esta zona
+con una preciosa crestería dorada. En los bajo-relieves mencionados
+alternan la plata y el oro. Segunda zona: fórmanla un zocalito pequeño,
+luego una cenefa de hojas y figuritas, luego una crestería dorada,
+despues otra cenefa mas ancha de hojas sutiles, de plata mate con
+figuras doradas. Esta segunda zona va en disminucion, y sostiene la
+tercera, que se compone de los cuerpos siguientes. Tercera zona: basa
+saliente, que sirve de cornisa á la cenefa de la zona inferior. Esta
+basa está adornada de crestería dorada. Sobre ella sube un cuerpo de
+doce lados, siguiendo la misma disposicion de ángulos entrantes y
+salientes de las zonas inferiores. Este cuerpo presenta en cada espacio
+entrante tres compartimentos, y en cada cara saliente tiene frontera una
+torrecilla ó estribo, que arranca de la base de esta tercera zona sobre
+una linda repisa de cenefa dorada. Ofrece pues el cuerpo que vamos
+describiendo seis caras salientes detrás de las seis torres ó estribos,
+y seis espacios de á tres compartimentos francos á la vista. En estos
+compartimentos, divididos uno de otro por pequeños estribos con sus
+delicadas agujitas, hay otros tantos espacios rehundidos, de una pulgada
+de profundidad, en que se representan de alto relieve escenas de la vida
+y pasion de N. S. Jesucristo, en figuras de dos pulgadas, primorosamente
+trabajadas. Son estas escenas diez y ocho. Sobre este cuerpo hay una
+cornisa saliente, adornada por la parte inferior con una cenefa de plata
+mate. Es de notar, que á medida que el todo va disminuyendo desde la
+primera zona de la custodia, los espacios entrantes van
+proporcionalmente ensanchando: manera artificiosa de conseguir que
+campee el cuerpo interior y principal sobre que se levanta el viril.
+Forma este cuerpo principal un machon cilíndrico de cristal (en que se
+contiene el SSmo.) que descansa en una basa tambien cilíndrica, cuya
+parte inferior reviste una ancha cenefa exagonal, en disminucion,
+formada de sutiles hojas y figuras por el estilo de las cenefas
+inferiores. Del machon trasparente en que se encierra el viril sale en
+forma de rotonda, y como derramándose á modo de penacho circular, la
+bóveda gótica, que recae en las torrecillas que ocupan los espacios
+salientes de la planta de este cuerpo principal. Estas torrecillas estan
+en la misma disposicion y lados que las otras que vimos arrancar de la
+base de la zona tercera del primer cuerpo, y se hallan entre sí unidas
+con sutiles arbotantes que rematan en figurillas. La bóveda circular que
+asegura el cuerpo cilíndrico del viril, y que recuerda desde luego la de
+la rotonda que dedicó Constantino como capilla fúnebre á su hija Sta.
+Constanza, sostiene otras torrecillas mas delgadas, que alternan con las
+inferiores, y en vez de levantarse en los lados salientes se elevan en
+los entrantes y sostienen otra bóveda, plana y calada, bajo la cual se
+cobija una graciosa estatuita de N.ª S.ª en su Asuncion. Sobre esta
+bóveda se levanta una especie de domo calado, formado por un vistoso
+conjunto de agujas y arbotantes de segmentos de círculo que entre sí las
+unen por la parte superior, y sobre el domo descuella una corona
+terminada en una estatuita del Salvador triunfante con la cruz. Las dos
+bóvedas ó baldaquinos, la que gira en torno del machon del viril, y la
+otra superior que cobija la imágen de N.ª S.ª, estan en la parte
+esterior disfrazadas con elegantes arcos conopiales, con sus grumos y
+preciosa crestería. Y las torrecillas que suben de los cuerpos bajo y
+principal estan cuajadas de estatuitas sobre sus lindas repisas y bajo
+caladas marquesinas. Alternan en esta bellísima pieza el oro, la plata
+bruñida y la plata mate, y parece al sol una maravillosa cristalizacion
+de sal gema, brillantes y oro. Pesa 532 marcos de plata, y para ella
+contribuyó con 100 marcos el arcediano de Córdoba D. Francisco de
+Simancas. Desgraciadamente no se mantiene hoy en su primitiva pureza de
+estilo esta joya artística, porque se renovó siendo gobernador del
+obispado D. Pedro de Salazar y Góngora en el año 1735, y entonces sin
+duda alguna se le añadieron algunas piezas de mal gusto que es lástima
+la desfiguren. No se terminó esta obra en vida de D. Martin Fernandez de
+Angulo, pero dejó este piadoso prelado en su testamento, otorgado á 20
+de junio de 1516 (que existe en el Archivo, caj. I, núm. 133, legajo 5),
+500 ducados para que se acabase.
+
+En el Archivo (Caj. M, leg. 9, núm. 230) se contiene un instrumento
+curioso sobre cierto lance ocurrido entre el cabildo y los religiosos
+del convento de S. Pablo del órden de Sto. Domingo. «En 31 de octubre de
+1510 el cabildo de esta santa iglesia celebró capítulo espresando que
+despues de muchas honras, así espirituales como temporales que habia
+hecho á los priores y religiosos del convento de S. Pablo, ingratos y
+desconocidos á dichos beneficios, habian tenido atrevimiento de procurar
+con todas sus fuerzas en los tiempos pasados y presentes algunas ofensas
+en menosprecio de dicho cabildo y su prelado sin tener para ello razon
+ni justicia; y especialmente contra el Illmo. Sr. D. Juan Daza, obispo
+de esta santa iglesia, ejerciendo su oficio pastoral en la villa de D.ª
+Mencia de esta diócesis, donde la iglesia parroquial está inclusa en un
+monasterio de la órden. Queriendo visitar el Sagrario y las otras cosas
+conforme á un proceso y sentencia determinada por el Sr. D. Iñigo
+Manrique, obispo que asímismo fué desta ciudad, en menosprecio de su
+dignidad procedieron por censuras, hasta querer poner entredicho no solo
+en las iglesias, sino tambien por las plazas, y despues porque el
+procurador del cabildo pidió los diezmos á Maria y Catalina Ortiz,
+beatas, que se decian de la dicha órden ser terceras, el prior y los
+religiosos de ella las defendian por usurpar los diezmos. Siguieron las
+referidas censuras con invocacion del brazo seglar contra el cabildo, y
+viendo no poderlo conseguir se quejaron de él ante S. M., quien declaró
+por nulas dichas sentencias. Y lo peor era que los citados religiosos
+decian no eran obligados á guardar los entredichos que esta iglesia
+matriz conserva y guarda, en cuyo menosprecio admitian los descomulgados
+que ella repelia, á la suya y á los divinos oficios, por lo que, y para
+que no fuese adelante su osadía, deliberó el cabildo que sus capitulares
+se apartasen de la conversacion y trato con dichos religiosos, y que la
+procesion general que el cabildo hacia el dia 1.º de las letanías en S.
+Pablo, se hiciese de allí adelante en la iglesia de S. Pedro; ni menos
+vaya el cabildo en procesion á dicho convento ni á sus religiosos se les
+encomiende sermon alguno así de tabla como de otros. Lo que se guardase
+en todo tiempo.»
+
+1512. Habiendo ofrecido el chantre D. Pedro Ponce de Leon 10000
+ladrillos y 600 cahices de cal para la fábrica del nuevo hospital de S.
+Sebastian, con otras rentas vitalicias que gozaba, resolvió el cabildo á
+13 de febrero que se hiciese dicha fábrica nueva, y nombró al referido
+chantre para cuidar de ella: lo que se hizo con gran magnificencia.
+
+1513. En ocasion de hallarse predicando de ceniza Fr. Luis Collado,
+guardian de S. Francisco, y celebrando la Misa el arcediano de Pedroche,
+invadió el pueblo la catedral clamando que se iban de la ciudad los
+frailes predicadores del convento de S. Pablo. Suspendió el orador su
+sermon para pedir al cabildo, al provisor del obispo y á todos los
+presentes, que saliesen á remediar aquel escándalo, y muchos prebendados
+fueron con el provisor á contener á los religiosos. Ibanse estos en
+efecto con sus talegas y báculos, precedidos de un religioso con la cruz
+cubierta de negro, cantando el salmo _In exitu Israel_; y era el motivo
+que el corregidor Hernan Duque de Estrada, llevado de la ojeriza y mala
+voluntad que les tenia, por haber castigado con demasiado rigor á un
+sobrino suyo fraile de la misma órden, habia mandado no se les vendiesen
+los comestibles necesarios: de manera que sitiados por hambre los buenos
+frailes no tenian mas arbitrio que abandonar la ciudad. Consiguieron
+detenerlos en el campo de la Verdad, y luego por mediacion de personas
+piadosas y prudentes se logró que volviesen á Córdoba y que el
+corregidor cesase en su tema.
+
+1515. Habiendo querido visitar el obispo el hospital de S. Sebastian y
+el santuario de la Fuensanta, se opuso el cabildo como patrono y
+fundador. Insistió el obispo y llevo á cabo su propósito, y en señal de
+haberlos visitado se llevó un cáliz de S. Sebastian y una lámpara del
+santuario. El cabildo apeló y se quejó al Papa, y en agosto de 1519
+obtuvo sentencia favorable.
+
+En 19 de marzo se presentó en cabildo la Bula de Leon X concediendo al
+rey D. Fernando la gracia de la Cruzada para que mantuviese las plazas
+tomadas en Africa é hiciese al turco la guerra que intentaba. El cabildo
+la celebró mucho y mandó que el dia 21, fiesta de S. Benito, se trajese
+en procesion la Bula desde el Salvador por los beneficiados y religiosos
+de S. Pablo, S. Francisco, Trinidad, S. Agustin, Merced, y S. Acisclo y
+Victoria; y que el cabildo saliese á la puerta del Perdon á recibirla;
+pero que si no venian las seis religiones en la procesion, solo saliese
+hasta el arco que dá al patio de los Naranjos.
+
+1516. Murió á 23 de enero el rey D. Fernando el Católico en Madrigalejo,
+y dejó mandado se le sepultase en Granada. Al pasar su cadáver por
+Córdoba, salieron a recibirle el obispo, el cabildo, las religiones, la
+ciudad y los caballeros con todo el pueblo, y el marqués de Priego,
+conde de Cabra, y otros grandes señores, le condujeron en hombros hasta
+la catedral, donde se celebraron suntuosas exequias.
+
+En este mismo año murió el obispo, volviendo de acompañar el cadáver del
+rey á Granada. Se le sepultó al lado izquierdo del sepulcro de D. Iñigo
+Manrique en el coro viejo. Dejó á la iglesia su pontifical y su
+librería, que era muy numerosa y selecta, especialmente en manuscritos.
+Tambien dejó algunos legados para la obra de la iglesia, y así se ven en
+algunas partes del templo las armas de este prelado.
+
+Nombrado y consagrado sucesor en el obispado D. Alonso Manrique, tomó en
+su-nombre posesion el licenciado Pedro de Buezo en 9 de diciembre.
+Hallábase D. Alonso en Flandes acompañando al príncipe D. Cárlos con
+grande estimacion, y en su corte se mantuvo hasta la muerte del rey D.
+Fernando, siendo él quien dijo la Misa en Bruselas en las exequias que
+se le hicieron, y quien bendijo el estoque real cuando D. Cárlos fué
+aclamado por rey con su madre D.ª Juana en la misma ciudad.
+
+1517. Llegó el obispo D. Alonso á España, y el rey le mandó llevar á
+Portugal á su hermana la infanta D.ª Leonor, que casó con el rey D.
+Manuel, en cuya corte permaneció el prelado como embajador hasta fin de
+1518.
+
+1518. El dia del Corpus de este año salió por primera vez en la
+procesion la custodia que hemos descrito arriba.
+
+Por este tiempo se habia introducido un nuevo género de resigna de las
+prebendas y beneficios, con reserva de todos los frutos, asiento, voz y
+nombre _ad vitam resignantis_: y así solamente gozaba el resignatario
+del derecho de suceder. Pero en este año, á 7 de setiembre, Francisco de
+Simancas, de edad de 8 años, presentó en cabildo unas Bulas en que
+mandaba el Papa darle la posesion del arcedianato de Córdoba y de una
+racion que habia resignado en él su tio D. Francisco de Simancas con las
+mismas reservas; pero que, consintiendo su tio, pudiese asistir al coro
+y cabildo y llamarse arcediano: en lo que luego al punto consintió el
+arcediano viejo. Así en realidad vino á ser este niño el primer
+coadjutor que hubo en la iglesia, y de 8 años tuvo voto en cabildo con
+las demas preeminencias y honores. Tanta era la facilidad de conceder
+Bulas y despachos en la curia romana, que era raro el prebendado que no
+padecia molestias sobre su prebenda.
+
+1519. El 22 de enero por la tarde entró en Córdoba el obispo D. Alonso y
+se dirigió en derechura á la iglesia, donde fué recibido con todas las
+cruces á la puerta del Perdon, y despues de haber jurado guardar los
+Estatutos y costumbres de la misma, fué conducido cantando el _Te-Deum_
+á la capilla mayor, donde oró y dió a todos la bendicion. Se retiró á su
+palacio ya de noche, y el cabildo le hizo un gran regalo de aves,
+jamones y cabritos, al estilo de aquel tiempo. A 27 del mismo mes volvió
+al cabildo á dar las gracias y razon de su venida, y habló _muy copioso,
+y bien dicho, con mucho halago_.
+
+En este año puso dos veces S. S. entredicho y cesacion _à divinis_ en
+Córdoba y otras ciudades, primero por haber rehusado dar posesion á
+Gonzalo de Carvajal de la Encomienda de Frejenal de la órden de S. Juan,
+y despues por resistir el pago de una décima del estado eclesiástico á
+favor del rey D. Cárlos: entredicho que se llevó á cabo con grande
+escándalo de todo el reino, pues en el tiempo que duró no se celebraron
+los oficios divinos aunque ocurrieron las festividades de Espíritu Santo
+y Corpus. El obispo sin embargo determinó con el cabildo que se
+predicase en las iglesias en este tiempo para que no careciesen los
+fieles de todo pasto espiritual, ya que faltaban los oficios divinos, el
+Sacrificio y los Sacramentos.
+
+1521. En atencion á la grande esterilidad que se padeció este año, el
+cabildo y la ciudad idearon muchas providencias para mantener á los
+pobres y ayudar á los labradores. Habiéndose hallado tres niños muertos
+de frio en la Corredera, determinó el cabildo que se juntasen un
+beneficiado y el rector de cada collacion y visitasen con el jurado de
+la misma todos los hospitales, haciendo que en cada uno se recibiesen
+todos los necesitados que se pudieran. La obra pia del chantre Aguayo
+daba cada dia á los pobres dos fanegas de pan.
+
+Habiendo vacado la dignidad de inquisidor general por ascenso del
+cardenal de Tortosa á la silla de S. Pedro, nombró el emperador para
+ella al obispo D. Alonso.
+
+En este mismo año se celebró por varias ciudades y villas de Andalucía
+la santa y real confederacion de la paz contra los comuneros en
+obediencia del emperador. Los capítulos que en ella se estipularon y
+juraron se hicieron saber á la ciudad de Córdoba á 1.º de febrero, y
+existen en el _Archivo_, caj. I, leg. 10, núm 391.
+
+[373] Véase la pág. 177.
+
+[374] La imprudencia de un predicador de gran fama, cual era el P.
+Presentado Fr. Cristóbal de Torres, habia dado ocasion en el año de 1614
+á grandes ruidos y escándalos que despues trascendieron por todo el
+reino. El dia de la Concepcion de nuestra Señora predicó en la catedral
+contra la inmunidad de la culpa original, tan desembozadamente, que el
+cabildo y auditorio quedaron escandalizados de su atrevimiento.
+Alborotóse el concurso, dió cuenta el cabildo á su prelado, y el obispo
+reprendió públicamente con aspereza al predicador prometiendo que no
+volveria á oirse su voz en la iglesia. El padre, irritado, atrajo y
+encendió á otros, de forma que no se oian en la ciudad mas que porfiadas
+disputas y temosos altercados sobre la pureza original de nuestra
+Señora, con general escándalo que en breve cundió por toda España. El
+obispo Mardones mandó publicar un edicto prohibiendo que se celebrasen
+juntas para tratar y discutir esta materia; pero no agradó al cabildo el
+silencio de la opinion pia, y así apeló del mandamiento del obispo para
+ante S. S. y su Santa Sede. En la espectativa de la declaracion de S. S.
+acordó y votó una solemnísima fiesta á la Concepcion de nuestra Señora,
+á que convocó á la ciudad y pueblo para demostrar su ardiente devocion á
+misterio tan pio: con cuya ocasion se señaló mucho el Dr. D. Alvaro
+Pizaño de Palacios, canónigo lectoral, porque imprimió en Sevilla (año
+de 1615) dos discursos en defensa del sagrado misterio. Ya la Inmaculada
+Concepcion tenia fiesta dotada en la catedral desde el año 1350 por obra
+del obispo D. Fernando de Cabrera. El Pontífice mandó á 3 de agosto de
+1617 que en actos públicos ninguno pudiese decir _que la Santísima
+Virgen habia sido concebida con mancha de pecado original_, con lo cual
+cesaron en parte las disputas y escándalos. Despues publicaron sus
+decretos favorables Gregorio XV á 24 de mayo de 1622, Alejandro VII á 8
+de diciembre de 1661, y otros pontífices hasta Benedicto XIII. No consta
+en qué año antes del 1350 se empezó á celebrar en la iglesia de Córdoba
+la fiesta de la Concepcion; por el Breviario antiguo de la misma se sabe
+que tenia octava, procesion y seis capas; pero desde el año 1615 se
+empezó á celebrar con repiques desde primeras vísperas, luminarias en la
+torre, asistencia de la ciudad, y procesion general por el patio de los
+Naranjos, que es la mayor solemnidad que se acostumbra en las grandes
+festividades.
+
+La capilla mayor antigua se habia destinado á la imágen maravillosa de
+Villaviciosa, y en ausencia de esta se colocaba allí otra de nuestra
+Señora. Ahora se aplicó á una imágen de la Concepcion Inmaculada, y se
+determinó que todos los sábados despues de completas fuese el coro á
+cantarle una antífona y oracion. Con tanto fervor tomó el cabildo de
+Córdoba la veneracion y culto de este sagrado misterio.
+
+[375] De las interesantes notas con que ilustró Cean Bermudez los
+apuntes de Llaguno sobre los _arquitectos y arquitectura de España_,
+sacamos la siguiente noticia: Cuando el obispo Mardones intentó hacer el
+retablo de la catedral nueva de Córdoba, le inclinaron á que fuese de
+madera y dorado, como son casi todos los de las demas catedrales de
+España, diciéndole que seria menos costoso y se ejecutaria mas presto.
+El Hermano Matías, para persuadirle á que le hiciese de jaspes y
+bronces, escribió dos largos papeles, probando todo lo contrario. Ellos
+convencieron de tal modo al obispo y al cabildo, que acordaron se
+construyese el retablo como proponia el Hermano Alonso, y prefiriendo la
+traza que habia hecho á otras que tambien se habian presentado, le
+nombraron superintendente de la obra con 1500 reales al año y 500 para
+vestuario, pagándole además los gastos de los viajes á las canteras y de
+disponer la conduccion de las piedras. Aunque se empezó á tratar de
+hacer el retablo en 1614, no se comenzó á trabajar en él hasta el año
+1618; y á poco tiempo de estar principiado, escribió el Hermano Matías
+otro papel sobre el modo de ejecutarle. Cansado el cabildo con las
+repetidas y largas ausencias del superintendente á causa de las
+contínuas obras de su Instituto, en que le ocupaba la obediencia de sus
+superiores, y despues de haberle reclamado en balde con repetidas
+cartas, se vió en la necesidad de nombrar en 19 de marzo de 1626 á Juan
+de Aranda Salazar para que dirigiese la obra; y desde entonces cesó el
+Hermano Alonso de asistir del todo á ella. Se concluyó el retablo el dia
+27 de abril de 1628, y los diputados del cabildo mandaron gratificar á
+Aranda con 150 ducados por lo bien que lo habia hecho, por la priesa que
+se habia dado, y por la satisfaccion que el cabildo tenia en verle
+concluido.
+
+Entre los documentos pertenecientes al Hermano Matías publicó el mismo
+anotador de Llaguno los papeles de que se ha hecho mérito; son dos
+representaciones dirigidas al obispo para persuadirle á que mandase
+labrar el retablo de jaspes y bronces, y demostrarle que podria hacerse
+mas presto y mas barato que de madera, y una esposicion sobre el modo y
+economía con que se debia trabajar dicha obra: documentos del mayor
+interés por las noticias que contienen sobre los inconvenientes que se
+ofrecen en los retablos dorados, sobre el modo de dividir y ajustar la
+obra manual en aquel tiempo, sobre los precios corrientes de las labores
+en talla de madera y en mármol, y sobre otros muchos objetos propios del
+arte, con prevenciones utilísimas acerca del modo de contratar la obra,
+de lo que se ha de dar á los artífices, y de las obligaciones de estos.
+
+[376] Véase en comprobacion la sabia y juiciosa crítica que hace Mr.
+Viollet-le-Duc de la restauracion de la catedral de Reims verificada en
+tiempo de Luis XI. _Dictionnaire raisonné de l'architecture_ etc. Art.
+_Architecte_.
+
+[377] Enrique Egas es el autor del colegio mayor de Sta. Cruz de
+Valladolid y del hospital de niños espósitos de Toledo, ambas
+fundaciones del cardenal de España D. Pedro Gonzalez de Mendoza,
+terminadas la primera en 1492 y la segunda en 1514. Pedro de Ibarra
+construyó en 1521 para el obispo D. Alonso de Fonseca el colegio mayor
+de Santiago el Zevedeo de Salamanca. Estas obras, de estilo del
+Renacimiento español, que Ponz llama _plateresco_, son anteriores al
+célebre palacio de Ecouen, que construyó para el condestable de
+Montmorency el arquitecto francés Juan Bullant, primero que en su pais
+practicó para la arquitectura civil el estilo italiano por los años de
+1540. El colegio de Cuenca, la casa de las Salinas, la puerta de Zamora
+y otros edificios construidos en Salamanca por este tiempo, son tambien
+semi-góticos ó platerescos. Finalmente, son asímismo anteriores á la
+citada obra de Bullant, y de carácter greco-romano ya mas decidido, el
+palacio de Cárlos V en la Alhambra, edificado por Pedro de Machuca en
+1527, la catedral de Granada comenzada por Diego de Siloe en 1529, la
+capilla de los Reyes nuevos de Toledo trazada por Alonso de Covarrubias,
+y otros edificios que podriamos añadir á estos.
+
+[378] No atreviéndose á despojar repentinamente sus fábricas de aquella
+infinidad y prolijidad de adornos (dice en uno de sus artículos del
+_Artista_ el Sr. Carderera resumiendo perfectamente los caractéres de
+este nuevo estilo), y pareciendo por una costumbre de tantos años pobre
+y austera la arquitectura greco-romana á causa de su noble sencillez,
+adoptaron el medio término de reducir las dimensiones de esta;
+aumentaban los cuerpos de arquitectura, multiplicaban las columnitas,
+balaustradas, recargando los frisos y pedestales de labores y demas
+adornos caprichosos de que tanto abundaba la decoracion gótica. A esta
+clase de arquitectura mixta, que estuvo muy en boga en España por todo
+el reinado de Cárlos V, se ha dado en Italia y en Francia el nombre
+conveniente de arquitectura del _renacimiento_. Entre nosotros se ha
+llamado arquitectura _plateresca_, quizá por el gran número de obras en
+este género que en aquella edad de opulencia emprendieron nuestros
+plateros, tanto de objetos para el culto, como de vasos, jarrones y
+otras alhajas para príncipes y particulares ricos que se cincelaban con
+suma inteligencia y pericia.
+
+[379] Véase la lámina que representa el _Interior de la catedral_.
+
+[380] Recordará el lector que Diego de Praves fué llamado á Córdoba por
+el obispo Reinoso en 1597 para que diese su opinion sobre el modo de
+concluir la fábrica. Este arquitecto fué el encargado de las obras del
+palacio y de la catedral de Valladolid, trazadas por Francisco de Mora y
+por Juan de Herrera, cuando se trasladó la corte de aquella ciudad á
+Madrid. Llaguno le iguala en mérito, y lo mismo á su hijo Francisco, con
+el citado Mora, y segun esto parece muy probable que sea de traza suya
+la fachada de que hacemos mencion, que en su género es indudablemente de
+lo mas correcto que puede verse.
+
+[381] Debe tenerse presente que aunque la decoracion de la catedral en
+su presbiterio, crucero y coro, sea del siglo XVII, hay fuera de estas
+partes otras que se exornaron con mucha anterioridad. Ya queda dicho,
+pág.ª 279 y 280, que el obispo D. Leopoldo de Austria fué el que
+embovedó á mediados del siglo XVI las naves que rodean la obra alta,
+construyendo además los dos pilarones que sufren el empuje de la bóveda
+del coro y trascoro al pié de la catedral. Estas obras se sabe
+positivamente que son suyas, porque así lo atestiguan historias
+manuscritas y los escudos que en ellas campean. Pero deben serlo tambien
+otras de que no hacen mencion los analistas, y que sin embargo
+manifiestan el mismo carácter: tales son aquellos miembros en que se ven
+mezclados, bajo bóveda ojival de caprichosos enlaces, todos los medios
+de ornamentacion del gótico-florido y del plateresco. Conviene hacer
+notar esta semejanza: la decoracion de los pilarones arriba mencionados
+se compone de medallones de alto relieve en la base, en el cuerpo medio
+repisas y marquesinas como en disposicion de recibir estatuitas de
+santos; luego cenefas y anchas fajas de follages, niños y animales; y en
+el cuerpo alto cornisa con mascarones y cabezas de ariete. El intrados
+del grande arco que une al primer pilaron con el macho angular N-O. del
+coro, está cuajado de primorosos arabescos del estilo italiano del mil
+quinientos. El pilar N-O. del gran rectángulo de la catedral está
+decorado de una manera análoga: presenta su ornato dos zonas, de filetes
+formando enrejados, con circulitos, fajas y cenefas horizontales de
+follagería. La bóveda gótica que rodea toda la obra alta, lleva en los
+tímpanos ojivales formados por el arranque de sus nervios, grandes
+bajo-relieves, y todos los pilares del lado del norte que la sostienen
+estan decorados con filetes formando enrejados, cenefas de circulitos,
+losanges y otras combinaciones. Ahora bien, esta misma amalgama se
+advierte en la decoracion del trasaltar. Los bajo-relieves de los
+tímpanos de la bóveda son medallones á la manera italiana, con bustos de
+tan alto relieve que parecen los personages esculpidos asomados á los
+marcos en que se contienen. Cada tímpano presenta dos de estos
+medallones, y en medio un nicho con su repisa gótica destinada al
+parecer á una imágen. De tal manera llevan todas las construcciones de
+D. Leopoldo de Austria el carácter de su época, que no es posible
+desconocerlas; pero el que dude de esta verdad coteje la ornamentacion
+de estos tímpanos con la de los que estan enfrente, en la arquería árabe
+que conservó el prelado al tender la bóveda del trasaltar, y se
+convencerá de que todo es de un mismo tiempo. Alli son medallones y
+nichos, y aqui relieves con anchas fajas de grotescos, follages, figuras
+y cabecitas prominentes; pero todo es obra del egregio prelado de la
+sangre real de Austria.
+
+[382] Véase la lámina que representa este interior.
+
+[383] El actual embovedado se construyó desde el año 1713 al 1723,
+costeando generosamente muchos prebendados las bóvedas de algunas naves.
+
+[384] Véase la lámina que representa la _Puerta de las Palmas desde el
+patio_.
+
+[385] De estos obispos hermanos, naturales de Córdoba, escribió Gil
+Gonzalez en el teatro de sus iglesias; y D. Nicolás Antonio hizo memoria
+de las obras escelentes del obispo D. Diego.
+
+[386] Véanse pág.ª 222 y 223.
+
+[387] Es histórico. Habia dispuesto la ciudad tres arcos triunfales,
+«_el uno de los cuales era la misma Puerta Real de piedra... En el
+primero estaban las figuras de los emperadores Maximiliano, y Cárlos, y
+el rey D. Fernando el Santo, y el rey nuestro señor. Habia otras
+pinturas de mucho entendimiento. Encima de este arco estaba fingido el
+monte Parnaso con la fuente Helicona que manaba agua de azahar.--Sobre
+este monte parescieron nueve hermosísimas doncellas que representaban
+las nueve musas, cantando y tañendo muy suavemente, etc._» M. S.
+contemporáneo de la coleccion del Sr. D. Valentin Carderera.
+
+[388] Este consejo fué instituido por el severo duque de Alba en
+Flandes. Los franceses le dieron el nombre de _consejo de revueltas_
+(_conseil des troubles_); los holandeses el de _consejo de sangre_
+(_bloed-raed_).
+
+[389] Tomamos todos estos curiosos pormenores, hasta ahora desconocidos,
+de una interesante coleccion de m. ss. de la época, que reunió en un
+tomo el diligente Ambrosio de Morales, y que hoy es propiedad de nuestro
+buen amigo el Sr. D. Valentin Carderera, quien generosamente nos la ha
+franqueado.--Las noticias que vamos dando se hallan en una carta que un
+vecino de Córdoba, relacionado al parecer con las primeras notabilidades
+de la corte que allí acudieron, escribe á un personage, refiriéndole la
+entrada del rey en la ciudad.
+
+[390] El órden que guardaba la comitiva del rey era segun la carta
+citada el siguiente:
+
+«Venia delante de su S. M. tanta gente de á caballo y tan bien apuesta,
+que era maravilla, y al fin los señores de título, y al fin los grandes,
+y tras ellos cuatro maceros á caballo, y cuatro hombres de armas, y
+seguia luego á pié la ciudad, y cerca del palio D. Antonio de Toledo con
+el estoque.»
+
+[391] Véase pág. 280.
+
+[392] Otra carta de la referida coleccion m. s. del Sr. Carderera,
+fechada en Córdoba á 14 de abril de este año de 1570, dice así: «El de
+Medinasidonia entró ayer por la puente á las cinco horas de la tarde,
+por delante de las ventanas del cardenal, el cual estaba tras una
+gelosía con el Sr. D. R.º de Castro. Precedieron ciento tres acémilas
+buenas y bien aderezadas de reposteros nuevos de lana; las seis que
+traían la recámara se cubrian con reposteros de terciopelo morado
+bordados de plata y oro con sus armas. Después comenzó á entrar la
+caballería de Córdoba, dellos de camino y dellos de rua. Luego la corte
+toda de camino, y entre ella el de Cuenca y el de Jaen echando
+bendiciones; y á cabo de rato. porque la gente era mucha, llegó Ruy
+Gomez, y á su lado izquierdo el prior D. Antonio. Luego el de Moudejar y
+marqués de Aguilar. Despues el nuevo cortesano, en medio del de Nájera
+que venia al lado izquierdo, y el de Feria con su guarda que venia al
+derecho. Detrás venian cincuenta pages en buenos caballos; despues
+entraron tras ellos doscientos ginetes en muy buenos caballos, con seis
+trompetas, y estandartes en ellas de damasco carmesí, labradas de plata
+y oro las armas del duque, y luego un estandarte grande de lo mesmo y
+con la mesma divisa. Delante cuatro cornetas de las cuatro capitanías,
+de dos en dos. Los cuatro capitanes entraron muy bizarros en ricos
+caballos y con marlotas de brocado verde. Todos los demas ginetes,
+trompetas y oficiales de las cuatro compañías, traían marlotas de
+terciopelo verde aforradas en tafetan blanco, con cercos de una trenza
+de plata y seda, y caperuzas de lo mismo, y banderas de las mesmas
+colores en las lanzas, y muy buenas adargas: debajo traían muy buenas
+armas todos, espadas y dagas plateadas, vainas de terciopelo verde y
+talabartes bayos. Parecieron tan bien, que no se puede encarecer, así
+por el buen órden y aderezos, como por ser buena gente toda y escogida.
+Tráelos el duque para ofrecellos á S. M.; no se sabe si ha querido
+dárselos pagados. Apeóse en palacio, el rey le recibió bien aunque
+porfió en no darle la mano, pero no se quiso levantar hasta haberla
+besado. Halló su casa bien aderezada de muchos brocados y muy rico
+aparador en ella. La cena fué mucha y buena, y serian de mesa hasta
+ciento, y porque no la vi no sabré decir los personages della: bien se
+podria creer que Ruy Gomez y la princesa estarian con mucho
+contentamiento desta solemnidad, que en Córdoba se ha celebrado bien por
+las pecas que en ella ha habido desta manera, aunque se debe todo á los
+ginetes, que cierto fueron lucidos. Olvidóseme decir que los garrotes y
+las chapas de la frente y ojos de las seis acémilas eran de plata.»
+
+[393] Pág. 276.
+
+[394] La pintura habia hecho casi todo el gasto en la decoracion de la
+capilla del _Sagrario_. «Desde su puerta hasta la inmediata de la
+iglesia, dice Casas-Deza, en la bóveda y arcos estaban pintados al
+fresco diferentes pasages de la Historia Sagrada y figuras alusivas al
+Santísimo Sacramento, que habia ejecutado Antonio Mohedano, ayudado de
+Juan Francisco y Esteban Perola, cuyas pinturas se han ido deteriorando
+con el tiempo hasta nuestros dias, en que lo poco que quedaba ha sido
+destruido sin consideracion alguna.»
+
+[395] D. José Caveda: _Ensayo histórico sobre los diferentes géneros de
+arquitectura empleados en España_.
+
+[396] Tambien son muy característicos de este estilo los flecos y
+cortinones.
+
+[397] Ejemplo, el mismo retablo citado, con sus cornisas interrumpidas y
+volutadas que denuncian á la legua la inutilidad de los esfuerzos del
+Hermano Matías por conservar las líneas rectas del greco-romano puro.
+
+[398] Para completar el cuadro histórico de este insigne monumento,
+museo de todos cuantos estilos arquitectónicos se han sucedido en
+España, creemos conveniente continuar el resúmen de sus anales; los
+cuales por otra parte contribuirán á esplicar mejor la fiel
+correspondencia entre el arte y la situacion social de cada época. Es
+siempre muy curioso, y mas que curioso útil, el ir cotejando las
+vicisitudes de la arquitectura con las vicisitudes de las ideas,
+creencias y vida pública de un pueblo.
+
+ _Memorias notables relativas á la historia de la catedral desde la
+ conclusion del nuevo crucero hasta las últimas obras hechas en
+ ella._
+
+ (Del 1624 al 1777.)
+
+_Año_ 1625. Las muchas guerras que se movieron contra el reino y las
+necesidades de su defensa, obligaron al rey D. Felipe IV á solicitar un
+donativo voluntario, sobre lo cual recibió el cabildo de Córdoba una
+carta del presidente de Castilla y confesor de S. M., en cuya vista y la
+de causa tan justificada ofreció en 7 de febrero un subsidio de 12000
+ducados, determinando al mismo tiempo hacer contínuas rogativas por el
+pronto término de las revueltas que afligian á la monarquía y á la fé
+católica en Europa, Asia y Africa.
+
+El 8 de diciembre de este mismo año se celebraron con accion de gracias
+y procesion general los prósperos resultados obtenidos por las armas y
+la política de España.
+
+A 2 de octubre de este año, á peticion del obispo D. Cristóbal de
+Lobera, celebró el cabildo honras públicas al cardenal duque de Lerma en
+el altar mayor y coro antiguo.
+
+1626. El 11 de enero estuvo espuesto el Santísimo desde la hora de
+prima, se celebró la misa con sermon y hubo procesion por la tarde, en
+accion de gracias rogada por el rey, por haberse salvado de manos de los
+ingleses y holandeses los galeones y flota de España en noviembre del
+año último.
+
+Empezó este año con tan fuertes temporales y lluvias tan copiosas, que
+el Guadalquivir salió de madre, llegó casi á cerrar los arcos del
+puente, cubrió los molinos, y en varias calles de la ciudad anduvieron
+barcos para socorrer á los vecinos. El 10 de febrero, á súplica del
+cabildo y ciudad, fué el obispo á la iglesia, y acabadas las horas se
+vistió de pontifical, y en procesion con todas las reliquias, cantando
+las letanías, subió á lo alto y descubierto de la capilla mayor, y
+conjuró los aires y nubes volviendo el rostro á todas partes. En la
+capilla mayor se cantó una antífona y se dió la bendicion al pueblo. En
+esta ocasion descubrieron las aguas á la otra parte del rio vestigios de
+edificios antiguos, sobre lo que escribió D. Pedro Diaz de Rivas una
+curiosa y erudita carta al abad de Rute D. Francisco Fernandez de
+Córdoba.
+
+1627. A 22 de mayo murió el célebre racionero D. Luis de Góngora y
+Argote, que fué considerado por su ingenio, erudicion y poesía, como el
+fénix de su siglo.
+
+1629. Dió á la iglesia el obispo Lobera el 8 de setiembre la hermosa
+lámpara de plata que pende en el presbiterio. Esta alhaja cayó al suelo
+por un descuido en el año 1728 y se maltrató mucho, de resultas de lo
+cual hubo que renovarla. Su peso actual es de 16 arrobas, 18 libras, 10
+onzas y 5 reales de plata; dá idea de su hechura la lámina en que está
+representado el _interior de la catedral_.
+
+A 22 de noviembre, habiéndose presentado en cabildo á nombre del rey, D.
+Alonso de Cabrera de su consejo y cámara, solicitando con una carta de
+S. M. un donativo para socorro de las grandes y urgentes necesidades del
+Estado, combatido de las muchas guerras que por todas partes se
+fomentaban, determinó aquel que se diesen 12000 ducados de la mesa
+capitular y préstamos de las prebendas, pagados á plazos.
+
+1630. El dia 13 de octubre se llevaron á la catedral con procesion
+general las reliquias de los santos mártires que conserva la iglesia de
+S. Pedro, para celebrarles fiestas por ocho dias consecutivos. Se
+manifestó el Santísimo en el Sagrario, y se hicieron plegarias y
+rogativas. Hacíase esto por la salud del reino, y porque Dios le
+libertase de la terrible peste que á la sazon se padecia en Italia, y
+que el ignorante vulgo creía originada de los llamados _polvos de Milán_
+con que personas malignas inficionáran las aguas.
+
+1631. En este año y en el siguiente fueron contínuas en la catedral las
+rogativas por la felicidad de las armas católicas contra el rey de
+Suecia y los hereges de Alemania.
+
+1633. En la cuaresma de este año se introdujo cantar en el campo santo
+un _Miserere_ á que concurria de noche gran muchedumbre de ambos sexos,
+originándose de aquí algunos desórdenes. Era costumbre asímismo acudir
+allí la gente los dias de fiesta á pasear en coche y á caballo,
+profanando aquel lugar sagrado con escándalo de los devotos que
+visitaban las cruces. Deseoso el cabildo de poner á todo remedio,
+encargó al Dr. Alderete, provisor á la sazon, que lo prohibiese con el
+mas suave modo; pero habiendo una noche la gente derribado y hecho
+pedazos las cruces, para desagravio de tamaña injuria determinó el
+cabildo, que bien compuestas y engalanadas, las pusiesen en el trofeo
+que en honor de los mártires habia erigido Ambrosio de Morales, y que de
+allí se llevasen en procesion á la catedral para colocarlas en la
+capilla mayor al lado del Evangelio.
+
+Así se hizo el 17 de abril, iluminando por la noche la torre, y al dia
+siguiente se celebró misa muy solemne del triunfo de la Cruz, á que
+asistió la ciudad, predicando el famoso orador de la Compañía de Jesus
+P. Figueroa. Por la tarde se llevaron las cruces otra vez al campo santo
+en solemne procesion de todo el clero, religiones y cofradías,
+llevándolas sacerdotes con capas pluviales carmesíes, y conduciendo los
+prebendados y capellanes de la iglesia, debajo de un palio que llevaban
+los veinticuatros, la cruz grande del obispo Mardones. Salió la
+procesion por la puerta del Dean y dió vuelta á la iglesia, y al
+regresar del campo santo entró por la puerta del Perdon.
+
+1637. El obispo D. Fr. Domingo Pimentel á su vuelta de Italia, regaló á
+la catedral dos magníficos blandones de plata de 7 arrobas de peso y
+4-1/2 varas de altura, primorosamente trabajadas en Roma por Faustino
+Taglieto. «_No se halla en otra iglesia de España_, dice Bravo, _otra
+semejante dádiva_.» Otros dos blandones de 9 cuartas de altura regaló el
+cardenal arzobispo de Toledo D. Pascual de Aragon; y con doce iguales de
+bronce dorado hacen magestuosa la capilla mayor en las festividades
+clásicas.
+
+1638. El domingo 26 de setiembre hizo el cabildo una fiesta solemne á
+nuestra Señora de Villaviciosa, á cuya intercesion atribuía la victoria
+que de los franceses acababa de conseguir España en Fuenterrabía.
+
+1639. El obispo Pimentel llevó personalmente el Santísimo en la
+procesion del Corpus, dentro de un hermoso sol que mandó hacer en lugar
+de custodia. En esta ocasion, imitando la gran devocion del prelado al
+augusto Misterio, se introdujo en la catedral la costumbre, seguida
+despues en las demas iglesias de España, de decir los predicadores
+despues de la salutacion y el Ave-María: _Alabado sea el Santísimo
+Sacramento, y la Inmaculada Concepcion de la Vírgen nuestra Señora sin
+pecado original._
+
+1640. Quitó el cabildo á peticion de este obispo las completas que se
+decian con música los sábados de cuaresma por varias profanaciones de la
+gente de ambos sexos que concurria por via de recreacion al templo.
+
+Fué este año infausto para la monarquía por el levantamiento y guerra de
+Cataluña; la iglesia de Córdoba resolvió implorar la clemencia divina
+poniendo por medianeros á sus santos mártires, y sus reliquias fueron
+llevadas con procesion general á la catedral, donde se les hizo fiesta
+ocho días seguidos, desde el 23 de febrero hasta el 3 de marzo.
+
+1642. Continuaban en la catedral las oraciones y plegarias por los
+felices sucesos de las armas católicas. Fué año de grandes calamidades:
+ganó el rey de Francia á Perpiñan y otras plazas en el Rosellon y
+Cataluña, y el Brasil y las Islas Terceras se entregaron á los
+portugueses. A esto se agregó la gran baja de la moneda de vellon, que
+publicada en Córdoba á 15 de setiembre ocasionó tumultos entre el
+pueblo. El desgraciado Felipe IV, tan miope para los errores de su
+política como perspicaz para el decaimiento de la fé religiosa,
+atribuyendo sus reveses á la falta de devocion hácia el Arcángel S.
+Miguel, deseaba que se le hiciesen demostraciones públicas de afectuoso
+culto, y que se le admitiese por patrono del reino. Esta insinuacion no
+fué bien recibida: la iglesia de Córdoba declaró no admitir patronato ni
+compañía con el único patron de España Santiago, y no volvió á tratarse
+de este negocio.
+
+1643. El domingo cuarto de cuaresma, hallándose el Tribunal de la
+Inquisicion en la catedral para hacer la publicacion del Anatema, y
+ausente el obispo, hubo durante los divinos oficios grande alboroto y
+escándalo, con motivo de no haber acuerdo sobre á quién debia pedir la
+venia el predicador al comenzar el sermon. Esta cuestion de pura
+etiqueta fué causa de que el presidente del coro mandase cesar el sermon
+y continuar la misa, intimando por su parte el tribunal censuras á los
+del altar. Redújose la funcion á una confusa babilonia: ambas partes
+acudieron al rey, y una junta de ministros resolvió _que cuando no
+estuviese el prelado presente, el predicador solo hiciese la venia al
+Santísimo_.
+
+1644. Pidió el rey al cabildo un donativo de 1000 fanegas de trigo y
+otras 1000 de cebada para mantener los ejércitos. Sin embargo de ser
+gravísima la necesidad del reino con la guerra, fué concedido. Muchas
+familias en Córdoba quedaban desamparadas por irse á campaña los que
+cuidaban de sustentarlas: en esta ocasion fué tanta la caridad del
+obispo, que los niños cantaban por las calles:
+
+ «D. Domingo Pimentel,
+ obispo de esta ciudad,
+ sustenta cinco mil niños
+ á media libra de pan.»
+
+1645. Los apuros del Estado eran cada dia mayores, y el rey puso toda la
+plata de su servicio en la casa de la moneda. El cabildo de Córdoba
+movido del ejemplo le sirvió con 6000 fanegas de trigo y 2000 ducados á
+9 de noviembre. El prelado le hizo aun mayor donativo. La ciudad
+contribuyó tambien.
+
+1647. Hubo en otoño del año anterior tan terribles temporales y tales
+avenidas, que se perdieron las siembras, y en este año sufrió la ciudad
+gran carestía. Sin embargo vinieron cartas del rey pidiendo nuevos
+donativos para poder resistir la fiera invasion del príncipe de Condé en
+Cataluña; pero nada pudo dar el cabildo.
+
+1648. Hubo en Madrid congregacion de las iglesias del reino con motivo
+del breve de Inocencio X concediendo á Felipe IV la gracia de exigir de
+ellas hasta 800000 ducados para los grandes apuros de su reino. Esta
+gracia se redujo á 500000. Iban á venderse los baldíos de Córdoba con
+grave perjuicio del comun y de los pobres, y los dos cabildos
+eclesiástico y de ciudad recurrieron al obispo para que lo impidiese. El
+buen prelado, animado de fervoroso celo, hizo tan eficaces
+representaciones al rey y á sus ministros, que no se llevó á efecto
+aquella medida.
+
+En el mes de octubre de este mismo año se celebró Sínodo para corregir y
+renovar algunas constituciones. Empezó el domingo 18 celebrando de
+pontifical el obispo en la capilla mayor y continuaron las sesiones en
+la de S. Clemente.
+
+A 19 de noviembre murió el famoso arcediano de Castro D. Andrés de Rueda
+y fué enterrado en su capilla de S. Eulogio.
+
+1649. Fué este año muy funesto para Córdoba porque en él la invadió la
+peste. Con este triste motivo se hicieron en la catedral muchas
+rogativas, fiestas y procesiones, implorando la proteccion de Nuestra
+Señora de Villaviciosa y de los Santos Mártires.
+
+1650. Enfervorizados los feligreses de la catedral con el ejemplo de la
+insigne caridad de su obispo D. Fr. Pedro de Tapia, dieron una
+espléndida comida á todos los que habian sido atacados de la peste y
+sobrevivido á esta gran calamidad; llevaron en procesion las santas
+imágenes de J. C. crucificado y de S. Sebastian que se veneran en el
+altar del _Punto_, y á la vuelta las colocaron en la capilla del
+Sagrario, donde celebraron fiestas y rogativas por nueve dias. En esta
+ocasion se introdujo por la primera vez el uso de que el obispo
+predicase desde un sitial puesto sobre un tablado en la capilla mayor.
+
+Tambien en este año se hizo por la primera vez con gran solemnidad el
+voto de defender la Inmaculada Concepcion de Nuestra Señora. Dió
+principio á este acto, el domingo 11 de setiembre despues del Evangelio,
+el obispo, prestando su juramento sobre un misal preparado en la capilla
+mayor. Sentado luego en una silla, fueron por su órden llegando los
+prebendados, capellanes, corregidor y veinticuatros, y juraron lo mismo
+en sus manos.
+
+1652. En el mes de mayo hubo grande alboroto en la ciudad por la falta
+de pan, motivada en parte por la inhumanidad de algunos logreros que
+monopolizaban las harinas, de lo cual se siguieron graves desórdenes y
+atropellos. El pueblo se aquietó por la benéfica y paternal mediacion
+del obispo, á quien tomó por su gobernador gritando mueras á su
+corregidor el vizconde de Peñaparda, que tuvo que refugiarse al convento
+de la Trinidad. Estuvo espuesto el Santísimo, y el cabildo eclesiástico
+veló algunas noches por la pública tranquilidad. A consecuencia del
+motin referido se fundó en Córdoba un pósito de trigo, al que
+contribuyeron con gran número de fanegas el obispo y el cabildo.
+
+En la catedral se tributaron á Dios solemnes gracias por la recuperacion
+de Barcelona ocurrida el 13 de octubre.
+
+Este obispo Tapia hizo á la catedral el donativo de dos fuentes grandes
+y dos aguamaniles de plata, con motivo de despedirse de su cabildo para
+ir á tomar posesion del arzobispado de Sevilla.
+
+1657. Con motivo del nacimiento del infante D. Felipe Próspero á 28 de
+noviembre tuvieron la ciudad y el cabildo catedral grandes fiestas, que
+duraron hasta el año siguiente; pero la temprana muerte de este príncipe
+trocó en desconsuelo la pública alegría.
+
+El real erario, siempre exhausto, exigia nuevos impuestos. Los
+recaudadores de las provincias las agoviaban con sus exacciones, y para
+defender la inmunidad eclesiástica tuvo el cabildo que proceder con
+censuras.
+
+1658. Descuidada la guerra de Portugal por no poder atender á un mismo
+tiempo á esta y á la de Cataluña, pusieron sitio á Badajoz los
+portugueses. El rey recurrió al obispo y cabildo pidiéndoles un
+donativo, y á 12 de agosto le asistieron con 2000 ducados del caudal de
+Cabeza de rentas. Socorrida la plaza, levantó el enemigo el sitio el 10
+de octubre: recibióse la noticia en Córdoba el 17, y se celebró en la
+catedral solemnemente.
+
+1659. Resucitó en este año el proyecto formado en 1637 de fabricar una
+nueva Capilla Real suntuosa adonde se trasladasen los cuerpos de D.
+Fernando IV y D. Alonso XI. Para este objeto cedió secretamente el
+obispo Alarcon á los capellanes reales la nave de Villaviciosa ó coro
+antiguo; súpolo el cabildo, y á fuer de perjudicado en el derecho que
+siempre habia ejercido de conceder sitio para labrar capillas, se opuso
+á la nueva obra en 1.º de octubre. Penetrado el rey de la dificultad,
+promovióse un acuerdo para que la Capilla Real se hiciese en otro sitio;
+mas tambien para esto surgieron luego inconvenientes. Convino entonces
+S. M. en que se edificase en el _patio de los Naranjos_, segun habia ya
+antes propuesto el Dr. Alderete; pero no llegó el caso de mudarse la
+capilla hasta muy entrado el siglo XVIII, en el cual se incorporó á la
+colegiata de S. Hipólito.
+
+1660. Hizo el cabildo en el mes de mayo rogativas por la feliz
+conclusion de la guerra entre España y Francia, y por la prosperidad de
+la paz que parecian inaugurar las bodas de la infanta D.ª María Teresa
+con el rey Luis XIV: paz que se malogró con los sucesos adversos de los
+años siguientes.
+
+Prosiguió el obispo Alarcon la obra de la torre de la catedral, que no
+estaba acabada, mandó hacer el órgano del lado del Evangelio, las rejas
+de bronce del coro, capilla mayor y crucero (que costaron 7000 ducados),
+y unas bancas forradas de terciopelo para el cabildo durante los
+sermones. Tambien en su tiempo se enderezó una danza de arcos junto á la
+capilla de S. Clemente por el arquitecto Juan Francisco Hidalgo, maestro
+mayor de la iglesia.
+
+1662. Se recibió en Córdoba á 14 de enero el breve de Alejandro VII á
+favor de la Inmaculada Concepcion, y se celebró en la catedral con
+fiestas, lo mismo que en todas las comunidades, iglesias y ermitas.
+
+En junio se celebró Sínodo y se tuvieron las sesiones en el palacio
+episcopal á causa de los grandes calores. Despues no han vuelto á
+celebrarlo los obispos sucesores, limitándose á vigilar la observancia
+de este, y procurando estirpar los abusos y corruptelas con sus decretos
+y visitas.
+
+El obispo y cabildo asistieron al rey, siempre necesitado, con buena
+cantidad de granos para la prosecucion de la guerra de Portugal, que
+ahora felizmente era próspera.
+
+1665. Murió á 17 de setiembre Felipe IV y fué aclamado por rey á 14 de
+octubre su hijo D. Cárlos II. La ciudad trajo el pendon real á la
+catedral, y el obispo, revestido de pontifical, le bendijo, llevándose
+luego al cabildo á su palacio, donde tenia prevenido mirador para que
+viese la aclamacion que se hacia en la torre del Homenage del alcázar.
+
+1667. Falleció la piadosa D.ª Elvira Ana de Córdoba, marquesa de los
+Trujillos, dejando á la catedral un gran brasero de plata para que en la
+octava del Santísimo se pusiese con perfumes en la capilla mayor; y una
+lámpara dotada á Nuestra Señora de Villaviciosa.
+
+1671. Se celebró en la catedral con toda clase de demostraciones
+festivas la canonizacion del rey S. Fernando, y en la capilla de
+Villaviciosa se le erigió altar.
+
+A 27 de octubre hizo tambien fiesta la catedral por la canonizacion de
+S. Francisco de Borja, en memoria de haber predicado el santo en ella.
+Los padres jesuitas, acompañados de las religiones, trajeron el santo el
+dia antes hasta el _arco de las Bendiciones_, y le llevaron los
+prebendados á la capilla mayor. Por la noche se iluminó la torre, y al
+dia siguiente se celebró la misa, presentes los PP. que tuvieron su
+asiento en el presbiterio.
+
+1673. La misma fiesta que á S. Francisco de Borja se hizo este año á S.
+Pedro Pascual, cuya imágen llevó á la catedral el convento de la Merced.
+
+1675. El cardenal Aragon, arzobispo de Toledo, regaló á la catedral de
+Córdoba en el mes de octubre dos blandones de plata y un cáliz, con su
+patena, vinageras y salvilla para el culto divino en los dias clásicos.
+
+1677. En este año se hicieron rogativas por causa de la peste que
+padecian Cartagena y otros pueblos, y habiendo pedido el rey trigo para
+socorrer la plaza de Orán, se le facilitaron 400 fanegas.
+
+1678. Dieron á la iglesia, el arcediano de Córdoba D. Juan de Esquivel
+un gran brasero de plata para que sirviese en las Pascuas en la capilla
+mayor; y el Dr. Bañuelos un frontal de la misma materia para las
+festividades del Santísimo Sacramento.
+
+En este año volvió á pedir el rey dinero á las iglesias para los gastos
+de la guerra de Sicilia.
+
+1679. El rey Cárlos II participó al cabildo las bodas con la princesa
+María Luisa de Orleans, y en la catedral se celebró este suceso haciendo
+solemnes deprecaciones por la felicidad del reino.
+
+1680 y siguientes. Fueron años de grandes calamidades para toda España y
+particularmente para Córdoba, de manera que no cesaron en la catedral,
+lo mismo que en las otras iglesias, las rogativas, las procesiones, las
+deprecaciones, las fiestas á Nuestra Señora de Villaviciosa, al
+Santísimo, á las santas reliquias de los mártires, etc. Ocurrió primero
+la baja de la moneda de oro y plata; hubo un espantoso terremoto el 9 de
+octubre de 1680, dia de S. Dionisio; hubo gran sequía, y luego lluvias
+incesantes y tremendas avenidas, una de las cuales se llevó dos arcos
+del puente; por último un contagio mortífero que duró largo tiempo. A
+pesar de tan calamitosos tiempos halló medio el obispo Salizanes de
+repartir grandes cantidades de dinero y de trigo, de erigir á Nuestra
+Señora de la Concepcion una suntuosa capilla, de vestir lujosamente á
+los niños de coro, de dotar doncellas huérfanas, de instituir
+aniversarios, de hacer fundaciones pías grandes y costosas, de regalar á
+su catedral reliquias, cálices, ornamentos, misales, blandones, lámparas
+y otras alhajas de plata, y de socorrer toda clase de necesidades.
+
+La rota de los turcos en Viena por las armas católicas fué el único
+suceso próspero de estos años.
+
+1693. Se hicieron en la catedral piadosas rogativas para que Dios
+concediese sucesion al rey en su segunda mujer D.ª María Ana de Neuburg.
+
+1694. Siendo muy estrecha la sacristía de la catedral para la cómoda
+custodia de los ornamentos y vasos sagrados, por lo cual no correspondia
+á la grandeza de la Fábrica, determinó el cardenal Salazar hacer otra
+mas capaz, para cuyo objeto destinó el solar de las tres capillas de S.
+Martin, S. Andrés y Sta. Bárbara.
+
+1695. El famoso cardenal Belluga regaló al cabildo desde Roma, como
+memoria de su afecto, un riquísimo terno bordado en tela blanca.
+
+1696. Hizo el cabildo rogativas por el restablecimiento de la salud del
+rey.
+
+1698. Celebráronse nuevas rogativas por causa da la gran sequía que
+afligia á la provincia, con fiestas á Nuestra Señora de Villaviciosa.
+Desde este tiempo ha permanecido la milagrosa imágen en la catedral.
+
+1700. Murió Cárlos II, y su sucesor D. Felipe V fué aclamado en Córdoba
+á 3 de diciembre. El cardenal Salazar acompañado del cabildo, recibió á
+la ciudad y bendijo el estandarte real. Debia hacerse la proclamacion en
+la _torre del Homenage_ como era costumbre; pero por haber puesto el
+Tribunal de la Inquisicion dosel en el Campo Santo, contra el uso de
+ponerlo en las funciones celebradas con aparato de real representacion,
+tuvo lugar aquel acto en la Plaza de la Corredera. Este suceso pareció
+tan mal en la corte, que el inquisidor fué desterrado de los dominios de
+España.
+
+1701. Pidió Felipe V un donativo para socorrer á Ceuta, sitiada por el
+rey de Mequinez, y obtuvo del cabildo 1000 pesos escudos.
+
+1702. A peticion del cardenal Salazar fué declarado en Roma S. Januario
+patrono menos principal de España, pero se suspendió este asunto por
+intervencion de la iglesia de Santiago.
+
+En este año imploró el cabildo con rogativas el socorro divino contra el
+desembarco de los ingleses en Andalucía, y ofreció donativos á la reina
+gobernadora para repelerlos: lo que tuvo feliz resultado con la
+cooperacion de todas las personas notables de la provincia.
+
+1704. Se hicieron rogativas para el feliz suceso de la campaña de
+Portugal; mas para el objeto de recuperar á Gibraltar perdido hubo que
+auxiliar al rey, y el cabildo de Córdoba le ofreció 800 fanegas de
+trigo.
+
+1705. Favoreció la fortuna á los ingleses, y fué menester levantar el
+sitio de Gibraltar constituyéndose en la defensiva. Los enemigos
+interceptaron la comunicacion entre Andalucía y Castilla, y á propuesta
+del marqués de Villadarias, capitan general de las Costas, que pidió
+gente y caudales para defenderlas, tuvieron que aprontar recursos el
+cardenal, el cabildo y la ciudad. Al cabildo le correspondió dar 4000
+ducados. Estas grandes turbaciones agravaron los habituales achaques del
+cardenal y le ocasionaron la muerte.
+
+1706. Con la feliz victoria de Almansa y el nacimiento de un príncipe
+real, recobró el reino la esperanza de alcanzar dias mas bonancibles. La
+iglesia de Córdoba celebró repetidas fiestas de accion de gracias en la
+catedral y en el célebre santuario de la Fuen-Santa.
+
+Por las grandes urgencias de la guerra pidió el rey un anticipo de dos
+millones de escudos al estado eclesiástico á cuenta del subsidio y
+escusado, y el obispo Bonilla sin esperar la aprobacion de S. S.
+facilitó los 778449 reales que correspondian á la iglesia de Córdoba.
+
+1708. Volvió á pedir el rey un nuevo subsidio, y el cabildo ofreció 150
+doblones. Desagradaron en Roma el anticipo y el donativo, y les negó el
+Papa su aprobacion; pero al propio tiempo concedió al rey católico _un
+donativo honesto_, con lo cual se agravó la dificultad. Por parte de las
+iglesias catedrales del reino se recurrió á la sagrada congregacion de
+inmunidad: en vista de su declaracion, el rey y los ministros instaron á
+los cabildos para que sostuviesen su prerogativa de dar ellos el
+consentimiento. Nada se decidió sin embargo.
+
+1709. A 2 de julio prohibió Felipe V todo comercio con la corte de Roma
+por causa del referido altercado.
+
+En este año se trajo en procesion á la catedral una reliquia de S. Zoilo
+á 17 de junio. El obispo mandó hacer para ella un relicario de gran
+riqueza. Se mantuvo en la catedral hasta el 14 de abril de 1714, en que
+se llevó á la iglesia de S. Miguel.
+
+Hubo en este año algunos dias de luto en los cuales se consideró perdido
+el reino con los grandes progresos que volvió á hacer el enemigo.
+Entonces todas las provincias acudieron al rey con donativos, y entre el
+cabildo de Córdoba y su obispo le dieron 1000 fanegas de trigo y gran
+cantidad de dinero. A 10 de diciembre consiguieron las armas reales la
+famosa victoria de Viruega, que mudó el semblante de la guerra y aseguró
+á Felipe V la corona.
+
+1710. Se hicieron obras de consideracion en la capilla de Villaviciosa:
+se hizo altar á Sto. Tomás, otro nuevo á S. Fernando, y se renovó
+completamente el principal de Nuestra Señora.
+
+1711. Mientras se hacia esta última obra fueron robadas en la noche del
+3 al 4 de marzo todas las alhajas de la sagrada imágen de Villaviciosa,
+que estaba provisionalmente depositada en la capilla de S. Pablo. Le
+quitaron un rico pectoral de esmeraldas, otra joya de la misma piedra, y
+un gran clavo de perlas. Además se llevaron otros objetos preciosos de
+la capilla y cinco lámparas de plata. El obispo Bonilla cedió á la santa
+imágen otro pectoral de esmeraldas que casualmente tenia, y otros
+devotos le ofrecieron dos lámparas de plata.
+
+1712. Deseoso de hacer los últimos esfuerzos para asegurar una paz
+ventajosa, resolvió el rey levantar un ejército muy poderoso, á cuyo fin
+en 26 de abril escribió al cabildo que le auxiliase con lo que fuese de
+su agrado. En esta ocasion la iglesia de Córdoba sirvió á S. M. con 800
+fanegas de trigo.
+
+A 20 de julio dió al cabildo el canónigo Cruz y Jimena una preciosa
+estátua de plata de Santiago, patron de España, á caballo. El cabildo
+mandó que todos los años se pusiese en el altar mayor en la festividad
+del glorioso apóstol desde la víspera.
+
+1713. El pintor D. Antonio Palomino, natural de Córdoba, ejecutó los
+lienzos de la Asuncion y de los mártires del retablo de la capilla
+mayor, y los de la sacristía que hizo el cardenal Salazar. Empezó en
+Córdoba, y los acabó en Madrid.
+
+En este año se empezó la custodia nueva para esponer el Santísimo en las
+octavas del Corpus y Concepcion.
+
+Tambien en este año se hicieron las bóvedas de las naves de la iglesia,
+obra que continuó hasta el 1723.
+
+1716. Murió el 13 de octubre el obispo D. Francisco Solís, y fué
+enterrado en la nave de Villaviciosa, poniéndole en su sepultura un
+largo y pomposo epitáfio.
+
+1717. Reconciliadas ya las cortes de España y Roma, habia renovado S. S.
+por otro quinquenio las gracias del subsidio y escusado cumplidas en
+1712. Celebróse congregacion de iglesias en la corte para ponerse de
+acuerdo con S. M. y remediar algunos perjuicios, y tuvo principio á 17
+de agosto de este año de 1717. Pero en las sesiones de la congregacion
+se agriaron tanto los ánimos, que hubo que disolverla, con gran
+sentimiento del cabildo de Córdoba y otros que deseaban sinceramente la
+union.
+
+1724. Determinó el obispo Siuri acabar la custodia comenzada en 1713 y
+suspendida por haber faltado la plata: llevóla á su palacio, allí la
+terminaron, y se estrenó en la octava del Corpus de este año. Gastó en
+ella 10000 pesos, y pesaba 800 marcos de plata.
+
+Este mismo prelado habia dado el año anterior á la catedral 12000
+ducados para redimir un censo en que estaba empeñado para continuar las
+bóvedas.
+
+El rey D. Luis I, aclamado en Córdoba á 20 de febrero con las
+solemnidades acostumbradas, murió el 31 de agosto. Su padre D. Felipe
+volvió á reinar sin preceder segunda aclamacion.
+
+1727. Hubo el dia de S. Bartolomé una horrible tempestad, durante la
+cual cayó en la torre un rayo que la causó notable daño: derribó algunas
+de sus pirámides y chapiteles, arrebatándolos con tal brio, que sus
+piedras maltrataron las casas vecinas.
+
+1728. Concedió el Pontífice la union de la Capilla Real con la iglesia
+colegial de S. Hipólito. Los cuerpos reales se mantuvieron en la capilla
+hasta el 8 de agosto de 1736 en que fueron trasladados á la colegial
+entre dos y tres de la mañana.
+
+1729. Los infantes D. Luis y D.ª María Teresa, que iban á Sevilla,
+fueron á su paso por Córdoba agasajados con festivas demostraciones. El
+dia 5 de mayo el obispo y el cabildo los recibieron por la tarde en la
+puerta de Sta. Catalina, de donde los llevaron por el _arco de las
+Bendiciones_ á la capilla mayor. Cantó muy bien la música mientras
+hacian oracion, el obispo les dió á besar las reliquias, y vieron
+despues toda la iglesia y las alhajas. Fué muy notado en la ciudad que
+el infantito D. Luis, que despues fué arzobispo de Toledo, al recibir la
+visita del prelado, se apoderó de su sombrero y no se le quiso entregar.
+
+1738. El obispo D. Pedro de Salazar, sobrino del célebre cardenal del
+mismo nombre y continuador de su rica capilla de Sta. Teresa, agrandó la
+capilla de S. Lorenzo y puso en ella altar á S. Pedro dotándole con
+lámparas de plata, vasos, alhajas y ornamentos, y una sacristanía con su
+competente cóngrua.
+
+1740. Se hicieron obras de consideracion en el antiguo acueducto de la
+catedral, con lo cual aumentaron las aguas y se embelleció el patio de
+los Naranjos.
+
+Las magníficas cañerías y atageas construidas por los sarracenos fueron
+siempre objeto de muy especial atencion para la ciudad y el cabildo de
+la iglesia mayor. Puede en rigor decirse que el agua de la mezquita era
+la que abastecia á toda la poblacion. El cabildo eclesiástico era
+propietario por concesion del rey S. Fernando de toda el agua de las dos
+huertas de la Sierra denominadas de _Sta. María_ y del _Hierro_.
+Habiéndola conservado siempre cuidadosamente, ayudado en gran parte de
+las contribuciones que para este efecto se habian impuesto desde el
+tiempo de D. Alonso el Sabio (Arch.: _libro de las tablas, caj. N_, núm.
+271, fol. 17; _caj. Q_, núm. 379), se halló en el siglo XVII en
+situacion de vender mucha agua á los particulares, como en efecto lo
+verificó. En el año 1752 mandó formar un libro que describe
+minuciosamente todas las cañerías del cabildo y contiene un gran mapa
+iluminado que manifiesta por dónde va la atagea del agua de la huerta de
+Sta. María y dónde comienzan los encañados (_Caj. Q_, núm. 334). Al
+folio 7 de dicho libro se esplica el repartimiento que se hace en el
+arca próxima al convento de la Merced. Segun los diversos conductos por
+donde llega el agua, así varía de nombre: hay agua de _Sta. Clara_, agua
+de la _Albayda_ ó de la _Fábrica_, agua del _Arroyo del Moro_, agua del
+_Arroyo de Pedroche_; y aun se cree que hay en la campiña otras aguas
+perdidas, de las que en tiempo de los árabes fertilizaban sus hoy áridas
+llanuras. En el citado caj. Q del archivo, bajo los números 40, 321,
+359, 379, 380 y 390, hallará el curioso muy interesantes noticias acerca
+de esto.
+
+1742. Murió el obispo Salazar y dejó á la catedral una imágen grande de
+plata de S. Sebastian valuada en mas de 800 pesos, y á su capilla de S.
+Pedro (que como dejamos dicho estaba incorporada con la de S. Lorenzo)
+un lagar muy productivo en la Sierra. Fué enterrado en su fundacion y
+tiene en una losa de jaspe negro un buen epitáfio.
+
+1748. Empezó á construirse en este año la sillería del coro nuevo, obra
+del escultor D. Pedro Cornejo, toda de rica caoba, que duró nueve años y
+se estrenó en 17 de setiembre de 1757. Es en su línea, y prescindiendo
+de su estilo, la primer sillería de España por el primor de su talla en
+medallones, estátuas y demas escultura. Contribuyeron á costearla el
+obispo Cebrian, y su testamentaría despues, con 417091 reales; el
+cabildo con 60000; la fábrica con 276796; el arcediano Recalde con
+120000; la obra pia del Sr. Mardones con 40000. Su autor fué sepultado
+en la catedral honoríficamente.
+
+1750. Fué este año de grande esterilidad y hambre en toda Andalucía.
+Estimulado el cabildo de Córdoba con los ejemplos de la caridad insigne
+de su obispo Cebrian, á las muchas limosnas individuales unió las
+colectivas, formó un acervo comun de varias distribuciones que le
+pertenecian y de algunas obras pias de su patronato, y habiendo así
+reunido un copioso depósito, acabadas las vísperas de los santos
+patronos niños Acisclo y Victoria, vistió en la catedral hasta 1000
+niños, la mitad de cada sexo, dedicándolos á estos santos. Formada así
+una procesion que llenó de ternura y lágrimas al gran gentío que habia
+acudido á verlos, fueron cantando la letanía á la capilla de Nuestra
+Señora de Villaviciosa, conducidos de los mismos capitulares que por sus
+propias manos los habian vestido. Los trages eran talares, con divisa
+azul que distinguia á los varones de las hembras. Desde aquel dia cada
+capitular abrió su casa á un número determinado de niños, los que
+concurriendo allí una hora antes de mediodia, recibian del prebendado y
+de sus criados una leccion de doctrina cristiana, y despues la comida,
+que se reducia á un cuarteron de buen pan y una porcelana de acemite:
+limosna que duró hasta la nueva cosecha.
+
+1755. El sábado 1.º de noviembre, dia de Todos Santos, fué el gran
+terremoto, y el mas violento y general que se esperimentó jamás en
+España. Empezó en Córdoba á las 10 dadas de la mañana con un estruendo
+terrible. Estaban en la catedral celebrándose los divinos oficios, con
+un inmenso concurso de fieles: acababa el sermon, y empezaron de repente
+sordos estampidos, el crujir de los retablos y de las bóvedas, el
+repetido vibrar de las paredes y columnas, el golpear de los sillares
+que caían desprendidos de la torre y el de los remites que se desgajaban
+del crucero. Las gentes aterradas se dieron a huir sin tino, unos hácia
+el presbiterio, otros al Sagrario, los mas á las calles inmediatas. La
+mayor parte de los capitulares y ministros del coro huyeron tambien
+sobrecogidos de pavor. El preste asistido de los diáconos, que acababa
+de entonar el Credo, viendo la continuacion del terrible fenómeno sacó
+del depósito el Santísimo y lo espuso al corto número de personas que
+habian quedado presentes, sin que hubiese para esta sagrada ceremonia
+otro cántico que los clamores de los presentes. Dos veces se repitió
+durante el sacrificio esta tremenda al par que memorable escena: dos
+veces el preste espuso el Santísimo permaneciendo impávido en el altar
+como su leal ministro, dispuesto á dejarse sepultar bajo la desquiciada
+mole del templo, mientras todo á su alrededor era terror de muerte,
+tropel y gritería. El crucero y coro quedaron muy quebrantados: la torre
+sufrió tales vaivenes, que despues de haberse desplomado de ella una
+gran cornisa, un barandal de piedra y diferentes piezas de su adorno, se
+abrió por los cuatro frentes de su segundo cuerpo y destejió todas las
+claves de sus arcos, claraboyas y ventanas.
+
+Con motivo de este gran terremoto creció la devocion al arcángel
+custodio de Córdoba S. Rafael, determinando el cabildo que se hiciese
+todos los años procesion á la ermita de su advocacion el dia 7 de mayo,
+en que se celebra la aparicion del santo patrono.
+
+1756. La plaga de la langosta afligia á muchas provincias de España, por
+lo cual determinó S. M. que fuese llevada la cabeza de S. Gregorio
+Ostiense, abogado especial contra aquel azote, por todos los paises que
+lo padecian, conducida por cuatro cofrades del Santo, tren eclesiásticos
+y uno seglar á expensas de su real hacienda. Llegaron los comisionados á
+Córdoba en enero de 1757 con la santa reliquia: salió á recibirla una
+diputacion de la ciudad, y encaminada derechamente á la catedral la
+recibió otra del cabildo, compuesta de ocho capitulares, que la
+condujeron á la sacristía mayor en procesion, asistidos de muchos
+capellanes y de la música. A la tarde siguiente la trajo el cabildo al
+altar mayor, y se dijeron vísperas solemnes, y al siguiente dia se
+celebró con todo aparato misa, asistiendo la ciudad, y á la tarde se
+hizo la bendicion. Llevóse en procesion general al campo de la Verdad,
+conduciéndola en medio del cabildo los capellanes de la veintena en
+andas, á que seguia el prelado D. Martin de Barcía de capa magna, y
+cerraba la ciudad. Al costado izquierdo de la iglesia del Espíritu
+Santo, mirando á poniente, se habia formado un gran retablo y altar con
+sus ornamentos, donde el obispo de pontifical hizo la bendicion del agua
+con inmersion de la santa cabeza, y despues la de los campos, formando
+los dos cabildos en el teatro dos alas: hecho lo cual volvió á llevarse
+la reliquia á la catedral y á colocársela en el altar mayor, y aquella
+noche fué devuelta á los comisionados, á quienes el cabildo y la ciudad
+dieron buenas limosnas en dinero y el prelado un rico ornamento con
+cáliz y patena.
+
+1761. Con motivo de la consagracion del magistral de esta catedral para
+obispo de Canarias, se estrenó un riquísimo terno regalado al cabildo
+por el mismo D. Martin de Barcía. Habialo este prelado mandado hacer en
+Roma á toda costa, y se componia de capa pluvial, casulla, dalmáticas,
+dos paños de púlpito y seis capas, todo de lama de plata bordada de oro,
+con las correspondientes albas de esquisitos encajes, á que acompañaban
+sacras de plata de moderna hechura, trabajadas tambien en Roma.
+
+1766. En este año murió la reina madre D.ª Isabel Farnesio, y en la
+catedral se hicieron las correspondientes demostraciones fúnebres.
+
+Este mismo año se trató de hacer nuevos púlpitos, á cuyo fin por
+disposicion del obispo Barcía se compraron caobas, se formaron proyectos
+y se entregó al obrero mayor libramiento de 4000 fanegas de trigo, que
+produjeron 8000 pesos. Depositóse esta suma para asegurar en todo tiempo
+la conclusion de la obra, y para los gastos de esta iba dando libranzas
+la tesorería. Murió el obispo Barcía sin verlos concluidos, y el
+continuador anónimo de Gomez Bravo que puso fin á su Apéndice en 1777,
+espresa que aun se seguia trabajando en ellos cuando él escribia: de
+aquí deducimos que debió esta obra sufrir largas interrupciones, porque
+de otra manera no se concibe que pudiese durar mas de once años.
+
+[399] D. Francisco Sanchez de Feria en su obra inédita _Descripcion
+moderna y antigua de Córdoba_, que hemos citado otras veces, dice
+solamente que era propia del vínculo que poseía en su tiempo D. Manuel
+Serrano de Rivas, abogado de los Reales Consejos.
+
+[400] Véase pág. 225.
+
+[401] Nada dice de esta restauracion el minucioso Bravo en su _Catálogo
+de los obispos_, etc. Solo nos hablan de ella el capellan Moreno en su
+obra inédita ya citada _Antigüedad y grandezas_, etc., y el Sr.
+Casas-Deza en su _Indicador cordobés_, quien no nos dice de dónde ha
+tomado tal noticia. Conviene advertir que la obra de Moreno, como
+escrita muy á la ligera, contiene varias inexactitudes; sin embargo, hay
+una circunstancia que en el caso presente puede dar fuerza á su aserto,
+y es, el añadir que en la clave del arco principal de la referida
+capilla mayor antigua se hallan esculpidas las armas del obispo D.
+Iñigo. Nuestro descuido en verificar este hecho cuando visitamos la
+catedral, nos impide sacar al lector de dudas.
+
+[402] Hemos tenido la curiosidad de contar las veces que para impetrar
+del cielo lluvias ó serenidad fué llevada la Vírgen de Villaviciosa
+desde su ermita á la iglesia mayor solo en el decurso de los 170 años
+que median del 1529 al 1699; y resulta que esta traslacion tuvo lugar
+una vez bajo el reinado de Cárlos V, nueve veces bajo el de Felipe II,
+dos en tiempo de Felipe III, doce reinando Felipe IV, y cinco durante el
+reinado de Cárlos II, en cuyo último año de vida se hizo la postrera
+traslacion.
+
+[403] Véanse las pág.ª 199 y siguientes.
+
+[404] _Ahlu-dh-dhimmah_ era el nombre que daban los sarracenos á los
+cristianos y judíos mozárabes, y significa _pueblo constituido en
+patrocinio ó protegido_.
+
+[405] Escribiéronle, enviando tambien cartas para los obispos y próceres
+de aquel reino. La dirigida al rey llevaba, segun los _Anales
+Bertinianos_, la data del año 847.
+
+[406] No era dificil que estos concilios fuesen autorizados con
+metropolitanos, porque estos estaban bajo la jurisdiccion del rey de
+Córdoba, como lo esplica Florez, _España Sagrada_, trat. 33, cap. 10.
+
+[407] Acaeció este hecho memorable el año 883 con motivo de la irrupcion
+que hicieron en los dominios cristianos los ejércitos sarracenos, bajo
+el califato de Almundhyr, cumplida la tregua pactada entre D. Alfonso y
+Mohammed.
+
+[408] La basílica ó iglesia de _S. Jorge_, de que habla el moro Rasis,
+debia ser una de estas, atendidas las robustas presunciones que hay de
+que fuese el actual monasterio de religiosas de Sta. Clara aquel templo
+fuerte donde se defendieron por espacio de tres meses los cristianos de
+Córdoba contra las huestes sitiadoras de Mugueith, despues de la muerte
+de D. Rodrigo. Véase la nota de la pág. 91, al final.
+
+[409] Salviato en la Vida de S. Martin de Soure, y el árabe Al-Makkarí
+en su Historia tantas veces citada; ambos hacen memoria de una iglesia
+dedicada á la Vírgen María, que no nombran S. Eulogio, ni Alvaro, ni el
+abad Sanson.
+
+[410] Son de esta opinion el P. Roa, el Dr. Gomez Bravo, y otros
+diligentes conservadores de las memorias sagradas de Córdoba. Pero no
+son solo razones de autoridad las que nos inclinan á su sentir. La sana
+crítica no buscará en vano fundamentos que persuadan la grande
+antigüedad de los referidos templos. Sea el primero esa como marca ó
+señal gloriosa que parece providencialmente conservada en ellos para que
+puedan en todo tiempo ser reconocidos; á saber, el desmoche ó demolicion
+de sus torres acaecido bajo las sangrientas persecuciones de Mohammed,
+hecho singularmente notable que S. Eulogio testifica en dos de sus
+obras. Han trascurrido siglos y siglos; pudo la brillante época de S.
+Fernando haber erigido en su lugar nuevas torres, y aun parecia
+necesario hacerlo; las basílicas sin embargo han subsistido con sus
+torres desmochadas, como en memoria de aquella tempestad terrible
+suscitada contra la verdadera fé que tronchó los sagrados mástiles de
+las naves del Pescador sin sumergir estas; y si alguna se ha
+reedificado, ha sido, como la de S. Lorenzo, en tiempos muy posteriores,
+sin temor de que atribuya nadie á una época misma el cuerpo de la
+iglesia y su torre.
+
+Otro fundamento es la clase de construccion que en los muros maestros de
+dichas parroquias se advierte, donde por rara casualidad la ha dejado
+descubierta la _manía rebocadora_ de los señores rectores y obreros que
+de tiempos atrás se han venido sucediendo, la cual cubre hoy
+indistintamente con una capa de cal y ocre de medio pié de espesor así
+los rústicos y lisos paredones, como las antiguas, menudas y prolijas
+esculturas de las archivoltas, capiteles, cenefillas, repisas, etc. Este
+género de construccion es por hiladas de sillares, en las que alternan
+uno por largo y otro ú otros dos como de canto; y el escrupuloso
+observador Diaz de Rivas lo hace peculiar de las fábricas arábigas.
+Adviértese en S. Lorenzo, de la cual hay tradicion que ocupa el sitio
+mismo de la basílica erigida en 262 por escitacion de S. Sixto II en el
+solar donde habia nacido el santo mártir. Ahora bien, si esta práctica
+es una importacion de los árabes, ¿cómo suponer que estuviese en uso en
+tiempo de la reconquista, esto es, cuando ya apenas quedaba en Córdoba
+un puñado de mudéjares, y cuando el nuevo estilo occidental triunfante
+tenia mas proporcion de ostentar sus medios particulares? ¿No es mas
+natural y sencillo colegir que los cristianos mozárabes la aprendieron
+de sus dominadores, y la introdujeron en sus construcciones con todas
+las otras innovaciones de carácter oriental que tambien tomaron de
+ellos?
+
+Otro fundamento por fin pudiera ser la ornamentacion arquitectónica de
+las citadas parroquias, no como hoy se manifiestan al primer golpe de
+vista, sino despues de buscar y contemplar sus partes mas antiguas.
+Porque sucede con frecuencia hallar un edificio de estos medio
+encubierto por defuera con miembros en diversos tiempos añadidos,
+dejando apenas ver por encima de un tejado, ó donde menos se esperaba,
+los indicios de una fachada inutilizada, los restos de un primitivo
+ábside semicircular, ó cosas semejantes. Dicha ornamentacion es por sí
+misma motivo de grandes dudas en Andalucía; no lo seria en cualquiera de
+las provincias del norte ó del centro de España. Aquellas portadas de
+una porcion de archivoltas concéntricas, de molduras grandemente
+rehundidas, formando arco abocinado, y revestidas de dientes de sierra,
+de puntas de diamante, de zig-zags, de graciosos pometados y de
+menudísima follagería que deja modestamente campear las líneas sin
+encubrirlas; aquellos capitelitos en forma de dados, aquellos lisos y
+sencillos fustes que son como la prolongacion misma de los gruesos
+resaltos ó molduras de la archivolta; aquellos cordones ó funículos que
+á manera de collarines ciñen los fustes por debajo de los capitelillos,
+sin interrumpirse de una á otra esbelta columnilla; aquellas lindas
+repisas, todas trabajosamente esculpidas con caras, ó figurillas, ó
+follage, que suelen ser el sosten de otros capitelillos intermedios que
+forman con los de las columnas una faja contínua y apretada de preciosos
+dados; finalmente, aquellos rústicos tejaroces que coronan las antiguas
+portadas, y cuyos caprichosos y variados canes, á veces de espantables
+monstruos, á veces de lisas y toscas molduras horizontales, casi nunca
+caen simétricamente sobre las puertas: todos estos son caractéres
+inequívocos del mas puro gusto bizantino segun se practicó en España
+desde los tiempos de los sucesores de Carlomagno hasta fines del siglo
+XIII. Pero son sumamente equívocos en toda Andalucía, dominada y
+aleccionada por las gentes de levante, primero en el siglo VI por el
+vergonzoso pacto de Athanagildo, luego desde el VIII en adelante por el
+gran desastre de que fué causa la sensualidad de D. Rodrigo. Cabalmente
+en ambas épocas despedia la mas codiciada luz, difundiéndola hasta las
+gélidas regiones septentrionales, la escuela artística de Bizancio:
+Justiniano y los Porfirogénitos fueron en ellas verdaderos faros para
+los otros reyes de Europa. Ahora bien, si esta ornamentacion, cuyos
+caractéres todos son neo-griegos, sin mas mezcla en apariencia
+occidental que el arco levemente apuntado (que vimos en la catedral
+empleado tambien por los arquitectos árabes como mero motivo de
+decoracion mucho antes de formularse el gran sistema ojival en
+Occidente); si esta ornamentacion, repetimos, era la que se usaba,
+tomada de Oriente, por los españoles andaluces del siglo de S. Eulogio;
+en este caso, no habria inconveniente para contar entre las antiguas
+basílicas mozárabes las cuatro de que vamos hablando. Y no solamente
+estas cuatro, sino tambien la que es hoy parroquia de Santiago, donde se
+observa el mismo estilo decorativo que hemos ligeramente bosquejado.
+
+Es cierto que el estilo que hemos denominado bizantino y neo-griego, y
+que otros llaman _románico_ y romano-bizantino, no empezó á prevalecer
+en la generalidad de los Estados europeos hasta el XI siglo,
+perpetuándose despues, en unos hasta fines del XII, en otros hasta el
+último tercio del siglo XIII, como sucedió en muchas provincias de
+España. Pero ¿quién negará por eso que las provincias del mediodia de
+nuestra península pudieron bajo la influencia arábiga adelantarse en las
+prácticas del estilo bizantino mas de dos siglos á las demas naciones de
+Europa, apegadas á sus usos antiguos? ¿Se ignora por ventura que Córdoba
+y Bizancio daban leyes de cultura y buen gusto al Occidente todavía
+semi-bárbaro en la época floreciente de Abde-r-rahman _el Grande_?
+Nótese que el siglo de S. Eulogio fué aquel en que el arte arábigo, hijo
+primogénito del bizantino, segun queda latamente demostrado en el
+capítulo anterior, alcanzó su mayor grado de esplendor; y que el arte
+mozárabe, cualquiera que fuese, no podia permanecer estraño á sus
+atractivos.
+
+Pero supongamos que se mantuviese puro é incontaminado en sus antiguas
+prácticas romanas: todavia quedan en pié los dos primeros fundamentos
+que hemos esplanado para persuadir la antigüedad de las cuatro
+parroquias referidas; y en este caso lo único que concederemos será, que
+esa ornamentacion bizantina (practicada en casi toda España durante el
+siglo XIII juntamente con la ojival primaria) ha sido añadida despues de
+la reconquista para engalanar mas las basílicas ó parroquias que ya
+existian. De todas maneras, cualquiera que compare la portada de la
+fachada antigua de _Santiago_ con la lateral de _Sta. Marina_ publicada
+en este tomo, advertirá desde luego una gran diferencia: la de Santiago
+con sus capitelitos cúbicos esculpidos, con aquel funículo corrido que
+sirve de astrágalo á los fustes de las columnillas, con aquella
+rusticidad de canes fantásticos colocados sin ninguna simetría, revela
+al primer golpe de vista una época muy anterior á la de la reconquista.
+La de Sta. Marina al contrario está pregonando su orígen septentrional:
+las columnillas que sostienen la sencilla archivolta llevan esbeltos
+capiteles de follages como los que se ven en las construcciones ojivales
+del siglo XIII, y la portada se corona con un alto y agudo gablete, muy
+sencillo y muy saliente, flanqueado de dos estribos á modo de agujas que
+rematan en una especie de flor de lis, formando un conjunto que
+constituye una muestra perfecta del primer estilo ojival implantado en
+España. Esta sí que es una restauracion hecha en la basílica antigua
+despues de la reconquista.
+
+Pero ¿quién se atreverá hoy á clasificar con seguridad la arquitectura
+de las interesantísimas parroquias de Córdoba? El indiferentismo
+artístico, y las mas de las veces una crasa ignorancia, oponen
+dificultades inmensas al observador concienzudo para reconocer,
+desenmascarar y examinar cómoda y detenidamente sus partes. A los
+señores rector y beneficiados poco les importa que su iglesia sea ó no
+visitada y elogiada por los arqueólogos. Con tal que esté bien
+enjalvegada por fuera, y por dentro bien blanqueada y clara, les es de
+todo punto indiferente que se vean ó no los antiguos ornatos esculpidos;
+que pueda ó no estudiarse en ella el aparato de la construccion, su
+corte de piedras, etc.; que se le atribuya ó no una remota antigüedad
+(cuando no es para ellos esta antigüedad la causa misma de su
+indiferencia). ¡Como si fuera negocio de poca monta y sin influencia
+para avivar el celo religioso de sus feligreses, el saber de positivo
+que esas mismas paredes y ese mismo recinto habian albergado en otro
+tiempo á aquellos ilustres mártires de los siglos IX y X, y resonado con
+los himnos de dolor y de júbilo de la desgraciada grey mozárabe, unas
+veces atribulada por las persecuciones, otras regida en paz y justicia
+al cesar aquellas!
+
+[411] D. Francisco Sanchez Feria en su obra inédita citada: _Descripcion
+moderna y antigua de la ciudad de Córdoba_, pág. 40.
+
+[412] Dos iglesias hay en la villa ó parte alta muy curiosas por lo
+claramente que indican haber servido de mezquitas: es la una aquella
+misma iglesia de S. Jorge, hoy monasterio de Sta. Clara, en cuya torre
+se advierte por la parte inferior la manera de construir de los árabes,
+con sillares alternados á lo largo y de canto; otra es la iglesia de S.
+Miguel, que conserva de estilo morisco una lindísima fachada lateral con
+portada de ojiva túmida, ceñida por un arrabá de bellas fajas
+esculpidas, y flanqueada de esbeltas columnillas con capiteles
+bizantinos; y además una magnífica claraboya de arquitos de herradura
+sobre columnitas que parten del centro como otros tantos radios.
+
+[413] Lo demuestra el sabio anticuario romano _Ciampini_ en varias obras
+de grande erudicion, una de las cuales se titula _Vetera monimenta_: en
+dos tomos en folio.
+
+[414] L. May: _Des temples anciens et modernes_.
+
+[415] El pueblo longobardo, que era menos civilizado que el nuestro, vió
+en el siglo VI, en tiempo de su reina Teodelinda, cubrir de pinturas las
+paredes de la basílica de Monza, representando las proezas de todos los
+reyes de aquella raza hasta Agilulfo. Paul. Diac. _Historia de los
+longobardos_, cap. 23, lib. 4.º
+
+[416] Habia particulares que fundaban iglesias y monasterios, y los
+dotaban, y estos conservaban en la España mozárabe los mismos derechos
+de patronato que les habian reconocido las leyes visigodas. Como
+ejemplos de monasterios fundados por particulares, solo en la Sierra de
+Córdoba y sin salir del IX siglo, podemos citar dos: el _Tabanense_ y el
+de _Peñamelaria_, costeados, el primero por los piadosos cónyuges
+Jeremias é Isabel, y el segundo por los padres de la mártir Sta.
+Pomposa.
+
+[417] En cuanto á esta dependencia subsistia el mismo régimen de la
+España goda. El obispo era el principal administrador de todas las
+rentas eclesiásticas, que se componian: de los diezmos y oblaciones
+gratuitas de los fieles, y del producto de las haciendas y demas
+inmuebles. Cuidaba de ellas un _ecónomo_, nombrado por el obispo. Los
+diezmos y oblaciones se dividian en tres partes: una para el prelado,
+otra para los presbíteros y diáconos, otra para los subdiáconos y demas
+clérigos. Otras tres partes se hacian del rendimiento de los inmuebles:
+la primera para el obispo, la segunda para los beneficiados, la tercera
+para la manutencion y conservacion de la iglesia de que procedian,
+estando particularmente prevenido que si alguna parroquia necesitaba
+hacer obra y no tenia bastante dinero, la costease el obispo. Para
+impedir que los prelados se apoderasen de cosa alguna de la iglesia, ó
+apropiasen á su catedral lo que era de las parroquias ó monasterios,
+estaba mandado que todo obispo despues de su consagracion se hiciese
+cargo con inventario formal y delante de cinco testigos de lo que se le
+entregaba en bienes raices y muebles, y en su archivo tuviese nota
+auténtica de las haciendas y haberes de todas las iglesias de su
+diócesi.
+
+[418] «Cada cura, dice Masdeu (Hist. crít. etc., tomo XI, _España goda_,
+lib. III), tenia para el servicio del coro y de su iglesia un número de
+clérigos á proporcion de las rentas, pues con estas debia vestirlos y
+mantenerlos con la debida decencia, teniendo derecho al mismo tiempo
+para castigarlos y aun azotarlos si no cumplian con su obligacion.» Esta
+costumbre de la España goda persistió bajo la dominacion sarracena, y en
+todas las iglesias, fuesen ó no monasterios, hacia el clero vida regular
+y conventual bajo la direccion de su cura ó rector, llamado tambien
+_abad_. Así lo aseveran Morales y otros diligentes historiadores.
+
+[419] Véase pág. 95, nota 3.
+
+[420] Ibid., nota 2.
+
+[421] S. Isidoro: _Operum_, tomo 2. _De Ecclesiasticis officiis_, lib.
+II, cap. 2.
+
+[422] Esta creemos sea la interpretacion que deba darse al pasage en que
+S. Eulogio refiere (_Mentor. Sanctor._, lib. II, cap. 10) que los Stos.
+Aurelio y Félix resolvieron declarar abiertamente su fé haciendo que sus
+esposas fuesen á la iglesia _sin llevar cubierto el rostro_. Es claro
+que esta mera circunstancia las hacia aparecer cristianas, puesto que
+todas las mujeres entre los sarracenos, casadas, solteras y viudas,
+llevaban tapado el rostro con solos los ojos descubiertos.
+
+[423] En la Galia Narbonense, menos modestos, solian los clérigos
+cubrirse de púrpura, distintivo de los magistrados. Los nuestros no
+incurrieron jamás en semejante vanidad, si bien fué necesario que el
+presbítero Leovigildo con su libro _de habitu clericorum_ pusiese
+correctivo á ciertos abusos en no mantener como era debido la insignia
+de los órdenes mayores.
+
+[424] Los legos dejaban crecer la barba; los eclesiásticos la raían
+segun la costumbre antigua del clero de Occidente, contraria á la del
+clero griego; así lo afirma S. Gregorio VII, lib. 8, Epist.
+
+[425] Cerca del pueblo de Trasierra, que pertenecia al antiguo condado
+de Espiel, se encontró limpiando un pozo una campana del tiempo de que
+vamos hablando. Era un donativo ofrecido por el célebre abad Sanson,
+rector de la basílica de S. Zoil y abad del monasterio pinamelariense, á
+una iglesia titulada de S. Sebastian, de la cual no queda hoy mas
+memoria sino que estaba en la Sierra de Córdoba á tres leguas de la
+ciudad. Consérvase esta campana en el Museo provincial de la misma: es
+de bronce, tiene un solo palmo de diámetro y no tanto de alto; por de
+fuera es próximamente hemisférica, y tiene en su borde una inscripcion
+grabada con muchas abreviaturas, que dice así: OFFERT HOC MUNUS SANSON
+ABBATIS IN DOMUM SANCTI SABASTIANI MARTYRIS CHRISTI. ERA DCCCC ET XIII.
+Esta campana singular, que se conserva sin badajo, de seguro no tiene
+mas sonido que un buen cencerro de los llamados _zumbones_, y es
+materialmente imposible que pudiese servir para el oficio que hoy entre
+nosotros tienen las campanas, no estando acompañada de otras varias y
+formando con ellas una cosa parecida al juego de repique que los
+franceses llaman _carrillon_.
+
+[426] Alvaro: _Indículo luminoso_, núm. 3.
+
+[427] Así lo testifica S. Eulogio en su Epist. 2.ª á Alvaro.
+
+[428] La legacía de S. Juan Gorziense es uno de los sucesos mas curiosos
+que puede presentar la historia diplomática de la edad media. Labbe,
+Mabillon y Pagi nos dan de ella estensas noticias, que hallará el lector
+habilmente recopiladas en Gomez Bravo, _Catálogo de los obispos_, etc.,
+tomo I, pág.ª 206 y siguientes.
+
+[429] Llamábase monasterio dúplice ó mixto aquel en que hacian vida
+reglada y monástica personas de ambos sexos, si bien con la debida
+separacion interior, la cual era sumamente rigurosa, como se verá mas
+adelante. Estos monasterios fueron muy comunes en la Bética, y aun en
+toda España, desde que se introdujo la vida monacal en ella. En el
+concilio segundo hispalense celebrado bajo el reinado de Sisebuto, esto
+es, en el primer tercio del siglo VII, se dictaron reglas muy prudentes
+sobre esta clase de monasterios.
+
+[430] Véase pág. 142.
+
+[431] Ibid., nota 1.
+
+[432] «_Vastissimam horret inter deserta montium solitudinem._» (S.
+Eulogio. Memor. Sanctor., lib. II, cap. IV.) Ambrosio de Morales en sus
+escolios á esta obra dice que cerca de este antiguo monasterio se
+edificó despues el de S. Francisco del Monte, distante veinticuatro
+millas de Córdoba, á la márgen del Guadamellato. Bien advierte Florez en
+su _España Sagrada_ que esta distancia no concuerda con la de treinta
+millas, que es la que asigna S. Eulogio al monasterio Armilatense; pero
+haciéndose cargo de que podria tal vez haber error en los números, añade
+«que aunque el lugar no sea idéntico, es tan notable la observancia de
+los venerables padres franciscanos en aquella soledad, que pueden
+decirse herederos del espíritu y vigor de los antiguos.»
+
+[433] Acerca del sitio que ocupaba este insigne monasterio nada se sabe
+de positivo. Hay tradicion de que estuvo en el mismo lugar donde
+floreció despues otro famoso santuario, titulado de _Sta. María de las
+Huertas_, que existia en pié cuando la ciudad fué conquistada por S.
+Fernando en 1236, y que adquirió tierras en el ruedo ó repartimiento
+hecho por este rey, segun puede verse en Gomez Bravo, _Catálogo de los
+obispos_, etc., al año 1250. No todos los que han escrito de
+antigüedades cordobesas se acomodan con esta tradicion. Morales, Gomez
+Bravo y otros la sostienen; D. Bartolomé Sanchez Feria en su _Palestra
+Sagrada_ (nota 2 al dia 7 de junio) la impugna; y despues de esplicar la
+inteligencia que debe darse al breve texto de S. Eulogio que sirve á
+aquellos de fundamento: _in vico Cuteclara non longe ab urbe in parte
+occidentali enitescit_: concluye que _Cuteclara_ estuvo donde hoy
+_Córdoba la vieja_. Esta conclusion de Sanchez Feria es errónea, porque,
+como mas adelante veremos en el capítulo sobre _Medina Az-zahra_, ni
+_Córdoba la vieja_ está al occidente de Córdoba, ni hubo jamás en ese
+terreno otras construcciones que las de aquel famoso palacio árabe cuyas
+ruinas se ven todavía. D. Pedro de Cárdenas y Angulo (_Vida del ermitaño
+Francisco de Sta. Ana_), describiendo el sitio de la Albayda, dice:
+_Aquí fué el antiguo convento de Sta. María de Cuteclara_. Tambien esta
+aseveracion es equivocada: en primer lugar la Albayda está al norte de
+la ciudad, no al occidente, como era menester que estuviese para dejar
+ileso el texto de S. Eulogio; en segundo lugar, en la Albayda no se han
+descubierto jamás rastros de edificacion que puedan suponerse de aquella
+fecha. Allí no hay mas edificio que un castillo, hoy propiedad del conde
+de Hornachuelos, cuya construccion es moderna comparativamente á la
+época de que se trata, aunque en él se descubran cimientos y muros del
+tiempo de los árabes.
+
+A falta, pues, de mas sólidas razones con que destruir la piadosa
+tradicion, séanos dado seguirla.
+
+El santuario _de las Huertas_ y la imágen que en él se veneraba eran
+objeto de una muy asídua y particular devocion de parte de los
+cordobeses al tiempo de la reconquista, y de este culto hay abundantes
+memorias en los siglos siguientes, así en mandas de testamentos, como en
+procesiones y plegarias motivadas por varias necesidades públicas. De
+uno de estos instrumentos, que es la disposicion testamentaria del dean
+D. Ruy Perez otorgada en 1391, se colige que el santuario de la Vírgen
+_de las Huertas_, sin mudar su título, se habia convertido ya en
+beaterio y clausura de mujeres devotas, que llamaban _emparedadas_; y
+así se le nombra constantemente en otros testamentos posteriores. Luego
+vemos establecida en este santuario una cofradía con el título de
+Nuestra Señora de _Roque-Amador_ ó _Rocamador_, fundada en época
+incierta. Ultimamente, en 1510, por donacion hecha á los religiosos de
+S. Francisco de Paula ó de la Victoria, de esta santa casa con todas sus
+pertenencias, la cofradía de Rocamador se trasladó al hospital de S.
+Hipólito, dentro de la ciudad, hoy ermita de Nuestra Señora de la
+Alegría; las emparedadas pasaron tambien á otra casa, y la iglesia del
+antiguo santuario se conservó unida á modo de capilla al nuevo templo
+que los religiosos de la Victoria levantaron. Tienen este templo y
+convento de Mínimos, ya desierto, su situacion extramuros de la ciudad,
+cerca de la puerta Gallegos y Almodovar, y en la escritura de donacion á
+que debió su existencia se lée la condicion de que habia de titularse
+_Monasterium Sanctæ Mariæ de Victoria de hortis_, para que se perpetuase
+la memoria de santuario tan antiguo. Así pues, segun la piadosa
+tradicion, la iglesia del antiguo y célebre monasterio _cuteclarense_
+habia estado donde estaba ahora la del nuevo convento.
+
+Hasta la entrada de los franceses en el presente siglo subsistió al lado
+del altar de S. Francisco de Paula, donde se habia colocado tambien la
+antigua imágen de Nuestra Señora, una tabla que á la letra decia así:
+«Por la mucha humedad y oscuridad de la capilla que está á espaldas de
+esta obra, y por el poco culto y escasa decencia con que en ella se
+servian el depósito del Santísimo Sacramento y las sagradas imágenes de
+Nuestra Señora _de las Huertas_ ó _de Cuteclara_, y de nuestro glorioso
+padre S. Francisco de Paula, se sacaron y colocaron en este retablo y
+altar, que se les construyó el año de 1715.» Al cerrarse esta iglesia al
+culto con la supresion de los regulares, la imágen de Nuestra Señora fué
+llevada á la colegial de S. Hipólito y puesta en el altar de Jesus
+Crucificado.--Nosotros hemos tenido ocasion de contemplarla de cerca y
+detenidamente en la sacristía del referido templo, donde se hallaba no
+sabemos por qué motivo; y observamos en ella algunas de las
+incorrecciones que caracterizan las obras de escultura de los mas
+remotos siglos de la edad media. Estremos grandes y desproporcionados,
+formas cuadradas y sin esbeltez, miembros cortos y abultados que hacen
+aparecer las figuras enanas, pliegues en cuya disposicion se advierten
+reminiscencias del clásico antiguo, y por lo tanto mucho mas correctos
+que los de la escultura de los siglos X, XI y XII, puramente
+convencionales y bárbaros: todas estas son facciones propias de una
+creacion goda, y confirman hasta cierto punto la tradicion de ser
+aquella imágen la misma que veneraron los santos mártires del monasterio
+_cuteclarense_. Es de piedra, está sentada con el niño Jesus en el
+regazo, en el cual por cierto se halla el divino infante como hundido; y
+parece escusado añadir que ambas figuras han sido repetidamente
+acariciadas en estos últimos siglos por las brochas de los _pintadores_.
+
+[434] Así lo atestiguan Beda y Mabillon.
+
+[435] Véase Flores, _España Sagrada_; Masdeu, _Hist. crít._, etc.
+
+[436] Véase el comentario á los cánones ó capítulos del concilio de
+Aquisgran que publicó Yepes al fin del tomo III de su interesante
+_Crónica de S. Benito_: en el cual se citan de contínuo ejemplos de
+prácticas y usos observados en los monasterios de España, en especial en
+el de S. Benito de Valladolid, en cumplimiento de lo preceptuado en
+dichas constituciones.
+
+[437] Téngase presente que una cosa es la regla de S. Benito y otra cosa
+las constituciones y reglamentos particulares de cada congregacion. En
+el siglo de que vamos hablando no existian aun aquellas famosas abadías
+matrices de Cluni y del Cister, que por efecto de la inmensa importancia
+política y religiosa que adquirieron, no pueden en manera alguna
+compararse con los monasterios anteriores á la primera reformacion.
+Fuera de España sin embargo hubo abadías de gran cuenta desde el tiempo
+de Carlomagno hasta el X siglo; pero las mayores nuestras no llegaron al
+apogeo de su poderio feudal hasta despues de adoptada en ellas la
+reforma cluniacense. Esto se esplica facilmente: las gentes que habitan
+á la parte de acá del Danubio y del Rhin, la Suiza, la Baviera, la
+Alsacia, el Austria occidental, las provincias de Colonia y Tréveris, y
+toda la tierra baja de Flandes, vivian sin industria y sin artes, casi
+puede decirse sin poblaciones fijas, y mucho mas por consiguiente sin
+centros de cultivo cientifico y literario, cuando los monges
+benedictinos empezaron á evangelizarlas. Las pocas ciudades que en esta
+parte de Alemania habia, estaban destruidas con las irrupciones
+continuas de otros bárbaros bajados del Septentrion. Asi como la de
+Salisburgo tuvo principio en el monasterio de S. Pedro erigido por el
+monge S. Ruperto, y las de Argentina y Worms por los que edificó S.
+Amando favorecido del rey Dagoberto; del mismo modo otros monasterios de
+la regla de S. Benito fueron el principio de la restauracion de otras
+ciudades, y como el núcleo de las principales que en Alemania se
+fundaron de nuevo. A la parte de allá de los dos citados rios, y al otro
+lado del Báltico, donde la gente era todavia mas bárbara é inculta, se
+fueron asimismo agrupando en torno de los monasterios benedictinos
+muchas poblaciones, que andando los tiempos llegaron á un alto grado de
+esplendor y riqueza. Suevia, Turingia, Sajonia, Dania, Gocia, Suecia,
+Noruega, Polonia, Rusia, deben sus mas famosas universidades y sus
+ciudades mas opulentas á los monasterios. Quien dude de este aserto
+puede consultar á Beato Renano en su libro II _de las cosas de
+Alemania_, á Alberto Crancio en su _Metrópoli_, á Jorge Braun en su
+_Teatro de las ciudades_, á Munstero en su _Geografía_, á Bocio en su
+libro 22 _de las Señales_, á nuestro P. Yepes en su _Crónica de S.
+Benito, centuria 2.ª al año 640_, y en otros muchos escritores tan
+respetables como estos. Fulda, Escafusa, Lucerna, San Galo, Wisemburgo,
+Sechingen, Amerbaquio, Campidonia, Blamberg, se glorían de su orígen
+monástico; y la insigne ciudad de Muster ha querido perpetuar la memoria
+de él en su propio nombre, que en lengua alemana significa _monasterio_.
+Ahora bien, como estos centros religiosos no solo enseñaban á aquellas
+gentes la doctrina de Jesucristo, sino tambien todas las ciencias y
+artes de utilidad, las matemáticas, la astronomía, la aritmética, la
+música, la retórica, las lenguas sabias, la poesía, etc.; como ellos,
+además de difundir la luz de la civilizacion en aquellas regiones, eran
+los defensores de los intereses legítimos de los reyes, de los grandes y
+de los pueblos en medio del caos espantoso que habia sucedido á la caida
+del imperio romano de Occidente; los únicos que sabian desarmar la
+petulancia de los magnates oponiendo la resistencia moral á la fuerza
+bruta, y contener la ferocidad de las hordas hambrientas con la
+mansedumbre y la caridad, y hacer prosperar la causa de los reyes con el
+ejemplo de una sociedad sabiamente ordenada y tranquila; no debe
+estrañarse que estos grandes servicios alcanzasen su recompensa, y que
+desde el siglo IX hubiese en Europa establecimientos monásticos
+espléndidamente enriquecidos con donaciones de tierras, libertades,
+exenciones, privilegios especiales, y oblaciones de todo género. Los que
+habian enseñado á la Europa septentrional á sacudir la corteza de la
+barbarie roturando tierras, desecando pantanos, desmontando bosques,
+regularizando las corrientes, construyendo hornos, abriendo escuelas y
+talleres, merecian bien de todas las clases y gerarquías: ellos daban
+ejemplos de abnegacion, protegian á los débiles, socorrian á los
+necesitados, respetaban á sus semejantes; á ellos son debidos los
+primeros gérmenes de libertad é independencia; á ellos se debieron
+despues los primeros bosquejos de organizacion central que en los siglos
+posteriores adoptaron los reyes. Muy natural era, pues, que la gran
+familia benedictina alcanzase mayores beneficios allí donde mas
+servicios habia prestado, y que en las naciones de Europa mencionadas
+llegase á haber monasterios como el de S. Galo, el de Fulda, el de
+Murbaquio, el de Campidonia, el de Wisemburgo, el de Hirsfelden, etc.,
+que mas que casas conventuales pareciesen, á semejanza de la de Monte
+Casino, verdaderas ciudades. La abadía de S. Galo conserva aun en los
+archivos de su suprimido monasterio el plano que para el mismo edificio
+se supone trazó por los años de 820 el famoso Eginhardo, á peticion del
+piadoso abad Gozberto que la gobernaba. Este plano, que publicaron
+Mabillon en sus _Anales Benedictinos_, t. II, p. 571, y recientemente M.
+Fr. Keller con una memoria descriptiva, que puede verse en las
+_Instrucciones sobre la arquitectura monástica_ de M. Albert Lenoir, dá
+una idea cabal de lo que era una abadía de la órden de S. Benito en la
+primera mitad del siglo IX. Es pues este documento un grande auxiliar
+para nosotros. La iglesia ocupa en él un grande espacio: presenta dos
+abaides, uno á oriente y otro á poniente, perfectamente semicirculares;
+dos exedras, dos coros, gran número de altares aislados en las naves
+principal y colaterales; ambones como en las primitivas basílicas para
+leer la Epístola y el Evangelio; la pila bautismal en la nave mayor,
+junio al coro de occidente; sacristía á la derecha del coro de oriente;
+sala para los escribas á la izquierda del mismo coro, con biblioteca en
+la parte superior; narthex á la entrada destinada al pueblo; vestíbulo
+para los familiares del convento; otro vestíbulo para los huéspedes y
+estudiantes; y por último varios departamentos pegados al muro del norte
+de la iglesia para los maestros de las escuelas, y para asilo de los
+refugiados en ellas. El templo está por todas partes rodeado de
+edificios; aquí se ve la escuela, con sus patios á la manera del
+_impluvium_ de los romanos y sus cátedras repartidas en las cuatro
+bandas; mas alla otro edificio en que se comprenden la cillerezía, la
+panadería y las cocinas de los huéspedes; al mediodia del templo el
+refectorio, con el vestuario encima; allí cerca la despensa; luego
+baños; luego el dormitorio pegado á la pared de mediodia del crucero,
+con sus letrinas; luego las cocinas de la comunidad en comunicacion con
+el refectorio y con los lugares escusados (por medio de corredores
+sabiamente trazados en planta angular para impedir el paso á los malos
+olores); últimamente una oficina esclusivamente consagrada á la
+elaboracion del pan azimo para el Sacrificio. Añádanse á estas
+dependencias una huerta, en cuyas divisiones se indican los nombres de
+las verduras que allí se cultivan, la casa para el hortelano, el huerto
+de los árboles frutales, el edificio para noviciado y enfermería, con
+sus capillas, claustros y salas separadas, los gallineros y corrales con
+habitacion para el que cuida de ellos, el alojamiento del médico, un
+jardinillo de plantas medicinales, la botica, el aposento del abad, con
+cocina, baños, y cuartos para sus domésticos; hospedería, con cuadras y
+cochiqueras y habitaciones para criados, pastores, porqueros y demas
+sirvientes; un edificio separado para toneleros, cordeleros, boyeros,
+etc., con sus cobertizos y establos; graneros, oficinas para tostar
+grano y fabricar cerveza; departamento para los esclavos, talleres para
+zapateros, cojineros, armeros, torneros, guarnicioneros, plateros,
+cerrageros, etc.; lagar, molino, habitaciones para peregrinos y
+mendigos, cocina y refectorio para los mismos.
+
+Todo esto comprendia una abadía de las principales en el siglo IX. Es
+claro que en España, donde la órden de S. Benito, aunque muy favorecida
+de los Alfonsos y Ordoños, preponderó menos, quizas por no haber sido
+como en los Estados de Alemania la única maestra de la civilizacion del
+pais en aquella ominosa edad de hierro, no serian tan poderosas las
+abadías, ni tan numerosas sus oficinas y dependencias. Los derechos
+señoriales y feudales de nuestros abades son muy posteriores á la época
+por cuya zona discurrimos; al paso que los abades franceses, italianos y
+alemanes, ya entonces habian comenzado á adquirir aquella prodigiosa
+influencia, que despues desde el siglo X fué la causa principal de la
+decadencia de la disciplina monástica. No busquemos pues en nuestros
+anales eclesiásticos memorias de grandes abadías émulas de las que hemos
+nombrado; todo por el contrario induce á creer que para citar algo de lo
+conocido que dé una idea aproximada de lo que podrian ser los
+monasterios nuestros en las provincias dominadas por los infieles, en la
+época misma en que se trazaba el suntuoso plano de la abadía de S. Galo,
+habria que acudir á las primeras casas de la reforma cisterciense, en
+las cuales, prescindiendo de toda constitucion y reglamento particular,
+se vivia estrictamente segun la regla de S. Benito, consagrando el dia á
+la oracion, al estudio y al trabajo corporal, labrando los monges la
+tierra por sus propias manos, y empleándose personalmente en toda clase
+de faenas dentro y fuera de la casa, sufriendo las inclemencias de las
+estaciones, sin criados y familiares que les llevasen la pesada carga
+del servicio cotidiano y mecánico. No habia en España en la época á que
+nos referimos abadías de las que se llamaron luego inmediatas á la Sede
+Apostólica por no reconocer mas superior que el Papa, y tener libertad
+plena en la eleccion de abad sin sujetarse á la jurisdiccion del obispo.
+Todas dependian de sus respectivos prelados, y las grandes mercedes
+hechas por los monarcas á aquellas célebres casas de Compludo, de S.
+Pedro de Montes, del real monasterio de Sahagun y otras por el estilo,
+se reducen generalmente á donaciones de tierras, que suelen ser cotos
+redondos con montes, valles y heredades, deslindados por sus términos y
+mojones; y de vasos sagrados, relicarios, cruces, coronas, ornamentos y
+frontales, y otros objetos á este tenor, todos los cuales se especifican
+menudamente. Algunas veces los monarcas reedificaban á su costa estas
+cosas y adornaban sus templos con columnas, mármoles y jaspes; pero es
+preciso llegar al siglo X por lo menos para hallar documentos en que se
+conceda á los monasterios jurisdiccion feudal sobre las villas y pueblos
+del contorno. Véase la historia del monasterio de Sahagun que bosqueja
+Yepes en su _Crónica_ (centuria 3.ª, fol.º 167 y siguientes), donde se
+corrige la fecha que atribuye Morales al famoso privilegio concedido por
+D. Alfonso el Magno á esta grande abadía.
+
+[438] Así se espresan las referidas constituciones de la órden del
+Cister, escritas en el año 1119 por Hugo de Macon, S. Bernardo y otros
+diez abades benedictinos, al tratar de la _fábrica de los templos_.
+
+[439] De un hermano del rey Pipino y tio de Carlomagno, refiere Leon
+Hostiense que hacia en el monasterio de Monte Casino el oficio de mozo
+de cocina, ayudando en los ministerios mas viles que allí habia. Véase
+su historia de aquella célebre abadía, lib. I, cap. 7. Suponemos que
+para los niños _ofrecidos_, llamados por otro nombre _oblatos_, habria
+mas laxa disciplina, y mas adelante tendremos ocasion de señalar alguna
+de las consideraciones que con ellos se tenian por razon de su tierna
+edad.
+
+[440] De aquí el haber llamado á los benedictinos por espacio de muchos
+siglos, _los monges negros_.
+
+[441] Es curioso el cánon 22 del concilio de Aquisgran, que previene
+todo lo que constituye el vestuario del monge. Encárgase en él al abad
+que dé á cada religioso los efectos siguientes: dos camisas, dos
+túnicas, dos cogullas, dos escapularios, cuatro pares de calzas, dos de
+calzoncillos, dos de zapatos. Hasta aqui todo es conforme con el
+capitulo 55 de la Regla; pero añade el cánon, sin duda haciéndose cargo
+de la inclemencia de algunas regiones, que se les dé tambien un ropon de
+pieles largo hasta los talones, dos cintos, guantes forrados y sin
+forro, para el invierno y para el verano (lo cual, segun la edicion de
+Plantino, solo debia entenderse respecto de los que iban de camino; dos
+pares de calzado de dia, y dos de chinelas para la noche (_subtalares_),
+con las cuales acudian al rezo de maitines para no detenerse en mudar de
+calzado; zuecos en invierno; y jabon para lavarse ellos mismos su ropa.
+
+El citado capítulo 55 de la Regla esplica el objeto y uso particular del
+escapulario y de la cogulla: «Bastará á cada uno de los monges, dice,
+una cogulla y una saya (túnica); la cogulla sea en el invierno vellosa,
+en verano raida ó vieja, y un escapulario para los trabajos.» De modo
+que el escapulario venia á ser como una cogulla ó capa abreviada. La
+palabra _cogulla_ viene de la latina _cuculla_, que propiamente
+significa _capilla_: esta es la parte principal del hábito, y de tal
+manera que no se daba á los religiosos hasta profesar; entonces el que
+recibia sus votos, que era el abad, al ponérsela en la cabeza se la
+sujetaba con unas puntadas debajo de la barba como si le amortajase, y
+el nuevo profeso no podia quitársela por espacio de tres dias, al cabo
+de los cuales recibia la comunion, y el que se la administraba le
+soltaba la cogulla.
+
+[442] Acerca del tiempo que duraba el noviciado tenemos alguna duda. S.
+Gregorio el Magno (_Epíst., lib. VIII_), escribiendo á Fortunato, obispo
+de Nápoles, dá á entender que se estendia á dos años con estas palabras:
+_prius quam biennium in conversatione compleant, nullomodo audeant
+tonsurare_; que es decir: _no se abran corona hasta cumplir dos años en
+la religion_. Aplicando Yepes este pasage á los usos prescritos para los
+novicios ó _conversos_, que es todo uno, concluye que las coronas se
+hacian al profesar, esto es, al terminarse el noviciado. Pero el mismo
+cronista, esplicando luego el cánon 34 del concilio de Aquisgran, dice
+que lo que dejó ordenado S. Benito, y lo que se practicó por trescientos
+años, fué _que los religiosos tuviesen un año de probacion antes de
+profesar_: segun lo cual parece reconocer que el noviciado era de un
+año, y no de dos. Si la _probacion_ y el _noviciado_ no eran una cosa
+misma, la dificultad desaparece. En efecto, podia el noviciado ser de un
+año, y sin embargo continuar el religioso sin tonsura y con el mismo
+hábito de noviciado hasta que se cumpliese otro año de probacion. De
+esta manera puede esplicarse el cánon 34 citado que manda no se dé fácil
+ingreso á los novicios en el monasterio, y que no se abran coronas ni
+cambien de vestimenta hasta hacer profesion terminado el año de prueba.
+
+[443] Solo era permitido comer carne á los muy ancianos, y á los niños
+que tambien vivian en los monasterios como _oblatos_ ú ofrecidos por sus
+padres, menores de catorce años.
+
+[444] Son estos religiosos de la congregacion de S. Pablo, primer
+ermitaño, y viven ejemplarmente siguiendo la primitiva regla, reformada
+por el venerable Juan de Dios de S. Antonino, en una de las montañas de
+la Sierra al norte y á una legua escasa de Córdoba. Este instituto
+existe desde los tiempos de Osio, aunque en Córdoba no se introdujo
+hasta el año de 1309. «Fueron los primeros (dice D. Francisco Sanchez de
+Feria en su obra inédita ya en otras ocasiones citada: _Descripcion
+antigua y moderna, etc._) unos soldados castellanos, esforzados y
+valientes, que cansados de padecer trabajos en las dilatadas guerras
+sobre Algeciras, y desengañados de las cosas del mundo, desampararon las
+banderas del rey D. Fernando el IV por lo desabrido que estaba con él
+todo el ejército, y se resolvieron á militar por el reino del cielo;
+para lo que se ocultaron en las malezas de los montes cordobeses á hacer
+vida solitaria. Unos habitaban en cuevas, otros en chozas, otros en
+ermitas que fabricaban... Unos residian en tierra de Ribera la alta, en
+un cerro eminente de dificil subida, cerca del arroyo _del Gato_, no
+lejos del rio Guadamellato... Otros se situaron en las montañas del
+Bañuelo, donde permanecen arruinadas sus ermitas... Y otros ocupaban los
+montes del Albayda... Y habiéndose fundado en 1417 el observantísimo y
+religiosísimo convento del órden de S. Francisco en el sitio ó pago de
+la Arrizafa, dícese se juntaron unos y otros ermitaños en sus
+inmediaciones... para gozar del pasto espiritual del convento.» De
+nuestro _Diario de viaje_ sacamos los siguientes pormenores
+descriptivos. La situacion de estas ermitas es en sumo grado pintoresca:
+desde el mirador que hay á su entrada se divisan, á la derecha, y como á
+la mitad de la vertiente de la montaña, la quinta de la _Albayda_,
+antiguo _Castillo Blanco_, propiedad hoy del conde de Hornachuelos; mas
+lejos el castillo de Almodovar, cuya masa cenicienta descuella confusa
+en la eminencia de un cerro entre los vapores que se levantan de la
+campiña. Hácia la falda del monte que me sirve de atalaya veo á vuelo de
+pájaro la Ruzafa, antigua casa de recreo de Abde-r-rahman I, luego
+convento de padres franciscanos... ¡ahora parador, y fonda casi siempre
+cerrada! Viven en estas ermitas, bajo la proteccion del señor obispo de
+Córdoba, diez y siete ermitaños profesos, y un solo novicio. Observan
+riguroso silencio, é incomunicacion completa entre sí la mayor parte del
+dia. Reúnense solamente en la capilla, en la lectura que sigue á la
+misa, y en el refectorio. Cada cual tiene su celdilla, y hace su
+almuerzo y cena en su cocina: para la comida hay refectorio en la casa
+principal. Emplean en el trabajo manual y corporal cinco horas diarias.
+A las horas de oracion cada cual debe tocar su campana en oyendo sonar
+la de la capilla; é incurre en grave falta el que no lo hace. Visten
+hábito y escapulario con capilla de paño pardo. Hay casa de novicios,
+separada de las celdas de los profesos, las cuales estan aisladas y
+diseminadas por toda la tierra que abraza el Santo Yermo. El noviciado
+dura seis meses. En una de las peñas mas avanzadas de esta montaña han
+labrado los ermitaños para el obispo un cómodo sillon, desde el cual se
+goza una de las perspectivas mas bellas que pueden imaginarse.
+Descúbrese toda la campiña al frente, haciendo fondo á la ciudad las
+sierras de Cabra y de Granada con sus azulados festones de crestas, y
+sobresaliendo al sudeste el pico de Alcaudete: por detrás de la ciudad
+se desliza culebreando el magestuoso Guadalquivir.
+
+[445] En su famosa carta al obispo de Pamplona Wiliesindo.
+
+[446] Era S. Eulogio, dice su condiscípulo Paulo Alvaro, _tan pequeño de
+cuerpo como grande de alma_.
+
+[447] «Vé, carta, y sal con mucha priesa, volando por selvas y collados:
+atraviesa con apresurado curso los valles y busca los sagrados edificios
+del amado de Dios Benedicto. Allí siempre hallan reposo los que llegan
+fatigados: dáseles con abundancia verduras, pan y peces. Hay allí alegre
+amor, y culto á Jesucristo á todas horas: piadosa paz, entendimiento
+humilde y hermosa conformidad entre los hermanos. Dirás al abad y á sus
+compañeros: ¡Dios os guarde, vivid felices!» Trae estos versos Leon
+Hostiense en el lib. I, c. 17 de su Hist. de Monte Casino.
+
+[448] «_Jubet ecclesias nuper structas diruere, et quidquid novo cultu
+in antiquis basilicis splendebat, fueratque temporibus arabum rudi
+formatione adiectum elidere, etc._» _Memor. Sanctor._, lib. III,
+_Destructio basilicarum_, cap. 3.
+
+[449] Verificóse aquella en el año 853, y cinco años despues vemos al
+célebre Sanson hallarse de abad en el monasterio Peñamelariense, cuando
+vinieron á Córdoba por los cuerpos de los santos mártires Jorge y
+Aurelio los dos monges Usuardo y Olivardo de la abadía de S. German de
+Paris.
+
+[450] Almundhyr sin embargo, mas inclinado á la paz que á la guerra,
+medió eficazmente para restablecer la concordia entre su padre Mohammed
+y el rey D. Alfonso. Con este motivo pasó á Córdoba el presbítero
+toledano Dulcidio, el cual cumplió su embajada tan á satisfaccion de
+ambos, que de vuelta á los estados de D. Alfonso se llevó consigo los
+cuerpos de S. Eulogio y Sta. Leocricia. El piadoso presbítero salió
+alegre de Córdoba con las santas reliquias en diciembre de aquel mismo
+año (883), y en enero del siguiente llegó á Oviedo, donde las recibieron
+con devocion suma y solemne pompa el rey, el arzobispo Hermenegildo y
+toda la corte.
+
+[451] En este intérvalo florecieron pacíficamente los condes Adulfo y
+Guyfredo, á quienes celebró en sus epígramas latinos el arcipreste
+Ciprian: al primero por la biblioteca que habia regalado á la basílica
+de S. Acisclo (que tampoco habia sido destruida); y al segundo con
+motivo de un abanico ofrecido á la condesa Guysinda, su esposa.
+
+[452] Consta de una lápida que en tiempo de Felipe II fué descubierta en
+el sitio llamado _los Marmolejos_, descifrada por Ambrosio de Morales, y
+colocada en el que era convento de S. Pablo.
+
+[453] El rey de Leon D. Sancho, que acudió á Córdoba á curarse una
+hidropesía calificada de incurable.
+
+[454] El mismo D. Sancho, que se hallaba desposeido de su trono; su
+abuela la reina Theuda; el rey de Navarra, su hijo; Ordoño IV, rey de
+Galicia; la condesa de Galicia, madre del conde Rodrigo Velascon; el
+conde D. Vela y sus hijos, etc.: todos los cuales fueron alojados,
+mantenidos con gran decencia, y espléndidamente agasajados por An-nasír
+y Alhakem, que se preciaban de ser el amparo y refugio de los príncipes
+estrangeros.
+
+[455] El monge aleman Gerberto, que despues llegó á ser pontífice con el
+nombre de Silvestre II. Vino á Córdoba, dice en su Crónica el monge
+Ademaro, _causa sophiæ_, pues rivalizando en el cultivo de las ciencias
+y de la literatura los árabes, los cristianos y los judíos, llegó
+verdaderamente esta ciudad á convertirse en una nueva Atenas. Quien
+desee formarse alguna idea del amor que Alhakem II profesaba á las
+ciencias, y de los muchos hombres célebres que florecieron bajo su
+reinado, puede ver el cap. 6 del lib. VI de la Hist. de Al-Makkarí.
+
+[456] Tambien resulta del acta del martirio de esta santa que permanecia
+en pié la basílica de los santos Fausto, Januario y Marcial. Otro tanto
+se infiere respecto de la basílica de S. Andrés de una lápida de mármol
+blanco, sumamente curiosa, que aun conserva la parroquia del mismo
+nombre en la haz interior de su pared septentrional. Dícese en ella en
+ocho elegantes versos yámbicos latinos, estar allí enterradas _Speciosa_
+y su hija _Tranquila_, vírgen consagrada á Dios, y que la hija murió en
+la Era 965 (A-D. 927), muriendo la madre despues en la Era 1004 (A-D.
+966). De aquí tambien se deduce la grande antigüedad de esta basílica,
+puesto que, no siendo verosimil que fuese construida en los tiempos de
+desolacion y pobreza que siguieron al martirio de S. Eulogio, debe
+racionalmente creerse que existia ya en tiempo de este santo, y para
+conservarse en pié durante el reinado de Mohammed, debia ya contar mas
+de trescientos años de existencia segun el edicto del mismo arriba
+mencionado. De consiguiente la basílica de S. Andrés debió ser fundacion
+por lo menos del siglo VI de la Iglesia. Esto no se opone á que pudieran
+restaurarla despues los mozárabes segun su peculiar arquitectura; pero
+de todos modos la lápida referida, que cubre en aquel muro un sepulcro
+nunca violado, es prueba evidente de que dicho muro y la fábrica
+principal del templo estaban en pié á mediados del siglo X. El
+arqueólogo debe tener esto presente al visitar dicha iglesia en su parte
+antigua por dentro y fuera (pues el antiguo templo miraba á oriente y
+tenia su nave central en lo que es hoy crucero), y al comparar su ábside
+primitivo y su portada, que aun se conservan, con los de las parroquias
+que hemos designado como de mas remota edad.
+
+Pegado á este ábside por la parte del mediodia hay un edificio que
+tambien indica grande antigüedad. Puede haber sido dependencia de la
+parroquia; pudiera quizás tambien haber servido de asilo á algunas
+religiosas ahuyentadas de su monasterio de la Sierra cuando las del
+monasterio Tabanense, entregado á las llamas, se refugiaron asimismo en
+una casa contigua á la basílica de S. Cipriano. En tal caso viviria la
+vírgen Tranquila con su madre junto á esta parroquia, como vivian unidas
+á la otra Sta. Columba y su hermana Isabel.
+
+[457] Distinguiendo al propio tiempo con crecidos estipendios á los
+mozárabes que militaban bajo sus banderas. «_Almanzor autem... ita sibi
+Christianos alicere satagebat, ut Christianos arabibus ostenderet
+chariores_,» dice el arzobispo D. Rodrigo, lib. 5. _Hist._ cap. 14.
+
+[458] Hoy todavía se ven las ruinas del famoso castillo de este nombre
+en el centro de la Sierra, á cuatro leguas de Córdoba y á la derecha del
+camino que sube desde Trasierra hácia Espiel. Son evidentemente restos
+de un grande edificio árabe.
+
+[459] Tronco y principio de la ilustre casa de los _Manriques de Lara_.
+
+[460] Aunque Almanzor era solamente _hagib_ ó primer ministro del
+verdadero califa, Hixem II, mandaba de hecho como rey, y por tal le
+tenia el pueblo castellano. Véase pág. 189.
+
+[461] Ambrosio de Morales, _Crón._ lib. XVI, cap. 45.
+
+[462] S. Zoil y S. Félix, que llevó al famoso monasterio de Carrion.
+
+[463] Así sucederia con las reliquias de diversos mártires que se
+veneran en la iglesia de los santos Fausto, Januario y Marcial, hoy
+parroquia de S. Pedro, y que no fueron descubiertas hasta el año 1575,
+por hallarse debajo de tierra, en una urna de piedra franca; otro tanto
+puede conjeturarse respecto de las imágenes de _Nuestra Señora de la
+Alegría_, que solo reapareció por los años de 1640 al hundir un tabique
+en la ermita de Rocamador del hospital de S. Hipólito: de _Nuestra
+Señora de los Remedios_, que fué hallada al tiempo de la reconquista por
+unos cautivos cristianos en una heredad de la Sierra, y cedida por el
+rey S. Fernando al convento de Trinitarios calzados; y de algunas otras.
+
+[464] En la misma parroquia de S. Andrés, arriba mencionada, hay una
+lápida, cuya inscripcion copiada á la letra con toda su bárbara
+sencillez dice así: FINO DON PERO PEREZ VILLAMMAR ALCALDE DEL REY EN
+CORDOBA EN DIEZ E SIETE DIAS DE FEBRERO. E. MCC DOYS FERIA SEXTA.
+MAESTRE DANIEL ME FECIT. DEUS LO BENDIGA. AMEN. Esta lápida, que
+corresponde al año de Cristo de 1164, está colocada en la haz del muro á
+la parte esterior junto á la portada de la iglesia, á unos cinco piés
+sobre el terreno que fué antiguo cementerio de la misma; y prueba dos
+cosas: 1.º que en 1164 y bajo el imperio de los almohades, aun duraba la
+grey mozárabe en Córdoba, con algunas de sus basílicas y con sus
+autoridades privativas; 2.º que la decoracion arquitectónica de esta
+parroquia es anterior á aquel tiempo, puesto que para colocar la lápida
+allí hubo que encajarla con gran trabajo en la sillería que acompaña á
+la portada, cortando hasta cuatro sillares á cincel y á boca de escoda;
+lo que seguramente no se hubiera hecho si aquella fachada fuera
+posterior al epitáfio.
+
+[465] S. Martin de Soure, cautivado en Portugal, murió entonces (año
+1147) en una mazmorra de Córdoba, donde estaba con otros varios
+cautivos. Los mozárabes le enterraron en la basílica de _Sta. María_.
+Esta basílica cree Gomez Bravo fuese la que hoy se conserva junto á la
+_Corredera_ con el nombre de _Nuestra Señora del Socorro_; y añade «que
+se mantendria á espensas de los cautivos cristianos.» No vemos la razon
+por qué habian de mantener los cautivos esta iglesia habiendo en la
+ciudad cristianos libres que podian hacerlo; pues á pesar de la gran
+persecucion tenian en los años posteriores, como acabamos de demostrar,
+otras basílicas para el culto, alcaldes nombrados por el rey castellano,
+y libertad suficiente para consagrarles honrosas lápidas
+conmemoraticias.
+
+Sirva esta nota de ilustracion complementaria á la que estendimos al pié
+de la página 209, de la cual pudieran algunos colegir que con la
+persecucion del año 1125 no habia quedado en pié mas basílica que la de
+_Sta. María_.
+
+Esta basílica, dice Al-Makkarí (t. I, lib. III, cap. IV), era la
+principal de los cristianos, y á ella acudian peregrinos de lejanas
+tierras. El poeta árabe Ibn Shoheyd entró una noche en ella, vióla toda
+engalanada, llena de luces, cubierto el pavimento de ramas de mirto, en
+el momento de celebrarse en ella alguna solemne funcion, y salió
+escandalizado de las sagradas ceremonias de que habia sido testigo.
+Cuáles fueran estas no podemos decirlo, porque su narracion parece
+referirse al Santo Sacrificio, y al mismo tiempo habla de una funcion
+nocturna. «Estaban, dice, revestidos los sacerdotes con ricas vestiduras
+de seda, de varios y alegres colores, y adelantábanse á adorar á Jesus;
+y si se encaminaban hácia la marmórea fuente, era solo para sacar agua
+de ella en el hueco de la mano. Levantóse luego uno de ellos y se colocó
+en medio, y tomando el cáliz se dispuso á consagrar el vino; aplicó al
+licor sus ardientes labios, rojos como los de una doncella, y su
+fragancia le cautivó el sentido; pero cuando libó la deliciosa copa, su
+dulzura y suavidad le sumergieron en un profundo arrobamiento.»
+
+[466] La de la catedral.
+
+[467] Córdoba, tan afamada en otros tiempos por sus joyantes sederías,
+por sus vistosos guadamecíes, por sus delicadas obras de platería, por
+la abundante esportacion que hacia de sus mercaderías, de sus granos,
+aceites y otros frutos, á Italia, á Flandes, á las Indias, ve hoy
+arruinadas su industria y su agricultura, y no esporta mas que barriles
+de aceitunas, jabon, cordelería, cintas, zapatos y sombreros para las
+ferias de Andalucía y Estremadura.
+
+[468] Entiéndase de la época de Fernando VII.
+
+[469] Dos de estas recordamos, la de la puerta de Sevilla, y otra que se
+halla entre la puerta de Almodovar y la de Gallegos, frente al convento
+que fué de la Victoria.
+
+[470] Supónese que se abrió aquel postigo para introducir ganado en la
+ciudad durante el cerco que le tenia puesto S. Fernando, y que habiendo
+logrado algunos soldados cristianos meterse entre el ganado,
+contribuyendo luego á que se tomase la Ajarquía, el rey moro cuando lo
+supo esclamó: _¡bien escusada era allí aquella puerta!_ (_Memorias de la
+ciudad de Córdoba, M. S. de la Real Academia de la Hist. D. 129, relato
+1.º_)
+
+[471] _Historia general de la M. N. y M. L. Ciudad de Córdoba y de sus
+nobilísimas familias_, atribuida al Dr. Andrés de Morales. Lib. VI, cap.
+I.--M. S. de la Real Academia de la Historia.
+
+[472] Véase su lámina, donde por equivocacion se estampó el nombre de
+_puerta de Sevilla_. Sobre su dovelage hay un cartelon de mediano gusto
+con una inscripcion que dice: _Reinando la sacra, católica y real
+magestad del rey D. Felipe nuestro señor, segundo de este nombre_.
+
+[473] Hoy ermita de Sta. Quiteria, en la calle de los Judíos. Véase la
+pág. 223.
+
+[474] De las puertas interiores de la ciudad que dividian la Almedina y
+la Ajarquía señala tres Ambrosio de Morales, además de la del Sol y de
+la del Rincon: el _portillo de la calle de la Feria_, el _de la
+Fuenseca_, y la _puerta del Hierro_. De esta última hallamos mencion en
+Al-Makkarí y en Ben Adzarí bajo el mismo nombre (_babu-l-hadid_), y en
+algunos documentos posteriores á la reconquista. La _puerta del Hierro_
+se designa en la donacion de S. Fernando á los religiosos de Sto.
+Domingo como punto próximo al solar que se les adjudica para fundar el
+convento de S. Pablo; y por el mismo instrumento se comprueba que la
+huerta enclavada en el mismo se llamaba _del Almezo_ y se estendia á
+toda la manzana. _Feria. M. S. cit. fol. 32._
+
+[475] Sin duda empezó á tener origen esta tradicion cuando estaba ya
+formada la falsa creencia de haber tenido la ciudad otro asiento
+distinto del que hoy tiene, al pié de la Sierra, en el campo vulgarmente
+llamado de _Córdoba la vieja_. Estractaremos el relato que de ella hace
+Al-Makkarí.
+
+«Habitaba en la fortaleza de Almodovar un rey, que yendo un dia de caza,
+soltó tras una perdiz un halcon muy querido que tenia, en una floresta
+donde despues andando el tiempo vino á formarse la ciudad de Córdoba. La
+perdiz acosada se metió en un espeso zarzal: el halcon persiguiéndola se
+entró tambien en él; pero viendo el rey al cabo de largo rato que su
+pajaro favorito no parecia, mandó á sus monteros cortar aquella maleza y
+sacarlo. Al practicar esta operacion aparecieron los chapiteles de un
+grande edificio soterrado, y el rey, que era hombre entendido y
+emprendedor, mandó que inmediatamente se desmontára todo el terreno que
+le cubria. Hiciéronse las escavaciones con felicidad, y salió á luz un
+soberbio palacio, cuyos fundamentos se internaban en el agua sobre un
+sólido cimiento de argamasa puesto segun el arte de los antiguos. El rey
+lleno de gozo lo hizo restaurar con arreglo á su forma primitiva;
+residió en él largas temporadas, y poco á poco fueron al rededor
+levantándose otros edificios, principio y núcleo de la ciudad de
+Córdoba, donde permaneció la descubierta maravilla como morada perpétua
+de los reyes que le sucedieron.»
+
+[476] El historiador Aben Hayyán (fol. 14) menciona además la _puerta
+cerrada_ (_bábo-s-suddá_), en cuyo arco se pusieron en tiempo de
+Abde-r-rahman III garfios ó escarpias para clavar las cabezas de los
+criminales y reos de lesa magestad.
+
+[477] El palacio episcopal fué reedificado á mediados del siglo XV por
+el obispo D. Sancho de Rojas y Sandoval, y entonces subsistió el
+pasadizo, y por consiguiente el muro de donde arrancaba. D. Alonso de
+Aguilar lo incendió pocos años despues, y vuelto á reedificar por el
+obispo D. Pedro Solier, dejó el pasadizo intacto. Hácia la mitad del
+siglo XVI lo amplió D. Leopoldo de Austria, sin demoler dicho muro. En
+1622 el obispo Mardones lo prolongó con una nueva y suntuosa edificacion
+hácia el norte, y entonces se demolió el pasadizo árabe dejando en pié
+el muro primitivo.
+
+Segun la descripcion que hace Aben Hayyán (fol. 26) puede creerse que
+este muro del palacio episcopal servia al alcázar árabe como de muralla
+por levante. «Abdalla, dice, hizo abrir una puerta nueva fuera de su
+alcázar y próxima á él, á la cual concurrian las gentes en dias marcados
+á reclamar justicia (_bábo-l-ádal_). Entre ella y el alcázar mandó
+construír una galería de piedra sillería, cubierta de cristales, la
+cual... comunicaba por fin con la maksurah de la gran mezquita.» Así
+pues, la galería ó pasadizo se componia de dos trozos, uno del alcázar á
+la _puerta de la Justicia_, y otro de esta puerta á la mezquita; y este
+segundo trozo sería probablemente el que se conservó hasta el siglo
+XVII. Y la puerta de la Justicia estaria en el muro que es hoy fachada
+del palacio del Obispo.
+
+[478] Despues de arrojado al rio el cadáver de S. Eulogio, estaba por la
+noche de centinela en la torre _de la Vela_ un soldado de Ecija, el
+cual, acosado de la sed, se pasó á beber al caz que por encima del muro
+llevaba el agua á los baños del Califa; y estando allí vió en el rio una
+gran claridad, y observó que encima del cuerpo del santo mártir, que
+sobrenadaba, se hallaban como suspensos en el aire unos ángeles con
+blancas vestiduras sacerdotales, salmodiando dulcemente. ¡Qué asunto
+para un artista de fé! Véase la vida y muerte de S. Eulogio escrita por
+Paulo Alvaro.
+
+[479] Habiamos pensado dar al lector un estrado de las piezas referentes
+á la causa formada al célebre inquisidor Luzero con motivo de sus
+sanguinarios escesos; pero nos vemos precisados á retirarlo por su
+escesivo volúmen. Debidas á la bondad de los señores canónigos de
+Córdoba, que nos las permitieron copiar en el archivo de la santa
+iglesia catedral, las conservamos por si se presenta ocasion de darles
+cabida entre las memorias de la santa iglesia de Sevilla referentes al
+arzobispo que se hallaba de inquisidor general de España en tiempo de
+Luzero, canónigo tambien de aquella catedral. Las cartas que ambos
+cabildos secular y eclesiástico escribieron á reyes y personages de
+estos reinos y de fuera de ellos implorando su proteccion contra aquel
+monstruo de iniquidad, forman en el _libro de las Tablas_ de dicho
+_Archivo_ una coleccion sumamente curiosa (_Caj. A_). No lo son menos
+los documentos del _Caj. I, leg.ª 7 y 10_, entre los cuales hay un
+memorial entregado á los condes de Cabra á nombre de diferentes personas
+que habian los agentes de Luzero llevado presas á los alcázares para que
+declarasen crímenes de que jamás habian tenido ni remota idea. En un
+libretillo (núm. 296) se hacen al rey bajo la forma de memorial
+interesantes revelaciones: se le dice que el alcázar estaba hecho _cueva
+de traiciones y maldades_, y despues de referirle los atentados que en
+él cometian Luzero, el licenciado Lafuente, y otros, se suplica con el
+mayor ahinco á S. A. vaya á Córdoba á poner remedio, seguros los que
+esponen de que si el rey accediese á ello, habia de mandar que en el
+sitio del _Marrubial_, donde aquellos inicuos jueces habian hecho quemar
+á ciento siete cristianos inocentes, y luego á otros veintisiete mas,
+_se hiciese casca de mártires_.
+
+[480] El sencillo monumento erigido por Ambrosio de Morales en el
+_Campillo_ desapareció en tiempo de la invasion francesa. El P. Roa y
+otros escritores han publicado los versos que á los mártires de Córdoba
+consagró en él el famoso cronista de Felipe II, y recientemente ha
+publicado un periódico de Madrid la version que de los mismos ha hecho
+en elegantes endecasílabos castellanos nuestro buen amigo el Sr. D.
+Francisco de Borja Pavon, natural y vecino de aquella ciudad, anticuario
+tan erudito cuanto modesto.
+
+[481] El anónimo parisiense (códice de mucha autoridad entre los
+arabistas) dice que cuando Moguen tomó á Córdoba no habia ya puente, y
+hubo que vadear el rio, ó pasarlo á nado; que As-samh ben Malek edificó
+el que hoy existe, con autorizacion del califa Omar, el cual le permitió
+emplear en su construccion los sillares de la antigua muralla; y que las
+brechas abiertas en esta se rellenaron con ladrillo por no haberse
+hallado á mano piedra á propósito (Año 101 de la Egira.).
+
+[482] Véase la lámina _Córdoba desde el castillo de la Carraola_.
+
+[483] De aquí vino el llamarse despues _Campo de la verdad_ aquel gran
+llano que está al otro lado del rio al mediodia de la ciudad. _Historia
+de Córdoba_, M. S. citado de la Real Academia de la Historia, H. 12,
+tomo II, pág. 343 y siguientes.
+
+[484] La de los santos mártires Fausto, Januario y Marcial, que se llamó
+luego de _S. Pedro_; la de los santos patronos de Córdoba Acisclo y
+Victoria, y la de Sta. Olalla extramuros de la ciudad.
+
+[485] Asi debió suceder con las de _S. Andrés_, _Sta. Marina_, _la
+Magdalena_, _S. Lorenzo_, _Santiago_, _S. Nicolás de la villa,_ y las
+demas que creemos existían antes de la reconquista.
+
+[486] Véase la lámina _Iglesia de Sta. Marina_.
+
+[487] Véase la lámina _Iglesia de S. Lorenzo_.
+
+[488] Véase la nota de la pág. 349 en sus últimos párrafos.
+
+[489] Véase en la lámina de Detalles correspondiente el _Roseton de S.
+Miguel_.
+
+[490] Esta torre fué edificada por el obispo D. Iñigo Manrique,
+comenzada segun tradicion en 1494, y terminada, segun la inscripcion
+gótica que se puso en ella, en 1496. La tradicion refiere que el alcaide
+de los Donceles D. Diego Fernandez de Córdoba, cuya casa, vecina á esta
+iglesia, recibia molestias de los albañiles que fabricaban la torre,
+despues de haber inútilmente reclamado del obispo la suspension de la
+obra, fué una noche con sus criados y peones, y hundió todo lo que los
+operarios tenian fabricado. Sabedor el prelado del caso, mandó levantar
+la fábrica de nuevo. Cuanto trabajaban los albañiles de dia, otro tanto
+deshacian por la noche el caballero y su gente. Mediaron conminaciones,
+y viendo D. Iñigo Manrique que el alcaide no hacia caso, le declaró
+descomulgado. Hubo recurso al rey, luego al consejo con demanda formal
+interpuesta por el caballero; y durante su resolucion la obra estuvo
+parada. Concluido el pleito, se dió sentencia á favor del obispo, y
+mandó el tribunal se siguiese la fábrica de la torre, previniendo á los
+maestros que la dirigian que se pusiesen en las ochavas de su cuerpo
+principal, mirando á la casa de D. Diego Fernandez de Córdoba, dos
+efigies en ademan de postradas, cargando sobre sus espaldas el peso de
+la fábrica restante, y que debajo de ellas se grabasen estas palabras: á
+un lado PACIENCIA, y al otro OBEDIENCIA: dando á entender al caballero y
+á sus sucesores la paciencia que habian de prestar en sufrir las vistas
+de la nueva torre, y la obediencia debida á la Iglesia.
+
+Así se cumplió. Hoy se ven las referidas figuras en aquellas dos
+esquinas, sirviendo como de remate á dos medias pirámides que arrancan
+de la base de las mismas ochavas; y para mayor efecto las pintan de
+colores. Véase la lámina _Torre de S. Nicolás de la villa_.
+
+[491] No desagradará al lector una noticia sumaria de los principales
+conventos y casas de las órdenes militares establecidos en Córdoba
+despues de la reconquista, con espresion de los años en que se fundaron,
+sitios en que se establecieron, y personages que á ello cooperaron.
+
+Fueron antes que otros atendidos los _padres de Sto. Domingo_, que
+acompañaban al ejército del santo rey confesando y auxiliando en todo á
+los soldados. Dióseles en 1236 solar espacioso junto á la _puerta del
+Hierro_ para fundar el convento de S. Pablo.
+
+Siguieron los _padres de S. Francisco_, instalados por el mismo rey, no
+se sabe en qué año, fuera del antiguo muro divisorio (_cerca de la
+puerta de la Pescadería_, dice Feria. M. S. citado), no lejos del
+convento de S. Pablo en la misma calle de la Feria.
+
+Luego los _Trinitarios Calzados_ (en 1236). Dióles el rey, además del
+solar donde permanece hoy todo desfigurado su convento, la milagrosa
+imágen de Nuestra Señora de los Remedios, hallada por los mozárabes
+cautivos.
+
+Vienen despues: _Nuestra Señora de la Merced_, de época incierta,
+fundado extramuros en la antigua ermita de Sta. Eulalia.--_S. Agustin_,
+establecido en 1296 en los Visos; luego por bula pontificia (en 1312)
+entraron sus religiosos en la ciudad, y estuvieron en el alcázar hasta
+el 1325, en que D. Alfonso XI para ampliar su palacio los estableció
+donde se ve su convento ahora.--Los _santos mártires Acisclo y
+Victoria_, monasterio de benedictinos erigido sobre la basílica antigua
+de los mismos santos (en 1297) por el P. Fr. Rodrigo de Ordoñez,
+conventual del de S. Pedro de Gumiel. Contribuyó á su fábrica el rey D.
+Fernando IV. Desierto desde el año 1527 por haber ido faltando los
+Cistercienses que lo poblaban, fué cedido en 1530 á los padres Dominicos
+del monasterio de Scala Coeli, los cuales lo reedificaron. El rey Felipe
+II, noticioso de que su iglesia amenazaba ruina, dió una copiosa limosna
+para restaurarla. Eran sus patronos los condes de Torres-Cabrera.--_S.
+Francisco de la Arrizafa_, fundado en 1417 por D. Fernando de Rueda,
+extramuros de la ciudad, al pié de la Sierra, en la famosa Ruzafa de
+Abde-r-rahman I. Eran sus patronos los condes de Hornachuelos, señores
+de la Albayda.--_S. Gerónimo de la Sierra_, erigido por el obispo
+Gonzalez Deza (en 1408) en el Alcor de la Sierra, en el sitio llamado
+Valparaiso, en terreno cedido sobre el campo de _Córdoba la vieja_ por
+D. Martin Fernandez de Córdoba, alcaide de los Donceles, y su piadosa
+madre D.ª Inés de Pontevedra. La ciudad de Córdoba dió á los padres
+Gerónimos las ruinas del castillo de _Córdoba la vieja_ para que las
+aprovechasen en la edificacion de su monasterio.--_S. Francisco del
+Monte_, fundado (en 1394) en la Sierra por Martin Fernandez de Andújar,
+caballero de Córdoba, en una heredad suya, á peticion de D. Enrique III
+y la reina D.ª Catalina; y trasladado al sitio que hoy ocupa en 1413. En
+uno de los altares de su iglesia se veneraba la imágen de _Nuestra
+Señora de la Esperanza_ hallada entre las ruinas del famoso y antiguo
+monasterio Armilatense. El arco de la portería de este convento estaba
+sostenido por dos columnas de jaspe blanco que segun tradicion fueron
+sacadas de las mismas ruinas.--Y siguen otros de no poca importancia
+fundados en los siglos XVI y XVII.
+
+Las órdenes militares se instalaron en Córdoba en el año 1237. La de _S.
+Juan de Jerusalen_ en una mezquita de la Almedina (hoy _S. Juan de los
+Caballeros_):--la de _Santiago_ en un solar de la calle de Sta. Ana
+(tambien en la Almedina). No sabemos cuál sea;--la de _Calatrava_ en las
+_Tendillas de Calatrava_ (hoy _casa de la Encomienda_, donde se
+conservan preciosos fragmentos arábigos); la de _Alcántara_ en las
+_casas de Séneca_ (hoy religiosas del _Corpus Christi_), en la Almedina,
+cerca del muro divisorio. Se fundó como convento hospital y oratorio de
+la regla de S. Benito, y conserva hoy su memoria la cuesta de este
+nombre;--el _Orden Teutónico_ en la calle de la Madera, en la Almedina.
+Se estinguió este órden en España en 1310, y en el año 1481 su casa
+convento de Córdoba estaba ya arruinada;--el _Temple_ en la Ajarquía, en
+un solar contiguo á la parroquia de Santiago. De sus casas solo existen
+insignificantes reliquias en la calle llamada _del Claustro_.
+
+Los conventos de religiosas mas notables eran: el de _S. Clemente_,
+fundado por D. Alonso X en 1261 en una huerta suya, en la Ajarquía, y
+luego por el mismo rey trasladado á Sevilla;--el de _Sta. Clara_,
+fundado en 1264 por el arcediano Diaz Sandoval en la iglesia de Sta.
+Catalina (antigua basílica de S. Jorge: luego mezquita). Para ampliacion
+de su fábrica compró el fundador al infante D. Luis, las casas labradas
+por su padre S. Fernando para Juana de Poitiers;--el de _Sta. María de
+las Dueñas_, del Cister, fundado en 1372 por el señor de Luque D. Egas
+Venegas en sus casas propias (colacion del Salvador);--el de _Sta.
+Cruz_, fundado en 1465 en las casas de su morada (colacion de S. Pedro)
+por el P. Fr. Francisco Miranda en nombre de los señores Pedro Gutierrez
+de los Rios, veinticuatro de Córdoba, y Teresa Zurita, su mujer; quienes
+ofrecieron costearlo para que Dios sacase con vida al Pedro Gutierrez de
+las justas que iba á mantener con Suero de Quiñones sobre el paso de los
+peregrinos por el puente de Orbigo;--el de _Sta. Marta_, edificado en
+1468 por el P. Fr. Pedro de Córdoba en las casas de Cárdenas (donde aun
+subsiste).
+
+[492] Véanse las láminas _Hospital de Espósitos_, y _Detalles de la
+fachada_ del mismo.
+
+[493] Véase la lámina _Capilla del hospital del cardenal_.
+
+[494] Cada uno en una calle de las que llevan el nombre del _Baño_
+(_alta_ y _baja_).
+
+[495] Véase acerca de esta diferencia la pág. 299.
+
+[496] Véase la lámina que la representa.
+
+[497] En la calle de _Carniceros_, casa núm. 7, en la de _las Cabezas_,
+núm. 16, en la de _la Pierna_, en la plaza de S. Andrés: ejemplos que
+recordamos en este momento; lo que equivale á citar uno entre mil.
+
+[498] _Afranc_, propiamente _Francia_; pero los árabes aplicaban este
+nombre á todos los dominios cristianos que caían al norte de sus
+provincias en España; así como llamaban _Andalús_ á toda la tierra que
+ellos aquí enseñoreaban.
+
+[499] Ya hemos tenido alguna vez ocasion de advertir que la prohibicion
+alcoránica de aplicar las artes plásticas á la representacion de seres
+animados se infringia muy á menudo en esta época tan brillante del
+califado.
+
+En la descripcion de Azzahra que emprendemos, seguimos fielmente las
+noticias que hemos recogido en las historias compiladas por Al-Makkarí,
+en la _Historia de Almagreb_ de Ben Adzarí, y en estractos de otras que
+bondadosamente nos ha comunicado el Sr. Gayangos. De todas ellas hemos
+formado un conjunto, descartando las especies en que hay
+contradicciones. Parecerá exagerado este relato, pero si se observa que
+otras descripciones de aquellas historias (las de la mezquita de
+Córdoba, por ejemplo) han resultado exactas, tal vez el lector depondrá
+su incredulidad para admirar solamente tanta grandeza.
+
+[500] Las rentas del estado cordobés eran: 5,480,000 dinares de oro de
+las contribuciones de las provincias; 765,000 de los zocos y mercados de
+Córdoba; el quinto del botin cogido al enemigo, y las capitaciones
+impuestas á los mozárabes y judíos, que duplicaban aquellos ingresos.
+
+[501] Véase en Al-Makkarí la curiosa descripcion de la que envió el
+emperador Constantino á Abde-r-rahman III.
+
+[502] Ben Hayyán dice que An-nasír recibió al enviado de Constantino en
+el _pabellon embovedado_, lo cual induce á creer que no habia mas que un
+pabellon con bóveda, que probablemente seria el central, llamado tambien
+_pabellon circular_, _pabellon dorado_, y _salon de los califas_.
+
+[503] La carta de Constantino al califa (dice Ben Hayyán) venia escrita
+en vitela azul celeste con caractéres de oro: dentro de ella, en
+caractéres de plata, una lista de los presentes que enviaba el
+emperador. La carta tenia un sello de oro de cuatro mitcales de peso,
+con la imágen del Mesías en un lado, y los retratos de Constantino y su
+hijo en el otro. Estaba metida en una bolsa de tejido de plata, y esta
+en una caja de oro con el retrato de Constantino admirablemente
+esmaltado: todo encerrado en un estuche con funda de seda y oro.
+
+[504] Este cementerio estaba en el recinto de los alcázares de Córdoba.
+
+[505] No nos ha sido posible rastrear el verdadero nombre de este
+obispo, pues entre los prelados toledanos tampoco hallamos ninguno con
+el nombre esencialmente arábigo de _Kasím_. Otro tanto podemos decir del
+obispo que trajo de Asia las dos célebres fuentes del palacio que vamos
+describiendo, á quien los historiadores árabes llaman _Rabí_. Véase la
+nota 3 de la pág. 173.
+
+[506] El _hagib_ de quien hablamos no era el primer ministro del meznar
+ó consejo del califa, sino simplemente uno de sus _camareros_. Este
+cargo se alteró bajo los últimos Umeyas, cada uno de los cuales tenia un
+gran número de _hagibes_.
+
+[507] Durante el reinado de su hijo Al-hakem (del 961 al 976 de J. C.)
+se hicieron en Medina-Azzahra otras muchas construcciones; pero en los
+alcázares y jardines no habia nada que hacer.
+
+[508] _Azzahra_ viene de la palabra árabe _zahra_, que significa _flor_.
+
+[509] D. Alfonso VI, conquistador de Toledo.
+
+[510] Dicen los historiadores árabes que la peticion del rey D. Alfonso
+fué sugerida por los obispos y eclesiásticos que le acompañaban, por
+considerar que el alumbramiento de la reina sería mas meritorio á los
+ojos de Dios en aquel lugar, que habia sido antiguamente basílica
+cristiana.
+
+[511] En el referido repartimiento el rey _retuvo para sí_ el campo de
+_Córdoba la vieja_, y en una donacion hecha por el mismo monarca á 20 de
+febrero de la Era 1279 (A-D. 1241), que cita Gomez Bravo (t. 1.º, pág.
+4), se dice: _contra Cordubam la vieja_.
+
+[512] El P. Fr. Vasco.
+
+[513] Ambrosio de Morales.
+
+[514] El licenciado D. Pedro Diaz de Rivas.
+
+[515] Estuvo el ciervo en el convento de S. Gerónimo de la Sierra hasta
+hace pocos años. Ahora se halla en el Museo provincial. Es de alto poco
+mas de un pié: el carácter de su forma es puramente ornamental, segun la
+tradicion del arte antiguo, como el de los colosales mitos de Nínive,
+como el de los toros, leones y monstruos fantásticos de Persépolis, como
+el de los famosos leones de la Alhambra. Tiene la cabeza algo levantada
+y la boca abierta como en disposicion de arrojar por ella un caño de
+agua. La cierva, de la misma materia y tamaño, fué llevada al monasterio
+de Nuestra Señora de Guadalupe. No sabemos si se conserva.
+
+[516] Ambrosio de Morales en sus Antigüedades se esforzó vanamente en
+persuadir que _Córdoba la vieja_ era la _Colonia patricia_ fundada por
+Marcelo. No se hizo cargo de los fragmentos de arquitectura decorativa,
+puramente neo-griega, por allí diseminados, ni conoció el estilo arábigo
+del ciervo de bronce que le estuvo una porcion de años vertiendo el agua
+en la pila del claustro de S. Gerónimo, cuando él hacia vida de monge.
+
+[517] El citado D. Pedro Diaz de Rivas. Véase el Discurso primero de sus
+_Antigüedades de Córdoba_. Siguieron su opinion el P. Roa (_De Cordubæ
+in Hispania Betica principatu_), Gomez Bravo (obra citada), y otros.
+
+[518] D. José Antonio Conde en su _Historia de la dominacion de los
+árabes, etc._
+
+[519] Dice que se hallaba á cinco millas de Córdoba, Guadalquivir abajo.
+
+[520] Es esta dehesa propiedad de los marqueses de Guadalcázar, no
+sabemos desde cuándo.
+
+[521] Nuestro citado amigo D. Pascual de Gayangos, que tradujo del árabe
+en correcto idioma inglés la historia de Al-Makkarí para la Sociedad
+asiática de Lóndres. Salió á luz este interesante trabajo en 1840.
+
+[522] Véase la lámina _Fragmentos del palacio de Medina-Azzahra_.
+
+[523] No habiendo podido proporcionarme ninguno de los capiteles de
+Medina-Azzahra que yacen en la huerta del monasterio de S. Gerónimo, no
+me es dado ofrecer al lector mas que los dibujos de los otros fragmentos
+que en mi poder conservo. Sin embargo, por el capitel árabe-bizantino
+que se publica en la correspondiente lámina de _detalles_ juntamente con
+otro de estilo africano sacado de la _capilla de Villaviciosa_, se
+formará una idea exacta de los otros que no ha sido posible ni dibujar
+siquiera. El espresado capitel árabe-bizantino es obra mandada ejecutar
+por el mismo califa que fundó los alcázares de Azzahra, y se conserva
+hoy en Córdoba en el patio de la casa llamada de las _Encomiendas_,
+donde lo ha dibujado para remitírnoslo nuestro bondadoso amigo D. José
+Saló, profesor de pintura y vecino de aquella ciudad.
+
+Las hojas que le adornan son de acanto silvestre, como las que empleó
+Calimaco al introducir entre los órdenes griegos el bello capitel
+corintio; y su disposicion en todo conforme con la que se observaba en
+los mejores tiempos del arte, así en Grecia como en Roma, en los siglos
+de Pericles y de Augusto. Fáltanle solamente los _caulículos_ que se
+adhieren á las volutas por la parte inferior; pero estan felizmente
+sustituidos con esbeltas espadañas que ciñéndose á la voluta terminan en
+el ábaco del capitel. La inscripcion esculpida en este, traducida por el
+Sr. Gayangos, dice así: «_En el nombre de Alá: la bendicion de parte de
+Alá sea sobre el príncipe de los creyentes (Alargue Alá su permanencia
+en la tierra) Abde-r-rahman ben Mohammad. Esto es de lo que mandó labrar
+por manos de Xenif su page. Hizo esto Fatah el marmolista._» La cruz
+esculpida en sus volutas pudiera ser quizás obra de cristianos posterior
+á la reconquista.
+
+Al considerar estos preciosos indicios de la gran pureza á que llegó el
+arte bajo los reinados de Abde-r-rahman III y de su hijo Al-hakem II,
+casi se atreve uno á creer que los árabes-españoles sintieron mejor que
+los bizantinos la belleza del arte helénico, y que muchos elementos de
+la arquitectura griega de los buenos tiempos revivieron en el arte
+andaluz de los siglos IX y X hallándose casi proscritos por la
+arquitectura de Bizancio.
+
+Nótese en el capitel africano del tiempo de Almanzor cuán brevemente
+pasó la ornamentacion del garbo á los primores, del brio á la timidez,
+del franco y libre perfilar al prolijo y nímio afiligranado, en cuyo
+minucioso ejercicio se perdió lastimosamente en las épocas sucesivas
+aquel gusto varonil que prometia al Occidente un renacimiento dichoso
+del arte antiguo seis siglos antes de venir al mundo los grandes genios
+del tiempo de Leon X.
+
+[524] Véanse las descripciones que en sus citadas obras hacen de los
+vestigios de _Córdoba la vieja_. Estas descripciones pueden hoy servir
+de utilísima guia para una esploracion detenida de aquel campo, pues en
+ellas se indican con gran minuciosidad los parages que ocupaban algunos
+curiosos objetos, torres, cisternas, etc., que hoy ya no se ven, y que
+sin duda ha cubierto la _marea_ de la llanura.
+
+[525] Siendo esta superior á mis medios como particular, tuve el honor
+de escitar al gobierno en diciembre de 1853 á que hiciese una
+esploracion arqueológica en la referida dehesa de _Córdoba la vieja_,
+reservándose el emprender escavaciones en regla si aquel prévio
+reconocimiento prometia algun resultado útil á la historia del arte. No
+puedo quejarme de haber sido recibido con indiferencia; al contrario,
+mis indicaciones, el relato fiel de lo que en aquel campo habia yo
+visto, y la mera inspeccion de los fragmentos por mí recogidos,
+despertaron en el Sr. D. Agustin Esteban Collantes, á la sazon ministro
+de Fomento, el mas plausible entusiasmo: nombró inmediatamente en
+Córdoba una comision que entendiese en los trabajos de esploracion, y
+facilitó el pequeño fondo que se creyó suficiente para llevarlos á cabo.
+Confiósenos al Sr. Gayangos y á mí el cargo de dirigir á los
+comisionados de Córdoba, los cuales por su parte animados del mejor celo
+dieron desde luego señales de actividad. Los Sres. D. Ramon Aguilar
+Fernandez de Córdoba, D. Francisco de Borja Pavon y D. José Saló, fueron
+los comisionados: hicieron de su parte cuanto era de apetecer para el
+logro del objeto principal de las instrucciones que les fueron
+remitidas, que era cerciorarse de si habia ó nó edificacion soterrada en
+aquella planicie ó plaza elevada rectangular de que dejo hecho mérito.
+Por causas imprevistas no pudieron comenzar los trabajos hasta mediados
+de mayo de 1854, pero en cuanto los principiaron aparecieron al abrir
+una zanja en la planicie referida vestigios de muros y un enlosado con
+una canal que forma un ángulo recto, dispuesta al parecer para conducir
+aguas. Desgraciadamente el Sr. marqués de Guadalcázar, dueño de la
+dehesa, al otorgar su consentimiento para dicha esploracion, habia
+impuesto á los comisionados de Córdoba dos condiciones que ignorábamos
+en Madrid, y que imposibilitaban la continuacion de la tarea comenzada,
+á saber: que la escavacion habia de suspenderse á fin de mayo, y que no
+habia de poderse cortar ni quemar _árbol, arbusto ni mata de ninguna
+especie_. Cabalmente el desmonte de la gran mata silvestre que obstruye
+el hueco ó caverna del declive meridional de la plaza alta, era una de
+las primeras instrucciones que habiamos dirigido á la comision de
+Córdoba; y por otra parte el vaciado de la escavacion practicada no
+podia ampliarse útilmente en siete dias que faltaban hasta fin de mayo
+no cortando matas ó arbustos. Es pues escusado añadir que la esploracion
+quedó desde entonces paralizada.
+
+[526] El Sr. D. José Caveda en su escelente _Ensayo histórico_, ya otra
+vez citado, se lamenta con sentidas frases de que no se conserve
+siquiera un solo vestigio que nos indique hoy el lugar que ocuparon los
+palacios de Azzahra.
+
+[527] Ambrosio de Morales deduce la gran fertilidad de la Campiña de la
+riqueza que en su tiempo gozaban sus lugares, citando algunas aldeas,
+como Santaella, la Rambla y otras, que tenian hasta 2000 y 3000 vecinos,
+sin otra industria que la labranza y la ganadería.
+
+[528] En la silva del nacimiento de Lucano.
+
+[529] Llamábase municipio _Mellariense_: dió una fuente nombre al lugar,
+y á ambos la grande abundancia de miel que se recoge por allí. Debió ser
+de bastante importancia, puesto que erigia estátuas á los varones
+beneméritos, como lo prueba la inscripcion que se conserva en la puerta
+de su fortaleza, hoy iglesia parroquial, y que publicó en sus
+_Antigüedades_ Ambrosio de Morales.
+
+[530] El castillo de Belalcázar es propiedad del duque de Osuna por la
+incorporacion del condado en la casa de Benavente.
+
+El hecho que acabamos de referir está sacado de la Historia m. s. de la
+ciudad de Córdoba atribuída á D. Andrés Morales que posee la Real
+Academia de la Historia, Tomo II. pág. 1474 y siguientes.
+
+[531] Otro Nuño de Lara (D. Francisco), capitan retirado, prestó tambien
+grandes servicios á Montoro en la guerra de la _Independencia_. Con los
+tiradores de la villa causó daños considerables al ejército de Dupont, y
+lejos de intimidarse con la derrota de las _Ventas de Alcolea_, le tuvo
+en contínua alarma.
+
+[532] Así constaba de una lápida de alabastro que estaba en el mismo
+castillo (segun afirma Garibay en sus _Genealogías m. ss._, tomo 9.º,
+lib. 54, fol. 259), que decia lo siguiente: _En el nombre de Dios. Amen.
+Esta obra mandó facer Garci-Mendez de Sotomayor, señor de Jodar: e
+fízole maestre Mohammad; e fué obrero Ruy Cil, e fízose en la Era de
+1363. Christus vincit: Christus regnat: Christus imperat._
+
+[533] El erudito Llaguno y Amírola dejó unos curiosos apuntes sobre la
+navegacion del Guadalquivir y del Genil, estractos de las noticias que
+traen sobre la misma materia Zúñiga, Roa y Ambrosio de Morales. Resulta
+de este estudio que la navegacion desde Sevilla á Córdoba, y vice-versa,
+se mantenia espedita en tiempo de S. Fernando; que despues del reinado
+de D. Alonso el Sabio, atropellando intereses particulares al público,
+empezaron á entorpecer aquella libre navegacion con azudas para molinos,
+que, aunque dejaban canales para el paso de los barcos, causaban grandes
+molestias á los traficantes y barqueros; que reinando D. Pedro el Cruel
+se quejaron los barqueros de Sevilla del daño que les hacian los dueños
+de aquellos molinos cerrando las canales por donde pasaban antes los
+barcos, y el rey dió auto poniendo remedio, en cuya virtud el alcalde
+mayor de Córdoba, para que constase siempre en adelante el ancho que
+habian de tener las canales de las presas, tomó la medida en el _arco de
+las bendiciones_ de la catedral, y la dió por norma para la anchura
+referida, señalando de fondo dos varas; que la navegacion se abandonó
+despues por los robos que con sus entradas hacian en los pasajeros los
+moros de Granada; que por los años de 1524, habiendo vuelto de Paris el
+maestro Fernan Perez de Oliva, se agitó nuevamente este asunto con mucho
+calor en el cabildo de Córdoba, en una de cuyas sesiones propuso aquel
+sabio economista, que dejando el antiguo y mezquino modo de navegar con
+barquillos traidos á remo, se estableciese la navegacion á la sírga, tan
+fácil y productiva, como se practicaba en muchos rios de Italia, Francia
+y Flandes con barcas de suelo llano que cargaban mas de 200 carros de
+peso y calaban menos de una braza de agua; finalmente, que en 1561 se
+volvió á tratar este importante negocio, hizo el rey Felipe II reconocer
+el rio por personas entendidas, é informado de que la navegacion del
+Guadalquivir ofrecia dificultades nada insuperables, resolvió S. M.
+fuese restablecida en cuanto se acabasen las obras para dejar corriente
+la del Tajo, donde por la singular industria y grande ánimo de Juan
+Bautista Antonelli se estaban venciendo obstáculos mucho mayores. Sin
+embargo de tan buenas esperanzas nada llegó á hacerse entonces: luego,
+en 1629, volvió á resucitar el proyecto, y nuevamente quedó abandonado.
+
+[534] Existe en las casas de Ayuntamiento. Fué hallada entre las ruinas
+de la ermita de Sta. Sofía y tiene esta inscripcion: SACRATA DOMUS
+AUGUSTO.
+
+[535] Véase la página 244, nota 1.
+
+[536] Los condes de Alcaudete, cuyo estado fundó el adelantado D. Alonso
+Fernandez de Córdoba, hijo de D. Martin Alonso.
+
+[537] Fueron sus primeros señores los Aguilares, por donacion que hizo
+el rey S. Fernando á D. Gonzalo Ibañez, que le mudó el nombre de _Poley_
+por el de _Aguilar_.
+
+[538] Cuando los últimos Aguilares señores de la villa murieron en
+Algeciras sin dejar descendencia masculina, el rey D. Alonso XI
+incorporó el estado de Aguilar á la corona, y á los descendientes por
+hembra D. Bernardo vizconde de Cabrera y D. Alonso Fernandez Coronel,
+los contentó con la _Puebla de Alcocer y Capilla_. D. Alonso Coronel no
+obstante obtuvo del rey D. Pedro, por mediacion de D. Juan Alfonso de
+Alburquerque, el estado de Aguilar reteniendo á Capilla.
+
+[539] Despues de muerto D. Alonso Coronel, su estado fué incorporado á
+la corona; y muerto el rey D. Pedro, D. Enrique II dió la villa de
+Aguilar á D. Gonzalo Fernandez de Córdoba, de quien se derivó á sus
+descendientes los marqueses de Priego.
+
+[540] En la parte de esta Sierra colindante con las de Priego, Luque y
+Carcabuey, se crian muchos vegetales preciosos para la medicina: hay
+tambien canteras de jaspe rojo de muchas especies, mármoles, piedra
+blanca, alabastro y piedra comun, que beneficiaban los árabes.
+
+[541] De la famosa _Nava de Cabra_ dice el moro Rasis estas palabras en
+su historia: «Tiene Cabra en su término un monte que llaman Selva, y es
+tan alto que contiende con las nubes. En aquel monte hay muchas flores y
+de muy buenos olores, y además yerbas de todas virtudes.»
+
+[542] La Sima de Cabra, que tanto llamó la atencion de Cervantes, se
+abre á un lado de aquella sierra en el llano que hay á la espalda del
+tajo que llaman de Camarena. Las generaciones unas á otras han ido desde
+una época muy remota legándose maravillosas tradiciones y consejas que
+la hacen objeto de pavor entre la gente sencilla. Rasis decia que era
+una de las puertas de la caverna de los vientos. En el año 1841 se
+practicó en ella un reconocimiento por un profesor de ciencias y otras
+personas entendidas: resultó haber á la distancia de unas 140 varas de
+su boca una esplanada bastante capaz, ensanchando desde la entrada sus
+paredes sin guardar regularidad y en diversos tramos. Desde su mitad ó
+algo más ensancha desproporcionadamente, y en su fondo tienen las
+paredes musgo y humedad. Solo se encontraron ranas en lo profundo de la
+Sima.
+
+No sin fundamento la mira con espanto el vulgo, porque el puntilloso
+honor andaluz la escogió algunas veces para sepultura de los infelices
+autores de sus mancillas. Cuéntase de un título cordobés que
+sacrificando á la reparacion de su honor ofendido los vínculos mas
+tiernos de la naturaleza, precipitó en ella á una hija suya que vivia
+amancebada con un jóven de oscuro linage. Sirviéronle en este acto de
+cómplices dos hermanos de la víctima: fingieron una huelga campestre
+diciendo que iban á ver á un pariente muy ilustre, aderezóse todo lo
+necesario, y la pobre señora creyéndolo se compuso lo mejor que pudo y
+con sus mas costosos aderezos. Metida en una litera con muy honrado
+acompañamiento, fueron caminando por sendas estraviadas, y llegado que
+hubieron cerca de la Sima de Cabra se apearon todos. Despues de
+merendar, mientras merendaban los _criados_, _apartáronse_ el padre, la
+hija y sus dos hermanos, fingiendo ellos ir divertidos con varias
+razones, y al llegar á la Sima dió uno de ellos un empellon á la
+desgraciada mujer y la echó dentro. Hecho esto se volvieron, y
+emprendieron el viaje de retorno para su tierra, muy satisfechos de
+haber dejado sepultada en la Sima la causa de su deshonra. _Libro de
+cosas notables que han sucedido en la ciudad de Córdoba_, M. S. de la
+Real Academia de la Historia, _caso_ 44, fol. 103.
+
+[543] El nombre romano de _Egabrum_ que llevó, parece derivarse del
+griego _Aigagros_, que se interpreta _Cabra_ montés ó silvestre.
+
+[544] Tiene en su clave el arco principal esta inscripcion: DIEGO DE
+BERNUÍ, REGIDOR DE BURGOS, POBLÓ Á BENAMEXÍ, Y EDIFICÓ ESTA PUENTE Á SU
+COSTA, AÑO 1556.
+
+[545] Aunque el Sr. Pí y Margall, que comenzó este tomo escribiendo sus
+primeras 64 páginas, se habia propuesto incluir en él las tres
+provincias de CÓRDOBA, SEVILLA Y CÁDIZ, al emprender nosotros su
+continuacion creimos tan grande la importancia de la historia monumental
+de CÓRDOBA, que resolvimos desde luego consagrarlo á ella
+esclusivamente. El lector juzgará ahora en vista del desempeño de
+nuestra tarea, si hemos hecho bien en estendernos tanto en
+consideraciones sobre las instituciones islamitas y sobre la historia
+general de la arquitectura, que nos parecieron indispensables para
+apreciar debidamente el espíritu y significacion de la grande obra que
+simboliza todas las glorias del Califado. Si aplaude nuestra
+determinacion, facilmente nos perdonará que no le hayamos aun conducido
+á la márgen opuesta del Genil; si la desaprueba, sírvanos de disculpa la
+buena intencion con que hemos procedido.
+
+
+
+
+
+
+End of the Project Gutenberg EBook of Recuerdos y bellezas de España; Córdoba, by
+Pedro D. Madrazo
+
+*** END OF THIS PROJECT GUTENBERG EBOOK RECUERDOS Y BELLEZAS DE ESPA¤A ***
+
+***** This file should be named 37590-8.txt or 37590-8.zip *****
+This and all associated files of various formats will be found in:
+ http://www.gutenberg.org/3/7/5/9/37590/
+
+Produced by Chuck Greif and the Online Distributed
+Proofreading Team at http://www.pgdp.net (This book was
+produced from scanned images of public domain material
+from the Google Print project.)
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+will be renamed.
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+Creating the works from public domain print editions means that no
+one owns a United States copyright in these works, so the Foundation
+(and you!) can copy and distribute it in the United States without
+permission and without paying copyright royalties. Special rules,
+set forth in the General Terms of Use part of this license, apply to
+copying and distributing Project Gutenberg-tm electronic works to
+protect the PROJECT GUTENBERG-tm concept and trademark. Project
+Gutenberg is a registered trademark, and may not be used if you
+charge for the eBooks, unless you receive specific permission. If you
+do not charge anything for copies of this eBook, complying with the
+rules is very easy. You may use this eBook for nearly any purpose
+such as creation of derivative works, reports, performances and
+research. They may be modified and printed and given away--you may do
+practically ANYTHING with public domain eBooks. Redistribution is
+subject to the trademark license, especially commercial
+redistribution.
+
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+Gutenberg"), you agree to comply with all the terms of the Full Project
+Gutenberg-tm License (available with this file or online at
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+electronic works
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+1.A. By reading or using any part of this Project Gutenberg-tm
+electronic work, you indicate that you have read, understand, agree to
+and accept all the terms of this license and intellectual property
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+the terms of this agreement, you must cease using and return or destroy
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+If you paid a fee for obtaining a copy of or access to a Project
+Gutenberg-tm electronic work and you do not agree to be bound by the
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+entity to whom you paid the fee as set forth in paragraph 1.E.8.
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+1.B. "Project Gutenberg" is a registered trademark. It may only be
+used on or associated in any way with an electronic work by people who
+agree to be bound by the terms of this agreement. There are a few
+things that you can do with most Project Gutenberg-tm electronic works
+even without complying with the full terms of this agreement. See
+paragraph 1.C below. There are a lot of things you can do with Project
+Gutenberg-tm electronic works if you follow the terms of this agreement
+and help preserve free future access to Project Gutenberg-tm electronic
+works. See paragraph 1.E below.
+
+1.C. The Project Gutenberg Literary Archive Foundation ("the Foundation"
+or PGLAF), owns a compilation copyright in the collection of Project
+Gutenberg-tm electronic works. Nearly all the individual works in the
+collection are in the public domain in the United States. If an
+individual work is in the public domain in the United States and you are
+located in the United States, we do not claim a right to prevent you from
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+are removed. Of course, we hope that you will support the Project
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+the work. You can easily comply with the terms of this agreement by
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+the laws of your country in addition to the terms of this agreement
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+work or any other work associated with Project Gutenberg-tm.
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+electronic work, or any part of this electronic work, without
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+
+1.E.7. Do not charge a fee for access to, viewing, displaying,
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+- You pay a royalty fee of 20% of the gross profits you derive from
+ the use of Project Gutenberg-tm works calculated using the method
+ you already use to calculate your applicable taxes. The fee is
+ owed to the owner of the Project Gutenberg-tm trademark, but he
+ has agreed to donate royalties under this paragraph to the
+ Project Gutenberg Literary Archive Foundation. Royalty payments
+ must be paid within 60 days following each date on which you
+ prepare (or are legally required to prepare) your periodic tax
+ returns. Royalty payments should be clearly marked as such and
+ sent to the Project Gutenberg Literary Archive Foundation at the
+ address specified in Section 4, "Information about donations to
+ the Project Gutenberg Literary Archive Foundation."
+
+- You provide a full refund of any money paid by a user who notifies
+ you in writing (or by e-mail) within 30 days of receipt that s/he
+ does not agree to the terms of the full Project Gutenberg-tm
+ License. You must require such a user to return or
+ destroy all copies of the works possessed in a physical medium
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+ money paid for a work or a replacement copy, if a defect in the
+ electronic work is discovered and reported to you within 90 days
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+ distribution of Project Gutenberg-tm works.
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+1.E.9. If you wish to charge a fee or distribute a Project Gutenberg-tm
+electronic work or group of works on different terms than are set
+forth in this agreement, you must obtain permission in writing from
+both the Project Gutenberg Literary Archive Foundation and Michael
+Hart, the owner of the Project Gutenberg-tm trademark. Contact the
+Foundation as set forth in Section 3 below.
+
+1.F.
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+1.F.1. Project Gutenberg volunteers and employees expend considerable
+effort to identify, do copyright research on, transcribe and proofread
+public domain works in creating the Project Gutenberg-tm
+collection. Despite these efforts, Project Gutenberg-tm electronic
+works, and the medium on which they may be stored, may contain
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+of Replacement or Refund" described in paragraph 1.F.3, the Project
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+PROVIDED IN PARAGRAPH F3. YOU AGREE THAT THE FOUNDATION, THE
+TRADEMARK OWNER, AND ANY DISTRIBUTOR UNDER THIS AGREEMENT WILL NOT BE
+LIABLE TO YOU FOR ACTUAL, DIRECT, INDIRECT, CONSEQUENTIAL, PUNITIVE OR
+INCIDENTAL DAMAGES EVEN IF YOU GIVE NOTICE OF THE POSSIBILITY OF SUCH
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+providing it to you may choose to give you a second opportunity to
+receive the work electronically in lieu of a refund. If the second copy
+is also defective, you may demand a refund in writing without further
+opportunities to fix the problem.
+
+1.F.4. Except for the limited right of replacement or refund set forth
+in paragraph 1.F.3, this work is provided to you 'AS-IS' WITH NO OTHER
+WARRANTIES OF ANY KIND, EXPRESS OR IMPLIED, INCLUDING BUT NOT LIMITED TO
+WARRANTIES OF MERCHANTIBILITY OR FITNESS FOR ANY PURPOSE.
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+1.F.5. Some states do not allow disclaimers of certain implied
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+If any disclaimer or limitation set forth in this agreement violates the
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+interpreted to make the maximum disclaimer or limitation permitted by
+the applicable state law. The invalidity or unenforceability of any
+provision of this agreement shall not void the remaining provisions.
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+1.F.6. INDEMNITY - You agree to indemnify and hold the Foundation, the
+trademark owner, any agent or employee of the Foundation, anyone
+providing copies of Project Gutenberg-tm electronic works in accordance
+with this agreement, and any volunteers associated with the production,
+promotion and distribution of Project Gutenberg-tm electronic works,
+harmless from all liability, costs and expenses, including legal fees,
+that arise directly or indirectly from any of the following which you do
+or cause to occur: (a) distribution of this or any Project Gutenberg-tm
+work, (b) alteration, modification, or additions or deletions to any
+Project Gutenberg-tm work, and (c) any Defect you cause.
+
+
+Section 2. Information about the Mission of Project Gutenberg-tm
+
+Project Gutenberg-tm is synonymous with the free distribution of
+electronic works in formats readable by the widest variety of computers
+including obsolete, old, middle-aged and new computers. It exists
+because of the efforts of hundreds of volunteers and donations from
+people in all walks of life.
+
+Volunteers and financial support to provide volunteers with the
+assistance they need, are critical to reaching Project Gutenberg-tm's
+goals and ensuring that the Project Gutenberg-tm collection will
+remain freely available for generations to come. In 2001, the Project
+Gutenberg Literary Archive Foundation was created to provide a secure
+and permanent future for Project Gutenberg-tm and future generations.
+To learn more about the Project Gutenberg Literary Archive Foundation
+and how your efforts and donations can help, see Sections 3 and 4
+and the Foundation web page at http://www.pglaf.org.
+
+
+Section 3. Information about the Project Gutenberg Literary Archive
+Foundation
+
+The Project Gutenberg Literary Archive Foundation is a non profit
+501(c)(3) educational corporation organized under the laws of the
+state of Mississippi and granted tax exempt status by the Internal
+Revenue Service. The Foundation's EIN or federal tax identification
+number is 64-6221541. Its 501(c)(3) letter is posted at
+http://pglaf.org/fundraising. Contributions to the Project Gutenberg
+Literary Archive Foundation are tax deductible to the full extent
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+The Foundation's principal office is located at 4557 Melan Dr. S.
+Fairbanks, AK, 99712., but its volunteers and employees are scattered
+throughout numerous locations. Its business office is located at
+809 North 1500 West, Salt Lake City, UT 84116, (801) 596-1887, email
+business@pglaf.org. Email contact links and up to date contact
+information can be found at the Foundation's web site and official
+page at http://pglaf.org
+
+For additional contact information:
+ Dr. Gregory B. Newby
+ Chief Executive and Director
+ gbnewby@pglaf.org
+
+
+Section 4. Information about Donations to the Project Gutenberg
+Literary Archive Foundation
+
+Project Gutenberg-tm depends upon and cannot survive without wide
+spread public support and donations to carry out its mission of
+increasing the number of public domain and licensed works that can be
+freely distributed in machine readable form accessible by the widest
+array of equipment including outdated equipment. Many small donations
+($1 to $5,000) are particularly important to maintaining tax exempt
+status with the IRS.
+
+The Foundation is committed to complying with the laws regulating
+charities and charitable donations in all 50 states of the United
+States. Compliance requirements are not uniform and it takes a
+considerable effort, much paperwork and many fees to meet and keep up
+with these requirements. We do not solicit donations in locations
+where we have not received written confirmation of compliance. To
+SEND DONATIONS or determine the status of compliance for any
+particular state visit http://pglaf.org
+
+While we cannot and do not solicit contributions from states where we
+have not met the solicitation requirements, we know of no prohibition
+against accepting unsolicited donations from donors in such states who
+approach us with offers to donate.
+
+International donations are gratefully accepted, but we cannot make
+any statements concerning tax treatment of donations received from
+outside the United States. U.S. laws alone swamp our small staff.
+
+Please check the Project Gutenberg Web pages for current donation
+methods and addresses. Donations are accepted in a number of other
+ways including checks, online payments and credit card donations.
+To donate, please visit: http://pglaf.org/donate
+
+
+Section 5. General Information About Project Gutenberg-tm electronic
+works.
+
+Professor Michael S. Hart is the originator of the Project Gutenberg-tm
+concept of a library of electronic works that could be freely shared
+with anyone. For thirty years, he produced and distributed Project
+Gutenberg-tm eBooks with only a loose network of volunteer support.
+
+
+Project Gutenberg-tm eBooks are often created from several printed
+editions, all of which are confirmed as Public Domain in the U.S.
+unless a copyright notice is included. Thus, we do not necessarily
+keep eBooks in compliance with any particular paper edition.
+
+
+Most people start at our Web site which has the main PG search facility:
+
+ http://www.gutenberg.org
+
+This Web site includes information about Project Gutenberg-tm,
+including how to make donations to the Project Gutenberg Literary
+Archive Foundation, how to help produce our new eBooks, and how to
+subscribe to our email newsletter to hear about new eBooks.
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+*** START OF THIS PROJECT GUTENBERG EBOOK RECUERDOS Y BELLEZAS DE ESPA¤A ***
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+<table summary="note" border="4" cellpadding="10" style="background-color: #ffffff;max-width:50%;">
+ <tr>
+ <td valign="top" align="center">En esta edición se han mantenido las convenciones ortográficas del
+original, incluyendo las variadas normas de acentuación presentes en el
+texto.<br />
+(nota del transcriptor)</td>
+ </tr>
+</table>
+
+<p>
+<br />
+<br />
+</p>
+
+<p class="cb">RECUERDOS Y BELLEZAS<br />
+DE<br />
+ESPAÑA.</p>
+
+<p class="cb">CÓRDOBA.</p>
+
+<p class="c"><i>Es propiedad de F. J. Parcerisa.</i></p>
+
+<p>
+<br />
+<br />
+</p>
+
+<table border="2" cellpadding="5" cellspacing="0" summary="">
+<tr><td align="center"><a href="#Indice_de_las_materias_contenidas_en_este_tomo"><b>Indice de las materias contenidas en este tomo.</b></a><br />
+<a href="#Guia_para_la_colocacion_de_las_laminas"><b>Guia para la colocacion de las láminas.</b></a><br />
+<a href="#NOTAS"><b>Notas</b></a></td></tr>
+</table>
+
+<p>
+<br />
+<br />
+</p>
+
+<p class="c"><span class="ov">MADRID.&mdash;IMPRENTA DE REPULLÉS.</span>&mdash;1855.
+</p>
+
+<p>
+<br />
+<br />
+</p>
+
+<p class="figcenter">
+<img src="images/ill_cover.jpg" width="566" height="722" alt="RECUERDOS Y BELLEZAS DE ESPAÑA;
+BAJO;
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+obra destinada a dar a conocer sus monumentos y;
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+POR;
+F.J. Parcerisa;
+escrita y documentada por;
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+
+title="RECUERDOS Y BELLEZAS DE ESPAÑA;
+BAJO;
+LA;
+REAL PROTECCION DE;
+S.S.M.M. LA REINA Y EL REY.;
+obra destinada a dar a conocer sus monumentos y;
+antiguedades, en laminas dibujadas del natural;
+POR;
+F.J. Parcerisa;
+escrita y documentada por;
+P. de MADRAZO.;
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+
+<p>
+<br />
+<br />
+</p>
+
+<p class="c"><img src="images/ill_barra.jpg"
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+title="barra decorativa"
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+SEVILLA, CÓRDOBA, CÁDIZ.;
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+DE;
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+SEVILLA, CÓRDOBA, CÁDIZ.;
+INTRODUCCION." />
+</p>
+
+<p class="nind">
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+/>
+ORABAN los primeros rayos del sol las cumbres de Sierra Nevada cuando,
+próximos á empezar á escribir este viaje, quisimos gozar por última vez
+de la frescura que respiran las alamedas del Generalife y de la
+Alhambra. Apoderóse de nosotros una dulce melancolía, y no tardamos en
+dejar por veredas ocultas y solitarias los caminos deliciosos en que se
+confunden con el murmullo de las aguas los suspiros del viento entre los
+árboles. Llegamos involuntariamente al pié de la torre del Agua: nos
+detuvimos, contemplamos de nuevo aquel sombrío paisage<a name="page_002" id="page_002"></a> donde no se
+destacan sobre el azul del cielo mas que torres silenciosas coronadas de
+almenas, y sentimos por instantes latir precipitadamente el corazon y
+concentrarse el alma en la tristeza. Un viajero no menos entusiasta, á
+quien servimos de guia en todas nuestras escursiones, estaba sentado á
+poca distancia de nosotros entre las ruinas de la torre: levantó la
+cabeza, pronunció algunas palabras que solo vimos errar entre sus
+labios, y volvió á caer en una meditacion profunda. Nos acercamos á él,
+y entonces dijo:</p>
+
+<p>«¿Os conmueve mi dolor? ¡Ah! veo que brotan tambien lágrimas de vuestros
+ojos: teneis corazon y me comprendereis. He recorrido muchos paises, y
+no he visto una ciudad como Granada. Los rios que se enlazan á sus
+puertas corriendo entre orillas cubiertas de álamos y flores, la Vega
+que se estiende á sus piés como una alfombra de verdura, la pintoresca
+sierra sobre cuyas blancas vertientes se destacan sus arboledas y sus
+muros, los cerros en cuyas cumbres estan sentados su Albaicin y su
+Alhambra ceñidos de torreones, sus angosturas del Darro donde canta el
+agua en el fondo del follage, su cielo oriental en que he llegado á
+descubrir con los ojos de la imaginacion el fantástico paraiso del
+Profeta, el gorgear de las aves en el seno de sus deliciosas enramadas,
+la dulce armonía de sus brisas perfumadas por el aliento que despiden
+sus cármenes floridos, los caprichosos reflejos del sol en las verdes
+faldas de sus colinas, la melancólica luz de la luna que cruza su
+horizonte entre coros de estrellas como una reina de hadas entre las
+vaporosas ninfas de sus lagunas y corrientes, hasta esas mismas noches
+tenebrosas en que apenas cabe distinguir la silhueta de sus viejos
+monumentos, han escitado en mí sensaciones que nunca habia tenido,
+sentimientos que no habian hecho palpitar nunca mi corazon gastado,
+ideas que no me hubiera atrevido á concebir ni aun al desbordarse á
+torrentes mi loca fantasía. A todas horas, en todas ocasiones he
+contemplado con indefinible placer esa ciudad que brota de las orillas
+de dos rios como una hija del agua del fondo de su lago, esa cadena de
+montes que á la vaga luz del crepúsculo parecen colosos sentados en el
+espacio para guardar la Vega, ese cielo diáfano y trasparente prendido
+en las cumbres de esos cerros como una estrellada colgadura de seda en
+las cúspides de las palmeras que constituyen la tienda de un califa. Ora
+ligeramente recostado en uno de esos árboles sobre cuyos ramages han
+sacudido<a name="page_003" id="page_003"></a> su manto de nieblas mas de cuatro siglos, ora entre los
+escombros de ese viejo alcázar que va desmoronando el tiempo, he
+recordado con la cabeza sobre el pecho la historia y las tradiciones de
+Granada; y al levantar la frente he mirado aun con mayor interes esa
+naturaleza que desplegaba á mi alrededor tanta riqueza y hermosura. En
+esa sierra coronada de nieves eternas no he visto mas que el sepulcro de
+un rey moro; en ese valle cubierto de flores, olas de garzotas y
+penachos flotando sobre relucientes armaduras; en esos rios que se
+deslizan mansamente bajo la sombra de los álamos, aguas destinadas á
+bañar las adelfas y cipreses que embellecen la tumba de los héroes
+muertos en ese vasto campo de batalla; en esos montes apartados,
+circuidos de precipicios, tiendas de reyes que vinieron á estender sus
+pendones de guerra sobre los muros de esta fortaleza; en esa ciudad que
+está aqui, á la estremidad del valle, reclinada sobre colinas
+pintorescas, una reina de torneo dispuesta á ceñir las sienes del
+vencedor con la corona de sus palacios y baluartes. He vuelto á inclinar
+la cabeza á meditar: ¡ay! y he sentido una amargura inmensa al observar
+que no eran los sentidos sino la imaginacion lo que habia puesto entre
+mi cuerpo y la naturaleza ese velo de la historia y la poesía. He
+recogido mi alma y escuchado en silencio. No he oido mas que el rumor
+del insecto sobre la yerba, el del tiempo entre las grietas de los
+torreones medio caidos, el de la brisa entre los escombros, el del agua
+sobre las guijas que cubren el fondo de su cauce. Deseaba oir acentos de
+vida, y no he oido sino voces salidas del seno de las ruinas, no he oido
+sino la voz de la muerte. Granada me ha parecido entonces un panteon, y
+he derramado sobre ella lágrimas que han abrasado mis megillas.</p>
+
+<p>»¿Qué has hecho de tu gloria, le he dicho lleno de dolor? ¿de qué muro
+cuelgan las espadas de tus héroes? ¿dónde estan el trono de tus reyes y
+la silla de tus cadíes? ¿ninguno de tus libros pudo salvarse de la
+hoguera? ¡Ay! cada siglo va arrancando una hoja de la corona de tu
+gloria; y permaneces muda é impasible como un cadáver. Húndense las
+últimas casas de tus moriscos; desaparecen bajo la mano del embadurnador
+los bien labrados estucos de tus monumentos árabes; las columnas de
+marmol de tus alcázares rechazan ya los arcos festonados de tus
+misteriosas galerías; ¿cómo no corres á detener con tu mano la
+artesonada techumbre de tus antiguos salones,<a name="page_004" id="page_004"></a> las fuentes que decoraban
+tus jardines, las murallas que sirvieron de escudo á tus guerreros, los
+voluptuosos patios en que soñaron tus sultanas, los encantados miradores
+en que distrajeron su melancolía las cautivas de tus reyes? Esa ciudad
+que miro cercada de viejos muros y torreones ¿será tal vez solo el
+sepulcro en que dormirá Granada? ¿será quizás solo una sombra de la
+espléndida corte de los árabes?</p>
+
+<p>»He creido oir entonces á la ciudad diciendo: Sí, soy solo una sombra de
+lo que fuí algun dia: los que me levantaron estan para siempre
+proscritos, las joyas con que me engalanaron han sido entregadas al
+hierro y al fuego de mis enemigos, los vestidos que me dieron han sido
+desgarrados por el acero de los que ofendí con mis miradas. Me han
+dejado pobre y desnuda al margen de dos rios, han arrebatado de mis
+sienes la diadema que podia recordar los dias de mi grandeza, y han
+dicho al mundo: héla aqui á la orgullosa reina musulmana: héla aqui
+reducida á contemplar en sus aguas cristalinas su marchita hermosura.
+Manaba en oro y hoy está condenada á recoger el que contienen las arenas
+de sus rios; armábanse á su voz millares de soldados, y hoy se pierden
+en la cavidad de su boca sus palabras; mirábanla los reyes con envidia
+desde lo alto de sus cerros, y hoy pasa junto á ella el viajero
+preguntando con indiferencia por la mendiga que reflejan el Genil y el
+Darro. Sí, soy ya una sombra; pero, yo sombra, me rio aun de los que
+para afrentarme pusieron sobre mi cabeza la ceniza de mis monumentos y
+la de los hijos que perdí en la hoguera. ¿Quién podrá quitarme ese
+horizonte azul, mi cielo de oro? ¿quién mis colinas cubiertas de
+naranjos, mis paseos ocultos bajo las copas de los álamos? Esta esclava
+es aun reina á pesar de sus contrarios. Tiene aun lechos de flores en
+que descansar de sus fatigas, rios de aguas puras y trasparentes en que
+templar sus fuerzas, montes poblados de arboledas en que divertir sus
+ojos, cármenes que embalsamen el aire que respira, laureles que coronen
+su frente y le recuerden sus dias de ventura, estrellas que la rodeen de
+una esplendente aureola, auras apacibles que agiten su flotante
+cabellera. Levantaos sobre la mas alta de vuestras torres, ciudades
+españolas: miradme por encima de las cumbres que de mí os separan,
+miradme y ved si no trocariais la mejor de vuestras joyas por mis cerros
+de nacar y mis pintados valles, por la margen de mis arroyos y las
+orillas de mis rios,<a name="page_005" id="page_005"></a> por el sol que tiñe de fuego mi horizonte y la
+luna que cubre mis bosques de misterio. Soy ya una sombra; pero el genio
+de la belleza y la armonía velan aun mi sueño como en los dias de mis
+reyes. La naturaleza no me ha sido nunca infiel: ciñó de flores mi cuna
+y está ciñendo de flores mi sepulcro; á cada paso que doy hácia la tumba
+hace brotar bajo mis pies una vegetacion mas caprichosa. No hay en mí
+desnudez que ella no compense con sus brillantes galas, no derramo una
+lágrima que ella no recoja con amor para fecundar mi vega, no exhalo un
+acento de dolor á que ella no conteste con la dulce voz de las brisas,
+el murmullo de las aguas y los melodiosos trinos del ave que canta en la
+enramada. ¡Gracias mil te sean dadas, naturaleza bienhechora! tú, tú
+eres mi reina y mi consuelo. Mis palabras mueren ya en mis labios; pero
+tú oyes la voz de mi corazon y sabes cuanto te amo: hasta el pie de mi
+ataud entonaré por tí cánticos de gloria y de alabanza. La hermosura y
+riqueza que nos dan los hombres perece bajo la espada de los hombres:
+solo tus inagotables tesoros sobreviven al furor de las armas, al
+tremendo empuje de los siglos, á la devastadora fuerza de las
+revoluciones que pasan como el huracan sobre la frente de los pueblos.
+Me siento morir, pero no temo: las ramas de mis árboles se mecerán aun
+sobre la losa de mi tumba, y tú dirás al viajero con la voz del aura que
+suspira entre sus hojas: dobla la rodilla sobre estas tristes ruinas,
+viajero; son las ruinas de Granada.</p>
+
+<p>»Adoraba la naturaleza y gozaba en medio de los escombros; pero nunca
+como despues de haber creido oir en boca de esa ciudad estas palabras.
+La naturaleza es ahora mi único espectáculo, mi templo. Las mas sublimes
+armonías inspiradas por el arte me parecen frias ante el susurro del
+viento entre las hojas, el canto del arroyo entre las peñas, el eco del
+torrente en el fondo de los bosques, el rugido del viento sobre las
+cumbres de los cerros y el estallido del rayo entre las nubes. Las
+sombrías iglesias bizantinas, las misteriosas catedrales góticas, los
+risueños templos de la Grecia, las aterradoras profundidades de la India
+me parecen mezquinas ante ese inmenso santuario que lleva sobre haces de
+montes la estrellada bóveda del cielo. El sol es su lámpara de oro; los
+demas astros, sus lámparas de plata; prados cubiertos de flores, su
+pavimento; selvas frondosas, sus ricas colgaduras; colinas tapizadas de
+musgo, sus altares; todos<a name="page_006" id="page_006"></a> los seres que existen son sus dioses. No, no
+hay otro templo como ese globo que rueda eternamente en el espacio
+envuelto en el torbellino de los mundos: la vida se transforma sin
+cesar, y hallan cada dia en él los sentidos un nuevo espectáculo, la
+razon nuevas alas para remontarse al origen de los seres, la reflexion
+nuevos motivos para las meditaciones mas severas. No solo siento amor
+por la naturaleza; siento entusiasmo y hasta delirio. ¿Cómo he de
+separarme sin dolor de estos lugares en que estan encerradas tantas y
+tan grandes bellezas? ¿Dónde he de volver á encontrar el horizonte de
+Granada? ¿dónde esas torres doradas que surgen del seno de las alamedas,
+esos cerros de nieve en que el sol refleja sus colores, esos arroyos que
+bullen entre el musgo de las ruinas? Amo tambien los monumentos en que
+está condensada la historia de los siglos: ¿dónde encontraré este
+alcázar cuya riqueza deslumbra aun al través del polvo que la cubre?
+¿esas misteriosas galerías en que á la luz de la tarde se cree ver
+diseñadas las sombras de gallardas moras? ¿esos salones pintados de oro
+en que la imaginacion evoca la brillante corte de los antiguos reyes y
+los sangrientos espectros de los abencerrages muertos á traicion por la
+mano del verdugo? ¿esos patios encantados cuyos arrayanes plantados á
+las orillas de sus estanques salpica el agua de una que otra fuente? Os
+he seguido paso á paso en todos vuestros viajes; mas no me siento ya con
+fuerzas para seguiros en el de Córdoba y Sevilla. He dado con mi bello
+ideal: ¿cómo quereis que descienda de ese cielo donde los sentidos, el
+corazon, la fantasía se espacian sin encontrar límite alguno? Idos en
+paz y dejadme respirar aun el aire de Granada. Este suelo es ya el suelo
+de mi patria: dejadme contemplar en él desde los escombros de lo pasado
+el espectáculo de esa naturaleza siempre bella que rejuvenecen
+incesantemente el soplo de la eternidad y la mano de los hombres. Deseo
+vivir y espirar en medio de este vasto panorama: ¡ay! ¡ojalá que al
+cerrar mis párpados el dedo de la muerte haya quien me sepulte al margen
+de esos rios bajo la copa de esos álamos frondosos!»</p>
+
+<p>Estuvimos por unos instantes en silencio. El entusiasmo con que este
+viajero habia hablado de la naturaleza acababa de herir una de las mas
+delicadas fibras de nuestra alma; y buscábamos en vano palabras con que
+pudiésemos dominar su exaltada fantasía. No las encontramos hasta que
+algo recobrados de la primera impresion, ¿amais<a name="page_007" id="page_007"></a> le dijimos, la
+naturaleza y os encerrais en uno de sus cuadros? ¿Qué es todo este vasto
+espectáculo de Granada para el de ese inmenso Océano cuyas olas azotan
+sin cesar las murallas de Cádiz como legiones de combatientes que han
+jurado su ruina? ¿qué son estos rios de Genil y Darro para ese imponente
+Guadalquivir que despues de haber cubierto de flores las fecundas
+praderas de Córdoba y Sevilla baja precipitadamente á sepultarse en el
+fondo de los mares? ¿qué las alamedas de la Alhambra para los encantados
+jardines del Alcázar de Sevilla y los bosques de naranjos que circundan
+el palacio de S. Telmo? ¿Es acaso comparable esta vega con las dilatadas
+llanuras á que dan sombra los mas decantados olivos de la Andalucía?
+¿con los pintorescos valles de Carmona, cuyos oteros y altozanos
+vestidos de mil colores sorprenden aun al que los contempla desde las
+desmoronadas torres de su antigua fortaleza? ¿con los feraces campos de
+Sevilla, donde se oculta el hombre entre las mieses? La naturaleza es
+aqui mas bella que grandiosa. Ni el bramido del mar, ni el eco del
+torrente llegan hasta la cumbre de estas alturas solitarias. Crecen en
+esas faldas el laurel y el álamo; pero no el castaño, el haya, el pino
+abeto, entre cuyas ramas ahulla el viento de una manera salvage y
+misteriosa. El agua no salta aqui en cascadas á lo profundo de los
+abismos. El fuego de la tempestad alumbra raras veces esos montes; la
+tierra no se estremece sino instantáneamente al impulso de horribles
+terremotos. No, no es Granada donde cabe admirar mas el poder de Dios y
+la grandeza del mundo. Hemos visto en Cádiz al sol sumergiéndose en las
+aguas del Océano con una aureola de tinieblas; hemos visto á ese mismo
+Océano invadiendo silenciosamente la playa y retirando despues con una
+calma aterradora sus hinchadas olas; hemos visto esas olas, altas como
+montes, arrojándose heridas por la luz del rayo sobre los muros de la
+ciudad sumida en duelo: alli es donde la naturaleza se ostenta con toda
+la sublimidad de que pudo revestirla su autor al hacerla brotar llena de
+vida de entre la confusion y el caos, alli es donde se ensancha el
+corazon, alli es donde la imaginacion cruza el espacio y rasga el velo
+que oculta á nuestros ojos lo infinito.</p>
+
+<p>Bella, bellísima es Granada; mas ¿faltan acaso pueblos que rivalicen con
+ella en hermosura? Refléjase en las aguas del Guadalquivir una ciudad
+aun árabe que fue en otro tiempo corte de los califas.<a name="page_008" id="page_008"></a> No es ya la
+rival de Bagdad ni el segundo santuario del Profeta; no cuenta ya en su
+recinto los palacios llenos de grandeza y de poesía que dejaron atrás la
+magnificencia del Oriente; no tiene ya los encantados vergeles ni los
+bosques de palmeras que perfumaron sus brisas y la defendieron de los
+ardores del verano; pero os cautivará aun, cuando la veais medio dormida
+al pie del rio, sobre una de las mas pintorescas faldas de Sierra
+Morena, á la sombra de frondosas arboledas cuyos ramages mece el viento
+sobre sus viejos muros. Circúndanla aun huertas deleitosas salpicadas de
+flores; báñanla arroyos cristalinos cuya sonora corriente se desliza
+entre campos de verdura; cércanla á distancia montes escarpados en cuyas
+cimas se destacan sobre el azul del cielo ruinas imponentes de antiguas
+fortalezas. Vastos olivares cuyas ramas sucumben al peso de los frutos
+cubren el suelo de su feraz campiña; álamos, naranjos, una que otra
+palmera solitaria verdean entre sus monumentos abrasados por los siglos.
+Tiene junto al rio un edificio grande, inmenso, coronado de almenas,
+circuido de ricas ventanas de herradura, adornado de hermosas celosías,
+dominado por una torre que arroja hoy á lo lejos la voz de sus campanas,
+edificio medio musulman, medio cristiano que ni bien presenta el aspecto
+de un templo, ni bien el de un castillo, construccion rara, heterogénea,
+híbrida, donde cada pueblo ha puesto su piedra y cada estilo ha
+pretendido imprimir su forma y su carácter: no cabe ya mas en
+arquitectura para subyugar la fantasía y turbar nuestros sentidos.
+Penetramos en él y nos creemos de repente trasportados á la region de
+los sueños. Centenares de columnas de marmol sostienen los arcos de sus
+bóvedas. Aquellas son todas de diferente color, estos de distinta curva.
+Vése al través del ultra-semicircular el de herradura, sobre el de
+herradura el de segmento, entre unos y otros la cimbra romana, la ojiva,
+el arco rebajado. Enlázanse entre sí los de segmento cruzándose,
+sobreponiéndose, formando varios y vistosos juegos; presentan en todas
+partes rasgos de originalidad y de hermosura. Capiteles que apenas
+parece haber tocado el cincel árabe, puertas de mosáico donde aparecen
+pintados de colores y oro los mas caprichosos adornos bizantinos,
+cúpulas levantadas sobre ligeras columnas, bóvedas de alabastro,
+ajimeces de elegante calado donde la naturaleza hace oir aun voces
+misteriosas, muros cubiertos de relieves de estuco, preciosos alicatados
+en que de las mismas leyes geométricas<a name="page_009" id="page_009"></a> se ve brotar á raudales la
+armonía, objetos á cual mas bellos detienen por momentos los pasos del
+viajero, que apenas acierta á contemplarlos sin que en medio de la
+soledad y el silencio que le rodea crea percibir aun el dulce aliento de
+los genios que crearon tan vasto monumento. Está encerrada en medio de
+la mezquita árabe una catedral cristiana; y se pierde de vista entre
+aquellos inmensos grupos de columnas como una cabaña entre las hayas del
+bosque ó una pequeña nave entre las embravecidas olas del Océano.</p>
+
+<p class="figcenter">
+<img src="images/ill_009.png" width="474" height="643" alt="CURVAS EMPLEADAS EN DIVERSOS ESTILOS ARQUITECTÓNICOS." title="CURVAS EMPLEADAS EN DIVERSOS ESTILOS ARQUITECTÓNICOS." />
+</p>
+
+<p>Lo que habeis visto en este alcázar árabe es bello, voluptuoso, rico;
+refleja perfectamente el sensualismo oriental, la suntuosidad de los
+reyes nazaritas, la imaginacion poética del musulman que siente latir su
+corazon por el amor ó por la gloria; mas no es siquiera comparable con
+lo de aquel templo, donde todo es magestuoso, donde todo respira
+ascetismo, donde en medio de la variedad se ve campear esa misma unidad
+que estableció el Profeta por base de su sistema religioso. La Alhambra
+fue empezada á construir en el siglo XIII, cuando acababan de humillar
+la frente bajo los estandartes cristianos las ciudades de Córdoba y
+Sevilla, cuando á no ser por la audacia y el talento de un jóven
+guerrero, descendiente de una de las antiguas dinastías<a name="FNanchor_1_1" id="FNanchor_1_1"></a><a href="#Footnote_1_1" class="fnanchor">[1]</a>, hubieran
+pasado los ejércitos de S. Fernando sobre el reino de Granada como las
+aguas del Mar Rojo sobre las tropas de Egipto; fue construida en una
+mala época, en una época en que todo estaba ya dividido, relajado,
+oscurecido por las tinieblas de la filosofía, medio destruido por el
+orgullo de las sectas y los hábitos de desorden que engendra la guerra
+civil y hasta las mismas luchas nacionales. El arte, que sigue la misma
+marcha que los pueblos, habia ido degradándose en medio de tan graves
+trastornos, y al encargarse de edificar este palacio, no supo hacer mas
+que cubrirse de brillantes velos para ocultar su decadencia. Las curvas
+de la Alhambra son ya vagas, exageradas, sin carácter: pasan del
+semicírculo y no son ultrasemicirculares; presentan mayor profundidad en
+los arranques, y no son, sin embargo, de herradura; han perdido la
+sencillez que debia constituir principalmente su hermosura, y han pasado
+de complicacion en complicacion hasta el arco festonado, el arco de
+onda, el arco estalactítico<a name="FNanchor_A_2" id="FNanchor_A_2"></a><a href="#Footnote_A_2" class="fnanchor">[A]</a>.<a name="page_010" id="page_010"></a> Enjutas irregulares y sin objeto han
+venido á sentarse sobre los arcos, y no constan aquellas sino de tablas
+de yeso labrado separadas y sostenidas por una armazon de madera que el
+tiempo va descubriendo á los ojos del artista. Las lineas geométricas
+van dominando, las tradicionales perdiéndose en un confuso mar de
+adornos, faltos absolutamente de sentido. Multiplícanse unos sobre otros
+los relieves, distribúyense caprichosamente acá y acullá las leyendas
+religiosas, repítese mil veces en las paredes de los salones y los
+patios un mismo verso del Coran, un mismo mote. Reina en muchas partes
+un gusto frívolo: hay en todo belleza, pero belleza de ejecucion, no esa
+belleza que el sentimiento inspira. La Alhambra es hija de la fantasía,
+es si se quiere un palacio encantado concebido en una noche de insomnio;
+mas está lejos de ser una de esas obras en que está retratada la vida
+interior no ya de una época, sino de todo un pueblo.</p>
+
+<p>La mezquita de Córdoba fue empezada por Abd-el-rhaman, por aquel ilustre
+vástago de la familia de los Ommyadas á quien pareció haber salvado la
+Providencia del furor de los Abassydas para que viniera á cortar las
+discordias que ensangrentaban el suelo de la patria. El fanatismo
+religioso estaba á la sazon en todo su vigor entre los árabes: acababan
+de arrastrar consigo al grito de <i>no hay mas Dios que Dios</i> las naciones
+de Asia y Africa, y se sentian con entusiasmo para ir á clavar el
+estandarte del Profeta en los mas apartados límites de Europa. Eran
+antes que todo creyentes: invadian los imperios con el objeto de hacer
+preponderar su ley, y aun despues de mil derrotas persistian con
+tenacidad en sus empresas, seguros de que habian de encontrar en el
+campo de batalla el camino del Paraiso. Emancipados ya de la silla de
+Oriente los que aqui vivian, sentian mas que nunca la necesidad de
+recordar los templos y lugares en que estaban vinculados los recuerdos
+de Mahoma; suspiraban por no poder visitar Zahara, Meca, Medina, todos
+esos pueblos en que empezó á constituirse su nacionalidad y su
+independencia; no deseaban mas que ver reproducida de algun modo en
+Occidente la memoria de los hechos consignados alli en el pavimento de
+sus mezquitas, en las piedras de sus muros y en las praderas de sus
+fecundos valles. Abd-el-rhaman se propuso satisfacer esta necesidad; no
+levantó ya un templo para su corte, levantó un segundo santuario para el
+islamismo, levantó una mezquita que rivalizara con la de la Meca y fuese
+otro lugar<a name="page_011" id="page_011"></a> de peregrinacion para todo el que creyese en el nuevo
+enviado de Alá sobre la tierra. Nada perdonó para que saliese su obra
+llena de magestad y de grandeza: derramó sobre ella á raudales mármoles,
+alabastro, cristal, oro; recogió con avidez de entre las ruinas del
+antiguo imperio las columnas que adornaron algun dia los templos de los
+ídolos; aprovechó todos los elementos que le ofrecia lo pasado; convocó
+á los artistas árabes, á los europeos, á los bizantinos; y logró que
+contribuyeran á la construccion de tan gran monumento las religiones
+vencidas, las que sostenian aun la lucha con la del Profeta, los
+imponentes restos de la antigüedad, la ciencia de su época. No pudo
+hacer prevalecer en ella la igualdad de ornamentacion ni la de formas;
+no pudo imprimir en todos sus detalles el sello de la originalidad; no
+pudo arrojarla á los ojos del mundo como una construccion puramente
+árabe; mas ¿quién duda que presentó en ella el mas fantástico y el mas
+acabado conjunto que cabia esperar de un siglo en que dominaba sobre
+vencedores y vencidos la barbarie?</p>
+
+<p>Es preciso conocer á fondo la arquitectura árabe. La arquitectura árabe
+no es primitiva, es derivada; pero no es tampoco posible convenir en que
+sea una simple restauracion del arte antiguo. Desarrolló sobre las
+líneas romanas formas caprichosas, y logró hacer desaparecer sus plagios
+bajo la oriental armonía del conjunto. Adoptó, ademas de las líneas
+romanas, el capitel bizantino, el abaco de los egipcios, la ojiva de los
+cruzados, el ornato de los arquitectos del bajo imperio; mas combinó con
+tanto acierto y novedad estos confusos elementos, que identificada con
+ellos se presentó original como la mejor de las arquitecturas á que dió
+origen la edad media. La arquitectura árabe es indudablemente una
+paradoja: está compuesta de miembros heterogéneos y forma sin embargo un
+cuerpo del todo compacto y homogéneo; apenas tiene un detalle suyo, y es
+sin embargo suyo el conjunto. Es generalmente sensualista y caprichosa:
+se apodera hoy de un arco, de un adorno, de una forma cualquiera, y
+mañana hace ya con ella mil combinaciones; busca para mejor deslumbrar
+los mármoles mas preciados, dora los capiteles, pinta el fondo de los
+relieves, engasta ópalos y cornalinas en las celosías, forma con menuda
+piedra los mosáicos, distribuye con profusion y de la manera mas vistosa
+todos los elementos de que dispone, columnas, arcos, cúpulas y
+cupulinos, almocárabes, cintas, hojas, entrelazos,<a name="page_012" id="page_012"></a> flores; procura que
+cada monumento tenga su perspectiva, estudia con detencion cómo ha de
+sorprender los sentidos, y apela para alcanzarlo no solo al arte, sino á
+la vegetacion, á la naturaleza. Llevó en su último período al estremo
+este sensualismo; mas no en el primero, en que procuró conservar siempre
+un carácter esencialmente religioso. Las columnas de sus mezquitas
+aparecen casi entre tinieblas; los ajimeces no derraman sobre ella mas
+que una luz dudosa. Sus techos de cedro son bajos y de sencillos
+artesones; sus ricas capillas de mosáico y oro estan cubiertas de
+misterio. Sus ostentosos mihrabs respiran la mayor magnificencia y
+hermosura; pero yacen tambien en la oscuridad y no es posible distinguir
+sus detalles sino á la luz de la lámpara que baja del centro de la
+bóveda. La mayor parte de los capiteles no estan mas que bosquejados; la
+ornamentacion es severa; las inscripciones escritas en las portadas
+encierran casi siempre un sentido muy profundo. Las paredes son muros
+almenados, ceñidos de torreones; los patios, vastos cuadros en que crece
+cuando mas el arrayan á las orillas de un estanque. Llevan las fachadas
+bellísimos relieves; pero está muy lejos de respirar la suntuosidad del
+interior, donde el arte desarrolla el inagotable tesoro de sus variadas
+y caprichosas formas.</p>
+
+<p>El primer período de esta arquitectura corresponde á la época religiosa
+de la historia de los árabes: ¿cómo podia el artista, que vive de la
+vida de su siglo, dejar de inspirarse en los libros sagrados, ni dejar
+de obedecer á la irresistible fuerza de las creencias nacionales? Toda
+religion es en sus principios misteriosa y sombría: señala con la mano
+el cielo y hace olvidar la tierra; preocupa con la idea de una vida
+futura el entendimiento y arroja al hombre en el mas ascético
+estoicismo. Personifica en Dios mas el poder que el amor, mas la
+justicia que la misericordia; le presenta colérico y dispuesto á
+precipitar al fondo de los abismos á cuantos no hayan concentrado en él
+su corazon y su inteligencia; impone los ánimos por medio del terror, y
+convierte á los pueblos mas bien que en creyentes, en esclavos de la
+creencia. El mahometismo procedió del mismo modo; y el arte, aun
+disponiendo de elementos llenos de gracia y de belleza, no pudo menos de
+comunicar severidad á la mayor parte de sus obras. Relajóse algo despues
+el esclusivismo; mas la arquitectura lejos de sentir esta relajacion,
+fue aun mejorando y armonizando mas y mas sus formas,<a name="page_013" id="page_013"></a> fue dulcificando
+su carácter, fue embelleciéndose y procurando con mayor ahinco cautivar
+los ojos y la fantasía. No decayó sino mucho mas tarde, cuando ya
+quebrantada la unidad política quedó minado por su base el sistema del
+Profeta, cuando no era ya la religion mas que un vano simulacro, cuando
+cada valí aspiraba á la corona y cada árabe se creía con derecho para
+levantar un rey sobre su escudo. Siguió aun entonces ataviándose; pero
+con adornos frívolos, con esos adornos de la Alhambra, bellos y
+brillantes, sí, pero falsos, poco artísticos, destituidos los mas, si no
+de gusto, de sentido. No es solamente en la Alhambra donde debe ser
+estudiado el estilo de los árabes; merece ser estudiado en Sevilla, y,
+mas aun que en Sevilla, en Córdoba, en esa Córdoba medio musulmana aun
+despues de haber pasado sobre ella la tea de las discordias civiles, la
+espada de los reyes cristianos, el hacha de las revoluciones y el pico
+de la ignorancia y la barbarie. El Alcázar de Sevilla es casi una
+reproduccion del de Granada; mas la mezquita de Córdoba, ademas de ser
+un monumento del todo original en su género, es el álbum en que está
+consignada toda la historia del arte árabe, es la obra en que cabe
+seguir paso por paso la infancia, la virilidad, hasta la decadencia de
+ese estilo oriental que tanto os habrá hecho gozar y soñar en medio de
+estos encantados salones que perfuma aun el aliento de las flores, anima
+el murmullo de las fuentes, poetiza el recuerdo de los hechos en ellos
+ocurrídos y cubre de interes la tradicion y la leyenda.</p>
+
+<p>Ameis la naturaleza ó ameis el arte, conviene que dejeis ya estos
+lugares donde tanto habeis sentido el placer y la melancolía. En Granada
+apenas habeis admirado mas que el genio de los árabes: no habeis
+penetrado en el seno de ninguna de esas catedrales góticas en cuyas
+altas y oscuras bóvedas se pierden las miradas del hombre, ni atravesado
+el umbral de ninguna de esas capillas bizantinas creadas por la sombría
+imaginacion del sacerdote; no habeis recorrido en silencio ruinas de
+pueblos sepultados bajo sus escombros, no habeis encontrado monumentos
+donde os fuese licito evocar el espectro de esos temidos héroes del
+Imperio, cuyas figuras se destacan brillantemente sobre las nieblas de
+tan remotos siglos. Sevilla os mostrará una catedral gótica y templos
+bizantinos; Itálica ruinas de que estan brotando aun torrentes de
+poesía, ruinas medio cubiertas de musgo en que la fantasía cree
+distinguir aun la sombra de los emperadores<a name="page_014" id="page_014"></a> cuyas <i>cunas de marfil y
+oro rodaron</i> dentro los muros de aquella ciudad famosa. Jerez os
+manifestará al través de una puerta del renacimiento sus ricas naves en
+ojiva, cuajadas de molduras desde el pavimento hasta la bóveda;
+Sanlucar, su castillo y los restos de un palacio donde murieron los
+últimos rayos del sol de la edad media. Marchena y Utrera no os hablarán
+ya de esas épocas lejanas sino en sus muros y en una que otra iglesia;
+pero os asombrarán con sus gigantescas fachadas del siglo XVI, páginas
+en que se presenta unido el misticismo del arte cristiano con la
+magestad y la grandeza del que floreció en tiempo de los Césares.
+Castillos, alcazabas, torres llenas de recuerdos se os ofrecerán á cada
+paso: á cada paso podreis volver los ojos á ese pasado por que sentís
+tanto entusiasmo. Veredas abiertas bajo las copas de árboles frondosos,
+dilatadas llanuras en que vereis ondear las mieses al soplo de las
+brisas, yermos en que podreis contemplar el mar por entre bosques de
+sombríos pinos, rios en cuyas orillas pacen innumerables rebaños y estan
+sentados pueblos risueños y pintorescos á la sombra de los naranjos,
+mares cuyas playas estan ocupadas por puertos y arsenales de antigua
+nombradía os conducirán á estas ciudades notables por sus monumentos; y
+admirareis alternativamente aqui la mano del hombre amontonando piedra
+sobre piedra, cortándola, cincelándola, dándole significacion,
+pensamiento, vida; alli la mano de Dios dirigiendo el curso de los rios
+y deteniendo las olas del Océano, cubriendo de vegetacion campos y
+colinas, haciendo brotar bosques hasta en el fondo de los arenales,
+prestando al viajero árboles que le defienden contra los ardores del
+verano y al marino puertos que le salven del furor de las borrascas. La
+industria está casi muerta en Granada: los árabes que la cultivaban
+estan para siempre proscritos y han llegado á perder hasta el recuerdo
+de ella en medio de su postracion y su miseria; en Cádiz, en Sevilla, en
+la Carraca la vereis como en Cataluña armada de sus cien brazos, aqui
+arrojando al mar buques que mas tarde han de imponerle silencio con la
+boca de sus cañones, alli fundiendo el hierro y haciéndolo bajar como
+una corriente de fuego desde lo alto de la fragua, acullá sujetando cien
+telares á la accion del vapor, agente universal de nuestro siglo. La
+industria es una lucha eterna entre el hombre y la naturaleza, es la
+aplicacion y la multiplicacion de las fuerzas ocultas en el seno del
+mundo, es la continuacion del mundo<a name="page_015" id="page_015"></a> mismo, el complemento de la obra de
+Dios: si os sentís inspirado á la vista de un templo ó de un palacio,
+¿cómo no ha de enardecerse vuestra fantasía y latir vuestro corazon al
+presenciar esos espectáculos sublimes en que la inteligencia humana
+subyuga y hace servir en su provecho todos los elementos que le rodean?
+Dejad estos silenciosos lugares en que el hombre yace en un triste
+abatimiento; seguid como habeis seguido hasta ahora nuestras huellas. El
+hombre, la naturaleza, Dios son el triple objeto de vuestra alma: romped
+el encanto que os detiene en esta bellísima comarca: quedan aun
+ciudades, paisages, talleres, monumentos donde podais ver la divinidad
+creando, la naturaleza obedeciendo á leyes inviolables, la humanidad
+arrancando el secreto de estas mismas leyes y utilizándolas hoy para
+surcar los mares, mañana para cruzar el espacio en alas de los vientos,
+al otro dia para disipar con una sola luz las sombras de la noche.</p>
+
+<p>Oyónos al principio nuestro viajero como absorvido en una meditacion
+profunda; mas fue animándose poco á poco al eco de nuestras últimas
+palabras. Ya que hubimos concluido guardó aun algunos momentos de
+silencio: parecia que mil ideas contrapuestas luchaban en su frente y
+que no sabia por dónde empezar á desarrollarlas. «He visto tambien, dijo
+al fin, bajar el metal fundido en torrentes de viva lumbre; he visto
+inmensas máquinas de hierro moviéndose á la accion del vapor como á
+impulsos de una voluntad secreta y misteriosa; he contemplado de noche
+esas fantásticas locomotoras que atraviesan el espacio con la rapidez
+del rayo; he visto con asombro la electricidad disipando las tinieblas y
+trasmitiendo á largas distancias nuestros pensamientos; he visto la
+naturaleza reproduciéndose á sí misma en el oscuro fondo de una
+<i>cámara</i>; he seguido con los ojos al audaz viajero que se atreve á
+rasgar en un fragil globo el seno de las nubes; he sido espectador de
+todas las maravillas del siglo. He sentido en aquellos instantes
+entusiasmo, he concebido ideas de orgullo, he elevado el hombre á la
+altura de ese ser infinito que gobierna el mundo; mas no bien he vuelto
+á fijar las miradas en la creacion, cuando he conocido mi error y he
+adorado de nuevo la armonía de esos astros que ruedan eternamente dentro
+de sus órbitas, la de esta tierra que rueda, gira y oscila sordamente
+bajo mis plantas, la de ese mar prendido en ella como un manto, la de
+ese sol al rededor del cual siguen centenares de mundos su veloz
+carrera. Las obras del<a name="page_016" id="page_016"></a> hombre me conmueven; las de Dios me imponen, me
+turban, me confunden. He subido con vosotros á los montes que levantan
+sus cúspides mas allá de las nubes; no he podido menos de doblar la
+rodilla sobre aquellas altas cumbres. El silencio que ha reinado en
+torno mio, los pueblos que he visto en la llanura parecidos á pequeños
+rebaños que estan paciendo entre la yerba de los prados, las lejanas
+nieblas, las sierras coronadas de nieve que han terminado mi horizonte,
+el mar, el cielo, todo ha anonadado mi espíritu y me ha hecho reconocer
+el dedo de un Ser superior ante el cual debia prosternarme y sentir la
+frivolidad de mi existencia. Me visteis ya al borde de los precipicios,
+junto á las cascadas, al pie de los torrentes: he pasado horas enteras
+sobre el musgo de una roca oyendo el murmullo de las aguas y
+contemplando el tenebroso fondo del abismo. Me he detenido
+involuntariamente al cruzar un bosque de abetos; me he estremecido sin
+querer al pasar por un bosque de pinos. El silbido del viento entre las
+ramas de esos árboles salvages ha tenido siempre para mi algo de
+siniestro y de profundamente religioso, que ha arrojado mi ser en la
+inquietud y la zozobra. He tenido ocasion de ver las copas de las hayas
+flotando sobre un mar de nieblas, he visitado las solitarias orillas de
+los sumideros, he recorrido cuevas donde jamas entró la luz del dia, he
+contemplado desde lo alto de los cerros las aguas silenciosas de las
+lagunas; y he creido distinguir aun en todos estos lugares los seres
+fantásticos de que los cubrió la poética imaginacion de la edad media.
+La tempestad me ha hecho reconocer á Dios cabalgando en la nube que
+lanza el rayo, en la ola que se encrespa y sube al cielo, en el huracan
+que troncha los árboles del bosque, en el témpano que rueda hácia el
+abismo arrastrando consigo cuanto encuentra al paso. Hasta la soledad,
+el páramo, el desierto me impresionan vivamente: la naturaleza es alli
+menos bella pero mas sublime. He cruzado en una de las mas claras noches
+de verano una llanura yerma y erizada de peñascos: he creido encontrarme
+en el imperio de la muerte. Cada peñasco me ha parecido una fantasma, y
+me he estremecido hasta al ver mi sombra apareciendo y desapareciendo
+sobre cada una de las rocas. No hay espectáculos como los de la
+naturaleza para que el hombre sienta: al revolver de cada encrucijada,
+al trasponer de cada monte esperimentan una revolucion el alma y los
+sentidos. En las verdes y risueñas colinas cuyo pie bañan las aguas de
+un<a name="page_017" id="page_017"></a> arroyo, en esos dulces y apacibles valles á que dan sombra esbeltos
+álamos y ligeros chopos, al pie de esas fuentes que murmuran bajo los
+caidos ramajes de los sauces, en medio de la pradera y la enramada late
+el corazon de amor, el pensamiento vuela hácia los seres mas queridos,
+suspiramos por tenerlos á nuestro lado y gozar con ellos de aquellos
+paisages deliciosos. Vemos largas y dilatadas llanuras; y recordamos al
+punto hechos de guerra, batallas sangrientas, ejércitos que se estrellan
+contra otros ejércitos como las olas del mar contra la playa. Trepamos á
+la cumbre de los cerros, ensanchamos ilimitadamente el horizonte,
+dominamos aldeas, pueblos, ciudades; y si la idea de la grandeza de Dios
+no nos abruma, sentimos crecer por instantes la ambicion, lamentándonos
+quizás de no poder subyugar tan vasto espacio. Todo habla al hombre en
+la naturaleza: todo dispierta en él ideas que no se borrarán jamas de su
+memoria. Los monumentos hablan tambien y reflejan en sus piedras lo
+pasado; mas las obras de cada estilo tienen un mismo lenguaje y he oido
+ya la voz de todos los estilos. Dejaré esta encantada comarca de
+Granada; mas no ya para recorrer alcázares y templos, sino para ver ese
+Guadalquivir que fecunda los campos de Córdoba y Sevilla, ese Océano sin
+fondo que azota las murallas de la ciudad de Cádiz, ese sol que baja
+alli al fondo del mar ceñido de una corona de tinieblas. ¿Qué puedo ver
+ya en los monumentos de aquellas tres ciudades? He visitado en Ripoll el
+monasterio de los monasterios bizantinos, en Toledo la catedral de las
+catedrales góticas, en Granada el alcázar de los alcázares construidos
+por el moro: ¿qué significacion pueden tener al lado de esos colosos la
+catedral y el alcázar de Sevilla? Habeis hablado de castillos, de muros
+y torreones llenos de recuerdos: ¿dónde he de encontrar ya ni la sombra
+de los de Almería? Ve uno condensados alli los siglos sobre cada torre,
+escrita la historia de toda la edad media sobre cada almena. Hablásteis
+tambien de ruinas: ¿mas qué ruinas podrán compararse con las de
+Iliturgis, grandioso sepulcro de todo un pueblo de héroes, con las de
+Tarragona, en cuyos restos imponentes se descubre aun la que fue corte
+de la mitad de España?»</p>
+
+<p>Cada monumento, le contestamos, tiene su vida propia; cada ciudad, su
+historia. Las obras de cada estilo tienen un mismo lenguaje; mas no hay
+una obra que en ese lenguaje no anuncie distintas ideas, no hay en ella
+elementos en que no esten consignados nuevos hechos.<a name="page_018" id="page_018"></a> El arte está en un
+perpetuo movimiento: hoy no es lo que ayer, por mas que ayer y hoy
+obedezca á las mismas causas y no pueda apelar á otros recursos. No hay
+dos monumentos iguales sobre la faz de la tierra: aun los que ha
+concebido una misma imaginacion y producido un mismo sentimiento, tienen
+en sí algo que los caracteriza y los distingue. El alcázar de Sevilla es
+hijo de la misma época que la Alhambra, es una imitacion, es hasta
+cierto punto una reproduccion de la Alhambra misma; mas tiene un
+carácter peculiar, distinto, muy distinto del de su modelo. Hay algo en
+él de misterioso y sombrío que nos hace olvidar pronto el alegre y
+voluptuoso palacio de Granada, que nos preocupa, que se apodera de
+nuestra alma, que fija y absorve nuestra atencion en una historia
+lúgubre y sangrienta escrita por las tradiciones de cuatro siglos en las
+galerías, en los salones, en los patios, hasta en los jardines. El
+espectro de un rey que en medio de la exageracion de sus sentimientos
+llegó á confundir la crueldad con la justicia, las sombras de víctimas
+sacrificadas de una manera aterradora flotan aun á nuestros ojos en lo
+alto de las bóvedas; y no parece sino que lo vemos todo al través de un
+velo fúnebre. Hay en él mas variedad de arcos, mas perspectiva, mas
+efectos de luz, mas contrastes de claro-oscuro: hechos todos que
+contribuyen á aumentar la ilusion que al principio se concibe, á escitar
+mas y mas la fantasía, á dar un aire mas vago y misterioso á aquel
+palacio. Brillan entre los adornos árabes algunas líneas del arte
+cristiano: vése aqui un capitel medio corintio, alli una ojiva, mas acá
+una serie de retratos de reyes que corre como una orla al rededor de una
+techumbre ricamente artesonada, mas allá una figura de relieve que
+levanta sus miradas hácia un cráneo, simbolo al parecer de un suceso que
+ocultó la historia; y hasta esa mezcla de estilos sirve para darle mas
+originalidad y comunicarle un interes que buscariamos inútilmente en los
+mas tristes y mas apartados salones de la Alhambra. Al través de sus
+ajimeces se descubren por un lado jardines solitarios, por otro las
+caladas agujas y la torre de una catedral sombría: nada, absolutamente
+nada hay en él que pueda distraer la imaginacion del fantasma que ya al
+entrar se ha concebido.</p>
+
+<p>La catedral no tendrá quizás el vistoso conjunto de otras catedrales;
+mas apenas la distingue desde las aguas del Guadalquivir el artista que
+va de Cádiz á Sevilla, cuando la contempla ya como una<a name="page_019" id="page_019"></a> obra original en
+su estilo, y suspira por abarcar de cerca su misterioso y tétrico
+conjunto. Está adosada á una de las mas imponentes torres árabes,
+erizada de pirámides y agujas, perforada, calada, ataraceada, cubierta
+de fachadas y coronada de gárgolas, embellecida por un patio de naranjos
+que refleja aun el islamismo. Es en su interior grande y sencilla,
+sobria de adornos, mas llena de magestad que de delicadeza, homogénea,
+compacta, bella. No abunda en detalles; pero reune en sus capillas las
+mejores obras de pintura, en su presbiterio las mejores obras de
+escultura. Es toda ella un poema, un libro de piedra en que estan
+escritas con los mas brillantes caractéres la ley de Moisés y la de
+Cristo, las escenas de la vida de los patriarcas, los profetas, los
+apóstoles, la Vírgen, el Redentor del mundo. Los últimos rayos del sol
+mueren en otoño al pie del Crucifijo que corona su inmenso tabernáculo:
+no hay conjunto como el que entonces se ofrece al que está situado en
+una estremidad de su crucero. Los cristales de las ventanas son todos de
+colores; la luz que pasa por ellos ilumina de la manera mas fantástica
+aquel lúgubre madero. Uno que otro reflejo hiere desigualmente las
+bóvedas, los haces de columnas, el pavimento, el coro; aparece el
+tabernáculo en la oscuridad, lo demas del templo envuelto en vagas y
+confusas sombras. No es ya posible detener la imaginacion: vuela al
+Calvario y ve en todo su horror el final de aquel sangriento drama en
+que un hijo de Dios muere por la humanidad como un esclavo. En la parte
+posterior del presbiterio, allá en lo alto hay una doble línea de
+estátuas ennegrecidas por los siglos: se conmueve, se estremece el
+cristiano al verlas á la luz del crepúsculo suspendidas en el muro.
+Vuelve los ojos, y bajo una bóveda, cuajada tambien de figuras, ve un
+sepulcro, un cetro y una corona sobre la losa, una que otra bandera;
+comprende que está alli enterrado un héroe y dobla involuntariamente la
+rodilla. Yace dentro de aquel sepulcro S. Fernando.</p>
+
+<p>No, no se ha cerrado aun para nosotros la historia del arte: no estan
+agotadas aun las impresiones que podemos recibir en el seno de los
+monumentos. Sentireis en la mezquita de Córdoba como no habeis sentido
+nunca. Andareis errante y lleno de entusiasmo por aquel bosque de
+columnas, os turbareis ante la espléndida magnificencia del santuario,
+dejareis el mihrab como un creyente del Profeta; y vos, sectario de la
+doctrina de Jesucristo, llegareis á maldecir<a name="page_020" id="page_020"></a> al que se atrevió á
+derribar sus techos y á interrumpir la armonía de sus naves para
+levantar en ellas altares á vuestro Dios, altares á los que por él
+arrostraron el martirio. El puente que tiene la misma ciudad sobre el
+Guadalquivir, el castillo gótico que lo defiende, el humilde molino
+árabe sentado en la orilla del rio cautivaran vuestro corazon hasta el
+estremo de haceros pasar horas enteras al pie de aquellas aguas
+cristalinas. Las iglesias de Utrera os sorprenderán con sus portadas,
+altas, gigantescas, asombrosas para el que no haya visitado los
+monumentos que dejó en Italia el genio colosal de Miguel Angel. No
+constan estas fachadas mas que de un solo cuerpo cuya continuacion es la
+torre de las campanas, y se presentan á los ojos del que las observa á
+alguna distancia como pirámides inmensas. Una de ellas es gótica, otra
+greco-romana; mas producen ambas la misma impresion, admiran todas por
+la magestad de sus líneas y la grandiosidad de sus formas. Los reinos de
+Córdoba y Sevilla no son tan fecundos en obras monumentales como otras
+provincias; mas hasta en pueblos de segundo orden ofrecen páginas
+notables. Los castillos de Carmona y Moron son ruinas que seguireis con
+placer y terminarán por sumergiros dulcemente en la melancolía; la
+fachada de las antiguas casas consistoriales de Jerez es una de las
+flores mas delicadas del Renacimiento; la iglesia de S. Miguel en la
+misma ciudad, uno de los mas ingeniosos rasgos del goticismo en los
+primeros tiempos de su decadencia. ¿Deberé hablaros ahora de Cádiz? ¡Ah!
+la primera ciudad de España mentada por la historia apenas tiene una
+piedra que recuerde su pasado. De sus murallas fenicias, de su templo de
+Hércules, de los monumentos que le dejaron las repúblicas de Cartago y
+Roma quedan solo una tradicion vaga y oscura y uno que otro fragmento.
+Hubo un siglo en que fue la reina de los mares, hubo un tiempo en que
+manaba en oro, en que miraba cubierta su bahía de buques de cien
+naciones que codiciaban su riqueza: engalanóse entonces, levantó en sus
+plazas templos y palacios; y, sin embargo, nada, casi nada le queda ya
+tampoco de aquellos dias felices, de aquella época brillante. Su pasada
+grandeza solo está ya reflejada en una que otra iglesia y en el infinito
+número de mármoles que adornan hasta los umbrales de sus mas humildes
+edificios. ¡Cosa singular! tiene un solo templo verdaderamente notable;
+y este rico y suntuoso templo ha sido levantado hoy, en este mismo
+siglo, cuando han<a name="page_021" id="page_021"></a> pasado ya sus dias de esplendor y gloria, cuando la
+ciencia ha empezado á estender las sombras de la duda sobre las
+creencias religiosas. Es greco-romano y está aun incompleto; mas
+gozareis en él cuando veais el tabernáculo solo y aislado en medio de
+tres anchas naves cuyo pavimento, cuyas columnas, cuyas capillas
+ostentan los mas ricos y bruñidos mármoles. Construido segun el orden
+corintio, presenta unidas la mayor opulencia y la hermosura. No, no
+parece de nuestra época aquella catedral soberbia; es en nuestra época
+un fenómeno, un verdadero anacronismo. Se presenta fria, tiene defectos
+ademas de los que son propios de su estilo; mas hasta en ella
+sentireis... sí, ¿quién no siente ni se inspira ante el monumento que ha
+ido creciendo piedra sobre piedra mientras no lejos de él iba
+desmoronando el huracan las casas levantadas al Señor por hombres de
+otros siglos, ya medio derribadas por la revolucion que llevan inoculada
+en sí las generaciones que viven hoy sobre el ensangrentado suelo de
+todas las naciones? No hay un solo monumento que no encierre interes
+para el que desee leer en la piedra los secretos de la historia y sepa
+enlazar con ellos la vida de los pueblos. Sois hombre de corazon, de
+sentimiento: nos lo revela vuestro mismo estado, vuestras mismas
+palabras, hijas del mas puro entusiasmo por todo lo que es grande y
+bello: habeis empezado con nosotros vuestros viajes, y estamos seguros
+de que con nosotros los concluireis: ¿á qué arredraros ni desmayar
+cuando solo estamos á la mitad de la jornada?</p>
+
+<p>«Flaqueza de ánimo habrá parecido en mí, repuso entonces el viajero, la
+irresolucion que he manifestado para seguir como hasta ahora vuestras
+huellas; mas les debo tanto á estos lugares solitarios... dejé un dia el
+arte por la ciencia y ¡ay! no encontré mas que veneno en el fondo de
+esta engañosa copa. Desfallecieron mis creencias, entronizóse en mi
+espíritu la duda, y vagó por mis labios la blasfemia. Cuanto mas
+pretendí sondar el origen de las cosas, tanto mas se entenebreció mi
+alma, tanto mas fui impío. Cobré tedio á la sociedad, cobré tedio al
+mundo; me encerré en un egoismo fatal de que hoy mas que nunca me
+avergüenzo. Parecióme todo un juego de azar, y miré con indiferencia mi
+propio destino y el destino de los pueblos. En un estado tal, quise
+arrojarme desenfrenadamente á los placeres, quise ahogar el grito de mi
+dolor en el estrépito de la bacanal y de la orgía; mas en vano: mi
+corazon era ya la hoja que se<a name="page_022" id="page_022"></a> desprende del árbol al soplo de las auras
+del otoño, mi actividad estaba muerta, muerta como mi alma. Supe que
+íbais á salir para el reino de Granada, y resolví seguiros. ¿Quién sabe,
+dije, si la vista de nuevos paises me restituirá la calma, si los
+grandes espectáculos de la naturaleza volverán á alumbrar mi fé
+estinguida, si las ruinas de los monumentos que nos legaron otros siglos
+encenderán de nuevo la llama de mi amor al arte? Atravése Sierra Morena,
+y al ver sus bosques, sus coronas de peñascos, sus abismos, sentí ya
+dentro de mí otro ser, otra personalidad, otro sentimiento. La idea de
+Dios hirió otra vez mi espíritu, levanté al cielo los ojos, y reconocí
+en la naturaleza el orden, en el orden á Dios. Cayó de repente el velo
+que habia entre mí y el mundo; mas solo por un breve plazo, solo por
+momentos. La sombra de la duda se alzó en mí como un espectro; y creí
+oirla echándome en cara la facilidad con que sucumbia al recuerdo de mis
+antiguas creencias. Continué el viaje siendo presa de la misma
+inquietud, sumergido por completo en la melancolía. Llegué á Iliturgis;
+y no me referísteis en aquellas tristes ruinas sino hechos sangrientos
+que hicieron estremecer aun mi corazon gastado: bajé á Arjonilla, á
+Arjona, á Martos; y solo oí de vuestra boca en aquellas pequeñas y
+silenciosas villas infidelidades de príncipes y de caballeros, raptos,
+asesinatos, injusticias de reyes: recorrí Jaen, Baeza, Úbeda; y vi en
+todas partes junto al suntuoso palacio la mísera cabaña, el brillo de
+los pasados encubriendo los vicios de los presentes, el sepulcro de los
+que ya murieron sirviendo de escudo á los que de ellos descienden para
+defender contra los demas hombres el fruto de su crímen. Vi en Guadix el
+tercio de la poblacion condenado á vivir y morir en el fondo de una
+cueva; crucé leguas de campos incultos y desiertos á poco de haber
+dejado pueblos sumidos en el abatimiento y la miseria; llegué en una de
+las horas de mas animacion á la ciudad de Almería, y entré en ella en
+medio del silencio mas profundo. Visité Motril, Velecillos, la
+Alpujarra; hallé donde quiera la quietud del sepulcro, la calma de la
+muerte. En vano me hicísteis observar perspectivas tan grandiosas como
+pintorescas: en vano llamásteis mi atencion sobre los templos que erigió
+la fé de otras generaciones: preocupado por los grandes problemas de la
+ciencia, no atendia mas que al estudio de los hombres con el objeto de
+reconocer por ellos la existencia y la naturaleza de esa causa<a name="page_023" id="page_023"></a> de las
+causas, de esa incógnita que será tal vez un misterio eterno para la
+inteligencia humana. No encontré vestigios de bienestar sino en la
+ciudad de Málaga, que hoy animan á la vez la industria y el comercio; y
+aun alli ¡qué de funestas rivalidades! ¡qué de almas que lloran en
+secreto las calamidades que las afligen! ¡qué de crímenes cometidos á la
+sombra de la noche! Vine á Granada, al fin, desesperando de los hombres,
+desesperando de Dios. ¡Ah! decia yo para mí, ¿quién curará mi alma
+lastimada? ¿quién podrá levantar ya mi espíritu caido? ¿quién devolverme
+la paz de que gocé en mejores dias?</p>
+
+<p>»Granada fue la que operó en mí esta revolucion benéfica. Su bella
+situacion, la grandiosidad de sus paisages, los recuerdos de su historia
+empezaron por subyugar mi razon y encender mi fantasía: revivió en mí el
+amor al arte: pensé, soñé de nuevo, y logré por de pronto olvidar, si no
+curar, mis males. La vista de esos valles y esos montes serenó mi
+espíritu; el espectáculo sublime que ofrecen aqui el cielo y la tierra
+me reconcilió con la idea de una divinidad coexistente con el mundo; el
+orden que observé en todos los fenómenos me hizo reconocer la
+Providencia; y al volver la vista á mis semejantes, me vi obligado á
+sospechar que aun en medio del desorden que reina en las sociedades
+obedecemos sin sentirlo á una ley por la que tarde ó temprano se ha de
+cumplir nuestro destino. Volvieron á aparecer entonces en mí la creencia
+y la esperanza; y me sumergí todos los dias mas y mas en esa naturaleza
+seductora y evidentemente poética, único medio por el cual puedo llegar
+á unirme con lo eterno y lo infinito.</p>
+
+<p>»¿Cómo quereis que no deje con sentimiento esta comarca? Mas os ofreceis
+á dirigirme por los reinos de Córdoba y Sevilla, decís que vais á
+ponerme frente á frente con una naturaleza, si no mas bella, mas rica
+aun y mas grandiosa, con mezquitas árabes que respiran mas el arte, con
+monumentos que tienen un carácter mas severo y sombrío, con templos cuya
+grandeza ha de imponerme: mis ojos estan sedientos de nuevas
+impresiones, de nuevas sensaciones mi alma: partamos, suspiro ya por
+hallarme en la corriente del Guadalquivir, en las olas del Océano. La
+plateada serpentina de los rios caudalosos, la inmensidad de los mares
+han cautivado siempre mi imaginacion y mis sentidos: partamos: quiero
+bañarme en las aguas de ese<a name="page_024" id="page_024"></a> rio en que cayó roto y ensangrentado el
+manto de los califas, quiero surcar ese Océano sin fondo, bajo cuyas
+olas supusieron los poetas de la antigüedad el lóbrego reino de Pluton,
+las vastas profundidades del infierno. ¡Córdoba, Sevilla, Cádiz! ¡qué de
+recuerdos han agrupado alli los siglos! partamos: llevadme á estas
+ciudades llenas, como decís, de arte, de historia, de poesía. Llevadme
+donde quiera que pueda ver, donde quiera que pueda sentir, donde quiera
+que pueda soñar con lo pasado: necesito aun estar ébrio de arte para
+olvidar el dolor de mis heridas. Hablad, pero olvidando siempre las
+miserias de lo presente y la incertidumbre de lo futuro: ocupad por
+completo mi imaginacion con la memoria de lo que fue, exaltad mi corazon
+en amor á todo lo bello: la realidad, el porvenir estan ya por desgracia
+ante mis ojos.»</p>
+
+<p>No dirigimos ni una palabra mas á nuestro viajero: reconocimos en él á
+la mayor parte de nuestros lectores; y no pudimos menos de convencernos
+de cuán necesarias son en nuestra sociedad las obras destinadas á ocupar
+principalmente el corazon y la fantasía de los que no pueden menos de
+vivir atormentados por las calamidades presentes y el deseo de preparar
+un porvenir mas halagüeño.</p>
+
+<p>
+<br />
+</p>
+
+<p class="figcenter">
+<img src="images/ill_024.png" width="292" height="85" alt="" title="" />
+</p>
+
+<p><a name="page_025" id="page_025"></a></p>
+
+<p>
+<br />
+<br />
+<br />
+</p>
+
+<p class="c"><img src="images/ill_barra.jpg"
+width="80%"
+height="10%"
+alt="barra decorativa"
+title="barra decorativa"
+/>
+</p>
+
+<h1>RECUERDOS Y BELLEZAS<br />
+<small><small>DE</small></small><br />
+ESPAÑA.<br /><br />
+<small>SEVILLA, CÓRDOBA, CÁDIZ.</small></h1>
+
+<h3><a name="capitulo_primero" id="capitulo_primero"></a>Capitulo primero.<br /><br />
+<span style="font-family:serif;"><i>Primeras impresiones recibidas en Córdoba.&mdash;Ojeada general sobre su
+historia.</i></span></h3>
+
+<p>
+<br />
+<br />
+</p>
+
+<p class="nind">
+<img src="images/ill_025.jpg" width="236" height="329" alt="M" title="M"
+class="floater"
+/>EDIABA<a name="FNanchor_B_3" id="FNanchor_B_3"></a><a href="#Footnote_B_3" class="fnanchor">[B]</a> ya la noche, cuando entramos por primera
+vez en esa ciudad de Córdoba, á que han comunicado tanto interes la
+historia y la poesía. Yacía la ciudad sepultada en silencio: apenas se
+percibia mas que el dulce susurro del viento entre sus frescas
+arboledas. La luna resplandecia en lo alto del horizonte; pero no
+alumbraba sino los techos de sus viejos monumentos: sus estrechas y
+tortuosas calles estaban casi todas cercadas de tinieblas.</p>
+
+<p>Sentiamos una viva inquietud. Éramos aun niños cuando la leyenda<a name="page_026" id="page_026"></a> nos
+habia hecho ver ya con los ojos de la fantasía esa segunda Damasco,
+sentada bajo la sombra de sus palmeras á orillas de un caudaloso rio.
+Agolpábanse á la sazon en nuestra frente las ilusiones de la infancia; y
+temiamos verlas deshojadas por el soplo de la realidad, soplo helado y
+funesto que pasa sobre nuestra imaginacion como el del cierzo sobre el
+caliz de las flores.</p>
+
+<p>No distinguimos por de pronto nada que revelase la mano de los árabes;
+pero debimos reconocer á poco la antigua ciudad musulmana en lo desigual
+de sus calles y sus casas, en lo mezquino de sus portales, en la
+sencillez de sus fachadas. Vimos á trechos asomar por encima de estos,
+árboles frondosos que subian al parecer desde el fondo de los patios:
+recordamos que los orientales guardan para el interior la belleza que
+otros pueblos se complacen en desarrollar en el esterior de sus
+edificios; y no pudimos menos de concebir la esperanza de descubrir
+todavía, aunque desfigurada y rota, una ciudad morisca.</p>
+
+<p>Esperábamos con impaciencia que rayase el alba: no veíamos llegada la
+hora de penetrar en esos templos donde tantos emires y califas adoraron
+al Profeta, en esos ricos alcázares donde fueron recibidas tan
+brillantes embajadas y perpetrados los mas negros crímenes, en esos
+ensangrentados muros de que colgaron los reyes moros las cabezas de sus
+enemigos, en esos encantados jardines donde languidecieron de amor
+tantas sultanas, en esos profundos acueductos, abiertos en las peñas,
+donde gimió sin ser oida tanta muchedumbre de cautivos.</p>
+
+<p>Contemplamos en tanto gran parte de la ciudad desde un ajimez de la casa
+en que viviamos. El espectáculo que á nuestros ojos se presentaba no
+podia ser mas bello. Alzábanse acá y acullá de entre techos desiguales
+torres mas ó menos imponentes cuya negra silhueta se destacaba sobre los
+montes inmediatos ó sobre el azul del cielo. Brillaban á un lado las
+aguas del Guadalquivir; estendíanse al otro las faldas de Sierra Morena,
+sobre cuyas cumbres centelleaba una que otra estrella, como el ojo de un
+cíclope que está para conciliar el sueño. Ligeras nubes, blancas cual la
+nieve, recorrian el espacio en alas de suaves brisas embalsamadas por
+las flores: sutiles, transparentes, dejaban ver al través de sí la
+bóveda del firmamento, y no parecian sino aéreas gasas destinadas á
+realzar la hermosura de ese estrellado<a name="page_027" id="page_027"></a> manto de los cielos. Murmullaba
+debajo de nosotros el follage de los naranjos y los álamos; allá á lo
+lejos, en el fondo, se distinguia una palmera; mas allá aun, ya fuera de
+las murallas, masas oscuras que parecian otras tantas arboledas.
+Ostentaba alli sus ricos dones la naturaleza; aqui sus ricas galas, el
+arte; y brotaba de todas partes una armonía indefinible que hablaba al
+corazon, dejaba cautiva el alma y suspensos los sentidos.</p>
+
+<p>Apoderóse en breve de nosotros una dulce melancolía. Arrojó la historia
+sobre la ciudad un velo fúnebre; asaltaron nuestra imaginacion tristes
+recuerdos. Esta ciudad, ahora dormida, nos dijimos, ¡qué de veces no ha
+dispertado llena de sobresalto al grito de la rebelion y al rumor de los
+combates! Estalló un dia una guerra encarnizada entre César y Pompeyo.
+Vino César sobre Córdoba y la ganó: aqui fue donde recibió el homenage
+de casi todos los pueblos de la Bética, aqui donde vió rendido á sus
+plantas á su enemigo Varron, aqui donde terminó en medio de los aplausos
+de todo un reino la primera y la mas gloriosa de todas sus campañas.
+Retoñaron algun tiempo despues las discordias civiles. Ocupó Sexto
+Pompeyo la ciudad y César se vió obligado á cercarla. Era de un carácter
+benigno y generoso este soldado; mas, creyendo ver en este hecho una
+defeccion, cegó de cólera. Levantó el sitio apenas supo que Pompeyo
+habia salido de la ciudad, le derrotó en Munda, bajó de nuevo á Córdoba,
+y pasó á cuantos le opusieron la menor resistencia por el filo de la
+espada. ¡Qué dias aquellos tan aciagos! Estaban divididos los cordobeses
+en cesarianos y pompeyanos: los pompeyanos querian morir bajo las ruinas
+de la ciudad antes que entregarse á César; los cesarianos conspiraban
+sin tregua contra los pompeyanos; rompieron en un momento dado los dos
+bandos; y perecieron no solo los principales cesarianos, sino hasta sus
+hogares y sus hijos. Subian aun al cielo los vapores de la sangre y las
+llamaradas del incendio, cuando entró César para consumar la obra. La
+ley del talion fue aplicada en todo su rigor; el espíritu de venganza
+quedó completamente satisfecho. Murieron bajo el hierro del vencedor mas
+de veinte mil partidarios de Pompeyo; fueron echados los demas de sus
+albergues; condenados muchos á andar errantes por la tierra llevando en
+su frente el sello del proscrito. ¡César! ¡César! no era esta la mision
+que te habia confiado tu destino. ¿Cómo pudiste en un instante de ira
+venir<a name="page_028" id="page_028"></a> á cubrir de luto una ciudad á que antes y despues consagraste tus
+recuerdos? ¿cómo no supiste acallar aqui tus pasiones, tú que
+acostumbrabas á levantar entre tus brazos al vencido, tú que no tuviste
+corazon para ver la cabeza de Pompeyo y dejar de verter sobre ella una
+lágrima de compasion y de ternura? ¡César! ¡César! hemos creido ver aun
+tu sombra airada pasando sobre esta ciudad de Córdoba: perdónanos si
+llevados por la fuerza del sentimiento hemos recordado con placer que
+fuiste á espirar bajo el puñal de Bruto.</p>
+
+<p>¡Ah! fuiste indudablemente bien desgraciada, ó Córdoba. No habia caido
+aun la república en manos de los emperadores, cuando eras ya colonia y
+viste cubierto de monumentos tu recinto; de quintas, tu campiña. Viriato
+pasó junto á tus muros y no tuviste que sentir el peso de sus armas.
+Metelo dió en tu seno sus espléndidos banquetes: César, el mismo César,
+te coronó de gloria. Mas ¡cuán pasagera fue tu dicha para el dolor y la
+amargura que hubiste de devorar en medio de las tinieblas y el silencio!
+Casto Longino, gobernador en nombre de César, te arrancó tu libertad y
+tus tesoros: sufriste, lloraste; y cuando no pudiste ya con tus pesares,
+no encontraste otro medio para salvarte de su codicia que lanzarte al
+campo de batalla. Vino á poco el mismo César á herirte de muerte; cuatro
+siglos despues, los vándalos, ese terrible azote enviado por la mano de
+Dios para regenerar la embrutecida Europa. Te mostraste poderosa contra
+Agila, cuyo hijo anegaste en la sangre de sus tropas: fiera, romana
+siempre, llegaste entonces á reconquistar tus leyes municipales, á
+hacerte libre, á emanciparte, sola y sin mas que tus propias fuerzas,
+del imperio godo. Mas ¡cuán en breve tuviste tambien pendiente sobre tí
+el cetro asolador de Leovigildo! Destruyeron el hierro y el fuego tus
+soberbios monumentos: fueron tus mejores hijos sepultados en el fondo de
+tus ruinas. Cayó sobre tí la mas horrible tiranía; y ni libertad tuviste
+para quejarte de tus infortunios. Fuiste el sepulcro de tu pueblo, el
+monte en que sentaron sus trofeos tus implacables enemigos.</p>
+
+<p>Cayó Córdoba en poder de los árabes poco despues de la batalla del
+Guadalete. Anocheció libre y amaneció cautiva. Fue asaltada de noche por
+las tropas de Mugueith; y cuando al dispertar se vió por todas partes
+cercada de invasores, no pudo hacer mas que doblar humildemente la
+cabeza y sufrir la ley de los vencidos. Corte á poco<a name="page_029" id="page_029"></a> de los emires que
+gobernaban la España en nombre de los califas de Damasco, no tardó en
+recibir animacion y vida de las gloriosas espediciones militares
+dirigidas contra las fronteras de las Galias; mas no tardó tampoco en
+estar amenazada por esas funestas guerras de tribu á tribu que socavaron
+desde un principio los cimientos de este nuevo imperio sujeto á las
+banderas del Profeta. Vivió pronto no ya en medio de la animacion, sino
+en una agitacion febril alimentada sin cesar por odios y ambiciones
+personales: hoy vió entronizar á un emir, mañana le vió deponer por una
+muchedumbre insensata ó por una soldadesca ébria; precipitóse todos los
+dias mas á la anarquía y estuvo próxima á una completa ruina. Recobró
+aliento al entrar por sus puertas el jóven Abd-el-rhaman, último resto
+de la familia ommyada; mas hasta bajo esos mismos ommyadas tuvo dias de
+luto y de amargura. Encendióse sobre el sepulcro de Abd-el-rhaman una
+guerra fratricida que retoñó por mucho tiempo al fin de cada reinado y
+engendró los mas horrendos crímenes; subió pocos años despues al trono
+el vengativo el Hakem que tomó el terror por sistema de gobierno, y
+sumergió de nuevo esta ciudad en la sangre de sus hijos. El Hakem, sobre
+todo, fue para ella fatal: creó con objeto de oprimir á sus súbditos una
+milicia permanente, recargó de una manera escesiva los tributos, y
+sublevó contra sí los ánimos del pueblo. Irritado este, se arrojó á la
+calle y desahogó su ira contra los recaudadores. Súpolo el Hakem, rugió
+de cólera, y mandó empalar públicamente en una de las orillas del rio á
+diez de los rebeldes. Exaltado el pueblo á la vista de tan bárbaro
+espectáculo, no pudo ya contener sus ímpetus: lanzóse como un tigre
+sobre los soldados de la nueva guardia, descuartizó á cuantos
+pretendieron oponerle resistencia, se dirigió al alcázar, prorumpió en
+alaridos y amenazas, protestó enérgica y fieramente contra la tiranía de
+sus reyes. El hijo del emir, los altos funcionarios de palacio, cuantos
+rodeaban á el Hakem le suplicaban con instancia que les permitiese salir
+para aplacar el tumulto con palabras de paz y de concordia; pero el
+Hakem, sediento ya de sangre, no quiso escuchar mas que la voz de sus
+pasiones. Acometió de improviso la desarmada muchedumbre, alanceó, mató,
+desgarró las mal heridas victimas bajo los pies de sus caballos, mandó
+clavar vivos en las orillas del rio á trescientos prisioneros.</p>
+
+<p>No estuvo contento aun: los fugitivos se habian retirado al arrabal:<a name="page_030" id="page_030"></a>
+entregó por tres dias el arrabal á merced de sus soldados. No haya
+perdón, dijo, ni aun para las casas que han servido de asilo al
+delincuente; casas, hombres, mugeres, ancianos, niños, todo pereció por
+el fuego ó por la espada. Cansado ya de destruir, pregonó al cuarto dia
+un indulto: ¡oh! la sangre hierve en las venas al considerar tan grande
+ultraje. ¡Un indulto despues de cuatro dias de saqueo y de esterminio!
+¡y qué indulto! Desterróse en él para siempre á centenares de familias,
+condenóse á mas de quince mil hombres á andar errantes y desnudos por
+las costas de Africa. ¡Pobres proscritos! Los hubo que tuvieron que ir á
+buscar un albergue en el Egipto, conquistando á fuerza de armas la
+ciudad de Alejandría. ¡Cuántos entre estos no perecieron en el camino de
+hambre y de fatiga! Las tribus que se internaron por España no hallaron
+descanso ni tregua á sus dolores hasta que, compadecida Toledo de tan
+amargas desventuras, les abrió sus puertas y les dió un lugar en su
+recinto. ¡Pobres proscritos! La muerte de sus hijos, la usurpacion de
+cuanto habian poseido, el incendio de las casas en que habian abierto
+por primera vez sus ojos á la luz del mundo, no eran aun bastantes para
+acibarar su vida: faltaba la emigracion, el desconsuelo de deber
+abandonar para siempre el suelo de su patria. Faltaba aun mas: faltaba
+que anduviesen de pueblo en pueblo mendigando un asilo y no encontrasen
+por mucho tiempo un corazon sensible; faltaba que debiesen los mas regar
+con nueva sangre el pais en que pretendian fijar su residencia; faltaba
+que echados de este por un gobernador de Egipto, tuviesen que armarse en
+corso y piratear por los mares de la Grecia hasta haber dado con una
+isla poco menos que desierta, donde pudiesen levantar sin necesidad de
+lucha sus míseras tiendas de campaña; faltaba que perseguidos hasta en
+aquella isla por la mano del destino, se viesen obligados á rechazar por
+dos veces las fuerzas del imperio griego y á sucumbir por fin á una dura
+servidumbre. Terrible, terrible fue su suerte: ¡ay! ¡y no hubo quien la
+vengara! Tú, Córdoba, te anonadaste y no hiciste mas que verter un
+llanto inútil. ¿Cómo no te alzaste y heriste la frente del malvado?
+¿cómo no hallaste en medio de tu furor armas con que reducir á polvo á
+los impíos que abrieron con mano airada tu palpitante seno? Esperaste en
+Dios y venciste: confiaste tu venganza en la Providencia y la
+Providencia te la dió cumplida. Veo aun á el Hakem cruzando á<a name="page_031" id="page_031"></a> pasos
+descompuestos los salones de su alcázar, lleno el corazon de pesares y
+de remordimientos. Las sombras de sus víctimas le siguen sin cesar y le
+precipitan á los mas violentos arrebatos de demencia. ¡Sangre! ¡sangre!
+grita á cada momento: sacadme de ese mar de sangre, esclama. Toda mi
+generacion está manchada con la que yo he vertido. Huid, huid de mí;
+dejadme solo con mis espectros y mi sangre hasta que esta sangre me
+ahogue. Desesperado, abatido, cae despues en una profunda melancolía: no
+puede ya con sus recuerdos, no puede ya con su dolor: vedle exhalando su
+último suspiro. Ha muerto, y no suena en todo el palacio ni un gemido;
+no hay quien derrame una lágrima siquiera. Todo es silencio en torno del
+cadáver: apenas hay quien se atreva á mirarle, y hasta sus mismos hijos
+se cubren el rostro por no verle. Solo el pueblo llora; pero llora de
+gozo, de gratitud al cielo por verse libre ya del monstruo que acuchilló
+á sus hijos. ¡Regocijaos, vosotros tambien, pobres proscritos!</p>
+
+<p>Dias de tanto horror no se borrarán jamas de la memoria de los hombres.
+Buscamos en vano el lugar en que estuvo situado el arrabal; no quedan ya
+ni escombros. Brota aun sangre de tu profunda herida, desventurada
+Córdoba: ¿cómo en siglos mas felices no encontraste quien la
+cicatrizase? Recuerdo tiempos para tí dichosos, dias llenos para tí de
+magestad y gloria. Cien años despues ¿no tuviste aun en el trono de los
+califas á ese magnánimo Abd-el-rhaman III, que despues de haber llevado
+sus armas vencedoras al interior de Castilla, al Africa, al Egipto,
+construyó junto á tus muros los palacios de Medina Azarah y te arrulló
+al melodioso son de los sublimes cantos que inspiró á tus poetas? ¿No
+viste á poco brillar de nuevo la estrella de Augusto en la frente del
+generoso el Hakem, de ese el Hakem II de quien dijeron los árabes que
+habia logrado convertir en rejas de arar tus armas, en pacíficos
+labradores tus guerreros? ¿No viste entonces cubrirse de flores tu
+campiña; de numerosos rebaños, las cumbres de tus cerros; de una rica
+vegetacion, las faldas de tus colinas pintorescas; de sabios, tus
+alcázares dorados; de peregrinos, tu mezquita djehma; de oro, tus
+robustas arcas? Sucedió á Hakem el débil Hescham II; mas ¿no fue bajo el
+reinado de este que salió de entre la muchedumbre de tus soldados ese
+intrépido Almanzor, terror de los ejércitos cristianos, héroe que hizo
+morder el polvo de la tierra á cuantos se atrevieron á medir con él su<a name="page_032" id="page_032"></a>
+lanza, varon tan celoso de su dignidad, que al sentirse herido en
+Calatañazor y al creer segura su derrota, rasgó los vendajes que
+detenian su sangre para morir sobre el campo de batalla? ¿Cuándo arrojó
+mas vivos resplandores el astro de tu fortuna y de tu gloria? Las
+ciudades del norte y del oriente de España te enviaron sus mas hermosas
+cautivas y espléndidos tesoros; Santiago de Compostela te mandó enormes
+campanas que sirvieron de lámparas para tus mezquitas; el Africa coronó
+tus sienes con las mejores palmas del Desierto. Fuiste la reina de las
+naciones, fuiste la luz del mundo. La ciencia tuvo en tí su templo; el
+arte, su logia; la industria, su taller; la poesía, su palenque. No solo
+los pueblos que adoraban al Profeta, la Italia, hasta la Grecia te
+cedieron en tributo sus mas grandes sabios. Los mas bellos monumentos de
+Europa estaban dentro de tu recinto; las mejores calzadas conducian á
+tus soberbios muros; los mas vistosos campos se estendian á tus pies
+como una alfombra. Huertas deleitosas, jardines encantadores matizaban
+la sierra donde estás sentada; bullian donde quiera entre los pomposos
+ramajes de tus árboles aguas cristalinas bajadas de lo alto de los
+cerros, estraidas de las mas hondas concavidades de la tierra. El
+Guadalquivir te traía aun en alas de sus ligeros buques los frutos de la
+feraz Sevilla; las opulentas regiones del Tarteso te regalaban aun el
+oro de sus fecundas minas. Una nacion entera estaba humillada á tus
+plantas y obedecia al menor de tus caprichos. Oía tu grito de guerra, y
+se lanzaba como un leon á la pelea; ordenabas la paz, y volvia al cinto
+su formidable espada. Ese mismo Almanzor, cuya imaginacion embargaban
+sin cesar sus espediciones militares, apenas sabia guardar para otra que
+para tí los laureles que recogia entre la polvareda del combate: te
+acariciaba al volver de sus audaces correrías como un cazador á su perro
+de caza, como un soldado á su corcel de guerra. Córdoba, Córdoba, ¿cómo
+no se cerraron entonces tus heridas?</p>
+
+<p>¡Ah! con razon, con sobrada razon guardas silencio, desdichada Córdoba.
+No ignoramos quién era ese Almanzor. Sabemos bien que si te elevó á la
+cumbre de tu grandeza, fue tambien el primero en motivar tu caida.
+Almanzor no era tu califa; no era mas que un hadjib, un valido de tu
+soberano. ¿Qué hacia Hescham en tanto que él tenia aterrada la Península
+con el ronco fragor de sus batallas? Tu infortunado rey vivia en una
+eterna infancia ageno de los negocios del<a name="page_033" id="page_033"></a> gobierno: no ejercia su
+imperio sino sobre las flores de su jardin, sobre el corazon de sus
+esclavas. Muerto Almanzor, tuvo que entregarse en brazos de otro hadjib;
+murió este segundo hadjib, y tuvo que entregarse en brazos de un
+tercero. Pertenecieron los tres á una familia; pero no todos le fueron
+igualmente fieles. Almanzor, celoso de la autoridad omnímoda que ejercia
+sobre la España Arabe, le distrajo de los negocios del gobierno, aunque
+no intentó nunca usurparle el trono á que hubiera podido subir llevado
+sobre el escudo de los ejércitos que habia conducido á la victoria;
+Abd-el-melek, hijo primogénito de Almanzor, siguió guardándole la
+lealtad jurada; Abd-el-rhaman Anasir, hermano de Abd-el-melek, le movió
+á impulso de su propia ambicion á que le declarara sucesor al trono.
+¡Declaracion fatal, terriblemente fatal para tí, ciudad desventurada,
+sobre cuya cabeza fue desde entonces amontonando el Señor todo género de
+males: la guerra, el crímen, el hambre, la anarquía!</p>
+
+<p>Duerme, duerme, ciudad: duerme tranquila tu tranquilo sueño. No quieras
+oir otra vez tus espantosos infortunios: no quieras recordar de nuevo
+tan sangrienta historia. Se estremecen de horror hasta los que la leen
+en el silencio de sus corazones: ¿qué no sufrirías tú que tienes aun
+impresa en tu cuerpo la roja huella de los que á la sazon le
+precipitaron al fondo de un abismo? La declaracion de Hescham armó á
+Mohammad su primo; y Mohammad y Abd-el-rhaman se batieron bajo tus
+murallas. Vencedor Mohammad, hizo morir en una cruz á su enemigo,
+encerró secretamente á Hescham, le dió por muerto á los ojos de tus
+hijos, y empuñó al fin teñidas en sangre sus manos el cetro de tus
+califas. Quiso desarmar á los berberiscos; y estalló una rebelion en que
+tu pueblo tuvo ya que tomar parte contra tan odiosos africanos. Salieron
+estos vencidos, abandonaron tus hogares; mas para volver pronto á
+desgarrar tu seno con sus armas y las armas de Castilla. Te ocuparon por
+segunda vez despues de haber derrotado á Mohammad en la batalla de
+Jabalquinto; y no te dejaron ya sin haber antes devastado y saqueado tus
+palacios de Medina Azarah. Mohammad, acompañado de un ejército cristiano
+que le enviaron los condes de Barcelona, invadió de nuevo el trono de
+tus antiguos reyes; mas para corto, para muy corto tiempo. Vencido á
+poco en un combate que tuvo con los berberiscos, falto del apoyo de sus
+aliados, enemistado con tus hijos, te puso al borde de un precipicio,<a name="page_034" id="page_034"></a>
+del que solo pudo arrancarte la mano de su hadjib sacando del ignorado
+encierro á Hescham, tu legítimo califa. Mohammad vió alzarse ante sí á
+su primo Hescham como una sombra: quiso conjurar su enojo con humildes
+súplicas, pero inútilmente. Fue decapitado, entregado su cuerpo á la
+muchedumbre, llevada su cabeza sobre la punta de una lanza al audaz
+Soleyman, á quien Hescham trató de dar con esto ejemplo. Tuviste
+entonces restablecida la legitimidad sobre tu trono; mas ¿qué podias
+esperar de ese cobarde Hescham, que nunca aspiró mas aliento que el de
+sus jardines, ni conoció mas placeres que los de su serrallo? Estás
+condenada á languidecer y á morir; de tu suelo no brotan ya sino la
+ambicion y el odio para prolongar el horrible dolor de tu agonía.
+Duerme, duerme, ciudad: duerme tranquila tu tranquilo sueño.</p>
+
+<p>Hescham no supo hacer mas que acelerar tu ruina. Tenía en todo el reino
+un solo hombre capaz de sostener su vacilante trono; y le entregó por
+meras sospechas de traicion al hacha del verdugo. Cercado por todas
+partes de berberiscos que devastaban sin cesar la Andalucía, se anonadó,
+y no pudo dar nunca un paso mas allá de tus murallas. Te vió con dolor
+abatida, devorada por el hambre, consumida por la peste; pero no fue
+capaz ni aun de procurarte pan teñido con la sangre de tus hijos. No se
+sintió con fuerzas ni aun para salvarte del poder de Soleyman, que cayó
+al fin sobre tí y vengó en tí las afrentas recibidas por sus feroces
+africanos. Afeminado, débil, dejó que su enemigo te tomara por asalto;
+desapareció á la hora del peligro tras los soldados que habian de velar
+por tu defensa; y te abandonó medio moribunda al furor de los que venian
+dispuestos á acabar contigo. No pereciste aun; mas ¿quién podia creer
+que no hubiese llegado ya tu última hora? Dueño de tí Soleyman, «robad,
+saquead, dijo á sus tropas: ahogad la voz en la garganta de los que os
+ultrajaron.» Por tres dias tuviste hundida en tu seno la lanza de los
+bereberes; por tres dias te viste condenada á asordar el aire con
+inútiles gemidos. Desencadenado contra tí el odio profundo de una raza
+que fue en todos tiempos el azote de tu pueblo, sola, aislada, no
+encontraste por eco de tus lamentos sino un contínuo grito de venganza,
+y llegaste hasta á perder la voz para quejarte de tus acerbos males.</p>
+
+<p>Soleyman no se contentó ya con ser el general de tus ejercitos: levantó
+de las oscuras gradas del trono la espada de tus reyes. Orgulloso,<a name="page_035" id="page_035"></a>
+intolerante, destituyó de sus destinos á los árabes y te sujetó por
+completo al dominio de sus soldados. Ejerció sobre tí una tiranía
+insoportable: te injurió, te oprimió, arrojó con desden sobre tu frente
+los restos de tu antiguo imperio. No contaba con simpatías, no contaba
+con mas apoyo que el de sus propias armas; mas estas armas eran fuertes
+en la pelea, él bravo y fiero como uno de esos leones del Desierto. Se
+hacia dificil quebrantar su poder, romper su lanza. En otro tiempo tú
+misma hubieras bastado á quebrantarlo; mas ¿cómo podias entonces tener
+fuerzas ni aun para levantar al cielo tus suplicantes brazos?</p>
+
+<p>Hayran, hadjib que fue de Hescham, fue entonces el único que concibió la
+esperanza de salvarte. Habia sido herido en el asalto del Alcázar y
+recogido por un desgraciado que se compadeció de él y le ocultó en su
+casa. Cicatrizado apenas su cuerpo, no pudo mirar con indiferencia la
+suerte de su patria: salió de España, pasó al Africa, conjuró al valí de
+Ceuta Aly ben Hamud á que viniera con su ejército á rasgar las ataduras
+que te unian ya al sepulcro. El interes que tenia por tu pueblo le
+inspiró elocuencia para traer consigo al esforzado Aly. Entró; dirigióse
+al punto contra Soleyman que, temiendo esperar al enemigo en tu recinto,
+abandonó tus muros; le halló, luchó con él, y no paró hasta presentarle
+herido y maniatado al valí, que no pudo verle sin afearle sus hechos y
+cortarle la cabeza con su cimitarra. No pudo ser mas rápido ni mas
+eficaz el ausilio del hadjib; mas ¿qué podia sobrevenir que no fuese
+para tí un nuevo motivo de dolor y de amargura? Saludaste gozosa á
+Hayran y á ben Hamud, los aclamaste como tus libertadores: ¡ay! y no
+pasaron tres años sin que debieses ver á Hayran muerto por la mano de
+Aly, á Aly ahogado en un baño por los servidores del último califa.
+¡Pobre Hayran! habia sido él quien habia entronizado principalmente al
+valí, él quien mas habia procurado arrancarte del borde de la tumba; y
+obtuvo en premio la muerte. Temeroso ben Hamud de su influencia, le
+alejó de sí apenas hubo tomado posesion del trono, le incitó á la
+rebelion, salió contra él, y no sintió temblar su espada al ir á
+sumergirla en el pecho de su antiguo aliado.</p>
+
+<p>Hayran, al sublevarse contra Aly, habia hecho proclamar califa en la
+ciudad de Jaen al ommyada Abd-el-rhaman IV, biznieto del magnánimo
+Abd-el-rhaman III. Muerto Aly, vió ya el nuevo príncipe franqueado<a name="page_036" id="page_036"></a> el
+paso para subir al trono; mas no tardó en deber luchar con otros dos
+rivales poderosos que hubiera quizás vencido á no haberse conjurado
+contra él su desdichada suerte y el rigor de tu destino. El-Khassem,
+hermano de Aly, vino á apoderarse de tu alcázar, al parecer solo para
+dictar decretos de proscripcion y de muerte contra tus mejores hijos;
+Yahhyay, primogénito del mismo Aly, reunió al momento cuantas fuerzas
+pudo para reclamarte como una herencia, como el patrimonio de su padre.
+Tres reyes se disputaron á la sazon en el campo de batalla los girones
+de tu solio. Volvió á recorrer la muerte tus ciudades y tus campos:
+volvió á estender de nuevo su fúnebre crespon sobre tu reino. Trémulo
+el-Khassem ante Yahhyay, se ofreció á compartir con él su imperio y
+entregarle por de pronto el gobierno de tu pueblo. Yahhyay aceptó y
+prometió guardar el pacto, mas ébrio á poco con tus homenages y sinceros
+aplausos, no pasó ni dias sin aspirar al dominio absoluto y violar la fé
+jurada. Irritóse el-Khassem, ya algo repuesto de su primer cuidado;
+regresó, cayó sobre tí con la celeridad del rayo, y le obligó á la fuga.
+Te alzaste entonces y le venciste: no mas tiranos, dijiste, no mas
+abatimiento; pero fue inútil tu cólera; vano, enteramente vano, tu
+generoso ardor contra tus rudos opresores. No pudiste ni aun muerto
+el-Khassem gozar de la vista de ese Yahhyay á quien amabas.
+Precipitáronse los sucesos de una manera espantosa, y en menos de dos
+años tuviste que obedecer á la voz de cuatro reyes. El que no murió bajo
+el puñal de los conjurados ni bajo la espada de sus enemigos, murió
+infamemente atosigado; y tú, huérfana de contínuo, de contínuo colocada
+entre el despotismo y la anarquía, rodaste con mas y mas velocidad á lo
+profundo del abismo sin encontrar otro apoyo en tu fatal caida que
+débiles arbustos, rocas apenas sumergidas en la tierra que se quedaban
+en tus manos ó se desplomaban al peso de tu cuerpo para apresurar tu
+ruina.</p>
+
+<p>Habia sido ya destronado el-Khassem, cuando su ejército, que habia
+salido poco antes contra Abd-el-rhaman, entraba en batalla con el de
+este ommyada, en quien cifraban tantos la esperanza de su patria. Venció
+Abd-el-rhaman; pero murió de un flechazo al acabarse ya el combate.
+Arrojó este hecho en la consternacion todos los ánimos. Desesperaron los
+mas de la salud del reino, y tú fuiste la primera: dicen que lloraste al
+saberlo lágrimas de sangre. Hiciste, sin embargo,<a name="page_037" id="page_037"></a> un esfuerzo que no
+era ya de esperar de un ente moribundo: soy yo quien me he de dar mis
+reyes, esclamaste; y levantaste sobre tu escudo á otro ommyada, á otro
+Abd-el-rhaman, hermano de aquel Mohammad que Hescham hizo decapitar al
+ascender por la segunda vez al trono. Era tu nuevo Abd-el-rhaman jóven
+de grandes dotes, de un porvenir brillante; mas ¿qué habia de poder ya
+ni aun el hombre de mayor genio con las bastardas pasiones que se
+agitaban en tu seno? Quiso enfrenar la licencia de tus soldados,
+arrebatar la dictadura á los guardias de tu alcázar, proteger á tus
+ciudadanos contra los escesos de la fuerza armada, reprimir el
+desorden... ¡ah! el desorden pudo mas que él y le denunció como su
+víctima. Morian un dia los últimos rayos del sol en tus montes de
+Occidente cuando tu palacio estaba cernido en todas partes por una horda
+de asesinos. Dáse el grito de alarma, é invaden tumultuosamente los
+salones del alcázar. Los esclavos del califa son los primeros en caer
+bajo la punta de los puñales. Se adelantan luego los agresores hasta el
+mismo Abd-el-rhaman; pelean con él unos instantes, le derriban al
+pavimento, le cosen á estocadas hasta oirle exhalar su último suspiro.
+Veo aun la luz del crepúsculo iluminando fantásticamente el
+ensangrentado cadáver: el silencio que reina en torno suyo me turba y me
+confunde. ¡Bandidos miserables! ¡raza inicua de hombres corrompidos á
+quienes no espanta verter la sangre humana para satisfacer vuestros
+deseos! ¿cómo no temblais ante vuestra propia obra?</p>
+
+<p>Mohammad, primo del califa, habia sido el gefe de estos conjurados:
+muerto Abd-el-rhaman, fue proclamado rey. Encumbrado á tan alta dignidad
+solo por el favor de esos criminales llamados guardias del alcázar, ya
+tan codiciosos y perjuros como los que se atrevieron á poner un dia en
+almoneda la corona del Antiguo Imperio, no pensó ni pudo pensar durante
+su reinado sino en ir asegurando con inmensas dádivas la alianza que
+habia sido establecida entre él y ellos por tan infame alevosía.
+Consumió el tesoro del divan, disipó el tesoro público, agotó hasta las
+últimas rentas del Estado; mas nunca, en ningun tiempo pudo satisfacer
+la sed de oro que les devoraba. Vióse al fin privado de todo género de
+recursos. Empezó á temblar, pero no á retroceder, porque conoció que era
+imposible. Los puñales que hirieron á Abd-el-rhaman, dijo, estan
+asestados contra mí: las manos que los empuñan no los sueltan ya sino
+para recoger los<a name="page_038" id="page_038"></a> escudos que les arroje desde lo alto de mi trono.
+Entregóse á la mas desenfrenada arbitrariedad, creó nuevos tributos,
+vejó todos los dias mas y mas á los hijos de tu pueblo. ¡Inútiles
+esfuerzos! las exigencias de esa turba de sicarios crecieron á
+proporcion de la generosidad que con ellos ejercia: no pudo ni aun con
+ese sistema de opresion encontrar medios para cumplirlas. Sintióse
+aislado, perdido; y no vió otro camino para escapar de la muerte que le
+amenazaba que el de abandonar secretamente los palacios de Medina Azarah
+en medio de las tinieblas de la noche. Alcanzó asi prolongar algunos
+dias mas su vida; mas ¡ay! ¿en tanto, qué fue de tí, ó desgraciada
+Córdoba, en poder de esas insolentes guardias pretorianas? Robáronte,
+saqueáronte, complaciéronse en ir agravando mas y mas tu bárbara agonía.
+Oyeron tus gemidos y los apagaron con el hierro de su lanza: «sufre y
+obedece, dijeron, á los que son hoy tus reyes. ¿No eres acaso tú la que
+contemplaste impasible la muerte de trescientos de tus hijos y la
+proscripcion de una gran parte de tu pueblo? La primera vez que salimos
+armados del alcázar de tus califas salimos ya para abrir y desgarrar tu
+seno: ¿callaste entonces, y te atreves á quejarte ahora de que ejerzamos
+en tí nuestros instintos? Sufre y muere no ya bajo el hierro, sino bajo
+el cuento de nuestras alabardas.»</p>
+
+<p>¡Pobre ciudad! no bastaba que hubiese sufrido los horrores del hambre y
+la anarquía: faltaba aun que la insultasen sus verdugos. ¿Quién vendrá
+ya á salvarla? ¿quién podrá ya venir siquiera á dulcificar sus postreros
+instantes de amargura? Yahhyay reina aun en Ceuta y en Algeciras: ¿cómo
+no ha tomado las armas para reconquistar su codiciado imperio? ¿tan
+pronto se ha estinguido en él la llama de esa noble ambicion que le
+indujo en otro tiempo á venir á arrancar esta ciudad de la orilla misma
+del sepulcro? ¿tan pronto han dejado de resonar en sus oidos los vítores
+con que le acogió la muchedumbre, las afectuosas palabras con que le
+rindieron homenage los valíes? No le mueve ya á Yahhyay el deseo de
+alcanzar un reino; pero le mueve en cambio el amor á su Dios y á su
+patria. Córdoba, Córdoba, abre tus puertas á tu libertador: no hay ya en
+todo tu reino otro hombre capaz de contener las lágrimas que brotan á
+torrentes de tus ojos. Su prudencia y su desinteres corren al par con su
+bravura: su sola mirada basta para imponer á tus viles opresores.
+Aclámale por tu rey, aclámale por tu califa, aclámale por tu Dios sobre
+la<a name="page_039" id="page_039"></a> tierra: nadie como él puede vengar ahora tus ultrajes; nadie sino él
+levantarse como la sombra de los Abd-el-rhamanes á la vista de tus
+enemigos.</p>
+
+<p>Entró Yahhyay en esta ciudad sin la menor resistencia y entre los mismos
+aplausos que la vez primera. Su principal cuidado fue restablecer el
+orden. Tan cuerdo como severo, logró restaurarlo en breves dias. Sus
+palabras, dulces para unos, para otros amargas, producian todas el mismo
+efecto: no parecian sino hálitos de esas templadas brisas que vienen á
+serenar el cielo despues de las tempestades de verano. Asegurada ya la
+tranquilidad, trató de reconstituir la unidad de la monarquía, rota á
+pedazos por esa larga serie de revoluciones que habian removido este
+agitado suelo. Llamó á los valíes de las provincias para que fueran á
+jurarle obediencia según las prácticas del reino: escribió á todos sus
+funcionarios para que no retardasen un solo instante el cumplimiento de
+sus leyes. Lleno de fé en sus propias fuerzas, y sobre todo convencido
+de la necesidad de llevar á cabo su proyecto, se mostró no solo
+dispuesto á realizarlo echando mano de los medios que su autoridad le
+sugería, sino tambien decidido á ir á sujetar por sí mismo á los
+rebeldes. Esto fue lo que le perdió. Habia entonces en Sevilla un valí
+orgulloso y fiero que no reconocia otra autoridad que la de Dios y su
+Profeta, que no se arredraba ante ninguno de sus enemigos, que como los
+reyes escandinavos gustaba de beber en el cráneo de los que habia
+vencido en el campo de batalla. Yahhyay le escribió como á los demas
+valíes; pero no tuvo de él mas que un silencio, equivalente en un hombre
+de su carácter al desprecio. ¿Cómo podía dejar de irritarse Yahhyay?
+Tomó de improviso las armas y salió para Sevilla deseoso de castigar
+tamaño ultraje: dió en el camino con el valí, le acometió, luchó como
+una fiera con él, le puso en retirada, le obligó al parecer á llevar
+consigo la ignominia y el pesar de una derrota. Arrebatado por su brio,
+no se contentó con haber condenado á su contrario á volverle las
+espaldas; se precipitó tras él seguido de su escasa comitiva, corrió,
+voló, cayó en una celada, donde murieron bajo el hierro de los soldados
+del valí él y sus valientes caballeros. Llora, Córdoba, llora si es que
+lágrimas pueden brotar aun de estos tus ojos: ya no existe el que ha
+sido tu última esperanza; ya no podrá volver á desnudar por tí la
+espada. Llora, desdichada ciudad, llora porque no<a name="page_040" id="page_040"></a> es ya solo el califa
+quien ha muerto, ha muerto tambien el califato. Acabas de perder tu
+corona de reina en esa fatal jornada: levanta como en otro tiempo la
+voz... nadie te escucha.</p>
+
+<p>Sabida la desgracia de Yahhyay, reunióse el divan y eligió por sucesor á
+un ommyada llamado Hescham, que desde la decapitacion de su padre
+Mohammad vivia casi del todo ignorado en una fortaleza de Castilla.
+Libre de ambicion, y sobre todo severamente aleccionado por el trágico
+fin de su hermano y de su padre, rehusó por mucho tiempo la peligrosa
+dignidad que le ofrecian, sin llegar á ceder nunca sino ante la
+consideracion de que asi lo exigia la causa de su patria. Al fin aceptó
+y tomó la direccion de los negocios del gobierno. Propúsose en un
+principio conciliar todos los ánimos por medio de la persuasion y la
+dulzura: manifestó á los valíes la necesidad de restablecer la unidad
+del Imperio para detener la marcha de los ejércitos cristianos
+internados ya hasta el corazon de la Península; les puso por delante los
+intereses del Islam, el bienestar de los pueblos fatigados de tan largas
+y sangrientas guerras; apeló á los generosos sentimientos que debia
+abrigar todo buen muzlim, al recuerdo de las antiguas glorias, á lo que
+exigia por fin el cumplimiento de las leyes del Profeta. Todo en vano.
+Quiso despues recurrir á las armas: organizó ejércitos, nombró
+generales, les dió órdenes terminantes para que no perdonaran medio
+alguno á fin de reducir á su obediencia á los rebeldes... Todo en vano
+tambien. Confuso y desconfiado ya, apenas sabia adonde volverse:
+insistió en su antiguo sistema de moderacion, no porque lo creyese mas
+eficaz, sino porque le repugnaba derramar en luchas estériles mas
+sangre. Sufria en tanto el pueblo é ignoraba la causa de su sufrimiento.
+Cansado de padecer, la atribuyó como de ordinario á su califa y le
+depuso. Le depuso sin ira, y Hescham bajó del trono sin disgusto: todo
+estaba ya muerto en esta ciudad, todo era ya para ella un hecho
+indiferente.</p>
+
+<p>Bajó por fin del trono de tus reyes el último de los Ommyadas, ciudad
+infortunada: ¿qué te quedó luego de tu grandeza de otro tiempo? Agesilao
+suponia las fronteras de su patria alli donde alcanzaba la punta de sus
+lanzas: ¿adónde alcanzan ya las tuyas, desdichada corte de los califas?
+Levántate y vuelve los ojos á tu alrededor: Sevilla obedece á Mohammad
+Abu-el-Khassem, el que perdió á Yahhyay en una pérfida emboscada;
+Carmona y Écija, á uno de tus mas intrépidos<a name="page_041" id="page_041"></a> valíes; Málaga y
+Algeciras, á Edrys; Granada, al berberisco Hhabus; Almería, Murcia, las
+Baleares, al guerrero Zohayr, valí de Denia. Reina en Valencia A'mery;
+en Zaragoza, Almondhar; en Toledo, Ismail; Abdallah-Ben Moslemah en las
+dos Estremaduras y el Algarbe. Cataluña, Aragon, Navarra, los reinos de
+Castilla y de Leon estan contemplando tu ruina desde los montes en que
+tienen establecidas sus tiendas de campaña. Cada uno de tus antiguos
+valíes es un emir, un emir que dispone de ejércitos, acuña moneda, exige
+tributos, impone leyes á todo un pueblo con el hierro de su espada: cada
+uno de esos emires es uno de tus implacables enemigos. Háblales, y
+acogerán tus palabras con desprecio; recuérdales que eres su reina, y
+despues de llenarte de oprobio se dispondrán á la venganza. Eres aun
+reina; pero tus dominios no se estienden ya fuera de tus murallas;
+vendrá dia, y no está lejos, en que pierdas hasta esa independencia y
+llegues á ser la cautiva de otro pueblo.</p>
+
+<p>Depuesto Hescham, fue elegido califa su wazir Gehwar-ben-Mohammad,
+hombre de talento, de severas costumbres, de tanta resolucion como
+prudencia, de mucho menos celo por su gloria que por la causa de su
+patria. Gehwar-ben-Mohammad conocia perfectamente la situacion de
+Córdoba: sabia que su papel de reina habia concluido, y que podia
+aspirar cuando mas á salvarse del furor de la anarquía. Procuró antes
+que todo asegurar su paz interior, tranquilizarla. Llamó al divan á los
+principales ciudadanos, abjuró en favor de este senado el poder absoluto
+de que gozaba como gefe supremo del Imperio, redújose de califa que era
+á ser el presidente de una aristocracia. Proscribió de sí el lujo,
+disminuyó el ejército, rebajó cuanto pudo los enormes gastos del Tesoro.
+Declaró gratuita la administracion de justicia, puso puertas á las
+calles para impedir los robos y asesinatos que se cometian con
+frecuencia á la sombra de la noche, distribuyó armas entre los vecinos
+para que pudiesen por sí mismos velar por la seguridad y mantener el
+orden. Facilitó la entrada de víveres y proveyó abundantemente los
+graneros públicos. Colocó inspectores en todos los mercados para evitar
+la mala fé en los contratos; no consintió por mas tiempo la tiranía que
+ejercian sobre los contribuyentes los recaudadores. Se obligó á
+presentar todos los años al divan una cuenta detallada de sus ingresos y
+sus gastos. Deseaba inspirar confianza y la inspiró; deseaba robustecer
+el poder y lo robusteció; deseaba<a name="page_042" id="page_042"></a> cerrar el paso á todo género de
+turbulencias y lo cerró; pero no pudo hacer mas que mejorar el gobierno
+de la ciudad, como ciudad, no como corte del antiguo Califato.</p>
+
+<p>Se acordó una que otra vez Ben-Mohammad de cuán necesaria era la
+sumision de los valíes que se habian proclamado independientes; mas ni
+siquiera para intentarla se sintió con fuerzas. Trató de conciliarlos, y
+encendió sin querer el fuego de la guerra. Quiso sujetar á fuerza de
+armas á los que coartaban mas de cerca la accion de los poderes
+públicos; y escitó contra sí á Ismail, el mas audaz de los rebeldes.
+Perdió en la lucha su reputacion, su ejército, su vida.</p>
+
+<p>Murió Gehwar y volviste á caer en un abismo. Su hijo Mohammad, temeroso
+de Ismail, solicitó la alianza de los emires de Badajoz y de Sevilla. La
+obtuvo, y escitó con esto la cólera de tus enemigos. Vió en breve contra
+tí las tropas de Al-Mamun, mas belicoso que el mismo Ismail su padre;
+quiso hacerle frente, y salió vencido en la primer jornada. Lleno de
+sobresalto, imploró entonces por medio de su hijo Abd-el-Melyk el favor
+de Aben-Abed. Logró salvarte del furor de Al-Mamun; mas acabando para
+siempre con tu independencia.</p>
+
+<p>Aben-Abed, emir de Sevilla, era á la sazon uno de los reyes mas temidos
+de la Andalucía. Llevado de una ambicion sin límites, no perdonaba medio
+para ir dilatando sus vastas posesiones: donde creía infructuoso el
+valor, empleaba la astucia y la perfidia. Entretuvo al jóven
+Abd-el-Melyk divirtiéndole con fiestas que afectaba darle como un
+homenage debido al heredero de un califa; dejó que se adelantara sobre
+tí Al-Mamun y esperó verte cercada. Ya que consideró inminente el
+peligro en que te hallabas, salió de Sevilla como un leon; mas no con el
+deseo de libertarte, sino con el de hacerte esclava. Favorecido por una
+salida que hicieron tus tropas se arrojó con ímpetu sobre Al-Mamun y le
+derrotó al primer encuentro. Logró escitar con su brillante victoria tu
+entusiasmo. Entró en tí primero que Abd-el-Melyk, cerró de improviso tus
+puertas, ocupó tus muros, se apoderó de tu alcázar, donde estaba medio
+moribundo tu califa, te impuso su voluntad desde el mismo solio de tus
+antiguos reyes. Encontró alguna resistencia en Abd-el-Melyk, que á las
+pocas horas vino del campamento enemigo cargado de despojos y trofeos;
+mas la venció sin dificultad dejando al desgraciado príncipe muerto á
+estocadas en la misma puerta por donde procuraba abrirse paso. Te habló
+luego<a name="page_043" id="page_043"></a> de tu porvenir y tu pasado; dispertó en tí ilusiones y
+esperanzas; te embriagó con fiestas y espectáculos que recordaban tu
+grandeza de otros dias; y alcanzó que, degenerada por tus infortunios,
+tú misma llegases á aplaudir su infame alevosía. La sangre de
+Abd-el-Melyk estaba aun caliente, cuando, henchida de gozo, levantabas á
+Aben-Abed sobre tu escudo: ¿qué se habian hecho ya tus sentimientos? ¿ni
+una lágrima tenias siquiera para el nieto de Gehwar, de ese califa que
+habia sabido inmolar en tus aras todas sus pasiones? ¿qué creías poder
+aguardar de esos emires de Sevilla? no hicieron mas que cubrirte de
+vergüenza y de ignominia: no respetaron ni tu trono. El título de califa
+de Córdoba habia sido hasta entonces el sueño de oro de cuantos sentian
+en su pecho sed de gloria: Aben-Abed lo despreció, tal vez para hacer
+mas evidente tu miseria y acabar de sepultarte en el olvido. Hasta el
+nombre de reina has ya perdido: no es ya Sevilla tu rival, es tu señora.</p>
+
+<p>Conservaste tu orgullo, te acordaste alguna vez de que habias sido la
+capital de una vasta monarquía; pero en vano: tus enemigos pasaron sobre
+tí, como pasa el hombre sobre todo miserable reptil que se atraviesa en
+su camino. Al-Mamun te sujetó sin perder un soldado de su ejército:
+Aben-Abed te recobró sin desnudar la espada. Vinieron los almoravides y
+te vencieron: te rebelaste contra ellos y no pudiste escitar ni su
+venganza. Aly, su gefe, se contentó con que restituyeras lo que en los
+dias de tu rebelion hubieses usurpado. Secundado tu movimiento por otras
+cien ciudades, intentaste por segunda vez sacudir el yugo de esos
+feroces africanos: lo sacudiste y volviste á caer en él apenas se
+presentaron frente tus muros las tropas aliadas de Ben-Ganya y el
+emperador Alfonso. Saliste del poder de los almoravides para entrar en
+el de los almohades: desplomóse el imperio de los almohades, y tampoco
+supiste reconquistar tu independencia. Formáronse en España varios
+reinos como á la caida de tus Ommyadas: ni voz tuviste para recordar tus
+derechos. Tú, cuyas órdenes habian sido obedecidas desde las orillas del
+Ródano al Desierto, te humillaste á recibir las de una ciudad hasta
+entonces desconocida, las de la ciudad de Baeza. Decapitaste á poco á
+Mohammad, tu nuevo rey; pero cuando habia entregado ya á Fernando III de
+Castilla la vecina Andújar y esa misma Baeza de que se habia hecho
+soberano, ¡Ay! ¡que se va acercando la hora de tu completa ruina! Ciudad
+de<a name="page_044" id="page_044"></a> las ciudades musulmanas, Damasco del Occidente, segundo templo del
+Islam, vas á morir: el espíritu del Profeta va á abandonar para siempre
+tus mezquitas. Alza tu frente y observa: legiones de nazarenos estan
+ordenándose en batalla á la sombra de sus grandiosos estandartes, de
+esos estandartes con que vencieron en las Navas de Tolosa. El que las
+acaudilla es un rey que goza del favor del cielo: ángeles enviados por
+Cristo sostienen su bandera; palabras de bendicion estan escritas por la
+misma mano de Dios sobre la hoja de su espada. Hélas ya alli sobre la
+cumbre de tus montes: ¡ay del dia en que cierres al sueño tus cansados
+ojos! ¿Oyes? tus templos se estremecen; en tus alcázares no resuenan mas
+que hondos gemidos. Voces misteriosas conmueven de noche el aire que
+respiras; gritos de desolacion turban de contínuo la paz de tus hogares.
+¿Qué remedio has de hallar para conjurar la tempestad que te amenaza?
+Tus armas estan melladas; tus reyes, dispersos y ocupados en luchas
+intestinas; tus intrépidos guerreros de otro tiempo, en el sepulcro.
+¡Córdoba! ¡Córdoba! vas á luchar inútilmente contra ese ejército de
+infieles: sucumbirás, y no al hierro, sino al hambre y al desorden.</p>
+
+<p>Acababa de salir S. Fernando de la villa de Andújar, cuando un hombre
+oscuro á quien habia conferido el gobierno de la plaza, sabiendo por
+algunos prisioneros que Córdoba dormia confiada en la inaccion de los
+cristianos, concibió el atrevido proyecto de ir á tomarla por sorpresa.
+Solia haber por aquellos tiempos en las fronteras de las dos Españas
+turbas de hombres medio salvages cuyo único placer era la guerra, cuyos
+únicos medios de subsistencia eran las sangrientas algaradas que hacian
+á cada paso en pueblos enemigos. Este hombre oscuro los llamó y les
+comunicó su intento. No tuvo que hablar mucho para decidirlos: los
+exaltó, organizó en secreto la espedicion, y vino á la primera
+oportunidad sobre estos muros. Era de noche: el cielo estaba cerrado; la
+lluvia azotaba los techos de la ciudad dormida. Lleno de fé en su
+empresa, se adelanta el audaz cristiano hácia el barrio de Oriente,
+escala en silencio los adarves, degüella las guardias, se estiende por
+las calles, se atrinchera, se prepara para resistir los ataques que le
+darán probablemente al asomar el alba. Seguro ya de su conquista, envía
+en tanto mensageros á Alvaro Perez, al rey, á cuantos podian hacer que
+no quedase ineficaz su temerario empeño.<a name="page_045" id="page_045"></a></p>
+
+<p>Rayaba apenas el dia, cuando, sorprendidos los habitantes de la ciudad,
+tomaron las armas y acometieron á los invasores. Larga y reiterada fue
+la lucha, pero inútil. Las fuerzas cristianas lejos de menguar
+crecieron: crecieron por de pronto con el socorro de Alvar Perez, poco
+despues con el del rey, que, no bien tuvo noticia del suceso, dió la
+vuelta para esta ciudad sin aguardar á que se reuniese su ejército bajo
+sus banderas. ¿Cómo no habia de empezar á desfallecer una ciudad
+estenuada por tantos sacrificios? Disputábanse á la sazon el imperio de
+la España Arabe Abu Zeyan, Aben-Hud, Mohammad Al-hamar el fundador del
+reino de Granada: reconociéndose débil para luchar sola contra sus
+enemigos, dirigió los ojos á Aben-Hud, le escribió, le suplicó que no la
+dejase abandonada en medio de tan gran peligro.</p>
+
+<p>Aben-Hud, aunque ambicioso, era de noble corazon: no se hizo ni pudo
+hacerse sordo al llamamiento de una de las primeras ciudades de su
+patria. Pospuesto todo interes personal, se dejó caer sobre la ciudad
+con el grueso de su ejército. La encontró medio cercada; mas no por esto
+cejó; antes se mostró dispuesto á combatir hasta que S. Fernando
+levantase el sitio. Iba á trabar el primer asalto contra los reales
+enemigos, cuando le ocurrió, sin embargo, un pensamiento que detuvo sus
+ímpetus guerreros. «Ciudades como Córdoba, dijo, no se sitian con
+escasas tropas ni sin esperanzas de buen éxito: ¿de qué servirá empeñar
+una lucha en que he de salir vencido? La ruina de la ciudad producirá la
+mia; Murcia caerá; el poder del Islam llegará al borde del abismo.
+Millares de creyentes confian en mi espada: ¿me espondré á perderla en
+defensa de una ciudad que salvaré hoy y morirá mañana? ¿en defensa de
+una ciudad sobre la cual pesa hace siglos la mano de un fatal destino?»
+Quiso cerciorarse de las fuerzas de que disponia S. Fernando, y
+aumentaron sus temores. Un caballero cristiano que militaba en sus filas
+y á quien confió esta mision, deseoso de reconciliarse con su rey,
+exageró el número de los enemigos, y pintó no solo peligroso, sino hasta
+quimérico el proyecto de atacarlos. «Vais á morir, le dijo á Aben-Hud:
+vais á sacrificaros en vano por una ciudad que está condenada desde
+mucho tiempo á los horrores de la servidumbre. Murcia os proclama emir;
+Valencia os ofrece una corona; si venceis á Al-hamar, es vuestro todo el
+pais de Andalucía: ¿qué puede importaros, atendido vuestro brillante<a name="page_046" id="page_046"></a>
+porvenir, una ciudad que ya no es mas que un nombre? Id y recoged los
+restos del imperio de los Abd-el-rhamanes; restableced la unidad,
+agrupad en torno vuestro á cuantos se sienten aun decididos á sostener
+la causa del Profeta: no tardareis en derribar de un soplo la obra de
+Fernando ni en enarbolar vuestros estandartes vencedores hasta en el
+mismo alcázar de Toledo.» Aben-Hud, aunque con gran pesadumbre suya,
+cedió á las falsas palabras del cristiano. «¡Cuán triste es tu suerte!
+esclamó: ¡no te queda mas recurso que sucumbir, desdichada ciudad! pero
+confio en que han de brillar para ti mejores dias. No querrá Dios que
+yazga por mucho tiempo esclava la que ha sido el segundo templo del
+Profeta.»</p>
+
+<p>S. Fernando, apenas se vió libre de Aben-Hud, no dudó un instante mas de
+la victoria. Multiplicadas de dia en dia sus fuerzas con las huestes que
+afluían á su campamento, comprendió cuán facil era triunfar de la ciudad
+sin verter sangre: estrechó el sitio, imposibilitó toda salida, y esperó
+con calma que los mismos cercados fuesen á sus pies á deponer las armas.
+Desmayó el pueblo cordobés; mas no perdió aun del todo la esperanza.
+Recordó sus antiguas glorias, su poder, el respeto que su nombre
+infundia á todas las naciones, y se resistia á creer que no hubiese
+siquiera quien por el interes general de los árabes pasase á socorrerle.
+Olvidaba el infeliz que ya no habia en toda la España musulmana ni un
+solo estado que pudiese aventurarse á luchar con las tropas de Castilla,
+ni un solo cadí que supiese acallar su ambicion en beneficio de su
+patria. Confió, pero sin fruto: vió que todos los dias se aumentaban sus
+enemigos, nunca sus soldados. Falto de víveres y sobre todo de un gefe,
+fue pasando de la abundancia á la escasez, de la escasez al hambre, del
+hambre á la anarquía. No pudo, al fin, sufrir mas: tuvo que apelar á la
+piedad del vencedor, y hasta en ese momento fue el mas desdichado de los
+pueblos. No obtuvo de él sino la vida, no obtuvo siquiera el derecho de
+permanecer en sus hogares, de conservar su hacienda. No quedó ni un solo
+musulman en Córdoba despues que hubo entrado en ella S. Fernando: todos,
+absolutamente todos fueron condenados á la proscripcion y á la miseria.
+El rey llevó el rigor hasta el estremo de no consentir que saliesen sino
+con lo que pudiese cada cual llevar consigo. ¿Qué hubiera hecho mas si
+hubiese debido conquistar la ciudad á fuerza de armas?<a name="page_047" id="page_047"></a></p>
+
+<p>Estoy oyendo tus gemidos, Córdoba; estoy viendo las lágrimas que brotan
+de tus ojos, ¡Qué dia de desolacion para tí aquel terrible dia! Mientras
+tus árabes te dejaban en silencio, tus enemigos te ocupaban entonando
+cánticos de triunfo. Tus alcázares fueron saqueados; tus templos
+profanados; violados los hogares de tus hijos. Tu mezquita fue
+consagrada á otro Dios, invadida por soldados y sacerdotes de Cristo. La
+voz del muezin dejó de animar tus minaretes; la del rudo africano, tus
+torreones. Hablaste y no te comprendieron; te hablaron y no
+comprendiste. Tus escuelas quedaron para siempre cerradas; tus baños,
+secos; tus palacios, desiertos. Estabas aun radiante de hermosura; mas
+tu hermosura no bastó para conmover á tus vencedores. ¿Qué se hicieron
+tus encantados palacios de Medina Azarah ¿qué tus embalsamados jardines
+de la Rusafa, donde plantó su palma Abd-el-rhaman I<a name="FNanchor_2_4" id="FNanchor_2_4"></a><a href="#Footnote_2_4" class="fnanchor">[2]</a>? ¿qué tu
+biblioteca de Merwan, tesoro de la ciencia y la poesía de tus ilustres
+hijos? Nada respetaron en tí los invasores: no satisfechos con haber
+despoblado y talado tu campiña<a name="FNanchor_3_5" id="FNanchor_3_5"></a><a href="#Footnote_3_5" class="fnanchor">[3]</a>, con haber desterrado á todos tus
+creyentes, con haber llevado la espada hasta el interior de tus
+santuarios, destruyeron uno á uno tus monumentos complaciéndose en hacer
+saltar á hachazos tus ricas techumbres de cedro y tus paredes de oro.
+Salvaste de la destruccion comun tus viejos muros<a name="FNanchor_4_6" id="FNanchor_4_6"></a><a href="#Footnote_4_6" class="fnanchor">[4]</a>; mas para tu
+castigo: ¿quién<a name="page_048" id="page_048"></a> entre los árabes se ha de atrever ya á venir sobre
+ellos para restituirte al seno del Profeta? Desciñe tu bello turbante,
+sultana del Guadalquivir: ni derecho tienes ya para llamarte mora. Te
+han hecho cristiana; y cristiana serás mientras dure en la tierra el
+poder de la cruz. Es inútil que alientes en tu pecho la esperanza:
+inútil que en el silencio de la noche cuentes tus pesares á las aguas
+del rio para que las refieran á tus hijos: inútil que pretendas leer en
+tu pasado un porvenir menos sombrío é infeliz que tu presente: verás
+construir en tu seno sinagogas para judíos, basílicas para cristianos,
+jamas una mezquita. No encontrarás eco ni en la ola que pasa ni en el
+corazon de tus proscritos: sufrirás hoy mas que ayer; sufrirás mas que
+hoy mañana. Has sido víctima de cuantos pueblos cayeron sobre tí: lo
+serás en adelante, de las sangrientas parcialidades que nacerán entre
+cristianos. No está cerrada aun la página de tus infortunios, desdichada
+Córdoba.</p>
+
+<p>Apoderado S. Fernando de esta ciudad, no fijó ni pudo fijar su
+pensamiento sino en buscar medios para repoblarla. Redactó una carta de
+fuero mas ámplia que las que se habian hasta entonces concedido<a name="FNanchor_5_7" id="FNanchor_5_7"></a><a href="#Footnote_5_7" class="fnanchor">[5]</a>, la
+comunicó á todas las ciudades de Castilla, prometió y otorgó singulares
+mercedes á cuantos se resolvieron á pasar á vivir en Córdoba con su
+esposa y con sus hijos. Distribuyó tierras entre los<a name="page_049" id="page_049"></a> principales
+caballeros que le habian acompañado en la conquista, dió al concejo los
+pueblos, aldeas y castillos que fueron sucumbiendo en la comarca<a name="FNanchor_6_8" id="FNanchor_6_8"></a><a href="#Footnote_6_8" class="fnanchor">[6]</a>.
+Para mas animarla y asegurarla, convirtió la ciudad en centro de
+operaciones militares; restauró la silla de Osio, de aquel famoso
+prelado á quien cupo la gloria de haber presidido el primer concilio de
+Nicea. Comprendia S. Fernando la gran dificultad que habia en conservar
+una ciudad rodeada de enemigos; y estaba dispuesto á no perdonar
+sacrificio alguno para traer á ella cristianos que tuviesen un interes
+personal en defenderla. Logró irla poblando; pero lentamente, tan
+lentamente que tres siglos despues habian los reyes de conceder
+privilegios á los que prometiesen habitar en ella por espacio de veinte
+años<a name="FNanchor_7_9" id="FNanchor_7_9"></a><a href="#Footnote_7_9" class="fnanchor">[7]</a>. Dícese que en tiempo de Abd-el-rhaman III contenia esta ciudad
+doscientos mil vecinos<a name="FNanchor_8_10" id="FNanchor_8_10"></a><a href="#Footnote_8_10" class="fnanchor">[8]</a>: ni siquiera una décima parte ha llegado á
+contener despues á pesar de los esfuerzos hechos por los monarcas de
+Castilla.</p>
+
+<p>La favorecieron muy poco los sucesos para que pudiese volver al<a name="page_050" id="page_050"></a> estado
+en que la dejaron los Abd-el-rhamanes. D. Alfonso el Sabio vino con el
+rey de Marruecos á cercarla contra el infante D. Sancho, que había
+entrado pocos dias antes en ella con su esposa D.ª María de Molina: tuvo
+al fin que levantar el sitio, pero despues de haber talado sus
+alrededores<a name="FNanchor_9_11" id="FNanchor_9_11"></a><a href="#Footnote_9_11" class="fnanchor">[9]</a>. Talólos años despues el rey D. Pedro, al ver que ni con
+el ausilio de Mohammad de Granada habia podido arrancarla á D.
+Enrique<a name="FNanchor_10_12" id="FNanchor_10_12"></a><a href="#Footnote_10_12" class="fnanchor">[10]</a>. La peste diezmó horrorosamente á sus hijos al empezar el
+siglo XV: acabó con mas de veinte mil en el espacio de tres meses.
+Sobrevinieron graves disturbios en los reinados de Enrique III y Juan
+II; y fue sacrificada ya por el uno ya por el otro bando<a name="FNanchor_11_13" id="FNanchor_11_13"></a><a href="#Footnote_11_13" class="fnanchor">[11]</a>. Siguieron
+tras aquellos tristes acontecimientos las escandalosas guerras civiles
+entre Enrique IV y sus hermanos; y se vió destruida y ensangrentada por
+los mismos habitantes. Los Reyes Católicos<a name="page_051" id="page_051"></a> le arrebataron sus mejores
+soldados para la conquista de Granada; el tribunal del Santo Oficio
+consumió parte de la poblacion en los tormentos y la hoguera<a name="FNanchor_12_14" id="FNanchor_12_14"></a><a href="#Footnote_12_14" class="fnanchor">[12]</a>. Los
+judíos, que ya en el siglo XIV habian sido inhumanamente acuchillados
+por el pueblo, la abandonaron á poco en virtud de una orden que solo
+pueden cohonestar las circunstancias especiales en que se encontraba á
+la sazon una nacionalidad, apenas constituida por otro principio que por
+el de la unidad de sentimientos religiosos. No sufrió poco bajo los
+reinados de Carlos y Felipe: el peso de los tributos llegó á hacerse
+insoportable; y hubo familias enteras que atravesaron para no volverlo á
+pisar el umbral de sus hogares. La emigracion voluntaria fue tan grande,
+que los reyes se creyeron obligados á otorgar nuevas mercedes á los que
+viniesen á poblarla. No podemos menos de recordar con dolor la terrible
+carestía que la afligió á mediados del siglo XVII: como si tantas
+calamidades políticas no bastasen aun para abatirla, castigóla Dios con
+este nuevo azote. El hambre llegó á tal estremo, que armados los
+ciudadanos en número de diez mil, se arrojaron á la calle y forzaron los
+graneros de los particulares. Cuentan que se encontraron casas donde
+habia hasta cuatro mil arrobas de harina corrompida: ¿con qué razon se
+hubiera podido castigar á un pueblo hambriento que á la vista de tan
+lamentable espectáculo hubiese desplegado todo el furor de su venganza?</p>
+
+<p>Desangróla en el siglo XVIII la guerra de sucesion: en el XIX, la guerra
+con la Francia. En la última sobre todo padeció mucho esta ciudad de
+Córdoba. Supo apenas los sucesos del 2 de mayo en Madrid, cuando
+pretendió ya sublevarse. El 10 secundó abiertamente la insurreccion de
+Sevilla; el 11 estaba armándose; el 7 de junio batiéndose en el puente
+de Alcolea. Desdichada como siempre, tuvo que volver la espalda al
+enemigo. Cerró apresuradamente sus puertas; mas para capitular, no para
+defenderse. No bien vió á Dupont frente sus muros, le envió á uno de sus
+principales hijos para negociar su entrega. Temia ver pasar sobre sí la
+espada de un vencedor que debia sentir naturalmente el deseo de imponer
+con los horrores<a name="page_052" id="page_052"></a> de un asalto á una nacion rebelde; y estaba en
+transigir bajo cualesquiera condiciones antes que esponerse á ser
+entregada al saqueo y la matanza. Fue tal su desventura, que ni aun asi
+pudo evitar lo que temia. Habia empezado á entrar en pláticas con los
+franceses, cuando, bajo pretesto de algunos tiros disparados desde la
+muralla, apuntaron aquellos sus cañones contra la Puerta Nueva, y
+entraron de repente en la ciudad hiriendo y matando sin compasion hasta
+á los indefensos que acertaban á cruzar las calles. Un cordobés, que no
+pudo mirar con sangre fria la entrada de los enemigos, hirió á Dupont
+desde uno de los balcones de su casa; encendiéronse mas y mas en ira los
+franceses; y saquearon templos, palacios, edificios privados, oficinas
+públicas, cuanto podia satisfacer su sed de oro y de pillage. Ha sufrido
+Córdoba en todos tiempos; pero raras, rarísimas veces como en esos tres
+dias de horror en que estuvo á merced de una soldadesca cuyo corazon
+estaba endurecido por las sangrientas escenas de cien campos de batalla.
+¡Pobre ciudad! ¿cuándo será que concluyan para ella tan amargas
+desventuras? Idólatra, cristiana, mora, ¿siempre habrá de gemir abrumada
+por los infortunios? Los dioses del Olimpo no pudieron salvarla del
+furor de César: el Profeta la ha visto morir sin tenderle una mano desde
+su sepulcro: Cristo la ha entregado al hambre y á la peste cuando no la
+ha envuelto en los horrores de la guerra. Su destino ha sido el mismo
+bajo todas las religiones; y ella sin embargo ha sido bajo todas
+creyente.</p>
+
+<p>No acabaron aun aqui sus tristes vicisitudes: las guerras civiles que
+han desgarrado posteriormente el seno de nuestra patria han sacudido
+sobre ella sus funestas alas; y la han cubierto tambien de luto, de
+dolor, de ruinas. Quisiéramos recordarlas; mas brota aun sangre de tus
+heridas, desventurada Córdoba, y tememos acibarar con negros recuerdos
+tus inmensos males. ¡Paz, Córdoba, paz! perdona si hemos venido quizás á
+interrumpir tu sueño con tan lúgubre historia.</p>
+
+<p>Tenia ya tanto interes para nosotros lo pasado de esta ciudad de
+Córdoba, que sentíamos ir apurando los grandiosos hechos que lo
+constituían. Asomaba la aurora, y teníamos aun embargada la imaginacion
+por los recuerdos. Nuestra curiosidad artística habia llegado á
+desvanecerse: no buscábamos ya con los ojos esos monumentos en que ha de
+estar encerrado el genio de otros siglos; buscábamos los objetos en que
+podia estar vinculada una serie de acontecimientos;<a name="page_053" id="page_053"></a> buscábamos la
+biblioteca de Merwan, la palma del primer ommyada, el plátano de César.
+La biblioteca, la palma, el plátano no existen: ¿cómo al convencernos de
+que habian desaparecido podiamos dejar de caer en el abatimiento y en la
+melancolía? Tantas calamidades, nos dijimos, habrán minado esta ciudad
+hasta por sus cimientos: ¡ay! ¿quién sabe si habrá siquiera vestigios de
+los pueblos que han venido á chocar y á destruirse en ella? Empezamos á
+distinguir las formas de las torres: en ninguna vimos ni el magestuoso
+sillar de los romanos, ni el ajimez esbelto de los árabes, ni la
+entallada cimbra bizantina, ni la aguja gótica. Teníamos á la espalda la
+mezquita de los Abd-el-rhamanes, y no nos era dado descubrirla: perdimos
+la esperanza. Entre los techos de la ciudad apenas aparecia mas que el
+estremo de algun roseton, uno que otro muro ennegrecido por los siglos y
+los árboles que dan frescura y sombra á algunos patios: ¡ah! repetimos
+con dolor: ¿nada de lo pasado guardará al fin esa Córdoba tan decantada
+por la historia y la poesía?</p>
+
+<p>La inquietud se apoderó nuevamente de nuestra alma; y recorrimos con
+afan la ciudad. Nos hallamos por mucho tiempo en un laberinto de calles
+á cual mas estrechas y tortuosas que van, vienen y se cruzan en todas
+direcciones. La desigualdad del piso, el humilde aspecto de las casas,
+la escasa animacion que reinaba en todas partes llamaron por de pronto
+nuestra atencion: nos parecia que estábamos en una de esas villas
+puramente agrícolas en que los habitantes dejan la poblacion por la
+campiña al primer crepúsculo del alba. Levantábamos á cada paso nuestras
+miradas esperando siempre que en alguna de aquellas modestas fachadas
+habiamos de dar con líneas propias de otra civilizacion, hijas de otro
+pueblo; mas inútilmente, ni el color siquiera permitia apreciar en
+muchas la huella de los siglos. Hay en Córdoba, como en casi toda la
+Andalucía, la costumbre de blanquearlas: costumbre detestable para el
+que pretende leer en las piedras la historia del arte y el carácter
+general de las naciones.</p>
+
+<p>Existen en apartadas y silenciosas calles palacios en cuyas paredes
+estan escritos grandes recuerdos y sangrientas tradiciones; mas estan
+lejos de respirar la severa grandeza de los que vimos en algunas
+ciudades del reino de Granada. Son casi todos frios, monótonos, sin
+colorido local, sin arte, sin poesía. Abandonados desde hace muchos años
+por las familias que los fundaron, unos estan ya medio caidos,<a name="page_054" id="page_054"></a> otros
+amenazando ruina, los mas invadidos por la tristeza y el silencio. Del
+que suponen haber pertenecido al Gran Capitan no queda ya mas que una
+portada; de otros no menos notables han desaparecido hasta los restos.
+Los hay entre los que permanecen en pie que presentan aun brillantes
+líneas del Renacimiento; mas ni uno siquiera que refleje la mano de los
+siglos medios. Hemos buscado en vano los que fueron elegidos por los
+caballeros de la corte de S. Fernando: no hemos encontrado ni los
+sepulcros de tan ilustres héroes. Hablan poco á los ojos y menos aun á
+la imaginacion estos palacios: no llevan escritos en el esterior de sus
+paredes ni los hechos de su época. Una leyenda antigua nos hizo
+preguntar con interes por el de los condes de Cabra: esperábamos hallar
+en él algo de sombrío, de misterioso, de siniestro; mas nada,
+absolutamente nada vimos que pudiera traer á la memoria el horror de
+aquella noche en que ciego de cólera uno de los condes por la
+infidelidad de su esposa, pasó de una sola estocada á los adúlteros,
+mató á criados, pages, escuderos, doncellas, amas, y al fin hasta el
+negro que le acompañaba<a name="FNanchor_13_15" id="FNanchor_13_15"></a><a href="#Footnote_13_15" class="fnanchor">[13]</a>. No solo no es ya posible distinguir en él
+la pálida y desencajada sombra del marido; no solo no es ya posible
+percibir el lastimoso eco de las víctimas; su fachada, sus patios, sus
+salones parecen estar encargados de desmentir á los que le han hecho
+teatro de tan espantosa escena. Es grande su soledad y aislamiento; pero
+¿difiere acaso en esto de los demas palacios?</p>
+
+<p>Hay pocas ciudades cuyo conjunto revele menos su pasada gloria que el de
+la ciudad de Córdoba. En otros pueblos, ya que no se conserven los
+palacios de los conquistadores, descubre á cada paso el viajero aun en
+las casas mas humildes, acá una hermosa ventana gótica por cuya
+entallada ojiva trepan las hojas de la enredadera y de la yedra, allá un
+lindo ajimez árabe tras cuya transparente celosía se cree<a name="page_055" id="page_055"></a> distinguir
+aun el animado rostro de una gallarda mora, acullá un sillar romano
+donde estan entalladas en caractéres ya medio borrados las hazañas de
+los que mas engrandecieron el antiguo Imperio; en Córdoba se observa
+cuando mas á lo largo de sus calles una que otra galería construida en
+nuestros tiempos, uno que otro ventanage historiado, bello solo por su
+aspecto pintoresco. La arquitectura ojival no desarrolla algunos de sus
+encantos sino en las fachadas y rosetones de templos medio bizantinos
+edificados al parecer sobre un mismo prototipo; la arquitectura oriental
+no ostenta la belleza de sus formas sino en la mezquita, en parte de los
+muros, en el interior de un escaso número de edificios, en el fondo de
+costosos acueductos abiertos en la peña por manos de cautivos; la
+arquitectura romana no guarda sino algunas de sus piedras en los
+cimientos de la fortificacion y en el interior de algunos monumentos.
+Asoman en el esterior de una que otra torre algunas líneas árabes; pero
+no son mas que una imitacion no son mas que reminiscencias de otras
+épocas.</p>
+
+<p>El viajero que recorra por primera vez la ciudad de Córdoba y desee
+apreciarla en conjunto apenas puede hacer mas que ir siguiendo sus
+murallas, cercadas aun de gigantescos torreones almenados entre los
+cuales se ocultan estrechas puertas defendidas por recias barbacanas.
+Álzase junto á ellas, en el interior, la vasta mezquita de
+Abd-el-rhaman, á cuya espalda abre un S. Rafael sus alas de oro sobre un
+monumento de bruñidos y esquisitos jaspes: corren, en el esterior, las
+aguas del Guadalquivir bajo el famoso puente reedificado por Hescham, á
+que sirven de apoyo el castillo de la Calahorra y la puerta de Sevilla;
+descuellan no lejos de aqui sobre el mismo adarve las macizas torres del
+alcázar de Alonso XI, edificado en 1328 al pie de las ruinas de otro
+palacio de que no existen sino tristes restos y fúnebres memorias<a name="FNanchor_14_16" id="FNanchor_14_16"></a><a href="#Footnote_14_16" class="fnanchor">[14]</a>.
+Las frondosas y estensas alamedas del campo de la Victoria estienden
+algo mas allá las sombras de sus ramajes sobre gran parte de sus negros
+y elevados cubos; la torre de la Malmuerta<a name="page_056" id="page_056"></a><a name="FNanchor_15_17" id="FNanchor_15_17"></a><a href="#Footnote_15_17" class="fnanchor">[15]</a>, construida á fines del
+siglo XV, cubre otras mas allá con el misterioso velo de la tradicion y
+la poesía.</p>
+
+<p class="figcenter">
+<img src="images/ill_057.jpg" width="420" height="609" alt="PUERTA DE SEVILLA.
+
+(Córdoba.)" title=""
+style="padding:2%; border:3px double black;"
+ />
+<br />
+<span class="caption">PUERTA DE SEVILLA.<br />
+(Córdoba.)</span>
+</p>
+
+<p>Crecen á espaldas de esta torre vastas y deleitosas huertas cuyos
+cuadros matizados de flores verdean agradablemente bajo la sombra de
+árboles frutales; estiéndese tras estas huertas la Arrizafa, el ameno
+vergel en que suponen lloró Abd-el-rhaman I recordando á la vista de una
+palma el suelo de su patria. Conserva ya este lugar escasos vestigios de
+lo que ha sido un dia; mas no deja de tener aun interes, ora se atienda
+á su pintoresca posicion en una de las vertientes de la Sierra, ora al
+realce que le dan las frondosas arboledas de los cerros de cuyo fondo se
+destaca, ora al espectáculo que desde alli presenta la ciudad cuando el
+sol no ha logrado disipar aun la neblina en que está ligeramente
+envuelta, ora á las ideas que inspira la memoria de haber sido
+enterramiento<a name="FNanchor_16_18" id="FNanchor_16_18"></a><a href="#Footnote_16_18" class="fnanchor">[16]</a>, ora por fin á que corren debajo de ella entre paredes
+de estaláctitas aguas puras y cristalinas que brotan gota á gota del
+seno de las peñas<a name="FNanchor_17_19" id="FNanchor_17_19"></a><a href="#Footnote_17_19" class="fnanchor">[17]</a>. Detras de la Arrizafa corren á lo largo las
+faldas de la Sierra, coronada de pinos: allá en las faldas mismas
+blanquea entre los bosques una que otra ermita: ¡ah! el corazon se
+ensancha al ver tanta belleza, al contemplar tan deliciosa soledad, tan
+dulce calma. El arroyo de las piedras que corre por un áspero cauce
+entre orillas cubiertas de lozanos y fecundísimos olivos, la tranquila
+Fuen-Santa, pequeña capilla que alza sus modestos muros en medio del mas
+seductor paisage, la vista del imponente Guadalquivir que se desliza
+magestuosamente al pie de la ciudad besando sus murallas, una que otra
+escena campestre acaban de embellecer sus alrededores, donde pueden á
+cada paso espaciarse los sentidos descubriendo<a name="page_057" id="page_057"></a> entre lejanos
+montes pueblos y castillos en cuyas coronas de almenas estan incrustados
+los recuerdos de diez siglos. Desde cada altillo puede uno considerar en
+conjunto la ciudad, puede verla levantando al cielo las torres de sus
+baluartes y sus templos, los álamos de sus paseos y sus patios, los
+desiguales techos de sus casas, sobre los cuales cree uno aun distinguir
+en pie las sombras de sus antiguos héroes. Descúbrese principalmente la
+ciudad desde algo mas allá del castillo de la Calahorra<a name="FNanchor_18_20" id="FNanchor_18_20"></a><a href="#Footnote_18_20" class="fnanchor">[18]</a>, á la otra
+parte del Guadalquivir, á corta distancia de su árida ribera. ¡Qué bello
+conjunto el que desde alli se ofrece! Figura en primer término la parte
+posterior del castillo: mas allá el puente<a name="FNanchor_19_21" id="FNanchor_19_21"></a><a href="#Footnote_19_21" class="fnanchor">[19]</a>: al fin del puente la
+severa puerta de Sevilla, atribuida á Juan de Herrera<a name="FNanchor_20_22" id="FNanchor_20_22"></a><a href="#Footnote_20_22" class="fnanchor">[20]</a>: á la derecha
+de la puerta el ábside de la gran mezquita, á la izquierda el palacio
+episcopal y el triunfo<a name="FNanchor_21_23" id="FNanchor_21_23"></a><a href="#Footnote_21_23" class="fnanchor">[21]</a>, en el fondo la Sierra, á nuestros pies el
+rio rugiendo entre las ruedas de un molino árabe: no puede darse ya en
+Córdoba un grupo que mas imponga, ni una vista que mas cautive.</p>
+
+<p class="figcenter">
+<img src="images/ill_057-a.jpg" width="517" height="341" alt="CÓRDOBA DESDE EL CASTILLO DE LA CARRAHOLA" title="CÓRDOBA DESDE EL CASTILLO DE LA CARRAHOLA"
+style="padding:2%; border:3px double black;"
+/>
+<br />
+<span class="caption">CÓRDOBA DESDE EL CASTILLO DE LA CARRAHOLA</span>
+</p>
+
+<p>Mas basta ya de generalidades: empecemos á describir los monumentos.</p>
+
+<p class="barra"><img src="images/ill_barra.jpg"
+width="80%"
+height="10%"
+alt="barra decorativa"
+title="barra decorativa"
+/>
+</p>
+
+<h3><a name="capitulo_segundo" id="capitulo_segundo"></a>Capítulo segundo.<br /><br />
+<span style="font-family:serif;"><i>Catedral de Córdoba.</i></span></h3>
+
+<p>Es ya sabido que Abd-el-rhaman, último resto de la familia de los
+Ommyadas, fué quien declaró la España independiente de los califas de
+Damasco. Deseoso de robustecer su nuevo imperio, no solo trató de romper
+las relaciones civiles y políticas que habian enlazado hasta entonces el
+oriente con el occidente, sino que hasta se propuso cortar<a name="page_058" id="page_058"></a> las que los
+preceptos del Coran hacian hasta cierto punto indispensables. «La
+peregrinacion al templo de la Meca, dijo, es fácil que recordando
+constantemente á mis árabes su orígen, les haga suspirar un dia por
+volver á vivir bajo la sombra de los que se llaman descendientes del
+Profeta: urge que detenga esta peligrosa emigracion, concentrando sobre
+otra mezquita el ardor de mis creyentes. Los ya despedazados monumentos
+de Mérida acaban de llenarme de asombro: levantaré una djama con las
+ruinas de los antiguos templos, y dejaré atrás en grandeza y en
+magnificencia la de Jerusalen, la de Bagdad, la de la misma capital de
+los califas. Convertiré mi mezquita en una segunda Meca, y haré que el
+árabe devoto venga desde las mas apartadas regiones del Asia á adorar el
+libro santo que encerraré bajo la rica techumbre del santuario. Mi djama
+reclamará pronto un califa; tomarán mis hijos este título; y la cuestion
+entre oriente y occidente quedará para siempre terminada. Nuestra
+constitucion está basada toda sobre el principio religioso: mis pueblos
+se acostumbrarán á no ver mas allá de mis hijos sino el ojo de Alá y la
+espada del Profeta.»</p>
+
+<p>Cuentan que Abd-el-rhaman concibió y estendió por sí mismo el plan de
+esta mezquita; que despues de haber mandado derribar un templo godo
+construido sobre las ruinas de otro gentílico consagrado á Jano, puso él
+mismo la primera piedra de la nueva fábrica y dedicó una hora diaria á
+levantarla con sus propias manos; que derramó el oro á manos llenas; que
+no perdonó sacrificio para que se la edificara con rapidez, con
+suntuosidad, con toda la riqueza con que se la habian hecho trazar su
+fervor religioso y su poética y brillante fantasía: todo revela la
+importancia que tenia á sus ojos una construccion que, á no ser creada
+como instrumento político, hubiera debido revelar las circunstancias de
+una época en que la nueva monarquía estaba aun vacilante, el poder de
+los emires era débil, la poblacion de Córdoba, recien convertida en
+capital, escasa é incoherente.</p>
+
+<p>Empezóse la obra en 786. En 787, año del fallecimiento de su fundador,
+estaba ya muy adelantada. Hescham, hijo y sucesor de Abd-el-rhaman, la
+continuó: comprendió al parecer el pensamiento de su padre, y no alzó la
+mano hasta que la dejó concluida. Lo estaba ya en 796, diez años despues
+de haber echado sus cimientos. Ignórase cuáles fueron á punto fijo las
+cantidades invertidas; mas se sabe que Abd-el-rhaman llevaba ya gastadas
+á su muerte cien mil doblas de oro, que<a name="page_059" id="page_059"></a> Hescham destinó á solo el
+embellecimiento del templo cuarenta y cinco mil que le tocaron del botin
+de una batalla, que la ciudad de Córdoba mantuvo á sus espensas los
+obreros, que otras ciudades contribuyeron con subsidios: no es difícil
+calcular á qué enorme total ascenderia la suma de sus gastos. Puede ser
+considerada con razon como la obra de todo un pueblo esta mezquita: es
+la primera que los árabes conciben y crean en España, es la en que por
+primera vez revelan su poder, su saber, sus sentimientos.</p>
+
+<p>Constaba entonces el templo de solas once naves, diez menores y una
+mayor terminada al norte por una capilla llamada Mihrab donde entraba el
+creyente á la escasa luz de las lámparas para adorar el libro santo de
+Otman y dar siete vueltas al rededor, hincado de rodillas. No tenia aun
+ni bellos minaretes ni soberbios patios; no ostentaba aun en su interior
+esa magnífica capilla de Villaviciosa donde es fama que se reunian los
+imanes para interpretar las leyes del Profeta<a name="FNanchor_22_24" id="FNanchor_22_24"></a><a href="#Footnote_22_24" class="fnanchor">[22]</a>; no deslumbraba ni
+imponia aun al fervoroso musulman con los mármoles, los mosáicos, los
+colores, la rica y caprichosa pedrería del santuario. Grave, severo como
+todo lo que lleva sobre sí el sello teocrático, no presentaba aun mas
+que calles de columnas con capiteles medio bosquejados, sobre cuyos
+arcos de herradura descansaban techumbres de madera. Ofrecia ya en el
+esterior el aspecto de una fortaleza: estaba circuido de muros y
+torreones almenados, tenia entre cubo y cubo puertas que abrian paso
+hácia otras tantas naves; mas no habia ocultado aun el adusto semblante
+de sus paredes bajo esa caprichosa decoracion que corre hoy en torno de
+sus ajimeces, y se estiende como una red sobre el area de sus arcos
+ultrasemicirculares, sobre los dinteles de sus puertas, sobre los
+suntuosos recuadros en que se desarrollan todas sus hermosas y elegantes
+curvas.</p>
+
+<p>Abd-el-rhaman III fue el que levantó su mas gallardo minarete y
+embelleció su patio<a name="FNanchor_23_25" id="FNanchor_23_25"></a><a href="#Footnote_23_25" class="fnanchor">[23]</a>: El-Hakem II, el que revistió el Mihrab de esos<a name="page_060" id="page_060"></a>
+innumerables y riquísimos detalles que le constituyen hoy uno de los mas
+acabados y seductores conjuntos que puede presentar la arquitectura del
+oriente. Cuando el reinado de El-Hakem, habia ya tenido lugar en Córdoba
+la recepcion de aquellas brillantes embajadas enviadas por los
+emperadores de Bizancio: las huestes árabe-españolas habian hecho
+estremecer el Africa al sangriento choque de sus armas vencedoras; la
+Europa entera fijaba aqui los ojos conociendo que habia de partir de
+aqui la civilizacion de pueblos sumidos aun en la ignorancia y la
+barbarie. Las relaciones con todos los estados y sobre todo con el
+imperio de Constantinopla, el cambio recíproco de conocimientos á que
+habian dado orígen estas mismas relaciones, el lujo creado y fomentado
+por las incesantes victorias alcanzadas en dos vastos continentes, la
+inteligencia y el delicado gusto del monarca cuya mano estaba siempre
+abierta para coronar de favores á todos los que se acercaban á los
+umbrales de su palacio con los inmarcesibles laureles del arte ó de la
+ciencia, todo contribuyó entonces á que se fuese cubriendo de oro, de
+magnificencia, de hermosura, un monumento que por su naturaleza y por la
+del pueblo que lo habia construido estaba destinado á ser la espresion
+mas fiel y mas legítima de todos los adelantos de los árabes. Decoróse
+entonces no solo su Mihrab, sino sus puertas principales: el arte
+bizantino se apoderó de él como de un campo conquistado; y esplayó asi
+sobre el interior como sobre el esterior sus kaleidoscópicas y
+complicadas formas.</p>
+
+<p>Era ya esta mezquita en el reinado de El-Hakem bella, arrogante,
+grandiosa como ningun otro monumento; mas no tardó, á pesar del vasto
+espacio que ocupaba, en ser incapaz de satisfacer las necesidades
+religiosas de aquel pueblo. Voló su fama por las naciones sujetas al
+poder del islamismo; y se llenó de peregrinos que vinieron á visitarla
+desde los mas apartados límites del mundo. Córdoba creció todos los dias
+mas y mas ya con la afluencia de árabes asiáticos, enemigos<a name="page_061" id="page_061"></a> de los
+Abassydas, que deseaban acogerse bajo la sombra de sus antiguos reyes,
+ya con la de árabes españoles rechazados por la temible espada de los
+príncipes cristianos, ya con la de africanos enemigos de la paz que
+traspasaban el Estrecho aterrados por las luchas que ensangrentaban sin
+tregua el suelo de su patria, ya con la de hombres á quienes el amor al
+arte y á las letras traía á respirar el aire de esta universidad y este
+palacio, impregnado todo de ciencia y de poesía: no bastó la mezquita
+para tanta poblacion, y se hizo una necesidad absoluta el ensancharla.</p>
+
+<p>Almanzor, hadjib de Hescham II, se propuso llenar este vacío. Mandó que
+se construyeran otras ocho naves: dispuso que junto á la mayor, á corta
+distancia del Mihrab se levantase una capilla en que pudiesen reunirse
+los imanes.&mdash;Es ya sabido quién era este Almanzor: casi todas las
+ciudades del norte y oriente de España conservan aun tristes recuerdos
+de su lanza irresistible: casi todos los campos de Castilla fueron
+removidos con furor por sus batallas. Llevaba encadenada á sus banderas
+la victoria: no regresaba á la corte sino cargado de botin, lleno de
+despojos, de tesoros.&mdash;Aumentaba asi en Córdoba la riqueza al mismo paso
+que el vecindario; y se hacia fácil la construccion de toda obra
+pública, por mas que exigiese grandes sacrificios.</p>
+
+<p>Aconsejaba la euritmia del conjunto que se repartiesen por igual las
+ocho naves al uno y otro lado de las que ya existian; mas no lo permitió
+desgraciadamente la proximidad del alcázar de los califas, cuya inmensa
+mole se estendia tambien al pie del Guadalquivir, al occidente de esta
+gran mezquita. Tuvo que hacerse el ensanche solo por la parte de
+oriente; y esta circunstancia es fácil comprender cuánto no habia de
+quebrantar la unidad y la armonía. El Mihrab dejó de estar en el centro;
+la puerta principal dejó de ser el estremo del eje mayor del edificio;
+las ocho naves, por necesarias que entonces fuesen, no pudieron menos de
+parecer una añadidura, y, mas que añadidura, una superfluidad, una
+escrescencia. No ganó la mezquita en el ensanche: perdió: perdió en
+hermosura, en gracia, en buen efecto.</p>
+
+<p>Perdió aun mucho mas en la construccion de lo que es hoy capilla de
+Villaviciosa. La falta de simetría, la interrupcion de la agradable
+perspectiva que presentarian desde cualquier punto de vista las
+columnas, la pérdida de la grave y religiosa sencillez que constituía<a name="page_062" id="page_062"></a>
+antes el encanto de tan vasta fábrica, estan apenas compensados por las
+gallardas curvas y las acertadas combinaciones de líneas de la nueva
+obra. Templos tan inmensos y de tanta significacion para la historia de
+las artes desea el espectador abarcarlos en conjunto, verlos en toda su
+estension, admirar de una ojeada toda su grandeza. Cuanto perjudica la
+impresion total es una verdadera fatalidad para estos monumentos, lo es
+aunque reuna en sí las mas brillantes cualidades.</p>
+
+<p>Dudan algunos de que esta capilla pueda ser atribuida ni aun al siglo de
+Almanzor, por quien la suponemos fundada; mas estamos íntimamente
+convencidos de que no cabe siquiera lugar á tales dudas. Júzgase
+generalmente de su época por las molduras interiores; y esto es á
+nuestro modo de ver una falta censurable. Las molduras interiores, del
+mismo modo que los alicatados, pertenecen cuando mas á la época en que
+fué edificado el alcázar de Granada<a name="FNanchor_24_26" id="FNanchor_24_26"></a><a href="#Footnote_24_26" class="fnanchor">[24]</a>: las paredes, los grandes arcos
+de segmento abiertos en ellas, los ajimeces inferiores pertenecen
+evidentemente á la primera época de esta arquitectura. Un simple cotejo
+entre estas líneas y las del Mihrab bastarán mas tarde para demostrar
+hasta la evidencia esta idea, que es para nosotros una verdad
+incontestable.</p>
+
+<p>Empezaron ya los mismos árabes á falsear el aspecto artístico de esta
+gran mezquita; mas ¿qué fueron estas ligeras innovaciones para las que
+hicieron algunos siglos despues, si no los conquistadores de Córdoba,
+sus infaustos sucesores?&mdash;S. Fernando se contentó con purificarla y
+levantar un altar provisional donde pudiese celebrar el triunfo de sus
+armas; el obispo Mesa con apoyar respetuosamente en las columnas de las
+naves occidentales una capilla cuyos restos han desaparecido sin dejar
+huella ni haber lastimado en nada el monumento. Dicen si el mimbar ó
+capilla de Villaviciosa sirvió en los primeros tiempos de sala de
+consejos y despues de sacristía; pero nada tuvo que sufrir tampoco ni de
+la mano de los concejales ni de los del cabildo. Tardó siglos en sufrir
+mutilaciones este singularísimo edificio;<a name="page_063" id="page_063"></a> mas ¡ay! ¡fueron bien crueles
+los que ya por primera vez hizo en él la escuadra y el compás de los
+cristianos! Corria el año 1521 cuando el obispo D. Alonso Manrique,
+llevado esclusivamente de su celo religioso, concibió el fatal proyecto
+de levantar en medio de la mezquita una capilla que pudiese rivalizar
+con las mejores de aquel siglo. Comunicólo al cabildo, halló
+desgraciadamente en él no solo proteccion, sino entusiasmo, y puso dos
+años despues, en 7 de setiembre, la primera piedra de la nueva obra.
+Quiso oponerse la ciudad; pero inútilmente. El emperador, que no habia
+visto nunca la mezquita, tuvo que fallar la contienda; y falló... en
+favor de D. Alonso. Tres años despues que pasó el emperador á Andalucía,
+cuentan que al ver lo que se habia destruido dobló tristemente la cabeza
+y manifestó un profundo sentimiento por haber otorgado su permiso; mas
+¿de qué podian servir entonces sus estériles é infundadas quejas? ¡era
+ya tarde!<a name="FNanchor_25_27" id="FNanchor_25_27"></a><a href="#Footnote_25_27" class="fnanchor">[25]</a></p>
+
+<p>Merece sin disputa alguna ser considerada esta capilla como una de las
+mas acabadas creaciones del estilo plateresco: es bella, suntuosa,
+abundante en riquísimos detalles, magestuosa, grande, obra llena de
+verdad y de poesía; mas ¿cómo han de bastar todas sus dotes para atenuar
+el dolor que producen en el ánimo del artista los recuerdos de lo ya
+destruido? Llega uno á perderla de vista en el seno de aquel estenso
+bosque de columnas: recorre el monumento, da con ella y siente palpitar
+de ira el corazon al ver tal sacrilegio. ¿Qué? ¿no habia otro local en
+Córdoba donde levantar esta capilla? ¿Cómo no fueron á sentarla sobre
+las ya dispersas ruinas de otros monumentos? ¿no advirtió Alonso
+Manrique que iba á profanar una mezquita respetada por las armas del
+mismo S. Fernando? ¿una mezquita, única en su género, sin igual no solo
+en España, sino en las opulentísimas ciudades del oriente? ¿una mezquita
+que encierra en sí sola toda la historia del arte árabe, una mezquita
+que es el mas bello álbum que nos legó un gran pueblo? ¡Ah! diria él:
+¡es preciso que la cruz brille radiante de magestad y gloria en el
+último templo del Profeta! ¡es preciso que desaparezca el carácter
+marcadamente sensual del monumento! ¡es preciso que el viajero respire
+en él solo el aire de la religion<a name="page_064" id="page_064"></a> cristiana! No fué todo esto mas que
+una ilusion; pero una ilusion funesta. No era posible, no lo es, no lo
+será nunca cambiar el aspecto eminentemente oriental de esta mezquita.
+La cruz del Redentor brillará siempre alli medio amortiguada por los
+vivos reflejos del mahometismo; el viajero oirá con asombro bajo
+aquellas bóvedas los cantos de la Iglesia. Acompañad á ese templo al mas
+fervoroso creyente en Jesucristo sin decirle que aquella es la catedral
+cristiana: entrará con la cabeza erguida y cubierta, levantará la voz,
+no doblará nunca la rodilla. Admirará la obra del arte; y embebido en la
+contemplacion de tantas maravillas, lo olvidará todo para pensar tan
+solo en el Profeta. Estrañará ver apoyados en aquellas columnas altares
+levantados á la memoria de los mártires: oirá con sorpresa los sonidos
+del órgano, si por acaso hieren sus oidos antes que haya llegado á
+descubrir la capilla de Manrique. Llegará á la capilla y maldecirá
+instintivamente la mano del que se atrevió á destrozar asi la unidad del
+templo. ¿Cómo podrá dejar de ver en ella un espantoso anacronismo, una
+planta exótica, un delirio artístico? ¡Que los que hayan tenido la
+suerte de visitar esta mezquita recuerden la primera impresion que
+recibieron! ¿Quién despues de haber visto las naves árabes, el mimbar,
+el santuario del Coran, ha podido fijar jamás los ojos en las
+innumerables bellezas que cuenta la capilla? Cuando ha querido hacerse
+cargo de ellas y estudiar uno á uno los detalles, ¿no ha debido acaso
+hacer abstraccion de la mezquita, y concentrar toda su fuerza de
+atencion en la obra de D. Alonso?</p>
+
+<p>La mezquita de los Abd-el-rhamanes no era susceptible de modificacion: ó
+debia ser destruida ó conservada por el sacerdote cristiano en toda su
+pureza. Comenzó, empero, á inutilizarla un prelado tan lleno de celo
+religioso como de ignorancia artística; y desde entonces ¡qué de
+profanaciones! ¡qué de absurdos! ¡Ay! ¿quién sabe si la exagerada fé de
+otro prelado llegará un dia á querer destruir las paredes del santuario
+musulman para erigir un altar bajo su concha de alabastro? ¡Quién sabe
+si para acabar de hacer triunfar el cristianismo sobre el islamismo hará
+saltar los ricos mosáicos que cubren los brillantes muros del vestíbulo!</p>
+
+<p>¡Mezquita para siempre célebre! ¡mezquita levantada y frecuentada por
+emires y califas! ¡mezquita por cuya pérdida lloran aun bajo su cielo
+oriental los que creen en Alá y en su Profeta! ¡mezquita á<a name="page_065" id="page_065"></a> que han
+venido á inspirarse ya tantos poetas y á estudiar tantos artistas!
+¡Salud! Un viajero desconocido va á atravesar con respeto tus umbrales y
+á revelar tus encantos á las generaciones presentes y futuras. Eleva su
+lenguaje al par de tu belleza, evoca ante él todas tus glorias y
+recuerdos, enardece hasta donde puedas su corazon, exalta hasta donde
+quepa su humilde fantasía. La pluma se estremece en su mano al
+contemplarte en toda tu grandeza, y necesita de todo tu favor para no
+sucumbir en tan árdua y aventurada empresa. ¡Que el genio de creacion y
+de armonía que te construyó dirija mis acentos! ¡que sea yo quien
+escriba! ¡que seas tú quien dictes!<a name="FNanchor_C_28" id="FNanchor_C_28"></a><a href="#Footnote_C_28" class="fnanchor">[C]</a></p>
+
+<p>Huyen á mi extasiada vista de repente todas las importunas
+construcciones, reformas y mutilaciones consumadas por el fervoroso celo
+de los cristianos triunfadores para convertir en templo del Crucificado
+la suntuosa aljama; renueva mi enardecida mente las deslumbradoras
+escenas de la dominacion del Islam en la mas florida region de España, y
+llegan á mi embelesado oido los mágicos acentos que Azazil<a name="FNanchor_26_29" id="FNanchor_26_29"></a><a href="#Footnote_26_29" class="fnanchor">[26]</a> dirigió
+sin duda al hijo de los califas<a name="FNanchor_27_30" id="FNanchor_27_30"></a><a href="#Footnote_27_30" class="fnanchor">[27]</a> Abde-r-rahman ben Moavia, cuando á
+los treinta y un años de haber derrotado al rebelde Jusuf el Jehri en la
+famosa batalla de Musara, robustecido ya su poder con otras insignes
+victorias, hechos tributarios los cristianos de Castilla<a name="FNanchor_28_31" id="FNanchor_28_31"></a><a href="#Footnote_28_31" class="fnanchor">[28]</a>, desarmados
+los sediciosos walís de las provincias, y dilatada la fama de su
+fortaleza, de su clemencia y de su justicia desde la aterrada
+Cairvan<a name="FNanchor_29_32" id="FNanchor_29_32"></a><a href="#Footnote_29_32" class="fnanchor">[29]</a> hasta la amedrentada corte de Carlomagno<a name="page_066" id="page_066"></a><a name="FNanchor_30_33" id="FNanchor_30_33"></a><a href="#Footnote_30_33" class="fnanchor">[30]</a>, resolvió
+poner un espléndido sello á las obras aceptas al Todopoderoso, que hasta
+entonces habia llevado á cabo, erigiendo en su deliciosa Córdoba una
+casa de oracion que le asegurase un puesto en el Paraiso. Recorro aquel
+encantado bosque de columnas, silencioso y sombrío como las poéticas
+florestas del Eufrates; respiro la fragancia del ámbar y del aloe
+quemado bajo sus incorruptibles techumbres de alerce, suave al
+embriagado olfato como el aroma que exhala de sus verjeles la gran
+ciudad edificada sobre las ruinas de Seleucia y Ctesifon reunidas;
+báñome todo en la templada luz que por las naves difunden multitud de
+lámparas reflejando en el terso pavimento, en los bruñidos jaspes de las
+columnas y en las portentosas labores del santuario; no diviso ya ni
+aquella catedral, obra de nazarenos, que un momento há se alzaba en
+medio de la gran mezquita, interceptando mi vista ansiosa de abarcar su
+primitivo conjunto; ni aquella multitud de capillas y altares, obra
+indiscreta y confusa de todas las épocas y gustos reunidos, capillas y
+altares odiosos al fiel muslim que ve erigidos en ellos otros tantos
+ídolos; ni los infinitos sepulcros que profanaban la santa casa donde no
+osó mandarse enterrar ningun Califa: veo la gran rival de las mezquitas
+de Damasco, Bagdad y Jerusalen, restituida por ensalmo á su primitivo
+destino, y dando al olvido mi orígen, mi siglo y mi fé, me encuentro
+trocado en fervoroso y entusiasta islamita.</p>
+
+<p>Por una rápida sucesion de recuerdos y sensaciones vive mi mente en
+pocos instantes un período de dos siglos, y desde el reinado del ilustre
+Omeya proscripto hasta el gobierno del altivo Al-Mansúr, todos los
+timbres de gloria y grandeza de los hijos de Moavia que tienen<a name="page_067" id="page_067"></a> relacion
+con la célebre aljama pasan por ante mis ojos como fantásticos cuadros
+de un largo delirio de sensualismo que quizá no volverá á reproducirse
+en el mundo.</p>
+
+<p>Oye, pues, amado lector, la historia probable de la gran mezquita, y
+acoge con tu benevolencia acostumbrada la restauracion descriptiva que
+te ofrezco de tan inestimable monumento, segun las tradiciones de los
+que lo conocieron, ó intacto, ó menos desfigurado que está hoy.</p>
+
+<p>Hallábase Abde-r-rahman en su predilecto palacio de Ruzafa. Aunque veía
+por fin cumplidos los deseos de paz que siempre habia abrigado su
+magnánimo corazon, la tristeza hacia inclinar su gloriosa frente, porque
+en medio de uno de sus jardines se alzaba esbelta y gallarda una
+solitaria palma que, como nacida en el Occidente, lejos de la region de
+las palmeras, le traía á la memoria su propio destino.</p>
+
+<p>Recordaba que él tambien vivia en un suelo estraño separado de sus mas
+queridos Coraixis, desterrado del dulce clima de la Siria donde tan
+alegremente habia trascurrido su primera juventud; deploraba el hado
+fatal que le hacia enemigos los parientes y deudos á quienes habia
+sacado de la proscripcion colmándolos en su reino de beneficios, hado
+sangriento que le habia obligado á quitar la vida á dos de sus sobrinos
+y á desterrar á Africa á su propio hermano Al-walíd, con cuyo auxilio,
+si no hubieran sido ingratos y rebeldes, habria podido tal vez invadir
+la Siria y lavar con la sangre de los aborrecidos Abbassides el polvo de
+la proscripcion que afrentaba á los hijos de Moavia; pensaba en suma que
+con la defeccion de los caudillos y tribus árabes no podria arribar en
+la colosal empresa de fundar en Andalucía un Califato para los Omeyas, á
+pesar de la lealtad y pujanza de sus asalariados Berberiscos, y aquel
+mismo Azazil, que fingiendo la voz del ángel Gabriel habia dictado el
+Koran á Mahoma, tomando ahora el acostumbrado disfraz, murmuró
+suavemente al oido de Abde-r-rahman El-Dakhel estas palabras:</p>
+
+<p>&mdash;¿Es posible, descendiente de Merwan, que tan facilmente hayas perdido
+de vista el objeto con que el omnipotente Allah te salvó por mi mano del
+sangriento banquete en que fueron traidoramente inmolados tus
+parientes<a name="FNanchor_31_34" id="FNanchor_31_34"></a><a href="#Footnote_31_34" class="fnanchor">[31]</a>? Ya has olvidado sin duda aquel beneficio:<a name="page_068" id="page_068"></a> yo te le
+recordaré. Cuando despues de la usurpacion de As-Seffáh acudías
+diligente al llamamiento del pérfido Addullah Ibn Alí, gobernador de
+Palestina, fiado en la falsa promesa de paz y de perdon con que fueron
+engañados tantos Omeyas, un ángel, revistiendo la forma de un amigo
+tuyo, te salió al camino y te dijo:&mdash;«Obedéceme hoy, y en el dia del
+juicio hazme el cargo que quieras. Huye, huye de aquí: marcha al
+Occidente, donde te espera un reino: el convite de As-Seffáh es una
+traicion para aniquilar de un solo golpe á toda tu familia.» Ese ángel
+era yo. «¿Qué será de mí siguiendo tu consejo? me dijiste.»&mdash;Entonces te
+hice descubrir la espalda buscando en ella la señal que para reconocerte
+me habia dado tu tio Moslemah, el sabio versado en el <i>libro de los
+sucesos futuros</i>; mal podia yo engañarme, vi en efecto el gran lunar
+negro que matiza tu cuerpo, y te repetí: «¡huye, huye! vete al
+Occidente, donde te aguarda el reino de Andalucía: yo te acompañaré
+parte del camino: veinte mil dineros traigo para tí de orden de
+Moslemah: tómalos, y sígueme pronto.» La profecía del <i>Kitábu-l-hodthán</i>
+se ha cumplido; pero no te condujo Allah al Occidente para darte de por
+vida estériles conquistas. ¿Qué has hecho para asegurar á tu posteridad
+este nuevo imperio? ¿Qué podrán prometerse tus sucesores si decae la fé
+de los muslimes? ¿Te imaginas por ventura cumplido tu destino dejándote
+morir sepultado en el harém de tu Ruzafa sin haber dado á los andaluces
+una aljama digna en la corte de tu reino? No en vano, hijo de Moavia,
+mecían las feris tu cuna en los verjeles del Forat aquel año en que otro
+caudillo islamita de tu mismo nombre era derrotado en tierra de
+Afranc<a name="FNanchor_32_35" id="FNanchor_32_35"></a><a href="#Footnote_32_35" class="fnanchor">[32]</a> por un rey de nazarenos. Medio siglo no ha transcurrido desde
+aquel ultraje, y has visto al nieto de ese mismo rey, al emperador<a name="page_069" id="page_069"></a> mas
+grande de las gélidas regiones de algufia<a name="FNanchor_33_36" id="FNanchor_33_36"></a><a href="#Footnote_33_36" class="fnanchor">[33]</a>, amedrentarse al rumor de
+tus victorias, perder la color al asomar allende el Ebro tus
+campeadores, y solicitar tu amistad ofreciéndose á emparentar contigo.
+Pero entre el Islam y la Cruz la alianza es imposible, porque es preciso
+que el Occidente se prosterne bajo la ley del Profeta. Mira como por
+todas partes erigen templos á sus ídolos los sectarios de Jesus: sus
+reyes desafian tu poder fundando en sus estados basílicas y monasterios.
+Con ellos dan pábulo á su falsa religion y aumentan el número de los
+ilusos cenobitas que huyen los placeres y se imaginan hallar la
+felicidad en el propio sacrificio. No les bastan ya á los infieles los
+templos de ricos mármoles y vistosas pinturas de los vencidos godos,
+cuya mentida santidad ha seducido á los incultos bárbaros: á las
+fundaciones de Sisebuto, Chindasvinto, Wamba, y de los activos pastores
+del descarriado rebaño de Cristo, agregan hoy nuevas fundaciones los
+tenaces hijos de Pelayo<a name="FNanchor_34_37" id="FNanchor_34_37"></a><a href="#Footnote_34_37" class="fnanchor">[34]</a>: el mismo impulso da la Iglesia en Afranc,
+en Italia, en Alemania, á los sucesores de Carlos Martel, y el
+infatigable Carlomagno, que ya se presume emperador de Occidente con
+afrenta tuya y de tu raza predestinada, presume levantar en la sombría
+Aquisgram un gigantesco domo revestido de pinturas y mosáicos<a name="FNanchor_35_38" id="FNanchor_35_38"></a><a href="#Footnote_35_38" class="fnanchor">[35]</a> que
+rivalice con el que erigió Justiniano sobre el azulado espejo del
+Bósforo. Los infieles, que trabajan afanosos por cubrir la tierra de
+cruces, van estendiendo la colmena de la Iglesia, y como las abejas á la
+floresta acuden en tropel á Bizancio en busca de nuevas artes y
+fascinadoras invenciones. Antes que los domos de mosáico y las
+refulgentes manzanas de oro que intentan erigir los del Rhin cautiven el
+corazon de los pobladores de España, apresúrate á desplegar ante sus
+ojos el lujo seductor del Oriente; erige un santuario en que reunas á la
+disposicion perfecta que prescribe la Sunnah toda la belleza que la
+exaltada imaginacion de tus árabes sea<a name="page_070" id="page_070"></a> capaz de concebir, auxiliada de
+las mas esquisitas formas del arte asiático, y una riqueza tal que cause
+maravilla á los infieles españoles, no familiarizados aun con las galas
+del imperio griego<a name="FNanchor_36_39" id="FNanchor_36_39"></a><a href="#Footnote_36_39" class="fnanchor">[36]</a>. Carlomagno echará mano para su construccion de
+las columnas y esculturas de los edificios de Roma y de Ravena<a name="FNanchor_37_40" id="FNanchor_37_40"></a><a href="#Footnote_37_40" class="fnanchor">[37]</a>: tú
+tienes para la tuya los suntuosos monumentos antiguos de Mérida,
+Itálica, Tarragona, Narbona y otras ciudades grandes. Dedica al santo
+libro de Othman una maravilla que haga acudir los cristianos convertidos
+á su recinto como las bandadas de palomas á los alminares, y que desde
+sus mimbares se reparta á esos incultos sectarios del Evangelio,
+obstinados en la mortificacion de los sentidos, el grano fecundo de la
+<i>Sunnah</i><a name="FNanchor_38_41" id="FNanchor_38_41"></a><a href="#Footnote_38_41" class="fnanchor">[38]</a>, abriendo sus almas de hierro á las inefables delicias que
+promete á los fieles la única religion verdadera. Este obsequio debes á
+la mision civilizadora que te trajo á Andalucía, porque no fué tu
+destino el de conquistador solamente, sino tambien el de propagador del
+Islamismo: la Meka gime cautiva bajo el yugo de hierro de los
+usurpadores,<a name="page_071" id="page_071"></a> y el alhige<a name="FNanchor_39_42" id="FNanchor_39_42"></a><a href="#Footnote_39_42" class="fnanchor">[39]</a> á la Caaba es peligroso para tu autoridad:
+Allah consiente en favor tuyo la relajacion de aquel precepto, y el
+Profeta verá gozoso desde su etéreo trono que para preservar á tus
+súbditos del contagio de los pérfidos <i>Schiitas</i> sustituyes á la
+trabajosa peregrinacion impuesta á los de Oriente la visita á un nuevo
+santuario, á la casa cuadrada de Abraham una suntuosa aljama, y á la
+piedra negra de Gabriel<a name="FNanchor_40_43" id="FNanchor_40_43"></a><a href="#Footnote_40_43" class="fnanchor">[40]</a> una copia del libro santo que le fué enviado
+del cielo en la mística noche del Al-Kadar<a name="FNanchor_41_44" id="FNanchor_41_44"></a><a href="#Footnote_41_44" class="fnanchor">[41]</a>. ¡Animo, pues, hijo de
+Moavia! Acompañe al descanso de las espadas la obra de la predicacion;
+suceda al tráfago de la guerra y al clamor de los combates la agitacion
+pacífica de los ingenios; enmudezcan en buen hora los atabales, pero
+óigase por do quiera el rumor de la gente consagrada al trabajo de la
+palanca, de la fragua, del cincel y del martillo: para el grandioso
+objeto á que eres llamado Allah te permite tambien esplorar y remover
+las secretas entrañas de los montes: haz abrir las canteras de la vecina
+sierra, haz amasar la tierra regada con la sangre de los infieles y
+rebeldes, haz cortar los árboles de los bosques en que fueron clavados
+los caudillos traidores; yo te inspiraré la forma que has de ordenar<a name="page_072" id="page_072"></a>
+para la Caaba del Occidente, y cuando ya la tengas erigida, la poderosa
+voz de los lectores y alkhatibes<a name="FNanchor_42_45" id="FNanchor_42_45"></a><a href="#Footnote_42_45" class="fnanchor">[42]</a> arrullará el sueño de los leones
+africanos, y el armonioso concierto de los almuedanes<a name="FNanchor_43_46" id="FNanchor_43_46"></a><a href="#Footnote_43_46" class="fnanchor">[43]</a> lanzado á los
+cuatro vientos desde el enhiesto alminar, hará enmudecer cinco veces
+cada dia el importuno clamor de las campanas de Cristo<a name="FNanchor_44_47" id="FNanchor_44_47"></a><a href="#Footnote_44_47" class="fnanchor">[44]</a>. «Dios es
+grande. No hay mas Dios que Dios. Mahoma es su Profeta. Venid á orar;
+venid á adorarle. ¡Dios es grande, Dios es único!» entonarán con
+acordadas voces, y yo encomendaré á las auras la propagacion del sagrado
+llamamiento. Tú quizás no llegarás á ver la santa obra terminada, pero
+la verá tu amado Hixem, en quien sobrevivirán tu esfuerzo y tus
+virtudes; y cuando Allah fuere servido llamarte á juicio, pondré yo en
+la balanza de tus buenas obras tu piadosa fundacion, por sus méritos
+pasarás el Sirath como relámpago apenas visto<a name="FNanchor_45_48" id="FNanchor_45_48"></a><a href="#Footnote_45_48" class="fnanchor">[45]</a>, y llegarás feliz y
+triunfante al jardin de los eternos placeres, donde te saldrán á recibir
+los setenta almalekes encargados por Allah de darte la posesion de sus
+ansiadas promesas<a name="FNanchor_46_49" id="FNanchor_46_49"></a><a href="#Footnote_46_49" class="fnanchor">[46]</a>.<a name="page_073" id="page_073"></a></p>
+
+<p>Estas palabras de Azazil avivan en el pecho del Coreixí la amortiguada
+llama del entusiasmo: hierve de nuevo en sus turgentes venas la sangre
+del impetuoso Merwan, y al pensar en las delicias del <i>Genna</i><a name="FNanchor_47_50" id="FNanchor_47_50"></a><a href="#Footnote_47_50" class="fnanchor">[47]</a>, en la
+deleitosa sombra del granado inmortal plantado cabe el trono invisible
+del Eterno, en los cuatro místicos rios que brotan de su pié, y en las
+hurís etéreas nacidas de sus incomparables frutos<a name="FNanchor_48_51" id="FNanchor_48_51"></a><a href="#Footnote_48_51" class="fnanchor">[48]</a>; al recordar que
+su muerte está tal vez próxima y que solo le falta emprender aquella
+grande obra para asegurarse la posesion del Paraiso y el don de la
+perpetua juventud en brazos de aquellas encantadoras vírgenes, sacude el
+letargo y la tristeza, y resuelve inmediatamente seguir la inspiracion
+del ángel que ha hablado á su oido.</p>
+
+<p>Era la hora de <i>adohar</i><a name="FNanchor_49_52" id="FNanchor_49_52"></a><a href="#Footnote_49_52" class="fnanchor">[49]</a>, y Abde-r-rahman, que á pesar de su edad
+avanzada solia dejar el blando lecho al alba para recrearse con sus
+favoritos en la caza de aves, no habia aun salido de su apartamiento.
+Cinco horas hacia que sus halconeros le esperaban con los caballos y los
+perros en el límite de la Ruzafa, cuando les despachó por uno de sus
+esclavos la orden de retirarse. Mandó á su eunuco Mansur, hagib á la
+sazon por muerte de Abde-r-rahman Ibn Mugheyth, que convocase á los
+jeques de su consejo<a name="FNanchor_50_53" id="FNanchor_50_53"></a><a href="#Footnote_50_53" class="fnanchor">[50]</a> y á los secretarios de su<a name="page_074" id="page_074"></a> mayor confianza, y
+despues de referirles la sugestion que aquella mañana le habia ocupado,
+les habló así en tono inspirado y solemne:</p>
+
+<p>«Dos gigantes aspiran á dominar el mundo; el tercero que rivalizaba con
+ellos no lleva en sus entrañas corazon ni culto<a name="FNanchor_51_54" id="FNanchor_51_54"></a><a href="#Footnote_51_54" class="fnanchor">[51]</a>. El dragon imperial
+que habia trabado alianza con la Cruz<a name="FNanchor_52_55" id="FNanchor_52_55"></a><a href="#Footnote_52_55" class="fnanchor">[52]</a> está herido de muerte. ¿Quién
+dudará de la victoria del leon del desierto?</p>
+
+<p>»El cristiano idólatra dice: Europa es la reina, Asia su sirviente. El
+fiel musulman esclama: del Oriente sale la luz, Algufia duerme en las
+tinieblas.</p>
+
+<p>»La Iglesia y el Islam se miran frente á frente como el leon y el tigre
+despues de la primera embestida: dos barreras que antes los separaban
+ceden ya al poder de Allah clemente y misericordioso: en las montañas de
+Afranc deja el tigre cauteloso la presa por la vuelta<a name="FNanchor_53_56" id="FNanchor_53_56"></a><a href="#Footnote_53_56" class="fnanchor">[53]</a>: en la ciudad
+de Constantino devoran las hogueras los monasterios, los monges y los
+ídolos, y á los golpes del martillo Isáurico se va desmoronando Santa
+Sofía<a name="FNanchor_54_57" id="FNanchor_54_57"></a><a href="#Footnote_54_57" class="fnanchor">[54]</a>.</p>
+
+<p>»Los bárbaros de las regiones del hielo se estremecen de placer en sus
+pellizas esperando que un pontífice romano ponga en la diestra de
+Károloh<a name="FNanchor_55_58" id="FNanchor_55_58"></a><a href="#Footnote_55_58" class="fnanchor">[55]</a> el globo de Constantino; pero las hermosas hijas del Yemen
+celebran con las zambras y cantares de sus alméas las victorias<a name="page_075" id="page_075"></a> de los
+hijos de Ismael, que por la virtud del Koran se abren las puertas del
+Oriente y del Occidente.</p>
+
+<p>»La perla de la Propóntide no pasará á ornar la sien del Franco, aunque
+la amedrentada Irene le brinde con su mano y su diadema<a name="FNanchor_56_59" id="FNanchor_56_59"></a><a href="#Footnote_56_59" class="fnanchor">[56]</a>. Bizancio
+aborrece los ídolos y se entregará en brazos de los Emires.</p>
+
+<p>»Los hijos de Odino se han cubierto de ignominia doblando las cervices
+bajo la maza Carlovingia: Witikindo se ha sostenido solo contra el
+bárbaro de Austrasia, los demas caudillos germanos han palidecido como
+mugeres y revestido en Paderborn las blancas túnicas de los Catecúmenos
+incircuncisos<a name="FNanchor_57_60" id="FNanchor_57_60"></a><a href="#Footnote_57_60" class="fnanchor">[57]</a>.</p>
+
+<p>»Pero los hijos del Yemen han sombreado con el velo del Islam la parte
+mejor de la tierra, desde el Thibet hasta el Pirineo, y á impulso de la
+cimitarra de los fieles espiran el dragon imperial en los páramos de
+Sem<a name="FNanchor_58_61" id="FNanchor_58_61"></a><a href="#Footnote_58_61" class="fnanchor">[58]</a>, la escuela de Cristo en los verjeles de Japhet.</p>
+
+<p>»Los Salvages, cubiertos de pieles, aullaron como lobos hambrientos con
+la esperanza del botin durante las disensiones de los hijos<a name="page_076" id="page_076"></a> de Ismaël:
+vieron que sobre las orillas del Eufrates se cernia el fatídico cuervo,
+y que la blanca paloma habia desamparado su antiguo nido, y se
+imaginaron cebarse en las riquezas y placeres; mas estaba escrito que no
+sería para ellos la hermosa tierra del azahar y de la oliva, y el pastor
+del rebaño del Profeta los hizo rodar perniquebrados por las vertientes
+de sus ásperas montañas<a name="FNanchor_59_62" id="FNanchor_59_62"></a><a href="#Footnote_59_62" class="fnanchor">[59]</a>.</p>
+
+<p>»Entonces cantaron las vírgenes y los ancianos del Hedjaz: no hay mas
+Dios que Dios, ¡Mahoma es su Profeta! Poderosa es la raza Coreixí: Dios
+clemente ha vinculado en ella el precioso collar de Cosroës y las veinte
+y cinco coronas de los reyes de Iberia<a name="FNanchor_60_63" id="FNanchor_60_63"></a><a href="#Footnote_60_63" class="fnanchor">[60]</a>.</p>
+
+<p>»Se imagina el gigante idólatra ser el sucesor de César: no advierte que
+sobre el plátano se ha levantado la palma en el Andalús<a name="FNanchor_61_64" id="FNanchor_61_64"></a><a href="#Footnote_61_64" class="fnanchor">[61]</a>, y que á su
+gallardo columpio acuden hoy de Africa y Asia las aves vocingleras.</p>
+
+<p>»Nuestro es en verdad lo mas aventajado de la tierra: en nuestro<a name="page_077" id="page_077"></a>
+dominio se crian las aves de mas vistoso plumage, las piedras preciosas
+de mas valor, y las plantas de mas fragancia. Es el predilecto del sol
+que le da fuego fecundo, del mar que siempre le arrulla enriqueciéndole
+con el coral y la perla.</p>
+
+<p>»El idólatra de algufia no ha abierto aun los ojos: la Iglesia le educa
+y ya le enseña á deletrear con su dedo<a name="FNanchor_62_65" id="FNanchor_62_65"></a><a href="#Footnote_62_65" class="fnanchor">[62]</a>; pero el sucesor del Profeta
+ha gozado las delicias del saber y mojado el labio en las límpidas aguas
+de la elocuencia y de la poesía. No tiene, pues, que temer que el
+bárbaro rey de Afranc rivalice con él en virtud, magnificencia y
+cultura.</p>
+
+<p>»No entregará Dios el mundo á los que se embriagan predicando
+penitencia, y se enriquecen ensalzando la pobreza, y se dan al
+libertinage recomendando la castidad<a name="FNanchor_63_66" id="FNanchor_63_66"></a><a href="#Footnote_63_66" class="fnanchor">[63]</a>; mas nosotros, que buscamos la
+dicha en la tierra y la felicidad en el cielo, bendeciremos á Allah
+porque nos ha dado la miel dulce, la rosa balsámica, el rubí encarnado,
+la seda joyante y la muger hermosa.</p>
+
+<p>»Para ellos los monasterios pobres y sombríos; para nosotros los
+verjeles, el harem, los baños y las aljamas: aljamas revestidas en lo
+interior de bruñidos jaspes y esplendorosos estucos, que con su luz y su
+fragancia transportan al fiel muslim á la casa celeste de la
+Adoracion<a name="FNanchor_64_67" id="FNanchor_64_67"></a><a href="#Footnote_64_67" class="fnanchor">[64]</a> construida de jacintos rojos y cercada de lámparas
+inextinguibles.<a name="page_078" id="page_078"></a></p>
+
+<p>»Para ellos claustros lóbregos y silenciosos, para nosotros las
+cristalinas fuentes y verdes arrayanes de los jardines; para ellos la
+vida triste y recelosa del castillo, llena de privaciones; para nosotros
+la existencia risueña y tranquila de la academia; para ellos la
+intolerante y suspicaz tiranía; para nosotros la monarquía clemente y
+paternal; para ellos la ignorancia popular; para nosotros la
+instruccion, pública y gratuita; para ellos los yermos, el celibato, el
+sacrificio, el martirio voluntario; para nosotros los campos fértiles,
+el amor, la fraternidad, la bienandanza, las comodidades y deleites;
+para ellos los penosos preceptos de la Iglesia, las enconadas disputas
+de los concilios; para nosotros los fáciles mandatos de la Sunnah y los
+entretenidos certámenes de los sabios y poetas.</p>
+
+<p>»¡Gran contienda se inaugura entre la barbarie y la cultura, entre las
+sombras y la luz, entre Cristianos y Muslimes! Preparado está el mundo y
+dispuesto para grandes cosas, como el hierro que sale de la fragua
+enrojecido y solo espera la nueva forma que van á darle sobre el yunque.</p>
+
+<p>»El Franco y el Arabe son la tenaza que le tiene asido, y cada cual
+levanta sobre él su martillo.</p>
+
+<p>»Pero el Franco habrá de volver la maza á menudo contra otros bárbaros
+procedentes de los vastos páramos de hielo<a name="FNanchor_65_68" id="FNanchor_65_68"></a><a href="#Footnote_65_68" class="fnanchor">[65]</a>, y al Arabe le bastará
+sacudir con el ruido de sus corceles el indolente sueño del Ganges y del
+Indo que se mueren sobre las flores.</p>
+
+<p>»No resta mas que vigorizar el brazo del forjador donde mas tenaz es la
+resistencia: un esfuerzo mas, y la vida del Oriente trasmigra al
+magestuoso Guadalquivir; un acto más de fé, y la magestad de Bagdad se
+humilla ante la reina del Andalús, y el Godo casto y salvage que hoy
+proclama rey la enriscada Asturias<a name="FNanchor_66_69" id="FNanchor_66_69"></a><a href="#Footnote_66_69" class="fnanchor">[66]</a>, hunde entre sus pobres templos
+de cal y piedra tosca<a name="FNanchor_67_70" id="FNanchor_67_70"></a><a href="#Footnote_67_70" class="fnanchor">[67]</a> la férrea corona de puntas heredada de
+Pelayo.<a name="page_079" id="page_079"></a></p>
+
+<p>»Alcemos, pues, á Allah que ha protegido nuestras armas; alcémosle sobre
+el gran rio del Andalús una aljama que supere en magnificencia á las de
+Bagdad y Damasco, solo comparable á la santa Alaksa de Jerusalem; y los
+legítimos sucesores en la herencia de Othman impíamente sacrificados,
+exultarán aunque insepultos.</p>
+
+<p>»Levantemos la Caaba del Occidente<a name="FNanchor_68_71" id="FNanchor_68_71"></a><a href="#Footnote_68_71" class="fnanchor">[68]</a> en el solar mismo de un templo
+cristiano que tengamos que derruir, para que caiga la Cruz entre
+escombros y sobre su polvo descuelle el Islam radiante.</p>
+
+<p>»Ostentará la gran mezquita todas las galas del mediodia y del Oriente:
+su arquitectura será un espléndido compuesto de todos los estilos, para
+que en ella puedan leer los venideros todas nuestras conquistas.</p>
+
+<p>»Sea su planta parecida á la de las basílicas del Crucificado, para que
+la casa de Dios oprima la casa de los ídolos: atrio, pórtico, naves y
+santuario; todo en un recinto de cuatro ángulos y cuatro lados, como la
+santa casa de la Meka<a name="FNanchor_69_72" id="FNanchor_69_72"></a><a href="#Footnote_69_72" class="fnanchor">[69]</a>.<a name="page_080" id="page_080"></a></p>
+
+<p>»Sea el atrio vasto, espacioso, desahogado: con abundantes y puras aguas
+para tas abluciones: tal que despues de edificado no haya lengua que
+ensalce el atrio de Santa Sofía. Descanse todo él sobre una anchurosa
+cisterna de bóveda subterránea, de modo que el peregrino de tierras de
+Asur, al refrescarse á la sombra de sus naranjos se crea transportado á
+los pensiles de Babilonia.</p>
+
+<p>»Ábrase paso el gentío de los creyentes al cuerpo de la mezquita por
+once puertas circulares que correspondan á otras tantas naves, tendidas
+del algufia á la quibla<a name="FNanchor_70_73" id="FNanchor_70_73"></a><a href="#Footnote_70_73" class="fnanchor">[70]</a>, y la nave central sea mas espaciosa que las
+laterales, descubriendo en su fondo á los extasiados ojos de los
+muslimes la maravilla nunca vista.</p>
+
+<p>»El cuerpo de la aljama aventajará por lo sorprendente de su perspectiva
+á la famosa mezquita de Amrú y á la santa casa de Jerusalem<a name="FNanchor_71_74" id="FNanchor_71_74"></a><a href="#Footnote_71_74" class="fnanchor">[71]</a>, porque
+sus once naves estarán cruzadas en ángulo recto por<a name="page_081" id="page_081"></a> treinta y tres mas
+angostas: todas sostenidas en ricas columnas de mármoles variados, que
+al que las mire le representarán la imágen de una lucida hueste en
+simétrica formacion y belicosa apostura.</p>
+
+<p>»Verdaderamente se asemejarán esas mil columnas al bosque de lanzas que
+presentaban en el inolvidable dia de las Víctimas mis leales
+Zenetes<a name="FNanchor_72_75" id="FNanchor_72_75"></a><a href="#Footnote_72_75" class="fnanchor">[72]</a>, fundamento de mi poderío. Sobre esas columnas voltearemos
+arcos que imiten sutiles banderas henchidas por el viento de la fortuna,
+y sobre el conjunto descansará una rica techumbre de alerce
+incorruptible, así como en mis soldados descansa en España la
+incontaminada Sunnah, que á todos nos ampara.</p>
+
+<p>»¿Qué espectáculo será semejante al de esos mil arcos ligeros descritos
+en el espacio, apenas sostenidos en sus arranques y dejando pasar la
+luz, como un bosque ornado de guirnaldas que sacude y levanta la brisa?
+No sabrán las gentes á qué compararlo, porque no habrá monumento antiguo
+ni moderno que ofrezca tan original combinacion.</p>
+
+<p>»No profanarán nuestro templo simulacros groseros, no tendrán en él
+cabida los ídolos de los adoradores de los astros y del fuego, ni los
+emblemas impuros de la India y del Egipto, ni los perecederos dioses de
+Grecia y Roma. Ormuz y Siva, Venus y Rea, Jesus y María, no recibirán de
+los Muslimes idolátrico culto; el único símbolo que en nuestra aljama
+pondremos será esa gallarda curva sostenida en el aire, que recordará á
+los verdaderos creyentes la afortunada huida del Profeta á Medina.</p>
+
+<p>«Esa es la mística forma que en aquella memorable noche dibujaron en el
+cielo la luna nueva que le iluminó el camino, y en la tierra el poderoso
+casco de su caballo<a name="FNanchor_73_76" id="FNanchor_73_76"></a><a href="#Footnote_73_76" class="fnanchor">[73]</a>.<a name="page_082" id="page_082"></a></p>
+
+<p>»Como en la marea creciente dibuja la ola en la arena de la playa su
+círculo, pasando sobre la huella de la oleada anterior, así el dichoso
+flujo de nuestras conquistas fué pasando triunfante sobre los pueblos
+sojuzgados. Quiero, pues, que nuestro rápido crecimiento marque sus
+grados en esas suntuosas columnatas, y que los arcos que lleven la
+incorruptible techumbre se levanten sobre otros arcos inferiores.</p>
+
+<p>»Espanto y lágrimas producirá en los Cristianos la amenaza de esa
+creciente marejada; pero los que se conviertan verán en esos arcos el
+iris de la paz y de la bonanza.</p>
+
+<p>»Coronarán los pulidos fustes de mármol y jaspe elegantes capiteles en
+que alternen el gracioso canastillo corintio y el magnífico compuesto
+romano; los arcos de la nave central aparecerán ricamente ataviados, y
+en el vestíbulo del mihrab prodigará la exuberante imaginacion del Arabe
+las encantadoras y lujosas combinaciones de la ornamentacion asiria y
+griega. En él se elevará la magestuosa cúpula bizantina, que protegerá
+la tranquilidad del hijo de los Califas durante sus oraciones<a name="FNanchor_74_77" id="FNanchor_74_77"></a><a href="#Footnote_74_77" class="fnanchor">[74]</a>.
+Cerrarán esta incomparable aljama cuatro altos y<a name="page_083" id="page_083"></a> gruesos muros
+fortalecidos con torreones, cuya solidez desafiará á la de las insignes
+obras romanas de Africa y España, y cuyas endentadas almenas traerán á
+la memoria nuestras lejanas conquistas<a name="FNanchor_75_78" id="FNanchor_75_78"></a><a href="#Footnote_75_78" class="fnanchor">[75]</a>.</p>
+
+<p>»Despues de terminada nuestra obra, vengan en buen hora á disputarnos
+los adoradores del hijo de María el predominio sobre el Occidente. El
+libro santo que tengo reservado<a name="FNanchor_76_79" id="FNanchor_76_79"></a><a href="#Footnote_76_79" class="fnanchor">[76]</a> para el inimitable mihrab que ha de
+ser la maravilla del Andalús, conservará la unidad de nuestra fé:
+inalterable é inflexible nuestra creencia, crecerá el islamismo pujante
+en Europa arrollando esa multitud de leyes, sectas é instituciones que
+traen divididos á los incultos Godos y Germanos, y la Ley del Profeta,
+que es hoy el vínculo áureo de su pueblo predestinado,<a name="page_084" id="page_084"></a> será con el
+tiempo la férrea argolla que fuerce á los rebeldes imperios idólatras á
+prosternarse ante la <i>Quiblah</i> de la grande aljama.»</p>
+
+<p>Así habla Abde-r-rahman, y los jeques de su consejo, que con respetuoso
+silencio le han escuchado, aplauden su piadoso propósito, añadiendo que
+verdaderamente ha espuesto con elocuencia la situacion actual del mundo
+y predicho con tono de adivinacion el futuro engrandecimiento del nuevo
+Califato. Alguno de ellos, contagiado tal vez de las doctrinas que
+públicamente se enseñan en las iglesias y monasterios cristianos de
+Córdoba, baja la vista al suelo y guarda silencio, dudando del triunfo
+que el hijo de Moavia cuenta por seguro, y juzgando que este no ha
+comprendido la moral de los que siguen al Crucificado.</p>
+
+<p>Umeya Ibn Yezid, secretario favorito de Abde-r-rahman, y que por su
+oficio de Katib era el encargado de estender las órdenes del
+soberano<a name="FNanchor_77_80" id="FNanchor_77_80"></a><a href="#Footnote_77_80" class="fnanchor">[77]</a>, y de la proteccion y seguridad de los Cristianos y Judíos
+de Córdoba, fué inmediatamente comisionado para tratar con el Obispo y
+con el Conde<a name="FNanchor_78_81" id="FNanchor_78_81"></a><a href="#Footnote_78_81" class="fnanchor">[78]</a> de los Cristianos la compra formal del templo sobre<a name="page_085" id="page_085"></a>
+cuyo solar habia de erigirse la nueva mezquita. Mandóle que llamase á
+sus arquitectos para comunicarles su plan y darles sus instrucciones, y
+añadiendo algunas órdenes para su tesorero y para el colector de los
+impuestos relativamente á las sumas que se proponia destinar á dicho
+objeto, despachó á sus consejeros. La hacienda de Abde-r-rahman se
+hallaba en estado floreciente á pesar de los cuantiosos gastos que habia
+tenido que hacer para dar esplendor al naciente Califato: sus
+prodigalidades con los hombres dedicados á la ciencia y la literatura,
+el numeroso ejército que habia constantemente mantenido en pié para
+sofocar en todas partes los gérmenes de la rebelion, las costosas obras
+que habia emprendido para que rivalizase Córdoba en lujo, magnificencia,
+palacios, jardines, alamedas, casas de recreo y de placer, con las
+ciudades de Bagdad y Damasco, habian agotado á veces sus arcas; pero
+estas se habian vuelto á colmar cuantas veces habia sido menester merced
+á la habilidad con que el descendiente de Merwan sabia hacer fecunda la
+estéril roca de la <i>Sunnah</i>. El impuesto legal prescrito por esta,
+denominado de <i>la limosna</i> (<i>sadakah</i>)<a name="FNanchor_79_82" id="FNanchor_79_82"></a><a href="#Footnote_79_82" class="fnanchor">[79]</a>, el que satisfacian los
+Judíos, el tributo del <i>azaque</i>, y el que pagaban los Cristianos por
+razon de sus personas, iglesias, monasterios y catedrales, no habian
+podido cubrir tan exorbitantes gastos; y habia sido necesario<a name="page_086" id="page_086"></a> que el
+Sultan gravase á sus súbditos con contribuciones no autorizadas por su
+código religioso. Habíanse establecido nuevos impuestos despreciando las
+reverentes reclamaciones de algunos meticulosos Cadís contra la
+manifiesta violacion del texto de la ley, y habia recursos mas que
+suficientes para atender á la obra proyectada por dispendiosa que fuera.
+La sola compra del solar habia de costarle una gran suma.</p>
+
+<p>Pero las primeras negociaciones encomendadas al katib Umeya fueron
+infructuosas. Los Cristianos, firmes en los artículos de la capitulacion
+que se les habia otorgado por los Sarracenos conquistadores de Córdoba,
+no querian vender á Abde-r-rahman el templo en que este habia fijado sus
+miras, y que era una espaciosa basílica cuya posesion compartian con los
+sectarios del Profeta<a name="FNanchor_80_83" id="FNanchor_80_83"></a><a href="#Footnote_80_83" class="fnanchor">[80]</a>: pues los Musulmanes, en efecto, fieles á la
+práctica entre ellos establecida por consejo del Califa Omar, de dividir
+con los Cristianos las iglesias de las ciudades conquistadas, al tomar á
+Córdoba habian partido en dos la principal de sus basílicas, dejando una
+mitad á los naturales y apropiándose la otra, que habian al punto
+convertido en mezquita. Los Cristianos satisfacian religiosamente el
+tributo que se les habia impuesto para poder permanecer con sus
+iglesias, obispos y sacerdotes<a name="FNanchor_81_84" id="FNanchor_81_84"></a><a href="#Footnote_81_84" class="fnanchor">[81]</a>: y si bien habian sufrido despojos y
+exacciones injustas de parte de los gobernadores nombrados por los
+Califas de Oriente en los años pasados, la justificacion y buen nombre
+del hijo de Moavia estaban interesados en que la deseada cesion ó venta
+se hiciese sin asomo de violencia.<a name="page_087" id="page_087"></a> Conocia Abde-r-rahman con su natural
+talento, que el celo de los naturales estaba notablemente entibiado, que
+el fervor religioso era mayor en los conquistadores que en los
+conquistados; creía que el cautiverio y la afliccion habian domado la
+pasada entereza de los Cordobeses; que la Córdoba de su tiempo no era ya
+aquella heróica colonia patricia convertida, tan dispuesta al martirio y
+pródiga de su propia sangre, cuando guiaba el rebaño de Cristo el grande
+Osio bajo la persecucion de Diocleciano y Maximiano, ni la Córdoba
+ortodoxa que habia padecido guerras, hambres y peste, por no
+contaminarse con el arrianismo; sabia, por último, que á pesar de la
+enseñanza católica dada á la juventud cristiana en las escuelas y
+colegios de los monasterios, donde tanto se distinguian ya algunos
+abades y jóvenes seglares, formidables quizá á los Mahometanos para lo
+venidero<a name="FNanchor_82_85" id="FNanchor_82_85"></a><a href="#Footnote_82_85" class="fnanchor">[82]</a>, la iglesia de Córdoba ahora padecia dolorosas excisiones
+por las nuevas doctrinas de Migencio y de Elipando<a name="FNanchor_83_86" id="FNanchor_83_86"></a><a href="#Footnote_83_86" class="fnanchor">[83]</a>, y se imaginaba
+que sus pastores<a name="page_088" id="page_088"></a> no seguian ya las huellas de aquellos primeros obispos
+tan ominosos á los Donatistas, á los Luciferianos, á los Gnósticos y á
+los Priscilianistas, y cuya vida habia sido una lucha continuada contra
+los enemigos de la Iglesia<a name="FNanchor_84_87" id="FNanchor_84_87"></a><a href="#Footnote_84_87" class="fnanchor">[84]</a>. Sorprendióle, pues, sobremanera la
+repulsa de los Cristianos, pero la idea entre verdadera y falsa que se
+habia formado del pueblo sojuzgado y de los encargados de su gobierno,
+le hacia esperar que venceria su resistencia con solo insistir y
+encomendar al tiempo el resultado de las proposiciones entabladas en su
+nombre. Así realmente sucedió, pero quizás no por la causa en que él
+confiaba.</p>
+
+<p>¿Cómo fué el conseguir Abde-r-rahman tan grande sacrificio de los
+Cristianos? ¿Cómo el resolverse estos á abandonar su basílica principal
+á los Mahometanos? ¿No habian sido aquellos santos muros testigos de sus
+promesas y juramentos en las épocas solemnes de la vida? ¿No habian
+ellos escuchado sus votos, los votos de sus hijos y los de sus esposas
+al recibir los divinos Sacramentos? ¿Por ventura les era ya indiferente
+ver profanada aquella tierra que santificaban las preciosas reliquias de
+sus mártires; removida la pila bautismal que les habia abierto la
+entrada al gremio de los fieles; derribado el santo tabernáculo que
+constante y amoroso habia habitado el mismo Jesucristo trasustanciado en
+pan de vida eterna; despojada, desnuda y despedazada, por fin, el ara
+santa donde diariamente desde pequeñuelos, ellos, sus padres y sus
+abuelos, habian presenciado el Santo Sacrificio de la Ley? ¿Era posible
+que no tuviesen apego y cariño al baptisterio donde al nacer habian
+recibido la blanca vestidura de la inocencia y las armas de soldados de
+Cristo, al altar ante el cual se habian desposado, á todo aquel recinto,
+en fin, centro de su vida moral,<a name="page_089" id="page_089"></a> donde habian aprendido á orar y á
+merecer, donde habian temido y esperado, entonado himnos y vertido
+lágrimas de amor y de penitencia? «Solo Dios omnipotente lo sabe,»
+diremos nosotros segun la costumbre de los historiadores árabes cuando
+no aciertan á darse razon cabal de alguna cosa.</p>
+
+<p>Es cierto que bajo Abde-r-rahman I los Cristianos de Córdoba no fueron
+jamás molestados por causa de su religion: pagaban, sí, como pueblo
+conquistado crecidos tributos, pero eran respetados en sus creencias,
+tenian sus iglesias y monasterios, donde celebraban públicamente su
+culto, y no se cuenta que sus ministros, simples sacerdotes ó prelados,
+sufriesen vejaciones de parte del primer rey Umeya del Occidente. Al
+contrario, si comparaban su estado presente con el pasado, podian
+considerarse ahora como muy dichosos, porque la tiranía que á sus padres
+habia afligido desde el cruel Alahor hasta el codicioso Toaba, no la
+habian conocido ellos<a name="FNanchor_85_88" id="FNanchor_85_88"></a><a href="#Footnote_85_88" class="fnanchor">[85]</a>. Cierto que<a name="page_090" id="page_090"></a> se alzaba en Córdoba, ominoso á
+la ley de Cristo, un nuevo imperio cuyo formidable crecimiento se
+palpaba, cuya dominacion se temia: no empezaba amenazando, por lo mismo
+era mas imponente; no revelaba todos sus instintos, pero estos se
+presentian. Los mas doctos y perspicaces veían aunque lejana cernerse ya
+sobre la iglesia de la Bética la hosca nube de una persecucion
+sangrienta; mas la generalidad gozaba de la presente tolerancia; no era
+pues el miedo por entonces motivo para ceder al capricho del intruso
+soberano, el cual, si bien significaria su deseo con el tono propio del
+dominador cuando se dirige al dominado, habia resuelto por lo visto no
+hacer uso de la fuerza en esta ocasion. ¡Y sin embargo el templo fué
+vendido!<a name="FNanchor_86_89" id="FNanchor_86_89"></a><a href="#Footnote_86_89" class="fnanchor">[86]</a><a name="page_091" id="page_091"></a></p>
+
+<p>A pesar de las sensibles reticencias de la historia respecto de este
+suceso, cuyos pormenores no pueden determinarse mas que los vagos<a name="page_092" id="page_092"></a>
+contornos de una escena que se sueña, discurramos, lector amado, segun
+las probabilidades, y hagámoslo de manera que no resulte injurioso el
+relato de la venta de la basílica cristiana, ni calumniosa la semblanza
+del prelado que la consintió, si algun dia llegan á descubrirse
+documentos que aclaren el hecho. No imitemos la peligrosa práctica de
+muchos modernos novelistas y dramaturgos, que apoderándose de los
+personages históricos para entretener con sus hechos los ocios de los
+aficionados á aventuras prodigiosas, y fundando en la mera posibilidad
+sus invenciones, suplen el silencio de las crónicas acumulando sobre
+ellos á placer <i>interesantes monstruosidades</i>, esponiéndose al riesgo de
+que un ignorado y empolvado documento producido á nueva luz los deje
+como infamadores convictos. Sea diversa nuestra regla: creamos que donde
+hubo maestros para hombres tan insignes en letras y en virtudes como S.
+Eulogio y Paulo Alvaro, no pudieron faltar virtudes para proceder con
+conciencia pura, ni letras para obrar con pleno conocimiento de lo que
+permitia y vedaba la disciplina de la iglesia goda; tengamos por seguro
+que el clero de Córdoba fué siempre digno de la alta reputacion que supo
+granjearse en todas las épocas conocidas de nuestra historia sagrada,
+pues no haremos escesiva gracia al que en todos sus actos notorios
+procedió como santo, si en alguno de sus hechos ignorados le suponemos
+consecuente. Y si con este espíritu de justicia procedes, facilmente
+comprenderás si pudieron mediar causas que hiciesen la enagenacion de la
+basílica catedral de Córdoba no solo legítima y válida segun el derecho
+canónico de aquellos tiempos<a name="FNanchor_87_90" id="FNanchor_87_90"></a><a href="#Footnote_87_90" class="fnanchor">[87]</a>, sino tambien oportuna y beneficiosa.<a name="page_093" id="page_093"></a></p>
+
+<p>Ocurriría quizás lo siguiente: recibido que fuese por el obispo de
+Córdoba el mensage del rey árabe, el prelado reuniria su cabildo, y al
+esponerle la voluntad y proposicion del mahometano, al punto, como en
+toda reunion numerosa acontece, se pronunciarian divididos los
+pareceres: no porque la oferta de Abde-r-rahman tentase la codicia de
+los que desde luego se hubiesen declarado por la cesion de la basílica,
+sino porque su propio celo les hiciese mirar como ventajosa su
+traslacion á otro punto. Acaso el mismo obispo sustentaria esta opinion
+y la esforzaria ante el cónclave ó cabildo canonical con las sólidas
+razones que hoy mismo podemos colegir de aquellas circunstancias; y
+aquellos piadosos presbíteros se convencerian de la necesidad de admitir
+el ofrecimiento del monarca infiel. Tal vez los mismos que al principio
+lo repugnaban, acabarian por reconocer que lo que ahora se les pedia en
+tono amistoso, mañana otro se lo podia exigir en son de amenaza, y que
+lo que ahora rehusaban entregar con ventaja, tal vez se lo quitarian
+mañana violentamente con gran profanacion y daño. ¿Qué podian prometerse
+de la resistencia? Que ese pagano poderoso que los toleraba, se
+convirtiese en tirano que los acosase y destruyese. ¿Quién les aseguraba
+que á la muerte de ese rey, ya anciano, habian de disfrutar la paz y
+libertad que ahora se les concedia? Los sucesores serian quizá de
+condicion menos apacible, y entonces caerian en poder suyo todos los
+edificios sagrados sin resistencia. Considerarian por otra parte la
+mancilla que llevaban desde que la secta de Mahoma habia ido á
+albergarse bajo la santa techumbre de su propia basílica; los males que
+de esta nefanda promiscuidad se seguian á su grey, en desdoro del pastor
+que toleraba permaneciese el rebaño de Cristo en el redil de que se
+habian apoderado los lobos; los grandes inconvenientes que esta odiosa
+cohabitacion llevaba consigo; la imposibilidad de celebrar dignamente
+sus santos ritos y adorables misterios en el angosto recinto á que se
+veían reducidos; lo mucho que retraía al pueblo de la asistencia á los
+divinos oficios de la catedral el temor del contacto con los impuros
+prosélitos del falso Profeta; finalmente, las ventajas que podian
+prometerse de trasladar á lugar mas decoroso las santas reliquias allí
+depositadas, erigiendo al propio tiempo á los tres gloriosos mártires
+Fausto, Januario y Marcial, cuyo templo veían lastimosamente
+derruido<a name="FNanchor_88_91" id="FNanchor_88_91"></a><a href="#Footnote_88_91" class="fnanchor">[88]</a>, una nueva iglesia que fuese su<a name="page_094" id="page_094"></a> principal basílica; y
+tributando acciones de gracias y loores al Omnipotente que así mitigaba
+las tribulaciones de su Iglesia permitiéndoles edificarle nuevos templos
+durante su mismo cautiverio, abrazarian con resolucion el partido que su
+Divina Magestad les sugería tomando al rey infiel por instrumento de sus
+altos designios. ¡Solo, en efecto, el Dios todopoderoso é infinito sabia
+entonces si algun dia habian de exultar las venideras generaciones
+libertadas de la triste servidumbre en que vivian, plantando de nuevo la
+gloriosa enseña de la redencion sobre la soberbia mezquita que ahora
+consentía se erigiese en castigo de sus pecados!</p>
+
+<p>Ya una vez habia descollado la cruz triunfadora sobre el magnífico
+cornisamento del templo de Jano cuadrifronte; ahora parecia eclipsarse
+el resplandor del santo Lábaro, derribado de la famosa basa antigua; y
+era que efectivamente le tenia reservado el Eterno como pedestal el
+monumento incomparable producido por el último esfuerzo de todos los
+genios del Oriente conjurados contra el cristianismo.</p>
+
+<p>Resuelve el cabildo entregar el templo con la condicion de que se le
+permita reedificar la basílica de los tres mártires en los pasados años
+destruida, y admitido por el Sultan el pacto, autoriza el obispo la
+enagenacion. El árabe jactancioso manda al punto que se dé á los
+Cristianos el precio convenido, que reciben en dinares de oro, y les
+insta para que desocupen prontamente el local, porque Abde-r-rahman es
+ya de edad avanzada, y urge que los suntuosos despojos de Itálica,
+Mérida y otras ciudades monumentales de los orgullosos Romanos, reciban
+su providencial colocacion en el soberbio edificio que levanta á Mahoma
+junto al gran rio de la Bética la raza predestinada que avasalló á los
+antiguos dominadores del orbe en cuantas provincias reconocian la
+autoridad de Heráclio. Llenas todas las formalidades consiguientes<a name="page_095" id="page_095"></a> al
+convenio celebrado, verifícase la traslacion de las reliquias, vasos
+sagrados, imágenes y demas objetos religiosos al lugar provisional en
+que debia celebrarse el culto mientras se hacia la nueva iglesia: los
+Cristianos mas fervorosos acuden á presenciar la remocion de aquellos
+amados objetos, á regar con lágrimas aquella tierra santificada con
+despojos de mártires, á dirigir una mirada de tierna despedida á aquel
+magnífico templo, bajo cuyos dorados artesones habia un tiempo
+circulado, como trueno de nube fecunda, la voz del santo confesor Osio
+repitiendo los artículos del Símbolo que su inspirado labio habia
+dictado en presencia de Constantino en la asombrada Nicea<a name="FNanchor_89_92" id="FNanchor_89_92"></a><a href="#Footnote_89_92" class="fnanchor">[89]</a>. Despojado
+por fin el templo, desocupados los claustros de los eclesiásticos y de
+los niños ofrecidos al servicio del culto<a name="FNanchor_90_93" id="FNanchor_90_93"></a><a href="#Footnote_90_93" class="fnanchor">[90]</a>, hecha tambien la
+traslacion de la escuela y biblioteca<a name="FNanchor_91_94" id="FNanchor_91_94"></a><a href="#Footnote_91_94" class="fnanchor">[91]</a>, reúnense á hora desusada de
+la noche bajo las silenciosas y desnudas columnatas romanas,
+sentenciadas á inmediata demolicion, el prelado, los presbíteros con su
+arcipreste, los diáconos con su arcediano, los subdiáconos y todos los
+clérigos menores con su primicerio, el instructor de los clérigos, el
+presidente de la sacristía, el archiscrinario, por último el seminario
+de los oblatos con el docto y piadoso anciano que los educa y rige, los
+ostiarios, y todos los seglares consagrados al servicio subalterno de la
+basílica, con no pocos feligreses devotos; y en solemne y lúgubre
+cortejo, despues de dichas las preces oportunas, entonando á media voz
+con sigiloso modo el breve y elocuente salmo <i>Usque<a name="page_096" id="page_096"></a> quo, Domine,
+oblivisceris me in finem</i>, tan adecuado á los sentimientos del alma
+atribulada que recurre á Dios con firme esperanza, en el cual sobresalen
+las argentinas voces de los descuidados é inocentes niños y algunos mal
+reprimidos sollozos de los apesarados feligreses, salen del profanado
+templo por su orden, sin iluminacion ni aparato, y van desfilando
+magestuosamente á favor de las nocturnas tinieblas hácia una de las
+parroquias de la Ajarquía, en cuyas angostas y tortuosas calles se
+pierde en breve la piadosa comitiva.</p>
+
+<p>¡Con cuánta ansia aguardaba el hijo de Moavia este momento! No bien
+llega á su noticia la entrega de la basílica, manda cerrar la mezquita
+provisional á ella contigua, deja su quinta de la Ruzafa, trasládase al
+alcázar de la ciudad para dirigir mas de cerca la obra que proyecta,
+traza por su propia mano diversos planos segun las grandiosas ideas que
+habia comunicado á sus hijos y consejeros, y dispone que empiece al
+punto el derribo del antiguo edificio. Con prodigiosa actividad llévanse
+á efecto sus órdenes. Las adiciones que habian tenido que hacer los
+Sarracenos en su primitiva mezquita mayor habian sido tantas hasta
+entonces, y tantos los techados que sucesivamente habian tenido que ir
+añadiendo con la necesaria degradacion para facilitar los desagües, que
+apenas podia ya el pueblo musulman estar en pié bajo las últimas
+cubiertas del edificio, cuya capacidad obstruía por otra parte el gran
+número de pilares de madera en que aquellas se habian ido sosteniendo.
+En esta incómoda mezquita, como en terreno prestado, se habia celebrado
+el culto público de Mahoma en los años mas gloriosos, si no los mas
+felices, del reinado de Abde-r-rahman I; pero ahora en su venerada vejez
+anhelaba dilatar sus arrogantes miradas en nueva, espaciosa y magnífica
+aljama, haciendo una sola casa de adoracion de la mezquita y la basílica
+reunidas, sustituyendo al tabernáculo el libro del Profeta, al ara
+sagrada el lujoso mimbar, al ambon el púlpito de los khatibes, y á las
+nubes de incienso los fragantes pebeteros de aloe y ambar-gris. Ansioso
+de ver la obra terminada, constitúyese en ella diariamente el
+infatigable anciano, mira con placer rodar sobre el marmóreo pavimento
+romano los fustes y capiteles que habian sustentado la enseña de Cristo
+confundidos con los pilares en que se habia sostenido la glorificacion
+del sensualismo; píntase en su atezado y enjuto rostro la alegría cuando
+ve enteras las magníficas columnas corintias tendidas á sus piés;
+confundido con la turba de<a name="page_097" id="page_097"></a> los obreros, entre cuyos variados trages,
+indicio inequívoco de diversidad de naciones, se divisa con frecuencia
+la blancura de su ámplia vestidura habitual y de su turbante de finísimo
+lino, dispone solícito la conservacion de aquellos preciosos fragmentos,
+los hace clasificar cuidadosamente, manda que se unan á los que sus
+walíes le van enviando de Itálica y Mérida, y al mismo tiempo que avanza
+la obra de demolicion, promuévense sin levantar mano los trabajos para
+la construccion nueva. ¡Qué actividad, qué movimiento en toda la ciudad
+y sus cercanías! Diríase que la ereccion de la aljama principal es el
+único negocio que ocupa á la corte del naciente Califato. No hay en el
+alcázar dependencia que no intervenga en la gran novedad que se
+inaugura, ni en la poblacion industria que no reciba impulso. Mientras
+en las fábricas y talleres, en los bosques y canteras de la sierra, en
+los caminos de la montaña á la ciudad, en las caleras y hornos de
+ladrillo, todos se agitan afanosos; mientras el arquitecto sirio medita
+sobre sus planos y los que ha trazado la mano misma del rey, y el Katib
+escribe pidiendo artistas útiles al Africa y al Asia, y los maulís y
+poetas protegidos por Abde-r-rahman se esfuerzan en merecer los agasajos
+del monarca colmándole de elogios por su grandioso pensamiento, el
+pueblo desocupado y curioso hormiguea á todas horas en torno de los
+espaciosos fundamentos, y todo presenta una animacion y un interés
+difícil de describir.</p>
+
+<p>Presiente Abde-r-rahman que no verá concluida la grandiosa aljama, y
+anhela que con toda presteza queden cubiertas al menos las peregrinas
+arquerías que forman sus naves, para tener antes de morir el consuelo de
+inaugurar en la Caaba de Occidente el culto del Islam con una de
+aquellas sentidas y elocuentes arengas que tenia por costumbre dirigir á
+su pueblo en la mezquita antigua los dias de juma<a name="FNanchor_92_95" id="FNanchor_92_95"></a><a href="#Footnote_92_95" class="fnanchor">[92]</a>. La rapidez con
+que avanza la obra solo es comparable á la que se observa en la
+ejecucion de todas las empresas que acomete el soberano, el cual, si
+bien procede con pausa y reflexion en sus determinaciones, cuando
+resuelve llevarlas á cabo no consiente demora. Alzanse como por encanto
+los gruesos muros, las torres que les sirven de estribos, los espaciosos
+machones de la gran cisterna: tiéndese sobre estos la espaciosa bóveda
+subterránea destinada á sostener el ameno<a name="page_098" id="page_098"></a> pensil de las abluciones:
+elévase ya sobre cimientos de asombrosas dimensiones el cuerpo primero
+del alminar, de donde ha de partir cinco veces cada dia el sonoro
+clamoreo del aliden<a name="FNanchor_93_96" id="FNanchor_93_96"></a><a href="#Footnote_93_96" class="fnanchor">[93]</a>: no parece, en fin, sino que los genios gigantes
+de las montañas de Kaf<a name="FNanchor_94_97" id="FNanchor_94_97"></a><a href="#Footnote_94_97" class="fnanchor">[94]</a> hacen rodar hácia el Guadalquivir desde las
+canteras de la selvosa sierra de Córdoba los poderosos sillares
+cortados, y que las encantadas péris del Eufrates, jugueteando en las
+túmidas ondas del gran rio y sus cañaverales, dirigen en las nocturnas
+horas al son de las inefables armonías asirias la obra de los <i>jines</i>
+propicios que Azazil envía como invisibles auxiliares al creyente
+fundador. ¿Quién, en efecto, sino ellas puede inspirar á los ingeniosos
+artífices levantinos empleados en la decoracion de ese monumento, los
+inimitables y bellísimos adornos que traza su mano sin fatiga, y como
+trasladando á los planos de estuco y de mosáico los contornos de las
+flores y vástagos del jardin del Paraiso?</p>
+
+<p>Apenas han transcurrido dos años desde que se empezaron á echar sus
+cimientos, y ya se levanta la cuadriforme ciudadela del Islam por encima
+de las alamedas del rio, emparejando en altura con el severo alcázar de
+Rodrigo<a name="FNanchor_95_98" id="FNanchor_95_98"></a><a href="#Footnote_95_98" class="fnanchor">[95]</a>, y descollando entre las construcciones de la antigua ciudad
+romano-visigoda, recientemente decorada con sutiles alminares en que
+tremola la bandera blanca de los Umeyas, á la manera que descuella el
+casco de un magestuoso navío aun no aparejado<a name="page_099" id="page_099"></a> entre las empavesadas
+góndolas de un puerto de mar. Pocas lunas mas, y los muros interiores,
+las soberbias columnatas de gallarda é inusitada forma<a name="FNanchor_96_99" id="FNanchor_96_99"></a><a href="#Footnote_96_99" class="fnanchor">[96]</a>, las
+elegantes hileras de dobles arcos sostenidos en corintios capiteles, los
+anchurosos pórticos, la hermosa fachada de once atrevidas puertas, las
+riquísimas portadas laterales flanqueadas de recamados ajimeces, la
+incomparable techumbre, en fin, de madera incorruptible labrada y
+pintada, quedarán terminados; pocas lunas mas, y la hotba<a name="FNanchor_97_100" id="FNanchor_97_100"></a><a href="#Footnote_97_100" class="fnanchor">[97]</a> por la
+salud de Abde-r-rahman leida al pueblo desde el mas lujoso mimbar<a name="FNanchor_98_101" id="FNanchor_98_101"></a><a href="#Footnote_98_101" class="fnanchor">[98]</a>
+del Occidente, se repetirá por mas de doce mil creyentes á una voz,
+ahogando con las vibrantes oleadas de la inmensa y atronadora
+deprecacion los vergonzantes himnos de los vencidos Nazarenos. Pasan en
+efecto esas pocas lunas, y no solo aparece la mezquita en disposicion de
+poderse habilitar para que se celebren en ella las públicas ceremonias
+el primer dia de juma, sino que hasta se descubre ya en la estremidad de
+su nave principal dirigida al austro el umbral del santuario, revestido
+de rica y deslumbradora ornamentacion bizantina: el venerado trasunto de
+la santa casa de la Meca, centro y norte de la adoracion de todo fiel
+muslim, cuyo acceso solo es permitido á la augusta persona del Amir. La
+grande aljama no está concluida, pero supliendo con ricos tapices de
+Siria y de Persia la decoracion de las paredes y la labor de las
+columnas, apenas<a name="page_100" id="page_100"></a> comenzada, los obsequiosos arquitectos del Sultan han
+hallado medio de satisfacer la impaciencia de su señor. Prodíganse en
+las naves principales los esbeltos capiteles corintios, los gallardos
+fustes marmóreos de los monumentos romanos, destrozados por los walíes
+de las provincias para agasajar con sus despojos al monarca; colócanse
+en las naves secundarias los capiteles aun no cincelados y las columnas
+mas comunes: cúbrese el pavimento de flores y yerbas aromáticas;
+inúndase el sagrado recinto de luz y de aromas, aquella difundida por
+centenares de candelabros provisionales, estos exhalándose de cien
+pebeteros improvisados... ¿Podrá ya al menos el dichoso Umeya dirigir en
+la aljama de sus ensueños una vez antes de morir, como Imam<a name="FNanchor_99_102" id="FNanchor_99_102"></a><a href="#Footnote_99_102" class="fnanchor">[99]</a> de la
+Ley, los ritos de un culto á cuya propagacion ha consagrado tantos
+sacrificios, tantos afanes, tantas esperanzas?... No podrá, no, que el
+almaleke encargado de cumplir el decreto de Dios le ataja el paso en
+medio de su rápida carrera. Ayer el glorioso invasor<a name="FNanchor_100_103" id="FNanchor_100_103"></a><a href="#Footnote_100_103" class="fnanchor">[100]</a>, recorriendo
+tal vez segun su costumbre las obras, rodeado de sus consejeros y
+favoritos, se entregaba á la vanagloria de un éxito venturoso; ¡y hoy
+cunde por toda la ciudad la siniestra noticia de que el hijo de los
+Califas tiene sentado á su cabecera al ángel de la muerte! A las dulces
+armonías de bien acordados instrumentos que resonaban dentro del harem y
+en los apartamientos de las esposas, han sucedido desgarradores ayes y
+lamentos; los eunucos y los esclavos mesan sus cabellos á las puertas de
+la augusta morada; los médicos hebreos mas afamados han agotado los
+recursos de la ciencia esterilmente, y entregan cabizbajos el ilustre
+moribundo á los últimos y piadosos obsequios de la sultana favorita, la
+hermosa Holal, madre de Hixem, <i>la de los ojos negros</i>. Ella es la que
+recibe su postrer suspiro, ella la que con solícita ternura baña y lava
+su cuerpo, ella la que<a name="page_101" id="page_101"></a> le amortaja en siete blancos y finísimos
+lienzos, ungiéndole con preciosos aromas la frente, las manos, los piés
+y las rodillas, ella, en fin, la que, asistida de sus esclavas, le
+deposita en su lecho mortuorio<a name="FNanchor_101_104" id="FNanchor_101_104"></a><a href="#Footnote_101_104" class="fnanchor">[101]</a>. Allí yace, en una de las estancias
+de su alcázar, cubierto con las mismas blancas vestiduras que son el
+distintivo de su preclaro linage, el sabio, el virtuoso, el victorioso,
+el afamado Abde-r-rahman, llorado por sus mugeres, sus hijos, sus
+consejeros, sus oficiales, sus protegidos, sus soldados, sus servidores
+y esclavos, por todos los que ayer le cercaban respetuosos mostrándole
+en sus labios la sonrisa del afecto ó de la lisonja. El juez superior de
+la aljama de Córdoba, Ab-du-r-rahman Ibn Tarif, anuncia al pueblo el
+doloroso acaecimiento desde el mismo mimbar que estaba dispuesto para el
+glorioso príncipe, y salen las turbas de la mezquita esclamando: ¡Duerme
+el Amir en la sombra de la paz! Allah le sonreirá en la hora de las
+cuentas porque guerreó en su camino. Ha muerto Abde-r-rahman, hijo de
+Moavia, hijo de Hixem Ibn Abd-el-Malek. El halcon Coreixí<a name="FNanchor_102_105" id="FNanchor_102_105"></a><a href="#Footnote_102_105" class="fnanchor">[102]</a> que vino
+de Damasco ahuyentado por la negra bandera de los Beni Abbas,<a name="page_102" id="page_102"></a> plegó sus
+alas en la perfumada orilla del Guadalquivir; descansa de su largo y
+rápido vuelo en la bendecida tierra del Andalús, donde es el mejor
+rebato, y donde hay promesas del Annabí de que un dia de pelea en ella
+es mas ensalzado y meritorio que dos años en cualquier otra
+frontera<a name="FNanchor_103_106" id="FNanchor_103_106"></a><a href="#Footnote_103_106" class="fnanchor">[103]</a>. Ábransele de par en par las puertas del Eden, pues
+verdaderamente edificó en la Genna al fundar esta gran mezquita en el
+pais donde contarán de él y de su posteridad los convertidos rumíes:
+mandóseles que nos combatiesen hasta que dijéramos «no hay mas Dios que
+Allah,» y cuando esto dijimos ganamos por su medio esperanza y hacienda.
+Estas y otras semejantes esclamaciones hacen, acordes en su sentimiento
+por tan dolorosa pérdida, todos los que acuden á visitar al Sultan
+difunto, y entre ellos se señalan por sus estremadas demostraciones los
+jeques de las tribus Modharitas<a name="FNanchor_104_107" id="FNanchor_104_107"></a><a href="#Footnote_104_107" class="fnanchor">[104]</a>, los caudillos de los Eslavos, los
+adalides Bereberes y Zenetes, todos los walíes, capitanes, alcaides,
+cadíes y alfaquís de las circunvecinas provincias, que sin distincion de
+partidos, y depuesta toda rivalidad de razas, acudieron á la Sede del
+naciente Califato atraidos por la fama de la nueva fundacion. Todos,
+despues de hecha en sus personas la purificacion que prescriben la Ley y
+la Sunnah, se acercan en respetuoso silencio á la regia cámara, y entre
+el numeroso tropel que rodea el lecho mortuorio distinguimos
+primeramente á un hombre de rostro lampiño y macilento, abultado de
+cuerpo y lujosamente ataviado: es el eunuco<a name="page_103" id="page_103"></a> Mansur, primero entre los
+de su especie que alcanzó en la España árabe el honor de ser encumbrado
+al cargo de hagib, y en quien el mérito personal justifica lo que á los
+ojos de los varoniles Yemenitas solo la tradicion asiática puede hacer
+tolerable. Ceden á este el puesto de preferencia otros siete personages,
+jeques del consejo privado del Sultan difunto, que son los siguientes:
+Abú Othman, el impetuoso caudillo árabe que habia sido el primero en
+levantar el estandarte de Abde-r-rahman en Andalucía; Abdullah Ibn
+Khaled, yerno del rey; Abú Abdah, gobernador de Sevilla; Shoheyd, hijo
+de Isa, hijo de Shoheyd, descendiente de un bereber, segun algunos de un
+griego, que habiendo caido prisionero en las primeras guerras del Islam,
+fué esclavo de Moavia hijo de Merwan; Abdu-s-sellám Ibn Basil, griego
+tambien, y liberto de Abdullah Ibn Moavia; Thálebab Ibn Obeyd Ibn
+Annadhdhám Al-jodhamí, gobernador de Zaragoza; y por último, A'ssen Ibn
+Moslem Ath-Thakefí, que era uno de los mas celosos partidarios de
+Abde-r-rahman, y el que en la famosa batalla de Músarah dió á sus tropas
+el ejemplo de cruzar á nado el rio. Vemos luego presentarse en la
+fúnebre estancia, con rozagantes aunque enlutadas vestiduras, y
+haciéndole cortejo una lucida guardia de honor, al príncipe Abdullah,
+grave y taciturno, que viene á sustituir á su hermano Hixem, sucesor en
+el trono, y ausente en Mérida, en el oficio de Imam, y á quien el Cadí
+de los Cadíes deja respetuosamente el puesto junto al féretro. Después
+de algunos momentos de absoluto silencio, y pasada la hora de la primera
+azala, procédese á la conduccion del augusto cadáver al cementerio del
+alcázar: concédese entrada franca al pueblo que recibió de su rey en
+vida tantas pruebas de amor y de justicia, y entre los que corren
+presurosos á presenciar el solemne entierro formando apiñadas turbas, se
+mezclan y confunden el Egipcio de piel tostada, procedente de Beja ó de
+Lisboa, el Emeseno que olvida la tierra del Líbano por la de Sevilla ó
+Niebla, el Palestino, descendiente de Filisteos, que habita en Medina
+Sidonia ó en Algeciras, el Persa de voluminoso turbante arraigado en la
+antigua <i>Julia</i><a name="FNanchor_105_108" id="FNanchor_105_108"></a><a href="#Footnote_105_108" class="fnanchor">[105]</a>, el Asirio morador de la montuosa Elvira, el
+Kinserita que disfruta las minas y los pastos de Jaen, y el Damasceno
+que goza las preeminencias de Cortesano; sobresalen por sus ricos trages
+y por el privilegio de llevar el cabello largo recogido á un lado, los
+Cadíes de la capital y sus aledaños,<a name="page_104" id="page_104"></a> distínguense los turbantes
+amarillos de muchos Judíos, y llaman la atencion por los lineamientos de
+sus bermejos semblantes no pocos Españoles de orígen godo, que habiendo
+nacido en la grey de Cristo, renegaron ¡oh mengua! de su religion, y
+seducidos por el interés sirven como <i>mulados</i> en el ejército musulman.
+Todas las clases de la poblacion hallan cabida en los espaciosos patios
+del alcázar, donde junto al capuchon del jeque, se despliega el taylasan
+de la gente comun, luce la vistosa sobrevesta ó la limpia cota del
+soldado, y hace pardusco fondo el raido darwazah del mendigo. Abre calle
+el gentío á la prolongada hilera del acompañamiento fúnebre, y llegado
+el cadáver al lugar de su sepultura, comienza Abdullah con lentitud y
+magestad la oracion ritual que repiten á media voz los asistentes:
+"<i>Allah ua aqbar</i>, loores á Allah que mata y resucita: suyas son las
+gracias y las grandezas y los imperios, él es sobre toda cosa poderoso!
+Señor, haz gracia y merced á Mohammad y á los de Mohammad, apiádate de
+Mohammad y de los de Mohammad! Señor, este es tu siervo Adde-r-rahman,
+hijo de tu siervo Moavia: tú lo criaste y mantuviste y lo revivificarás;
+tú sabes lo que hay en él secreto y paladino; venímoste á rogar por él.
+Señor, á tí nos acercamos, que tú eres cumplido de homenage. Señor,
+defiéndele de la tentacion de la huesa y de las penas de la Jehenna.
+Señor, perdónale y hónrale su morada, y ensánchale su huesa, y límpiale
+de sus yerros y pecados, y dale compañía mejor que la que tiene. Señor,
+si es bueno, crécele en descanso, y si es que faltó en tu servicio,
+pásale sus pecados, que tú eres sobre toda cosa poderoso. Señor,
+afírmale la lengua al tiempo de la pregunta de la huesa, y no lo
+repruebes, ni le escandalices con que no tiene poder para defenderse de
+ello. <i>Allah ua aqbar, Allah ua aqbar, Allah ua aqbar.</i>» Y despues de
+breve pausa añade en tono de oracion, sin que repita sus palabras la
+comitiva: «Señor Allah! perdona á nuestros vivos y á nuestros muertos, á
+los presentes y á los ausentes, á los grandes y á los pequeños, hombres
+y mugeres, que tú sabes nuestros fines: y pues tenemos esperanza en tu
+piedad, perdona nuestros yerros y pecados. Señor, defiéndele del
+escándalo de la huesa y de las penas de la Jehenna, y danos buen fin en
+nuestros dias: amen." Abdullah da salam<a name="FNanchor_106_109" id="FNanchor_106_109"></a><a href="#Footnote_106_109" class="fnanchor">[106]</a> á la concurrencia,<a name="page_105" id="page_105"></a> en
+seguida es entregado el cadáver á los sepultureros, y al hundirle en la
+huesa, donde es cuidadosamente depositado de cara á la quibla, dice por
+última vez el príncipe: «Señor Allah! nuestro hermano dejó el mundo y va
+hácia tí. Señor, afírmale la lengua en la demanda de la huesa, que tú
+eres sobre toda cosa poderoso!»</p>
+
+<p>¿Para quién reserva Dios la tremenda gloria de acabar la gran mezquita?
+Para Hixem, hijo predilecto de Abde-r-rahman, jurado ya por todos los
+walíes como sucesor en el imperio, á quien aclama hoy solemnemente la
+ciudad de Mérida, cuyas calles recorre con gran pompa y numeroso séquito
+de caballería. Por él se hace ya la hotba y se pregona desde todos los
+alminares de las principales mezquitas de España, y en todas partes
+repite el pueblo: ¡Dios ensalce y guarde á nuestro rey Hixem, hijo de
+Abde-r-rahman!&mdash;¿Sabeis por qué la mezquita mayor de Córdoba fué tambien
+objeto de particular solicitud del nuevo monarca? Os lo voy á referir.</p>
+
+<p>Residia en Algeciras un astrólogo afamado, cuyo nombre era Adh-dhobí. No
+bien subió Hixem al trono, le mandó llamar para que le predijese su
+destino, lo que el astrólogo rehusó hacer al pronto temiendo desagradar
+al nuevo rey. Cediendo por fin á sus insistencias, le dijo Adh-dhobí:
+«Tu reinado, oh amir, será glorioso y feliz, y señalado con grandes
+victorias; pero, si mis cálculos no salen fallidos, su duracion será de
+unos ocho años solamente.» Hixem permaneció largo rato silencioso y
+meditabundo, mas luego alzó sereno la frente y esclamó: Oh Adh-dhobí, tu
+prediccion no me amedrenta, aun cuando sea sugerida á tu boca por el
+mismo Omnipotente, porque si el tiempo de vida que me concede logro
+pasarlo en su adoracion, cuando llegue mi hora diré resignado: ¡hágase
+su voluntad! Despidió el rey al astrólogo despues de remunerarle
+fastuosamente, y cuenta la tradicion que desde aquel dia se abstuvo de
+los placeres mundanales, siendo la piedad, la justicia y la benevolencia
+la única guia de sus acciones. Con esta elevada mira fué su breve
+reinado fecundo en grandes empresas, reprimió la rebelion de sus dos
+hermanos Suleyman y Abdullah, llevó la guerra santa hasta la Cerdaña,
+entró y saqueó á Narbona, imponiendo á los infelices cristianos la dura
+obligacion de llevar en sus hombros hasta Córdoba la tierra de sus
+demolidas murallas, para hacer<a name="page_106" id="page_106"></a> en sus alcázares una mezquita<a name="FNanchor_107_110" id="FNanchor_107_110"></a><a href="#Footnote_107_110" class="fnanchor">[107]</a>,
+hízose ominoso á la España y á los Francos, y por último contribuyó
+poderosamente á cimentar el imperio del Islam en Andalucía
+engrandeciendo su capital, reparando su magnífico puente, creando
+institutos de pública utilidad, y terminando la grande aljama fundada
+por su padre, donde estableció y dotó escuelas y madrisas: todo con los
+recursos del azaque y de su legítima parte en las conquistas, sin exigir
+de sus muslimes tributo alguno estraordinario. Tanto fructificó en el
+corazon de este grande y temido rey el germen de seria meditacion que en
+él depositó el agorero.</p>
+
+<p>La grande aljama quedó concluida el año 177 de la Egira (año 793 de J.
+C.), contribuyendo á sus obras, lo mismo que bajo el reinado de
+Abde-r-rahman, el Amir con su asídua proteccion y personal asistencia,
+los walíes de las provincias con ricos despojos de antiguos monumentos,
+los artífices con su ingenio, las victorias con su pingüe botin, la
+ciudad con ceder los operarios, las sierras de Córdoba y Cabra con
+suministrar los tesoros de sus canteras, Africa con prestar sus
+incorruptibles troncos de pino-alerce, Asia con inocular en el naciente
+arte árabe-hispano el genio de la ornamentacion, sus inspiraciones, su
+poesía, y Dios en fin con permitir, en castigo de las culpas de nuestros
+padres, que la moral bastarda de los hijos del Yemen impregnada de letal
+materialismo se entronizase en la Bética como regla suprema de una
+sociedad rebelde al luminoso y casto yugo del Evangelio.</p>
+
+<p class="figcenter">
+<img src="images/ill_107.jpg" width="466" height="618" alt="CATEDRAL DE CÓRDOBA.
+Puerta de las Palmas desde el patio." title="CATEDRAL DE CÓRDOBA.
+Puerta de las Palmas desde el patio."
+style="padding:2%; border:3px double black;"
+/>
+<br />
+<span class="caption">CATEDRAL DE CÓRDOBA.<br />
+Puerta de las Palmas desde el patio.</span>
+</p>
+
+<p>Sí, la grande aljama está concluida: ¡tambien Hixem cree haber asegurado
+su puesto en el jardin eterno de las delicias! Ved esa nueva casa de
+adoracion magestuosamente asentada al confin meridional de la gran
+ciudad, junto á la verde orilla del mas ancho rio del Andalús, ocupando
+una estensa area regular de 460 piés del septentrion al mediodia, y de
+280 de oriente á occidente, cercada de altos y gruesos muros almenados y
+bien guarnecidos, flanqueada en su recinto por robustos estribos de
+torres albarranas y un enhiesto alminar, abierta á los muslimes por
+nueve espaciosas y riquísimas puertas esteriores y once interiores,
+cuatro á cada lado de oriente y occidente, una principal al norte, y las
+once en la fachada interior, dentro del pensil de las abluciones,
+comunicando á otras tantas naves del templo. Contemplad<a name="page_107" id="page_107"></a> la hermosa
+disposicion interna de ese insigne monumento, el gran patio que le sirve
+de atrio, con anchos pórticos en las tres bandas de norte, oriente y
+poniente, fuentes para el alguado<a name="FNanchor_108_111" id="FNanchor_108_111"></a><a href="#Footnote_108_111" class="fnanchor">[108]</a> y las purificaciones, y frescas
+alamedas de naranjos y palmeras enlazados al pié por bien dispuestas
+plantaciones de flores; luego el magestuoso buque de la inmensa casa de
+oracion, sencillamente compartido en once largas naves, que dirigiéndose
+de norte á sur, se cruzan en ángulo recto con veinte y una naves menores
+que van de oriente á occidente; luego la elegante é ideal combinacion de
+esas arquerías en que las pilastras se sobreponen á las columnas, y unos
+arcos á otros arcos, dejando paso á la luz entre la columnata superior y
+la inferior, como remedando la arquitectura los atrevidos juegos
+gimnásticos de las ágiles caravanas del desierto; luego la sabia y
+ligera forma de esas once riquísimas techumbres de alerce, labradas,
+pintadas y doradas, que recuerdan al que las mira las sutiles armaduras
+de las voladoras naves sirias con que conquistó otro Moavia á las
+Cícladas, á Rodas y á Sicilia; luego, finalmente, el misterioso y
+recóndito santuario donde se guarda el Koran, en cuyo recinto ha agotado
+el arte oriental toda la riqueza de sus recursos fascinadores. Figuraos
+ahora realzada la imponente magestad de esa gran mezquita con las galas
+de que pueden revestirla el mas esquisito gusto y la riqueza, de consuno
+con las exigencias de una religion inventada para cautivar los sentidos,
+y se deslumbrarán vuestros ojos con la masa de luz de los candelabros,
+se embriagará vuestro olfato con las preciosas esencias quemadas bajo
+aquellos taraceados artesones, halagarán todo vuestro cuerpo las tibias
+auras primaverales impregnadas de azahar, que se deslizarán por vuestra
+sien trayéndoos deshechos en ráfagas los trinos de los ruiseñores con
+los brillantes globulillos del agua que se estrella en el duro mármol de
+las fuentes. Las once grandes puertas que conducen del patio á la
+mezquita estan abiertas: son once soberbios arcos ultra-semicirculares y
+dobles, todos en fila, sostenidos en esbeltas columnas de mármol que de
+cuatro en cuatro rodean á los recios machos de piedra en que se afirman,
+como lindas esclavas gemelas que dando la espalda al magestuoso diseño,
+se enlazan entre sí volteando dobles guirnaldas<a name="FNanchor_109_112" id="FNanchor_109_112"></a><a href="#Footnote_109_112" class="fnanchor">[109]</a>. Estas once puertas
+muestran á los que cruzan el atrio el interior del templo<a name="page_108" id="page_108"></a> como en
+combustion, y á los que ocupan el templo les descubren los jardines del
+suspirado Eden, donde bullen las aguas y los rayos del sol por entre las
+verdes ramas cuajadas de pomas de oro. Hé aquí la santa casa de
+adoracion que sobrepuja en suntuosidad, belleza y gallardía á las mas
+afamadas mezquitas de Arabia, Siria y Africa: oid lo que de ella canta
+el poeta Mohammed Ibn Mohammed Al-baluní<a name="FNanchor_110_113" id="FNanchor_110_113"></a><a href="#Footnote_110_113" class="fnanchor">[110]</a>:</p>
+
+<p>«Ha gastado Abde-r-rahman por amor á su Dios y en honor de su religion
+ochenta mil dinares de plata y oro.</p>
+
+<p>»Los ha invertido en construir un templo para uso de su piadosa nacion,
+y para la mejor observancia de la religion del profeta Mohammed.</p>
+
+<p>»En él vereis relucir el oro prodigado en sus artesones con la misma
+brillantez que el relámpago que atraviesa las nubes.»</p>
+
+<p>No exageraba el poeta, porque realmente á la luz de las lámparas y
+candelabros, velada por la neblina de los aromas, debia parecer aquella
+rica techumbre lo que en enérgico lenguaje vulgar llamamos una <i>ascua de
+oro</i>.</p>
+
+<p>¿Pues qué impresion no causaria el espléndido interior que contemplamos
+al ver algunos años despues el oro prodigado en los mismos capiteles de
+las columnas y en las pilastras de las arquerías? A medida que se va
+cimentando el Califato, va este soberbio templo creciendo en riqueza.
+Así como el famoso milímetro de Rhaudhá marca en Egipto las crecientes
+del desbordado rio que le hace fecundo, así la gran mezquita de Córdoba
+señala en Andalucía los progresos del arte arábigo invasor. Bien
+necesitan en verdad los descendientes de Moavia dar á la corte de su
+imperio esplendor y lustre; forzosamente han de ser grandes y magníficas
+las huellas de su dominacion, norma y estímulo para sus sucesores;
+porque sus émulos los Abassides estan resucitando en las bíblicas
+llanuras fertilizadas por el Eufrates y el Tigris las fantásticas
+creaciones de Belo y de Semíramis, reproduciendo las pasadas glorias de
+los Ninivitas y Babilonios, sobrepujando en fastosidad á los Persas,
+oscureciendo la cultura de los Griegos Seléucidas, y afrentando la
+artística voluptuosidad de los Sassanidas. El año mismo en que el
+ilustre vástago proscrito de los Umeyas abrió los<a name="page_109" id="page_109"></a> fundamentos de la
+aljama de Córdoba, subia al trono del imperio musulman de Oriente el
+famoso Harun-al-Raschid, el Pericles de los Arabes, dirigido por su
+sabio wazir Yahia, de la preclara familia de los Barmácidas, á quien
+debe su reinado sus principales títulos de gloria. ¡Cuenta que este gran
+Califa, al fijar la planta en el trono de los Abassides, ostenta ya
+ceñida la sien con el lauro de la victoria; que las huestes de la
+emperatriz Irene han huido ante él despavoridas en los campos del Asia
+menor; que la Providencia le tiene reservado para hacer inmensas
+conquistas en el Asia y escarmentar el orgullo de Nicéforo; que no en
+vano parece haberle dotado la naturaleza de un corazon de hierro y de la
+mas esquisita sensualidad, puesto que para levantar la tiranía del
+Islamismo á la altura de sistema político capaz de contrabalancear la
+vigorosa accion del Occidente, es preciso que Harun pueda ver sereno
+espirar en horribles suplicios á muchos individuos de su propia sangre
+desde el asilo y templo de los placeres!<a name="FNanchor_111_114" id="FNanchor_111_114"></a><a href="#Footnote_111_114" class="fnanchor">[111]</a> El hijo de Harun se jacta
+de que sabrá mover el Oriente y el Occidente con la misma facilidad que
+si fueran piezas de ajedrez: bravata verdaderamente asiática, pero que
+compromete á los emancipados sultanes de Andalucía á sobrepujar,
+siquiera sea por arte satánica, en fasto, en gloria, en prestigio y
+poderío, á los que así presumen ser árbitros del mundo. Grande y hermosa
+es Córdoba, pero bella y grande es tambien la nueva <i>ciudad de la paz</i>,
+la rica y voluptuosa Bagdad, que Abu-Giaffar Al-mansur confió á las
+zalamas del Tigris en el asiento mismo de una poética quinta regalada
+por Cosroes Anuschirevan á su querida. Grande y próspero ha sido el
+reinado de Abde-r-rahman I: su hijo Hixem, continuador de su sabia
+política, ha logrado ruidosos triunfos que contribuyen á consolidar la
+mas preciosa conquista sarracena: Al-hakem asciende ahora á la suprema
+dignidad en Córdoba, y se anuncia como príncipe de incomparables
+cualidades para la obra que está llamado á secundar, porque ama el
+bélico tráfago y le devora el deseo de la ciencia y de los deleites;
+pero tal vez mas próspero y grande, mas victorioso, mas sabio, mas
+ilustrado y mas fecundo en goces de toda especie, va á ser el reinado de
+Harun, de ese genio singular en quien brillan reunidas las dotes de
+todos los sultanes de España juntos. ¡Qué terrible competencia, qué
+triste rivalidad la de los dos imperios<a name="page_110" id="page_110"></a> musulmanes, la de las dos
+providenciales familias de los Beni Abbas y de los Beni Umeyas, para las
+infelices provincias ya medio amortajadas en los girones de púrpura y
+oro de los Isaurios, ó aun medio envueltas en los cendales de la
+barbarie godo-germánica! Como esos briosos caballos que en el circo de
+Bizancio se disputan el premio de la carrera, único espectáculo que hace
+latir el mezquino corazon de los degenerados Imperiales, así se lanzan á
+la conquista de la grande unidad islamita en el estadio del antiguo
+mundo romano esos dos gigantes enemigos de la civilizacion del
+Cristianismo, que para mejor cautivar á los amantes del progreso de la
+humana inteligencia, hacen resonar con acentos de armoniosa poesía las
+florestas de los dos rios históricos, Tigris y Betis, honran con
+magníficas fundaciones el tranquilo culto grato á Academo, ponen sobre
+su cabeza los libros de Aristóteles y Platon, y levantando en alto el
+gracioso canastillo corintio, tributan al arte de la Grecia el homenage
+de su admiracion y respeto.</p>
+
+<p>Pero dirigiendo alternativamente nuestras miradas del Guadalquivir al
+Tigris, de la magestuosa Córdoba á la risueña Bagdad, advertimos en los
+dos colosos genio idéntico y temperamentos diversos. El de Oriente,
+ávido de lujo y de sensaciones, prodiga sus riquezas con frenética
+magnificencia: Al-Mamún el dia de su boda siembra mil gruesas perlas en
+el sedoso cabello de su amada, y pide setecientos porteros para su
+palacio, y árboles de oro y plata para sus jardines<a name="FNanchor_112_115" id="FNanchor_112_115"></a><a href="#Footnote_112_115" class="fnanchor">[112]</a>. El de
+Occidente, igualmente pródigo de sus tesoros, asombra con sus rasgos de
+generosidad á los avaros hijos del Norte: Abde-r-rahman II para aplacar
+el justo enojo de su querida Tarúb hace tabicar la puerta de su aposento
+con sacos llenos de dinares, á fin de que al hacer la hermosa concubina
+las paces con su señor, sea una lluvia de oro la recompensa de su
+perdon<a name="FNanchor_113_116" id="FNanchor_113_116"></a><a href="#Footnote_113_116" class="fnanchor">[113]</a>. Codicia el de Oriente la posesion de la ciencia y se
+esfuerza por alcanzarla, porque Mahoma habia dicho en su Koran: «Un
+entendimiento sin erudicion es como un cuerpo<a name="page_111" id="page_111"></a> sin alma.» Harun llama á
+su corte á los médicos, á los filósofos, á los literatos, á los
+artistas, sin distincion de patria y de religion<a name="FNanchor_114_117" id="FNanchor_114_117"></a><a href="#Footnote_114_117" class="fnanchor">[114]</a>, los colma de
+agasajos y de honores, forma con su auxilio el vínculo moral único capaz
+de contener la disolucion de su imperio, y á su benéfico influjo las
+nociones antiguas, momentáneamente proscritas por la inexorable
+cimitarra de los Arabes conquistadores, renacen y reaparecen del mismo
+modo que vuelven á levantar sus vívidas corolas á los rayos del sol las
+tiernas flores envilecidas en el lodo durante la tormenta. Imposible es
+abarcar de una sola ojeada todos los timbres de gloria de los Califas
+Abassides: animados de la mas generosa tolerancia, encomiendan á los
+Cristianos de Bagdad la version de las obras de los filósofos griegos,
+fomentan entre los Sarracenos el estudio de la <i>ciencia de la razon</i>,
+protegen las escuelas judáicas fundadas en Sora y Pundebita para la
+propagacion de la filosofía alejandrina, no contentos con favorecer la
+investigacion de todos los manuscritos que se habian salvado de los
+desastres de la invasion, piden á los emperadores de Bizancio que les
+envien sus libros y sus sabios<a name="FNanchor_115_118" id="FNanchor_115_118"></a><a href="#Footnote_115_118" class="fnanchor">[115]</a>, enriquecen sus bibliotecas con los
+tesoros de la literatura persa, nombran comisiones que traduzcan las
+obras preciosas de la antigüedad, á Homero, á Tolomeo, á Aristóteles,
+crean academias é institutos científicos en Bagdad, en Ispahan, en
+Firuzabad, en Samarkanda, en Damasco, en Kuffah y Bassorah, con escuelas
+gratuitas y públicas, en una de las cuales<a name="FNanchor_116_119" id="FNanchor_116_119"></a><a href="#Footnote_116_119" class="fnanchor">[116]</a> llegan á juntar hasta
+seis mil alumnos, y consiguen que sean la lengua árabe el idioma de la
+ciencia, y el Islamismo la religion general del Asia entera, que adopta
+gustosa la lengua de su Profeta. Y esa lengua que en sonoros versos de
+cantos antiguos habia cautivado á los apasionados Arabes cuando hijos
+del desierto, ¿de qué bellezas no será susceptible ahora que el círculo
+de las impresiones se ha dilatado tanto para los que viven entre las
+riquezas de la naturaleza domada por el arte, y á la benéfica sombra de
+un soberano que retribuye con<a name="page_112" id="page_112"></a> cincuenta mil doblas un sencillo
+poema<a name="FNanchor_117_120" id="FNanchor_117_120"></a><a href="#Footnote_117_120" class="fnanchor">[117]</a>, y que premia al bardo vencedor en los certámenes de Ocadh
+con cien dinares de oro, un caftan bordado, un arrogante caballo, una
+linda esclava, y el título de príncipe durante un año? Figúrasenos estar
+viendo los caminos de la Meka á Bagdad, a Balk, a Samarkanda y á
+Nisapur, frecuentados á todas horas del dia y de la noche por tranquilas
+caravanas: ¿son por ventura los esclavos africanos, las sederías de la
+India, los perfumes del Cabúl el único comercio que alimentan esos
+ambulantes bazares conducidos en interminables y pulverulentas filas de
+camellos? No: sobre aquellas gibosas y pacientes acémilas se transporta
+tambien la riqueza intelectual, la ciencia, el arte, la poesía: ved esas
+blancas construcciones que de trecho en trecho asoman sus dilatadas
+terrazas por entre los grupos de palmeras tan gratos á la sedienta
+caravana; esas son las hospederías de los poetas y de los sabios, los
+depósitos de las letras, los paradores de la inteligencia, espresamente
+erigidos en obsequio de los sabios peregrinantes por los magnates que
+como Saïfed'dullah se disputan el honor de albergarlos y de recoger sus
+historias, sus dogmas, sus improvisaciones. ¿Por qué los Califas de
+Occidente no marchan con la misma rapidez que los afortunados Abassides
+hácia el fin glorioso que estos ya tocan con sus manos, de construir el
+mundo islamita sobre la poderosa base de la unidad de lenguaje y de
+creencias, convertido el Koran á pesar de sus errores en piedra angular
+del edificio social, intelectual y político? ¡Ah! porque los hijos de
+Beni Abbas gobiernan pueblos sosegados que pasaron ya del período de las
+conquistas, pueblos ademas criados en las tradiciones asiáticas, en
+quienes es índole peculiar el amor á la vida regalada, ociosa y
+contemplativa; y los Umeyas por el contrario rigen un pueblo conmovido y
+agitado aun por la fiebre de las invasiones, que aunque ansioso tambien
+de ciencias y de placeres, se ve contrastado por las rebeldes razas del
+Norte, tenaces en sus ideas de independencia y aleccionadas en una
+religion que hace de las fatigas y privaciones el ejercicio normal de la
+vida. Lo que en el Oriente es ingénito y espontáneo, es en el Occidente
+artificial é ingerto. Lo que allí es una improvisacion, tiene que ser
+aquí una formacion trabajosa, lenta y paulatina. Dia vendrá en que el
+Califato andaluz oscurezca con<a name="page_113" id="page_113"></a> su brillantez las glorias de los Califas
+negros<a name="FNanchor_118_121" id="FNanchor_118_121"></a><a href="#Footnote_118_121" class="fnanchor">[118]</a>, y en que asombrados y llenos de maravilla los altivos reyes
+godos y francos, y hasta los mismos pontífices del Cristianismo<a name="FNanchor_119_122" id="FNanchor_119_122"></a><a href="#Footnote_119_122" class="fnanchor">[119]</a>,
+claven fascinados sus miradas en la sabia y magnífica Córdoba. Como
+águilas que beben la luz del sol, mirarán inciertos ya á los horizontes
+de la feliz Mesopotamia, ya á las cumbres de la rica Andalucía, sin
+saber cuál sea el verdadero astro del Oriente. Pero esto no será hasta
+que la perseverante lima de la cultura atenúe las punzantes antipatías
+de las razas, y la seductora vida asiática contamine y enerve los
+corazones de los discípulos de Cristo.</p>
+
+<p>Por ahora la misma capital del Califato es tierra de rebato: los Umeyas
+no viven seguros ni en su propia corte. ¿Cómo ha de pensar Al-hakem en
+las glorias de las artes cuando la consolidacion de su Estado es una
+obra comenzada apenas? Harta ocupacion le darán los Francos que avanzan
+hasta Tarazona, los rebeldes de Toledo y Calatrava, los Cristianos de
+Galicia, y hasta los sediciosos de su misma sangre, que introduciendo la
+division en los súbditos musulmanes, abren las puertas á los enemigos
+esteriores. Energía en la guerra, economía en la administracion,
+imparcialidad en la justicia, sagacidad y cautela en el modo de vivir,
+son las dotes que distinguen á este Sultan. Veréisle aumentar su hueste
+de renegados hasta reunir mil mamelucos de infantería y cinco mil de á
+caballo, y la guarda de su persona hasta dos mil eunucos; oirá y juzgará
+por sí mismo las causas de los pobres, perseguirá severamente á los
+malhechores, será liberal con los necesitados, estrenuo y sabio en sus
+determinaciones. Tendrá constantemente á las puertas de su alcázar un
+numeroso cuerpo de caballería, y en ambas orillas del rio, junto al
+alcázar mismo, una guardia permanente de mil renegados. No invertirá
+sumas de consideracion en la mezquita mayor, pero construirá para sus
+tropas cómodos cuarteles y espaciosos establos. Mantendrá numerosos
+espías que le enteren del estado de la opinion pública: estallará mañana
+una insurreccion en el suburbio occidental, y al dia siguiente al rayar
+el<a name="page_114" id="page_114"></a> alba aparecerán colgados en las alamedas del Guadalquivir
+trescientos cadáveres desfigurados!...<a name="FNanchor_120_123" id="FNanchor_120_123"></a><a href="#Footnote_120_123" class="fnanchor">[120]</a> Al-haken enriquece la aljama
+de Córdoba con una joya de mucho mayor prez que el oro y el mosáico:
+confiere el cargo de su Justicia mayor ó Cadí de los Cadíes al sabio y
+virtuoso Mohammad Ibn Bashír, y con este solo acto ha hecho lo
+suficiente para que su nombre resuene siempre venerado en las aulas del
+templo. Ibn Bashír, teólogo profundo, despreciador filósofo de las
+mundanas pompas, justo y recto juzgador de las humanas intenciones,
+¡cuánto vale el prestigio de tu ciencia y de tus virtudes para la
+tranquilidad de ese mismo pueblo orgulloso que te moteja escandalizado
+porque el primer Viernes despues de tu nombramiento entras en la aljama
+con el cabello suelto y tendido, un amarillento ridá<a name="FNanchor_121_124" id="FNanchor_121_124"></a><a href="#Footnote_121_124" class="fnanchor">[121]</a> sobre tus
+hombros, y abarcas en los piés! Un dia, despues de orar y predicar al
+pueblo, siéntase Ibn Bashír en el tribunal anejo al templo, y llégase á
+él un forastero, que al verle tan singularmente vestido, despeinado y
+con la cara mal enjugada<a name="FNanchor_122_125" id="FNanchor_122_125"></a><a href="#Footnote_122_125" class="fnanchor">[122]</a>: enséñame, le dice, dónde está el Cadí.
+Héle aquí, le responde señalando á Bashír uno de los que se hallan allí
+presentes.&mdash;No te diviertas conmigo, replica el forastero; te pregunto
+por el Cadí, y me diriges á un soplaflautas.&mdash;Convencido sin embargo de
+que no le han engañado, encamínase al Cadí, ruégale le disimule su
+desatencion, espónele luego el caso que le trae al tribunal, y obtiene
+el consejo mas justo é imparcial que podia jamás haberse prometido.
+Creereis tal vez que ese filósofo original es como muchos cortesanos, en
+la apariencia desinteresados é independientes, y en realidad tan
+flexibles al poder como solícitos en su propio negocio:<a name="page_115" id="page_115"></a> todo al
+contrario, arrostrará por la verdad y la justicia la cólera de su rey.
+Cuando uno de sus leales amigos, receloso de los peligros á que le
+espone su escesiva rectitud, le escriba: «Si sigues como hasta aquí,
+mucho me temo que te cueste tu destino,» le contestará impávido: «¡Dios
+haga que cuanto antes me vea con mi mulita Ashshakrá en el camino de
+Beja!» y si ocurre alguna vez que un ciudadano cualquiera tenga que
+sostener un pleito contra el Amir, como le sucedió á un oscuro molinero,
+á quien quisieron arrebatar su propiedad para incorporarla al palacio
+los oficiosos cortesanos, ciertamente no se retirará del tribunal del
+Cadí desconsolado si la razon está de su parte. ¿Por ventura no se
+lisonjeaba ayer uno de los hijos de Adde-r-rahman I de que ganaria
+cierto ruidoso pleito por tener en favor de su accion el testimonio de
+su sobrino Al-hakem cuando príncipe heredero, y el íntegro Bashír
+sentencia contra él por no haber comparecido en su tribunal el Amir en
+persona á ratificarse en el testimonio dado antes de subir al trono?
+Pues notad otro insigne ejemplo de la justificacion de este notable
+funcionario, y meditad si avanzará camino en cualquiera pais del mundo
+una monarquía que se ostenta sostenida en principios tan seguros como la
+igualdad ante la ley y el amor á la justicia. Un oficial palatino de
+Al-hakem, gefe de sus caballerizas, llamado Musa Ibn Semáh, acude en una
+ocasion al Sultan en queja del Cadí, esponiendo que este se ha escedido
+de su autoridad y sentenciado contra él injustamente.&mdash;Pronto veré yo,
+dícele Al-hakem, si lo que me refieres es cierto. Vé inmediatamente al
+Cadí, y di que quieres hablarle: si te lo concede, te creeré, y él será
+castigado y destituido de su cargo; pero si te lo niega á pesar de tus
+instancias, mi estimacion hácia él será mayor, porque tengo por seguro
+que no es un tirano, sino un hombre probo y amante de la verdad.&mdash;Va
+Musa segun se le ordena á casa de Ibn Bashír, y manda al propio tiempo
+Al-hakem á uno de los eslavos de su guardia que sin ser visto espíe á
+Musa, y le dé cuenta de lo que ocurra entre su caballerizo y el Cadí. De
+allí á poco vuelve el eslavo y refiere al Amir, cómo al llegar Musa á la
+habitacion del Cadí le habia recibido un portero, el cual, despues de
+avisar á su amo, salió con este recado: «me manda el Cadí que te diga,
+que si algun asunto legal se te ocurre, mejor harás en dirigirte al
+tribunal en las horas en que administra justicia.» Al oir esto Al-hakem,
+se sonríe y esclama: bien sabia yo que Ibn Bashír era un<a name="page_116" id="page_116"></a> juez recto sin
+parcialidad para ninguno. Un rey que tiene magistrados como Ibn Bashír
+no importa que no tenga en el Guadalquivir, como el hijo de Harun en el
+Tigris, cinco naves cubiertas de plata y oro, una en forma de dragon,
+otra en forma de caballo, otra en forma de leon, otra en forma de águila
+y otra en forma de elefante.</p>
+
+<p>Puede decirse que si Abde-r-rahman II logra el descanso y gusto
+suficientes para consagrarse al mayor engrandecimiento de la mezquita y
+cubrir de oro sus labradas pilastras y capiteles, lo debe esclusivamente
+á la prudencia y sabiduría de su padre Al-hakem. Imitando sus cualidades
+bélicas, hace temido su nombre entre los enemigos del Islam, y siguiendo
+su acertada administracion prepara para los postreros años de su vida un
+reinado de paz y de esplendor. De paz y de esplendor, sí, porque los
+ayes de agonía de los humildes mártires cristianos no turbarán su
+sosiego, ni su inocente sangre copiosamente derramada mancillará á los
+ojos de la divertida corte mahometana los timbres y blasones del
+monarca. ¿No le proporciona este paz y riquezas para disfrutar las
+comodidades y placeres de la vida? Para Abde-r-rahman II tenia reservada
+el cielo la triste gloria de inaugurar en la España árabe la tiranía en
+nombre de la fé religiosa, y de establecer por medio de la fuerza la
+unidad islamita en sus dominios, lanzando en un dia de enojo á los
+cuatro ángulos de la escarnecida Iberia, en plena paz, aquella terrible
+intimacion que los sanguinarios Abu-Obei-dah y Khaled habian dirigido á
+los malhadados habitantes de Bosra: «¡Haceos Musulmanes, ó tended la
+cerviz bajo la cimitarra!» Es muy de notar, en efecto, que empiecen la
+persecucion de la intolerancia bajo el imperio de la justicia, los
+escesos de la inhumanidad con la afinacion de las costumbres, y que
+vayan desarrollándose paralelamente la prosperidad del Estado y el
+envilecimiento del individuo. ¡Ah! ¡por qué la crueldad y la sensualidad
+han de reemplazar tan facilmente con hipócrita disfraz á los dos ángeles
+tutelares de los tronos, la Justicia y el Amor! ¡por qué esos dos
+maléficos instintos han de ser los compañeros inseparables de la mundana
+felicidad y como las cariátides del lecho en que duerme la civilizacion
+prevaricadora y descuidada! ¿Qué ley fatal determina esa chocante
+contradiccion que hace al hombre rústico é incivil capaz de altos y
+nobles afectos, y al hombre culto insensible y desnaturalizado? La
+cultura que halaga y afemina es la misma que endurece el corazon, del
+propio modo que<a name="page_117" id="page_117"></a> el martillo que bate y limpia de escorias el hierro es
+el que lo convierte en duro y liso acero.</p>
+
+<p>Todos los grandes tiranos han tenido sus panegiristas, unos por el temor
+que inspiran, otros por la seduccion que ejercen. Abde-r-rahman II es un
+tirano fastuoso, galante, lleno de dotes y de ingenio para rendir
+voluntades. ¿Cómo no perdonarle las crueldades que contra los infieles
+cristianos comete, si posee el arte de representarlas como actos de
+estricta justicia? Ademas, á un rey valiente y enamorado, que en el
+campo de batalla triunfa como un héroe y en las florestas suspira como
+un afeminado doncel; á un rey que lisonjea el gusto de un pueblo amante
+del lujo, de la ostentacion y de la cultura, dándole escuelas y madrisas
+que le instruyan, jardines y casas de placer que le recreen, embajadores
+como Al-ghazal que le acrediten de grande y culto á los ojos de la corte
+de Constantinopla<a name="FNanchor_123_126" id="FNanchor_123_126"></a><a href="#Footnote_123_126" class="fnanchor">[123]</a>, maestros de música y de modas que le entretengan
+como Zaryáb<a name="FNanchor_124_127" id="FNanchor_124_127"></a><a href="#Footnote_124_127" class="fnanchor">[124]</a>, capitanes que le defiendan como Obeydallah<a name="FNanchor_125_128" id="FNanchor_125_128"></a><a href="#Footnote_125_128" class="fnanchor">[125]</a>,
+aliados como el emperador griego y el<a name="page_118" id="page_118"></a> rey franco<a name="FNanchor_126_129" id="FNanchor_126_129"></a><a href="#Footnote_126_129" class="fnanchor">[126]</a>, y una
+consideracion superior á la que logran los Beni Abbás; á un rey, por
+último, que emplea un reinado de treinta años en labrar la prosperidad
+de sus vasallos haciéndolos cultos, vencedores, ricos, y á su manera
+felices, no es mucho que estos le celebren y le ensalcen aunque los
+míseros cautivos giman y lloren. Compréndese que su pueblo, fautor de
+sus placeres, le perdone, y no solo le perdone, sino que aplauda su
+severidad con los Cristianos, á quienes esa misma prosperidad agovia y
+aniquila. Lo que no se concibe si no se tiene muy en cuenta la natural
+perfidia del hombre, es que el Califa encontrase en vida panegiristas,
+aun entre los mismos alumnos de Cristo, y los mártires hallasen verdugos
+entre los que con ellos debian compartir las cadenas y el oprobio<a name="FNanchor_127_130" id="FNanchor_127_130"></a><a href="#Footnote_127_130" class="fnanchor">[127]</a>.</p>
+
+<p>Almas afectuosas que amais la memoria de esas otras almas sublimes, y
+fuertes á la par que delicadas, que en vida fueron valerosos<a name="page_119" id="page_119"></a> soldados
+de la fé, y alcanzaron muriendo la opinion de mártires santos entre la
+grey que con su fecunda sangre ilustraron<a name="FNanchor_128_131" id="FNanchor_128_131"></a><a href="#Footnote_128_131" class="fnanchor">[128]</a>, no os imagineis al
+repasar las páginas en que la piedad y la devocion consignaron sus
+gloriosos triunfos, que todos los perseguidores del nombre de Cristo son
+como furiosos y bárbaros asesinos sedientos de sangre y de tormentos.
+Leeis que en el año 824, cuando puede decirse que Abde-r-rahman II
+acababa de subir al trono, y en lo mas florido de su juventud puesto que
+solo tenia 34 años de edad, dos interesantes mancebos cristianos,
+llamados Adulfo y Juan, fueron martirizados solo por no querer abrazar
+la secta mahometana; y creeis quizá que el que esto autorizó tenia un
+corazon de tigre, inaccesible á todo humano afecto; os le figurais tal
+vez como un bárbaro fanático esclusivamente preocupado de la propagacion
+del Islamismo, encarnizado en el placer de los tormentos, y ciego de
+furor al solo anuncio de cualquier enemigo de su sanguinario error.
+¡Cómo os engañais! Acercaos á ver á esa supuesta fiera en su caverna: no
+solo no hallareis en el semblante de Abde-r-rahman el ceño torvo y la
+pupila sangrienta, sino que su persona, su gesto, sus ademanes, sus
+palabras, su vivir y todo lo suyo, os cautivarán el corazon. Vereis á un
+ser nacido para cosas grandes y privado de alcanzar la verdadera
+grandeza, un corazon capaz de un amor casto y puro, esclavizado á un
+amor indigno, un entendimiento susceptible del mas alto vuelo sojuzgado
+por el error y la impostura; y seguramente al dar el tributo de vuestras
+generosas lágrimas á los egregios mártires que bajo su imperio fueron
+inmolados, no negareis un suspiro de compasion á ese príncipe que por
+los inescrutables designios de Dios alcanzó dotes de ángel y al
+desplegar sus alas las halló sujetas con una cadena.</p>
+
+<p>Vedle, en efecto, á ese hombre inhumano, á ese implacable perseguidor
+que en los últimos años de su vida presumió anegar en sangre ortodoxa la
+valiente hueste evangélica; oidle mas bien, describiendo<a name="page_120" id="page_120"></a> por su propio
+labio su existencia de guerrero enamorado y las penas de la
+ausencia<a name="FNanchor_129_132" id="FNanchor_129_132"></a><a href="#Footnote_129_132" class="fnanchor">[129]</a>:</p>
+
+<table border="0" cellpadding="1" cellspacing="0" summary="">
+<tr><td align="left">Tus brazos dejé, alma mia,</td><td align="left">El veneno de la ausencia</td></tr>
+<tr><td align="left">y al campo acudí veloz</td><td align="left">me devora el corazon;</td></tr>
+<tr><td align="left">como flecha despedida</td><td align="left">las mismas piedras al verme</td></tr>
+<tr><td align="left">por el arco zumbador.</td><td align="left">se apiadan de mi dolor.</td></tr>
+<tr><td align="left">Los horizontes que miro</td><td align="left">Del Islamismo el triunfo</td></tr>
+<tr><td align="left">desnudos páramos son;</td><td align="left">por mi brazo quiere Dios:</td></tr>
+<tr><td align="left">venzo un obstáculo, y hallo &nbsp; &nbsp; &nbsp;</td><td align="left">cubre valles y montañas</td></tr>
+<tr><td align="left">otro obstáculo mayor.</td><td align="left">mi ejército vencedor.</td></tr>
+</table>
+
+<p>Así escribe desde el campo de batalla á su amada Tarúb, y en estos
+sentidos, concisos y brillantes pensamientos, muestra bien claro el
+privilegiado temple de su alma. Como poeta y como enamorado, es ya
+conocido<a name="FNanchor_130_133" id="FNanchor_130_133"></a><a href="#Footnote_130_133" class="fnanchor">[130]</a>; como político y como guerrero, harto le dan á conocer sus
+conquistas y las paces ajustadas con Teófilo y Cárlos el Calvo; como
+administrador, basta decir que utilizó sus victorias en proporcionar á
+su pueblo paz, ilustracion, riquezas y goces<a name="FNanchor_131_134" id="FNanchor_131_134"></a><a href="#Footnote_131_134" class="fnanchor">[131]</a>. Dice Ibnu<a name="page_121" id="page_121"></a> Said que
+antes de su reinado el producto de los impuestos no habia jamás escedido
+de seiscientos mil dinares, y durante él llegó á producir mas de un
+millon. Gastó sumas inmensas en construir palacios y quintas de
+recreacion, puentes y mezquitas en las principales poblaciones, y en
+ennoblecer su capital de nuevas maneras, empedrando sus calles y plazas
+con losas, y llevando á ella desde la vecina sierra abundantes y
+cristalinas aguas por medio de un largo y fuertísimo acueducto que como
+gigantesca serpiente ondulaba por aquellas hermosas llanuras atravesando
+repetidas veces las mismas entrañas de los montes<a name="FNanchor_132_135" id="FNanchor_132_135"></a><a href="#Footnote_132_135" class="fnanchor">[132]</a>. A tal opulencia
+y gloria llegó la capital de Andalucía bajo este rey, que escribió de él
+S. Eulogio: «Córdoba, llamada antes la patricia, y hoy la ciudad real
+por tener en ella su asiento, le debe el hallarse en la cumbre de la
+grandeza, de los honores y de la gloria, colmada de riquezas, y
+convertida en emporio de las delicias del mundo entero hasta un punto
+inesplicable é increible.» ¿Creereis ahora que el sultan Abde-r-rahman
+II es una intratable y sanguinaria fiera?<a name="page_122" id="page_122"></a> El que tanto ama el lujo, la
+magnificencia, las artes, los placeres, bien podeis asegurarlo, no tiene
+corazon de bronce. ¡Pobre sultan, mas desgraciado en medio de su
+aparente felicidad que esos inocentes mártires cristianos entre el
+horror de sus aparentes tormentos! La conciencia de su deber le arranca
+de los brazos de su amada Tarúb para volar al campo de batalla; esa
+misma conciencia le sugirió como actos agradables al Omnipotente dos
+leyes que fueron orígen de su suplicio y de nuestra gloria, con las
+cuales no se imaginó seguramente que dirigia el pié al ensangrentado
+camino donde en sus postreros años se encenagó. Pertenecen estas dos
+leyes al órden político, aunque el carácter de la una mas parece á
+primera vista religioso, y el de la otra de mera policía y buen
+gobierno; y cumple recordarlas aquí porque, aunque ominosas á nuestra fé
+cristiana, ellas contribuyeron poderosamente á cimentar el poder
+islamita en España, á fomentar el espíritu de proselitismo sin el cual
+la nacionalidad mahometana no puede existir, á hacer la monarquía
+musulmana una y compacta, y prepararon finalmente las vias al tremendo
+aluvion de conquistas con que cubrió despues los aniquilados restos de
+la España cristiana el impetuoso Almanzor. «Todo hijo de padre ó madre
+mahometano, será mahometano tambien, so pena de muerte,» decia la
+una<a name="FNanchor_133_136" id="FNanchor_133_136"></a><a href="#Footnote_133_136" class="fnanchor">[133]</a>; la otra venia á ser una mera confirmacion de un artículo del
+fuero otorgado por Alboacem: «El que dijere mal de Mahoma ó de su Ley,
+sea muerto<a name="FNanchor_134_137" id="FNanchor_134_137"></a><a href="#Footnote_134_137" class="fnanchor">[134]</a>.» Con esta draconiana sencillez consignaba Abde-r-rahman
+el victorioso<a name="FNanchor_135_138" id="FNanchor_135_138"></a><a href="#Footnote_135_138" class="fnanchor">[135]</a> su celo por el completo triunfo del Islamismo y su
+obsequio á la alta <i>razon de Estado</i>. Con este tristísimo preludio, sin
+mas de lo que estrictamente exigian de consuno la conservacion del órden
+social y las necesidades de la política musulmana, sin lujo alguno de
+tormentos accesorios<a name="FNanchor_136_139" id="FNanchor_136_139"></a><a href="#Footnote_136_139" class="fnanchor">[136]</a>, y como una cosa muy natural dentro del
+círculo<a name="page_123" id="page_123"></a> del derecho penal mas escrupuloso, comenzó la sangrienta
+persecucion sarracénica como una verdadera lucha instestina entre el
+Estado que pugna por consolidarse y la conciencia que forcejea por la
+conservacion de su libertad, y en la cual, si bien los instrumentos del
+poder se encruelecieron al compás de la exaltacion en la santa protesta,
+el principio que guió al Estado al castigar inflexible el delito de
+subversion no dejó de ser por eso legítimo en la esfera de las ideas
+islamitas. Acabó para siempre la antigua tolerancia: si cristianos y
+muslimes procedieron en alguna época de concierto, cuando todavía no se
+hallaban bien penetrados del antagonismo de sus orígenes<a name="FNanchor_137_140" id="FNanchor_137_140"></a><a href="#Footnote_137_140" class="fnanchor">[137]</a>, ahora<a name="page_124" id="page_124"></a> ya
+ambas religiones han avanzado mucho camino y se han separado para no
+volverse mas á encontrar. Ni el mahometismo de Bagdad y de Córdoba es el
+mahometismo del Yemen, ni el cristianismo de los Paulos, Eulogios y
+Perfectos, es aquel cristianismo desfigurado de los Nestorianos de
+Oriente<a name="FNanchor_138_141" id="FNanchor_138_141"></a><a href="#Footnote_138_141" class="fnanchor">[138]</a>. Dos principios que aun no han producido resultados pueden
+parecer idénticos, así como en su orígen nadie diferenciará el manantial
+destinado á ser magestuoso rio del manantial que corre á perderse en
+inmundos lodazales; pero cuando esos dos principios han arrojado ya de
+sí todas sus consecuencias, cuando cada uno de ellos ha apurado por
+decirlo así el sueño de la crisálida para estender libremente sus alas á
+la luz, no es posible que se amalgamen y confundan. El mahometismo
+desarrollado ha ofrecido al mundo como legítimo producto la mas refinada
+voluptuosidad; el cristianismo, vuelto á sus genuinas aspiraciones
+despues de la breve escursion que sus malos intérpretes han hecho por el
+dominio gentílico, proclama por la voz de los penitentes y contritos que
+la perfeccion de la vida solo se encuentra en la ley del sacrificio, de
+la caridad y de la propia abnegacion. ¡Guerra implacable, pues, á los
+que condenan la cómoda religion del Profeta! ¿Qué mayor honor, qué mayor
+obsequio puede tributarse á la Ley escrita en las portadas y columnatas
+de la gran mezquita, que inmolar á su ciego acatamiento á todo el que la
+desobedezca, ridiculice ó contradiga? ¡Compareced á nuestra vista,
+sombras augustas y queridas de tantos mártires incontaminados: desfilad,
+santos y puros sacerdotes, nobles mancebos, vírgenes bellas y pudorosas
+que componeis la sagrada hueste de víctimas á quienes hoy la Iglesia de
+España tributa agradecido culto; deslizaos como leve legion de espíritus
+por entre esas crepusculares naves que fueron un tiempo<a name="page_125" id="page_125"></a> teatro de
+vuestra generosa y heróica confesion, y podamos al menos con el dolor y
+la compasion de ver correr vuestra inmaculada sangre bajo el hierro de
+los verdugos, fortalecernos contra la seduccion que hizo sucumbir á los
+que fueron indignos hermanos vuestros en la fastuosa corte de ese
+sultan! ¡Ah! mientras vosotros recibís en el tribunal del Cadí la
+terrible sentencia; mientras entregais á los sayones ya vuestros piés y
+manos para que os sean cortados, ya vuestras cervices para morir de un
+solo golpe, ya vuestras espaldas para que con crueles azotes os las
+destrocen; mientras gemís en tenebrosas cárceles y derramais lágrimas
+más sobre la apostasía de vuestros hermanos que sobre vuestros propios
+hierros, la gran corte de los Umeyas se entrega placentera al flujo de
+las mundanas prosperidades, y viento en popa navega la nave del Estado
+cordobés hácia el ansiado puerto de la paz, de la bienandanza y de los
+placeres. Vosotros sucumbís como flores modestas é ignoradas que caen
+bajo la hoz del segador; pero el próspero sultan que causa vuestro
+martirio no percibe siquiera el eco de vuestras desinteresadas
+esclamaciones. Allá en la orilla del rio, al pié de su mismo altivo
+alcázar, y junto á sus deleitosos baños, donde tan sabrosas trascurren
+para él las soñolientas horas del estío, es donde se ejecutan como
+comunes y saludables escarmientos de una recta justicia esos sangrientos
+castigos; vuestros opresores en tanto se solazan en las frescas
+alamedas, en las huertas y jardines que abre á su querido pueblo la
+magnificencia del Amir, á costa tal vez del despojo y de la
+desesperacion de vuestras familias<a name="FNanchor_139_142" id="FNanchor_139_142"></a><a href="#Footnote_139_142" class="fnanchor">[139]</a>, agoviadas por los tributos;
+alguno de vosotros alcanzará quizás el triste privilegio de verse
+inmolar sirviendo de espectáculo á las despiadadas turbas<a name="FNanchor_140_143" id="FNanchor_140_143"></a><a href="#Footnote_140_143" class="fnanchor">[140]</a>, mas no
+lograreis todos que vuestra constancia y resignacion<a name="page_126" id="page_126"></a> sirva de fecunda
+enseñanza á los poderosos estraviados. ¿Por ventura no tiene mas en que
+pensar el prepotente sultan que en recibir caritativas amonestaciones de
+las pobres víctimas que mueren perdonando? Sabed que á sus ojos no sois
+sino despreciables reos de sedicion, y que no hay en vuestro martirio
+lances estraordinarios que merezcan interrumpir las ocupaciones ni los
+ocios favoritos de los magnates. ¿Es acaso mas interesante vuestro
+suplicio que una batida en la sierra, ó una partida de ajedrez en
+palacio, ó que la recepcion de una embajada importante y lujosa como la
+de los legados de Teófilo, ó que la discusion de un caso de
+conciencia<a name="FNanchor_141_144" id="FNanchor_141_144"></a><a href="#Footnote_141_144" class="fnanchor">[141]</a> en plena reunion palatina, ó que la consulta sobre una
+innovacion en la etiqueta real<a name="FNanchor_142_145" id="FNanchor_142_145"></a><a href="#Footnote_142_145" class="fnanchor">[142]</a>, ó que el grato entretenimiento de
+escuchar los cantos, las historias, los versos y lisonjas de un Zaryab?</p>
+
+<p>Hartas calamidades han llovido sobre la trabajada Andalucía para que
+vengais ahora vosotros con vuestras siniestras predicciones á conturbar
+el reposo que empieza apenas á disfrutar la España islamita. Pocos años
+há vísteis repentinamente invadidas las hermosas orillas del
+Guadalquivir por las formidables hordas de los Normandos, que sedientos
+de sangre y de botin, de incendio y destruccion, asestaron contra la
+opulenta Sevilla las proas de sus terribles <i>dragones</i><a name="FNanchor_143_146" id="FNanchor_143_146"></a><a href="#Footnote_143_146" class="fnanchor">[143]</a>, asolaron la
+tierra de Sidonia y maltrataron la costa de Niebla. ¡Aquella sí que fué
+tribulacion grande! Los bárbaros se burlaban de los elementos:<a name="page_127" id="page_127"></a> lo mismo
+se deslizaban en sus voladoras naves por los mas caudalosos rios,
+corriente arriba, que se burlaban de la furia de las tempestades en el
+Océano, donde con razon eran denominados <i>los reyes del mar</i>; dejábanse
+caer como nube de langostas sobre las ciudades y los campos, á su
+contacto ardian de súbito las mieses, las casas quedaban reducidas á
+humeantes escombros, los moradores á dura servidumbre, y los ganados y
+riquezas pasaban á sus naves! ¡Grande turbacion padecia la cristiandad
+durante aquella invasion sangrienta, pagana, encarnizada! Sin embargo
+vosotros, cristianos de Córdoba y Sevilla, ¿no debísteis entonces á este
+mismo rey Abde-r-rahman la seguridad y defensa de vuestras haciendas, de
+vuestras hijas y esposas, de vuestros hogares y de vuestra fé? Poco há
+tambien que afligida esta tierra, que os obstinais en fecundar con
+vuestra sangre, por la gran sequía con que á Dios plugo castigarla,
+perecian vuestros ganados de sed, se abrasaban vuestros árboles y viñas,
+y se frustraban vuestras cosechas sin que quedase en vuestras heredades
+planta verde; en lo cual no se manifestaba el Omnipotente mas
+misericordioso con vosotros que con los muslimes; y merced á la
+liberalidad y á la generosa proteccion de este mismo rey que os dió
+abrevaderos, y aguas cristalinas, y otros bienes de los cuales
+disfrutais lo mismo que los mahometanos, no siguió la mortandad en
+vuestros ganados, ni la esterilidad en vuestros campos. A Abde-r-rahman
+se lo debeis todo. No ofendais pues sus ocios con vuestra desobediencia,
+ni sus oidos con las injurias que contra el profeta sumo proferís:
+tributadle el honor y alabanza debidos, y reverenciad en él á uno de los
+reyes mas justos y grandes de la tierra. ¿Qué exige de vosotros? ¿Os
+pide por ventura que abjureis vuestras creencias y que le ofrezcais el
+sacrificio de vuestras íntimas convicciones? No en verdad. Solo quiere
+que públicamente vivais como vasallos obedientes y sumisos, que no
+hableis mal de Mahoma y de su Ley, y que no hostigueis con vuestras
+temerarias confesiones á los jueces para que os entreguen á los
+verdugos. Seguid el ejemplo de vuestro metropolitano Recafredo, el cual
+condena ya ese falso celo que os lleva desalados al suplicio, y obedeced
+tambien los decretos que este justo prelado acaba de dictar para
+desengañaros de vuestras falsas doctrinas<a name="FNanchor_144_147" id="FNanchor_144_147"></a><a href="#Footnote_144_147" class="fnanchor">[144]</a>. No busqueis la muerte,
+no corrais con ciego afan al suicidio, pues no sereis mártires, sino
+malhechores<a name="page_128" id="page_128"></a> y temerarios, si en ello os obstinais: sabed que
+presentándoos á los jueces sin ser violentados, estais excomulgados, y
+que como infames sereis quemados despues de muertos, dejando á vuestros
+hermanos y descendientes el baldon del castigo, y no la aureola de la
+glorificacion. ¡Oh mezquinas consideraciones humanas!</p>
+
+<p>Vosotras, empero, almas sublimes que formais esa gloriosa legion de
+mártires, rechazais con santa indignacion los cobardes pensamientos que
+sugieren á los corazones tibios el egoismo ó la seduccion, firmes en
+vuestro propósito evangélico os lanzais á predicar públicamente la
+verdad, y devoradas por la santa sed de la salvacion de las pobres almas
+ignorantes y obcecadas, llevais vuestro amor hasta el inconcebible
+estremo de sellar con la propia sangre, para que se convenzan y
+conviertan, el testimonio que ya les habíais dado con vuestra
+irreprensible vida y luminosa predicacion.</p>
+
+<p>Y ¿cómo paga el divertido monarca los esfuerzos de vuestra heróica
+caridad? ¡Ah! Mejor que nosotros lo dirá la piadosa leyenda. Óyese rumor
+de turbas hácia la plaza del alcázar, y va creciendo por grados en
+direccion á la gran mezquita. Los artesanos dejan sus obradores, salen
+los vecinos á las puertas de las casas, los devotos que estaban en el
+nuevo templo haciendo sus annefilas<a name="FNanchor_145_148" id="FNanchor_145_148"></a><a href="#Footnote_145_148" class="fnanchor">[145]</a> acuden á las puertas esteriores
+del atrio: asoma por la parte de occidente una apiñada muchedumbre, y
+distínguese á intérvalos una voz aguda á la que sigue una algazara
+estraña de aplausos, silba y descompasados ahullidos. Aproxímase el
+gentío, y percíbese con claridad un pregon que va diciendo: «Así será
+castigado quien se burlare de nuestro profeta y de su religion.» El
+objeto del triste anuncio es un hombre á quien conducen en medio de
+aquella frenética multitud, desnudo, montado en un asno con el rostro
+vuelto á la cola del animal, cargado de cadenas, y tan estropeado á
+fuerza de azotes, que mas parece muerto que vivo. Llévanle por las
+calles principales hácia el barrio de los cristianos, en cuyas iglesias
+le presentarán para escarmiento á la conturbada y casi dispersa grey de
+Jesus, despues de lo cual será encarcelado hasta que le llegue la hora
+de volver á la plaza del alcázar á recibir la muerte.</p>
+
+<p>Mientras el confesor Juan, que tal es el nombre del azotado, sufre<a name="page_129" id="page_129"></a> este
+inícuo trato por amor de Cristo, y mientras á este santo mártir siguen
+otros quince, entre los cuales descubren nuestros ojos horrorizados y
+atónitos la mas varonil fortaleza en las mas delicadas criaturas, en el
+lindo page<a name="FNanchor_146_149" id="FNanchor_146_149"></a><a href="#Footnote_146_149" class="fnanchor">[146]</a> y la tierna doncella<a name="FNanchor_147_150" id="FNanchor_147_150"></a><a href="#Footnote_147_150" class="fnanchor">[147]</a>; el rey Cordobés vive
+entregado á los placeres de la poesía, de la música y del amor, y no
+consiente siquiera que los Cadíes molesten á sus consejeros sometiendo á
+su conocimiento las causas de los infelices cristianos.</p>
+
+<p>Quiero, oh tú que revuelves conmigo los anales de estos lejanos tiempos,
+que conozcas al hombre privilegiado que embellece los dias pacíficos del
+reinado de Abde-r-rahman II, al genio incomparable que preside á todas
+las grandes innovaciones de la corte de Córdoba, á todas sus nuevas
+instituciones y á su progreso, para que juzgues si en un corazon
+entregado á semejante valido y al vértigo que él produce, pueden hallar
+acogida las doctrinas de abnegacion y sacrificio que los valerosos
+mártires cristianos estan llamados á mantener y propagar.</p>
+
+<p>La España árabe se iba, como decimos hoy<a name="FNanchor_148_151" id="FNanchor_148_151"></a><a href="#Footnote_148_151" class="fnanchor">[148]</a>, <i>civilizando</i>: es decir,
+iba progresando en la via del desarrollo material; íbase puliendo,
+aumentando su riqueza, sus goces, su esplendor, y perdiendo su primitiva
+rusticidad, su sobriedad y sencillez de costumbres. Ali Ibn Nafí, por
+otro nombre Zaryab, era en este tiempo el mas celoso promovedor de la
+cultura de los árabes andaluces. Versado en la astronomía y en la
+geografía, sabía la <i>division de la tierra en siete climas</i>, las varias
+producciones peculiares de cada uno de ellos, su temperatura, sus mares,
+y el órden y poblacion de cada pais; poseía ademas todos los ramos del
+arte que tienen relacion con la música, y era tan prodigiosa su memoria,
+que podia ejecutar mil canciones distintas con sus correspondientes
+palabras y tonadas, y repetir otras tantas historias de reyes y califas
+amenizadas con sentencias de los sabios de todo el Oriente. A este
+candoroso retrato, añaden los historiadores árabes que era Zaryab como
+un manantial inagotable de tradiciones, leyendas y aventuras, y que su
+elegante, entretenida y sabrosa verbosidad solo podia compararse á un
+golfo sin fondo. Sobresalia principalmente<a name="page_130" id="page_130"></a> en la música y el canto, y
+desde su llegada á Córdoba en el año primero del reinado de
+Abde-r-rahman, pues él era natural de la Iraca, habia fundado una
+escuela de música vocal con la que estaba haciendo una total revolucion
+en este arte. Si como artista y hombre científico le habia cobrado
+afecto el Sultan, que se pasaba las horas muertas oyéndole referir
+anécdotas é historias, no era menos agasajado y querido entre los nobles
+y potentados de la corte por la elegancia de sus costumbres y la amena
+novedad de sus traeres. El Amir le honró con su intimidad; los grandes
+adoptaron sus usos y estilos; su privanza llegó hasta el estremo de
+vivir y comer con el rey, y disfrutar una crecida pension él y sus
+hijos, y ser el confidente de todos los secretos del monarca, y tener en
+el aposento de este una puerta secreta para entrar á verle siempre que
+se le antojára; su popularidad subió hasta el punto de imponer á toda la
+corte sus modas y caprichos, en tales términos, que no era posible en
+ella ser hombre de gusto delicado no imitando en todo las invenciones de
+Zaryab. Era este en suma el Antinoo de Abde-r-rahman, y este sultan era
+el Adriano de Zaryab.</p>
+
+<p>Conocido el personage con sus dotes intelectuales, vas á verle con sus
+atavíos esteriores y en el pleno ejercicio de sus hábitos y costumbres.
+Si te conduce la piedad en pós de alguno de esos olvidados y pobres
+mártires, al abrigo de las nocturnas sombras, á la temerosa orilla donde
+los sayones de los Cadíes acaban de suspender como bárbaro trofeo los
+cadáveres de sus víctimas, tal vez herirán tus oidos los melodiosos
+acentos de mágicos laudes, que de uno de los macizos muros del alcázar
+se elevan á deshora como ténue vapor mezclándose al murmullo del agua en
+las azudas. No pasarán muchos años sin que los mismos coros celestiales
+desciendan con sus inefables armonías sobre el mutilado cadáver de un
+gran santo, que hallará en las melancólicas ondas del profanado Bétis la
+piedad que no alcanzó de los hombres; mas por ahora son esos acentos
+puramente humanos, y los produce el célebre cantor de Iraca que ahuyenta
+la melancolía de la noche con sus dos esclavas favoritas Gazzalán é
+Hindah, á quienes concede el privilegio de alternar con él en el
+ejercicio de su instrumento predilecto por la gracia y destreza con que
+sus lindos dedos recorren las cinco sonoras cuerdas combinando sus
+diversos tonos<a name="FNanchor_149_152" id="FNanchor_149_152"></a><a href="#Footnote_149_152" class="fnanchor">[149]</a>. Dícese<a name="page_131" id="page_131"></a> que los <i>jines</i><a name="FNanchor_150_153" id="FNanchor_150_153"></a><a href="#Footnote_150_153" class="fnanchor">[150]</a> le enseñan en las
+horas del misterio y del silencio ese arte encantador con que tiene
+embelesada á la corte, y que suele pasar la noche entera con esas dos
+hermosas esclavas ejecutando las inspiraciones que de ellos recibe,
+refiriendo cuentos y escribiendo versos hasta dibujarse en el oriente la
+primera hebra de plata y rosa de la aurora. Entonces las dos esclavas
+vuelven á sus aposentos si él se recoge en su harem, ó permanecen con él
+si se lo manda, y Zaryab se entrega á la deliciosa vision de las
+fantásticas imágenes que la poesía, la música, el amor y las libaciones
+de vino de palma y aromático Sahbá<a name="FNanchor_151_154" id="FNanchor_151_154"></a><a href="#Footnote_151_154" class="fnanchor">[151]</a> van produciendo en su exaltado
+cerebro hasta hundirse completamente en la nada del sueño. A la hora en
+que el respetado señor reposa en su blando lecho de bien preparado
+cuero, del cual está proscrita la manta de algodon de la antigua usanza,
+los eunucos y esclavos se emplean en su servicio. Su vestir, su mesa, su
+método de vida son enteramente escepcionales: todo en su morada respira
+comodidad, voluptuosidad y molicie; todo es allí peregrino é inusitado.
+Zaryab muda de vestidos en las cuatro estaciones del año, cosa antes
+nunca vista, porque los andaluces, hasta que se introdujo esta novedad,
+llevaban ropa de invierno ó de color hasta el dia 24 de junio (dia de
+<i>mahraján</i>), en que empezaban á usar el trage blanco ó de verano, y con
+este continuaban hasta el dia primero del mes solar de octubre, en que
+volvian á vestirse de invierno. En la estacion media entre el aterido
+invierno y el abrasado estío, lleva aljuba de joyante seda ó de vistoso
+<i>mulham</i>, y jubon ceñido, de estofa ligera sin forro; en la otra
+estacion intermedia en que cede el calor y encalvecen las florestas, usa
+el <i>mihshah</i> persa<a name="FNanchor_152_155" id="FNanchor_152_155"></a><a href="#Footnote_152_155" class="fnanchor">[152]</a>, trage de un solo color, y otras prendas de
+varias formas y tintas, acolchadas para preservarse del viento frio de
+la mañana. En invierno abandona el trage de otoño, y se reviste de ropas
+de abrigo de varios colores, forradas de pieles si<a name="page_132" id="page_132"></a> el tiempo lo
+requiere. Sus trages blancos de lino no se lavan segun la antigua
+costumbre con agua de rosas y otras flores que las manchan con sus
+jugos: lávanse en agua de rosas con sal, que pone el lino como el ampo
+de la nieve. La vagilla en que come no es de plata ni de oro, es de
+trasparente, fino y brillante cristal, materia que no se afea ni se
+desforma, y que imita los objetos etéreos en que los almalekes sirven
+los banquetes del Paraiso. Su comida no se sirve en mesas de madera,
+sino en elegantes bandejas de terso cuero; en su cocina, finalmente,
+nunca se aprestan manjares comunes, sino platos esquisitos, el
+<i>at-tafayá</i><a name="FNanchor_153_156" id="FNanchor_153_156"></a><a href="#Footnote_153_156" class="fnanchor">[153]</a>, la <i>takalliyah</i>, y otros que escitan el apetito con su
+sabor peregrino halagando el olfato con las especias de la India y el
+aromático cilantro.</p>
+
+<p>Este profundo maestro de la vida muelle y regalona ejerce en la corte y
+palacio una seduccion irresistible: desde que él, sus hijos y mugeres se
+presentaron peinados como los eunucos y concubinas, ya todos han
+proscrito la pristina usanza del cabello crecido sobre la frente;
+pártenlo ahora por el medio, sin cubrirla, y recógenlo detrás de las
+orejas con afeminacion y estudio<a name="FNanchor_154_157" id="FNanchor_154_157"></a><a href="#Footnote_154_157" class="fnanchor">[154]</a>. El Sultan que se deleita en
+tenerle de contínuo á su lado, va insensiblemente contagiándose de su
+refinado sensualismo, y por lisonjear los gustos del Sultan se contagia
+toda su corte. Las bellas artes, las nobles hijas de la inspiracion,
+ceden el puesto á las artes del deleite: la gran mezquita no nos
+descubre mejora alguna de importancia debida á este reinado; lo único
+que le debe son dos pórticos<a name="FNanchor_155_158" id="FNanchor_155_158"></a><a href="#Footnote_155_158" class="fnanchor">[155]</a> y el oro con que se cubren unos
+cuantos capiteles. Casi diríamos que al influjo de la refinacion de las
+costumbres se va amortiguando la llama del genio...</p>
+
+<p>Así es en efecto. Los pueblos son como los niños: la aspereza y la
+contradiccion los aviva y estimula, y acariciándolos se los duerme. Las
+artes del pensamiento, noble ejercicio del humano anhelar combatido
+entre las esperanzas y dolores de la vida, desarrollan y enaltecen los
+sentimientos morales; las artes de los sentidos, ministros solícitos<a name="page_133" id="page_133"></a> de
+la voluptuosidad, los enervan y degradan. Parece á primera vista que hay
+contradiccion entre la decadencia del espíritu religioso<a name="FNanchor_156_159" id="FNanchor_156_159"></a><a href="#Footnote_156_159" class="fnanchor">[156]</a> y el
+encono en la persecucion del cristianismo; no la hay sin embargo, porque
+el móvil de esta persecucion no es la fé, sino la razon de Estado. Con
+ser el celo religioso de Abde-r-rahman II menor que el de sus
+progenitores, es mayor su intolerancia, porque es el Estado mas
+exigente, y mas despiadado el corazon del que le rige. Un gemido de
+dolor, una lágrima sola, traspasan una coraza de hierro cuando el
+corazon que late debajo de ella es varonil y generoso; pero no hay
+coraza mas impenetrable á las saetas de la caridad que un pecho
+embriagado de perfumes, avezado á femeniles afeites y cubierto de
+lustrosa seda. El pecho del hombre estragado en los deleites es la losa
+de un sepulcro vacío.</p>
+
+<p>Cuando en el campo de la moral luchan la verdad y el error, si el Estado
+destruye la posibilidad del equilibrio prestando al error su apoyo, el
+antagonismo necesariamente ha de formularse en <i>persecucion</i>; y cuando
+la verdad perseguida renuncia al derecho natural de la resistencia, el
+vencimiento se ha de formular necesariamente en <i>martirio</i>. Ahora bien,
+¿podia el Estado no prestar su brazo al mahometismo, siendo este el que
+le habia formado? ¿Y podia por otra parte el cristianismo no protestar
+de contínuo contra la ley funesta del Koran, sancionando con su
+aquiescencia el retroceso del estado normal al estado de imperfeccion?
+¿Habia de contemplar la España cristiana con rostro sereno y ojo enjuto
+la ruina de todas las grandes conquistas del evangelio; destruida la
+familia con la vergonzosa concesion de la poligamia y del divorcio;
+desmentida la divina regeneracion del hombre por la asquerosa lepra de
+la servidumbre, que el Redentor habia lavado con su propia sangre;
+desfigurada la santa nocion de la justicia por transigir con la
+venganza, y restablecida la monstruosa pena del talion por deferencia al
+espíritu material y grosero del pueblo sarraceno? Efectivamente, la
+poligamia con todos sus tristes adherentes, la deslealtad, la seduccion,
+el concubinato, el adulterio; la esclavitud con sus legítimas
+consecuencias, el envilecimiento del ser racional<a name="page_134" id="page_134"></a> y las sediciones; el
+justiprecio de la sangre derramada por el homicida; y el talion por
+último con su horrible desigualdad retributiva, son las facciones
+características de ese Estado musulman que con un barnizado antifaz de
+prosperidades y placeres materiales se anuncia al mundo como émulo de la
+civilizacion de la cristiandad y su superior en el cultivo de la humana
+inteligencia.</p>
+
+<p>No al acaso he tocado el delicado punto de la poligamia, cáncer
+destructor de la familia musulmana, porque siendo la familia la norma
+del Estado, pueda comprenderse por aquí hasta qué punto es ruinosa la
+basa en que estriba esa vanagloriosa sociedad. Acompañadme en una breve
+escursion por fuera de la gran mezquita. Grato es de vez en cuando
+esplayar el pensamiento, como es grato al ave nacida bajo la magnífica
+cornisa de piedra de su espacioso atrio, pasar volando sobre las casas
+circunvecinas para volver á posar despues entre las grandiosas ménsulas
+donde fabricó su nido. Abarcaremos con una rápida mirada toda la vida
+doméstica del pueblo mahometano, y luego regresaremos al interior de su
+templo, donde fortalecidos con el convencimiento de que el progreso y
+esplendor de las artes es por desgracia compatible con el deshonor de
+las leyes y de las costumbres, no nos dejaremos alucinar como muchos
+fanáticos partidarios de la cultura arábiga por las deslumbradoras
+maravillas que su arquitectura tiene que realizar todavía en un
+monumento que es el prototipo mas acabado de su genio. No me acuseis de
+parcialidad: voy desapasionadamente á poneros ante los ojos la vida
+doméstica segun el Koran. Apartaremos la vista de los escesos y
+desórdenes que la ley condena y castiga. Sabemos que todos los pueblos
+los cometen, y que hay una edad en la vida de las naciones en que las
+costumbres presentan la corteza de la barbarie. Pero vamos á observar
+cómo vive la familia mahometana dentro de la permision de la Ley, para
+deducir cómo vivirá con la trasgresion, inevitable en toda humana
+sociedad.</p>
+
+<p>Recorramos el interior del hogar doméstico en cualesquiera gerarquías,
+desde el tugurio hasta el palacio. Estudiemos la condicion verdadera de
+la muger, ya bajo el dorado arteson, donde para endulzar su cautiverio
+se la embriaga de placeres, haciéndola pasar del tocador al divan, del
+divan á la danza, de la danza á la música y á los cuentos, de la música
+al perfumado baño, del baño á la mesa, de la mesa al palanquin y del
+palanquin al lecho; ya bajo las tejas del pobre<a name="page_135" id="page_135"></a> zaquizamí, donde á la
+dura servidumbre de su sexo se reune la brutal inconsideracion de su
+marido. Veamos, é interroguemos, y recojamos con atencion las
+respuestas.&mdash;Dime, hermosa africana, ¿por qué estás triste? ¿por qué
+palidece el ébano en tus lánguidas megillas y se estingue el fuego en tu
+mirada? ¿No se deslizaban felices tus dias en este encantado y magnífico
+recinto, descuidados como esas cuentas de coral que por el roto hilo de
+tu gargantilla caen á ese tapiz de flores? El sol abrasador de Tunez
+marchitaba tu juventud en los aduares: caiste en poder de los enemigos
+de tu tribu, fuiste vendida como esclava, y ahora disfrutas las delicias
+del harem y el cariño de tu dueño.&mdash;¡Ay mi sol de Africa! ¡Ay mi
+libertad! ¿Te imaginas por ventura que una esclava no es una muger? Fuí
+vendida, es cierto; pero amé con toda mi alma al dueño que me compró, y
+el ingrato ahora me abandona por una muger de linage, porque el profeta
+le autoriza á tener á un tiempo mugeres y esclavas<a name="FNanchor_157_160" id="FNanchor_157_160"></a><a href="#Footnote_157_160" class="fnanchor">[157]</a>; y no contento
+con arrancarme un corazon que la ley natural habia ya hecho todo mio, me
+vende á un hombre que aborrezco pudiéndome tener consigo<a name="FNanchor_158_161" id="FNanchor_158_161"></a><a href="#Footnote_158_161" class="fnanchor">[158]</a>!</p>
+
+<p>Vuélvome á otro lado, y pregunto:&mdash;Linda damascena, tú pareces
+completamente feliz: huérfana en Siria, hallaste en Andalucía un jóven
+esposo que te sirve de padre, cuya opulencia te proporciona cuantos
+goces puedes apetecer. La ventajosa posicion de tu marido debe llenarte
+de orgullo, y cuando la edad te permita aparecer en público con el
+rostro descubierto, brillará en tus ojos la satisfaccion de ver honrados
+y aventajados á tus hijos.&mdash;¡Cuánto te engañas! Ahora que soy jóven nada
+me halaga, porque la riqueza de mi esposo solo sirve para dorar las
+prisiones en que vivo. Su desconfianza me humilla, y la vida de esposa
+me es mucho mas insoportable que la horfandad. No gozo un solo instante
+de libertad: mis siervas espían mis mas inocentes acciones; los eunucos
+que de noche velan mi sueño, las almeas que tú crees destinadas tan solo
+á divertirme con sus bailes, las <i>tellaks</i><a name="FNanchor_159_162" id="FNanchor_159_162"></a><a href="#Footnote_159_162" class="fnanchor">[159]</a> que te imaginas
+consagradas esclusivamente á mi servicio en el baño, son, sin
+sospecharlo tal vez, los ciegos instrumentos<a name="page_136" id="page_136"></a> de la tiranía marital.
+Oyes susurrar el aura entre las flores, no sabes si gime ó si rie; así
+son mis suspiros. Oyes cantar al pájaro entre sus dorados alambres, no
+sabes si está alegre ó si llora; así es mi canto.&mdash;Tu esposo es fiel sin
+embargo al mandamiento del profeta, y no te niega su cariñoso homenage,
+¿para qué quieres la libertad?&mdash;Di mas bien para qué quiero ese homenage
+forzado si hay otras esposas que lo obtienen igualmente, y no soy yo la
+que impera en su corazon. Ese obsequio legal me repugna: el profeta le
+consiente darme hasta tres rivales, de modo que su obligacion se limita
+á envilecerme una vez cada cuatro dias<a name="FNanchor_160_163" id="FNanchor_160_163"></a><a href="#Footnote_160_163" class="fnanchor">[160]</a> renovando en mi corazon la
+herida de los celos. Mira lo que dice nuestro libro sagrado al hombre:
+«No contraigas matrimonio sino con dos, tres, ó cuatro mugeres. Elige
+las que mas te agraden. Si no puedes mantenerlas, cásate con una sola ó
+conténtate con tus esclavas<a name="FNanchor_161_164" id="FNanchor_161_164"></a><a href="#Footnote_161_164" class="fnanchor">[161]</a>.» Tambien te engañas si te figuras que
+el renombre y la gloria del marido pueden ennoblecer á la esposa
+sepultada en vida, y que el velo que ahora cubre mi semblante<a name="FNanchor_162_165" id="FNanchor_162_165"></a><a href="#Footnote_162_165" class="fnanchor">[162]</a> caerá
+con los años para otra cosa que para hacer manifiesto el rubor de mis
+megillas cuando mis hijos sean postergados á los de una advenediza
+preferida.</p>
+
+<p>¿Cómo suceden tan repentinamente en esa otra vivienda al son de los
+laudes, inhumanos latigazos, y agudos lamentos á las dulces modulaciones
+de los cantares? ¡Ah! Una jóven yemenita acaba de ser azotada por su
+marido de resultas de una infame delacion.&mdash;Pobre muger: ¿es posible que
+el hombre que parte contigo el pan y el lecho te trate tan bárbaramente?
+¿Qué ley puede autorizarle á ser juez de su propio agravio si eres
+culpada, y á ser el ejecutor de tu castigo?&mdash;¡Ay de mí! el profeta se lo
+concede. He sido acusada de desobediencia: mi culpa era bien leve por
+cierto; pero no hay quien me<a name="page_137" id="page_137"></a> defienda contra el brazo de mi irritado
+esposo, porque la ley declara que «los maridos agraviados por la
+desobediencia de sus esposas pueden castigarlas, dejarlas solas en el
+lecho, y <i>aun golpearlas</i><a name="FNanchor_163_166" id="FNanchor_163_166"></a><a href="#Footnote_163_166" class="fnanchor">[163]</a>.»</p>
+
+<p>Veo á la puerta de la vivienda de un jeque poderoso un crecido
+acompañamiento de caballos y camellos. Pasó la hora de alatema<a name="FNanchor_164_167" id="FNanchor_164_167"></a><a href="#Footnote_164_167" class="fnanchor">[164]</a>, y
+entran y salen los esclavos con gran recato y silencio sacando de
+aquella casa fardos y lios que colocan sobre las acémilas. Parece de
+pronto que se dispone algun largo viaje. A poco sale al zaguan, apoyada
+en dos mugeres, con la frente inclinada al suelo y sollozando
+amargamente, precedida de dos jóvenes de semblante ceñudo, hermanos
+suyos, una esbelta Kinserita, toda velada de la cabeza al pié: al
+colocarla en un camello vuelve los ojos llenos de lágrimas á los
+arrayanes y cipreses que se descubren por entre los arcos del patio que
+acaba de atravesar, y esclama:&mdash;¡Adios para siempre, objetos queridos
+que me acompañásteis en un breve sueño de felicidad ya
+disipado!&mdash;¿Adónde vas, jóven hermosa, ayer tan feliz y hoy tan
+afligida?&mdash;¡Me han repudiado!&mdash;¡Te han repudiado, y no hace un año se
+cubria de rosas y de mirto el suelo de esa morada para recibirte, y
+resonaban los adufes alzando las mugeres tu nombre en gritos de
+alegría<a name="FNanchor_165_168" id="FNanchor_165_168"></a><a href="#Footnote_165_168" class="fnanchor">[165]</a> hasta las nubes!&mdash;¡Ah! bien lo recuerdo: encendidas mas que
+aquellas rosas estaban mis megillas cuando al pedirme para ese gallardo
+jeque, á quien yo secretamente amaba, me dijeron mis testigos: el noble
+walí de Jaen te ha pedido para esposa y te dá de acidaque<a name="FNanchor_166_169" id="FNanchor_166_169"></a><a href="#Footnote_166_169" class="fnanchor">[166]</a> presente
+una gran riqueza. Si estás contenta, calla<a name="page_138" id="page_138"></a> y no respondas, y tu callar
+es señal cierta que consientes. Mi padre acababa de morir en guerra de
+frontera, y mis dos hermanos se holgaban de mi buena estrella... ¡Todo
+acabó para mí! El cielo no ha querido dar hijos á mi esposo en su
+Kinserita antes tan querida, y me repudia por estéril. ¡El profeta
+permite romper por esterilidad un vínculo que la naturaleza hace
+indisoluble! «Esperad tres meses antes de repudiar á las mugeres que han
+perdido las esperanzas de concebir<a name="FNanchor_167_170" id="FNanchor_167_170"></a><a href="#Footnote_167_170" class="fnanchor">[167]</a>.»</p>
+
+<p>&mdash;Tú al menos, digo á otra bella mora á quien veo salir de su elegante
+retiro llevando de la mano dos niñas, no serás repudiada por estéril; y
+sin embargo tus ojos hinchados, el velo que tambien te cubre, el atavío
+de tus hijas, indican que te dispones á dejar la casa conyugal.&mdash;No soy
+estéril, no, pero tambien me veo repudiada. La causa apenas yo misma la
+sé: sé tan solo que perdí el corazon de mi marido, y que el ingrato juró
+que me repudiaba. Cuatro meses hace que pronunciando él su juramento, me
+cubrí con este velo y me retiré á ese aposento. Sostúvome la esperanza
+de la reconciliacion, mas esperé en vano; nuestro vínculo está disuelto,
+y yo recobro mi libertad<a name="FNanchor_168_171" id="FNanchor_168_171"></a><a href="#Footnote_168_171" class="fnanchor">[168]</a>. ¿Qué digo mi libertad? ¡La muger lo deja
+todo donde tuvo el primer tálamo, y solo el hombre recobra despues del
+divorcio su primer estado! Llévome mis hijas, único bien del alma de que
+no se me despoja; mis hijos quedan aquí, y es fuerza separar á los
+hermanos<a name="page_139" id="page_139"></a> unos de otros como se separan las ramas que crecieron
+entretegidas, cuando el hacha despiadada hiende á muerte el tronco.
+Pasarán los años, y si llegan á encontrarse se desconocerán, lo mismo
+que se desconocen la viga de una dorada techumbre y su hermana la viga
+que se pisa enterrada en un pavimento.</p>
+
+<p>Sorprendo en otra casa á una muger meditando con el Koran en la mano el
+modo de cometer un delito para obtener la <i>atalca</i><a name="FNanchor_169_172" id="FNanchor_169_172"></a><a href="#Footnote_169_172" class="fnanchor">[169]</a> de su
+marido.&mdash;¿Qué estás pensando en este recóndito y solitario paráge,
+atrevida cordobesa? El libro del profeta está abierto en tus manos, y la
+espresion de tu semblante denota sin embargo que tu espíritu vaga
+incierto sobre el <i>araf</i><a name="FNanchor_170_173" id="FNanchor_170_173"></a><a href="#Footnote_170_173" class="fnanchor">[170]</a> entre el cielo y el infierno.&mdash;El crímen
+que medito me brinda con la suprema felicidad en la tierra. Estoy
+estudiando si puedo volver á los brazos de un marido que me amaba y á
+quien yo entregué toda mi alma.&mdash;Pues ¿y el marido que hoy tienes?&mdash;No
+le amo: prendado de mi hermosura me pidió en casamiento, y yo solo
+consentí con la esperanza de ser repudiada.&mdash;No comprendo á qué fin te
+has envilecido pasando por el tálamo de un hombre á quien no dabas tu
+fé.&mdash;Toma este libro, y lée: «El que repudie tres veces á una muger, no
+podrá volverla á hacer suya sino despues de pasar por los brazos de otro
+hombre que tambien la haya repudiado<a name="FNanchor_171_174" id="FNanchor_171_174"></a><a href="#Footnote_171_174" class="fnanchor">[171]</a>.»&mdash;¿Y prefieres al marido que
+tienes ahora el que por tres veces te repudió?&mdash;Le prefiero sin duda
+puesto que solo á él amo; él tambien me prefiere á sus demas esposas, y
+la tristeza le devora desde que me perdió. Ambos somos infelices por esa
+ley que hace la tercera <i>atalca</i> irredimible con la reconciliacion; pero
+afortunadamente ella misma nos ofrece el remedio en un cuarto repudio, á
+costa de un sacrificio que consentido por el primer esposo pierde su
+vileza. Mi actual marido es de genio apacible, y sin embargo le detesto;
+mi primer marido era irascible y arrebatado, y sin embargo le adoro:
+misterios del corazon que no ha comprendido el que al tercer repudio
+verbal hace la separacion forzosa.<a name="page_140" id="page_140"></a></p>
+
+<p>La triste condicion de la muger mahometana me conduce á examinar la
+condicion de los hijos y de los siervos. Veo declarado impune al padre
+que prostituye á la sierva de su hijo<a name="FNanchor_172_175" id="FNanchor_172_175"></a><a href="#Footnote_172_175" class="fnanchor">[172]</a>; impune tambien al que
+prostituye á la muger de su siervo<a name="FNanchor_173_176" id="FNanchor_173_176"></a><a href="#Footnote_173_176" class="fnanchor">[173]</a>; veo que el amo casa á sus
+esclavos sin consultar su voluntad<a name="FNanchor_174_177" id="FNanchor_174_177"></a><a href="#Footnote_174_177" class="fnanchor">[174]</a> como se unen los animales para
+que encasten; veo que la condicion de mercancía, sujeta á las
+alternativas de la estimacion y del desprez, empieza para la muger en la
+misma infancia, porque el padre casa á la hija desde niña sin contar con
+su parecer<a name="FNanchor_175_178" id="FNanchor_175_178"></a><a href="#Footnote_175_178" class="fnanchor">[175]</a>, y el tutor casa á su pupila si entiende que así le
+conviene, prescindiendo de que ella entienda lo contrario<a name="FNanchor_176_179" id="FNanchor_176_179"></a><a href="#Footnote_176_179" class="fnanchor">[176]</a>.</p>
+
+<p>Tal es la constitucion de la familia bajo esa secta dominadora. La
+poligamia, destructora de todo órden doméstico y público, que produce la
+opresion de un sexo y la mutilacion del otro<a name="FNanchor_177_180" id="FNanchor_177_180"></a><a href="#Footnote_177_180" class="fnanchor">[177]</a>, que hace que el
+matrimonio no sea un vínculo, ni la familia una sociedad, introduce
+costumbres totalmente contrarias á la naturaleza del hombre social;
+estas á su vez originan hábitos opuestos á la naturaleza del hombre
+físico; y de este modo se verifica que una religion que prohija como
+inocentes las inclinaciones naturales corrompidas, condena á perpetua
+barbarie al pueblo que la observa. No hay progreso donde no se señala á
+las humanas acciones un tipo ideal y sublime á que aspirar, donde el
+hombre llega sin esfuerzo, sin lucha, sin sacrificios, al que se supone
+estado normal de la ley religiosa y civil.</p>
+
+<p>¡Cuán de otro modo comprende la humana perfeccion la religion del pueblo
+dominado! ¡Cuán diversa es bajo sus santas leyes la familia! «Nuestro
+matrimonio, pudieran haber esclamado los perseguidos cristianos, no es
+la promiscuidad de los irracionales, sino un consorcio<a name="page_141" id="page_141"></a> indisoluble
+elevado por Jesucristo al carácter augusto de Sacramento. No juzgueis
+nuestra ley por nuestras acciones: sabemos que somos débiles y
+prevaricadores, pero se nos manda que seamos perfectos. Dios que conoce
+al hombre y sus inclinaciones, porque conoce su obra y la obra del
+hombre, no nos dió leyes débiles, cómplices de nuestras pasiones como
+las vuestras y testigos impotentes de nuestros desórdenes, sino que nos
+puso un freno, y este freno escluye de nuestra familia la poligamia y el
+divorcio, restableciendo entre nosotros el matrimonio edénico, de dos
+espíritus en una sola carne, inviolable en su pacto, legítimo en su fin,
+vivificador por su pudicicia. Nuestro matrimonio no reconoce por fin
+legítimo el placer: su objeto es la formacion de una sociedad eventual,
+blanco de las bendiciones de la religion como Sacramento. Lejos estamos
+de la perfeccion que como un deber se nos inculca, porque la perfeccion
+se halla en el complemento natural de las cosas, y nosotros empezamos á
+vivir. La perfeccion de la simiente es la planta, la perfeccion del feto
+es el hombre, la perfeccion del pueblo bárbaro es el pueblo civilizado;
+pero ¿cómo habeis de civilizaros vosotros mas de lo que exige vuestra
+ley? Tolerad, pues, que os enseñemos lo que no sabeis, y si no lo
+tolerais matadnos en buen hora; pero nosotros no podemos en conciencia
+menos de advertiros que vais descarriados, porque es tambien deber
+nuestro indeclinable amaros como á nosotros mismos aunque nos
+aborrezcais. Podia el imperfecto paganismo, vanaglorioso con la virtud
+privada de Arístides y Caton, satisfacerse con que estos se abstuvieran
+de los infames juegos de Olimpia y de la diosa Flora; pero el
+cristianismo no se contenta con la tolerancia del pagano, ni con el
+olvido del levita, sino que exige la caridad solícita del
+samaritano<a name="FNanchor_178_181" id="FNanchor_178_181"></a><a href="#Footnote_178_181" class="fnanchor">[178]</a>.» No era otro en verdad el móvil que impulsaba á los
+mártires españoles, porque cuanto mas se acercaba el estado musulman á
+su pleno desenvolvimiento, mayor tenia que resultar el contraste entre
+las dos religiones tan opuestas en sus principios. De este contraste
+resultaba el escándalo, del escándalo el celo, del celo la pugna, de la
+pugna la persecucion y la muerte. Como serenas estrellas que en una
+noche de<a name="page_142" id="page_142"></a> bulliciosa y espléndida orgía mandan á la tierra su vívido
+resplandor por entre las negras nubes de un cielo de tormenta, así
+vosotros, mártires purísimos, brillais con hermosa claridad en los
+sangrientos anales de la perseguida Iglesia de España, contrastando la
+divinidad de vuestra doctrina y testimonio con la falsa brillantez de
+esa corte corrompida que tan á costa vuestra estais evangelizando.</p>
+
+<p>¡Oh valor incomparable! Saben esos humildes y generosos confesores que
+la persecucion arrecia, que el desacato de la profesion de fé es ya
+mirado como asunto digno de ocupar al consejo del rey<a name="FNanchor_179_182" id="FNanchor_179_182"></a><a href="#Footnote_179_182" class="fnanchor">[179]</a>, que la
+estirpacion completa de la religion cristiana va á ser en breve el
+negocio capital de la gobernacion interior del Estado; ven aumentarse el
+número de los apóstatas, entibiarse el celo de sus afligidos hermanos,
+dilacerarse con nuevas heregías el seno de la Iglesia perseguida, ceder
+los débiles á la opresion y al oprobio, los tímidos á las amenazas, los
+codiciosos á la agravacion de los tributos, los ambiciosos á las
+liberalidades y promesas; dícenles que sus prelados mismos los obligan á
+jurar que no comparecerán ante los jueces á hacer pública confesion de
+su fé, que en el consejo del Amir se ha acordado conceder á todo
+musulman permiso para quitar la vida á cualquier cristiano que hable en
+desdoro de su profeta y secta; y sin embargo nada les arredra. ¡Allá va
+la gloriosa falange! En ella la dama de esclarecido linage que hasta
+ahora habia vivido ocultando su verdadera fé, y que, depuesto ya todo
+humano respeto, ha consumado el sacrificio para una madre mas costoso,
+cual es el abandono de sus cariñosos hijos<a name="FNanchor_180_183" id="FNanchor_180_183"></a><a href="#Footnote_180_183" class="fnanchor">[180]</a>; en ella el rico
+hacendado, hijo de mahometanos, que tomando de su heróica esposa ejemplo
+de abnegacion y fortaleza, y aleccionado en la provechosa escuela de los
+justos perseguidos y encarcelados, reparte su riqueza entre los pobres y
+las iglesias, y confia su prole ¡ya en breve huérfana! al tranquilo
+amparo de un humilde claustro de religiosas<a name="FNanchor_181_184" id="FNanchor_181_184"></a><a href="#Footnote_181_184" class="fnanchor">[181]</a>; en ella el mendicante
+peregrino de lejanas tierras enseñoreadas por los infieles, que nacido
+en la gloriosa Belen y profeso en el célebre monasterio de S. Sabas,
+termina<a name="page_143" id="page_143"></a> su trabajosa cuestacion por Africa y España, pidiendo en
+Córdoba al consejo de Abde-r-rahman el eterno descanso á la sombra de la
+palma de los mártires<a name="FNanchor_182_185" id="FNanchor_182_185"></a><a href="#Footnote_182_185" class="fnanchor">[182]</a>; en ella numerosos monges, unos nacidos de
+noble linage, otros nobles por sus hechos y virtudes; en ella finalmente
+ricos y pobres, sabios é ignorantes en las humanas letras; versados en
+los estudios y trato de los árabes, y extraños de todo punto á su lengua
+y comercio; aventajados en la corte, y oscuros mozárabes de la Ajerquía;
+casados, célibes, eunucos; los unos criados entre parientes mahometanos,
+y sin embargo cristianos desde la infancia; los otros hijos de
+cristianos, pero tenidos por musulmanes hasta el momento de recibir de
+Dios el don de caridad y fortaleza, que los convierte de repente de
+tibios y meticulosos en paladines declarados de la fé, sedientos de la
+salvacion de las almas y de las salutíferas aguas de la tribulacion. La
+edificacion de sus hermanos, la conversion de sus obcecados dominadores,
+la espiacion de la pasada prevaricacion de España<a name="FNanchor_183_186" id="FNanchor_183_186"></a><a href="#Footnote_183_186" class="fnanchor">[183]</a>, reclaman ese
+sacrificio. Allá van, pues, gozosos y tranquilos: los mancebos
+renunciando á sus doradas esperanzas, á su brillante porvenir, á la
+ciencia, á los honores, á la gloria, al amor, á todo lo mundano; las
+madres despidiéndose para siempre de sus inocentes hijuelos, en quienes
+se compendian para ellas todos los placeres de la tierra, y estampando
+en sus rosadas megillas el último beso, que reciben dormidos, ignorantes
+de su próxima horfandad. Allá van, animosos y decididos, á dar su sangre
+por su fé, por el cristianismo, por la verdadera civilizacion del mundo,
+por la gloria del Criador, y á dejarse sepultar cadáveres desangrados en
+ese hondo rio, momentáneamente agitado y luego otra vez magestuoso y
+sereno. No podrán decir sus enemigos que los impulsa la vanagloria,
+porque saben que sus nombres serán execrados prevaleciendo los apóstatas
+partidarios de Recafredo, y que el culto de los mártires es severamente
+castigado por los musulmanes y por los obispos prevaricadores<a name="FNanchor_184_187" id="FNanchor_184_187"></a><a href="#Footnote_184_187" class="fnanchor">[184]</a>. Ese
+es el premio que esperan de los hombres, esa<a name="page_144" id="page_144"></a> la recompensa que les
+tiene reservada el mundo, que los moteja de fanáticos y alucinados, en
+pago de lo que ellos se afanan y sufren por su emancipacion y progreso.
+¿Vivirán al menos sus nombres en la memoria de la España restaurada?
+Vivirán, sí, en los corazones de la gentecilla humilde y oscura, que es
+la que ama las tradiciones piadosas y los recuerdos de sus santos;
+perpetuaránse en las leyendas, en los martirologios y santorales, que,
+fuera de las iglesias y monasterios, solo manejarán el devoto madrugador
+que vive ignorado del mundo, y el solitario campesino que solo ve de la
+gran ciudad las azuladas torres; pero los poderosos, los cortesanos, el
+Estado, nada creerán deberles ni se cuidarán de ellos, porque la
+memoria, peso abrumador para la vida de los grandes, es como un mar de
+plomo en que se hunden todas las antiguas glorias y escarmientos. El
+calor de las nuevas impresiones le hace hervir un instante, y luego
+gradualmente recobra la inmobilidad de la masa inerte. En él las cosas
+de quilate se sepultan, y solo sobrenadan cañas huecas y espumajos.</p>
+
+<p>Pero si los hombres son ingratos con los mártires, el Omnipotente al
+menos se les declara propicio, y armado con todos sus horrores y
+prodigios, atestigua por ellos, conturbando á los jactanciosos
+dominadores. Corria el mes de setiembre, delicioso en la tierra de
+Córdoba, y en uno de sus mas claros y serenos dias, los consternados
+cristianos veían clavar en la ribera del Guadalquivir los cuerpos de dos
+mancebos, nobles por su sangre y afamados por su ciencia, que acababan
+de ser degollados, durando aun la ceniza de la hoguera encendida para
+quemar los cadáveres de otros dos mártires. Oscurecióse de repente el
+cielo; cubrióse de negras nubes sin que precediese anuncio de tempestad,
+rompió esta con grandes truenos y relámpagos y granizo, y mientras los
+hombres ofendian á la naturaleza con la muerte de aquellos dos justos,
+con tanta crueldad sacrificados, esta demostró hacer por ellos
+sentimiento enlutándose en medio de su mas esplendorosa gala<a name="FNanchor_185_188" id="FNanchor_185_188"></a><a href="#Footnote_185_188" class="fnanchor">[185]</a>.
+Insensible el orgulloso Amir á tan evidente testimonio, jura lleno de
+furor que raerá de sus vastos dominios la cizaña de la fé cristiana. Ya
+el valor de los mártires le conturba y le quita el sosiego, ya la
+poblacion mozárabe le ocupa y le causa insomnios;<a name="page_145" id="page_145"></a> la poesía, la música,
+las artes, los cuentos y relaciones de Zaryab y de sus favoritos no le
+desenojan; conoce el valor de los buenos cristianos, el prestigio que
+entre ellos alcanzan los prelados como Saulo, los doctores como Eulogio,
+pero fia demasiado en la intimidacion que ejercen los malos obispos con
+sus decretos y él con sus edictos, y desconoce la fecundidad de la
+sangre derramada. El año 852 se halla en su tercio final: veintiocho
+cristianos han muerto á manos de los verdugos del Amir; su obispo y su
+mas caro maestro conocen ya el rigor de las prisiones. ¡Ay de los que se
+atrevan en lo sucesivo á desafiar su saña! Dos eunucos cristianos, sin
+embargo, uno natural de Granada y otro venido del Oriente, llamados el
+primero Rogelio y el segundo Serviodeo, aquel monge y anciano, este mozo
+y de estado á nosotros desconocido, penetran denodadamente en la
+mezquita mayor un viernes, en ocasion de hallarse el templo todo lleno
+de gente allí congregada para hacer su azala. Sabida es la escrupulosa y
+nímia atencion con que observan los musulmanes viviendo entre cristianos
+hasta las mas pequeñas prescripciones de su ritual, porque los sectarios
+de Mahoma son esclavos de su religion como de su gobierno: no hay
+creyente que antes de entrar en la mezquita á orar, ya sea en dia juma,
+ya en otro dia cualquiera, no haga en las fuentes del atrio sus
+purificaciones ó abluciones, con todos los requisitos prevenidos por la
+Ley y la Sunnah; ni hay quien se atreva á penetrar en el recinto sagrado
+sin dejar en el pórtico el calzado con que anduvo por las calles y
+plazas; ni quien una vez dentro de la casa de adoracion, no ocupe el
+parage asignado á su edad y sexo, no haga mirando á la kiblah las
+incurvaciones y postraciones á que estan obligados los fieles, y no siga
+en todas las oraciones y actos de su ceremonial al Imam con aquel órden,
+regularidad mímica y afectada compostura, propios de una religion de
+meras formas. Rogelio y Serviodeo, despreciándolo todo, se entraron en
+el templo con ímpetu extraño, sin ablucion, sin despojarse del calzado
+inmundo, sin hacer acto alguno de los que el culto musulman impone.
+Debieron los servidores de la mezquita mirarlos al pronto como dementes;
+al verlos atravesar con infraccion de todas las reglas establecidas, á
+paso precipitado, por las hileras y departamentos de hombres, niños,
+hermafroditas<a name="FNanchor_186_189" id="FNanchor_186_189"></a><a href="#Footnote_186_189" class="fnanchor">[186]</a> y mugeres, fijarian<a name="page_146" id="page_146"></a> en ellos los muslimes sus ojos
+atónitos sin esplicarse la causa de tan punible desacato. Pero antes de
+presenciar el gran delito que se prepara, cúmplenos observar, aunque sea
+de ligero, esas singulares ceremonias de que hemos hecho mérito, para
+comprender mejor el sangriento escándalo, la alarma y el enojo, que los
+dos osados cristianos debieron producir en los musulmanes cordobeses y
+su gobierno. Un poco de paciencia, buen lector: luego terminaremos el
+cuadro de los furores de los Amires, y de las justas venganzas del
+cielo.</p>
+
+<p>Los musulmanes dan una importancia suprema á todos los actos exteriores,
+porque las grandes promesas de Mahoma se libran en ellos. «Al que se
+lava el cuerpo segun manda la <i>Sunnah</i>, y va temprano al templo, y se
+pone cerca del Imam para oirle con atencion sin hablar palabra, le
+escribe Dios nuestro señor, dicen los doctores del Koran, por cada paso
+que dá, el premio correspondiente á un año de adoracion, y á un ayuno de
+todos los dias.» «El dia del juicio, añaden, se le aparece la Aljama en
+forma de hermosa figura ataviada con vistosos arreos: él pregunta:
+¿quién eres? y ella le responde: soy la Aljama, que vengo á atestiguar
+delante de Dios cómo acudiste al cumplimiento<a name="FNanchor_187_190" id="FNanchor_187_190"></a><a href="#Footnote_187_190" class="fnanchor">[187]</a>.» Ceremonias
+exteriores tan poderosas, que sirven de espiacion y justificacion, y que
+equivalen en mérito á la mas rigorosa penitencia, escusado es decir si
+se observarán escrupulosamente. Verdad es que estas fórmulas se
+consideran nulas sin la recta intencion, así que «la azala, dicen los
+teólogos árabes, es una estátua que figuró Dios lo mismo que figuró los
+animales, poniéndole por alma la intencion<a name="FNanchor_188_191" id="FNanchor_188_191"></a><a href="#Footnote_188_191" class="fnanchor">[188]</a>.» Pero como la mera
+intencion es fácil de formar, no por eso la religion mahometana resulta
+menos cómoda. La pureza del corazon se recomienda, pero no se dá
+medicina para lograrla: no importa: todo va bien mientras el cuerpo
+aparezca puro de inmundicia exterior, y mientras las azalas obligatorias
+se hagan en los tiempos y con las posturas, lecciones y jaculatorias
+requeridas, siguiendo al Imam con precision automática, y como si
+dijéramos á golpe y medida de resorte: exactamente de la misma manera
+que hacen la carga á once voces los héroes de oficio que entretienen las
+naciones para un caso<a name="page_147" id="page_147"></a> de guerra, y sus habilidades los perros sabios
+que en teatrillos ambulantes los imitan en casos de paz. Hé aquí pues
+cómo se santifica el pueblo que rige el poderoso Abde-r-rahman II.
+Estamos en plena festividad, dia de viernes, dia juma: dia por cierto en
+que sufrió un solemne desaire el gran profeta Mahoma mientras estaba
+predicando en la mezquita de Medina. Hallábase en lo mas crítico de su
+peroracion, cuando sonaron de repente los tambores que anunciaban la
+entrada de la caravana de mercaderes en la ciudad; y todos entonces,
+escepto doce fieles de fé tenaz y aguerrida, abandonaron el templo
+dejando al predicador con la palabra en la boca. Esta falta de respeto
+le sugirió la feliz idea de hacer bajar del cielo la Sura ó capítulo
+LXII de su Koran, titulada <i>el viernes</i>, y cuya aleya undécima dice así:
+«Cuando el interés los estimula, corren los hombres al punto adonde su
+voz suena, y abandonan al ministro del Señor. Diles pues: los tesoros
+con que Dios os brinda son mas preciosos que todo bien perecedero. Dios
+es el mas generoso de los bienhechores<a name="FNanchor_189_192" id="FNanchor_189_192"></a><a href="#Footnote_189_192" class="fnanchor">[189]</a>.» Este pesado chasco no
+quita que sea el viernes el mas dichoso dia que alumbra el sol, y que en
+él (los muslimes al menos así lo suponen) criase Dios á nuestro padre
+Adan; que en él lo pusiese en la gloria, y luego lo bajase á la tierra,
+y que en él muriese; que en él deba ser el juicio, y que no haya en él
+animal que no esté en confusion desde que amanece hasta ponerse el sol
+esperando la hora de la comparecencia, esceptuadas las gentes y
+espíritus<a name="FNanchor_190_193" id="FNanchor_190_193"></a><a href="#Footnote_190_193" class="fnanchor">[190]</a>. En este dia al que hace la azala le son perdonados todos
+los pecados que tenga sobre su alma.</p>
+
+<p>Siendo por consiguiente la azala del viernes tan eficaz, es claro que no
+se descuida el hacer con toda minuciosidad la purificacion que á ella
+precede, y que es como la raiz y fundamento de la Ley musulmana; porque
+está escrito que <i>no recibirá Dios la oracion sin la purificacion</i><a name="FNanchor_191_194" id="FNanchor_191_194"></a><a href="#Footnote_191_194" class="fnanchor">[191]</a>,
+y Mahoma ha pronunciado que <i>la religion está cimentada sobre la
+limpieza</i><a name="FNanchor_192_195" id="FNanchor_192_195"></a><a href="#Footnote_192_195" class="fnanchor">[192]</a>. «<i>Oh vosotros los que creeis, antes de comenzar vuestra
+oracion lavaos el rostro, y las manos hasta los codos, y restregaos la
+cabeza, y los piés hasta los talones, y purificaos si hubiéseis tenido
+polucion. Si estuviéseis enfermos, ó hubiéseis tenido coito, tomad á<a name="page_148" id="page_148"></a>
+falta de agua polvo limpio, y frotaos con él la cara y las manos. No
+quiere Dios angustiaros, sino haceros puros y derramar sobre vosotros
+sus gracias para que seais agradecidos.</i>» Así se espresa el Profeta en
+la Sura quinta de su Koran, y sobre estas palabras arman los musulmanes
+toda la artificiosa y ridícula máquina de su purificacion y abluciones.</p>
+
+<p>Amanece, pues, el gran dia, y empieza en las casas de los fieles
+muslimes la faena de los lavatorios, que no concluye sino en el atrio de
+la mezquita; porque los viernes es obligatoria la asistencia á la azala
+del templo, y obligatoria tambien una ablucion general de todo el
+cuerpo, la cual no puede hacerse cómoda y decentemente sino en el propio
+hogar. Esta ablucion general, llamada <i>tahor</i>, ó <i>tahara</i>, es tambien de
+precepto en las dos principales festividades de pascua de Ramadan y
+pascua de Carneros, en la peregrinacion á la casa santa de la Meca, y en
+ciertos casos de natural impureza<a name="FNanchor_193_196" id="FNanchor_193_196"></a><a href="#Footnote_193_196" class="fnanchor">[193]</a>. El que hace <i>tahara</i> no solo
+tiene que lavar todo su cuerpo, enjuagarse, limpiarse la dentadura,
+espeler las mucosidades, y raerse el bello, sino que está obligado á
+observar el órden y la forma establecidos para estas diversas
+operaciones; de tal manera, que no le sirve la ablucion, si en vez de
+concluir lavándose los piés, segun está prescrito, acaba lavándose las
+manos ó la cabeza, y si en lugar de mojarse el cuerpo tres veces, como
+es tambien precepto tradicional, se lo moja dos ó cuatro. Los requisitos
+de la <i>tahara</i> son varios: se empieza lavándose las manos, siguen los
+demas miembros por su órden, y se concluye por los piés. Ademas debe
+hacerse en lugar limpio, y empezarse el lavatorio del cuerpo desde la
+cintura abajo, invocando al Criador, echándose luego el agua por la
+cabeza, restregándose el casco con los dedos, sin necesidad de que
+deshagan sus trenzas las mugeres, y finalmente, mojándose primero el
+hombro derecho y despues el izquierdo; todo esto con agua limpia de rio
+ó de mar, de pozo ó fuente, ó llovediza, con tal que no haya caido en
+ella cosa muerta por pequeña que sea. Como sin embargo de la ablucion
+general se requiere para antes de<a name="page_149" id="page_149"></a> orar la purificacion ceremonial ó
+sagrada, llamada <i>alguado</i>, que consiste solamente en lavar la cara, las
+manos hasta los codos, la cabeza, y los piés hasta los tobillos, con el
+aditamento de enjuagarse la boca, sonarse sorbiendo el agua y frotarse
+los oidos, que ha establecido la <i>Sunnah</i>, es claro que el que se
+propone cumplir religiosamente estas ceremonias tiene bastante en que
+entretenerse antes de principiar la oracion pública. Esta segunda
+ablucion, ó purificacion sagrada, cuya virtud se pierde segun los
+expositores de la ley y tradicion por veinte causas (que omitimos
+especificar por poco decentes)<a name="FNanchor_194_197" id="FNanchor_194_197"></a><a href="#Footnote_194_197" class="fnanchor">[194]</a>, y que por lo tanto es forzoso
+repetir con mucha frecuencia, tiene sus requisitos y prácticas que la
+hacen bastante curiosa á los ojos de los profanos. Llega el muslim al
+atrio de las abluciones, y antes de visitar la casa donde se custodia y
+venera su Koran, hace una visita oficial á la letrina: lava luego sus
+manos, vuélvese de cara á la quibla, se sienta, enjuaga su boca,
+descarga sus narices, y entre tanto pronuncia la fórmula: «En nombre de
+Dios.» Mientras se hace esta ablucion se suspende todo coloquio: cada
+cual va por su órden cumpliendo con las ceremonias establecidas sin
+curarse de lo que hacen los demas. A la locion de la cara, con la cual
+pide el creyente á Dios que la emblanquezca el dia del juicio, sigue la
+del brazo derecho, por la que pide que le dé su carta aquel dia en su
+diestra; luego la del brazo izquierdo, con lo que intenta significar que
+no se la dé en la siniestra; luego sigue la frotacion de la cabeza, para
+que Allah le cubra con su piedad y le conserve sus cinco sentidos; luego
+la de los oidos para que le haga oir Allah su divina palabra y el pregon
+de Bilel<a name="FNanchor_195_198" id="FNanchor_195_198"></a><a href="#Footnote_195_198" class="fnanchor">[195]</a> en el Paraiso; luego la locion del pié derecho para que se
+le afirme en el puente del <i>Sirath</i>, y la del izquierdo finalmente para
+que no le sirva de embarazo al atravesarlo. Si reparas bien en los actos
+de los que van<a name="page_150" id="page_150"></a> acudiendo al hermoso patio de los naranjos, llamados por
+el aliden<a name="FNanchor_196_199" id="FNanchor_196_199"></a><a href="#Footnote_196_199" class="fnanchor">[196]</a> á la azala de adohar, observarás que los ritos para
+hombres y mugeres son los mismos, que unos y otros comienzan la ablucion
+con la mano derecha, que jamás ayudan con la izquierda á la absorcion
+del agua por la boca y narices, que la mano izquierda se destina á otros
+usos menos nobles, que todos repiten las abluciones hasta tres veces, ni
+mas, ni menos, que todos se abstienen de consumir en esta operacion
+demasiada agua, de frotarse los piés desnudos, de echarse el agua en la
+cara de golpe, y de ensuciarla con salivas y otras inmundicias. Habrás
+advertido tambien que á medida que van entrando en el patio los muslimes
+van dejando bajo los pórticos el calzado con que andan por la calle, y
+que para penetrar en la mezquita usan otro calzado limpio, sobre el cual
+hacen la locion de los piés. Verás á los hombres descubrirse la cabeza
+para la frotacion que impone la Ley, y á las mugeres no, porque la
+tradicion les consiente que cumplan esta ceremonia por debajo del velo ó
+manto que las cubre todas, con tal que puedan llevar las manos al
+colodrillo sin deshacer la mata de sus cabellos. Ultimamente, no verás
+hombres y mugeres juntos ni en el atrio ni dentro del templo: cada sexo
+tiene asignadas sus puertas para entrar en uno y otro, y sus
+departamentos ó secciones en el interior de la mezquita: la muger recoge
+el manto sobre su rostro dejando solo destapado un ojo<a name="FNanchor_197_200" id="FNanchor_197_200"></a><a href="#Footnote_197_200" class="fnanchor">[197]</a>, y hace sus
+abluciones separada de los hombres, porque en ella todo es pudendo,
+hasta los brazos y el cuello: todo, á escepcion de las manos, los piés y
+la cara. Entiéndase esto de la muger libre, porque en la esclava no se
+consideran pudendas mas partes que las que el hombre mismo está obligado
+á ocultar, á saber, desde la region umbilical hasta las rodillas. En
+cuanto á la costumbre de taparse la cara con el velo ó manto,
+propiamente llamado <i>almalafa</i><a name="FNanchor_198_201" id="FNanchor_198_201"></a><a href="#Footnote_198_201" class="fnanchor">[198]</a>, ya dejamos apuntada la disposicion
+legal en que se<a name="page_151" id="page_151"></a> funda esta que de pronto parece señal de esquisita
+pudicicia<a name="FNanchor_199_202" id="FNanchor_199_202"></a><a href="#Footnote_199_202" class="fnanchor">[199]</a>, y que en realidad es solo cebo artificioso y pretesto
+hipócrita del lenocinio, segun muy autorizados votos<a name="FNanchor_200_203" id="FNanchor_200_203"></a><a href="#Footnote_200_203" class="fnanchor">[200]</a>. Mahoma la
+recomienda sin duda porque la halló establecida en el Oriente, donde era
+el manto considerado como ornamento para las casadas, y como adorno y
+velo para las doncellas. Las almalafas eran de lino por el estilo de las
+que se tejian en Galilea, ó de seda como las usaban las Fenicias, unas
+blancas, otras de diversos colores: muchas veces finísimas, sutiles y
+trasparentes como el <i>theristro</i> griego, cuyo nombre, así como el de
+<i>palio</i> y <i>caliptra</i>, le dan algunos historiadores del Bajo-Imperio y
+otros escritores de la Iglesia; y en esta forma la usaban las meretrices
+en el mundo antiguo, las cuales se envolvian en un theristro diáfano
+como el ambiente para poder presentarse en público desnudas<a name="FNanchor_201_204" id="FNanchor_201_204"></a><a href="#Footnote_201_204" class="fnanchor">[201]</a>.</p>
+
+<p>En el atrio de la mezquita, donde hay aguas abundantes, no puedes gozar
+el espectáculo de los que con mucha fé y entusiasmo se restregan los
+miembros con polvo, tierra, y aun barro, imaginándose<a name="page_152" id="page_152"></a> quedar muy
+curiosos y aseados. La ley musulmana exige que á la hora de la azala se
+haga siempre la purificacion ceremonial, y que donde falte el agua, como
+puede muchas veces acontecerle al caminante, al encarcelado, al que esté
+escondido huyendo de fieras ó de enemigos, se eche mano de la tierra, de
+la arena, de la yerba, de las piedras, del césped, del barro, de todo lo
+que la naturaleza haya criado sin intervencion humana<a name="FNanchor_202_205" id="FNanchor_202_205"></a><a href="#Footnote_202_205" class="fnanchor">[202]</a>. Esta
+singular purificacion se llama el <i>tayamun</i>; ya puedes figurarte si será
+edificante y hermosa la figura de un devoto muslim apeado de su caballo
+en medio del campo, haciendo sus incurvaciones con la cara tiznada de
+lodo, vuelto hácia la Meca<a name="FNanchor_203_206" id="FNanchor_203_206"></a><a href="#Footnote_203_206" class="fnanchor">[203]</a>. No deliraron tanto jamás las naciones
+paganas que mas materializaron la razon de las purificaciones; no
+digamos los Romanos, que hacian sus decorosas y solemnes lustraciones,
+en manera alguna ridículas, antes bien interesantísimas por el
+sacrificio de las víctimas; pero ni los Baneanos del Mogol<a name="FNanchor_204_207" id="FNanchor_204_207"></a><a href="#Footnote_204_207" class="fnanchor">[204]</a>, ni los
+Bracmanes, de quienes se cuenta que todos los dias antes de salir el sol
+van al rio y en él se meten, unos hasta el pecho, otros hasta la
+garganta, creyendo quedar allí limpios de sus pecados; ni la gente india
+vulgar, que, persuadida de que las aguas limpian el alma, corre desalada
+á los grandes estanques de las Pagodas, y á los dos sagrados rios Ganges
+y Cason, en<a name="page_153" id="page_153"></a> cuyas ondas purificadoras aman muchos dejar la vida<a name="FNanchor_205_208" id="FNanchor_205_208"></a><a href="#Footnote_205_208" class="fnanchor">[205]</a>.
+De estos al menos no se refiere que se hayan entretenido ó se
+entretengan en hacer objeto de ceremonias la inmundicia natural,
+cotidiana, y aun necesaria, del organismo animal, ni que sean tan
+materiales y nímios que se crean obligados á repetir la ablucion si
+omitieron en ella alguna pequeñez, ó si al lavarse los brazos empezaron
+v. g. por los codos, en vez de empezar por las puntas de los dedos<a name="FNanchor_206_209" id="FNanchor_206_209"></a><a href="#Footnote_206_209" class="fnanchor">[206]</a>.</p>
+
+<p>Cesaron las abluciones de los creyentes, óyese dentro de la mezquita la
+<i>alicama</i> ó convocacion que los llama á orar. «Ya está levantada la
+azala, ya comienza la oracion<a name="FNanchor_207_210" id="FNanchor_207_210"></a><a href="#Footnote_207_210" class="fnanchor">[207]</a>;» es la hora de <i>adohar</i>, el sol está
+en la mitad exacta de su carrera, el Imam ocupa el mimbar, entra el
+pueblo con paso grave y mesurado por las espaciosas y elegantes puertas
+que conducen á las once naves mayores. Los hombres entran por unas
+puertas, las mugeres por otras, á fin de que cada sexo ocupe su
+respectivo compartimiento<a name="FNanchor_208_211" id="FNanchor_208_211"></a><a href="#Footnote_208_211" class="fnanchor">[208]</a>. Todos al pisar el umbral sagrado
+levantan en señal de admiracion las manos, esclamando en voz baja:
+«¡Dios es el mas grande!» Este primer acto no creas que es espontáneo;
+es de ritual. «El que entre á orar magnifique á Dios, y levante sus
+manos de modo que sus pulgares se hallen á la línea de sus oidos:
+aplique luego la mano derecha sobre la izquierda, y ambas debajo del
+ombligo, y diga alabando á Dios: bendito sea, oh Dios, tu nombre,
+exaltada tu dignidad, glorificada tu alabanza; no hay mas Dios que
+tú<a name="FNanchor_209_212" id="FNanchor_209_212"></a><a href="#Footnote_209_212" class="fnanchor">[209]</a>.» Así lo verifican todos: á la <i>magnificacion</i> sigue la<a name="page_154" id="page_154"></a>
+<i>estacion</i>; durante la estacion, en la cual no le es permitido al muslim
+separar las manos de la postura referida, ni doblar las rodillas, ni
+cargar el peso del cuerpo sobre una pierna mas que sobre otra, se
+implora el auxilio del Altísimo contra Satanás apedreado, y luego se
+pronuncia la célebre invocacion <i>Besm ellah elrohman el rahim</i> (en
+nombre de Dios clemente y misericordioso), que para los mahometanos es
+como para nosotros los cristianos la señal de la cruz, y con la cual
+principian todos los actos importantes de la vida. Las dos últimas
+palabras se dicen secretamente. Refiere uno de los mas famosos
+comentadores del Koran, que cuando esta invocacion bajó del cielo, las
+nubes huyeron al oriente, los vientos se calmaron, la mar se conmovió,
+los animales empinaron las orejas para oir, y los demonios cayeron
+precipitados de las esferas celestes<a name="FNanchor_210_213" id="FNanchor_210_213"></a><a href="#Footnote_210_213" class="fnanchor">[210]</a>. Empieza el Imam en seguida, á
+la cabeza de todos los creyentes formados en hileras, la lectura del
+proemio ó Sura primera del Koran, y ellos en secreto le van siguiendo.
+Magnífica en verdad es esta primera oracion, despues de la cual puede
+decirse que en la azala no hay otra. Dice así:</p>
+
+<table border="0" cellpadding="0" cellspacing="0" summary="">
+<tr><td align="left">¡Gloria á Dios, Señor de los mundos!</td></tr>
+<tr><td align="left">La misericordia es su atributo:</td></tr>
+<tr><td align="left">Él es el rey del dia del juicio.</td></tr>
+<tr><td align="left">Adorámoste, Señor, é imploramos tu auxilio.</td></tr>
+<tr><td align="left">Dirígenos por los caminos de aquellos á quienes has colmado de beneficios,</td></tr>
+<tr><td align="left">De aquellos que no provocaron tu cólera y se preservaron del error.</td></tr>
+</table>
+
+<p>Al proferir el Imam estas últimas palabras, los asistentes dicen:
+<i>Amen</i>. Sigue inmediatamente otra magnificacion con la fórmula conocida
+«Dios es el mas grande» (<i>Allah ua aqbar</i>), y despues tienen lugar las
+incurvaciones y postraciones y asentaduras, interpoladas con
+jaculatorias, y dispuestas por la tradicion y los teólogos musulmanes
+con tantos requisitos, tanto subir y bajar, tanto encorvar la espalda y
+enderezarla, tanto sacar y remeter el vientre, tanto jugar de piernas y
+de cuello, y tanto agitar de piés encogiendo uno y estirando otro, y
+volviendo los dedos á la quiblah, que ni tengo yo paciencia para írtelo<a name="page_155" id="page_155"></a>
+desmenuzando, ni tú la tendrias para seguir atendiéndome<a name="FNanchor_211_214" id="FNanchor_211_214"></a><a href="#Footnote_211_214" class="fnanchor">[211]</a>.
+Observemos, si te place, que desde el comienzo de la azala hasta el fin
+van siguiendo los asistentes toda la mímica del Imam que la rige,
+exactamente lo mismo que siguen en sus movimientos los reclutas al cabo
+instructor, ó como en ciertos juegos de los niños (¡oh recuerdo
+agridulce!) sigue todo el corro al que dirige la farsa repitiendo sus
+palabras é imitando sus gesticulaciones<a name="FNanchor_212_215" id="FNanchor_212_215"></a><a href="#Footnote_212_215" class="fnanchor">[212]</a>. Mejor que pudiera yo<a name="page_156" id="page_156"></a>
+hacerlo, te esplicará el dibujo que aquí te pongo lo que es
+<i>incurvacion</i> y <i>postracion</i><a name="FNanchor_213_216" id="FNanchor_213_216"></a><a href="#Footnote_213_216" class="fnanchor">[213]</a>. Mira en él reproducidas estas dos
+posturas capitales: el que hace la incurvacion (<i>rucúz</i>) pone las manos
+sobre las rodillas, y las espaldas al nivel de la cabeza; en esta
+posicion pronuncia las esclamaciones de ritual, y ó bien vuelve á
+enderezarse, ó bien se postra en tierra, segun el estado y período de la
+oracion. Al postrarse para hacer su <i>adoracion</i> (<i>çuchud</i>), procura con
+todo esmero que toquen en la tierra la frente, la nariz, los codos, las
+manos abiertas, las rodillas y los dedos de los piés. Al sentarse
+procura tambien no hacerlo sobre ninguno de los dos piés, sacándolos por
+el lado derecho, o juntando con el muslo derecho la planta del pié
+izquierdo.</p>
+
+<p class="figcenter">
+<img src="images/ill_156.jpg" width="602" height="429" alt="INTERIOR DE LA MEZQUITA DE CORDOBA." title="INTERIOR DE LA MEZQUITA DE CORDOBA."
+style="padding:2%; border:3px double black;"
+/>
+<br />
+<span class="caption">INTERIOR DE LA MEZQUITA DE CORDOBA.</span>
+</p>
+
+<p>Ocupados en este ejercicio mas propio de jimios que de seres racionales
+estaban los muslimes cordobeses, y la soberbia mezquita de bote en bote,
+cuando penetraron resueltamente en ella los dos cristianos Rogelio y
+Serviodeo. El pueblo suspende sus ritos, álzase un imponente murmullo,
+señal segura de un grave escándalo; el Imam enmudece asombrado; al
+murmullo sucede una amenazadora gritería, como siguen en la mar los
+bramidos de las olas á la susurrante brisa que anuncia las tempestades.
+¿Qué intentan esos dos hombres temerarios que abriéndose paso por las
+apiñadas hileras se adelantan forcejeando hasta cerca del Santuario?
+¿Qué palabras son las que vienen á proferir en este venerando recinto,
+interrumpiendo solemnes ceremonias, infringiendo leyes y tradiciones,
+desafiando las mas terribles prohibiciones<a name="FNanchor_214_217" id="FNanchor_214_217"></a><a href="#Footnote_214_217" class="fnanchor">[214]</a> y esponiendo la vida al
+justo furor de la escandalizada muchedumbre? ¡Oh abominacion! ¡oh delito
+monstruoso y nefando! El magestuoso y sonoro idioma del Hedjaz
+consagrado por el profeta de Dios á la promulgacion del Koran, es
+prostituido y vilipendiado por sus atrevidas lenguas en obsequio del
+profeta nazareno<a name="FNanchor_215_218" id="FNanchor_215_218"></a><a href="#Footnote_215_218" class="fnanchor">[215]</a>:<a name="page_157" id="page_157"></a> nada menos intentan esos criminales
+alucinados que convertir con una insensata predicacion los corazones de
+tantos miles de creyentes, fieles y fervorosos, al culto del Hijo de
+María, escarneciendo la doctrina y nombre de Mahoma. ¡Pobres insensatos!
+Como si no supiéramos distinguir el bien del mal, vienen ellos á
+predicarnos que son males los bienes de la tierra, que miente y nos
+engaña el que nos prometió el placer en este mundo y la felicidad en el
+otro<a name="FNanchor_216_219" id="FNanchor_216_219"></a><a href="#Footnote_216_219" class="fnanchor">[216]</a>. ¡Perezcan esos dementes, acabemos con todos ellos, estíngase
+en el Andalús la abominable peste de la Palestina! Así claman los mas
+celosos, y arremolinándose en torno de los dos indefensos cristianos,
+emprenden con ellos á golpes, los derriban á bofetadas y empellones, y
+de buena gana los habrian muerto dentro del mismo templo como en
+desagravio de su<a name="FNanchor_217_220" id="FNanchor_217_220"></a><a href="#Footnote_217_220" class="fnanchor">[217]</a> profanacion; mas acudiendo el Cadí de la Aljama,
+se los entregan para que les aplique la pena de muerte y mutilacion de
+manos y piés, á que se hicieron acreedores por su delito, y excitan á
+sus regidores á concluir de una vez con el nombre de cristianos por
+medio de una persecucion sangrienta y sin tregua. El fuego de la ira
+popular prende en el corazon del sultan, y el monarca que en su juventud
+blasonaba de justo abandonando á los jueces las causas de los cristianos
+sediciosos, se jacta en la vejez de cruel, consagrándose personalmente á
+discurrir penas atroces y medios escepcionales de intimidacion. Pero
+conociendo que la crueldad le ahuyenta los vasallos, y que la misma
+razon de Estado que manda castigar la rebeldía le aconseja no trasformar
+en héroes á los rebeldes, imagina que es preferible poner á los
+confesores la mordaza de la obediencia, robusteciendo el decreto del
+desautorizado Recafredo con un solemne canon conciliar, al cual no
+puedan oponer los cristianos objecion alguna. Cosa fué pensada y hecha
+la reunion de metropolitanos y obispos llamados á secundar tan satánica
+invencion. Celebróse el concilio convocado por el tirano islamita<a name="FNanchor_218_221" id="FNanchor_218_221"></a><a href="#Footnote_218_221" class="fnanchor">[218]</a>:
+el miedo y el rigor luchó en los<a name="page_158" id="page_158"></a> pechos de los prelados con el amor á
+la justicia: querian no faltar á esta, ni exasperar mas al rey.
+Ofrecióseles conciliar lo uno con lo otro disponiendo el decreto
+artificiosamente, de suerte <i>que la corteza de la letra, á que habian de
+mirar los infieles, sonase á prohibicion de presentarse al martirio,
+pero que bien mirado el sentido, cual podian conocerle los prudentes
+cristianos, no incluyese ofensa de los mártires</i><a name="FNanchor_219_222" id="FNanchor_219_222"></a><a href="#Footnote_219_222" class="fnanchor">[219]</a>. Pero esta
+resolucion causó escándalo entre los cristianos ignorantes, desagradó á
+los mas ilustrados, y fué objeto de severas impugnaciones; causa tambien
+de reprobaciones y persecuciones nuevas. Saulo y Alvaro la censuraron:
+créese que S. Eulogio hizo lo mismo<a name="FNanchor_220_223" id="FNanchor_220_223"></a><a href="#Footnote_220_223" class="fnanchor">[220]</a>. El obispo fué segunda vez
+encarcelado: el sabio doctor tuvo que ocultarse: los seglares nobles y
+conocidos temian por instantes la misma pena: todos andaban acobardados,
+atribulados, huidos. Abde-r-rahman al ver frustradas sus esperanzas se
+entrega de nuevo á su delirante saña. Una infernal complacencia le
+conduce á una alta galería de su alcázar, desde donde espera cebar la
+ansiosa mirada en un espectáculo horrible, pero adecuado á su sed de
+venganza. ¡Ah, que el infeliz no cuenta con que en favor de los
+desvalidos mártires está ya armado el cielo!... Penden de sendos árboles
+allá abajo, reflejándose siniestramente en las claras aguas del <i>gran
+rio</i><a name="FNanchor_221_224" id="FNanchor_221_224"></a><a href="#Footnote_221_224" class="fnanchor">[221]</a>, dos objetos denegridos que se destacan sobre el verde
+pardusco de las alamedas: la brisa que mueve las hojas mueve tambien en
+ellos una especie de copo de leve crespon que á veces se desvanece como
+una bocanada de negro humo. Fija bien en ella tu vista, cruel anciano.
+¿Qué descubres entre las copas de la arboleda? ¡Oh intenso y bárbaro
+placer! Son los cadáveres de Emila y Jeremías, tostados y desecados por
+el sol de otoño, con sus cortadas cabezas clavadas en los troncos ó
+hincadas en las puntas de las ramas. Allí cerca se mueve alguna gente:
+óyense, soplando<a name="page_159" id="page_159"></a> el viento de mediodia, algunos martillazos que dobla
+el eco de los vecinos collados, y á poco aparecen clavados tambien otros
+dos cuerpos horriblemente mutilados. Sin manos, sin piés, sin cabeza,
+bañados en su propia sangre, aun fresca, que brilla cuajada á gran
+distancia, presentan un cuadro espantoso que hiela el corazon y hace
+cerrar los ojos á los que por allí transitan descuidados. Solo
+Abde-r-rahman puede contemplarlo sin horror, y no solamente sin horror,
+sino con esa terrible sonrisa propia de los placeres que asesinan. Ha
+reconocido los cadáveres de los dos últimos mártires, y esclama como
+fuera de sí: ¡Aquí mis hijos, aquí mis consejeros y mis maulis! ¡Aquí
+todos los mios! Vedlos dónde asoman aquellos dos temerarios que
+profanaron nuestra Aljama con sus cuerpos impuros: parecióles buena la
+suerte de los otros dos insensatos cuyos despojos denegridos son hoy
+pasto de los cuervos, sin duda porque vieron que despues de degollados
+les hacian duelo las nubes y los vientos: id, y mandad en mi nombre que
+á los cuatro les pongan fuego, para que sus inmundos cadáveres no causen
+mas espanto á mis muslimes; y ahora verán los obstinados secuaces del
+Hijo de María, que así como su Dios no envió á esos un ángel que los
+librase de la cuchilla del verdugo, tampoco les envía ahora lluvias para
+apagar la hoguera que ha de reducirlos á ceniza. Comunícase velozmente
+el mandato; pero ¿qué acontecimiento inesperado ha turbado de súbito al
+glorioso Amir? Inclina mústio la frente sobre el pecho, y su semblante
+se cubre de una palidez mortal: su pié vacila, acuden los suyos á
+sostenerle, todos le preguntan, y á nadie responde. ¡Ah! el Dios de
+quien acaba de blasfemar ha anudado su lengua, y el ángel esterminador
+ha estendido sobre él sus alas invisibles<a name="FNanchor_222_225" id="FNanchor_222_225"></a><a href="#Footnote_222_225" class="fnanchor">[222]</a>. El rey altivo que habia
+subido á los altos miradores á gozarse en la ejecucion de su bárbaro
+decreto desafiando la cólera del cielo, baja á su lecho de muerte
+convertido en insensible tronco en brazos de sus esclavos. Acudan presto
+los médicos y los astrólogos; lloren las hijas, mesen sus cabellos Tarúb
+y Kalam<a name="FNanchor_223_226" id="FNanchor_223_226"></a><a href="#Footnote_223_226" class="fnanchor">[223]</a>, Ashifá y las<a name="page_160" id="page_160"></a> concubinas<a name="FNanchor_224_227" id="FNanchor_224_227"></a><a href="#Footnote_224_227" class="fnanchor">[224]</a>, las esclavas y los eunucos;
+enmudezcan Algazzal y Ben Xamrí<a name="FNanchor_225_228" id="FNanchor_225_228"></a><a href="#Footnote_225_228" class="fnanchor">[225]</a> y todos los cortesanos y maulis
+lisonjeros; abandone Zaryab su laud enriquecido, y olvide por ahora sus
+entretenidas aventuras... ¡Paso al cadáver del Amir, conducido al
+sepulcro mientras consumen las hogueras los restos de sus cuatro últimos
+mártires<a name="FNanchor_226_229" id="FNanchor_226_229"></a><a href="#Footnote_226_229" class="fnanchor">[226]</a>!</p>
+
+<p>Su hijo Mohammed ocupa el trono: para él y para todos sus consejeros son
+tambien meras coincidencias casuales las señales tremendas con que el
+Omnipotente ha hablado á los opresores. El sistema de Abde-r-rahman II
+continúa en pié, pero sus resultados van siendo cada vez de mas bulto:
+mas culto á la razon de Estado, alma de la política pagana, y mas
+víctimas en el hogar doméstico; mas bondad y complacencia con los
+sumisos, y mas tiranía con los que disienten; mas cobardía y
+envilecimiento en los malos cristianos, y mas entereza y heroismo en los
+confesores (si es posible que fuera de los límites de lo ordinario haya
+grados en lo maravilloso) Recafredo, Bodo, Samuel, Esteban Flaco,
+Hostigesio, Servando<a name="FNanchor_227_230" id="FNanchor_227_230"></a><a href="#Footnote_227_230" class="fnanchor">[227]</a>: prelados sacrílegos, cristianos apóstatas,
+¡cuánto llanto costais vosotros á la dilacerada Iglesia de España!
+Vosotros, unidos á los perseguidores, atizais la hoguera en que se
+purifica la fé; mas ¡ay, que entre tanto fomentais la ruina y la
+despoblacion, contribuís á ahuyentar á los buenos, introducís el cisma
+entre los perseguidos, corrompeis á los sencillos, avergonzais á los
+doctos, escandalizais la cristiandad! Vosotros sois los únicos autores
+de muchas abominaciones que la posteridad no podrá ver escritas sin
+rubor y confusion. No los satisface ver á los pobres cristianos echados
+de palacio<a name="FNanchor_228_231" id="FNanchor_228_231"></a><a href="#Footnote_228_231" class="fnanchor">[228]</a>, privados de estipendio los que militan, y todos en
+general agoviados con los tributos; ni ver derribados por tierra los
+templos y monasterios<a name="FNanchor_229_232" id="FNanchor_229_232"></a><a href="#Footnote_229_232" class="fnanchor">[229]</a> donde quizás vosotros mismos celebrásteis el
+sacrosanto sacrificio. Sacrílegos, blasfemos,<a name="page_161" id="page_161"></a> apóstatas, hereges,
+réprobos ante Dios y ante los hombres, maldecís de vuestros propios
+hermanos, confesores y mártires, infamais y calumniais á sus mas dignos
+prelados, inventais satánicos ardides para esquilmar y desustanciar á
+los atribulados mozárabes, haciendo tributarias las iglesias y altares
+para enriquecer el erario del tirano con las sagradas oblaciones del
+templo, y consumais con inicua farsa la deposicion de los buenos
+obispos. ¡Oh qué tiempos! ¡qué angustia y turbacion! «Las cárceles están
+llenas de clérigos; las iglesias privadas del oficio de sus prelados y
+sacerdotes; los tabernáculos divinos en horrenda soledad; las arañas
+estienden sus telas por el templo; el aire calma en un total silencio;
+no se entonan ya en público los cánticos divinos; no resuena en el coro
+la voz del Salmista, ni en el púlpito la del Lector; el Levita no
+evangeliza en el pueblo; el sacerdote no quema incienso en los altares,
+porque herido el pastor, se desparramó el rebaño: esparcidas las piedras
+del santuario, faltó la armonía en sus ministros, en los ministerios, en
+el santo lugar. ¡Y en tanta confusion solo resuenan los Salmos en lo
+profundo de los calabozos<a name="FNanchor_230_233" id="FNanchor_230_233"></a><a href="#Footnote_230_233" class="fnanchor">[230]</a>!» Y sin embargo, ¿qué preciosa no será la
+fé cuando se mantiene á toda costa? ¿Qué viva cuando no se apaga en tal
+tormenta? Es que la fé se asemeja mas al ascua que á la llama, y mas
+arde mientras mas la combaten los vientos de la tribulacion.</p>
+
+<p>Dios por otra parte sigue alentando á sus fieles y correspondiéndoles
+amoroso con recíprocos testimonios. ¡Pero cuán tremendo para sus
+enemigos es el modo de atestiguar del Señor de los mundos! El monarca
+que al estampar la huella en el solio causa una especie de frenesí de
+júbilo en su corte; que al año siguiente de su entrada en Córdoba en
+medio de entusiastas aclamaciones pudo decir con orgullo á sus enemigos
+«la gracia del sultan hace llover beneficios sobre las casas de los
+buenos vasallos, pero su cólera es capaz de coronar ochocientas almenas
+de sus murallas con ochocientas cabezas de rebeldes<a name="FNanchor_231_234" id="FNanchor_231_234"></a><a href="#Footnote_231_234" class="fnanchor">[231]</a>; finalmente,
+ese rey tan halagado de la suerte en las batallas, que difundiendo el
+terror del nombre agareno por los estados de D. Ordoño lleva sus armas
+victoriosas hasta las orillas del Garona<a name="FNanchor_232_235" id="FNanchor_232_235"></a><a href="#Footnote_232_235" class="fnanchor">[232]</a>,<a name="page_162" id="page_162"></a> no es mucho que
+embriagado por el incienso de las lisonjas, sea ciego como su padre á
+los patentes avisos del cielo. Un dia del año 871 estaba el Amir en su
+cámara entretenido con un esclavillo muy lindo y gracioso que tenia
+sobre sus rodillas. Era un dia cubierto de pardas nubes, con gran
+tempestad de truenos y relámpagos. El katib Abdallah ben Aasim entró
+para despachar, y el rey le pregunta: ¿á qué vienes en semejante dia?
+¿qué podemos hacer hoy?&mdash;Señor, responde Abdallah, dicen las gentes que
+es bueno estar con niños cuando truena, y yo digo lo mismo:</p>
+
+<table border="0" cellpadding="0" cellspacing="0" summary="">
+<tr><td align="left">Bueno es estar con niños</td><td align="left">&mdash;cuando retumba el trueno,</td></tr>
+<tr><td align="left">de copas y convite</td><td align="left">&mdash;el estrépito oyendo:</td></tr>
+<tr><td align="left">que gira á la redonda</td><td align="left">&mdash;el escanciano bello</td></tr>
+<tr><td align="left">mientras nubes coronan</td><td align="left">&mdash;los árboles del huerto.</td></tr>
+<tr><td align="left">¿Ves las ramas engadas</td><td align="left">&mdash;del dulce y grato peso,</td></tr>
+<tr><td align="left">que el viento las menea,</td><td align="left">&mdash;que brillan en el suelo?</td></tr>
+</table>
+
+<p>Tanto agradó al rey esta improvisacion, destello genuino del
+materialismo horaciano, que mandó traer dulces y colacion, copas y licor
+Sahbá, y que viniesen los músicos y cantores. Durante el convite hacia
+el rey que el esclavillo provocase la verbosidad de su katib: díjole al
+oido que le tirase una copa á la cabeza, y el niño lo ejecutó al punto:
+felizmente Abdallah acertó á evitar el golpe, y esclamó: Oh linda cara,
+no seas cruel, que no está bien la crueldad con la hermosura: el cielo
+hermoso cuando sereno es muy apacible, y ahora su saña nos horroriza y
+espanta<a name="FNanchor_233_236" id="FNanchor_233_236"></a><a href="#Footnote_233_236" class="fnanchor">[233]</a>. Sus palabras parecian un agüero. Aquel mismo dia fué
+Mohammed á la mezquita á la hora de la azala, y hallándose en ella
+arreció la tormenta: ya el trueno y el relámpago se percibian juntos, y
+á poco con horrísono estruendo cayó un rayo en el soberbio edificio de
+Abde-r-rahman I, sobre la alfombra misma en que oraba el sultan, dejando
+instantáneamente sin vida á dos personas de su comitiva<a name="FNanchor_234_237" id="FNanchor_234_237"></a><a href="#Footnote_234_237" class="fnanchor">[234]</a>.&mdash;¡Justo
+castigo del cielo! pensarian espantados algunos de los cristianos
+ocultos, que por temor de la persecucion fingian seguir de grado la vida
+y costumbres de sus opresores<a name="FNanchor_235_238" id="FNanchor_235_238"></a><a href="#Footnote_235_238" class="fnanchor">[235]</a>.&mdash;¡Allah está por el sultan!
+prorumpirian los muslimes mas<a name="page_163" id="page_163"></a> fervorosos al ver que el rayo habia
+dejado ileso á Mohammed matando á su mismo lado á dos hombres. ¿Dirán
+estos lo mismo cuando lleguen á la envanecida corte las tristes nuevas
+de calamidades mayores?</p>
+
+<p>El año 873 toca á su término: en Córdoba no se reciben mas que noticias
+de infortunios y desastres. Ha sido tan grande la sequía en todas las
+tierras dominadas por los islamitas, en Arabia, Siria, Egipto, África y
+España, que han fallado los manantiales y las fuentes, los campos no han
+producido frutos, y la esterilidad y carestía han sido como fabulosas.
+Ha muerto de hambre la gente pobre, el hambre y las aglomeraciones de
+cadáveres han producido una horrible pestilencia, causa á su vez de una
+gran despoblacion. En Arabia va quedando la madre de las ciudades
+desierta de sus vecinos; apenas se ve en ella mas que gente pasagera, y
+la Caaba está cerrada á naturales y peregrinos<a name="FNanchor_236_239" id="FNanchor_236_239"></a><a href="#Footnote_236_239" class="fnanchor">[236]</a>. Viene el año 874, y
+con él nuevos escarmientos. El dia veintidos de la luna de Xawal,
+habiendo amanecido el sol claro como de costumbre, empieza hácia la hora
+de <i>almagréb</i> á moverse la tierra, con espantoso ruido y
+estremecimiento. Acompañan al terremoto ráfagas violentas que desploman
+muchos edificios, torres y alminares; envuelven la ciudad rápidas y
+densas nubes oscureciéndola de repente; los estampidos del trueno suenan
+tan terríficos y repetidos, que el pueblo congregado en la mezquita
+mayor se siente sobrecogido de invencible espanto. Seis musulmanes caen
+en pocos instantes muertos; los demas, cediendo al terror, huyen en
+encontradas direcciones dejando la azala interrumpida. Solo el Imam y
+unos pocos devotos permanecen en sus puestos. Entre tanto el huracan
+arranca de cuajo las arboledas seculares, la tierra se abre,
+desmorónanse los peñascos, muchas fortalezas y palacios quedan nivelados
+con el polvo: las aves abandonan sus nidos, las fieras salen de sus
+madrigueras, y los habitantes, temiendo ser sepultados vivos entre sus
+desquiciados muros, buscan en el campo abierto un refugio donde implorar
+la clemencia del Eterno<a name="FNanchor_237_240" id="FNanchor_237_240"></a><a href="#Footnote_237_240" class="fnanchor">[237]</a>.</p>
+
+<p>Nunca los hombres han visto ni oido cosa semejante. Para colmo<a name="page_164" id="page_164"></a> de
+infortunio, este mismo año sufre Mohammed una gran derrota en sus
+huestes toledanas y cordobesas que le obliga á solicitar la paz del rey
+leonés. Las armas cristianas empiezan á adquirir nuevo brillo: Alfonso
+III fortifica á Zamora y á Toro, funda á Porto y restaura á Chaves y
+Viseo; y Mohammad muere disertando como filósofo<a name="FNanchor_238_241" id="FNanchor_238_241"></a><a href="#Footnote_238_241" class="fnanchor">[238]</a>, mientras sus
+vasallos rebeldes desafian su poder como guerrero. A no ser por las
+enojosas disensiones ocurridas entre los cristianos, quizás el imperio
+islamita occidental se hubiera disuelto bajo los dos inmediatos
+sucesores de este Sultan.</p>
+
+<p>Es muy de observar cómo se refleja en la famosa mezquita cordobesa la
+suerte de cada reinado. Abde-r-rahman II y Mohammad, menos afortunados
+con los cristianos y con los muslimes sediciosos que sus antecesores,
+solo dejan en ella un leve recuerdo de su pasagera grandeza. No son
+monarcas que conquistan y fundan: esta gloria solo pertenece á
+Abde-r-rahman I é Hixem; pero son monarcas conservadores, obsequiosos
+con la razon de estado, celosos de su autoridad, amantes del fausto y de
+la magnificencia; y es sabido que los reyes llamados á conservar son mas
+espléndidos que creadores, mas propensos al lujo y á los placeres que á
+los goces de las grandes innovaciones. Todo el tributo que un personage
+rico de medios y sin mision innovadora puede ofrecer al genio de su
+siglo, se reduce á derramar sus tesoros sobre las obras de los artistas.
+Así literalmente lo ejecutan Abde-r-rahman II y Mohammad, á cuya
+oriental prodigalidad debe la gran mezquita el oro que aun hoy ostenta
+en muchos de sus capiteles. Sus sucesores Al-Mundhir y Abdullah alcanzan
+el mismo destino: enérgicos y resueltos cuando se trata de hacer la
+guerra y de administrar justicia, nada hacen por el progreso del arte.
+¿Ni cómo es posible que consagren al mundo de la belleza sus
+meditaciones un príncipe<a name="page_165" id="page_165"></a> como Al-Mundhir, que apenas brilla cual fugaz
+metéoro pasando en dos años escasos de su proclamacion en Córdoba á su
+muerte en el campo de batalla, y un príncipe como Abdullah, su hermano,
+que aunque llamado á encanecer bajo el solio, vive siempre envuelto en
+una atmósfera de sangre y de esterminio? Ambos fueron justos, ambos
+valientes y generosos, piadosos y clementes, en ambos lucieron las dotes
+que distinguen á los grandes reyes, y sin embargo ni el uno ni el otro
+lograron hacer época en los anales de la civilizacion árabe-hispana. Tal
+vez por lo mismo que fueron mas humanos con los vencidos, mas tolerantes
+con los infelices cristianos mozárabes que sus jactanciosos
+predecesores; por lo mismo que mantuvieron con religiosidad las paces
+que con los reyes de Asturias y Leon ajustaron, y porque fué menos
+visible bajo su imperio el antagonismo de las dos civilizaciones; por
+eso mismo quizá palidece en cierto modo la arábiga cultura á su sombra,
+y á pesar del incremento que durante su administracion alcanza la
+riqueza pública, ningun monumento grande marca la huella de las bellas
+artes en sus dominios. Porque no es precisamente el oro el fomento de la
+noble arquitectura; no son las épocas de mayor riqueza ni los estados
+mas prósperos los que escogen las varoniles doncellas hijas predilectas
+del genio para hacer sus apariciones en la tierra: muchas veces por el
+contrario se complacen en visitar á las generaciones mas trabajadas por
+las públicas calamidades, mas menesterosas y mas faltas de sosiego, como
+para hacer ver á los mortales que los goces de la inteligencia no se
+compran, sino que solo se obtienen cuando á Dios place dispensarlos.</p>
+
+<p>No busquemos, pues, en la suntuosa Aljama recuerdos de la grandeza de
+los sultanes despues de los tiempos de persecucion y de escándalo, de
+lucha y de encono, que personifican Abde-r-rahman y Mohammad, hasta que
+llegue el dia en que el primer Califa cordobés ponga el complemento al
+proyecto gigantesco del primer Amir. Diríase que al desaparecer de la
+escena de horrores y protestas las colosales figuras de S. Eulogio,
+Alvaro, Saulo, Samson y Valencio, gloriosos maestros de mártires,
+desaparecen con ellos los esfuerzos del islamismo fascinador. Cristianos
+y muslimes parecen olvidados de sus respectivos destinos: malgastan
+aquellos en sus discordias intestinas el fecundo calor que solo debian
+emplear en la santa empresa de la reconquista, y embotan en luchas
+fratricidas el noble sentimiento de<a name="page_166" id="page_166"></a> religion y patriotismo que inspiró
+á sus mayores la generosa protesta de Covadonga; los mahometanos por su
+parte desperdician tambien en interminables guerras de partidos la
+energía que comunicaba antes á sus corazones el precepto de la guerra
+santa, y ocupados en sofocar sediciones, celebran paces cuando á sus
+reyes conviene con los enemigos del Islam. Cristianos y musulmanes viven
+por espacio de medio siglo como vecinos tranquilos, con mas paz aun de
+la que entre sí se conceden los hijos de una misma religion y de una
+misma sangre. Pero el hombre no es dueño de alterar los decretos de la
+Providencia, y muslimes y cristianos tienen que terminar forzosamente la
+obra para que fueron conducidos á acampar frente á frente en las
+fértiles llanuras de España. Llegará la época en que recobrando los dos
+antagonistas sus instintos primitivos, y ambos interiormente impelidos á
+ventilar la secular contienda iniciada en el Oriente, se determinen á
+declararse implacable guerra, aspirando cada cual á quedar dueño
+esclusivo del campo; y entonces volverán nuevamente á pronunciarse las
+facciones genuinas de los dos opuestos principios. Y entonces tomarán de
+cada parte el templo y el palacio, en que se reflejan la vida civil y
+religiosa del magnate y del pueblo, su fisonomía especial y privativa,
+para no volverse á confundir<a name="FNanchor_239_242" id="FNanchor_239_242"></a><a href="#Footnote_239_242" class="fnanchor">[239]</a> hasta que en uno ú otro campo la
+soberbia<a name="page_167" id="page_167"></a> mole de la civilizacion se desplome y quede reducida á
+escombros.</p>
+
+<p>El arte musulman ha iniciado su carrera admirablemente al abrigo de las
+asiduas meditaciones de los dos primeros amires. ¿Cómo no habia de salir
+una cosa grande de un nido calentado por águilas caudales? Pero hé aquí
+reproducida la fábula de Leda<a name="FNanchor_240_243" id="FNanchor_240_243"></a><a href="#Footnote_240_243" class="fnanchor">[240]</a>, porque tambien el arte cristiano
+comienza á desplegar vistosas alas, cobijado por los Alfonsos y Ordoños,
+no menos respetables que los Abde-r-rahmanes y los Hixemes, y este, lo
+mismo que su émulo, aspira á la inmortalidad. Los dos fueron engendrados
+en la hermosa reina griega, porque en realidad es la misma musa que
+inspiró á los arquitectos de Pericles y de Alejandro la que revela ahora
+sus graciosos y nobles contornos bajo el tosco paludamento visigodo y
+bajo la abigarrada vestidura siria; los dos se jactan de haber sido
+producidos por un aliento divino, los dos se llaman hijos de Júpiter, y
+efectivamente tan egregias dotes ostentan á porfia cada cual por su
+lado, que muchos dudan cuál sea la verdadera obra inspirada por la
+Divinidad. Pero cuenta que el uno es Cástor, y el otro Pólux, es decir,
+que el uno es mortal y el otro no. El arte arábigo, formado por el
+consorcio de la belleza griega con la<a name="page_168" id="page_168"></a> fantasía oriental, como Cástor
+engendrado en la union de Leda con Tíndaro, perecerá lo mismo que
+pereció el héroe griego, al paso que el arte cristiano, producto de la
+belleza antigua desarrollada en Atica y Corinto y del espíritu fecundo
+que la gracia de Dios comunicó á la humana mente por mediacion del
+Verbo, durará cuanto dure el mundo, así como es inmortal tambien el
+hermoso Pólux, hijo de Júpiter y Leda. Los dos artes gemelos, pues, son
+aventajados en belleza: los dos crecen y se desenvuelven paralelamente
+ricos de medios y de seduccion; y ha de llegar el dia en que á fuerza de
+trato y de comunicacion, se identifiquen tanto en sus gustos, que llore
+el uno con inestinguible llanto la prematura muerte del otro, así como
+Pólux lloró la muerte de su hermano y le amó hasta el estremo de cederle
+la mitad de su inmortalidad para que los dioses le restituyesen por
+intervalos á la vida.</p>
+
+<p>Es muy curioso ver cómo se dispone el Cástor musulman á disputar la
+palma de la inmortalidad, mientras el Pólux cristiano crece bajo su
+sombra. ¿A quién mejor que á los tres califas cuyas imágenes van ahora á
+deslizarse por ante nuestros ojos, pudiera estar encomendado el
+desarrollo de ese poderoso vástago oriental? Ved á Abde-r-rahman el
+Grande, á ese esclarecido príncipe que encadena con una mano el Africa á
+España y con la otra sofoca las añejas rebeliones, dando al cabo de dos
+siglos unidad é independencia al imperio mahometano de Occidente. Es el
+primer Califa andaluz, el primero que toma el nombre de Miramamolin
+(<i>Amiru-l-mumenin</i>) ó gefe de los cristianos, y de defensor de la
+religion (<i>An-nasir lidin-illah</i>), y que consigue dar á su corte una
+magnificencia y un esplendor que igualan, si no esceden, á la pompa y
+gala desplegadas por los soberanos de la estirpe de Abbás. Nada faltó á
+su educacion para hacer de él un príncipe modelo segun las ideas de su
+secta. A la edad de ocho años ya sabia las máximas del Koran y las
+tradiciones de la <i>Sunnah</i>, la gramática, la poética, los proverbios
+árabes, las biografías de los príncipes, la política y el arte de regir
+los imperios. Monta á caballo con gallardía, maneja con destreza el arco
+y el dardo, sabe hacer uso de toda clase de armas. La fama de su
+grandeza se dilata por el mundo, y solicitan su amistad los soberanos de
+Constantinopla, de Alemania, Francia, Esclavonia, Italia, Navarra y
+Barcelona; los embajadores estrangeros regresan á sus córtes admirados
+de la cortesía y suntuosidad con que fueron recibidos:<a name="page_169" id="page_169"></a> un rey cristiano
+destronado<a name="FNanchor_241_244" id="FNanchor_241_244"></a><a href="#Footnote_241_244" class="fnanchor">[241]</a> refiere como obtuvo de él agasajadora hospitalidad, y
+confiesa que por su mediacion recobró la perdida salud y el trono. Con
+razon esclama un inspirado poeta al contemplar su grandeza: <i>Empieza una
+nueva luna; ¡oh tú que por la gracia de Dios imperas, dime quién es
+capaz de sobrepujar tu gloria<a name="FNanchor_242_245" id="FNanchor_242_245"></a><a href="#Footnote_242_245" class="fnanchor">[242]</a>!</i> Verdaderamente se inaugura tambien
+para el arte una nueva era de progreso y esplendor bajo la proteccion de
+este Augusto de los califas: la arquitectura arábigo-bizantina llega por
+su impulso al cenit en su atrevida carrera: la elegante y rica
+ornamentacion neo-griega acaba de cubrir los garbosos lineamientos
+latino-pérsicos, á la razonada distribucion del ornato se agrega la
+magnificencia y gala de los colores y esmaltes, de los estucos y
+mosáicos, de los nuevos procedimientos introducidos en Córdoba por los
+artistas de Constantinopla, que con habilidad mágica convierten la dura
+pasta del vidrio y de los metales en deslumbrador brocado de oro y
+terciopelo<a name="FNanchor_243_246" id="FNanchor_243_246"></a><a href="#Footnote_243_246" class="fnanchor">[243]</a>. Llegó ya la época de cultura y grandeza que habian
+soñado Abde-r-rahman II y Al-hakem I, y que ellos á pesar de su ardiente
+anhelo no habian podido disfrutar por no consentírselo las indómitas
+razas cristianas. Acabó la superioridad de Bagdad: la corte de
+Abde-r-rahman III brilla como brilló la corte de Al-Raschid, y la misma
+capital del imperio griego ha de envidiar á Córdoba sus maravillas
+despues de haberla ayudado á crearlas. ¡Oh siglo afortunado para los
+hijos del Islam! En pós de la colosal figura del Augusto cordobés vienen
+igualmente benéficos para su pueblo y formidables á los cristianos otros
+dos gigantes: Al-hakem III y Almanzor. Despues de ellos, rápida será la
+decadencia del Califato, porque á ningun Estado pagano le fué dado jamás
+clavar la estrella de su fortuna en el punto culminante de su órbita;
+pero en tanto que trascurren para los muslimes las bonancibles lunas de
+estos tres reinados, y para la España cristiana los dias de llanto y
+luto á que la condenan enconosas rivalidades y sangrientas escisiones;
+en tanto que el décimo siglo consuma su temida evolucion entre ruinas y
+siniestros presagios en que la cristiandad acobardada lée la sentencia<a name="page_170" id="page_170"></a>
+de muerte de la humanidad y del mundo<a name="FNanchor_244_247" id="FNanchor_244_247"></a><a href="#Footnote_244_247" class="fnanchor">[244]</a>, ¡qué de prodigios, qué de
+fantásticas escenas va á realizar el arte sarraceno! Como un misterioso
+nigromante que por arte satánica evoca de la region de las sombras,
+contrastando con el general espanto, deliciosos cuadros que mienten los
+placeres del Paraiso, así la arquitectura sarracena, ese Cástor valiente
+é impostor de la España árabe, hace surgir antes de entonar el Califato
+su himno de muerte, creaciones incomparables, tales que despues de
+volverse á hundir en la sima de la nada, las han de tener por fabulosas
+las generaciones venideras.</p>
+
+<p>Al pié de la quebrada sierra, al abrigo de los helados vientos del
+norte, y sobre una alfombra de esmeralda, lecho regalado para una
+sultana viciosa y mimada, nace consagrada al amor y á los placeres del
+mas ostentoso Califa, la peregrina Medina Azzahra: poblacion mágica en
+que el caprichoso arte oriental parece agotar sus tesoros, como para
+demostrar que la arquitectura puede con sus fábricas igualar las mas
+fantásticas descripciones de la poesía. A su lado, y formando con ella
+como un broche de dos perlas gemelas con que adorna su cinto de torres
+la reina de Andalucía, descuella la encantada Medina Azzahírah,
+magestuosamente asentada en la ribera del Guadalquivir, rodeada de
+deleitosas quintas y vergeles, que gozan los wazires, katibes, generales
+y favoritos de Almanzor, como prenda y testimonio de su liberalidad.
+Azzahra y Azzahírah ocupan con la galana y soberbia Córdoba, cúpula del
+Islam, tienda de sus guerreros, trono de los sultanes, una extension de
+diez millas de tierra florida, en que brotan sin cultivo el azahar y la
+rosa, y esas diez millas de paraiso terrenal estan de noche iluminadas
+por una sola hilera de fanales, tan unidos entre sí, que forman una zona
+de deslumbradora luz. En estas dos poblaciones y en todos los veintiun
+suburbios de la gran ciudad, erígense como por encanto mezquitas,
+mercados, baños y bazares, en que acumula el arte sus bellezas.
+Prodíganse sus primores, y máquinas ingeniosas de juegos hidráulicos y
+otros entretenimientos, en las casas de campo propias del Sultan y de
+los ciudadanos poderosos, notables todas por la magnificencia<a name="page_171" id="page_171"></a> de su
+estructura ó por su deliciosa situacion<a name="FNanchor_245_248" id="FNanchor_245_248"></a><a href="#Footnote_245_248" class="fnanchor">[245]</a>. Para aumentar sus
+seducciones el arte islamita, prohija con infraccion de la ley religiosa
+los recursos de la escultura como medio de reproduccion de la naturaleza
+animada, y aunque este poderoso auxiliar no entra declaradamente con
+todas sus facultades sino como un mero accesorio de la ornamentacion
+monumental, sin embargo los muslimes timoratos ven con escándalo campear
+sobre la fachada del palacio de Azzahra una estátua de muger, figuras de
+animales en las fuentes de sus jardines<a name="FNanchor_246_249" id="FNanchor_246_249"></a><a href="#Footnote_246_249" class="fnanchor">[246]</a>, en la puerta principal del
+palacio de Córdoba una figura de hombre, y finalmente, en el acueducto
+que une la sierra con la parte occidental de la ciudad, un leon colosal
+revestido de láminas de oro puro con dos piedras de inestimable valor en
+los ojos, el cual vierte por la boca las aguas traidas de la montaña en
+el gran depósito de la poblacion.</p>
+
+<p>Observemos la accion del arte en la Aljama bajo los tres Califas, y
+veamos si se justifica el entusiasmo del que escribió esta jactanciosa
+sentencia: Córdoba sobrepuja á todas las ciudades de la tierra por
+cuatro cosas: por el puente que tiene sobre el Guadalquivir; por su gran
+mezquita; por su Azzahra, y por las ciencias que en ella se
+cultivan<a name="FNanchor_247_250" id="FNanchor_247_250"></a><a href="#Footnote_247_250" class="fnanchor">[247]</a>.</p>
+
+<p>Vemos primeramente á un sabio é intrépido arquitecto del califa
+An-nasír<a name="FNanchor_248_251" id="FNanchor_248_251"></a><a href="#Footnote_248_251" class="fnanchor">[248]</a> demoler el antiguo alminar, y levantar en su lugar otro<a name="page_172" id="page_172"></a>
+cuya mole de considerable altura no tiene igual en el mundo por su
+distribucion y proporciones. Empléanse en echar sus cimientos cuarenta y
+tres dias, profundizándolos hasta encontrar agua. Trece meses dura la
+construccion de la soberbia torre, toda de piedra franca y mortero, y de
+tan singular artificio por dentro, que conteniendo dos ramales de
+escaleras en una sola caja, pueden las gentes subir por uno y otro sin
+verse hasta llegar arriba. Ciento siete peldaños tiene cada ramal. Esta
+elegante almenara que el pueblo cordobés contempla absorto, mide
+cincuenta y cuatro codos desde su arranque hasta la parte superior del
+domo abierto, al cual vuelven la espalda los almuedanes que convocan á
+la oracion girando por el balcon saliente, cuya graciosa balaustrada
+ciñe en derredor los cuatro muros como un ligero anillo; y desde este
+balcon corrido hasta el remate, levanta otros diez y ocho codos<a name="FNanchor_249_252" id="FNanchor_249_252"></a><a href="#Footnote_249_252" class="fnanchor">[249]</a>,
+coronándose con tres hermosas manzanas, dos de oro y una de plata, de
+tres palmos y medio de diámetro cada una, de las cuales parten dos
+gallardos lirios de seis pétalos que sostienen una granada de purísimo
+oro. Presenta en sus cuatro frentes catorce ventanas, la mitad con dos
+claros y la otra mitad con tres, formados con columnas de jaspe blanco y
+encarnado, y sobre las ventanas un coronamiento de arquitos macizos
+sustentados en columnillas del mismo jaspe. Estas ventanas comparten
+admirablemente el macizo de los muros, todo cubierto interior y
+esteriormente de preciosa tracería relevada, cuyos lindos dibujos es
+imposible describir. Al recibir la noticia de que está terminada la
+obra, acude An-nasír presuroso desde su predilecta mansion de Medina
+Azzahra, sube á lo alto de la torre por una escalera bajando por la
+otra, y despues de examinar cuidadosamente el edificio, pasa al Maksuráh
+de la mezquita, hace dos arracas, y se retira complacido. Con razon
+puede estarlo, porque la mezquita Aljama de su Córdoba es ya un
+verdadero tesoro del arte arábigo-bizantino. El emperador Constantino
+porfirogénito, cuya corte<a name="page_173" id="page_173"></a> dirige la marcha del arte en Oriente y
+Occidente, se esmera en proporcionar á la capital del Califato nuevas
+seducciones, sin creer desdorada su dignidad por convertirse en joyero
+de la Sultana del Bétis<a name="FNanchor_250_253" id="FNanchor_250_253"></a><a href="#Footnote_250_253" class="fnanchor">[250]</a>. Todos los demas emperadores y reyes que
+directa ó indirectamente reciben de Constantinopla ideas de buen gusto y
+magnificencia, trasmiten tambien á la poderosa corte de Andalucía los
+frutos hermosos de aquellos trasplantados gérmenes<a name="FNanchor_251_254" id="FNanchor_251_254"></a><a href="#Footnote_251_254" class="fnanchor">[251]</a>. Hoy es una de
+las primeras dignidades de la Iglesia Bética el encargado de trasladar
+desde el asiento de la reina del Bósforo al encantado palacio de
+Azzahra, las primorosas esculturas que admiran con mezcla de placer y de
+escándalo los rígidos observadores del Koran<a name="FNanchor_252_255" id="FNanchor_252_255"></a><a href="#Footnote_252_255" class="fnanchor">[252]</a>;<a name="page_174" id="page_174"></a> mañana es nada menos
+que un santo, procedente de uno de los mas austeros cenobios de
+Alemania, el comisionado para llevar al temido Califa los esquisitos
+productos del arte germánico<a name="FNanchor_253_256" id="FNanchor_253_256"></a><a href="#Footnote_253_256" class="fnanchor">[253]</a>; un obispo Eliberitano, mandado
+consagrar por el mismo Abde-r-rahman, es luego el elegido para promover
+y fomentar ese comercio y correspondencia mútua de las dos
+civilizaciones cristiana é islamita<a name="FNanchor_254_257" id="FNanchor_254_257"></a><a href="#Footnote_254_257" class="fnanchor">[254]</a>; finalmente, la Córdoba de
+An-nasír es el emporio de las artes, los ingenios de los paises mas
+adelantados acuden á ella poniendo á competencia sus creaciones, y todo
+lo grande, todo lo bello, todo lo primoroso del arte monumental en Asia,
+en Africa y en Europa, deja su sello, su ofrenda y su tributo en la
+soberbia Caaba de los Umeyas.</p>
+
+<p class="figcenter">
+<a href="images/ill_172.jpg">
+<img src="images/ill_172_sml.jpg" width="438" height="600" alt="PUERTA DE LAS PALMAS.
+
+Catedral de Córdoba." title="PUERTA DE LAS PALMAS.; Catedral de Córdoba."
+style="padding:2%; border:3px double black;"
+/></a>
+<br />
+<span class="caption">PUERTA DE LAS PALMAS.<br />
+Catedral de Córdoba.</span>
+</p>
+
+<p>Y sin embargo el fervoroso entusiasmo de Al-hakem encuentra todavía
+nuevos medios de embellecimiento: resuelve prolongar las once naves
+ciento cincuenta piés más hácia el mediodia, construyendo un santuario
+que no tenga igual en el orbe. Dejemos á un historiador árabe<a name="FNanchor_255_258" id="FNanchor_255_258"></a><a href="#Footnote_255_258" class="fnanchor">[255]</a>, cuya
+autorizada voz suena hoy por primera vez en nuestro idioma vulgar,
+referir la meritoria reforma de este Sultan. «Lo primero que hizo
+Al-hakem, luego que sucedió en el Califato, fué ocuparse en aumentar y
+hermosear la mezquita Aljama de Córdoba. Fué este el primer acto de su
+gobierno, encargando la inspeccion de las obras á su hagib y espada de
+su estado Chaâfar ben Abde-r-rahman, el Eslavo, por decreto espedido á
+cuatro dias por andar de la luna de Ramadhan del año 350 (961 de J. C.)
+al dia siguiente de haber sido jurado<a name="page_175" id="page_175"></a> Califa. En el decreto se prevenia
+al mencionado Chaâfar que comenzase por hacer los acopios de piedra
+necesarios para los cimientos; y así fué que el acarreo comenzó en la
+misma luna de Ramadhan. Habíase el alcázar de Córdoba llenado de
+gente<a name="FNanchor_256_259" id="FNanchor_256_259"></a><a href="#Footnote_256_259" class="fnanchor">[256]</a>, de manera que á las horas de la azala la mezquita no podia
+contenerla, y los asistentes se apretaban y atropellaban por falta de
+espacio. Al-mustanser<a name="FNanchor_257_260" id="FNanchor_257_260"></a><a href="#Footnote_257_260" class="fnanchor">[257]</a>, pues, se dió prisa á la construccion del
+nuevo edificio que se habia de añadir, y salió en persona de su alcázar
+para hacer las mediciones y trazar la construccion, llamando para que le
+asistiesen en dicha operacion á los maestros y geómetras, los cuales
+trazaron el nuevo edificio desde la quibla de la mezquita hasta lo
+último del atrio, cogiendo esta añadidura en su longitud las once naves.
+Tenia de largo lo añadido noventa y cinco codos de norte á mediodia, y
+de ancho de oriente á occidente otro tanto, como el ancho de toda la
+mezquita. De esto cortó el pasadizo del alcázar, destinado para la
+salida del Califa á la azala, al costado del mimbar, dentro de la
+Maksuráh, con lo cual el nuevo edificio llegó á ser la mas hermosa
+añadidura jamás hecha á mezquita alguna.»</p>
+
+<p>«En el año 354 se terminó la obra de la <i>cubba</i><a name="FNanchor_258_261" id="FNanchor_258_261"></a><a href="#Footnote_258_261" class="fnanchor">[258]</a> que coronaba el
+mihrab en la parte de la mezquita que añadió Al-hakem. Fué esto en la
+luna de chumada postrera.»</p>
+
+<p>«En el mismo año se comenzó á colocar el <i>sofeysafá</i><a name="FNanchor_259_262" id="FNanchor_259_262"></a><a href="#Footnote_259_262" class="fnanchor">[259]</a> en la mezquita
+Aljama de Córdoba. Habia el emperador de los griegos regalado á Al-hakem
+una porcion de aquella manufactura, y este le habia escrito rogándole le
+enviase tambien operarios, tomando ejemplo de lo hecho en una ocasion
+semejante por Al-walid ben Abde-l-malek, cuando estaba construyendo la
+mezquita de Damasco. Volvieron, pues, los embajadores que Al-hakem envió
+al emperador griego, trayendo consigo un artífice y ademas trescientos
+veinticinco quintales de <i>sofeysafá</i> que aquel príncipe le mandaba de
+regalo. Al-hakem mandó luego hospedar<a name="page_176" id="page_176"></a> convenientemente al artífice
+griego, y proveerle de todo lo necesario con la mayor abundancia; lo
+cual hecho, dispuso que varios de sus esclavos trabajasen con él á fin
+de instruirse en su arte. Hiciéronlo así, ayudándole en la colocacion
+del <i>sofeysafá</i> traido del Oriente, y aprendiendo con aquel maestro
+hasta lograr perfeccionarse en dicha industria y trabajar por sí solos,
+como lo verificaron luego que el maestro se volvió á su tierra, pues
+Al-hakem le despidió por no necesitar mas de él, con muchos regalos de
+vestidos y otros objetos. Por lo demas, en la añadidura de Al-hakem
+compitieron y rivalizaron los maestros mas afamados de toda la tierra.»</p>
+
+<p>«Del 10 al 20 de Xagüel del citado año cabalgó Al-hakem de Azzahra á la
+mezquita de Córdoba, y entró en ella, y examinó detenidamente las obras,
+y lo que ya estaba concluido. Luego mandó recoger las cuatro columnas
+que estaban antes sirviendo de jambas á la puerta del antiguo <i>mihrab</i>,
+y que se custodiasen en lugar seguro para colocarlas en el nuevo, que
+por su mandato se construía á la sazon con la mayor perfeccion y
+solidez. Eran las cuatro columnas de incomparable hermosura en su
+género.»</p>
+
+<p>La historia de lo construido por órden de Al-hakem es en todo notable.
+Mientras se estaba haciendo la obra, se suscitó una acalorada disputa
+entre los arquitectos respecto del punto hácia el cual debia mirar la
+quibla, con objeto de colocar el nuevo mihrab ó santuario donde debiese
+estar realmente. Unos pretendian que debia estar al sur como habia
+estado siempre, y como la habia situado An-nasír en su mezquita de
+Azzahra; al paso que los mas entendidos en matemáticas y astronomía
+sustentaban que debia fijarse un tanto inclinada hácia el oriente<a name="FNanchor_260_263" id="FNanchor_260_263"></a><a href="#Footnote_260_263" class="fnanchor">[260]</a>.
+Divididos así los pareceres, el faquíh Abú Ibrahim se presentó á
+Al-hakem, y le dijo: ¡Oh príncipe de los creyentes! Todas las gentes de
+esta nacion han vuelto constantemente sus rostros al sur al hacer sus
+oraciones: los Imames que te precedieron, los doctores, los cadíes y
+todos los muslimes en general, dirigieron siempre sus miradas al sur
+desde los tiempos de la conquista hasta hoy: al sur inclinaron siempre
+todos los <i>tabíes</i> como Musa Ibn Nosseyr y Haush As-san'aní (¡Dios los
+perdone!) las quiblas de cuantas mezquitas erigieron en esta region.
+Recuerda, oh príncipe, aquel proverbio<a name="page_177" id="page_177"></a> que dice: mejor es seguir el
+ejemplo de los otros y salvarse, que perderse por no seguir la senda
+trillada. Oido lo cual, esclamó el Califa: ¡Por Allah, dices bien!
+Seguiré el ejemplo de los <i>tabíes</i>, cuya opinion en esta materia es de
+gran peso. Y mandó que la quibla se pusiese donde el faquíh proponia.</p>
+
+<p>Erigióse entonces el santuario al estremo de la prolongacion de las
+naves, en la central como habia estado siempre, mirando exactamente á
+mediodia. Entre el muro interior del sur y el muro esterior reforzado
+con torreones, se dejó un espacio de unos quince piés, que se dividió en
+once compartimientos correspondientes á las once naves de la mezquita;
+el del centro se destinó al santuario, y los de los lados se reservaron
+para habitaciones de los ministros del culto y otros usos. Quedaba de
+este modo el Mihrab en la mitad justa del lado del sur, con dos alas
+iguales una á cada lado. En el ala de occidente habia un pasadizo
+secreto, que conducia desde la mezquita al alcázar por medio de un arco
+que unia ambos edificios, pues el palacio que habitaban en Córdoba los
+califas se dilataba hasta muy cerca del templo por el lado de poniente.
+Este pasadizo, cuyas puertas estaban artificiosamente dispuestas<a name="FNanchor_261_264" id="FNanchor_261_264"></a><a href="#Footnote_261_264" class="fnanchor">[261]</a>,
+sin duda para la mas completa seguridad del alcázar y de la mezquita,
+abria paso á lo interior de la Maksurah, recinto suntuoso y reservado,
+que por los tres lados de oriente, norte y poniente, comunicaba con las
+naves cortando tres de estas en su<a name="page_178" id="page_178"></a> longitud, y por el mediodia formaba
+cuerpo con el muro interior de la mezquita. Era la Maksurah un lugar
+privilegiado, cerrado en contorno por una especie de cerca ó verja de
+madera, primorosamente labrada por ambas haces interior y esterior<a name="FNanchor_262_265" id="FNanchor_262_265"></a><a href="#Footnote_262_265" class="fnanchor">[262]</a>:
+estaba coronada esta preciosa cerradura de almenas, para que por su
+destino de cortar toda comunicacion entre el Califa y el pueblo imitase
+mas propiamente la forma de una muralla. Esta magnífica armazon, de
+veinte y dos codos de altura hasta su remate, daba su nombre á la parte
+de fábrica que ocupaba, mas magnífica aun que su contenido y que el
+nuevo trozo de la nave central que iba desde la antigua hasta la moderna
+quibla, que era rico en sumo grado por las labores y dorados de sus
+capiteles y pilastras<a name="FNanchor_263_266" id="FNanchor_263_266"></a><a href="#Footnote_263_266" class="fnanchor">[263]</a>. La fábrica en que se armaba la Maksurah
+propiamente dicha formaba en su planta un gran rectángulo partido en
+tres, casi cuadrados, sobre los cuales se levantaban tres domos
+bizantinos de peregrina esbeltez. El domo de enmedio servia como de
+vestíbulo al santuario, y era de los tres el mas sorprendente por sus
+proporciones, perfiles y decoracion. ¿A qué deciros lo que era? Esta
+parte de la mezquita se conserva en lo principal; mejor pues os referiré
+lo que todavía es para asombro y mengua del arte moderno. Figuraos un
+recinto donde la solidez de la construccion, las dificultades mas
+grandes del arte y los cálculos de la ciencia, se hallan tan
+admirablemente disfrazados, que el conjunto que se ofrece á la vista
+aparece como una concepcion fantástica que no puede subsistir. Nueve
+siglos de existencia tiene ya, sin embargo, esta especie de creacion
+poética, que mas que una construccion de piedras, mármoles y mosáicos,
+columnas, arcos, impostas, zócalo y cúpula, se creeria una morada
+encantada, aérea é impalpable, labrada por las fadas<a name="page_179" id="page_179"></a> del Oriente; y no
+hay el menor indicio de que tan maravillosa fábrica no pueda durar aun
+otros nueve siglos en igual estado. Estriba toda la mole en una especie
+de cámara claustreada con una tan sutil arquería, que las columnas
+parecen las varas del pabellon de una princesa tártara, y los arcos
+inferiores que de unas á otras voltean, festones de recamadas cintas,
+primero apretadamente arrolladas, y dispuestas luego en forma de aspa,
+entregadas á sus naturales ondulaciones, solo prendidas por las
+estremidades. Digna hubiera sido esta peregrina decoracion del vestíbulo
+del palacio de Malek Johanna en Susa aun para el dia de boda de una de
+sus hijas<a name="FNanchor_264_267" id="FNanchor_264_267"></a><a href="#Footnote_264_267" class="fnanchor">[264]</a>. Sobre los arcos de festones, ó propiamente hablando
+<i>angrelados</i>, que se cortan como queda dicho formando un aspa dentro de
+cada intercolumnio, se elevan siete graciosos y leves arcos de
+herradura, que muriendo en el muro de mediodia, cierran el cuadro y
+terminan el cuerpo bajo del suntuoso vestíbulo que describo. Encima de
+esta doble arquería, en que las esbeltas columnillas superiores se
+representan como lindos y ágiles mancebos circasianos encaramados en
+hombros<a name="page_180" id="page_180"></a> de esclavos indios con las ballestas levantadas, corre una
+imposta, labrada y ligera, que abraza y corona los cuatro frentes y
+divide la fábrica del domo en dos zonas, alta y baja, esta cuadrangular,
+aquella de distinta forma, segun vas á ver. Sobre esta imposta que acabo
+de mostrarte descansan gráciles columnillas emparejadas, volteando
+grandes y atrevidos arcos semicirculares, con tal arte dispuestos, que
+parecen imitar sus curvas guirnaldas entrelazadas de un corro de
+hermosas odaliscas, porque los arcos voltean, no desde cada columna á la
+correspondiente de la pareja inmediata, sino dejando la pareja inmediata
+en claro: de este modo, siendo dos las parejas de columnillas que
+estriban en la imposta en cada frente, se forman en el espacio ocho
+arcos torales, en dos grandes cuadriláteros contrapuestos, sus arranques
+se cruzan formando ocho puntas de estrellas (prosáicamente diriamos
+<i>pechinas</i>), y en el centro resulta un anillo octógono con ocho
+graciosas caidas como prendidas á los capiteles de las ocho parejas de
+columnas. Entre punta y punta, un elegante arco ultra-semicircular, al
+cual se adapta una tabla de alabastro calada, deja á la vista paso
+dudoso al azul del cielo; con esto, ostentando la cúpula que sobre el
+octógono y sus pechinas se levanta un verdadero prodigio del arte
+mosáica por los dibujos y vivos esmaltes con que en ella se fingen las
+mas preciadas estofas del Asia, el domo bizantino reproduce á la
+imaginacion del que absorto lo mira una ligera tienda de campaña de
+sedas, lino y oro, fija en tierra con ocho varas dobles colocadas en
+círculo, henchida por un recio viento, y como tirando para desprenderse
+y alzarse rápida á la region de las nubes. Parecida á esta concibe la
+mente enardecida con las maravillosas descripciones de las leyendas
+orientales, las tiendas de Baharam Gur y de los ostentosos reyes del
+Catay.</p>
+
+<p class="figcenter">
+<img src="images/ill_180.jpg" width="436" height="580" alt="CAPILLA DEL MIHRAB, desde un angulo (Catedral de
+Cordoba)" title="CAPILLA DEL MIHRAB, desde un angulo (Catedral de
+Cordoba)"
+style="padding:2%; border:3px double black;"
+/>
+<br />
+<span class="caption">CAPILLA DEL MIHRAB, desde un angulo<br />
+(Catedral de Cordoba)</span>
+</p>
+
+<p class="figcenter">
+<img src="images/ill_181.jpg" width="442" height="590" alt="CAPILLA DEL MIHRAB.; (Catedral de Cordoba.)" title="CAPILLA DEL MIHRAB.; (Catedral de Cordoba.)"
+style="padding:2%; border:3px double black;"
+/>
+<br />
+<span class="caption">CAPILLA DEL MIHRAB.<br />
+(Catedral de Cordoba.)</span>
+</p>
+
+<p>Por entre la elegante arquería que mas que sostener el domo parece
+pender de él, como penden de un chal de Persia sus entretejidos
+caireles, y que á los ojos esperimentados de un famoso viajero del siglo
+XII era superior por la delicadeza de su ornato á las mas esquisitas
+producciones del arte griego y musulman<a name="FNanchor_265_268" id="FNanchor_265_268"></a><a href="#Footnote_265_268" class="fnanchor">[265]</a>, aparece al fondo la
+sorprendente fachada del <i>Mihrab</i><a name="FNanchor_266_269" id="FNanchor_266_269"></a><a href="#Footnote_266_269" class="fnanchor">[266]</a>, que cuando recibe los
+reflejos<a name="page_181" id="page_181"></a> del sol poniente brilla como un paño de brocado cuajado
+de pedrería, y que debia deslumbrar como la vision de un palacio
+encantado de lapislázuli, oro, carbunclos, rubíes y diamantes, cuando en
+el mes de Ramadhan ardian bajo aquella esmaltada cúpula las mil
+cuatrocientas cincuenta y cuatro luces de la lámpara mayor y el gran
+cirio de sesenta libras que lucía al lado del Imám<a name="FNanchor_267_270" id="FNanchor_267_270"></a><a href="#Footnote_267_270" class="fnanchor">[267]</a>. Esta fachada, á
+pesar de su imponderable riqueza, no presenta la menor confusion: todas
+sus líneas estan trazadas para servir de ornato y realce al arco que dá
+entrada al santuario, pues no tiene mas partes que estas: el arco con su
+espaciosa archivolta, sus jambas lisas con columnillas entregadas en su
+grueso, su arrabá<a name="FNanchor_268_271" id="FNanchor_268_271"></a><a href="#Footnote_268_271" class="fnanchor">[268]</a> contornado de grecas, y una ligera arquería sin
+vanos en la parte superior, sobre cuyo macizo descansa la imposta que
+divide los dos cuerpos alto y bajo del domo<a name="FNanchor_269_272" id="FNanchor_269_272"></a><a href="#Footnote_269_272" class="fnanchor">[269]</a>. Pero es tal la
+profusion y galanura del ornato de cada una de estas partes, que es
+preciso renunciar á pintarla con la pluma. ¡Qué dovelas, qué archivolta,
+qué enjutas, qué tableros, qué recuadros, qué arquería trebolada, qué
+tímpanos, qué entrepaños! Y despues, ¡qué deliciosa combinacion de las
+grecas con los follages persas y bizantinos, y con las figuras
+geométricas! No son estas últimas, sin embargo, las que mas campean,
+como sucede luego en la degenerada ornamentacion propiamente musulmana;
+lo principal ahora son las grecas, mas ó menos sencillas, unas de
+garbosos vástagos con sus hojas formando postas, otras de caprichosas
+ajaracas en que los troncos y las folias, la palmeta griega y el loto
+asirio, el lirio y el tulipan, las piñas, las flores<a name="page_182" id="page_182"></a> de ojos y los
+contarios, se combinan de mil diversos modos, trazando siempre los
+tallos y las hojas las mas graciosas curvas, y el todo reunido las mas
+elegantes cenefas, la mas caprichosa tracería. Añádase que esta
+ornamentacion está toda ejecutada sobre mármol delicadamente esculpido,
+ya desnudo y blanco, ya revestido de menudísimo mosáico de diversos
+colores cuajado con vidrio y oro; que las inscripciones cúficas que se
+leen en ella alternando con el luciente <i>sofeysafá</i> son tambien de oro
+sobre fondo encarnado ó azul ultramarino; finalmente, que las
+columnillas de los dos cuerpos alto y bajo son de mármol con los
+capiteles dorados; y si ademas teneis á la vista el dibujo de este
+bellísimo vestíbulo, os podreis formar una leve idea de la creacion mas
+maravillosa que existe del arte árabe-bizantino, y del arrobo que
+produce en el alma del que en su original la contempla. En el grueso de
+cada jamba del arco de entrada al santuario hay dos columnillas, una de
+mármol negro y otra de jaspe, con capiteles de mármol blanco
+prolijamente esculpidos. Si no le engañó á Al-Makkarí su ciego
+entusiasmo, estas cuatro columnillas fueron antiguamente dos de jaspe
+verde y dos de lapislázuli. Sobre ellas asienta á modo de cimacio una
+imposta de donde arranca el arco, y en ella se lée en caractéres cúficos
+de oro sobre fondo encarnado una inscripcion partida en tres cenefas ó
+listones. Unidos ambos lados, dice así: «En el nombre de Dios clemente y
+misericordioso: dése alabanza á Dios que nos dirigió á esto, á que no
+podríamos por nosotros ser dirigidos si no nos hubiera dirigido Dios, á
+cuyo fin vinieron á nosotros los legados de nuestro Señor con la verdad.
+Mandó el pontífice Al-mostanser Billah Abdallah Al-hakem, príncipe de
+los creyentes (favorézcale Dios), á su presidente y prefecto de su
+cámara Giafar ben Abde-r-rahman (complázcase Dios en él) añadir estas
+dos columnas, despues que lo fundamentó en el santo temor de Dios y su
+beneplácito. Concluyóse esta obra en el mes de Dhilhagia, año 354 (965
+de J. C.).» Esta inscripcion parece dar á entender que de las cuatro
+columnillas que hoy se ven entregadas en el grueso de las jambas que
+sostienen el arco de <i>sofeysafá</i>, dos fueron mandadas poner por
+Al-hakem, y las otras dos pertenecian al antiguo Mihrab que se habia
+demolido para prolongar la mezquita; pero ¿quién es capaz de decir hoy
+si fueron las de mármol negro ó las de jaspe las que se añadieron por
+órden de tan magnífico Califa, ó si realmente podrian ser de
+lapislázuli, juzgándose este inestimable congiario<a name="page_183" id="page_183"></a> digno de
+perpetuarse en caractéres de oro? Solo Dios lo sabe.</p>
+
+<p class="figcenter">
+<img src="images/ill_182.jpg" width="474" height="704" alt="(Córdoba.);
+ÁNGULO DE UNO DE LOS TABLEROS DEL ZÓCALO DEL MIRHAB.;
+Piezas de marmol de siete pies." title="(Córdoba.);
+ÁNGULO DE UNO DE LOS TABLEROS DEL ZÓCALO DEL MIRHAB.;
+Piezas de marmol de siete pies."
+style="padding:2%; border:3px double black;"
+/>
+<br />
+<span class="caption">(Córdoba.)<br />
+ÁNGULO DE UNO DE LOS TABLEROS DEL ZÓCALO DEL MIRHAB.<br />
+Piezas de marmol de siete pies.</span>
+</p>
+
+<p>El santuario es un pequeño recinto heptágono con pavimento de mármol
+blanco, zócalo formado por siete grandes tableros de lo mismo, arquería
+ornamental, y bóveda tambien de mármol, labrada de una sola pieza en
+figura de concha, orillada de una elegante moldura. Los seis lados de
+fábrica del heptágono, pues el sétimo lo ocupa el vacío que sirve de
+ingreso, estan decorados con preciosos arcos trebolados sostenidos en
+columnillas de mármol con capiteles dorados de esquisito trabajo; y
+estas columnillas descansan en una cornisa bajo cuyos módulos corre una
+faja de caractéres dorados esculpidos en el mismo mármol de las tablas
+que componen el zócalo ó subasamento. Dentro de este santuario se
+custodiaba el famoso mimbar de Al-hakem II, que era una especie de
+púlpito ó reclinatorio, al cual aseguran los historiadores árabes que no
+habia otro en el mundo que se igualase, por la materia de que estaba
+construido y por su trabajo. Era de marfil y de las maderas mas
+preciosas, como ébano, zándalo rojo y amarillo, bakam, aloe de la India,
+limonero y otras; costó 35,705 dineros y 3 adirhames<a name="FNanchor_270_273" id="FNanchor_270_273"></a><a href="#Footnote_270_273" class="fnanchor">[270]</a>. Tenia nueve
+escalones ó gradas. Asegúrase tambien que estaba compuesto de treinta y
+seis mil piececitas de madera, unidas entre sí y realzadas con clavos de
+plata y oro, y con incrustaciones de piedras preciosas. Su construccion
+duró siete años, empleándose en él diariamente ocho artífices. Este
+púlpito, que por lo visto era de mosáico de madera, pedrería y metales,
+de gran prez, estaba reservado al Califa, y en él se depositaba tambien
+el objeto principal de la veneracion de todos los muslimes de Andalucía
+y Almagreb<a name="FNanchor_271_274" id="FNanchor_271_274"></a><a href="#Footnote_271_274" class="fnanchor">[271]</a>, que era una copia del Koran que se suponia escrita por
+Othman, y aun manchada con su preciosa sangre. Guardábase este ejemplar
+en una caja de tisú de oro sembrada de perlas y rubíes, cubierta con una
+funda de riquísima seda encarnada, y se ponia en un atril ó facistol de
+aloe con clavos de<a name="page_184" id="page_184"></a> oro. Su peso era estraordinario, tanto que apenas
+podian entre dos hombres sostenerlo; colocábase en el mencionado púlpito
+para que el Imám leyese en él el Koran á la hora de la azala, y
+concluida la ceremonia se sacaba de allí y se llevaba á otro parage,
+donde permanecia cuidadosamente guardado con los vasos de oro y plata
+destinados á la iluminacion del mes de Ramadhan<a name="FNanchor_272_275" id="FNanchor_272_275"></a><a href="#Footnote_272_275" class="fnanchor">[272]</a>. El parage que
+segun las ligeras indicaciones de Edrisí servia de tesoro era una
+especie de capilla que hoy se levanta en sitio inmediato al antiguo
+Mihrab al norte de la actual Maksurah, parte de otro espacioso y
+magnífico recinto que interceptaba la nave central y las dos laterales
+adyacentes, y donde se armó sin duda la Maksurah antigua por disposicion
+de Al-hakem. De este modo puede suponerse que quedando el cuarto mas
+noble de la mezquita completamente cerrado al pueblo por ambos lados de
+norte y sur con las dos Maksuras, y ocupada esta seccion por los
+principales personages de la corte y oficiales palatinos, no sería fácil
+que se cometiese ninguna irreverencia en la persona del Imám ni en el
+venerado Mushaf<a name="FNanchor_273_276" id="FNanchor_273_276"></a><a href="#Footnote_273_276" class="fnanchor">[273]</a> cuando este era sacado ó restituido al tesoro por
+dos ministros y un tercero delante llevando un cirio encendido<a name="FNanchor_274_277" id="FNanchor_274_277"></a><a href="#Footnote_274_277" class="fnanchor">[274]</a>.
+Quedaban las dos Maksuras una enfrente de otra, y ambas á dos
+comprendian el mismo espacio, al menos en su longitud de oriente á
+poniente, puesto que interceptaban las tres naves del medio de las once
+que la mezquita tenia. Ambas Maksuras ó canceles se han perdido: hoy ni
+siquiera podemos formarnos una idea cabal de su dibujo; lo que se
+conserva casi intacto de aquel tiempo es ese suntuoso recinto de tres
+capillas que ocupaba la Maksurah de Al-hakem; y del recinto que ocupaba
+la Maksurah antigua, que el propio Califa mandó armar, solo existen dos
+capillas desfiguradas, la de la nave mayor y la de la contigua á
+oriente<a name="FNanchor_275_278" id="FNanchor_275_278"></a><a href="#Footnote_275_278" class="fnanchor">[275]</a>. Esta última se hallaba dividida en dos partes, alta y
+baja, por un piso de unos cuantos piés de elevacion sobre el suelo de la
+mezquita: en lo alto se hacia la alicama ó pregon interior para la
+oracion, y en la parte baja, que hoy aun se conserva en forma de covacha
+ó capilla subterránea, estaba el tesoro. En la capilla del centro, hoy<a name="page_185" id="page_185"></a>
+capilla de Villaviciosa, tenia su sitio reservado el Califa cuando no
+hacia de Imám, y en la de Occidente, que ya no existe<a name="FNanchor_276_279" id="FNanchor_276_279"></a><a href="#Footnote_276_279" class="fnanchor">[276]</a>, se veía el
+puesto del Cadí de la Aljama. De la decoracion interior de estas tres
+capillas cerradas por la antigua Maksurah, nada puedo, benigno lector,
+referirte, porque ni la soberbia sacristía de Villaviciosa, ni mucho
+menos la capilla de nuestra Señora de este nombre, eran en tiempo de
+Al-hakem lo que son ahora: por la decoracion del Mihrab que ligeramente
+te he bosquejado, podrás forjarte á tu gusto ó dejar en tinieblas las
+bellezas que yo suprimo. De la decoracion esterior tan solo se conserva
+de aquella época la arquería que hace frente al Mihrab, semejante en un
+todo á la de la fachada de su vestíbulo, donde si te place volverás á
+representarte una atrevida suerte gimnástica de esclavos indios y
+saeteros circasianos, ó lo que mas te cuadre segun los recuerdos que se
+despierten en tu mente.</p>
+
+<p>Obras de este género en ninguna parte se construían mas que en Córdoba:
+nunca, cristianos ni muslimes, habian visto creaciones artísticas<a name="page_186" id="page_186"></a>
+semejantes; así que, unos y otros contemplaban absortos el Mihrab y sus
+mosáicos cuajados de cinabrio, lapislázuli y oro, el vestíbulo y sus
+tres elegantes cúpulas lanzadas gallardamente al espacio, el domo
+principal reverberante y deslumbrador suspendido en el aire sobre un
+sutil anillo de puntas, la nueva Maksurah y su soberbia talla, las
+encintadas arquerías de los dos recintos coronados de cimborios, las
+puertas de oro, el pavimento de plata<a name="FNanchor_277_280" id="FNanchor_277_280"></a><a href="#Footnote_277_280" class="fnanchor">[277]</a>, la nave de tracería dorada,
+el mimbar de maderas aromáticas. Todos confesaban que ni en
+Constantinopla, ni en Damasco, ni en Aquisgran habia maravillas
+semejantes... Y sin embargo el poderoso Titan mahometano no se dá por
+satisfecho. Parécele á Al-hakem que las fuentes del patio de las
+abluciones no corresponden á la grandiosidad de la mezquita, y manda
+colocar en él cuatro magníficas pilas de una sola pieza, dos para las
+mugeres á la parte de oriente, y dos mayores para los hombres á
+occidente; pero quiere que estas pilas mayores asombren por su tamaño y
+vengan labradas de la misma cantera de la sierra. Empleáronse en esta
+obra digna de romanos mucho tiempo, mucha gente, muchísimo dinero; mas
+se ejecutó con felicidad, y la muchedumbre atónita vió llegar lentamente
+por un plano inclinado, espresamente construido, hasta el lugar
+destinado en el atrio de la mezquita, las dos enormes pilas, una tras
+otra, en fuertes carras de roble hechas al intento, y tiradas cada una
+por setenta robustos bueyes. Tomóse para los cuatro pilones el agua del
+acueducto erigido por Abde-r-rahman II, depositándola en un gran
+recipiente revestido de mármol: corria dia y noche, y lo que sobraba,
+despues de empleada en los menesteres de la mezquita, se distribuía por
+tres cañerías que iban á surtir otras tantas fuentes públicas en los
+tres muros de norte, oriente y poniente del edificio.</p>
+
+<p>Con estas grandiosas empresas se entretenia el arte musulman en España
+cuando espiraba el décimo siglo para la cristiandad y con él el
+entusiasmo artístico en los reyes y pueblos del Occidente. ¿Y qué mucho?
+La Europa cristiana se hallaba ceñida como por un anillo de hierro y
+fuego: por el norte los normandos, por mediodia y oriente los
+mahometanos, la estrechaban con nueva furia. Los monasterios se trocaban
+en fortalezas, y al divisar de lejos en el horizonte la polvareda<a name="page_187" id="page_187"></a> de
+los escuadrones ó los dragones de los bárbaros, los pobladores se
+guarecian entre sus muros; cerrábanse las puertas, acudíase á las armas,
+y todos se aprestaban á la defensa ó á las salidas. Para elegir un abad
+se echaba mano del personage mas temido de la comarca; por otra parte
+los magnates ambicionaban los bienes de la iglesia, la mitra y el
+báculo, y los conseguian en cambio de su protectorado. De aquí
+desórdenes irremediables, violacion de reglas, desprecio de los cánones,
+olvido de los estudios, depravacion del clero, ignorancia universal.
+Abandono de las ciencias, de las letras, de las artes, de la oracion y
+del recogimiento, que son sus fuentes fecundas, todo se esplica
+perfectamente en el décimo siglo, y bien se comprende que en vista de la
+desorganizacion presente concibiese la humanidad temores de ruina
+general y muerte. Lo único que humanamente no se esplica es que el
+espíritu cristiano, el espíritu de regeneracion y vida, resistiese á
+tantos embates, y que en el momento de hacer lugar aquel caos al primer
+crepúsculo de luz, aun hubiese santos en la tierra.</p>
+
+<p>Va pues á cerrarse el primer milenario del cristianismo. La cristiandad,
+semejante á Israel al pié del Horeb y del Sinaí, espera la voz de Dios
+prosternándose con vagos terrores y estremecimientos. El mahometismo
+gárrulo y triunfante se arma de nuevo contra la cruz: al sabio y
+pacífico y sensual Al-hakem sucede el intrépido, osado y duro Almanzor;
+y con él nuevas desolaciones para los cristianos de España, nuevas
+derrotas, nuevas cadenas; y nuevas conquistas, nuevos trofeos para los
+sectarios del Islam. La monarquía asturiana y leonesa, tan llena de
+gloria antes, cubierta de oprobio ahora por el forzado reconocimiento de
+Castilla como condado independiente, y por haber trabado alianza con los
+infieles para domar á sus vasallos sediciosos, cree llegada su hora
+postrera: el victorioso Almanzor pasea por ella sus banderas
+triunfadoras y nunca humilladas, invade las marcas españolas, apodérase
+de Barcelona, conquista á Leon forzando sus montañas y obligando al
+enfermizo Bermudo á refugiarse en Oviedo con sus tesoros y reliquias,
+entra en Galicia asistido de caudillos cristianos traidores que reciben
+del pródigo hagib pingües remuneraciones<a name="FNanchor_278_281" id="FNanchor_278_281"></a><a href="#Footnote_278_281" class="fnanchor">[278]</a>, alarga la pujante mano á
+Santiago de Compostela, á la famosa<a name="page_188" id="page_188"></a> Caaba de los bautizados de
+Occidente, y vuélvese á Córdoba á ocupar con magestad el usurpado trono,
+haciendo que los míseros vencidos acompañen á sus veloces ejércitos
+llevando en hombros las campanas bendecidas del gran templo profanado.
+Cataluña, Leon y Galicia, sufren alternativamente el tremendo azote: no
+hay año en que el Atila del décimo siglo no alcance contra los reyes de
+la trabajada España una ruidosa victoria. Todos los años al abrirse en
+los campos los rojos botones de las primaverales amapolas, tiene tambien
+que abrirse á impulso de las lanzas y saetas bereberes la ancha vena de
+la fecunda sangre cristiana; y hay años en que sobre la misma nieve dura
+el rojo matiz en el campo desde una á otra primavera, si por acaso al
+recogerse sus huestes á cuarteles de invierno, se encuentran con bandas
+enemigas asaz temerarias para cerrarles el paso de los montes<a name="FNanchor_279_282" id="FNanchor_279_282"></a><a href="#Footnote_279_282" class="fnanchor">[279]</a>.<a name="page_189" id="page_189"></a>
+¿Quién creerá, sin embargo, que no es la monarquía cristiana la que
+sucumbe, sino el Califato cordobés? ¿Quién podrá imaginarse que no va á
+ser el Catolicismo sino el Islam el que salga herido de muerte en los
+campos de Calatañazor? Este resultado, no obstante, podia preverse: la
+molicie de la vida oriental iba enervando insensiblemente á los árabes
+andaluces. No es ese terrible Almanzor, no, la verdadera personificacion
+del Estado cordobés: advertid que no es él el Califa, sino un mero
+hagib; el Califa es el afeminado é impotente Hixem II. Vedle ahí, y no
+confundais al uno con el otro, que son hombres de temple muy diverso.
+Ese que por única vez en muchos años quizá se presenta hoy á vuestros
+ojos saliendo de Córdoba á una hora insólita, cabalgando en compañía de
+algunas mugeres, entre una numerosa escolta de guardianes mas que
+guardias de honor, que so pretesto de dejarle espedito el camino
+ahuyentan á todos los viandantes y gente curiosa para que no se acerquen
+á su persona, ese es el Califa reinante, último vástago de los
+degenerados Umeyas. Observad como él y sus mugeres van para no ser
+conocidos encubiertos con ámplios albornoces, con los capuchones calados
+sobre los ojos. La escolta entre la cual va como preso, aunque
+satisfecho el menguado, no obedece mas voluntad que la del déspota
+Almanzor, y cuando le haya dejado solazarse unas cuantas horas entre los
+arrayanes y cipreses de la quinta regia, adonde ahora le conduce,
+volverá á depositarlo en su alcázar, como se deposita en su joyero una
+rica insignia de que se ha hecho el uso oportuno en una pública
+ceremonia. De todos los atributos de la soberanía no conserva ya ese
+desdichado mas que el de estampar su nombre en la moneda y en la franja
+de su vestidura. Desentendiéndose del belicoso tráfago que repugna á sus
+instintos, y desconociendo la índole de la agitacion que causan en su
+Estado los numerosos ejércitos de berberiscos, egipcios, mamelucos,
+esclavos y renegados, que dirige el usurpador de su autoridad, pasa la
+indolente é inútil vida en los brazos de sus sultanas y concubinas,
+encerrado en sus palacios y jardines. ¡Cuán diverso su omnipotente
+ministro! Ceñido siempre el arnés de batalla,<a name="page_190" id="page_190"></a> no dá punto de reposo á
+los enemigos del Islam, y mientras el Califa se hunde con la gloria de
+los Umeyas en su lecho de flores, hace él que sus soldados recojan
+cuidadosamente despues de cada refriega el polvo de sus arreos militares
+para que á su muerte no le sepulten en otra tierra que la recogida en
+sus innumerables victorias. Mas, ay, que la sangre africana, aunque
+enciende la pupila y ennegrece las manos<a name="FNanchor_280_283" id="FNanchor_280_283"></a><a href="#Footnote_280_283" class="fnanchor">[280]</a>, es impotente para
+regenerar lo que los vicios asiáticos han corrompido. Las victorias de
+Almanzor solo significan que el poder pertenece momentáneamente á las
+razas bereberes, pero que el astro del Islam, antes deslumbrador, se
+aproxima á un ocaso preñado de tempestades. Sus terribles invasiones y
+conquistas son los sacudimientos convulsivos de un moribundo que se cree
+lleno de juventud y vida porque rompió unas miserables ligaduras.
+Sujétenle como es debido, unan sus esfuerzos renunciando á mezquinos
+odios esos príncipes cristianos que separados son nada, y cuyos brazos
+juntos pueden encadenar á ese rabioso gigante, y se verá repetida en la
+última batalla que este les presente la lucha de Hércules con Anteo.</p>
+
+<p>Tambien el arte musulman tiene que espirar sofocado por el arte
+cristiano, como muere, cuando el grano de mostaza se convierte en árbol
+robusto, la débil planta que al brotar le daba sombra. Pero antes de que
+esto se verifique hará nuevos esfuerzos para asegurarse la vida: se
+trasformará, intentará seducir como fantástica decoracion, y para
+perpetuarse al amparo del engaño, fingirá que renuncia á la condicion de
+<i>monumental</i> y que solo aspira, fiel compañero de los refugiados en
+Granada, á permanecer con ellos sirviéndoles de leve y lujosa tienda
+real el tiempo que tarden en verse repelidos allende el estrecho.</p>
+
+<p>Esfuerzos de un arte que declina, sacudimientos de un Estado moribundo,
+todo lo personifica Ben Abi Aamir Almanzor, cuyo anhelo es sellar una
+gloriosa protesta contra la inevitable decadencia del Califato, entre
+los cristianos con sus triunfos, entre los muslimes con sus grandes
+construcciones. Sus magníficos palacios y dorados pabellones igualan, si
+no sobrepujan en riqueza, á los construidos por los<a name="page_191" id="page_191"></a> sultanes Umeyas.
+Azzahira se levanta en pocos años en la frondosa ribera del Guadalquivir
+emulando las portentosas construcciones de Azzahra; agrúpansele en torno
+las deliciosas quintas de los wazires, katibes, generales y cortesanos;
+puéblanse de torres, granjas y jardines, todos los terrenos hasta ahora
+no cultivados de la sierra y de la campiña, y la Aljama de la capital,
+notablemente engrandecida, va á ostentar como trofeos del mahometismo
+triunfante los despojos de la mas rica catedral cristiana clavados en su
+techumbre. En efecto, las campanas de la arruinada basílica de Santiago
+penden ya de sus poderosos trabes, mutiladas y mudas, sirviendo de
+lámparas al culto del Koran despues de haber proclamado con sus
+clamorosas lenguas el culto del santo apóstol: las chapadas puertas del
+mismo profanado templo yacen tendidas sobre las pintadas vigas de
+alerce<a name="FNanchor_281_284" id="FNanchor_281_284"></a><a href="#Footnote_281_284" class="fnanchor">[281]</a>; la gran catedral de Compostela, abierta, saqueada, llena de
+escombros, solo habla de ruina y desolacion á los devotos peregrinos de
+lejanas tierras; y la mezquita de la orgullosa corte musulmana se
+ostenta ensanchada, enriquecida, pintada, embellecida con mármoles y
+mosáicos, y esmaltes, y doradas cúpulas, y maksuras, y alfombras y un
+cuento de luces, y embalsamada con el azahar, el ambar-gris y el aloe, y
+ceñida con su cinto de torres, y festonada con sus dentadas almenas, y
+guardada con sus ricas puertas de piedra, estucos, mosáicos y bronces, y
+finalmente, hecha oasis, no de un desierto, sino de un paraiso, con las
+murmuradoras fuentes y los olorosos naranjos y las esbeltas palmeras de
+su atrio pensil. ¿Quién no habia de temer, si no el fin del mundo, por
+lo menos el fin del cristianismo?</p>
+
+<p>Mientras el rey Bermudo, resuelto á no ver repetida en mengua propia la
+pérdida que afrenta la memoria de Rodrigo, vence el desaliento, olvida
+sus achaques, triunfa de vanos terrores, hace el noble sacrificio de sus
+enojos y resentimientos, y procura reducir los inquietos ánimos del
+castellano y del navarro á una poderosa liga contra el formidable
+enemigo de la cristiandad, Almanzor pone en Córdoba el complemento á su
+gloria terminando las obras de la mezquita. Hacia ya algunos años que la
+Aljama habia recibido el ensanche con que hoy se conserva, y por ser
+esta la última modificacion hecha por los califas<a name="page_192" id="page_192"></a> en el gran templo
+sarraceno, referiremos su causa y modo segun de los historiadores árabes
+se colige.</p>
+
+<p>Habiéndose aumentado el vecindario de Córdoba con las cabilas enteras
+que á ella acudian de la costa de Berbería y otros puntos de Africa, y
+creciendo cada vez más en importancia y esplendor la corte de los
+califas, no bastaban ya los arrabales y las afueras de la capital para
+contener esta superabundancia de poblacion, ni tampoco la mezquita
+Aljama era suficientemente espaciosa para que cupiesen en ella los
+fieles que se agolpaban á la oracion los dias de juma. Ideó pues
+Almanzor ensancharla por la parte de oriente, no pudiendo verificarlo
+por la de poniente por la demasiada proximidad del alcázar, que convenia
+conservar separado de la mezquita, y lo primero que hizo fué ganarse las
+voluntades de los dueños de las casas y almacenes que habia que derribar
+por aquel lado, ofreciendo indemnizarles con toda liberalidad. Todos
+accedian, y todos eran ámplia y generosamente indemnizados, pues ademas
+de pagárseles sus casas en dinero contante, se les construían nuevas
+viviendas en otros puntos de la capital. Pero entre las personas
+expropiadas debia entrar tambien una anciana, que siendo dueña de una
+casita en que habia una hermosa palmera, se negaba rotundamente á
+cederla por ninguna suma mientras no se le diese otra casa que tuviera
+asímismo su palma. Mandó Almanzor que se buscase á toda costa, aunque
+hubiese que pagarla un millon de dinares; así se hizo, púsose á la
+exigente vieja en posesion de su nueva casa y de su nueva palmera, y
+vencidas todas las dificultades, empezaron los arquitectos del califa
+Hixem la obra. Los exigentes suelen ser afortunados: todos los edificios
+del terreno incorporado á la mezquita vinieron al suelo, y es probable
+que solo se conservase en pié la palma de la vieja, porque dice
+Al-Makkarí que este árbol venia á caer en el proyecto dentro del
+ensanche del patio, donde el afortunado vegetal tenia ya otros
+compañeros<a name="FNanchor_282_285" id="FNanchor_282_285"></a><a href="#Footnote_282_285" class="fnanchor">[282]</a>.</p>
+
+<p>¡En la nueva edificacion trabajaban arrastrando cadenas los infelices
+cristianos que Almanzor habia llevado á Córdoba cautivos, de vuelta de
+sus periódicas espediciones!</p>
+
+<p class="figcenter">
+<a href="images/ill_192.jpg">
+<img src="images/ill_192_sml.jpg" width="503" height="398" alt="PLANTA DE LA MEZQUITA DE CORDOBA SEGUN ESTABA EN TIEMPO
+DE LOS ARABES." title="PLANTA DE LA MEZQUITA DE CORDOBA SEGUN ESTABA EN TIEMPO DE LOS ARABES."
+/></a>
+<br />
+<span class="caption">PLANTA DE LA MEZQUITA DE CORDOBA SEGUN ESTABA EN TIEMPO
+DE LOS ARABES.</span>
+</p>
+
+<table border="0" cellpadding="2" cellspacing="0" summary="PLANTA DE LA MEZQUITA DE CORDOBA"
+style="font-size:90%;">
+<tr><td valign="top">1</td><td align="left"><i>Vestíbulo del Mihrab.</i></td></tr>
+<tr><td valign="top">2</td><td align="left"><i>Mihrab ó santuario.</i></td></tr>
+<tr><td valign="top">3</td><td align="left"><i>Maksurah, recinto privilegiado y cercado, solo accesible al Ymám y á los ulemas, alkhatibes, almocries y demas ministros del templo.</i></td></tr>
+<tr><td valign="top">4</td><td align="left"><i>Habitaciones de los ministros del culto y sirvientes de la Mezquita; sobre las de la derecha estaba el pasadizo que por medio de un puente comunicaba con el Alcazar.</i></td></tr>
+<tr><td valign="top">5</td><td align="left"><i>Recinto donde se armopor orden de Al-hakem la Maksurah antigua.</i></td></tr>
+<tr><td valign="top">6</td><td align="left"><i>Tribuna desde donde se hacia la alicama ó pregon interior convocando á la azala. Debajo de ella estaba el tesoro ó joyero.</i></td></tr>
+<tr><td valign="top">7</td><td align="left"><i>Puesto del Califa.</i></td></tr>
+<tr><td valign="top">8</td><td align="left"><i>Puesto del cadi de la Aljama.</i></td></tr>
+<tr><td valign="top">9</td><td align="left"><i>Dar-as-sadaca ó cámara de la limosna.</i></td></tr>
+<tr><td valign="top">a</td><td align="left"><i>Atrio ó patio-jardin de la Mezquita.</i></td></tr>
+<tr><td valign="top">b</td><td align="left"><i>Pórticos.</i></td></tr>
+<tr><td valign="top">c</td><td align="left"><i>Entrada principal y Alminar.</i></td></tr>
+<tr><td valign="top">A</td><td align="left"><i>Mezquita primitiva de Abde-r-rahman é Hixem.</i></td></tr>
+<tr><td valign="top">B</td><td align="left"><i>Parte añadida por Al-hakem, luego cuarto noble; reservado á la nobleza y personajes de la corte.</i></td></tr>
+<tr><td valign="top">C</td><td align="left"><i>Ensanche dado por Almanzor.</i></td></tr>
+</table>
+
+<p><a name="page_193" id="page_193"></a></p>
+
+<p>Derribóse el muro de oriente<a name="FNanchor_283_286" id="FNanchor_283_286"></a><a href="#Footnote_283_286" class="fnanchor">[283]</a>, y se abrieron los cimientos para el
+nuevo muro á distancia de ciento ochenta piés del antiguo en toda la
+línea de norte á mediodia. Añadiéronse á la mezquita propiamente dicha,
+esto es, al cuerpo cubierto del edificio, ocho naves grandes, todas
+iguales y del mismo número de arcos que las ya existentes, prolongándose
+de resultas ciento ochenta piés las treinta y tres naves menores que se
+cruzan en ángulo recto con las principales corriendo de oriente á ocaso.
+Formábanse sin embargo en el nuevo departamento treinta y cinco naves
+trasversales en vez de las treinta y tres del antiguo, porque no se
+prolongó el ala de habitaciones que caía á oriente del Mihrab y que
+ocupaba el espacio de dos naves. La prolongacion de las naves menores no
+se hizo con la servil y monótona uniformidad á que solemos esclavizarnos
+los modernos: los arquitectos árabes no entendian las reglas de la
+simetría como se profesan hoy, huían de lo que llamamos <i>euritmia</i> y se
+satisfacian produciendo la unidad por medio de la variedad sin buscar
+correspondencia forzosa de partes semejantes<a name="FNanchor_284_287" id="FNanchor_284_287"></a><a href="#Footnote_284_287" class="fnanchor">[284]</a>. En la parte añadida
+por Almanzor se creyó inútil dar á los machones de carga del muro del
+norte las mismas dimensiones, un tanto exageradas, que tenian los del
+muro primitivo reforzado por An-nasír<a name="FNanchor_285_288" id="FNanchor_285_288"></a><a href="#Footnote_285_288" class="fnanchor">[285]</a>, y se ganaba por consiguiente
+un espacio de seis piés en la<a name="page_194" id="page_194"></a> longitud de las naves mayores por el lado
+del norte. Mas no pudiendo dar á la primera de las menores seis piés más
+de anchura de la que tenian, por no consentirlo la altura de las
+columnas, imaginaron sin duda los arquitectos, que en vez de repartir
+ese pequeño esceso por igual entre los treinta y tres arcos de la
+tirantez de norte á sur, era preferible para el buen efecto conservar en
+línea y perfecta correspondencia las tres ó cuatro primeras naves,
+añadiendo una nave más en el espacio ganado por la dimininucion del
+grueso de los machones, y ensanchando las naves sucesivas donde
+pareciese mas conveniente. De resultas de esto, la nave primera
+trasversal de la parte prolongada no pudo por la estrechez suma de sus
+intercolumnios conservar la plena cimbra de sus arcos; fué preciso
+aproximar los arranques de estos, y romper su elegante curva para que no
+bajase de la altura apetecida, y entonces por la primera vez quizá se
+vió en los edificios de la España árabe el arco apuntado, ú arco
+<i>ojivo</i>, llamado despues á cambiar totalmente la fisonomía del arte
+monumental en la edad media<a name="FNanchor_286_289" id="FNanchor_286_289"></a><a href="#Footnote_286_289" class="fnanchor">[286]</a>. El arco de este modo roto en el punto
+culminante de su curva,<a name="page_195" id="page_195"></a> adoptó desde luego en aquella pequeña nave
+todas las decoraciones de que es susceptible: adaptó á su intrados los
+lóbulos, prodigados como ligeros festones en las arquerías del <i>Mihrab</i>,
+lo adornó graciosamente con el sencillo trébol, y prolongó por la parte
+inferior sus dos arranques formando la ojiva túmida, tan repetida
+despues durante el segundo período del arte hispano-musulman. Allí en
+efecto, en aquel breve espacio de siete piés escasos de anchura y ciento
+ochenta y cinco de longitud, apuró la arquitectura de una sola vez, y al
+primer ensayo, aun no terminado el crítico y terrible milenario primero,
+todas las formas de arco que habian de emplearse en los cuatro siglos
+consecutivos: circunstancia puramente casual, y de la cual sin embargo
+no dejarán de sacar partido para sostener la primacía de España en el
+sistema ojival los que equivocadamente miran estos meros accidentes como
+generadores de las grandes innovaciones arquitectónicas, y no como su
+resultado. No se intentó disimular el ensanche de que vamos hablando; al
+contrario, parece que se trató deliberadamente de señalarlo de una
+manera inequívoca, para lo cual, donde estaba el antiguo muro de
+oriente, ahora línea divisoria entre la undécima y duodécima de las
+naves mayores, se levantó una fila de robustos machones,
+convenientemente espaciados, y entre sí unidos por grandes arcos
+angrelados, arrancando de esbeltas columnas pareadas, unidas al grueso
+de los referidos machos. Nunca el arte clásico antiguo hubiera fiado tan
+espaciosos vanos á tan sutiles apoyos, como son esas columnas que de dos
+en dos envían á las parejas opuestas<a name="page_196" id="page_196"></a> los gallardos arcos festonados que
+sirven como de embocadura al edificio de Almanzor. Pero los arquitectos
+de Abde-r-rahman I y de Al-hakem II habian hecho ya con felicidad igual
+alarde en la grande arquería de la fachada interior que mira al patio, y
+en la de refuerzo que divide la mezquita primitiva de su prolongacion
+hácia el mediodia, y no habia por qué temer ahora su repeticion. Pasa
+hoy uno con cierto sobrecogimiento por debajo de esos atrevidos arcos de
+ocho metros de elevacion, y seis, siete, y aun ocho de vuelo, al
+considerar que descansan en columnas de unos tres metros de altura
+incluso su capitel, y solo la robustez de los machos á los cuales se
+arriman las gráciles parejas, puede inspirarle la confianza de que no
+vendrán al suelo cansadas de tan sobrenatural esfuerzo.</p>
+
+<p>Para mayor solidez del largo edificio agregado por Almanzor, se prolongó
+hasta su muro oriental, cruzando en ángulo recto con la mencionada
+arquería de refuerzo tendida de norte á sur, la línea de pilares y
+grandes arcos que señalaba el límite meridional de la mezquita
+primitiva: con lo cual quedó la actual Aljama dividida en cuatro partes
+desiguales, á que se dió el destino que diremos, completando tal vez la
+separacion entre una y otra, aunque esto no consta de una manera
+positiva, por medio de canceles ó tabiques de madera. La parte añadida
+por Al-hakem, en cuyas estremidades se alzaban las dos maksuras nueva y
+antigua, se denominó <i>cuarto noble</i>: estaba reservada, como queda dicho,
+á la nobleza y personages de la corte, ocupando los ulemas, alkhatibes,
+almocries y demas ministros del templo, con el Imam, el recinto
+inmediato al Mihrab. Los tres cuartos restantes eran para el pueblo, y
+probablemente estaban en ellos divididos los sexos, si es cierto, como
+asegura un historiador citado por Al-Makkarí, que dentro de las naves
+habia dos puertas que conducian al recinto de las mugeres.</p>
+
+<p>Con la parte añadida por Almanzor formaba la mezquita Aljama un gran
+cuadrilátero rectángulo de seiscientos cuarenta y dos piés de longitud
+de norte á sur, y cuatrocientos setenta y dos de anchura de oriente á
+poniente<a name="FNanchor_287_290" id="FNanchor_287_290"></a><a href="#Footnote_287_290" class="fnanchor">[287]</a>, encerrado en cuatro gruesos muros almenados,
+fortalecidos<a name="page_197" id="page_197"></a> con torres albarranas cuadrangulares, en considerable
+número, y de distintos cuerpos, disminuyendo segun su elevacion. El muro
+del sur, que por el declive del terreno alcanzaba una altura formidable
+y prodigiosa, internándose sus cimientos hasta una profundidad
+descomedida, estaba guarnecido con diez y nueve torres, contando las que
+le flanqueaban en ambos esquinazos, que eran mas voluminosas, y comunes
+á los dos muros de oriente y occidente. El muro de occidente tenia
+catorce; el del norte tenia cinco, ademas del magestuoso alminar erigido
+sobre la puerta principal; por último, el de oriente estaba robustecido
+con diez torres, todas correspondientes á la parte que sufria el empuje
+de las naves, pues en el muro del patio no habia por aquel lado ninguna.
+La mayor parte de estas torres se conservan: subsisten tambien aquellos
+venerables y anchos muros: y si la casualidad, ó el deseo, te llevan, oh
+paciente lector, á esa antigua ciudad que fué un tiempo el emporio de la
+civilizacion musulmana de occidente, no dejes de subir á lo alto de la
+gran mezquita: cuando te halles entre aquellas denegridas y fuertes
+almenas, que forman un dilatado feston de puntas, ó mas bien dientes de
+sierra, hollando con tus piés aquellas altivas torres, te imaginarás
+hallarte recorriendo las terrazas solitarias de los magníficos palacios
+de los Persas Sassanidas; creerás oir los gritos de guerra del ejército
+de Khaled y el zumbido de sus voladoras flechas, y ver á la fugitiva
+dinastía de Cosroes abandonándote el silencioso recinto de sus
+endentadas construcciones. Entonces comprenderás á la primera impresion,
+de quiénes aprendieron los árabes vencedores á erigir sus monumentos.
+Verás tambien magestuosamente tendidas ocupando el inmenso cuadrilátero
+que bordan las sagradas almenas, y en perfecto paralelismo, las diez y
+nueve quillas de las naves con que parecia cubierto el gran templo antes
+de abrumarle con sus actuales bóvedas, y te figurarás que al despedirse
+los árabes de su amada Córdoba cuando surcaban su rio veloces carabelas,
+dejaron en carena esas diez y nueve naves para volver algun dia por
+ellas.<a name="page_198" id="page_198"></a></p>
+
+<p>Las puertas esteriores de la mezquita eran diez y seis: seis al patio ó
+atrio de las abluciones, dos á oriente, dos á poniente, dos al
+septentrion; diez al edificio cubierto, de esta manera, tres por
+occidente al cuarto noble, con otra puerta que daba ingreso á las
+dependencias de la mezquita, dos, tambien por occidente, y cuatro por
+oriente, al gran buque destinado al pueblo. Las puertas interiores eran
+veintiuna, sin contar las de las dependencias del templo y la del
+pasadizo secreto del Califa: diez y nueve en la estensa y magestuosa
+fachada del patio, y las dos arriba mencionadas que dentro del buque de
+la mezquita conducian al recinto ó departamento reservado á las mugeres.
+Todas las puertas esteriores eran por lo general rectangulares, formadas
+por arcos-dinteles inscritos en otros arcos ornamentales de herradura:
+sus dovelas blancas y de color alternadas: las blancas ricamente
+exornadas de follages relevados, de estuco; las de color de precioso
+mosáico de ladrillo rojo y amarillento cortado en menudas piececitas
+rectilíneas. Ceñía al arco de herradura un ancho y precioso arrabá de
+cenefas cuajadas de labores, y ostentaban igual riqueza de ornato los
+tímpanos entre el arco y el dintel, las enjutas, las fajas, y las
+ventanillas de tablas de alabastro perforado que, ya encerradas en
+arquitos sobre marmóreas columnillas, ya partidas en graciosos agimeces,
+flanqueaban en uno ó en dos órdenes las referidas puertas<a name="FNanchor_288_291" id="FNanchor_288_291"></a><a href="#Footnote_288_291" class="fnanchor">[288]</a>. En
+algunas de estas veíanse cornisas voladizas sostenidas en ménsulas
+formando antepecho con sus almenillas dentadas y sus matacanes, dando al
+sagrado edificio aspecto de fortaleza y recordando los belicosos
+orígenes de la propaganda islamita.</p>
+
+<p class="figcenter">
+<img src="images/ill_198.jpg" width="437" height="583" alt="ESTERIOR DE LA MEZQUITA DE CÓRDOBA." title="ESTERIOR DE LA MEZQUITA DE CÓRDOBA."
+style="padding:2%; border:3px double black;"
+/>
+<br />
+<span class="caption">ESTERIOR DE LA MEZQUITA DE CÓRDOBA.</span>
+</p>
+
+<p class="figcenter">
+<img src="images/ill_198_id_a.jpg" width="668" height="439" alt="ORNAMENTACION DE UNA DE LAS PUERTAS DE LA CATEDRAL
+(Córdoba.)" title="ORNAMENTACION DE UNA DE LAS PUERTAS DE LA CATEDRAL
+(Córdoba.)"
+style="padding:2%; border:3px double black;"
+/>
+<br />
+<span class="caption">ORNAMENTACION DE UNA DE LAS PUERTAS DE LA CATEDRAL<br />
+(Córdoba.)</span>
+</p>
+
+<p class="figcenter">
+<img src="images/ill_198_id_b.jpg" width="425" height="594" alt="CAPILLA DE VILLAVICIOSA.;
+(Catedral de Córdoba.)" title="CAPILLA DE VILLAVICIOSA.;
+(Catedral de Córdoba.)"
+style="padding:2%; border:3px double black;"
+/>
+<br />
+<span class="caption">CAPILLA DE VILLAVICIOSA.<br />
+(Catedral de Córdoba.)</span>
+</p>
+
+<p><a name="page_199" id="page_199"></a></p>
+
+<p>Supónese que no contento el altivo hagib de Hixem II, ó mas bien su
+tirano, con haber hecho lo que dejamos referido, fué él tambien el que
+reformó la capilla de la tribuna desde donde se pregonaba la alicama,
+bajo la cual estaba el tesoro<a name="FNanchor_289_292" id="FNanchor_289_292"></a><a href="#Footnote_289_292" class="fnanchor">[289]</a>. Quiso sin duda rivalizar en
+magnificencia con Al-hakem y dejar al amparo del edificio religioso
+algun recuerdo duradero de la galana imaginacion de sus <i>amines</i><a name="FNanchor_290_293" id="FNanchor_290_293"></a><a href="#Footnote_290_293" class="fnanchor">[290]</a>,
+presintiendo quizá la triste suerte que amagaba á su predilecta
+fundacion de Azzahira, muestra suntuosa de la cultura de su tiempo
+ilustrada con lágrimas de sus ojos<a name="FNanchor_291_294" id="FNanchor_291_294"></a><a href="#Footnote_291_294" class="fnanchor">[291]</a>. Tal vez existian ya á manera de
+ventanas en los dos costados de norte y mediodia de la referida tribuna,
+los dos atrevidos arcos dobles de diez y siete piés de vano que hoy
+tiene, iguales en sus columnas y en su medida á los de la gran línea de
+pilares de Al-hakem que corre de oriente á ocaso; pero si realmente
+estaban ya construidos, si no era la decoracion esterior de esta capilla
+análoga á la de la central frontera al Mihrab, indudablemente su
+intrados era liso y los adornos de su archivolta, si los tenia, eran de
+un gusto que pasaba ya por anticuado. El plano de este recinto era un
+rectángulo de lados desiguales. Hizo el que dirigió la obra por Almanzor
+que en los costados de oriente y occidente, que eran los de mayor
+longitud, se abriesen otras ventanas menores, de distinta forma de las
+que habia, de arcos exornados tambien segun el nuevo estilo, y que en
+los paramentos de los cuatro muros y en la cúpula que los corona,
+estampase el arte sarraceno emancipado de la tradicion bizantina el
+sello indeleble de sus aspiraciones, ya mas voluptuosas si bien menos
+monumentales. Fueron sin duda africanos los <i>amines</i> de Almanzor. Dieron
+á estos arcos, y á los de la pieza baja ó tesoro, los festones de
+lóbulos que tan gallarda y viciosamente disfrazan el verdadero objeto de
+estas curvas, convirtiéndolos en orlas de cintas y nexos de encaje, y
+solo respetaron las antiguas columnas y sus capiteles románicos.
+Adornaron las archivoltas con menudos pometados, inscribieron los arcos
+en vistosos y ámplios recuadros formados de muchas cenefas
+primorosamente labradas á cincel y punzon: pusieron en las enjutas
+grandes florones de nueva forma, en que campean y se enroscan sutiles
+vástagos prendidos á sus bayas, formando postas y ondulosas lazadas
+sobre fondo de espeso ataurique picado, á modo de culebras que se
+desnudan de sus escurridizas y pintadas pieles revolviéndose en un tapiz
+de flores. Coronaron los arrabás con lindas cornisillas de arquitos
+entrelazados y calados, y sobre ellos hicieron correr por todos los
+cuatro frentes una ancha faja de bovedillas apiñadas que fingiesen
+estalactitas de oro cristalizado, en la naturaleza imposibles, pero
+tambien de efecto sorprendente y hasta entonces desconocido.<a name="page_200" id="page_200"></a>En las
+paredes de oriente y ocaso, que eran los lados mayores del rectángulo,
+figuraron de relieve los arcos de lóbulos que no podian estar abiertos,
+y descansando en la ligera cornisa de su arrabá, esculpieron, á plomo
+sobre las enjutas del grande arco figurado, dos ricas ménsulas con
+leones asomando por ellas la cabeza y el pecho. Eran cuatro los leones,
+dos en cada una de las fajas de levante y poniente, todos equidistantes,
+y desde cada leon al que tenia enfrente volteaba un grande arco, cuyo
+paramento avanzaba algunos piés sobre la zona inferior, y desde cada
+leon al que tenia á su lado volteaba otro grande arco figurado y que no
+avanzaba sobre el paramento del muro inferior. Estos cuatro grandes
+arcos superiores, cada uno de ellos de veintiun lóbulos de crestería
+trebolada y primorosamente adornados en las enjutas y en el fondo como
+los de la zona inferior, formaban un cuadrado perfecto por haber quedado
+á igual distancia sus cuatro apoyos, merced al ingenioso modo de acortar
+los lados mayores poniendo los leones á plomo sobre las enjutas de los
+grandes arcos de abajo. Vencida esta dificultad, y regularizado el
+espacio superior encerrado en cuatro arcos torales, era ya muy sencillo
+levantar sobre ellos la cúpula que habia de coronarlo. Sobre los arcos
+se tendió una cornisa general, y en esta se apoyaron, cruzándose en el
+espacio y deslumbrando con sus colores y dorados, como fuegos de
+artificio cuyas curvas se cruzan en el domo sombrío del estrellado
+firmamento, los arcos de segmentos que forman la elegante y estraña
+cúpula morisca. El primoroso alizar de alicatado que cubria el zócalo de
+este mágico aposento, su piso de ladrillo barnizado á la manera
+persiana, sus paredes cuajadas de estucos pintados de verde y rojo
+opaco, y á trechos dorados, haciendo un fondo de espeso y menudo
+ataurique cubierto con un enrejado de flores, sus arcos de lóbulos
+detenidamente calados y contornados con otros adornos, dan á esta
+capilla, perdida en el bosque de columnas de la inmensa mezquita, el
+aspecto de un cenador de apretado lúpulo y graciosas enredaderas,
+recortado por la mano de las péris en medio de una selva
+encantada<a name="FNanchor_292_295" id="FNanchor_292_295"></a><a href="#Footnote_292_295" class="fnanchor">[292]</a>.<a name="page_201" id="page_201"></a></p>
+
+<p>No terminaremos la restauracion ideal de la gran mezquita de Córdoba sin
+hacer mérito de otra obra preciosa, en la cual hoy nadie repara, que á
+nuestro entender se ejecutó tambien en tiempo de Almanzor. Hablamos de
+la decoracion de la <i>Cámara de la limosna</i>, toda de estuco, con arcos
+ornamentales afiligranados, por el estilo de la capilla ó tribuna que
+acabamos de describir. Habia hecho construir Al-hakem II á la parte
+occidental del templo un departamento para la distribucion de las
+limosnas, en el cual cualquier pobre viandante estraviado, que se
+encontrase en la ciudad sin amparo y sin medios de subsistir en ella,
+hallaba caritativa hospitalidad y recibia cuanto podia necesitar para
+continuar su viaje. Para este objeto habia el Califa dotado el
+establecimiento de una manera espléndida. El departamento que ahora nos
+ocupa no era propiamente hablando una hospedería, y aun nos inclinamos á
+creer que ni una noche siquiera podia pasar en él el caminante perdido;
+primero, porque su limitado recinto, de una sola cámara, igual en
+proporciones á la tribuna restaurada por Almanzor, no lo permitia; y
+ademas, porque para hospederías, donde pudiesen los pobres permanecer,
+tenia el mismo Al-hakem dispuestos otros edificios fuera de la mezquita,
+y tambien á la parte occidental, frente por frente á la cámara de la
+limosna (<i>Dar-as-sadaca</i>)<a name="FNanchor_293_296" id="FNanchor_293_296"></a><a href="#Footnote_293_296" class="fnanchor">[293]</a>. Y no<a name="page_202" id="page_202"></a> se crea que en estas hospederías
+se albergaba solo la gentecilla menuda y de poco valer: Ibnu Bashkuwal
+nos cuenta que el célebre poeta Ahmed Ibn Khaled estuvo largo tiempo
+alli mantenido, y segun él acudian á este establecimiento los teólogos
+pobres y los estudiantes necesitados que iban á Córdoba á cursar leyes,
+los cuales, mientras buscaban, ó fingian buscar, en la capital
+alojamiento acomodado á sus escasos recursos, vivian en el ameno trato
+de muchos hombres graves, literatos, historiadores, oradores y poetas,
+que eran en él agasajados. Los estudiantes, de mejor condicion que los
+modernos <i>sopistas</i>, recibian comida diaria, provisiones de todo género,
+y ademas una pequeña cantidad en metálico; los sabios formados tenian
+asignadas pensiones anuales sobre el tesoro, cada cual segun su mérito y
+circunstancias personales. La cámara <i>Dar-as-sadaca</i> no estaba en rigor
+destinada mas que á repartir la limosna entre los pobres. Su riquísima
+puerta, hoy tapiada, se dibuja todavía en ambos lados interior y
+esterior del muro de la mezquita, y segun Al-Makkarí era la principal
+del costado de Occidente. Ya no es posible formarse una idea exacta del
+aspecto que presentaria esta cámara cuando acabó de decorarla al estilo
+africano el hagib Almanzor: una espesa capa de cal cubre y desfigura las
+labores de estuco pintado y dorado que convertian sus paredes en
+primorosa filigrana; su belleza, mejor apreciada en la edad de hierro de
+la reconquista, se oculta hoy olvidada y oscurecida despues de haber
+servido con brillantez á la primera catedral cristiana de Córdoba, que
+hizo de dicha cámara su rico vestíbulo; y la hermosa convertida, que
+halló gracia á los ojos del austero S. Fernando, no ha alcanzado piedad
+en nuestros dias de tolerancia y de indiferentismo, y ahí permanece
+arrinconada, vergonzante, cubierta de polvo, esperando el dia de su
+rehabilitacion, y dando gracias sin embargo á su<a name="page_203" id="page_203"></a> nuevo dueño porque,
+aunque la tiene envuelta en una fria mortaja de yeso y cal, al menos no
+la ha mutilado y reducido á polvo para poner en su lugar una capilla
+churrigueresca ó greco-romana<a name="FNanchor_294_297" id="FNanchor_294_297"></a><a href="#Footnote_294_297" class="fnanchor">[294]</a>.</p>
+
+<p>Así se conserva la interesante estancia que en la mezquita árabe servia
+para repartir la limosna, y nadie se imagina que esa pieza desnuda y
+pobre, que pasado el postigo de S. Miguel se ve hoy separada del cuerpo
+del templo por un miserable tabique y una puerta de pino, y donde tiene
+el cabildo el archivo de la estinguida capilla de música y sus libros de
+coro, sea aquella suntuosa <i>Dar-as-sadaca</i> donde la religion musulmana
+se mostró menos opuesta á la religion evangélica de caridad y amor,
+donde mas honrada fué la humanidad por el paganismo sarraceno, donde
+menos agravio recibió la divinidad de los profanadores de la antigua
+basílica cristiana, y por último, donde mas interesantes y patéticas
+escenas presenció quizás la corte de las califas.</p>
+
+<p>La tribuna de la <i>alicama</i> y la <i>cámara de la limosna</i> debieran ser
+fecundas en recuerdos; pero no nos los han trasmitido los historiadores
+árabes, tan minuciosos en otras cosas; y los únicos hechos gloriosos que
+á estas construcciones podemos hoy referir, estan tan identificados con
+la triste época del decaimiento del poderío árabe en España, como la
+misma mudanza de estilo que en ellas se advierte comparándolas con las
+obras arábigo-bizantinas de la época anterior. A la verdad el estilo de
+su ornamentacion se diferencia notablemente del empleado en el Mihrab y
+en todo el resto de la mezquita: pero ¿quién es capaz de calcular el
+tiempo que necesita el arte para variar de fisonomía, cuando concurren
+en una nacion trastornos tan radicales como los que acaecieron en el
+Estado cordobés bajo la administracion de Almanzor? Ya lo hemos
+indicado: el solo predominio de las razas africanas pudo bastar para
+trocar completamente las tendencias del arte musulman. Y es muy de
+advertir que el arte, menos significativo en sus formas para los mismos
+que lo practican, que para nosotros que de lejos estudiamos sus
+sucesivas trasformaciones, como el que desde una eminencia observa
+perfectamente las varias revueltas de un magestuoso<a name="page_204" id="page_204"></a> rio, ha eludido
+siempre las prohibiciones que tienden á separar é incomunicar las ideas;
+por lo cual, del mismo modo que las prácticas de la arquitectura arábiga
+habian logrado carta de naturaleza en los pueblos cristianos de España,
+así las prácticas de los africanos habrian hallado acceso entre los
+arquitectos del Califato á despecho de la guerra sangrienta que se
+hicieron Almagreb y Andalucía, si ya antes la amistad y fusion de estos
+dos Estados no les hubiesen dado fácil y halagüeña acogida. Con solo
+saber que al espirar el décimo siglo andaban andaluces y africanos en
+comunicaciones tan frecuentes y amistosas como las que bajo los
+Abde-r-rahmanes habian tenido andaluces y bizantinos; con solo observar
+que el famoso caudillo de los Zenetes Zeyrí Ibn Atiyah envía á Almanzor
+embajadas y ricos presentes en que lucen á la par las grandes
+pretensiones del donador, las de la naturaleza y las del arte, y luego
+le visita personalmente en Córdoba admirándole con sus nuevos presentes
+y su brillante comitiva, podiamos desde luego haber adivinado una
+trasformacion esencial en la fisonomía del arte andaluz. Lo que era
+antes Bizancio para la sede de los califas, es ahora el Africa
+occidental: es posible que el gérmen africano ingerto en el robusto
+vástago hispano-oriental haya producido un arte mas bello que el
+africano-berberisco, acre por su naturaleza como la índole de las tribus
+auxiliares de Almanzor; pero de todos modos es africano el genio que
+preside á la trasmutacion del arte cordobés y á su emancipacion de la
+tutela bizantina; y es indudable que con solo atender á las fechas, y
+con saber que la intimidad entre Almanzor y Zeyrí fué anterior á su
+enemistad sangrienta, podiamos ya sospechar qué escena tendrian
+dispuesta los arquitectos del poderoso hagib para los dos actos
+capitales en que por última vez figura la gran mezquita, de anunciar á
+los creyentes congregados la conquista del Africa occidental, y de
+distribuir entre los pobres inmensas sumas en celebridad de la ruidosa
+victoria.</p>
+
+<p>Podia el Andalús celebrar con locas demostraciones de júbilo su triunfo;
+pero el Africa estaba ya vengada, porque todo era en Córdoba africano:
+el hagib, el ejército, las autoridades, la vida pública y privada, la
+arquitectura que es su fórmula material, todo en suma. La misma tribuna
+en que se leyó al pueblo de Córdoba la carta del hijo de Almanzor
+refiriendo la gran batalla y victoria de Wadamena, estaba decorada al
+estilo berberisco; la misma cámara ó estancia en que<a name="page_205" id="page_205"></a> se dieron aquellas
+cuantiosas limosnas en accion de gracias al Todopoderoso que se habia
+dignado humillar y confundir al Africa rebelde, parecia en su ornato un
+lujoso aposento del harem de un Edrisita.</p>
+
+<p>Dejemos ya al gran monumento de la civilizacion arábigo-hispana, tal
+como acabamos de describirlo, dormir un sueño secular, mientras ruedan
+por encima de su espaciosa techumbre las tormentosas nubes de las
+revoluciones, que, preñadas de calamidades, descargan sobre la hermosa y
+desventurada reina del Guadalquivir. Las razas que alternativamente se
+apoderan del trono cordobés, no dejan en la mezquita la menor huella:
+pasan todas por delante de la gran fábrica silenciosa, como las
+espumantes olas de un rio desbordado que con imponente murmullo se
+empujan sin batir la dura peña de la orilla; y el incomparable edificio
+de los Abde-r-rahmanes y Al-hakemes se mantiene intacto, sin que al
+parecer introduzcan modificacion alguna en él los almoravides ni los
+almohades, esperando el término del castigo que sufre la grey de Cristo
+y el momento de volverse á enarbolar la triunfante enseña de la
+redencion sobre las columnas que habian sustentado el templo de
+Jano<a name="FNanchor_295_298" id="FNanchor_295_298"></a><a href="#Footnote_295_298" class="fnanchor">[295]</a>.</p>
+
+<p>Acabó el renacimiento griego<a name="FNanchor_296_299" id="FNanchor_296_299"></a><a href="#Footnote_296_299" class="fnanchor">[296]</a> de mas de dos siglos fomentado por los
+Umeyas; desfalleció el genio árabe del Asia, y el astro de la cultura
+cordobesa llegó á su ocaso. ¡Cuán cierto era que el altivo Cástor
+musulman no estaba dotado del aliento divino que ahora mas que nunca
+empezaba á revelar el Pólux cristiano! En vano pugnaron las huestes del
+hagib por la integridad del Califato en los campos de Calatañazor; el
+Estado y el arte siempre mueren juntos. El Estado cordobés muere con
+Almanzor, y despues de la consternacion que con tan siniestra noticia se
+apodera de sus soldados, despues del llanto que todos derraman por el
+ilustre general que siempre los habia conducido á la victoria, y á quien
+miraban como su padre y defensor, no es ya posible<a name="page_206" id="page_206"></a> que el genio del
+Oriente vuelva á sonreir en mucho tiempo sobre la tierra del
+Guadalquivir.</p>
+
+<p>Hemos recorrido, lector amigo, un período de doscientos diez y seis años
+desde el dia en que vimos al ilustre Umeya proscrito comenzar en Córdoba
+la edificacion de la mezquita Aljama, hasta la hora, para el Califato
+aciaga, en que cesan con la muerte de Almanzor los embellecimientos de
+este suntuoso templo, Caaba del Occidente. Durante este período hemos
+presenciado grandes cosas estudiando el soberbio monumento reflejado en
+el espejo mágico de la historia. Vimos primero los esfuerzos de un
+hombre lleno de genio, que, entronizándose en Córdoba con su gloriosa
+dinastía, y con una cultura llena de seducciones, sucesivamente rival y
+amigo de Carlomagno, disputa al gran organizador de la cristiandad el
+lauro de civilizador, saca de la rica mina de Bizancio los materiales
+para su grande obra, y envía la luz sobrante del faro que levantó sobre
+el Guadalquivir á iluminar la corte del nuevo César. Despues hemos visto
+al hijo de Abde-r-rahman I secundar admirablemente la obra de
+fascinacion comenzada por el famoso <i>intruso</i>; despues, dividirse su
+tarea sus descendientes, encargándose unos de todo lo relativo á la
+política y á la guerra, á fin de proporcionar á los otros el sosiego y
+los medios necesarios para hacer florecer las artes de la paz.
+Paralelamente á la cultura hispano-musulmana, se ha ido desarrollando la
+civilizacion hispano-cristiana, y despues que ambas han adquirido todo
+su natural crecimiento, ha sido preciso que la una fuese gradualmente
+cediendo el campo á la otra, como sucede con dos árboles corpulentos que
+no caben en el mismo terreno. Primero el genio del Occidente estuvo como
+adormecido desde que se eclipsó la estrella de Carlomagno: la Europa se
+creyó condenada á perpétua barbarie, á pesar de las escitativas promesas
+de la Iglesia; los encargados del regimiento de las naciones católicas
+perdieron de vista su divino norte, y en momentánea y triste oscuridad
+unos contra otros blandieron truculentos las fratricidas lanzas: período
+funesto de desórden y confusion que estimuló los brios y alentó las
+esperanzas de los sectarios del falso profeta. Pero la reconciliacion de
+los hijos de la Iglesia trajo al cabo el iris de paz á la cristiandad
+sobre un mar de sangre musulmana en Calatañazor; y mientras la <i>peña de
+las águilas</i><a name="FNanchor_297_300" id="FNanchor_297_300"></a><a href="#Footnote_297_300" class="fnanchor">[297]</a> estaba bañada de roja espuma, el sol del Califato
+doraba<a name="page_207" id="page_207"></a> apenas las torres de la mezquita con sus crepusculares fulgores.
+¡Grande fué para la verdadera civilizacion del Occidente el triunfo de
+aquella jornada! El orgulloso tronco de los Umeyas fué tronchado por el
+rayo; el árbol cristiano, ya lozano y pujante, puede ahora dilatar
+libremente sus ramas hasta sombrear la misma tierra de donde procede su
+gérmen; y el arte occidental, en un principio menesteroso y mendicante
+cuando el Epulon musulman derramaba á manos llenas sobre la reina del
+Bétis las galas de Bizancio, se está disponiendo para ir á llamar con
+arrogancia á las puertas de Córdoba musulmana con la civilizacion de la
+cruz exaltada por los ejércitos del hijo de Berenguela.</p>
+
+<p>Descanse pues el gran templo por tantos califas reformado y
+engrandecido, y manténgase como mudo testigo de las rápidas invasiones,
+insurrecciones sangrientas, guerras civiles y traiciones que hormiguean
+y zumban á su pié<a name="FNanchor_298_301" id="FNanchor_298_301"></a><a href="#Footnote_298_301" class="fnanchor">[298]</a>, hasta que le llegue el dia de mostrarse como una
+aparicion fantástica á los ojos atónitos de los guerreros de S.
+Fernando. No se crea sin embargo que todo este tiempo han de contemplar
+pasivos los reyes de Castilla la integridad del símbolo islamita. Tres
+veces se pusieron sobre Córdoba las huestes cristianas. Dos veces
+penetraron en ella conducidos por el valiente emperador<a name="page_208" id="page_208"></a> D. Alfonso
+VIII, y otras dos fué la mezquita ocupada, purificada luego y consagrada
+al verdadero culto. Estos hechos de armas merecen referirse.</p>
+
+<p>Vivian los mozárabes de Córdoba bajo los almoravides pacífica y
+cómodamente, aunque cautivos. Adormecidos bajo el suave yugo de sus
+dominadores, iban ya casi olvidando su religion y su lengua
+materna<a name="FNanchor_299_302" id="FNanchor_299_302"></a><a href="#Footnote_299_302" class="fnanchor">[299]</a>: Alí, hijo de Juceph, que era á un mismo tiempo monarca en
+Africa y en Andalucía, los colmó de distinciones: les concedió armas, y
+les dió por capitan á otro cautivo, caballero catalan, que le habia
+fielmente servido en Africa ganándole muchas victorias contra los
+almohades. Pero esta paz era funesta á los desdichados mozárabes, y la
+Providencia habia decretado volverlos á purificar en el fuego de las
+tribulaciones. Entra el famoso D. Alfonso <i>el Batallador</i> con grande
+ejército en Andalucía, pónese á vista de Córdoba, causando tanto terror
+en los mahometanos, que abandonan sus haciendas y se encierran en sus
+fortalezas; y entonces los cristianos cautivos, como súbitamente
+libertados de un lánguido y peligroso desmayo, armados de sobrenatural
+energía, corren en tropel en busca del rey D. Alfonso, y con súplicas y
+lágrimas le piden se les lleve á su reino, pues mas quieren perder sus
+casas y bienes que la religion de sus mayores. Condesciende el rey á su
+peticion, y al levantar el campo, aléjanse con él de Córdoba diez mil
+familias mozárabes, á las cuales dió luego <i>el Batallador</i> en sus
+dominios tierras y privilegios<a name="FNanchor_300_303" id="FNanchor_300_303"></a><a href="#Footnote_300_303" class="fnanchor">[300]</a>. Fué tal la exasperacion de los
+mahometanos de Córdoba por esta fuga de los cristianos, que de comun
+consejo determinaron estinguirlos. ¡Ay de los infelices que quedaban
+dentro de la ciudad! A muchos quitaron cruelmente la vida, á otros
+castigaron atrozmente poniéndolos en estrechas prisiones. A todos
+despojaron de sus bienes, y á los que quedaron con vida, despues<a name="page_209" id="page_209"></a> de
+muchas injurias, los deportaron al Africa. Algunos tal vez podrian
+librarse huyendo al reino de Toledo, y estos dejarian despues las
+noticias de los parages donde habian quedado ocultas las reliquias y
+santas imágenes que veneraban. Tambien entonces destruirian los
+mahometanos muchas basílicas y profanarian otras convirtiéndolas en
+mezquitas<a name="FNanchor_301_304" id="FNanchor_301_304"></a><a href="#Footnote_301_304" class="fnanchor">[301]</a>.</p>
+
+<p>No tardó mucho el rey de Castilla y emperador D. Alfonso VIII en lavar
+esta afrenta. Las guerras contínuas entre los almoravides y los
+almohades en Africa ponian frecuentemente á los muslimes de Andalucía á
+merced de los cristianos. Alí habia muerto desastradamente: era rey de
+Africa y Andalucía su hijo Taxfin, el cual, no pudiendo guarnecer con
+tropas africanas sus dominios de España, los tenia entregados á la buena
+fé y lealtad de su virey y gobernador Ben Ganiyah. Pero este, que vivia
+mas como soberano que como gobernador, habia hecho numerosos
+descontentos. Al mismo tiempo un ambicioso vecino de Córdoba, muy rico y
+poderoso, llamado Ben Handí, que gozaba entre los mahometanos la opinion
+de santo, habia ido poco á poco insurreccionando la plebe, hasta ser por
+ella aclamado rey. Noticioso Ben Ganiyah del levantamiento, se presentó
+á las puertas de la ciudad con escogidas tropas y fué admitido sin
+resistencia, teniendo el usurpador que desampararla para salvar la vida.
+De Córdoba pasó Ben Ganiyah á sitiar á Andújar, persiguiendo á Ben Handí
+que se habia refugiado en ella con sus parciales; y estos para conjurar
+la venganza del ofendido virey y distraer su atencion, llamaron en su
+auxilio al emperador D. Alonso, que con gran celeridad asentó sus reales
+sobre la capital. Abandonó Ben Ganiyah la venganza y acudió al peligro;
+pero reconociendo la superioridad del castellano, le entregó la ciudad
+el dia 18 de mayo de 1146. Dia de grande abominacion fué este para los
+sectarios del Islam: los historiadores árabes lo recuerdan con dolorosa
+execracion, y refieren con escándalo que los cristianos penetraron en la
+mezquita Aljama, ataron sus corceles á las columnas del <i>Maksurah</i> y
+profanaron con sus manos impías el sagrado<a name="page_210" id="page_210"></a> Koran que se custodiaba en
+su <i>Mihrab</i><a name="FNanchor_302_305" id="FNanchor_302_305"></a><a href="#Footnote_302_305" class="fnanchor">[302]</a>. Purificó este suntuoso templo el arzobispo de Toledo
+D. Raimundo, y dedicándolo á Dios, celebró en él de pontifical.
+Desgraciadamente no podia el emperador conservar á Córdoba ni dejar
+gente para guarnecerla, y así habiéndole Ben Ganiyah prestado juramento
+sobre el Koran de ser su fiel vasallo, y de mantener la ciudad en su
+nombre, se la dejó confiada. No bien se alejaron de sus muros las
+huestes cristianas, quebrantó su juramento el infiel musulman, y no se
+contentó con esto, sino que ademas atrayendo á Andalucía con falaces
+promesas á varios caballeros castellanos que mandó el emperador á
+posesionarse de Jaen, los aprisionó luego que entraron en la
+ciudad<a name="FNanchor_303_306" id="FNanchor_303_306"></a><a href="#Footnote_303_306" class="fnanchor">[303]</a>. Irritado Alfonso con tan infame traicion, dispuso ir sobre
+Córdoba con ejército muy poderoso. Cabalmente acababa de apoderarse de
+Almería, habiendo reunido para esta empresa tan numerosas huestes, suyas
+y de otros príncipes aliados, que la muchedumbre de los ginetes y peones
+cubria las montañas y la campiña, el agua de los rios y fuentes no era
+bastante á apagar la sed de todos sus caballos, ni las yerbas de aquella
+comarca suficientes para darles pasto<a name="FNanchor_304_307" id="FNanchor_304_307"></a><a href="#Footnote_304_307" class="fnanchor">[304]</a>. El rey Rogerio de Sicilia,
+que era uno de los aliados, se habia en verdad despedido de él, despues
+de espugnada Almería, para ir á campear por su propia cuenta en Africa;
+tambien el conde de Barcelona y el duque de Montpellier, y los genoveses
+y pisanos, que le habian auxiliado por mar con sus numerosas y bien
+armadas naves, se habian ya dispersado. Nada por otra parte habrian
+podido favorecerle ahora estas fuerzas de mar por el Guadalquivir,
+siendo ya Sevilla conquista de los almohades. Pero sin contar los
+ejércitos del rey D. García de Navarra y del conde de Urgél, podia
+disponer D. Alfonso de las mesnadas de sus condes y ricos-hombres: allí
+tenia á D. Fernando Joanes con las tropas de Galicia, á D. Ramiro Florez
+Frolaz con las de Leon, á D. Pedro Alfonsez con<a name="page_211" id="page_211"></a> las de Asturias, al
+conde Ponce y á D. Fernando Ibañez con las de Estremadura alta y baja, á
+D. Martin Fernandez con las de Ita y Guadalajara, á D. Gutier Fernandez
+de Castro y D. Manrique de Lara con las de Castilla la Vieja, y á D.
+Alvar Rodriguez con las de la Nueva y Toledo. No se descuidó Ben Ganyah
+en prevenirse: reconociendo que le faltaban fuerzas para contrarestar la
+acometida de Alfonso, trató solo de aumentarlas, é imitando el ejemplo
+del rey Al-Mu'tamed, que por esquivar el yugo de D. Alfonso el
+Conquistador de Toledo se habia entregado al de los almoravides,
+prefiriendo <i>apacentar camellos en el Desierto á guardar puercos en
+Castilla</i><a name="FNanchor_305_308" id="FNanchor_305_308"></a><a href="#Footnote_305_308" class="fnanchor">[305]</a>, para librarse de las manos del emperador llamó en su
+socorro á los almohades. Atento solo á la necesidad de rechazar á los
+altivos cristianos que se disponian á sitiarle, envió un mensage á
+Berraz Ibn Mohammed, general de Abde-l-mumen, emperador de los
+almohades, que el año anterior habia vencido á Taxfin y estinguido el
+poder de los almoravides en Africa; y en este mensage solicitó de él una
+entrevista. Abocáronse los dos generales en Écija, y allí estipularon
+que Berraz asistiria a Ben Ganyah con tropas, con la condicion de que el
+almoravide le pondria en posesion de Córdoba y Carmona, reservándose el
+dominio de Jaen. Sin esperar á que este tratado fuese ratificado en
+Africa por Abde-l-mumen, tomó Berraz posesion de Córdoba y de Carmona, y
+Ben Ganyah se retiró á Jaen. Arrepentido sin duda de haberse entregado á
+los enemigos de su raza sin haber probado fortuna contra los enemigos de
+su fé, rompió pronto Ben Ganyah su alianza con los almohades: resuelto á
+contrastar en lo posible sus rápidos triunfos, quiso arriesgar contra
+ellos una batalla campal en la vega de Granada, que ya recorrian
+impetuosos llevándolo todo á sangre y fuego, y en el calor de la
+refriega, herido de muchas lanzadas, de que no bastó á defenderle su
+armadura, murió el día 21 de la luna de Xaban del año 543 (A. D. 1149).
+Los almohades se apoderaron de Jaen. Aprovechando esta oportunidad el
+emperador Alfonso, marchó con su ejército sobre Córdoba y la sitió. Así
+que esto se supo en Sevilla, trataron los almohades de enviar á los
+sitiados poderosos refuerzos. Dispusieron saliese de Sevilla con tropas
+escogidas Abu-l-ghamr Ibn Gharun, y que el gobernador de<a name="page_212" id="page_212"></a> Niebla Yusuf
+Al-betruhí saliese con las suyas: incorporáronse estos dos ejércitos, y
+á marchas forzadas avanzaron á Córdoba. Envió ademas Abde-l-mumen un
+tercer ejército bajo el mando de Yahya Ibn Yaghmur; pero antes de que
+este llegase, ya habia el rey cristiano tomado parte de la ciudad
+haciendo una sangrienta incursion en ella, profanando de nuevo la
+mezquita mayor y llevándose un rico botin<a name="FNanchor_306_309" id="FNanchor_306_309"></a><a href="#Footnote_306_309" class="fnanchor">[306]</a>. Al llegar á Córdoba el
+refuerzo de Ibn Yaghmur, el prudente emperador levantó el campo:
+arrolláronse las tiendas, emprendióse la retirada, y no entró el
+ejército auxiliar en la capital de Andalucía sino para ver desde sus
+almenas relumbrar á lo lejos en la sierra las lanzas y escudos de las
+mesnadas cristianas. En esta segunda entrada de las tropas de Alfonso en
+la mezquita Aljama no hubo al menos desacato contra el sagrado <i>Mushaf</i>:
+Berraz Ibn Mohammad se lo habia ya enviado á Africa á su rey
+Abde-l-mumen con otras preciosidades recogidas en la ciudad cuando la
+ocupó de resultas de su convenio con Ben Ganyah, y el Amir de los
+muslimes lo tenia cuidadosamente guardado en su tesoro. Cuéntase que
+este Mushaf acompañó luego á Abde-l-mumen en todas sus espediciones
+militares, llevado delante de él dentro de su preciosa caja sobre un
+camello, bajo un dosel, entre cuatro banderas, en las cuales se leían en
+caractéres de oro versículos adecuados del Koran<a name="FNanchor_307_310" id="FNanchor_307_310"></a><a href="#Footnote_307_310" class="fnanchor">[307]</a>.</p>
+
+<p>Grande era ya en esta época el poder de Castilla, creciendo
+considerablemente al par el de los demas reinos de la España cristiana.
+Grande tambien habia sido desde principios del undécimo siglo el<a name="page_213" id="page_213"></a>
+desarrollo del arte occidental. Pero ¿se hallará este ya por ventura en
+estado de sustituir dignamente á su émulo el arte del Oriente? La
+tentativa del emperador Alfonso ha sido prematura: espláyese y domine en
+buen hora la forma románica en todas las grandes ciudades arrebatadas á
+los califas allende los montes, en Toledo conquistada por D. Alonso el
+VI, en Zaragoza y Tarragona rescatadas por D. Alfonso el Batallador. El
+imperio musulman que parecia exánime despues de la muerte de Almanzor ha
+recobrado nueva vida: una raza nueva le ha inoculado su sangre activa y
+poderosa, los almohades aspiran á regenerarlo en Andalucía, y todavía es
+la corte de los Abde-r-rahmanes reconocida por capital y centro del
+mahometismo en España. No ha llegado pues la época del vencimiento
+definitivo para Córdoba y su arte. Dejad que esa nueva sangre anime
+nuevas formas; dejad que los almohades terminen en Sevilla el gigantesco
+ensayo del arte que se proponen sustituir al arte de los Umeyas<a name="FNanchor_308_311" id="FNanchor_308_311"></a><a href="#Footnote_308_311" class="fnanchor">[308]</a>;
+dejad que entre tanto las dos grandes monarquías enemigas que ya no
+caben juntas en España desahoguen su plétora en las sangrientas batallas
+de Alarcos y Muradal; y entonces será tiempo de decidir cuál de estas
+dos nacionalidades tan llenas de vida, tan pródigas de su sabia, tan
+épicas en sus hechos, ha de quedar dueña esclusiva de las hermosas
+ciudades del Guadalquivir, con sus usos, sus artes, su lengua y su fé.</p>
+
+<p>Pronto llegará el dia de la decision. Ved cuán rápidamente se pulveriza
+el coloso hecho pedazos en los hondos valles de las Navas de
+Tolosa<a name="FNanchor_309_312" id="FNanchor_309_312"></a><a href="#Footnote_309_312" class="fnanchor">[309]</a>. La anarquía ha vuelto á apoderarse de la España musulmana
+despues de la gran derrota, y los cristianos van cada dia ensanchando
+sus fronteras. El arte de Occidente avanza con ellos, y tanto sube de
+punto su jactancia, que ya en el primer tercio del siglo XIII<a name="page_214" id="page_214"></a> (A. D.
+1229) presume implantarse en Africa á la sombra de un tratado de
+alianza, levantando en medio de la fastosa corte de los almohades una
+iglesia cristiana. Deseoso el amir El Mamun de escarmentar á los
+rebeldes almohades, solicitó del rey de Castilla tropas que pasasen con
+él á Mauritania, y el rey cristiano le respondió: «No te daré ejército
+si tú no me das diez plazas fronterizas que yo señale, y si Dios te
+concede entrar en Marruecos, habrás de construir para los cristianos que
+te acompañen una iglesia en el centro de la ciudad, en que puedan ellos
+celebrar públicamente su culto tocando las campanas todo el tiempo que
+duren las ceremonias. Si algun cristiano quisiese hacerse mahometano, no
+se lo consentirás, sino que le entregarás á los de su ley para que sea
+juzgado, y por el contrario, si algun musulman quisiese hacerse
+cristiano, no permitirás que nadie se lo estorbe<a name="FNanchor_310_313" id="FNanchor_310_313"></a><a href="#Footnote_310_313" class="fnanchor">[310]</a>.» Cuando la
+nacionalidad y la fé española podian imponer semejantes condiciones, y
+cuando la nacionalidad y la fé islamita las admitian, era prueba de que
+se estaba ya robusteciendo el brazo del predestinado que habia de
+desquiciar las puertas de bronce de la Caaba del Occidente.</p>
+
+<p>Muy urgente era por cierto la victoria, porque los terribles almohades,
+en su fervoroso celo por el triunfo del Islam, á nada menos habian
+aspirado que á la completa estincion de la fé de Cristo en Andalucía, y
+así en Córdoba, Sevilla, Jaen y Murcia, no habia ya cristianos mas que
+entre los cautivos<a name="FNanchor_311_314" id="FNanchor_311_314"></a><a href="#Footnote_311_314" class="fnanchor">[311]</a>.</p>
+
+<p>Pero ¿qué jubiloso clamor es ese que sale de las mazmorras donde há poco
+solo resonaban dolorosos alaridos y prolongados ayes de agonía? ¿Por qué
+sacuden sus vibradoras lenguas con tanto brío las antes sujetas y mudas
+campanas de las basílicas, ayer desiertas, abandonadas<a name="page_215" id="page_215"></a> y amenazando
+ruina? ¿Qué significa ese imponente rumor con que despierta sobresaltada
+la poblacion entera? ¡Ah! ¡Es que ha amanecido el dia del gran desastre
+para el Islam! Nadie se lo esperaba: hace unas cuantas horas solamente,
+los cordobeses descansaban descuidados. Velaban solo los corazones
+rencorosos ó atormentados por la ambicion, enconados en las rivalidades
+de partidos; pero nadie pensaba que todo reino dividido tiene muy
+próxima su ruina. Caía la lluvia á torrentes, la ciudad parecia
+suficientemente defendida contra cualquiera tentativa: no habia sobre
+Córdoba ejército enemigo: decíase solo que los puertos de los Montes
+Marianos estaban ocupados por un puñado de almogávares<a name="FNanchor_312_315" id="FNanchor_312_315"></a><a href="#Footnote_312_315" class="fnanchor">[312]</a>... ¿Cómo
+pues ha podido fraguarse tan grande calamidad en tan cortos instantes en
+el silencio de la noche?</p>
+
+<p>Los cristianos, favorecidos por los cordobeses descontentos, se han
+apoderado de la Aljarquía<a name="FNanchor_313_316" id="FNanchor_313_316"></a><a href="#Footnote_313_316" class="fnanchor">[313]</a> escalando la muralla y matando á las
+centinelas dormidas. La puerta de Martos está abierta á los terribles<a name="page_216" id="page_216"></a>
+almogávares y á la caballería de Tafor; Colodro<a name="FNanchor_314_317" id="FNanchor_314_317"></a><a href="#Footnote_314_317" class="fnanchor">[314]</a> y Baños con sus
+compañeros dominan las torres de aquella parte; los cautivos levantan
+hácia ellos los brazos aun agoviados por las esposas; los moros muestran
+en sus semblantes el pavor que hiela sus corazones, refúgianse
+tumultuando en la Almedina, y obligando á tomar las armas á todos,
+ancianos, mozos y niños, se aprestan á la defensa. Los valerosos
+cristianos se fortalecen en el barrio de oriente mientras D. Ordoño
+Alvarez y D. Alvar Perez de Castro envían corredores á Fernando con la
+noticia de tan inopinado suceso, y pidiendo refuerzos. Los moros por su
+parte, trocado el primer espanto en rabioso corage, piden tambien
+auxilio á su Amir ausente para esterminar á los invasores. ¿Qué hace
+Aben Hud al recibir la triste nueva? Emprende su marcha para libertar á
+Córdoba; pero en el camino vacila, duda, reune sus alcaides, oye su
+consejo, y abandonando á sus propios vasallos, se dirige á socorrer á
+los agenos<a name="FNanchor_315_318" id="FNanchor_315_318"></a><a href="#Footnote_315_318" class="fnanchor">[315]</a>. ¿Qué hace Fernando? Monta al punto á caballo<a name="FNanchor_316_319" id="FNanchor_316_319"></a><a href="#Footnote_316_319" class="fnanchor">[316]</a>,
+acompañado solo de unos cien caballeros, despachando órdenes á las
+ciudades, villas y concejos, para que le sigan los ricos-hombres é
+hijosdalgo con sus milicias, y recomendando á los maestres de las
+órdenes militares que le envíen la flor de su caballería. Así, mientras
+los musulmanes se defienden desesperadamente en la ciudad alta
+molestando á los cristianos con hondas, flechas, dardos y catapultas,
+mientras la corte de los califas lanza su postrer grito de agonía entre
+el clamoroso estruendo de los lelilís, tambores, bocinas y clarines, el
+amir Aben Hud, último vástago de una gloriosa dinastía<a name="FNanchor_317_320" id="FNanchor_317_320"></a><a href="#Footnote_317_320" class="fnanchor">[317]</a>, va á
+encontrar la muerte en manos de un correligionario traidor, y el hijo
+santo de Berenguela va á sentar sus reales en el campo de Alcolea como
+águila que se cierne sobre la presa. Júntansele<a name="page_217" id="page_217"></a> aquí los obispos, los
+ricos-hombres, los caballeros, y las mesnadas de los concejos con los
+carros de guerra, las municiones y las interminables filas de reses que
+van acudiendo destinadas á la vitualla. Estréchase el asedio, y los
+sitiados exánimes, hambrientos, desesperanzados de todo socorro,
+agoviados por el calor y la fatiga, capitulan para salvar tan solo la
+vida; y el dia de los gloriosos apóstoles S. Pedro y S. Pablo (A. D.
+1236) entregan la ciudad. Entra en Córdoba triunfante S. Fernando, no
+coronado de laurel ni en carro tirado de tigres, leones y panteras, como
+acostumbraban los orgullosos emperadores romanos, sino en humilde y
+devota procesion, acompañado de los obispos D. Juan, de Osma; D.
+Gonzalo, de Cuenca; D. Fr. Domingo, de Baeza; D. Adan, de Plasencia; D.
+Sancho, de Coria; de los eclesiásticos y religiosos que han concurrido á
+la espugnacion, y de los principales de su ejército. De este modo llegan
+á la mezquita mayor, y al mismo tiempo que los tristes musulmanes
+abandonan sus hogares para refugiarse en otras ciudades de Andalucía,
+los cristianos enarbolan la enseña vivificadora de la redencion
+juntamente con el estandarte real sobre el enhiesto alminar de
+Abde-r-rahman An-nasír, donde se invocaba y encomendaba á los cuatro
+vientos el nombre del falso profeta; y el ejército vencedor entona
+espontáneamente en su fervoroso entusiasmo el solemne <i>Deus adjuva</i> que
+acompañan electrizados, con lágrimas de júbilo en las megillas, los
+cautivos mozárabes redimidos.</p>
+
+<p>¡La grande Aljama de Abde-r-rahman el <i>Proscrito</i>; la Aljama suntuosa y
+deslumbradora de Al-hakem el <i>Sabio</i> y de Almanzor el <i>Victorioso</i>; la
+Caaba del Occidente, dejó ya para siempre de ser templo del Islam! El
+obispo de Osma, D. Juan, que representa al arzobispo D. Rodrigo, primado
+de Toledo, ausente por hallarse cerca de la Santa Sede en tan fausto
+dia, la bendice con las ceremonias y preces acostumbradas, la purifica
+con agua y sal, cantando los asistentes el <i>Te Deum laudamus</i>, la dedica
+á la inmaculada Madre del Verbo en su glorioso misterio de la Asuncion,
+hace provisionalmente erigir un altar en honor de la excelsa Señora,
+celebra en él de pontifical, y dirige por último una breve y sentida
+plática á los circunstantes exhortándolos á tributar gracias sin fin al
+Dios de los ejércitos.</p>
+
+<p class="figcenter">
+<img src="images/ill_217.jpg" width="260" height="19" alt="decoracion" title="decoracion" />
+</p>
+
+<p><a name="page_218" id="page_218"></a></p>
+
+<p>Es ya tiempo, benigno lector, de que vayamos reponiendo por su órden
+histórico, los objetos heterogéneos que por arte de abstraccion
+eliminamos de golpe en un principio, para hacerte ver con toda claridad
+en la catedral cristiana de Córdoba la mas grande y bella mezquita
+musulmana. Has contemplado en su estado primitivo y en su genuina
+destinacion el mas precioso monumento que refleja en su largo curso el
+tranquilo y magestuoso Guadalquivir; vas á verlo ahora en las
+transformaciones que sucesivamente ha ido sufriendo desde la reconquista
+hasta venir al estado en que hoy se encuentra.</p>
+
+<p>No se dice con fijeza en qué dia empezó la mezquita purificada á tener
+destino de catedral. Sábese solamente que la Sede episcopal y cabildo de
+canónigos, que durante la ocupacion de la ciudad por los árabes habia
+estado en la basílica de los tres mártires<a name="FNanchor_318_321" id="FNanchor_318_321"></a><a href="#Footnote_318_321" class="fnanchor">[318]</a>, no se restituyó á ella
+sino cuando volvió de Roma el arzobispo D. Rodrigo, primado de España,
+que era quien por decreto del pontífice Inocencio III tenia desde el 4
+de marzo de 1210 el encargo de restituir las iglesias catedrales en
+todas las ciudades que se reconquistasen, y por otro de S. S. Gregorio
+IX de 26 de junio de 1234 estaba autorizado para poner y consagrar
+obispos en las ciudades que antes los habian tenido. Pero consta que en
+el año 1238 estaba ya electo obispo de Córdoba D. Lope de Fitero,
+consejero del rey, y constituido el cabildo de canónigos de la iglesia
+catedral de Sta. María<a name="FNanchor_319_322" id="FNanchor_319_322"></a><a href="#Footnote_319_322" class="fnanchor">[319]</a>. La basílica de los tres mártires Fausto,
+Januario y Marcial, que habia servido de catedral á los mozárabes,
+recibió el título y advocacion de S. Pedro, en conmemoracion del dia en
+que habia sido recuperada la ciudad.</p>
+
+<p>Desde esta época ¡cuántos dias de júbilo para la nueva poblacion
+cristiana, señalados en su grandiosa catedral en páginas indelebles y
+sucesivas del arte nacional!</p>
+
+<p>No se crea que el arte cristiano prevalido del triunfo invadió la
+mezquita haciendo gala de un celo intolerante y mutilando sin necesidad<a name="page_219" id="page_219"></a>
+el grandioso edificio. Al contrario, tributando una sincera admiracion á
+la belleza que en ella descubria, se propuso conservar cuanto fuese
+compatible con las necesidades mas absolutas del templo en que habia de
+darse culto á Dios crucificado. Era indispensable desde luego establecer
+una capilla mayor, orientándola como era costumbre desde los primeros
+siglos de la iglesia. No se conserva memoria del sitio en que fué
+colocada, pero lo cierto es que por no derribar nada de la fábrica
+arábiga subsistió la capilla mayor provisional por espacio de veintidos
+años, y que no se celebrarian en ella muy cómodamente los divinos
+oficios no teniendo presbiterio, ni sacristía, ni Sagrario adecuado. Si
+fué dispuesta en lugar exento y principal, en el centro de la mezquita,
+hoy al menos no se descubre rastro de ella; es posible que con la obra
+de la catedral hecha en tiempo de Cárlos V haya desaparecido; pero lo
+mas probable es que se arrimase al muro de oriente, ó bien que se
+situase en la cámara árabe, donde pocos años despues, como veremos, se
+erigió la cabecera de la primitiva catedral. Lo que sí se sabe es dónde
+estuvieron la pila bautismal y el Sagrario: aquella se situó arrimada al
+muro de poniente ocupando las dos naves trasversales undécima y
+duodécima<a name="FNanchor_320_323" id="FNanchor_320_323"></a><a href="#Footnote_320_323" class="fnanchor">[320]</a>; el Sagrario se colocó en la rica cámara de la izquierda
+de las tres que forman el vestíbulo del Mihrab<a name="FNanchor_321_324" id="FNanchor_321_324"></a><a href="#Footnote_321_324" class="fnanchor">[321]</a>. Decimos que
+subsistió la capilla mayor provisional veintidos años, suponiendo que
+permaneciese allí donde se habia colocado el altar en honor de la
+Asuncion de nuestra Señora el dia solemne de la purificacion del templo;
+pero en rigor no consta haya habido formal ereccion de catedral hasta
+fines del año 1238. En noviembre de este año concedió S. Fernando á la
+iglesia catedral de Sta. María de Córdoba y á su obispo electo D. Lope,
+para sí y sus sucesores, con todas las fórmulas y solemnidades de
+cancillería, las décimas de los almojarifazgos, salinas y rentas, que
+tenia en Córdoba, con quinientas aranzadas de viña, y la tercera parte
+de sus olivares, y cien aranzadas de huertas<a name="FNanchor_322_325" id="FNanchor_322_325"></a><a href="#Footnote_322_325" class="fnanchor">[322]</a>. Ya D. Lope, antes de
+ser electo obispo,<a name="page_220" id="page_220"></a> habia recibido pruebas de la munificencia y
+predileccion de su soberano<a name="FNanchor_323_326" id="FNanchor_323_326"></a><a href="#Footnote_323_326" class="fnanchor">[323]</a>. En el año 1240 y siguientes hizo el
+santo rey nuevas donaciones al obispo y cabildo, y á 15 de febrero de
+1245 le hizo la última. A 13 de agosto de 1246, muerto ya el obispo D.
+Lope de Fitero, y habiéndole sucedido D. Gutierre Ruiz de Olea, hicieron
+el obispo y el cabildo un Estatuto, en que se estableció que todos los
+bienes muebles é inmuebles, rentas, villas ó fortalezas adquiridas, ó
+que se adquiriesen por uno ú otro, ó <i>intuítu</i> de ambos, se dividiesen
+en dos partes iguales, la una para el obispo y la otra para el cabildo.
+La ciudad de Córdoba finalmente dió á este mismo obispo D. Gutierre por
+juro de heredad, en 8 de setiembre de 1246, quince yugadas de tierra por
+año y vez en el término de Carchena. Las prebendas á la sazon eran:
+decanato, arcedianato de la villa, maestrescolía, chantría, arcedianato
+de Castro, arcedianato de Belmez ó Pedroche, tesorería y priorato,
+canonicatos y raciones. Representó el cabildo á S. S. Inocencio IV que
+no eran bastantes las rentas para mantener el número de dignidades y
+canónigos que habia, pidiéndole los redujese al que resultase
+correspondiente á sus facultades, y habiendo el pontífice dado comision
+para que con asenso del cabildo determinase dicho número, se resolvió
+que el de dignidades quedase como estaba, que los canonicatos se
+redujesen á veinte, y á veinte tambien las raciones; lo que confirmó S.
+S. por rescripto de 26 de junio de 1247. Ocurrió la conquista de
+Sevilla, y el santo rey en reconocimiento al mismo obispo D. Gutierre,
+que le ayudó mucho con su cabildo para llevar á cabo aquella memorable
+empresa, les dió el castillo y villa de Bella con todos los términos que
+tenian bajo la dominacion sarracena. Al volver de la toma de Sevilla
+hizo D. Gutierre con su cabildo un nuevo Estatuto, á 1.º de abril de
+1249, dividiendo en dos partes iguales todos los derechos,<a name="page_221" id="page_221"></a> tierras,
+castillos y heredamientos de dentro y fuera de Córdoba y su obispado. Al
+obispo tocaron Lucena y Bella con otras posesiones, y al cabildo otras
+con el castillo de Tiñosa, que volvió despues á la corona. Este
+instrumento es curioso, porque nos dá noticia cabal de las diversas
+rentas y bienes que á la sazon poseían el obispo y cabildo de Córdoba,
+entre las cuales vemos ya establecidos el tributo de treinta dineros que
+habian de pagar los judíos, el arrendamiento de las tiendas hechas y por
+hacer, el diezmo de la tienda de los alcaldes y el de la alhóndiga<a name="FNanchor_324_327" id="FNanchor_324_327"></a><a href="#Footnote_324_327" class="fnanchor">[324]</a>.
+Determináronse tambien en su virtud los préstamos ó beneficios que
+habian de gozar el decanato en S. Salvador, en S. Miguel la
+maestrescolía, en S. Andrés la chantría, y en Santiago la tesorería; que
+los arcedianatos tuviesen el <i>rediezmo totius pontificalis</i> en sus
+territorios; en cuanto á los canónigos, que cada uno tuviese cincuenta
+maravedís, y veinticinco el racionero en las parroquias del obispado que
+el obispo señalase, y que el derecho del cabildo en las demas parroquias
+de la ciudad con las de Montoro, Castro, Ovejo y Belmez, quedase en la
+mesa comun para las distribuciones cotidianas. Ultimamente, existiendo
+desde el año 1246 alguna discordia entre el obispo y cabildo de una
+parte, y la ciudad con el clero de las parroquias de otra, sobre algunos
+artículos de concurrencias, diezmos y<a name="page_222" id="page_222"></a> modo de dividirlos, inmunidad
+eclesiástica y otros puntos, el Papa Inocencio IV comisionó para
+ajustarlos al cardenal D. Egidio de Torres, y este por medio de un
+subdelegado consiguió la concordia, que aprobó S. S. á 11 de junio de
+1250. Este documento precioso nos instruye de quiénes fueron las
+personas, órdenes y casas pias heredadas en Córdoba por el repartimiento
+del santo rey, y de muchas de las posesiones que les fueron dadas, todas
+las cuales debian contribuir con el diezmo de sus productos á la
+iglesia<a name="FNanchor_325_328" id="FNanchor_325_328"></a><a href="#Footnote_325_328" class="fnanchor">[325]</a>.</p>
+
+<p>Con estas donaciones empezaban ya á ser pingües las prebendas al morir
+el rey D. Fernando y sucederle su hijo D. Alfonso X. El nuevo rey,
+animado del mismo espíritu religioso que su padre, dispensó mercedes al
+obispo y cabildo de Córdoba desde los primeros años de su advenimiento
+al trono, y no contento con haberles concedido en el año 1258 una renta
+anual de mil maravideses chicos en el almojarifazgo de Écija, en
+recompensa del agravio que la iglesia de Córdoba dijo habérsele inferido
+en el arreglo de términos entre su obispado y el arzobispado de Sevilla,
+les auxilió aquel mismo año en la ereccion de la capilla mayor de la
+catedral, concediendo muchos privilegios á la obra y fábrica.</p>
+
+<p>Ya por este tiempo se habia introducido entre los piadosos ganadores de
+Córdoba la práctica de fundar capillas junto á los desnudos muros de la
+gran mezquita. Desde el año siguiente al de la espugnacion de la ciudad
+habia dado el ejemplo el santo rey labrando para sí una, dedicada á S.
+Clemente<a name="FNanchor_326_329" id="FNanchor_326_329"></a><a href="#Footnote_326_329" class="fnanchor">[326]</a>, contra el muro de mediodia, en un<a name="page_223" id="page_223"></a> espacio que abrazaba
+de oriente á poniente tres naves principales y de norte á sur cuatro
+trasversales. Habíase cerrado este ámbito con paredes, dejando dentro
+intactas dos arcadas árabes y arrimando á la pared de oriente el altar
+del Santo á quien estaba consagrada la capilla<a name="FNanchor_327_330" id="FNanchor_327_330"></a><a href="#Footnote_327_330" class="fnanchor">[327]</a>. En la décima nave
+mayor contando desde el muro de poniente, pegada tambien al muro
+interior de mediodia, y ocupando solo dos naves trasversales, habia
+labrado Pedro Diaz de Haro en 1250 otra capilla á Sta. Inés<a name="FNanchor_328_331" id="FNanchor_328_331"></a><a href="#Footnote_328_331" class="fnanchor">[328]</a>. Muy
+modestas eran en verdad estas construcciones, y vergonzoso en cierto
+modo para los nuevos pobladores, que los judíos que habian quedado en la
+ciudad, no contentos con tener una sinagoga, estuviesen fabricando por
+este mismo tiempo otra muy soberbia y elevada<a name="FNanchor_329_332" id="FNanchor_329_332"></a><a href="#Footnote_329_332" class="fnanchor">[329]</a> con grande escándalo
+para la cristiandad.<a name="page_224" id="page_224"></a> No sabemos hasta qué punto pudo esto contribuir á
+que se avivase el celo de los caballeros cristianos y del clero; pero lo
+cierto es que en el año 1258 se estaban simultáneamente construyendo la
+capilla de S. Bartolomé, por un famoso adalid llamado Domingo Muñoz, y
+por el cabildo y el monarca juntos una catedral cristiana, en que la
+gallarda arquitectura occidental, rompiendo el artesonado sarraceno para
+desarrollar su elegante bóveda ojival, mostraba ya por defuera en su
+gigantesca grupa<a name="FNanchor_330_333" id="FNanchor_330_333"></a><a href="#Footnote_330_333" class="fnanchor">[330]</a> la emancipacion de un arte victorioso, al cual
+estaba reservado trocar la faz monumental de Europa. El adalid hacia su
+capilla en el ángulo que formaba con el muro interior de mediodia el
+costado occidental del vestíbulo ó maksurah de Al-hakem II, tomando de
+area dos naves principales y otras dos trasversales. No pudiendo esta
+capilla recibir luz directa del esterior por tener detrás el ala
+occidental del Mihrab, que ocupaban las habitaciones de los Ulemas y
+otros ministros del culto islamita, y el pasadizo secreto del Califa, se
+le dió por la pared del norte luz del templo, abriendo en ella, ademas
+de su puerta ojival, dos lindos ajimeces y dos pequeñas claraboyas. El
+cabildo labraba su catedral con mayor esplendidez. Eligió á este fin las
+tres primeras naves trasversales del cuarto noble, empezando desde el
+muro de refuerzo que marca la prolongacion de Al-hakem, y dando al buque
+de la nave única que abrió, cortadas las armaduras de cuatro naves
+mayores de la mezquita, una longitud de cien piés desde la puerta
+interior de la cámara de la limosna hasta la cámara del centro de las
+tres que cerraba la antigua maksurah. Hizo de la cámara de la limosna,
+respetando su rica ornamentacion berberisca, el vestíbulo ó narthex para
+entrar en la catedral:<a name="page_225" id="page_225"></a> dejó el muro de refuerzo de Al-hakem tal como
+estaba, sin tocar á sus atrevidos arcos ultra-semicirculares de columnas
+emparejadas; pero derribó la cámara del Cadí de la Aljama<a name="FNanchor_331_334" id="FNanchor_331_334"></a><a href="#Footnote_331_334" class="fnanchor">[331]</a> para
+dejar espedito el crucero, y ademas las arcadas de las tres naves
+trasversales que habia ocupado; derribó asímismo tres columnas fronteras
+á los tres robustos machones árabes que quedaban exentos en la longitud
+del buque de oriente á poniente; construyó en su lugar tres machos mas
+esbeltos fortalecidos en ángulo recto con muros á modo de estribos, que
+interceptaban en toda su anchura una nave trasversal; de macho á macho
+volteó grandes arcos ojivales, correspondientes á los tres de herradura
+de enfrente; tendió de un lado á otro una ligera y sencilla bóveda sin
+nervios enlazados, dividida en cuatro compartimentos por tres grandes
+arcos de baquetones, de los cuales el mas inmediato al presbiterio
+descansaba en delgadas y altas columnillas, y los otros dos en bien
+esculpidas repisas de cenefas caladas suspendidas á regular altura en
+los entrepaños; y finalmente, tomando de costado la cámara central de la
+antigua maksurah, donde presumimos tenia su asiento el Califa<a name="FNanchor_332_335" id="FNanchor_332_335"></a><a href="#Footnote_332_335" class="fnanchor">[332]</a>,
+colocó en ella la Capilla mayor. Costeó esta capilla el rey <i>sabio</i>, y
+aun contribuyó como hemos dicho á los gastos de la obra del templo, por
+la cual agradecido el cabildo resolvió celebrarle un aniversario que
+hasta hoy se ha venido religiosamente cumpliendo.</p>
+
+<p>La disposicion de esta cámara se acomodaba perfectamente al destino de
+capilla mayor, convirtiendo en sacristía la otra cámara que tenia
+contigua á oriente, y que hemos minuciosamente descrito como tribuna de
+la <i>alicama</i>. Existia sin duda tal como la habian dejado los amires de
+Al-hakem. En el lado del norte tenia un grande arco de herradura,
+correspondiente al muro de refuerzo de la prolongacion debida á aquel
+Califa; en el lado de oriente tenia una gran ventana de arco angrelado,
+y dos puertas pequeñas á los lados, que comunicaban á la tribuna
+embellecida por Almanzor; en el lado de mediodia ostentaba, haciendo
+gala del estilo bizantino del tiempo de Al-hakem, una combinacion de
+arcos de segmentos que se cruzaban en el espacio y formaban aspas de
+undosas cintas en los intercolumnios, en todo semejante á la decoracion
+que desplegaba enfrente el vestíbulo del Mihrab. En el lado de poniente,
+por donde esta cámara se unia con la del<a name="page_226" id="page_226"></a> Cadí de la Aljama, que acababa
+de derribarse, no sabemos qué decoracion tenia. Para convertirla en
+capilla mayor no habia necesidad de desfigurarla completamente: bastaba
+cegar el grande arco del norte, en tiempo de los califas cerrado por la
+maksurah primitiva, cegar asímismo la gran ventana que comunicaba por
+levante con la tribuna de la <i>alicama</i>, poniendo en su lugar el altar
+mayor; dejar las dos puertecillas laterales abiertas para la
+comunicacion del presbiterio con la sacristía; dar al presbiterio el
+ensanche necesario y su correspondiente gradería; cerrar el lado de
+mediodia con vidrios, y últimamente hacer su portada ó embocadura con el
+cancel de costumbre. Así tal vez se haria; pero ¿quién es hoy capaz de
+adivinar el grado de respeto de los arquitectos del rey D. Alfonso hácia
+la obra arábigo-bizantina? Puede ser que la conservasen, como sin duda
+alguna conservaron la tribuna de Almanzor convertida en sacristía; mas
+habiendo sido despues dos veces reedificada, una bajo el imperio del
+gusto tudesco<a name="FNanchor_333_336" id="FNanchor_333_336"></a><a href="#Footnote_333_336" class="fnanchor">[333]</a> y otra bajo el funesto influjo del estilo de
+Churriguera, no permite hoy este doble disfraz apreciar ninguno de los
+lineamientos de la obra del rey sabio.</p>
+
+<p>Al mismo tiempo que se terminaba la obra de la catedral (año de 1260),
+fundaba D. Gonzalo Yañez, primer señor de Aguilar, arrimada al muro de
+oriente, una capilla consagrada á S. Juan Bautista, donde dos años
+despues dió sepultura al cadáver de su esposa D.ª Juana. Cinco años
+despues fundó el obispo D. Fernando de Mesa en el ángulo S-E. de la
+mezquita, y contigua por el oriente con la capilla de S. Clemente que
+habia labrado el santo rey, la capilla de Santiago<a name="FNanchor_334_337" id="FNanchor_334_337"></a><a href="#Footnote_334_337" class="fnanchor">[334]</a>, cómoda y
+espaciosa como la adyacente, en la cual tambien dejó subsistir las
+arcadas árabes comprendidas en su area. De igual data es un rescripto
+pontifical memorable por el rápido incremento que revela en las rentas
+de la iglesia de Córdoba, mas próspera naturalmente á medida que iba
+perdiendo mas tierra en la provincia la morisma. Concedia<a name="page_227" id="page_227"></a> por este
+rescripto el pontífice, á peticion del obispo y cabildo, que de las
+veinte raciones que habia, cada una de las cuales se juzgaba ya ser
+cóngrua competente para dos personas, se dividiesen diez en veinte
+medias: de modo que ya los prebendados empezaban á vivir en la
+abundancia, cuando solo veintiocho años antes (en 1237 á 27 de
+setiembre) habia tenido Gregorio IX que escitar con indulgencias el celo
+de los buenos cristianos en favor de la iglesia de Córdoba, que padecia
+gran penuria por tenerla en cierto modo los islamitas sitiada por
+hambre, reducidas sus rentas al casco de la ciudad<a name="FNanchor_335_338" id="FNanchor_335_338"></a><a href="#Footnote_335_338" class="fnanchor">[335]</a>. No debia
+espirar el siglo XIII sin que la restaurada catedral se engrandeciese
+con nuevos privilegios y fundaciones. El mismo D. Alfonso X, que habia
+labrado su capilla mayor y ayudado á costear el resto de la fábrica,
+habia concedido al cabildo el dominio directo de todas las tiendas que
+tenia la corona en el corral de la alhóndiga y en la alcaicería ó
+mercado de la seda, que eran treinta y tres, sin otra condicion que la
+de celebrar cada año dos aniversarios, uno por el alma de su padre el
+rey D. Fernando, y otro por la de su madre la reina D.ª Beatriz, y hacer
+ademas todos los años la fiesta de S. Clemente <i>muy honradamente</i> y con
+gran solemnidad<a name="FNanchor_336_339" id="FNanchor_336_339"></a><a href="#Footnote_336_339" class="fnanchor">[336]</a>. Esta importante donacion tuvo efecto el año 1261;
+á los dos años (1263) ocúpase solícito el rey sabio en asegurar á la
+iglesia el disfrute del agua que en soberbios acueductos vimos traer á
+Córdoba los califas, estableciendo una contribucion para reparar los
+antiguos caños<a name="FNanchor_337_340" id="FNanchor_337_340"></a><a href="#Footnote_337_340" class="fnanchor">[337]</a>; doce años despues (1275) el infante D. Fernando,
+que gobierna el reino por su padre, á la sazon ausente<a name="page_228" id="page_228"></a> en persecucion
+del sueño dorado de su vida<a name="FNanchor_338_341" id="FNanchor_338_341"></a><a href="#Footnote_338_341" class="fnanchor">[338]</a>, dá carta al cabildo en Peñafiel á 7 de
+abril, autorizándole á tener en la obra y fábrica de la iglesia cuatro
+moros para que trabajen en ella, los cuales esten libres de pechos,
+segun lo habia ya concedido el rey D. Alfonso<a name="FNanchor_339_342" id="FNanchor_339_342"></a><a href="#Footnote_339_342" class="fnanchor">[339]</a>; vuelve este á tomar
+las riendas del Estado (en 1280), y habiendo perdido el cabildo la carta
+de gracia en que por la primera vez se le concedia la de poder emplear
+en las obras de la iglesia cuatro moros exentos de todo tributo, le
+confirma este privilegio. Esta nueva carta nos esplica en qué clase de
+obras se empleaban los cuatro moros, pues dos de ellos eran carpinteros
+y los otros dos albañiles<a name="FNanchor_340_343" id="FNanchor_340_343"></a><a href="#Footnote_340_343" class="fnanchor">[340]</a>: privilegio curioso en que descubrimos,
+nó la falta de artífices inteligentes entre los cristianos, sino un
+ilustrado celo por la conservacion del monumento árabe, y que nos sirve
+de clave para descifrar un misterio artístico hasta ahora inesplicado, á
+saber, cómo se ha perpetuado tan íntegro hasta la época de la nueva
+catedral ese monumento de los siglos octavo y noveno, y quiénes fueron
+los que trabajaron en las admirables restauraciones moriscas que mas
+adelante tendremos que notar en la Capilla Real ó sacristía de la
+antigua Capilla mayor. Bien se comprende por otra parte esa ilustrada
+tolerancia artística, tan impropia de un siglo inflexible en toda Europa
+con respecto á las formas de su fé, en el inmortal autor de las
+Partidas, cuya prematura tolerancia literaria fué escándalo de los
+mismos genios del gran siglo XV. Este privilegio recibió en los años
+siguientes varias confirmaciones, y habiendo usurpado en vida de su
+padre el gobierno del reino el impaciente y bravo<a name="page_229" id="page_229"></a> D. Sancho, hallamos
+una carta firmada en Córdoba á 25 de octubre de la era 1320 (año 1282),
+por la cual vemos habia adquirido mayor estension, puesto que en ella se
+confirma que todos los moros que viven en la ciudad, sean ó nó maestros
+en los oficios de albañilería y carpintería, tengan obligacion de
+trabajar dos dias en el año en la obra de la iglesia. Este singular
+documento dice así: «El cavildo de la Eglesia de Sancta María me
+mostraron una carta del rey en que mandava que todos los moros forros et
+annaiares (<i>carpinteros</i>) et alvannís (<i>albañiles</i>) et serradores et
+todos los otros que labrassen en la labor de la Eglesia sobredicha dos
+dias en el anno. Et agora el cavildo de la Eglesia de Sancta María
+querellóseme que los moros que non son maestros que non quieren y
+labrar, porque dizen que lo non dizia en la otra carta que les el rey
+dió primeramient, et despues que ge lo mostraron et que les mando dar su
+carta con su sello colgado, et mando que tambien los moros maestros como
+todos los otros de la villa fuessen labrar dos dias en el anno en la
+lavor de la Eglesia, et que me pidiese merced que mandasse y lo que
+toviesse por bien. Onde vos mando vista esta mi carta que veades la
+carta que el cavildo tiene del rey con su sello colgado en esta razon,
+et conplídgela en todo segund que en ella dize, etc. Dada en Córdova XXV
+de octubre, era de mill et CCC et veinte annos. Yo Roi Diaz la fiz
+escrevir por mandado del Infante, etc. (A. D. 1282)<a name="FNanchor_341_344" id="FNanchor_341_344"></a><a href="#Footnote_341_344" class="fnanchor">[341]</a>» Esta medida no
+parece ya dictada esclusivamente por un respeto ilustrado al monumento
+sarraceno, sino mas bien como contribucion de sangre en desagravio de
+las pasadas injurias hechas por los mahometanos á los cristianos en la
+misma mezquita. No eran en efecto todos los muzlimes que habian quedado
+en la villa útiles como artífices, cual podian serlo los albañiles,
+carpinteros y aserradores; pero, ¿cómo no disculpar en cierto modo
+pasiones por otra parte fecundas en gloriosas hazañas, en una época en
+que el celo religioso era tan activo, y en que aun vivia el recuerdo de
+los dias de llanto y luto, durante los cuales el mas altivo burlador de
+la humanidad y del cristianismo habia dado por cimiento al ensanche de
+la Aljama argamasa remojada con lágrimas, sudor y sangre, de cautivos
+gallegos y leoneses<a name="FNanchor_342_345" id="FNanchor_342_345"></a><a href="#Footnote_342_345" class="fnanchor">[342]</a>? Cuéntase que el mismo S. Fernando, recien
+purificada la mezquita, hizo restituir á la<a name="page_230" id="page_230"></a> catedral de Santiago, en
+hombros de infieles, las campanas que Almanzor habia hecho llevar á
+Córdoba en hombros de cristianos. Estas represalias eran entonces
+admitidas como justas, y no se consideraba en ellas mas que el
+desagravio de la religion ofendida. Pero conviene no olvidar que los
+enemigos del nombre de Cristo, así moros como judíos, daban con su
+conducta en Córdoba harto motivo para ser tratados con dureza. Con los
+judíos habia menos rigor, y sin embargo, ¿qué desmanes no cometian unos
+y otros? Favorecidos por la semejanza del trage, pues debe suponerse que
+todos, cristianos, muzlimes y judíos, vestían casi lo mismo, robaban los
+hijos á los cristianos que se ausentaban de sus casas para proseguir la
+guerra contra los infieles; los muzlimes para sí ó para mandarlos á sus
+correligionarios de la frontera, y los judíos para vendérselos á los
+muzlimes. Este nefando tráfico no era nuevo entre los pérfidos judíos;
+en el primer tercio del siglo IX los israelitas de Francia, codiciosos
+como todos los de su raza, alentados por los escesivos privilegios de
+que gozaban, lo habian introducido en España vendiendo en la corte de
+Al-hakem I muchos párvulos robados allende el Pirineo, despues de
+ejecutar en ellos todo género de maldades y torpezas<a name="FNanchor_343_346" id="FNanchor_343_346"></a><a href="#Footnote_343_346" class="fnanchor">[343]</a>. Habiendo
+estos crímenes retoñado despues de la conquista, con ocasion de vivir
+juntas dentro de Córdoba gentes de tan opuestas religiones, tuvo que
+mandar severamente el pontífice Gregorio IX al obispo en el año 1239,
+que obligase á los judíos á traer siempre una señal pública para que en
+el trage se distinguiesen y fuesen conocidos de los cristianos, segun lo
+habia dispuesto el Concilio Lateranense. El Código de las Partidas, fiel
+espejo de las costumbres y de las ideas de aquella época, y mas útil
+para ser consultado bajo este concepto que como norma de la vida pública
+y privada de los hombres del décimotercio siglo, cuya aquiescencia no
+obtuvo, nos esplica por qué era tolerada la maligna gente judáica á
+pesar de estos atentados. «La razon porque la Eglesia, et los
+emperadores, et los reyes et los otros príncipes sufrieron á los judíos
+vivir entre los cristianos es esta: porque ellos viviesen como en
+cautiverio para siempre, et fuese remembranza á los homes que ellos
+vienen del linage de aquellos que crucificaron á nuestro<a name="page_231" id="page_231"></a> Señor
+Jesucristo.» Solo para que se cumpliese la divina promesa de su
+dispersion y cautiverio se les consentia morar entre cristianos; pero
+para que de su trato y comunicacion no se originasen males semejantes á
+los que ahora se padecian, tenian asignado para sus viviendas un barrio
+separado, con el nombre de <i>judería</i>, y se les obligaba á llevar un
+distintivo especial. Eludian no obstante el precepto, y fué preciso que
+renovára el mismo mandato Inocencio IV, en 1250, de resultas sin duda de
+nuevas quejas de los cristianos<a name="FNanchor_344_347" id="FNanchor_344_347"></a><a href="#Footnote_344_347" class="fnanchor">[344]</a>; y debieron los muzlimes ser
+acusados de iguales delitos, puesto que se hizo estensiva á ellos la
+obligacion de llevar en el vestido una señal para ser reconocidos y
+diferenciados de los cristianos y de los israelitas<a name="FNanchor_345_348" id="FNanchor_345_348"></a><a href="#Footnote_345_348" class="fnanchor">[345]</a>. Ademas de
+estos robos y torpezas cometian otras infracciones, pues se negaban á
+cumplir los privilegios otorgados á la iglesia catedral de Córdoba por
+D. Fernando III y su hijo D. Alfonso, en los cuales se mandaba que los
+judíos y moros que comprasen heredades de cristianos en todo el
+obispado, pagasen cumplidamente el diezmo como si los cristianos las
+poseyeran, y lo mismo de las heredades que arrendasen<a name="FNanchor_346_349" id="FNanchor_346_349"></a><a href="#Footnote_346_349" class="fnanchor">[346]</a>. Resistieron
+muzlimes y judíos esta prestacion forzosa; querian los vencidos ser de
+mejor condicion que los vencedores; y eran contínuas las quejas del
+obispo y del cabildo por la obstinacion de ambas sectas. No era solo el
+diezmo lo que repugnaban: negábanse tambien á pagar todos los demas
+tributos que satisfacian los cristianos. Consta de un privilegio que
+estos contribuían á la Iglesia con<a name="page_232" id="page_232"></a> cierto derecho por razon de las
+fincas urbanas en que habitaban; y el mismo instrumento nos informa de
+que los judios y moros no querian pagarlo<a name="FNanchor_347_350" id="FNanchor_347_350"></a><a href="#Footnote_347_350" class="fnanchor">[347]</a>.</p>
+
+<p>Puesto que hemos hecho mencion de las cartas y privilegios relativos á
+los tributos y prestaciones especiales impuestos á los muzlimes que
+permanecian en Córdoba con los cristianos despues de la reconquista, no
+sería ahora fuera de propósito echar una rápida ojeada sobre el estado y
+condicion de las personas de la secta vencida, si tuviéramos los datos
+suficientes para hacerlo. Pero son tan escasos en esta materia las
+crónicas y los antiguos documentos legislativos por lo que respecta á
+Córdoba, que casi nos atrevemos á asegurar no hay para semejante tarea
+mas nociones que las que de sí arrojan los pocos instrumentos que hemos
+citado. ¿Hallábanse los mahometanos de las provincias reconquistadas en
+situacion análoga á la en que habian vivido los cristianos que por no
+poder desamparar sus casas quedaron cuando la invasion agarena sujetos á
+los muzlimes? En unas ciudades sí, en otras nó. Vasallos y tributarios
+de sus dominadores por regla general, habian los mozárabes disfrutado de
+cierta libertad profesando públicamente su religion, y gobernándose en
+todo lo relativo al régimen civil segun las estipulaciones concertadas
+al admitir el yugo sarraceno. Nunca habian quedado enteramente á merced
+de los invasores, ni aun en aquellas pocas poblaciones que habian hecho
+tenaz resistencia y que habian sido tomadas á viva fuerza, porque no
+eran asaz numerosas las huestes agarenas para poblar y conquistar á un
+tiempo, y no les convenia ahuyentar á los naturales con la servidumbre.
+Eran, sí, en las mismas ciudades ganadas por capitulacion frecuentes las
+persecuciones contra los mozárabes cuando la tiranía ó la razon de
+Estado arrollaban la barrera de los convenios, y entonces la suerte de
+los vencidos seguia todas las alternativas del capricho ó del temor, y
+los infelices sojuzgados no tenian mas arbitrios que la fuga,<a name="page_233" id="page_233"></a> ó el
+martirio, ó la rebelion, ó la abjuracion de su fé. Pero estas eran
+épocas escepcionales, y ya hemos visto trascurrir largos reinados sin
+que los mozárabes se lamentasen de la tiranía de los califas,
+mostrándose por el contrario demasiado avenidos y contentos tal vez con
+el yugo de oro de los muzlimes. En muy semejante estado quedarian
+probablemente los mahometanos bajo el dominio de Leon y Castilla. En las
+ciudades como Toledo<a name="FNanchor_348_351" id="FNanchor_348_351"></a><a href="#Footnote_348_351" class="fnanchor">[348]</a>, Valencia<a name="FNanchor_349_352" id="FNanchor_349_352"></a><a href="#Footnote_349_352" class="fnanchor">[349]</a>, Sevilla<a name="FNanchor_350_353" id="FNanchor_350_353"></a><a href="#Footnote_350_353" class="fnanchor">[350]</a> y otras, tomadas
+por capitulacion, se observarian con los muzlimes los tratos y convenios
+celebrados; cuando la poblacion habia sido entrada á viva fuerza, ó sin
+mas concesion, como en Córdoba, que la vida y la libertad de
+espatriarse<a name="FNanchor_351_354" id="FNanchor_351_354"></a><a href="#Footnote_351_354" class="fnanchor">[351]</a>, es evidente que los que no pudieron usar de este
+beneficio y permanecieron en sus casas, quedaron entregados á merced de
+los conquistadores. En ambos casos se hacian tributarios de los
+cristianos; pero con esta notable diferencia, que los entregados por
+capitulacion conservaban derechos de que no podian ser legalmente
+despojados, y los rendidos á la fuerza, no pudiendo alegar ningun pacto
+escrito, solo por humanidad y equidad no eran tratados como cautivos y
+no se veían reducidos á ese tristísimo estado que el sabio rey D.
+Alfonso reconocia como <i>la mayor malandancia que los homes pueden haber
+en este mundo</i><a name="FNanchor_352_355" id="FNanchor_352_355"></a><a href="#Footnote_352_355" class="fnanchor">[352]</a>.</p>
+
+<p>Unos y otros sin embargo llevaban indistintamente el nombre de
+<i>mudéjares</i><a name="FNanchor_353_356" id="FNanchor_353_356"></a><a href="#Footnote_353_356" class="fnanchor">[353]</a>, porque nunca los piadosos reyes cristianos
+permitieron<a name="page_234" id="page_234"></a> que los muzlimes que se habian entregado á la clemencia
+fuesen tratados como siervos, y en rigor estos no eran cautivos. No
+habian sido hechos prisioneros con las armas en la mano y en la guerra
+misma, sino que se habian rendido y entregado á merced del vencedor en
+medio de su triunfo, y como acogiéndose á los sagrados derechos de la
+naturaleza. Pero ¿podremos afirmar que los mudéjares de Córdoba gozasen
+en la ciudad reconquistada del libre uso de su culto público, como los
+judíos que tenian su sinagoga? No porque esta tolerancia estuviese en
+contradiccion manifiesta con el motivo religioso que declaraba santa la
+guerra contra los infieles, y hacia aplicables á ella las gracias
+espirituales concedidas por la Iglesia á las cruzadas en Oriente, hemos
+de concluir que no la disfrutaron los mudéjares cordobeses, pues los de
+Toledo, Valencia y otras ciudades, la disfrutaron. Si así lo creemos, es
+solo por no haber mediado estipulacion espresa acerca de la conservacion
+del culto islamita en Córdoba, y porque no hallamos un solo documento
+que nos autorice á creer que á los muzlimes que permanecieron en esta
+ciudad y tierras circunvecinas con los cristianos conquistadores, se les
+hubiese reservado una sola mezquita en que congregarse para hacer sus
+azalas. Así pues, si estos<a name="page_235" id="page_235"></a> mudéjares no vivian en la tristísima y dura
+condicion de los siervos, tampoco disfrutaban la libertad religiosa y
+demas derechos que en aquella misma época aseguraban el fuero de
+Valencia á los muzlimes vasallos de D. Jaime el Conquistador, y á otros
+vasallos mas felices de Fernando, Alfonso y Sancho, las capitulaciones
+de Toledo y Sevilla. Tal vez se observarian con ellos aquellos mismos
+principios de equidad natural ya consignados en el sabio Código de las
+<i>Partidas</i>, y á la sazon aun no observados como legislacion general del
+reino.<a name="FNanchor_354_357" id="FNanchor_354_357"></a><a href="#Footnote_354_357" class="fnanchor">[354]</a> No podria obligárseles á que abrazáran el cristianismo, pero
+serían entre ellos frecuentes las conversiones, porque abjurando la fé
+de sus mayores, se habilitaban para gozar de todos los privilegios
+concedidos á los cristianos de sangre pura. Tendrian sus tribunales
+particulares donde todas sus contiendas se decidirian por el Koran y la
+Sunnah; pero en los litigios con los cristianos estarian sujetos á los
+tribunales ordinarios. Podrian santificar privadamente el dia <i>juma</i>
+(viernes) como santificaban los judíos el sábado; pero no podrian
+trabajar en público los domingos y demas festividades de la iglesia
+cristiana. En cuanto á tributos, vemos que los que se les imponian eran
+realmente arbitrarios. Ademas del diezmo que pagaban como los
+cristianos, contribuían á la iglesia catedral con su trabajo corporal en
+determinados dias, y en esto verdaderamente mas bien eran siervos que
+hombres de condicion libre.<a name="page_236" id="page_236"></a></p>
+
+<p>No sabemos á punto fijo cuándo caducó el privilegio de obligar á todos
+los mudéjares sin distincion á trabajar en las obras de la catedral;
+pero nos inclinamos á creer que duraria cuanto duró en Córdoba aquella
+clase de gente, es decir, hasta el tiempo de los reyes católicos D.
+Fernando y D.ª Isabel. Si el islamismo, como nacionalidad y Estado,
+quedaba al espirar el siglo XIII arrinconado en Granada como en su
+último refugio, acosado por las victorias de las tres grandes monarquías
+castellana, aragonesa y portuguesa; como reliquia y fermento duraba en
+todas las poblaciones reconquistadas. Aún habian de dar las funestas
+discordias de los príncipes cristianos de la Península dos siglos de
+aliento y de esperanzas á la morisma, antes que despuntasen para Granada
+auroras de fuego y sangre de la parte de Castilla y Aragon unidos. En
+tan largo período, los mudéjares cordobeses, privados de culto público,
+sin mezquitas, sin escuelas, sin academias, irian gradualmente olvidando
+la ley y la tradicion, se entibiaria su celo, muchos cederian á las
+amonestaciones y á la intimidacion y se harian cristianos, otros se
+convertirian al judaismo; otros finalmente acabarian por vivir sin
+religion alguna. La arquitectura, sin empleo, decaeria entre estos
+degenerados muzlimes como todos los otros ramos del saber. No hallamos
+en la mezquita rastro alguno del arte musulman en todo el tiempo
+trascurrido desde D. Sancho hasta Enrique II. Los artífices de la secta
+vencida se emplean solo en trabajos de mera conservacion, y si toman
+alguna parte en la construccion de las capillas que van paulatinamente
+cubriendo por el interior los cuatro muros de esta famosa ciudadela del
+Islam, debe creerse que lo hacen mas como obreros subordinados á los
+arquitectos cristianos, que como artistas dueños de su pensamiento.
+Convertida Córdoba por otra parte en plaza de armas permanente contra
+los infieles y trabajada ademas por las guerras de partidos, mal podia
+sobresalir en obras artísticas. Los ricos hombres y caballeros ocupados
+en funestas parcialidades ó en correrías por las fronteras de los
+enemigos de la fé, gastaban sus rentas en las cabalgadas, y solo cuando
+era preciso dar honrosa sepultura á los amados restos del padre, del
+hijo ó de la esposa, y asegurar á sus almas los sufragios de la iglesia
+y de los fieles, se acordaban de construir capillas y de fundar en ellas
+capellanías; lo que se verificaba casi siempre con la economía que
+reclamaba su capital ocupacion, la guerra. No merecen mencionarse por su
+arquitectura<a name="page_237" id="page_237"></a> las obras de esta especie; solo los grandes recuerdos que
+despiertan en la mente por los héroes que en ellas estan ó estuvieron
+enterrados, hacen preciosa su antigüedad, y deplorables las
+trasformaciones que la mayor parte han sufrido. Si de ellas hacemos
+mérito es únicamente por esta circunstancia, y para que el lector, al
+desfilar por ante sus ojos las sombras de los ilustres varones
+cordobeses que mas adelante vamos á evocar, sepa en qué capillas oraron
+prosternados, y en cuáles se hicieron enterrar humildes tantos y tantos
+vástagos de los mas gloriosos linages de la Bética.</p>
+
+<p>Despues de la capilla que fundó al apóstol Santiago el obispo D.
+Fernando de Mesa, no hallamos en el período de quince años ninguna otra
+capilla anterior á la <i>segunda de S. Bartolomé</i>, costeada en 1280 por
+Martin Muñoz, sobrino del famoso adalid Domingo Muñoz, y contigua á la
+de su tio por la parte de poniente. No es esto decir que no se hiciese
+antes en la catedral cosa alguna notable. Sobre el enhiesto alminar del
+califa An-nasír<a name="FNanchor_355_358" id="FNanchor_355_358"></a><a href="#Footnote_355_358" class="fnanchor">[355]</a> se colocó por los años de 1278 la primera imágen
+del Arcángel S. Rafael que la gigantesca torre de la catedral levanta
+hoy á la region de las nubes, y que el devoto pueblo cordobés empezó
+desde entonces á venerar en cien monumentos como su Paladion tutelar
+contra las públicas calamidades. La causa segun la piadosa tradicion fué
+esta. Padecia Córdoba una gran peste, de la cual moria innumerable
+gente: el obispo D. Pascual, fiel á su ministerio de pastor, previniendo
+con su vigilancia y celo todos los remedios corporales y espirituales
+para librar á su grey del tremendo contagio, habia mandado que se
+implorase la clemencia divina con contínuas rogativas, y no cesaba de
+clamar á María Santísima para que su pueblo esperimentase el saludable
+efecto de su maternal intercesion. Hallábase en esta ocasion de
+comendador del convento de nuestra Señora de la Merced Fr. Simon de
+Sousa, varon de singular virtud; y pidiendo á Dios el mismo remedio, se
+le apareció el Arcángel S. Rafael, y le habló así: «Dirás al obispo D.
+Pascual que está Dios muy satisfecho de su vigilancia y cuidado, y que
+por sus oraciones y las de otros fieles, y por la intercesion de su
+santa Madre, se ha compadecido de este pueblo. Que ponga mi imágen en lo
+alto de la torre de la iglesia catedral, y exhorte á todos sus
+feligreses á que<a name="page_238" id="page_238"></a> me sean devotos y celebren mi fiesta todos los años:
+que si así se hace, este contagio cesará de todo punto.» Ejecutólo el
+venerable obispo, cesó la plaga, y de entonces mira la poblacion de
+Córdoba campear triunfante en lo mas alto de su catedral, á modo de
+gloriosa enseña, ó de eficaz para-rayo para los dias críticos en que
+fulmina sus formidables castigos el Eterno, la imágen de su santo
+patrono y abogado. La contempló primero sobre el elegante alminar árabe
+donde tremoló el pendon real de S. Fernando, y luego en la torre
+reedificada, desde fines del siglo XVI. Seguiria á la nueva capilla de
+S. Bartolomé la célebre de S. Pablo, propia de la familia de los Godois,
+si fuese cierta la aseveracion de un cronista que entre los caballeros y
+ricos-hombres que salieron de Córdoba con el infante D. Juan á recibir á
+D. Sancho en 1284 reconociéndole por su rey y señor, muerto D. Alfonso
+el sabio, nombra al maestre de Santiago D. Pedro Muñiz de Godoy,
+añadiendo que <i>poco despues murió y fué sepultado en su capilla del
+apóstol S. Pablo en la santa iglesia catedral</i><a name="FNanchor_356_359" id="FNanchor_356_359"></a><a href="#Footnote_356_359" class="fnanchor">[356]</a>. Con las capillas<a name="page_239" id="page_239"></a>
+de S. Nicolás<a name="FNanchor_357_360" id="FNanchor_357_360"></a><a href="#Footnote_357_360" class="fnanchor">[357]</a>, de S. Benito<a name="FNanchor_358_361" id="FNanchor_358_361"></a><a href="#Footnote_358_361" class="fnanchor">[358]</a>, de S. Vicente<a name="FNanchor_359_362" id="FNanchor_359_362"></a><a href="#Footnote_359_362" class="fnanchor">[359]</a>, de nuestra
+Señora de las Nieves<a name="FNanchor_360_363" id="FNanchor_360_363"></a><a href="#Footnote_360_363" class="fnanchor">[360]</a> y de S. Gil<a name="FNanchor_361_364" id="FNanchor_361_364"></a><a href="#Footnote_361_364" class="fnanchor">[361]</a>, fundacion la primera de un
+devoto arcediano de Córdoba que la situó á levante, en el décimoquinto
+tramo de la última nave principal, y erigida la de nuestra Señora de las
+Nieves por un chantre y dos particulares de quienes no hallamos mencion
+particular, los cuales eligieron el octavo tramo de la primera nave
+principal al poniente, termina el siglo XIII su casi insignificante
+tarea en la mezquita de Córdoba, donde por no innovar demasiado, ó por
+no considerarse seguro el arte occidental en una ciudad espuesta todavía
+á volver á caer bajo el yugo de los infieles, no realiza la arquitectura
+ojival ninguna de aquellas portentosas creaciones que lega en Francia S.
+Luis á la admiracion de las edades futuras, y que el mismo S. Fernando
+emprende en Burgos y Toledo.</p>
+
+<p>No se muestra realmente en la catedral de Córdoba con su verdadero
+carácter la arquitectura de ese gran siglo que de su sola fé sacó tantos
+tesoros de gracia, de sublimidad y de fuerza. Pero si su arte no dejó en
+ella una fiel estampa, dura al menos en sus tradiciones el sello de
+aquel espíritu ardiente y celoso en las cosas divinas, que tan
+noblemente supo triunfar de las costumbres é ideas semi-bárbaras y
+semi-gentílicas de la edad media. Y es por cierto admirable cómo la
+Providencia favorecia las piadosas estratagemas de los hombres de buena
+intencion y viva fé. Porque no siempre ocurria implorar proteccion de la
+autoridad y de la fuerza contra los escesos y desmanes: esto era á veces
+lo mas sencillo: padecian, por ejemplo, la Iglesia y el estado
+eclesiástico vejaciones y gravámenes de los ministros reales y hombres
+poderosos, porque tomaban violentamente las rentas de los obispados
+vacantes y quitaban á los cabildos la libertad en las elecciones de
+obispos y beneficiados, imponian tal vez pechos y nuevas cargas á los
+prelados, cabildos, abades y clero, contra la inmunidad que debian gozar
+por reales privilegios: y todo se remediaba quejándose<a name="page_240" id="page_240"></a> al rey y
+pidiéndole la correccion de los escesos cometidos<a name="FNanchor_362_365" id="FNanchor_362_365"></a><a href="#Footnote_362_365" class="fnanchor">[362]</a>. Pero ¿cómo
+corregir la aspereza de las costumbres? ¿cómo refrenar los fogosos
+arranques del puntilloso honor ofendido, en los mismos individuos del
+estado eclesiástico, que, avezados á esgrimir el acero en el campo de
+batalla, hacian como el Cid <i>campaña la Iglesia</i> al mas ligero viso de
+desprecio ó de insulto? Un celoso obispo sin embargo<a name="FNanchor_363_366" id="FNanchor_363_366"></a><a href="#Footnote_363_366" class="fnanchor">[363]</a> halló un medio
+ingenioso para corregir el desacato de las ofensas personales entre
+eclesiásticos. Conociendo la ineficacia de las penas puramente
+canónicas, imaginó celebrar con el cabildo un Estatuto en virtud del
+cual, todo individuo del clero catedral, fuese dignidad, canónigo,
+racionero ó medio-racionero, que injuriase á otro en la iglesia, ciudad
+ú obispado, tenia que pagar al obispo y al cabildo <i>un buen y cumplido
+yantar</i>. Este Estatuto, acordado en 5 de marzo de 1298, perseveró hasta
+el año de 1366, y aunque nada nos dicen los cronistas cordobeses de los
+efectos que produjo, debemos sospechar que no sería ineficaz considerada
+la cuantía de la pena pecuniaria que se echaba encima el que se
+deslizaba en la via de las ofensas personales, pues ademas de ser en
+todos tiempos el bolsillo el mejor fiador de la probidad legal de los
+hombres vulgares, era tal el lujo introducido en las mesas en aquella
+época, que para que un <i>yantar</i> se reputase <i>bueno</i> y <i>cumplido</i>, habia
+de costarle al prebendado incurso en semejante pena por lo menos la
+renta de medio año. Cuéntase un hecho que pinta muy bien la maravillosa
+asistencia que prestaba la divinidad al poder eclesiástico en aquella
+época en que la autoridad espiritual era la primera necesidad de las
+sociedades: y no queremos pasarlo en silencio. Corria el año 1286, y era
+obispo en Córdoba el mismo D. Pascual antes nombrado. «En este tiempo,
+refiere un timorato cronista, sucedió en la iglesia catedral el prodigio
+siguiente: Acudian muchedumbre de golondrinas á hacer sus nidos en la
+santa iglesia, y con sus molestos cantos perturbaban á los ministros de
+Jesucristo, al tiempo que se celebraban los oficios divinos. Con sus
+escrementos y cosas que traian para fabricar sus nidos, ensuciaban la
+iglesia y los altares. Ponian cuidado en quitárselos y derribárselos, y
+nada bastaba, porque como la iglesia<a name="page_241" id="page_241"></a> es tan grande, cuantos remedios se
+hacian nada importaban. Para quitar este grande estorbo, no hallaron
+otro mas conveniente remedio que acudir á las armas espirituales. Hízose
+cabeza de proceso contra ellas, formóse pleito en forma, nombrando parte
+para que las defendiese; llegó el tiempo de sentenciarse, y la sentencia
+fué: que con censuras fuesen echadas de la iglesia. ¡Cosa rara! Desde el
+punto que se les leyó la sentencia, jamás han sido vistas en esta santa
+iglesia, siendo sus techos tan á propósito para sus nidos. ¡Oh dichosos
+tiempos en que se celaba el ruido que se hacia, porque no perturbase á
+los ministros de Dios en los divinos oficios<a name="FNanchor_364_367" id="FNanchor_364_367"></a><a href="#Footnote_364_367" class="fnanchor">[364]</a>!» Este hecho en sí
+parecerá ridículo á los que solo miran la superficie de las cosas:
+¡emplear las armas espirituales contra las golondrinas! ¡qué disparate!
+Nosotros avanzaremos mas: negaremos el hecho. Pero, aun suponiendo que
+esta anécdota sea invencion de algun apasionado de esas inocentes
+avecillas, que el vulgo cristiano mira y casi reverencia como piadosos
+auxiliares de la compasion del hombre hácia su Redentor clavado en la
+cruz y coronado de espinas, de todos modos podrá entenderse como fórmula
+de una gran verdad, á saber, que nunca las armas espirituales fueron
+desairadas por Dios en la creyente edad media cuando se emplearon en su
+honra y acatamiento, y que él mismo inspiró á sus vicegerentes en la
+tierra una confianza ciega en la asistencia divina para llevar á cabo
+obras que parecian humanamente imposibles, dándoles imperio no ya sobre
+los seres racionales, sino tambien sobre los irracionales y sobre la
+misma naturaleza inerte. Las colosales obras que llevó á cabo el
+décimotercio siglo sin mas elementos que la fé y el amor, su portentosa
+cruzada contra los albigenses, su cruzada épica en la Tierra Santa, las
+universidades que fundó, los institutos religiosos que vió florecer, las
+gigantescas catedrales que vió erigir, los hombres eminentes que vió
+descollar, testigos son de esta verdad insigne: el amor divino hace
+fecunda la edad media, y un acto de fé de la humanidad concorde basta
+para que salga de ella completamente armada la nueva Minerva, asistida
+de genios adecuados para todas las artes y ciencias. Son <i>santos</i> todos
+estos genios, y no hay mas que decir, porque cada uno de ellos es un
+prodigio de abnegacion, de pureza y de amor. Este sentimiento enérgico
+es el que los hace<a name="page_242" id="page_242"></a> grandes; ¡cosa admirable! ¡El siglo en que viven es
+un siglo de guerras y de sangre, de licencia y desenfreno, y el culto
+puro y delicado de la casta Madre del Verbo se propaga con la doctrina y
+el ejemplo del tierno y afectuoso Sto. Domingo, del sublime Sto. Tomás,
+del profundo S. Alberto, del seráfico S. Buenaventura, y en pós de ellos
+los pueblos, los reyes, los magnates y los siervos caen prosternados
+tendiendo los brazos hácia la hermosa Reina del cielo, clara y pura
+estrella de la mañana, consuelo de los afligidos! ¡El siglo en que viven
+es pobre é ignorante en las cosas materiales, sin recuerdo de las reglas
+y teorías de la antigüedad, y el mismo esfuerzo que hace por emanciparse
+completamente de la tradicion pagana le conduce á un arte nuevo,
+imponente y gigantesco, en que bajo la direccion de genios tan
+privilegiados como humildes, tan amantes de la gloria del catolicismo
+como de su propia oscuridad, la escultura se convierte toda en espíritu,
+sentimiento, espresion, plegaria y dolor, y la arquitectura se eleva
+como un himno incesante, como una oracion perpetua, desapareciendo la
+piedra bajo la idea, la forma bajo el concepto, la materia ante el
+espíritu!</p>
+
+<p>Acercábase á la mitad de su curso el turbulento siglo décimocuarto, y
+casi nada se habia labrado de nuevo en la catedral<a name="FNanchor_365_368" id="FNanchor_365_368"></a><a href="#Footnote_365_368" class="fnanchor">[365]</a>. Las disensiones
+civiles ocasionadas por las competencias sobre el gobierno del reino
+durante la menor edad de D. Alonso XI, las correrías de Ozmin por el
+reino de Córdoba, las talas hechas en el mismo por el rey de Granada,
+las pérdidas de varios pueblos y castillos, los crueles escarmientos
+ejecutados por el monarca adolescente en los parciales de D. Juan
+Manuel, eran causas harto poderosas para que muriesen de inanicion las
+artes en la antigua corte de los califas. La inmensa catedral recibia de
+vez en cuando en sus escasas capillas los inanimados despojos de los mas
+nobles y valerosos caballeros, muertos en deplorables lides intestinas ó
+en gloriosas algaradas y defensas contra la morisma; pero no
+interrumpian su solemne silencio las tareas de los bulliciosos y alegres
+artesanos. Ni resonaban bajo sus espaciosos artesonados los golpes del
+cantero, ni se oía ruido alguno de albañiles y carpinteros, á escepcion
+de la franca algarabía de los mudéjares rara<a name="page_243" id="page_243"></a> vez ocupados en los
+reparos de la gran fábrica. Desde el año de la terrible muerte del rey
+emplazado (1312), seis capellanes venian cada noche á decir su vigilia á
+la capilla mayor cabe la regia huesa: como espíritus del otro mundo allí
+misteriosamente congregados, deslizábanse silenciosos por las largas y
+tenebrosas columnatas, murmuraban su rezo, y volvian á dispersarse.
+Todos los años cumplia el cabildo por el mes de setiembre el aniversario
+fundado por la aterrada D.ª Constanza; y por espacio de trescientos
+sesenta y cinco dias con sus noches, hasta cumplirse el año de la muerte
+de D. Fernando, habian constantemente ardido cuatro cirios sobre la
+misma sepultura, yendo diariamente el obispo y el cabildo á decir su
+responso por el alma del malhadado rey. Memorias fúnebres, ceremonias
+lúgubres, ocasiones repetidas de lágrimas y lamentos para los amigos y
+deudos, de exaltacion y mayor encono para los enemigos, son casi las
+únicas dedicaciones que ocurren en la iglesia mayor hasta el reinado de
+D. Enrique el Bastardo. Solo cuatro capillas se edifican en este
+desgraciado período, la de <i>S. Ildefonso</i>, al poniente, en 1347; la de
+<i>nuestra Señora de la Encarnacion</i>, al sur, en 1365; la de <i>S. Pedro</i>,
+tambien al sur, en 1368; y la de <i>Sancti Spiritus</i>, al poniente, en
+1369. Fundó la de S. Ildefonso el obispo D. Fernando Nuñez de Cabrera,
+que tres años despues falleció y fué enterrado en ella, cubriendo su
+humilde sepultura una pequeña lápida de mármol blanco que dice así:
+<i>Aquí yace el muy reverendo Sr. D. Fernando de Cabrera, obispo de
+Córdoba, que Dios haya</i>. D. Martin de Argote su sobrino, tambien obispo
+de Córdoba, fué enterrado en la misma capilla por los años de 1362, y
+yacen sus despojos bajo otra lápida no menos humilde, con inscripcion
+igualmente sencilla. Ultimamente, yace asímismo en ella el infeliz Pedro
+de Cabrera, á quien mandó degollar el rey D. Pedro el Cruel juntamente
+con D. Fernando Alonso Gahete, por haberse pronunciado partidario de la
+desgraciada reina D.ª Blanca<a name="FNanchor_366_369" id="FNanchor_366_369"></a><a href="#Footnote_366_369" class="fnanchor">[366]</a>. La de nuestra Señora de la
+Encarnacion fué cedida por el cabildo á Vasco Alfonso de Sousa<a name="FNanchor_367_370" id="FNanchor_367_370"></a><a href="#Footnote_367_370" class="fnanchor">[367]</a>,
+caballero portugués de<a name="page_244" id="page_244"></a> gran cuenta, segun se colige de la curiosa
+inscripcion que se conserva en dos arcos al lado de su altar, y que dice
+así: <i>Esta capilla dotó el muy honrado caballero Vasco Alfonso, el cual
+vino de Portugal mozo e trújolo D. Juan Alfonso, señor de Alburquerque,
+que era su tio, el cual trujo á los reyes, e fué alcalde mayor de
+Córdoba, e casó con D.ª María, fija de Gomez Fernandez, señor de
+Santofimia: e este Vasco Alfonso fué padre de D.ª Juana, madre del duque
+D. Enrique, fijo del rey D. Enrique el primero</i> (entiéndase D. Enrique
+II el Bastardo), <i>y este duque está sepultado en una tumba dorada debajo
+del arco dorado que está en la capilla del altar mayor, e padre de Diego
+Alonso de Sosa, que está sepultado en esta capilla con sus padres, padre
+de Juan de Sosa, veinticuatro de Córdoba, el cual es patron y
+administrador desta capilla para él e para los que dél descendiesen, el
+cual mandó facer esta bóveda de enterramiento, el cual mandó escrebir
+aquí esta memoria año del Señor de mil e quatrocientos y ochenta y dos
+años, jueves 3 de enero</i>. La capilla de S. Pedro fué fundada por el
+valeroso caballero D. Alonso Fernandez de Montemayor, adelantado mayor
+de la frontera, en el magnífico vestíbulo del mihrab que le dió al
+efecto el cabildo en reconocimiento de la heróica defensa que hizo de
+Córdoba contra los ejércitos combinados de los reyes D. Pedro el Cruel y
+Mohamad de Granada. Felizmente al erigir esta capilla para nada se tocó
+á su decoracion peregrina: lo único que se hizo fué arrimar el altar á
+la fachada del mihrab ó santuario, y destinar sin duda este á sacristía,
+adornando los entrepaños de sus paredes con imágenes pintadas, que en
+cierto modo es doloroso no se conserven hoy siendo tan escasas en España
+las reliquias de la antigua pintura mural cristiana.</p>
+
+<p>El magnánimo fundador yace enterrado en medio de esta capilla, en una
+sencilla urna de mármol, en cuyo tablero superior se ve solamente la
+banda de Castilla atravesada, entre dos dragantes: armas que tomó su
+padre D. Martin Alonso de Córdoba venciendo al rey de Granada en el
+memorable sitio de Castro el Rio, en 1333. Cerca de su tumba en una
+pequeña lápida se lée un epitáfio que dice: <i>Aquí yace la noble señora
+D.ª Leonor Bocanegra, nieta del adelantado D. Alonso Fernandez, señor de
+la casa de Montemayor</i>.<a name="FNanchor_368_371" id="FNanchor_368_371"></a><a href="#Footnote_368_371" class="fnanchor">[368]</a> Habia en esta capilla<a name="page_245" id="page_245"></a> fundadas doce
+capellanías, y era su patrono el conde de Alcaudete, de cuyo estado fué
+tambien fundador el famoso adelantado. El cabildo concedió á las casas
+de los señores de Alcaudete, de Aguilar, de Lucena y de Guadalcázar, del
+apellido de Córdoba, y á los descendientes de este glorioso tronco, la
+honrosa distincion del <i>doble de la cepa</i>,<a name="FNanchor_369_372" id="FNanchor_369_372"></a><a href="#Footnote_369_372" class="fnanchor">[369]</a> que consiste en hacer
+por ellos el doble ó toque de campanas con la principal de la torre, á
+la cual acompañan otras tres. Fuéles este privilegio concedido en
+conmemoracion de la famosa defensa de Córdoba: cúmpleseles
+religiosamente hoy dia; y el viajero advertido que recorre nuestras
+antiguas ciudades en busca de recuerdos consoladores, que la moderna
+civilizacion no le ofrece en las bulliciosas córtes, al oir el
+melancólico y grave tañido que por la desierta ciudad se difunde como
+voz que se dirige á las actuales generaciones desde la augusta mansion
+del eterno reposo, cree escuchar sentidos y varoniles acentos de
+reconvencion de los antiguos héroes de la monarquía castellana, y
+bendice la piadosa constancia que nos los conserva y perpetúa, en medio
+de un siglo incrédulo y disipado, solo atento á los goces materiales, y
+consagrado á pulverizar y entregar al olvido sus venerandos despojos,
+sus preciosas memorias, y los saludables documentos de su honor y de su
+fé. La capilla de Sancti Spiritus se fundó contigua al vestíbulo de la
+antigua catedral por el mediodia, por Diego Fernandez de Córdoba, á
+quien cedió ese sitio el cabildo. Luego el primer marqués de Comares,
+tercer nieto del Diego Fernandez, la dió á Luis de Angulo, su tio,
+veinticuatro de la ciudad, de quien la hubieron los marqueses de
+Guadalcázar, sus descendientes. A esta capilla de Sancti Spiritus se
+trasladó por los años de 1523 la que con el título de S. Lorenzo habia
+fundado en 1298 el arcediano de Castro D. Sebastian Ruiz para su
+entierro y el de los señores deanes, y entonces perdió su título
+primitivo por el de S. Lorenzo<a name="FNanchor_370_373" id="FNanchor_370_373"></a><a href="#Footnote_370_373" class="fnanchor">[370]</a>.</p>
+
+<p>El año mismo que se fundó esta capilla subió al trono de Castilla<a name="page_246" id="page_246"></a> el
+fratricida D. Enrique, con cuyo advenimiento sosegados los partidos,
+recobraron algun aliento las artes. Deseoso este rey de cumplir la
+última voluntad de su padre el vencedor de Benamarin, que yacia
+depositado en la capilla real de Sevilla, y de darle un enterramiento
+digno de su esclarecido renombre, mandó fabricar á espalda de la capilla
+mayor, en la misma tribuna árabe que le servia de sacristía, una capilla
+real, y resolvió colocar en ella no solamente el cuerpo de su padre D.
+Alonso XI, sino tambien el de su abuelo D. Fernando el Emplazado, que
+yacía en la capilla mayor, donde lo habia hecho enterrar la reina D.ª
+Constanza. No debió ser de larga duracion esta obra, porque lo único que
+se hizo fué reformar el cuerpo inferior de la referida cámara,
+demoliendo su antigua decoracion de estuco y poniendo en su lugar la que
+ahora se observa, que, á pesar del cuidado con que se llevó á cabo esta
+restauracion siguiendo el estilo sarraceno, se distingue perfectamente
+de la obra morisca por las armas de Castilla y Leon esculpidas entre los
+florones de su tracería, y por la misma ejecucion de la labor, menos
+concluida y menos brillante que la de los artífices de Almanzor. Serían
+probablemente moros mudéjares los que la hicieron, y acaso de los mismos
+que tenia la catedral á su disposicion por el privilegio atrás
+mencionado. Obra de mero ornato, no tiene importancia sino para el
+estudio del gusto de la época, en que, como luego veremos, reinan dos
+estilos enteramente opuestos, el del sarraceno conquistado y el del
+cristiano conquistador, pero adoptado aquel con preferencia por los que
+rigen y gobiernan á la escandalizada gente castellana. Su distribucion
+es la siguiente. Hay hácia el medio del lado de levante un arco formado
+de bovedillas estalacticias, ligeramente apuntado, de bastante
+profundidad, encerrado en una especie de arrabá de estuco dorado
+formando ramos bellamente entretejidos. Termina el arrabá ó recuadro por
+la parte inferior en una ancha faja, que corre á ambos lados sobre un
+alto zócalo de menudo y vistoso alicatado, y entre sus complicados
+adornos de relieve se forman círculos que ocupan las armas de Castilla y
+Leon. Al lado derecho campea sobre esta misma faja un arco ornamental de
+once lóbulos, encerrado en otro arrabá cuajado todo de tracería
+relevada, sostenido por dos muy ligeras columnillas entregadas en el
+muro. Junto á este hay otro arquito, mucho mas bajo, de siete lóbulos,
+tambien ornamental, y sostenido en columnillas del mismo estilo que las
+anteriores,<a name="page_247" id="page_247"></a> llevando encima un escudo con las armas referidas. El lado
+izquierdo ofrece igual decoracion, con la sola diferencia de ser dos los
+arquitos de siete lóbulos, por tener el lienzo de pared mayor estension
+á este lado, y de llevar el mas inmediato al ángulo N-O en vez de escudo
+un adorno de menudísimo calado. En la pared de enfrente hay una
+distribucion análoga, con un arco central profundo y arquitos figurados
+y angrelados á los lados, con columnillas á la manera gótica, en las
+cuales se deja ver desde luego que esta decoracion no es de estilo
+morisco franco y decidido, sino de un gusto bastardo en que se asocian
+elementos heterogéneos, propios de los dos artes oriental y occidental.
+En esto quizás, mas bien que la falta de pureza en el arte que
+tradicionalmente practicaban los artífices mudéjares, debemos considerar
+una concesion hecha por el estilo favorito de la corte al celo
+sacerdotal, resentido tal vez, y con razon sobrada, de que se erigiese
+una Capilla Real sin contar para nada con el magestuoso estilo del
+occidente.</p>
+
+<p>Ejecutada la obra que ligeramente hemos descrito, mandó D. Enrique el
+Bastardo trasladar á esta capilla con regia y solemne pompa los cuerpos
+de su padre D. Alfonso XI y de su abuelo D. Fernando el Emplazado, que
+descansaban, el primero en la capilla real de Sevilla, y el segundo en
+la capilla mayor de la misma catedral de Córdoba, donde lo habia hecho
+enterrar, segun queda dicho, la reina D.ª Constanza. No sabemos qué
+lugar ocuparon los dos regios cadáveres; posible parece que se
+destináran á cobijarlos los dos arcos rehundidos que vienen á ocupar el
+centro de los dos lienzos de oriente y poniente, donde vemos hoy dos
+altares. Ni hemos podido rastrear tampoco qué paradero tuvieron las
+arcas de madera en que yacían, y que algun autor supone de talla
+preciosa atendido el estado de la escultura en la época en que se
+labraron. Las que hoy se conservan dentro de los sepulcros de jaspe que
+pocos años há se les dieron en la Colegiata de S. Hipólito, no pueden
+ser las primitivas, porque son enteramente lisas y no corresponden ni á
+aquellos ilustres personages ni á la costumbre de aquellos tiempos.
+Volvamos al carácter de la obra de D. Enrique.</p>
+
+<p>Sorprende en verdad que teniendo España en el siglo XIV una arquitectura
+tan bella, tan gallarda, tan cristiana en su fisonomía como la gótica
+del segundo período, fuese ese rey á servirse de la sarracena<a name="page_248" id="page_248"></a> para
+labrar la capilla real de Córdoba; pero si bien lo consideramos, este
+hecho nada tiene de estraño. La aficion á las ideas y costumbres
+islamitas no es como vulgarmente se cree carácter distintivo y peculiar
+de aquel otro rey tirano á quien motejó de renegado su pueblo porque le
+vió dado á la poligamia, inclinado á sangrientas venganzas, acompañado
+siempre de una escolta de moros granadinos, y viviendo en un alcázar de
+voluptuosa y oriental decoracion como la Alhambra. No es solo D. Pedro
+el que prefiere la cultura morisca á la cristiana. En la fisonomía
+particular del siglo XIV es una faccion muy principal la divergencia
+entre las ideas nacionales ó populares ó las ideas de la corte, y este
+antagonismo se observa mas marcado en España que en ningun otro pais. En
+el siglo que inaugura la era moderna es biforme entre nosotros la
+espresion de todas las grandes ideas sociales: la religion, la política,
+la literatura, el arte, se formulan de dos maneras enteramente opuestas
+en la corte y entre el pueblo: fórmula nacional y popular, católica,
+esclusista y celosa por un lado; fórmula de corte y gabinete,
+filosófica, reformista, incrédula, tolerante y sin celo, por el otro. La
+corte y el pueblo piensa en todo de distinto modo: la corte es escéptica
+y el pueblo es creyente; la corte transige con los dos implacables y
+constantes enemigos del cristianismo, los pueblos mahometano y judáico,
+y la nacion anhela su completo esterminio; la política de la corte
+ajusta paces con el rey de Granada para mover guerra al de Aragon, y la
+política nacional abandona al renegado á su descabellado empeño
+protestando de todas las maneras posibles contra la violencia que
+padece; la corte ama una literatura impregnada de sensualismo y un arte
+seductor y pagano, y la nacion prefiere la nervuda y varonil literatura
+de sus romances y el arte austero, místico y sombrío, florecido á la
+sombra de los claustros.</p>
+
+<p>Tampoco debemos sorprendernos de hallar en muchas construcciones de los
+siglos XIV y XV la amalgama de los dos artes gótico y sarraceno. Las
+artes, por lo que tienen de práctico y consuetudinario, se prestan á la
+fusion de los mas opuestos caractéres; no son como las teorías
+abstractas, entre las cuales puede haber antagonismo perpétuo sin
+tentativas de aproximacion y concordia; y dos estilos arquitectónicos,
+en su razon filosófica contrarios, apenas pueden coexistir sin una
+recíproca inoculacion de formas. Así como el famoso alcaide<a name="page_249" id="page_249"></a> de
+Antequera<a name="FNanchor_371_374" id="FNanchor_371_374"></a><a href="#Footnote_371_374" class="fnanchor">[371]</a> no dejaba de ser el terror de los agarenos por
+presentarse en las lides <i>tocado á la morisca</i>, del mismo modo podia ser
+cristiana la idea que motivaba la construccion de que vamos tratando, á
+pesar de ser pagano el estilo en que se realizaba. La clase sacerdotal
+sin embargo, mas unida en sus tendencias con la masa nacional que con la
+corte, repugnaba estos recuerdos de cultura profana. Era el monarca el
+que costeaba la obra y habia que aceptarla tal como se le daba; pero
+siempre que el clero podia obrar con independencia, imponia como cánon
+para las construcciones sagradas la severa y magestuosa forma ojival,
+verdadero emblema de sus pasados triunfos. La arquitectura oriental en
+la España reconquistada aparece pues dominadora y esclusiva en las
+principales construcciones palatinas; en las religiosas, menos exigente,
+tiende á combinarse con el estilo occidental, produciendo un estilo
+híbrida; solo las fábricas propiamente monásticas la escluyen
+completamente. Pero el estilo popular y el de la corte luchan en el
+terreno del arte como en el de la política, en el de la religion y en el
+de la literatura, hasta que en la gran contienda queda por fin el
+principio espiritualista vencido en el siglo del <i>renacimiento</i>. Esto
+hace que en las antiguas ciudades de Andalucía, donde la larga práctica
+del pais favorece la conservacion del estilo oriental, y donde por
+consiguiente es mas interesante y empeñada la lucha, sea mas dificil que
+en el resto de la monarquía distinguir y caracterizar las diversas
+épocas del arte monumental.</p>
+
+<p>Solo en los tiempos de fé incontaminada y pura toma el arte aquel
+carácter decidido y significativo que revela claramente á primera vista
+la idea que le ha dado el ser. Pero ¿cómo prometerse semejante carácter
+de pureza del arte de unos tiempos como aquellos en que manchaban<a name="page_250" id="page_250"></a> el
+solio de S. Fernando el concubinato, la tiranía, el fratricidio, la
+disipacion, la impotencia, y desdoraban los timbres de los mas ilustres
+linages la venalidad, la adulacion, la traicion, el lenocinio? El siglo
+en que comienza para Europa la era de la division y del individualismo,
+en que al grandioso pensamiento que llevó á S. Luis á morir en las
+playas africanas, en defensa comun de la cristiandad, se sustituye la
+mezquina política de rivalidades que termina en el sistema moderno del
+equilibrio europeo; el siglo en que la humanidad, poseida de un vértigo
+de independencia, rompe el áureo lazo de la fraternidad y unidad
+católica y se entrega al inmoderado ejercicio de sus facultades
+aisladas, no es siglo en que puede aspirar á grandes creaciones un arte
+como la arquitectura, que há menester mas que otro alguno de esfuerzos
+colectivos y de unidad de pensamiento. En España, ya lo hemos dicho, la
+nacion y el gobierno siguen sistemas opuestos en política, en
+literatura, en artes: D. Juan I, D. Enrique III, D. Juan II, D. Enrique
+IV, que suceden á los dos hermanos enemigos D. Pedro y D. Enrique el
+Bastardo, en cuyos reinados se marca mas particularmente el apego de la
+corte á las costumbres y artes islamitas, erigen es cierto monumentos
+religiosos muy notables en que brilla el sistema occidental denominado
+<i>gótico</i>; pero para sus alcázares y construcciones palacianas prefieren
+la arquitectura oriental. El mismo estilo gótico de estos tiempos se
+muestra en visible decadencia, comparado con el sistema imponente,
+augusto, sacerdotal y solemne de la época de S. Luis y S. Fernando, y
+hasta la gala y riqueza de que aparece sobrecargado es seguro indicio de
+que el antes sencillo y grave hijo del claustro se ha vuelto jactancioso
+y presumido en el roce de la corte. El mundo europeo, insensible á las
+cuestiones de causa comun, mal puede interesarse en el progreso de un
+arte que nació y creció comun. La grande época de la arquitectura
+occidental es el siglo XIII: los dos siglos que le siguen se consumen en
+esfuerzos estériles, en agitaciones infecundas, en tentativas ilusorias,
+contradictorias entre sí, sin carácter, sin plan, sin forma, en que todo
+es indeciso é imprevisto. La época que media desde la última cruzada
+hasta el descubrimiento del nuevo mundo es época de confusion y caos, en
+cuyo fondo sin embargo duerme el sueño de la gestacion el mundo moderno.
+Es por consiguiente de transicion el período que el arte va recorriendo
+en todas las naciones europeas desde los tiempos del rey santo, y del
+mismo modo<a name="page_251" id="page_251"></a> que en el orbe político se van lentamente formando las
+diversas nacionalidades, en el orbe artístico van pronunciándose
+gradualmente las diversas fisonomías monumentales de las córtes ó
+centros de gobierno, que sólidamente se constituyen y engrandecen á
+costa del sistema general, católico y popular.</p>
+
+<p>En una cosa convienen sin embargo todos los nuevos sistemas nacionales,
+y es en la ausencia del carácter religioso. El interés religioso es en
+este período de transicion el mas postergado por las naciones
+cristianas, y la católica España, si no pierde de vista completamente
+los deberes que su fé le impone, parece al menos no curarse de ellos
+sino de tarde en tarde, cuando puede utilizarlos como derechos en pró de
+su ambicion particular.</p>
+
+<p>Este período interesante y trabajoso de la formacion de las
+nacionalidades y su emancipacion del centro religioso, que abraza los
+dos siglos XIV y XV, merecia un estudio especial á que no presta campo
+la historia del monumento que estamos describiendo. Pero conviene no
+perder de vista el espíritu de esta época singular, tan dramática en sus
+diversas escenas, tan fatal por la uniformidad con que se cumplen los
+designios de la Providencia en todas las naciones europeas á un mismo
+tiempo, para saber apreciar los esfuerzos aislados de un arte que,
+estraño ya al poderoso resorte de la civilizacion religiosa, tiende á
+formularse de una manera local como los idiomas, como las costumbres,
+como las legislaciones, á medida que el sentimiento nacional se exalta y
+el individualismo político triunfa á costa de mil sangrientas batallas.
+A la unidad ha sucedido la diversidad en la Europa toda: al sentimiento
+religioso el sentimiento patriótico: decaen las enseñanzas de la escuela
+católica, y empieza á surgir el racionalismo en los nebulosos cerebros
+de Juan de Paris y Guillermo de Occam; ocupan los reformadores la brecha
+abierta por los racionalistas, y á los atrevidos vuelos de la teología
+se sustituyen las maravillas de la física, alternando con los delirios
+de la alquimia y de la astrología. Arnaldo de Villanueva, Raimundo
+Lulio, Rogerio Bacon, Pedro de Ailly, degradan su elevada inteligencia
+por penetrar los misterios de las ciencias ocultas; las universidades,
+obsequiosas con la ambicion de los príncipes, empiezan á combatir con
+los recuerdos de Roma antigua la supremacía de la Santa Sede, tomando
+parte en la deposicion de los pontífices, exagerando las regalías,
+dejando perder la escolástica y<a name="page_252" id="page_252"></a> abandonando el cetro de la ciencia, que
+hasta entonces con tanta dignidad habian llevado, por mezclarse en las
+contiendas de los reyes con la Iglesia. Fórmanse las literaturas
+nacionales: la clásica pagana, infecta de libertinage y seductora por su
+belleza, se va restaurando á medida que el comercio del Bósforo reune
+sus dispersos fragmentos y que las galeras bizantinas depositan en
+Italia á los intérpretes prófugos de la antigua cultura. Las deleitosas
+formas de la poesía gentílica van cautivando los corazones, y todos en
+las córtes de los príncipes pugnan por desterrar el rústico y severo
+atavío de la inesperta musa cristiana. Mientras Juan de Mena, Juan de la
+Encina y Guevara continúan en España el impulso pedantesco y mitológico
+de D. Enrique de Villena y su discípulo el marqués de Santillana, la
+poesía cristiana y pura se refugia en las obras religiosas de Fernan
+Perez de Guzman. Así las literaturas nacionales, desfloradas en su cuna
+por innumerables legiones de poetas materialistas que invaden las
+regiones del mediodia de Europa, la Italia, la Provenza, el Condado de
+Barcelona, Aragon y Castilla, arrastrando como bagage la artificiosa
+insipiencia y los afectados suspiros del coro de Helicona, fomentan la
+general corrupcion de las costumbres. A este renacimiento de las ideas,
+de la enseñanza y de la literatura paganas, se agregan las heregías y el
+cisma para acabar con la supremacía espiritual de la Iglesia. El cisma,
+inaugurado por la ambicion de los príncipes y por la arrogancia de los
+pueblos, se perpetúa por la malhadada intervencion de las iglesias
+nacionales. La heregía, armada é impetuosa al abrigo de los magnates
+codiciosos, truena por boca de Wiklef, de Juan de Huss y de Gerónimo de
+Praga, y conquista cómplices en todos los Estados. Fuerza es confesarlo,
+aunque con dolor profundo: todo contribuía al progreso de las ideas
+reformadoras. La disciplina eclesiástica estaba relajada; los altos
+dignatarios daban muy funesto ejemplo; las cosas santas no eran ya
+respetadas; en las relaciones internacionales habia sucedido á la
+sinceridad y franqueza la diplomacia; desaparecian lentamente las
+gerarquías sociales; violábase la fé del juramento, grande y solemne
+garantía de la edad media; el interés personal, el egoismo, eran la
+norma de los pueblos y de los reyes; todos estos elementos de disolucion
+reunidos minaban el órden social, y anunciaban grandes catástrofes. Dios
+de vez en cuando amonestaba á la Europa prevaricadora con tremendos
+castigos. Solo en la segunda mitad del siglo XIV visitó cuatro veces la
+escuálida y mortífera<a name="page_253" id="page_253"></a> peste la floreciente region de Andalucía: la
+primera vez hizo presa real matando sobre Gibraltar al orgulloso
+vencedor de Benamarin; las otras tres produjo tan grande mortandad, que
+para repoblar el reino yermo de gente, fué preciso revocar en el año
+1400 la ley antigua que prohibia á las mujeres contraer nuevas nupcias
+antes de cumplir el año de viudez. No crecía menos amenazante como
+castigo de la Europa pervertida la barbarie otomana. El imperio
+Tártaro-Mongol, perseguidor del islamismo, que por mano del formidable
+Genghiz-Khan habia desgarrado las páginas del libro de Mahoma, y que
+habia coadyuvado á la grande obra de los cruzados de Occidente,
+abandonaba los destinos del mundo oriental. En vano el horrible
+Tamorlan, semejante á un lúgubre metéoro, azotando al orbe incrédulo á
+diestro y siniestro, desde Samarcanda hasta Delhy, y desde Moscovia
+hasta la China, cubre los páramos del Asia de ruinas y de sangre; los
+batallones turcos bajan de la region de los <i>Lobos</i> como los aludes que
+se desprenden de las montañas de nieve, y sojuzgan brevemente la Persia,
+el Asia menor, el Asia central. La raza invencible de los hijos de
+Othman se precipita sobre Constantinopla, y dispersa por toda la
+cristiandad sus ricos despojos. Los pueblos heróicos de la Hungría y de
+la Albania, aunque nuevos en el gremio del cristianismo, se aprestan á
+repeler á las impetuosas hordas turcas; y entre tanto ¡oh vergüenza!
+¡una de las naciones primogénitas de la Iglesia, muellemente adormecida
+al son de las zambras moriscas, no se cuida de cerrarles la via al
+corazon de Europa por el califato granadino! ¿Qué hubiera sido de la
+monarquía española, qué del catolicismo entero, si los sucesores de D.
+Pedro, de los Juanes y de los Enriques, hubiesen seguido la funesta
+política de aquellos, y no hubieran producido Castilla y Aragon primero,
+luego España y Alemania de consuno, reyes que hiciesen frente á las
+pujantes embestidas del otomano, triunfante en Belgrado y en Rodas,
+jactancioso en Viena, tremebundo en Lepanto?</p>
+
+<p>Hemos procurado abarcar con una rápida ojeada la vida pública de las
+sociedades europeas en un espacio de dos siglos. Bastan estos ligeros
+trazos para delinear el triste fondo sobre que figuran las obras
+artísticas del período indicado. Con este tracto del siglo XIV al primer
+tercio del XVI coincide próximamente la historia de la catedral de
+Córdoba desde la obra de la Capilla Real hasta la ereccion del nuevo y
+grandioso crucero.<a name="page_254" id="page_254"></a></p>
+
+<p>Conocida la época en general, la correspondencia entre las ideas y los
+hechos tiene que resultar forzosamente. Estos hechos, públicos y
+privados, constituyen la historia civil y religiosa, política, militar,
+legislativa, administrativa: historia de las creencias, de la ciencia,
+del arte, de la literatura, de todo lo que tiene vida y accion en el
+cuerpo social, su inteligencia y sus pasiones. Los hechos del arte son
+los que narramos, y solo para darles vida, color y voz, los colocamos
+sobre el campo de las ideas y costumbres. Últimamente, nuestra tarea
+ahora se circunscribe al arte en un monumento determinado, y por la
+misma razon le conviene al lector, si es posible, evocar todos los
+recuerdos notables de la historia de este monumento<a name="FNanchor_372_375" id="FNanchor_372_375"></a><a href="#Footnote_372_375" class="fnanchor">[372]</a>:<a name="page_255" id="page_255"></a></p>
+
+<p>Podemos ya limitarnos á una rápida reseña cronológica de las obras
+ejecutadas en la catedral durante el período referido.<a name="page_256" id="page_256"></a></p>
+
+<p>En el año 1377 fué restaurada la puerta principal del recinto esterior
+de la mezquita, llamada <i>del Perdon</i>. De esta obra, hecha segun el<a name="page_257" id="page_257"></a>
+estilo árabe-africano, tan grato á la corte en tiempo de los Enriques,
+hablaremos detenidamente al tratar de la decoracion mixta de otras
+puertas.<a name="page_258" id="page_258"></a></p>
+
+<p>Capilla de <i>S. Agustin</i>. La fundaron Ruy Gonzalez Mesia, comendador de
+Segura en la órden de Santiago, y su mujer D.ª Leonor Carrillo<a name="page_259" id="page_259"></a> por los
+años de 1384, arrimada al muro de poniente, ocupando los dos tramos
+cuarto y quinto de la primera nave principal.<a name="page_260" id="page_260"></a> En la pared que cierra
+esta capilla por el lado de mediodia se ve al esterior un arco árabe con
+inscripcion al rededor y muy delicadas<a name="page_261" id="page_261"></a> labores, ya casi borradas con
+las repetidas enjalbegaduras á que son por desgracia tan aficionados los
+andaluces de nuestros tiempos.<a name="page_262" id="page_262"></a> Creemos este arco resto de la primitiva
+fábrica de la capilla.</p>
+
+<p>Capilla de <i>S. Antonio Abad</i>. Fué fundada en 1385 por Ruy Fernandez<a name="page_263" id="page_263"></a> de
+Córdoba, hermano de D. Gonzalo, primer señor de Aguilar, en la misma
+nave principal que la anterior y contra el mismo<a name="page_264" id="page_264"></a> muro, ocupando los
+tramos catorce y quince. Yacen en ella el célebre veinticuatro Fernando
+Alonso de Córdoba, primer señor de<a name="page_265" id="page_265"></a> Belmonte, y su segunda mujer D.ª
+Constanza de Baeza y Haro.</p>
+
+<p>Capilla de <i>la Cena</i>. Es la primera á levante de las tres cámaras<a name="page_266" id="page_266"></a> que
+constituían en tiempo de los árabes el vestíbulo del <i>Mihrab</i>, y fué
+Sagrario desde la reconquista hasta el año de 1583 en que se acabó el<a name="page_267" id="page_267"></a>
+que hay hoy. En 1393 á 7 de febrero dió el cabildo la propiedad de esta
+capilla á D. Diego Gutierrez de los Rios, señor de Fernan Nuñez.<a name="page_268" id="page_268"></a></p>
+
+<p>Capilla de <i>Sta. Úrsula</i> ó de las <i>Once mil Vírgenes</i>. La fundó en 1398
+el Dr. D. Miguel Bermudez, racionero de la santa iglesia, por<a name="page_269" id="page_269"></a> donacion
+del cabildo, arrimada al muro del norte, en el tramo primero de la
+décimosexta nave principal, pagando la fiesta á las Once mil Vírgenes el
+obispo Gonzalez Deza.</p>
+
+<p class="figcenter">
+<img src="images/ill_271.jpg" width="409" height="618" alt="Dibº. del nat.l y litª. por F. J. Parcerisa Lit. de;
+J. Donon, Madrid.;
+PUERTA DEL PERDON.;
+(Catedral de Córdova.)" title="Dibº. del nat.l y litª. por F. J. Parcerisa Lit. de;
+J. Donon, Madrid.;
+PUERTA DEL PERDON.;
+(Catedral de Córdova.)"
+style="padding:2%; border:3px double black;" />
+<br />
+<span class="caption"><small>Dibº. del nat.l y litª. por F. J. Parcerisa</small> <span style="margin-left: 10%;"><small>Lit. de J. Donon, Madrid.</small></span><br /><br />
+PUERTA DEL PERDON.<br />
+(Catedral de Córdova.)</span>
+</p>
+
+<p><a name="page_270" id="page_270"></a></p>
+
+<p>Capilla de <i>S. Acacio</i>. Fué fundada por el obispo D. Fernando Gonzalez
+Deza en el año 1400, junto al muro de poniente, mas abajo de la de S.
+Antonio Abad, ocupando otros dos tramos de la misma<a name="page_271" id="page_271"></a> nave principal, y
+dejando entre ambas un espacio igual. El fundador fué enterrado en ella.
+Su sobrino el piadoso chantre D. Fernando Ruiz de Aguayo la mejoró, y
+trasladó á ella los cuerpos de su madre y hermanas que yacian en la
+capilla de las <i>Once mil Vírgenes</i>, dotando en febrero de 1460 doce
+memorias por las ánimas de su tio, de sus padres y hermanos, que se
+habian de cumplir sobre la sepultura de dicho señor obispo. En esta
+capilla se venera una devota imágen de <i>Ecce Homo</i> que el fundador trajo
+de Roma. De aquí, segun algunos, el llamarse comunmente esta capilla <i>de
+la Sangre</i>; pero hay quien escribe que es debida esta advocacion á un
+triste caso de tremenda profanacion ocurrido por los años de 1482 con el
+tesorero de la catedral D. Pedro Fernandez de Alcaudete, que habiendo
+escondido en el Sacrificio la Hostia Sacramentada en un zapato, fué
+sorprendido en este abominable delito por el rastro de sangre que dejó
+su pié en dicha capilla.</p>
+
+<p>Capilla de <i>S. Antonio de Pádua</i>. Es fundacion de Alonso Fernandez de
+Córdoba, quien la labró en el año 1400, contra el muro de levante, en el
+cuarto tramo de la última nave principal, ocupando parte de los dos
+tramos adyacentes. En 1532 la dotó D.ª Beatriz de Sotomayor, su patrona.</p>
+
+<p>Terminan con esta capilla las obras ejecutadas durante el siglo XIV
+dentro del templo. Tambien al esterior dejó su huella el arte morisco
+bastardo, tan grato á los Enriques, con la reforma que el segundo de
+este nombre mandó ejecutar en la puerta llamada <i>del Perdon</i>, que es la
+entrada principal al <i>patio de los Naranjos</i>. Debió entonces variarse
+mucho de como habia estado desde el tiempo de los árabes. Dejando su
+forma al arco primitivo de herradura, se le adornó de menudas y
+delicadas labores de estuco, esculpiendo en los lados los escudos de
+Castilla y Leon; y sobre el grande arco labraron otros cinco pequeños,
+ornamentales y trebolados, sostenidos por seis columnas de seis piés de
+altura, formando cinco nichos en que se pintaron al fresco otras tantas
+imágenes. Esta galana y sencilla decoracion superior varió mucho en los
+tiempos posteriores. Eran las seis columnas referidas de finísima
+turquesa, segun testimonio del concienzudo Ambrosio de Morales;
+singularidad que merece notarse por la dificultad de hallar piezas de
+turquesa de tan grandes dimensiones, lo cual haria creer que estas
+columnas se trajeron de muy lejos, de Grecia tal vez, ó del<a name="page_272" id="page_272"></a> Oriente,
+donde han solido hallarse masas voluminosas de dicha sustancia. Al
+rededor del arco principal se léen estas dos inscripciones en hermoso
+carácter gótico: «<i>Dias dos del mes de marzo de la era del César de mil
+et quatrocientos et quince años, reinante el muy alto et poderoso D.
+Enrique, rey de Castilla.</i>» «<i>Visita quæsumus Domine habitationem istam
+et omnes insidias enemici ab ea longe repelle, et angeli tui habitantes
+in ea nos in pace custodiant et benedictio tua.</i>» Las hojas de esta
+puerta, obra de la misma época, aunque posteriormente restauradas, estan
+chapadas de láminas de bronce primorosamente trabajado, formando
+artesoncillos relevados de figura exágona irregular que componen una
+ingeniosa labor. Sus aldabones figuran una cinta enlazada con florones
+enmedio, y en ella esta letra: <i>Benedictus Dominus Deus Israel</i>. Esta
+puerta, llamada <i>del Perdon</i> por las indulgencias que en ella se
+ganaban, conduce á un vestíbulo magestuoso de bóveda esférica sostenida
+en arcos, y de este vestíbulo se baja al patio de los Naranjos por nueve
+espaciosas gradas de jaspe azul, modernamente labradas.</p>
+
+<p>Continuemos la reseña de las obras interiores en el siglo XV.</p>
+
+<p>Capilla de la <i>Santísima Trinidad</i>. Se formó entre las dos capillas de
+S. Antonio Abad y de S. Acacio, costeándola en 1401 Fernan Ruiz de
+Aguayo y María García, su mujer, señores de los Galapagares. En ella
+está enterrado un caballero de la familia de Aguayo y Manrique, que
+siendo marqués de Santaella y señor de Villaverde y los Galapagares,
+despreciando las vanidades y honores mundanos, se retiró al desierto y
+ermitas de la Sierra de Córdoba, donde vivió santamente con el nombre de
+Juan de Dios de S. Antonino, y murió en olor de santidad siendo allí
+hermano mayor, en febrero de 1788. Hubo en esta capilla un monumento
+curioso de la dominacion sarracena. Eran dos piedras que cubrian una
+sepultura, las cuales por la cara interior tenian grabada una larga
+inscripcion cúfica, denotando haber servido de losas en un sepulcro
+donde se habian mandado enterrar juntos dos jóvenes guerreros, que
+habian sucumbido peleando contra los cristianos en el año 345 de la
+Egira, bajo el califato de Abde-r-rahman An-nasír. El orientalista D.
+Miguel Casiri tradujo y anotó esta inscripcion, dando algunas noticias
+interesantes sobre la lengua africana mixta de árabe en que está
+concebida.</p>
+
+<p>Capilla de <i>S. Simon y S. Judas</i>. Fué labrada á espensas de Ruy Mendez<a name="page_273" id="page_273"></a>
+de Sotomayor y su mujer D.ª Leonor Sanchez de Cárdenas, en el sitio que
+les dió al efecto el cabildo en 9 de diciembre de 1401, contiguo al
+primitivo bautisterio por el lado del norte, contra el muro de poniente
+de la iglesia, ocupando los dos tramos noveno y décimo de la primera
+nave principal.</p>
+
+<p>Capilla de <i>S. Matías</i>. Hoy bautisterio. La erigió en 19 de marzo de
+1411, contra el muro de levante y en los tramos doce y trece de la
+última nave principal, acupando parte de las adyacentes, el canónigo y
+arcediano D. Gonzalo Venegas. Dícese que esta capilla quedó desierta por
+<i>cierto acontecimiento que ocurrió en ella</i>, si bien no nos refiere qué
+acontecimiento fué el autor de quien tomamos esta noticia; y en 1679 la
+pidió al cabildo para trasladar á ella la pila bautismal, D. Fr. Alonso
+de Salizanes. Entonces las memorias de la capilla de S. Matías fueron
+trasladadas por el cabildo á la <i>del Punto</i>.</p>
+
+<p>Capilla de <i>Sta. Ana</i>. Se labró junto á la anterior por el lado del
+norte: fué su fundador y la dotó el racionero Gaspar de Ganza en 1470.
+Tiene dos lápidas de jaspe azul colocadas en 1.º de agosto de 1622 y
+dedicadas por el Dr. Cristóbal de Mesa Cortés, canónigo é inquisidor de
+Córdoba y el racionero Andrés de Mesa, su hermano, á la memoria del
+caballero D. Andrés de Mesa, del hábito de Santiago y gobernador de
+Puerto Hércules en Toscana, su tio, sepultado en esta capilla, y á la
+del pontífice Gregorio XIII, protector de los mismos.</p>
+
+<p>Capilla de <i>S. Antonino</i>. La reedificó el canónigo Diego Sanchez de
+Castro en el año 1497, y no se sabe quién la fundó. Su situacion es
+contigua á la de Sta. Inés, contra el muro de mediodia, en los dos
+tramos últimos de la undécima nave principal.</p>
+
+<p>Capilla de los <i>Stos. Acisclo y Victoria</i>. No se sabe con seguridad la
+época en que se fundó; pero debió ser ciertamente antes de espirar el
+décimoquinto siglo, porque en los primeros años del XVI estaba ya
+ruinosa. Se labró en los tramos treinta y treinta y uno de la última
+nave principal, arrimada al muro de oriente, entre el postigo del
+Sagrario y la puerta de Jerusalen hoy tapiada.</p>
+
+<p>Vemos que la brillante centuria que hizo florecer en todas las ciudades
+de España la última trasmutacion del estilo llamado gótico, nada notable
+dejó dentro de la catedral de Córdoba. Los estilos en las artes tienen
+como las plantas sus estaciones, sus épocas de crecimiento y
+florescencia; pero á ninguno se puede con mas propiedad<a name="page_274" id="page_274"></a> aplicar esta
+similitud con las vicisitudes del desarrollo vegetal, que al estilo
+gótico arquitectónico, pues de tal manera se advierte la riqueza de
+hojas y flores de su forma terciaria apuntar en la ornamentacion de la
+forma secundaria, y esta insinuarse en la primaria, que no parece la
+decoracion gótica sino un compuesto de tallos, que durante la primera
+época contornan sencillamente la estructura ojival, durante la segunda
+se llenan de brotones y capullos, y en la tercera se cuajan de hojas y
+flores, torciendo con su peso la direccion de los vástagos, y hasta
+albergando en ellos caprichosos seres animados. Pues este rico y
+exuberante estilo, que cubrió de frondas de piedra los botareles y
+pináculos de nuestras antiguas ciudades, é hizo que, trasformadas las
+puertas y ventanas y cornisas y postes de los edificios en glorietas de
+florecidas enramadas, acudieran á alojarse en ellas ángeles y pájaros, y
+jimios, y animalillos de fantásticas formas; este estilo, repetimos, no
+visitó con su magnífica si bien decadente pompa el interior del gran
+templo cordobés; solo en su átrio dejó una ligera huella. En el siglo
+XV, en efecto, debieron construirse los machones que sirven de refuerzo
+en los dos pórticos de oriente y occidente, y que cortan ambas arquerías
+árabes en tres crujías de á tres arcos cada una; la mayor parte de la
+cornisa que sostiene el alero, en que solo se conservan á trechos
+algunos canes ó modillones de la fábrica primitiva, alternando con las
+molduras del estilo ojival; y por último las repisas del mismo estilo
+que sostienen las canales de desagüe de los estribos, entre las cuales
+se distinguen tres preciosas gárgolas de ingeniosa forma, y sobre todo,
+un ángel que sirve de ménsula, con las rodillas dobladas y las manos
+juntas, tan bello por su espresion y por el estilo de su ropage, que á
+no estar en aquel silencioso y místico paraiso del <i>patio de los
+Naranjos</i>, donde parece imposible se hagan sentir jamás las inclemencias
+del invierno, causaria lástima verlo espuesto á la accion destructora de
+las brumas y las nieves. Linda creacion de un genio ignorado, ó quizás
+de un mero artífice rutinero, ¡cuánta animacion dás tú á ese humilde
+rincon en que nadie repara, y cuánto hablas al alma del viajero
+creyente, que así como suele encontrar los destellos de la virtud en los
+mas pobres hogares, halla á veces las perlas del arte en los olvidados
+escondrijos, donde solo las acompañan las sencillas aves y los aromas de
+las silvestres flores!</p>
+
+<p class="figcenter">
+<img src="images/ill_274.jpg" width="421" height="599"
+alt="Dibdo del nat.al y lit.do por F X Parcerisa Lit
+de J J Martinez Madrid
+
+PATIO DE LA CATEDRAL.
+
+(Cordoba.)" title="PATIO DE LA CATEDRAL.; (Cordoba.)"
+style="padding:2%; border:3px double black;" />
+<br />
+<span class="caption"><small>Dibº. del nat.l y litª. por F. J. Parcerisa</small> <span style="margin-left: 10%;"><small>Lit. de J. Donon, Madrid.</small></span><br /><br />
+PATIO DE LA CATEDRAL.<br />
+(Cordoba.)</span>
+</p>
+
+<p><a name="page_275" id="page_275"></a></p>
+
+<p>Capilla de <i>S. Ambrosio</i>. Fué fundada y dotada por D. Juan Ruiz de
+Córdoba, maestrescuela de la catedral, el año 1501, contigua á la de S.
+Agustin en los tramos segundo y tercero de la primera nave principal.</p>
+
+<p>A esta capilla sigue en antigüedad la de Sta. Cruz de Jerusalen; pero
+antes debemos hacer mencion de otras obras ejecutadas por estos años. En
+1507 se abrieron en la catedral dos puertas nuevas, una en el muro de
+poniente para que el obispo pudiese mas cómodamente ir y volver á su
+palacio, y otra junto á la fuente que llaman del <i>Caño gordo</i> en el muro
+septentrional del patio de los Naranjos. En 1510 el dean D. Fernando del
+Pozo pidió al cabildo la capilla de los Stos. patronos de Córdoba
+Acisclo y Victoria, que estaba arruinada, para reedificarla: el cabildo
+se la concedió, y despues de reparada fundó el espresado dean en ella
+dos capellanías y una sacristía, dejando al cabildo el patronato de
+ellas por testamento que otorgó el año 1517.&mdash;En 1512 reedificaron los
+descendientes de D. Pedro Muñiz de Godoy por intimacion del cabildo la
+capilla de S. Pablo, que tambien amenazaba ruina. Pero de estas obras es
+sin duda la mas notable la de las puertas. Ofrece en su ornamentacion la
+del muro de poniente, frontera al palacio obispal y última en el
+referido muro bajando de norte á mediodia, una preciosa combinacion de
+los dos estilos morisco y gótico florido. La archivolta del arco de
+herradura está adornada de arquitos de tracería trebolada que forman en
+la caidas graciosas flores de lis. El dintel es árabe, de dovelas rojas
+y blancas: las rojas de mosáico de ladrillo á manera de alicatado; las
+blancas con labores de estuco realzadas formando flores bizantinas. No
+es esta la única puerta que merece citarse por la galanura del estilo
+mixto gótico-sarraceno; otra hay en el mismo muro de poniente en que el
+arrabá, convertido en ligero recuadro de cañas, se entrelaza con las
+molduras que perfilan las archivolta ultra-semicircular produciendo
+bellísimo efecto. De esta manera, el ancho recuadro de orígen oriental
+en que está inscrito el arco, pierde la pesadez que ofrece faltando el
+afiligranado de su fondo, y esplica perfectamente la procedencia del
+elegante lambel que suele encerrar el arco del décimoquinto siglo, y que
+es uno de los mas característicos y graciosos ornamentos del gótico
+florido.</p>
+
+<p>Capilla de <i>Sta. Cruz de Jerusalen</i>. Se labró segun unos el año 1517 en
+el sitio de la antigua puerta de Jerusalen, que cerró el cabildo dicho<a name="page_276" id="page_276"></a>
+año cuando hizo la estantería para colocar la numerosa librería que le
+habia legado el obispo D. Martin Fernandez de Angulo. Segun otros no se
+fundó hasta el año de 1578, en que se mudó la librería al lugar que hoy
+ocupa en los cuartos altos. De todas maneras la puerta de Jerusalen, que
+es la primera del muro de levante, subiendo de mediodia á norte, se
+tapió en el siglo XVI, bien para hacer esta capilla, bien para colocar
+la referida estantería, segun parece colegirse del acuerdo del cabildo
+de 7 de enero de 1517 en que se mandó: que <i>la librería que agora se
+hace en la capilla de Santiago, vaya continuando... hasta dar en el
+adarve de la iglesia, que es enmedio de la puerta que dicen de
+Hierusalem</i>.</p>
+
+<p>Capilla <i>antigua de la Concepcion</i>. Se hizo en 1521, siendo su fundador
+el canónigo Cristóbal de Mesa, en el tramo veintidos de la última nave
+principal.</p>
+
+<p>Así veinte y ocho capillas de fábrica modesta, en que alternaban los
+estilos gótico y sarraceno marcando las vicisitudes del arte desde el
+tiempo de S. Fernando hasta el de Cárlos I; todas ellas arrimadas á los
+muros maestros de la gran mezquita, una sola al norte, nueve al
+mediodia, nueve á levante, y nueve á poniente; unos cuantos altares en
+los postes; una humilde iglesia de arquitectura ojival primaria, de una
+sola nave, aunque elevada y gallarda, enclavada hácia una de las
+estremidades del inmenso bosque de columnas del templo islamita, cuya
+capilla mayor tenia á la espalda una Capilla Real de peregrina
+decoracion africana, seguida de otra capilla de pertenencia particular;
+una gran puerta de forma oriental; otras menores de estilo
+gótico-sarraceno, y finalmente un átrio con pórticos árabes ataviados en
+parte con la decoracion del sistema ojival terciario, completaban por
+los años de 1522 el conjunto del insigne y heterogéneo monumento
+cordobés, en el cual el arte occidental, tan magestuoso y soberbio en
+otras ciudades, figuraba aun como un huésped tímido y encogido de su
+émulo y predecesor, ya de toda Europa desterrado. ¿Por qué no habia de
+ocupar el templo cristiano su lugar correspondiente implantándose
+triunfante en el centro mismo de aquella gran selva silenciosa y muda y
+despoblada de altares? ¿Por qué no habia de descollar por encima de su
+estensa y rasa techumbre la emblemática mole de cuatro brazos, empinando
+hasta las nubes su cimborio la gloriosa enseña de la redencion del
+mundo? Este fué sin duda<a name="page_277" id="page_277"></a> el pensamiento que animó al digno obispo D.
+Alonso Manrique al proponer al cabildo la construccion de un nuevo coro
+con su capilla mayor y crucero en el centro mismo de la mezquita. La
+idea fué buena, por mas que en nuestros dias sea moda censurarla
+afectando tal vez mas amor al arte del que se tiene: porque ni á un
+obispo le es permitido postergar el interés religioso al interés
+arqueológico, ni es probable que la suntuosa Aljama de los Umeyas
+hubiese subsistido contra los embates del tiempo, del fanatismo, y del
+esclusivismo artístico de algunas épocas pasadas, á no hallarse bajo la
+egida del culto católico, que, aun en los dias de mayor intolerancia y
+barbarie, solo ha consentido se alterase una parte mínima de sus
+bellezas. Lo que mas debemos deplorar á fuer de amantes de las artes, no
+es que la nueva catedral haya venido á interrumpir en el centro de la
+mezquita la monótona repeticion de sus interminables arquerías, sino que
+la idea de erigir el gran monumento cristiano no hubiese ocurrido un
+siglo ó siglo y medio antes que el arte ojival llegase á su decrepitud.
+«No pareció bien á nuestro prelado D. Alonso, dice un acreditado
+historiador cordobés, que estuviese el coro á un lado de la iglesia; y
+así propuso en cabildo el chantre y provisor D. Pedro Ponce á 22 de
+julio de 1521, que la voluntad del señor obispo era que el coro de esta
+iglesia se hiciese en el altar de Sta. Catalina, porque venia en compás
+en medio de la iglesia, y que estaria mejor que no donde agora estaba
+por ser al rincon de la iglesia, y que queria inviar por maestros de
+cantería, para lo facer con su consejo, y que el cabildo viese y
+diputase personas para que entendiesen en ello. Este gran intento se
+pensó y consideró muy despacio, y últimamente se resolvió emprender obra
+tan suntuosa y costosa como se ve; y así en setiembre del año de 23 tuvo
+principio el crucero, que en cien años no se pudo acabar. Viendo la
+ciudad la obra empezada, hizo un requerimiento al cabildo, sábado 2 de
+mayo, ante Antonio de Toro, escribano público, <i>sobre el edificio nuevo
+que en esta iglesia se face del altar mayor, y coro, y entre coro; con
+que se pretendió estorbar</i>. Siempre las obras grandes padecen varios y
+opuestos dictámenes para emprenderse. La ciudad pretendia conservar la
+antigüedad y fábrica particular que no habia en otra parte. El obispo y
+cabildo solicitaban hacer un crucero magestuoso aunque pereciese parte
+de lo antiguo. Subió esta contienda al emperador, y decidió que se
+hiciese la obra; pero habiendo venido á Córdoba, y visto la iglesia año
+de 1526, dijo: <i>Yo no sabia que era esto; pues no <a name="page_278" id="page_278"></a>hubiera permitido que
+se llegase á lo antiguo; porque haceis lo que puede haber en otras
+partes, y habeis deshecho lo que era singular en el mundo.</i>» Si el César
+hubiese podido prever la infeliz suerte que los siglos posteriores
+tenian reservada á tantos preciosos monumentos de la España musulmana y
+cristiana, hoy reducidos á polvo por no haberlos protegido una idea
+poderosa, cualquiera que fuese, de seguro no habria desconocido la
+conveniencia de la obra que estaba llevando á cabo el cabildo de
+Córdoba, conservador inadvertido é involuntario del arábigo edificio,
+puesto que el sacrificio de una pequeña parte iba á asegurar la duracion
+del todo.</p>
+
+<p>En 7 de setiembre de 1523 se comenzó pues la nueva fábrica, dirigida por
+Hernan Ruiz, maestro de arquitectura el mas afamado que habia por aquel
+tiempo en Andalucía. El obispo D. Alonso Manrique, promotor de la obra,
+habia sido ya presentado por el emperador para el arzobispado de
+Sevilla: tambien habia sido presentado para sucederle en el obispado de
+Córdoba D. Fr. Juan Alvarez de Toledo, hijo de los duques de Alba D.
+Fadrique Alvarez de Toledo y D.ª Isabel de Zúñiga. El nuevo obispo fué
+confirmado en Roma á 8 de setiembre, y á 26 de noviembre del mismo año
+1523 dió el cabildo la posesion del obispado á sus procuradores el
+canónigo D. Juan de Córdoba y el reverendo P. Fr. Gregorio, prior del
+convento de S. Pablo. Entró D. Fr. Juan de Toledo en su obispado en
+febrero de 1525: ya el año anterior, estando ausente, habia dado impulso
+á la obra comenzada, momentáneamente paralizada con la promocion de D.
+Alonso Manrique; prosiguieron los cimientos aquella primavera, y luego,
+habiéndose dedicado con empeño el obispo y cabildo á buscar caudales,
+con gran fervor continuó la obra sin interrupciones por espacio de trece
+años. Contribuyeron con sus rentas la Fábrica y el cabildo, y con
+pingües donativos la ciudad, el duque de Cardona y otros varios
+personages; el duque de Sesa, que se hallaba en Roma, pidió y obtuvo que
+aplicase el Papa por veinte años las vacantes de todos los beneficios de
+la ciudad y obispado, y que para el dia 8 de setiembre se publicase en
+la catedral un jubileo, á fin de que la limosna y producto de todo
+sirviese para continuar la nueva fábrica. Tambien se dispuso que se
+beneficiasen á favor de la obra todos los Misales y Breviarios con los
+demas libros sagrados que se habian impreso en Sevilla el año 1524, y
+que los vasos de plata que no eran necesarios en la iglesia se vendiesen
+para el mismo fin. Con este poderoso fomento avanzó rápidamente la obra
+hasta llegar á las cornisas que estan encima de los arcos de las naves,
+y mas todavía hubiera adelantado si hubiese confirmado S. S. un Estatuto
+que hicieron el obispo y cabildo en enero de 1529 aplicando á la Fábrica
+de la iglesia para siempre los frutos de seis meses de todos los
+beneficios y prestameras de la ciudad y obispado vacantes por muerte de
+los poseedores.</p>
+
+<p class="figcenter">
+<a href="images/ill_279.png">
+<img src="images/ill_279_sml.png" width="550" height="452" alt="PLANTA DE LA CATEDRAL DE CÓRDOBA." title="PLANTA DE LA CATEDRAL DE CÓRDOBA." /></a>
+<br />
+<span class="caption">PLANTA DE LA CATEDRAL DE CÓRDOBA.</span>
+</p>
+
+<table border="0" cellpadding="2" cellspacing="0" summary="PLANTA DE LA CATEDRAL DE CÓRDOBA"
+style="font-size:90%;">
+<tr><td align="left">a</td><td align="left"><i>Oficinas del Cabildo.</i></td></tr>
+<tr><td align="left">b</td><td align="left"><i>Puerta del perdon.</i></td></tr>
+<tr><td align="left">c</td><td align="left"><i>Puerta de la grada redonda.</i></td></tr>
+<tr><td align="left">d</td><td align="left"><i>Puerta del caño gordo.</i></td></tr>
+<tr><td align="left">e</td><td align="left"><i>Postigo de la leche.</i></td></tr>
+<tr><td align="left">f</td><td align="left"><i>Puerta de los deanes.</i></td></tr>
+<tr><td align="left">g</td><td align="left"><i>Puerta de S.<sup>ta</sup> Catalina.</i></td></tr>
+<tr><td align="left">h</td><td align="left"><i>Postigo de los juanes.</i></td></tr>
+<tr><td align="left">i</td><td align="left"><i>Postigo.</i></td></tr>
+<tr><td align="left">j</td><td align="left"><i>Postigo sin uso.</i></td></tr>
+<tr><td align="left">k</td><td align="left"><i>Postigo del Sagrario.</i></td></tr>
+<tr><td align="left">l</td><td align="left"><i>Postigo de S.<sup>n</sup> Esteban.</i></td></tr>
+<tr><td align="left">m</td><td align="left"><i>Postigo de S.<sup>n</sup> Miguel.</i></td></tr>
+<tr><td align="left">n</td><td align="left"><i>Postigo de palacio.</i></td></tr>
+<tr><td align="left">o</td><td align="left"><i>Puerta de las bendiciones ó de las palmas.</i></td></tr>
+<tr><td align="left">p</td><td align="left"><i>Puerta principal del sagrario.</i></td></tr>
+<tr><td align="center" colspan="4"><i>CAPILLAS.</i></td></tr>
+<tr><td align="right">1</td><td align="left"><i>Altar mayor de la Catedral</i></td><td align="right">31</td><td align="left"><i>Santa Ynes.</i></td></tr>
+<tr><td align="right">2</td><td align="left"><i>San Eulojio.</i></td><td align="right">32</td><td align="left"><i>Del cardenal salazár hoy sacristía mayor.</i></td></tr>
+<tr><td align="right">3</td><td align="left"><i>San Esteban.</i></td><td align="right">33</td><td align="left"><i>La Cena.</i></td></tr>
+<tr><td align="right">4</td><td align="left"><i>La Magdalena.</i></td><td align="right">34</td><td align="left"><i>S.n Pedro vulgo el Zancarron.</i></td></tr>
+<tr><td align="right">5</td><td align="left"><i>N. S. de la Antigua.</i></td><td align="right">35</td><td align="left"><i>S.n Felipe y Santiago.</i></td></tr>
+<tr><td align="right">6</td><td align="left"><i>San Miguel.</i></td><td align="right">36</td><td align="left"><i>S.n Bartolomé.</i></td></tr>
+<tr><td align="right">7</td><td align="left"><i>La Epifania.</i></td><td align="right">37</td><td align="left"><i>S.n Ildefonso.</i></td></tr>
+<tr><td align="right">8</td><td align="left"><i>Del Rosario.</i></td><td align="right">38</td><td align="left"><i>S.n Lorenzo.</i></td></tr>
+<tr><td align="right">9</td><td align="left"><i>De las animas.</i></td><td align="right">39</td><td align="left"><i>S.n Acacio.</i></td></tr>
+<tr><td align="right">10</td><td align="left"><i>Santa Ursula.</i></td><td align="right">40</td><td align="left"><i>La Trinidad.</i></td></tr>
+<tr><td align="right">11</td><td align="left"><i>Descendimiento.</i></td><td align="right">41</td><td align="left"><i>S.n Antonio abad.</i></td></tr>
+<tr><td align="right">12</td><td align="left"><i>San Antonio de Padua.</i></td><td align="right">42</td><td align="left"><i>N. S. de la Concepcion.</i></td></tr>
+<tr><td align="right">13</td><td align="left"><i>Santa Ana.</i></td><td align="right">43</td><td align="left"><i>S.n Simon y Judas.</i></td></tr>
+<tr><td align="right">14</td><td align="left"><i>La Concepcion.</i></td><td align="right">44</td><td align="left"><i>N. S. de las Nieves.</i></td></tr>
+<tr><td align="right">15</td><td align="left"><i>S.n Juan Bautista.</i></td><td align="right">45</td><td align="left"><i>S.n Agustin.</i></td></tr>
+<tr><td align="right">16</td><td align="left"><i>Paptisterio.</i></td><td align="right">46</td><td align="left"><i>S.n Ambrosio.</i></td></tr>
+<tr><td align="right">17</td><td align="left"><i>S.n Nicolás obispo.</i></td><td align="right">47</td><td align="left"><i>El Cristo de las penas.</i></td></tr>
+<tr><td align="right">18</td><td align="left"><i>La Anunciacion.</i></td><td align="right">48</td><td align="left"><i>S.n Andres.</i></td></tr>
+<tr><td align="right">19</td><td align="left"><i>De los obispos.</i></td><td align="right">49</td><td align="left"><i>La Concepcion.</i></td></tr>
+<tr><td align="right">20</td><td align="left"><i>La Concepcion.</i></td><td align="right">50</td><td align="left"><i>Capilla de villaviciosa.</i></td></tr>
+<tr><td align="right">21</td><td align="left"><i>San José.</i></td><td align="right">51</td><td align="left"><i>S.n Pablo.</i></td></tr>
+<tr><td align="right">22</td><td align="left"><i>La Natividad.</i></td><td align="right">52</td><td align="left"><i>S.n Cristobal.</i></td></tr>
+<tr><td align="right">23</td><td align="left"><i>La Asuncion.</i></td><td align="right">53</td><td align="left"><i>Sin uso.</i></td></tr>
+<tr><td align="right">24</td><td align="left"><i>La Resureccion.</i></td><td align="right">54</td><td align="left"><i>Del Angel de la Guarda.</i></td></tr>
+<tr><td align="right">25</td><td align="left"><i>San Acisclo y Victor.</i></td><td align="right">55</td><td align="left"><i>S.ta Barbara.</i></td></tr>
+<tr><td align="right">26</td><td align="left"><i>S.ta Elena.</i></td><td align="right">56</td><td align="left"><i>S.ta Cruz.</i></td></tr>
+<tr><td align="right">27</td><td align="left"><i>Del Sagrario.</i></td><td align="right">57</td><td align="left"><i>S.ta Maria.</i></td></tr>
+<tr><td align="right">28</td><td align="left"><i>S.n Clemente.</i></td><td align="right">58</td><td align="left"><i>S.n Felipe y Santiago.</i></td></tr>
+<tr><td align="right">29</td><td align="left"><i>La Encarnacion.</i></td><td align="right">59</td><td align="left"><i>S.ta Lucia.</i></td></tr>
+<tr><td align="right">30</td><td align="left"><i>San Antonio.</i></td><td align="right">60</td><td align="left"><i>S.to Cristo del punto.</i></td></tr>
+<tr><td align="center" colspan="4"><i>Puntos de donde se han sacado las láminas que acompañan este tomo.</i></td></tr>
+</table>
+
+<p>La obra que se hacia formaba en su planta una gran cruz latina por la
+<a name="page_279" id="page_279"></a>interseccion de dos naves, tendida la mayor de oriente á poniente
+cortando perpendicularmente las nueve naves del centro de las diez y
+nueve principales de la mezquita, y tendido el crucero de norte á sur,
+en el ángulo mismo que forma el muro de refuerzo de Al-hakem con el muro
+de refuerzo de Almanzor. Enclavada la nueva catedral dentro de la
+mezquita, y en exacta correspondencia sus pilares con las arquerías
+existentes, no debia ser muy dificultoso desenlazar las naves antiguas
+para unirlas con los mencionados pilares, ni muy espuesto el levantar
+las bóvedas bajas, puesto que se podian dirigir todos los empujes en el
+mismo sentido longitudinal haciéndolos recaer en pilares que enfilasen
+con las largas arquerías árabes. Para mayor solidez existia ya á la
+parte del mediodia la fila de machones que marcaban una de las
+ampliaciones verificadas en la mezquita, los cuales podian servir de
+contraresto á la bóveda del trascero y trasaltar por este lado:
+construyendo á la parte del norte otra fila de pilares correspondiente,
+conformados á modo de estribos, se apeaban las bóvedas de aquel otro
+lado. La dificultad debia aparecer mas adelante, cuando se tratase de
+levantar las bóvedas de la capilla mayor, crucero y coro, á la altura
+proyectada.</p>
+
+<p>El obispo D. Leopoldo de Austria, hijo del emperador Maximiliano I, y
+tio por consiguiente de Cárlos I, prelado de grandes ánimos y no menos
+grande celo asociados con gustos y flaquezas de príncipe, así que tomó
+posesion de su obispado se propuso adelantar todo lo posible la obra
+comenzada; llevó á cabo las bóvedas de las naves inferiores que rodean
+la gran fábrica y aseguran su solidez, y para que sirviesen de
+contraresto por el poniente al empuje de la bóveda del coro, levantó dos
+gruesos pilares, de quince piés en cuadro en su planta, unidos por medio
+de sendos arcos con los dos recios machones<a name="page_280" id="page_280"></a> angulares de la fachada del
+trascoro. Aunque este obispo tenia á la puerta de su palacio una
+numerosa guardia de soldados con alabardas y armas de fuego á imitacion
+de lo que en su época solo estilaban los reyes, no le bastó el augusto
+aliento para dar cima á la gran catedral comenzada. No hizo poco sin
+embargo, pues ademas de lo indicado, para que no se gravase la Fábrica y
+continuase la obra, ofreció dar cada año seis mil maravedís para los
+cantores que hasta entonces se habian pagado de los fondos de aquella;
+adelantó ademas la construccion del muro del coro, demoliendo la capilla
+del obispo D. Fernando de Mesa que la impedia, y fabricó en el mismo
+muro por la parte de afuera un gran mausoleo de alabastro con cinco
+nichos para los cuerpos de los cinco obispos enterrados en dicha
+capilla.</p>
+
+<p>Sucedióle el obispo D. Diego de Alava y Esquivel, bajo cuyo episcopado
+se acabó en 1562 la bóveda del crucero del lado del Evangelio.</p>
+
+<p>D. Cristóbal de Rojas y Sandoval atendió tambien muy particularmente á
+la continuacion de la obra; la catedral en su tiempo gozó para la
+Fábrica de cierto aumento en las rentas de pan y maravedís, llamadas
+<i>escusados</i>, que pagaban las parroquias desde el año 1487 á proporcion
+de los diezmos de cada una. La fábrica de la capilla mayor y crucero
+marchaba no obstante con gran lentitud por falta de caudales. El coro
+estaba descubierto hacia algunos años, y padecia gran daño con los
+temporales. En semejante situacion, representó el cabildo al rey para
+que permitiese volver á publicar el Jubileo antiguo, que estaba
+suspenso, para continuar la obra con las limosnas de los fieles; y
+acudió tambien al Pontífice para que concediese al obispo la facultad de
+absolver los casos reservados á los que contribuyesen con alguna limosna
+para la obra de la iglesia. Ambas gracias se obtuvieron, pero por breve
+tiempo; mas se recogió con ellas un buen socorro para adelantar la
+construccion, porque estaba suspensa la cruzada. Tambien solicitaron el
+obispo y cabildo que concediese el Papa las annatas de los beneficios á
+la Fábrica de la iglesia, en atencion á la cortedad de rentas y muchos
+gastos que tenia; pero no se consiguió que esta gracia fuese perpétua
+como se deseaba. El rey D. Felipe II presentó á D. Cristóbal de Rojas
+para el arzobispado de Sevilla, y habiendo sido confirmado declaró el
+cabildo la Sede vacante el 26 de junio de 1571. Antes de retirarse de
+Córdoba dejó techada la capilla mayor de la nueva catedral, y cerrados
+los grandes arcos que<a name="page_281" id="page_281"></a> sirven de entivo y fuerza para el crucero, como
+hoy aparece por sus armas labradas en la clave del arco inmediato al
+altar de Sta. Lucía. Liquidada ademas la cuenta de las limosnas
+recogidas en virtud de la Bula de la absolucion de casos reservados,
+dejó al cabildo una libranza de un millon ciento veintisiete mil y
+ochenta y ocho maravedís en que resultaba alcanzado, para que los
+cobrase de sus rentas la Fábrica de la catedral.</p>
+
+<p>Aunque la capilla mayor se habia techado, no estaba concluida. Esta obra
+y la del crucero continuaban lentamente por falta de medios, y deseando
+el obispo D. Antonio de Pazos y Figueroa que se terminase, el dia 9 de
+enero de 1584 se presentó en el cabildo á tratar este asunto. Para ello
+se congregaron en la sala capitular el clero catedral y los enviados de
+la ciudad, que tambien deseaba ver finalizada la grande obra.
+Propusiéronse varios medios por ambos cabildos, y todo bien discutido,
+pareció lo mas prudente recurrir al rey; y á 27 de febrero nombraron el
+obispo y cabildo al Dr. Diego Muñoz, canónigo magistral, para que
+juntamente con los diputados que tenia la ciudad en la corte se hiciesen
+presentes á S. M. y sus ministros los arbitrios que podrian tomarse para
+llevar á cabo la empresa. Se trató de mudar los cuerpos reales de D.
+Fernando IV y D. Alfonso XI á la capilla mayor nueva, y de otras
+providencias útiles; pero nada tuvo el efecto que se deseaba, y fué muy
+corto el socorro que se logró para la obra.</p>
+
+<p>Poco adelantaria esta cuando nueve años despues (en 1593) estaba aun
+lejos de terminarse el crucero. El coro nuevo se hallaba tambien muy
+atrasado; sin embargo leemos que en este año fué preciso abandonar el
+coro viejo, y que el clero empezase á residir provisionalmente en las
+naves del altar de S. Sebastian, y no sospechamos la causa. La obra mas
+notable de este tiempo fué la de la torre. Ya dijimos atrás que esta
+fábrica era una elegante zoma ó alminar de setenta y dos codos de
+altura, obra del tiempo de Abde-r-rahman An-nasír, y que el siglo XVI la
+habia notablemente quebrantado por poner en ella su mano profana. Una
+gran tempestad acababa de completar en 1589 el acto del vandalismo
+artístico, que no merece otro nombre á pesar de llamarse su autor Hernan
+Ruiz; y el peregrino edificio ya disfrazado, mutilado, desfigurado y
+feamente cubierto con un chapitel ochavado de madera y hoja de lata, á
+guisa de caperuza, y despues<a name="page_282" id="page_282"></a> descaperuzado por el referido temporal,
+estaba amenazando ruina. Reunido el cabildo en Sede vacante por muerte
+de su obispo D. Gerónimo Manrique y Aguayo, determinó en 4 de mayo de 93
+que se restaurase la torre conforme al modelo y traza que el maestro
+mayor de las obras, Hernan Ruiz, nieto del otro del mismo nombre, le
+habia presentado; para lo cual se libraron de pronto mil y quinientos
+ducados del caudal de las Fábricas de las iglesias. Figuraba la traza
+ciento veinte piés de altura sobre los ciento cinco que tenia la torre,
+aumentando el grueso de los muros desde los cimientos por la parte
+esterior hasta los sesenta piés, y cerrando como caja lo antiguo del
+alminar que podia conservarse. De este modo se empezó la obra, y para
+mayor seguridad fueron llamados Asensio de Maeda, maestro mayor de la
+iglesia de Sevilla, y otros oficiales con Juan de Ochoa y Juan Coronado,
+vecinos de Córdoba, quienes reconocida la construccion la aprobaron y
+dieron por firme y sólida, segun resulta del acuerdo capitular de 24 de
+julio del mismo año. No se acabó de una, sino que tambien esta fábrica
+sufrió interrupciones, y solo llegó á su término en 1664 bajo la
+direccion de Juan Francisco Hidalgo. No te describo, amigo lector, su
+pesadísima arquitectura: en la lámina que representa la <i>puerta de las
+Palmas</i> puedes á tu sabor contemplarla, bien seguro de que yo no te
+envidio este deleite.</p>
+
+<p>Promovido al obispado de Córdoba D. Francisco Reinoso, en cuanto dijo la
+primera misa en su iglesia y recibió la visita del cabildo, pasó á ver
+la obra nueva del crucero y la fábrica toda, y admirado de la bella
+arquitectura del templo, se condolió de ver parada y espuesta á
+sensibles deterioros la nueva construccion. Aunque la capilla mayor,
+como queda dicho, estaba ya cubierta, el crucero y el coro iban
+sumamente atrasados, pues por falta de caudales y por diversas
+dificultades propuestas sobre la firmeza del edificio, no tenia cerrado
+de bóveda mas que el brazo del Evangelio, y lo demás no pasaba de las
+cornisas. Pero ni las dificultades ni la falta de medios pecuniarios
+arredraron á este animoso prelado, y así manifestó desde luego al
+cabildo su deseo de acabar la obra. Pidió que nombrase diputados para
+conferenciar con ellos, lo que ejecutó el cabildo en 23 de diciembre
+(del año 1597), y de la conferencia resultó que se celebrase una junta
+de los maestros mas afamados del arte para que reconociesen lo
+construido y trazasen el proyecto para la continuacion. En cuanto á
+medios, ofreció<a name="page_283" id="page_283"></a> el obispo dos mil ducados en el acto, y otros dos mil
+cada año, con otros arbitrios que procuraria aplicar de otras fábricas.
+Tambien cedió tres mil ducados que debia dar su antecesor para las obras
+del palacio y posesiones propias de la dignidad. El cabildo en vista del
+fervor del prelado, y tocado de generosa emulacion, determinó en 12 de
+enero del siguiente año (1598) que por tres años se diese una prebenda
+entera para la obra, á pesar de que los años habian sido muy faltos y
+los prebendados se hallaban, dice Bravo, <i>muy gastados</i>. Lo peor era que
+todos tenian por defectuosa la obra, y que si esta general opinion se
+confirmaba, de nada iban á servir tan generosos sacrificios. Florecia á
+la sazon en Valladolid un maestro de obras de gran fama, llamado Diego
+de Praves: era reputado por el mejor arquitecto de su tierra. Mandóle á
+llamar el obispo secretamente: acudió, diligente, y habiendo considerado
+despacio la obra en presencia del venerable prelado, presentóse en la
+junta de alarifes y maestros del arte, ya congregados, y les dió á
+entender cómo se podia proseguir y llevar á término el grande edificio.
+No nos dicen en verdad los analistas cordobeses en qué se fundaba la
+vulgar opinion de no poderse continuar la fábrica tantos años atrás
+comenzada: veamos si el edificio mismo nos lo revela.</p>
+
+<p>La gran dificultad del arte moderno en las construcciones religiosas,
+admirablemente resuelta por la arquitectura ojival, vulgarmente llamada
+<i>gótica</i>, fué cubrir de bóveda de piedra las naves mayores de los
+templos, dando á estas luces altas y directas, y sosteniéndolas, no en
+gruesos pilares que ocupasen una grande area como en las construcciones
+romanas, sino en delgados y esbeltos apoyos, que obstruyesen lo menos
+posible el espacio destinado á los fieles. Espacio grande y
+desembarazado, luz abundante en todas partes, techado sólido y de buen
+aspecto, esto es, de dificil destruccion por el agua ó por el fuego, y
+de esa forma augusta tan magestuosamente adaptada por el antiguo
+pueblo-rey al cerramiento de los vanos en sus termas, en sus cloacas, en
+sus arcos de triunfo, en sus anfiteatros, en sus templos, en todos sus
+edificios públicos al parecer imperecederos; por último, puntos de apoyo
+de poco diámetro y grande altura: hé aquí los datos al primer aspecto
+contradictorios é inconciliables que tenia que reunir la arquitectura
+religiosa para satisfacer las necesidades del culto cristiano. Fueron
+menester nada menos que dos siglos<a name="page_284" id="page_284"></a> de tentativas y de ensayos, con
+frecuencia infructuosos, para que el arte moderno llegara á resolver
+satisfactoriamente este problema. Era preciso que no fuese ya el macizo
+y voluminoso pilar romano el que contrarestase el empuje de la bóveda,
+sino que el contraresto viniese de otro empuje diametralmente opuesto y
+esterior, para que el pilar sobre que arrancaba el arco toral quedase
+simplemente reducido al oficio de apoyo y sosten de un peso obrando
+verticalmente. Las bóvedas hacen su empuje en sentido oblicuo, y se
+sostienen oponiendo resistencias oblicuas: este fué el luminoso
+principio en que fundó el arte ojival todo su sistema de equilibrio.
+Reconocióse al propio tiempo que el arco romano de medio punto hacia un
+empuje demasiado considerable para poderlo levantar á grande altura
+sobre muros delgados ó pilares aislados, especialmente en naves muy
+espaciosas, y se sustituyó al arco de plena cimbra el arco ojival ó
+apuntado: renuncióse por completo á la bóveda cilíndrica, cuyo empuje
+contínuo exigia un contraresto tambien contínuo, y colocando en los
+pilares todos los puntos de resistencia, se procuró que recayesen en
+ellos todo el peso y todo el empuje de las bóvedas: el peso en los
+pilares interiores, y los empujes al esterior del edificio en otros
+pilares mas sólidos, ligados con los puntos de arranque de la bóveda por
+medio de arbotantes. Para dar mas asiento y aplomo á estos pilares
+esteriores, propiamente hablando <i>botareles</i>, se les agregó un
+suplemento de peso que se convirtió en breve en motivo de elegante y
+rica decoracion. Descubierta la nueva ley de los empujes y resistencias
+oblicuos, y ensayado con facilidad el medio de llevar al esterior del
+edificio los empujes de las bóvedas y sus contrarestos, y de reducirlos
+á puntos determinados, estaba hecho todo: entre los puntos de arranque
+de cada bóveda podian abrirse grandes ventanas, las bóvedas ojivales
+podian elevarse á considerable altura, los pilares maestros del interior
+del templo podian adelgazarse cuanto se quisiera, no habia en rigor
+necesidad de muros, toda la construccion se reducia á una especie de
+armazon elástica sostenida por la ley del equilibrio, y los arquitectos
+de la edad media, en suma, habian descubierto el modo de trasformar los
+templos en bosques de piedra y sus pilares en árboles; pues no de otra
+manera que las poderosas ramas que sostienen una leve cortina, se juntan
+y entretejen los robustos nervios que sostienen los ligeros cascos de
+bóveda, ni parecen otra cosa las pintadas vidrieras que ocupan casi todo
+el vano entre<a name="page_285" id="page_285"></a> pilar y pilar, que recamados y vistosos tapices colgados
+de árboles para una fiesta. Nada hay falso sin embargo en semejante
+sistema de construccion, porque el edificio manifiesta desde luego en su
+aspecto esterior toda su osificacion interna: el templo gótico es la
+basílica latina engrandecida, embovedada, y fortalecida con botareles y
+arbotantes.</p>
+
+<p>Pero sin arbotantes, la bóveda gótica espaciosa no es posible, porque
+los pilares sobre que arranca no tienen fortaleza bastante para
+contrarestar los empujes oblicuos; y sin embargo, el arquitecto que
+habia trazado la obra de la catedral nueva de Córdoba se habia propuesto
+en un temerario alarde de su ciencia, levantar sin arbotantes á mas de
+ochenta y ocho piés de altura bóvedas por arista de cincuenta piés de
+vuelo. La gran mole levantada sobre la techumbre de la mezquita con su
+inmensa cúpula en la interseccion de la nave mayor con el crucero, debia
+estribar toda en los diez y ocho pilares que dibujan la cruz latina de
+su planta: no habia medio de dirigir los empujes de las bóvedas sobre
+otros pilares esteriores mas sólidos que sirviesen de contrafuertes,
+porque en el sistema gótico la mayor fortaleza está en los cuerpos de
+fábrica de donde arrancan los arbotantes, como otros tantos brazos de
+piedra que sostienen la balumba de la bóveda que tiende á descuajar y
+separar los pilares en que apoya; y en el templo de Córdoba por el
+contrario, los postes de donde podian arrancar los arbotantes eran de
+menos volúmen y resistencia que los pilares de apoyo de las bóvedas.
+Aumentaba la dificultad la circunstancia de ser notablemente rebajados
+los cuatro arcos torales sobre que habia de erigirse el cimborio, porque
+estos arcos marcaban muy baja la clave de las bóvedas del crucero y de
+la capilla mayor, y es sabido que cuanto mas rebajadas son las bóvedas
+mayor es su empuje. Esta es sin duda la dificultad artística con que se
+habia tropezado al querer terminar el edificio en otras épocas
+anteriores, porque leemos que la construccion no habia pasado de las
+cornisas desde el tiempo del obispo D. Juan de Toledo, y esto nos induce
+á creer que el peligro de continuarla se veía única y esclusivamente en
+el embovedado. Triunfó de todos los obstáculos el genio del maestro
+llamado por el obispo Reinoso, el cual dió la traza para la terminacion
+de la obra: enfervorizóse el animoso prelado, y el cabildo obsequioso
+con su deseo tomó la determinacion que dejamos referida. Con esto
+volvieron á activarse los trabajos.<a name="page_286" id="page_286"></a></p>
+
+<p>Por fin, el sábado 29 de abril del año 1600 se acabó de cerrar el
+crucero que tanto deseaban todos ver finalizado. «Fué el obispo á la
+iglesia, dice Bravo, y con el fervor que tenia no pudo contenerse, hasta
+subir á ver sentar la última piedra y registrar toda la obra.» Acto de
+entusiasmo que nos trae á la memoria aquel otro de que habia sido objeto
+la Aljama mahometana seis siglos y medio antes, cuando el califa
+An-nasír, sabedor de la terminacion de la soberbia zoma que habia
+mandado construir, acudió presuroso en alas de su deseo, y no contento
+con admirar la arquitectura del gallardo edificio, lo registró todo
+subiendo y bajando por dentro de él como para gozar mas palpablemente de
+su obra. Repicaron las campanas y sonaron los instrumentos músicos en
+demostracion del general regocijo, y se tributaron á Dios las debidas
+gracias. Murió el celoso obispo con el consuelo de ver asegurada la
+conclusion de la grande obra, si bien no alcanzó á verla decorada y en
+disposicion de poderse celebrar en ella el culto. Dió su alma al Criador
+el 12 de agosto de 1601 dejando por heredera á la Fábrica de la catedral
+en la parte que quedase despues de pagadas las deudas: el cabildo
+dispuso darle sepultura en el nuevo crucero junto al obispo D. Leopoldo
+de Austria, al lado del Evangelio, pero estando este sitio ocupado con
+los materiales de la obra, se depositó su cuerpo en el hueco ó bóveda
+que ahora es capilla debajo del altar mayor. Fué trasladado al sepulcro
+que se le tenia destinado en julio del año 1607, y aunque debajo de las
+vestiduras se le habia puesto cal para que se resolviese pronto, por si
+le habia tocado algo del terrible contagio que habia padecido la ciudad
+en los dias de su enfermedad, se halló incorrupto sin habérsele
+consumido mas que la punta de la nariz, tratable, hermoso y fresco como
+estaba cuando fué enterrado. Duró pues hasta el año 1607 la obra de
+decoracion del crucero y coro: el obispo D. Pablo Laguna habia legado á
+la Fábrica hacia poco tiempo cinco mil ducados; antes habia remitido
+otros tres mil el venerable arzobispo de Santiago D. Juan de San
+Clemente Torquemada con destino espreso á la obra de la iglesia, por lo
+cual acordó el cabildo cumplirle perpetuamente un aniversario y poner
+sus armas en el arco del trascoro. A 27 de setiembre del año 1606
+estaban tan adelantados los trabajos, que determinó el cabildo se
+mudasen las sillas y órganos al coro nuevo, y se hiciese el altar mayor.
+Mientras se verificaba dicha mudanza continuó el coro en el sitio
+correspondiente<a name="page_287" id="page_287"></a> al altar de S. Sebastian en verano, y en invierno en la
+capilla del Sagrario; y á 9 de setiembre de 1607 con la mayor solemnidad
+se llevó el Santísimo al altar nuevo, y se celebraron en él la Misa y
+Divinos Oficios.</p>
+
+<p>Quedaba vacante y sin uso la capilla mayor antigua, y pareciendo que
+convenia conservarla, se determinó á 27 de noviembre que en dicha
+capilla se pusiesen otros dos altares para que en ellos dijesen Misa los
+prebendados, dando la Fábrica los ornamentos necesarios. Verificóse esto
+siendo obispo de Córdoba D. Fr. Diego Mardones, anciano piadoso,
+caritativo y austero, infatigable en el trabajo á pesar de sus muchos
+años, y cuya avanzada edad significó el rey D. Felipe III en la carta
+que escribió al cabildo diciéndole: <i>ahí os envío los huesos del obispo
+Mardones</i>, muy ageno de pensar que aquel costal de huesos habia de
+sobrevivirle mas de tres años á él jóven y robusto. La memoria de este
+venerable y religiosísimo obispo, cuyo gobierno duró diez y siete años,
+permanecerá siempre en la iglesia de Córdoba llena de bendiciones, no
+solo por las donaciones y dotaciones grandes que hizo, sino tambien por
+sus incomparables virtudes. Vivió noventa y seis años, los ochenta y
+ocho con gran vigor para cumplir admirablemente los árduos deberes de su
+ministerio; despues fué todo trabajos y dolores, pues padeció mucho y
+estuvo baldado de piés y manos, y así le llama el autor del <i>Catálogo de
+los obispos cordubenses</i> varon de dolores, añadiendo con justicia que
+deberian agregarse al epitáfio de su sepulcro aquellas palabras del
+paciente Job: <i>Expecto donec veniat immutatio mea: vocabis me, et ego
+respondebo tibi: operi manum tuarum porriges dexteram.</i> Siendo de
+ochenta y tres años, y á pesar de haber quedado tan débil con una
+enfermedad que padeció, que por órden de los médicos se alimentaba al
+pecho de dos amas y dormian con él dos niños robustos para calentarle,
+vivió lo suficiente para hacer su nombre digno de eterna memoria: bajo
+su episcopado se verificó la famosa expulsion de los moriscos, y á su
+ilustrada tolerancia debió el no ser echado de Córdoba un morisco
+insigne por su sabiduría en las ciencias físicas, llamado Felipe de
+Mendoza, hombre útil á la república. Empezó la obra del nuevo palacio
+episcopal, y gastó en ella mas de sesenta mil ducados: en cuya ocasion
+se demolió el pasadizo que habian fabricado los califas para ir desde su
+alcázar á la mezquita, y que dejamos descrito en su lugar
+correspondiente<a name="FNanchor_373_376" id="FNanchor_373_376"></a><a href="#Footnote_373_376" class="fnanchor">[373]</a>. En su<a name="page_288" id="page_288"></a> tiempo promovió el cabildo singularmente el
+culto de la Purísima Concepcion, dando su piadoso celo ocasion á que la
+iglesia de Córdoba fuese la primera en celebrar este misterio, aun no
+declarado de fé, como una de las mayores festividades del año, imitando
+su ejemplo las demas iglesias, ciudades y universidades de España<a name="FNanchor_374_377" id="FNanchor_374_377"></a><a href="#Footnote_374_377" class="fnanchor">[374]</a>.
+El obispo Mardones fué quien costeó la obra del retablo y ornato que
+faltaba á la capilla mayor, ofreciendo al cabildo para este objeto <i>una
+gruesa cantidad de dineros cada año</i> al tiempo de enviarle las buenas
+Pascuas. Los felicitados nombraron cuatro diputados que le diesen las
+gracias y tratasen con su ilustrísima todo lo conducente á poner en
+ejecucion obra tan plausible. Hiciéronse diversos diseños por artífices
+afamados: el Hermano Alonso Matías, reputado insigne arquitecto, se
+hallaba en Córdoba en su colegio de la Compañía de Jesus, é hizo uno,
+que pareciendo bien á todos se escogió por universal aplauso; y para que
+su idea se ejecutase perfectamente, le nombró el cabildo á 16 de
+febrero<a name="page_289" id="page_289"></a> de 1618 superintendente de la obra con facultad plena de
+escoger los jaspes y materiales necesarios y de traer maestros y
+operarios de su satisfaccion<a name="FNanchor_375_378" id="FNanchor_375_378"></a><a href="#Footnote_375_378" class="fnanchor">[375]</a>. La Fábrica de la catedral recibió
+repetidas muestras de la gran liberalidad de este prelado. En 1616 le
+hizo una donacion pura de veinte mil ducados en que estaba gravada, para
+que redimiese sus censos. Por el mismo tiempo dotó la octava del
+Santísimo Sacramento con diez mil ducados. Asistió á la fiesta de
+Santiago, y en lugar del doblon que se daba de ofrenda, dió una cruz y
+dos candeleros de plata dorados con óvalos de oro y esmalte rojo: tres
+urnas y aguamaniles de plata dorados, y una casulla de raso bordada,
+<i>todo muy precioso y de mucho valor</i>, dice Bravo, mas tolerante que
+nosotros con el gusto artístico de aquel tiempo. Al año siguiente (1617)
+ofreció en la misma fiesta una fuente de plata dorada, estimada en mas
+de doscientos ducados. En 29 de mayo de 1620 donó al cabildo una cruz
+grande de plata sobredorada con muchos engastes de oro y piedras
+preciosas, de ciento nueve marcos de peso. En<a name="page_290" id="page_290"></a> el mismo año, habiéndose
+acabado el nicho del lado del Evangelio en la capilla mayor, colocó en
+él una imágen del apóstol Santiago á caballo, y en una lápida de jaspe
+negro puso la siguiente inscripcion: <i>B. Jacobo Hispaniarum Dei dono
+singulari, unico certiss. antiquiss. que Patrono, triumph. hostium
+invictiss. D. Fr. Dieg. Mardones. Epis. Cord. D. D. anno MDCXX.</i> En 1623
+á 24 de julio, en agradecimiento al cabildo por las rogativas y fiesta
+de accion de gracias que habia celebrado durante su enfermedad y en su
+convalecencia, le envió por medio de su provisor una lámpara de plata
+para la capilla mayor, y un terno de raso blanco bordado. Finalmente,
+antes de morir dió muchas limosnas y dotes á pobres y huérfanas, y fundó
+una obra pia de sesenta mil ducados de principal y treinta mil de renta
+para casar doncellas pobres y socorrer necesidades en la ciudad y
+lugares del obispado. Noventa y tres años de edad contaba este
+virtuosísimo y respetabilísimo patriarca cuando murió el rey D. Felipe
+III, y aun parecia que el cielo le queria conservar muchos más al amor y
+agradecimiento de su clero y pueblo, que como verdadero padre dirigia y
+santificaba. El bendijo el pendon real en la capilla mayor cuando con
+las ceremonias y solemnidades acostumbradas fué aclamado en Córdoba el
+rey D. Felipe IV. El dió la bendicion solemne á la ciudad, y despues
+llevó á su palacio á todo el cabildo para que viese la aclamacion hecha
+en la Torre del Homenage y Campo Santo desde un tablado que para este
+fin tenia prevenido, contemplando toda la ceremonia sin fatiga hasta el
+acto de enarbolar el pendon real por el nuevo rey. ¡Con cuánta solicitud
+y cariño correspondia el cabildo á sus contínuas mercedes, fomentándose
+en la por tantos títulos ejemplar iglesia de Córdoba esa envidiable
+armonía entre los prebendados y el prelado, que tan noblemente la
+distingue, y en que la reverencia, el obsequio y el amor que se tributan
+por un lado, son correspondidos con igual estimacion y fineza por el
+otro! No de otra manera que un padre octogenario entre sus hijos, todos
+atentos á prolongar y dulcificar con esquisitos cuidados sus últimos
+dias, se nos representa en la imaginacion el digno anciano que regía la
+iglesia de Córdoba por los años de 1621, cuando para no privarle de
+asistir á las grandes solemnidades de la catedral, y no privarse ellos
+de su amada presencia, modificaban los prebendados en su obsequio las
+inflexibles prescripciones de ritual y de costumbre, y para que pudiese
+oir con mas facilidad la palabra divina<a name="page_291" id="page_291"></a> le aderezaban en desusado
+lugar, en medio de las barandillas, un cómodo asiento junto al altar
+mayor provisional, y allí le asistian los dos presidentes del cabildo
+esmerándose en hacer fáciles y agradables los postreros actos pastorales
+de aquella vida próxima á estinguirse. ¡Con cuánto anhelo esperaba la
+terminacion de aquel suntuoso retablo junto al cual habia de ser
+sepultado! Parecia que se resistia á morir mientras no pudiera elegir
+por sí mismo el parage donde habia de descansar su cuerpo; y sin
+embargo, el nicho de jaspe reservado para su sepulcro y para su estátua
+estaba ya bruñido. Murió cuatro años antes de que se acabase la obra del
+retablo (en 1624), y en el referido nicho, al lado de la Epístola, se
+lée hoy este epitáfio:</p>
+
+ <p class="c">DOM. FR. DIDACUS MARDONES, EPISCOP.<br />
+ CORD. OB. L. AUREORUM. M. IN ARÆ<br />
+ MAXIMÆ<br />
+ CULTUM DONATA SENATUS ECCLES. CORDUB.<br />
+ SEPULT.<br />
+ HIC ET STATUAM CUM BASI GRATI ANIMI<br />
+ ERGO<br />
+ B. M. P. ANNO MDCXXIIII<br />
+ VIXIT ANNOS XCVI.</p>
+
+<p>Y en el crucero, en uno de los arcos de medio punto del mismo lado de la
+Epístola, se grabó esta inscripcion: «<i>Acabóse esta capilla mayor con su
+crucero en 7 de setiembre de 1607 años, siendo obispo de Córdoba y
+confesor del rey nuestro señor Felipe III el Illmo. Sr. D. Fr. Diego de
+Mardones, á quien los señores dean y cabildo se la dieron para su
+entierro por haber dejado el suntuoso que en su vida tenia en S. Pablo
+de Burgos, cuyo convento, siendo prior dél, lo dispuso y dotó en mas de
+setenta mil ducados, y en agradecimiento de haberle dado la capilla
+mayor dió á esta santa iglesia cincuenta mil ducados para hacer
+retablo.</i>»</p>
+
+<p>Ochenta y cuatro años duró por consiguiente la obra de la catedral
+nueva, puesto que se habia dado principio á ella en 1523 siendo obispo
+de Córdoba D. Alonso Manrique. Comenzó cuando la arquitectura gótica era
+todavía considerada como característica de los edificios religiosos, y
+para las demas construcciones estaba ya admitido en toda la Europa culta
+el nuevo estilo italiano conocido con el nombre de<a name="page_292" id="page_292"></a> <i>Renacimiento</i>.
+Introducido este estilo en España con motivo de las guerras que la
+dinastía austriaca sostuvo en Italia y en Francia, contagiado el gusto
+de todos los personages de cuenta de los dos estados militar y
+eclesiástico con el ejemplo de la admiracion que en las citadas naciones
+alcanzaban las obras de Leonardo de Vinci, del Primaticio, de Benvenuto
+Cellini, de Serlio, y las de sus discípulos los franceses Jean Bullant,
+Philibert Delorme y Pierre Lescot, facilmente se esplica que la catedral
+nueva de Córdoba, trazada y costeada por hombres formados en la moda
+italiana y francesa, aparezca como una creacion bastarda del gusto
+ultramontano en transaccion con el antiguo estilo practicado por todo el
+Occidente.</p>
+
+<p>Indicaremos ligeramente las causas de donde procedió este nuevo estilo
+<i>renacido</i>, para bosquejar en seguida los caractéres principales que le
+determinan. La arquitectura ojival, que era á fines del siglo XII y
+principios del XIII la espresion mas acabada del nuevo estado social en
+el momento de emanciparse el estado llano en las naciones que
+antiguamente habia agrupado el brazo de hierro de Carlomagno, habia
+quedado exhausta. Prohijada por el feudalismo, aceptada por la Iglesia,
+admitida por la potestad real cuando acababa apenas de salir de los
+modestos focos de la plebe emancipada, sirvió admirablemente á los
+intereses y designios de cada una de estas clases en su desarrollo
+sucesivo: dió á los altivos señores feudales y á los reyes castillos y
+palacios, espaciosos por dentro para contener un numeroso séquito,
+sombríos y de dificil acceso por de fuera para imponer respeto y
+resistir los asedios; dió á las nacientes corporaciones municipales y á
+la clase popular, casi toda á la sazon de traficantes y mercaderes,
+casas de ayuntamiento, mercados, lonjas, bolsas, tribunales, y fuertes
+murallas para defender sus conquistados derechos; dió á la Iglesia un
+brillante simbolismo, templos desahogados y capaces, mas acomodados al
+grande incremento de las poblaciones que las pequeñas y sombrías
+iglesias erigidas en los siglos XI y XII segun las inflexibles reglas
+del arte monástico. Pero cuando llegó á inaugurarse en el siglo XV la
+época de la fusion y centralizacion de los poderes, de la supremacía
+real, y de la desaparicion del feudalismo, y cuando las antiguas
+libertades locales de los pueblos dejaron de ser una necesidad, entonces
+tambien fué insensiblemente decayendo el arte que habia sido la mas
+genuina espresion de sus nobles y osados pensamientos.<a name="page_293" id="page_293"></a> Acabaron las
+libertades feudales y comunales como incompatibles con la nueva
+organizacion de la sociedad; tambien debia lógicamente acabar un sistema
+de arquitectura inadecuado ya para la vida pública y privada atendida la
+nueva direccion que habia tomado el entendimiento humano en todas las
+cosas. Y habia acabado en efecto por la impotencia de producir formas
+nuevas. No era ya posible dar un paso más en la arquitectura de la edad
+media: la materia, domada y sometida durante un penoso trabajo de tres
+siglos, nada inspiraba ya; la estraordinaria habilidad de los artífices
+habia llegado á su término racional; el ingenio y la razon, el arte y la
+ciencia de consuno, habian hecho de la piedra, de la madera, del hierro,
+del plomo, cuanto era dable hacer, traspasando no pocas veces los
+límites del buen gusto. Si se hubiera continuado apurando la docilidad
+de la naturaleza física en el mismo sentido, esta al fin se habria
+declarado rebelde, y las concepciones artísticas no habrian podido salir
+del cerebro ó de los planos de sus autores.</p>
+
+<p>Nuevas ideas, nuevos instintos, nuevos deseos atormentaban á la Europa
+moderna. La razon humana devorada por su sed de ciencia, llena de
+actividad y ansiosa de libertad, habia roto el vínculo de la autoridad
+religiosa, única que por entonces le era molesta. Reformar la Iglesia,
+reformar la religion y lanzarse en pós de un progreso indefinido y
+quimérico, repudiando como insuficiente la enseñanza católica y buscando
+nuevas vias de desahogo á la fermentacion del espíritu de innovacion,
+eran las aspiraciones de los hombres grandes de la época. Intenta la
+reforma eclesiástica el concilio de Constanza; aborta esta reforma en
+Basilea, y Cárlos VII de Francia se atreve á ponerla en planta por medio
+de una pragmática sancion; pero de nuevo la deja frustrada el concordato
+de Francisco I con Leon X. Intenta la reforma religiosa Juan de Hus en
+Bohemia, y en la misma ciudad de Constanza es quemado como herege. En
+ambas tentativas salió la autoridad triunfante; pero la del Papa no pudo
+impedir que las nuevas doctrinas del concilio de Basilea y de los
+príncipes acerca del gobierno de la Iglesia y de las reformas que en
+ella habian de hacerse, echáran hondas raices en Francia, se
+perpetuáran, pasáran á los parlamentos y se convirtieran en opinion
+poderosa; ni pudo estorbar el imperio que la reforma religiosa popular,
+sofocada con fuego en la hoguera de Juan de Hus y Gerónimo de Praga, y
+luego con sangre en<a name="page_294" id="page_294"></a> los campos de B&oelig;hmischbrod, volviese á levantar
+la cabeza con mayor pujanza en Wittemberg. Finalmente, en medio de este
+movimiento religioso empieza en Europa una escuela política, filosófica
+y literaria, cuya influencia, no combatida por el poder espiritual ni
+por el temporal, antes al contrario favorecida por ambos, fué el orígen
+principal de la gran revolucion que en instituciones, opiniones,
+filosofía, literatura y artes esperimentó el mundo moderno. Lo que
+Cárlos VII y los Husitas no habian logrado, aquel con su pragmática y
+estos con sus largas y terribles campañas, se hubiera de seguro
+conseguido en el siglo XVI aun sin el auxilio de otros príncipes y de
+otros reformadores, solo por efecto del movimiento intelectual que con
+su idolatría hácia la clásica antigüedad habian inaugurado el Dante,
+Petrarca y Bocaccio. ¿Qué mayor golpe podia sufrir el antiguo y
+venerando edificio de la severa civilizacion cristiana en todas sus
+faces, que la admiracion tributada por los genios mas eminentes á todas
+las creaciones de la antigüedad pagana? ¿Y sabian por ventura qué brecha
+abrian en la fortaleza de la autoridad espiritual desechando las
+costumbres groseras, las ideas humildes, las formas semi-bárbaras de su
+tiempo, aquellos libres pensadores del siglo de Leon X, eclesiásticos,
+prelados, jurisconsultos y literatos, que como el licencioso Berni, el
+sibarita Bembo, el escéptico Sadoleto, y tantos otros, se entregaban con
+orgullo á los placeres de una vida materialista, elegante y licenciosa?
+Cuando Lorenzo de Médicis <i>el Magnífico</i> se afanaba tanto por resucitar
+en la bella Italia la cultura y costumbres del siglo de Augusto con las
+artes del tiempo de Pericles y el <i>neoplatonicismo</i> del Bajo Imperio,
+educando á su prole en el desprecio de todo lo que no era antigüedades
+griegas y romanas, y en la amistad íntima de un Marsilio Ficino y de un
+Pico de la Mirándola, estaba por cierto muy lejos de imaginarse que la
+autoridad pontifical de su hijo Juan habia de sufrir mayor descalabro
+por el influjo destructor de aquel renacimiento pagano que por los
+envenenados tiros del mismo Lutero. Tampoco se imaginaba Francisco I al
+anular la pragmática reformista de Cárlos VII, que él iba á ser el
+principal continuador de la obra intentada por el padre y por el hijo de
+Luis Onceno. Cárlos VII en efecto habia sido innovador secundando las
+ideas proclamadas por un concilio; Cárlos VIII lo habia sido tambien
+introduciendo en Francia el arte renacido de la Italia; pero ninguno mas
+apasionado por las nuevas ideas italianas que el galante<a name="page_295" id="page_295"></a> y caballeresco
+émulo de Cárlos V, por cuya mediacion se consumaron en la monarquía de
+S. Luis el ostracismo definitivo de la civilizacion <i>gótica</i>
+espiritualista, y la exaltacion perpétua del principio materialista en
+todas sus formas. Los enemigos mas formidables del principio católico y
+de cuanto él habia creado no eran, no, Lutero y Calvino; estaban en el
+corazon de la misma Iglesia romana, eran los cardenales eruditos y
+sensuales, los filósofos epicúreos platónicos, los jurisconsultos
+regalistas, los poetas licenciosos que á su sombra florecian. Si el
+acalorado monge de Eisleben pretendia reducir el cristianismo á su
+primitiva pureza, los sabios, literatos y artistas que florecian en
+torno de los Médicis, conspiraban, sin propósito deliberado tal vez,
+nada menos que á anular el cristianismo y sus consecuencias. Eran pues
+sin pensarlo los genios de la Italia en el décimosexto siglo los mas
+poderosos auxiliares de la funesta emancipacion religiosa.</p>
+
+<p>Atraía la corte pontificia las miradas de la Europa entera por la
+espléndida aureola con que habian rodeado el solio de Leon X los poetas
+y los artistas; al propio tiempo la <i>reforma</i> se habia granjeado
+poderosos valedores entre la nobleza católica, seducida con la esperanza
+de sustraerse á la preponderancia intelectual del clero, y de apoderarse
+de los bienes temporales del feudalismo monástico. Margarita de Navarra
+ofrecia un asilo á Calvino en su pequeña corte de Nérac, la duquesa de
+Etampes se declaraba mediadora entre el rey Francisco y los reformistas,
+las damas principales de la corte ridiculizaban la misa católica y se
+rebelaban contra el <i>incómodo</i> sacramento de la penitencia; los antiguos
+estudios teológicos, las sérias y profundas meditaciones de los doctores
+de los siglos XII y XIII se miraban como rancias sutilezas del
+escolasticismo. Todo está ligado en el órden intelectual, y el arte es
+un ejercicio del pensamiento demasiado noble para que no participe de
+todas sus vicisitudes. Condenadas al descrédito y al olvido las
+ciencias, la filosofía y las letras de la edad media, es claro que el
+arte de los siglos XII y XIII tampoco podia sobrevivir á la condena
+general implícita en el grito de triunfo de <i>reforma</i> y de
+<i>renacimiento</i>. Siguió en Francia la aristocracia el impulso dado por su
+rey, desplegando un lujo hasta entonces desconocido en la construccion
+de sus palacios y casas de placer. Daba la corona el ejemplo demoliendo
+el antiguo Louvre de Felipe Augusto y Cárlos V, cuya imponente torre<a name="page_296" id="page_296"></a>
+feudal fué desde luego arrasada para dar lugar á las elegantes y
+risueñas construcciones de Pierre Lescot. La nobleza desmanteló sus
+antiguos torreones para erigir en su lugar viviendas accesibles,
+placenteras, decoradas con pórticos y columnatas, fuentes y estátuas de
+mármol. Cayeron las murallas almenadas, las torres de homenage y vela,
+los parapetos y matacanes, los puentes levadizos y toda clase de
+defensas: cegáronse los fosos, abriéronse las puertas, rasgáronse y
+ensancháronse las angostas lumbreras. El feudalismo derribaba sus
+fortalezas por sus propias manos prodigando sus tesoros á los artistas
+para que se las trasformasen en risueños y elegantes palacios.</p>
+
+<p>Así fué abandonado el antiguo estilo francés llamado <i>gótico</i>, que tan
+gloriosos monumentos habia producido en toda la Europa occidental.</p>
+
+<p>Los maestros del nuevo modo de construir no podian ser mas que los
+italianos, porque para los arquitectos formados en el antiguo sistema,
+la arquitectura del renacimiento era un lenguaje del cual ni siquiera el
+abecedario comprendian. Apegados al vetusto arte ojival, ya convertido
+en rutina, acostumbrados á renunciar á toda direccion ante la petulante
+práctica de las corporaciones de oficios, cada una de las cuales se
+apropiaba el derecho de decidir por sí del carácter é importancia de su
+obra particular sin consideracion al conjunto; despojados en cierto modo
+de la responsabilidad de sus trazas por la costumbre ya generalmente
+establecida por los prelados, cabildos y señores, de entenderse por
+separado con los gremios de oficios y ajustar con ellos la obra que
+apetecian; ni sentían los arquitectos la dignidad de su profesion, ni
+eran ya propiamente hablando tales arquitectos. Habia sí grandes
+escuelas ó gremios de francos-mazoneros, que conservando todos los
+secretos y tradiciones del arte gótico, erigian con admirable presteza,
+solidez y elegancia de proporciones, aquellos arcos ojivos y aquellas
+elevadas bóvedas de piedras ligerísimas y sabiamente cortadas, que
+tendian sobre los robustos nervios de las aristas como una lona sobre
+una armadura de hierro; habia canteros y carpinteros familiarizados con
+todas las dificultades del trazado geométrico, perfectamente entendidos
+en las mas complicadas secciones de planos; escultores que con gran
+primor recortaban la piedra y cubrian de hojas, enramadas, pájaros y
+figuras caprichosas las cenefas, las franjas, los doseletes y
+marquesinas, las repisas, los capiteles, las gárgolas; imagineros<a name="page_297" id="page_297"></a> que
+esculpian bellamente figuras de santos para las andanas de las portadas,
+los frontoncillos y las hornacinas; plomeros y pizarreros expertos en el
+modo de cubrir las armaduras; pintores en vidrio que habian mejorado
+este precioso procedimiento; pero cada oficio obraba segun sus
+aspiraciones y su amor propio, y faltaba en las construcciones el agente
+principal de la idea artística en globo, el que habia de dar unidad y
+armonía al pensamiento arquitectónico. Sucedia en los últimos tiempos
+del arte ojival en las provincias mismas donde se habia formado, lo que
+no sucedió jamás en su buena época: los francos-constructores hacian v.
+gr. el buque de la iglesia, sus naves, sus pilares, sus bóvedas, segun
+un modelo y traza ya conocidos y uniformemente repetidos: luego venian
+todos los artífices encargados de los demas objetos accesorios y de
+decoracion. El que habia pintado las vidrieras no se curaba de lo que
+habia trabajado el escultor, ni este de lo que labraba el imaginero; ni
+el plomero se cuidaba de si el desagüe segun su proyecto corresponderia
+ó no con las vertientes que el carpintero habia dado á la armadura del
+comblo. Los monstruosos resultados de esta falta de conjunto y de
+armonía, mejor dicho aun de esta falta de subordinacion á la suprema
+idea del arquitecto, se advierten en las reedificaciones de las mas
+célebres catedrales de la cristiandad<a name="FNanchor_376_379" id="FNanchor_376_379"></a><a href="#Footnote_376_379" class="fnanchor">[376]</a>.</p>
+
+<p>El feudalismo espiraba, el protestantismo dejaba ociosos á muchos
+constructores y les hacia ir insensiblemente olvidando las prácticas
+tradicionales de su profesion; por otra parte el celo religioso
+ferviente y espansivo de los siglos XIII y XIV habia poblado la tierra
+de suntuosos y muy duraderos templos, y habian de transcurrir muchas
+generaciones antes de que fuese necesario construir más. Con tales
+condiciones, forzosamente tenia que decaer el arte ojival en el siglo
+XV; y si á esta decadencia se agregaba en el siglo XVI el abandono que
+de él hacian los pontífices y el fomento que daban al nuevo sistema
+arquitectónico los príncipes y magnates, y la misma Iglesia un tanto
+secularizada, claro es que del antiguo modo de edificar no podian quedar
+en breve mas que los mudos ejemplos en los monumentos y el indiferente
+recuerdo en los hombres.<a name="page_298" id="page_298"></a></p>
+
+<p>De consiguiente, si los mismos edificios de carácter gótico se hacian en
+Francia al finalizar el siglo XV casi sin intervencion de los
+arquitectos, ¿cómo era posible que hubiese allí artistas aptos para
+llevar á cabo sin tomar lecciones de los italianos la regeneracion de la
+arquitectura clásica antigua? Es evidente que ni siquiera estaban á su
+alcance sus reglas mas elementales. La revolucion verificada en las
+ideas y en las costumbres era demasiado exigente: querian palacios
+abiertos con elegantes y ligeras columnatas jónicas, con espaciosas
+escalinatas y anchos pórticos los que habian hasta entonces vivido en
+alcázares, castillos y calahorras, cercados de fosos y fuertes muros,
+entre macizas paredes con angostísimas lumbreras; apetecian elevadas
+cornisas y bruñidos subasamentos, y cimbras romanas en los vanos, y
+pilastras estriadas en los muros, y frisos ornados de bajo-relieves
+mitológicos, y galerías con estátuas, y <i>logias</i> pintadas al fresco, y
+terrazas con balaustradas, y zócalos con grecas y molduras, y toda la
+riqueza en suma de los cinco órdenes del antiguo, los que en las torres
+y borges de sus mayores solo habian paseado parapetos y adarves, y
+asomado la vista por merlones, troneras y matacanes, y entretenido la
+curiosidad en las largas horas del ocio feudal con las alfardas y
+almizates de los artesonados de madera, ó con los alizares de las
+paredes. Así pues, la Francia que en tiempo de Cárlos VIII habia
+rechazado á los arquitectos ultramontanos que en su comitiva llevaba
+aquel rey de vuelta de sus descabelladas empresas bélicas, sin tomar de
+ellos mas que tal cual mascaron ó tal cual capitel antiguo, recibió con
+los brazos abiertos á los artistas que le dieron Luis XII y Francisco I,
+y bajo los reinados de los últimos Valois y de los primeros príncipes de
+la línea Robertina hasta Luis XIV, en que se inauguró una nueva era para
+la arquitectura francesa, no cesó de enviar á Italia sus mas
+privilegiados genios para que se educasen en los principios que con
+tanto éxito habian establecido en Nápoles, Florencia y Roma, los
+Masuccios, los Brunelleschis y los Bramantes.</p>
+
+<p>Así se verificó la revolucion arquitectónica en Francia. En España puede
+decirse que la hizo por sí sola la moda con su incontrastable poder.
+Porque el genio cristiano no habia entre nosotros abandonado de tal
+manera el campo al genio pagano del renacimiento, que se pudiese decir
+estinguida su influencia. El arte gótico, tal vez por haber comenzado en
+nuestro suelo mas tarde, no habia degenerado aun<a name="page_299" id="page_299"></a> como en Francia, no se
+hallaba reducido á la rutina de los oficios, ni le faltaban profesores
+que le ejerciesen con dignidad é independencia. Cabalmente estaba en su
+mayor auge en los fines del siglo décimoquinto y principios del
+décimosexto en toda la Península, principalmente en Castilla, la célebre
+escuela de los Colonias, rama de fecunda sávia desgajada del poderoso
+tronco del norte por el ilustre prelado D. Alonso de Cartagena, y
+convertida en árbol lozano y pomposo cuando en las guerras por la
+posesion de Italia, por el dominio del Imperio de Alemania y por la
+preponderancia en Europa, se contagiaba del nuevo gusto estrangero el
+católico Cárlos V.</p>
+
+<p>No teníamos el luteranismo que dejaba desiertos en Francia los templos
+católicos y los talleres de los artífices criados á su sombra; tampoco
+abundancia escesiva de catedrales y otros edificios religiosos; al
+contrario, los cabildos, los prelados, los príncipes, rivalizaban en la
+ereccion de templos suntuosos. Del siglo XV y principios del XVI son las
+catedrales de Astorga, de Calahorra, de Coria, de Gerona, de Huesca, de
+Plasencia, de Sevilla, lo mejor y principal de las de Burgos, Toledo,
+Valencia y Salamanca, muchos notabilísimos conventos, iglesias,
+colegiatas, colegios y seminarios, y tambien gran número de lonjas,
+casas de diputacion y de ayuntamiento, audiencias y otros edificios de
+arquitectura civil. Los cabildos catedrales se disputaban la posesion de
+los Egas, de los Hontañones, de los Badajoz, de los Alavas, de los
+Comptes: cuando no podian lograr los servicios esclusivos de estos
+hombres privilegiados, se contentaban con que revisasen y reconociesen
+sus fábricas, diesen trazas para mejorarlas, y dejasen en ellas cuál una
+torre, cuál un retablo, cuál una portada. Y sin embargo fué preciso
+ceder al nuevo torrente y adoptar la arquitectura exótica.</p>
+
+<p>Verificóse esta trasmutacion casi sin intervencion de artistas
+estrangeros, modificando gradualmente los naturales primero la parte
+decorativa, luego la reparticion de sus construcciones; y á esta
+circunstancia, sea dicho de paso, debemos atribuir tal vez la fusion que
+en nuestros edificios civiles de la primera mitad del siglo XVI se
+advierte de los dos estilos italiano y gótico, á diferencia de lo que se
+observa en el renacimiento francés, obra esclusiva de italianos ó de
+franceses educados con ellos. Enrique Egas, el hijo del famoso Anequin
+Egas, maestro flamenco de la catedral de Toledo, y Pedro de Ibarra,<a name="page_300" id="page_300"></a>
+arquitecto de un obispo de Salamanca, daban muestras evidentes de
+conocer la arquitectura greco-romana en insignes obras anteriores á la
+primer construccion francesa del nuevo estilo<a name="FNanchor_377_380" id="FNanchor_377_380"></a><a href="#Footnote_377_380" class="fnanchor">[377]</a>, en las cuales se
+advertia ya el principio de la escuela que estaban llamados á
+desarrollar con tanta gloria Pedro de Machuca, Alonso de Covarrubias,
+Diego Siloe y otros igualmente españoles: «un no sé qué, dice
+oportunamente Llaguno, parecido á las pequeñas nubes que en dia claro
+suelen anunciar la mutacion del tiempo.»</p>
+
+<p>Eran los principales caractéres de este nuevo estilo el arco de medio
+punto ó de plena cimbra, que acababa de reconquistar su absoluta
+preeminencia; los cinco órdenes antiguos, mas ó menos modificados en
+algunas molduras y en sus proporciones; los follages, los vástagos
+espirales, los grotescos con animales reales ó fantásticos, dispuestos á
+la manera de los arabescos antiguos, y aplicados á los entablamentos, á
+las pilastras, á los frisos, á los tableros; la mezcla de órdenes,
+sobrepuestos unos á otros, los revestidos de mármoles, los medallones,
+las columnas balaustradas, etc.<a name="FNanchor_378_381" id="FNanchor_378_381"></a><a href="#Footnote_378_381" class="fnanchor">[378]</a> Y para que fuese mas evidente que
+el antiguo estilo gótico no habia sido completamente derrotado,<a name="page_301" id="page_301"></a> sino
+que habia de grado cedido el campo al italiano, los arquitectos
+españoles del siglo XVI conservaron muchas veces en las portadas
+formadas con los órdenes antiguos las andanas de estatuitas con sus
+afiligranadas repisas y marquesinas, y en los macizos y entrepaños
+aquellos filetes perpendiculares y enlazados con circulitos trebolados y
+losanges, que cubrian en la decadencia del arte ojival los miembros de
+mayor resistencia imitando ajimeces ornamentales y caprichosos
+enrejados.</p>
+
+<p>Volviendo ahora á nuestra catedral de Córdoba, que vimos salir de
+cimientos en el año 1523, es decir, cuando ya Enrique Egas, Pedro de
+Ibarra y otros maestros habian iniciado en las construcciones civiles la
+manera ultramontana, y proseguir lenta y trabajosamente hasta los
+primeros años del siglo XVII, esto es, hasta la época de la decadencia
+de nuestra arquitectura, ya facilmente sospechará el lector que vamos á
+encontrar dentro de ella todos los caractéres buenos y malos, todas las
+huellas de las diferentes trasformaciones de nuestro gusto artístico,
+desde las elegantes proporciones dadas al estilo plateresco por
+Cristóbal de Andino, Juan de Badajoz, Machuca, Covarrubias, Siloe y
+Borgoña, hasta las frias, secas y pesadas invenciones de los imitadores
+de Juan de Toledo, Herrera, Vega, Becerra, Bustamante y Villalpando.
+Porque son dos los estilos que se dividen el siglo XVI en España: el
+primero es el <i>plateresco</i>, formado y cultivado casi esclusivamente por
+artistas españoles bajo el reinado de Cárlos V, el cual se perpetúa
+hasta dentro del reinado de Felipe II, y al que se deben, entre muchos
+edificios justamente célebres, el bellísimo claustro del monasterio de
+Sta. Engracia de Zaragoza, trazado por Tudelilla; el monasterio y templo
+de S. Miguel de los Reyes de Valencia, obra de Covarrubias y Vidaña; la
+preciosa fachada principal del alcázar de Toledo, del mismo Covarrubias
+y de Enrique Egas; la capilla del Salvador de Úbeda, y el palacio del
+comendador mayor Cobes, secretario de Cárlos V, obra de los Valdeviras
+de Sevilla; la casa de ayuntamiento de esta ciudad, de autor
+desconocido; el famoso claustro de S. Zoil de Carrion y la fachada del
+convento real de S. Marcos de Leon de la órden de Santiago, ideados por
+Juan de Badajoz, etc. Muchos de estos edificios compiten por la gracia,
+la originalidad y el esquisito gusto y conclusion de sus decoraciones,
+con los mas afamados que en sus respectivas naciones construyeron
+Serlio, Alberti, Bramante,<a name="page_302" id="page_302"></a> el Rosso, el Primaticio, Filiberto Delorme,
+Pedro Lescot y Juan Bullant. El segundo estilo, de tal manera
+identificado con el espíritu de gravedad y de misticismo austero que
+caracteriza á la política y gobierno de Felipe II, que no parece sino
+que el arte quiso simbolizarlo, es el llamado <i>greco-romano</i>, debido á
+la revolucion que acababa de hacer en la arquitectura el genio altivo,
+osado y un tanto sombrío de Miguel Angel, sustituyendo á los órdenes
+acumulados y sobrepuestos del estilo del renacimiento un órden único y
+colosal en cada edificio, y proscribiendo como futilidades pueriles los
+follages, grotescos, estípites, candelabros y demas adornos prodigados
+por los adeptos de aquel. Comienza este severo y desnudo estilo á dar
+indicios de su existencia en España con las construcciones de Gaspar de
+Vega en Uclés y en Madrid, y las del P. Bustamante en Toledo, notables
+por su gran sencillez y pureza de líneas, mas no se desarrolla
+plenamente hasta la época en que para la construccion del Escorial, cuna
+y escuela futura de esclarecidos artistas, trae Felipe II de Italia á
+Juan de Toledo y suscita al renombrado Juan de Herrera, elevándole en su
+munífica proteccion á tanta altura, que se le miró como el grande astro
+del arte destinado á iluminar todos los ángulos de la Península,
+creyéndose de buena fé que antes de recibir su claridad habia dormido
+España en las tinieblas de la ignorancia. La ocasion que tuvieron
+nuestros vireyes y gobernadores en Nápoles y Milan de conocer á
+arquitectos italianos de mérito, contribuyó tambien poderosamente á que
+algunos de estos, como Benvenuto, Juan Bautista Castello, Francisco
+Sissoni, Felipe Trezzo y los Antonellis, viniesen á nuestras ciudades á
+reforzar, digámoslo así, la invasion de las ideas de Vignola y Miguel
+Angel. De ambos estilos, plateresco y greco-romano, participa pues en su
+construccion y decoracion la catedral que vamos describiendo, si bien su
+primer arquitecto, Hernan Ruiz el Viejo, ideó sin duda alguna erigirla
+con arreglo al sistema gótico, que en su tiempo se consideraba todavía
+como el mas adecuado para los templos del cristianismo. Reconócese desde
+luego esta intencion en la forma ojival de sus arcos torales, y si no
+presentan este mismo carácter su presbiterio, su cúpula elíptica y su
+coro, es porque, como dejamos indicado, estas partes y su ornamentacion
+no se obraron hasta mucho despues de haber muerto aquel eminente
+artista. La decoracion de la catedral en rigor pertenece casi
+esclusivamente á los tiempos<a name="page_303" id="page_303"></a> del rey D. Felipe III, que, como nadie
+ignora, fueron de visible decadencia en todo respecto de los tiempos
+anteriores.</p>
+
+<p>El presbiterio está formado por cuatro grandes arcos de medio punto, dos
+á cada lado, decorados con follagería de estuco y otros adornos con
+filetes dorados, entre los cuales se ven dos grandes escudos de España
+con las insignias y timbres imperiales. Sobre estos arcos corre una
+pequeña columnata con su arquitrabe y con arquitos ornamentales en los
+intercolumnios formando una hilera de hornacinas, y luego un
+entablamento de gran trabajo, en cuya faja inferior hay una inscripcion
+que dice el tiempo en que se acabó la obra de la capilla mayor. A cierta
+distancia de la cornisa se levanta á cada lado un cuerpo compuesto de
+tres arcos, el del medio remontado, que sirve de ventana, y los otros
+dos adintelados, en los cuales se ven cuadros que al parecer representan
+hechos de la vida de S. Fernando. Todos tienen su correspondiente
+cornisamento sostenido de columnas jónicas estriadas, con los pedestales
+al aire cargando en sendas repisas. Encima de cada arco hay una
+lumbrera, con que se llena el lienzo del testero, y á cada lado un
+nicho. Esta misma decoracion ocupa la parte que media desde el
+cornisamento hasta la bóveda de los frentes de la nave del crucero. La
+bóveda de la capilla es cuadrangular rebajada. De sus cuatro ángulos
+parten manojos de baquetones interrumpidos á trechos por círculos ó
+medallones con bustos de varios santos: mezcla de estilos que produce
+una decoracion pesada y de mal efecto. Las bóvedas de la nave del
+crucero son semejantes á esta, y estan igualmente decoradas con
+baquetones góticos. Los dos testeros del crucero que cortan las naves
+principales de la mezquita ofrecen una ornamentacion mixta de plateresco
+y sarraceno: redúcese á dos robustos arcos cubiertos de follagería en
+las molduras de sus archivoltas, descansando en cornisas sostenidas por
+columnas, con otros dos encima ornamentales, sobre los cuales corre una
+ancha faja de arquitos entrelazados. Del medio de esta faja baja otra
+perpendicularmente hasta el suelo, dejando un arco á cada lado con su
+arco ciego encima, y encerrándolos á manera de arrabá. En la faja
+perpendicular se ve una imágen sostenida en una peana cuya base es una
+columna de jaspe, y debajo de una marquesina gótica muy labrada que
+descansa en dos columnitas espirales. Sobre la marquesina hay un
+recuadro con un escudo, y en los tímpanos de los arcos ciegos que hemos
+mencionado, adornos de<a name="page_304" id="page_304"></a> arquitos angrelados entrelazados al gusto
+sarraceno. Los lados que abren paso á las naves trasversales de la
+mezquita presentan una combinacion muy feliz y graciosa de los estilos
+árabe y plateresco, pues subsisten en ellos tres antiguos arcos de
+herradura con sus arcos remontados encima, arrancando de las lindas
+pilastras que entre uno y otro estan como suspendidas en el aire; y
+sobre los tres arcos abiertos voltea un grande arco ornamental de medio
+punto, cuyo tímpano llena una greca de filetes perpendiculares con
+lacería angrelada en el centro<a name="FNanchor_379_382" id="FNanchor_379_382"></a><a href="#Footnote_379_382" class="fnanchor">[379]</a>.</p>
+
+<p class="figcenter">
+<img src="images/ill_304.jpg" width="616" height="435" alt="Dibº del natl y litª por F. J. Parcerisa.
+Lit de J Donon.
+INTERIOR DE LA CATEDRAL DE CÓRDOBA." title="INTERIOR DE LA CATEDRAL DE CÓRDOBA"
+style="padding:2%; border:3px double black;" />
+<br />
+<span class="caption"><small>Dibº. del nat.l y litª. por F. J. Parcerisa</small> <span style="margin-left: 10%;"><small>Lit. de J. Donon, Madrid.</small></span><br /><br />
+INTERIOR DE LA CATEDRAL DE CÓRDOBA.</span>
+</p>
+
+<p>Dijimos que los arcos torales estaban labrados á la manera gótica; pero
+aun en su misma ornamentacion se advierte la mano bastarda del arte
+moderno, porque si bien sus baquetones lisos y de aristas, sus funículos
+y sus relevadas cenefas de hojas y animales, forman como un haz vistoso
+de cañas, cuerdas, y tallos cuajados de flores, las claves de los del
+presbiterio y coro estan enmascaradas con feas cartelas de forma
+elíptica recargadas de adornos de mal gusto. Sostienen estos arcos
+torales una cúpula oval con su cornisa de mútulos y friso adornado de
+festones pendientes. Tanto la cúpula como las pechinas estan cuajadas de
+recuadros, medallones, festones, cartelas, y hasta estátuas de todo
+bulto. Dan luz á aquella ocho espaciosas lumbreras.</p>
+
+<p>El coro está decorado en su parte superior de una manera muy poco
+adecuada para un templo. Su bóveda es de cañon, atravesada por cuatro
+grandes lunetos, entre los que se ven cariátides pareadas que la
+sostienen. Adornan su parte central en toda su longitud estátuas de
+santos colocadas en recuadros de estuco, con florones y otros adornos en
+los intermedios. Entre los ángulos que forman los lunetos hay estátuas,
+colocadas tambien en recuadros sostenidos de niños ó genios, de músculos
+hercúleos y carnes superabundantemente nutridas, con escudos del obispo
+Reinoso. Bajo cada luneto hay una gran ventana con jambaje y dintel
+correspondiente á lo demas de la fábrica, y sobre los dinteles campean
+escudos del prelado D. Leopoldo de Austria, tio del emperador. Por la
+parte inferior de las ventanas corre á alguna distancia un cornisamento
+cuyo friso está adornado de follagería con medallones de muy alto
+relieve á trechos; debajo hay en<a name="page_305" id="page_305"></a> cada lado tres arcos ojivales
+figurados, y en su vano estan abiertos otros algo menores de medio
+punto, que dan salida á las tribunas. El tímpano entre ambos arcos está
+lleno de adornos formando cenefa. Entre los arcos hay en cada machon dos
+estátuas, una sobre otra al modo gótico, la superior bajo su
+afiligranada marquesina y descansando en su peana, que sirve á la
+inferior de doselete. La luz escesiva de aquellas anchas ventanas, la
+abundancia de los estucos y dorados, la presencia inoportuna de aquellas
+cariátides y genios, dan á esta parte del templo un aspecto profano, mas
+propio de una galería ó aula régia que de un coro de canónigos. Y aun
+prescindiendo de su destinacion, como obra artística es á nuestros ojos
+lo menos feliz de la gran catedral cordubense.</p>
+
+<p class="figcenter">
+<img src="images/ill_349.jpg" width="414" height="626" alt="INTERIOR DE LA CATEDRAL DE CÓRDOBA." title="INTERIOR DE LA CATEDRAL DE CÓRDOBA."
+style="padding:2%; border:3px double black;"
+ />
+<br />
+<span class="caption">INTERIOR DE LA CATEDRAL DE CÓRDOBA.</span>
+</p>
+
+<p>Pero donde resulta todavía mas disonante la reunion de estilos de
+diversas épocas y de opuestos sistemas, es fuera del buque de la nueva
+catedral, en la sexta nave principal de la antigua mezquita, cortada en
+una estension de trece naves trasversales para formar el trascoro. Abre
+paso á este un grande arco de herradura, primorosamente cuajado de labor
+gótica relevada, en su archivolta y en su intrados, y despues de
+atravesarle se halla uno debajo de una bien perfilada bóveda ojival del
+siglo XVI. Otro grande arco gótico, levemente apuntado, adornado de
+molduras, cenefas y funículos, sobre pilares ornados de treboles,
+cenefas y columnillas platerescas de estrías espirales en la parte baja
+de su fuste, conduce á la fachada posterior del coro. Esta fachada ya no
+es ni árabe, ni gótica, ni plateresca; como de la época en que se
+terminaba la gran fábrica del <i>Escorial</i>, es puramente de aquel estilo
+greco-romano desnudo y severo que estaba allí en boga, practicado por
+Francisco de Mora, el discípulo predilecto de Herrera, y que era tambien
+muy del gusto de Diego de Praves, quien pudiera quizá ser su autor<a name="FNanchor_380_383" id="FNanchor_380_383"></a><a href="#Footnote_380_383" class="fnanchor">[380]</a>.
+La obra es toda de piedra franca: compónese de dos cuerpos, el inferior
+de ocho columnas dóricas estriadas y pareadas. Las del centro, entre las
+cuales se ven algunos recuadros resaltados,<a name="page_306" id="page_306"></a> sostienen el segundo
+cuerpo, formado por dos columnas jónicas, tambien estriadas, con su
+correspondiente cornisamento y fronton triangular, sirviendo de templete
+á una estátua del tamaño natural de S. Pedro sentado en actitud de
+bendecir. Entre las columnas del centro y laterales del cuerpo inferior
+estan los postigos del coro, de arco adintelado, con cornisa dórica
+arquitrabada, sobre la cual carga un óvalo de jaspe azul sostenido por
+genios, y un fronton triangular afianzado con mútulos. Del mismo estilo
+que esta fachada es la entrada principal al trascoro, que está enfrente,
+con un grande arco central de diez y seis piés de luz flanqueado de
+hermosas pilastras dóricas, las cuales sostienen un cornisamento del
+mismo órden, con un ático que sirve de base á un segundo cuerpo de arcos
+adintelados y columnas jónicas estriadas, rematando el conjunto en un
+tercer cuerpo de arcos y pilastras pareadas. No deja de producir efecto
+en el ánimo esta composicion en cierto modo grandiosa, sea que realmente
+exista en esta arquitectura el mérito que sus apasionados le atribuyen,
+ó sea que en sus no interrumpidas y desnudas líneas descanse con placer
+la vista despues de fatigada con la recargada decoracion de los estilos
+gótico-florido y plateresco. Continuando nuestro paseo por el trascoro,
+atravesaremos ahora por debajo de otro grande arco ojival, compañero al
+que nos sirvió de ingreso al tramo de las dos portadas greco-romanas,
+cubierto por la alta bóveda plateresca del coro, y volveremos á entrar
+en la nave baja que circuye el gran buque de aquel, cubierta como
+dejamos dicho de bóveda ojival del siglo XVI<a name="FNanchor_381_384" id="FNanchor_381_384"></a><a href="#Footnote_381_384" class="fnanchor">[381]</a>. Nos hallamos en el<a name="page_307" id="page_307"></a>
+ángulo S-O. de la catedral nueva, y tenemos enfrente la fachadita
+esterior del norte de la capilla de Villaviciosa, toda encerrada en un
+arco de herradura, en cuya archivolta labró el genio paciente y
+minucioso del renacimiento español veintidos compartimentos cuajados de
+lindas figuritas en sus correspondientes nichos. Los galanos arreos del
+renacimiento, empleados con sobriedad, hacen muy buena mezcla con las
+líneas de la primera arquitectura árabe: así tambien los tres arcos de
+herradura que presentan en ambos lados los brazos del crucero, llevan
+con bellísimo efecto en sus archivoltas una cenefita de hojas gótica,
+que no parece sino la marca de bautismo puesta al arte musulman por el
+arte cristiano al prohijar una de sus mas graciosas invenciones. La
+fresca y sencilla corona de azahar que ciñe la frente de la jóven
+desposada, no tiene mas encanto y mas poesía que esa angosta cenefa en
+aquellos garbosos arcos, limpios y desnudos de todo ornato, restos de un
+monumento que puede considerarse como la creacion mas gallarda y robusta
+del genio islamita en España.</p>
+
+<p>Las arquerías de la antigua Aljama que no alcanzaron el privilegio de
+entrar en el recinto de la gran cruz que forma la planta de la catedral,
+no por esto dejan de contribuir á una bellísima perspectiva desde el
+interior; el dicho vulgar de que la mezquita de Córdoba parece un bosque
+de piedra nunca es mas exacto que cuando registra la vista las largas
+calles en que estan dispuestas sus numerosas columnatas, mirando por los
+gigantescos arcos del presbiterio y del crucero<a name="FNanchor_382_385" id="FNanchor_382_385"></a><a href="#Footnote_382_385" class="fnanchor">[382]</a>. Esta perspectiva
+sería infinitamente mas vistosa si se conservasen los preciosos alfarges
+árabes que cubrieron las naves hasta los primeros años del siglo pasado,
+en que por no hacer el debido aprecio del artesonado<a name="page_308" id="page_308"></a> antiguo, se
+sustituyó el embovedado de mal gusto que hoy tienen<a name="FNanchor_383_386" id="FNanchor_383_386"></a><a href="#Footnote_383_386" class="fnanchor">[383]</a>.</p>
+
+<p>Pasamos por alto la descripcion de muchas cosas que como obras del arte
+no podemos elogiar, ni aisladamente, ni en su relacion con el edificio:
+tales son, el retablo de la capilla mayor, en que solo nos es dado
+encarecer el escelente trabajo manual de los jaspes en sus lechos y
+juntas, superficies planas y molduras; el tabernáculo, en que solo
+admiramos el perfecto ajuste y bruñido de los mármoles; los púlpitos de
+Verdiguier, <i>borrominescos</i>, y no obstante grandiosos; últimamente la
+sillería del coro, obra del escultor D. Pedro Duque Cornejo, recargada
+de adornos, estatuitas y medallones del estilo amanerado que privaba en
+la segunda mitad del siglo XVIII, con su elevada silla episcopal llena
+de figuras de gran tamaño, composicion en alto grado churrigueresca. Y
+sin embargo de merecer poco encomio como objetos artísticos, no puede
+negarse que la sillería del coro con su profusa talla, los púlpitos de
+caoba con sus grupos de pulido mármol al pié, el tabernáculo con sus dos
+cuerpos y cúpula de variados jaspes, y el retablo con su séria riqueza,
+forman un conjunto magestuoso, augusto, lleno de pompa, realzados con el
+oro prodigado en toda la arquitectura del templo, con la espaciosa
+escalinata del presbiterio, con las losas de Génova del pavimento, con
+las verjas, postigos y balaustradas de bronce, con la gran lámpara de
+plata que pende en la capilla mayor, y el altar calado de bronce y
+plata, cuando antes de analizar una por una las partes de la moderna
+catedral, se percibe de golpe la primera impresion producida, no por las
+formas, sino por la nobleza de la materia.</p>
+
+<p>Hemos querido presentar en un cuadro general la marcha del arte en todo
+el siglo XVI para que resultase mas fácil la clasificacion filosófica de
+los diferentes estilos que en la obra de la nueva catedral se advierten.
+Ahora, continuando la interrumpida historia cronológica de las capillas
+y demas obras, cada cual podrá formarse idea de su carácter
+arquitectónico con solo tener presente la época de su edificacion.</p>
+
+<p>El obispo D. Fr. Juan de Toledo, á quien hemos visto promover con ardor
+la obra del nuevo crucero desde el segundo año de su inauguracion,<a name="page_309" id="page_309"></a> ya
+que no podia dejar un recuerdo de lo que alcanzaba la composicion
+arquitectónica de su época dentro del templo, por hallarse este apenas
+comenzado, quiso dejarlo en su portada principal mirando al átrio, y
+quizás con este intento mandó construir el cuerpo de piedra que hoy
+existe sobre el arco llamado <i>de las bendiciones en la Puerta de las
+Palmas</i>, que dá ingreso á la nave central y mayor de la mezquita
+primitiva<a name="FNanchor_384_387" id="FNanchor_384_387"></a><a href="#Footnote_384_387" class="fnanchor">[384]</a>. Reconócese en esta obra á la primera ojeada la
+arquitectura del tiempo de Cárlos V, aun sin necesidad de leer la
+inscripcion dedicatoria del referido prelado á la salutacion angélica de
+nuestra Señora, que ocupa en ella un lugar muy preferente. Sobre el
+grande arco de herradura de la puerta árabe se labró á modo de tejaroz
+una cornisa saliente sostenida en modillones e molduras horizontales,
+muy juntos y con un escudito en su frente, y sobre esta cornisa se
+levantó á guisa de espadaña un paralelógramo rectángulo con dos
+pilastrones ó antas á los lados, decoradas en su grueso de floroncillos
+de relieve. En la parte alta de este cuerpo rectangular hay dos nichos,
+entre columnas balaustradas, sobre grandes repisas de follagería con
+ancho tablero, unidas entre sí por una imposta. Descansa sobre las
+columnas un arquitrabe con su cornisa, que sobresale de la cornisa
+general; ocupan los nichos las imágenes de nuestra Señora en el misterio
+de la Anunciacion, y el ángel Gabriel, y sobre el centro de la imposta
+que une las dos repisas descansa un jarron de azucenas. En la parte baja
+se ve un escudo con las armas del prelado, y á los lados dos cartelas de
+elegante forma con la inscripcion siguiente: «<i>Hoc Sacrum opus angelicæ
+salutationis divæ Mariæ Virgini dicatum, Frater Joannes á Toleto
+sculpendum curavit, episcopatus sui anno decimo, nativitatis vero domini
+nostri MDXXXIII.</i>» Sirve de remate á este cuerpo una hilera de escudos y
+balaustres á modo de jarrones.</p>
+
+<p>Capilla de <i>S. José</i> y <i>Sta. Úrsula</i>. La erigió á levante el canónigo D.
+Alonso Sanchez Dávila entre la antigua de nuestra Señora de la
+Concepcion y una puerta, en el año 1550, tomando el tramo veintitres de
+la última nave principal.</p>
+
+<p>Capilla de la <i>Resurreccion</i>. Fué fundada, no se sabe precisamente en
+qué año, por el prior y familiar del obispo D. Leopoldo de Austria, el
+aleman D. Matías Muitenhoamer, que murió en 1569 y yace<a name="page_310" id="page_310"></a> enterrado en
+ella. Ocupa un pequeño espacio al levante entre el postigo del
+<i>Sagrario</i> y la capilla de los <i>Stos. Acisclo</i> y <i>Victoria</i>.</p>
+
+<p>Capilla de la <i>Asuncion de nuestra Señora</i>. Es fundacion del
+maestrescuela D. Pedro Fernandez de Valenzuela, quien la labró en 1554
+al otro lado del postigo del <i>Sagrario</i>.</p>
+
+<p>Capilla del <i>Espíritu Santo</i>, ó de los <i>Obispos</i>. El arcediano de
+Córdoba D. Francisco de Simancas, en nombre de su hermano D. Diego
+Simancas, obispo de Ciudad-Rodrigo y electo de Badajoz, acudió al
+cabildo representando que deseaba fundar y dotar una capilla para su
+entierro y el de sus padres, cuyos cuerpos habian estado depositados en
+otra debajo de la de los Reyes. Pedia al efecto que se le señalase sitio
+para labrarla, y el cabildo en 4 de setiembre de 1568 concedió la
+capilla y señaló para ella el espacio de una puerta del muro de levante
+que quedaba entre la <i>antigua de la Concepcion</i> y otra titulada de la
+<i>Expectacion</i>, fundada á mediados del siglo XIII por el chantre D. Pedro
+Hoces. Hízosele esta concesion <i>con tanto</i> (dice el acta capitular) <i>que
+se cierre la puerta en manera, que por fuera de la dicha iglesia se
+quede muy formada y señalada</i>. Así se cumplió; hoy sin embargo, por de
+fuera, no se ven de la puerta árabe que entonces se tapió mas que las
+jambas: el gallardo arco de herradura está sin duda sepultado, con los
+ajimeces que tendria probablemente á cada lado en la parte superior,
+bajo las gruesas capas de cal y ocre con que el moderno vandalismo ha
+presumido hermosear todos los antiguos monumentos de España. La capilla
+de que hablamos se llama tambien de los <i>Obispos</i> por estar sepultados
+en ella el mencionado D. Diego Simancas, y su hermano D. Juan, obispo de
+Cartagena en Indias<a name="FNanchor_385_388" id="FNanchor_385_388"></a><a href="#Footnote_385_388" class="fnanchor">[385]</a>.</p>
+
+<p>Quizás no estaba acabada esta capilla cuando á fines de diciembre del
+año 1569 se aderezaba con toda premura para que sirviese de salon de
+córtes la Sala Capitular, que, como queda dicho en su lugar
+correspondiente, se hallaba establecida en la capilla de S. Clemente,
+fundada por el rey S. Fernando<a name="FNanchor_386_389" id="FNanchor_386_389"></a><a href="#Footnote_386_389" class="fnanchor">[386]</a>. Diremos sumariamente por qué iban á
+reunirse aquí las córtes del reino.</p>
+
+<p>La parte meridional de la herencia de Cárlos V atravesaba uno de<a name="page_311" id="page_311"></a> sus
+mas dificultosos períodos. Balanceábase magestuosa en un mar lleno de
+escollos la nave del Estado regida por la inflexible mano de Felipe II,
+cuya severidad escesiva embravecia los ánimos de los hereges flamencos y
+traía alterados y en declarada rebelion á los moriscos granadinos.
+Personificacion terrible de la autoridad y de la razon de estado, reunia
+este monarca, como condiciones para reconstituir con la fuerza la
+disuelta union de la cristiandad, al celo religioso el arte de
+sacrificar á la política todo humano instinto. Del pantano de sangre en
+que habia convertido los Paises-Bajos, revolvia ahora amenazante hácia
+la parte donde retoñaba bajo la influencia otomana el peligroso
+proselitismo islamita. Córdoba y Sevilla le preparaban arcos triunfales
+y emblemáticas adulaciones aunque le sospechaban parricida: temianle las
+mismas ciudades ortodoxas que defendia, y es de creer que al recibirle
+en su Puerta Real la reina del Guadalquivir, de mejor gana que el
+Parnaso y el coro de Helicona<a name="FNanchor_387_390" id="FNanchor_387_390"></a><a href="#Footnote_387_390" class="fnanchor">[387]</a>, le hubiera presentado alguna otra
+alegoría mas acomodada á sus empresas; por ejemplo, el carro triunfal de
+la España católica conducido hácia la gran fantasma de la monarquía
+universal, llevando por guiones la <i>Inquisicion</i> y el <i>Consejo de
+justicia</i><a name="FNanchor_388_391" id="FNanchor_388_391"></a><a href="#Footnote_388_391" class="fnanchor">[388]</a>, por un campo lleno de hogueras, destrozos, poblaciones
+asoladas, familias diezmadas y despavoridas; sobre el carro la Fé
+católica desfigurada y abatida, condenada por el rey á un triunfo
+forzado, y en torno por el aire, en vez de divinidades protectoras y
+genios, de una parte el espantable espectro del príncipe D. Cárlos, de
+otra los de los malhadados condes de Egmont y de Horn acaudillando una
+interminable legion de indignadas sombras. Como quiera que fuese, las
+dos principales ciudades de Andalucía rivalizaban en la manera de
+obsequiarle y de granjearse su sonrisa, porque aunque los hereges
+vencidos le llamasen el <i>demonio del mediodia</i>, el poderoso clero de
+España le llamaba el <i>piadoso</i> y el <i>prudente</i>, y aunque<a name="page_312" id="page_312"></a> la nacion se
+empobrecia, y se dejaba arrebatar los últimos restos de sus antiguos
+fueros y libertades, la aparente riqueza de las Américas la alucinaba, y
+las gloriosas hazañas de D. Juan de Austria, del duque de Alba, del de
+Parma y del de Saboya, entretenian su imaginacion aventurera. Que entre
+los moriscos de la Alpujarra y del Albaicin y el Imperio turco habian
+mediado tratos, era cosa indudable. Pudo Selim II dejar á los de Granada
+comprometidos, sin mas apoyo que el que les mandó el rey de Argel; pero
+de todos modos el rey católico obró con cordura y como agente
+providencial al dar una importancia máxima á aquella insurreccion,
+puesto que era un anuncio de la grande amenaza que al año siguiente le
+iba á arrastrar á un combate glorioso contra el turco, y porque contra
+ella iba á ensayar su militar pericia el glorioso jóven destinado á
+hundir la arrogancia de la media luna en las aguas de Lepanto. Además,
+entre las fuerzas del rebelde Aben Humeya habia considerable número de
+otomanos y socorros cuantiosos de Berbería, capitanes prácticos en su
+manera particular de hacer la guerra, armas y vituallas en abundancia.
+Veía por otra parte el rey que la reunion de gente y de provisiones se
+hacia muy despacio, y pareciéndole que con acercarse él mas al reino de
+Granada daria mas eficaz impulso á las ciudades y señores, y que con la
+fama y autoridad de su venida andarian mas retenidos los príncipes de
+Berbería en dar auxilios, resolvió pasar á Andalucía y llamar córtes en
+Córdoba para dia señalado, convocando á los procuradores de las ciudades
+y mandando disponer aposentos.</p>
+
+<p>Sabido es lo que eran las córtes en España bajo la casa de Austria. La
+guerra de los <i>comuneros</i> habia sido la última llamarada deslumbradora
+de la antigua representacion nacional: despues de ella nada quedó del
+principio democrático, nada de la independencia nobiliaria, nada del
+predominio del alto clero. Lo que ahora se llamaba córtes era la reunion
+de diez y ocho ó veinte diputados para aprobar cuanto mandaba el rey. No
+debe por lo tanto estrañarse que una sala capitular de sesenta piés de
+longitud se considerase parage muy adecuado para celebrar sus córtes el
+reino con toda comodidad y decoro. Preparóse para aposento del rey el
+palacio del obispo, pasando este su habitacion al hospital de S.
+Sebastian, que pidió al cabildo, trasladando los enfermos al de Anton
+Cabrera; y para que S. M. pudiera ir desde el templo á su palacio sin
+que le importunase el gentío,<a name="page_313" id="page_313"></a> se engalanó como era regular el pasadizo
+por donde los reyes árabes se trasladaban de uno á otro edificio. En la
+puerta del Perdon aderezó el cabildo un altar con una imágen de nuestra
+Señora y una reliquia. Tambien la ciudad se esmeró en disponer un
+recibimiento digno del augusto huésped y de su corte. Hizo blanquear la
+torre de la Puerta Nueva, por donde debia entrar el rey, y lo mismo
+todas las otras torres vecinas y parte de muralla que desde allí se
+descubren. Ensanchó considerablemente la puerta, renovó la imágen grande
+de nuestra Señora que estaba encima, y puso en lo alto de la torre un
+escudo con las armas reales y dos con las de la ciudad á los lados. En
+la <i>Corredera</i>, que es la plaza principal, por donde habia de pasar
+igualmente la regia comitiva, acababa de hacer construir el corregidor
+D. Francisco Zapata de Cisneros, conde de Barajas, una hermosa fuente de
+jaspes encarnados y negros, de tres cuerpos con pilon ochavado y dos
+tazones de elegante forma, que llamó despues la atencion del rey. Llegó
+el dia señalado para la entrada, lunes 20 de febrero: ya el viernes
+antes habia hecho la suya el cardenal Espinosa con muy solemne
+recibimiento. Ahora la Puerta Nueva estaba lujosamente revestida con los
+paños del cabildo concejil, de terciopelo carmesí y amarillo, bordadas
+en medio las armas de la ciudad; al lado derecho habia un dosel de
+brocado, muy espacioso para que debajo de él pudiera situarse el rey á
+caballo á prestar su juramento de guardar á la ciudad sus preeminencias
+y libertades; habia tambien muchos tablados, ricamente guarnecidos, para
+las damas ansiosas de presenciar tan solemne acto; todas las calles de
+la carrera estaban colgadas vistosamente, y por último tenia preparados
+la ciudad seis castillos con grandes luminarias para despues de
+anochecer, á mas de las caprichosas iluminaciones de las casas
+particulares, muchas de las cuales debieron malograrse con el aguacero
+que descargó aquella noche misma desde las nueve en adelante<a name="FNanchor_389_392" id="FNanchor_389_392"></a><a href="#Footnote_389_392" class="fnanchor">[389]</a>. Salió
+la ciudad á recibir á Felipe II, vestidos los jurados de amarillo con
+ropones de terciopelo verde y vueltas de raso amarillo, los
+veinticuatros de blanco con ropas de terciopelo<a name="page_314" id="page_314"></a> carmesí y vueltas como
+el vestido, sus maceros delante con ropas de damasco carmesí: todos
+cabalgando. Apeáronse en el campo del Marrubial, y cuando llegó el rey,
+uno á uno le fueron besando la mano. Lo mismo hicieron el obispo y el
+cabildo eclesiástico, con el entretenimiento consiguiente á la gran
+muchedumbre de gente de á pié y á caballo que allí habia acudido.
+Prosiguiendo luego el rey su entrada, al llegar á la puerta de la ciudad
+se situó bajo el dosel que le estaba preparado, prestó su juramento,
+entró despues bajo el palio de brocado que tenian enfrente el corregidor
+y otros veinticuatros, y tomando con su numeroso y lucido cortejo la
+calle derecha, llegó á S. Pedro, se enderezó á la Corredera, subió los
+Marmolejos arriba, bajó por la calle de la Feria, y salió por la
+platería al ángulo S-E. de la iglesia mayor<a name="FNanchor_390_393" id="FNanchor_390_393"></a><a href="#Footnote_390_393" class="fnanchor">[390]</a>. Recorriendo toda su
+fachada oriental, se apeó en la puerta del Perdon, donde le esperaban ya
+á pié el obispo con asistentes y diáconos, la procesion de todo el clero
+y cruces de las parroquias, y los prebendados con sobrepellices y capas
+de brocado. Arrodillóse ante el altar que allí se habia colocado, el
+cardenal le dió el agua bendita, el obispo le dió á besar la reliquia, y
+entonando la música el responsorio <i>elegit Deus</i>, caminó la procesion al
+altar mayor antiguo, donde dijo el obispo las oraciones que previene el
+Pontifical y dió la bendicion solemne al rey, á la ciudad y á la corte.
+Era este obispo D. Cristóbal de Rojas y Sandoval, que estaba en esta
+misma época grandemente consagrado á dar impulso á la obra del nuevo
+crucero, como dijimos en su lugar oportuno.<a name="FNanchor_391_394" id="FNanchor_391_394"></a><a href="#Footnote_391_394" class="fnanchor">[391]</a></p>
+
+<p>Acudieron á Córdoba además de los procuradores de las ciudades, muchos
+señores y caballeros de toda Andalucía, con no pocos personages notables
+de la corte. El rey se detuvo dos meses tomando con sus córtes las
+providencias convenientes para la reduccion de los moriscos, y antes de
+pasar á Sevilla recibió un fastuoso homenage del duque de Medinasidonia,
+quien desde sus estados fué á Córdoba á besarle la mano, con tan lucido
+acompañamiento que ocupó las lenguas de la fama por mucho tiempo<a name="FNanchor_392_395" id="FNanchor_392_395"></a><a href="#Footnote_392_395" class="fnanchor">[392]</a>.<a name="page_315" id="page_315"></a></p>
+
+<p>Capilla de <i>Nuestra Señora de la Concepcion</i>. Fué esta capilla fundada
+por un racionero hácia el año de 1571, contra el muro de levante, entre
+la capilla de Sta. Ana y el postigo llamado <i>de los Juanes</i>, que es el
+mas próximo al patio de los Naranjos por aquel lado.</p>
+
+<p>Hemos hecho mérito de un acuerdo del cabildo, de enero de 1517<a name="FNanchor_393_396" id="FNanchor_393_396"></a><a href="#Footnote_393_396" class="fnanchor">[393]</a>, del
+que se colige que en este año se destinaba á la librería el local de la
+antigua y espaciosa capilla de Santiago. Posteriormente, en la sede
+vacante del obispo D. Fr. Bernardo de Fresneda (año de 1577), determinó
+el cabildo hacer de la librería un nuevo Sagrario, por ser pequeño el
+antiguo que estaba en la capilla de la <i>Cena</i>. Esta obra se continuó con
+ardor por el obispo D. Fr. Martin de Córdoba; mas con su muerte,
+acaecida en junio de 1581, quedó suspendida, hasta que en agosto de 1583
+la continuó y acabó el obispo Pazos y Figueroa. Hízose el <i>Sagrario</i>
+propiamente dicho al fondo de la nave central de las tres que contenia
+la mencionada capilla de Santiago, rozando el muro en todo su espesor
+para abrir en él una especie<a name="page_316" id="page_316"></a> de camarin entre las dos torres árabes que
+sirven de contraresto á las dos arquerías tendidas de norte á sur. Estas
+dos torres quedaron por su haz esterior unidas con un fuerte muro, segun
+aparece hoy. Ciérrase este camarin con una puerta de talla dorada; á sus
+lados hay dos altares, en que se ven pinturas al fresco representando á
+dos profetas; en las naves laterales hay tambien altares; las paredes
+estan todas cubiertas de pinturas al fresco de los mártires de Córdoba,
+costeadas por el obispo Pazos y ejecutadas por el italiano César Arbasi,
+pintor de la escuela de Leonardo de Vinci<a name="FNanchor_394_397" id="FNanchor_394_397"></a><a href="#Footnote_394_397" class="fnanchor">[394]</a>. La puerta principal de
+esta capilla es una verja de hierro muy bien trabajada por Fernando de
+Valencia: en su parte superior campean las armas del obispo D. Fr.
+Martin de Córdoba. Sobre las puertas laterales por la parte interior se
+léen los siguientes versos:</p>
+
+<table border="0" cellpadding="0" cellspacing="0" summary="">
+<tr><td align="left">«<i>Consecrata solo c&oelig;lo exaltata triunphat</i></td></tr>
+<tr><td align="left">&nbsp; &nbsp; &nbsp; &nbsp;<i>Corduba tot tantis inclyta martyribus.</i>»</td></tr>
+<tr><td align="left">&nbsp;</td></tr>
+<tr><td align="left">«<i>Concives Sancti vos Corduba vestra precatur</i></td></tr>
+<tr><td align="left">&nbsp; &nbsp; &nbsp; &nbsp;<i>Sit vestro semper salva patrocinio.</i>»</td></tr>
+</table>
+
+<p>Yacen en ella sepultados varios obispos, pero solo D. Antonio de Pazos
+tiene delante del comulgatorio una lápida de jaspe rojo con inscripcion
+que él mismo dictó en vida.</p>
+
+<p>Capilla de <i>Nuestra Señora la Antigua</i>. En 1597 la labró el jurado
+Alonso Cazalla en el ángulo N-E. de la mezquita primitiva anterior al
+ensanche dado por Almanzor. Puso en ella una imágen de Nuestra Señora,
+pintada al parecer sobre fondo dorado y menudamente labrado que le dá
+ciertos visos de verdadera antigualla. Apenas hay ciudad importante
+donde no se venere alguna de estas imágenes, que la tradicion supone
+reliquias de la España visigoda, milagrosamente salvadas durante la
+dominacion sarracena y restituidas con la reconquista á la pública
+devocion. Ofrecen por lo general un carácter evidentemente<a name="page_317" id="page_317"></a> bizantino;
+pero esto no obsta para que la piadosa tradicion prevalezca si se
+considera que los griegos de Constantinopla eran los únicos pintores en
+los primeros siglos de la Iglesia. Esta capilla es la postrera huella
+artística del siglo XVI en la catedral de Córdoba.</p>
+
+<p>Habiendo de mencionar ahora las obras ejecutadas en el siglo XVII y
+primera mitad del XVIII en que terminan las fundaciones hechas en
+nuestra catedral, diremos antes en pocas palabras el carácter de la
+arquitectura en este período. Aquella severa grandiosidad, aquel purismo
+clásico que distinguia las construcciones de los restauradores de la
+arquitectura greco-romana, y que tanto agradaron durante el reinado de
+Felipe II y la mayor parte del de Felipe III, empezaron á abandonarse
+desde los primeros años del siglo XVII. Comenzaba desgraciadamente para
+España la época de su gran decadencia en política, en armas, en letras:
+¿cómo no habia de languidecer un arte como la arquitectura que necesita
+mas que otro alguno para desarrollarse, la juventud, la energía y la
+vida de la inteligencia? Cuando declinan las ideas decaen necesariamente
+las formas: así el que quiera estudiar <i>à priori</i> las vicisitudes del
+arte bajo los últimos monarcas de la casa de Austria, no tiene mas que
+hojear los libros de los prosadores y poetas contemporáneos.</p>
+
+<p>Los italianos, reñidos ya con la austera grandiosidad de Palladio,
+comenzaban á disgustarse de la desnudez de los miembros arquitectónicos:
+revestían de follages, festones, lazos y entallos los frisos y
+entrepaños, los frontones, los dados, si bien conservaban puras las
+líneas y los perfiles. Las relaciones de nuestra Península con Roma eran
+demasiado estrechas para que no se nos hiciese familiar el estravío que
+allí padecia el buen gusto; además, el estilo introducido por la escuela
+de Herrera habia en cierto modo agotado sus recursos, y se deseaba la
+novedad. Poco á poco aquella especie de manía de ornamentacion, que al
+principio respetó los distintivos característicos de cada órden
+arquitectónico, se fué comunicando á la esencia misma de los cuerpos, á
+la estructura y combinacion del conjunto. Hacer desaparecer los perfiles
+de un monumento bajo la balumba de los follages, como lo ejecutó en el
+Panteon del Escorial el italiano D. Juan Bautista Crescencio, era una
+verdadera profanacion segun las reglas de los Vignolas, Albertis y
+Sagredos; pero hasta los de juicio mas severo se fueron paulatinamente
+acostumbrando á la nueva manera, y ya<a name="page_318" id="page_318"></a> en 1626 no tuvo escrúpulo el
+hermano Francisco Bautista en adornar con hojas de acanto los capiteles
+dóricos de la fachada de S. Isidro el Real de Madrid. Autorizada la
+peligrosa innovacion con tan insigne ejemplo, pronto se rompió el dique
+del respeto á la antigüedad, y Donoso, Barnuevo, Churriguera, Thomé,
+Ribera y sus prosélitos, inundaron en pocos años el pais con sus
+licenciosas y amaneradas invenciones. Era esta la época en que los
+ingenios españoles contagiados del culteranismo literario y artístico,
+construían gongorismos lo mismo con piedras y estuco que con palabras.
+Es tal la paridad entre los arquitectos y los poetas de aquel tiempo,
+que al leer uno la crítica que hacia el Milizia de Borromino, podria
+creer que estaba aquel severo escritor juzgando á nuestro célebre Luis
+de Góngora: «fué, dice, uno de los primeros hombres de su siglo por la
+elevacion de su ingenio, y uno de los últimos por el uso ridículo que de
+él hizo.» Juan Martinez, Crescencio, y el hermano Francisco Bautista,
+eran ya puristas comparados con estos últimos, cuya incontinencia de
+estilo rayaba en enagenacion mental y delirio.</p>
+
+<p>Conviene marcar las épocas. El estilo severo de los Herreras y de los
+Moras persevera sin contagio hasta la segunda década del siglo XVII, en
+que el Bernino y el Maderno hallan imitadores entre los españoles,
+estimulados quizá de la proteccion concedida á Crescencio por el
+poderoso duque de Olivares. Empieza pues á insinuarse el amaneramiento
+desde antes de florecer como arquitecto de S. Pedro de Roma el
+Borromino. Declárase más el divorcio con el clasicismo pasado cuando el
+Borromino logra secuaces entre nosotros, cuando Alonso Cano traza en
+1649 su arco para la entrada de la reina D.ª María Ana de Austria en
+Madrid, es decir en la segunda mitad del reinado de Felipe IV. Entonces
+el Rizi contribuía quizá mas que otro alguno á precipitar esta
+revolucion artística, con las decoraciones que como perspectivo
+ejecutaba para el teatro del Buen Retiro, y que la corte entusiasmada
+aplaudia. Secundábale Herrera Barnuevo con la pesadísima decoracion de
+la capilla de S. Isidro de Madrid. Todavía sin embargo se conservaban
+enteras las cornisas y se miraban con cierto respeto las líneas rectas;
+pero vino Donoso en el reinado infeliz de Cárlos II, con su claustro de
+Sto. Tomás, con su iglesia de la Victoria, con sus fachadas de la
+Panadería y de la iglesia de Sta. Cruz, con su portada é iglesia de S.
+Luis, obras todas ejecutadas en la corte; siguiéronle en<a name="page_319" id="page_319"></a> Madrid, y aun
+extremaron su detestable escuela, D. José Churriguera con el túmulo que
+levantó para las exequias de la reina D.ª María Luisa de Orleans, D.
+Pedro Ribera con sus portadas del Hospicio y del Cuartel de Guardias de
+Corps; y en las provincias Herrera el mozo, autor del templo del Pilar
+de Zaragoza; Thomé, que trazó el intrincado y célebre Trasparente de la
+catedral de Toledo; Arroyo, que hizo la casa de moneda de Cuenca;
+Rodriguez, que ideó la portada del colegio de Santelmo de Sevilla;
+Moncalan y Portelo, que dirigieron la fábrica del hospital de S. Agustin
+de Osma; y rivalizando estos entre sí en el deseo de producir cosas
+nunca vistas y de separarse en todo de las reglas de la antigüedad,
+rompieron las líneas, hicieron cortes y resaltos revesados, retorcieron
+los entablamentos y los interrumpieron, alteraron todos los miembros
+arquitectónicos, y abandonándose al frenesí de su imaginacion
+desarreglada, llegaron á una completa dislocacion de las formas y de los
+miembros. El carácter de esta deplorable arquitectura consiste
+esencialmente en habérselo quitado á todos los órdenes antiguos. Un
+entendido y juicioso escritor de bellas artes hace la siguiente
+felicísima enumeracion de partes del monstruoso estilo arquitectónico
+practicado en tiempo de Cárlos II<a name="FNanchor_395_398" id="FNanchor_395_398"></a><a href="#Footnote_395_398" class="fnanchor">[395]</a>. «Las columnas, ora espirales y
+cubiertas de emparrados, ora surcadas de singulares estrías y agallones,
+ora panzudas y rechonchas, ó larguiruchas y chupadas, alternaban con
+estípites y cariátides, balaustres y pilastras, aquí y allí esparcidas y
+estrañamente apolazadas con recortes, escocias, gargantillas, y hasta
+nuevos capiteles, encaramados unos sobre otros. Ni cupo mejor suerte á
+las cornisas. Cortadas y retorcidas de mil maneras, habrian parecido
+harto desabridas y monótonas á los innovadores si se hubiesen conservado
+en ellas la direccion recta y una sola moldura por picar. Diéronles
+tormento, é hicieron de sus diversas partes ondulaciones y resaltos:
+menudos frontones, arquillos, retozos y almenados, y hasta una especie
+de capacetes para cubrir las cornisas de las columnas, como si fuesen
+los remates truncados de un frontispicio, y sin otro objeto que servir
+de cabalgadura á un angelote rollizo, ó de arranque á un enlace
+fantástico de garambainas y chucherías. Convirtieron además en repisas ó
+enormes mascarones los pedestales, para sostener encima una fábrica
+pesada<a name="page_320" id="page_320"></a> é informe; y cuando bien les pareció, no dudaron en colocar dos
+ó mas, unos sobre otros, hacer nichos de sus dados, y hacinar así los
+miembros arquitectónicos, sembrando el todo de hornacinas caprichosas,
+de figuras grandes y pequeñas, como si jugaran al escondite entre las
+columnas; mientras que la máquina entera aparecia cubierta de
+tarjetones, pellejos, lazos, manojos de flores, conchas, querubines,
+sartas de corales, y otros diges y baratijas revesadamente
+combinados<a name="FNanchor_396_399" id="FNanchor_396_399"></a><a href="#Footnote_396_399" class="fnanchor">[396]</a>.» Este pésimo estilo, tan arraigado en España mientras
+la Francia, por el benéfico influjo de Luis XIV, veía erigir en su suelo
+monumentos de carácter tan varonil, grandioso y severo como la columnata
+del Louvre, el palacio de Versalles, el Observatorio y el Hospital de
+Inválidos de París, se conservó hasta muy entrado el reinado de Felipe
+V; y solo en la tercera década del siglo décimoctavo consiguió el
+ilustrado vástago de la casa de Borbon empezar á introducir un nuevo
+órden de ideas en el arte, reduciendo á su cauce natural el desbordado y
+desperdiciado genio de los arquitectos españoles. Trájonos este príncipe
+distinguidos profesores formados en las grandiosas máximas de Perrault y
+de Fontana: Juvara, Sachetti, Raveglio, Bonavía, trasportándolas de las
+orillas del Tiber á las del Manzanares, desterrando de todo punto las
+licenciosas prácticas churriguerescas, inauguraron la segunda
+restauracion. No faltaron arquitectos españoles que rivalizasen con
+ellos; pero cuando empezaron á florecer nuestros Ascondos ya el siglo
+XVIII tocaba á la mitad de su carrera.</p>
+
+<p>Cuatro son pues los estilos que caracterizan á la arquitectura del siglo
+XVII y primera mitad del XVIII: primero, el <i>greco-romano</i> de Herrera y
+Mora, mas ó menos puro hasta la época de Crescencio; segundo, el
+greco-romano desfigurado con follages, que podriamos denominar
+<i>crescentino</i>, y que dura hasta la mitad del reinado de Felipe IV, en
+que empiezan los ejemplos de la innovacion borrominesca; tercero, el
+<i>borrominesco</i> propiamente dicho, que se desarrolla por obra de Cano,
+Rizi y otros, en la segunda mitad de aquel mismo reinado; cuarto y
+último, el <i>churrigueresco</i> puro de la infelicísima época de Cárlos II,
+parto de los delirantes cerebros de Donoso, Ribera, Churriguerra, Thomé,
+etc., que se perpetúa hasta espirar el período que hemos abarcado,
+despues del cual comienza la restauracion promovida<a name="page_321" id="page_321"></a> por Felipe V. Esta
+clasificacion no debe sin embargo entenderse de una manera empírica:
+sabido es que en todos tiempos hay hombres apegados á las ideas antiguas
+y en quienes no ejerce influjo la moda. Así no debemos estrañar, que del
+mismo modo que se decoraba á la manera plateresca el coro de la catedral
+de Córdoba cuando mas acreditados estaban los discípulos de Juan de
+Herrera, se decorase tambien con forzada sencillez escurialense el
+retablo de su capilla mayor cuando ya el famoso marqués de la Torre
+cautivaba el pervertido gusto del público con sus pesados follages. Las
+protestas contra la moda reinante son muy frecuentes, si bien siempre
+mancas y defectuosas por lo que tienen de violento<a name="FNanchor_397_400" id="FNanchor_397_400"></a><a href="#Footnote_397_400" class="fnanchor">[397]</a>. Con escasas
+escepciones por lo tanto, resultará la indicada clasificacion en exacta
+correspondencia con los años en que respectivamente han sido ejecutadas
+las obras cuya enumeracion vamos á continuar<a name="FNanchor_398_401" id="FNanchor_398_401"></a><a href="#Footnote_398_401" class="fnanchor">[398]</a>.<a name="page_322" id="page_322"></a></p>
+
+<p>Capilla de <i>S. Pablo apóstol</i>. Segun queda dicho atrás, D. Gonzalo Yañez
+de Godoy, caballero de Santiago y comendador de Beas, fundó en el siglo
+XIV esta capilla á espaldas de la Capilla Real (hoy sacristía de
+Villaviciosa) para enterrar en ella á su padre el maestre D. Pedro
+Godoy. Por el abandono en que habia estado se hallaba ya sumamente
+deteriorada por los años de 1512: en esta época obligó el cabildo á la
+familia de Godoy á reedificarla; pero es probable que á los cien años
+escasos estuviese segunda vez arruinada, cuando un descendiente del
+maestre llamado D. Fernando Carrillo, presidente del Consejo de
+Hacienda, y despues de Indias, tuvo la idea de restaurarla. Comenzóse
+esta obra el año 1610, siguiendo en todo el gusto clásico de la escuela
+de Herrera, y se acabó en 1614. Adornan esta reedificacion varias
+esculturas de tamaño considerable y de mérito escaso, y grandes escudos
+de la familia de Godoy.<a name="page_323" id="page_323"></a></p>
+
+<p>Capilla de <i>S. Eulogio</i>. Es la sexta á la derecha en la banda del norte
+entrando por la puerta del Sagrario. La fundaron Gabriel y Francisco<a name="page_324" id="page_324"></a>
+Chirino de Morales en 1612. Se la nombra vulgarmente de S. Miguel por
+tener en su retablo un cuadro que representa al santo arcángel.<a name="page_325" id="page_325"></a></p>
+
+<p>Capilla de los <i>Stos. Varones</i>. Es la segunda á la derecha entrando por
+la misma puerta del Sagrario, en la misma banda del norte.<a name="page_326" id="page_326"></a> Fué fundada
+por el jurado Gonzalo Muñoz de Velasco en 1614.</p>
+
+<p>Capilla de las <i>Animas</i>. Se halla contigua á la anterior por el
+poniente:<a name="page_327" id="page_327"></a> la fundó antes del año 1616 el Inca Garcilaso de la Vega,
+natural del Cuzco, hijo de D. Pedro Suarez de Figueroa, y se halla
+sepultado<a name="page_328" id="page_328"></a> en ella: á los lados de su altar, en dos lápidas de jaspe
+negro, tiene la siguiente inscripcion con letras doradas: «<i>El Inca
+Garcilaso de<a name="page_329" id="page_329"></a> la Vega, varon insigne digno de perpétua memoria, ilustre
+en sangre, perito en letras, valiente en armas, hijo de Garcilaso de la
+Vega, de las<a name="page_330" id="page_330"></a> casas de los duques de Feria é Infantado y de Elisabet
+Pella, hermano de Huayna Capac, último emperador de las Indias, comentó
+la Florida,<a name="page_331" id="page_331"></a> tradujo á Leon Hebreo y compuso los Comentarios reales.
+Vivió en Córdoba con mucha religion. Murió ejemplar. Dotó esta capilla:
+enterróse en ella. Vinculó sus bienes al sufragio de las Animas del
+Purgatorio. Son patronos perpétuos los señores dean y cabildo de esta
+santa iglesia. Falleció á 22 de abril de 1616. Rueguen á Dios por su
+ánima.</i>»</p>
+
+<p>Capilla de la <i>Epifanía</i>. La erigió por los años de 1622, al levante de
+la de S. Eulogio, el licenciado Baltasar Nájera de la Rosa, racionero
+entero de la santa iglesia. Es su patrono el cabildo, y como tal cumple
+la memoria que instituyó el fundador de una misa rezada todas las veces
+que ajustician á algun reo de la ciudad de Córdoba, sea hombre ó mujer,
+en sufragio de su alma. Cumplia tambien la de dotar con cincuenta
+ducados á las mujeres de mal vivir que quisiesen tomar estado, y la de
+socorrer con cierta porcion ánua á todo el que, siendo pariente del
+fundador dentro del cuarto grado, viniese á pobreza, haciéndolo
+presente.</p>
+
+<p>Capilla de <i>S. Andrés</i>. Es la primera á la izquierda entrando por el
+arco de las Bendiciones, y fundacion del Dr. D. Andrés de Rueda Rico,
+provisor que fué de Córdoba y canónigo doctoral de su santa iglesia, del
+Consejo de la Inquisicion, quien la labró en el año 1628. La llaman
+comunmente de S. Eulogio por un buen cuadro de este santo que se ve en
+su altar, pintado por Vicente Carducho.</p>
+
+<p>Capilla de <i>S. Esteban</i>. Cae al levante de la de S. Andrés. La fundó en
+1648 un D. Fernando de Soto, de quien no queda mas memoria. El cuadro de
+su altar representa el martirio del Santo titular; es obra de Juan Luis
+Zambrano, y no carece de mérito.</p>
+
+<p>Capilla de <i>Nuestra Señora del Rosario</i>. Está situada entre la de la
+<i>Epifanía</i> y la de las <i>Ánimas</i>; segun unos fué fundada por D. Juan
+Jimenez de Bonilla, familiar del Santo Oficio, en 1614; segun otros, y
+esto parece lo mas probable atendido el mal gusto arquitectónico de su
+retablo, la hizo labrar en 1669 D. Pedro Bojeda y Bonilla dejando por
+patronos á los racioneros y medio racioneros. Es lo cierto que á estos
+pertenece hoy en propiedad, y que en ella tienen su entierro.</p>
+
+<p>Entre esta capilla y la de la Epifanía hay una columna, de las de la
+antigua mezquita, en cuyo fuste está groseramente grabada una imágen de
+Jesus crucificado. En el muro donde está recibida esta columna, pusieron
+en el siglo XVII dentro de un recuadro, un bajo-relieve pintado que
+representa á un cautivo de rodillas. Cuenta la piadosa<a name="page_332" id="page_332"></a> tradicion que
+fué un cautivo cristiano el que trazó en la columna aquella santa
+imágen, cuando la catedral era mezquita de los sarracenos, y que lo hizo
+solo con la uña, cediendo milagrosamente la dureza del mármol al poder
+de su fé. A este prodigio aluden los siguientes versos latinos
+esculpidos sobre el mencionado bajo-relieve:</p>
+
+<table border="0" cellpadding="0" cellspacing="0" summary="">
+<tr><td align="left">«Hoc sua dum celebrat mahometicus orgia templo</td></tr>
+<tr><td align="left">&nbsp; &nbsp; &nbsp;Captivus Christianus numina vera vocat.</td></tr>
+<tr><td align="left">Et quem corde tenet rigido saxo ungue figurat</td></tr>
+<tr><td align="left">&nbsp; &nbsp; &nbsp;Aureolam pro quo fune peremptus habet.»</td></tr>
+</table>
+
+<p class="nind">cuya traduccion, mas que libre, puesta al lado, dice así:</p>
+
+<table border="0" cellpadding="0" cellspacing="0" summary="">
+<tr><td align="left">«El cautivo con gran fé</td></tr>
+<tr><td align="left">en aqueste duro mármol,</td></tr>
+<tr><td align="left">con la uña señaló</td></tr>
+<tr><td align="left">á Cristo crucificado,</td></tr>
+<tr><td align="left">siendo esta iglesia mezquita</td></tr>
+<tr><td align="left">donde lo martirizaron.»</td></tr>
+</table>
+
+<p>Hay quien ve en esta tradicion un recuerdo desfigurado de la historia de
+los santos mártires Rogelio y Serviodeo, que atrás dejamos referida, y
+no se nos alcanza en verdad por qué no ha de ser la memoria fiel de
+algun hecho auténtico no registrado por la historia; porque mas
+dificultad hay en acomodar á la tradicion el suceso de aquellos
+mártires, que ni estuvieron como cautivos dentro de la mezquita, ni en
+ella fueron martirizados, como no podia nadie serlo sin una violenta
+infraccion de las leyes alcoránicas, que en suponer desde luego que
+aquella columna hubiese pertenecido á otro lugar, que el cautivo hubiese
+sido atado junto á ella en alguna cárcel ó mazmorra, y que al tiempo de
+la reconquista, despues de purificada la mezquita y convertida en templo
+cristiano, hubiese sido trasportada al puesto que hoy tiene para dar
+culto á la imágen milagrosamente esculpida en su fuste.</p>
+
+<p>Capilla de la <i>Natividad de Nuestra Señora</i>. Se halla situada en la
+banda de levante, al norte de la de la Asuncion: fué fundada en 1675 por
+el arcediano de Pedroche D. Andrés Perez de Bonrostro.</p>
+
+<p>Capilla de <i>Nuestra Señora de la Concepcion</i>. Ocupa el sitio donde<a name="page_333" id="page_333"></a> se
+colocó la primitiva pila bautismal recien purificada la mezquita, y
+donde permaneció hasta que fué trasladada á la desierta capilla de S.
+Matías.</p>
+
+<p>El piadoso obispo D. Fr. Alonso de Salizanes, movido de la gran devocion
+que tenia al misterio de la Purísima Concepcion de María, deseaba
+ardientemente que en su tiempo se celebrasen en la catedral el dia y
+octava de este sagrado misterio, con el mismo aparato y grandeza con que
+se celebraban el dia y octava del Corpus. La abundancia con que
+favoreció Dios á Córdoba el año 1679 le determinó á escribir al cabildo
+manifestándole su ánimo resuelto de dotar la referida octava y de hacer
+nueva capilla á la Concepcion de Nuestra Señora. Habia ya con este mismo
+título otras dos capillas fundadas en el décimosexto siglo; pero sin
+duda no llenaban por su estructura el objeto del buen prelado, quien
+debió creer de buena fé que para glorificar á Nuestra Señora y darle
+pomposo culto, era arquitectura mas acomodada el pomposo y exuberante
+<i>churriguerismo</i>. En la nave del Sagrario estaba desierta de muchos años
+atrás y casi arruinada la capilla de S. Matías, llamada del Sol, y se
+habia adjudicado á la Fábrica con el intento de mudar á ella la pila
+bautismal por estar en sitio mas proporcionado para que los curas
+administrasen el Sacramento del bautismo; y valiéndose de este intento
+el obispo Salizanes mudó la pila, y empezó desde luego á labrar la nueva
+capilla de la Concepcion. Empleó en ella mucho jaspe rojo, mucha pintura
+al fresco, mucho bronce, mucho embutido de mármol blanco, muchos
+relicarios de plata y oro de entortijadas formas, lámparas, vasos, y
+otras alhajas del mismo estilo, y algunas estátuas en actitudes
+sumamente movidas; y logró un conjunto tan poco feliz, tan inarmónico y
+desarreglado, que no hay ojos familiarizados con las buenas obras del
+arte que lo puedan resistir.</p>
+
+<p>Capilla de <i>Sta. Teresa</i> ó del <i>cardenal Salazar</i>: <i>sacristía mayor</i>. La
+sacristía de la catedral era muy estrecha para la cómoda custodia de los
+ornamentos y vasos sagrados, y así no correspondia á la grandeza y
+necesidad que tenia la Fábrica. El cardenal Salazar, sucesor de D. Fr.
+Alonso de Salizanes en el obispado de Córdoba, deseaba darle sacristía
+capaz; pero no hallaba sitio á propósito para hacerla. Habia una capilla
+de S. Martin, que estaba casi desierta, cuyo patronato pertenecia por el
+apellido de Cabrera al mayorazgo de las Escalonías. Esta capilla, y
+otras dos á ella contiguas dedicadas á S. Andrés<a name="page_334" id="page_334"></a> y Sta. Bárbara, que
+habian servido de sacristía y antesacristía de la catedral antigua,
+ocupaban un espacio bastante considerable: llenaban entre las tres los
+últimos tramos de las dos naves principales octava y novena, con todo el
+fondo de la construccion árabe que servia de ala derecha al mihrab. La
+fundacion de S. Martin se trasladó al Sagrario; la de S. Andrés fué á
+parar á uno de los pilares de la iglesia; la de Sta. Bárbara se mudó á
+otro pilar. Admiraba por este tiempo con sus resaltos, retruécanos y
+enorme hojarasca, un arquitecto, maestro mayor de Madrid, llamado D.
+Francisco Hurtado Izquierdo, que habia construido la capilla del
+Sagrario de la Cartuja del Paular: profesor contemporáneo del famoso
+Churriguera, con quien rivalizaba en el desarreglo de la fantasía. De
+este, á quien el juicioso Llaguno cuenta entre el número de los
+principales <i>gerigoncistas</i>, se valió el escelente cardenal, poco
+versado por lo visto en las reglas del buen gusto, para que dirigiese la
+obra. Debió hacerlo muy á su satisfaccion, porque bajo el influjo de la
+prostitucion artística la ornamentacion mas licenciosa es la que mas
+agrada. El pródigo D. Francisco Hurtado llenó de bollos de estuco y
+escayola todo el cornisamento y toda la cúpula de la cámara principal,
+que es de planta ochavada, así como los arcos de cada uno de sus siete
+frentes, los medallones de los altares, las repisas de los entrepaños,
+todo en suma cuanto perfiló su lápiz en el papel al hacer la reparticion
+de miembros de su proyecto. Al lado derecho hay una puerta, que para el
+arte mas valiera estuviese tapiada, la cual conduce á otra capilla baja
+por una costosísima escalera de treinta y una gradas de jaspe rojo. Esta
+cámara tiene la misma forma ochavada que la superior, y es de piedra
+caliza dura, y su pavimento de losas blancas y azules. Al lado izquierdo
+hay otra puerta por donde se entra á la pieza en que se custodian las
+alhajas de la iglesia, las reliquias y otras preciosidades. Lo mejor de
+este tesoro para los que aman el arte de los buenos tiempos, es la
+custodia de Enrique de Arfe, que dejamos descrita mencionando las cosas
+notables del siglo XVI. Del mismo gusto, y tal vez de las mismas
+primorosas manos, es una cruz que llaman la <i>cruz antigua</i>, y que en las
+grandes festividades suele quedar encerrada y oscurecida, postergada á
+otra de insignificante estilo que regaló el año 1620 el obispo Mardones.
+Podríamos decir de aquella que está toda cuajada de primorosa crestería
+del gótico-florido, con preciosos arquitos conopiales de<a name="page_335" id="page_335"></a> gran pureza y
+garbo (hoy por desgracia imperfectamente restaurados); pero de la nueva
+¿qué diremos? Lo que dicen los <i>cicerones</i> á los ingleses que visitan
+estas alhajas, y que por lo general es todo cuanto necesitan saber: que
+es toda de plata sobredorada con esmaltes, engastes de oro y pedrería,
+que pesa ciento nueve marcos, y que es <i>obra de esquisito trabajo</i>.</p>
+
+<p>La capilla del cardenal Salazar, llamada tambien de Sta. Teresa por el
+altar dedicado en ella á esta santa famosa, fué acabada de construir el
+año 1705. Al año siguiente murió el prelado, y sus albaceas le erigieron
+en su capilla un gran mausoleo, suntuoso á la manera que esto se hacia
+en aquella época, es decir, con urna de forma estraordinaria sostenida
+de leones de raza imposible, con profusion de molduras y embutidos, y su
+estátua barroca encima cobijada por un abultado pabellon de jaspe. En la
+urna grabaron este epitáfio, en que oportunamente se recuerda uno de sus
+mas gloriosos hechos de caridad, el hospital general que fundó: H. S. E.
+<i>Emmus. D. D. frater Petrus de Salazar, Ordinis Beatæ Mariæ de Mercede
+Generalis, Episcopus Salmantinus, et Cordubensis; ab Innoc. XI Caroli II
+Hispaniar. regis nominatione tituli Sanctæ Crucis in Hierusalem,
+Presbyter S. R. E. Cardinalis creatus. Omnibus virtutum et litterarum
+ornamentis clarissimus, ecclesiasticæ disciplinæ vindex, pauperum
+parcus, quos, ut etiam mortuus sublevaret, insigne xenodochium erexit et
+dotavit. Obiit 14 augusti 1706. Vixit annos 76, menses 4, dies 3.
+Communi Parenti bene precare.</i></p>
+
+<p>Capilla de <i>Sta. María Magdalena</i>. Está situada contra el muro del
+norte, y es la tercera á la izquierda entrando por la <i>puerta de las
+Palmas</i>. Se ignora en qué época fué fundada<a name="FNanchor_399_402" id="FNanchor_399_402"></a><a href="#Footnote_399_402" class="fnanchor">[399]</a>.</p>
+
+<p>A esta humilde capilla se refugiaron en 1842, mediante la buena obra de
+un prebendado piadoso, las devotas imágenes que habian estado en las
+calles siglos enteros atestiguando como pública profesion de fé el
+antiguo catolicismo de Córdoba. Entonces fueron proscritos esos
+venerandos objetos, que otras naciones, verdaderamente tolerantes y
+liberales, creen muy compatibles con lo que se llama regeneracion social
+en nuestro siglo de gongorismos políticos.<a name="page_336" id="page_336"></a></p>
+
+<p>Capilla de <i>Nuestra Señora de Villaviciosa</i>. Era la capilla mayor de la
+catedral antigua, labrada como en su lugar oportuno se dijo á espensas
+del rey D. Alonso el Sabio<a name="FNanchor_400_403" id="FNanchor_400_403"></a><a href="#Footnote_400_403" class="fnanchor">[400]</a>. Restaurada segun algunos creen por el
+obispo D. Íñigo Manrique en 1489<a name="FNanchor_401_404" id="FNanchor_401_404"></a><a href="#Footnote_401_404" class="fnanchor">[401]</a>, y renovada por tercera vez en
+1710 con arreglo al antipático gusto dominante en los primeros años del
+reinado de Felipe V, ni rastro queda en ella de la arquitectura del
+siglo XIII. Todo es hoy allí churrigueresco á escepcion del elegante
+arco árabe angrelado que tiene al lado derecho mirando al Santuario de
+la antigua mezquita, el cual subsiste, no sabemos por qué milagro, como
+náufrago libertado de una furiosa tempestad. No hay en la decoracion de
+esta capilla una línea recta en que pueda reposar la vista: todas
+aparecen ondulosas, disfrazadas, interrumpidas, como si las mirase uno
+por un vidrio lleno de visos. Su bóveda, sus paredes, su gran retablo,
+sus altares de Sto. Tomás y de S. Fernando, cuajados de cogollos y
+follages dorados, podrian en pequeña escala pasar por verdaderos
+primores si fueran obra de monjas.</p>
+
+<p>Guarda celosa Córdoba en esta capilla una santa imágen que es su númen
+tutelar, como lo era para la antigua Troya la famosa estátua de Palas.
+Es una imágen de Nuestra Señora, que tomó el nombre de una villa del
+reino de Portugal, de donde se supone que la trajo á la Sierra á
+principios del décimosexto siglo un pastor de vacas llamado Hernando.
+Manifiestas desde luego en su humilde ermita de la montaña las grandes
+maravillas obradas por su intercesion, cundió rápidamente su fama por
+toda la provincia: el obispo D. Fr. Juan de Toledo, que acababa de
+confirmar las constituciones de su cofradía, fué en 1529 el primero que
+dispuso se acudiese á la sagrada imágen para implorar la clemencia
+divina en las públicas calamidades, y desde entonces comparte la Vírgen
+de Villaviciosa la proteccion y defensa de Córdoba con el arcángel S.
+Rafael, con los santos patronos Acisclo y Victoria, y con<a name="page_337" id="page_337"></a> los demas
+célebres mártires del arzobispado. A su benéfico influjo, ya se agolpan
+las nubes sobre los estensos campos descendiendo de su seno en copiosa
+lluvia la fecundidad á los sedientos surcos, ya huyen como derrotados
+escuadrones recogiendo las rotas cataratas del cielo cuando la tierra
+saturada parece anegarse. Por su influjo las olas devastadoras de los
+rios desbordados vuelven mansamente á su cáuce, como dispersas reses al
+rebaño, y cesan las inundaciones; por su influjo las legiones invisibles
+de ángeles esterminadores que ejecutan las iras divinas llevando á los
+pueblos las pestes, se replegan respetuosas sin descargar la tremenda
+plaga. En las sequías, en las anegaciones é inundaciones, en los
+contagios, en todas las grandes calamidades, recurre Córdoba á su
+milagrosa abogada con fiestas, novenarios, rogativas y procesiones. Pero
+es en las sequías principalmente, tan frecuentes en toda la Andalucía,
+cuando se implora su maravilloso poder. Antes del referido año 1529 se
+hacian en casos semejantes procesiones á los santuarios de la Fuen-Santa
+y de Nuestra Señora de las Huertas; desde entonces se introdujo la
+costumbre de traer la imágen de Villaviciosa á la iglesia de S. Salvador
+de Córdoba, y de aquí á la catedral, en cuya capilla mayor antigua
+permanecia depositada el tiempo que duraban las solemnes deprecaciones.
+Sin embargo desde un principio manifestó el cabildo su deseo de no
+desprenderse de ella: las limosnas que producia á la Fábrica fueron
+primero escelente pretesto para retenerla desde la primavera del año
+1529 hasta fines del año 31; la mala vigilancia que con ella se habia
+tenido en su santuario, dando lugar á que un rústico de Antequera, nuevo
+Diomedes, osase robar el paladion de la moderna Córdoba, fué despues
+motivo suficiente para que en 1536 se declarasen el cabildo y la ciudad
+con derecho de patronazgo á su custodia en su santa casa; en el año 1576
+el obispo D. Bernardo de Fresneda, con la gran devocion que cobró á esta
+santa imágen, la detuvo en Córdoba casi tres años, en cuyo tiempo mandó
+hacerle un vestido de plata y un precioso trono con peana de lo mismo,
+con la estátua de S. Bernardo y la suya de rodillas, y en los cuatro
+lados del trono grabada en grandes láminas, tambien de plata, la
+historia del pastor que trajo la milagrosa imágen de Portugal; el obispo
+Pazos intentó formalmente en 1586 que no volviera á salir de la
+catedral, donde quiso erigirle nueva capilla; el cabildo en 1596 probó
+con hechos que á fuer de patrono podia<a name="page_338" id="page_338"></a> en caso necesario llevársela
+adonde mejor le pareciese, porque ofendido de la ilegal donacion que el
+obispo Portocarrero habia hecho de su santuario, la tuvo depositada en
+la capilla de S. Pedro hasta que aquel prelado fué trasladado á Cuenca;
+y finalmente la sequía del año 1699 fué la que dió ocasion á fijar
+definitivamente la permanencia perpétua de la milagrosa imágen en la
+catedral, para consuelo del pueblo cordobés y remedio en sus aflicciones
+y necesidades<a name="FNanchor_402_405" id="FNanchor_402_405"></a><a href="#Footnote_402_405" class="fnanchor">[402]</a>.</p>
+
+<p>Protectora de esperanzas casi nunca frustradas, objeto de súplicas
+fervorosas de los corazones atribulados, causa de inefables é inocentes
+alegrías, permanece desde entonces la santa Vírgen de Villaviciosa en la
+capilla que lleva su nombre, sin habérsela bajado de su altar mas que
+para las procesiones que en torno de la catedral se celebran cuando se
+implora su poderosa mediacion, y en el año 1710 para la costosa y poco
+acertada obra de renovacion que hizo el medio racionero D. Antonio Monge
+Maldonado. Describa otra pluma, esclusivamente consagrada á la nunca
+escesiva alabanza de esta santa patrona, las escenas patéticas y
+afectuosas de que ha sido constantemente teatro su capilla,
+particularmente aquella del año de hambre de 1750, en que mil párvulos
+de ambos sexos, abandonados por sus infelices padres á la pública
+caridad, vestidos y alimentados por los piadosos capitulares, acudieron
+á ponerse bajo el patrocinio de Nuestra Señora cantando sus letanías.</p>
+
+<p>Es hoy su sacristía la que para capilla real habia destinado D. Enrique
+II. Habiéndose unido esta en virtud de bula del papa Benedicto XIII á la
+real iglesia colegial de S. Hipólito, fundada por el rey D. Alonso XI y
+restaurada en 1727, los reales cadáveres que estaban en ella depositados
+fueron trasladados á su nuevo panteon el dia 8 de agosto de 1736, entre
+dos y tres de la madrugada, pobremente, sin luces ni acompañamiento.
+Lleváronse en las mismas arcas antiguas de madera en que estaban en la
+catedral, y en ellas se conservaron bajo sendos arcos á los lados del
+coro de la nueva colegiata hasta el<a name="page_339" id="page_339"></a> año de 1846, en que se les hicieron
+sepulcros de jaspe rojo, de forma nada bella.</p>
+
+<p>Hemos estudiado juntos, lector pacientísimo, la interesante historia de
+mil años del monumento mas grande y memorable que descuella en el suelo
+andaluz. Faro glorioso del arte bizantino desde su ereccion hasta el
+siglo de Almanzor, difundió su luz hasta las gélidas márgenes del Rhin
+ayudando á alumbrar con ella el dilatado imperio de Carlomagno y de sus
+sucesores. Modelo despues del arte africano en la peregrina decoracion
+de algunas de sus cámaras<a name="FNanchor_403_406" id="FNanchor_403_406"></a><a href="#Footnote_403_406" class="fnanchor">[403]</a>, fué la escuela matriz donde aprendieron
+aquella elegante y voluptuosa ornamentacion morisca que finge arcos de
+cintas rizadas, paredes de encajes y flores, frisos de estalactitas y
+armaduras de caprichosos lazos, los discípulos de los mudéjares
+cordobeses, que mas tarde construyeron sobre columnas sutiles como el
+pensamiento alcázares para los reyes moros de Sevilla y Granada y para
+los reyes y magnates semi-renegados de Castilla. Convertido de mezquita
+en catedral, nada bastó á despojarle de su primitivo carácter, y cuantos
+elementos arquitectónicos le prestó el arte occidental cristiano en los
+tres siglos de su gran desarrollo, XIII, XIV y XV, todos se los
+subordinó, empleándolos en obras secundarias para que campease siempre
+como principal la hermosa creacion de los Umeyas. El siglo del
+<i>renacimiento</i> no hizo mas que descuajar dentro de su gran bosque de
+columnas el espacio en que habia de implantarse una catedral nueva.
+Sufrió la arrogante sultana del Bétis que se derribase en torno del
+espacioso rectángulo su rico artesonado de alerce para poner en su lugar
+bóveda gótica; pero favorecida en cambio por multitud de circunstancias
+contrarias á la nueva edificacion, vió pasar los sistemas artísticos que
+representaban algo de bello ó de grande, el plateresco de Cárlos V y el
+greco-romano de Felipe II, sin que dejasen en su recinto concepciones
+que pudieran amenguar su prestigio. Cuando la nueva favorita que la
+obligaron á abrazar, y aun á sostener con sus columnatas, llegó á punto
+de exornarse, la vió impasible recurrir á un sistema mixto de todos los
+estilos anteriores, formándose una ostentosa vestidura llena de gala y
+riqueza, pero desprovista de verdadera belleza artística. Por último al
+comenzar la décimoctava centuria, todos los estilos buenos y malos, los
+buenos en obras de poca importancia, los malos en construcciones<a name="page_340" id="page_340"></a> muy
+capitales y de gran coste, habian dejado en él su huella, ya en las
+cuatro bandas de capillas que ceñian por dentro su perímetro, ya en las
+edificaciones que interceptaban sus largas naves, ya en el misérrimo
+embovedado de estas, ya en su atrio y pórticos adyacentes, ya finalmente
+en sus fachadas esteriores, torre, puertas y postigos; y á pesar de
+tantas y tan radicales mutilaciones y transformaciones, todavía
+conservaba indeleble la gran fábrica sarracena el sello del arte
+religioso islamita. Y hoy mismo, para nosotros, viajeros del siglo XIX,
+todavía le conserva á pesar de las plagas que le han caido encima, á
+pesar de las innumerables manos de cal y ocre que le han envuelto por
+defuera, y de los cuajarones churriguerescos que le han brotado por
+dentro. Hoy, sí, mal que le pese á nuestra fervorosa fé, la catedral de
+Córdoba es todavía la mas elocuente defensa del genio que avasalló á la
+España visigoda; y como el poderoso arte cristiano del siglo XIII que
+tenia títulos respetables para haber trocado toda su fisonomía, quiso
+hacer alarde de tolerancia, y el ridículo arte <i>gerigoncista</i> se limitó
+satisfecho á provocar competencia, poniendo dos muestras de su habilidad
+una en jaspes y escayola, otra en dorada talla, cerca de aquella
+preciosísima perla del arte arábigo-bizantino (el <i>Mihrab</i>) que formaron
+de consuno para maravilla del Occidente los genios del Bósforo y del
+Guadalquivir reunidos: de aquí resulta, que, una vez visitado este
+singular monumento, en cuanto descubrimos al fin de una tortuosa calleja
+de las que á él guian las almenas dentadas de sus muros y torres, aun
+sin entrar en su embalsamado <i>patio de los Naranjos</i>, aun sin asomar la
+vista á aquellas rectas y soberbias alamedas de columnas en cuyo fondo
+resplandece como un brocado de oro la fachada del <i>Mihrab</i>, al punto
+creemos oir el clamoroso pregon de los almuedanes que nos grita: «¡Venid
+á orar, venid á adorarle: Dios es grande, Dios es único!» olvidándonos
+completamente de que el esbelto alminar de donde partia á los cuatro
+vientos el aliden es hoy una pesada torre del siglo XVII.</p>
+
+<p>Al estudiar la historia de este monumento has visto desarrollarse la
+historia del arte en los siglos medios y en la edad moderna: te has
+hecho cargo de sus vicisitudes y transformaciones, de las causas que las
+han producido, de los agentes que las han consumado. Larga ha sido
+nuestra primera jornada, porque no era posible en ella hacer alto: ahora
+discurriremos á placer por un campo mas variado y ameno.<a name="page_341" id="page_341"></a></p>
+
+<p class="barra"><img src="images/ill_barra.jpg"
+width="80%"
+height="10%"
+alt="barra decorativa"
+title="barra decorativa"
+/>
+</p>
+
+<h3><a name="capitulo_tercero" id="capitulo_tercero"></a>Capítulo tercero.<br /><br />
+<span style="font-family:serif;"><i>Córdoba mozárabe.</i></span></h3>
+
+<p>Producto singular de dos opuestas civilizaciones, donde si bien la una
+prepondera, la otra no se extingue, osténtase la antigua <i>Colonia
+patricia</i> en la época mas floreciente que alcanzó la dinastía de Merwán,
+exaltada de consuno por el genio del placer y por la religion del
+sufrimiento. Engrandécenla, por una parte, la paz esterior que corona
+las bien aseguradas conquistas, la prosperidad de la industria y del
+comercio, las riquezas que á ella afluyen, las ciencias y letras que en
+ella se cultivan, las maravillas con que la engalana el arte
+arquitectónico, sus palacios, sus mezquitas, sus baños, sus mercados,
+sus jardines y casas de recreacion; por otra parte la engrandecen la
+vida ejemplar y evangélica de casi todos los desgraciados cristianos que
+viven en ella por el pacto de la conquista, las iglesias y monasterios
+en que se congregan para cultivar la ciencia divina, ejercitarse en la
+práctica de las virtudes y estimularse al adelantamiento en el camino de
+la perfeccion, las persecuciones sufridas, las celestes maravillas en su
+favor obradas, la sangre de los mártires fecunda en santos. Entre la
+muchedumbre de gentes que la pueblan, sobresalen dos aventajadas razas:
+la una procedente de las nobles tribus de Ma'd y del Yemen, mixta de
+sangre siria y árabe, brava, gárrula, valiente, conquistadora, sensual,
+fanática, cruel con los fuertes, generosa con los rendidos; la otra
+hispano-goda, de ánimo noble, pero abatida ahora, acobardada por causa
+de sus prolongados infortunios, dispuesta sin embargo á imitar el
+ejemplo de los que sacuden decorosamente el yugo de la tiranía. Encierra
+la magestuosa reina del Guadalquivir dos poblaciones en una: Córdoba
+musulmana, y Córdoba cristiana; aquella hace alarde de la deslumbradora
+cultura que alcanza manteniendo su fé en el Islam; esta solo anhela la
+exaltacion de la fé en Jesucristo, y resignada con la pobreza de sus
+basílicas y monasterios, acostumbrada ya á que los violentos dominadores
+no la permitan siquiera levantar en lo alto de sus torres una humilde
+cruz, tan solo aspira á que la sagrada señal de la redencion se perpetúe
+hondamente<a name="page_342" id="page_342"></a> grabada en los corazones y en el entendimiento de la raza
+vencida hasta que llegue el dia de su vindicacion gloriosa. Diez millas
+de longitud mide la populosa ciudad unida con las dos mágicas
+poblaciones de Az-zahra y Az-zahirah, estension inaudita de la mas
+variada y deliciosa perspectiva, tan risueña de dia como animada de
+noche, durante la cual puede recorrerse toda entera á la claridad de
+miles de linternas; y dentro del vasto recinto solo ocupan los fieles
+mozárabes la porcion menos estimada, reducidos al barrio de la Ajarquía
+ó parte baja de la antigua ciudad, separados de la parte principal
+(<i>Al-Medina</i>) por una muralla, cuyo límite no traspasan sin esponerse á
+graves insultos y atropellos.</p>
+
+<p>El que solo consulte á los historiadores árabes, se imaginará que los
+cristianos que vivian en Córdoba bajo la dominacion sarracena, podian
+disfrutar de toda tranquilidad mientras cumpliesen religiosamente la
+obligacion de pagar su respectiva capitacion (<i>jiz'yah</i>) y la
+contribucion territorial (<i>kharaj</i>), que satisfacian todos, así
+cristianos como muslimes; pero podrá convencerse de que solo gozaba una
+proteccion de mero nombre ese pobre <i>pueblo patrocinado</i><a name="FNanchor_404_407" id="FNanchor_404_407"></a><a href="#Footnote_404_407" class="fnanchor">[404]</a>, con solo
+echar una ojeada sobre las páginas veridicas de S. Eulogio, de Alvaro
+Cordobés y del abad Sanson, que con tanta elocuencia y energía retratan
+los desafueros y desmanes de que era víctima la poblacion cristiana. Es
+preciso tener presente que en los tiempos de persecucion no regian las
+leyes ordinarias, y los ministros de los califas rompian caprichosamente
+la valla de las estipulaciones. Los tributos eran entonces arbitrarios,
+la jurisdiccion del <i>Kitábatu-dh-dhimám</i> ó magistrado instituido para
+decidir los negocios contenciosos de los cristianos y judíos, quedaba en
+suspenso; y aun hubo ocasiones en que los mozárabes no pudieron
+presentarse en público sin riesgo de ser asesinados, puesto que todos
+los musulmanes fueron autorizados para proceder con mano violenta contra
+cualquier cristiano por el mero hecho de serlo.</p>
+
+<p>A la persecucion que estos sufrian bajo los mas ilustres y poderosos
+califas, agregábanse para aumento de sus tribulaciones las escisiones
+funestas que á cada paso se declaraban dentro de su Iglesia y Estado,
+donde algunos personages ambiciosos y ciertos prelados<a name="page_343" id="page_343"></a> sin fé, lobos en
+su propio rebaño, por granjearse el favor y las mercedes del rey y de la
+corte, promovian la celebracion de conciliábulos, mas bien que
+concilios, contra los mártires, la deposicion de los buenos obispos, la
+imposicion de gabelas y tributos estraordinarios que empobrecian las
+iglesias y las haciendas de los particulares mas acomodados, la
+destitucion de los mozárabes que el califa tenia á su servicio, la
+afliccion en suma, la miseria y la ruina, la diseminacion y destruccion
+de esa pobre grey que estaban llamados á regir y defender. Entre estos
+sobresalia Recafredo, metropolitano de la Bética, de triste celebridad
+por la violencia con que impugnó la santa causa de los martirios
+voluntarios, suscitando uno de los mas deplorables cismas que afligieron
+jamás á la iglesia de Córdoba; y por haber oprimido y encarcelado al
+venerable obispo Saulo y al santo y sabio maestro de mártires Eulogio.
+Tenia por auxiliar Recafredo á un publicano ó esceptor de tributos, cuyo
+nombre no se ha conservado. Era el único cristiano que habia consentido
+el rey Mohammed en este cargo, por la oficiosa diligencia con que habia
+cooperado á la publicacion de un célebre decreto del impío metropolitano
+anatematizando el martirio voluntario, y obligando á jurar á todos los
+mozárabes que no se presentarian á declarar su fé. Este esceptor fué sin
+embargo destituido á los pocos meses de haber prestado aquel servicio, y
+por recobrar su posicion, apostató de la religion de sus padres, primero
+en secreto, luego paladinamente, consolándole del desprecio y vilipendio
+con que se veía espulsado del gremio mozárabe y de las iglesias todas,
+que profanaba sacrílego, la privanza que halló en el indigno prelado y
+en el palacio.</p>
+
+<p>Además de este fautor, tenia otros muchos del estado secular la satánica
+empresa del falso metropolitano. Ni faltaba por desgracia quien hubiese
+allanado el camino para la maligna obra, acostumbrando á los califas á
+menospreciar los fueros de la gente dominada; porque un jóven francés
+renegado, diácono que habia sido del palacio de Ludovico Pio, y que
+usurpando el nombre de <i>Eleázaro</i> profesaba ahora la religion judáica,
+casado con una hebrea, habia venido á Córdoba pocos años antes, tomando
+con astucia el cíngulo militar para introducirse mejor en la corte de
+los sarracenos, y habia logrado concitar de tal manera contra los
+cristianos el ánimo del califa y de sus wazires ó ministros, que á no
+acudir pronto al remedio los afligidos mozárabes,<a name="page_344" id="page_344"></a> suplicando con
+lágrimas al rey Cárlos de Francia que reclamase la persona del
+apóstata<a name="FNanchor_405_408" id="FNanchor_405_408"></a><a href="#Footnote_405_408" class="fnanchor">[405]</a>, todos hubieran sido compelidos á hacerse judíos ó
+mahometanos bajo pena de la vida.</p>
+
+<p>Otro obispo, por nombre Samuel, depuesto por justas causas de la silla
+Eliberitana, se vino igualmente á Córdoba, y renegó, uniéndose á los
+muzlemitas. Autorizado con el poder que el favor de la corte daba al
+malvado gobernador de los cristianos Servando, su pariente, fué uno de
+los que mas atribularon á los fieles. Usurpó el obispado de Córdoba
+prevalido sin duda de la timidez y ausencia del legítimo prelado, que
+era Saulo, el cual por temor de la persecucion, aun no favorecido
+entonces por el cielo con la imperturbable fortaleza de ánimo que luego
+mostró, andaba escondido y separado del cuerpo del rebaño. Servando por
+su parte, no obstante la bajeza de su orígen, pues descendia de esclavos
+de la iglesia de Córdoba, habia escalado con sus maldades la dignidad de
+<i>conde de los cristianos</i>; honra que solo correspondia á los de linage
+ilustre; y baste saber que era avariento, soberbio, cruel, malvado
+finalmente en todo, para imaginarse hasta dónde llegaria lo opresivo de
+su conducta.</p>
+
+<p>Pero todavía, como si no bastasen estos dos para afligir á las iglesias
+de la España sojuzgada, permitió el Señor que se agravase la lamentable
+condicion de los mozárabes por el concurso y obra de otros prelados que
+favorecieron los errores ya introducidos en el dogma, y de otros
+auxiliares de las mas repugnantes heregías. El conde Servando habia
+emparentado con un obispo perjuro y de pésima condicion, cuyo nombre de
+Hostigesio ú <i>Hostigesis</i> se divisa como un negro borron en la historia
+de la Iglesia mozárabe; y este era el mas ardiente promovedor de
+aquellas divisiones y cismas. El conde imponia tiránicamente á los
+cristianos que estaban debajo de su patrocinio las mas exorbitantes
+contribuciones, vendía los sacerdocios, causando con esto el escándalo
+de que el seglar metiese la hoz en lo sagrado, y de que la Iglesia
+recibiese ministros poco dignos. Hostigesio exigia con rigor las
+<i>tercias</i> eclesiásticas, y las invertia, no en restaurar los templos, ni
+en socorrer á los pobres, segun estaba prescrito por los cánones
+conciliares, sino en regalarse y hacer agasajos á los ministros del
+palacio; reprendia severamente á los que predicaban la verdad contra<a name="page_345" id="page_345"></a>
+los errores de ciertos hereges á quienes protegia; hacia que el rey moro
+convocase conciliábulos, en que los obispos, compelidos del terror,
+anatematizasen á los que se proponia perder. Otros dos hombres
+perversos, Romano y Sebastian, padre é hijo, cada uno de ellos peor que
+el otro, se declararon hereges <i>antropomorphitas</i>, de los que daban á
+Dios cuerpo negando la universalidad de su presencia; salió á la defensa
+de la verdad el intrépido y santo abad Sanson, y fué por Hostegesio
+perseguido. El legítimo obispo de Córdoba, Valencio, y el asidonense,
+Miro, pronunciaron en nombre de todos los prelados fieles la inocencia
+del abad: Servando y Hostegesio resentidos, maquinaron la deposicion de
+Valencio; sugirieron al rey que no podia haber paz mientras aquel no
+fuese depuesto, protestando que era la causa de todas las inquietudes y
+trastornos; decretóse lo que pedian, que era la celebracion de uno de
+aquellos conciliábulos<a name="FNanchor_406_409" id="FNanchor_406_409"></a><a href="#Footnote_406_409" class="fnanchor">[406]</a> no raros en tan infelices tiempos, y
+juntando precipitadamente unos cuantos obispos y clérigos de la faccion
+de la corte, lograron que pronunciasen sentencia de deposicion contra
+Valencio, poniendo en su lugar, con infraccion de todos los requisitos
+canónicos, á Esteban Flacco, persona de su confianza, cuya residencia
+establecieron en la iglesia de S. Acisclo por no atreverse á consumar su
+obra echando á Valencio de la catedral.</p>
+
+<p>Iban los cristianos cordobeses que permanecian fieles á su fé corriendo
+el deshecho temporal de estas persecuciones, cuyos horrorosos truenos
+los hacian estrecharse mas y mas y tributarse mútuos consejos y
+consuelos: bogaban por aquel revuelto piélago como bajeles que el comun
+peligro agrupa y que el furioso vendabal dispersa. Mientras unos se
+aprestaban valerosos en las casas, en los monasterios, en las cárceles,
+á dar la vida por su creencia, otros huían del estado cordobés, y entre
+ellos retiráronse muchos monges y eclesiásticos á varias ciudades del
+norte de España, donde se vivia con menor peligro, ó se refugiaron en
+los nacientes dominios de los reyes cristianos. Pasó á Barcelona el
+presbítero Tyrso, que alcanzó gran favor entre el pueblo predicando y
+administrando los Sacramentos, aunque como intruso, en una iglesia de la
+ciudad. El rey Cárlos de Francia, cuyo<a name="page_346" id="page_346"></a> vasallo era ahora, por queja del
+obispo Frodoino de que el Tyrso se llevaba las dos partes de los diezmos
+de la ciudad, y por otros escesos de indisciplina, tuvo que mandar al
+conde de la Marca que le refrenase é hiciese que en la percepcion de los
+diezmos se observaran estrictamente los Capitulares. A los dominios de
+D. Alfonso III, el Magno, acudieron un abad y varios monges, y dióles el
+rey una iglesia de S. Miguel, donde fundaron el monasterio de S. Miguel
+de Escalada, despues tan famoso. Tambien se fué allí el abad Alonso con
+sus monges, y el mismo rey les donó el monasterio de Sahagun con sus
+antiguas posesiones para que le reedificasen y viviesen en él, como lo
+hicieron hasta el horrible dia en que fueron martirizados aquellos
+infelices monges, y destruido el monasterio<a name="FNanchor_407_410" id="FNanchor_407_410"></a><a href="#Footnote_407_410" class="fnanchor">[407]</a>. Mas adelante, bajo la
+persecucion suscitada por Abde-r-rahman III, el mas grande de los
+califas, se pasaron tambien al reino de Leon el abad Juan y sus monges,
+donde hallaron una ermita dedicada á S. Martin junto á Sanabria, y
+edificaron en ella un monasterio que tomó el título de S. Martin de
+Castañeda. De este modo se iban lentamente consumando la dispersion de
+los cristianos de Córdoba, y la despoblacion y ruina de muchos insignes
+cenobios que florecian con gran opinion en tiempo de S. Eulogio.</p>
+
+<p>Es evidente que en tiempos tan poco afortunados, no podian emplear los
+mozárabes cordobeses mucha magnificencia en la construccion y
+reparaciones de sus parroquias y monasterios. Habia basílicas de remota
+antigüedad, cuyos deterioros se reparaban con las tercias y las
+oblaciones de los fieles en los tiempos normales y tranquilos; pero
+algunas de las cuales habian de arruinarse forzosamente cuando aquellos
+recursos se distraían de su legítimo objeto y los cristianos acaudalados
+venian á empobrecerse. Sin embargo era tal la piedad de estos, que no
+tan solo se atendia en muchas á las restauraciones necesarias, como
+atestigua S. Eulogio, si bien añadiendo que esto se hacia económicamente
+y con cierta rudeza, sino que tambien se erigian de nueva planta
+basílicas en la ciudad y monasterios para ambos sexos fuera de ella.</p>
+
+<p>Objeto de alta curiosidad artística y arqueológica sería investigar qué
+lugares ocuparon dentro de la ciudad, y en aquella pintoresca<a name="page_347" id="page_347"></a> sierra de
+Córdoba, de donde bajaron un tiempo á la orgullosa corte de los amires
+huestes enteras de mártires y confesores, todas las basílicas y
+monasterios de que vamos hablando; qué se conserva hoy de las primeras
+en las parroquias que la tradicion supone renovadas despues de la
+reconquista sobre los primitivos muros, ó construidas de nueva planta en
+los mismos solares de aquellas. Pero este estudio es hoy imposible: dia
+llegará, al menos lo esperamos, en que cundiendo el amor á las
+investigaciones relativas á la historia del arte nacional, la discreta y
+prudente mano del arqueólogo pueda hacerse cargo de las mutilaciones y
+renovaciones, sondear las gruesas capas de cal que ahora revisten por
+dentro y fuera esos antiguos templos, y descubrir la verdadera forma de
+los miembros arquitectónicos hoy dislocados, ó enmascarados con obras
+que no ofrecen carácter alguno apreciable. Debemos en la actualidad
+contentarnos con lo que buenamente puede deducirse de los escritos de
+los coetáneos: de ellos se deduce la casi seguridad de que algunas de
+las parroquias hoy existentes conservan los muros, la disposicion
+interior y tal vez las mismas columnatas de las basílicas erigidas
+durante la irrupcion sarracena. Con esta luz, y con la que nos
+suministra la historia del arte monumental respecto de las formas
+generales de la arquitectura religiosa y monástica del Occidente en los
+siglos á que nos referimos, podremos presentar un cuadro aproximado del
+aspecto interior y esterior de los templos y monasterios de los
+mozárabes de Córdoba. Y con este motivo pasemos de la historia al arte:
+de la razon filosófica á la forma.</p>
+
+<p>Habia en la ciudad antes de la conquista gran número de basílicas:
+despues de apoderados de ella los sarracenos, y reducidos los indígenas
+á su barrio separado, muchas de ellas quedarian como la antigua catedral
+convertidas en mezquitas<a name="FNanchor_408_411" id="FNanchor_408_411"></a><a href="#Footnote_408_411" class="fnanchor">[408]</a>; las que subsistieron consagradas al culto
+cristiano eran sin embargo no pocas, puesto que solo en las obras de S.
+Eulogio y del abad Sanson se mencionan seis iglesias mozárabes; de otra,
+que era la de <i>Sta. María</i>, dan noticias conformes historiadores que
+probablemente no se han consultado, ni quizás<a name="page_348" id="page_348"></a> oido nombrar<a name="FNanchor_409_412" id="FNanchor_409_412"></a><a href="#Footnote_409_412" class="fnanchor">[409]</a>; y por
+último puede sostenerse con muy sólidos argumentos que lo eran asímismo,
+aunque quizás con otras advocaciones, las que hoy se denominan de <i>S.
+Andrés</i>, de <i>la Magdalena</i>, de <i>S. Lorenzo</i> y de <i>Sta. Marina</i>, todas
+situadas en la Ajarquía ó parte baja de la ciudad<a name="FNanchor_410_413" id="FNanchor_410_413"></a><a href="#Footnote_410_413" class="fnanchor">[410]</a>, que era la que
+habitaban los mozárabes, segun queda referido.</p>
+
+<p class="figcenter">
+<img src="images/ill_349.jpg" width="414" height="626" alt="Dibº del natl y litº por F J Parcerisa Lit de J Donon
+Madrid
+PARROQUIA DE SANTA MARINA,
+PUERTA LATERAL.
+(Córdoba.)" title="PARROQUIA DE SANTA MARINA"
+style="padding:2%; border:3px double black;" />
+<br />
+<span class="caption"><small>Dibº. del nat.l y litª. por F. J. Parcerisa</small> <span style="margin-left: 10%;"><small>Lit. de J. Donon, Madrid.</small></span><br /><br />
+OARROQUIA DE SANTA MARINA,<br />
+PUERTA LATERAL.<br />
+(Córdoba.)</span>
+</p>
+
+<p><a name="page_349" id="page_349"></a></p>
+
+<p>Las iglesias de que nos dejaron memoria los antiguos y santos escritores
+nombrados, son: la de <i>los tres Stos. Mártires</i> Fausto, Januario y
+Marcial, hoy S. Pedro, que como queda referido sirvió de basílica
+catedral desde que los cristianos, vendiendo á los muzlemitas la parte
+que de la catedral primitiva retenian segun las estipulaciones de la
+conquista, reedificaron con autorizacion del amir Abde-r-rahman I<a name="page_350" id="page_350"></a> aquel
+templo para erigirlo en catedral. La de <i>S. Zoilo</i>, que algunos creen
+sea la de S. Miguel de ahora, aunque no nos parece probable por la razon
+de hallarse esta parroquia en la Almedina ó parte alta de la ciudad, y
+no en la Ajarquía. La de <i>S. Acisclo</i>, que ha debido en muchas épocas
+sufrir grandes modificaciones hasta llegar á ser un grande y magnífico
+monasterio: lo que hoy por desgracia escasamente se presume, atendido el
+bárbaro deterioro que en él se ha causado incluyéndolo en los
+inventarios de la desamortización. La de <i>S. Cipriano</i>, que no se sabe
+qué lugar ocupó; célebre por haberse educado en ella los mártires Emila
+y Jeremías; por haber tenido de presbítero al ilustre Leovigildo,
+escritor del tratado <i>de habitu clericorum</i>, compuesto por escitacion de
+sus compañeros los otros clérigos de la misma iglesia; célebre tambien
+por haber sido hospedage de los monges Usuardo y Odilardo del monasterio
+de S. German de Paris, cuando vinieron á Córdoba en demanda de las
+santas reliquias de los mártires Jorge y Aurelio enterradas en el
+monasterio de Peñamelaria. La de <i>S. Ginés mártir</i>, que supone el P. Roa
+se hallaba situada donde está ahora el hospital llamado <i>de la lámpara</i>,
+y que S. Eulogio pone en el arrabal de <i>Tercios</i>, del cual hoy nadie dá
+razon. En esta iglesia estuvo sepultada la célebre Sta. Leocricia,
+discípula de S. Eulogio y su compañera en el martirio, hasta que sus
+reliquias fueron llevadas con las de su insigne maestro á la Cámara
+Santa de Oviedo por el<a name="page_351" id="page_351"></a> presbítero Dulcidio, enviado espresamente por el
+rey D. Alonso al califa Mohammed para este objeto. Ultimamente la de
+<i>Sta. Olalla</i>, ó <i>Eulalia</i>, que refiere S. Eulogio estaba situada en el
+arrabal <i>Fragelas</i>, estramuros de la ciudad, del cual hoy nadie conserva
+memoria. Dícese sin embargo<a name="FNanchor_411_414" id="FNanchor_411_414"></a><a href="#Footnote_411_414" class="fnanchor">[411]</a> que el antiguo templo y monasterio de
+Sta. Olalla fué dado á S. Pedro Nolasco en 1252 por S. Fernando para que
+fundase en él el convento de padres mercenarios, los cuales fueron
+vulgarmente llamados por mucho tiempo <i>los frailes de Sta. Olalla</i>.
+Segun esto, ya es fácil señalar hácia qué parte caía el arrabal
+<i>Fragelas</i>.</p>
+
+<p>Otras iglesias habia en Córdoba durante la ocupacion sarracénica, pero
+por lo visto no merecieron la celebridad que estas, ni se conservó la
+memoria de sus respectivas dedicaciones. Cuando S. Fernando conquistó la
+ciudad, puede decirse que la poblacion cristiana habia ya faltado de
+allí por ciento y doce años, y así por sola la tradicion tomada de los
+cautivos, ó por conjeturas razonables, podian deducirse algunas
+advocaciones. Sabríanse las de muy pocos templos; las de la mayor parte
+no; <i>S. Acisclo</i>, los <i>tres Stos. Mártires</i>, y <i>Sta. Olalla</i>,
+conservaron sus antiguas denominaciones; los demas recibieron
+dedicaciones nuevas. Esto debió suceder con mucha mas razon en las
+iglesias de la Almedina ó parte alta de la ciudad que habian conservado
+los sarracenos convirtiéndolas en mezquitas<a name="FNanchor_412_415" id="FNanchor_412_415"></a><a href="#Footnote_412_415" class="fnanchor">[412]</a>.</p>
+
+<p>No se crea que los templos de los visigodos anteriores á la invasion
+islamita eran pobres y de tosca arquitectura. En toda la cristiandad se
+habian erigido iglesias cristianas antes del siglo de Constantino<a name="FNanchor_413_416" id="FNanchor_413_416"></a><a href="#Footnote_413_416" class="fnanchor">[413]</a>;
+de consiguiente el arte religioso podia hallarse en un alto grado de
+esplendor en la Europa meridional, que era sin disputa la mas culta,
+cuando todavía el arte musulman no habia sacudido el envoltorio de la
+barbarie. Ahora bien, ¿cuál era la forma de las basílicas de Córdoba
+antes de la ocupacion sarracena? Probablemente la misma<a name="page_352" id="page_352"></a> que la de todas
+las iglesias del Occidente. Los primeros fieles se congregaban, segun se
+nos refiere en los <i>Hechos de los apóstoles</i>, en las casas de los
+últimos convertidos. Un acreditado historiador de la Iglesia nos dice
+que los lugares donde se reunian los primeros cristianos parecian mas
+escuelas públicas que templos. Adriano, tolerante con la ley de Cristo
+desde que leyó la apología de S. Cuadrato, permitió á sus adeptos la
+construccion de ciertos templos, que llevaban el nombre de <i>Adrianéos</i>,
+y cuya forma era próximamente la de las basílicas paganas. Pero hasta la
+época feliz en que, proclamado el cristianismo religion del Estado por
+Constantino, pudo el culto de la ley de gracia y de amor desplegarse
+libremente saliendo de sus lóbregas criptas y catacumbas, no hubo en
+realidad plan fijo y uniformidad en la construccion de los edificios
+religiosos. Al glorioso vencedor de Magencio, alistado bisoño de
+Jesucristo, fué á quien principalmente se debió que los templos del
+Crucificado adquiriesen en lo sucesivo la planta sencilla y simbólica
+que se ha venido despues perpetuando hasta nuestros dias. Así es en
+efecto: autorizados por él los obispos de Roma á elegir entre los
+edificios públicos los mas adecuados al ejercicio del nuevo culto; las
+basílicas claras y espaciosas, destinadas hasta entonces á las
+transacciones comerciales y á la decision de las contiendas jurídicas,
+fueron instantáneamente convertidas en iglesias. Allí mejor que en los
+lujosos templos del paganismo, manchados con los mas vergonzosos é
+impuros misterios, hallaba cómoda acogida la muchedumbre cristiana; no
+en los lóbregos aunque magníficos receptáculos de los antiguos dioses,
+donde, segun la feliz espresion de un escritor moderno, podia
+desaparecer el ídolo con el humo de un solo grano de incienso.<a name="FNanchor_414_417" id="FNanchor_414_417"></a><a href="#Footnote_414_417" class="fnanchor">[414]</a> Eran
+las basílicas por lo comun de planta cuadrangular y oblonga, terminada
+en un hemiciclo, con dos hileras de columnas que dividian
+longitudinalmente su espacio en tres secciones ó naves, la central mas
+elevada que las laterales. Estas construcciones, severas y sencillas al
+esterior, é interiormente decoradas con magestuoso y no profuso ornato,
+eran muy aplicables al nuevo culto: en el centro del hemiciclo, donde
+estaba antes el tribunal, se colocaba el ara consagrada, en la que
+celebraba el obispo, ocupando los lados la clerecía; las tres naves del
+edificio se destinaban al pueblo,<a name="page_353" id="page_353"></a> el cual, como es sabido, nunca habia
+penetrado en los templos del paganismo; y ocupaban, los hombres la nave
+de la derecha, las mujeres la de la izquierda, y los catecúmenos que aun
+no tomaban parte en la celebracion de los divinos misterios, la seccion
+inferior de la nave central en las horas dedicadas á su instruccion.
+Esta nave, dividida por lo comun en su altura en dos cuerpos, formaba
+una especie de galería alta ó tribuna, que se reservaba para las viudas
+y las vírgenes particularmente consagradas á la oracion. Entre el ábside
+donde residia el tribunal, y las naves, ocupadas por el pueblo que
+acudia á sus diferentes negocios, habia en las basílicas romanas un
+espacio privilegiado, separado del cuerpo de las naves por una
+balaustrada ó cancel, y reservado á los abogados y gente de la curia:
+este espacio, al convertirse la basílica en iglesia, se destinó á los
+cantores, y tomó el nombre de <i>coro</i>. A su entrada se colocaron como dos
+pulpitillos á modo de cátedras, con gradería para subir á ellos á leer
+al pueblo reunido la Epístola y el Evangelio; y estos púlpitos se
+llamaron <i>ambones</i>. Adaptábase pues la basílica antigua á las
+principales necesidades del culto cristiano; pero es claro que cuando la
+iglesia se alzaba de nueva fábrica, al reproducir en su planta general
+la forma de aquellos edificios tan cómodos y apropiados, habia de
+procurar el arte satisfacer además otras exigencias. Entonces la
+basílica (que este nombre pagano, equivalente á <i>morada</i> ó <i>casa real</i>,
+adoptó el templo cristiano como agradecido á la acogida que en ella
+habia encontrado al salir de los subterráneos de Roma) se erigia con el
+ábside al oriente, y marcando bien en su planta la forma simbólica de la
+cruz del Redentor. Las arquerías que la dividian en tres naves nunca
+invadian el espacio destinado al coro, sino que la central y el
+presbiterio formaban con este una verdadera cruz latina. Cubríase el
+edificio con techumbre de madera y tejas planas, adaptando interiormente
+á los pares un entablado pintado, ó dejando descubierta la armadura. El
+coro, que se llamó despues <i>crucero</i> en su interseccion con la nave
+central, solia revestirse de mármoles: separábale del presbiterio un
+segundo cancel, cuyas puertas custodiaban los acólitos. Una escalinata
+conducia al santuario ó presbiterio. Alzábase en este el altar, con su
+tabernáculo encima (<i>ciborium</i>), y debajo de él abríase una especie de
+cripta (<i>confessio</i>) donde se custodiaban las reliquias amadas de los
+mártires. Detrás del altar, á modo de corona, se sentaban en<a name="page_354" id="page_354"></a> coro los
+presbíteros, con los obispos á la derecha, y la silla pontifical en el
+lugar preeminente. Esta silla era por lo comun de preciosos mármoles,
+tenia sus cojines, y estaba mas alta que las otras sillas del coro de
+sacerdotes, y cubierta con su correspondiente paño (<i>thronum... linteo
+ornatum</i>). Al pié del cancel del presbiterio tenian puesto separado á un
+lado los príncipes y magnates (se llamaba <i>senatorium</i>), y las matronas
+al lado opuesto. Exornábase el ábside con profusion de mármoles, estucos
+y mosáicos, y de su semi-bóveda ó cascaron pendian para mayor adorno
+lámparas circulares, vasos (<i>coronæ et calices pendentiles</i>) y otros
+objetos preciosos. El tabernáculo que se alzaba sobre el altar estaba
+sostenido por cuatro columnas (<i>umbraculum</i>, <i>propiciatorium</i>), y sus
+lados cubiertos con cuatro cortinas (<i>tetravela cuadruplicia</i>). Tambien
+tenian grandes cortinas las puertas de la basílica. La sacristía
+(<i>secretarium</i>) tenia su lugar en la parte inferior de la nave del
+mediodia, y en ella ó en el presbiterio solian celebrarse los concilios.
+Aunque las paredes de las naves solian estar desnudas de todo ornato
+artístico, sin embargo no es probable que esta desnudez fuese regla
+invariable en todas las iglesias de la España goda, erigidas por un
+pueblo tan sensible al halago de lo bello. La monarquía de Rodrigo era
+al comenzar el VIII siglo una de las mas cultas y florecientes del orbe:
+quien lo dude no tiene mas que recordar el testimonio de los mas
+respetables historiadores coetáneos. <i>Obras maravillosas y elegantes</i>
+llama S. Isidoro á las construcciones de Wamba en Toledo. Iguales
+encomios hace S. Eulogio de la basílica de Sta. Leocadia de la misma
+ciudad, y de la de S. Félix de Córdoba, renovada y embellecida por el
+obispo Agapio II antes del año 618 para que sirviese de sepultura al
+cuerpo del mártir S. Zoil. Por S. Gregorio Turonense sabemos que la
+iglesia erigida por Carrarico á S. Martin en la ciudad de Orense era una
+construccion <i>admirable</i> (<i>miro opere expedita etc.</i>). Paulo Diácono nos
+habla de un baptisterio en la iglesia de S. Juan de Mérida, todo
+cubierto de pinturas... ¿ A qué amontonar citas? Todos los que han
+escrito de nuestras antiguas cosas sagradas se han deshecho en alabanzas
+de la hermosura y riqueza, de la magnificencia y fasto de muchos templos
+erigidos durante los siglos VII y VIII por nuestros reyes, prelados y
+magnates. Ellos nos pintan á la imaginacion espaciosos atrios sostenidos
+de columnas, encumbradas torres, muros cubiertos de bruñidos mármoles;
+¿qué mucho, pues, que se<a name="page_355" id="page_355"></a> decorasen alguna vez con frescos ó mosáicos
+simbólicos las naves de aquellas basílicas españolas compañeras de las
+que á S. Eulogio le merecieron tantos encomios?<a name="FNanchor_415_418" id="FNanchor_415_418"></a><a href="#Footnote_415_418" class="fnanchor">[415]</a> La regla general,
+no obstante, era que solo se adornasen con obras artísticas la
+semi-cúpula del ábside, el presbiterio con los objetos que incluía, como
+el altar y el tabernáculo, y el coro ó escuela de los cantores. Tambien
+la pila bautismal solia decorarse con bajo-relieves y pinturas.</p>
+
+<p>Pero en la desemejanza de las iglesias cristianas con las basílicas
+antiguas, el fenómeno artístico de mas interés y trascendencia es la
+sustitucion del arco descansando sobre los capiteles, al arquitrave
+horizontal, para las columnatas que dividen á lo largo el edificio:
+innovacion que puede atribuirse, ya á la falta de materiales para hacer
+una construccion romana regular, ya á la prisa con que á la sazon se
+edificaba, que no permitia reunir muchas columnas de proporciones
+iguales, ya por fin á la necesidad misma de variar y presentar cosas
+nuevas, que tan natural es en el hombre en las épocas de grandes
+revoluciones sociales. Todas las nuevas basílicas en efecto aparecieron
+con sus ligeras arquerías volteando de capitel en capitel, sin
+arquitrave que les sirviese de nivel comun, y este sistema inventado por
+los cristianos, sea ó no preferible al de la antigua arquitectura
+clásica, es el que desde entonces ha prevalecido en las edades media y
+moderna: en la arquitectura bizantina; en la musulmana que la reconoce
+por madre, ó cuando menos por nodriza; en la románica del Occidente; en
+la ojival llamada gótica, y por último en la del renacimiento, con la
+cual parecen agotarse todas las combinaciones de las formas
+monumentales.</p>
+
+<p>Es de suponer, pues, que siendo en aquellos siglos homogénea la
+arquitectura cristiana en el Occidente, las basílicas de Córdoba
+anteriores á la irrupcion sarracena y las erigidas luego por los
+mozárabes, presentasen todas con cortísimas diferencias la disposicion
+interior que acabamos de describir. Su conjunto esterior tenia tambien
+que ser próximamente el mismo en todas partes: en el imafronte ó
+fachada, remate angular, marcando la declinacion de los pares de la<a name="page_356" id="page_356"></a>
+armadura ó techumbre de la nave principal; luego las verticales de los
+muros de esta en su parte superior, por donde recibe las luces; luego
+las otras dos vertientes de la armadura de las naves colaterales,
+descansando sobre los muros de estas; últimamente, portada mas ó menos
+rica de ornamentacion, compuesta de un arco de plena cimbra, bajo un
+tejaroz sostenido en mútulos de formas caprichosas, y en lo alto un
+<i>oculus</i> ó claraboya, de sencilla forma, destinado a dar mayor luz al
+cuerpo de la iglesia. En los costados, muros lisos, sin estribo ni
+refuerzo alguno, por considerarse suficientes á contrarestar el leve
+empuje de aquellas pequeñas armaduras; descollando sobre el tejado de
+cada nave colateral el cuerpo de luces de la nave del centro; y las
+ventanas, todas de medio punto, con mas ó menos ornato en las
+archivoltas. En la parte posterior, que mira á oriente, una especie de
+media torre de planta semicircular ó poligonal, con ventanas de la forma
+misma que en los costados, revelando la presencia del ábside ó
+presbiterio. Al edificio de la basílica propiamente dicha, se agregaban
+otras construcciones indispensables. La forma de estas no sabemos que
+estuviese sujeta á plan determinado; segun el número de personas que
+hubiesen de vivir en ellas, y segun la mayor ó menor liberalidad con que
+se hubiese la iglesia fundado<a name="FNanchor_416_419" id="FNanchor_416_419"></a><a href="#Footnote_416_419" class="fnanchor">[416]</a>, serian mas ó menos cómodas y
+espaciosas, mas ó menos suntuosas, y si se quiere mas ó menos humildes,
+las dependencias de cada parroquia mozárabe. Considerábanse estas como
+esencialmente sujetas á la catedral, y reconocíase la Iglesia Mayor como
+madre aun de aquellas mismas que gozaban de alguna independencia por
+derechos ó privilegios de patronato<a name="FNanchor_417_420" id="FNanchor_417_420"></a><a href="#Footnote_417_420" class="fnanchor">[417]</a>. Así el clero parroquial hacia
+una vida análoga<a name="page_357" id="page_357"></a> á la del cabildo de canónigos; esto es, los
+beneficiados y clérigos que le componian, vivian como regulares bajo la
+autoridad del rector ó abad de la parroquia<a name="FNanchor_418_421" id="FNanchor_418_421"></a><a href="#Footnote_418_421" class="fnanchor">[418]</a>, el cual, con la parte
+que le tocaba de las rentas de la misma, tenia que vestirlos y
+mantenerlos con la debida decencia, estando al propio tiempo autorizado
+para castigarlos si no cumplian con su obligacion en el servicio del
+coro y de la iglesia. Además del edificio que para este objeto se
+necesitaba, con sus aposentos separados, su refectorio comun, sus aulas
+para la enseñanza, y lugar á propósito para la pequeña biblioteca<a name="FNanchor_419_422" id="FNanchor_419_422"></a><a href="#Footnote_419_422" class="fnanchor">[419]</a>
+que en aquellos tiempos y aquellas ciudades era dado reunir, debia tener
+la iglesia mozárabe alojamiento aparte para los niños <i>oblatos</i><a name="FNanchor_420_423" id="FNanchor_420_423"></a><a href="#Footnote_420_423" class="fnanchor">[420]</a>,
+para los esclavos que constituían parte de su riqueza, para los pobres y
+peregrinos á quienes debia dar hospedage. Estas construcciones
+adicionales, por grande que fuese la munificencia de los fundadores, se
+hacian todas con la mayor sencillez: paredes lisas, con lucientes
+alizares á lo sumo, despues que el gusto oriental se fué infiltrando en
+el arte cristiano; pavimentos de piedra comun, techos de madera,
+descubriendo la armadura del comblo, ó de bóveda latina; ventanas poco
+rasgadas con arco de medio punto; puertas cuadradas ó de plena cimbra,
+con escasísimo ornato, reducido por lo comun á un simple cordon de
+piedra ó de ladrillo marcando la curva de la archivolta.</p>
+
+<p>Esta era la forma general de las basílicas latinas, godas y mozárabes:
+esta la que próximamente debian presentar aquellas antiguas iglesias de
+S. Acisclo, de S. Zoil, de S. Ciprian, etc., que tanto ilustraron con su
+virtud y su ciencia, ya mártires hoy gloriosos, como el presbítero S.
+Perfecto, el levita S. Sisenando, el diácono S. Pablo, los Stos. Emila y
+Jeremías y otros; ya doctores insignes en todas<a name="page_358" id="page_358"></a> las disciplinas
+eclesiásticas, y hasta en las artes liberales. Entre estos últimos
+¿quién no recuerda al famoso abad <i>Esperaindeo, doctor ilustrísimo, de
+feliz recordacion, luz brillante de la iglesia</i> en aquellos tiempos
+borrascosos, varon elocuente, maestro de los mas grandes genios que
+florecieron en la España mozárabe, y de quien se escribió que entre las
+amarguras que por entonces inundaban toda la Bética, prevalecian los
+raudales de su prudencia con los cuales endulzaba lo mas salobre? ¿Quién
+no descubre al punto á Eulogio, cuya figura colosal nos sale siempre al
+paso en nuestras indagaciones sobre aquellos oscuros tiempos, como nos
+atrae la mirada un hermoso planeta cuando nuestra vista se sumerge en
+los insondables piélagos del firmamento: luminar de la iglesia española
+durante su persecucion, restaurador de las ciencias eclesiásticas y de
+las humanidades, maestro de mártires y mártir gloriosísimo? ¿Quién
+finalmente se olvidará del caballero cordobés Alvaro Paulo, tambien
+discípulo sobresaliente de Esperaindeo; del doctor Vicente, á quien este
+mismo caballero nombra, y en cuyo elogio basta decir que el título de
+<i>doctor</i> era á la sazon de mucha dignidad en la Iglesia, y que por lo
+mismo se daba muy raras veces; de aquel eximio abad Sanson, rector de la
+iglesia de S. Zoil, de quien poco há hemos hablado; del sabio
+Leovigildo, presbítero de la iglesia de S. Ciprian, que tan elocuentes
+páginas escribió sobre la observancia del trage clerical? Ved, lectores,
+á cualquiera de esos santos sacerdotes ¡qué bien le cuadra la
+descripcion que del buen eclesiástico hacia S. Isidoro! «Vive enagenado
+del mundo y de sus placeres; abomina de espectáculos, banquetes y
+diversiones; no comercia, ni trata negocios seculares; habla con
+moderacion, camina con sosiego, mira con modestia, no frecuenta casas de
+mujeres, ocúpase en la leccion y en los divinos oficios, cultiva su
+espíritu en el estudio, instruye al pueblo en la doctrina, y le dá
+ejemplo con las buenas obras<a name="FNanchor_421_424" id="FNanchor_421_424"></a><a href="#Footnote_421_424" class="fnanchor">[421]</a>.» ¿Quereis asomar ahora rápidamente la
+vista dentro de la basílica é informaros de sus ocupaciones
+relativamente al culto? Pues desde el amanecer estad alertos. Apenas
+quiebra sus rayos el sol en las alabastrinas ventanas del ábside, ya
+estan ocupando el coro en torno del altar los presbíteros en una hilera,
+y los diáconos detrás en otra. Los cantores y demas clérigos ocupan su
+lugar, y comienzan<a name="page_359" id="page_359"></a> el grave canto de los maitines. Siguen las misas y
+las horas canónicas: eran estas <i>tercia, sexta y nona</i>, y se decian
+tambien en coro á media mañana, á medio dia, y á media tarde, cantando
+siempre al fin de los salmos y responsorios el <i>Gloria et honor</i> que era
+costumbre de la Iglesia española. La misa se dividia en dos partes, la
+<i>de los catecúmenos</i> y la <i>del Sacrificio</i>: leíase primero una profecía
+del Antiguo Testamento, una Epístola de S. Pablo y una parte de los
+Evangelios; añadíanse algunos responsorios y unos versículos con
+<i>Alleluya</i>, que era lo que entonces llamaban <i>Laudes</i>; seguia el
+<i>Ofertorio</i>, y luego un diácono en voz alta mandaba á los catecúmenos
+retirarse. Queda desembarazado el tramo inferior de la nave central: la
+segunda parte va á empezar. El celebrante, vuelto al occidente, dirige
+una amonestacion al pueblo para que se recoja y disponga á orar: cada
+cual ocupa el sitio que le corresponde, los nobles y patronos el
+<i>senatorium</i>, sus mujeres y las otras damas de gerarquía et <i>matroneum</i>,
+la gente comun se divide por sexos en las dos naves colaterales de
+derecha é izquierda: las vírgenes, veladas á la usanza oriental, con las
+viudas en su tribuna ó galería alta; los hombres y mujeres casados con
+sus trages de diferentes colores y estofas, en que se advierte una fácil
+promiscuidad con las modas sarracenas, y el temor de algunas matronas
+poco fuertes, que por no parecer en público cristianas cubren su rostro
+con el velo de las mahometanas<a name="FNanchor_422_425" id="FNanchor_422_425"></a><a href="#Footnote_422_425" class="fnanchor">[422]</a>. En el pintoresco y variado conjunto
+contrastan las galas de los magnates con el humilde estambre de los
+religiosos;<a name="FNanchor_423_426" id="FNanchor_423_426"></a><a href="#Footnote_423_426" class="fnanchor">[423]</a> la cabeza del intonso y barbudo seglar, con la del
+clérigo que ostenta su corona en forma de cerquillo y su barba
+raida<a name="FNanchor_424_427" id="FNanchor_424_427"></a><a href="#Footnote_424_427" class="fnanchor">[424]</a>, (y con la del infeliz <i>decalvado</i>, que por sus pasadas
+culpas mereció una corona de ignominia hecha á repelones). Pide á Dios
+el celebrante<a name="page_360" id="page_360"></a> que oiga las oraciones de los fieles: hace la
+conmemoracion de los muertos, nombrando particularmente á los fundadores
+y bienhechores de la iglesia; siguen los abrazos de paz en señal de
+union y caridad; luego la <i>Ilacion</i>, que ahora llamamos el <i>Prefacio</i>;
+luego la <i>Consagracion</i>; rézase despues el <i>Padre nuestro</i>, distribúyese
+la comunion, y últimamente se dá la bendicion al pueblo, como se
+acostumbra al fin de los maitines y vísperas. Sábese que tanto las
+catedrales como las parroquias en la misa mayor debian rogar cada dia
+por la salud del rey, segun el consejo de S. Pablo, y mientras hubiese
+guerra, ofrecer á Dios el Sacrificio por la prosperidad de las armas
+cristianas. Concebimos que este último precepto se cumpliese; ¿pero no
+nos será lícito dudar que rogasen las iglesias de la afligida Córdoba
+mozárabe por la salud de los califas? La consagracion se hacia en pan
+entero (azimo) blanco y pequeño, hecho de propósito para el Sacrificio,
+y sobre corporales de lino, á diferencia de la Iglesia griega que
+consagraba en pan fermentado sobre corporales de seda. En los dias de
+Domingo no doblaba el pueblo las rodillas para orar: se oraba asímismo
+en pié todos los cincuenta dias pascuales, desde Resurreccion hasta
+Pentecostés, en cuyo tiempo tampoco habia ayunos públicos ó de precepto.
+Despues de la caida del sol volvia á reunirse en coro el clero
+parroquial para cantar vísperas; y durante la noche se decian los
+<i>nocturnos</i>, en tres tiempos, lo mismo que las <i>horas</i>. Cada dia el
+rector con su clero celebraba en la parroquia los divinos oficios con
+esta distribucion de horas y nocturnos, y con diferencia de himnos y
+oraciones segun se rezaba de santo mártir, ó confesor, ó vírgen. A este
+asíduo culto, lo mismo que al Santo Sacrificio, era convocado el pueblo
+cristiano con toque de campanas; cuyo débil tañido, que por cierto no
+sería muy atronador atendidas las dimensiones y forma del
+instrumento<a name="FNanchor_425_428" id="FNanchor_425_428"></a><a href="#Footnote_425_428" class="fnanchor">[425]</a> en aquellos tiempos, se nos refiere escitaba<a name="page_361" id="page_361"></a> de tal
+modo el enojo de los mahometanos en los dias de intolerancia y
+persecucion, que por no oirlo se tapaban los oidos prorumpiendo en
+maldiciones<a name="FNanchor_426_429" id="FNanchor_426_429"></a><a href="#Footnote_426_429" class="fnanchor">[426]</a>. Con tanto rigor observaban los sacerdotes mozárabes en
+general su liturgia, que en las referidas épocas de persecucion, sin
+aparato alguno celebraban cada dia su misa, y cantaban los salmos dentro
+de las mismas cárceles en que estaban presos<a name="FNanchor_427_430" id="FNanchor_427_430"></a><a href="#Footnote_427_430" class="fnanchor">[427]</a>. En los tiempos
+normales siempre era grande el aseo en el servicio de las basílicas. Sus
+aras, pues solia en cada una haber varios altares desde que se introdujo
+la costumbre de abrir nuevos ábsides en el muro de levante del crucero,
+eran de piedra, y estaban cubiertas con telas blancas de lienzo, y por
+delante con frontales de variedad de colores y tejidos. Ardía en ellas
+la cera no solo durante los divinos oficios, sino tambien de noche y á
+puertas cerradas. El sacerdote para el Sacrificio vestía amito, alba,
+cíngulo, manípulo, estola y casulla, y el diácono en lugar de esta se
+cubría con dalmática. Las casullas, capas, frontales y otras ropas
+semejantes eran de lana ó seda, y muchas veces con guarniciones de plata
+y oro. Es dificil formarse idea de la bella forma de aquellas vestiduras
+sacerdotales, tan ámplias y magestuosas, no habiéndolas visto
+reproducidas segun los antiguos monumentos del arte.</p>
+
+<p>No menos que estas iglesias florecian por entonces los monasterios de
+toda la provincia, en especial los de la Sierra de Córdoba, que así como
+rinde en tributo á la campiña las aguas de sus veneros y los aromas de
+sus plantas, le tributaba á la sazon con estos y aquellas sangre copiosa
+y fecunda de mártires, y purísima fragancia de virtudes evangélicas.
+Cerca de la ciudad, y á su vista por la parte del mediodia, reflejaba
+sus muros en la corriente del Bétis la iglesia y monasterio de <i>S.
+Cristóbal</i>, donde se educó S. Habencio, y donde fueron sepultados varios
+otros mártires. En Froniano, lugar de la montaña por la parte de
+occidente, á tres leguas ó doce millas de la ciudad, tenia iglesia y
+monasterio <i>S. Félix</i> mártir. Presidia este monasterio un piadoso
+sacerdote llamado Salvador, y debia ser de los dúplices ó mixtos, tan
+comunes entonces, por cuanto leemos en S. Eulogio<a name="page_362" id="page_362"></a> que se fué á vivir á
+él con su mujer y sus hijos el padre del santo mártir Walabonso. En el
+lugar llamado <i>Rojana</i>, tambien de la montaña, sin que nos sea dado
+señalar hácia qué parte de ella, habia otro monasterio dedicado á <i>S.
+Martin</i>. Distaba unas dos millas de la ciudad, segun se colige de la
+vida de S. Juan Gorziense<a name="FNanchor_428_431" id="FNanchor_428_431"></a><a href="#Footnote_428_431" class="fnanchor">[428]</a>, y á su iglesia acudia el santo mientras
+permaneció con el carácter de legado del rey Oton, en los domingos y
+grandes festividades, únicos dias que le permitia el gobierno de
+Abde-r-rahman III salir del palacio donde le retenia mas como preso que
+como huésped. En este santuario floreció el mártir S. Cristóbal,
+discípulo del grande Eulogio. En lo interior de la Sierra, en un sitio
+llamado Fraga, entre agrios montes y enmarañadas selvas, junto al
+lugarcillo <i>Leiulense</i>, distante de Córdoba poco mas de seis leguas,
+habia un monasterio consagrado á los mártires <i>S. Justo y Pastor</i>, del
+cual bajó el jóven Leovigildo, natural de Granada, á padecer martirio.
+El famoso monasterio dúplice de la <i>Peñamelaria</i>, titulado de <i>S.
+Salvador</i><a name="FNanchor_429_432" id="FNanchor_429_432"></a><a href="#Footnote_429_432" class="fnanchor">[429]</a>, fundado por los padres de Sta. Pomposa, y memorable por
+haber vivido en él esta santa mártir y el monge S. Fandila, estaba
+edificado en la sierra que sirve de anfiteatro á la campiña al norte de
+Córdoba, á unas cuatro millas largas de la ciudad, á la falda de una
+peña donde desde los tiempos mas antiguos formaban las abejas sus
+panales: circunstancia á que debieron su nombre vulgar la peña y el
+monasterio. Aun se ven de él escasos vestigios en alguno de los claros
+de la selvosa y sombría montaña que se levanta al norte del castillo de
+la Albayda. Los cuerpos de los mártires S. Jorge y S. Aurelio fueron
+sepultados en este santuario.</p>
+
+<p>Mas internado en la Sierra, pero en la misma direccion norte de la
+ciudad, y á dos leguas escasas de esta, alzábase antes de la cruel
+persecucion de Mohammed, entre quebrados montes y bosques seculares,
+otro monasterio, tambien <i>mixto</i>, celebérrimo en toda la cristiandad<a name="page_363" id="page_363"></a>
+como glorioso gimnasio de mártires, del cual se escribe que era tal su
+fama, que de fuera de España acudian gentes á visitarlo. Era este el
+monasterio <i>Tabanense</i>, fundado con toda magnificencia en tiempo de S.
+Eulogio por los piadosos cónyuges seglares Jeremías é Isabel, personages
+de gran cuenta y de bienes de fortuna considerables, los cuales
+emplearon en él todo su ingente patrimonio y se retiraron con su familia
+á vivir en aquella aspereza huyendo el contagio de la fascinadora
+cultura musulmana. Allí florecieron, y de aquellas paredes salieron para
+recibir el martirio, los dos citados esposos; el venerable abad Martin,
+hermano de Isabel, abadesa del monasterio de mujeres; la vírgen Columba,
+hermana de ambos, que con su dote habia contribuido á la fábrica del
+convento, y que luego recibió tambien la corona del martirio; allí fué
+monge el mártir Isaac, sobrino del fundador Jeremías; allí vivió Fandila
+bajo la disciplina del abad mencionado; allí vivió retirada y
+alentándose para el martirio la matrona Sabigoto, que hizo por
+Jesucristo dos sacrificios heróicos: separarse de dos hijas,
+entregándolas al cuidado de Isabel y demas santas religiosas, y volar
+despues al martirio<a name="FNanchor_430_433" id="FNanchor_430_433"></a><a href="#Footnote_430_433" class="fnanchor">[430]</a>; de allí finalmente salió á confesar su fé en
+Cristo la fervorosa Digna, discípula de Isabel, y allí Aurelio, el
+esposo de la varonil Sabigoto, fué á estampar el beso de despedida en
+las puras y sonrosadas megillas de sus inocentes hijas antes de entregar
+su cuello á los verdugos del <i>Mexuar</i><a name="FNanchor_431_434" id="FNanchor_431_434"></a><a href="#Footnote_431_434" class="fnanchor">[431]</a>. Corta fué la duracion de
+este monasterio tan fecundo en prodigios de virtud, puesto que la misma
+Columba que habia contribuido á su edificacion, lo vió destruido, con
+otras iglesias y lugares sagrados en que se cebó la furia de los
+sarracenos durante la persecucion decretada por el califa Mohammed, de
+que hemos hecho mencion en otras ocasiones. Sin duda por ser tan famoso
+se encarnizaron mas contra él los enemigos de la fé cristiana, los
+cuales completamente lo arrasaron. Las religiosas que en él moraban
+huyeron á la ciudad, y allí se recogieron en una casa que tenian, pared
+por medio con la iglesia de S. Cipriano.</p>
+
+<p>Otro célebre monasterio de aquellos tiempos, y del cual aun existen
+algunos vestigios, era el <i>Armilatense</i>, intitulado de S. Zoil, que
+tenia su situacion á unas siete leguas ó mas al norte de Córdoba, en<a name="page_364" id="page_364"></a>
+una espantable soledad y aspereza de montes<a name="FNanchor_432_435" id="FNanchor_432_435"></a><a href="#Footnote_432_435" class="fnanchor">[432]</a>, sin mas comodidad
+temporal que la del rio Armilata (hoy <i>Guadamellato</i>), del que tomaba el
+nombre. Iba la corriente por la márgen de la montaña en cuya falda se
+habia fundado el monasterio, y siendo muy abundante en pesca, contribuía
+á los monges con su producto. En esta clausura se educó el mártir
+Wistremundo.</p>
+
+<p>Cerca de Córdoba por la parte occidental habia un lugarcillo denominado
+Cuteclara, donde desde tiempos muy remotos existia un monasterio de
+monjas con advocacion de la Santísima Vírgen María. Hízose este
+monasterio cuteclarense muy famoso por la santa matrona Artemia, madre
+de los mártires Adulfo, Juan y Aurea, y maestra de la mártir María. En
+él florecieron Pedro Astigitano y Walabonso Eleplense, el primero en
+grado de presbítero, y como diácono el segundo, dando ambos á dos su
+sangre por Jesucristo<a name="FNanchor_433_436" id="FNanchor_433_436"></a><a href="#Footnote_433_436" class="fnanchor">[433]</a>.<a name="page_365" id="page_365"></a></p>
+
+<p>Estos son los monasterios de que se conservan mas circunstanciadas
+noticias. De algunos otros que se supone existian tambien en la Sierra y
+en la parte occidental de la campiña, no hay para qué hacer mencion
+espresa, puesto que ni sus nombres son claramente conocidos. Todos
+estaban sujetos á la regla de S. Benito, introducida en España desde el
+sexto ó séptimo siglo de la Iglesia (que de cierto no se sabe), y
+advertíase en ellos, comparados entre sí, la variedad de construcciones
+en la uniformidad del vivir, que era resultado natural de la mayor ó
+menor holgura con que habian sido erigidos; sin que á esto se opusieran
+las constituciones del santo fundador de la órden,<a name="page_366" id="page_366"></a> el cual permitia una
+racional libertad para acomodarse en todo lo esterno á las condiciones
+de los diversos paises en que se establecia su piadosa hueste. Los mas
+afamados eran <i>dúplices</i> ó <i>mixtos</i>; cada uno de ellos formaba como dos
+monasterios contiguos, uno de hombres, otro de mujeres, sin mas
+dependencia entre sí que la que los antiguos cánones habian establecido
+mandando que todo monasterio de religiosas estuviese sujeto en lo
+económico y administrativo á un abad nombrado por el obispo, á fin de
+que las monjas y su abadesa pudiesen libremente consagrarse á la vida
+ascética lejos de toda relacion y trato con la gente mundana. Monges y
+monjas vivian en sus respectivos edificios en celdas separadas: entre el
+monasterio de los hombres y el de las mujeres habia altas y fuertes
+paredes que los mantenian en completa incomunicacion, de manera que no
+podian verse unos á otros. Solo cuando la concurrencia de hermanos ó
+huéspedes les obligaba á prestarse mútuo auxilio, era lícito entablar
+correspondencia entre la clausura de religiosas y el edificio de los
+monges; pero aun entonces se limitaba la plática á lo puramente preciso,
+saliendo la abadesa á la ventana. El Concilio Hispalense II en su cánon
+onceno habia mandado que en toda la Bética los monasterios de monjas
+fuesen gobernados por monges; pero cercenando de tal manera las pláticas
+de los religiosos de ambos sexos entre sí, que solo á los abades y
+vicarios permitia hablar con las abadesas, y esto estando presentes
+otras dos ó tres monjas y versando la conversacion sobre cosas
+espirituales y doctrina. Los demas monges, ni siquiera al vestíbulo del
+monasterio de mujeres podian acercarse. Para cuidar de la administracion
+é incremento de las fincas rústicas y urbanas del convento de
+religiosas, atender á la conservacion y reparacion de sus edificios, y
+ocurrir á todas las demas cosas precisas, nombraba el abad un monge de
+capacidad y virtud esperimentada, y este nombramiento habia de ser
+confirmado por el obispo. En España, lo mismo que en Francia y en
+Inglaterra<a name="FNanchor_434_437" id="FNanchor_434_437"></a><a href="#Footnote_434_437" class="fnanchor">[434]</a>, siempre que se fundaba una clausura de religiosas, se
+construía con arreglo á las necesidades de un monasterio mixto, por la
+indicada condicion de que habian de ser precisamente monges los que la
+gobernasen. No es esto decir que fuesen dúplices todos los monasterios<a name="page_367" id="page_367"></a>
+de la provincia de Córdoba que dejamos mencionados; éranlo los mas
+principales, pero podia haber, y habia en efecto, otros que eran solo de
+hombres. El aspecto general de unos y otros debia ser próximamente el de
+los demas monasterios benedictinos de la cristiandad, sobre todo despues
+de la famosa congregacion de Aquisgran, celebrada el año 817 por
+disposicion de Ludovico Pio, cuyos capítulos ó cánones se hicieron
+obligatorios á cuantos vivian bajo aquella regla en el Occidente. La
+lucha contínua que los mozárabes consagrados á la vida religiosa tenian
+que sostener contra los infieles y los hereges, el peligro que sin cesar
+les amagaba de ser perseguidos y martirizados, hacia que no perdiesen
+nunca de vista los santos y eternos objetos de su mision y vocacion, y
+las duras pruebas á que diariamente se les sometia los afirmaban en la
+fiel observancia de la doctrina y profesion que habian abrazado. Por
+esto la vida monástica en general, y en particular la regla de S.
+Benito, produjeron en Andalucía, y en toda España, tantos y tan insignes
+santos; por esto se conservó entre los mozárabes intacto el oficio
+divino de la primitiva Iglesia goda, que era el mismo que habian
+introducido en España los siete Apostólicos<a name="FNanchor_435_438" id="FNanchor_435_438"></a><a href="#Footnote_435_438" class="fnanchor">[435]</a>; y por esto finalmente
+la disciplina monástica española brillaba con incontaminada gloria,
+mantenida en toda su pureza por los concilios nacionales y los grandes
+genios, como S. Leandro, S. Isidoro, y otros muchos que llenaron con sus
+obras las bibliotecas y con sus imágenes los altares en todos los siglos
+hasta el undécimo, antes que el prurito de imitar á los franceses, hecho
+moda en la corte de D. Alfonso VI, viniese á reformar lo que no
+necesitaba ser reformado, dándole la disciplina cluniacense por modelo.
+Por esta misma escrupulosa observancia de las constituciones escritas,
+observamos que la referida congregacion de Aquisgran inculca en muchos
+de sus cánones ó capítulos preceptos que desde los tiempos mas remotos
+vienen puestos en práctica en los monasterios españoles<a name="FNanchor_436_439" id="FNanchor_436_439"></a><a href="#Footnote_436_439" class="fnanchor">[436]</a>, y que los
+monges de otros paises de todo punto abandonaron. Así pues, no te
+parecerá temeridad, mi buen lector, el suponer que los<a name="page_368" id="page_368"></a> monasterios de
+que vamos tratando, los principales al menos, como el Tabanense, tan
+encomiado por la esplendidez con que habia sido fundado, fuesen en su
+fisonomía arquitectónica general semejantes á los que fuera de España
+alcanzaban por aquellos tiempos mas fama de observantes, edificados
+tambien en la aspereza de las montañas. Puede decirse de los monasterios
+benedictinos de Europa en los siglos medios lo que de sus monges: todos
+eran iguales, sin mas diferencias que las dimanadas de los respectivos
+usos y necesidades de los paises en que se establecian. Lo mismo que
+podia variar en cada nacion el color del hábito, porque S. Benito no
+habia determinado color ninguno, podia tambien y debia forzosamente
+variar la arquitectura de los edificios, ya por su mayor ó menor número
+de oficinas, ya por los materiales con que fueran construidos, ya
+finalmente por el estilo artístico peculiar de cada pais. Pero en lo
+sustancial habia completa uniformidad: todos los monges benedictinos
+llevaban escapulario y cogulla: que en esto consiste lo esencial del
+hábito; del mismo modo todos los monasterios, fuesen grandes ó pequeños,
+tenian su distribucion interior, sus oficinas y departamentos, adecuados
+á las prescripciones inviolables de la regla<a name="FNanchor_437_440" id="FNanchor_437_440"></a><a href="#Footnote_437_440" class="fnanchor">[437]</a>. A falta de
+intérpretes de esta regla que nos<a name="page_369" id="page_369"></a> hayan legado un recuerdo gráfico de
+los monasterios de la Bética en el noveno siglo, citaremos las palabras
+con que el capítulo general del Cister, que redactó la constitucion
+definitiva de la órden en 1119, formuló lo relativo á la disposicion
+material de los monasterios restituidos<a name="page_370" id="page_370"></a> á la fiel observancia de la
+regla primitiva. «El monasterio se construirá (dice esta obra maestra de
+organizacion monástica) de modo que reuna si es posible en su recinto
+todas las cosas necesarias: agua, molino, huerta, talleres para los
+diferentes oficios, á fin de que los<a name="page_371" id="page_371"></a> profesos no tengan que salir
+fuera... Habrá alquerías y cortijos en las tierras de la abadía, y el
+cultivo de estas estará á cargo de los hermanos <i>conversos</i> (ó
+novicios)...» Esta constitucion se observa escrupulosamente cumplida en
+la edificacion del convento de Claraval, cuyo entendido arquitecto supo
+reunir, á una comunicacion fácil con el esterior del monasterio, para el
+buen servicio de sus oficinas, una clausura completa para los religiosos
+profesos. Al mismo tiempo destinó un lugar muy principal al pasto
+espiritual y literario de la comunidad, rodeando uno de sus claustros
+con la biblioteca, las celdas de los copistas, el salon donde se
+discutian las tésis teológicas, etc.; y para recordar á los monges que
+no debian vanagloriarse por tener dotes y talentos que les hicieran
+sobresalir entre sus hermanos, situó la enfermería y el departamento de
+los ancianos, en quienes la edad y los trabajos enervan todas las
+facultades del alma y del cuerpo, inmediatos al centro intelectual de la
+comunidad. Las necesidades materiales de la vida estaban representadas
+en los graneros, cillerezía, molinos, cocinas, etc.; estas oficinas se
+hallaban próximas al claustro, pero fuera de clausura. Junto á la
+iglesia estaba el claustro, con todas las dependencias necesarias para
+los profesos. Las máquinas, hornos, alquerías, establos, talleres para
+los artesanos, y demas objetos de la industria y de la agricultura,
+ocupaban un primer recinto fuera de la clausura monacal, sin simetría, y
+segun la disposicion particular de la localidad. Este vendria á ser sin
+duda alguna el repartimiento interior de los monasterios de religiosos
+en la tierra de Córdoba, sin mas diferencia en los dúplices, ó de ambos
+sexos, que la que se colige de la necesidad de mantener á las religiosas
+en una incomunicacion completa respecto de los monges, sin estorbar sin
+embargo el acceso del templo á estas, y el del monasterio de mujeres á
+los que estaban autorizados para acercarse á ellas. Y que era así en
+efecto lo persuade la perfecta similitud que se advierte entre los
+monasterios de todos tiempos mas afamados por la escrupulosa observancia
+de la regla del santo fundador. Tómese el plano de cualquier abadía
+reformada, cluniacense ó cisterciense, trácense en su iglesia dos coros,
+uno á un lado y otro á otro, y en comunicacion con los mismos dos
+claustros, uno para hombres y otro para mujeres, con sus
+correspondientes dormitorios, refectorios, capítulos, enfermerías,
+hospederías, cocinas y lo demas necesario para el servicio corporal y
+espiritual de<a name="page_372" id="page_372"></a> cada clausura; establézcase una division de altas y
+gruesas paredes entre ambas casas, poniendo los puntos de comunicacion
+entre una y otra bajo la vigilancia y custodia del abad y de sus
+delegados; agréguense al recinto general aquellas oficinas en que se
+emplean monges solos, sin acceso para las religiosas, que son todas las
+que requiere la administracion y gobierno económico de ambas
+comunidades, los graneros, los depósitos de las prestaciones decimales,
+las huertas, molinos, establos, habitaciones de criados, etc.; y se
+tendrá aproximadamente la planta de uno de los principales monasterios
+de Córdoba del tiempo de S. Eulogio, como el Tabanense ó el de
+Peñamelaria. Diferirán uno de otro en la arquitectura de su alzado, en
+su aspecto esterior y parte decorativa: y esta diferencia dependerá del
+estilo dominante en cada region, en cada siglo. El monasterio
+cluniacense ostentará la riqueza del gusto occidental generalmente
+denominado <i>bizantino</i>; el cisterciense ofrecerá una gran sobriedad de
+ornato, «<i>una iglesia sumamente sencilla, con esclusion de todo género
+de pintura ó escultura, sin vidrieras de color, sin cruces ni adornos en
+ellas, sin torres de grande elevacion ni cosa alguna que forme contraste
+con la simplicidad y humildad de la regla</i>»;<a name="FNanchor_438_441" id="FNanchor_438_441"></a><a href="#Footnote_438_441" class="fnanchor">[438]</a> el monasterio
+cordubense, como fundado por descendientes de visigodos apegados á las
+prácticas y tradiciones de la arquitectura latina que usaron sus
+mayores, y dóciles sin embargo al contagio del modo neo-griego y
+arábigo-bizantino, y poblado por monges cuya fidelidad á la santa regla
+primitiva se citaba como modelo y provechoso ejemplo en los dominios de
+los reyes cristianos, presentará ese mismo estilo mixto cuyos caractéres
+generales hemos señalado tratando de las basílicas mozárabes de la
+ciudad. Veránse en él arcadas sin arquitrabes, puertas cuadrangulares y
+ventanas de plena cimbra, portaditas sencillas y galanas con su dintel
+recto, su arco de medio punto encima y su tímpano ligeramente decorado;
+alguna que otra imitacion del arte oriental; como el arco de herradura,
+la pequeña cúpula sobre pechinas, los ajimeces, los ladrillos
+barnizados, las molduras y cenefitas de pometados, puntas de diamantes y
+flores de loto, los capiteles de forma cúbica, etc. Aquella puerta que
+nos dice S. Eulogio se dejó abierta por descuido despues<a name="page_373" id="page_373"></a> de los
+maitines el monge que cuidaba de la clausura de las religiosas en el
+monasterio de Peñamelaria, y por la cual se evadió Sta. Pomposa para
+volar al martirio, sería sencillamente una puerta con arco de ladrillo,
+y si era, como parece regular, la que conducia del convento de mujeres
+al coro de la iglesia, tendria á lo sumo algun adorno sencillo esculpido
+en su dintel, realzado tal vez con vivos colores. Aquella ventana donde
+se asomaba segun nos refiere el mismo santo la venerable abadesa Isabel
+en el monasterio Tabanense para avisar la llegada de nuevos huéspedes ó
+peregrinos, podria ser quizás un ajimez con su esbelta columnilla de
+jaspe y sus dos arcos á la manera sarracena, puesto que consta por las
+muchas reminiscencias arábigas con que los religiosos prófugos de
+Córdoba matizaron y embellecieron la severa arquitectura de Asturias y
+Leon, que no repugnaban los ejemplares monges mozárabes, racionales en
+todo, las novedades que con ventaja para el arte y sin significacion
+alguna moral habian introducido sus dominadores.</p>
+
+<p>Para completar este bosquejo será bien dar una ligera idea de la devota
+gente que poblaba estas santas casas, de su modo de vivir, de sus usos y
+sus trages, ciñéndonos, como la índole de nuestro trabajo lo requiere, á
+la parte gráfica y pintoresca de la veneranda regla, y dejando sérias
+investigaciones sobre la disciplina religiosa para los escritores de
+historia eclesiástica: que por cierto, y sea dicho de paso, tienen mas
+ámplios y abundantes fundamentos que nosotros los amantes de las
+antigüedades artísticas, para desenvolver sus elucubraciones. No vamos
+por lo tanto á sacar á luz una nueva edicion de la regla de S. Benito y
+de los capítulos del concilio de Aquisgran; vamos solamente á trazar con
+rasgos caracteriscos una breve filiacion de los valientes soldados de la
+hueste benedictina, y solo por lo que interesa el saber qué especie de
+vida interior hacian bajo su santa bandera, aquella animosa monja que
+burlando la vigilancia del convento fué por entre las nocturnas
+tinieblas atravesando montañas, bosques, peligrosos barrancos, hasta
+llegar con el alba á la corte sarracena; aquella otra venerable abadesa,
+que salia á la ventana del muro divisorio entre las dos clausuras del
+monasterio Tabanense, para ver de agasajar á Jesucristo en la persona de
+sus pobres despues de haber gastado su gran patrimonio en fundar aquella
+casa; toda aquella legion de mártires en suma, arriba mencionada, que en
+los períodos de persecucion, y como<a name="page_374" id="page_374"></a> por secciones, iba bajando de la
+Sierra á la orgullosa corte de los Amires á fortificar con su sangre los
+retoños de la cruz que presumian estirpar los infieles. Aquellos santos
+varones, pues, aquellas respetables matronas, devotas vírgenes y niños
+ofrecidos, descendientes la mayor parte de nobles familias godas, como
+de sus meros nombres se colige, vivian todos, sin distincion de sexos ni
+de cuna, entregados á la oracion y meditacion, á las obras de caridad,
+al cultivo de la inteligencia, á los trabajos manuales que la regla
+prescribe, en los cuales no habia para los profesos de mas ciencia,
+virtud y nobleza, exencion de trabajos serviles<a name="FNanchor_439_442" id="FNanchor_439_442"></a><a href="#Footnote_439_442" class="fnanchor">[439]</a> dentro de la
+clausura. Habitaban en celdas desnudas de todo aparato, vestian los
+monges de negro<a name="FNanchor_440_443" id="FNanchor_440_443"></a><a href="#Footnote_440_443" class="fnanchor">[440]</a>, con túnica, escapulario y cogulla<a name="FNanchor_441_444" id="FNanchor_441_444"></a><a href="#Footnote_441_444" class="fnanchor">[441]</a>, las monjas
+con túnica tambien negra, y velo del mismo color, ó encarnado,
+simbolizando, bien la tristeza del destierro en que el alma consagrada á
+Dios vive en este mundo, bien su continua disposicion á dar la sangre
+por Jesucristo. Los monges profesos llevaban coronas de cerquillo lo
+mismo que los presbíteros, y la barba crecida como los demas cenobitas y
+ermitaños; pero los novicios ó confesos no llevaban corona hasta que
+pasaban<a name="page_375" id="page_375"></a> á profesos<a name="FNanchor_442_445" id="FNanchor_442_445"></a><a href="#Footnote_442_445" class="fnanchor">[442]</a>, ni tampoco capilla; así como no usaban velo
+las vírgenes hasta que en alguno de los dias solemnes marcados al efecto
+se lo daba el obispo pronunciando ellas sus votos. Levantábanse á las
+dos de la noche á rezar maitines y laudes, y despues no se volvian á
+acostar, sino que se empleaban en la oracion, la meditacion y el
+estudio; dormian vestidos, y solo se les permitia al acostarse mudar de
+calzado: en el refectorio se les servian únicamente dos viandas, que
+eran frutas ó verduras, y pescado, para que el que no pudiese comer de
+la una comiese de la otra; prohibíaseles absolutamente el uso de las
+carnes<a name="FNanchor_443_446" id="FNanchor_443_446"></a><a href="#Footnote_443_446" class="fnanchor">[443]</a>, y en cuanto á la bebida, que era el agua pura, regia una
+costumbre muy digna de ser observada: solo cuando habia obras ó ayunos
+estraordinarios, se les consentía beber entre comidas, y entonces,
+reunida toda la comunidad antes de entrar al rezo de las <i>completas</i>,
+daba el abad su bendicion, y el que tenia sed, bebia. Ayunaban todos los
+miércoles y viernes del año, además de hacerlo en las épocas señaladas
+por la Iglesia á todos los fieles, y el ayuno no les eximia del trabajo
+corporal y obras de manos, ni de la lectura acostumbrada. No era el abad
+preferido á ninguno de sus súbditos ni en la comida, ni en la bebida, ni
+en la cama, ni en el vestido. Solo cuando sobrevenian huéspedes de mucho
+respeto y calidad, le era permitido comer con ellos fuera del
+refectorio; pero las pequeñas distinciones de esta especie estaban mas
+que compensadas en beneficio de la humildad cristiana, porque ese mismo
+abad que gobernaba la comunidad y podia castigar á los monges rebeldes é
+viciosos, y ante el<a name="page_376" id="page_376"></a> cual se prosternaba el castigado hasta tocar con su
+frente el suelo, cubriéndose con la cogulla en señal de confusion, ese
+superior respetado y temido lavaba y besaba imitando á Jesucristo los
+piés á sus subordinados en el dia solemne que consagra la Iglesia á esta
+conmemoracion conmovedora. Tampoco para envanecerlos y exaltarlos, sino
+para que se les denotase amor y reverencia, queria S. Benito que los
+monges al llamarse unos á otros hiciesen preceder sus nombres de
+apelativos afectuosos y respetuosos: los mayores debian llamar á los
+menores <i>hermanos</i> (<i>fratres</i>), los menores á los mayores <i>padres</i>
+(<i>nonnos</i>); todos ellos al abad <i>señor y maestro</i> (<i>dominus et
+magister</i>). Los pobres tenian como declarado en la regla de S. Benito un
+derecho que por su singularidad merece mencionarse: para que no les
+faltase alimento, estaba terminantemente prohibido que ningun monge
+cediese á otro parte de su comida ó cena; de esta suerte, las sobras que
+dejaban los desganados ó de estómago pequeño llegaban intactas á los
+mendigos que socorria el monasterio. La regla del silencio se observaba
+con toda escrupulosidad: cada religioso se ocupaba en su celda en la
+oracion y meditacion, ó en el estudio; los no profesos se dedicaban á
+las faenas de la labranza y del cultivo; la comunidad solo se reunia en
+el coro, en el refectorio, en el capítulo y en las aulas. Durante las
+refacciones de comida y cena se leía; en ninguna parte del monasterio y
+á ninguna hora habia bullicio, y para desterrarlo completamente, las
+escuelas en que enseñaban los monges doctos estaban fuera de los
+edificios claustrales, y las aulas que habia dentro de ellos eran solo
+para los educandos del convento.</p>
+
+<p>Exaltada nuestra imaginacion con estos recuerdos, cuando recorriamos
+aquella fragosa y pintoresca Sierra de Córdoba, que hoy siguen
+santificando con su vida ejemplar los humildes <i>hijos del Yermo</i>; al<a name="FNanchor_444" id="FNanchor_444"></a><a href="#Footnote_444" class="fnanchor">[444]</a><a name="page_377" id="page_377"></a>
+señalarnos con el dedo nuestro complaciente guia alguno de los lugares
+matizados de ruinas donde la piadosa tradicion ve los devastados solares
+de los antiguos monasterios benedictinos, creimos muchas veces percibir
+el ténue tañido de una modesta campanita entre el blando susurro de las
+auras y de los arroyuelos, con que lloran hoy su soledad aquellas
+montañas que casi nos atreveríamos á llamar <i>sagradas</i>. Figurábasenos
+que aun hallaríamos en pié alguna de aquellas santas casas: que en ella
+íbamos á sorprender, usando del derecho de hospitalidad, á fuer de
+fatigados peregrinos, á la pequeña comunidad rezando sus horas; ó á ser
+agasajados como lo habian sido allí muchos en otros tiempos, viniéndonos
+á la memoria de contínuo aquella preciosa pintura que hace S. Eulogio de
+la vida de los monges de S. Zacarías de Navarra<a name="FNanchor_445_448" id="FNanchor_445_448"></a><a href="#Footnote_445_448" class="fnanchor">[445]</a>: «<i>resplandecen
+como estrellas del cielo con méritos de diferentes virtudes, unos de una
+manera, otros de otra. Florece en unos la caridad perfecta que desecha
+todo temor; á otros engrandece la humildad; otros con cuidado se
+ejercitan en recibir á los peregrinos y huéspedes, y condescienden con
+la voluntad de los que llegan de nuevo, como si Cristo se inclinára á
+ser recibido en su hospedería.</i>»<a name="page_378" id="page_378"></a> ¡Oh vida dulce y tranquila!
+esclamábamos: ¡oh deliciosa soledad silvestre, morada única en que
+descansa con placer el ocupado pensamiento del viajero de lejanas
+tierras, mientras encomienda á tus vagarosas auras, embalsamadas al
+contacto del azahar y de la madreselva, los suspiros que le arranca su
+amada familia ausente! Y ahora que restituidos al hogar doméstico
+escribimos aquellas impresiones, trayendo á la memoria aquellas punzadas
+de melancolía por la ausencia de la esposa y de los hijos, que tenemos
+ya á nuestro lado, volvemos á esperimentar una suave tristeza de no ver
+más lo que entonces vimos. ¡Oh mezquina condicion de la humana criatura,
+nunca del todo satisfecha! Como si aquellos monasterios durasen todavía;
+como si pudiéramos aun ver por allí la figura de aquel santo sacerdote
+que los visitaba y edificaba á todos; espiarla trepando hácia ellos por
+las mismas trochas y senderos que nosotros recorrimos, y perderse como
+una mota negra<a name="FNanchor_446_449" id="FNanchor_446_449"></a><a href="#Footnote_446_449" class="fnanchor">[446]</a> entre aquellos carrascales y encinares, enseñándonos
+el camino á todas las santas casas de la Sierra; duélenos no haber
+fijado nuestro albergue entre aquellas montañas de tan magníficos
+horizontes; é internándonos con la mente hasta la horrible soledad y
+montuosa aspereza donde estuvo edificado el famoso monasterio
+Armilatense, cuyas ruinas retrata todavía en su impetuoso nacimiento el
+Guadamellato, dirigimos á los gloriosos santos formados en sus claustros
+aquella misma salutacion afectuosa de Carlomagno á Paulo Diácono, monge
+de Monte Casino.</p>
+
+<table border="0" cellpadding="0" cellspacing="0" summary="">
+<tr><td align="left">Hic celer egrediens, facili mea charta volatu,</td></tr>
+<tr><td align="left">Per sylvas, colles, valles quoque pr&oelig;pete cursu:</td></tr>
+<tr><td align="left">Alma Deo cari Benedicti tecta require.</td></tr>
+<tr><td align="left">Est nam certa quies fessis venientibus illuc.</td></tr>
+<tr><td align="left">Lætus amor, et cultus Christi, simul omnibus horis.</td></tr>
+<tr><td align="left">Pax pia, mens humilis, pulchra, et concordia fratrum.</td></tr>
+<tr><td align="left">Dic patri el sociis cunctis, salvete: valete: etc.<a name="FNanchor_447_450" id="FNanchor_447_450"></a><a href="#Footnote_447_450" class="fnanchor">[447]</a></td></tr>
+</table>
+
+<p><a name="page_379" id="page_379"></a></p>
+
+<p>Mas, ¡ay! que esta grata vision retrospectiva va á concluir con un
+espectáculo terrible y sangriento; porque la vida del monge del siglo IX
+no era, como vulgarmente nos figuramos, una série bonancible de gozos
+espirituales y prosperidades terrenas. Muy halagüeño es sin duda,
+despues de domado el ímpetu de las pasiones, vivir lejos del bullicio de
+la capital, conversar con Dios en medio de esa agreste soledad,
+solazarse inocentemente á la orilla de ese rio, sorprendiendo entre las
+espumosas ondas que se quiebran en los peñascales á los incautos
+pececillos... Pero ¿y si llega un dia en que un rey poderoso decrete la
+persecucion y el esterminio de todos los cenobitas?... Pues ese temido
+instante llega en efecto. Porque la cristiandad está en dias de prueba,
+y como férrea tenaza la estrechan por el norte y mediodia los bárbaros
+normandos y los sarracenos. La Europa entera está humeando con
+monasterios incendiados y sangre de mártires: ¡Gante, Amiens, Arras,
+Corveya, Cambray, Tarvana, y cuanta tierra riega el Escalda, forman ya
+una inmensa hoguera! Los mismos estragos manchan con sangre y calcinados
+escombros la corriente del Rhin: los soberbios claustros erigidos por el
+emperador Lotario quedan en el espacio de tres dias convertidos en
+inútiles ruinas. La Francia ve aterrada cundir la devastacion por toda
+la Neustria: Suesion, Noviomago, Lauduno, Reims, son envueltas en la
+sentencia de esterminio que provocan los templos y monasterios. Caen
+desplomados los fuertes muros de S. Salvador de Prumia, de S. Martin de
+Turs, de las mas insignes abadías francesas... Si esto hacen los
+bárbaros inciviles del norte, ¿cómo esperar mas clemencia de los
+bárbaros cultos de oriente y mediodia, que asuelan ya el reino de
+Nápoles y Sicilia, que incendian á Monte Casino, á S. Plácido de Mesina,
+á S. Vicente de Vulturno, pasando á cuchillo á sus indefensos moradores?
+¡Ah! Tambien en la trabajada España suena de un confín á otro la
+tremenda voz esterminadora: ¡las tropas del altivo Muhammed entran con
+espada en mano en el suntuoso monasterio de Cardeña, y al salir de él
+dejan en sus pavimentos doscientos cadáveres de mártires!... ¿Qué
+repentino rumor sube á la montaña desde la llanura, turbando la paz de
+los santos claustros confusos gritos de destruccion y muerte? Son
+tambien<a name="page_380" id="page_380"></a> soldados y verdugos de Mohammed los que trepan hácia ellos
+armados de fuego y hierro. La Sierra de Córdoba, un momento há
+silencioso teatro de santos y ordenados ejercicios, se estremece toda
+con los clamores de los monges que huyen despavoridos, de las vírgenes y
+matronas que se apiñan desaladas en los coros, de las turbas de
+mozárabes que, precediendo á los implacables muzlimes, buscan asilo en
+lo enmarañado de los bosques y en las cavernosas breñas. Vuelvo la vista
+á la ciudad, magestuosamente asentada en medio de la campiña, y cuyos
+edificios claramente distingo; y no veo ya descollar en ella las
+modestas torres de las parroquias nuevamente erigidas. Veo por el
+contrario alzarse nubes de denso polvo en algunos parages de la
+Ajarquía. ¡La satánica obra de destruccion ha comenzado; publícase ya en
+la montaña con furibundas amenazas el feroz decreto llevado á cabo en
+las parroquias; y dentro de pocos dias los mas afamados cenobios, el
+Armilatense, el Tabanense y otros, no ofrecerán á nuestra vista mas que
+humeantes ruinas, y sangrientos despojos de mártires inmolados en ellos!</p>
+
+<p>Segun el edicto del tirano debieron derribarse todas las iglesias
+edificadas en tiempo de los árabes, y en las basílicas de la ciudad
+erigidas mas de trescientos años atrás, demolerse todas las adiciones
+modernas<a name="FNanchor_448_451" id="FNanchor_448_451"></a><a href="#Footnote_448_451" class="fnanchor">[448]</a>; pero Dios no consintió que esto se cumpliese á la letra.
+El monasterio de la Peñamelaria subsistió á pesar de la furiosa
+destruccion de que fué teatro la Sierra<a name="FNanchor_449_452" id="FNanchor_449_452"></a><a href="#Footnote_449_452" class="fnanchor">[449]</a>, y con él permanecerian
+tambien en pié otros de menos importancia. Sin embargo, la grande
+afliccion y tubracion de los mozárabes empezaba realmente por este
+tiempo. Porque á la ruina de los templos y monasterios acompañaron ahora
+aquellas enconadas persecuciones de los mismos cristianos apóstatas de
+que dejamos hecho mérito; aquellos conciliábulos prohibiendo declarar la
+fé; los padecimientos de Sanson y de Eulogio, de todos los mártires
+mencionados por ellos en estos años, y de otros infinitos de quienes no
+hicieron memoria: puesto que el mismo santo doctor dice que eran tantos
+los que se ofrecian al martirio, que<a name="page_381" id="page_381"></a> los infieles pedian á los
+cristianos los contuviesen, y que era tan universal el fervor de padecer
+por Cristo, que hasta los párvulos se ofrecian al cuchillo de los
+verdugos.</p>
+
+<p>Muchos que escaparon de Córdoba con vida fueron á darla por Jesucristo
+algunos años despues en los dominios de los reyes cristianos, á manos de
+los mismos muzlimes cordobeses. Este fin alcanzaron en 883 en el
+monasterio de Sahagun todos los religiosos prófugos que allí vivian
+refugiados bajo el abad Walabonso, de resultas de una entrada á sangre y
+fuego que hizo Almundhyr en los dominios cristianos<a name="FNanchor_450_453" id="FNanchor_450_453"></a><a href="#Footnote_450_453" class="fnanchor">[450]</a>. Hasta diez
+años despues<a name="FNanchor_451_454" id="FNanchor_451_454"></a><a href="#Footnote_451_454" class="fnanchor">[451]</a>, en que padece martirio Sta. Eugenia<a name="FNanchor_452_455" id="FNanchor_452_455"></a><a href="#Footnote_452_455" class="fnanchor">[452]</a>, no volvemos
+á ver sangre de mozárabes derramada en Córdoba. De allí á poco (en 925)
+murió por no mancillar la flor de su pureza el santo niño Pelayo, que el
+obispo Hermoigio, con mas amor de sí mismo que buen consejo, habia
+dejado á Abde-r-rahman III en rehenes para rescatarse del cautiverio
+despues de la rota de la Junquera. Por las actas referentes á este
+inocente mártir sabemos que las basílicas de S. Ginés y S. Cipriano
+subsistian en su tiempo, puesto que en el cementerio de la una fué
+sepultado su cuerpo, y en el de la otra su cabeza.</p>
+
+<p>Como por un vergel encantado que se representa en sueños, donde se hunde
+el pié de trecho en trecho, así discurre la imaginacion por la
+maravillosa y singular historia de estos tiempos. An-nasir, Al-hakem,
+Almanzor, poseen para los míseros mozárabes la magia de Circe:
+alucínanlos con el esplendor de su cultura, y cuando mas desprevenidos
+estan los aterran con sentencias de muerte. Bajo sus reinados acontecen
+la solemne embajada del Gorziense, aquellas legacías y comisiones de
+prelados, como las de los obispos Ermenhardo, Juan,<a name="page_382" id="page_382"></a> Recemundo, Dudo,
+etc., entre los califas y los emperadores de Alemania y Constantinopla,
+en que el arte y sus bellezas figuran tanto; aquellos agasajos contínuos
+entre infieles y cristianos, en que se comercia por una parte con las
+santas reliquias de los mártires, haciendo alarde de civilidad y
+tolerancia; aquel incesante acudir de los cristianos á la corte de los
+califas, á la nueva Atenas, buscando la salud<a name="FNanchor_453_456" id="FNanchor_453_456"></a><a href="#Footnote_453_456" class="fnanchor">[453]</a>, buscando alianzas y
+proteccion<a name="FNanchor_454_457" id="FNanchor_454_457"></a><a href="#Footnote_454_457" class="fnanchor">[454]</a>, buscando la luz de las ciencias y de las artes<a name="FNanchor_455_458" id="FNanchor_455_458"></a><a href="#Footnote_455_458" class="fnanchor">[455]</a>;
+aquel interminable despuntar de genios en todos los ramos del humano
+saber, á quienes aun hoy el mundo venera: hechos todos de que hemos dado
+ligera noticia al lector en el discurso del capítulo precedente. Pero á
+vueltas de tan sorprendentes espectáculos, los dejan helados de espanto
+haciéndoles ver que el odio al nombre de Cristo es en ellos
+inextinguible. A los seis años de la decolacion del niño Pelayo, padecen
+martirio Vulfura y Argentea<a name="FNanchor_456_459" id="FNanchor_456_459"></a><a href="#Footnote_456_459" class="fnanchor">[456]</a>; luego Almanzor,<a name="page_383" id="page_383"></a> que como violento
+torbellino penetra cincuenta y dos veces por los dominios de la España
+católica, llena las mazmorras de cautivos cargándolos de pesadas
+cadenas<a name="FNanchor_457_460" id="FNanchor_457_460"></a><a href="#Footnote_457_460" class="fnanchor">[457]</a>; por último, á impulso de su desprecio altanero y cruel
+perecen en tenebrosas cárceles el ejemplar Domingo Sarracino y sus
+compañeros.</p>
+
+<p>A la historia de Córdoba mozárabe pertenece aquella famosa prision de D.
+Gonzalo Gustios, padre de los malhadados Infantes de Lara, que, aunque
+omitida por los principales historiadores, se confirma por la Crónica
+General, los romances populares y la tradicion. En uno de los mas
+suntuosos edificios de la Almedina, no lejos de los reales alcázares,
+gime encarcelado el buen señor de Salas, víctima de una infame traicion
+urdida por su cuñado Rodrigo ó Ruy Velazquez, el cual con una falsa
+carta de albricias le mandó á la corte de Hixem para que fuese
+degollado, mientras sus siete hijos perecian en la celada que tambien
+les tenia dispuesta. Los Infantes de Lara, generosos y confiados como su
+padre, se dejan conducir á la frontera enemiga por el traidor que los
+entrega, y allí abandonados por él á un numeroso ejército de infieles,
+pelean varonilmente en el campo de Albacar<a name="FNanchor_458_461" id="FNanchor_458_461"></a><a href="#Footnote_458_461" class="fnanchor">[458]</a>, vendiendo caras sus
+vidas. El desdichado D. Gonzalo Gustios recibe en tanto lisonjeros
+agasajos de Almanzor y de sus allegados: la hermana del prepotente
+hagib, vencida de sus atractivos, le visita en su prision con frecuencia
+haciéndose recatadamente acompañar de sus esclavas; y de este amoroso
+comercio, cuyas dulzuras ilícitas va á castigar inexorable el cielo,
+nacerá un famoso bastardo<a name="FNanchor_459_462" id="FNanchor_459_462"></a><a href="#Footnote_459_462" class="fnanchor">[459]</a>, cuya historia no entra en nuestro
+cuadro. Está el ilustre prisionero sentado á<a name="page_384" id="page_384"></a> un banquete á que le
+convida el magnate sarraceno... Dígalo mejor el romance.</p>
+
+<table border="0" cellpadding="0" cellspacing="0" summary="">
+<tr><td align="left">«Y despues de haber servido</td><td align="left">de aquel tronco muertas ramas. </td></tr>
+<tr><td align="left">mil manjares á su usanza,</td><td align="left">Mira la fuente Gonzalo, </td></tr>
+<tr><td align="left">dice el rey:<a name="FNanchor_460_463" id="FNanchor_460_463"></a><a href="#Footnote_460_463" class="fnanchor">[460]</a>&mdash;Gonzalo amigo, &nbsp; &nbsp; &nbsp; &nbsp;</td><td align="left">y dice:&mdash;¡Ay, fruta temprana! </td></tr>
+<tr><td align="left">un costoso plato falta.</td><td align="center">. . . . . . .</td></tr>
+<tr><td align="left"> &nbsp; &nbsp;. . . . . . . . .</td><td align="left">Mas, ay mis hijos, que son</td></tr>
+<tr><td align="left">En esto vino una fuente</td><td align="left">mis preguntas escusadas,</td></tr>
+<tr><td align="left">que cubria una toalla,</td><td align="left">que con sangre viene escrito</td></tr>
+<tr><td align="left">y en ella siete cabezas,</td><td align="left">que es Rodrigo y Doña Lambra.»</td></tr>
+</table>
+
+<p>Aun existen en Córdoba la calle y casa donde pasó este tremendo drama;
+llámanlas <i>de las Cabezas</i>, y dicen tomaron este nombre por dos
+arquillos que allí se ven todavía, en los cuales pusieron las cabezas de
+los desgraciados Infantes, <i>mal trofeo de tan infame victoria</i><a name="FNanchor_461_464" id="FNanchor_461_464"></a><a href="#Footnote_461_464" class="fnanchor">[461]</a>.</p>
+
+<p>Muerto Almanzor palidece para los muzlimes el astro de la fortuna, y la
+suerte de los mozárabes pasa alternativamente de la cumbre de la
+esperanza al abismo del desconsuelo. El conde de Castilla D. Sancho, D.
+Ramon, conde de Barcelona, el rey cristiano que conquistó á Toledo,
+plantan sucesivamente sus reales sobre Córdoba: lo mismo hacen los
+régulos sarracenos rebeldes al legítimo califa; con lo cual los
+estenuados cristianos cobran aliento. Ya el conde D. Fernando Gomez saca
+de la ciudad, que todo el orbe católico mira como el mas glorioso
+panteon de mártires despues de Roma, las preciadas reliquias de dos
+insignes santos<a name="FNanchor_462_465" id="FNanchor_462_465"></a><a href="#Footnote_462_465" class="fnanchor">[462]</a>, sin que osen estorbarlo los islamitas; ya D.
+Alfonso VI en 1108, por vengar la muerte de su hijo D. Sancho en Uclés,
+hace quemar á las puertas mismas de la orgullosa corte á su gobernador
+Abdalla con otros veintidos capitanes, á quienes logra envolver en una
+batalla, y obliga á los pobladores á que le entreguen mil y setecientos
+cautivos cristianos, con todo lo que pertenecia á los almoravides sus
+auxiliares. Ya entra D. Alonso de Aragon en Andalucía (año 1125), con
+tan poderoso ejército, que la<a name="page_385" id="page_385"></a> mayor parte de las familias mozárabes de
+Córdoba se pasan á su campo juzgándose en él seguras. ¡Ahora sí que es
+lamentable la condicion de los cristianos que no abandonan sus hogares!
+Despojados de sus bienes, perseguidos, azotados, encarcelados,
+martirizados de mil modos, desterrados al Africa, ven consumarse la
+dolorosa estincion de la ley evangélica en Andalucía si el soplo
+vivificador de Dios no la reanima. Ocultan presurosos sus sagradas
+reliquias, las santas imágenes que veneran<a name="FNanchor_463_466" id="FNanchor_463_466"></a><a href="#Footnote_463_466" class="fnanchor">[463]</a>. ¡Cuántos en esta
+sangrienta tragedia alcanzaron la palma del martirio! Sus sañudos
+enemigos empiezan á destruirles los templos que las anteriores
+persecuciones habian respetado: algunos convierten en mezquitas ó en
+sinagogas. Un mahometano poderoso y sus parciales llaman á D. Alfonso el
+emperador contra Ben-Ganyah, ofreciéndole vasallaje; así queda en
+suspenso (año 1146) la ruina de la iglesia mozárabe cordobesa.
+Ben-Ganyah es vencido: el emperador castellano entra triunfante en la
+ciudad de tantos amires: dá un gobernador ó alcalde á los cristianos
+para que sean regidos con justicia segun sus propias leyes<a name="FNanchor_464_467" id="FNanchor_464_467"></a><a href="#Footnote_464_467" class="fnanchor">[464]</a>. ¡Mas
+ay, que los jactanciosos nazarenos han violado el gran templo del Islam
+atando á sus columnas sus fatigados caballos y poniendo sus atrevidas
+manos en el sagrado <i>Mushaf</i>! ¡Así que el castellano vuelva la espalda
+pagarán aquella insolente profanacion los cristianos cautivos<a name="FNanchor_465_468" id="FNanchor_465_468"></a><a href="#Footnote_465_468" class="fnanchor">[465]</a>; y
+los caballeros de ese<a name="page_386" id="page_386"></a> altivo emperador que puedan ser atraidos bajo un
+falso seguro, serán cargados de cadenas! Pero el castellano irritado se
+apresta brioso á castigar el infame perjurio de Ben-Ganyah; muchos
+príncipes de la cristiandad, muchos condes y señores se le agrupan en
+torno: sus huestes cubren la campiña; el fragor de sus armas atruena la
+vecina sierra. El musulman por su parte llama en su auxilio á los
+fanáticos y furibundos Almohades.</p>
+
+<p>Antes que los formidables ejércitos de africanos se lancen al Estrecho,
+habrá el perjuro reconocido segunda vez por su rey y señor al de
+Castilla (año 1150); mas al retirarse este nuevamente cargado de botin
+ante la siniestra nube que cierra por el mediodia, los infelices
+cristianos de Córdoba, abandonados á la barbarie de sus últimos
+opresores, se irán paulatinamente dispersando como leves yerbecillas que
+marchita y arrebata la asoladora tempestad.</p>
+
+<p class="figcenter">
+<img src="images/ill_386.png" width="141" height="32" alt="" title="" />
+</p>
+
+<p><a name="page_387" id="page_387"></a></p>
+
+<p class="barra"><img src="images/ill_barra.jpg"
+width="80%"
+height="10%"
+alt="barra decorativa"
+title="barra decorativa"
+/>
+</p>
+
+<h3><a name="capitulo_cuarto" id="capitulo_cuarto"></a>Capítulo cuarto.<br /><br />
+<span style="font-family:serif;"><i>Panorama de Córdoba en su estado actual.</i></span></h3>
+
+<p>Voy ahora, lector amigo, á desarrollar á tu vista los varios cuadros del
+panorama que hoy la ilustre Córdoba presenta.</p>
+
+<p>La antigua reina del Guadalquivir, que ya solo cobra de este gran rio el
+tributo de sus aguas sin cansarle con sus bajeles, se ofrecerá á tus
+ojos como un mayorazgo arruinado que pasa la vida en magestuosa holganza
+instalado en su espaciosa casa solariega, de cuyas paredes penden
+empolvadas, desgarradas y descoloridas tapicerías, en otro tiempo
+magníficas, y entretenido con los ahumados retratos de sus abuelos
+mientras las goteras acaban de arruinar sus artesones, y en tanto que
+sus tierras yacen abandonadas á la cizaña, á la oruga y á la langosta.
+Sube conmigo á esa enhiesta torre<a name="FNanchor_466_469" id="FNanchor_466_469"></a><a href="#Footnote_466_469" class="fnanchor">[466]</a> y mira á tu alrededor: á tus piés
+un gigantesco templo; á tu frente un caudaloso rio, ya despojado de las
+frondosas alamedas de sus orillas; á tu derecha tristes reliquias de
+suntuosos alcázares derruidos; á tu izquierda una dilatada y heterogénea
+aglomeracion de edificios de todas las épocas, partidos en dos grandes
+secciones por una larga y anchurosa via que marca las sinuosidades de
+una antigua muralla divisoria, en la que descuellan á trechos algunos
+torreones mutilados, últimos centinelas heridos de una hueste
+esterminada. Esa espaciosa via es la calle de la Feria, arteria
+principal de la industria y comercio de la antigua Córdoba, hoy sin
+sangre apenas. Entre ese singular compuesto de todas las edades,
+divisarás en miserables callejas y en plazoletas de forma irregular,
+casas no pocas que por sus soberbias fachadas merecian, á no estar hoy
+la mayor parte desiertas, el envidiado nombre de <i>palacios</i>; portadas
+elegantes del estilo del <i>Renacimiento</i> con esbeltas columnas estriadas
+y medallones de gran relieve; graciosos ajimeces en paredones
+carcomidos; altas galerías de aéreas arcadas moriscas sobre edificios
+restaurados con bárbara simplicidad, sin una imposta, sin una faja, sin
+una moldura, con agujeros cuadrangulares<a name="page_388" id="page_388"></a> por ventanas, y de arriba
+abajo enjalbegados; casuchas miserables con magníficos fragmentos de
+jaspe y mármol embutidos en sus sarrosos tapiales:&mdash;allí un soberbio
+capitel corintio sirviendo de piedra angular,&mdash;allá un hermoso fuste de
+granito haciendo de escalon en un umbral,&mdash;acullá una basa de estátua
+romana puesta como sillar á pesar de la borrosa inscripcion denunciadora
+de su antiguo y noble empleo:&mdash;y esto á cada paso, en cada esquina, en
+cada calle. Verás tambien como en posicion alegórica dos grandes
+edificios, S. Francisco y S. Pablo, situados en línea en frente de la
+Ajarquía, á guisa de paladines del cristianismo en avanzada contra los
+errores que simboliza la Almedina. Eran conventos poderosos: hoy se
+alberga en el uno como vergonzante la suprema autoridad política y
+gubernativa de la provincia; el otro, medio arruinado, no tiene mas
+morador que un pobre sillero, al cual le viene tan grande la regia
+clausura, que como corrido de su pequeñez dentro de ella, se ha bajado á
+un rincon de su inmenso patio á teñir sus palos y tejer sus eneas. Si
+paras la atencion en las humildes fábricas que de trecho en trecho
+despuntan, unas con torres, otras sin ellas, asomando sobre las
+techumbres circunvecinas sus denegridas fachaditas angulares, cuál con
+un santo en su vértice, cuál con una simple cornisilla de canes, cuál
+entre dos robustos estribos, pero todas con su gran claraboya como el
+ojo único de los cíclopes, facilmente reconocerás, aunque algo
+disfrazadas, algunas de las basílicas mozárabes de que te he hablado en
+el anterior capítulo. El clero parroquial ha carecido de medios para
+enmascararlas con fachadas greco-romanas ó churriguerescas. ¡Feliz
+pobreza, que nos las ha conservado libres de columnas panzudas y
+guirnaldas de piedra! A tu espalda se dilata formando cien tortuosas
+calles y otros tantos callejones la parte mas alta de la ciudad: en ella
+habia repartido la arábiga dominacion setecientas mezquitas con sus
+alminares, novecientas casas de baños, muchísimos mercados, bazares,
+zocos, talleres, fábricas, posadas; pero de tan portentosa grandeza no
+existe hoy ni la huella. Do quiera que vuelvas los ojos hallarás en suma
+fachadas sin viviendas, entre cuyos sillares brotan el musgo y la malva,
+por cuyas ventanas pasan revolando los pájaros amantes de las grandes
+ruinas; monasterios inhabitados, templos desiertos, plazas donde crece
+la grama, calles á todas horas silenciosas, mercados donde no se
+trafica, talleres donde no se trabaja, tiendas donde no<a name="page_389" id="page_389"></a> se vende; una
+poblacion en fin inactiva, dormida, mermada, pobre, privada de las
+delicias de la cultura islamita, divorciada con las dulzuras de la
+progresiva civilizacion cristiana, y marcada con el estigma de una
+dolorosa decadencia material y moral<a name="FNanchor_467_470" id="FNanchor_467_470"></a><a href="#Footnote_467_470" class="fnanchor">[467]</a>.</p>
+
+<p>Tiene un no sé qué la holgazanería que á primera vista se confunde con
+la dignidad; pero, sea ó no holgazana, es indudable que la moderna
+Córdoba arrastra con decoro los girones de la toga pretexta romana, del
+tiráz musulman, y de la cota española. Contenta con los timbres
+heredados, los deja subsistir hasta que se le caen á pedazos: no aspira
+presuntuosa á sustituir al arte monumental de los tiempos que fueron
+otro arte nuevo; y sin embargo no vive sin arte como otros pueblos.
+Conserva hoy cuidadosa sus lápidas latinas, sus reliquias arábigas, sus
+edificios ojivales: bien quisiera ella tener medios para realizar
+empresas mayores; pero como caballero pobre se pasa con digna
+resignacion sus hambres sin pedir á nadie prestado. Cuando necesita un
+edificio lo labra á la antigua usanza, haciendo en sus patios graciosas
+y esbeltas arcadas sobre bien torneadas columnillas decoradas con
+capiteles moriscos; y no incurre en plágios insípidos y de mal gusto, ni
+comete el crímen de copiar la irracional arquitectura de la coronada
+villa de Madrid<a name="FNanchor_468_471" id="FNanchor_468_471"></a><a href="#Footnote_468_471" class="fnanchor">[468]</a>.</p>
+
+<p>¡Salve, pues, noble y magestuosa cuna de Lucano, de los Sénecas, de
+Osio, de Averroes, de S. Eulogio, de Juan de Mena, del Gran Capitan, de
+Morales, de Góngora, de Céspedes, de tantos insignes varones! Inspírame
+con las memorias de tu pasada grandeza para descubrir á mis lectores en
+cuadros verídicos, aunque fugaces, el sumo interés histórico que en sí
+llevan algunas de las reliquias que cubren tu suelo.</p>
+
+<p><i>La muralla y sus puertas.</i> Esos muros que cercan la ciudad,
+fortalecidos á trechos con gallardas torres, cilíndricas unas, cuadradas
+otras, y algunas ochavadas, fueron obra de muchos siglos, pero toda de
+sarracenos y cristianos; de los romanos quedarán quizá cimientos. Lo mas
+notable en ellos son las puertas, y algunas torres desviadas<a name="page_390" id="page_390"></a> de la
+cerca, y unidas á ella con pasadizos, que los árabes solian construir en
+vez de baluartes para señorear mejor la muralla, y que luego
+construyeron tambien los cristianos<a name="FNanchor_469_472" id="FNanchor_469_472"></a><a href="#Footnote_469_472" class="fnanchor">[469]</a>. Son principalmente dignas de
+observarse, la puerta <i>de Sevilla</i> por la elegancia de su labor
+almohadillada; la <i>de Almodovar</i> por lo bien que se marca en ella la
+diferencia entre la obra morisca y la renovacion hecha despues en la
+parte alta del muro; la puerta <i>del Osario</i>, obra de la reconquista,
+edificada segun la manera comun de la edad media con dos robustas torres
+que la flanquean; la puerta <i>de Colodro</i>, célebre no como obra del arte,
+sino por haberle dado su nombre el valiente almogavar que con Benito
+Baños escaló el muro de la Ajarquía dando ocasion á que ganaran esta
+parte de la ciudad las huestes de S. Fernando; la <i>de la Misericordia</i>,
+llamada antes <i>puerta Escusada</i> por cierto dicho oportuno del rey moro
+que perdió á Córdoba, conservado por la tradicion<a name="FNanchor_470_473" id="FNanchor_470_473"></a><a href="#Footnote_470_473" class="fnanchor">[470]</a>; la <i>del Sol</i>,
+antes <i>puerta de Martos</i>, y en tiempo de romanos puerta <i>Piscatoria</i>,
+famosa por haber sido la primera que se abrió al adalid Domingo Muñoz y
+á los capitanes Argote y Tafur, en aquella noche oscura y lluviosa en
+que los dos terribles almogavares nombrados, y otros bravos, precedidos
+de sus guias, iban recorriendo en silencio como indignadas sombras toda
+la muralla oriental, sus torres y puertas, degollando á los centinelas y
+guardias muzlemitas<a name="FNanchor_471_474" id="FNanchor_471_474"></a><a href="#Footnote_471_474" class="fnanchor">[471]</a>. Finalmente la puerta <i>del Puente</i>, que se cree
+diseñada por el célebre Juan de Herrera, y que indudablemente lleva el
+sello de su escuela<a name="FNanchor_472_475" id="FNanchor_472_475"></a><a href="#Footnote_472_475" class="fnanchor">[472]</a> en la severidad y buenas proporciones de sus
+cuatro columnas dóricas y de su cornisamento. Dos bajo-relieves de
+mérito sobresaliente, atribuidos al Torrigiano, ocupan la parte superior
+de sus intercolumnios. Donde se halla esta puerta habia en tiempo de los
+árabes otra, llamada<a name="page_391" id="page_391"></a> del mismo modo (<i>babu-l-kantarah</i>): la de Sevilla
+se denominaba vulgarmente <i>puerta de los Drogueros</i> (<i>babu-l'-attarin</i>):
+la del Sol llevaba el nombre de <i>puerta de Algeciras</i>
+(<i>babu-l-jezirati-l-khadrá</i>). Habia además otras puertas: la <i>de los
+Judíos</i> (<i>babu-l-yahud</i>); la <i>de Talavera</i> (llamada asímismo <i>de Leon</i>);
+la <i>del amir Koreixí</i>; y la <i>de los Nogales</i> (por otro nombre <i>puerta de
+Badajoz</i>). ¿Qué puertas eran estas? No es fácil ya averiguarlo. La de
+Almodovar quizás podrá haberse llamado puerta de los Judíos, por caer
+hácia aquella estremidad el barrio de estos, como lo indica la calle que
+aun conserva su nombre. Allí continuaron morando despues de la
+reconquista, y allí erigieron recien ganada la ciudad la suntuosa
+sinagoga<a name="FNanchor_473_476" id="FNanchor_473_476"></a><a href="#Footnote_473_476" class="fnanchor">[473]</a> que mandó demoler el papa Inocencio IV<a name="FNanchor_474_477" id="FNanchor_474_477"></a><a href="#Footnote_474_477" class="fnanchor">[474]</a>. Allí tambien
+sufririan la gran matanza del año 1392.</p>
+
+<p>Al estremo septentrional de la Ajarquía, entre las puertas del Rincon y
+de Colodro, se eleva una gran torre de planta octógona, unida á la
+muralla por un arco de medio punto, bajo el cual se ve una lápida
+borrosa, en que se dice habia una inscripcion por donde constaba haberse
+hecho la obra desde el año 1406 al 1408, de órden del rey D. Enrique
+III. Acerca de esta torre circulan diversas tradiciones; pero la mas
+válida cuenta que se labró á costa de un caballero, que, habiendo
+asesinado á su esposa, obtuvo del monarca, necesitado á la sazon de
+hombres y dinero, la gracia de poder rescatar con ella la pena de muerte
+merecida por su crímen.</p>
+
+<p><i>El alcázar.</i> El antiguo alcázar de Córdoba debia ser un edificio
+inmenso, ó mas bien un conjunto de varios y magníficos edificios, porque
+en su irregular recinto se comprendia todo lo que es hoy palacio
+episcopal, alcázar viejo y nuevo, caballerizas, y huertas del alcázar.
+Cae á la parte occidental de la ciudad, teniendo por límites á levante
+la catedral, al mediodia el rio y su ribera, á occidente y norte el
+<i>arroyo del Moro</i>; y en este sitio estuvo erigida desde la dominacion
+romana la principal fortaleza de la ciudad, permaneciendo en los
+tiempos<a name="page_392" id="page_392"></a> sucesivos como baluarte y defensa de la poblacion. Los godos
+tuvieron allí el palacio de Teodofredo, padre del rey D. Rodrigo; los
+árabes se encontraron el palacio construido, y los califas de la casa de
+Merwan se instalaron en él. Propensos á poetizarlo todo con misteriosos
+orígenes, sus escritores en la edad media le supusieron obra de los mas
+remotos tiempos, descubierta casualmente por un antiguo rey, de esos que
+como los de los cuentos de las nodrizas no tienen nombre ni época en la
+historia<a name="FNanchor_475_478" id="FNanchor_475_478"></a><a href="#Footnote_475_478" class="fnanchor">[475]</a>. Pero el diligente y verídico Ibnu Bashkuwal, que le vió
+en la época mas brillante del califado, nos dá á entender que se
+juntaban en él reliquias arquitectónicas de cuantas gentes habian
+dominado la Andalucía desde los persas y griegos. Este historiador, sin
+describirlo minuciosamente, habla en general de muchas bellezas
+atesoradas en sus salones y jardines por los amires de la dinastía de
+los Umeyas, y dando luego razon de sus magníficas entradas, dice así:
+«Entre las puertas de este palacio, que Dios omnipotente abrió para
+reparacion de las injurias, auxilio de los oprimidos y declaracion de
+justas sentencias, es la principal una sobre la cual campea un terrado
+saliente sin igual en el mundo. Esta puerta abre paso al alcázar, y
+tiene sus hojas revestidas de hierro, con un anillo de bronce de labor
+esquisita, en figura de hombre con la boca abierta: obra de mérito
+estraordinario que trajo de una de las puertas de Narbona un califa. En
+la misma línea de esta hay otra puerta, llamada <i>de los Jardines</i>
+(<i>babu-l-jennan</i>), y al lado opuesto, en un terrado que domina al
+Guadalquivir, dos mezquitas, famosas por los muchos milagros obrados en
+ellas, y en las cuales el sultan Mohammed, hijo de<a name="page_393" id="page_393"></a> Abde-r-rahman II, se
+sentaba á administrar justicia á sus súbditos. Las puertas tercera y
+cuarta, llamadas <i>del Rio</i> (<i>babu-l-wadi</i>) y <i>de Coria</i>
+(<i>babu-l-koriah</i>), daban salida al norte. La quinta y última, denominada
+<i>de la Mezquita mayor</i> (<i>babu-l-jamí</i>), era la que se abria á los
+califas cuando iban los viernes á la azala de la Aljama; cuyo tránsito
+se cubria todo de alhombras<a name="FNanchor_476_479" id="FNanchor_476_479"></a><a href="#Footnote_476_479" class="fnanchor">[476]</a>.» Nada mas sabemos del soberbio alcázar
+árabe. ¿Qué queda hoy de él? Poco mas que una especie de fortaleza
+cuadrada que el rey D. Alfonso XI reformó á su manera (denominada hoy
+<i>el alcázar nuevo</i>), y algunos torreones desmochados y ruinosos que se
+divisan como perdidos en la grande area desierta que se estiende detrás,
+donde ya no es posible conjeturar lo que allí existió. Créese que el
+palacio episcopal conserva algunos muros de aquel gran palacio: debe
+serlo forzosamente el que mira á levante y sirve de fachada, pues hasta
+el siglo XVI estuvo unido á la mezquita por medio del pasadizo ó
+tránsito mencionado<a name="FNanchor_477_480" id="FNanchor_477_480"></a><a href="#Footnote_477_480" class="fnanchor">[477]</a>.</p>
+
+<p>Tenian los alcázares unos deliciosos baños, que se surtían del agua del
+Guadalquivir por medio de una grande azuda. Esta máquina, sostenida en
+un elegante edificio de ladrillo, cuyos restos aun subsisten con el
+nombre de Albolafia, en la orilla del rio al pié del muro que limita por
+el sur la Huerta del alcázar, subia el agua á un recipiente ó depósito,
+del cual pasaba sobre un arco al cauce abierto en dicho muro, y por
+encima de este corría hasta verter en el baño, del cual tambien se ven
+las ruinas allí cerca. En el baño habia una torre,<a name="page_394" id="page_394"></a> memorable por
+haberse parado en ella despues que la ahuyentaron, segun cuenta la
+piadosa leyenda, la paloma blanca que se dejó ver sobre el cadáver del
+mártir S. Eulogio arrojado al rio. En el ángulo S-E. del alcázar había
+otra torre, llamada <i>de la Vela</i>, tambien célebre por la misma
+leyenda<a name="FNanchor_478_481" id="FNanchor_478_481"></a><a href="#Footnote_478_481" class="fnanchor">[478]</a>. Ambas sin embargo han sido demolidas sin escrúpulo despues
+que la reina D.ª Isabel la Católica, estando en Córdoba ocupada en
+proveer lo necesario para la guerra de Granada, dió el mal ejemplo de
+hacer desbaratar el galano artificio de la Albolafia porque su ruido le
+quitaba el sueño.</p>
+
+<p>Pero ¿cómo es que ni el <i>alcázar nuevo</i>, hoy cárcel, que sirvió de
+residencia al terrible Tribunal del Santo Oficio, ni el <i>campillo del
+rey</i> saturado de sangre de mártires mozárabes, han hallado á los ojos de
+los cordobeses gracia suficiente para eximirse de la dura ley del
+abandono? Siquiera por el singular contraste que en aquel parage
+ofrecian la ominosa fortaleza, donde el falso celo religioso habia
+perpetrado por obra del malvado Luzero tantos crímenes horrendos<a name="FNanchor_479_482" id="FNanchor_479_482"></a><a href="#Footnote_479_482" class="fnanchor">[479]</a>, y
+aquella sagrada palestra, donde el verdadero amor de Jesucristo habia
+recogido tantas celestiales palmas; por esto solo parece que debieran
+los hijos<a name="page_395" id="page_395"></a> de Córdoba haber mantenido con esmero aquel edificio
+libre de la devoradora carcoma de las cárceles, conservando en él hasta
+los muebles del tiempo del pérfido inquisidor: é intacto el sencillo
+monumento que la piedad discreta, generosa y tierna de Ambrosio de
+Morales, consagró á la legion de mártires que desde aquella esplanada se
+habia elevado triunfante al Empíreo<a name="FNanchor_480_483" id="FNanchor_480_483"></a><a href="#Footnote_480_483" class="fnanchor">[480]</a>.</p>
+
+<p class="figcenter">
+<img src="images/ill_395.jpg" width="437" height="590" alt="ALAMEDAS DEL GUADALQUIVIR.
+(Córdoba.)" title="ALAMEDAS DEL GUADALQUIVIR.
+(Córdoba.)"
+style="padding:2%; border:3px double black;"
+/>
+<br />
+<span class="caption">ALAMEDAS DEL GUADALQUIVIR.<br />
+(Córdoba.)</span>
+</p>
+
+<p><i>El puente y la Calahorra.</i> Algunos historiadores árabes atribuyen á
+Octaviano Augusto la construccion del antiguo puente de piedra.
+Destruida la obra romana, los sarracenos la reedificaron sobre sus
+mismos cimientos<a name="FNanchor_481_484" id="FNanchor_481_484"></a><a href="#Footnote_481_484" class="fnanchor">[481]</a>, y todos los califas de la dinastía de Merwan se
+esmeraron en su conservacion. Consta de diez y seis arcos, volteados
+sobre pilares que fortalecen robustos estribos cilíndricos coronados de
+chapiteles semicónicos. A modo de cabeza de puente se eleva en su
+estremo opuesto á la ciudad una fortaleza con su barbacana, una
+verdadera Calahorra, que el vulgo, aficionado á estropearlo todo, llama
+la <i>Carraola</i>. Forma la planta de este castillo una especie de cruz,
+cuyos brazos y cabeza son en el alzado tres severos torreones
+cuadrangulares almenados, que llevan en su interseccion otros dos
+cuerpos cilíndricos de igual altura<a name="FNanchor_482_485" id="FNanchor_482_485"></a><a href="#Footnote_482_485" class="fnanchor">[482]</a>. La barbacana es poligonal, con
+estribos cilíndricos, en dos ángulos. En la defensa de la ciudad contra
+el rey D. Pedro de Castilla, el puente y su Calahorra fueron teatro de
+heróicas lides.</p>
+
+<p>Habia brindado aquel malvado rey con el saco de Córdoba al rey moro de
+Granada si le ayudaba á conquistarla. Accediendo Mohammed, juntáronse
+los ejércitos de ambos, y el castellano puso cerco á la ciudad con
+ochenta mil moros de á pié y siete mil de á caballo, y unos siete mil
+cristianos. Combatiéronla los moros con corage, y al<a name="page_396" id="page_396"></a> primer asalto
+entraron por fuerza el castillo de la Calahorra. Pasaron el puente,
+abrieron seis portillos en la muralla del alcázar viejo, y por ellos
+penetraron en la ciudad una porcion de compañías ganando rápidamente las
+calles con banderas desplegadas y estruendo de lelilíes. El Adelantado
+D. Alonso Fernandez de Córdoba, los maestres de Santiago y Calatrava D.
+Gonzalo Mesía y D. Pedro Muñiz de Godoy, y otros caballeros, Córdobas y
+Guzmanes, estaban dentro indignados de ver que los soldados cristianos
+se dejaban arrollar por la morisma; y mientras se esforzaban inútilmente
+en contenerlos, las matronas y doncellas mas principales salieron sin
+tocas por las calles, dando animosos y dolientes gemidos, escitando con
+varonil ademan á sus hijos y esposos á la pelea. Produjo esto tanto
+entusiasmo, que los soldados cristianos, convertidos repentinamente en
+leones, cerraron con tanto brío con aquel enjambre de moros que los
+tenia acosados, que los obligaron á huir, arrojándose muchos por la
+muralla al rio para salvar la vida, y abandonando el ejército sitiador
+el puente y su fortaleza. Los dos coligados repitieron la embestida por
+separado al siguiente dia, pero en vano; y al cabo volvieron unidos
+sobre la ciudad, que asediaron con nuevo ardimiento. Los sitiados
+resolvieron salir á darles batalla, y eligieron por su general al
+Adelantado, á quien de derecho tocaba serlo. Juntóse un lucido escuadron
+de caballeros y gente ciudadana, decididos todos á morir ó vencer; pero
+divulgóse entre el pueblo crédulo la calumnia de que el Adelantado
+tramaba la entrega de la ciudad al rey de Castilla, y al salir la hueste
+cordobesa al puente se presentó al caudillo su madre D.ª Aldonza de
+Haro, y le dijo: <i>mirad, hijo, que me dicen salís á entregar la ciudad á
+nuestros enemigos; recordad que en vuestro linage no ha habido
+traidores: no hagais menos que vuestros pasados</i>. Y D. Alonso respondió:
+<span class="smcap">Señora, en el campo se verá la verdad</span><a name="FNanchor_483_486" id="FNanchor_483_486"></a><a href="#Footnote_483_486" class="fnanchor">[483]</a>. Pasó el escuadron el puente,
+hizo el Adelantado cortar dos de sus arcos, y dijo á los suyos: <i>¡pensad
+que salimos á vencer ó morir!</i> Trabóse la batalla, y puso Dios tal brío
+en los corazones cordobeses, que sin reparar en la muchedumbre de los
+contrarios los embistieron de tropel, con tanto denuedo, tanta furia y
+vocería, tan recio herir y golpear, que al punto se cubrió la llanura de
+cadáveres<a name="page_397" id="page_397"></a> de infieles y castellanos mezclados; visto lo cual, las
+haces enemigas aterradas volvieron las espaldas, y á mas correr se
+encaminaron á Castro el Rio, dejando ricos de despojos á los cordobeses.
+Estos regresaron á la ciudad por el vado que hoy llaman <i>del
+Adelantado</i>.</p>
+
+<p class="figcenter">
+<img src="images/ill_397.jpg" width="423" height="555" alt="Dib.º del nat.l y lit.ª por F. J. Parcerisa.
+Lit. de J. Donen, Madrid.
+IGLESIA DE S.ta MARINA.
+(Córdoba.)" title="IGLESIA DE S.ta MARINA.
+(Córdoba.)"
+style="padding:2%; border:3px double black;"
+/>
+<br />
+<span class="caption"><small>Dibº. del nat.l y litª. por F. J. Parcerisa</small> <span style="margin-left: 10%;"><small>Lit. de J. Donon, Madrid.</small></span><br /><br />
+IGLESIA DE S.<sup>ta</sup> MARINA.<br />
+(Córdoba.)</span>
+</p>
+
+<p><i>Iglesias, conventos y capillas.</i> Cuando S. Fernando conquistó á
+Córdoba, los cristianos habian ya casi perdido la memoria de las
+advocaciones de sus basílicas; algunas sin embargo subsistian aunque
+deterioradas por el largo abandono, y solo de dos ó tres de estas se
+sabian por tradicion las primitivas dedicaciones<a name="FNanchor_484_487" id="FNanchor_484_487"></a><a href="#Footnote_484_487" class="fnanchor">[484]</a>. A las otras que
+hallaron en pié aplicaron advocaciones nuevas<a name="FNanchor_485_488" id="FNanchor_485_488"></a><a href="#Footnote_485_488" class="fnanchor">[485]</a>. Reparáronse las que
+amenazaban ruina, las ya asoladas se volvieron á levantar; las torres
+que los sarracenos habian desmochado quedaron truncadas como glorioso
+testimonio de las persecuciones sufridas. Catorce parroquias resultaron
+de esta obra de restauracion tan meritoria: siete en la Ajarquía, siete
+en la Almedina, uniformes en las líneas generales de sus sencillas y
+humildes fachaditas, en un todo acomodadas á la forma comun de las
+primitivas basílicas cristianas del Occidente, en que se dibujan las
+tres naves, central y laterales, y sus vertientes. En la parte
+decorativa conservaron las parroquias de la Almedina algunos rasgos muy
+marcados de su profana destinacion mientras sirvieron de mezquitas; en
+algunas de la Ajarquía quedó también sellada con reminiscencias del
+estilo árabe la larga dominacion padecida. Ved esa adusta mole que se
+levanta en la plazoleta del conde de Priego, de fachada desnuda de
+ornato y sombría, pero bien razonada y de carácter profundamente
+cristiano: esa es Sta. Marina, tipo de los primitivos templos ojivales
+de nuestra nacion. Alienta en ella cierto espíritu de magestad, de
+fortaleza, de santa sobriedad cristiana que cautiva<a name="FNanchor_486_489" id="FNanchor_486_489"></a><a href="#Footnote_486_489" class="fnanchor">[486]</a>. Falta en las
+zonas que dividen sus estribos la simetría, de la cual somos hoy
+esclavos; pero, ¿qué importa? Este defecto, dado que lo sea, no se
+advierte siquiera; y en cambio su deliciosa portada de molduras lisas,
+su claraboya de anillos concéntricos, su puerta del norte con las dos
+severas agujas que la flanquean, los chapiteles piramidales<a name="page_398" id="page_398"></a> de su
+imafronte, constituyen un precioso modelo de arquitectura religiosa,
+económica en su coste, y popular como adaptable á toda clase de
+poblaciones desde la poderosa ciudad hasta la humilde aldea. Una
+fisonomía menos adusta presentaria la fachada de S. Lorenzo antes que
+levantase en 1555 su rector y obrero Alonso Ruiz la torre que tanto
+desdice del carácter primitivo de esta basílica<a name="FNanchor_487_490" id="FNanchor_487_490"></a><a href="#Footnote_487_490" class="fnanchor">[487]</a>. Tenia entonces un
+gracioso pórtico cuyas arcadas se ven cegadas hoy: era la pared de su
+imafronte enteramente lisa, y en ella un grande roseton calado, al cual
+no hay otro comparable en Córdoba, inundaba de luz la nave central.
+Aumentaban su claridad las ventanas de los muros laterales de la misma
+nave, de forma estraña y caprichosa, á manera de ajimeces sin parteluz,
+en que el rosetoncillo del vértice está como sujeto por un cordon
+ondulante. Casi todas las parroquias de Córdoba presentan en sus
+portadas antiguas gran semejanza: unas sin embargo son mozárabes, otras
+son obra posterior á la reconquista. Esto consiste sin duda en que el
+arte mozárabe que desaparece, coincide con el arte cristiano del norte
+que viene á ocupar su puesto, en muchos elementos que uno y otro
+conservan del bizantino; pero por regla general creemos poder
+establecer, que cuando las archivoltas de muchas molduras ó toros van
+exornadas de puntas de diamante, de zigzags y dientes de sierra, de
+pometados y otros objetos de procedencia oriental, descansando además en
+columnillas de capiteles cúbicos y orlados de funículos, debe
+sospecharse sea esta decoracion anterior á la época de S. Fernando<a name="FNanchor_488_491" id="FNanchor_488_491"></a><a href="#Footnote_488_491" class="fnanchor">[488]</a>.
+Lo que indudablemente pertenece á su tiempo es el embovedado ojival de
+todas ellas. Pero la deplorable comezon de greco-romanizarlo todo que
+empezó en el siglo XVII, tiene á estas interesantísimas parroquias
+completamente estropeadas por dentro. En la mayor parte han desaparecido
+los nervios de las bóvedas, los capiteles y repisas de donde partian,
+los nudos y florones en que remataban; las arcadas de las naves llevan
+encima ridículos cornisamentos, los esbeltos pilares de piedra estan
+sepultados en la pesada masa de cal y canto que sostiene los modernos
+arcos de medio punto, y estos arcos suelen estar flanqueados de
+pilastras romanas de risibles proporciones. Las hermosas claraboyas del
+siglo XIII, tan primorosamente trabajadas y á tanta costa, se han
+reputado inútiles, y estan la mayor parte tapiadas por el interior<a name="FNanchor_489_492" id="FNanchor_489_492"></a><a href="#Footnote_489_492" class="fnanchor">[489]</a>.
+El siglo XV, aunque menos tolerante de lo que se cree, demostraba mas
+genio en sus restauraciones. Dígalo la graciosa torre de <i>S. Nicolás de
+la villa</i><a name="FNanchor_490_493" id="FNanchor_490_493"></a><a href="#Footnote_490_493" class="fnanchor">[490]</a>, que pareceria un elegante alminar árabe á no haberle
+añadido el rústico campanario que la afea.</p>
+
+<p class="figcenter">
+<img src="images/ill_399_id.jpg" width="401" height="572" alt="Dib.º del nat.l y lit.ª por F. J. Parcerisa
+
+Lit. Donen, Madrid.
+TORRE DE S.n NICOLAS.
+(Córdoba.)" title="TORRE DE S.n NICOLAS.
+(Córdoba.)"
+style="padding:2%; border:3px double black;" />
+<br />
+<span class="caption"><small>Dibº. del nat.l y litª. por F. J. Parcerisa</small> <span style="margin-left: 10%;"><small>Lit. de J. Donon, Madrid.</small></span><br /><br />
+TORRE DE S.<sup>n</sup> NICOLAS.<br />
+(Córdoba.)</span>
+</p>
+
+<p class="figcenter">
+<img src="images/ill_399-a.jpg" width="438" height="366" alt="P. P. del.
+ROSETON DE LA IGLESIA DE S.n MIGUEL." title="ROSETON DE LA IGLESIA DE S.n MIGUEL." />
+<br />
+<span class="caption">ROSETON DE LA IGLESIA DE S.n MIGUEL. <span style="margin-left: 5%;"><small> P. P. del.</small></span></span>
+</p>
+
+<p class="figcenter">
+<img src="images/ill_399-b.jpg" width="438" height="209" alt="J. S. del.
+CAPITEL ÁRABE BIZANTINO. ID. AFRICANO.
+ID. AFRICANO." title="CAPITEL ÁRABE BIZANTINO. ID. AFRICANO." />
+<br />
+<span class="caption">
+<span style="margin-left: 2em;"><small>Lab. de G.D. Marimes,Madrid <span style="margin-left: 20%;"> J. S. del.</span></small></span><br />
+CAPITEL ÁRABE BIZANTINO.
+<span style="margin-left: 15%;">ID. AFRICANO.</span></span>
+</p>
+
+<p>
+<br />
+<br />
+</p>
+
+<p class="figcenter">
+<img src="images/ill_398.jpg" width="422" height="562" alt="Dib.º del nat.l y por F. J. Parcerisa. Lit. de J.
+Donen.
+IGLESIA DE S.N LORENZO.
+(Córdoba.)" title="IGLESIA DE S.N LORENZO.
+(Córdoba.)"
+style="padding:2%; border:3px double black;" />
+<br />
+<span class="caption"><small>Dibº. del nat.l y litª. por F. J. Parcerisa</small> <span style="margin-left: 10%;"><small>Lit. de J. Donon, Madrid.</small></span><br /><br />
+IGLESIA DE S.<sup>N</sup> LORENZO.<br />
+(Córdoba.)</span>
+</p>
+
+<p><a name="page_399" id="page_399"></a></p>
+
+<p>La misma dolorosa observacion puede hacerse respecto de la arquitectura
+de los conventos y capillas. Aquellos soberbios edificios de S. Pablo y
+S. Francisco, Stos. Acisclo y Victoria, Trinitarios Calzados, S.
+Agustin, etc.<a name="FNanchor_491_494" id="FNanchor_491_494"></a><a href="#Footnote_491_494" class="fnanchor">[491]</a>, nada apenas conservan ya de su original<a name="page_400" id="page_400"></a> belleza: la
+cual se deduce de algunas escasas reliquias que ni el tiempo ni la
+ignorancia con su accion corrosiva han logrado destruir. Con algun
+trabajo sin embargo puede el pensamiento entresacar y reunir muy
+preciosos fragmentos del interesante período del siglo XIII al XVI, y
+formar con ellos un pequeño museo fantástico de la arquitectura
+religiosa y monástica en Córdoba. Veamos, lector amigo, de agruparlos
+brevemente haciendo abstraccion de las edificaciones insignificantes<a name="page_401" id="page_401"></a> en
+que estan perdidos. Mira desde la plaza de S. Salvador aquella fachada
+angular que sobre los modernos tapiales de S. Pablo descuella: las
+atrevidas restauraciones que desfiguraron el templo por dentro, han
+respetado ese sencillo paredon del siglo XIII; en su vértice hallarás
+metida aún en su nicho una linda estatuita de Sto. Domingo, que sin duda
+por estar muy alta se ha librado de la injuriosa brocha de los
+embadurnadores. Igual suerte ha tenido la portada del norte de este
+mismo templo, y lo debe quizás á estar oscurecida en un patinillo del
+convento. Desde este se registra cómodamente la obra antigua con su
+alero de canes carcomidos, y el ábside octógono que forma la capilla de
+Nuestra Señora del Rosario, del siglo XV. Nada mas gracioso que la
+combinacion de nervios de la bóveda de esta capilla, cuya forma de
+estrella cuadra tan perfectamente á una de las advocaciones mas ideales
+que dá á Nuestra Señora su santa letanía. Los padres de Sto. Domingo han
+sido los principales propagadores de una devocion muy acepta á la Madre
+virginal de Jesucristo; y la huerta de su casa en Córdoba es todavía
+célebre por la planta que allí sembraban, de la cual recogian la
+frutilla redonda llamada <i>lágrimas de Moisés</i>, escelente para cuentas de
+rosario: hacíanlos en tan gran cantidad, que cargando con ellos un
+jumentillo, los iban repartiendo por los pueblos. En esta capilla de
+Nuestra Señora del Rosario está sepultado el maestre de Calatrava y
+Alcántara D. Martin Lopez de Córdova, criado del rey D. Pedro, que
+habiéndose hecho fuerte en Carmona contra los parciales de D. Enrique,
+fué por este mandado decapitar en Sevilla (A-D. 1370). Observando
+cuidadosamente esta iglesia de S. Pablo, es fácil reconocer que sus tres
+naves primitivas arrancaban desde el mismo muro del imafronte y formaban
+cinco grandes arcos ojivos á cada lado. Al fin de la nave de la Epístola
+hay una puerta con espaciosa escalinata, por donde se baja á la sala de
+capítulos: contiguo á esta un recinto, que cubre un domo árabe octógono
+decorado con ocho fajas, paralelas de dos en dos enlazándose bellamente,
+y al cual se llega por debajo de dos arcos robustos y severos, apuntado
+el uno, de herradura el otro. ¿Es este edificio anterior á la fundación
+del convento? Parécelo en efecto; pero ¿cómo comprobarlo no
+conservándose ninguno de los papeles antiguos de la órden anteriores á
+la espulsion de los claustrales en el siglo XVI? Sábese por tradicion
+inmemorial que en este sitio hubo cárcel romana, donde imperando
+Diocleciano<a name="page_402" id="page_402"></a> estuvieron encerrados los santos patronos de Córdoba
+Acisclo y Victoria, primeros mártires de esta ciudad; y en el lugar
+mismo donde se cree gemian aherrojados, hay en la actualidad una pequeña
+capilla que mantenian los condes de Oropesa, alguno de los cuales dijo:
+<i>la estimo mas que todos mis estados juntos</i>. ¿No pudo la cárcel romana
+ser despues basílica, y esta con la irrupcion sarracena reedificarse
+para mezquita siglos antes de recuperar la ciudad el santo rey?</p>
+
+<p>Acompáñame ahora, la calle abajo, al destrozado convento de S.
+Francisco, digno rival un tiempo del de S. Pablo, y como él poderoso
+antemural del catolicismo por la religiosa órden fecunda en santos que
+allí se albergaba. Hay en un ángulo de su espacioso claustro bajo, una
+fuente, cubierta con pequeña cúpula pintada por dentro, que denota
+grande antigüedad. Los robustos arcos que la sostienen descansan en
+columnas de fustes y capiteles desiguales, romanos unos, árabes otros.
+La pintura de la bóveda, casi del todo destruida, representaba la bajada
+del Espíritu Santo en lenguas de fuego. La pila ochavada de la fuente, y
+su tazon de forma tosca, sostenido en cuatro fustes cilíndricos sin
+ninguna moldura, que son evidentemente trozos de columnas antiguas,
+parecen reliquias de un bautisterio mozárabe.</p>
+
+<p>Pues vamos ahora á contemplar el arte cristiano del siglo XV con toda la
+gala de sus cenefas caladas, conopios, agujas y frondarios. Al norte de
+un patio silencioso y tranquilo que por un gracioso vestíbulo de estilo
+latino abre paso á un claustro de religiosas, hay una pequeña joya de
+ese tiempo, que es una portada de iglesia, adornada con todos los
+caprichos que distinguen la decoracion gótica del estilo terciario, y
+flanqueada de dos elegantes estribos que rematan en agujas prismáticas y
+pináculos. Lleva sobre el dintel de su puerta un arco apuntado de varias
+molduras con una ancha y hermosa cenefa de hojas y animales. Sobre el
+arco apuntado un conopio, y bajo el tope de este encaramados dos gimios,
+como en actitud de ir á saltar sobre el que los mira. Es la iglesia del
+convento de Sta. Marta.</p>
+
+<p>Junto al palacio episcopal, frente á una de las puertas de la catedral,
+hay otra perla de este mismo género arquitectónico. Es la fachada del
+Hospital de Niños Espósitos. No te la describo porque te la doy
+dibujada<a name="FNanchor_492_495" id="FNanchor_492_495"></a><a href="#Footnote_492_495" class="fnanchor">[492]</a>, y sales ganancioso. Observa las estátuas que coronan su
+dintel, su noble actitud, el grandioso estilo de sus ropages; las
+repisas en que estriban, las caladas umbelas que las cobijan; las
+cenefas de hojas y animales que contornan sus arcos, que tapizan las
+agujas de sus estribos.</p>
+
+<p class="figcenter">
+<img src="images/ill_402.jpg" width="419" height="574" alt="Dib.ª. del nat.l y lit.ª por F. J. Parcerisa Lit. de.
+J. Donen, Madrid.
+CLAUSTRO DEL CONVENTO DE FRANCISCANOS.
+(Córdoba.)" title="CLAUSTRO DEL CONVENTO DE FRANCISCANOS.
+(Córdoba.)"
+style="padding:2%; border:3px double black;" />
+<br />
+<span class="caption"><small>Dibº. del nat.l y litª. por F. J. Parcerisa</small> <span style="margin-left: 10%;"><small>Lit. de J. Donon, Madrid.</small></span><br /><br />
+CLAUSTRO DEL CONVENTO DE FRANCISCANOS.<br />
+(Córdoba.)</span>
+</p>
+
+<p class="figcenter">
+<img src="images/ill_402_id_a.jpg" width="438" height="633" alt="Dib.º del nat.l y lit.ª por F. J. Parcerisa Lit. de
+Donen, Madrid.
+HOSPITAL DE ESPÓSITOS.
+(Córdoba.)" title="HOSPITAL DE ESPÓSITOS.
+(Córdoba.)"
+style="padding:2%; border:3px double black;" />
+<br />
+<span class="caption"><small>Dibº. del nat.l y litª. por F. J. Parcerisa</small> <span style="margin-left: 10%;"><small>Lit. de J. Donon, Madrid.</small></span><br /><br />
+HOSPITAL DE ESPÓSITOS.<br />
+(Córdoba.)</span>
+</p>
+
+<p class="figcenter">
+<img src="images/ill_402_id_b.jpg" width="430" height="599" alt="Dib.º del nat.l y lit.ª por F. J. Parcerisa.
+Lit. de J. Donen, Madrid
+DETALLES DE LA FACHADA DEL HOSPITAL DE ESPÓSITOS.
+(Córdoba.)" title="DETALLES DE LA FACHADA DEL HOSPITAL DE ESPÓSITOS.
+(Córdoba.)"
+style="padding:2%; border:3px double black;" />
+<br />
+<span class="caption"><small>Dibº. del nat.l y litª. por F. J. Parcerisa</small> <span style="margin-left: 10%;"><small>Lit. de J. Donon, Madrid.</small></span><br /><br />
+DETALLES DE LA FACHADA DEL HOSPITAL DE ESPÓSITOS.<br />
+(Córdoba.)</span>
+</p>
+
+<p class="figcenter">
+<img src="images/ill_402_id_c.jpg" width="425" height="604"
+alt="Sacado del natural y lit.ª por F. J. Parcerisa.;
+Lit. de J. J. Martinez. Madrid.;
+DETALLES DEL HOSPITAL DE ESPOSITOS Nº 2.;
+(Córdoba.)" title="DETALLES DEL HOSPITAL DE ESPOSITOS Nº 2.;
+(Córdoba.)"
+style="padding:2%; border:3px double black;" />
+<br />
+<span class="caption"><small>Sacado del natural y lit.ª por F. J. Parcerisa.
+<span style="margin-left: 10%;">Lit. de J. J. Martinez. Madrid.</span></small><br /><br />
+DETALLES DEL HOSPITAL DE ESPOSITOS Nº 2.<br />
+(Córdoba.)</span>
+</p>
+
+<p><a name="page_403" id="page_403"></a></p>
+
+<p>Mira una feliz combinacion de este estilo con el árabe en la casa
+llamada de D. Juan Conde, que perteneció á la Hermandad del Sagrario; en
+cuyo frente verás tres lindos balcones, el del centro en forma de ajimez
+con garbosos calados de crestería y lambel que le contorna.</p>
+
+<p>Y por último observa otra combinacion no menos pintoresca de estos dos
+estilos con el greco-romano en los patios interiores del convento de los
+santos mártires Acisclo y Victoria, reedificado en tiempo de Felipe II.
+El patio principal que hoy subsiste, aunque ya muy arruinado, se
+presenta rodeado de ligera arquería latina de dos cuerpos: el inferior
+con capiteles dóricos, el superior con capiteles árabes y un antepecho
+corrido y perforado que conserva restos de azulejos de relieve. A la
+parte del rio hay un pequeño recinto con la bóveda desplomada y el
+pavimento cubierto de espesa yerba; y en él una preciosa portadita de
+ladrillo agramilado, obra de albañilería limpia y hermosa en que se ven
+mezclados con gracia los tres estilos: es un arco de angrelado menudo,
+corre sobre él una cornisa romana, y está flanqueado de dos delgadas
+columnillas góticas. Bien conocemos la falsedad de este estilo mixto y
+los inconvenientes del sistema de decoracion por hiladas horizontales
+cuando se usa en grande escala en los templos ojivales; pero tiene un no
+sé qué indefinible que seduce aquella especie de juguete arquitectónico,
+en aquel solitario recinto arruinado, donde el solemne murmullo del rio
+quebrado en la presa de Martós parece arrullar el eterno y feliz sueño
+de los dos hermanos mártires. ¿Será quizá porque el santo espíritu de
+paz y concordia del cristianismo se halla como simbolizado en la union
+de todos los estilos pasados? La iglesia de este monasterio debió ser
+notable por mas de un concepto; hoy solo para angustiar el corazon del
+que la visita conserva los soberbios escudos de armas de sus patronos en
+el muro de su presbiterio, y una riquísima techumbre de madera pintada y
+dorada, de peregrina labor morisca, que tal vez al trazar yo estas
+líneas será en vano objeto de tu curiosidad ansiosa. Hoy cerrado al
+culto, profanado, despojado, convertido en almacen de maderas, ofrece
+dificil paso á la célebre capilla de los mártires patronos de Córdoba
+este<a name="page_404" id="page_404"></a> templo, cuyo pavimento cruzaba de rodillas desde la entrada un
+monarca tan prepotente como Felipe II cuando iba á venerar las santas
+reliquias de aquellos.</p>
+
+<p><i>Edificios árabes y moriscos.</i> Cuando el hagib Almanzor usurpando al
+menguado Hixem II su autoridad gobernaba la monarquía cordobesa, tenia
+su palacio al norte del alcázar real, y sus jardines se estendian á todo
+lo que es hoy <i>huerta del rey</i>, entre el <i>arroyo del moro</i> y las <i>heras
+de la salud</i>. Ese palacio tenia su correspondiente mezquita, y esta
+mezquita subsiste hoy casi intacta por dentro, aunque convertida en
+capilla cristiana por el santo rey con la advocacion de S. Bartolomé. Su
+fachada indica claramente el cambio de destino que en ella se verificó
+entonces<a name="FNanchor_493_496" id="FNanchor_493_496"></a><a href="#Footnote_493_496" class="fnanchor">[493]</a>. El interior es una <i>cella</i> ó cámara con bóveda ojival de
+nervios que arrancan de sendas repisas bizantinas. Su decoracion forma
+dos zonas: la primera de alicatado dibujando entrelazados florones; la
+segunda de delicada labor morisca en la disposicion siguiente. Primero
+tres fajas de inscripciones de caractéres africanos sobre fondo de
+ataurique; luego otra de recuadros con escudos de armas, sin mas blason
+que la banda diagonal usada por algunos reyes islamitas; despues un
+entrepaño menudamente trabajado de laceria formando estrellas y
+rosetones, en que alternan escudos y estrellas en escaques; encima una
+hermosa faja de lazo-laberinto, y por remate almenitas dentadas
+ornamentales. Es capilla de hospital desde que fundó el que lleva su
+nombre el cardenal D. Fr. Pedro de Salazar, obispo de Córdoba.</p>
+
+<p class="figcenter">
+<img src="images/ill_404.jpg" width="602" height="424" alt="VISTA DE CORDOBA.
+(desde los Mártires.)" title="VISTA DE CORDOBA.
+(desde los Mártires.)"
+style="padding:2%; border:3px double black;" />
+<br />
+<span class="caption">VISTA DE CORDOBA.<br />
+(desde los Mártires.)</span>
+</p>
+
+<p class="figcenter">
+<img src="images/ill_404_id.jpg" width="454" height="611" alt="Dib.º del nat.l y lit.ª por F. J. Parcerisa. Lit. de
+J. Donen, Madrid.
+CAPILLA DEL HOSPITAL DEL CARDENAL.
+(Córdoba.)" title="CAPILLA DEL HOSPITAL DEL CARDENAL.
+(Córdoba.)"
+style="padding:2%; border:3px double black;" />
+<br />
+<span class="caption"><small>Dibº. del nat.l y litª. por F. J. Parcerisa</small> <span style="margin-left: 10%;"><small>Lit. de J. Donon, Madrid.</small></span><br /><br />
+CAPILLA DEL HOSPITAL DEL CARDENAL.<br />
+(Córdoba.)</span>
+</p>
+
+<p>Del estilo musulman africano existen, además de esta mezquita, otros
+restos de bellísimo carácter. Frente á la parroquia de Santiago hay una
+casa de humilde apariencia: por encima de sus paredes asoma una gallarda
+palma; dentro resuenan veinte ó treinta voces argentinas que con unísono
+tonillo recitan oraciones. En todas partes tiene Córdoba reservadas para
+el amante del arte gratas sensaciones: ahora las encontramos en una
+escuela de niñas. Abre ese portal y entra: te hallarás desde luego en un
+espacioso zaguan morisco, al pié de una galana arquería á cuyos tres
+vanos hace alegre fondo un fresco jardinillo. El arco del centro es de
+medio punto: su intrados forma un calado primoroso sobre ataurique
+picado; los laterales son ojivales angrelados, de<a name="page_405" id="page_405"></a> finísimo ladrillo:
+todos estan encerrados en recuadros, cuyas fajas perpendiculares
+descansan en lindas repisas de cuatro cañas horizontales; y sus enjutas
+descubren, á pesar de las repetidas manos de cal con que han procurado
+obstruir sus labores, la mas delicada filigrana de vástagos y postas. En
+el piso superior se conservan otros arcos mas pequeños y una puertecilla
+de dintel trebolado en muro macizo y denegrido. Lleva este edificio el
+nombre de <i>casa de las Campanas</i>. Las niñas que allí aprenden la costura
+y la doctrina cristiana, familiarizadas con la belleza de aquellos arcos
+y columnas, no comprenderán tu ansiosa curiosidad, y clavarán en tí como
+admiradas sus negros ojos. No las compadezcas: la rosa silvestre que
+nace á orilla de un fragante naranjal no sabe tampoco por qué agrada su
+sencillez y por qué aquellos árboles son tan hermosos; pero esto no
+impide que ella sea flor, y que otro terreno menos privilegiado solo
+produzca espinos.</p>
+
+<p>Semejante á la arquería que dejamos descrita es otra que se ve dentro de
+la casa del <i>conde del Aguila</i> (<i>plaza de Anton Cabrera</i>), con la
+diferencia de ser cuatro los arcos que la componen, y todos
+ultra-semicirculares. Descansan en columnas de mármol con capiteles
+moriscos de selectas formas, todos entre sí diversos. La entrada á este
+resto de patio islamita es un magnífico arco con un arrabá de florones
+de tracería rectilínea de estilo africano.</p>
+
+<p>De los novecientos baños públicos que es fama habia en Córdoba en los
+tiempos de su mayor esplendor, solo dos han quedado, y estos soterrados
+bajo otros edificios modernos<a name="FNanchor_494_497" id="FNanchor_494_497"></a><a href="#Footnote_494_497" class="fnanchor">[494]</a>. No creais que vais á poder templar
+en ellos el ardor que comunica á vuestra sangre el sol de Andalucía. Los
+baños árabes de Córdoba no tienen pilas, ni albercas, ni agua: figuráos
+un sótano de bóveda sumamente baja, sostenida en macizas arcadas de
+herradura, lisas, sin adorno alguno en su paramento, y sobre robustas
+columnas de jaspe, que contornan un espacio rectangular, cuyo centro
+ocupaba en otro tiempo un estanque. Lo único que revela su antiguo
+destino son las lumbreras ó respiraderos que de trecho en trecho
+atraviesan la bóveda de piedra. Por allí se exhalaban los vapores y los
+perfumes.</p>
+
+<p><i>Edificios del Renacimiento.</i> Eran muchos los que dejaron en Córdoba
+aquellos ilustres caballeros en ella nacidos que militaron bajo los<a name="page_406" id="page_406"></a> dos
+primeros monarcas de la casa de Austria en Alemania, en Flandes y en
+Italia: de quienes se propagó el gusto italiano á otros hombres
+poderosos. Hoy la mayor parte de estos edificios estan reducidos á sus
+simples fachadas: el empeño de sus dueños de residir en la corte los ha
+tenido abandonados, y por otra parte la mala calidad de la piedra franca
+empleada en su construccion ha contribuido mucho á su pronta ruina. Pero
+las reliquias de las casas de renacimiento italiano é ítalo-hispano<a name="FNanchor_495_498" id="FNanchor_495_498"></a><a href="#Footnote_495_498" class="fnanchor">[495]</a>
+son en Córdoba tan frecuentes como los fragmentos arábigos y moriscos,
+como los capiteles, fustes y lápidas romanos. En la plazuela llamada de
+<i>D. Gerónimo Paez</i> está la mas notable de estas grandes casas<a name="FNanchor_496_499" id="FNanchor_496_499"></a><a href="#Footnote_496_499" class="fnanchor">[496]</a>. Esta
+tambien la de <i>Villaseca</i> en la calle de <i>Sta. Clara</i>, en cuya portada,
+de piedra arenisca deleznable, parece ya irónico el sentido del lema
+<i>non nobis sed saltem posteris</i> que lleva al frente. En su patio hay
+otra fachada de gusto italiano muy selecto, y en ella una galería en
+cuya base se lée esta otra sentencia que el tiempo ha hecho igualmente
+inadecuada en su segunda parte: <i>vivimus sicut altera die morituri,
+ædificamus quasi semper in hoc sæculo visuri</i>.</p>
+
+<p>En la calle <i>del Sol</i>, entre la parroquia de Santiago y la romántica
+puerta de Baeza, se conserva el segundo cuerpo de otra bella portada de
+escuela bramantesca. Es de graciosas proporciones, tiene columnillas
+estriadas de órden compuesto sobre pedestales adornados con bustos de
+gran relieve de buena escultura, y lleva en su cornisamento la fecha del
+1520, que es la mejor época del arte plateresco.</p>
+
+<p>En la cuesta del Bailío hay una buena muestra de aquella feliz
+combinacion de estilos gótico é italiano que usaron algunos arquitectos
+españoles del siglo XVI.&mdash;Dos columnas de estrias espirales flanquean
+una puerta cuadrangular. De sus capiteles arrancan un arco conopial con
+frondario y tope, y el lambel que le cobija: entre el dintel y el
+conopio resulta un témpano adornado de grutescos realzados, y entre el
+conopio y el lambel resultan como dos enjutas que llevan círculos
+tambien reelevados, destinados al parecer á trabajos de escultura, como
+bustos ó escudos. De este gracioso estilo del renacimiento hay otros
+muchos ejemplares en ajimeces esquinados, en galerías, ventanas,
+aldabones y otros resíduos de construcciones palacianas<a name="FNanchor_497_500" id="FNanchor_497_500"></a><a href="#Footnote_497_500" class="fnanchor">[497]</a>, que<a name="page_407" id="page_407"></a>
+vió erigir Córdoba en aquellos dias, para ella mas afortunados, en que
+los nobles de su tierra no se desdeñaban de habitar una ciudad de
+provincia despues de haber adquirido fama, riquezas y nuevos blasones en
+sangrientas campañas de mar y tierra lejos de su patria.</p>
+
+<p class="figcenter">
+<img src="images/ill_406.jpg" width="395" height="550" alt="Dib.º del nat.l y lit.ª por F. J. Parcerisa.
+Lit. de J. Donen, Madrid.
+CASA DE GERÓNIMO PAEZ.
+(Córdoba.)" title="CASA DE GERÓNIMO PAEZ.
+(Córdoba.)"
+style="padding:2%; border:3px double black;" />
+<br />
+<span class="caption"><small>Dibº. del nat.l y litª. por F. J. Parcerisa</small> <span style="margin-left: 10%;"><small>Lit. de J. Donon, Madrid.</small></span><br /><br />
+CASA DE GERÓNIMO PAEZ.<br />
+(Córdoba.)</span>
+</p>
+
+<p class="barra"><img src="images/ill_barra.jpg"
+width="80%"
+height="10%"
+alt="barra decorativa"
+title="barra decorativa"
+/>
+</p>
+
+<h3><a name="capitulo_quinto" id="capitulo_quinto"></a>Capítulo quinto.<br /><br />
+<span style="font-family:serif;"><i>Medina-Azzahra.</i></span></h3>
+
+<p>El grande y generoso Abde-r-rahman An-nasír tenia una concubina que dejó
+al morir una ingente riqueza, y el califa dispuso que se emplease toda
+en redimir muzlimes cautivos. Cuentan los escritores árabes que en
+cumplimiento de este mandato se enviaron pesquisidores á los dominios
+cristianos, y regresaron á Córdoba sin haber encontrado en las cárceles
+de <i>Afranc</i><a name="FNanchor_498_501" id="FNanchor_498_501"></a><a href="#Footnote_498_501" class="fnanchor">[498]</a> un solo islamita. Despues de haber dado gracias
+An-nasír al Todopoderoso por la señalada merced que esta grata noticia
+le habia revelado, estaba un dia pensando qué uso haria de aquel tesoro,
+cuando se le presentó la hermosa Azzahra, á quien amaba con pasion, y le
+dijo: ¿Por qué no edificas con ese dinero una ciudad para mí, y que
+lleve mi nombre? Y An-nasír, que aventajaba á sus ilustres predecesores
+en magnanimidad y gusto artístico, empezó á edificar desde luego á la
+falda del <i>Monte de la novia</i> (<i>giebal-al-arús</i>), á unas tres millas de
+distancia al N-O. de Córdoba, el soberbio palacio que, unido luego á la
+ciudad paulatinamente formada á su alrededor, tomó el nombre de la
+esclava predilecta y se llamó <i>Medina-Azzahra</i>. Redujéronse al principio
+las obras á una elegante casa de recreo para la amada del califa, pero
+este se prendó tanto del nuevo edificio y su deliciosa situacion, que
+pronto se convirtió en vasto alcázar, donde empezó á residir con su
+familia y mujeres, colocando en desahogadas dependencias toda su
+servidumbre y guardia. Era este alcázar de piedra, mármoles y jaspes, de
+hermosa traza, y<a name="page_408" id="page_408"></a> por dentro espléndidamente decorado: y la imágen de la
+esclava lucia esculpida de relieve sobre su puerta principal<a name="FNanchor_499_502" id="FNanchor_499_502"></a><a href="#Footnote_499_502" class="fnanchor">[499]</a>.</p>
+
+<p>Cuentan tambien las historias arábigas que cuando Azzahra se vió por
+primera vez sentada junto á su glorioso dueño en uno de los salones de
+aquella especie de palacio encantado, estuvo largo tiempo recostada en
+un ajimez contemplando embebecida la bella perspectiva que desde allí se
+ofrecia á su vista; é hiriendo de repente su imaginacion el contraste
+que presentaba la blancura y alegría de las nuevas construcciones con el
+sombrío cerro que les servia de fondo, esclamó: ¡Mira, y cuán linda
+parece esta doncella en brazos de ese etíope! Oido lo cual, mandó al
+instante An-nasír que se allanase aquella montaña; si bien, convencido
+luego de que esta empresa era superior á todo humano poder, revocó sus
+órdenes y dispuso que se talasen sus pinares y encinas y se plantasen en
+su lugar almendros, higueras y otros árboles de mas grata sombra y mas
+risueño aspecto.</p>
+
+<p>Encomendó An-nasír los planos del palacio de Azzahra al arquitecto mas
+afamado que habia á la sazon en Constantinopla, emporio de las artes en
+aquel tiempo. Distribuyóse la obra en tres partes ó secciones. La que
+apoyaba en la misma montaña para los alcázares del califa: en los cuales
+se alojaban además del dueño 6300 mujeres entre concubinas de mayor ó
+menor categoría, criadas y sirvientes; y donde habia para ellas 300
+baños. La inmediata al mediodia para las viviendas de su servidumbre,
+eunucos y guardias: comprendia 400 casas: los pages y eslavos que
+mantenia el sultan en ellas eran 3750, los eunucos y guardias 12000,
+magníficamente vestidos, con espadas y cinturones dorados; á los pages
+se pasaban diariamente 13000 libras de carne, sin contar las gallinas,
+perdices y otra volatería, además de muchas especies de pescados. La
+tercera y mas desviada de la montaña para jardines y huertas que
+dominaban los alcázares.<a name="page_409" id="page_409"></a> Ocupáronse en estas grandes obras desde el año
+325 de la Egira (A-D. 936-7), por espacio de muchos años, el mismo
+Abde-r-rahman en persona, su hijo Al-hakem, varios arquitectos, y doce
+artífices cristianos de grande habilidad; y habia además tres hombres
+entendidos comisionados para traer mármoles de Africa, que eran
+Abdullah, el inspector principal de las obras, Hasan Ibn Mohammad, y Alí
+ben Ja'far, á quienes pagaba An-nasír 10 dinares de oro por cada trozo ó
+fuste de mármol, grande ó pequeño, puesto en Córdoba. Era tan grande el
+placer que el califa esperimentaba en dirigir por sí mismo las
+construcciones, que entregado á su pasion de lleno, llegó en una ocasion
+á faltar tres viernes consecutivos á la azala de la Aljama, y al
+presentarse el cuarto viernes, el austero teólogo Mundhir ben Sa'id que
+predicaba aquel dia, aludió á él en su plática, y delante de todo el
+gentío le amenazó con el fuego del infierno. Gastábanse en la
+edificacion diariamente 6000 sillares de todos tamaños y formas,
+labrados y sin labrar, sin contar el ladrillo y la piedra tosca
+empleados en los cimientos: conducian los materiales 1400 acémilas, y
+400 camellos del sultan, y 1000 mulas de alquiler. Cada tres dias se
+consumian 10,000 cargas de cal y yeso. Columnas, grandes y pequeñas, de
+sosten y de peso, entraron mas de 4300, traidas algunas de Roma, 19 de
+tierra de cristianos, probablemente de Narbona, 140 regaladas por el
+emperador griego, 1013 de mármol verde y rosa de Cartagena de Africa,
+Tunez y otras plazas de allende el Estrecho; las demas sacadas de las
+canteras del Andalús, como las de mármol negro y blanco de Tarragona y
+Almería, y las de <i>mármol de aguas</i> de Raya. Los operarios y eslavos
+empleados diariamente eran 10,000; tenian de jornal, unos un adiram y
+medio, otros dos adirames y un tercio. El gasto hecho en las obras de
+Azzahra ascendió anualmente á 300,000 dinares durante el reinado de
+An-nasír, y habiéndose formado el cómputo de su costo total en los
+veinticinco años trascurridos desde el 325 al 350 en que murió el
+califa, resultó haber gastado en aquellos palacios siete millones y
+medio de dinares ó pesantes de oro. Asegúrase que las hojas de sus
+puertas, de todas dimensiones, eran 15,000, revestidas de hierro bruñido
+ó cobre dorado y plateado. Sufragóse este inmenso gasto con el tercio de
+las rentas del imperio destinado á las construcciones y obras
+públicas<a name="FNanchor_500_503" id="FNanchor_500_503"></a><a href="#Footnote_500_503" class="fnanchor">[500]</a>.<a name="page_410" id="page_410"></a></p>
+
+<p>Sería cosa interminable el referir una por una todas las bellezas que el
+arte y la naturaleza de consuno habian aglomerado en el delicioso
+recinto de Azzahra: bellezas realzadas con el esplendor de la corte, la
+muchedumbre de soldados, pages, eunucos y eslavos, de todos paises y
+religiones, costosamente vestidos de seda y brocado, que circulaban por
+sus anchas calles, y los grupos de jueces, katibes, teólogos y poetas
+que gravemente paseaban aquellos suntuosos salones, aquellos espaciosos
+vestíbulos y antecámaras. Habia allí, además del régio alcázar,
+viviendas magníficas para hospedar á los altos funcionarios del Estado;
+allí acueductos que mantenian con el agua de la sierra en perpétuo
+verdor las huertas y vergeles; allí jardines con toda clase de flores y
+boscages de azahar, de mirto y de laurel; allí sorprendentes juegos de
+aguas, y fuentes, estanques y lagunas de todas formas; allí cenadores y
+deliciosas umbrías en que guarecerse de los ardores del estío. Los
+historiadores de aquel tiempo, los oradores y poetas, agotaron los
+raudales de su elocuencia describiendo aquellas maravillas. Cuantos
+forasteros las visitaban en los dias de Al-hakem, cuando ya la nueva
+ciudad habia llegado á su apogeo, confesaban no haber otras semejantes
+en los vastos dominios del Islam. Los viajeros de lejanas tierras, los
+príncipes, los embajadores, los traficantes, peregrinos, teólogos y
+poetas mas familiarizados con las construcciones de aquella especie,
+todos reconocian no haber visto nada comparable en el mundo. Y en verdad
+que solo el terrado de mármol pulido que se elevaba en su alcázar al
+mediodia dominando sus jardines, los pabellones de oriente y occidente
+que sobre él descollaban, el salon dorado del pabellon circular que
+ocupaba el centro; solo las incomparables labores de su arquitectura, la
+belleza de sus líneas y proporciones, la riqueza de su ornamentacion
+interior, ya de mármol luciente, ya de oro deslumbrador con columnas de
+caprichosos jaspes, con pinturas émulas de los mas floridos vergeles;
+solo su lago de líquida plata, sus cisternas perpétuamente llenas de
+purísimas aguas, sus preciosas fuentes ornadas de bajo-relieves; cada
+uno de estos objetos de por sí hubiera sido suficiente para hacer los
+palacios de Azzahra superiores á los de Bagdad, Damasco y
+Constantinopla.<a name="page_411" id="page_411"></a></p>
+
+<p>Entre sus maravillas se distinguian el pabellon central, las fuentes y
+la mezquita. Estaba el mencionado pabellon sostenido en columnas de
+mármol <i>de aguas</i>, taraceadas de rubíes y perlas, con capiteles de oro:
+llevaba el nombre de Salon de los Califas (<i>Kasru-l-kholafá</i>), porque en
+el advenimiento de estos al trono debia hacerse allí su jura y
+proclamacion. Sus paredes estaban cubiertas de oro y mármoles
+trasparentes de diversos colores: su techo de lo mismo, y pendia de su
+centro una perla de incomparable tamaño y valor que entre otros
+preciosos dones habia regalado á An-nasír el emperador Constantino
+Porfirogénito. Las tejas de este pabellon eran de plata y oro
+alternadas. Ocupaba el centro del mágico recinto un estanque de pórfido,
+lleno de purísimo azogue, que limitaba una arquería poligonal de ocho
+arcos de herradura de ébano y marfil, incrustados de oro y piedras
+preciosas, sobre columnas de mármol pulido y cristal. Cuando penetraba
+el sol por ellos, solo el reflejo que producian sus rayos en el techo y
+las paredes bastaba para cegar á cualquiera; así, cuando An-nasír queria
+intimidar á algun personage de cuya lealtad no estaba seguro, con una
+seña que hiciese á uno de sus eslavos, al punto la masa de azogue
+empezaba á moverse, y sus vívidos reflejos producian en todo el salon
+unas luces como relámpagos deslumbradores.</p>
+
+<p>Nada mas imponente y magestuoso que la jura de un califa ó la recepcion
+de un personage estrangero en el palacio de Azzahra. En ambos actos se
+retrata fielmente la tradicion oriental derivada desde los prepotentes
+reyes asirios y babilonios, y considerada por todas las gentes que
+sucesivamente dominaron en el Asia menor como el tipo y la norma de la
+humana grandeza. En ambas ceremonias el objeto principal es imponer,
+ofuscar, amedrentar con el espectáculo de un poder formidable y de una
+riqueza superior á toda fantasía. Por eso estas solemnidades no se
+celebraban nunca de improviso. Llégale á un califa la noticia de que un
+emperador griego, por ejemplo, le manda una embajada<a name="FNanchor_501_504" id="FNanchor_501_504"></a><a href="#Footnote_501_504" class="fnanchor">[501]</a>, y ya empieza
+á disponer su recibimiento. Al tomar tierra el legado en los dominios de
+Andalucía, ya los comisionados del califa se apoderan de su persona só
+pretesto de cuidarle para que nada le falte en su viaje; y le conducen,
+con poderosa escolta de ginetes armados, á un palacio designado de
+antemano en las cercanías<a name="page_412" id="page_412"></a> de la capital, donde dos eunucos cubicularios
+del rey (funcionarios de elevada categoría en Córdoba lo mismo que en la
+antigua corte de Assur) encargados del servicio inmediato del sultan y
+de su harem, se emplean en agasajar al enviado y á su comitiva,
+vigilando al propio tiempo que nadie, sea noble ó plebeyo, tenga con
+ellos roce alguno. Para este fin se agregan á los eunucos otros
+oficiales palatinos y <i>maulís</i> del califa, que con mucha habilidad hacen
+despejar el campo á los intrusos. Entre tanto el califa se ocupa en el
+ceremonial de la recepcion, va y viene del palacio antiguo al palacio
+nuevo, dicta órdenes, y señala por último el dia de la admision del
+estrangero á su presencia. Ya es el pabellon central<a name="FNanchor_502_505" id="FNanchor_502_505"></a><a href="#Footnote_502_505" class="fnanchor">[502]</a>, ya el
+pabellon de oriente ó el de occidente, el destinado á la augusta
+ceremonia. Aparece el salon nueva y lujosamente decorado, y en él un
+trono, joya resplandeciente de oro y pedrería, que ocupa el sultan. A su
+derecha é izquierda sus hijos: luego los wazires; luego los
+gentiles-hombres, los hijos de los wazires, los libertos del califa, y
+los wakiles ú oficiales de su servidumbre. El patio del alcázar está
+cubierto de ricas alfombras y vistosos guadamecíes; velas, doseles y
+cortinages de lustrosa seda sombrean las puertas y arcadas reflejando en
+ellas los vivos colores de sus pájaros y ramajes. Figuráos la recepcion
+del enviado de Constantino al califa An-nasír. Al verse introducido el
+griego en el magnífico salon, no acierta á disimular su asombro: los de
+su comitiva le siguen deslumbrados y confusos al acercarse al poderoso
+sultan que llena con su noble magestad el trono. Pone en manos de este
+el enviado sus credenciales<a name="FNanchor_503_506" id="FNanchor_503_506"></a><a href="#Footnote_503_506" class="fnanchor">[503]</a>, y en seguida el faquíh Mohammed ben
+Abdi-l-barr, elegido por Al-hakem al efecto como orador eminente por su
+ingenio y elocuencia, empieza una pomposa arenga que tiene preparada
+sobre el poderío y esplendor del imperio de An-nasír y la consolidacion
+del califado cordobés bajo su reinado. Pero<a name="page_413" id="page_413"></a> la imponente ceremonia, el
+silencio de la ilustre asamblea, la deslumbradora luz que rodea al
+sultan, le turban en medio de su discurso; desfallece su voz, anúdase su
+lengua, y cae en tierra sin sentido. Un forastero consumado en la
+retórica y reputado en Iraca como príncipe de la oratoria, Abú Alí
+Alkalí, huésped á la sazon del califa, se encarga de sustituir á
+Mohammed: dirige á los circustantes varias frases elocuentes; pero
+faltándole luego las palabras, enmudece, y se retira. Mundhir Ibn Saíd
+que advierte la inoportuna y brusca conclusion, toma el discurso donde
+lo ha dejado Abú Alí, é improvisa una peroracion brillante en prosa y
+verso con que deja á todos atónitos y complacidos, y el califa con
+agradable gesto le demuestra su satisfaccion, reservándose premiarle
+despues... Esta ceremonia, cuyo final dejan indeterminado los escritores
+árabes, quedará tambien para nosotros entre nubes; y ahora haremos
+presenciar al lector en este mismo pabellon, trasformado para la
+ceremonia de la jura de Al-hakem, otra escena que podria figurar
+dignamente entre los mágicos cuadros de las <i>mil y una noches</i>. Los ocho
+hermanos del nuevo califa, conducidos á Azzahra entre destacamentos de
+tropa armada, medio de grado y medio por fuerza, ocupan los dos
+pabellones de oriente y occidente; otros salones del palacio estan
+llenos de nobles, empleados, y cortesanos que esperan con impaciencia el
+momento de dar el parabien al digno soberano. Al-hakem está sentado en
+el trono del pabellon dorado: empieza la ceremonia, y entran los
+primeros sus hermanos, los cuales se acercan á él, leen la fórmula de la
+inauguracion, y prestan el juramento de costumbre con todas sus
+sanciones y restricciones. Siguen por su turno los wazires, sus hijos y
+hermanos, los guardias del rey y la servidumbre de palacio. Hecho esto,
+los hermanos del califa, los wazires y los nobles, toman asiento á ambos
+lados del trono, escepto Isa ben Foteys que queda en pié á un lado para
+juramentar á todos los que van entrando. En el salón dorado estan además
+los eunucos del sultan en filas á derecha é izquierda de su señor, todos
+vestidos de túnicas blancas y armados con espadas; inmediatos á ellos, y
+formando dos filas sobre el terrado, los eunucos sirvientes, cubiertos
+de malla y empuñando lucientes espadas. Los eunucos de guardia, con
+espadas también, y los eunucos esclavones, vestidos de blanco é
+igualmente armados, se estienden á lo largo del parapeto. A estos siguen
+otros esclavones de inferior categoría, y vienen luego<a name="page_414" id="page_414"></a> los arqueros de
+la guardia con sus arcos y aljabas. Próximos á los eunucos esclavones
+estan los esclavos negros, lujosamente uniformados y cubiertos de armas
+resplandecientes: llevan túnicas blancas, yelmos sicilianos, y al brazo
+escudos de varios colores, y armas cuajadas de oro. En la puerta de
+<i>As-suddah</i> estan los alcaides del alcázar, y junto á ella la guardia de
+á caballo de eslavos negros, que se estiende hasta la puerta <i>de las
+cúpulas</i> (<i>babu-l-akabá</i>). Continúa la formacion la guardia de <i>maulís</i>
+ó libertos del califa, tambien de caballería, y el resto del ejército y
+de los eslavos y arqueros la prolongan sin interrupcion hasta la puerta
+de la ciudad que sale al campo. Terminada la ceremonia, el pueblo se
+retira, y los hermanos del califa, los wazires y los otros dignatarios
+permanecen en el palacio, para conducir á Córdoba el cadáver de An-nasír
+y darle sepultura en el cementerio de los califas<a name="FNanchor_504_507" id="FNanchor_504_507"></a><a href="#Footnote_504_507" class="fnanchor">[504]</a>.</p>
+
+<p>Pues ya que insensiblemente nos hemos convertido en narradores de las
+ostentosas ceremonias de la corte de los Umeyas en Azzahra, justo será
+antes de pasar á describir las demas bellezas artísticas de este
+palacio, evocar aquella magestuosa escena de la recepcion del rey D.
+Ordoño IV de Galicia, cuando fué á solicitar del mismo califa Al-hakem
+auxilio y proteccion para recuperar el trono de que le habia despojado
+su primo D. Sancho con la poderosa intervencion de Abde-r-rahman
+An-nasír. Despues de alojado espléndidamente el augusto huésped en el
+palacio llamado <i>de la Noria</i> (<i>An-ná'urah</i>) en Córdoba, y fijado el dia
+del recibimiento, previas las órdenes competentes para que todas las
+tropas estuviesen armadas, la guardia real de esclavones lujosamente
+uniformada, y los Ulemas, teólogos, katibes y poetas, invitados para
+asistir á la regia audiencia y amenizar la solemnidad con sus arengas é
+improvisaciones, apareció Al-hakem sentado en su trono en el pabellon
+oriental del terrado, con sus hermanos y parientes á uno y otro lado, y
+con los wazires, cadíes, magistrados, teólogos y principales
+funcionarios, todos sentados por su órden segun su respectiva gerarquía.
+Ordoño, á quien acompañaban los principales personages cristianos de
+Córdoba, entre ellos el juez de los mozárabes Walid Ben Khayrun y
+Obeydullah, hijo de Kasím <i>Al-matrán</i> (obispo) de Toledo<a name="FNanchor_505_508" id="FNanchor_505_508"></a><a href="#Footnote_505_508" class="fnanchor">[505]</a>, iba
+vestido con túnica de brocado blanco y albornoz de la<a name="page_415" id="page_415"></a> misma estofa, y
+cubria su cabeza un birrete á la usanza cristiana ornado de costosos
+joyeles. Llegó á caballo con su comitiva hasta la puerta esterior del
+palacio de Azzahra, llamada <i>de las cúpulas</i>, donde se apearon los que
+habian salido á recibirle; luego en otra puerta interior
+(<i>babu-s-suddah</i>) y su introductor Ibn Talmis recibieron órden de echar
+pié á tierra. Desmontó á la puerta del pabellon meridional en el
+edificio llamado <i>daru-l-jandal</i>, sobre una plataforma, donde tomó
+asiento con su séquito esperando se le mandase entrar. Salió un
+palaciego con el deseado aviso, y Ordoño subió al terrado de los
+pabellones, y al llegar al de oriente donde el califa le aguardaba, dejó
+su albornoz, se descubrió la cabeza, y en actitud de admiracion y
+respeto permaneció un rato como absorto contemplando la magestad y
+grandeza que tenia delante. Acercóse á la entrada con paso mesurado por
+entre las hileras de soldados formados en el terrado, y al cruzar el
+umbral se postró en el pavimento con humildad profunda; luego dió
+algunos pasos más, volvió á postrarse, y llegando por último al trono
+alargó su mano con timidez, y Al-hakem le dió la suya. Retrocediendo
+despues sin volver al califa la espalda, ocupó un asiento cubierto con
+paño de oro que le estaba preparado, y en seguida fueron admitidos á
+besar la mano al soberano islamita los condes y demas caballeros de su
+cortejo, los cuales se acercaron al trono repitiendo sus mismas
+postraciones, y luego se sentaron en fila dejando en el centro á su rey.
+El juez de los mozárabes que servia de intérprete á Ordoño, cuando
+Al-hakem rompió el silencio dando al destronado la bien venida, espuso
+en términos comedidos y con reiteradas protestas de sumision y
+obediencia, el objeto de la venida del príncipe cristiano: solicitó para
+él y su pueblo la poderosa proteccion del califa, obligándose á
+reconocerle siempre como su señor feudal si le ayudaba á recuperar el
+trono, y finalmente para encarecer lo mucho que confiaba en su poder y
+justicia, rogóle que constituido en árbitro de las diferencias de
+entrambos primos, decidiese á cuál de los dos correspondia en buena ley
+la corona. Oyó el califa la peticion con agrado, ya porque conviniese á
+su política favorecer á Ordoño, ya porque<a name="page_416" id="page_416"></a> hubiese este acertado á
+defender su causa con habilidad, y accedió á ella esponiendo como máxima
+incontrovertible de derecho internacional, que el haber sido bien
+recibido D. Sancho por su padre An-nasír no era una razon para que él
+desairase á D. Ordoño. El desposeido príncipe reiteró lleno de
+agradecimiento sus humildes postraciones, ensalzando con esclamaciones
+de entusiasmo la generosidad y gloria de su protector. Retiróse en
+seguida, y los eunucos le condujeron al pabellon occidental, ante cuyo
+trono desierto volvió á prosternarse con gran respeto, no acertando á
+espresar su lengua el deleite que en su semblante atónito se pintaba
+cada vez que fijaba los ojos en aquella riqueza sin igual, en aquellas
+incomparables obras del arte y de la naturaleza. Del pabellon occidental
+le llevaron á otra pieza que caía al norte del mismo, donde le hicieron
+sentar en un almohadon de brocado de oro. Presentósele allí el
+hagib<a name="FNanchor_506_509" id="FNanchor_506_509"></a><a href="#Footnote_506_509" class="fnanchor">[506]</a> <i>Ja'far Al-mus'-hafí</i>, y despues de conversar con él algunos
+instantes confirmándole en la gracia y buena amistad de su señor, hizo
+le trajesen una vestidura de honor que el califa le regalaba. Consistia
+en una túnica de tisú de oro y un albornoz de lo mismo, con un cinturon
+de oro purísimo sembrado de perlas y rubíes, tan gruesos y bellos que no
+sabia el rústico cristiano quitar de él los ojos mientras el oficioso
+hagib le endosaba la rica vestidura. Los condes y caballeros de su
+comitiva recibieron tambien trages proporcionados á su calidad, y todos
+juntos salieron despues del alcázar con grande humildad y
+reconocimiento. Al pié del pabellon central donde se habia apeado le
+esperaba una nueva sorpresa: habia mandado el sultan que le dispusieran
+un caballo de regalo lujosamente enjaezado con silla y brida cuajadas de
+oro bruñido. Montó en él bendiciendo su buena estrella, y se alejó con
+los suyos del encantado recinto de Azzahra para ir á descansar de
+aquellas fuertes emociones en el palacio donde estaba hospedado.</p>
+
+<p>Hemos dicho que las fuentes eran uno de los principales ornatos de
+aquellos alcázares. Ben Hayyán asegura que nada habia comparable á las
+dos que trajo de Asia para An-nasír Ahmed el griego, tanto por su
+esquisito trabajo como por el valor intrínseco de su materia. Eran
+desiguales en forma y tamaño: la mayor, de bronce dorado, con<a name="page_417" id="page_417"></a>
+bajo-relieves de figuras humanas bellamente esculpidas, y la condujeron
+desde Constantinopla á Córdoba el referido Ahmed y el obispo Rabí. La
+menor era de mármol verde, y fué adquirida en Siria, y se consideró por
+todos los inteligentes como un verdadero prodigio del arte. En cuanto
+llegó á poder del califa, dispuso éste que fuese colocada en la alcoba ó
+dormitorio del pabellon oriental, conocido por <i>el salon de la
+familiaridad y del solaz</i>, y mandó agregar á su ornato doce figuras de
+oro bermejo incrustadas de perlas y esquisita pedrería, labradas en los
+talleres reales de Córdoba, representando diversos animales. Pusieron en
+ella un leon entre un antélope y un cocodrilo; al lado opuesto un águila
+y un dragon, y entre ambos grupos una paloma, un halcon, un pavo real,
+una gallina, un gallo, un milano y un buitre. Todos estos animales eran
+huecos y vertian en el tazon de la fuente chorros de agua cristalina.</p>
+
+<p>La mezquita de Azzahra, templo de estupenda estructura, preciosamente
+labrado en todas sus partes, de noventa y siete codos de largo de la
+<i>algufia</i> á la <i>quiblah</i> sin contar el Mihrab, y de sesenta y uno de
+ancho, fué obra de cuarenta y ocho dias, habiendo An-nasír empleado en
+ella diariamente mil obreros entendidos, de los cuales trescientos eran
+albañiles, doscientos carpinteros, y los demas canteros, escultores,
+doradores, esmaltadores, mosaicistas, pintores, estucadores, tallistas,
+herreros, broncistas, etc. Contenia cinco naves, la central de trece
+codos de anchura, las demas de doce, y un patio de cuarenta y tres codos
+de la algufia á la quiblah, enlosado de mármol rojo, en cuyo centro
+habia una fuente que vertia sin cesar un agua purísima. Tenia esta
+mezquita una zoma ó alminar cuadrado de cincuenta codos de altura. En la
+Maksurah, de construccion y ornamentacion maravillosas, habia un púlpito
+ó mimbar de sorprendente riqueza.</p>
+
+<p>Poco duraron los palacios de Azzahra. Desde el año 961 de J. C., en que
+murió su glorioso fundador dejándolos terminados<a name="FNanchor_507_510" id="FNanchor_507_510"></a><a href="#Footnote_507_510" class="fnanchor">[507]</a>, hasta la triste
+época en que comenzó con la estincion de los Amiritas la guerra civil en
+el Califado cordobés entre los bereberes y andaluces, entre Suleyman y
+Almuhdi, no trascurrió medio siglo. Los dos rivales,<a name="page_418" id="page_418"></a> alternativamente
+favorecidos por el conde de Castilla Sancho Garcés, talaron uno tras
+otro el campo y la sierra cuando se vieron vencidos y precisados á dejar
+la ciudad; pero los bereberes de Suleyman fueron mas feroces que sus
+contrarios, redujeron á cenizas la mágica poblacion de Azzahira, pocos
+años antes delicia del hagib Almanzor, y entrando en Azzahra (año 1010)
+la saquearon despues de haber pasado á cuchillo á sus moradores.
+Permanecieron en ella algunos meses, y luego la evacuaron para estender
+sus terribles correrías por toda la tierra circunvecina, donde talaron
+las mieses, incendiaron las granjas, y no quedó un solo caserío en que
+no estampasen su destructora huella. En aquella gran devastacion los
+habitantes de la campiña se refugiaron en Córdoba con lo que pudieron
+salvar de sus haciendas, huyendo la furia de aquel animado torbellino, y
+hubo de resultas hambre en la ciudad. Y cuentan las historias árabes que
+habiendo cundido la asoladora plaga por todo el norte del Andalús, solo
+Toledo y Medinaceli se libraron de la ruina, quedando tan despoblada la
+provincia, que podia un viajero andar por ella á caballo dos meses
+seguidos sin encontrar alma viviente. Aunque maltratada por tan deshecha
+tormenta, debió quedar en pié al abrigo de la Sierra la preciosa
+flor<a name="FNanchor_508_511" id="FNanchor_508_511"></a><a href="#Footnote_508_511" class="fnanchor">[508]</a> plantada por An-nasír para otra flor la mas querida de su
+harem.</p>
+
+<p>Un rey cristiano<a name="FNanchor_509_512" id="FNanchor_509_512"></a><a href="#Footnote_509_512" class="fnanchor">[509]</a> prendado de ella, confiado en el prestigio de sus
+victorias y en el abatimiento del Islam, la pidió para su esposa á su
+nuevo dueño el régulo de Sevilla. Dos cosas demandó el conquistador
+castellano á Almu'tamed: que le diese á Medina-Azzahra para residencia
+de D.ª Constanza que iba en su compañía, y que le dejase libre una parte
+de la mezquita mayor para trasladarse á ella la reina diariamente y dar
+allí á luz el fruto que llevaba en sus entrañas<a name="FNanchor_510_513" id="FNanchor_510_513"></a><a href="#Footnote_510_513" class="fnanchor">[510]</a>. Indignado el
+sarraceno dió la muerte por su propia mano al judío portador de tan
+insolente mensaje, y no contribuyó poco este atentado á que D. Alfonso,
+ardiendo en sed de venganza, estrechase á Almu'tamed con tan poderosos
+medios, que le hiciese preferir el entregarse<a name="page_419" id="page_419"></a> con el ruinoso Estado
+andaluz en brazos de los almoravides.</p>
+
+<p>¿Quién cuidaba entre tanto de aquella perla del arte arábigo?
+Probablemente estarian desiertos y abandonados aquellos hermosos
+palacios, y sus antes deliciosos jardines yermos y convertidos en
+madriguera de alimañas. ¡Los bereberes habrian despojado sus lujosos
+pabellones, robado todas sus riquezas, destrozado aquel artificioso
+estanque de líquido mineral, aquellos tronos de oro y pedrería, aquellas
+fuentes de bronces y mármoles, aquellos baños voluptuosos, aquellos
+artesonados de oro, mármoles trasparentes y maderas incorruptibles,
+aquellas arcadas de ébano y marfil, aquellas costosas alfombras,
+aquellos doseles de brocado!... Muchos cercos sufrió la antigua sede del
+Califado andaluz desde D. Alfonso VI hasta S. Fernando en poco mas de
+cien años, y en este tiempo no hallamos que hicieran aprecio alguno de
+la desolada y desierta Medina-Azzahra ni los almoravides, ni los
+almohades sus impetuosos sucesores. Cuando el santo rey tomó á Córdoba
+no quedaban ya en pié mas que los muros de un alcázar que tantos tesoros
+habia contenido, teatro de los mas gloriosos acontecimientos del
+Califado de Occidente y testigo de una prosperidad que habia de parecer
+fabulosa narrada por la historia. El tiempo habia hecho su oficio: todas
+las construcciones poco sólidas se habian reducido á polvo: la tierra,
+tan afanosa por tragar los monumentos de los hombres que le arrancan los
+tesoros de sus entrañas, habia recobrado lo suyo, y con su incesante é
+imperceptible crecimiento cubierto ya las marmóreas escalinatas rotas,
+los pavimentos de piedra desnivelados, los acueductos, algibes,
+estanques, fuentes, baños: todo lo somero y profundo, sobre lo cual
+tendió largos años su capa de nieves y barrizales el aterido invierno,
+su verde manto de grama la alegre primavera, sus tejidos de cardos,
+espinos y punzante maleza el abrasado verano, y el otoño su seca y
+amarilla vestidura de despojos. Lo alto y fuerte perdió paulatinamente
+su delicado y deleznable revestido de estucos pintados y dorados, sus
+armaduras de alerce: y quedó desnudo. Los reyes moros de Sevilla se
+llevarian á la nueva corte algunas hermosas columnas y otros objetos
+útiles para sus construcciones; pero muchos materiales preciosos
+quedaban todavía en aquello que solo parecia un castillo arruinado en
+los dias de la reconquista.</p>
+
+<p>Ya en este tiempo habia perdido el vulgo la memoria del orígen<a name="page_420" id="page_420"></a> de
+Azzahra, y sus diseminados vestigios habian hecho nacer entre los
+cristianos vencedores una falsa tradicion respecto del antiguo asiento
+de Córdoba, de que luego participaron los historiadores de mejor
+criterio. Y al hacer el santo rey el repartimiento de Córdoba y su
+tierra entre los ricos-hombres, caballeros y órdenes religiosas que
+habian asistido á la conquista, ya la ciudad de la esclava querida de
+An-nasír habia perdido su nombre por el impropio de <i>Córdoba la
+vieja</i><a name="FNanchor_511_514" id="FNanchor_511_514"></a><a href="#Footnote_511_514" class="fnanchor">[511]</a>.</p>
+
+<p>Con este perseveró desde entonces, y el nuevo nombre contribuyó á que se
+desvaneciese del todo en los siglos sucesivos el recuerdo de una
+poblacion tan novelesca por su orígen, tan interesante por las escenas
+en ella ocurridas, tan maravillosa en todo: que habia rivalizado con las
+mas famosas ciudades orientales y sostenido dignamente el paralelo con
+los soberbios palacios de los reyes Ninivitas, Achemenios, Sassanidas y
+Abassidas.</p>
+
+<p>De <i>Córdoba la vieja</i> se hace mencion en algunos documentos de la edad
+media: ¡de Medina-Azzahra nunca! Aquel asolado campo con su ruinoso
+castillo pasa, no sabemos cuándo, del patrimonio real al patrimonio
+municipal: llega el año 1405, viene á Córdoba un venerable religioso
+gerónimo<a name="FNanchor_512_515" id="FNanchor_512_515"></a><a href="#Footnote_512_515" class="fnanchor">[512]</a> á solicitar la fundacion de un convento de ermitaños en la
+sierra, y la noble viuda de D. Diego Fernandez de Córdoba, alcaide de
+los donceles, le cede para este piadoso objeto una huerta que poseía
+contigua á <i>Córdoba la vieja</i>: la ciudad le dá para el mismo fin en 1408
+las <i>ruinas del castillo de Córdoba la vieja</i>, ya propiedad suya. El
+arruinado castillo viene entonces al suelo: los sillares de sus muros
+son acarreados al cerro inmediato donde los padres gerónimos edifican su
+convento; los tableros esculpidos de barro y piedra que los revestían
+caen despezados entre la yerba, donde permanecerán acompañando al sueño
+secular de las otras ruinas anteriores ya sepultadas en aquel <i>campo de
+soledad</i>, hasta que un anticuario los remueva y los desdeñe
+desconociendo su procedencia<a name="FNanchor_513_516" id="FNanchor_513_516"></a><a href="#Footnote_513_516" class="fnanchor">[513]</a>, y venga luego otro<a name="FNanchor_514_517" id="FNanchor_514_517"></a><a href="#Footnote_514_517" class="fnanchor">[514]</a> y los admire
+como lo que realmente son, aunque sin saber tampoco el nombre que
+llevaron. De los despojos aparentes apenas<a name="page_421" id="page_421"></a> queda alguno útil que los
+buenos frailes no se lleven á su monasterio: cargan con cuantos
+capiteles y fustes de mármol yacen sobre aquella vasta sepultura de
+grandezas; llévanse cuanta piedra les parece acomodada á la construccion
+de su templo, de su claustro, de su capítulo, trazados segun el florido
+sistema ojival terciario; llévanse por fin hasta un cervatillo y una
+cierva de bronce<a name="FNanchor_515_518" id="FNanchor_515_518"></a><a href="#Footnote_515_518" class="fnanchor">[515]</a> hueco hallados entre los escombros, que quizás en
+otro tiempo habian deleitado en alguna fuente del palacio de Azzahra los
+ojos de su mimosa dueña, y acomodan uno de ellos á un pilon del claustro
+del santo cenobio. A todo esto, nadie sabia ya que hubiese existido
+Medina-Azzahra. Las ruinas de <i>Córdoba la vieja</i> pasaban por reliquias
+anteriores á la dominacion agarena, y deshecho el castillo, no quedó al
+parecer piedra sobre piedra en aquella vasta, ondulosa y verde planicie,
+ya convertida en dehesa.</p>
+
+<p>El erudito cronista de Felipe II que vivió algunos años en el monasterio
+de S. Gerónimo de la Sierra, obcecado con el error vulgar no vió lo que
+saltaba á la vista, esto es, que los fragmentos de arquitectura
+decorativa de mármol, piedra y barro, que se hallaban diseminados por la
+dehesa de <i>Córdoba la vieja</i>, eran de la misma casta que la
+ornamentacion del Mihrab de la mezquita mayor<a name="FNanchor_516_519" id="FNanchor_516_519"></a><a href="#Footnote_516_519" class="fnanchor">[516]</a>. Otro anticuario mas
+perspicaz en estas materias trató de corregir la falsa opinion, y este
+convenció á otros de que aquellos despojos pertenecian á alguna suntuosa
+fábrica de sarracenos<a name="FNanchor_517_520" id="FNanchor_517_520"></a><a href="#Footnote_517_520" class="fnanchor">[517]</a>. Nada se adelantó sin embargo; las
+antigüedades árabes tenian poco que esperar de la tendencia que tomaban
+á la sazon los estudios arqueológicos.</p>
+
+<p>Fué preciso que pasaran otros dos siglos y que un orientalista dotado<a name="page_422" id="page_422"></a>
+de ingenio y gracia para cautivar contando las cosas de la España
+árabe<a name="FNanchor_518_521" id="FNanchor_518_521"></a><a href="#Footnote_518_521" class="fnanchor">[518]</a> en una época en que la ilustracion se ceñia casi
+esclusivamente á lo latino y griego, volviese á pronunciar el nombre de
+<i>Medina-Azzahra</i> para que se despertase entre los literatos y
+anticuarios, con la aficion perdida á las historias de nuestros antiguos
+dominadores, el deseo vehemente de investigar el asiento de aquella
+célebre poblacion. Pero como aquel mismo arabista daba acerca de su
+situacion noticias equivocadas<a name="FNanchor_519_522" id="FNanchor_519_522"></a><a href="#Footnote_519_522" class="fnanchor">[519]</a>, se buscó en vano por muchos años lo
+que tanto se deseaba hallar.</p>
+
+<p>¿Quién habia de imaginarse que las reliquias de los palacios mas
+sorprendentes que vió la España musulmana estaban sepultadas en una
+dehesa de un mayorazgo<a name="FNanchor_520_523" id="FNanchor_520_523"></a><a href="#Footnote_520_523" class="fnanchor">[520]</a>, de la cual ya nadie se acordaba ni aun para
+esclarecer la duda que habian dejado en pié los anticuarios de los
+siglos XVI y XVII? Y sin embargo, la compilacion de historias de la
+España árabe hecha por Ahmed Al-Makkarí, vulgarizada en Europa desde el
+año 1840 por la laboriosidad de otro arabista distinguido<a name="FNanchor_521_524" id="FNanchor_521_524"></a><a href="#Footnote_521_524" class="fnanchor">[521]</a>, nos
+estaba revelando lo que en aquel abandonado campo debiamos prometernos.</p>
+
+<p class="figcenter">
+<img src="images/ill_423.jpg" width="470" height="643" alt="Dib. del nat.l y lit.ª por F. Parcerisa
+Lit. de J.J. Martinez, Madrid.
+FRAGMENTOS DE LOS PALACIOS DE MEDINA-AZZAHRA." title="FRAGMENTOS DE LOS PALACIOS DE MEDINA-AZZAHRA." />
+<br />
+<span class="caption"><small>Dib. del nat.l y lit.ª por F. Parcerisa
+<span style="margin-left: 10%;">Lit. de J.J. Martinez, Madrid.</span></small><br /><br />
+FRAGMENTOS DE LOS PALACIOS DE MEDINA-AZZAHRA.</span>
+</p>
+
+<p>No está, no, la triste y dolorosa ruina de la mas bella creacion
+monumental arábigo-bizantina donde la buscan todavía muchos apasionados
+de aquel arte. No busqueis el grandioso rastro de Azzahra ni en las
+orillas del Guadalquivir, ni en lo recóndito de la Sierra. Hélo ahí, á
+tres millas de Córdoba entre norte y poniente, donde todos los
+escritores árabes de mas autoridad situaron siempre la hermosa joya. Su
+dicho concorde es mi testimonio, y en prueba de que el arte lo confirma,
+ahí teneis esos fragmentos por mi propia mano recogidos entre la maleza
+y cardizales que cubren la llamada <i>suerte de S. Gerónimo</i> en la dehesa
+de <i>Córdoba la vieja</i>. Contempladlos, y os convencereis de que los
+edificios de que formaron parte solo han podido pertenecer á la época
+mas floreciente y á la poblacion mas famosa del Califado andaluz. Ahí
+teneis todos los elementos de la ornamentacion<a name="page_423" id="page_423"></a> mas bella y graciosa
+que creó el Oriente y regularizó el genio estético de los pobladores del
+Archipiélago: las <i>postas</i> que figuran las olas de la mar; los
+<i>meandros</i> ó <i>grecas</i> de listones que se interrumpen y cortan en ángulos
+rectos; los <i>enlaces</i> ó <i>entrelazos</i>, combinacion preciosa de líneas
+rectas y curvas que imita las trenzas del cabello; las <i>palmetas</i>, en
+que con la mayor donosura alternan hojas agudas y hojas obtusas, unas
+replegadas hácia dentro, otras hácia fuera, imitacion feliz del <i>loto</i>
+asirio y de las palmas fenicia y tebana; el <i>acanto silvestre</i> tan
+parecido á la hoja del punzante cardo; el <i>tulipan</i> y la <i>flor de loto</i>,
+graciosa importacion del arte de Persépolis, al cual fué comunicada por
+la arquitectura de Nínive y Babilonia, etc.<a name="FNanchor_522_525" id="FNanchor_522_525"></a><a href="#Footnote_522_525" class="fnanchor">[522]</a>. Y advertid que además
+de estos pedazos de piedra y barro tan lindamente trabajados, quedan en
+<i>Córdoba la vieja</i> otros de mármol labrados con el mismo esquisito
+gusto, algunos de fondo de color, sobre el cual destacan esos tan
+relevados y bien recortados adornos; y en la huerta de S. Gerónimo no
+pocos capiteles que de allí se sacaron, los cuales podrian sostener la
+competencia con los capiteles corintios del famoso monumento de
+Lisícrates de Atenas<a name="FNanchor_523_526" id="FNanchor_523_526"></a><a href="#Footnote_523_526" class="fnanchor">[523]</a>.<a name="page_424" id="page_424"></a></p>
+
+<p>La dehesa de <i>Córdoba la vieja</i>, que á los ojos del vulgo no es mas que
+un llano descampado con leves sinuosidades hácia la parte de la Sierra
+en cuya falda apoya, y donde sobre la viciosa vegetacion espontánea
+propia de aquel delicioso clima descuellan de trecho en trecho algunas
+encinas é higueras silvestres, se descubre inmediatamente á los ojos del
+observador atento como vasta ruina de alguna construccion importante, y
+á los del arqueólogo como precioso depósito de una de las páginas mas
+interesantes del libro monumental: página lastimosamente despedazada,
+mas no del todo perdida. Merced á nuestra natural incuria, por regla
+general deplorable, ahora por escepcion benéfica, consérvanse hoy estas
+ruinas próximamente en el estado mismo en que se hallaban á fines del
+siglo XVI y principios del XVII, cuando nos las describian Ambrosio de
+Morales y el licenciado Diaz de Rivas sin saber de cuán noble cadáver
+hacian la filiacion<a name="FNanchor_524_527" id="FNanchor_524_527"></a><a href="#Footnote_524_527" class="fnanchor">[524]</a>. Algunos preciosos vestigios que ellos vieron
+han desaparecido: quizás han sido cubiertos por la lenta crecida del
+terreno. Lo que hoy allí principalmente se advierte es una elevacion de
+forma cuadrangular y superficie llana de unos ciento setenta pasos de
+longitud, con declives por los tres lados de oriente, poniente y
+mediodia, y por el norte unida á la Sierra con varios montículos de
+figura irregular, no de formacion natural, sino de escombros en que
+facilmente se hallan trozos de piedras bellamente labradas, lastras de
+mármol rotas y otros objetos, con solo remover la masa pulverulenta que
+cubre la yerba. En el centro mismo del límite meridional de la alta
+planicie que domina la llanura, hay un hueco cubierto de espesa maleza,
+como indicio de haber existido allí alguna puerta, y desde este punto de
+la esplanada parte recta al mediodia por lo bajo de la campiña una
+especie de calzada que finaliza en un objeto informe de fábrica de
+argamasa y mampostería, pié tal vez de algun robusto torreon de entrada.
+¿Sería este por ventura vestigio de aquella segunda puerta de entrada
+al<a name="page_425" id="page_425"></a> alcázar árabe, por donde pasaron á caballo D. Ordoño y su
+introductor Ibn Talmís? ¿Sería aquella otra brecha que hemos visto en el
+declive meridional de la plaza rectangular la subida á la plataforma
+donde se apeó el rey destronado? ¿Ó sería mas bien esta misma plaza
+aquel famoso terrado de los tres pabellones donde tantas cosas
+memorables acaecieron?... Ultimamente, aquella singular planicie, obra
+evidente de los hombres y no de la naturaleza, ¿es un mero terraplen, ó
+es el resultado de un hundimiento que conserve quizá intacta la planta
+baja de alguna construccion palaciana? ¿Quién podrá hoy saberlo? No
+faltan allí en verdad reliquias de grandes construcciones, y cuando otra
+cosa no hubiera, bastaria un soberbio ramal de acueducto que sale del
+costado de oriente de la indicada plaza en direccion S-E., todo
+revestido interiormente de durísima costra de betun liso y bruñido como
+escayola, para persuadirse de la gran probabilidad de poder exhumar en
+este parage muchos tesoros del arte.</p>
+
+<p>Con mala estrella por cierto hemos comenzado nosotros esta obra<a name="FNanchor_525_528" id="FNanchor_525_528"></a><a href="#Footnote_525_528" class="fnanchor">[525]</a>.
+Esperemos sin embargo proseguirla con mejor fortuna; y<a name="page_426" id="page_426"></a> entonces, si la
+elegante y erudita pluma que hasta ahora con plausible modestia no hizo
+mas que ensayarse en el bosquejo de la historia de la arquitectura en
+España, emprende la árdua tarea que al parecer le está reservada de
+analizar detenidamente todos sus períodos y desentrañar sus
+singularísimos é interesantes sincronismos, quizás donde hoy deja
+lastimada un deplorable vacío<a name="FNanchor_526_529" id="FNanchor_526_529"></a><a href="#Footnote_526_529" class="fnanchor">[526]</a>, tendrá ocasion de trazar con su
+acostumbrada animacion y elocuencia la descripcion fiel de muchas
+bellezas artísticas que creía perdidas.</p>
+
+<p class="barra"><img src="images/ill_barra.jpg"
+width="80%"
+height="10%"
+alt="barra decorativa"
+title="barra decorativa"
+/>
+</p>
+
+<h3><a name="capitulo_sesto" id="capitulo_sesto"></a>Capítulo sesto y último.<br /><br />
+<span style="font-family:serif;"><i>La Sierra y la Campiña.</i></span></h3>
+
+<p>Si hubiéramos de detenernos en describir todo lo bueno que la provincia
+de Córdoba debe á la naturaleza, sería interminable nuestra tarea, pues
+siendo la Andalucía el vergel de España, Córdoba es, ó debiera ser al
+menos, el vergel de Andalucía. Quede reservado á los naturalistas el
+encarecer la fertilidad de su suelo<a name="FNanchor_527_530" id="FNanchor_527_530"></a><a href="#Footnote_527_530" class="fnanchor">[527]</a>, la abundancia de sus
+minerales, la hermosura de sus ganados, rivalizando en encomios con
+Plinio y Estrabon acerca de la escelencia de sus frutos; y salven ellos
+como puedan el compromiso de dejar airoso al poeta Estacio<a name="FNanchor_528_531" id="FNanchor_528_531"></a><a href="#Footnote_528_531" class="fnanchor">[528]</a> que
+tanto elogia la bondad de sus aceites. Nosotros somos los panegiristas
+del arte en primer lugar, y secundariamente de la naturaleza en sus
+bellas manifestaciones.</p>
+
+<p>Los campos de Córdoba y su tierra estan repartidos en <i>Sierra</i> y
+<i>Campiña</i>, teniendo por término divisorio entre unos y otros el rio
+Guadalquivir, que atraviesa diagonalmente la provincia de N-E. á S-O.,
+bajando por cerca de Aldea del Rio hácia Palma, donde se le incorpora el
+Genil. La Sierra y sus poblaciones quedan á la derecha de su corriente,
+á la izquierda los pueblos de la Campiña. Parte á esta por<a name="page_427" id="page_427"></a> mitad el rio
+Guadajoz, llamado de los antiguos rio Salado (<i>flumen salsum</i>), que
+atravesando en su nacimiento por la antigua encomienda del castillo de
+<i>Víboras</i> de la órden de Calatrava, sale á lo llano poco mas adelante,
+recibe otras aguas al pié del castillo de Locubin, baña en su curso á
+Castro el Rio fertilizando su deliciosa ribera de huertas por medio de
+azudas que mueve su misma corriente, acércase á las villas de Espejo y
+Santa Cruz, y sigue por Torres-Cabrera su direccion al Guadalquivir, con
+el cual junta murmullos una legua mas abajo de Córdoba. Fertilizaba
+antiguamente este rio cerca de Castro los términos de <i>Ategua</i>, pueblo
+famoso por el largo cerco que sostuvo en la guerra de César con los
+hijos de Pompeyo. El Guadajoz es muy celebrado en aquellas guerras
+civiles por los autores que de ellas escribieron.</p>
+
+<p>La parte de la Sierra está naturalmente contornada con una doble línea
+de aguas corrientes y cordilleras, que forman una especie de pentágono
+sobre la márgen derecha del Guadalquivir. Un largo estribo de
+Sierra-Morena que de los confines de la provincia de Ciudad Real baja
+hasta este rio, llevando como tributo al mismo por un lado las aguas del
+arroyo de las Yeguas, por otro las del revuelto y precipitado Jándula,
+es su límite oriental. Forma el septentrional el Guadalmez, que baja
+desde los cerros de Fuencaliente hasta entrar en el rio Zuja faldeando
+uno de los principales ramales de la gran cordillera; y el occidental el
+mismo Zuja y el Rembezar, que naciendo en las dos vertientes opuestas de
+una montaña, corren el uno al norte y el otro al mediodia, aquel al
+Guadiana, este al Guadalquivir. Dentro de este vasto territorio, todo
+ceñido de altas cumbres sin mas salida que la llanura por donde el
+Guadalmez y el Zuja pasan juntos á regar campos de Estremadura, se
+dibujan otras largas cadenas de montañas: una de las cuales lo atraviesa
+todo de levante á poniente, de Fuencaliente á Fuenteovejuna, y es la
+cordillera principal de los <i>Montes Marianos</i>, que va vertiendo á uno y
+otro lado las aguas de sus veneros, unas al Guadalquivir, otras al
+Guadalmez y al Zuja, contornando elevadas barreras. De aquellos montes
+se originan el Guadamellato al pié del alto cerro de Nuestra Señora de
+Luna, el Guadalbarbo que recibe las que nacen debajo del castillo de
+Cuzna, el Guadiato que vuelca límpidas ondas de varios arroyuelos del
+término de Belmez; de estas barreras secundarias resultan otros
+riachuelos de menos caudal.<a name="page_428" id="page_428"></a> Por último, de la gran cadena con que
+Sierra-Morena divide por medio el pentágono de la parte montuosa de
+Córdoba, se desprenden y caen al mediodia como hileras de gigantes
+curiosos de mirarse en la corriente del sacro Bétis, tres principales
+ramales; dos de ellos mueren en la ribera, y el tercero en las altas
+llanuras donde descuellan las ruinas del castillo de Albacar.</p>
+
+<p>¡Cuántos recuerdos encierran estas ásperas cordilleras! Una de ellas, la
+mas oriental, lleva en su mas avanzado estribo el famoso convento de <i>S.
+Francisco del Monte</i>, que el caballero cordobés D. Martin Fernandez de
+Andújar fundó á peticion de D. Enrique III y de la reina D.ª Catalina
+cabe las ruinas del antiguo cenobio Armilatense. En él se veneraba la
+piadosa imágen de Nuestra Señora de la Esperanza, hallada segun
+tradicion entre aquellos vestigios; y en sus claustros vivió retirado el
+rey D. Felipe IV durante las carnestolendas del año 1624. Otra, que es
+la mas próxima á Córdoba, ostenta en sus alcores el grandioso y severo
+monasterio de <i>S. Gerónimo</i>, construido con los despojos de la preciosa
+Medina-Azzahra; en su cerro de <i>Nuestra Señora de Belen</i> una
+congregacion de rígidos anacoretas, cuyas humildes ermitas son para
+Andalucía lo que Monserrat para Cataluña, lo que la Tebaida para el
+Egipto, lo que el monte Athos para la Rumelia; y al pié de ese cerro la
+famosa <i>Ruzafa</i>, que despues de haber sido una de las mas deleitosas
+quintas de los amires, fué patrimonio de la célebre D.ª Leonor de
+Guzman, y despues convento de padres Franciscanos; y hoy... ¡hoy
+desierta y miserable fonda! Otra, que espira dentro de una hoz formada
+en el llano de Hernan-Paez donde traza el Guadiato su última revuelta
+antes de salir brioso á la Campiña, se ilustra con el célebre santuario
+de <i>Nuestra Señora de Villaviciosa</i> y con el valle donde fueron
+bárbaramente inmolados los siete infantes de Lara. Todas estas cadenas
+de montañas y las corrientes que las van acompañando en sus diversas
+ondulaciones, llevan en sus faldas y en sus orillas reliquias de
+poblaciones antiguas, de arruinados monasterios, de castillos derruidos.
+Fuenteovejuna, Azuaga, Belmez, Espiel, Cuzna, Trassierra, son todos
+lugares interesantísimos para la historia de la edad media cordobesa,
+situados á la parte meridional de Sierra-Morena. Lo mismo puede decirse
+de los que ocupan á la otra parte los estribos de la gigantesca
+cordillera y las márgenes del Guadamora, del Guadarramilla, del
+Guadamatilla y del Zuja, como Belalcázar, Santofimia,<a name="page_429" id="page_429"></a> Hinojosa,
+Torremilano, Villapedroche, Pozoblanco, etc. Muchos de estos lugares
+eran de poblacion considerable siendo España provincia romana; de otros
+que entonces habia en esta parte de la Beturia de los Túrdulos apenas
+queda memoria. Bajo la dominacion de los godos y sarracenos unos
+conservaron su importancia, otros la aumentaron, otros se formaron que
+antes no existian: muy pocos de los antiguos decayeron, porque la
+prosperidad del pais iba siempre en aumento. En los siglos anteriores á
+la reconquista no ofrecia de seguro la Sierra el espectáculo de
+desolacion y pobreza que hoy presenta. Orlaban las faldas de sus
+montañas blancos caseríos; en sus espaciosos valles asentaban risueñas
+poblaciones que se mantenian de la industria, del cultivo y del
+pastoreo; en sus pingües dehesas y cañadas se apacentaban ganados de
+toda especie; tendíanse por sus anchas lomas los viñedos con sus
+lagares, los olivares con sus vigas: por sus frescas vegas los edificios
+conventuales rodeados de granjas y cortijos; y coronaban sus empinados
+cerros fuertes castillos y atalayas, centro aquellos del poderío feudal,
+centinelas avanzadas estas de un Estado robusto y floreciente enclavado
+en tierra enemiga, único medio entonces conocido de comunicar con
+rapidez los sucesos prósperos ó adversos de la guerra. Los arroyos y
+rios que vierte por uno y otro lado la Sierra no llegaban como ahora sin
+merma á la llanura: recogíase su precioso caudal en acequias para regar
+las huertas y vergeles, ó en presas para mover molinos y batanes, ó en
+balsas para otras industrias. Con el producto de estas y del fácil
+cultivo de tan agradecida tierra, sosteníanse muy granadas las rentas de
+las villas, de los señores y de las iglesias. Pero aquella prosperidad
+acabó, y hubo muchas causas para que así sucediese: primero la
+devastadora furia con que pusieron fin al Califado cordobés las guerras
+intestinas de las razas musulmanas agolpadas en Andalucía; luego el
+crecimiento del poder castellano, que despues de la conquista de Toledo
+hizo de la tierra septentrional de Córdoba pais de frontera, y por
+consiguiente de molesto y peligroso vivir; luego causas generales que
+paulatinamente fueron predisponiendo la opinion nacional contra las
+poblaciones de origen islamita; por último la pésima administracion de
+la casa de Austria, que esquilmando á los pueblos para sostener
+descabelladas empresas militares y cegándoles al propio tiempo todas las
+fuentes de la pública riqueza, que era lo mismo que ordeñar<a name="page_430" id="page_430"></a> la vaca sin
+darle pasto, abrumó á los montañeses de Córdoba con alcabalas y tributos
+que no bastaban á satisfacer sus ya escasos provechos. Todavía aquella
+privilegiada tierra está brindando á sus naturales con su fertilidad
+prodigiosa: fuera de los olivares, naranjales, higuerales, granados,
+cidras damasquinas y moreras de que se cubren sus laderas aun
+negligentemente labradas, produce la montaña sin que intervenga la mano
+del hombre, arrayanes, lentiscos, algarrobos, almezos de dulcísimo
+fruto, pinos, avellanos, castaños y acebuches. Fórmanse naturalmente
+muchos colmenares en las concavidades de sus peñas; el áspero jabalí, el
+tímido gamo, el ciervo corredor, el conejo cauteloso, la pintada perdiz,
+el zorzal viajero, el tordo y el estornino amigos de los cañaverales,
+estimulan al cazador á sus gratas fatigas; y los criaderos de plata,
+oro, cobre, azogue y carbon de piedra que recelan las entrañas de sus
+montes, sirven de incentivo á la actividad del minero codicioso. ¿Y qué
+alicientes no ofrece ella al amante de la bella naturaleza? El valle
+donde está situado el insigne monasterio de S. Gerónimo, con harta
+justicia lleva el nombre de <i>Valparaiso</i>, pues nada menos que un Eden
+representa á los ojos su frescura; cerca de este hay otro llamado
+<i>Vallehermoso</i>, y tiene tan merecido su nombre, que quien penetra en él
+sin saberlo se lo dá de nuevo. Subiendo por él algun trecho se aparece
+como jardin de amor en un campo de esmeralda <i>la senda del rosal</i>,
+llamada así por la estraordinaria abundancia de rosas con que allí plugo
+á la madre naturaleza engalanarse el seno y embalsamarse el aliento:
+delicioso lecho de flores para la enamorada Diana, que solo los vergeles
+de la Ruzafa impregnados de azahar hubieran podido con igual derecho
+disputar al Monte Latmos. ¿Pues qué diremos del <i>pago de Miraflores</i>, y
+qué de otros muchos cuyos nombres no conforman menos con sus lindezas?</p>
+
+<p>En esta amenísima Sierra vamos á comenzar, lector amigo, un viaje aéreo
+por toda la provincia de Córdoba, con que pondremos fin á nuestra tarea.
+Y en esta jornada postrera tú y yo, como dos nigromantes de esos que el
+vulgo llama <i>brujos</i>, vamos á dar tres grandes vuelos: el primero á modo
+de águilas cerniéndonos sobre las cumbres de las montañas; el segundo
+como ánades por las orillas del Guadalquivir abajo; el tercero como
+alondras que con inciertos giros revolotean en la campiña de aquí para
+allá, atraidas por los destellos de los<a name="page_431" id="page_431"></a> objetos lucientes, y se
+remontan gorjeando cuando no hallan atractivo en el suelo.</p>
+
+<p><span class="smcap">Vuelo por las montañas.</span> Mira al occidente, cerca del nudo que forman
+Sierra-Morena y la Sierra de los Santos, sobre una colina que domina una
+estensa y pintoresca llanura, entre cerros coronados de torres y
+atalayas arruinadas, la villa de <i>Fuenteovejuna</i>, que debe á un acto de
+sangrienta y heróica venganza la inmortalidad á que en vano hubiera
+aspirado como municipio romano<a name="FNanchor_529_532" id="FNanchor_529_532"></a><a href="#Footnote_529_532" class="fnanchor">[529]</a>, como poblacion sarracena guarnecida
+con un cinto de muros y un fuerte castillo, y como recompensa digna de
+los servicios de un gran maestre de Calatrava. Aplica el oido, que su
+nombre suena muy alto y llena toda la comarca, porque es á un mismo
+tiempo grito de gloria y melancólico gemido varonil. Prepárate
+recordando la época en que á la sombra de la autoridad real fuertemente
+constituida, cuajaba en el árbol de la sociedad española la preciosa
+yema del derecho comun, á despecho de las injurias de los ricos-hombres
+que como sañudos vendabales la combatian. Corre el año 1476: un
+orgulloso comendador de Calatrava encastillado en esa villa, sujeta á la
+jurisdiccion de la órden por permuta hecha con el gran maestre D. Pedro
+Tellez Giron, comete contra sus moradores toda suerte de desmanes y
+atropellos: tolera que sus soldados les devoren las haciendas y
+deshonren sus casas; él mismo con violencia les quita sus hijas y
+mujeres. El pueblo cansado de sufrir se conjura contra el insolente
+tirano; ruge el motin á sus puertas apellidando <i>Fuenteovejuna, vivan
+los reyes D. Fernando y D.ª Isabel y mueran los traidores</i>. Precipítase
+dentro la turba enfurecida, hombres, mujeres, niños, armados todos de
+espadas, picas, palos y piedras. Trábase en la mas fuerte pieza del
+castillo una encarnizada refriega: catorce criados del comendador mueren
+á sus piés por defenderle: muere luego el magnate, y su cadáver,
+arrojado por una de las ventanas á la calle, es recogido en puntas de
+lanzas y espadas. Acuden las mujeres con adufes y sonajas á celebrar la
+libertad de la villa, y despues los vecinos ancianos quitan las varas y
+cargos de justicia á los que estaban puestos por la órden, y acuden á
+Córdoba sujetándose á<a name="page_432" id="page_432"></a> su jurisdiccion y pidiendo amparo. Quéjanse del
+agravio los caballeros de Calatrava al rey y al pontífice: ya los reyes
+mandan á la villa jueces pesquisidores. Hélos cabalgando en mulas
+regalonas por la márgen del Guadiato arriba; hé ahí rondando el temido
+tribunal algunos bárbaros sayones dispuestos á manejar contra el
+aterrado vecindario máquinas horribles de tormento de que nunca se hizo
+merecedor. Entran en la tremenda prueba hombres, mujeres, niños, y todos
+la sufren con heróica constancia: medio lugar padece tormento sin
+declarar quiénes dieron la muerte al comendador: <i>Fuenteovejuna le
+mató</i>, esclaman todos concordes, significando haber armado Dios contra
+él el brazo del pueblo entero.&mdash;¿Quién mató al comendador? vuelve á
+preguntar el obcecado ministro que no comprende tan sublime
+respuesta.&mdash;Fuenteovejuna, contestan todos.&mdash;¿Quién es Fuenteovejuna?
+pregunta de nuevo aquel.&mdash;Todos los vecinos de la villa.&mdash;¿Quiénes son
+los vecinos de la villa?&mdash;Y vuelve á resonar entre dolorosos gemidos de
+muerte la misma heróica respuesta: <i>Fuenteovejuna</i>. Sabedora Córdoba del
+caso, representa inmediatamente á los reyes: los pesquisidores suspenden
+los tormentos: la ciudad prueba los desafueros y tiranías del comendador
+asesinado, y los reyes, convencidos de que su muerte fué castigo del
+cielo, mandan sobreseer en la causa formada al lugar.</p>
+
+<p>Atravesamos ahora la gran cordillera y nos suspendemos, no lejos de la
+confluencia del Guadamatilla con el Zuja, sobre un llano donde descuella
+una poblacion que tiene al norte un cerro ceñido por un arroyo, y en él
+los restos de uno de los mas soberbios alcázares de la España del siglo
+XV. Es <i>Belalcázar</i>, nombre dado por el fundador de aquella insigne
+fortaleza D. Gutierre de Sotomayor, maestre de la órden de Alcántara, á
+quien hizo merced de la poblacion el rey D. Juan II. No habia en toda la
+tierra aledaña alcázar de mas estupenda estructura: mil varas de
+estension ocupa todavía su muro de cantería, el cual formaba un gran
+cuadrilátero fortalecido con veinticuatro cubos y defendida por un
+castillo con ocho torres y un foso de treinta piés de anchura. Erigida
+la villa en condado, el nieto del maestre lo gozaba espléndidamente
+establecido en su magnífico alcázar. Su madre D.ª Elvira de Zúñiga,
+temerosa de los estragos que suele causar en los jóvenes de alma mas
+generosa la vida de soldado, le retenia con frecuencia en Belalcázar,
+aunque servia á los Reyes Católicos<a name="page_433" id="page_433"></a> en su corte y en las guerras contra
+los moros, y el valeroso caballero se daba á la montería, ejercicio muy
+propio de la gente moza y noble en aquellos tiempos. Volviendo un dia de
+una de sus cacerías, y habiéndose separado gran trecho de él sus criados
+persiguiendo á una res herida, advirtió que le seguia muy de cerca un
+hombre alto y amulatado.&mdash;Pasad adelante, ó quedaos atrás, díjole el
+conde, viéndole ya muy junto á su caballo.&mdash;Deseo tratar en secreto con
+su señoría, respondió el desconocido, cierto negocio de grande
+importancia.&mdash;Quedaos atrás, replicó el conde, y en llegando al castillo
+os oiré despacio. Picó al caballo, entró en su alcázar, y de allí á poco
+llegó al puente levadizo el hombre alto y moreno, á quien se permitió la
+entrada por haberlo ya prevenido el dueño. Pidió á este el misterioso
+aparecido hablarle sin testigos: el jóven caballero despidió á sus
+criados presentes, y quedaron los dos solos. Habia sobre una mesa dos
+velas encendidas, porque ya iba cerrando la noche: tendió el brazo el
+huésped y las apagó, y bastaron su rostro de ascua y sus ojos de
+azuladas llamas para dar luz al aposento. Lo que entre los dos pasó allí
+no se sabe: el efecto sí, y fué que el conde de Belalcázar D. Juan de
+Sotomayor, siendo mozo soltero y de aventajadas prendas, renunció su
+estado en su hermano D. Gutierre, y dejando el mundo se hizo religioso.
+Fué muy estremado en todas las virtudes, señaladamente en la humildad,
+pues la misma tierra que habia sido teatro de su alegre mocedad, le vió,
+siendo Fr. Juan de la Puebla, con el hábito de S. Francisco ejercitarse
+en los oficios mas bajos y penosos en servicio de los pobres y de los
+religiosos descalzos que estableció en la comarca. Fué el fundador de
+una provincia de las mas insignes de la órden, la cual teniendo por
+núcleo la ermita de Nuestra Señora de los Angeles, creció antes de la
+muerte del conde santo tan rápidamente, que la Sierra por aquella parte
+se trasformó en un nuevo Carmelo<a name="FNanchor_530_533" id="FNanchor_530_533"></a><a href="#Footnote_530_533" class="fnanchor">[530]</a>.</p>
+
+<p>El condado de Belalcázar con sus lugares, el marquesado de <i>Santofimia</i>
+(ó Sta. Eufemia) y las villas de <i>Hinojosa</i> y <i>Torremilano</i>, componen lo
+que en la España romana denominaban los escritores latinos<a name="page_434" id="page_434"></a> regiones de
+los <i>ossintigisis</i>. Rasis llama á esta parte de la Sierra <i>el llano de
+las bellotas</i>, por estar muy poblada de encinares.</p>
+
+<p>No lo está menos esa otra gran llanura elevada que se estiende á oriente
+entre el tronco principal de la Sierra y el ramal que limita por el
+norte la provincia. Ese dilatado valle formado por las montañas á una
+elevacion de mas de mil quinientos piés sobre el nivel del mar, es el de
+<i>los Pedroches</i>, que comprende siete villas habitadas por pastores.
+Verás toda esa tierra, cuya riqueza mineral se esconde en muy profundos
+criaderos de diferentes metales y carbon de piedra, cubierta de dehesas,
+de encinares, chaparros, charnecas, brezos y mata prieta, poblada de
+rebaños y piaras, sin mas industria que el tejido de bayetas y la
+alfarería. Vista la atrevida torre de la iglesia parroquial de
+<i>Pedroche</i>, que forma un gracioso obelisco de doscientos piés de altura
+con su segundo cuerpo circular, invencion caprichosa del célebre Hernan
+Ruiz el viejo, autor del insigne crucero de la catedral de Córdoba,
+pasemos adelante: y cruzando el puerto Calatraveño vamos por Espiel y
+Belmez al castillo de Cuzna describiendo una espiral en nuestro vuelo.
+Es rara la poblacion de la Sierra que no tiene su castillo: el de
+<i>Espiel</i>, en lo alto del cerro á cuya falda está la villa del mismo
+nombre, se muestra ya tan arruinado que no se reconoce lo que fué: solo
+se divisa á su pié la boca de una gran cisterna; el de <i>Belmez</i> era muy
+principal, está situado en la cumbre de otro cerro: su posicion es tan
+ventajosa, y tan escarpada por todas partes la peña que le sirve de
+base, que parece como que brindaba á construir en ella una fortaleza. Es
+una torre cuadrada con habitaciones de bóveda, de fábrica sarracena,
+tiene un muro guarnecido de cubos cilíndricos y otras obras ya muy
+deterioradas. Fué adjudicado en el siglo XV al gran maestre de Calatrava
+D. Pedro Tellez Giron, el cual lo cedió con Fuenteovejuna á su órden en
+el cambio que hizo por Cazalla y Osuna. Desde su torre se divisaba el
+castillo de Fuenteovejuna por una parte, por otra el de Névalo en
+término de Villaviciosa, el cual le ponia en comunicacion con el de
+Almodovar del Rio: por otra finalmente el castillo de Espiel, desde el
+cual se verian tambien torres de otra línea. El castillo de <i>Cuzna</i>
+levantado en lo mas áspero de la Sierra comunicaria al propio tiempo con
+las alturas de Hinojosa, los Pedroches, Santofimia y la Alcudia; así
+toda Andalucía estaba ramificada bajo la dominacion islamita, y aun
+muchos siglos despues, por líneas<a name="page_435" id="page_435"></a> de atalayas que formaban el
+imperfecto sistema telegráfico de aquellos tiempos.</p>
+
+<p>Vamos ahora por entre los dos rios Guadiato y Guadalbarbo bajando al
+Guadalquivir, y al pasar por encima de <i>Trassierra</i> consagremos una
+mirada de interés á las misteriosas ruinas que al pié de sus escabrosas
+laderas nos hablan de una antigua poblacion cuyo nombre se sepultó ya en
+el mar de hielo del olvido.</p>
+
+<p><span class="smcap">Vuelo por la ribera.</span> Lo empezaremos en <i>Aldea del Rio</i>, que solo
+nombramos por respeto á la autoridad de Plinio, que con el nombre de
+<i>Sicia</i> la menciona entre los lugares de la jurisdiccion de Córdoba,
+orillas del Bétis. Este en efecto la fecunda por el poniente. Una legua
+mas abajo tenemos un gran pueblo, república <i>Eporense</i> para los romanos,
+para nosotros <i>Montoro</i>; villa cercada por el Guadalquivir, fundada
+sobre tres cerros de peña viva y otros tantos valles, toda de casas de
+piedra, con un puente soberbio costeado por sus vecinos antes del año
+1500, para cuya obra, cuentan ellos con entusiasmo, se desprendieron las
+señoras de sus alhajas de oro, plata y piedras preciosas. No acertaré á
+decir si debe su nombre á sus famosos olivares, que hacen de ella un
+verdadero <i>monte de oro</i>, ó al toro que sobre un monte campea en sus
+armas simbolizando sin duda la fortaleza de su sitio. Los musulmanes la
+convirtieron en castillo ciñendo sus riberas con altos muros y
+torreones, y cerrando su única salida á la campiña con el fuerte de la
+<i>Cava</i>, llamado despues de <i>Julia</i>, del que es reliquia ese grueso
+baluarte que ahí ves. Antes que la ganase S. Fernando por las pujantes
+embestidas del capitan D. Domingo de Lara, de quien conserva aun el
+nombre un barrio de la villa, habian otros dos reyes de Castilla,
+Alfonsos ambos, arrojado de ella á los agarenos en 1155 y 1190, poniendo
+el último de ellos por alcaide y adelantado de su frontera á D. Nuño de
+Lara<a name="FNanchor_531_534" id="FNanchor_531_534"></a><a href="#Footnote_531_534" class="fnanchor">[531]</a>.</p>
+
+<p>Vamos al <i>Carpio</i> (antiguo <i>Martialum</i>), villa que como un ginete
+siempre dispuesto á romper lanzas cabalga sobre un cerro, en cuya
+cúspide bizarrea como enhiesto airon un fuerte y hermoso castillo.
+Construyóle para los célebres varones Sotomayores, señores de esta<a name="page_436" id="page_436"></a>
+villa y de Jodar, gloriosos en Gibraltar y Algeciras, en Antequera y en
+Huéscar, un maestro moro llamado Mohammad por los años de 1325<a name="FNanchor_532_535" id="FNanchor_532_535"></a><a href="#Footnote_532_535" class="fnanchor">[532]</a>. Su
+forma revela desde luego ser obra sarracena. No olvidará este castillo
+los alegres dias que estuvo hospedado en él el rey D. Felipe IV (en
+febrero del año 1624), durante los cuales su dueño el marqués del Carpio
+agasajó y festejó al monarca con una gran cacería en los montes de su
+estado. Yendo del Carpio á Almodóvar del Rio dejamos á la derecha del
+Guadalquivir la antigua <i>Onova</i>, hoy <i>Villafranca</i>; luego, á una y otra
+márgen, á <i>Casablanca</i> y <i>Alcolea</i>; mira en las <i>Ventas</i>, donde pastan
+las célebres yeguadas de <i>la Regalada</i>, el suntuoso y moderno puente de
+mármol negrizco que escitaba la admiracion del viajero Ponz, y del cual
+dicen los andaluces para ponderar su lindeza, que cuando los soldados de
+Napoleon lo vieron preguntaron <i>si estaba hecho en Francia</i>. Queda
+despues sobre la márgen derecha la ciudad de C<small>ÓRDOBA</small>. No nos detengamos
+ya en ella; pasemos adelante dejando un suspiro de dolor en las
+solitarias y empobrecidas alamedas del gran rio histórico que la baña.</p>
+
+<p>Dejamos atrás tambien la confluencia de este con el Guadajoz, y despues
+de algunas revueltas llegamos á la villa de <i>Almodóvar</i>, en cuyo
+formidable castillo sufrieron rigores de injusta saña D.ª Juana de Lara
+y Haro, señora de Vizcaya, por órden de su cuñado el rey D. Pedro el
+Cruel, y el esforzado señor de Luque D. Egas Venegas, con sus hijos y un
+hermano, por disposicion del prepotente D. Alvaro de Luna, como pago de
+sus heróicas correrías en tierras de moros. Atravesando el rio tenemos
+ahora en frente á <i>Guadalcázar</i>, antigua <i>Carbulo</i>, donde hoy no
+advertimos mas objeto digno de atencion que un palacio medio arruinado.
+Sus señores los marqueses de Guadalcázar perpetúan en Córdoba la
+descendencia de aquel famoso condestable de Castilla Ruy Lopez Dávalos,
+cuya estrepitosa caida á impulsos de la ambicion de D. Alvaro de Luna
+cuenta la crónica de D. Juan II. Por redundar en gloria de otro
+esclarecido linage de Córdoba, será bien recordemos que quien hizo
+restituir al desgraciado condestable la honra y la hacienda perdidas,
+fué su criado Alvar Nuñez de Herrera, dechado<a name="page_437" id="page_437"></a> de lealtad y fidelidad
+acrisoladas, el cual se dió tan escelente traza en la buena obra que se
+propuso desde que el condestable se refugió en Aragon, que descubrió y
+probó haber sido falsificados por el secretario del de Luna todos los
+documentos en cuya virtud habia sido condenado su señor como traidor á
+la corona.</p>
+
+<p>Otras dos veces vamos á cruzar el Guadalquivir para hacernos cargo de
+<i>Peñaflor</i> y de <i>Palma del Rio</i>. Es la antigua <i>Ilipa</i> (hoy Peñaflor)
+mas nombrada y famosa entre los antiguos que todos los otros pueblos de
+la Campiña. Allí se veían en tiempo de Ambrosio de Morales las ruinas de
+la antigua ciudad y su famoso puerto. Hasta él, dice Estrabon, llegaban
+las naves cargadas de mercaderías. Desde Obulco (hoy <i>Porcuna</i>) hasta
+Cádiz, por Córdoba, Peñaflor y Sevilla, se hacia en la Bética un activo
+comercio, porque acudian de naciones estrangeras á contratar á Cádiz,
+subian hasta Córdoba navegando<a name="FNanchor_533_536" id="FNanchor_533_536"></a><a href="#Footnote_533_536" class="fnanchor">[533]</a>, y se llevaban la plata y demas
+metales preciosos de la Sierra dejando en cambio sus manufacturas. Desde
+allí, añade el geógrafo griego, comienzan á levantarse los Montes
+Marianos cargados de plata, y á mano izquierda se tiende la Campiña. A
+poca distancia de Peñaflor, en la márgen<a name="page_438" id="page_438"></a> opuesta, se descubre la villa
+de <i>Palma del Rio</i>, que hicieron famosa en la edad media los grandes
+hechos de armas de sus señores los Bocanegras y los Portocarreros. Fué,
+si bien lo recuerdo, rico-hombre y señor de Palma el famoso almirante D.
+Gil Bocanegra, hermano del duque de Génova, que sirvió á D. Alonso XI en
+Gibraltar y Algeciras sosteniendo con muy pocos bajeles contra un
+emjambre de galeras moriscas uno de los combates navales mas tremendos
+que ensangrentaron las ondas del Mediterráneo. Fuélo tambien el alcaide
+de Alhama Luis Fernandez Portocarrero, que murió en Nápoles, adonde le
+enviaba el Rey Católico á compartir con el Gran Capitan el cargo de
+general en gefe.</p>
+
+<p><span class="smcap">Vuelo por la campiña.</span> Dividida esta en dos por la corriente del
+Guadajoz, caen á la derecha <i>Castro el Rio</i>, <i>Bujanlance</i>, <i>Cañete</i>, y
+otras poblaciones de escasa importancia histórica.</p>
+
+<p>En el año 1333 el rey moro de Granada, aprovechando la coyuntura de
+hallarse D. Alfonso XI con los pendones y caballeros de casi toda
+Andalucía entretenido en Gibraltar contra los ejércitos invasores de
+Marruecos, puso cerco á Castro el Río con muy poderosa hueste. Receloso
+Payo Arias de Castro que estaba en Córdoba, de que le quitase de rechazo
+su villa de Espejo, allí cercana, partió con Martin Alonso de Montemayor
+y otros caballeros á socorrer á los sitiados, los cuales, perdida la
+villa y dejando el vestíbulo de su iglesia cubierto de cadáveres, se
+habian refugiado en el castillo tapiando la puerta á piedra y lodo. Payo
+Arias y otros, á quienes pareció temeridad querer en tal estado recobrar
+el lugar, se quedaron en Espejo; el señor de Montemayor siguió adelante
+solo con treinta caballeros: llegó á Castro con gran secreto, halló á
+los moros descansando con los portillos abiertos, y pidiendo favor á
+Dios y á su Santa Madre, se arrojó como un leon sobre ellos y penetró en
+la poblacion. No habia dentro mas que sesenta soldados útiles, los demas
+habian muerto ó estaban mal heridos; juntos con los de Córdoba
+repartiéronse todos con buen órden en los puestos mas peligrosos y
+reparáronlos con maderaje lo mejor que pudieron. Pero ¿cómo defender un
+lugar tan mal guarnecido contra un ejército tan formidable como el del
+rey de Granada, que le combatia con mas de cien mil lanceros,
+ballesteros y honderos, multitud de picos y azadones y toda clase de
+máquinas de guerra? El ingenio y el valor unidos triunfaron de todo: mal
+disfrazado<a name="page_439" id="page_439"></a> á propósito y con poca cautela, despachó Martin Alonso á
+Córdoba un hombre avisando que viniesen sobre los moros la noche
+siguiente, y brindando á sus caballeros con una grande y fácil
+carnicería: salió bien la traza, porque el correo fué hecho prisionero,
+y temiendo por su declaracion el rey de Granada verse envuelto al otro
+dia por un ejército auxiliar, que en realidad no existia, resolvió
+apresuradamente aprovechar el tiempo que le quedaba para dar al lugar
+una embestida decisiva. Otro aviso bien dirigido llegaba entre tanto á
+los de Espejo. Pujante fué la acometida: valerosa, heróica la
+resistencia. La presencia del señor de Montemayor engrandecia los
+corazones y comunicaba á los sitiados sobrenatural aliento. No ganaron
+los infieles un palmo de terreno: acabábase el dia y los últimos rayos
+del sol poniente arrancaban rojizos destellos á los yelmos de una
+pequeña hueste procedente de Espejo, que iluminada de espaldas aparecia
+en el horizonte como un enlutado escuadron de gigantes. Por seguro tenia
+el granadino que se hubiese alzado contra él toda la tierra: abandonó el
+cerco, levantó el campo dejando en él muchos muertos, y á marchas
+forzadas se volvió á su tierra. Agradeció el rey D. Alonso el gran
+servicio que le habia prestado el señor de Montemayor, y le autorizó
+para que añadiese á sus armas la divisa de la banda entre bocas de
+dragantes, que es la misma que has visto esculpida en el sepulcro de su
+hijo el señor de Alcaudete en la famosa capilla antigua de S. Pedro de
+la catedral. <i>Castro el Rio</i>, <i>Castra Postumia</i> en los escritos de
+Hircio y en los comentarios de Julio César, solo conserva de sus
+reliquias romanas una lápida de jaspe encarnado que se cree pertenecia á
+un templo consagrado á Augusto<a name="FNanchor_534_537" id="FNanchor_534_537"></a><a href="#Footnote_534_537" class="fnanchor">[534]</a>; hoy su aspecto es en todo
+sarraceno. Su parte antigua, cercada de murallas ya medio arruinadas,
+con una sola puerta, ocupa un pequeño cerro. Defendia aquella única
+entrada el castillo de que hemos hecho mencion, unido entonces á la
+muralla por medio de un arco que ya no existe. Durante las turbulencias
+del reinado de Enrique IV por los años de 1466 lo reparó el conde de
+Castro.</p>
+
+<p>En <i>Bujalance</i>, que no es en nuestra humilde opinion la <i>Betis</i> de
+Estrabon, ni la ciudad de los <i>Bursavolenses</i> de Hircio, ni la <i>Vogia</i>
+de Ptolomeo, sino la <i>Sacili</i> del itinerario de Antonino, solo es bella
+y artística<a name="page_440" id="page_440"></a> para nosotros la gran fortaleza árabe que la domina,
+edificada por mandado de Abde-r-rahman An-nasír. Forma una plaza de
+armas cercada con un muro fortalecido á trechos con siete torres, en que
+se advierten lastimosas ruinas, y reparaciones del tiempo de la reina
+D.ª Juana.</p>
+
+<p>En <i>Cañete de las Torres</i>, señorío de los duques de Medinaceli, hallamos
+descollando en medio de la plaza de la villa otro soberbio castillo con
+sus torres derruidas, en que se marcan todos los modos de construccion,
+el romano, el godo, el sarraceno, el cristiano de la edad media. Tres
+veces la ocuparon los muzlimes: primero en la invasion general que
+arrancó de sus cimientos el trono de Rodrigo, luego en el siglo XIV,
+últimamente á fines del siglo XV cuando los moros llevaron á Granada
+todo su vecindario en cautiverio. Otras tres veces la recobraron y
+repoblaron los cristianos: en 1330 bajo D. Alonso XI, en 1407 durante la
+menor edad de D. Juan II, y en tiempo de los Reyes Católicos D. Fernando
+y D.ª Isabel.</p>
+
+<p>A la izquierda del Guadajoz, entre este rio y el Genil, tenemos el gran
+teatro de muchas proezas consumadas en la secular contienda de España
+contra el islamismo y en sus deplorables guerras civiles, y los señoríos
+de los mas ilustres guerreros cordobeses. <i>Luque</i>, rodeada de cerros
+entre el Marbella y el Salado, con su castillo árabe de dos torreones y
+el antiguo palacio de sus señores, nos habla todavía de los Venegas y
+Mendozas, ilustres en Antequera, en Huescar, en las márgenes del Darro y
+del Gareilano. <i>Zuheros</i> y <i>Doña Mencía</i>, esta con su castillo, aquella
+al pié de una elevada cordillera de rocas y montañas, conservan celosas
+la memoria de un alcaide, Diego de Cabrera, y de un señor, Alonso de
+Córdoba, que se coronaron de gloria en la prision del rey chico de
+Granada. La villa antigua de <i>Baena</i>, en un cerro que lame tímido el
+Marbella, sobre el cual parece haberse empinado para señorear gran parte
+de la campiña hasta divisar las crestas de Sierra-Morena, lleva escritas
+en sus edificios, ya magníficas, ya sangrientas páginas históricas. Allí
+la <i>Baniana</i> romana descubre la veneranda toga de sus ediles y duunviros
+en un panteon subterráneo donde se hallaron en nuestros dias urnas
+cinerarias pertenecientes á la familia Pompeya. Allí ostenta la
+arquitectura cristiana de los siglos medios sus esbeltas curvas ojivales
+en las iglesias de Sta. María y S. Bartolomé; allí el castillo y palacio
+de los condes de Altamira<a name="page_441" id="page_441"></a> nos trae á la memoria la magnánima defensa
+que contra la acometida del rey moro Mohammad hicieron los caballeros
+Alonso Perez de Saavedra su alcaide, el señor de Cañete Fernando Alonso
+de Córdoba, Payo Arias de Castro, señor de Espejo, y Juan Martinez de
+Argote, señor de Lucena. Háblanos este castillo, mas bien alcázar, de la
+traicion horrenda cometida por D. Pedro el Cruel con el rey Bermejo de
+Granada y los caballeros moros de su séquito, á todos los cuales hizo
+matar en un festin nocturno; háblanos de la prision que entre sus muros
+padeció en 1483 otro rey de Granada, Muley-Baha-dalí; háblanos por fin
+del famoso mariscal de Castilla Diego Fernandez de Córdoba, que con sus
+valerosos hechos dió principio á la ilustre casa de los condes de Cabra
+y duques de Baena. La villa por su parte nos recuerda además de sus
+gloriosas defensas y arrancadas contra los moros granadinos, uno de los
+accidentes mas dramáticos de la menor edad del rey D. Alonso XI (año
+1319). Los infantes D. Pedro y D. Juan gobiernan juntos el reino: el
+infante D. Juan, envidioso de los lauros que ciñe D. Pedro, le propone
+hagan juntos una algarada por tierra de moros para que la gloria de
+ambos sea igual. Admite D. Pedro, pero lo que los hombres disponen suele
+desbaratarlo el cielo. Sale D. Juan de Baena con muy lucida hueste
+formando la vanguardia; D. Pedro sale de Córdoba cubriendo la
+retaguardia con sus caballeros y pendones. Afortunados en sus correrías
+y talas, recogen gran botin, y al cabo de tres dias resuelven regresar á
+su tierra, D. Juan de retaguardia, y delante con los suyos D. Pedro. Lo
+que D. Juan se propone con esta inversion del órden de marcha, Dios lo
+sabe. Noticiosos los granadinos de que la sed acosa á la hueste
+cristiana, salen á picarles la retirada, y sin propósito deliberado de
+trabar batalla la comienzan, con tan buena suerte, que el infante D.
+Juan se ve en el mayor aprieto. Acude á socorrerle el leal D. Pedro: con
+la espada desnuda procura detener á su gente que se desbanda y huye, y
+no pudiendo conseguirlo, tal pasion de ánimo le sobrecoge que se le
+tulle el cuerpo, pierde el habla, y cae muerto del caballo. Avisado D.
+Juan de tan repentina desgracia, desvanécese con el sobresalto, y cae
+tambien muerto en tierra. Cubre la noche el campo, cesa el combate: el
+cadáver de D. Pedro, colocado en una mula enlutada, pasa por Baena con
+direccion á Córdoba en medio de su escuadron que le tributa lágrimas y
+lamentos. El cadáver de D. Juan quedó en poder de<a name="page_442" id="page_442"></a> los infieles; pero el
+rey de Granada lo envió á su hijo con acompañamiento de luces y lutos, y
+fué llevado á enterrar á Burgos.</p>
+
+<p><i>Espejo</i>, <i>Fernan-Nuñez</i> y <i>Montemayor</i> eran como tres guerrilleros
+avanzados puestos en emboscada por Córdoba detrás de una sierra que les
+servia de barrera contra las acometidas del granadino; así como tenia
+destacadas delante de esa misma sierra, con el Genil por foso, otras
+muchas villas. <i>Espejo</i> debe a su señor Payo Arias un castillo adornado
+de vistosos torreones, hoy propiedad de los duques de Medinaceli;
+<i>Fernan-Nuñez</i> ostenta dos grandes timbres: haber prestado asilo en su
+antiguo castillo á los mozárabes fugitivos en los dias de persecucion y
+martirio, y ser el primitivo solar de la gran casa de C<small>ÓRDOBA</small> por la
+donacion que hizo el santo rey á su primer señor Fernan-Nuñez de Temez.
+Un vasto palacio, adornado de pinturas y esculturas, que en el siglo
+pasado edificó el conde D. Cárlos José Gutierrez de los Rios siendo
+embajador de España en Lisboa, sirve como de engaste al único torreon
+que queda de aquella preciosa antigualla. <i>Montemayor</i> desde la cima de
+un cerro árido, donde tiene otro castillo con tres preciosas torres
+góticas, está clamando á las presentes generaciones contra el olvido que
+la injuria. A la orilla del arroyo Carchena que le baña el pié por
+levante, yacen las ruinas del castillo antiguo de <i>Dos Hermanas</i>, que
+dió el rey al famoso D. Martin Alonso de Córdoba, fundador del estado de
+Montemayor<a name="FNanchor_535_538" id="FNanchor_535_538"></a><a href="#Footnote_535_538" class="fnanchor">[535]</a>. El renombre de sus esforzados condes<a name="FNanchor_536_539" id="FNanchor_536_539"></a><a href="#Footnote_536_539" class="fnanchor">[536]</a> vuela desde
+esas poéticas llanuras hasta las enriscadas cumbres de Alcaudete y de
+Antequera, ilustradas con la generosa sangre de sus guerreros.</p>
+
+<p>Siguen al sur de la mencionada sierra <i>Montilla</i>, <i>Aguilar</i>, <i>Cabra</i> y
+<i>Lucena</i>, que con la Rambla, Montalvan, Santaella, Monturque, Puente Don
+Gonzalo, Castillo-anzur, Benamejí, Priego y Carcabuey, completan el
+cuadro de los grandes recuerdos históricos de la provincia. Si
+<i>Montilla</i> es la antigua <i>Ulia</i>, ó bien el <i>Monte de Ulia</i> (<i>Mons
+Uliæ</i>), ó como otros pretenden aquella <i>Munda</i> (<i>Munda illa</i>) tan famosa
+por haber ganado en su campo Julio César contra los hijos de Pompeyo el
+imperio del mundo, es cuestion que dejaremos ventilar á los mas peritos
+en corografía romana. De todas maneras la orla de la toga<a name="page_443" id="page_443"></a> pretexta le
+asoma por debajo de su paludamento cristiano en los notables vestigios
+de baños romanos que ofrecen al arqueólogo las fuentes del <i>Álamo</i> y de
+la <i>Higuera de Belen</i>, y la llamada <i>Canteruela de Sta. María</i>. Tiéndese
+esta ciudad como perezosa bajo la influencia del sol de Andalucía, sobre
+dos elevadas colinas, desde donde registra un vistosísimo horizonte todo
+ceñido de sierras, pues del norte al sur por la parte de levante la
+contemplan Sierra-Morena, las sierras de Jaen, de Martos, de Alcaudete,
+de Doña Mencía, de Priego, de Rute, de Loja, de Lucena, de Cabra y de
+Archidona; y del sur al norte por el lado de poniente la recrean con sus
+azulados festones la peña <i>de los enamorados</i>, las alturas de Colmenar,
+de Antequera, Teba, Estepa, Osuna, Medina-sidonia, Écija, Carmona,
+Constantina y Cazalla. Tuvo en su parte mas alta un hermoso castillo,
+edificado por D. Pedro Fernandez de Córdoba, padre del Gran Capitan, y
+en el cual nació este invicto héroe; pero el rey D. Fernando el Católico
+lo mandó demoler para castigar al marqués de Priego por haber tenido
+preso en él á Fernan Gomez de Herrera. Dícese que tenia treinta torres y
+que era una de las fortalezas mas insignes de Andalucía. Fué Montilla
+señorío de los marqueses de Priego, de la casa de Aguilar, que produjo
+varones tan distinguidos en las campañas contra los moros de Antequera y
+de Granada.</p>
+
+<p>Baja ahora recto al sur, y en cuanto cruces el rio Cabra verás alzarse á
+tu frente, formidable todavía aunque desmantelado, el castillo árabe de
+<i>Aguilar</i> sobre el cimiento de la antigua fortaleza romana de <i>Ipagro</i>,
+y en la cumbre de una de las cuatro colinas por las cuales se dilataba
+la villa sarracena de <i>Poley</i>. Cuando los Aguilares<a name="FNanchor_537_540" id="FNanchor_537_540"></a><a href="#Footnote_537_540" class="fnanchor">[537]</a>, los
+Coroneles<a name="FNanchor_538_541" id="FNanchor_538_541"></a><a href="#Footnote_538_541" class="fnanchor">[538]</a> y los Fernandez de Córdoba<a name="FNanchor_539_542" id="FNanchor_539_542"></a><a href="#Footnote_539_542" class="fnanchor">[539]</a> habitaban este castillo,
+resonaban en su torre de homenage ¡cuántos juramentos de fidelidad
+noblemente cumplidos; en sus altos salones cuántos clamores de<a name="page_444" id="page_444"></a> júbilo
+los dias de cacería, de fiestas, de bodas; cuántas bendiciones en su
+soportal embovedado, adonde acudian los pobres de la comarca; cuántos
+gritos de victoria y sinceros parabienes por todo su ámbito, desde los
+baluartes esteriores hasta los elevados chapiteles de las torres, cuando
+sus dueños volvian triunfantes de las sangrientas lides con los
+infieles! ¡y cuántos ayes lastimeros no se habrán exhalado de sus
+fuertes muros cuando murieron uno tras otro en Algeciras aquellos dos
+hermanos, los ricos-hombres D. Gonzalo y D. Fernando Ibañez de Aguilar,
+sus bizarros señores! No hacia menos interesante este castillo la
+malhadada suerte de su dueño D. Alonso Fernandez Coronel, sitiado en él
+por el rey D. Pedro en persona y por el maestre de Alcántara D. Juan
+Nuñez de Prado, vencido tras una obstinada defensa y en sus propios
+estados degollado. Pero los vandálicos agentes del positivismo moderno,
+para quienes estos monumentos de nuestra antigua historia feudal solo
+son tolerables en las novelas, han desbaratado por muchas partes esta
+insigne fortaleza teatro de sucesos tan importantes, cuna de tantos
+esclarecidos varones. ¡Sus sillares ¡profanacion inaudita! han venido á
+tierra derrumbados para mejorar el piso de las aceras de la
+poblacion!... ¿Qué juzgarian de las autoridades <i>ilustradas</i> que tales
+cosas mandan los hombres de aquellos siglos que llamamos de ignorancia y
+oscurantismo, si pudieran en sus empolvados sepulcros interrumpir su
+sueño de muerte? Pero las autoridades <i>ilustradas</i> se rien de los
+difuntos. Bajando de Aguilar hácia el Genil se encuentra á cosa de una
+legua el maravilloso <i>Lago de Zoñar</i> en un valle abierto que forman unos
+cerros de poca altura, ocupando de septentrion á mediodia mas de un
+cuarto de legua. Su agua es salobre y su hondura muy grande, sin que se
+comprenda de dónde le viene aquel caudal. Dícese que un año de copiosas
+lluvias creció mucho y anegó las tierras circunvecinas, y los
+labradores, temiendo otro daño semejante, lo sangraron haciéndole canal
+hasta el rio de Aguilar que pasa harto mas bajo. Por ese canal empezaron
+á subir peces, y holgándose en aquella anchura, hicieron en breve
+considerable cria, que fomentó luego el marqués de Priego D. Alonso de
+Aguilar, señor del estado. Edificó este tambien una linda casa sobre el
+lago, adornándola con jardin, huerta y bosque, y otros deliciosos
+atractivos. Dirijamos el vuelo derecho á levante hácia el nacimiento del
+Monturque.<a name="page_445" id="page_445"></a></p>
+
+<p>Llegamos á <i>Cabra</i>, tan famosa por su sierra<a name="FNanchor_540_543" id="FNanchor_540_543"></a><a href="#Footnote_540_543" class="fnanchor">[540]</a>, por su nava<a name="FNanchor_541_544" id="FNanchor_541_544"></a><a href="#Footnote_541_544" class="fnanchor">[541]</a>, por
+su sima<a name="FNanchor_542_545" id="FNanchor_542_545"></a><a href="#Footnote_542_545" class="fnanchor">[542]</a>, por su origen griego<a name="FNanchor_543_546" id="FNanchor_543_546"></a><a href="#Footnote_543_546" class="fnanchor">[543]</a>, por su antigüedad romana, por
+sus obispos, por sus condes, por las sangrientas contiendas de su
+detentador D. Juan Ponce de Cabrera con la órden de Calatrava, por la
+dura esclavitud que un rey de Granada impuso á todos sus moradores, por
+la reconquista y cesion á D.ª Leonor de Guzman que de ella hizo el rey
+D. Alonso XI; y me preguntas asombrado dónde está su poderoso castillo.
+Disfrazado de palacio, en una de las montañas que circundan el fértil y
+pintoresco valle en que se estiende la moderna villa, muestra de su
+antigua estructura una sola torre y varios torreones desmochados
+pertenecientes á su circunvalacion esterior; pero si registras diligente
+sus ruinas, hallarás su primitivo y vasto recinto en lo que se llama hoy
+<i>Plaza de armas</i>, donde los siglos han<a name="page_446" id="page_446"></a> ido acumulando edificios. Esa
+torre que ves no perteneció al primer castillo de Cabra, que el rey de
+Granada lo devastó completamente en 1333 cuando á la manera de los reyes
+de Oriente se llevó toda su poblacion cautiva: es obra de los
+repobladores cristianos del décimocuarto siglo. El mariscal de Castilla
+D. Diego Fernandez de Córdoba, señor de Baena, lo obtuvo, con la villa
+erigida en condado, del rey D. Enrique IV, y de su casa pasó á la de
+Sesa, y despues á la de Altamira, cuyo primogénito lleva el título de
+conde de Cabra.</p>
+
+<p>Hemos dicho que fué esta villa cedida á la célebre favorita de D. Alonso
+XI: tambien lo fué la entonces villa de <i>Lucena</i>, con su castillo, no
+muy distante de Cabra al mediodia, por permuta hecha con el obispado de
+Córdoba al cual se habia adjudicado en el repartimiento del año 1249.
+Sus alcaides y señores los Argotes aumentan con su merecido renombre el
+lustre que le dan las bellezas del arte y de la naturaleza, su iglesia
+ojival de S. Mateo, el palacio de los duques de Medinaceli, sus hermosos
+paseos sombreados y embalsamados con naranjos y cinamomos, su deliciosa
+campiña resguardada de los ateridos vientos del norte por la magnífica
+sierra de Araceli.</p>
+
+<p><i>Priego</i>, que reconoce por señores á los de Aguilar y Montilla;
+<i>Benamejí</i>, ganada á los moros por el vencedor de Benamarin y
+embellecida con un soberbio puente por su señor el mariscal Diego de
+Bernuí Orense<a name="FNanchor_544_547" id="FNanchor_544_547"></a><a href="#Footnote_544_547" class="fnanchor">[544]</a>; <i>Rute</i>, arrebatada al rey moro de Málaga por aquel
+desgraciado infante D. Pedro á quien vimos poco há salir triunfante
+contra los granadinos y regresar á Córdoba cadáver sobre una enlutada
+mula; <i>Santaella</i>, cuya antigua fortaleza está pregonando hazañas de su
+alcaide Luis de Godoy: son lugares en que la historia de la arquitectura
+militar tiene datos abundantes que recoger y consignar antes que se
+reduzcan á polvo sus ya destrozados castillos.</p>
+
+<p>Todos los que en la provincia fueron magnífica muestra de su antiguo
+poderío van siguiendo paulatinamente la suerte de sus señores. Aquellos
+esclarecidos linages que dieron á España vireyes, embajadores,
+adelantados, ricos-hombres, duques, condes, marqueses, señores de
+vasallos, prelados, pages y damas de reyes, maestres, comendadores y
+caballeros de órdenes militares, de la Banda y del Toison, de S. Juan y
+de S. Jorge; aquellas ilustres y grandes casas que ganaron<a name="page_447" id="page_447"></a> estados y
+blasones en las guerras de Andalucía, de Castilla, de Aragon, de
+Portugal, de Oran y Mazalquivir, de Italia, de Flandes, de las Indias
+Occidentales, perdieron su influencia en el Estado, dejaron de ser los
+pilotos de la gran nave de la monarquía española. ¿Qué mucho que los
+asientos de su antiguo poderío se vayan desmoronando abandonados, si ya
+los grandes no son los fuertes; si constituida la sociedad sobre la base
+de que toda ley y toda justicia emanan del trono y de la representacion
+nacional, queda abolido el ministerio público de la aristocracia; si en
+aquellos baluartes, en aquellos salones, en aquellas torres de homenage
+no hay ya asaltos que rechazar, agravios que reparar, cuestiones que
+decidir, juramentos que prestar? Cada época tiene sus necesidades.</p>
+
+<p>Es llegado el momento de abandonar la hermosa provincia en que hemos
+tenido tantas cosas que admirar en la naturaleza, en el arte, en las
+acciones de los hombres. Descansemos de nuestras correrías y vuelos, y
+preparémonos á cruzar el Genil para emprender por la bendecida tierra de
+Sevilla nuevas y no menos interesantes peregrinaciones<a name="FNanchor_545_548" id="FNanchor_545_548"></a><a href="#Footnote_545_548" class="fnanchor">[545]</a>.</p>
+
+<p>
+<br />
+<br />
+</p>
+
+<p class="cb" style="font-family:sans-serif;">FIN.</p>
+
+<p><a name="page_448" id="page_448"></a></p>
+
+<p><a name="page_449" id="page_449"></a></p>
+
+<p class="barra"><img src="images/ill_barra.jpg"
+width="80%"
+height="10%"
+alt="barra decorativa"
+title="barra decorativa"
+/>
+</p>
+
+<p class="figcenter">
+<img src="images/ill_449.jpg" width="273" height="26" alt="decoracion" title="" />
+</p>
+
+<table border="0" cellpadding="3" cellspacing="0" summary="">
+
+<tr><th colspan="2" align="center"><a name="Indice_de_las_materias_contenidas_en_este_tomo" id="Indice_de_las_materias_contenidas_en_este_tomo"></a><big>Indice de las materias contenidas en este tomo.</big></th></tr>
+
+<tr><td colspan="2" align="right">P<small>ÁGINAS.</small></td></tr>
+
+<tr><td>I<small>NTRODUCCION</small>.&mdash;Despedida de Granada: paralelo
+entre la Alhambra y la Mezquita de
+Córdoba: pág. <a href="#page_007">7</a>&mdash;Escitacion al viaje
+por la tierra de Sevilla y Cádiz: <a href="#page_013">13</a></td></tr>
+
+<tr><td><a href="#capitulo_primero">C<small>APÍTULO</small> I.</a> <i>Primeras impresiones recibidas
+en Córdoba. Ojeada general sobre su historia.</i> </td><td align="right"><a href="#page_025">25</a></td></tr>
+
+<tr><td><a href="#capitulo_segundo">C<small>APÍTULO</small> II.</a> <i>Catedral de Córdoba.</i> P<small>ARTE
+PRIMERA</small>: <i>la Mezquita</i>.</td><td align="right"><a href="#page_057">57</a></td></tr>
+
+<tr><td>Preparacion general al estudio de la Mezquita
+y de la Catedral: pág. <a href="#page_058">58</a>&mdash;Restauracion
+ideal de la Mezquita ó Aljama:
+conjetura fantástica con datos históricos
+acerca de su fundacion: <a href="#page_065">65</a>&mdash;Idea de
+Abde-r-rahman I al erigirla: estado del
+mundo en su tiempo: <a href="#page_074">74</a>&mdash;Compra de
+la antigua basílica catedral de los cristianos
+y noticia general de la condicion de
+estos bajo los sarracenos: <a href="#page_084">84</a>&mdash;Demolicion
+de la basílica y ereccion de la Aljama
+de Abde-r-rahman I: <a href="#page_096">96</a>&mdash;Muerte de
+este amir: ceremonias fúnebres y entierro
+que se le hace: <a href="#page_100">100</a>&mdash;Continúa Hixem I
+la obra y la termina: descripcion
+de la Aljama primitiva: <a href="#page_105">105</a>&mdash;Rivalizan
+los Umeyas de Córdoba con los Abassidas:
+obras suyas en la Mezquita: <a href="#page_109">109</a>&mdash;Seduccion
+que la cultura mahometana ejerce
+en la grey cristiana sometida, y fortaleza
+de los que perseveran en la fé de
+Cristo: <a href="#page_117">117</a>&mdash;Sensualismo asiático: <i>razon
+de Estado</i> á falta de celo religioso:
+persecucion y martirios: <a href="#page_132">132</a>&mdash;Vicios
+en la constitucion de la familia musulmana:
+condicion de la mujer: la poligamia,
+el divorcio, etc.&mdash;Lucha de la verdad
+con el error: <a href="#page_134">134</a>&mdash;Abnegacion y caridad
+de los mártires: <a href="#page_142">142</a>&mdash;Crítica de
+los ritos y ceremonias muzlemitas: <a href="#page_146">146</a>&mdash;Apostasías
+entre los mozárabes: <a href="#page_160">160</a>&mdash;Por
+qué los cuatro sultanes que suceden
+á Hixem I no dejan en la mezquita obras
+grandes: <a href="#page_164">164</a>&mdash;Paralelo entre el arte
+musulman y el arte cristiano: aplicacion
+de la fábula de Cástor y Pólux: <a href="#page_167">167</a>&mdash;Obras
+de Abde-r-rahman An-nasír: carácter
+bizantino de la arquitectura bajo
+su reinado: <a href="#page_172">172</a>&mdash;Obras de Al-hakem II:
+prolongacion de la mezquita y artistas de
+Constantinopla que trabajan en ella: las
+dos maksurahs: el Mihrab y su vestíbulo:
+<a href="#page_174">174</a>&mdash;Estado de la Europa Cristiana
+y su arte al terminar el siglo X: <a href="#page_186">186</a>&mdash;Decadencia
+del arte arábigo en tiempo
+de Almanzor: ensanche dado por éste á
+la Mezquita: la tribuna de la Alicama: la
+cámara de la limosna: <a href="#page_190">190</a>&mdash;Crecimiento
+progresivo del Estado y del arte en la
+España cristiana: hechos que preludian
+la caida del Califado cordobés: <a href="#page_207">207</a>&mdash;Conquista
+de Córdoba por S. Fernando: <a href="#page_214">214</a></td></tr>
+
+<tr><td>P<small>ARTE SEGUNDA</small>. <i>Ereccion de la Mezquita en
+Catedral.</i></td><td align="right"><a href="#page_218">218</a></td></tr>
+
+<tr><td>Empiezan en ella á fundarse capillas: carácter
+general de estas construcciones: <a href="#page_222">222</a>&mdash;Fundacion
+de la primera Catedral cristiana:
+implantacion del arte ojival de Occidente
+en la Mezquita árabe: <a href="#page_224">224</a>&mdash;Tolerancia
+artística: perpetuacion del estilo
+musulman: restauraciones moriscas: de
+quiénes fueron obra: <a href="#page_228">228</a>&mdash;Estado y
+condicion de las personas de la secta
+vencida: moros <i>mudéjares</i>: <a href="#page_232">232</a>&mdash;Continúan
+las fundaciones de capillas: principio
+del culto al arcángel S. Rafael declarado
+patrono de Córdoba: <a href="#page_237">237</a>&mdash;Poder
+de la fé en el décimotercio siglo: hechos
+y reflexiones: <a href="#page_239">239</a>&mdash;Período de
+turbulencias, desfavorable al arte: transaccion
+con la cultura islamita: asociacion
+de elementos opuestos: sincronismo en
+el arte, en la literatura, en las costumbres,
+en la política: fundacion de la capilla
+real por D. Enrique II: <a href="#page_242">242</a>&mdash;Amalgama
+de los estilos gótico y sarraceno:
+su razon histórica y filosófica: <a href="#page_248">248</a>&mdash;Tracto
+del siglo XIV al primer tercio del XVI:
+fundaciones de este período y memorias
+referentes á la historia de la Catedral hasta
+la ereccion del nuevo crucero: <a href="#page_255">255</a>&mdash;Historia
+de la edificacion de la Catedral
+nueva: <a href="#page_276">276</a>&mdash;Marcha del arte durante
+su construccion: el <i>renacimiento</i> y sus
+causas: razon de las diferencias entre el
+renacimiento italiano y el <i>plateresco</i> español:
+<a href="#page_291">291</a>&mdash;Descripcion de la Catedral:
+hállanse en ella obras de todos los
+estilos desde el plateresco hasta el <i>churrigueresco</i>:
+<a href="#page_301">301</a>&mdash;Siguen las fundaciones
+de capillas: viaje de Felipe II á Córdoba:
+<a href="#page_309">309</a>&mdash;Fisonomía de la arquitectura
+en el siglo XVII y primera mitad del
+XVIII: memorias de la Catedral en este
+período: <a href="#page_317">317</a>&mdash;Resúmen del estudio hecho
+en este templo: <a href="#page_339">339</a></td></tr>
+
+<tr><td><a href="#capitulo_tercero">C<small>APÍTULO</small> III.</a> <i>Córdoba mozárabe.</i></td><td align="right"><a href="#page_341">341</a></td></tr>
+
+<tr><td>Triste condicion de los mozárabes cordobeses:
+cisma introducido entre ellos:
+retrato ligero de algunos apóstatas: <a href="#page_342">342</a>&mdash;Iglesias<a name="page_450" id="page_450"></a>
+y monasterios de los mozárabes:
+forma general de las basílicas: <a href="#page_347">347</a>&mdash;Santos
+y doctores insignes que florecieron
+en ellas: <a href="#page_357">357</a>&mdash;Culto y ritual
+mozárabe: <a href="#page_359">359</a>&mdash;Los monasterios de la
+ciudad y de la sierra, y mártires que
+produjeron: <a href="#page_361">361</a>&mdash;Aspecto general de estas
+construcciones, y de la vida monástica
+en los siglos IX y X: <a href="#page_367">367</a>&mdash;Cuadro
+de la gran persecucion que sufren las
+iglesias y monasterios en Europa de parte
+de los bárbaros del norte y de los sarracenos:
+destruccion de los templos y monasterios
+de Córdoba: <a href="#page_379">379</a>&mdash;Renuévanse
+las persecuciones al acercarse la hora
+postrera del Califado: dispersion y cautiverio:
+<a href="#page_384">384</a></td></tr>
+
+<tr><td><a href="#capitulo_cuarto">C<small>APÍTULO</small> IV.</a> <i>Panorama de Córdoba en su
+estado actual.</i></td><td align="right"><a href="#page_387">387</a></td></tr>
+
+<tr><td>La muralla y sus puertas: <a href="#page_389">389</a>&mdash;El alcázar:
+<a href="#page_391">391</a>&mdash;El puente y la Calahorra:
+<a href="#page_395">395</a>&mdash;Iglesias, conventos y capillas:
+<a href="#page_397">397</a>&mdash;Edificios árabes y moriscos:
+<a href="#page_404">404</a>&mdash;Edificios del renacimiento:
+<a href="#page_405">405</a></td></tr>
+
+<tr><td><a href="#capitulo_quinto">C<small>APÍTULO</small> V.</a> <i>Medina-Azzahra.</i></td><td align="right"><a href="#page_407">407</a></td></tr>
+
+<tr><td>Construccion de sus alcázares: <a href="#page_408">408</a>&mdash;Descripcion
+de sus bellezas, y escenas
+memorables en ellos ocurridas: <a href="#page_410">410</a>&mdash;Su
+Mezquita: <a href="#page_417">417</a>&mdash;Abandono y ruina
+lenta de estos palacios: <a href="#page_418">418</a>&mdash;Cómo se
+fué paulatinamente olvidando la memoria
+de esta maravillosa poblacion: <a href="#page_419">419</a>&mdash;Sus
+ruinas existen en la dehesa de <i>Córdoba
+la vieja</i>: carácter de los fragmentos
+que hemos recogido en ellas: <a href="#page_422">422</a></td></tr>
+
+<tr><td><a href="#capitulo_sesto">C<small>APÍTULO</small> VI<small> Y ÚLTIMO</small>.</a> <i>La Sierra y la Campiña.</i></td><td align="right"><a href="#page_426">426</a></td></tr>
+
+<tr><td>Vuelo por las montañas: Fuenteovejuna,
+Belalcázar, Pedroche, Espiel, Belmez,
+Cuzna, Trasierra: <a href="#page_431">431</a>&mdash;Vuelo por la
+ribera: Aldea del Rio, Montoro, el Carpio,
+Villafranca, Alcolea, Almodóvar,
+Guadalcázar, Peñaflor, Palma del Rio:
+<a href="#page_435">435</a>&mdash;Vuelo por la campiña: Castro el
+Rio, Bujalance, Cañete, Luque, Zuheros
+Doña Mencía, Baena, Espejo, Fernan-Nuñez,
+Montemayor, Montilla, Aguilar
+y el Lago de Zoñar, Cabra y su Sima,
+Lucena, Priego, Benamejí, Rute, Santaella:
+conclusion: <a href="#page_438">438</a></td></tr>
+</table>
+
+<p>
+<br />
+</p>
+
+<p class="figcenter">
+<img src="images/ill_450.jpg" width="274" height="24" alt="decoracion" title="" />
+</p>
+
+<p>
+<br />
+</p>
+
+<table border="0" cellpadding="2" cellspacing="0" summary="">
+
+<tr><th colspan="2" align="center"><a name="Guia_para_la_colocacion_de_las_laminas" id="Guia_para_la_colocacion_de_las_laminas"></a><big>Guia para la colocacion de las láminas.</big></th></tr>
+
+<tr><td colspan="2" align="right">P<small>ÁGINAS.</small></td></tr>
+
+<tr><td colspan="2">Portada.</td></tr>
+
+<tr><td>Curvas de los arcos empleados en los diversos
+estilos arquitectónicos.</td><td align="right"><a href="#page_009">9</a></td></tr>
+
+<tr><td>Córdoba desde el castillo de la Calahorra.</td><td align="right"><a href="#page_057">57</a></td></tr>
+
+<tr><td>Puerta del Puente, llamada por equivocacion
+<i>puerta de Sevilla</i>.</td><td align="right"><a href="#page_057">id.</a></td></tr>
+
+<tr><td>Puerta de las Palmas, desde el patio.</td><td align="right"><a href="#page_107">107</a></td></tr>
+
+<tr><td>Interior de la Mezquita.</td><td align="right"><a href="#page_156">156</a></td></tr>
+
+<tr><td>Puerta de las Palmas.</td><td align="right"><a href="#page_172">172</a></td></tr>
+
+<tr><td>Capilla del Mihrab.</td><td align="right"><a href="#page_180">180</a></td></tr>
+
+<tr><td>Idem por ángulo ó interior de la capilla
+del Mihrab.</td><td align="right"><a href="#page_181">181</a></td></tr>
+
+<tr><td>Ángulo de un tablero del Mihrab.</td><td align="right"><a href="#page_182">182</a></td></tr>
+
+<tr><td>Plano de la Mezquita.</td><td align="right"><a href="#page_192">192</a></td></tr>
+
+<tr><td>Esterior de la Mezquita.</td><td align="right"><a href="#page_198">198</a></td></tr>
+
+<tr><td>Ornamentacion de una de sus puertas.</td><td align="right"><a href="#page_198">id.</a></td></tr>
+
+<tr><td>Capilla de Villaviciosa.</td><td align="right"><a href="#page_198">id.</a></td></tr>
+
+<tr><td>Puerta del Perdon.</td><td align="right"><a href="#page_271">271</a></td></tr>
+
+<tr><td>Patio de la Catedral.</td><td align="right"><a href="#page_274">274</a></td></tr>
+
+<tr><td>Plano de la Catedral.</td><td align="right"><a href="#page_279">279</a></td></tr>
+
+<tr><td>Interior de la Catedral.</td><td align="right"><a href="#page_304">304</a></td></tr>
+
+<tr><td>Puerta lateral de Sta. Marina.</td><td align="right"><a href="#page_349">349</a></td></tr>
+
+<tr><td>Alamedas del Guadalquivir, con el puente
+y la Calahorra.</td><td align="right"><a href="#page_395">395</a></td></tr>
+
+<tr><td>Iglesia de Sta. Marina.</td><td align="right"><a href="#page_397">397</a></td></tr>
+
+<tr><td>Iglesia de S. Lorenzo.</td><td align="right"><a href="#page_398">398</a></td></tr>
+
+<tr><td>Detalles: roseton de S. Miguel.</td><td align="right"><a href="#page_399">399</a></td></tr>
+
+<tr><td>Torre de S. Nicolás de la villa.</td><td align="right"><a href="#page_399">id.</a></td></tr>
+
+<tr><td>Claustro del convento de franciscanos.</td><td align="right"><a href="#page_402">402</a></td></tr>
+
+<tr><td>Hospital de Espósitos.</td><td align="right"><a href="#page_399">id.</a></td></tr>
+
+<tr><td>Detalles de la fachada del mismo.</td><td align="right"><a href="#page_399">id.</a></td></tr>
+
+<tr><td>Vista de Córdoba desde los Mártires.</td><td align="right"><a href="#page_404">404</a></td></tr>
+
+<tr><td>Capilla del hospital del Cardenal.</td><td align="right"><a href="#page_399">id.</a></td></tr>
+
+<tr><td>Casa de Gerónimo Paez.</td><td align="right"><a href="#page_406">406</a></td></tr>
+
+<tr><td>Fragmentos de los palacios de Medina-Azzahra.</td><td align="right"><a href="#page_423">423</a></td></tr>
+</table>
+
+<p><a name="page_451" id="page_451"></a></p>
+
+<div class="footnotes"><p class="cb"><a name="NOTAS" id="NOTAS"></a>NOTAS:</p>
+
+<div class="footnote"><p><a name="Footnote_1_1" id="Footnote_1_1"></a><a href="#FNanchor_1_1"><span class="label">[1]</span></a> Véase la página 220 del tomo de Granada.</p></div>
+
+<div class="footnote"><p><a name="Footnote_A_2" id="Footnote_A_2"></a><a href="#FNanchor_A_2"><span class="label">[A]</span></a> Véase la lámina de detalles que acompañamos con el objeto
+de dar á conocer las clases de curvas citadas en esta y en otras páginas
+de este tomo.</p></div>
+
+<div class="footnote"><p><a name="Footnote_B_3" id="Footnote_B_3"></a><a href="#FNanchor_B_3"><span class="label">[B]</span></a> Esta M y la D que antecede son copia de un libro manuscrito
+de la Biblioteca Colombiana de Sevilla.</p></div>
+
+<div class="footnote"><p><a name="Footnote_2_4" id="Footnote_2_4"></a><a href="#FNanchor_2_4"><span class="label">[2]</span></a> Esta palmera era entonces la única que habia en España. A
+ella dedicó el mismo Abd-el-rhaman los tan famosos versos:
+</p>
+
+<table border="0" cellpadding="0" cellspacing="0" summary="">
+<tr><td align="left">Tú tambien, insigne palma,&mdash;</td><td align="left">eres aqui forastera;</td></tr>
+<tr><td align="left">De Algarbe las dulces auras&mdash;</td><td align="left">tu pompa halagan y besan:</td></tr>
+<tr><td align="left">En fecundo suelo arraigas&mdash;</td><td align="left">y al cielo tu cima elevas:</td></tr>
+<tr><td align="left">Tristes lágrimas lloráras,&mdash;</td><td align="left">si cual yo sentir pudieras:</td></tr>
+<tr><td align="left">Tú no sientes contratiempos,&mdash;&nbsp; &nbsp; &nbsp;</td><td align="left">como yo de suerte aviesa;</td></tr>
+<tr><td align="left">A mí de pena y dolor&mdash;</td><td align="left">contínuas lluvias me anegan;</td></tr>
+<tr><td align="left">Con mis lágrimas regué&mdash;</td><td align="left">las palmas que el Forat riega;</td></tr>
+<tr><td align="left">Pero las palmas y el rio&mdash;</td><td align="left">se olvidaron de mis penas.</td></tr>
+<tr><td align="left">Cuando mis infaustos hados&mdash;</td><td align="left">y de Alabás la fiereza</td></tr>
+<tr><td align="left">Me forzaron á dejar&mdash;</td><td align="left">del alma las dulces prendas:</td></tr>
+<tr><td align="left">A tí de mi patria amada&mdash;</td><td align="left">ningun recuerdo te queda;</td></tr>
+<tr><td align="left">Pero yo triste no puedo&mdash;</td><td align="left">dejar de llorar por ella.</td></tr>
+</table>
+</div>
+
+<div class="footnote"><p><a name="Footnote_3_5" id="Footnote_3_5"></a><a href="#FNanchor_3_5"><span class="label">[3]</span></a> Es preciso, dice Viardot, que los estragos cometidos por
+los vencedores en los hermosos campos inmediatos al Guadalquivir fuesen
+de todo punto escesivos y que su poblacion hubiese sido desterrada como
+la de la ciudad; porque cuando Fernando despues de su partida dejó
+algunas tropas para guardar la frontera y proteger á los nuevos
+habitantes, á quienes habia llamado de todos los puntos de la España
+cristiana, fue forzoso durante muchos años enviar de Castilla á Córdoba
+víveres de toda especie para disminuir la horrible escasez que en ella
+se sufria. (Hist. de los árabes y los moros de España.)</p></div>
+
+<div class="footnote"><p><a name="Footnote_4_6" id="Footnote_4_6"></a><a href="#FNanchor_4_6"><span class="label">[4]</span></a> Sobre la conservacion y reparacion de estos muros hemos
+encontrado las disposiciones siguientes: Item, mando y concedo que la
+fábrica del muro conste siempre de los frutos y provechos y rentas
+reales. (Fuero de Córdoba.)&mdash;Conocida cosa sea á todos los omes que esta
+carta vieren cuerno yo D. Alfonso por la gracia de Dios, rey de
+Castiella, etc., do é otorgo al Conceio de Córdova á los que agora son é
+serán daqui adelante para siempre jamas quinientos maravedises cadaño
+para labrar los muros de la villa de Córdova et póngolos que los ayan
+cadaño en el mio pecho que me an adar los moros del Alhama de Córdova.
+Et mando á los moros de la sobredicha Alhama que gelos den cadaño por la
+Sant Miguel assi como los davan á mi... (Carta dada en Toledo á 18 de
+mayo, era de 1292. Archivo municipal de Córdoba, legajo A. número
+25.)&mdash;Dámosles é otorgámosles para siempre jamas el montadgo de Córdova
+et de so término para la lavor de los muros de la villa é de los
+castiellos que en so término son... (Carta del rey D. Sancho dada en
+Burgos el sábado 20 de noviembre, era de 1326. Arch. mun. de Córdoba.
+Cajón A. núm. 79.)</p></div>
+
+<div class="footnote"><p><a name="Footnote_5_7" id="Footnote_5_7"></a><a href="#FNanchor_5_7"><span class="label">[5]</span></a> Las disposiciones mas ámplias de este fuero son las
+siguientes: Y mando, que no sean prendados asi los caballeros como los
+ciudadanos de Córdova en todo mi reyno.&mdash;Item, ellos y sus hijos y sus
+herederos tengan todas sus heredades firmes y estables perpetuamente, y
+vendan y compren unos de otros hasta lo que ellos quisieren, y qualquier
+de ellos haga de su heredad segun su voluntad: y si yo quitare á alguno
+de ellos heredad alguna por ira ó por injusticia sin culpa manifiesta,
+que en virtud de este privilegio le sea vuelta.&mdash;Item, mando que en las
+heredades que tuvieren en qualquier tierra de mis reynos y de mi señorío
+no entren Sayones en ellas ni Mayorinos, pero sean catadas y exentas.
+Esto hago por amor del pueblo de la ciudad de Córdova.&mdash;De aqui adelante
+si algun hombre cayere en homicidio ó en algun livor sin su voluntad, y
+se provare por testigos verdaderos, si diere fiador, no sea metido en la
+cárcel, y si no tuviere fiador, no sea llevado á ninguna parte fuera de
+Córdova; pero solamente sea preso en la cárcel de Córdova, y no pague
+sino la quinta parte de la calumnia.&mdash;Item, quiero y mando estatuyendo,
+que la ciudad de Córdova nunca sea prestimonio de alguno, ni haya en
+ella otro señoreador sino yo y mis succesores, ni hombre ni
+muger.&mdash;Item, concedo y estatuyo, que todo hombre que fuere justiciado,
+sus herederos hayan sus bienes, si no fuere por haber muerto algun
+hombre sobresalvo, ó muerto algun hombre en tiempo de tregua ó si no
+fuere justiciado por moneda falsa, ó por haver muerto algun hombre
+estando seguro, ó si no fuere falsario, ó herege; y de qualquiera que
+fuere justiciado por estas causas sobredichas, el rey haya sus bienes,
+etc., etc. (Fuero de la ciudad de Córdoba concedido por el Santo rey
+Fernando III. En el Arch. mun. de la misma ciudad existe una carta, en
+latin fecha en Toledo á 18 de abril, era de 1279, y otra en castellano
+fecha en Córdoba á 3 de marzo del mismo año.)</p></div>
+
+<div class="footnote"><p><a name="Footnote_6_8" id="Footnote_6_8"></a><a href="#FNanchor_6_8"><span class="label">[6]</span></a>...dono itaque vobis et concedo castellum de Almodovar el
+castellum de Durio, et castellum de Chilon el castellum de Sancta
+Eufemia et castellum el villam de Gahet et villam que vocatur Petroche
+et castellum de Mochuelos. (Privilegio del rey D. Fernando el Santo dado
+en Toledo á 24 de julio, era de 1281. Arch. mun. de Córdoba, legajo V,
+núm. 34.)&mdash;Fueron concedidas posteriormente á Córdoba algunas otras
+villas, entre ellas las de Cabra y Santaella por D. Alfonso, la de
+Constantina con todas sus pertenencias por D. Sancho. (Arch. mun.)</p></div>
+
+<div class="footnote"><p><a name="Footnote_7_9" id="Footnote_7_9"></a><a href="#FNanchor_7_9"><span class="label">[7]</span></a> Hemos encontrado en el Archivo municipal de Córdoba dos
+cartas de D. Carlos y la reina D.ª Juana declarando francos de todo
+tributo por espacio de diez años á los que pasasen á morar en Córdoba
+con promesa de residir en ella cuando menos veinte. (Estas dos cartas no
+están numeradas.)</p></div>
+
+<div class="footnote"><p><a name="Footnote_8_10" id="Footnote_8_10"></a><a href="#FNanchor_8_10"><span class="label">[8]</span></a> Córdoba sola contenia, segun los geógrafos árabes,
+doscientas mil casas, seiscientas mezquitas, cincuenta hospitales,
+ochocientas escuelas públicas y novecientos baños. Este detalle parece á
+primera vista increible y fabuloso; mas yo ni aun lo supongo exagerado.
+Si se da el nombre de casa, no a los edificios de nuestras ciudades
+modernas, sino á la habitacion de cada familia; el de mezquita á cada
+lugar consagrado, á cada pequeña capilla; si se recuerda que una
+mezquita no podia existir sin escuela, y que las abluciones eran
+indispensables como el rezo, se reconocerá que la ciudad y los arrabales
+de la capital del Imperio podian muy bien contener ese prodigioso número
+de edificios diversos. (Viardot, hist. de los árabes y los moros.)</p></div>
+
+<div class="footnote"><p><a name="Footnote_9_11" id="Footnote_9_11"></a><a href="#FNanchor_9_11"><span class="label">[9]</span></a> En premio de estos servicios el infante D. Sancho, ya rey,
+donó al concejo de Córdoba las villas de Baena, Luque y Zuheros. Consta
+de la siguiente carta: Sepan cuantos esta carta vieren: Como nos D.
+Sancho por la gracia de Dios rey de Castiella, de Toledo, de León, de
+Galicia, de Sevilla, de Córdoba, de Murcia, de Jahen, é del Algarbe, por
+muchos servicios que vos el Conceio de la noble cibdad de Córdoba
+fiziestes al rey D. Fernando nuestro abuelo é al rey D. Alfonso nuestro
+padre é á nos antes que regnássemos é despues que regnamos: et porque el
+infant D. Johan nuestro hermano se levantó contra nos et nuestro señorio
+muy falsamente et como non devie por deseredar á nos et á la reina
+nuestra mugier et á nuestros fijos: non conosciendo muchas mercedes que
+nos le fiziemos et señaladamiente quel sacáramos de la prision onde non
+deviera salir por los sus merecimientos é desconociéndose contra nos:
+damos vos et otorgamos vos las villas de Baena, et de Luque, et de
+Zuheros con sus castiellos et con todos sus términos et con montes é con
+fuentes, con rios, con exidos, con entradas et con salidas et con todas
+sus pertenencias cuantas an et deueh aver, que las ayades é que sean
+vuestro término para siempre jamas. Salvo ende que los alcaides que
+estos castiellos touieren que sean nuestros vasallos, et vuestros
+vecinos é que los tengan por nos et vos que les paguedes las tenencias
+segunt que lo nos ordenaremos et que pongades vos y alcaldes é
+alguaciles por nos et por vos asi como en los otros logares de vuestro
+término, et que se judgue por aquel mismo fuero que vos auedes. Et
+pugnat en las cobrar et en las aver, et nos otorgamos vos de vos las
+nunca toller et de non las dar al infant D. Johan nin á otro ninguno. Et
+desto vos mandamos dar esta nuestra carta seellada con nuestro seello de
+cera colgado en que escriviemos nuestro nombre con nuestra mano. Dada en
+Palencia ocho dias de marzo, era de mill é trezientos é treinta é un
+año.&mdash;Nos el rey D. Sancho.</p></div>
+
+<div class="footnote"><p><a name="Footnote_10_12" id="Footnote_10_12"></a><a href="#FNanchor_10_12"><span class="label">[10]</span></a> En este sitio de Córdoba por Mohammad y el rey D. Pedro
+fue aportillado el muro por varias partes y tomado el Alcázar. Cuentan
+que en tan grave apuro salieron las mugeres á la calle logrando infundir
+tal valor en el ánimo de los sitiados, que arrojándose estos de
+improviso sobre el enemigo, le rechazaron con muerte de muchos y le
+obligaron á levantar el campo. (Crónica del rey D. Pedro.)</p></div>
+
+<div class="footnote"><p><a name="Footnote_11_13" id="Footnote_11_13"></a><a href="#FNanchor_11_13"><span class="label">[11]</span></a> En estas guerras declaróse por el rey el conde de Cabra D.
+Pedro Fernandez de Córdoba, por los enemigos del rey D. Alonso de
+Aguilar, uno de los personages mas influyentes en toda la Provincia.
+Este hecho produjo en Córdoba dos bandos que la tuvieron en continua
+alarma con sus sangrientas escisiones. Sabedor de ellas Enrique IV, se
+trasladó á la ciudad para tranquilizarla; pero no logró sino enconar mas
+y mas los ánimos por haber tratado con igual dureza á los que hicieron
+armas contra él y á los que le fueron leales. El desacierto de Enrique
+IV era igual en todo.</p></div>
+
+<div class="footnote"><p><a name="Footnote_12_14" id="Footnote_12_14"></a><a href="#FNanchor_12_14"><span class="label">[12]</span></a> Llamábase el inquisidor Diego Rodriguez Lucero: era tal el
+rigor con que trataba á los reos, que el pueblo se amotinó al fin contra
+él, y le obligó á escaparse en una mula. El cardenal Jimenez no pudo
+menos de mandarle prender y castigarle para dar á la institucion algun
+viso de legalidad y de justicia.</p></div>
+
+<div class="footnote"><p><a name="Footnote_13_15" id="Footnote_13_15"></a><a href="#FNanchor_13_15"><span class="label">[13]</span></a> Supone la tradicion que el conde estaba en Madrid cuando
+recibió la noticia de su deshonra. Partió inmediatamente para Córdoba,
+dicen los que refieren el hecho, y aguardó que anocheciera para entrar
+en su casa por las tapias de una huerta. Colocóse secretamente en parte
+desde donde pudiera acechar á los supuestos cómplices, los vió en el
+acto de cometer el adulterio, y tiró al punto de la espada. No dió un
+solo grito, no profirió siquiera una palabra: recorrió el palacio y mató
+no solo á los adúlteros, sino á toda su numerosa servidumbre. Sentóse al
+fin y preguntó á un negro que le acompañaba: ¿qué le parece mi venganza?
+No bien hubo oido de él <i>bien lo hemos hecho, señor</i>, le pasó de una
+estocada. No pudo resistir á la idea de que sobreviviese su cómplice á
+tan bárbara matanza.</p></div>
+
+<div class="footnote"><p><a name="Footnote_14_16" id="Footnote_14_16"></a><a href="#FNanchor_14_16"><span class="label">[14]</span></a> Este palacio, llamado Alcázar Viejo, habia ya dejado de
+existir á fines del siglo XIV. Leemos en una carta dada por D. Enrique á
+12 de marzo de 1399: vi vuestras peticiones selladas de vuestro sello
+que me enbiastes con Ruy Mendez de Soto Mayor, mi vasallo, veinte y
+quatro desta cibdad, entre las quales decides quel mi alcázar viejo que
+es de tras del alcázar nuevo de esa dicha cibdad que es <i>un corral
+despoblado</i>, etc. En virtud de estas peticiones lo cede el rey á sus
+vasallos de Valesta para que lo pueblen y labren en él sus casas. (Arch.
+mun. de Córdoba, leg. G, núm. 10.)</p></div>
+
+<div class="footnote"><p><a name="Footnote_15_17" id="Footnote_15_17"></a><a href="#FNanchor_15_17"><span class="label">[15]</span></a> En esta torre se lee: En nombre de Dios. Porque los buenos
+fechos de los reyes no se olviden, esta torre mandó facer el muy
+poderoso rey D. Enrique, é comenzó el cimiento el doctor Pedro Sanchez,
+corregidor de esta ciudad, é comenzóse á sentar en el año de nuestro
+Señor Jesucristo de 1406 años, é seyendo obispo D. Fernando Deza, é
+oficiales por el rey Diego Fernandez Mariscal, alguacil mayor, el doctor
+Luis Sanchez, corregidor é regidores Fernando Diaz de Cabrera é Rui
+Gutierrez... é Rui Fernandez de Castillejo é Alfonso... de Albolafla é
+Fernan Gomez, é acabóse en el año 1408 años. Créese que el rey la hizo á
+costa de un caballero que habia asesinado á su muger.</p></div>
+
+<div class="footnote"><p><a name="Footnote_16_18" id="Footnote_16_18"></a><a href="#FNanchor_16_18"><span class="label">[16]</span></a> Descubriéronse cerca de este sitio varias lápidas con
+turbantes, que son las que han dado lugar á creer que fue panteon árabe.
+Consérvase aun un subterráneo lleno de humo, que ha tomado nombre del
+convento próximo y es llamado <i>las Catacumbas de S. Diego</i>.</p></div>
+
+<div class="footnote"><p><a name="Footnote_17_19" id="Footnote_17_19"></a><a href="#FNanchor_17_19"><span class="label">[17]</span></a> Hablaremos mas adelante de esta mina de filtracion, hecha
+por cautivos cristianos en los mejores tiempos del imperio árabe.</p></div>
+
+<div class="footnote"><p><a name="Footnote_18_20" id="Footnote_18_20"></a><a href="#FNanchor_18_20"><span class="label">[18]</span></a> Ignoramos la época en que fué fundado este castillo: solo
+sabemos que pasó el camino por medio de él hasta que Enrique II lo mandó
+reparar y ampliar en el año 1369.</p></div>
+
+<div class="footnote"><p><a name="Footnote_19_21" id="Footnote_19_21"></a><a href="#FNanchor_19_21"><span class="label">[19]</span></a> Este magnífico puente, construido por los romanos y
+reedificado por Hescham I, consta de diez y seis arcos: tiene de largo
+ochocientos ochenta y ocho pies, veinte y tres de ancho.</p></div>
+
+<div class="footnote"><p><a name="Footnote_20_22" id="Footnote_20_22"></a><a href="#FNanchor_20_22"><span class="label">[20]</span></a> Esta puerta, que pertenece al orden dórico, lleva en el
+centro del friso un tarjeton en que se lee: <i>Reinando la sacra católica
+y real magestad del rey D. Felipe nuestro señor, segundo de este nombre,
+año 1571</i>.</p></div>
+
+<div class="footnote"><p><a name="Footnote_21_23" id="Footnote_21_23"></a><a href="#FNanchor_21_23"><span class="label">[21]</span></a> El triunfo es un monumento erigido en honor de S. Rafael
+por el obispo D. Baltasar de Yusta y Navarro.</p></div>
+
+<div class="footnote"><p><a name="Footnote_22_24" id="Footnote_22_24"></a><a href="#FNanchor_22_24"><span class="label">[22]</span></a> Hay en favor de esta opinion, en esta misma pieza, una
+inscripcion árabe que tradujo el embajador de Marruecos cidi Hamet
+Elgacel cuando pasó el año 1766 por Córdoba. No nos decidimos á pesar de
+este dato á seguirla resueltamente, por asegurar Kassiri que ese cidi
+Hamet tenia muy escasos conocimientos para traducir esta clase de
+leyendas.</p></div>
+
+<div class="footnote"><p><a name="Footnote_23_25" id="Footnote_23_25"></a><a href="#FNanchor_23_25"><span class="label">[23]</span></a> Para construir este minarete derribó un antiguo alminar
+que tenia 240 pies de altura. Entre los embellecimientos del patio debe
+contarse la construccion de las fuentes. La memoria de estas nuevas
+obras se ha conservado en una inscripcion árabe que se halla á un lado
+del Arco de las Bendiciones, en su parte superior, inscripcion que,
+segun la version hecha por el orientalista D. José Antonio Conde, dice
+asi: En el nombre de Dios clemente y misericordioso mandó Abdalá
+Abderramen, príncipe de los fieles, amparador de la ley de Dios
+(prolongue Dios su permanencia), edificar este atrio proveyendo á su
+conservacion y engrandeciendo el lugar consagrado á la divinidad,
+esmerándose en el decoro, y reverenciando su casa conforme á la voluntad
+de Dios, pues en ella se alcanza y celebra su nombre, confiando recibir
+por esto grandes premios é indulgencia con perenne acrecentamiento de
+prosperidad y buena fama. Acabóse esto con la ayuda de Dios en la luna
+dylhagia (j), año 346, por mano de su siervo Wazir y Hagib (k) de su
+palacio Abdala-Ben Batu y del arquitecto Said-ben-Ayud (l).</p></div>
+
+<div class="footnote"><p><a name="Footnote_24_26" id="Footnote_24_26"></a><a href="#FNanchor_24_26"><span class="label">[24]</span></a> Estas molduras interiores no significan para nosotros mas
+que el respeto guardado á este monumento árabe por los conquistadores
+cristianos. Es, si no cierto, muy probable que estos fueron quienes
+restauraron la capilla: nos da lugar á creerlo: 1.º la identidad de
+líneas que se observa entre el interior de esta pieza y los interiores
+mas modernos de la Alhambra: 2.º la consideracion de que estos adornos,
+á haber sido obra de los mismos árabes, debiéramos suponerlos del mismo
+siglo de la conquista, siglo en que, como hemos visto, Córdoba gimió sin
+cesar bajo el yugo de la guerra civil y la anarquía.</p></div>
+
+<div class="footnote"><p><a name="Footnote_25_27" id="Footnote_25_27"></a><a href="#FNanchor_25_27"><span class="label">[25]</span></a> <i>Si yo tuviera noticia de lo que hacíades no lo
+hiciéredes</i>, dijo el emperador; <i>porque lo que quereis labrar hallarase
+en muchas partes; pero lo que aqui teníades no lo hay en el mundo</i>.</p></div>
+
+<div class="footnote"><p><a name="Footnote_C_28" id="Footnote_C_28"></a><a href="#FNanchor_C_28"><span class="label">[C]</span></a> Comienza desde aqui su tarea D. Pedro de Madrazo, encargado
+de sustituir al Sr. Pi y Margall en la narracion histórica y descriptiva
+correspondiente á este tomo.</p></div>
+
+<div class="footnote"><p><a name="Footnote_26_29" id="Footnote_26_29"></a><a href="#FNanchor_26_29"><span class="label">[26]</span></a> <i>Azazil</i>, segun la fé musulmana, es un ángel que no
+habiendo querido tributar homenage á Adam, primero de los Profetas, fué
+precipitado del cielo al infierno, donde con el nombre de <i>Eblis</i> es el
+gefe de los demonios. Suponemos, pues, que el ángel del orgullo, el
+Luzbel de los mahometanos, es quien sugiere á Abde-r-rahman el
+pensamiento de erigir la gran mezquita.</p></div>
+
+<div class="footnote"><p><a name="Footnote_27_30" id="Footnote_27_30"></a><a href="#FNanchor_27_30"><span class="label">[27]</span></a> Sabido es que los primeros sultanes ó soberanos de la
+dinastia de los Omeyas se contentaron al principio con el modesto título
+de <i>Emires, hijos de los Califas</i> (Omará-bnú-l-kolafá).&mdash;Despues que
+afirmaron su poder con las conquistas de Africa, ya se denominaron
+<i>Califas, príncipes de los creyentes</i> (Omará-l-mumenin).</p></div>
+
+<div class="footnote"><p><a name="Footnote_28_31" id="Footnote_28_31"></a><a href="#FNanchor_28_31"><span class="label">[28]</span></a> En el año 759, dice Conde (tomo 1, cap. XI de su Hist.),
+el dia 3 de la luna Safar, dió Abde-r-rahman á los cristianos de
+Castilla la carta de proteccion y seguridad en virtud del tributo que
+debian pagarle, y que consistia en lo siguiente: 10 mil onzas de oro, 10
+mil libras de plata, 10 mil cabezas de buenos caballos y otros tantos
+mulos, mil lorigas y mil espadas, y otras tantas lanzas cada año por
+espacio de cinco años. Escribióse este pacto en Córdoba.</p></div>
+
+<div class="footnote"><p><a name="Footnote_29_32" id="Footnote_29_32"></a><a href="#FNanchor_29_32"><span class="label">[29]</span></a> El walí de Cairvan Alí ben Mogueith invadió con numerosa
+hueste las costas de España para restablecer en ella la autoridad del
+Califa de Oriente. Fué batido el año 763 con sus siete mil africanos en
+los campos de Algarbe, por los cordobeses, sevillanos y jerezanos
+reunidos, y su cabeza, desmeollada y canforada, fué enviada á Cairvan, y
+puesta de noche por orden de Abde-r-rahman en el rollo ó columna de la
+plaza de aquella ciudad con un letrero que decia: <i>Así castiga
+Abde-r-rahman ben Moavia ben Omeya á los temerarios como Alí ben
+Mogueith walí de Cairvan</i> (Conde, hist. cit., cap. XV.&mdash;Petit
+Baroncourt, Histoire resumée du moyen-âge, t. 1.).</p></div>
+
+<div class="footnote"><p><a name="Footnote_30_33" id="Footnote_30_33"></a><a href="#FNanchor_30_33"><span class="label">[30]</span></a> Los historiadores árabes suponen que la rota sufrida por
+Carlomagno en Roncesvalles fué obra de los walíes de Zaragoza, Huesca,
+Lérida y otras fronteras. Nuestros historiadores y romanceros hacen
+vencedores á los vascones. Lo cierto es que habiendo entrado en España
+Carlomagno, llamado por los cristianos, tuvo que retroceder ante la
+resistencia de Zaragoza y desistir de su empresa. Suponen tambien los
+franceses que las paces ajustadas entre Abde-r-rahman y Carlomagno
+fueron buscadas y promovidas por el árabe; Al-Makkari, al contrario,
+asegura que Karoloh (asi llama al gran rey franco) solicitó al Emir
+brindándole con un enlace de familia, que este no admitió por causa de
+una enfermedad que padecia. (Véase <i>Ahmed Ibn Mohammed Al-Makkarí</i>,
+historia de las dinastias mahometanas en España, traducida al inglés y
+diligentemente anotada por el Sr. D. Pascual de Gayangos, Londres,
+1843.)</p></div>
+
+<div class="footnote"><p><a name="Footnote_31_34" id="Footnote_31_34"></a><a href="#FNanchor_31_34"><span class="label">[31]</span></a> Conocido es de todos el trágico fin de los Omeyas en
+Oriente: los vengativos Abassides con un falso seguro reunieron en un
+banquete á noventa de aquellos, los mandaron azotar hasta que cayeron
+desfallecidos en el suelo, hicieron estender los estrados sobre ellos, y
+comieron sobre aquellas alfombras oyendo los gemidos de sus víctimas
+hasta que espiraron. El citado Al-Makkarí, copiando á otros
+historiadores árabes, hace un curiosísimo relato del modo maravilloso
+como esquivó la muerte el fundador del Califato de Occidente, burlando
+las pesquisas de los emisarios de As-Seffáh, atravesando á nado el
+Eufrates con su hijo, y llegando á la costa de Africa, donde la profecía
+de un astrólogo judío, que determinó su nombre y sus señas personales,
+fué causa á un mismo tiempo de que el gobernador Ibn Habib intentare
+matarle, y de que el descendiente de Merwan se salvase. El Sr. Gayangos
+en sus apéndices al tomo 2.º extracta de otra obra histórica una
+tradicion novelesca y entretenida sobre el motivo que movió á
+Abde-r-rahman á desconfiar de las falsas promesas de paz de los de la
+bandera negra, y de esta hemos tomado pié para escribir lo que sigue, si
+bien suponiendo que el amigo que le sale al camino al futuro rey de
+Andalucía es el mismo ángel Azazil.</p></div>
+
+<div class="footnote"><p><a name="Footnote_32_35" id="Footnote_32_35"></a><a href="#FNanchor_32_35"><span class="label">[32]</span></a> Tierra de Afranc, Francia. Es el nombre que se le da en la
+historia de Conde.</p></div>
+
+<div class="footnote"><p><a name="Footnote_33_36" id="Footnote_33_36"></a><a href="#FNanchor_33_36"><span class="label">[33]</span></a> Algufia, la parte del norte. Idem.</p></div>
+
+<div class="footnote"><p><a name="Footnote_34_37" id="Footnote_34_37"></a><a href="#FNanchor_34_37"><span class="label">[34]</span></a> Las fundaciones de templos y monasterios cuya memoria nos
+han legado tantos respetables y diligentísimos escritores de nuestras
+antigüedades y de las cosas de la Iglesia desde los primeros
+historiadores de la monarquía restaurada como el monge de Albelda y el
+obispo D. Sebastian, justifican sobradamente nuestra suposicion. El
+erudito D. José Caveda enumera en su <i>Ensayo histórico sobre los
+diversos géneros de arquitectura empleados en España</i> una multitud de
+piadosas fundaciones de estos tiempos, algunas de las cuales ostentaban
+«muy ricos mármoles y jaspes de diversos colores. como los godos
+usaban.»</p></div>
+
+<div class="footnote"><p><a name="Footnote_35_38" id="Footnote_35_38"></a><a href="#FNanchor_35_38"><span class="label">[35]</span></a> Véase en Batissier <i>Histoire de l'art monumental</i> la
+descripcion de la suntuosa basílica de Aquisgram erigida en el siglo
+VIII por Carlomagno.</p></div>
+
+<div class="footnote"><p><a name="Footnote_36_39" id="Footnote_36_39"></a><a href="#FNanchor_36_39"><span class="label">[36]</span></a> Aunque los imperiales habian dominado bajo Justiniano en
+las costas meridionales de España, cedidas por Atanagildo en recompensa
+de los auxilios recibidos de Constantinopla durante su contienda con
+Agila, la influencia de sus prácticas en la arquitectura visigoda debió
+ser muy escasa, porque ademas de que sus establecimientos fueron
+principalmente marítimos, y se estendieron solo desde Alicante á
+Gibraltar, no duraron mas que 63 años, desde el 552 en que tuvo que
+hacer la entrega Atanagildo, hasta el 615 en que recobró la tierra
+Sisebuto, segun se colige de S. Isidoro, <i>Hist. Gothorum</i>. No existen
+los comprobantes de la introduccion del gusto bizantino en la monarquía
+de Asturias y Leon antes de la época en que se fundó el Califato de
+Córdoba; es sin embargo posible que el trato y comunicacion de nuestros
+monarcas con los franceses de las dos dinastías Merovingia y Carlovingia
+favoreciese algun tanto la inoculacion de ciertos rasgos de la
+ornamentacion neogriega en la severa arquitectura asturiana. Pero las
+descripciones de nuestros antiguos historiadores confirman la opinion de
+que la disposicion de las fábricas y sus lineamientos dominantes eran
+puramente latinos, y asi hay fundamento bastante para creer que el
+reflejo oriental que tomaron nuestras construcciones desde el siglo IX
+(y no antes) vino á España por el mediodia con los ostentosos Califas de
+Occidente. La restauracion de Carlomagno no habia tenido aun lugar en el
+siglo VIII, que es el siglo de Abde-r-rahman, puesto que para fabricar
+su basílica de Aquisgram tuvo que valerse de arquitectos y artífices de
+Bizancio. Véase Meibomius, Script. Rer. Germ., t. 1, pág. 257.</p></div>
+
+<div class="footnote"><p><a name="Footnote_37_40" id="Footnote_37_40"></a><a href="#FNanchor_37_40"><span class="label">[37]</span></a> <i>Ad cujus sculpturam, quum columnas et marmora aliunde
+habere non posset, e Roma et Ravenna descendere curavit.</i> (Script. Rer.
+Franc., t. 5.)</p></div>
+
+<div class="footnote"><p><a name="Footnote_38_41" id="Footnote_38_41"></a><a href="#FNanchor_38_41"><span class="label">[38]</span></a> <i>Sunnah</i> equivale á tradicion. Habia entre los musulmanes
+dos famosas sectas, los <i>Sunnitas</i> y los <i>Schiitas</i>. Los primeros
+reconocian como sucesores legítimos de Mahoma á los tres Califas
+Abu-Beckr, Omar y Othman, al paso que los segundos sostenian que habian
+sido usurpadores de una soberanía que solo pertenecia de derecho á Ali,
+primo del Profeta, y á quien este llamaba su hermano. Los Schiitas,
+pues, son los sectarios de Ali, y ambas sectas se trataban con inaudito
+encono, los de Ali fulminando imprecaciones contra los usurpadores de la
+sagrada herencia, y los Sunnitas escribiendo en el libro de la
+tradicion: «es mas grata á Dios la muerte de un Schiita que la de 36
+Cristianos.»</p></div>
+
+<div class="footnote"><p><a name="Footnote_39_42" id="Footnote_39_42"></a><a href="#FNanchor_39_42"><span class="label">[39]</span></a> Asi llaman los árabes á la peregrinacion santa, viaje
+forzoso á la Caaba de la Meka, que es uno de los cuatro preceptos
+impuestos por el <i>dim</i>, ó práctica de la ley del Koran, y que todo
+muslin tiene que cumplir una vez al menos en su vida. «Esta
+peregrinacion, dice Mahoma, y el sacrificio de las víctimas, son un
+testimonio de sumision á la voluntad de Dios que los ha prescrito y de
+fidelidad al Profeta que los ha consumado para ejemplo de todos, ademas
+una expiacion de los pecados y el camino para conseguir el cielo.»</p></div>
+
+<div class="footnote"><p><a name="Footnote_40_43" id="Footnote_40_43"></a><a href="#FNanchor_40_43"><span class="label">[40]</span></a> Refiere la tradicion que cuando reconciliados Abraham y su
+hijo Ismael construían la Caaba de la Meka, faltándoles los andamios
+para levantar las paredes, el ángel Gabriel les trajo una larga piedra
+que se sostenia en el aire sin apoyo alguno, subiendo ó bajando á
+voluntad de los arquitectos. Esta piedra era un jacinto blanco, mas
+habiéndola tocado despues una muger en estado impuro, se volvió negra.
+Siendo Mahoma mancebo, el prestigio de su santidad hizo que los
+Coreixies reservasen para él el honor de colocar esta famosa piedra
+negra cuando quisieron construir de nuevo la Caaba ó casa de Dios con
+mayor magnificencia. A la piedra negra de la Caaba se refieren desde los
+postreros días de la vida del Profeta una porcion de ritos y ceremonias
+que pueden verse prolijamente detalladas en las eruditas notas de
+Gagnier, edicion de Abulfedá, pág. 130, copiando la interesante relacion
+de Gjaher, hijo de Abdallah, testigo presencial de la última visita de
+Mahoma á la <i>casa de Dios</i>.</p></div>
+
+<div class="footnote"><p><a name="Footnote_41_44" id="Footnote_41_44"></a><a href="#FNanchor_41_44"><span class="label">[41]</span></a> La noche de <i>Al-Kadar</i>, ó noche del <i>Decreto de Dios</i>, es
+aquella en que Mahoma supuso haber recibido el Koran. Tomando consigo
+unos cuantos de sus fieles adeptos, se retiró una noche el Profeta al
+monte Hera: no bien llegó al medio de la montaña, apareciósele Gabriel.
+Tenia en la mano el Koran, libro guardado en el sétimo cielo en la mesa
+del Altísimo, y que al descender á la tierra habia sido recogido por el
+arcángel. «Lée aqui, dijo Gabriel á Mahoma.&mdash;No sé leer, respondió el
+Coreixi.» Entonces el ángel le asió del cabello y le derribó tres veces
+de cara contra el suelo: á la tercera ya Mahoma sabia leer, y oyó una
+voz celestial que repitia: «Mahoma, tú eres el apóstol de Dios, ¡y yo
+soy Gabriel!» Quedó el Profeta abismado en su contemplacion y
+desapareció el ángel. (Véase Abulfedá, edicion de Gagnier.)</p></div>
+
+<div class="footnote"><p><a name="Footnote_42_45" id="Footnote_42_45"></a><a href="#FNanchor_42_45"><span class="label">[42]</span></a> <i>Alkhatib</i> equivale á predicador.</p></div>
+
+<div class="footnote"><p><a name="Footnote_43_46" id="Footnote_43_46"></a><a href="#FNanchor_43_46"><span class="label">[43]</span></a> Sabido es que las mezquitas no tienen campanas: los
+<i>Almuedanes</i> llaman á la oracion á los fieles desde los terrados ó
+galerías de los alminares, y esto se repite cinco veces cada dia. Las
+oraciones ó azalas son: <i>Azohbí</i>, la del alba; <i>Adohar</i>, la del
+mediodia; <i>Alasar</i>, la de la larde; <i>Almagrib</i>, la del sol poniente; y
+<i>Alatema</i>, la del anochecer.</p></div>
+
+<div class="footnote"><p><a name="Footnote_44_47" id="Footnote_44_47"></a><a href="#FNanchor_44_47"><span class="label">[44]</span></a> Las campananas empezaron á usarse en las basílicas
+cristianas desde el siglo V, aunque los primeros campanarios aislados no
+datan sino desde el siglo VIII ó IX. Véase Peyré, <i>Manuel d'architecture
+religieuse au moyen-âge</i>. Paris, 1848.</p></div>
+
+<div class="footnote"><p><a name="Footnote_45_48" id="Footnote_45_48"></a><a href="#FNanchor_45_48"><span class="label">[45]</span></a> «Pasarán las almas, dice el Koran, por un puente llamado
+el <i>Sirath</i>, mas sutil que un cabello, mas cortante que el filo de una
+espada: los justos lo atravesarán con la rapidez del relámpago; los
+malos titubearán y caerán en el infierno abierto bajo sus piés.»</p></div>
+
+<div class="footnote"><p><a name="Footnote_46_49" id="Footnote_46_49"></a><a href="#FNanchor_46_49"><span class="label">[46]</span></a> Este nombre de <i>almalekes</i> se conserva en los escritos de
+mística árabe-hispanos ó <i>aljamiados</i> para designar á los ángeles
+encargados por Dios de recibir á su entrada en el cielo á las almas de
+los justos. Segun las promesas del falso Profeta el Paraiso es el jardin
+de los placeres (<i>gennat al naïm</i>), y en él concede á sus elegidos
+cuantos deleites materiales y carnales puede concebir la voluptuosa
+imaginacion del pobre Beduino del desierto, exaltada por las privaciones
+de su vida nómade. En el Paraiso corren rios de leche, de miel, y de un
+vino que se puede beber sin embriagarse; en él crecen árboles cuyos
+ramages brindan á placer con dátiles, uvas y granadas de sabor
+esquisito. En aquella encantada morada el suelo es de azafran, el
+empedrado de perlas y jacintos. Al presentarse en ella el fiel creyente,
+ofrécense á su servicio diligentes mancebos de sorprendente hermosura, y
+uno de ellos le conduce las <i>hijas del Paraiso</i>, criaturas etéreas á
+cuyo solo nombre se extasia el férvido muslim. Estas vírgenes
+incomparables no fueron formadas de barro como las criaturas mortales,
+sino del mas puro almizcle, y estan exentas de todas las imperfecciones
+propias de su sexo: su modestia es sin igual, y en palanquines de una
+sola perla se recatan de las miradas profanas. Cada elegido tendrá 72 de
+estas divinas criaturas, las cuales se disputarán sus caricias y le
+darán largos dias de amorosa embriaguez al son de los acordes del ángel
+Israfil y de las campanas del Paraiso. Alli hay placeres para todos los
+sentidos: trescientos platos diversos para cada comida, con trescientas
+especies distintas de licores en trescientas copas de oro y pedrería;
+rozagantes vestiduras de seda y de brocado, perfumes de suavidad
+desconocida en la tierra, y por último una perpetua juventud.
+</p><p>
+Hemos tenido ocasion de copiar en la Biblioteca real de Paris un curioso
+M. S. aljamiado señalado con el núm. 290, que prescribe cierta oracion
+de mucha virtud contra el demonio en la hora de la muerte, la manera de
+leerla y la colocacion que ha de dársele cuando uno muere. Este
+documento, en que se retratan las supersticiosas prácticas de una
+religion gastada y sin vida, cual era la de los Mahometanos andaluces en
+el siglo XVI, hace mencion de los Almalekes ó ángeles mancebos que
+reciben en el Genna las almas de los justos. «Quien leyrá esta carta,
+dice, arredrarlo há Allah del fuego, e cuando entrará en la fuesa
+apercurarle há Allah setenta Almalekes que le escusarán su razon: e non
+será guerreado de Munkar Uanakir en la fuesa, nin será avergonzado
+cuando le demandarán cuenta. Sea escripta esta rogaria en papel ó
+pergamino limpio, e séale puesta debajo de su cabeza en su fuesa, e será
+dicho: duerme como duerme el novio cuando se casa, que no hay sobre tí
+miedo ni tristeza: e no salirá su <i>arrúh</i> (su alma) de su cuerpo fasta
+que vea su lugar en la <i>Genna</i>. E vestirlo han setenta Almalekes
+apercuradores con él, y vernan con atabales de la <i>Genna</i> y presentes, y
+albriciarlo han. E cuando salirá el dia del juicio, salirá con su carta
+á su man derecha, y su cara como luna de catorce noches, y su claridad
+andará entre sus manos,» etc.</p></div>
+
+<div class="footnote"><p><a name="Footnote_47_50" id="Footnote_47_50"></a><a href="#FNanchor_47_50"><span class="label">[47]</span></a> <i>Genna</i>, Paraiso. Véase la nota precedente.</p></div>
+
+<div class="footnote"><p><a name="Footnote_48_51" id="Footnote_48_51"></a><a href="#FNanchor_48_51"><span class="label">[48]</span></a> La descripcion mística de los siete cielos, cuyas
+maravillas fueron reveladas al Profeta en su viaje nocturno sobre el
+Borak, puede leerse en la <i>Exposicion de la fé musulmana</i> de Mohammed
+Ben Pir Alí, traducida últimamente al francés por M. Garcin de Tassy.</p></div>
+
+<div class="footnote"><p><a name="Footnote_49_52" id="Footnote_49_52"></a><a href="#FNanchor_49_52"><span class="label">[49]</span></a> Véase la nota 2.ª de la página 72.</p></div>
+
+<div class="footnote"><p><a name="Footnote_50_53" id="Footnote_50_53"></a><a href="#FNanchor_50_53"><span class="label">[50]</span></a> Abde-r-rahman I no tenia propiamente hablando wizires que
+administrasen el Estado en su nombre: solo tenia cierto número de jeques
+que tomaban asiento en su consejo y le auxiliaban con su esperiencia y
+sabiduría. Tambien concedió asiento en el consejo á algunos de sus
+secretarios ó <i>Catibes</i>, como sucedió con Umeyyah Ibn Yazíd, <i>mauli</i> ó
+favorito de Moavia Ibn Merwan, su próximo pariente. Véase Al-Makkarí,
+libro VI, cap. II, traduccion inglesa de Gayanges arriba citada.</p></div>
+
+<div class="footnote"><p><a name="Footnote_51_54" id="Footnote_51_54"></a><a href="#FNanchor_51_54"><span class="label">[51]</span></a> Este gigante sin corazon ni culto es la China: sabido es
+que en ella no ha prevalecido jamás de una manera constante religion
+alguna. La dinastía de los <i>Thang</i> que habia puesto la China á la cabeza
+del Asia degenerada, tocaba en la época de que vamos hablando al término
+de su poderío. La escesiva tolerancia, ó por mejor decir, la esclusion
+de toda religion dominante en el Estado, producia su fruto, y el Asia
+central volvia al indiferentismo filosófico que desde Confucio la venia
+incapacitando para todo progreso moral y político.</p></div>
+
+<div class="footnote"><p><a name="Footnote_52_55" id="Footnote_52_55"></a><a href="#FNanchor_52_55"><span class="label">[52]</span></a> Alúdese a la famosa reforma de Tai-Tsoung, emperador
+chino, que hizo los mayores esfuerzos por desterrar de su nacion la
+filosofía atea, á que se mostraba tan apegada, y vivificarla con la
+doctrina evangélica. La famosa inscripcion de <i>Sin-guan-fou</i> descubierta
+en 1625 en unas escavaciones por los misioneros jesuítas, prueba de una
+manera irrecusable la introduccion del cristianismo en China el año 635
+y su duracion hasta el 781. Véase el P. Kircher, <i>China ilustrada</i>; el
+P. Visdelou, <i>Suplem. á la bibliot. orient. de d'Herbelet</i>; Abel de
+Remusat, <i>Miscelánea asiática: Anales de filosofía cristiana</i>, t. IV y
+XII.</p></div>
+
+<div class="footnote"><p><a name="Footnote_53_56" id="Footnote_53_56"></a><a href="#FNanchor_53_56"><span class="label">[53]</span></a> Proverbio árabe que alude á la rota de Roncesvalles. Véase
+Conde, t. 1, p. 201.</p></div>
+
+<div class="footnote"><p><a name="Footnote_54_57" id="Footnote_54_57"></a><a href="#FNanchor_54_57"><span class="label">[54]</span></a> Alude á la secta de los Iconoclastas ó <i>destructores de
+imágenes</i>, principalmente poderosa en el octavo siglo bajo Leon el
+Isáurico, emperador de Constantinopla, y que subsistia en la época en
+que se supone habla Abde-r-rahman, puesto que solo fué condenada desde
+un concilio celebrado en 787.</p></div>
+
+<div class="footnote"><p><a name="Footnote_55_58" id="Footnote_55_58"></a><a href="#FNanchor_55_58"><span class="label">[55]</span></a> Así escriben los árabes el nombre de Carlomagno.</p></div>
+
+<div class="footnote"><p><a name="Footnote_56_59" id="Footnote_56_59"></a><a href="#FNanchor_56_59"><span class="label">[56]</span></a> Irene, emperatriz de Constantinopla, célebre por su
+belleza y por sus nobles esfuerzos en favor de la Iglesia maltratada por
+los iconoclastas, ó <i>destructores de imágenes</i>, era viuda de Constantino
+Copronimo desde el año 780, y decíase que habia brindado con su mano á
+Carlomagno con el objeto de unir los dos imperios de Oriente y
+Occidente, y salvar de este modo á la cristiandad, amenazada por el
+creciente poderío de los Mahometanos. En el año en que habla
+Abde-r-rahman (786) aun no se habia reunido en Nicea por excitacion de
+esta emperatriz el concilio que restableció el culto de las imágenes; de
+modo que los iconoclastas seguian aun desahogando en los templos del
+imperio griego su asoladora manía, aunque no ya con la delirante furia
+que habian desplegado bajo su protector Leon el Isáuro.</p></div>
+
+<div class="footnote"><p><a name="Footnote_57_60" id="Footnote_57_60"></a><a href="#FNanchor_57_60"><span class="label">[57]</span></a> Pocos ignorarán sin duda las grandes victorias de
+Carlomagno contra los pueblos indómitos de la Germania. Antes de dirigir
+el célebre rey franco sus fuerzas hácia España, habia alcanzado en
+Paderborn un ruidoso triunfo, que mencionamos aqui por lo mucho que
+redundó en gloria y propagacion del cristianismo. Distinguíase entre los
+pueblos germanos por su valor y ferocidad la belicosa tribu de los
+Sajones. Estos eran idólatras, habian martirizado al pié de la estátua
+de su divinidad Hirmensul á los misioneros que les habia enviado Pipino,
+entregado á las llamas la iglesia de Deventer, y lanzado su salvage
+grito de guerra desde el advenimiento de Carlomagno al trono. Pero los
+Francos juraron esterminarlos si no abandonaban sus ídolos, y cumplieron
+su juramento. No referiremos las sangrientas batallas y costosas
+conquistas con que los Francos desempeñaron aquel memorable compromiso:
+diremos tan solo que lo llevaron á cabo, y que en el año 777, reuniendo
+Carlomagno una asamblea de Sajones sojuzgados en medio de una espaciosa
+llanura regada por cristalinos manantiales, dentro de la propia tierra
+de los vencidos, los caudillos Germanos recibieron el bautismo para
+revestir la blanca túnica de los Catecúmenos. Casi todos juraron
+fidelidad: solo se declaró independiente el intrépido y desleal
+Witikindo. Véase <i>Eginhart, Annal. Carol. mag. vitæ</i>.</p></div>
+
+<div class="footnote"><p><a name="Footnote_58_61" id="Footnote_58_61"></a><a href="#FNanchor_58_61"><span class="label">[58]</span></a> Temeroso el emperador de la China Te-Tsoung del rápido
+crecimiento de las hordas del Thibet, que ya una vez le habian salteado
+y saqueado su capital, pidió auxilio contra ellas á los Califas de
+Oriente, y Aroun al Raschid mandó sus diputados á la corte del celeste
+imperio. Las tribus del Thibet fueron batidas por los ejércitos del
+Califa, de los Tártaros y de los Chinos reunidos, y despues los
+Mahometanos aspiraron á la conquista del Asia Central. Véase <i>el P.
+Gaubil. Histoire de la grande dynastie Thang</i>.</p></div>
+
+<div class="footnote"><p><a name="Footnote_59_62" id="Footnote_59_62"></a><a href="#FNanchor_59_62"><span class="label">[59]</span></a> Alude á la derrota de Roncesvalles, cuya gloria se
+atribuyen los Arabes.</p></div>
+
+<div class="footnote"><p><a name="Footnote_60_63" id="Footnote_60_63"></a><a href="#FNanchor_60_63"><span class="label">[60]</span></a> Los Arabes mahometanos desde sus primeras conquistas
+sojuzgaron la Síria, el Egipto y la Persia. El antiguo imperio de Ciro,
+regido á la sazon por la degenerada dinastía de los Sassanidas, de cuya
+raza habia nacido mas de medio siglo antes el gran Cosroës, cayó bajo la
+cimitarra de Khaled, á quien denominaban: «Espada de las espadas de
+Dios.» Mahoma habia dicho á uno de sus compañeros: «Tu altivez y gloria
+serán completas cuando ostente tu cuello el collar de Cosroës,» y esta
+promesa habia estimulado de tal manera los brios de aquel terrible
+caudillo del ejército de Omar, que obligó á sus Arabes á fiar la
+victoria á una sola funcion contra todas las fuerzas de la monarquía
+persa reunidas. Decidióse la gran contienda en la sangrienta batalla de
+Cadesiah, que duró dos dias y una noche, y durante la cual los Arabes
+<i>rugieron como el leon del desierto</i>. Fueron derrotados los Asirios, y
+en testimonio de su triunfo levantaron los Musulmanes junto á las
+ciudades de Madain y Clesifon saqueadas las dos poblaciones célebres de
+<i>Bassorah</i> y <i>Kuffah</i>.
+</p><p>
+Las 25 coronas de los reyes de Iberia son las que dicen los
+historiadores árabes que encontró Tarik en el alcázar de Rodrigo,
+guarnecidas de jacintos y otras piedras preciosas, y pertenecientes á
+los 25 reyes godos que habia tenido España hasta el tiempo de la
+conquista.</p></div>
+
+<div class="footnote"><p><a name="Footnote_61_64" id="Footnote_61_64"></a><a href="#FNanchor_61_64"><span class="label">[61]</span></a> Créese que en el solar que ocupaba el alcázar viejo, y que
+es hoy Campo-Santo en Córdoba, estuvo el plátano que plantó Julio César
+despues de la batalla de Munda, y al cual hizo Marcial su elegante
+epigrama (62&mdash;lib. IX), que principia:
+</p>
+
+<table border="0" cellpadding="0" cellspacing="0" summary="">
+<tr><td align="left">In Tartessiacis domus est notissima terris,</td></tr>
+<tr><td align="left">&nbsp; &nbsp; Qua dives placidum Corduba Baetin amat;</td></tr>
+<tr><td align="left">Vellera nativo pallent ubi flava metallo.</td></tr>
+<tr><td align="left">&nbsp; &nbsp; Et tinit Hesperium bractea viva pecus;</td></tr>
+<tr><td align="left">Ædibus in mediis totas amplexa Penates</td></tr>
+<tr><td align="left">&nbsp; &nbsp; Stat platanus densis Cæsariana comis;</td></tr>
+<tr><td align="left">Hospitis invicti posuit quam dextera felix,</td></tr>
+<tr><td align="left">&nbsp; &nbsp; C&oelig;pit et ex illa crescere virga manu.</td></tr>
+</table>
+
+<p>
+En vez del plátano de César ostentaba ahora Córdoba la palma de
+Abde-r-rahman, objeto de los sentidos versos reproducidos en una de las
+notas anteriores. Por la palabra <i>Andalús</i> se significa entre los Arabes
+toda la España Sarracena.</p></div>
+
+<div class="footnote"><p><a name="Footnote_62_65" id="Footnote_62_65"></a><a href="#FNanchor_62_65"><span class="label">[62]</span></a> Carlomagno, genio organizador que tanto civilizó á los
+Francos, que sojuzgando á los Aquitanos, á los Germanos y á los
+Longobardos sacó del caos de la barbarie la gigantesca unidad del
+Imperio de Occidente, no sabia ni aun leer cuando consumó sus mas
+ruidosas conquistas. Quizás estaba aprendiendo á deletrear bajo la
+direccion del diácono Alcuino cuando ideaba la restauracion de las artes
+y de las ciencias en Europa, y fundaba por inspiracion de aquel sabio
+eclesiástico, denominado en su siglo el <i>Santuario de todas las artes
+liberales</i>, las primeras academias y escuelas que conoció la Francia de
+la edad media.</p></div>
+
+<div class="footnote"><p><a name="Footnote_63_66" id="Footnote_63_66"></a><a href="#FNanchor_63_66"><span class="label">[63]</span></a> En la Iglesia gótica hubo desgraciadamente sacerdotes
+indignos, contra cuyos escesos clamaron siempre los santos padres,
+dignos prelados y sabios cenobitas, lumbreras de la afligida grey de
+Jesucristo en la tormentosa noche de las guerras é invasiones de
+aquellos siglos. La lucha contínua, inteligente, trabajosa y
+perseverante, contra las costumbres depravadas y la barbarie de todos
+los estados y condiciones, es cabalmente el timbre mas glorioso de la
+Iglesia en España, y el testimonio mas inerrable de su divina
+institucion. Pero los Sarracenos, obcecados como los Judíos, palpaban la
+miseria de los malos Cristianos y no veian las resplandecientes virtudes
+de los buenos.</p></div>
+
+<div class="footnote"><p><a name="Footnote_64_67" id="Footnote_64_67"></a><a href="#FNanchor_64_67"><span class="label">[64]</span></a> Mahoma en su vision beatífica, ó viaje á los siete cielos,
+describe la <i>casa de la Adoracion</i> como construida de jacintos rojos y
+cercada de lámparas que alumbran eternamente. Ocupa esta casa un parage
+alto y determinado en el sétimo cielo: alli se reunen cada dia en
+peregrinacion setenta mil ángeles de la mas alta gerarquía, y cada dia
+diferentes: en su forma se parece exactamente al templo ó Caaba de la
+Meka, y si desde el lugar donde se halla cayera perpendicularmente sobre
+la tierra, lo que puede muy bien acontecer algun dia, caeria
+necesariamente sobre dicho templo.</p></div>
+
+<div class="footnote"><p><a name="Footnote_65_68" id="Footnote_65_68"></a><a href="#FNanchor_65_68"><span class="label">[65]</span></a> La lucha de Carlomagno con las tribus bárbaras del norte
+se prolongó efectivamente hasta despues de entrado el siglo IX, estando
+ya empeñada, como hemos dicho en la nota 1 de la página 75, en la época
+en que habla Abde-r-rahman (año 786).</p></div>
+
+<div class="footnote"><p><a name="Footnote_66_69" id="Footnote_66_69"></a><a href="#FNanchor_66_69"><span class="label">[66]</span></a> En este mismo año de 786 recuperó el trono de Asturias D.
+Alonso el Casto.</p></div>
+
+<div class="footnote"><p><a name="Footnote_67_70" id="Footnote_67_70"></a><a href="#FNanchor_67_70"><span class="label">[67]</span></a> Aunque la arquitectura goda no pereció en España con la
+irrupcion sarracena, sin embargo, las construcciones de los primeros
+reyes de Asturias y Leon no podian menos de ser pobres y menesterosas,
+como lo era la misma monarquía; así que en los historiadores de aquellos
+tiempos, que nos han dejado noticia de nuestros templos y monasterios
+del siglo VIII, nada es mas comun que estas modestas descripciones: «<i>de
+luto et latere</i>» «<i>de petra et luto opere parvo</i>,» y otras semejantes.
+La basílica de S. Salvador de Oviedo, restaurada por D. Alonso el Casto,
+y construida de piedra y cal, excita sin embargo la admiracion del monge
+de Albelda y del obispo D. Sebastian, y Ambrosio de Morales nos asegura
+que aun duraban en su tiempo <i>algunos pequeños trechos del suelo, que
+eran labrados de un mosáico de piedras diversas encajadas en la
+argamasa, y algo basto, mas muy firme y vistoso</i>. Pero los historiadores
+árabes, muy ignorantes por lo comun de nuestros usos y artes, aunque tan
+en contacto con la civilizacion romano-gótica que hacia de la España la
+nacion mas adelantada del Occidente, por no haber encontrado entre
+nosotros las muelles y corruptoras costumbres del Asia, nos suelen
+pintar como salvages cubiertos de pieles, y á nuestros edificios como
+verdaderos antros de fieras. Los de los primeros tiempos de la invasion,
+no obstante, reconocian la cultura de los Godos, como quizá tendremos
+ocasion de hacerlo notar en lo sucesivo hablando del antiguo alcázar de
+Córdoba, que Ibnu Bashkuwal dice llamaban de antiguo <i>Palacio de
+Rodrigo</i> (<i>Balátt Iludherik</i>).</p></div>
+
+<div class="footnote"><p><a name="Footnote_68_71" id="Footnote_68_71"></a><a href="#FNanchor_68_71"><span class="label">[68]</span></a> Se asegura que la gran mezquita de Córdoba era objeto
+entre los Arabes de Occidente y de la costa de Africa de una veneracion
+igual á la que profesaban los Orientales á su Meka, y los historiadores
+afirman que aun despues de haber caído en manos de los Castellanos y de
+quedar convertida en templo católico, siguieron aquellos dirigiendo á
+ella sus peregrinaciones.</p></div>
+
+<div class="footnote"><p><a name="Footnote_69_72" id="Footnote_69_72"></a><a href="#FNanchor_69_72"><span class="label">[69]</span></a> La Caaba (ó casa cuadrada) de la Meka, construida segun
+unos primero por Adan, luego por Abraham é Ismaël, y por último
+reedificada con mas ostentacion por los árabes Coreixis antes de la
+predicacion de Mahoma, y fabricada segun otros por los ángeles, fué
+encerrada en la célebre mezquita de El-Haram, no se sabe en qué época.
+Edrisi, geógrafo árabe del XII siglo, la describe como ocupando el
+centro de una especie de recinto circular á cielo abierto, y revestida
+en la parte esterior de magníficos tapices de seda de Irac que la
+ocultan á la vista. Pero desde el siglo XII acá, la Caaba ha debido
+sufrir grandes alteraciones, porque leemos en la obra de Batissier, ya
+anteriormente citada, que su actual figura es la de un cubo trapezoide;
+que la cubre un velo negro sujeto con anillos de bronce fijos en el
+subasamento; que su techumbre está interiormente sostenida en dos
+columnas y oculta con un velo de seda color de rosa; que la alumbran
+infinitas lámparas de oro, y que cubre su puerta una cortina bordada de
+oro y plata. La Caaba se halla hoy encerrada en un espacioso patio de
+tres pórticos: tiene ademas el edificio que le sirve de recinto otros
+dos patios menores con arquerías, siete alminares, y varias
+dependencias. En el M. S. aljamiado, núm. 290 de la Biblioteca nacional
+de París, ya en otra ocasion citado, hay una especie de anécdota en que
+se refiere, que habiendo una <i>compaña</i> de Judios preguntado al Profeta,
+entre otras varias cosas, por qué habia hecho Dios la casa de la Meka
+cuadrada, Mahoma les respondió: «Cuando Allah mandó á Ibrehim Halaibí
+Issalám que fraguase la casa de Meka, y con él su fijo Asmehíl
+ayudándole á faser la dicha casa, empezó á faser la cuadra primera con
+estas palabras, tanto cuanto duró la primera cuadra: «Subhana Allah,
+Subhana Allah» (Alabado sea Dios, alabado sea Dios): y cuando empezaron
+á faser la otra cuadra, decian siempre: «Lalillahá Illa Allah, Lalillahá
+Illa Allah» (No hay mas Dios que Allah, no hay mas Dios que Allah): y
+cuando empezaron á faser la otra cuadra, decian: Allahu Akbar, Allahu
+Akbar» (Dios es grande, Dios es grande): y cuando empezaron la otra
+cuadra, fisiéronla diciendo: «Alhamdú lillahi, Alhamdú lillahi» (Demos
+loores á Dios, demos loores á Dios). Y por esto fué cuadrada; que si
+otra hubiera en las escribturas que Allah envió que fuera tal como
+estas, tambien Allah mi señor habria mandado poner otra cuadra mas; por
+cuanto no hay ni hubo en las aleyes (versículos) que Allah envió ninguna
+que igualare con estas, fué causa que quedó cuadrada.» Se ve, pues, que
+el cuadrado es la forma canónica y tradicional de las mezquitas, aun
+cuando nada haya prescrito Mahoma acerca de esto.</p></div>
+
+<div class="footnote"><p><a name="Footnote_70_73" id="Footnote_70_73"></a><a href="#FNanchor_70_73"><span class="label">[70]</span></a> <i>Quibla</i>, que los Árabes escriben <i>Kiblah</i>, es el punto
+que mira á la Meka: en las mezquitas de Siria y Palestina miraba la
+Quibla al mediodia próximamente, mas en las de Occidente debia mirar
+hacia el sudeste. Los Arabes andaluces, sin embargo, siguiendo de rutina
+la práctica establecida en Damasco y Bagdad, edificaron sus mezquitas
+con la Quibla ó lado del santuario vuelto al mediodia, de modo que en
+rigor su santuario no miraba á la Meka, aunque asi lo suponian. Mahoma
+en el Koran llama á la Meka <i>Quibla del mundo</i>.</p></div>
+
+<div class="footnote"><p><a name="Footnote_71_74" id="Footnote_71_74"></a><a href="#FNanchor_71_74"><span class="label">[71]</span></a> Amrú, caudillo famoso del ejército de Omar, que llevó á
+cabo con asombrosa rapidez la conquista del Egipto, edificó la gran
+mezquita del Cairo, que aun lleva su nombre. Esta mezquita, erigida en
+los primeros años de la Egira, es una de las mas antiguas y notables que
+se conocen: su disposicion y planta sería parecida á la de la mezquita
+de Córdoba si no tuviese en medio del cuerpo principal un segundo patio
+espacioso que interrumpe la serie de las 23 naves que de norte á sur y
+de oriente á poniente se cruzan en ángulo recto. En la mezquita de Amrú
+hay tres <i>mihrab</i> ó santuarios en vez de uno. La santa casa ó Alaksa de
+Jerusalem fué obra del Califa Omar, levantada sobre el mismo solar del
+templo de Salomon. Es regular que estos grandes edificios y otros
+igualmente célebres de aquellos tiempos, como las mezquitas de Medina y
+de Damasco, fuesen obra de artistas bizantinos, puesto que refiere
+Ebn-Khaldoun que el Califa Walid, hijo de Abd el Malek, tuvo que pedir
+arquitectos al emperador griego Justiniano II para poder erigir sus hoy
+famosas aljamas. (Véase <i>Rev. gén. de l'Arch.</i>, 1840, p. 68, nota 1.)</p></div>
+
+<div class="footnote"><p><a name="Footnote_72_75" id="Footnote_72_75"></a><a href="#FNanchor_72_75"><span class="label">[72]</span></a> Dia memorable para Abde-r-rahman, porque fué el de la
+famosa batalla de Musara, en que derrotó á Jusuf el Fehrí, y que
+consideró como un feliz agüero de sus triunfos ulteriores. Debió aquella
+señalada victoria á sus caballeros Zenetes, base y núcleo de su poderoso
+ejército en España.</p></div>
+
+<div class="footnote"><p><a name="Footnote_73_76" id="Footnote_73_76"></a><a href="#FNanchor_73_76"><span class="label">[73]</span></a> El origen del arco llamado de <i>herradura</i> que usaron con
+predileccion los Arabes en España durante el Califato de Córdoba, ha
+sido objeto de muchas investigaciones arqueológicas. Batissier hace
+mérito en una de sus notas de la opinion de algunos que consideran este
+arco como una especie de símbolo de la huida del falso Profeta á Medina,
+que ocurrió en un novilunio. Añade, sin embargo, que los Persas y los
+Bizantinos lo usaban ya desde antes de la Egira, y cita á Texier, que en
+su <i>Descripcion de la</i> <i>Armenia</i> lo manifiesta perfectamente dibujado en
+la catedral de Dighour, anterior á la conquista arábiga. A mayor
+abundamiento, atribuyen tambien la introduccion del arco de herradura á
+los Bizantinos los anticuarios Hope, Alb. Lenoir y Girault de Prangey; y
+M. Couchard la refiere á los arquitectos persas llamados á
+Constantinopla por los emperadores griegos. Pero lo cierto es que ni de
+la iglesia de Seleucia en Persia, ni de la de los Incorporales de
+Atenas, monumentos bizantinos en que se descubre dicho arco, se sabe
+positivamente á qué época pertenecen. Véase <i>Gailhabaud: monumentos
+antiguos y modernos; mezquita de Córdoba: texto</i>.</p></div>
+
+<div class="footnote"><p><a name="Footnote_74_77" id="Footnote_74_77"></a><a href="#FNanchor_74_77"><span class="label">[74]</span></a> La cúpula adaptada á un plano circular por el estilo de la
+<i>rotonda</i>, forma favorita para los mausoleos de los personages ilustres,
+es construccion romana antigua, si bien pueden citarse varios ejemplos
+de haberla usado los pueblos de Asia y Grecia en los tiempos mas remotos
+(véase la obra de <i>Layard</i> sobre los descubrimientos hechos en la
+antigua <i>Nínive</i>: véase tambien Batissier: Grecia: <i>Tesoro de Atreo</i>);
+no así la cúpula bizantina, que descansa sobre un plano cuadrangular y
+que fué introducida por los arquitectos del Bajo Imperio para
+diferenciar sin duda de las construcciones circulares paganas, las
+construcciones religiosas propias del cristianismo, que se seguian
+coronando con las techumbres hemisféricas, tan magestuosas y simbólicas.
+En efecto, la disposicion neo-griega era la única posible para adaptar á
+la interseccion de los dos rectángulos que forman los brazos y el árbol
+de la cruz, la cúpula que representa la bóveda del firmamento en que
+descansa el trono de Dios. Esta fué la cúpula con que coronó Justiniano
+su famosa basílica de Santa Sofía de Constantinopla, y de aqui es
+probable que se difundiese á las naciones que se hallaban mas en
+contacto con Bizancio, una de las cuales era la Persia. La cúpula
+neo-griega, ó bizantina, se usó sin embargo antes de Justiniano, aunque
+no en tan grande escala como en Santa Sofía, que fué la que, por decirlo
+así, canonizó esta práctica del arte de construir: de manera que los
+Persas, poco inventivos de suyo en todos tiempos, pudieron desde dos
+siglos antes de la conquista arábiga haberse educado en los usos y
+prácticas de los arquitectos bizantinos. Los estudios arqueológicos
+confirman plenamente esta induccion histórica: la dinastía de los
+Sasanidas, que comienza con Artajerjes en el año 226 antes de Cristo y
+se perpetúa hasta los primeros años de la Egira de Mahoma, hace alarde
+de la doble inoculacion romana que el arte persa esperimenta, bajo Sapor
+por sus guerras con Valeriano, y bajo Cosroës por sus relaciones con
+Justiniano, erigiendo en la llanura de Nakschi-Rustan y en la ribera del
+Eufrates (palacio de Tak Kesra) los monumentos que hoy nos la revelan.
+Los Arabes al conquistar la Persia salian en cierto modo de la vida
+nómade del pastoreo, no tenian por consiguiente artistas esperimentados,
+y al hacerse dueños de la suntuosa corte de Ctesifon, al apoderarse de
+los magníficos palacios de Sarbistan y Firouzabad, aprendieron sin duda
+como por encanto el arte soberbio de levantar sin largo y trabajoso
+aprendizage las elegantes construcciones de Kuffah y Bassorah. Lo que en
+estas dos ciudades improvisadas del Tigris y del Eufrates hicieron,
+basta para indicarnos lo que podian hacer en los demas paises. De todas
+maneras, es indudable que por lo que en Persia vieron y practicaron, por
+lo que aprendieron tambien con la conquista de la Siria y del Egipto, su
+arquitectura no podia menos de ser en sus principios generadores
+<i>bizantina</i>. Pero de esto hablaremos mas adelante con la necesaria
+estension.</p></div>
+
+<div class="footnote"><p><a name="Footnote_75_78" id="Footnote_75_78"></a><a href="#FNanchor_75_78"><span class="label">[75]</span></a> En efecto, las almenas endentadas de los muros que forman
+el recinto esterior de la mezquita de Córdoba, parecen un recuerdo de
+las que se ven en un monumento persa del siglo VI, atribuido á Sapor, y
+llamado el <i>Taki Bostan</i>, en una montaña del Bagistan. Esta clase de
+almenas, comunes en muchos edificios árabes, no tienen modelo conocido
+en ninguna de las antiguas construcciones de Italia y de Grecia. Véase
+Batissier, p. 406.</p></div>
+
+<div class="footnote"><p><a name="Footnote_76_79" id="Footnote_76_79"></a><a href="#FNanchor_76_79"><span class="label">[76]</span></a> La copia del Koran, dice Al-Makkari, que se supone escrita
+por el Califa Othman y que se conservaba depositada en el mimbar ó
+púlpito de la gran mezquita de Córdoba, estaba cuidadosamente guardada
+en una caja de oro guarnecida de perlas y rubies, forrada de rica seda,
+y encerrada en una pequeña arca de madera de aloe con clavos de oro.
+Citando al historiador Ibn Marzúk, predicador de gran fama, añade que la
+copia del Koran llamada Othmaní en Africa y Andalucía, es una de las
+cuatro copias que el Califa Othman envió á la Meka, á Bassorah, á Kuffah
+y á Damasco, y que se conservó en la referida mezquita cordobesa hasta
+un sábado 11 del mes de Xawal del año 556 de la Egira, en que fué robada
+segun era fama por orden de Abdulmumen Ibn Alí, que se la llevó á
+Africa, acompañándole en todas sus espediciones militares. Niega Ibn
+Marzúk que esta copia estuviese manchada con la sangre de Othman, segun
+era voz popular en Andalucía; pero el Sr. Gayangos observa en una de sus
+eruditas notas que tanto Ibnu-l-abbar como el geógrafo Ibn Iyás, que
+afirman hallarse en su tiempo este Koran en Córdoba, declaran
+positivamente que se veían en él de una manera inequívoca señales de la
+preciosa sangre del Califa. El mismo Sr. Gayangos esplica en la propia
+nota, alegando la autoridad de Idrisi, que la copia de Córdoba se
+denominaba Othmaní, no porque Othman la hubiese escrito, sino porque en
+ella se contenian cuatro hojas del Koran con que el Califa habia
+intentado escudar su pecho contra el puñal de sus asesinos.</p></div>
+
+<div class="footnote"><p><a name="Footnote_77_80" id="Footnote_77_80"></a><a href="#FNanchor_77_80"><span class="label">[77]</span></a> El oficio de Katib ó secretario era de dos especies: su
+cargo mas importante era el de la correspondencia del Sultan con sus
+aliados ó enemigos, y la redaccion de las órdenes del soberano. El
+segundo cargo era de proteccion y seguridad de los Cristianos y Judíos.
+Véase Al-Makkarí, lib. I, cap. 8.</p></div>
+
+<div class="footnote"><p><a name="Footnote_78_81" id="Footnote_78_81"></a><a href="#FNanchor_78_81"><span class="label">[78]</span></a> Para el gobierno civil de los Cristianos habia destinados
+ministros, cuyo principal empleo era el de <i>Conde</i>, que equivalia á
+intendente ó gobernador. Era esta dignidad una reliquia, digámoslo así,
+de la pasada administracion goda, bajo la cual el título de <i>Conde</i>,
+ademas de cargo palatino, que suponia en el que lo llevaba tener debajo
+de sí en el palacio del rey alguna clase ó dependencia, significaba
+mando superior en alguna ciudad ó provincia. En la monarquía asturiana,
+el Conde en la capital de su gobierno ó señorío tenia corte como los
+reyes, ponia jueces y magistrados en las ciudades y villas subalternas,
+y en tiempo de guerra iba al frente de su ejército como general. Mas el
+cargo de Conde de los Cristianos en las ciudades sujetas á los
+Sarracenos era un vano simulacro de la antigua dignidad. «Tengan los
+Cristianos, decia el privilegio de Coimbra otorgado en 734 por el moro
+Alboacen, un Conde de su propia gente, que los mantenga en buena ley,
+conforme á la costumbre de los Cristianos: y este compondrá las
+discordias que se movieren entre ellos, y no matará hombre alguno sin
+orden del Cadí (alcalde) ó Wazir (alguacil) moro; mas traerlo han
+delante del Cadí y mostrarán sus leyes, y él dirá, bien está, y darle
+han por decir «bien está» cien pesos de plata, y matarán al culpado.» De
+donde se infiere que el Conde que daba á los Cristianos de Coimbra
+Alboacen era en cuanto al imperio un mero delegado del justicia
+mahometano, que por sí propio no tenia potestad ejecutiva en los
+negocios criminales. Agréguese á esto, que aunque por la oscuridad y
+escasez de las antigüedades no consta positivamente quién nombraba al
+Conde, lo probable es que fuese hechura del rey mahometano. Que el Conde
+de los Cristianos bajo el Califato era en todo dependiente de la
+voluntad del Sultan, se deduce claramente de lo que ocurrió en tiempo de
+S. Eulogio con el Conde Servando, famoso por su perfidia, el cual, segun
+afirman Alvaro Cordobés y el abad Sanson, llegó á aquella dignidad <i>á
+fuerza de obsequios y regalos que hizo á los Palatinos</i>, y logró <i>orden
+del rey para exigir nuevos y exorbitantes tributos</i> de los Cristianos, á
+quienes debía amparar.
+</p><p>
+No consta en verdad que el Conde cristiano en tiempo de Abde-r-rahman I
+fuese ningun malvado; es de suponer por el contrario, atendida la paz de
+que entonces disfrutaba aquella Iglesia, que fuese un verdadero
+protector de sus connaturales en los asuntos cuyo conocimiento le estaba
+cometido. Por lo demas, no habiendo llegado á nosotros memoria alguna
+del prelado que á la sazon regia aquella cautiva grey, ¿habremos de
+estrañar que no se diga quién fuese en aquellos años el Conde? Sin
+embargo, persuadidos de que esta autoridad subsistió siempre, y de que
+su intervencion en la venta de la basílica debió ser necesaria por el
+protectorado que suponia, hemos hecho mencion de ella. Al Conde ademas
+correspondia comunicar las órdenes consiguientes al censor y al esceptor
+(<i>alcalde, y tesorero de los caudales</i>; véase Florez, trat. 33, cap. 7:
+gobierno civil de los Cristianos), pues aunque tambien estos eran
+nombrados por el rey muslim, estaban bajo la dependencia del Conde.</p></div>
+
+<div class="footnote"><p><a name="Footnote_79_82" id="Footnote_79_82"></a><a href="#FNanchor_79_82"><span class="label">[79]</span></a> La riqueza del Estado cordobés procedia principalmente del
+producto de los impuestos, de los despojos de los vencidos, y de las
+limosnas que á los Muslimes imponia la <i>Sunnah</i>. Los impuestos eran de
+tres especies: el <i>azaque</i>, que se pagaba en frutos, y que era un diezmo
+recaudado sobre todas las producciones de la agricultura y de la
+industria, y sobre los productos de los ganados; el <i>charage</i>
+(<i>xarach</i>), que era pecuniario, y se pagaba por la importacion y
+esportacion de las mercaderías, y del que estaban exentos los objetos de
+plata, oro y piedras preciosas, si se destinaban á armas, arneses,
+libros, ó joyeles para las mugeres; finalmente, el <i>taadil</i> ó capitacion
+sobre Cristianos y Judíos.
+</p><p>
+Del botín de guerra se separaba un quinto, que se llamaba <i>la parte del
+Califa</i>: lo demas se repartia entre los gefes y soldados. El tesoro
+privado del Califa se aumentaba ademas con frecuentes donativos que le
+hacian propios y estraños, como se verá en lo sucesivo.
+</p><p>
+La <i>limosna</i> (<i>sadakah</i>) era el único impuesto legal á que estaba sujeto
+todo Musulman por la <i>Sunnah</i>.</p></div>
+
+<div class="footnote"><p><a name="Footnote_80_83" id="Footnote_80_83"></a><a href="#FNanchor_80_83"><span class="label">[80]</span></a> Sobre esta singular costumbre de dividir los Musulmanes
+con los Cristianos las basílicas de las ciudades conquistadas, y de que
+no se encuentra memoria en nuestros antiguos cronistas, pueden verse las
+autoridades citadas en la nota 1.ª del Sr. Gayangos al cap. II, lib. III
+de Makkarí.</p></div>
+
+<div class="footnote"><p><a name="Footnote_81_84" id="Footnote_81_84"></a><a href="#FNanchor_81_84"><span class="label">[81]</span></a> Abdalla, hermano de Walid, que construyó la grande aljama
+de Damasco, fué el primero que impuso tributos á los monges cristianos.
+Hallándose de gobernador en Egipto mandó que todos los que hacian vida
+monacal pagasen un dinar al año. Los Cristianos de Córdoba pagaban,
+segun refiere Bravo (Obispos de Córdoba, t. I), á medida del capricho de
+los gobernadores sarracenos. La moneda de los Musulmanes en tiempo de
+Mahoma y sus primeros sucesores fué la griega ó persiana. Despues los
+Califas de Oriente acuñaron moneda con caractéres cúficos en Kuffah y
+Bassorah, y con esta moneda asiática entraron los Arabes en Espada, y
+con ella se mantuvieron hasta que Abde-r-rahman I estableció casa de
+moneda en Córdoba, conservando al parecer los mismos valores usados
+hasta entonces. Habia, pues, entre los Arabes: el dinar, que era de oro,
+el <i>adirham</i>, que era de plata, y el <i>mitcal</i>, que era de plata ó de
+oro. Valia el <i>dinar</i> 20 <i>adirhames</i> ó dragmas, y el <i>adirham</i> valia 14
+<i>karats</i>: el <i>mitcal de plata</i>, dice Cantos Benitez, equivalia á 5
+reales de vellon actuales, y el <i>mitcal de oro</i> diez veces mas, ó 50
+reales de vellon. El Califa Omar mandó que el <i>mitcal de oro</i> valiese 20
+karats, y el <i>adirham</i> 14 karats. Segun esto, si el <i>mitcal de oro</i>
+valia 50 reales vellon, el <i>adirham</i> valia 35, y el <i>dinar</i>, que
+contenia 20 adirhames, valdia 700 reales.</p></div>
+
+<div class="footnote"><p><a name="Footnote_82_85" id="Footnote_82_85"></a><a href="#FNanchor_82_85"><span class="label">[82]</span></a> Segun ha evidenciado Masdeu en su Historia crítica. t. 13,
+lib. II, «nuestra Península no solo era la nacion mas culta de toda
+Europa, sino la única provincia que conservaba todavia la cultura
+romana; la única que sabia las tres lenguas doctas, hebrea, griega y
+latina; la única que podia gloriarse de hombres verdaderamente sabios;
+la única que tenia seminarios, academias y bibliotecas... Aun con las
+bárbaras y sangrientas irrupciones de los Mahometanos, no se cerraron
+del todo nuestras escuelas y colegios, no se desampararon los estudios,
+no se abandonó el cuidado de recoger libros y formar bibliotecas, no se
+dió lugar á la supersticion y barbarie de los demas europeos... No
+sabian los Italianos medir un verso ni hablar bien en la lengua de sus
+padres, cuando resonaban las prosas y las poesías de nuestros Eulogios y
+Alvaros... Nuestras catedrales y monasterios renovaban los archivos y
+librerías quemados por los moros; nuestros obispos y abades mantenian
+seminarios de instruccion para clérigos y niños; nuestros eclesiásticos
+y doctores ejercitaban la pluma en tratados científicos y eruditos.»
+Cabalmente son Cordobeses los dos sabios Alvaro y Eulogio citados por el
+crítico Masdeu, y ambos se formaron en la escuela de un ilustre abad,
+llamado Esperaindeo, que probablemente cursaba siendo adolescente las
+aulas de la iglesia cordobesa en los años últimos del reinado de
+Abde-r-rahman I. Decimos que probablemente estudiaria Esperaindeo en
+Córdoba, porqué de seguro no se sabe, si bien tampoco se contradice. Que
+en la época de que tratamos podia ya haber dado en flores alguna promesa
+de los hermosos frutos que luego produjo, no hay la menor duda, puesto
+que consta por su discípulo S. Eulogio que antes del año 856 murió <i>muy
+anciano</i>. El abad Esperaindeo escribió contra las supersticiones de
+Mahoma una obra hoy lastimosamente perdida, pero que, á juzgar por el
+único capítulo que de ella nos conserva S. Eulogio, debia ser digna de
+la fama que en aquellos tiempos logró su autor. Las escuelas de Córdoba
+fueron en los siglos VIII y IX verdaderos planteles de acérrimos y
+doctos enemigos del islamismo. En vida de Esperaindeo escribió el
+ilustre y noble Paulo Alvaro su <i>Indículo luminoso</i>, y otros piadosos y
+eruditos varones se ejercitaron en el género epistolar, combatiendo
+tambien la doctrina del Koran; que tal era entonces la necesidad mas
+imperiosa y aflictiva que aquejaba al Occidente comprometiendo su futura
+civilizacion. Reinando en Córdoba Abde-r-rahman brillaban en otras
+iglesias doctores muy insignes, como Eterio en Osma, Beato en Liébana,
+Félix en Urgél, Elipando en Toledo, etc., etc.; y en el oscuro horizonte
+de la afligida iglesia de Sevilla empezaba á amanecer la estrella de
+Juan Hispalense.</p></div>
+
+<div class="footnote"><p><a name="Footnote_83_86" id="Footnote_83_86"></a><a href="#FNanchor_83_86"><span class="label">[83]</span></a> Entre los Cristianos de Andalucía se habian fomentado
+algunos errores: Migencio habia querido introducir novedades en la
+celebracion de la Pascua; Elipando enseñaba que J. C. en cuanto Dios era
+hijo natural y propio del Padre Eterno, pero adoptivo en cuanto Hombre.
+ó segun la humanidad, que decia adoptada por la union al Divino Verbo,
+segunda Persona de la Santísima Trinidad. Esta heregía cundió mucho en
+la Bética, y aunque su autor reconoció despues el error y se retractó
+públicamente, los Cristianos de Córdoba padecieron mucho por su causa,
+pues como asegura Gomez Bravo (obra cit.), sus fautores, valiéndose del
+brazo bárbaro de los Sarracenos, persiguieron cruelmente á los que
+defendian la verdadera doctrina de la Iglesia católica.</p></div>
+
+<div class="footnote"><p><a name="Footnote_84_87" id="Footnote_84_87"></a><a href="#FNanchor_84_87"><span class="label">[84]</span></a> La historia de los trabajos evangélicos de los obispos de
+Córdoba bajo las dominaciones romana y goda se halla minuciosamente
+relatada en los primeros capítulos de la interesante obra de Gomez
+Bravo: <i>Catálogo de los obispos de Córdoba, etc.</i> El incansable celo,
+las peregrinaciones, los escritos, las discusiones sostenidas por estos
+en los concilios desde los tiempos del grande Osio, son las pruebas mas
+concluyentes y luminosas del espíritu eminentemente civilizador de la
+Iglesia de Jesucristo.</p></div>
+
+<div class="footnote"><p><a name="Footnote_85_88" id="Footnote_85_88"></a><a href="#FNanchor_85_88"><span class="label">[85]</span></a> El primero que oprimió á los Cristianos de Córdoba con
+exacciones fué <i>Alahor</i>, tercero que gobernó á España en nombre del
+Califa de Oriente desde 715 hasta 719. De este afirma el arzobispo D.
+Rodrigo en su <i>Historia de los Arabes</i>, <i>que los desustanció</i>. El
+Pacense dá á entender que los Moros habian quitado algunos bienes á los
+Cristianos en tiempo de paz, y que Alahor se los volvió para sacar de
+ellos tributos. A los mismos Sarracenos que habian entrado en España con
+la primera conquista los encarcelaba y atormentaba para que declarasen
+los tesoros que habian escondido. Su sucesor <i>Zama</i> formó padron de todo
+lo que se debia tributar, haciendo partes de los bienes que poseían los
+Moros sin division ni señalamiento: en cuya conformidad distribuyó por
+suerte las posesiones, aplicando unas á los soldados y otras al fisco. A
+los Cristianos de las ciudades conquistadas por fuerza los gravó en la
+quinta parte, y á los que no opusieron resistencia les señaló la décima,
+segun refiere D. Rodrigo. <i>Ambisa</i> duplicó los tributos de los
+Cristianos, aumentando tambien el fisco con los bienes de los Judíos,
+como espresa el Pacense en el número 53 de la edicion del P. Florez.
+<i>Yahia</i> siguió los pasos de <i>Alahor</i>, pues segun el mismo autor (núm.
+54), precisó á los Moros á que restituyesen á los Cristianos muchos
+bienes que les habian quitado en tiempo de paz. Los sucesores vivieron
+en casi continua guerra hasta que eligieron á Jusuf, el cual mandó hacer
+nuevo padron, borrando de la lista de los tributos á los Cristianos ya
+difuntos, pues en el tributo personal que bajo su antecesor Toaba
+satisfacian estaban tan oprimidos, que, como de Diocleciano y Maximiano
+escribe Lactancio, obligaban á los vivos á que le pagasen por los
+muertos.
+</p><p>
+Por estas noticias, que sumariamente estractamos de los historiadores
+Florez y Bravo, podrá formarse el lector una ligera idea de la
+esclavitud en que vivian antes de Abde-r-rahman I los miserables
+Cristianos de Córdoba bajo el solo concepto de las capitaciones y
+tributos. Pero nos resta añadir algo acerca del medio practicado para la
+cobranza de los tributos ordinarios bajo los Califas, que era
+probablemente el que se seguia en la época á que se refiere nuestra
+narracion. «El modo de las contribuciones, dice el citado Florez (Esp.
+Sagr., trat. 33, cap. 7), no era repartiendo el tributo por familias,
+sino exigiéndole á las mismas personas cuando los ministros las
+encontraban en público: de suerte que uno no pagaba por otro, sino cada
+uno por sí, y esto en caso de manifestarse, pues mientras se mantuviese
+recogido en casa, no le hacian estorsion, segun prueba el libro <i>de
+Habitu Clericorum</i>, escrito por el presbítero Leovigildo, para instruir
+á los clérigos que no salian al público por enfermedad, ó por el tributo
+que en cada mes pagaban los Cristianos: <i>Ut qui ex nobis ad remanentes
+Doctores imbecillitate corporis præpediente dirigere gressus nequiverit,
+aut quem inquisitio vel census, vel vectigalis, quod omni lunari mense
+pro Christi nomine solvere cogimur, retinuerit; saltim nocturno tempore
+qui necessarium duxerit legat, etc.</i> Esta reclusion por librarse de los
+tributos prueba que solo los pagaban cuando salian al público libres de
+toda estorsion si la enfermedad ó la pobreza los obligaba á mantenerse
+ocultos.»
+</p><p>
+De los tributos estraordinarios impuestos á los infelices Cristianos en
+tiempo de la persecucion sarracena se hablará mas adelante.</p></div>
+
+<div class="footnote"><p><a name="Footnote_86_89" id="Footnote_86_89"></a><a href="#FNanchor_86_89"><span class="label">[86]</span></a> Es muy de notar que ninguno de los historiados cristianos,
+entre los cuales descuellan Ambrosio de Morales, el P. Roa, Diaz de
+Ribas, Florez, Masdeu, y otros no menos diligentes en la investigacion
+de las memorias y documentos de España bajo el dominio de los árabes,
+haga mencion, ni leve alusion siquiera, á este hecho de la venta de la
+basílica cristiana á los Mahometanos que refiere Ar-razi. Los
+historiadores árabes, sin embargo, pueden ayudarnos en muchas cosas á
+suplir el silencio de los nuestros: silencio que nada tiene de
+particular atendida la natural turbacion y desconcierto de aquellos
+primeros tiempos de la España muzárabe, durante los cuales, la misma
+tolerancia de los dominadores pudo en cierto modo contribuir á que no
+surgiesen al pronto del seno de la Iglesia española de la Bética esos
+hombres notables, dechados de ciencia y santidad, que luego la
+ilustraron en las épocas de persecucion. Así como estos pueden servir de
+guias al historiador desde la mitad del noveno siglo; para el
+conocimiento de la edad anterior, que comprende desde la conquista de
+los Sarracenos hasta S. Eulogio, no hay mas luz que la que dan el
+Pacense, el moro Rasis y el arzobispo D. Rodrigo: el Pacense, porque
+acabó de escribir su crónica en el año 754 de Cristo, es decir, poco
+antes de apoderarse del trono de Córdoba Abde-r-rahman I; el moro Rasis,
+porque aunque contemporáneo de S. Eulogio, tomó lo anterior á su tiempo
+de tres autores que escribieron lo que veían, y principalmente del
+<i>Al-Bucar</i>, escritor que Morales califica como <i>de mucha estima y
+autoridad entre los Moros</i>; el arzobispo D. Rodrigo, finalmente, porque
+segun espresa el mismo Morales, de su gravedad se puede tener por cierto
+que usó buena diligencia en lo que escribia. Ninguno de estos tres
+historiadores nos dice cuál fuese la basílica catedral de los Cristianos
+de Córdoba cuando la ciudad fué ganada por los árabes; y sin embargo,
+por una serie de inducciones que en los angostos limites de esta nota no
+cabe apuntar, muchos autorizados anticuarios convienen en que la
+principal iglesia cristiana ocupaba el mismo sitio que hoy ocupa la
+famosa mezquita, y que dicha iglesia fué construida por los godos sobre
+las ruinas de un suntuoso templo romano, consagrado á Jano. Varios de
+nuestros mas graves historiadores por otra parte, convienen con Ambrosio
+de Morales en que la basílica de los tres mártires Fausto, Januario y
+Marcial, hoy iglesia de S. Pedro, fué la catedral donde residió el
+obispo bajo los Califas; y sin embargo, no hay oposicion entre ambas
+conjeturas, porque pudo muy bien haber sido catedral la basílica de los
+tres mártires desde los años de Abde-r-rahman I, y catedral de los
+Cristianos godos cuando la conquista arábiga la otra iglesia, de
+advocacion desconocida, edificada en el solar del antiguo templo pagano,
+puesto que los historiadores mencionados no dicen desde qué año fué
+catedral la basílica citada. Es claro que para fijar este dato eran
+menester otros mucho mas principales, y que ignorándose hasta el número
+y nombres de los prelados que gobernaron la iglesia de Córdoba desde el
+año de la pérdida de España hasta el de 850 en que comienza la
+persecucion sarracénica, no debe estrañarse que se ignoren otras
+particularidades de menos monta; pero á veces sucede colmarse
+impensadamente un gran vacio con un simple dato de poca importancia al
+parecer, como se ilumina un espacioso é ignorado antro con el resplandor
+de una pequeña llamita.
+</p><p>
+Leemos, pues, en la obra tantas veces citada de Al-Makkari, copiando al
+historiador Ar-razi, que los conquistadores de Andalucía imitaron la
+conducta de los generales musulmanes que habian tomado á Damasco, y que
+lo mismo que estos habian dividido con los Cristianos de Siria el templo
+principal de dicha ciudad, dividieron ellos con los Cordobeses el
+<i>templo principal de Córdoba</i>, sobre el cual andando el tiempo construyó
+Abde-r-rahman la gran mezquita. (Véase la pág. <a href="#page_086">86</a> de este tomo.) Otro
+escritor árabe (que cita el erudito Sr. Gayangos en la nota 2, cap. II,
+lib. III de la citada obra), llamado Ibu Habib, dice que la principal
+iglesia cristiana de Córdoba, en la época de su espugnacion por los
+Sarracenos, estaba situada en el barrio denominado <i>Kudyat Abi'abdah</i>:
+ahora bien, este barrio es el parage mismo que designa Al-Makkari como
+asiento del antiguo <i>Palacio de Rodrigo</i>, y siendo este palacio de
+Rodrigo el mismo alcázar que los godos y árabes habitaron en Córdoba, y
+que hoy designados con el nombre de Alcázar viejo, cerca de la mezquita,
+parece que debe quedar muy poca duda acerca de la conformidad absoluta
+entre los dos historiadores Ar-razi é Ibn Habib. El testimonio de estos
+se conforma también con las observaciones de los anticuarios, que por la
+grande abundancia de fragmentos romanos que en la Aljama arábiga se
+advierte, asignan á estos un origen pagano y suntuoso, solo propio de un
+gran templo, ó de muchos monumentos antiguos á la vez; y al propio
+tiempo no se opone á las deducciones de nuestros respetables
+historiadores. Asi, pues, admitiendo la veracidad de los historiadores
+árabes citados, y por consiguiente la probabilidad de que los Sarracenos
+conquistadores de Córdoba siguiesen el precepto recomendado por el
+célebre conquistador de la Siria Omar el Farruck y dividiesen con los
+Cristianos el principal de sus templos, sin contradecir en lo mínimo el
+relato mas fidedigno de nuestros escritores, antes bien completándolo en
+la parte que ellos dejan intacta por falta de documentos, podemos
+establecer: que la basílica catedral de Córdoba, fundada por los Godos
+sobre la planta de un templo pagano, sirvió, dividida en dos mitades,
+por espacio de unos setenta años á los dos cultos cristiano y
+mahometano; que Abde-r-rahman I compró á los Cristianos su parte, como
+afirma Ar-razi; y que la nueva iglesia que ellos entonces obtuvieron
+permiso de erigir para el culto cristiano esclusivamente, segun el mismo
+historiador árabe refiere, no fué otra que esa misma basílica de los
+tres mártires Fausto, Januario y Marcial, de fundacion hasta ahora nunca
+determinada, y que sirvió de catedral á los Cristianos Cordobeses todo
+el tiempo que duró el Califato y aun despues hasta el dia de la
+reconquista.
+</p><p>
+Acerca de la advocacion de la primitiva basílica catedral no resulta
+cosa cierta: algunos creen (y lo rebate el licenciado D. Pedro Diaz de
+Rivas en sus antigüedades de Córdoba, <i>Discurso IV, templo de Jano
+Augusto</i>) que la iglesia mayor se denominase de S. Jorge. Toman su
+fundamento en la narracion del moro Rasis, que dice: que el rey godo
+nombrado por los Cordobeses despues de muerto Rodrigo, sabedor de que la
+ciudad habia sido entrada por sorpresa por la hueste de Mugeith que
+andaba ya quebrantando las puertas, se acogió á un templo fuerte
+dedicado á S. Jorge, en el cual se defendió con los suyos por espacio de
+tres meses. Suponiendo que solo la iglesia principal podía calificarse
+de <i>fuerte presidio</i>, discurrieron estos que la defensa debia haberse
+hecho en el edificio de la catedral. Ambrosio de Morales queria que el
+templo de S. Jorge fuese la actual iglesia de S. Salvador. Pero el
+citado Diaz de Rivas con muy sólidos argumentos induce á creer que la
+resistencia del caudillo godo con su gente tuviese lugar en la iglesia
+del convento de Sta. Clara, que en tiempos antiguos llevó sucesivamente
+los nombres de S. Jorge y Sta. Catalina. Ar-razi asienta que la iglesia
+principal de los Cristianos de Córdoba estaba dedicada á S. Vicente, y
+verdaderamente no hallamos dificultad para que asi fuese, á menos que se
+quisiera suponer que la primitiva catedral estuviese bajo la advocacion
+de los tres mártires. Pero en este caso, ¿qué nombre habia llevado hasta
+el año 786 la basílica derruida que los Cristianos restauraron para
+catedral despues de vender la antigua al rey árabe?</p></div>
+
+<div class="footnote"><p><a name="Footnote_87_90" id="Footnote_87_90"></a><a href="#FNanchor_87_90"><span class="label">[87]</span></a> Segun los cánones de los concilios y decretos de los
+Santos Padres no podian venderse las cosas sagradas mas que en ciertos y
+determinados casos, y esta es la doctrina usual y corriente de la
+Iglesia. El obispo era el principal administrador de todas las rentas
+eclesiásticas, no podia enagenar los bienes, ni venderlos sin aprobacion
+de todo el clero, ni disponer de ellos en ninguna manera. «Si algun
+obispo ó algun clérigo vendiere ó diere sin conseio de los otros
+clérigos alguna cosa de la eglesia (decia la ley visigoda (III, tít. I,
+lib. V)), mandamos que non vala, si non fuere fecho cuemo mandan los
+decretos de los Santos Padres.» Los casos en que es permitido al obispo
+enagenar las cosas sagradas con consentimiento de su clero pueden verse
+latamente en los autores de derecho canónico, principalmente en Devoti,
+Berardi, Ferraris, etc. En la enagenacion de la basílica de Córdoba
+concurrian varias de estas causas, pues no solamente se trataba de
+evitar los males de la promiscuidad de dos cultos tan opuestos como el
+cristiano y el mahometano, sino que ademas era de necesidad casi
+absoluta el constituir la catedral cristiana cómoda, decorosa y
+separadamente.</p></div>
+
+<div class="footnote"><p><a name="Footnote_88_91" id="Footnote_88_91"></a><a href="#FNanchor_88_91"><span class="label">[88]</span></a> Refiriendo Ahmed Al-Makkarí los tratos que entre los
+Cristianos y el rey árabe mediaron para la cesion de la antigua
+basílica, dice que despues de nuevas insistencias cedieron los
+Cristianos, con la condicion de que se les habia de permitir reedificar
+otra iglesia que habia sido destruida, cerca de los muros, y para el
+culto de su Dios solamente. No declara en verdad con palabras
+terminantes el historiador citado que esta iglesia derruida fuese la de
+los tres mártires Fausto, Januario y Marcial; pero probando
+abundantemente Ambrosio de Morales y los demas escritores cordobeses,
+Rea Rivas y Gomez Bravo, que la basílica de los tres mártires fué la
+antigua catedral donde residió el obispo todo el tiempo de la dominacion
+sarracénica, resulta evidenciado del cotejo de nuestros historiadores
+con el mencionado Al-Makkarí, que la iglesia que los Cristianos
+levantaron en sustitucion de su antigua basílica catedral, vendida á los
+Musulmanes, fué esa misma de los tres mártires, situada en efecto cerca
+de los muros de la ciudad á la parte del mediodia, y en la <i>Axarquía</i> ó
+<i>parte baja</i> que ocupaban los Cristianos.</p></div>
+
+<div class="footnote"><p><a name="Footnote_89_92" id="Footnote_89_92"></a><a href="#FNanchor_89_92"><span class="label">[89]</span></a> El Símbolo ó fórmula de fé que aprobó el Concilio de Nicea
+fué la que concibió Osio, como dice S. Atanasio, que se halló presente;
+y la hizo saber ó publicó en el mismo Concilio Hermógenes, segun refiere
+S. Basilio, para que oida y considerada la aprobasen y confirmasen los
+Padres.</p></div>
+
+<div class="footnote"><p><a name="Footnote_90_93" id="Footnote_90_93"></a><a href="#FNanchor_90_93"><span class="label">[90]</span></a> En las catedrales de la España mozárabe, lo mismo que en
+las de la Espada goda, habia dos casas de comunidad, la una de
+eclesiásticos segun costumbre antigua, y la otra de niños educandos como
+se estila aun en los seminarios. El seminario ó <i>cónclave de niños</i> era
+para los hijos y descendientes de los libertos de la catedral, y para
+todos los demas niños <i>oblatos</i> ú ofrecidos por sus padres al servicio
+de la iglesia. Alli los criaba un anciano docto y piadoso, dándoles la
+instruccion necesaria en lo espiritual y literario, y cumplidos los 18
+años se les preguntaba delante de todo el clero si querian casarse ó
+vivir solteros; y de alli á otros dos años, segun la respuesta que
+habian dado, ó los promovian al subdiaconado, ó les permitian el
+matrimonio dejándoles ir á sus casas.</p></div>
+
+<div class="footnote"><p><a name="Footnote_91_94" id="Footnote_91_94"></a><a href="#FNanchor_91_94"><span class="label">[91]</span></a> Habia escuelas en las basílicas y monasterios, y tambien
+bibliotecas, aunque estas no eran siempre lo que hoy entendemos bajo ese
+nombre. Muchas veces en los documentos de la España árabe se hace
+mencion de <i>bibliotecas</i>, que no eran sino una coleccion completa de los
+libros sagrados del viejo y nuevo Testamento, ó propiamente hablando
+<i>biblias</i>: y de esta especie eran la <i>biblioteca</i> que el conde Adulfo
+costeó para la iglesia de S. Acisclo, segun se colige del epigrama
+primero de Cipriano, arcipreste de Córdoba, y la famosa del presbítero
+Leovigildo que celebró en una larga é ingeniosa composicion poética
+Alvaro Cordobés.</p></div>
+
+<div class="footnote"><p><a name="Footnote_92_95" id="Footnote_92_95"></a><a href="#FNanchor_92_95"><span class="label">[92]</span></a> <i>Juma</i>, <i>aljuma</i> ó <i>alchuma</i> es el dia festivo, ó viernes,
+de descanso y reunion para los Mahometanos, asi como entre nosotros lo
+es el domingo.</p></div>
+
+<div class="footnote"><p><a name="Footnote_93_96" id="Footnote_93_96"></a><a href="#FNanchor_93_96"><span class="label">[93]</span></a> <i>Aliden</i> y <i>Alidzán</i>: pregon, convocatoria que se hace en
+la parte esterior de las mezquitas para que el pueblo acuda á la azala ú
+oracion.</p></div>
+
+<div class="footnote"><p><a name="Footnote_94_97" id="Footnote_94_97"></a><a href="#FNanchor_94_97"><span class="label">[94]</span></a> El Koran enseña á los Mahometanos que ademas de los
+ángeles y de los demonios hay otros seres de especie intermedia,
+llamados <i>jines</i> ó <i>chines</i> (genios), formados del fuego, y capaces de
+salvacion ó condenacion eterna como las criaturas mortales. Los
+Orientales creen que estos genios, entre los cuales los hay buenos y
+malos, propicios y maléficos, habitaron la tierra muchos siglos antes de
+la creacion de Adan, y que los que sobrevivieron á la destruccion con
+que fueron castigados por sus maldades, combatidos por un antiguo rey
+persa llamado Tahmurath, tuvieron que retraerse á las famosas montañas
+de Kaf. Entre estos <i>jines</i>, unos son <i>Péris</i> ó <i>Fadas</i>, otros <i>Dives</i> ó
+<i>gigantes</i>, otros por último <i>Tacoines</i> ó <i>destinos</i>.</p></div>
+
+<div class="footnote"><p><a name="Footnote_95_98" id="Footnote_95_98"></a><a href="#FNanchor_95_98"><span class="label">[95]</span></a> Los historiadores árabes designan con el nombre de Palacio
+de Rodrigo (<i>Balátt Rudherik</i>) al que hoy designamos con el nombre de
+Alcázar, al Occidente de la mezquita, orilla del rio; no, como dice
+Al-Makkarí, porque se creyese que lo habia fundado el rey Rodrigo, sino
+porque este monarca lo habitaba siempre que iba á Córdoba. Nuestros
+historiadores suponen que este palacio fué construido por Teodofredo,
+padre de D. Rodrigo, cuando le desterró á dicha ciudad Egica, y en
+verdad que no alcanzamos por qué se separa Ambrosio de Morales del comun
+sentir, estableciendo que Teodofredo pudo haber fundado su palacio en la
+Albayda ó Casa blanca, media legua al norte de Córdoba. Menos todavía se
+esplica esta conjetura del sabio cronista si el paso en que la establece
+(lib. 12, cap. 63) se coteja con otro mas adelante (lib. cit., cap. 67),
+en que dice hablando del rey Rodrigo: «fortificó mucho los palacios de
+su padre en Córdoba, así que les quedó despues su nombre, y los Moros
+los llaman <i>Palacios del rey Rodrigo</i>.»</p></div>
+
+<div class="footnote"><p><a name="Footnote_96_99" id="Footnote_96_99"></a><a href="#FNanchor_96_99"><span class="label">[96]</span></a> La mezquita de Córdoba es acaso el primer monumento en que
+se empleó el arco ultra-semicircular ó de herradura en España, y el
+único que presenta esa estraña, ligera y elegantísima combinacion de
+arcos sobrepuestos, que hará de él uno de los ejemplares mas preciosos é
+inestimables del arte monumental mientras se dé culto al genio y á la
+poesía en el mundo.</p></div>
+
+<div class="footnote"><p><a name="Footnote_97_100" id="Footnote_97_100"></a><a href="#FNanchor_97_100"><span class="label">[97]</span></a> <i>Hotba</i> ó <i>Kotba</i> equivale á sermon, plática, arenga. En
+ella se contiene una especie de rogativa por la salud del soberano
+reinante, que concluye en estos términos: «Oh mi Dios, sé misericordioso
+con los Califas ortodoxos, distinguidos por la doctrina, la virtud y los
+celestiales dones de que los has colmado, que han juzgado y obrado segun
+la verdad y la justicia. ¡Oh mi Dios! Sosten, asiste y defiende á tu
+servidor el Califa (ó el Sultan) N..., perpetúa su imperio y su poder.»
+Abolió Abde-r-rahman la supremacía espiritual de los Beni Abbas ó
+Abassides en España, prohibiendo que se mentase el nombre del Califa en
+los púlpitos ó mimbares de las mezquitas, y aunque él no se atrevió á
+tomar declaradamente el título de Califa de Occidente, como empezó sin
+embargo á usar el de <i>Amiru-l-moslemin</i> (Amir ó cabeza de los muslimes
+andaluces), y el de <i>Omará-bnu-l-kholafá</i> (Amir, hijo de los Califas),
+es indudable que fué considerado como soberano reinante, y que desde
+este momento en la rogativa de la <i>hotba</i> se hacia espresion de su
+nombre. En las aljamas ó mezquitas principales debia haber sermon y
+lecturas piadosas todos los viernes ó jumas, y todo fiel musulman debia
+oirlas pudiendo salir de su casa al nacer el sol para volver á la
+puesta. Por eso la Ley y Sunnah les recomendaba que viviesen lo mas
+cerca posible de las aljamas.</p></div>
+
+<div class="footnote"><p><a name="Footnote_98_101" id="Footnote_98_101"></a><a href="#FNanchor_98_101"><span class="label">[98]</span></a> <i>Mimbar</i> quiere decir lo mismo que púlpito, en el cual se
+colocaba para ser bien visto y oido de todos el Imam ó el Alfaquí que
+dirigia las oraciones, y el Khatib que hacia el sermon.</p></div>
+
+<div class="footnote"><p><a name="Footnote_99_102" id="Footnote_99_102"></a><a href="#FNanchor_99_102"><span class="label">[99]</span></a> Aunque propiamente hablando solo era Imam el Califa, por
+ser el único verdadero gefe y cabeza en lo civil y religioso, no
+obstante por similitud se daba el mismo nombre al Alfaquí que dirigia ó
+presidia en la mezquita los ritos y ceremonias. El Alfaquí, pues, era
+Imam ó cabeza dentro del templo para lo relativo al culto. Abde-r-rahman
+no obstante, como acostumbraba á hacer oficios sacerdotales muchos
+viernes predicando al pueblo desde el mimbar, ó presidiendo los
+entierros y recitando las oraciones de ritual sobre los difuntos, merece
+bajo ambos conceptos el título de Imam que le dá uno de los
+historiadores citados por Al-Makkarí.</p></div>
+
+<div class="footnote"><p><a name="Footnote_100_103" id="Footnote_100_103"></a><a href="#FNanchor_100_103"><span class="label">[100]</span></a> Llamaban á Abde-r-rahman el <i>invasor</i>, el <i>conquistador</i>,
+por antonomasia (<i>Addákhel</i> en arábigo); no el <i>intruso</i> como traduce
+Conde, á quien corrige oportunamente el Sr. Gayangos en la nota 36, pág.
+II, lib. VI de la citada Historia de las dinastías mahometanas.</p></div>
+
+<div class="footnote"><p><a name="Footnote_101_104" id="Footnote_101_104"></a><a href="#FNanchor_101_104"><span class="label">[101]</span></a> El erudito y laborioso orientalista arriba citado acaba
+de ordenar é imprimir, para ayudar á la inteligencia de la Coleccion de
+fueros y cartas pueblas que prepara la Real Academia de la Historia, dos
+interesantísimos <i>tratados de legislacion musulmana</i>, civil y religiosa;
+de la segunda parte de este curioso libro, en que se contiene la Suma de
+los principales mandamientos y prohibiciones de la Ley y de la Sunnah,
+sacamos el siguiente extracto, que quizás no desagrará al lector por la
+minuciosidad con que en él se dá cuenta de las ceremonias usadas entre
+los Mahometanos con los muertos. «Sea acordado al que está á la muerte
+el nombramiento de Allah, y no se le debe acercar ninguna persona que no
+tenga <i>takor</i> (que no se haya purificado) despues que sea fallecido: y
+dióse por los sabios licencia para que se lea á su cabecera, y no fué
+amado por Melique (ó por Malik ben Ans, fundador de la famosa doctrina
+teológica que sustituyó en Andalucía á la antigua del Auzei) que den
+boces ni gritos, sino que lloren pacientemente quanto mas puedan. El
+bañar al muerto no ay tasa cierta en ello, mas báñelo quien mejor
+supiere, de manera que quede limpio... Bien passa que bañe el marido á
+la muger, y la muger al marido, y la muger al muchacho, quando es de
+poca edad. No le quiten al muerto cabellos, ni uñas, ni lo <i>hatenen</i> (ó
+circunciden), ni le quiten cosa de su cuerpo, sino alímpienlo quanto
+puedan. No bañen al que muere en <i>fi çabil</i> y <i>llahi</i> (por la causa de
+Dios en la guerra santa) en la gueste ó batalla, ni le amortajen ni
+hagan <i>açala</i> sobre él, y entiérrenle en su fuessa con sus mesmos
+bestidos como estubiere. Sea amortajado el difunto en tres lienzos, ó
+cinco, ó siete, blancos, hechos tiras, ó camisas una sobre otra de grado
+en grado... pónganle olores buenos en los lugares del <i>çuchud</i> (por los
+cuales entendemos las partes del cuerpo con que se hace la postracion ó
+acto de humillacion en tierra, que es una de las posturas de la
+<i>azala</i>), y llébenle á enterrar quando aya pasado la ora del <i>açala</i>
+sobre él, etc.» El autor de esta Suma es D. Içe de Gebir, Alfaquí mayor
+y Muftí de la Aljama de Segovia en el siglo XV, y la escribió en
+lenguaje aljamiado para el uso de los que habian ya perdido el
+conocimiento de la lengua árabe, declarando ser su intencion sacar la
+mas pura doctrina de los antiguos <i>maestros de la Santa Ley y Açunna</i>.</p></div>
+
+<div class="footnote"><p><a name="Footnote_102_105" id="Footnote_102_105"></a><a href="#FNanchor_102_105"><span class="label">[102]</span></a> Llamaban tambien á Abde-r-rahman <i>el halcon Coreixí</i>
+(<i>Sakr Koraysh</i>) aludiendo á la velocidad de sus conquistas.</p></div>
+
+<div class="footnote"><p><a name="Footnote_103_106" id="Footnote_103_106"></a><a href="#FNanchor_103_106"><span class="label">[103]</span></a> Tradiciones recogidas por Hozail sobre los merecimientos
+de la guerra santa en el Andalús. «Dijo Aixa, la muger del Profeta:
+llegará tiempo en que se pondrá fin á la guerra santa, si no es en
+cierta península que tiene por nombre Andalús en Maghreb l'Aksá, y el
+morabito, hombre de frontera en ella, ganará mas méritos que el mártir
+cuando viene bañado en su propia sangre.» Tambien decia: «el mejor
+rebato sobre la haz de la tierra es el del Andalús: su oriente es
+enemigo, su ocaso es enemigo, su septentrion enemigo, y su mediodia
+enemigo tambien.» Otra tradicion decia: «Alzóse el Profeta de Dios en la
+mezquita cierto dia y estendió su mano hácia occidente como bendiciendo:
+dijéronle: ¿á quién bendices, oh Profeta de Allah?&mdash;A cierta porcion de
+mi pueblo, dijo, que mora mas allá de Maghreb l'Aksá, region que tiene
+por nombre Andalús... Los vivos son alli morabitos, y los muertos
+mártires, á quienes recogerán las nubes allende el mar infiel para
+llevarlos el dia del juicio al sitio de la resurreccion cual gotas de
+agua.» (<i>De la milicia de los Arabes en España.</i>==Opúsculo por D. Serafin
+Estevanez Calderon.)</p></div>
+
+<div class="footnote"><p><a name="Footnote_104_107" id="Footnote_104_107"></a><a href="#FNanchor_104_107"><span class="label">[104]</span></a> Las tribus árabes, que dejando las tiendas de sus mayores
+se establecieron en Andalucía, mantuvieron hasta la caida del Califato
+de Córdoba constantemente viva la animosidad que desde un principio
+separó á los descendientes de los dos principales troncos <span class="smcap">Adnán</span> y
+<span class="smcap">Khattán</span>. Entre las varias tribus de la estirpe de Adnán era la de los
+Beni Modhar la predominante por su número en Andalucía, y con el apoyo
+que le prestaron los Beni Umeyas, procedentes del mismo tronco, los
+descendientes de Khattán, llamados <i>Arabes del Yemen</i> ó <i>Yemenitas</i>, no
+pudieron hasta el reinado del usurpador Al-Mansúr equilibrar su poder
+con el de sus irreconciliables enemigos.</p></div>
+
+<div class="footnote"><p><a name="Footnote_105_108" id="Footnote_105_108"></a><a href="#FNanchor_105_108"><span class="label">[105]</span></a> Huete.</p></div>
+
+<div class="footnote"><p><a name="Footnote_106_109" id="Footnote_106_109"></a><a href="#FNanchor_106_109"><span class="label">[106]</span></a> Todas las oraciones y ceremonias de los Mahometanos
+acaban con el <i>Salam</i> ó Salutacion; la cual se hace tambien á los seres
+invisibles, como por ejemplo, á los dos ángeles que segun el Koran estan
+á derecha é izquierda de todo el que ora ó hace su azala.</p></div>
+
+<div class="footnote"><p><a name="Footnote_107_110" id="Footnote_107_110"></a><a href="#FNanchor_107_110"><span class="label">[107]</span></a> Hízola, segun refiere Al-Makkarí, al lado opuesto de la
+<i>Puerta de los jardines</i> del palacio de Córdoba.</p></div>
+
+<div class="footnote"><p><a name="Footnote_108_111" id="Footnote_108_111"></a><a href="#FNanchor_108_111"><span class="label">[108]</span></a> <i>Alguado</i>: lavatorio, ablucion.</p></div>
+
+<div class="footnote"><p><a name="Footnote_109_112" id="Footnote_109_112"></a><a href="#FNanchor_109_112"><span class="label">[109]</span></a> Véase la lámina que representa la <i>Puerta de las Palmas
+desde el patio</i>.</p></div>
+
+<div class="footnote"><p><a name="Footnote_110_113" id="Footnote_110_113"></a><a href="#FNanchor_110_113"><span class="label">[110]</span></a> <i>The History of the Mohammedan Dynasties in Spain, etc.</i>
+Tomo I, pág. 219.</p></div>
+
+<div class="footnote"><p><a name="Footnote_111_114" id="Footnote_111_114"></a><a href="#FNanchor_111_114"><span class="label">[111]</span></a> Bagdad.</p></div>
+
+<div class="footnote"><p><a name="Footnote_112_115" id="Footnote_112_115"></a><a href="#FNanchor_112_115"><span class="label">[112]</span></a> No hay en esto la menor exageracion de nuestra parte. El
+que quiera formarse una idea aproximada del desenfrenado lujo
+introducido en el imperio árabe de Oriente por los Califas Abassides,
+rivales en esplendor y magnificencia de los antiguos Asirios y Persas y
+de sus contemporáneos los emperadores griegos, puede consultar las obras
+de Hammer, <i>Hist. de l'Empire Ottoman</i>; Malcolm, <i>Hist. de Perse</i>;
+Gaillardin, <i>Hist. du moyen âge</i>; &OElig;lsner, <i>Des effets de la religion
+de Mohammed</i>; Mills, <i>Hist. du Mahométisme</i>; etc., etc.</p></div>
+
+<div class="footnote"><p><a name="Footnote_113_116" id="Footnote_113_116"></a><a href="#FNanchor_113_116"><span class="label">[113]</span></a> Al-Makkarí: Hist. de las dinastías mahometanas, tomo 2,
+pág. 126.</p></div>
+
+<div class="footnote"><p><a name="Footnote_114_117" id="Footnote_114_117"></a><a href="#FNanchor_114_117"><span class="label">[114]</span></a> Los Cristianos y Judíos fueron colmados de agasajos y de
+honores en la corte de Harun al Raschid, los primeros por sus
+conocimientos en la filosofía y en la medicina, y los segundos por la
+sutileza é ingenio con que manejaban las místicas teorías de la escuela
+alejandrina y de la antigua filosofía hermética, tan conformes á la
+imaginacion exaltada de los Arabes. Los Cristianos lograron ser
+poderosos é influyentes, y los Judíos obtuvieron que fuesen protegidas
+sus escuelas fundadas en Sora y Pundebita.</p></div>
+
+<div class="footnote"><p><a name="Footnote_115_118" id="Footnote_115_118"></a><a href="#FNanchor_115_118"><span class="label">[115]</span></a> El ciego entusiasmo del Califa Al-Mamún por las ciencias
+le llevó hasta el ridículo estremo de declarar la guerra al emperador de
+Constantinopla solo por haberse opuesto á que Leon, arzobispo de
+Tesalónica, se trasladase á Bagdad.</p></div>
+
+<div class="footnote"><p><a name="Footnote_116_119" id="Footnote_116_119"></a><a href="#FNanchor_116_119"><span class="label">[116]</span></a> El colegio de Bagdad.</p></div>
+
+<div class="footnote"><p><a name="Footnote_117_120" id="Footnote_117_120"></a><a href="#FNanchor_117_120"><span class="label">[117]</span></a> <i>Abu-Thaman</i> es el nombre del afortunado poeta que lo
+compuso.</p></div>
+
+<div class="footnote"><p><a name="Footnote_118_121" id="Footnote_118_121"></a><a href="#FNanchor_118_121"><span class="label">[118]</span></a> Los Abassides adoptaron el negro como su color privativo
+para el trage de guerra y de corte, y aun para sus pendones y banderas,
+y de aquí viene el distinguirlos con el apelativo de <i>Califas negros</i>.
+Sus rivales los Umeyas, por el contrario, usaban como color de ceremonia
+el blanco.</p></div>
+
+<div class="footnote"><p><a name="Footnote_119_122" id="Footnote_119_122"></a><a href="#FNanchor_119_122"><span class="label">[119]</span></a> Es sabido que el papa Silvestre II antes de entrar en la
+regla de S. Benito perfeccionó sus estudios en las escuelas de la España
+árabe.</p></div>
+
+<div class="footnote"><p><a name="Footnote_120_123" id="Footnote_120_123"></a><a href="#FNanchor_120_123"><span class="label">[120]</span></a> «Y habiendo ejecutado lo mismo (esto es, habiéndose
+rebelado) el suburbio ó ciudad baja de Córdoba, entró por la puerta
+nueva Abdelcarin, su general, y prendió mas de trescientos Arabes
+amotinados, que luego mandó colgar á la orilla del rio junto á la puerta
+del Puente.» Así Bravo, <i>Obisp. de Córd.</i> Al-Makkarí (cap. III, lib.
+VI), bajo el epígrafe <i>Sedicion en Córdoba</i>, dice que el arrabal ó
+suburbio amotinado fué el de Poniente; y el Sr. Gayangos en una de las
+notas que ilustran este pasage dice que segun otros autores ocurrió el
+levantamiento en el suburbio de Sbakandah ó Secunda, que caía al Sur de
+la capital.</p></div>
+
+<div class="footnote"><p><a name="Footnote_121_124" id="Footnote_121_124"></a><a href="#FNanchor_121_124"><span class="label">[121]</span></a> El <i>ridá</i> era una especie de manto ó capa que llevaban
+los dervíses y faquires, fanáticos mendicantes que andando el tiempo
+abundaron mucho en todos los paises musulmanes.</p></div>
+
+<div class="footnote"><p><a name="Footnote_122_125" id="Footnote_122_125"></a><a href="#FNanchor_122_125"><span class="label">[122]</span></a> Con la cara tiznada de <i>kohol</i> y <i>siwak</i>, dice
+Al-Makkarí, palabras que el traductor y comentador interpreta <i>polvos
+dentríficos</i>, añadiendo en una nota que el <i>siwak</i> puede significar así
+un específico cualquiera para limpiar la dentadura, como el palo que
+usaban los Arabes al efecto en vez de cepillo. Damos razon de estos y
+otros pormenores porque son rasgos gráficos que hacen mas interesante la
+historia antigua del pueblo musulman, cuyas costumbres y usos domésticos
+son poco conocidos.</p></div>
+
+<div class="footnote"><p><a name="Footnote_123_126" id="Footnote_123_126"></a><a href="#FNanchor_123_126"><span class="label">[123]</span></a> Habiendo el emperador griego Teófilo solicitado alianza
+de Abde-r-rahman II y enviádole ricos presentes para grangeársela, con
+objeto de reunirse ambos contra los ejércitos amenazantes de los
+Abassides, el sultan andaluz concibió cierto deseo de reconquistar en el
+Oriente el imperio de los proscritos Umeyas, sus antecesores, y
+entabláronse desde luego relaciones de amistad entre los dos soberanos.
+Abde-r-rahman correspondió á los presentes del griego con un magnífico
+regalo, encomendado á uno de los caballeros mas cumplidos de su corte
+para que se le entregase en persona. Fué el elegido para este encargo un
+tal Yahia Al-ghazal, muy celebrado por su sabiduría y talento poético,
+con quien gustaba despues el rey, dice Conde, conversar informándose de
+las costumbres de los reyes infieles, y de los pueblos y ciudades que
+habia visto, pues tambien habia viajado por tierra de Afranc. Al-ghazal
+fué muy afortunado en su legacion de Constantinopla, porque no solo
+concluyó la alianza requerida, sino que consiguió ademas (refiere
+Al-Makkarí) que el nombre de Abde-r-rahman fuese allí mas respetado que
+el del Califa Abassida. Este último historiador cuenta varias anécdotas
+curiosas de la galanteria de Al-ghazal en las cortes que recorrió.
+Llamábanle <i>la gacela</i> (<i>Al-ghazal</i>) por su hermosura, pertenecia á la
+tribu de Bekr Ibn Wáyil, era natural de Jaen, sobresalía en las ciencias
+naturales y en la poesía, y el escritor Ibnu Hayyán le llamaba el
+<i>sabio</i> (<i>A'lim</i>) de Andalucía.</p></div>
+
+<div class="footnote"><p><a name="Footnote_124_127" id="Footnote_124_127"></a><a href="#FNanchor_124_127"><span class="label">[124]</span></a> Mas adelante se hablará de este singular personage,
+insigne músico de la Iraca, á quien tuvo el rey hospedado en su propio
+alcázar, colmándole de agasajos y liberalidades.</p></div>
+
+<div class="footnote"><p><a name="Footnote_125_128" id="Footnote_125_128"></a><a href="#FNanchor_125_128"><span class="label">[125]</span></a> Obeydullah Ibnu-l-balensí (es decir, Obeydullah, <i>hijo
+del valenciano</i>), nieto de Abde-r-rahman I, se distinguió principalmente
+contra los Cristianos de Alava y las Castillas. «En el año 224 (A. D.
+838), dice An-nuwayrí, Abde-r-rahman envió un ejército contra el enemigo
+bajo el mando de Obeydullah, hijo de Abdullah el valenciano; llegó este
+ejército á Alava y á la tierra de los castillos, y tuvo con los infieles
+un encuentro en que, despues de un rudo pelear y de una gran matanza,
+fueron derrotados los Cristianos. Fueron tantos sus muertos, que cuando
+estaban ya apiladas sus cabezas en el campo de batalla, no podia un
+ginete ver á su compañero.»
+</p><p>
+Nuestros historiadores no hacen mencion de esta derrota; al contrario,
+pintan bajo el reinado de D. Alfonso el Casto muy crudamente
+escarmentados á los capitanes de Abde-r-rahman II en los acontecimientos
+de Galicia. Solo Dios sabe la verdad, repetiremos á usanza de los
+Arabes.</p></div>
+
+<div class="footnote"><p><a name="Footnote_126_129" id="Footnote_126_129"></a><a href="#FNanchor_126_129"><span class="label">[126]</span></a> Las paces ajustadas entre Abde-r-rahman II y Cárlos el
+Calvo constan por los Anales Berlinianos, donde, bajo el año 847, se
+refiere con este motivo la peticion que los afligidos cristianos de
+España dirigieron al rey franco á fin de que reclamara de Abde-r-rahman
+que le entregase cierto diácono aleman, apóstata, que andaba concitando
+en Córdoba contra ellos los ánimos del rey y de los principales
+sarracenos. «<i>Legati Abdirhaman Regis Sarracenorum á Corduba Hispaniæ ad
+Carolum pacis petendæ fæderisque firmandi gratia veniunt... Bodo, qui
+ante annos aliquat Christiana veritate derelicta ad Judæorum perfidiam
+concesserat, in tantum mali profecit, ut in omnes Christianos Hispaniæ
+degentes, tam Regis quam gentis Sarracenorum animos concitare
+statuerit... Super quo omnium illius Regni Christianorum petitio ad
+Carolum Regem... missa est, ut memoratus Apostata reposceretur, ne
+diutius, etc.</i>»</p></div>
+
+<div class="footnote"><p><a name="Footnote_127_130" id="Footnote_127_130"></a><a href="#FNanchor_127_130"><span class="label">[127]</span></a> El metropolitano de Sevilla, Recafredo, cediendo á las
+intimaciones de Abde-r-rahman, prohibió á los cristianos presentarse
+voluntariamente ante los Cadíes para confesar á Cristo, y persuadido de
+un esceptor de tributos que despues apostató de la religion cristiana,
+mandó que no se tuviesen por mártires, sino por malhechores temerarios,
+los que espontáneamente se ofreciesen á los referidos jueces. Tambien
+decretó que se tuviesen por escomulgados los que sin ser violentados á
+comparecer fuesen condenados á muerte, y como á tales se quemaron los
+cuerpos de algunos que permanecian todavía pendientes en el lugar del
+suplicio. Este decreto suscitó de parte del obispo Saulo, S. Eulogio y
+otros muchos sacerdotes, enérgicas impugnaciones que avivaron la fé de
+los cristianos. Menudearon desde entonces las confesiones, y arreció la
+cólera de los perseguidores. Determinó el rey árabe, oido su consejo,
+que tuviese cualquiera musulman facultad para quitar la vida al que
+hablase mal de su profeta y secta. Con esta resolucion «los buenos y
+celosos huyeron y se ocultaron, dice Gomez Bravo; los malos apostataron
+de la religion cristiana; otros publicaban que los mártires habian sido
+indiscretos y temerarios, aunque antes los habian venerado por
+felicísimos; otros, que desde el principio los habian anatematizado, los
+maldecian y llenaban de oprobios.» Oigamos mas bien las sentidas quejas
+de Alvaro en su Indículo luminoso: <i>¿Nonne ipsi, qui videbantur columnæ,
+qui putabantur Ecclesiæ Petræ, qui credebantur electi, nullo cogente,
+nemine provocante, judicem adierunt, et in præsentia cinicorum, imo
+Epicurorum Dei Martyres infamarunt? ¿Nonne Pastores Christi, Doctores
+Ecclesiæ, Episcopi, Abbates, Presbyteri, Proceres et Magnati hæreticos
+eos esse publice clamarunt? ¿Et quos in Catholica fide natos, et matris
+Ecclesiæ uberibus nutritos noverunt, meretricio concubitu, et
+adulterorum cibo pastos esse firmarunt? ¿Et est ne aliquis de flagello
+qui adhuc conquirat digne, cum causam ipsius videt flagelli?</i></p></div>
+
+<div class="footnote"><p><a name="Footnote_128_131" id="Footnote_128_131"></a><a href="#FNanchor_128_131"><span class="label">[128]</span></a> Es de advertir que en la primitiva iglesia no se tenian
+en público por santos ni se hacia fiesta como á tales sino á solos los
+mártires, y que en la iglesia mozárabe de Córdoba perseveraba esta
+costumbre. «En padeciendo un mártir, dice Ambrosio de Morales, luego le
+celebraban la fiesta en todos los años, le decian sus horas y le daban
+su leyenda.» Proclamábanse, pues, los santos en la España árabe por voz
+pública en cuanto morian, sin esperar canonizacion de Roma. La
+canonizacion, ó por lo menos su principio, parece sin embargo de origen
+mas antiguo, puesto que segun los martirologios, el Papa Leon III mandó
+tener por santos y rezar de ellos á algunos que allí se nombran, y este
+Papa ascendió al pontificado el año de J. C. 796.</p></div>
+
+<div class="footnote"><p><a name="Footnote_129_132" id="Footnote_129_132"></a><a href="#FNanchor_129_132"><span class="label">[129]</span></a> Siguiendo el ejemplo de Conde traducimos en romance
+octosílabo los versos de Abde-r-rahman, cuyo original puede verse en la
+nota 32 del Sr. Gayangos al cap. IV, lib. VI de Al-Makkarí.</p></div>
+
+<div class="footnote"><p><a name="Footnote_130_133" id="Footnote_130_133"></a><a href="#FNanchor_130_133"><span class="label">[130]</span></a> Copiando al historiador Ibrabim el Katib refiere Conde,
+que un dia regaló el sultan á una esclava suya, muy linda y preciosa, un
+collar ó gargantilla de oro, perlas y pedrería, de valor de 10,000
+dinares ó doblas de oro, y que contando despues el rey á su poeta Abdala
+ben Xamri que á sus wazires, presentes á la dádiva, les habia parecido
+escesiva, el poeta por adular el gusto de su señor habia improvisado un
+concepto en verso encareciendo las gracias de la esclava querida, al
+cual contestó el rey con esta otra improvisacion:
+</p>
+
+<table border="0" cellpadding="0" cellspacing="0" summary="">
+<tr><td align="left">Es don tuyo Aben Xamri</td><td align="left">&mdash;la elegante poesía,</td></tr>
+<tr><td align="left">los oscuros pensamientos</td><td align="left">&mdash;tu claridad ilumina</td></tr>
+<tr><td align="left">cual las sombras de la noche&nbsp; &nbsp; &nbsp;</td><td align="left">&mdash;la luz del alba disipa:</td></tr>
+<tr><td align="left">su encanto por el oido</td><td align="left">&mdash;en el corazon destila,</td></tr>
+<tr><td align="left">como la gracia y beldad</td><td align="left">&mdash;de una criatura linda</td></tr>
+<tr><td align="left">nuestros ojos arrebata</td><td align="left">&mdash;nuestro corazon hechiza,</td></tr>
+<tr><td align="left">mas que la rosa y jazmin</td><td align="left">&mdash;mas que las eras floridas.</td></tr>
+<tr><td align="left">Mi corazon y mis ojos</td><td align="left">&mdash;á ser mios todavía,</td></tr>
+<tr><td align="left">rendido los ensartara</td><td align="left">&mdash;en la hermosa gargantilla.</td></tr>
+</table>
+
+</div>
+
+<div class="footnote"><p><a name="Footnote_131_134" id="Footnote_131_134"></a><a href="#FNanchor_131_134"><span class="label">[131]</span></a> Mandó Abde-r-rahman construir hermosas mezquitas en
+Córdoba, y en ellas puso fuentes de mármol y jaspes varios, y trajo á la
+ciudad las aguas dulces desde los montes con encañados de plomo, y la
+llenó de fuentes y edificó baños públicos de mucha comodidad, y
+abrevaderos y grandes pilas para las caballerías. Enlosó las calles de
+su corte, edificó alcázares en las ciudades principales de España,
+reparó los caminos y construyó las rusafas ó jardines á orillas del
+Guadalquivir, dotó las madrisas ó escuelas de muchas poblaciones, y
+mantenia en la madrisa de la aljama de Córdoba trescientos niños
+huérfanos. (Conde, tomo I, cap. 40.)
+</p><p>
+A pesar de esto, no es creible que fuese este sultan el que llevára á la
+mezquita mayor las aguas de la sierra para el atrio de las abluciones,
+porque al hablar Al-Makkarí de las mejoras hechas en el gran edificio
+por Al-hakem II muchos años despues, dá á entender su traductor que
+hasta el tiempo en que este Califa construyó los cuatro nuevos pilares
+para el alguado y las purificaciones surtiéndolos con agua de la sierra,
+no habia habido para estos usos mas fuente en el patio mencionado que la
+de un gran depósito que se llenaba con agua de una noria vecina,
+probablemente movida por un camello.</p></div>
+
+<div class="footnote"><p><a name="Footnote_132_135" id="Footnote_132_135"></a><a href="#FNanchor_132_135"><span class="label">[132]</span></a> Este soberbio acueducto, que todavía subsiste (aunque
+inutilizado en algunos de sus ramales, pues tenia varios), y en cuya
+descripcion tan prolijamente se ejercitó la escudriñadora pluma de
+Ambrosio de Morales, teniendo presentes las memorias del arzobispo D.
+Rodrigo, y añadiendo de su propio caudal muy curiosas noticias, tenia su
+principio á dos leguas y media de la ciudad, arrancaba en la misma
+sierra é iba recogiendo otros golpes de agua en el camino. Venia esta
+encauzada en conductos de fortísima argamasa, embovedados, de tres piés
+de anchura, y revestidos por dentro de un betun fino y duro como
+escayola dado de bermellon. Morales que lo reconoció dice que esta
+costra de betun conservaba el color del bermellon tan vivo como el dia
+que allí se puso. Atravesaba el referido conducto grandes montañas,
+trabajosamente horadadas; y para que el enorme peso de estas no hundiese
+la obra, levantaron por todo aquel espacio muchas lumbreras á manera de
+torres muy juntas, que suben hasta lo alto y sustentan la montaña
+aliviando el peso con repartirlo en aquellos pequeños trechos.
+Atravesaba tambien el conducto los valles, los arroyos y los barrancos,
+sobre sólidos y hermosos puentes, que el mismo cronista vió antes de que
+se deshiciesen para los edificios del monasterio de S. Gerónimo de la
+Sierra. Ultimamente al llegar á la ciudad, en vez de ir el acueducto
+derecho al alcázar y á la mezquita, daba un gran rodeo para entrar por
+lo mas alto de la poblacion á fin de que el agua se distribuyera
+facilmente por todos sus barrios, es decir, que cruzaba por la dehesa de
+Cantarranas (al norte de la actual plaza de toros), y tocaba en la
+puerta del Osario, desde donde iba el agua á todas partes por gruesos
+atanores ó caños de plomo. A la mezquita, sin embargo, no llegó
+probablemente el agua hasta el reinado de Al-hakem II.</p></div>
+
+<div class="footnote"><p><a name="Footnote_133_136" id="Footnote_133_136"></a><a href="#FNanchor_133_136"><span class="label">[133]</span></a> Véase á Ambrosio de Morales, lib. XIII, cap. XLIV,
+refiriendo la ocasion del martirio de las dos santas vírgenes Nunilo y
+Alodia, y al P. Roa en su <i>Flos Sanctorum</i> de Córdoba, copiando de S.
+Eulogio la breve memoria de los protomártires Adulfo y Juan.</p></div>
+
+<div class="footnote"><p><a name="Footnote_134_137" id="Footnote_134_137"></a><a href="#FNanchor_134_137"><span class="label">[134]</span></a> «Si algun cristiano entrare en la mezquita, ó dijere mal
+de Dios ó de Mahoma, tórnese moro, ó sea muerto,» decia el fuero de
+Coimbra. Una nueva ley de Abde-r-rahman II prescribia que al cristiano
+que entrase en una mezquita se le cortasen los piés y las manos, y por
+otra se mandaba que el que injuriase á algun mahometano fuese azotado, y
+el que le hiriese fuese muerto. <i>Ecce enim lex publica pendet, et
+legalis jussa per omne regnum eorum discurrit, ut qui blasphemaverit
+flagelletur, et qui percuserit occidatur.</i> (Alvaro. Indículo luminoso,
+núm. 6, pág. 228 de la edicion de Florez.)</p></div>
+
+<div class="footnote"><p><a name="Footnote_135_138" id="Footnote_135_138"></a><a href="#FNanchor_135_138"><span class="label">[135]</span></a> Llamábanle en efecto sus súbditos <i>el victorioso</i>
+(<i>Abú-l-motref</i>) y tambien <i>padre de los vencedores</i>
+(<i>Abú-l-modhaffer</i>).</p></div>
+
+<div class="footnote"><p><a name="Footnote_136_139" id="Footnote_136_139"></a><a href="#FNanchor_136_139"><span class="label">[136]</span></a> Los árabes en efecto no daban tormento corporal á los
+cristianos infractores de las citadas leyes: cuando cualquier cristiano,
+movido de su celo y fervorosa fé, hablaba en público contra Mahoma ó su
+secta, era acusado y preso, y si perseveraba en su propósito lo
+degollaban, sin azotarle ni darle otra pena, porque la legislacion
+musulmana prohibia que al que habia de sufrir pena de muerte se le diese
+ningun otro castigo. Nadie obligaba, pues, á los cristianos á apostatar:
+podian permanecer en su religion sin ser molestados siempre que ellos no
+se propasasen á desobedecer las citadas leyes penales, y es claro que la
+generalidad de los mozárabes, que no se sentian animados de un
+estraordinario valor, cumplian con sus deberes religiosos y se
+justificaban á los ojos de Dios obedeciendo sumisos aquellas
+prohibiciones. ¿Mas habráse de deducir por esto que no era loable y muy
+de envidiar el santo celo de los mártires, que burlándose de las humanas
+leyes y de sus opresores se presentaban espontáneamente á declarar su fé
+y á vituperar los errores del mahometismo? De ninguna manera: ¿quién
+podrá disputarle á Dios, que inflamaba sus corazones y movia sus
+lenguas, el derecho de suscitar esos testigos heróicos de la verdad en
+los tiempos lastimosos en que reina y prevalece el error? Téngase por
+seguro que cuando la causa es de justicia y en favor de la verdad, la
+obra es de Dios, parezca lo que quiera. De buena gana entraríamos en
+algunas esplanaciones sobre este punto, porque son muchos los que
+todavía consideran á los gloriosos mártires de la persecucion
+sarracénica como víctimas mas de su deplorable fanatismo que de la saña
+de los musulmanes; pero habiendo sido este error victoriosamente
+confutado por el P. Florez (trat. 33, cap. 10, §. II de la <i>España
+Sagrada</i>), el cual discute ampliamente todos los argumentos alegados
+contra los referidos mártires desde su mismo tiempo por los mahometanos
+y por los cristianos tibios ó apóstatas, parece inútil y hasta
+presuntuoso acometer con poca erudicion sagrada una cuestion de tamaña
+importancia en una simple nota, escena indigna de personages tales como
+S. Cipriano y S. Isidoro que en ella figuran.</p></div>
+
+<div class="footnote"><p><a name="Footnote_137_140" id="Footnote_137_140"></a><a href="#FNanchor_137_140"><span class="label">[137]</span></a> Hija de un cristianismo adulterado, la iglesia nestoriana
+de Oriente, arraigada desde el VI siglo en las mas florecientes regiones
+del Asia, en la India, en la Arabia feliz, en Socotra y en la Bactriana,
+entre los Hunos, los Persarmenios, los Medos y los Elamitas, con sus
+obispos, sus pseudo-mártires y sus sacerdotes, ejerció una accion tan
+poderosa en las tendencias del mahometismo naciente por medio de sus
+misioneros, que se asegura que Mahoma debió al trato y escuela del monge
+nestoriano Sergio casi toda la instruccion bíblica de que se auxilió
+para tejer las rapsodias de su Koran. Así los cristianos caldeos y los
+sarracenos procedieron desde los años primeros de la Egira como aliados
+y amigos. El falso profeta celebró con aquella secta un famoso tratado,
+que bajo el título de <i>Testamentum Mahometi</i> dió á luz en árabe y latin
+en París Gabriel Sionita el año de 1630, y cuya sustancia se contiene
+tambien en tres escritores sirios, Bar Hebræus, Maris y Amrus, que
+incluye Assemani en el tomo IV, pág. 59 de su <i>Biblioteca oriental</i>. Por
+este tratado de paz concedia Mahoma á la comunidad nestoriana muy
+importantes exenciones y privilegios. Ultimamente, compruébase la gran
+tolerancia de los Arabes para con los cristianos de la Iglesia Caldea
+por la carta del patriarca Jesujabus á Simon, metropolitano de una
+ciudad persa, que contiene esta notable manifestacion: «Hasta los
+Arabes, á quienes el Omnipotente ha concedido en estos dias la
+dominacion de la tierra, son de los nuestros, como no ignoras. No son
+perseguidores de la religion de Cristo; por el contrario, recomiendan
+nuestra fé, y honran á los santos y ministros del Señor haciendo
+beneficios á sus iglesias y monasterios. (Véase Assemani, obr. cit., t.
+3, pág. 131.)</p></div>
+
+<div class="footnote"><p><a name="Footnote_138_141" id="Footnote_138_141"></a><a href="#FNanchor_138_141"><span class="label">[138]</span></a> La iglesia caldea ó nestoriana profesa dogmas que tienen
+muchos puntos de contacto con los de la iglesia protestante. Como ella
+despoja á la Santísima Madre de Dios de sus mas gloriosos títulos y
+atributos; como ella niega la doctrina del Purgatorio y rechaza el culto
+de las imágenes; como ella contradice la doctrina de la
+Transubstanciacion y de la presencia actual de Jesucristo en el
+Sacramento; como ella hace compatible el matrimonio con los grados
+mayores y menores de la gerarquía eclesiástica. El fundamento de la
+doctrina nestoriana es en suma el mismo que el de la iglesia reformada:
+la divisibilidad y separacion de dos personas y dos naturalezas en
+Cristo, ó lo que es lo mismo, la distincion de dos personas en Cristo,
+el Verbo de Dios y el hombre Jesus; distincion que los católicos
+reconocemos como errónea por la union del Verbo con la naturaleza
+humana, que los teólogos llaman <i>hipostática</i>. (Véase Assemani, t. IV.)</p></div>
+
+<div class="footnote"><p><a name="Footnote_139_142" id="Footnote_139_142"></a><a href="#FNanchor_139_142"><span class="label">[139]</span></a> Sábese por S. Eulogio y Alvaro Cordobés que en los
+tiempos de persecucion se añadian á los tributos ordinarios que pagaban
+los cristianos otros estraordinarios, sin duda como castigo y medio de
+intimidacion. Tenemos un ejemplo de la apurada situacion á que muchos se
+veian reducidos en estas estraordinarias circunstancias, en el viaje que
+los hermanos de S. Eulogio, Isidoro y Alvaro, tuvieron que emprender á
+Alemania con mercaderías de Córdoba, en busca de recursos con que vivir
+y satisfacer aquellos desmedidos impuestos.</p></div>
+
+<div class="footnote"><p><a name="Footnote_140_143" id="Footnote_140_143"></a><a href="#FNanchor_140_143"><span class="label">[140]</span></a> Véase la vida de S. Perfecto, presbítero. Los mártires
+cristianos eran inmolados en la esplanada que caia al pié del alcázar y
+sobre el rio, en el parage que hoy llamamos el Campillo: situacion que
+determina perfectamente Ambrosio de Morales. A la orilla opuesta del
+Guadalquivir se estiende frontero á la ciudad por el mediodia el Campo
+de la Verdad, lugar muy concurrido á la sazon, no sabemos por qué
+motivo, aunque el mismo Morales, traduciendo á S. Eulogio, supone que
+los mahometanos le tenian destinado <i>á sus malvadas oraciones</i>. Diciendo
+el mismo santo que el martirio de S. Perfecto tuvo lugar el dia primero
+de la Pascua de los mahometanos despues de su ayuno, es posible que
+aquel dia se hubiese reunido en el Campo de la Verdad mucha gente á
+distraerse y espaciarse, y que, como las cinco azalas obligatorias para
+todo muslim podian cumplirse en el campo y al raso lo mismo que en la
+mezquita, fuese el mencionado parage preferido por los Cordobeses á los
+otros paseos y ejidos de la ciudad por la circunstancia de tener al lado
+el rio en donde hacer sus abluciones y purificaciones. Como quiera que
+esto deba entenderse, ocurrió, pues, hallarse el Campo de la Verdad
+lleno de turbas cuando fué conducido al suplicio S. Perfecto, y que,
+oyendo decir como el santo mártir acababa de ser degollado, volvieron
+tumultuosamente á la ciudad para verlo, «<i>y muy contentas y alegres por
+haberle visto empapado en su sangre, como se habia revolcado en ella con
+el ímpetu de la muerte, se tornaron al campo para hacer su azala</i>.»</p></div>
+
+<div class="footnote"><p><a name="Footnote_141_144" id="Footnote_141_144"></a><a href="#FNanchor_141_144"><span class="label">[141]</span></a> Tambien los musulmanes eran muy delicados en ciertas
+cosas de conciencia, y muy sutiles los casuistas que los resolvian. El
+que desee formarse idea del <i>candoroso cinismo</i> de uno de los Amires mas
+cultos é ilustrados, lea en Al-Makkarí el estraño caso que propuso
+Abde-r-rahman en plena asamblea de los principales teólogos de su corte
+relativamente al precepto del ayuno de Ramadhán.</p></div>
+
+<div class="footnote"><p><a name="Footnote_142_145" id="Footnote_142_145"></a><a href="#FNanchor_142_145"><span class="label">[142]</span></a> Por ejemplo la que Abde-r-rahman II introdujo de
+presentarse en público siempre velado; la de usar en las vestiduras
+reales su propio nombre bordado en la orla; la de hacer grabar en su
+sello esta piadosa leyenda: «El siervo del misericordioso descansa
+contento en los decretos de Dios.»</p></div>
+
+<div class="footnote"><p><a name="Footnote_143_146" id="Footnote_143_146"></a><a href="#FNanchor_143_146"><span class="label">[143]</span></a> Este nombre (<i>dracknar</i>) daban los Normandos á sus naves.
+Véase Michelet, <i>Historia de Francia</i>. Conde y Al-Makkarí refieren
+concordes la invasion de los Normandos el año 844.</p></div>
+
+<div class="footnote"><p><a name="Footnote_144_147" id="Footnote_144_147"></a><a href="#FNanchor_144_147"><span class="label">[144]</span></a> Véase la nota 2, pág. 118.</p></div>
+
+<div class="footnote"><p><a name="Footnote_145_148" id="Footnote_145_148"></a><a href="#FNanchor_145_148"><span class="label">[145]</span></a> Las <i>annefilas</i> eran las oraciones voluntarias que hacian
+los muslimes devotos, fuera de las cinco azalas ú oraciones
+obligatorias.</p></div>
+
+<div class="footnote"><p><a name="Footnote_146_149" id="Footnote_146_149"></a><a href="#FNanchor_146_149"><span class="label">[146]</span></a> El mancebo Sancho, martirizado en junio del año 851,
+habia sido page en el palacio de Abde-r-rahman.</p></div>
+
+<div class="footnote"><p><a name="Footnote_147_150" id="Footnote_147_150"></a><a href="#FNanchor_147_150"><span class="label">[147]</span></a> Véase el martirio de la virgen Flora, acaecido en
+noviembre del mismo año.</p></div>
+
+<div class="footnote"><p><a name="Footnote_148_151" id="Footnote_148_151"></a><a href="#FNanchor_148_151"><span class="label">[148]</span></a> Aunque muy mal dicho. Esta proposicion no se demuestra
+facilmente en una sencilla nota. Quien dude de ella lea los escritos de
+M. de Bonald, y especialmente el del 28 de octubre de 1810 (<i>Mélanges
+littéraires</i>, etc., tomo 2, pág. 497), donde verá la gran diferencia que
+hay entre <i>cultura</i> y <i>civilizacion</i>.</p></div>
+
+<div class="footnote"><p><a name="Footnote_149_152" id="Footnote_149_152"></a><a href="#FNanchor_149_152"><span class="label">[149]</span></a> Zaryab mejoró el antiguo laud aumentándole una cuerda.
+Los árabes, aficionados á simbolizarlo todo, decian que las cuerdas del
+laud representaban, la primera, que era <i>amarilla</i>, la bilis; la
+segunda, que era <i>encarnada</i>, la sangre; la tercera, <i>blanca</i>, la linfa;
+la cuarta, <i>negra</i>, los malos humores. Zaryab añadió una quinta cuerda
+entre la segunda y la tercera, que correspondia al alma. Véase
+Al-Makkarí, cap. IV, lib. VI.</p></div>
+
+<div class="footnote"><p><a name="Footnote_150_153" id="Footnote_150_153"></a><a href="#FNanchor_150_153"><span class="label">[150]</span></a> Véase la nota 2, pág. 98.</p></div>
+
+<div class="footnote"><p><a name="Footnote_151_154" id="Footnote_151_154"></a><a href="#FNanchor_151_154"><span class="label">[151]</span></a> El Sahbá era un licor, especie de vino claro, que habian
+inventado los mahometanos para eludir la espresa prohibicion alcoránica
+del <i>ghamar</i> ó vino rojo. Véase Conde, t. 1, pág. 307.</p></div>
+
+<div class="footnote"><p><a name="Footnote_152_155" id="Footnote_152_155"></a><a href="#FNanchor_152_155"><span class="label">[152]</span></a> El <i>mihshah</i> era una especie de capa, por el estilo de la
+que llevaba la gente comun. No nos esplica el traductor de Al-Makkarí
+qué clase de estofas eran las llamadas <i>mulham</i> y <i>muharr</i>.</p></div>
+
+<div class="footnote"><p><a name="Footnote_153_156" id="Footnote_153_156"></a><a href="#FNanchor_153_156"><span class="label">[153]</span></a> El plato llamado <i>at-tafayá</i>, que por lo visto era un
+bocado esquisito para los árabes-andaluces, no parece segun la
+descripcion del historiador á quien seguimos muy digno de figurar hoy en
+el catálogo del <i>Cordon-bleu</i>. Reducíase á un mixto de albóndigas y
+pasta frito en aceite de semilla de cilantro. Cuando esto se cita como
+una memorable innovacion, ¡qué tal sería la cocina de los sultanes!</p></div>
+
+<div class="footnote"><p><a name="Footnote_154_157" id="Footnote_154_157"></a><a href="#FNanchor_154_157"><span class="label">[154]</span></a> Véase Al-Makkarí, loc. cit.</p></div>
+
+<div class="footnote"><p><a name="Footnote_155_158" id="Footnote_155_158"></a><a href="#FNanchor_155_158"><span class="label">[155]</span></a> Por falta de noticias históricas no podemos hoy
+determinar si estos dos pórticos, de que habla solo Al-Makkarí, eran
+enteramente nuevos, ó meras modificaciones de la obra de Hixem que
+dejamos descrita: pág. 107.</p></div>
+
+<div class="footnote"><p><a name="Footnote_156_159" id="Footnote_156_159"></a><a href="#FNanchor_156_159"><span class="label">[156]</span></a> Entiéndase bien que esta decadencia solo puede llamarse
+tal comparada con el fervoroso celo de los sultanes predecesores.
+Abde-r-rahman II erigió mezquitas en las principales ciudades de
+Andalucía; pero ninguna de ellas con el sello de grandeza y esplendidez
+que imprimieron los primeros sultanes en la Aljama fundada por
+Abde-r-rahman I.</p></div>
+
+<div class="footnote"><p><a name="Footnote_157_160" id="Footnote_157_160"></a><a href="#FNanchor_157_160"><span class="label">[157]</span></a> Leyes morales religiosas y civiles de Mahoma, tomo 2,
+parte 3.ª Del matrimonio, artículo I. Esta interesante obra pertenece á
+la <i>Collection des Moralistes anciens</i> de M. Lefèvre.</p></div>
+
+<div class="footnote"><p><a name="Footnote_158_161" id="Footnote_158_161"></a><a href="#FNanchor_158_161"><span class="label">[158]</span></a> El que compraba una sierva tenia sobre su cuerpo derechos
+ilimitados. Véase el tít. XVII, <i>Leyes de moros</i>, publicadas por la real
+academia de la Historia.</p></div>
+
+<div class="footnote"><p><a name="Footnote_159_162" id="Footnote_159_162"></a><a href="#FNanchor_159_162"><span class="label">[159]</span></a> Todavía llevan este nombre en Turquía las bañadoras de la
+Sultana.</p></div>
+
+<div class="footnote"><p><a name="Footnote_160_163" id="Footnote_160_163"></a><a href="#FNanchor_160_163"><span class="label">[160]</span></a> <i>Leyes de moros</i>, tít. LXII.</p></div>
+
+<div class="footnote"><p><a name="Footnote_161_164" id="Footnote_161_164"></a><a href="#FNanchor_161_164"><span class="label">[161]</span></a> Véase el art. I del capítulo <i>Del matrimonio</i> citado en
+la nota 1.</p></div>
+
+<div class="footnote"><p><a name="Footnote_162_165" id="Footnote_162_165"></a><a href="#FNanchor_162_165"><span class="label">[162]</span></a> «¡Oh profeta! Manda á las esposas, á las hijas y á las
+mugeres de los creyentes, que cubran con un velo su semblante. Será
+demostracion de su virtud y preservativo contra los rumores del público.
+Dios es indulgente y misericordioso.
+</p><p>
+»Vuestras esposas pueden andar descubiertas en presencia de sus padres,
+de sus hijos, sobrinos, mugeres y esclavos. Temed al Señor, que es
+testigo de todas vuestras acciones.
+</p><p>
+»Las mugeres de edad avanzada pueden quitarse su velo, con tal que no
+pongan estudio en hacerse ver.»
+</p><p>
+(Art.º 17 y 18, cap. <i>Del matrimonio</i>.&mdash;<i>Leyes morales etc. de Mahoma</i>,
+Coleccion cit. de Lefèvre.)</p></div>
+
+<div class="footnote"><p><a name="Footnote_163_166" id="Footnote_163_166"></a><a href="#FNanchor_163_166"><span class="label">[163]</span></a> Véase art. 11, cap. cit., obra cit. de Lefèvre.</p></div>
+
+<div class="footnote"><p><a name="Footnote_164_167" id="Footnote_164_167"></a><a href="#FNanchor_164_167"><span class="label">[164]</span></a> Véase nota 2, pág. 72.</p></div>
+
+<div class="footnote"><p><a name="Footnote_165_168" id="Footnote_165_168"></a><a href="#FNanchor_165_168"><span class="label">[165]</span></a> «Cumplen en los casamientos alegría et <i>alhuelulas</i>
+(gritos de alegría ó de dolor que acostumbran á dar las moras), et
+panderos, et testimonios.» Título VIII. <i>Leyes de moros.</i> «Y permítese
+en las bodas el adufe, y este es de dos maneras: el uno un arco redondo
+y por la una parte pergamino que esté sin cuerdas... Y el otro es de la
+misma suerte, sino que está por las dos partes con pergamino... y si
+tiene cuerdas, ó son sonajas ó gayta no se permite, y los demas
+instrumentos, como laud, rabel y semejantes, como mas fuerça, es <i>haram</i>
+(prohibicion) usarlos en las bodas.» Anon. Valenc. cit. por el Sr.
+Gayangos en su nota 3 al tít. VIII arriba mencionado.
+</p><p>
+Aunque estas leyes fueron recopiladas en época muy posterior á los
+Califas, merecen considerarse como primitivas, puesto que el ilustrado
+orientalista que las ha anotado advierte en el prólogo que las precede
+no haber nada en ellas <i>que no esté enteramente conforme con los
+principios consignados en el Coran, con la tradicion y la</i> Zunna, <i>con
+las doctrinas del rito Malequí que se siguió en Africa y en España, y
+con la letra de otras compilaciones legales del mismo género</i>.</p></div>
+
+<div class="footnote"><p><a name="Footnote_166_169" id="Footnote_166_169"></a><a href="#FNanchor_166_169"><span class="label">[166]</span></a> El <i>acidaque</i> es la dote ó la carta dotal. Entre los
+musulmanes el marido es el que dota á la muger. «El <i>guaquil</i>
+(procurador casamentero, tutor ó curador) dará la novia con palabras
+conocidas, como decir: <i>ya fulano, yo te caso con fulana</i>; y el novio
+dirá: <i>yo estoy contento ó la recibo por esposa</i>, y deste dar y recibir,
+y cantidad del <i>çitaq</i> (<i>acidaque</i> ó dote) presente y dilatado, es la
+que an de testiguar los testigos, de suerte que estos an de hablar con
+ella antes. Si es doncella y no tiene padre, llamarla y que responda al
+llamado, y le dirán: fulano te a pedido para su esposa y te a nombrado
+de <i>çitaq</i> presente tanto, y de <i>muajar</i> (lo que se da despues) tanto.
+Si estás contenta, calla y no respondas, y tu callar es señal cierta que
+concedes y estás contenta; y si no lo estás, habla y di lo que te parece
+y está bien. Si á todo esto calla, su callar es otorgar, y si despues de
+tiempo habla y dice que no sabia que el callar era otorgar, no le es de
+provecho, ni será creida. Y si al tiempo de llamarla se rie ó llora, se
+casará, y no importa, porque el reirse puede ser de contento, y el
+llorar por faltalle en aquella ocasion su padre, con que le escusaba á
+ella de hablar; pero si no quiere hablar ó se levanta de su lugar, y se
+va y se echa de ver en su cara que aborrece el casarse ó no querer al
+novio, se dejará por casar.» Anon. Valenc. citado en la nota 1 al tít.
+X, <i>Leyes de moros</i>.</p></div>
+
+<div class="footnote"><p><a name="Footnote_167_170" id="Footnote_167_170"></a><a href="#FNanchor_167_170"><span class="label">[167]</span></a> Art. 3, cap. <i>Del repudio</i>, <i>Leyes morales etc. de
+Mahoma</i>, Colec. cit. de Lefèvre.</p></div>
+
+<div class="footnote"><p><a name="Footnote_168_171" id="Footnote_168_171"></a><a href="#FNanchor_168_171"><span class="label">[168]</span></a> Cuando un mahometano jura repudiar á su esposa, rompe
+todo comercio con ella. La esposa, así que llega á su noticia el
+juramento, se cubre con un velo y se retira á su aposento sin volver á
+presentarse á su marido. Para la reconciliacion hay un término
+improrogable de cuatro meses, llamado la <i>alheda</i>, pasado el cual todo
+vínculo queda disuelto y la muger recobra su libertad. Al salir de la
+casa marital recibe su <i>acidaque</i> y se lleva consigo sus hijas, dejando
+los hijos varones en poder del padre. Véase el cap. cit. <i>Del repudio</i>.</p></div>
+
+<div class="footnote"><p><a name="Footnote_169_172" id="Footnote_169_172"></a><a href="#FNanchor_169_172"><span class="label">[169]</span></a> La <i>atalca</i> es el acto de repudio ó divorcio.</p></div>
+
+<div class="footnote"><p><a name="Footnote_170_173" id="Footnote_170_173"></a><a href="#FNanchor_170_173"><span class="label">[170]</span></a> Gran muro divisorio que segun el Koran separa el paraiso
+del infierno.</p></div>
+
+<div class="footnote"><p><a name="Footnote_171_174" id="Footnote_171_174"></a><a href="#FNanchor_171_174"><span class="label">[171]</span></a> Párrafo 3.º, art. 5, cap. <i>Del repudio</i>, <i>Leyes morales
+etc.</i>
+</p><p>
+El que repudiaba á su muger y se arrepentia de haberla repudiado, en los
+cuatro meses de <i>alheda</i> ó plazo para la reconciliacion no podia tener
+comercio con ella si antes no daba libertad á un cautivo. Si no
+encontraba cautivo ninguno que redimir, debia ayunar por espacio de dos
+meses; pero esta penitencia podia conmutarse con alimentar á 60 pobres.
+(Art. 13, cap. <i>Del matrimonio</i>.)</p></div>
+
+<div class="footnote"><p><a name="Footnote_172_175" id="Footnote_172_175"></a><a href="#FNanchor_172_175"><span class="label">[172]</span></a> «El que feziere forniçio con syerva de su fijo, non aya
+<i>alhudud</i>...» «Et el que feziere forniçio con muger de su syervo, non le
+den <i>alhudud</i>...» El <i>alhudud</i> era pena de 80 azotes que segun la ley
+castigaba el pecado carnal en ciertos y determinados casos. Véanse los
+títulos CLXX y CLXXI, <i>Leyes de moros</i>.</p></div>
+
+<div class="footnote"><p><a name="Footnote_173_176" id="Footnote_173_176"></a><a href="#FNanchor_173_176"><span class="label">[173]</span></a> Véase la nota antecedente.</p></div>
+
+<div class="footnote"><p><a name="Footnote_174_177" id="Footnote_174_177"></a><a href="#FNanchor_174_177"><span class="label">[174]</span></a> Véase la nota 1 al tít. II, <i>Leyes de moros</i>.</p></div>
+
+<div class="footnote"><p><a name="Footnote_175_178" id="Footnote_175_178"></a><a href="#FNanchor_175_178"><span class="label">[175]</span></a> Véase el tít. I de la misma obra.</p></div>
+
+<div class="footnote"><p><a name="Footnote_176_179" id="Footnote_176_179"></a><a href="#FNanchor_176_179"><span class="label">[176]</span></a> «Sy la huérfana toviere <i>alhací</i> ó tutor, et la casare...
+Sy ella lo oviere menester, et fuere su pro, el casamiento sea firme, et
+non la metan en consejo despues que fuere de edat.» Ibíd.</p></div>
+
+<div class="footnote"><p><a name="Footnote_177_180" id="Footnote_177_180"></a><a href="#FNanchor_177_180"><span class="label">[177]</span></a> Los <i>eunucos</i> antiguamente eran los camareros que servian
+en lo interior de los palacios. Aumentada despues la corrupcion, los
+celos de los príncipes introdujeron la bárbara costumbre de que fuesen
+hombres <i>mutilados</i> los que guardasen el aposento de sus esposas, pues
+de este modo, alejados de toda idea de seduccion, se creía que servian
+con mas amor y fidelidad á su dueño.</p></div>
+
+<div class="footnote"><p><a name="Footnote_178_181" id="Footnote_178_181"></a><a href="#FNanchor_178_181"><span class="label">[178]</span></a> Jesucristo nos presenta la distincion entre las obras
+<i>imperfectas</i> de la ley y las obras <i>perfectas</i> de la caridad en aquella
+parábola sublime en que vemos á un hombre maltratado por los ladrones,
+<i>olvidado</i> por el levita y <i>socorrido</i> por el samaritano. El levita
+representa la probidad legal humana, que absteniéndose de hacer el mal,
+omite hacer el bien.</p></div>
+
+<div class="footnote"><p><a name="Footnote_179_182" id="Footnote_179_182"></a><a href="#FNanchor_179_182"><span class="label">[179]</span></a> Los primeros mártires que aparecen sentenciados á muerte
+por el consejo ó mexuar del rey sarraceno son Jorge, Felix, Liliosa,
+Aurelio y Sabigoto, los cuales fueron decapitados en el mes de julio del
+año 852. Hasta entonces las causas de los cristianos que se ofrecian al
+martirio no habian salido de la jurisdiccion de los Cadíes.</p></div>
+
+<div class="footnote"><p><a name="Footnote_180_183" id="Footnote_180_183"></a><a href="#FNanchor_180_183"><span class="label">[180]</span></a> Véase la vida y martirio de Sta. Sabigoto.</p></div>
+
+<div class="footnote"><p><a name="Footnote_181_184" id="Footnote_181_184"></a><a href="#FNanchor_181_184"><span class="label">[181]</span></a> Véase la noticia sobre S. Aurelio.</p></div>
+
+<div class="footnote"><p><a name="Footnote_182_185" id="Footnote_182_185"></a><a href="#FNanchor_182_185"><span class="label">[182]</span></a> Véase el martirio de S. Jorge, ó Georgio.</p></div>
+
+<div class="footnote"><p><a name="Footnote_183_186" id="Footnote_183_186"></a><a href="#FNanchor_183_186"><span class="label">[183]</span></a> En la ocupacion de la Bética por los vándalos veía el
+piadoso Salviano (libro 7, <i>De Gubernatione Dei</i>) el castigo del cielo
+por la corrupcion de sus costumbres. La misma observacion, y las mismas
+palabras con que la espresa, pueden aplicarse á la calamidad, aun mayor,
+del yugo sarraceno: <i>In illa Hispanorum captivitate ostendere Deus
+voluit, quantum, et odisset caruis libidinem, et diligeret castitatem,
+etc.</i>; pues en castigo de su impenitencia despues de aquel primer
+escarmiento, se vió entregada á la barbarie y escesos del mismo vicio
+que tanto amaba.</p></div>
+
+<div class="footnote"><p><a name="Footnote_184_187" id="Footnote_184_187"></a><a href="#FNanchor_184_187"><span class="label">[184]</span></a> <i>Corpora martyrum</i>, escribia Alvaro, <i>à gentilibus arsa
+oculis nostris conspeximus. Et quod abundantiori est fletu plorandum,
+plerosque Patres Anathematizantes talia patientes miravimus.</i></p></div>
+
+<div class="footnote"><p><a name="Footnote_185_188" id="Footnote_185_188"></a><a href="#FNanchor_185_188"><span class="label">[185]</span></a> Véase lo que refiere S. Eulogio, testigo presencial, del
+martirio y declavacion de los Santos Emila y Jeremías.</p></div>
+
+<div class="footnote"><p><a name="Footnote_186_189" id="Footnote_186_189"></a><a href="#FNanchor_186_189"><span class="label">[186]</span></a> <i>Per ordinem disponantur viri: deinde pueri: deinde
+hermaphroditi: deinde mulieres.</i> (Probabile est apud Mahumetanos esse
+multos hermaphroditos, ob assiduum usum veneris præposteræ.) etc.
+<i>Marrac.==Prodrom. ad refut. Alcor. part. IV, cap. V.</i></p></div>
+
+<div class="footnote"><p><a name="Footnote_187_190" id="Footnote_187_190"></a><a href="#FNanchor_187_190"><span class="label">[187]</span></a> Extractos de un curioso M. S. propio del Sr. D. Pascual
+Gayangos.</p></div>
+
+<div class="footnote"><p><a name="Footnote_188_191" id="Footnote_188_191"></a><a href="#FNanchor_188_191"><span class="label">[188]</span></a> M. S. citado en la nota antecedente.</p></div>
+
+<div class="footnote"><p><a name="Footnote_189_192" id="Footnote_189_192"></a><a href="#FNanchor_189_192"><span class="label">[189]</span></a> Refiere esta anécdota Gelaleddin, citado por Savary en la
+nota 2 al cap. LXII del Koran.</p></div>
+
+<div class="footnote"><p><a name="Footnote_190_193" id="Footnote_190_193"></a><a href="#FNanchor_190_193"><span class="label">[190]</span></a> M. S. citado del Sr. Gayangos.</p></div>
+
+<div class="footnote"><p><a name="Footnote_191_194" id="Footnote_191_194"></a><a href="#FNanchor_191_194"><span class="label">[191]</span></a> Ebnol-Athir, citado por Marrac. Refut. al Kor. Prodrom.
+part. IV, cap. IV.</p></div>
+
+<div class="footnote"><p><a name="Footnote_192_195" id="Footnote_192_195"></a><a href="#FNanchor_192_195"><span class="label">[192]</span></a> Algazel, cit. por el mismo, <i>ibíd.</i></p></div>
+
+<div class="footnote"><p><a name="Footnote_193_196" id="Footnote_193_196"></a><a href="#FNanchor_193_196"><span class="label">[193]</span></a> La ablucion general (tahara) se requiere cuando ocurre
+alguna de estas cosas: <i>emissio spermatis per modum effusionis; carnalis
+cupido viri et feminæ, et occursus duorum sponsorum sine emissione
+seminis; et menstruum; et puerperium. Et sancivit Legatus Dei ablutionem
+pro die Veneris, et duabus Festivitatibus; et pro præparatione ad sacram
+peregrinationem</i>. Véase Marrac. op. cit., loc. cit. Tambien pueden verse
+los casos en que se pierde y debe renovarse el <i>tahor</i> (ó tahara) en el
+cap. IV de la obra <i>Suma de los principales mandamientos y devedamientos
+de la Ley y Çunna</i> publicada por la Real Academia de la Historia.</p></div>
+
+<div class="footnote"><p><a name="Footnote_194_197" id="Footnote_194_197"></a><a href="#FNanchor_194_197"><span class="label">[194]</span></a> Los muy curiosos pueden verlas en las dos obras citadas
+en la nota antecedente, así como tambien la comprobacion de todas las
+demas ceremonias que vamos detallando, por ridiculas que parezcan. Aquí
+diremos solo que la ablucion menor, ó purificacion sagrada, requisito
+indispensable antes de toda oracion, se pierde por cualquiera especie de
+secrecion, por el vómito, por el sueño, por la risa desmedida, por el
+deliquio, etc.: de modo que un muslim escrupuloso debe estar casi todo
+el dia remojándose y maniobrando con aquello que hasta los mismos
+hebreos, pueblo reconocido como carnal, prohibian mirar como si
+ofendiese y manchase la vista.</p></div>
+
+<div class="footnote"><p><a name="Footnote_195_198" id="Footnote_195_198"></a><a href="#FNanchor_195_198"><span class="label">[195]</span></a> Bilel era un criado de Mahoma. Cuando murió su amo, dió
+muestras de gran sentimiento, se retiró á los montes, y comenzó á dar
+grandes gritos: tenia una voz muy sonora, y segun el dicho de su amo,
+estaba destinado á ser almuedan del Paraiso. Nota 2 del Sr. Gayangos á
+la pág. 264 de la cit. obra <i>Suma de los principales mandamientos,
+etc.</i></p></div>
+
+<div class="footnote"><p><a name="Footnote_196_199" id="Footnote_196_199"></a><a href="#FNanchor_196_199"><span class="label">[196]</span></a> El <i>aliden</i> es la llamada á la oracion desde la torre ó
+alminar de la mezquita, segun se dijo en la pág. 98, nota 1.</p></div>
+
+<div class="footnote"><p><a name="Footnote_197_200" id="Footnote_197_200"></a><a href="#FNanchor_197_200"><span class="label">[197]</span></a> Esta antigua costumbre de las mugeres árabes se observó
+ya por Tertuliano (<i>lib. de Velandis virginibus, cap. 17</i>): <i>judicabunt
+vos Arabiæ feminæ Ethnicæ, quæ non caput tantùm, sed faciem totam
+tegunt, ut, uno oculo librato, contentæ sunt dimidiâ frui luce, quam
+totam faciem prostituere</i>.</p></div>
+
+<div class="footnote"><p><a name="Footnote_198_201" id="Footnote_198_201"></a><a href="#FNanchor_198_201"><span class="label">[198]</span></a> El erudito comentador de Luitprando D. Lorenzo Ramirez de
+Prado, alegando la autoridad de nuestro cronista Juliano, supone que el
+manto ó almalafa de las hembras árabes de España era comun á hombres y
+mugeres. Dá la razon en el párrafo siguiente copiado de aquel cronista
+(núm. 620): <i>Eisdem vestibus utuntur nunc Saraceni, quas ex Africâ secum
+deduxerunt quæ mentitis vestibus venerant huc cum viris. Nam Miramolinus
+feminas vetuerat, ne transirent ad Hispanias. Et amatores Saraceni
+adduxerunt nonnullas virgines in habitu virili, quali nunc utuntur
+feminæ Bæticæ, et olim utebantur etiam Christianæ degentes inter Mauros;
+vocant</i> <span class="smcap">MANTOS ET ALMALAFAS</span>. Si los hombres con sus mantos cubrian la
+cabeza, como usan hoy los árabes y africanos, facilmente se comprende
+que una muger envuelta en su almalafa pudiese confundirse con un varon
+mancebo, sobre todo si era la almalafa un manto tupido y fuerte, y no un
+velo fino y trasparente como el <i>theristro</i>, que usaban las mugeres en
+los paises cálidos de Oriente segun el testimonio de varios SS. PP.
+comentando los pasages del Génesis en que se hace mencion del velo de
+Thamar y de Rebeca. Entre los griegos del Bajo-Imperio hasta los mismos
+hombres afeminados lo usaron, puesto que se refiere que habiendo enviado
+el rey Hugo á Romano II, entre varios presentes, dos hermosos perros del
+norte, al ver los animales al emperador griego cubierto con su
+<i>theristro</i> á la usanza de su pais, le creyeron un monstruo en vez de un
+hombre, y se lanzaron sobre él furiosos. En la forma general, muy poco
+debia diferenciarse el trage de los dos sexos: camisa, túnica, faja y
+manto, eran comunes á hombres y mugeres. Hasta el tocado era parecido,
+porque si ellos llevaban turbantes, mas ó menos voluminosos segun los
+paises de donde procedian, ellas usaban las llamadas por los cronistas
+latinos <i>mitriolas</i>, que no eran otra cosa que una pequeña faja rodeada
+á la cabeza, llevada en todos tiempos por los lidios, frigios, sirios,
+árabes, persas y egipcios, y entre los romanos como adorno de las
+mugeres estrangeras, de las rameras, y de los hombres afeminados que
+afectaban un trage exótico. Una cosa que no llevaban los hombres en la
+España-árabe era el <i>thorax sericus</i> ó paño de seda que cubria el pecho,
+que nuestras mozárabes cristianas tomaron de las mugeres árabes, y de
+que no se olvida el minucioso expositor Aly ben Mohammed, á quien sigue
+Marracio, al enumerar las prendas con que se debe revestir á los
+difuntos, hombres y mugeres. (<i>Caput de oratione in exequiis mortuorum</i>,
+obra cit.)</p></div>
+
+<div class="footnote"><p><a name="Footnote_199_202" id="Footnote_199_202"></a><a href="#FNanchor_199_202"><span class="label">[199]</span></a> Véase nota 3, pág. 136.</p></div>
+
+<div class="footnote"><p><a name="Footnote_200_203" id="Footnote_200_203"></a><a href="#FNanchor_200_203"><span class="label">[200]</span></a> Véase la eruditísima nota de D. Lorenzo Ramirez de Prado
+al núm. 352 del <i>Cronicon</i> de Luitprando, llena de curiosas
+investigaciones sobre el uso de los palios, mantos y velos de los
+orientales.</p></div>
+
+<div class="footnote"><p><a name="Footnote_201_204" id="Footnote_201_204"></a><a href="#FNanchor_201_204"><span class="label">[201]</span></a> Femineum lucet sic per bombycina corpus. Marcial, lib. 8,
+epíg. 68.</p></div>
+
+<div class="footnote"><p><a name="Footnote_202_205" id="Footnote_202_205"></a><a href="#FNanchor_202_205"><span class="label">[202]</span></a> <i>Suma de los principales mandamientos</i>, etc. Cap. VII,
+Del atayamun y sus defectos.</p></div>
+
+<div class="footnote"><p><a name="Footnote_203_206" id="Footnote_203_206"></a><a href="#FNanchor_203_206"><span class="label">[203]</span></a> Las cinco azalas del dia son de obligacion inescusable,
+pero como queda indicado no es obligatorio hacerlas todas en público. En
+público, esto es, en la mezquita, solo es de riguroso precepto la del
+viernes ó dia festivo, á la hora de <i>adohar</i>; las demas se pueden hacer
+privadamente, y cada cual de hecho las hace en el lugar ó sitio en que
+le coge la hora de cumplir este deber. Es claro que cuando se hace la
+azala en medio de un campo, ó viajando, no hay Imam que la dirija, ni
+hay lectura del Koran, ni sermon, ni Kotba (véase la nota 2, pág. 99); y
+muchas veces ni siquiera puede precederle la ablucion general (<i>tahara</i>)
+y la purificacion ceremonial (<i>alguado</i>) por no haber agua corriente á
+mano. En este caso hace el muslim el <i>tayamun</i> con polvo, ó tierra, ó
+yerba, ó césped, ó nieve, ó barro, etc. Ahora bien, el <i>tayamun</i> es solo
+un medio supletorio, y no dispensa de hacer tahara si se ha perdido, y
+<i>alguado</i> cuando en el término de una hora sea posible hallar agua clara
+y sitio á propósito para ello. El modo de hacer <i>tayamun</i> consta en el
+cap. VII de la obra <i>Suma de los principales mandamientos</i>, etc., ya
+citada. «La manera como se ha de hacer es, que ponga las manos sobre la
+tierra, llanas, ó en la cosa con que quiera hacer <i>tayamun</i>, y
+lebántelas sumariamente y maçhará (restregará) su cara una bez,
+nonbrando ad Allah el alto, y buélbalas á poner sobre la tal cosa que el
+tomare y hagan al braço derecho principiando de la punta de los dedos de
+la mano hasta encima del codo, y buélbalas á poner las manos sobre la
+tal cosa, y hará de aquella mesma manera al braço yzquierdo, sin
+lebantar la mano hasta que buelba á salir por los mesmos dedos por donde
+principia: de manera que de subida y baxada comprenda bien todo el
+braço.»</p></div>
+
+<div class="footnote"><p><a name="Footnote_204_207" id="Footnote_204_207"></a><a href="#FNanchor_204_207"><span class="label">[204]</span></a> Véase Clemente Tosius, abad de la Congregacion
+Sylvestrina, en su obra <i>India oriental</i>, tomo I.</p></div>
+
+<div class="footnote"><p><a name="Footnote_205_208" id="Footnote_205_208"></a><a href="#FNanchor_205_208"><span class="label">[205]</span></a> Véase Marraccio, obra cit., y la interesante obra
+titulada <i>Viaggio all'Indie Orientali</i>, etc., del P. Vicente María de
+Sta. Catalina de Sena, carmelita descalzo.</p></div>
+
+<div class="footnote"><p><a name="Footnote_206_209" id="Footnote_206_209"></a><a href="#FNanchor_206_209"><span class="label">[206]</span></a> Los sectarios de Alí pretenden que las abluciones deben
+empezarse por el codo, y los de Omar sostienen que por las puntas de los
+dedos. <i>Les Mahométans disputent entre eux des pratiques</i> (dice Mr. de
+Bonald), <i>les chrétiens du dogme</i>. Législation primitive, tomo 3, pág.
+345, nota.</p></div>
+
+<div class="footnote"><p><a name="Footnote_207_210" id="Footnote_207_210"></a><a href="#FNanchor_207_210"><span class="label">[207]</span></a> <i>Alicama.</i> Convocacion interior que se hace en las
+mezquitas con el fin de llamar á los fieles á la oracion. Diferénciase
+de la otra convocacion llamada <i>aliden</i>, en que esta se hace á la parte
+esterior, desde los alminares ó torres, en las que se construyen unas
+terrazas ó balcones que las ciñen en contorno, para que los almuedanes
+puedan dar el pregon á los cuatro vientos, girando hácia la derecha.</p></div>
+
+<div class="footnote"><p><a name="Footnote_208_211" id="Footnote_208_211"></a><a href="#FNanchor_208_211"><span class="label">[208]</span></a> «<i>Si steterit mulier ad latus viri, ita ut ambo
+conjungantur in oratione, vitiabitur oratio viri. Non decet mulieres
+interesse c&oelig;lui (virorum).</i>» Marrac. op. cit., cap. V <i>De eo quod
+convenit orationi.</i> Y no solo han de estar separados los sexos, sino que
+entre los de un sexo mismo hay preferencias reconocidas: así v. g. «<i>Qui
+mundus est non orabit post eum qui patitur frecuentem fluxum urinæ:
+neque, quæ munda est, post eam cui menstruorum reliquiæ perseverent</i>,
+etc. A tal punto se lleva la distincion de gerarquías, que se manda que
+en el templo el que sabe leer no esté detrás del ignorante, ni el
+vestido detrás del desnudo. <i>Ibid.</i></p></div>
+
+<div class="footnote"><p><a name="Footnote_209_212" id="Footnote_209_212"></a><a href="#FNanchor_209_212"><span class="label">[209]</span></a> Marrac. <i>Ibid.</i></p></div>
+
+<div class="footnote"><p><a name="Footnote_210_213" id="Footnote_210_213"></a><a href="#FNanchor_210_213"><span class="label">[210]</span></a> Giaab, citado por Savary en su traduccion del Koran. Cap.
+I. ó Introduccion.</p></div>
+
+<div class="footnote"><p><a name="Footnote_211_214" id="Footnote_211_214"></a><a href="#FNanchor_211_214"><span class="label">[211]</span></a> Suprimimos estas minucias y vaciedades por demasiado
+prolijas y fastidiosas; quien quiera enterarse de todas ellas las
+hallará detalladas con la suficiente claridad en la citada obra de
+Marrac. <i>Refutacion del Koran</i>, y en el cap. XI de la <i>Suma de los
+principales mandamientos y devedamientos</i>, tambien citada. En este
+capítulo hallará el siguiente curioso trozo: «Asiéntese en tierra las
+pulpas de los pulgares de los piés, y diga tres beces <i>çubhana rabbi
+lealé</i> como se dice, y asiéntese sobre la pierna izquierda, de manera
+que no se asiente sobre ninguno de sus piés, sacándolos al lado drecho y
+el bientre del pulgar del pied drecho, y se asiente en la tierra; ó si
+quiere ponga la planta del pied izquierdo con el muslo del drecho, y
+ponga las manos sobre las rodillas y buélbase á <i>açaxdar</i> (postrar en
+tierra) como de primero con <i>Allah ua aqbar</i>, y dispues lebántese con
+<i>Allah ua aqbar</i>, y hará otra <i>arraca</i> (incurvacion) con aquella, y
+asiéntese y diga: etc.» ¡Que así se haga consistir en la mímica el
+mérito de las preces del Altísimo!</p></div>
+
+<div class="footnote"><p><a name="Footnote_212_215" id="Footnote_212_215"></a><a href="#FNanchor_212_215"><span class="label">[212]</span></a> El curioso M. S. del Sr. Gayangos citado en otra nota
+contiene el siguiente párrafo sobre la necesidad de seguir
+escrupulosamente al Imam en la azala pública, que corrobora la exactitud
+de la comparacion que acabamos de hacer. «Y se advierta que la intencion
+de seguir al Imam es <i>fard</i> (precepto forzoso) sobre el que le sigue, y
+que el seguirle ha de ser que despues que el Imam vaya á los actos della
+de bajar ó subir, vaya en su seguimiento, porque de hacellos igual con
+él es <i>macuh</i> (acto laudable no obligatorio), y si antes que él es
+<i>muharam</i> (cosa prohibida). Y si es en <i>taqbirat alyhram</i> y el <i>çalam</i>
+(salutacion que se hace al fin de la oracion) decirlo junto con él ó
+antes que él, es perdida su çala; y esto se advierte porque muchos no
+salen della sino con un <i>haram</i> (condena) acuestas, demas que hay
+opinion de que es perdida si lo hace adred el anticiparse en los actos.
+Y todo esto por la poca consideracion que se tiene de no hacer la obra
+como se debe ó porque piensan que han de acabar primero que el Imam y
+estan engañados, por cuanto no pueden salir de la çala hasta que el Imam
+abra la puerta con dar el <i>çalam</i>. Y se echa de ver en actos tales la
+poca debocion que tienen en esta escelente obra, pues no ben la ora de
+salir della, etc.»
+</p><p>
+Redúcense realmente las oraciones de los mahometanos á verdaderas
+gesticulaciones con el cuerpo, las manos y los piés: incurvaciones de la
+cabeza y de la espalda, postraciones ó humillaciones de toda la persona
+en tierra, y otros actos propios de histriones. Su oracion apenas puede
+llamarse tal: el mismo favor que se les dispensa diciendo que tienen una
+religion (puesto que no hay rigorosamente hablando <i>religion</i> donde no
+hay ademas del templo una ara y un sacrificio, y ellos no tienen
+sacrificio ni ara), se les concede suponiendo que en sus azalas hacen
+<i>oracion</i>, dado que la oracion supone deprecaciones y plegarias. Solo de
+vez en cuando entre la multitud de sus gestos corporales van mezcladas
+las esclamaciones: <i>¡Solo Dios es grande! ¡A Dios las alabanzas! ¡No hay
+mas Dios que Dios!</i> y otras por este estilo, con algunos versículos del
+Koran, especialmente los siete de la primera Sura, que es mas bien un
+himno que una deprecacion, á la manera de muchos Salmos de David. La
+devocion y atencion suma que los mahometanos afectan en sus azalas nace,
+observa Marraccio, en parte de la mera costumbre, en parte tambien de
+verdadera hipocresía. En suma, estos actos puramente exteriores nada de
+por sí influyen en la santificacion del hombre, y nada significan no
+animándolos las virtudes interiores, la caridad, la fé, la piedad, y
+otras que solo el cristianismo inculca y hace de rigoroso precepto. Los
+desmedidos elogios que hoy es moda prodigar á todo lo de los árabes, nos
+obliga á entrar en esta clase de consideraciones.</p></div>
+
+<div class="footnote"><p><a name="Footnote_213_216" id="Footnote_213_216"></a><a href="#FNanchor_213_216"><span class="label">[213]</span></a> Véase la lámina <i>Vista interior de la mezquita</i>.</p></div>
+
+<div class="footnote"><p><a name="Footnote_214_217" id="Footnote_214_217"></a><a href="#FNanchor_214_217"><span class="label">[214]</span></a> Véase la nota 2, pág. 122.</p></div>
+
+<div class="footnote"><p><a name="Footnote_215_218" id="Footnote_215_218"></a><a href="#FNanchor_215_218"><span class="label">[215]</span></a> Debió ser en idioma arábigo esta predicacion de los dos
+cristianos dentro de la mezquita mayor, porque de lo contrario no
+hubieran sido comprendidos. Por lo tocante á Serviodeo, como natural de
+Siria, no hay la menor duda; y en cuanto á Rogelio es de creer que
+hablase aquella lengua, como casi todos los mozárabes españoles, cuando
+se arrojó á evangelizar á los mahometanos. Consta que era cosa comun
+entre los naturales hablar y hasta manejar con elegancia la lengua de
+los dominadores, por lo cual algunos de ellos, aunque cristianos,
+obtenian cargos y empleos en la corte de los Umeyas, escribanías y otros
+oficios del gobierno. Sábese por S. Eulogio (<i>Memorial de los Santos</i>)
+que los dos jóvenes Emila y Jeremías, que hemos nombrado poco há, eran
+doctísimos en la lengua árabe. Del abad Sanson, que en el tiempo á que
+nos referimos tenia 42 años, consta, que se valian de él los reyes de
+Córdoba para traducir del arábigo al latin las cartas que dirigian al
+rey de Francia. (S. Eulogio, <i>Memoriale Sanctorum</i>, lib. 2, c.
+2:&mdash;Florez, <i>Vida del abad Sanson</i>, t. 11, España Sagrada:&mdash;Masdeu,
+Hist. crit., t. XIII, España Arabe, p. 176: etc.)</p></div>
+
+<div class="footnote"><p><a name="Footnote_216_219" id="Footnote_216_219"></a><a href="#FNanchor_216_219"><span class="label">[216]</span></a> «Concluida la oracion, id libremente. Proporcionaos los
+bienes que el cielo ha dispensado á los humanos.» Sura LXII. <i>El
+viernes</i>, vers. 10.</p></div>
+
+<div class="footnote"><p><a name="Footnote_217_220" id="Footnote_217_220"></a><a href="#FNanchor_217_220"><span class="label">[217]</span></a> «Los moros (dice Ambrosio de Morales copiando á S.
+Eulogio) cargaron con tanto ímpetu sobre los dos cristianos,
+derribándolos en el suelo y hiriéndolos, que los uvieran allí muerto, si
+no acudiera el juez, para librarlos de aquella furia, mandándolos llevar
+á la cárcel.»</p></div>
+
+<div class="footnote"><p><a name="Footnote_218_221" id="Footnote_218_221"></a><a href="#FNanchor_218_221"><span class="label">[218]</span></a> «A este fin hizo (el rey moro) venir á la corte á los
+metropolitanos de diversas provincias, para que juntos los obispos
+decretasen lo que deseaba.» Florez, trat. 33, cap. 10, §. III. <i>Del
+Concilio tenido en Córdoba acerca de los que se presentaban al
+martirio.</i></p></div>
+
+<div class="footnote"><p><a name="Footnote_219_222" id="Footnote_219_222"></a><a href="#FNanchor_219_222"><span class="label">[219]</span></a> Florez, loc. cit.</p></div>
+
+<div class="footnote"><p><a name="Footnote_220_223" id="Footnote_220_223"></a><a href="#FNanchor_220_223"><span class="label">[220]</span></a> «Esta simulacion, dice Gomez Bravo, t. 1, p. 132,
+desagradó á S. Eulogio por el escándalo y error que causaba en los
+ignorantes, que no penetraban lo alegórico del conciliar decreto, y
+creerian prohibido el martirio.» El P. Florez es de contrario sentir, y
+de aquellas palabras <i>eademque schæda minimè decedentium agonem
+impugnans, quod futuros laudabiliter extolleret milites, percipitur</i>,
+deduce que el santo declaró ser buenos y favorables á los mártires, no
+solo la intencion, sino tambien el sentido formal de la sentencia. Lo
+cierto sin embargo es que S. Eulogio fué perseguido y se vió en la
+precision de ocultarse.</p></div>
+
+<div class="footnote"><p><a name="Footnote_221_224" id="Footnote_221_224"></a><a href="#FNanchor_221_224"><span class="label">[221]</span></a> Guadalquivir (<i>wada-l-kebir</i>) significa en árabe <i>el rio
+grande</i>.</p></div>
+
+<div class="footnote"><p><a name="Footnote_222_225" id="Footnote_222_225"></a><a href="#FNanchor_222_225"><span class="label">[222]</span></a> Los historiadores árabes refieren la muerte de
+Abde-r-rahman II como natural y tranquila. Nosotros hemos preferido sin
+embargo la relacion de S. Eulogio, porque ademas de ser contemporáneo,
+podia estar muy enterado de la verdad de los hechos por tener un hermano
+empleado en el palacio del sultan. Nuestros mas juiciosos historiadores,
+Morales, Roa, Gomez Bravo, Florez, etc., han seguido esta version.</p></div>
+
+<div class="footnote"><p><a name="Footnote_223_226" id="Footnote_223_226"></a><a href="#FNanchor_223_226"><span class="label">[223]</span></a> Kalam era muy querida de Abde-r-rahman por lo bien que
+escribia, recitaba versos, referia cosas históricas, y sabia tocar y
+cantar. Véase Al-Makkarí, l. VI, c. IV.</p></div>
+
+<div class="footnote"><p><a name="Footnote_224_227" id="Footnote_224_227"></a><a href="#FNanchor_224_227"><span class="label">[224]</span></a> Amaba tambien tiernamente á sus concubinas Mudathirah y
+Ashifá, que de esclavas habia convertido en esposas. <i>Ibid.</i></p></div>
+
+<div class="footnote"><p><a name="Footnote_225_228" id="Footnote_225_228"></a><a href="#FNanchor_225_228"><span class="label">[225]</span></a> Distinguia al célebre poeta Abdallah ben Xamri, y á Yahye
+ben Hakem. Véase Conde, t. 1.º, cap. XL.</p></div>
+
+<div class="footnote"><p><a name="Footnote_226_229" id="Footnote_226_229"></a><a href="#FNanchor_226_229"><span class="label">[226]</span></a> «Bajándole á su lecho, murió aquella misma noche, antes
+que acabase de consumir el fuego los cuerpos de los sagrados mártires.»
+Bravo, t. 1, p. 133.</p></div>
+
+<div class="footnote"><p><a name="Footnote_227_230" id="Footnote_227_230"></a><a href="#FNanchor_227_230"><span class="label">[227]</span></a> De estos pseudo-cristianos, cooperadores de la tiranía
+sarracénica, haremos mencion especial mas adelante, en el capitulo
+<i>Córdoba mozárabe</i>.</p></div>
+
+<div class="footnote"><p><a name="Footnote_228_231" id="Footnote_228_231"></a><a href="#FNanchor_228_231"><span class="label">[228]</span></a> El mismo dia que le proclamaron rey echó del palacio y
+casa real á todos los cristianos que en ella servian, quitándoles las
+raciones y sueldo que tenian; y entre ellos fué tambien echado Joseph,
+hermano de S. Eulogio, como el santo refiere.</p></div>
+
+<div class="footnote"><p><a name="Footnote_229_232" id="Footnote_229_232"></a><a href="#FNanchor_229_232"><span class="label">[229]</span></a> De esta destruccion de los templos de los cristianos en
+tiempo de Mohammed nos ocuparemos tambien en el capítulo <i>Córdoba
+mozárabe</i>.</p></div>
+
+<div class="footnote"><p><a name="Footnote_230_233" id="Footnote_230_233"></a><a href="#FNanchor_230_233"><span class="label">[230]</span></a> S. Eulogio: <i>Docum. Mart.</i>, cap. 7, núm. 6.</p></div>
+
+<div class="footnote"><p><a name="Footnote_231_234" id="Footnote_231_234"></a><a href="#FNanchor_231_234"><span class="label">[231]</span></a> Véase Conde, Cap. XLVIII. t. 1.º Victoria del principe
+Almondhir contra los rebeldes de Toledo. «El principe... envió 700 ú 800
+cabezas de rebeldes á Córdoba... y el rey las mandó poner en las
+almenas, etc.»</p></div>
+
+<div class="footnote"><p><a name="Footnote_232_235" id="Footnote_232_235"></a><a href="#FNanchor_232_235"><span class="label">[232]</span></a> Véase Ambrosio de Morales, con la autoridad de Luis de
+Mármol. Crón. gen., lib. XIV, cap. 32.</p></div>
+
+<div class="footnote"><p><a name="Footnote_233_236" id="Footnote_233_236"></a><a href="#FNanchor_233_236"><span class="label">[233]</span></a> Refiere esta anécdota Conde, t. 1.º, cap. LIV.</p></div>
+
+<div class="footnote"><p><a name="Footnote_234_237" id="Footnote_234_237"></a><a href="#FNanchor_234_237"><span class="label">[234]</span></a> Véase arzob. D. Rodrigo, Hist. de los árabes.</p></div>
+
+<div class="footnote"><p><a name="Footnote_235_238" id="Footnote_235_238"></a><a href="#FNanchor_235_238"><span class="label">[235]</span></a> De los cristianos vergonzantes confundidos con los árabes
+por la lengua, por el trage y por el modo de vivir, se hace mencion
+frecuente en la Esp. Sagr. del P. Florez, trat. 33.</p></div>
+
+<div class="footnote"><p><a name="Footnote_236_239" id="Footnote_236_239"></a><a href="#FNanchor_236_239"><span class="label">[236]</span></a> Véase Conde, t. 1, cap. LV.</p></div>
+
+<div class="footnote"><p><a name="Footnote_237_240" id="Footnote_237_240"></a><a href="#FNanchor_237_240"><span class="label">[237]</span></a> Conde, <i>ibid.</i>, y Al-Makkarí convienen en este suceso.
+Véase la obra del último, lib. VI, cap. IV.</p></div>
+
+<div class="footnote"><p><a name="Footnote_238_241" id="Footnote_238_241"></a><a href="#FNanchor_238_241"><span class="label">[238]</span></a> «Asi fué que el rey Mohammad estando sin dolencia alguna,
+y recreándose en los huertos de su alcázar con sus wazires y familiares,
+le dijo Haxem ben Abdelasis ben Chalid, Walí de Jaen, ¡cuán feliz
+condicion la de los reyes! para ellos solos es deliciosa la vida, para
+los demas hombres no tiene el mundo tantos atractivos: ¡qué jardines tan
+amenos, qué magníficos alcázares, y en ellos cuántas delicias y
+recreaciones! Pero la muerte tira la cuerda limitada por la mano del
+hado, y todo lo turba, y acaba el poderoso príncipe como el rústico
+labriego. Mohammad le respondió: en apariencia la senda de la vida de
+los reyes parece llena de flores aromáticas; pero en verdad son rosas
+con agudas espinas: la muerte de las criaturas es obra de Dios, y
+principio de bienes inefables para los buenos; y sin ella yo no seria
+ahora rey de España. Retiróse el rey á su estancia, y se reclinó á
+descansar, y le salteó el eterno sueño de la muerte, que roba las
+delicias del mundo, y ataja y corta los cuidados y vanas esperanzas
+humanas.» Conde. Hist. cit., tomo I, cap. LVII.</p></div>
+
+<div class="footnote"><p><a name="Footnote_239_242" id="Footnote_239_242"></a><a href="#FNanchor_239_242"><span class="label">[239]</span></a> La comprobacion de esta verdad se halla en la historia de
+nuestro arte nacional. Asimiladas en cierta manera las dos arquitecturas
+árabe y goda en el siglo de Carlomagno por la visible inoculacion del
+gusto bizantino en ambas, empiezan á seguir una marcha divergente desde
+que acaba en Europa el influjo de la restauracion Carlovingia. Entregado
+entonces el genio occidental á sus propias fuerzas, el gusto bizantino ó
+neo-griego solo entra en sus concepciones como auxiliar para la
+ornamentacion, al paso que el genio arábigo le adopta como fundamento.
+Esta diferencia se manifiesta ya muy marcada en el décimo siglo, y desde
+el undécimo en adelante se señala aun mas, para formar luego dos
+sistemas enteramente opuestos en el siglo XIII y siguientes. Los
+caractéres mas aparentes de estos dos sistemas occidental y oriental son
+la tendencia del primero á la vertical, y la propension al desarrollo
+horizontal en el segundo. Aquel aspira á la elevacion, estrecha los
+vanos, aguza las armaduras, acaba por romper el arco para reunir sus
+apoyos sin disminuir su altura; el oriental por el contrario se dilata á
+placer sobre la tierra, aplana sus techumbres convirtiéndolas en
+terrazas, ensancha sus vanos, se corona de cúpulas.
+</p><p>
+En España sin embargo la escuela neo-griega ejerce su influjo desde mas
+temprano y de una manera mas marcada que en el resto del Occidente, lo
+cual se debe quizás al dominio que sobre nuestras costas meridionales
+mantuvo el imperio griego en el sexto siglo, y al trato y comercio en
+que desde el siglo VIII vivió el pueblo conquistado con el sarraceno
+conquistador, que propiamente hablando fué para nosotros el vehiculo de
+las prácticas y tradiciones orientales. Para citar un ejemplo de esta
+singularidad que nuestra arquitectura nacional ofrece, entre muchos que
+pudiéramos citar y que suprimimos por no estraviarnos demasiado de
+nuestro propósito, mencionaremos la iglesia de S. Miguel de Lino, en
+Asturias, que siendo construccion del noveno siglo, ofrecia, segun de su
+actual estado pudo colegir Ambrosio de Morales, la singularidad de
+ostentar un cimborio bizantino en su crucero. Este precioso ejemplo de
+nuestra temprana aficion al gusto oriental, merece tenerse muy en cuenta
+hoy que parece probado de una manera inconcusa que los templos mas
+antiguos de Francia coronados de cúpulas bizantinas son en un siglo
+posteriores á nuestro modesto templo asturiano. (Véase la reciente obra
+de M. Felix Verneilh <i>L'architecture Byzantine en France</i>.) El punto que
+en esta nota hemos tocado merece estudiarse detenidamente: el <i>Ensayo
+histórico sobre la arquitectura española</i> del Sr. D. José Caveda puede
+facilitar mucho el estudio analítico que conviene hacer antes de deducir
+conclusiones demasiado generales.</p></div>
+
+<div class="footnote"><p><a name="Footnote_240_243" id="Footnote_240_243"></a><a href="#FNanchor_240_243"><span class="label">[240]</span></a> ¿Quién ignora el orígen de la fábula de Leda? Era tal la
+belleza de los dos jóvenes Cástor y Pólux, y de su hermana Helena, la
+del cuello de cisne, segun la pintan los poetas, que los griegos,
+propensos á materializarlo todo con su risueña mitología, los supusieron
+hijos del mismo Júpiter. Cástor sin embargo no era inmortal, porque en
+realidad el huevo de donde salió juntamente con Clitemnestra, habia sido
+fecundado por Tindaro y no por Júpiter. Pólux y Helena lo eran: ambos
+habian salido del huevo fecundado por el padre de los dioses. Cástor y
+Pólux eran reputados como inmortales, pero cesó el error cuando murió el
+primero.
+</p><p>
+Permitaseme simbolizar con esta fábula la historia de los dos artes
+musulman y cristiano: los dos derivan en su orígen del arte clásico
+griego; pero el uno manifiesta en su desarrollo, degeneracion y muerte,
+el gérmen puramente materialista, mientras el otro revela en su
+crecimiento, siempre progresivo, que lleva por decirlo asi el aliento de
+la Divinidad. El arte cristiano es en efecto producto espontáneo del
+consorcio de la belleza antigua con el espiritu fecundo de la nueva ley
+moral con que Dios dirige á la humanidad.
+</p><p>
+Tambien simboliza el llanto de Pólux por la muerte de su hermano la
+degeneracion del arte cristiano en ciertas épocas, el cual por ceder á
+una ciega y fanática admiracion hácia las creaciones del arte
+materialista, abjura de su inmortalidad, es decir, de sus altas y
+genuinas aspiraciones, y consiente que usurpe su puesto un arte
+alucinador é impotente, cuyos medios no corresponden al objeto final del
+arte en la sociedad cristiana.</p></div>
+
+<div class="footnote"><p><a name="Footnote_241_244" id="Footnote_241_244"></a><a href="#FNanchor_241_244"><span class="label">[241]</span></a> Fué este el rey D. Sancho I, hijo de D. Ordoño III.</p></div>
+
+<div class="footnote"><p><a name="Footnote_242_245" id="Footnote_242_245"></a><a href="#FNanchor_242_245"><span class="label">[242]</span></a> Ibn' Abdi-r-rabbihi, cit. por Al-Makkarí en el cap. V,
+lib. VI de su Hist.</p></div>
+
+<div class="footnote"><p><a name="Footnote_243_246" id="Footnote_243_246"></a><a href="#FNanchor_243_246"><span class="label">[243]</span></a> Mas adelante hablaremos de este procedimiento llamado por
+los árabes el <i>Sofeysafá</i>, empleado con profusion y admirable efecto en
+el mihrab de la mezquita que vamos describiendo.</p></div>
+
+<div class="footnote"><p><a name="Footnote_244_247" id="Footnote_244_247"></a><a href="#FNanchor_244_247"><span class="label">[244]</span></a> La cristiandad veía con espanto acercarse el año mil: una
+especie de terror vago que se cernia como una negra nube sobre todas las
+naciones de Europa, hacia presentir al Occidente una gran mudanza en el
+órden de cosas general, que era nada menos que la disolucion del mundo
+de Carlomagno en el caos para engendrar el feudalismo. Presentian las
+naciones la gran trasformacion, y formulaban sus terrores prediciendo la
+venida del Ante-Cristo y el fin del mundo.</p></div>
+
+<div class="footnote"><p><a name="Footnote_245_248" id="Footnote_245_248"></a><a href="#FNanchor_245_248"><span class="label">[245]</span></a> Las casas de recreacion que por los alrededores de
+Córdoba y su fértil campiña tenian diseminadas los califas y magnates
+eran muchas, y se designaban todas con poéticas denominaciones análogas
+á sus peculiares distintivos, á los fines á que estaban consagradas, ó
+al objeto ideal que habian querido realizar sus dueños. Era la mas
+notable la Ruzafa, de que hemos hablado en el curso de esta descripcion,
+fundada por Abde-r-rahman I como recuerdo de la deliciosa casa de campo
+que su abuelo Hixem habia construido en Damasco. Propios de los califas
+eran tambien, y dispuestos á la manera de las deliciosas <i>villas</i> de
+Italia, el <i>palacio hajirí</i>, el <i>palacio del jardin</i>, el <i>palacio de las
+flores</i>, el <i>palacio de los amantes</i>, el <i>palacio del afortunado</i>, el
+<i>palacio de Rustak</i>, el <i>palacio del contento</i>, el <i>palacio de la
+diadema</i> y el <i>palacio de las novedades</i>. Mas célebre que todos estos
+era el palacio llamado de Dimashk, cuya techumbre sustentaban hermosas
+columnas de mármol, siendo su pavimento de mosáico de vívidos matices; y
+mas todavía el <i>Al-mushafiyyah</i>, propiedad del Wazir de Hixem II Jafar
+Al-mushafí, que describe Ibnu-l-Abbar como una de las mas encantadoras
+moradas de aquellos tiempos y de aquella tierra. Habia ademas muchos
+jardines (<i>Munyat</i>) deliciosos por sus baños, grutas, alamedas y puntos
+de vista; y entre varias granjas se distinguian la <i>pradera de oro</i>, el
+<i>prado del agua murmuradora</i>, el <i>campo de los hurtos</i>, el <i>campo de la
+presa</i>, el <i>campo de los molinos</i>, etc.</p></div>
+
+<div class="footnote"><p><a name="Footnote_246_249" id="Footnote_246_249"></a><a href="#FNanchor_246_249"><span class="label">[246]</span></a> Haremos á su tiempo la descripcion del famoso y poético
+palacio de Medina Azzahra, cuyas maravillas se tienen por fabulosas.</p></div>
+
+<div class="footnote"><p><a name="Footnote_247_250" id="Footnote_247_250"></a><a href="#FNanchor_247_250"><span class="label">[247]</span></a> Pone Al-Makkarí este dicho en boca de un doctor andaluz
+anónimo.</p></div>
+
+<div class="footnote"><p><a name="Footnote_248_251" id="Footnote_248_251"></a><a href="#FNanchor_248_251"><span class="label">[248]</span></a> Así es denominado generalmente Abde-r-rahman III para
+diferenciarle de los otros reyes de su mismo nombre.</p></div>
+
+<div class="footnote"><p><a name="Footnote_249_252" id="Footnote_249_252"></a><a href="#FNanchor_249_252"><span class="label">[249]</span></a> Para las torres que se construían en el décimo siglo en
+la Europa cristiana, no dejaba de ser estraordinaria la altura de 72
+codos dada al alminar ó zoma de Córdoba. Esta torre existia aun en
+tiempo de Ambrosio de Morales, que ligeramente la describe. Quebrantada,
+primero por la osadía de un arquitecto del siglo XVI, á quien se
+consintió reformarla á su manera, y despues por el terrible huracan y
+terremoto del año 1589, acordó el cabildo de Córdoba repararla con
+arreglo á nueva traza, y se empezó á demoler el dia de S. Andrés del año
+1593. Acabóse de construir segun hoy se ve ya muy entrado el siglo XVII,
+y hoy se la designa con el nombre de Torre de las Campanas. Su actual
+estructura es la que aparece en la lámina <i>Puerta de las Palmas</i>.</p></div>
+
+<div class="footnote"><p><a name="Footnote_250_253" id="Footnote_250_253"></a><a href="#FNanchor_250_253"><span class="label">[250]</span></a> Aunque sabíamos ya por el geógrafo Edrisi (nueva
+traduccion de M. Jaubert) que el mosáico esmaltado <i>sofeysafá</i> que cubre
+las paredes del <i>mihrab</i> de Córdoba habia sido en la mayor parte traido
+de Constantinopla, y á pesar de que teníamos ya noticia de los varios y
+preciosos objetos artísticos regalados por el emperador Leon, padre de
+Constantino porfirogénito, á Abde-r-rahman An-nasír para su palacio de
+Medina Azzahra; sin embargo deseábamos ver corroborada con documentos
+mas detallados la filiacion bizantina del arte bajo los grandes califas
+del décimo siglo. Afortunadamente el erudito orientalista D. Pascual de
+Gayangos, cuya traduccion inglesa de Al-Makkarí nos ha sido hasta ahora
+tan útil para nuestra tarea, acaba de proporcionarnos lo que tanto
+deseábamos, tomándose con la bondad que en él encuentran todos los que
+le consultan, el trabajo de traducir para nuestra obra muchos pasages de
+una historia árabe, ahora por primera vez dada á luz en Leyden en su
+idioma original por el Dr. Dozy, en la cual se refieren minuciosidades
+interesantísimas sobre las construcciones de la grande Aljama de Córdoba
+y de Medina Azzahra. Titúlase el libro publicado por Dozy <i>Historia de
+Almagreb, de Ebn Adzarí el de Marruecos</i>, y en su página 253 se cuenta
+como vino el mosáico esmaltado ó <i>sofeysafá</i> de Constantinopla á
+Córdoba, y de qué escuela fueron los artífices que lo fijaron en el
+mihrab de la mezquita: pasage curioso que verá el lector reproducido á
+continuacion.</p></div>
+
+<div class="footnote"><p><a name="Footnote_251_254" id="Footnote_251_254"></a><a href="#FNanchor_251_254"><span class="label">[251]</span></a> Por regla general no habia en aquellos tiempos embajada
+de soberano á soberano sin costosos y esquisitos presentes, y estos
+solian principalmente consistir en manufacturas preciosas, por medio de
+las cuales adquirian las naciones el conocimiento mútuo del estado de
+sus artes. No sabemos de una manera auténtica que fuesen de procedencia
+bizantina en su forma artística los objetos enviados á An-nasír por el
+emperador Oton y demas reyes del norte que con el Califa tuvieron
+comunicaciones amistosas; pero siendo sin disputa bizantino el estilo
+ornamental de todas las construcciones que hoy subsisten en Alemania,
+Francia y España, del tiempo de los Enriques, Conrados y demas monarcas
+de la casa de Sajonia, parece justo deducir que fuesen tambien
+neo-griegas las ideas en todos los ramos industriales de ostentacion y
+lujo. El gusto bizantino reinaba ya á fines del siglo X en casi todo el
+Occidente; por lo tocante á Francia y á los paises que componian el
+dilatado imperio germánico, puede el que guste cerciorarse de esta
+verdad con solo hojear rápidamente las obras que acerca de la historia
+del arte se han publicado en estos años últimos, y principalmente <i>Le
+moyen âge, etc.</i>, de M. Ferdinand Seré, y la concienzuda serie titulada
+<i>Die Ornamentik des Mittelalters</i> del arquitecto Heideloff. Por lo que
+hace á España, si no fueran prueba concluyente de nuestro aserto las
+construcciones que en los reinos de Asturias, Leon y Navarra, y en los
+condados de Castilla y Barcelona erigieron nuestros piadosos y
+magníficos Alfonsos, Ordoños, Ramiros y Wilfridos, todavía podríamos
+citar numerosos documentos de la época á que nos referimos que ponen en
+evidencia la casta bizantina de la ornamentacion nacional; pero este nos
+alejaria demasiado de nuestro objeto presente.</p></div>
+
+<div class="footnote"><p><a name="Footnote_252_255" id="Footnote_252_255"></a><a href="#FNanchor_252_255"><span class="label">[252]</span></a> Es muy de notar este hecho. Los historiadores árabes
+designan con el nombre de Rabí á un obispo de quien se valió en
+diferentes ocasiones Abde-r-rahman el Grande para sus tratos con las
+córtes estrangeras. Rabí fué el que trajo de Constantinopla á Córdoba
+las hermosas fuentes adornadas de bajo-relieves que puso An-nasír en
+Azzahra: Rabí fué el enviado á la corte del emperador Oton con grandes
+regalos para este monarca. El autor de las actas de S. Juan de Gorzia
+nos pinta á los prelados de Andalucía enteramente sumisos á la voluntad
+del Califa; un obispo, á quien no nombra, y que podria ser tal vez ese
+obispo Rabí de las historias árabes, es el comisionado para ir á
+felicitar á Oton por su victoria sobre los húngaros; otro obispo,
+llamado Juan, sirve á An-nasír de instrumento para tratar de vencer el
+teson del Gorziano que causa enojos al sarraceno; otro finalmente,
+llamado Recemundo, y mandado consagrar por An-nasír obispo de Granada,
+va de legado de este al emperador de Alemania para obtener
+diplomáticamente que retire una carta escrita en desdoro del falso
+profeta. Todo en suma manifiesta la preponderancia de la corte de los
+califas en el décimo siglo.</p></div>
+
+<div class="footnote"><p><a name="Footnote_253_256" id="Footnote_253_256"></a><a href="#FNanchor_253_256"><span class="label">[253]</span></a> Este santo fué Juan de Gorzia, cuya legacía, documento
+precioso para la historia diplomática de la edad media, refiere Mabillon
+(<i>Acta Sanctorum ordinis Sancti Benedicti</i>, tomo V).</p></div>
+
+<div class="footnote"><p><a name="Footnote_254_257" id="Footnote_254_257"></a><a href="#FNanchor_254_257"><span class="label">[254]</span></a> Fué este Recemundo, de quien hemos hablado en la nota 3,
+pág. 173, y cuya consagracion es otro hecho singular y precioso para la
+historia de la iglesia mozárabe.</p></div>
+
+<div class="footnote"><p><a name="Footnote_255_258" id="Footnote_255_258"></a><a href="#FNanchor_255_258"><span class="label">[255]</span></a> Ebn Adzarí el de Marruecos, <i>Historia de Almagreb</i>, pág.ª
+249 y 253, cuya traduccion, nunca hasta hoy publicada, debemos, como
+queda arriba dicho, á la bondadosa amistad del Sr. Gayangos.</p></div>
+
+<div class="footnote"><p><a name="Footnote_256_259" id="Footnote_256_259"></a><a href="#FNanchor_256_259"><span class="label">[256]</span></a> Ha de entenderse de la servidumbre de palacio, que tenia
+obligacion de asistir á la azala de mediodia en la Aljama por ser el
+templo mas próximo. Y no debe estrañar que solo la gente del alcázar
+ocupase una gran parte de la mezquita, si se considera que las
+concubinas, esclavos de ambos sexos, pages y eunucos de Abde-r-rahman el
+Grande se contaban por millares.</p></div>
+
+<div class="footnote"><p><a name="Footnote_257_260" id="Footnote_257_260"></a><a href="#FNanchor_257_260"><span class="label">[257]</span></a> <i>Al-mustanser billah</i>, nombre dado á Al-hakem II, que
+quiere decir <i>el que implora el auxilio de Dios</i>.</p></div>
+
+<div class="footnote"><p><a name="Footnote_258_261" id="Footnote_258_261"></a><a href="#FNanchor_258_261"><span class="label">[258]</span></a> Cubierta ó cúpula.</p></div>
+
+<div class="footnote"><p><a name="Footnote_259_262" id="Footnote_259_262"></a><a href="#FNanchor_259_262"><span class="label">[259]</span></a> Mosáico esmaltado. Véase la nota 1, pág. 173.</p></div>
+
+<div class="footnote"><p><a name="Footnote_260_263" id="Footnote_260_263"></a><a href="#FNanchor_260_263"><span class="label">[260]</span></a> Véase la nota 1, pág. 80.</p></div>
+
+<div class="footnote"><p><a name="Footnote_261_264" id="Footnote_261_264"></a><a href="#FNanchor_261_264"><span class="label">[261]</span></a> «A la derecha del <i>Mihrab</i>, dice Edrisí, hay una puerta
+que sirve de comunicacion entre la mezquita y el alcázar, la cual dá á
+un corredor practicado entre dos muros, con ocho puertas, que cierran
+cuatro hácia el palacio, y cuatro hácia la mezquita.» Sin duda por
+equivocacion ha escrito el traductor francés <i>un corridor pratiqué entre
+deux murailles percées de huit portes</i>, pues de los dos muros del
+corredor ó pasadizo, solo uno, que es el esterior del mediodia de la
+mezquita, y que mira al rio, tiene vanos, no de puertas, lo cual era
+imposible, sino de ventanas. Las ocho puertas estaban en los otros muros
+que cortaban en ocho piezas la longitud del pasadizo: Ambrosio de
+Morales, que lo reconoció y describió detenidamente, dice hablando de la
+estraña combinacion de estas puertas: «las cuatro primeras de hácia el
+alcázar se cierran hácia él, y el portero, á lo que parece, venia
+delante de todo el acompañamiento del rey, abriéndolas y echándolas
+hácia el oriente. Las otras cuatro se cierran diversamente, dos hácia
+oriente, y otras dos hácia poniente. Y así era menester estuvieran dos
+otros porteros allí encerrados para abrir. Y no se puede imaginar para
+qué fuese tanta fortaleza y encerramiento.»&mdash;Esta estraña combinacion
+tenia sin duda por objeto el imposibilitar toda comunicacion entre el
+alcázar y la mezquita, aun en el momento de atravesar el corredor el
+Califa para trasladarse al templo; pues al abrirse las puertas que se
+mandaban en un sentido, se cerraban las que se mandaban en sentido
+opuesto. Se dificultaba tambien de este modo cualquier traicion de los
+porteros, pues siendo varios, y estando entre sí incomunicados, con uno
+solo que fuese fiel se defendia el tránsito de uno á otro edificio. Es
+raro que el juicioso Morales no haya aquí descubierto la razon de lo
+mismo que describe.</p></div>
+
+<div class="footnote"><p><a name="Footnote_262_265" id="Footnote_262_265"></a><a href="#FNanchor_262_265"><span class="label">[262]</span></a> Ebn Adzarí, obra citada: traduccion inédita del Sr.
+Gayangos. En la pág. 253 dice así: «En el año 155, en la luna de
+Moharram, mandó Al-hakem colocar el antiguo mimbar á un costado del
+Mihrab; asimismo mandó armar la antigua Maksurah y dispuso que en la
+quibla del nuevo edificio añadido por él se pusiese otra Maksurah de
+madera, labrada por dentro y por fuera, y coronada de almenas, la cual
+tenia setenta y cinco codos de largo y veintidos de ancho, y su altura
+hasta las almenas ó remate era de veintidos codos. Concluyóse la obra
+toda y la colocacion de la Maksurah en la luna de Recheb de este año.»</p></div>
+
+<div class="footnote"><p><a name="Footnote_263_266" id="Footnote_263_266"></a><a href="#FNanchor_263_266"><span class="label">[263]</span></a> Los pilares que cargan á plomo sobre las columnas de la
+mezquita son por lo general sencillos y lisos en su paramento; pero los
+de la nave central son verdaderamente preciosos: tienen medias pilastras
+octogonales con capiteles de órden compuesto, de volutas prolijamente
+afiligranadas. Sus fustes estan cubiertos en las tres faces que
+presentan de tracería rectilínea muy relevada, y sus basas descansan
+sobre ménsulas de medias cañas horizontales con una graciosa folia en el
+centro.</p></div>
+
+<div class="footnote"><p><a name="Footnote_264_267" id="Footnote_264_267"></a><a href="#FNanchor_264_267"><span class="label">[264]</span></a> Malek Johanna llamaban los árabes al famoso preste Juan
+de las Indias, rey mongol nestoriano, llamado por los de su nacion Ung
+khan ó Avenk khan, cuya carta, verdadera ó apócrifa, al emperador griego
+Alejo Comneno, patentiza por lo menos la creencia de los orientales en
+el poder y supremacía de la raza tártara. Esta célebre carta concluye
+con una sucinta descripcion de su palacio de Susa en estos términos:
+«Nuestro palacio es de ébano y madera incombustible. Hay en su techumbre
+á cada estremidad dos manzanas de oro, y en cada manzana dos carbunclos,
+para que el oro brille de dia y los carbunclos luzcan de noche. Las
+puertas principales son de sardónica y asta mezclados para que nadie
+pueda introducir por ellas veneno, y las menores son de ébano. Las
+ventanas son de cristal, las mesas de oro y amatista, y las columnas que
+las sostienen de márfil. El apartamiento en que dormimos es una obra
+maravillosa de plata y oro y piedras preciosas de todas especies. En su
+interior está humeando siempre el incienso. Nuestro lecho es de záfiro.
+Tenemos las mas hermosas mugeres (<i>porque aunque preste, podia como
+nestoriano ser casado, y aun polígamo</i>). Sustentamos diariamente á
+treinta mil personas, ademas de muchos huéspedes forasteros, y todos
+reciben cotidianamente pensiones de nuestra cámara para mantener sus
+caballos y para otros menesteres. Nos sirven durante cada mes siete
+reyes (cada cual por su turno), sesenta y cinco duques y trescientos
+sesenta y cinco condes. Comen diariamente á nuestra mano derecha doce
+arzobispos, á nuestra izquierda veinte obispos, ademas del patriarca de
+Sto. Tomás, del protopapa de Salmas y del archiprotopapa de Susa, en
+cuya ciudad reside el trono de nuestra gloria y nuestro palacio
+imperial. Tenemos abades tantos como dias hay en el año para el servicio
+de nuestra capilla. Nuestro despensero es un primado y rey; nuestro
+mayordomo es un arzobispo y rey; nuestro gentil-hombre es un obispo y
+rey; y nuestro cocinero mayor es un rey abad; pero Nos adoptamos una
+gerarquía inferior y un nombre mas modesto para probar nuestra grande
+humildad.» A tanta gala y magnificencia quedan oscurecidas las
+estupendas maravillas que nos refieren D. Juan de Persia, el veneciano
+Marco Polo, Sir John Mendeville y otros viajeros; pero en los límites de
+lo real y verdadero, ¿cuántos edificios podrán citarse que sostengan el
+parangon con el magnífico Mihrab de Córdoba? Véase la lámina <i>Vista de
+la capilla del Mihrab tomada por ángulo</i>.</p></div>
+
+<div class="footnote"><p><a name="Footnote_265_268" id="Footnote_265_268"></a><a href="#FNanchor_265_268"><span class="label">[265]</span></a> Edrisí, traduc. cit. de Jaubert, pág. 60.</p></div>
+
+<div class="footnote"><p><a name="Footnote_266_269" id="Footnote_266_269"></a><a href="#FNanchor_266_269"><span class="label">[266]</span></a> <i>Mihrab</i> y <i>Santuario</i> es todo uno: es el lugar
+preferente en la mezquita, que se coloca siempre en la <i>quibla</i> ó punto
+que se supone señalar la direccion en que se halla la Meca. Véase la
+lámina <i>Fachada de la capilla del Mihrab</i>.</p></div>
+
+<div class="footnote"><p><a name="Footnote_267_270" id="Footnote_267_270"></a><a href="#FNanchor_267_270"><span class="label">[267]</span></a> Habia cuatro lámparas mayores que las demas suspendidas
+en la nave central: una pendia del domo en la parte de la mezquita donde
+se ponia el Koran, y era de mil cuatrocientas cincuenta y cuatro tazas ó
+mecheros. Al lado del Imám ardia un cirio que pesaba de cincuenta á
+sesenta libras: lucía noche y dia en el mes de Ramadhan, y estaban en él
+tan perfectamente combinadas las cantidades de cera y pábilo, que se
+consumia por completo en la última noche del citado mes.
+</p><p>
+Llegó á haber en la mezquita en tiempo de Almanzor doscientos ochenta
+candelabros de bronce, sin contar los que pendian en las puertas,
+ascendiendo segun unos á siete mil cuatrocientos veinticinco, y segun
+otros á diez mil ochocientos cinco el número total de mecheros que
+ardian en el templo. Todos los candelabros eran de bronce, de distintas
+hechuras, á escepcion de tres que eran de plata. Las cuatro lámparas
+mayores, cada una de las cuales consumia todas las noches siete arrobas
+de aceite, solo se encendian en los últimos diez dias del mes de
+Ramadhan. Calculábase que solamente en este mes se consumian en la
+mezquita setecientas cincuenta arrobas de aceite. (Véase Al-Makkarí, t.
+1, lib. III, cap. 2.)</p></div>
+
+<div class="footnote"><p><a name="Footnote_268_271" id="Footnote_268_271"></a><a href="#FNanchor_268_271"><span class="label">[268]</span></a> Para el significado de esta y otras voces propias de la
+ornamentacion arquitectónica, que seria muy prolijo definir, pueden
+consultar los lectores el curioso glosario que ha publicado al fin de su
+<i>Album artístico de Toledo</i> el laborioso anticuario D. Manuel de Assas.</p></div>
+
+<div class="footnote"><p><a name="Footnote_269_272" id="Footnote_269_272"></a><a href="#FNanchor_269_272"><span class="label">[269]</span></a> Véase la lámina <i>Interior de la Capilla del Mihrab</i>.</p></div>
+
+<div class="footnote"><p><a name="Footnote_270_273" id="Footnote_270_273"></a><a href="#FNanchor_270_273"><span class="label">[270]</span></a> Véase el valor de estas monedas en la pág. 86, nota 2.</p></div>
+
+<div class="footnote"><p><a name="Footnote_271_274" id="Footnote_271_274"></a><a href="#FNanchor_271_274"><span class="label">[271]</span></a> El <i>mimbar</i>, que Ambrosio de Morales llama <i>Silla del rey
+Almanzor</i>, se conservó en la catedral de Córdoba despues de la
+reconquista muchos siglos; cuando aquel cronista escribia sus
+<i>Antigüedades</i>, hacia pocos años que habia sido destruido sin saberse
+por qué. Así han ido pereciendo una a una nuestras mas preciosas
+antiguallas; mas ¡qué mucho que en nuestro siglo eminentemente prosáico
+se hayan igualmente deshecho muchos inestimables objetos del arte de la
+edad media, si el siglo del <i>renacimiento</i> le dió el ejemplo!
+</p><p>
+Segun el citado cronista era el mimbar una especie de carro con cuatro
+ruedas, y solo tenia siete gradas.</p></div>
+
+<div class="footnote"><p><a name="Footnote_272_275" id="Footnote_272_275"></a><a href="#FNanchor_272_275"><span class="label">[272]</span></a> Al-Makkarí, loc. cit.&mdash;Edrisí, traduc. cit., pág. 61.</p></div>
+
+<div class="footnote"><p><a name="Footnote_273_276" id="Footnote_273_276"></a><a href="#FNanchor_273_276"><span class="label">[273]</span></a> El libro del Koran copiado por Othman, de que acaba de
+hablarse.</p></div>
+
+<div class="footnote"><p><a name="Footnote_274_277" id="Footnote_274_277"></a><a href="#FNanchor_274_277"><span class="label">[274]</span></a> Edrisí, loc. cit.</p></div>
+
+<div class="footnote"><p><a name="Footnote_275_278" id="Footnote_275_278"></a><a href="#FNanchor_275_278"><span class="label">[275]</span></a> Fundamentos que tenemos para creer que estuviese en la
+actual capilla de Villaviciosa y sus adyacentes la antigua Maksurah que
+mandó armar Al-hakem. 1.º Que Edrisí dice espresamente que al norte del
+<i>Mihrab</i> estaba el tesoro, y este no podia estar mas que en lo que es
+hoy sacristía de la capilla de Villaviciosa, en la cual realmente se
+advierte una especie de aposento subterráneo, cuyo destino no se esplica
+de otra manera. 2.º Que Ebn Adzarí dice que Al-hakem mandó armar la
+antigua Maksurah, y poner otra nueva en la quibla del nuevo edificio. No
+dice que se quitase la antigua al poner la nueva, antes bien parece dar
+á entender que las dos se colocaron en un mismo año y subsistieron
+simultáneamente. Por lo mismo que espresa que la nueva se armó en la
+quibla del edificio añadido, induce á creer que la antigua Maksurah
+coexistía con ella, porque de lo contrario no necesitaba haber dicho
+donde la mandó poner, siendo sabido que la Maksurah es para cercar y
+aislar el recinto del Mihrab. 3.º Que el autor del <i>mojmu'-l-muftarik</i>,
+copiado por Al-Makkarí, incurre en el error de suponer que el que mandó
+construir la Maksurah (esto es, la de Al-hakem) fué Almanzor, y la causa
+de este error se esplica satisfactoriamente con el dato que nos
+suministra Ebn Adzarí de haber hecho Al-hakem reponer en su sitio la
+antigua Maksurah. En efecto, habiendo una Maksurah ó cercado en las
+capillas que caían al norte del Mihrab, donde hemos dicho que estaba el
+tesoro, y habiéndose bajo la gobernacion de Almanzor restaurado y
+exornado tan notablemente dichas capillas, como aun hoy aparece por la
+que sirve de sacristía de Villaviciosa, nada tiene de particular que
+quedase memoria muy especial de esta Maksurah de Almanzor,
+confundiéndola mediante el transcurso de los años con la Maksurah
+principal, fábrica de Al-hakem.
+</p><p>
+Agrégase á estas razones la circunstancia notabilísima de distinguirse
+dos épocas distintas en la fábrica de la capilla de Villaviciosa y su
+sacristía, pues siendo la rica ornamentacion de esta última pieza propia
+del estilo árabe de transicion practicado desde principios del siglo XI,
+la fachada esterior de la que es hoy capilla presenta la misma arquería,
+el mismo gusto, los mismos ornatos que la fachada del vestíbulo del
+Mihrab, que se hizo en tiempo de Al-hakem: indicio poderoso de que antes
+de Almanzor existia ese otro recinto coronado de cúpulas frontero á las
+tres capillas del Mihrab.</p></div>
+
+<div class="footnote"><p><a name="Footnote_276_279" id="Footnote_276_279"></a><a href="#FNanchor_276_279"><span class="label">[276]</span></a> Esta tercera capilla, frontera á la de occidente del
+vestíbulo del Mihrab, pudo ser demolida despues de la reconquista para
+la obra de la catedral que se hizo provisionalmente poniendo el altar
+mayor en la capilla que es ahora de Villaviciosa. Que ella existia es
+indudable: el inglés Swinburne, cuyo viaje por España es digno de
+recomendacion, coloca en ella el puesto del Cadí.</p></div>
+
+<div class="footnote"><p><a name="Footnote_277_280" id="Footnote_277_280"></a><a href="#FNanchor_277_280"><span class="label">[277]</span></a> Que se suponia haber sido de plata el pavimento de la
+Maksurah, lo dice Al-Makkarí, loc. cit.</p></div>
+
+<div class="footnote"><p><a name="Footnote_278_281" id="Footnote_278_281"></a><a href="#FNanchor_278_281"><span class="label">[278]</span></a> Dice Al-Makkarí (t. 2, lib. VI, cap. VII) que se le
+presentaron á Almanzor al invadir el reino de Galicia muchos condes
+cristianos armados y equipados para hacer la guerra bajo sus órdenes; y
+añade que despues de la toma de Santiago acompañaron al ejército moro
+hasta sus tierras, y allí se despidieron del vencedor, recibiendo de él
+como pago de sus servicios los objetos siguientes: «2285 piezas de tela
+de seda <i>tirazí</i>, de varios colores y tejidos; 21 vestidos de lana
+marina; 2 trages de ambar; 11 de paño escarlata; 15 <i>magishat</i> (voz cuyo
+significado se ignora); 7 caparazones de brocado para sus caballos; 2
+vestiduras de lo mismo trabajadas en Grecia; y finalmente, otras 2
+forradas de piel de comadreja:» hecho sumamente curioso que hemos creido
+no deber omitir.</p></div>
+
+<div class="footnote"><p><a name="Footnote_279_282" id="Footnote_279_282"></a><a href="#FNanchor_279_282"><span class="label">[279]</span></a> Las incursiones de Almanzor en las tierras de los
+cristianos se repetian todas las primaveras, regresando á Córdoba para
+el invierno. Acompañábale á estas periódicas espediciones un numeroso
+cortejo de poetas y escritores, encargados de inmortalizar sus hazañas.
+Es posible que estos apologistas pagados hayan exagerado mucho sus
+hechos de armas, y es posible tambien que se haya perpetuado por la
+pluma de alguno de los cuarenta parásitos que le siguieron á la guerra
+de Cataluña, y cuyos nombres nos conserva Al-Makkarí, la accion
+siguiente, que tiene en verdad demasiado de épica, y que no recordamos
+haber leido en ninguno de nuestros historiadores.
+</p><p>
+Al retirarse de una de sus campañas, en que habia cogido un inmenso
+botin, tenia que pasar Almanzor con su ejército por un angosto
+desfiladero, entre dos montañas que encontró defendidas por numerosas
+bandas cristianas. Viendo el africano que no era posible forzar el paso
+de aquella garganta, volvió con su hueste á la poblacion mas inmediata,
+y despues de elegir un buen campamento, mandó á sus gentes construir
+habitaciones y cuarteles y juntar vitualla para pasar allí el invierno.
+Hecho esto, dispuso que se proveyesen de arados y otros instrumentos
+agrícolas para cultivar los campos, haciendo al propio tiempo algaras y
+correrías por los pueblos aledaños, saqueando, devastando, y llevando
+prisioneros al campamento á cuantos cristianos cayesen en sus manos. Los
+que sufrian esta suerte eran inmediatamente decapitados, y sus cadáveres
+arrojados á la entrada del desfiladero. Tan grande fué el número de
+cristianos muertos, que á los pocos meses quedó colmada de cadáveres la
+angostura, siendo tal el horror y la pestilencia que difundian los
+esqueletos y sangrientos despojos amontonados, que se convirtió aquella
+tierra en un espantoso desierto de muchas millas á la redonda.
+Consternados los cristianos, ofrecieron á Almanzor que le dejarian el
+paso franco si se avenia á abandonarles sus tesoros y sus cautivos;
+proposicion que el africano rechazó indignado. Los cristianos entonces
+le enviaron segundo mensage, diciéndole que le dejarian pasar con su
+botin y sus prisioneros; pero Almanzor les contestó: «Mi ejército no
+tiene ya gana de pasar esas montañas y está contento aquí. Si ahora
+regresase á Córdoba, pronto tendria que volverlas á pasar para la
+campaña de la próxima primavera; por lo tanto aquí nos quedamos hasta el
+año venidero, y cuando acabemos la campaña entrante nos retiraremos.»
+Llenos de admiracion y de terror los cristianos, volvieron á pedirle paz
+con nuevas instancias, y hasta le propusieron condiciones humillantes
+para que la admitiera: fueron estas, que ellos mismos habian de
+facilitarle acémilas para conducir su botin, y provisiones para los dias
+de marcha hasta llegar á su frontera, y que por sus propias manos
+separarian los cadáveres de sus compañeros que obstruían el paso entre
+las dos montañas. Así religiosamente lo cumplieron, y Almanzor
+triunfante se volvió con su ejército á Córdoba (Al-Makkarí, loc. cit.).</p></div>
+
+<div class="footnote"><p><a name="Footnote_280_283" id="Footnote_280_283"></a><a href="#FNanchor_280_283"><span class="label">[280]</span></a> Almanzor era de raza africana, nacido en Toresh, cerca de
+Algeciras. Dícese que Al-hakem, que era aficionado á la astrología y á
+la adivinacion, reconoció en Almanzor á su sucesor en el poder por el
+color moreno de sus manos; con lo cual el inventor de esta anécdota
+quiso sin duda dar á entender que el último Umeya de talento habia
+presentido con solo ver á Almanzor la estincion de la dinastía asiática
+y el futuro predominio de las razas africanas en Andalucía.</p></div>
+
+<div class="footnote"><p><a name="Footnote_281_284" id="Footnote_281_284"></a><a href="#FNanchor_281_284"><span class="label">[281]</span></a> Las puertas de la catedral de Santiago se veían todavía
+clavadas en las vigas de la mezquita en tiempo de Ambrosio de Morales.
+Véase su <i>Crónica general</i>, lib. XVII, cap. 23.</p></div>
+
+<div class="footnote"><p><a name="Footnote_282_285" id="Footnote_282_285"></a><a href="#FNanchor_282_285"><span class="label">[282]</span></a> Ebn Adzarí, traduccion del Sr. Gayangos; Al-Makkarí, t.
+1, lib. III, cap. 2.</p></div>
+
+<div class="footnote"><p><a name="Footnote_283_286" id="Footnote_283_286"></a><a href="#FNanchor_283_286"><span class="label">[283]</span></a> Téngase presente para esta esplicacion la lámina que
+representa el <i>Plano de la mezquita</i>.</p></div>
+
+<div class="footnote"><p><a name="Footnote_284_287" id="Footnote_284_287"></a><a href="#FNanchor_284_287"><span class="label">[284]</span></a> La simetría, que en nuestra humilde opinion debe cifrarse
+más que en la uniforme repeticion de las partes, en la buena proporcion
+de unas con otras y de ellas con el todo, nunca se entendió por los
+arquitectos de la edad media, orientales y occidentales, del modo servil
+que lo hicieron los de la clásica antigüedad. La monótona regularidad de
+los edificios, sus líneas y su ornato, destruye muchas veces el efecto;
+al paso que cierta irregularidad y amena variedad en las partes les dá
+mayor interés y atractivo. Entre los árabes jamás se sacrificaba la
+cómoda reparticion de un edificio á la simetría de su decoracion, y no
+importaba que esta resultase irregular con tal de que la fábrica llenase
+plenamente su objeto. Acostumbrados á no echar de menos la uniformidad
+clásica, introdujeron la misma libertad en el ornato, así que, rara vez
+se encuentran en una arquería árabe dos capiteles iguales, ni dos arcos
+del mismo vuelo, ni dos archivoltas exornadas con las mismas ajaracas.
+La regularidad servil por otra parte tampoco fué precepto indeclinable
+en los buenos tiempos antiguos; la han exagerado los adocenados artistas
+modernos para suplir la falta de genio inventivo y salir del paso con
+cómodas imitaciones á regla y compás. El interés y el efecto ganan mucho
+con cierta juiciosa irregularidad, y merced á ella los grandes
+monumentos árabes y góticos ofrecen cada vez que se los contempla nuevas
+bellezas.</p></div>
+
+<div class="footnote"><p><a name="Footnote_285_288" id="Footnote_285_288"></a><a href="#FNanchor_285_288"><span class="label">[285]</span></a> Aunque de esta obra de refuerzo ejecutada en tiempo de
+Abde-r-rahman An-nasír no hicimos mérito al hablar de este Califa y sus
+construcciones, no será inoportuno espresar aquí que posteriormente
+hemos tenido noticia de ella por otro fragmento traducido de la historia
+de Ebn Adzarí que debemos a la amistad del Sr. Gayangos. El testimonio
+de Ebn Adzarí resulta plenamente comprobado por la inscripcion de una
+lápida de mármol negro que hoy se ve al costado derecho de la Puerta de
+las Palmas en el patio, y cuya traduccion, hecha tambien por el Sr.
+Gayangos, dice así: «En el nombre de Dios piadoso, de piedad: mandó el
+siervo de Alá, Abde-r-rahman Amir-al-momenin <i>An-nasír lidini-llah</i>,
+alargue Dios su permanencia (en la tierra), edificar esta pared
+esterior, y afirmar sus cimientos; (y esto lo hizo) en honra de Allah y
+de su santa religion para conservacion de las señales de su profecía, la
+cual permitió fuese ensalzada y mencionada juntamente con su nombre;
+esperando que (la obra) sea aceptable (á Dios) y alcanzar por ella las
+grandes mercedes y cuantiosos tesoros (de su munificencia) juntamente
+con gloria permanente y alto renombre. Y se acabó (la obra) con ayuda de
+Allah en la luna de Dzi-l-lacha del año 346 (enero ú febrero de 958),
+por mano de su liberto y guacir... Abdallah ben Batu. Lo hizo Said ben
+Ayyub.»</p></div>
+
+<div class="footnote"><p><a name="Footnote_286_289" id="Footnote_286_289"></a><a href="#FNanchor_286_289"><span class="label">[286]</span></a> Así un mero capricho suele ser orígen de las mas
+trascendentales innovaciones, podríamos añadir aquí en tono doctoral.
+Buena ocasion era esta en efecto para lanzar al estudio de las
+discusiones arqueológicas una especie nueva sobre el orígen de la
+<i>ojiva</i> en el occidente, si quisiéramos seguir el erróneo sistema de los
+que creen que toda forma arquitectónica ha de tener una procedencia
+única, como la especie humana á la cual damos los ortodoxos una sola
+cuna. Cítesenos, diríamos en son de triunfo, una arquería ojival en
+cualquier otro monumento anterior á la parte añadida por Almanzor en la
+mezquita de Córdoba, es decir, anterior al undécimo siglo: y si no se
+nos presenta ninguna, fuerza será reconocer en el espresado monumento el
+modelo ó prototipo mas probable de la arquitectura ojival española.
+</p><p>
+Por fortuna no razonamos así: creemos, sí, que podrá ser quizá la
+arquería citada el primer edificio de arcos ojivos hecho en España; más
+aun, nos figuramos que no se hallarán facilmente en la arquitectura
+occidental de la edad media ejemplos anteriores de este género de
+construccion (escluyendo el palacio de Ziza cerca de Palermo, que es
+anterior al noveno siglo); pero sabemos que un accidente aislado como un
+arco no constituye sistema, y que el arco ojivo mas bien que generador
+del estilo de arquitectura llamado <i>gótico</i>, es meramente uno de sus
+resultados.
+</p><p>
+Decimos esto porque ha sido este arco objeto de reñidas contiendas entre
+muchos anticuarios, que dándole la importancia que por sí solo no tiene,
+han gastado tiempo y tesoros de erudicion queriendo buscar el primer
+arco apuntado hecho en el mundo, y mostrando el precioso hallazgo, quién
+en oriente, quién en occidente, este en Egipto, aquel en Grecia, unos en
+las orillas del Soma y del Rhin, otros en las del Guadalquivir, otros
+finalmente en Inglaterra, en Normandía, etc., segun su particular
+simpatía por esta ó aquella tierra. Señalar un arco ojivo como orígen de
+la arquitectura de los siglos medios, prescindiendo de su estructura,
+del corte de sus dovelas, de su modo de ejercer la presion, de las
+bóvedas por arista en que realmente se engendra, de los nervios y demas
+caractéres esenciales del arte ojival, es como desenterrar al pié del
+monte &OElig;ta una flecha y pretender que sea reliquia de la famosa
+batalla de las Termópilas. El que se deja alucinar por el hallazgo de
+algunas formas aisladas, vendrá á parar á la absurda consecuencia de que
+no hay sistema arquitectónico que no se haya practicado en la
+antigüedad. Porque en efecto, así como los egipcios y los griegos
+conocieron el arco apuntado, los ninivitas labraron puertas de medio
+punto, bóvedas de cañon y ojivales, capiteles de volutas, grecas,
+alizares, almenas endentadas; y los persas sassanidas usaron las bóvedas
+peraltadas, las cúpulas bizantinas, los arquitos ornamentales largos y
+angostos, unidos dentro de un recuadro en forma de agimez, que
+constituyen uno de los mas graciosos caractéres de la decoracion
+bizantina y sarracénica, y hasta el mismo dintel conopial de líneas
+mixtas, de que tan frecuente empleo hicieron los arquitectos un tanto
+amanerados de los siglos XV y XVI.
+</p><p>
+Al estender esta nota hemos tenido á la vista las obras siguientes, que
+puede consultar el que guste comprobar los hechos que apuntamos: Hope,
+<i>Historia de la arquitectura</i>; Batissier, <i>Historia del arte
+monumental</i>; Caveda, <i>Ensayo histórico, etc.</i>; Flandin, Coste, etc.,
+<i>Viaje de Persia</i>, Botta, <i>Monumentos de Khorsabad</i>; Layard, <i>Monumentos
+de la antigua Nínive</i>.</p></div>
+
+<div class="footnote"><p><a name="Footnote_287_290" id="Footnote_287_290"></a><a href="#FNanchor_287_290"><span class="label">[287]</span></a> Las dimensiones de la mezquita de Córdoba son diversas en
+cuantos escritores han hablado de este edificio. Segun Morales y otros
+tiene 620 piés de largo y 440 de ancho. Mr. Gailhabaud y otros autores
+que le han copiado le dan 162 metros de longitud (581 piés, 4 pulgadas)
+y 123 de anchura (441 piés, 5 pulgadas). D. Ramirez de las Casas Deza en
+su <i>Indicador cordobés</i>, dice haber obtenido en su medicion 647-1/2 piés
+de largo y 480-1/2 de ancho. Al-Makkarí trae, citando á otros
+historiadores árabes, diversas medidas; pero reconoce que hay entre
+ellos disparidades por no ser fija la dimension del codo adoptado por
+los mismos como unidad. Por último, creemos la menos sujeta á error, y
+adoptamos por consiguiente, la medicion practicada en 1811 por el
+ingeniero de minas baron de Karwinski y el de puentes y calzadas D.
+Joaquin Rillo, segun la cual tiene la mezquita 642 piés de longitud y
+462 de anchura.</p></div>
+
+<div class="footnote"><p><a name="Footnote_288_291" id="Footnote_288_291"></a><a href="#FNanchor_288_291"><span class="label">[288]</span></a> Véase la lámina <i>Esterior de la mezquita de Córdoba</i>.</p></div>
+
+<div class="footnote"><p><a name="Footnote_289_292" id="Footnote_289_292"></a><a href="#FNanchor_289_292"><span class="label">[289]</span></a> Véase la lámina <i>Capilla de Villaviciosa</i>.</p></div>
+
+<div class="footnote"><p><a name="Footnote_290_293" id="Footnote_290_293"></a><a href="#FNanchor_290_293"><span class="label">[290]</span></a> Lo mismo que <i>arquitectos</i>.</p></div>
+
+<div class="footnote"><p><a name="Footnote_291_294" id="Footnote_291_294"></a><a href="#FNanchor_291_294"><span class="label">[291]</span></a> Al-khaulaní, citado por Al-Makkarí (lib. III, cap. IV),
+refiere que hallándose un dia Almanzor embebecido en la contemplacion de
+las bellezas de su palacio de Azzahira, se le angustió de repente el
+corazon presintiendo la próxima ruina del Califato, y llorando
+amargamente esclamó: «¡Pronto el fuego de las civiles discordias
+prenderá en los muros de este palacio, y las bellezas de Azzahira
+desaparecerán con ellos de la faz de la tierra. Esta mansion espléndida
+será asolada y convertida en escombros; sus jardines se trasformarán en
+mústio páramo, mis tesoros rodarán entre el polvo, y lo que es hoy
+teatro de placer y de alegría se trocará en escena de desolacion y
+ruina!»</p></div>
+
+<div class="footnote"><p><a name="Footnote_292_295" id="Footnote_292_295"></a><a href="#FNanchor_292_295"><span class="label">[292]</span></a> El estilo de esta capilla indica perfectamente la
+transicion del bizantino al africano. Su situacion corresponde al de las
+tribunas que se hallan en las antiguas mezquitas de Amrú, de Tulúm, de
+El-azhar, etc.; pero la gran riqueza de su ornamentacion hace presumir
+que no estuviese esclusivamente destinada al pregon interior ó alicama
+que hacian los almuedanes anunciando la oracion. Los turcos en sus
+mezquitas tienen aposentos separados, semejantes á este, para las
+esplicaciones del Koran: así se verifica en Santa Sofía de
+Constantinopla. En la Alaksa de Jerusalem existe igualmente una tribuna
+en situacion análoga á la de esta pieza; pero la ocupan ordinariamente
+los cantores, y no sabemos por los historiadores árabes que en las
+mezquitas de la España árabe se hiciese uso de la música. El embajador
+de Marruecos Sidí Hamet Elgazel, que estuvo en Córdoba por los años de
+1766, tradujo una inscripcion de esta capilla, cuyo texto dá á entender
+que servia para que los doctores de la ley alcoránica celebrasen sus
+discusiones.
+</p><p>
+Esta capilla cae segun dejamos dicho á oriente de la nave central ó del
+Mihrab. A occidente habia otra, sobre cuyo destino hemos conjeturado,
+con el inglés Swimburne, que podia tener en ella su puesto el Cadí
+superior ó Cadí de la Aljama. De que realmente haya existido no hay la
+menor duda, puesto que en el informe sobre construccion de una nueva
+capilla real escrito en 1644 para ser presentado al rey D. Felipe III,
+se dice hablando de este sitio: «<i>No se pretende mudar de lo que
+labraron los árabes, pues ya se hizo la mudanza en tiempo de D. Iñigo
+Manrique, demoliendo una de las tres capillas que tenian en este sitio
+los árabes.</i>» Los árabes pues tenian tres capillas, interceptando la del
+medio la nave central: hoy en las mezquitas de Africa y Asia solo se ve
+una, á un lado de esta misma nave, y en la posicion que ocupa la que
+acabamos de describir tan prolijamente. Dásele ahora el nombre de
+<i>mastaché</i>, sirve solo para la <i>alicama</i>; y por el plano de la mezquita
+de Amrú que publica Batissier en su <i>Historia del arte monumental</i>,
+pueden ver los que tengan esta obra su colocacion análoga á la de la
+tribuna de Almanzor.</p></div>
+
+<div class="footnote"><p><a name="Footnote_293_296" id="Footnote_293_296"></a><a href="#FNanchor_293_296"><span class="label">[293]</span></a> «Edificó Al-hakem (dice el citado Ebn Adzarí de
+Marruecos, pág. 256 de la edicion de Dozy) al occidente de la mezquita
+la cámara llamada <i>Dar-as-sadaca</i> ó casa de la limosna, porque su
+destino era para socorrer con dinero á los pobres. ¡Dios excelso le haya
+perdonado!»
+</p><p>
+«Erigió tambien Al-hakem, dice Al-Makkarí (lib. III, cap. 2), varios
+edificios para hospedar á los pobres enfrente de la puerta principal de
+la mezquita del lado de occidente.» ¿Cuál era esta puerta principal? Las
+puertas árabes de la mezquita son todas iguales en sus dimensiones por
+la parte esterior, esceptuada la puerta grande que estaba debajo de la
+torre ó almenara. Pero hay efectivamente en el muro occidental una
+puerta hoy tapiada, al lado del postigo de S. Miguel, que corresponde á
+una cámara ó estancia árabe, cuajada de primorosa tracería, aunque
+lastimosamente toda encalada, donde se custodian el archivo de la
+estinguida capilla de música y los libros de canto para el coro. Esta
+estancia debió ser forzosamente la cámara de la limosna, y la puerta que
+á ella conducia seria en realidad la principal entre las de aquel
+costado por servir de ingreso á tan preeminente departamento. Frente á
+esta puerta cegada, en el lado opuesto de la calle, donde estaban las
+hospederías para los pobres, está hoy el hospital de niños espósitos.
+¡Feliz terreno, consagrado siempre á las buenas obras!</p></div>
+
+<div class="footnote"><p><a name="Footnote_294_297" id="Footnote_294_297"></a><a href="#FNanchor_294_297"><span class="label">[294]</span></a> La cámara de la limosna, hoy archivo de música, ocupa en
+su longitud las tres primeras naves trasversales de la parte añadida por
+Al-hakem, y tiene frente por frente la capilla de Villaviciosa. Median
+entre ambas cuatro naves mayores, y este fué luego el buque de la
+primera catedral cristiana de Córdoba despues de la reconquista, como
+mas adelante se dirá. Así, pues, la pieza de la limosna vino á ser como
+el vestíbulo ó narthex de la catedral, el recinto hoy capilla de
+Villaviciosa su presbiterio, y la tribuna de la <i>Alicama</i> su sacristía
+mayor.</p></div>
+
+<div class="footnote"><p><a name="Footnote_295_298" id="Footnote_295_298"></a><a href="#FNanchor_295_298"><span class="label">[295]</span></a> Recuerda sin duda el lector que la mezquita antes de ser
+basílica cristiana habia sido templo romano en honor de Jano Bifronte, y
+que Abde-r-rahman I habia hecho cuidadosamente conservar para su grande
+Aljama todas las columnas de la construccion primitiva.</p></div>
+
+<div class="footnote"><p><a name="Footnote_296_299" id="Footnote_296_299"></a><a href="#FNanchor_296_299"><span class="label">[296]</span></a> Nos atrevemos á calificar con este nombre el arte árabe
+del primer período porque su ornamentacion nos parece de casta todavía
+mas pura que la vulgarmente llamada <i>bizantina</i>. Hay en Córdoba
+capiteles del tiempo de Abde-r-rahman III y de Al-hakem II, en que se ve
+mas que el mero reflejo la verdadera resurreccion del gusto helénico.
+Pero trataremos mas adelante esta cuestion reproduciendo algunos
+fragmentos de Medina Azzahra.</p></div>
+
+<div class="footnote"><p><a name="Footnote_297_300" id="Footnote_297_300"></a><a href="#FNanchor_297_300"><span class="label">[297]</span></a> Esto significa en árabe <i>Kalat-an-nosor</i>, de donde hemos
+formado <i>Calatañazor</i>.</p></div>
+
+<div class="footnote"><p><a name="Footnote_298_301" id="Footnote_298_301"></a><a href="#FNanchor_298_301"><span class="label">[298]</span></a> La dinastía de los Umeyas dió al trono de Córdoba diez y
+seis príncipes: hemos hecho mencion de los diez primeros, únicos con
+quienes tiene relacion la historia de la fundacion y engrandecimiento de
+la mezquita Aljama. Los siguientes, que pertenecen á la época de las
+guerras civiles del Califato, y reyes solo en el nombre, nada al parecer
+hicieron en este templo. Puede sin embargo interesar al lector su
+sucesion. Despues de Hixem II, destronado en marzo de 1009, subió al
+trono Mohammed II, que reinó hasta noviembre del mismo año. Era este
+nieto de un hermano de Al-hakem II. A Mohammed II sucedió Suleyman, tío
+de Hixem II, y reinó hasta mayo ó junio de 1010. Subió despues por
+segunda vez al trono Mohammed II, y en agosto del mismo año 1010 le
+sucedió el destronado Hixem II, tambien por segunda vez promovido al
+Califato. A Hixem II sucedió Suleyman, por segunda vez; reinó desde el
+mes de abril de 1013 hasta el mes de julio de 1016. En este se
+interrumpió la dinastía de los Beni-Umeyas. Ingirióse en la sucesion
+Alí, hijo de Hamud, de diversa estirpe, y reinó hasta marzo ó abril de
+1018. Despues de este sigue otro Umeya, denominado Abde-r-rahman IV,
+nieto de otro hermano de Al-hakem II, aunque nunca llegó á enseñorearse
+de la capital. Siguen á Abde-r-rahman IV, que deja de reinar en enero de
+1019, otros dos de la dinastía de Hamud, Al-Kasim, hermano de Alí, y
+Yahya, hijo de Alí, los cuales ocupan alternando el trono hasta
+noviembre del año 1023. Viene luego Abde-r-rahman V, de los Umeyas,
+hermano de Mohammed II, hasta mayo del año 1024; luego Mohammed III,
+nieto de otro hermano de Al-hakem II, hasta el mes de mayo de 1025;
+despues otra vez Yahya, hijo de Alí ben Hamud, hasta febrero de 1027; y
+últimamente Hixem III, hijo de Abde-r-rahman IV, desde mayo de 1027
+hasta el año 1031.
+</p><p>
+El reino de Córdoba dependió luego de los amires de Sevilla, y á fines
+del siglo XI pasó bajo el imperio de los amires de Africa, almoravides y
+almohades. Poseianle estos últimos cuando en el primer tercio del siglo
+XIII se rindió á las armas de D. Fernando el Santo.</p></div>
+
+<div class="footnote"><p><a name="Footnote_299_302" id="Footnote_299_302"></a><a href="#FNanchor_299_302"><span class="label">[299]</span></a> Por este tiempo fué cuando Juan, arzobispo de Sevilla,
+tuvo que traducir la Biblia del latin al arábigo para que pudiesen
+entenderla los cristianos de Andalucía, así lo refieren el P. Florez,
+Bravo, Masdeu y otros.</p></div>
+
+<div class="footnote"><p><a name="Footnote_300_303" id="Footnote_300_303"></a><a href="#FNanchor_300_303"><span class="label">[300]</span></a> <i>Tunc Museranij</i>, dice Orderico Vital, <i>fere decem milia
+congregati sunt, ac Regem Ildephonsum humiliter adierunt. Nos inquiunt
+et Patres nostri hactenus inter Gentiles educati sumus, et baptisati
+Christianam legem libenter tenemus: sed perfectum divæ religionis dogma
+nunquam ediscere potuimus: nunc neque nos pro subjectione infidelium, à
+quibus jam diu oppressi sumus, Romanos, seu Gallus expetere doctores
+ausi fuimus, neque ipsi ad nos venerunt propter barbariem paganorum,
+quibus olim paruimus. Nunc autem adventu vestro admodum gaudemus, et
+natali solo relicto vobiscum migrare cum uxoribus, et rebus nostris
+optamus. Mucerianis itaque rex, quod petebent, annuit, etc.</i> De las
+concesiones de tierras y privilegios que el rey les hizo habla Garibay
+(lib. 23, cap. 8).</p></div>
+
+<div class="footnote"><p><a name="Footnote_301_304" id="Footnote_301_304"></a><a href="#FNanchor_301_304"><span class="label">[301]</span></a> Bajo esta persecucion, no menos encarnizada que la de
+Mohamad, de que hicimos mencion en su lugar correspondiente, debieron
+quedar destruídas la mayor parte de las basílicas cristianas de Córdoba,
+pues solamente hay noticia de haberse conservado una por los cautivos
+cristianos, que fué la de Sta. Maria, de que habla Salviato (copiado por
+Bolando y Tamayo) en la vida de S. Martin de Soure. Véase el cap.
+<i>Córdoba mozárabe</i>.</p></div>
+
+<div class="footnote"><p><a name="Footnote_302_305" id="Footnote_302_305"></a><a href="#FNanchor_302_305"><span class="label">[302]</span></a> Así lo refieren Ibn Sahibi-a-saláten su <i>Historia de los
+almohades</i>, Ibnu-l-khattib, y Conde.</p></div>
+
+<div class="footnote"><p><a name="Footnote_303_306" id="Footnote_303_306"></a><a href="#FNanchor_303_306"><span class="label">[303]</span></a> «El emperador, dice Gomez Bravo (t. 1.º, pág. 240), como
+nimiamente crédulo... imbió al conde D. Manrique de Lara con otros
+caballeros, y fueron todos arrestados por órden de Abengamia luego que
+entraron en la ciudad.» El diligente historiador árabe Ibn Khaldun, de
+quien copia un largo fragmento el Sr. Gayangos en su apéndice D al tomo
+II de Al-Makkarí, refiere que estando Ben Ganyah en Jaen sitiado por el
+rey cristiano, aprisionó traidoramente á uno de sus condes encerrándolo
+en el castillo de Alcalá de Ben Zaid.</p></div>
+
+<div class="footnote"><p><a name="Footnote_304_307" id="Footnote_304_307"></a><a href="#FNanchor_304_307"><span class="label">[304]</span></a> Hipérbole usada con frecuencia por los historiadores
+árabes para pintar la muchedumbre de un ejército.</p></div>
+
+<div class="footnote"><p><a name="Footnote_305_308" id="Footnote_305_308"></a><a href="#FNanchor_305_308"><span class="label">[305]</span></a> Esta espresion, de que se valió Al-Mu'tamed para
+significar que mas queria ser prisionero de Yusuf Ibn Taxfin el
+almoravide, que cautivo de Alfonso, se hizo luego proverbial en
+Andalucía.</p></div>
+
+<div class="footnote"><p><a name="Footnote_306_309" id="Footnote_306_309"></a><a href="#FNanchor_306_309"><span class="label">[306]</span></a> Esta segunda entrada de las tropas del emperador D.
+Alfonso en Córdoba consta de dos privilegios que menciona Gomez Bravo,
+dado el uno á Pelayo, cautivo, á 23 de junio, era de 1188, y el otro á
+Martin Diaz, á 19 de agosto de la misma era. Hácese en el primero
+mencion del cerco de Córdoba con estas palabras: <i>Quando Imperator
+tenebat Cordubam circundatam, et pugnavit super eam cum triginta milia
+Muzmidis, et cum alijs Indalucijs, et devicit eos.</i> Y dícese en el
+segundo: <i>Post reditum fossati, quo prænominatus Imperator Principem
+Maurorum... sibi vassallum fecit; et quandam partem Cordubæ deprædavit
+cum mesquita majori.</i>
+</p><p>
+Concuerda con esto lo que refiere en su <i>Historia de España</i> Mr. Romey
+(t. 6.º, página 90) del discurso que dirigió á Abde-l-mumen en Salé el
+Cadí de la Aljama de Córdoba Abu-l-Kasem ben El Had, con motivo del
+solemne recibimiento hecho por el Amir almohade á los diputados de las
+ciudades de Andalucía sometidas á la nueva dinastía. «La capital de
+España, dijo Abu-l-Kasem, centro de los musulmanes, sufre los asedios y
+asaltos del tirano Aladfuns (¡Dios le confunda!); sus campos estan
+talados y yermos, sus caseríos destruidos é incendiados, etc... Los
+musulmanes que la defienden esperan que acudas á su defensa y ahuyentes
+á los enemigos del Islam. Todos ponen los ojos en tí como en una alta
+montaña esperando auxilio seguro, etc.»</p></div>
+
+<div class="footnote"><p><a name="Footnote_307_310" id="Footnote_307_310"></a><a href="#FNanchor_307_310"><span class="label">[307]</span></a> Véase Homey, <i>Hist. cit.</i>, t. 6.º, cap. II, y Al-Makkarí
+en su descripcion de la mezquita, epígrafe <i>Copia del Koran, etc.</i></p></div>
+
+<div class="footnote"><p><a name="Footnote_308_311" id="Footnote_308_311"></a><a href="#FNanchor_308_311"><span class="label">[308]</span></a> La mezquita Aljama de Sevilla, de que hoy solo se
+conserva el altísimo alminar, llamado <i>la Giralda</i>, fué construida por
+los almohades.</p></div>
+
+<div class="footnote"><p><a name="Footnote_309_312" id="Footnote_309_312"></a><a href="#FNanchor_309_312"><span class="label">[309]</span></a> Nadie ignora que la derrota que sufrieron los almohades
+en la sangrienta batalla de las Navas de Tolosa ó Muradal, y con la cual
+lavó D. Alfonso IX la afrenta recibida en Alarcos, fué la que dió el
+golpe de muerte al imperio agareno en España. Espanta el pensar cuál
+habria sido la suerte de la cristiandad si la tremenda oleada venida del
+Africa no se hubiese estrellado contra las heróicas huestes de Castilla,
+Aragon y Navarra. Nunca se habia visto un ejército tan numeroso como el
+que juntó El Nassr allegando para la guerra santa toda la gente
+disponible de aquende y allende el Estrecho. Los historiadores árabes
+afirman que entre escuadrones y batallones, entre ginetes y peones,
+contaba el Amir mas de 400,000 hombres, repartidos del modo siguiente:
+60,000 voluntarios, 300,000 reclutas, 30,000 negros con alabardas para
+la mas inmediata defensa de su persona, 10,000 ballesteros renegados, y
+últimamente muchos flecheros de las tribus zenetes, árabes y
+arábigo-berberiscas de Almagreb.</p></div>
+
+<div class="footnote"><p><a name="Footnote_310_313" id="Footnote_310_313"></a><a href="#FNanchor_310_313"><span class="label">[310]</span></a> Este pacto se cumplió, pero el templo cristiano erigido
+en medio de la capital del imperio agareno de Africa duró poco, porque
+el usurpador Yahya, aprovechando una diversion de El Mamun, cayó con sus
+partidarios sobre la ciudad y lo destruyó. Véase Romey, <i>Historia de
+España</i>, citando al historiador árabe Ebn Abd el Halim, t. VI, cap. 6.</p></div>
+
+<div class="footnote"><p><a name="Footnote_311_314" id="Footnote_311_314"></a><a href="#FNanchor_311_314"><span class="label">[311]</span></a> Refiere Gomez Bravo haber visto en el claustro de la
+parroquia mozárabe de S. Sebastian de Toledo un epitáfio de un cristiano
+de Córdoba que huyó á dicha ciudad por estos tiempos, concebido de la
+manera siguiente:
+</p>
+
+<p class="c"><i>In nomine Domini Jesu-Christi<br />
+ Vir bonus, et gratus, Vicinus, merigeratus<br />
+ Dominicus Joannes à Corduba ad astra<br />
+ Beatus.</i><br />
+ Obijt 25 Julij, era 1219.</p>
+</div>
+
+<div class="footnote"><p><a name="Footnote_312_315" id="Footnote_312_315"></a><a href="#FNanchor_312_315"><span class="label">[312]</span></a> «Estos hombres que llevan el nombre de almugávares
+(<i>almogavars</i>), dice Bernardo Desclot, son gentes que no viven sino de
+hechos de armas, ni habitan en villas ó ciudades, sino en bosques y
+montañas; y estan en guerra diaria con los sarracenos. Entran en sus
+tierras una ó dos jornadas, prenden á los sarracenos, llévanse sus
+bienes, y así viven. Sufren malandanzas que otros hombres no podrian
+sufrir, pues si es menester pasan dos dias enteros sin probar bocado, ó
+manteniéndose de la yerba del campo. Los adalides que los guian saben
+todos los caminos de las tierras que recorren; no llevan mas que una
+camisa muy corta, sea verano ó invierno, en las piernas unas calzas de
+cuero, abarcas en los piés, en la cintura una correa con un buen
+cuchillo, casco en la cabeza, lanza y dardo en mano, y una bolsa de piel
+á la espalda con pan para dos ó tres dias... Son todos catalanes y
+aragoneses.» Véase la nota 162 á la Crónica de Fr. Pedro Marsilio,
+traducida por D. José Maria Cuadrado. Mr. Romey en su Historia completa
+del modo siguiente esta pintura de aquella célebre milicia catalana y
+aragonesa. «Hay tambien otros llamados Golfines, que en su modo de vivir
+se diferencian poco de los almugávares, y son castellanos y salagones,
+gentes de lo profundo de España... Los cuales, por no tener hacienda y
+haberlo gastado ó jugado todo, ó bien por delitos que cometieron, huyen
+de su tierra con sus armas, y como hombres que no saben hacer cosa de
+provecho, se establecen en la frontera de los puertos de Muradal, que
+son unas grandes montañas llenas de bosques y peñas inaccesibles que
+confinan con tierras de sarracenos y cristianos, y por donde pasa el
+camino que va de Castilla á Córdoba y Sevilla, y allí roban á las gentes
+de toda ley.»
+</p><p>
+<i>Almogavar</i> se deriva del verbo árabe <i>ghar</i> ó <i>ghara</i>, que significa
+guerrear, acometer, etc.; de donde procede tambien el sustantivo
+<i>algara</i> ó <i>algarada</i> (<i>alghawra</i> en árabe), equivalente á incursion,
+acometida súbita, correría por el pais enemigo.</p></div>
+
+<div class="footnote"><p><a name="Footnote_313_316" id="Footnote_313_316"></a><a href="#FNanchor_313_316"><span class="label">[313]</span></a> Barrio al oriente, en la parte baja de la ciudad, en que
+vivian los mozárabes, separado de la Almedina ó parte alta, llamada
+tambien la <i>villa</i> despues de la reconquista, por una fuerte muralla,
+que, corriendo de N-E. á S-O., dividia á Córdoba en dos porciones
+desiguales. Créese que habia ademas en la Almedina otros muros
+interiores que la dividian en cuatro ó cinco barrios diversos. Sábese de
+cierto que habia en la ciudad puertas interiores, con sus guardas ó
+serenos (<i>Ad-darabún</i>) encargados de cerrarlas todas las tardes despues
+del <i>alatemah</i> ú oracion del anochecer, de modo que los barrios no
+comunicasen unos con otros. Estos guardas andaban bien armados, llevaban
+una linterna sorda, y un perro para que les avisase de cualquier ruido.
+De las puertas interiores existen todavía algunas en la ciudad con el
+nombre de <i>portillos</i>.</p></div>
+
+<div class="footnote"><p><a name="Footnote_314_317" id="Footnote_314_317"></a><a href="#FNanchor_314_317"><span class="label">[314]</span></a> Alvaro Colodro y Benito de Baños fueron los primeros
+soldados cristianos que escalaron la muralla por el punto mismo que hoy
+ocupa la <i>Puerta de Colodro</i>.</p></div>
+
+<div class="footnote"><p><a name="Footnote_315_318" id="Footnote_315_318"></a><a href="#FNanchor_315_318"><span class="label">[315]</span></a> Llególe en el camino la noticia del aprieto en que tenia
+puestos á los valencianos D. Jaime de Aragon, y olvidándose de sus
+cordobeses, se dirigió á auxiliar al rey Aben Zeyan. Con este objeto
+llegó á Almería, donde pensaba embarcarse para Valencia; el caïd ó
+alcaide Abde-r-rahman le dió alojamiento en la Alcazaba festejándole con
+un espléndido banquete, y aquella misma noche (15 de enero de 1238) le
+ahogó pérfidamente en su propio lecho. Romey, <i>Hist. cit.</i>: t. VI, cap.
+6.</p></div>
+
+<div class="footnote"><p><a name="Footnote_316_319" id="Footnote_316_319"></a><a href="#FNanchor_316_319"><span class="label">[316]</span></a> Estando en Benavente sentado para comer, le llegó el
+correo con la noticia de la sorpresa de Córdoba por unos cuantos
+soldados, y el rey, sin darse tiempo de tomar un bocado, montó á
+caballo, dejando órdenes á los lugares de Leon y Castilla para que le
+siguiese la gente de armas que la diligencia de los cabos y corregidores
+pudiese juntar. Véase la Crónica general de España del rey D. Alfonso,
+parte 4.ª, fol. 409: Crónica del santo rey, cap. 21: el arzobispo D.
+Rodrigo, lib. 9, cap. 16.</p></div>
+
+<div class="footnote"><p><a name="Footnote_317_320" id="Footnote_317_320"></a><a href="#FNanchor_317_320"><span class="label">[317]</span></a> De los <i>Beni Hud</i> de Zaragoza.</p></div>
+
+<div class="footnote"><p><a name="Footnote_318_321" id="Footnote_318_321"></a><a href="#FNanchor_318_321"><span class="label">[318]</span></a> Véase la nota de la pág. 93.</p></div>
+
+<div class="footnote"><p><a name="Footnote_319_322" id="Footnote_319_322"></a><a href="#FNanchor_319_322"><span class="label">[319]</span></a> En el archivo de la iglesia catedral existe la prueba de
+esto en un privilegio del rey S. Fernando fechado en Valladolid á 12 de
+noviembre de la era 1276 (A. D. 1238), en el cual se leen las siguientes
+frases: <i>Notorio e manifiesto sea... que yo Ferrando por la gracia de
+Dios rey de Castiella, de Toledo, etc., por consentimiento e beneplácito
+de la reina D.ª Berenguela, mi madre, juntamente con mi mujer la reina
+D.ª Juana e con mis hijos Alfonso, Frederico e Ferrando, fago carta de
+donacion, concesion, confirmacion e firmeza a Dios e a la eglesia
+catedral de Sta. María de Córdoba e a vos el maestro Lope, mi amado
+electo obispo de la misma, desde agora e a vuestros sucesores, e a todo
+el cavildo de canónigos, etc.</i></p></div>
+
+<div class="footnote"><p><a name="Footnote_320_323" id="Footnote_320_323"></a><a href="#FNanchor_320_323"><span class="label">[320]</span></a> Donde está hoy la capilla <i>de la Concepcion</i>.</p></div>
+
+<div class="footnote"><p><a name="Footnote_321_324" id="Footnote_321_324"></a><a href="#FNanchor_321_324"><span class="label">[321]</span></a> En la que es hoy capilla <i>de la Cena</i>.</p></div>
+
+<div class="footnote"><p><a name="Footnote_322_325" id="Footnote_322_325"></a><a href="#FNanchor_322_325"><span class="label">[322]</span></a> «... <i>Vos doy e conçedo los diezmos de mi almoxarefadgo,
+alguacilado de las quintas salinas e mi tienda, e de todos los réditos
+que tengo en Córdoba, a vos fago donacion de dos fornos e aquellas dos
+aceñas que fueron de Ordoño Alvaro, e vos doy quinientas aranzadas de
+viña e cien aranzadas de huerto e la tercera parte de todo mi olivar</i>,
+etc.» Privilegio citado.
+</p><p>
+Por el memorial de un pleito sobre el terreno de la <i>alcaicería</i> entre
+el cabildo y el duque de Medinaceli, fallado por la Real Chancillería de
+Granada, nos consta que al diezmo del almojarifazgo concedido á la
+catedral, y confirmado por varios reyes en lo sucesivo, estaban anejas y
+juntas estas otras rentas: el pontazgo, los tres pesos, la renta de las
+libras de la carne, la media fanega de la alhóndiga, y la antigua
+alcabala de las bestias. Percibió el cabildo estas rentas hasta el año
+1411, recibiendo el importe del diezmo del almojarifazgo en el arca de
+la aduana de la ciudad. Cuando algun año no habia arrendadores del
+almojarifazgo, ó no daban fianzas bastantes, ó no pagaban el diezmo como
+debian al cabildo, ponian sus fieles así á la renta como á cada una de
+las rentas anejas. Arch. de la catedral, caj. Z, leg. 2, núm. 38.</p></div>
+
+<div class="footnote"><p><a name="Footnote_323_326" id="Footnote_323_326"></a><a href="#FNanchor_323_326"><span class="label">[323]</span></a> Fué D. Lope muy amado del rey S. Fernando, y le habia ya
+dado este casas, un horno, una rueda de aceña, quince aranzadas de viña
+y tres de huerta cuando entró en Córdoba. Véase á Gomez Bravo.</p></div>
+
+<div class="footnote"><p><a name="Footnote_324_327" id="Footnote_324_327"></a><a href="#FNanchor_324_327"><span class="label">[324]</span></a> Es tambien interesante este instrumento, porque no
+existiendo el repartimiento de Córdoba, por él se tiene noticia de
+muchas posesiones y derechos, cuyo conocimiento es útil para el estudio
+de la corografía y de nuestro antiguo sistema tributario. Copiamos de él
+lo siguiente: «Luzena y Bella con todos sus términos, al señor obispo,
+como las dió el rey á la Eglesia. Cayó en parte al cabildo Tiñosa con
+todos sus términos e todo el almoxarefadgo de Córdoba e todas las
+tiendas fechas e por façer assi como el rey lo dió a la Eglesia. De las
+viñas e huertas cayó la mitad al obispo e la otra al cabildo. Sacada la
+huerta de las veinte e dos aranzadas que dicen Aliatar que recebió el
+obispo en cambio e entrega por la ofrenda e por el mortuorio que habia
+el obispo en la capilla, e fincó en el cabildo la dicha ofrenda. Cayó al
+cabildo por entrega de las huertas el horno de S. Laurencio e al obispo
+la heredat de Carchena, al cabildo el cortijo de Diezmariza e el cortijo
+de Miguel Zorita, los que fueron de Alfon Tellez. Del heredamiento de
+Jaen, del del Tejedor, del heredamiento de Palma e del heredamiento de
+la Torre de Avenhance (que es cerca la Torre Albaen) tocó la mitad al
+obispo e la otra mitad al cabildo. Tocó al obispo la mitad de todas las
+aceñas que há la Eglesia en esta cibdat e la otra mitad al cabildo e
+dicho señor obispo D. Gutier asignó al comunal de las raciones en la
+parada que cayó al cabildo todos los heredamientos e que los haya en
+esta forma. En Tiñosa con todos sus términos así como la dió el rey á la
+Eglesia, los cortijos sobredichos e todo lo que há el cabildo en
+Córdoba, viñas e heredades, huertas, aceñas, hornos, el almoxarefadgo,
+todas las tiendas fechas e por façer, el diezmo todo de la tienda de los
+alcalles, e la alfóndiga que es cerca de Sancta María, e cerca de los
+baños, e la parte que há el cabildo de las caloñas de los alcalles, e la
+parte del diezmo de los ganados que vienen a estremo, e del montadgo e
+de los treinta dineros de los judíos, e toda la parte que cayere al
+cabildo en los almoxarefadgos de todas las villas que tenian los moros
+en este obispado cuando los oviese la Eglesia, e toda la partida del
+cabildo de las Eglesias que son en esta cibdat ó serán, etc.» Arch. Caj.
+V, núm. 98.</p></div>
+
+<div class="footnote"><p><a name="Footnote_325_328" id="Footnote_325_328"></a><a href="#FNanchor_325_328"><span class="label">[325]</span></a> Son varios los autores impresos y manuscritos que lo
+traen. Hállase en la Historia del linage y <i>Casa de Córdoba</i>, del abad
+de Rute, m. s. de la Real Academia de la Historia; en otro curioso m. s.
+de la misma Academia titulado <i>Antigüedad y grandezas del suntuosísimo y
+máximo templo de la sancta catedral iglesia antiguamente metropolitana
+de Córdoba, etc., compuesto para despues reducirlo á mejor forma por
+Joseph Antonio Moreno, Martin, Velazquez de los Reyes, capellan de la
+veintena, etc., año 1686</i>; y hállase asímismo en cuanto á lo sustancial
+en Gomez Bravo, <i>Obispos de Córdoba</i>, lib. III, cap. 4.º, pág. 264.</p></div>
+
+<div class="footnote"><p><a name="Footnote_326_329" id="Footnote_326_329"></a><a href="#FNanchor_326_329"><span class="label">[326]</span></a> Esta capilla es hoy sala capitular, aunque abandonada. El
+laborioso anticuario D. Luis Ramirez y de las Casas-Deza en su
+<i>Indicador cordobés</i> asegura que fué la primera que se labró en la
+iglesia restaurada escogiéndola para sí el santo rey, y añade que en
+ella se conservaron por mucho tiempo escudos y banderas de los que se
+llevaron en la toma de la ciudad por S. Fernando. La misma antigüedad le
+dá el presbítero D. Francisco Sanchez de Feria, hijo del conocido autor
+de la <i>Palestra Sagrada</i>, en su <i>Descripcion moderna y antigua de la
+ciudad de Córdoba</i> que posee m. s. é inédita nuestro erudito y bondadoso
+amigo el Sr. D. Valentin Carderera. Sin embargo el autor del m. s.
+citado <i>Antigüedad y grandezas etc.</i>, propio de la Real Academia de la
+Historia, afirma que la primera capilla que se fundó fué la de S.
+Lorenzo, por el arcediano de Córdoba D. Sebastian en tiempo del rey S.
+Fernando, siendo sus capellanías las mas antiguas de aquella santa
+iglesia despues de las de la veintena. ¿Cuál era esta capilla de S.
+Lorenzo? D. Francisco Sanchez de Feria (m. s. cit.) dice que con este
+título fundó el arcediano de Castro D. Sebastian Ruiz, en 1298, una
+capilla que en el siglo XVI hubo que demoler para la fábrica de la
+capilla mayor, crucero y coro, y que en esta época fué trasladada á la
+de <i>Sancti Spiritus</i>, cuya advocacion cesó desde entonces. El Sr.
+Casas-Deza, sin tomar en cuenta la existencia de la capilla <i>Sancti
+Spiritus</i>, supone la advocacion de S. Lorenzo establecida en 1288 por el
+arcediano de Córdoba D. Sebastian. Como se ve, no hay contradiccion
+entre estos dos últimos escritores: lo único que hay es llamar el Sr.
+Casas-Deza equivocadamente fundacion á lo que fué mera traslacion; pero
+ambos convienen en asignar á la capilla de S. Lorenzo, hoy unida á la de
+S. Pedro por obra del dean D. Pedro de Salazar en el pasado siglo, un
+origen posterior no solamente á la fecha que le atribuye el autor del m.
+s. <i>Antigüedad y grandezas etc.</i>, sino al reinado mismo del hijo de S.
+Fernando.</p></div>
+
+<div class="footnote"><p><a name="Footnote_327_330" id="Footnote_327_330"></a><a href="#FNanchor_327_330"><span class="label">[327]</span></a> «Fué destinada para sala capitular en 1347, y por los
+años de 1805 se principió la obra que determinó hacer el cabildo para
+darle otra forma, destruyendo arcos y quitando columnas iguales á lo
+demas de la mezquita; pero se suspendió por desaprobacion de la Real
+Academia de S. Fernando.» <i>Indicador cordobés</i>, p. 261.</p></div>
+
+<div class="footnote"><p><a name="Footnote_328_331" id="Footnote_328_331"></a><a href="#FNanchor_328_331"><span class="label">[328]</span></a> D. Francisco Sanchez de Feria, m. s. citado.</p></div>
+
+<div class="footnote"><p><a name="Footnote_329_332" id="Footnote_329_332"></a><a href="#FNanchor_329_332"><span class="label">[329]</span></a> Acerca de la suntuosa sinagoga que los judíos comenzaron
+á construir en Córdoba en tiempo del papa Inocencio IV, existe una bula
+espedida en Leon de Francia, año sétimo de su pontificado, en el famoso
+<i>Libro de las tablas</i> del Archivo de la catedral, del cual nos ha
+permitido el ilustrado cabildo sacar algunas copias y extractos,
+auxiliándonos con extremada bondad en nuestra tarea su archivero el Sr.
+Trevilla. Este documento no existe ya original, pero su copia, al folio
+1.º vuelto de dicho <i>Libro</i>, con sus abreviaturas originales, dice así:
+«Innocentius e<span class="ov">p</span>s Serv. Serv. Dei. Venerabili fratri e<span class="ov">p</span>o
+Cordube<span class="ov">n</span> salutem et a<span class="ov">pli</span>cam be<span class="ov">n</span>. C<span class="ov">otr</span>a inhibicion<span class="ov">e</span>
+dilect<span class="ov">or</span>. fili<span class="ov">or</span>. Archidiaconi et c<span class="ov">apl</span>i Cordube<span class="ov">n</span> si<span class="ov">c</span>
+accepi<span class="ov">m</span>. judei Cordube<span class="ov">n</span>. civitatis qu<span class="ov">ad</span>am sinagog<span class="ov">a</span>
+s<span class="ov">up</span>flue altitudinis te<span class="ov">me</span> ibi<span class="ov">de</span> c<span class="ov">os</span>truere de novo p<span class="ov">su</span>munt
+et grave X<span class="ov">p</span>i fidelium scandalum et Cordube<span class="ov">n</span>. eccl<span class="ov">ie</span>
+detrimentum. Quare humili<span class="ov">t</span>. petebatur a nobis ut <span class="ov">pv</span>ide su<span class="ov">p</span> hoc
+misericorditer curare<span class="ov">m</span>. Quo cura fraternitate tue <span class="ov">p</span> ap<span class="ov">lic</span>a
+scriptura manda<span class="ov">m</span>. q<span class="ov">tin</span>. c<span class="ov">on</span>t. judeos eosdem s<span class="ov">up</span> hoc officij
+tui debitum cessante appellacionis obstaculo exequaris. Dat. lugd<span class="ov">un</span>.
+Idus aprilis pontifi<span class="ov">cat</span>. n<span class="ov">ri</span>. anno septimo.
+</p><p>
+Esta sinagoga, sin embargo de lo mandado por S. S., no fué derribada,
+porque dice D. Francisco Sanchez de Feria (m. s. cit., fol. 107 vuelto)
+que quedó desierta por marzo de 1492, cuando los reyes católicos D.
+Fernando y D.ª Isabel expulsaron de España á los judíos; en cuya época
+se fundó en ella el Hospital de Sta. Quiteria para curacion del mal de
+rabia. La causa de no haber tenido cumplimiento la bula de S. S. pudo
+ser quizás el haberse recibido en Córdoba cuando ya el obispo D.
+Gutierre habia fallecido, y antes del nombramiento de su sucesor.</p></div>
+
+<div class="footnote"><p><a name="Footnote_330_333" id="Footnote_330_333"></a><a href="#FNanchor_330_333"><span class="label">[330]</span></a> En la lámina que representa la vista de Córdoba y su
+catedral desde el castillo llamado de la <i>Carrahola</i>, se muestra
+perfectamente dibujada, aunque en pequeño, la elevacion de la catedral
+antigua, que asoma su armadura por encima de las terrazas de la
+mezquita, formando una ala tendida de oriente á poniente partiendo de la
+nave del <i>Mihrab</i>.</p></div>
+
+<div class="footnote"><p><a name="Footnote_331_334" id="Footnote_331_334"></a><a href="#FNanchor_331_334"><span class="label">[331]</span></a> Véase la pág. <a href="#page_185">185</a> y su nota 1.</p></div>
+
+<div class="footnote"><p><a name="Footnote_332_335" id="Footnote_332_335"></a><a href="#FNanchor_332_335"><span class="label">[332]</span></a> Ibid.</p></div>
+
+<div class="footnote"><p><a name="Footnote_333_336" id="Footnote_333_336"></a><a href="#FNanchor_333_336"><span class="label">[333]</span></a> El Sr. Casas-Deza en su <i>Indicador cordobés</i> atribuye al
+obispo D. Íñigo Manrique en 1489 una reedificacion de esta capilla segun
+el gusto tudesco. Si esta en efecto tuvo lugar, luego indudablemente se
+verificó otra en época muy posterior, porque su bóveda actual está
+pregonando el mas lastimoso churriguerismo.</p></div>
+
+<div class="footnote"><p><a name="Footnote_334_337" id="Footnote_334_337"></a><a href="#FNanchor_334_337"><span class="label">[334]</span></a> Parece ser que esta capilla, hoy Sagrario desde el año
+1577, fué fundada por el obispo de Córdoba D. Fernando de Mesa en 1265,
+y nó por D. Juan Ponce de Cabrera en 1390, como dice el Sr. Casas-Deza.
+A Ponce de Cabrera se la dió el cabildo en 1320, y su mujer D.ª Inés
+Henriquez la tenia ya dotada antes de finalizar el año 1350. Así lo
+refiere Feria, m. s. citado.</p></div>
+
+<div class="footnote"><p><a name="Footnote_335_338" id="Footnote_335_338"></a><a href="#FNanchor_335_338"><span class="label">[335]</span></a> «... <i>tenuis et exilis tanquam nihil obtinens extra
+muros; immo inter ipsos Sarracenos undique constituta</i>», decia la bula
+de Gregorio IX.</p></div>
+
+<div class="footnote"><p><a name="Footnote_336_339" id="Footnote_336_339"></a><a href="#FNanchor_336_339"><span class="label">[336]</span></a> Este privilegio se copia en el Memorial del pleito citado
+entre el duque de Medinaceli y el cabildo de la iglesia catedral sobre
+el terreno de la alcaicería. Dice así: «Sepan cuantos esta carta
+vieren... etc. como Nos D. Alfonso por la gracia de Dios... etc. Por
+grant sabor que habemos de facer bien e merced al obispo D. Ferrando e
+al cabildo de la Eglesia catedral de la N. C. de Córdoba la que ganó el
+muy noble rey D. Ferrando nuestro padre de moros e la pobló de
+cristianos á servicio de Dios e de Sancta María, e por las almas del muy
+noble rey D. Ferrando nuestro padre et de la muy noble reina D.ª Beatriz
+nuestra madre, e por remision de nuestros pecados, dámosles e
+otorgámosles carta, bien á los que agora y son como á los que serán de
+aquí adelante, para siempre jamás, las nuestras treinta y tres tiendas
+que son cerca de la misma Eglesia. Entra en esta donacion una tienda que
+y ha, en que venden el pescado, e esto les damos porque fagan cada anno
+dos aniversarios etc.» De estas tiendas dadas al cabildo, unas estaban
+en la alhóndiga, otras en la alcaicería. Así consta de un albalá del rey
+D. Enrique III, por el cual, en perjuicio del cabildo, cuyo derecho era
+tan antiguo, se daban las mismas tiendas á dos caballeros llamados Ruy
+Mendez y Alfon Mendez de Sotomayor.</p></div>
+
+<div class="footnote"><p><a name="Footnote_337_340" id="Footnote_337_340"></a><a href="#FNanchor_337_340"><span class="label">[337]</span></a> Libro de las tablas, caj. N, núm. 271, fol. 17.</p></div>
+
+<div class="footnote"><p><a name="Footnote_338_341" id="Footnote_338_341"></a><a href="#FNanchor_338_341"><span class="label">[338]</span></a> El imperio de Alemania.</p></div>
+
+<div class="footnote"><p><a name="Footnote_339_342" id="Footnote_339_342"></a><a href="#FNanchor_339_342"><span class="label">[339]</span></a> Esta carta es curiosa y merece citarse: «Sepades, dice á
+los alcaldes y alguacil de Córdoba, que el cavildo de la Eglesia de
+Sancta María de Córdoba me embiaron decir que tienen carta del rey mio
+padre abierta en como quita de todo pecho a quatro moros que labren en
+su Eglesia, e porque diçen quel uno destos moros es muerto et el otro
+ciego en guisa que non puede labrar pidiéronle merced que pusiessen
+otros dos moros en logar destos et que fuessen quitos de todo pecho assi
+como lo eran los otros, et él tóvolo por bien. Et diçen que son estos
+los dos moros que ellos y quieren poner, Famet et Zahec. Et pidiéronme
+merced que me ploguiesse, et yo téngolo por bien. Onde mando et defiendo
+que estos quatro moros que el cavildo tomare para su Eglesia que non
+pechen et que los muden cada que quisieren, et tomen quales quisieren.
+Et nenguno non sea osado de les demandar pecho nenguno. Et non fagades
+ende al. Dada en Peñafiel. VII dias de abril, era de mill et CCC et
+treze annos. Yo Johan Ma<span class="ov">th</span> ó bien Math., maestrescuela de Córdoba la
+fiz escrevir por mandado del infante.» <i>Libro de las tablas</i>, fol. 17.</p></div>
+
+<div class="footnote"><p><a name="Footnote_340_343" id="Footnote_340_343"></a><a href="#FNanchor_340_343"><span class="label">[340]</span></a> Dice así: «Et yo tengo por bien que quatro moros, dos
+<i>albañís</i> et dos <i>añaiares</i> que les ellos tomaren para obra desta
+Eglesia sobredicha que sean quitos de todo pecho.» Ibid.</p></div>
+
+<div class="footnote"><p><a name="Footnote_341_344" id="Footnote_341_344"></a><a href="#FNanchor_341_344"><span class="label">[341]</span></a> Libro de las tablas, fol. 18.</p></div>
+
+<div class="footnote"><p><a name="Footnote_342_345" id="Footnote_342_345"></a><a href="#FNanchor_342_345"><span class="label">[342]</span></a> Véase la pág. <a href="#page_192">192</a>.</p></div>
+
+<div class="footnote"><p><a name="Footnote_343_346" id="Footnote_343_346"></a><a href="#FNanchor_343_346"><span class="label">[343]</span></a> El arzobispo de Leon Agobargo se habia visto precisado á
+representar contra ellos al emperador Ludovico Pio, pidiendo les
+cercenase los privilegios de que gozaban, y el monarca procuró poner
+remedio á sus escesos.</p></div>
+
+<div class="footnote"><p><a name="Footnote_344_347" id="Footnote_344_347"></a><a href="#FNanchor_344_347"><span class="label">[344]</span></a> En el <i>Archivo</i> de la catedral, caj. N, núm. 271, al fol.
+3, existe copia antigua de este documento, que empieza así: Innocentius
+<span class="ov">eps</span> Serv. Ser<span class="ov">v</span>. Dei. Venerabili fratri episcopo Cordobe<span class="ov">ns</span>
+salutem et apostolicam benediction. Licet in Sacro generali Concilio...
+fuerit deliberatione statutum ut judei a christianis habitu distingantur
+ne illorum isti ut istæ illi mulieribas po<span class="ov">ssi</span>t d<span class="ov">ap</span>nabil<span class="ov">it</span>
+co<span class="ov">m</span>isceri. judei ta<span class="ov">m</span> <span class="ov">i</span> Cordube<span class="ov">n</span> civitate et dio<span class="ov">c</span>
+co<span class="ov">m</span>orantes statutum hujusmodi si<span class="ov">c</span> accepimos n<span class="ov">o</span> obsv<span class="ov">an</span>t,
+quapropter etc. Está fechado en Leon de Francia, idus de abril, año 7.º
+de su pontificado, que corresponde al año 1250.</p></div>
+
+<div class="footnote"><p><a name="Footnote_345_348" id="Footnote_345_348"></a><a href="#FNanchor_345_348"><span class="label">[345]</span></a> Existe el documento en el mismo Archivo, caj. P.</p></div>
+
+<div class="footnote"><p><a name="Footnote_346_349" id="Footnote_346_349"></a><a href="#FNanchor_346_349"><span class="label">[346]</span></a> Acerca del diezmo de las posesiones que los judíos y
+sarracenos compraban y labraban, hay en el mismo caj. P (núm.º 75, 76 y
+siguientes) muchos instrumentos y privilegios rodados, reales
+provisiones, cartas y bulas. Bajo el núm. 79 hay una carta de D. Alonso
+X, con señal de haber tenido sello pediente, espedida en Córdoba á 3 de
+junio de 1260, de la que se deduce que era general en todas las tierras
+de la provincia habitadas por moros la resistencia al pago del diezmo,
+puesto que se hace espresion de la queja del obispo y cabildo contra los
+moros que labran las heredades de los cristianos en <i>Palma, Castro,
+Almodovar et otros logares</i>.</p></div>
+
+<div class="footnote"><p><a name="Footnote_347_350" id="Footnote_347_350"></a><a href="#FNanchor_347_350"><span class="label">[347]</span></a> Ibid., núm. 79 (instrumento reproducido en el Libro de
+las tablas. fol. 18):... Otrosí se querellaron que habia judíos e moros
+que albergan casas de los xp<span class="ov">n</span>os et moran en ellas et non dan el
+derecho que daban los xp<span class="ov">n</span>os si viviessen en ellas, por ende el rey
+mandó que los judíos e moros que moraran en las casas de los xp<span class="ov">n</span>os
+alogradas que paguen sus derechos como lo fazien los dichos xp<span class="ov">n</span>os...
+etc.</p></div>
+
+<div class="footnote"><p><a name="Footnote_348_351" id="Footnote_348_351"></a><a href="#FNanchor_348_351"><span class="label">[348]</span></a> «Otorgó el vencedor que aseguraba las vidas y haciendas á
+los moradores en pacífica y quieta posesion, que no arruinaria las
+mezquitas, ni estorbaria el uso y ejercicio público de la religion, que
+tendrian sus cadíes que juzgasen sus pleitos y causas, etc.» Conde, año
+1085.</p></div>
+
+<div class="footnote"><p><a name="Footnote_349_352" id="Footnote_349_352"></a><a href="#FNanchor_349_352"><span class="label">[349]</span></a> «Y concertaron con el rey Gacum (Jaime) que la ciudad le
+seria entregada ofreciendo seguridad á todos sus moradores, y libertad
+para irse á otra parte donde quisiesen con todos sus haberes, y que los
+que quisiesen permanecer en ella fuesen tributarios como los otros
+vasallos del rey Gacum, permitiéndoles el libre uso de su religion,
+leyes y costumbres.» Conde, año 1238.</p></div>
+
+<div class="footnote"><p><a name="Footnote_350_353" id="Footnote_350_353"></a><a href="#FNanchor_350_353"><span class="label">[350]</span></a> «Las condiciones de la entrega fueron: que los muzlimes
+pudieran quedar en la ciudad y vivir en ella con toda libertad, gozando
+de sus casas y posesiones seguramente, sujetos solo al moderado tributo
+que solian pagar á sus reyes por Sunna y Xara.» Conde, año 1248. Al
+estipular que podrian vivir <i>con toda libertad</i>, es claro que no se
+escluía la libertad de conciencia y el culto público.</p></div>
+
+<div class="footnote"><p><a name="Footnote_351_354" id="Footnote_351_354"></a><a href="#FNanchor_351_354"><span class="label">[351]</span></a> ¡Cuán diferente la capitulacion de Córdoba, si es que tal
+nombre merece! «Perdida la esperanza que los animaba, dice Conde (año
+1236), acordaron de rendirse con buenas condiciones; pero los
+cristianos, que estaban seguros de su triunfo, solo concedieron á los
+moradores <i>la vida y libertad de ir adonde bien les pareciese</i>.»</p></div>
+
+<div class="footnote"><p><a name="Footnote_352_355" id="Footnote_352_355"></a><a href="#FNanchor_352_355"><span class="label">[352]</span></a> Partida 2.ª, tit. XXIX. I. 1.</p></div>
+
+<div class="footnote"><p><a name="Footnote_353_356" id="Footnote_353_356"></a><a href="#FNanchor_353_356"><span class="label">[353]</span></a> «Los setarios secuaces de Mahoma, dice Marmol Carvajal,
+propiamente deben ser llamados con dos solos nombres <i>alárabes</i> ó
+<i>agemes</i>: los alárabes son los originarios, y los agemes los advenedizos
+que de otras naciones y provincias abrazaron su opinion»...«Los mauros,
+fenicios ó cartagineses, como los quisiéremos llamar, que escaparon de
+la ira de los romanos, derramándose por Africa entre los penos,
+constituyeron señorío en algunas partes, especialmente en las
+Mauritanias, y dellos vienen los que agora llaman azuagos; y porque así
+estos como los otros mauros de Fenicia abrazaron la seta de Mahoma en el
+número de los agemes, el vulgo cristiano los llama comunmente á todos
+moros; y así los que lo son se honran mucho de aquel nombre, entendiendo
+por mucelemines, que es el nombre que ellos tienen por epíteto de
+santimonia, interpretado hijos de salvacion. Los <i>mudéjares</i> vienen de
+los alárabes y de los agemes africanos y de otras naciones, y son los
+que se quedaron en España en los lugares rendidos por vasallos de los
+reyes cristianos, á los cuales, porque servian y hacian guerra contra
+los otros moros, los llamaron por oprobio <i>mudegelim</i>»... <i>Rebelion y
+castigo de los moriscos</i>, lib. II, cap. I.
+</p><p>
+Réstanos solo añadir, para mayor claridad, que en nuestros antiguos
+documentos legislativos se sigue el uso vulgar de llamar <i>moros</i>
+indistintamente á todos los muzlimes sujetos á la dominacion cristiana,
+sean árabes ó berberiscos. Estos moros estaban divididos en cuatro
+clases: los <i>conversos</i>, los <i>siervos</i>, los <i>libertos</i> y los
+<i>mudéjares</i>. Los conversos llevaban tambien el nombre de <i>moriscos</i>.
+Eran siervos los que nacian tales, ó eran vendidos para serlo por
+persona capaz, ó los infieles cautivos en la guerra. Eran libertos los
+que en virtud de la emancipacion ó por beneficio de la ley pasaban del
+estado de servidumbre al de libertad; sin embargo, así los esclavos como
+los libertos formaban parte de la propiedad mueble, la mas estimada en
+España, donde siempre fué descuidada la agricultura. Los <i>mudéjares</i>
+eran los únicos muzlimes libres que vivian con su religion y sus
+propiedades bajo el vasallage de los conquistadores cristianos, segun
+los pactos especiales concertados al entregarse á ellos.
+</p><p>
+Así pues, rigurosamente hablando, los mudéjares cordobeses que no
+gozaban mas que de una libertad á medias por no habérseles otorgado
+derecho alguno para permanecer en la cuidad, se hallaban en una
+situacion extralegal y anómala.</p></div>
+
+<div class="footnote"><p><a name="Footnote_354_357" id="Footnote_354_357"></a><a href="#FNanchor_354_357"><span class="label">[354]</span></a> Mr. Circourt en su <i>Historia de los moros mudéjares y
+moriscos</i> elude completamente la cuestion relativa al estado y condicion
+de los muzlimes entregados á discrecion del vencedor en las ciudades
+tomadas sin capitulacion, como Córdoba. Entiende (t. 1, cap. XV) que las
+únicas fuentes para venir en conocimiento de la legislacion propia de
+los mudéjares, sin la distincion que nosotros acabamos de establecer,
+son las Siete Partidas y el Fuero de Valencia. No ignora el historiador
+francés que hasta que el Ordenamiento de Alcalá le dió fuerza legal en
+1348, no se observó como ley general del reino el Código del rey sabio;
+pero cree (y en esto no va descaminado si se refiere á la curia de la
+corte) que las leyes de Partida se estudiaron y tuvieron secuaces desde
+que fueron ultimadas en 1258. Nosotros creemos, por lo que hace á los
+moros mudéjares, que puesto que no habia estipulacion escrita que
+debiese regir como ley para el régimen y gobierno de los de Córdoba, lo
+regular y lógico es que los reyes D. Fernando y D. Alfonso los sujetasen
+próximamente á la misma condicion que en su Código (puesto que su
+pensamiento pertenece á ambos) habian imaginado y dispuesto como normal
+para las gentes de su clase. Por consiguiente venimos á parar á una
+conclusion semejante á la de Mr. Circourt, aunque por una razon
+diferente, pues él cree que los mudéjares de Castilla y Andalucía
+tuvieron por cuerpo de leyes el Código de las Partidas por estar ya este
+en observancia, oficiosa aunque no oficial, y nosotros suponemos, tan
+solo por una razon de consecuencia en las ideas de gobierno de dichos
+reyes, que vivirían sometidos á los mismos principios de equidad que los
+monarcas mencionados fijaban en su cuerpo de legislacion general.</p></div>
+
+<div class="footnote"><p><a name="Footnote_355_358" id="Footnote_355_358"></a><a href="#FNanchor_355_358"><span class="label">[355]</span></a> Véase la pág. <a href="#page_172">172</a>.</p></div>
+
+<div class="footnote"><p><a name="Footnote_356_359" id="Footnote_356_359"></a><a href="#FNanchor_356_359"><span class="label">[356]</span></a> D. José Antonio Moreno, capellan de la veintena, en su
+citada obra m. s. <i>Antigüedad y grandezas de la catedral de Córdoba</i>, al
+año 1284, en nota marginal. Para que la mencionada capilla de S. Pablo
+existiese cuando murió el maestre de Santiago D. Pedro Muñiz de Godoy,
+forzoso era que hubiese sido labrada antes del año 1285. D. Francisco
+Sanchez de Feria en su <i>Decripcion</i> inédita de la ciudad de Córdoba,
+dice que la capilla de S. Pablo se labró en 1365 por el comendador D.
+Pedro Muñiz de Godoy. De estas dos noticias ninguna es cierta, si bien
+es disculpable la equivocacion en que sus autores han incurrido por la
+identidad de los nombres. El primer maestre de Santiago que llevó el
+nombre de D. Pedro Muñiz de Godoy, electo en 1280, no consta hubiese
+fundado capilla alguna. Sábese, sí, que antes de ser elegido maestre fué
+comendador mayor de Castilla, y esta circunstancia ha podido tal vez
+inducir en error á Sanchez Feria al llamar <i>comendador</i> á otro D. Pedro
+Muñiz de Godoy, que en efecto vivia en el año de 1365. Este segundo
+maestre D. Pedro del ilustre linage de Godoy (que lo fué tambien de
+Calatrava, como asegura Rades Andrade), privado del rey D. Enrique II,
+casó dos veces: fué su segunda mujer D.ª Elfa de Latorre, señora
+principal, y tuvo en ella cuatro hijos, al primero de los cuales, D.
+Gonzalo Yañez de Godoy, caballero de Santiago y comendador de Beas,
+cedió el cabildo de la iglesia mayor de Córdoba el año 1387 sitio para
+fundar la espresada capilla, segun consta del instrumento de donacion
+que cita el Dr. D. Andrés Morales en el cap. 272, part. 1.ª de su
+<i>Hist.</i> m. s. é inédita <i>de Córdoba</i>. «Esta gracia y merced hacemos,
+dice el instrumento citado, por muchos y muy señalados servicios que el
+maestre vuestro padre hizo á nuestro señor el rey. etc.» Y en efecto, el
+maestre D. Pedro murió en batalla al servicio del rey D. Juan el I
+hallándose en Badajoz con el conde de Niebla contra el Portugal. No
+pudiendo ponerse en duda la autenticidad de este instrumento, es preciso
+creer que la inscripcion que hoy se lée en la capilla de S. Pablo en dos
+lápidas modernas de jaspe azul á los lados del altar, y en que se dice
+que el maestre D. Pedro la edificó, está equivocada. Reedificada esta
+capilla en el siglo XVII por un descendiente del maestre, llamado D.
+Fernando Carrillo (de cuyos empleos y títulos nos informa una de las dos
+lápidas citadas), no seria estraño que la inscripcion se hubiese grabado
+consultando solamente la tradicion, que denominaba la capilla de S.
+Pablo <i>Capilla del maestre D. Pedro Godoy</i> por haberla labrado para él
+su hijo D. Gonzalo.</p></div>
+
+<div class="footnote"><p><a name="Footnote_357_360" id="Footnote_357_360"></a><a href="#FNanchor_357_360"><span class="label">[357]</span></a> Del año 1290.</p></div>
+
+<div class="footnote"><p><a name="Footnote_358_361" id="Footnote_358_361"></a><a href="#FNanchor_358_361"><span class="label">[358]</span></a> Fundada por D. Perez de Retes en el mismo año 1290.
+Sanchez Feria, m. s. citado. Hoy no existe.</p></div>
+
+<div class="footnote"><p><a name="Footnote_359_362" id="Footnote_359_362"></a><a href="#FNanchor_359_362"><span class="label">[359]</span></a> Fundada, segun el mismo autor y segun Gomez Bravo, por el
+dean D. Pedro de Ayllon, en 1294. Tampoco existe ya.</p></div>
+
+<div class="footnote"><p><a name="Footnote_360_363" id="Footnote_360_363"></a><a href="#FNanchor_360_363"><span class="label">[360]</span></a> Del último tercio del siglo XIII, pero de año incierto.</p></div>
+
+<div class="footnote"><p><a name="Footnote_361_364" id="Footnote_361_364"></a><a href="#FNanchor_361_364"><span class="label">[361]</span></a> De esta capilla de S. Gil, que tampoco existe hoy,
+tenemos noticia por el citado m. s. de Sanchez Feria. Parece ser que la
+fundó en 1300 el arcediano de Castro D. Gonzalo Perez, quien la renunció
+en el cabildo por los años de 1376.</p></div>
+
+<div class="footnote"><p><a name="Footnote_362_365" id="Footnote_362_365"></a><a href="#FNanchor_362_365"><span class="label">[362]</span></a> Esta queja en efecto elevaron al rey D. Fernando IV en
+las córtes de Valladolid la mayor parte de los obispos y cabildos de
+todos los reinos, y en vista de tan justa y debida representacion, mandó
+el rey librarles la carta que trae Gomez Bravo en su <i>Catálogo de los
+obispos de Córdoba</i>, cap. VI, lib. 3.º</p></div>
+
+<div class="footnote"><p><a name="Footnote_363_366" id="Footnote_363_366"></a><a href="#FNanchor_363_366"><span class="label">[363]</span></a> El obispo D. Gil.</p></div>
+
+<div class="footnote"><p><a name="Footnote_364_367" id="Footnote_364_367"></a><a href="#FNanchor_364_367"><span class="label">[364]</span></a> Moreno, <i>Antigüedad y grandezas etc.</i>, m. s. cit. de la
+Real Academia de la Hist.</p></div>
+
+<div class="footnote"><p><a name="Footnote_365_368" id="Footnote_365_368"></a><a href="#FNanchor_365_368"><span class="label">[365]</span></a> Solo en el año 1320 habia fundado una capilla á S. Pedro
+Mártir el alcaide de los Donceles Martin Fernandez de Córdoba. Esta
+capilla no se conserva, ni sabemos dónde fué labrada; pero la menciona
+Sanchez Feria en su citada <i>Descripcion</i> inédita.</p></div>
+
+<div class="footnote"><p><a name="Footnote_366_369" id="Footnote_366_369"></a><a href="#FNanchor_366_369"><span class="label">[366]</span></a> Esta capilla fué en un principio llamada de los obispos,
+pero mas se la conoce hoy como del dean D. Lope, por estar enterrado en
+ella el dean D. Lope de Sandoval, que fué el que le hizo la reja que
+tiene en los primeros años del siglo XVI. Está hoy sin culto, y es la
+última del lado de poniente.</p></div>
+
+<div class="footnote"><p><a name="Footnote_367_370" id="Footnote_367_370"></a><a href="#FNanchor_367_370"><span class="label">[367]</span></a> Consta esta cesion, ó mas bien permuta, verificada á 13
+de octubre, era 1403 (A. D. 1365). Véase Gomez Bravo, cap. X, lib. 3.º
+La capilla de nuestra Señora de la Encarnacion lleva hoy el nombre de
+<i>Capilla de los Sousas</i>, y está abandonada. Es contigua á la de S.
+Clemente por el lado de levante.</p></div>
+
+<div class="footnote"><p><a name="Footnote_368_371" id="Footnote_368_371"></a><a href="#FNanchor_368_371"><span class="label">[368]</span></a> El mismo D. Martin Alonso de Córdoba fué el primero que
+tomó el apellido <i>Montemayor</i>, de resultas de haber demolido el castillo
+de <i>dos Hermanas</i> y edificado en su lugar otro en un monte mas alto y
+mas á propósito para la defensa, dando nombre á la villa que allí se
+formó.</p></div>
+
+<div class="footnote"><p><a name="Footnote_369_372" id="Footnote_369_372"></a><a href="#FNanchor_369_372"><span class="label">[369]</span></a> Desígnase entre los genealogistas cordobeses con el
+nombre de la <i>cepa</i>, que significa lo mismo que tronco ú origen, al
+noble linage de los Fernandez de Córdoba, que procediendo del entronque
+de las dos familias de Muñoz (el adalid) y Fernan Nuñez de Temez, es el
+principio de las distinguidas casas de Alcaudete y Montemayor, Aguilar,
+Lucena y Chillon, Guadalcázar y otros.</p></div>
+
+<div class="footnote"><p><a name="Footnote_370_373" id="Footnote_370_373"></a><a href="#FNanchor_370_373"><span class="label">[370]</span></a> Así lo refiere D. Francisco Sanchez Feria en su citada
+<i>Descripcion</i> m. s.</p></div>
+
+<div class="footnote"><p><a name="Footnote_371_374" id="Footnote_371_374"></a><a href="#FNanchor_371_374"><span class="label">[371]</span></a> Ruy Diaz de Rojas, personage del tiempo de Enrique III,
+de quien cantó una gran proeza aquel conocido romance:
+</p>
+
+<table border="0" cellpadding="0" cellspacing="0" summary="">
+<tr><td align="left"><i>Vente á mí, el perro moro,</i></td></tr>
+<tr><td align="left"><i>Que no á los niños muchachos.</i></td></tr>
+</table>
+
+<p>
+Este es un ejemplo entre mil que pudieran citarse. Los caballeros del
+tiempo de D. Juan II tenian los mismos usos; y mas marcados aún los del
+reinado de D. Enrique IV, quien, segun se refiere en la curiosa relacion
+del viaje á España del conde bohemo Leon de Rosmital, que acaba de dar á
+luz la Sociedad literaria de Stuttgart (<i>Des bohmischen Herrn Leo's von
+Rosmital Ritter-Hof-Und Pilger-Reise</i>), recibia á los enviados de los
+demas reyes sentado sobre una alfombra á la usanza oriental, entre los
+principales señores del reino, que vestian á la morisca, montaban á la
+gineta, y afectaban seguir en todo los usos y costumbres de los moros.
+El historiador y político Felipe de Commines, que vino á Castilla con
+embajada de Luis XI al mismo D. Enrique, cuenta en sus <i>Memorias</i> que
+este tenia una guardia compuesta de 300 ginetes africanos.</p></div>
+
+<div class="footnote"><p><a name="Footnote_372_375" id="Footnote_372_375"></a><a href="#FNanchor_372_375"><span class="label">[372]</span></a> Memorias referentes á la historia de la catedral desde el
+reinado de D. Enrique II hasta el de Cárlos I: desde la construccion de
+la Capilla Real hasta la ereccion del crucero nuevo.
+</p><p>
+<br />
+</p><p>
+<i>Año</i> 1371. Construccion de la Capilla Real (hoy sacristía de la capilla
+de nuestra Señora de Villaviciosa).
+</p><p>
+1373. El obispo D. Alonso de Vargas á 7 de octubre hace aplicacion de
+los Trezuelos de las iglesias despobladas, que se distribuian antes en
+obras pias, para distribuciones cotidianas de las horas canónicas; y
+aplica asimismo para estas distribuciones las prestameras de la ciudad.
+Para que las prestameras quedasen siempre anejas á la mesa capitular,
+solicitó el cabildo que confirmase el pontífice Clemente VII este
+Estatuto del obispo D. Alonso, como lo hizo S. S. por su legado el
+cardenal D. Pedro de Luna, despues Benedicto XIII. En cuanto á los
+Trezuelos hubo variacion en los tiempos posteriores, pues algunos
+obispos repugnaron la aplicacion hecha.
+</p><p>
+1374. El arcediano de Córdoba D. Alfon fué muerto violentamente, y el
+dean D. Anton Martin publicó que esta muerte se habia hecho por órden
+del rey. Sintió mucho D. Enrique que se le designase como autor de este
+atentado, y en venganza mandó quitar la vida al dean. Quejáronse al papa
+Gregorio XI el obispo y cabildo, y aunque el rey procuró disculparse,
+mandó el Pontífice que fundase en la catedral una capellanía para que
+todos los dias se dijese una misa de requien por las almas de aquellas
+víctimas. Erigióse y situóse la capellanía en el altar del Pilar el dia
+23 de setiembre de 1375. Ocupa este altar uno de los postes del templo.
+</p><p>
+De 1378 á 1381. Todo este tiempo estuvo sin obispo la iglesia de Córdoba
+de resultas del <i>gran cisma de Occidente</i>. El arzobispo de Bari,
+Bartolomé de Prignano, elegido irregular y violentamente para suceder en
+la silla pontifical á Gregorio XI, con el nombre de Urbano VI, á 9 de
+abril de 1378, sabiendo que la iglesia cordubense se hallaba vacante, se
+reservó la eleccion de prelado, prohibiendo que el cabildo lo eligiese.
+Otro tanto hizo el legítimo papa Clemente VII. Urbano eligió por obispo
+á Menendo de Cordula, y le envió por legado suyo al rey D. Enrique para
+que este le reconociese por legítimo Pontífice, autorizándole para
+ofrecer en su nombre al monarca de Castilla, á fin de granjearse su
+voluntad, tres piezas de escarlata para que se vistiera con la reina y
+sus hijos del mismo color que se vestía el Papa. D. Enrique sin embargo
+suspendió dar la obediencia, y la corte de Castilla se mantuvo neutral
+en el cisma hasta que, reinando ya D. Juan I, se determinó en Salamanca
+reconocer por Papa á Clemente VII. en 19 de mayo de 1381. Clemente VII
+no habia elegido obispo para Córdoba; entre tanto lo habia hecho el
+cabildo, y aunque esta eleccion fué declarada nula por el legado D.
+Pedro de Luna, sin embargo, atendiendo á los grandes méritos del sugeto
+elegido por el cabildo, que era el canónigo y maestrescuela D. Juan
+Fernandez Pantoja, dicho cardenal legado le eligió de nuevo y le
+confirmó en uso de las facultades que tenia.
+</p><p>
+1379. En el <i>Archivo</i> (Caj. U, núm. 73) hay un Instrumento en pergamino
+por el que consta que en 15 de octubre de este año, ante ciertos
+escribanos del número de Córdoba y dos alcaldes, comparecieron en una de
+las cámaras de la santa iglesia de una parte el cabildo, y de otra unos
+judios en representacion de la Aljama de ellos, y el cabildo manifestó á
+los referidos alcaldes «como ya les constaba la carta que habia envíado
+el rey en que se mandaba que en las villas y lugares donde no se pagaban
+por dichos judios los 30 dineros, que no se pagasen, pero en las que se
+habian satisfecho en tiempo de los señores reyes, los pagasen los judios
+que tuviesen 19 años cumplidos y desde esta edad arriba; y en los
+lugares donde se habia pagado en tiempo pasado por los 30 dineros 1
+maravedí, se pagase solo el maravedi. Y porque por dicha carta se
+mandaba á dichos alcaldes que defendiesen á los judios de Córdoba y de
+todo su obispado en dicha merced, el cabildo espresaba que en
+obedecimiento de dicha carta habia mandado cesar en el cobro de los
+referidos 30 dineros hasta suplicar á S. M. sobre algunas condiciones
+contenidas en ella, á que no habia lugar en este obispado. Y que por
+cuanto antecedentemente por los judios se habia declarado que en esta
+ciudad y obispado se habia cobrado por los 30 dineros 3 maravedis y 4
+dineros por el alvalá, lo que nuevamente negaban dichos judios, pidió el
+cabildo que interin acudia al rey se le dejase cobrar á razon de dichos
+3 maravedis; en cuya consecuencia se consintió por los alcaldes se
+cobrasen, y prometieron no se molestaria á las personas que los
+recojan:» lo cual está firmado por Pedro Gonzalez y Alfon Martinez,
+escribanos públicos.
+</p><p>
+1387. El día 14 de agosto de 1385 ganaron los portugueses la célebre
+batalla de Aljubarrota, tan funesta para Castilla, cuyo rey D. Juan I
+salvó la vida en la gran derrota por la proeza del señor de Hita que
+canta aquel conocido romance:
+</p>
+
+<table border="0" cellpadding="0" cellspacing="0" summary="">
+<tr><td align="left">«<i>Si el caballo vos han muerto,</i></td></tr>
+<tr><td align="left"><i>Subid, rey, en mi caballo.</i>»</td></tr>
+</table>
+
+<p>
+Aprovechando los portugueses la victoria entraron talando y saqueando el
+pais por la frontera de Badajoz, que defendia como adelantado el maestre
+D. Pedro Muñiz de Godoy. Opúsose este al enemigo, y habiendo perdido el
+caballo, cayó en tierra y fué muerto. Fué su cadáver conducido á
+Córdoba, y su hijo D. Gonzalo Yañez de Godoy obtuvo del cabildo de la
+iglesia mayor sitio para enterrarle en ella, fundando la capilla de que
+se hizo mencion en la nota de la pág. 238.
+</p><p>
+1391. El mencionado obispo D. Juan Fernandez Pantoja hizo á su iglesia
+catedral una donacion de ornamentos bordados y vasos de oro y plata para
+el divino Sacrificio.
+</p><p>
+1393. El mismo prelado confirmó con el cabildo en junio de este año un
+Estatuto de su antecesor sobre los maravedises que el obispo y
+beneficiados debian pagar para las capas de seda. En él se determina que
+se paguen 1000 mrs. por el obispo; 600 por las dignidades y canónigos;
+200 por los racioneros; 100 por las medias raciones; y que esto se
+satisfaga por el obispo en su primer año y por los beneficiados en los
+dos años primeros, cada año la mitad.
+</p><p>
+1397. El mismo obispo hizo donacion al cabildo de diferentes posesiones
+que habia comprado, y agradecido éste, le ofreció cumplir las fiestas de
+Sta. Ana y de las Nieves con la misma solemnidad que hasta entonces se
+habian celebrado, y un aniversario por su alma, que se cumple en abril.
+En este mes murió, y fué enterrado en el sepulcro de los cinco obispos,
+en tercer lugar.
+</p><p>
+1398. En noviembre de este año el obispo D. Fernando Gonzalez Deza se
+obligó á dar 100 mrs. de moneda vieja cada año <i>porque faga el cabillo
+la fiesta de las once mil Vírgenes de todas capas, y órganos, hasta
+hallar posesiones para dotarla</i>.
+</p><p>
+1404. Murió el duque de Medinasidonia D. Enrique de Castilla, hijo
+natural de D. Enrique II y de D.ª Juana de Sousa, y el rey D. Enrique
+III escribió al cabildo que le diese sepultura en la capilla mayor al
+lado del Evangelio. En este sitio estuvo, en un sepulcro de madera
+primorosamente esculpido, hasta mediados del siglo XVI, en que fué el
+arca sacada de allí. Su madre D.ª Juana de Sousa fundó doce aniversarios
+por su alma, y llevada del grande amor que le tenia, se retiró del mundo
+á vivir dentro de la misma iglesia, pidiendo para esto al cabildo los
+cuartos que llaman de <i>cabeza de rentas</i>, donde dispuso su habitacion
+para el resto de sus dias. Este singular retraimiento de la noble dama,
+tomó sin duda en boca del pueblo andando el tiempo color de mas
+novelesca aventura. Supúsose que el personage enterrado en la antigua
+capilla mayor era aquel infeliz duque de Arjona D. Fadrique de Castro,
+esforzado caballero y protector de trovadores, nieto del maestre D.
+Fadrique hermano del rey D. Pedro, y cuya desgracia se refiere en aquel
+romance antiguo que empieza:
+</p>
+
+<table border="0" cellpadding="0" cellspacing="0" summary="">
+<tr><td align="left">«De vos el duque de Arjona</td></tr>
+<tr><td align="left">Grandes querellas me dan.»</td></tr>
+</table>
+
+<p>
+Acreditóse en Córdoba la especie de que su madre se habia refugiado en
+la catedral huyendo del encono del rey que habia hecho morir al duque.
+Ambrosio de Morales, concorde con Argote de Molina, pretendió ser errada
+esta opinion y haber confundido el vulgo en uno solo á dos duques de
+Arjona, uno nieto del maestre D. Fadrique, como queda dicho, y otro hijo
+natural del rey D. Martin de Sicilia y de una doncella de noble linage.
+Ambos llevaron el mismo nombre y título, pero el primero fué D. Fadrique
+de Castro, duque de Arjona, y está enterrado en el monasterio de
+Benevivere, y el segundo fué D. Fadrique de Luna, duque de Arjona, y
+segun Morales está enterrado en Córdoba. El primero murió en el castillo
+de Peñafiel; el segundo falleció en la fortaleza de Brazuelos. Hay como
+se ve causa sobrada para la confusion de los dos duques de Arjona en uno
+solo; y la hay tambien para que los mismos historiadores graves y
+críticos como Morales y Argote, no ya el vulgo, hayan tomado á la
+misteriosa dama encerrada en la catedral de Córdoba por D.ª Tarsia, la
+amiga del rey D. Martin de Sicilia: Mejor informados en este punto el
+autor inédito del m. s. <i>Antigüedad y grandezas etc. de la santa
+catedral iglesia</i>, ya otras veces citado, y el Dr. Gomez Bravo, lo
+esclarecieron manifestando el error en que los mencionados historiadores
+y el vulgo habian incurrido, y haciendo ver que el personage sepultado
+en la antigua capilla mayor no era otro que el duque de Medinasidonia D.
+Enrique de Castilla, hijo natural del rey D. Enrique II, y cuya madre,
+por el grande amor que le tenia, no quiso apartarse de su cuerpo aun
+despues de muerto. El duque de Arjona que supone Morales enterrado en
+Córdoba no murió hasta el año 1438, y el duque de Medinasidonia, de
+quien aqui se trata, fué mandado enterrar en la capilla mayor antigua en
+1404. Falta solo saber qué se hizo del arca ó caja de madera en que
+yacia sepultado. En tiempo del citado Ambrosio de Morales se conservaba
+todavia, pues dice: «en el cabildo de la iglesia está agora el cuerpo
+del duque de Arjona dentro de una riquísima tumba de madera, muy grande,
+y toda labrada de talla y muy dorada. Solia estar esta tumba con el
+cuerpo dentro de la capilla mayor, al lado del Evangelio, y passáronle
+de alli no ha muchos años porque parecia tener tanto ó mas honrado
+enterramiento que los reyes: estando su capilla dellos á espaldas del
+altar mayor, y este enterramiento muy junto á él.» Añade el citado
+cronista que no debia este cuerpo estar muy bien guardado, porque se
+contaba que habian hurtado algunas sortijas que tenia en los dedos.
+Siendo esto asi, no debe estrañarse que el arca haya sido objeto de
+mayores profanaciones, y que este precioso objeto de escultura, tan
+interesante para la historia del arte nacional, haya completamente
+desaparecido. Del sepulcro del duque de Medinasidonia solo existe hoy la
+memoria en una lápida que hay en la pared al lado del Evangelio, con un
+epitafio que dice: «<i>Aqui yace D. Enrique de Castilla, duque de
+Medinasidonia, conde de Cabra, señor de Alcalá y de Mora, hijo del muy
+alto rey D. Enrique II el Magnífico</i>;» y en la inscripcion de la capilla
+de la Encarnacion, ó de los Sousas, que dejamos ya reproducida.
+</p><p>
+1412. El diezmo del almojarifazgo concedido á la catedral habia sido
+confirmado por varios reyes, y á este diezmo estaban anejas y juntas las
+rentas del pontazgo, de los tres pesos, de las libras de la carne, de la
+media fanega de la alhóndiga, y de la alcabala antigua de las bestias.
+Hasta el año 1411 habia cobrado el cabildo el diezmo de estas rentas
+percibiendo su importe en el arca de la Aduana de la ciudad. Teniasele
+tambien por señor de la renta de la almotaglasia y de las alcaicerías y
+tiendas del corral de la alhóndiga, por considerarse todas anejas al
+almojarifazgo. Pero el rey D. Enrique III sin curarse de ello, queriendo
+hacer merced á Ruy Mendez y á Alfon Mendez de Sotomayor, sus vasallos,
+les habia dado las tiendas que tenia la corona en Córdoba, algunas de
+las cuales, decia la donacion, <i>son en la alcaicería de la dicha cibdat
+e otras son en el corral de la alfondiga</i>. Entonces el cabildo presentó
+su querella contra los referidos vasallos del rey á fin de que fuesen
+respetados sus antiguos privilegios, y sustanciado el pleito por todos
+sus trámites, se dió sentencia declarando haber probado el cabildo su
+intencion y pertenecerle por virtud del dicho su privilegio y escrituras
+que habia presentado, los diezmos del almojarifazgo, de la almotaglasia
+de dicha ciudad, de las tiendas de las alcaicerías y del corral de la
+alhóndiga, y de las dos tiendas que los Mendez habian sacado de la
+alcaicería. (Memorial del pleito del terreno solar de la alcaicería de
+Córdoba entre el Excmo. Sr. duque de Medinaceli y el venerable dean y
+cabildo de ella en el Juicio de propiedad intentado por su excelencia
+por caso de corte en la Real Chancillería de Granada.&mdash;<i>Archivo</i>, Caj.
+Z, leg. 2, núm. 38.)
+</p><p>
+1424. Murió el obispo D. Fernando Gonzalez Deza y fué enterrado con sus
+padres en la capilla que habia erigido á S. Acacio. Su sobrino D.
+Fernando Ruiz de Aguayo dotó en ella dos sacristías y seis capellanías
+muy cuantiosas, y tambien fué sepultado allí.
+</p><p>
+1427. Habia por este tiempo gran facilidad de impetrar en la corte
+romana los beneficios y prebendas, por lo cual se suscitaban frecuentes
+litigios y se veían precisados muchos á componerse con los impetrantes
+por cierta cantidad de dinero que les daban, ó recibian dejándoles los
+beneficios. Para evitar estos daños y molestias, el dean D. Fernando y
+el cabildo hicieron un Estatuto, determinando que el beneficiado que
+hubiese gozado pacíficamente su prebenda por un año, pudiese ir á Roma ó
+á cualquiera otra parte á seguir su derecho, teniéndole por presente
+mientras durase el litigio; pero que si constase que alguno habia
+cooperado maliciosamente en la impetra por gozar de este indulto, le
+perdiese con el duplo de lo que habia de percibir, y fuese multado á
+juicio del cabildo.
+</p><p>
+1431. Se instituyó en la catedral una fiesta muy solemne en accion de
+gracias por la gran victoria de la <i>Higueruela</i>, en cuya jornada derrotó
+el rey D. Juan á los moros granadinos matándoles treinta mil hombres.
+</p><p>
+1432. Habiendo el obispo D. Fernando Gonzalez Deza dejado en testamento
+su librería al cabildo, su sucesor D. Gonzalo y el cabildo mandaron que
+todos los años se hiciesen por su alma doce memorias y un aniversario.
+Segun el <i>Indicador cordobés</i> (página 240 y siguientes) la biblioteca
+del cabildo empezó á formarse con los libros que en el año 1274 le donó
+el obispo D. Fernando de Mesa, cuyo ejemplo imitaron despues el dean y
+canónigo D. Pedro Ayllon en 1303; el citado obispo Gonzalez Deza en
+1424; el obispo D. Martin Fernandez de Angulo en 1516; el chantre Anton
+Ruiz de Morales, y el célebre Juan Ginés de Sepúlveda en 1564. La
+biblioteca estuvo en un principio situada en la capilla de Santiago. En
+1480 se decretó su traslacion á otro lugar. En 1578, siendo obispo D.
+fray Martin de Córdoba y Mendoza, se mudó á las piezas que hoy ocupa,
+comunicando con la iglesia por una puerta que hay entre las dos capillas
+<i>antigua y nueva, ó primera y segunda de S. Bartolomé</i>.
+</p><p>
+1442. Hizo el cabildo diferentes rogativas y procesiones á las ermitas
+de Sta. María de las Huertas, Sta. Ana y S. Benito, y dentro de la
+iglesia, para aplacar la cólera divina manifiesta en la terrible peste
+que padecia la ciudad.
+</p><p>
+1443 y siguientes. El infante D. Enrique de Aragon, que era uno de los
+que acaudillaban al partido opuesto al condestable D. Alvaro de Luna,
+pretendia conciliarse la benevolencia del pueblo cordobés asistiendo con
+mucha frecuencia en la catedral á los divinos oficios y ofreciendo
+preciosos dones en misas nuevas y otras fiestas principales. Muchos
+prebendados y caballeros sin embargo, conociendo que el infante atendia
+mas á sus intereses que al bien del reino, y que solo habia separado á
+los que ejercian oficios municipales para poner en su lugar á otros que
+le eran devotos, no queriendo ceder á su tiranía, ni pudiendo
+contrastarla, se salieron de la ciudad, y el cabildo determinó que los
+tales prebendados se tuviesen por presentes. El obispo D. Sancho de
+Rojas, que era de la parcialidad del infante, vino enojado al cabildo y
+contradijo esta determinacion, y la declaró por nula prohibiendo
+practicarla so pena de excomunion mayor. Obedeció el cabildo y la mandó
+borrar del libro de las constituciones. Despues, cuando triunfó el
+partido del condestable alejándose de Andalucía el infante, el obispo
+quiso poner entredicho en la ciudad y su obispado; mas apeló el cabildo
+al arzobispo de Toledo, y como este era hermano de D. Alvaro de Luna,
+tuvo que suspender el obispo su determinacion. Retiróse entonces el
+prelado á Baena, y allí celebró órdenes generales. Para ordenar al dean
+D. Juan de Contreras fué menester que el cabildo le mandase entregar <i>el
+báculo de plata dorado, e la mitra mayor, con lo que necesario es del
+Pontifical mayor, para levar á nuestro Sr. el obispo D. Sancho de Roxas
+á Baena</i>. El rey, irritado contra el obispo D. Sancho, hizo secuestrar
+por el cabildo todas las rentas: hízose así á 5 de febrero de 1445,
+dándose su administracion al arcediano de Castro D. Pedro de Córdoba y
+Solier. Este secuestro duró bastante tiempo, y algunas veces se vió
+precisado el obispo á pedir al cabildo le socorriese con dinero para
+atender á sus necesidades mas urgentes.
+</p><p>
+1455. El rey D. Enrique IV fué á Córdoba, adonde llegó á 20 de mayo la
+reina D.ª Juana, y allí ratificaron el matrimonio que habian contraido
+por poderes. Recibieron las bendiciones en la catedral el dia 25, Pascua
+del Espíritu Santo, y por no estar consagrado el obispo D. Gonzalo de
+Illescas, hizo el oficio el arzobispo de Tours, embajador del rey de
+Francia.
+</p><p>
+1456. El obispo D. fray Gonzalo de Illescas, dice Bravo, dió en el año
+de cincuenta y seis una singular muestra de su ánimo verdaderamente
+religioso y pacífico; pues teniendo algunas diferencias con el cabildo
+sobre el derecho de elegir pertiguero, y sobre algunos bienes de D.
+Sancho de Rojas, y reparo del palacio episcopal, que se habia quemado,
+vino á cabildo viernes 23 de julio, y dijo: que para evitar los pleitos,
+debates é contiendas, nombraba su compromisario al arcediano de Castro y
+al Dr. fray Alonso Alvarez, prior de S. Gerónimo. El cabildo admitió
+gustoso el compromiso, y para el caso de discordia nombró á otros tres
+individuos; con lo que todo se fué componiendo amigablemente.
+</p><p>
+1458. El papa Calixto III habia pedido al estado eclesiástico de
+Castilla y Leon un caritativo subsidio para la guerra contra el turco.
+Congregáronse las iglesias en Medina del Campo y se obligaron á
+contribuir con 35000 florines. Pero como en este mismo año habia
+padecido Córdoba esterilidad y peste, y el cabildo y el obispo habian
+tenido que hacer cuantiosas limosnas, la iglesia de Córdoba resistió la
+referida contribucion. Obligóse sin embargo á contribuir con algo, mas
+en el año de 1474 todavía no habia acabado de satisfacer su contingente.
+</p><p>
+1465 y siguientes. Las memorias de estos años son del mayor interés, no
+solo por lo tocante á la iglesia de Córdoba, su clero y obispo, sino
+tambien por la viva pintura que con ellas se hace del infeliz estado de
+Castilla en tiempo de D. Enrique el Impotente, bajo cuyo infausto
+reinado, y mediante el escandaloso suceso de Avila, se encendió tanto
+fuego en la monarquía, que no hubo ciudad que no ardiese en guerras
+civiles, muertes, robos y sacrilegios. Procuraremos delinear lo mas
+brevemente posible el cuadro general de estos sucesos, intercalando en
+la compendiada narracion de los historiadores de mas crédito, las
+noticias no publicadas que hemos podido proporcionarnos merced á la
+obsequiosa venia obtenida del ilustrado cabildo de Córdoba. Depuesto en
+Avila el rey D. Enrique IV y elevado al trono en su lugar su hermano el
+infante D. Alonso, declaráronse en Córdoba por el intruso el inquieto D.
+Alonso de Aguilar y otros grandes caballeros con D. Martin Fernandez,
+alcaide de los Donceles; y por el rey legítimo el obispo, el conde de
+Cabra y otros caballeros principales: con lo que quedó la ciudad
+dividida en dos poderosos bandos que se hicieron sangrienta guerra. D.
+Alonso de Aguilar se habia hecho tan dueño de Córdoba, que echó fuera al
+corregidor y ministros del rey, y usurpando la jurisdiccion antigua de
+alcalde mayor, prendia y desterraba, cargaba pechos á eclesiásticos y
+seculares, y no habia quien pudiese contenerle. El obispo D. Pedro de
+Córdoba y Solier, hasta entonces amigo suyo, habia procurado en vano
+refrenar sus arrebatados ímpetus hasta que viendo que nada obtenia, y no
+teniendo fuerzas para contrastarle, se salió de la ciudad y se refugió
+en su castillo de Toledillo, donde publicó entredicho y anatema contra
+D. Alonso de Aguilar por haberle quemado y saqueado su palacio
+episcopal, cometiendo otras injurias y violencias contra sus familiares.
+Murió en 1468 el infante D. Alonso, causa principal de la division del
+reino; sus partidarios se acobardaron, y los fieles al rey se llenaron
+de júbilo. La repulsa de la prudente D.ª Isabel (despues reina
+católica), á quien quisieron los primeros declarar por reina, acabó de
+desarmarlos, y así todos por necesidad volvieron á la obediencia del rey
+jurando á la infanta por sucesora en el reino. Entregado ciegamente D.
+Enrique al marqués de Villena, que solo atendia al logro de sus
+intereses con la discordia de los demas, al pasar á Córdoba con objeto
+de acabar la pacificacion de los ánimos, solo consiguió enconarlos de
+nuevo, porque con las providencias que dictó aconsejándole su valido,
+dejó á todos descontentos. D. Alonso de Aguilar, resentido de que le
+hubiesen hecho entregar á su enemigo el conde de Cabra los alcázares y
+fortalezas de la ciudad, y al conde de Alcaudete la Carrahola, sin cuyas
+defensas era poco seguro su predominio en Córdoba, ideó el modo de
+recuperarlas, y le salió bien, porque habiéndose apoderado traidoramente
+de la persona del mariscal D. Diego Fernandez de Córdoba, el conde de
+Cabra y sus parciales, amigos de este, se vieron precisados á
+abandonárselas como precio de su rescate. La preponderancia de Aguilar
+en la ciudad alejaba de ella al obispo; sin embargo contribuía cuando
+era necesario con su presencia á remediar los males de su Iglesia,
+porque á la general turbacion introducida por los desmanes de los
+grandes, se agregaba una gran relajacion en la disciplina eclesiástica,
+y hubo casos en que, arrostrando la tirania ejercida por el de Aguilar,
+tuvo el prelado que acudir como buen pastor, ya á reprimir la insolencia
+de algunos malos canónigos á quienes aquel favorecia, ya á contener al
+prepotente magnate en sus injustos procedimientos con otros prebendados.
+En una ocasion el chantre D. Lope de Sandoval, que por lo visto era
+mejor para campeador ó bandolero que para sacerdote, se atrevió á tomar
+posesion de una canongía contra la voluntad del obispo y cabildo de
+canónigos, á quienes tocaba darla, asaltando la iglesia con gente armada
+reunida por su propia autoridad. Otro dia, por haber defendido con calor
+en el cabildo á varios prebendados atropellados y desterrados por D.
+Alonso, y contribuido á que se tomase un acuerdo en cuya virtud debian
+los desterrados tenerse por presentes todo el tiempo que durase su
+ausencia, el poderoso árbitro de Córdoba fraguó su ruina: tan buena
+traza se dió, que logró del mismo rey enviase carta firmada al obispo
+rogándole saliese de la ciudad y se retirase á un lugar del obispado; no
+quiso obedecer D. Pedro Solier, y D. Alonso sorprendiéndole con gente
+armada se apoderó de él, le montó en una mula, y tomando las riendas, le
+sacó violentamente de la ciudad, mandando se le cerrasen las puertas. D.
+Pedro se fué al convento de S. Gerónimo, y de allí á Montemayor, donde a
+1.º de julio de 1472 mandó publicar por excomulgado á D. Alonso y poner
+entredicho en la ciudad. Las causas espresadas en la carta de anatema
+fueron once, y merecen publicarse literalmente (Gomez Bravo solo lo hace
+en estracto muy diminuto) por la luz que derraman sobre esta época de
+turbulencias tan digna de estudio. Hace saber el obispo en su
+carta-excomunion, á los Sres. dean y cabildo, capellanes mayores de la
+capilla de S. Pedro, y á los demas rectores y clérigos de todas las
+iglesias de la ciudad de Córdoba y su obispado, que habia seguido
+algunos procesos contra D. Alfon, señor de la casa de Aguilar, así de
+oficio como á peticion fiscal y del cabildo, sobre la quema de las casas
+obispales y fraccion de la santa iglesia, como tambien por haberse
+apoderado de las rentas de los diezmos de Cañete por su propia autoridad
+muchos años, por lo cual habia incurrido en excomunion mayor; y
+debiéndose guardar entredicho, lo declaraba y mandaba se tuviese por tal
+por las causas siguientes:==«1.ª Porque habia D. Alfon dado muchas armas
+y caballos á los moros; 2.ª porque prendió seis canónigos de esta santa
+iglesia porque obedecieron los mandamientos apostólicos, y los tuvo
+presos mas de seis meses siendo presbíteros, diáconos y subdiáconos; 3.ª
+por haber tenido como tenia la torre de la iglesia y obra de ella
+encastillada; 4.ª por el quebrantamiento de las casas obispales y quema
+de ellas, y por la fraccion de la iglesia; 5.ª porque habia muchos años
+que tenian impuesta imposicion en esta ciudad llevando de dicho Sr. y de
+su clerecía y religiosos y conventos de ella la dicha imposicion,
+debiendo ser por lo mismo excomulgados con el referido D. Alfon los
+siguientes: García Mendez de Sotomayor, comendador de la órden de
+Santiago, Alfon del Castillo, Ferran Cabrera, Pedro Mendez el mozo,
+Alfon Mendez, Pedro de Cárdenas, Gonzalo de Mesa, Alfon de Angulo, Juan
+de Angulo, Juan de Sosa, Ferrando de las Infantas, Ferrando de Luna,
+Juan de Cárdenas, Pedro Gonzalez de Mesa, Pedro de Hoces, Pedro Cabrera,
+Pedro de Aguayo, Anton Cabrera, Pedro de Córdoba, Gonzalo de Cárdenas,
+el bachiller Gonzalo de Zea, Martin de la Cuerda, Pedro de Torreblanca,
+Diego de Ferrera, Sancho de Córdoba, Diego de Córdoba, su hijo, Juan de
+Valenzuela, el bachiller Alfon Rodriguez, Juan de Baeza y Ferrando de
+Baeza, veinticuatros de Córdoba, los cuales habian concurrido con D.
+Alfon, señor de Aguilar, en la referida imposicion. Gonzalo y Alfon de
+Baeza, escribanos; y se debia guardar entredicho hasta tanto que
+restituyesen todo lo quitado al obispo y su clerecía, y levantasen la
+referida imposicion; 6.ª (que comprendia juntamente con D. Alfon á
+Gonzalo de Godoy) porque cuando fueron declarados por públicos
+excomulgados el dicho D. Alfon y los que le ayudaron á quemar y robar
+las casas de su ilustrísima, y á quebrantar las puertas de la iglesia,
+el referido D. Alfon mandó á Gonzalo de Godoy, alguacil que entonces
+era, que prendiese, como prendió, á muchos escuderos del Sr. obispo, y
+les quitó mucho de lo que tenian y los puso en mazmorras así en Cañete
+como en Montilla y Bujalance; 7.ª porque estando su ilustrísima en S.
+Gerónimo, dicho D. Alfon y la ciudad de Córdoba enviaron á Juan de
+Angulo y á Pedro de Cárdenas para desterrar á su ilustrísima, lo que en
+efecto hicieron y pasó en 2 de mayo del año 69. Despues á 24 de marzo
+del presente año, el dicho D. Alfon desterró á su ilustrísima echándolo
+por fuerza de la ciudad, sacándolo por las riendas de su mula; 8.ª por
+haber sacado por fuerza á muchos de los retraidos en la iglesia; 9.ª
+porque viviendo Alfon de Jaen y Diego Rodriguez, racioneros de esta
+iglesia, cerca de Castro, los mandó prender, quitándoles dos acémilas de
+su ilustrísima con muchas cosas que llevaban, lo que no habia pagado
+todavia, teniendo presos á dichos racioneros; 10.ª porque siendo electo
+su ilustrísima de esta iglesia, D. Alfon y los suyos entraron de noche
+en las casas obispales y robaron mucho dinero en especie, en vino, pan,
+trigo, cebada y preseas de casa, y despues, siendo su ilustrísima ya
+obispo, excomulgó á los robadores y muy poco restituyeron; 11.ª por
+tener, como tiene, por fuerza tomadas las casas obispales y embargado
+cuanto en ellas habia.»
+</p><p>
+Publicada esta carta, acudió D. Alonso de Aguilar, legalmente
+representado por el bachiller Diego Rodriguez de Jaen, apoderado tambien
+y procurador de los consortes en la causa de Aguilar, y apeló ante su
+ilustrísima pidiendo se declarase lo hecho nulo y de ningun valor y
+efecto por varias razones que alegó, entre las cuales figuran como
+principales: Que el D. Alonso no se habia apoderado de los diezmos como
+se suponia; que el obispo no podia ser juez de la causa por ser
+notoriamente sospechoso y capital enemigo del Sr. de Aguilar y de
+algunos de los otros excomulgados, y confederado, aliado y amigo del
+conde de Cabra y sus hijos, y de su valía y opinion, por lo que, como su
+contrario y enemigo declarado, habia sido echado de la ciudad por órden
+del rey; que mediante la referida sospecha no podia tener jurisdiccion,
+ni podia haber citado á D. Alfon y consortes á que compareciesen ante su
+ilustrísima en la villa de Montemayor, por cuanto esta era del Sr.
+Martin Alfon que estaba en la misma parcialidad, confederacion y
+adversidad que su ilustrísima contra el citado Aguilar y consortes; y
+aunque decia que habia seguido los dichos procesos á peticion del
+cabildo, no era así, ni pasó tal cosa. Que aunque la carta decia que D.
+Alfon estaba excomulgado por haber dado armas, caballos y otras cosas á
+los moros, la causa no era verdadera, y caso de haberlo hecho sería con
+justa razon para defensa y conservacion del reino de Castilla, en
+especial de Andalucía, por mandado y con poder del rey, en lo cual Dios
+no habia sido ofendido; que D. Alfon no prendió los canónigos, porque
+cuando esto ocurrió no se hallaba en Córdoba. Que tampoco habia
+incurrido en excomunion por lo que su ilustrisíma llamaba
+quebrantamiento y quema de las casas obispales y fraccion de la iglesia,
+porque esta no la habia habido ni se podia probar, y si en el palacio
+hubo alguna quema sería por culpa del señor obispo y de sus familiares,
+pues era notorio en la ciudad y sus comarcas que todo habia sucedido por
+autoridad de derecho y por justas y legítimas causas en defensa y amparo
+de la república. Que estando en Córdoba el dicho D. Alfon con la
+gobernacion de ella, como al presente la tenia, en paz y sosiego,
+ciertos caballeros y escuderos, todos familiares, criados y paniaguados
+del señor obispo, y por su mandado, entraron, se apoderaron y
+encastillaron en las casas obispales y torres de la ciudad juntas á
+ellas, y se fortalecieron dentro, haciendo muchos edificios de tapias y
+canterías (lo que hoy llamamos <i>barricadas</i>) con empalizadas, y
+fortalecieron las dichas torres por dentro y fuera con muchos
+almadraques, colchones, tapiales, puertas, mucha ropa y maderas,
+abasteciéndose asímismo de muchas viandas, pan, vino y pescado, de los
+propios bienes del señor obispo. Y asímismo se guarnecieron y
+abastecieron de muchas armas, lombardas, truenos, espingardas,
+culebrinas, serpentines y ballestas fuertes y comunes, así de palo como
+de acero, y otros muchos tiros de pólvora, con ánimo malévolo é
+intencion depravada, para desde allí tirar y ofender con sugestion
+diabólica á los alcázares del rey por tomarlos y ocuparlos, y por tirar
+contra los vecinos y moradores de Córdoba, turbándolos y damnificándolos
+y el pacífico sosiego en que estaban, levantándolos contra el D.
+Alfonso, para entregar la ciudad á sus adversarios. Que el plan de los
+parciales del obispo era traerle á la ciudad, entregársela, prender á D.
+Alfon y matarle, robando luego y destruyendo la poblacion en daño de la
+república. Que era notorio que su ilustrísima llevaba gente de armas de
+á caballo y de á pié apercibiéndose para llevar á cabo su propósito
+contra el juramento apostólico, homenage y fidelidad que habia prestado.
+Que el consejo de la ciudad, viendo los escandalosos movimientos, y no
+queriendo usar de rigor, llana y pacíficamente habia hecho requerir á
+los familiares y gente del obispo, intimándoles se desarmasen y
+desencastillasen, dejando libres las torres y castillos; á lo que no
+quisieron ellos condescender, antes por el contrario, obedeciendo á las
+sugestiones del obispo, siguieron haciéndose fuertes, esperando su
+socorro, invocando en las torres á su ilustrísima y á la demas gente que
+en su ayuda venia, á cuyas señales dicho señor y los de su concierto
+respondieron, con lo cual, creciendo el endurecimiento y obstinacion de
+sus familiares, empezaron á tirar contra la ciudad y contra los que
+estaban ocupando la fábrica y obra de la iglesia, donde mataron é
+hirieron muchos hombres. Que continuando en ello y viendo la ciudad el
+peligro y daño, por mandamiento de ciertos jueces hizo prender á dichos
+familiares, y si en tal acto hubo algun daño ó toma de bienes, seria
+culpa de dicho señor, fuera de que ya la ciudad le habia satisfecho y su
+ilustrísima se habia dado por contento. Que no era cierto se hubiesen
+impuesto contribuciones ó tributos á dicho señor obispo, clérigos y
+religiosos de Córdoba y su tierra, y si algunas se habian decretado, no
+habia sido señaladamente contra dichos clérigos y religiosos, ni esto se
+habia hecho sin mandado del rey, ni para objeto ageno al bien comun,
+redundando por consiguiente en beneficio del mismo estado eclesiástico.
+Que dichas imposiciones habian tenido por objeto la defensa contra los
+moros, que otras veces habian hecho entradas con ayuda de los parciales
+del obispo. Que tampoco eran reos de excomunion por haber prendido á los
+familiares de su ilustrísima, puesto que eran personas legas. Que cuando
+Pedro de Cárdenas y Juan de Angulo habian hecho salir al señor obispo de
+la ciudad y de S. Gerónimo, habian procedido por mandado del rey, por
+ser su ilustrísima escandaloso y parcial con el conde de Cabra y sus
+hijos, y porque procuraba con algunos grandes del reino adversarios del
+rey, entrar en Córdoba por fuerza y con escándalo en deservicio de S. M.
+para alzarse con la ciudad y su tierra.
+</p><p>
+El escrito de apelacion que esto contenia fué presentado por el
+bachiller Diego Rodriguez de Jaen con su carta de poder en 8 de julio de
+1472, en la villa de Montemayor, por ante Juan Gonzalez y otros
+escribanos y notarios públicos, en las casas mismas donde tenia su
+habitacion el obispo D. Pedro, y hallándose presente su ilustrísima. Y
+en 1.º de agosto del propio año, compareció en Córdoba en presencia de
+otros escribanos el bachiller Ferran Romero, vicario del señor obispo,
+con una carta mensagera dirigida al bachiller Juan Vicario, y con ella
+respuesta de lo arriba espresado para que se la diera á los escribanos
+que habian hecho el requirimiento. Respondia y decia el obispo: Que por
+lo tocante á la incompetencia para conocer en la causa del Sr. de
+Aguilar, fundada en la parcialidad de su ilustrísima por el conde de
+Cabra y sus hijos, lo único cierto era, «que entrando en Córdoba el rey
+D. Enrique, D. Alfon de Velasco y D. Juan de Guzman, Luis de Paniagua y
+otros muchos caballeros, el dicho D. Alfon dió la fé á su ilustrísima y
+su ilustrísima al D. Alfon, que querian ser neutrales no favoreciendo á
+ninguna de las partes, y que uno á otro se guardarian la honra, y que
+despues de un año en presencia de Diego Gimenez de Góngora Prior y de
+Pedro de Foces, canónigos de esta santa iglesia, por parte del señor
+obispo, el dean de ella y otros por la parte del citado D. Alonso, y
+dentro de las casas de este se confirmaron las paces que tenian tratadas
+y en caso necesario las aprobaron con ciertas formalidades. Y el dia 4
+de marzo de dicho año, viniendo dicho señor obispo de confesarse del
+convento de S. Pablo, el dicho D. Alfonso juntó mucha gente armada, y
+antes que entrára dicho señor obispo en sus casas, le echó fuera de la
+ciudad y á todos los de su familia, de lo que resultaba la enemiga que
+tenia dicho D. Alfon, dando favor á muchos que vivian malamente contra
+Dios y su Iglesia, sabiendo bien el referido que la intencion de su
+ilustrísima seria querer enmendarlo.» Que en cuanto á la incompetencia
+por falta de jurisdiccion, «el lugar donde estaba dicho señor obispo era
+donde habian de comparecer las personas del dicho regimiento por sí ó
+por su procurador, mayormente sabiendo el dicho D. Alfon que entre el
+Sr. Martin Alfon y los vecinos de Córdoba y su tierra y las villas de
+dicho D. Alfon, cada y cuando les parece á todos ó cualesquiera de ellos
+entran seguros en la dicha villa de Montemayor y pasan seguros por ella,
+como sucedió el dia 25 de julio del presente año de 72 cuando el jurado
+Ahumada, vecino de Córdoba, entró en la referida villa de parte de dicha
+ciudad á requerir al alcaide que le entregase ciertos presos, pues que
+entre ellos habia paz, quien habia respondido que no los tenia ni sabia
+de ellos, y si los tuviera se los entregára: de lo que resultaba ser
+frívola la apelacion.» «Y siendo como era notorio que en el lugar de
+Cañete el dicho D. Alfon arrendó á los almojarifes y vecinos de Córdoba
+todas sus rentas de dicho lugar, incluyendo en ellas las rentas de los
+<i>diezmos de menudo, vino y aceite</i>, de lo que resultaba estar
+excomulgado el dicho D. Alfon por la Bula Paulina y Estatuto del
+antecesor de dicho señor obispo, que lo fué el Illmo. Sr. D. Fernando: y
+siendo cierto que el dicho D. Alfon habia dado armas á los moros; y en
+cuanto á la prision de los canónigos que hizo el referido, era notorio,
+y que los tuvo presos en su villa de Cañete mas de medio año, y siendo
+tambien cierto que se habia apoderado de la torre de la santa iglesia
+tomándole al rey lo que tenia en ella, y usurpando las rentas reales que
+S. M. tenia en la ciudad, y echándole varias imposiciones en ella y su
+tierra; y siendo tambien cierto y notorio que habia quemado las casas de
+dicho señor obispo, y que combatió y tomó por fuerza los alcázares
+reales; y careciendo de toda verdad lo alegado para justificar las
+imposiciones echadas sobre el estado eclesiástico, como tambien el que
+sobre este punto se habian comprometido con la ciudad, y que las
+imposiciones eran contra los moros, pues antes eran en favor de ellos; y
+siendo cierto que el dicho D. Alfon habia sacado violentamente mucha
+gente de la iglesia, como que prendió dos clérigos beneficiados de ella
+porque llevaban las acémilas del obispo, las que le quitaron; y siendo
+cierto que en el mismo dia que fué electo dicho señor obispo lo robaron
+y asaltaron los alcázares, como tambien que dicho D. Alfon y Pedro de
+Aguayo lo echaron de la ciudad; denegaba su ilustrísima la apelacion
+interpuesta.»
+</p><p>
+Esta ruidosa causa duró muchos años: algunas personas principales y de
+autoridad procuraron interponerse entre el obispo, D. Alonso y la
+ciudad, para conciliar las diferencias que habia, y lograr se levantase
+el entredicho. Consiguieron esto último algunas veces, pero era tan
+díscola la condicion de los contendientes, que de todo sacaban pretesto
+para volver á la discordia. El señor de Sta. Eufemia habia logrado
+apoderarse de Pedroche, villa de la ciudad, y aunque se le requirió que
+la dejase, no quiso ejecutarlo. La ciudad salió con su pendon, y
+restauró á Pedroche: dió noticia al cabildo para que hiciera alguna
+demostracion, y á 14 de febrero de 72 se decretó que todos los
+prebendados salieran á caballo á recibir el pendon triunfante. Levantóse
+el entredicho despues del 15 de febrero de 73, y parecia reinar la
+concordia, pero duró poco tiempo, porque el conde de Cabra, que se
+acababa de apoderar de Almodovar, cometia en la ciudad y campiña grandes
+vejaciones: el de Aguilar exasperado volvió á sus pasados rigores, y el
+obispo volvió á poner entredicho á 19 de octubre. Empezó entonces la
+discordia entre el cabildo y el prelado: el cabildo apeló á Toledo;
+durante la apelacion interpuesta no se observaba el entredicho, y esto
+hizo temer á algunos prebendados que impetrándoles en Roma las
+prebendas, se movieran muchos y costosos pleitos, y así determinaron que
+si alguno fuese molestado por esta razon, todos le amparasen y
+defendiesen en los tribunales contribuyendo á las costas que se
+causáran. Declarada la division entre el prelado y el cabildo, siguió la
+discordia acerca de otros puntos, y con especialidad en el modo que se
+habia introducido en el arrendamiento y administracion de las rentas
+decimales, en que el obispo hacia remisiones y otras gracias sin la
+intervencion del cabildo ó sus diputados. Fué el resultado un Estatuto
+para que no se pudiesen en lo sucesivo arrendar las referidas rentas á
+prebendados, caballeros ni personas semejantes, y establecerse el
+tribunal llamado de <i>Cabeza de rentas</i>.
+</p><p>
+Ocurrió en 1474 la muerte de D. Enrique IV, y de aquí nuevos motivos de
+contrariedad y encono entre D. Alonso de Aguilar y el obispo D. Pedro.
+La mayor parte de las ciudades y señores de vasallos se declararon por
+D. Fernando y D.ª Isabel, y con ellos el prelado de Córdoba y el conde
+de Cabra; y D. Alonso, siguiendo al marqués de Villena, abrazó la
+parcialidad de D.ª Juana, á quien valido de su preponderancia en Córdoba
+hizo aclamar por reina. A este acto de violencia pudo agregarse otro
+para hacerle impopular. Un año antes un herrero, fanático como toda la
+demas gente de baja condicion, habia movido un gran motin contra los
+conversos ó <i>cristianos nuevos</i>, cometiendo grandes robos, incendios y
+atropellos en las viviendas de aquellos presuntos apóstatas, y matando á
+muchos. D. Alonso de Aguilar dió muerte por su mano al herrero y tuvo
+que refugiarse con muchos conversos en el alcázar viejo, guareciéndose
+allí contra el furor de la plebe. No sabemos positivamente que el
+cabildo aprobase aquel bárbaro desahogo popular, que sin duda alguna
+tenia el carácter de tal, puesto que siguieron el ejemplo de Córdoba
+Montoro, Adamuz, Bujalance, Rambla, Santaella y otros lugares del
+obispado, dando fuertes indicios de querer hacer otro tanto Palma y
+Baena; pero sí creemos que la impolítica contemplacion de los magnates
+con los conversos de mala fé, que pululaban por desgracia, tenia
+justamente exasperado al pueblo, y que en un siglo en que las creencias
+religiosas del estado llano eran tan poco ilustradas, estas repugnantes
+matanzas eran el resultado lógico de la pugna entre las ideas nacionales
+y las de la corte. Ahora bien, podia no ser siempre mengua participar de
+las ideas é instintos nacionales contra el desgraciado sistema que
+seguia la corte de Enrique IV, y solo bajo este concepto aventuraremos
+la especie de que el cabildo de Córdoba no repugnaria quizás aquel
+popular escarmiento. Lo cierto es que por aquel tiempo se compuso
+decididamente con su obispo, y le siguió dócil y resuelto cuando este se
+declaró por D. Fernando y D.ª Isabel; en prueba de lo cual mandó dar mil
+maravedís de albricias al criado del rey que le trajo la nueva de su
+victoria contra el rey de Portugal.
+</p><p>
+Del ruidoso pleito entre D. Pedro Solier y D. Alonso de Aguilar no
+hallamos rastro despues del año 75, en el cual consta que tuvo que
+intervenir el fiscal de la curia romana por S. S., habiéndose dado poder
+á varios procuradores para que compareciesen ante el Illmo. Sr. D.
+Rodrigo, obispo de Albano, cardenal y vice-cancelario, juez
+especialmente nombrado por el Papa en dicho pleito. Ignoramos si llegó á
+darse sentencia, ó si quedó paralizado por muerte del obispo D. Pedro,
+ocurrida en 1476. (En el Archivo de la Sta. iglesia, caj. P, desde el
+núm. 258 en adelante, existen todas las piezas pertenecientes á esta
+famosa causa.)
+</p><p>
+El silencio de los cronistas del reinado de Enrique IV acerca de unos
+hechos de tanto bulto, no se estrañará si se atiende á que tampoco hacen
+mencion de otras violencias muy semejantes que por los mismos años
+exactamente padecia de parte de otro magnate otro prelado mas calificado
+todavía. El arzobispo de Santiago D. Alonso de Fonseca se hallaba en
+1466, con los canónigos y clérigos que le eran fieles, sitiado en su
+misma catedral por gente armada á las órdenes de un magnate, que se cree
+fuese el conde de Trastamara D. Per Alvarez Osorio, quien ya en otra
+ocasion habia hecho lo mismo con el arzobispo D. Rodrigo de Luna. (Véase
+el estracto del viaje del conde bohemo Leon de Rosmital publicado por D.
+Pascual de Gayangos en el tomo I de la <i>Revista española de ambos
+mundos</i>, pág. 739 y siguientes.)
+</p><p>
+1467. Murió por estos años D. Fernando Ruiz de Aguayo, cuya memoria es
+muy venerada por su gran piedad y por las fundaciones magníficas que
+hizo. Dotó en la capilla de S. Acacio, fundacion de su tio el obispo D.
+Fernando Deza, seis capellanías, de mas de 600 ducados de renta cada
+una, y dos sacristías, cada una de mas de 100 ducados. En la capilla de
+S. Pedro dotó doce memorias por D.ª Leonor de Bocanegra, su prima, y
+tambien dejó dotacion para que en el Sagrario ardiese un cirio
+continuamente; y á fin de que en la procesion de las vísperas y fiesta
+de las Once mil Vírgenes se llevase la cabeza de Sta. Ursula, dejó para
+distribucion 50 maravedís de moneda blanca. Eran por este tiempo muy
+usadas las resignas y permutas aun en beneficios desiguales: así este
+prebendado fué primero canónigo, luego racionero, y por último
+beneficiado de Hornachuelos, conservando la chantría.
+</p><p>
+1471. En agosto de este año se acabó el altar que hizo á S. Leandro y S.
+Isidoro el racionero Juan Garcia de Henares.
+</p><p>
+1475. A 7 de agosto se dió posesion de la dignidad de maestrescuela al
+cardenal de Sto. Angelo, que ya era canónigo, y en 20 de setiembre tomó
+posesion de un canonicato, en nombre y como procurador de Pedro Martinez
+de Osma, maestro en artes y sagrada teología, el dean D. Lope de
+Sandoval. No hacia ocho años que D. Lope de Sandoval, siendo chantre,
+habia tomado posesion de su canonicato á mano armada, y ahora era ya
+dean. ¿Se tratará quizás de dos prebendados del mismo nombre?
+</p><p>
+Pedro Martinez de Osma era catedrático muy afamado de la universidad de
+Salamanca, y el papa Sixto IV, movido de su gran sabiduría y virtud, le
+habia dado aquel canonicato. Tuvo insignes discípulos, pero enseñó
+algunos errores en el tratado de Penitencia. Por comision de S. S. el
+arzobispo de Toledo D. Alonso Carrillo juntó en Alcalá de Henares
+cincuenta y dos doctores para examinar las proposiciones que se le
+censuraban, y habiéndose condenado nueve por heréticas, el doctor Osma
+se retractó de ellas dócilmente, celebrando todos su humilde y modesto
+rendimiento, que le hizo mas glorioso que habia sido antes por su
+sabiduría.
+</p><p>
+1477. Los Reyes Católicos habian dado comision al conde de Cabra para
+que ajustase treguas con el rey de Granada, nombrándole al mismo tiempo
+capitan general del reino de Córdoba. Fué esto muy sensible á D. Alonso
+de Aguilar, y estimulado de la emulacion, ó del enojo que al granadino
+tenia desde que en 1470 habia concedido al mariscal el seguro de Granada
+para el desafío pendiente entre ambos, le salteó el reino talándole los
+campos y haciéndole cuanto daño pudo. Volviendo de su incursion contra
+los moros, pasó por el estado del conde, y le hizo tambien gravísimos
+daños, con que enconadas mas las antiguas enemistades, se convirtió la
+tierra en teatro de robos y homicidios. Al saber estos daños y
+alborotos, mandó la reina á Córdoba por corregidor á Diego de Merlo para
+que apaciguase á aquellos señores y solicitase de D. Alonso la
+satisfaccion de sus agravios. Consiguió con su buen carácter y mejor
+maña que este le entregase á Montarque por prenda, hasta satisfacer al
+conde de Cabra, y luego empezó á castigar á los delincuentes. Llevaba un
+dia el alcalde mayor dos homicidas presos, y de acuerdo de D. Alonso y
+algunos caballeros salieron otros á quitárselos. El alcalde se defendió,
+y fué herido. Noticioso Merlo de lo que sucedia á su alcalde, clamando
+«favor al rey y á la justicia,» se metió con algunos ministros en el
+tumulto; pero concurrió tanta gente en defensa de los reos, que para
+salvar la vida tuvo que refugiarse en S. Lorenzo cerrando las puertas.
+Vino D. Alonso á los ecos del tumulto, y viendo que los refugiados no
+querian abrir las puertas de la iglesia, solicitó que la turba popular
+las quebrantase. Rehusaron los tumultuados cometer semejante sacrilegio,
+pero D. Alonso mandó llamar á setenta de sus esclavos que las hicieron
+pedazos, sacando á Merlo, á quien envió el magnate á su castillo de
+Aguilar. La reina noticiosa del caso, disimuló prudente, y se contentó
+con hacer que D. Alonso pusiese á Merlo en libertad; pero ya el altivo
+señor no volvió á predominar en Córdoba. Estos hechos, aunque estraños á
+la historia de la catedral, son interesantes como complemento de las
+memorias de los años 1465 y siguientes.
+</p><p>
+1478. Tomó posesion del obispado D. fray Alonso de Burgos, confesor de
+la reina católica D.ª Isabel, electo á 12 de noviembre de 76. Pasó todo
+el año 77 acompañando á la reina en Estremadura para reducir á su
+servicio las ciudades y villas declaradas á favor de D.ª Juana.
+</p><p>
+A fines de octubre de 1478 entraron en Córdoba los reyes D. Fernando y
+D.ª Isabel, con singular gozo y festivas aclamaciones de los ciudadanos.
+Con su venida cesó la tirania de D. Alonso de Aguilar, á quien mandaron
+entregase los alcázares, la Carrahola y demas fortalezas, y todos los
+propios que tenia usurpados. Hiciéronse pesquisas de malhechores y
+homicidas, hubo castigos merecidos, y se puso en quietud y seguridad la
+provincia. A D. Alonso se le mandó salir de la ciudad.
+</p><p>
+1482. Habiéndose recibido en el año anterior la Bula del papa Sixto IV
+para establecer en España el Tribunal de la Inquisicion, el obispo D.
+fray Alonso que deseaba ardientemente verlo instituido en Córdoba, por
+el sumo cuidado en que le tenian los conversos, que á título de
+cristianos gozaban de dignidades, beneficios y empleos con el poder
+consiguiente á estas categorias, de importancia en aquellos tiempos,
+instó mucho á los reyes para conseguirlo, y en 1482 ya estaba
+establecido y formado. Fueron los primeros prebendados inquisidores el
+Dr. Pedro Martin del Barrio, canónigo y vicario del obispo, el bachiller
+Alvar Gonzalez de Capillas, canónigo, y el bachiller Anton Ruiz de
+Morales, canónigo y despues chantre; agregándose á estos el P. Fr.
+Martin Caro, guardian del convento de S. Francisco.
+</p><p>
+En este mismo año, usando por la primera vez los reyes de España del
+derecho de nombrar obispos y presentarlos al Papa para su confirmacion,
+segun acababa de ajustarse con Roma con motivo de la repulsa que sufrió
+de parte del rey católico el cardenal Riario, sobrino del papa Sixto,
+nombrado por S. S. obispo de Cuenca (pues hasta entonces habian tenido y
+practicado las iglesias de España el derecho de elegir sus prelados),
+nombraron los reyes católicos á D. Fr. Alonso de Burgos para el obispado
+vacante de Cuenca, y para el obispado de Córdoba á D. Tello de Buendia,
+varon insigne en virtud y letras, que prestó grandes servicios á la
+Iglesia y al Estado, y reconcilió con los reyes al indómito arzobispo de
+Toledo D. Alonso Carrillo. Esta nominacion de los reyes se hacia por
+peticion ó súplica, hasta que Adriano VI concedió al emperador Carlos V
+la facultad de nombrar los obispos. <i>Ad regias preces dabat Papa
+Episcopos.</i>
+</p><p>
+1485. Al año de tomar posesion del obispado D. Tello de Buendia,
+falleció, y fué sepultado en el quinto nicho del sepulcro de los cinco
+obispos que fabricó D. Leopoldo de Austria.
+</p><p>
+1486. En este año tomó posesion del obispado de Córdoba D. Iñigo
+Manrique, confirmado por Inocencio VIII despues de ciertas tentativas
+que hizo para recuperar la facultad de nombrar de que su antecesor habia
+hecho renuncia.
+</p><p>
+1488. A 15 de julio entraron en Córdoba los reyes de vuelta de la
+campaña contra los moros, y D. Iñigo recibió al rey con su cabildo en la
+catedral, donde fué á dar gracias al Todopoderoso por la conquista de
+Loja, Illora, Moclin y otros lugares. Así que la reina, que se hallaba
+en Córdoba, recibió la noticia de la toma de Loja, fué al templo con el
+mismo piadoso objeto, y allí se formó una solemne procesion á la iglesia
+de Santiago, patron de España, asistiendo la reina con la infanta D.ª
+Isabel hasta volver á la catedral y finalizar la funcion.
+</p><p>
+Este obispo D. Iñigo hizo imprimir en Venecia el año 89 el Breviario y
+Misal de la iglesia de Córdoba.
+</p><p>
+1494. Se celebró concordia entre el cabildo y D. Alonso de Aguilar sobre
+las diferencias habidas por causa de los diezmos de Aguilar y Montilla
+con sus aldeas y términos.
+</p><p>
+En este mismo año nombraron los reyes al obispo Manrique presidente de
+la chancillería establecida en Ciudad Real. Hallándose en Madrid,
+llamado para este fin, mandó publicar en su obispado una Constitucion
+sobre el hábito y tonsura de los ordenados de corona para gozar del
+privilegio clerical conforme á la Bula de Alejandro VI. Hizo igualmente
+recoger en un volúmen las Constituciones y Ordenanzas de sus
+antecesores.
+</p><p>
+Tambien en este año concedió S. S. á peticion de los reyes católicos las
+facultades propias del inquisidor general á varios obispos, y entre
+ellos al de Córdoba, por estimar conveniente dar á Torquemada
+coadjutores.
+</p><p>
+1496. Murió el obispo D. Iñigo Manrique á 1.º de marzo en Ciudad Real.
+Su cuerpo fué traido á Córdoba y sepultado en el coro viejo, donde tiene
+este epitafio: <i>Illmus. ac reverendissimus D. D. Enecus Manrique almæ
+hujus Ecclesiæ Cordubensis Pontifex hic jacet: hujus memoria in
+benedictione est. Obijt anno suæ statis XLII in civitate regia primus
+presidens Kal. Martij anno Domini CCCC nonagessimo VI supra mille...
+Lector dic ave.</i>
+</p><p>
+En 29 de diciembre tomó posesion del obispado su sucesor D. Francisco
+Sanchez de la Fuente, hombre docto y virtuoso, y hábil diplomático, á
+quien se debió la restitucion del Rosellon á la corona de España. Poco
+gozó la iglesia de Córdoba de este gran prelado, pues murió dos años
+despues; y se refiere que al recibir la reina católica la noticia de su
+muerte no pudo contener las lágrimas.
+</p><p>
+1497. A 12 de octubre tomó posesion el nuevo obispo D. Juan Rodriguez
+Fonseca, muy empleado por los reyes católicos en servicio del Estado, y
+á quien el Dr. D. Fr. Antonio de Guevara escribia (carta 39): <i>dicen de
+vos, que sois muy macizo cristiano y muy desabrido obispo</i>. De sus
+empleos y embajadas hacen mencion todos los historiadores de este
+tiempo.
+</p><p>
+1501. Murió desastradamente, aunque como héroe, en Sierra Bermeja, el
+animoso é inquieto D. Alonso de Aguilar el día mismo (18 de marzo) en
+que su hermano el gran capitan D. Gonzalo Fernandez de Córdoba triunfaba
+en Nápoles. Habiéndose rebelado los moros de Granada, y queriendo
+socorrer á unos cristianos, se metió en unas angosturas de aquella
+Sierra, donde le cogió la noche con muy escasa gente. Acometiéronle los
+enemigos por todas partes, y por no volver la espalda con desdoro de su
+gloria militar, murió batallando, recibiendo tantas heridas que quedó su
+cuerpo todo desfigurado. Asi pereció cual otro Judas Macabeo este
+antiguo émulo de ambos poderes eclesiástico y real, espiando noblemente
+en la guerra contra los infieles los pasados estravios de su ambicion.
+</p><p>
+1504. En 20 de diciembre recibió el cabildo una carta firmada por los
+magníficos Sres. D. Pedro de Córdoba, marqués de Priego, D. Diego
+Fernandez de Córdoba, conde de Cabra, D. Diego Fernandez de Córdoba,
+alcaide de los Donceles, y D. Alonso Fernandez, señor de la casa de
+Alcaudete, pidiendo gozar de las prerogativas que gozaban todos los
+descendientes de la <i>Cepa de Córdoba</i>, asi en el tañer de las campanas
+como en lo demas. El cabildo determinó hacer la gracia, y que se diese
+fé y testimonio de esto á los referidos caballeros; y asi desde entonces
+empezaron á gozar las mismas prerogativas los que eran de la Cepa aunque
+no fuesen Córdobas por varonía.
+</p><p>
+1505. A 27 de enero tomó posesion del obispado por medio de procurador
+D. Juan Daza.
+</p><p>
+En la iglesia hacia tiempo se trataba de crear un arcedianato de Palma,
+y Julio II habia concedido Bula para establecerle; pero nombró S. S. por
+arcediano á un hijo del consejero Zapata, y el cabildo no quiso dar
+cumplimiento á las Bulas que presentó. El arcedianato no llegó á
+erigirse.
+</p><p>
+El arcediano de Castro se hallaba en la Inquisicion como convicto del
+crimen de heregía. Esta infeccion, dice Gomez Bravo, se halla estendida
+á las iglesias mas ilustres de España, y así la padeció tambien la de
+Córdoba; pero en cambio tenia en su seno hombres sobresalientes que le
+daban superior lustre y honra. Tales eran el cardenal de S. Clemente, el
+cardenal de Sta. Sabina, y el de Sta. Cruz, D. Pedro Ponce de Leon, el
+arcediano de Pedroche, D. Francisco de Mendoza, obispo de Oviedo, y
+otros.
+</p><p>
+Hacia cinco años que era inquisidor en Córdoba el licenciado Diego
+Rodriguez Lucero, maestrescuela de Almeria, el cual para acreditarse de
+celoso ministro de la fé, y mas principalmente aun para saciar su
+monstruosa sed de sangre y su desapoderada ambicion, de tal manera
+afligió con sus calumniosas imputaciones y tiránicas sentencias á la
+gente principal de la ciudad, sin distincion de clases, edades ni sexos,
+y sin respeto á dignidades eclesiásticas y seculares, que fué menester
+que el cabildo y la ciudad unidos clamasen contra sus bárbaros
+atropellos pidiendo justicia á S. S. y proteccion á los reyes,
+príncipes, grandes, iglesias y prelados.
+</p><p>
+A su tiempo publicaremos el estracto de las curiosas piezas relativas á
+los atentados y ruidoso proceso de Lucero, felizmente terminado con la
+prision de este malvado y con la declaracion de la católica y general
+Congregacion que se juntó en Burgos para este objeto, formulada á 9 de
+julio de 1508.
+</p><p>
+1507. El monasterio de los Mártires debia pagar al cabildo 200 mrs. por
+una casa de que se habia incorporado, y otros 200 por la procesion del
+dia 17 de noviembre. Ya venia de antiguo la costumbre de dar en prenda
+un cáliz ó casulla, y en este año á 13 de noviembre <i>el reverendo obispo
+abad de los Santos Mártires presentó el vestimento para la limosna de
+los 400 mrs. de la ida de la procesion</i>. Pero el cabildo perdonó los
+mrs. y mandó volver la prenda, como acostumbraba, por la pobreza del
+monasterio.
+</p><p>
+1510. Murió á 21 de mayo el obispo D. Juan Daza, y fué enterrado en el
+coro viejo al lado de D. Iñigo Manrique. Sucedió á D. Juan Daza D.
+Martin Fernandez de Angulo, á cuyos procuradores dió posesion del
+obispado el cabildo con presencia de las Bulas en 4 de diciembre con la
+solemnidad acostumbrada. Era docto, virtuoso y laboriosísimo, y dice
+Cristóbal de Santisteban en el libro <i>Mar de historias</i> que le dedicó,
+que los dias del obispo parecian mas largos que las noches de Noruega,
+segun las cosas que hacia y despachaba. En su tiempo se empezó la
+magnífica <i>Custodia vieja</i> de la catedral, obra del ingenioso platero
+Enrique de Arfe, que merece describirse detalladamente por no constarnos
+se haya descrito jamás. Su planta es un duodecágono regular, de un pié
+cada lado, sostenido en ruedecillas interiores. Sobre el platillo de
+doce lados de la planta, en cuyas esquinas hay lindas cabecitas de
+serafines, se levanta un cuerpo de tres zonas: la primera, de ángulos
+entrantes y salientes, deja francos seis de los lados del duodecágono
+para la colocacion de las asas ó agarraderos por donde se sostiene la
+custodia. Esta primera zona viene á formar un zócalo de seis estribos,
+en cuyas caras estan representadas escenas alegóricas, alternando en
+andanas de graciosos relieves danzas grotescas y pastoriles con pasos de
+la Biblia relativos á la conduccion del tabernáculo. Remata esta zona
+con una preciosa crestería dorada. En los bajo-relieves mencionados
+alternan la plata y el oro. Segunda zona: fórmanla un zocalito pequeño,
+luego una cenefa de hojas y figuritas, luego una crestería dorada,
+despues otra cenefa mas ancha de hojas sutiles, de plata mate con
+figuras doradas. Esta segunda zona va en disminucion, y sostiene la
+tercera, que se compone de los cuerpos siguientes. Tercera zona: basa
+saliente, que sirve de cornisa á la cenefa de la zona inferior. Esta
+basa está adornada de crestería dorada. Sobre ella sube un cuerpo de
+doce lados, siguiendo la misma disposicion de ángulos entrantes y
+salientes de las zonas inferiores. Este cuerpo presenta en cada espacio
+entrante tres compartimentos, y en cada cara saliente tiene frontera una
+torrecilla ó estribo, que arranca de la base de esta tercera zona sobre
+una linda repisa de cenefa dorada. Ofrece pues el cuerpo que vamos
+describiendo seis caras salientes detrás de las seis torres ó estribos,
+y seis espacios de á tres compartimentos francos á la vista. En estos
+compartimentos, divididos uno de otro por pequeños estribos con sus
+delicadas agujitas, hay otros tantos espacios rehundidos, de una pulgada
+de profundidad, en que se representan de alto relieve escenas de la vida
+y pasion de N. S. Jesucristo, en figuras de dos pulgadas, primorosamente
+trabajadas. Son estas escenas diez y ocho. Sobre este cuerpo hay una
+cornisa saliente, adornada por la parte inferior con una cenefa de plata
+mate. Es de notar, que á medida que el todo va disminuyendo desde la
+primera zona de la custodia, los espacios entrantes van
+proporcionalmente ensanchando: manera artificiosa de conseguir que
+campee el cuerpo interior y principal sobre que se levanta el viril.
+Forma este cuerpo principal un machon cilíndrico de cristal (en que se
+contiene el SSmo.) que descansa en una basa tambien cilíndrica, cuya
+parte inferior reviste una ancha cenefa exagonal, en disminucion,
+formada de sutiles hojas y figuras por el estilo de las cenefas
+inferiores. Del machon trasparente en que se encierra el viril sale en
+forma de rotonda, y como derramándose á modo de penacho circular, la
+bóveda gótica, que recae en las torrecillas que ocupan los espacios
+salientes de la planta de este cuerpo principal. Estas torrecillas estan
+en la misma disposicion y lados que las otras que vimos arrancar de la
+base de la zona tercera del primer cuerpo, y se hallan entre sí unidas
+con sutiles arbotantes que rematan en figurillas. La bóveda circular que
+asegura el cuerpo cilíndrico del viril, y que recuerda desde luego la de
+la rotonda que dedicó Constantino como capilla fúnebre á su hija Sta.
+Constanza, sostiene otras torrecillas mas delgadas, que alternan con las
+inferiores, y en vez de levantarse en los lados salientes se elevan en
+los entrantes y sostienen otra bóveda, plana y calada, bajo la cual se
+cobija una graciosa estatuita de N.ª S.ª en su Asuncion. Sobre esta
+bóveda se levanta una especie de domo calado, formado por un vistoso
+conjunto de agujas y arbotantes de segmentos de círculo que entre sí las
+unen por la parte superior, y sobre el domo descuella una corona
+terminada en una estatuita del Salvador triunfante con la cruz. Las dos
+bóvedas ó baldaquinos, la que gira en torno del machon del viril, y la
+otra superior que cobija la imágen de N.ª S.ª, estan en la parte
+esterior disfrazadas con elegantes arcos conopiales, con sus grumos y
+preciosa crestería. Y las torrecillas que suben de los cuerpos bajo y
+principal estan cuajadas de estatuitas sobre sus lindas repisas y bajo
+caladas marquesinas. Alternan en esta bellísima pieza el oro, la plata
+bruñida y la plata mate, y parece al sol una maravillosa cristalizacion
+de sal gema, brillantes y oro. Pesa 532 marcos de plata, y para ella
+contribuyó con 100 marcos el arcediano de Córdoba D. Francisco de
+Simancas. Desgraciadamente no se mantiene hoy en su primitiva pureza de
+estilo esta joya artística, porque se renovó siendo gobernador del
+obispado D. Pedro de Salazar y Góngora en el año 1735, y entonces sin
+duda alguna se le añadieron algunas piezas de mal gusto que es lástima
+la desfiguren. No se terminó esta obra en vida de D. Martin Fernandez de
+Angulo, pero dejó este piadoso prelado en su testamento, otorgado á 20
+de junio de 1516 (que existe en el Archivo, caj. I, núm. 133, legajo 5),
+500 ducados para que se acabase.
+</p><p>
+En el Archivo (Caj. M, leg. 9, núm. 230) se contiene un instrumento
+curioso sobre cierto lance ocurrido entre el cabildo y los religiosos
+del convento de S. Pablo del órden de Sto. Domingo. «En 31 de octubre de
+1510 el cabildo de esta santa iglesia celebró capítulo espresando que
+despues de muchas honras, así espirituales como temporales que habia
+hecho á los priores y religiosos del convento de S. Pablo, ingratos y
+desconocidos á dichos beneficios, habian tenido atrevimiento de procurar
+con todas sus fuerzas en los tiempos pasados y presentes algunas ofensas
+en menosprecio de dicho cabildo y su prelado sin tener para ello razon
+ni justicia; y especialmente contra el Illmo. Sr. D. Juan Daza, obispo
+de esta santa iglesia, ejerciendo su oficio pastoral en la villa de D.ª
+Mencia de esta diócesis, donde la iglesia parroquial está inclusa en un
+monasterio de la órden. Queriendo visitar el Sagrario y las otras cosas
+conforme á un proceso y sentencia determinada por el Sr. D. Iñigo
+Manrique, obispo que asímismo fué desta ciudad, en menosprecio de su
+dignidad procedieron por censuras, hasta querer poner entredicho no solo
+en las iglesias, sino tambien por las plazas, y despues porque el
+procurador del cabildo pidió los diezmos á Maria y Catalina Ortiz,
+beatas, que se decian de la dicha órden ser terceras, el prior y los
+religiosos de ella las defendian por usurpar los diezmos. Siguieron las
+referidas censuras con invocacion del brazo seglar contra el cabildo, y
+viendo no poderlo conseguir se quejaron de él ante S. M., quien declaró
+por nulas dichas sentencias. Y lo peor era que los citados religiosos
+decian no eran obligados á guardar los entredichos que esta iglesia
+matriz conserva y guarda, en cuyo menosprecio admitian los descomulgados
+que ella repelia, á la suya y á los divinos oficios, por lo que, y para
+que no fuese adelante su osadía, deliberó el cabildo que sus capitulares
+se apartasen de la conversacion y trato con dichos religiosos, y que la
+procesion general que el cabildo hacia el dia 1.º de las letanías en S.
+Pablo, se hiciese de allí adelante en la iglesia de S. Pedro; ni menos
+vaya el cabildo en procesion á dicho convento ni á sus religiosos se les
+encomiende sermon alguno así de tabla como de otros. Lo que se guardase
+en todo tiempo.»
+</p><p>
+1512. Habiendo ofrecido el chantre D. Pedro Ponce de Leon 10000
+ladrillos y 600 cahices de cal para la fábrica del nuevo hospital de S.
+Sebastian, con otras rentas vitalicias que gozaba, resolvió el cabildo á
+13 de febrero que se hiciese dicha fábrica nueva, y nombró al referido
+chantre para cuidar de ella: lo que se hizo con gran magnificencia.
+</p><p>
+1513. En ocasion de hallarse predicando de ceniza Fr. Luis Collado,
+guardian de S. Francisco, y celebrando la Misa el arcediano de Pedroche,
+invadió el pueblo la catedral clamando que se iban de la ciudad los
+frailes predicadores del convento de S. Pablo. Suspendió el orador su
+sermon para pedir al cabildo, al provisor del obispo y á todos los
+presentes, que saliesen á remediar aquel escándalo, y muchos prebendados
+fueron con el provisor á contener á los religiosos. Ibanse estos en
+efecto con sus talegas y báculos, precedidos de un religioso con la cruz
+cubierta de negro, cantando el salmo <i>In exitu Israel</i>; y era el motivo
+que el corregidor Hernan Duque de Estrada, llevado de la ojeriza y mala
+voluntad que les tenia, por haber castigado con demasiado rigor á un
+sobrino suyo fraile de la misma órden, habia mandado no se les vendiesen
+los comestibles necesarios: de manera que sitiados por hambre los buenos
+frailes no tenian mas arbitrio que abandonar la ciudad. Consiguieron
+detenerlos en el campo de la Verdad, y luego por mediacion de personas
+piadosas y prudentes se logró que volviesen á Córdoba y que el
+corregidor cesase en su tema.
+</p><p>
+1515. Habiendo querido visitar el obispo el hospital de S. Sebastian y
+el santuario de la Fuensanta, se opuso el cabildo como patrono y
+fundador. Insistió el obispo y llevo á cabo su propósito, y en señal de
+haberlos visitado se llevó un cáliz de S. Sebastian y una lámpara del
+santuario. El cabildo apeló y se quejó al Papa, y en agosto de 1519
+obtuvo sentencia favorable.
+</p><p>
+En 19 de marzo se presentó en cabildo la Bula de Leon X concediendo al
+rey D. Fernando la gracia de la Cruzada para que mantuviese las plazas
+tomadas en Africa é hiciese al turco la guerra que intentaba. El cabildo
+la celebró mucho y mandó que el dia 21, fiesta de S. Benito, se trajese
+en procesion la Bula desde el Salvador por los beneficiados y religiosos
+de S. Pablo, S. Francisco, Trinidad, S. Agustin, Merced, y S. Acisclo y
+Victoria; y que el cabildo saliese á la puerta del Perdon á recibirla;
+pero que si no venian las seis religiones en la procesion, solo saliese
+hasta el arco que dá al patio de los Naranjos.
+</p><p>
+1516. Murió á 23 de enero el rey D. Fernando el Católico en Madrigalejo,
+y dejó mandado se le sepultase en Granada. Al pasar su cadáver por
+Córdoba, salieron a recibirle el obispo, el cabildo, las religiones, la
+ciudad y los caballeros con todo el pueblo, y el marqués de Priego,
+conde de Cabra, y otros grandes señores, le condujeron en hombros hasta
+la catedral, donde se celebraron suntuosas exequias.
+</p><p>
+En este mismo año murió el obispo, volviendo de acompañar el cadáver del
+rey á Granada. Se le sepultó al lado izquierdo del sepulcro de D. Iñigo
+Manrique en el coro viejo. Dejó á la iglesia su pontifical y su
+librería, que era muy numerosa y selecta, especialmente en manuscritos.
+Tambien dejó algunos legados para la obra de la iglesia, y así se ven en
+algunas partes del templo las armas de este prelado.
+</p><p>
+Nombrado y consagrado sucesor en el obispado D. Alonso Manrique, tomó en
+su-nombre posesion el licenciado Pedro de Buezo en 9 de diciembre.
+Hallábase D. Alonso en Flandes acompañando al príncipe D. Cárlos con
+grande estimacion, y en su corte se mantuvo hasta la muerte del rey D.
+Fernando, siendo él quien dijo la Misa en Bruselas en las exequias que
+se le hicieron, y quien bendijo el estoque real cuando D. Cárlos fué
+aclamado por rey con su madre D.ª Juana en la misma ciudad.
+</p><p>
+1517. Llegó el obispo D. Alonso á España, y el rey le mandó llevar á
+Portugal á su hermana la infanta D.ª Leonor, que casó con el rey D.
+Manuel, en cuya corte permaneció el prelado como embajador hasta fin de
+1518.
+</p><p>
+1518. El dia del Corpus de este año salió por primera vez en la
+procesion la custodia que hemos descrito arriba.
+</p><p>
+Por este tiempo se habia introducido un nuevo género de resigna de las
+prebendas y beneficios, con reserva de todos los frutos, asiento, voz y
+nombre <i>ad vitam resignantis</i>: y así solamente gozaba el resignatario
+del derecho de suceder. Pero en este año, á 7 de setiembre, Francisco de
+Simancas, de edad de 8 años, presentó en cabildo unas Bulas en que
+mandaba el Papa darle la posesion del arcedianato de Córdoba y de una
+racion que habia resignado en él su tio D. Francisco de Simancas con las
+mismas reservas; pero que, consintiendo su tio, pudiese asistir al coro
+y cabildo y llamarse arcediano: en lo que luego al punto consintió el
+arcediano viejo. Así en realidad vino á ser este niño el primer
+coadjutor que hubo en la iglesia, y de 8 años tuvo voto en cabildo con
+las demas preeminencias y honores. Tanta era la facilidad de conceder
+Bulas y despachos en la curia romana, que era raro el prebendado que no
+padecia molestias sobre su prebenda.
+</p><p>
+1519. El 22 de enero por la tarde entró en Córdoba el obispo D. Alonso y
+se dirigió en derechura á la iglesia, donde fué recibido con todas las
+cruces á la puerta del Perdon, y despues de haber jurado guardar los
+Estatutos y costumbres de la misma, fué conducido cantando el <i>Te-Deum</i>
+á la capilla mayor, donde oró y dió a todos la bendicion. Se retiró á su
+palacio ya de noche, y el cabildo le hizo un gran regalo de aves,
+jamones y cabritos, al estilo de aquel tiempo. A 27 del mismo mes volvió
+al cabildo á dar las gracias y razon de su venida, y habló <i>muy copioso,
+y bien dicho, con mucho halago</i>.
+</p><p>
+En este año puso dos veces S. S. entredicho y cesacion <i>à divinis</i> en
+Córdoba y otras ciudades, primero por haber rehusado dar posesion á
+Gonzalo de Carvajal de la Encomienda de Frejenal de la órden de S. Juan,
+y despues por resistir el pago de una décima del estado eclesiástico á
+favor del rey D. Cárlos: entredicho que se llevó á cabo con grande
+escándalo de todo el reino, pues en el tiempo que duró no se celebraron
+los oficios divinos aunque ocurrieron las festividades de Espíritu Santo
+y Corpus. El obispo sin embargo determinó con el cabildo que se
+predicase en las iglesias en este tiempo para que no careciesen los
+fieles de todo pasto espiritual, ya que faltaban los oficios divinos, el
+Sacrificio y los Sacramentos.
+</p><p>
+1521. En atencion á la grande esterilidad que se padeció este año, el
+cabildo y la ciudad idearon muchas providencias para mantener á los
+pobres y ayudar á los labradores. Habiéndose hallado tres niños muertos
+de frio en la Corredera, determinó el cabildo que se juntasen un
+beneficiado y el rector de cada collacion y visitasen con el jurado de
+la misma todos los hospitales, haciendo que en cada uno se recibiesen
+todos los necesitados que se pudieran. La obra pia del chantre Aguayo
+daba cada dia á los pobres dos fanegas de pan.
+</p><p>
+Habiendo vacado la dignidad de inquisidor general por ascenso del
+cardenal de Tortosa á la silla de S. Pedro, nombró el emperador para
+ella al obispo D. Alonso.
+</p><p>
+En este mismo año se celebró por varias ciudades y villas de Andalucía
+la santa y real confederacion de la paz contra los comuneros en
+obediencia del emperador. Los capítulos que en ella se estipularon y
+juraron se hicieron saber á la ciudad de Córdoba á 1.º de febrero, y
+existen en el <i>Archivo</i>, caj. I, leg. 10, núm 391.</p></div>
+
+<div class="footnote"><p><a name="Footnote_373_376" id="Footnote_373_376"></a><a href="#FNanchor_373_376"><span class="label">[373]</span></a> Véase la pág. <a href="#page_177">177</a>.</p></div>
+
+<div class="footnote"><p><a name="Footnote_374_377" id="Footnote_374_377"></a><a href="#FNanchor_374_377"><span class="label">[374]</span></a> La imprudencia de un predicador de gran fama, cual era el
+P. Presentado Fr. Cristóbal de Torres, habia dado ocasion en el año de
+1614 á grandes ruidos y escándalos que despues trascendieron por todo el
+reino. El dia de la Concepcion de nuestra Señora predicó en la catedral
+contra la inmunidad de la culpa original, tan desembozadamente, que el
+cabildo y auditorio quedaron escandalizados de su atrevimiento.
+Alborotóse el concurso, dió cuenta el cabildo á su prelado, y el obispo
+reprendió públicamente con aspereza al predicador prometiendo que no
+volveria á oirse su voz en la iglesia. El padre, irritado, atrajo y
+encendió á otros, de forma que no se oian en la ciudad mas que porfiadas
+disputas y temosos altercados sobre la pureza original de nuestra
+Señora, con general escándalo que en breve cundió por toda España. El
+obispo Mardones mandó publicar un edicto prohibiendo que se celebrasen
+juntas para tratar y discutir esta materia; pero no agradó al cabildo el
+silencio de la opinion pia, y así apeló del mandamiento del obispo para
+ante S. S. y su Santa Sede. En la espectativa de la declaracion de S. S.
+acordó y votó una solemnísima fiesta á la Concepcion de nuestra Señora,
+á que convocó á la ciudad y pueblo para demostrar su ardiente devocion á
+misterio tan pio: con cuya ocasion se señaló mucho el Dr. D. Alvaro
+Pizaño de Palacios, canónigo lectoral, porque imprimió en Sevilla (año
+de 1615) dos discursos en defensa del sagrado misterio. Ya la Inmaculada
+Concepcion tenia fiesta dotada en la catedral desde el año 1350 por obra
+del obispo D. Fernando de Cabrera. El Pontífice mandó á 3 de agosto de
+1617 que en actos públicos ninguno pudiese decir <i>que la Santísima
+Virgen habia sido concebida con mancha de pecado original</i>, con lo cual
+cesaron en parte las disputas y escándalos. Despues publicaron sus
+decretos favorables Gregorio XV á 24 de mayo de 1622, Alejandro VII á 8
+de diciembre de 1661, y otros pontífices hasta Benedicto XIII. No consta
+en qué año antes del 1350 se empezó á celebrar en la iglesia de Córdoba
+la fiesta de la Concepcion; por el Breviario antiguo de la misma se sabe
+que tenia octava, procesion y seis capas; pero desde el año 1615 se
+empezó á celebrar con repiques desde primeras vísperas, luminarias en la
+torre, asistencia de la ciudad, y procesion general por el patio de los
+Naranjos, que es la mayor solemnidad que se acostumbra en las grandes
+festividades.
+</p><p>
+La capilla mayor antigua se habia destinado á la imágen maravillosa de
+Villaviciosa, y en ausencia de esta se colocaba allí otra de nuestra
+Señora. Ahora se aplicó á una imágen de la Concepcion Inmaculada, y se
+determinó que todos los sábados despues de completas fuese el coro á
+cantarle una antífona y oracion. Con tanto fervor tomó el cabildo de
+Córdoba la veneracion y culto de este sagrado misterio.</p></div>
+
+<div class="footnote"><p><a name="Footnote_375_378" id="Footnote_375_378"></a><a href="#FNanchor_375_378"><span class="label">[375]</span></a> De las interesantes notas con que ilustró Cean Bermudez
+los apuntes de Llaguno sobre los <i>arquitectos y arquitectura de España</i>,
+sacamos la siguiente noticia: Cuando el obispo Mardones intentó hacer el
+retablo de la catedral nueva de Córdoba, le inclinaron á que fuese de
+madera y dorado, como son casi todos los de las demas catedrales de
+España, diciéndole que seria menos costoso y se ejecutaria mas presto.
+El Hermano Matías, para persuadirle á que le hiciese de jaspes y
+bronces, escribió dos largos papeles, probando todo lo contrario. Ellos
+convencieron de tal modo al obispo y al cabildo, que acordaron se
+construyese el retablo como proponia el Hermano Alonso, y prefiriendo la
+traza que habia hecho á otras que tambien se habian presentado, le
+nombraron superintendente de la obra con 1500 reales al año y 500 para
+vestuario, pagándole además los gastos de los viajes á las canteras y de
+disponer la conduccion de las piedras. Aunque se empezó á tratar de
+hacer el retablo en 1614, no se comenzó á trabajar en él hasta el año
+1618; y á poco tiempo de estar principiado, escribió el Hermano Matías
+otro papel sobre el modo de ejecutarle. Cansado el cabildo con las
+repetidas y largas ausencias del superintendente á causa de las
+contínuas obras de su Instituto, en que le ocupaba la obediencia de sus
+superiores, y despues de haberle reclamado en balde con repetidas
+cartas, se vió en la necesidad de nombrar en 19 de marzo de 1626 á Juan
+de Aranda Salazar para que dirigiese la obra; y desde entonces cesó el
+Hermano Alonso de asistir del todo á ella. Se concluyó el retablo el dia
+27 de abril de 1628, y los diputados del cabildo mandaron gratificar á
+Aranda con 150 ducados por lo bien que lo habia hecho, por la priesa que
+se habia dado, y por la satisfaccion que el cabildo tenia en verle
+concluido.
+</p><p>
+Entre los documentos pertenecientes al Hermano Matías publicó el mismo
+anotador de Llaguno los papeles de que se ha hecho mérito; son dos
+representaciones dirigidas al obispo para persuadirle á que mandase
+labrar el retablo de jaspes y bronces, y demostrarle que podria hacerse
+mas presto y mas barato que de madera, y una esposicion sobre el modo y
+economía con que se debia trabajar dicha obra: documentos del mayor
+interés por las noticias que contienen sobre los inconvenientes que se
+ofrecen en los retablos dorados, sobre el modo de dividir y ajustar la
+obra manual en aquel tiempo, sobre los precios corrientes de las labores
+en talla de madera y en mármol, y sobre otros muchos objetos propios del
+arte, con prevenciones utilísimas acerca del modo de contratar la obra,
+de lo que se ha de dar á los artífices, y de las obligaciones de estos.</p></div>
+
+<div class="footnote"><p><a name="Footnote_376_379" id="Footnote_376_379"></a><a href="#FNanchor_376_379"><span class="label">[376]</span></a> Véase en comprobacion la sabia y juiciosa crítica que
+hace Mr. Viollet-le-Duc de la restauracion de la catedral de Reims
+verificada en tiempo de Luis XI. <i>Dictionnaire raisonné de
+l'architecture</i> etc. Art. <i>Architecte</i>.</p></div>
+
+<div class="footnote"><p><a name="Footnote_377_380" id="Footnote_377_380"></a><a href="#FNanchor_377_380"><span class="label">[377]</span></a> Enrique Egas es el autor del colegio mayor de Sta. Cruz
+de Valladolid y del hospital de niños espósitos de Toledo, ambas
+fundaciones del cardenal de España D. Pedro Gonzalez de Mendoza,
+terminadas la primera en 1492 y la segunda en 1514. Pedro de Ibarra
+construyó en 1521 para el obispo D. Alonso de Fonseca el colegio mayor
+de Santiago el Zevedeo de Salamanca. Estas obras, de estilo del
+Renacimiento español, que Ponz llama <i>plateresco</i>, son anteriores al
+célebre palacio de Ecouen, que construyó para el condestable de
+Montmorency el arquitecto francés Juan Bullant, primero que en su pais
+practicó para la arquitectura civil el estilo italiano por los años de
+1540. El colegio de Cuenca, la casa de las Salinas, la puerta de Zamora
+y otros edificios construidos en Salamanca por este tiempo, son tambien
+semi-góticos ó platerescos. Finalmente, son asímismo anteriores á la
+citada obra de Bullant, y de carácter greco-romano ya mas decidido, el
+palacio de Cárlos V en la Alhambra, edificado por Pedro de Machuca en
+1527, la catedral de Granada comenzada por Diego de Siloe en 1529, la
+capilla de los Reyes nuevos de Toledo trazada por Alonso de Covarrubias,
+y otros edificios que podriamos añadir á estos.</p></div>
+
+<div class="footnote"><p><a name="Footnote_378_381" id="Footnote_378_381"></a><a href="#FNanchor_378_381"><span class="label">[378]</span></a> No atreviéndose á despojar repentinamente sus fábricas de
+aquella infinidad y prolijidad de adornos (dice en uno de sus artículos
+del <i>Artista</i> el Sr. Carderera resumiendo perfectamente los caractéres
+de este nuevo estilo), y pareciendo por una costumbre de tantos años
+pobre y austera la arquitectura greco-romana á causa de su noble
+sencillez, adoptaron el medio término de reducir las dimensiones de
+esta; aumentaban los cuerpos de arquitectura, multiplicaban las
+columnitas, balaustradas, recargando los frisos y pedestales de labores
+y demas adornos caprichosos de que tanto abundaba la decoracion gótica.
+A esta clase de arquitectura mixta, que estuvo muy en boga en España por
+todo el reinado de Cárlos V, se ha dado en Italia y en Francia el nombre
+conveniente de arquitectura del <i>renacimiento</i>. Entre nosotros se ha
+llamado arquitectura <i>plateresca</i>, quizá por el gran número de obras en
+este género que en aquella edad de opulencia emprendieron nuestros
+plateros, tanto de objetos para el culto, como de vasos, jarrones y
+otras alhajas para príncipes y particulares ricos que se cincelaban con
+suma inteligencia y pericia.</p></div>
+
+<div class="footnote"><p><a name="Footnote_379_382" id="Footnote_379_382"></a><a href="#FNanchor_379_382"><span class="label">[379]</span></a> Véase la lámina que representa el <i>Interior de la
+catedral</i>.</p></div>
+
+<div class="footnote"><p><a name="Footnote_380_383" id="Footnote_380_383"></a><a href="#FNanchor_380_383"><span class="label">[380]</span></a> Recordará el lector que Diego de Praves fué llamado á
+Córdoba por el obispo Reinoso en 1597 para que diese su opinion sobre el
+modo de concluir la fábrica. Este arquitecto fué el encargado de las
+obras del palacio y de la catedral de Valladolid, trazadas por Francisco
+de Mora y por Juan de Herrera, cuando se trasladó la corte de aquella
+ciudad á Madrid. Llaguno le iguala en mérito, y lo mismo á su hijo
+Francisco, con el citado Mora, y segun esto parece muy probable que sea
+de traza suya la fachada de que hacemos mencion, que en su género es
+indudablemente de lo mas correcto que puede verse.</p></div>
+
+<div class="footnote"><p><a name="Footnote_381_384" id="Footnote_381_384"></a><a href="#FNanchor_381_384"><span class="label">[381]</span></a> Debe tenerse presente que aunque la decoracion de la
+catedral en su presbiterio, crucero y coro, sea del siglo XVII, hay
+fuera de estas partes otras que se exornaron con mucha anterioridad. Ya
+queda dicho, pág.ª 279 y 280, que el obispo D. Leopoldo de Austria fué
+el que embovedó á mediados del siglo XVI las naves que rodean la obra
+alta, construyendo además los dos pilarones que sufren el empuje de la
+bóveda del coro y trascoro al pié de la catedral. Estas obras se sabe
+positivamente que son suyas, porque así lo atestiguan historias
+manuscritas y los escudos que en ellas campean. Pero deben serlo tambien
+otras de que no hacen mencion los analistas, y que sin embargo
+manifiestan el mismo carácter: tales son aquellos miembros en que se ven
+mezclados, bajo bóveda ojival de caprichosos enlaces, todos los medios
+de ornamentacion del gótico-florido y del plateresco. Conviene hacer
+notar esta semejanza: la decoracion de los pilarones arriba mencionados
+se compone de medallones de alto relieve en la base, en el cuerpo medio
+repisas y marquesinas como en disposicion de recibir estatuitas de
+santos; luego cenefas y anchas fajas de follages, niños y animales; y en
+el cuerpo alto cornisa con mascarones y cabezas de ariete. El intrados
+del grande arco que une al primer pilaron con el macho angular N-O. del
+coro, está cuajado de primorosos arabescos del estilo italiano del mil
+quinientos. El pilar N-O. del gran rectángulo de la catedral está
+decorado de una manera análoga: presenta su ornato dos zonas, de filetes
+formando enrejados, con circulitos, fajas y cenefas horizontales de
+follagería. La bóveda gótica que rodea toda la obra alta, lleva en los
+tímpanos ojivales formados por el arranque de sus nervios, grandes
+bajo-relieves, y todos los pilares del lado del norte que la sostienen
+estan decorados con filetes formando enrejados, cenefas de circulitos,
+losanges y otras combinaciones. Ahora bien, esta misma amalgama se
+advierte en la decoracion del trasaltar. Los bajo-relieves de los
+tímpanos de la bóveda son medallones á la manera italiana, con bustos de
+tan alto relieve que parecen los personages esculpidos asomados á los
+marcos en que se contienen. Cada tímpano presenta dos de estos
+medallones, y en medio un nicho con su repisa gótica destinada al
+parecer á una imágen. De tal manera llevan todas las construcciones de
+D. Leopoldo de Austria el carácter de su época, que no es posible
+desconocerlas; pero el que dude de esta verdad coteje la ornamentacion
+de estos tímpanos con la de los que estan enfrente, en la arquería árabe
+que conservó el prelado al tender la bóveda del trasaltar, y se
+convencerá de que todo es de un mismo tiempo. Alli son medallones y
+nichos, y aqui relieves con anchas fajas de grotescos, follages, figuras
+y cabecitas prominentes; pero todo es obra del egregio prelado de la
+sangre real de Austria.</p></div>
+
+<div class="footnote"><p><a name="Footnote_382_385" id="Footnote_382_385"></a><a href="#FNanchor_382_385"><span class="label">[382]</span></a> Véase la lámina que representa este interior.</p></div>
+
+<div class="footnote"><p><a name="Footnote_383_386" id="Footnote_383_386"></a><a href="#FNanchor_383_386"><span class="label">[383]</span></a> El actual embovedado se construyó desde el año 1713 al
+1723, costeando generosamente muchos prebendados las bóvedas de algunas
+naves.</p></div>
+
+<div class="footnote"><p><a name="Footnote_384_387" id="Footnote_384_387"></a><a href="#FNanchor_384_387"><span class="label">[384]</span></a> Véase la lámina que representa la <i>Puerta de las Palmas
+desde el patio</i>.</p></div>
+
+<div class="footnote"><p><a name="Footnote_385_388" id="Footnote_385_388"></a><a href="#FNanchor_385_388"><span class="label">[385]</span></a> De estos obispos hermanos, naturales de Córdoba, escribió
+Gil Gonzalez en el teatro de sus iglesias; y D. Nicolás Antonio hizo
+memoria de las obras escelentes del obispo D. Diego.</p></div>
+
+<div class="footnote"><p><a name="Footnote_386_389" id="Footnote_386_389"></a><a href="#FNanchor_386_389"><span class="label">[386]</span></a> Véanse pág.ª <a href="#page_222">222 y 223</a>.</p></div>
+
+<div class="footnote"><p><a name="Footnote_387_390" id="Footnote_387_390"></a><a href="#FNanchor_387_390"><span class="label">[387]</span></a> Es histórico. Habia dispuesto la ciudad tres arcos
+triunfales, «<i>el uno de los cuales era la misma Puerta Real de piedra...
+En el primero estaban las figuras de los emperadores Maximiliano, y
+Cárlos, y el rey D. Fernando el Santo, y el rey nuestro señor. Habia
+otras pinturas de mucho entendimiento. Encima de este arco estaba
+fingido el monte Parnaso con la fuente Helicona que manaba agua de
+azahar.&mdash;Sobre este monte parescieron nueve hermosísimas doncellas que
+representaban las nueve musas, cantando y tañendo muy suavemente, etc.</i>»
+M. S. contemporáneo de la coleccion del Sr. D. Valentin Carderera.</p></div>
+
+<div class="footnote"><p><a name="Footnote_388_391" id="Footnote_388_391"></a><a href="#FNanchor_388_391"><span class="label">[388]</span></a> Este consejo fué instituido por el severo duque de Alba
+en Flandes. Los franceses le dieron el nombre de <i>consejo de revueltas</i>
+(<i>conseil des troubles</i>); los holandeses el de <i>consejo de sangre</i>
+(<i>bloed-raed</i>).</p></div>
+
+<div class="footnote"><p><a name="Footnote_389_392" id="Footnote_389_392"></a><a href="#FNanchor_389_392"><span class="label">[389]</span></a> Tomamos todos estos curiosos pormenores, hasta ahora
+desconocidos, de una interesante coleccion de m. ss. de la época, que
+reunió en un tomo el diligente Ambrosio de Morales, y que hoy es
+propiedad de nuestro buen amigo el Sr. D. Valentin Carderera, quien
+generosamente nos la ha franqueado.&mdash;Las noticias que vamos dando se
+hallan en una carta que un vecino de Córdoba, relacionado al parecer con
+las primeras notabilidades de la corte que allí acudieron, escribe á un
+personage, refiriéndole la entrada del rey en la ciudad.</p></div>
+
+<div class="footnote"><p><a name="Footnote_390_393" id="Footnote_390_393"></a><a href="#FNanchor_390_393"><span class="label">[390]</span></a> El órden que guardaba la comitiva del rey era segun la
+carta citada el siguiente:
+</p><p>
+«Venia delante de su S. M. tanta gente de á caballo y tan bien apuesta,
+que era maravilla, y al fin los señores de título, y al fin los grandes,
+y tras ellos cuatro maceros á caballo, y cuatro hombres de armas, y
+seguia luego á pié la ciudad, y cerca del palio D. Antonio de Toledo con
+el estoque.»</p></div>
+
+<div class="footnote"><p><a name="Footnote_391_394" id="Footnote_391_394"></a><a href="#FNanchor_391_394"><span class="label">[391]</span></a> Véase pág. <a href="#page_280">280</a>.</p></div>
+
+<div class="footnote"><p><a name="Footnote_392_395" id="Footnote_392_395"></a><a href="#FNanchor_392_395"><span class="label">[392]</span></a> Otra carta de la referida coleccion m. s. del Sr.
+Carderera, fechada en Córdoba á 14 de abril de este año de 1570, dice
+así: «El de Medinasidonia entró ayer por la puente á las cinco horas de
+la tarde, por delante de las ventanas del cardenal, el cual estaba tras
+una gelosía con el Sr. D. R.º de Castro. Precedieron ciento tres
+acémilas buenas y bien aderezadas de reposteros nuevos de lana; las seis
+que traían la recámara se cubrian con reposteros de terciopelo morado
+bordados de plata y oro con sus armas. Después comenzó á entrar la
+caballería de Córdoba, dellos de camino y dellos de rua. Luego la corte
+toda de camino, y entre ella el de Cuenca y el de Jaen echando
+bendiciones; y á cabo de rato. porque la gente era mucha, llegó Ruy
+Gomez, y á su lado izquierdo el prior D. Antonio. Luego el de Moudejar y
+marqués de Aguilar. Despues el nuevo cortesano, en medio del de Nájera
+que venia al lado izquierdo, y el de Feria con su guarda que venia al
+derecho. Detrás venian cincuenta pages en buenos caballos; despues
+entraron tras ellos doscientos ginetes en muy buenos caballos, con seis
+trompetas, y estandartes en ellas de damasco carmesí, labradas de plata
+y oro las armas del duque, y luego un estandarte grande de lo mesmo y
+con la mesma divisa. Delante cuatro cornetas de las cuatro capitanías,
+de dos en dos. Los cuatro capitanes entraron muy bizarros en ricos
+caballos y con marlotas de brocado verde. Todos los demas ginetes,
+trompetas y oficiales de las cuatro compañías, traían marlotas de
+terciopelo verde aforradas en tafetan blanco, con cercos de una trenza
+de plata y seda, y caperuzas de lo mismo, y banderas de las mesmas
+colores en las lanzas, y muy buenas adargas: debajo traían muy buenas
+armas todos, espadas y dagas plateadas, vainas de terciopelo verde y
+talabartes bayos. Parecieron tan bien, que no se puede encarecer, así
+por el buen órden y aderezos, como por ser buena gente toda y escogida.
+Tráelos el duque para ofrecellos á S. M.; no se sabe si ha querido
+dárselos pagados. Apeóse en palacio, el rey le recibió bien aunque
+porfió en no darle la mano, pero no se quiso levantar hasta haberla
+besado. Halló su casa bien aderezada de muchos brocados y muy rico
+aparador en ella. La cena fué mucha y buena, y serian de mesa hasta
+ciento, y porque no la vi no sabré decir los personages della: bien se
+podria creer que Ruy Gomez y la princesa estarian con mucho
+contentamiento desta solemnidad, que en Córdoba se ha celebrado bien por
+las pecas que en ella ha habido desta manera, aunque se debe todo á los
+ginetes, que cierto fueron lucidos. Olvidóseme decir que los garrotes y
+las chapas de la frente y ojos de las seis acémilas eran de plata.»</p></div>
+
+<div class="footnote"><p><a name="Footnote_393_396" id="Footnote_393_396"></a><a href="#FNanchor_393_396"><span class="label">[393]</span></a> Pág. <a href="#page_276">276</a>.</p></div>
+
+<div class="footnote"><p><a name="Footnote_394_397" id="Footnote_394_397"></a><a href="#FNanchor_394_397"><span class="label">[394]</span></a> La pintura habia hecho casi todo el gasto en la
+decoracion de la capilla del <i>Sagrario</i>. «Desde su puerta hasta la
+inmediata de la iglesia, dice Casas-Deza, en la bóveda y arcos estaban
+pintados al fresco diferentes pasages de la Historia Sagrada y figuras
+alusivas al Santísimo Sacramento, que habia ejecutado Antonio Mohedano,
+ayudado de Juan Francisco y Esteban Perola, cuyas pinturas se han ido
+deteriorando con el tiempo hasta nuestros dias, en que lo poco que
+quedaba ha sido destruido sin consideracion alguna.»</p></div>
+
+<div class="footnote"><p><a name="Footnote_395_398" id="Footnote_395_398"></a><a href="#FNanchor_395_398"><span class="label">[395]</span></a> D. José Caveda: <i>Ensayo histórico sobre los diferentes
+géneros de arquitectura empleados en España</i>.</p></div>
+
+<div class="footnote"><p><a name="Footnote_396_399" id="Footnote_396_399"></a><a href="#FNanchor_396_399"><span class="label">[396]</span></a> Tambien son muy característicos de este estilo los flecos
+y cortinones.</p></div>
+
+<div class="footnote"><p><a name="Footnote_397_400" id="Footnote_397_400"></a><a href="#FNanchor_397_400"><span class="label">[397]</span></a> Ejemplo, el mismo retablo citado, con sus cornisas
+interrumpidas y volutadas que denuncian á la legua la inutilidad de los
+esfuerzos del Hermano Matías por conservar las líneas rectas del
+greco-romano puro.</p></div>
+
+<div class="footnote"><p><a name="Footnote_398_401" id="Footnote_398_401"></a><a href="#FNanchor_398_401"><span class="label">[398]</span></a> Para completar el cuadro histórico de este insigne
+monumento, museo de todos cuantos estilos arquitectónicos se han
+sucedido en España, creemos conveniente continuar el resúmen de sus
+anales; los cuales por otra parte contribuirán á esplicar mejor la fiel
+correspondencia entre el arte y la situacion social de cada época. Es
+siempre muy curioso, y mas que curioso útil, el ir cotejando las
+vicisitudes de la arquitectura con las vicisitudes de las ideas,
+creencias y vida pública de un pueblo.
+</p><p class="c"><i>Memorias notables relativas á la historia de la catedral desde la
+conclusion del nuevo crucero hasta las últimas obras hechas en
+ella.</i>
+<br />
+(Del 1624 al 1777.)</p>
+
+<p>
+<i>Año</i> 1625. Las muchas guerras que se movieron contra el reino y las
+necesidades de su defensa, obligaron al rey D. Felipe IV á solicitar un
+donativo voluntario, sobre lo cual recibió el cabildo de Córdoba una
+carta del presidente de Castilla y confesor de S. M., en cuya vista y la
+de causa tan justificada ofreció en 7 de febrero un subsidio de 12000
+ducados, determinando al mismo tiempo hacer contínuas rogativas por el
+pronto término de las revueltas que afligian á la monarquía y á la fé
+católica en Europa, Asia y Africa.
+</p><p>
+El 8 de diciembre de este mismo año se celebraron con accion de gracias
+y procesion general los prósperos resultados obtenidos por las armas y
+la política de España.
+</p><p>
+A 2 de octubre de este año, á peticion del obispo D. Cristóbal de
+Lobera, celebró el cabildo honras públicas al cardenal duque de Lerma en
+el altar mayor y coro antiguo.
+</p><p>
+1626. El 11 de enero estuvo espuesto el Santísimo desde la hora de
+prima, se celebró la misa con sermon y hubo procesion por la tarde, en
+accion de gracias rogada por el rey, por haberse salvado de manos de los
+ingleses y holandeses los galeones y flota de España en noviembre del
+año último.
+</p><p>
+Empezó este año con tan fuertes temporales y lluvias tan copiosas, que
+el Guadalquivir salió de madre, llegó casi á cerrar los arcos del
+puente, cubrió los molinos, y en varias calles de la ciudad anduvieron
+barcos para socorrer á los vecinos. El 10 de febrero, á súplica del
+cabildo y ciudad, fué el obispo á la iglesia, y acabadas las horas se
+vistió de pontifical, y en procesion con todas las reliquias, cantando
+las letanías, subió á lo alto y descubierto de la capilla mayor, y
+conjuró los aires y nubes volviendo el rostro á todas partes. En la
+capilla mayor se cantó una antífona y se dió la bendicion al pueblo. En
+esta ocasion descubrieron las aguas á la otra parte del rio vestigios de
+edificios antiguos, sobre lo que escribió D. Pedro Diaz de Rivas una
+curiosa y erudita carta al abad de Rute D. Francisco Fernandez de
+Córdoba.
+</p><p>
+1627. A 22 de mayo murió el célebre racionero D. Luis de Góngora y
+Argote, que fué considerado por su ingenio, erudicion y poesía, como el
+fénix de su siglo.
+</p><p>
+1629. Dió á la iglesia el obispo Lobera el 8 de setiembre la hermosa
+lámpara de plata que pende en el presbiterio. Esta alhaja cayó al suelo
+por un descuido en el año 1728 y se maltrató mucho, de resultas de lo
+cual hubo que renovarla. Su peso actual es de 16 arrobas, 18 libras, 10
+onzas y 5 reales de plata; dá idea de su hechura la lámina en que está
+representado el <i>interior de la catedral</i>.
+</p><p>
+A 22 de noviembre, habiéndose presentado en cabildo á nombre del rey, D.
+Alonso de Cabrera de su consejo y cámara, solicitando con una carta de
+S. M. un donativo para socorro de las grandes y urgentes necesidades del
+Estado, combatido de las muchas guerras que por todas partes se
+fomentaban, determinó aquel que se diesen 12000 ducados de la mesa
+capitular y préstamos de las prebendas, pagados á plazos.
+</p><p>
+1630. El dia 13 de octubre se llevaron á la catedral con procesion
+general las reliquias de los santos mártires que conserva la iglesia de
+S. Pedro, para celebrarles fiestas por ocho dias consecutivos. Se
+manifestó el Santísimo en el Sagrario, y se hicieron plegarias y
+rogativas. Hacíase esto por la salud del reino, y porque Dios le
+libertase de la terrible peste que á la sazon se padecia en Italia, y
+que el ignorante vulgo creía originada de los llamados <i>polvos de Milán</i>
+con que personas malignas inficionáran las aguas.
+</p><p>
+1631. En este año y en el siguiente fueron contínuas en la catedral las
+rogativas por la felicidad de las armas católicas contra el rey de
+Suecia y los hereges de Alemania.
+</p><p>
+1633. En la cuaresma de este año se introdujo cantar en el campo santo
+un <i>Miserere</i> á que concurria de noche gran muchedumbre de ambos sexos,
+originándose de aquí algunos desórdenes. Era costumbre asímismo acudir
+allí la gente los dias de fiesta á pasear en coche y á caballo,
+profanando aquel lugar sagrado con escándalo de los devotos que
+visitaban las cruces. Deseoso el cabildo de poner á todo remedio,
+encargó al Dr. Alderete, provisor á la sazon, que lo prohibiese con el
+mas suave modo; pero habiendo una noche la gente derribado y hecho
+pedazos las cruces, para desagravio de tamaña injuria determinó el
+cabildo, que bien compuestas y engalanadas, las pusiesen en el trofeo
+que en honor de los mártires habia erigido Ambrosio de Morales, y que de
+allí se llevasen en procesion á la catedral para colocarlas en la
+capilla mayor al lado del Evangelio.
+</p><p>
+Así se hizo el 17 de abril, iluminando por la noche la torre, y al dia
+siguiente se celebró misa muy solemne del triunfo de la Cruz, á que
+asistió la ciudad, predicando el famoso orador de la Compañía de Jesus
+P. Figueroa. Por la tarde se llevaron las cruces otra vez al campo santo
+en solemne procesion de todo el clero, religiones y cofradías,
+llevándolas sacerdotes con capas pluviales carmesíes, y conduciendo los
+prebendados y capellanes de la iglesia, debajo de un palio que llevaban
+los veinticuatros, la cruz grande del obispo Mardones. Salió la
+procesion por la puerta del Dean y dió vuelta á la iglesia, y al
+regresar del campo santo entró por la puerta del Perdon.
+</p><p>
+1637. El obispo D. Fr. Domingo Pimentel á su vuelta de Italia, regaló á
+la catedral dos magníficos blandones de plata de 7 arrobas de peso y
+4-1/2 varas de altura, primorosamente trabajadas en Roma por Faustino
+Taglieto. «<i>No se halla en otra iglesia de España</i>, dice Bravo, <i>otra
+semejante dádiva</i>.» Otros dos blandones de 9 cuartas de altura regaló el
+cardenal arzobispo de Toledo D. Pascual de Aragon; y con doce iguales de
+bronce dorado hacen magestuosa la capilla mayor en las festividades
+clásicas.
+</p><p>
+1638. El domingo 26 de setiembre hizo el cabildo una fiesta solemne á
+nuestra Señora de Villaviciosa, á cuya intercesion atribuía la victoria
+que de los franceses acababa de conseguir España en Fuenterrabía.
+</p><p>
+1639. El obispo Pimentel llevó personalmente el Santísimo en la
+procesion del Corpus, dentro de un hermoso sol que mandó hacer en lugar
+de custodia. En esta ocasion, imitando la gran devocion del prelado al
+augusto Misterio, se introdujo en la catedral la costumbre, seguida
+despues en las demas iglesias de España, de decir los predicadores
+despues de la salutacion y el Ave-María: <i>Alabado sea el Santísimo
+Sacramento, y la Inmaculada Concepcion de la Vírgen nuestra Señora sin
+pecado original.</i>
+</p><p>
+1640. Quitó el cabildo á peticion de este obispo las completas que se
+decian con música los sábados de cuaresma por varias profanaciones de la
+gente de ambos sexos que concurria por via de recreacion al templo.
+</p><p>
+Fué este año infausto para la monarquía por el levantamiento y guerra de
+Cataluña; la iglesia de Córdoba resolvió implorar la clemencia divina
+poniendo por medianeros á sus santos mártires, y sus reliquias fueron
+llevadas con procesion general á la catedral, donde se les hizo fiesta
+ocho días seguidos, desde el 23 de febrero hasta el 3 de marzo.
+</p><p>
+1642. Continuaban en la catedral las oraciones y plegarias por los
+felices sucesos de las armas católicas. Fué año de grandes calamidades:
+ganó el rey de Francia á Perpiñan y otras plazas en el Rosellon y
+Cataluña, y el Brasil y las Islas Terceras se entregaron á los
+portugueses. A esto se agregó la gran baja de la moneda de vellon, que
+publicada en Córdoba á 15 de setiembre ocasionó tumultos entre el
+pueblo. El desgraciado Felipe IV, tan miope para los errores de su
+política como perspicaz para el decaimiento de la fé religiosa,
+atribuyendo sus reveses á la falta de devocion hácia el Arcángel S.
+Miguel, deseaba que se le hiciesen demostraciones públicas de afectuoso
+culto, y que se le admitiese por patrono del reino. Esta insinuacion no
+fué bien recibida: la iglesia de Córdoba declaró no admitir patronato ni
+compañía con el único patron de España Santiago, y no volvió á tratarse
+de este negocio.
+</p><p>
+1643. El domingo cuarto de cuaresma, hallándose el Tribunal de la
+Inquisicion en la catedral para hacer la publicacion del Anatema, y
+ausente el obispo, hubo durante los divinos oficios grande alboroto y
+escándalo, con motivo de no haber acuerdo sobre á quién debia pedir la
+venia el predicador al comenzar el sermon. Esta cuestion de pura
+etiqueta fué causa de que el presidente del coro mandase cesar el sermon
+y continuar la misa, intimando por su parte el tribunal censuras á los
+del altar. Redújose la funcion á una confusa babilonia: ambas partes
+acudieron al rey, y una junta de ministros resolvió <i>que cuando no
+estuviese el prelado presente, el predicador solo hiciese la venia al
+Santísimo</i>.
+</p><p>
+1644. Pidió el rey al cabildo un donativo de 1000 fanegas de trigo y
+otras 1000 de cebada para mantener los ejércitos. Sin embargo de ser
+gravísima la necesidad del reino con la guerra, fué concedido. Muchas
+familias en Córdoba quedaban desamparadas por irse á campaña los que
+cuidaban de sustentarlas: en esta ocasion fué tanta la caridad del
+obispo, que los niños cantaban por las calles:
+</p>
+
+<table border="0" cellpadding="0" cellspacing="0" summary="">
+<tr><td align="left">«D. Domingo Pimentel,</td></tr>
+<tr><td align="left">obispo de esta ciudad,</td></tr>
+<tr><td align="left">sustenta cinco mil niños</td></tr>
+<tr><td align="left">á media libra de pan.»</td></tr>
+</table>
+
+<p>
+1645. Los apuros del Estado eran cada dia mayores, y el rey puso toda la
+plata de su servicio en la casa de la moneda. El cabildo de Córdoba
+movido del ejemplo le sirvió con 6000 fanegas de trigo y 2000 ducados á
+9 de noviembre. El prelado le hizo aun mayor donativo. La ciudad
+contribuyó tambien.
+</p><p>
+1647. Hubo en otoño del año anterior tan terribles temporales y tales
+avenidas, que se perdieron las siembras, y en este año sufrió la ciudad
+gran carestía. Sin embargo vinieron cartas del rey pidiendo nuevos
+donativos para poder resistir la fiera invasion del príncipe de Condé en
+Cataluña; pero nada pudo dar el cabildo.
+</p><p>
+1648. Hubo en Madrid congregacion de las iglesias del reino con motivo
+del breve de Inocencio X concediendo á Felipe IV la gracia de exigir de
+ellas hasta 800000 ducados para los grandes apuros de su reino. Esta
+gracia se redujo á 500000. Iban á venderse los baldíos de Córdoba con
+grave perjuicio del comun y de los pobres, y los dos cabildos
+eclesiástico y de ciudad recurrieron al obispo para que lo impidiese. El
+buen prelado, animado de fervoroso celo, hizo tan eficaces
+representaciones al rey y á sus ministros, que no se llevó á efecto
+aquella medida.
+</p><p>
+En el mes de octubre de este mismo año se celebró Sínodo para corregir y
+renovar algunas constituciones. Empezó el domingo 18 celebrando de
+pontifical el obispo en la capilla mayor y continuaron las sesiones en
+la de S. Clemente.
+</p><p>
+A 19 de noviembre murió el famoso arcediano de Castro D. Andrés de Rueda
+y fué enterrado en su capilla de S. Eulogio.
+</p><p>
+1649. Fué este año muy funesto para Córdoba porque en él la invadió la
+peste. Con este triste motivo se hicieron en la catedral muchas
+rogativas, fiestas y procesiones, implorando la proteccion de Nuestra
+Señora de Villaviciosa y de los Santos Mártires.
+</p><p>
+1650. Enfervorizados los feligreses de la catedral con el ejemplo de la
+insigne caridad de su obispo D. Fr. Pedro de Tapia, dieron una
+espléndida comida á todos los que habian sido atacados de la peste y
+sobrevivido á esta gran calamidad; llevaron en procesion las santas
+imágenes de J. C. crucificado y de S. Sebastian que se veneran en el
+altar del <i>Punto</i>, y á la vuelta las colocaron en la capilla del
+Sagrario, donde celebraron fiestas y rogativas por nueve dias. En esta
+ocasion se introdujo por la primera vez el uso de que el obispo
+predicase desde un sitial puesto sobre un tablado en la capilla mayor.
+</p><p>
+Tambien en este año se hizo por la primera vez con gran solemnidad el
+voto de defender la Inmaculada Concepcion de Nuestra Señora. Dió
+principio á este acto, el domingo 11 de setiembre despues del Evangelio,
+el obispo, prestando su juramento sobre un misal preparado en la capilla
+mayor. Sentado luego en una silla, fueron por su órden llegando los
+prebendados, capellanes, corregidor y veinticuatros, y juraron lo mismo
+en sus manos.
+</p><p>
+1652. En el mes de mayo hubo grande alboroto en la ciudad por la falta
+de pan, motivada en parte por la inhumanidad de algunos logreros que
+monopolizaban las harinas, de lo cual se siguieron graves desórdenes y
+atropellos. El pueblo se aquietó por la benéfica y paternal mediacion
+del obispo, á quien tomó por su gobernador gritando mueras á su
+corregidor el vizconde de Peñaparda, que tuvo que refugiarse al convento
+de la Trinidad. Estuvo espuesto el Santísimo, y el cabildo eclesiástico
+veló algunas noches por la pública tranquilidad. A consecuencia del
+motin referido se fundó en Córdoba un pósito de trigo, al que
+contribuyeron con gran número de fanegas el obispo y el cabildo.
+</p><p>
+En la catedral se tributaron á Dios solemnes gracias por la recuperacion
+de Barcelona ocurrida el 13 de octubre.
+</p><p>
+Este obispo Tapia hizo á la catedral el donativo de dos fuentes grandes
+y dos aguamaniles de plata, con motivo de despedirse de su cabildo para
+ir á tomar posesion del arzobispado de Sevilla.
+</p><p>
+1657. Con motivo del nacimiento del infante D. Felipe Próspero á 28 de
+noviembre tuvieron la ciudad y el cabildo catedral grandes fiestas, que
+duraron hasta el año siguiente; pero la temprana muerte de este príncipe
+trocó en desconsuelo la pública alegría.
+</p><p>
+El real erario, siempre exhausto, exigia nuevos impuestos. Los
+recaudadores de las provincias las agoviaban con sus exacciones, y para
+defender la inmunidad eclesiástica tuvo el cabildo que proceder con
+censuras.
+</p><p>
+1658. Descuidada la guerra de Portugal por no poder atender á un mismo
+tiempo á esta y á la de Cataluña, pusieron sitio á Badajoz los
+portugueses. El rey recurrió al obispo y cabildo pidiéndoles un
+donativo, y á 12 de agosto le asistieron con 2000 ducados del caudal de
+Cabeza de rentas. Socorrida la plaza, levantó el enemigo el sitio el 10
+de octubre: recibióse la noticia en Córdoba el 17, y se celebró en la
+catedral solemnemente.
+</p><p>
+1659. Resucitó en este año el proyecto formado en 1637 de fabricar una
+nueva Capilla Real suntuosa adonde se trasladasen los cuerpos de D.
+Fernando IV y D. Alonso XI. Para este objeto cedió secretamente el
+obispo Alarcon á los capellanes reales la nave de Villaviciosa ó coro
+antiguo; súpolo el cabildo, y á fuer de perjudicado en el derecho que
+siempre habia ejercido de conceder sitio para labrar capillas, se opuso
+á la nueva obra en 1.º de octubre. Penetrado el rey de la dificultad,
+promovióse un acuerdo para que la Capilla Real se hiciese en otro sitio;
+mas tambien para esto surgieron luego inconvenientes. Convino entonces
+S. M. en que se edificase en el <i>patio de los Naranjos</i>, segun habia ya
+antes propuesto el Dr. Alderete; pero no llegó el caso de mudarse la
+capilla hasta muy entrado el siglo XVIII, en el cual se incorporó á la
+colegiata de S. Hipólito.
+</p><p>
+1660. Hizo el cabildo en el mes de mayo rogativas por la feliz
+conclusion de la guerra entre España y Francia, y por la prosperidad de
+la paz que parecian inaugurar las bodas de la infanta D.ª María Teresa
+con el rey Luis XIV: paz que se malogró con los sucesos adversos de los
+años siguientes.
+</p><p>
+Prosiguió el obispo Alarcon la obra de la torre de la catedral, que no
+estaba acabada, mandó hacer el órgano del lado del Evangelio, las rejas
+de bronce del coro, capilla mayor y crucero (que costaron 7000 ducados),
+y unas bancas forradas de terciopelo para el cabildo durante los
+sermones. Tambien en su tiempo se enderezó una danza de arcos junto á la
+capilla de S. Clemente por el arquitecto Juan Francisco Hidalgo, maestro
+mayor de la iglesia.
+</p><p>
+1662. Se recibió en Córdoba á 14 de enero el breve de Alejandro VII á
+favor de la Inmaculada Concepcion, y se celebró en la catedral con
+fiestas, lo mismo que en todas las comunidades, iglesias y ermitas.
+</p><p>
+En junio se celebró Sínodo y se tuvieron las sesiones en el palacio
+episcopal á causa de los grandes calores. Despues no han vuelto á
+celebrarlo los obispos sucesores, limitándose á vigilar la observancia
+de este, y procurando estirpar los abusos y corruptelas con sus decretos
+y visitas.
+</p><p>
+El obispo y cabildo asistieron al rey, siempre necesitado, con buena
+cantidad de granos para la prosecucion de la guerra de Portugal, que
+ahora felizmente era próspera.
+</p><p>
+1665. Murió á 17 de setiembre Felipe IV y fué aclamado por rey á 14 de
+octubre su hijo D. Cárlos II. La ciudad trajo el pendon real á la
+catedral, y el obispo, revestido de pontifical, le bendijo, llevándose
+luego al cabildo á su palacio, donde tenia prevenido mirador para que
+viese la aclamacion que se hacia en la torre del Homenage del alcázar.
+</p><p>
+1667. Falleció la piadosa D.ª Elvira Ana de Córdoba, marquesa de los
+Trujillos, dejando á la catedral un gran brasero de plata para que en la
+octava del Santísimo se pusiese con perfumes en la capilla mayor; y una
+lámpara dotada á Nuestra Señora de Villaviciosa.
+</p><p>
+1671. Se celebró en la catedral con toda clase de demostraciones
+festivas la canonizacion del rey S. Fernando, y en la capilla de
+Villaviciosa se le erigió altar.
+</p><p>
+A 27 de octubre hizo tambien fiesta la catedral por la canonizacion de
+S. Francisco de Borja, en memoria de haber predicado el santo en ella.
+Los padres jesuitas, acompañados de las religiones, trajeron el santo el
+dia antes hasta el <i>arco de las Bendiciones</i>, y le llevaron los
+prebendados á la capilla mayor. Por la noche se iluminó la torre, y al
+dia siguiente se celebró la misa, presentes los PP. que tuvieron su
+asiento en el presbiterio.
+</p><p>
+1673. La misma fiesta que á S. Francisco de Borja se hizo este año á S.
+Pedro Pascual, cuya imágen llevó á la catedral el convento de la Merced.
+</p><p>
+1675. El cardenal Aragon, arzobispo de Toledo, regaló á la catedral de
+Córdoba en el mes de octubre dos blandones de plata y un cáliz, con su
+patena, vinageras y salvilla para el culto divino en los dias clásicos.
+</p><p>
+1677. En este año se hicieron rogativas por causa de la peste que
+padecian Cartagena y otros pueblos, y habiendo pedido el rey trigo para
+socorrer la plaza de Orán, se le facilitaron 400 fanegas.
+</p><p>
+1678. Dieron á la iglesia, el arcediano de Córdoba D. Juan de Esquivel
+un gran brasero de plata para que sirviese en las Pascuas en la capilla
+mayor; y el Dr. Bañuelos un frontal de la misma materia para las
+festividades del Santísimo Sacramento.
+</p><p>
+En este año volvió á pedir el rey dinero á las iglesias para los gastos
+de la guerra de Sicilia.
+</p><p>
+1679. El rey Cárlos II participó al cabildo las bodas con la princesa
+María Luisa de Orleans, y en la catedral se celebró este suceso haciendo
+solemnes deprecaciones por la felicidad del reino.
+</p><p>
+1680 y siguientes. Fueron años de grandes calamidades para toda España y
+particularmente para Córdoba, de manera que no cesaron en la catedral,
+lo mismo que en las otras iglesias, las rogativas, las procesiones, las
+deprecaciones, las fiestas á Nuestra Señora de Villaviciosa, al
+Santísimo, á las santas reliquias de los mártires, etc. Ocurrió primero
+la baja de la moneda de oro y plata; hubo un espantoso terremoto el 9 de
+octubre de 1680, dia de S. Dionisio; hubo gran sequía, y luego lluvias
+incesantes y tremendas avenidas, una de las cuales se llevó dos arcos
+del puente; por último un contagio mortífero que duró largo tiempo. A
+pesar de tan calamitosos tiempos halló medio el obispo Salizanes de
+repartir grandes cantidades de dinero y de trigo, de erigir á Nuestra
+Señora de la Concepcion una suntuosa capilla, de vestir lujosamente á
+los niños de coro, de dotar doncellas huérfanas, de instituir
+aniversarios, de hacer fundaciones pías grandes y costosas, de regalar á
+su catedral reliquias, cálices, ornamentos, misales, blandones, lámparas
+y otras alhajas de plata, y de socorrer toda clase de necesidades.
+</p><p>
+La rota de los turcos en Viena por las armas católicas fué el único
+suceso próspero de estos años.
+</p><p>
+1693. Se hicieron en la catedral piadosas rogativas para que Dios
+concediese sucesion al rey en su segunda mujer D.ª María Ana de Neuburg.
+</p><p>
+1694. Siendo muy estrecha la sacristía de la catedral para la cómoda
+custodia de los ornamentos y vasos sagrados, por lo cual no correspondia
+á la grandeza de la Fábrica, determinó el cardenal Salazar hacer otra
+mas capaz, para cuyo objeto destinó el solar de las tres capillas de S.
+Martin, S. Andrés y Sta. Bárbara.
+</p><p>
+1695. El famoso cardenal Belluga regaló al cabildo desde Roma, como
+memoria de su afecto, un riquísimo terno bordado en tela blanca.
+</p><p>
+1696. Hizo el cabildo rogativas por el restablecimiento de la salud del
+rey.
+</p><p>
+1698. Celebráronse nuevas rogativas por causa da la gran sequía que
+afligia á la provincia, con fiestas á Nuestra Señora de Villaviciosa.
+Desde este tiempo ha permanecido la milagrosa imágen en la catedral.
+</p><p>
+1700. Murió Cárlos II, y su sucesor D. Felipe V fué aclamado en Córdoba
+á 3 de diciembre. El cardenal Salazar acompañado del cabildo, recibió á
+la ciudad y bendijo el estandarte real. Debia hacerse la proclamacion en
+la <i>torre del Homenage</i> como era costumbre; pero por haber puesto el
+Tribunal de la Inquisicion dosel en el Campo Santo, contra el uso de
+ponerlo en las funciones celebradas con aparato de real representacion,
+tuvo lugar aquel acto en la Plaza de la Corredera. Este suceso pareció
+tan mal en la corte, que el inquisidor fué desterrado de los dominios de
+España.
+</p><p>
+1701. Pidió Felipe V un donativo para socorrer á Ceuta, sitiada por el
+rey de Mequinez, y obtuvo del cabildo 1000 pesos escudos.
+</p><p>
+1702. A peticion del cardenal Salazar fué declarado en Roma S. Januario
+patrono menos principal de España, pero se suspendió este asunto por
+intervencion de la iglesia de Santiago.
+</p><p>
+En este año imploró el cabildo con rogativas el socorro divino contra el
+desembarco de los ingleses en Andalucía, y ofreció donativos á la reina
+gobernadora para repelerlos: lo que tuvo feliz resultado con la
+cooperacion de todas las personas notables de la provincia.
+</p><p>
+1704. Se hicieron rogativas para el feliz suceso de la campaña de
+Portugal; mas para el objeto de recuperar á Gibraltar perdido hubo que
+auxiliar al rey, y el cabildo de Córdoba le ofreció 800 fanegas de
+trigo.
+</p><p>
+1705. Favoreció la fortuna á los ingleses, y fué menester levantar el
+sitio de Gibraltar constituyéndose en la defensiva. Los enemigos
+interceptaron la comunicacion entre Andalucía y Castilla, y á propuesta
+del marqués de Villadarias, capitan general de las Costas, que pidió
+gente y caudales para defenderlas, tuvieron que aprontar recursos el
+cardenal, el cabildo y la ciudad. Al cabildo le correspondió dar 4000
+ducados. Estas grandes turbaciones agravaron los habituales achaques del
+cardenal y le ocasionaron la muerte.
+</p><p>
+1706. Con la feliz victoria de Almansa y el nacimiento de un príncipe
+real, recobró el reino la esperanza de alcanzar dias mas bonancibles. La
+iglesia de Córdoba celebró repetidas fiestas de accion de gracias en la
+catedral y en el célebre santuario de la Fuen-Santa.
+</p><p>
+Por las grandes urgencias de la guerra pidió el rey un anticipo de dos
+millones de escudos al estado eclesiástico á cuenta del subsidio y
+escusado, y el obispo Bonilla sin esperar la aprobacion de S. S.
+facilitó los 778449 reales que correspondian á la iglesia de Córdoba.
+</p><p>
+1708. Volvió á pedir el rey un nuevo subsidio, y el cabildo ofreció 150
+doblones. Desagradaron en Roma el anticipo y el donativo, y les negó el
+Papa su aprobacion; pero al propio tiempo concedió al rey católico <i>un
+donativo honesto</i>, con lo cual se agravó la dificultad. Por parte de las
+iglesias catedrales del reino se recurrió á la sagrada congregacion de
+inmunidad: en vista de su declaracion, el rey y los ministros instaron á
+los cabildos para que sostuviesen su prerogativa de dar ellos el
+consentimiento. Nada se decidió sin embargo.
+</p><p>
+1709. A 2 de julio prohibió Felipe V todo comercio con la corte de Roma
+por causa del referido altercado.
+</p><p>
+En este año se trajo en procesion á la catedral una reliquia de S. Zoilo
+á 17 de junio. El obispo mandó hacer para ella un relicario de gran
+riqueza. Se mantuvo en la catedral hasta el 14 de abril de 1714, en que
+se llevó á la iglesia de S. Miguel.
+</p><p>
+Hubo en este año algunos dias de luto en los cuales se consideró perdido
+el reino con los grandes progresos que volvió á hacer el enemigo.
+Entonces todas las provincias acudieron al rey con donativos, y entre el
+cabildo de Córdoba y su obispo le dieron 1000 fanegas de trigo y gran
+cantidad de dinero. A 10 de diciembre consiguieron las armas reales la
+famosa victoria de Viruega, que mudó el semblante de la guerra y aseguró
+á Felipe V la corona.
+</p><p>
+1710. Se hicieron obras de consideracion en la capilla de Villaviciosa:
+se hizo altar á Sto. Tomás, otro nuevo á S. Fernando, y se renovó
+completamente el principal de Nuestra Señora.
+</p><p>
+1711. Mientras se hacia esta última obra fueron robadas en la noche del
+3 al 4 de marzo todas las alhajas de la sagrada imágen de Villaviciosa,
+que estaba provisionalmente depositada en la capilla de S. Pablo. Le
+quitaron un rico pectoral de esmeraldas, otra joya de la misma piedra, y
+un gran clavo de perlas. Además se llevaron otros objetos preciosos de
+la capilla y cinco lámparas de plata. El obispo Bonilla cedió á la santa
+imágen otro pectoral de esmeraldas que casualmente tenia, y otros
+devotos le ofrecieron dos lámparas de plata.
+</p><p>
+1712. Deseoso de hacer los últimos esfuerzos para asegurar una paz
+ventajosa, resolvió el rey levantar un ejército muy poderoso, á cuyo fin
+en 26 de abril escribió al cabildo que le auxiliase con lo que fuese de
+su agrado. En esta ocasion la iglesia de Córdoba sirvió á S. M. con 800
+fanegas de trigo.
+</p><p>
+A 20 de julio dió al cabildo el canónigo Cruz y Jimena una preciosa
+estátua de plata de Santiago, patron de España, á caballo. El cabildo
+mandó que todos los años se pusiese en el altar mayor en la festividad
+del glorioso apóstol desde la víspera.
+</p><p>
+1713. El pintor D. Antonio Palomino, natural de Córdoba, ejecutó los
+lienzos de la Asuncion y de los mártires del retablo de la capilla
+mayor, y los de la sacristía que hizo el cardenal Salazar. Empezó en
+Córdoba, y los acabó en Madrid.
+</p><p>
+En este año se empezó la custodia nueva para esponer el Santísimo en las
+octavas del Corpus y Concepcion.
+</p><p>
+Tambien en este año se hicieron las bóvedas de las naves de la iglesia,
+obra que continuó hasta el 1723.
+</p><p>
+1716. Murió el 13 de octubre el obispo D. Francisco Solís, y fué
+enterrado en la nave de Villaviciosa, poniéndole en su sepultura un
+largo y pomposo epitáfio.
+</p><p>
+1717. Reconciliadas ya las cortes de España y Roma, habia renovado S. S.
+por otro quinquenio las gracias del subsidio y escusado cumplidas en
+1712. Celebróse congregacion de iglesias en la corte para ponerse de
+acuerdo con S. M. y remediar algunos perjuicios, y tuvo principio á 17
+de agosto de este año de 1717. Pero en las sesiones de la congregacion
+se agriaron tanto los ánimos, que hubo que disolverla, con gran
+sentimiento del cabildo de Córdoba y otros que deseaban sinceramente la
+union.
+</p><p>
+1724. Determinó el obispo Siuri acabar la custodia comenzada en 1713 y
+suspendida por haber faltado la plata: llevóla á su palacio, allí la
+terminaron, y se estrenó en la octava del Corpus de este año. Gastó en
+ella 10000 pesos, y pesaba 800 marcos de plata.
+</p><p>
+Este mismo prelado habia dado el año anterior á la catedral 12000
+ducados para redimir un censo en que estaba empeñado para continuar las
+bóvedas.
+</p><p>
+El rey D. Luis I, aclamado en Córdoba á 20 de febrero con las
+solemnidades acostumbradas, murió el 31 de agosto. Su padre D. Felipe
+volvió á reinar sin preceder segunda aclamacion.
+</p><p>
+1727. Hubo el dia de S. Bartolomé una horrible tempestad, durante la
+cual cayó en la torre un rayo que la causó notable daño: derribó algunas
+de sus pirámides y chapiteles, arrebatándolos con tal brio, que sus
+piedras maltrataron las casas vecinas.
+</p><p>
+1728. Concedió el Pontífice la union de la Capilla Real con la iglesia
+colegial de S. Hipólito. Los cuerpos reales se mantuvieron en la capilla
+hasta el 8 de agosto de 1736 en que fueron trasladados á la colegial
+entre dos y tres de la mañana.
+</p><p>
+1729. Los infantes D. Luis y D.ª María Teresa, que iban á Sevilla,
+fueron á su paso por Córdoba agasajados con festivas demostraciones. El
+dia 5 de mayo el obispo y el cabildo los recibieron por la tarde en la
+puerta de Sta. Catalina, de donde los llevaron por el <i>arco de las
+Bendiciones</i> á la capilla mayor. Cantó muy bien la música mientras
+hacian oracion, el obispo les dió á besar las reliquias, y vieron
+despues toda la iglesia y las alhajas. Fué muy notado en la ciudad que
+el infantito D. Luis, que despues fué arzobispo de Toledo, al recibir la
+visita del prelado, se apoderó de su sombrero y no se le quiso entregar.
+</p><p>
+1738. El obispo D. Pedro de Salazar, sobrino del célebre cardenal del
+mismo nombre y continuador de su rica capilla de Sta. Teresa, agrandó la
+capilla de S. Lorenzo y puso en ella altar á S. Pedro dotándole con
+lámparas de plata, vasos, alhajas y ornamentos, y una sacristanía con su
+competente cóngrua.
+</p><p>
+1740. Se hicieron obras de consideracion en el antiguo acueducto de la
+catedral, con lo cual aumentaron las aguas y se embelleció el patio de
+los Naranjos.
+</p><p>
+Las magníficas cañerías y atageas construidas por los sarracenos fueron
+siempre objeto de muy especial atencion para la ciudad y el cabildo de
+la iglesia mayor. Puede en rigor decirse que el agua de la mezquita era
+la que abastecia á toda la poblacion. El cabildo eclesiástico era
+propietario por concesion del rey S. Fernando de toda el agua de las dos
+huertas de la Sierra denominadas de <i>Sta. María</i> y del <i>Hierro</i>.
+Habiéndola conservado siempre cuidadosamente, ayudado en gran parte de
+las contribuciones que para este efecto se habian impuesto desde el
+tiempo de D. Alonso el Sabio (Arch.: <i>libro de las tablas, caj. N</i>, núm.
+271, fol. 17; <i>caj. Q</i>, núm. 379), se halló en el siglo XVII en
+situacion de vender mucha agua á los particulares, como en efecto lo
+verificó. En el año 1752 mandó formar un libro que describe
+minuciosamente todas las cañerías del cabildo y contiene un gran mapa
+iluminado que manifiesta por dónde va la atagea del agua de la huerta de
+Sta. María y dónde comienzan los encañados (<i>Caj. Q</i>, núm. 334). Al
+folio 7 de dicho libro se esplica el repartimiento que se hace en el
+arca próxima al convento de la Merced. Segun los diversos conductos por
+donde llega el agua, así varía de nombre: hay agua de <i>Sta. Clara</i>, agua
+de la <i>Albayda</i> ó de la <i>Fábrica</i>, agua del <i>Arroyo del Moro</i>, agua del
+<i>Arroyo de Pedroche</i>; y aun se cree que hay en la campiña otras aguas
+perdidas, de las que en tiempo de los árabes fertilizaban sus hoy áridas
+llanuras. En el citado caj. Q del archivo, bajo los números 40, 321,
+359, 379, 380 y 390, hallará el curioso muy interesantes noticias acerca
+de esto.
+</p><p>
+1742. Murió el obispo Salazar y dejó á la catedral una imágen grande de
+plata de S. Sebastian valuada en mas de 800 pesos, y á su capilla de S.
+Pedro (que como dejamos dicho estaba incorporada con la de S. Lorenzo)
+un lagar muy productivo en la Sierra. Fué enterrado en su fundacion y
+tiene en una losa de jaspe negro un buen epitáfio.
+</p><p>
+1748. Empezó á construirse en este año la sillería del coro nuevo, obra
+del escultor D. Pedro Cornejo, toda de rica caoba, que duró nueve años y
+se estrenó en 17 de setiembre de 1757. Es en su línea, y prescindiendo
+de su estilo, la primer sillería de España por el primor de su talla en
+medallones, estátuas y demas escultura. Contribuyeron á costearla el
+obispo Cebrian, y su testamentaría despues, con 417091 reales; el
+cabildo con 60000; la fábrica con 276796; el arcediano Recalde con
+120000; la obra pia del Sr. Mardones con 40000. Su autor fué sepultado
+en la catedral honoríficamente.
+</p><p>
+1750. Fué este año de grande esterilidad y hambre en toda Andalucía.
+Estimulado el cabildo de Córdoba con los ejemplos de la caridad insigne
+de su obispo Cebrian, á las muchas limosnas individuales unió las
+colectivas, formó un acervo comun de varias distribuciones que le
+pertenecian y de algunas obras pias de su patronato, y habiendo así
+reunido un copioso depósito, acabadas las vísperas de los santos
+patronos niños Acisclo y Victoria, vistió en la catedral hasta 1000
+niños, la mitad de cada sexo, dedicándolos á estos santos. Formada así
+una procesion que llenó de ternura y lágrimas al gran gentío que habia
+acudido á verlos, fueron cantando la letanía á la capilla de Nuestra
+Señora de Villaviciosa, conducidos de los mismos capitulares que por sus
+propias manos los habian vestido. Los trages eran talares, con divisa
+azul que distinguia á los varones de las hembras. Desde aquel dia cada
+capitular abrió su casa á un número determinado de niños, los que
+concurriendo allí una hora antes de mediodia, recibian del prebendado y
+de sus criados una leccion de doctrina cristiana, y despues la comida,
+que se reducia á un cuarteron de buen pan y una porcelana de acemite:
+limosna que duró hasta la nueva cosecha.
+</p><p>
+1755. El sábado 1.º de noviembre, dia de Todos Santos, fué el gran
+terremoto, y el mas violento y general que se esperimentó jamás en
+España. Empezó en Córdoba á las 10 dadas de la mañana con un estruendo
+terrible. Estaban en la catedral celebrándose los divinos oficios, con
+un inmenso concurso de fieles: acababa el sermon, y empezaron de repente
+sordos estampidos, el crujir de los retablos y de las bóvedas, el
+repetido vibrar de las paredes y columnas, el golpear de los sillares
+que caían desprendidos de la torre y el de los remites que se desgajaban
+del crucero. Las gentes aterradas se dieron a huir sin tino, unos hácia
+el presbiterio, otros al Sagrario, los mas á las calles inmediatas. La
+mayor parte de los capitulares y ministros del coro huyeron tambien
+sobrecogidos de pavor. El preste asistido de los diáconos, que acababa
+de entonar el Credo, viendo la continuacion del terrible fenómeno sacó
+del depósito el Santísimo y lo espuso al corto número de personas que
+habian quedado presentes, sin que hubiese para esta sagrada ceremonia
+otro cántico que los clamores de los presentes. Dos veces se repitió
+durante el sacrificio esta tremenda al par que memorable escena: dos
+veces el preste espuso el Santísimo permaneciendo impávido en el altar
+como su leal ministro, dispuesto á dejarse sepultar bajo la desquiciada
+mole del templo, mientras todo á su alrededor era terror de muerte,
+tropel y gritería. El crucero y coro quedaron muy quebrantados: la torre
+sufrió tales vaivenes, que despues de haberse desplomado de ella una
+gran cornisa, un barandal de piedra y diferentes piezas de su adorno, se
+abrió por los cuatro frentes de su segundo cuerpo y destejió todas las
+claves de sus arcos, claraboyas y ventanas.
+</p><p>
+Con motivo de este gran terremoto creció la devocion al arcángel
+custodio de Córdoba S. Rafael, determinando el cabildo que se hiciese
+todos los años procesion á la ermita de su advocacion el dia 7 de mayo,
+en que se celebra la aparicion del santo patrono.
+</p><p>
+1756. La plaga de la langosta afligia á muchas provincias de España, por
+lo cual determinó S. M. que fuese llevada la cabeza de S. Gregorio
+Ostiense, abogado especial contra aquel azote, por todos los paises que
+lo padecian, conducida por cuatro cofrades del Santo, tren eclesiásticos
+y uno seglar á expensas de su real hacienda. Llegaron los comisionados á
+Córdoba en enero de 1757 con la santa reliquia: salió á recibirla una
+diputacion de la ciudad, y encaminada derechamente á la catedral la
+recibió otra del cabildo, compuesta de ocho capitulares, que la
+condujeron á la sacristía mayor en procesion, asistidos de muchos
+capellanes y de la música. A la tarde siguiente la trajo el cabildo al
+altar mayor, y se dijeron vísperas solemnes, y al siguiente dia se
+celebró con todo aparato misa, asistiendo la ciudad, y á la tarde se
+hizo la bendicion. Llevóse en procesion general al campo de la Verdad,
+conduciéndola en medio del cabildo los capellanes de la veintena en
+andas, á que seguia el prelado D. Martin de Barcía de capa magna, y
+cerraba la ciudad. Al costado izquierdo de la iglesia del Espíritu
+Santo, mirando á poniente, se habia formado un gran retablo y altar con
+sus ornamentos, donde el obispo de pontifical hizo la bendicion del agua
+con inmersion de la santa cabeza, y despues la de los campos, formando
+los dos cabildos en el teatro dos alas: hecho lo cual volvió á llevarse
+la reliquia á la catedral y á colocársela en el altar mayor, y aquella
+noche fué devuelta á los comisionados, á quienes el cabildo y la ciudad
+dieron buenas limosnas en dinero y el prelado un rico ornamento con
+cáliz y patena.
+</p><p>
+1761. Con motivo de la consagracion del magistral de esta catedral para
+obispo de Canarias, se estrenó un riquísimo terno regalado al cabildo
+por el mismo D. Martin de Barcía. Habialo este prelado mandado hacer en
+Roma á toda costa, y se componia de capa pluvial, casulla, dalmáticas,
+dos paños de púlpito y seis capas, todo de lama de plata bordada de oro,
+con las correspondientes albas de esquisitos encajes, á que acompañaban
+sacras de plata de moderna hechura, trabajadas tambien en Roma.
+</p><p>
+1766. En este año murió la reina madre D.ª Isabel Farnesio, y en la
+catedral se hicieron las correspondientes demostraciones fúnebres.
+</p><p>
+Este mismo año se trató de hacer nuevos púlpitos, á cuyo fin por
+disposicion del obispo Barcía se compraron caobas, se formaron proyectos
+y se entregó al obrero mayor libramiento de 4000 fanegas de trigo, que
+produjeron 8000 pesos. Depositóse esta suma para asegurar en todo tiempo
+la conclusion de la obra, y para los gastos de esta iba dando libranzas
+la tesorería. Murió el obispo Barcía sin verlos concluidos, y el
+continuador anónimo de Gomez Bravo que puso fin á su Apéndice en 1777,
+espresa que aun se seguia trabajando en ellos cuando él escribia: de
+aquí deducimos que debió esta obra sufrir largas interrupciones, porque
+de otra manera no se concibe que pudiese durar mas de once años.</p></div>
+
+<div class="footnote"><p><a name="Footnote_399_402" id="Footnote_399_402"></a><a href="#FNanchor_399_402"><span class="label">[399]</span></a> D. Francisco Sanchez de Feria en su obra inédita
+<i>Descripcion moderna y antigua de Córdoba</i>, que hemos citado otras
+veces, dice solamente que era propia del vínculo que poseía en su tiempo
+D. Manuel Serrano de Rivas, abogado de los Reales Consejos.</p></div>
+
+<div class="footnote"><p><a name="Footnote_400_403" id="Footnote_400_403"></a><a href="#FNanchor_400_403"><span class="label">[400]</span></a> Véase pág. <a href="#page_225">225</a>.</p></div>
+
+<div class="footnote"><p><a name="Footnote_401_404" id="Footnote_401_404"></a><a href="#FNanchor_401_404"><span class="label">[401]</span></a> Nada dice de esta restauracion el minucioso Bravo en su
+<i>Catálogo de los obispos</i>, etc. Solo nos hablan de ella el capellan
+Moreno en su obra inédita ya citada <i>Antigüedad y grandezas</i>, etc., y el
+Sr. Casas-Deza en su <i>Indicador cordobés</i>, quien no nos dice de dónde ha
+tomado tal noticia. Conviene advertir que la obra de Moreno, como
+escrita muy á la ligera, contiene varias inexactitudes; sin embargo, hay
+una circunstancia que en el caso presente puede dar fuerza á su aserto,
+y es, el añadir que en la clave del arco principal de la referida
+capilla mayor antigua se hallan esculpidas las armas del obispo D.
+Iñigo. Nuestro descuido en verificar este hecho cuando visitamos la
+catedral, nos impide sacar al lector de dudas.</p></div>
+
+<div class="footnote"><p><a name="Footnote_402_405" id="Footnote_402_405"></a><a href="#FNanchor_402_405"><span class="label">[402]</span></a> Hemos tenido la curiosidad de contar las veces que para
+impetrar del cielo lluvias ó serenidad fué llevada la Vírgen de
+Villaviciosa desde su ermita á la iglesia mayor solo en el decurso de
+los 170 años que median del 1529 al 1699; y resulta que esta traslacion
+tuvo lugar una vez bajo el reinado de Cárlos V, nueve veces bajo el de
+Felipe II, dos en tiempo de Felipe III, doce reinando Felipe IV, y cinco
+durante el reinado de Cárlos II, en cuyo último año de vida se hizo la
+postrera traslacion.</p></div>
+
+<div class="footnote"><p><a name="Footnote_403_406" id="Footnote_403_406"></a><a href="#FNanchor_403_406"><span class="label">[403]</span></a> Véanse las pág.ª <a href="#page_199">199</a> y siguientes.</p></div>
+
+<div class="footnote"><p><a name="Footnote_404_407" id="Footnote_404_407"></a><a href="#FNanchor_404_407"><span class="label">[404]</span></a> <i>Ahlu-dh-dhimmah</i> era el nombre que daban los sarracenos
+á los cristianos y judíos mozárabes, y significa <i>pueblo constituido en
+patrocinio ó protegido</i>.</p></div>
+
+<div class="footnote"><p><a name="Footnote_405_408" id="Footnote_405_408"></a><a href="#FNanchor_405_408"><span class="label">[405]</span></a> Escribiéronle, enviando tambien cartas para los obispos y
+próceres de aquel reino. La dirigida al rey llevaba, segun los <i>Anales
+Bertinianos</i>, la data del año 847.</p></div>
+
+<div class="footnote"><p><a name="Footnote_406_409" id="Footnote_406_409"></a><a href="#FNanchor_406_409"><span class="label">[406]</span></a> No era dificil que estos concilios fuesen autorizados con
+metropolitanos, porque estos estaban bajo la jurisdiccion del rey de
+Córdoba, como lo esplica Florez, <i>España Sagrada</i>, trat. 33, cap. 10.</p></div>
+
+<div class="footnote"><p><a name="Footnote_407_410" id="Footnote_407_410"></a><a href="#FNanchor_407_410"><span class="label">[407]</span></a> Acaeció este hecho memorable el año 883 con motivo de la
+irrupcion que hicieron en los dominios cristianos los ejércitos
+sarracenos, bajo el califato de Almundhyr, cumplida la tregua pactada
+entre D. Alfonso y Mohammed.</p></div>
+
+<div class="footnote"><p><a name="Footnote_408_411" id="Footnote_408_411"></a><a href="#FNanchor_408_411"><span class="label">[408]</span></a> La basílica ó iglesia de <i>S. Jorge</i>, de que habla el moro
+Rasis, debia ser una de estas, atendidas las robustas presunciones que
+hay de que fuese el actual monasterio de religiosas de Sta. Clara aquel
+templo fuerte donde se defendieron por espacio de tres meses los
+cristianos de Córdoba contra las huestes sitiadoras de Mugueith, despues
+de la muerte de D. Rodrigo. Véase la nota de la pág. 91, al final.</p></div>
+
+<div class="footnote"><p><a name="Footnote_409_412" id="Footnote_409_412"></a><a href="#FNanchor_409_412"><span class="label">[409]</span></a> Salviato en la Vida de S. Martin de Soure, y el árabe
+Al-Makkarí en su Historia tantas veces citada; ambos hacen memoria de
+una iglesia dedicada á la Vírgen María, que no nombran S. Eulogio, ni
+Alvaro, ni el abad Sanson.</p></div>
+
+<div class="footnote"><p><a name="Footnote_410_413" id="Footnote_410_413"></a><a href="#FNanchor_410_413"><span class="label">[410]</span></a> Son de esta opinion el P. Roa, el Dr. Gomez Bravo, y
+otros diligentes conservadores de las memorias sagradas de Córdoba. Pero
+no son solo razones de autoridad las que nos inclinan á su sentir. La
+sana crítica no buscará en vano fundamentos que persuadan la grande
+antigüedad de los referidos templos. Sea el primero esa como marca ó
+señal gloriosa que parece providencialmente conservada en ellos para que
+puedan en todo tiempo ser reconocidos; á saber, el desmoche ó demolicion
+de sus torres acaecido bajo las sangrientas persecuciones de Mohammed,
+hecho singularmente notable que S. Eulogio testifica en dos de sus
+obras. Han trascurrido siglos y siglos; pudo la brillante época de S.
+Fernando haber erigido en su lugar nuevas torres, y aun parecia
+necesario hacerlo; las basílicas sin embargo han subsistido con sus
+torres desmochadas, como en memoria de aquella tempestad terrible
+suscitada contra la verdadera fé que tronchó los sagrados mástiles de
+las naves del Pescador sin sumergir estas; y si alguna se ha
+reedificado, ha sido, como la de S. Lorenzo, en tiempos muy posteriores,
+sin temor de que atribuya nadie á una época misma el cuerpo de la
+iglesia y su torre.
+</p><p>
+Otro fundamento es la clase de construccion que en los muros maestros de
+dichas parroquias se advierte, donde por rara casualidad la ha dejado
+descubierta la <i>manía rebocadora</i> de los señores rectores y obreros que
+de tiempos atrás se han venido sucediendo, la cual cubre hoy
+indistintamente con una capa de cal y ocre de medio pié de espesor así
+los rústicos y lisos paredones, como las antiguas, menudas y prolijas
+esculturas de las archivoltas, capiteles, cenefillas, repisas, etc. Este
+género de construccion es por hiladas de sillares, en las que alternan
+uno por largo y otro ú otros dos como de canto; y el escrupuloso
+observador Diaz de Rivas lo hace peculiar de las fábricas arábigas.
+Adviértese en S. Lorenzo, de la cual hay tradicion que ocupa el sitio
+mismo de la basílica erigida en 262 por escitacion de S. Sixto II en el
+solar donde habia nacido el santo mártir. Ahora bien, si esta práctica
+es una importacion de los árabes, ¿cómo suponer que estuviese en uso en
+tiempo de la reconquista, esto es, cuando ya apenas quedaba en Córdoba
+un puñado de mudéjares, y cuando el nuevo estilo occidental triunfante
+tenia mas proporcion de ostentar sus medios particulares? ¿No es mas
+natural y sencillo colegir que los cristianos mozárabes la aprendieron
+de sus dominadores, y la introdujeron en sus construcciones con todas
+las otras innovaciones de carácter oriental que tambien tomaron de
+ellos?
+</p><p>
+Otro fundamento por fin pudiera ser la ornamentacion arquitectónica de
+las citadas parroquias, no como hoy se manifiestan al primer golpe de
+vista, sino despues de buscar y contemplar sus partes mas antiguas.
+Porque sucede con frecuencia hallar un edificio de estos medio
+encubierto por defuera con miembros en diversos tiempos añadidos,
+dejando apenas ver por encima de un tejado, ó donde menos se esperaba,
+los indicios de una fachada inutilizada, los restos de un primitivo
+ábside semicircular, ó cosas semejantes. Dicha ornamentacion es por sí
+misma motivo de grandes dudas en Andalucía; no lo seria en cualquiera de
+las provincias del norte ó del centro de España. Aquellas portadas de
+una porcion de archivoltas concéntricas, de molduras grandemente
+rehundidas, formando arco abocinado, y revestidas de dientes de sierra,
+de puntas de diamante, de zig-zags, de graciosos pometados y de
+menudísima follagería que deja modestamente campear las líneas sin
+encubrirlas; aquellos capitelitos en forma de dados, aquellos lisos y
+sencillos fustes que son como la prolongacion misma de los gruesos
+resaltos ó molduras de la archivolta; aquellos cordones ó funículos que
+á manera de collarines ciñen los fustes por debajo de los capitelillos,
+sin interrumpirse de una á otra esbelta columnilla; aquellas lindas
+repisas, todas trabajosamente esculpidas con caras, ó figurillas, ó
+follage, que suelen ser el sosten de otros capitelillos intermedios que
+forman con los de las columnas una faja contínua y apretada de preciosos
+dados; finalmente, aquellos rústicos tejaroces que coronan las antiguas
+portadas, y cuyos caprichosos y variados canes, á veces de espantables
+monstruos, á veces de lisas y toscas molduras horizontales, casi nunca
+caen simétricamente sobre las puertas: todos estos son caractéres
+inequívocos del mas puro gusto bizantino segun se practicó en España
+desde los tiempos de los sucesores de Carlomagno hasta fines del siglo
+XIII. Pero son sumamente equívocos en toda Andalucía, dominada y
+aleccionada por las gentes de levante, primero en el siglo VI por el
+vergonzoso pacto de Athanagildo, luego desde el VIII en adelante por el
+gran desastre de que fué causa la sensualidad de D. Rodrigo. Cabalmente
+en ambas épocas despedia la mas codiciada luz, difundiéndola hasta las
+gélidas regiones septentrionales, la escuela artística de Bizancio:
+Justiniano y los Porfirogénitos fueron en ellas verdaderos faros para
+los otros reyes de Europa. Ahora bien, si esta ornamentacion, cuyos
+caractéres todos son neo-griegos, sin mas mezcla en apariencia
+occidental que el arco levemente apuntado (que vimos en la catedral
+empleado tambien por los arquitectos árabes como mero motivo de
+decoracion mucho antes de formularse el gran sistema ojival en
+Occidente); si esta ornamentacion, repetimos, era la que se usaba,
+tomada de Oriente, por los españoles andaluces del siglo de S. Eulogio;
+en este caso, no habria inconveniente para contar entre las antiguas
+basílicas mozárabes las cuatro de que vamos hablando. Y no solamente
+estas cuatro, sino tambien la que es hoy parroquia de Santiago, donde se
+observa el mismo estilo decorativo que hemos ligeramente bosquejado.
+</p><p>
+Es cierto que el estilo que hemos denominado bizantino y neo-griego, y
+que otros llaman <i>románico</i> y romano-bizantino, no empezó á prevalecer
+en la generalidad de los Estados europeos hasta el XI siglo,
+perpetuándose despues, en unos hasta fines del XII, en otros hasta el
+último tercio del siglo XIII, como sucedió en muchas provincias de
+España. Pero ¿quién negará por eso que las provincias del mediodia de
+nuestra península pudieron bajo la influencia arábiga adelantarse en las
+prácticas del estilo bizantino mas de dos siglos á las demas naciones de
+Europa, apegadas á sus usos antiguos? ¿Se ignora por ventura que Córdoba
+y Bizancio daban leyes de cultura y buen gusto al Occidente todavía
+semi-bárbaro en la época floreciente de Abde-r-rahman <i>el Grande</i>?
+Nótese que el siglo de S. Eulogio fué aquel en que el arte arábigo, hijo
+primogénito del bizantino, segun queda latamente demostrado en el
+capítulo anterior, alcanzó su mayor grado de esplendor; y que el arte
+mozárabe, cualquiera que fuese, no podia permanecer estraño á sus
+atractivos.
+</p><p>
+Pero supongamos que se mantuviese puro é incontaminado en sus antiguas
+prácticas romanas: todavia quedan en pié los dos primeros fundamentos
+que hemos esplanado para persuadir la antigüedad de las cuatro
+parroquias referidas; y en este caso lo único que concederemos será, que
+esa ornamentacion bizantina (practicada en casi toda España durante el
+siglo XIII juntamente con la ojival primaria) ha sido añadida despues de
+la reconquista para engalanar mas las basílicas ó parroquias que ya
+existian. De todas maneras, cualquiera que compare la portada de la
+fachada antigua de <i>Santiago</i> con la lateral de <i>Sta. Marina</i> publicada
+en este tomo, advertirá desde luego una gran diferencia: la de Santiago
+con sus capitelitos cúbicos esculpidos, con aquel funículo corrido que
+sirve de astrágalo á los fustes de las columnillas, con aquella
+rusticidad de canes fantásticos colocados sin ninguna simetría, revela
+al primer golpe de vista una época muy anterior á la de la reconquista.
+La de Sta. Marina al contrario está pregonando su orígen septentrional:
+las columnillas que sostienen la sencilla archivolta llevan esbeltos
+capiteles de follages como los que se ven en las construcciones ojivales
+del siglo XIII, y la portada se corona con un alto y agudo gablete, muy
+sencillo y muy saliente, flanqueado de dos estribos á modo de agujas que
+rematan en una especie de flor de lis, formando un conjunto que
+constituye una muestra perfecta del primer estilo ojival implantado en
+España. Esta sí que es una restauracion hecha en la basílica antigua
+despues de la reconquista.
+</p><p>
+Pero ¿quién se atreverá hoy á clasificar con seguridad la arquitectura
+de las interesantísimas parroquias de Córdoba? El indiferentismo
+artístico, y las mas de las veces una crasa ignorancia, oponen
+dificultades inmensas al observador concienzudo para reconocer,
+desenmascarar y examinar cómoda y detenidamente sus partes. A los
+señores rector y beneficiados poco les importa que su iglesia sea ó no
+visitada y elogiada por los arqueólogos. Con tal que esté bien
+enjalvegada por fuera, y por dentro bien blanqueada y clara, les es de
+todo punto indiferente que se vean ó no los antiguos ornatos esculpidos;
+que pueda ó no estudiarse en ella el aparato de la construccion, su
+corte de piedras, etc.; que se le atribuya ó no una remota antigüedad
+(cuando no es para ellos esta antigüedad la causa misma de su
+indiferencia). ¡Como si fuera negocio de poca monta y sin influencia
+para avivar el celo religioso de sus feligreses, el saber de positivo
+que esas mismas paredes y ese mismo recinto habian albergado en otro
+tiempo á aquellos ilustres mártires de los siglos IX y X, y resonado con
+los himnos de dolor y de júbilo de la desgraciada grey mozárabe, unas
+veces atribulada por las persecuciones, otras regida en paz y justicia
+al cesar aquellas!</p></div>
+
+<div class="footnote"><p><a name="Footnote_411_414" id="Footnote_411_414"></a><a href="#FNanchor_411_414"><span class="label">[411]</span></a> D. Francisco Sanchez Feria en su obra inédita citada:
+<i>Descripcion moderna y antigua de la ciudad de Córdoba</i>, pág. 40.</p></div>
+
+<div class="footnote"><p><a name="Footnote_412_415" id="Footnote_412_415"></a><a href="#FNanchor_412_415"><span class="label">[412]</span></a> Dos iglesias hay en la villa ó parte alta muy curiosas
+por lo claramente que indican haber servido de mezquitas: es la una
+aquella misma iglesia de S. Jorge, hoy monasterio de Sta. Clara, en cuya
+torre se advierte por la parte inferior la manera de construir de los
+árabes, con sillares alternados á lo largo y de canto; otra es la
+iglesia de S. Miguel, que conserva de estilo morisco una lindísima
+fachada lateral con portada de ojiva túmida, ceñida por un arrabá de
+bellas fajas esculpidas, y flanqueada de esbeltas columnillas con
+capiteles bizantinos; y además una magnífica claraboya de arquitos de
+herradura sobre columnitas que parten del centro como otros tantos
+radios.</p></div>
+
+<div class="footnote"><p><a name="Footnote_413_416" id="Footnote_413_416"></a><a href="#FNanchor_413_416"><span class="label">[413]</span></a> Lo demuestra el sabio anticuario romano <i>Ciampini</i> en
+varias obras de grande erudicion, una de las cuales se titula <i>Vetera
+monimenta</i>: en dos tomos en folio.</p></div>
+
+<div class="footnote"><p><a name="Footnote_414_417" id="Footnote_414_417"></a><a href="#FNanchor_414_417"><span class="label">[414]</span></a> L. May: <i>Des temples anciens et modernes</i>.</p></div>
+
+<div class="footnote"><p><a name="Footnote_415_418" id="Footnote_415_418"></a><a href="#FNanchor_415_418"><span class="label">[415]</span></a> El pueblo longobardo, que era menos civilizado que el
+nuestro, vió en el siglo VI, en tiempo de su reina Teodelinda, cubrir de
+pinturas las paredes de la basílica de Monza, representando las proezas
+de todos los reyes de aquella raza hasta Agilulfo. Paul. Diac. <i>Historia
+de los longobardos</i>, cap. 23, lib. 4.º</p></div>
+
+<div class="footnote"><p><a name="Footnote_416_419" id="Footnote_416_419"></a><a href="#FNanchor_416_419"><span class="label">[416]</span></a> Habia particulares que fundaban iglesias y monasterios, y
+los dotaban, y estos conservaban en la España mozárabe los mismos
+derechos de patronato que les habian reconocido las leyes visigodas.
+Como ejemplos de monasterios fundados por particulares, solo en la
+Sierra de Córdoba y sin salir del IX siglo, podemos citar dos: el
+<i>Tabanense</i> y el de <i>Peñamelaria</i>, costeados, el primero por los
+piadosos cónyuges Jeremias é Isabel, y el segundo por los padres de la
+mártir Sta. Pomposa.</p></div>
+
+<div class="footnote"><p><a name="Footnote_417_420" id="Footnote_417_420"></a><a href="#FNanchor_417_420"><span class="label">[417]</span></a> En cuanto á esta dependencia subsistia el mismo régimen
+de la España goda. El obispo era el principal administrador de todas las
+rentas eclesiásticas, que se componian: de los diezmos y oblaciones
+gratuitas de los fieles, y del producto de las haciendas y demas
+inmuebles. Cuidaba de ellas un <i>ecónomo</i>, nombrado por el obispo. Los
+diezmos y oblaciones se dividian en tres partes: una para el prelado,
+otra para los presbíteros y diáconos, otra para los subdiáconos y demas
+clérigos. Otras tres partes se hacian del rendimiento de los inmuebles:
+la primera para el obispo, la segunda para los beneficiados, la tercera
+para la manutencion y conservacion de la iglesia de que procedian,
+estando particularmente prevenido que si alguna parroquia necesitaba
+hacer obra y no tenia bastante dinero, la costease el obispo. Para
+impedir que los prelados se apoderasen de cosa alguna de la iglesia, ó
+apropiasen á su catedral lo que era de las parroquias ó monasterios,
+estaba mandado que todo obispo despues de su consagracion se hiciese
+cargo con inventario formal y delante de cinco testigos de lo que se le
+entregaba en bienes raices y muebles, y en su archivo tuviese nota
+auténtica de las haciendas y haberes de todas las iglesias de su
+diócesi.</p></div>
+
+<div class="footnote"><p><a name="Footnote_418_421" id="Footnote_418_421"></a><a href="#FNanchor_418_421"><span class="label">[418]</span></a> «Cada cura, dice Masdeu (Hist. crít. etc., tomo XI,
+<i>España goda</i>, lib. III), tenia para el servicio del coro y de su
+iglesia un número de clérigos á proporcion de las rentas, pues con estas
+debia vestirlos y mantenerlos con la debida decencia, teniendo derecho
+al mismo tiempo para castigarlos y aun azotarlos si no cumplian con su
+obligacion.» Esta costumbre de la España goda persistió bajo la
+dominacion sarracena, y en todas las iglesias, fuesen ó no monasterios,
+hacia el clero vida regular y conventual bajo la direccion de su cura ó
+rector, llamado tambien <i>abad</i>. Así lo aseveran Morales y otros
+diligentes historiadores.</p></div>
+
+<div class="footnote"><p><a name="Footnote_419_422" id="Footnote_419_422"></a><a href="#FNanchor_419_422"><span class="label">[419]</span></a> Véase pág. <a href="#page_095">95</a>, nota 3.</p></div>
+
+<div class="footnote"><p><a name="Footnote_420_423" id="Footnote_420_423"></a><a href="#FNanchor_420_423"><span class="label">[420]</span></a> Ibid., nota 2.</p></div>
+
+<div class="footnote"><p><a name="Footnote_421_424" id="Footnote_421_424"></a><a href="#FNanchor_421_424"><span class="label">[421]</span></a> S. Isidoro: <i>Operum</i>, tomo 2. <i>De Ecclesiasticis
+officiis</i>, lib. II, cap. 2.</p></div>
+
+<div class="footnote"><p><a name="Footnote_422_425" id="Footnote_422_425"></a><a href="#FNanchor_422_425"><span class="label">[422]</span></a> Esta creemos sea la interpretacion que deba darse al
+pasage en que S. Eulogio refiere (<i>Mentor. Sanctor.</i>, lib. II, cap. 10)
+que los Stos. Aurelio y Félix resolvieron declarar abiertamente su fé
+haciendo que sus esposas fuesen á la iglesia <i>sin llevar cubierto el
+rostro</i>. Es claro que esta mera circunstancia las hacia aparecer
+cristianas, puesto que todas las mujeres entre los sarracenos, casadas,
+solteras y viudas, llevaban tapado el rostro con solos los ojos
+descubiertos.</p></div>
+
+<div class="footnote"><p><a name="Footnote_423_426" id="Footnote_423_426"></a><a href="#FNanchor_423_426"><span class="label">[423]</span></a> En la Galia Narbonense, menos modestos, solian los
+clérigos cubrirse de púrpura, distintivo de los magistrados. Los
+nuestros no incurrieron jamás en semejante vanidad, si bien fué
+necesario que el presbítero Leovigildo con su libro <i>de habitu
+clericorum</i> pusiese correctivo á ciertos abusos en no mantener como era
+debido la insignia de los órdenes mayores.</p></div>
+
+<div class="footnote"><p><a name="Footnote_424_427" id="Footnote_424_427"></a><a href="#FNanchor_424_427"><span class="label">[424]</span></a> Los legos dejaban crecer la barba; los eclesiásticos la
+raían segun la costumbre antigua del clero de Occidente, contraria á la
+del clero griego; así lo afirma S. Gregorio VII, lib. 8, Epist.</p></div>
+
+<div class="footnote"><p><a name="Footnote_425_428" id="Footnote_425_428"></a><a href="#FNanchor_425_428"><span class="label">[425]</span></a> Cerca del pueblo de Trasierra, que pertenecia al antiguo
+condado de Espiel, se encontró limpiando un pozo una campana del tiempo
+de que vamos hablando. Era un donativo ofrecido por el célebre abad
+Sanson, rector de la basílica de S. Zoil y abad del monasterio
+pinamelariense, á una iglesia titulada de S. Sebastian, de la cual no
+queda hoy mas memoria sino que estaba en la Sierra de Córdoba á tres
+leguas de la ciudad. Consérvase esta campana en el Museo provincial de
+la misma: es de bronce, tiene un solo palmo de diámetro y no tanto de
+alto; por de fuera es próximamente hemisférica, y tiene en su borde una
+inscripcion grabada con muchas abreviaturas, que dice así: <span class="smcap">Offert hoc
+munus Sanson abbatis in domum Sancti Sabastiani martyris Christi. Era
+DCCCC et XIII</span>. Esta campana singular, que se conserva sin badajo, de
+seguro no tiene mas sonido que un buen cencerro de los llamados
+<i>zumbones</i>, y es materialmente imposible que pudiese servir para el
+oficio que hoy entre nosotros tienen las campanas, no estando acompañada
+de otras varias y formando con ellas una cosa parecida al juego de
+repique que los franceses llaman <i>carrillon</i>.</p></div>
+
+<div class="footnote"><p><a name="Footnote_426_429" id="Footnote_426_429"></a><a href="#FNanchor_426_429"><span class="label">[426]</span></a> Alvaro: <i>Indículo luminoso</i>, núm. 3.</p></div>
+
+<div class="footnote"><p><a name="Footnote_427_430" id="Footnote_427_430"></a><a href="#FNanchor_427_430"><span class="label">[427]</span></a> Así lo testifica S. Eulogio en su Epist. 2.ª á Alvaro.</p></div>
+
+<div class="footnote"><p><a name="Footnote_428_431" id="Footnote_428_431"></a><a href="#FNanchor_428_431"><span class="label">[428]</span></a> La legacía de S. Juan Gorziense es uno de los sucesos mas
+curiosos que puede presentar la historia diplomática de la edad media.
+Labbe, Mabillon y Pagi nos dan de ella estensas noticias, que hallará el
+lector habilmente recopiladas en Gomez Bravo, <i>Catálogo de los obispos</i>,
+etc., tomo I, pág.ª 206 y siguientes.</p></div>
+
+<div class="footnote"><p><a name="Footnote_429_432" id="Footnote_429_432"></a><a href="#FNanchor_429_432"><span class="label">[429]</span></a> Llamábase monasterio dúplice ó mixto aquel en que hacian
+vida reglada y monástica personas de ambos sexos, si bien con la debida
+separacion interior, la cual era sumamente rigurosa, como se verá mas
+adelante. Estos monasterios fueron muy comunes en la Bética, y aun en
+toda España, desde que se introdujo la vida monacal en ella. En el
+concilio segundo hispalense celebrado bajo el reinado de Sisebuto, esto
+es, en el primer tercio del siglo VII, se dictaron reglas muy prudentes
+sobre esta clase de monasterios.</p></div>
+
+<div class="footnote"><p><a name="Footnote_430_433" id="Footnote_430_433"></a><a href="#FNanchor_430_433"><span class="label">[430]</span></a> Véase pág. <a href="#page_142">142</a>.</p></div>
+
+<div class="footnote"><p><a name="Footnote_431_434" id="Footnote_431_434"></a><a href="#FNanchor_431_434"><span class="label">[431]</span></a> Ibid., nota 1.</p></div>
+
+<div class="footnote"><p><a name="Footnote_432_435" id="Footnote_432_435"></a><a href="#FNanchor_432_435"><span class="label">[432]</span></a> «<i>Vastissimam horret inter deserta montium solitudinem.</i>»
+(S. Eulogio. Memor. Sanctor., lib. II, cap. IV.) Ambrosio de Morales en
+sus escolios á esta obra dice que cerca de este antiguo monasterio se
+edificó despues el de S. Francisco del Monte, distante veinticuatro
+millas de Córdoba, á la márgen del Guadamellato. Bien advierte Florez en
+su <i>España Sagrada</i> que esta distancia no concuerda con la de treinta
+millas, que es la que asigna S. Eulogio al monasterio Armilatense; pero
+haciéndose cargo de que podria tal vez haber error en los números, añade
+«que aunque el lugar no sea idéntico, es tan notable la observancia de
+los venerables padres franciscanos en aquella soledad, que pueden
+decirse herederos del espíritu y vigor de los antiguos.»</p></div>
+
+<div class="footnote"><p><a name="Footnote_433_436" id="Footnote_433_436"></a><a href="#FNanchor_433_436"><span class="label">[433]</span></a> Acerca del sitio que ocupaba este insigne monasterio nada
+se sabe de positivo. Hay tradicion de que estuvo en el mismo lugar donde
+floreció despues otro famoso santuario, titulado de <i>Sta. María de las
+Huertas</i>, que existia en pié cuando la ciudad fué conquistada por S.
+Fernando en 1236, y que adquirió tierras en el ruedo ó repartimiento
+hecho por este rey, segun puede verse en Gomez Bravo, <i>Catálogo de los
+obispos</i>, etc., al año 1250. No todos los que han escrito de
+antigüedades cordobesas se acomodan con esta tradicion. Morales, Gomez
+Bravo y otros la sostienen; D. Bartolomé Sanchez Feria en su <i>Palestra
+Sagrada</i> (nota 2 al dia 7 de junio) la impugna; y despues de esplicar la
+inteligencia que debe darse al breve texto de S. Eulogio que sirve á
+aquellos de fundamento: <i>in vico Cuteclara non longe ab urbe in parte
+occidentali enitescit</i>: concluye que <i>Cuteclara</i> estuvo donde hoy
+<i>Córdoba la vieja</i>. Esta conclusion de Sanchez Feria es errónea, porque,
+como mas adelante veremos en el capítulo sobre <i>Medina Az-zahra</i>, ni
+<i>Córdoba la vieja</i> está al occidente de Córdoba, ni hubo jamás en ese
+terreno otras construcciones que las de aquel famoso palacio árabe cuyas
+ruinas se ven todavía. D. Pedro de Cárdenas y Angulo (<i>Vida del ermitaño
+Francisco de Sta. Ana</i>), describiendo el sitio de la Albayda, dice:
+<i>Aquí fué el antiguo convento de Sta. María de Cuteclara</i>. Tambien esta
+aseveracion es equivocada: en primer lugar la Albayda está al norte de
+la ciudad, no al occidente, como era menester que estuviese para dejar
+ileso el texto de S. Eulogio; en segundo lugar, en la Albayda no se han
+descubierto jamás rastros de edificacion que puedan suponerse de aquella
+fecha. Allí no hay mas edificio que un castillo, hoy propiedad del conde
+de Hornachuelos, cuya construccion es moderna comparativamente á la
+época de que se trata, aunque en él se descubran cimientos y muros del
+tiempo de los árabes.
+</p><p>
+A falta, pues, de mas sólidas razones con que destruir la piadosa
+tradicion, séanos dado seguirla.
+</p><p>
+El santuario <i>de las Huertas</i> y la imágen que en él se veneraba eran
+objeto de una muy asídua y particular devocion de parte de los
+cordobeses al tiempo de la reconquista, y de este culto hay abundantes
+memorias en los siglos siguientes, así en mandas de testamentos, como en
+procesiones y plegarias motivadas por varias necesidades públicas. De
+uno de estos instrumentos, que es la disposicion testamentaria del dean
+D. Ruy Perez otorgada en 1391, se colige que el santuario de la Vírgen
+<i>de las Huertas</i>, sin mudar su título, se habia convertido ya en
+beaterio y clausura de mujeres devotas, que llamaban <i>emparedadas</i>; y
+así se le nombra constantemente en otros testamentos posteriores. Luego
+vemos establecida en este santuario una cofradía con el título de
+Nuestra Señora de <i>Roque-Amador</i> ó <i>Rocamador</i>, fundada en época
+incierta. Ultimamente, en 1510, por donacion hecha á los religiosos de
+S. Francisco de Paula ó de la Victoria, de esta santa casa con todas sus
+pertenencias, la cofradía de Rocamador se trasladó al hospital de S.
+Hipólito, dentro de la ciudad, hoy ermita de Nuestra Señora de la
+Alegría; las emparedadas pasaron tambien á otra casa, y la iglesia del
+antiguo santuario se conservó unida á modo de capilla al nuevo templo
+que los religiosos de la Victoria levantaron. Tienen este templo y
+convento de Mínimos, ya desierto, su situacion extramuros de la ciudad,
+cerca de la puerta Gallegos y Almodovar, y en la escritura de donacion á
+que debió su existencia se lée la condicion de que habia de titularse
+<i>Monasterium Sanctæ Mariæ de Victoria de hortis</i>, para que se perpetuase
+la memoria de santuario tan antiguo. Así pues, segun la piadosa
+tradicion, la iglesia del antiguo y célebre monasterio <i>cuteclarense</i>
+habia estado donde estaba ahora la del nuevo convento.
+</p><p>
+Hasta la entrada de los franceses en el presente siglo subsistió al lado
+del altar de S. Francisco de Paula, donde se habia colocado tambien la
+antigua imágen de Nuestra Señora, una tabla que á la letra decia así:
+«Por la mucha humedad y oscuridad de la capilla que está á espaldas de
+esta obra, y por el poco culto y escasa decencia con que en ella se
+servian el depósito del Santísimo Sacramento y las sagradas imágenes de
+Nuestra Señora <i>de las Huertas</i> ó <i>de Cuteclara</i>, y de nuestro glorioso
+padre S. Francisco de Paula, se sacaron y colocaron en este retablo y
+altar, que se les construyó el año de 1715.» Al cerrarse esta iglesia al
+culto con la supresion de los regulares, la imágen de Nuestra Señora fué
+llevada á la colegial de S. Hipólito y puesta en el altar de Jesus
+Crucificado.&mdash;Nosotros hemos tenido ocasion de contemplarla de cerca y
+detenidamente en la sacristía del referido templo, donde se hallaba no
+sabemos por qué motivo; y observamos en ella algunas de las
+incorrecciones que caracterizan las obras de escultura de los mas
+remotos siglos de la edad media. Estremos grandes y desproporcionados,
+formas cuadradas y sin esbeltez, miembros cortos y abultados que hacen
+aparecer las figuras enanas, pliegues en cuya disposicion se advierten
+reminiscencias del clásico antiguo, y por lo tanto mucho mas correctos
+que los de la escultura de los siglos X, XI y XII, puramente
+convencionales y bárbaros: todas estas son facciones propias de una
+creacion goda, y confirman hasta cierto punto la tradicion de ser
+aquella imágen la misma que veneraron los santos mártires del monasterio
+<i>cuteclarense</i>. Es de piedra, está sentada con el niño Jesus en el
+regazo, en el cual por cierto se halla el divino infante como hundido; y
+parece escusado añadir que ambas figuras han sido repetidamente
+acariciadas en estos últimos siglos por las brochas de los
+<i>pintadores</i>.</p></div>
+
+<div class="footnote"><p><a name="Footnote_434_437" id="Footnote_434_437"></a><a href="#FNanchor_434_437"><span class="label">[434]</span></a> Así lo atestiguan Beda y Mabillon.</p></div>
+
+<div class="footnote"><p><a name="Footnote_435_438" id="Footnote_435_438"></a><a href="#FNanchor_435_438"><span class="label">[435]</span></a> Véase Flores, <i>España Sagrada</i>; Masdeu, <i>Hist. crít.</i>,
+etc.</p></div>
+
+<div class="footnote"><p><a name="Footnote_436_439" id="Footnote_436_439"></a><a href="#FNanchor_436_439"><span class="label">[436]</span></a> Véase el comentario á los cánones ó capítulos del
+concilio de Aquisgran que publicó Yepes al fin del tomo III de su
+interesante <i>Crónica de S. Benito</i>: en el cual se citan de contínuo
+ejemplos de prácticas y usos observados en los monasterios de España, en
+especial en el de S. Benito de Valladolid, en cumplimiento de lo
+preceptuado en dichas constituciones.</p></div>
+
+<div class="footnote"><p><a name="Footnote_437_440" id="Footnote_437_440"></a><a href="#FNanchor_437_440"><span class="label">[437]</span></a> Téngase presente que una cosa es la regla de S. Benito y
+otra cosa las constituciones y reglamentos particulares de cada
+congregacion. En el siglo de que vamos hablando no existian aun aquellas
+famosas abadías matrices de Cluni y del Cister, que por efecto de la
+inmensa importancia política y religiosa que adquirieron, no pueden en
+manera alguna compararse con los monasterios anteriores á la primera
+reformacion. Fuera de España sin embargo hubo abadías de gran cuenta
+desde el tiempo de Carlomagno hasta el X siglo; pero las mayores
+nuestras no llegaron al apogeo de su poderio feudal hasta despues de
+adoptada en ellas la reforma cluniacense. Esto se esplica facilmente:
+las gentes que habitan á la parte de acá del Danubio y del Rhin, la
+Suiza, la Baviera, la Alsacia, el Austria occidental, las provincias de
+Colonia y Tréveris, y toda la tierra baja de Flandes, vivian sin
+industria y sin artes, casi puede decirse sin poblaciones fijas, y mucho
+mas por consiguiente sin centros de cultivo cientifico y literario,
+cuando los monges benedictinos empezaron á evangelizarlas. Las pocas
+ciudades que en esta parte de Alemania habia, estaban destruidas con las
+irrupciones continuas de otros bárbaros bajados del Septentrion. Asi
+como la de Salisburgo tuvo principio en el monasterio de S. Pedro
+erigido por el monge S. Ruperto, y las de Argentina y Worms por los que
+edificó S. Amando favorecido del rey Dagoberto; del mismo modo otros
+monasterios de la regla de S. Benito fueron el principio de la
+restauracion de otras ciudades, y como el núcleo de las principales que
+en Alemania se fundaron de nuevo. A la parte de allá de los dos citados
+rios, y al otro lado del Báltico, donde la gente era todavia mas bárbara
+é inculta, se fueron asimismo agrupando en torno de los monasterios
+benedictinos muchas poblaciones, que andando los tiempos llegaron á un
+alto grado de esplendor y riqueza. Suevia, Turingia, Sajonia, Dania,
+Gocia, Suecia, Noruega, Polonia, Rusia, deben sus mas famosas
+universidades y sus ciudades mas opulentas á los monasterios. Quien dude
+de este aserto puede consultar á Beato Renano en su libro II <i>de las
+cosas de Alemania</i>, á Alberto Crancio en su <i>Metrópoli</i>, á Jorge Braun
+en su <i>Teatro de las ciudades</i>, á Munstero en su <i>Geografía</i>, á Bocio en
+su libro 22 <i>de las Señales</i>, á nuestro P. Yepes en su <i>Crónica de S.
+Benito, centuria 2.ª al año 640</i>, y en otros muchos escritores tan
+respetables como estos. Fulda, Escafusa, Lucerna, San Galo, Wisemburgo,
+Sechingen, Amerbaquio, Campidonia, Blamberg, se glorían de su orígen
+monástico; y la insigne ciudad de Muster ha querido perpetuar la memoria
+de él en su propio nombre, que en lengua alemana significa <i>monasterio</i>.
+Ahora bien, como estos centros religiosos no solo enseñaban á aquellas
+gentes la doctrina de Jesucristo, sino tambien todas las ciencias y
+artes de utilidad, las matemáticas, la astronomía, la aritmética, la
+música, la retórica, las lenguas sabias, la poesía, etc.; como ellos,
+además de difundir la luz de la civilizacion en aquellas regiones, eran
+los defensores de los intereses legítimos de los reyes, de los grandes y
+de los pueblos en medio del caos espantoso que habia sucedido á la caida
+del imperio romano de Occidente; los únicos que sabian desarmar la
+petulancia de los magnates oponiendo la resistencia moral á la fuerza
+bruta, y contener la ferocidad de las hordas hambrientas con la
+mansedumbre y la caridad, y hacer prosperar la causa de los reyes con el
+ejemplo de una sociedad sabiamente ordenada y tranquila; no debe
+estrañarse que estos grandes servicios alcanzasen su recompensa, y que
+desde el siglo IX hubiese en Europa establecimientos monásticos
+espléndidamente enriquecidos con donaciones de tierras, libertades,
+exenciones, privilegios especiales, y oblaciones de todo género. Los que
+habian enseñado á la Europa septentrional á sacudir la corteza de la
+barbarie roturando tierras, desecando pantanos, desmontando bosques,
+regularizando las corrientes, construyendo hornos, abriendo escuelas y
+talleres, merecian bien de todas las clases y gerarquías: ellos daban
+ejemplos de abnegacion, protegian á los débiles, socorrian á los
+necesitados, respetaban á sus semejantes; á ellos son debidos los
+primeros gérmenes de libertad é independencia; á ellos se debieron
+despues los primeros bosquejos de organizacion central que en los siglos
+posteriores adoptaron los reyes. Muy natural era, pues, que la gran
+familia benedictina alcanzase mayores beneficios allí donde mas
+servicios habia prestado, y que en las naciones de Europa mencionadas
+llegase á haber monasterios como el de S. Galo, el de Fulda, el de
+Murbaquio, el de Campidonia, el de Wisemburgo, el de Hirsfelden, etc.,
+que mas que casas conventuales pareciesen, á semejanza de la de Monte
+Casino, verdaderas ciudades. La abadía de S. Galo conserva aun en los
+archivos de su suprimido monasterio el plano que para el mismo edificio
+se supone trazó por los años de 820 el famoso Eginhardo, á peticion del
+piadoso abad Gozberto que la gobernaba. Este plano, que publicaron
+Mabillon en sus <i>Anales Benedictinos</i>, t. II, p. 571, y recientemente M.
+Fr. Keller con una memoria descriptiva, que puede verse en las
+<i>Instrucciones sobre la arquitectura monástica</i> de M. Albert Lenoir, dá
+una idea cabal de lo que era una abadía de la órden de S. Benito en la
+primera mitad del siglo IX. Es pues este documento un grande auxiliar
+para nosotros. La iglesia ocupa en él un grande espacio: presenta dos
+abaides, uno á oriente y otro á poniente, perfectamente semicirculares;
+dos exedras, dos coros, gran número de altares aislados en las naves
+principal y colaterales; ambones como en las primitivas basílicas para
+leer la Epístola y el Evangelio; la pila bautismal en la nave mayor,
+junio al coro de occidente; sacristía á la derecha del coro de oriente;
+sala para los escribas á la izquierda del mismo coro, con biblioteca en
+la parte superior; narthex á la entrada destinada al pueblo; vestíbulo
+para los familiares del convento; otro vestíbulo para los huéspedes y
+estudiantes; y por último varios departamentos pegados al muro del norte
+de la iglesia para los maestros de las escuelas, y para asilo de los
+refugiados en ellas. El templo está por todas partes rodeado de
+edificios; aquí se ve la escuela, con sus patios á la manera del
+<i>impluvium</i> de los romanos y sus cátedras repartidas en las cuatro
+bandas; mas alla otro edificio en que se comprenden la cillerezía, la
+panadería y las cocinas de los huéspedes; al mediodia del templo el
+refectorio, con el vestuario encima; allí cerca la despensa; luego
+baños; luego el dormitorio pegado á la pared de mediodia del crucero,
+con sus letrinas; luego las cocinas de la comunidad en comunicacion con
+el refectorio y con los lugares escusados (por medio de corredores
+sabiamente trazados en planta angular para impedir el paso á los malos
+olores); últimamente una oficina esclusivamente consagrada á la
+elaboracion del pan azimo para el Sacrificio. Añádanse á estas
+dependencias una huerta, en cuyas divisiones se indican los nombres de
+las verduras que allí se cultivan, la casa para el hortelano, el huerto
+de los árboles frutales, el edificio para noviciado y enfermería, con
+sus capillas, claustros y salas separadas, los gallineros y corrales con
+habitacion para el que cuida de ellos, el alojamiento del médico, un
+jardinillo de plantas medicinales, la botica, el aposento del abad, con
+cocina, baños, y cuartos para sus domésticos; hospedería, con cuadras y
+cochiqueras y habitaciones para criados, pastores, porqueros y demas
+sirvientes; un edificio separado para toneleros, cordeleros, boyeros,
+etc., con sus cobertizos y establos; graneros, oficinas para tostar
+grano y fabricar cerveza; departamento para los esclavos, talleres para
+zapateros, cojineros, armeros, torneros, guarnicioneros, plateros,
+cerrageros, etc.; lagar, molino, habitaciones para peregrinos y
+mendigos, cocina y refectorio para los mismos.
+</p><p>
+Todo esto comprendia una abadía de las principales en el siglo IX. Es
+claro que en España, donde la órden de S. Benito, aunque muy favorecida
+de los Alfonsos y Ordoños, preponderó menos, quizas por no haber sido
+como en los Estados de Alemania la única maestra de la civilizacion del
+pais en aquella ominosa edad de hierro, no serian tan poderosas las
+abadías, ni tan numerosas sus oficinas y dependencias. Los derechos
+señoriales y feudales de nuestros abades son muy posteriores á la época
+por cuya zona discurrimos; al paso que los abades franceses, italianos y
+alemanes, ya entonces habian comenzado á adquirir aquella prodigiosa
+influencia, que despues desde el siglo X fué la causa principal de la
+decadencia de la disciplina monástica. No busquemos pues en nuestros
+anales eclesiásticos memorias de grandes abadías émulas de las que hemos
+nombrado; todo por el contrario induce á creer que para citar algo de lo
+conocido que dé una idea aproximada de lo que podrian ser los
+monasterios nuestros en las provincias dominadas por los infieles, en la
+época misma en que se trazaba el suntuoso plano de la abadía de S. Galo,
+habria que acudir á las primeras casas de la reforma cisterciense, en
+las cuales, prescindiendo de toda constitucion y reglamento particular,
+se vivia estrictamente segun la regla de S. Benito, consagrando el dia á
+la oracion, al estudio y al trabajo corporal, labrando los monges la
+tierra por sus propias manos, y empleándose personalmente en toda clase
+de faenas dentro y fuera de la casa, sufriendo las inclemencias de las
+estaciones, sin criados y familiares que les llevasen la pesada carga
+del servicio cotidiano y mecánico. No habia en España en la época á que
+nos referimos abadías de las que se llamaron luego inmediatas á la Sede
+Apostólica por no reconocer mas superior que el Papa, y tener libertad
+plena en la eleccion de abad sin sujetarse á la jurisdiccion del obispo.
+Todas dependian de sus respectivos prelados, y las grandes mercedes
+hechas por los monarcas á aquellas célebres casas de Compludo, de S.
+Pedro de Montes, del real monasterio de Sahagun y otras por el estilo,
+se reducen generalmente á donaciones de tierras, que suelen ser cotos
+redondos con montes, valles y heredades, deslindados por sus términos y
+mojones; y de vasos sagrados, relicarios, cruces, coronas, ornamentos y
+frontales, y otros objetos á este tenor, todos los cuales se especifican
+menudamente. Algunas veces los monarcas reedificaban á su costa estas
+cosas y adornaban sus templos con columnas, mármoles y jaspes; pero es
+preciso llegar al siglo X por lo menos para hallar documentos en que se
+conceda á los monasterios jurisdiccion feudal sobre las villas y pueblos
+del contorno. Véase la historia del monasterio de Sahagun que bosqueja
+Yepes en su <i>Crónica</i> (centuria 3.ª, fol.º 167 y siguientes), donde se
+corrige la fecha que atribuye Morales al famoso privilegio concedido por
+D. Alfonso el Magno á esta grande abadía.</p></div>
+
+<div class="footnote"><p><a name="Footnote_438_441" id="Footnote_438_441"></a><a href="#FNanchor_438_441"><span class="label">[438]</span></a> Así se espresan las referidas constituciones de la órden
+del Cister, escritas en el año 1119 por Hugo de Macon, S. Bernardo y
+otros diez abades benedictinos, al tratar de la <i>fábrica de los
+templos</i>.</p></div>
+
+<div class="footnote"><p><a name="Footnote_439_442" id="Footnote_439_442"></a><a href="#FNanchor_439_442"><span class="label">[439]</span></a> De un hermano del rey Pipino y tio de Carlomagno, refiere
+Leon Hostiense que hacia en el monasterio de Monte Casino el oficio de
+mozo de cocina, ayudando en los ministerios mas viles que allí habia.
+Véase su historia de aquella célebre abadía, lib. I, cap. 7. Suponemos
+que para los niños <i>ofrecidos</i>, llamados por otro nombre <i>oblatos</i>,
+habria mas laxa disciplina, y mas adelante tendremos ocasion de señalar
+alguna de las consideraciones que con ellos se tenian por razon de su
+tierna edad.</p></div>
+
+<div class="footnote"><p><a name="Footnote_440_443" id="Footnote_440_443"></a><a href="#FNanchor_440_443"><span class="label">[440]</span></a> De aquí el haber llamado á los benedictinos por espacio
+de muchos siglos, <i>los monges negros</i>.</p></div>
+
+<div class="footnote"><p><a name="Footnote_441_444" id="Footnote_441_444"></a><a href="#FNanchor_441_444"><span class="label">[441]</span></a> Es curioso el cánon 22 del concilio de Aquisgran, que
+previene todo lo que constituye el vestuario del monge. Encárgase en él
+al abad que dé á cada religioso los efectos siguientes: dos camisas, dos
+túnicas, dos cogullas, dos escapularios, cuatro pares de calzas, dos de
+calzoncillos, dos de zapatos. Hasta aqui todo es conforme con el
+capitulo 55 de la Regla; pero añade el cánon, sin duda haciéndose cargo
+de la inclemencia de algunas regiones, que se les dé tambien un ropon de
+pieles largo hasta los talones, dos cintos, guantes forrados y sin
+forro, para el invierno y para el verano (lo cual, segun la edicion de
+Plantino, solo debia entenderse respecto de los que iban de camino; dos
+pares de calzado de dia, y dos de chinelas para la noche (<i>subtalares</i>),
+con las cuales acudian al rezo de maitines para no detenerse en mudar de
+calzado; zuecos en invierno; y jabon para lavarse ellos mismos su ropa.
+</p><p>
+El citado capítulo 55 de la Regla esplica el objeto y uso particular del
+escapulario y de la cogulla: «Bastará á cada uno de los monges, dice,
+una cogulla y una saya (túnica); la cogulla sea en el invierno vellosa,
+en verano raida ó vieja, y un escapulario para los trabajos.» De modo
+que el escapulario venia á ser como una cogulla ó capa abreviada. La
+palabra <i>cogulla</i> viene de la latina <i>cuculla</i>, que propiamente
+significa <i>capilla</i>: esta es la parte principal del hábito, y de tal
+manera que no se daba á los religiosos hasta profesar; entonces el que
+recibia sus votos, que era el abad, al ponérsela en la cabeza se la
+sujetaba con unas puntadas debajo de la barba como si le amortajase, y
+el nuevo profeso no podia quitársela por espacio de tres dias, al cabo
+de los cuales recibia la comunion, y el que se la administraba le
+soltaba la cogulla.</p></div>
+
+<div class="footnote"><p><a name="Footnote_442_445" id="Footnote_442_445"></a><a href="#FNanchor_442_445"><span class="label">[442]</span></a> Acerca del tiempo que duraba el noviciado tenemos alguna
+duda. S. Gregorio el Magno (<i>Epíst., lib. VIII</i>), escribiendo á
+Fortunato, obispo de Nápoles, dá á entender que se estendia á dos años
+con estas palabras: <i>prius quam biennium in conversatione compleant,
+nullomodo audeant tonsurare</i>; que es decir: <i>no se abran corona hasta
+cumplir dos años en la religion</i>. Aplicando Yepes este pasage á los usos
+prescritos para los novicios ó <i>conversos</i>, que es todo uno, concluye
+que las coronas se hacian al profesar, esto es, al terminarse el
+noviciado. Pero el mismo cronista, esplicando luego el cánon 34 del
+concilio de Aquisgran, dice que lo que dejó ordenado S. Benito, y lo que
+se practicó por trescientos años, fué <i>que los religiosos tuviesen un
+año de probacion antes de profesar</i>: segun lo cual parece reconocer que
+el noviciado era de un año, y no de dos. Si la <i>probacion</i> y el
+<i>noviciado</i> no eran una cosa misma, la dificultad desaparece. En efecto,
+podia el noviciado ser de un año, y sin embargo continuar el religioso
+sin tonsura y con el mismo hábito de noviciado hasta que se cumpliese
+otro año de probacion. De esta manera puede esplicarse el cánon 34
+citado que manda no se dé fácil ingreso á los novicios en el monasterio,
+y que no se abran coronas ni cambien de vestimenta hasta hacer profesion
+terminado el año de prueba.</p></div>
+
+<div class="footnote"><p><a name="Footnote_443_446" id="Footnote_443_446"></a><a href="#FNanchor_443_446"><span class="label">[443]</span></a> Solo era permitido comer carne á los muy ancianos, y á
+los niños que tambien vivian en los monasterios como <i>oblatos</i> ú
+ofrecidos por sus padres, menores de catorce años.</p></div>
+
+<div class="footnote"><p><a name="Footnote_444" id="Footnote_444"></a><a href="#FNanchor_444"><span class="label">[444]</span></a> Son estos religiosos de la congregacion de S. Pablo,
+primer ermitaño, y viven ejemplarmente siguiendo la primitiva regla,
+reformada por el venerable Juan de Dios de S. Antonino, en una de las
+montañas de la Sierra al norte y á una legua escasa de Córdoba. Este
+instituto existe desde los tiempos de Osio, aunque en Córdoba no se
+introdujo hasta el año de 1309. «Fueron los primeros (dice D. Francisco
+Sanchez de Feria en su obra inédita ya en otras ocasiones citada:
+<i>Descripcion antigua y moderna, etc.</i>) unos soldados castellanos,
+esforzados y valientes, que cansados de padecer trabajos en las
+dilatadas guerras sobre Algeciras, y desengañados de las cosas del
+mundo, desampararon las banderas del rey D. Fernando el IV por lo
+desabrido que estaba con él todo el ejército, y se resolvieron á militar
+por el reino del cielo; para lo que se ocultaron en las malezas de los
+montes cordobeses á hacer vida solitaria. Unos habitaban en cuevas,
+otros en chozas, otros en ermitas que fabricaban... Unos residian en
+tierra de Ribera la alta, en un cerro eminente de dificil subida, cerca
+del arroyo <i>del Gato</i>, no lejos del rio Guadamellato... Otros se
+situaron en las montañas del Bañuelo, donde permanecen arruinadas sus
+ermitas... Y otros ocupaban los montes del Albayda... Y habiéndose
+fundado en 1417 el observantísimo y religiosísimo convento del órden de
+S. Francisco en el sitio ó pago de la Arrizafa, dícese se juntaron unos
+y otros ermitaños en sus inmediaciones... para gozar del pasto
+espiritual del convento.» De nuestro <i>Diario de viaje</i> sacamos los
+siguientes pormenores descriptivos. La situacion de estas ermitas es en
+sumo grado pintoresca: desde el mirador que hay á su entrada se divisan,
+á la derecha, y como á la mitad de la vertiente de la montaña, la quinta
+de la <i>Albayda</i>, antiguo <i>Castillo Blanco</i>, propiedad hoy del conde de
+Hornachuelos; mas lejos el castillo de Almodovar, cuya masa cenicienta
+descuella confusa en la eminencia de un cerro entre los vapores que se
+levantan de la campiña. Hácia la falda del monte que me sirve de atalaya
+veo á vuelo de pájaro la Ruzafa, antigua casa de recreo de Abde-r-rahman
+I, luego convento de padres franciscanos... ¡ahora parador, y fonda casi
+siempre cerrada! Viven en estas ermitas, bajo la proteccion del señor
+obispo de Córdoba, diez y siete ermitaños profesos, y un solo novicio.
+Observan riguroso silencio, é incomunicacion completa entre sí la mayor
+parte del dia. Reúnense solamente en la capilla, en la lectura que sigue
+á la misa, y en el refectorio. Cada cual tiene su celdilla, y hace su
+almuerzo y cena en su cocina: para la comida hay refectorio en la casa
+principal. Emplean en el trabajo manual y corporal cinco horas diarias.
+A las horas de oracion cada cual debe tocar su campana en oyendo sonar
+la de la capilla; é incurre en grave falta el que no lo hace. Visten
+hábito y escapulario con capilla de paño pardo. Hay casa de novicios,
+separada de las celdas de los profesos, las cuales estan aisladas y
+diseminadas por toda la tierra que abraza el Santo Yermo. El noviciado
+dura seis meses. En una de las peñas mas avanzadas de esta montaña han
+labrado los ermitaños para el obispo un cómodo sillon, desde el cual se
+goza una de las perspectivas mas bellas que pueden imaginarse.
+Descúbrese toda la campiña al frente, haciendo fondo á la ciudad las
+sierras de Cabra y de Granada con sus azulados festones de crestas, y
+sobresaliendo al sudeste el pico de Alcaudete: por detrás de la ciudad
+se desliza culebreando el magestuoso Guadalquivir.</p></div>
+
+<div class="footnote"><p><a name="Footnote_445_448" id="Footnote_445_448"></a><a href="#FNanchor_445_448"><span class="label">[445]</span></a> En su famosa carta al obispo de Pamplona Wiliesindo.</p></div>
+
+<div class="footnote"><p><a name="Footnote_446_449" id="Footnote_446_449"></a><a href="#FNanchor_446_449"><span class="label">[446]</span></a> Era S. Eulogio, dice su condiscípulo Paulo Alvaro, <i>tan
+pequeño de cuerpo como grande de alma</i>.</p></div>
+
+<div class="footnote"><p><a name="Footnote_447_450" id="Footnote_447_450"></a><a href="#FNanchor_447_450"><span class="label">[447]</span></a> «Vé, carta, y sal con mucha priesa, volando por selvas y
+collados: atraviesa con apresurado curso los valles y busca los sagrados
+edificios del amado de Dios Benedicto. Allí siempre hallan reposo los
+que llegan fatigados: dáseles con abundancia verduras, pan y peces. Hay
+allí alegre amor, y culto á Jesucristo á todas horas: piadosa paz,
+entendimiento humilde y hermosa conformidad entre los hermanos. Dirás al
+abad y á sus compañeros: ¡Dios os guarde, vivid felices!» Trae estos
+versos Leon Hostiense en el lib. I, c. 17 de su Hist. de Monte Casino.</p></div>
+
+<div class="footnote"><p><a name="Footnote_448_451" id="Footnote_448_451"></a><a href="#FNanchor_448_451"><span class="label">[448]</span></a> «<i>Jubet ecclesias nuper structas diruere, et quidquid
+novo cultu in antiquis basilicis splendebat, fueratque temporibus arabum
+rudi formatione adiectum elidere, etc.</i>» <i>Memor. Sanctor.</i>, lib. III,
+<i>Destructio basilicarum</i>, cap. 3.</p></div>
+
+<div class="footnote"><p><a name="Footnote_449_452" id="Footnote_449_452"></a><a href="#FNanchor_449_452"><span class="label">[449]</span></a> Verificóse aquella en el año 853, y cinco años despues
+vemos al célebre Sanson hallarse de abad en el monasterio
+Peñamelariense, cuando vinieron á Córdoba por los cuerpos de los santos
+mártires Jorge y Aurelio los dos monges Usuardo y Olivardo de la abadía
+de S. German de Paris.</p></div>
+
+<div class="footnote"><p><a name="Footnote_450_453" id="Footnote_450_453"></a><a href="#FNanchor_450_453"><span class="label">[450]</span></a> Almundhyr sin embargo, mas inclinado á la paz que á la
+guerra, medió eficazmente para restablecer la concordia entre su padre
+Mohammed y el rey D. Alfonso. Con este motivo pasó á Córdoba el
+presbítero toledano Dulcidio, el cual cumplió su embajada tan á
+satisfaccion de ambos, que de vuelta á los estados de D. Alfonso se
+llevó consigo los cuerpos de S. Eulogio y Sta. Leocricia. El piadoso
+presbítero salió alegre de Córdoba con las santas reliquias en diciembre
+de aquel mismo año (883), y en enero del siguiente llegó á Oviedo, donde
+las recibieron con devocion suma y solemne pompa el rey, el arzobispo
+Hermenegildo y toda la corte.</p></div>
+
+<div class="footnote"><p><a name="Footnote_451_454" id="Footnote_451_454"></a><a href="#FNanchor_451_454"><span class="label">[451]</span></a> En este intérvalo florecieron pacíficamente los condes
+Adulfo y Guyfredo, á quienes celebró en sus epígramas latinos el
+arcipreste Ciprian: al primero por la biblioteca que habia regalado á la
+basílica de S. Acisclo (que tampoco habia sido destruida); y al segundo
+con motivo de un abanico ofrecido á la condesa Guysinda, su esposa.</p></div>
+
+<div class="footnote"><p><a name="Footnote_452_455" id="Footnote_452_455"></a><a href="#FNanchor_452_455"><span class="label">[452]</span></a> Consta de una lápida que en tiempo de Felipe II fué
+descubierta en el sitio llamado <i>los Marmolejos</i>, descifrada por
+Ambrosio de Morales, y colocada en el que era convento de S. Pablo.</p></div>
+
+<div class="footnote"><p><a name="Footnote_453_456" id="Footnote_453_456"></a><a href="#FNanchor_453_456"><span class="label">[453]</span></a> El rey de Leon D. Sancho, que acudió á Córdoba á curarse
+una hidropesía calificada de incurable.</p></div>
+
+<div class="footnote"><p><a name="Footnote_454_457" id="Footnote_454_457"></a><a href="#FNanchor_454_457"><span class="label">[454]</span></a> El mismo D. Sancho, que se hallaba desposeido de su
+trono; su abuela la reina Theuda; el rey de Navarra, su hijo; Ordoño IV,
+rey de Galicia; la condesa de Galicia, madre del conde Rodrigo Velascon;
+el conde D. Vela y sus hijos, etc.: todos los cuales fueron alojados,
+mantenidos con gran decencia, y espléndidamente agasajados por An-nasír
+y Alhakem, que se preciaban de ser el amparo y refugio de los príncipes
+estrangeros.</p></div>
+
+<div class="footnote"><p><a name="Footnote_455_458" id="Footnote_455_458"></a><a href="#FNanchor_455_458"><span class="label">[455]</span></a> El monge aleman Gerberto, que despues llegó á ser
+pontífice con el nombre de Silvestre II. Vino á Córdoba, dice en su
+Crónica el monge Ademaro, <i>causa sophiæ</i>, pues rivalizando en el cultivo
+de las ciencias y de la literatura los árabes, los cristianos y los
+judíos, llegó verdaderamente esta ciudad á convertirse en una nueva
+Atenas. Quien desee formarse alguna idea del amor que Alhakem II
+profesaba á las ciencias, y de los muchos hombres célebres que
+florecieron bajo su reinado, puede ver el cap. 6 del lib. VI de la Hist.
+de Al-Makkarí.</p></div>
+
+<div class="footnote"><p><a name="Footnote_456_459" id="Footnote_456_459"></a><a href="#FNanchor_456_459"><span class="label">[456]</span></a> Tambien resulta del acta del martirio de esta santa que
+permanecia en pié la basílica de los santos Fausto, Januario y Marcial.
+Otro tanto se infiere respecto de la basílica de S. Andrés de una lápida
+de mármol blanco, sumamente curiosa, que aun conserva la parroquia del
+mismo nombre en la haz interior de su pared septentrional. Dícese en
+ella en ocho elegantes versos yámbicos latinos, estar allí enterradas
+<i>Speciosa</i> y su hija <i>Tranquila</i>, vírgen consagrada á Dios, y que la
+hija murió en la Era 965 (A-D. 927), muriendo la madre despues en la Era
+1004 (A-D. 966). De aquí tambien se deduce la grande antigüedad de esta
+basílica, puesto que, no siendo verosimil que fuese construida en los
+tiempos de desolacion y pobreza que siguieron al martirio de S. Eulogio,
+debe racionalmente creerse que existia ya en tiempo de este santo, y
+para conservarse en pié durante el reinado de Mohammed, debia ya contar
+mas de trescientos años de existencia segun el edicto del mismo arriba
+mencionado. De consiguiente la basílica de S. Andrés debió ser fundacion
+por lo menos del siglo VI de la Iglesia. Esto no se opone á que pudieran
+restaurarla despues los mozárabes segun su peculiar arquitectura; pero
+de todos modos la lápida referida, que cubre en aquel muro un sepulcro
+nunca violado, es prueba evidente de que dicho muro y la fábrica
+principal del templo estaban en pié á mediados del siglo X. El
+arqueólogo debe tener esto presente al visitar dicha iglesia en su parte
+antigua por dentro y fuera (pues el antiguo templo miraba á oriente y
+tenia su nave central en lo que es hoy crucero), y al comparar su ábside
+primitivo y su portada, que aun se conservan, con los de las parroquias
+que hemos designado como de mas remota edad.
+</p><p>
+Pegado á este ábside por la parte del mediodia hay un edificio que
+tambien indica grande antigüedad. Puede haber sido dependencia de la
+parroquia; pudiera quizás tambien haber servido de asilo á algunas
+religiosas ahuyentadas de su monasterio de la Sierra cuando las del
+monasterio Tabanense, entregado á las llamas, se refugiaron asimismo en
+una casa contigua á la basílica de S. Cipriano. En tal caso viviria la
+vírgen Tranquila con su madre junto á esta parroquia, como vivian unidas
+á la otra Sta. Columba y su hermana Isabel.</p></div>
+
+<div class="footnote"><p><a name="Footnote_457_460" id="Footnote_457_460"></a><a href="#FNanchor_457_460"><span class="label">[457]</span></a> Distinguiendo al propio tiempo con crecidos estipendios á
+los mozárabes que militaban bajo sus banderas. «<i>Almanzor autem... ita
+sibi Christianos alicere satagebat, ut Christianos arabibus ostenderet
+chariores</i>,» dice el arzobispo D. Rodrigo, lib. 5. <i>Hist.</i> cap. 14.</p></div>
+
+<div class="footnote"><p><a name="Footnote_458_461" id="Footnote_458_461"></a><a href="#FNanchor_458_461"><span class="label">[458]</span></a> Hoy todavía se ven las ruinas del famoso castillo de este
+nombre en el centro de la Sierra, á cuatro leguas de Córdoba y á la
+derecha del camino que sube desde Trasierra hácia Espiel. Son
+evidentemente restos de un grande edificio árabe.</p></div>
+
+<div class="footnote"><p><a name="Footnote_459_462" id="Footnote_459_462"></a><a href="#FNanchor_459_462"><span class="label">[459]</span></a> Tronco y principio de la ilustre casa de los <i>Manriques
+de Lara</i>.</p></div>
+
+<div class="footnote"><p><a name="Footnote_460_463" id="Footnote_460_463"></a><a href="#FNanchor_460_463"><span class="label">[460]</span></a> Aunque Almanzor era solamente <i>hagib</i> ó primer ministro
+del verdadero califa, Hixem II, mandaba de hecho como rey, y por tal le
+tenia el pueblo castellano. Véase pág. <a href="#page_189">189</a>.</p></div>
+
+<div class="footnote"><p><a name="Footnote_461_464" id="Footnote_461_464"></a><a href="#FNanchor_461_464"><span class="label">[461]</span></a> Ambrosio de Morales, <i>Crón.</i> lib. XVI, cap. 45.</p></div>
+
+<div class="footnote"><p><a name="Footnote_462_465" id="Footnote_462_465"></a><a href="#FNanchor_462_465"><span class="label">[462]</span></a> S. Zoil y S. Félix, que llevó al famoso monasterio de
+Carrion.</p></div>
+
+<div class="footnote"><p><a name="Footnote_463_466" id="Footnote_463_466"></a><a href="#FNanchor_463_466"><span class="label">[463]</span></a> Así sucederia con las reliquias de diversos mártires que
+se veneran en la iglesia de los santos Fausto, Januario y Marcial, hoy
+parroquia de S. Pedro, y que no fueron descubiertas hasta el año 1575,
+por hallarse debajo de tierra, en una urna de piedra franca; otro tanto
+puede conjeturarse respecto de las imágenes de <i>Nuestra Señora de la
+Alegría</i>, que solo reapareció por los años de 1640 al hundir un tabique
+en la ermita de Rocamador del hospital de S. Hipólito: de <i>Nuestra
+Señora de los Remedios</i>, que fué hallada al tiempo de la reconquista por
+unos cautivos cristianos en una heredad de la Sierra, y cedida por el
+rey S. Fernando al convento de Trinitarios calzados; y de algunas
+otras.</p></div>
+
+<div class="footnote"><p><a name="Footnote_464_467" id="Footnote_464_467"></a><a href="#FNanchor_464_467"><span class="label">[464]</span></a> En la misma parroquia de S. Andrés, arriba mencionada,
+hay una lápida, cuya inscripcion copiada á la letra con toda su bárbara
+sencillez dice así: <span class="smcap">Fino don Pero Perez Villammar alcalde del rey en
+Cordoba en diez e siete dias de febrero. E. MCC doys feria sexta.
+Maestre Daniel me fecit. Deus lo bendiga. Amen.</span> Esta lápida, que
+corresponde al año de Cristo de 1164, está colocada en la haz del muro á
+la parte esterior junto á la portada de la iglesia, á unos cinco piés
+sobre el terreno que fué antiguo cementerio de la misma; y prueba dos
+cosas: 1.º que en 1164 y bajo el imperio de los almohades, aun duraba la
+grey mozárabe en Córdoba, con algunas de sus basílicas y con sus
+autoridades privativas; 2.º que la decoracion arquitectónica de esta
+parroquia es anterior á aquel tiempo, puesto que para colocar la lápida
+allí hubo que encajarla con gran trabajo en la sillería que acompaña á
+la portada, cortando hasta cuatro sillares á cincel y á boca de escoda;
+lo que seguramente no se hubiera hecho si aquella fachada fuera
+posterior al epitáfio.</p></div>
+
+<div class="footnote"><p><a name="Footnote_465_468" id="Footnote_465_468"></a><a href="#FNanchor_465_468"><span class="label">[465]</span></a> S. Martin de Soure, cautivado en Portugal, murió entonces
+(año 1147) en una mazmorra de Córdoba, donde estaba con otros varios
+cautivos. Los mozárabes le enterraron en la basílica de <i>Sta. María</i>.
+Esta basílica cree Gomez Bravo fuese la que hoy se conserva junto á la
+<i>Corredera</i> con el nombre de <i>Nuestra Señora del Socorro</i>; y añade «que
+se mantendria á espensas de los cautivos cristianos.» No vemos la razon
+por qué habian de mantener los cautivos esta iglesia habiendo en la
+ciudad cristianos libres que podian hacerlo; pues á pesar de la gran
+persecucion tenian en los años posteriores, como acabamos de demostrar,
+otras basílicas para el culto, alcaldes nombrados por el rey castellano,
+y libertad suficiente para consagrarles honrosas lápidas
+conmemoraticias.
+</p><p>
+Sirva esta nota de ilustracion complementaria á la que estendimos al pié
+de la página 209, de la cual pudieran algunos colegir que con la
+persecucion del año 1125 no habia quedado en pié mas basílica que la de
+<i>Sta. María</i>.
+</p><p>
+Esta basílica, dice Al-Makkarí (t. I, lib. III, cap. IV), era la
+principal de los cristianos, y á ella acudian peregrinos de lejanas
+tierras. El poeta árabe Ibn Shoheyd entró una noche en ella, vióla toda
+engalanada, llena de luces, cubierto el pavimento de ramas de mirto, en
+el momento de celebrarse en ella alguna solemne funcion, y salió
+escandalizado de las sagradas ceremonias de que habia sido testigo.
+Cuáles fueran estas no podemos decirlo, porque su narracion parece
+referirse al Santo Sacrificio, y al mismo tiempo habla de una funcion
+nocturna. «Estaban, dice, revestidos los sacerdotes con ricas vestiduras
+de seda, de varios y alegres colores, y adelantábanse á adorar á Jesus;
+y si se encaminaban hácia la marmórea fuente, era solo para sacar agua
+de ella en el hueco de la mano. Levantóse luego uno de ellos y se colocó
+en medio, y tomando el cáliz se dispuso á consagrar el vino; aplicó al
+licor sus ardientes labios, rojos como los de una doncella, y su
+fragancia le cautivó el sentido; pero cuando libó la deliciosa copa, su
+dulzura y suavidad le sumergieron en un profundo arrobamiento.»</p></div>
+
+<div class="footnote"><p><a name="Footnote_466_469" id="Footnote_466_469"></a><a href="#FNanchor_466_469"><span class="label">[466]</span></a> La de la catedral.</p></div>
+
+<div class="footnote"><p><a name="Footnote_467_470" id="Footnote_467_470"></a><a href="#FNanchor_467_470"><span class="label">[467]</span></a> Córdoba, tan afamada en otros tiempos por sus joyantes
+sederías, por sus vistosos guadamecíes, por sus delicadas obras de
+platería, por la abundante esportacion que hacia de sus mercaderías, de
+sus granos, aceites y otros frutos, á Italia, á Flandes, á las Indias,
+ve hoy arruinadas su industria y su agricultura, y no esporta mas que
+barriles de aceitunas, jabon, cordelería, cintas, zapatos y sombreros
+para las ferias de Andalucía y Estremadura.</p></div>
+
+<div class="footnote"><p><a name="Footnote_468_471" id="Footnote_468_471"></a><a href="#FNanchor_468_471"><span class="label">[468]</span></a> Entiéndase de la época de Fernando VII.</p></div>
+
+<div class="footnote"><p><a name="Footnote_469_472" id="Footnote_469_472"></a><a href="#FNanchor_469_472"><span class="label">[469]</span></a> Dos de estas recordamos, la de la puerta de Sevilla, y
+otra que se halla entre la puerta de Almodovar y la de Gallegos, frente
+al convento que fué de la Victoria.</p></div>
+
+<div class="footnote"><p><a name="Footnote_470_473" id="Footnote_470_473"></a><a href="#FNanchor_470_473"><span class="label">[470]</span></a> Supónese que se abrió aquel postigo para introducir
+ganado en la ciudad durante el cerco que le tenia puesto S. Fernando, y
+que habiendo logrado algunos soldados cristianos meterse entre el
+ganado, contribuyendo luego á que se tomase la Ajarquía, el rey moro
+cuando lo supo esclamó: <i>¡bien escusada era allí aquella puerta!</i>
+(<i>Memorias de la ciudad de Córdoba, M. S. de la Real Academia de la
+Hist. D. 129, relato 1.º</i>)</p></div>
+
+<div class="footnote"><p><a name="Footnote_471_474" id="Footnote_471_474"></a><a href="#FNanchor_471_474"><span class="label">[471]</span></a> <i>Historia general de la M. N. y M. L. Ciudad de Córdoba y
+de sus nobilísimas familias</i>, atribuida al Dr. Andrés de Morales. Lib.
+VI, cap. I.&mdash;M. S. de la Real Academia de la Historia.</p></div>
+
+<div class="footnote"><p><a name="Footnote_472_475" id="Footnote_472_475"></a><a href="#FNanchor_472_475"><span class="label">[472]</span></a> Véase su lámina, donde por equivocacion se estampó el
+nombre de <i>puerta de Sevilla</i>. Sobre su dovelage hay un cartelon de
+mediano gusto con una inscripcion que dice: <i>Reinando la sacra, católica
+y real magestad del rey D. Felipe nuestro señor, segundo de este
+nombre</i>.</p></div>
+
+<div class="footnote"><p><a name="Footnote_473_476" id="Footnote_473_476"></a><a href="#FNanchor_473_476"><span class="label">[473]</span></a> Hoy ermita de Sta. Quiteria, en la calle de los Judíos.
+Véase la pág. <a href="#page_223">223</a>.</p></div>
+
+<div class="footnote"><p><a name="Footnote_474_477" id="Footnote_474_477"></a><a href="#FNanchor_474_477"><span class="label">[474]</span></a> De las puertas interiores de la ciudad que dividian la
+Almedina y la Ajarquía señala tres Ambrosio de Morales, además de la del
+Sol y de la del Rincon: el <i>portillo de la calle de la Feria</i>, el <i>de la
+Fuenseca</i>, y la <i>puerta del Hierro</i>. De esta última hallamos mencion en
+Al-Makkarí y en Ben Adzarí bajo el mismo nombre (<i>babu-l-hadid</i>), y en
+algunos documentos posteriores á la reconquista. La <i>puerta del Hierro</i>
+se designa en la donacion de S. Fernando á los religiosos de Sto.
+Domingo como punto próximo al solar que se les adjudica para fundar el
+convento de S. Pablo; y por el mismo instrumento se comprueba que la
+huerta enclavada en el mismo se llamaba <i>del Almezo</i> y se estendia á
+toda la manzana. <i>Feria. M. S. cit. fol. 32.</i></p></div>
+
+<div class="footnote"><p><a name="Footnote_475_478" id="Footnote_475_478"></a><a href="#FNanchor_475_478"><span class="label">[475]</span></a> Sin duda empezó á tener origen esta tradicion cuando
+estaba ya formada la falsa creencia de haber tenido la ciudad otro
+asiento distinto del que hoy tiene, al pié de la Sierra, en el campo
+vulgarmente llamado de <i>Córdoba la vieja</i>. Estractaremos el relato que
+de ella hace Al-Makkarí.
+</p><p>
+«Habitaba en la fortaleza de Almodovar un rey, que yendo un dia de caza,
+soltó tras una perdiz un halcon muy querido que tenia, en una floresta
+donde despues andando el tiempo vino á formarse la ciudad de Córdoba. La
+perdiz acosada se metió en un espeso zarzal: el halcon persiguiéndola se
+entró tambien en él; pero viendo el rey al cabo de largo rato que su
+pajaro favorito no parecia, mandó á sus monteros cortar aquella maleza y
+sacarlo. Al practicar esta operacion aparecieron los chapiteles de un
+grande edificio soterrado, y el rey, que era hombre entendido y
+emprendedor, mandó que inmediatamente se desmontára todo el terreno que
+le cubria. Hiciéronse las escavaciones con felicidad, y salió á luz un
+soberbio palacio, cuyos fundamentos se internaban en el agua sobre un
+sólido cimiento de argamasa puesto segun el arte de los antiguos. El rey
+lleno de gozo lo hizo restaurar con arreglo á su forma primitiva;
+residió en él largas temporadas, y poco á poco fueron al rededor
+levantándose otros edificios, principio y núcleo de la ciudad de
+Córdoba, donde permaneció la descubierta maravilla como morada perpétua
+de los reyes que le sucedieron.»</p></div>
+
+<div class="footnote"><p><a name="Footnote_476_479" id="Footnote_476_479"></a><a href="#FNanchor_476_479"><span class="label">[476]</span></a> El historiador Aben Hayyán (fol. 14) menciona además la
+<i>puerta cerrada</i> (<i>bábo-s-suddá</i>), en cuyo arco se pusieron en tiempo de
+Abde-r-rahman III garfios ó escarpias para clavar las cabezas de los
+criminales y reos de lesa magestad.</p></div>
+
+<div class="footnote"><p><a name="Footnote_477_480" id="Footnote_477_480"></a><a href="#FNanchor_477_480"><span class="label">[477]</span></a> El palacio episcopal fué reedificado á mediados del siglo
+XV por el obispo D. Sancho de Rojas y Sandoval, y entonces subsistió el
+pasadizo, y por consiguiente el muro de donde arrancaba. D. Alonso de
+Aguilar lo incendió pocos años despues, y vuelto á reedificar por el
+obispo D. Pedro Solier, dejó el pasadizo intacto. Hácia la mitad del
+siglo XVI lo amplió D. Leopoldo de Austria, sin demoler dicho muro. En
+1622 el obispo Mardones lo prolongó con una nueva y suntuosa edificacion
+hácia el norte, y entonces se demolió el pasadizo árabe dejando en pié
+el muro primitivo.
+</p><p>
+Segun la descripcion que hace Aben Hayyán (fol. 26) puede creerse que
+este muro del palacio episcopal servia al alcázar árabe como de muralla
+por levante. «Abdalla, dice, hizo abrir una puerta nueva fuera de su
+alcázar y próxima á él, á la cual concurrian las gentes en dias marcados
+á reclamar justicia (<i>bábo-l-ádal</i>). Entre ella y el alcázar mandó
+construír una galería de piedra sillería, cubierta de cristales, la
+cual... comunicaba por fin con la maksurah de la gran mezquita.» Así
+pues, la galería ó pasadizo se componia de dos trozos, uno del alcázar á
+la <i>puerta de la Justicia</i>, y otro de esta puerta á la mezquita; y este
+segundo trozo sería probablemente el que se conservó hasta el siglo
+XVII. Y la puerta de la Justicia estaria en el muro que es hoy fachada
+del palacio del Obispo.</p></div>
+
+<div class="footnote"><p><a name="Footnote_478_481" id="Footnote_478_481"></a><a href="#FNanchor_478_481"><span class="label">[478]</span></a> Despues de arrojado al rio el cadáver de S. Eulogio,
+estaba por la noche de centinela en la torre <i>de la Vela</i> un soldado de
+Ecija, el cual, acosado de la sed, se pasó á beber al caz que por encima
+del muro llevaba el agua á los baños del Califa; y estando allí vió en
+el rio una gran claridad, y observó que encima del cuerpo del santo
+mártir, que sobrenadaba, se hallaban como suspensos en el aire unos
+ángeles con blancas vestiduras sacerdotales, salmodiando dulcemente.
+¡Qué asunto para un artista de fé! Véase la vida y muerte de S. Eulogio
+escrita por Paulo Alvaro.</p></div>
+
+<div class="footnote"><p><a name="Footnote_479_482" id="Footnote_479_482"></a><a href="#FNanchor_479_482"><span class="label">[479]</span></a> Habiamos pensado dar al lector un estrado de las piezas
+referentes á la causa formada al célebre inquisidor Luzero con motivo de
+sus sanguinarios escesos; pero nos vemos precisados á retirarlo por su
+escesivo volúmen. Debidas á la bondad de los señores canónigos de
+Córdoba, que nos las permitieron copiar en el archivo de la santa
+iglesia catedral, las conservamos por si se presenta ocasion de darles
+cabida entre las memorias de la santa iglesia de Sevilla referentes al
+arzobispo que se hallaba de inquisidor general de España en tiempo de
+Luzero, canónigo tambien de aquella catedral. Las cartas que ambos
+cabildos secular y eclesiástico escribieron á reyes y personages de
+estos reinos y de fuera de ellos implorando su proteccion contra aquel
+monstruo de iniquidad, forman en el <i>libro de las Tablas</i> de dicho
+<i>Archivo</i> una coleccion sumamente curiosa (<i>Caj. A</i>). No lo son menos
+los documentos del <i>Caj. I, leg.ª 7 y 10</i>, entre los cuales hay un
+memorial entregado á los condes de Cabra á nombre de diferentes personas
+que habian los agentes de Luzero llevado presas á los alcázares para que
+declarasen crímenes de que jamás habian tenido ni remota idea. En un
+libretillo (núm. 296) se hacen al rey bajo la forma de memorial
+interesantes revelaciones: se le dice que el alcázar estaba hecho <i>cueva
+de traiciones y maldades</i>, y despues de referirle los atentados que en
+él cometian Luzero, el licenciado Lafuente, y otros, se suplica con el
+mayor ahinco á S. A. vaya á Córdoba á poner remedio, seguros los que
+esponen de que si el rey accediese á ello, habia de mandar que en el
+sitio del <i>Marrubial</i>, donde aquellos inicuos jueces habian hecho quemar
+á ciento siete cristianos inocentes, y luego á otros veintisiete mas,
+<i>se hiciese casca de mártires</i>.</p></div>
+
+<div class="footnote"><p><a name="Footnote_480_483" id="Footnote_480_483"></a><a href="#FNanchor_480_483"><span class="label">[480]</span></a> El sencillo monumento erigido por Ambrosio de Morales en
+el <i>Campillo</i> desapareció en tiempo de la invasion francesa. El P. Roa y
+otros escritores han publicado los versos que á los mártires de Córdoba
+consagró en él el famoso cronista de Felipe II, y recientemente ha
+publicado un periódico de Madrid la version que de los mismos ha hecho
+en elegantes endecasílabos castellanos nuestro buen amigo el Sr. D.
+Francisco de Borja Pavon, natural y vecino de aquella ciudad, anticuario
+tan erudito cuanto modesto.</p></div>
+
+<div class="footnote"><p><a name="Footnote_481_484" id="Footnote_481_484"></a><a href="#FNanchor_481_484"><span class="label">[481]</span></a> El anónimo parisiense (códice de mucha autoridad entre
+los arabistas) dice que cuando Moguen tomó á Córdoba no habia ya puente,
+y hubo que vadear el rio, ó pasarlo á nado; que As-samh ben Malek
+edificó el que hoy existe, con autorizacion del califa Omar, el cual le
+permitió emplear en su construccion los sillares de la antigua muralla;
+y que las brechas abiertas en esta se rellenaron con ladrillo por no
+haberse hallado á mano piedra á propósito (Año 101 de la Egira.).</p></div>
+
+<div class="footnote"><p><a name="Footnote_482_485" id="Footnote_482_485"></a><a href="#FNanchor_482_485"><span class="label">[482]</span></a> Véase la lámina <i>Córdoba desde el castillo de la
+Carraola</i>.</p></div>
+
+<div class="footnote"><p><a name="Footnote_483_486" id="Footnote_483_486"></a><a href="#FNanchor_483_486"><span class="label">[483]</span></a> De aquí vino el llamarse despues <i>Campo de la verdad</i>
+aquel gran llano que está al otro lado del rio al mediodia de la ciudad.
+<i>Historia de Córdoba</i>, M. S. citado de la Real Academia de la Historia,
+H. 12, tomo II, pág. 343 y siguientes.</p></div>
+
+<div class="footnote"><p><a name="Footnote_484_487" id="Footnote_484_487"></a><a href="#FNanchor_484_487"><span class="label">[484]</span></a> La de los santos mártires Fausto, Januario y Marcial, que
+se llamó luego de <i>S. Pedro</i>; la de los santos patronos de Córdoba
+Acisclo y Victoria, y la de Sta. Olalla extramuros de la ciudad.</p></div>
+
+<div class="footnote"><p><a name="Footnote_485_488" id="Footnote_485_488"></a><a href="#FNanchor_485_488"><span class="label">[485]</span></a> Asi debió suceder con las de <i>S. Andrés</i>, <i>Sta. Marina</i>,
+<i>la Magdalena</i>, <i>S. Lorenzo</i>, <i>Santiago</i>, <i>S. Nicolás de la villa,</i> y
+las demas que creemos existían antes de la reconquista.</p></div>
+
+<div class="footnote"><p><a name="Footnote_486_489" id="Footnote_486_489"></a><a href="#FNanchor_486_489"><span class="label">[486]</span></a> Véase la lámina <i>Iglesia de Sta. Marina</i>.</p></div>
+
+<div class="footnote"><p><a name="Footnote_487_490" id="Footnote_487_490"></a><a href="#FNanchor_487_490"><span class="label">[487]</span></a> Véase la lámina <i>Iglesia de S. Lorenzo</i>.</p></div>
+
+<div class="footnote"><p><a name="Footnote_488_491" id="Footnote_488_491"></a><a href="#FNanchor_488_491"><span class="label">[488]</span></a> Véase la nota de la pág. <a href="#page_349">349</a> en sus últimos párrafos.</p></div>
+
+<div class="footnote"><p><a name="Footnote_489_492" id="Footnote_489_492"></a><a href="#FNanchor_489_492"><span class="label">[489]</span></a> Véase en la lámina de Detalles correspondiente el
+<i>Roseton de S. Miguel</i>.</p></div>
+
+<div class="footnote"><p><a name="Footnote_490_493" id="Footnote_490_493"></a><a href="#FNanchor_490_493"><span class="label">[490]</span></a> Esta torre fué edificada por el obispo D. Iñigo Manrique,
+comenzada segun tradicion en 1494, y terminada, segun la inscripcion
+gótica que se puso en ella, en 1496. La tradicion refiere que el alcaide
+de los Donceles D. Diego Fernandez de Córdoba, cuya casa, vecina á esta
+iglesia, recibia molestias de los albañiles que fabricaban la torre,
+despues de haber inútilmente reclamado del obispo la suspension de la
+obra, fué una noche con sus criados y peones, y hundió todo lo que los
+operarios tenian fabricado. Sabedor el prelado del caso, mandó levantar
+la fábrica de nuevo. Cuanto trabajaban los albañiles de dia, otro tanto
+deshacian por la noche el caballero y su gente. Mediaron conminaciones,
+y viendo D. Iñigo Manrique que el alcaide no hacia caso, le declaró
+descomulgado. Hubo recurso al rey, luego al consejo con demanda formal
+interpuesta por el caballero; y durante su resolucion la obra estuvo
+parada. Concluido el pleito, se dió sentencia á favor del obispo, y
+mandó el tribunal se siguiese la fábrica de la torre, previniendo á los
+maestros que la dirigian que se pusiesen en las ochavas de su cuerpo
+principal, mirando á la casa de D. Diego Fernandez de Córdoba, dos
+efigies en ademan de postradas, cargando sobre sus espaldas el peso de
+la fábrica restante, y que debajo de ellas se grabasen estas palabras: á
+un lado <span class="smcap">Paciencia</span>, y al otro <span class="smcap">Obediencia</span>: dando á entender al caballero y
+á sus sucesores la paciencia que habian de prestar en sufrir las vistas
+de la nueva torre, y la obediencia debida á la Iglesia.
+</p><p>
+Así se cumplió. Hoy se ven las referidas figuras en aquellas dos
+esquinas, sirviendo como de remate á dos medias pirámides que arrancan
+de la base de las mismas ochavas; y para mayor efecto las pintan de
+colores. Véase la lámina <i>Torre de S. Nicolás de la villa</i>.</p></div>
+
+<div class="footnote"><p><a name="Footnote_491_494" id="Footnote_491_494"></a><a href="#FNanchor_491_494"><span class="label">[491]</span></a> No desagradará al lector una noticia sumaria de los
+principales conventos y casas de las órdenes militares establecidos en
+Córdoba despues de la reconquista, con espresion de los años en que se
+fundaron, sitios en que se establecieron, y personages que á ello
+cooperaron.
+</p><p>
+Fueron antes que otros atendidos los <i>padres de Sto. Domingo</i>, que
+acompañaban al ejército del santo rey confesando y auxiliando en todo á
+los soldados. Dióseles en 1236 solar espacioso junto á la <i>puerta del
+Hierro</i> para fundar el convento de S. Pablo.
+</p><p>
+Siguieron los <i>padres de S. Francisco</i>, instalados por el mismo rey, no
+se sabe en qué año, fuera del antiguo muro divisorio (<i>cerca de la
+puerta de la Pescadería</i>, dice Feria. M. S. citado), no lejos del
+convento de S. Pablo en la misma calle de la Feria.
+</p><p>
+Luego los <i>Trinitarios Calzados</i> (en 1236). Dióles el rey, además del
+solar donde permanece hoy todo desfigurado su convento, la milagrosa
+imágen de Nuestra Señora de los Remedios, hallada por los mozárabes
+cautivos.
+</p><p>
+Vienen despues: <i>Nuestra Señora de la Merced</i>, de época incierta,
+fundado extramuros en la antigua ermita de Sta. Eulalia.&mdash;<i>S. Agustin</i>,
+establecido en 1296 en los Visos; luego por bula pontificia (en 1312)
+entraron sus religiosos en la ciudad, y estuvieron en el alcázar hasta
+el 1325, en que D. Alfonso XI para ampliar su palacio los estableció
+donde se ve su convento ahora.&mdash;Los <i>santos mártires Acisclo y
+Victoria</i>, monasterio de benedictinos erigido sobre la basílica antigua
+de los mismos santos (en 1297) por el P. Fr. Rodrigo de Ordoñez,
+conventual del de S. Pedro de Gumiel. Contribuyó á su fábrica el rey D.
+Fernando IV. Desierto desde el año 1527 por haber ido faltando los
+Cistercienses que lo poblaban, fué cedido en 1530 á los padres Dominicos
+del monasterio de Scala C&oelig;li, los cuales lo reedificaron. El rey
+Felipe II, noticioso de que su iglesia amenazaba ruina, dió una copiosa
+limosna para restaurarla. Eran sus patronos los condes de
+Torres-Cabrera.&mdash;<i>S. Francisco de la Arrizafa</i>, fundado en 1417 por D.
+Fernando de Rueda, extramuros de la ciudad, al pié de la Sierra, en la
+famosa Ruzafa de Abde-r-rahman I. Eran sus patronos los condes de
+Hornachuelos, señores de la Albayda.&mdash;<i>S. Gerónimo de la Sierra</i>,
+erigido por el obispo Gonzalez Deza (en 1408) en el Alcor de la Sierra,
+en el sitio llamado Valparaiso, en terreno cedido sobre el campo de
+<i>Córdoba la vieja</i> por D. Martin Fernandez de Córdoba, alcaide de los
+Donceles, y su piadosa madre D.ª Inés de Pontevedra. La ciudad de
+Córdoba dió á los padres Gerónimos las ruinas del castillo de <i>Córdoba
+la vieja</i> para que las aprovechasen en la edificacion de su
+monasterio.&mdash;<i>S. Francisco del Monte</i>, fundado (en 1394) en la Sierra
+por Martin Fernandez de Andújar, caballero de Córdoba, en una heredad
+suya, á peticion de D. Enrique III y la reina D.ª Catalina; y trasladado
+al sitio que hoy ocupa en 1413. En uno de los altares de su iglesia se
+veneraba la imágen de <i>Nuestra Señora de la Esperanza</i> hallada entre las
+ruinas del famoso y antiguo monasterio Armilatense. El arco de la
+portería de este convento estaba sostenido por dos columnas de jaspe
+blanco que segun tradicion fueron sacadas de las mismas ruinas.&mdash;Y
+siguen otros de no poca importancia fundados en los siglos XVI y XVII.
+</p><p>
+Las órdenes militares se instalaron en Córdoba en el año 1237. La de <i>S.
+Juan de Jerusalen</i> en una mezquita de la Almedina (hoy <i>S. Juan de los
+Caballeros</i>):&mdash;la de <i>Santiago</i> en un solar de la calle de Sta. Ana
+(tambien en la Almedina). No sabemos cuál sea;&mdash;la de <i>Calatrava</i> en las
+<i>Tendillas de Calatrava</i> (hoy <i>casa de la Encomienda</i>, donde se
+conservan preciosos fragmentos arábigos); la de <i>Alcántara</i> en las
+<i>casas de Séneca</i> (hoy religiosas del <i>Corpus Christi</i>), en la Almedina,
+cerca del muro divisorio. Se fundó como convento hospital y oratorio de
+la regla de S. Benito, y conserva hoy su memoria la cuesta de este
+nombre;&mdash;el <i>Orden Teutónico</i> en la calle de la Madera, en la Almedina.
+Se estinguió este órden en España en 1310, y en el año 1481 su casa
+convento de Córdoba estaba ya arruinada;&mdash;el <i>Temple</i> en la Ajarquía, en
+un solar contiguo á la parroquia de Santiago. De sus casas solo existen
+insignificantes reliquias en la calle llamada <i>del Claustro</i>.
+</p><p>
+Los conventos de religiosas mas notables eran: el de <i>S. Clemente</i>,
+fundado por D. Alonso X en 1261 en una huerta suya, en la Ajarquía, y
+luego por el mismo rey trasladado á Sevilla;&mdash;el de <i>Sta. Clara</i>,
+fundado en 1264 por el arcediano Diaz Sandoval en la iglesia de Sta.
+Catalina (antigua basílica de S. Jorge: luego mezquita). Para ampliacion
+de su fábrica compró el fundador al infante D. Luis, las casas labradas
+por su padre S. Fernando para Juana de Poitiers;&mdash;el de <i>Sta. María de
+las Dueñas</i>, del Cister, fundado en 1372 por el señor de Luque D. Egas
+Venegas en sus casas propias (colacion del Salvador);&mdash;el de <i>Sta.
+Cruz</i>, fundado en 1465 en las casas de su morada (colacion de S. Pedro)
+por el P. Fr. Francisco Miranda en nombre de los señores Pedro Gutierrez
+de los Rios, veinticuatro de Córdoba, y Teresa Zurita, su mujer; quienes
+ofrecieron costearlo para que Dios sacase con vida al Pedro Gutierrez de
+las justas que iba á mantener con Suero de Quiñones sobre el paso de los
+peregrinos por el puente de Orbigo;&mdash;el de <i>Sta. Marta</i>, edificado en
+1468 por el P. Fr. Pedro de Córdoba en las casas de Cárdenas (donde aun
+subsiste).</p></div>
+
+<div class="footnote"><p><a name="Footnote_492_495" id="Footnote_492_495"></a><a href="#FNanchor_492_495"><span class="label">[492]</span></a> Véanse las láminas <i>Hospital de Espósitos</i>, y <i>Detalles
+de la fachada</i> del mismo.</p></div>
+
+<div class="footnote"><p><a name="Footnote_493_496" id="Footnote_493_496"></a><a href="#FNanchor_493_496"><span class="label">[493]</span></a> Véase la lámina <i>Capilla del hospital del cardenal</i>.</p></div>
+
+<div class="footnote"><p><a name="Footnote_494_497" id="Footnote_494_497"></a><a href="#FNanchor_494_497"><span class="label">[494]</span></a> Cada uno en una calle de las que llevan el nombre del
+<i>Baño</i> (<i>alta</i> y <i>baja</i>).</p></div>
+
+<div class="footnote"><p><a name="Footnote_495_498" id="Footnote_495_498"></a><a href="#FNanchor_495_498"><span class="label">[495]</span></a> Véase acerca de esta diferencia la pág. <a href="#page_299">299</a>.</p></div>
+
+<div class="footnote"><p><a name="Footnote_496_499" id="Footnote_496_499"></a><a href="#FNanchor_496_499"><span class="label">[496]</span></a> Véase la lámina que la representa.</p></div>
+
+<div class="footnote"><p><a name="Footnote_497_500" id="Footnote_497_500"></a><a href="#FNanchor_497_500"><span class="label">[497]</span></a> En la calle de <i>Carniceros</i>, casa núm. 7, en la de <i>las
+Cabezas</i>, núm. 16, en la de <i>la Pierna</i>, en la plaza de S. Andrés:
+ejemplos que recordamos en este momento; lo que equivale á citar uno
+entre mil.</p></div>
+
+<div class="footnote"><p><a name="Footnote_498_501" id="Footnote_498_501"></a><a href="#FNanchor_498_501"><span class="label">[498]</span></a> <i>Afranc</i>, propiamente <i>Francia</i>; pero los árabes
+aplicaban este nombre á todos los dominios cristianos que caían al norte
+de sus provincias en España; así como llamaban <i>Andalús</i> á toda la
+tierra que ellos aquí enseñoreaban.</p></div>
+
+<div class="footnote"><p><a name="Footnote_499_502" id="Footnote_499_502"></a><a href="#FNanchor_499_502"><span class="label">[499]</span></a> Ya hemos tenido alguna vez ocasion de advertir que la
+prohibicion alcoránica de aplicar las artes plásticas á la
+representacion de seres animados se infringia muy á menudo en esta época
+tan brillante del califado.
+</p><p>
+En la descripcion de Azzahra que emprendemos, seguimos fielmente las
+noticias que hemos recogido en las historias compiladas por Al-Makkarí,
+en la <i>Historia de Almagreb</i> de Ben Adzarí, y en estractos de otras que
+bondadosamente nos ha comunicado el Sr. Gayangos. De todas ellas hemos
+formado un conjunto, descartando las especies en que hay
+contradicciones. Parecerá exagerado este relato, pero si se observa que
+otras descripciones de aquellas historias (las de la mezquita de
+Córdoba, por ejemplo) han resultado exactas, tal vez el lector depondrá
+su incredulidad para admirar solamente tanta grandeza.</p></div>
+
+<div class="footnote"><p><a name="Footnote_500_503" id="Footnote_500_503"></a><a href="#FNanchor_500_503"><span class="label">[500]</span></a> Las rentas del estado cordobés eran: 5,480,000 dinares de
+oro de las contribuciones de las provincias; 765,000 de los zocos y
+mercados de Córdoba; el quinto del botin cogido al enemigo, y las
+capitaciones impuestas á los mozárabes y judíos, que duplicaban aquellos
+ingresos.</p></div>
+
+<div class="footnote"><p><a name="Footnote_501_504" id="Footnote_501_504"></a><a href="#FNanchor_501_504"><span class="label">[501]</span></a> Véase en Al-Makkarí la curiosa descripcion de la que
+envió el emperador Constantino á Abde-r-rahman III.</p></div>
+
+<div class="footnote"><p><a name="Footnote_502_505" id="Footnote_502_505"></a><a href="#FNanchor_502_505"><span class="label">[502]</span></a> Ben Hayyán dice que An-nasír recibió al enviado de
+Constantino en el <i>pabellon embovedado</i>, lo cual induce á creer que no
+habia mas que un pabellon con bóveda, que probablemente seria el
+central, llamado tambien <i>pabellon circular</i>, <i>pabellon dorado</i>, y
+<i>salon de los califas</i>.</p></div>
+
+<div class="footnote"><p><a name="Footnote_503_506" id="Footnote_503_506"></a><a href="#FNanchor_503_506"><span class="label">[503]</span></a> La carta de Constantino al califa (dice Ben Hayyán) venia
+escrita en vitela azul celeste con caractéres de oro: dentro de ella, en
+caractéres de plata, una lista de los presentes que enviaba el
+emperador. La carta tenia un sello de oro de cuatro mitcales de peso,
+con la imágen del Mesías en un lado, y los retratos de Constantino y su
+hijo en el otro. Estaba metida en una bolsa de tejido de plata, y esta
+en una caja de oro con el retrato de Constantino admirablemente
+esmaltado: todo encerrado en un estuche con funda de seda y oro.</p></div>
+
+<div class="footnote"><p><a name="Footnote_504_507" id="Footnote_504_507"></a><a href="#FNanchor_504_507"><span class="label">[504]</span></a> Este cementerio estaba en el recinto de los alcázares de
+Córdoba.</p></div>
+
+<div class="footnote"><p><a name="Footnote_505_508" id="Footnote_505_508"></a><a href="#FNanchor_505_508"><span class="label">[505]</span></a> No nos ha sido posible rastrear el verdadero nombre de
+este obispo, pues entre los prelados toledanos tampoco hallamos ninguno
+con el nombre esencialmente arábigo de <i>Kasím</i>. Otro tanto podemos decir
+del obispo que trajo de Asia las dos célebres fuentes del palacio que
+vamos describiendo, á quien los historiadores árabes llaman <i>Rabí</i>.
+Véase la nota 3 de la pág. <a href="#page_173">173</a>.</p></div>
+
+<div class="footnote"><p><a name="Footnote_506_509" id="Footnote_506_509"></a><a href="#FNanchor_506_509"><span class="label">[506]</span></a> El <i>hagib</i> de quien hablamos no era el primer ministro
+del meznar ó consejo del califa, sino simplemente uno de sus
+<i>camareros</i>. Este cargo se alteró bajo los últimos Umeyas, cada uno de
+los cuales tenia un gran número de <i>hagibes</i>.</p></div>
+
+<div class="footnote"><p><a name="Footnote_507_510" id="Footnote_507_510"></a><a href="#FNanchor_507_510"><span class="label">[507]</span></a> Durante el reinado de su hijo Al-hakem (del 961 al 976 de
+J. C.) se hicieron en Medina-Azzahra otras muchas construcciones; pero
+en los alcázares y jardines no habia nada que hacer.</p></div>
+
+<div class="footnote"><p><a name="Footnote_508_511" id="Footnote_508_511"></a><a href="#FNanchor_508_511"><span class="label">[508]</span></a> <i>Azzahra</i> viene de la palabra árabe <i>zahra</i>, que
+significa <i>flor</i>.</p></div>
+
+<div class="footnote"><p><a name="Footnote_509_512" id="Footnote_509_512"></a><a href="#FNanchor_509_512"><span class="label">[509]</span></a> D. Alfonso VI, conquistador de Toledo.</p></div>
+
+<div class="footnote"><p><a name="Footnote_510_513" id="Footnote_510_513"></a><a href="#FNanchor_510_513"><span class="label">[510]</span></a> Dicen los historiadores árabes que la peticion del rey D.
+Alfonso fué sugerida por los obispos y eclesiásticos que le acompañaban,
+por considerar que el alumbramiento de la reina sería mas meritorio á
+los ojos de Dios en aquel lugar, que habia sido antiguamente basílica
+cristiana.</p></div>
+
+<div class="footnote"><p><a name="Footnote_511_514" id="Footnote_511_514"></a><a href="#FNanchor_511_514"><span class="label">[511]</span></a> En el referido repartimiento el rey <i>retuvo para sí</i> el
+campo de <i>Córdoba la vieja</i>, y en una donacion hecha por el mismo
+monarca á 20 de febrero de la Era 1279 (A-D. 1241), que cita Gomez Bravo
+(t. 1.º, pág. 4), se dice: <i>contra Cordubam la vieja</i>.</p></div>
+
+<div class="footnote"><p><a name="Footnote_512_515" id="Footnote_512_515"></a><a href="#FNanchor_512_515"><span class="label">[512]</span></a> El P. Fr. Vasco.</p></div>
+
+<div class="footnote"><p><a name="Footnote_513_516" id="Footnote_513_516"></a><a href="#FNanchor_513_516"><span class="label">[513]</span></a> Ambrosio de Morales.</p></div>
+
+<div class="footnote"><p><a name="Footnote_514_517" id="Footnote_514_517"></a><a href="#FNanchor_514_517"><span class="label">[514]</span></a> El licenciado D. Pedro Diaz de Rivas.</p></div>
+
+<div class="footnote"><p><a name="Footnote_515_518" id="Footnote_515_518"></a><a href="#FNanchor_515_518"><span class="label">[515]</span></a> Estuvo el ciervo en el convento de S. Gerónimo de la
+Sierra hasta hace pocos años. Ahora se halla en el Museo provincial. Es
+de alto poco mas de un pié: el carácter de su forma es puramente
+ornamental, segun la tradicion del arte antiguo, como el de los
+colosales mitos de Nínive, como el de los toros, leones y monstruos
+fantásticos de Persépolis, como el de los famosos leones de la Alhambra.
+Tiene la cabeza algo levantada y la boca abierta como en disposicion de
+arrojar por ella un caño de agua. La cierva, de la misma materia y
+tamaño, fué llevada al monasterio de Nuestra Señora de Guadalupe. No
+sabemos si se conserva.</p></div>
+
+<div class="footnote"><p><a name="Footnote_516_519" id="Footnote_516_519"></a><a href="#FNanchor_516_519"><span class="label">[516]</span></a> Ambrosio de Morales en sus Antigüedades se esforzó
+vanamente en persuadir que <i>Córdoba la vieja</i> era la <i>Colonia patricia</i>
+fundada por Marcelo. No se hizo cargo de los fragmentos de arquitectura
+decorativa, puramente neo-griega, por allí diseminados, ni conoció el
+estilo arábigo del ciervo de bronce que le estuvo una porcion de años
+vertiendo el agua en la pila del claustro de S. Gerónimo, cuando él
+hacia vida de monge.</p></div>
+
+<div class="footnote"><p><a name="Footnote_517_520" id="Footnote_517_520"></a><a href="#FNanchor_517_520"><span class="label">[517]</span></a> El citado D. Pedro Diaz de Rivas. Véase el Discurso
+primero de sus <i>Antigüedades de Córdoba</i>. Siguieron su opinion el P. Roa
+(<i>De Cordubæ in Hispania Betica principatu</i>), Gomez Bravo (obra citada),
+y otros.</p></div>
+
+<div class="footnote"><p><a name="Footnote_518_521" id="Footnote_518_521"></a><a href="#FNanchor_518_521"><span class="label">[518]</span></a> D. José Antonio Conde en su <i>Historia de la dominacion de
+los árabes, etc.</i></p></div>
+
+<div class="footnote"><p><a name="Footnote_519_522" id="Footnote_519_522"></a><a href="#FNanchor_519_522"><span class="label">[519]</span></a> Dice que se hallaba á cinco millas de Córdoba,
+Guadalquivir abajo.</p></div>
+
+<div class="footnote"><p><a name="Footnote_520_523" id="Footnote_520_523"></a><a href="#FNanchor_520_523"><span class="label">[520]</span></a> Es esta dehesa propiedad de los marqueses de Guadalcázar,
+no sabemos desde cuándo.</p></div>
+
+<div class="footnote"><p><a name="Footnote_521_524" id="Footnote_521_524"></a><a href="#FNanchor_521_524"><span class="label">[521]</span></a> Nuestro citado amigo D. Pascual de Gayangos, que tradujo
+del árabe en correcto idioma inglés la historia de Al-Makkarí para la
+Sociedad asiática de Lóndres. Salió á luz este interesante trabajo en
+1840.</p></div>
+
+<div class="footnote"><p><a name="Footnote_522_525" id="Footnote_522_525"></a><a href="#FNanchor_522_525"><span class="label">[522]</span></a> Véase la lámina <i>Fragmentos del palacio de
+Medina-Azzahra</i>.</p></div>
+
+<div class="footnote"><p><a name="Footnote_523_526" id="Footnote_523_526"></a><a href="#FNanchor_523_526"><span class="label">[523]</span></a> No habiendo podido proporcionarme ninguno de los
+capiteles de Medina-Azzahra que yacen en la huerta del monasterio de S.
+Gerónimo, no me es dado ofrecer al lector mas que los dibujos de los
+otros fragmentos que en mi poder conservo. Sin embargo, por el capitel
+árabe-bizantino que se publica en la correspondiente lámina de
+<i>detalles</i> juntamente con otro de estilo africano sacado de la <i>capilla
+de Villaviciosa</i>, se formará una idea exacta de los otros que no ha sido
+posible ni dibujar siquiera. El espresado capitel árabe-bizantino es
+obra mandada ejecutar por el mismo califa que fundó los alcázares de
+Azzahra, y se conserva hoy en Córdoba en el patio de la casa llamada de
+las <i>Encomiendas</i>, donde lo ha dibujado para remitírnoslo nuestro
+bondadoso amigo D. José Saló, profesor de pintura y vecino de aquella
+ciudad.
+</p><p>
+Las hojas que le adornan son de acanto silvestre, como las que empleó
+Calimaco al introducir entre los órdenes griegos el bello capitel
+corintio; y su disposicion en todo conforme con la que se observaba en
+los mejores tiempos del arte, así en Grecia como en Roma, en los siglos
+de Pericles y de Augusto. Fáltanle solamente los <i>caulículos</i> que se
+adhieren á las volutas por la parte inferior; pero estan felizmente
+sustituidos con esbeltas espadañas que ciñéndose á la voluta terminan en
+el ábaco del capitel. La inscripcion esculpida en este, traducida por el
+Sr. Gayangos, dice así: «<i>En el nombre de Alá: la bendicion de parte de
+Alá sea sobre el príncipe de los creyentes (Alargue Alá su permanencia
+en la tierra) Abde-r-rahman ben Mohammad. Esto es de lo que mandó labrar
+por manos de Xenif su page. Hizo esto Fatah el marmolista.</i>» La cruz
+esculpida en sus volutas pudiera ser quizás obra de cristianos posterior
+á la reconquista.
+</p><p>
+Al considerar estos preciosos indicios de la gran pureza á que llegó el
+arte bajo los reinados de Abde-r-rahman III y de su hijo Al-hakem II,
+casi se atreve uno á creer que los árabes-españoles sintieron mejor que
+los bizantinos la belleza del arte helénico, y que muchos elementos de
+la arquitectura griega de los buenos tiempos revivieron en el arte
+andaluz de los siglos IX y X hallándose casi proscritos por la
+arquitectura de Bizancio.
+</p><p>
+Nótese en el capitel africano del tiempo de Almanzor cuán brevemente
+pasó la ornamentacion del garbo á los primores, del brio á la timidez,
+del franco y libre perfilar al prolijo y nímio afiligranado, en cuyo
+minucioso ejercicio se perdió lastimosamente en las épocas sucesivas
+aquel gusto varonil que prometia al Occidente un renacimiento dichoso
+del arte antiguo seis siglos antes de venir al mundo los grandes genios
+del tiempo de Leon X.</p></div>
+
+<div class="footnote"><p><a name="Footnote_524_527" id="Footnote_524_527"></a><a href="#FNanchor_524_527"><span class="label">[524]</span></a> Véanse las descripciones que en sus citadas obras hacen
+de los vestigios de <i>Córdoba la vieja</i>. Estas descripciones pueden hoy
+servir de utilísima guia para una esploracion detenida de aquel campo,
+pues en ellas se indican con gran minuciosidad los parages que ocupaban
+algunos curiosos objetos, torres, cisternas, etc., que hoy ya no se ven,
+y que sin duda ha cubierto la <i>marea</i> de la llanura.</p></div>
+
+<div class="footnote"><p><a name="Footnote_525_528" id="Footnote_525_528"></a><a href="#FNanchor_525_528"><span class="label">[525]</span></a> Siendo esta superior á mis medios como particular, tuve
+el honor de escitar al gobierno en diciembre de 1853 á que hiciese una
+esploracion arqueológica en la referida dehesa de <i>Córdoba la vieja</i>,
+reservándose el emprender escavaciones en regla si aquel prévio
+reconocimiento prometia algun resultado útil á la historia del arte. No
+puedo quejarme de haber sido recibido con indiferencia; al contrario,
+mis indicaciones, el relato fiel de lo que en aquel campo habia yo
+visto, y la mera inspeccion de los fragmentos por mí recogidos,
+despertaron en el Sr. D. Agustin Esteban Collantes, á la sazon ministro
+de Fomento, el mas plausible entusiasmo: nombró inmediatamente en
+Córdoba una comision que entendiese en los trabajos de esploracion, y
+facilitó el pequeño fondo que se creyó suficiente para llevarlos á cabo.
+Confiósenos al Sr. Gayangos y á mí el cargo de dirigir á los
+comisionados de Córdoba, los cuales por su parte animados del mejor celo
+dieron desde luego señales de actividad. Los Sres. D. Ramon Aguilar
+Fernandez de Córdoba, D. Francisco de Borja Pavon y D. José Saló, fueron
+los comisionados: hicieron de su parte cuanto era de apetecer para el
+logro del objeto principal de las instrucciones que les fueron
+remitidas, que era cerciorarse de si habia ó nó edificacion soterrada en
+aquella planicie ó plaza elevada rectangular de que dejo hecho mérito.
+Por causas imprevistas no pudieron comenzar los trabajos hasta mediados
+de mayo de 1854, pero en cuanto los principiaron aparecieron al abrir
+una zanja en la planicie referida vestigios de muros y un enlosado con
+una canal que forma un ángulo recto, dispuesta al parecer para conducir
+aguas. Desgraciadamente el Sr. marqués de Guadalcázar, dueño de la
+dehesa, al otorgar su consentimiento para dicha esploracion, habia
+impuesto á los comisionados de Córdoba dos condiciones que ignorábamos
+en Madrid, y que imposibilitaban la continuacion de la tarea comenzada,
+á saber: que la escavacion habia de suspenderse á fin de mayo, y que no
+habia de poderse cortar ni quemar <i>árbol, arbusto ni mata de ninguna
+especie</i>. Cabalmente el desmonte de la gran mata silvestre que obstruye
+el hueco ó caverna del declive meridional de la plaza alta, era una de
+las primeras instrucciones que habiamos dirigido á la comision de
+Córdoba; y por otra parte el vaciado de la escavacion practicada no
+podia ampliarse útilmente en siete dias que faltaban hasta fin de mayo
+no cortando matas ó arbustos. Es pues escusado añadir que la esploracion
+quedó desde entonces paralizada.</p></div>
+
+<div class="footnote"><p><a name="Footnote_526_529" id="Footnote_526_529"></a><a href="#FNanchor_526_529"><span class="label">[526]</span></a> El Sr. D. José Caveda en su escelente <i>Ensayo histórico</i>,
+ya otra vez citado, se lamenta con sentidas frases de que no se conserve
+siquiera un solo vestigio que nos indique hoy el lugar que ocuparon los
+palacios de Azzahra.</p></div>
+
+<div class="footnote"><p><a name="Footnote_527_530" id="Footnote_527_530"></a><a href="#FNanchor_527_530"><span class="label">[527]</span></a> Ambrosio de Morales deduce la gran fertilidad de la
+Campiña de la riqueza que en su tiempo gozaban sus lugares, citando
+algunas aldeas, como Santaella, la Rambla y otras, que tenian hasta 2000
+y 3000 vecinos, sin otra industria que la labranza y la ganadería.</p></div>
+
+<div class="footnote"><p><a name="Footnote_528_531" id="Footnote_528_531"></a><a href="#FNanchor_528_531"><span class="label">[528]</span></a> En la silva del nacimiento de Lucano.</p></div>
+
+<div class="footnote"><p><a name="Footnote_529_532" id="Footnote_529_532"></a><a href="#FNanchor_529_532"><span class="label">[529]</span></a> Llamábase municipio <i>Mellariense</i>: dió una fuente nombre
+al lugar, y á ambos la grande abundancia de miel que se recoge por allí.
+Debió ser de bastante importancia, puesto que erigia estátuas á los
+varones beneméritos, como lo prueba la inscripcion que se conserva en la
+puerta de su fortaleza, hoy iglesia parroquial, y que publicó en sus
+<i>Antigüedades</i> Ambrosio de Morales.</p></div>
+
+<div class="footnote"><p><a name="Footnote_530_533" id="Footnote_530_533"></a><a href="#FNanchor_530_533"><span class="label">[530]</span></a> El castillo de Belalcázar es propiedad del duque de Osuna
+por la incorporacion del condado en la casa de Benavente.
+</p><p>
+El hecho que acabamos de referir está sacado de la Historia m. s. de la
+ciudad de Córdoba atribuída á D. Andrés Morales que posee la Real
+Academia de la Historia, Tomo II. pág. 1474 y siguientes.</p></div>
+
+<div class="footnote"><p><a name="Footnote_531_534" id="Footnote_531_534"></a><a href="#FNanchor_531_534"><span class="label">[531]</span></a> Otro Nuño de Lara (D. Francisco), capitan retirado,
+prestó tambien grandes servicios á Montoro en la guerra de la
+<i>Independencia</i>. Con los tiradores de la villa causó daños considerables
+al ejército de Dupont, y lejos de intimidarse con la derrota de las
+<i>Ventas de Alcolea</i>, le tuvo en contínua alarma.</p></div>
+
+<div class="footnote"><p><a name="Footnote_532_535" id="Footnote_532_535"></a><a href="#FNanchor_532_535"><span class="label">[532]</span></a> Así constaba de una lápida de alabastro que estaba en el
+mismo castillo (segun afirma Garibay en sus <i>Genealogías m. ss.</i>, tomo
+9.º, lib. 54, fol. 259), que decia lo siguiente: <i>En el nombre de Dios.
+Amen. Esta obra mandó facer Garci-Mendez de Sotomayor, señor de Jodar: e
+fízole maestre Mohammad; e fué obrero Ruy Cil, e fízose en la Era de
+1363. Christus vincit: Christus regnat: Christus imperat.</i></p></div>
+
+<div class="footnote"><p><a name="Footnote_533_536" id="Footnote_533_536"></a><a href="#FNanchor_533_536"><span class="label">[533]</span></a> El erudito Llaguno y Amírola dejó unos curiosos apuntes
+sobre la navegacion del Guadalquivir y del Genil, estractos de las
+noticias que traen sobre la misma materia Zúñiga, Roa y Ambrosio de
+Morales. Resulta de este estudio que la navegacion desde Sevilla á
+Córdoba, y vice-versa, se mantenia espedita en tiempo de S. Fernando;
+que despues del reinado de D. Alonso el Sabio, atropellando intereses
+particulares al público, empezaron á entorpecer aquella libre navegacion
+con azudas para molinos, que, aunque dejaban canales para el paso de los
+barcos, causaban grandes molestias á los traficantes y barqueros; que
+reinando D. Pedro el Cruel se quejaron los barqueros de Sevilla del daño
+que les hacian los dueños de aquellos molinos cerrando las canales por
+donde pasaban antes los barcos, y el rey dió auto poniendo remedio, en
+cuya virtud el alcalde mayor de Córdoba, para que constase siempre en
+adelante el ancho que habian de tener las canales de las presas, tomó la
+medida en el <i>arco de las bendiciones</i> de la catedral, y la dió por
+norma para la anchura referida, señalando de fondo dos varas; que la
+navegacion se abandonó despues por los robos que con sus entradas hacian
+en los pasajeros los moros de Granada; que por los años de 1524,
+habiendo vuelto de Paris el maestro Fernan Perez de Oliva, se agitó
+nuevamente este asunto con mucho calor en el cabildo de Córdoba, en una
+de cuyas sesiones propuso aquel sabio economista, que dejando el antiguo
+y mezquino modo de navegar con barquillos traidos á remo, se
+estableciese la navegacion á la sírga, tan fácil y productiva, como se
+practicaba en muchos rios de Italia, Francia y Flandes con barcas de
+suelo llano que cargaban mas de 200 carros de peso y calaban menos de
+una braza de agua; finalmente, que en 1561 se volvió á tratar este
+importante negocio, hizo el rey Felipe II reconocer el rio por personas
+entendidas, é informado de que la navegacion del Guadalquivir ofrecia
+dificultades nada insuperables, resolvió S. M. fuese restablecida en
+cuanto se acabasen las obras para dejar corriente la del Tajo, donde por
+la singular industria y grande ánimo de Juan Bautista Antonelli se
+estaban venciendo obstáculos mucho mayores. Sin embargo de tan buenas
+esperanzas nada llegó á hacerse entonces: luego, en 1629, volvió á
+resucitar el proyecto, y nuevamente quedó abandonado.</p></div>
+
+<div class="footnote"><p><a name="Footnote_534_537" id="Footnote_534_537"></a><a href="#FNanchor_534_537"><span class="label">[534]</span></a> Existe en las casas de Ayuntamiento. Fué hallada entre
+las ruinas de la ermita de Sta. Sofía y tiene esta inscripcion: <span class="smcap">Sacrata
+domus Augusto</span>.</p></div>
+
+<div class="footnote"><p><a name="Footnote_535_538" id="Footnote_535_538"></a><a href="#FNanchor_535_538"><span class="label">[535]</span></a> Véase la página <a href="#page_244">244</a>, nota 1.</p></div>
+
+<div class="footnote"><p><a name="Footnote_536_539" id="Footnote_536_539"></a><a href="#FNanchor_536_539"><span class="label">[536]</span></a> Los condes de Alcaudete, cuyo estado fundó el adelantado
+D. Alonso Fernandez de Córdoba, hijo de D. Martin Alonso.</p></div>
+
+<div class="footnote"><p><a name="Footnote_537_540" id="Footnote_537_540"></a><a href="#FNanchor_537_540"><span class="label">[537]</span></a> Fueron sus primeros señores los Aguilares, por donacion
+que hizo el rey S. Fernando á D. Gonzalo Ibañez, que le mudó el nombre
+de <i>Poley</i> por el de <i>Aguilar</i>.</p></div>
+
+<div class="footnote"><p><a name="Footnote_538_541" id="Footnote_538_541"></a><a href="#FNanchor_538_541"><span class="label">[538]</span></a> Cuando los últimos Aguilares señores de la villa murieron
+en Algeciras sin dejar descendencia masculina, el rey D. Alonso XI
+incorporó el estado de Aguilar á la corona, y á los descendientes por
+hembra D. Bernardo vizconde de Cabrera y D. Alonso Fernandez Coronel,
+los contentó con la <i>Puebla de Alcocer y Capilla</i>. D. Alonso Coronel no
+obstante obtuvo del rey D. Pedro, por mediacion de D. Juan Alfonso de
+Alburquerque, el estado de Aguilar reteniendo á Capilla.</p></div>
+
+<div class="footnote"><p><a name="Footnote_539_542" id="Footnote_539_542"></a><a href="#FNanchor_539_542"><span class="label">[539]</span></a> Despues de muerto D. Alonso Coronel, su estado fué
+incorporado á la corona; y muerto el rey D. Pedro, D. Enrique II dió la
+villa de Aguilar á D. Gonzalo Fernandez de Córdoba, de quien se derivó á
+sus descendientes los marqueses de Priego.</p></div>
+
+<div class="footnote"><p><a name="Footnote_540_543" id="Footnote_540_543"></a><a href="#FNanchor_540_543"><span class="label">[540]</span></a> En la parte de esta Sierra colindante con las de Priego,
+Luque y Carcabuey, se crian muchos vegetales preciosos para la medicina:
+hay tambien canteras de jaspe rojo de muchas especies, mármoles, piedra
+blanca, alabastro y piedra comun, que beneficiaban los árabes.</p></div>
+
+<div class="footnote"><p><a name="Footnote_541_544" id="Footnote_541_544"></a><a href="#FNanchor_541_544"><span class="label">[541]</span></a> De la famosa <i>Nava de Cabra</i> dice el moro Rasis estas
+palabras en su historia: «Tiene Cabra en su término un monte que llaman
+Selva, y es tan alto que contiende con las nubes. En aquel monte hay
+muchas flores y de muy buenos olores, y además yerbas de todas
+virtudes.»</p></div>
+
+<div class="footnote"><p><a name="Footnote_542_545" id="Footnote_542_545"></a><a href="#FNanchor_542_545"><span class="label">[542]</span></a> La Sima de Cabra, que tanto llamó la atencion de
+Cervantes, se abre á un lado de aquella sierra en el llano que hay á la
+espalda del tajo que llaman de Camarena. Las generaciones unas á otras
+han ido desde una época muy remota legándose maravillosas tradiciones y
+consejas que la hacen objeto de pavor entre la gente sencilla. Rasis
+decia que era una de las puertas de la caverna de los vientos. En el año
+1841 se practicó en ella un reconocimiento por un profesor de ciencias y
+otras personas entendidas: resultó haber á la distancia de unas 140
+varas de su boca una esplanada bastante capaz, ensanchando desde la
+entrada sus paredes sin guardar regularidad y en diversos tramos. Desde
+su mitad ó algo más ensancha desproporcionadamente, y en su fondo tienen
+las paredes musgo y humedad. Solo se encontraron ranas en lo profundo de
+la Sima.
+</p><p>
+No sin fundamento la mira con espanto el vulgo, porque el puntilloso
+honor andaluz la escogió algunas veces para sepultura de los infelices
+autores de sus mancillas. Cuéntase de un título cordobés que
+sacrificando á la reparacion de su honor ofendido los vínculos mas
+tiernos de la naturaleza, precipitó en ella á una hija suya que vivia
+amancebada con un jóven de oscuro linage. Sirviéronle en este acto de
+cómplices dos hermanos de la víctima: fingieron una huelga campestre
+diciendo que iban á ver á un pariente muy ilustre, aderezóse todo lo
+necesario, y la pobre señora creyéndolo se compuso lo mejor que pudo y
+con sus mas costosos aderezos. Metida en una litera con muy honrado
+acompañamiento, fueron caminando por sendas estraviadas, y llegado que
+hubieron cerca de la Sima de Cabra se apearon todos. Despues de
+merendar, mientras merendaban los <i>criados</i>, <i>apartáronse</i> el padre, la
+hija y sus dos hermanos, fingiendo ellos ir divertidos con varias
+razones, y al llegar á la Sima dió uno de ellos un empellon á la
+desgraciada mujer y la echó dentro. Hecho esto se volvieron, y
+emprendieron el viaje de retorno para su tierra, muy satisfechos de
+haber dejado sepultada en la Sima la causa de su deshonra. <i>Libro de
+cosas notables que han sucedido en la ciudad de Córdoba</i>, M. S. de la
+Real Academia de la Historia, <i>caso</i> 44, fol. 103.</p></div>
+
+<div class="footnote"><p><a name="Footnote_543_546" id="Footnote_543_546"></a><a href="#FNanchor_543_546"><span class="label">[543]</span></a> El nombre romano de <i>Egabrum</i> que llevó, parece derivarse
+del griego <i>Aigagros</i>, que se interpreta <i>Cabra</i> montés ó silvestre.</p></div>
+
+<div class="footnote"><p><a name="Footnote_544_547" id="Footnote_544_547"></a><a href="#FNanchor_544_547"><span class="label">[544]</span></a> Tiene en su clave el arco principal esta inscripcion:
+<span class="smcap">Diego de Bernuí, regidor de Burgos, pobló á Benamexí, y edificó esta
+puente á su costa, año 1556</span>.</p></div>
+
+<div class="footnote"><p><a name="Footnote_545_548" id="Footnote_545_548"></a><a href="#FNanchor_545_548"><span class="label">[545]</span></a> Aunque el Sr. Pí y Margall, que comenzó este tomo
+escribiendo sus primeras 64 páginas, se habia propuesto incluir en él
+las tres provincias de <span class="smcap">Córdoba, Sevilla y Cádiz</span>, al emprender nosotros
+su continuacion creimos tan grande la importancia de la historia
+monumental de C<small>ÓRDOBA</small>, que resolvimos desde luego consagrarlo á ella
+esclusivamente. El lector juzgará ahora en vista del desempeño de
+nuestra tarea, si hemos hecho bien en estendernos tanto en
+consideraciones sobre las instituciones islamitas y sobre la historia
+general de la arquitectura, que nos parecieron indispensables para
+apreciar debidamente el espíritu y significacion de la grande obra que
+simboliza todas las glorias del Califado. Si aplaude nuestra
+determinacion, facilmente nos perdonará que no le hayamos aun conducido
+á la márgen opuesta del Genil; si la desaprueba, sírvanos de disculpa la
+buena intencion con que hemos procedido.</p></div>
+</div>
+
+<p class="barra"><img src="images/ill_barra_b.jpg"
+width="80%"
+height="10%"
+alt="barra decorativa"
+title="barra decorativa"
+/>
+</p>
+
+<hr class="full" />
+
+
+
+
+
+
+
+
+<pre>
+
+
+
+
+
+End of the Project Gutenberg EBook of Recuerdos y bellezas de España; Córdoba, by
+Pedro D. Madrazo
+
+*** END OF THIS PROJECT GUTENBERG EBOOK RECUERDOS Y BELLEZAS DE ESPA¤A ***
+
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+Produced by Chuck Greif and the Online Distributed
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+Gutenberg is a registered trademark, and may not be used if you
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+Gutenberg-tm electronic works if you follow the terms of this agreement
+and help preserve free future access to Project Gutenberg-tm electronic
+works. See paragraph 1.E below.
+
+1.C. The Project Gutenberg Literary Archive Foundation ("the Foundation"
+or PGLAF), owns a compilation copyright in the collection of Project
+Gutenberg-tm electronic works. Nearly all the individual works in the
+collection are in the public domain in the United States. If an
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+is also defective, you may demand a refund in writing without further
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+in paragraph 1.F.3, this work is provided to you 'AS-IS' WITH NO OTHER
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+WARRANTIES OF MERCHANTIBILITY OR FITNESS FOR ANY PURPOSE.
+
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+provision of this agreement shall not void the remaining provisions.
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+promotion and distribution of Project Gutenberg-tm electronic works,
+harmless from all liability, costs and expenses, including legal fees,
+that arise directly or indirectly from any of the following which you do
+or cause to occur: (a) distribution of this or any Project Gutenberg-tm
+work, (b) alteration, modification, or additions or deletions to any
+Project Gutenberg-tm work, and (c) any Defect you cause.
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+Project Gutenberg-tm is synonymous with the free distribution of
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+including obsolete, old, middle-aged and new computers. It exists
+because of the efforts of hundreds of volunteers and donations from
+people in all walks of life.
+
+Volunteers and financial support to provide volunteers with the
+assistance they need, are critical to reaching Project Gutenberg-tm's
+goals and ensuring that the Project Gutenberg-tm collection will
+remain freely available for generations to come. In 2001, the Project
+Gutenberg Literary Archive Foundation was created to provide a secure
+and permanent future for Project Gutenberg-tm and future generations.
+To learn more about the Project Gutenberg Literary Archive Foundation
+and how your efforts and donations can help, see Sections 3 and 4
+and the Foundation web page at http://www.pglaf.org.
+
+
+Section 3. Information about the Project Gutenberg Literary Archive
+Foundation
+
+The Project Gutenberg Literary Archive Foundation is a non profit
+501(c)(3) educational corporation organized under the laws of the
+state of Mississippi and granted tax exempt status by the Internal
+Revenue Service. The Foundation's EIN or federal tax identification
+number is 64-6221541. Its 501(c)(3) letter is posted at
+http://pglaf.org/fundraising. Contributions to the Project Gutenberg
+Literary Archive Foundation are tax deductible to the full extent
+permitted by U.S. federal laws and your state's laws.
+
+The Foundation's principal office is located at 4557 Melan Dr. S.
+Fairbanks, AK, 99712., but its volunteers and employees are scattered
+throughout numerous locations. Its business office is located at
+809 North 1500 West, Salt Lake City, UT 84116, (801) 596-1887, email
+business@pglaf.org. Email contact links and up to date contact
+information can be found at the Foundation's web site and official
+page at http://pglaf.org
+
+For additional contact information:
+ Dr. Gregory B. Newby
+ Chief Executive and Director
+ gbnewby@pglaf.org
+
+
+Section 4. Information about Donations to the Project Gutenberg
+Literary Archive Foundation
+
+Project Gutenberg-tm depends upon and cannot survive without wide
+spread public support and donations to carry out its mission of
+increasing the number of public domain and licensed works that can be
+freely distributed in machine readable form accessible by the widest
+array of equipment including outdated equipment. Many small donations
+($1 to $5,000) are particularly important to maintaining tax exempt
+status with the IRS.
+
+The Foundation is committed to complying with the laws regulating
+charities and charitable donations in all 50 states of the United
+States. Compliance requirements are not uniform and it takes a
+considerable effort, much paperwork and many fees to meet and keep up
+with these requirements. We do not solicit donations in locations
+where we have not received written confirmation of compliance. To
+SEND DONATIONS or determine the status of compliance for any
+particular state visit http://pglaf.org
+
+While we cannot and do not solicit contributions from states where we
+have not met the solicitation requirements, we know of no prohibition
+against accepting unsolicited donations from donors in such states who
+approach us with offers to donate.
+
+International donations are gratefully accepted, but we cannot make
+any statements concerning tax treatment of donations received from
+outside the United States. U.S. laws alone swamp our small staff.
+
+Please check the Project Gutenberg Web pages for current donation
+methods and addresses. Donations are accepted in a number of other
+ways including checks, online payments and credit card donations.
+To donate, please visit: http://pglaf.org/donate
+
+
+Section 5. General Information About Project Gutenberg-tm electronic
+works.
+
+Professor Michael S. Hart is the originator of the Project Gutenberg-tm
+concept of a library of electronic works that could be freely shared
+with anyone. For thirty years, he produced and distributed Project
+Gutenberg-tm eBooks with only a loose network of volunteer support.
+
+
+Project Gutenberg-tm eBooks are often created from several printed
+editions, all of which are confirmed as Public Domain in the U.S.
+unless a copyright notice is included. Thus, we do not necessarily
+keep eBooks in compliance with any particular paper edition.
+
+
+Most people start at our Web site which has the main PG search facility:
+
+ http://www.gutenberg.org
+
+This Web site includes information about Project Gutenberg-tm,
+including how to make donations to the Project Gutenberg Literary
+Archive Foundation, how to help produce our new eBooks, and how to
+subscribe to our email newsletter to hear about new eBooks.
+
+
+</pre>
+
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diff --git a/37590-h/images/ill_156.jpg b/37590-h/images/ill_156.jpg
new file mode 100644
index 0000000..9175e21
--- /dev/null
+++ b/37590-h/images/ill_156.jpg
Binary files differ
diff --git a/37590-h/images/ill_172.jpg b/37590-h/images/ill_172.jpg
new file mode 100644
index 0000000..bb738b7
--- /dev/null
+++ b/37590-h/images/ill_172.jpg
Binary files differ
diff --git a/37590-h/images/ill_172_sml.jpg b/37590-h/images/ill_172_sml.jpg
new file mode 100644
index 0000000..96172da
--- /dev/null
+++ b/37590-h/images/ill_172_sml.jpg
Binary files differ
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new file mode 100644
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--- /dev/null
+++ b/37590-h/images/ill_180.jpg
Binary files differ
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new file mode 100644
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--- /dev/null
+++ b/37590-h/images/ill_181.jpg
Binary files differ
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new file mode 100644
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--- /dev/null
+++ b/37590-h/images/ill_182.jpg
Binary files differ
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new file mode 100644
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--- /dev/null
+++ b/37590-h/images/ill_192.jpg
Binary files differ
diff --git a/37590-h/images/ill_192_sml.jpg b/37590-h/images/ill_192_sml.jpg
new file mode 100644
index 0000000..7081286
--- /dev/null
+++ b/37590-h/images/ill_192_sml.jpg
Binary files differ
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new file mode 100644
index 0000000..ea3ddf9
--- /dev/null
+++ b/37590-h/images/ill_198.jpg
Binary files differ
diff --git a/37590-h/images/ill_198_id_a.jpg b/37590-h/images/ill_198_id_a.jpg
new file mode 100644
index 0000000..754537a
--- /dev/null
+++ b/37590-h/images/ill_198_id_a.jpg
Binary files differ
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new file mode 100644
index 0000000..9775fd9
--- /dev/null
+++ b/37590-h/images/ill_198_id_b.jpg
Binary files differ
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new file mode 100644
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--- /dev/null
+++ b/37590-h/images/ill_217.jpg
Binary files differ
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new file mode 100644
index 0000000..bd6b237
--- /dev/null
+++ b/37590-h/images/ill_271.jpg
Binary files differ
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new file mode 100644
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--- /dev/null
+++ b/37590-h/images/ill_274.jpg
Binary files differ
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new file mode 100644
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--- /dev/null
+++ b/37590-h/images/ill_279.png
Binary files differ
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new file mode 100644
index 0000000..d31d204
--- /dev/null
+++ b/37590-h/images/ill_279_sml.png
Binary files differ
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new file mode 100644
index 0000000..1487c4b
--- /dev/null
+++ b/37590-h/images/ill_304.jpg
Binary files differ
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new file mode 100644
index 0000000..ec92365
--- /dev/null
+++ b/37590-h/images/ill_349.jpg
Binary files differ
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new file mode 100644
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--- /dev/null
+++ b/37590-h/images/ill_386.png
Binary files differ
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new file mode 100644
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--- /dev/null
+++ b/37590-h/images/ill_395.jpg
Binary files differ
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--- /dev/null
+++ b/37590-h/images/ill_397.jpg
Binary files differ
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--- /dev/null
+++ b/37590-h/images/ill_398.jpg
Binary files differ
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--- /dev/null
+++ b/37590-h/images/ill_399-a.jpg
Binary files differ
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--- /dev/null
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Binary files differ
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--- /dev/null
+++ b/37590-h/images/ill_399_id.jpg
Binary files differ
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new file mode 100644
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--- /dev/null
+++ b/37590-h/images/ill_402.jpg
Binary files differ
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index 0000000..0ddda20
--- /dev/null
+++ b/37590-h/images/ill_402_id_a.jpg
Binary files differ
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--- /dev/null
+++ b/37590-h/images/ill_402_id_b.jpg
Binary files differ
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--- /dev/null
+++ b/37590-h/images/ill_402_id_c.jpg
Binary files differ
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--- /dev/null
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Binary files differ
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Binary files differ
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+++ b/37590-h/images/ill_406.jpg
Binary files differ
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Binary files differ
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Binary files differ
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Binary files differ
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